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Fertirrigación 4 D
ª
N
ICIÓ
J. A. Moya Talens
RIEGO LOCALIZADO
Y FERTIRRIGACIÓN
JESÚS ANTONIO MOYA TALENS
Ingeniero Agrónomo
RIEGO LOCALIZADO
Y FERTIRRIGACIÓN
ESQUEMAS Y DIBUJOS
Pedro Sanz Roselló
Delineante. Benissa
M.a Jesús Moya Carpio
Ingeniero Agrícola. Valencia
Michèle Drummond
Geóloga. B.S.C. Dundee (Escocia)
PORTADA
Josefina E. Campos Ballesta
Ingeniero Agrónomo
4.a edición
revisada y ampliada
Ediciones Mundi-Prensa
Madrid • Barcelona • México
2009
Ediciones Mundi-Prensa
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En la década de los 80, se hizo una recopilación de los Apuntes que se entrega-
ban en los Cursos de Capacitación Agraria, con los que se elaboró el libro «Riego
localizado a goteo», donde se recogían los resultados de una serie de experiencias,
que con la colaboración de todos, se llevaban a cabo aprovechando los cursillos
impartidos por las antiguas Agencias de Extensión Agraria.
Tanto en ese libro, como en el siguiente «Riego localizado a goteo y de pie», se
deshacían una serie de temores, como el paso del riego total al localizado, cuando
el árbol estaba ya completamente desarrollado, y el de limitar el número de gote-
ros, entre otros.
En cuanto a las dosificaciones, pronto nos vimos obligados a hacer variaciones
respecto a la información técnica que se recibía, ya que se consideraban exageradas,
para situaciones donde el agua era cara y escasa, por lo que se presentó la necesidad
de dar unas normas, fáciles de aplicar para el cálculo de las dosis de riego; pero
como no se disponía de los aparatos adecuados, se aprovechó la experiencia de más
de 25 años en el riego tradicional y en el de aspersión, y con la colaboración de agen-
tes y cursillistas, se pudieron confeccionar unos «baremos» o coeficientes, que no
era más que adaptar a la realidad, lo que teóricamente salía en las fórmulas.
Así nacieron los «Planning o Programas de Riego», mediante la aplicación de
esos coeficientes, que dependen del cultivo, época y volumen de la copa, así como
de otros detalles que se consideran pertinentes.
La diferencia principal del programa consiste en distinguir dos fases:
a) Un primer riego copioso, con duración suficiente para que el agua pene-
tre hasta alcanzar las capas donde se desarrollan la mayoría de las raíces, y
realizado a partir de la finalización de la parada «invernal».
b) Riegos sucesivos, aplicando los baremos, que finaliza al inicio de la caída
de la hoja o al final de un ciclo, para garantizar el agostado o «parada».
La consecuencia más notable fue conseguir disminuir a casi la mitad las dosis
que se barajaban por aquellas fechas.
En la actual se ha hecho el trabajo de confeccionar unas tablas para calcular las
pérdidas de carga de las tuberías de PVC y PE fácilmente (anejos 6 y 7).
También se dan normas de abonado, por la técnica de la fertirrigación, con dosis
sobradamente comprobadas y buscando no despilfarrar, produciendo frutos de más
calidad y sabor, complementadas con enmienda orgánica localizada en zanja.
7
PRÓLOGO A LA CUARTA EDICIÓN
Este libro tuvo su origen a partir de un primer Curso de Riego Localizado que
se desarrolló en la Escuela de Torrepacheco por su director, nuestro compañero
Juan Cánovas, a finales de la década de los 70, a los Agentes de Extensión Agra-
ria. En la década de los 80, desde las Agencias de Extensión Agraria y Escuelas de
Capacitación Agraria de la Comunidad Valenciana, se empezó la colaboración en
el desarrollo de una serie de Cursos y Cursillos encaminados a la divulgación y
capacitación de agricultores de regadío, para familiarizarlos con la nueva técnica
del riego localizado a presión, que se estaba imponiendo por su comodidad y aho-
rro de agua.
También se impartieron cursillos de formación a través de los sindicatos agra-
rios, llamados «Agrupaciones Profesionales», con los que se ha mantenido una
buena relación, al igual que con todos los organismos y particulares que trabajan
en pro de la Agricultura y de los agricultores.
Lo que empezó como la confección de una serie de «Apuntes» para los asisten-
tes, desde la Escuela de Capacitación de Carcagente (Valencia) y estando de direc-
tor nuestro compañero Ricardo Ortí, ya se confeccionó un librito básico editado
por la Consellería, que recopilaba la mayoría de apuntes, que se impartían en los
diversos cursos de Capacitación por la Comunidad Valenciana, sobresaliendo el
Centro de Elche, con nuestro amigo Jesús Rodríguez Morán y demás compañeros
de la Escuela.
Posteriormente, en el año 1985, y gracias a la colaboración entusiasta del
gerente de la Cooperativa Agrícola S. José de Alcalalí (Alicante), D. Damián Mes-
tre Palacio y la participación de la Caja Rural, junto con las Cámaras Agrarias Pro-
vinciales de Alicante, Castellón y Valencia, y a la Imprenta Miguel de Sueca, ya se
editó un libro de Riego Localizado a goteo, que fue el embrión de los actuales y
que al agotarse tan rápidamente, obligó a una segunda edición, ya abarcando las
dos modalidades de riego localizado a presión y de pie.
Posteriormente con la editorial Mundi-Prensa, ya se editó el libro actual de
Riego Localizado y Fertirrigación, donde se desarrollaron brevemente una serie de
temas de conocimientos básicos, de fisiología y poda del cultivo arbóreo, además
del riego y abonado, que se han ido completando, hasta la 3.a edición, que se apro-
vecharon los conocimientos de Hidráulica adquiridos gracias al profesor de la
EPSO de Orihuela Ricardo Abadia, y que después de tres ediciones, se han comple-
tado con un tema de Climatología, por su importancia en el Medio Ambiente ya que
figura en todos los Estudios de Impacto Ambiental, esperando que sean de utilidad.
9
En esta cuarta edición se han revisado los conceptos y ejemplos que figuran en
las anteriores, añadiendo un anejo de las unidades más utilizadas en Agricultura y
muy especialmente en la técnica del riego localizado a presión.
Terminamos con el deseo de que el libro sea un homenaje de reconocimiento a
la labor desarrollada por la mayoría de los antiguos Agentes de Extensión Agraria
y profesores de Capacitación, muy especialmente a nuestro compañero D. Fran-
cisco Gómez Aracil, con el que tuvimos el gusto de desarrollar una «enseñanza
motivada» a un centenar de jóvenes andaluces en el Centro de Capacitación y
Experiencias Agrarias de Hinojosa de Duque (Córdoba), durante los cursos 69-71.
El autor
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PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN
13
ÍNDICE
PRIMERA PARTE
FACTORES DE PRODUCCIÓN,
RIEGO Y FERTIRRIGACIÓN
TERCERA PARTE
ESTUDIO HIDRÁULICO
Tema 10. Diseño Agronómico .................................................................... 195
Trazado de una instalación .............................................................................. 195
1. Cabezal ............................................................................................... 197
2. Redes .................................................................................................. 198
Instalación de tuberías ..................................................................................... 199
1. Finca con terreno llano ....................................................................... 201
2. Finca con pendientes .......................................................................... 201
Trazado de las subunidades ............................................................................. 203
1. Finca y parcelas llanas ....................................................................... 204
2. Finca con pendientes .......................................................................... 206
Distribución de las «laterales» según cultivos ................................................ 209
1. En cultivos arbóreos ........................................................................... 209
1.1. Plantación recién hecha ............................................................ 209
1.2. En arbolado desarrollado o adulto ............................................ 212
18
2. En cultivos hortícolas ......................................................................... 215
Comentario final a la distribución y ubicación de los emisores ...................... 216
1. En suelos húmedos y/o salinos ........................................................... 216
2. En suelos normales ............................................................................. 217
3. Tendencia actual en el cultivo frutal .................................................. 217
4. Tendencia en el cultivo hortícola ....................................................... 219
5. Riego subterráneo ............................................................................... 219
CUARTA PARTE
FERTILIZACIÓN
QUINTA PARTE
ANEJOS PARA CÁLCULOS AGRONÓMICOS
Anejo 1. Relación del clima con los estados fenológicos ......................... 437
1. Comarcas - Base del estudio de las necesidades hídricas ........................ 437
1.1. Litoral. Norte de Alicante .............................................................. 437
1.2. Interior. Oeste de Alicante ............................................................. 438
1.3. Interior. Valencia ............................................................................ 439
2. Estaciones Agroclimáticas de la Comunidad Valenciana ........................ 439
2.1. Provincia de Alicante ..................................................................... 439
2.2. Provincia de Castellón .................................................................... 440
2.3. Provincia de Valencia ..................................................................... 441
3. Ciclo vegetativo de los Cultivos .............................................................. 442
3.1. Zona litoral de Alicante. (S.E.A. de Benissa) ................................ 443
3.2. Zona interior de Alicante (S.E.A. de Villena y Novelda), La Mon-
taña de Alicante y limítrofe (S.E.A. de Yecla) ............................... 444
3.3. Zona interior de Valencia (S.E.A. de Albaida) y Utiel-Requena ... 446
25
PRIMERA PARTE
FACTORES DE PRODUCCIÓN,
RIEGO Y FERTIRRIGACIÓN
FACTORES DE PRODUCCIÓN
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TEMA 1
Las plantas se diferencian de los animales por tener que vivir fijas en el sitio
donde nacen. Los animales tienen la facultad de poderse desplazar a otros lugares
o zonas, pero dichas zonas están delimitadas por Regiones, donde una serie de fac-
tores limitan la adaptabilidad de los animales. Existen diversas Regiones en la Tie-
rra con sus animales característicos, Por ejemplo, los leones se encuentran en
África; los tigres en Asia, especialmente en la India; las focas en el Polo Norte,
etc.
En los vegetales y más concretamente en las especies cultivadas, estos factores
ambientales actúan de una forma muy marcada, haciendo que una planta:
a) Pueda vivir espléndidamente, sin exigir cuidados especiales.
b) Para vegetar exija una serie de cuidados, siendo rentable su cultivo.
c) Que no pueda vegetar, a menos que se le presten una serie de cuidados que
no hacen aconsejable su cultivo.
Al conjunto de plantas autóctonas y las perfectamente adaptadas constituyen la
flora de una región y suelen ser las que conocemos por «malas hierbas», porque
compiten ventajosamente con las cultivadas. Se ha incluido el término de las «per-
fectamente adaptadas», como es el caso del pino Alepo (Pinus halepensis), que
aunque es una especie foránea, es el más común en el paisaje mediterráneo.
De los diferentes factores influyentes hay unos que se pueden modificar o
mejorar y otros no, como son los geográficos:
— Latitud.
— Altitud.
— Distancia al mar.
— Topografía.
— Orientación.
Los factores geográficos, se pueden considerar «fijos» o «inmutables», por lo
que se deben elegir los cultivos que se adapten mejor a ellos; los climáticos y agro-
nómicos se pueden mejorar con las técnicas de cultivo.
31
Los factores propiamente climáticos se pueden modificar hasta cierto punto,
adaptándolos a las exigencias del cultivo, como los cultivos bajo plástico.
NOCIONES DE CLIMATOLOGÍA
Temperatura (T)
En las temperaturas se toman como valores de referencia las medias mensua-
les, y la media anual, estudiando los valores extremos tanto de invierno como de
verano.
Pluviometría (P)
Para el estudio pluviométrico se tienen en cuenta las precipitaciones mensua-
les y la anual. Sería muy importante tener los datos de las precipitaciones máximas
durante 24 horas, así como la intensidad en unidad de tiempo, con relación a la
velocidad de infiltración del suelo y su capacidad de retención.
Evaporación
Dado su interés agrícola, se calcula la evaporación mensual, restando a la llu-
via caída. Si a la evaporación del suelo se le suma la producida por la plantas, se
tiene la evapotranspiración, cuyo dato es básico para calcular las necesidades
hídricas de cada cultivo.
— ETP. Evapotranspiración potencial. Es una estimación teórica, de la canti-
dad evaporada por el suelo y las plantas, suponiendo que toda la superficie
esté cubierta de vegetación y sin faltar agua. Existen varias fórmulas para
su cálculo.
— ETR. Evapotranspiración actual o real (≤ ETP). Se adapta más a la realidad
en secano y equivale a la precipitación, más la reserva existente en el
suelo, (P + resev.), cuando la ETP es superior a la precipitación.
— ETc. Evapotranspiración del cultivo. Se calcula con la ETP multiplicán-
dola por un coeficiente del cultivo (≤ 1).
Comparando las necesidades de varios cultivos con la dosis teórica, experi-
mentalmente se han calculado unos coeficientes, que han servido de base para la
confección de unos baremos que nos dan directamente las necesidades de litros/m2
de copa en cada cultivo en un clima mediterráneo, que como punto de partida,
están muy indicados. Para casos muy extremos se deben hacer unas pequeñas
correcciones, observando la respuesta del arbolado.
32
Factores modificantes
Los factores que modifican estas características son:
• La influencia marina.
• La orografía. Relieve y altura.
• La orientación y exposición.
La influencia marina actúa como regulador térmico, evitando inviernos y
veranos extremados. A medida que nos alejamos del mar esta regulación va dismi-
nuyendo, lo mismo que cuando se interpone una cadena montañosa.
La orografía. Tanto el relieve como la altura modifican las características del
clima. A medida que aumenta la altitud, aumentan las precipitaciones y disminuye
la temperatura.
La orientación y la exposición. Estos factores son de gran interés ya que
incluso en pequeñas distancias producen grandes variaciones de insolación y de
precipitaciones. Las laderas orientadas al N.E. reciben mayores lluvias que las
orientadas al S.O., lo que se traduce en una vegetación mucho más exuberante.
Bioclimatología
La ciencia ecológica que trata de la relación existente entre los seres vivos con
el clima se llama Bioclimatología, y el no tener en cuenta estas diferencias son
causa de fracasos, cuando se pretende introducir los conocimientos prácticos
adquiridos de una Comarca en otra diferente, como nos sucedió al emplear las
mismas técnicas de cultivo de la costa valenciana, con suelo calizo y de regadío,
en la Comarca de «Los Pedroches», un secano de tierra granítica de la provincia de
Córdoba, pero lindando con Extremadura, donde las podas no deben ser tan enér-
gicas por su inferior Intensidad bioclimática.
Teniendo en cuenta la bioclimatología se pueden calcular las diferencias exis-
tentes en los diversos trabajos culturales de un mismo cultivo, según Comarcas o
Regiones, como es el caso del volumen total de agua necesario, por ser diferente el
33
periodo de actividad vegetal, lo mismo que con la poda, que tiene que ser menos
enérgica, cuando las brotaciones son menores, pudiendo decir que existe una rela-
ción en todas las faenas que se consideran necesarias para un buen cultivo. El pre-
tender adaptar exactamente las mismas técnicas en regiones diferentes, puede ser
causa de fracasos, que todo técnico o agricultor experimentado debe evitar.
ÍNDICES CLIMÁTICOS
Para estudiar el clima de un área son varios los índices que se utilizan, depen-
diendo del objetivo del trabajo a desarrollar, que en este caso consiste en la
influencia con las dosis de riego. Para ello se estudia la relación entre:
— Lluvia y evaporación.
— Pluviometría con la temperatura.
Tanto los suelos como la vegetación espontánea, se consideran como una con-
secuencia de sus climas.
Se fundamentan en el estudio de la evapotranspiración potencial (ETP), que
incluye la evaporación de un suelo saturado y sin faltarle agua, y la transpiración
de las plantas que lo cubren completamente en dichas condiciones, medida en mm.
Como existen varios métodos para su cálculo, se debe indicar el utilizado.
Para la confección de los diagramas interviene, además de la ETP, la tempera-
tura en grados centígrados (° C) y la precipitación (P) en mm, con lo que se pueden
conocer los tipos climáticos, calculados mediante el balance hídrico (Im), índice de
humedad relativa (Ih), el índice de aridez (Ia), la ETP anual y la concentración de
la eficacia térmica durante el verano (c).
Los índices que relacionan las temperaturas medias anuales en grados centí-
grados (° C) y las precipitaciones anuales en litros por metro cuadrado (mm) son:
Clasificación Puntuación
Desiertos 0a5
Semidesiertos 5 a 10
Estepas y países secos mediterráneos 10 a 20
Cultivos de secano y olivares 20
Cultivo de cereales arriesgado. Apropiado ganado vacuno 40
Aguaceros tropicales y de monzón. Climas polares 60
34
El factor de pluviosidad de Lang
P
F.L. =
T
P = lluvia media en mm.
T = temperatura media del periodo (mes o año).
Áridos Desiertos 0 a 20
Semidesiertos 20 a 40
Húmedos Estepas y sabanas 40 a 60
Bosques claros 60 a 100
Grandes bosques 100 a 160
Superhúmedos Prados y tundras 160
100 P
Q = M2 – m2
Índices de mediterraneidad
Existe influencia climática mediterránea, cuando la relación ETP/ P es menor
que la unidad, en los meses de verano.
35
ETP julio ETP (julio + agosto) ETP (junio + julio + agosto)
Im1 = ; Im2 = ; Im3 =
P P P
EA – FA
Ihr = × 100
ETP
EA = exceso de agua.
FA = déficit de agua.
Da lugar a nueve tipos climáticos, distribuidos en dos grupos: Climas húmedos
y climas secos.
FA EA
Ia = × 100 IEx = × 100
ETP ETP
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Climas húmedos (A1, B1, C2) Índice de aridez (Ia)
Pequeña o ninguna falta de agua r 0 a 16,7
Falta moderada de agua en verano s 16,7 a 33,3
Falta moderada de agua en invierno w 16,7 a 33,3
Gran falta de agua en verano s2 > 33,3
Gran falta de agua en invierno w2 > 33,3
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Como ejemplo aclaratorio se aprovechan los datos del Mapa Agronómico
Nacional de La Comarca de Sueca (Valencia), correspondientes a la media de un
decenio, cuyas coordenadas UTM son X = 73.155 e Y = 434.295 y altura al nivel
del mar de 7 m.
Tipo de suelo. Suelo franco-limoso y completamente llano.
Para la confección del cuadro se han seguido los conceptos de varios autores,
modificando aquellos que por la práctica se consideran convenientes. Las dosis de
agua mensuales se indican en mm (l/m2).
T Temperatura media en °C.
ETP Evapotranspiración.
Er Evapotranspiración residual = 0,2 ETP. Límite sequía.
P Pluviometría.
w Desagüe o escorrentía superficial (máx. 30% ETP; en llano w = 0)
H Humedad o variación reserva = (P – ETP)
R Capacidad de retención. Reserva útil de agua (máx. CR = 100 y mín. 0)
Cuando P > ETP → → R = Rant +( P – ETP)
Cuando P < ETP → → R = Rant – (ETP – P)
ETR Evapotranspiración real (máx ETP) = (P + Rant)
Fa Déficit humedad (falta de agua) (mín. 0) = ETP - ETR
EA Exceso de agua (sólo cuando R ≥ 100) (mín. 0) = P + (Rant. – 100) – ETP
En. 10,8 21,9 4,8 49,1 27,2 80,7 21,9 0 0 82,6 21,9 17,52
Feb. 12 27,3 5,6 25,3 -2 78,7 27,3 0 0 100 27,3 21,84
Mar. 14 43,8 8,8 22,3 -21,5 57,2 43,8 0 0 100 43,8 35,04
Ab. 16,5 63,3 12,7 39,9 -23,4 33,8 63,3 0 0 97,1 63,3 50,64
May. 19,3 95,3 19,1 26,4 -68,9 0 60,2 34,2 0 60,2 95,3 72,24
Jun. 23,1 135 27 16,2 -119 0 16,2 119 0 16,2 135 108
Jul 25,6 163 32,6 11,1 -152 0 11,1 152 0 11,1 163 130,4
Ag. 26 157 31,4 29,7 -127 0 29,7 127 0 29,7 157 125.6
Sep. 23,5 119 23,8 122 3,1 3,1 119 0 0 100 119 94,4
Oct. 19,8 78,2 15,6 80,4 2,2 5,3 78,2 0 0 80,4 78,2 62,56
Nov. 15,3 43,2 8,6 47,9 4,7 10 43,2 0 0 47,9 43,2 34,56
Dic. 11,5 24,2 4,8 67,7 43,5 53,5 24,2 0 0 67,7 24,2 19,36
AÑO 18,1 971 194,8 538 - - 538,1 433 0 793 971 776
38
Según tipo de cultivo y pluviometría del año, las necesidades de agua pueden
variar, pero en general, para un año normal:
a) De enero a abril. DH > Emáx. . Las necesidades hídricas superan las exigen-
cias máximas, por lo que no es necesario regar. Actividad vegetativa limi-
tada por la temperatura.
b) En mayo. DH < Emín. . Sequía, detención vegetativa. Regar
c) De junio a agosto. DH < Er . Fuerte sequía. Marchitez. Regar.
d) En septiembre. Emín. < DH < Emáx. Brotación limitada. Regar
e) De octubre a diciembre. DH > Emáx.. Excedente agua. No regar. La activi-
dad vegetativa limitada por la temperatura.
EA – FA 0 – 433
Im = × 100 = × 100 = –44,60
ETP 971
EA 0
IEx = × 100 = × 100 = 0,00
ETP 971
40
LA INTENSIDAD BIOCLIMÁTICA POTENCIAL (I.B.P.)
Cada especie vegetal tiene una temperatura que se puede considerar óptima, en
el supuesto de que se disponga de las demás condiciones para su desarrollo
óptimo.
Se puede confeccionar un gráfico en el que en el eje de las abcisas se coloquen
las temperaturas y en el de las ordenadas la velocidad de crecimiento para cada
temperatura, obteniéndose un curva donde se puede apreciar que el inicio de la
actividad vegetativa suele ser a partir de los 6 °C, pero como todo arranque es
lento, se va acelerando a medida que aumenta la temperatura. Este incremento se
continúa hasta una determinada temperatura, donde se detendría e incluso se
podría llegar a la muerte de la planta si continuara aumentando.
Confeccionando varios gráficos se llega a la conclusión de que la velocidad
del crecimiento empieza sobre los 7 °C y los 8 °C, por lo que se toma como media
los 7,5 °C, y la temperatura en la que se origina el máximo de crecimiento suele
estar por encima de los 25 °C, pero a partir de los 30 °C el crecimiento disminuye
hasta detenerse temporalmente si persisten las elevadas temperaturas.
La actividad vegetativa máxima que puede proporcionar el clima, se puede
medir directamente por el área comprendida en el diagrama de Intensidad Biocli-
mática Potencial (I.B.P.) y puede aplicarse a cualquier periodo de tiempo, con tal
de que la diferencia entre la temperatura real restando 7,5 ° (Tª – 7,5 °), tenga el
mismo signo siempre y no haya limitación de humedad. Según que la temperatura
sea mayor o menor de 7,5 °, la B.I.P. será cálida o fría.
A mayor I.B.P. cálida corresponderá mayor capacidad y mayor potencialidad,
dentro de unos límites de temperaturas altas y bajas que permitan la actividad
vegetativa, y no haya problemas de sequía.
INTENSIDAD BIOCLIMÁTICA
41
A partir de una temperatura comprendida entre 7 °C y 8 °C. se inicia la activi-
dad vegetativa y cuanta más temperatura más actividad. Por lo tanto se considera
que con medidas de temperatura a partir de los 7,5 °C (T – 7,5 °C), la velocidad de
crecimiento es aproximadamente proporcional.
Tal como se aprecia en el gráfico, en el eje de las ordenadas de la izquierda se
presenta un nuevo concepto, el de la unidad bioclimática, entendiendo como tal
el producto de 5° C × mes, con lo que se consigue una mejor representación de la
velocidad de crecimiento para cada temperatura durante un mes.
Con estos nuevos conceptos se pretende relacionar la actividad vegetativa en
climas sin limitaciones de humedad (cultivos de regadío), mediante la I.B.P.
La actividad vegetativa total de una planta es proporcional a la velocidad de
crecimiento y al tiempo transcurrido durante estas condiciones, suponiendo que no
existen otras limitaciones, como «stress» hídrico, patologías, etc.
El crecimiento total se podrá calcular multiplicando estos dos factores:
Crecimiento total = Tc × t
43
DIAGRAMAS BIOCLIMÁTICOS DE MONTERO DE BURGOS
Y GONZÁLEZ REBOLLAR
Relacionan el clima con la actividad vegetativa, que permiten calcular una
serie de intensidades bioclimáticas, basándose en:
a) Las disponibilidades hídricas, teniendo en cuenta la capacidad de reten-
ción del suelo (CR) y la escorrentía superficial (w).
b) Las temperaturas, que se cuantifican a partir de la temperatura umbral
(7,5 °C).
En las «disponibilidades hídricas», se tienen en cuenta los siguientes factores:
— T: Temperatura media mensual.
— P: La precipitación mensual en mm.
— W: Escorrentía superficial (En terreno llano = 0. En ladera máx. 30% de P).
— CR o R: (máx. 100 mm y 0 como mínimo). Capacidad de retención o
Reserva, como capacidad de transferencia del agua al mes siguiente, en mm.
— CRT: Cap. de retención máxima de un suelo llano, sin escorrentía superfi-
cial.
— E: Evapotranspiración potencial en mm calculada con un método híbrido
entre Penman y Blaney-Cridle.
— e: Evapotranspiración residual, cuando se detiene la actividad vegetal. Se
estima en el 20% de E.
En las «intensidades bioclimáticas» se tienen las siguientes series:
— I.B. Potencial (IBP). La actividad vegetativa, cuando no hay limitaciones,
como en el regadío.
— I.B. Real (IBR). Cuando hay limitaciones hídricas, como en el secano.
Puede ser fría o cálida.
Tanto la fría como la cálida, pueden ser libre, seca o condicionada.
— I.B. Fría (IBF). Paralización vegetativa por frío. Temperatura media men-
sual inferior a 7,5 °C.
— I.B. Seca (IBS). Mide la paralización vegetativa por sequía.
— I.B. Libre (IBL). Mide la actividad vegetativa después de superada la
sequía estival (productividad forestal).
— I.B. Condicionada. Sólo las especies que pueden recuperarse después de
una sequía.
44
Diagrama bioclimático de Montero de Burgos y González Rebollar
Con estos datos y la precipitación, también en mm, se pueden conocer los tipos
climáticos calculados mediante el balance hídrico (Im), el índice de aridez (Ia), el
índice de humedad (Ih), la ETP anual y la concentración de la eficacia térmica
durante el verano (c).
45
TEMA 2
EL SUELO
48
Para su estudio se divide en horizontes:
Horizonte A. Además de la parte mineral, está formado por la mayoría de las
raíces y microorganismos. Es el más erosionado.
Horizonte B. Se encuentra menos disgregado que el anterior. También se
llama de ACUMULACIÓN porque las aguas arrastran la arcilla y fertilizantes del
horizonte A.
Horizonte C. Formado por la roca madre que ha dado origen al suelo.
Lo que se entiende corrientemente por SUELO es el suelo labrado, aunque
esto no siempre coincide pues puede tener mayor profundidad.
Para los análisis se considera hasta una profundidad máxima de 30 centíme-
tros.
La capa que viene a continuación se la denomina SUBSUELO, y para efectos
de análisis, se toma desde los 30 hasta los 60 centímetros.
Es conveniente conocer las características del subsuelo, para ver qué tipo de
desfonde interesa, con volteo o sin volteo de tierra, así como posibilidades de dre-
naje natural.
ESTUDIO FÍSICO
Se estudian las partículas del suelo según su tamaño. Las superiores a 2 milí-
metros no se tienen en cuenta en esta clasificación:
— Grava ......................................... Superior a 2 mm de diámetro
— Arena gruesa ............................. Entre 2 y 0,2 mm de diámetro
— Arena fina ................................. Entre 0,2 y 0,02 mm de diámetro
— Limo .......................................... Entre 0,02 y 0,002 mm de diámetro
— Arcilla ....................................... Menor de 0,002 mm de diámetro
Normalmente, en los análisis se calculan las proporciones de las distintas partí-
culas así como de los elementos químicos que influyen más en las características
del suelo, como es el caso de la caliza.
1. Textura
Este concepto indica la proporción con que se encuentran los distintos compo-
nentes físicos anteriores.
Cuando predomina la arcilla, el suelo es capaz de almacenar mucha agua, y el
aire circula con dificultad. Por el contrario, en un suelo arenoso, el agua y el aire
circulan fácilmente, reteniendo muy poco la humedad.
Según predominen unas partículas u otras el suelo se considera: Arenoso,
Limoso o Arcilloso, pero lo más corriente es que las mezclas no sean tan simples.
49
Cuando la mezcla se encuentra en una proporción ideal para la Agricultura, el
suelo se denomina franco y el porcentaje de la mismas está comprendido entre:
— Arena: 25 al 50 %.
— Limo: 30 al 50 %.
— Arcilla: 8 al 28 %.
Existiendo distintas denominaciones, según el porcentaje de unas u otras,
como por ejemplo:
— Arcilloso-limoso.
— Franco-arcillo-limoso.
— Franco-arcillo-arenoso.
— Franco-limoso, etc.
Debido al carácter divulgativo del libro, se va a prescindir de tanta nomenclatura,
para simplificarla en 4 grupos, atendiendo a sus propiedades con respecto al agua y al
riego, principalmente a su capacidad de campo o retención y a su permeabilidad:
— Arenosos. Poca capacidad de retención y mucha permeabilidad en condi-
ciones normales. Debido a su escasa capacidad de retención, la percolación es muy
rápida, perdiéndose el agua no absorbida por la raíces, por lo que exigen riegos
frecuentes de poca duración. En zonas cercanas al mar, el viento salino rico en
sodio, forma una ligera capa bastante impermeable, que se rompe fácilmente con
las labores, que no debe confundirnos.
— Ligeros. Mejor capacidad de retención y permeables.
— Medios o Francos. Más capacidad de campo y menor velocidad de infil-
tración que los anteriores.
— Pesados o Arcillosos. Mucha capacidad de campo y muy poca permeabili-
dad, con problemas de asfixia radicular en el riego total.
2. Estructura
Indica la ordenación o disposición de las partículas, teniendo en cuenta la rela-
ción o interacción de todos los componentes del suelo.
Para comprender la gran importancia de disponer de buena estructura, basta el
ejemplo de los ladrillos. No es lo mismo que estén en un montón, que colocados
ordenadamente formando una pared, habiendo, en ambos casos, el mismo número
de ladrillos.
La arcilla junto con el humus de la materia orgánica, son los encargados de
aglutinar las distintas partículas.
La forma en que se aglutinan estas partículas, hará que el suelo reúna unas
buenas o malas condiciones agrícolas.
Los distintos tipos de agregados se clasifican según su forma:
50
a) Sin estructura:
1. Granular simple. La normal en suelos arenosos, donde los granos no
están unidos.
2. Maciza. Cuando existe cierta unión de los granos, con pequeñas can-
tidades de arcilla y las aportaciones de materia orgánica.
b) Con estructura:
1. Granular. Agregados redondeados y similares de tamaño; ricos en
materia orgánica, siendo la mejor para un suelo agrícola.
2. Laminar. Es la peor, ya que tanto el aire como el agua tienen muchas
dificultades para circular.
3. Poliédrica. Tiene formas variables.
4. Prismática. Propia de suelos arcillosos. Agregados alargados verti-
calmente.
5. Columnar. La prismática con cantos redondeados por el sodio.
51
Según el tamaño de los agregados, también reciben esta denominación:
— Estructura muy fina .................. Agregados inferiores a 5 mm
— Estructura fina .......................... Agregados de 5 a 10 mm
— Estructura media....................... Agregados de 10 a 20 mm
— Estructura gruesa ...................... Agregados de 20 a 50 mm
— Estructura muy gruesa .............. Agregados superiores a 50 mm
V = (Cc – Cs) × p
Esta fórmula, al igual que otras por el estilo, sólo tenían una aplicación teórica,
hasta aparecer los riegos a presión, donde se puede controlar perfectamente el
volumen de agua ocupado en una superficie.
PERMEABILIDAD
Consiste en la facilidad que ofrece el suelo para ser atravesado por el agua.
Lo que interesa conocer de este concepto, es la velocidad de infiltración del
agua en el suelo. Es raro encontrar una parcela que sea uniformemente permeable.
Por eso hay goteros, que echando el mismo caudal, hacen una mancha mayor que
otros en la misma lateral o portagoteros.
Normalmente se mide el descenso en mm/hora, es decir, los milímetros que
baja el agua durante una hora. Si existe pendiente acusada, al no poder quedar el
agua sobrante retenida sobre la superficie, se provoca la escorrentía, con el riesgo
de arrastrar y perder la mejor tierra.
Todos estos factores nos van recordando la importancia que tiene el regar
bien, es decir, de no abusar en las dotaciones o caudales disponibles, pues a los
posibles despilfarros de un bien escaso, como es el agua, se unen otras pérdidas,
más o menos «visibles», como son los encharcamientos y la erosión.
Como orientación para suelos de cultivo, donde debido a las labores que con el
tiempo han estropeado la estructura, la velocidad de descenso es la siguiente:
Cu = 2/3 Cc
V = 2/3 × Cc × Pr × Sr
POROSIDAD
Se entiende por porosidad, los huecos o poros que quedan entre las partículas,
que son ocupados por aire o agua.
Cuanto más fina es la textura, mayor número de poros existen.
En los terrenos arenosos los poros son mayores (macroporos), y el aire y el
agua circulan con mucha facilidad.
En los suelos arcillosos los poros son pequeños (microporos), y tanto el aire
como el agua, circulan con gran dificultad, pero almacenan mucha humedad, ya
que la capa de agua se adhiere a las partículas.
56
1.a Por el incremento del porcentaje (%) de agua necesario, ya que las
sales retienen por ósmosis parte del agua existente, compitiendo con las
raíces, que se ven obligadas a realizar un mayor esfuerzo (consumo de
energía metabólica) para poder absorberla.
Este esfuerzo será más grande, cuantas más sales haya, pudiéndose llegar a una
situación límite, donde la planta cultivada es incapaz de absorber agua, aunque el
terreno esté prácticamente encharcado, ya que la fuerza de retención de las sales
(tensión osmótica), es superior a la fuerza de succión de las raíces.
Esta situación, en el mejor de los casos, obliga a un incremento de los turnos
de riego.
2.a Por toxicidad directa de ciertas sales
Los cationes más frecuentes en los suelos salinos son:
— Sodio ........................................................... Na+
— Magnesio ..................................................... Mg++
— Calcio .......................................................... Ca++
y los aniones:
— Cloruro ........................................................ Cl—
— Sulfato ......................................................... SO4=
— Bicarbonato ................................................. (CO3H)—
— Carbonato .................................................... CO3=
— Borato .......................................................... (BO3H2)—
La presencia de cloruros y de sodio, provoca fuertes defoliaciones y clorosis, prin-
cipalmente en naranjos, y las sales de boro son muy tóxicas para todos los cultivos, por
lo que es muy importante el hacer un análisis previo, para conocer estas situaciones.
1. Suelos Normales
Son los suelos agrícolas donde las plantas pueden vegetar con más facilidad si
el contenido de las sales está equilibrado y no es excesivo.
En los análisis del extracto de saturación se obtienen los siguientes resultados:
— C.E.: inferior a 4.000 mmhos/cm
— SAR: menor de 13
— PSI: mayor del 15 %
— pH: inferior a 8,5
5. Consideraciones finales
Se tiene que evitar la salinización de los suelos, ya que es lo peor que puede
ocurrir.
58
Cuando se tenga que regar con aguas salinas, se tiene que controlar la evolu-
ción del suelo y como norma general, se tienen que forzar las enmiendas a base de
estiércoles y de yeso, así como provocar los lavados otoñales, ya que si no hay
posibilidad de riegos copiosos, estos suelos irán a peor, por lo que es probable que
pasen a la categoría de Salino-Alcalinos o Alcalino-Salinos, que con el tiempo se
hacen impropios para el cultivo.
Desde los tiempos del invento del arado romano y del tractor, siempre se ha
discutido la oportunidad o no de modificar el estado natural del suelo, mediante las
labores.
Los fines por los cuales se realiza el laboreo, son los siguientes:
— Mejorar su estructura.
— Airear las capas inferiores.
— Preparar la siembra o plantación.
— Almacenar humedad.
— Controlar las malas hierbas.
Las labores pueden ser periódicas, es decir, las que se hacen cuando se vaya a
implantar un cultivo, que tienen una profundidad de 30 o más cm y anuales, es
decir, las que se hacen todos los años, cuya profundidad es inferior a los 20 cm.
Los pases de cultivador, no suelen superar los 5 cm.
Normalmente se siguen dos sistemas, como es el del No laboreo y el tradicio-
nal de trabajar la tierra, con una labor de 20-30 cm en otoño y pases de cultivador
durante la vegetación
Según la situación de la parcela, convendrá una o la otra. Recuerdo el caso de
una finca, propensa a estar durante el periodo otoño-invierno con el suelo práctica-
mente saturado. En esta situación se aconseja evitar todo aquello que obligue a
profundizar las raíces, como pueden ser las labores superficiales frecuentes, siendo
preferible el “no laboreo”, incluso cortar las hierbas, para favorecer la prolifera-
ción de las raíces superficiales, formando una capa orgánica en la superficie
(“mulching”).
En otras situaciones, interesa todo lo contrario, es decir, labores profundas que
aumenten la capacidad del suelo, tanto para la retención de la humedad, como del
desarrollo radical profundo.
Actualmente como los fines principales consisten en aumentar la capacidad de
almacenamiento y facilitar la penetración del agua, se aconseja una labor de unos 10
cm cada tres años, para romper el apelmazamiento provocado por el peso del agua.
En las pruebas realizadas en el secano de la Comarca de Manacor (Mallorca),
durante los años 60, se pudo comprobar la gran importancia del laboreo frecuente
59
para adsorber la humedad del aire, hasta el punto de que a partir de la profundidad
que no alcanzaba el cultivador, la tierra estaba completamente seca. Ante las dudas
de estas afirmaciones, contrarias a las ideas imperantes, también se realizó una
“demostración de resultados”, durante la década siguiente, en la Comarca de
Benissa, concretamente en Jalón. La conclusión a la que se llegó fué la misma
mientras la humedad ambiente sea alta, es decir, mientras se observe rocío al ama-
necer, cuando se dan frecuentes pases de cultivador, al atravesar el aire húmedo la
tierra removida, el agua queda retenida por sus partículas.
Es otra de las cuestiones «delicadas», o que suele haber controversia entre los
técnicos aunque luego, en la práctica, no lo es tanto.
En pequeñas parcelas de cítricos, con riego localizado de pie, plantaciones con
más de treinta años controlados con un cultivo esmerado, se sacaron unas conse-
cuencias que se indicarán al final.
2. Conclusiones
1.a El efecto más inmediato del laboreo, es el de aumentar la infiltración y el
almacenamiento del agua por el suelo, al corregir las dos causas negativas
que lo disminuían:
— Estructura laminar superficial en las «calles».
— Apelmazamiento por el paso de gente y maquinaria.
2.a En los frutos, aumento de calibres el año de labrar la zona de riego. El
«no cultivo», sólo parece conveniente en suelos que no tienen problemas
de estructura laminar, ni de apelmazamiento.
Con la técnica del riego localizado de pie, las labores también pueden locali-
zarse por las «calles» que discurre el agua. En la actualidad, se está probando en
una parcela disminuir el apelmazamiento, mediante la vegetación espontánea y
demás restos, controlados con herbicidas cuando están desarrolladas.
En el riego localizado a goteo, se puede prescindir de las labores, siempre que
se evite el apelmazamiento en la zona de influencia del gotero.
3. Recomendaciones
1.a Las labores totales, es decir, a toda la superficie de la parcela, no son
necesarias. Es preferible limitarlas a las zonas donde se tenga que recupe-
rar la permeabilidad.
La profundidad vendrá condicionada a dicha recuperación, pero en
nuestras pruebas, nunca ha sido superior a los 5 cm, pues se destrozan
muchas raíces.
En cuanto a la periodicidad, también estará condicionada al tipo de
suelo, pudiendo ser anual, bianual o cada tres años.
2.a En el riego localizado de pie (R.L.P.), para aumentar el agua almacenada,
además de favorecer la infiltración con la labor localizada, se recomienda
aumentar la duración del riego.
Para ello se tiene que regar con menos caudal, o bien repartirlo por
más regueras a la vez, disminuyendo por consiguiente, el caudal de
entrada en cada una.
Con esta disminución se tiene el inconveniente de ocupar menor
superficie mojada, pero tampoco es difícil de solucionar, bien aumen-
tando la dificultad del paso del agua, bien aumentando el caudal a interva-
los, en los momentos que se estime conveniente.
61
3.a Hoy día, el calibre de los frutos es lo que más se valora, a igualdad de
otras características. Depende mucho del número de frutos por árbol, y en
árboles sanos no se ha observado una relación significativa calibre/su-
perficie foliar, por lo que se considera que se deben dar podas severas,
que disminuyan la copa y el número de frutos. La posible aparición de
clorosis se tendrá que evitar con quelatos de hierro.
62
SEGUNDA PARTE
ESTUDIO AGRONÓMICO
63
64
TEMA 3
EL AGUA EN EL SUELO
INTRODUCCIÓN
1. Desplazamiento
Cuando se riega, el agua va penetrando en el suelo con más o menos veloci-
dad, según las características del mismo, las labores o el estado de sequedad.
Si se riega estando muy seco, el agua se irá repartiendo hacia abajo y hacia los
lados, quedando retenida en los poros pequeños o «microporos», según su Poten-
cial mátrico, que es la fuerza con que se adhiere la película de agua sobre las par-
tículas del suelo.
Cuando más fino sea el suelo, mayor superficie tendrán las partículas del
mismo y, por tanto, más agua retendrán.
66
Este desplazamiento lateral y hacia abajo, también influye en el grado de sali-
nización de las diferentes capas del suelo, y a esta fuerza de retención de agua por
las sales, se la denomina Potencial osmótico.
A medida que va descendiendo el agua, se van rellenando todos los poros o
huecos existentes entre las diferentes partículas, expulsando el aire viciado y
demás gases que pudiera haber.
Raíz de la planta
Película superficial
de agua
2. Sanidad y drenaje
Si existe un buen drenaje, este agua sale de la finca, arrastrando las sales en
disolución, provocando unas pérdidas por lixiviación, que pueden ser beneficiosas
(lavado de sales nocivas) o perjudiciales (pérdidas de fertilizantes y contaminación
de las aguas subterráneas).
Si no existe un buen drenaje, el suelo queda encharcado mucho tiempo, provo-
cando la muerte de las plantas por asfixia radicular, o que los cultivos tengan proble-
mas, como dificultad en la absorción del hierro (Fe) (clorosis) y no resulten rentables.
Son los clásicos suelos empapados, pantanosos, que en las épocas de lluvia lle-
gan a formar pequeñas charcas. Muy difíciles de labrar, ya que desde el otoño a la
primavera retienen mucho el agua y la humedad; y que durante los períodos de
sequía, las sales ascienden a la superficie, formando unas eflorescencias o costras
blanquecinas, pues por no haber lavados, no es posible eliminarlas.
67
Retención de agua por el suelo.
(Según Rebour y varios autores)
Para poder hacer rentables estos terrenos, es necesario utilizar las técnicas de
saneamiento, enterrando redes de drenaje, con desagüe garantizado.
Mientras el suelo permanezca completamente saturado, las plantas detienen su
actividad, pero cuando se dispone de oxígeno en los poros, las raíces empiezan a
absorber sin apenas esfuerzo, lo que reduce el gasto de consumo de energía metabó-
lica al mínimo, que será aprovechada para aumentar la vegetación y la producción.
Precisamente ésta es una de las razones por lo que en el riego localizado con la
frecuencia adecuada, se observa una mayor brotación y frutos de más calibre.
68
La cantidad de agua que queda retenida en los poros, sin ser arrastrada por el
peso de la gravedad, se la conoce con el nombre de Capacidad de campo o Capa-
cidad de retención.
La capacidad de campo se valora por el porcentaje en volumen de agua exis-
tente con respecto al suelo seco. Según diferentes autores, alcanza los siguientes
valores:
Conforme pasa el tiempo, la planta va consumiendo parte del agua para satis-
facer sus necesidades. A estas pérdidas de agua, se tienen que añadir las produci-
das por la evaporación.
A medida que va disminuyendo el agua almacenada, va aumentando el
esfuerzo o consumo de energía metabólica por la succión, lo que equivale a una
vegetación menor y frutos más pequeños.
3. Necesidades y riegos
Los turnos de riego, cuando se dispone de agua suficiente, vienen a paliar este
problema, siempre que no se produzca una detención vegetativa, como es el caso
del riego total.
Por otra parte, cada día el agua es más escasa y los turnos ya no siguen una pauta
según las necesidades de riego, sino que se adaptan a las disponibilidades de agua
existente, por lo que muchas comarcas de regadío clásico, si quieren mantenerse, ten-
drán que adaptar técnicas de mejor aprovechamiento y ahorro del agua disponible.
Continuando con el consumo del agua por las plantas, se alcanza un punto,
donde el esfuerzo que son capaces de desarrollar las raíces para absorber agua, no
69
es suficiente para competir con la fuerza de retención que ejercen las partículas de
suelo y sales existentes, llegando a provocar la muerte de las mismas. A este punto
se le conoce con el nombre de Punto de marchitez.
PUNTO DE SATURACION
AGUA DE GRAVEDAD
CAPACIDAD DE CAMPO
DESAGÜE
INTERNO
AGUA UTIL
PUNTO
DE MARCHITAMIENTO
ABSORCION POR
LAS PLANTAS
AGUA INERTE
El agua que aún queda, pero que no es capaz de aprovechar la planta, se llama
Agua inerte o Agua higroscópica y, en general, tiene los siguientes valores en
volumen con respecto a tierra seca:
A.G.
capacidad de campo exceso hídrico
P.H.O. (Porcentaje hídrico óptimo)
A.U.
síntomas marchitez
déficit hídrico
P.M.
A.I.
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30
tiempo en días
71
FASE C = Vegetación deficiente, con síntomas de marchitez. Frutos de poco
tamaño y que tardan en madurar.
FASE D = Punto de marchitamiento. Situación extrema que en el cultivo no suele
darse, especialmente con arbolado, que siempre es capaz de extraer agua
de las capas inferiores. Presión de absorción necesaria: 15 atmósferas.
El agua suministrada con el riego tiene una acción y un efecto diferente, según
la técnica empleada.
1. Riego total
En el riego total, vamos a suponer por aspersión por ser más fácil de dosificar
y controlar, el agua va inundando toda la superficie, siguiendo un movimiento des-
cendente, y si la dosis está bien calculada, llegará a la profundidad prevista. Si hay
problemas de exceso de sales y no los hay de drenaje, se programa un tiempo
superior, para provocar lixiviación o lavado de sales.
Si se deja pasar demasiado tiempo en volver a regar, parte de las sales volverán
a ascender, pudiendo presentarse problemas más graves, tal como se indicó ante-
riormente.
2. Riego localizado
En un riego localizado esta reacción es diferente, ya que los movimientos del
agua son diferentes, por lo que los desplazamientos de las sales también son latera-
les, hacia el exterior del volumen humedecido y, por una evaporación posterior,
también ascienden a la superficie, alrededor de la parte más externa.
3. Otros efectos
Con el tiempo, a lo largo de la temporada, se provoca una mayor concentración
de sales en la superficie, y alrededor o en los bordes externos de donde alcanza el
agua, según la técnica de «riego».
Al no ser un riego total y haber zonas que no llega el agua, se puede comparar
el «bulbo» o bolsa húmeda como si fuera un «recipiente» o depósito capaz de
almacenar agua. Pero este recipiente tiene una característica diferente a una
maceta o depósito normal, ya que sus «paredes» no son impermeables, pero suplen
esta carencia a base del grosor o espesor de las mismas, entendiendo como tal, el
límite hasta donde es capaz de llegar la humedad.
Por lo tanto, no son del todo válidas para sacar conclusiones, las experiencias
que utilizan macetas o recipientes de paredes impermeables (que limitan el paso de
raíces, agua y gases), para explicar las relaciones agua-suelo-planta.
Por otra parte, estos «recipientes» de paredes anchas y permeables, serán más
o menos alargados según el tipo de suelo y el tamaño estará en función de la canti-
72
dad total de agua echada y de la duración del riego. Las raíces contenidas estarán
en una proporción más o menos elevada, según la calidad del resto de suelo.
En la actualidad, existe una tendencia a aconsejar que los bulbos o zonas
húmedas de los goteros, se solapen para evitar esta posible acumulación de sales
en la capa superficial.
Desde luego, cuando se trate de cultivos hortícolas, con separaciones de plan-
tas inferiores al medio metro, es seguro que existe el solape, convirtiéndose en un
riego localizado por bandas, casi con los mismos efectos que los riegos localizados
de pie por regueras, apareciendo las eflorescencias salinas por los bordes de las
bandas.
Sin embargo, en el cultivo frutal, regando con aguas sin problemas de exceso
de cloruros y sodio, se han sacado las siguientes conclusiones, a través de varios
seguimientos:
1.o El solape de los bulbos es innecesario, y cuando se dosifica siguiendo un
buen programa, se puede considerar hasta un despilfarro, si se exagera el
tiempo.
2.o En dosificaciones deficientes puede ser muy convenitente, ya que al
menos, en el volumen solapado, puede haber un porcentaje óptimo de
agua.
3.o En dosificaciones excesivas, el despilfarro se incrementa en las zonas
solapadas.
4.o Para los problemas de las sales, la única solución efectiva, es el lavado
con un riego total, que se puede realizar abundantemente al principio y/o
al final de cada temporada, si no hay lluvias copiosas otoñales que lo sus-
tituyen.
NECESIDAD DE REGAR
1.o Temperatura
Está comprendida entre los 6 y los 36 grados, considerándose como la ideal la
de los 25-26 grados.
Sin embargo, en el cultivo frutal, en las experiencias realizadas entre los años
70 y 80, no se ha considerado necesario regar hasta que la temperatura ambiente
no alcanzara los 12 grados, salvo los casos de sequía extrema.
2.o Humedad
Tanto cuando el suelo está demasiado seco, como cuando está encharcado, las
raíces cesan en su actividad, considerándose lo ideal, cuando los huecos o poros
están ocupados por aire y agua a partes iguales.
3.o Oxígeno
Las raíces también respiran. Gracias a la energía liberada en la respiración, se
consigue la absorción de los nutrientes necesarios para su alimentación por lo que
es necesaria la renovación o aireación del suelo. El porcentaje de oxígeno necesa-
rio para el crecimiento de las raíces, depende de la temperatura y del tipo de
planta. Para los frutales de pepita es mayor que para los de hueso; y para los cítri-
cos es superior.
Teniendo en cuenta estos tres factores, muchas veces se confunden las causas
que motivan una carencia o depresión. En cítricos, por ejemplo, la falta de tempe-
ratura provoca un plegamiento de hojas, como si tuvieran sed, pero que no se
corrige por mucha agua que se dé.
Con el exceso de humedad o de apelmazamiento pueden presentarse los mis-
mos síntomas que son una consecuencia de la falta de actividad radicular, aunque
en este supuesto se pueden presentar peores consecuencias, ya que un encharca-
miento prolongado puede llegar a provocar la muerte de las raíces más activas y
defoliaciones, e incluso, secado de brotes.
74
TEMA 4
1. Inundación
Cuando se inunda completamente la superficie de la parcela. El agua tiene un
movimiento descendente total. Sólo aconsejable en cultivos muy específicos
(arroz), ya que al repetirlo se produce un apelmazamiento que impide o dificulta la
infiltración, aunque haya un agrietado de la primera capa, que tiene como resul-
tado un menor almacenaje de agua y esta limitación, tiene una consecuencia
directa en la producción y tamaño de los frutos.
2. Calles
El agua tiene un movimiento descendente y lateral. Tiene la ventaja de los rie-
gos localizados, reduciendo las pérdidas y arrastre de los abonos.
3. Surcos
El agua tiene movimiento ascendente y lateral hacia los lomos.
Conviene aclarar que tanto la técnica del riego por «calles», como por «surcos», si
bien no son riegos totales, para que sean localizados, tiene que haber un porcentaje
igual o superior al 50 % del volumen del suelo que no se moje, para que no sufra los
efectos de la inundación (asfixia y apelmazamiento, principalmente).
A veces, el caballón o lomo, también es alcanzado por el agua, y aunque los
efectos no son tan perniciosos como en el primer caso, no se debe considerar como
un «riego localizado».
En la técnica «por calles», si el agua sólo llega a la mitad de la superficie, se
puede considerar «riego localizado», y con mayor motivo, cuanto más estrecha sea la
«calle».
75
El agua, además del movimiento descendente, tiene otro ascendente y lateral
hacia los lomos.
RIEGOS A PRESIÓN
1. De presión media
De 2,5 a 4 atmósferas.
1.1. Aspersión
Consiste en suministrar el agua como si fuera una lluvia.
76
Características:
— Con el riego aéreo se realiza una limpieza de las plantas que en general
dificulta el desarrollo de las plagas.
— Se crea un microclima húmedo, que disminuye el riesgo de heladas y el
rajado de frutos.
— Con la aspersión total, el agua sólo tiene movimiento descendente, favore-
ciendo la estructura laminar y, como consecuencia, el apelmazamiento.
— Al mojarse las plantas, es imprescindible que el agua esté exenta de sales
fitotóxicas.
— No hay problema en cuanto al tipo de suelos, ni de nivelaciones imperfec-
tas, si el caudal es inferior a la velocidad de infiltración del suelo.
— No se puede emplear en zonas que haga viento.
— En cítricos retrasa el índice de madurez.
2. De pequeña presión
De 0,3 a 2 atmósferas.
2.1.1. Microaspersión
Parecido al anterior, pero se puede evitar mojar plantas. Con menor presión y,
por lo tanto, con menor radio de alcance. El riego puede ser localizado o total.
Características:
— Los efectos del viento son más exagerados.
— Cuando se riega todo el terreno crea un microclima húmedo, como en el
caso de la aspersión.
— En horas de sol se produce una gran evaporación, por lo que se tienen que
incrementar las dosis en un 20-30 %.
— No hay problemas de tipo de suelo, estando muy indicado en los arenosos.
77
360° VIÑAS
FRUTALES INVERNADEROS
180°
78
2.1.2. Microchorro o Microjet
Derivado del anterior, emitiendo el agua en pequeños chorros, que pueden
abarcar una parte o todo un círculo.
Características:
— Se disminuye el efecto negativo del viento, pudiendo dirigir el chorro hacia
abajo.
— Tiene menos pérdidas por evaporación, que los anteriores.
— Es un riego localizado en bandas o zonas húmedas, por lo que está muy
indicado en suelos arenosos.
— No crea tanto un microclima húmedo.
2.2.1. Microtubos
Localiza el agua en varios puntos, pudiendo salir desde un emisor. Tiene ventajas e
inconvenientes, por lo que su uso queda relegado a jardinería o para macetas individuales.
2.2.2. Goteros
Emisores aislados o individuales para cada punto.
2.2.3. Mangueras
Localiza el agua en bandas o zonas, porque los puntos de salida están muy pró-
ximos.
2.2.4. Cintas
El agua queda localizada en bandas, por ser de un material permeable.
3. A chorrillo
Presión de 1,5 m.c.a.
La uniformidad se consigue al no tener apenas pérdidas de carga al emplear
tubería sobredimensionada (riegos de Alcanar) y equilibrar con microtubos, más o
menos largos, las diferentes salidas.
ANÁLISIS
CONSECUENCIAS
81
los bordes de los lomos debido a la difusión lateral ascendente, y no desa-
parecen hasta que son lavadas por las lluvias copiosas de otoño.
En el caso de que ese invierno no fuese lluvioso, sería conveniente dar un
riego TOTAL de lavado.
d) En los riegos localizados a presión, corrientemente llamados “riegos a
goteo”, se puede alcanzar la perfección máxima de nuestros tiempos,
indistintamente de que el emisor sea un gotero, una cinta o un aspersor. En
estos casos se puede calibrar perfectamente todo; desde el volumen de
agua, volumen de abono, tiempo de riego, profundidad a alcanzar y un
largo etc., que abarca todos los factores que se consideren necesarios.
DEFINICIONES
82
Esta restitución depende de la capacidad de campo. Normalmente es diaria,
pero en casos extremos y para suelos arenosos, puede llegarse a dos riegos por día.
En suelos arcillosos, por el contrario, se podría estar hasta tres días sin regar.
Esta frecuencia, al principio era algo engorrosa para las pequeñas parcelas, ya
que no compensaba ningún tipo de automatización y sólo se disponía de válvulas
volumétricas, que obliga a ir todos los días a abrirlas, pero en la actualidad esto
está resuelto, gracias a los pequeños programadores de pilas, que si bien no son tan
fiables como las válvulas volumétricas, al menos evitan el tener que ir todos los
días.
Por lo tanto, teniendo en cuenta todos los conceptos y características que se
han indicado para esta técnica, la definición podría incluir los siguientes puntos:
— Se riega con la frecuencia necesaria.
— No se alcanza todo el volumen y superficie de suelo.
— Se complementa con la fertirrigación.
— Las raíces van a buscar el agua, por lo que se desarrollan preferente-
mente donde nos convenga.
El principal inconveniente aparece cuando falla la primera condición, es decir,
cuando no se riega con la frecuencia necesaria, ya que las plantas acusan más los
defectos, que cuando se usa el riego total.
83
Para reducir este problema, desde este libro y en todos los Cursos que hemos
colaborado, siempre se ha insistido en la importancia de dar un PRIMER RIEGO
COPIOSO, como se indicará detalladamente en su capítulo, considerando que se
hace una buena aportación a la mejora de esta técnica, con su divulgación.
CONCLUSIONES
Una explotación con riego localizado a goteo, deberá reunir los cuatro factores
básicos:
1. Instalación bien diseñada y montada.
2. Controles de limpieza y uniformidad, al menos una vez al año.
3. Superficie mínima mojada adaptada al cultivo.
4. Seguir un buen programa de riego y abonado («planning»).
En caso de que falle alguno de estos factores, los resultados obtenidos con la
implantación de esta técnica, pueden ser peores que con el riego tradicional.
Los fracasos observados en algunas explotaciones visitadas, han sido motiva-
dos por deficiencias de instalación o manejo, y no por la adaptación de los cultivos
a la nueva técnica.
Por lo tanto, antes de realizar la instalación, el agricultor, como empresario,
debe hacerse una serie de razonamientos, para evitar futuros fracasos, como:
1.o No instalar por capricho o moda, debiendo contar con agua suficiente.
2.o Necesidad de llevar un programa de limpieza.
3.o Comprobar la uniformidad de los emisores, al menos al inicio de cada
campaña.
4.o Disponer de un «planning» de abonado y riego, fácil de entender y aplicar,
para que le sirva de referencia durante todo el ciclo, y pueda prever las necesi-
dades.
85
TEMA 5
Esta acumulación de partículas más finas, es una de las consecuencias del uso
y abuso del rotovator, que ha roto las partículas mayores, degradando la estructura
y que, con el tiempo, llegan a formar una capa impermeable, situada por debajo de
la profundidad que alcanzan las labores, dificultando la penetración del agua y de
las raíces.
A esta capa impermeable, los agricultores la llaman «suela» y para romperla es
necesario realizar labores periódicas más profundas, para volver a recuperar las
buenas condiciones agrícolas que tenían los suelos.
RIEGO TOTAL
Ventajas Inconvenientes
88
RIEGO LOCALIZADO
Ventajas Inconvenientes
• Oxigenación permanente del suelo. • Turno de riego muy corto.
• Evita enfermedades fisiológicas. • Exige más atención.
• Reduce pérdidas de agua. • El cultivo es más sensible a las malas pro-
• Mejora la producción y calidad. gramaciones.
• Limita la proliferación de malas hierbas. • Salinización de suelos en climas desérticos.
Exceso humedad
P.H.O. (porcentaje
hídrico óptimo)
Defecto humedad
Síntomas marchitez
A
pu
nt
o
m
ar
ch
ite
z
a)
P.H.O.
(porcentaje
hídrico óptimo)
b)
Turno de Riego
89
REACCIÓN DEL ARBOLADO
Uno de los aspectos que más ha preocupado al agricultor de regadío es la reac-
ción del arbolado y, en concreto, de las raíces cuando el agua sólo humedece una
parte del suelo, estando el cultivo ya completamente desarrollado varios años.
En las diversas experiencias que se hicieron en la década de los 70, y que se
continuaron hasta la fecha, siempre se ha observado una reacción positiva, y eso
que no siempre se iniciaba a principios de campaña, como es lo aconsejable.
Sin embargo, había unas diferencias, por lo que se agruparon en dos categorías:
1. Árboles de «secano»
Es decir, poco exigentes, considerando como tipo más representativo el almendro.
Al implantar esta técnica, se produce un aumento de la densidad radicular, por
muy alejado que esté el emisor. Un solo gotero ya marca una diferencia notable.
La vegetación también es exuberante, y la producción aumenta, así como el
rendimiento, reduciéndose en un 300 % la proporción de «corfuts» o «borregas»
(almendra que no alcanza el desarrollo completo).
En este cultivo se tiene que dejar de regar un mes antes para facilitar el des-
prendimiento de la corteza del fruto.
La vid aunque no es propiamente un árbol, a efectos de cultivo la consideramos
como tal, resultando el más resistente a la sequía y, por lo tanto, el más agradecido
cuando se le suministra un complemento hídrico. Según Pablo Melgarejo de la
E.P.S.O., el granado todavía lo es más, pero durante los dos años que estuve en la
Politécnica de Orihuela no tuve tiempo de estudiarlo, por lo que sólo se indica
como referencia. Por lo tanto, como se ha indicado en otra ocasión, estas plantas
«todo terreno» son las que más agradecen la instalación del R.L., que se confirma-
ron en los dos cursos que se realizaron en Teulada y Benissa durante el año 2.000.
2. Árboles de «regadío»
Es decir, árboles exigentes, considerando como tipo el naranjo.
Cuando se implanta en parcelas bastante descuidadas, o que no tenían un cul-
tivo esmerado, la reacción era tan espectacular e inmediata, que se confundían con
las fincas de los que se consideraban «buenos agricultores».
Cuando la implantación se hacía en parcelas de cultivo esmerado, también se
apreciaba una mejoría en la brotación y en el calibre de la naranja, llegando a
alcanzar en algunos casos un aumento del 33 %.
También se ha constatado un adelanto en la maduración, pero equilibrando y
dosificando el abonado, no se presentan los problemas de «sobremaduración».
3. Calidad de la fruta
Siempre se ha considerado la fruta «de secano» como más sabrosa, es decir,
que aunque alcanza menor tamaño, el superior sabor la hace más apacible. Con el
90
riego localizado se comprobó durante más de 10 años, que la fruta de las fincas
Les Torretes en Benilloba y «Mas de Roc» en Ibi (Alicante), alcanzaba en el mer-
cado de Alcoy un incremento de precio superior al 25%, sólo atribuible a sus bue-
nas características organolépticas, con respecto a la misma fruta con regadío tradi-
cional.
EFICIENCIA
EL AHORRO DE AGUA
Es otra de las cuestiones «delicadas». Normalmente existen o se oyen opinio-
nes de lo más dispares. Hubo una época que fue el principal argumento de las
empresas instaladoras. Al cabo de unos años, casi de repente, aparecieron opinio-
nes muy cualificadas diciendo lo contrario.
Todo aquel que no ha querido ser menos, ha tenido que cambiar, y hoy en día
es raro escuchar a técnicos especializados que defiendan esta teoría del «ahorro».
Afortunadamente tanto los agricultores como los técnicos de campo defienden el
ahorro de agua.
