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Contenido de Interés:
Tipo de contenido:
Voto unánime
Rama del Derecho:
Laboral
Tema: Despido discriminatorio
Subtemas:
Tema: Proporcionalidad entre falta y despido
Subtemas:
Tema: Ausencia (ausencias)
Subtemas:
Tema: Sindicato (sindicatos)
Subtemas:
Tema: Principio protector (in dubio pro operario)
Subtemas:
DESPIDO DISCRIMINATORIO POR AFILIACIÓN A SINDICATO SINTRAPEM. Las ausencias acusadas como causa del
despido no se dieron en días consecutivos, ni siquiera en un mismo mes calendario. Aunado a lo anterior, de lo manifestado
por los deponentes ofrecidos por el accionante, se desprenden indicios importantes que evidencian un trato diferenciado
contra el actor, que inició una vez que se tuvo noticia de su afiliación al sindicato. Además, la demandada no logró desvirtuar,
como le correspondía, que la causa real del rompimiento de aquella relación fue la vinculación del trabajador al sindicato. En
todo caso, debe señalarse que en esta materia resulta aplicable el principio protector, por lo que en caso de duda se debe
resolver a favor del trabajador. [394-21]
... Ver menos
Texto de la resolución
*180006911288LA*
Corte Suprema de Justicia
SALA SEGUNDA
Exp: 18-000691-1288-LA
Res: 2021-000394
SALA SEGUNDA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. San José, a las once horas quince minutos del
tres de marzo de dos mil veintiuno.
Proceso de protección en fuero especial y tutela del debido proceso seguido en el Juzgado de Trabajo del
Segundo Circuito Judicial de Alajuela, sede San Carlos, por [Nombre 001], soltero, trabajador agrícola,
contra INVERSIONES Y PROCESADORA TROPICAL INPROTSA SOCIEDAD ANÓNIMA, representada por
[Nombre 020]. Figura como apoderada especial judicial del actor el licenciado Warren Alberto Flores Castillo
y como apoderado especial judicial de la parte demandada el licenciado Daniel Arturo Valverde Méndez.
Todos mayores, casados, abogados y vecinos de San José, con las excepciones indicadas.
Redacta la Magistrada Chacón Artavia; y,
CONSIDERANDO:
I. ANTECEDENTES: Ante el Juzgado de Trabajo del II Circuito Judicial Alajuela, el señor [Nombre 001]
presentó proceso sumarísimo de fuero de protección por lo que consideró un despido discriminatorio en
razón de su afiliación sindical contra Inversiones y Procesadora Tropical, S.A. (INPROTSA). Adujo que
empezó a trabajar para dicha empresa el 12 de diciembre de 2016 y fue despedido sin responsabilidad
patronal el 6 de agosto de 2018. Alegó que el patrono invocó como causal de despido, falta grave por tres
ausencias injustificadas, los días 2 de mayo, 23 de junio y 14 de julio, todas del 2018. Señaló que en su caso
no es aplicable el inciso g) del artículo 81 del Código de Trabajo y que por el contrario, la potestad
sancionadora del patrono prescribió. Indicó que la verdadera causa del despido fue que a partir del 14 de
junio de 2018, se afilió al sindicato SINTRAPEM. Detalló que lo fiscalizaban excesivamente y le exigían un
alto rendimiento de manera desproporcionada; utilizaban los despidos como tácticas para infundir terror a los
empleados sindicalizados. Con base en estos hechos, solicitó que en sentencia se declare la nulidad del
despido y se ordene su reinstalación inmediata con pleno goce de todos sus derechos laborales, el pago de
salarios caídos, desde el cese y hasta su efectiva reinstalación, más los intereses y ambas costas del
proceso. Mediante resolución de las 13:41 horas del 27 de noviembre de 2018, el Juzgado acoge la solicitud
de medida cautelar y dispone: "(...) se ordena a Inversiones y Procesadora Tropical Inprotsa Sociedad
Anónima, la suspensión inmediata de los efectos del acto de despido del señor [Nombre 001], por lo que éste
deberá ser reinstalado de manera inmediata y provisional a la situación laboral (con las mismas condiciones),
que contaba al momento anterior inmediato al acto de despido, por considerarse que el mismo es un acto
con resultado lesivo para, (...)". La reinstalación del actor se realizó a las 09:54 horas del 3 de octubre de
2018, según consta en "Acta de acompañamiento para reinstalación" de la Dirección Nacional de Inspección
General de Trabajo de San Carlos. La empresa demandada se opuso a la demanda. Sostuvo que el actor fue
despedido sin responsabilidad patronal bajo la causal del inciso l) del artículo citado, y no el g) como
argumenta el actor. Rechazó que haya existido persecución sindical y opuso la excepción de falta de
derecho. En sentencia, el Juzgado de Trabajo declaró sin lugar el proceso de fuero especial por
discriminación como afiliado sindical, resolviendo el asunto sin especial condena en costas.
