“San Jerónimo”
EXAMEN FINAL
AREQUIPA - PERÚ
2016
1. Indique los aspectos positivos y negativos del giro constantiniano producido a partir del
edicto de Milán.
ASPECTOS POSITIVOS:
El mayor aspecto positivo que considero es: Poder anunciar el evangelio
públicamente (no es que antes no se anunciase, pues se anunciaba no solo con
palabras sino con hechos-Sanguis martirum semen cristianorum-sino que ahora se
podrá proclamar abiertamente el kerigma.
Fin de la persecución.
Libertad para profesar y celebrar públicamente la fe.
Construcción de las primeras grandes basílicas (Roma, Jerusalén, Constantinopla)
Nombró como colaboradores a sacerdotes y a obispos.
Reestableció y devolvió las propiedades confiscadas.
Se dictaron normas a favor del clero, se concedieron inmunidades eclesiásticas,
medidas contrarias a los cismas y las herejías y se intervino contra el donatismo en
África-Concilio de Nicea 325-.
ASPECTOS NEGATIVOS:
Limitó el crecimiento y la libertad interna que necesitaba para seguir difundiendo su
mensaje.
La Iglesia fue presionada por el poder imperial en su interés de convertirse en
garante de su armonía interna.
Se dio un Cesaropapismo imperial.
2. Caracteriza el valor de estudio de los santos padres a partir de la lectura ‘Patres eclesiae’ de
San Juan Pablo II.
El estudio de los santos padres es muy importante. La Iglesia nunca deja de volver sobre sus
escritos, porque estos están llenos de sabiduría y perdurable juventud.
Estos santos hombres con fuerza de fe, con profundidad y riqueza de sus enseñanzas,
engendraron y formaron (la Iglesia) en el transcurso de los primeros siglos.
La Iglesia a través del evangelio, recibió de ellos la vida y fue edificada sobre ellos (teniendo
como piedra angular a Cristo) en sus estructuras primordiales.
3. Refuta la tesis de la helenización del cristianismo. Para ello considera los planteos de Joseph
Ratzinger y San Juan Pablo II.
4. Explica por qué el concilio de Calcedonia asume, de modo definitivo, toda la elaboración
cristológica precedente e identifica los conceptos filosóficos usados por los padres para la
defensa de la fe y la comprensión del kerigma.
San Clemente de Roma es el cuarto Papa, algunos testimonios tardíos (de los siglos IV al VI)
le atribuyen el martirio.
Se le reconoce la “carta a los Corintios”, esta epístola la escribe en un contexto de
adversidades, como lo es la persecución de Domiciano y se ubica más o menos después de la
muerte del emperador (96) y el final de la persecución.
En esta comunidad los presbíteros habían sido destituidos por algunos jóvenes contestadores.
En esta carta, san Clemente de Roma retoma la temática de san Pablo: la dialéctica teológica
entre el indicativo de la salvación (doctrina) y el imperativo del compromiso moral (práctica);
luego, esto le añade a san Pablo, realiza una ‘gran oración’ a modo de conclusión. Les
corresponde a los sacerdotes un lugar propio de su servicio y a los ‘laicos’ preceptos laicos, es
el primero en usar la palabra ‘laico’ que viene de ‘laikós’, ‘miembro del laos’ esto es del
pueblo de Dios.
Refiriéndose a la liturgia dice que la Iglesia congregada reúne diversos miembros del cuerpo
de Cristo. La distinción entre laicos y la jerarquía no significa contraposición, sino solo la
conexión orgánica de un cuerpo con diferentes funciones.
A los jefes de la comunidad, les explica la doctrina de sucesión apostólica. Dios envió a
Cristo y que a su vez mandó a los apóstoles. Estos, luego mandaron a los primeros jefes de
las comunidades y establecieron que a aquellos les sucedieran otros hombres dignos.
En la ‘gran oración’ insta a orar por los gobernantes (aun si son perseguidores), con esto
enseña actitud de los cristianos ante la política y el estado.
Padre apologeta
San Justino, filósofo y mártir
San Justino es el apologista más importante, su obra radica en una doble finalidad: la primera
es defender el cristianismo naciente (este fin es meramente apologético) y el segundo fin es
exponer los contenidos de la fe con un lenguaje y con categorías de pensamiento
comprensibles para los contemporáneos (este colofón es misionero).