Cada día más, se está comprobando que las pérdidas por evaporación directa
de un suelo desnudo, son mayores de lo que se suponía al principio, especialmente
en verano (que es cuanto más se riega) y fuera de la zona sombreada de la copa, en
un clima mediterráneo con muchas horas de sol intenso. Para evitar esta evapora-
ción está muy indicado el cubrir el suelo con láminas negras de plástico de 300
galgas.
Dentro de las limitaciones de valorar estos porcentajes en el campo, obser-
vando cuidadosamente lo que «te dice» la planta, su estado vegetativo puede ser
muy diferente según la salinidad del agua, la riqueza en materia orgánica y la
caliza en el bulbo, teniendo una gran influencia al «stress» hídrico, fuera del
91
bulbo, si se ha creado un espacio muy rico en materia orgánica y fertilizantes,
como puede ser el abonado orgánico localizado, como se indicará posteriormente.
Durante 1996 se estuvieron haciendo unas encuestas por la Consellería de
Agricultura de Alicante que nos dieron la oportunidad de recoger la opinión de los
usuarios, es decir, de los que tienen que gastar su tiempo y su dinero para regar.
Las encuestas abarcaban fincas significativas de regadío de la franja comprendida
entre Alicante, capital, y el límite con la provincia de Valencia. Todos los que se
habían pasado al «riego por goteo» lo habían hecho por dos razones:
— Por la comodidad.
— Por el gran ahorro de agua.
Dado que tiene una gran importancia esta cuestión para todas las planificacio-
nes, se va a intentar abordar este tema, bajo diferentes enfoques y circunstancias.
1. Factores a favor
1. Por una parte está el hecho aceptado por todos de que se aprovecha mejor.
2. Menor dosis, por aprovechar la existente en el suelo al regar.
3. Otra ventaja añadida es la de la relación CAUDAL/TIEMPO, es decir, que
con menos caudal se puede regar mejor una superficie, alargando el tiempo
que sea necesario, o bien con el almacenaje.
a) Por una parte, con el caudal disponible se puede regar más que si fuera un
riego de pie, con tal de adecuar dicho caudal al nominal de los emisores.
Si dicho caudal fuera insuficiente para los emisores existentes en toda la
parcela, se dividiría en sectores que necesitasen un caudal igual o inferior
Riego por goteo. Para llegar a 100, se tiene en cuenta los 30 existentes.
Cantidad de agua aplicada: 100 – 30 = 70.
Riego por inundación. Se aplica toda el agua posible, sin tener en cuenta la existente.
Cantidad de agua aplicada: = 100.
92
al que tenemos. El problema se solucionaría aumentando las horas de
riego y regando un sector después de otro.
b) Por otra parte puede almacenarse un volumen o cantidad de agua, a lo
largo del período cuyo consumo sea inferior a la capacidad del pozo o de
la dotación, para compensar el consumo superior durante los meses de
máxima necesidad de la finca. Esto quiere decir que durante el período de
otoño, invierno y parte de la primavera, se almacena el agua sobrante,
aportando durante el verano «el complemento almacenado», hasta la fina-
lización del ciclo. Todo ello se puede calcular y planificar perfectamente,
antes de meterse en los gastos de transformaciones, siempre contando con
un 15 % de incremento para imprevistos y evaporaciones.
Como consecuencia de todo lo expuesto, se puede admitir un AHORRO de
agua debido a que hay un mejor aprovechamiento por la forma de suministrarla
(menor evaporación, más eficiencia y pequeños caudales), así como resaltar el
ahorro de la existente ya en el terreno, por suministrar sólo la consumida en ese
intervalo de tiempo, tal como se indica con este ejemplo teórico:
«1.o Supongamos un suelo que se riega por inundación totalmente. Cuando las
plantas acusen síntomas de sed, se riega sin tener en cuenta el agua que
todavía retiene el suelo, es decir, el 100 % de su capacidad, producién-
dose un lavado del exceso.
2.o El mismo suelo, regando por goteo, se restaría la existente todavía, que
supongamos que fuera el 30 % de su capacidad. Por lo que sólo se suminis-
traría el 70 %, para llegar a los 100 del caso anterior».
Durante más de diez años, se ha intentado cuantificar ese ahorro en cuatro par-
celas de cítricos de Sueca, entre un riego total y otro localizado mediante un surco
por el medio de la calle, haciendo el siguiente razonamiento:
«Regando al 100 % de la superficie, el turno conveniente es cada cuatro sema-
nas. Regando el 16 % (regueras de 80 cms en un marco de 5 m), el turno conve-
niente ha de ser semanal.
Por lo tanto tenemos:
Gasto del tradicional ................. 100 %
Gasto del R.L. 4 × 16 ................ 64 %
Ahorro de agua previsto ........... 36 % »
Conclusión a favor: tenemos 2 factores:
1. Por suministro
a) Transporte.—Ahorro en la conducción y distribución, al evitarse pérdi-
das en canales, acequias y regueras.
b) Menos evaporación.—Tanto por no cubrir toda la superficie del suelo,
como por adaptar el caudal del emisor a la infiltración y no producir char-
cos. En el caso de instalar un emisor alto, se aumentan las pérdidas. Si el
emisor se instala subterráneo, se disminuyen.
93
c) Mejor eficiencia.—Por poder dosificar perfectamente la cantidad necesa-
ria a las características de suelo y planta, así como por el menor gasto
energético, en la solución del suelo (fertirrigación).
d) Mejor adaptación.—Tanto de superficies como de emisores, a las dispo-
nibilidades de caudal, contando o no con balsa reguladora.
Por el suelo
Con el riego tradicional se provoca una saturación total del suelo, independien-
temente del agua existente en el mismo. Con la técnica del riego localizado se
aplica un complemento de agua, que cubre las necesidades del cultivo.
2. Factores en contra
También se pueden considerar dos factores:
1.o Necesidades intrínsecas. El agua es el principal alimento y vehículo de los
fertilizantes, y que para alcanzar su desarrollo y producción, se necesitarían
grandes cantidades, independientemente de los medios de suministro.
2.o Incremento de producción y desarrollo. Si se aumenta el desarrollo y pro-
ducción, se tienen que aumentar, también, las necesidades de agua.
3. Conclusión
Según clases de suelos, se llega a dos conclusiones diferentes:
Conclusión final
En numerosas comprobaciones, realizadas principalmente por la provincia de
Alicante, en suelos francos, calizos, agua sin o poco salina, con pluviometría sufi-
ciente en otoño-invierno, pero deficiente en primavera-verano, siempre se ha con-
seguido un ahorro igual o superior al 30 %, con respecto al riego tradicional.
96
«pizarra»; estaba todo previsto y la realidad resultaba prácticamente igual a la teo-
ría, que se razonaba y experimentaba con los colaboradores de la Agencia S.E.A.,
pues a principios de los años 60 la Citricultura era muy rentable y permitía toda
clase de pruebas con formulaciones foliares de abonos y microelementos y de her-
bicidas. La Mallorca agrícola era muy diferente; había árboles centenarios que
igual podían ser de variedades tempranas, como de tardías, pues la escasez de agua
producía tantos trastornos en la brotación y desarrollo de los frutos, que lo único
seguro es que eran naranjos. A las fincas de estas características las denominába-
mos de«regadío eventual» y prácticamente eran todas las de la isla, hasta que se
empezó con el riego por aspersión.
El riego o riegos de socorro, consiste en dar uno o varios riegos al arbolado
durante las épocas o períodos vegetativos, cuando debido a los desequilibrios
hídricos se pueda producir una parada vegetativa, que haga peligrar la cosecha,
con frutos de escaso valor comercial o caída de los mismos. Concretamente en el
olivo, en veranos muy secos, propios de las comarcas alicantinas, se ha compro-
bado que una lluvia o un riego de socorro a principios de septiembre, salva la cose-
cha, produciéndose un engorde espectacular de la aceituna que estaba completa-
mente arrugada, con apenas el tamaño del hueso.
Actualmente, al autorizarse el riego en la viña e introducirse nuevas varieda-
des, se está asistiendo a un incremento de las técnicas de cultivo. A las ya clásicas
de la uva embolsada de la zona del Vinalopó (Alicante), se añaden el uso de fito-
hormonas (AG3), principalmente en variedades apirenas, con programas de ferti-
rrigación (ver Anejo 3).
Con el paso de cultivos de «secano» a cultivos de «regadío», principalmente
motivados por la facilidad y comodidad de los riegos a presión, ha propiciado que
algunos frutos perdieran parte de sus buenas cualidades organolépticas y como
productoras de buenos caldos.
Para evitar estos excesos y disminuir en lo posible la pérdida de calidad, se
hace la siguiente clasificación:
a) Muy poco exigentes. De uno a tres riegos de mantenimiento.
• Viña
• Olivo.
• Almendro.
b) Cultivos poco exigentes. De uno a seis riegos de mantenimiento.
• Frutales de hueso.
• Melones y tomate.
• Nogal.
• Limonero.
c) Cultivos exigentes. Conviene un «planning» diario o riego cada tres días
como mínimo.
• Frutales de pepita.
• Cítricos: Naranjos y clementinos.
• Cultivos intensivos de huerta.
• Cultivos intensivos de ornamentales.
97
TEMA 6
Sin embargo, para facilitar los cálculos, se supone sólo la superficie del
mismo, midiendo el diámetro máximo lateral, y aplicando la fórmula de la superfi-
cie de la circunferencia.
99
Como esto no siempre coincide, conviene comprobarlo en cada caso particular
pero, a título orientativo, se pueden tomar las siguientes medidas para los cálculos,
en el supuesto de que en el primer riego se haya dado agua en abundancia y durante
un tiempo suficiente para alcanzar la profundidad de la mayoría de las raíces.
1. En la superficie
En el punto donde cae el agua se forma una zona inundada (charco), que se va
haciendo mayor cuando el caudal del emisor es superior a la velocidad de infiltra-
ción del suelo.
Charco. Es un factor negativo, pues provoca degradación del suelo (estruc-
tura laminar), y disminuye la eficiencia.
Mancha. A continuación, hay una zona húmeda mucho más amplia, produ-
cida por la infiltración lateral y vertical del agua. Las pérdidas por evaporación son
insignificantes, y en su dimensión influyen:
100
— Caudal gotero.
— Textura y estructura del suelo.
— Pendiente.
— Apelmazamiento.
Existen diferentes fórmulas teóricas para su cálculo, como:
冪莦
0,06 Q
d2
i
Caudal emisor Q
Superficie mojada
Velocidad infiltración suelo I
102
2. En el interior
Cuando se empieza el riego, el agua profundiza muy poco siendo mayor la
infiltración lateral favorecida por la presencia de arcilla y de sales.
103
Porcentaje hídrico excesivo (P.H.E.)
Saturación total. La tierra se pega al apretarla con la mano y escurre agua, con
todos los inconvenientes que conlleva: clorosis, asfixia radicular, pérdida de agua
por evaporación directa del suelo, etc.
Esta zona es «negativa», pero puede actuar de reserva inmediata en circunstan-
cias deficientes, como es el caso de dejar pasar demasiado tiempo sin regar. Preci-
samente su permanencia o duración, es la que determina la frecuencia del riego o
días que se puede estar sin regar como máximo. Para suelos francos o franco-are-
nosos puede durar 2 - 3 días, pudiendo prolongarse a 4 en los franco-limosos e,
incluso, a 5, 6, o más en los arcillosos.
En el riego localizado de pie, ocupa más del 50% del volumen mojado, pero
al cabo de un par de días, pasa a la situación siguiente, que es la óptima. Por lo
tanto es la que permite estar más tiempo sin regar.
En diferentes pruebas de seguimiento, donde se dejan pasar 10, 15 ó 20 días
entre turnos de riego, se observaba que se perdían las ventajas del riego localizado
de alta frecuencia que consisten, fundamentalmente, en mantener a la planta en
unas condiciones óptimas para que pueda suplir sus necesidades hidrominerales,
con un mínimo de gasto de energía.
104
La existencia del P.H.E. es lo que marca la diferencia entre un riego total y un
riego localizado, ya que en este último, sus efectos negativos, no tienen por qué
sentirse.
4. De la pendiente
Tal como se aprecia en el dibujo.
107
6. De la homogeneidad o no del suelo
Todas las planificaciones o programas de riego, tienen por finalidad el que las
raíces puedan absorber el alimento hidromineral en óptimas condiciones, es decir,
con el menor esfuerzo o consumo de energía.
Para ello, los técnicos especializados, aconsejan programas de riego y fertirri-
gación, basándose en una serie de fórmulas, que intentan asemejarse lo más posi-
ble, a la situación real que se encuentran las plantas en un determinado suelo, en
cuanto a necesidades.
En este libro se aconseja un método, basándose en la fórmula de Blaney-
Criddle, pero introduciendo unas variantes, pues los datos obtenidos por el equipo
de investigadores americanos, pueden ser muy exactos para aquellas condiciones,
pero que no tienen por qué coincidir con las nuestras.
Durante unos diez años se han estado corrigiendo estas variaciones, gracias a la
colaboración en varias parcelas, considerando que los datos obtenidos pueden ser-
vir perfectamente de referencia en las diferentes comarcas españolas, para que cada
agricultor pueda hacer su programación de riego según cultivo y clase de suelo.
A partir de la primera edición, se han mantenido contactos con técnicos y agri-
cultores de otras regiones, y por sus comunicaciones, parece que no les ha ido nada
mal la aplicación de este método, con tal de seguirlo a partir del copioso primer
riego, que es básico para el mantenimiento del P.H.O.
Además del volumen total ocupado por el bulbo, influye la calidad de los
diversos componentes del mismo.
Los tres elementos principales, que según los seguimientos efectuados, han
marcado las diferencias sobre la calidad del volumen de la zona húmeda, pera el
mantenimiento del P.H.O., y que pueden modificar todos los porcentajes o míni-
mos de superficie mojada, que aparecen en diversas publicaciones, son:
108
— Agua.
— Complejo arcillo-húmico.
— Caliza.
1. Agua
Para que la influencia positiva de este elemento no se altere, además de la cali-
dad, es necesario el riego diario o casi diario, según el tipo de suelo.
a) En caso de lluvia
Se dan normas para el cálculo rápido del número de días que se puede estar sin
regar, para que no varíe el P.H.O.
Coeficiente para el cálculo de los días sin riego
Suelos arenosos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
Suelos ligeros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
Suelos medios (francos) . . . . . . . . . . . . . . . . 3
Suelos arcillosos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
Para hallar el número de días, se dividen los milímetros de agua caídos por el
coeficiente de la tabla. El cociente corresponderá al número de días que podremos
estar sin regar manteniendo el P.H.O.
Ejemplo: En una parcela de suelo ligero (limoso), la lluvia ha alcanzado los 9 mm.
¿Cuántos días se puede estar sin regar para que no varíen las condiciones del bulbo?
9
N 2 días
4
3. Caliza
El calcio es otro de los elementos básicos, que influye poderosamente en las
características del bulbo. Es necesario para el intercambio iónico y actúa como
regulador en la relación de la planta con la solución del suelo y el complejo arcillo-
húmico.
En suelos faltos de este elemento es necesaria su aportación, ya que el que
pueda llevar el agua puede ser suficiente como alimento, pero no como enmienda
o mejorante de las propiedades físico-químicas del suelo.
Para terminar, a modo de compendio, conviene insistir en que la actuación de
los tres factores es conjunta, existiendo otros muchos que pueden influir en algún
caso concreto, pero que los tres reseñados son los más importantes, y que no se tie-
nen que limitar los estudios agronómicos de esta técnica a aspectos meramente
físicos, como:
— Porcentajes de suelo mojado.
— Cantidad y clase de fertilizantes.
— Evapotranspiración, etc.
110
sino que se tiene que profundizar en las modificaciones que todos estos índices
pueden sufrir, por la interacción de todos los elementos, principalmente en la zona
del P.H.O. del bulbo, cosa que poco a poco ya se va reconociendo y admitiendo.
DISTRIBUCIÓN RADICULAR:
ESTIMACIÓN DE PORCENTAJES DE RAÍCES
Visitando una finca con los compañeros de Lliria, de suelo catalogado como
muy malo, sólo nos atrevimos a hacer una evaluación del 75 % del total de raíces.
En esta foto se aprovecha la erosión ocasionada por unas lluvias torrenciales, para
comprobar el desarrollo radicular en un cultivo con riego localizado desde el inicio.
111
RENOVACIÓN RADICULAR
En el cultivo arbóreo, las raíces más finas, conocidas también por «barbada»,
son también las más activas y se renuevan anualmente, igual como sucede con las
ramitas de producción de muchos frutales.
Esta renovación radicular necesaria, puede ser la causa de que si se cambia la
posición de los goteros al inicio de la temporada, antes del despertar vegetativo, el
árbol no acusa ninguna depresión, salvo que haya otros problemas limitantes,
como puede ser el exceso de sales, pero que se puede disminuir, solapando con los
bulbos del año anterior.
Entre las recomendaciones generales que se han dado en los diversos Cursos
impartidos por la C. Valenciana, está la de cambiar la posición de los goteros,
antes del inicio del ciclo, en la medida que se extiende la copa de los árboles, y
todavía no se tienen noticias de que en algún caso haya habido problemas de adap-
tación. Incluso se considera aconsejable que se alejen del tronco, según el creci-
miento lateral de la copa, de forma tal, que la nueva posición se haga coincidir con
las brotaciones más externas. En diversas pruebas se ha obtenido una respuesta de
«pizarra», al provocar un seguimiento de las raíces.
El límite de este alejamiento se alcanzará cuando el árbol «cierre», es decir,
que la copa ocupe prácticamente toda la superficie del marco de plantación, con un
aprovechamiento solar máximo.
112
Si en el diseño se han previsto dos líneas de tuberías portagoteros por cada
hilera de árboles, la separación mínima de las dos líneas más contiguas será de un
metro, por lo que resultará una banda húmeda de más de un metro de anchura, por
el medio de la «calle», cuando la plantación sea adulta.
Para que las lluvias provoquen lavados tendrían que ser copiosas y
prolongadas, variando la intensidad y el tiempo mínimo según tipo de
suelo, pues cuando su intensidad es superior a la velocidad de infiltra-
ción, se producen escorrentías con peligro de erosión, por lo que esta
agua no se puede contabilizar para los lavados ya que no se infiltra.
Por lo tanto, no toda el agua de lluvia se puede considerar efectiva a
efectos de desalinización.
115
Según el siguiente cuadro, deducido a partir de los diversos datos
experimentales que aparecen en el libro, para que sea efectiva, tendría
que serlo en tiempo y cantidad.
LLUVIA EFECTIVA
Ligeros 15 12,5
Medios 29 10
Pesados o arcillosos 42 7,5
NOTA: Se ha considerado un terreno sin pendiente, seco y que a partir de 1,5 metros no habrá peligro de ascenso de
sales.
3.a La dosis de riego siempre será superior, que cuando se riega con
agua buena, por dos razones:
— Para contrarrestar la competencia por ósmosis.
— Para alejar la zona de concentración salina.
Aunque en diversas publicaciones especializadas existen fórmulas para el cál-
culo del aumento de dosis, se considera que es difícil que incrementando la dosis,
se consiga un lavado efectivo, ya que no se tiene en cuenta algunas características
del suelo y aspectos que afectan a la solución del problema, como:
a) La competencia de absorción de agua por el exceso de sales, puede ser
variable, por estar en función del complejo arcillo-húmico. Un suelo bien
estercolado, rico en humus y arcilla, disminuirá el efecto negativo de las
sales, con tal de que se mantenga en su capacidad de campo.
b) La dosis de agua para provocar el arrastre de sales a capas más profundas,
variará con el tipo de suelo. En suelos con buen drenaje y poca capacidad
de campo (arenosos y con grava), con menos agua se provocará la lixivia-
ción (lavado). En suelos compactos, la dosis será muy superior.
En situaciones con estos problemas, que son los más limitantes que nos puedan
ocurrir, será necesario que periódicamente se hagan comprobaciones (análisis),
para saber la evolución de la concentración salina, y poder tomar otras medidas.
Al inicio se tiene que regar para mantener el equilibrio salino dentro del bulbo
y que el exceso de las sales permanezca en la periferia del mismo.
Al cabo de unas horas, en el caso de no regar, existe riesgo de romper dicho
equilibrio, penetrando sales en la zona del P.H.O.
Después de unos días se evapora el agua de la superficie provocando un
ascenso de la inmediata superior que al arrastrar las sales disueltas, saliniza la zona
radicular.
116
EFECTO DE LLUVIA COPIOSA
Al inicio se tiene que regar para Al cabo de unas horas, en el Después de unos días se
mantener el equilibrio salino caso de no regar existe riesgo evapora el agua de la superficie
dentro del bulbo y que el exceso de romper dicho equilibrio, provocando un ascenso de la
de las sales permanezca en la penetrando sales en la zona del inmediata inferior que al arrastrar
periferia del mismo. PHO. las sales disueltas, saliniza la
zona radicular.
Al principio conviene regar como Si existe un buen drenaje se Si no hay un buen drenaje, las
en el caso anterior, hasta tener la produce un lavado de sales, sales y el agua quedan almacena-
seguridad de que la lluvia arrastradas por el agua de lluvia das sobre la capa impermeable, y
alcanza las capas profundas. en su descenso. al cabo de un tiempo se produce
el efecto inverso de ascensión de
sales.
El agricultor, con riego tradicional, suele dejar pasar su turno después de una
lluvia significativa que deja la tierra en sazón.
El que usa la técnica del R.L. a goteo, también le afecta su turno diario, por lo
que se van a estudiar los diferentes factores que pueden incidir en los días a trans-
117
currir, aprovechando las tablas y datos que figuran en el libro, para dar unas cifras
orientativas, con ejemplos explicativos que son el resultado de una serie de Cursi-
llos que se desarrollaron en las décadas de los 60 a los 80, por las distintas Agen-
cias y Escuelas de Capacitación Agraria, dentro de unas limitadas pretensiones por
los escasos recursos disponibles, pero contando con el estímulo, las informaciones
y experiencias de muchos compañeros de las Agencias S.E.A.
Según Rebour, en un riego total y en tierras con un 30-40% de arcilla, las per-
meabilidades se estabilizan entre 1-2 cm/h y en tierras francas entre 3-10 cm/h.
Como todo esto es relativo, se han realizado unas comprobaciones en nuestro país,
a pesar de los escasos medios disponibles, obteniendo los siguientes resultados en
las tierras arenosas de El Perelló (Sueca-Valencia), con goteros de 4 l/h, regando
durante 15 minutos, 30 minutos y 60 minutos, es decir, variando el tiempo de riego
y por lo tanto la cantidad de agua aportada.
Por lo tanto para calcular los días que se puede dejar de regar, cuando se sigue
un programa de riego diario, se dividirán los mm, por la E.T. correspondiente.
Punto 2.° A partir de una publicación de la F.A.O. del año 68, sobre el riego
por aspersión, se confeccionó la tabla 2, de la «Capacidad de retención y de la
velocidad de infiltración con el agua útil» en suelos sin problemas de drenaje; rela-
cionando el descenso en mm por hora y el descenso en mm por cm de profundi-
dad, de lluvia intensa o riego, que nos fue muy útil en las diversas fincas colabora-
doras en Mallorca y en el Centro de Capacitación de Hinojosa del Duque y que
posteriormente se ha aplicado en el riego localizado. (Las dosis máximas en los de
buena estructura).
119
TABLA 2
Tipo de suelo Retención (mm/cm, prof.) Infiltración (mm/hora) Agua útil (A.U.)
Arenoso 0,33 a 0,85 19 a 25,5 4%
Franco-arenoso 0,85 a 1,25 12 a 19 5a9%
Franco o medio 1,25 a 1,90 10 a 12,5 10 a 15 %
Limo-arcilloso, arcilloso 1,45 a 2,10 7,50 a 10 17 a 22 %
Punto 3.° Para un suelo profundo, sin problemas de textura y estructura, se consi-
dera que a partir de los 1,5 m, ya no existen problemas de ascenso de sales y de agua.
En los cursillos se suelen poner ejercicios con varios ejemplos aclaratorios, de
todos los casos o supuestos que se pueden presentar, pero con el fin de no alargar
la exposición, se resumen las cuestiones más importantes:
1.a ¿Hasta cuanto puede descender el agua de lluvia?
a) Depende del tipo de suelo, de la pendiente, del laboreo reciente y de su
riqueza en materia orgánica.
b) Depende de la cantidad de lluvia y de la intensidad de la misma.
En cuanto al tipo de suelo, nos fijaremos en la tabla 2. La riqueza en materia
orgánica favorece la retención, muy importante en secano y en los suelos arenosos;
la pendiente es un factor negativo, pues además de la erosión, disminuye la reten-
ción del agua, provocando escorrentías.
Tanto la cantidad como la intensidad de lluvia producen variaciones en su
aprovechamiento.
2.a ¿Se produce un lavado de sales?
En los ejemplos desarrollados, incluso con lluvias de 80 mm, excluyendo los
suelos arenosos, el frente salino no desciende lo suficiente para producir lavados,
por lo que con el riego localizado, es muy difícil que se solucione la recuperación
de suelos salinos. Otra cosa diferente es el mantener un grado de humedad en el
bulbo que evite los problemas de ósmosis de las sales.
En el clima mediterráneo del litoral, a partir de finales de verano-otoño, suelen
haber épocas de temporal, donde está lloviendo ininterrumpidamente durante
varios días, por lo que sí se puede producir un lavado de sales.
120
TEMA 7
El agua es el principal alimento que toma la planta del suelo, por lo que desde
siempre, el agricultor ha procurado proporcionarla en la cantidad y frecuencia que
ha considerado mejor.
En el agua de riego, además de buscar un ahorro por ser un bien escaso, se
tiene que procurar el mantener una calidad que la haga apta para el riego, especial-
mente cuando se trata del riego localizado a goteo, donde las posibilidades de lixi-
viación de sales son muy escasas.
La aptitud de dicha agua para el riego viene determinada por una serie de fac-
tores, como:
— Calidad: Características físicas y químicas de la misma.
— Tipo y condiciones del suelo.
— Idem del cultivo.
— Manejo del riego.
CALIDAD
1. Características físicas
Se refiere a las materias o sustancias que llevan en suspensión y puedan pro-
ducir problemas a la instalación, como:
— Tierra: Arena, limo y arcilla.
— Materia orgánica muerta: Restos de plantas y animales, plásticos, etc.
— Materia orgánica viva: Insectos, algas, bacterias, etc.
— Aguas residuales: Detergentes, grasas y aceites minerales y otras impurezas.
121
2. Características químicas
En los análisis se procura incluir el máximo de elementos químicos, pero dis-
tinguiendo ya, aquellos que van a afectar más al suelo y/o la planta.
Aunque parezca obvio, cuando se lleve una muestra para analizar a una farma-
cia, indicar que el agua es para regar y no para beber.
Las características que conviene tener más en cuenta, cuando se vaya a utilizar
esta técnica, son:
— El pH.
— El contenido total de sales.
— El contenido de sodio (Na) con relación al calcio (Ca) y al magnesio (Mg).
— El contenido de iones tóxicos, como cloro (Cl), sodio (Na) y boro (Bo).
— El contenido de metales pesados, cuando se analicen aguas residuales.
— El pHc, de gran trascendencia cuando se utiliza esta técnica de riego.
Pero para aguas de peor calidad (a partir de 3 dSm/m), como son las que tienen
en la Vega Baja del Segura, Juan José Martínez Nicolás, de la Politécnica de
Orihuela, indica que sería más correcto usar el 0,83 por término medio. Si el con-
tenido en sulfatos fuera superior que el de cloruros, el coeficiente más exacto sería
0,90 y, si predominan los cloruros sobre los sulfatos, sería el 0,78.
Además de emplear los gramos/litro, se usan otras unidades mil veces inferio-
res, como:
miligramo /litro (mg/l) o su equivalente ppm (partes por millón)
3.° Como las sales se encuentran en forma de iones, los resultados de los
análisis, en ocasiones vienen expresados en miliequivalentes por litro (meq/l) o en
milimoles (mmol).
Para poder saber la correspondencia o equivalencia en peso, se puede consultar
la tabla adjunta.
1 milimol = peso molecular (en mg)
Por ejemplo: ¿Cuántos meq/l de cloruro sódico hay en un agua en cuyo análi-
sis se indica que tiene 650 mg?
123
El cloruro sódico o sal común está formada por los iones Cl– y Na+, cuyo peso
molecular es 35,5 + 23 = 58,5 y su valencia es 1.
650 mg
Luego el nº de meq/l será = = 11 meq/l
58,5 (Pm.)
valencia
que indica que es un agua de calidad regular-mala.
Ejemplo 2.° En la misma muestra anterior, interesa saber los milimoles que
contiene de sodio.
3.° El miliequivalente por litro (meq/l) es la milésima parte del peso molecu-
lar o atómico de los iones, divididos por su valencia, en un litro.
Ejemplo 4.° El cloruro sódico tiene de peso molecular 58,5 y de valencia 1.
Luego el meq/l será:
58,5
1 meq/l 0,0585 g/l ó 58,5 mg/l.
1 × 1.000
Riesgo de salinización
Por la conductividad eléctrica (C.E.) del agua, se calcula el riesgo de saliniza-
ción del suelo, según el cuadro siguiente:
125
C.E. (micromhos/cm) Riesgo de salinidad
Menos de 750 Bajo
750 a 1.500 Medio
1.500 a 3.000 Alto
Más de 3.000 Muy alto
Sin embargo, todos estos índices sólo nos pueden servir como referencias indi-
cativas, ya que en el suelo concurren otras circunstancias, como la técnica del
riego, un buen drenaje que posibilite lavados, etc.
En terrenos arcillosos, se considera que a partir de los 1.500 micromhos ya hay
riesgo.
En terrenos arenosos, de fácil drenaje y con posibilidad de efectuar lavados,
sólo se considera que puede haber riesgo a partir de los 2.000 micromhos.
En la Vega Baja del Segura, con los problemas de vertidos que tiene ese río, se
está regando con aguas de más de 5.000 micromhos.
S.A.R. o R.A.S.
Indica la proporción en que se encuentran los cationes de sodio con los de
calcio y magnesio, que tienen una acción contraria en la buena estructura del
suelo.
El límite de tolerancia es 10.
Ejemplo. En un análisis del agua, los resultados obtenidos son los siguientes:
Ca ++ 6,35 meq/l
Mg++ 3,54 “
Na+ 4,00 “
CO3= 0,00 “
HCO3– 4,56 “
S.A.R 1,8 “
1.er término. (Ca++ + Mg++ + Na+) = 6,35 + 3,54 + 4,00 = 13,89; según la tabla,
corresponde a un valor de 2,3
2.° término. (Ca++ + Mg++) = 6,35 + 3,54 = 9,89; según la tabla, corresponde a
un valor de 2,3
3.er término. (CO3= + HCO3–) = 0 + 4,56 = 4,56; según la tabla, corresponde a un
valor de 2,35
El pHc resultante = 2,3 + 2,3 + 2,35 = 6,95 que al ser menor de 8,4 no hay
riesgo de lixiviación de calcio.
El S.A.R. ajustado = 1,8 × [1 + (8,4 – 6,95)] = 4,41.
129
CLASIFICACIÓN DE LAS AGUAS SEGÚN S.A.R. AJUSTADO Y C.E.
(Rhoades, 1972)
Según Ayers y Westcot, a los valores obtenidos, se les debe aplicar un factor de
corrección de 0,5, por lo que recomiendan la utilización del S.A.R. corregido.
S.A.R. corregido
Supone además del S.A.R., la existencia de Ca en el suelo y en la no precipita-
ción del Mg.
Con este índice (SAR°), se prevé mejor los problemas de infiltración debido al
exceso de Na y a la carencia de Ca.
Estos valores se determinan mediante tablas. («La calidad del agua en la agri-
cultura». Estudio FAO Riego y Drenaje. 9. Rev. 1. 1987, págs. 9 y 65).
CSR
Indica la existencia de carbonato sódico residual, que es lo que más degrada
los suelos.
El límite de tolerancia es de 2 miliequivalentes por litro.
Dureza
Se refiere al contenido de calcio y magnesio, y se mide por grados franceses.
En suelos sódicos está muy indicado el empleo de aguas duras o calizas.
130
En el riego de pie no representa ningún inconveniente, incluso puede servir como
fertilizante, pero en el riego a presión por goteros, no es conveniente pasar de los 50
grados franceses, pues se pueden producir obturaciones en las tuberías y emisores.
Por lo tanto, las aguas con superior grado, se tienen que acidificar o bien
emplear abonos ácidos.
El Departamento de Agricultura de EE.UU. emplea los siguientes cuadros para
la valoración y clasificación de las aguas de riego:
Clasificación de las aguas para regar
131
Valoración de aguas de riego
0 10 100 100
1 20 200 1.000
2 30 300 2.000
3 40 400 3.000
4 50 500 4.000
5 60 600 5.000
6 80 800 10.000
7 100 1.000 20.000
8 120 1.200 30.000
9 140 1.400 40.000
10 160 1.600 50.000
2. Especies sensibles
Pueden llegar a tolerar hasta los dos gramos por litro.
Limonero, naranjo y manzano.
133
3. Especies resistentes
Toleran hasta los tres gramos por litro.
Albaricoquero, almendro, higuera, olivo, membrillero, alcachofa, col,
pimiento, cebolla, zanahoria, patata, tomate y maíz.
Dado que todos los datos y características que se le van a atribuir al agua, pro-
ceden de la muestra analizada, es fundamental extremar el cuidado en la toma de
dicha muestra, para que sea absolutamente representativa, por lo que cuanta más
cantidad se tome para la muestra, mayor será su representatividad, aconsejándose
coger unos 5-10 litros, para luego llenar la botella de litro. Además, según mi com-
pañero de la Escuela de Barcelona, Ramón Molné, en la reunión de Lérida, me
hizo la advertencia, de que en aguas estancadas, como la de los pantanos, las
muestras se deberían tomar a la profundidad de salida del agua y no de la superfi-
cie, ya que las capas superiores tienen menos porcentaje de sales, por lo que no son
representativas.
En la actualidad, han aparecido en el mercado pequeños instrumentos, muy
cómodos y fáciles de manejar, que rápidamente nos dan unos índices, que permi-
ten disponer de un primer avance del tipo de agua con la que se va a regar desde la
misma finca.
Pero cuando se necesiten muchos datos, la muestra se tiene que llevar a un
laboratorio especializado, siguiendo las siguientes normas:
a) Se toma una botella de un litro, con tapón de plástico o de corcho parafinado.
b) Si la muestra es de un pozo, se pone en marcha media hora antes de llenar
la botella, para que se limpie la tubería y no lleve impurezas.
c) Si se trata de aguas superficiales, se toma a medio fondo, en lugares que
no haya barro ni arrastres.
134
d) Si se trata de agua estancada (grandes embalses), el mayor porcentaje de
sales se encuentra en las capas más profundas (Ramón Molné, Escuela de
Barcelona), por lo que la toma de muestra desde arriba, no es representa-
tiva.
e) Una vez bien tapada la botella, se pegará una etiqueta indicando su origen
y quién la expide, así como todos los datos que interesa conocer. El no
atender esta indicación puede ser causa de confusiones e inutilizar todo el
trabajo.
1. Aguas superficiales
1.1. De manantiales, ríos, barrancos, canales y acequias.
1.2. Aguas residuales.
1.a La pared de entrada queda unos 40 centímetros más baja que el nivel
superior de las aguas procedentes de la depuradora. Para prevenir posi-
bles arrastres de cañas u otros materiales extraños, se colocaría también
una rejilla o malla.
2.a La pared opuesta sí que tendría de altura el mismo nivel que las aguas del
canal de entrada o, incluso, un poco superior, para evitar desbordamientos
en días de mucho caudal.
En la parte inferior se instala una reja de hierro, que no deje pasar la
grava que pueda arrastrar el agua en su salida hacia la primera balsa.
3.a En la primera balsa, el agua entraría principalmente por la rejilla inferior,
atravesando la capa de grava, pero también filtrando a través de los blo-
ques de hormigón poroso de la pared.
En esta balsa, se van sedimentando todos los lodos que aún pueda
contener. Para facilitar esta sedimentación o floculación, periódicamente
se añadirá un gramo de sulfato de cobre y otro de sulfato de hierro por
cada metro cúbico de agua entrada.
Para la extracción de lodos se puede construir un aliviadero o desagüe
para su limpieza manual.
137
4.a La segunda balsa es la de desinfección y se comunica con la anterior por
una pared impermeable, que tiene una altura inferior en 50-70 cm para
facilitar el paso del agua por la parte superior.
Dado el origen del agua, es conveniente clorarlas, añadiendo un producto
comercial, a razón del equivalente de medio gramo de cloro por cada metro cúbico
de agua a tratar.
Periódicamente o cada mes, se echará la lejía, teniendo la precaución de darle
tiempo para que se evapore el cloro, antes de su utilización para el riego, especial-
mente cuando se trata de cultivos sensibles como los agrios.
A partir de aquí, ya se podría instalar el equipo motobomba, para el riego de las
parcelas.
Antes de terminar, se considera conveniente el recordar que todos estos cuidados y
recomendaciones previas a la utilización de esta clase de aguas, se hacen con el objeto
de evitar contaminaciones y malos olores, que suelen afectar las zonas donde se riega,
aumentando su importancia si las aguas tienen que quedar un tiempo embalsadas.
Para evitar la proliferación de algas, en las albercas se pueden poner peces,
como carpas o tencas, que tienen una gran capacidad de adaptación, y es una solu-
ción natural de mantener las aguas limpias.
El uso posterior de sulfato de cobre, ya no es tan recomendable, pero si no hay
más remedio, no se debe pasar del gramo por metro cúbico, pero probando antes si
es suficiente con medio gramo.
Finalmente, se adjunta un croquis de una depuradora de una casa de campo en
Son Maciá (Mallorca), donde al señor Guillermo Adrover le servía para aprove-
char las aguas residuales.
Aguas procedentes
de los desagües
Tapa registro
Ø 30
0,60 0,60
139
— Calcio (Ca++ mg/l) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 192,6
— Magnesio (Mg++ mg/l) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51,2
— Sodio (Na+ mg/l) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 230,2 (máx. 300)
— Potasio (K+ mg/l) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4,2
— Boro y amonio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Exentos
— Dureza total (grados franc.) . . . . . . . . . . . . . . . . . 69,3 (muy dura)
— SAR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,8 (máx. 10)
— SAR ajustado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9,7
141
2.2. Del «Litoral» o «Marina»
Tienen un origen parecido al caso anterior, ya que son las mismas aguas, des-
pués de realizar un mayor recorrido por las capas interiores de la tierra.
Suelen ser más ricas en sales, pues a las existentes en el caso anterior, se unen
las aguas de drenaje, más o menos contaminadas, y las de procedencia por intru-
sión marina, que aunque se encuentren en un nivel inferior, pueden subir por el
efecto de «esponja».
En una situación normalmente equilibrada, el agua «terrestre» baja desde la
zona de montaña, con tendencia a infiltrarse hacia las capas profundas, e incluso, a
penetrar en el espacio influenciado por el mar. Allí su movimiento es contrarres-
tado por el empuje del agua marina, creándose una zona de equilibrio que se man-
tiene perfectamente, hasta que se abusa con las extracciones. Este desequilibrio
provoca un «vacío» que ocupan las aguas marinas, produciéndose un avance de
estas aguas, que poco a poco pueden salinizar una gran zona, como ha ocurrido en
Sant Jordi (Mallorca) y Denia (Alicante).
No es raro que perforaciones que en un principio disponían de agua buena, al
cabo de un tiempo de abuso, sean inadecuadas para el riego por el exceso de sal,
como se comprueba en el reciente análisis de un pozo de Teulada (Alicante), cerca
de la playa de Moraira, que antiguamente era potable, o al menos se usaba para el
consumo humano y del ganado.
— Conductividad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,38 mmhos/cm
— Cloruros (Cl–) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 582,2 mg/l (máx. 500)
— Sulfatos (SO4=) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125,1 mg/l
— Magnesio (Mg++) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39,7 mg/l
— Sodio (Na+) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 230,9 mg/l
— Dureza total . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67,2o F (máx. 54)
— SAR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,9 (máx. 10)
— SAR ajustado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9,8
142
Ha de lograrse una utilización racional y una protección adecuada del recurso (Prólogo Ley de Aguas).
143
TEMA 8
145
Durante los años que se estuvo haciendo un seguimiento de los distintos culti-
vos arbóreos, principalmente en las fincas de «Les Torretes» (80 ha) entre Pená-
guila y Benilloba, Más Nou (20 ha) de Jijona y Más de Roc (60 ha) de Ibi, todas
ellas en la comarca interior de Alicante, conocida por La Montaña (Anejo 2), ade-
más de las aportaciones posteriores de colaboradores, se han llegado a una serie de
conclusiones de exigencias en necesidades hídricas anuales para el riego locali-
zado, con el cultivo en plena producción y ocupando prácticamente toda la superfi-
cie, que se indican en la clasificación siguiente:
1. Climáticos
Normalmente se dispone de una serie de parámetros o datos que proporcionan
las Estaciones Meteorológicas, referentes al punto donde está ubicada la Estación,
que combinándolos con los de otras Estaciones, se consideran como buenos para
una comarca o región.
Por lo tanto, «los datos climáticos» se suelen referir a una superficie muy
amplia, cuando deberían ser sólo de un paraje, o mejor, referirse al microclima de
la parcela a estudiar.
— Temperatura.
— Insolación o número de horas de sol.
— Radiación solar.
— Humedad ambiente y pluviometría.
— Viento.
— Evaporación.
— Demás condiciones locales.
149
Velocidades máximas de desecación
Clima Evapotranspiración
(mm/dia)
2. Suelo
Lo principal es la «capacidad de campo» que, como sabemos, depende de la
textura y estructura, pero sin olvidar el complejo arcillo-húmico y la caliza, que
pueden contribuir mucho en la retención de agua.
Normalmente se parte de situaciones «normales», con suelos «uniformes», etc.,
pero ¿es real esta «uniformidad»? Todo el mundo está cansado de observar que den-
tro de una parcela e, incluso, con los emisores correspondientes a una misma planta,
existen diferencias, a veces bastante significativas, en las relaciones SUELO/
AGUA. Un pisotón en la zona del bulbo, ya puede producir grandes variaciones.
Hechas estas advertencias ya podemos continuar con los factores que pueden
influir en la programación:
— Textura y estructura. Porosidad.
— Profundidad.
— Tipo de subsuelo.
— Pendiente.
— Otras características físico-químicas: Materia orgánica, salinidad y caliza.
Textura y Estructura. Como se ha indicado, influye en el almacenamiento,
infiltración, retención, difusión lateral y velocidad de descenso. Es un factor deci-
sivo en la elección del sistema de riego, caudal y tipo de emisor.
Profundidad y tipo de subsuelo. Si existe una capa impermeable, la dosifica-
ción debe ser mucho menor y la frecuencia estará en función a la profundidad.
Pendiente. Puede influir negativamente en la forma del bulbo y disminuir la
infiltración, provocando pérdidas por escorrentía, por lo que se debe procurar que
no supere el 5 %.
Aunque con el empleo de esta técnica, en los terrenos con pendiente no es
necesario un abancalado perfecto, al menos, en las labores preparatorias, se tienen
que construir terrazas a nivel, que como mínimo, conservarán el suelo, tanto al
regar como por las lluvias. A estas terrazas se les puede dar una ligera pendiente
del orden del 1 al 3 por mil, para evitar acumulaciones o bolsas de agua que pue-
den provocar roturas y pérdidas de suelo.
150
Otras características físico-químicas. Los suelos calizos con un buen com-
plejo arcillo-húmico retienen mejor la humedad. Los salinos requieren más agua.
3. Planta
En los primeros años se daba mucha importancia a diferenciar las dosis de
agua entre los diferentes cultivos, pero poco a poco, otros factores han ido demos-
trando que pueden ser más influyentes.
Los árboles frutales no tienen las mismas necesidades antes que después de la
recolección. Como norma y especialmente cuando el agua escasea, aconsejamos
reducir la dosis de riego a la mitad terminada la recolección, es decir, suministrar
una dosis de mantenimiento que permita el agostado de la madera, y no se resienta
la producción del año próximo.
Además del género, especie y variedad, se tiene que contar con:
— Desarrollo y producción.
— Técnica de cultivo.
— Período vegetativo.
— Necesidades específicas.
Aquí se puede afinar más en el cálculo, pues es más fácil poder comparar.
Todo ello combinado y con la experiencia del técnico asesor.
Conclusiones
Las conclusiones sacadas en las numerosas experiencias de más de treinta
años, se pueden resumir:
1.a Aumentar la densidad de plantación, a medio plazo no es conveniente.
Existen muchos problemas de iluminación, raíces, etc., tratamientos,
poda y recolección, que lo hacen desechable. En viña para vino, puede
que sea una excepción para mejorar la calidad.
153
Es preferible el marco normal, esmerándose en los cuidados necesa-
rios, para favorecer el desarrollo de la copa.
2.a La poda se limitará a lo imprescindible, es decir chupones y ramas cruza-
das que no se puedan aprovechar, dejando las formaciones bonitas para
los aficionados.
3.a El árbol que se hace padecer durante los primeros años, es un árbol
«envejecido», que difícilmente será rentable. Se podrían exceptuar los
naranjos nucelares en período juvenil.
La tercera fase no suele ser rentable, por lo que se arrancan o se hacen podas
exageradas a base de rebajes, para estimular brotaciones vigorosas que vuelvan a
dar frutos de calidad unos pocos años. Los naranjeros valencianos aprovechan
estas brotaciones para hacer reinjertadas continuas. Con los pies americanos que se
utilizan actualmente, puede que también se tenga que desechar esa costumbre.
10,16
NECESIDAD CONSTITUTIVA EN mm/día
7,62
5,08
2,54
a b c d e f g h i j k l
0
15,24 20,32 20,32 25,40 25,40 30,48 33,02 38,10 43,18 48,26 55,88 60,96 66,04 68,58 68,58 66,04 58,42 58,42 50,80 40,64 58,02 30,48 20,32 15,24
ENERO FEBRERO MARZO ABRIL MAYO JUNIO JULIO AGOSTO SEPTIEM. OCTUBRE NOVIEMB. DICIEMB.
VIÑEDO
NECESIDAD CONSTITUTIVA EN mm/día
10,16
SARMIENTOS
DE 122CM
SARMIENTOS
2,54 DE 61 CM
CONSUMO ESTACIONAL 498.57 mm = 4985.70 m3/Ha
a b c d e
0
23,11 25,14 41,91 68,32 103,63 69,85 80,51 86,10
MARZO ABRIL MAYO JUNIO JULIO
155
ESTADOS FENOLÓGICOS
156
Desarrollo de los órganos de fructificación de los árboles frutales
(Varias publicaciones)
157
Estados-tipo del manzano
Según J. Fleckinger
yema propiamente dicha
botón de flor
(Varias publicaciones)
158
Estados tipo del ciruelo
Todos los pétalos han caído; El collarín se desprende y El fruto crece rápidamente y
la base del cáliz comienza a termina por caer. adquiere los caracteres de la
engrosar, ha cuajado el variedad.
fruto. (Varias publicaciones)
159
Estados tipo del almendro
Según A. Felipe (Dibujos de A. Ramos)
(Varias publicaciones)
160
Estados tipo del cerezo
Según A. Baggiouni
(Varias publicaciones)
161
Estados tipo del olivo
Según Caballero, Alvarado, Benito y Jiménez (Dibujos de J. Benito)
(Varias publicaciones)
162
Estados tipo del naranjo
Según M. Manteiga y E. González-Silicia
Brotadura originada por Aparece la corola. Se ven los estambres. Primera flor.
yema de madera.
Plena floración. Caída de los pétalos Frutos cuajados. Crecimiento del fruto.
(Varias publicaciones)
163
Estados tipo del limonero
Según M. Manteiga y E. González-Silicia
Brotadura originada por yema Aparece la corola. Se ven los estambres. Primera flor.
de madera.
Plena floración. Caída de los pétalos. Frutos cuajados. Crecimiento del fruto.
(Varias publicaciones)
164
Además de todos estos esquemas, se ha considerado conveniente insistir en
alguno de ellos, como:
Parada vegetativa
Puede producirse por:
— Falta de temperatura (reposo invernal).
— Falta de humedad (verano).
— Por las dos causas.
Normalmente no se concede demasiada importancia a la «Parada vegetativa» y,
sin embargo, se admite que es lo que más va a influir posteriormente en la cosecha.
Durante la parada de invierno, como las temperaturas no alcanzan los mínimos
necesarios para la actividad radicular, en árboles de hoja caduca no es necesario el
riego, salvo en el caso de un invierno excesivamente seco y falte un mes para el
inicio de la brotación.
En árboles de hoja perenne, como es el caso de los naranjos, tampoco interesa el
riego, ya que conviene el perfecto agostado de la madera y que se verifique el fenó-
meno de la inducción floral en esa época. Sin embargo, esto no siempre es posible,
pues hay otros intereses más importantes, como puede ser el que haya fruto y se
deba regar para que continúe engordando. También se agrava el problema si se pre-
sentan vientos secos, capaces de provocar déficit hídrico en hojas y frutos, con
caída y mustiado de los mismos, así como otros desarreglos vegetativos.
En estos casos se debe dar algún riego complementario. Como debe hacer
tiempo que se ha terminado el programa o «planning», éste tiene que ser copioso,
como si se tratara del primer riego de cada año.
En otro tipo de frutales de hoja perenne, como el níspero, la parada se provoca
en verano por falta de agua, siendo fundamental para la floración y producción
futura.
El correlacionar toda esta serie de «intereses contrapuestos» de los frutales es
lo que nos hizo confeccionar, por los años 70, «plannings» de riego de 12 meses
anuales tanto para almendros como para naranjos ya que, además, en la bibliogra-
fía existente por aquella época, también daba esa impresión, por lo que se tuvo que
ir poco a poco, a base de medios fracasos, hasta conseguir «cuadrar» las épocas
anuales de los programas por cultivos.
Durante el invierno, relacionado con las bajas temperaturas, estas yemas conti-
núan formándose y hoy en día es frecuente que cuando sale una variedad nueva,
también se indique su exigencia en «horas de frío» o de «reposo invernal», preci-
samente para evitar los fracasos de poner árboles que no se adapten a las condicio-
nes climáticas del lugar pues para que la evolución de la yema sea completa, se
precisa un determinado número de «horas de frío», y esto es diferente según frutal
y variedad.
La evolución más compleja es la de los frutales de «pepita». Al principio, si la
yema recibe mucha savia, evoluciona a yema de madera, dando lugar a un brote.
Si recibe poca savia evoluciona a yema de flor, dando lugar a un conjunto de flo-
res, pero si recibe muy poca savia, quedará en estado latente, pudiendo evolucio-
nar al año siguiente, como si fuera el primer año, es decir, si recibe mucha savia a
madera, si recibe poca a flor y si no recibe savia o muy poca, puede continuar
latente o se seca. Por lo tanto, en este tipo de frutales, la floración y producción
suele estar en madera de dos y tres años.
En los árboles de «hueso» y en nogal, cítricos y olivos, la floración y produc-
ción se produce en ramos del año anterior o en la prolongación del mismo en esa
primavera.
Dentro de la «inducción» se distinguen dos fases. La primera se considera
reversible, ya que si se interrumpen las condiciones que han provocado la induc-
ción, la yema vuelve a madera. La segunda fase se considera irreversible, ya que la
yema no vuelve a madera, aunque se interrumpan las condiciones que han provo-
cado la inducción floral, pudiendo originar «flores vegetativas», es decir, que
teniendo el aspecto externo de verdaderas flores, les falta completar los órganos
sexuales, resultando estériles. Este fenómeno es muy común en variedades exigen-
tes en horas de frío, cultivadas en zonas templadas.
Por lo tanto, se tienen que conocer las exigencias de la variedad y si no se dis-
pone de más datos climatológicos de la finca, habrá que recurrir a la fórmula que
relaciona la temperatura máxima y la mínima de cada día, durante un periodo de
varios años, contabilizando las horas que durante el periodo invernal, la tempera-
tura esté por debajo de los 7 grados, aunque más recientemente ya se indican que
cuentan hasta los 14°, con las correcciones oportunas. En el caso concreto de los
167
nogales, en el invierno del 2007, se han observado algunas anomalías, en una par-
cela de ensayos de Sueca, por lo que no se ha regado ni abonado en todo el año y al
disminuir su actividad vegetativa, intentar incrementar el reposo, siendo prema-
turo sacar conclusiones.
En general las yemas de las ramas débiles e inclinadas de la base de la copa,
tienen la tendencia a ir a flor, por recibir poca savia, pero por el mismo motivo,
puede que se sequen.
168
(cont.)
169
170
TEMA 9
MÉTODOS DE CÁLCULO
Después de todas las observaciones y recomendaciones hechas sobre el agua,
sólo queda tratar sobre el cálculo de la dosis de riego.
Los métodos usados son cada vez más perfectos, y dentro de poco se basarán en
la implantación de sensores en determinadas plantas-tipo, que serán indicativos para
el cálculo de las dosis reales de riego; pero aunque se disponga de todos los adelan-
tos imaginables, en un ambiente natural de clima y suelo, donde los factores influ-
yentes son tan variables, siempre será necesaria la aportación puntual del agricultor
y/o técnico experimentado. En las publicaciones especializadas se recomiendan
varios métodos, pero el que tiene más aceptación a nivel oficial, es el Método del
tanque evaporímetro, por ser el modelo americano más fácil para la toma de datos.
Todos los métodos utilizados parten del concepto de la evapotranspiración
anterior y aplicando una serie de coeficientes correctores, se estiman las dosis de
riego según cultivo. Por lo tanto tienen un valor orientativo, que el técnico o el
agricultor, puede variar según circunstancias.
En instalaciones muy complejas, como las estaciones agroclimáticas, actual-
mente para la programación se usan sensores de medida de humedad, mediante las
sondas capacitivas, consistentes en una barra de anillos concéntricos a diferente
profundidad, conectados a un circuito electrónico.
Como es fácil encontrar todos los datos y coeficientes en la numerosa biblio-
grafía y revistas especializadas, vamos a prescindir de indicarlos aquí.
3. Método de radiación
Está muy indicado para programaciones válidas de 10 días.
Los datos necesarios para los cálculos, son:
— Insolación o nubosidad.
— Radiación.
— Temperatura.
— Información general sobre humedad y vientos.
Tanto para el riego como para el abonado, se están imponiendo unos progra-
mas orientativos, que facilitan la dosis diaria durante todo el ciclo anual, por uni-
dad de superficie.
Todos los métodos empleados, se basan en una serie de supuestos, para deter-
minadas condiciones ambientales y fisiológicas, que intentan asemejarse lo más
posible a lo que va a suceder en la realidad.
Sin embargo, no se debe olvidar que se apoyan en datos medios del clima, por
lo que se deben corregir para todos los casos extremos que se den a lo largo del año.
Por lo tanto, el programa anual de riego tiene un carácter orientativo, que puede
variar a lo largo del ciclo vegetativo, ya que no se puede predecir qué días va a llo-
ver, y mucho menos qué cantidad de litros van a caer en dichos días. No obstante,
cuando se da esa circunstancia, están previstas unas reducciones en los Anejos.
Anualmente en cada «planning», se distinguen perfectamente dos situaciones:
— Primer riego.
— Riegos sucesivos durante el ciclo anual
1. Primer riego
Al inicio de la programación, se tiene que dar un primer riego, que garantice
la formación de un bulbo o volumen húmedo, lo suficiente grande y profundo, que
permita el desarrollo y brotación de numerosas raíces activas.
Para los cálculos, no se tiene en cuenta el agua existente, por lo que se consi-
dera un suelo completamente seco.
La cantidad de agua a echar será igual al espacio que ocupan los poros del
volumen mojado del suelo, es decir, dependerá de:
— La superficie mojada.
— La profundidad alcanzada.
— La capacidad de campo.
Se quiere resaltar, que lo principal es calcular la duración, o tiempo necesario,
para que el agua alcance la profundidad de la mayoría de las raíces.
En diferentes publicaciones se indica que los frutales tienen la mayoría de las
raíces activas en los primeros 70 cm aunque podría ser excesivo, cuando se trata
de árboles trasplantados, por lo que se considera 40 cm, la profundidad del
máximo de raíces. Para los cultivos hortícolas, se consideran 20 cm. Siempre que
no haya impedimentos importantes, se puede generalizar para todos los cultivos,
ya que, además, existe un margen positivo en dichos cálculos, por el «sobrante» de
agua que contienen los microporos.
174
a) Para parcelas llanas y suelo sin labrar
Para el riego localizado, sin solapes, se ha confeccionado una fórmula sencilla,
que experimentalmente nos ha dado buenos resultados, en el cálculo del tiempo
necesario en horas, partiendo de los conceptos elementales:
Q
V = S × Pf × Cc V=Q×t S
i
i
Pf t ·
Cc
Cc
t Pf
i
Pf · Cc
t=
i·α·ϕ
= coeficiente reductor en función de la pendiente.
ϕ = coeficiente según profundidad de las labores (de 1 a 3).
175
44%
30 cms
26%
60 cms
15%
90 cms
15%
Menos del 5 % . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
Del 5 al 6 % . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,9
Del 7 al 8 % . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,8
Del 9 al 10 % . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,7
Del 11 al 12 % . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,6
Del 13 al 15 % . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,5
Del 16 al 20 % . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,4
Más del 20 % . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,3
Ejemplos aclaratorios
Ejemplo 1.° Parcela prácticamente llana, con suelo de consistencia media o
franca; plantada de viña en plena producción.
1.° Calcular la profundidad que alcanzará el agua en un 1.er riego, al cabo de
7,5 horas, con goteros de 4 l/h.
176
Según tablas: • Cc = 1,50 mm/cm
• i = 12,5 mm/h
i 12,5 mm/h
Pf = t · = 7,5 h × = 62,5 cm
Cc 1,50 mm/cm
2.° En la misma parcela interesa que el bulbo húmedo alcance una profundi-
dad mínima de 50 cm ¿Cuánto tiempo tiene que durar el primer riego
como mínimo?
Como interesa garantizar una profundidad mínima, se eligen los coefi-
cientes más desfavorables.
• Cc = 1,50 mm/cm
• i = 12 mm/h
Pf · Cc 50 cm × 1,5 mm/cm
t= = = 6,25 = 6 h y 15 minutos
i 12 mm/h
t · i 10 h × 12 mm/cm
Pf = = 80 cm
Cc 1,50 mm/cm
4.° Si el suelo fuera franco arenoso y el primer riego tuviera una duración de
10 h. ¿A qué profundidad llegaría el agua?
Consultando tablas • Cc = 1 mm/cm
• i = 16 mm/h
10 h × 16 mm/cm
Pf = = 160 cm
1 mm/cm
5.° Si la parcela tuviera una pendiente del 6% y estuviera recién desfondada
para romper la «suela» y su textura fuera franca. ¿Cuánto debe durar el
primer riego para que el agua alcance los 70 cm?
Consultando tablas (ϕ = 2)
a = 0,9
Cc = 1,50 mm/cm
i = 12,5 mm/h
Pf · Cc 70 × 1,50 mm/h
t= = = 4,67 = 4 h y 40 min.
i·α·ϕ 125 · cm × 0,9 × 2
Pf · Cc 70 × 1,80
t= = = 7,875 horas = 7 h. y 52 minutos
i·α·ϕ 8×1
70 × 1,80
t= = 15,75 horas = 15 horas y 45 minutos.
8×1
Arenosos 2 riegos con 1 hora de intervalo Cada riego de 1/2 hora Cada riego de 1 hora
Ligeros y limosos De 1 a 2 horas De 3 a 4 horas
Medios o francos De 3 a 4 horas De 4 a 5 horas
Pesados y arcillosos De 4 a 5 horas De 5 a 8 horas
178
La flexibilidad de las horas es para simplificar los tipos de suelo, dejando al
buen saber de cada agricultor, la duración más conveniente para su parcela, dentro
del intervalo.
2. Riegos sucesivos
Para calcular la dosis de agua diaria, previamente se toman los siguientes
datos:
— Tipos de suelo.
— Tipo de cultivo y variedad.
— Tipo de emisor.
— Porcentaje de malas hierbas.
— Superfie de la parcela.
— Número de plantas.
— Marco de plantación.
— Marco útil o porcentaje del marco de plantación sombreado por la copa.
Marco útil
Para calcular el «Marco útil», se saca la media de la superficie sombreada
(Proyección de la copa sobre el suelo) de varias plantas. En hortícolas, como el
desarrollo es muy rápido, se toma al principio un 50 % del marco de plantación,
llegando al l00 % a la mitad del ciclo. En arbóreos, al principio de cada año, se
saca la media de varios árboles representativos, midiendo la longitud y la anchura
de la copa de cada árbol elegido. Para cítricos se miden desde las brotaciones más
externas. Para frutales de hoja caduca, las medidas se toman antes de la poda. Para
las formas apoyadas (plantaciones intensivas), una de las medidas es la longitud
total de la hilera, y la de la anchura dependerá del tipo de cultivo pero como
mínimo el 50 %, y a partir del tercer año, se puede considerar cercana al 100 %.
179
El límite máximo del marco útil (MU), será el marco de plantación (MP).
Con marcos de plantación normales, durante el primer año, el MU mínimo será
de un metro cuadrado, teniendo durante los tres primeros unos consumos propor-
cionalmente superiores por unidad de superficie, para compensar la mayor evapo-
ración por el calentamiento del suelo, como se indica más adelante.
Superficie útil
La superficie útil (SU) de la parcela, es el resultado de multiplicar el MU por el
número de árboles o plantas.
Ejemplo: Calcular el MU y la SU de una parcela cuyos lados miden 30 y 45 m,
plantada de frutales, con un MP de 5 5 m, tal como aparece en el croquis de
campo, donde se indica el número de hileras y el número de árboles en cada hilera.
Si hubiera hileras con menor número de árboles, se indicarían aparte.
Técnica operatoria
1.a Se escoge una muestra del 10 % (5 árboles), de los más grandes, ya que
interesa favorecer al máximo el desarrollo de los más atrasados.
Si son naranjos, se tomarán las medidas desde los brotes más exter-
nos, resultando:
a×b 3,5 × 3,5 12,3 m2
a×b 3,2 × 3,5 11,2 m2
a×b 3,5 × 3,7 12,2 m2
a×b 3,7 × 4,2 15,5 m2
a×b 4,0 × 4,2 16,8 m2
Total 68 m2
La media será:
68
MU 13,6 m2
5
En años «secos» se deben incrementar las dosis, volviendo a recordar que nos
hemos basado para el cálculo de los baremos, en datos correspondientes a una
media de más de 10 años, por lo que resultan inferiores a las correspondientes a un
año anormalmente seco.
Estas variaciones en el programa, en la práctica no es problema, ya que todo
agricultor conoce perfectamente la necesidad de más agua en situaciones adversas.
En los frutales de hueso y pepita, los baremos se complementaron con las
informaciones recibidas por los compañeros de las Agencias SEA de Villena,
Albaida y Castellón de Rugat, durante los años 1983 a 1985, pero posteriormente
se ha considerado conveniente tener en cuenta otros factores reductores, buscando
disminuir al máximo la dosis de riego, y para ello se está aprovechando las expe-
riencias de la finca «Les Torretes» de unas 100 ha, 56 de ellas de riego a goteo,
181
diseñadas, plantadas y dirigidas desde el principio, para poder sacar conclusiones
que puedan servir para cualquier explotación de manzanos, perales, cerezos, melo-
cotoneros y ciruelos, con microclimas algo extremos, como corresponde a la mon-
taña de Alicante, unos 60 km alejada del mar y una altitud superior a los 700 m,
aunque dentro de la finca hay desniveles de 140 m, con los cuales se tuvo que
luchar y superar, a pesar de los defectos del instalador, que varió algunos elemen-
tos del diseño, como el equipo de abonado, que al poner uno eléctrico (mucho
mejor) rompió el equilibrio de las presiones, ya que estaban previstas unas pérdi-
das de carga en el cabezal que luego no ocurrieron, por lo que se tuvo que recurrir
a otros ingenios para disminuir la presión. Todo esto se indica, para resaltar la
importancia del riesgo que supone el introducir cambios no previstos.
