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Riego Localizado y

Fertirrigación 4 D
ª

N
ICIÓ

J. A. Moya Talens
RIEGO LOCALIZADO
Y FERTIRRIGACIÓN
JESÚS ANTONIO MOYA TALENS
Ingeniero Agrónomo

RIEGO LOCALIZADO
Y FERTIRRIGACIÓN

ESQUEMAS Y DIBUJOS
Pedro Sanz Roselló
Delineante. Benissa
M.a Jesús Moya Carpio
Ingeniero Agrícola. Valencia
Michèle Drummond
Geóloga. B.S.C. Dundee (Escocia)

PORTADA
Josefina E. Campos Ballesta
Ingeniero Agrónomo

4.a edición
revisada y ampliada

Ediciones Mundi-Prensa
Madrid • Barcelona • México
2009
Ediciones Mundi-Prensa
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Dibujo de cubierta: Josefina E. Campos Ballesta


Ingeniero Agrónomo. EPSO. Orihuela
© 2009, J. A. Moya Talens
© 2009, Ediciones Mundi-Prensa
Depósito Legal: M. 19.738-2009
ISBN: 978-84-8476-289-8
ISBN E-BOOK: 978-84-283-3350-4

1.a edición: 1995


2.a edición: 1998
3.a edición: 2002
4.a edición: 2009

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en un sistema informático, ni la transmisión de cualquier forma o cualquier
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A MODO DE PREÁMBULO

En la década de los 80, se hizo una recopilación de los Apuntes que se entrega-
ban en los Cursos de Capacitación Agraria, con los que se elaboró el libro «Riego
localizado a goteo», donde se recogían los resultados de una serie de experiencias,
que con la colaboración de todos, se llevaban a cabo aprovechando los cursillos
impartidos por las antiguas Agencias de Extensión Agraria.
Tanto en ese libro, como en el siguiente «Riego localizado a goteo y de pie», se
deshacían una serie de temores, como el paso del riego total al localizado, cuando
el árbol estaba ya completamente desarrollado, y el de limitar el número de gote-
ros, entre otros.
En cuanto a las dosificaciones, pronto nos vimos obligados a hacer variaciones
respecto a la información técnica que se recibía, ya que se consideraban exageradas,
para situaciones donde el agua era cara y escasa, por lo que se presentó la necesidad
de dar unas normas, fáciles de aplicar para el cálculo de las dosis de riego; pero
como no se disponía de los aparatos adecuados, se aprovechó la experiencia de más
de 25 años en el riego tradicional y en el de aspersión, y con la colaboración de agen-
tes y cursillistas, se pudieron confeccionar unos «baremos» o coeficientes, que no
era más que adaptar a la realidad, lo que teóricamente salía en las fórmulas.
Así nacieron los «Planning o Programas de Riego», mediante la aplicación de
esos coeficientes, que dependen del cultivo, época y volumen de la copa, así como
de otros detalles que se consideran pertinentes.
La diferencia principal del programa consiste en distinguir dos fases:
a) Un primer riego copioso, con duración suficiente para que el agua pene-
tre hasta alcanzar las capas donde se desarrollan la mayoría de las raíces, y
realizado a partir de la finalización de la parada «invernal».
b) Riegos sucesivos, aplicando los baremos, que finaliza al inicio de la caída
de la hoja o al final de un ciclo, para garantizar el agostado o «parada».
La consecuencia más notable fue conseguir disminuir a casi la mitad las dosis
que se barajaban por aquellas fechas.
En la actual se ha hecho el trabajo de confeccionar unas tablas para calcular las
pérdidas de carga de las tuberías de PVC y PE fácilmente (anejos 6 y 7).
También se dan normas de abonado, por la técnica de la fertirrigación, con dosis
sobradamente comprobadas y buscando no despilfarrar, produciendo frutos de más
calidad y sabor, complementadas con enmienda orgánica localizada en zanja.
7
PRÓLOGO A LA CUARTA EDICIÓN

Este libro tuvo su origen a partir de un primer Curso de Riego Localizado que
se desarrolló en la Escuela de Torrepacheco por su director, nuestro compañero
Juan Cánovas, a finales de la década de los 70, a los Agentes de Extensión Agra-
ria. En la década de los 80, desde las Agencias de Extensión Agraria y Escuelas de
Capacitación Agraria de la Comunidad Valenciana, se empezó la colaboración en
el desarrollo de una serie de Cursos y Cursillos encaminados a la divulgación y
capacitación de agricultores de regadío, para familiarizarlos con la nueva técnica
del riego localizado a presión, que se estaba imponiendo por su comodidad y aho-
rro de agua.
También se impartieron cursillos de formación a través de los sindicatos agra-
rios, llamados «Agrupaciones Profesionales», con los que se ha mantenido una
buena relación, al igual que con todos los organismos y particulares que trabajan
en pro de la Agricultura y de los agricultores.
Lo que empezó como la confección de una serie de «Apuntes» para los asisten-
tes, desde la Escuela de Capacitación de Carcagente (Valencia) y estando de direc-
tor nuestro compañero Ricardo Ortí, ya se confeccionó un librito básico editado
por la Consellería, que recopilaba la mayoría de apuntes, que se impartían en los
diversos cursos de Capacitación por la Comunidad Valenciana, sobresaliendo el
Centro de Elche, con nuestro amigo Jesús Rodríguez Morán y demás compañeros
de la Escuela.
Posteriormente, en el año 1985, y gracias a la colaboración entusiasta del
gerente de la Cooperativa Agrícola S. José de Alcalalí (Alicante), D. Damián Mes-
tre Palacio y la participación de la Caja Rural, junto con las Cámaras Agrarias Pro-
vinciales de Alicante, Castellón y Valencia, y a la Imprenta Miguel de Sueca, ya se
editó un libro de Riego Localizado a goteo, que fue el embrión de los actuales y
que al agotarse tan rápidamente, obligó a una segunda edición, ya abarcando las
dos modalidades de riego localizado a presión y de pie.
Posteriormente con la editorial Mundi-Prensa, ya se editó el libro actual de
Riego Localizado y Fertirrigación, donde se desarrollaron brevemente una serie de
temas de conocimientos básicos, de fisiología y poda del cultivo arbóreo, además
del riego y abonado, que se han ido completando, hasta la 3.a edición, que se apro-
vecharon los conocimientos de Hidráulica adquiridos gracias al profesor de la
EPSO de Orihuela Ricardo Abadia, y que después de tres ediciones, se han comple-
tado con un tema de Climatología, por su importancia en el Medio Ambiente ya que
figura en todos los Estudios de Impacto Ambiental, esperando que sean de utilidad.
9
En esta cuarta edición se han revisado los conceptos y ejemplos que figuran en
las anteriores, añadiendo un anejo de las unidades más utilizadas en Agricultura y
muy especialmente en la técnica del riego localizado a presión.
Terminamos con el deseo de que el libro sea un homenaje de reconocimiento a
la labor desarrollada por la mayoría de los antiguos Agentes de Extensión Agraria
y profesores de Capacitación, muy especialmente a nuestro compañero D. Fran-
cisco Gómez Aracil, con el que tuvimos el gusto de desarrollar una «enseñanza
motivada» a un centenar de jóvenes andaluces en el Centro de Capacitación y
Experiencias Agrarias de Hinojosa de Duque (Córdoba), durante los cursos 69-71.

El autor

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PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN

En Benissa, su lugar de residencia y trabajo, tuve la satisfacción de presentar,


el 9 del pasado mes de abril, el libro «Riego localizado a goteo», de Jesús A.
Moya Talens.
Como dije en la presentación:
El libro es un compendio teórico-práctico de un tema muy actual,
preocupante, en estado continuo de perfeccionamiento y adaptación.
Del autor hay que resaltar su profesionalidad, sus conocimientos
técnicos, su dedicación a la agricultura y al agricultor. Características
éstas que lleva consigo desde sus orígenes: los valencianos somos agri-
cultores por necesidad, por vocación o por dedicación; Jesús Moya lo
es por los tres motivos.
Tras comentar las partes del libro y hacer referencia al Servicio de
Extensión Agraria de Benissa, al que Jesús pertenece como funcionario,
concluía considerando la obra como útil y meritoria.
A modo de conclusión, pronostiqué que ésta se agotaría pronto debido al inte-
rés del tema, e insté al autor a preparar una segunda edición, corregida y aumen-
tada. Previsiones que me congratuLa se hayan cumplido y ya se encuentra en
imprenta la segunda edición, que se prologa a continuación.
Las plantas tienen necesidad de agua para vivir y desarrollarse, por ser el com-
ponente esencial de sus tejidos y el único medio o vehículo para su nutrición. Esta
necesidad es satifecha por medios naturales como la lluvia y otros fenómenos
atmosféricos, y por medios artificiales como el riego.
El agua es el factor limitante más importante de la producción agraria. Con el
riego se evita en general esta limitación, al corregir la variabilidad de la misma,
provocada por la irregularidad de la pluviometría. El riego es el regulador más
seguro de las cosechas.
La cantidad útil de agua que por medios artificiales se debe poner a disposición
de las plantas, debe cubrir la diferencia entre las necesidades de los cultivos y la
precipitación pluvial. El volumen total comprende la cantidad útil anterior necesa-
ria, y el agua que se pierde en la aplicación y operaciones del sistema empleado.
En cualquier método de riego, la eficacia en el campo varía según lo adecuado
del plan, organización y forma de realizar la operación, así como a causa de las
condiciones climáticas y por las propiedades físicas del suelo. La frecuencia del
11
riego significa el número de días que deben transcurrir entre una y otra aplicación,
y el volumen la cantidad empleada en cada una de ellas.
En la mayoría de los cultivos se presentan períodos críticos durante su desarro-
llo, en los que debe mantenerse un alto nivel de humedad para lograr buenos rendi-
mientos.
El flujo del agua de la superficie hacia abajo se conoce como infiltración. Con
esta infiltración debe llegar hasta una profundidad determinada, diferente según
cultivos, para ser eficaz en el reabastecimiento del agua del suelo. El grado de per-
colación depende de la permeabilidad del suelo o de su conductividad hidráulica.
La calidad del agua, especialmente en cuanto a salinidad o alcalinidad, tiene
un marcado efecto en la conductividad hidráulica.
El agua consumida al final será la suma, por una parte, de la transpirada por la
planta y la evaporada por el suelo, la llamada agua de evapotranspiración, y por
otra la utilizada por la planta en su desarrollo como cosecha extraíble y la pérdida
por percolación y posterior drenaje.
En los regadíos tradicionales con agua abundante y económica para los usua-
rios, los problemas de su distribución han sido descuidados a menudo. El uso del
agua se convierte con frecuencia en abuso, hasta el extremo de originar problemas
de drenaje: las técnicas rudimentarias usadas, conducen a que el agua se emplee
con reducida eficiencia.
Al ponerse en riego nuevas y extensas áreas con cultivos cada vez más intensi-
vos, el agua ha ido escaseando y, en consecuencia, encareciéndose. Como res-
puesta, ha obligado a su control más riguroso y uso más eficiente, al mismo tiempo
que se utilizan, muchas veces, peores calidades.
Los progresos recientes en el control y uso eficaz del agua han sido considera-
bles. En breve lapso de tiempo, el riego ha sufrido profundas alteraciones técnicas
y económicas, entre las que cabe destacar el desarrollo espectacular de los riegos
localizados, especialmente de los llamados a goteo.
Los riegos localizados son ya la técnica del presente y lo serán aún más en el
porvenir. Se está pasando aceleradamente de los riegos de superficie «a manta»,
con altos volúmenes y baja frecuencia, a los localizados, con volúmenes bajos y
alta frecuencia. Paralelamente al cambio de sistema de riego, ha ido evolucio-
nando el reparto de los abonos, pasando de pocas distribuciones anuales, con can-
tidades elevadas en cada una de ellas, a muchas aplicaciones con dosis bajas.
Cuando esto último se efectúa complementando el riego localizado, da lugar a la
llamada fertirrigación.
La modernización de los regadíos requiere de los agricultores la aceptación de
los medios de producción agrícolas nuevos, y asimismo el aprendizaje de la debida
utilización de estos recursos y técnicas, así como el manejo de las instalaciones.
La rapidez de la aceptación depende predominantemente de la rentabilidad del
nuevo medio productivo, en este caso técnica o práctica de riego, y de los incenti-
vos económicos que se ofrezcan para el cambio o elección del nuevo método.
12
En el libro prologado hay información de la requerida para diseñar, instalar
y poner en marcha el modelo de riego adecuado para una finca o grupo de fin-
cas que deseen iniciar o modernizar su regadío con el sistema localizado a
goteo.
Deseo que esta segunda edición tenga el éxito de la primera.

Francisco Sala Magraner


Jefe de la Agencia Provincial
de Extensión Agraria de Alicante
Alicante, junio de 1986

13
ÍNDICE

PRIMERA PARTE
FACTORES DE PRODUCCIÓN,
RIEGO Y FERTIRRIGACIÓN

Físicos o naturales ........................................................................................... 29


Técnicas de cultivo........................................................................................... 29

Tema 1. Los factores físicos ........................................................................ 31


Nociones de Climatología ............................................................................... 32
Índices climáticos ............................................................................................ 34
Tipos climáticos y diagramas de Thornthwaite ............................................... 36
La Intensidad bioclimática potencial (IBP) ..................................................... 41
Diagrama ombrotérmico de Gaussen .............................................................. 42
Diagramas bioclimáticos de Montero de Burgos y González Rebollar .......... 44

Tema 2. El suelo ........................................................................................... 47


Estudio físico ................................................................................................... 49
1. Textura .................................................................................................. 49
2. Estructura ............................................................................................. 50
Capacidad de campo o de retención ................................................................ 52
Permeabilidad .................................................................................................. 53
Porosidad ......................................................................................................... 54
El oxígeno en la «atmósfera» del suelo ........................................................... 54
La salinidad del suelo ...................................................................................... 55
Clasificación de suelos salinos ........................................................................ 57
1. Suelos normales ................................................................................... 57
2. Suelos salinos (Solonchack) ................................................................. 57
3. Suelos alcalinos (Solonetz) .................................................................. 58
4. Suelos alcalino-salinos y salino-alcalinos ............................................ 58
5. Consideraciones finales ........................................................................ 58
El laboreo del suelo ......................................................................................... 59
El laboreo en el cultivo localizado .................................................................. 60
1. Características de las parcelas .................................................................... 60
2. Conclusiones .............................................................................................. 61
3. Recomendaciones ....................................................................................... 61
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SEGUNDA PARTE
ESTUDIO AGRONÓMICO
Tema 3. El agua en el suelo ........................................................................ 65
Introducción: El riego como un mal necesario ............................................... 65
El agua en el suelo y su relación con la planta ................................................ 66
1. Desplazamiento .................................................................................. 66
2. Sanidad y drenaje ............................................................................... 67
3. Necesidades y riegos .......................................................................... 69
4. Diagrama de los efectos de un riego total o lluvia intensa ................. 71
5. Esquema gráfico del agua en el suelo con relación a la planta ........... 71
Acción y efectos del agua según técnicas de riego ......................................... 72
1. Riego total .......................................................................................... 72
2. Riego localizado ................................................................................. 72
3. Otros efectos ....................................................................................... 72
Necesidad de regar .......................................................................................... 73
1. Temperatura ........................................................................................ 74
2. Humedad ............................................................................................ 74
3. Oxígeno .............................................................................................. 74

Tema 4. Análisis de los sistemas de riego ................................................. 75


Riegos tradicionales sin presión σ de pie ........................................................ 75
1. Inundación .......................................................................................... 75
2. Calles .................................................................................................. 75
3. Surcos ................................................................................................. 75
Riegos a presión .............................................................................................. 76
1. De presión media ................................................................................ 76
2. De pequeña presión ............................................................................ 77
3. A chorrillo .......................................................................................... 79
Análisis ............................................................................................................ 79
1. Cuando el agua cubre toda la superficie ............................................ 79
2. Cuando el agua no cubre toda la superficie ....................................... 81
Consecuencias ................................................................................................. 81
Definiciones .................................................................................................... 82
Superficie mínima mojada .............................................................................. 84
Buen programa de riego y fertilización («planning») ..................................... 84
Conclusiones ................................................................................................... 85

Tema 5. Estudio comparativo entre el riego total y el riego localizado . 87


Efectos sobre el suelo ...................................................................................... 87
Efectos sobre las plantas ................................................................................. 88
Cuadro Resumen: Riego Total y Riego Localizado ........................................ 88
Reacción del arbolado ..................................................................................... 90
1. Arboles de «secano» .......................................................................... 90
2. Arboles de «regadío» ......................................................................... 90
3. Calidad de la fruta .............................................................................. 90
16
Eficiencia ......................................................................................................... 91
El ahorro de agua ............................................................................................ 91
1. Factores a favor .................................................................................. 92
2. Factores en contra .............................................................................. 94
3. Conclusión .......................................................................................... 94
Riegos de socorro o de complemento ............................................................. 95

Tema 6. Estudio Agronómico del Riego Localizado a Goteo ................. 99


Superficie y volumen ocupado por el agua ..................................................... 99
Estudio del bulbo húmedo ............................................................................... 100
1. En la superficie ................................................................................... 100
2. En el interior ....................................................................................... 103
Forma y dimensiones del bulbo ...................................................................... 105
1. Del tipo de suelo ................................................................................. 107
2. Del caudal del emisor ......................................................................... 107
3. De la cantidad y tiempo de riego ........................................................ 107
4. De la pendiente ................................................................................... 107
5. De la presencia de una capa impermeable ......................................... 107
6. De la homogeneidad o no del suelo ................................................... 108
Mantenimiento del porcentaje hídrico óptimo (PHO) .................................... 108
Calidad y volumen ocupado por el PHO ......................................................... 108
1. Agua ................................................................................................... 109
2. Complejo arcillo-húmico ................................................................... 110
3. Caliza .................................................................................................. 110
Distribución radicular: Estimación de porcentajes de raíces .......................... 111
Renovación radicular ...................................................................................... 112
El problema de las sales .................................................................................. 113
Lluvia efectiva ................................................................................................. 116
Efecto de lluvia débil o moderada ................................................................... 116
Efecto de lluvia copiosa .................................................................................. 117
Cálculo de los días sin regar después de una lluvia copiosa ........................... 117

Tema 7. Consideraciones sobre el agua de riego ..................................... 121


Calidad ............................................................................................................ 121
1. Características físicas ......................................................................... 121
2. Características químicas ..................................................................... 122
Clasificación de las plantas según resistencia al cloruro sódico en el agua de
riego ................................................................................................................. 133
Clasificación de las aguas según S.A.R. ajustado y C.E. ................................ 133
Toma de muestras para los análisis ................................................................. 134
Origen de las aguas de riego ........................................................................... 135
1. Aguas superficiales ............................................................................ 135
2. Aguas subterráneas o de pozos .......................................................... 135

Tema 8. Las necesidades de agua .............................................................. 145


Las exigencias hídricas anuales ...................................................................... 145
Factores a considerar en el consumo del agua ................................................ 149
17
1. Climáticos .......................................................................................... 149
2. Suelo ................................................................................................... 150
3. Planta .................................................................................................. 151
4. Calidad del agua ................................................................................ 154
Estados fenológicos ......................................................................................... 156
Inducción floral en frutales ............................................................................. 165
Necesidades hídricas específicas ..................................................................... 168

Tema 9. Los programas o «planning» de riego ........................................ 171


Métodos de cálculo ......................................................................................... 171
1. Método del tanque evaporímetro ....................................................... 171
2. Método de los tensiómetros ............................................................... 171
3. Método de radiación ........................................................................... 172
4. Método de Penman modificado ......................................................... 172
5. Método de Blaney-Criddle ................................................................. 173
6. Método de los baremos experimentales ............................................. 173
Programa de riego por el método de los baremos experimentales .................. 174
1. Primer riego ........................................................................................ 174
2. Riegos sucesivos ................................................................................ 179
— Marco útil ..................................................................................... 179
— Superficie útil ............................................................................... 180
Casos especiales del método de los baremos .................................................. 182
1. Con reducción .................................................................................... 182
2. Con incremento .................................................................................. 184
3. Normas generales para el riego de frutales jóvenes ........................... 184
Comentario final a los cálculos de la dosis de riego ....................................... 186
Horario de riego .............................................................................................. 186
Elección del caudal del emisor ........................................................................ 188
Conclusiones ................................................................................................... 189

TERCERA PARTE
ESTUDIO HIDRÁULICO
Tema 10. Diseño Agronómico .................................................................... 195
Trazado de una instalación .............................................................................. 195
1. Cabezal ............................................................................................... 197
2. Redes .................................................................................................. 198
Instalación de tuberías ..................................................................................... 199
1. Finca con terreno llano ....................................................................... 201
2. Finca con pendientes .......................................................................... 201
Trazado de las subunidades ............................................................................. 203
1. Finca y parcelas llanas ....................................................................... 204
2. Finca con pendientes .......................................................................... 206
Distribución de las «laterales» según cultivos ................................................ 209
1. En cultivos arbóreos ........................................................................... 209
1.1. Plantación recién hecha ............................................................ 209
1.2. En arbolado desarrollado o adulto ............................................ 212
18
2. En cultivos hortícolas ......................................................................... 215
Comentario final a la distribución y ubicación de los emisores ...................... 216
1. En suelos húmedos y/o salinos ........................................................... 216
2. En suelos normales ............................................................................. 217
3. Tendencia actual en el cultivo frutal .................................................. 217
4. Tendencia en el cultivo hortícola ....................................................... 219
5. Riego subterráneo ............................................................................... 219

Tema 11. Diseño Hidráulico: Estudio de una instalación ....................... 221


Concepto y unidades de medida a emplear ..................................................... 221
1. Trabajo ............................................................................................... 221
2. Potencia .............................................................................................. 222
3. Presión................................................................................................. 224
Unidades más frecuentes ................................................................................. 224
Las pérdidas de carga (p.c.) ............................................................................. 225
Análisis de las pérdidas de carga en las «laterales» ........................................ 227
Importancia de la presión en una instalación .................................................. 228
Cálculo de las pérdidas de carga ..................................................................... 231
1. Tuberías .............................................................................................. 231
a) Con respecto al caudal .............................................................. 231
b) Con respecto a puntos especiales .............................................. 231
c) Con respecto al trazado ............................................................. 236
2. Cálculos .............................................................................................. 236
2.1. Presión Nominal (PN) .............................................................. 236
2.2. Pérdidas de carga (p.c.) ............................................................ 237
2.3. Caudal circulante (Q) ............................................................... 238
2.4. Longitud de la tubería .............................................................. 239
Recordatorio de las características y requisitos de las tuberías y de los caudales
circulantes ....................................................................................................... 240
Fórmulas a utilizar ........................................................................................... 241
Cálculo de la subunidad .................................................................................. 242
Ejemplos aclaratorios ...................................................................................... 242
Cálculo de la «terciaria» con tramos de diferente diámetro ............................ 249
Cálculo de las tuberías de distribución ............................................................ 252
Cálculo del diámetro interior de las tuberías ................................................... 253
Cálculo rápido del diámetro interior de las tuberías principales ..................... 255
Cálculo de las pérdidas de carga del cabezal .................................................. 259

Tema 12. Componentes de una instalación .............................................. 261


Equipo o grupo de presión .............................................................................. 261
1. Condiciones de las bombas centrífugas ............................................. 262
2. Características técnicas a tener en cuenta .......................................... 263
3. Cálculo de la potencia del grupo ........................................................ 267
Equipo de filtrado ............................................................................................ 267
1. Prefiltrado ........................................................................................... 268
2. Filtrado ............................................................................................... 269
3. La automatización del contralavado ................................................... 277
Equipo de abonado .......................................................................................... 278
19
1. Clasificación de las abonadoras ........................................................ 278
2. Regulación de los dosificadores ......................................................... 283
Válvulas y mecanismos de seguridad ............................................................. 286
1. Válvulas de paso ................................................................................ 286
Válvulas de protección y regulación ............................................................... 288
1. Ventosas .............................................................................................. 288
2. Reguladores de presión ...................................................................... 290
3. Sostenedores de presión ..................................................................... 292
4. Válvulas de sobrepresión o de alivio ................................................. 292
5. Válvula anticipadora de sobrepresión ................................................ 292
6. Válvula con flotador ........................................................................... 293
7. Válvula limitadora de caudal ............................................................. 293
8. Válvula antitopográfica ...................................................................... 293
9. Válvula de altitud (sentido único) ...................................................... 294
10. Válvula de altitud (doble sentido) ...................................................... 295
11. Válvula de retención ........................................................................... 295
12. Válvula volumétrica ........................................................................... 296
Automatismos ................................................................................................. 296
1. Parada y arranque de motores ............................................................ 296
2. Dosificadores de agua ........................................................................ 297
Tuberías y conexiones ..................................................................................... 300
1. El PVC o policloruro de vinilo ........................................................... 300
2. El PE o polietileno ............................................................................. 301
3. Conexiones ......................................................................................... 303
Emisores .......................................................................................................... 304
A. Condiciones exigibles ........................................................................ 304
B. Clasificación ....................................................................................... 305
Otros accesorios .............................................................................................. 314

Tema 13. Cálculo de una instalación ........................................................ 315


Pasos Previos ................................................................................................... 315
1. Toma de datos ..................................................................................... 315
2. Condiciones y características climáticas ............................................ 315
3. Características de la explotación ........................................................ 316
4. Características de los suelos ............................................................... 317
5. Características del agua de riego ........................................................ 317
6. Tipo de cultivos .................................................................................. 317
Cálculo de las necesidades y componentes ..................................................... 319
1. Ejemplo n.° 1: Cítricos 1ª temporada. Suelo franco, calizo ............... 319
2. Ejemplo n.° 2: Albaricoqueros. Suelo margas calizas ....................... 326
3. Ejemplo n.° 3: Cítricos media temporada. Suelo arenoso .................. 332
4. Ejemplo n.° 4: Diferentes frutales. Suelo franco, rojizo .................... 335
Cálculo de la balsa reguladora ........................................................................ 341
1. Cuando hay suficiente agua ............................................................... 341
2. Cuando se riega por turnos ................................................................ 341
3. Cuando no se dispone de agua suficiente ........................................... 342
20
Tema 14. Chequeo a una instalación ........................................................ 347
Funcionamiento cabezal .................................................................................. 347
1. Presión ................................................................................................ 347
2. Equipo de filtrado ............................................................................... 347
3. Equipo de abonado ............................................................................. 348
Funcionamiento tuberías ................................................................................. 348
Funcionamiento emisores ................................................................................ 349
1. Control de uniformidad ...................................................................... 349
2. Técnica de control de uniformidad modificada ................................. 355
Mantenimiento ................................................................................................ 358
1. Durante la temporada ......................................................................... 358
2. Al final de la temporada ..................................................................... 359
3. Al principio de la temporada siguiente .............................................. 359
Tratamientos del agua ..................................................................................... 360
1. Tipo de obturaciones .......................................................................... 360
a) De naturaleza física ..................................................................... 360
b) De naturaleza química ................................................................. 361
c) De naturaleza biológica ............................................................... 361

Tema 15. El riego localizado de pie ........................................................... 363


Introducción .................................................................................................... 363
Preparación del suelo ...................................................................................... 363
1. Caso de un terreno por plantar ........................................................... 363
2. Caso de parcelas con arbolado joven y plantado «alto» .................... 367
3. Caso de parcelas con arbolado ya desarrollado y plantado «alto» ..... 369
4. Caso de parcelas con arbolado joven plantado al mismo nivel del suelo. 370
5. Caso de parcelas con arbolado ya desarrollado y plantado al mismo
nivel, o incluso inferior ...................................................................... 370
Cultivo localizado ........................................................................................... 371
Ventajas del riego localizado de pie ................................................................ 372
Inconvenientes ................................................................................................. 374
Calendario o planning de cultivos ................................................................... 375
1. Planning cultivo naranjos ................................................................... 375
2. Planning de riego de pie en nogales ................................................... 376
3. Planning de riego de pie en olivos ..................................................... 377

CUARTA PARTE
FERTILIZACIÓN

Tema 16. Nociones de fisiología vegetal .................................................... 381


Introducción .................................................................................................... 381
Circulación de la savia .................................................................................... 381
Importancia de las hojas .................................................................................. 382
Fotosíntesis ...................................................................................................... 384
Equilibrio vegetativo ....................................................................................... 386
Nutrición mineral ............................................................................................ 390
21
1. Elementos mayores o macroelementos .............................................. 390
2. Elementos menores, microelementos u oligoelementos .................... 391
3. Importancia relativa de los elementos en la composición de las plan-
tas y su procedencia ........................................................................... 391
Mecanismos de la alimentación de las plantas por el suelo ............................ 392
1. Materiales y minerales originarios ..................................................... 392
2. Complejo arcillo-húmico ................................................................... 393
3. Solución del suelo .............................................................................. 393

Tema 17. Enmiendas o mejorantes del suelo ........................................... 395


Enmiendas orgánicas ....................................................................................... 395
1. Transformación de la materia orgánica .............................................. 396
2. Fases ................................................................................................... 397
Enmiendas calizas ........................................................................................... 399
1. Epoca de aplicación y dosis ............................................................... 400

Tema 18. Los fertilizantes minerales ........................................................ 401


Papel del nitrógeno .......................................................................................... 401
1. Ventajas .............................................................................................. 401
2. Inconvenientes .................................................................................... 401
3. Épocas de aplicación .......................................................................... 402
Papel del fósforo ............................................................................................. 402
1. Ventajas .............................................................................................. 402
2. Inconvenientes..................................................................................... 402
3. Épocas de aplicación .......................................................................... 402
Papel del potasio ............................................................................................. 403
1. Ventajas .............................................................................................. 403
2. Inconvenientes .................................................................................... 403
3. Épocas de aplicación .......................................................................... 403
Papel de la cal .................................................................................................. 403
1. Inconvenientes más destacados .......................................................... 404
Papel del azufre ............................................................................................... 404
1. Inconvenientes más destacados .......................................................... 404
Papel del magnesio .......................................................................................... 404
1. Inconvenientes más destacados .......................................................... 405
Valoración de los abonos ................................................................................. 405
Abonos complejos ........................................................................................... 406
1. Fórmulas de un abono complejo ........................................................ 406

Tema 19. La fertirrigación ......................................................................... 409


Antecedentes ................................................................................................... 410
Ventajas ........................................................................................................... 410
Estudio comparativo ........................................................................................ 410
1. Abonado clásico ................................................................................. 410
2. Fertirrigación ...................................................................................... 412
Inconvenientes ................................................................................................. 413
Técnica de aplicación ...................................................................................... 413
22
Fundamentos ................................................................................................... 415
La fertirrigación y la calidad de las aguas ....................................................... 416

Tema 20. Abonos y abonados en fertirrigación ...................................... 419


Plan general de abonado .................................................................................. 419
Planning de fertirrigación ................................................................................ 421
Principales abonos en fertirrigación ................................................................ 426
1. Abonos sólidos ................................................................................... 426
2. Abonos líquidos ................................................................................. 431

QUINTA PARTE
ANEJOS PARA CÁLCULOS AGRONÓMICOS
Anejo 1. Relación del clima con los estados fenológicos ......................... 437
1. Comarcas - Base del estudio de las necesidades hídricas ........................ 437
1.1. Litoral. Norte de Alicante .............................................................. 437
1.2. Interior. Oeste de Alicante ............................................................. 438
1.3. Interior. Valencia ............................................................................ 439
2. Estaciones Agroclimáticas de la Comunidad Valenciana ........................ 439
2.1. Provincia de Alicante ..................................................................... 439
2.2. Provincia de Castellón .................................................................... 440
2.3. Provincia de Valencia ..................................................................... 441
3. Ciclo vegetativo de los Cultivos .............................................................. 442
3.1. Zona litoral de Alicante. (S.E.A. de Benissa) ................................ 443
3.2. Zona interior de Alicante (S.E.A. de Villena y Novelda), La Mon-
taña de Alicante y limítrofe (S.E.A. de Yecla) ............................... 444
3.3. Zona interior de Valencia (S.E.A. de Albaida) y Utiel-Requena ... 446

Anejo 2. Baremos experimentales para calcular las neesidades de agua


(Moya Talens) ............................................................................... 447
Para goteros ..................................................................................................... 448
1. Comarcas del litoral ........................................................................... 448
1.1. Olivos ....................................................................................... 448
1.2. Cítricos ..................................................................................... 448
1.3. Almendros ................................................................................ 449
1.4. Nogal ........................................................................................ 450
1.5. Hortalizas ................................................................................. 453
1.6. Uva de mesa.............................................................................. 453
2. Comarcas del interior ......................................................................... 453
2.1. Olivos ....................................................................................... 453
2.2. Frutales ..................................................................................... 454
2.3. Viña .......................................................................................... 454
Para microaspersores y microchorros ............................................................. 455
3. Comarcas del litoral ........................................................................... 455
3.1. Olivos ....................................................................................... 455
3.2. Cítricos ..................................................................................... 456
23
3.3. Almendros ................................................................................ 456
4. Comarcas del interior ......................................................................... 457
4.1. Olivos ....................................................................................... 457
4.2. Frutales ..................................................................................... 457

Anejo 3. Abonos comerciales y Fertirrigación ......................................... 459


1.Productos fertilizantes ........................................................................ 459
1.1. Definiciones ............................................................................. 459
1.2. Ámbito de aplicación ............................................................... 462
1.3. Etiquetado ................................................................................ 463
1.4. Criterios aplicables ................................................................... 463
2. Fórmulas de los principales cultivos ........................................................ 464
2.1. Cítricos ........................................................................................... 465
2.1.1. Variedades de recolección de otoño .................................. 465
2.1.2. Variedades problemáticas ................................................. 465
2.1.3. Variedades de recolección tardía ...................................... 465
2.2. Frutales ........................................................................................... 466
2.2.1. Melocotonero .................................................................... 466
2.2.2. Cerezo ............................................................................... 466
2.2.3. Manzano y peral ............................................................... 466
2.2.4. Ciruelo .............................................................................. 466
2.2.5. Albaricoquero ................................................................... 467
2.2.6. Almendro .......................................................................... 467
2.2.7. Nogal ................................................................................ 467
2.2.8. Níspero ............................................................................. 468
2.3. Viña ................................................................................................ 470
2.3.1. Uva de mesa ...................................................................... 470
2.3.2. Uva de vino ....................................................................... 476
2.3.3. Normativa sobre producción integrada ............................. 477
2.4. Olivo................................................................................................ 477
2.5. Hortícolas ........................................................................................ 478
2.5.1. Tomates en invernadero .................................................... 478
2.5.2. Sandías .............................................................................. 479

Anejo 4. Medidas utilizadas ...................................................................... 481


Unidades físicas más frecuentes ...................................................................... 481
Concepto y relación de diferentes unidades .................................................... 481
Longitud .................................................................................................... 481
Superficie .................................................................................................. 481
Volumen .................................................................................................... 482
Tiempo ...................................................................................................... 482
Caudal. ....................................................................................................... 482
Masa ........................................................................................................... 482
Fuerza o peso.............................................................................................. 482
Carga eléctrica............................................................................................ 482
Intensidad de la corriente ........................................................................... 483
Diferencia de potencial eléctrico ............................................................... 483
24
Resistencia eléctrica ................................................................................... 483
Conductividad ............................................................................................ 483
Trabajo ....................................................................................................... 484
Potencia ...................................................................................................... 484
Presión........................................................................................................ 484
Presión de trabajo en tubos de cobre................................................................ 485
Tabla de equivalencias de medidas norteamericanas ....................................... 485
Unidades en los análisis químicos del agua .................................................... 486

ANEJOS PARA CÁLCULOS HIDRÁULICOS


Anejo 5. Tablas y Datos para Cálculo de Instalaciones .......................... 489
Las pérdidas de presión ................................................................................... 489
Tabla 1: Longitudes ficticias o equivalentes ................................................... 491
Tabla 2: Coeficiente Mayorante (KM) en “terciarias” ...................................... 491
Tabla 3: Coeficiente Minorante (km) ............................................................... 492
Cálculo rápido de las pérdidas de carga (p.c.) ................................................ 492

Anejo 6. Tuberías de P.E. ........................................................................... 495


Tabla 1: Correspondencia diámetros en tuberías polietileno baja densidad (P.E. 32) 495
Tabla 2: Tabla para el cálculo de las pérdidas de carga (p.c.) por metro lineal de
tubería (m.c.a./m)....................................................................................................... 496

Anejo 7. Tuberías de P.V.C. ....................................................................... 517


Tabla 1: Correspondencia diámetros comerciales ................................................... 517
Tabla 2: Tabla para el cálculo de las pérdidas de carga (p.c.) por metro lineal de
tubería (m.c.a./m)....................................................................................................... 518

Bibliografía consultada ................................................................................. 573

25
PRIMERA PARTE

FACTORES DE PRODUCCIÓN,
RIEGO Y FERTIRRIGACIÓN
FACTORES DE PRODUCCIÓN

Los factores de producción se pueden clasificar en físicos o naturales y en las


técnicas de cultivo, que según la intensidad del cultivo serán más o menos com-
plejas:
— Factores Físicos o Naturales
• Clima.
• Suelo.
— Técnicas de Cultivo
• Laboreo suelo.
• Riego.
• Abonado.
• Poda.
• Tratamiento plagas y enfermedades.
• Técnicas específicas de cada cultivo.

29
TEMA 1

LOS FACTORES FÍSICOS

Las plantas se diferencian de los animales por tener que vivir fijas en el sitio
donde nacen. Los animales tienen la facultad de poderse desplazar a otros lugares
o zonas, pero dichas zonas están delimitadas por Regiones, donde una serie de fac-
tores limitan la adaptabilidad de los animales. Existen diversas Regiones en la Tie-
rra con sus animales característicos, Por ejemplo, los leones se encuentran en
África; los tigres en Asia, especialmente en la India; las focas en el Polo Norte,
etc.
En los vegetales y más concretamente en las especies cultivadas, estos factores
ambientales actúan de una forma muy marcada, haciendo que una planta:
a) Pueda vivir espléndidamente, sin exigir cuidados especiales.
b) Para vegetar exija una serie de cuidados, siendo rentable su cultivo.
c) Que no pueda vegetar, a menos que se le presten una serie de cuidados que
no hacen aconsejable su cultivo.
Al conjunto de plantas autóctonas y las perfectamente adaptadas constituyen la
flora de una región y suelen ser las que conocemos por «malas hierbas», porque
compiten ventajosamente con las cultivadas. Se ha incluido el término de las «per-
fectamente adaptadas», como es el caso del pino Alepo (Pinus halepensis), que
aunque es una especie foránea, es el más común en el paisaje mediterráneo.
De los diferentes factores influyentes hay unos que se pueden modificar o
mejorar y otros no, como son los geográficos:
— Latitud.
— Altitud.
— Distancia al mar.
— Topografía.
— Orientación.
Los factores geográficos, se pueden considerar «fijos» o «inmutables», por lo
que se deben elegir los cultivos que se adapten mejor a ellos; los climáticos y agro-
nómicos se pueden mejorar con las técnicas de cultivo.
31
Los factores propiamente climáticos se pueden modificar hasta cierto punto,
adaptándolos a las exigencias del cultivo, como los cultivos bajo plástico.

NOCIONES DE CLIMATOLOGÍA

El clima es el resultado de la influencia de todos los fenómenos meteorológi-


cos. Los elementos principales que constituyen el clima son la temperatura y las
precipitaciones. Se consideran elementos secundarios la nieve, el granizo, el
viento, etc., no porque tengan menor importancia, sino porque se dispone de pocos
datos relativos a ellos.

Temperatura (T)
En las temperaturas se toman como valores de referencia las medias mensua-
les, y la media anual, estudiando los valores extremos tanto de invierno como de
verano.

Pluviometría (P)
Para el estudio pluviométrico se tienen en cuenta las precipitaciones mensua-
les y la anual. Sería muy importante tener los datos de las precipitaciones máximas
durante 24 horas, así como la intensidad en unidad de tiempo, con relación a la
velocidad de infiltración del suelo y su capacidad de retención.

