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oni — heron roximiad sia y simbélica, pero también lacertezade que secan proegidos por len caso denecesidady eventualmen- ‘e,1ecompensedos por su partcipacin en la gue Seria erréneo pensar queles montoneras yo caudllos eran exclusivamentefoderles. Durante las guezeas chiles del resismo los uitaros también movigarontropasintentaron ‘onctarleltades. En su carnpafia conta el edaralismo de 1240-t8et enelitorl el general unitatio Tuan Levallecon~ {aba con una fuerza relutada entre las poblacones rules {quienes compenstba con generess earnesdas de ganado } permit licencia similares alas que les federal otorga- ‘un esusmontoneris. En Ts déada de 1860, as ebeliones de Angel Viente Petsorsy ie Varela cn as provincia el (este sumaron muchos gaushos que se identicaban con tstoseampeones dea causa muy popular en las provn- isla defensa del federalism "Ba 1827 larenuncia del presidente Bernardino Rivadavis yladslucén del Congreso Consituyentzaceaturon nex {erbacién dele enfrentamientas polos entre wna f= Gorles que databan de comsienans dea década de 1820. £1 ‘Congses terminé en una gran debacle provocada po el r= hazo de la Cnstnucin unitaria de 1826 por cas todas as rina. Este fracas inaugur6 une larga taps dedescen- {ealizacin politica ente 1627.7 1882, cvando las provinclas Gjexceon su soberania de manera ca iesrita sobre sus te ‘tris. Ls acuerdos ques unisn preservaban todes sus stripucionts eberanasdeegando slo la representacién a telos paises entranjeres en una deel, Buenos Aes. Hl eolapso del Congreso signs asia el tino det federalsmo en ex particular vaiante porta, Bl ascenso poco de Buenos Aires coro dese la dada de 1850 Conlacrganizacién de una Conederacin de provincis ue gitabanen torne a Buenos Aires au poderoso gobemados, Juan Manel de Rosas (1798-1877), Roses ascencié al poder en Buenos Ais emo essa deuncrunt enfentamien- {entre las dos fuerzasen ques hablan divide las opinio- tes poltins untaros fderals, Shien Jos choques enze mb «partidos» fueron endémioos, ss pions de violencia = as ie 4 i seconcentsaron en los afios 1826-1691, 1588-1841 718514852. LaCConfederasin rosista sobrevivié varias reacciones Ge us adversatios: unitaros,federales doctrinarios que pug ‘haben por tuna constitueién escrita que Roses siempre re- clua2ligas de provincias del interior que se levantaron en armas en reelamo de une mejor distibucion de recursos o ‘una emule de oganizacin institucional defnitiva, flict intemacionales con Franciay Gran Bretafa. En estos enfentamientos siempre aparecia como cons ‘ante fuente de confictos el poder de Buenos Airey suscon- vnlsionadas relaciones con el resto de las provincias. Este ‘problema parecfa habecse resvelto con el derrumbe de po- ‘der de Rosas en 1869 ya sancion de una Consttucién na ‘onal de corte federal en 1859 que decaraba a Buenos Aires ‘capital de a Acgentina. Pro a poderosa provincia nose re~ signé a perder su lideraago nacional ni sus privilegios (el rmangjode os recursos de la inica aduana realmente impor ‘ante, a capital provincial) se eseinié por easi dea afios Gel resto de pals. Recin en 1862 una Buenos Altes triun- {ante en el campo de batalla se puso ala cabeza dela organi- zacién de la cepiblica unifcada. El interior fue escenario de laamientos en contra de este nuevo intento de ampliacion ‘dela hegemonia portefia al que achacaban el fin dele que ‘quedaba de sus astonomias provincieles. La déeada de 1860 fue partilarmenteconvulsa: entve1863,y1870 los poderes nacionales debieron enfrentar sucesivas rebeliones inter~ as que impugnaban la intromision de Buenos Aires. La supresién de las resistencias provinciales hacia 1870 ‘natgir6 un peiodo de expansion yconsolidacion del Bsta- donacional. steseconstnuyé mediante un proceso gradual {de centralzacin de las deeisiones polticas que implicé ala vezaltasdosis de coereén y negocacion. Los poderes nscio~ ‘ales fueron eapabes de expandir su control scbrelas provin~ ‘as, veaceraposiciones internasyenfremar conflictosext~ foe, Para lograrimponer su autoridad,capta el apoyo de as ‘ites provincalesylograr que su autoridad fuera reconoss ‘lu como leptima en todo el teritario, los gobiernos nico ‘ales hicieron uso prineipalmente de tres instrumentos: el jéreit, las agencias y burocraci estatales (Justicia Fede fal, Correos y Teléraos, el sista educative) yo subsidios ‘econSmices las provicias is posiién de Buenos Aires en el sistema polio nacio~ nal fue la cuestion mas dlicada de resolver. Ena dévada de 1870 dos coaliciones de gobermadores proviniales