Programa de Riego
Primer Riego: Al inicio de la vegetación.
Pf × Cc 40 cm × 1,90 mm/cm
Duración ( t ) = = = 5,63 h = 6 horas
i 13,5 mm/h
Dosis Total
Meses (Litros/riego) Tiempo Número riegos (m3)
183
El consumo anual para esta parcela, sería:
Del primer riego .............................. 4,00 m3
De los riegos diarios ........................ 240,21 m3
TOTAL .................................... 244,21 m3
2. Con incremento
Para los frutales jóvenes. En los primeros años tienen una brotación continua,
siendo conveniente y necesario que no tengan limitaciones de agua a partir de la
plantación. Durante el segundo año, también conviene empezar a regar antes que
en los árboles adultos, pero guardando las separaciones con los troncos, tal como
se indica en el capítulo correspondiente.
Por otra parte, la evaporación del suelo es proporcionalmente mucho mayor
que en el caso de árboles adultos, con la copa desarrollada.
Por lo tanto, la programación por el método de los baremos tal como se indica
en los Anejos, queda escasa y se debe aumentar la dosis resultante.
Con el fin de dar normas generales, que sirvan para todo tipo de frutales y cul-
tivos arbóreos, a marcos normales, y formas de poda también normales, al menos
en la presente edición, se aconsejan los siguientes incrementos hasta los tres pri-
meros años:
D = B × MU × 2 × n
donde:
D Dosis riego diario.
B Dosis baremo sin importar la variedad.
MU Marco útil.
n n.o de años (de 1 a 3)
MU × 2 × n 0,65 × 2 × 2 2,60
Este coeficiente fijo, se multiplicará cada mes por el del baremo, resultando el
siguiente «planning» de riego (ver tablas):
184
Enero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,60 1,10 . . . . . . . . . . . . 3 litros/día y árbol
}
Febrero . . . . . . . . . . . . . . . . .Caso
. . . . de
. . .regar
........
Marzo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Abril . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2,60 1,30 . . . . . . . . . . . .
2,60 1,60 . . . . . . . . . . . .
2,60 1,90 . . . . . . . . . . . .
3,5 litros/día y árbol
4 litros/día y árbol
5 litros/día y árbol
Mayo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,60 2,30 . . . . . . . . . . . . 6 litros/día y árbol
Junio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,60 2,80 . . . . . . . . . . . . 7,5 litros/día y árbol
Julio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,60 3 . . . . . . . . . . . . . . 8 litros/día y árbol
Agosto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,60 2,90 . . . . . . . . . . . . 7,5 litros/día y árbol
Septiembre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,60 2,50 . . . . . . . . . . . . 6,5 litros/día y árbol
Octubre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,60 2 . . . . . . . . . . . . . . 5 litros/día y árbol
}
Noviembre . . . . . . . . . . . . . .Caso . . . . de
. . .regar
........
Diciembre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2,60 1,40 . . . . . . . . . . . .
2,60 1,30 . . . . . . . . . . . .
3,5 litros/día y árbol
3,5 litros/día y árbol
Casos atípicos
1. Con capa impermeable. En unas experiencias en una finca entre Orihuela
y Elche (Alicante), existe un tipo de suelo ligero y pedregoso, con gran velocidad
de infiltración, pero con problemas de salinización. Durante los años 1985-1990,
se le confeccionó un «planning» previniendo el incremento por las sales. Dicho
incremento del 30 %, según el propietario producía asfixia en el arbolado, por lo
que disminuyó la dosis en un 60 %. Consultados los compañeros de la zona, indi-
caron la existencia de una capa impermeable profunda, que altera las condiciones
del suelo, por no haber desagüe. Como esta experiencia coincidió con un período
lluvioso, en un futuro pueden presentarse problemas de ascensión de sales, si se
mantienen las disminuciones.
Para los casos de riego con aguas o suelos salinos, ya se indica en su capítulo
correspondiente, así como cuando aparece una capa impermeable. La evolución a
la larga se ve problemática, aunque durante los primeros años parezca todo lo con-
trario, agravada en muchos casos por la falta de técnicos responsables, que hace
que proliferen «aficionados» ligados a productos comerciales.
2. Cultivos o variedades problemáticas. Se refiere a la existencia de proble-
mas de producción, como ocurre en cítricos con las variedades Navelate y Fortuna,
que han tenido gran valor comercial, pero ante la falta de cosecha muchos agricul-
tores han preferido la reinjertada por otra variedad productiva.
Las características vegetativas de este tipo de variedades son:
— Vegetación exuberante.
— Floración excesiva.
— Escasa o nula producción.
Aparte de tratamientos especiales: poda, «rayados», etc., cuando el vigor es
excesivo, una de las técnicas que se sigue, consiste en disminuir la dosis de
agua y abonado, hasta que el fruto esté bien cuajado (finales de julio en nuestras
latitudes), esperando hasta agosto para echar todo lo que se suprimió anterior-
mente.
Por lo tanto, el baremo para el cálculo de riego, tendrá las siguientes modifica-
ciones:
185
Enero . . . . . .
Febrero . . . . .
Marzo . . . . . . } Caso de regar, disminuir dosis, hasta lo que permita el fruto
pendiente.
Abril . . . . . . .
Mayo . . . . . .
Junio . . . . . .
Julio . . . . . . .
Agosto . . . . .
} Dosis mínima, sólo lo imprescindible para el abonado P-K-Mg.
Septiembre . .
Octubre. . . . .
Noviembre . .
Diciembre. . .
} Dosis normal, incluso superior, para contrarrestar la salinidad
de la concentración fertilizante.
HORARIO DE RIEGO
Por lo tanto se dispondrán de 14 horas diarias para regar, sin perjuicio para las
raíces.
El caudal del emisor tiene que depender del tipo de suelo, del número por uni-
dad de superficie y del tiempo de riego previsto.
En suelos arenosos, pedregosos, donde la retención es muy escasa, interesan
emisores con mucho caudal y poca duración del riego, ya que al cabo de muy poco
188
Curva del consumo de la planta a lo largo de la jornada.
tiempo, el agua desciende hacia las capas profundas, perdiéndose agua y fertilizan-
tes, por lo que conviene disminuir el tiempo de riego aumentando el caudal y la
frecuencia.
En estos casos están más indicados los microaspersores y, en el caso de prefe-
rir goteros, que tengan un caudal superior, como los de 8 l/h, o bien poner muchos
goteros separados medio metro, con caudal normal, que viene a ser lo mismo.
En suelos compactos, arcillosos, donde la infiltración es muy lenta, convienen
emisores de poco caudal, para que estén mucho tiempo regando con el fin de que
el agua y los fertilizantes alcancen la profundidad donde se encuentran la mayoría
de raíces, por lo que interesan goteros de 2 l/h o menos.
En los de textura media o francos, dependerá de la velocidad de infiltración,
pudiendo instalar los de 4 l/h o similares.
Se vuelve a insistir en no confundir la capacidad de retención con la dificultad
de infiltración que puede provocar la presencia de cloruro sódico, en la primera
fina capa superficial, como sucede en la arena de El Perelló y Marenys de Sueca.
CONCLUSIONES
190
— Calidad del agua.
— Disponibilidades.
Cuando se tengan problemas de defecto en esta técnica, no habrá más remedio
que modificar uno o varios de estos puntos:
— Aumentar el número de emisores previstos.
— Cambiar el tipo de emisor.
— Aumentar la frecuencia del riego. Debido a la sensibilidad del riego
localizado, si se regase toda la superficie, todo el suelo actúa como
almacén o depósito, por lo que se puede estar más tiempo sin volver a
regar, hasta agotar las dos terceras partes del agua útil.
En el R.L. se tiene que volver a regar cuando se agote una tercera
parte del agua disponible, por lo que las plantas están más expuestas a
las fluctuaciones de falta de agua, y si se llegasen a señalar síntomas,
sería muy difícil evitar el «stress» hídrico, es decir, menos cosechas,
menos calidad y menos condiciones de almacenaje.
— Mejorar las condiciones en la zona del bulbo. Especialmente lo refe-
rente al complejo arcillo-húmico y calcio. Más adelante se insistirá
que lo más rápido para mejorar estas condiciones, es enterrar materia
orgánica descompuesta, bien en la zona del bulbo, bien localizado en
zanja.
Puede ocurrir que el tipo de emisor no sea el más adecuado a las características
del suelo y/o planta, y más que aumentar, lo que conviene es cambiar a otra clase
de emisor.
Otras veces, los defectos observados son debidos a problemas de limpieza, al
faltar un programa, aunque con el uso de los abonos ácidos ya es más difícil que
esto ocurra.
Existen otras circunstancias de más envergadura como problemas de diseño, o
bien falta de presión en la instalación pero, en principio, se va a considerar
correcto, ya que se va a estudiar con más profundidad en los capítulos correspon-
dientes.
Finalmente, recordar que las exigencias fisiológicas productivas puede que no
coincidan con las comerciales, como sucede con la uva de vinificación.
191
TERCERA PARTE
ESTUDIO HIDRÁULICO
TEMA 10
DISEÑO AGRONÓMICO
Cabezal
Red
Emisores
• Microaspersores y microchorros.
• Goteros.
• Microtubo.
• Cintas y mangueras.
La distribución y localización de los distintos elementos de una instalación,
dependen de una serie de factores y situaciones, por lo que al pretender generali-
zar, se complica más que en el caso concreto de un hecho real.
195
Cabezal:
— Equipos motobomba.
— Filtros.
— Equipo abonador.
— Válvulas compuerta y retención.
— Manómetros.
196
— Características climáticas.
— Idiosincrasia del propietario y/o encargado.
Cada uno de los factores puede hacer variar el diseño, por lo que, en un estudio pre-
vio, se tienen que considerar independientemente, para luego encajarlos en un conjunto.
1. Cabezal
1.1. Finca con terreno llano
En fincas sin pendiente apreciable, la localización del cabezal dependerá de
nuestra voluntad o comodidad.
Normalmente, se situará:
1. A la entrada del agua. En fincas pequeñas y en riegos comunitarios.
2. Adosado a la balsa de riego o del pozo, aprovechando una de las paredes,
o la caseta.
3. En el centro de la finca, para hacer una distribución radial.
4. Aprovechando el peor suelo.
2. Redes
Las redes están formadas por todas las tuberías, y para evitar confusiones en su
clasificación y nomenclatura, se incluye el siguiente cuadro-esquema, antes de ini-
ciar su estudio:
— Primer grupo. Conducción:
• Tubería principal.
• Tuberías secundarias.
— Segundo grupo. Distribución:
• Terciarias.
• Tuberías portaemisores o «laterales»,
que es el que más se usa entre los técnicos especializados.
Tubería principal
La que sale del cabezal e inicia la conducción. Si salen varias a la vez, se
puede denominar «Principal del Sector Primero», «Principal del Sector Segundo»,
etcétera.
198
Tuberías secundarias
Son todas aquéllas que salen a partir de la principal, y conducen el agua hasta la
entrada de las parcelas, con tantas derivaciones como importante sea la instalación.
Tuberías terciarias
Son las tuberías que saliendo de las secundarias, sirven para que se empalmen
las tuberías que llevan los emisores, por lo que deben estar perfectamente regula-
das, para que la presión de entrada a dichas tuberías sea suficiente para el buen
funcionamiento de los emisores.
INSTALACIÓN DE TUBERÍAS
199
En la tabla siguiente se dan las medidas de la profundidad y anchura de la
zanja, recomendadas para la instalación de tuberías de PVC en zonas rurales:
202
Como ya se ha indicado, en el empalme de la «terciaria», se debe colocar una
válvula de paso, para mayor seguridad de poder regular perfectamente la presión
de las «laterales».
Puede ocurrir que los reguladores dejen de funcionar bien, por culpa de
haberse metido un poco de arena o tierra que lleve el agua en suspensión. Para evi-
tar esto también sería bueno poner un filtro de malla delante del regulador, cuando
se tengan este tipo de aguas.
En la tubería principal (P), en los primeros 50 metros, se conecta la tubería secundaria (S). Las
otras conexiones de secundaria serán cada 100 metros.
En la tubería secundaria, en los primeros 50 metros, se conecta la tubería «terciaria» (T). Las
restantes terciarias se conectarán cada 100 metros.
Los laterales o tuberías portaemisores se distribuirán uniformemente, procurando no superar los
50 metros.
204
1.2. Parcelas «medianas» (media ha o múltiplo)
206
Dentro del bancal se harían varias derivaciones («terciarias»), cuya longitud
dependerá de la pendiente, procurando que entre el punto A y el B, no haya más de
un metro de desnivel. Igual haríamos entre los puntos C y D y los puntos E y F.
Para comprobar la presión, con un manómetro se pincharía al final de las «late-
rales» más desfavorecidas, es decir, los puntos (P) de las laterales» A, C y E del
croquis.
208
DISTRIBUCIÓN DE LAS «LATERALES» SEGÚN CULTIVOS
1. En cultivos arbóreos
1.1. Plantación recién hecha
En toda clase de frutales, durante el primer año se coloca una sola línea, con un
gotero por árbol, tal como se indica en el croquis:
El gotero tiene que estar cerca del tronco, pero evitando que la mancha
húmeda llegue al mismo.
209
El agua sólo debe llegar al tronco durante el primer mes, y si existe el riesgo de
olvidarse de alejarlo, es preferible desde el principio, colocarlo distanciado unos
40 cm.
Al segundo año se añadirá otro gotero en el otro lado, procurando que ambos
queden sobre las proyecciones de los brotes más externos, es decir, por la parte
exterior de la sombra de la copa, para mejorar el desarrollo radicular.
210
Si se usan aguas con exceso de sales, como ocurre por Murcia, habría que
extremar las precauciones para evitar que las raíces fueran afectadas por esta cir-
cunstancia, siguiendo las normas indicadas para evitar el problema de las sales.
A partir del tercer año, según tipo de frutal, ya se colocará una doble línea, o
bien mantener una sola con tres o cuatro goteros.
211
1.2. En arbolado ya desarrollado o adulto
Caben tres variantes, según se adopte el criterio de dos líneas o una línea, por
hilera de árboles.
212
En terrenos francos son suficientes tres, pero en terrenos arenosos, convendría
ir a los microaspersores, a los microchorros o las mangueras, es decir, regar con
más caudal y menos tiempo.
Cuando se trate de plantaciones intensivas. Por ejemplo, 6 × 2 m, como la
separación entre troncos es sólo de dos metros, se colocaría sólo un gotero en
medio, o bien dos, en caso de suelos arenosos.
213
1.2.3. Con dos «laterales», por hilera de árboles
Ventajas. Es el sistema que proporciona una distribución más uniforme a las
raíces. Va bien a todo tipo de terreno y cultivo.
Inconvenientes. Es el más caro, pues exige el doble de tubería portagoteros que
en el caso primero.
Mayores dificultades para recoger tubería.
La localización de los emisores tiene que adaptarse al marco de plantación,
para que haya el mismo número por árbol, o bien llevar una separación uniforme
de 2 metros, que puede tener problemas con aguas de mala calidad.
Técnica operatoria. Cada año se irán separando las «laterales», según el desa-
rrollo de la copa, situándolas por fuera de las brotaciones.
En líneas pareadas, donde existen «calles» para el paso del personal, la tubería
se coloca entre las dos hileras contiguas de plantas y los emisores a 40-80 cm de
separación.
Cuando el marco lo permite, el «lateral» puede ir apegado a los troncos, y el
emisor al medio.
Por encima del lomo se distribuirán una o dos hileras de tubería portagoteros.
216
haya de salinidad, ya que en épocas de lluvia evita el encharcamiento y facilita la
lixiviación de las sales.
Cuanto más graves sean estos problemas, más alta tiene que ser la «meseta»,
ya que las necesidades de aireación y lavado serán mayores.
2. En suelos normales
En situaciones normales, sin los problemas citados, la distribución de los emi-
sores con relación a la planta no es una cuestión importante, ya que las raíces van
a buscar el agua y no al revés.
La condición más importante y quizás la única, es que la humedad no se man-
tenga junto al cuello del tronco, aunque en los riegos deficientes o de socorro, se
han observado mejores resultados. No obstante y como norma general, a partir de
los 3 - 6 meses, se tiene que separar el emisor del tronco, con lo que se favorece el
desarrollo de las raíces lejos del tronco y se evitan enfermedades del cuello.
217
que se facilita el paso por la calle o «frau». Normalmente se recurre a tuberías con
goteros incorporados cada metro, incluso cuando se instale doble tubería.
Hay ocasiones que dicha tubería va suspendida mediante un alambre, situán-
dose por encima de la «cruz» y a unos 30-50 cm sobre el suelo, consiguiéndose la
ventaja de poder labrar por debajo y poder ver rápidamente si el gotero está obtu-
rado. El que la gota se desplace cuando se produce una inclinación del tubo, tam-
poco es importante, pero hay empresas comerciales que ya sirven estas tuberías
con alambre incorporado.
Viña
a) Formación en vaso:
Marco de plantación rectangular:
— «Calles».- De 2,80 a 3 m
— Entre cepas.- De 1,25 a 1,5 m
Nº de goteros/cepa = 1; de caudal = 4 l/h.
b) En formas apoyadas:
Espaldera:
— «Calles».- De 2,80 a 3 m
— Entre cepas.- De 1,50 a 2 m
Nº de goteros/cepa = 1; de caudal = 4 a 8 l/h
218
Parral: Marco real
— «Calles». De 3,9 a 4 m
— Entre cepas. 3,9 a 4 m
Nº de goteros/cepa = 2 ó 3; de caudal = 4 a 8 l/h
Frutales
a) Marcos intensivos:
— «Calles». De 4 a 7 m
— Entre árboles. De 2 a 3 m
Nº de goteros/árbol = Máximo, 2; de caudal = 2 a 4 l/h
Mínimo, 1; de caudal = 4 a 8 l/h
b) Marcos normales:
— «Calles». De 5 a 7m
— Entre árboles. De 5 a 6 m
Nº de goteros/árbol = Máximo, 6; de caudal = 2 a 4 l/h
Mínimo, 2; de caudal = 8 l/h
c) Marcos amplios:
— «Calles». De 7 a 12 m
— Entre árboles. De 6 a 12 m
Nº de goteros/árbol = Máximo, 8; de caudal = 2 a 4 l/h
Mínimo, 3; de caudal = 4 a 8 l/h
5. Riego subterráneo
En teoría es el mejor, ya que el agua no comprime el suelo y se evitan las pér-
didas por evaporación.
219
Ideal para cultivos de temporada, pero puede llegar a ser problemático en culti-
vos permanentes, ya que el gran problema que tuvo su precursor en cintas de exu-
dación, fue la penetración de las raicillas o «barbada» por las aberturas.
Se está ensayando la técnica de la botella invertida y enterrada, aprovechando
los envases de deshecho, donde se hace un hoyo justo debajo del emisor, ente-
rrando la botella, haciendo un corte en la parte superior, donde se introduce el
gotero, de forma que la gota discurre hacia abajo, saliendo por la boca de la bote-
lla. Al estar tapada con tierra, va a durar bastantes años y mientras no penetre tierra
dentro, no tienen por qué desarrollarse las raíces.
220
TEMA 11
DISEÑO HIDRÁULICO:
ESTUDIO DE UNA INSTALACIÓN
1. Trabajo
La idea de trabajo se tiene cuando se realiza un esfuerzo para levantar o trasladar
un objeto. Cuanto más alto o lejos trasladamos dicho objeto, el trabajo será mayor.
Para su cálculo se multiplica la fuerza o peso del objeto por el camino reco-
rrido o altura.
FUERZA CAMINO RECORRIDO
TRABAJO = O × O
PESO ALTURA
221
Para medir el trabajo realizado, las unidades más empleadas son:
Kilográmetro (kgm): Es el trabajo necesario para elevar un kilo a un metro.
Otra expresión muy frecuente es:
TRABAJO = POTENCIA × TIEMPO
2. Potencia
Es el trabajo realizado en la unidad de tiempo.
TRABAJO
POTENCIA =
TIEMPO
Como unidad de tiempo se usa el segundo (s), por lo que si nos dan los datos
en minutos o en horas, se tienen que pasar a segundos.
Existen relaciones entre los distintos conceptos físicos, por lo que es fácil
encontrar otras expresiones para el cálculo de la potencia, que vienen a significar
lo mismo, como:
Potencia = Peso o Fuerza × Velocidad
Potencia = Presión × Superficie × Velocidad
Potencia = Caudal × Altura
con tal de emplear las mismas unidades de medida, que se aclaran con los sen-
cillos ejemplos.
Las unidades de potencia más frecuentes son:
kilográmetro/segundo (kgm/s): Cuando se eleva un kilo a un metro de altura
en un segundo. Equivale a 9,81 vatios (W)
Caballo de vapor (C.V.): Equivale a 75 kgm/s y es igual a 736 W.
Vatio (W): Unidad eléctrica que equivale a multiplicar 1 voltio por un amperio.
1 W = 1 voltio × 1 amperio (intensidad)
Kilovatio (kW): Equivale a 1.000 W y es igual a 1,36 C.V.
222
Ejemplos:
1.° Qué potencia será necesaria, para realizar el trabajo de 15.000 Kgm en un
minuto
15.000 kgm
Potencia = = 250 kgm/s
60 segundos
2.° En una instalación eléctrica de 220 voltios, qué potencia mínima tendre-
mos que contratar, si se va a necesitar una intensidad de 15 A.
Potencia = 220 voltios × 15 amperios = 3.300 W = 3,3 kW
3.° Calcular la potencia teórica de un motor, en caballos de vapor, necesaria
para elevar a 90 m una maquinaria que ejerce una presión de 50 kilos/cm2
sobre una superficie de 70 cm2 en 2 horas.
La velocidad de elevación es de 90 m en 2 h, que equivale a 0,0125 m/s
Potencia = 50 kg/cm2 × 70 cm2 × 0,0125 m/s = 43,75 kgm/s
43,75 kgm/s
para pasar a C.V. se divide por 75 los kgm/s : = 0,58 C.V.
75
4.° Qué potencia teórica se tiene que contratar para instalar un equipo moto-
bomba en una red trifásica de 380 v, que tiene que elevar un caudal de
agua de 50 l/s a una altura de 30 metros. Un litro de agua pesa 1 kilo.
Potencia = 50 l/s × 30 m = 1.500 kgm/s
Como la potencia contratada en las compañías eléctricas, tiene que expre-
sarse en kW, se tendrá que multiplicar por 9,81 y dividir por mil:
1.500 kgm/s × 9,81
Potencia = = 14,72 kW
1.000
Si se quisiera expresar en C.V., se multiplicaría por 1,36 este último
resultado:
Potencia = 14,72 kW × 1,36 = 20 C.V.
También conviene recordar, que en estos cálculos no se ha tenido en cuenta el
rendimiento (η).
potencia útil potencia útil
Potencia teórica = η =
rendimiento potencia teórica
El rendimiento a efectos de cálculo, siempre se expresa en tanto por uno, por
lo que siempre es inferior a la unidad.
Además se tiene que tener en cuenta el consumo del arranque, es decir, que al
arrancar se produce un incremento de potencia, variable según el tipo de circuito
eléctrico, por lo que es conveniente consultar previamente con las casas comer-
ciales.
223
3. Presión
Por presión se entiende la aplicación de una fuerza sobre una superficie.
FUERZA O PESO
PRESIÓN =
SUPERFICIE
Una misma fuerza puede producir más o menos presión, si la superficie sobre
la que se aplica es menor o mayor.
Ejemplo. Supongamos que aplicamos una fuerza de 1.000 kilos sobre una
superficie de 100 cm2.
La presión ejercida será de:
1.000
P 10 kg/cm2
100
P = 1 dm3 1 = 1 kilo
10 mca = 1 kilo
Cuando circula el agua por dentro de las tuberías, debido al rozamiento de las
paredes, se produce una pérdida de energía o de presión, conocida con el nombre
de «pérdidas de carga».
Esto se demuestra experimentalmente con el siguiente ejemplo:
225
Se colocan unos recipientes comunicados por debajo, y se llena el primero de
ellos con agua.
A medida que se echa agua, irá pasando a todos los recipientes. Si los dejamos
en reposo, es decir, que no haya circulación de entrada y salida de líquido, alcanza-
rán todos el mismo nivel o altura, por tener todos la misma presión, independiente-
mente de su capacidad o forma (Línea de presión estática).
Sin embargo, si abrimos la salida de un extremo, el nivel irá disminuyendo
desde el primero a los restantes, aunque la cantidad de agua que entre sea exacta-
mente igual a la que sale.
Cuanto más caudal circule, mayor será la diferencia de nivel, pues las pérdidas
por rozamiento serán mayores.
Por lo tanto, al circular el agua se producen unas pérdidas de presión, que sólo
se pueden atribuir al rozamiento que produce dicho movimiento.
A la línea inclinada de los niveles (o presiones), se la denomina línea piezométrica.
Las pérdidas de carga pueden ser mayores, si se pone un obstáculo a la circula-
ción.
También aumentan si la tubería tiene un sentido ascendente, pues además del
rozamiento y el peso del agua, se tiene que añadir la altura manométrica del desnivel.
Conclusiones. Con experimentos parecidos, se pueden sacar las siguientes
conclusiones:
226
1.a A igualdad de caudal, las pérdidas de carga aumentan cuanto menor sea el
diámetro de la tubería.
2.a A igual diámetro, las pérdidas de carga aumentan cuanto más caudal pasa
por las tuberías.
3.a A igualdad de caudal y diámetro, las pérdidas de carga aumentan, cuantos
más obstáculos se instalen en las tuberías.
4.a Las pérdidas de carga aumentan cuando la tubería va hacia arriba, y dis-
minuyen cuando va hacia abajo.
Ejemplo: Para un caudal y diámetro determinado, se prevé unas pérdidas de
carga (p.c.) máximas del 4 %:
1.a Si la presión inicial es de 12 m.c.a., ¿cuál será la mínima permitida al
final de la tubería de 135 metros?
PI (presión inicial) 12 m.c.a.
p.c. % 4 % 4 m.c.a./100 ml (metros lineales tubería)
4 135
p.c. 5,4 m.c.a.
100
PF (presión final) = PI p.c. 12 5,4 6,6 m.c.a.
2.a ¿Cuál tendría que ser la PI, si la PF tuviera que ser necesariamente de 10
m.c.a.?
PF = 10 m.c.a.
pc = 5,4 m.c.a. (calculado anteriormente)
PI = PF + p.c. = 10 + 5,4 = 15,4 m.c.a.
Como las p.c. dependen del caudal, cuando éste disminuye, también disminu-
yen ellas.
Si estas disminuciones están uniformemente repartidas, como es el caso de los
«portagoteros» o «laterales», se pueden deducir fórmulas y coeficientes correcto-
res, para simplificar los cálculos en los proyectos.
Experimentalmente se ha comprobado que el 75 % de las p.c. se producen en
el primer tercio de la tubería, y que el 25 % restante ocurre en el tramo final.
Otros investigadores (Karmeli, Peri y Todes), indican que en los 40 % prime-
ros metros, se pierden el 77 % de las p.c. calculadas para el total de la tubería, por
lo que en el 60 % restante, las p.c. sólo son el 23 %.
Aplicando ábacos y tablas de las casas comerciales, se ha tenido la curiosidad
de calcular teóricamente estas pérdidas, distribuidas a lo largo de una «lateral»,
sacando los siguientes valores:
227
— Para los 100 ml totales ......................................... 100 % p.c.
— En los primeros 40 ml .......................................... 73,73 % p.c.
— En los 60 ml restantes .......................................... 26,27 % p.c.
Como el precio de las tuberías aumenta con relación al diámetro, este dato
puede ser aprovechado para cuando se tengan que instalar «laterales» de mucho
caudal, como puede ser el caso de cultivos intensivos de hortalizas, para ahorrar en
el coste del material.
Este sistema de riego funciona con presión, por lo que todos los cálculos que
se hagan, tienen que estar relacionados en función de este concepto, siempre que
no haya problemas de caudal. Algo parecido a los peldaños de una escalera:
1. Los emisores precisan de una presión de entrada (Presión Nominal o de
Trabajo), que se va gastando a medida que el agua hace su recorrido por el
interior del mismo, llegando a anularse completamente en la salida, en el
caso de los goteros (presión cero). Cuando el emisor es un microaspersor o
un microchorro, la presión no se anula completamente en la salida, por lo
que el agua es expulsada con más fuerza.
2. Siguiendo en el ejemplo de los peldaños, a la entrada de la «lateral», debe
haber una presión igual a la suma de la nominal del emisor (Pn) más las pc
de dicha tubería.
228
Representación gráfica, tipo
«Escalera», donde cada peldaño equivale
a una categoría de tubería, y su altura a
las pérdidas de carga que produce.
Pl = Pn + Hl
Pl = Presión a la entrada de la tubería «lateral».
Pn = Presión nominal del emisor.
Hl = Pérdidas de carga del «lateral» más largo o más desfavorable.
3. A la entrada de la «terciaria», la presión tiene que ser la calculada en la
«lateral» (Pl), más las p.c. de dicha tubería.
Pt = Pl + Ht = Pn + Hl + Ht
Pt = Presión a la entrada de la tubería «terciaria».
Ht = Pérdidas de carga de la «terciaria» más desfavorecida.
4. Siguiendo el mismo razonamiento, a la entrada de la tubería «secundaria», la
presión sería la de la «terciaria» (Pt), más las p.c. previstas en la «secunda-
ria».
Ps = Pt + Hs = Pn + Hl + Ht + Hs
Ps = Presión a la entrada de la «secundaria».
Hs = Pérdidas de carga de la «secundaria» más desfavorecida.
En instalaciones de grandes fincas, donde puede haber varias categorías de
«secundarias», se seguiría el mismo razonamiento, alargando más los sumandos,
hasta llegar a la «principal».
Al inicio de la red, la presión en cabeza sería:
Pr = Pp = Ps + Hp
229
Pr = Presión red.
Pp = Presión en cabeza de tubería principal.
Hp = Pérdidas de carga tubería principal.
Por lo tanto:
Pr = Pn + Hp + Hs + Ht + HI
Es decir, que a la entrada de la red, la presión tiene que ser igual a la presión
nominal de los emisores, más las p.c. de cada una de las categorías de tube-
rías que se hayan calculado y previsto, hasta llegar hasta la entrada de los emi-
sores.
Conviene recordar el ejemplo gráfico de los peldaños de la escalera. Si todas
las «secundarias» parten de un punto común, es como si hubiera un solo peldaño,
pero si hay diferentes divisiones de «secundarias», cada división o categoría es el
equivalente a un escalón.
230
CÁLCULO DE LAS PÉRDIDAS DE CARGA
1. Tuberías
a) Con respecto al caudal
Cuando una tubería va disminuyendo de caudal, las p.c. también disminuyen,
ya que al pasar menos agua, la velocidad también es menor y, por lo tanto, también
menor el rozamiento.
Q=Sv
Cada vez que varía el caudal, se tendrá que hacer un cálculo diferente para ese
tramo, lo que representa muchas operaciones a lo largo de la tubería portaemiso-
res, con el engorro del trabajo.
Cuando las disminuciones del caudal son en tramos regulares o sensiblemente
iguales, como es el caso de las subunidades, se han deducido unos coeficientes reduc-
tores para compensar las disminuciones de caudal, llamados coeficientes de Chris-
tiansen, por ser uno de los investigadores que más ha trabajado en esta especialidad.
En el Anejo 5, tabla 3, se indican estos coeficientes reductores (km), para com-
pensar la disminución uniforme del caudal circulante, según el número de cone-
xiones o derivaciones.
No se tiene que confundir esta situación con la inversa, es decir, a la creada
cuando haya insuficiencia de caudal en el suministro, por haber ampliado la
superficie o aumentado el número de goteros, sin modificar las tuberías y el caudal
primitivo. Si las necesidades fueran superiores al caudal contratado, no es posible
poder proporcionar presión adecuada a la red, por lo que se hace necesario divi-
dirla en sectores, cuyas necesidades de caudal sean igual o inferior al servido, o
bien cambiar los goteros por otros de menor caudal, para compensar.
232
233
Tabla de anillas de filtrado
Rojo 120 mesh
Negro 140 mesh
Pérdida de carga
Caudal Descarga
(m3/h) m.c.a.
30 0,2
40 0,3
50 0,8
60 1,0
70 1,3
75 1,6
234
Ejemplo 1.° Calcular la longitud total (LT) de una tubería de 2 pulgadas, cuya
longitud real es de 90 m, teniendo una «T» de derivación en collarín, un codo de
45º, otro de 90º, una válvula reguladora y un manguito reductor.
LR ........................................... 90,0 m
«T» derivación ....................... 2,0 m (Anejo 5, tabla 1)
Codo 45º ................................ 3,0 m
Codo 90º ................................ 5,0 m
Válvula reguladora ................ 10,0 m
Manguito reductor ................. 2,0 m
LT ................................... 112,0 m
235
Ejemplo 2.° Cual es la longitud total de una terciaria de 50 m, que va ente-
rrada por el medio de una parcela, saliendo ramales a ambos lados, cada 5 m
LT = LR × KM = 50 × 1,40 = 70,0 m
2. Cálculos
Los cálculos tienen dos finalidades:
Técnicos. Diseño para conseguir que el agua sea conducida a la entrada de los
emisores con la presión igual a la presión nominal (PN) indicada o aconsejada por
la casa suministradora para el emisor a instalar.
Económicos. Dentro de una instalación bien diseñada, con la distribución y
diámetros correspondientes, que éstos sean los mínimos aconsejables para abaratar
el presupuesto.
Los factores a tener en cuenta son:
— Presión Nominal (PN) de la tubería y del emisor.
— Pérdidas de carga
— Caudal Circulante (Q)
— Longitud de la tubería
Es la presión interior máxima que resiste la tubería al paso del agua, medida a
una temperatura de 20 °C.
La presión de trabajo (PT) es la presión interior máxima que resiste una tube-
ría, aplicando unos coeficientes de seguridad que para el PE es de 1,37 y para el
PVC, 2,5.
A partir de los 25 °C, la resistencia de las tuberías disminuye. Esto es muy
importante para las «laterales» o «portagoteros» que son de color negro y como no
van enterradas, suelen calentarse bastante en las horas de sol. A partir de los 35 °C
236
su PT puede disminuir a 0,36 PN, es decir, que para los climas mediterráneos, las
«laterales» no deben tener una PN inferior a 0,4 MPa.
Para un caudal de 4 l/h, la variación del 5 % estará comprendida entre 3,8 y 4,2
l/h, a lo que corresponde una presión mínima de 8 m.c.a., y una máxima de 12
m.c.a., que es un dato a tener en cuenta cuando se calculen los diámetros de las
tuberías.
Los goteros autocompensantes tienen una curva Caudal/Presión, que se con-
vierte en línea paralela a partir de una determinada presión mínima.
Goteros autocompensantes.
10 dm 0,01 dm2
Q 0,1 dm3/h 0,1 l/h
h
Los emisores suelen expresar el caudal en l/h, por lo que con sólo multiplicar
dicho caudal por el número de emisores que alimenta la tubería, sabremos el cau-
dal circulante Q en l/h.
Para el cálculo de los diámetros, se supone una velocidad de 1 m/s en el riego
localizado y cuando se trata de aspersores de 1,5 m/s, sin embargo, en los proyec-
tos de grandes redes, se suelen aumentar estas velocidades, para adaptarlas a
menores diámetros.
También conviene recordar que cuando haya disminuciones uniformes de cau-
dal, se tiene que aplicar un coeficiente reductor.
Para los cálculos de los diámetros (∅) y las p.c. se dispone de tablas en los
Anejos de hidráulica.
Disponiendo de los dos datos anteriores (p.c. máximas admisibles y el caudal),
se puede calcular fácilmente el diámetro de cualquier tubería de la red.
239
RECORDATORIO DE LAS CARACTERÍSTICAS Y REQUISITOS
DE LAS TUBERÍAS Y DE LOS CAUDALES CIRCULANTES
FÓRMULAS A UTILIZAR
241
CÁLCULO DE LA SUBUNIDAD
Aunque se pueda pecar de reiterativo, se quiere volver a insistir en la impor-
tancia de la subunidad, que en muchas pequeñas parcelas es lo único que existe.
Tanto en riegos individuales como en comunitarios, todo proyecto tiene por
finalidad que el agua llegue al emisor a la presión que aconseja el fabricante y con
el caudal suficiente. Si falta una de estas dos condiciones, la instalación no fun-
cionará bien y si la categoría del emisor permite unas fluctuaciones de la presión,
ésta tendrá que estar dentro de dicho intervalo.
Aprovechando mi paso por la EPSO de Orihuela, con los alumnos de 4º de
Agrónomos, se realizó un chequeo a las explotaciones más representativas de la
Vega Baja. Los cabezales son de gran categoría, muy completos y automatizados
hasta llegar a las subunidades, donde se observa lo que ocurre en la mayoría de las
instalaciones: la falta de cuidado en el mantenimiento y por supuesto del control
de la uniformidad. Aprovechando esta circunstancia, se empleó un método rápido
de control de la uniformidad, que resultó muy operativo entre los alumnos, por
lo que comprobada su utilidad, es el que vamos a seguir de hoy en adelante, conti-
nuando con la línea que nos trazamos desde el principio, es decir, de buscar siem-
pre el camino más fácil y cómodo, para hacerlo todo más inteligible y realizable,
dentro de un rigor científico avalado por la experiencia y resultados.
Como se ha indicado anteriormente, en los Anejos de hidráulica se han
incluido las tablas, donde se indican los valores a aplicar, en todos los casos que se
pueden presentar, para que de una forma sencilla se puedan resolver. Para el cál-
culo de las p.c. (Anejos 6 y 7), se ha tenido en cuenta ampliar los datos por cauda-
les con pequeños incrementos, para no tener que interpolar, según diámetros y pre-
sión nominal de las tuberías más frecuentes, bastando con aplicar el coeficiente
minorante (km) correspondiente, cuando haya disminución uniforme del caudal
circulante, menos en el caso de que en la «terciaría» se hagan empalmes con dife-
rentes diámetros. Con los ejemplos aclaratorios al final, intentamos que el lector
no tenga ninguna duda en su aplicación.
Ejemplo: Supongamos que se vaya a instalar una tubería de PE de 16 mm de
DN y 0,4 MPa para un caudal circulante de 116 l/h.
Consultando la tabla del Anejo 6 se encuentra las p.c. calculadas para este tipo
de tubería:
— Para un caudal de 116 l/h ………… 0,0105 m.c.a./m
Para algunos diámetros superiores, puede que no se encuentre exactamente
para el caudal pedido. En este caso, se toman las p.c. del caudal inmediato supe-
rior, para estar del lado de la seguridad, o bien, se toma la media.
EJEMPLOS ACLARATORIOS
Planteamiento
Parcela de forma rectangular completamente llana; sin problemas de suelo y
agua; dedicada al cultivo frutal en plena producción y plantada a un marco de 5 × 5 m,
242
dejando una separación de 2,5 m a las lindes en las hileras primera y última. La
superficie es de 1 ha, cuyas medidas son 125 × 80 m. Considerando hileras las
horizontales, el n.° de hileras es de 16 y el n.° de árboles por hilera de 25, que
hacen un total de 400 frutales. Si se toman por hileras las verticales, el n.° de hile-
ras es de 25 y el de árboles por hilera de 16.
Se proyecta instalar un riego comunitario con fertirrigación incluida, donde
cada parcela tendrá toda el agua necesaria a la presión de 0,2 MPa, mediante un
hidrante con contador, situado en una esquina. En el diseño se considera apropiado
que en cada hilera se coloque sólo una «lateral», siguiendo la línea de los troncos.
A cada árbol le van a corresponder 3 goteros, con un caudal de 4 l/h, uniforme-
mente repartidos menos en los extremos de la hilera que tendrán 2 goteros, en
lugar de los 1,5 teóricos. Habrá uno al medio y los otros dos tendrán una separa-
ción de 1,66 m, por lo que irán «pinchados», para que el más cercano al tronco esté
siempre alejado a más de 70 cm.
Las características de los emisores son:
— Presión nominal (PN) de trabajo ..................... 10,0 m.c.a.
— Presión máxima (caudal + 5%) ........................ 12,5 m.c.a.
— Presión mínima (caudal – 5%) ........................ 8,5 m.c.a.
Luego se dispone de unas p.c. máximas de 4 m.c.a. para que la variación de
caudal esté dentro de lo permisible.
«El nº de emisores máximo por hilera será de 3 × 25 + 1 = 76, con un caudal de
76 × 4 l/h = 304 l/h.
El caudal total necesario para la parcela será de:
304 l/h × 16 hileras = 4.864 l/h ≈ 5.000 l/h»
Es conveniente hacer un croquis, donde se indique el n.° de hileras y el n.° de
árboles en cada hilera y la situación del hidrante o entrada del agua a la finca y a
partir de él estudiar el diseño más conveniente
25 Nº de árboles/hilera 25
Nº de hileras 16
16
Cálculos
Primer Diseño
Terciaria
122,5 (25) LRT = 122,5 m
n.° conexiones = 25
Lateral
80 (49)
LRL = 80 m
n.° goteros = 16 × 3 +1 = 49
Cálculo de la «lateral» más desfavorecida
N.° de emisores (n) = 16 × 3 + 1 = 49
Caudal emisor (qe) = 4 l/h
Pérdida de carga máx. admisible del gotero = 4 m.c.a.
Caudal en cabeza (QL) = n × qe = 49 × 4 l/h = 196 l/h
Se prueba con tubería del 16 mm DN
LR = 80 m lineales reales
Lf = n × 2 = 49 × 2 = 98 m ficticios (Anejo 5, tabla 1)
Longitud total (LT) = LR + Lf = 80 + 98 = 178 m
km = 0,360 (Anejo 5, tabla 3)
h (p.c. tubería 16 y QL) = 0,0272 m.c.a./m (Anejo 6)
Las p.c. de la «lateral» más desfavorecida son:
JL = LT × h × km = 178 × 0,0272 × 0,360 = 1,74 m.c.a.
Se acepta este diámetro, porque las p.c. son inferiores al 50% de las p.c. máxi-
mas admisibles y nos da mayor flexibilidad para el cálculo de la «terciaria».
244
Cálculo de la «terciaria»:
Nº de ramales o laterales, en conexión sencilla = 25
Caudal en cabeza (QT) = N × QL = 25 × 196 l/h = 4.900 l/h
LR = 122,5 m lineales reales
KM = 1,20 (Anejo 5, tabla 2)
km = 0,368 (Anejo 5, tabla 3)
h40 = p.c. tubería de 40 mm y QT = 0,0600 m.c.a./m (tabla Anejo 6)
h50 = p.c. tubería de 50 mm y QT = 0,0208 m.c.a./m (tabla Anejo 6)
Primero se calcula con la tubería de menor diámetro
J40 = LR × KM × h40 × km = 122,5 × 1,20 × 0,0600 × 0,368 = 3,24 m.c.a. que son
excesivas, por lo que se va a calcular con la tubería inmediata superior.
J50 = 122,5 × 1,20 × 0,0208 × 0,368 = 1,12 m.c.a. que ya están dentro de lo per-
misible, por lo que se acepta.
J = JL + J50 = 1,74 + 1,12 = 2,86 m.c.a. (inferior a 4 m.c.a., que son las máxi-
mas p.c. permisibles).
Segundo Diseño
Terciaria:
60 LRT = 60 + 77,5 = 137,5 m
(16) 65 (16) n.° derivaciones = 16 dobles
(36) (40)
Lateral:
77,5
LRL = 65 m
n.° goteros = 13 × 3 +1 = 40
245
km = 0,362 (tabla 3, Anejo 5)
h = (∅, QL) = 0,0184 m.c.a./m (tabla Anejo 6)
JL = LT × h × km =145 × 0,0184 × 0,362 = 0,97 m.c.a.
Cálculo de la terciaria
Nº emisores conectados/doble hilera = 12 × 3 + 13 × 3 +1 = 76
Nº de doble hileras = 16 (ver croquis)
Caudal circulante (QT) = 16 × 76 × qe = 4.864 l/h
Primer tramo sin derivaciones. Se proyecta inicialmente tubería de PVC de
50 mm ∅ y 0,6 MPa para los 60 m.
}
LT1 LR 60 m
1 codo 2m 67 equivalentes
1 conexión 5 m
h1 (∅, QT) = 0,0160 m.c.a./m (tabla Anejo 7)
JT1 = LT1 × h1 = 67 × 0,0160 = 1,07 m.c.a.
Segundo tramo. Tubería de P.E. (50 mm ∅ y 0,4 MPa) 77,5 m con 16 deriva-
ciones dobles
KM = 1,4 (tabla 2, Anejo 5, media entre 1,35 y 1,45)
km = 0,379 (tabla 3, Anejo 5)
h2 (∅, QT) = 0,0208 m.c.a./m (tabla Anejo 6)
JT2 = LR · KM · km · h2 = 77,5 × 1,4 × 0,379 × 0,0208 = 0,86 m.c.a.
JT = JT1 + JT2 = 1,07 + 0,86 = 1,93 m.c.a.
J = JL + JT = 0,97 + 1,93 = 2,90 m.c.a. < 4 m.c.a.
Al ser inferior a las p.c. máximas admisibles, se aceptan como buenas.
Tercer Diseño
Lateral:
LRL : 125 m
125 (76) nº goteros/lateral: 76
Terciaria:
77,5 (16)
LRT : 77,5 m
nº conexiones: 16
246
Cálculo de la «lateral» más desfavorecida:
Se va a probar con tuberías DN 16 mm y DN 20 mm
N.° de emisores (n): 25 × 3 + 1 = 76
QL = 76 × 4 l/h = 304 l/h
LR = 125 m
Lf = 76 × 2 m = 152 m ficticios
LT = 125 + 152 = 277 m equivalentes.
km = 0,359 (tabla 3, Anejo 5)
h16 = 0,0565 m.c.a./m (tabla Anejo 6)
h20 = 0,0164 m.c.a./m (tabla Anejo 6)
J16 = 277 m × 0,359 × 0,0565 m.c.a./m = 5,62 m.c.a. (excesivo)
J20 = 277 m × 0,359 × 0,0164 m.c.a./m = 1,63 m.c.a. (admisible)
Para la «lateral» se elige tubería de PE de 20 mm DN y 0,4 MPa
Cuarto Diseño
Lateral:
40 (25) LRL = 40 m
122,5 (25)
nº goteros: 8 × 3 + 1 = 25
Terciaria:
40 (24)
LRT = 40 + 122,5 = 162,5 m
nº derivaciones = 25 dobles.
247
Cálculo de la «lateral» más desfavorecida:
Se va a empezar calculando para el DN menor (tubería de DN 12 mm) y 0,4
MPa.
nº emisores máximo: 8 × 3 + 1 = 25
LR : 40 m
Lf : 25 emisores pinchados × 2 m = 50 m ficticios (tabla 1, Anejo 5).
LT : 40 + 50 = 90 m equivalentes
QL : 25 emisores × 4 l/h = 100 l/h
km : 0,368 (tabla 3, Anejo 5)
h12 : 0,0261 m.c.a./m (tabla Anejo 6)
JL = 90 m × 0,368 × 0,0261 m.c.a./m = 0,86 m.c.a. (admisible)
Por lo tanto se elige la tubería de PE y DN 12 mm, con PN de 0,4 MPa
CÁLCULO DE LA «TERCIARIA»
CON TRAMOS DE DIFERENTE DIÁMETRO
Primer tramo
1.° Se calculan las p.c. de la tubería en toda su longitud real (LR), como si
tuviera siempre el mismo diámetro que en el inicio (DN1) y el mismo caudal (Q1), con
los coeficientes correspondientes a las derivaciones (km) y puntos especiales (KM).
2.° Se calculan las p.c. de la tubería restante a partir del 2º tramo (LR2), con el
mismo diámetro inicial pero con su caudal (Q2) y aplicando los coeficientes de las
derivaciones y puntos especiales restantes.
3.° Las p.c. correspondientes al primer tramo serán la diferencia de los dos
valores obtenidos.
251
CÁLCULO DE LAS TUBERÍAS DE DISTRIBUCIÓN
Tanto la tubería principal como las secundarias son más sencillas de calcular
que las de la subunidad, ya que al no haber disminución de caudales, no se tienen
que aplicar coeficiente minorantes.
La longitud total a efectos de cálculo, estará compuesta por la longitud real
más las equivalentes por los accesorios que se instalen a lo largo de la conducción
y cambios de dirección (válvulas, reducciones, codos,…), cuyo valor se indica en
la tabla 1 del Anejo 5.
Ejemplo aclaratorio
Calcular los ∅ comerciales de la red de distribución de tuberías de PVC,
teniendo la limitación de que las p.c. no deben superar los 6 m.c.a. La longitud y
caudal de la tubería principal es de 150 m y 60.000 l/h respectivamente y la pre-
sión nominal de 0,6 MPa. La tubería secundaria más desfavorecida tiene una lon-
gitud de 80 m y el caudal circulante es de 30.000 l/h y su PN igual a 0,4 MPa. Los
puntos singulares y sus equivalencias son los siguientes:
Equivalencia Equivalencia
Tubería principal (m) Tubería secundaria (m)
1 vál. retención................................. 6 1 reductor calibre......................... 5
1 vál. reguladora............................... 10 1 toma .......................................... 1
1 codo 45° ........................................ 3 1 codo 45°.................................... 3
1 codo 90° ........................................ 5 1 vál. retención ............................ 5
TOTAL ......................................... 24 TOTAL .................................... 14
Solución:
Primer paso. Se hace una distribución proporcional de las p.c. máximas admi-
sibles, según la longitud de las tuberías:
J 6
J1 = × LR1 = × 150 = 3,91 m.c.a.
LR1 + LR2 150 + 80
J 6
J2 = × LR2 = × 80 = 2,09 m.c.a.
LR1 + LR2 150 + 80
J2 2,09 m.c.a.
h2 = = = 0,0222 m.c.a./m
LT2 94 m
252
Consultando la tabla del Anejo 7, (PVC y 0,4 MPa), para un caudal igual o
superior a 30.000 l/h, se encuentra:
En tubería de DN 90 mm, para Q = 30.024 l/h, las p.c. = 0,0212 m.c.a./m
Luego como son inferiores a las p.c. máximas admisibles, se ACEPTA
Las p.c. reales son:
J2 = LT2 × h2 = 94 m × 0,0212 m.c.a/m = 1,99 m.c.a.
Tercer paso. A continuación se calcula el ∅ comercial de la tubería principal:
J1 = J – J2 = 6 m.c.a. – 1,99 m.c.a. = 4,01 m.c.a.
LT1 = LR1 + Le1 = 150 m + 24 m = 174 m
J1 4,01 m.c.a.
h1 = = = 0,0230 m.c.a./m
LT1 174 m
Consultando en la tabla del Anejo 7 (PVC y 0,6 MPa), para un caudal igual o
superior a 60.000 l/h, se encuentra:
En tubería de 125 mm DN y 0,6 MPa, para Q = 60.120 l/h h1 = 0,0169
m.c.a./m, que es inferior a la máxima admisible, por lo que se ACEPTA.
Solución:
Se instalará como principal, una tubería de 125 mm DN y 0,6 MPa, y para las
secundarias, tuberías de 90 mm DN y 0,4 MPa.
Como sobra calibre, por la tubería principal, se podría proyectar un caudal cir-
culante de 71.500 l/h.
Una de las preguntas que suelen aparecer en los cursillos de riego es la refe-
rente a: ¿Qué diámetro tiene que tener una tubería para transportar un determinado
caudal de agua?
Cuando se usan materiales diferentes al PE o PVC, los diámetros nominales
que se indican siempre corresponden al diámetro interior de la tubería y según la
presión que resistan será el espesor de la pared, existiendo fórmulas en función del
diámetro. Por lo tanto lo más práctico es calcular el diámetro interior necesario
para un determinado caudal y según la presión interior que tenga que soportar, se
elegirá la clase o categoría de la tubería, consultando la información técnica de las
empresas comerciales.
Técnicamente existen 3 factores que inciden en el transporte a presión del agua
por una tubería:
— Caudal circulante (Q).
— Velocidad del agua (v).
— Pérdidas de carga (p.c.) producidas por el rozamiento con las paredes.
253
Tal como se ha indicado en repetidas ocasiones, las p.c. aumentan al disminuir
el diámetro interior (DI), ya que para un mismo caudal, la velocidad tiene que ser
mayor, cuanto más pequeño sea el DI.
Se ha comprobado que la presión no influye en las p.c., pero no se tiene que
confundir con el aumento de velocidad que experimenta el flujo al disminuir el DI
pasando el mismo Q. Este aumento de velocidad es el que provoca el aumento de
las p.c., pudiendo llegar, en casos extremos, a anular la presión o carga existente a
la entrada.
La misma consecuencia práctica se produce, cuando se aumenta el caudal en una
tubería diseñada para un caudal inferior. Al principio todo va bien hasta llegar a un
punto crítico, donde la presión es anulada por el incremento de las p.c. del exceso de
caudal. Se podrían contar muchas anécdotas relacionadas con este problema, como
el de una instalación, con presión más que suficiente, que funcionaba bien, llega a
anularse completamente por poner más emisores de los que su caudal permite.
Después de esta motivación, que me recuerdan las clases de la Escuela de
Hinojosa del Duque, pasamos a concretar los datos que interesa conocer:
DI = 2 · 冪
莦11莦莦,3Q
1莦莦·莦
v
Ejemplo aclaratorio
¿Qué DI es aconsejable para una tubería de PVC, que tenga que circular un
caudal de 95.000 l/h a una presión máxima de 50 m.c.a.?
Vamos a preferir v = 1,5 m/s ya que se trata de una tubería de distribución
DI = 2 · 冪
莦1莦19莦,53.莦10
莦0·莦01莦
,5
= 149,66 mm
Ejemplo aclaratorio
Con los datos anteriores, ¿Este DI será suficiente para que las p.c. no sobrepa-
sen los 5 m.c.a. en una longitud de 400 m, suponiendo que la tubería discurre
recta, sin desniveles y sin conexiones especiales?
En este ejemplo teórico, sería suficiente calcular las p.c. por unidad (m.c.a/m)
y consultar directamente la tabla del Anejo 7.
5 (m.c.a.)
h = = 0,0125 m.c.a./m
400 (m)
Consultando la tabla, para una tubería de DN 160 mm y 0,6 MPa, las p.c. uni-
tarias para un caudal de 95.000 l/h, son 0,0117 m.c.a./m, es decir, son menores que
las máximas previstas.
D.I. = 0,3586 · 兹Q
苶
Fórmula II. Cuando también interese disminuir la presión, aunque no tanto
como en el caso anterior:
D.I. = 0,3762 · 兹Q
苶
Fórmula III. En situaciones normales, cuando la presión de entrada sea ligera-
mente excesiva, o bien cueste poco dinero, la fórmula más conveniente es:
D.I. = 0,4857 · 兹Q
苶
Fórmula IV. En situaciones que interese que las pérdidas por rozamiento sean
lo menos posible, porque la presión cuesta mucho dinero o sea muy difícil sumi-
nistrarla, interesa aplicar una fórmula que aumente el D.I., dentro de unas posibili-
dades económicas.
Para estos casos, se recomienda la fórmula:
D.I. = 0,5948 · 兹Q
苶
No obstante, se recuerda que para saber exactamente las p.c. según los D.I., se
dispone de los valores calculados en los Anejos 6 y 7, con la advertencia de que
los diámetros que allí se indican son los exteriores (DN), por ser los que aparecen
en los catálogos, de ahí que existan valores diferentes, según la P.N. de la tubería.
Ejemplos aclaratorios: Calcular el diámetro (DN) de una tubería de PVC que
se proyecta para el transporte de 200 m3/h de agua, con el fin de regar una finca
situada a 500 m de la balsa suministradora, considerando que para compensar los
puntos especiales, se le tiene que aplicar un coef. mayorante (KM) de 1,05 a su lon-
gitud real y que conviene que la presión de entrada a la finca sea de 40 m.c.a., para
el buen funcionamiento de la instalación.
Se va a calcular para 4 supuestos:
1.° Que desde la balsa al cabezal de la finca exista un desnivel de 70 m.
2.° Que el desnivel sea de 60 m.
3.° Que sea de 50 m.
4.° Que sólo haya una diferencia de nivel de 45 m.
Como se trata de tubería de PVC, se consultarán las tablas del anejo 7.
256
Primer caso
Que exista una presión excesiva fuerte, por lo que conviene que las p.c. en el
transporte sean lo máximo posible:
J1 = 70 – 40 = 30 m.c.a.
Se empezará con la fórmula I:
D.I.1 = 0,3586 · 兹2苶0苶0苶.0
苶0苶0苶 = 160,37 mm
que corresponde a un diámetro comercial DN = 180 (tabla 1). Para estos paráme-
tros de caudales y diámetros, no se encuentran indicados en la tabla 2 del anejo.
Las tablas están confeccionadas dentro de un rango de uso normal, es decir, que las
p.c. están calculadas para caudales normales y no excesivos, como es el caso de
este ejemplo, que lo que se pretende es disminuir al máximo la presión existente al
final de la tubería.
Las p.c./m máximas serán:
J 30
h1 = = = 0,0571 m.c.a./m
L 500 · 1,05
por lo que al final aún se tendrá que instalar una válvula reductora de presión.
Otra precaución a tener en cuenta en este caso, es instalar dos tramos con dife-
rente timbraje. En el primer tramo de 250 m, se pondría tubería de 0,6 MPa y en
los otros 250 m de 1,0 MPa, para mayor seguridad, motivada por la presión está-
tica de la altura geométrica.
Segundo caso
J2 = 60 – 40 = 20 m.c.a.
Cuarto caso
J4 = 45 – 40 = 5 m.c.a.
5
h4 = = 0,0095 m.c.a./m
500 · 1,05
258
Como la presión no cuesta dinero, lo más conveniente es la fórmula III, donde
el diámetro comercial DN resultante es de 250 mm.
En el supuesto de que no se pudiese conseguir una presión, o que ésta fuera
muy cara, se recurriría a la fórmula IV.
El cabezal es la parte de la instalación más cara por llevar más puntos especia-
les, y se recomienda que lo instale personal especializado.
Al igual que en las redes, las p.c. dependerán de los elementos de que se com-
pone y de los accesorios y, como en el caso anterior, también existen tablas y ába-
cos para simplificar los cálculos.
259
Supongamos el cabezal del esquema, que para pequeñas instalaciones, resulta
lo suficientemente completo.
Sin contar el posible desnivel del agua (altura geométrica), las p.c. a calcular
serían a partir de una longitud ficticia en metros lineales (ml) o directamente en
metros verticales (m.c.a.), según convenga en el estudio.
Longitud ficticia o equivalente:
— Tuberías de aspiración e impulsión............................................ Tub. ml
— Filtro de arena ............................................................................ Fa. ml
— Abonadora .................................................................................. Ab. ml
— Válvulas compuertas .................................................................. Vc. ml
— Filtro malla ................................................................................. Fm. ml
— Válvula retención ....................................................................... Vr. ml
— Válvula de pie ............................................................................ Vp. ml
Total.............................................................................. ml
Las pc serían las de todos los accesorios y puntos especiales, que sumadas a la
altura geométrica, más las provocadas en la red, y añadiendo la de la presión nomi-
nal de los emisores, nos darían la presión necesaria que, como mínimo, tendría que
disponer la instalación, antes de hacer planes para un futuro.
Normalmente, para pequeñas parcelas, que no haya problemas graves de des-
niveles, con unos 3 kilos de presión inicial suele ser suficiente para que funcione
toda la instalación perfectamente.
260
TEMA 12
Válvula de retención
Tubería de aspiración
Rejilla filtro
Del Atlas de Maquinaria, de García Fernández.
Debido a que se han impuesto los grupos sumergidos, donde la bomba está
dentro del agua, la altura de aspiración es cero, quedando sólo la impulsión, y se
cuenta a partir del nivel del agua.
En el mercado se encuentran generadores muy prácticos, acoplados a un motor
de gasoil, para cuando no se dispone de red de energía eléctrica, que proporcionan
la energía suficiente para automatizar toda la instalación.
Ejemplo: Calcular la altura manométrica necesaria para una instalación con las
siguientes características:
a) Altura geométrica o nivel del agua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32 m
b) Pérdidas de carga previstas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 m.c.a.
c) Presión necesaria para el resto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30 m.c.a.
Hm (alt. manométrica) = a + b + c = 32 + 3 + 30 = 64 m.c.a.
Es conveniente aumentar un 10 % en el proyecto para mayor seguridad, por lo
que quedaría en:
Hm = 64 + 6 = 70 m.c.a.
4.a Potencia
Depende de los anteriores factores. Tanto el caudal como la altura manomé-
trica son los requisitos necesarios, pero el rendimiento también se tiene que tener
en cuenta para que se cumplan esas condiciones.
Normalmente viene indicado en «caballos de vapor» (CV) o en kilowatios
(KW), siendo sus equivalentes las siguientes:
1 CV = 0,736 kW
1 kW = 1,36 CV
265
BOMBA 40/65 BOMBA 65/80
BOMBA 65/80
En Kw
Q × Hm × 9,81
Potencia = .
1.000 × η
EQUIPO DE FILTRADO
Hidrociclón. Es un aparato que se debe instalar siempre que el agua lleve are-
nilla y limos en suspensión.
Se fundamenta en el movimiento giratorio dentro de un depósito acampanado,
que se va estrechando por la parte inferior. El agua entra por arriba, y se ve obli-
268
1. Entrada del agua.
2. Depósito colector.
3. Salida del agua.
gada a girar. Las partículas en suspensión, al pesar más, golpean las paredes y se
van hacia abajo, depositándose en un colector. El agua, por el contrario, sale hacia
arriba.
Con el prefiltrado se evita estar continuamente limpiando los filtros, prote-
giendo otros aparatos de la abrasión o desgaste.
2. Filtrado
Filtro de arena o grava
Es necesaria su instalación cuando el agua procede de ríos o acequias, o bien
de vertidos de ciudad o de estanques abiertos, ya que sirve para retener las algas y
materias en suspensión.
En esencia consta de un depósito de plástico, o de acero inoxidable, o plancha
de hierro pintada con epoxy, lleno de arena o grava fina dentro de una malla que
retiene las partículas en suspensión.
El agua entra por la parte superior y desciende atravesando la capa de arena,
reteniendo todas las impurezas. Cuanta más capa atraviese mejor será el filtrado.
269
En la parte inferior existe una malla o disco perforado, por donde pasa el agua
filtrada hacia el resto del cabezal.
Se debe disponer de manómetros que indiquen la presión de entrada y de
salida. Cuando se produzca una pérdida de unos 3 m.c.a., se debe invertir el flujo,
mediante una válvula inversora, que permite pasar el agua desde abajo hacia
arriba, atravesando la capa de arena en sentido inverso, logrando una limpieza de
dicha arena por arrastre de toda la materia que estaba retenida.
Mediante una válvula de drenaje sale al exterior el agua sucia, por lo que se
debe prever un desagüe para no tener humedades en el cabezal o en la caseta.
En instalaciones que no sean pequeñas esta operación de lavado se realiza
automáticamente.
Si las pérdidas de carga superan los 6 m.c.a., hay peligro de que en la capa de
arena se formen canales o pasillos por donde pasa el agua sin filtrar.
Por lo tanto, es muy importante seguir las instrucciones que se suelen facilitar
al comprar el filtro.
CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES
270
A. Principio de filtración
El agua entra por la parte superior del filtro y
desciende a través del lecho filtrante de arena.
El filtrado se realiza al ir quedando adsorbidas
las partículas contaminantes a lo largo del
sinuoso lecho filtrante.
Cuando el agua llega a la parte inferior se
encuentra el disco perforado con unas
crepinas filtrantes a través de las cuales pasa
el agua filtrada.