Evaporación
Dado su interés agrícola, se calcula la evaporación mensual, restando a la llu-
via caída. Si a la evaporación del suelo se le suma la producida por la plantas, se
tiene la evapotranspiración, cuyo dato es básico para calcular las necesidades
hídricas de cada cultivo.
— ETP. Evapotranspiración potencial. Es una estimación teórica, de la canti-
dad evaporada por el suelo y las plantas, suponiendo que toda la superficie
esté cubierta de vegetación y sin faltar agua. Existen varias fórmulas para
su cálculo.
— ETR. Evapotranspiración actual o real (≤ ETP). Se adapta más a la realidad
en secano y equivale a la precipitación, más la reserva existente en el
suelo, (P + resev.), cuando la ETP es superior a la precipitación.
— ETc. Evapotranspiración del cultivo. Se calcula con la ETP multiplicán-
dola por un coeficiente del cultivo (≤ 1).
Comparando las necesidades de varios cultivos con la dosis teórica, experi-
mentalmente se han calculado unos coeficientes, que han servido de base para la
confección de unos baremos que nos dan directamente las necesidades de litros/m2
de copa en cada cultivo en un clima mediterráneo, que como punto de partida,
están muy indicados. Para casos muy extremos se deben hacer unas pequeñas
correcciones, observando la respuesta del arbolado.
32
Factores modificantes
Los factores que modifican estas características son:
• La influencia marina.
• La orografía. Relieve y altura.
• La orientación y exposición.
La influencia marina actúa como regulador térmico, evitando inviernos y
veranos extremados. A medida que nos alejamos del mar esta regulación va dismi-
nuyendo, lo mismo que cuando se interpone una cadena montañosa.
La orografía. Tanto el relieve como la altura modifican las características del
clima. A medida que aumenta la altitud, aumentan las precipitaciones y disminuye
la temperatura.
La orientación y la exposición. Estos factores son de gran interés ya que
incluso en pequeñas distancias producen grandes variaciones de insolación y de
precipitaciones. Las laderas orientadas al N.E. reciben mayores lluvias que las
orientadas al S.O., lo que se traduce en una vegetación mucho más exuberante.

Características del clima mediterráneo


El clima mediterráneo es el que predomina en la Península Ibérica, excep-
tuando el Norte, Galicia y los Pirineos.
Se considera clima mediterráneo a uno de los tipos extra-tropicales, en el que
durante el verano coincide un periodo de aridez superior a dos meses, es decir,
donde la precipitación es inferior a la evaporación, siendo también inferior al
doble de la temperatura media mensual (P < 2T), siendo los ecosistemas vegetales
dentro de esta región muy variables, en cuanto a su óptimo estable o climax.
En el litoral el régimen térmico es suave por la influencia del mar y la escasa
frecuencia de heladas, por lo que el elemento más notorio del clima son las preci-
pitaciones, por las lluvias torrenciales a partir de septiembre.

Bioclimatología
La ciencia ecológica que trata de la relación existente entre los seres vivos con
el clima se llama Bioclimatología, y el no tener en cuenta estas diferencias son
causa de fracasos, cuando se pretende introducir los conocimientos prácticos
adquiridos de una Comarca en otra diferente, como nos sucedió al emplear las
mismas técnicas de cultivo de la costa valenciana, con suelo calizo y de regadío,
en la Comarca de «Los Pedroches», un secano de tierra granítica de la provincia de
Córdoba, pero lindando con Extremadura, donde las podas no deben ser tan enér-
gicas por su inferior Intensidad bioclimática.
Teniendo en cuenta la bioclimatología se pueden calcular las diferencias exis-
tentes en los diversos trabajos culturales de un mismo cultivo, según Comarcas o
Regiones, como es el caso del volumen total de agua necesario, por ser diferente el
33
periodo de actividad vegetal, lo mismo que con la poda, que tiene que ser menos
enérgica, cuando las brotaciones son menores, pudiendo decir que existe una rela-
ción en todas las faenas que se consideran necesarias para un buen cultivo. El pre-
tender adaptar exactamente las mismas técnicas en regiones diferentes, puede ser
causa de fracasos, que todo técnico o agricultor experimentado debe evitar.

ÍNDICES CLIMÁTICOS
Para estudiar el clima de un área son varios los índices que se utilizan, depen-
diendo del objetivo del trabajo a desarrollar, que en este caso consiste en la
influencia con las dosis de riego. Para ello se estudia la relación entre:
— Lluvia y evaporación.
— Pluviometría con la temperatura.
Tanto los suelos como la vegetación espontánea, se consideran como una con-
secuencia de sus climas.
Se fundamentan en el estudio de la evapotranspiración potencial (ETP), que
incluye la evaporación de un suelo saturado y sin faltarle agua, y la transpiración
de las plantas que lo cubren completamente en dichas condiciones, medida en mm.
Como existen varios métodos para su cálculo, se debe indicar el utilizado.
Para la confección de los diagramas interviene, además de la ETP, la tempera-
tura en grados centígrados (° C) y la precipitación (P) en mm, con lo que se pueden
conocer los tipos climáticos, calculados mediante el balance hídrico (Im), índice de
humedad relativa (Ih), el índice de aridez (Ia), la ETP anual y la concentración de
la eficacia térmica durante el verano (c).
Los índices que relacionan las temperaturas medias anuales en grados centí-
grados (° C) y las precipitaciones anuales en litros por metro cuadrado (mm) son:

• El índice de aridez o de Martonne


P
Ia =
T + 10
P = lluvia anual en mm.
T = Temperatura media anual.

Clasificación Puntuación

Desiertos 0a5
Semidesiertos 5 a 10
Estepas y países secos mediterráneos 10 a 20
Cultivos de secano y olivares 20
Cultivo de cereales arriesgado. Apropiado ganado vacuno 40
Aguaceros tropicales y de monzón. Climas polares 60

34
El factor de pluviosidad de Lang
P
F.L. =
T
P = lluvia media en mm.
T = temperatura media del periodo (mes o año).

Climas Vegetación espontánea Factor de pluviosidad

Áridos Desiertos 0 a 20
Semidesiertos 20 a 40
Húmedos Estepas y sabanas 40 a 60
Bosques claros 60 a 100
Grandes bosques 100 a 160
Superhúmedos Prados y tundras 160

El índice termopluviométrico de Dantin - Revenga


Es el inverso del factor de Lang multiplicado por 100
T
It = 100 × P

Climas Vegetación espontánea Factor de pluviosidad


Áridos Desiertos 0 a 2,5
Semidesiertos 2,5 a 5
Húmedos Estepas y sabanas 1,7 a 2,5
Bosques claros 1 a 1,7
Grandes bosques 0,6 a 1
Superhúmedos Prados y tundras 0,6

El cociente ombrotérmico de Emberger

100 P
Q = M2 – m2

P = Precipitación media anual.


M = Media de las máximas en el mes más cálido.
m = Media de las mínimas del mes más frío.

Índices de mediterraneidad
Existe influencia climática mediterránea, cuando la relación ETP/ P es menor
que la unidad, en los meses de verano.

35
ETP julio ETP (julio + agosto) ETP (junio + julio + agosto)
Im1 = ; Im2 = ; Im3 =
P P P

ETP = Evapotranspiración potencial (Thornthwaite) de los meses indicados.


P = Precipitación media en los meses indicados.

TIPOS CLIMÁTICOS Y DIAGRAMAS DE THORNTHWAITE


Se basa en la lluvia y la temperatura mensual. Un clima es húmedo si la lluvia
es superior a la cantidad de agua evaporada por las plantas y el suelo.
Quedan definidos con la FICHA CLIMÁTICA y para ello se utilizan cuatro
índices:

1.° Índice de humedad relativa

EA – FA
Ihr = × 100
ETP
EA = exceso de agua.
FA = déficit de agua.
Da lugar a nueve tipos climáticos, distribuidos en dos grupos: Climas húmedos
y climas secos.

Tipo Climático Coeficiente de humedad relativa


Perhúmedo A > 100
Húmedo B4 80 a 100
Húmedo B3 60 a 80
Húmedo B2 40 a 60
Húmedo B1 20 a 40
Subhúmedo C2 0 a 20
Seco Subhúmedo C1 – 33 a 0
Semiárido D – 66 a –33,3
Árido E –66 a –100

2.° Índice de aridez (Ia) y de exceso (IEx) de agua

FA EA
Ia = × 100 IEx = × 100
ETP ETP

Variaciones estacionales de humedad efectiva. Cinco tipos de clima secos y


cinco de húmedos.

36
Climas húmedos (A1, B1, C2) Índice de aridez (Ia)
Pequeña o ninguna falta de agua r 0 a 16,7
Falta moderada de agua en verano s 16,7 a 33,3
Falta moderada de agua en invierno w 16,7 a 33,3
Gran falta de agua en verano s2 > 33,3
Gran falta de agua en invierno w2 > 33,3

Climas secos (C1, D, E) Índice exceso agua (IEx)


Pequeño o ningún exceso de agua d 0 a 10
Exceso moderado de agua en invierno s 10 a 20
Exceso moderado de agua en verano w 10 a 20
Gran exceso de agua en invierno s2 > 20
Gran exceso de agua en verano w2 > 20

3.° Índice de eficacia térmica anual (T.E.)


Se clasifican nueve tipos según ETP anual y tipo climático.

ETP anual Tipo Climático


> 1.140 mm A Megatérmico
997 a 1.140 mm B4 Mesotérmico
855 a 997 mm B3 Mesotérmico
712 a 855 mm B2 Mesotérmico
570 a 712 mm B1 Mesotérmico
427 a 570 mm C2 Microtérmico
285 a 427 mm C1 Microtérmico
142 a 285 mm D Tundra
< 142 mm E Glacial

4.° Eficacia térmica estival, según concentración ETP en verano

Eficacia térmica anual (T.E.) Eficacia térmica estival


ETP anual Tipo eficacia (junio+julio+agosto) Tipo
> 1.140 mm A < 48 % a
1.140 a 997 mm B4 48 al 51,9 % b4
977 a 855 mm B3 51,9 al 56,3 % b3
855 a 712 mm B2 56,3 al 61,6 % b2
712 a 570 mm B1 61,6 al 68 % b1
570 a 427 mm C2 68 al 76,3 % c2
427 a 285 mm C1 76,3 al 88 % c1
285 a 142 mm D > 88% d

37
Como ejemplo aclaratorio se aprovechan los datos del Mapa Agronómico
Nacional de La Comarca de Sueca (Valencia), correspondientes a la media de un
decenio, cuyas coordenadas UTM son X = 73.155 e Y = 434.295 y altura al nivel
del mar de 7 m.
Tipo de suelo. Suelo franco-limoso y completamente llano.
Para la confección del cuadro se han seguido los conceptos de varios autores,
modificando aquellos que por la práctica se consideran convenientes. Las dosis de
agua mensuales se indican en mm (l/m2).
T Temperatura media en °C.
ETP Evapotranspiración.
Er Evapotranspiración residual = 0,2 ETP. Límite sequía.
P Pluviometría.
w Desagüe o escorrentía superficial (máx. 30% ETP; en llano w = 0)
H Humedad o variación reserva = (P – ETP)
R Capacidad de retención. Reserva útil de agua (máx. CR = 100 y mín. 0)
Cuando P > ETP → → R = Rant +( P – ETP)
Cuando P < ETP → → R = Rant – (ETP – P)
ETR Evapotranspiración real (máx ETP) = (P + Rant)
Fa Déficit humedad (falta de agua) (mín. 0) = ETP - ETR
EA Exceso de agua (sólo cuando R ≥ 100) (mín. 0) = P + (Rant. – 100) – ETP

DH Disponibilidades hídricas (mín. = 0; máx. 100): DH = P + Rant.


P – ETP
CfH Coeficiente mensual de humedad relativa =
ETP
Emáx. Exigencias máximas. (Límite máx. aprovechable = ETP)
Emín. Exigencias mínimas. (Límite sin padecer sequía = 0,8 ETP).

Mes T ETP Er P VR R ETR FA EA DH Emáx.. Emín..

En. 10,8 21,9 4,8 49,1 27,2 80,7 21,9 0 0 82,6 21,9 17,52
Feb. 12 27,3 5,6 25,3 -2 78,7 27,3 0 0 100 27,3 21,84
Mar. 14 43,8 8,8 22,3 -21,5 57,2 43,8 0 0 100 43,8 35,04
Ab. 16,5 63,3 12,7 39,9 -23,4 33,8 63,3 0 0 97,1 63,3 50,64
May. 19,3 95,3 19,1 26,4 -68,9 0 60,2 34,2 0 60,2 95,3 72,24
Jun. 23,1 135 27 16,2 -119 0 16,2 119 0 16,2 135 108
Jul 25,6 163 32,6 11,1 -152 0 11,1 152 0 11,1 163 130,4
Ag. 26 157 31,4 29,7 -127 0 29,7 127 0 29,7 157 125.6
Sep. 23,5 119 23,8 122 3,1 3,1 119 0 0 100 119 94,4
Oct. 19,8 78,2 15,6 80,4 2,2 5,3 78,2 0 0 80,4 78,2 62,56
Nov. 15,3 43,2 8,6 47,9 4,7 10 43,2 0 0 47,9 43,2 34,56
Dic. 11,5 24,2 4,8 67,7 43,5 53,5 24,2 0 0 67,7 24,2 19,36
AÑO 18,1 971 194,8 538 - - 538,1 433 0 793 971 776

38
Según tipo de cultivo y pluviometría del año, las necesidades de agua pueden
variar, pero en general, para un año normal:
a) De enero a abril. DH > Emáx. . Las necesidades hídricas superan las exigen-
cias máximas, por lo que no es necesario regar. Actividad vegetativa limi-
tada por la temperatura.
b) En mayo. DH < Emín. . Sequía, detención vegetativa. Regar
c) De junio a agosto. DH < Er . Fuerte sequía. Marchitez. Regar.
d) En septiembre. Emín. < DH < Emáx. Brotación limitada. Regar
e) De octubre a diciembre. DH > Emáx.. Excedente agua. No regar. La activi-
dad vegetativa limitada por la temperatura.

1.° Índice de humedad:

EA – FA 0 – 433
Im = × 100 = × 100 = –44,60
ETP 971

Corresponde a Tipo climático D. SECO SEMIÁRIDO

2.° Índice de exceso de agua:

EA 0
IEx = × 100 = × 100 = 0,00
ETP 971

Corresponde a Subdivisión climática d. PEQUEÑO EXCESO DE AGUA EN


INVIERNO.

3.° Índice T.E. eficacia térmica anual


IT.E.: ETP = 971
Corresponde a tipo B3. MESOTÉRMICO

4.° Índice de eficacia térmica estival

P (Jun + Jul + Ag) 135 + 162 + 157


I= × 100 = × 100 = 45,75 %
ETP 971

Corresponde a un tipo climático a de BAJA CONCENTRACIÓN DE EFI-


CACIA TÉRMICA ESTIVAL.
La ficha climática de SUECA queda expresada por la fórmula D d B3 a de
Thornthwaite, que corresponde a
— CLIMA SECO SEMIÁRIDO,
— PEQUEÑO EXCESO DE AGUA EN INVIERNO,
39
— MESOTÉRMICO.
— BAJA CONCENTRACIÓN DE EFICACIA TÉRMICA ESTIVAL.
Con esta ficha climática se puede estimar que hasta finalizado abril existe sufi-
ciente reserva de agua para no tener que empezar a regar en un año normal. Por
otra parte, hasta que la temperatura no alcance los 20 °C, la actividad radicular es
escasa, por lo que el abonado mineral también será poco efectivo. Por lo tanto, el
inicio tanto del abonado como del riego debe ser a partir de mayo. También a par-
tir de octubre ya no será necesario regar ni abonar.
El diagrama de Thornthwaite refleja gráficamente lo indicado en la ficha.

40
LA INTENSIDAD BIOCLIMÁTICA POTENCIAL (I.B.P.)
Cada especie vegetal tiene una temperatura que se puede considerar óptima, en
el supuesto de que se disponga de las demás condiciones para su desarrollo
óptimo.
Se puede confeccionar un gráfico en el que en el eje de las abcisas se coloquen
las temperaturas y en el de las ordenadas la velocidad de crecimiento para cada
temperatura, obteniéndose un curva donde se puede apreciar que el inicio de la
actividad vegetativa suele ser a partir de los 6 °C, pero como todo arranque es
lento, se va acelerando a medida que aumenta la temperatura. Este incremento se
continúa hasta una determinada temperatura, donde se detendría e incluso se
podría llegar a la muerte de la planta si continuara aumentando.
Confeccionando varios gráficos se llega a la conclusión de que la velocidad
del crecimiento empieza sobre los 7 °C y los 8 °C, por lo que se toma como media
los 7,5 °C, y la temperatura en la que se origina el máximo de crecimiento suele
estar por encima de los 25 °C, pero a partir de los 30 °C el crecimiento disminuye
hasta detenerse temporalmente si persisten las elevadas temperaturas.
La actividad vegetativa máxima que puede proporcionar el clima, se puede
medir directamente por el área comprendida en el diagrama de Intensidad Biocli-
mática Potencial (I.B.P.) y puede aplicarse a cualquier periodo de tiempo, con tal
de que la diferencia entre la temperatura real restando 7,5 ° (Tª – 7,5 °), tenga el
mismo signo siempre y no haya limitación de humedad. Según que la temperatura
sea mayor o menor de 7,5 °, la B.I.P. será cálida o fría.
A mayor I.B.P. cálida corresponderá mayor capacidad y mayor potencialidad,
dentro de unos límites de temperaturas altas y bajas que permitan la actividad
vegetativa, y no haya problemas de sequía.

INTENSIDAD BIOCLIMÁTICA

41
A partir de una temperatura comprendida entre 7 °C y 8 °C. se inicia la activi-
dad vegetativa y cuanta más temperatura más actividad. Por lo tanto se considera
que con medidas de temperatura a partir de los 7,5 °C (T – 7,5 °C), la velocidad de
crecimiento es aproximadamente proporcional.
Tal como se aprecia en el gráfico, en el eje de las ordenadas de la izquierda se
presenta un nuevo concepto, el de la unidad bioclimática, entendiendo como tal
el producto de 5° C × mes, con lo que se consigue una mejor representación de la
velocidad de crecimiento para cada temperatura durante un mes.
Con estos nuevos conceptos se pretende relacionar la actividad vegetativa en
climas sin limitaciones de humedad (cultivos de regadío), mediante la I.B.P.
La actividad vegetativa total de una planta es proporcional a la velocidad de
crecimiento y al tiempo transcurrido durante estas condiciones, suponiendo que no
existen otras limitaciones, como «stress» hídrico, patologías, etc.
El crecimiento total se podrá calcular multiplicando estos dos factores:

Crecimiento total = Tc × t

Tc = Temperatura en grados centígrados a partir de los 7,5 °C) durante un


periodo de tiempo. Normalmente 1 mes.
t = tiempo con dicha temperatura.
Este concepto puede aplicarse a cualquier período. Cuando la temperatura
media sea superior a 7,5 °C se le denomina I.B.P. cálida, y si la temperatura media
es inferior a 7,5 °C se denomina I.B.P. fría.
Con la I.B.P. cálida se podrá llegar a medir la importancia de los microclimas,
en los incrementos de la vegetación y producción, e incluso llegar a matices de
calidades, como precocidad y tamaño de frutos, que en la práctica sí que es cono-
cido por los naranjeros expertos, e incluso se podrá llegar a valorar otros factores,
como las «horas frío», «reposo invernal», etc., en el que tanto va a influir la Bio-
química, cuando se trate de estudiar la I.B.P. fría.

DIAGRAMA OMBROTÉRMICO DE GAUSSEN


Relacionan la precipitación (P) en mm con dos veces la temperatura media (T)
en °C. Es un estudio mensual basado en las precipitaciones y temperaturas men-
suales, diferenciando los meses secos (P < 2T) de los meses húmedos (P > 2T) y
de los perhúmedos (P > 100 mm).
En el caso del clima mediterráneo permite conocer la amplitud de la sequía
estival característica que cubre un período muy amplio.
Como ejemplo se indica el correspondiente a la comarca de Benissa (Alicante).
1. Estación meteorológica ubicada en Benissa.
2. Altitud: 260 m.
3. Años observación: 17.
42
4. Temp. media anual: 16,29 °C.
5. Precipitación anual: 541,6 mm.
6. Índice de termicidad: It = 347.
7. Temp. máxima absoluta del mes más cálido: 36 °C.
8. Temp. media de las máx. del mes más cálido: 28,8 °C.
9. Temp. media de las mín. del mes más frío: 6,2 °C.
10. Temp. mín. absoluta del mes más frío: –9 °C.
11. Temp. media de las máx. del mes más frío: 12, 2°C.
12. Índice de mediterraneidad: Im3 = 347.
13. Periodo de actividad vegetal (PAV): 10 meses.
14. Periodo con heladas seguras: 0.
15. Periodo con heladas probables: De diciembre a febrero.
16. Curva de la temp. media mensual.
17. Curva de la precipitación media mensual.
18. Periodo húmedo.
19. Periodo seco.
20. Precipitación superior a 100 mm.

DIAGRAMA OMBROTÉRMIC DE GAUSSEN


PARA EL TÉRMINO DE BENISSA (ALICANTE)

43
DIAGRAMAS BIOCLIMÁTICOS DE MONTERO DE BURGOS
Y GONZÁLEZ REBOLLAR
Relacionan el clima con la actividad vegetativa, que permiten calcular una
serie de intensidades bioclimáticas, basándose en:
a) Las disponibilidades hídricas, teniendo en cuenta la capacidad de reten-
ción del suelo (CR) y la escorrentía superficial (w).
b) Las temperaturas, que se cuantifican a partir de la temperatura umbral
(7,5 °C).
En las «disponibilidades hídricas», se tienen en cuenta los siguientes factores:
— T: Temperatura media mensual.
— P: La precipitación mensual en mm.
— W: Escorrentía superficial (En terreno llano = 0. En ladera máx. 30% de P).
— CR o R: (máx. 100 mm y 0 como mínimo). Capacidad de retención o
Reserva, como capacidad de transferencia del agua al mes siguiente, en mm.
— CRT: Cap. de retención máxima de un suelo llano, sin escorrentía superfi-
cial.
— E: Evapotranspiración potencial en mm calculada con un método híbrido
entre Penman y Blaney-Cridle.
— e: Evapotranspiración residual, cuando se detiene la actividad vegetal. Se
estima en el 20% de E.
En las «intensidades bioclimáticas» se tienen las siguientes series:
— I.B. Potencial (IBP). La actividad vegetativa, cuando no hay limitaciones,
como en el regadío.
— I.B. Real (IBR). Cuando hay limitaciones hídricas, como en el secano.
Puede ser fría o cálida.
Tanto la fría como la cálida, pueden ser libre, seca o condicionada.
— I.B. Fría (IBF). Paralización vegetativa por frío. Temperatura media men-
sual inferior a 7,5 °C.
— I.B. Seca (IBS). Mide la paralización vegetativa por sequía.
— I.B. Libre (IBL). Mide la actividad vegetativa después de superada la
sequía estival (productividad forestal).
— I.B. Condicionada. Sólo las especies que pueden recuperarse después de
una sequía.

44
Diagrama bioclimático de Montero de Burgos y González Rebollar

DIAGRAMA BIOCLIMÁTICO DE SUECA

Con estos datos y la precipitación, también en mm, se pueden conocer los tipos
climáticos calculados mediante el balance hídrico (Im), el índice de aridez (Ia), el
índice de humedad (Ih), la ETP anual y la concentración de la eficacia térmica
durante el verano (c).

45
TEMA 2

EL SUELO

Por «suelo» se entiende una mezcla compleja, formada de:


— Piedras y minerales característicos.
— Raíces y restos vegetales.
— Microorganismos vivos y muertos.
— Huecos o poros.
• Macroporos. Circulación de agua y aire.
• Microporos. Almacenamiento de agua.
Siendo el resultado de la disgregación de la roca, por la acción de los agentes
físicos, químicos y biológicos.
Los agentes meteorológicos como el viento, el agua y la temperatura, son los
primeros que inician el proceso con el agrietamiento de la roca, debido a la dilata-
ción y contracción que producen la diferencia de temperatura entre frío y calor. El
agua de lluvia, depositada en las grietas, complementa la disgregación al helarse,
actuando como una cuña. Debido al aire y las aguas torrenciales y del mar, estos
materiales continúan su disgregación, cada vez en partículas más pequeñas, como
se puede apreciar en los diferentes tramos de un río, siendo arrastrados parte de
ellos hacia las zonas de menor nivel.
Las raíces de las plantas también actúan como cuña, al intercalarse entre las
grietas y el dióxido de carbono desprendido en la respiración, actúa como agente
químico, que al combinarse con la roca caliza, transforma el carbonato cálcico en
bicarbonato cálcico, que al ser soluble es arrastrado por las aguas. El oxígeno y
demás sustancias segregadas por las raíces completan la disgregación en partículas
más pequeñas.
Finalmente la acción de los microorganismos, principalmente bacterias, hon-
gos y actinomicetos, con la descomposición de la materia orgánica y su transfor-
mación en humus, completa la formación de un suelo bien desarrollado.
Por lo tanto en la formación del suelo intervienen tres factores:
a) El clima por la acción de los agentes meteorológicos y su influencia en la
vegetación.
47
b) La vegetación como fuente de la materia orgánica, alimento de los micro-
organismos y su transformación en humus.
c) La topografía en los sitios con pendiente, en la parte superior, debido a la
erosión, el suelo es menos profundo y rico, con menos retención de hume-
dad. En la zona inferior y valles el suelo es profundo por el aporte de
materiales procedentes de la parte superior, rico y con más retención de
humedad que permite el desarrollo de abundante vegetación, lo que con-
lleva una mayor producción de humus dando como resultado un suelo más
maduro.
La proporción de los mismos y las características de los minerales, son los que
confieren las propiedades al suelo para el desarrollo de las plantas.

48
Para su estudio se divide en horizontes:
Horizonte A. Además de la parte mineral, está formado por la mayoría de las
raíces y microorganismos. Es el más erosionado.
Horizonte B. Se encuentra menos disgregado que el anterior. También se
llama de ACUMULACIÓN porque las aguas arrastran la arcilla y fertilizantes del
horizonte A.
Horizonte C. Formado por la roca madre que ha dado origen al suelo.
Lo que se entiende corrientemente por SUELO es el suelo labrado, aunque
esto no siempre coincide pues puede tener mayor profundidad.
Para los análisis se considera hasta una profundidad máxima de 30 centíme-
tros.
La capa que viene a continuación se la denomina SUBSUELO, y para efectos
de análisis, se toma desde los 30 hasta los 60 centímetros.
Es conveniente conocer las características del subsuelo, para ver qué tipo de
desfonde interesa, con volteo o sin volteo de tierra, así como posibilidades de dre-
naje natural.

ESTUDIO FÍSICO

Se estudian las partículas del suelo según su tamaño. Las superiores a 2 milí-
metros no se tienen en cuenta en esta clasificación:
— Grava ......................................... Superior a 2 mm de diámetro
— Arena gruesa ............................. Entre 2 y 0,2 mm de diámetro
— Arena fina ................................. Entre 0,2 y 0,02 mm de diámetro
— Limo .......................................... Entre 0,02 y 0,002 mm de diámetro
— Arcilla ....................................... Menor de 0,002 mm de diámetro
Normalmente, en los análisis se calculan las proporciones de las distintas partí-
culas así como de los elementos químicos que influyen más en las características
del suelo, como es el caso de la caliza.

1. Textura
Este concepto indica la proporción con que se encuentran los distintos compo-
nentes físicos anteriores.
Cuando predomina la arcilla, el suelo es capaz de almacenar mucha agua, y el
aire circula con dificultad. Por el contrario, en un suelo arenoso, el agua y el aire
circulan fácilmente, reteniendo muy poco la humedad.
Según predominen unas partículas u otras el suelo se considera: Arenoso,
Limoso o Arcilloso, pero lo más corriente es que las mezclas no sean tan simples.
49
Cuando la mezcla se encuentra en una proporción ideal para la Agricultura, el
suelo se denomina franco y el porcentaje de la mismas está comprendido entre:
— Arena: 25 al 50 %.
— Limo: 30 al 50 %.
— Arcilla: 8 al 28 %.
Existiendo distintas denominaciones, según el porcentaje de unas u otras,
como por ejemplo:
— Arcilloso-limoso.
— Franco-arcillo-limoso.
— Franco-arcillo-arenoso.
— Franco-limoso, etc.
Debido al carácter divulgativo del libro, se va a prescindir de tanta nomenclatura,
para simplificarla en 4 grupos, atendiendo a sus propiedades con respecto al agua y al
riego, principalmente a su capacidad de campo o retención y a su permeabilidad:
— Arenosos. Poca capacidad de retención y mucha permeabilidad en condi-
ciones normales. Debido a su escasa capacidad de retención, la percolación es muy
rápida, perdiéndose el agua no absorbida por la raíces, por lo que exigen riegos
frecuentes de poca duración. En zonas cercanas al mar, el viento salino rico en
sodio, forma una ligera capa bastante impermeable, que se rompe fácilmente con
las labores, que no debe confundirnos.
— Ligeros. Mejor capacidad de retención y permeables.
— Medios o Francos. Más capacidad de campo y menor velocidad de infil-
tración que los anteriores.
— Pesados o Arcillosos. Mucha capacidad de campo y muy poca permeabili-
dad, con problemas de asfixia radicular en el riego total.

2. Estructura
Indica la ordenación o disposición de las partículas, teniendo en cuenta la rela-
ción o interacción de todos los componentes del suelo.
Para comprender la gran importancia de disponer de buena estructura, basta el
ejemplo de los ladrillos. No es lo mismo que estén en un montón, que colocados
ordenadamente formando una pared, habiendo, en ambos casos, el mismo número
de ladrillos.
La arcilla junto con el humus de la materia orgánica, son los encargados de
aglutinar las distintas partículas.
La forma en que se aglutinan estas partículas, hará que el suelo reúna unas
buenas o malas condiciones agrícolas.
Los distintos tipos de agregados se clasifican según su forma:
50
a) Sin estructura:
1. Granular simple. La normal en suelos arenosos, donde los granos no
están unidos.
2. Maciza. Cuando existe cierta unión de los granos, con pequeñas can-
tidades de arcilla y las aportaciones de materia orgánica.
b) Con estructura:
1. Granular. Agregados redondeados y similares de tamaño; ricos en
materia orgánica, siendo la mejor para un suelo agrícola.
2. Laminar. Es la peor, ya que tanto el aire como el agua tienen muchas
dificultades para circular.
3. Poliédrica. Tiene formas variables.
4. Prismática. Propia de suelos arcillosos. Agregados alargados verti-
calmente.
5. Columnar. La prismática con cantos redondeados por el sodio.
51
Según el tamaño de los agregados, también reciben esta denominación:
— Estructura muy fina .................. Agregados inferiores a 5 mm
— Estructura fina .......................... Agregados de 5 a 10 mm
— Estructura media....................... Agregados de 10 a 20 mm
— Estructura gruesa ...................... Agregados de 20 a 50 mm
— Estructura muy gruesa .............. Agregados superiores a 50 mm

CAPACIDAD DE CAMPO O DE RETENCIÓN

Tal como se ha indicado, la capacidad de campo o de retención es el volumen de


agua que es capaz de retener el suelo. Normalmente se expresa en milímetros (mm)
recordando que un milímetro equivale a un litro por cada metro cuadrado de la parcela.
Como pueden aparecer otras unidades de medida, se indican las respectivas
equivalencias a 1 milímetro:

Superficie Cantidad de agua

1 metro cuadrado 1 litro


1 hanegada 831 litros
1 hectárea 10.000 litros ó 10 metros cúbicos

Cuando se calcule la dosis de riego y el tiempo de duración, se tendrá en


cuenta la capacidad de retención, para cada tipo de suelo, que como orientación se
indica la siguiente:
— Suelos arenosos ..................... 0,33 a 0,85 mm/cm de profundidad
— Suelos ligeros ....................... 0,85 a 1,25 mm/cm de profundidad
— Suelos medios ....................... 1,25 a 1,90 mm/cm de profundidad
— Suelos arcillosos.................... 1,45 a 2,10 mm/cm de profundidad
Ejemplo: Calcular la cantidad máxima de agua que puede almacenar una par-
cela de 1 ha de superficie, de suelo medio y de 80 cm de profundidad.
Superficie: 1 ha = 10.000 m2
Cc = 1,5 mm/cm
Profundidad: 80 cm
V = 10.000 × 1,5 × 80 = 1.200.000 litros = 1.200 m3

Observaciones: Se trata de un ejemplo teórico, para la mejor comprensión de


los conceptos, que luego son básicos para los cálculos de riego.
En la práctica se tendría que tener en cuenta el volumen de agua que ya tiene el
suelo antes de regar, que en este ejemplo podría ser la mitad, es decir, que la dosis
a aplicar se reduciría a la mitad. En el supuesto de regar con la dosis total, la otra
mitad, o bien quedaría retenida en las capas más profundas, o se perdería por dre-
naje, o bien, caso de existir una capa impermeable a esa profundidad, provocaría
encharcamiento, convirtiendo la parcela en no apta para el cultivo.
52
El volumen de agua a suministrar en un riego normal se calcula por la fórmula:

V = (Cc – Cs) × p

Cc = Cap. de campo o de retención.


Cs = Cap. retenida o existente antes del riego.
p = profundidad que se quiera alcanzar.

Esta fórmula, al igual que otras por el estilo, sólo tenían una aplicación teórica,
hasta aparecer los riegos a presión, donde se puede controlar perfectamente el
volumen de agua ocupado en una superficie.

PERMEABILIDAD

Consiste en la facilidad que ofrece el suelo para ser atravesado por el agua.
Lo que interesa conocer de este concepto, es la velocidad de infiltración del
agua en el suelo. Es raro encontrar una parcela que sea uniformemente permeable.
Por eso hay goteros, que echando el mismo caudal, hacen una mancha mayor que
otros en la misma lateral o portagoteros.
Normalmente se mide el descenso en mm/hora, es decir, los milímetros que
baja el agua durante una hora. Si existe pendiente acusada, al no poder quedar el
agua sobrante retenida sobre la superficie, se provoca la escorrentía, con el riesgo
de arrastrar y perder la mejor tierra.
Todos estos factores nos van recordando la importancia que tiene el regar
bien, es decir, de no abusar en las dotaciones o caudales disponibles, pues a los
posibles despilfarros de un bien escaso, como es el agua, se unen otras pérdidas,
más o menos «visibles», como son los encharcamientos y la erosión.
Como orientación para suelos de cultivo, donde debido a las labores que con el
tiempo han estropeado la estructura, la velocidad de descenso es la siguiente:

—Suelos arenosos ....................... De 19 a 25,5 mm/hora


—Suelos ligeros ......................... De 12 a 19 mm/hora
—Suelos medios ......................... De 10 a 12,5 mm/hora
—Suelos arcillosos...................... De 7,5 a 9 mm/hora

Se pueden encontrar muchas situaciones diferentes, por lo que se considera


práctico que se compruebe en la parcela al final del 1.er riego, mediante una barrena
o una azada. El caso más extremo que hemos encontrado es en la franja arenosa de
la costa valenciana, zona del Perelló y los «Marenys» de Sueca, donde a pesar de
ser un suelo formado completamente de arena, debido a la acumulación de sales
que deposita el viento marino, la 1ª capa es completamente impermeable por los
efectos del sodio, teniéndolo que dejar recién labrado para facilitar la infiltración.
Según Rebour, se pueden emplear las siguientes fórmulas que relacionan las
diferentes características del suelo:
53
Cc = 2 × Cu Cc = cap. de campo
Cu = capacidad útil (agua a aportar)
V = volumen de agua en m3
Cu = V
Pr = prof. alcanzada en m
Pr × Sr
Sr = superf. a regar en m2

En experiencias realizadas durante los cinco años de Mallorca, en fincas de


riego por aspersión, preferíamos la fórmula:

Cu = 2/3 Cc

V = 2/3 × Cc × Pr × Sr

POROSIDAD

Se entiende por porosidad, los huecos o poros que quedan entre las partículas,
que son ocupados por aire o agua.
Cuanto más fina es la textura, mayor número de poros existen.
En los terrenos arenosos los poros son mayores (macroporos), y el aire y el
agua circulan con mucha facilidad.
En los suelos arcillosos los poros son pequeños (microporos), y tanto el aire
como el agua, circulan con gran dificultad, pero almacenan mucha humedad, ya
que la capa de agua se adhiere a las partículas.

EL OXÍGENO EN LA «ATMÓSFERA» DEL SUELO

Tiene una gran importancia, no siempre reconocida por el agricultor.


Como ya se ha indicado, cuando el poro no está ocupado por agua, debe estar
ocupado por aire que sea rico en oxígeno.
Sin embargo, puede que esto no ocurra ya que las raíces hacen un gran con-
sumo de oxígeno, pues lo necesitan para poder obtener la energía necesaria para la
obtención de alimentos y agua, produciéndose un empobrecimiento, al igual que
ocurre en un local cerrado con mucha gente, que poco a poco se va viciando por el
anhídrido carbónico desprendido en la respiración.
Independientemente de la textura y estructura, cuantas más raíces haya y más
activas sean, mayor consumo de oxígeno se provocará, o lo que es lo mismo,
mayor cantidad de oxígeno será necesario aportar, para que las plantas sean capa-
ces de dar el máximo rendimiento.
Se calcula que un suelo cultivado consume un 33 % más de oxígeno, que si
estuviera sin cultivo.
54
Por otra parte, los restos de raíces al secarse facilitan la aireación del subsuelo,
de ahí la conveniencia de que durante el invierno, en los cultivos arbóreos, el suelo
mantenga la vegetación espontánea, especialmente si está compuesta a base de
«agret» o vinagrillo (Oxalis corniculata), que suele secarse con la llegada del buen
tiempo, dejando el suelo esponjado con finos canalillos.
Como consecuencias prácticas de todo lo dicho, se pueden sacar las siguientes
conclusiones, especialmente para suelos pesados:
1.a Son convenientes las redes de drenaje, aunque no exista exceso de hume-
dad aparente, para producir una renovación de la atmósfera interior.
2.a Siempre que no haya peligro de erosión, es mejor eliminar las malas hier-
bas en verano, procurando formar una cubierta vegetal o «mulching» con
la vegetación o las hojas secas.

LA SALINIDAD DEL SUELO

Químicamente hablando el concepto de «salinidad» es global, o sea, que


abarca el efecto de todas las sales solubles, tanto sean las necesarias para la ali-
mentación de las plantas, como las que son perjudiciales.
Por ejemplo, el fósforo (P) por ser necesario para la alimentación, se considera
conveniente que haya un 40-50 p.p.m. En el caso de potasio (K), la cantidad es
muy superior, de 200 a 350 p.p.m.
En las tóxicas, las cantidades convenientes no se consideran, soliendo indicar
en los análisis los límites de tolerancia.
Un suelo se considera salino cuando tiene un exceso de sales solubles. Como
«sales» se entienden los diferentes componentes químicos que entran en la alimen-
tación de las plantas, o bien se encuentran en la solución del suelo.
Por lo tanto, todo suelo contiene «sales», ya que se han formado a partir de los
minerales característicos del mismo, y que con el paso de los años (o de los siglos)
se han ido solubilizando y pasando a la solución del suelo. El exceso de esas sales
es lo que confiere el estado de «suelo salino», que aún se concreta más, según se
trate de sulfatos (suelos yesosos), o de cloruro sódico (suelos salinos).
La presencia de cloro y sodio, normalmente formando cloruro sódico que se
considera muy tóxico, clasifica el suelo como salino, para proporciones superiores
a 142 p.p.m. de cloro y de 92 p.p.m. de sodio, con todos los inconvenientes que se
indican posteriormente.
Para medir la salinidad total se aprovecha la propiedad de que el agua pura no
deja pasar la corriente eléctrica y que, a medida que contenga más sales, aumenta
su conductividad eléctrica (C.E.), por lo que para su medida se toma un extracto de
saturación suelo/agua en la proporción de 1/5 a 25° C de temperatura.
La unidad más empleada actualmente es el deciSiemens/metro (dS/m) o el
miliSiemens/centímetro (mS/cm) que tienen el mismo valor y equivalen a la
misma unidad que se indicaba en anteriores ediciones, es decir, el milimhos/cm
55
(mmhos/cm); pero para valores más pequeños resulta más práctico usar la unidad
mil veces más pequeña, como es el micromhos/cm (μmhos/cm).
Cuanta mayor concentración haya de sales, mayor será la presión osmótica que
tendrá que vencer la planta para poder absorber agua, por lo que menor será su
capacidad productiva.
Apoyándonos en una «Información Técnica» del antiguo Centro Regional de
Levante del S.E.A. y de una publicación de la F.A.O., se ha confeccionado el
siguiente cuadro, donde se reflejan los efectos sobre el cultivo de la presencia de
sales en el suelo.