impor (ian ala drigenci porteia dos presidentes aucesivos nls Avellaneda, 1874-1880 y Julio Argentino Rca, 1880- 1886) que marcarfan los Kimites dl control dela podeross provinea sbrel polftica nacional. Al cerarsela década en 180, el ercivo nacional reprimiria una reelign encabext- a por el gobernadorde Buenos Aires. Poco después el Con~ fges0 Nacional impondsla a federalizacion dela ciudad de Buenos Aires al derrotada provincia clausurando uns ers de indefniciones sobre la posicién de la provincia en Ia Na~ ‘ign. El Estado nacional se habia impuestoa ja hasta tonees indoblegable provincia convirtiéndose de este modo ene principal actor politico, Unitarios y federates (1828-1831) Habiendo perdido l control de las provincias del interior {que impugnaron la Constitacin unitaria saneionacia por Congreso en 1626, yn el epoyo de Bueno Aes, cyan cla ses dirigentes se opanie i talyaladivsi dela province presidente Berean Rivadavarenuci6 al engo a medians de 1827. Poo des pus se isi el Congreso dando fine ina moeatentativa de organizeéninstacona 21 derrabe de as nstiociones nacional implica cover de ln aoberanfs iestrita alas provincia, alco tobabie outed a ea el dietary el Conge 1820. En cas oda as uedcioes provincial faderalsmo baja infnenia de oes lias pol 008 que habian ongenizado la opesiciin al Congreso: Juan Fasundo Qniroga de La Rin, stanislo Lips de Santa Fe 1 Suan Batista Boos, de Crdobu Slo en nina povine anor deat en etn ea tin a ciudad de Jun), rexgunrdada pola gran cstancia yl hide reine comercleseon le seletemereinde pendizada Bolivi, esedieon ls edministracioneswei- {tras de los herman José Ignacio yuan igncio Got ‘entre 1827 y 1831. : ‘nn provincia de Buenos Aes estararon es insti- tucones dseltas por el Congreso de acuerdo cn as les aqelshabin ogeniaadoen 1691. nese 1527 Legh lr li coms goberadr «Manvel Deeg on mia dela guerra den independenca que desde 2830 se bin convergoen al der do los deals pores, Con ferte srrigo ene las Sees populares yan, Ds ses op 3s, Dowegaeracon- sidered potacoofable prloetersterientesy grandes co Theriantas, que babiend sid el principal stan dl Purti- Godel Ordena comienas de a cada de 1820, etaban shor ln isequeda den nev drigente que grant ee ‘qian necesitabala pa pra fortalecer la psicén politi de tals provincas ue Gera alos gbermadores eres. atest tute Blea ed hoesn ing carkter representa, Ea un acto er rae ao cortarla primers cabeza. la hidra»), Lavalle eapturd y orde- seat Sua 4 4 FRB ie nt La rence federal no se bio esperar, Los gauchos dela campatia bonaerense organizadosen mila bajo el deren. sg de Juan Manel de Rosas se levataron conte el gobetnac lor Lavalle, a quien los federalesportfios considersban un surpador.Sitiado en la ciudad y sin poder controlar acam. palia que se hallaba en abiertarebeli6n yen completo.con- trolde Roses, Lavalle fue derrotado en la betalla de Puente cde Marquezen abril de 1899. Luego de varias negocaciones etre Rosas y Laval, éste pacts setirada de la provincia, Lallegislatura federal disyeta por Lavalle en diciembre dé 1826 fue restaorada yen diciembre de 1829 —un afo des. puésdel golpe unitario—,eleerpoelegia Juan Manuel de Rosas gobernador de la provincia de Buenos Aires eon fa caltades extraordinatas. La legislatura portefalo declan cRestaurador de las Leyes», devi, del orden institcional del que I provincia gozaha desde 1821, quebrado desde el ‘ao anterior Lider del triunfante federalism porteta, Rosas contaba con una fuerza miliciana rural que lo acompafiaba desde 1820, con el ascendiente sobre laplebe urbana que ha bia eredadio del malogrado Dortego,y con el apoyo de los bhscendados y omerciantes de Buenos Aires que wean en él Jagaranta del orden perdido desde 1827 A fines de diciembre el cadiver de Domnego fue conducido alaciudad pera dale sepultara Las exequis del desaforea- saido gobernador ~de quien Roses nunca hab sido ami go~ fueron un despiegue de «magnifen pompa, nunca vista en Buenos Aires, y que mejor yano puede ses, parquet aun principe se le puede hacer mejor» al decir de Juan Manel Beruti, un testigo de hecho. En suoracin febre ante las Jerarquias cviles yeceststcasy frente al pueblo reunido, -Rocasdaba por cerada uns etapa acaga del historia de la provincia y asegurabs que «la mancha més negra en la Ihistoria de los argentinos ba sido ya lavada con as égri- as devun pueblojusto,agradesio ysensiblev. Las exequias ‘eran wn acto simbélico dl entiero de una ctapa andrquica xyelnacimionto de una mueve de orden. Larestauracion delasleyes en Buenos Aire, encabezada pore gobemador Rosas, suponta