B. Contralavado
La limpieza del filtro se realiza por inversión del
flujo de agua, o sea, haciendo circular ésta de
abajo a arriba. El agua se encuentra con el
disco de crepinas que con su distribución
aseguran que toda la masa de arena entre en
turbulencia permitiendo así una perfecta
separación de las impurezas que la arena ha
ido reteniendo durante el filtrado. El agua
cargada de suciedad sale a través de la
válvula de drenaje hacia el exterior.
10 2
20 0,84
30 0,59
40 0,42
50 0,297
60 0,25
70 0,21
80 0,177
100 0,149
120 0,125
140 0,105
170 0,088
200 0,074
325 0,044
Filtro de malla
Consiste en un cuerpo cilíndrico, de plástico o metálico, en cuyo interior hay
un cilindro o cartucho de malla de plástico o acero inoxidable. En la tapa suele
indicarse el «mesh» y/o milímetros de anchura de los orificios.
El agua penetra en el filtro por el centro y atraviesa sus paredes para continuar
su salida a la red general.
272
Periódicamente se «purgan», abriendo el tapón inferior para que salga la sucie-
dad, lavando los cartuchos filtrantes con agua limpia y un cepillo.
Filtro de discos
El elemento filtrante consiste en anillas o discos con ranuras, montados sobre
un eje, debidamente encerrados en una coraza o cuerpo duro de plástico. A medida
que se enrosca la coraza, se van comprimiendo los discos, debiendo quedar un
cuarto de vuelta sin apretar completamente la rosca, para que haga la función de
válvula de seguridad ante una sobrepresión.
El grado de filtraje depende del número de ranuras del disco, existiendo una
gama de varios colores para diferenciarlos.
274
Cilindro soporte en acero inoxidable,
tuerca de cierre en PVC.
Para su limpieza manual se tiene que desenroscar la tapa y separar los anillos
echando un chorro de agua a presión ayudando con un cepillo. Una vez al año las casas
comerciales recomiendan que se laven con ácido clorhídrico para evitar incrustaciones
cálcicas, aunque con el empleo de los abonos ácidos, esto ya no es tan necesario.
Combinando filtros de diferentes números de ranuras se pueden sustituir los
filtros de arena.
275
Ejemplo 1.o: Instalación de filtros en un cabezal de riego, con agua procedente
de un estanque con agua limpia. La capacidad de filtración de los modelos cubre
las necesidades previstas.
La solución propuesta consiste en instalar dos filtros en serie, tal como se apre-
cia en el esquema.
El primer filtro con anillas de 40 «mesh» para retener partículas superiores a 0,42
mm. Cuando el manómetro indique unas pc de 3 m.c.a., se procederá a su limpieza.
El segundo filtro con anillas de 140 «mesh» para la retención de partículas supe-
riores a 0,105 mm y, al igual que en el filtro anterior, también se lavará cuando las pc
alcancen los 3 m.c.a., aunque se procederá a su limpieza los dos a la vez.
Ejemplo 2.o: Supongamos el caso anterior, pero con la variante de que el cau-
dal previsto es superior a la capacidad de los filtros.
En este supuesto se instalarán filtros en paralelo y en serie, tal como representa
el esquema, hasta que el caudal necesario esté suficientemente repartido.
276
A título de recordatorio, se vuelve a insistir en los dos puntos básicos:
1.o Programa de limpieza de filtros.
2.o No sobrepasar los caudales recomendados por la casa suministradora.
El tener que estar desechando goteros taponados resulta más caro y engorroso.
Desagüe
▼▼
▲▲
Válvula abierta.
Válvula cerrada.
Salida de agua (filtrada)
➂ Filtro autolavándose.
El caudal de agua entrado se reparte a través de cinco filtros, que son los que están trabajando, por lo
que tienen la válvula de entrada superior abierta.
El agua filtrada sale por la válvula inferior, que también está abierta, hacia la red de riego.
La válvula de drenaje, que se representa lateralmente en la parte superior, permanece cerrada en los
filtros que están trabajando.
El único filtro que en ese momento está en fase de autolavado (el tercero en el esquema) tiene la
válvula de entrada cerrada y abiertas las de salida (por donde entra el agua) y la de drenaje (por donde
sale), es decir, que el agua hace un recorrido inverso a lo habitual, arrastrando las partículas retenidas
en el filtro, hacia el exterior del sistema a través de la válvula de drenaje.
277
que en la batería de filtros de la instalación se pondrá un filtro de más, que es el que
estará en la fase de lavado (por contralavado), mientras que los otros estarán trabajando
(filtrando el agua). Por lo tanto, mientras esté funcionando, siempre estarán filtrando el
número de filtros previstos en el proyecto, y otro irá turnándose en su limpieza.
La activación de la operación se puede hacer por tiempos, o por diferencia de
presión. Es preferible tener un presostato diferencial que un temporizador (reloj),
aunque no siempre se puede elegir.
Cuando no haya más remedio de activar la operación con temporizador, se tie-
nen que hacer previamente pruebas con el agua de riego, ya que con arreglo a su
grado de impurezas se limpiará cada hora, cada día o cada semana.
Finalmente, se tiene que programar la duración del contralavado.
Todas estas operaciones se evitan cuando funciona por diferencia de presión.
EQUIPO DE ABONADO
Tienen por finalidad incorporar los abonos a la red.
Suele ser el mecanismo más problemático de la instalación.
Los fertilizantes pueden presentarse sólidos y/o líquidos. Cuando sean sólidos,
tienen que ser completamente solubles y sin residuos. La instalación tiene que dis-
poner de un depósito con agitador, para facilitar la disolución.
La principal ventaja de los abonos sólidos es el almacenamiento y transporte,
no requiriendo nada especial, salvo evitar que se mojen los sacos.
La tendencia es preferir los abonos líquidos, ya que se evita la disolución, y
algunos, por ser muy ácidos, facilitan el mantenimiento de las tuberías y emisores
al mismo tiempo que se abona, sin seguir programas especiales. Sin embargo, no
hay que olvidar la precaución de vigilar la caliza activa, pues puede producir clo-
rosis (por exceso) o reducción de brotación (por defecto).
Técnicamente da lo mismo emplear unos u otros, y según las circunstancias de
cada explotación, serán más aconsejables los sólidos o los líquidos.
282
Están indicados en instalaciones comunitarias, donde el agua se suministra con
presión muy superior a la necesaria, o bien, cuando se dispone de una balsa que se
encuentra en cota muy elevada.
2.3. Eléctricos
Son los más fáciles, ya que el recorrido del pistón se regula con un tornillo
micrométrico, o con un dial.
284
El motor eléctrico (D) transmite su potencia a través de un reductor, formado por un piñón (E) y una
corona (F), solidaria a un eje (I), y una excéntrica (A) que empuja y retorna alternativamente un vástago
roscado (C) al pistón (B).
El regulador micrométrico (G) aumenta o disminuye la carrera del vástago y el pistón a través de un
manguito roscado (H), variando el caudal inyectado.
285
1.o Válvulas A y C abiertas y la B cerrada. Se cierra lentamente la A
(red general), hasta conseguir el volumen deseado de la bomba (velo-
cidad del pistón). Una vez conseguido, la abertura de la A permane-
cerá fija.
2.o Se regula el porcentaje del fertilizante, mediante el tornillo graduado.
3.o Se conectan y programan las válvulas B y C, para que durante el tiempo
de abonado la B esté cerrada y la C abierta.
4.o Cuando no se abona, la C permanecerá cerrada y la B abierta, con lo que
se disminuyen las p.c.
1. Válvulas de paso
Sirven para abrir o cerrar una conexión o tubería. Cerrando parte de ella sirven
para regular la presión aguas abajo, disminuyendo hasta alcanzar la adecuada.
Válvula compuerta
Cierran o abren poco a poco mediante rosca. Están muy indicadas para poner-
las en un «by-pass» y hacer funcionar una bomba hidráulica.
Válvula mariposa
Para conducciones mayores, pudiendo cerrar mejor, ya que la manivela tiene
varias posiciones fijas.
287
Electro-válvula
Válvula hidráulica automatizada por un solenoide (bobina). Mediante la incor-
poración de un «piloto» o un «relé» adecuado, sirve para el control de caudales y
de todos los mecanismos de seguridad que se expondrán más adelante.
1. Ventosas
Su cometido principal consiste en expulsar el aire de las tuberías, con el fin de
que pueda circular el agua a presión sin problemas.
Cuando se inicie el llenado de una tubería, se deben dejar abiertos todos los
terminales, para facilitar la salida del aire existente.
Por mucho cuidado que se tenga en el llenado, volverá a haber aire, ya que
parte va disuelto en la misma agua, por lo que es imposible evitar su contenido.
Este aire disuelto, se va acumulando en los codos y en las partes elevadas, por
lo que se tiene que prever su expulsión, tomando una serie de precauciones:
289
2.a Caso de un pozo. Entre la salida del pozo y la válvula de retención, para
eliminar el aire que arrastra la impulsión. (Válvula de doble efecto).
3.a Después del sistema de filtrado. Para evitar acumulación de aire, cuando
se presenten problemas.
Cuando se instalen ventosas, hay que tener la precaución de colocarlas algo
elevadas del nivel del suelo, para que no entre tierra o suciedad en los orificios.
2. Reguladores de presión
Su cometido consiste en garantizar la presión de trabajo, reduciendo el exceso
que lleva la tubería.
El agua que lleve más presión de la conveniente, ve dificultado su paso, al esti-
rarse un muelle interior que termina en una plaquita.
Por lo tanto, la regulación de la presión la hace de más a menos.
Su regulación se consigue mediante un tornillo.
En las tuberías generales se deben colocar válvulas de paso para disminuir la
excesiva presión. Con el fin de que también regulen las variaciones de entrada, se
adaptan unos pilotos que regulan la presión de salida.
290
Tubería terciaria, con válvula reguladora.
CABEZAL:
— Equipo motobomba.
— Filtros.
— Equipo abonador.
— Válvulas compuerta y retención.
— Manómetros.
3. Sostenedores de presión
Mantienen constante la presión aguas arriba, evitando el vaciado de tuberías
al finalizar el bombeo.
En válvulas hidráulicas o eléctricas se colocan unos pilotos que regulan la pre-
sión de entrada cerrando el paso de la válvula.
Existen modelos donde los pilotos regulan automáticamente la presión de
salida y sostienen la de entrada.
8. Válvula antitopográfica
Utiliza la presión existente, aunque sea muy baja por razones de lejanía o nivel
desfavorable, permitiendo el cierre o abertura de válvulas hidráulicas. Si la tubería
293
se ha roto, la válvula permanecerá cerrada, ya que no recibirá ninguna orden de
abrirse.
V.A1 Si el nivel del depósito es inferior al máximo previsto y hay suficiente presión en la red, la válvula
permite el paso del agua al depósito.
V.A2 El agua circula en un solo sentido.
294
10. Válvula de altitud (doble sentido)
Muy indicada para riegos comunitarios.
Se llena el depósito elevado durante la noche, cuando exista presión en la red
(por no haber consumo o ser mínimo). La válvula se cerrará automáticamente al
alcanzar el nivel máximo previsto.
Durante el día, en los períodos de máxima demanda, al descender la presión en
la red por debajo de la presión geométrica del depósito, se abre nuevamente la vál-
vula, permitiendo que el agua almacenada del depósito alimente la red, compen-
sando el defecto momentáneo de caudal.
Cuando se alcance el nivel del depósito, se cerrará la válvula. Y cuando des-
cienda por debajo de un nivel calculado como mínimo, volverá a abrirse, por lo que
el depósito elevado servirá para alimentar a la red a una presión mínima prefijada.
Bermadón de 1»
295
12. Válvula volumétrica
Mediante un dial se abren para un determinado volumen fijado previamente,
que se va cerrando a medida que va pasando el agua.
Cuando termina de pasar toda la programada, se cierra automáticamente.
Es lo más perfecto para dosificar el agua de riego.
AUTOMATISMOS
296
2. Dosificadores de agua
Válvula volumétrica
Es como un contador de agua donde se programa un volumen, que a medida
que va pasando, va girando un dial, hasta cerrar completamente el paso.
Se considera el mecanismo más perfecto para dosificar la cantidad de agua, ya
que si falla la presión y disminuye el caudal, no influye en el volumen a suminis-
trar, pues se compensará estando más tiempo funcionando.
El principal inconveniente es que se tiene que programar cada vez que se
quiera hacer funcionar.
Otro inconveniente es el riesgo de heladas, pues se tiene que vaciar previa-
mente para evitar roturas por congelación del agua interior.
Como ventajas se pueden indicar:
1.a Mide exactamente la cantidad programada, no alterándole las diferencias
de caudales puntuales.
2.a No precisa ninguna conexión especial, ni fuente de energía.
Programadores electrónicos
Con la electrónica cada día están apareciendo modelos más perfeccionados,
que permiten toda clase de programaciones, como:
— Arranque y parada de motores.
— Riegos por tiempos y por volumen.
— Abonados.
— Limpieza de filtros.
— Abrir válvulas.
— Alarmas, averías, etc.
Estas órdenes se pueden dar mediante un ordenador desde la propia casa del
propietario, aunque no resida en el mismo pueblo o país.
298
Características técnicas a tener en cuenta:
— Número de salidas.
— Conexiones a:
• Motor.
• Filtros con programa de limpieza por diferencia de presión, por tiempo,
o por volumen de agua pasada.
• Equipo de abonado.
• Número de sectores de riego independientes o secuenciales.
• Informaciones varias.
• Alarmas.
• Averías.
• Calidad agua (pH y salinidad).
299
— Tipo de energía. Con batería recargable y consumo.
— Programación tiempos/volumen. Periodicidad agua + abono.
— Controles. Excesos y deficiencias.
— Protección descargas eléctricas.
— Visualización de datos.
— Memoria.
— Panel de programación.
— Forma de programar y sistema de transmisión.
— Posibilidad de enlace con programador.
— Tipo de presentación.
— Materiales.
TUBERÍAS Y CONEXIONES
En las instalaciones de riego localizado se usan materiales plásticos, que no
son atacados por los fertilizantes y los ácidos.
Los plásticos más utilizados son:
— PVC rígido (policloruro de vinilo).
— PE (polietileno) de baja densidad (0,92 kg/litro) y de alta densidad (0,96
kg/litro).
En conexiones y demás piezas también se emplean:
— PP (polipropileno).
— PB (polibutileno).
— ABS (acrilonitrilo-butadieno).
— PRFV (poliéster reforzado con fibra de vidrio).
— SR (estireno caucho).
1. El PVC o policloruro de vinilo
El material para las tuberias principal y secundarias suelen ser de PVC y las
normas de calidad son las de UNE 53.112.
Por ser el PVC rígido más barato, se usa en tuberías a partir de los 50 mm de
diámetro. Es muy ligero y resistente, fácil de transportar y empalmar, presentán-
dose en tubos de 6-8 metros.
Los empalmes se deben hacer con juntas elásticas, ya que con los pegamentos
se hace más frágil.
Los inconvenientes principales son:
1.o Se tienen que proteger de la intemperie y de los rayos ultravioleta del sol,
por lo que es necesario que estén enterrados, aunque en el mercado exis-
tan marcas con tratamiento de protección.
2.o La resistencia a la succión o aplastamiento es débil, por lo que deben perma-
necer llenos de agua, instalando las válvulas adecuadas para que no se vacíen.
3.o Los problemas del golpe de ariete son más graves que con las tuberías de
PE que son más flexibles.
300
Características técnicas a tener en cuenta:
— Elasticidad y rotura.
— Dureza.
— Resistencia.
— Clase de aditivos al PVC.
— Diámetro nominal.
— Presión nominal.
— Espesor.
— Marcas de calidad o marca «N» de AENOR.
2. El PE o polietileno
Es más flexible que el PVC, sobre todo el de baja densidad, por lo que se
emplea para tuberías de menor diámetro.
El PE de alta densidad es más rígido, más resistente, pero más caro, por lo que
sólo se utiliza para las de mayor diámetro, que tienen que soportar mayores presiones.
El utilizado en tuberías lleva un 2-3 % de negro de humo, para protegerlo de
los rayos ultravioleta.
Con el fin de uniformar las características de los materiales, se han establecido
unas normas. Para los tubos de PE de baja densidad se sigue la norma UNE
53.367, en la que se indica que las tuberías deberán llevar en cada metro una serie
de datos, como:
— Marca comercial o fabricante.
— Características del PE de baja densidad, que también se identifica como
PEBD o PE 32.
— Diámetro nominal (exterior) y espesor en milímetros.
— Año de fabricación.
— Presión nominal o de trabajo.
— Marca de calidad o «N» de AENOR.
Para los tubos de conducción de agua a más presión, la norma UNE es la 53.131.
Observaciones
El material de las tuberías que no están enterradas, sufre modificaciones al
calentarse durante el verano. El PVC puede soportar perfectamente su presión
nominal (PN), si la temperatura se mantiene hasta 25 °C, pero entre 35 °C y 45 °C
de temperatura ambiental, la resistencia a la presión interior desciende hasta el
0,63 de su PN.
El PE también puede resistir perfectamente su PN a temperaturas comprendi-
das entre 0 °C y 20 °C, pero entre los 35 °C y 40 °C, la presión de trabajo des-
ciende hasta el 0,36 de su PN.
Por lo tanto, para los climas mediterráneos, las «laterales» no deben tener una
PN inferior a 0,4 MPa (≈ 40 m.c.a.)
301
302
3. Conexiones
Los accesorios de PVC no plastificado para presión siguen las normas UNE
53.177-I y II.
En el mercado se encuentran infinidad de modelos, donde se facilita todo tipo
de tomas, empalmes y conexiones, así como derivaciones.
En los catálogos comerciales e informaciones técnicas de las casas suministra-
doras, se encuentran las descripciones detalladas y características de los diferentes
303
modelos, siendo justo reconocer la gran labor de divulgación que realizan en el
campo, especialmente para los técnicos instaladores que eligen esta especialidad.
Racor. Pieza que sirve para unir dos tubos.
Racor roscada. Con rosca. Puede ser un extremo o los dos. La rosca puede ser
interna (hembra) o externa (macho).
EMISORES
A) Condiciones exigibles
1. Uniformidad de caudal
Las variaciones de caudal con relación al caudal teórico deben estar compren-
didas en un ±5 %, en unas condiciones ideales de presión e instalación.
Para ello se tienen que conocer los siguientes coeficientes o calcularlos:
— Coeficiente de variación. Atribuido a defectos de fabricación.
• Categoría A. La variación del caudal nominal es igual o inferior al 5 %.
• Categoría B. La variación del caudal nominal es igual o inferior al 10 %.
• Resto. La variación es superior al 10 %, por lo que son desechados por la
gente que tiene una información y capacitación adecuada.
— Coeficiente de uniformidad. Atribuido a defectos de instalación.
No se debería superar el 10 % de diferencia de caudal entre el gotero de
máxima y el de mínima (va incluido el coeficiente de variación).
0,5 1,51 —
1,0 2,30 2,20
1,5 2,88 2,79
2,0 3,41 3,30
2,5 3,89 3,77
3,0 4,30 —
En las arcillosas se podrán instalar de dos y cuatro litros por hora, según con-
veniencias del proyecto a realizar.
3. Relación caudal/presión
Según esta relación, se puede comprobar la presión máxima y mínima que
puede trabajar el emisor, para que la variación de caudal esté dentro de los límites
tolerados.
Este dato es básico para el diseño de las laterales, pues las pc no deben provo-
car una disminución del caudal nominal superior al 5 %.
B) Clasificación
Existen muchas clasificaciones de emisores, más o menos complejas. Aquí se
prefiere agrupar según la presión de trabajo, incluyendo en segundo lugar si se
anula o no a la salida.
a) Microaspersores
Pequeños aspersores donde el agua se esparce en un radio determinado, según
modelo y presión, al chocar contra una pieza móvil.
Son muy sensibles al viento, aunque sea débil, por lo que van mejor en inver-
naderos.
305
Dif. Dif. Dif.
Caudal amarillo naranja sectorial
Boquilla Presión l/h ø riego ø riego ø riego
306
Boquilla Presión Caudal l/h. ø Riego m
Violeta 1,0 25 3,50
0,8 mm 1,5 31 4,50
2,0 35 4,80
2,5 40 4,80
3,0 45 4,80
Gris 1,0 47 3,70
1,1 mm 1,5 60 4,50
2,0 70 5,20
2,5 77 5,90
3,0 84 6,70
Verde 1,0 72 4,90
1,4 mm 1,5 89 5,70
2,0 100 5,90
2,5 117 6,70
3,0 128 7,20
Naranja 1,0 97 6,20
1,6 mm 1,5 105 6,50
2,0 120 6,90
2,5 134 7,20
3,0 145 7,20
Verde 1,0 33 2,00
1,4 mm 1,5 38 3,00
Antimist 2,0 40 4,00
0,9 mm 2,5 44 4,00
3,0 47 4,20
3,5 50 4,20
4,0 54 4,20
Naranja 1,0 62 2,20
1,6 mm 1,5 66 4,00
Antimist 2,0 70 5,00
1,2 mm 2,5 76 5,20
3,0 78 5,40
3,5 85 5,60
4,0 90 5,80
Azul 1,0 86 3,80
1,9 mm 1,5 107 5.50
Antimist 2,0 120 6,40
1,6 mm 2,5 131 6,50
3,0 142 6,60
3,5 150 6,80
4,0 159 7,00
La zona sombreada indica las condiciones
óptimas de trabajo.
ANTIMIST 1. Puente
2. Mariposa
Es un accesorio que aumenta el 3. Bailarina
tamaño de las gotas mejorando la 4. Boquilla
distribución del agua al dar una mayor 5. Antimist
resistencia a los desplazamientos por
defecto del aire. Se recomienda su
uso en las instalaciones al aire libre.
307
b) Microchorros (o microjets para los angloparlantes)
El agua sale a presión por unos pequeños orificios fijos que pueden abarcar
toda la circunferencia o parte.
El chorro puede ser horizontal, dirigirse hacia arriba, o hacia abajo. Cuando se
dirige hacia arriba alcanza mayor superficie, pero es más sensible al viento. Hacia
abajo queda más concentrado, pero soporta perfectamente los vientos débiles.
308
En todos los casos no son tan afectados por los vientos como los modelos ante-
riores, pero así y todo, antes de hacer una instalación definitiva, es conveniente
comprobarlo durante un tiempo prudencial.
309
Cuando el árbol es pequeño, se enrolla alrededor del tronco, y a medida que
aumenta la copa, se va desenrollando.
les, por lo que su uso ha quedado reducido a jardinería. Para cultivos arbóreos, ins-
talados desde el primer día de plantación, aún tienen más ventajas que los actuales.
En la actualidad, los goteros más utilizados son los de «laberinto», donde el
agua tiene un recorrido muy peculiar, que recuerda a un laberinto alargado o circu-
lar, hasta que a la salida se anula la presión existente, cuyo resultado es que salga
gota a gota.
En otros modelos el recorrido es helicoidal, y son de formas redondas.
Dentro de los diferentes modelos de goteros, se pueden clasificar en:
Por su limpieza
Desmontables. Se puede limpiar cada componente.
Fijos. Las piezas están herméticamente encajadas.
Por su inserción
En línea. Se instalan en línea con la tubería mediante dientes que impiden su
salida. Son los más utilizados, y la tendencia es que vengan incorporados desde
fábrica.
GOTERO EN LÍNEA
311
GOTEROS SOBRE LÍNEA
312
Integrados sobre línea. Es otra variante del segundo. En el mercado hay
pequeños goteros muy perfeccionados que incluso son autocompensantes, y que
no dificultan el posterior enrollamiento.
Como resumen, en los cursos que damos de riegos localizados agrupamos las
características y funcionamiento de los goteros, en el siguiente cuadro:
— Presión:
• Normales. Presión nominal
• Autocompensantes. Presión máxima y mínima.
— Conexión:
• En línea. Tubo cortado. Menos p.c.
• Sobre línea. Pinchados. Más p.c.
— Pérdida de presión:
• Por orificio pequeño.
• Por largo recorrido (microtubo).
• Por recorrido helicoidal.
• Por recorrido laberinto.
313
— Simples. Pueden ser sencillamente tuberías perforadas a distancia conve-
niente, o bien que una tubería distribuidora monte sobre la principal. Entre
ambas hay un orificio de contacto y al exterior dispone de varias salidas
como en el caso anterior.
OTROS ACCESORIOS
PASOS PREVIOS
1. Toma de datos
— Condiciones y características climáticas.
— Características de la explotación.
• Superficie total.
• Distribución de parcelas y/o cultivos.
• Capacitación del personal.
— Características del suelo.
• Análisis químico. Calizo o no.
• Profundo o superficial.
• Textura y estructura.
• Pendiente.
— Características del agua de riego.
• Origen.
• Calidad y cantidad.
• Posibilidades de almacenamiento o garantía de suministro de caudal
suficiente.
— Tipo de cultivo.
• Exigencias específicas.
• Profundidad mayoría de las raíces.
• Máximo consumo previsto.
• Cultivo con o sin hierba.
• Marco de plantación y marco útil.
• Porcentaje de superficie humedecida necesaria.
6. Tipo de cultivos
Exigencias. Tanto el trazado como la programación de necesidades, están bien
detalladas en los capítulos correspondientes.
El conocimiento de la profundidad alcanzada por la mayoría de las raíces, es
primordial para la duración del primer riego, que se considera básico para la pro-
gramación anual para la técnica de los baremos.
El marco de plantación, el marco útil, así como el porcentaje de superficie
humedecida necesaria, aunque ya se ha indicado, se volverá a insistir a lo largo de
esta obra, con otros ejemplos.
317
Las épocas «punta» por motivos climáticos, en España y Portugal, están com-
prendidas entre la segunda quincena de julio y la primera de agosto, por lo que en
este período tiene que estar suficientemente asegurado el suministro de agua en
cantidad y caudal, salvo circunstancias especiales de cultivo.
El que se mantenga el suelo con hierba o sin hierba, enterrado o superficial,
influye hasta en un 30 % en el ahorro de agua.
Se quiere aprovechar esta edición para insistir en la conveniencia de hacer
cambios en las técnicas de cultivo, recomendando ensayos en las siguientes:
1.° De la técnica «con hierba» o «sin hierba», distinguir 2 situaciones:
1.1. «Con hierba» en invierno.
Formando un tapiz protector de las lluvias de otoño, con la vegeta-
ción espontánea: gramíneas (Poa annua, Hordeum murinum,
Lolium rigidum, Bromus catharticus y Avena Barbata; Oxalidáceas
(oxalis pes-caprae) y alguna leguminosa del género Medicago.
Esta vegetación suele secarse a finales de invierno y en el caso de
que no ocurra en todas, se siegan siguiendo la técnica del «mul-
ching», manteniendo el tapiz herbáceo toda la temporada.
1.2. «Con hierba» en verano.
A partir de primavera y también a base principalmente de gramí-
neas, por su sistema radicular, mantener un control de la vegetación
con siegas periódicas, formando el tapiz herbáceo o «mulching»,
que con el tiempo, es previsible que consiga disminuir la evapora-
ción directa, al no calentarse el suelo, pudiendo regar con menos
agua y menor tiempo.
Aunque todavía se va a mantener la aceptación del incremento de
la dosis de agua en los cuadros de necesidades hídricas, sería desea-
ble que hubiera colaboradores para comprobar, con sus ensayos,
estas diferencias y así poder comunicarlo en las futuras ediciones.
2.° Sobre el diseño de las «laterales». En lo referente al diseño de estas tube-
rías, se tienen que distinguir 4 variantes o situaciones:
2.1. Con las «laterales» siguiendo la alineación de los troncos, que en
árboles en pleno desarrollo están sombreadas por la copa.
2.2. Con las «laterales» situadas por el medio de las «calles», con lo
que quedan normalmente menos protegidas que en el caso anterior.
2.3. Con las laterales sujetas con alambres a una altura sobre el suelo,
que facilita el laboreo en dicha zona, pero pueden producirse el
doble de las pérdidas por evaporación, si no se riega por la noche.
2.4. Con los goteros enterrados donde, en teoría, se podría regar con la
mitad de la dosis normal.
Todo esto se podría experimentar perfectamente, contando con la colaboración
de las entidades relacionadas con la Agricultura, como pueden ser las Cajas Rura-
318
les y Organismos Oficiales, aprovechando las ansias de trabajar y aprender de los
jóvenes recién salidos de las Escuelas de Agricultura, los cuales tendrían un tra-
bajo técnico que redundaría en un beneficio social, con la eficiencia del agua nece-
saria para la producción de cosechas de calidad.
Además de estos datos, digamos comunes, pueden presentarse otras variantes,
pero sólo se ha enumerado lo que nos ha salido en nuestra experiencia profesional,
por lo que no se excluyen otras situaciones.
I. Diseño agronómico
1. Tipo de suelo y agua
Suelo de tipo medio, calizo
— Capacidad de campo (Cc) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,40 mm/cm
— Velocidad de infiltración (i) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10 mm/h
— Pendiente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . bancales llanos
Agua: C3-S1. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Apta para riego
2. Tipo de cultivo y características
— Tipo de emisor elegido y caudal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . gotero de 4 l/h
— Situación Actual
— Marco de plantación (M.P.) 6 × 4 m . . . . . . . . . . . . . . . . 24,0 m2
— Nº de árboles (N) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 396
— Marco útil (M.U.) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7,5 m2
— Superficie útil (S.U.) N × M.U. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.970,0 m2
— Necesidades máx. diarias, con hierba . . . . . . . . . . . . . . . 3,75 mm (l/m2)
— Porcentaje superficie humedecida 33%. . . . . . . . . . . . . . 2,5 m2
— Profundidad a alcanzar (Pf) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40 cm
— Situación futura
— M.P. = M.U. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24 m2
319
— S.U. = 396 × 24 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9.504 m2
— Necesidades máx. diarias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 mm (l/m2)
— Porcentaje zona humedecida 33% . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8 m2
— Profundidad mayoría raíces. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40 cm
3. Periodo vegetativo y máximas necesidades estimadas
— Periodo vegetativo: Del 1 de marzo al 15 de octubre
— Periodo de máx. necesidades: Mediados julio - mediados agosto
Sh 0,33 24
n 3,96 4 goteros
Sm 2
n Núm. goteros
Sh Superficie humedecida 33 %
Sm Superficie mojada estimada por gotero 2 m2
Siempre que salga un número con decimales, se redondeará por arriba. En este
caso serán 4 goteros por árbol.
q 4
Sm = = = 0,40 m2 ≡ 4.000 cm2
i 10
Dm = 冪莦4莦
S
= 冪
π 莦44莦×.0莦莦3莦,1莦4 = 18 cm
00
7. Posibilidades de charco
1
dch = Dm = 7,2 cm
2,5
Prácticamente no se producirá evaporación directa
A estos volúmenes, se les tiene que sumar el del primer riego, pero también se
le tendrán que restar varios días de riego, por las lluvias primaverales.
Marzo................................ 6,83 3 12 3 —
Abril.................................. 8,32 6 12 3 —
Mayo................................. 9,80 12 — — 2
Junio.................................. 11,58 24 — — 2
Julio .................................. 12,47 36 12 18 —
Agosto............................... 12,18 36 12 18 —
Septiembre ........................ 10,40 12 — — —
Octubre (1)........................ 8,91 — — — —
(1) sólo se regará en otoños secos.
El abonado se repartirá durante todo el mes, de forma tal, que cada día que se riegue se abonará, pudiendo cambiar semanalmente el
tipo de abono. Si se abona con «complejos» líquidos, la comodidad es mayor.
322
Jt = LR × KM × km × ht ;
Jt 2,75 m.c.a.
ht = = = 0,0747 m.c.a./m
LR × KM × km 69 m × 1,35 × 0,395
Se busca en las tabla de tubería de PE y 0,4 MPa (Anejo 6), para un caudal de
3.168 l/h (Caso de que no coincida para ese caudal, se escoge el inmediato supe-
rior):
— Para tubería de 40 mm DN: h = 0,0282 m.c.a./m
Luego éste será el diámetro elegido, porque las p.c. por metro son inferiores a
las máximas permitidas.
Las p.c. para dicha tubería, serían:
Jt = 69 × 1,35 × 0,395 × 0,0282 = 1,04 m.c.a.
323
— Longitud total (LT–1) = LR–1 + Lf–1 ............... 40 m
— Caudal en cabeza (Q1) ................................. 6.336 l/h
— Pérdidas de carga/m (h50–1) .......................... 0,0255 m.c.a./m
J1 = LT–1 × h50–1 = 40 × 0,0255 = 1,02 m.c.a.
b) Segundo tramo:
— LR–2 .............………………………………. 70 m
— Lf–2 (conexión + reducción) ......................... 7m
— LT–2 = LR–2 + Lf–2 ................……………….. 77 m
— Caudal en cabeza ...............……………….. 3.168 l/h
— h50–2 (para ese caudal).....................……….. 0,0073 m.c.a./m
J2 = LT–2 × h50–2 = 77 × 0,0073 = 0,56 m.c.a.
Luego, las pérdidas de carga que se producen en la tubería principal son:
JP = J1 + J2 = 1,02 + 0,56 = 1,58 m.c.a.
6,4 m3/h
— Pérdidas de carga/m (h63) ......................... 0,0069 m.c.a./m
Todo ello equivale a las siguientes p.c.:
Jc–1 = LT × h63 = 70 × 0,0069 = 0,48 m.c.a.
Además:
— Equipo de filtrado..................................... 10,00 m.c.a.
— Equipo de fertilización ............................. 8,00 m.c.a.
— Desnivel o altura geométrica.................... 25,00 m.c.a.
Total p.c. del cabezal: Jc = ........... 43,48 m.c.a.
Red
Normalmente para tuberías iguales o superiores a los 50 mm de diámetro, es
preferible emplear el PVC, pero en este ejemplo todas son de PE.
Tanto sean de un material como del otro, siempre conviene que vayan enterra-
das a una profundidad suficiente para protegerlas del calor, del frío y de los rayos
ultravioleta del sol, así como del paso de maquinaria.
Cuando se cruza un terreno que se labra, la profundidad tiene que alcanzar los
70 cm, y si es un camino, 1,20 m.
— Tubería PE de 50 mm y 0,4 MPa ............................................ 110 ml
— Tubería PE de 40 mm y 0,4 MPa ............................................ 160 ml
— Tubería PE de 12 mm y 0,2 MPa ............................................ 3.300 ml
— Tubería PE de 20 mm para anillar finales................................ 10 ml
— Emisores cat. «A» .................................................................... 1.600 unid.
— Accesorios varios:
• Tomas y empalmes para conexiones.
• Tapón final.
• Válvulas conexión y dispositivo para acoplar manómetro, etc.
I. Diseño agronómico
V N MP b 108 36 3 11.664 l 12 m3
V 428,85 m3
Sh 0,3 36
n 2,7 3 goteros
Sm 4
Sh Superficie humedecida 30 %
Sm Superficie mojada estimada por gotero 4 m2
327
5. Caudal máximo en cabeza
Q N n q 108 3 4 1.296 l/hora 1,3 m3/hora
q caudal del gotero 4 l/hora
Si hubiera limitaciones de caudal, sería preferible goteros de 2 l/hora.
6. Superficie y diámetro mancha
q 4
S 0,47 m2 4.700 cm2
i 8,5
冪莦 冪莦莦莦莦莦莦
S 4.700
D 19,34 cm
4 3 × 3,14
7. Posibilidades de charco
D 19,34
D 7,74 cm
2,5 2,5
8. Planning: Cálculo de las necesidades hídricas de la parcela
(Ver baremos en el Anejo 2)
Número riegos Baremos normales Baremos reducidos
Mes
mensuales Por riego (m3) Total mes (m3) Por riego (m3) Total mes (m3)
328
b) Riegos sucesivos y abonado:
(S.U. 0,42 ha)
329
— Presión trabajo:
• Nominal .................................................. 10 m.c.a.
• Máxima ................................................... 11,5 m.c.a.
• Mínima ................................................... 8,5 m.c.a.
— Tipo de conexión........................................... En línea
11. Cálculo de la «lateral»
— Material ........................................................ PE (marca registrada)
— Presión máxima en cabeza ........................... 11,5 m.c.a.
— Presión mínima al final ................................ 8,5 m.c.a.
— P.c. máx. admisible:
• Sobre presión máx. ................................. 3 m.c.a.
• Sobre presión nominal ............................ 1,5 m.c.a.
Cálculo p.c. («J»)
— Longitud real (Lr) ........................................ 36 ml
— Número de árboles lateral ............................ 6
— Número de goteros ....................................... 18
— Caudal entrada ............................................. 72 l/h
— Lf:
• «T» en derivación ................................... 2m
• 18 goteros en línea (18 × 0,50) ............... 9m
• 1 terminal y ondulaciones ....................... 4m
Total ........................................... 15 m
— LT = LR + Lf = 36 + 15 51 m
— Coeficiente reductor o minorante (km–18) ..... 0,376
— P.c./m (h12) ................................................... 0,0147 m.c.a./m
Jl = LT · h12 · k m = 51 × 0,0147 × 0,376 = 0,28 m.c.a./m
Como las p.c. son inferiores a las máximas admitidas, se elige tubería de PE de
12 mm.
330
Jt 2,72
hX = = 0,0933 m.c.a./m
LT · km 72 × 0,405
Consultado las tablas del Anejo I, para un caudal de 1.300 l/h, tubería de PE de
0,4 MPa, con un diámetro nominal (DN) de 32 mm, las p.c./m (h32) es igual a
0,0174 m.c.a., que por ser inferior a las p.c. de hX calculadas:
Se acepta.
Se podría calcular para una tubería de 25 mm, pero es preferible que sea de
diámetro mayor.
Las p.c. de la «terciaria», para la tubería de 32 mm, serían:
Jt = 72 × 0,405 × 0,0174 = 0,51 m.c.a.
331
14. Cálculo del cabezal
1. Pérdidas de carga tuberías y accesorios (J1):
— Material tubería.....PVC de marca registrada
— Accesorios:
• Contador .......................................................................... 0,05 m.c.a.
• Val. vol. ........................................................................... 0,50 m.c.a.
• Abonadora ....................................................................... 7,00 m.c.a.
• Filtro malla ...................................................................... 5,00 m.c.a.
• Varios .............................................................................. 3,00 m.c.a.
Total ........................................................................ 15,55 m.c.a.
Como se trata de un riego comunitario, el agua llega filtrada y con presión, por
lo que el filtro es sólo de postabonado.
n núm. goteros/árbol 6
q caudal gotero 4 l/h
t tiempo máx. de un riego (alcanzar prof. máx.) 3,42 h
1.7. Cantidad máxima de agua necesaria por día y árbol
Por lo tanto, la dosis se tendría que repartir en dos riegos, ya que al echarla en
uno solo, se perdería por drenaje al alcanzar la profundidad prevista y no haber
suficiente poder de retención en este tipo de suelo.
1.9. Número de goteros/árbol para la dosis máxima
Por lo tanto, poniendo dos aspersores sectoriales por árbol, se cubriría perfec-
tamente la superficie humedecida prevista:
Sh n Sm 2 5 10 m2
que equivale al 40 % del MP, que está muy indicado para suelos arenosos.
334
2.2. Duración del primer riego
Igual que antes, es decir, 3 horas y 25 minutos, pues es el tiempo calculado
para alcanzar los 100 cm de profundidad.
Cantidad que resulta ser superior a la máxima necesaria, pero que es muy
aceptable para el primer riego.
C.m x. 144
N 0,84 riegos
Ct 171
Incluso en el peor de los casos, con un riego por día, sería suficiente.
Conclusión final. Tal como se ha indicado, con este ejemplo se ha demostrado
teóricamente lo que ya se sabía experimentalmente, que para texturas arenosas son
preferibles los microaspersores y microchorros, o las cintas y mangueras, a los
goteros clásicos.
I. Diseño agronómico
La explotación se compone de 15 parcelas colindantes entre ellas, en el T.M.
de Jalón, partida Passules. Comprende una superficie total de 16,93 hectáreas dis-
tribuidas según cultivos de la siguiente forma:
Cultivo Superficie
Sh 0,33 × 24
n = = = 3,96 → 4 goteros/árbol
Se 2
q 4 l/h
Sm = = = 0,2857 m2 = 2.857 cm2
i 14 mm/h
Dm = 冪莦S4莦
= 冪
m
π 莦2.莦48莦
π莦
57
= 15 cm
7. Posibilidades de Charco
1 1
dch = Dm = × 15 = 6 cm
2,5 2,5
Mes Nº de riegos m3/riego Total Sector mes (m3) Total finca (m3)
Pf × Cc 40 × 1,60
t= = = 4,57 horas ≈ 5 horas
i 14
338
Longitud ficticia:
— Por emisores: ......................................................................... 14,72 m
— Empalme y manguito: ........................................................... 3
— Terminal y ondulaciones: ...................................................... 4
Total: .................................................................................... 21,72 m
LT = LR + Lf = 65 + 21,72 = 86,72 m
P.c./m (h16): 0,0418 m.c.a./m
JL = LT × h16 × Km 64 = 86,72 × 0,0418 × 0,359 = 1,30 m.c.a.
Js= LR × KM × km × hs
JS 10
hs = = 0,0526 m.c.a./m
LR × KM × km 325 × 1,10 × 0,532
η = 58%
y su equivalencia en Kw:
340
H × Q (l/s) × 9,81 100 × 6,56 × 9,81
P= = = 11.10 kW
1.000 × η 1.000 × 0,58
Consumo anual previsto
— Cítricos:.................................................................................. 64.240,14 m3
— Olivos + frutales: (5,44 ha a 4.600 m3/año) ........................... 25.024 .m3
Total: .............................................................................. 89.264,14 m3
V b (t – 1) ha 11,5
V Volumen útil balsa en metros cúbicos.
b Baremo cultivo máx. (ver anejos) en mm/día.
t Turno de riego (total días transcurridos).
ha Superficie a regar en hectáreas.
Ejemplo: Cálculo del volumen necesario de una balsa, para una finca de 18
hanegadas (1,5 ha) que dispone de agua suficiente, en turnos de 20 días, dedicada
al cultivo de cítricos y cuyos baremos máximos de necesidades es de 3 mm/día.
V 60 (b ha 11,5 – Q)
V Volumen balsa en m3
b Coeficiente de cultivo.
Ha Superficie regada en hectáreas.
Q Cantidad de agua disponible en m3/día sin agotar pozo.
Valores de b
— Cítricos y cultivos intensivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . De 2,5 a 3
— Frutales hueso y pepita . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . De 1,5 a 2
— Olivos y cultivos extensivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,5
Antiguamente, todas las balsas eran de obra de fábrica.
Posteriormente, y con el objeto de abaratar costes, aparecieron las de «plás-
tico» y las metálicas, que están muy indicados para aprovechar los desniveles del
suelo.
BALSA DE PLÁSTICO
EXCAVACIÓN
Los hoyos del embalse se construyen excavando el
terreno y formando los muros de contención con la
tierra interior, presentando un perfecto estado
uniforme de aplanado y compactación.
Seguidamente, hay que realizar un refinado de
taludes y partes planas. Se aconseja poner una capa
de arena de 5 cm o fieltro imputrescible (300-400
g/m2) como protección de la lámina.
Las láminas resistentes a la intemperie no necesitan
cubrirse (normalmente con grava) por lo que se
pueden dar a los taludes la máxima pendiente que
permite el material del terreno. El talud más utilizado
es de 300 (pendiente 1/2).
RECUBRIMIENTO
La soldadura de las sábanas se realiza tal como se
indica en el folleto, a base de un solape mínimo de 5
cm para unirlas, hasta conseguir la total
impermeabilización del embalse.
343
ANCLAJE
El anclaje de la lámina se realiza en la parte superior
en una zanja perimetral de medidas 50-3-50 cm a
una distancia del borde de 50 cm.
El reflejo de la zanja puede efectuarse con la tierra
de la propia excavación.
LLENADO Y VACIADO
Para la entrada y salida del agua se emplean los
sistemas habituales, evitando que el caudal de agua
incida directamente sobre la lámina golpeándola. La
toma del agua se realiza desde el fondo del
embalse.
BALSA METÁLICA
Modernamente han aparecido en el mercado los depósitos metálicos, fáciles de
montar en los sitios más inaccesibles y que se pueden trasladar.
344
La chapa coarrugada está laminada en frío y
galvanizada de acuerdo con las normas UNE-
36.13076 y Euronorma 124-79 que garantiza la
resistencia a la corrosión y aseguran su
inalterabilidad total a las más fuertes deformaciones.
345
TEMA 14
FUNCIONAMIENTO CABEZAL
1. Presión
Que sea la correcta (necesaria).
Por tratarse de un riego a presión, el primer paso consiste en saber a qué pre-
sión tiene que llegar el agua y comprobar si es suficiente para el funcionamiento
del sistema.
Con una válvula reguladora se dejará a la presión conveniente, según lo que
marque el manómetro de entrada.
Caso de disponer de una motobomba, comprobar presión y caudal.
2. Equipo de filtrado
Tiene que estar perfectamente limpio. La diferencia de presión entre entrada y
salida se mantendrá en los niveles que recomiendan los fabricantes.
347
En los automáticos se comprobará el correcto funcionamiento.
3. Equipo de abonado
Según modelo y sistemas, comprobar que funcione según las características
pedidas:
— Caudal.
— Pérdidas de carga.
— Tiempos.
PURGADOR
CUERPO
INYECTOR
FILTRO DE
AGUA
VALVULA
VALVULA REGULADORA
RETENCION
Y BOQUILLA
REGULADORA
FILTRO
ASPIRACION
FUNCIONAMIENTO TUBERÍAS
FUNCIONAMIENTO EMISORES
1. Control de uniformidad
Es imprescindible que el agricultor se acostumbre a llevar una serie de contro-
les en la instalación, y el más importante es el de la uniformidad de goteros, que
se debería verificar al inicio de cada campaña.
Todo emisor tiene unas características y una de ellas es el caudal. Pero el cau-
dal en sí no lo es todo. Igual da que un gotero eche 3 que 4 litros/hora. Lo verdade-
ramente importante y fundamental, es que todos los goteros echen la misma can-
tidad de agua en un mismo tiempo, o bien, que como máximo, entre el gotero de
más caudal y el de menos, no se supere un 10 %.
Existen distintos métodos y modelos para el cálculo de la uniformidad. Aquí,
siguiendo la norma más sencilla, se ha tomado la más asequible, tanto para el agri-
cultor como para el técnico de campo.
Según la importancia de la instalación, se seleccionará una o varias parcelas
que sean representativas. En cada parcela se eligen tres o cuatro líneas de latera-
les. La primera, la última y una o dos del medio, que representan al total de las
portagoteros.
Dentro de cada lateral se escogen grupos de goteros, es decir, todos los que
afecten a un árbol o a una unidad de superficie para cultivos hortícolas que estén
distribuidos uniformemente al principio, al medio y al final.
Si las laterales tienen igual o más de 20 árboles, conviene tomar cuatro muestras:
— Al principio.
— Al tercio.
— A los dos tercios.
— Al final.
En parcelas que el conjunto de laterales no superen las 20 y que la longitud de
las mismas está alrededor de los 50 metros, por comodidad, se puede reducir el
número de muestras, ya que lo que se pretende es facilitar los análisis, y que no
sirva de excusa lo engorroso.
En estos casos, puede ser suficiente elegir tres laterales:
— La del principio.
— La del centro.
— La del final.
Y dentro de cada lateral, tres grupos: Al principio, al medio y al final.
349
Croquis con muestras en 4 laterales y 4 por lateral.
350
Cuando se trate de cintas y mangueras, se tomarán unos metros lineales, equi-
valentes a los grupos de goteros.
Se insiste en la observación de que existen muchas fórmulas para el análisis de
la uniformidad, algunas de gran precisión, pero que muchas veces resultan com-
plejas para los técnicos de campo, por lo que es preferible una sencilla, pero que se
haga.
Datos a tomar
A. Media de los caudales de los goteros correspondientes a los 3 árboles que
reciben menos agua.
B. Media de los caudales de todos los árboles. Es decir, de los 9 árboles ele-
gidos.
Cmáx. Caudal de los goteros del árbol que recibe más agua.
Cmín. Caudal de los goteros del árbol que recibe menos agua.
Con estos datos ya se pueden sacar los índices más importantes:
1.o Diferencia de caudal (D.C.)
D.C. = Cmáx. — Cmín. Muy bueno hasta el 5 %. Bueno del 5 al 10 %
o
2. Coeficiente de uniformidad (C.U.)
100 A
C.U. = Muy bueno más del 92 %. Bueno del 90 al 92 %
B
Esto equivale a decir que se tienen que cumplir dos condiciones básicas:
1.a Que las diferencias de caudales tienen que ser mínimas, para que no haya
árboles con un riego y abonado excesivo, y otros que no reciban suficiente
agua y alimento, cosa perjudicial en ambos casos. El tope admitido es del
10 %, pero si la presión que llega al gotero es la indicada por el fabricante, la
diferencia de caudal no debería superar el 5 %, si es de categoría «A».
2.a El conjunto de la subunidad tiene que tener escasas variaciones, para
evitar los problemas anteriores, de ahí que se considera que el C.U. no
debe ser inferior al 90 %.
Tal como se ha indicado anteriormente, hay otros coeficientes, pero con estos
datos ya se puede tener un comprobante de la bondad de la instalación y del mate-
rial.
Finalmente, indicar que el C.U. se debería ampliar a la comprobación de las
diferentes subunidades, es decir, comprobar las diferencias de caudal de varias
parcelas de un mismo cultivo o explotación.
Ejemplo: Finca dedicada a frutales, que se riega en un sólo sector y se com-
pone de 12 subunidades, tal como se indica en el croquis. El tipo de frutal es el
mismo, y tiene idénticas necesidades.
Se desea comprobar la bondad de la instalación y la calidad de los materiales.
351
6
352
Para el chequeo se eligen las subunidades del primer bancal (núm. 1), la del
medio (núm. 5) y la del final (núm. 12).
Como a cada árbol le corresponden 2 goteros, para el cálculo de los datos,
sumaremos los caudales de ambos.
Se toman las muestras de cada bancal, obteniendo los siguientes datos, para un
mismo tiempo:
353
Subunidad 1
A = 36,33 litros
B = 38,22 litros
Cmáx. = 41 litros
Cmín. = 36 litros
Subunidad 5
A = 39,66 litros
B = 40,33 litros
Cmáx. = 41 litros
Cmín. = 39 litros
Subunidad 12
A = 39 litros
B = 39,44 litros
Cmáx. = 40 litros
Cmín. = 39 litros
Cuadro coeficientes
Subunidades
Coeficiente
Núm. 1 Núm. 5 Núm. 12
Estudio crítico
El C.U. de las subunidades analizadas es muy bueno, incluso comparándolas
entre sí, pues siempre se superan las condiciones mínimas.
Cálculos
A = Media de los caudales de todos los goteros analizados.
B = Media del 25% de los goteros analizados de menor caudal.
CMáx. = Caudal del gotero mayor caudal.
CMín. = Caudal del gotero de menor caudal.
355
Diferencia de caudal (D.C.)
D.C. = CMáx. – CMín.
Muy bueno. Igual o menor del 5%
Bueno. Del 5 al 10%.
Malo. Mayor del 10%.
B
C.U. = × 100
A
356
En este ejemplo, para un caudal de 4 l/h, el máximo y el mínimo de cau-
dal permitido es de 4,20 l/h y 3,80 l/h, que corresponde a una presión
comprendida entre 8 y 12 m.c.a.
Luego, para el diseño, las p.c. de la subunidad no deben ser superiores a 4
m.c.a., de ahí la importancia de hacer un buen diseño, para que las p.c.
estén dentro del rango previsto, según la categoría del gotero.
2.° Suponiendo las presiones ya correctas, se pasa a comprobar los caudales
de los emisores. Cuanto más tiempo dure el control, más fiables son los
resultados. Como mínimo 5 minutos en cada gotero, siendo preferible 15
minutos.
Hileras seleccionadas:
La 1.ª, la 5.ª, la 10.ª, la 15.ª y la 20.ª (última).
11,54
B = × 4 = 3,8467 l/h
12
3,9751
C.U. = × 100 = 96,77 % (Muy bueno)
3,8467
357
MANTENIMIENTO
1. Durante la temporada
Cuidados al cabezal
Periódicamente se supervisan los manómetros y el estado de limpieza de los
filtros.
Se puede aprovechar cuando se produzcan cambios en la programación, o
bien, cuando se observen anomalías.
El correcto funcionamiento de los filtros y de los automatismos es esencial
para que no se resienta el cultivo, y poder aprovechar las ventajas de esta técnica.
Para la abonadora puede servir el nivel del tanque, ya que aproximadamente se
sabe lo que va a gastar cada día o cada semana. Incluso es útil poder marcar los
depósitos con líneas de los distintos niveles, que sirvan de orientación de lo consu-
mido por días o por semanas.
Con el empleo de los abonos líquidos ácidos, se simplifican o reducen muchos
problemas.
Inspección emisores
Los caudales de los goteros con el tiempo se pueden medir perfectamente «a
ojo», aunque es preferible que se hagan con recipientes aforados.
Las variaciones de caudal pueden ser debidas a falta de presión, obturaciones o
mala calidad del emisor.
Programa de acidificación
Cuando se emplean aguas calizas, con pH elevado (superior a 7), además de
otros cuidados, se tiene que preparar un programa de «acidificación», para preve-
nir los depósitos calizos en tuberías y goteros.
En instalaciones «caras», completísimas y perfectas, esto se consigue automá-
ticamente. En instalaciones sencillas, la incorporación del ácido se realiza al cabo
de un tiempo determinado, según la dureza del agua utilizada y el tipo o clase de
abono, incorporándolo a través de la abonadora, generalmente al final del riego.
En aguas no muy calizas, con el uso del ácido fosfórico comercial, una vez al
mes y a razón de 2-5 kilos/ha, es suficiente para mantener la instalación sin pro-
blemas.
Cuando las aguas son de peor calidad, como ocurre en la Comunidad Mur-
ciana, se tienen que emplear productos más enérgicos, como el ácido nítrico, a
dosis del 2 al 3 por mil, de un producto comercial del 59 % de riqueza en ácido.
Todas estas dosis son a título informativo, ya que como se ha indicado, con el
uso de los abonos ácidos, puede que no sean tan necesarios los tratamientos espe-
cíficos. Por otra parte, no se debe esperar a que se vean los depósitos con incrusta-
ciones calizas, ya que entonces la solución es muy difícil.
358
A continuación se indica un cuadro-resumen, sacado de las publicaciones
especializadas, sobre cantidades a incorporar permanentemente en los últimos diez
minutos del riego, por cada metro cúbico de agua.
Suma de carbonatos Acido fosfórico Acido nítrico
y bicarbonatos al 75 % al 56 %
meq/l c.c. c.c.
2. Al final de la temporada
Cuando finaliza la campaña, y para que la instalación quede lo más limpia
posible, es conveniente realizar un tratamiento a dosis doble de ácido.
Es una operación que normalmente no se hace, pero que está muy indicada,
especialmente si se usa el ácido fosfórico, pues a su efecto limpiante, se añade su
papel de abonado de fondo, para almacenar reservas para la primavera siguiente.
Según el tipo de agua, se usará el ácido nítrico o el fosfórico, siendo preferible
este último si no hay excesivos problemas calizos.
La dosis es proporcional al volumen de las tuberías. Para ello se calcula apro-
ximadamente el volumen de toda la instalación y se multiplica por dos, añadiendo
el ácido al final del último riego, en una proporción del 2 %, que equivale a unos
25-30 kg/ha.
Al día siguiente, cuando se hayan disuelto los carbonatos, conviene eliminar-
los, por lo que se destaparán todas las laterales y se suministrará agua a presión
hasta que lo arrastre fuera de las tuberías.
b) Comprobaciones
Al mismo tiempo se aprovecha para realizar todas las comprobaciones de fun-
cionamiento del cabezal.
359
Se comprueba la presión de la red en sus diferentes ramales.
El control de uniformidad también se debería comprobar, especialmente las
presiones, sobre todo si ha habido alguna modificación, como aumento del
número de emisores.
1. Tipo obturaciones
El agua que se tiene que usar en esta técnica de riego tiene que reunir unas
condiciones extremas de limpieza, ya que tiene que salir por unos emisores, cuya
abertura está alrededor del milímetro de diámetro.
Las causas que pueden producir obturaciones en los goteros, según la clasifica-
ción aparecida en revistas especializadas, pueden ser:
A) De naturaleza física
Sólidos en suspensión.
Partículas minerales:
— Arena.
— Limo.
— Arcilla.
Partículas orgánicas:
— Restos de plásticos.
— Restos de animales y plantas.
— Animales y plantas acuáticas.
Tanto las aguas superficiales, como las de algunos pozos, pueden llevar partí-
culas minerales en suspensión. El almacenamiento y reposo en una balsa regula-
dora, favorece la sedimentación de la mayoría, pero se puede mejorar añadiendo
sulfato de cobre o sulfato de alúmina (óxido de aluminio), a la dosis de medio
gramo a un gramo por metro cúbico de agua, que se irá añadiendo cada vez que
se llene la balsa, procurando usar dosis mínima, ya que el cobre, aunque es un ele-
mento necesario para la alimentación de las plantas, por su efecto acumulativo en
el suelo, puede llegar a ser contaminante (es un metal pesado).
Si proceden de depuradoras o existe materia orgánica, se puede recurrir a la
mezcla de sulfato de cobre y sulfato de hierro a partes iguales, para favorecer la
floculación y evitar la proliferación de algas.
Cuando existen arcillas, el producto que más económicamente favorece la
sedimentación es la cal, que se tendrá en cuenta cuando el agua procede de terre-
nos graníticos, ya que en las rocas calizas ya suele haber suficiente.
Para la arena no es preciso la sedimentación, pudiéndose resolver el problema
con un hidrociclón, intercalándolo delante de los filtros.
360
B) De naturaleza química
Precipitados de sustancias en disolución
— Carbonatos de calcio y magnesio.
— Sulfato cálcico (yeso).
— Fosfatos de calcio, hierro, magnesio, etc.
— Hidróxidos y sulfuros.
— Fertilizantes.
— Aceites y lubricantes.
No se eliminan con los filtros, sino siguiendo un programa preventivo y
bajando el pH para que no se formen incrustaciones.
Como ya se ha indicado anteriormente, para el tipo de aguas calizas, con pH
alcalino, se utiliza el ácido nítrico o el fosfórico.
C) De naturaleza biológica
Principalmente algas y bacterias:
— Filamentos (algas).
— Geles bacterianos.
— Depósitos de origen microbiano.
Se presentan en aguas superficiales o de pozo, cuando están en balsas al aire
libre, y cuando se aprovechan aguas residuales.
Cuando se aprovechan aguas superficiales, previamente hay que colocar una reji-
lla, que impida el paso de restos de materia orgánica de mayor tamaño, como hojas.
Si existe riesgo de microorganismos, como en las aguas residuales, se tiene
que tratar con cloro, gas o lejía (hipoclorito sódico).
La dosis de mantenimiento se calcula entre 0,1 a 0,2 gramos de cloro, por cada
metro cúbico de agua, pero para tener la seguridad de la destrucción de todos los gér-
menes se llega a 0,5 g/m3, o incluso el doble, pues con la primera dosis actúa sólo de
bactericida, y a la dosis elevada destruye completamente todas las sustancias orgánicas.
Cuando se riegan cultivos muy sensibles al cloro, el agua se tiene que airear
para que se evapore.
Finalmente, y a modo de resumen, se indican las distintas operaciones o trata-
mientos para desinfectar las aguas:
1.a Sedimentación
Tratamiento con sulfato de cobre o con alumbre (sulfato doble de alumi-
nio), o bien la mezcla a partes iguales de sulfato de cobre y de hierro.
2.a Cloración
Tratamiento bactericida, con cloro o lejía (ácido hipocloroso HClO, o
hipoclorito ClO–).
361
TEMA 15
INTRODUCCIÓN
366
En las formas apoyadas y plantaciones intensivas, donde las copas tienen un
desarrollo limitado, y los marcos de plantación son muy estrechos, la reguera
común se realiza desde el primer año.
La anchura dependerá del tipo de suelo y del marco de plantación, oscilando
entre uno y dos metros.
368
3. Caso de parcelas con arbolado ya desarrollado y plantado «alto»
Se procura hacer como en el caso anterior para que al final quede una reguera
central.
Si no «bebe» suficiente, o queda demasiado estrecho, se pueden hacer también
surcos transversales para mojar mayor superficie, pero procurando que no se
comuniquen con los principales, ya que pueden producirse problemas de unifor-
midad de riego.
369
Otra ventaja añadida es que cuando vienen los períodos de lluvias torrenciales
los árboles y la fruta se conservan mejor.
4. Caso de parcelas con arbolado joven plantado al mismo nivel del suelo
Como no es posible hacer surcos, la reguera se formará haciendo caballones a
los lados y paralelos a la hilera de los árboles.
Una vez delimitada la zona de riego se deberá seguir con las restantes labores
en dicha localización.
Por lo tanto, el riego, el abonado y laboreo anual, sólo se efectuará en dichas
zonas. El resto quedará libre de operaciones o actividades, pudiendo, en todo caso,
utilizar herbicidas de contacto si se prefiere que esté limpio de malas hierbas.
Otra forma de proteger la zona no afectada por las labores es con el empleo de
plástico negro, que impida el desarrollo de la vegetación, y protege contra el apiso-
nado y apelmazamiento.
Esta lámina de plástico negro, además de actuar como herbicida no contaminante,
evita la ascensión de las sales y disminuye enormemente las pérdidas por evapora-
ción, lo que la hace doblemente interesante en sitios que el agua sea cara o escasa.
371
También puede influir en la precocidad de algunos cultivos hortícolas, como se
comprobó en las experiencias de Francisco Mengual de Gata, con el adelanto de
tomateras y tomates. En cítricos parecen más interesantes las mallas por arriba.
Cuando el laboreo es escaso o bien no se hace todos los años, la acumulación
de hojarasca puede llegar a provocar paradas o retenciones al paso del agua, lle-
gando a hacerse necesario limpiar el fondo de los surcos o regueras.
Cuando se llega a estas situaciones, generalmente al final de la campaña las hojas
están medio podridas, pero para facilitar el paso del agua cuando llegan las lluvias se
pueden limpiar las regueras con un rastrillo, dejando las hojas por debajo de los árbo-
les, con lo que se enriquece de materia orgánica dicha zona, mejorando sensiblemente
la estructura y estabilidad del suelo, con proliferación de lombrices y raicillas. Si no
hay problema de encharcamiento es preferible mantener la hojarasca en la reguera.
(2) Estas cantidades van aumentando a lo largo del año, debido al desarrollo que va teniendo del arbolado, por lo que no coinciden
con la anual.
373
4.° Además el ahorro de fertilizantes, que se perderían por arrastre superfi-
cial y por lavados.
5.° Disminución de la erosión del suelo, que en el peor de los casos se reduce
a un 20 %. Esto de la erosión es un problema que desgraciamente no se
valora, o se valora poco, ya que no cuesta dinero inmediato; pero es de
lamentar la gran cantidad de tierra fértil que se pierde en cada riego, por
los desagües y escorrentías, consecuencia de una falta de información,
unida a la comodidad de regar lo más pronto posible, sin control de cau-
dales superiores a las características de la parcela, que trae como resul-
tado la pérdida del mejor suelo superficial.
6.° Ahorro de mano de obra con la fertirrigación, ya que no es necesario
echar o esparcir el abono previamente. Esta ventaja es más importante
cuanto mayor sea la parcela. En el minifundio de Valencia puede llegar a
ser más engorroso el trasladar bombonas de abono líquido.
INCONVENIENTES
2.° Abril
— Regar al principio, pudiendo dar otro riego.
— Tratamiento herbicidas de contacto.
— En poda, eliminar «chupones».
— Vigilar evolución vegetativa en variedades problemáticas (navelate, for-
tune). Tratamientos especiales; preferible primer rayado.
375
3.° Mayo
— Regar una o dos veces, según venga el año.