Conductividad Sales totales Presión osmótica Tolerancia


μmhos/cm gr/l meq/l atm cultivos

1.000 0,650 10 0,3 Sin problemas


2.000 1,280 Sólo a las plantas sensibles
Reduc. cosecha
2.500 1,600 30 0,9 Idem.
4.000 2,560 1,4 Límite de salinidad
Planta resistente
5.000 3,300 60 1,9
7.500 5,000 90 2,9 Sólo plantas muy resistentes
8.000 5,120
10.000 6,600 125 3,9
12.000 7,680 Límite palmera
40.000 a 58.000 Agua de mar

Esta situación, muchas veces, es una de las consecuencias de las transformacio-


nes en regadío, tanto por la calidad de las aguas, como por el abuso de los fertili-
zantes y determinadas labores, que empeoran las buenas condiciones de los suelos.
La influencia negativa de la salinidad en los cultivos, puede ser motivada por
dos situaciones:

«Las sales compiten con las plantas impidiendo o dificultando


que puedan absorber el agua».

56
1.a Por el incremento del porcentaje (%) de agua necesario, ya que las
sales retienen por ósmosis parte del agua existente, compitiendo con las
raíces, que se ven obligadas a realizar un mayor esfuerzo (consumo de
energía metabólica) para poder absorberla.
Este esfuerzo será más grande, cuantas más sales haya, pudiéndose llegar a una
situación límite, donde la planta cultivada es incapaz de absorber agua, aunque el
terreno esté prácticamente encharcado, ya que la fuerza de retención de las sales
(tensión osmótica), es superior a la fuerza de succión de las raíces.
Esta situación, en el mejor de los casos, obliga a un incremento de los turnos
de riego.
2.a Por toxicidad directa de ciertas sales
Los cationes más frecuentes en los suelos salinos son:
— Sodio ........................................................... Na+
— Magnesio ..................................................... Mg++
— Calcio .......................................................... Ca++

y los aniones:
— Cloruro ........................................................ Cl—
— Sulfato ......................................................... SO4=
— Bicarbonato ................................................. (CO3H)—
— Carbonato .................................................... CO3=
— Borato .......................................................... (BO3H2)—
La presencia de cloruros y de sodio, provoca fuertes defoliaciones y clorosis, prin-
cipalmente en naranjos, y las sales de boro son muy tóxicas para todos los cultivos, por
lo que es muy importante el hacer un análisis previo, para conocer estas situaciones.

CLASIFICACIÓN DE SUELOS SALINOS

Atendiendo a la presencia de las sales y sus efectos en el suelo, se clasifican en:

1. Suelos Normales
Son los suelos agrícolas donde las plantas pueden vegetar con más facilidad si
el contenido de las sales está equilibrado y no es excesivo.
En los análisis del extracto de saturación se obtienen los siguientes resultados:
— C.E.: inferior a 4.000 mmhos/cm
— SAR: menor de 13
— PSI: mayor del 15 %
— pH: inferior a 8,5

2. Suelos salinos (Solonchak)


Suelos donde las plantas necesitan vencer la presión osmótica, por lo que la
producción es siempre menor.
57
Son necesarios los lavados periódicos para eliminar el exceso de sales.
En los análisis los resultados son:
— C.E.: superior a 4.000 mmhos/cm
— SAR: menor de 13
— PSI: menor del 15%
— pH: mayor de 7 y menor de 8,5

3. Suelos Alcalinos (Solonetz)


Son los suelos donde predomina el sodio, por lo que su estructura se ha degra-
dado y los componentes más finos han llegado a formar una capa impermeable,
que se tiene que corregir para que sean aptos para la agricultura.
En los análisis se obtienen los siguientes resultados:
— C.E.: inferior a 4.000 mmhos/cm
— SAR: superior a 13
— PSI: superior al 15%
— pH: En suelos calizos mayor de 8,5
en suelos no calizos mayor de 7,5
Para su corrección se emplea el yeso si la tierra no es caliza o el azufre para
suelos muy calizos.
El azufre tiene una acción más enérgica pero resulta más caro y para que sea
efectivo en los naranjales de Villarreal (Castellón), en el año 63 se aconsejaban
dosis entre los 1.200 a 2.400 kilos por ha de azufre en flor en suelos con el pH
entre 7,5 y 8,2.
Para las enmiendas a base de yeso y materia orgánica se indica suficiente
información en el Tema 17.

4. Suelos Alcalino-Salinos y Salino-Alcalinos


En los resultados de los análisis se obtienen los siguientes datos:
— C.E.: mayor de 4.000 mmhos/cm
— S.A.R.: mayor de 13
— PSI: mayor del 15%
Tienen todas las características negativas indicadas anteriormente.
Su corrección exige enmiendas calizas o de azufre, para luego provocar lava-
dos por lo menos cada 3 años, teniendo que vigilar la calidad del agua de riego,
controlando su evolución mediante análisis anuales.

5. Consideraciones finales
Se tiene que evitar la salinización de los suelos, ya que es lo peor que puede
ocurrir.
58
Cuando se tenga que regar con aguas salinas, se tiene que controlar la evolu-
ción del suelo y como norma general, se tienen que forzar las enmiendas a base de
estiércoles y de yeso, así como provocar los lavados otoñales, ya que si no hay
posibilidad de riegos copiosos, estos suelos irán a peor, por lo que es probable que
pasen a la categoría de Salino-Alcalinos o Alcalino-Salinos, que con el tiempo se
hacen impropios para el cultivo.

EL LABOREO DEL SUELO

Desde los tiempos del invento del arado romano y del tractor, siempre se ha
discutido la oportunidad o no de modificar el estado natural del suelo, mediante las
labores.
Los fines por los cuales se realiza el laboreo, son los siguientes:
— Mejorar su estructura.
— Airear las capas inferiores.
— Preparar la siembra o plantación.
— Almacenar humedad.
— Controlar las malas hierbas.
Las labores pueden ser periódicas, es decir, las que se hacen cuando se vaya a
implantar un cultivo, que tienen una profundidad de 30 o más cm y anuales, es
decir, las que se hacen todos los años, cuya profundidad es inferior a los 20 cm.
Los pases de cultivador, no suelen superar los 5 cm.
Normalmente se siguen dos sistemas, como es el del No laboreo y el tradicio-
nal de trabajar la tierra, con una labor de 20-30 cm en otoño y pases de cultivador
durante la vegetación
Según la situación de la parcela, convendrá una o la otra. Recuerdo el caso de
una finca, propensa a estar durante el periodo otoño-invierno con el suelo práctica-
mente saturado. En esta situación se aconseja evitar todo aquello que obligue a
profundizar las raíces, como pueden ser las labores superficiales frecuentes, siendo
preferible el “no laboreo”, incluso cortar las hierbas, para favorecer la prolifera-
ción de las raíces superficiales, formando una capa orgánica en la superficie
(“mulching”).
En otras situaciones, interesa todo lo contrario, es decir, labores profundas que
aumenten la capacidad del suelo, tanto para la retención de la humedad, como del
desarrollo radical profundo.
Actualmente como los fines principales consisten en aumentar la capacidad de
almacenamiento y facilitar la penetración del agua, se aconseja una labor de unos 10
cm cada tres años, para romper el apelmazamiento provocado por el peso del agua.
En las pruebas realizadas en el secano de la Comarca de Manacor (Mallorca),
durante los años 60, se pudo comprobar la gran importancia del laboreo frecuente
59
para adsorber la humedad del aire, hasta el punto de que a partir de la profundidad
que no alcanzaba el cultivador, la tierra estaba completamente seca. Ante las dudas
de estas afirmaciones, contrarias a las ideas imperantes, también se realizó una
“demostración de resultados”, durante la década siguiente, en la Comarca de
Benissa, concretamente en Jalón. La conclusión a la que se llegó fué la misma
mientras la humedad ambiente sea alta, es decir, mientras se observe rocío al ama-
necer, cuando se dan frecuentes pases de cultivador, al atravesar el aire húmedo la
tierra removida, el agua queda retenida por sus partículas.

EL LABOREO EN EL CULTIVO LOCALIZADO

Es otra de las cuestiones «delicadas», o que suele haber controversia entre los
técnicos aunque luego, en la práctica, no lo es tanto.
En pequeñas parcelas de cítricos, con riego localizado de pie, plantaciones con
más de treinta años controlados con un cultivo esmerado, se sacaron unas conse-
cuencias que se indicarán al final.

1. Características de las parcelas


A-1) Tipo de suelo. Textura granular, sin formar grietas.
Fechas control: Años de 1968 hasta el 1985.
Calidad fruto: Calibres superiores a la media.
Variedad: Naranjos Navel Thompson y Navelino.
Superficie: Subparcela Thompson 3.424 m2
Subparcela Navelino 1.236 m2
Producción media: Thompson 4,48 kg/m2
Navelino 4,70 kg/m2
Vegetación: Exuberante.
Aprovechamiento ener. solar: Copa 85 % superficie.
A-2) Tipo de suelo: Textura granular con pequeñas grietas.
Fechas control: Años de 1976 hasta el 1985.
Calidad fruto: Años con labor localizada, calibres igual o superior a la
media. Años sin labor, calibres inferiores.
Variedad: Navelino.
Superficie: 3.177 m2
Producción media: 4,86 kg/m2
Vegetación: Exuberante.
Aprovechamiento ener. solar: Copa 95 % superficie.
A-3) Tipo de suelo: Textura granular con grietas mayores.
Fechas control: Años de 1976 hasta el 1985.
Calidad fruto: Calibres inferiores a la media, mejorando sensiblemente
el año con labor.
Variedad: Navelino.
60
Superfcie: 2.200 m2
Producción media: 5,17 kg/m2
Vegetación: Exuberante.
Aprovechamiento ener. solar: Copa 95 % superficie.
Posteriormente, debido al desarrollo de la «tristeza», se han tenido que arran-
car muchos árboles, por lo que no ha sido posible continuar con el control, ya que
los datos no eran traspolables.

2. Conclusiones
1.a El efecto más inmediato del laboreo, es el de aumentar la infiltración y el
almacenamiento del agua por el suelo, al corregir las dos causas negativas
que lo disminuían:
— Estructura laminar superficial en las «calles».
— Apelmazamiento por el paso de gente y maquinaria.
2.a En los frutos, aumento de calibres el año de labrar la zona de riego. El
«no cultivo», sólo parece conveniente en suelos que no tienen problemas
de estructura laminar, ni de apelmazamiento.
Con la técnica del riego localizado de pie, las labores también pueden locali-
zarse por las «calles» que discurre el agua. En la actualidad, se está probando en
una parcela disminuir el apelmazamiento, mediante la vegetación espontánea y
demás restos, controlados con herbicidas cuando están desarrolladas.
En el riego localizado a goteo, se puede prescindir de las labores, siempre que
se evite el apelmazamiento en la zona de influencia del gotero.

3. Recomendaciones
1.a Las labores totales, es decir, a toda la superficie de la parcela, no son
necesarias. Es preferible limitarlas a las zonas donde se tenga que recupe-
rar la permeabilidad.
La profundidad vendrá condicionada a dicha recuperación, pero en
nuestras pruebas, nunca ha sido superior a los 5 cm, pues se destrozan
muchas raíces.
En cuanto a la periodicidad, también estará condicionada al tipo de
suelo, pudiendo ser anual, bianual o cada tres años.
2.a En el riego localizado de pie (R.L.P.), para aumentar el agua almacenada,
además de favorecer la infiltración con la labor localizada, se recomienda
aumentar la duración del riego.
Para ello se tiene que regar con menos caudal, o bien repartirlo por
más regueras a la vez, disminuyendo por consiguiente, el caudal de
entrada en cada una.
Con esta disminución se tiene el inconveniente de ocupar menor
superficie mojada, pero tampoco es difícil de solucionar, bien aumen-
tando la dificultad del paso del agua, bien aumentando el caudal a interva-
los, en los momentos que se estime conveniente.
61
3.a Hoy día, el calibre de los frutos es lo que más se valora, a igualdad de
otras características. Depende mucho del número de frutos por árbol, y en
árboles sanos no se ha observado una relación significativa calibre/su-
perficie foliar, por lo que se considera que se deben dar podas severas,
que disminuyan la copa y el número de frutos. La posible aparición de
clorosis se tendrá que evitar con quelatos de hierro.

62
SEGUNDA PARTE

ESTUDIO AGRONÓMICO

63
64
TEMA 3

EL AGUA EN EL SUELO

INTRODUCCIÓN

El riego como un mal necesario


Con la transformación de tierras de «secano» en tierras de «regadío», se pre-
tende la implantación de cultivos más exigentes y más productivos, a los cuales se
les tiene que satisfacer dichas necesidades, principalmente las hídricas.
Al principio todo va muy bien, pero poco a poco van apareciendo una serie de
problemas en dichas transformaciones que podemos resumir en:
— En tierras calizas la clorosis especialmente en frutales, ya que se ha acti-
vado la caliza existente desde siempre, acompañada de otros problemas de
asfixia radicular, ya que el peso del agua va poco a poco apisonando el
suelo, hasta formar una capa muy poco permeable, tanto al agua como al
aire.
— Salinización del suelo por las sales que aporta continuamente el agua,
sumadas a las que se solubilizan del propio terreno.
— Erosión o pérdida del suelo más fértil, arrastrado fuera de la parcela por la
energía que lleva el agua en movimiento.
Existe mucha bibliografía donde se trata del problema de la salinización y de la
erosión, así como de la gran cantidad de tierra fértil que se pierde anualmente por
esta causa, pero de lo que se habla poco o nada, es del daño que provoca la lámina
de agua, especialmente en el cultivo frutal, donde no se realizan labores profundas
que devuelvan la permeabilidad al suelo. El efecto físico del peso del agua unido
al arrastre de las partículas más finas (arcilla), hacia las capas inferiores, llega a
formar una capa impermeable relativamente superficial, que dificulta la permeabi-
lidad y el desarrollo radicular, llegando a provocar graves daños en el arbolado
(clorosis, caída de hojas, secado de brotes, etc.) que muchas veces se atribuyen a
enfermedades fisiológicas o de virus, cuando el problema es que no hay suelo útil
para la planta.
A lo largo de más de 40 años de vida profesional se ha observado este efecto y
precisamente en una de las zonas con agricultores más capacitados, como ha sido
la comarca de La Plana de Castellón, se corregía a base de explosionar cartuchos
de dinamita. Toda una técnica la cual tuve ocasión de aprender y redactar en unos
65
«Apuntes de Cursillo» que tan aficionados éramos los Agentes de Extensión
Agraria.
Toda esta serie de problemas y efectos negativos del riego a manta, que lo con-
vierte en un mal necesario, desaparecen con el riego localizado a goteo. Si el R.L.
se hace con regueras, se tienen que realizar labores periódicas en la zona imper-
meabilizada, tal como se indica en el Tema 2 en «El laboreo en el R.L.»

EL AGUA EN EL SUELO Y SU RELACIÓN CON LA PLANTA

1. Desplazamiento
Cuando se riega, el agua va penetrando en el suelo con más o menos veloci-
dad, según las características del mismo, las labores o el estado de sequedad.
Si se riega estando muy seco, el agua se irá repartiendo hacia abajo y hacia los
lados, quedando retenida en los poros pequeños o «microporos», según su Poten-
cial mátrico, que es la fuerza con que se adhiere la película de agua sobre las par-
tículas del suelo.

Cuando más fino sea el suelo, mayor superficie tendrán las partículas del
mismo y, por tanto, más agua retendrán.
66
Este desplazamiento lateral y hacia abajo, también influye en el grado de sali-
nización de las diferentes capas del suelo, y a esta fuerza de retención de agua por
las sales, se la denomina Potencial osmótico.
A medida que va descendiendo el agua, se van rellenando todos los poros o
huecos existentes entre las diferentes partículas, expulsando el aire viciado y
demás gases que pudiera haber.

Raíz de la planta

Volumen ocupado por aire

Película superficial
de agua

Volumen capilar ocupado por agua

Esta saturación total no es permanente, ya que existen poros mayores (macro-


poros), que no pueden retener todo el peso del agua, por lo que va descendiendo,
dejando un hueco que es ocupado por aire, con lo que se renueva la «atmósfera»
interior del suelo.
El exceso de agua que no puede ser retenido, se denomina Agua de gravedad
o de percolación.

2. Sanidad y drenaje
Si existe un buen drenaje, este agua sale de la finca, arrastrando las sales en
disolución, provocando unas pérdidas por lixiviación, que pueden ser beneficiosas
(lavado de sales nocivas) o perjudiciales (pérdidas de fertilizantes y contaminación
de las aguas subterráneas).
Si no existe un buen drenaje, el suelo queda encharcado mucho tiempo, provo-
cando la muerte de las plantas por asfixia radicular, o que los cultivos tengan proble-
mas, como dificultad en la absorción del hierro (Fe) (clorosis) y no resulten rentables.
Son los clásicos suelos empapados, pantanosos, que en las épocas de lluvia lle-
gan a formar pequeñas charcas. Muy difíciles de labrar, ya que desde el otoño a la
primavera retienen mucho el agua y la humedad; y que durante los períodos de
sequía, las sales ascienden a la superficie, formando unas eflorescencias o costras
blanquecinas, pues por no haber lavados, no es posible eliminarlas.
67
Retención de agua por el suelo.
(Según Rebour y varios autores)

Para poder hacer rentables estos terrenos, es necesario utilizar las técnicas de
saneamiento, enterrando redes de drenaje, con desagüe garantizado.
Mientras el suelo permanezca completamente saturado, las plantas detienen su
actividad, pero cuando se dispone de oxígeno en los poros, las raíces empiezan a
absorber sin apenas esfuerzo, lo que reduce el gasto de consumo de energía metabó-
lica al mínimo, que será aprovechada para aumentar la vegetación y la producción.
Precisamente ésta es una de las razones por lo que en el riego localizado con la
frecuencia adecuada, se observa una mayor brotación y frutos de más calibre.
68
La cantidad de agua que queda retenida en los poros, sin ser arrastrada por el
peso de la gravedad, se la conoce con el nombre de Capacidad de campo o Capa-
cidad de retención.
La capacidad de campo se valora por el porcentaje en volumen de agua exis-
tente con respecto al suelo seco. Según diferentes autores, alcanza los siguientes
valores:

Suelos de arena ...................................... 6%


Suelos ligeros.......................................... 10 al 15 %
Suelos medios ........................................ 20 al 25 %
Suelos pesados ....................................... 35 al 40 %

Conforme pasa el tiempo, la planta va consumiendo parte del agua para satis-
facer sus necesidades. A estas pérdidas de agua, se tienen que añadir las produci-
das por la evaporación.
A medida que va disminuyendo el agua almacenada, va aumentando el
esfuerzo o consumo de energía metabólica por la succión, lo que equivale a una
vegetación menor y frutos más pequeños.

3. Necesidades y riegos
Los turnos de riego, cuando se dispone de agua suficiente, vienen a paliar este
problema, siempre que no se produzca una detención vegetativa, como es el caso
del riego total.
Por otra parte, cada día el agua es más escasa y los turnos ya no siguen una pauta
según las necesidades de riego, sino que se adaptan a las disponibilidades de agua
existente, por lo que muchas comarcas de regadío clásico, si quieren mantenerse, ten-
drán que adaptar técnicas de mejor aprovechamiento y ahorro del agua disponible.
Continuando con el consumo del agua por las plantas, se alcanza un punto,
donde el esfuerzo que son capaces de desarrollar las raíces para absorber agua, no
69
es suficiente para competir con la fuerza de retención que ejercen las partículas de
suelo y sales existentes, llegando a provocar la muerte de las mismas. A este punto
se le conoce con el nombre de Punto de marchitez.

PUNTO DE SATURACION

AGUA DE GRAVEDAD

CAPACIDAD DE CAMPO

DESAGÜE
INTERNO
AGUA UTIL

PUNTO
DE MARCHITAMIENTO

ABSORCION POR
LAS PLANTAS
AGUA INERTE

El agua que aún queda, pero que no es capaz de aprovechar la planta, se llama
Agua inerte o Agua higroscópica y, en general, tiene los siguientes valores en
volumen con respecto a tierra seca:

Suelos de arena ...................................... 2%


Suelos ligeros ......................................... 6%
Suelos medios ........................................ 9%
Suelos pesados ....................................... 18 %

A la diferencia entre la capacidad de campo y el punto de marchitez, que teóri-


camente puede aprovechar la planta, recibe el nombre de Agua útil, y su valor se
deduce de los cuadros anteriores:

Suelos de arena ....................................... 4%


Suelos ligeros ......................................... 5 al 9 %
Suelos medios ........................................ 10 al 15 %
Suelos pesados ....................................... 17 al 22 %

Según Doorembos y Kassam, el procentaje de agua útil máximo consumido,


para que la planta no acuse síntomas, es menor cuanta más evapotranspiración
exista, lo que en la práctica se debe interpretar que no todo el agua de lluvia se
debe descontar de la dosis de riego. Para el caso concreto de los cítricos, se dan
estos porcentajes:
70
Límite máx. A.U. (%)
E.T. mm. día Consumo Existente
7 42 58
6 45 55
5 50 50
4 60 48
3 70 30
2 80 20

4. Diagrama de los efectos de un riego total o lluvia intensa


% agua
saturación

A.G.
capacidad de campo exceso hídrico
P.H.O. (Porcentaje hídrico óptimo)

A.U.

síntomas marchitez
déficit hídrico

P.M.

A.I.

0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30
tiempo en días

5. Esquema gráfico del agua en el suelo con relación a la planta


El porcentaje de agua en cada fase o situación depende de tantos factores
variables que no se indican para ganar en claridad de exposición.
A.G. = Agua gravitacional. Poros completamente llenos de agua. Parada
vegetativa por exceso de humedad y falta de oxígeno.
A.U. = Agua útil, aprovechada por la planta.
A.I. = Agua inerte, o agua no aprovechada por la planta.
FASE A = Vegetación clorótica, por exceso de humedad. En cítricos, con los pies
tolerantes, está teniendo un efecto limitante. Gomosis.
FASE B = B1 Vegetación exuberante (P.H.O.). Frutos de buen tamaño y precoci-
dad. Presión de absorción necesaria: 0,33 atmósferas.
B2 Vegetación normal.

71
FASE C = Vegetación deficiente, con síntomas de marchitez. Frutos de poco
tamaño y que tardan en madurar.
FASE D = Punto de marchitamiento. Situación extrema que en el cultivo no suele
darse, especialmente con arbolado, que siempre es capaz de extraer agua
de las capas inferiores. Presión de absorción necesaria: 15 atmósferas.

ACCIÓN Y EFECTOS DEL AGUA SEGÚN TÉCNICAS DE RIEGO

El agua suministrada con el riego tiene una acción y un efecto diferente, según
la técnica empleada.

1. Riego total
En el riego total, vamos a suponer por aspersión por ser más fácil de dosificar
y controlar, el agua va inundando toda la superficie, siguiendo un movimiento des-
cendente, y si la dosis está bien calculada, llegará a la profundidad prevista. Si hay
problemas de exceso de sales y no los hay de drenaje, se programa un tiempo
superior, para provocar lixiviación o lavado de sales.
Si se deja pasar demasiado tiempo en volver a regar, parte de las sales volverán
a ascender, pudiendo presentarse problemas más graves, tal como se indicó ante-
riormente.

2. Riego localizado
En un riego localizado esta reacción es diferente, ya que los movimientos del
agua son diferentes, por lo que los desplazamientos de las sales también son latera-
les, hacia el exterior del volumen humedecido y, por una evaporación posterior,
también ascienden a la superficie, alrededor de la parte más externa.

3. Otros efectos
Con el tiempo, a lo largo de la temporada, se provoca una mayor concentración
de sales en la superficie, y alrededor o en los bordes externos de donde alcanza el
agua, según la técnica de «riego».
Al no ser un riego total y haber zonas que no llega el agua, se puede comparar
el «bulbo» o bolsa húmeda como si fuera un «recipiente» o depósito capaz de
almacenar agua. Pero este recipiente tiene una característica diferente a una
maceta o depósito normal, ya que sus «paredes» no son impermeables, pero suplen
esta carencia a base del grosor o espesor de las mismas, entendiendo como tal, el
límite hasta donde es capaz de llegar la humedad.
Por lo tanto, no son del todo válidas para sacar conclusiones, las experiencias
que utilizan macetas o recipientes de paredes impermeables (que limitan el paso de
raíces, agua y gases), para explicar las relaciones agua-suelo-planta.
Por otra parte, estos «recipientes» de paredes anchas y permeables, serán más
o menos alargados según el tipo de suelo y el tamaño estará en función de la canti-
72
dad total de agua echada y de la duración del riego. Las raíces contenidas estarán
en una proporción más o menos elevada, según la calidad del resto de suelo.
En la actualidad, existe una tendencia a aconsejar que los bulbos o zonas
húmedas de los goteros, se solapen para evitar esta posible acumulación de sales
en la capa superficial.
Desde luego, cuando se trate de cultivos hortícolas, con separaciones de plan-
tas inferiores al medio metro, es seguro que existe el solape, convirtiéndose en un
riego localizado por bandas, casi con los mismos efectos que los riegos localizados
de pie por regueras, apareciendo las eflorescencias salinas por los bordes de las
bandas.
Sin embargo, en el cultivo frutal, regando con aguas sin problemas de exceso
de cloruros y sodio, se han sacado las siguientes conclusiones, a través de varios
seguimientos:
1.o El solape de los bulbos es innecesario, y cuando se dosifica siguiendo un
buen programa, se puede considerar hasta un despilfarro, si se exagera el
tiempo.
2.o En dosificaciones deficientes puede ser muy convenitente, ya que al
menos, en el volumen solapado, puede haber un porcentaje óptimo de
agua.
3.o En dosificaciones excesivas, el despilfarro se incrementa en las zonas
solapadas.
4.o Para los problemas de las sales, la única solución efectiva, es el lavado
con un riego total, que se puede realizar abundantemente al principio y/o
al final de cada temporada, si no hay lluvias copiosas otoñales que lo sus-
tituyen.

NECESIDAD DE REGAR

La flora espontánea está perfectamente adaptada al tipo de suelo y clima de un


lugar. Las plantas cultivadas no disponen de una adaptación tan perfecta, por lo que
le son necesarias una serie de cuidados, para poder compensar estas deficiencias.
La vid es de las plantas mejor adaptadas a los tipos de suelo y clima peninsular,
por eso es muy poco exigente en riego, salvo en años excepcionalmente secos. Sin
embargo, con las técnicas intensivas de cultivo (parral y espaldera), aparecen exi-
gencias varias, entre ellas el riego, que tendrá que limitarse a riegos de socorro (1 ó
2) para no perjudicar sus cualidades, especialmente cuando se trata de uva para vino.
Con el riego tradicional se pretende suplir la carencia de agua en algunos pe-
riodos, para que puedan dar el máximo de producción y, consecuentemente, el
máximo beneficio económico. Con el riego localizado de alta frecuencia, combi-
nado con la fertirrigación, además de lo anterior, se consigue que las plantas estén
en óptimas condiciones para vegetar y alcanzar la máxima producción que permite
su potencial genético actual.
73
Con la obtención de nuevas variedades por transgénesis, aplicando estas técni-
cas, se podrá llegar a producciones no imaginadas hace escasamente una década.
Como las raíces son las encargadas de absorber el agua, es importante conocer
qué condiciones o requisitos le son necesarios para que estén en actividad:

1.o Temperatura
Está comprendida entre los 6 y los 36 grados, considerándose como la ideal la
de los 25-26 grados.
Sin embargo, en el cultivo frutal, en las experiencias realizadas entre los años
70 y 80, no se ha considerado necesario regar hasta que la temperatura ambiente
no alcanzara los 12 grados, salvo los casos de sequía extrema.

2.o Humedad
Tanto cuando el suelo está demasiado seco, como cuando está encharcado, las
raíces cesan en su actividad, considerándose lo ideal, cuando los huecos o poros
están ocupados por aire y agua a partes iguales.

3.o Oxígeno
Las raíces también respiran. Gracias a la energía liberada en la respiración, se
consigue la absorción de los nutrientes necesarios para su alimentación por lo que
es necesaria la renovación o aireación del suelo. El porcentaje de oxígeno necesa-
rio para el crecimiento de las raíces, depende de la temperatura y del tipo de
planta. Para los frutales de pepita es mayor que para los de hueso; y para los cítri-
cos es superior.
Teniendo en cuenta estos tres factores, muchas veces se confunden las causas
que motivan una carencia o depresión. En cítricos, por ejemplo, la falta de tempe-
ratura provoca un plegamiento de hojas, como si tuvieran sed, pero que no se
corrige por mucha agua que se dé.
Con el exceso de humedad o de apelmazamiento pueden presentarse los mis-
mos síntomas que son una consecuencia de la falta de actividad radicular, aunque
en este supuesto se pueden presentar peores consecuencias, ya que un encharca-
miento prolongado puede llegar a provocar la muerte de las raíces más activas y
defoliaciones, e incluso, secado de brotes.

74
TEMA 4

ANÁLISIS DE LOS SISTEMAS DE RIEGO

Brevemente se indican las características de los diferentes sistemas de riego.

RIEGOS TRADICIONALES SIN PRESIÓN O DE PIE

Son riegos muy conocidos que, en principio, no crean problemas al agricultor


experto, pero pueden producir pérdidas de abonos por lavados y arrastre, al no
poder controlar perfectamente la dosis de agua.

1. Inundación
Cuando se inunda completamente la superficie de la parcela. El agua tiene un
movimiento descendente total. Sólo aconsejable en cultivos muy específicos
(arroz), ya que al repetirlo se produce un apelmazamiento que impide o dificulta la
infiltración, aunque haya un agrietado de la primera capa, que tiene como resul-
tado un menor almacenaje de agua y esta limitación, tiene una consecuencia
directa en la producción y tamaño de los frutos.

2. Calles
El agua tiene un movimiento descendente y lateral. Tiene la ventaja de los rie-
gos localizados, reduciendo las pérdidas y arrastre de los abonos.

3. Surcos
El agua tiene movimiento ascendente y lateral hacia los lomos.
Conviene aclarar que tanto la técnica del riego por «calles», como por «surcos», si
bien no son riegos totales, para que sean localizados, tiene que haber un porcentaje
igual o superior al 50 % del volumen del suelo que no se moje, para que no sufra los
efectos de la inundación (asfixia y apelmazamiento, principalmente).
A veces, el caballón o lomo, también es alcanzado por el agua, y aunque los
efectos no son tan perniciosos como en el primer caso, no se debe considerar como
un «riego localizado».
En la técnica «por calles», si el agua sólo llega a la mitad de la superficie, se
puede considerar «riego localizado», y con mayor motivo, cuanto más estrecha sea la
«calle».
75
El agua, además del movimiento descendente, tiene otro ascendente y lateral
hacia los lomos.

RIEGOS A PRESIÓN

1. De presión media
De 2,5 a 4 atmósferas.

1.1. Aspersión
Consiste en suministrar el agua como si fuera una lluvia.

76
Características:
— Con el riego aéreo se realiza una limpieza de las plantas que en general
dificulta el desarrollo de las plagas.
— Se crea un microclima húmedo, que disminuye el riesgo de heladas y el
rajado de frutos.
— Con la aspersión total, el agua sólo tiene movimiento descendente, favore-
ciendo la estructura laminar y, como consecuencia, el apelmazamiento.
— Al mojarse las plantas, es imprescindible que el agua esté exenta de sales
fitotóxicas.
— No hay problema en cuanto al tipo de suelos, ni de nivelaciones imperfec-
tas, si el caudal es inferior a la velocidad de infiltración del suelo.
— No se puede emplear en zonas que haga viento.
— En cítricos retrasa el índice de madurez.

2. De pequeña presión
De 0,3 a 2 atmósferas.

2.1. Con presión de salida


De 1,5 a 2 atmósferas.

2.1.1. Microaspersión
Parecido al anterior, pero se puede evitar mojar plantas. Con menor presión y,
por lo tanto, con menor radio de alcance. El riego puede ser localizado o total.
Características:
— Los efectos del viento son más exagerados.
— Cuando se riega todo el terreno crea un microclima húmedo, como en el
caso de la aspersión.
— En horas de sol se produce una gran evaporación, por lo que se tienen que
incrementar las dosis en un 20-30 %.
— No hay problemas de tipo de suelo, estando muy indicado en los arenosos.
77
360° VIÑAS

FRUTALES INVERNADEROS

180°

TUBERIA DE ENTRADA HORTICULTURA

78
2.1.2. Microchorro o Microjet
Derivado del anterior, emitiendo el agua en pequeños chorros, que pueden
abarcar una parte o todo un círculo.
Características:
— Se disminuye el efecto negativo del viento, pudiendo dirigir el chorro hacia
abajo.
— Tiene menos pérdidas por evaporación, que los anteriores.
— Es un riego localizado en bandas o zonas húmedas, por lo que está muy
indicado en suelos arenosos.
— No crea tanto un microclima húmedo.

2.2. Sin presión de salida


De 0,3 a 1 atmósfera.

2.2.1. Microtubos
Localiza el agua en varios puntos, pudiendo salir desde un emisor. Tiene ventajas e
inconvenientes, por lo que su uso queda relegado a jardinería o para macetas individuales.

2.2.2. Goteros
Emisores aislados o individuales para cada punto.

2.2.3. Mangueras
Localiza el agua en bandas o zonas, porque los puntos de salida están muy pró-
ximos.

2.2.4. Cintas
El agua queda localizada en bandas, por ser de un material permeable.

3. A chorrillo
Presión de 1,5 m.c.a.
La uniformidad se consigue al no tener apenas pérdidas de carga al emplear
tubería sobredimensionada (riegos de Alcanar) y equilibrar con microtubos, más o
menos largos, las diferentes salidas.

ANÁLISIS

Dentro de las distintas modalidades de riego, se observan claramente las dife-


rencias de las dos técnicas fundamentales:

1. Cuando el agua cubre toda la superficie


En el caso de riego por inundación de la parcela, además de gastar mayor volu-
men de agua, es el de peor rendimiento pues escasamente se llega al 60 %.
79
En el caso de riego por aspersión, el rendimiento es mayor (sobre el 70 %), ya
que se puede dosificar perfectamente el caudal, no siendo necesario disponer de
regadores expertos como en el caso anterior, ya que ahora es suficiente con progra-
mar un caudal igual o inferior a la velocidad de infiltración del suelo, teniendo en
cuenta la pendiente existente y que el volumen total no supere la capacidad de
campo para una profundidad en función al tipo de cultivo y planta.
No obstante esta técnica, además del mayor consumo de energía, tiene otras
limitaciones, siendo las principales:
— Calidad del agua. Tiene que estar exenta de sales fitotóxicas.
— Viento. Puede desbaratar todos los cálculos y previsiones de dosificación,
pudiendo producirse zonas encharcadas con otras con poca agua, por lo
que las horas de riego se tienen que hacer coincidir cuando no haga viento.
80
2. Cuando el agua no cubre toda la superficie
En el caso de caballones y surcos, puede alcanzar la superficie de los caballones
por difusión lateral ascendente, tal como se ha indicado anteriormente, pudiendo con-
siderarse un caso límite, entre el riego «localizado» y el riego «total».
El riego por «calles» y lomos anchos, también llamados «mesetas», puede con-
siderarse como un verdadero riego localizado, pues «las raíces tienen que ir a bus-
car el agua, y no el agua a las raíces» al haber bandas que no llega la humedad.

CONSECUENCIAS

a) La primera consecuencia que se deduce es que para aprovechar las venta-


jas del riego localizado, no es necesario que sea un riego a presión, bas-
tando con contar con regadores expertos, como ocurre en la mayoría de
las comarcas de regadío clásico.
En estos sitios, las parcelas suelen ser pequeñas y muy bien niveladas.
Con pendientes del 1 ó 2 por mil, se pueden regar longitudes de 100
metros y, para evitar acumulación al final, se cierra el paso del agua unos
10-15 metros antes.
b) En la segunda también se puede complementar con la técnica de la «ferti-
rrigación», siempre que previamente se haya calculado la duración del
riego, cosa que no es difícil, con tal de llevar un par de controles.
c) Tercera. Cuando se riega con aguas salinas, como ocurre con las del río
Júcar, las eflorescencias salinas (sulfatos), aparecen bien delimitadas en

«En el riego localizado de pie, también se puede complementar con la fertirrigación».

81
los bordes de los lomos debido a la difusión lateral ascendente, y no desa-
parecen hasta que son lavadas por las lluvias copiosas de otoño.
En el caso de que ese invierno no fuese lluvioso, sería conveniente dar un
riego TOTAL de lavado.
d) En los riegos localizados a presión, corrientemente llamados “riegos a
goteo”, se puede alcanzar la perfección máxima de nuestros tiempos,
indistintamente de que el emisor sea un gotero, una cinta o un aspersor. En
estos casos se puede calibrar perfectamente todo; desde el volumen de
agua, volumen de abono, tiempo de riego, profundidad a alcanzar y un
largo etc., que abarca todos los factores que se consideren necesarios.

DEFINICIONES

Existen muchas definiciones que intentan resumir las características y ventajas


de esta técnica, como «dar el agua frecuentemente y localizada en unos puntos
(bulbo húmedo), cuyo tamaño y volumen depende del tipo de suelo y de la clase
de emisor».
Se podría complementar indicando la conveniencia de que el agua lleve
disuelto el abono pero, además, se mejora enormemente las anteriores técnicas de
riego; debiendo empezar con un PRIMER RIEGO PROLONGADO AL
MÁXIMO, que permita alcanzar una profundidad donde se encuentre la mayoría
de raíces activas, y almacenar un volumen de agua que deberá ser restituido perió-
dicamente, para compensar las pérdidas por el consumo de las plantas y por la eva-
poración.

«El salitre emerge por los bordes».

82
Esta restitución depende de la capacidad de campo. Normalmente es diaria,
pero en casos extremos y para suelos arenosos, puede llegarse a dos riegos por día.
En suelos arcillosos, por el contrario, se podría estar hasta tres días sin regar.
Esta frecuencia, al principio era algo engorrosa para las pequeñas parcelas, ya
que no compensaba ningún tipo de automatización y sólo se disponía de válvulas
volumétricas, que obliga a ir todos los días a abrirlas, pero en la actualidad esto
está resuelto, gracias a los pequeños programadores de pilas, que si bien no son tan
fiables como las válvulas volumétricas, al menos evitan el tener que ir todos los
días.
Por lo tanto, teniendo en cuenta todos los conceptos y características que se
han indicado para esta técnica, la definición podría incluir los siguientes puntos:
— Se riega con la frecuencia necesaria.
— No se alcanza todo el volumen y superficie de suelo.
— Se complementa con la fertirrigación.
— Las raíces van a buscar el agua, por lo que se desarrollan preferente-
mente donde nos convenga.
El principal inconveniente aparece cuando falla la primera condición, es decir,
cuando no se riega con la frecuencia necesaria, ya que las plantas acusan más los
defectos, que cuando se usa el riego total.

