La acción conjunta de estos músculos permite un adecuado control de la estabilidad corporal y de la ejecución
de tareas que realizan los miembros superiores e inferiores. Por lo tanto, más que un concepto puramente
anatómico, debe ser entendido como un concepto funcional.
Otro término que está de moda sobre todo en el fitness, en el entrenamiento deportivo y en la medicina deportiva
es el Core stability o estabilidad de la zona central del cuerpo. No obstante, el uso del término Core stability es
ambiguo, existiendo una gran confusión terminológica en diferentes ámbitos profesionales y científicos.
Las superficies inestables son diferentes instrumentos que se utilizan para añadir inestabilidad a los ejercicios,
incrementando la actividad propioceptiva y neuromuscular. La inestabilidad activa la musculatura agonista, la
encargada de realizar la acción, pero también la antagonista, para controlar la posición.
Desde el punto de vista de la rehabilitación, la utilización dispositivos inestables ha demostrado ser una manera
efectiva para reducir la incidencia de dolor lumbar e incrementar la eficiencia sensorial de los tejidos blandos
que estabilizan las articulaciones. Para ello, dicho programa de entrenamiento debería promover co-contracciones
agonistas/antagonistas con cortos períodos de latencia, lo cual permitirá alcanzar rápidamente la rigidez y la
protección de los complejos articulares. Estos resultados pueden proveer cierta protección contra lesiones y
mejorar la recuperación de una lesión del CORE u otra parte y; por lo tanto, la inestabilidad debería incluirse
como parte de un programa de ejercicios para la rehabilitación.
El fortalecimiento isométrico postural de la musculatura abdominal (abdominal bracing) ha demostrado ser más
efectiva que otras técnicas de entrenamiento abdominal para mejorar la estabilidad de la columna. Por lo que
nuestro entrenamiento debe estar basado en los ejercicios isométricos en superficies inestables, combinado con
diversos ejercicios isotónicos o excéntricos. Cuando se habla de fortalecer el CORE, no podemos señalar a un
ejercicio por encima de otro, ya que uno de los grandes pilares de su entrenamiento es la combinación de diversos
ejercicios que impliquen diferentes posturas y ángulos. Sólo de esta forma se conseguirán mejores resultados.
Uno de los materiales más usados para este fin es el “both sides up” o BOSU. Un aparato similar a una media
pelota gigante. Su uso está destinado a ejercicios de estabilidad o a cualquier gesto específico de forma inestable,
sobre la parte esférica del BOSU.
El fitball tiene unas indicaciones similares al BOSU y suele destinarse a la mejora la postura, mejora la
tonificación muscular, ganancia de fuerza y control de los grupos musculares activos, incremento de la agilidad
y a la prevención de lesiones.
Existen otros aparatos muy válidos como el dyna disc o discos dinámicos. Los dyna disc son pequeños discos de
goma hinchados que se utilizan para generar inestabilidad y fortalecer el CORE y las extremidades.
Económicamente, el fitball es mucho más asequible que el BOSU y la finalidad es prácticamente la misma.
Realización del ejercicio: Flexionamos el tronco y giramos hacia un lado llevando el codo a la rodilla contraria.
A continuación volvemos al punto inicial y repetimos el ejercicio rotando hacia el lado contrario.
Posición inicial: Nos colocamos bocabajo con el cuerpo levantado como si fuéramos a hacer fondos de brazos.
Las palmas de las manos quedan apoyadas en el suelo con los brazos y las piernas rectas. Los brazos permanecen
alineados y con una separación ligeramente superior a la anchura de nuestros hombros. La columna debe
permanecer recta durante todo el ejercicio. También podemos trabajar con una flexión de codos de 90º dejando
los antebrazos apoyados en el suelo.
Realización del ejercicio: El objetivo es mantener la postura durante unos segundos, a la vez podemos levantar
una pierna. A continuación descansamos y volvemos a la posición inicial.
Realización del ejercicio: Manteniendo la postura anterior realizamos flexiones de piernas llevando una rodilla
al brazo contrario y luego la otra. Realizar varias repeticiones. A continuación descansamos y volvemos a la
posición inicial.
ABDOMINALES
Musculatura principal: Recto anterior o mayor del abdomen, transverso del abdomen y oblicuos.
Posición inicial: Con el fitball debajo de la zona lumbar y las caderas y las rodillas flexionadas 90º. Los pies
quedan apoyados en el suelo. Las manos se colocan detrás de la nuca, cruzadas en el pecho o a lo largo del
cuerpo. La zona lumbar permanece apoyada durante todo el ejercicio.
Variante, modificar la altura del centro de masa: Hacer primero abdominales con las manos a lo largo del
cuerpo, luego con los antebrazos cruzados en el pecho, y por último con las manos entrelazadas detrás del cuello.
Este desplazamiento ascendente del peso de los brazos por fases cambia el centro de la masa hacia la cabeza,
aumentando progresivamente la dificultad del ejercicio.