II. AGRAVIOS: El apoderado especial judicial del actor muestra su disconformidad con la sentencia y
plantea los siguientes agravios. Señala la falta de fundamentación. Reprocha que no se haya tenido por
demostrado el despido discriminatorio en razón de la afiliación sindical del actor. Recrimina que se haya
ignorado el peso de la prueba documental aportada, como lo es el comprobante de afiliación al sindicato.
Reclama que la empresa demandada no presentó prueba de que el despido fuese por una razón distinta a
discriminación por afiliación sindical. Afirma que el accionante siempre ha cumplido con todas sus
obligaciones y tareas asignadas, con disciplina y respecto a los reglamentos internos de la empresa, por lo
que es claro que el despido se origina por haberse afiliado al sindicato. Objeta que se haga referencia al
historial de ausencias, porque la empresa debió en cada momento, aplicar las medidas pertinentes; en todo
caso estarían prescritas, por lo que no pueden ser utilizadas como un argumento. Agrega que las tres
ausencias por las que se le despidió también prescribieron, lo que denota que el cese fue ilegal. Argumenta
que la falta que la empresa justificó en el despido en una falta grave no tipificada, lo que confirma que su
actuación obedece a una campaña de discriminación y persecución sindical. Sostiene que son evidentes las
actos discriminatorios y las prácticas laborales desleales, en el tanto, en ninguna de las contrataciones
anteriores tuvo problemas relacionados con el trabajo, hasta ahora, que se afilió al sindicato. Insiste en que
la causal de la empresa "ausentismo crónico o reiterado" no tiene sentido ni razonabilidad. Señala como una
violación al debido proceso, el que se haya omitido aplicar normas de interés público que buscan proteger a
la parte más débil de la relación laboral, por el contrario, se aplican en beneficio de la parte demandada.
Añade que se ignoraron los principios protectores que rigen el derecho laboral, principalmente el in dubio pro
operario; ya que las declaraciones de los testigos de descargo fueron contradictorias, laboran para la
empresa, por lo que sus declaraciones son parcializadas pues ocupan puestos muy bien remunerados en la
compañía. Además afirma que repiten los mismos argumentos en todos los asuntos en los que son llamados
a declarar. Sostiene que existe una grave incongruencia en el fallo, porque el Juez otorga en su totalidad la
razón a la empresa demandada, a pesar de que es evidente que existe un amparo y fuero de protección para
los trabajadores sindicalizados.
III. SOBRE EL FONDO: En el caso concreto, son hechos no controvertidos que el actor empezó a
laborar para Inversiones y Procesadora Tropical Inprotsa, S.A. el día 12 de diciembre de 2016. Desde su
ingreso se desempeñó como peón agrícola en labores de cosecha, en la finca Inprotsa en Veracruz de Pital,
San Carlos. El accionante fue despedido sin responsabilidad patronal el día 6 de agosto de 2018, mediante
carta de despido que en lo relevante señala: "Sirva la presente para comunicarle que al haber incurrido usted
en ausentismo, y una reiteración de dicha conducta que la convierte en una falta grave, estamos dando por
terminado el contrato de trabajo, con justa causa, de conformidad con el inciso l) del artículo 81 del Código
de Trabajo, así como el Artículo 91 inciso c) del Arreglo Directo vigente y de acuerdo con lo que se expone a
continuación (...)" (imagen 130 del expediente electrónico del Juzgado). Así mismo, existe certeza de que el
patrono tenía pleno conocimiento de que el señor [Nombre 001]
se encontraba afiliado al sindicato
SINTRAPEM, pues así se desprende de la carta recibida por la empresa el 18 de junio de 2018 (imagen 12
del expediente electrónico del Juzgado). Al plantearse este proceso sumario, el actor alegó discriminación
por haber sido despedido luego de afiliarse a la organización sindical SINTRAPEM. La parte demandada por
su parte, asegura que en la empresa no existe persecución sindical y que el despido se debió a que el actor,
sin justificación, faltó a trabajar en reiteradas ocasiones, invocando como causal de despido el inciso l) del
artículo 81 del Código de Trabajo y el numeral 91, inciso c) del Arreglo Directo suscrito en la empresa
Inprotsa, S.A. y sus trabajadores. Esta Sala ha concebido como indicio probable de la discriminación
acusada, la cercanía entre el despido y la decisión de la persona trabajadora de afiliarse al sindicato. En ese
sentido, en la sentencia número 1417, de las 10:30 horas del 17 de agosto de 2018, se indicó: “La cercanía