Nació alrededor del año 100, en la antigua Siquem, en Samaria, en Tierra Santa; durante
mucho tiempo buscó la verdad, pasando por diferentes escuelas de la tradición filosófica
griega. Por último, como él mismo cuenta en los primeros capítulos de su Diálogo con
Trifón, un anciano con el que se encontró en la playa del mar, primero lo confundió,
demostrándole la incapacidad del hombre para satisfacer únicamente con sus fuerzas la
aspiración a lo divino. Después, le explicó que tenía que acudir a los antiguos profetas para
encontrar el camino de Dios y la ‘verdadera filosofía’. Al despedirse, el anciano lo exhortó a
la oración, para que se le abriera las puertas de la luz.
Fundó una escuela en Roma, donde iniciaba gratuitamente a los alumnos en la nueva
religión, que consideraba como la verdadera filosofía, pues en ella había encontrado la
verdad y, por lo tanto, el arte de vivir de manera recta. Por este motivo fue denunciado y
decapitado en torno al año 165, en el reinado de Marco Aurelio, el emperador filósofo a
quien San Justino había dirigido una de sus Apologías.
Las ‘dos Apologías’ y el ‘Diálogo con el judío Trifón’ son las únicas obras que nos quedan de
él. En ellas, San Justino trata la creación y la salvación que se realiza en Jesucristo, el Logos,
es decir, el Verbo eterno, la Razón eterna, la Razón creadora. Todo hombre, criatura
racional, participa del Logos, lleva en sí una ‘semilla’ y puede vislumbrar la verdad. Así, el
mismo Logos, que se reveló como figura profética a los judíos en la ley antigua también se
manifestó parcialmente, como en “semillas de la Verdad”, en la filosofía griega.
En conjunto, la figura y obra de San Justino marcan la decidida opción de la Iglesia antigua
por la filosofía, por la razón, más que por la religión de los paganos. Para él el cristianismo y
la filosofía griega son dos caminos que llevan a Jesucristo, el Logos; entonces ya se tiene el
primer bosquejo de lo que sería la relación entre razón y fe.
En particular, San Justino, en su primera Apología, hizo una crítica implacable de la religión
pagana y de sus mitos, que consideraba como ‘desviaciones’ diabólicas en el camino de la
verdad.
Padre latino
San Ambrosio
Nació en torno al año 340 en Tréveris, donde su padre era prefecto de las Galias. Su familia
era cristiana. Cuando falleció su padre, su madre lo llevó a Roma, siendo todavía un
muchacho, y lo preparó para la carrera civil, proporcionándole solo una instrucción retórica y
jurídica. Hacia el año 370 fue enviado a gobernar las provincias de Emilia y de Liguria, con
sede en Milán.
Precisamente allí se libraba con gran ardor la lucha entre ortodoxos y arrianos, sobre todo
después de la muerte del obispo arriano Ausencio. Ambrosio intervino para pacificar a las
dos facciones enfrentadas, y actuó con tal autoridad que, a pesar de ser solamente un
catecúmeno, fue aclamado por el pueblo como obispo de Milán.
Hasta ese momento, Ambrosio era el más alto magistrado del Imperio en el norte de Italia.
Muy bien preparado culturalmente, pero desprovisto del conocimiento de las Escrituras, el
nuevo obispo se puso a estudiarlas con empeño. Aprendió a conocer y a comentar la Biblia a
través de las obras de Orígenes, el indiscutible maestro de la ‘escuela de Alejandría’. De este
modo, Ambrosio introdujo en el ambiente latino la meditación de las Escrituras iniciada por
Orígenes, es decir la Lectio Divina.
San Ambrosio murió en Milán en la noche entre el 3 y 4 de abril del año 397. Era el alba del
sábado santo. En aquel viernes santo del año 397 los brazos abiertos de Ambrosio
moribundo manifestaban su participación mística en la muerte y la resurrección del Señor.
Ambrosio a pesar de su actividad permanente, escribió muchas obras; lo cual se comprende
mejor al evidenciar que muchas de ellas son sermones predicados para la edificación de la
feligresía. Sus obras sobre la Escritura ocupan la mitad de su producción literaria.
Ambrosio sigue el método alegórico de Orígenes, en busca del sentido espiritual, y con la
intención de edificar al pueblo de Dios. De este modo, la predicación de San Ambrosio, que
representa el núcleo fundamental de su inmensa obra literaria, parte de la lectura de los
libros sagrados (Los patriarcas, es decir, los libros históricos, y los proverbios, o sea los libros
sapienciales), para vivir de acuerdo con la regulación divina.