83
Para reducir este problema, desde este libro y en todos los Cursos que hemos
colaborado, siempre se ha insistido en la importancia de dar un PRIMER RIEGO
COPIOSO, como se indicará detalladamente en su capítulo, considerando que se
hace una buena aportación a la mejora de esta técnica, con su divulgación.

SUPERFICIE MÍNIMA MOJADA

Normalmente con el «goteo» se busca el ahorro de agua, de ahí que se intente


regar con la mínima dosis rentable.
En Alcalalí (Alicante), desde el principio, se han observado mejorías notables
en almendros, cuando la superficie mojada escasamente llegaba a cuatro metros
cuadrados en un marco de 36 metros cuadrados, y eso que coincidía en los años de
un período de sequía. Esto demuestra que es suficiente mojar un 11 % de su marco
útil, para árboles de «secano».
En árboles de «regadío», como los naranjos, el mínimo rentable que se ha
comprobado, es el del 33 %, pero en suelos pobres (arenosos y pedregosos), si se
alcanza el 40-50 % mejor.
Para los frutales de hueso y pepita, se calcula que con un 30 % es suficiente,
pero en suelos pobres se tiene que llegar al 35 %.
En hortalizas, en principio, se aconseja alcanzar el 50 %, teniendo en cuenta
que las necesidades potenciales son más extremas, por explorar menor volumen
las raíces y ser su ciclo muy rápido.
Partiendo de una serie de supuestos admitidos en la bibliografía de la FAO,
sobre terrenos calizos se sacaron todos estos datos, pudiendo sufrir variaciones en
otras circunstancias.
En cuanto al número de emisores por planta, dependerá de lo que alcance el
bulbo húmedo, debiendo instalar los suficientes para cubrir la superficie mínima.
Finalmente, se recuerda que el concepto de «superficie mínima» no es del todo
acertado, ya que se supone una correlación de «volumen húmedo», que en algunos
casos concretos puede fallar, como cuando existe una capa impermeable muy
superficial, por lo que se insiste en que las comprobaciones se tienen que realizar
en la propia parcela.

BUEN PROGRAMA DE FERTILIZACIÓN Y RIEGO (PLANNING)

Tanto la fertilización como el riego, se tratan en sus capítulos correspondien-


tes. Ahora sólo se pretende insistir en la precaución de no dejar pasar muchos días
sin regar ni abonar, pues las características del bulbo pueden variar, y pagar las
consecuencias el cultivo.
En la Agencia de Extensión Agraria de Benissa, no se han presentado proble-
mas en las parcelas de demostración, siempre que se ha mantenido el programa o
84
«planning». En los casos que no ha sido posible mantener el programa (por la dis-
minución de los caudales de los pozos) han aparecido depresiones en el arbolado.

CONCLUSIONES

Una explotación con riego localizado a goteo, deberá reunir los cuatro factores
básicos:
1. Instalación bien diseñada y montada.
2. Controles de limpieza y uniformidad, al menos una vez al año.
3. Superficie mínima mojada adaptada al cultivo.
4. Seguir un buen programa de riego y abonado («planning»).
En caso de que falle alguno de estos factores, los resultados obtenidos con la
implantación de esta técnica, pueden ser peores que con el riego tradicional.
Los fracasos observados en algunas explotaciones visitadas, han sido motiva-
dos por deficiencias de instalación o manejo, y no por la adaptación de los cultivos
a la nueva técnica.
Por lo tanto, antes de realizar la instalación, el agricultor, como empresario,
debe hacerse una serie de razonamientos, para evitar futuros fracasos, como:
1.o No instalar por capricho o moda, debiendo contar con agua suficiente.
2.o Necesidad de llevar un programa de limpieza.
3.o Comprobar la uniformidad de los emisores, al menos al inicio de cada
campaña.
4.o Disponer de un «planning» de abonado y riego, fácil de entender y aplicar,
para que le sirva de referencia durante todo el ciclo, y pueda prever las necesi-
dades.
85
TEMA 5

ESTUDIO COMPARATIVO ENTRE EL RIEGO TOTAL


Y EL RIEGO LOCALIZADO

EFECTOS SOBRE EL SUELO

Cuando se riega toda la superficie de la parcela, es decir, cuando se da un riego


total, el agua tiene un movimiento descendente, arrastrando las partículas más
finas del suelo.

Esta acumulación de partículas más finas, es una de las consecuencias del uso
y abuso del rotovator, que ha roto las partículas mayores, degradando la estructura
y que, con el tiempo, llegan a formar una capa impermeable, situada por debajo de
la profundidad que alcanzan las labores, dificultando la penetración del agua y de
las raíces.
A esta capa impermeable, los agricultores la llaman «suela» y para romperla es
necesario realizar labores periódicas más profundas, para volver a recuperar las
buenas condiciones agrícolas que tenían los suelos.

Salvo en suelos muy arenosos, cuando se secan se resquebrajan, pudiendo pro-


vocar rotura de raíces y aumentar los riesgos de heladas de irradiación, ya que por
dichas grietas penetra el aire más frío.
87
En zonas salinas, el sistema de «riego total», tiene la ventaja de provocar el
lavado del exceso de sales.

Con el «riego localizado» el agua tiene movimiento vertical y lateral, y bien


usada se disminuye el apelmazamiento del suelo.
Este movimiento lateral es mayor en suelos con buena estructura, francos y
algo arcillosos, y va disminuyendo a medida que aumenta el porcentaje de arena y
piedras.

EFECTOS SOBRE LAS PLANTAS

Cuando se inunda toda la superficie de la parcela, se producen paros vegetati-


vos, motivados por la asfixia temporal de las raíces. Estas paradas son muy perju-
diciales en los períodos más críticos, como:
— Floración y cuaje.
— Porgada o caída de fruto en 1.a fase.
— Engorde.
Pudiendo llegar a provocar desastres económicos, tanto como por la caída des-
mesurada de fruto, como por la falta de tamaño. También hay que añadir que se
favorece el desarrollo de enfermedades fisiológicas, como «clorosis» y «gomo-
sis», entre otras, así como enfermedades del cuello.
Con el riego localizado no se producen detenciones bruscas, ya que siempre
existen zonas sin inundar, a las cuales nunca les falta oxígeno.
Resumiendo, los efectos del riego sobre el suelo y la planta, se reflejan en el
siguiente cuadro:

RIEGO TOTAL

Ventajas Inconvenientes

• Llega al 100 % de las raíces. • Apelmazamiento del suelo.


• Se renueva toda la atmósfera del suelo. • Se produce asfixia radicular
• Se favorece lavados del suelo. • Problemas de clorosis, gomosis, etc.
• Despilfarro del agua.
• Paradas vegetativas.

88
RIEGO LOCALIZADO
Ventajas Inconvenientes
• Oxigenación permanente del suelo. • Turno de riego muy corto.
• Evita enfermedades fisiológicas. • Exige más atención.
• Reduce pérdidas de agua. • El cultivo es más sensible a las malas pro-
• Mejora la producción y calidad. gramaciones.
• Limita la proliferación de malas hierbas. • Salinización de suelos en climas desérticos.

Gráfico esquemático, relación AGUA/SUELO en riego TOTAL.


Idem en R.L.

«GRAFICO DEL AGUA UTIL EN UN RIEGO NORMAL»

Exceso humedad

P.H.O. (porcentaje
hídrico óptimo)

Defecto humedad

Síntomas marchitez
A
pu
nt
o
m
ar
ch
ite
z

Turno de Riego Normal

«GRAFICO DEL PORCENTAJE HIDRICO OPTIMO EN UN RIEGO LOCALIZADO»

a)
P.H.O.
(porcentaje
hídrico óptimo)
b)

Turno de Riego

89
REACCIÓN DEL ARBOLADO
Uno de los aspectos que más ha preocupado al agricultor de regadío es la reac-
ción del arbolado y, en concreto, de las raíces cuando el agua sólo humedece una
parte del suelo, estando el cultivo ya completamente desarrollado varios años.
En las diversas experiencias que se hicieron en la década de los 70, y que se
continuaron hasta la fecha, siempre se ha observado una reacción positiva, y eso
que no siempre se iniciaba a principios de campaña, como es lo aconsejable.
Sin embargo, había unas diferencias, por lo que se agruparon en dos categorías:

1. Árboles de «secano»
Es decir, poco exigentes, considerando como tipo más representativo el almendro.
Al implantar esta técnica, se produce un aumento de la densidad radicular, por
muy alejado que esté el emisor. Un solo gotero ya marca una diferencia notable.
La vegetación también es exuberante, y la producción aumenta, así como el
rendimiento, reduciéndose en un 300 % la proporción de «corfuts» o «borregas»
(almendra que no alcanza el desarrollo completo).
En este cultivo se tiene que dejar de regar un mes antes para facilitar el des-
prendimiento de la corteza del fruto.
La vid aunque no es propiamente un árbol, a efectos de cultivo la consideramos
como tal, resultando el más resistente a la sequía y, por lo tanto, el más agradecido
cuando se le suministra un complemento hídrico. Según Pablo Melgarejo de la
E.P.S.O., el granado todavía lo es más, pero durante los dos años que estuve en la
Politécnica de Orihuela no tuve tiempo de estudiarlo, por lo que sólo se indica
como referencia. Por lo tanto, como se ha indicado en otra ocasión, estas plantas
«todo terreno» son las que más agradecen la instalación del R.L., que se confirma-
ron en los dos cursos que se realizaron en Teulada y Benissa durante el año 2.000.

2. Árboles de «regadío»
Es decir, árboles exigentes, considerando como tipo el naranjo.
Cuando se implanta en parcelas bastante descuidadas, o que no tenían un cul-
tivo esmerado, la reacción era tan espectacular e inmediata, que se confundían con
las fincas de los que se consideraban «buenos agricultores».
Cuando la implantación se hacía en parcelas de cultivo esmerado, también se
apreciaba una mejoría en la brotación y en el calibre de la naranja, llegando a
alcanzar en algunos casos un aumento del 33 %.
También se ha constatado un adelanto en la maduración, pero equilibrando y
dosificando el abonado, no se presentan los problemas de «sobremaduración».

3. Calidad de la fruta
Siempre se ha considerado la fruta «de secano» como más sabrosa, es decir,
que aunque alcanza menor tamaño, el superior sabor la hace más apacible. Con el
90
riego localizado se comprobó durante más de 10 años, que la fruta de las fincas
Les Torretes en Benilloba y «Mas de Roc» en Ibi (Alicante), alcanzaba en el mer-
cado de Alcoy un incremento de precio superior al 25%, sólo atribuible a sus bue-
nas características organolépticas, con respecto a la misma fruta con regadío tradi-
cional.

EFICIENCIA

Se entiende por «eficiencia» el procentaje de agua que aprovecha la planta del


total suministrado.
En el riego tradicional de pie, la eficiencia calculada en el mejor de los casos,
es del 60 %, que equivale a decir que de 1.000 litros de agua echada en el riego, se
pierden 400.
En aspersión la eficacia se estima en un 80 %, pero con nuestros climas, y en
diversas comprobaciones realizadas por Mallorca, siendo optimistas, no se debe
aceptar más del 70 %, ya que la evaporación es muy importante si no se riega por
la noche.
En el riego con goteros y microtubos, se calcula una eficiencia del 90 %, que
se puede aceptar siempre que haya un buen diseño:
Agua utilizada o aprovechada
E=
agua suministrada

EL AHORRO DE AGUA
Es otra de las cuestiones «delicadas». Normalmente existen o se oyen opinio-
nes de lo más dispares. Hubo una época que fue el principal argumento de las
empresas instaladoras. Al cabo de unos años, casi de repente, aparecieron opinio-
nes muy cualificadas diciendo lo contrario.
Todo aquel que no ha querido ser menos, ha tenido que cambiar, y hoy en día
es raro escuchar a técnicos especializados que defiendan esta teoría del «ahorro».
Afortunadamente tanto los agricultores como los técnicos de campo defienden el
ahorro de agua.
Cada día más, se está comprobando que las pérdidas por evaporación directa
de un suelo desnudo, son mayores de lo que se suponía al principio, especialmente
en verano (que es cuanto más se riega) y fuera de la zona sombreada de la copa, en
un clima mediterráneo con muchas horas de sol intenso. Para evitar esta evapora-
ción está muy indicado el cubrir el suelo con láminas negras de plástico de 300
galgas.
Dentro de las limitaciones de valorar estos porcentajes en el campo, obser-
vando cuidadosamente lo que «te dice» la planta, su estado vegetativo puede ser
muy diferente según la salinidad del agua, la riqueza en materia orgánica y la
caliza en el bulbo, teniendo una gran influencia al «stress» hídrico, fuera del
91
bulbo, si se ha creado un espacio muy rico en materia orgánica y fertilizantes,
como puede ser el abonado orgánico localizado, como se indicará posteriormente.
Durante 1996 se estuvieron haciendo unas encuestas por la Consellería de
Agricultura de Alicante que nos dieron la oportunidad de recoger la opinión de los
usuarios, es decir, de los que tienen que gastar su tiempo y su dinero para regar.
Las encuestas abarcaban fincas significativas de regadío de la franja comprendida
entre Alicante, capital, y el límite con la provincia de Valencia. Todos los que se
habían pasado al «riego por goteo» lo habían hecho por dos razones:
— Por la comodidad.
— Por el gran ahorro de agua.
Dado que tiene una gran importancia esta cuestión para todas las planificacio-
nes, se va a intentar abordar este tema, bajo diferentes enfoques y circunstancias.

1. Factores a favor
1. Por una parte está el hecho aceptado por todos de que se aprovecha mejor.
2. Menor dosis, por aprovechar la existente en el suelo al regar.
3. Otra ventaja añadida es la de la relación CAUDAL/TIEMPO, es decir, que
con menos caudal se puede regar mejor una superficie, alargando el tiempo
que sea necesario, o bien con el almacenaje.
a) Por una parte, con el caudal disponible se puede regar más que si fuera un
riego de pie, con tal de adecuar dicho caudal al nominal de los emisores.
Si dicho caudal fuera insuficiente para los emisores existentes en toda la
parcela, se dividiría en sectores que necesitasen un caudal igual o inferior

Riego por goteo. Para llegar a 100, se tiene en cuenta los 30 existentes.
Cantidad de agua aplicada: 100 – 30 = 70.
Riego por inundación. Se aplica toda el agua posible, sin tener en cuenta la existente.
Cantidad de agua aplicada: = 100.

92
al que tenemos. El problema se solucionaría aumentando las horas de
riego y regando un sector después de otro.
b) Por otra parte puede almacenarse un volumen o cantidad de agua, a lo
largo del período cuyo consumo sea inferior a la capacidad del pozo o de
la dotación, para compensar el consumo superior durante los meses de
máxima necesidad de la finca. Esto quiere decir que durante el período de
otoño, invierno y parte de la primavera, se almacena el agua sobrante,
aportando durante el verano «el complemento almacenado», hasta la fina-
lización del ciclo. Todo ello se puede calcular y planificar perfectamente,
antes de meterse en los gastos de transformaciones, siempre contando con
un 15 % de incremento para imprevistos y evaporaciones.
Como consecuencia de todo lo expuesto, se puede admitir un AHORRO de
agua debido a que hay un mejor aprovechamiento por la forma de suministrarla
(menor evaporación, más eficiencia y pequeños caudales), así como resaltar el
ahorro de la existente ya en el terreno, por suministrar sólo la consumida en ese
intervalo de tiempo, tal como se indica con este ejemplo teórico:
«1.o Supongamos un suelo que se riega por inundación totalmente. Cuando las
plantas acusen síntomas de sed, se riega sin tener en cuenta el agua que
todavía retiene el suelo, es decir, el 100 % de su capacidad, producién-
dose un lavado del exceso.
2.o El mismo suelo, regando por goteo, se restaría la existente todavía, que
supongamos que fuera el 30 % de su capacidad. Por lo que sólo se suminis-
traría el 70 %, para llegar a los 100 del caso anterior».
Durante más de diez años, se ha intentado cuantificar ese ahorro en cuatro par-
celas de cítricos de Sueca, entre un riego total y otro localizado mediante un surco
por el medio de la calle, haciendo el siguiente razonamiento:
«Regando al 100 % de la superficie, el turno conveniente es cada cuatro sema-
nas. Regando el 16 % (regueras de 80 cms en un marco de 5 m), el turno conve-
niente ha de ser semanal.
Por lo tanto tenemos:
Gasto del tradicional ................. 100 %
Gasto del R.L. 4 × 16 ................ 64 %
Ahorro de agua previsto ........... 36 % »
Conclusión a favor: tenemos 2 factores:

1. Por suministro
a) Transporte.—Ahorro en la conducción y distribución, al evitarse pérdi-
das en canales, acequias y regueras.
b) Menos evaporación.—Tanto por no cubrir toda la superficie del suelo,
como por adaptar el caudal del emisor a la infiltración y no producir char-
cos. En el caso de instalar un emisor alto, se aumentan las pérdidas. Si el
emisor se instala subterráneo, se disminuyen.
93
c) Mejor eficiencia.—Por poder dosificar perfectamente la cantidad necesa-
ria a las características de suelo y planta, así como por el menor gasto
energético, en la solución del suelo (fertirrigación).
d) Mejor adaptación.—Tanto de superficies como de emisores, a las dispo-
nibilidades de caudal, contando o no con balsa reguladora.

Por el suelo
Con el riego tradicional se provoca una saturación total del suelo, independien-
temente del agua existente en el mismo. Con la técnica del riego localizado se
aplica un complemento de agua, que cubre las necesidades del cultivo.

2. Factores en contra
También se pueden considerar dos factores:
1.o Necesidades intrínsecas. El agua es el principal alimento y vehículo de los
fertilizantes, y que para alcanzar su desarrollo y producción, se necesitarían
grandes cantidades, independientemente de los medios de suministro.
2.o Incremento de producción y desarrollo. Si se aumenta el desarrollo y pro-
ducción, se tienen que aumentar, también, las necesidades de agua.

3. Conclusión
Según clases de suelos, se llega a dos conclusiones diferentes:

a) Suelos con una gran capacidad de retención de agua


Corresponden a los suelos arcillosos, limo-arcillosos, calizos, muy frescos,
profundos, ideales para el secano, pero que debido a esa gran capacidad de campo,
no son necesarios los riegos frecuentes, por muy exigentes que sean los cultivos, e
incluso, después de un riego pueden presentarse problemas de clorosis, que perju-
dican a la vegetación y a la producción, ya que se potencian dos factores que difi-
cultan la absorción del hierro: la asfixia y la caliza activa.
En este tipo de suelos los riegos totales anuales en frutales se limitan a un
máximo de tres, y en los años lluviosos, a ninguno.
En el riego localizado de pie, pueden hacerse cada 15 días, sin tanto peligro de
provocar clorosis, y cuando se trata de goteo, perfectamente se puede programar
cada 3 días, o incluso a la semana.
Si se intenta comparar el consumo de ambas técnicas en estas situaciones, en
principio el ahorro está a favor del riego total, pues siempre se supone que será
menor el gasto de 1 ó 2 riegos anuales, que el localizado cada 3 días.
Sin embargo, esta comparación se debe ampliar a otros factores, como son la
vegetación, la producción y la calidad (tamaño de los frutos).
Teniendo en cuenta todo ello, y después de hacer un seguimiento, con progra-
mas de riego y abonado durante 7 años, en la finca «Las Torretas» de La Montaña
de Alicante, y con sectores de riego de 3 a 10 ha, se ha llegado a la conclusión de
94
que con el riego a manta, en el caso más favorable para ahorrar agua durante un
año agrícola normal, tampoco se gastaría menos agua que con el riego localizado.
En las encuestas a agricultores que se han decidido por esta técnica, después de
dejar el riego tradicional, suelen expresar un razonamiento parecido, es decir, que
la mayoría son conscientes de este ahorro y de las ventajas del cultivo.
Cuando se den condiciones desfavorables, como es el caso de riego con agua
salina (especialmente cloruro sódico), es posible que entonces se consuma más agua
con esta técnica, aunque la experiencia que se tuvo en la finca «Lo Belmonte» del
término de Orihuela, resultó ser todo lo contrario. (Ver casos atípicos, en el tema 9).

b) Suelos con poca capacidad de retención de agua


Suelos muy permeables, arenosos, con grava, calizos o no.
Aquí sí que está clarísimo el ahorro de agua, ya que con un riego total, se acen-
túa el problema que quiere resaltar el esquema. Estos riegos «a fila» suelen
emplear caudales elevados para el tamaño de las parcelas (superiores a los 36
l/seg.), consumiendo más de 1.200 m3/ha y riego, lo que provoca grandes pérdidas,
ya que su capacidad de campo puede que no llegue ni a la tercera parte. (Consultar
el tema siguiente).

Conclusión final
En numerosas comprobaciones, realizadas principalmente por la provincia de
Alicante, en suelos francos, calizos, agua sin o poco salina, con pluviometría sufi-
ciente en otoño-invierno, pero deficiente en primavera-verano, siempre se ha con-
seguido un ahorro igual o superior al 30 %, con respecto al riego tradicional.

RIEGOS DE SOCORRO O DE COMPLEMENTO

Se ha considerado conveniente insistir en el comentario de esta técnica, ya que


debido a la escasez, cada vez mayor, de agua de riego disponible, es la que más se
va a utilizar en fincas deficientes.
El riego de socorro sólo se ha concebido en una agricultura extensiva, con
plantas adaptadas o poco exigentes, que pueden llegar a necesitar un complemento
en años secos, donde peligra la producción final. Actualmente se está intentando
extenderlo a todo tipo de frutales, siendo condición básica que el tipo de suelo
tenga suficiente capacidad de retención que permita el riego periódico, por lo
que es arriesgado adaptarlo en suelos arenosos, sin capacidad de retención, como
ocurrió en unas pruebas realizadas en El Perelló de Sueca (Valencia) que, además,
tienen el agravante de agua salina.
El almendro y el olivo son los ejemplos más significativos como positivos. Al
principio de mi etapa profesional en Mallorca, no se entendían algunas reacciones
de los naranjos. Estábamos acostumbrados a un cultivo muy esmerado, por los cui-
dados exagerados de la mayoría de los agricultores valencianos, especialmente en
las comarcas castellonenses de Villarreal y Nules, con reacciones del arbolado de
95
BALANCE HÍDRICO

96
«pizarra»; estaba todo previsto y la realidad resultaba prácticamente igual a la teo-
ría, que se razonaba y experimentaba con los colaboradores de la Agencia S.E.A.,
pues a principios de los años 60 la Citricultura era muy rentable y permitía toda
clase de pruebas con formulaciones foliares de abonos y microelementos y de her-
bicidas. La Mallorca agrícola era muy diferente; había árboles centenarios que
igual podían ser de variedades tempranas, como de tardías, pues la escasez de agua
producía tantos trastornos en la brotación y desarrollo de los frutos, que lo único
seguro es que eran naranjos. A las fincas de estas características las denominába-
mos de«regadío eventual» y prácticamente eran todas las de la isla, hasta que se
empezó con el riego por aspersión.
El riego o riegos de socorro, consiste en dar uno o varios riegos al arbolado
durante las épocas o períodos vegetativos, cuando debido a los desequilibrios
hídricos se pueda producir una parada vegetativa, que haga peligrar la cosecha,
con frutos de escaso valor comercial o caída de los mismos. Concretamente en el
olivo, en veranos muy secos, propios de las comarcas alicantinas, se ha compro-
bado que una lluvia o un riego de socorro a principios de septiembre, salva la cose-
cha, produciéndose un engorde espectacular de la aceituna que estaba completa-
mente arrugada, con apenas el tamaño del hueso.
Actualmente, al autorizarse el riego en la viña e introducirse nuevas varieda-
des, se está asistiendo a un incremento de las técnicas de cultivo. A las ya clásicas
de la uva embolsada de la zona del Vinalopó (Alicante), se añaden el uso de fito-
hormonas (AG3), principalmente en variedades apirenas, con programas de ferti-
rrigación (ver Anejo 3).
Con el paso de cultivos de «secano» a cultivos de «regadío», principalmente
motivados por la facilidad y comodidad de los riegos a presión, ha propiciado que
algunos frutos perdieran parte de sus buenas cualidades organolépticas y como
productoras de buenos caldos.
Para evitar estos excesos y disminuir en lo posible la pérdida de calidad, se
hace la siguiente clasificación:
a) Muy poco exigentes. De uno a tres riegos de mantenimiento.
• Viña
• Olivo.
• Almendro.
b) Cultivos poco exigentes. De uno a seis riegos de mantenimiento.
• Frutales de hueso.
• Melones y tomate.
• Nogal.
• Limonero.
c) Cultivos exigentes. Conviene un «planning» diario o riego cada tres días
como mínimo.
• Frutales de pepita.
• Cítricos: Naranjos y clementinos.
• Cultivos intensivos de huerta.
• Cultivos intensivos de ornamentales.
97
TEMA 6

ESTUDIO AGRONÓMICO DEL RIEGO LOCALIZADO


A GOTEO

SUPERFICIE Y VOLUMEN OCUPADO POR EL AGUA

Cuando el riego no es total, sino localizado en puntos aislados que no se sola-


pen, el agua, además del movimiento vertical debido a la gravedad, tiene otro
movimiento lateral en todas direcciones.
A este volumen mojado de tierra, se le denomina «bulbo húmedo», porque
en algunos suelos adopta la forma que recuerda a una cebolla, y es muy importante
porque la mayoría de las raíces se desarrollan en él.

Sin embargo, para facilitar los cálculos, se supone sólo la superficie del
mismo, midiendo el diámetro máximo lateral, y aplicando la fórmula de la superfi-
cie de la circunferencia.

99
Como esto no siempre coincide, conviene comprobarlo en cada caso particular
pero, a título orientativo, se pueden tomar las siguientes medidas para los cálculos,
en el supuesto de que en el primer riego se haya dado agua en abundancia y durante
un tiempo suficiente para alcanzar la profundidad de la mayoría de las raíces.

Tipo de suelo Superficie del bulbo


Suelo arenoso y/o gravoso ....................................................................... De 0,15 a 0,40 m2
Suelo franco-arenoso o tipo medio .......................................................... De 0,80 a 3,50 m2
Suelo franco-arcilloso y de margas calizas .............................................. De 1,5 a 12,5 m2

Se calcula que por evaporación se pierde un mínimo de un 5-10%. Si la gota se


depositara directamente a unos 10 cm de profundidad, se podría aprovechar este
agua y además el volumen mojado sería mucho mayor, que es la gran ventaja de las
cintas enterradas. Algunas casas comerciales disponen de herbicidas para evitar que
las raicillas obturen los goteros que es el gran problema que tiene esta técnica.
Nosotros estamos ensayando el enterrar los envases de plástico verticalmente e
invertidos, es decir, con la boca en la parte inferior. Estas botellas se colocan debajo
de cada gotero que se introduce dentro mediante un corte. Suponemos que mientras
no se introduzca tierra dentro de las botellas, las raíces no pueden taponar su boca.

En algunos huertos familiares aprovechan los envases de deshecho, para hacer


un verdadero riego subterráneo. Entierran las botellas invertidas, debajo de
donde van los goteros. Por la parte superior hacen un corte e introducen el gotero.
La gota se desliza, saliendo por la boca a unos 10-20 cm de profundidad

ESTUDIO DEL BULBO HÚMEDO

1. En la superficie
En el punto donde cae el agua se forma una zona inundada (charco), que se va
haciendo mayor cuando el caudal del emisor es superior a la velocidad de infiltra-
ción del suelo.
Charco. Es un factor negativo, pues provoca degradación del suelo (estruc-
tura laminar), y disminuye la eficiencia.
Mancha. A continuación, hay una zona húmeda mucho más amplia, produ-
cida por la infiltración lateral y vertical del agua. Las pérdidas por evaporación son
insignificantes, y en su dimensión influyen:

100
— Caudal gotero.
— Textura y estructura del suelo.
— Pendiente.
— Apelmazamiento.
Existen diferentes fórmulas teóricas para su cálculo, como:

冪莦
0,06 Q
d2 
i

d  diámetro del charco en centímetros.


Q  caudal gotero en litros/hora.
i  velocidad de infiltración en milímetros/hora.

En las pruebas y comprobaciones realizadas, se ha encontrado una proporción


media entre charco y mancha de 1/2,5.
101
dch 1 1
   dch =  Dm
Dm 2,5 2,5
siendo:
dch = diámetro charco
Dm = diámetro mancha
Estos valores pueden variar según la mezcla de suelo, labores y demás factores
específicos, por lo que no hay más remedio que recurrir a comprobaciones, para
saber si un gotero se adapta a nuestro tipo de suelo, buscando las siguientes cuali-
dades:
1.a Se reducirá al máximo la formación de charco, acoplando el caudal al tipo
de suelo.
2.a A igualdad de charco, se elegirá el gotero de más caudal, porque se con-
seguirá mayor superficie mojada (expansión lateral).
Dependiendo de la textura y estructura del suelo, variará la velocidad de infil-
tración. Para un caudal superior a dicha velocidad de infiltración, el agua sobrante
tendrá que quedar retenida cierto tiempo en la superficie (charco), o bien despla-
zarse lateralmente (mancha), produciéndose un incremento de la superficie mojada.
Por lo tanto, para un mismo suelo, cuando se quiera ampliar la superficie
mojada, se tendrán que elegir emisores de mayor cuadal.
Normalmente, en la elección de caudales de emisores, tipo gotero, se sigue la
moda que impone el instalador, que con su experiencia, aconseja lo que él consi-
dera mejor, que no siempre tiene que coincidir con lo realmente más conveniente,
de ahí que intentemos que se estudien todos los factores que influyen, y después de
un razonamiento, se tome una decisión.
Actualmente la moda consiste en elegir goteros de 4 l/h., pero hay casos que
serían preferibles los de 2 u 8 l/h. Los de dos en suelos arcillosos y los de ocho en
suelos muy arenosos, regando en muy poco tiempo y mayor frecuencia, como se
verá más adelante.
La fórmula utilizada para su cálculo es:

Caudal emisor Q
Superficie mojada    
Velocidad infiltración suelo I

Lo ideal sería que cada uno comprobara en su finca, previamente a la instala-


ción definitiva, el gotero que mejor se adapta a su suelo y su cultivo, y para ello
sólo es necesario disponer de una azada o una barrena.
Afortunadamente las plantas tienen una gran capacidad de adaptación, pues
existen muchísimas instalaciones, con una vegetación exuberante, donde la super-
ficie mojada no llega ni a la mitad de la recomendable, aunque sería más acertado
pensar que existen otros factores, que ahora no es el momento de discutir, que pue-
den hacer variar estos parámetros.

102
2. En el interior
Cuando se empieza el riego, el agua profundiza muy poco siendo mayor la
infiltración lateral favorecida por la presencia de arcilla y de sales.

Cuando el gotero tiene menor caudal, echando el mismo volumen la superficie


es menor, pero la profundidad alcanzada es mayor que en el caso anterior.

La profundidad alcanzada es cuestión del tiempo de riego, y como interesa la


mayor superficie mojada, se elegirán los emisores de mayor caudal, sin que lle-
guen a formar charco.
Cuando se sobrepasa el caudal adecuado, el agua se encharca o se escurre, per-
diendo eficiencia en ambos casos.
A medida que va saturándose el suelo, el potencial mátrico (la fuerza de adhe-
rencia de la capa de agua por las partículas del suelo) va disminuyendo, por lo que
va descendiendo por gravedad, pudiéndose admitir una serie de equilibrios, repre-
sentándose esquemáticamente en tres zonas:
1.a Porcentaje hídrico excesivo.
2.a Porcentaje hídrico óptimo.
3.a Porcentaje hídrico deficiente.

103
Porcentaje hídrico excesivo (P.H.E.)
Saturación total. La tierra se pega al apretarla con la mano y escurre agua, con
todos los inconvenientes que conlleva: clorosis, asfixia radicular, pérdida de agua
por evaporación directa del suelo, etc.
Esta zona es «negativa», pero puede actuar de reserva inmediata en circunstan-
cias deficientes, como es el caso de dejar pasar demasiado tiempo sin regar. Preci-
samente su permanencia o duración, es la que determina la frecuencia del riego o
días que se puede estar sin regar como máximo. Para suelos francos o franco-are-
nosos puede durar 2 - 3 días, pudiendo prolongarse a 4 en los franco-limosos e,
incluso, a 5, 6, o más en los arcillosos.
En el riego localizado de pie, ocupa más del 50% del volumen mojado, pero
al cabo de un par de días, pasa a la situación siguiente, que es la óptima. Por lo
tanto es la que permite estar más tiempo sin regar.
En diferentes pruebas de seguimiento, donde se dejan pasar 10, 15 ó 20 días
entre turnos de riego, se observaba que se perdían las ventajas del riego localizado
de alta frecuencia que consisten, fundamentalmente, en mantener a la planta en
unas condiciones óptimas para que pueda suplir sus necesidades hidrominerales,
con un mínimo de gasto de energía.

104
La existencia del P.H.E. es lo que marca la diferencia entre un riego total y un
riego localizado, ya que en este último, sus efectos negativos, no tienen por qué
sentirse.

Porcentaje hídrico óptimo (P.H.O.)


Vegetación exuberante. Frutos de buen tamaño y precocidad. Absorción de
agua con muy poco gasto de energía (0,33 atmósferas).
Con la perfección alcanzada con el riego localizado a goteo, esta zona debe
ocupar más del 50 % del total mojado, y el objetivo de esta técnica consiste en
mantener permanentemente esta situación.

Porcentaje hídrico deficiente (P.H.D.)


Vegetación deficiente, donde sólo prosperan las plantas de «secano» y las
malas hierbas.
El P.H.D. es otra de las características que marca las diferencias entre el riego
total y el riego localizado, ya que al permitir riegos diarios, se evita llegar a esta
situación.
Conviene hacer la advertencia, de que todavía hay muchos agricultores o afi-
cionados, que no ven el peligro de que se llege al P.H.D. en el riego localizado,
debido a dejar pasar demasiados días entre riegos, que es más grave que con la téc-
nica del riego total.
Durante el verano de 1987, la Cátedra de Hidráulica de Valencia, hizo un che-
queo a diversas instalaciones, con el fin de estudiar el diseño y uniformidad de
riego, así como la superficie humedecida. Independientemente de los resultados
obtenidos, en las explotaciones de la Comarca que siguen un «planning» de riego
y abonado, se pudo constatar:
1.o La vegetación en todas las parcelas era exuberante, así como la cosecha
prevista.
2.o El porcentaje de superficie humedecida, con relación a la copa y al marco
de plantación, era muy inferior a la recomendada en las publicaciones
especializadas, pues el bulbo apenas alcanzaba el 33 % del marco de
plantación, y eso que se trataba de naranjos en pleno desarrollo.
La propagación lateral tiene un límite. Cuando se sobrepasa la cantidad de
agua, se provoca una pérdida por drenaje, que puede facilitar el desplazamiento
hacia abajo de parte de las sales, pero sin llegar a la efectividad de un riego total,
ya que como se indica al final de este capítulo, aquí es muy difícil que se produz-
can lavados de sales que eliminen los excesos.

FORMA Y DIMENSIONES DEL BULBO

A veces, se presta a confusión la escasa capacidad de retención, con la veloci-


dad de infiltración, pero, en la práctica, en suelos areno-limosos, con escaso poder
105
de retención, se pueden formar bulbos relativamente anchos, al ser su velocidad de
infiltración no muy grande, teniendo el agua tiempo de expandirse, acción que se
ve favorecida por la presencia de sales. Sin embargo, el P.H.E. es nulo y el P.H.O.
breve, lo que obliga a riegos frecuentes.
A lo largo de los años, se han visto formas y dimensiones diferentes, a lo teóri-
camente previsto, por lo que continúa siendo válida la recomendación de compro-
bar en la propia parcela, bien con una azada, o con una barrena.
Básicamente depende:
— Del tipo de suelo.
— Del caudal del emisor.
— De la cantidad total de agua echada.
106
1. Del tipo de suelo
Un suelo arcilloso infiltra menos agua y la retiene con más fuerza que uno are-
noso. Por lo tanto, la forma del bulbo se achata en los primeros y se alarga en los
segundos.

2. Del caudal del emisor


A mayor caudal, bulbos más anchos, tal como se ha indicado anteriormente.

3. De la cantidad y tiempo de riego


A mayor cantidad de agua y tiempo regando, el bulbo se hace mayor hasta un
cierto límite. El exceso de agua podría perderse, sin aumentar la superficie hume-
decida, y ésta es la razón por la que en suelos muy permeables (arenosos-pedrego-
sos), si se quiere emplear goteros, tienen que estar a menos de un metro, siendo
preferible las mangueras o cintas.

4. De la pendiente
Tal como se aprecia en el dibujo.

5. De la presencia de una capa impermeable

107
6. De la homogeneidad o no del suelo

MANTENIMIENTO DEL PORCENTAJE HÍDRICO ÓPTIMO

Todas las planificaciones o programas de riego, tienen por finalidad el que las
raíces puedan absorber el alimento hidromineral en óptimas condiciones, es decir,
con el menor esfuerzo o consumo de energía.
Para ello, los técnicos especializados, aconsejan programas de riego y fertirri-
gación, basándose en una serie de fórmulas, que intentan asemejarse lo más posi-
ble, a la situación real que se encuentran las plantas en un determinado suelo, en
cuanto a necesidades.
En este libro se aconseja un método, basándose en la fórmula de Blaney-
Criddle, pero introduciendo unas variantes, pues los datos obtenidos por el equipo
de investigadores americanos, pueden ser muy exactos para aquellas condiciones,
pero que no tienen por qué coincidir con las nuestras.
Durante unos diez años se han estado corrigiendo estas variaciones, gracias a la
colaboración en varias parcelas, considerando que los datos obtenidos pueden ser-
vir perfectamente de referencia en las diferentes comarcas españolas, para que cada
agricultor pueda hacer su programación de riego según cultivo y clase de suelo.
A partir de la primera edición, se han mantenido contactos con técnicos y agri-
cultores de otras regiones, y por sus comunicaciones, parece que no les ha ido nada
mal la aplicación de este método, con tal de seguirlo a partir del copioso primer
riego, que es básico para el mantenimiento del P.H.O.

CALIDAD Y VOLUMEN OCUPADO POR EL P.H.O.

Además del volumen total ocupado por el bulbo, influye la calidad de los
diversos componentes del mismo.
Los tres elementos principales, que según los seguimientos efectuados, han
marcado las diferencias sobre la calidad del volumen de la zona húmeda, pera el
mantenimiento del P.H.O., y que pueden modificar todos los porcentajes o míni-
mos de superficie mojada, que aparecen en diversas publicaciones, son:
108
— Agua.
— Complejo arcillo-húmico.
— Caliza.

1. Agua
Para que la influencia positiva de este elemento no se altere, además de la cali-
dad, es necesario el riego diario o casi diario, según el tipo de suelo.

a) En caso de lluvia
Se dan normas para el cálculo rápido del número de días que se puede estar sin
regar, para que no varíe el P.H.O.
Coeficiente para el cálculo de los días sin riego

Suelos arenosos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
Suelos ligeros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
Suelos medios (francos) . . . . . . . . . . . . . . . . 3
Suelos arcillosos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2

Para hallar el número de días, se dividen los milímetros de agua caídos por el
coeficiente de la tabla. El cociente corresponderá al número de días que podremos
estar sin regar manteniendo el P.H.O.
Ejemplo: En una parcela de suelo ligero (limoso), la lluvia ha alcanzado los 9 mm.
¿Cuántos días se puede estar sin regar para que no varíen las condiciones del bulbo?