el restablecimiento de un ‘orden jerérquico cuyas fuentes se encontraban en un rep Dlicanismo de corte agraro inspitado en la tradicién cisica 1yqque se tradujo en la insistencia de Roses en al cumpli ‘miento puntilloso de las leyesprovinciles. El orden repu blieano se ponia en préetica anvalmente mediante las lec- cianes de renovacin legislativa alas que l «Restaurador» prestaba gran atenci6n, Sin dud ls elecciones eran de cor- te plebiscitario: con la excepeién del periodo 1892-1885 (cuando Rasas estuvo fuera del poder, como veremos luego) ‘ng habfa verdadera competencia electoral. En ls comicios que segutan tgiéndose porla ley electoral de 1821) ls su- fragantes se liiteban a elegi eandidatos presleccionados porél gobernador ineluidas en unalistatinien Este eunani- mismo» politi, més quedistrbuirel poder entre fuerzasen ‘pagna, legitimabe latiniea euya participa estaba permi- fida: el federalism, La obedienca la ey era garantizada por ‘on istema julia en cuyo nombramionto dejuces el gober radar intervenis sctivamente, Pilar de este sistema eran los juzgados de paz de las éreasrurales,encargados ala ver de ‘resolver ls eaoseivilesyeritinslesy de garantizar la reali- ‘acién dels clcciones ‘El pradominio del federalismo en la provincia de Buenos Aires yen tog ellitaral era un hecho contuncente. Pero en elinterior esto noera ain as, Alls fuerzas del general Paz { | | | | | | | i | i Inabian derrotada en dos opartunidades alas milciesvoja nes de Quiroga en las batallas de La Tublada y Oncati entre fines de 1829 y eomienzas de 1830. Desde Cérdoba, de la cual se convirtié en gobernador desplazando al federal ‘Bost, Paz envi6 fueraas las provincia del norte yoeste pa ra destloc alos gobernadoresfderalesy remplazaios por tts unitarios.A mediadios de 1880 ls provineias controla- dss por Paz formaron une Liga del Inverior que le confi el ‘Supremo Poder Milita: Poce despuésla Liga estaba a Buenos ‘Aires a representotin de as elaciones exteriors quelaspro- ‘inci Te habfen otorgado.Hra una declaracién de guerra. Enel itoral las provinclas federales se preparabentam- ‘i pare la guerra, Atemorizedos por los avances de Paz en el interior, los gobernadoresfederalos de Bueno Aires, San ta Fey Entre Rios enviaron representantes ala ciudad de Santa Fea fin deacordar una alianza ntreellas, El de enero 4de1831frmaron el Pacto Federal, una alanza pliteo-mailitar ala que las dems provincia podsgn incorporasse a medida ‘que se adhiriesen ala forma de gobierno federal. Uno de sus afeulos misimportantes creaba una comisién representati- ‘7 organismo provisorio formado por un representatite pot provincia, que prepararalereunién de un Congreso Nacio- nal. La cuatta provincia Itoral, Corrientes, sblo se adhiié mis tarde en protesta a la politica econdmiea partefia de favorecer las importseiones por el puerta de Buenos Aires y cobrer rentas de aduana en forma excasiva ‘A comienzos de 1881 el pais presentaba dividido en dos grandes bloques politicos rivales, la Liga del Interior, de signo unitario,yla del litoral federal a punto deentraren gve- ra, Apoyado por los ejéretas de Santa Fe y Buenos Aires, Facundo Quitoga recuperé parte delas provincis interores poco antes de que el general Paz cayera inesperadamen- [pusioner das mis senafroas ex may de 185 Lapis de Paz ylstifos de Quiroga brindaron I vic tori la Liga Lior ‘Ladera final deles fuera del Liga nis coma dadas por Gregotio Aréoz de Lamadrid en la batalla dea ‘Ciudadela e-Tucumdn result en la desbandada delos g>- ‘eros provincislesy los ejreitos unitaros, Luego de esa decisiva batalla, Quiroga volvié a controlar os destinos de Jas provincia del interior, desde Mendoza hasta Salts, ala goe fo une alsin indernizacén de gueray I exonesa~ ‘ion de os srapatizantes dl unitaismoa cambio de no set Savadida porlastropasa su mando. Unatrastrelasprovin~ ‘asda ntrior se unieron al Pato Federal, Desde entonces Tn uniformidad politica imperéen el pais por completo en manos de lo federales condueides poruna suerte de triun- rato informal formado por ls res caudills mass imper- ‘antes, Rosas, Lopazy Qhioga. Lasunitatos pores del iterir debieron dare s- Jencino emigera los pale vecnos Seabriaparameehes de tTles a dloros experiencia del ex. A refexonarsobrelos {Suess ocurids en eso ais €lcandnig Juan Ignacio Go- trl, exgoberador unitario de Salta refugiado en Bolivia, ‘irmaba en su Autobingrafia poktiza que «no eso mismo romper un yg que adquiti libertad. Para quien, co- to Gort, habfan voleado su decdida patcipacién en los, ‘atiosintentos fracasados de organizacién