— Tratamiento herbicidas de contacto.
— Control «chupones».
— Injertado (chapa y escudete).
— Vigilar evolución variedades problemáticas. Tratamientos especiales, o
segundo rayado, antes de terminar «porgada».
4.o Junio
— Regar dos o tres veces, según venga el año.
— Tratamiento pesticidas («serpeta» y pulgones).
— Control chupones.
— Mejor época para injertar de chapa y escudete.
— Control hierbas.
5.° Julio
— Regar tres o cuatro veces, según año.
— Control hierbas.
— Control plagas («cotonet», «serpetas», «caparreta», ácaro rojo, etc.).
— Control chupones.
— Control injertos (atados y despuntes) y pulgones.
— Vigilar evolución variedades problemáticas, pudiendo ensayar un tercer
rayado).
— Iniciar «encañado».
6.° Agosto
— Regar tres o cuatro veces, según año.
— Control hierbas.
— Tratamientos generales con aceites.
— Control «chupones».
— «Encañar».
7.° Septiembre
— Regar dos o tres veces según año.
— No abonar variedades extratempranas, o sólo con P-K.
— «Encañar».
— Tratamiento «poll roig» y «poll gris»; caracoles.
Número riegos
MESES TURNO (Semanas a transcurrir)
Máximo Mínimo
Abril 4-5 1 0
Mayo 4 1 0
Junio 3-4 2 1
Julio 2-3 3 2
Agosto 2-3 3 1
Septiembre 4-5 1 1
Total anual 11 5
378
CUARTA PARTE
FERTILIZACIÓN
TEMA 16
INTRODUCCIÓN
Todos los seres vivos necesitan energía, para realizar las funciones vitales de
su ciclo, como:
— Nacer, crecer y desarrollarse.
— Producir y realizar trabajo.
— Reproducirse y morir.
La NUTRICIÓN consiste en la asimilación de energía. La clorofila es una sus-
tancia de color verde que se encuentra localizada en los cloroplastos, muy abun-
dantes en las hojas, y las plantas que la poseen pueden aprovechar y almacenar la
energía solar, mediante la combinación de dos productos orgánicos fosfatados.
En la composición de la clorofila, hay que recordar, que en el centro de su
molécula se encuentra magnesio, además del nitrógeno, y otros elementos como
carbono, oxígeno e hidrógeno formando cadenas complejas.
Con la RESPIRACIÓN se aprovecha la energía existente, para poder realizar
todas las funciones de los seres vivos, mediante el consumo de las sustancias que
la almacenaban y oxígeno.
Por lo tanto, los dos procesos son completamente opuestos. El primero es un
INGRESO y el segundo es un GASTO de energía.
Si no fuera por las plantas verdes, no podría haber vida en nuestro planeta, ya
que todos los demás dependemos de ellas para almacenar energía y poder realizar
todos los procesos descritos.
Además de esta labor, también purifica el aire, tomando anhídrido carbónico y
expulsando oxígeno, pues en el proceso de captación de energía, son capaces de
descomponer el agua del suelo, devolviendo el oxígeno a la atmósfera.
CIRCULACIÓN DE LA SAVIA
Por las raíces absorbe una mezcla de minerales disueltos en agua, que recibe el
nombre de savia bruta y tiene un movimiento ascendente, desde las raíces más
finas a las más gruesas.
381
Luego continúa por el centro del tronco y ramas principales, ramas más finas,
hasta llegar a las hojas.
Tomando como modelo el esquema de un árbol, la savia bruta (SB) circula a
través de unos canales (vasos leñosos) situados generalmente por el centro del
tronco y ramas, hacia la parte o zona exterior y superior de la copa.
Toda aquella rama que por su situación facilite el paso de la savia, recibirá
mayor cantidad (ramas verticales) y, por tanto, será más vigorosa.
También a las zonas superiores y soleadas les llegará más savia bruta (SB),
debido a ese movimiento ascendente.
A las yemas de las ramas les sucederá lo mismo, o sea, aquéllas que tengan
una situación favorable se desarrollarán con mayor vigor, y aquéllas con insufi-
ciente savia pueden llegar a secarse.
En las plantas verdes, las hojas equivalen a las pantallas solares, que el hombre
ha inventado recientemente, para captar la energía luminosa, que en este caso
están muy perfeccionadas a través de los millones de años de evolución.
A estas «fábricas» de captar energía solar, el agricultor las tiene que proteger
extremadamente, para su mantenimiento y conservación, favoreciendo la brota-
ción y el que siempre estén sanas y puedan cumplir sus funciones perfectamente.
La parte ensanchada recibe el nombre de limbo, y hacia allí confluyen los
vasos que conducen la S.B., para que tenga lugar la transformación en S.E., como
veremos más adelante.
382
Haciendo un corte transversal y con un microscopio, se puede observar su
estructura, tal como se representa en el esquema tomado del magnífico libro de J.
Bonner y A. W. Galston «Principios de Fisiología Vegetal».
A partir de los hidratos de carbono, y con combinaciones con los demás mine-
rales, sobresaliendo el nitrógeno, fósforo, potasio y magnesio, se consiguen
todos los compuestos orgánicos, que permiten que haya vida en nuestro planeta.
Existe una fase que sin la presencia de luz no se puede realizar la función clo-
rofílica, por lo que por la noche no tiene lugar.
Debido a la clorofila, las plantas que están en el exterior adquieren un color
verde característico, pero las que están dentro de la casa dependerá de la ilumina-
ción que reciban.
En horticultura se aprovecha esta particularidad para conseguir verduras blan-
cas que, aunque son menos nutritivas, son más apreciadas por los consumidores,
por lo que se cubren para que no les dé la luz (lechuga, escarola, cardo, espárrago,
etc.).
Transpiración
Tiene por objeto expulsar a la atmósfera el exceso de agua que contiene la SB.
La transpiración se realiza durante el día y durante la noche, pero durante el
día es más intensa (clorovaporización).
Aunque puede realizarse por toda la planta, principalmente tiene lugar por los
estomas de las hojas y, gracias a ella, se defienden de las temperaturas altas.
Cuanto más seco sea el ambiente y más calor haga, mayor será la transpiración
de la planta hasta un límite, donde empiezan a funcionar los mecanismos de
defensa para las condiciones adversas, que consisten en cerrar los estomas y deten-
ciones vegetativas.
Este exceso de agua que expulsan las plantas es muy importante. Se calcula,
que para formar un kilo de materia seca se consumen de 350 a 800 kilos de agua,
variando según las especies. Los cereales de verano necesitan menos, y las hortali-
zas más.
Finalmente, la SB, por medio de los procesos de la función clorofílica y de la
transpiración, obtiene la energía y concentración necesaria para transformarse en
materia orgánica, llamada savia elaborada (SE).
EQUILIBRIO VEGETATIVO
Todo árbol se puede considerar como formado por dos partes bien diferenciadas:
— Parte enterrada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . RAÍZ
— Parte aérea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . COPA
Ambas tienden a un equilibrio; de ahí las reacciones observadas cuando por
motivos varios (roturas, heladas, enfermedades, podas, etc.) se rompe.
La parte enterrada está compuesta por raíces gruesas, raíces finas y «barbada»
o pelos absorbentes. A efectos prácticos, consideramos la barbada o pelos absor-
bentes, como la parte activa fabricante de SB.
La parte aérea o «copa», está formada por el tronco, ramas, frutos y hojas. A
efectos prácticos, consideramos las hojas como la parte activa fabricante de SE.
Como ya se ha indicado, existe una relación de equilibrio que, para hacerlo
más didáctico, vamos a suponer la siguiente como ejemplo:
SE 10
SB 10
SE 10 8
SB 10 8
Volviendo otra vez al principio, vamos a considerar las dos partes del árbol:
— RAÍZ: SB (materia mineral + agua).
— COPA: SE (materia orgánica + agua).
La savia bruta para poder ser asimilada se tiene que transformar en savia ela-
borada.
Por lo tanto, la raíz obligará a la copa a producir hojas (brotes) hasta conseguir
el equilibrio.
Ahora podemos considerar el árbol bajo un estado de equilibrio de estas dos
fuerzas, las cuales motivan todas las reacciones que se observan al podar un árbol
sano.
Llegado a este punto, ya se puede definir la poda, «como la serie de modifi-
caciones, que se realizan en el equilibrio SE/SB, con el fin de aprovechar
mejor las aptitudes del cultivo arbóreo».
Cuando se podan las raíces (poda propiamente dicha, labores profundas,
lesiones y enfermedades), automáticamente se rompe el equilibrio en perjuicio
de la SB.
La reacción del árbol puede ser:
a) Nueva emisión de raíces.
b) Disminución de la copa.
Hasta conseguir otra vez el equilibrio SE/SB.
Cuando se suprime una rama portadora de hojas se vuelve a romper el equili-
brio en perjuicio de la SE, y entonces ocurre otra reacción igual que antes, pero de
efectos opuestos:
a) Nueva brotación.
b) Disminución de las raíces.
De todo lo dicho, se puede hacer el siguiente cuadro:
387
SE SB
388
b) Corte parcial del floema en una raíz.
Se verifica el mismo falso desequilibrio SE/SB con idéntica reacción:
bl) Soldadura del corte.
b2) Emisión de hojas (brotes).
NUTRICIÓN MINERAL
2.2. No esenciales
— Cloro — Cobalto — Aluminio
— Sodio — Silicio — Iodo
El agua, además de ser el vehículo de los elementos, también es el principal
alimento de las plantas, pues proporciona hidrógeno y oxígeno.
En las soluciones del suelo, además de los fertilizantes disueltos en forma
iónica, existen pequeñas cantidades de otros elementos ácidos, procedentes del
estiércol y de los restos de materia orgánica en proceso de mineralización.
Las raíces también segregan sustancias ácidas, y todo ello ayuda a que la diso-
lución de los fertilizantes sea más rápida, que si sólo hubiera agua pura.
El suelo es una mezcla más o menos compleja, formada por materia mineral y
materia orgánica en proceso de mineralización, donde viven multitud de microor-
ganismos que influyen poderosamente en la nutrición.
Debido a las reacciones bioquímicas y físico-químicas que tienen lugar, se
encuentra en continuo proceso de transformación, por lo que tienen su fundamento
las quejas de algunos agricultores, sobre los cambios a peor, de las características
que observan en sus tierras.
— Solución suelo.
392
2. Complejo arcillo-húmico
Está compuesto por parte mineral y parte orgánica en forma húmica, que tiene
la propiedad de adsorber y retener los iones con carga positiva (cationes), como
son el amoníaco, potasio, calcio, hierro y todos los metales, además de los fosfa-
tos, gracias a la acción intermedia del calcio.
No retiene los de carga negativa (aniones), como nitrato, sulfato, cloruro y, en
general, los no metales, excepto los fosfatos.
Siguiendo con el ejemplo didáctico, equivale a una TIENDA, donde la planta
puede adquirir fácilmente el alimento que necesita.
393
TEMA 17
El suelo es el medio que sirve de sostén y de almacén para las plantas. Según
el tipo de suelo y clima, existe una vegetación característica, ya que la flora pre-
sente es la que ha sabido adaptarse a esas condiciones.
Cuando tiene suficiente profundidad y no existe ninguna causa limitante, como
puede ser una capa freática cerca de la superficie, las raíces alcanzan un gran desa-
rrollo, y normalmente no hay problemas nutricionales.
En una agricultura superintensiva, donde se pretende sacar el máximo de pro-
ducción en el mínimo de tiempo posible, con unas normas de calidad establecidas,
es muy raro que no sea necesario mejorar las condiciones naturales del suelo.
Por ENMIENDAS se entienden las grandes aportaciones de materiales orgá-
nicos y/o minerales, capaces de mejorar las condiciones físicas, químicas y bioló-
gicas de un terreno.
Las enmiendas suelen incidir directa e indirectamente en todos los aspectos,
tanto físicos como químicos o biológicos, ya que están todos relacionados.
Las mejoras físicas de textura y estructura facilitan la penetración y retención
del agua y el aire, haciendo que los suelos excesivamente compactos sean más
sueltos, y los demasiado arenosos tengan más cohesión.
Se aumenta la aireación y sanidad, lo que facilita el drenaje, especialmente
importante cuando hay problemas de sales.
Se mejoran las condiciones químicas con las aportaciones directas de elemen-
tos nutritivos contenidos en los materiales utilizados para la enmienda, pero, indi-
rectamente, al facilitar la asimilación de los existentes y evitando pérdidas de
otros (floculación), se consigue una doble o triple mejora química.
Se mejoran las condiciones biológicas, pues estos materiales pueden servir de
alimento a los microorganismos, además de mejorar las condiciones ambientales
existentes, por lo que pueden desarrollarse mejor.
ENMIENDAS ORGÁNICAS
Las enmiendas orgánicas están constituidas por las grandes aportaciones de sus-
tancias de origen orgánico, desde el clásico estiércol natural procedente del ganado,
395
hasta el «compost» o producto comercial procedente de las basuras, pasando por
una enorme lista de preparados comerciales, más o menos sofisticados.
Las aportaciones de «humus líquido», tanto procedente de residuos industria-
les (vinazas), como de fósiles (leonardita), son muy interesantes, pero no se deben
considerar como enmiendas, entre otros motivos, porque las dosis recomendadas
son insignificantes.
La materia orgánica, tanto de origen animal como vegetal, tiene que sufrir una
serie de transformaciones, hasta convertirse en HUMUS, que es un estado inter-
medio entre la materia orgánica sin transformar y la completa mineralizada:
Algunos iones, como los nitratos y nitritos, no son retenidos por el complejo
arcillo-húmico, por lo que son arrastrados a capas más profundas, perdiéndose y
contaminando los acuíferos subterráneos.
2. Fases
Se distinguen cuatro fases en todo este proceso de mineralización, añadiendo una
más por la posibilidad de reorganización, en los suelos bien fertilizados y saneados.
397
1.a Humificación
Se inicia a partir de que los microbios se encuentran con las tres condiciones
ambientales.
Cuando se amontonan pajas o restos vegetales, hay una primera fermentación,
que puede elevar la temperatura hasta los 75 grados, que se debe enfriar echando
agua.
Es conveniente dejar pasar unos dos meses, para que se transforme en humus
fresco, que será bueno para determinados cultivos, como los que se aprovechan
por sus raíces y tubérculos (patatas). Cuando se trata de frutales, tiene que estar
bien fermentado, pues las reacciones posteriores podrían causar la muerte y podre-
dumbre de raíces. Hay gente que considera nociva la práctica de echar estiércol a
los almendros, por culpa de estas reacciones del estiércol fresco.
A los cultivos perennes, como los frutales, es conveniente que el estiércol sea
del año anterior, para que su humus esté estabilizado, es decir, que no pueda origi-
nar fermentaciones violentas.
2.a Amonización
Continuando el proceso de mineralización, el humus fresco se transforma en
humus estable, cuyo nitrógeno orgánico se va transformando lentamente en nitró-
geno mineral (amoníaco).
Este proceso dura muchos años, y es fundamental para que el suelo disponga
de suficiente nitrógeno durante el período invernal, y la planta lo encuentre dispo-
nible durante los primeros días del inicio de la vegetación.
3.a Nitrificación
El amoníaco, siguiendo un proceso de oxidación, se transforma en nitrito, y
continuando con la oxidación, en nitrato, que es directamente asimilable por la
planta, o se pierde por las aguas de drenaje, contaminando los acuíferos situados
aguas abajo.
4.a Desnitrificación
Cuando concurren circunstancias de falta de oxígeno, puede iniciarse un pro-
ceso inverso, consistente en la transformación del nitrato en nitrito, actuando otro
tipo de microorganismos.
Del nitrito pasa a amoníaco, e incluso a nitrógeno gaseoso que se pierde a la
atmósfera, en el caso de que no esté enterrado.
5.a Reorganización
En suelos fértiles, el nitrógeno mineral puede volver a orgánico. Si el suelo es
rico en microorganismos, éstos, al morirse, producen un almacenamiento del nitró-
geno orgánico procedente de sus cuerpos, por lo que se evitan pérdidas durante las
lluvias torrenciales de otoño-invierno, circunstancia muy importante para que el
398
suelo mantenga un nivel aceptable de nitrógeno en esas épocas, que ayudará a dis-
minuir la vecería.
Con el abonado en verde o sideral, consistente en enterrar un cultivo herbáceo
cuando ha alcanzado su desarrollo, es práctica muy recomendable añadir un poco
de nitrógeno mineral, para ayudar a la fermentación. Este nitrógeno mineral tam-
bién se transforma en orgánico.
Comentario. Se ha considerado conveniente este breve resumen, dada la gran
importancia que tiene el nitrógeno y la materia orgánica en la economía de la
empresa agrícola, por lo que todo profesional debe procurar mantener un buen
nivel en los suelos.
ENMIENDAS CALIZAS
400
TEMA 18
1. Ventajas
— Es el fertilizante que más influye en el crecimiento y rendimiento de las
plantas.
— Es el elemento plástico más importante (proteínas, albuminoides, etc.).
— Es un componente de la clorofila, que es la sustancia más importante de los
vegetales.
— Las plantas sin la dotación del nitrógeno necesario crecen muy poco y su
brotación es débil y de color pálido.
— Las plantas bien surtidas de nitrógeno crecen rápidamente y toman un
color verde oscuro, señal de gran actividad fotosintética.
— La falta de nitrógeno en las reservas, al final de verano-otoño, puede pro-
ducir corrimiento de flor en la primavera siguiente.
2. Inconvenientes
— Alarga la vegetación y los frutos tardan más en madurar.
— El fruto tiene menos aguante al transporte. En la naranja se aprecia la piel
más rugosa, con tendencia a separarse de los gajos («bufat»).
— Mayor sensibilidad a las plagas y enfermedades. Los tejidos verdes y tiernos
son fácilmente parasitados por los pulgones, cochinillas, oidio, mildio, etc.
— En ramas y tronco provoca «goma», que puede llegar a taponar los vasos
liberianos, causando la muerte de las ramas y del tronco.
— En los cereales, debido al gran desarrollo herbáceo, tiene tendencia al
«encamado» y al alargarse el ciclo vegetativo, el grano puede no terminar
su maduración.
— Aumenta la salinidad del suelo y los efectos de la sequía.
— Favorece las carencias de cobre, hierro y boro.
— Puede provocar la contaminación de las aguas subterráneas por nitritos,
especialmente en los abonados de invierno.
401
3. Épocas de aplicación
— Al ser un elemento difícil de retener en el suelo, la dosis anual se tiene que
distribuir en varias aportaciones, a partir de que la temperatura supere los
18 °C.
— En primavera, antes floración 20%
— Primavera-Verano, después floración 60%
— Final verano (reservas) 20%
Las reservas nitrogenadas en invierno, son las orgánicas.
2. Inconvenientes
— Desciende muy poco en el suelo. Hasta la aplicación de la técnica de la fer-
tirrigación, sólo era efectivo cuando se aplicaba en labores profundas.
— En suelos calizos se bloquea fácilmente, siendo poco asimilable por las
plantas.
— Puede producir carencias de cobre, cinc, hierro y boro.
3. Épocas de aplicación
Al ser un elemento que es retenido por el suelo, la dosis anual puede echarse
de una vez, siendo preferible distribuirlo a lo largo del ciclo vegetativo.
402
— Antes de la floración 30%
— A partir del cuaje 40%
— A partir del envero 30%
1. Ventajas
— Favorece la formación de los hidratos de carbono (patata, remolacha y fru-
tos en general).
— Da consistencia a la caña de los cereales.
— Aumenta el peso de los granos y frutos, haciéndolos más ricos en azúcar y
zumo, mejorando su calidad y conservación.
— Disminuye la transpiración. (Menor consumo de agua).
— Favorece el desarrollo de las raíces y las plantas resisten mejor la sequía.
Muy importante en plantas de trasplante.
— Es un elemento de equilibrio y sanidad, otorgando mayor resistencia a las
heladas, a las plagas y a las enfermedades.
2. Inconvenientes
— Los excesos producen antagonismos en las relaciones K/Mg, K/Fe y K/Zn,
induciendo carencias de magnesio, cobre, cinc, manganeso y hierro.
— Las deficiencias producen frutos más ácidos, disminuyendo su rendi-
miento.
3. Épocas de aplicación
— Antes de floración 5%
— A partir del cuaje 45%
— A partir del envero 50%
PAPEL DE LA CAL
— Favorece el crecimiento.
— Da resistencia a los tejidos vegetales.
— Desarrolla el sistema radicular. Muy importante en árboles trasplantados.
— Influye en la formación, tamaño y maduración de los frutos.
— El ganado que pasta en suelos faltos de cal, crece raquítico.
— Como enmienda ya se ha indicado en el tema anterior, pero conviene
recordar:
403
• Acción física. Aumenta la permeabilidad de los suelos arcillosos,
haciéndolos menos compactos y aumentando su capacidad de almace-
nar agua, muy importante para el riego localizado.
• Acción química. Interviene en el intercambio iónico, es decir, actúa
como un «guardia urbano», regulando el paso de los elementos fertili-
zantes, desde el complejo arcillo-húmico a la solución del suelo.
• Acción biológica. Favorece la mineralización de la materia orgánica.
Destruye los venenos de los suelos. Dificulta el desarrollo de enferme-
dades producidas por hongos del suelo. Favorece la actividad micro-
biana, y con ello la nitrificación.
Al igual que sucede en todas las materias, los abonos también tienen sus unida-
des de medida.
Según el elemento fertilizante del abono, se emplea una unidad de medida,
denominada «unidad fertilizante» (UF) de ese elemento, que viene expresada en
las etiquetas de los envases, generalmente en el tanto por ciento de ese producto.
Aunque el abono se presente en estado líquido, dicha riqueza siempre se
expresa por el peso, es decir, p/p (peso por peso). Las otras indicaciones se prestan
a engaños.
Para los abonos nitrogenados es el nitrógeno (N); para los abonos fosforados
es el anhídrido fosfórico (P2O5), y para los abonos potásicos el óxido de potasa
(K2O).
Cada UF equivale a un kilo expresada en N, P2O5 y K2O, según el tipo de
abono que se trate, y es lo que nos permite comparar los diferentes abonos, y saber
cuál es el más caro o el más barato.
Por ejemplo: Teniendo necesidad de echar un abono fosforado, tenemos dos en
el mercado (1999) con las siguientes características:
Abono núm. 1 Precio de venta al público . . . . . . . . . . . . . . . . . 15 ptas./kg
Riqueza expresada en P2O5 . . . . . . . . . . . . . . . . 8 UF (8 %)
405
En el abono núm. 1, el precio de la UF resulta a
100
15 187,50 ptas.
8
En el abono número 2, el precio de la UF es de:
100
25 125 ptas.
20
Por lo tanto, resulta más barato el segundo abono, aunque aparentemente sea
más caro.
Como consecuencia del ejemplo anterior, es necesario fijarse en la riqueza del
producto para poder averiguar realmente qué abono nos conviene comprar para
conseguir mejor precio.
En el apartado correspondiente de los ANEJOS se indican las UF, con sus
expresiones químicas, de todos los fertilizantes que se comercializan en España y
resto de la CE.
También conviene saber la composición del abono, ya que la expresión química
de la UF no siempre coincide con su formulación, e incluso, según qué abonos,
variará el valor, como es el caso de los nitrogenados, donde el nitrógeno se puede pre-
sentar de tres formas: ureico (el más barato), amoniacal y nítrico (el más caro).
Otra gran ventaja de expresarlos en UF es facilitar las fórmulas de abonado de
los diferentes cultivos, pues exponiéndolas en UF no es necesario indicar qué
abono y riqueza se trata.
En los «anejos» aparecen distintas fórmulas de abonados, y cuando están
expresadas en UF no es necesario poner los diferentes abonos comerciales,
pudiendo cada uno elegir el que tenga o el que más le convenga.
ABONOS COMPLEJOS
Son aquéllos que están formados por dos o más elementos fertilizantes, los
cuales se encuentran combinados entre sí.
En los abonos complejos cada partícula debe contener la misma proporción de
todos los principios fertilizantes indicados en la etiqueta, mientras que en los
«compuestos», por ser mezclas, cada una tiene la constitución del abono simple
de que procede.
En la práctica, los abonos complejos constituidos por tres o más elementos
están formados por la mezcla de dos complejos.
10 + 15 + 10 + 6 = 41
Los complejos de alta graduación son aquéllos que tienen 35 o más UF. Los
que no llegan a 35 UF se consideran de baja graduación, pero cuando están entre
los 25-35 se pueden considerar como de graduación media.
407
TEMA 19
LA FERTIRRIGACIÓN
ANTECEDENTES
VENTAJAS
ESTUDIO COMPARATIVO
Vamos a hacer un pequeño estudio comparativo de los diferentes sistemas de
abonado: el clásico con abonos sólidos y el de fertirrigación.
1. Abonado clásico
a) Nitrogenados
Antes de regar
Si al echar los abonos se quedan en la superficie, por la acción del sol pueden
descomponerse y perderse en forma de gas amoníaco. El sulfato amónico es de los
que más se pierde.
410
— Pérdidas N a la atmósfera.
Después de regar
El nitrógeno amoniacal es retenido y lo puede tomar la planta poco a poco. El
nitrógeno nítrico no es retenido, por lo que si no lo aprovecha la planta es arras-
trado, perdiéndose con las aguas de drenaje, contaminando las aguas subterráneas.
b) Fosforados
Antes de regar
En las aplicaciones «en seco» queda fuertemente retenido en los primeros cen-
tímetros de la superficie, lo que obliga a enterrarlo en las labores preparatorias,
pudiéndose presentar problemas de retrogradación que consiste en la transforma-
ción en compuestos calizos insolubles, aumentando todavía más las dificultades
que tienen las plantas para absorberlo.
411
Después de regar
Baja escasamente unos milímetros, por lo que no hay pérdidas, pero sí falta de
eficacia en el abonado.
c) Potásicos
Antes de regar
Parecido a los fosforados.
Después de regar
Desciende bastante más que los fosforados, incluso pueden producirse pérdi-
das después de varios riegos.
2. Fertirrigación
No es preciso marcar diferencias físicas entre los distintos elementos.
Con la fertirrigación se pone el abono al alcance inmediato de la raíces, así
como con su fraccionamiento en diez o más veces al mes, evitamos que se pier-
dan los excesos.
En árboles que llevan un año aplicando esta técnica, se aprecia una gran dife-
rencia con los restantes, pudiendo afirmar que están desapareciendo una serie de
prejuicios y tabúes, sobre épocas y dosis de abonado.
Con respecto al fósforo (P), si se aplica en fertirrigación, sólo por el hecho de
ir disuelto, ya se facilita la penetración y asimilación; además, la formulación
con la que se presentan los diferentes productos comerciales, posibilita el retrasar
muchísimo el fenómeno de la retrogradación, por lo que pueden alcanzarse pro-
fundidades superiores a los 20 centímetros (hasta 40 cm según diversas experien-
cias publicadas en revistas especializadas).
Por lo tanto, con el empleo de esta técnica ya no es tan necesario el abonado
de fondo de los fertilizantes químicos.
412
Finalmente, el ahorro de fertilizantes supone una gran mejora del medio
ambiente. Por una parte está el aspecto económico, variable según el precio del
mercado; pero por otra, no menos importante, la reducción que puede llegar a
superar el 50 %, evita la contaminación de las aguas subterráneas, y con el tiempo
es posible que se eviten o disminuyan los excesos de nitritos y nitratos en las aguas
potables. De hecho ya llevamos varios años experimentando con dosificaciones
que apenas alcanzan la tercera parte de las recomendaciones oficiales, y el cultivo
presenta un aspecto inmejorable, tanto en vegetación como en producción.
INCONVENIENTES
La mezcla formada por el agua y los fertilizantes no debe superar los 3 milim-
hos/cm de conductividad, para no correr el riesgo de tener problemas de salinidad
(ósmosis), pero recordando que no es lo mismo un tipo de sales, como el cloruro
sódico, que otro, como el sulfato cálcico o yeso.
La acumulación de sales, procedentes de los abonos y del agua, en la periferia
de la bolsa húmeda o bulbo, en climas desérticos, sin lluvias copiosas y prolonga-
das, como ocurre en la región murciana, puede llegar a formar una especie de cas-
carón, imposible de atravesar por las raíces, por lo que resulta necesario solapar
dichas bolsas.
En las experiencias de más de diez años, que se llevan por la Comarca de
Benissa, y que luego se han ampliado por otras muchas, no se han observado estos
síntomas, incluso coincidiendo en un período seco, como el comprendido entre los
años 1981 a 1985, no afectando en nada al desarrollo radicular, aunque los goteros
estuvieran separados más de 2 metros.
Pero como regar con aguas «limpias» de sales es cada vez más difícil, es un
factor de riesgo a considerar.
TÉCNICA DE APLICACIÓN
Se parte del hecho de que el abono esté perfectamente disuelto y no haya nin-
gún problema de solubilidad.
La uniformidad tiene que ser lo suficientemente buena, para que no haya exce-
sos ni defectos, y adonde llegue el agua, haya una parte proporcional de fertili-
zante.
En cultivos arbóreos, en años secos, se puede empezar antes del inicio de la
vegetación, pero si el arbolado viene bien preparado del año anterior, no es preciso
abonar tan pronto, siendo conveniente el riego, para ir preparando el despertar
vegetativo y mantener un grado de turgencia en los tejidos.
En el Anejo 1, se indica el ciclo vegetativo de los algunos frutales, siendo de
resaltar las grandes diferencias que se observan según Comarcas, pero que aquí se
indican para que sirvan de referencia. En Mallorca, por ejemplo, los almendros
413
El sol aumenta la evaporación del agua a través de los estomas de las hojas, lo que provoca
la ascensión de la savia bruta desde las raíces hasta dichas hojas.
PH E IONES DISUELTOS
pH
Nitratos (1)
Bicarbonatos (HCO3-) en ppm
Calcio (Ca + 2) en ppm (8)
Magnesio (Mg + 2) en ppm (1)
Potasio (K +) en ppm (1)
ALGUNAS CLASIFICACIONES
Conductividad (2)
Sales totales en ppm (3)
Índice de Scott (4)
Clasificación N. Riverside (5)
Dureza en grados F (6)
S.A.R. (7)
Relación de Sodio
Relación de Calcio (8)
Carbonato sódico residual (9)
IONES PERJUDICIALES
Cloruros (Cl-) en ppm
Sulfatos (SO4=) en ppm (10)
Carbonatos (CO3=) en ppm
Sodio (Na +) en ppm (11)
418
TEMA 20
Desde hace casi un siglo, las formulaciones de los diferentes elementos fertili-
zantes, han seguido las costumbres locales, donde predominaba, casi en exclusiva,
el abonado nitrogenado, especialmente el sulfato amónico.
Los organismos oficiales y casas comerciales, daban unas normas generales de
N-P-K a dosis iguales o casi iguales, que se consideraban equilibradas, lo que pro-
vocó, en algunos casos, problemas de excesos y carencias, siendo muy caracterís-
tica la carencia de magnesio, en los cítricos de La Plana de Castellón, por un
exceso de potasio, durante la década de los 60.
Durante los años 1969-1971, estando en el Centro de Capacitación y Experi-
mentación Agraria de Hinojosa del Duque, junto con los alumnos, intentamos con-
feccionar fórmulas lógicas que permitieran un mantenimiento de la fertilidad y
buenas condiciones del suelo, por lo que se consideraba imprescindible la incorpo-
ración de enmiendas orgánicas.
Tomando como referencia un cuadro de necesidades del investigador Cayetano
Tamés, se planteaban sencillos estudios de dosificación de restos de cosechas,
estiércol artificial y estiércol natural procedente del ganado adjunto al Centro, lo
que motivaba al alumnado para hacer seguimientos de los resultados, en las dife-
rentes parcelas de ensayos.
419
Equivalencias:
— 1.000 kg de estiércol = 100 kg de humus
— 1.000 kg de paja a transformar = 250 kg de humus
— 1.000 kg de forraje (Ab. sideral) = 40 kg de humus
Durante estas dos últimas décadas, las fórmulas de abonado recomendadas
en diversas publicaciones, han experimentado muchas modificaciones, bus-
cando la efectividad y el mejor aprovechamiento, así como tratando de corregir
los abusos.
Por una parte los análisis de suelo y foliares son mucho más precisos, ya que se
consigue aproximar más a la situación real de asimilación de fertilizantes del
suelo, teniendo también muy en cuenta la contaminación de las aguas de pozos,
especialmente en nitratos, lo que se tiene que prever para disminuir la dosis de
nitrogenados. El empleo de aguas residuales puede obligar a análisis frecuentes de
las mismas, para saber qué sales se tienen que restar en la fórmula de abonado, así
como la concentración máxima que se tiene que suministrar, para no producir pro-
blemas de intoxicación, aunque son más peligrosos los vertidos incontrolados a los
ríos, que pueden llegar a matar los cultivos.
Cuando no se conoce una zona, un análisis completo del suelo es una buena
referencia, ya que nos permite conocer la fertilidad y poder añadir los elemen-
tos que le hacen falta, así como prevenir los excesos. Posteriormente, y según la
evolución de los cultivos, se podría repetir o no periódicamente, especialmente
en la zona influenciada por la fertirrigación. Un razonamiento parecido puede
servir para los análisis foliares, pero en el de las aguas puede que nos veamos
obligados a realizarlos periódicamente, ante los riesgos expuestos anterior-
mente.
Por otra se han introducido técnicas muy revolucionarias, como la fertirriga-
ción en el cultivo localizado y en el hidropónico, lo que también ha traído como
consecuencia la proliferación de nuevos productos, más o menos efectivos, pero
que han complicado todavía más la información del agricultor.
Por lo tanto, el agricultor progresista debe apoyarse en todos los adelantos que
le brinda la ciencia y la técnica, pero sin olvidar que la experiencia del técnico de
campo es necesaria para la correcta interpretación de los análisis y de las reaccio-
nes del cultivo.
Contando con ello, se ha buscado el simplificar al máximo la fertilización en
fertirrigación, tanto en la formulación como en su dosificación y aplicación.
A partir de 1990 se iniciaron una serie de abonados experimentales, y siete
años después ya se pueden aceptar unos resultados como buenos, tanto en cítricos,
como en frutales de hueso y pepita, pasando por la uva de mesa. En hortalizas,
sandías y tomates, también se han conseguido muy buenas producciones, pero
debido a nuestras limitaciones profesionales se considera que no deben incluirse
por el momento.
420
PLANNING DE FERTIRRIGACIÓN
Al igual que ocurre con los programas de riego, aquí la experiencia nos ha
demostrado la gran importancia que tiene el suministrar todos los años y desde el
primer riego, un buen soporte orgánico.
De todos es conocido el gran valor como enmienda que tiene el estiércol, pero
en la fertirrigación se quiere resaltar que, dado que limitamos el espacio enrique-
cido del suelo, es necesario que se disponga de un buen COMPLEJO DE CAM-
BIO, que retenga los fertilizantes en el bulbo o zona de influencia del gotero, es
decir, que la solución del suelo no sufra carencias, ante una demanda tan concen-
trada en el espacio, y eso sólo se consigue disponiendo de un buen complejo arci-
llo-húmico, por lo que se tiene que aportar varias veces al año. Si además mejora-
mos la estructura, mejor.
Haciendo un símil con la vida moderna, se trata de adaptar a las plantas a lo
mismo que ha ocurrido a las personas, con los «self service» o restaurantes de
autoservicio y, desde luego, las plantas se adaptan mejor que las personas.
Las técnicas a emplear, se van a clasificar en dos grupos:
a) Con abonado de fondo localizado en zanjas.
b) Sin abonado de fondo.
El abonado de fondo está muy indicado en cultivos muy intensivos, y para sue-
los pobres o empobrecidos. Se consigue a largo plazo una mejora en la estructura,
favoreciendo la retención de agua y fertilizantes, así como el laboreo. Una fórmula
que nos ha dado muy buenos resultados ha sido la siguiente:
— Estiércol bien fermentado 30.000 kg
— Superfosfato triple 1.000 kg
— Sulfato potásico 300 kg
Por lo tanto se crea una zona «externa» del bulbo rica en humus y estructura
granular, que es una garantía para que las raíces puedan aprovechar y defenderse
mejor de las carencias que pueda sufrir el cultivo en años de poca agua.
Además se aprovecha para incorporar fósforo y potasio. En suelos calizos se
añadirá hierro, y en suelos no calizos, se incorporaría calcio. Todo ello localizado
en una zanja de 30-40 cms de profundidad, y medio metro de anchura.
Para que la fermentación del estiércol no tenga problemas no se debe pasar del
5 % de sulfato de hierro, siendo preferible un 2 %.
En el cultivo arbóreo, se realiza por enmedio de la «calle» o «frau», y en el
cultivo hortícola dependería del tipo de aprovechamiento. La dosis de estiércol
estaría en función de la zona indicada en el cuadro de «Necesidades de humus».
Por ejemplo: Aporte localizado en frutales, de la zona de Levante, con una
periodicidad de dos años y en suelo calizo.
— Estiércol bien fermentado 24.000 kg/ha
— Superfosfato de cal (máx. 10 %) 1.000 kg/ha
— Sulfato o cloruro de potasa 700 kg/ha
— Sulfato de hierro (máx. 5 %) 500 kg/ha
421
Se podrían añadir microelementos, pero suele salir caro, y su efectividad no
siempre compensa.
Esta técnica se podría mejorar mucho más si se aplica el superfosfato en la
cama del ganado, aportando el sulfato de hierro en el momento de sacar dicho
estiércol y amontonarlo para que fermente durante un año.
Cuando se trata de suelos pobres en cal, lo más indicado es la cal apagada,
echándola al hacer el montón, o momentos antes de enterrarlo. La dosis variará
entre el 2 al 5 %.
El momento o época de incorporación, siempre es durante la parada invernal,
pero se piensa ensayar el hacerlo inmediatamente después de la recolección. Desde
luego, lo que tiene que quedar muy claro, es que siempre se hará antes de la
movida o brotación de la vegetación.
A partir de esta enmienda localizada, las técnicas de fertirrigación anual son
las mismas, tanto para el grupo 1.o, como para el 2.o, variando la dosis, por los abo-
nos ya incorporados, o bien, según evolucione el cultivo, ya que los localizados en
zanja, se consideran en principio como «de reserva».
Fertirrigación anual
Tal como se ha indicado, el fundamento básico de esta técnica, es formar y
mantaner un buen complejo arcillo-húmico que garantice un buen estado de fertili-
dad en el bulbo o zona de influencia del gotero, constituyendo una especie de
«autoservicio» que permita:
1.o A la planta. Tener fácil disponibilidad de alimentos, tanto directamente en
la solución del suelo (como si se tratara de un hidropónico), como en el
complejo de cambio arcillo-húmico.
2.o Al suelo. Evitar el empobrecimiento progresivo y rápido de dicha zona,
disminuyendo el traslado de los fertilizantes hacia las paredes del bulbo.
3.o Al medio. Contrarrestar el efecto tóxico y osmótico del exceso de sales,
por la retención del complejo.
Algunos agricultores meticulosos se han percatado de la gran importancia que
tiene esta condición, pues visitando algunas fincas, se ha observado que en el sitio
del gotero, han echado un capazo de estiércol por la superficie, pero admitiendo
sus buenos resultados, sólo es factible en una agricultura artesanal no compatible
con el abaratamiento de costos. Además, siempre que se emplee estiércol, se tiene
que proteger, lo más rápidamente posible, del efecto destructivo y secante del sol.
Con la aparición en el mercado de estiércoles líquidos, tanto procedentes de
materias fósiles, como de subproductos de la industria, enriqueciéndolos con ele-
mentos estimulantes de la vegetación, se han realizado una serie de experiencias,
consiguiéndose siempre una mejora en la brotación y en la calidad de los frutos
(tamaño y características organolépticas), hasta la fecha espectaculares.
Para ello se han preparado varias formulaciones, según las características del
frutal, pero siempre contando con el nitrógeno, magnesio y quelatos de hierro,
como factores estimulantes:
422
1.a El nitrógeno es el elemento más influyente en la brotación y en la produc-
ción, pero se tiene que tener en cuenta la cantidad aportada con estas for-
mulaciones, para restar de la dosis anual y no tener problemas de excesos,
ya que con esta técnica son muy fáciles de corregir los defectos. Según
los cultivos, dicha dosis anual varía, considerándose los naranjos como
los más exigentes, y la viña, como la menos.
2.a El magnesio es un elemento esencial para la formación de la clorofila, lo
que equivale a una buena vegetación, con árboles vigorosos, capaces de
dar abundante cosecha y de buen tamaño. Sin embargo, se tendrá que
controlar su presencia en las aguas de riego, para no producir exceso.
3.a El hierro es otro elemento esencial en la función clorofílica, con todas las
ventajas indicadas anteriormente, es decir, que aquí no se le limita al
papel de simple corrector de clorosis, sino que se le añade por ser un fac-
tor de crecimiento y estimulante de una gran actividad fotosintética.
Naturalmente se aplica en forma de un buen quelato.
4.a El calcio se tiene que añadir en suelos deficientes o con probIemas de
salinidad (sodio), es decir, por una parte como elemento bioquímico de la
gran actividad vegetativa y, por otra, como elemento básico en el suelo,
para la fertilidad y la buena estructura del mismo.
La mezcla recomendable para 100 litros, varía según el cultivo, habiendo ensa-
yado diversas formulaciones, hasta quedarnos en estas proporciones:
— Estiércol líquido . . . . . . . . . . . . . . . . 30 a 40 60 a 70 60 a 70
— N-32 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50 a 60 15 a 30 10 a 20
— Nitrato magnesio . . . . . . . . . . . . . . . 10 a 20 10 a 25 20 a 30
Ejemplo de programación
«Parcela de melocotoneros en plena producción, de 10 ha, con un suelo muy
calizo. El inicio de vegetación es en marzo y la maduración en septiembre».
Debido a las características del cultivo, y como se programan dosis máximas
del complejo húmico líquido, para complementar el P-K, se elige el ácido fosfó-
rico (50 % P2O5) y el nitrato potásico (12-0-46).
Las necesidades anuales de la parcela, según el cuadro del Anejo, son:
— Nitrógeno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 900 UFN
— Fósforo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 650 UFP2O5
— Potasio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 700 UFK2O
— Magnesio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100 UFMgO
Fertilizantes disponibles
— Nitrogenados: N-32, Nitrato amónico, Fosfato monoamónico y Nitrato
potásico.
— Fosforados: Fosfato monoamónico y Acido fosfórico.
— Potásicos: Nitrato potásico.
— Magnésicos: Nitrato de magnesio.
— Estiércol líquido: 2 % N p/v.
Dosis anual
Empezaremos con el nitrato potásico (13-0-46), por ser un complejo de nitró-
geno y potasio, y para cubrir las necesidades de este último, haremos el siguiente
cálculo:
700
1.522 …………… 1.600 kg
0,46
pero también se aportan 1.600 0,13 = 208 UFN, que se tienen que restar de la
dosis anual prevista:
424
900 – 208 = 692 UFN
Estas 350 UF P2O5 se pueden aportar con ácido fosfórico (50 % P2O5), que
además servirá para la limpieza de la instalación:
350
700 kilos de ácido fosfórico
0,50
Sólo falta recordar, que el total de quelato de hierro previsto es de 60 kilos, que
se echará siempre con el complejo húmico, por su acción potenciadora.
El ácido fosfórico se mezclará con el nitrato de potasio, para favorecer la diso-
lución.
Finalmente EL PROGRAMA DE FERTIRRIGACIÓN de la parcela de 10 ha,
se realizará todos los días, fraccionando la cantidad prevista entre dichos días y
épocas, empezando con una buena aportación del complejo húmico, pudiendo
alternar por semanas las cubas de los diferentes abonos. El día del cambio, se
puede echar sólo agua, para evitar posibles problemas:
425
• PRIMAVERA. De marzo a la primera quincena de junio.
— Complejo húmico . . . . . . . . . . . . . . 3.600 litros
— Mezclado en otra cuba:
• Ácido fosfórico . . . . . . . . . . . . . . 600 kilos
• Nitrato potásico . . . . . . . . . . . . . . 600 kilos
• VERANO. Segunda quincena de junio hasta septiembre.
— Complejo húmico . . . . . . . . . . . . . . 2.400 litros
— Mezclado en otra cuba:
• Fosfato monoamónico . . . . . . . . . 500 kilos
• Nitrato potásico . . . . . . . . . . . . . . 800 kilos
— Mezclado en otra cuba:
• Ácido fosfórico . . . . . . . . . . . . . . 100 kilos
• Nitrato potásico . . . . . . . . . . . . . . 200 kilos
Con esto conseguimos programaciones fáciles de realizar, sin demasiados cál-
culos que dificultarían su aplicación.
En los Anejos se encuentran fórmulas de abonado de diferentes cultivos, las
cuales han ido evolucionando a través de los años, según los resultados obtenidos,
pues como se ha repetido desde las primeras publicaciones, aquí se parte del hecho
comprobado, pudiendo o no coincidir con otras. Cada uno puede usar la que consi-
dere más conveniente en su situación, flexibilizando, teniendo en cuenta los resul-
tados de los análisis, especialmente el de aguas (nitratos, caliza, sulfatos, magne-
sio, etc.) para restar del total. La calidad de la fruta siempre ha sido superior, sin
aparecer problemas de «bufat» o «clareta» por sobremaduración u otras causas.
Para finalizar, se considera conveniente hacer la siguiente observación: El
empleo de cantidades masivas de ácido fosfórico o de complejos que lo contengan,
como son los denominados «claros» o «ácidos», está favoreciendo, por una parte,
la aparición de una clorosis y, por otra, síntomas de una carencia de cal, en los rie-
gos localizados de pie. Esto que parece un contrasentido, puede que tenga su expli-
cación considerando que este producto acelera la transformación de caliza en
«activa» o soluble, provocándose pérdidas por lixiviación en este tipo de riegos,
por lo que conviene tenerlo en cuenta por si, a la larga, aparecen los mismos efec-
tos en el riego a goteo, aunque se trabaje con suelos muy calizos, por desplaza-
mientos hacia el exterior del bulbo.
1. Abonos sólidos
Al principio los abonos sólo se presentaban en estado sólido, pero cuando son
para la fertirrigación, no son los mismos que para el abonado «en seco», por lo que
tiene que especificarse, ya que no tienen los mismos componentes, como son las
sustancias que mezclan para hacerlos más manejables y poder esparcirlos en
máquinas evitando que se apelmacen.
Tienen que ser completamente solubles y no llevar materias extrañas.
426
Cuando iniciamos este tipo de pruebas, se aprovechaba el sulfato amónico
corriente que se vendía en los almacenes de abono, pues era cristalino y parecía
puro, pero al disolverlo previamente en cubos siempre aparecían impurezas en el
fondo, que para el abonado normal en seco no tienen importancia, pero que para la
nueva técnica sí que era un problema.
Por lo tanto, el abono sólido para fertirrigación, debe llevar especificado que es
para ese uso, mediante etiquetas con nombres parecidos a «Cristalino soluble»,
«Solubles para fertirrigación», etc.
En el comercio se encuentran los siguientes:
— Sulfato amónico.
— Nitrato amónico.
— Urea.
— Fosfato monoamónico.
— Fosfato de urea.
— Nitrato potásico.
— Sulfato potásico.
— Nitrato de cal.
— Nitrato de magnesio.
— Otros abonos simples y complejos.
Todos ellos son de gran calidad, sin problemas de disolución, pero que tienen
el inconveniente de tener que preparar previamente la «solución madre», que es
una disolución lo más concentrada posible, que obliga a disponer de un depósito
con agitador, no siendo fija la cantidad a disolver, pues influye la temperatura y
la calidad del agua.
También se tiene que conocer la reacción de estos productos, al disolverlos, ya
que todos los que contienen nitrógeno suelen enfriar el agua, por lo que todavía se
disminuye la solubilidad. Los que más enfriamiento nos han producido son el
nitrato potásico y la urea. Si se dispone de agua caliente o se mezcla con ácido fos-
fórico, se mejora notablemente la solubilidad.
Cuando vayamos a utilizar un tipo de abono, se tienen que conocer sus caracte-
rísticas, referentes a:
1.o Solubilidad y solución madre.
2.o Salinidad y concentración máxima aconsejable en el agua de riego, para
no sobrepasar 1 milimhos/cm.
3.o Reacción o pH.
427
Características principales
1.a Poco soluble (12 kg/100 litros).
2.a Saliniza más que ninguno (0,25 g/l).
3.a Reacción ácida.
Características principales
1.a Muy soluble (50 kg/100 l).
2.a Poco salinizante (1 g/l).
3.a Reacción ácida.
Características principales
1.a Muy soluble (50 kg/100 l).
2.a No saliniza (2 g/1).
3.a Reacción ácida a pequeñas concentraciones.
Fosfato-urea (17-44-0)
428
Características principales
1.a Medianamente soluble (25 kg/100 l).
2.a Salinizante (0,50 g/l).
3.a Reacción muy ácida.
Características principales
1.a Medianamente soluble (20 kg/100 l).
2.a Poco salinizante (1 g/l).
3.a Reacción muy ácida.
Características principales
1.a Poco soluble (13 kg/100 l).
2.a Salinizante (0,50 g/l).
3.a Reacción neutra.
429
Características principales
1.a Poco soluble (7 kg/100 l).
2.a Salinizante. Aporta sulfatos (0,50 g/l).
3.a Reacción neutra.
Características principales
1.a Poco soluble (10 kg/100 l).
2.a Salinizante. Aporta sulfatos (0,50 g/l).
3.a Reacción ácida.
Características principales
1.a Medianamente soluble (10 kg/100 l).
2.a Medianamente salinizante (1 g/l).
3.a Reacción ácida.
430
Características principales
1.a Muy soluble (50 kg/100 l).
2.a Medianamente salinizante (0,75 g/l).
3.a Reacción ácida.
2. Abonos líquidos
Son los que se están prefiriendo en la actualidad, ya que se evita el engorro de
no tener que preparar la solución madre.
Tienen que transportarse y guardarse en depósitos especiales, que no sean ata-
cados por los ácidos.
Cuando se trata de pequeñas cantidades, se envasa y transporta en garrafas de
20 litros, lo que encarece bastante el producto, ya que se gasta mucha mano de
obra.
También existe el riesgo de desparramarse y estropear la plancha de los vehí-
culos al llevarlos a la parcela, lo que no ocurre cuando se trata de sólidos debida-
mente guardados en sacos de plástico.
En las grandes explotaciones estos problemas se resuelven fácilmente,
mediante la instalación de depósitos de plástico en el cabezal, consiguiéndose un
ahorro de mano de obra y de precio.
Esta ventaja también se puede conseguir en los riegos comunitarios, donde
existe un cabezal común para todos los socios.
Otra particularidad muy interesante, es que tienen una reacción ácida, o ligera-
mente ácida, lo que beneficia el mantenimiento de las tuberías y emisores, pues el
carbonato cálcico sólo se deposita cuando la concentración es superior a 2 g/l y el
pH es alcalino.
En el comercio se pueden encontrar los siguientes abonos:
— Solución N-32.
— Solución N-20.
— Nitrato magnésico.
— Nitrato de cal.
— Acido nítrico.
— Acido fosfórico.
— Polifosfatos amónicos.
— Solución potásica ácida.
— Complejos varios.
— Microelementos.
Características principales
1.a Salinidad media a poca (0,75 g/l).
2.a Reacción neutra o ligeramente ácida.
3.a Densidad 1,325.
Características principales
1.a Salinidad media (0,75 g/l).
2.a Reacción neutra o ligeramente ácida.
3.a Densidad 1,264.
432
Características principales
1.a Se puede mezclar y almacenar con N-20 y N-32.
2.a Muy poco salinizantes (2 g/l).
3.a Reacción de ácida a neutra, según aumente la concentración.
4.a Densidad 1,32.
Características principales
1.a Poco salinizante (1 g/l).
2.a Reacción ligeramente ácida.
3.a Densidad 1,377.
Ácido fosfórico
En el comercio se encuentran dos formulaciones con concentraciones diferen-
tes. Una con un 70-75 % de riqueza en ácido (50 % P2O5) y otra del 55-65 %, de
ácido y una riqueza del 40 % de P2O5.
Concentración Conductividad eléctrica pH
g/l mmhos/cm
0,25 0,510 3,06
0,50 0,959 2,81
1,00 1,672 2,62
2,00 2,590 2,09
433
Características principales
1.a Incompatible con abonos de calcio, magnesio o hierro.
2.a Preparar la solución madre al 50 %.
3.a Salinizante (0,50 g/l).
4.a Reacción muy ácida.
5.a La densidad varía con la riqueza. El producto con una riqueza del 40% de
P2O5 tiene una densidad de 1,4, y el que tiene la riqueza del 50%, la den-
sidad es 1,437. El de 52% de P2O5 la densidad es de 1,6 kg/l.
Características principales
1.a Solución madre al 50 %
2.a Poco salinizante (1 g/l).
3.a Reacción muy ácida.
Abonos complejos
En el comercio se encuentran en dos grandes grupos, según su reacción. Los
complejos neutros o ligeramente ácidos y los que son muy ácidos (pH 1 ó 2).
Los primeros son interesantes cuando el agua de riego no sea alcalina, y con-
tenga muy poca cal, cosa muy rara en la franja mediterránea, por lo que son prefe-
ribles los de reacción ácida.
La riqueza en fertilizantes es parecida en un tipo u otro y viene expresada en
unidades fertilizantes (U.F.).
Teóricamente da lo mismo emplear complejos que abonos simples en las pro-
porciones adecuadas, pero en la práctica, nos están resultando más efectivos los
complejos, además de la comodidad.
Las empresas pueden preparar toda clase de combinaciones, pero las más fre-
cuentes que se encuentran en el mercado son:
• 4 - 8 - 12
• 8 - 1 - 10
• 0 - 20 - 10
Características principales
1.a Poco salinizantes (1 g/l).
2.a Reacción muy ácida, que mejora el mantenimiento de tuberías y emisores.
3.a Estos últimos peligrosos de transportar, por atacar la plancha de los vehículos,
por lo que deben ir perfectamente envasados y sujetos para evitar vertidos.
434
QUINTA PARTE
Pm 67,2 57,7 74,2 75,7 56,8 26,5 8,7 41,0 75,5 112 126 96 817
Dm 4,4 4,8 5,2 5,7 5,6 3,1 1,3 2,0 3,4 5,5 5,3 4,6 51,0
Me 46,0 41,0 52,2 52,0 48,8 19,0 4,1 11,0 35,5 53,9 98,5 47,0 868
Pm = precipitación media (mm); Dm = Días medios de precipitación
Me = precipitación mediana (mm).
437
Tabla de datos de Temperaturas
Enero Febr. Marzo Abril Mayo Junio Julio Agost Sept. Octub. Nov. Dic.
T 11,3 11,8 13,0 15,0 18,0 21,8 25,1 25,3 22,8 18,5 14,3 11,6
TM 15,1 15,9 17,7 19,9 22,9 26,8 30,2 30,0 27,3 22,5 18,1 15,3
Tm 7,4 7,6 8,3 10,1 13,1 16,8 20,0 20,5 18,2 14,4 10,6 7,9
Ma 28,0 31,0 33,0 35,0 35,0 38,0 43,0 41,8 40,0 33,0 33,0 27,0
ma 2,0 -2,0 0,0 2,4 5,0 10,5 14,0 15,0 10,0 6,0 1,5 -1,0
Balance Hídrico
438
1.3. Interior: Valencia
Comarca Vall d’Albaida (Albaida)
Estación (mm) Ene. Febr. Marzo Abril Mayo Junio Julio Agos. Sep. Oct. Nov. Dic.
439
Estación (mm) Ene. Febr. Marzo Abril Mayo Junio Julio Agos. Sep. Oct. Nov. Dic.
Estación (mm) Ene. Febr. Marzo Abril Mayo Junio Julio Agos. Sep. Oct. Nov. Dic.
440
2.3. Provincia de Valencia
Estación (mm) Ene. Febr. Marzo Abril Mayo Junio Julio Agos. Sep. Oct. Nov. Dic.
Algemesí ETo 34 59 115 120 133 158 167 146 96 71 39 31
P 78 3 8 93 41 15 15 2 23 29 107 135
Benavites ETo 28 45 96 102 121 147 149 127 84 65 36 25
P 79 1 10 40 14 3 0 0 101 38 28 47
Benifayó ETo 40 67 127 126 133 165 167 146 96 74 45 34
P 42 1 3 81 53 7 5 3 62 12 28 60
Bétera ETo 28 53 102 114 130 162 164 143 90 68 36 25
P 38 0 12 75 38 5 1 4 61 41 51 42
Campo Arcis ETo 31 62 99 129 130 198 198 180 111 68 39 25
P 26 0 52 49 34 9 0 5 43 63 57 43
E. Carcagente ETo 28 48 93 111 130 174 170 145 93 62 30 22
P 63 1 7 103 18 4 8 10 28 59 113 122
Carlet ETo 31 62 118 123 130 165 170 146 93 683 36 25
P 56 1 8 97 36 11 20 4 28 6 91 88
Cheste ETo 34 59 112 120 127 162 164 140 87 68 42 28
P 55 0 11 59 53 4 1 5 82 43 50 71
Gandía ETo 31 56 — — 124 159 158 136 84 62 33 28
P 68 8 — — 47 4 0 4 60 47 138 139
E.E.A. ETo 37 56 102 111 127 174 177 155 96 65 33 31
Llutxent P 38 4 4 56 38 1 0 0 80 56 90 104
Lliria ETo 31 56 102 120 136 177 177 155 96 65 42 25
P 21 0 15 54 42 2 2 1 58 59 37 33
Moncada ETo 31 59 118 117 136 165 164 143 93 71 39 28
P 40 0 13 60 33 3 0 2 168 36 58 44
Montesa ETo 40 67 121 126 133 177 180 161 105 74 42 34
P 43 2 9 88 24 2 0 4 42 35 81 83
Navarres ETo 34 62 96 117 140 186 183 152 99 65 42 31
P 57 0 6 103 33 2 6 1 29 44 90 94
Paiporta ETo 22 — 98 115 128 170 165 137 105 54 29 35
P 36 — 4 79 14 8 4 4 166 29 44 112
Pedralba ETo 34 67 121 132 140 180 177 152 93 65 42 31
P 47 0 9 50 44 3 1 4 73 46 33 58
Picassent ETo 40 67 99 117 133 162 167 143 96 74 42 37
P 82 1 9 76 60 7 1 4 56 26 43 113
Pobla del Duc ETo 34 — 121 123 130 177 183 156 102 74 33 28
P 51 — 7 79 48 4 0 3 105 55 89 122
Requena ETo 28 53 93 132 133 198 195 174 106 65 42 22
P 26 1 20 32 38 9 1 13 60 57 47 39
Reva Benamar ETo — — 102 118 122 158 154 128 82 61 31 20
P — — 11 72 56 6 3 1 99 51 49 27
Reva Rey ETo — — 98 107 113 147 148 128 80 61 42 —
P — — 10 64 82 2 0 0 57 37 15 —
Sagunto ETo 34 59 115 123 140 168 170 149 99 78 51 34
P 63 0 9 49 14 3 0 1 150 94 60 50
Tabernes Vall. ETo 37 64 115 120 136 165 167 149 99 74 45 37
P 56 2 5 48 27 2 0 0 98 22 189 168
Turis ETo 43 70 124 129 133 171 170 146 96 74 45 37
P 72 1 9 77 59 10 0 2 84 58 56 92
Villalonga ETo 40 62 118 114 130 165 164 136 84 71 42 37
P 54 10 3 43 42 2 0 8 132 35 118 172
Villanueva Cas. ETo 28 46 96 114 130 174 174 136 90 59 30 22
P 62 1 8 120 17 1 1 2 35 38 107 110
Játiva ETo 31 53 121 120 140 186 186 164 102 68 33 22
P 46 0 1 101 20 1 0 2 35 55 93 89
441
3. CICLO VEGETATIVO DE LOS CULTIVOS
Naranjos
Época Variedades tempranas Variedades tardías
Limoneros
Época Variedades Verna Variedades Fino
Envero
Septiembre-Octubre
(hasta final engorde)
Parada vegetativa
Noviembre a Febrero
Inducción floral ............... Con temperaturas inferiores a 12 °C. Para el buen
desarrollo de las yemas florales, temperaturas inferio-
res a 10 °C.
Aguacate
Febrero ............................. Inicio racimo floral.
Marzo ............................... Inicio floración y brotación.
Abril-Mayo ....................... Brotación, floración y cuaje.
Junio ................................. Brotación, cuaje y engorde.
Julio-Diciembre ................ Brotación, engorde y recolección escalonada según
variedades.
3.2. Zona interior de Alicante (S.E.A. Villena)
Almendro
Febrero ............................. Brotación.
Febrero-Marzo ................. Floración. Cuaje y porgada.
Marzo-Agosto .................. Engorde.
444
Septiembre-Octubre ......... Recolección.
Noviembre-Diciembre ..... Parada vegetativa.
Olivo
Abril-Mayo ....................... Brotación.
Junio ................................. Floración. Cuaje.
Julio-Noviembre ............... Engorde fruto.
Diciembre-Marzo ............. Parada vegetativa.
Manzano
Marzo-Abril ..................... Brotación.
Abril-Mayo ....................... Floración. Cuaje.
Junio-Agosto .................... Engorde.
Noviembre-Marzo ............ Parada vegetativa.
Peral
Marzo ............................... Brotación.
Marzo-Abril ..................... Floración. Cuaje.
Abril-Junio ....................... Engorde.
Noviembre-Febrero .......... Parada vegetativa.
Ciruelo
Marzo-Abril ...................... Brotación.
Abril ................................. Floración. Cuaje.
Mayo-Agosto ................... Engorde.
Noviembre-Febrero .......... Parada vegetativa.
Zona interior de Alicante (S.E.A. Novelda)
Viña: Uva de mesa
Abril...................................................................... Brotación
Mayo-Junio .......................................................... Floración
Junio-Agosto ........................................................ Engorde
Agosto .................................................................. Envero
Septiembre-Octubre ............................................ Maduración
Octubre ................................................................. Recolección
445
Finca «Les Torretes». (La Montaña de Alicante. Penáguila)
Cerezo (Muy variable según variedades)
Marzo-Abril ...................... Floración - Cuaje
Abril- Mayo....................... Engorde- Recolección
Mayo- Junio ...................... Maduración- Recolección
Octubre- Febrero ............... Parada vegetativa.
446
ANEJO 2
BAREMOS EXPERIMENTALES PARA CALCULAR
LAS NECESIDADES DE AGUA (Moya Talens)
PARA GOTEROS
1.1. Olivos
Meses Baja producción Alta producción
Agua (mm/día) Sin hierba Sin hierba
1.2. Cítricos
Variedades de primera temporada
Nota: Las dosis de finales otoño-invierno, pueden sufrir reducciones o aumentos, según venga el año y estado de la cosecha.
Enero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,90 –
Febrero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,10 0,69
Marzo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,30 0,90
Abril . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,40 1,40
Mayo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,60 1,90
Junio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,90 2,20
Julio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,00 2,25
Agosto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,80 1,90
Septiembre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,50 1,10
Octubre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,60 –
Noviembre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,20 –
Diciembre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,00 –
449
1.4. Nogal
450
En junio 1 hora y media.
En julio 1 hora y 35 minutos.
En agosto 1 hora y 40 minutos.
En septiembre una hora y 10 minutos.
A partir del 2.° año. Si se mantiene una hilera con 4 goteros/árbol y 4 m2 por
árbol.
1.er Riego. Duración 4 h. (4h × 4 got. × 4 l/h = 64 litros/árbol)
• Total. 64 l/árb. × 167 árb. = 10.688 l = 10,7 m3
Riegos sucesivos: 2.° AÑO.
1.er Riego.
Duración cuatro horas, que para unos 2.500 emisores/ha, de 4 l/h, equivalen a
40 m3.
2.1. Olivos
Agua (mm/día) Baja producción Alta producción
453
2.2. Frutales
Agua mm/día
2.3. Viña
Planning de Riego
Primer riego
— Duración mínima: 6 horas = 57,6 m3, con 2.400 goteros.