entre la afiliación del trabajador al sindicato y su cese constituye un indicio grave para presumir la existencia
de una actuación discriminatoria habida cuenta de que el actor contaba con antigüedad laboral,…” (En igual
sentido, véase la sentencia número 925, de las 11:20 horas del 5 de junio de 2018). En el presente asunto,
hay prueba de que la empresa tenía conocimiento de la afiliación del actor al sindicato desde el 18 de junio
de 2018 y el despido se dio el 6 de agosto de ese mismo año, es decir, menos de 2 meses después. Ante
esa circunstancia, sobre la empresa demandada recaía la carga procesal de probar la existencia de un
hecho objetivo que desplazara y excluyera el ánimo discriminatorio, pues el inciso 10), del artículo
478 ídem establece que cuando no exista acuerdo entre las partes, a la empleadora le corresponderá
acreditar “La justificación de la objetividad, racionalidad y proporcionalidad de las medidas o las conductas
señaladas como discriminatorias en todas las demandas relacionadas con discriminaciones. Planteados los
argumentos, debe quedar claro, en primer lugar, que la protección de este proceso se solicitó, no por
violación al fuero sindical, sino por discriminación en virtud de la afiliación al sindicato SINTRAPEM. En el
título “Protección en fueros especiales y tutela del debido proceso”, el artículo 540 del Código de Trabajo
señala, en su último párrafo, lo siguiente: “También, podrán impugnarse en la vía sumarísima prevista en
esta sección, los casos de discriminación por cualquier causa, en contra de trabajadores o trabajadoras, que
tengan lugar en el trabajo o con ocasión de él”. De manera que, en este proceso, se pretende hacer efectiva
la prohibición de discriminar plasmada en el Título Octavo de la normativa laboral. En específico el artículo
404 indica: “
Se prohíbe toda discriminación en el trabajo por razones de edad, etnia, sexo, religión, raza,
orientación sexual, estado civil, opinión política, ascendencia nacional, origen social, filiación, discapacidad,
afiliación sindical, situación económica o cualquier otra forma análoga de discriminación”. La persona
trabajadora que sufra cualquier tipo de discriminación, contemplada en dicho título, está facultada para
alegarla ante los juzgados de trabajo, señalando el sustento fáctico en el que funda su alegato y los términos
de comparación que substancie su afirmación (artículo 409). En el caso concreto, el promovente adujó ser
víctima de despido discriminatorio debido a su afiliación a una organización sindical. La parte patronal alegó
por su parte, que el cese, tal y como indicó en la carta de despido, se motivó en “… ausentismo, y una
reiteración de dicha conducta que la convierte en una falta grave.” Al respecto, el mismo actor reconoce que
se ausentó, sin justificación, a trabajar los días 2 de mayo, 23 de junio y 14 de julio de 2018. Si bien en este
tipo de procesos sumarios, no se discute la causal de despido propiamente dicha, es necesario analizar la
“objetividad, racionalidad y proporcionalidad de las medidas o las conductas señaladas como
discriminatorias.” En ese sentido, la causal invocada por la empresa demandada no puede considerarse
como una conducta grave que justifique la medida adoptada, al tenor de del inciso g) del artículo 81 del
Código de Trabajo. Véase que las ausencias acusadas no se dieron en días consecutivos, ni siquiera en un
mismo mes calendario. Aunado a lo anterior, de las declaraciones de los y las testigos se desprenden
elementos importantes que evidencian el trato discriminatorio acusado en la demanda. Los testigos de la
parte actora hacen referencia directa a los hechos expuestos por el actor. El señor [Nombre 004] indicó que
ha sido -desde siempre- compañero del actor, en la misma cuadrilla, también esta afiliado al sindicato y aún
trabaja para la empresa. Señaló que el capataz de nombre [Nombre 005], desde antes de que [Nombre 001]
se afiliara al sindicato lo trataba mal, evidenciando problemas personales con él. Manifestó que lo acusaba
de golpear la fruta, aunque en ocasiones no era él, sino otro trabajador. En una ocasión escuchó cuando le
dijo que si se afiliaba al sindicato se le "iba a manchar la hoja" y no le iban a dar más trabajo. En general,
declaró que [Nombre 005] trataba mal a todos los trabajadores sindicalizados. Afirmó que, posterior a que se
presentara esta demanda, Juan empezó a "perseguir" a [Nombre 001], tanto que cuando iba al baño le
tomaba el tiempo. [Nombre 007] por su parte, dijo ser compañero del [Nombre 001] desde que éste ingresó a