coustivuional enswyados on el Rio dea Plata desde la Revoluci de Ma Yoel pais de 1891 todavia no labia edqurido la ibertad, Pore eontraro, segin su enlisis, st babi caldo irveme- : la provincia de ‘Buenos Aizes aceptaba a las autoridades nacionsles como Dpukspedes ent a ciudad, que segufasiendo sélo capital pro- de una Argentina reuni- nt lncoe ® sae tia Vincial, La negativa porte a la federalizacién de Buenos Aires cre la extrafasituacién de una Argentina sin cepi- tal definitiva y de autoridades nacionales sin sede fj, Esta situacion se prolong hasta 1880, cuando wn movi :mientopolitico-militar encabezado por lideses provineia- ‘es obligaria ala provincia de Buenos Aires aceder capital sla nacin, plas provincias el plan de Mitre fue axepad slo por ‘une pequeria minorfa. Después dl triunfo de Buenos Aires en Pav, se impusieron en varias provincia gobiesnos libe- rales que desplazaron por fuerza e los federales urquicis- ‘as. Los integrantes de estas elencos politices eran por lo general miembros eonspicuas de las lites provincial, {quienes Tulio Halperin Donghi denominala aéliteletrades, personajes cuya education y experiencia politica les conver ‘ia en intermediarios privilegiados entre sus provincasyel ‘nuevo gobierno nacional. Sin erabargo, so stuaci politica ra presara:asladas en as ciudades capitals ao cntola- ‘ban las dreas rurale ni movilaaban a los gauchos en favor dea causa liberal En consecuencia, dependian de le cre ciente intervencin activa de las tropas nacionaes para sos- tenerse en el poder. Porel contrario,en el interior el federalsmo era ain la opci6n politica de la mayorla, En las provinias todavia xis- ‘ian eaudllos federales de gran popularidad entre la pobla- ciém ural que segufan el distant pero siempre presente i= Aerazgo de Urquiza. Parallel triunfo de Buenos Aires, de la que habian aprencido a desconfiar desde le independen- cla s6lo podia sigificar una mayor rainaparalas provincias del nteror. Este sentimiento de desconfianza ora mis fuerte en las provincia del norte y oeste del pai, que resistieron ‘mis vigorosemente la reorganizaci6n politica liderada por ‘Buenos Ares Segin observabs un corespansal de Mitteen Viaje pore interior, el federalismo era all muy popular ya ‘ue eTeinaba la mazorea en todo el futor, pues qu los mili ‘ares vestian de chiripg sabanillay gorra, todo eolorado, y ‘que esta itima evaba una cinta de divisa del mismo color, {Yves cara deseubieragritaban en las jaranas iViva Urqui- 2a! IMuera Mitre! Li Rioja se destaed ao lango dela désada de 1860 porla ‘accién de dos audios leales que enfrentaron con fierezala ‘conguita de Buenos Aires, Angel Vicente Pefsloza (at «doe! Chacho)y Felipe Varela. Liderando vastas montoneras «ae ganchos, campesinos de Las Hanas de La Rojas pro- vincias vecinas, empobrecides por la guerra civil y ham brientos de ierray agua, y despazado él mismo dela polit- 4 por gobiernos liberales apoyados por Buenos Aires, ‘Chacho Peraloza (2798-1868) se rebel6 contra el gobierno nacional en dos oportunidades, en 1869 y 1868, Profunde- ‘mente federlesy antiporeafios, los ghuchos se movilizaron Pore defensa desu provincia frente sl ataque de los ejérci- tos de Buenos Aires y dela religion eatdliea ala que eran ‘amenazeda porlos «masones» del puerta, Los unfatatn ‘sa identficacign personal con su jefe, plasmas con clei- {ded en las palabras de un gaucho que gritaba breviamente 2 una pulperta de Caucete, San Juan, en 1862: «Me cago en los salvaje Cunitarioe) soi hijo de Peflaloze y por ‘uero, si ha alguien que me contradign sla a a call Elgobierno enfrenté la rebelisn del federalismo del inte vor con gran violencia. La «guerra de pole, camo sels- ‘m6 la represin de los levantamientos seauaillados por el Chacko, estuvo a cargo de las tropas portefias comandades r Raith nnn ne ign nner ener por oficiales orientales vetecanas de las guersas contra el ro- sismo (los generales Paunero, Arredondo y Rivas) quienes Mitre babia confiado esas tareas, Las operaciones fueron supervisadas por el comisionado de guetta y posterior go. ‘bernador de San Juan, Domingo Faustino Sarmiento, act. imo opscitor de Iss ontoneras, En 1862 el Chacho movliz sus montoneras en apoyo del gobernador federal de Tucumnén Celedonio Gutienes, ulen estaba amenazado por los hombres fuertes en el nor teylos hermanos Tabosde, de Santiago del Estero, quienes ‘Mitre habfs inoorporado asuorbita desde fines dela década e 1850. Después de haber sido derrotado en Tucumién, el Chacho retorné a La Rioja desde eli puso stay acup6 la ciudad de San Luis. Mitre autrig al