— Epoca: Cuando se vaya a iniciar la vegetación
Riegos sucesivos
En uva de vino. Con un mínimo total de 349,7 m3 distribuidos:
454
Época Dosis reducida (mm/día) Dosis normal (mm/día)
A partir de estas fechas, suprimir el riego, para no afectar la calidad del vino.
3.1. Olivos
Baja producción Máxima producción
Agua (mm/día)
Meses Sin hierba Sin hierba
455
3.2. Cítricos
VARIEDADES DE PRIMERA TEMPORADA
456
4. Comarcas del interior (Vientos débiles y secos)
4.1. Olivos
Agua (mm/día) Baja producción Máxima producción
Meses
Sin hierba Sin hierba
4.2. Frutales
Agua (mm/día) Almendro y cerezo Ciruelo y melocotonero
Meses Sin hierba Sin hierba
Febrero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,83 –
Marzo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,80 1,41
Abril . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,82 2,18
Mayo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,66 3,73
Junio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,21 4,48
Julio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,58 5,02
Agosto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,66 4,66
Septiembre . . . . . . . . . . . . . . . . 1,47 1,47
Octubre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,02 1,02
457
ANEJO 3
1.1 Definiciones
1. Nutriente. Elemento químico esencial para la vida vegetal y el crecimiento
de las plantas. Además del carbono (C), el oxígeno (O) y el hidrógeno (H), proce-
dentes especialmente del aire y del agua, los elementos nutrientes se clasifican en:
Nutrientes principales, nutrientes secundarios y micronutrientes.
2. Nutriente principal. Exclusivamente los elementos nitrógeno (N), fósforo
(P) y potasio (K).
3. Nutriente secundario. Los elementos calcio (Ca), magnesio (Mg), sodio
(Na) y azufre (S).
4. Micronutriente. Los elementos boro (Bo), cobalto (Co), cobre (Cu), hierro
(Fe), manganeso (Mn), molibdeno (Mo) y zinc (Zn), esenciales para el crecimiento
de las plantas, aunque en pequeñas cantidades si se compara con los nutrientes
principales o secundarios.
5. Nutriente quelado. Nutriente ligado a una de las moléculas orgánicas reco-
nocidas como agente quelante.
Agentes quelantes para micronutrientes
459
6. Nutriente complejado. Nutriente ligado a una o varias de las moléculas
reconocidas como agente complejante.
Agentes complejantes
Límites de concentración
Cadmio 0,7 2 3
Cobre 70 300 400
Níquel 25 90 100
Plomo 45 150 200
Zinc 200 500 1.000
Mercurio 0,4 1,5 2,5
Cromo (total) 70 250 300
Cromo (VI) 0 0 0
Marzo . . . . . . . . . 2 6 3 - 3 18 6 -
Abril . . . . . . . . . . 3 6 3 - 12 18 6 -
Mayo . . . . . . . . . . 6 - - 1 18 - 3 3
Junio . . . . . . . . . . 12 - - - 36 - 3 3
Julio . . . . . . . . . . 18 3 3 - 42 12 18 -
Agosto . . . . . . . . 18 3 3 - 42 12 18 -
Sept. . . . . . . . . . . 9 - - - 12 - - -
TOTAL . . . . . . . . 68 18 12 1 165 60 54 6
Nota: En variedades extratempranas, el abonado de septiembre será después de la recolección.
Marzo . . . . . . . . . 2 6 3 - 1 18 6 -
Abril . . . . . . . . . . 3 6 3 - 2 18 6 -
Mayo . . . . . . . . . . 6 - - 1 1 - 3 3
Junio . . . . . . . . . . 12 - - - 1 - 3 3
Julio . . . . . . . . . . 18 3 3 - 5 12 18 -
Agosto . . . . . . . . 18 3 3 - 96 12 18 -
Sept. . . . . . . . . . . 9 - - - 54 - 3 -
Octub. . . . . . . . . . - - - - 12 - - -
TOTAL . . . . . . . . 68 18 12 1 171 60 57 6
Marzo . . . . . . . . . 2 6 3 - 3 18 6 -
Abril . . . . . . . . . . 3 6 3 - 6 18 6 -
Mayo (1) . . . . . . . 6 - - 1 24 - 3 3
Junio . . . . . . . . . . 12 - - - 36 - 3 3
Julio . . . . . . . . . . 18 3 3 - 42 12 18 -
Agosto . . . . . . . . 18 3 3 - 42 12 18 -
Sept. . . . . . . . . . . 9 - - - 30 - 3 -
Octub. . . . . . . . . . - - - - 9 - - -
TOTAL . . . . . . . . 68 18 12 1 192 60 57 6
(1) El abonado nitrogenado será después de la recolección.
465
2.2. Frutales
Necesidades en U.F./ha, complementado con estiércol líquido:
2.2.1. Melocotonero
Marzo a Mayo . . 15 10 5 - 25 20 10 -
Junio . . . . . . . . . . 10 5 5 5 25 10 10 10
Julio . . . . . . . . . . 10 5 5 15 10 15 -
Agosto . . . . . . . . 10 5 5 - 15 10 20 -
Sept. . . . . . . . . . . 5 5 5 - 10 15 15 -
TOTAL . . . . . . . . 50 30 25 5 90 65 70 10
2.2.2. Cerezo
Marzo a Mayo . . 10 10 - 5 25 20 30 10
Junio . . . . . . . . . . 10 5 5 - 20 15 30 -
Julio . . . . . . . . . . 5 5 - - 10 10 15 -
Agosto . . . . . . . . 5 5 5 - 10 20 5 -
TOTAL . . . . . . . . 30 25 10 5 65 65 80 10
Marzo a Mayo . . 10 10 - - 20 20 10 -
Junio . . . . . . . . . . 15 10 5 5 20 10 15 10
Julio . . . . . . . . . . 10 5 5 - 20 10 20 -
Agosto . . . . . . . . 5 5 5 - 20 10 15 -
Sept. . . . . . . . . . . 5 10 - - 10 20 10 -
TOTAL . . . . . . . . 45 40 15 5 90 70 70 10
2.2.4. Ciruelo
Marzo a Mayo . . 10 5 5 5 25 15 10 10
Junio . . . . . . . . . . 10 5 5 - 15 10 10 -
Julio . . . . . . . . . . 10 5 5 - 15 10 10 -
Agosto . . . . . . . . 5 5 5 - 10 10 15 -
Sept. . . . . . . . . . . 5 5 - - 10 10 15 -
TOTAL . . . . . . . . 40 25 20 5 75 55 60 10
466
2.2.5. Albaricoquero
Febrero a Abril . . 15 5 5 - 25 15 15 -
Mayo . . . . . . . . . . 10 5 10 5 15 10 15 10
Junio . . . . . . . . . . 5 5 10 - 15 10 15 -
Julio . . . . . . . . . . 5 5 - - 5 10 5 -
Agosto . . . . . . . . 5 5 - - 10 10 5 -
Sept. . . . . . . . . . . 5 5 - - 10 10 5 -
TOTAL . . . . . . . . 45 30 25 5 80 65 60 10
2.2.6. Almendro
Febrero a Abril . . 15 20 5 - 30 25 5 -
Mayo . . . . . . . . . . 10 5 10 5 20 10 15 10
Junio . . . . . . . . . . 10 5 5 - 15 10 15 -
Julio . . . . . . . . . . 5 5 5 - 5 - 10 -
Agosto . . . . . . . . 5 5 - - 10 - 10 -
Sept. . . . . . . . . . . - - - - 10 20 5 -
TOTAL . . . . . . . . 405 40 25 5 85 65 60 10
2.2.7. Nogal
Durante el periodo de «Formación», cualquiera de las fórmulas anteriores vale,
ya que con el abonado se persigue principalmente la formación del arbolado (bro-
tación).
Para una programación normal, a partir del séptimo año y en plena producción,
con una cosecha de unos 20 kilos por árbol, que equivalen a 3.300-3.500 kilos por
hectárea, el abonado en fertirrigación, queda representado en el siguiente cuadro:
Abril-Mayo . . . . . 18 24 9 6 24 24 9 6
Junio . . . . . . . . . . 18 12 12 6 18 18 12 6
Julio . . . . . . . . . . 24 - 18 - 24 - 18 -
Agosto . . . . . . . . 24 - 18- - 24 - 18 -
Sept. . . . . . . . . . . 12 24 9 - 12 24 12 -
TOTAL . . . . . . . . 96 60 66 12 102 66 69 12
Riegos sucesivos:
— Agosto ................................................................................... 3,00 mm/día
— Septiembre ............................................................................ 2,70 mm/día
— Octubre .................................................................................. 2,30 mm/día
— Noviembre ............................................................................ 1,70 mm/día
— Diciembre .............................................................................. 1,30 mm/día
Octubre
Agua: 2,30 mm/día
Abono: Complejo orgánico líquido ........................ 30 litros
Fosfato monoamónico ............................... 24 kilos
Noviembre
Agua: 1,70 mm/día
Abono: Complejo orgánico líquido ....................... 30 litros
Fosfato monoamónico ............................................ 24 kilos
Nitrato de cal .......................................................... 30 kilos
Diciembre
Agua: 1,30 mm/día
Abono: Complejo orgánico líquido ....................... 30 litros
Fosfato monoamónico ............................... 24 kilos
Nitrato de cal ............................................ 30 kilos
Diciembre
Agua: 1,30 mm/día
Abono: Complejo orgánico líquido ....................... 30 litros
Fosfato monoamónico ............................... 24 kilos
Nitrato de cal ............................................ 30 kilos
Enero
Agua: 1,30 mm/día
Abono: Complejo orgánico líquido ....................... 30 litros
Fosfato monoamónico ............................... 24 kilos
Nitrato de cal ............................................ 60 kilos
469
Febrero
Agua: 1,50 mm/día
Abono: Complejo orgánico líquido ....................... 30 litros
Fosfato monoamónico .............................. 24 kilos
Nitrato potásico ......................................... 60 kilos
Marzo
Agua: 1,80 mm/día
Abono: Complejo orgánico líquido ....................... 30 litros
Fosfato monoamónico ............................... 24 kilos
Nitrato potásico ......................................... 60 kilos
Abril
Agua: 2,50 mm/día
Abono: Complejo orgánico líquido ........................ 30 litros
Fosfato monoamónico ............................... 24 kilos
Nitrato potásico ......................................... 60 kilos
Mayo
Agua: 2,90 mm/día
Junio
Agua: 2,80 mm/día
Necesidades previstas
N ............................................................................................................... 166 U.F.
P2O5 .......................................................................................................... 130 U.F.
K2O ........................................................................................................... 83 U.F.
MgO ......................................................................................................... 10 U.F.
CaO ........................................................................................................... 32 U.F.
2.3. Viña
Nota previa. Aunque se indican 2 comarcas de la Comunidad Valenciana, se
ha insertado un cuadro de los estados fenológicos, para poder extrapolar los datos
a otras zonas.
Ejemplo:
Vamos a seleccionar unos abonos comerciales para completar la dosis anual
prevista:
— Estiércol líquido (23,05% mat. orgánica + 5,08% N + 2,55% P2O5 + 1,92%
K2O + 1,14% MgO)
— N - 32 (32% N)
— Nitrato de magnesio líquido (6,6% N + 9,5% MgO)
— Complejo 4 - 8 - 12 (4% N + 8% P2O5 + 12% K2O)
— Quelato de hierro (6% Fe)
El estiércol líquido, el N-32 y el nitrato de magnesio se mezclan en las propor-
cionen indicadas en repetidas ocasiones, es decir, que para la dosis que se piensa
echar, sería:
— Estiércol: 240 litros (312 kg)
— N - 32: 36 litros (48 Kg)
— Nitrato magnesio: 24 litros (31,2 Kg)
El quelato de hierro, si hay problema de mezcla, se puede disolver aparte,
pero conviene que quede protegido por el estiércol. Si el suelo no es muy calizo,
se pueden echar 3 kg/ha, pero si existen problemas de clorosis la dosis se puede
triplicar.
473
En la actualidad existen productos comerciales con las mezclas ya hechas. El
factor limitante es la riqueza en nitrógeno, que para este cultivo tiene que ser
pobre, y el precio.
El programa de fertirrigación queda con la siguiente distribución:
Mediados de marzo: Con el 1.er riego. Mezcla organo-mineral......... 300 litros
Finales marzo-Abril: Complejo 4-8-12, repartido en todos los riegos ... 30 kilos
Abril: Complejo 4-8-12, repartido en todos los riegos ...................... 120 kilos
Mayo: Complejo 4-8-12, repartido en todos los riegos ..................... 120 kilos
Junio: Complejo 4-8-12, repartido en todos los riegos...................... 120 kilos
Julio: Complejo 4-8-12, repartido en todos los riegos ...................... 180 kilos
Agosto: Complejo 4-8-12, repartido en todos los riegos ................... 30 kilos
475
Notas:
1.ª En la Marina Alta predomina el suelo franco-calizo profundo, con un
gran poder de retención, por lo que la viña aprovecha perfectamente los primeros
riegos de 7,5 horas (72 m3/ha). Caso de no tener tanta profundidad u otras limita-
ciones, se aconseja el de 5 horas (48 m3/ha).
2.ª En muchos suelos sería preferible los goteros de 8 l/h, regando la mitad
de tiempo.
3.ª Aunque el año empiece lluvioso, el primer riego conviene hacerlo en
marzo para la fertirrigación.
4.ª En Alicante llueve muy poco, pero lo suficiente para que la variedad
Moscatel en la Marina Alta, esté perfectamente adaptada. Todo lo más se le podría
dar un riego de socorro a finales de junio, para no perder calidad. Con más riegos
de socorro aumenta su producción, pero existe el riesgo de perder calidad.
476
Planning de riego por hectárea (de 1.600 a 2.400 emisores)
Nota: En las variedades de vino se tienen que ensayar dosis mínimas, para que
no disminuya la calidad del mosto. En el caso concreto de la variedad «bobal» que
es extraordinariamente productiva, en años secos serían suficientes tres riegos de
tres a cuatro horas cada uno, distribuidos a finales de marzo, mayo y finales de
junio, que en el caso de 2.000 goteros/ha de 4 l/h, equivalen a 72-96 m3/ha y año.
2.4. Olivo
Plantaciones o árboles diseminados
477
Plantaciones regulares (U.F./ha)
FORMACIÓN PRODUCCIÓN PLENA PRODUCCIÓN
ÉPOCA
N P2O5 K2O MgO N P2O5 K2O MgO N P2O5 K2O MgO
INICIO VEGETACIÓN
3 18 3 - 6 24 6 - 12 24 12 -
(marzo-abril)
FLORACIÓN (mayo) 6 6 - 2 12 12 - 3 16 18 - 4
CUAJE-ENGORDE
6 - 6 - 12 - 12 - 16 - 16 -
(junio)
ENGORDE-ENDURECI-
MIENTO HUESO 12 6 8 - 20 12 20 - 24 24 32 -
(julio-agosto)
ENGORDE-ENVERO
3 - 3 - 6 - 18 - 10 - - -
(sep.-octubre)
TOTAL 30 30 20 2 56 48 56 3 78 66 84 4
2.5. Hortícolas
2.5.1. Tomates en invernadero
Condiciones: Superficie 1.000 m2 y 3- 4 plantas/m2
Abonado de fondo a base de estiércol, de 30 a 40 Tm/ha
a
1. Fase. Crecimiento
Desde la 1.a hasta la 3.a semana, inclusive.
Solución Húmica Quelatos ............................................................... 5 litros
Nitrógeno (N) .................................................................................... 7 UF
Fósforo (P2O5) ................................................................................... 4 UF
Potasio (K2O) .................................................................................... 3 UF
Magnesio (MgO) ............................................................................... 1 UF
2.a Fase. Floración
Desde la 4.a hasta la 8.a semana, inclusive.
Solución Húmica Quelatos ............................................................... 2,5 litros
Nitrógeno (N) .................................................................................... 10 UF
Fósforo (P2O5) ................................................................................... 30 UF
Potasio (K2O) .................................................................................... 30 UF
Magnesio (MgO) ............................................................................... 2 UF
3.a Fase. Producción
Desde la 9.a hasta la 17.a semana, inclusive.
Solución Húmica Quelatos ............................................................... 2,5 litros
Nitrógeno (N) .................................................................................... 20 UF
Fósforo (P2O5) ................................................................................... 30 UF
Potasio (K2O) .................................................................................... 50 UF
Magnesio (MgO) ............................................................................... 3 UF
478
4.a Fase. Envejecimiento
Desde la 18.a hasta el arranque.
Solución Húmica Quelatos ............................................................... 2,5 litros
Nitrógeno (N) (por semana) .............................................................. 2 UF
Potasio (K2O) (por semana) .............................................................. 10 UF
2.5.2. Sandías
(Colaboración de Juan de Dios Gamayo. E.E.A. de Elche)
Es conveniente una buena estercoladura, entre 10 y 30 Tm/ha, como abonado
de fondo.
1.ª Fase. De plantación a floración (≈ 31 días).
— N ............................................................................. 70 a 80 U.F./ha
— P2O5 ......................................................................... 130 a 150 U.F./ha
— K2O ......................................................................... 30 a 50 U.F./ha
— MgO........................................................................ 4 a 5 U.F./ha
2.ª Fase. En floración - Cuaje (≈ 31 días)
— N ............................................................................ 0 U.F./ha
— P2O5 ......................................................................... 70 a 75 U.F./ha
— K2O ......................................................................... 0 U.F./ha
— MgO........................................................................ 4 a 5 U.F./ha
3.ª Fase. Cuaje de frutos
— N ............................................................................. 80 a 90 U.F./ha
— P2O5 ......................................................................... 0 U.F./ha
— K2O ......................................................................... 70 a 100 U.F./ha
— MgO........................................................................ 4 a 5 U.F./ha
4.ª Fase. Engorde fruto (≈ 31 días)
— N ............................................................................. 50 a 80 U.F./ha
— P2O5 ......................................................................... 0 U.F./ha
— K2O ......................................................................... 90 a 115 U.F./ha
479
ANEJO 4
MEDIDAS UTILIZADAS
Longitud
Unidad: El metro (m).
1 m = 10 dm = 100 cm = 1.000 mm
1 Kilómetro (Km) = 1.000 m
Superficie
Unidad: El metro cuadrado (m2)
1 m2 = 10 dm × 10 dm = 100 dm2 = 10.000 cm2 = 1.000.000 mm2
1 Km2 = 1.000 m × 1.000 m = 1.000.000 m2
1 hectárea (ha) = 100 m × 100 m = 10.000 m2 = 100 áreas = 10.000 ca.
481
Volumen
Unidad: El litro (L) o decímetro cúbico (dm3).
1 L = 1 dm3 = 1.000 cm3 ó 1.000 c.c.
1 m3 = 10 dm × 10 dm × 10 dm = 1.000 dm3 = 1.000 L = 1.000.000 cm3
partes por millón (p.p.m.) = 1 c.c. / m3
1 Hectómetro cúbico (Hm3) = 1.000.000 m3
Tiempo
Unidad: El segundo (s).
1 hora = 60 minutos = 3.600 s.
Caudal
Unidad derivada.
Volumen
Caudal =
Tiempo
Litro/segundo (L/s)
Litro/minuto (L/min.)
Metro cúbico/ hora (m3/h)
Masa
Unidad: kilogramo-masa. Equivale a la masa de un litro de agua pura a 4° C.
Unidad técnica de masa (u.t.m.) = 9,8 kilogramos masa
Fuerza o peso
Fuerza = masa × aceleración
Carga eléctrica
Es la cantidad total de electricidad que pasa por un conductor por segundo,
multiplicada por el tiempo expresado en segundos.
Unidad: El culombio (Q). Es la carga transportada por un conductor en un
segundo por una corriente de intensidad un amperio.
Q = I (amperios) × t (segundos)
482
Intensidad de la corriente
Es la cantidad de electricidad que pasa por un conductor en cada segundo.
Unidad: El amperio (A).
1 culombio
1 amperio =
1 segundo
1 julio
1 voltio =
1 culombio
Resistencia eléctrica
Es la resistencia que opone un conductor al paso de la corriente eléctrica.
Unidad: El ohmio (Ω). Cuando con la diferencia de un voltio, deja pasar la
intensidad de un amperio.
V Voltio
V=I×R R= ; Ohmio =
J Amperio
Conductividad
Es lo contrario a la resistencia, es decir, la capacidad de transmitir la corriente
eléctrica a través de los iones de la muestra. Cuando más sales contenga el agua,
mayor será la conductividad.
Unidad: El Siemen por metro (S/m) y el Mhos/m (Mhos/m).
Normalmente se usan los submúltiplos:
El deciSiemen/m (dS/m) = 0,1 S/m = 0,001 S/0,01 m =
milisiemen/cm (mS/cm) = milimhos/cm (mmhos/cm).
El micromhos/cm (μmhos/cm) = 0,001 mmhos/cm.
Suele ser el más empleado en los análisis de agua.
483
Trabajo
Trabajo = Fuerza o Peso × Espacio recorrido o altura
Unidad : El julio (J) y el kilopondímetro (kpm).
1
1J=1N×1m= kilopondímetros o kilográmetros
9,8
1 J = 1 culombio (Q) × 1 voltio (V)
1 kilovatio-hora = 1.000 W × 1 hora = 1.000 W × 3.600 s = 3.600.000 J
Potencia
Trabajo
Potencia =
Tiempo
Presión
Fuerza
Presión =
Superficie
484
Presión de trabajo en tubos de cobre
Espesor mm
Diámetro exterior
nominal mm 1 1,2 1,5 2 2,5
Presión de trabajo en kg/cm2
6 220 - - - -
8 146 - - - -
10 110 - - - -
12 88 - - - -
15 68 - - - -
18 55 - - _ -
22 44 53 69 - -
28 33 41 53 - -
35 27 32 41 - -
42 22 27 34 - -
54 - 20 26 -- -
63 - - 22 29 -
80 - - 17 23 -
100 - - - 18 23
Longitud
— Milla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.609 m
— Milla marina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.852 m
— Yarda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,9144 m
— Pie . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,3048 m = 30,48 cm
— Pulgada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .…… 0,0254 m = 2,54 cm
Superficie
— Yarda cuadrada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,836 m2
— Pie cuadrado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,0929 m2
— Pulgada cuadrada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,000645 m2 = 6,45 cm2
— Acre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.047 m2 = 0,4047 ha
Volumen
— Galón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,785 litros
— Pie cúbico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28,32 litros = 0,028317 m3
— Bushel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35,238 litros
— Quarter . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,4732 litros
— Onza líquido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,02957 litros = 29,57 mm3
— Pinta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,473 litros
485
Peso
— Libra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 453,59 gramos = 0,45359 kg
— Onza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .…… 28,35 gramos = 0,02835 kg
— Grain . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,0647989 gramos
— Grano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,059 gramos
486
QUINTA PARTE
Q=S·v
D2
S = π · = 0,785 · D2
4
siendo D el diámetro interior de la tubería.
Una precaución que hay que tener en cuenta, cuando se tengan que hacer cál-
culos, es poner todos los datos con las mismas unidades de medida, es decir, para
las medidas de longitud, poner siempre metros, el tiempo en segundos y así sucesi-
vamente.
Ejemplo 1:
Disponemos de una tubería, cuyo diámetro interior (DI), es de 600 mm, por
donde pasa el agua a una velocidad de 3 m/s. ¿Cuál es el caudal circulante por
dicha tubería, en metros cúbicos por hora?
489
1.° Uniformemos las unidades:
D.I. = 600 mm = 0,60 m, luego la sección será:
S = 0,785 × 0,602 = 0,785 × 0,60 × 0,60 = 0,2826 m2
v = 3 m/s
1 h = 60 minutos = 60 × 60 segundos = 3.600 s
1 m3 = 1.000 litros
2.° Apliquemos la ecuación fundamental:
Q = S · v = 0,2826 × 3 = 0,8478 m3/s que equivale a:
Q = 0,8478 × 3.600 = 3.052,08 m3/h
Ejemplo 2:
Con la tubería del ejemplo anterior, se mide un caudal de 90.000 l/h. ¿A qué
velocidad circula el agua?
1.° Se uniforman las unidades igual que antes:
90.000
Q = 90.000 l/h = = 0,025 m3/s
1.000 · 3.600
Q 0,025
v = = = 0,088 m/s
S 0,2826
Ejemplo 3:
¿Qué D.I. tiene que tener una tubería, para que circule un caudal de 60.000 l/h,
a una velocidad de 2,5 m/s?
1.° Uniformar las unidades de medida:
60.000
Q = 60.000 l/h = = 0,0167 m3/s
1.000 × 3.600
Q 0,0167
S = = = 0,0067 m2
V 2,5
S 0,0067
D2 = = = 0,0085 m2, de donde el diámetro
0,785 0,785
D = 兹0苶,0
苶0苶8苶5苶 = 0,092 m = 92 mm
490
TABLA 1
Longitudes ficticias o equivalentes
Colador .......................................................................................................... 5 a 20
Válvula de pie ............................................................................................... 5 a 20
Válvula de compuerta ................................................................................... 2a8
Válvula de retención ..................................................................................... 4 a 16
Válvula reguladora (para 2”) ........................................................................ 10
Filtro número 40; eficacia 0,45 mm .............................................................. 20 a 30
Filtro número 100; eficacia 0,15 mm ............................................................ 50 a 80
Racor enlace .................................................................................................. 5
Racor «T» ...................................................................................................... 5
«T» derivación o collarín .............................................................................. 2
Enlace con tubo de 4 × 6 mm (microtubo) ................................................... 15 a 20
Reducción de un calibre ................................................................................ 5 a 15
Manguito reductor ......................................................................................... 2
Codo 45° - 90° .............................................................................................. 3a5
Toma de línea ................................................................................................. 1a2
Goteros integrados y en línea......................................................................... 0,23
Goteros pinchados o sobre línea según ∅ tubería
∅ 20 mm .................................................................... 1
∅ 16 mm .................................................................... 2
∅ 12 mm .................................................................... 3
Terminal portagoteos ..................................................................................... 1
TABLA 2
Coeficiente mayorante (KM) en «terciarias»
491
TABLA 3
Coeficiente minorante (km)
Cuando hay reducción uniforme de caudal
Número de derivaciones o goteros Coeficiente minorante (km) Número de derivaciones o goteros Coeficiente minorante (km)
1 1, 18 0,376
2 0,637 19 0,375
3 0,532 20 0,373
4 0,483 21 0,372
5 0,454 22 0,371
6 0,434 23 0,370
7 0,422 24 0,369
8 0,413 25 0,368
9 0,405 26 0,367
10 0,399 27 0,367
11 0,395 28 0,366
12 0,391 29 0,366
13 0,387 30 0,365
14 0,384 40 0,362
15 0,382 50 0,360
16 0,379 100 0,358
17 0,378 más de 100 0,350
Notas previas
1.a Se ha considerado más práctico expresar las pérdidas de carga (p.c.) en
metros de columna de agua por cada metro lineal de tubería (m.c.a./m), ya que así
sólo será necesario multiplicar por la longitud total calculada para dicha tubería,
las p.c. de las tablas.
2.a Cuanta más presión resista la tubería, mayor será el espesor, por lo que su
diámetro interior será menor. Como para los cálculos lo que influye es el diámetro
interior y como tanto en las tuberías de P.E. como en las de PVC, los diámetros
nominales (DN) se refieren al diámetro exterior, se han hecho las correcciones
oportunas, para que se puedan aplicar las tablas correctamente según la presión
nominal (PN) de cada tipo de tubería.
3.a En ambas tablas se ha realizado el esfuerzo de calcular los incrementos de
las p.c. con muy poca variación de caudal, con el fin de no tener que interpolar. Si
el caudal no coincide con el de las tablas, se toma la inmediata superior o se añade
una diezmilésima, ya que la diferencia no es significativa, pero si se prefiere ser
muy exacto se saca la media de ambas diferencias o se interpola.
Ejemplo:
Calcular las p.c. de una tubería horizontal de PVC de 50 mm de DN, y 0,4
MPa, que circula un caudal de 5.380 l/h en una longitud de 50 m.
492
Consultando la tabla 2 del Anejo 7, tenemos:
— Para un caudal de 5.328 l/h ...... 0,0187 m.c.a./m
— Para un caudal de 5.400 l/h ...... 0,0191 m.c.a./m
Como el caudal circulante está entre ambos, podíamos tomar directamente las
p.c. del caudal inmediato superior, que sería:
p.c. = 50 × 0,0191 m.c.a./m = 0,955 m.c.a = 1 m.c.a.
o bien hacer un sencillo cálculo de interpolación:
— Diferencia de caudales en la tabla: 5.400 – 5.328 = 72 l/h
— Diferencia de caudales en la finca: 5.380 – 5.328 = 52 l/h
— Incremento p.c. según caudales tabla: 0,0191 – 0,0187 = 0,0004 m.c.a./m
(Si en 72 l/h hay un incremento de p.c de 0,0004 m.c.a./m
(En 52 l/h el incremento será X m.c.a./m
0,0004 × 52
X= = 0,0003 m.c.a./m
72
luego las p.c., serán:
p.c. = 50 m × (0,0187 + 0,0003) m.c.a./m = 0,95 m.c.a = 1 m.c.a.
con lo que se demuestra que el resultado obtenido es prácticamente el mismo,
siendo preferible tomar directamente el valor inmediato superior y estaremos
siempre del lado de la seguridad.
4.a El rango de caudales indicados en las tablas para cada DN (Anejos 6 y 7),
son los más convenientes, no siendo aconsejable el superarlos.
493
494
ANEJO 6
TUBERÍAS DE P.E.
TABLA 1
Correspondencia diámetros en tuberías polietileno baja densidad (P.E. - 32):
P.E. DN DI DI DI DI
(mm) (0,4 MPa) (0,6 MPa) (1, MPa) (1,6 MPa)
10 — — 6 6
12 — — 8 7,2
16 12,8 12 11,6 9,6
20 16,6 16 14,4 12
25 21 20,4 18 15
32 28 26,2 23,2 19,2
40 35,2 32,6 29 24
50 44 40,8 36,2 30
63 55,4 51,4 45,8 37,8
75 66 61,4 54,4 45
90 79,2 73,6 65,4 —
110 96,8 90 79,8 —
125 110,2 102,2 90,8 —
140 123,4 114,6 101,6 —
160 141 130,8 116,2 —
180 158,6 147,2 130,8 —
200 176,2 163,6 145,4 —
Ramales: (0,25 MPa)
DN DI
12 10
12,5 10,5
15 12,8
16 13,6
18 15,4
20 17,2
23 20
25 21,8
32 28,4
495
TABLA 2
496
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
12 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
200 0,0878 0,0966 0,1065
204 0,0909 0,1000 0,1103
208 0,0940 0,1035 0,1141
212 0,0972 0,1070 0,1180
216 0,1004 0,1105 0,1219
220 0,1037 0,1141 0,1259
224 0,1070 0,1178 0,1299
228 0,1104 0,1215 0,1340
232 0,1138 0,1253 0,1381
236 0,1173 0,1291 0,1423
240 0,1208 0,1329 0,1466
244 0,1243 0,1368 0,1509
248 0,1279 0,1408 0,1552
252 0,1315 0,1448 0,1597
256 0,1352 0,1488 0,1641
260 0,1389 0,1529 0,1686
264 0,1427 0,1570 0,1732
268 0,1465 0,1612 0,1778
272 0,1503 0,1655 0,1825
497
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
16 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
124 0,0118 0,0160 0,0204
128 0,0124 0,0169 0,0216
132 0,0131 0,0178 0,0228
136 0,0138 0,0188 0,0240
140 0,0146 0,0198 0,0252
144 0,0153 0,0208 0,0265
148 0,0160 0,0218 0,0278
152 0,0168 0,0228 0,0291
156 0,0176 0,0239 0,0305
160 0,0184 0,0250 0,0319
164 0,0192 0,0261 0,0333
168 0,0200 0,0272 0,0347
172 0,0209 0,0284 0,0362
176 0,0217 0,0295 0,0377
180 0,0226 0,0307 0,0392
184 0,0235 0,0319 0,0407
188 0,0244 0,0331 0,0423
192 0,0253 0,0344 0,0439
196 0,0262 0,0356 0,0455
200 0,0272 0,0369 0,0471
204 0,0281 0,0382 0,0488
208 0,0291 0,0395 0,0504
212 0,0301 0,0409 0,0522
216 0,0311 0,0422 0,0539
220 0,0321 0,0436 0,0556
224 0,0331 0,0450 0,0574
228 0,0342 0,0464 0,0592
232 0,0352 0,0479 0,0611
236 0,0363 0,0493 0,0629
240 0,0374 0,0508 0,0648
244 0,0385 0,0523 0,0667
248 0,0396 0.0538 0,0686
252 0,0407 0,0553 0,0706
256 0,0418 0,0569 0,0726
260 0,0430 0,0584 0,0745
264 0,0442 0,0600 0,0766
268 0,0453 0,0616 0,0786
272 0,0465 0,0632 0,0807
276 0,0477 0,0649 0,0828
280 0,0490 0,0665 0,0849
284 0,0502 0,0682 0,0870
288 0,0514 0,0699 0,0892
292 0,0527 0,0716 0,0913
296 0,0540 0,0733 0,0935
300 0,0552 0,0751 0,0958
304 0,0565 0,0768 0,0980
308 0,0578 0,0786 0,0103
312 0,0592 0,0804 0,1026
316 0,0605 0,0822 0,1049
320 0,0618 0,0840 0,1072
324 0,0632 0,0859 0,1096
328 0,0646 0,0877 0,1119
332 0,0660 0,0896 0,1143
336 0,0674 0,0915 0,1168
498
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
16 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
340 0,0688 0,0934 0,1192
344 0,0702 0,0954 0,1217
348 0,0716 0,0973 0,1242
352 0,0731 0,0993 0,1267
356 0,0745 0,1013 0,1292
360 0,0760 0,1033 0,1317
364 0,0775 0,1053 0,1343
368 0,0790 0,1073 0,1369
372 0,0805 0,1094 0,1395
376 0,0820 0,1114 0,1422
380 0,0835 0,1135 0,1448
384 0,0851 0,1156 0,1475
388 0,0866 0,1177 0,1502
392 0,0882 0,1199 0,1529
396 0,0898 0,1220 0,1557
400 0,0914 0,1242 0,1584
499
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
20 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
352 0,0212 0,0253 0,0417
360 0,0221 0,0263 0,0434
368 0,0230 0,0274 0,0451
376 0,0238 0,0284 0,0469
384 0,0247 0,0295 0,0486
392 0,0256 0,0306 0,0504
400 0,0266 0,0317 0,0522
408 0,0275 0,0328 0,0541
416 0,0285 0,0339 0,0559
424 0,0294 0,0351 0,0578
432 0,0304 0,0362 0,0597
440 0,0314 0,0374 0,0617
448 0,0324 0,0386 0,0637
456 0,0334 0,0398 0,0657
464 0,0345 0,0410 0,0677
472 0,0355 0,0423 0,0698
480 0,0366 0,0436 0,0718
488 0,0376 0,0448 0,0740
496 0,0387 0,0461 0,0761
504 0,0399 0,0474 0,0783
500
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
25 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
616 0,0185 0,0212 0,0385
624 0,0189 0,0217 0,0394
632 0,0194 0,0222 0,0403
640 0,0198 0,0227 0,0412
648 0,0202 0,0232 0,0421
656 0,0207 0,0237 0,0430
664 0,0211 0,0242 0,0439
672 0,0216 0,0247 0,0449
680 0,0220 0,0253 0,0458
688 0,0225 0,0258 0,0467
696 0,0229 0,0263 0,0477
704 0,0234 0,0268 0,0487
712 0,0239 0,0274 0,0496
720 0,0243 0,0279 0,0506
728 0,0248 0,0285 0,0516
736 0,0253 0,0290 0,0526
744 0,0258 0,0296 0,0536
752 0,0263 0,0301 0,0546
760 0,0267 0,0307 0,0556
768 0,0272 0,0313 0,0567
776 0,0277 0,0318 0,0577
784 0,0282 0,0324 0,0587
792 0,0287 0,0330 0,0598
800 0,0293 0,0336 0,0609
808 0,0298 0,0342 0,0619
816 0,0303 0,0348 0,0630
824 0,0308 0,0354 0,0641
832 0,0313 0,0360 0,0652
840 0,0319 0,0366 0,0663
848 0,0324 0,0372 0,0674
856 0,0329 0,0378 0,0685
864 0,0335 0,0384 0,0696
872 0,0340 0,0390 0,0708
880 0,0346 0,0397 0,0719
888 0,0351 0,0403 0,0731
896 0,0357 0,0409 0,0742
904 0,0362 0,0416 0,0754
912 0,0368 0,0422 0,0765
920 0,0374 0,0429 0,0777
928 0,0379 0,0435 0,0789
936 0,0385 0,0442 0,0801
944 0,0391 0,0449 0,0813
952 0,0397 0,0455 0,0825
960 0,0403 0,0462 0,0837
968 0,0408 0,0468 0,0850
976 0,0414 0,0476 0,0862
984 0,0420 0,0482 0,0874
992 0,0426 0,0489 0,0887
1.000 0,0432 0,0496 0,0899
1.008 0,0438 0,0503 0,0912
1.016 0,0445 0,0510 0,0925
1.024 0,0451 0,0517 0,0937
1.032 0,0457 0,0524 0,0950
1.040 0,0463 0,0531 0,0963
501
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
25 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
1.048 0,0469 0,0539 0,0976
1.056 0,0476 0,0546 0,0989
1.064 0,0482 0,0553 0,1002
1.072 0,0488 0,0560 0,1016
1.080 0,0495 0,0568 0,1029
1.088 0,0501 0,0575 0,1042
502
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
32 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
1.920 0,0345 0,0473 0,0844
1.940 0,0352 0,0482 0,0859
1.960 0,0358 0,0491 0,0875
1.980 0,0364 0,0500 0,0890
2.000 0,0371 0,0509 0,0906
2.020 0,0377 0,0517 0,0922
2.040 0,0384 0,0526 0,0938
2.060 0,0391 0,0536 0,0954
2.080 0,0397 0,0545 0,0971
2.100 0,0404 0,0554 0,0987
2.120 0,0411 0,0563 0,1003
2.140 0,0417 0,0572 0,1020
2.160 0,0424 0,0582 0,1037
2.180 0,0431 0,0591 0,1054
2.200 0,0438 0,0601 0,1071
2.220 0,0445 0,0610 0,1088
2.240 0,0452 0,0620 0,1105
2.260 0,0459 0,0630 0,1122
2.280 0,0466 0,0640 0,1140
2.300 0,0474 0,0649 0,1157
2.320 0,0481 0,0659 0,1175
2.340 0,0488 0,0669 0,1193
2.360 0,0495 0,0679 0,1211
2.380 0,0503 0,0689 0,1229
2.400 0,0510 0,0700 0,1247
503
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
40 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
2.460 0,0180 0,0259 0,0451
2.480 0,0182 0,0262 0,0457
2.500 0,0185 0,0266 0,0464
2.520 0,0187 0,0270 0,0470
2.540 0,0190 0,0274 0,0477
2.560 0,0193 0,0277 0,0484
2.580 0,0195 0,0281 0,0490
2.600 0,0198 0,0285 0,0497
2.620 0,0201 0,0289 0,0504
2.640 0,0203 0,0293 0,0510
2.660 0,0206 0,0297 0,0517
2.680 0,0209 0,0300 0,0524
2.700 0,0211 0,0304 0,0531
2.720 0,0214 0,0308 0,0538
2.740 0,0217 0,0312 0,0545
2.760 0,0220 0,0316 0,0552
2.780 0,0222 0,0320 0,0559
2.800 0,0225 0,0324 0,0566
2.820 0,0228 0,0229 0,0573
2.840 0,0231 0,0333 0,0580
2.860 0,0234 0,0337 0,0587
2.880 0,0237 0,0341 0,0594
2.900 0,0240 0,0345 0,0602
2.920 0,0242 0,0349 0,0609
2.940 0,0245 0,0353 0,0616
2.960 0,0248 0,0358 0,0623
2.980 0,0251 0,0362 0,0631
3.000 0,0254 0,0366 0,0638
3.020 0,0257 0,0370 0,0646
3.040 0,0260 0,0375 0,0653
3.060 0,0263 0,0379 0,0661
3.080 0,0266 0,0383 0,0668
3.100 0,0269 0,0388 0,0676
3.120 0,0272 0,0392 0,0684
3.140 0,0275 0,0397 0,0691
3.160 0,0278 0,0401 0,0700
3.180 0,0282 0,0405 0,0707
3.200 0,0285 0,0410 0,0715
3.220 0,0288 0,0414 0,0722
3.240 0,0291 0,0419 0,0730
3.260 0,0294 0,0423 0,0738
3.280 0,0297 0,0428 0,0746
3.300 0,0300 0,0433 0,0754
3.320 0,0304 0,0437 0,0762
3.340 0,0307 0,0442 0,0770
3.360 0,0310 0,0446 0,0778
3.380 0,0313 0,0451 0,0786
3.400 0,0317 0,0456 0,0795
3.420 0,0320 0,0460 0,0803
3.440 0,0323 0,0465 0,0811
3.460 0,0326 0,0470 0,0819
3.480 0,0330 0,0475 0,0828
3.500 0,0333 0,0479 0,0836
3.520 0,0336 0,0484 0,0844
504
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
40 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
3.540 0,0340 0,0489 0,0853
3.560 0,0343 0,0494 0,0861
3.580 0,0346 0,0499 0,0870
3.600 0,0350 0,0504 0,0878
3.620 0,0353 0,0509 0,0887
3.640 0,0357 0,0514 0,0895
3.660 0,0360 0,0518 0,0904
3.680 0,0364 0,0523 0,0913
3.700 0,0367 0,0528 0,0921
3.720 0,0370 0,0533 0,0930
3.740 0,0374 0,0538 0,0939
3.760 0,0377 0,0544 0,0948
3.780 0,0381 0,0549 0,0957
3.800 0,0385 0,0554 0,0965
3.820 0,0388 0,0559 0,0974
3.840 0,0392 0,0564 0,0983
3.860 0,0395 0,0569 0,0992
3.880 0,0399 0,0574 0,1001
3.900 0,0402 0,0579 0,1010
3.920 0,0406 0,0585 0,1019
3.940 0,0410 0,0590 0,1028
3.960 0,0413 0,0595 0,1038
3.980 0,0417 0,0600 0,1047
4.000 0,0421 0,0606 0,1056
4.020 0,0424 0,0611 0,1065
4.040 0,0428 0,0616 0,1075
4.060 0,0432 0,0622 0,1084
4.080 0,0436 0,0627 0,1093
4.100 0,0439 0,0632 0,1103
4.120 0,0443 0,0638 0,1112
4.140 0,0447 0,0643 0,1122
4.160 0,0451 0,0649 0,1131
4.180 0,0454 0,0654 0,1141
4.200 0,0458 0,0660 0,1150
4.220 0,0462 0,0665 0,1160
4.240 0,0466 0,0671 0,1169
4.260 0,0470 0,0676 0,1179
4.280 0,0474 0,0682 0,1189
4.300 0,0477 0,0687 0,1199
4.320 0,0481 0,0693 0,1208
4.340 0,0485 0,0699 0,1218
4.360 0,0489 0,0704 0,1228
4.380 0,0493 0,0710 0,1238
4.400 0,0497 0,0716 0,1248
4.420 0,0501 0,0721 0,1258
4.440 0,0505 0,0727 0,1268
505
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
50 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
2.000 0,0043 0,0062 0,0110
2.050 0,0045 0,0065 0,0114
2.100 0,0047 0,0068 0,0119
2.150 0,0049 0,0070 0,0124
2.200 0,0051 0,0073 0,0129
2.250 0,0053 0,0076 0,0135
2.300 0,0055 0,0079 0,0140
2.350 0,0057 0,0082 0,0145
2.400 0,0060 0,0085 0,0151
2.450 0,0062 0,0088 0,0156
2.500 0,0064 0,0092 0,0162
2.550 0,0066 0,0095 0,0168
2.600 0,0069 0,0098 0,0173
2.650 0,0071 0,0102 0,0179
2.700 0,0073 0,0105 0,0185
2.750 0,0076 0,0108 0,0191
2.800 0,0078 0,0112 0,0197
2.850 0,0081 0,0115 0,0204
2.900 0,0083 0,0119 0,0210
2.950 0,0086 0,0122 0,0216
3.000 0,0088 0,0126 0,0223
3.050 0,0091 0,0130 0,0229
3.100 0,0093 0,0133 0,0236
3.150 0,0096 0,0137 0,0242
3.200 0,0099 0,0141 0,0249
3.250 0,0101 0,0145 0,0256
3.300 0,0104 0,0149 0,0263
3.350 0,0107 0,0153 0,0270
3.400 0,0110 0,0157 0,0277
3.450 0,0112 0,0161 0,0284
3.500 0,0115 0,0165 0,0291
3.550 0,0118 0,0169 0,0299
3.600 0,0121 0,0182 0,0306
3.650 0,0124 0,0178 0,0314
3.700 0,0127 0,0182 0,0321
3.750 0,0130 0,0186 0,0329
3.800 0,0133 0,0191 0,0337
3.850 0,0136 0,0195 0,0344
3.900 0,0139 0,0200 0,0352
3.950 0,0143 0,0204 0,0360
4.000 0,0146 0, 0209 0,0368
4.050 0,0149 0,0213 0,0376
4.100 0,0152 0,0218 0,0385
4.150 0,0155 0,0222 0,0393
4.200 0,0159 0,0227 0,0401
4.250 0,0162 0,0232 0,0409
4.300 0,0165 0,0237 0,0418
4.350 0,0169 0,0242 0,0426
4.400 0,0172 0,0246 0,0435
4.450 0,0176 0,0251 0,0444
4.500 0,0179 0,0256 0,0453
4.550 0,0183 0,0261 0,0461
4.600 0,0186 0,0266 0,0470
4.650 0,0190 0,0271 0,0479
506
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
50 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
4.700 0,0193 0,0277 0,0488
4.750 0,0197 0,0282 0,0497
4.800 0,0200 0,0287 0,0507
4.850 0,0204 0,0292 0,0516
4.900 0,0208 0,0298 0,0525
4.950 0,0212 0,0303 0,0535
5.000 0,0215 0,0308 0,0544
5.050 0,0219 0,0314 0,0554
5.100 0,0223 0,0319 0,0563
5.150 0,0227 0,0325 0,0573
5.200 0,0231 0,0330 0,0583
5.250 0,0262 0,0336 0,0593
5.300 0,0238 0,0341 0,0603
5.350 0,0242 0,0347 0,0613
5.400 0,0246 0,0353 0,0623
5.450 0,0250 0,0358 0,0633
5.500 0,0254 0,0364 0,0643
5.550 0,0259 0,0370 0,0653
5.600 0,0263 0,0376 0,0664
5.650 0,0267 0,0382 0,0674
5.700 0,0271 0,0388 0,0684
5.750 0,0275 0,0394 0,0695
5.800 0,0279 0,0400 0,0706
5.850 0,0283 0,0406 0,0716
5.900 0,0288 0,0412 0,0727
5.950 0,0292 0,0418 0,0738
6.000 0,0296 0,0424 0,0749
6.050 0,0301 0,0430 0,0760
6.100 0,0305 0,0437 0,0771
6.150 0,0309 0,0443 0,0782
6.200 0,0314 0,0449 0,0793
6.250 0,0318 0,0456 0,0804
6.300 0,0323 0,0462 0,0816
6.350 0,0327 0,0468 0,0827
6.400 0,0332 0,0475 0,0838
6.450 0,0336 0,0481 0,0850
6.500 0,0341 0,0488 0,0861
6.550 0,0345 0,0495 0,0873
6.600 0,0350 0,0501 0,0885
6.650 0,0355 0,0508 0,0896
6.700 0,0359 0,0515 0,0908
6.750 0,0364 0,0521 0,0920
6.800 0,0369 0,0528 0,0932
6.850 0,0374 0,0535 0,0944
6.900 0,0378 0,0542 0,0956
6.950 0,0383 0,0549 0,0968
7.000 0,0388 0,0556 0,0981
7.050 0,0393 0,0563 0,0993
7.100 0,0398 0,0570 0,1005
7.150 0,0403 0,0577 0,1018
7.200 0,0408 0,0584 0,1030
7.250 0,0413 0,0591 0,1043
7.300 0,0418 0,0598 0,1055
7.350 0,0423 0,0605 0,1068
507
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
50 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
7.400 0,0428 0,0612 0,1081
7.450 0,0433 0,0620 0,1094
7.500 0,0438 0,0627 0,1107
7.550 0,0443 0,0634 0,1119
7.600 0,0448 0,0642 0,1132
7.650 0,0453 0,0649 0,1146
7.700 0,0459 0,0656 0,1159
7.750 0,0464 0,0664 0,1172
7.800 0,0469 0,0671 0,1185
7.850 0,0474 0,0679 0,1198
7.900 0,0480 0,0687 0,1212
7.950 0,0485 0,0694 0,1225
8.000 0,0490 0,0702 0,1239
8.050 0,0496 0,0710 0,1252
8.100 0,0501 0,0717 0,1266
8.150 0,0506 0,0725 0,1280
8.200 0,0512 0,0733 0,1294
8.250 0,0517 0,0741 0,1307
8.300 0,0523 0,0749 0,1321
8.350 0,0528 0,0756 0,1335
8.400 0,0534 0,0764 0,1350
8.450 0,0540 0,0772 0,1363
8.500 0,0545 0,0780 0,1378
8.550 0,0551 0,0788 0,1392
8.600 0,0556 0,0797 0,1406
8.650 0,0562 0,0805 0,1420
8.700 0,0568 0,0813 0,1435
8.750 0,0574 0,0821 0,1449
8.800 0,0579 0,0829 0,1464
8.850 0,0585 0,0837 0,1478
8.900 0,0591 0,0846 0,1493
8.950 0,0597 0,0854 0,1508
9.000 0,0603 0,0862 0,1522
9.050 0,0608 0,0871 0,1537
9.100 0,0614 0,0879 0,1552
9.150 0,0620 0,0888 0,1567
9.200 0,0626 0,0896 0,1582
9.250 0,0632 0,0905 0,1597
9.300 0,0638 0,0913 0,1612
9.350 0,0644 0,0922 0,1628
9.400 0,0650 0,0931 0,1643
9.450 0,0656 0,0939 0,1658
9.500 0,0662 0,0948 0,1674
9.550 0,0668 0,0957 0,1689
9.600 0,0675 0,0966 0,1705
9.650 0,0681 0,0974 0,1720
9.700 0,0687 0,0983 0,1736
9.750 0,0693 0,0992 0,1751
9.800 0,0699 0,1001 0,1767
9.850 0,0706 0,1010 0,1783
9.900 0,0712 0,1019 0,1799
9.950 0,0718 0,1028 0,1815
10.000 0,0725 0,1037 0,1831
508
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
63 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
4.000 0,0049 0,0070 0,01212
4.100 0,0051 0,0073 0,0126
4.200 0,0053 0,0076 0,0131
4.300 0,0055 0,0079 0,0137
4.400 0,0058 0,0082 0,0142
4.500 0,0060 0,0086 0,0148
4.600 0,0062 0,0089 0,0154
4.700 0,0065 0,0092 0,0160
4.800 0,0067 0,0096 0,0166
4.900 0,0070 0,0099 0,0172
5.000 0,0072 0,0103 0,0178
5.100 0,0075 0,0107 0,0184
5.200 0,0077 0,0110 0,0191
5.300 0,0080 0,0114 0,0197
5.400 0,0083 0,0118 0,0204
5.500 0,0085 0,0122 0,0210
5.600 0,0088 0,0126 0,0217
5.700 0,0091 0,0129 0,0224
5.800 0,0093 0,0133 0,0231
5.900 0,0096 0,0138 0,0238
6.000 0,0099 0,0142 0,0245
6.100 0,0102 0,0146 0,0252
6.200 0,0105 0,0150 0,0259
6.300 0,0108 0,0154 0,0267
6.400 0,0111 0,0158 0,0274
6.500 0,0114 0,0163 0,0282
6.600 0,0117 0,0167 0,0289
6.700 0,0120 0,0172 0,0297
6.800 0,0123 0,0176 0,0305
6.900 0,0127 0,0181 0,0313
7.000 0,0130 0,0185 0,0321
7.100 0,0133 0,0190 0,0329
7.200 0,0136 0,0195 0,0337
7.300 0,0140 0,0200 0,0345
7.400 0,0143 0,0204 0,0354
7.500 0,0147 0,0209 0,0362
7.600 0,0150 0,0214 0,0370
7.700 0,0153 0,0219 0,0379
7.800 0,0157 0,0224 0,0388
7.900 0,0160 0,0229 0,0396
8.000 0,0164 0,0234 0,0405
8.100 0,0168 0,0239 0,0414
8.200 0,0171 0,0245 0,0423
8.300 0,0175 0,0250 0,0432
8.400 0,0179 0,0255 0,0441
8.500 0,0182 0,0260 0,0451
8.600 0,0186 0,0266 0,0460
8.700 0,0190 0,0271 0,0469
8.800 0,0194 0,0277 0,0479
8.900 0,0198 0,0282 0,0488
9.000 0,0202 0,0288 0,0498
9.100 0,0206 0,0294 0,0508
9.200 0,0210 0,0299 0,0518
9.300 0,0214 0,0305 0,0527
509
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
63 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
9.400 0,0218 0,0311 0,0537
9.500 0,0222 0,0316 0,0547
9.600 0,0226 0,0322 0,0558
9.700 0,0230 0,0328 0,0568
9.800 0,0234 0,0334 0,0578
9.900 0,0238 0,0340 0,0588
10.000 0,0242 0,0346 0,0599
10.100 0,0247 0,0352 0,0609
10.200 0,0251 0,0358 0,0620
10.300 0,0255 0,0365 0,0231
10.400 0,0260 0,0371 0,0641
10.500 0,0264 0,0377 0,0652
10.600 0,0269 0,0383 0,0663
10.700 0,0273 0,0390 0,0674
10.800 0,0277 0,0396 0,0685
10.900 0,0282 0,0403 0,0596
11.000 0,0287 0,0409 0,0708
11.100 0,0291 0,0416 0,0719
11.200 0,0296 0,0422 0,0730
11.300 0,0300 0,0429 0,0742
11.400 0,0305 0,0435 0,0753
11.500 0,0310 0,0442 0,0765
11.600 0,0314 0,0449 0,0777
11.700 0,0319 0,0456 0,0788
11.800 0,0324 0,0463 0,0800
11.900 0,0329 0,0469 0,0812
12.000 0,0334 0,0476 0,0824
12.100 0,0339 0,0483 0,0836
12.200 0,0343 0,0490 0,0848
12.300 0,0348 0,0497 0,0860
12.400 0,0353 0,0504 0,0873
12.500 0,0358 0,0512 0,0885
12.600 0,0363 0,0519 0,0897
12.700 0,0368 0,0526 0,0910
12.800 0,0374 0,0533 0,0923
12.900 0,0379 0,0541 0,0935
13.000 0,0384 0,0548 0,0948
13.100 0,0389 0,0555 0,0961
13.200 0,0394 0,0563 0,0974
13.300 0,0399 0,0570 0,0987
13.400 0,0405 0,0578 0,1000
13.500 0,0410 0,0585 0,1013
13.600 0,0415 0,0593 0,1026
13.700 0,0421 0,0601 0,1039
13.800 0,0426 0,0608 0,1052
13.900 0,0432 0,0616 0,1066
14.000 0,0437 0,0624 0,1079
14.100 0,0442 0,0632 0,1093
14.200 0,0448 0,0640 0,1106
14.300 0,0454 0,0647 0,1120
14.400 0,0459 0,0655 0,1134
14.500 0,0465 0,0663 0,1148
14.600 0,0470 0,0671 0,1161
14.700 0,0476 0,0679 0,1175
510
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
63 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
14.800 0,0482 0,0688 0,1189
14.900 0,0487 0,0696 0,1204
15.000 0,0493 0,0704 0,1218
15.100 0,0499 0,07112 0,1232
15.200 0,0505 0,0720 0,1246
15.300 0,0510 0,0729 0,1261
15.400 0,0516 0,0737 0,1275
15.500 0,0522 0,0746 0,1290
15.600 0,0528 0,0754 0,1304
15.700 0,0534 0,0762 0,1319
15.800 0,0540 0,0771 0,1334
15.900 0,0546 0,0780 0,1348
16.000 0,0552 0,0788 0,1363
16.200 0,0564 0,0805 0,1393
16.400 0,0576 0,0823 0,1423