la cuadrilla. Declaró que es claro que -hay algo personal- de [Nombre 005] contra [Nombre 001]. Precisó que,
en su equipo de trabajo, el capataz aplica un trato diferenciado a los que están sindicalizados. Señaló que a
estos últimos los remite a Recursos Humanos por golpear la fruta y da prioridad para permisos a los que no
están afiliados. Con respecto a don [Nombre 001], destacó que [Nombre 005]
después de que se afilió
empezó a llamarle la atención, en una ocasión, lo "apió de acomodador y no lo pasó a la silla", lo que supone
un perjuicio, porque si bien hay que trabajar, es un poco más "suave" estar en la "silla". Por parte de la
accionada, se recibieron las declaraciones de la señora [Nombre 008] y el señor [Nombre 009]. La primera
señaló que labora en el área de Recursos Humanos en la empresa demandada y que ha visto al actor un par
de veces, que su labor se limita a llevar el control de planillas. El segundo, como representante ante el
Comité Permanente de Trabajadores del sindicato, indicó que al accionante lo conoció el día de la audiencia
en el Juzgado. Ninguno tiene conocimiento de los hechos concretos que ha señalado el actor en su
demanda, únicamente hacen referencias a aspectos generales. Conforme a lo expuesto, esta Sala no
advierte que las declaraciones de los testigos ofrecidos por la parte actora hayan sido complacientes en sus
manifestaciones. Además, sus testimonios fueron claros y precisos, pues aluden a hechos concretos y
estaban enterados por sí mismos y no por referencia de otras personas. De lo manifestado por los
deponentes ofrecidos por el accionante, se desprenden indicios importantes que evidencian un trato
diferenciado contra el actor, que inició una vez que se tuvo noticia de su afiliación al sindicato. De lo
expresado por los testigos de cargo, se colige que efectivamente existía un trato indebido y diferenciado del
capataz de la cuadrilla contra don [Nombre 001] y algunos de sus compañeros sindicalizados e hicieron
referencia a manifestaciones puntuales de repudió del señor [Nombre 005] contra la afiliación sindical del
accionante. Con base en en los elementos de prueba traídos al proceso por ambas partes, la Sala concluye
que la accionada no logró acreditar el hecho objetivo que invocó, a fin de desplazar la conclusión que podía
extraerse de los indicios señalados por la parte actora. En ese tanto, se llega a la conclusión de que la
demandada no logró desvirtuar, como le correspondía, que la causa real del rompimiento de aquella relación
fue la vinculación del trabajador al sindicato. En todo caso, debe señalarse que en esta materia resulta
aplicable el principio protector, por lo que en caso de duda se debe resolver a favor del trabajador.
IV. CONSIDERACIÓN FINAL: En conclusión, resulta procedente la nulidad del despido.
Consecuentemente, debe ordenarse la reinstalación definitiva en su puesto de trabajo, con el pleno goce de
sus derechos y el pago de salarios caídos hasta la fecha efectiva de la reinstalación, en los términos del
artículo 566 del Código de Trabajo Asímismo, corresponde otorgar el pago de los intereses generados por el
total del capital adeudado, en los términos del artículo 565 inciso 1) del Código de Trabajo vigente, al tipo
fijado en la Ley n.° 3284, Código de Comercio, desde la exigibilidad del adeudo o de cada tracto -cuando se
integra en esa forma- hasta su efectivo pago. Por último, se debe condenar a la parte perdidosa al pago de
ambas costas, fijándose las personales en la suma prudencial de trescientos mil colones.
POR TANTO:
Se acoge el recurso de la parte actora. Se anula la sentencia recurrida y se declara con lugar la
demanda. Se ordena la reinstalación definitiva del actor en su puesto de trabajo, con el pleno goce de sus
derechos laborales, teniéndose la relación como inalterada para todos los efectos. Se condena a la
accionada a pagar los salarios que dejó de percibir desde el despido hasta la efectiva reinstalación, los
cuales no podrán superar el importe de veinticuatro veces el salario mensual total al momento de la firmeza
del fallo. Sobre dichos montos se le impone la obligación de pagar los intereses legales, según la tasa
prevista en el numeral cuatrocientos noventa y siete del Código de Comercio. Se condena a la demandada al
pago de ambas costas del proceso, fijándose las personales en el monto prudencial de trescientos mil
colones.
Orlando Aguirre Gómez
Julia Varela Araya
Luis Porfirio Sánchez Rodríguez
Jorge Enrique Olaso Álvarez Roxana Chacón Artavia
Res: 2021-000394
MRAMIREZS/DMENESES
1
EXP: 18-000691-1288-LA
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