general Pauneto jefe de los operatvos militares en elintiionallegaravunarreglo de ptzcon Pefaloza, prometiéndale una amnistn acambis, ela deposicién de las armas acordada en el Tatade de le Banderita, en mayo de 1863, Pehalozay los federales del intérior esperahen ansiosa ‘mente que eu lider politico, el general Urquiza, se pusiera a lacabeze de une amplio movimiento que demrocaraa ite yale orgullosa Buenos Aires yrestasrara el predominio fe Sobre el pas. Le paz con las fuerzas nacionsles les Dermita ganar tiempo y recuperarlos énimos de sus empo- Dresidos seguidores, Ei Chacho y Urquizaintercatsbiaron ‘omrespondencia en ese momento, pero el apayo de U nunca se hiznefectivo, En 1863 la montonera del Cacho se moviliaé una vez ‘ms, Como le explicaba al presidente Mitt, ls abuses co- 'etides por ls tropas nacionales contra y sus gaichos no Je dejaban opeién, Luego de haber apayado una rebelidn, pe cofentabn a Parguty con los iados Bras Argeotin Sn ca my poplar encintevoracasa dle 2 es oats paralastropas nacional de gauchos pberan envodo al feetesenidesnudosyengriltads eeiny ous soguidores interpretaban las alanzas externas Feit como.na racials prinepios republicans con apes abla fonddola Argentina. Laalinnza con elimpesio Si pry la negativa de ayuda Chiley Per, amenazados ‘una armada espaol, ndeaban un compot monérqu- ete eal ea pte la adinisracion mrs Tras montorerss de Varela también fueron desbandadas fortes tropes nacional, el caudiloy sus seguidores debie- « phuihuca el aorteperseguidosporel ecto, Lego de ‘Bent las ciudades de Satay Jujuy pra resompenser asa tropaen su paso cia Bolivia, Varela se efi fnalmente tr Oil, donde narié poco después iti dela tabereu- {pss Ermel fn dens montoneras. Poco a pocolas autorida esnacionaleseteoiron su contol fectivo a interior dl als apeyndas en fuerza ques dabael maneodel ecto aol {rn 3870 se produ a lima dels resistencias federa © es enue proves em este caso en Entre Rios El general ‘rasa seguasendo goberadory hombre fuerte de Ia ‘provinciay; apes deus claudiaciones desde Pe, lider Helo restos del veo Partido Federal Sin embargo, so ne- ftv esistc os avances dels autordades nacional “ebvelasasronomis provinces, su prescindenci en sre Isiones fords de Peisloay Varela su end vez menos simula arobaein de a aeciones del poder ejcuti- sacinal (po eempo, ensutbia erica y nal apoyo ala federal en Cbrdoba en mayo, Pfialoza retorné a La Rioja donde fue completamente derrotado en ls batalla de Las Playas en junio de 1868. fines de ese aio, Pefiloza fue ert a lanzazos por un destacamento del eézitonacio nalen su hogar frente asa familia. Bn un acto que recordaba las atrocidades cometidas por las tropasrossts en los pri rmeros afios dela década de 1840, a cabeza cereenada del CChacho fue puesta en una picayexhibida pablicamenteco- tno simbolo de castigo eemplax para sus seguidores. Esta fnuel aeci6n meresi6 Ia condena de fecerales como José Hemindex(autr, afios después, del poem épico nacional “Martin Ferro), quien en su Rasgosbiogrdficcs del General Angel Vicente Pefiatoxaculpaba alos iberales por el volento ‘uesinato:«E partido que invoea la iustracién a Gocen- aye progreso, acaba con ss enemigos cosiéndolos a puia- lado, Los iberales portefio y provincianos justifcaban e uso dela violencia en ara de a paciticacién de pats, Bl asesinato de Peiloza no sigilicd elf de las ‘enciasfederales,Enlos aos 1866 y 1867 se sucedieron dos tleadas de alzamnentos federles en Mendoza, San Joan, San [Luss La Riojay Catamarea, Bn Mendoza la Rebelin dels colorados legé a tomar el poder brevernente desplazando alas asusades ites liberals y amenazando ales vecinas lejéreito nacional conexrrié en su auilio yas restauréen elgobiero, Entre 1866 y1867,€caudlocatamarquefo Felipe Vare laselevanté contrael gobierno national al gito de «Feder ono Muerte» Vivala Unidad Americana Varela luchaba ‘favor de las autonomfas provincialesy en contra de la por Iitice exterior del gobierno nacional que estaba en guerra con Paraguay. La Guerra de a Tipe Alianza (1865-1870) * ae ne ° contingsteenterrano que, de todos modos, desert) er sionaron au egitimidad ante sus seguidores en su propia provi ‘ica Lipez Jorn (1892-1889) era uno dels ugarte sientes més eneuimbradosy de mayor eonfianza de Urguiza ‘Desceniente del eailoentrersiano Fanciseo Ramirez, er, _miembro del teul ntimo de los colaboradores de Urquien quien babiaseeundado ene mando de wopas en varias cam pass Como comandante de le milcias entrerianus desde ‘su javentud, Lapez Jordn conocia bien los problemas dela poblacién rural desu