16.600 0,0589 0,0841 0,1454
16.800 0,0601 0,0858 0,1485
17.000 0,0614 0,0876 0,1516
17.200 0,0627 0,0894 0,1547
17.400 0,0639 0,0913 0,1579
17.600 0,0652 0,0931 0,1611
17.800 0,0665 0,0950 0,1643
18.000 0,0678 0,0969 0,1675
18.200 0,0692 0,0987 0,1708
18.400 0,0705 0,1007 0,1741
18.600 0,0719 0,1026 0,1774
18.800 0,0732 0,1045 0,1808
19.000 0,0746 0,1065 0,1842
19.200 0,0760 0,1084 0,1876
19.400 0,0773 0,1104 0,1910
19.600 0,0787 0,1124 0,1945
19.800 0,0802 0,1144 0,1979
20.000 0,0816 0,1165 0,2015
511
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
75 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
13.300 0,0174 0,0245 0,0436
13.400 0,0176 0,0248 0,0441
13.500 0,0178 0,0252 0,0447
13.600 0,0181 0,0255 0,0453
13.700 0,0183 0,0258 0,0459
13.800 0,0185 0,0261 0,0465
13.900 0,0188 0,0265 0,0471
14.000 0,0190 0,0268 0,0476
14.100 0,0193 0,0271 0,0482
14.200 0,0195 0,0275 0,0488
14.300 0,0197 0,0278 0,0495
14.400 0,0200 0,0282 0,0501
14.500 0,0202 0,0285 0,0507
14.600 0,0205 0,0289 0,0513
14.700 0,0207 0,0292 0,0519
14.800 0,0210 0,0295 0,0525
14.900 0,0212 0,0299 0,0531
15.000 0,0214 0,0303 0,0538
15.100 0,0217 0,0306 0,0544
15.200 0,0220 0,0310 0,0550
15.300 0,0222 0,0313 0,0557
15.400 0,0225 0,0317 0,0563
15.500 0,0227 0,0320 0,0569
15.600 0,0230 0,0324 0,0576
15.700 0,0232 0,0328 0,0582
15.800 0,0235 0,0331 0,0589
15.900 0,0238 0,0335 0,0595
16.000 0,0240 0,0339 0,0602
16.100 0,0243 0,0342 0,0609
16.200 0,0246 0,0346 0,0615
16.300 0,0248 0,0350 0,0622
16.400 0,0251 0,0354 0,0629
16.500 0,0254 0,0357 0,0635
16.600 0,0256 0,0361 0,0642
16.700 0,0259 0,0365 0,0649
16.800 0,0262 0,0369 0,0656
16.900 0,0264 0,0373 0,0662
17.000 0,0267 0,0377 0,0669
17.100 0,0270 0,0370 0,0676
17.200 0,0273 0,0384 0,0683
17.300 0,0275 0,0388 0,0690
17.400 0,0278 0,0392 0,0697
17.500 0,0281 0,0396 0,0704
17.600 0,0284 0,0400 0,0711
17.700 0,0287 0,0404 0,0718
17.800 0,0290 0,0408 0,0725
17.900 0,0292 0,0412 0,0733
18.000 0,0295 0,0416 0,0740
18.100 0,0298 0,0420 0,0747
18.200 0,0301 0,0424 0,0754
18.300 0,0304 0,0428 0,0761
18.400 0,0307 0,0433 0,0769
18.500 0,0310 0,0437 0,0776
18.600 0,0313 0,0441 0,0783
512
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
75 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
18.700 0,0316 0,0445 0,0791
18.800 0,0319 0,0449 0,0798
18.900 0,0322 0,0453 0,0806
19.000 0,0325 0,0458 0,0813
19.100 0,0328 0,0462 0,0821
19.200 0,0331 0,0466 0,0828
19.300 0,0334 0,0470 0,0836
19.400 0,0337 0,0475 0,0843
19.500 0,0340 0,0479 0,0851
19.600 0,0343 0,0483 0,0859
19.700 0,0346 0,0487 0,0866
19.800 0,0349 0,0492 0,0874
19.900 0,0352 0,0496 0,0882
20.000 0,0355 0,0501 0,0890
20.100 0,0358 0,0505 0,0897
20.200 0,0361 0,0509 0,0905
20.300 0,0364 0,0514 0,0913
20.400 0,0368 0,0518 0,0921
20.500 0,0371 0,0523 0,0929
20.600 0,0374 0,0527 0,0937
20.700 0,0377 0,0532 0,0945
20.800 0,0380 0,0536 0,0953
20.900 0,0384 0,0541 0,0961
21.000 0,0387 0,0545 0,0969
21.100 0,0390 0,0550 0,0977
21.200 0,0393 0,0554 0,0985
21.300 0,0396 0,0559 0,0993
21.400 0,0400 0,0563 0,1001
21.500 0,0403 0,0568 0,1010
21.600 0,0406 0,0573 0,1018
21.700 0,0410 0,0577 0,1026
21.800 0,0413 0,0582 0,1034
21.900 0,0416 0,0587 0,1043
22.000 0,0420 0,0591 0,1051
22.100 0,0423 0,0596 0,1059
22.200 0,0426 0,0601 0,1068
22.300 0,0430 0,0606 0,1076
22.400 0,0433 0,0610 0,1085
22.500 0,0436 0,0615 0,1093
22.600 0,0440 0,0620 0,1102
22.700 0,0443 0,0625 0,1110
22.800 0,0447 0,0630 0,1119
22.900 0,0450 0,0634 0,1127
23.000 0,0454 0,0639 0,1136
23.100 0,0457 0,0644 0,1145
23.200 0,0460 0,0649 0,1153
23.300 0,0464 0,0654 0,1162
23.400 0,0467 0,0659 0,1171
23.500 0,0471 0,0664 0,1180
23.600 0,0474 0,0669 0,1188
23.700 0,0478 0,0674 0,1197
23.800 0,0482 0,0679 0,1206
23.900 0,0485 0,0684 0,1215
24.000 0,0489 0,0689 0,1224
513
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
75 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
24.100 0,0492 0,0694 0,1233
24.200 0,0496 0,0699 0,1242
24.300 0,0499 0,0704 0,1251
24.400 0,0503 0,0709 0,1260
24.500 0,0507 0,0714 0,1269
24.600 0,0510 0,0719 0,1278
24.700 0,0514 0,0724 0,1287
24.800 0,0517 0,0729 0,1296
24.900 0,0521 0,0735 0,1305
25.000 0,0525 0,0740 0,1315
25.200 0,0532 0,0750 0,1333
25.400 0,0540 0,0761 0,1352
25.600 0,0547 0,0771 0,1370
25.800 0,0555 0,0782 0,1389
26.000 0,0562 0,0792 0,1408
26.200 0,0570 0,0803 0,1427
26.400 0,0577 0,0814 0,1446
26.600 0,0585 0,0825 0,1465
26.800 0,0593 0,0835 0,1485
27.000 0,0600 0,0846 0,1504
27.200 0,0608 0,0857 0,1524
27.400 0,0616 0,0868 0,1543
27.600 0,0624 0,0880 0,1563
27.800 0,0632 0,0891 0,1583
28.000 0,0640 0,0902 0,1603
28.200 0,0648 0,0913 0,1623
28.400 0,0656 0,0925 0,1643
28.600 0,0664 0,0936 0,1664
28.800 0,0672 0,0948 0,1684
29.000 0,0680 0,0959 0,1704
29.200 0,0689 0,0971 0,1725
29.400 0,0697 0,0982 0,1745
29.600 0,0705 0,0994 0,1767
29.800 0,0714 0,1006 0,1788
30.000 0,0722 0,1018 0,1809
514
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
90 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
22.400 0,0182 0,0258 0,0452
22.600 0,0185 0,0262 0,0459
22.800 0,0188 0,0266 0,0466
23.000 0,0191 0,0270 0,0474
23.200 0,0194 0,0274 0,0481
23.400 0,0197 0,0278 0,0488
23.600 0,0200 0,0283 0,0495
23.800 0,0202 0,0287 0,0503
24.000 0,0205 0,0291 0,0510
24.200 0,0208 0,0295 0,0518
24.400 0,0211 0,0300 0,0525
24.600 0,0215 0,0304 0,0533
24.800 0,0218 0,0308 0,0540
25.000 0,0221 0,0313 0,0548
25.200 0,0224 0,0317 0,0556
25.400 0,0227 0,0321 0,0564
25.600 0,0230 0,0326 0,0571
25.800 0,0233 0,0330 0,0579
26.000 0,0236 0,0335 0,0587
26.200 0,0240 0,0339 0,0595
26.400 0,0243 0,0344 0,0603
26.600 0,0246 0,0349 0,0611
26.800 0,0249 0,0353 0,0619
27.000 0,0253 0,0358 0,0627
27.200 0,0256 0,0362 0,0635
27.400 0,0259 0,0367 0,0643
27.600 0,0262 0,0372 0,0652
27.800 0,0266 0,0377 0,0660
28.000 0,0269 0,0381 0,0668
28.200 0,0272 0,0386 0,0677
28.400 0,0276 0,0391 0,0685
28.600 0,0279 0,0396 0,0694
28.800 0,0283 0,0401 0,0702
29.000 0,0286 0,0405 0,0711
29.200 0,0290 0,0410 0,0719
29.400 0,0293 0,0415 0,0728
29.600 0,0298 0,0420 0,0737
29.800 0,0300 0,0425 0,0745
30.000 0,0304 0,0430 0,0754
30.200 0,0307 0,0435 0,0763
30.400 0,0311 0,0440 0,0772
30.600 0,0314 0,0445 0,0781
30.800 0,0318 0,0451 0,0790
31.000 0,0322 0,0456 0,0799
31.200 0,0325 0,0461 0,0808
31.400 0,0329 0,0466 0,0817
31.600 0,0333 0,0471 0,0826
31.800 0,0336 0,0476 0,0835
32.000 0,0340 0,0482 0,0844
32.200 0,0344 0,0487 0,0854
32.400 0,0347 0,0492 0,0863
32.600 0,0351 0,0498 0,0872
32.800 0,0355 0,0503 0,0882
33.000 0,0359 0,0508 0,0891
515
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
90 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
33.200 0,0363 0,0514 0,0900
33.400 0,0366 0,0519 0,0910
33.600 0,0370 0,0525 0,0920
33.800 0,0374 0,0530 0,0929
34.000 0,0378 0,0536 0,0939
34.200 0,0382 0,0541 0,0948
34.400 0,0386 0,0547 0,0958
34.600 0,0390 0,0552 0,0968
34.800 0,0393 0,0558 0,0978
35.000 0,0398 0,0563 0,0988
35.200 0,0402 0,0569 0,0998
35.400 0,0406 0,0575 0,1007
35.600 0,0410 0,0581 0,1017
35.800 0,0414 0,0586 0,1027
36.000 0,0418 0,0592 0,1038
36.200 0,0422 0,0598 0,1048
36.400 0,0426 0,0604 0,1058
36.600 0,0430 0,0609 0,1068
36.800 0,0434 0,0615 0,1078
37.000 0,0438 0,0621 0,1089
37.200 0,0443 0,0627 0,1099
37.400 0,0447 0,0633 0,1109
37.600 0,0451 0,0639 0,1120
37.800 0,0455 0,0645 0,1130
38.000 0,0459 0,0651 0,1141
38.200 0,0464 0,0657 0,1151
38.400 0,0468 0,0663 0,1162
38.600 0,0472 0,0669 0,1172
38.800 0,0476 0,0675 0,1183
39.000 0,0481 0,0681 0,1194
39.200 0,0485 0,0687 0,1204
39.400 0,0489 0,0693 0,1215
39.600 0,0494 0,0699 0,1226
39.800 0,0498 0,0706 0,1237
40.000 0,0502 0,0712 0,1248
516
ANEJO 7
TUBERÍAS DE PVC
TABLA 1
Correspondencia diámetros comerciales
P.V.C. DN DI DI DI DI DI
(mm) (0,4 MPa) (0,6 MPa) (1,0 MPa) (1,6 MPa) (2,5 MPa)
517
TABLA 2
Tuberías de P.V.C. (UNE 53 - 112)
518
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
50 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
6.480 0,0265 0,0301
6.552 0,0271 0,0307
6.624 0,0276 0,0313
6.696 0,0281 0,0319
6.768 0,0287 0,0325
6.840 0,0292 0,0332
6.912 0,0298 0,0338
6.984 0,0304 0,0344
7.056 0,0309 0,0351
7.128 0,0315 0,0357
7.200 0,0321 0,0364
7.272 0,0327 0,0370
7.344 0,0332 0,0377
7.416 0,0338 0,0384
7.488 0,0344 0,0390
7.560 0,0350 0,0397
7.632 0,0356 0,0404
7.704 0,0362 0,0411
7.776 0.0368 0,0418
7.848 0,0375 0,0425
7.920 0,0381 0,0432
7.992 0,0387 0,0439
8.064 0,0393 0,0446
8.136 0,0400 0,0453
8.208 0,0406 0,0461
8.280 0,0413 0,0468
8.352 0,0419 0,0475
8.424 0,0426 0,0483
8.496 0,0432 0,0490
8.568 0,0439 0,0498
8.640 0,0445 0,0505
8.712 0,0452 0,0513
8.784 0,0459 0,0520
8.856 0,0466 0,0528
8.928 0,0473 0,0536
9.000 0,0479 0,0544
9.072 0,0486 0,0552
9.144 0,0493 0,0559
9.216 0,0500 0,0567
9.288 0,0507 0,0575
9.360 0,0514 0,0583
9.432 0,0522 0,0592
519
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
63 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
7.200 0,0098 0,0100 0,0120
7.272 0,0100 0,0101 0,0122
7.344 0,0102 0,0103 0,0124
7.416 0,0103 0,0105 0,0126
7.488 0,0105 0,0107 0,0128
7.560 0,0107 0,0109 0,0130
7.632 0,0109 0,0111 0,0133
7.704 0,0111 0,0113 0,0135
7.776 0,0113 0,0114 0,0137
7.848 0,0115 0,0116 0,0140
7.920 0,0116 0,0118 0,0142
7.992 0,0118 0,0120 0,0144
8.064 0,0120 0,0122 0,0147
8.136 0,0122 0,0124 0,0149
8.208 0,0124 0,0126 0,0151
8.280 0,0126 0,0128 0,0154
8.352 0,0128 0,0130 0,0156
8.424 0,0130 0,0132 0,0158
8.496 0,0132 0,0134 0,0161
8.568 0,0134 0,0136 0,0163
8.640 0,0136 0,0138 0,0166
8.712 0,0138 0,0140 0,0168
8.784 0,0140 0,0142 0,0171
8.856 0,0142 0,0145 0,0173
8.928 0,0144 0,0147 0,0176
9.000 0,0146 0,0149 0,0178
9.072 0,0149 0,0151 0,0181
9.144 0,0151 0,0153 0,0184
9.216 0,0153 0,0155 0,0186
9.288 0,0155 0,0158 0,0189
9.360 0,0157 0,0160 0,0192
9.432 0,0159 0,0162 0,0194
9.504 0,0162 0,0164 0,0197
9.576 0,0164 0,0166 0,0200
9.648 0,0166 0,0169 0,0202
9.720 0,0168 0,0171 0,0205
9.792 0,0170 0,0173 0,0208
9.864 0,0173 0,0176 0,0211
9.936 0,0175 0,0178 0,0213
10.008 0,0177 0,0180 0,0216
10.080 0,0180 0,0183 0,0219
10.152 0,0182 0,0185 0,0222
10.224 0,0184 0,0187 0,0225
10.296 0,0187 0,0190 0,0227
10.368 0,0189 0,0192 0,0230
10.440 0,0191 0,0194 0,0233
10.512 0,0194 0,0197 0,0236
10.584 0,0196 0,0199 0,0239
10.656 0,0198 0,0202 0,0242
10.728 0,0201 0,0204 0,0245
10.800 0,0203 0,0207 0,0248
10.872 0,0206 0,0209 0,0251
10.994 0,0208 0,0212 0,0254
11.016 0,0211 0,0214 0,0257
520
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
63 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
11.088 0,0213 0,0217 0,0260
11.160 0,0216 0,0219 0,0263
11.232 0,0218 0,0222 0,0266
11.304 0,0221 0,0224 0,0269
11.376 0,0223 0,0227 0,0272
11.448 0,0226 0,0230 0,0275
11.520 0,0228 0,0232 0,0278
11.592 0,0231 0,0235 0,0282
11.664 0,0234 0,0237 0,0285
11.736 0,0236 0,0240 0,0288
11.808 0,0239 0,0243 0,0291
11.880 0,0241 0,0245 0,0294
11.952 0,0244 0,0248 0,0298
12.024 0,0247 0,0251 0,0301
12.096 0,0249 0,0253 0,0304
12.168 0,0252 0,0256 0,0307
12.240 0,0255 0,0259 0,0311
12.312 0,0257 0,0262 0,0314
12.384 0,0260 0,0264 0,0317
12.456 0,0263 0,0267 0,0320
12.528 0,0266 0,0270 0,0324
12.600 0,0268 0,0273 0,0327
12.672 0,0271 0,0276 0,0331
12.744 0,0274 0,0278 0,0334
12.816 0,0277 0,0281 0,0337
12.888 0,0280 0,0284 0,0341
12.960 0,0282 0,0287 0,0344
13.032 0,0285 0,0290 0,0348
13.104 0,0288 0,0293 0,0351
13.176 0,0291 0,0296 0,0355
13.248 0,0294 0,0299 0,0358
13.320 0,0297 0,0301 0,0362
13.392 0,0300 0,0304 0,0365
13.464 0,0302 0,0307 0,0369
13.536 0,0305 0,0310 0,0372
13.608 0,0308 0,0313 0,0376
13.680 0,0311 0,0316 0,0379
13.752 0,0314 0,0319 0,0383
13.824 0,0317 0,0322 0,0387
13.896 0,0320 0,0325 0,0390
13.968 0,0323 0,0328 0,0394
14.040 0,0326 0,0331 0,0398
14.112 0,0329 0,0335 0,0401
14.184 0,0332 0,0338 0,0405
14.256 0,0335 0,0341 0,0409
14.328 0,0338 0,0344 0,0412
14.400 0,0341 0,0347 0,0416
14.472 0,0344 0,0350 0,0420
14.544 0,0348 0,0353 0,0424
14.616 0,0351 0,0356 0,0427
14.688 0,0354 0,0360 0,0431
14.760 0,0357 0,0363 0,0435
14.832 0,0360 0,0366 0,0439
14.904 0,0363 0,0369 0,0443
521
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
63 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
14.976 0,0366 0,0372 0,0447
15.048 0,0369 0,0376 0,0450
15.120 0,0373 0,0379 0,0454
15.192 0,0376 0,0382 0,0458
15.264 0,0379 0,0385 0,0462
15.336 0,0382 0,0389 0,0466
15.408 0,0386 0,0392 0,0470
15.480 0,0389 0,0395 0,0474
15.552 0,0392 0,0398 0,0478
15.624 0,0395 0,0402 0,0482
15.696 0,0399 0,0405 0,0486
15.768 0,0402 0,0408 0,0490
15.840 0,0405 0,0412 0,0494
15.912 0,0409 0,0415 0,0498
15.984 0,0412 0,0419 0,0502
16.056 0,0415 0,0422 0,0506
16.128 0,0419 0,0425 0,0510
16.200 0,0422 0,0429 0,0514
16.272 0,0425 0,0432 0,0519
16.344 0,0429 0,0436 0,0523
16.416 0,0432 0,0439 0,0527
16.488 0,0436 0,0443 0,0531
16.560 0,0439 0,0446 0,0535
16.632 0,0442 0,0450 0,0539
16.704 0,0446 0,0453 0,0544
16.776 0,0449 0,0457 0,0548
16.848 0,0453 0,0460 0,0552
16.920 0,0456 0,0464 0,0556
16.992 0,0460 0,0467 0,0561
17.064 0,0463 0,0471 0,0565
17.136 0,0467 0,0475 0,0569
17.208 0,0470 0,0478 0,0573
17.280 0,0474 0,0482 0,0578
17.352 0,0478 0,0485 0,0582
17.424 0,0481 0,0489 0,0586
17.496 0,0485 0,0493 0,0591
17.568 0,0488 0,0496 0,0595
17.640 0,0492 0,0500 0,0600
17.712 0,0496 0,0504 0,0604
17.784 0,0499 0,0507 0,0608
17.856 0,0503 0,0511 0,0613
17.928 0,0506 0,0515 0,0617
18.000 0,0510 0,0518 0,0622
522
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
75 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
10.008 0,0073 0,0077 0,0094
10.080 0,0074 0,0078 0,00095
10.152 0,0075 0,0079 0,0096
10.224 0,0076 0,0080 0,0098
10.296 0,0077 0,0081 0,0099
10.368 0,0078 0,0082 0,0100
10.440 0,0079 0,0084 0,0101
10.512 0,0080 0,0085 0,0103
10.584 0,0081 0,0086 0,0104
10.656 0,0082 0,0087 0,0105
10.728 0,0083 0,0088 0,0107
10.800 0,0084 0,0089 0,0108
10.872 0,0085 0,0090 0,0109
10.994 0,0086 0,0091 0,0110
11.016 0,0087 0,0092 0,0112
11.088 0,0088 0,0093 0,0113
11.160 0,0089 0,0094 0,0114
11.232 0,0090 0,0095 0,0116
11.304 0,0091 0,0096 0,0117
11.376 0,0092 0,0097 0,0118
11.448 0,0093 0,0099 0,0120
11.520 0,0094 0,0100 0,0121
11.592 0,0096 0,0101 0,0122
11.664 0,0097 0,0102 0,0124
11.736 0,0098 0,0103 0,0125
11.808 0,0099 0,0104 0,0127
11.880 0,0100 0,0105 0,0128
11.952 0,0101 0,0107 0,0129
12.024 0,0102 0,0108 0,0131
12.096 0,0103 0,0109 0,0132
12.168 0,0104 0,0110 0,0134
12.240 0,0105 0,0111 0,0135
12.312 0,0106 0,0112 0,0136
12.384 0,0108 0,0114 0,0138
12.456 0,0109 0,0115 0,0139
12.528 0,0110 0,0116 0,0141
12.600 0,0111 0,0117 0,0142
12.672 0,0112 0,0118 0,0144
12.744 0,0113 0,0120 0,0145
12.816 0,0114 0,0121 0,0147
12.888 0,0116 0,0122 0,0148
12.960 0,0117 0,0123 0,0150
13.032 0,0118 0,0125 0,0151
13.104 0,0119 0,0126 0,0153
13.176 0,0120 0,0127 0,0154
13.428 0,0121 0,0128 0,0156
13.320 0,0123 0,0130 0,0157
13.392 0,0124 0,0131 0,0159
13.464 0,0125 0,0132 0,0160
13.536 0,0126 0,0133 0,0162
13.608 0,0128 0,0135 0,0163
13.680 0,0129 0,0136 0,0165
13.752 0,0130 0,0137 0,0167
13.824 0,0131 0,0138 0,0168
523
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
75 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
13.896 0,0132 0,0140 0,0170
13.968 0,0134 0,0141 0,0171
14.040 0,0135 0,0142 0,0173
14.112 0,0136 0,0144 0,0175
14.184 0,0137 0,0145 0,0176
14.256 0,0139 0,0146 0,0178
14.328 0,0140 0,0148 0,0179
14.400 0,0141 0,0149 0,0181
14.472 0,0142 0,0150 0,0183
14.544 0,0144 0,0152 0,0184
14.616 0,0145 0,0153 0,0186
14.688 0,0146 0,0154 0,0188
14.760 0,0148 0,0156 0,0189
14.832 0,0149 0,0157 0,0191
14.904 0,0150 0,0159 0,0193
14.976 0,0151 0,0160 0,0194
15.048 0,0153 0,0161 0,0196
15.120 0,0154 0,0163 0,0198
15.192 0,0155 0,0164 0,0199
15.264 0,0157 0,0165 0,0201
15.336 0,0158 0,0167 0,0203
15.408 0,0159 0,0168 0,0204
15.480 0,0161 0,0170 0,0206
15.552 0,0162 0,0171 0,0208
15.624 0,0164 0,0173 0,0210
15.696 0,0165 0,0174 0,0211
15.768 0,0166 0,0175 0,0213
15.840 0,0168 0,0177 0,0215
15.912 0,0169 0,0178 0,0217
15.984 0,0170 0,0180 0,0218
16.056 0,0172 0,0181 0,0220
16.128 0,0173 0,0183 0,0222
16.200 0,0174 0,0184 0,0224
16.272 0,0176 0,0186 0,0225
16.344 0,0177 0,0187 0,0227
16.416 0,0179 0,0189 0,0229
16.488 0,0180 0,0190 0,0231
16.560 0,0181 0,0192 0,0233
16.632 0,0183 0,0193 0,0234
16.704 0,0184 0,0195 0,0236
16.776 0,0186 0,0196 0,0238
16.848 0,0187 0,0198 0,0240
16.920 0,0189 0,0199 0,0242
16.992 0,0190 0,0201 0,0244
17.064 0,0192 0,0202 0,0246
17.136 0,0193 0,0204 0,0247
17.208 0,0194 0,0205 0,0249
17.280 0,0196 0,0207 0,0251
17.352 0,0197 0,0208 0,0253
17.424 0,0199 0,0210 0,0255
17.496 0,0200 0,0211 0,0257
17.568 0,0202 0,0213 0,0259
17.640 0,0203 0,0215 0,0261
17.712 0,0205 0,0216 0,0263
524
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
75 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
17.784 0,0206 0,0218 0,0265
17.856 0,0208 0,0219 0,0266
17.928 0,0209 0,0221 0,0268
18.000 0,0211 0,0223 0,0270
18.072 0,0212 0,0224 0,0272
18.144 0,0214 0,0226 0,0274
18.216 0,0215 0,0227 0,0276
18.288 0,0217 0,0229 0,0278
18.360 0,0219 0,0231 0,0280
18.432 0,0220 0,0232 0,0282
18.504 0,0222 0,0234 0,0284
18.576 0,0223 0,0236 0,0286
18.648 0,0225 0,0237 0,0288
18.720 0,0226 0,0239 0,0290
18.792 0,0228 0,0241 0,0292
18.864 0,0229 0,0242 0,0294
18.936 0,0231 0,0244 0,0296
19.008 0,0232 0,0246 0,0298
19.080 0,0234 0,0247 0,0300
19.152 0,0236 0,0249 0,0302
19.224 0,0237 0,0251 0,0304
19.296 0,0239 0,0252 0,0306
19.368 0,0241 0,0254 0,0308
19.440 0,0242 0,0256 0,0310
19.512 0,0244 0,0257 0,0313
19.584 0,0245 0,0259 0,0315
19.656 0,0247 0,0261 0,0317
19.728 0,0249 0,0263 0,0319
19.800 0,0250 0,0264 0,0321
19.872 0,0252 0,0266 0,0323
19.944 0,0254 0,0268 0,0325
20.016 0,0255 0,0269 0,0327
20.088 0,0257 0,0271 0,0329
20.160 0,0259 0,0273 0,0332
20.232 0,0260 0,0275 0,0334
20.304 0,0262 0,0276 0,0236
20.376 0,0264 0,0278 0,0338
20.448 0,0265 0,0280 0,0340
20.520 0,0267 0,0282 0,0342
20.592 0,0269 0,0284 0,0344
20.664 0,0270 0,0285 0,0347
20.736 0,0272 0,0287 0,0349
20.808 0,0274 0,0289 0,0351
20.880 0,0275 0,0291 0,0353
20.952 0,0277 0,0293 0,0355
21.024 0,0279 0,0294 0,0358
21.096 o,o281 0,0296 0,0360
21.168 0,0282 0,0298 0,0362
21.240 0,0284 0,0300 0,0364
21.312 0,0286 0,0302 0,0366
21.384 0,0288 0,0304 0,0369
21.456 0,0289 0,0305 0,0371
21.528 0,0291 0,0307 0,0373
21.600 0,0293 0,0309 0,0375
525
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
75 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
21.672 0,0295 0,0311 0,0378
21.744 0,0296 0,0313 0,0380
21.816 0,0298 0,0315 0,0382
21.888 0,0300 0,0317 0,0384
21.960 0,0302 0,0318 0,0387
22.032 0,0303 0,0320 0,0389
22.104 0,0305 0,0322 0,0391
22.176 0,0307 0,0324 0,0394
22.248 0,0309 0,0326 0,0396
22.320 0,0311 0,0328 0,0398
22.392 0,0312 0,0330 0,0400
22.464 0,0314 0,0332 0,0403
22.536 0,0316 0,0334 0,0405
22.608 0,0318 0,0336 0,0407
22.680 0,0320 0,0337 0,0410
22.752 0,0322 0,0339 0,0412
22.824 0,0323 0,0341 0,0415
22.896 0,0325 0,0343 0,0417
22.968 0,0327 0,0345 0,0419
23.040 0,0329 0,0347 0,0422
23.112 0,0331 0,0349 0,0424
23.184 0,0333 0,0351 0,0426
23.256 0,0334 0,0353 0,0429
23.328 0,0336 0,0355 0,0431
23.400 0,0338 0,0357 0,0434
23.472 0,0340 0,0359 0,0436
23.544 0,0342 0,0361 0,0438
23.616 0,0344 0,0363 0,0441
23.688 0,0346 0,0365 0,0443
23.760 0,0348 0,0367 0,0446
23.832 0,0350 0,0369 0,0448
23.904 0,0351 0,0371 0,0450
23.976 0,0353 0,0373 0,0453
24.048 o,0355 0,0375 0,0455
24.120 0,0357 0,0377 0,0458
24.192 0,0359 0,0379 0,0460
24.264 0,0361 0,0381 0,0463
24.336 0,0363 0,0383 0,0465
24.408 0,0365 0,0385 0,0468
24.480 0,0367 0,0387 0,0470
24.552 0,0369 0,0389 0,0473
24.624 0,0371 0,0391 0,0475
24.696 0,0373 0,0393 0,0478
24.768 0,0375 0,0395 0,0480
24.840 0,0377 0,0398 0,0483
24.912 0,0379 0,0400 0,0485
24.984 0,0381 0,0402 0,0488
25.056 0,0382 0,0404 0,0490
25.128 0,0384 0,0406 0,0493
25.200 0,0386 0,0408 0,0495
25.272 0,0388 0,0410 0,0498
25.344 0,0390 0,0412 0,0501
25.416 0,0392 0,0414 0,0503
25.488 0,0394 0,0416 0,0506
526
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
75 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
25.560 0,0396 0,0418 0,0508
25.632 0,0398 0,0421 0,0511
25.704 0,0400 0,0423 0,0513
25.776 0,0403 0,0425 0,0516
25.848 0,0405 0,0427 0,0519
25.920 0,0407 0,0429 0,0521
25.992 0,0409 0,0431 0,0524
26.064 0,0411 0,0433 0,0526
26.136 0,0413 0,0436 0,0529
26.208 0,0415 0,0438 0,0532
26.280 0,0417 0,0440 0,0534
26.352 0,0419 0,0442 0,0537
26.424 0,0421 0,0444 0,0540
26.496 0,0423 0,0446 0,0542
26.568 0,0425 0,0449 0,0545
26.640 0,0427 0,0451 0,0548
26.712 0,0429 0,0453 0,0550
26.784 0,0431 0,0455 0,0553
26.856 0,0433 0,0457 0,0556
26.928 0,0435 0,0460 0,0558
27.000 0,0438 0,0462 0,0561
27.072 0,0440 0,0464 0,0564
27.144 0,0442 0,0466 0,0566
27.216 0,0444 0,0469 0,0569
27.288 0,0446 0,0471 0,0572
27.360 0,0448 0,0473 0,0574
27.432 0,0450 0,0475 0,0577
27.504 0,0452 0,0478 0,0580
27.576 0,0455 0,0480 0,0583
27.648 0,0457 0,0482 0,0585
27.720 0,0459 0,0484 0,0588
27.792 0,0461 0,0487 0,0591
27.864 0,0463 0,0489 0,0594
27.936 0,0465 0,0491 0,0596
28.008 0,0467 0,0493 0,0599
28.080 0,0470 0,0496 0,0602
28.152 0,0472 0,0498 0,0605
28.224 0,0474 0,0500 0,0608
28.296 0,0476 0,0503 0,0610
28.368 0,0478 0,0505 0,0613
28.440 0,0480 0,0507 0,0616
28.512 0,0483 0,0510 0,0619
28.584 0,0485 0,0512 0,0622
28.656 0,0487 0,0514 0,0624
28.728 0,0489 0,0516 0,0627
28.800 0,0491 0,0519 0,0630
28.872 0,0494 0,0521 0,0633
28.944 0,0496 0,0523 0,0636
29.016 0,0498 0,0526 0,0639
29.088 0,0500 0,0528 0,0641
29.160 0,0503 0,0531 0,0644
527
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
90 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
20.016 0,0102 0,0113 0,0133
20.088 0,0103 0,0114 0,0134
20.160 0,0104 0,0115 0,0135
20.232 0,0104 0,0115 0,0136
20.304 0,0105 0,0116 0,0136
20.376 0,0106 0,0117 0,0137
20.448 0,0106 0,0118 0,0138
20.520 0,0107 0,0118 0,0139
20.592 0,0108 0,0119 0,0140
20.664 0,0108 0,0120 0,0141
20.736 0,0109 0,0121 0,0142
20.808 0,0110 0,0121 0,0143
20.880 0,0110 0,0122 0,0143
20.952 0,0111 0,0123 0,0144
21.024 0,0112 0,0124 0,0145
21.096 0,0112 0,0124 0,0146
21.168 0,0113 0,0125 0,0146
21.240 0,0114 0,0126 0,0148
21.312 0,0114 0,0127 0,0149
21.384 0,0115 0,0127 0,0150
21.456 0,0116 0,0128 0,0151
21.528 0,0117 0,0129 0,0152
21.600 0,0117 0,0130 0,0152
21.672 0,0118 0,0131 0,0153
21.744 0,0119 0,0131 0,0154
21.816 0,0119 0,0132 0,0155
21.888 0,0120 0,0133 0,0156
21.960 0,0121 0,0134 0,0157
22.032 0,0122 0,0134 0,0158
22.104 0,0122 0,0135 0,0159
22.176 0,0123 0,0136 0,0160
22.248 0,0124 0,0137 0,0161
22.320 0,0124 0,0138 0,0162
22.392 0,0125 0,0138 0,0163
22.464 0,0126 0,0139 0,0164
22.536 0,0127 0,0140 0,0165
22.608 0,0127 0,0141 0,0166
22.680 0,0128 0,0142 0,0166
22.752 0,0129 0,0142 0,0167
22.824 0,0130 0,0143 0,0168
22.896 0,0130 0,0144 0,0169
22.968 0,0131 0,0145 0,0170
23.040 0,0132 0,0146 0,0175
23.112 0,0132 0,0147 0,0176
23.184 0,0133 0,0147 0,0177
23.256 0,0134 0,0148 0,0178
23.328 0,0135 0,0149 0,0179
23.400 0,0135 0,0150 0,0180
23.472 0,0136 0,0151 0,0181
23.544 0,0137 0,0152 0,0182
23.616 0,0138 0,0152 0,0183
23.688 0,0138 0,0153 0,0184
23.760 0,0139 0,0154 0,0185
23.832 0,0140 0,0155 0,0186
528
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
90 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
23.904 0,0141 0,0156 0,0187
23.976 0,0142 0,0157 0,0188
24.048 0,0142 0,0157 0,0189
24.120 0,0143 0,0158 0,0190
24.192 0,0144 0,0159 0,0191
24.264 0,0145 0,0160 0,0192
24.336 0,0145 0,0161 0,0194
24.408 0,0146 0,0162 0,0195
24.480 0,0147 0,0163 0,0196
24.552 0,0148 0,0163 0,0197
24.624 0,0148 0,0164 0,0198
24.696 0,0149 0,0165 0,0199
24.768 0,0150 0,0166 0,0200
24.840 0,0151 0,0167 0,0201
24.912 0,0152 0,0168 0,0202
24.984 0,0152 0,0169 0,0203
25.056 0,0153 0,0169 0,0204
25.128 0,0154 0,0170 0,0205
25.200 0,0155 0,0171 0,0206
25.272 0,0156 0,0172 0,0207
25.344 0,0156 0,0173 0,0208
25.416 0,0157 0,0174 0,0209
25.488 0,0158 0,0175 0,0210
25.560 0,0159 0,0176 0,0211
25.632 0,0160 0,0177 0,0212
25.704 0,0160 0,0177 0,0214
25.776 0,0161 0,0178 0,0215
25.848 0,0162 0,0179 0,0216
25.920 0,0163 0,0180 0,0217
25.992 0,0164 0,0181 0,0218
26.064 0,0164 0,0182 0,0219
26.136 0,0165 0,0183 0,0220
26.208 0,0166 0,0184 0,0221
26.280 0,0167 0,0185 0,0222
26.352 0,0168 0,0186 0,0223
26.424 0,0169 0,0186 0,0224
26.496 0,0169 0,0187 0,0226
26.568 0,0170 0,0188 0,0227
26.640 0,0171 0,0189 0,0228
26.712 0,0172 0,0190 0,0229
26.784 0,0173 0,0191 0,0230
26.856 0,0174 0,0192 0,0231
26.928 0,0174 0,0193 0,0232
27.000 0,0175 0,0194 0,0233
27.072 0,0176 0,0195 0,0234
27.144 0,0177 0,0196 0,0235
27.216 0,0178 0,0197 0,0237
27.288 0,0179 0,0198 0,0238
27.360 0,0179 0,0198 0,0239
27.432 0,0180 0,0199 0,0240
27.504 0,0181 0,0200 0,0241
27.576 0,0182 0,0201 0,0242
27.648 0,0183 0,0202 0,0243
27.720 0,0184 0,0203 0,0245
529
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
90 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
27.792 0,0185 0,0204 0,0246
27.864 0,0185 0,0205 0,0247
27.936 0,0186 0,0206 0,0248
28.008 0,0187 0,0207 0,0249
28.080 0,0188 0,0208 0,0250
28.152 0,0189 0,0209 0,0251
28.224 0,0190 0,0210 0,0253
28.296 0,0191 0,0211 0,0254
28.368 0,0191 0,0212 0,0255
28.440 0,0192 0,0213 0,0256
28.512 0,0193 0,0214 0,0257
28.584 0,0194 0,0215 0,0258
28.656 0,0195 0,0216 0,0260
28.728 0,0196 0,0217 0,0261
28.800 0,0197 0,0218 0,0262
28.872 0,0198 0,0219 0,0263
28.944 0,0199 0,0220 0,0264
29.016 0,0199 0,0221 0,0265
29.088 0,0200 0,0222 0,0267
29.160 0,0201 0,0223 0,0268
29.232 0,0202 0,0224 0,0269
29.304 0,0203 0,0225 0,0270
29.376 0,0204 0,0226 0,0271
29.448 0,0205 0,0227 0,0273
29.520 0,0206 0,0228 0,0274
29.592 0,0207 0,0229 0,0275
29.664 0,0207 0,0230 0,0276
29.736 0,0208 0,0231 0,0277
29.808 0,0209 0,0232 0,0279
29.880 0,0210 0,0233 0,0280
29.952 0,0211 0,0234 0,0281
30.024 0,0212 0,0235 0,0282
30.096 0,0213 0,0236 0,0284
30.168 0,0214 0,0237 0,0285
30.240 0,0215 0,0238 0,0286
30.312 0,0216 0,0239 0,0287
30.384 0,0217 0,0240 0,0288
30.456 0,0218 0,0241 0,0290
30.528 0,0218 0,0142 0,0291
30.600 0,0219 0,0243 0,0292
30.672 0,0220 0,0244 0,0293
30.744 0,0221 0,0245 0,0295
30.816 0,0222 0,0246 0,0296
30.888 0,0223 0,0247 0,0297
30.960 0,0224 0,0248 0,0298
31.032 0,0225 0,0249 0,0300
31.104 0,0226 0,0250 0,0301
31.176 0,0227 0,0251 0,0302
31.248 0,0228 0,0252 0,0303
31.320 0,0229 0,0253 0,0305
31.392 0,0230 0,0254 0,0306
31.464 0,0231 0,0255 0,0307
31.536 0,0232 0,0256 0,0308
31.608 0,0233 0,0257 0,0310
530
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
90 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
31.680 0,0234 0,0258 0,0311
31.752 0,0235 0,0259 0,0312
31.824 0,0235 0,0261 0,0314
31.896 0,0236 0,0262 0,0315
31.968 0,0237 0,0263 0,0316
32.040 0,0238 0,0264 0,0317
32.112 0,0239 0,0265 0,0319
32.184 0,0240 0,0266 0,0320
32.256 0,0241 0,0267 0,0321
32.328 0,0242 0,0268 0,0323
32.400 0,0243 0,0269 0,0324
32.472 0,0244 0,0270 0,0325
32.544 0,0245 0,0271 0,0326
32.616 0,0246 0,0272 0,0328
32.688 0,0247 0,0273 0,0329
32.760 0,0248 0,0274 0,0330
32.832 0,0249 0,0276 0,0332
32.904 0,0250 0,0277 0,0333
32.976 0,0251 0,0278 0,0334
33.048 0,0252 0,0279 0,0336
33.120 0,0253 0,0280 0,0337
33.192 0,0254 0,0281 0,0338
33.264 0,0255 0,0282 0,0340
33.336 0,0256 0,0283 0,0341
33.408 0,0257 0,0284 0,0342
33.480 0,0258 0,0285 0,0344
33.552 0,0259 0,0287 0,0345
33.624 0,0260 0,0288 0,0346
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33.840 0,0263 0,0291 0,0350
33.912 0,0264 0,0292 0,0352
33.984 0,0265 0,0293 0,0353
34.056 0,0266 0,0294 0,0354
34.128 0,0267 0,0295 0,0355
34.200 0,0268 0,0297 0,0357
34.272 0,0269 0,0298 0,0358
34.344 0,0270 0,0299 0,0360
34.416 0,0271 0,0300 0,0361
34.488 0,0272 0,0301 0,0362
34.560 0,0273 0,0302 0,0364
34.632 0,0274 0,0303 0,0365
34.704 0,0275 0,0305 0,0366
34.776 0,0276 0,0306 0,0368
34.848 0,0277 0,0307 0,0369
34.920 0,0278 0,0308 0,0371
34.992 0,0279 0,0309 0,0372
35.064 0,0280 0,0310 0,0373
35.136 0,0281 0,0311 0,0375
35.208 0,0282 0,0313 0,0376
35.280 0,0284 0,0314 0,0377
35.352 0,0285 0,0315 0,0379
35.424 0,0286 0,0316 0,0380
35.496 0,0287 0,0317 0,0382
531
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
90 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
35.568 0,0288 0,0318 0,0383
35.640 0,0289 0,0319 0,0384
35.712 0,0290 0,0321 0,0386
35.784 0,0291 0,0322 0,0387
35.856 0,0292 0,0323 0,0389
35.928 0,0293 0,0324 0,0390
36.000 0,0294 0,0325 0,0391
36.072 0,0295 0,0326 0,0393
36.144 0.0296 0,0328 0,0394
36.216 0,0297 0,0329 0,0396
36.288 0,0298 0,0330 0,0397
36.360 0,0299 0,0331 0,0399
36.432 0,0300 0,0332 0,0400
36.504 0,0301 0,0334 0,0401
36.576 0,0303 0,0335 0,0403
36.648 0,0304 0,0336 0,0404
36.720 0,0305 0,0337 0,0406
36.792 0,0306 0,0338 0,0407
36.864 0,0307 0,0339 0,0409
36.936 0,0308 0,0341 0,0410
37.008 0,0309 0,0342 0,0411
37.080 0,0310 0,0343 0,0413
37.152 0,0311 0,0344 0,0414
37.224 0,0312 0,0345 0,0416
37.296 0,0313 0,0347 0,0417
37.368 0,0314 0,0348 0,0419
37.440 0,0316 0,0349 0,0420
37.512 0,0317 0,0350 0,0422
37.584 0,0318 0,0352 0,0423
37.656 0,0319 0,0353 0,0424
37.728 0,0320 0,0354 0,0426
37.800 0,0321 0,0355 0,0427
37.872 0,0322 0,0356 0,0429
37.944 0,0323 0,0358 0,0430
38.016 0,0324 0,0359 0,0432
38.088 0,0325 0,0360 0,0433
38.160 0,0327 0,0361 0,0435
38.232 0,0328 0,0363 0,0436
38.304 0,0329 0,0364 0,0438
38.376 0,0330 0,0365 0,0439
38.448 0,0331 0,0366 0,0440
38.520 0,0332 0,0367 0,0442
38.592 0,0333 0,0369 0,0444
38.664 0,0334 0,0370 0,0445
38.736 0,0335 0,0371 0,0447
38.808 0,0337 0,0372 0,0448
38.880 0,0338 0,0374 0,0450
38.952 0,0339 0,0375 0,0451
39.024 0,0340 0,0376 0,0453
39.096 0,0341 0,0377 0,0454
39.168 0,0342 0,0379 0,0456
39.240 0,0343 0,0380 0,0457
39.312 0,0345 0,0381 0,0459
39.384 0,0346 0,0382 0,0460
532
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
90 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
39.456 0,0347 0,0384 0,0462
39.528 0,0348 0,0385 0,0463
39.600 0,0349 0,0386 0,0465
39.672 0,0350 0,0387 0,0466
39.744 0,0351 0,0389 0,0468
39.816 0,0352 0,0390 0,0469
39.888 0,0354 0,0391 0,0471
39.960 0,0355 0,0393 0,0472
40.032 0,0356 0,0394 0,0474
40.104 0,0357 0,0395 0,0475
40.176 0,0358 0,0396 0,0477
40.248 0,0359 0,0398 0,0479
40.320 0,0361 0,0399 0,0480
40.392 0,0362 0,0400 0,0482
40.464 0,0363 0,0401 0,0483
40.536 0,0364 0,0403 0,0485
40.608 0,0365 0,0404 0,0486
40.680 0,0366 0,0405 0,0488
40.752 0,0368 0,0407 0,0489
40.824 0,0369 0,0408 0,0491
40.896 0,0370 0,0409 0,0492
40.968 0,0371 0,411 0,0494
41.040 0,0372 0,0412 0,0496
41.112 0,0373 0,0413 0,0497
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41.256 0,0376 0,0416 0,0500
41.328 0,0377 0,0417 0,0502
41.400 0,0378 0,0418 0,0503
41.472 0,0379 0,0420 0,0505
41.544 0,0381 0,0421 0,0507
41.616 0,0382 0,0422 0,0508
41.688 0,0383 0,0424 0,0510
41.760 0,0384 0,0425 0,0511
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41.904 0,0386 0,0428 0,0515
41.976 0,0388 0,0429 0,0516
42.048 0,0389 0,0430 0,0518
42.120 0,0390 0,0432 0,0519
42.192 0,0391 0,0433 0,0521
42.264 0,0392 0,0434 0,0523
42.336 0,0394 0,0436 0,0524
42.408 0,0395 0,0437 0,0526
42.480 0,0396 0,0438 0,0527
42.552 0,0397 0,0440 0,0529
42.624 0,0399 0,041 0,0531
42.696 0,0400 0,0442 0,0532
42.768 0,0401 0,0444 0,0534
42.840 0,0402 0,0445 0,0535
42.912 0,0403 0,0446 0,0537
42.984 0,0405 0,0448 0,0539
43.056 0,0406 0,0449 0,0540
43.128 0,0407 0,0450 0,0542
43.200 0,0408 0,0452 0,0544
43.272 0,0409 0,0453 0,0545
533
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
90 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
43.344 0,0411 0,0454 0,0547
43.416 0,0412 0,0456 0,0548
43.488 0,0413 0,0457 0,0550
43.560 0,0414 0,0458 0,0552
43.632 0,0416 0,0560 0,0553
43.704 0,0417 0,0461 0,0555
43.776 0,0418 0,0463 0,0557
43.848 0,0419 0,0464 0,0558
43.920 0,0421 0,0465 0,0560
43.992 0,0422 0,0467 0,0562
44.064 0,0423 0,0468 0,0563
44.136 0,0424 0,0469 0,0565
44.208 0,0426 0,0471 0,0567
44.280 0,0427 0,0472 0,0568
44.352 0,0428 0,0474 0,0570
44.424 0,0429 0,0475 0,0572
44.496 0,0431 0,0476 0,0573
44.568 0,0432 0,0478 0,0575
44.640 0,0433 0,0479 0,0577
44.712 0,0434 0,0481 0,0578
44.784 0,0436 0,0482 0,0580
44.856 0,0437 0,0483 0,0582
44.928 0,0438 0,0485 0,0583
45.000 0,0439 0,0486 0,0585
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45.144 0,0442 0,0489 0,0588
45.216 0,0443 0,0490 0,0590
45.288 0,0444 0,0492 0,0592
45.360 0,0446 0,0493 0,0593
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45.504 0,0448 0,0496 0,0597
45.576 0,0450 0,0497 0,0599
45.648 0,0451 0,0499 0,0600
45.720 0,0452 0,0500 0,0602
45.792 0,0453 0,0502 0,0604
45.864 0,0455 0,0503 0,0605
45.936 0,0456 0,0504 0,0607
46.008 0,0457 0,0506 0,0609
46.080 0,0459 0,0507 0,0611
46.152 0,0460 0,0509 0,0612
46.224 0,0461 0,0510 0,0614
46.296 0,0462 0,0512 0,0616
46.368 0,0464 0,0513 0,0617
46.440 0,0465 0,0515 0,0619
46.512 0,0466 0,0516 0,0621
46.584 0,0468 0,0517 0,0623
46.656 0,0469 0,0519 0,0624
46.728 0,0470 0,0520 0,0626
46.800 0,0472 0,0522 0,0628
46.872 0,0473 0,0523 0,0630
46.944 0,0474 0,0525 0,0631
47.016 0,0475 0,0526 0,0633
47.088 0,0477 0,0527 0,0635
47.160 0,0778 0,0529 0,0637
534
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
90 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
47.232 0,0479 0,0530 0,0638
47.304 0,0480 0,0532 0,0640
47.376 0,0482 0,0533 0,0642
47.448 0,0483 0,0535 0,0644
47.520 0,0485 0,0536 0,0645
47.592 0,0486 0,0538 0,0647
47.664 0,0487 0,0539 0,0649
47.736 0,0489 0,0541 0,0651
47.808 0,0490 0,0542 0,0652
47.880 0,0491 0,0544 0,0654
47.952 0,0493 0,0545 0,0656
48.024 0,0494 0,0547 0,0658
48.096 0,0495 0,0548 0,0659
48.168 0,0497 0,0549 0,0661
48.240 0,0498 0,0551 0,0663
48.312 0,0499 0,0552 0,0665
48.384 0,0501 0,0554 0,0667
48.456 0,0502 0,0555 0,0668
48.528 0,0503 0,0557 0,0670
48.600 0,0505 0,0558 0,0672
48.800 0,0508 0,0562 0,0676
49.000 0,0512 0,0567 0,0682
49.200 0,0516 0,0571 0,0687
49.400 0,0520 0,0575 0,0692
49.600 0,0524 0,0579 0,0697
49.800 0,0527 0,0583 0,0702
50.000 0,0531 0,0588 0,0707
535
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
110 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
41.472 0,0145 0,0159 0,0194
41.544 0,0145 0,0159 0,0194
41.616 0,0146 0,0160 0,0195
41.688 0,0146 0,0160 0,0195
41.760 0,0147 0,0161 0,0196
41.832 0,0147 0,0161 0,0197
41.904 0,0148 0,0162 0,0197
41.976 0,0148 0,0162 0,0198
42.048 0,0148 0,0163 0,0198
42.120 0,0149 0,0163 0,0199
42.192 0,0149 0,0164 0,0200
42.264 0,0150 0,0164 0,0200
42.336 0,0150 0,0165 0,0201
42.408 0,0151 0,0165 0,0202
42.480 0,0151 0,0166 0,0202
42.552 0,0152 0,0166 0,0203
42.624 0,0152 0,0167 0,0203
42.696 0,0153 0,0167 0,0204
42.768 0,0153 0,0168 0,0205
42.840 0,0154 0,0168 0,0205
42.912 0,0154 0,0169 0,0206
42.984 0,0154 0,0169 0,0207
43.056 0,0155 0,0170 0,0207
43.128 0,0155 0,0170 0,0208
43.200 0,0156 0,0170 0,0208
43.272 0,0156 0,0171 0,0209
43.344 0,0157 0,0172 0,0210
43.416 0,0157 0,0172 0,0210
43.488 0,0158 0,0173 0,0211
43.560 0,0158 0,0173 0,0212
43.632 0,0159 0,0174 0,0212
43.704 0,0159 0,0174 0,0213
43.776 0,0160 0,0175 0,0213
43.848 0,0160 0,0175 0,0214
43.920 0,0161 0,0176 0,0215
43.992 0,0161 0,0177 0,0215
44.064 0,0162 0,0177 0,0216
44.136 0,0162 0,0178 0,0217
44.208 0,0162 0,0178 0,0217
44.280 0,0163 0,0179 0,0218
44.352 0,0163 0,0179 0,0218
44.424 0,0164 0,0180 0,0219
44.496 0,0164 0,0180 0,0220
44.568 0,0165 0,0181 0,0220
44.640 0,0165 0,0181 0,0221
44.712 0,0166 0,0182 0,0222
44.784 0,0166 0,0182 0,0222
44.856 0,o0167 0,0183 0,0223
44.928 0,0167 0,0183 0,0224
45.000 0,0168 0,0184 0,0224
45.072 0,0168 0,0184 0,0225
45.144 0,0169 0,0185 0,0225
45.216 0,0169 0,0185 0,0226
45.288 0,0170 0,0186 0,0227
536
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
110 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
45.360 0,0170 0,0186 0,0227
45.432 0,0171 0,0187 0,0228
45.504 0,0171 0,0187 0,0229
45.576 0,0172 0,0188 0,0229
45.648 0,0172 0,0189 0,0230
45.720 0,0173 0,0189 0,0231
45.792 0,0173 0,0190 0,0231
45.864 0,0173 0,0190 0,0232
45.936 0,0174 0,0191 0,0233
46.008 0,0174 0,0191 0,0233
46.080 0,0175 0,0192 0,0234
46.152 0,0175 0,0192 0,0235
46.224 0,0176 0,0193 0,0235
46.296 0,0176 0,0193 0,0236
46.368 0,0177 0,0194 0,0237
46.440 0,0177 0,0194 0,0237
46.512 0,0178 0,0195 0,0238
46.584 0,0178 0,0196 0,0239
46.656 0,0179 0,0196 0,0239
46.728 0,0179 0,0197 0,0240
46.800 0,0180 0,0197 0,0241
46.872 0,0180 0,0198 0,0241
46.944 0,0181 0,0198 0,0242
47.016 0,0181 0,0199 0,0243
47.088 0,0182 0,0199 0,0243
47.160 0,0182 0,0200 0,0244
47.232 0,0183 0,0201 0,0245
47.304 0,0183 0,0201 0,0245
47.376 0,0184 0,0202 0,0246
47.448 0,0184 0,0202 0,0247
47.520 0,0185 0,0203 0,0247
47.592 0,0185 0,0203 0,0248
47.664 0,0186 0,0204 0,0249
47.736 0,0186 0,0204 0,0249
47.808 0,0187 0,0205 0,0250
47.880 0,0187 0,0205 0,0251
47.952 0,0188 0,0206 0,0251
48.024 0,0188 0,0207 0,0252
48.096 0,0189 0,0207 0,0253
48.168 0,0189 0,0208 0,0253
48.240 0,0190 0,0208 0,0254
48.312 0,0191 0,0209 0,0255
48.384 0,0191 0,0209 0,0255
48.456 0,0192 0,0210 0,0256
48.528 0,0192 0,0211 0,0257
48.600 0,0193 0,0211 0,0257
48.672 0,0193 0,0212 0,0258
48.744 0,0194 0,0212 0,0259
48.816 0,0194 0,0213 0,0260
48.888 0,0195 0,0213 0,0260
48.960 0,0195 0,0214 0,0261
49.032 0,0196 0,0214 0,0262
49.104 0,0196 0,0215 0,0262
49.176 0,0197 0,0216 0,0263
537
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
110 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
49.248 0,0197 0,0216 0,0264
49.320 0,0198 0,0217 0,0264
49.392 0,0198 0,0217 0,0265
49.464 0,0199 0,0218 0,0266
49.536 0,0199 0,0218 0,0266
49.608 0,0200 0,0219 0,0267
49.680 0,0200 0,0220 0,0268
49.752 0,0201 0,0220 0,0269
49.824 0,0201 0,0221 0,0269
49.896 0,0202 0,0221 0,0270
49.968 0,0202 0,0222 0,0270
50.040 0,0203 0,0222 0, 0271
50.112 0,0203 0,0223 0,0272
50.184 0,0204 0,0224 0,0273
50.256 0,0205 0,0224 0,0274
50.328 0,0205 0,0225 0,0274
50.400 0,0206 0,0225 0,0275
50.472 0,0206 0,0226 0,0276
50.544 0,0207 0,0227 0,0276
50.616 0,0207 0,0227 0,0277
50.688 0,0208 0,0228 0,0278
50.760 0,0208 0,0228 0,0278
50.832 0,0209 0,0229 0,0279
50.904 0,0209 0,0229 0,0280
50.976 0,0210 0,0230 0,0281
51.048 0,0210 0,0231 0,0281
51.120 0,0211 0,0231 0,0282
51.192 0,0211 0,0232 0,0283
51.264 0,0212 0,0232 0,0283
51.336 0,0213 0,0233 0,0284
51.408 0,0213 0,0234 0,0285
51.480 0,0214 0,0234 0,0286
51.552 0,0214 0,0235 0,0286
51.624 0,0215 0,0235 0,0287
51.696 0,0215 0,0236 0,0288
51.768 0,0216 0,0237 0,0289
51.840 0,0216 0,0237 0,0289
51.912 0,0217 0,0238 0,0290
51.984 0,0217 0,0238 0,0191
52.056 0,0218 0,0239 0,0291
52.128 0,0218 0,0239 0,0292
52.200 0,0219 0,0240 0,0293
52.272 0,0220 0,0241 0,0294
52.344 0,0220 0,0241 0,0294
52.416 0,0221 0,0242 0,0295
52.488 0,0221 0,0242 0,0296
52.560 0,0222 0,0243 0,0296
52.632 0,0222 0,0244 0,0297
52.704 0,0223 0,0244 0,0298
52.776 0,0223 0,0245 0,0299
52.848 0,0224 0,0245 0,0299
52.920 0,0224 0,0246 0,0300
52.292 0,0225 0,0247 0,0301
53.064 0,0226 0,0247 0,0302
538
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
110 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
53.136 0,0226 0,0248 0,0302
53.208 0,0227 0,0248 0,0303
53.280 0,0227 0,0249 0,0304
53.352 0,0228 0,0250 0,0305
53.424 0,0228 0,0250 0,0305
53.496 0,0229 0,0251 0,0306
53.568 0,0229 0,0252 0,0307
53.640 0,0230 0,0252 0,0308
53.712 0,0231 0,0253 0,0308
53.784 0,0231 0,0253 0,0309
53.856 0,0232 0,0254 0,0310
53.928 0,0232 0,0255 0,0311
54.000 0,0233 0,0255 0,0311
54.072 0,0233 0,0256 0,0312
54.144 0,0234 0,0256 0,0313
54.216 0,0234 0,0257 0,0314
54.288 0,0235 0,0258 0,0314
54.360 0,0236 0,0258 0,0315
54.432 0,0236 0,0259 0,0316
54.504 0,0237 0,0259 0,0317
54.576 0,0237 0,0260 0,0317
54.648 0,0238 0,0261 0,0318
54.720 0,0238 0,0261 0,0319
54.792 0,0239 0,0262 0,0320
54.864 0,0240 0,0263 0,0320
54.936 0,0240 0,0263 0,0321
55.008 0,0241 0,0264 0,0322
55.080 0,0241 0,0264 0,0323
55.152 0,0242 0,0265 0,0323
55.224 0,0242 0,0266 0,0324
55.296 0,0243 0,0266 0,0325
55.368 0,0244 0,0267 0,0326
55.440 0,0244 0,0268 0,0326
55.512 0,0245 0,0268 0,0327
55.584 0,0245 0,0269 0,0328
55.656 0,0246 0,0269 0,0329
55.728 0,0246 0,0270 0,0329
55.800 0,0247 0,0271 0,0330
55.872 0,0248 0,0271 0,0331
55.944 0,0248 0,0272 0,0332
56.016 0,0249 0,0273 0,0333
56.088 0,0249 0,0273 0,0333
56.160 0,0250 0,0274 0,0334
56.232 0,0250 0,0274 0,0335
56.304 0,0251 0,0275 0,0336
56.376 0,0252 0,0276 0,0337
56.448 0,0252 0,0276 0,0337
56.520 0,0253 0,0277 0,0338
56.592 0,0253 0,0278 0,0339
56.664 0,0254 0,0278 0,0339
56.736 0,0254 0,0279 0,0340
56.808 0,0255 0,0280 0,0341
56.880 0,0256 0,0280 0,0342
56.952 0,0256 0,0281 0,0343
539
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
110 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
57.024 0,0257 0,0281 0,0343
57.096 0,0257 0,0282 0,0344
57.168 0,0258 0,0283 0,0345
57.240 0,0259 0,0283 0,0346
57.312 0,0259 0,0284 0,0347
57.384 0,0260 0,0285 0,0347
57.456 0,0260 0,0285 0,0348
57.528 0,0261 0,0286 0,0349
57.600 0,0261 0,0287 0,0350
57.672 0,0262 0,0287 0,0350
57.744 0,0263 0,0288 0,0351
57.816 0,0263 0,0289 0,0352
57.888 0,0264 0,0289 0,0353
57.960 0,0264 0,0290 0,0354
58.032 0,0265 0,0291 0,0354
58.104 0,0266 0,0291 0,0355
58.176 0,0266 0,0292 0,0356
58.248 0,0267 0,0292 0,0357
58.320 0,0267 0,0293 0,0358
58.392 0,0268 0,0294 0,09358
58.464 0,0269 0,0294 0,0359
58.536 0,0269 0,0295 0,0360
58.608 0,0270 0,0296 0,0361
58.680 0,0270 0,0296 0,0362
58.752 0,0271 0,0297 0,0362
58.824 0,0272 0,0298 0,0363
58.896 0,0272 0,0298 0,0364
58.968 0,0273 0,0299 0,0365
59.040 0,0273 0,0300 0,0366
59.112 0,0274 0,0300 0,0366
59.184 0,0275 0,0301 0,0367
59.256 0,0275 0,0302 0,0368
59.328 0,0276 0,0302 0,0369
59.400 0,0276 0,0303 0,0370
59.472 0,0277 0,0304 0,0370
59.544 0,0278 0,0304 0,0371
59.616 0,0278 0,0305 0,0372
59.688 0,0279 0,0306 0,0373
59.760 0,0279 0,0306 0,0374
59.832 0,0280 0,0307 0,0374
59.904 0,0281 0,0308 0,0375
59.976 0,0281 0,0308 0,0376
60.048 0,0282 0,0309 0,0377
60.120 0,0282 0,0310 0,0378
60.192 0,0283 0,0310 0,0378
60.264 0,0284 0,0311 0,0379
60.336 0,0284 0,0312 0,0380
60.408 0,0285 0,0312 0,0381
60.480 0,0285 0,0313 0,0382
60.552 0,0286 0,0314 0,0383
60.624 0,0287 0,0314 0,0383
60.696 0,0287 0,0315 0,0384
60.768 0,0288 0,0316 0,0385
60.840 0,0289 0,0316 0,0386
540
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
110 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
60.912 0,0289 0,0317 0,0387
60.984 0,0290 0,0318 0,0387
61.056 0,0290 0,0318 0,0388
61.128 0,0291 0,0319 0,0389
61.200 0,0292 0,0320 0,0390
61.272 0,0292 0,0320 0,0391
61.344 0,0293 0,0321 0,0392
61.416 0,0294 0,0322 0,0392
61.488 0,0294 0,0322 0,0393
61.560 0,0295 0,0323 0,0394
61.632 0,0295 0,0324 0,0395
61.704 0,0296 0,0324 0,0396
61.776 0,0297 0,0325 0,0397
61.848 0,0297 0,0326 0,0397
61.920 0,0298 0,0326 0,0398
61.992 0,0298 0,0327 0,0399
62.064 0,0299 0,0328 0,0400
62.136 0,0300 0,0329 0,0401
62.208 0,0300 0,0329 0,0402
62.280 0,0301 0,0330 0,0402
62.352 0,0302 0,0331 0,0403
62.424 0,0302 0,0331 0,0404
62.496 0,0303 0,0332 0,0405
62.568 0,0303 0,0333 0,0406
62.640 0,0304 0,0333 0,0407
62.712 0,0305 0,0334 0,0407
62.784 0,0305 0,0335 0,0408
62.856 0,0306 0,0335 0,0409
62.928 0,0307 0,0336 0,0410
63.000 0,0307 0,0337 0,0411
63.072 0,0308 0,0338 0,0412
63.144 0,0309 0,0338 0,0413
63.216 0,0309 0,0339 0,0413
63.288 0,0310 0,0340 0,0414
63.360 0,0310 0,0340 0,0415
63.432 0,0311 0,0341 0,0416
63.504 0,0312 0,0342 0,0417
63.576 0,0312 0,0342 0,0418
63.648 0,0313 0,0343 0,0419
63.720 0,0314 0,0344 0,0419
63.792 0,0314 0,0344 0,0420
63.864 0,0315 0,0345 0,0421
63.936 0,0316 0,0346 0,0422
64.008 0,0316 0,0347 0,0423
64.080 0,0317 0,0347 0,0424
64.152 0,0317 0,0348 0,0424
64.224 0,0318 0,0349 0,0425
64.296 0,0319 0,0349 0,0426
64.368 0,0319 0,0350 0,0427
64.440 0,0320 0,0351 0,0428
64.512 0,0321 0,0352 0,0429
64.584 0,0321 0,0352 0,0430
64.656 0,0322 0,0353 0,0431
64.728 0,0323 0,0354 0,0431
541
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
110 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
64.800 0,0323 0,0354 0,0432
64.872 0,0324 0,0355 0,0433
64.944 0,0325 0,0356 0,0434
65.016 0,0325 0,0356 0,0435
65.088 0,0326 0,0357 0,0436
65.160 0,0327 0,0358 0,0437
65.232 0,0327 0,0359 0,0437
65.304 0,0328 0,0359 0,0438
65.376 0,0328 0,0360 0,0439
65.448 0,0329 0,0361 0,0440
65.520 0,0330 0,0361 0,0441
65.592 0,0330 0,0362 0,0442
65.664 0,0331 0,0363 0,0443
65.736 0,0332 0,0364 0,0444
65.808 0,0332 0,0364 0,0444
65.880 0,0333 0,0365 0,0445
65.952 0,0334 0,0366 0,0446
66.024 0,0334 0,0366 0,0447
66.096 0,0335 0,0367 0,0448
66.168 0,0336 0,0368 0,0449
66.240 0,0336 0,0369 0,0450
66.312 0,0337 0,0369 0,0451
66.384 0,0338 0,0370 0,0451
66.456 0,0338 0,0371 0,0452
66.528 0,0339 0,0372 0,0453
66.600 0,0340 0,0372 0,0454
66.672 0,0340 0,0373 0,0455
66.744 0,0341 0,0374 0,0456
66.816 0,0342 0,0374 0,0457
66.888 0,0342 0,0375 0,0458
66.960 0,0343 0,0376 0,0459
67.032 0,0344 0,0377 0,0459
67.104 0,0344 0,0377 0,0460
67.176 0,0345 0,0378 0,0461
67.248 0,0346 0,0379 0,0462
67.320 0,0346 0,0380 0,0463
67.392 0,0347 0,0380 0,0464
67.464 0,0348 0,0381 0,0465
67.536 0,0348 0,0382 0,0466
67.608 0,0349 0,0382 0,0467
67.680 0,0350 0,0383 0,0467
67.752 0,0350 0,0384 0,0468
67.824 0,0351 0,0385 0,0469
67.896 0,0352 0,0385 0,0470
67.968 0,0352 0,0386 0,0471
68.040 0,0353 0,0387 0,0472
68.112 0,0354 0,0388 0,0473
68.184 0,0354 0,0388 0,0474
68.256 0,0355 0,0389 0,0475
68.328 0,0356 0,0390 0,0476
68.400 0,0356 0,0391 0,0476
68.472 0,0357 0,0391 0,0477
68.544 0,0358 0,0392 0,0478
68.616 0,0358 0,0393 0,0479
542
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
110 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
68.688 0,0359 0,0394 0,0480
68.760 0,0360 0,0294 0,0481
68.832 0,0360 0,0395 0,0482
68.904 0,0361 0,0396 0,0483
68.976 0,0362 0,0397 0,0484
69.048 0,0362 0,0397 0,0485
69.120 0,0363 0,0398 0,0485
69.192 0,0364 0,0399 0,0486
69.264 0,0364 0,0400 0,0487
69.336 0,0365 0,0400 0,0488
69.408 0,0366 0,0401 0,0489
69.480 0,0367 0,0402 0,0490