Padre oriental
San Gregorio de Niza
Padre Capadocio
Nació alrededor del año 335. De su formación cristiana se encargaron especialmente San
Basilio, definido por él como ‘padre y maestro’, y su hermana Santa Macrina.
En sus estudios profundizó particularmente en la filosofía y en la retórica. En un primer
momento se dedicó a la enseñanza y se casó. Después, con su hermano y su hermana, se
consagró totalmente a la vida ascética. Más tarde fue elegido obispo de Niza, y se convirtió en
un pastor celoso, ganándose la estima de la comunidad.
Acusado de malversaciones económicas por sus adversarios herejes, tuvo que abandonar por
algún tiempo su sede episcopal, pero luego regresó triunfalmente y prosiguió la lucha por
defender la auténtica fe. Tras la muerte de San Basilio, recogiendo su herencia espiritual,
cooperó en el triunfo de la ortodoxia. Participó en varios sínodos; trato de resolver los
enfrentamientos entre las Iglesias; participó en la reorganización eclesiástica, fue uno de los
protagonistas del concilio de Constantinopla del año 381, que definió la divinidad del
Espíritu Santo. En el año 394 volvió a participar en un sínodo que se celebró en
Constantinopla y se desconoce la fecha de su muerte.
San Gregorio de Niza manifestó una concepción muy elevada de la dignidad del hombre,
poniéndole como fin hacerse semejante a Dios y lo alcanza a través del amor, del
conocimiento y de la práctica de las virtudes, pero todo esto se hace por la generosidad de
Dios.
San Gregorio recuerda que Cristo está presente también en los pobres, por lo tanto nunca se
los debe despreciar, pues son hermanos nuestros. Por último también resalta la importancia
de la oración, apoyo y defensa de la castidad, freno de la ira, represión y dominio de la
soberbia.
6. Explica por qué el camino de la interioridad propuesto por San Agustín no es inmanentista.
- Imágenes corpóreas
- Verdades de números
- Itinerario - Afecciones del alma
- Verdades intelectuales
- Privación de memoria
- El olvido - No es absoluto
- Recordamos habernos olvidados
ESTUDIO SOBRE
LA MEMORIA
- Se encuentra en la memoria
Cap 8-26
- La felicidad - Es la vida bienaventurada
- Es el gozo de la Verdad
ITINERARIO CONFESIONES
DEL HOMBRE A DIOS LIBRO X
LA BÚSQUEDA DE LA VERDAD
- ¿Y a ti, Señor, de qué modo te puedo buscar? Porque cuando te busco a ti,
Dios mío, la vida bienaventurada busco. Búsquete yo para que viva mi alma,
(Cap XX, n.29)
- Buscar la Verdad y poseerla es empeño de todo el
- Porque te buscaban con el fasto de la ciencia, hinchando más bien que
hombre
hiriendo sus pechos; y atrajeron hacia así, por la semejanza de su corazón, a las
potestades aéreas, conspiradoras y cómplices de su soberbia, las cuales con sus
poderes mágicos les engañaron, por buscar un mediador que los juzgara
- hay algo en el hombre que ignora aun el mismo espíritu que habita en él;
- El saberse ignorantes es deseo de alcanzar la pero tú, Señor, sabes todas sus cosas, porque le has hecho. También yo,
sabiduría aunque en tu presencia me desprecie y tenga por tierra y ceniza, sé algo de ti
que ignoro de mí. (Cap V, n.7)
LA SENSACIÓN
ITINERARIO DE LA INTELIGENCIA
- El hombre interior es quien conoce estas cosas por ministerio del exterior; yo
- Los objetos exteriores materiales actúan sobre el interior conozco estas cosas; yo, Yo-Alma, por medio del sentido de mi cuerpo.