provincia (la alte de tierras,elem- pleo precario)ygozaba de gran ascendiente sobre ella. En abril de 1870 Lépea Jordén se puso al frente de un movimiento para desplazar a Urquiza del gobierno y dela escena poltea provineil, Los eonjuradas dscutieron la po ‘bilidad de expusar al general yenviaro a extio, movi rmieto rebelde era muy riesgoso: annque discutido, Uequiza tra tdavin el prestigioso lider del federalismo y la perso he mis ey poderose de Entre Rios. Pero la eonjuracion contabs con amplio apoyo en la provincia, inclusive de ale tgados may cereanos a Unquiza que franquearon Inentradaal Falacio San Jost, residencia habitual dl general ubicads en Jas cereanias de Conoepcién del Uruguay. En un eoniso he cho, na parti rebelde con orden de capturar a Urguizalo ssesind en su propiaresidencia ala vista desu fara, Unos tas después das de sus hos fueron también ultimades por Jos rebeldes, Desde ese momento se ha discutio le pari pocién que le eupe a Lépen Jordin en el magniidio; jefe rebelde asumi a responsebilidad politica del hecho, ‘Uno dias después la lgislatura de a provincia lo eexta soberndor.Si bien Lapee Jordin Jamentaa pilicamente inato de su anterior jefe, reivindieé sus acciones con re tefnse de ls institciones de la provincia amenazadas Jorleadiladurs de Urquins, de las uutonomine provi Pies cecadas por la ampllacin de la ingerencia de las ou toridadesnacionales. {a reac del gobierno nacional ssonalesenviadas para reprimir la rebeign dese fr GualeguayehG una semana después de los he blero de Sarmiento decreté el estado de sitioen ln provincia, declar6 a LSpez Jord ya sus seguldores reos de rebelién Jy faalmenteenvié le intervencion federal, media fuerte- ‘rei diseutida en e) Congreso Nacional donde una enino- ia defen la posiién dels rebeldes. ‘Liper Jordin y su li, de unas doce mil hombres, re- sisieron el embate de las mis mumerosasy mejor equipadas {ras naionales marchando por toda la provincla, pero f- ‘almeate fueron derrotados en Naewbé en enero de 1871 ‘Acompafiado de slgunos de los eomandantes ebeldes mis eran, Léper Jordin se exilié en Brasil Revorné a Entre Rios en 1878 para encabezar ote fllide rebalién. Apresado .sefug6 dela prisiny marché nuevamen: ‘eal exiio, Poco después de vetornar ala Argentina cay6 asesinedoen las ealles de Buenos Aires en juni 1888, Con él mori ltimo ier federal que desaé x Buenos Aies. Ltexpansién del Estado nacional: Imposiciones, niegectaciones y conflictos (1870-1890) be manera paralela a la supresién de las resistencias f G_ derales,descle 1862 las autoridades nacionales inicieron un ptoceso de ampliacibn desu esfera de influencia sobre las provinces, inluidala de Bueros Aires. Este proceso fe _nitipl,variacoy complejo, Una visén elisica cel periods «quiere vera Buenos Aies, con sus topas yrecurs0s finan cers, barriendo resistencias populares y cooptandao deri- bande élite provnciales. La expansion delas agenciasesta~ tale, sin duda, implioé un grado considerable de eoercién, per ivolueré tarnbién un nivel importante de negociacién ‘con ls clases dzigentes provincial, Muchas de ellas ha- ban sufrdo el exilioen época de Rosas, responsabilizaban 18799 7 ae lineror ncaa 9 rol ete scones pales ues ab a ey corny ropa eben ce cana dl eget fed dl et oe momentos de eleiones En Mende TD dobsta pute Panos Se Rie teats ts for robles ences a nls dent sind cob lm pi + zpteconsenso se quebs6 en 1873 y 1874, cuando por prime- ravezenla provincial competencia electoral enfrenté a dos rupes polis nucledos en torn dedos canes familiares, Jos GonaSleralineados con el mitrismo ylos Cv, con!a nue ‘a coalicién nacional-astonomista. La darrota dels p= ‘eros significé la declinacién final del mitrsm provincial yelalineariento de Mendoza con la coalcion atonomista. En Corrientes, un bastion de a resistencia a Ross, ape quefn dite letrada dela capital provincial toms asu cargoe! obiernoen 1852 con la snuencia de Urquiza.Afines dees ‘Sécada los grandes propietris y comerciantes dela capital provincial enalianae con los terrtenientes locales del sur de Japrovincia gestaron una liana cone! iberaismo mista ‘que derréa Ja lt letrada urquicsta a comien2os en 186 EI mitrismo tuvo en Corrientes una supervivencia mayor que en otes provincias, eayendo s6lo en 1880 carno conse- ‘ueneia de os oonflcts eletorales de ese momento, En Santiago dl Bstero, os herrmanes Taboaa, sobrines yherederus politicos del cau federal uso Felipe Ibarra {onde os caeilos «mansos»),manejaban la povinci con la wsme disrecionalldad que sv tio, controlando ls mili os raralesfogueadas en