9
N    2 días
4

También se tiene que prever la posibilidad del desplazamiento de la capa salina


que puede afectar al bulbo, especialmente perjudicial si el agua de riego también
contiene cloruro sódico, por lo que es aconsejable no superar el número de días
entre riegos de:
— Suelos arenosos 2 días
— Suelos ligeros 3 días.
— Suelos medios 4 días
— Suelos arcillosos 6 días.
En el último punto del tema se concreta más sobre este punto.

b) En caso de vientos secos y cálidos


Se tiene que incrementar la dosis prevista en un 25 al 50 %, ya que los baremos
están calculados para unas condiciones medias y con dosis mínimas.
No obstante, tanto en un caso como en otro, la experiencia en la observación
de la vegetación, nos indicará si conviene aumentar o disminuir la dosis.
109
2. Complejo arcillo-húmico
Es otro factor básico, no tan reconocido como el anterior, pero que tiene una
importancia capital en la calidad del mantenimiento del P.H.O. en el bulbo, pues es
muy posible que durante ciertos períodos se presenten problemas de defecto o de
exceso, que conviene que se autorregulen.
Es necesario que se disponga de suficiente humus, especialmente en la zona
donde se mantiene el P.H.O., para que en la solución del suelo se mantenga el
equilibrio de sales, reponiendo las consumidas por las plantas.
Hay otra faceta a considerar del Complejo, debido a la propiedad de adsorción
del exceso de iones de la solución, por lo que se contrarresta el efecto tóxico de
algunas sales.
En dos fincas de las que se efectuó el chequeo, los análisis del agua de riego,
oscilaban entre los 2.800 y 3.500 micromhos, que las convierten en muy salinas
para el cultivo de los cítricos y, sin embargo, las hojas no acusaban los síntomas,
atribuyéndose a la riqueza húmica del suelo.

3. Caliza
El calcio es otro de los elementos básicos, que influye poderosamente en las
características del bulbo. Es necesario para el intercambio iónico y actúa como
regulador en la relación de la planta con la solución del suelo y el complejo arcillo-
húmico.
En suelos faltos de este elemento es necesaria su aportación, ya que el que
pueda llevar el agua puede ser suficiente como alimento, pero no como enmienda
o mejorante de las propiedades físico-químicas del suelo.
Para terminar, a modo de compendio, conviene insistir en que la actuación de
los tres factores es conjunta, existiendo otros muchos que pueden influir en algún
caso concreto, pero que los tres reseñados son los más importantes, y que no se tie-
nen que limitar los estudios agronómicos de esta técnica a aspectos meramente
físicos, como:
— Porcentajes de suelo mojado.
— Cantidad y clase de fertilizantes.
— Evapotranspiración, etc.

110
sino que se tiene que profundizar en las modificaciones que todos estos índices
pueden sufrir, por la interacción de todos los elementos, principalmente en la zona
del P.H.O. del bulbo, cosa que poco a poco ya se va reconociendo y admitiendo.

DISTRIBUCIÓN RADICULAR:
ESTIMACIÓN DE PORCENTAJES DE RAÍCES

Es otra de las cuestiones donde se encuentran «diferencias de opinión».


En las diferentes parcelas que se ha seguido un «planning» completo, se
observa un incremento de la proporción de raíces en la zona afectada por el riego
localizado. Esta proporción es mayor, cuanto peor es el suelo de la parcela.
Con los escasos medios de que se disponía, se hizo una primera estimación,
que podría servir para estudios más perfectos:

Tipo de suelo % Raíces en el bulbo

Terrenos ricos en humus...................................................................... 60


Terrenos medios .................................................................................. 65-70
Terrenos pobres ................................................................................... 75
Terrenos malos .................................................................................... 80
Terrenos estériles (en teoría) ............................................................... 100 (cul. hidrop.)

Visitando una finca con los compañeros de Lliria, de suelo catalogado como
muy malo, sólo nos atrevimos a hacer una evaluación del 75 % del total de raíces.

En esta foto se aprovecha la erosión ocasionada por unas lluvias torrenciales, para
comprobar el desarrollo radicular en un cultivo con riego localizado desde el inicio.

111
RENOVACIÓN RADICULAR
En el cultivo arbóreo, las raíces más finas, conocidas también por «barbada»,
son también las más activas y se renuevan anualmente, igual como sucede con las
ramitas de producción de muchos frutales.
Esta renovación radicular necesaria, puede ser la causa de que si se cambia la
posición de los goteros al inicio de la temporada, antes del despertar vegetativo, el
árbol no acusa ninguna depresión, salvo que haya otros problemas limitantes,
como puede ser el exceso de sales, pero que se puede disminuir, solapando con los
bulbos del año anterior.
Entre las recomendaciones generales que se han dado en los diversos Cursos
impartidos por la C. Valenciana, está la de cambiar la posición de los goteros,
antes del inicio del ciclo, en la medida que se extiende la copa de los árboles, y
todavía no se tienen noticias de que en algún caso haya habido problemas de adap-
tación. Incluso se considera aconsejable que se alejen del tronco, según el creci-
miento lateral de la copa, de forma tal, que la nueva posición se haga coincidir con
las brotaciones más externas. En diversas pruebas se ha obtenido una respuesta de
«pizarra», al provocar un seguimiento de las raíces.
El límite de este alejamiento se alcanzará cuando el árbol «cierre», es decir,
que la copa ocupe prácticamente toda la superficie del marco de plantación, con un
aprovechamiento solar máximo.

112
Si en el diseño se han previsto dos líneas de tuberías portagoteros por cada
hilera de árboles, la separación mínima de las dos líneas más contiguas será de un
metro, por lo que resultará una banda húmeda de más de un metro de anchura, por
el medio de la «calle», cuando la plantación sea adulta.

EL PROBLEMA DE LAS SALES


El suelo, el agua y las soluciones fertilizantes contienen sales en mayor o
menor cantidad.
Mientras el cultivo es de secano no se tienen problemas de sales. Por el contrario,
al transformar un secano en regadío, pueden aparecer, a la larga, problemas de salini-
zación.
113
Con el agua se disuelven
las sales del suelo. Parte
son consumidas por las
plantas y parte son arras-
tradas hacia el exterior
del bulbo.
El agua de riego, si no
procede de lluvia, tam-
bién lleva sales que van
poco a poco acumulán-
dose. Si son tóxicas, pue-
den llegar a imposibilitar
el cultivo.
Los abonados excesivos,
además de una pérdida
de dinero, pueden agra-
var el problema y acele-
rar la salinizacion de los
suelos.
La máxima concentración
de las sales se localiza en
el borde superficial de la
mancha (arrastre lateral y
Las sales se concentran alrededor de la zona húmeda. ascensión capilar).
114
Los métodos y normas que se aconsejan para los diferentes casos de riego con
aguas de mala calidad son:
1.o El riego localizado con aguas salinas, sólo es aconsejable en zonas o fin-
cas que se puedan drenar y dar riegos «a manta» que garanticen un buen
lavado, o bien que tengan lluvias copiosas en determinadas épocas del
año.
En los nuevos regadíos, los problemas de salinización suelen tener su
origen en la mala calidad de las aguas, y en la escasez de la misma, que
hace que se tenga que regar con dosis insuficientes para producir lavados;
así como el no tener en cuenta la bondad del drenaje.
Si existen impedimentos para un buen drenaje natural, se tendrá que
solucionar plenamente con medios artificiales, como labor de subsolado,
colocación de tubos, de piedras, etc.
El pretender implantar un riego localizado sin tener en cuenta todos
estos condicionantes, puede ser un riesgo excesivo para el gasto que
supone una buena instalación.
2.a Aunque llegase a llover, se continuará regando según el programa pre-
visto o más, con el fin de evitar desplazamientos de las zonas salinizadas
hacia el interior del bulbo. Si la lluvia fuera copiosa favorecería el lavado
hacia las capas profundas. Si es ligera, se evitaría el ascenso de sales.

Para que las lluvias provoquen lavados tendrían que ser copiosas y
prolongadas, variando la intensidad y el tiempo mínimo según tipo de
suelo, pues cuando su intensidad es superior a la velocidad de infiltra-
ción, se producen escorrentías con peligro de erosión, por lo que esta
agua no se puede contabilizar para los lavados ya que no se infiltra.
Por lo tanto, no toda el agua de lluvia se puede considerar efectiva a
efectos de desalinización.
115
Según el siguiente cuadro, deducido a partir de los diversos datos
experimentales que aparecen en el libro, para que sea efectiva, tendría
que serlo en tiempo y cantidad.
LLUVIA EFECTIVA

Persistencia lluvia Cant. máx. infiltrada


Tipo de suelo (horas) (mm/h)

Ligeros 15 12,5
Medios 29 10
Pesados o arcillosos 42 7,5
NOTA: Se ha considerado un terreno sin pendiente, seco y que a partir de 1,5 metros no habrá peligro de ascenso de
sales.

3.a La dosis de riego siempre será superior, que cuando se riega con
agua buena, por dos razones:
— Para contrarrestar la competencia por ósmosis.
— Para alejar la zona de concentración salina.
Aunque en diversas publicaciones especializadas existen fórmulas para el cál-
culo del aumento de dosis, se considera que es difícil que incrementando la dosis,
se consiga un lavado efectivo, ya que no se tiene en cuenta algunas características
del suelo y aspectos que afectan a la solución del problema, como:
a) La competencia de absorción de agua por el exceso de sales, puede ser
variable, por estar en función del complejo arcillo-húmico. Un suelo bien
estercolado, rico en humus y arcilla, disminuirá el efecto negativo de las
sales, con tal de que se mantenga en su capacidad de campo.
b) La dosis de agua para provocar el arrastre de sales a capas más profundas,
variará con el tipo de suelo. En suelos con buen drenaje y poca capacidad
de campo (arenosos y con grava), con menos agua se provocará la lixivia-
ción (lavado). En suelos compactos, la dosis será muy superior.
En situaciones con estos problemas, que son los más limitantes que nos puedan
ocurrir, será necesario que periódicamente se hagan comprobaciones (análisis),
para saber la evolución de la concentración salina, y poder tomar otras medidas.

EFECTO DE LLUVIA DÉBIL O MODERADA

Al inicio se tiene que regar para mantener el equilibrio salino dentro del bulbo
y que el exceso de las sales permanezca en la periferia del mismo.
Al cabo de unas horas, en el caso de no regar, existe riesgo de romper dicho
equilibrio, penetrando sales en la zona del P.H.O.
Después de unos días se evapora el agua de la superficie provocando un
ascenso de la inmediata superior que al arrastrar las sales disueltas, saliniza la zona
radicular.
116
EFECTO DE LLUVIA COPIOSA

Al principio conviene regar como en el caso anterior, hasta tener la seguridad


de que la lluvia alcanza las capas profundas.
Si existe un buen drenaje se produce un lavado de sales, arrastradas por el agua
de lluvia en su descenso.
Si no hay un buen drenaje, las sales y el agua quedan almacenadas sobre la
capa impermeable y, al cabo de un tiempo, se produce el efecto inverso de ascen-
sión de sales.

EFECTO DE LLUVIA DÉBIL O MODERADA

Al inicio se tiene que regar para Al cabo de unas horas, en el Después de unos días se
mantener el equilibrio salino caso de no regar existe riesgo evapora el agua de la superficie
dentro del bulbo y que el exceso de romper dicho equilibrio, provocando un ascenso de la
de las sales permanezca en la penetrando sales en la zona del inmediata inferior que al arrastrar
periferia del mismo. PHO. las sales disueltas, saliniza la
zona radicular.

EFECTO DE LLUVIA COPIOSA

Al principio conviene regar como Si existe un buen drenaje se Si no hay un buen drenaje, las
en el caso anterior, hasta tener la produce un lavado de sales, sales y el agua quedan almacena-
seguridad de que la lluvia arrastradas por el agua de lluvia das sobre la capa impermeable, y
alcanza las capas profundas. en su descenso. al cabo de un tiempo se produce
el efecto inverso de ascensión de
sales.

CÁLCULO DE LOS DÍAS SIN REGAR DESPUÉS DE UNA LLUVIA


COPIOSA

El agricultor, con riego tradicional, suele dejar pasar su turno después de una
lluvia significativa que deja la tierra en sazón.
El que usa la técnica del R.L. a goteo, también le afecta su turno diario, por lo
que se van a estudiar los diferentes factores que pueden incidir en los días a trans-
117
currir, aprovechando las tablas y datos que figuran en el libro, para dar unas cifras
orientativas, con ejemplos explicativos que son el resultado de una serie de Cursi-
llos que se desarrollaron en las décadas de los 60 a los 80, por las distintas Agen-
cias y Escuelas de Capacitación Agraria, dentro de unas limitadas pretensiones por
los escasos recursos disponibles, pero contando con el estímulo, las informaciones
y experiencias de muchos compañeros de las Agencias S.E.A.
Según Rebour, en un riego total y en tierras con un 30-40% de arcilla, las per-
meabilidades se estabilizan entre 1-2 cm/h y en tierras francas entre 3-10 cm/h.
Como todo esto es relativo, se han realizado unas comprobaciones en nuestro país,
a pesar de los escasos medios disponibles, obteniendo los siguientes resultados en
las tierras arenosas de El Perelló (Sueca-Valencia), con goteros de 4 l/h, regando
durante 15 minutos, 30 minutos y 60 minutos, es decir, variando el tiempo de riego
y por lo tanto la cantidad de agua aportada.

Emisores (q = 4 l/h) Infiltración o descenso


Volumen total de agua
Tiempo de riego Al finalizar tiempo de riego Al cabo de una hora
suministrado
15 minutos 1 litro 2 cm 5 cm
30 minutos 2 litros 3–5 cm 30 cm
60 minutos 4 litros 35 cm 35 cm

No se pudo comprobar más tiempo por la interferencia producida por el


ascenso de la humedad del subsuelo, ya que se encuentra ubicado en el humedal
del parque de la Albufera.
En Sueca, en la huerta y con un suelo franco-limoso, se ha realizado una
prueba con emisores de 8 l/h, obteniendo los siguientes resultados:
Tiempo de riego 0,5 h 1,5 h 2h
Volumen total suministrado 4l 12 l 16 l
Superficie mancha 0,27 cm2 0,30 cm2 0,32 cm2
Profundidad alcanzada al cabo de 1,5 h – – > 40 cm
Profundidad alcanzada al cabo de 2 h > 40 cm > 55 cm –

También aquí no se pudo prolongar más el tiempo de observación, debido a la


interferencia de la humedad del subsuelo.
En Benissa (Alicante), después de una noche y un día lloviendo, se recogieron
118 mm. Al día siguiente, en un suelo franco calizo, con una barra se comprobó la
profundidad alcanzada, que en la zona labrada alcanzó los 50 cm y en la zona no
labrada fue de 40 cm, lo que equivale a 14 y 12 mm/h respectivamente. Al ser un
terreno de «secano», el mayor porcentaje de agua quedó retenido (76 mm) y los
resultados son más manifiestos.
La conclusión es que este tipo de pruebas se tienen que hacer en tierras «de
secano», es decir, sin capa freática cercana a la superficie, pero así y todo ratifica
que el tiempo de riego, junto con el volumen total, influye directamente en la pro-
fundidad alcanzada.
118
Como se obtienen resultados variables, continuamos diciendo lo de siempre:
«Que cada uno tiene que comprobar la permeabilidad en sus parcelas» y, es más,
que se debería hacer al principio de cada campaña, si no se tiene suficiente expe-
riencia, ya que también puede variar con el tiempo de cultivo.
Como resultado de las pruebas de aquellos años, se indican tres puntos:
Punto 1.° En Alcalalí (norte de Alicante), se confeccionó un cuadro sobre los
días que se puede estar sin regar después de una lluvia, manteniendo el P.H.O.,
para provecho de todos los socios de la Cooperativa San José, aprovechando la
promoción de su gerente Damián Mestre y la colaboración del encargado de la
estación meteorológica J. Miguel Andrés, siendo suficiente para un cálculo rápido,
siempre que sea con las condiciones de «lluvia útil» y sin problemas de drenaje:

— Suelos arenosos mm lluvia (máximo 3 días).


5
— Suelos franco-arenosos mm lluvia (máximo 4 días)
4
— Suelos francos o medios mm lluvia (máximo 5 días)
3
— Suelos limo-arcillosos mm lluvia (máximo 6-7 días)
2,5
Posteriormente, por considerarlo más correcto, se aplicó la fórmula mm lluvia
E.T.
La E.T. para nuestras latitudes se puede estimar de 5,1 mm/día, según la tabla
adjunta: de «Agua evaporada», según clima, con el fin de hacer las correcciones
oportunas.
TABLA 1. Agua evaporada
Clima E.T. (mm/día)
Frío húmedo 2,5
Frío seco 3,8
Templado húmedo 3,8
Templado seco 5,1
Cálido húmedo 5,1
Cálido seco 7,6

Por lo tanto para calcular los días que se puede dejar de regar, cuando se sigue
un programa de riego diario, se dividirán los mm, por la E.T. correspondiente.
Punto 2.° A partir de una publicación de la F.A.O. del año 68, sobre el riego
por aspersión, se confeccionó la tabla 2, de la «Capacidad de retención y de la
velocidad de infiltración con el agua útil» en suelos sin problemas de drenaje; rela-
cionando el descenso en mm por hora y el descenso en mm por cm de profundi-
dad, de lluvia intensa o riego, que nos fue muy útil en las diversas fincas colabora-
doras en Mallorca y en el Centro de Capacitación de Hinojosa del Duque y que
posteriormente se ha aplicado en el riego localizado. (Las dosis máximas en los de
buena estructura).
119
TABLA 2
Tipo de suelo Retención (mm/cm, prof.) Infiltración (mm/hora) Agua útil (A.U.)
Arenoso 0,33 a 0,85 19 a 25,5 4%
Franco-arenoso 0,85 a 1,25 12 a 19 5a9%
Franco o medio 1,25 a 1,90 10 a 12,5 10 a 15 %
Limo-arcilloso, arcilloso 1,45 a 2,10 7,50 a 10 17 a 22 %

Según Doorembos y Kassan, para cítricos, el porcentaje del A.U. aprovechado


es el de la tabla 3.
TABLA 3
E.T. (mm/día) % A.U. aprovechado % A.U. restante
2 80 20
3 70 30
4 60 40
5 50 50
6 60 40
7 42 58

Punto 3.° Para un suelo profundo, sin problemas de textura y estructura, se consi-
dera que a partir de los 1,5 m, ya no existen problemas de ascenso de sales y de agua.
En los cursillos se suelen poner ejercicios con varios ejemplos aclaratorios, de
todos los casos o supuestos que se pueden presentar, pero con el fin de no alargar
la exposición, se resumen las cuestiones más importantes:
1.a ¿Hasta cuanto puede descender el agua de lluvia?
a) Depende del tipo de suelo, de la pendiente, del laboreo reciente y de su
riqueza en materia orgánica.
b) Depende de la cantidad de lluvia y de la intensidad de la misma.
En cuanto al tipo de suelo, nos fijaremos en la tabla 2. La riqueza en materia
orgánica favorece la retención, muy importante en secano y en los suelos arenosos;
la pendiente es un factor negativo, pues además de la erosión, disminuye la reten-
ción del agua, provocando escorrentías.
Tanto la cantidad como la intensidad de lluvia producen variaciones en su
aprovechamiento.
2.a ¿Se produce un lavado de sales?
En los ejemplos desarrollados, incluso con lluvias de 80 mm, excluyendo los
suelos arenosos, el frente salino no desciende lo suficiente para producir lavados,
por lo que con el riego localizado, es muy difícil que se solucione la recuperación
de suelos salinos. Otra cosa diferente es el mantener un grado de humedad en el
bulbo que evite los problemas de ósmosis de las sales.
En el clima mediterráneo del litoral, a partir de finales de verano-otoño, suelen
haber épocas de temporal, donde está lloviendo ininterrumpidamente durante
varios días, por lo que sí se puede producir un lavado de sales.
120
TEMA 7

CONSIDERACIONES SOBRE EL AGUA DE RIEGO

El agua es el principal alimento que toma la planta del suelo, por lo que desde
siempre, el agricultor ha procurado proporcionarla en la cantidad y frecuencia que
ha considerado mejor.
En el agua de riego, además de buscar un ahorro por ser un bien escaso, se
tiene que procurar el mantener una calidad que la haga apta para el riego, especial-
mente cuando se trata del riego localizado a goteo, donde las posibilidades de lixi-
viación de sales son muy escasas.
La aptitud de dicha agua para el riego viene determinada por una serie de fac-
tores, como:
— Calidad: Características físicas y químicas de la misma.
— Tipo y condiciones del suelo.
— Idem del cultivo.
— Manejo del riego.

CALIDAD

Abarca una serie de aspectos o características, que condicionan la bondad o con-


veniencia de su empleo para el riego, o bien cree problemas a las plantas o al suelo.
Por lo tanto es imprescindible conocer la calidad del agua, como una condición
previa, cuando se pretenda implantar el riego localizado a goteo.

1. Características físicas
Se refiere a las materias o sustancias que llevan en suspensión y puedan pro-
ducir problemas a la instalación, como:
— Tierra: Arena, limo y arcilla.
— Materia orgánica muerta: Restos de plantas y animales, plásticos, etc.
— Materia orgánica viva: Insectos, algas, bacterias, etc.
— Aguas residuales: Detergentes, grasas y aceites minerales y otras impurezas.
121
2. Características químicas
En los análisis se procura incluir el máximo de elementos químicos, pero dis-
tinguiendo ya, aquellos que van a afectar más al suelo y/o la planta.
Aunque parezca obvio, cuando se lleve una muestra para analizar a una farma-
cia, indicar que el agua es para regar y no para beber.
Las características que conviene tener más en cuenta, cuando se vaya a utilizar
esta técnica, son:
— El pH.
— El contenido total de sales.
— El contenido de sodio (Na) con relación al calcio (Ca) y al magnesio (Mg).
— El contenido de iones tóxicos, como cloro (Cl), sodio (Na) y boro (Bo).
— El contenido de metales pesados, cuando se analicen aguas residuales.
— El pHc, de gran trascendencia cuando se utiliza esta técnica de riego.

Índices de primer grado


pH. Indica la acidez o alcalinidad. El 7 se refiere a un pH neutro. Por debajo
de 7 es ácida y por arriba es básica o alcalina. Por arriba de 8 ya no se considera
buena, pues es un indicio de la presencia de elementos alcalinos, que pueden ser
tóxicos y que se comprobarán en el análisis.

Contenido total de sales


Modernamente es el índice que se da más importancia, pues engloba el efecto
de todas las sales presentes en el agua, aunque algunas de ellas sirvan para la ali-
mentación de la planta y otras sean tóxicas, por lo que se debería indicar, también,
el porcentaje de ClNa.
Los aparatos que se usan para su medición se basan en la conductividad eléc-
trica, ya que el agua pura no conduce la electricidad, y a medida que aumenta el
contenido salino, mejor pasa la corriente.
Como la temperatura también influye, se tienen que hacer correcciones, pues
las tablas de referencia están calculadas para una temperatura de 25 grados.
Hoy en día existen pequeños instrumentos que funcionan con pilas, que facili-
tan rápidamente esta medida.
Unidades más frecuentes empleadas en los análisis:
1.° Las unidades-base que se usan corrientemente, son las que aprovechan la
conductividad eléctrica (C.E.)
Los submúltiplos del Mhos y del Siemen:
— El milimhos/centímetro (mmhos/cm).
— El decisiemen/metro (dS/m).
— El miliSiemen/centímetro (mS/cm).
122
Todas son equivalentes, es decir, tienen el mismo valor.
Otra unidad de la conductividad eléctrica, y que es preferible usarla en «aguas
buenas», es el submúltiplo micromhos/centímetro (μmhos/cm) que equivale a la
milésima parte de un mmhos/cm.
2.° Otra expresión usada es «Sólidos Disueltos Totales» o S.D.T. o T.D.S. en
gramos por litro (g/l)
Normalmente, en las publicaciones de revistas, toman un coeficiente ameri-
cano (Riverside) que es el 0,64, que multiplicado por los mmhos/cm nos da los
gramos de sales que contiene el agua analizada.
Ejemplo:
En el análisis de un agua del río Júcar, salen 1,970 mmhos/cm. ¿Cuántos gra-
mos o sólidos disueltos totales contiene?

S.D.T. = 1,970 × 0,64 = 1,208 gramos/litro de sales.

Pero para aguas de peor calidad (a partir de 3 dSm/m), como son las que tienen
en la Vega Baja del Segura, Juan José Martínez Nicolás, de la Politécnica de
Orihuela, indica que sería más correcto usar el 0,83 por término medio. Si el con-
tenido en sulfatos fuera superior que el de cloruros, el coeficiente más exacto sería
0,90 y, si predominan los cloruros sobre los sulfatos, sería el 0,78.
Además de emplear los gramos/litro, se usan otras unidades mil veces inferio-
res, como:
miligramo /litro (mg/l) o su equivalente ppm (partes por millón)
3.° Como las sales se encuentran en forma de iones, los resultados de los
análisis, en ocasiones vienen expresados en miliequivalentes por litro (meq/l) o en
milimoles (mmol).
Para poder saber la correspondencia o equivalencia en peso, se puede consultar
la tabla adjunta.
1 milimol = peso molecular (en mg)

peso molecular (en mg)


1 meq/l =
valencia
Para saber los meq/l de una sal, que hay en una muestra que nos dan el resul-
tado en mg, bastará consultar la «Tabla de equivalencias en peso».
n° de miligramos
nº de meq/l de la sal = peso molecular

valencia

Por ejemplo: ¿Cuántos meq/l de cloruro sódico hay en un agua en cuyo análi-
sis se indica que tiene 650 mg?
123
El cloruro sódico o sal común está formada por los iones Cl– y Na+, cuyo peso
molecular es 35,5 + 23 = 58,5 y su valencia es 1.
650 mg
Luego el nº de meq/l será = = 11 meq/l
58,5 (Pm.)

valencia
que indica que es un agua de calidad regular-mala.

Tabla de equivalencias en peso


Iones Pm Valencia meq mmol
++
Calcio (Ca ) 40 2 20 mg 40 mg
Magnesio (Mg++) 24,3 2 12,16 mg 24,3 mg
Sodio (Na+) 23 1 23 mg 23 mg
Potasio (K+) 39 1 39 mg 39 mg
Cloruro (Cl–) 35,5 1 35,5 mg 35,5 mg
Sulfato (SO4 =) 96 2 48 mg 96 mg
Carbonato (CO3 =) 60 2 30 mg 60 mg
Bicarbonato (HCO3–) 61 1 61 mg 61 mg

Para saber la cantidad de mg de un ión, cuyo análisis viene expresado en otras


unidades, bastará:
Si está en meq:
n.° de mg = n.°. de meq × valencia × Pm
Si está en mmol:
n.° de mg = n.° de mmol × Pm
Ejemplos:
Ejemplo 1.° Recibimos el resultado de un análisis de agua de riego, donde
viene expresado en la siguiente forma:
Na + ………… 69 mg/l
Cl – ………… 7 meq/l
SO4 = ………… 5 meq/l
y nos interesa saberla cantidad de mg de cloruro y sulfato de dicha agua y los
meq/l de Na+.
Para saberlo bastará con multiplicar por el valor de sus respectivos meq.
n.° mg de cloruros = 7 × 35,5 = 248,5 mg/l
n.° mg de sulfatos = 5 × 48 = 480 mg/l
Como el Pm. del sodio es 23 y la valencia es 1, tenemos:
1 meq de Na+ = 23 mg
Luego, para calcular los miliequivalentes de sodio, bastará con dividir por 23,
los miligramos totales que contiene la muestra:
124
69 (mg)
contenido de la muestra =  = 3 meq/l de Na+
23 (Pm)

Ejemplo 2.° En la misma muestra anterior, interesa saber los milimoles que
contiene de sodio.

1 mmol = 1 meq × valencia

Como el sodio tiene de valencia 1, la muestra contendrá los mismos miliequi-


valentes que milimoles.
Ejemplo 3.° En un muestra de agua, se indica que existen 3 mmol/l, de sulfa-
tos y se quiere saber a cuantos miliequivalentes y a cuantos gramos equivalen,
sabiendo que la valencia del sulfato es 2.
1 mmol
1 meq = 
valencia
mg/l = p.p.m. = mmol/l × peso molecular

Luego la muestra contendrá:

n.° de meq/l ≡ 3 (mmol) / 2 (valencia) = 1,5 meq/l


n.° de mg = 3 (mmol) × 96 (Pm) = 288 mg de (SO4=)

3.° El miliequivalente por litro (meq/l) es la milésima parte del peso molecu-
lar o atómico de los iones, divididos por su valencia, en un litro.
Ejemplo 4.° El cloruro sódico tiene de peso molecular 58,5 y de valencia 1.
Luego el meq/l será:

58,5
1 meq/l    0,0585 g/l ó 58,5 mg/l.
1 × 1.000

El sulfato (SO4) tiene como peso molecular 96 y la valencia es 2.


96
1 meq/l    0,048 g/l ó 48 mg/l.
2 × 1.000
Existen otras unidades, pero éstas son las más utilizadas en la bibliografía con-
sultada.
Con esto se pretende demostrar que es muy fácil pasar de unas unidades a
otras, con tal de tener la «Tabla de las equivalencias en pesos».

Riesgo de salinización
Por la conductividad eléctrica (C.E.) del agua, se calcula el riesgo de saliniza-
ción del suelo, según el cuadro siguiente:
125
C.E. (micromhos/cm) Riesgo de salinidad
Menos de 750 Bajo
750 a 1.500 Medio
1.500 a 3.000 Alto
Más de 3.000 Muy alto

Sin embargo, todos estos índices sólo nos pueden servir como referencias indi-
cativas, ya que en el suelo concurren otras circunstancias, como la técnica del
riego, un buen drenaje que posibilite lavados, etc.
En terrenos arcillosos, se considera que a partir de los 1.500 micromhos ya hay
riesgo.
En terrenos arenosos, de fácil drenaje y con posibilidad de efectuar lavados,
sólo se considera que puede haber riesgo a partir de los 2.000 micromhos.
En la Vega Baja del Segura, con los problemas de vertidos que tiene ese río, se
está regando con aguas de más de 5.000 micromhos.

Contenido en cloruro sódico (ClNa)


El cloruro sódico es la sal común de cocina. Normalmente, es lo que más se
tiene en cuenta cuando se analizan las aguas de un pozo, aunque también se debe-
ría calcular el conjunto de sales.
Cuando se indica que una zona se ha salinizado, se refiere a esta sal, ya que es
la más tóxica.
En los análisis se considera que el límite máximo tolerado es de 0,825 gramos
por litro (14,10 meq/l), pero para cultivos sensibles tiene que ser inferior, como es
el caso de los cítricos y aguacates.

Contenido en cloruros (Cl)


Es una variante del anterior, ya que lo que se valora es el ión cloro, por ser el
principal causante de las defoliaciones en cultivos sensibles. Además, dificulta la
absorción de nitrógeno y de fósforo.
El límite de tolerancia que se considera en el agua es de 0,5 g/l ó 14, 10 meq/l.
Según la FAO la tolerancia es de 4 meq/l y partir de 10 meq/l los efectos ya son
graves.

Contenido en sodio (Na+)


Es otro de los índices calculado del ClNa. En los terrenos que contengan
Sodio, siempre se ha indicado la conveniencia de disminuir los abonos potásicos,
aunque también hay informaciones que indican todo lo contrario. Sin entrar en
ello, lo importante es incorporar calcio, como puede ser abonar con nitrato de cal,
en lugar de sulfato amónico.
Este elemento puede llegar a sustituir los iones calcio y magnesio en el com-
plejo arcillo-húmico y el terreno perder su buena estructura, haciéndose imper-
meable, llegando a quedar como una pasta (sodificación).
126
El límite de tolerancia es de 0,25 g/l ó 10,87 meq/l, siendo inferiores, también,
los índices de la FAO.
Calidad de agua, según salinidad y porcentaje de Na
Clases de agua C.E. (micromhos/cm) Na (% total cationes)

1. Excelente ........................................... hasta 250 hasta 20


2. Buena ................................................. 250 a 750 20 al 40
3. Mediana ............................................. 750 a 2.000 40 al 60
4. Mala ................................................... 2.000 a 3.000 60 al 80
5. No indicada........................................ Más de 3.000 Más del 80

Contenido en sulfatos (SO4=)


Normalmente no se suele dar importancia, salvo cuando se riegan suelos yesosos.
Cuando se riegan con aguas ricas en sulfatos, como las del río Júcar, hay limi-
taciones en el desarrollo radicular y en la producción, que se agrava con el empleo
de abonos a base de sulfatos.
El límite de tolerancia admitido es de 0,4 g/l ó 8,33 meq/l.
Según Giménez Montesinos (Politécnica de Orihuela), se puede llegar a los
1,68 g/l o 35 meq/l.

Contenido en bicarbonatos (CO3H–)


El límite permitido está en 518 ppm, pero su presencia nos obliga a realizar un
programa de acidificación del agua, para que su pH quede en 6,5 y evitar la forma-
ción de carbonatos, que al cabo de poco tiempo podría llegar a taponar las tuberías.

Contenido en nitratos (NO3–)


Se tiene que tener en cuenta a efectos de disminuir la dosis de nitrógeno anual
en el abonado. En las zonas de cultivo intensivo, donde la concentración es muy
abundante, es importantísimo saber la cantidad de N que aportan las aguas de
riego, ya que es posible que no se tenga que abonar nada.
Para saber los kilos de N por hectárea que aporta el agua de riego, se utiliza la
siguiente fórmula:
(NO3) × 0,226 × Vol.
 ×F
1.000
(NO3) × 0,226.— Cantidad de N, aportado, según la concentración de nitratos
en p.p.m. o en gramos por metro cúbico del agua de riego.
Vol.— Los metros cúbicos de agua aportados durante todo el año.
F.— Factor sobre las pérdidas de agua, siempre inferior a 1, pero en nuestro
caso valdrá 0,9.

Contenido en boro (Bo)


El máximo tolerado es de 2,5 ppm, aunque para los Cítricos el límite se consi-
dera de 0,5 ppm.
127
Índices de segundo grado
Como no se pretende hacer un estudio exhaustivo, se van a enumerar los más
importantes:

S.A.R. o R.A.S.
Indica la proporción en que se encuentran los cationes de sodio con los de
calcio y magnesio, que tienen una acción contraria en la buena estructura del
suelo.
El límite de tolerancia es 10.

S.A.R. ajustado o índice de Langelier


En un riego limitado a una pequeña porción del suelo, rica en raíces, es muy
importante poder calcular el riesgo de precipitados o de lixiviación de sales en el
bulbo, por lo que es más correcto para valorar el peligro del sodio en el agua de
riego.
La influencia del Na en el agua de riego sobre la permeabilidad del suelo
depende, además de la relación del Na con los Ca y Mg indicada en la S.A.R., de
los iones CO3 y HCO3 y del CO2 existente en dicha zona. Con el S.A.R. ajustado
se tienen en cuenta los procesos de precipitación o disolución de sales en el bulbo,
por lo que es más correcto para valorar el peligro del Na en el agua de riego.
El pHc es el pH calculado para el agua de riego en contacto con el carbonato
cálcico y en equilibrio con el anhídrido carbónico del suelo. Si es mayor de 8,4 hay
riesgo de lixiviación de calcio y si es menor lo precipita en forma de carbonato.
Dada la importancia de este índice en el riego localizado a presión, se va a
ampliar su cálculo con un ejemplo para su mayor comprensión.

S.A.R. ajustado = S.A.R. · [ 1 + ( 8,4 – pHc)]

Para el cálculo del pHc se utiliza la siguiente fórmula de tres términos:

pHc = (pK’2 – pK’C) + p (Ca++ + Mg++) + p (AlK)

Equivalencia de los términos:


(pK’2 – pK’C) = Σ (Ca++ + Mg++ + Na+) en meq/l.
p (Ca++ + Mg++) = Σ (Ca++ + Mg++) en meq/l.
p (AlK) = Σ (CO3= + HCO3–) en meq/l.
cuyos valores se indican en la tabla siguiente:
128
Suma de cada término (meq./l) (pK’2 – pK’C ) p (Ca++ + Mg++) p (AlK)
0,05 2,0 4,6 4,3
0,10 2,0 4,3 4,0
0,15 2,0 4,1 3,6
0,20 2,0 4,0 3,7
0,25 2,0 3,9 3,6
0,30 2,0 3,8 3,5
0,40 2,0 3,7 3,4
0,50 2,1 3,6 3,3
0,75 2,1 3,4 3,1
1,00 2,1 3,3 3,0
1,25 2,1 3,2 2,9
1,50 2,1 3,1 2,8
2,00 2,2 3,0 2,7
2,50 2,2 2,9 2,6
3,00 2,2 2,8 2,5
4,00 2,2 2,7 2,4
5,00 2,2 2,6 2,3
6,00 2,2 2,5 2,2
8,00 2,3 2,4 2,1
10,00 2,3 2,3 2,0
12,50 2,3 2,2 1,9
15,00 2,3 2,1 1,8
20,00 2,4 2,0 1,7
30,00 2,4 1,8 1,5
50,00 2,5 1,6 1,3
80,00 2,5 1,4 1,1

Ejemplo. En un análisis del agua, los resultados obtenidos son los siguientes:
Ca ++ 6,35 meq/l
Mg++ 3,54 “
Na+ 4,00 “
CO3= 0,00 “
HCO3– 4,56 “
S.A.R 1,8 “
1.er término. (Ca++ + Mg++ + Na+) = 6,35 + 3,54 + 4,00 = 13,89; según la tabla,
corresponde a un valor de 2,3
2.° término. (Ca++ + Mg++) = 6,35 + 3,54 = 9,89; según la tabla, corresponde a
un valor de 2,3
3.er término. (CO3= + HCO3–) = 0 + 4,56 = 4,56; según la tabla, corresponde a un
valor de 2,35
El pHc resultante = 2,3 + 2,3 + 2,35 = 6,95 que al ser menor de 8,4 no hay
riesgo de lixiviación de calcio.
El S.A.R. ajustado = 1,8 × [1 + (8,4 – 6,95)] = 4,41.
129
CLASIFICACIÓN DE LAS AGUAS SEGÚN S.A.R. AJUSTADO Y C.E.
(Rhoades, 1972)

A) Para agua de C.E. menor de 0,4 dS/m a 25° C

S.A.R ajustado Calificación


Menor de 6 No hay riesgo de sodificación
Entre 6 y 9 Moderado riesgo de sodificación
Mayor de 9 Alto riesgo de sodificación

B) Para agua que la C.E. esté entre 0,4 y 1,6 dS/m

S.A.R ajustado Calificación


Menor de 6 No hay riesgo de sodificación
Entre 6 y 9 Moderado riesgo de sodificación
Mayor de 9 Alto riesgo de sodificación

C) Para agua de C.E. mayor de 1,6 dS/m

S.A.R ajustado Calificación


Menor de 16 No hay riesgo de sodificación
Entre 16 y 24 Moderado riesgo de sodificación
Mayor de 24 Alto riesgo de sodificación

Según Ayers y Westcot, a los valores obtenidos, se les debe aplicar un factor de
corrección de 0,5, por lo que recomiendan la utilización del S.A.R. corregido.

S.A.R. corregido
Supone además del S.A.R., la existencia de Ca en el suelo y en la no precipita-
ción del Mg.
Con este índice (SAR°), se prevé mejor los problemas de infiltración debido al
exceso de Na y a la carencia de Ca.
Estos valores se determinan mediante tablas. («La calidad del agua en la agri-
cultura». Estudio FAO Riego y Drenaje. 9. Rev. 1. 1987, págs. 9 y 65).

CSR
Indica la existencia de carbonato sódico residual, que es lo que más degrada
los suelos.
El límite de tolerancia es de 2 miliequivalentes por litro.