Realización del ejercicio: Flexionamos el tronco y giramos hacia un lado llevando el codo a la rodilla contraria.
A continuación volvemos a la posición inicial y repetimos el ejercicio rotando hacia el lado contrario.
Realización del ejercicio: Extendemos el tronco alineando la espalda y elevamos a la vez una pierna y el brazo
contrario. Mantenemos esta posición unos segundos y a continuación flexionamos el tronco para volver a la
posición inicial. Al volver a realizar el ejercicio, levantamos la pierna y el brazo contrario.
FLEXIÓN DE TRONCO Y MIEMBRO INFERIOR
Musculatura principal: Recto anterior o mayor del abdomen, transverso del abdomen, oblicuos y flexores y
extensores de cadera.
Posición inicial: Nos tumbamos en el suelo con los brazos extendidos y las piernas rectas con un fitball entre
ellas (podemos elegir a qué altura colocarlo).
Realización del ejercicio: Inspiramos y flexionamos a la vez el tronco y las piernas. Tenemos que intentar tocar
el balón con las manos en un punto medio del trayecto y aguantar unos segundos. Espiramos y volvemos a la
posición inicial.
FLEXIÓN DEL MIEMBRO INFERIOR BOCABAJO
Musculatura principal: Recto anterior del abdomen, transverso del abdomen, oblicuos, flexores y extensores
de cadera y fijadores de la cintura escapular.
Posición inicial: Nos colocamos bocabajo con el cuerpo levantado como si fuéramos a hacer fondos de brazos.
Las palmas de las manos quedan apoyadas en el suelo con los brazos y las piernas rectas. Colocamos los pies
sobre el fitball. Los brazos permanecen alineados y con una separación ligeramente superior a la anchura de
nuestros hombros. La columna debe permanecer recta durante todo el ejercicio.
Realización del ejercicio: Flexionamos la cintura elevando las caderas hacia el cielo y acercando del balón hacia
nuestras manos. A continuación volvemos la posición inicial.
Para comenzar nos colocaremos en plancha (posición de fondos) con los brazos estirados y las manos sobre unas
kettlebell. Partiendo de esta posición y manteniendo la espada recta con el abdomen contraído realizamos una
flexión de brazos y seguidamente remo con un brazo cuando estemos arriba, a continuación, realizamos otra
flexión de brazos y remo con el otro brazo cuando estemos arriba. Si este ejercicio nos cuesta demasiado,
podemos saltarnos los fondos de brazos y realizar solo el remo alterno manteniendo fija la posición de plancha.
RUSSIAN TWIST O GIROS RUSOS
Este ejercicio puede realizarse sin material alguno, aunque en niveles más avanzados se emplea un peso como
una kettlebell o un balón medicinal.
Para comenzar con el movimiento nos colocaremos sentados en el suelo o sobre una esterilla e inclinaremos el
tronco hacia atrás hasta posicionarlo en un ángulo de 45º. Después, flexionaremos las rodillas y despegaremos
los pies del suelo para quedar con los glúteos como único apoyo del cuerpo.
Es importante sostener la contracción del abdomen en todo momento y no arquear la columna ni curvarla en
exceso. En las manos, podemos sujetar una pesa rusa o un balón medicinal. A continuación realizamos giros de
tronco, llevando la pesa de un lado a otro de nuestro cuerpo.
Entre los principales músculos trabajados se encuentran el recto mayor del abdomen, el transverso profundo, los
oblicuos, la musculatura lumbar y los flexores de la cadera como el psoas-ilíaco o el recto femoral.
Para la ejecución del movimiento se requiere cierta fuerza previa en la zona media, por lo tanto, puedes comenzar
a realizar el ejercicio sin peso en las manos y con los pies apoyados en el suelo para así, reducir la intensidad del
esfuerzo y aportar más estabilidad al cuerpo.
EJERCICIOS EN SUSPENSIÓN
ABDOMINALES CON PIERNAS EN SUSPENSIÓN
Nos tumbamos en el suelo con los talones sobre las estriberas y las caderas y las rodillas flexionadas 90º. Las
manos quedan detrás de la nuca, cruzadas en el pecho o a lo largo del cuerpo. La zona lumbar permanece apoyada
durante todo el ejercicio.
Variante, cambiar la altura del centro de masa: Hacer primero abdominales con las manos a lo largo del
cuerpo, luego con los antebrazos cruzados en el pecho, y por último con las manos entrelazadas detrás del cuello.
Este desplazamiento ascendente del peso de los brazos por fases desplaza el centro de la masa hacia la cabeza,
aumentando progresivamente la dificultad del ejercicio.
Realización del ejercicio: Flexionamos el tronco y giramos hacia un lado llevando el codo a la rodilla contraria.
A continuación volvemos al punto inicial y repetimos el ejercicio rotando hacia el lado contrario.