cuerpo humano, impresionando los sentidos (Cap VI, n.9)
externos - Recorrí como pude con los sentidos este mundo exterior, y presté atención a
la vida que de mí recibe mi cuerpo y mis sentidos mismos. (Cap XL, n.65)
- Ciertamente tú mandas que me contenga de la concupiscencia de la carne,
de la concupiscencia de los ojos y de la ambición del siglo (Cap XXX, n.41)
- Es un momento de la vida espiritual, tentadora y Tú me enseñaste esto: que me acerque a los alimentos que he de tomar como
cómplice de la concupiscencia si fueran medicamentos. Mas he aquí que cuando paso de la molestia de la
necesidad al descanso de la saciedad, en el mismo paso me tiende insidias el
lazo de la concupiscencia. (Cap XXXI, n.44)
- La memoria, donde están los tesoros de innumerables imágenes de toda
clase de cosas acarreadas por los sentidos [...] Ni son las mismas cosas las que
- La acción de los cuerpos sobre los órganos
entran, sino las imágenes de las cosas sentidas, las cuales quedan allí a
sensoriales es una ocasión para que el alma forme
disposición del pensamiento(Cap XIII, n.20)
una imagen
- Pero aún viven en mi memoria, de la que he hablado mucho, las imágenes de
tales cosas, y me salen al encuentro (Cap XXX, n.41)
EL ERROR
- Aman los ojos las formas bellas y variadas, los claros y amenos colores. No
- El error es amor de lo inferior posean estas cosas mi alma; poséala Dios, que hizo estas cosas, muy buenas
ciertamente; porque mi bien es él, no éstas. (Cap XXXIV, n.51)
- Y he aquí que tú estabas dentro de mí y yo fuera, y por fuera te buscaba; y
- El error es también un obstáculo para la voluntad,
deforme como era, me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú creaste.
es un mal
(Cap XXVII, n.38)
- ¿Cómo, pues, busco la vida bienaventurada, cómo la busco, pues?" ¿Acaso
por medio de la reminiscencia, como si la hubiera olvidado, pero conservado el
recuerdo del olvido? ¿O tal vez por el deseo de saber una cosa ignorada, sea
- El olvido de lo superior
por no haberla conocido, sea por haberla olvidado hasta el punto de olvidarme
de haberme olvidado? ¿Pero acaso río es la vida bienaventurada la que todos
apetecen, sin que haya ninguno que no la desee? (Cap XX, n.29)
LA RAZÓN Y EL ENTENDIMIENTO
- Ved aquí cuánto me he extendido por mi memoria buscándote a ti, Señor; y
- La Verdad es descubierta no fuera, sino dentro de no te hallé fuera de ella. Porque, desde que te conocí no he hallado nada de ti
nosotros de que no me haya acordado; pues desde que te conocí no me he olvidado de
ti. (Cap XXIV, n.35)
- Recorrí el mundo exterior con el sentido... después entré en los ocultos senos
- La razón no se identifica con la verdad que es su
de mi memoria... quedé espantado, y de todas ellas no pude discernir nada sin
ITINERARIO DE LA INTELIGENCIA
LA MEMORIA
- Cuando, pues, me acuerdo de la memoria, la misma memoria es la que se me
- La memoria es la facultad con que el alma se presenta y a sí por sí misma; mas cuando recuerdo el olvido, preséntanseme la
presenta a sí misma, memoria es interioridad memoria y el olvido: la memoria con que me acuerdo y el olvido de que me
acuerdo. (Cap XVI, n.24)
- Todo esto lo hago en mi interior, en el palacio espacioso de mi memoria… Allí
- La memoria es la facultad con que el alma está
me encuentro también conmigo mismo y me acuerdo de mí, de lo que hice,
presente a sí misma, memoria significa interioridad
cuándo, dónde, cómo lo hice y qué sentía cuando lo hacía. ( Cap.8, 14)
- El alma que esta recogida que está recogida en su - Así, pues, desde que te conocí, permaneces en mi memoria y aquí te hallo
interior esta presente a Dios cuando me acuerdo de ti y me deleito en ti. (Cap XXIV, n.35)
LA FE
- Este Mediador fue mostrado a los antiguos santos para que fuesen salvos por
- La filosofía por si sola no puede hacer feliz al
la fe en su pasión futura, como nosotros lo somos por la fe en la ya pasada.
hombre, ya que no puede darle la posesión de Dios
(Cap XLIII, n.68)
- LA filosofía intencionalmente tiende hacia la - Dejaré, pues, también atrás la memoria, para alcanzar a Aquel que me hizo
religión distinto de los brutos, y me hizo más sabio ( Cap.17)
- Dónde tú no caminaste conmigo, ¡oh Verdad!, enseñándome lo que debo
evitar y lo que debo apetecer. (Cap XL, n.65)
ITINERARIO DE LA
- La voluntad que tiene como fin último a Dios lucha - ¡Tanto es el poder de la costumbre! Aquí (tierra) puedo estar y no quiero; allí
contra la herida del pecado original (cielo) quiero y no puedo. Infeliz en ambos casos. (Cap XL, n.65)