Dureza
Se refiere al contenido de calcio y magnesio, y se mide por grados franceses.
En suelos sódicos está muy indicado el empleo de aguas duras o calizas.
130
En el riego de pie no representa ningún inconveniente, incluso puede servir como
fertilizante, pero en el riego a presión por goteros, no es conveniente pasar de los 50
grados franceses, pues se pueden producir obturaciones en las tuberías y emisores.
Por lo tanto, las aguas con superior grado, se tienen que acidificar o bien
emplear abonos ácidos.
El Departamento de Agricultura de EE.UU. emplea los siguientes cuadros para
la valoración y clasificación de las aguas de riego:
Clasificación de las aguas para regar

131
Valoración de aguas de riego

Como complemento a las distintas clasificaciones sobre la calidad de las aguas


de riego, se añade la tomada de la revista Agrishell, en la que aparecen unos índi-
ces, cuyo conjunto se mide por niveles, que se consideran muy indicados para el
riego por goteo.
132
El nivel 0-0-0 es para un agua excelente, y el 10-10-10 para un agua no apro-
piada por los numerosos problemas que pueden presentarse:

Sólidos en Sólidos Población


Nivel suspensión disueltos bacteriana
(mg/l) (mg/l) n.o/ml

0 10 100 100
1 20 200 1.000
2 30 300 2.000
3 40 400 3.000
4 50 500 4.000
5 60 600 5.000
6 80 800 10.000
7 100 1.000 20.000
8 120 1.200 30.000
9 140 1.400 40.000
10 160 1.600 50.000

En la misma revista se hace la observación, que cuando sean aguas alcalinas de


pH superior a 7,5, los niveles se considerarán el doble.
En la actualidad, con el uso de los hidrociclones, las partículas terrosas en sus-
pensión, que no sean arcillas, han dejado de ser un problema.

CLASIFICACIÓN DE LAS PLANTAS SEGÚN RESISTENCIA


AL CLORURO SÓDICO EN EL AGUA DE RIEGO

En la bibliografía se encuentran clasificaciones muy dispares, por lo que se


escoge la de Deloye y Rebour, por ser autores que han trabajado en climas desérti-
cos o semidesérticos, semejantes a las zonas donde se encuentran la mayoría de las
instalaciones de riego localizado.
El conocimiento del grado de sensibilidad de las plantas es un dato muy intere-
sante, ya que permite comprobar la calidad de un agua de riego, sin necesidad de efec-
tuar un análisis, y con la ventaja de ser en el clima y en el suelo propio de la finca.
Por lo tanto, si una planta no presenta síntomas de fitotoxicidad (necrosis folia-
res), es la mejor garantía de que la calidad del agua disponible está comprendida
dentro de los índices de la clasificación:

1. Especies muy sensibles


Para aguas muy buenas, prácticamente exentas de cloruros.
Níspero, nogal, fresal, judía y todas las subtropicales.

2. Especies sensibles
Pueden llegar a tolerar hasta los dos gramos por litro.
Limonero, naranjo y manzano.
133
3. Especies resistentes
Toleran hasta los tres gramos por litro.
Albaricoquero, almendro, higuera, olivo, membrillero, alcachofa, col,
pimiento, cebolla, zanahoria, patata, tomate y maíz.

4. Especies muy resistentes


Toleran cantidades superiores.
Altramuz, alfalfa, palmera, remolacha y algodón.
Según Giménez Montesinos, en la EUITA de Orihuela (Vega Baja del Segura),
se pueden utilizar para cítricos y melocotoneros, aguas de hasta 20 miliequiva-
lente/litro de cloruros, y de 30 meq/l de sulfatos. Para cultivos como el almendro y
viña (uva mesa), han llegado a los 30 meq/l de cloruros y 45 de sulfatos. Todo ello
utilizando la técnica del riego a goteo.
En el capítulo que se trata de las «sales», ya se dan unas recomendaciones para
los casos de riego con aguas salinas, pero el insistir en estas informaciones y estu-
dios es para resaltar la importancia de los problemas que se pueden presentar, pues
a la escasez se tiene que añadir el empeoramiento de la calidad.

TOMA DE MUESTRAS PARA LOS ANÁLISIS

Dado que todos los datos y características que se le van a atribuir al agua, pro-
ceden de la muestra analizada, es fundamental extremar el cuidado en la toma de
dicha muestra, para que sea absolutamente representativa, por lo que cuanta más
cantidad se tome para la muestra, mayor será su representatividad, aconsejándose
coger unos 5-10 litros, para luego llenar la botella de litro. Además, según mi com-
pañero de la Escuela de Barcelona, Ramón Molné, en la reunión de Lérida, me
hizo la advertencia, de que en aguas estancadas, como la de los pantanos, las
muestras se deberían tomar a la profundidad de salida del agua y no de la superfi-
cie, ya que las capas superiores tienen menos porcentaje de sales, por lo que no son
representativas.
En la actualidad, han aparecido en el mercado pequeños instrumentos, muy
cómodos y fáciles de manejar, que rápidamente nos dan unos índices, que permi-
ten disponer de un primer avance del tipo de agua con la que se va a regar desde la
misma finca.
Pero cuando se necesiten muchos datos, la muestra se tiene que llevar a un
laboratorio especializado, siguiendo las siguientes normas:
a) Se toma una botella de un litro, con tapón de plástico o de corcho parafinado.
b) Si la muestra es de un pozo, se pone en marcha media hora antes de llenar
la botella, para que se limpie la tubería y no lleve impurezas.
c) Si se trata de aguas superficiales, se toma a medio fondo, en lugares que
no haya barro ni arrastres.
134
d) Si se trata de agua estancada (grandes embalses), el mayor porcentaje de
sales se encuentra en las capas más profundas (Ramón Molné, Escuela de
Barcelona), por lo que la toma de muestra desde arriba, no es representa-
tiva.
e) Una vez bien tapada la botella, se pegará una etiqueta indicando su origen
y quién la expide, así como todos los datos que interesa conocer. El no
atender esta indicación puede ser causa de confusiones e inutilizar todo el
trabajo.

ORIGEN DE LAS AGUAS DE RIEGO

Las aguas de riego, en una primera estimación, pueden considerarse de dos


procedencias:
— Aguas superficiales.
— Aguas subterráneas (pozos).

1. Aguas superficiales
1.1. De manantiales, ríos, barrancos, canales y acequias.
1.2. Aguas residuales.

2. Aguas subterráneas o de pozos


2.1. De montaña o del interior.
2.2. Del litoral o marina.

1.1. Aguas de corrientes superficiales


Todas tienen las características de estar muy oxigenadas, pero también de lle-
var materias extrañas, como tierra y restos de plantas, así como en disolución las
sales procedentes de los materiales de su cuenca.
Todo ello, salvo casos muy particulares, tiene una importancia secundaria, ya
que existen procedimientos para su filtración y limpieza.
La calidad también puede variar según la época, siendo peor en verano, por lle-
var menor caudal y las sales estar más concentradas, como se ve en el resultado de
este análisis tomado del río Júcar, a su paso por la Ribera Baja:
— pH......................................................... 7,6 (óptimo)
— Nitratos................................................. 3 pmm (muy bajo)
— Bicarbonatos ........................................ 262 pmm (alto)
— Calcio ................................................... 385 pmm (muy alto)
— Magnesio.............................................. 123 pmm (alto)
— Potasio.................................................. 63,1 pmm (óptimo)
— Cloruros ............................................... 172 pmm (sin problemas)
— Sulfatos ................................................ 1.123 pmm (con problemas)
— Sodio .................................................... 72 pmm (posible problema)
135
En realidad los problemas se presentan cuando llevan vertidos industriales sin
controlar. Por desgracia es bastante frecuente que en la prensa aparezcan noticias
denunciando vertidos incontrolados (o más o menos encubiertos). La Albufera de
Valencia, en la actualidad, es uno de los ejemplos más relevantes de los desastres
ecológicos que suelen causar estos vertidos, tanto en los cultivos como en la fauna,
solo superada por las del río Segura a su paso por Orihuela y aguas abajo.
El agricultor también es un agente contaminante en muchas ocasiones. En
comarcas como la mencionada ribera baja del Júcar, donde el regadío es muy
antiguo, con canales y acequias que distribuyen el agua a cada parcela, a la
mayoría de agricultores les es más cómodo echar todos los envases y residuos,
de las toneladas de pesticidas consumidos a las acequias, que enterrarlos o dejar-
los en su parcela. Igual sucede con los restos de malas hierbas, con lo que se
contaminan las parcelas aguas abajo, que sufren una gran proliferación de hier-
bas invasoras.
Por lo tanto, el problema es de difícil solución, ya que es de todos: urbano,
industrial y agrícola, por lo que cuando se programe una instalación de riego loca-
lizado, se tienen que prever estas dificultades añadidas.
En el año 2000, dado que el relieve del término de Benissa, está formado a
base de laderas abancaladas, con pendiente acusada hacia el mar, y de que en todo
el litoral mediterráneo es frecuente que, entre finales de verano y principios de
invierno, se produzcan lluvias torrenciales, en colaboración con J.A. Vives Men-
gual de Lleus, se construyó una balsa de plástico de 3.000 m3 de capacidad, sufi-
ciente para proporcionar los riegos de socorro para la viña de su explotación, con-
fiando en que se presentarán estas lluvias. En el 1º día de lluvia, se tuvo que levan-
tar a media noche, ante el peligro de que el agua se desbordara y se derrumbara por
la zona de tierra apilada. Esto es un ejemplo de las posibilidades, no aprovechadas,
para poder dar unos riegos complementarios a numerosos cultivos de «secano»,
con los que no se perdería la calidad organoléptica y sí se ganaría en presentación
comercial, con agua de calidad excelente por ser de lluvia.

1.2. Aguas residuales


Cada día van teniendo más importancia para el riego, pues la escasez de agua
normal obliga a recurrir a ellas.
Para que se puedan usar, previamente tienen que sufrir un tratamiento en una
estación depuradora pero, a veces, el caudal entrado es superior a la capacidad de
la depuradora, por lo que la calidad del agua no es la deseable.
Los criterios de calidad de un agua de este tipo, según J. Espinosa, vienen indi-
cados por:
— Demanda biológica de oxígeno (DBO), u oxígeno consumido por los orga-
nismos disueltos. De 10 a 30 ppm.
— Sólidos en suspensión (SS).
— pH.
— Metales pesados.
— Parámetros biológicos.
136
Cuando se tenga que usar esta clase de aguas, a nivel agricultor, conviene
hacer siempre un pre-filtrado que disminuiría o evitaría:
— Restos de materiales extraños.
— Desarenados.
— Desengrasados.
Dicho pre-filtrado puede hacerse haciendo pasar el agua por un lecho de grava
fina y gruesa, que tenga un metro de recorrido o de espesor.
Para su construcción se hace una doble pared de bloques de hormigón poroso relle-
no de grava, tal como se observa en el croquis, pero con las particularidades siguientes:

1.a La pared de entrada queda unos 40 centímetros más baja que el nivel
superior de las aguas procedentes de la depuradora. Para prevenir posi-
bles arrastres de cañas u otros materiales extraños, se colocaría también
una rejilla o malla.
2.a La pared opuesta sí que tendría de altura el mismo nivel que las aguas del
canal de entrada o, incluso, un poco superior, para evitar desbordamientos
en días de mucho caudal.
En la parte inferior se instala una reja de hierro, que no deje pasar la
grava que pueda arrastrar el agua en su salida hacia la primera balsa.
3.a En la primera balsa, el agua entraría principalmente por la rejilla inferior,
atravesando la capa de grava, pero también filtrando a través de los blo-
ques de hormigón poroso de la pared.
En esta balsa, se van sedimentando todos los lodos que aún pueda
contener. Para facilitar esta sedimentación o floculación, periódicamente
se añadirá un gramo de sulfato de cobre y otro de sulfato de hierro por
cada metro cúbico de agua entrada.
Para la extracción de lodos se puede construir un aliviadero o desagüe
para su limpieza manual.
137
4.a La segunda balsa es la de desinfección y se comunica con la anterior por
una pared impermeable, que tiene una altura inferior en 50-70 cm para
facilitar el paso del agua por la parte superior.
Dado el origen del agua, es conveniente clorarlas, añadiendo un producto
comercial, a razón del equivalente de medio gramo de cloro por cada metro cúbico
de agua a tratar.
Periódicamente o cada mes, se echará la lejía, teniendo la precaución de darle
tiempo para que se evapore el cloro, antes de su utilización para el riego, especial-
mente cuando se trata de cultivos sensibles como los agrios.
A partir de aquí, ya se podría instalar el equipo motobomba, para el riego de las
parcelas.
Antes de terminar, se considera conveniente el recordar que todos estos cuidados y
recomendaciones previas a la utilización de esta clase de aguas, se hacen con el objeto
de evitar contaminaciones y malos olores, que suelen afectar las zonas donde se riega,
aumentando su importancia si las aguas tienen que quedar un tiempo embalsadas.
Para evitar la proliferación de algas, en las albercas se pueden poner peces,
como carpas o tencas, que tienen una gran capacidad de adaptación, y es una solu-
ción natural de mantener las aguas limpias.
El uso posterior de sulfato de cobre, ya no es tan recomendable, pero si no hay
más remedio, no se debe pasar del gramo por metro cúbico, pero probando antes si
es suficiente con medio gramo.
Finalmente, se adjunta un croquis de una depuradora de una casa de campo en
Son Maciá (Mallorca), donde al señor Guillermo Adrover le servía para aprove-
char las aguas residuales.
Aguas procedentes
de los desagües

Tapa registro
Ø 30

Salida agua limpia


0,80
0,20

0,60 0,60

2.1. De «montaña» o del interior


Las aguas que se extraen de los pozos pueden ser por corrientes subterráneas o
por bolsas de acumulación, cosa bastante frecuente en las rocas calizas, pues al
disolverse parte de la cal en forma de bicarbonato, se van provocando unas gran-
des grietas y bolsas, a modo de pequeños lagos interiores, donde el agua se infiltra
138
hacia ellas, arrastrando sales disueltas de los terrenos que atraviesa, continuando
hacia otras bolsas más profundas.
Esta velocidad de circulación es variable, según el tipo de suelo y pendiente,
estando comprendida entre los 0,3 y los 29 metros por día.

También se podría considerar un caudal de infiltración, o cantidad de agua fil-


trada hasta llegar a una capa impermeable.
En estos terrenos calizos, no es raro que muchos sondeos sean un fracaso al
poco tiempo, pues el caudal inicial se agota rápidamente, al haber coincidido con
una de las bolsas formada en el transcurso de los siglos, pero que no tiene conti-
nuidad, al menos para caudales rentables en un tiempo prudencial.
Suelen ser ricas en bicarbonato cálcico y/o sulfato cálcico (yeso), según las
características de los terrenos atravesados. Como ejemplo sirve el análisis del agua
de la SAT del pozo de Murla (Alicante), que durante los primeros días los socios
creyeron que se había encontrado con un río, pero que se agotó casi completa-
mente.
— Conductividad (salinidad) . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,11 mmhos/cm
— pH . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7,4 (normal)
— Cloruros (Cl– mg/l) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 404,7 (máx. 500)
— Sulfatos (SO4= mg/l) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 402,4
— Carbonatos (CO3= mg/l) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,0
— Bicarbonatos (CO3H– mg/l) . . . . . . . . . . . . . . . . . 286,7
— Nitratos (NO3– mg/l) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,0

139
— Calcio (Ca++ mg/l) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 192,6
— Magnesio (Mg++ mg/l) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51,2
— Sodio (Na+ mg/l) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 230,2 (máx. 300)
— Potasio (K+ mg/l) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4,2
— Boro y amonio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Exentos
— Dureza total (grados franc.) . . . . . . . . . . . . . . . . . 69,3 (muy dura)
— SAR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,8 (máx. 10)
— SAR ajustado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9,7

Cuando las corrientes subterráneas discurren sobre un terreno impermeable


con pendiente, y se perfora por debajo de la línea piezométrica, es decir, por
debajo del nivel superior freático, el agua tiene una presión que hace que ascienda
hasta alcanzar el nivel de dicha línea. Si estuviera situada más arriba de donde se
perfora, el agua rebosaría por arriba, recibiendo el nombre de «pozo artesiano», en
recuerdo de una región francesa, donde es muy frecuente este tipo de pozos.
Si el punto donde se efectúa el sondeo está en cota superior a la línea piezomé-
trica, el agua no ascenderá.
Por lo tanto, no se debe confundir esa subida de nivel, con el potencial del
acuífero y que como hay tanta, no se puede contener rebosando por el pozo, pero
tampoco es una mala señal.
Otras veces, las cuevas y grietas que hacen las corrientes al atravesar las mon-
tañas calizas, se derrumban, provocando una orografía muy particular, que muchos
aprovechan como señal para perforar y localizar la corriente de agua.
140
Cuando los sondeos se realizan en sitios cercanos a tierras de cultivo intensivo,
es probable que presenten cantidades importantes de nitratos o nitritos. Como
Poliña (Valencia).
La contaminación de dichos acuíferos, ya se tiene que tener en cuenta para
reducir la dosis de nitrogenados, como en una finca apegada a Alcira (Valencia),
que se ha reducido a la mitad y eso que se trataba de naranjos navelinos, muy exi-
gentes en nitrógeno. En Poliña (Valencia) en una finca dedicada a naranjos Nave-
late, se ha tenido que suprimir completamente, según su encargado Antonio Cefe-
rino, pues los árboles presentaban síntomas alarmantes por exceso.

141
2.2. Del «Litoral» o «Marina»
Tienen un origen parecido al caso anterior, ya que son las mismas aguas, des-
pués de realizar un mayor recorrido por las capas interiores de la tierra.

Suelen ser más ricas en sales, pues a las existentes en el caso anterior, se unen
las aguas de drenaje, más o menos contaminadas, y las de procedencia por intru-
sión marina, que aunque se encuentren en un nivel inferior, pueden subir por el
efecto de «esponja».
En una situación normalmente equilibrada, el agua «terrestre» baja desde la
zona de montaña, con tendencia a infiltrarse hacia las capas profundas, e incluso, a
penetrar en el espacio influenciado por el mar. Allí su movimiento es contrarres-
tado por el empuje del agua marina, creándose una zona de equilibrio que se man-
tiene perfectamente, hasta que se abusa con las extracciones. Este desequilibrio
provoca un «vacío» que ocupan las aguas marinas, produciéndose un avance de
estas aguas, que poco a poco pueden salinizar una gran zona, como ha ocurrido en
Sant Jordi (Mallorca) y Denia (Alicante).
No es raro que perforaciones que en un principio disponían de agua buena, al
cabo de un tiempo de abuso, sean inadecuadas para el riego por el exceso de sal,
como se comprueba en el reciente análisis de un pozo de Teulada (Alicante), cerca
de la playa de Moraira, que antiguamente era potable, o al menos se usaba para el
consumo humano y del ganado.
— Conductividad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,38 mmhos/cm
— Cloruros (Cl–) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 582,2 mg/l (máx. 500)
— Sulfatos (SO4=) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125,1 mg/l
— Magnesio (Mg++) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39,7 mg/l
— Sodio (Na+) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 230,9 mg/l
— Dureza total . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67,2o F (máx. 54)
— SAR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,9 (máx. 10)
— SAR ajustado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9,8
142
Ha de lograrse una utilización racional y una protección adecuada del recurso (Prólogo Ley de Aguas).

En la Comunidad Valenciana cuidamos el agua y aprovechamos hasta la última gota, depurando y


reutilizando el agua residual (Consellería de Obras Públicas).

143
TEMA 8

LAS NECESIDADES DE AGUA

LAS EXIGENCIAS HÍDRICAS ANUALES

En los regadíos clásicos, normalmente con aguas procedentes de ríos y cana-


les, se establecen unos turnos de riego que suelen estar adaptados al tipo de culti-
vos y suelos, y que la experiencia del lugar ha considerado más convenientes.
Un agricultor con la experiencia acumulada de varios años, cada vez distingue
con mayor precisión la conveniencia de volver a regar, por lo que no adopta un
turno rígido (salvo que no tenga más remedio), sino que observa los síntomas ini-
ciales del «lenguaje» de las plantas. Cuando se tiene que adaptar a los turnos esta-
blecidos, muchas veces tiene que regar antes de lo necesario, ya que el siguiente
sería demasiado tarde.
Cuando ha habido problemas de escasez, los turnos y las dotaciones de agua
suelen variar, y no es raro que surjan litigios entre los regantes y Comunidades.

145
Durante los años que se estuvo haciendo un seguimiento de los distintos culti-
vos arbóreos, principalmente en las fincas de «Les Torretes» (80 ha) entre Pená-
guila y Benilloba, Más Nou (20 ha) de Jijona y Más de Roc (60 ha) de Ibi, todas
ellas en la comarca interior de Alicante, conocida por La Montaña (Anejo 2), ade-
más de las aportaciones posteriores de colaboradores, se han llegado a una serie de
conclusiones de exigencias en necesidades hídricas anuales para el riego locali-
zado, con el cultivo en plena producción y ocupando prácticamente toda la superfi-
cie, que se indican en la clasificación siguiente:

Cultivos muy poco exigentes


— Viña vino ................................................. 381,60 a 390,10 m3/ha y año
— Viña mesa ................................................ 198 a 1.441,00
— Olivo (extensivo) ..................................... 1.710 m3/ha y año

Cultivos poco exigentes


— Almendro ................................................. 2.715,40
— Nogal ....................................................... 3.058 m3/ha y año
— Olivo (intensivo)....................................... 3.300 m3/ha y año
— Albaricoquero .......................................... 3.311,50
— Cerezo ...................................................... 3.524,00

Cultivos medio exigentes


— Melocotonero ........................................... 4.230,00
— Limonero ................................................. 4.363,00
— Ciruelo ...................................................... 4.573,00
— Cítricos tempranos.................................... 5.289,00
— Manzanos ................................................. 5.317,10
146
— Cítricos 2ª temporada .............................. 5.973,00
— Nectarinas ................................................ 5.980,00

Cultivos muy exigentes


— Perales ...................................................... 7.582,00
— Cítricos tardíos ......................................... 8.106,00
Existe un Anejo donde se especifican estos cálculos, para aquellos que quieran
mejorar estos estudios.
Con el riego localizado a goteo, el concepto de turno desaparece, al menos en
el sentido antiguo, pues se parte de la aceptación del riego diario. Sólo en casos
excepcionales de suelo y clima, se estará dos o tres días sin regar, pero como con-
trapartida, también hay ocasiones que se tienen que dar dos riegos diarios (en sue-
los sin capacidad de retención).
En esta técnica de riego se deben usar otros parámetros o referencias, para el
cálculo de las necesidades y dosificaciones, pues se pretende aprovechar al
máximo el agua suministrada, y que el cultivo esté en condiciones óptimas para
poder dar el máximo rendimiento económico.
Por lo tanto, y con el objeto de aclarar confusiones, desde el principio haremos
varias distinciones, considerando que existen varias técnicas, dentro de las que se
conoce con el nombre genérico de «riego localizado».
1.a En general, salvo que se especifique lo contrario, siempre que se trate de
«riego localizado a goteo», se refiere al riego diario o casi diario, pero
siempre manteniendo el P.H.O. (o porcentaje de agua óptimo), sin proble-
mas de falta de agua o de asfixia. Si además se complementa con un
«planning de fertirrigación», también se debe sobreentender que se van a
corregir las posibles deficiencias del suelo, manteniendo el complejo arci-
llo-húmico y la solución del mismo, sin problemas de salinización.
2.a Otra técnica diferente es el «riego localizado semanal», «bisemanal»,
etc., es decir, sin un programa continuado que mantenga el P.H.O.,
siguiendo una inercia del riego tradicional antiguo. Casi lo mismo se
puede indicar con respecto a la fertirrigación.
3.a Otra técnica es el «riego localizado de mantenimiento o de socorro», con
uno, dos o tres riegos, en momentos puntuales, que con el tiempo puede
que alcance mucho incremento en cultivos de «secano», como almendros,
olivos, nogales, etc., como se ha tenido ocasión de seguir y analizar en
algunos cítricos de Mallorca, donde, debido a la escasez de agua, los rie-
gos son incompletos y hasta que no llegan las lluvias, los árboles no reci-
ben las dotaciones adecuadas.
4º El «cultivo sin tierra», denominado también hidropónico, no se tiene que
incluir como una variante del riego localizado, ya que es un riego total,
pero con el espacio limitado. Las raíces no tienen problemas de asfixia por
el flujo continuo que renueva el agua y los fertilizantes.
147
5º El cultivo en maceta o «contenedor», más propio de jardinería, también
es otra técnica diferente al riego localizado. Aunque se riegue con un
gotero, el agua ocupa todo el espacio del contenedor y con el tiempo se
presentan los mismos problemas que con el riego total de compresión
del suelo, agravados por la limitación de espacio. Para evitar este apel-
mazamiento del sustrato, un agricultor de Benissa, José Ivars Castells,
suministra el agua por abajo, colocando un recipiente, lleno de agua,
debajo de la maceta para que ésta suba por capilaridad. Según la altura
del contenedor, tendrá de altura la capa de agua del recipiente, ya que si
es demasiado, también se presentan los problemas de asfixia, pudiendo
llegar a producir la muerte de la planta. Por los excelentes resultados
obtenidos, se podría considerar como una variante del riego total subte-
rráneo.
Por lo tanto, no todo consiste en regar por regar. Con el uso de las técnicas
actuales, ya los cálculos pueden ser más útiles, no confundiendo la bondad de unas
técnicas, que son flexibles, con la rutina y las costumbres antiguas, al comprobar
que las plantas «no se quejan».
Entre los factores externos que pueden limitar la producción, se consideran:
• De clima:
— Temperatura.
— Luz.
— Aire (oxígeno, contaminación y viento).
— Agua. Regulador y vehículo.
• De suelo:
— Permeabilidad y profundidad.
— Textura y estructura.
— Complejo arcillo-húmico.
— pH
— Caliza.
— Salinidad.
• De alimentación:
— Agua.
— Oxígeno.
— Anhídrido carbónico.
— Fertilizantes. (N-P-K, etc.).
• De técnicas de cultivo:
— Clima (invernaderos, etc.).
— Suelo (enmiendas).
— Alimentación (fertilización).
El agua es necesaria tanto para poder regular los procesos bioclimáticos y ser
el vehículo para el transporte de alimentos, como por ser el principal alimento que
se tiene que suministrar artificialmente.
148
Por lo tanto, es muy importante poder restituir toda la que se consume y gasta.
La Evapotranspiración se define como el agua consumida y evaporada por
las plantas, más la que se evapora por el suelo. Para su cálculo, se parte de la
evapotranspiración de un cultivo de referencia (ETo), que equivale al consumo
de una superficie ocupada completamente por gramíneas en actividad vegeta-
tiva, con altura uniforme de 8 a 15 cm y sin problemas de agua. Luego se apli-
can una serie de coeficientes, que multiplicando por la ETo, nos dan las necesi-
dades de agua que requiere el cultivo que se va a regar en cada fase o estado
fenológico.
Cada vez más, se está dando mayor importancia a la evaporación en un suelo
desnudo, sin ninguna protección y en climas de fuerte insolación.

FACTORES A CONSIDERAR EN EL CONSUMO DE AGUA

Las necesidades de agua a suministrar en un tiempo determinado, normal-


mente de un día, dependen, por lo menos, de cuatro tipos de factores:
— Factores climáticos.
— Factores de suelo.
— Factores de planta.
— Factores de calidad de agua disponible.
Se pretende resaltar la gran variabilidad existente dentro de cada tipo y en su
conjunto, cuyo resultado puede llegar a ser muy dispar, por lo que la programación
de la dosificación siempre se tiene que tomar como una referencia.

1. Climáticos
Normalmente se dispone de una serie de parámetros o datos que proporcionan
las Estaciones Meteorológicas, referentes al punto donde está ubicada la Estación,
que combinándolos con los de otras Estaciones, se consideran como buenos para
una comarca o región.
Por lo tanto, «los datos climáticos» se suelen referir a una superficie muy
amplia, cuando deberían ser sólo de un paraje, o mejor, referirse al microclima de
la parcela a estudiar.
— Temperatura.
— Insolación o número de horas de sol.
— Radiación solar.
— Humedad ambiente y pluviometría.
— Viento.
— Evaporación.
— Demás condiciones locales.
149
Velocidades máximas de desecación

Clima Evapotranspiración
(mm/dia)

Frío, húmedo............................................................................................. 2,5


Frío, seco .................................................................................................. 3,8
Templado, húmedo ................................................................................... 3,8
Templado, seco ......................................................................................... 5,1
Cálido, húmedo......................................................................................... 5,1
Cálido, seco .............................................................................................. 7,6

A lo largo de estos 20 años se observa que este factor, considerado aislada-


mente, no tiene tanta importancia como se le atribuye «oficialmente», por lo que
más práctico combinarlo con los otros.

2. Suelo
Lo principal es la «capacidad de campo» que, como sabemos, depende de la
textura y estructura, pero sin olvidar el complejo arcillo-húmico y la caliza, que
pueden contribuir mucho en la retención de agua.
Normalmente se parte de situaciones «normales», con suelos «uniformes», etc.,
pero ¿es real esta «uniformidad»? Todo el mundo está cansado de observar que den-
tro de una parcela e, incluso, con los emisores correspondientes a una misma planta,
existen diferencias, a veces bastante significativas, en las relaciones SUELO/
AGUA. Un pisotón en la zona del bulbo, ya puede producir grandes variaciones.
Hechas estas advertencias ya podemos continuar con los factores que pueden
influir en la programación:
— Textura y estructura. Porosidad.
— Profundidad.
— Tipo de subsuelo.
— Pendiente.
— Otras características físico-químicas: Materia orgánica, salinidad y caliza.
Textura y Estructura. Como se ha indicado, influye en el almacenamiento,
infiltración, retención, difusión lateral y velocidad de descenso. Es un factor deci-
sivo en la elección del sistema de riego, caudal y tipo de emisor.
Profundidad y tipo de subsuelo. Si existe una capa impermeable, la dosifica-
ción debe ser mucho menor y la frecuencia estará en función a la profundidad.
Pendiente. Puede influir negativamente en la forma del bulbo y disminuir la
infiltración, provocando pérdidas por escorrentía, por lo que se debe procurar que
no supere el 5 %.
Aunque con el empleo de esta técnica, en los terrenos con pendiente no es
necesario un abancalado perfecto, al menos, en las labores preparatorias, se tienen
que construir terrazas a nivel, que como mínimo, conservarán el suelo, tanto al
regar como por las lluvias. A estas terrazas se les puede dar una ligera pendiente
del orden del 1 al 3 por mil, para evitar acumulaciones o bolsas de agua que pue-
den provocar roturas y pérdidas de suelo.
150
Otras características físico-químicas. Los suelos calizos con un buen com-
plejo arcillo-húmico retienen mejor la humedad. Los salinos requieren más agua.

3. Planta
En los primeros años se daba mucha importancia a diferenciar las dosis de
agua entre los diferentes cultivos, pero poco a poco, otros factores han ido demos-
trando que pueden ser más influyentes.
Los árboles frutales no tienen las mismas necesidades antes que después de la
recolección. Como norma y especialmente cuando el agua escasea, aconsejamos
reducir la dosis de riego a la mitad terminada la recolección, es decir, suministrar
una dosis de mantenimiento que permita el agostado de la madera, y no se resienta
la producción del año próximo.
Además del género, especie y variedad, se tiene que contar con:
— Desarrollo y producción.
— Técnica de cultivo.
— Período vegetativo.
— Necesidades específicas.
Aquí se puede afinar más en el cálculo, pues es más fácil poder comparar.
Todo ello combinado y con la experiencia del técnico asesor.

3.1. Desarrollo y producción


Es el factor que mejor define la bondad del programa, según la clase de planta,
tendrá un desarrollo y producción muy grande, o bien será pequeño, pero supo-
niendo que existen unos factores climáticos adecuados que permitan dicho desa-
rrollo y producción, básicamente temperatura y agua, para que el ciclo activo de
vegetación, tenga suficiente tiempo para alcanzar los rendimientos que hagan ren-
table su cultivo; por lo que las técnicas no tienen que ser las mismas en todos los
sitios, ya que las necesidades tampoco son iguales.
Un ejemplo muy ilustrativo es la poda. En sitios de regadío y buena tempera-
tura, la vegetación es exuberante. En sitios fríos, secos o con temperaturas extre-
mas, la vegetación es raquítica, y una rama tarda varios años en alcanzar la longi-
tud adecuada, por lo que la poda será muy diferente.
Las raíces tienen dos funciones claras:
a) Fijar la planta al suelo.
b) Proporcionar suficiente alimento hidromineral.
Naturalmente cuanto mayor sea el desarrollo de la copa y la producción, las
raíces serán más numerosas.
Conviene recordar los siguientes condicionantes:
a) Equilibrio. Existe siempre un equilibrio entre la parte aérea y la ente-
rrada, que se puede simplificar en la relación:
Hoja / Raíz fina
151
o mejor,
SAVIA ELABORADA / SAVIA BRUTA

Esta proporción depende del:


— Tipo de planta.
— Tipo de cultivo.
— Tipo de poda.
Todas las plantas tienden a un equilibrio natural, por lo que las modifica-
ciones que se introduzcan con las técnicas de cultivo y poda tienen un
límite, especialmente en los cultivos perennes.
En los herbáceos la proporción de raíces es hasta 100 veces mayor que en
los leñosos.
b) Renovación. En los árboles, las raíces leñosas o viejas, también son capa-
ces de absorber fertilizantes, pero en muchísima menor proporción que las
raíces finas del año. Además, pueden emitir raíces nuevas, propiedad muy
importante para la renovación radicular y la poda.
Las raíces finas, «barbada» o «pelos absorbentes», se renuevan a partir de
finales de invierno-primavera, continuando su vida activa durante todo el
ciclo. Con las labores de otoño hasta la salida del invierno, se favorece su
renovación, pero con las que se realizan después de la floración, pueden
presentarse problemas, agravándose a medida que se avanza el ciclo y las
necesidades nutritivas.
c) Extensión. Las raíces de todas las plantas, pero especialmente en los árbo-
les, son capaces de extenderse y profundizar en el suelo, para conseguir el
alimento necesario, si no tienen un obstáculo que lo impida (capa imper-
meable, capa freática, etc.). En los cultivos de maceta o contenedor,
debido a la compresión de los sustratos y, por consiguiente, disminución
de la aireación, las raíces activas van disminuyendo, pudiendo llegar a
morirse al cabo de unos años, si no se renueva su situación.
Con el empleo de la técnica del riego localizado, cuando se inicia en árboles
viejos, con todos los equilibrios ya creados, si han sufrido períodos de abandono o
«carencias», se tiene que prever una reacción extraordinaria, con brotaciones exu-
berantes que vuelven a provocar un desequilibrio, hasta recuperar el equilibrio
COPA/RAÍZ, pero con valores muy superiores, que permitirán una mayor produc-
ción y vegetación. Es el caso de almendros viejos de secano, que han sufrido pe-
riodos de abandono y años de sequía. También se podría aplicar a los naranjos de
Mallorca, que han sufrido las mismas situaciones, y que con las nuevas técnicas,
han experimentado una recuperación extraordinaria.

3.2. Técnicas de cultivo


En los cultivos bajo plástico (invernaderos), se pueden conseguir reducciones
del 20 %, y cuando el suelo está cubierto de plástico negro, se evitan completa-
152
mente las pérdidas por evaporación, además de las malas hierbas, y la ascensión de
sales.

3.3. Los periodos vegetativos


En todo cultivo existen periodos vegetativos o estados fenológicos, donde las
necesidades son diferentes, independientemente de las condiciones climáticas,
pudiendo distinguir los periodos de:
— Parada vegetativa.
— Inducción floral.
— Floración - Producción.
— Necesidades específicas.
En los herbáceos anuales, como las hortalizas, el ciclo vegetativo sucede en el
mismo año:
— Siembra o plantación.
— Crecimiento.
— Floración-cuaje.
— Engorde.
— Recolección/siega.
En los arbóreos, los periodos vegetativos están influenciados por la actividad
predominante, según la fase en que se encuentran:
— Primera fase. Formación y crecimiento.
• Crecimiento vigoroso.
• Producción nula o escasa.
— Segunda fase. Producción y crecimiento equilibrado.
• Crecimiento normal.
• Producción máxima.
— Tercera fase. Envejecimiento.
• Crecimiento escaso.
• Producción inconstante.
En la agricultura intensiva se intenta acortar la fase improductiva, bien aumen-
tando el número de árboles/ha, bien no podando y limitándose a la supresión de
chupones. Otras técnicas aconsejan hacer «padecer» los arbolitos, para que emitan
pronto yemas de flor. Lo que se pretende es abreviar al máximo esta fase, para
poder amortizar los enormes gastos.

Conclusiones
Las conclusiones sacadas en las numerosas experiencias de más de treinta
años, se pueden resumir:
1.a Aumentar la densidad de plantación, a medio plazo no es conveniente.
Existen muchos problemas de iluminación, raíces, etc., tratamientos,
poda y recolección, que lo hacen desechable. En viña para vino, puede
que sea una excepción para mejorar la calidad.
153
Es preferible el marco normal, esmerándose en los cuidados necesa-
rios, para favorecer el desarrollo de la copa.
2.a La poda se limitará a lo imprescindible, es decir chupones y ramas cruza-
das que no se puedan aprovechar, dejando las formaciones bonitas para
los aficionados.
3.a El árbol que se hace padecer durante los primeros años, es un árbol
«envejecido», que difícilmente será rentable. Se podrían exceptuar los
naranjos nucelares en período juvenil.
La tercera fase no suele ser rentable, por lo que se arrancan o se hacen podas
exageradas a base de rebajes, para estimular brotaciones vigorosas que vuelvan a
dar frutos de calidad unos pocos años. Los naranjeros valencianos aprovechan
estas brotaciones para hacer reinjertadas continuas. Con los pies americanos que se
utilizan actualmente, puede que también se tenga que desechar esa costumbre.

4. Calidad del agua


Tal como se ha indicado en anteriores capítulos, el riego con aguas salinas
exige un incremento de la dosis. Por una parte, para contrarrestar la competencia
de las propias sales y por otra, para favorecer los lavados por fuera del bulbo.
Sobre el tema de los «lavados», es decir, de la eficacia de la eliminación del
exceso de sales, existe información escrita muy dispar. Desde el principio, tanto a
través de los numerosos Cursillos en que se ha participado, como en las diferentes
publicaciones y en las dos ediciones del libro «Riego localizado a goteo y de pie»,
se ha tenido mucha precaución en aconsejar sobre el riego con aguas problemáti-
cas, ya que el peligro de salinización o de sodificación, no se ve tan fácil de evitar
y menos de solucionar; pero, por otra parte, si sólo se dispone de «aguas malas»,
no hay más remedio que buscar la manera de servirse de ellas, sin estropear para
siempre el suelo.
Existen fórmulas para calcular el aumento de dosis para que se produzcan
lavados, pero si lo que se pretende es arrastrar las sales fuera del bulbo, cuanto
más caudal y tiempo esté funcionando el emisor, mucho mejor.
Por lo tanto se debe continuar con las pruebas y experiencias controladas,
sobre los efectos de acumulación y lavado de sales.
Con medios y personal adecuado, como pueden disponer los organismos ofi-
ciales, sería conveniente programar ensayos con goteros de diferente caudal y
hacer un seguimiento continuo para estudiar la evolución de la salinización en
diferentes tipos de suelo según caudal y tiempo de riego.
Mientras tanto continuamos con la misma recomendación de los primeros
años, o sea, hay que dar riegos copiosos por inundación, por lo menos una vez al
año, para provocar un lavado efectivo de sales hasta capas muy profundas y que
no haya peligro de ascenso, o bien eliminarlas por drenaje.
Estas recomendaciones son las que ya aparecen últimamente en las publicacio-
nes consultadas.
154
NARANJO NAVEL

10,16
NECESIDAD CONSTITUTIVA EN mm/día

7,62

5,08

2,54

NECESIDAD ESTACIONAL EN mm = 1015,14 mm = 10.151,40 m3/Ha

a b c d e f g h i j k l
0
15,24 20,32 20,32 25,40 25,40 30,48 33,02 38,10 43,18 48,26 55,88 60,96 66,04 68,58 68,58 66,04 58,42 58,42 50,80 40,64 58,02 30,48 20,32 15,24
ENERO FEBRERO MARZO ABRIL MAYO JUNIO JULIO AGOSTO SEPTIEM. OCTUBRE NOVIEMB. DICIEMB.