lalla contra lasindios dl ehaco Lnoriginalidad de esta dinestia reside en que estabecieron tun alianza con el mitrismo desde fines dela décadade 1850, ‘que los convirti6 en los eustodios de los intereses de esa fuerza politic en el note argentino, Hllos tuvieron una tt- visima paticipacinenlarepesin de os alzamientos fede- snlesy spoyaron alos grupos mitrista de las proviniasvei~ ss, sobre todo de Tucumén. Su papel de gendarme finaliz6 muy poco después que Mitre dejara la presencia. Su suc so Sarmiento, desarmé la primacta de los Taboada en la escena local mediante la intervenciOn del ejéreito nacio- nal en 1870. Desde entonces Ia provinela respondié a le ‘nalicidn nacional-sutonomista, Laprovincis de Tucurn tiene una dels histories pol- tieas més convulsionadas de este perioda, Las ‘ucciosas fueron alli muy profundas en la década de 1850 entre los federalesrosistasacaudillades pot Celedonio Gu- tire, los partidarios de Usquiea, ofsionistas, lo ibera- les quese alineaban eresientement2con Mitrey Buenos Airs, Solo luego dela derrota de las fuerzas de Gatiéree, a fines de 1861, y su pasteriorasesinato las ites liberal, con la ppoderasa familia Posse ala esheza, padievon establecerse ea poder. De todas modos el mitismo nunea pado conselida sealyla provincia faeun imporante centro de tonomis- ‘mo nacional que aport dos presdentes consecutives, Nicos Avellaneda (1874-1880) y Julio Argentino Roca (1880-1886), En Salt, ellan Usibura viejo federalesrosistas pasos épidamento al witrismo) dominaron lnescena palit 0 smienz0s dela década de 1860, pero la ambicign de perpe- ‘yarse en el poder provacd en 186 una reaceibn de sus ad versurios polities, quienes los deroceran y prctcasmente ‘exoneraron dee vida plies provineal por veinte aie, Fi nalmente en Jujuy se instauré-un verdadero gobierno de familia entre 1869 1875. Elclan familie Sinchea de Basto- ‘ante (los «onspicuas>)logré monapolizar los cargos pal ‘cos nivel provineal y nacionsl mediante una combina ci6n de control dela leislatura, nepotism yalianzas con les Jeles milcianos dela reas rurale, Hacia 1870 el contol ‘qucesa familia ejreia sobre la politica provincial er tan f+ ‘eo que sus enemigos los Ilamaban «las Césares de Jujuy>. Sin embargo, en 1874, su persistencia en su lealtad politica 9 elo que algunos histor Bfaarmaday, Su influenca en Ia politica provineil era cra tialen momentos de competenia electoral, ya que sa fieraas eran movilizadas po ora ‘ios de los enftentamientos politico que deseribimns mde riba se defnieron por la eapacidad de movilizacién dela © Guerdia Nacional hacia! declinante mitrisme y la aceién concertada de re. gimient local del ejreito nacional junto a algunos jefes de nulcas que reiraron su apoyo ala alia precipitaron su fin Latransiion de esta diversidad de historias proviaciales alacreciente uniformidad politica entre 1862, 1880 sea ciona con es factores que condisianaron el fancionamien. to dela politic provincial: las micas provincial, ama as desde 1859 Guardia Nacional el eérito nad coucos pticas urgidsen momentan dessa pe deni 1a Guandia Nacional era‘un factor politico de su va impor- tancaenel conte dss situacione provi, Eel bas todos ios cludadanoe demise coc ts esdoce ssquelosqucesaban enplena scn dele deeonp lens, Poreso estas cuerporilanos oe sono lores artes lan cid, gobierno de turn, y eventualmente ‘opasitores, para controler as elcciones, De hecho, Le formacién de un ejrcito nacional fue clave pave la ‘expansion de ainjerenca de las autoridades nacionales so bres stuaciones provinciales, Recordemos que basta bohabiaun efreito nacional sino que cada provincia conta acon fn nimero en caso de contlictos por via del fortoso, Entre 1852 y 1862 existieron dos efeitos, ede In pequefis miliiss props que podian incrementar tamiento nfadeacion( mado por las miliias provincial, sole todo ls de Entre Bios) yl Guardia Necional del estado ce ovnee Aires, Lego dela derota dela Confederacién rn- poo ereitos se unieron bajo el comando del presidente dels mesén, Bartolomé Mitre, Este eérit leva cabo 18 gue= ‘Made apalisiay conta las montoners Federale entre 1862 rie, El miznero de tropas se ampli yet poder de fuego Jacord notablemente con Ja Guerra dele Triple Alianza {1865-1670), condo también se aplicé un sistema de reli tamiento forzoso my vesistido en las provineias. Dees fpoce ela fundacin del Colego Militar de Ta Nasin don de se eivenban los ofcales “Ga la década de 1860 (sobre todo duante a presidencia deSereienta) les gobiernos naconalesasentacon regimen {adel ejrcito nacional en las provincia pers