69.552 0,0367 0,0403 0,0491
69.624 0,0368 0,0403 0,0492
69.696 0,0369 0,0404 0,0493
69.768 0,0369 0,0405 0,0494
69.840 0,0370 0,0406 0,0495
69.912 0,0371 0,0406 0,0496
69.984 0,0371 0,0407 0,0496
70.056 0,0372 0,0408 0,0497
543
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
125 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
53.784 0,0125 0,0138 0,0167
53.928 0,0126 0,0139 0,0168
54.072 0,0126 0,0139 0,0169
54.216 0,0127 0,0140 0,0169
54.360 0,0128 0,0141 0,0170
54.504 0,0128 0,0141 0,0171
54.648 0,0129 0,0142 0,0172
54.792 0,0129 0,0143 0,0173
54.936 0,0130 0,0143 0,0174
55.080 0,0131 0,0144 0,0174
55.224 0,0131 0,0145 0,0175
55.368 0,0132 0,0145 0,0176
55.512 0,0133 0,0146 0,0177
55.656 0,0133 0,0147 0,0178
55.800 0,0134 0,0147 0,0178
55.944 0,0134 0,0148 0,0179
56.088 0,0135 0,0149 0,0180
56.232 0,0136 0,0149 0,0181
56.372 0,0136 0,0150 0,0182
56.520 0,0137 0,0151 0,0183
56.664 0,0138 0,0152 0,0183
56.808 0,0138 0,0152 0,0184
56.952 0,0139 0,0153 0,0185
57.096 0,0139 0,0154 0,0186
57.240 0,0140 0,0154 0,0187
57.384 0,0141 0,0155 0,0188
57.528 0,0141 0,0156 0,0189
57.672 0,0142 0,0156 0,0189
57.816 0,0143 0,0157 0,0190
57.960 0,0143 0,0158 0,0191
58.104 0,0144 0,0159 0,0192
58.248 0,0145 0,0159 0,0193
58.392 0,0145 0,0160 0,0194
58.536 0,0146 0,0161 0,0195
58.680 0,0146 0,0161 0,0195
58.824 0,0147 0,0162 0,0196
58.968 0,0148 0,0163 0,0197
59.112 0,0148 0,0163 0,0198
59.256 0,0149 0,0164 0,0199
59.400 0,0150 0,0165 0,0200
59.544 0,0150 0,0166 0,0201
59.688 0,0151 0,0166 0,0201
59.832 0,0152 0,0167 0,0202
59.976 0,0152 0,0168 0,0203
60.120 0,0153 0,0169 0,0204
60.264 0,0154 0,0169 0,0205
60.408 0,0154 0,0170 0,0206
60.552 0,0155 0,0171 0,0207
60.696 0,0156 0,0171 0,0208
60.840 0,0156 0,0172 0,0209
60.984 0,0157 0,0173 0,0209
61.128 0,0158 0,0174 0,0210
61.200 0,0158 0,0174 0,0211
61.344 0,0159 0,0175 0,0212
544
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
125 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
61.488 0,0159 0,0175 0,0212
61.632 0,0160 0,0176 0,0213
61.776 0,0161 0,0177 0,0214
61.920 0,0161 0,0178 0,0215
62.064 0,0162 0,0178 0,0216
62.208 0,0163 0,0179 0,0217
62.352 0,0163 0,0180 0,0218
62.496 0,0164 0,0181 0,0219
62.640 0,0165 0,0181 0,0220
62.784 0,0165 0,0182 0,0221
62.928 0,0166 0,0183 0,0222
63.000 0,0166 0,0183 0,0222
63.144 0,0167 0,0184 0,0223
63.288 0,0168 0,0185 0,0224
63.432 0,0168 0,0186 0,0225
63.576 0,0169 0,0186 0,0226
63.720 0,0170 0,0187 0,0227
63.864 0,0170 0,0188 0,0227
64.008 0,0171 0,0189 0,0228
64.152 0,0172 0,0189 0,0229
64.296 0,0173 0,0190 0,0230
64.440 0,0173 0,0191 0,0231
64.584 0,0174 0,0192 0,0232
64.728 0,0175 0,0192 0,0233
64.872 0,0175 0,0193 0,0234
65.016 0,0176 0,0194 0,0235
65.160 0,0177 0,0195 0,0236
65.304 0,0177 0,0196 0,0237
65.448 0,0178 0,0196 0,0238
65.592 0,0179 0,0197 0,0239
65.736 0,0180 0,0198 0,0240
65.880 0,0180 0,0199 0,0241
66.024 0,0181 0,0199 0,0242
66.168 0,0182 0,0200 0,0242
66.312 0,0182 0,0201 0,0243
66.456 0,0183 0,0202 0,0244
66.600 0,0184 0,0203 0,0245
66.744 0,0185 0,0203 0,0246
66.888 0,0185 0,0204 0,0247
67.032 0,0186 0,0205 0,0248
67.176 0,0187 0,0206 0,0249
67.320 0,0187 0,0207 0,0250
67.464 0,0188 0,0207 0,0251
67.608 0,0189 0,0208 0,0252
67.752 0,0190 0,0209 0,0253
67.896 0,0190 0,0210 0,0254
68.040 0,0191 0,0211 0,0255
68.184 0,0192 0,0211 0,0256
68.328 0,0192 0,0212 0,0257
68.472 0,0193 0,0213 0,0258
68.616 0,0194 0,0214 0,0259
68.760 0,0195 0,0215 0,0260
68.904 0,0195 0,0215 0,0261
69.048 0,0196 0,0216 0,0262
545
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
125 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
69.192 0,0197 0,0217 0,0263
69.336 0,0198 0,0218 0,0264
69.480 0,0198 0,0219 0,0265
69.624 0,0199 0,0219 0,0266
69.768 0,0200 0,0220 0,0267
69.912 0,0201 0,0221 0,0268
70.056 0,0201 0,0222 0,0269
70.200 0,0202 0,0223 0,0270
70.344 0,0203 0,0224 0,0271
70.488 0,0204 0,0224 0,0272
70.632 0,0204 0,0225 0,0273
70.776 0,0205 0,0226 0,0274
70.920 0,0206 0,0227 0,0275
71.064 0,0207 0,0228 0,0276
71.208 0,0207 0,0228 0,0277
71.352 0,0208 0,0229 0,0278
71.496 0,0209 0,0230 0,0279
71.640 0,0210 0,0231 0,0280
71.784 0,0210 0,0232 0,0281
71.928 0,0211 0,0233 0,0282
72.072 0,0212 0,0233 0,0283
72.216 0,0213 0,0234 0,0284
72.360 0,0213 0,0235 0,0285
72.504 0,0214 0,0236 0,0286
72.648 0,0215 0,0237 0,0287
72.792 0,0216 0,0238 0,0288
72.936 0,0217 0,0239 0,0289
73.080 0,0217 0,0239 0,0290
73.224 0,0218 0,0240 0,0291
73.368 0,0219 0,0241 0,0292
73.512 0,0220 0,0242 0,0293
73.656 0,0220 0,0243 0,0294
73.800 0,0221 0,0244 0,0295
73.944 0,0222 0,0245 0,0296
74.088 0,0223 0,0245 0,0297
74.232 0,0223 0,0246 0,0298
74.376 0,0224 0,0247 0,0299
74.520 0,0225 0,0248 0,0300
74.664 0,0226 0,0249 0,0301
74.808 0,0227 0,0250 0,0302
74.952 0,0227 0,0251 0,0303
75.096 0,0228 0,0251 0,0305
75.240 0,0229 0,0252 0,0306
75.384 0,0230 0,0253 0,0307
75.528 0,0231 0,0254 0,0308
75.672 0,0231 0,0255 0,0309
75.816 0,0232 0,0256 0,0310
75.960 0,0233 0,0257 0,0311
76.104 0,0234 0,0258 0,0312
76.248 0,0235 0,0258 0,0313
76.392 0,0235 0,0259 0,0314
76.536 0,036 0,0260 0,0315
76.680 0,0237 0,0261 0,0316
76.824 0,0238 0,0262 0,0317
546
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
125 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
76.968 0,0239 0,0263 0,0318
77.112 0,0239 0,0264 0,0319
77.256 0,0240 0,0265 0,0320
77.400 0,0241 0,0265 0,0322
77.544 0,0242 0,0266 0,0323
77.688 0,0243 0,0267 0,0324
77.832 0,0243 0,0268 0,0325
77.976 0,0244 0,0269 0,0326
78.120 0,0245 0,0270 0,0327
78.264 0,0246 0,0271 0,0328
78.408 0,0247 0,0272 0,0329
78.552 0,0247 0,0273 0,0330
78.696 0,0248 0,0274 0,0331
78.840 0,0249 0,0274 0,0332
78.984 0,0250 0,0275 0,0334
79.128 0,0251 0,0276 0,0335
79.272 0,0252 0,0277 0,0336
79.416 0,0252 0,0278 0,0337
79.560 0,0253 0,0279 0,0338
79.704 0,0254 0,0280 0,0339
79.848 0,0255 0,0281 0,0340
79.992 0,0256 0,0282 0,0341
80.136 0,0257 0,0283 0,0342
80.280 0,0257 0,0284 0,0343
547
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
140 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
63.288 0,0097 0,0107 0,0130
63.432 0,0098 0,0107 0,0130
63.576 0,0098 0,0108 0,0131
63.720 0,0099 0,0108 0,0131
63.864 0,0099 0,0109 0,0132
64.008 0,0099 0,0109 0,0132
64.152 0,0100 0,0110 0,0133
64.296 0,0100 0,0110 0,0134
64.440 0,0101 0,0110 0,0134
64.584 0,0101 0,0111 0,0135
64.728 0,0101 0,0111 0,0135
64.872 0,0102 0,0112 0,0136
65.016 0,0102 0,0112 0,0136
65.160 0,0103 0,0113 0,0137
65.304 0,0103 0,0113 0,0137
65.448 0,0103 0,0114 0,0138
65.592 0,0104 0,0114 0,0138
65.736 0,0104 0,0115 0,0139
65.880 0,0105 0,0115 0,0139
66.024 0,0105 0,0115 0,0140
66.168 0,0106 0,0116 0,0141
66.312 0,0106 0,0116 0,0141
66.456 0,0106 0,0117 0,0142
66.600 0,0107 0,0117 0,0142
66.744 0,0107 0,0118 0,0143
66.888 0,0108 0,0118 0,0143
67.032 0,0108 0,0119 0,0144
67.176 0,0108 0,0119 0,0144
67.320 0,0109 0,0120 0,0145
67.464 0,0109 0,0120 0,0145
67.608 0,0110 0,0120 0,0146
67.752 0,0110 0,0121 0,0147
67.896 0,0111 0,0121 0,0147
68.040 0,0111 0,0122 0,0148
68.184 0,0111 0,0122 0,0148
68.328 0,0112 0,0123 0,0149
68.472 0,0112 0,0123 0,0150
68.616 0,0113 0,0124 0,0150
68.760 0,0113 0,0124 0,0151
68.904 0,0113 0,0125 0,0151
69.048 0,0114 0,0125 0,0152
69.192 0,0114 0,0126 0,0152
69.336 0,0115 0,0126 0,0153
69.480 0,0115 0,0127 0,0154
69.624 0,0116 0,0127 0,0154
69.768 0,0116 0,0127 0,0155
69.912 0,0116 0,0128 0,0155
70.056 0,0117 0,0128 0,0156
70.200 0,0117 0,0129 0,0156
70.344 0,0118 0,0129 0,0157
70.488 0,0118 0,0130 0,0158
70.632 0,0119 0,0130 0,0158
70.776 0,0119 0,0131 0,0159
70.920 0,0120 0,0131 0,0159
548
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
140 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
71.064 0,0120 0,0132 0,0160
71.208 0,0120 0,0132 0,0160
71.352 0,0121 0,0133 0,0161
71.496 0,0121 0,0133 0,0162
71.640 0,0122 0,0134 0,0162
71.784 0,0122 0,0134 0,0163
71.928 0,0123 0,0135 0,0163
72.072 0,0123 0,0135 0,0164
72.216 0,0124 0,0136 0,0165
72.360 0,0124 0,0136 0,0165
72.504 0,0124 0,0137 0,0166
72.648 0,0125 0,0137 0,0166
72.792 0,0125 0,0138 0,0167
72.936 0,0126 0,0138 0,0168
73.080 0,0126 0,0139 0,0168
73.224 0,0127 0,0139 0,0169
73.368 0,0127 0,0140 0,0169
73.512 0,0128 0,0140 0,0170
73.656 0,0128 0,0141 0,0171
73.800 0,0128 0,0141 0,0171
73.944 0,0129 0,0142 0,0172
74.088 0,0129 0,0142 0,0172
74.232 0,0130 0,0143 0,0173
74.376 0,0130 0,0143 0,0174
74.520 0,0131 0,0144 0,0174
74.664 0,0131 0,0144 0,0175
74.808 0,0132 0,0145 0,0175
74.952 0,0132 0,0145 0,0176
75.096 0,0133 0,0146 0,0177
75.240 0,0133 0,0146 0,0177
75.384 0,0133 0,0147 0,0178
75.528 0,0134 0,0147 0,0178
75.672 0,0134 0,0148 0,0179
75.816 0,0135 0,0148 0,0180
75.960 0,0135 0,0149 0,0180
76.104 0,0136 0,0149 0,0181
76.248 0,0136 0,0150 0,0181
76.392 0,0137 0,0150 0,0182
76.536 0,0137 0,0151 0,0183
76.680 0,0138 0,0151 0,0183
76.824 0,0138 0,0152 0,0184
76.968 0,0139 0,0152 0,0185
77.112 0,0139 0,0153 0,0185
77.256 0,0139 0,0153 0,0186
77.400 0,0140 0,0154 0,0186
77.544 0,0140 0,0154 0,0187
77.688 0,0141 0,0155 0,0188
77.832 0,0141 0,0155 0,0188
77.976 0,0142 0,0156 0,0189
78.120 0,0142 0,0156 0,0190
78.264 0,0143 0,0157 0,0190
78.408 0,0143 0,0157 0,0191
78.552 0,0144 0,0158 0,0191
78.696 0,0144 0,0158 0,0192
549
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
140 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
78.840 0,0145 0,0159 0,0193
78.984 0,0145 0,0159 0,0193
79.128 0,0146 0,0160 0,0194
79.272 0,0146 0,0160 0,0195
79.416 0,0147 0,0161 0,0195
79.560 0,0147 0,0161 0,0196
79.704 0,0147 0,0162 0,0197
79.848 0,0148 0,0163 0,0197
79.992 0,0148 0,0163 0,0198
80.136 0,0149 0,0164 0,0198
80.280 0,0149 0,0164 0,0199
80.424 0,0150 0,0165 0,0200
80.568 0,0150 0,0165 0,0200
80.712 0,0151 0,0166 0,0201
80.856 0,0151 0,0166 0,0202
81.000 0,0152 0,0167 0,0202
81.144 0,0152 0,0167 0,0203
81.288 0,0153 0,0168 0,0204
81.432 0,0153 0,0169 0,0204
81.576 0,0154 0,0169 0,0205
81.720 0,0154 0,0170 0,0206
81.864 0,0155 0,0170 0,0206
82.008 0,0155 0,0171 0,0207
82.152 0,0156 0,0171 0,0208
82.296 0,0156 0,0172 0,0208
82.440 0,0157 0,0172 0,0209
82.584 0,0157 0,0173 0,0209
82.728 0,0158 0,0173 0,0210
82.872 0,0158 0,0174 0,0211
83.016 0,0159 0,0174 0,0211
83.160 0,0159 0,0175 0,0212
83.304 0,0160 0,0175 0,0213
83.448 0,0160 0,0176 0,0213
83.592 0,0161 0,0177 0,0214
83.736 0,0161 0,0177 0,0215
83.880 0,0162 0,0178 0,0215
84.024 0,0162 0,0178 0,0216
84.168 0,0163 0,0179 0,0217
84.312 0,0163 0,0179 0,0217
84.456 0,0164 0,0180 0,0218
84.600 0,0164 0,0180 0,0219
84.744 0,0165 0,0181 0,0219
84.888 0,0165 0,0181 0,0220
85.032 0,0166 0,0182 0,0221
85.176 0,0166 0,0183 0,0221
85.320 0,0167 0,0183 0,0222
85.464 0,0167 0,0184 0,0223
85.608 0,0168 0,0184 0,0224
85.752 0,0168 0,0185 0,0224
85.896 0,0169 0,0185 0,0225
86.040 0,0169 0,0186 0,0226
86.184 0,0170 0,0186 0,0226
86.328 0,0170 0,0187 0,0227
86.472 0,0171 0,0188 0,0228
550
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
140 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
86.616 0,0171 0,0188 0,0228
86.760 0,0172 0,0189 0,0229
86.904 0,0172 0,0189 0,0230
87.048 0,0173 0,0190 0,0230
87.192 0,0173 0,0190 0,0231
87.336 0,0174 0,0191 0,0232
87.480 0,0174 0,0192 0,0232
87.624 0,0175 0,0192 0,0233
87.768 0,0175 0,0193 0,0234
87.912 0,0176 0,0193 0,0234
88.056 0,0176 0,0194 0,0235
88.200 0,0177 0,0194 0,0236
88.344 0,0178 0,0195 0,0237
88.488 0,0178 0,0196 0,0237
88.632 0,0179 0,0196 0,0238
88.776 0,0179 0,0197 0,0239
88.920 0,0180 0,0197 0,0239
89.064 0,0180 0,0198 0,0240
89.208 0,0181 0,0198 0,0241
89.352 0,0181 0,0199 0,0241
89.496 0,0182 0,0200 0,0242
89.640 0,0182 0,0200 0,0243
89.784 0,0183 0,0201 0,0244
89.928 0,0183 0,0201 0,0244
90.072 0,0184 0,0202 0,0245
90.216 0,0184 0,0202 0,0246
90.360 0,0185 0,0203 0,0246
90.504 0,0185 0,0204 0,0247
90.648 0,0186 0,0204 0,0248
90.792 0,0186 0,0205 0,0248
90.936 0,0187 0,0205 0,0249
91.080 0,0188 0,0206 0,0250
91.224 0,0188 0,0207 0,0251
91.368 0,0189 0,0207 0,0251
91.512 0,0189 0,0208 0,0252
91.656 0,0190 0,0208 0,0253
91.800 0,0190 0,0209 0,0253
91.944 0,0191 0,0210 0,0254
92.088 0,0191 0,0210 0,0255
92.232 0,0192 0,0211 0,0256
92.376 0,0192 0,0211 0,0256
92.520 0,0193 0,0212 0,0257
92.664 0,0193 0,0212 0,0258
92.808 0,0194 0,0213 0,0258
92.952 0,0195 0,0214 0,0259
93.096 0,0195 0,0214 0,0260
93.240 0,0196 0,0215 0,0261
93.384 0,0196 0,0215 0,0261
93.528 0,0197 0,0216 0,0262
93.672 0,0197 0,0217 0,0263
93.816 0,0198 0,0217 0,0264
93.960 0,0198 0,0218 0,0264
94.104 0,0199 0,0218 0,0265
94.248 0,0199 0,0219 0,0266
551
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
140 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
94.392 0,0200 0,0220 0,0266
94.536 0,0201 0,0220 0,0267
94.680 0,0201 0,0221 0,0268
94.824 0,0202 0,0221 0,0269
94.968 0,0202 0,0222 0,0269
95.112 0,0203 0,0223 0,0270
95.256 0,0203 0,0223 0,0271
95.400 0,0204 0,0224 0,0272
95.544 0,0204 0,0224 0,0272
95.688 0,0205 0,0225 0,0273
95.832 0,0206 0,0226 0,0274
95.976 0,0206 0,0226 0,0275
96.120 0,0207 0,0227 0,0275
96.264 0,0207 0,0228 0,0276
96.408 0,0208 0,0228 0,0277
96.552 0,0208 0,0229 0,078
96.696 0,0209 0,0229 0,0278
96.840 0,0209 0,0230 0,0279
96.984 0,0210 0,0231 0,0280
97.128 0,0211 0,0231 0,0281
97.272 0,0211 0,0232 0,0281
97.416 0,0212 0,0232 0,0282
97.560 0,0212 0,0233 0,0283
97.704 0,0213 0,0234 0,0284
97.848 0,0213 0,0234 0,0284
97.992 0,0214 0,0235 0,0285
552
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
160 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
87.336 0,0092 0,0101 0,0123
87.624 0,0092 0,0101 0,0124
87.912 0,0093 0,0102 0,0124
88.200 0,0093 0,0103 0,0125
88.488 0,0094 0,0103 0,0126
88.776 0,0094 0,0104 0,0126
89.064 0,0095 0,0104 0,0127
89.352 0,0095 0,0105 0,0128
89.640 0,0096 0,0106 0,0129
89.928 0,0097 0,0106 0,0129
90.216 0,0097 0,0107 0,0130
90.504 0,0098 0,0107 0,0131
90.792 0,0098 0,0108 0,0132
91.080 0,0099 0,0109 0,0132
91.368 0,0099 0,0109 0,0133
91.656 0,0100 0,0110 0,0134
91.944 0,0100 0,0110 0,0135
92.232 0,0101 0,0111 0,0135
92.520 0,0102 0,0112 0,0136
92.808 0,0102 0,0112 0,0137
93.096 0,0103 0,0113 0,0138
93.384 0,0103 0,0114 0,0139
93.672 0,0104 0,0114 0,0139
93.960 0,0104 0,0115 0,0140
94.248 0,0105 0,0115 0,0141
94.536 0,0106 0,0116 0,0142
94.824 0,0106 0,0117 0,0142
95.112 0,0107 0,0117 0,0143
95.400 0,0107 0,0118 0,0144
95.688 0,0108 0,0119 0,0145
95.976 0,0109 0,0119 0,0146
96.264 0,0109 0,0120 0,0146
96.552 0,0110 0,0121 0,0147
96.840 0,0110 0,0121 0,0148
97.128 0,0111 0,0122 0,0149
97.416 0,0112 0,0123 0,0149
97.704 0,0112 0,0123 0,0150
97.992 0,0113 0,0124 0,0151
98.280 0,0113 0,0125 0,0152
98.568 0,0114 0,0125 0,0153
98.856 0,0114 0,0126 0,0153
99.144 0,0115 0,0127 0,0154
99.432 0,0116 0,0127 0,0155
99.720 0,0116 0,0128 0,0156
100.008 0,0117 0,0129 0,0157
100.296 0,0118 0,0129 0,0158
100.584 0,0118 0,0130 0,0158
100.872 0,0119 0,0130 0,0159
101.160 0,0119 0,0131 0,0160
101.448 0,0120 0,0132 0,0161
101.736 0,0121 0,0133 0,0162
102.024 0,0121 0,0133 0,0162
102.312 0,0122 0,0134 0,0163
102.600 0,0122 0,0135 0,0164
553
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
160 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
102.888 0,0123 0,0135 0,0165
103.176 0,0124 0,0136 0,0166
103.464 0,0124 0,0137 0,0167
103.752 0,0125 0,0137 0,0167
104.040 0,0126 0,0138 0,0168
104.328 0,0126 0,0139 0,0169
104.616 0,0127 0,0139 0,0170
104.904 0,0127 0,0140 0,0171
105.192 0,0128 0,0141 0,0172
105.480 0,0129 0,0141 0,0172
105.768 0,0129 0,0142 0,0173
106.056 0,0130 0,0143 0,0174
106.344 0,0131 0,0144 0,0175
106.632 0,0131 0,0144 0,0176
106.920 0,0132 0,0145 0,0177
107.208 0,0132 0,0146 0,0178
107.496 0,0133 0,0146 0,0178
107.784 0,0134 0,0147 0,0179
108.072 0,0134 0,0148 0,0180
108.360 0,0135 0,0148 0,0181
108.648 0,0136 0,0149 0,0182
108.936 0,0136 0,0150 0,0183
109.224 0,0137 0,0151 0,0184
109.512 0,0138 0,0151 0,0185
109.800 0,0138 0,0152 0,0185
110.088 0,0139 0,0153 0,0186
110.376 0,0140 0,0153 0,0187
110.664 0,0140 0,0154 0,0188
110.952 0,0141 0,0155 0,0189
111.240 0,0142 0,0156 0,0190
111.528 0,0142 0,0156 0,0191
111.816 0,0143 0,0157 0,0192
112.104 0,0144 0,0158 0,0192
112.392 0,0144 0,0159 0,0193
112.680 0,0145 0,0159 0,0194
112.968 0,0146 0,0160 0,0195
113.256 0,0146 0,0161 0,0196
113.544 0,0147 0,0162 0,0197
113.832 0,0148 0,0162 0,0198
114.120 0,0148 0,0163 0,0199
114.408 0,0149 0,0164 0,0200
114.696 0,0150 0,0164 0,0201
114.984 0,0150 0,0165 0,0201
115.272 0,0151 0,0166 0,0202
115.560 0,0152 0,0167 0,0203
115.848 0,0152 0,0167 0,0204
116.136 0,0153 0,0168 0,0205
116.424 0,0154 0,0169 0,0206
116.712 0,0154 0,0170 0,0207
117.000 0,0155 0,0170 0,0208
117.288 0,0156 0,0171 0,0209
117.576 0,0156 0,0172 0,0210
117.864 0,0157 0,0173 0,0211
118.152 0,0158 0,0173 0,0212
554
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
160 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
118.440 0,0159 0,0174 0,0213
118.728 0,0159 0,0175 0,0213
119.016 0,0160 0,0176 0,0214
119.304 0,0161 0,0177 0,0215
119.592 0,0161 0,0177 0,0216
119.880 0,0162 0,0178 0,0217
120.168 0,0163 0,0179 0,0218
120.456 0,0163 0,0180 0,0219
120.744 0,0164 0,0180 0,0220
121.032 0,0165 0,0181 0,0221
121.320 0,0166 0,0182 0,0222
121.608 0,0166 0,0183 0,0223
121.896 0,0167 0,0184 0,0224
122.184 0,0168 0,0184 0,0225
122.472 0,0168 0,0185 0,0226
122.760 0,0169 0,0186 0,0227
123.048 0,0170 0,0187 0,0228
123.336 0,0171 0,0187 0,0229
123.624 0,0171 0,0188 0,0230
123.912 0,0172 0,0189 0,0231
124.200 0,0173 0,0190 0,0231
124.488 0,0173 0,0191 0,0232
124.776 0,0174 0,0191 0,0233
125.064 0,0175 0,0192 0,0234
125.352 0,0176 0,0193 0,0235
125.640 0,0176 0,0194 0,0236
125.928 0,0177 0,0195 0,0237
126.216 0,0178 0,0195 0,0238
126.504 0,0178 0,0196 0,0239
126.792 0,0179 0,0197 0,0240
127.080 0,0180 0,0198 0,0241
127.368 0,0181 0,0199 0,0242
127.656 0,0181 0,0199 0,0243
127.944 0,0182 0,0200 0,0244
128.232 0,0183 0,0201 0,0245
128.520 0,0184 0,0202 0,0246
128.808 0,0184 0,0203 0,0247
129.096 0,0185 0,0203 0,0248
129.384 0,0186 0,0204 0,0249
129.672 0,0187 0,0205 0,0250
129.960 0,0187 0,0206 0,0251
130.248 0,0188 0,0207 0,0252
130.536 0,0189 0,0208 0,0253
130.824 0,0190 0,0208 0,0254
131.112 0,0190 0,0209 0,0255
131.400 0,0191 0,0210 0,0256
131.688 0,0192 0,0211 0,0257
131.976 0,0193 0,0212 0,0258
132.264 0,0193 0,0213 0,0259
132.552 0,0194 0,0213 0,0260
132.840 0,0195 0,0214 0,0261
133.128 0,0196 0,0215 0,0262
133.416 0,0196 0,0216 0,0263
133.704 0,0197 0,0217 0,0264
555
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
160 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
133.992 0,0198 0,0218 0,0265
134.280 0,0199 0,0218 0,0266
134.568 0,0199 0,0219 0,0267
134.856 0,0200 0,0220 0,0268
135.144 0,0201 0,0221 0,0269
135.432 0,0202 0,0222 0,0271
135.720 0,0203 0,0223 0,0272
136.008 0,0203 0,0224 0,0273
556
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
180 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
114.048 0,0084 0,0093 0,0112
114.408 0,0085 0,0093 0,0113
114.768 0,0085 0,0094 0,0113
115.128 0,0086 0,0094 0,0114
115.488 0,0086 0,0095 0,0115
115.848 0,0087 0,0095 0,0115
116.208 0,0087 0,0096 0,0116
116.568 0,0088 0,0096 0,0117
116.928 0,0088 0,0097 0,0117
117.288 0,0088 0,0097 0,0118
117.648 0,0089 0,0098 0,0118
118.008 0,0089 0,0098 0,0119
118.368 0,0090 0,0099 0,0120
118.728 0,0090 0,0100 0,0120
119.088 0,0091 0,0100 0,0121
119.448 0,0091 0,0101 0,0122
119.808 0,0092 0,0101 0,0122
120.168 0,0092 0,0102 0,0123
120.528 0,0093 0,0102 0,0124
120.888 0,0093 0,0103 0,0124
121.248 0,0094 0,0103 0,0125
121.608 0,0094 0,0104 0,0126
121.968 0,0095 0,0104 0,0126
122.328 0,0095 0,0105 0,0127
122.688 0,0096 0,0106 0,0128
123.048 0,0096 0,0106 0,0128
123.408 0,0097 0,0107 0,0129
123.768 0,0097 0,0107 0,0130
124.128 0,0098 0,0108 0,0130
124.488 0,0099 0,0108 0,0131
124.848 0,0099 0,0109 0,0132
125.208 0,0100 0,0109 0,0133
125.568 0,0100 0,0110 0,0133
125.928 0,0101 0,0111 0,0134
126.288 0,0101 0,0111 0,0135
126.648 0,0102 0,0112 0,0135
127.008 0,0102 0,0112 0,0136
127.368 0,0103 0,0113 0,0137
127.728 0,0103 0,0113 0,0137
128.088 0,0104 0,0114 0,0138
128.448 0,0104 0,0115 0,0139
128.808 0,0105 0,0115 0,0139
129.168 0,0105 0,0116 0,0140
129.528 0,0106 0,0116 0,0141
129.888 0,0106 0,0117 0,0142
130.248 0,0107 0,0118 0,0142
130.608 0,0107 0,0118 0,0143
130.968 0,0108 0,0119 0,0144
131.328 0,0108 0,0119 0,0144
131.688 0,0109 0,0120 0,0145
132.048 0,0110 0,0120 0,0146
132.408 0,0110 0,0121 0,0147
132.768 0,0111 0,0122 0,0147
133.128 0,0111 0,0122 0,0148
557
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
180 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
133.488 0,0112 0,0123 0,0149
133.848 0,0112 0,0123 0,0149
134.208 0,0113 0,0124 0,0150
134.568 0,0113 0,0125 0,0151
134.928 0,0114 0,0125 0,0152
135.288 0,0114 0,0126 0,0152
135.648 0,0115 0,0126 0,0153
136.008 0,0116 0,0127 0,0154
136.368 0,0116 0,0128 0,0155
136.728 0,0117 0,0128 0,0155
137.088 0,0117 0,0129 0,0156
137.448 0,0118 0,0130 0,0157
137.808 0,0118 0,0130 0,0157
138.168 0,0119 0,0131 0,0158
138.528 0,0119 0,0131 0,0159
138.888 0,0120 0,0132 0,0160
139.248 0,0121 0,0133 0,0160
139.608 0,0121 0,0133 0,0161
139.968 0,0122 0,0134 0,0162
140.328 0,0122 0,0134 0,0163
140.688 0,0123 0,0135 0,0163
141.048 0,0123 0,0136 0,0164
141.408 0,0124 0,0136 0,0165
141.768 0,0124 0,0137 0,0166
142.128 0,0125 0,0138 0,0166
142.488 0,0126 0,0138 0,0167
142.848 0,0126 0,0139 0,0168
143.208 0,0127 0,0139 0,0169
143.568 0,0127 0,0140 0,0170
143.928 0,0128 0,0141 0,0170
144.288 0,0128 0,0141 0,0171
144.648 0,0129 0,0142 0,0172
145.008 0,0130 0,0143 0,0173
145.368 0,0130 0,0143 0,0173
145.728 0,0131 0,0144 0,0174
146.088 0,0132 0,0145 0,0175
146.448 0,0132 0,0145 0,0176
146.808 0,0133 0,0146 0,0176
147.168 0,0133 0,0146 0,0177
147.528 0,0134 0,0147 0,0178
147.888 0,0134 0,0148 0,0179
148.248 0,0135 0,0148 0,0180
148.608 0,0135 0,0149 0,0180
148.968 0,0136 0,0150 0,0181
149.328 0,0137 0,0150 0,0182
149.688 0,0137 0,0151 0,0183
150.048 0,0138 0,0152 0,0183
558
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
200 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
127.008 0,0062 0,0068 0,0082
127.368 0,0062 0,0068 0,0083
127.728 0,0062 0,0068 0,0083
128.088 0,0063 0,0069 0,0083
128.448 0,0063 0,0069 0,0084
128.808 0,0063 0,0070 0,0084
129.168 0,0063 0,0070 0,0085
129.528 0,0064 0,0070 0,0085
129.888 0,0064 0,0071 0,0086
130.248 0,0064 0,0071 0,0086
130.608 0,0065 0,0071 0,0086
130.968 0,0065 0,0072 0,0087
131.328 0,0065 0,0072 0,0087
131.688 0,0066 0,0072 0,0088
132.048 0,0066 0,0073 0,0088
132.408 0,0066 0,0073 0,0089
132.768 0,0067 0,0073 0,0089
133.128 0,0067 0,0074 0,0089
133.488 0,0067 0,0074 0,0090
133.848 0,0068 0,0075 0,0090
134.208 0,0068 0,0075 0,0091
134.568 0,0068 0,0075 0,0091
134.928 0,0069 0,0076 0,0092
135.288 0,0069 0,0076 0,0092
135.648 0,0069 0,0076 0,0093
136.008 0,0070 0,0077 0,0093
136.368 0,0070 0,0077 0,0093
136.728 0,0070 0,0077 0,0094
137.088 0,0071 0,0078 0,0094
137.448 0,0071 0,0078 0,0095
137.808 0,0071 0,0079 0,0095
138.168 0,0072 0,0079 0,0096
138.528 0,0072 0,0079 0,0096
138.888 0,0072 0,0080 0,0097
139.248 0,0073 0,0080 0,0097
139.608 0,0073 0,0080 0,0097
139.968 0,0073 0,0081 0,0098
140.328 0,0074 0,0081 0,0098
140.688 0,0074 0,0081 0,0099
141.048 0,0074 0,0082 0,0099
141.408 0,0075 0,0082 0,0100
141.768 0,0075 0,0083 0,0100
142.128 0,0075 0,0083 0,0101
142.488 0,0076 0,0083 0,0101
142.848 0,0076 0,0084 0,0102
143.208 0,0076 0,0084 0,0102
143.568 0,0077 0,0085 0,0102
143.928 0,0077 0,0085 0,0103
144.288 0,0077 0,0085 0,0103
144.648 0,0078 0,0086 0,0104
145.008 0,0078 0,0086 0,0104
145.368 0,0078 0,0086 0,0105
145.728 0,0079 0,0087 0,0105
146.088 0,0079 0,0087 0,0106
559
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
200 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
146.448 0,0080 0,0087 0,0106
146.808 0,0080 0,0088 0,0107
147.168 0,0080 0,0088 0,0107
147.528 0,0081 0,0089 0,0108
147.888 0,0081 0,0089 0,0108
148.248 0,0081 0,0090 0,0109
148.608 0,0082 0,0090 0,0109
148.968 0,0082 0,0090 0,0110
149.328 0,0082 0,0091 0,0110
149.688 0,0083 0,0091 0,0110
150.048 0,0083 0,0092 0,0111
150.408 0,0083 0,0092 0,0111
150.768 0,0084 0,0092 0,0112
151.128 0,0084 0,0093 0,0112
151.488 0,0085 0,0093 0,0113
151.848 0,0085 0,0093 0,0113
152.208 0,0085 0,0094 0,0114
152.568 0,0086 0,0094 0,0114
152.928 0,0086 0,0095 0,0115
153.288 0,0086 0,0095 0,0115
153.648 0,0087 0,0096 0,0116
154.008 0,0087 0,0096 0,0116
154.368 0,0087 0,0096 0,0117
154.728 0,0088 0,0097 0,0117
155.088 0,0088 0,0097 0,0118
155.448 0,0089 0,0098 0,0118
155.808 0,0089 0,0098 0,0119
156.168 0,0089 0,0098 0,0119
156.528 0,0090 0,0099 0,0120
156.888 0,0090 0,0099 0,0120
157.248 0,0090 0,0100 0,0121
157.608 0,0091 0,0100 0,0121
157.968 0,0091 0,0100 0,0122
158.328 0,0092 0,0101 0,0122
158.688 0,0092 0,0101 0,0123
159.048 0,0092 0,0102 0,0123
159.408 0,0093 0,0102 0,0124
159.768 0,0093 0,0102 0,0124
160.128 0,0093 0,0103 0,0125
160.488 0,0094 0,0103 0,0125
160.848 0,0094 0,0104 0,0126
161.208 0,0095 0,0104 0,0126
161.568 0,0095 0,0105 0,0127
161.928 0,0095 0,0105 0,0127
162.288 0,0096 0,0105 0,0128
162.648 0,0096 0,0106 0,0128
163.008 0,0097 0,0106 0,0129
163.368 0,0097 0,0107 0,0129
163.728 0,0097 0,0107 0,0130
164.088 0,0098 0,0107 0,0130
164.448 0,0098 0,0108 0,0131
164.808 0,0098 0,0108 0,0131
165.168 0,0099 0,0109 0,0132
165.528 0,0099 0,0109 0,0132
560
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
200 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
165.888 0,0100 0,0110 0,0133
166.248 0,0100 0,0110 0,0133
166.608 0,0100 0,0110 0,0134
166.968 0,0101 0,0111 0,0134
167.328 0,0101 0,0111 0,0135
167.688 0,0102 0,0112 0,0136
168.048 0,0102 0,0112 0,0136
168.408 0,0102 0,0113 0,0137
168.768 0,0103 0,0113 0,0137
169.128 0,0103 0,0114 0,0138
169.488 0,0104 0,0114 0,0138
169.848 0,0104 0,0114 0,0139
170.208 0,0104 0,0115 0,0139
170.568 0,0105 0,0115 0,0140
170.928 0,0105 0,0116 0,0140
171.288 0,0106 0,0116 0,0141
171.648 0,0106 0,0117 0,0141
172.008 0,0106 0,0117 0,0142
172.368 0,0107 0,0117 0,0142
172.728 0,0107 0,0118 0,0143
173.088 0,0108 0,0118 0,0143
173.448 0,0108 0,0119 0,0144
173.808 0,0108 0,0119 0,0145
174.168 0,0109 0,0120 0,0145
174.528 0,0109 0,0120 0,0146
174.888 0,0110 0,0121 0,0146
175.248 0,0110 0,0121 0,0147
175.608 0,0110 0,0121 0,0147
175.968 0,0111 0,0122 0,0148
176.328 0,0111 0,0122 0,0148
176.688 0,0112 0,0123 0,0149
177.048 0,0112 0,0123 0,0149
177.408 0,0112 0,0124 0,0150
177.948 0,0113 0,0124 0,0151
178.488 0,0114 0,0125 0,0152
179.028 0,0114 0,0126 0,0152
179.568 0,0115 0,0126 0,0153
180.108 0,0115 0,0127 0,0154
180.648 0,0116 0,0128 0,0155
181.188 0,0117 0,0128 0,0156
181.728 0,0117 0,0129 0,0157
182.268 0,0118 0,0130 0,0157
182.808 0,0119 0,0131 0,0158
183.348 0,0119 0,0131 0,0159
183.888 0,0120 0,0132 0,0160
184.428 0,0121 0,0133 0,0161
184.968 0,0121 0,0133 0,0162
185.508 0,0122 0,0134 0,0163
186.048 0,0122 0,0135 0,0163
186.588 0,0123 0,0135 0,0164
187.128 0,0124 0,0136 0,0165
187.668 0,0124 0,0137 0,0166
188.208 0,0125 0,0138 0,0167
188.748 0,0126 0,0138 0,0168
561
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
200 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
189.288 0,0126 0,0139 0,0169
189.828 0,0127 0,0140 0,0169
190.368 0,0128 0,0140 0,0170
190.908 0,0128 0,0141 0,0171
191.448 0,0129 0,0142 0,0172
191.988 0,0130 0,0143 0,0173
192.528 0,0130 0,0143 0,0174
193.068 0,0131 0,0144 0,0175
193.608 0,0132 0,0145 0,0176
194.148 0,0132 0,0146 0,0176
194.688 0,0133 0,0146 0,0177
195.228 0,0134 0,0147 0,0178
195.768 0,0134 0,0148 0,0179
196.308 0,0135 0,0148 0,0180
196.848 0,0136 0,0149 0,0181
197.388 0,0136 0,0150 0,0182
197.928 0,0137 0,0151 0,0183
198.468 0,0138 0,0151 0,0184
199.008 0,0138 0,0152 0,0184
199.548 0,0139 0,0153 0,0185
200.088 0,0140 0,0154 0,0186
200.628 0,0140 0,0154 0,0187
201.168 0,0141 0,0155 0,0188
201.708 0,0142 0,0156 0,0189
202.248 0,0143 0,0157 0,0190
202.788 0,0143 0,0157 0,0191
203.328 0,0144 0,0158 0,0192
203.868 0,0144 0,0159 0,0193
204.408 0,0145 0,0160 0,0194
204.948 0,0146 0,0160 0,0194
205.488 0,0146 0,0161 0,0195
206.028 0,0147 0,0162 0,0196
562
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
225 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
145.008 0,0044 0,0049 0,0059
145.548 0,0045 0,0049 0,0060
146.088 0,0045 0,0049 0,0060
146.628 0,0045 0,0050 0,0060
147.168 0,0046 0,0050 0,0061
147.708 0,0046 0,0050 0,0061
148.248 0,0046 0,0051 0,0062
148.788 0,0047 0,0051 0,0062
149.328 0,0047 0,0051 0,0062
149.868 0,0047 0,0052 0,0063
150.408 0,0047 0,0052 0,0063
150.948 0,0048 0,0052 0,0064
151.488 0,0048 0,0053 0,0064
152.028 0,0048 0,0053 0,0065
152.568 0,0049 0,0053 0,0065
153.108 0,0049 0,0054 0,0065
153.648 0,0049 0,0054 0,0066
154.188 0,0050 0,0055 0,0066
154.728 0,0050 0,0055 0,0067
155.268 0,0050 0,0055 0,0067
155.808 0,0051 0,0056 0,0067
156.348 0,0051 0,0056 0,0068
156.888 0,0051 0,0056 0,0068
157.428 0,0052 0,0057 0,0069
157.968 0,0052 0,0057 0,0069
158.508 0,0052 0,0057 0,0070
159.048 0,0052 0,0058 0,0070
159.588 0,0053 0,0058 0,0070
160.128 0,0053 0,0058 0,0071
160.668 0,0053 0,0059 0,0071
161.128 0,0054 0,0059 0,0072
161.748 0,0054 0,0059 0,0072
162.288 0,0054 0,0060 0,0073
162.828 0,0055 0,0060 0,0073
163.368 0,0055 0,0060 0,0073
163.908 0,0055 0,0061 0,0074
164.448 0,0056 0,0061 0,0074
164.988 0,0056 0,0062 0,0075
165.528 0,0056 0,0062 0,0075
166.068 0,0057 0,0062 0,0076
166.608 0,0057 0,0063 0,0076
167.148 0,0057 0,0063 0,0077
167.688 0,0058 0,0063 0,0077
168.228 0,0058 0,0064 0,0077
168.768 0,0058 0,0064 0,0078
169.308 0,0059 0,0065 0,0078
169.848 0,0059 0,0065 0,0079
170.388 0,0059 0,0065 0,0079
170.928 0,0060 0,0066 0,0080
171.468 0,0060 0,0066 0,0080
172.008 0,0060 0,0066 0,0081
172.548 0,0061 0,0067 0,0081
173.088 0,0061 0,0067 0,0082
173.628 0,0061 0,0068 0,0082
563
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
225 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
174.168 0,0062 0,0068 0,0082
174.708 0,0062 0,0068 0,0083
175.248 0,0062 0,0069 0,0083
175.788 0,0063 0,0069 0,0084
176.328 0,0063 0,0069 0,0084
176.868 0,0064 0,0070 0,0085
177.408 0,0064 0,0070 0,0085
177.948 0,0064 0,0071 0,0086
178.488 0,0065 0,0071 0,0086
179.028 0,0065 0,0071 0,0087
179.568 0,0065 0,0072 0,0087
180.108 0,0066 0,0072 0,0088
180.648 0,0066 0,0072 0,0088
181.188 0,0066 0,0073 0,0089
181.728 0,0067 0,0073 0,0089
182.268 0,0067 0,0074 0,0089
182.808 0,0067 0,0074 0,0090
183.348 0,0068 0,0074 0,0090
183.888 0,0068 0,0075 0,0091
184.428 0,0068 0,0075 0,0091
184.968 0,0069 0,0076 0,0092
185.508 0,0069 0,0076 0,0092
186.048 0,0070 0,0076 0,0093
186.588 0,0070 0,0077 0,0093
187.128 0,0070 0,0077 0,0094
187.668 0,0071 0,0078 0,0094
188.208 0,0071 0,0078 0,0095
188.748 0,0071 0,0078 0,0095
189.288 0,0072 0,0079 0,0096
189.828 0,0072 0,0079 0,0096
190.368 0,0072 0,0080 0,0097
190.908 0,0073 0,0080 0,0097
191.448 0,0073 0,0080 0,0098
191.988 0,0074 0,0081 0,0098
192.528 0,0074 0,0081 0,0099
193.068 0,0074 0,0082 0,0099
193.608 0,0075 0,0082 0,0100
194.148 0,0075 0,0083 0,0100
194.688 0,0075 0,0083 0,0101
195.228 0,0076 0,0083 0,0101
195.768 0,0076 0,0084 0,0102
196.308 0,0077 0,0084 0,0102
196.848 0,0077 0,0085 0,0103
197.388 0,0077 0,0085 0,0103
197.928 0,0078 0,0085 0,0104
198.468 0,0078 0,0086 0,0104
199.008 0,0079 0,0086 0,0105
199.548 0,0079 0,0087 0,0105
200.088 0,0079 0,0087 0,0106
200.628 0,0080 0,0088 0,0106
201.168 0,0080 0,0088 0,0107
201.708 0,0080 0,0088 0,0107
202.248 0,0081 0,0089 0,0108
202.788 0,0081 0,0089 0,0108
564
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
225 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
203.328 0,0082 0,0090 0,0109
203.868 0,0082 0,0090 0,0109
204.408 0,0082 0,0091 0,0110
204.948 0,0083 0,0091 0,0110
205.488 0,0083 0,0091 0,0111
206.028 0,0084 0,0092 0,0112
206.568 0,0084 0,0092 0,0112
207.108 0,0084 0,0093 0,0113
207.648. 0,0085 0,0093 0,0113
208.188 0,0085 0,0094 0,0114
208.728 0,0086 0,0094 0,0114
209.268 0,0086 0,0094 0,0115
209.808 0,0086 0,0095 0,0115
210.348 0,0087 0,0095 0,0116
210.888 0,0087 0,0096 0,0116
211.428 0,0088 0,0096 0,0117
211.968 0,0088 0,0097 0,0117
212.508 0,0088 0,0097 0,0118
213.048 0,0089 0,0098 0,0118
213.588 0,0089 0,0098 0,0119
214.128 0,0090 0,0098 0,0120
214.668 0,0090 0,0099 0,0120
215.208 0,0090 0,0099 0,0121
215.748 0,0091 0,0100 0,0121
216.288 0,0091 0,0100 0,0122
216.828 0,0092 0,0101 0,0122
217.368 0,0092 0,0101 0,0123
217.908 0,0092 0,0102 0,0123
218.448 0,0093 0,0102 0,0124
218.988 0,0093 0,0103 0,0124
219.528 0,0094 0,0103 0,0125
220.068 0,0094 0,0103 0,0126
220.608 0,0095 0,0104 0,0126
221.148 0,0095 0,0104 0,0127
221.688 0,0095 0,0105 0,0127
222.228 0,0096 0,0105 0,0128
222.768 0,0096 0,0106 0,0128
223.308 0,0097 0,0106 0,0129
223.848 0,0097 0,0107 0,0130
224.388 0,0097 0,0107 0,0130
224.928 0,0098 0,0108 0,0131
225.468 0,0098 0,0108 0,0131
226.008 0,0099 0,0108 0,0132
226.548 0,0099 0,0109 0,0132
227.088 0,0100 0,0109 0,0133
227.628 0,0100 0,0110 0,0133
228.168 0,0100 0,0110 0,0134
228.708 0,0101 0,0111 0,0135
229.248 0,0101 0,0111 0,0135
229.788 0,0102 0,0112 0,0136
230.328 0,0102 0,0112 0,0136
231.048 0,0103 0,0113 0,0138
231.768 0,0103 0,0114 0,0139
232.488 0,0104 0,0114 0,0140
565
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
225 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
233.208 0,0104 0,0115 0,0141
233.928 0,0105 0,0115 0,0142
234.648 0,0106 0,0116 0,0142
235.368 0,0106 0,0117 0,0143
236.088 0,0107 0,0117 0,0144
236.808 0,0107 0,0118 0,0145
237.528 0,0108 0,0119 0,0145
238.248 0,0109 0,0119 0,0146
238.968 0,0109 0,0120 0,0147
239.688 0,0110 0,0121 0,0148
240.408 0,0110 0,0121 0,0149
241.128 0,0111 0,0122 0,0149
241.848 0,0112 0,0123 0,0150
242.568 0,0112 0,0123 0,0151
243.288 0,0113 0,0124 0,0152
244.008 0,0113 0,0125 0,0153
244.728 0,0114 0,0125 0,0153
245.448 0,0115 0,0126 0,0154
246.168 0,0115 0,0127 0,0155
246.888 0,0116 0,0127 0,0156
247.608 0,0116 0,0128 0,0157
248.328 0,0117 0,0129 0,0158
249.048 0,0118 0,0129 0,0158
249.768 0,0118 0,0130 0,0159
250.488 0,0119 0,0130 0,0160
251.208 0,0119 0,0131 0,0161
251.928 0,0120 0,0132 0,0162
252.648 0,0121 0,0133 0,0163
253.368 0,0121 0,0133 0,0163
254.088 0,0122 0,0134 0,0164
254.808 0,0123 0,0135 0,0165
255.528 0,0123 0,0135 0,0166
256.248 0,0124 0,0136 0,0167
256.968 0,0124 0,0137 0,0168
257.688 0,0125 0,0137 0,0168
258.408 0,0126 0,0138 0,0169
259.128 0,0126 0,0139 0,0170
259.848 0,0127 0,0139 0,0171
260.568 0,0128 0,0140 0,0172
261.288 0,0128 0,0141 0,0173
262.008 0,0129 0,0142 0,0174
262.728 0,0129 0,0142 0,0174
263.448 0,0130 0,0143 0,0175
264.168 0,0131 0,0144 0,0176
264.888 0,0131 0,0144 0,0177
265.608 0,0132 0,0145 0,0178
266.328 0,0133 0,0146 0,0179
267.048 0,0133 0,0147 0,0180
566
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
250 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
173.088 0,0037 0,0040 0,0049
173.628 0,0037 0,0041 0,0049
174.168 0,0037 0,0041 0,0050
174.708 0,0037 0,0041 0,0050
175.248 0,0038 0,0041 0,0050
175.788 0,0038 0,0042 0,0050
176.328 0,0038 0,0042 0,0051
176.868 0,0038 0,0042 0,0051
177.408 0,0038 0,0042 0,0051
177.948 0,0039 0,0042 0,0051
178.488 0,0039 0,0043 0,0052
179.028 0,0039 0,0043 0,0052
179.568 0,0039 0,0043 0,0052
180.108 0,0039 0,0043 0,0053
180.648 0,0040 0,0044 0,0053
181.188 0,0040 0,0044 0,0053
181.728 0,0040 0,0044 0,0053
182.268 0,0040 0,0044 0,0054
182.808 0,0040 0,0045 0,0054
183.348 0,0041 0,0045 0,0054
183.888 0,0041 0,0045 0,0055
184.428 0,0041 0,0045 0,0055
184.968 0,0041 0,0046 0,0055
185.508 0,0042 0,0046 0,0055
186.048 0,0042 0,0046 0,0056
186.588 0,0042 0,0046 0,0056
187.128 0,0042 0,0047 0,0056
187.668 0,0042 0,0047 0,0057
188.208 0,0043 0,0047 0,0057
188.748 0,0043 0,0047 0,0057
189.288 0,0043 0,0047 0,0058
189.828 0,0043 0,0048 0,0058
190.368 0,0044 0,0048 0,0058
190.908 0,0044 0,0048 0,0058
191.448 0,0044 0,0048 0,0059
191.988 0,0044 0,0049 0,0059
192.528 0,0044 0,0049 0,0059
193.068 0,0045 0,0049 0,0060
193.608 0,0045 0,0049 0,0060
194.148 0,0045 0,0050 0,0060
194.688 0,0045 0,0050 0,0060
195.228 0,0046 0,0050 0,0061
195.768 0,0046 0,0050 0,0061
196.308 0,0046 0,0050 0,0061
196.848 0,0046 0,0051 0,0062
197.388 0,0046 0,0051 0,0062
197.928 0,0047 0,0051 0,0062
198.468 0,0047 0,0052 0,0063
199.008 0,0047 0,0052 0,0063
199.548 0,0047 0,0052 0,0063
200.088 0,0048 0,0052 0,0064
200.628 0,0048 0,0053 0,0064
201.168 0,0048 0,0053 0,0064
201.708 0,0048 0,0053 0,0064
567
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
250 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
202.248 0,0049 0,0054 0,0065
202.788 0,0049 0,0054 0,0065
203.328 0,0049 0,0054 0,0065
203.868 0,0049 0,0054 0,0066
204.408 0,0049 0,0055 0,0066
204.948 0,0050 0,0055 0,0066
205.488 0,0050 0,0055 0,0067
206.028 0,0050 0,0055 0,0067
206.568 0,0050 0,0056 0,0067
207.108 0,0051 0,0056 0,0068
207.648 0,0051 0,0056 0,0068
208.188 0,0051 0,0056 0,0068
208.728 0,0051 0,0057 0,0069
209.268 0,0052 0,0057 0,0069
209.808 0,0052 0,0057 0,0069
210.348 0,0052 0,0057 0,0070
210.888 0,0052 0,0058 0,0070
211.428 0,0053 0,0058 0,0070
211.968 0,0053 0,0058 0,0070
212.508 0,0053 0,0058 0,0071
213.048 0,0053 0,0059 0,0071
213.588 0,0054 0,0059 0,0071
214.128 0,0054 0,0059 0,0072
214.668 0,0054 0,0060 0,0072
215.208 0,0054 0,0060 0,0072
215.748 0,0055 0,0060 0,0073
216.288 0,0055 0,0060 0,0073
216.828 0,0055 0,0061 0,0073
217.368 0,0055 0,0061 0,0074
217.908 0,0056 0,0061 0,0074
218.448 0,0056 0,0061 0,0074
219.168 0,0056 0,0062 0,0075
219.888 0,0056 0,0062 0,0075
220.608 0,0057 0,0063 0,0076
221.328 0,0057 0,0063 0,0076
222.048 0,0057 0,0063 0,0077
222.768 0,0058 0,0064 0,0077
223.488 0,0058 0,0064 0,0078
224.208 0,0058 0,0064 0,0078
224.928 0,0059 0,0065 0,0078
225.648 0,0059 0,0065 0,0079
226.368 0,0059 0,0066 0,0079
227.088 0,0060 0,0066 0,0080
227.808 0,0060 0,0066 0,0080
228.528 0,0061 0,0067 0,0081
229.248 0,0061 0,0067 0,0081
229.968 0,0061 0,0067 0,0082
230.688 0,0062 0,0068 0,0082
231.408 0,0062 0,0068 0,0083
232.128 0,0062 0,0069 0,0083
232.848 0,0063 0,0069 0,0083
233.568 0,0063 0,0069 0,0084
234.288 0,0063 0,0070 0,0084
235.008 0,0064 0,0070 0,0085
568
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
250 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
235.728 0,0064 0,0070 0,0085
236.448 0,0064 0,0071 0,0086
237.168 0,0065 0,0071 0,0086
237.888 0,0065 0,0072 0,0087
238.608 0,00’65 0,0072 0,0087
239.328 0,0066 0,0072 0,0088
240.048 0,0066 0,0073 0,0088
240.768 0,0066 0,0073 0,0089
241.488 0,0067 0,0074 0,0089
242.208 0,0067 0,0074 0,0090
242.928 0,0068 0,0074 0,0090
243.648 0,0068 0,0075 0,0091
244.368 0,0068 0,0075 0,0091
245.088 0,0069 0,0076 0,0092
245.808 0,0069 0,0076 0,0092
246.528 0,0069 0,0076 0,0093
247.248 0,0070 0,0077 0,0093
247.968 0,0070 0,0077 0,0093
248.688 0,0070 0,0078 0,0094
249.408 0,0071 0,0078 0,0094
250.128 0,0071 0,0078 0,0095
250.848 0,0072 0,0079 0,0095
251.568 0,0072 0,0079 0,0096
252.288 0,0072 0,0080 0,0096
253.008 0,0073 0,0080 0,0097
253.728 0,0073 0,0080 0,0097
254.448 0,0073 0,0081 0,0098
255.168 0,0074 0,0081 0,0098
255.888 0,0074 0,0082 0,0099
256.608 0,0075 0,0082 0,0099
257.328 0,0075 0,0083 0,0100
258.048 0,0075 0,0083 0,0100
258.768 0,0076 0,0083 0,0101
259.488 0,0076 0,0084 0,0101
260.208 0,0076 0,0084 0,0102
260.928 0,0077 0,0085 0,0102
261.648 0,0077 0,0085 0,0103
262.368 0,0078 0,0085 0,0103
263.088 0,0078 0,0086 0,0104
263.808 0,0078 0,0086 0,0105
264.528 0,0079 0,0087 0,0105
265.248 0,0079 0,0087 0,0106
265.968 0,0080 0,0088 0,0106
266.688 0,0080 0,0088 0,0107
267.408 0,0080 0,0088 0,0107
268.128 0,0081 0,0089 0,0108
268.848 0,0081 0,0089 0,0108
269.568 0,0081 0,0090 0,0109
270.288 0,0082 0,0090 0,0109
271.008 0,0082 0,0091 0,0110
271.728 0,0083 0,0091 0,0110
272.448 0,0083 0,0091 0,0111
273.168 0,0083 0,0092 0,0111
273.888 0,0084 0,0092 0,0112
569
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
250 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
274.608 0,0084 0,0093 0,0112
275.328 0,0085 0,0093 0,0113
276.048 0,0085 0,0094 0,0113
276.768 0,0085 0,0094 0,0114
277.488 0,0086 0,0095 0,014
278.208 0,0086 0,0095 0,015
278.928 0,0087 0,0095 0,0116
279.648 0,0087 0,0096 0,0116
280.368 0,0087 0,0096 0,0117
281.088 0,0088 0,0097 0,0117
282.528 0,0089 0,0098 0,0118
283.968 0,0089 0,0099 0,0119
285.408 0,0090 0,0099 0,0120
286.848 0,0091 0,0100 0,0122
288.288 0,0092 0,0101 0,0123
289.728 0,0093 0,0102 0,0124
291.168 0,0094 0,0103 0,0125
292.608 0,0094 0,0104 0,0126
294.048 0,0095 0,0105 0,0127
295.488 0,0096 0,0106 0,0128
296.928 0,0097 0,0107 0,0129
298.368 0,0098 0,0108 0,0130
299.808 0,0099 0,0109 0,0132
301.248 0,0100 0,0110 0,0133
302.688 0,0100 0,0111 0,0134
304.128 0,90101 0,0111 0,0135
305.568 0,0102 0,0112 0,0136
307.008 0,0103 0,0113 0,0137
308.448 0,0104 0,0114 0,0138
309.888 0,0105 0,0115 0,0140
311.328 0,0106 0,0116 0,0141
312.768 0,0106 0,0117 0,0142
314.208 0,0107 0,0118 0,0143
315.648 0,0108 0,0119 0,0144
317.088 0,0109 0,0120 0,0146
318.528 0,0110 0,0121 0,0147
319.968 0,0111 0,0122 0,0148
321.408 0,0112 0,0123 0,0149
322.848 0,0113 0,0124 0,0150
324.288 0,0114 0,0125 0,0152
325.728 0,0115 0,0126 0,0153
327.168 0,0115 0,0127 0,0154
328.608 0,0116 0,0128 0,0155
330.048 0,0117 0,0129 0,0156
331.488 0,0118 0,0130 0,0158
332.928 0,0119 0,0131 0,0159
334.368 0,0120 0,0132 0,0160
335.808 0,0121 0,0133 0,0161
337.248 0,0122 0,0134 0,0163
338.688 0,0123 0,0135 0,0164
340.128 0,0124 0,0136 0,0165
341.568 0,0125 0,0137 0,0166
343.008 0,0126 0,0138 0,0168
344.448 0,0127 0,0140 0,0169
570
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
250 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
345.888 0,0128 0,0141 0,0170
347.328 0,0129 0,0142 0,0171
348.768 0,0129 0,0143 0,0173
350.208 0,0130 0,0144 0,0174
351.648 0,0131 0,0145 0,0175
353.088 0,0132 0,0146 0,0177
354.528 0,0133 0,0147 0,0178
355.968 0,0134 0,0148 0,0179
357.408 0,0135 0,0149 0,0181
358.848 0,0136 0,0150 0,0182
360.000 0,0137 0,0151 0,0183
571
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VADEMECUM. 2001. «Materiales de riego». Edipublic. Valencia.
URBANO TERRÓN, P. 1995. «Tratado de fitotecnia general». Ed. Mundi-Prensa.
574
Agradecimiento a las siguientes Casas Comerciales, relacionadas con el riego
por la información facilitada:
— AZUD. Información varia.
— BROT. Catálogo general.
— CEPEX. Catálogo general.
— COPERSA. Catálogo general.
— DANOVA. Catálogo de bombas.
— EUMAWEL. Información varia.
— EUROTHERM. Información de convertidor de frecuencia.
— DANOVA. Catálogo de bombas.
— MONDRAGON. Catálogo general.
— REGABER. Catálogo general.
— URALITA. Catálogo general.
575
Jesús Antonio Moya Talens empezó sus estudios agronómicos en la
Escuela Superior de Agricultura de Barcelona, obteniendo el título de Perito
Agrícola en la promoción de 1959 y diplomado en Economía de la Empresa en la
Universidad Politécnica de Madrid, entrando por oposición en el Ministerio de Agri-
cultura, organismo autónomo Servicio de Extensión Agraria, que se fundó a seme-
janza del americano en cuanto a sus funciones, pero no integrado en la Universi-
dad. Posteriormente terminó los estudios de Ingeniero Agrónomo en la EPSO de
Orihuela, dependiente de la Universidad Miguel Hernández de Elche, por lo que a
través del S.E.A., a lo largo de su vida profesional, se ha dedicado a la divulgación
y experimentación de las técnicas agrícolas a los hombres del campo, dando Cur-
sos y Cursillos por la mayoría de las comarcas valencianas y de Mallorca. Duran-
te los cursos académicos 1969/71 estuvo en el Centro de Capacitación Experien-
cias Agrarias de Hinojosa del Duque (Córdoba), para desarrollar las técnicas de la
“enseñanza motivada”, como profesor de las asignaturas de Agronomía, Cultivos y
Riegos.
Desde el principio se han ido recogiendo los resultados de las experiencias
realizadas por la Comunidad Valenciana en los cultivos de frutales de hueso y
pepita, olivo, cítricos y viña, ampliadas en la presente edición con el estudio del
nogal, en su doble vertiente de producción de madera noble y de fruto, en cuya
promoción está interesado por las perspectivas comerciales previstas en la Espa-
ña de regadío, contando para ello con tres campos de ensayo y que, a los nueve
años, ya se pueden sacar conclusiones.
Tras el éxito de las tres últimas ediciones de Mundi-Prensa, a las que se
deben añadir las dos previas de Alicante, se continúa la ampliación con esta cuarta
edición, de un nuevo capitulo dedicado a la Climatología-Bioclimatología, principal-
mente por su influencia en el riego, abonado y poda de los cultivos, como se ha teni-
do ocasión de comprobar en los resultados obtenidos en tres años de estudio, en
una finca de 300 ha, dedicada a almendros, cítricos y olivos, en el sur de Marruecos.
No se trata de un libro teórico, pues recoge las experiencias adquiridas en
más de 40 años de divulgación agrícola, escrito en forma amena y didáctica con
multitud de ejemplos aclaratorios, propio de las técnicas de extensión, con más de
300 figuras, esquemas y dibujos. Se indican métodos, fórmulas y pasos a seguir
para la instalación y manejo del riego localizado, donde las diferentes fórmulas,
para los cálculos hidráulicos, se han simplificado al máximo en los anejos, siendo
sólo suficiente conocer las cuatro reglas aritméticas (sumar, restar, dividir y multi-
plicar), además de unos conocimientos básicos de fisiología vegetal, para com-
prender mejor los cultivos arbóreos, inteligibles para todos los profesionales de la
Agricultura, recogiendo los conocimientos agronómicos de una Agricultura intensi-
va, respetuosa con el medio ambiente, sucesora de la anterior, donde las dosis de
agua y abonados excesivos se dosificaban “a ojo de buen cubero” y cuyo resulta-
do ha sido el haber provocado las contaminaciones de las aguas subterráneas,
despilfarros y desequilibrios biológicos, que hoy en día se están padeciendo.
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