VIÑEDO
NECESIDAD CONSTITUTIVA EN mm/día

10,16

7,62 INICIACION DEL FRUTO

DESARROLLO TOTAL DE RACIMOS


FLORACION TOTAL
5,08

SARMIENTOS
DE 122CM
SARMIENTOS
2,54 DE 61 CM
CONSUMO ESTACIONAL 498.57 mm = 4985.70 m3/Ha

a b c d e
0
23,11 25,14 41,91 68,32 103,63 69,85 80,51 86,10
MARZO ABRIL MAYO JUNIO JULIO

(M.o de Obras Públicas. Dirección Gral. de Obras Hidráulicas).

155
ESTADOS FENOLÓGICOS

Durante la fase productiva, según el tipo de frutal, en la evolución del botón


floral a fruto se observan diferentes estados fenológicos, que clasificados con
letras mayúsculas, sirven para poder comparar el estado de la vegetación, debido
al clima de las diferentes regiones, siendo muy útil para los tratamientos contra las
plagas.
«A». En invierno existe parada o reposo invernal. La yema se encuentra perfecta-
mente dormida y protegida por las escamas. Es el momento ideal para los
tratamientos de invierno con productos agresivos para la vegetación, en
árboles de hoja caduca, que suelen ser más efectivos.
«B». A partir del inicio de la primavera, la yema se hincha y empieza el desborre
con las escamas abriéndose.
«C». Yema completamente hinchada y escamas abiertas.
«D». Se aprecian los botones florales.
«E». Aparecen los pétalos y se empiezan a ver los estambres.
«F». Floración.
«G». Cuaje de la flor y caída de pétalos y estambres.
«H». Se termina el cuaje y la caída de pétalos y estambres. Se aprecian frutos
recién formados.
«I». Engorde y aclareo natural del fruto. Caída del cáliz en algunas especies.
«J». Crecimiento del fruto tierno ya consolidado.

A partir de ese momento, en casi todas las especies y variedades, el engorde y


brotación adquieren una gran importancia, por lo que no debe faltar el alimento
hidromineral. La recolección, como el estado de madurez, va a depender principal-
mente de las exigencias comerciales y si se trata de un fruto climatérico, es decir, que
madura después de recolectado, como es el plátano, la manzana o el tomate, o no cli-
matérico, como el melón, que son los que una vez recolectado verde, primero se
pudre que alcanza la madurez.
Se adjuntan los dibujos de los cultivos más frecuentes:

156
Desarrollo de los órganos de fructificación de los árboles frutales

Estados-tipo del peral

(Varias publicaciones)
157
Estados-tipo del manzano
Según J. Fleckinger
yema propiamente dicha
botón de flor

(tipo sin y con hojas desarrolladas)


flor
ovario y fruto

(Varias publicaciones)

158
Estados tipo del ciruelo

Yema de invierno Yema hinchada Botones visibles Los botones se separan


Caracteriza el estado de re- La yema se dilata, redondea Las escamas de la punta se Los botones se despren-
poso del árbol. Yema parda y adquiere en su punta un separan y permiten la visión den; la punta blanca de la
completamente aguda, ente- color blanquecino. de los botones aun reuni- corola se hace visible.
ramente cerrada. dos, de color verde claro

Se ven los estambres Flor abierta Caída de los pétalos


Los botones se entreabren Las corolas aparecen com- Los pétalos empiezan a
parcialmente y aparecen los pletamente abiertas; es la caer, los estambres se enro-
estambres. plena floración. llan.

Cuajado Cae el cáliz Fruto tierno

Todos los pétalos han caído; El collarín se desprende y El fruto crece rápidamente y
la base del cáliz comienza a termina por caer. adquiere los caracteres de la
engrosar, ha cuajado el variedad.
fruto. (Varias publicaciones)

159
Estados tipo del almendro
Según A. Felipe (Dibujos de A. Ramos)

Yema de invierno Yema hinchada Aparece el cáliz


Estado de reposo invernal. Yema La yema comienza a hincharse y El botón se dilata y alarga; empiezan a
cerrada y totalmente parada. aumenta de tamaño. aparecer los sépalos

Aparece la corola Se ven los estambres Flor abierta


Al proseguir el aumento de tamaño del El botón se abre por el ápice; se pue- Los pétalos están completamente
botón, se entreabren los sépalos en el den ver ya los estambres. abiertos.
extremo, apareciendo la corola blanca
o rosada.

Caída de los pétalos Fruto cuajado Fruto tierno


Los pétalos caen, los estambres se El ovario fecundado se agranda; el fruto Liberado del collarín el cáliz, el fruto
desecan; la fecundación ya se ha verifi- cuajado aumenta rápidamente de volu- pequeño, muy velludo, crece con rapi-
cado. men, desplazando hacia la parte supe- dez.
rior del collarín seco del cáliz.

(Varias publicaciones)

160
Estados tipo del cerezo
Según A. Baggiouni

Yema de invierno Yema hinchada Botones visibles Los botones se separan


Caracteriza el estado de re- La yema se redondea sensi- Las escamas de la punta se Los botones se separan entre
poso del árbol. Brote com- blemente y adquiere en su separan, permitiendo la visión sí, permaneciendo envueltos
pletamente pardo, agudo y punta un color verde claro. de los botones verdes todavía en su base por las escamas
enteramente cerrado. reunidos. de la yema; la punta blanca de
la corola se hace visible.

Se ven los estambres Flor abierta Caída de los pétalos


Los primeros botones se abren par- Todas las flores están abiertas; es la Los pétalos se marchitan y comienzan
cialmente y permiten la aparición de plena floración. a caer; los estambres se enrollan.
los estambres.

Cuajado El cáliz cae Fruto tierno


Todos los pétalos han caído; la base El collarín del cáliz se seca, desprende El fruto tierno crece con rapidez y
del cáliz comienza a engrosar; el fruto y termina por caer, dejando desnudo adquiere pronto su forma normal.
ha cuajado. el fruto pequeño.

(Varias publicaciones)

161
Estados tipo del olivo
Según Caballero, Alvarado, Benito y Jiménez (Dibujos de J. Benito)

Yema de invierno Yema movida Se ve el cáliz


Caracteriza el estado de reposo del El pedúnculo se alarga. La yema Las brácteas se abren y dejan ver el
árbol. Yema con el pedúnculo corto, engruesa y se diferencia del racimo. cáliz.
aguda y completamente cerrada.

Se ve la corola Se aprecian los estambres Flor abierta


El cáliz se abre y empieza a verse la Al empezar a abrirse la corola pueden Se inicia al abrise completamente la
corola, hasta que cambia a color verse los estambres en el fondo. primera flor.
blanco.

Fruto cuajado Endurecimiento del hueso


El ovario fecundado se agranda y aparece claramente. Comienza a lignificarse, presentando resistencia a su corte.

(Varias publicaciones)

162
Estados tipo del naranjo
Según M. Manteiga y E. González-Silicia

Yema en latencia. Brotadura de yemas. Brotadura originada por yema mixta.

Brotadura originada por Aparece la corola. Se ven los estambres. Primera flor.
yema de madera.

Plena floración. Caída de los pétalos Frutos cuajados. Crecimiento del fruto.

(Varias publicaciones)

163
Estados tipo del limonero
Según M. Manteiga y E. González-Silicia

Yema en latencia. Brotadura de yemas. Brotadura originada por yema mixta.

Brotadura originada por yema Aparece la corola. Se ven los estambres. Primera flor.
de madera.

Plena floración. Caída de los pétalos. Frutos cuajados. Crecimiento del fruto.

(Varias publicaciones)

164
Además de todos estos esquemas, se ha considerado conveniente insistir en
alguno de ellos, como:

Parada vegetativa
Puede producirse por:
— Falta de temperatura (reposo invernal).
— Falta de humedad (verano).
— Por las dos causas.
Normalmente no se concede demasiada importancia a la «Parada vegetativa» y,
sin embargo, se admite que es lo que más va a influir posteriormente en la cosecha.
Durante la parada de invierno, como las temperaturas no alcanzan los mínimos
necesarios para la actividad radicular, en árboles de hoja caduca no es necesario el
riego, salvo en el caso de un invierno excesivamente seco y falte un mes para el
inicio de la brotación.
En árboles de hoja perenne, como es el caso de los naranjos, tampoco interesa el
riego, ya que conviene el perfecto agostado de la madera y que se verifique el fenó-
meno de la inducción floral en esa época. Sin embargo, esto no siempre es posible,
pues hay otros intereses más importantes, como puede ser el que haya fruto y se
deba regar para que continúe engordando. También se agrava el problema si se pre-
sentan vientos secos, capaces de provocar déficit hídrico en hojas y frutos, con
caída y mustiado de los mismos, así como otros desarreglos vegetativos.
En estos casos se debe dar algún riego complementario. Como debe hacer
tiempo que se ha terminado el programa o «planning», éste tiene que ser copioso,
como si se tratara del primer riego de cada año.
En otro tipo de frutales de hoja perenne, como el níspero, la parada se provoca
en verano por falta de agua, siendo fundamental para la floración y producción
futura.
El correlacionar toda esta serie de «intereses contrapuestos» de los frutales es
lo que nos hizo confeccionar, por los años 70, «plannings» de riego de 12 meses
anuales tanto para almendros como para naranjos ya que, además, en la bibliogra-
fía existente por aquella época, también daba esa impresión, por lo que se tuvo que
ir poco a poco, a base de medios fracasos, hasta conseguir «cuadrar» las épocas
anuales de los programas por cultivos.

INDUCCIÓN FLORAL EN FRUTALES


Algunos años los frutales fallan en su producción, es decir, hay poca o nula
cosecha y como es un hecho generalizado, no suele atribuirse a ninguna enferme-
dad en particular.
Los vegetales son seres vivos, al igual que los animales, estando influenciados
por las condiciones climáticas, que actualmente se ha ampliado el concepto, lla-
mándolo «medio ambiente».
165
Dentro de los vegetales, los árboles son los que más se asemejan a nosotros, es
decir, a los seres más complejos cuyo ciclo vital dura varios años, por lo que el
medio ambiente va a influir positivamente o negativamente, según venga el año.
Cada año, dicho árbol crece y produce a partir de unos corpúsculos llamados
«yemas», las cuales normalmente están en las ramas del año anterior, excepto en el
algarrobo y frutales de pepita, de ahí que en la poda se procura que abunden dichas
ramas, dentro de las posibilidades y vigor del árbol a podar, para que dé cosechas
de calidad.
Según su posición en la rama, se distinguen cuatro zonas:
1.a Zona de la base. Existen las yemas basales, pudiendo haber de dos a cua-
tro y normalmente no se desarrollan, sino que quedan latentes, menos en el caso de
que se pode la rama por encima de ellas.
2.a Zona del medio. Las yemas son las mejor formadas y son las que aprove-
chan los injertadores.
3.a Zona superior. Las yemas son inmaduras, pues son las últimas que se for-
man, pero si se elimina la yema terminal o apical, dos o tres se desarrollan vigoro-
samente.
4.a Zona Apical. En la punta de la rama está la yema apical que es la encar-
gada de continuar la prolongación de la rama al año siguiente, siendo la más vigo-
rosa. En los «chupones» puede ser la única que se desarrolla.
Existen dos clases de yemas:
— Yema de «madera». Es la que va a dar origen a las ramas y brotes.
— Yema de «flor». Es la que va a dar origen a las flores.
Al principio todas las yemas son de madera y su evolución depende de una
serie de factores y circunstancias.
Las yemas de madera son más pequeñas y puntiagudas que las de flor que son
achatadas o globosas, empezándose a diferenciar al mes o mes y medio de empe-
zar la inducción, aunque los tiempos son variables, ya que además de las bajas
temperaturas influyen otros factores, no tan fáciles de medir y saber.
La inducción floral es el momento en que una yema de madera, no defi-
nida, inicia su transformación a yema de flor. En los frutales de hoja caduca, en
verano se empieza a diferenciar las que van a desarrollar un brote (yemas de
madera), con las que van a formar una flor (yemas de flor) y en invierno, según
las horas de reposo, habrán tenido suficiente tiempo o no, para completar su for-
mación. En los naranjos y olivos suele ocurrir la inducción en las yemas proce-
dentes de la brotación de septiembre, calculándose unos 120 días antes de la flo-
ración de abril-mayo, y la diferenciación de yemas unos 60-80 días después de la
inducción.
Con datos obtenidos en la bibliografía especializada, se ha confeccionado el
siguiente cuadro:
166
Especie Clima mediterráneo California Norte Europa Europa Central
Cítricos Enero mismo año – – –
Olivos Marzo mismo año – – –
Albaricoquero Julio 1.os agosto – –
Almendro Julio Mediados agosto – –
Cerezo Julio 1.os julio Mediados julio Finales junio
Ciruelo Julio Finales julio Finales agosto Mediados julio
Melocotonero Junio Finales junio – –
Manzano y Peral Junio Mediados junio Finales julio Finales junio
Nogal Junio – – –
Vid Mayo – – –

Durante el invierno, relacionado con las bajas temperaturas, estas yemas conti-
núan formándose y hoy en día es frecuente que cuando sale una variedad nueva,
también se indique su exigencia en «horas de frío» o de «reposo invernal», preci-
samente para evitar los fracasos de poner árboles que no se adapten a las condicio-
nes climáticas del lugar pues para que la evolución de la yema sea completa, se
precisa un determinado número de «horas de frío», y esto es diferente según frutal
y variedad.
La evolución más compleja es la de los frutales de «pepita». Al principio, si la
yema recibe mucha savia, evoluciona a yema de madera, dando lugar a un brote.
Si recibe poca savia evoluciona a yema de flor, dando lugar a un conjunto de flo-
res, pero si recibe muy poca savia, quedará en estado latente, pudiendo evolucio-
nar al año siguiente, como si fuera el primer año, es decir, si recibe mucha savia a
madera, si recibe poca a flor y si no recibe savia o muy poca, puede continuar
latente o se seca. Por lo tanto, en este tipo de frutales, la floración y producción
suele estar en madera de dos y tres años.
En los árboles de «hueso» y en nogal, cítricos y olivos, la floración y produc-
ción se produce en ramos del año anterior o en la prolongación del mismo en esa
primavera.
Dentro de la «inducción» se distinguen dos fases. La primera se considera
reversible, ya que si se interrumpen las condiciones que han provocado la induc-
ción, la yema vuelve a madera. La segunda fase se considera irreversible, ya que la
yema no vuelve a madera, aunque se interrumpan las condiciones que han provo-
cado la inducción floral, pudiendo originar «flores vegetativas», es decir, que
teniendo el aspecto externo de verdaderas flores, les falta completar los órganos
sexuales, resultando estériles. Este fenómeno es muy común en variedades exigen-
tes en horas de frío, cultivadas en zonas templadas.
Por lo tanto, se tienen que conocer las exigencias de la variedad y si no se dis-
pone de más datos climatológicos de la finca, habrá que recurrir a la fórmula que
relaciona la temperatura máxima y la mínima de cada día, durante un periodo de
varios años, contabilizando las horas que durante el periodo invernal, la tempera-
tura esté por debajo de los 7 grados, aunque más recientemente ya se indican que
cuentan hasta los 14°, con las correcciones oportunas. En el caso concreto de los
167
nogales, en el invierno del 2007, se han observado algunas anomalías, en una par-
cela de ensayos de Sueca, por lo que no se ha regado ni abonado en todo el año y al
disminuir su actividad vegetativa, intentar incrementar el reposo, siendo prema-
turo sacar conclusiones.
En general las yemas de las ramas débiles e inclinadas de la base de la copa,
tienen la tendencia a ir a flor, por recibir poca savia, pero por el mismo motivo,
puede que se sequen.

NECESIDADES HÍDRICAS ESPECÍFICAS


Se pueden dar unas normas generales para cada cultivo, pero partiendo del
hecho de que dentro de una misma especie, puede haber necesidades diferentes
según variedades.
En el caso particular de algunas variedades de limoneros, como los frutos que
vienen en verano se pagan a mejor precio, se provoca una parada vegetativa supri-
miendo el riego, para favorecer la floración de verano (el fruto suele tardar un año
para su completo desarrollo y maduración).
En naranjos, según sean variedades de recolección precoz o tardía, las necesi-
dades serán diferentes, como se observa en el cuadro siguiente.
Para el cálculo de las necesidades específicas, se parte de un coeficiente expe-
rimental, que relaciona la evapotranspiración potencial que es una estimación
teórica (que equivale a la cantidad de agua evaporada por unidad de superficie y
tiempo, suponiendo dicha superficie completamente cubierta de vegetación y sin
que le falte agua), con la situación real. Para dicho coeficiente se consideran fijos
los otros factores de Clima y Suelo, así como el de Calidad de agua, por lo que se
deben introducir modificaciones, cuando varíen estos factores considerados fijos.
Actualmente se está experimentando el riego reducido, para no perder las cualida-
des organolépticas de la fruta de secano, pero teniendo en cuenta que tanto durante
la floración-cuaje como en el engorde, no debe haber déficit hídrico. Durante la
década de los 90, se estuvo experimentando en una finca de la Comarca de «La
Montaña» de Alicante, con resultados económicos positivos.

Cuadro de necesidades de agua en naranjos

Época Necesidades agua

De primera temporada (recolección en otoño)


INVIERNO (diciembre a mediados de marzo). Mínimas. Sólo regar en años secos.
PRIMAVERA (mediados de marzo a mediados Mayores. Mantenimiento del P.H.O.
de junio).
VERANO (mediados de junio a mediados Máximas a mayores. Mantenimiento del P.H.O.
de septiembre).
OTOÑO (mediados de septiembre a mediados Normales a mínimas. Sólo regar en años muy
de diciembre). secos.

168
(cont.)

Época Necesidades agua

De segunda temporada (recolección en invierno-primavera)


INVIERNO (mediados de diciembre a mediados Normales. Regar si el año no es lluvioso.
de marzo).
PRIMAVERA (mediados de marzo a mediados Máximas. Mantenimiento del P.H.O.
de junio).
VERANO (mediados de junio a mediados Máximas. Mantenimiento del P.H.O.
de junio).
OTOÑO (mediados de septiembre a mediados Normales. Regar, menos en años lluviosos.
de junio).

169
170
TEMA 9

LOS PROGRAMAS O «PLANNING» DE RIEGO

MÉTODOS DE CÁLCULO
Después de todas las observaciones y recomendaciones hechas sobre el agua,
sólo queda tratar sobre el cálculo de la dosis de riego.
Los métodos usados son cada vez más perfectos, y dentro de poco se basarán en
la implantación de sensores en determinadas plantas-tipo, que serán indicativos para
el cálculo de las dosis reales de riego; pero aunque se disponga de todos los adelan-
tos imaginables, en un ambiente natural de clima y suelo, donde los factores influ-
yentes son tan variables, siempre será necesaria la aportación puntual del agricultor
y/o técnico experimentado. En las publicaciones especializadas se recomiendan
varios métodos, pero el que tiene más aceptación a nivel oficial, es el Método del
tanque evaporímetro, por ser el modelo americano más fácil para la toma de datos.
Todos los métodos utilizados parten del concepto de la evapotranspiración
anterior y aplicando una serie de coeficientes correctores, se estiman las dosis de
riego según cultivo. Por lo tanto tienen un valor orientativo, que el técnico o el
agricultor, puede variar según circunstancias.
En instalaciones muy complejas, como las estaciones agroclimáticas, actual-
mente para la programación se usan sensores de medida de humedad, mediante las
sondas capacitivas, consistentes en una barra de anillos concéntricos a diferente
profundidad, conectados a un circuito electrónico.
Como es fácil encontrar todos los datos y coeficientes en la numerosa biblio-
grafía y revistas especializadas, vamos a prescindir de indicarlos aquí.

1. Método del tanque evaporímetro


Se fundamenta en la evaporación diaria que se produce en una cubeta al aire
libre, y en unas condiciones determinadas.
Se requiere que la cubeta tenga un buen emplazamiento para cubrir un gran
área y que haga poco viento.
Por lo tanto, para poder dar datos que sirvan a muchas fincas, es necesario dis-
poner de una red de instalaciones que cubran una superficie amplia, como sucede
en la región de Murcia, donde existe un buen Servicio.

2. Método de los tensiómetros


Se fundamenta en la fuerza de retención de las partículas del suelo sobre una
película de agua, por lo que en teoría es el mejor.
171
Como mínimo se deben instalar dos tensiómetros complementarios, a diferente
profundidad. Para huerta a 15 y 30 cm y para frutales a 20 y 70 cm.
Para riego con microaspersión, se regará cada vez que marquen 20 centibares,
sobre una escala de 100.
Para riego por goteo, con el 50 % de suelo mojado, se regará cuando marque 5-
10 centibares.
Tiene la ventaja de que cualquier agricultor se lo puede instalar, pero para que
fuera verdaderamente eficaz, se necesitaría un número considerable por parcela y
un mantenimiento frecuente.

3. Método de radiación
Está muy indicado para programaciones válidas de 10 días.
Los datos necesarios para los cálculos, son:
— Insolación o nubosidad.
— Radiación.
— Temperatura.
— Información general sobre humedad y vientos.

4. Método de Penman modificado


También está muy indicado para programaciones de 10 días.
Los datos necesarios para los cálculos, son:
— Horas de fuerte insolación o radiación.
— Temperatura.
— Humedad.
— Viento.
172
5. Método de Blaney-Criddle
Es el más cómodo de todos los métodos oficiales, o recomendados por la FAO,
ya que permite una programación anual con unos datos que son muy fáciles de
conseguir:
— Temperaturas medias de todos los meses.
— Horas de sol de los mismos meses.

6. Método de los baremos experimentales


Dada la comodidad y facilidad de conseguir los datos necesarios para el ante-
rior método, se empezó a utilizar la fórmula del equipo Blaney-Criddle, en las par-
celas de los colaboradores.
Desde el principio, las dosis calculadas resultaban exageradas, por lo que se las
fue paulatinamente rebajando.
Como era una técnica nueva, se disponía de todos los colaboradores que se
quería. En el Riego Comunitario de Alcalali (Alicante) nadie quería ser menos, y
todo el mundo solicitaba un programa de riego o «planning». También se aprove-
chaban los Cursillos que se impartían por toda la Comunidad Valenciana, y con la
colaboración de muchos compañeros de las Agencias de Extensión Agraria, se
hicieron programaciones en muchos tipos de suelo y microclimas, entre los años
70 y 80.
Por lo tanto, con la experiencia adquirida en las diversas parcelas de colabora-
dores, se fueron comprobando las reducciones de las cantidades teóricas, que
luego se fue confirmando en parcelas seleccionadas, donde se llegó a ajustar hasta
lo que permite la experiencia y dedicación de gente con vocación de Agricultor de
regadío.
Con la relación entre la dosis real o efectiva (Dr), y la teórica (Dt), se sacaron
unos coeficientes a lo largo de todo un ciclo, para los distintos cultivos y varieda-
des, así como teniendo en cuenta el porcentaje de malas hierbas y el tipo de emi-
sor, que se publicaron en los Apuntes y Libros para Cursillos.
Una vez calculados los coeficientes, fue fácil deducir unos baremos para cada
cultivo, variedad y condiciones de cultivo, que permite que cada agricultor, aprove-
chando su experiencia, continúe siendo protagonista del riego con la nueva técnica.
A partir del 94 se han ampliado estos conceptos, relacionándolos con la técnica
de Fertirrigación de autoservicio y enmienda orgánica localizada, que puede
hacer variar mucho el consumo.
Durante los años 1994, 1995 y 1996, continuando con el 1997, períodos secos,
ante la perspectiva de faltar agua para completar la campaña, se procedió a un
racionamiento desde mayo a septiembre en unas fincas colaboradoras, en colabo-
ración conjunta con María Jesús Moya y el control de Jordi Blasco. El resultado
fue:
1.o Se evitó el «stress» hídrico, que equivale a mejor calidad y conservación
perfecta en cámara de la fruta.
173
2.o Menos cosecha, pero árboles preparados para dar buena cosecha en años
venideros. (No agotados).

PROGRAMA DE RIEGO POR EL MÉTODO


DE BAREMOS EXPERIMENTALES

Tanto para el riego como para el abonado, se están imponiendo unos progra-
mas orientativos, que facilitan la dosis diaria durante todo el ciclo anual, por uni-
dad de superficie.
Todos los métodos empleados, se basan en una serie de supuestos, para deter-
minadas condiciones ambientales y fisiológicas, que intentan asemejarse lo más
posible a lo que va a suceder en la realidad.
Sin embargo, no se debe olvidar que se apoyan en datos medios del clima, por
lo que se deben corregir para todos los casos extremos que se den a lo largo del año.
Por lo tanto, el programa anual de riego tiene un carácter orientativo, que puede
variar a lo largo del ciclo vegetativo, ya que no se puede predecir qué días va a llo-
ver, y mucho menos qué cantidad de litros van a caer en dichos días. No obstante,
cuando se da esa circunstancia, están previstas unas reducciones en los Anejos.
Anualmente en cada «planning», se distinguen perfectamente dos situaciones:
— Primer riego.
— Riegos sucesivos durante el ciclo anual

1. Primer riego
Al inicio de la programación, se tiene que dar un primer riego, que garantice
la formación de un bulbo o volumen húmedo, lo suficiente grande y profundo, que
permita el desarrollo y brotación de numerosas raíces activas.
Para los cálculos, no se tiene en cuenta el agua existente, por lo que se consi-
dera un suelo completamente seco.
La cantidad de agua a echar será igual al espacio que ocupan los poros del
volumen mojado del suelo, es decir, dependerá de:
— La superficie mojada.
— La profundidad alcanzada.
— La capacidad de campo.
Se quiere resaltar, que lo principal es calcular la duración, o tiempo necesario,
para que el agua alcance la profundidad de la mayoría de las raíces.
En diferentes publicaciones se indica que los frutales tienen la mayoría de las
raíces activas en los primeros 70 cm aunque podría ser excesivo, cuando se trata
de árboles trasplantados, por lo que se considera 40 cm, la profundidad del
máximo de raíces. Para los cultivos hortícolas, se consideran 20 cm. Siempre que
no haya impedimentos importantes, se puede generalizar para todos los cultivos,
ya que, además, existe un margen positivo en dichos cálculos, por el «sobrante» de
agua que contienen los microporos.
174
a) Para parcelas llanas y suelo sin labrar
Para el riego localizado, sin solapes, se ha confeccionado una fórmula sencilla,
que experimentalmente nos ha dado buenos resultados, en el cálculo del tiempo
necesario en horas, partiendo de los conceptos elementales:

Q
V = S × Pf × Cc V=Q×t S  
i

V = volumen húmedo en litros


S = superficie mojada en m2
Pf = profundidad a alcanzar en cm
Cc = capacidad de campo o de retención en mm/cm de profundidad
Q = caudal del gotero en l/h
t = tiempo o duración del primer riego en horas
i = velocidad de infiltración en mm/hora
Con estos datos, haciendo sustituciones:

i
Pf  t ·
Cc

Cc
t  Pf 
i

Cuando no se disponga de los valores de la capacidad de campo y de la veloci-


dad de infiltración se tomarán los indicadores en los cuadros adjuntos.

b) Parcelas con pendiente y suelo recién labrado


La misma fórmula anterior aplicando unos coeficientes correctores que pueden
influir en los resultados anteriores.

Pf · Cc
t=
i·α·ϕ
 = coeficiente reductor en función de la pendiente.
ϕ = coeficiente según profundidad de las labores (de 1 a 3).

Tipo de suelo Capacidad de campo Velocidad infiltración


mm/cm de profundidad mm/hora

Arenoso .................................................. 0,33 a 0,85 19 a 25,5


Franco-arenoso, ligero ........................... 0,85 a 1,25 12 a 19
Franco-limoso, medio ............................ 1,25 a 1,90 10 a 12,5
Limo-arcilloso, arcilloso......................... 1,45 a 2,10 7,5 a 9

175
44%
30 cms

26%
60 cms

15%
90 cms

15%

Esquema de distribución de raíces y consumo de agua según la profundidad


del suelo.

Valores de α según pendiente

Menos del 5 % . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
Del 5 al 6 % . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,9
Del 7 al 8 % . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,8
Del 9 al 10 % . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,7
Del 11 al 12 % . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,6
Del 13 al 15 % . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,5
Del 16 al 20 % . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,4
Más del 20 % . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,3

Ejemplos aclaratorios
Ejemplo 1.° Parcela prácticamente llana, con suelo de consistencia media o
franca; plantada de viña en plena producción.
1.° Calcular la profundidad que alcanzará el agua en un 1.er riego, al cabo de
7,5 horas, con goteros de 4 l/h.
176
Según tablas: • Cc = 1,50 mm/cm
• i = 12,5 mm/h

i 12,5 mm/h
Pf = t · = 7,5 h × = 62,5 cm
Cc 1,50 mm/cm
2.° En la misma parcela interesa que el bulbo húmedo alcance una profundi-
dad mínima de 50 cm ¿Cuánto tiempo tiene que durar el primer riego
como mínimo?
Como interesa garantizar una profundidad mínima, se eligen los coefi-
cientes más desfavorables.
• Cc = 1,50 mm/cm
• i = 12 mm/h

Pf · Cc 50 cm × 1,5 mm/cm
t= = = 6,25 = 6 h y 15 minutos
i 12 mm/h

3.° Si el 1º riego durase 10 h ¿A qué profundidad llegaría el agua?

t · i 10 h × 12 mm/cm
Pf = = 80 cm
Cc 1,50 mm/cm
4.° Si el suelo fuera franco arenoso y el primer riego tuviera una duración de
10 h. ¿A qué profundidad llegaría el agua?
Consultando tablas • Cc = 1 mm/cm
• i = 16 mm/h
10 h × 16 mm/cm
Pf = = 160 cm
1 mm/cm
5.° Si la parcela tuviera una pendiente del 6% y estuviera recién desfondada
para romper la «suela» y su textura fuera franca. ¿Cuánto debe durar el
primer riego para que el agua alcance los 70 cm?
Consultando tablas (ϕ = 2)
a = 0,9
Cc = 1,50 mm/cm
i = 12,5 mm/h

Pf · Cc 70 × 1,50 mm/h
t= = = 4,67 = 4 h y 40 min.
i·α·ϕ 125 · cm × 0,9 × 2

Luego sería conveniente que durase 4 horas y 40 minutos.


Ejemplo 2.° Parcela dedicada al cultivo de Cítricos (Pf = 70 cm), con pen-
diente del 2 %, en terreno arcilloso, pero que recientemente se ha realizado un sub-
solado para mejorar la infiltración (ϕ = 2). Calcular la duración del primer riego.
177
Consultando tablas: Cc = 1,80 mm/cm
i = 8 mm/h
a=1
ϕ= 2

Pf · Cc 70 × 1,80
t= = = 7,875 horas = 7 h. y 52 minutos
i·α·ϕ 8×1

Ejemplo 3.° La misma parcela, con la técnica del «no cultivo».

70 × 1,80
t= = 15,75 horas = 15 horas y 45 minutos.
8×1

Sin embargo, en estas condiciones de «no cultivo», las mismas raíces se


encontrarían, como máximo, en los primeros 30 cm, luego la duración sería:
30 × 1,80
t= = 6,75 horas = 7 horas
8

interesando en estos casos goteros de menos caudal.

Tiempos medios para el primer riego


Después de varias programaciones, y con el fin de facilitar todos los cálculos,
se ha confeccionado una tabla de los tiempos medios de duración del primer riego,
según el tipo de suelo.
Como en principio pueden parecer exagerados, se indica la siguiente anécdota
que nos ocurrió en uno de los Cursos de Riego, en los que se colabora con la
Escuela de Elche (Alicante), con un agricultor de la zona de Novelda. Aplicando la
fórmula para su finca, salían más de 24 horas de duración en el primer riego, para
un suelo de esas características; cosa rara, ya que el día no tiene más horas. Al
parecernos exageradas, sólo se aconsejó 18 horas para alcanzar los 50 cm (profun-
didad adecuada para el cultivo de uva de mesa).
Como Novelda está cerca de Elche, este agricultor aplicó el riego en la semana
del Curso, volviendo a contarnos que estuvo 22 horas seguidas, y todavía le faltaba
un poco para alcanzar los 50 cm, estimando que para llegar a esa profundidad, se
necesitarían más de 24 horas.

Tabla duración del primer riego en suelo labrado

Tipo de suelo Herbáceos Leñosos

Arenosos 2 riegos con 1 hora de intervalo Cada riego de 1/2 hora Cada riego de 1 hora
Ligeros y limosos De 1 a 2 horas De 3 a 4 horas
Medios o francos De 3 a 4 horas De 4 a 5 horas
Pesados y arcillosos De 4 a 5 horas De 5 a 8 horas

178
La flexibilidad de las horas es para simplificar los tipos de suelo, dejando al
buen saber de cada agricultor, la duración más conveniente para su parcela, dentro
del intervalo.

2. Riegos sucesivos
Para calcular la dosis de agua diaria, previamente se toman los siguientes
datos:
— Tipos de suelo.
— Tipo de cultivo y variedad.
— Tipo de emisor.
— Porcentaje de malas hierbas.
— Superfie de la parcela.
— Número de plantas.
— Marco de plantación.
— Marco útil o porcentaje del marco de plantación sombreado por la copa.

Marco útil
Para calcular el «Marco útil», se saca la media de la superficie sombreada
(Proyección de la copa sobre el suelo) de varias plantas. En hortícolas, como el
desarrollo es muy rápido, se toma al principio un 50 % del marco de plantación,
llegando al l00 % a la mitad del ciclo. En arbóreos, al principio de cada año, se
saca la media de varios árboles representativos, midiendo la longitud y la anchura
de la copa de cada árbol elegido. Para cítricos se miden desde las brotaciones más
externas. Para frutales de hoja caduca, las medidas se toman antes de la poda. Para
las formas apoyadas (plantaciones intensivas), una de las medidas es la longitud
total de la hilera, y la de la anchura dependerá del tipo de cultivo pero como
mínimo el 50 %, y a partir del tercer año, se puede considerar cercana al 100 %.

Croquis campo: Parcela de 45 x 30 m


Con 6 hileras de árboles y
9 árboles en cada hilera.

179
El límite máximo del marco útil (MU), será el marco de plantación (MP).
Con marcos de plantación normales, durante el primer año, el MU mínimo será
de un metro cuadrado, teniendo durante los tres primeros unos consumos propor-
cionalmente superiores por unidad de superficie, para compensar la mayor evapo-
ración por el calentamiento del suelo, como se indica más adelante.

Superficie útil
La superficie útil (SU) de la parcela, es el resultado de multiplicar el MU por el
número de árboles o plantas.
Ejemplo: Calcular el MU y la SU de una parcela cuyos lados miden 30 y 45 m,
plantada de frutales, con un MP de 5  5 m, tal como aparece en el croquis de
campo, donde se indica el número de hileras y el número de árboles en cada hilera.
Si hubiera hileras con menor número de árboles, se indicarían aparte.

Técnica operatoria
1.a Se escoge una muestra del 10 % (5 árboles), de los más grandes, ya que
interesa favorecer al máximo el desarrollo de los más atrasados.
Si son naranjos, se tomarán las medidas desde los brotes más exter-
nos, resultando:
a×b  3,5 × 3,5  12,3 m2
a×b  3,2 × 3,5  11,2 m2
a×b  3,5 × 3,7  12,2 m2
a×b  3,7 × 4,2  15,5 m2
a×b  4,0 × 4,2  16,8 m2
Total 68 m2
La media será:
68
MU   13,6 m2
5

2.a La media resultante, que es el MU, se multiplica por el número de árbo-


les, para saber la SU.
SU  54 × 13,6  734,4 m2
La superficie real de la parcela del ejemplo es de 30 × 45 m, es decir, 1.350 m2,
sin embargo, como todavía no está cubierta completamente por la copa del arbo-
lado, hasta que llegue ese año, se tomarán las cantidades inferiores de la SU.
Con este dato, ya se puede calcular la dosis de riego diario con tal de buscar en
la tabla de baremos de cada cultivo, los mm (litros/m2) correspondientes.
Siguiendo con el ejemplo, en este caso multiplicaremos los mm de la tabla, por
734,4, haciendo un cuadro con los litros diarios por meses de riego. A este cuadro
anual se le llama «Planning de Riegos».
180
Para facilitar los cálculos, en los baremos va incluida la eficiencia, salvo casos
exagerados de falta de uniformidad, y como también depende del tipo de emisor,
en los Anejos se incluyen para goteros y para microaspersores.
Ejemplo: «Parcela de 0,33 ha, dedicada a cítricos, variedad Navelinos, con 120
naranjos a un marco real de 5 × 5 m». Suelo limpio de hierbas.
Midiendo la copa de 10 árboles que se consideran representativos, se saca un
valor medio del MU  18,70 m2.
La SU de la parcela, será:
SU  120 × 18,70  2.244  2.250 m2
Consultando la Tabla de Baremos, para este cultivo confeccionaremos el
«Planning»:
1.er riego. Mediados de marzo: duración 7 horas.
Riegos sucesivos
Dosis diaria
Mes Cálculo litros
Enero (2) 2.250 × 1,10 = 2.475 2.500
Febrero (2) 2.250 × 1,30 = 2.925 3.000
Marzo 2.250 × 1,60  3.600 3.500
Abril 2.250 × 1,90  4.275 4.500
Mayo 2.250 × 2,30  5.175 5.000
Junio 2.250 × 2,80  6.300 6.500
Julio 2.250 × 3,00  6.750 7.000
Agosto 2.250 × 2,90  6.525 6.500 (1)
Septiembre 2.250 × 2,50  5.625 6.000
Octubre (2) 2.250 × 2,30 = 5.175 5.000
Noviembre (2) 2.250 × 1,70 = 3.825 4.000
Diciembre (2) 2.250 × 1,30 = 2.925 3.000
Observaciones: Se ha redondeado la cantidad resultante para mayor facilidad.
(1) Según venga el año y la cosecha prevista, es posible que se tenga que aumentar la dosis de goteo.
(2) Normalmente no se riega.
Sobre la marcha, se pondrán al programador todas las variaciones que se consideran oportunas pero, en principio, no conviene
disminuirlas, salvo en situaciones de lluvias persistentes. No es malo sobrepasar la dosis, siempre que se eviten inundaciones.

En años «secos» se deben incrementar las dosis, volviendo a recordar que nos
hemos basado para el cálculo de los baremos, en datos correspondientes a una
media de más de 10 años, por lo que resultan inferiores a las correspondientes a un
año anormalmente seco.
Estas variaciones en el programa, en la práctica no es problema, ya que todo
agricultor conoce perfectamente la necesidad de más agua en situaciones adversas.
En los frutales de hueso y pepita, los baremos se complementaron con las
informaciones recibidas por los compañeros de las Agencias SEA de Villena,
Albaida y Castellón de Rugat, durante los años 1983 a 1985, pero posteriormente
se ha considerado conveniente tener en cuenta otros factores reductores, buscando
disminuir al máximo la dosis de riego, y para ello se está aprovechando las expe-
riencias de la finca «Les Torretes» de unas 100 ha, 56 de ellas de riego a goteo,
181
diseñadas, plantadas y dirigidas desde el principio, para poder sacar conclusiones
que puedan servir para cualquier explotación de manzanos, perales, cerezos, melo-
cotoneros y ciruelos, con microclimas algo extremos, como corresponde a la mon-
taña de Alicante, unos 60 km alejada del mar y una altitud superior a los 700 m,
aunque dentro de la finca hay desniveles de 140 m, con los cuales se tuvo que
luchar y superar, a pesar de los defectos del instalador, que varió algunos elemen-
tos del diseño, como el equipo de abonado, que al poner uno eléctrico (mucho
mejor) rompió el equilibrio de las presiones, ya que estaban previstas unas pérdi-
das de carga en el cabezal que luego no ocurrieron, por lo que se tuvo que recurrir
a otros ingenios para disminuir la presión. Todo esto se indica, para resaltar la
importancia del riesgo que supone el introducir cambios no previstos.