interveniren tes sitvaciones politica locales. De esa manerB ecto se (pont ep ee factor fundamental de control dees elec tyes que logeaba vole el apoyo provincia alos candidatos (qe favoretan a gobierno nacional. Heit interno ao- Gheamente en la defnicin de as sucesiones presidenciles, ual eslatema politica presentaba un ato grado de ines fablided, Como la reeleeeié presidencalinmediata estaba probbida cxpresimeneporla Constitcion nacional re ident salienteintentaba infuiren a elesién desu sueesor “Al fnalizt la presidencia de Mitre (1862-1868) varios ceanidetns pugnaban por sucederio, Carente de apoyossu- ffotentes paraimponer as favorito tanto entre Tos generals Gal eferita corn entre Tos gobemadores (ineluido el desu ‘unos Aires) el presidente se declaré cds electoral porlasacesién aunque sus jones Exteriones, base tenitot tral en la conti simpatia etaban con su ministro de Relic Rufino de Elizalde. ase (1909-870) an canta on pei eosin pra ‘Sine (quensalguor lamar on alcncre elie a jaigea erapmmemietrenree Sam ef del pare Aseria ero inode pafiario como vicepresidente. - toconbecr en Buena ite pa cee oa pre Seaxeepgo dein prndey ener See, pectonaanemedoai ferieuhar tires wl dralinariteccontm des duane sGoe sr deer fem mcf. Dex _asprartes, ambos portefos,levantaron sus candidature presidente Mitre por el Partido Nacionalista y su tradi- pelle vepeident Aina pore | Autonomista, nto estaba dispuesto a usar sa peso politico para vol lecién a favor de su candidat fvorto su ministrode sce nso Pln Nid Avelaneds, un joven ran poustania de una eet ue clrentra I aux pat sgenes gobo provinces acess oun oLigade Gobemadores delisterice, rerupads en una exible ere iitica denominada Parti: se operenia a tes provinces gobrrantes eeconadan un pasido federal urgulists. La Liga consa- temo su candidat 8 Avellaneda con el apoyo de algo ols drei dlc acon +P non coy son el pay dl gris Ses 0 eat pc, ae se encclnonban detrs de sa tance cinr sd Si de ca a ecm eo 187 ane Pr con ne gblemcs de spas mi ee latanngelonoe emanates moun vcreueamene pst apoyo aleandidato del interior ee eae a cece pliable Ce a rape ris prvmcnf ee ees ee eisdeiccnkecao oes na eh eo ne il esr dodecei ee adn Cine) ote cot onc en eS ee acca eros onlaindvrni> ee eee rene ba vi dx pers clpeso dela provincia mis ricay pablads en a politica nacio nalyla pertinaz efensa por las armas de su axtonomia yi Gderazgo nacional. La renuencia de Buenos Aires a someter- se las instituciones nacionales en 1826, 1881, 1852, 1851 ynuevarnente, en 1874 se repitié von renovada fuerza af nes dee dada de 1870, con ocasion de la sucesin del p= sidente Nicolds Avellaneda Elpresidente Avellaneda enfrent6 lina desu gobiema an nuevo levantemiento de Buenos Ai sen ooasion de la renovacion presidenciel El candidatofavorecido por el pre- sidentesaliente para la subesién erwel joven general Julio Argentino Roca (1848-1914). Tucurnano como el presiden- te, Roca eran oficial formmado en las ies del ereito nacio- nal, Destacadoen Ia represin del aleamento de Lopez Jor- <3én en 1870, destinado en 11 de as 14 provincas argentinas comandante defrontara en Ria Cuarto Cirdoba), Roce ha- bia sido el factétum de derrota de Mitr y sus ofeaes en 574, Ala muerte de Adolfo Alsina foe designado tninistro de Guera por Avellaneda, y dead ese puesto habta dada e ispulso final y liderado la expedicién militar de conquista, dela Petagonia Para 1879 acurmaleba un pretigio,unared de aoiones con militares y evils tendida desde su época ddecomendante de regimiento en las provincia ye apayo de tuna nueva Lige de Gobernadotes nucleada en el Partido Nacional oa centro en Céndcba que lo wogié candidat, ‘otro aspirnte era Carlos Tejedor, goberoadar da pro- vincia de Buenos Aires. Habfa sda elegido en 1879 como fruto de una politica conciliatoriainieiada por el presi dente Avellaneda para reincorporar el mitrismo al sistema politico y contrabalancear el peso de Alsina y del autono- ‘mismo portefio en el gobiemo nacional, Tejedorlevanté sa candidatura presidencal con Ta bendicién de Mitre pero sin. fpoyos en les provineas (con la excepeién de Corcientes) ned ejercit, que se encolumn6fielmente detrs de Roca. ‘Durante la contienda electoral] gobernador convoeé #18 CGoardia Nacional de Buenos Aires, hecho que el gobierno ‘nacional prohibi, Ek resultado dels elecciones favorable 1 Roca y la imposien nuevamente de un candidato pro ‘inciano decidieron a Tejedor a desconocer el resultado de las eleceionesyy@ movilzarlas wiliias portefias en contra

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