CASOS ESPECIALES DEL MÉTODO DE LOS BAREMOS


1. Con reducción
Especialmente indicado en suelos calizos, francos o arcillosos:
a) Durante la parada invernal no regar, salvo años muy secos.
b) En frutales de hoja caduca, disminuir la dosis normal, hasta reducirla una
tercera parte, siempre que no haya problemas de salinidad.
c) A partir de la recolección, la dosis del punto anterior, reducirla otra vez,
hasta dejarla por la mitad, es decir, limitar los riegos a un mantenimiento
que permita el agostado de la madera y prepare el reposo invernal.
En frutales de hoja perenne también disminuir por la mitad la dosis prevista,
siempre que no haya fruta.
Ejemplo: Se proyecta la instalación de un riego localizado en una parcela de
1.944 m2 (18 × 108 m), plantada de 54 albaricoqueros en pleno desarrollo, a un
marco de 6 × 6 m, poniendo 3 emisores por árbol siguiendo la línea de los troncos,
con un caudal q = 4 l/h.
Características del cultivo:
El M.P. = M.U. = 36 m2
Variedad Canino: Inicio vegetación a mediados de febrero y recolección a
mediados de junio.
Profundidad mayoría raíces = 40 cm.
Características del suelo:
Franco-calizo, profundo.
Capacidad de campo (Cc) = 1,90 mm/cm.
Vel. infiltración ( i ) = 13,5 mm/h.
Características agua riego:
Sin problemas de
• Cantidad
• Calidad
• Caudal
182
El nº de emisores/árbol es de 3.
El caudal nominal del emisor (q) es de 4/h.
El caudal requerido es de : 54 árb. × 3 emis. × 4 l/h = 648 l/h.

Programa de Riego
Primer Riego: Al inicio de la vegetación.
Pf × Cc 40 cm × 1,90 mm/cm
Duración ( t ) = = = 5,63 h = 6 horas
i 13,5 mm/h

Consumo : Q × t = 648 l/h × 6 h = 3.888 l = 4 m3


Riegos sucesivos: Consultando la tabla de necesidades hídricas del albaricoquero:
Meses Dosis normal Baremo reducido

Febrero . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,30 mm 0,43 mm


Marzo . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,40 mm 0,47 mm
Abril . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,00 mm 0,67 mm
Mayo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,75 mm 0,92 mm
Junio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,30 mm (antes recolección) 1,10 mm
Junio (sin fruto). . . . . . . . . . . 1,60 mm (después recolección) 0,53 mm
Julio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,15 mm 0,38 mm
Agosto . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,10 mm 0,36 mm
Septiembre . . . . . . . . . . . . . . 0,90 mm 0,30 mm

A partir de estos datos ya se puede confeccionar el «planning» de los riegos


sucesivos:
1.° Para la dosis de riego a la parcela, se multiplica la dosis del baremo (l/m2)
por la superficie (m2).
2.° La duración o tiempo de riego, se calcula dividiendo el resultado anterior
por el caudal del total de los emisores.
3.° El número de riegos mensuales dependerá si es riego diario o alterno.
4.° La suma total por meses se obtiene de multiplicar el número de riegos por
la dosis.

Dosis Total
Meses (Litros/riego) Tiempo Número riegos (m3)

Febrero........................................ 862 1h 20m 10 8,62


Marzo.......................................... 918 1h 25m 31 28,46
Abril............................................ 1.296 2h 30 38,88
Mayo........................................... 1.788 2h 45m 31 55,43
Junio (antes recolección) ............ 2.138 3h 18m 15 32,07
Junio (después recolección)........ 1.030 1h 35m 15 15,45
Julio ............................................ 739 1h 8m 31 22,10
Agosto......................................... 700 1h 5m 31 21,70
Septiembre .................................. 583 54m 30 17,50

183
El consumo anual para esta parcela, sería:
Del primer riego .............................. 4,00 m3
De los riegos diarios ........................ 240,21 m3
TOTAL .................................... 244,21 m3

2. Con incremento
Para los frutales jóvenes. En los primeros años tienen una brotación continua,
siendo conveniente y necesario que no tengan limitaciones de agua a partir de la
plantación. Durante el segundo año, también conviene empezar a regar antes que
en los árboles adultos, pero guardando las separaciones con los troncos, tal como
se indica en el capítulo correspondiente.
Por otra parte, la evaporación del suelo es proporcionalmente mucho mayor
que en el caso de árboles adultos, con la copa desarrollada.
Por lo tanto, la programación por el método de los baremos tal como se indica
en los Anejos, queda escasa y se debe aumentar la dosis resultante.
Con el fin de dar normas generales, que sirvan para todo tipo de frutales y cul-
tivos arbóreos, a marcos normales, y formas de poda también normales, al menos
en la presente edición, se aconsejan los siguientes incrementos hasta los tres pri-
meros años:

3. Normas generales para riego de frutales jóvenes


Fórmula base:

D = B × MU × 2 × n

donde:
D  Dosis riego diario.
B  Dosis baremo sin importar la variedad.
MU  Marco útil.
n  n.o de años (de 1 a 3)

Por lo tanto, para el cálculo de la dosificación, se multiplicará el baremo del


cultivo correspondiente, sin tener en cuenta la variedad, por el MU y por el doble
del n.o de años.
Ejemplo: Programar el riego de una plantonada de cítricos, de 2 años, y con un
MU de 0,65 m2.
Para este año calcularemos un coeficiente fijo:

MU × 2 × n  0,65 × 2 × 2  2,60
Este coeficiente fijo, se multiplicará cada mes por el del baremo, resultando el
siguiente «planning» de riego (ver tablas):
184
Enero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,60  1,10 . . . . . . . . . . . . 3 litros/día y árbol
}
Febrero . . . . . . . . . . . . . . . . .Caso
. . . . de
. . .regar
........
Marzo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Abril . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2,60  1,30 . . . . . . . . . . . .
2,60  1,60 . . . . . . . . . . . .
2,60  1,90 . . . . . . . . . . . .
3,5 litros/día y árbol
4 litros/día y árbol
5 litros/día y árbol
Mayo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,60  2,30 . . . . . . . . . . . . 6 litros/día y árbol
Junio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,60  2,80 . . . . . . . . . . . . 7,5 litros/día y árbol
Julio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,60  3 . . . . . . . . . . . . . . 8 litros/día y árbol
Agosto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,60  2,90 . . . . . . . . . . . . 7,5 litros/día y árbol
Septiembre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,60  2,50 . . . . . . . . . . . . 6,5 litros/día y árbol
Octubre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,60  2 . . . . . . . . . . . . . . 5 litros/día y árbol

}
Noviembre . . . . . . . . . . . . . .Caso . . . . de
. . .regar
........
Diciembre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2,60  1,40 . . . . . . . . . . . .
2,60  1,30 . . . . . . . . . . . .
3,5 litros/día y árbol
3,5 litros/día y árbol

Casos atípicos
1. Con capa impermeable. En unas experiencias en una finca entre Orihuela
y Elche (Alicante), existe un tipo de suelo ligero y pedregoso, con gran velocidad
de infiltración, pero con problemas de salinización. Durante los años 1985-1990,
se le confeccionó un «planning» previniendo el incremento por las sales. Dicho
incremento del 30 %, según el propietario producía asfixia en el arbolado, por lo
que disminuyó la dosis en un 60 %. Consultados los compañeros de la zona, indi-
caron la existencia de una capa impermeable profunda, que altera las condiciones
del suelo, por no haber desagüe. Como esta experiencia coincidió con un período
lluvioso, en un futuro pueden presentarse problemas de ascensión de sales, si se
mantienen las disminuciones.
Para los casos de riego con aguas o suelos salinos, ya se indica en su capítulo
correspondiente, así como cuando aparece una capa impermeable. La evolución a
la larga se ve problemática, aunque durante los primeros años parezca todo lo con-
trario, agravada en muchos casos por la falta de técnicos responsables, que hace
que proliferen «aficionados» ligados a productos comerciales.
2. Cultivos o variedades problemáticas. Se refiere a la existencia de proble-
mas de producción, como ocurre en cítricos con las variedades Navelate y Fortuna,
que han tenido gran valor comercial, pero ante la falta de cosecha muchos agricul-
tores han preferido la reinjertada por otra variedad productiva.
Las características vegetativas de este tipo de variedades son:
— Vegetación exuberante.
— Floración excesiva.
— Escasa o nula producción.
Aparte de tratamientos especiales: poda, «rayados», etc., cuando el vigor es
excesivo, una de las técnicas que se sigue, consiste en disminuir la dosis de
agua y abonado, hasta que el fruto esté bien cuajado (finales de julio en nuestras
latitudes), esperando hasta agosto para echar todo lo que se suprimió anterior-
mente.
Por lo tanto, el baremo para el cálculo de riego, tendrá las siguientes modifica-
ciones:
185
Enero . . . . . .
Febrero . . . . .
Marzo . . . . . . } Caso de regar, disminuir dosis, hasta lo que permita el fruto
pendiente.
Abril . . . . . . .
Mayo . . . . . .
Junio . . . . . .
Julio . . . . . . .
Agosto . . . . .
} Dosis mínima, sólo lo imprescindible para el abonado P-K-Mg.

Septiembre . .
Octubre. . . . .
Noviembre . .
Diciembre. . .
} Dosis normal, incluso superior, para contrarrestar la salinidad
de la concentración fertilizante.

Cuando se trate de árboles equilibrados cuya caída de fruto no sea excesiva, se


darán las dosis normales de los baremos, pues existen otras técnicas para hacer
producir estas variedades, precisamente procurando que no les falte nada.

COMENTARIO FINAL A LOS CÁLCULOS DE LA DOSIS DE RIEGO

Como ya se ha indicado repetidamente, para el cálculo de la dosis de riego se


intenta aproximar lo más posible a las necesidades de la planta o del cultivo, sin
olvidar la norma básica: «En floración-cuaje no debe haber estrés hídrico y
cada vez que se riega, se tiene que abonar».
No es de extrañar que muchos técnicos especializados en esta materia, propon-
gan diversos métodos, bien basados en sus propias experiencias, bien basados en
estudios de renombrados científicos que utilizan parámetros deducidos con instru-
mentos cada vez más sofisticados.
Como es lógico, aquí no se va a discutir la bondad de cada uno de ellos, ya que
no se tienen esas pretensiones, y que cuando los aplican es porque les va bien. Sen-
cillamente lo que se pretende es aplicar un método (el de los baremos). Primero
porque va bien; segundo, porque es muy cómoda una programación por meses,
que sirve de referencia para cualquier técnico o agricultor; y tercero, porque las
modificaciones que se pueden hacer durante el ciclo anual, sirven para mejorar la
experiencia propia y la de la zona, aspecto muy importante para una agricultura
cada día más competitiva.
Actualmente también en la Comunidad Valenciana se han distribuido una serie
de Estaciones Agroclimáticas que proporcionan datos que pueden aprovechar los
técnicos y agricultores para confeccionar sus «planning» de riego.

HORARIO DE RIEGO

En este tipo de riego, no es tan importante la capacidad de campo o almace-


naje de agua por el suelo, como en el riego tradicional, por ser de frecuencia dia-
186
187
ria para satisfacer las necesidades puntuales, especialmente en las horas de
máximo consumo, para evitar la detención de la actividad radicular y, por lo
tanto, de la planta.
Sin embargo, esto no es rigurosamente exacto, pues según su textura y estruc-
tura, se tendrá que adaptar a caudales diferentes de emisores para evitar pérdidas,
precisamente por falta de almacenamiento o retención.
Durante las horas de sol se realizan una serie de funciones, como la transfor-
mación de la savia bruta en elaborada (fotosíntesis), que conlleva un gran con-
sumo de agua. Lo ideal sería regar continuamente, dando la dosis consumida en
cada momento, pero esto sólo es posible en un laboratorio.
Según experiencias realizadas por diversos autores, a medida que sale el sol van
aumentando las necesidades de agua, siendo el período comprendido entre las 11 y
las 16 horas (horario solar), el de máximo consumo. Pero si se riega en horas de
mucho sol, hay que temer algunos riesgos, como los escaldados por la calor húmeda.
Además las plantas se defienden de esta situación de «stress por exceso» de luz y
temperatura, disminuyendo o anulando su capacidad de absorción y transpiración,
cerrando totalmente o parcialmente sus estomas, incluso provocando una deten-
ción vegetativa. Algo parecido a la «siesta» en las personas.
Por lo tanto, en nuestro programa de riego, se prefiere regar en las primeras
horas de la mañana, antes de que empiecen las altas temperaturas y las máximas
necesidades, aunque tampoco sería malo el riego por la noche, donde las pérdidas
por evaporación serían menores o nulas.
Si fuera necesario regar dos veces al día, se escogerían las primeras horas de la
mañana, y las últimas de la tarde, cuando el sol no fuera tan fuerte y el suelo no
estuviera tan caliente.
Cuando sea necesario aprovechar al máximo las horas diarias de riego, se
puede hacer el siguiente programa durante el verano:

Hora solar Hora oficial


Mañana Hasta las 8 Hasta las 10
Tarde-noche A partir de las 18 A partir de las 20

Por lo tanto se dispondrán de 14 horas diarias para regar, sin perjuicio para las
raíces.

ELECCIÓN DEL CAUDAL DEL EMISOR

El caudal del emisor tiene que depender del tipo de suelo, del número por uni-
dad de superficie y del tiempo de riego previsto.
En suelos arenosos, pedregosos, donde la retención es muy escasa, interesan
emisores con mucho caudal y poca duración del riego, ya que al cabo de muy poco
188
Curva del consumo de la planta a lo largo de la jornada.

tiempo, el agua desciende hacia las capas profundas, perdiéndose agua y fertilizan-
tes, por lo que conviene disminuir el tiempo de riego aumentando el caudal y la
frecuencia.
En estos casos están más indicados los microaspersores y, en el caso de prefe-
rir goteros, que tengan un caudal superior, como los de 8 l/h, o bien poner muchos
goteros separados medio metro, con caudal normal, que viene a ser lo mismo.
En suelos compactos, arcillosos, donde la infiltración es muy lenta, convienen
emisores de poco caudal, para que estén mucho tiempo regando con el fin de que
el agua y los fertilizantes alcancen la profundidad donde se encuentran la mayoría
de raíces, por lo que interesan goteros de 2 l/h o menos.
En los de textura media o francos, dependerá de la velocidad de infiltración,
pudiendo instalar los de 4 l/h o similares.
Se vuelve a insistir en no confundir la capacidad de retención con la dificultad
de infiltración que puede provocar la presencia de cloruro sódico, en la primera
fina capa superficial, como sucede en la arena de El Perelló y Marenys de Sueca.

CONCLUSIONES

Normalmente en los cursos con agricultores siempre existen dos preguntas


muy comunes y que, en realidad, son una consecuencia del criterio antiguo del
concepto del riego:
1.a ¿Cuántos goteros se ponen por árbol?
189
2.a ¿Cuánta agua se echa por árbol?
Recordando lo indicado en los capítulos anteriores, en el riego total por inunda-
ción, existe el problema del exceso de agua, y en el «localizado» el del defecto o falta.

Para reducir al mínimo estos problemas, en el riego localizado a goteo se tiene


que incrementar la superficie mojada (SM), dentro de unos límites económicos, y
partir de un buen primer riego.
En este tipo de riego se tiene que saber:
— Superficie mojada total.
— Exigencias de la planta o cultivo.
La SM depende a su vez de:
— Tipo o clase de suelo.
— Tipo de emisor y caudal.
— N.o de emisores.
Las exigencias de las plantas, de:
— Características propias de la variedad y estado vegetativo.
— Profundidad alcanzada por las raíces.
— Marco útil o porcentaje del marco de plantación.
Por lo tanto, las preguntas anteriores no tienen una respuesta directa en esta
técnica de riego al influir muchos factores y circunstancias:
1.a El n.o de emisores depende de:
— Cantidad total de agua.
— Exigencias en SM.
— MU o situación actual.
— MP o situación futura.
— Tipo de suelo (textura, estructura, calizo, etc.).
— Tipo de emisor (gotero, microchorro, cinta, etc.).
2.a La cantidad de agua a aplicar dependerá de:
— Tipo de suelo (capacidad, profundidad, etc.).
— Exigencias climatológicas.
— Exigencias del período vegetativo.
— Eficiencia.

190
— Calidad del agua.
— Disponibilidades.
Cuando se tengan problemas de defecto en esta técnica, no habrá más remedio
que modificar uno o varios de estos puntos:
— Aumentar el número de emisores previstos.
— Cambiar el tipo de emisor.
— Aumentar la frecuencia del riego. Debido a la sensibilidad del riego
localizado, si se regase toda la superficie, todo el suelo actúa como
almacén o depósito, por lo que se puede estar más tiempo sin volver a
regar, hasta agotar las dos terceras partes del agua útil.
En el R.L. se tiene que volver a regar cuando se agote una tercera
parte del agua disponible, por lo que las plantas están más expuestas a
las fluctuaciones de falta de agua, y si se llegasen a señalar síntomas,
sería muy difícil evitar el «stress» hídrico, es decir, menos cosechas,
menos calidad y menos condiciones de almacenaje.
— Mejorar las condiciones en la zona del bulbo. Especialmente lo refe-
rente al complejo arcillo-húmico y calcio. Más adelante se insistirá
que lo más rápido para mejorar estas condiciones, es enterrar materia
orgánica descompuesta, bien en la zona del bulbo, bien localizado en
zanja.
Puede ocurrir que el tipo de emisor no sea el más adecuado a las características
del suelo y/o planta, y más que aumentar, lo que conviene es cambiar a otra clase
de emisor.
Otras veces, los defectos observados son debidos a problemas de limpieza, al
faltar un programa, aunque con el uso de los abonos ácidos ya es más difícil que
esto ocurra.
Existen otras circunstancias de más envergadura como problemas de diseño, o
bien falta de presión en la instalación pero, en principio, se va a considerar
correcto, ya que se va a estudiar con más profundidad en los capítulos correspon-
dientes.
Finalmente, recordar que las exigencias fisiológicas productivas puede que no
coincidan con las comerciales, como sucede con la uva de vinificación.

191
TERCERA PARTE

ESTUDIO HIDRÁULICO
TEMA 10

DISEÑO AGRONÓMICO

TRAZADO DE UNA INSTALACIÓN

El Diseño Agronómico comprende todo lo relativo a la distribución de los distin-


tos componentes que se consideran necesarios en una instalación, principalmente la
red de tuberías, dentro de un aprovechamiento agronómico aceptable para las plantas.
Los componentes de una instalación, se agrupan en:

Cabezal

• Presión: Grupo motobomba o por gravedad.


• Filtros: Arena, anillas y malla.
• Abonadoras.
• Válvulas: Ventosas, de paso, de retención. Electroválvulas.
• Manómetros.

Red

• Tuberías de conducción: Principal y secundarias.


• Tuberías de distribución: Subunidad.
— Terciaria.
— Lateral o portaemisores.
• Válvulas.
• Reguladores de presión.

Emisores

• Microaspersores y microchorros.
• Goteros.
• Microtubo.
• Cintas y mangueras.
La distribución y localización de los distintos elementos de una instalación,
dependen de una serie de factores y situaciones, por lo que al pretender generali-
zar, se complica más que en el caso concreto de un hecho real.
195
Cabezal:

— Equipos motobomba.
— Filtros.
— Equipo abonador.
— Válvulas compuerta y retención.
— Manómetros.

Esquema de los componentes de una instalación.

Los factores a tener en cuenta son:


— Topografía de la finca.
— Situación de las distintas parcelas y cultivos.
— Forma de las parcelas.
— Sentido de la pendiente y/o pendientes.
— Tipo de suelo y cultivos.

El cabezal de filtrado es el corazón de una buena instalación de riego.

196
— Características climáticas.
— Idiosincrasia del propietario y/o encargado.
Cada uno de los factores puede hacer variar el diseño, por lo que, en un estudio pre-
vio, se tienen que considerar independientemente, para luego encajarlos en un conjunto.

1. Cabezal
1.1. Finca con terreno llano
En fincas sin pendiente apreciable, la localización del cabezal dependerá de
nuestra voluntad o comodidad.
Normalmente, se situará:
1. A la entrada del agua. En fincas pequeñas y en riegos comunitarios.
2. Adosado a la balsa de riego o del pozo, aprovechando una de las paredes,
o la caseta.
3. En el centro de la finca, para hacer una distribución radial.
4. Aprovechando el peor suelo.

1.2. Finca con pendientes


1. El cabezal conviene situarlo en el punto más alto, para aprovechar las ven-
tajas de las diferencias de nivel y mejorar la uniformidad del riego.
2. Si las pendientes son muy fuertes, y si se tiene que construir una balsa
reguladora, es conveniente que el cabezal se instale más abajo, para conse-
guir, con este desnivel, presión suficiente para el buen funcionamiento de
todos los aparatos. Luego, con un programador que accione las electrovál-
vulas, se pueden automatizar los diferentes sectores.

3. Si la presión se consigue mediante una bomba, se instala adosada a la


balsa y/o pozo, aprovechando la construcción existente.
Desde el cabezal se eleva el agua hasta el punto más alto, por lo que se
vuelve al caso anterior.
4. Cuando no sea económico llevar toda el agua al punto más alto, es conve-
niente hacer sectores, entre otros motivos, para evitar que los problemas
de funcionamiento repercutan en toda la instalación.
197
Lo que se pretende dejar claro, es que es preferible que el agua se distribuya
hacia abajo, por lo que se debe procurar que así sea, para prevenir futuros proble-
mas de dosificación y de uniformidad.

2. Redes
Las redes están formadas por todas las tuberías, y para evitar confusiones en su
clasificación y nomenclatura, se incluye el siguiente cuadro-esquema, antes de ini-
ciar su estudio:
— Primer grupo. Conducción:
• Tubería principal.
• Tuberías secundarias.
— Segundo grupo. Distribución:
• Terciarias.
• Tuberías portaemisores o «laterales»,
que es el que más se usa entre los técnicos especializados.

Tubería principal
La que sale del cabezal e inicia la conducción. Si salen varias a la vez, se
puede denominar «Principal del Sector Primero», «Principal del Sector Segundo»,
etcétera.
198
Tuberías secundarias
Son todas aquéllas que salen a partir de la principal, y conducen el agua hasta la
entrada de las parcelas, con tantas derivaciones como importante sea la instalación.

Tuberías terciarias
Son las tuberías que saliendo de las secundarias, sirven para que se empalmen
las tuberías que llevan los emisores, por lo que deben estar perfectamente regula-
das, para que la presión de entrada a dichas tuberías sea suficiente para el buen
funcionamiento de los emisores.

Tuberías laterales, portaemisores o portagoteros


Son las tuberías portadoras de los emisores, y salen lateralmente y perpendicu-
larmente de las terciarias, o sea, son los terminales de la red, por lo que su cálculo
es de la máxima importancia, ya que las pérdidas de carga que se originen en ellas,
deben estar dentro del margen de la categoría del emisor, para que la variación del
caudal esté en un ±5 %.
Al conjunto de «terciaria y laterales», se le llama subunidad y para regular la
presión de entrada, debería llevar una válvula reguladora de presión, pero que no
siempre se ve en las instalaciones, por abaratar el presupuesto.

INSTALACIÓN DE TUBERÍAS

Es conveniente enterrar las tuberías para protegerlas de los rayos solares y de


las condiciones ambientales adversas, aunque el material empleado esté debida-
mente tratado para su protección.

Tuberías de PVC enterrada y de PE en superficie.

199
En la tabla siguiente se dan las medidas de la profundidad y anchura de la
zanja, recomendadas para la instalación de tuberías de PVC en zonas rurales:

Diámetro nominal Ancho zanja Profundidad


del tubo cm cm
Hasta 32 45 55
40 45 55
50 45 65
63 50 65
75 55 70
90 55 70
110 60 70
125 60 70
140 60 75
160 70 75
180 70 75
200 70 80
250 75 80

En terrenos de topografía accidentada, el fondo de la zanja no debe copiar el


perfil del terreno, sino que se debe rasar el lecho con una pendiente uniforme. En
estos casos cuando los terrenos estén inclinados, la profundidad mínima de la
zanja deberá ser de 1 m.
El fondo de la zanja se recubrirá con un lecho de arena de río o de tierra cri-
bada, con un espesor mínimo de 5 cm, sobre el que descansarán los tubos.
El material procedente de la excavación de la zanja se dispondrá formando un
cordón paralelo a la misma, que se retirará un mínimo de 60 cm respecto al borde
200
de la zanja, para evitar que se produzcan derrumbes durante el montaje o arrastres
de tierra provocados por la lluvia.
Además, la «terciaria» cuando se sitúa por el medio de una parcela de cultivo,
debe ir enterrada por lo menos a 70 cm, para que no estorbe labores. En cuanto a
las tuberías portagoteros, lo ideal es que también estuvieran enterradas unos
20 cm, pero se pueden presentar problemas de taponamientos de emisores, aunque
actualmente algunas casas comerciales indican que los han resuelto satisfactoria-
mente.
El final de las tuberías de diámetro superior, se tapan con un tapón roscado,
fácil de poder quitar, para realizar una limpieza.
En las tuberías de pequeño diámetro (de 16 mm para abajo), antiguamente
también se ponía un tapón, pero en la actualidad, se tapan doblándolas y sujetán-
dolas, con una arandela hecha con tubería de dos medidas superiores.
Cuando existen trazados de grandes longitudes, conviene cada 300-400 m,
intercalar válvulas de paso, para que en caso de roturas, evitar el vaciado de toda la
tubería. En la actualidad el cierre se puede automatizar, mediante una válvula
antiinundación, que cierra automáticamente cuando hay una bajada brusca de pre-
sión aguas abajo, como es el caso de una rotura, o cuando hay una variación signi-
ficativa de la velocidad del agua.

1. Finca con terreno llano (pendiente inferior al 1%)


Según la importancia y extensión de la finca, se regará toda a la vez, o en
varios sectores.
Los cálculos de las tuberías estarán en función de las presiones y de los cauda-
les. Para abaratar costes, se escogen los diámetros mínimos, dentro de las pérdidas
de carga permisibles. En los Anejos 6 y 7 existen tablas para simplificar los cálcu-
los a sencillas multiplicaciones.

2. Finca con pendientes


Es lo más frecuente en toda transformación importante.
Desde el «cabezal» se hará el trazado que ahorre el máximo de tubería y codos
y, siempre que se pueda, irán en dirección de la pendiente.
Cuando la tubería asciende, es necesario colocar válvulas de retención que impi-
dan que el agua retorne, cuando deje de funcionar el grupo de impulsión. En estos
casos, también se deben colocar «purgadores», para expulsar el aire del interior.
En todos los puntos altos se deben colocar «purgadores» o «ventosas», ya que
el aire que pueda haber por el interior, asciende hacia esos puntos.
Es muy importante la colocación de «purgadores», ya que siempre hay aire por
el interior de las tuberías; bien porque ha entrado al vaciarlas; bien porque se
encuentra mezclado con el agua, especialmente si se llenan rápidamente. Por lo
tanto, no se debe escatimar en la instalación de purgadores, incluso en tramos lla-
nos, cuando la longitud alcance los 300 metros.
201
En los puntos bajos es conveniente disponer de una válvula de desagüe, que
permita la limpieza de la tubería con comodidad.
Cuando las tuberías descienden, con pendientes elevadas o en longitudes de
300 metros, se deben instalar válvulas reguladoras de presión, consiguiéndose dos
ventajas. Por una parte, proteger a la tubería de la presión estática. Por otra, dejar
una presión adecuada, para las tuberías que deriven aguas abajo.
Ejemplo: Debido al desnivel existente, la tubería secundaria tiene una presión
de 5 kg/cm2, en el punto donde se empalma con la «terciaria», cuyas «laterales»
llevan emisores de 1 kg/cm2 de presión nominal.

Para evitar problemas de presión, es necesario instalar un regulador de presión,


antes de la derivación, regulándolo a una presión superior a la nominal de los emi-
sores, para que se puedan contrarrestrar las pérdidas de carga.

202
Como ya se ha indicado, en el empalme de la «terciaria», se debe colocar una
válvula de paso, para mayor seguridad de poder regular perfectamente la presión
de las «laterales».
Puede ocurrir que los reguladores dejen de funcionar bien, por culpa de
haberse metido un poco de arena o tierra que lleve el agua en suspensión. Para evi-
tar esto también sería bueno poner un filtro de malla delante del regulador, cuando
se tengan este tipo de aguas.

TRAZADO DE LAS SUBUNIDADES

El trazado de las «laterales» es lo que marca la diferencia entre un buen diseño


y otro que no lo sea tanto.
Dentro de cada parcela se tendrá muy en cuenta la pendiente o las pendientes,
para que las «laterales» siempre sean perpendiculares a la misma.
Con el uso de los goteros autocompensantes, se resuelven muchos inconve-
nientes, pero a la larga puede que tengan problemas, ya que la membrana flexible
sufre un proceso de endurecimiento.
Tal como se ha indicado anteriormente, al inicio de la «terciaria», se debe ins-
talar una válvula que permita regular la presión.
Las tuberías portaemisores o «laterales», siempre se dejarán más largas de lo
calculado, y sobre un metro más desde el último emisor, para que se pueda pinchar
al comprobar la presión.
Tampoco deben quedar tensas, para prevenir las dilataciones, contracciones y
desplazamientos; así y todo, muchas veces será necesario poner horquillas de
alambre para fijarlas. Como norma general añadir de 1 ó 2 m de más.
Para regular y comprobar la presión, se escogerá la «lateral» más desfavore-
cida, es decir, la más larga o la más alejada del inicio de la «terciaria».
Antiguamente, las «laterales» se cerraban con un tapón, pero tal como ya se ha
indicado, hoy en día, todo el mundo aprovecha tuberías de dos o más medidas
superiores, para hacer anillas, cerrando perfectamente al quedar dobladas.
Si la «lateral» tiene 12 mm, la anilla se hace con tubería de 20.
203
1. Finca y parcelas llanas
En este caso se elige el trazado más cómodo. La «terciaria» irá apegada al mar-
gen, o por el medio, según las dimensiones de la parcela, siendo muy conveniente
que se entierre, aunque sea de PE, pues su conservación será muy superior.
Las «laterales» se adaptarán al tipo de cultivo, sin más limitaciones.
Todas las variantes que se puedan presentar, se van a explicar gráficamente:

1.1. En parcelas «grandes» (1 ha o múltiplo)


Como en todos los casos, las tuberías que no sean «laterales» irán enterradas, a
una profundidad superior a los 50 cm, para que no estorben las labores.
El hacer que los tramos no superen los 50 metros mejora la uniformidad de la
instalación, aunque se puede superar esta longitud, según separación de emisores y
diámetro de tubería. Si el emisor va montado «sobre línea», es decir, «pinchado»,
el diámetro tiene que ser mayor. Caso de emplear mangueras autocompensantes,
esta longitud se puede triplicar.

En la tubería principal (P), en los primeros 50 metros, se conecta la tubería secundaria (S). Las
otras conexiones de secundaria serán cada 100 metros.
En la tubería secundaria, en los primeros 50 metros, se conecta la tubería «terciaria» (T). Las
restantes terciarias se conectarán cada 100 metros.
Los laterales o tuberías portaemisores se distribuirán uniformemente, procurando no superar los
50 metros.

204
1.2. Parcelas «medianas» (media ha o múltiplo)

Las «laterales» tendrán una longitud alrededor de los 50 m, y la «terciaria» se


situará apegada al margen, pudiendo subdividirse en dos, tal como se aprecia en el
croquis.

1.3. Parcelas «pequeñas» (un cuarto de ha)


La «terciaria» también se sitúa por el margen, y la válvula se coloca a la
entrada del bancal.

1.4. Parcelas con presión inferior a 1 kg/cm o con pequeñas ondulaciones


o pendientes en varios sentidos
En estos casos no hay más remedio que recurrir a goteros autocompensantes,
que trabajan a partir de medio kilo.
205
Los «laterales» debido a este tipo de emisores, incluso pueden ser superiores a
los 100 metros, pero siempre que se pueda, se aconseja no superar la medida
«standard», aunque tampoco se quiere pecar de inflexible y por 10 ó 15 m tener
que instalar dos ramales.

2. Finca con pendientes

2.1. Finca abancalada


a) Con parcelas escalonadas, pero sensiblemente llanas. Según la dimensión
de las parcelas, se estaría en uno de los casos estudiados anteriormente.

b) Con parcelas escalonadas con pendiente.

206
Dentro del bancal se harían varias derivaciones («terciarias»), cuya longitud
dependerá de la pendiente, procurando que entre el punto A y el B, no haya más de
un metro de desnivel. Igual haríamos entre los puntos C y D y los puntos E y F.
Para comprobar la presión, con un manómetro se pincharía al final de las «late-
rales» más desfavorecidas, es decir, los puntos (P) de las laterales» A, C y E del
croquis.

2.2. Finca sin abancalar, con pendiente en un sentido


La «terciaria» seguiría la línea de máxima pendiente. Las «laterales» serían
perpendiculares a la pendiente.

2.3. Finca con pendientes en varios sentidos


La «terciaria» seguiría la línea de máxima pendiente, terminando la «lateral»
en el punto más bajo.
Según la importancia de esta pendiente transversal, los goteros tendrían que
ser autocompensantes.
207
2.4. Finca con pendientes fuertes
Se trazaría una tubería «secundaria» en dirección a la máxima pendiente, de la
que partirían diversas derivaciones de «terciarias», para que la diferencia de nivel
entre la «lateral» de arriba y la de abajo (A y B), fuera de un metro como máximo.
Si la pendiente transversal no fuera superior a dos metros, no sería necesario
usar goteros autocompensantes.

208
DISTRIBUCIÓN DE LAS «LATERALES» SEGÚN CULTIVOS

La distribución dependerá según se trate de cultivos permanentes (arbóreos) o


de temporada (hortalizas).

1. En cultivos arbóreos
1.1. Plantación recién hecha
En toda clase de frutales, durante el primer año se coloca una sola línea, con un
gotero por árbol, tal como se indica en el croquis:

El gotero tiene que estar cerca del tronco, pero evitando que la mancha
húmeda llegue al mismo.

«El gotero cerca del tronco puede provocar la muerte».

209
El agua sólo debe llegar al tronco durante el primer mes, y si existe el riesgo de
olvidarse de alejarlo, es preferible desde el principio, colocarlo distanciado unos
40 cm.
Al segundo año se añadirá otro gotero en el otro lado, procurando que ambos
queden sobre las proyecciones de los brotes más externos, es decir, por la parte
exterior de la sombra de la copa, para mejorar el desarrollo radicular.

210
Si se usan aguas con exceso de sales, como ocurre por Murcia, habría que
extremar las precauciones para evitar que las raíces fueran afectadas por esta cir-
cunstancia, siguiendo las normas indicadas para evitar el problema de las sales.
A partir del tercer año, según tipo de frutal, ya se colocará una doble línea, o
bien mantener una sola con tres o cuatro goteros.

211
1.2. En arbolado ya desarrollado o adulto
Caben tres variantes, según se adopte el criterio de dos líneas o una línea, por
hilera de árboles.

1.2.1. Con una lateral apegada a los troncos


Ventajas. Facilita el paso y las labores. Todavía más si se coloca suspendida con
un alambre, modalidad que se está imponiendo en frutales en las fincas grandes.
Inconvenientes. El desarrollo y distribución de las raíces, no es tan uniforme,
salvo en suelos muy buenos.

El número de goteros entre los árboles dependerá del tipo de cultivo y de la


clase de suelo.
Según nuestra experiencia, está muy indicado para los frutales de hueso y de
pepita, y en viña de uva de mesa.
Como precaución básica, se recuerda que los goteros más cercanos al tronco
estén lo suficiente separados, para que la humedad no alcance al mismo.
Para un marco de plantación de 5 × 5 m, y en el caso de melocotoneros (de los
más exigentes), se instalarían tres según el esquema:

212
En terrenos francos son suficientes tres, pero en terrenos arenosos, convendría
ir a los microaspersores, a los microchorros o las mangueras, es decir, regar con
más caudal y menos tiempo.
Cuando se trate de plantaciones intensivas. Por ejemplo, 6 × 2 m, como la
separación entre troncos es sólo de dos metros, se colocaría sólo un gotero en
medio, o bien dos, en caso de suelos arenosos.

1.2.2. Con una «lateral» por el medio de la calle


Ventajas. Se obliga a un desarrollo más repartido de las raíces. Sólo hay una
línea más que en el caso anterior, por lo que el encarecimiento no es significativo.
Las «laterales» pueden llevar los goteros incorporados desde fábrica, que es
una gran ventaja económica.
Inconvenientes. Las labores y el paso de maquinaria, puede obligar a recoger
cada vez las tuberías.
Según nuestra experiencia, está muy indicado en frutales tipo naranjos, sobre
suelos buenos, calizos y que no sean demasiado arenosos.
El número de goteros dependerá del tipo de suelo, y tal como se ha indicado,
se adapta perfectamente a la técnica de ir montados desde fábrica, con separación
que oscila entre 0,80 y 1,50 metros, según las características del suelo.
Para suelos francos, se aconsejan a un metro.

213
1.2.3. Con dos «laterales», por hilera de árboles
Ventajas. Es el sistema que proporciona una distribución más uniforme a las
raíces. Va bien a todo tipo de terreno y cultivo.
Inconvenientes. Es el más caro, pues exige el doble de tubería portagoteros que
en el caso primero.
Mayores dificultades para recoger tubería.
La localización de los emisores tiene que adaptarse al marco de plantación,
para que haya el mismo número por árbol, o bien llevar una separación uniforme
de 2 metros, que puede tener problemas con aguas de mala calidad.
Técnica operatoria. Cada año se irán separando las «laterales», según el desa-
rrollo de la copa, situándolas por fuera de las brotaciones.

Cuando la copa casi ha alcanzado su tamaño, y las brotaciones estén a un


metro de las del árbol contiguo, ya no se alejarán las tuberías, pudiendo considerar
como fijos los goteros. Es decir, que la separación mínima entre las tuberías de
hileras diferentes, será de un metro, que es el límite que se calcula para un terreno
medio.
214
2. En cultivos hortícolas
La localización de las «laterales» no tiene la importancia que en los casos ante-
riores.
Valen las mismas consideraciones y advertencias, para evitar que la humedad
llegue al tronco, por lo que existen diferentes diseños, según el marco de plantación.

En líneas pareadas, donde existen «calles» para el paso del personal, la tubería
se coloca entre las dos hileras contiguas de plantas y los emisores a 40-80 cm de
separación.
Cuando el marco lo permite, el «lateral» puede ir apegado a los troncos, y el
emisor al medio.

Si se usan las cintas enterradas, el problema aún se reduce más.


215
COMENTARIO FINAL A LA DISTRIBUCIÓN
Y UBICACIÓN DE LOS EMISORES

En un principio (finales ‘70, principios ‘80), se proyectaban los diseños agro-


nómicos con muchos emisores por planta, dando mucha importancia a la distribu-
ción de los mismos alrededor de la proyección de la copa.
Cuando sólo había una «lateral» por hilera de árboles, se conectaban desde ella
varios microtubos provistos de 5 ó más goteros, para aumentar la superficie
mojada, ya que por aquellos años, estábamos sufriendo una adaptación mental del
riego total al riego localizado, hasta el punto que no era raro que, en las publica-
ciones especializadas, se considerara necesario mojar el 75 % de la superficie,
basándose en un experimento muy espectacular, pero erróneo, donde las raíces de
una planta se distribuían en 4 macetas, comprobando que con 3, la planta vegetaba
igual que con los 4. El error de esta experiencia consistía en considerar iguales las
condiciones físicas y las relaciones «planta / suelo» en una parcela que las produ-
cidas en un espacio muy limitado por paredes impenetrables. Además, aunque no
he comprobado esta prueba, por lo observado en las plantas de contenedor, al cabo
de unos años, igual darían 3 que 4 ó 10 macetas, porque todas acabarían mal.
Actualmente se le está dando mucha menos importancia a la ubicación de los
goteros, salvo situaciones muy limitantes, como puede ser la plantación en suelos
húmedos y en los salinos.

1. En suelos húmedos y/o salinos


Cuando se presentan plantaciones en terrenos húmedos, con capa freática
«alta», inferior a un metro y que, además, puede haber problemas de salinidad, no
hay más remedio que preparar el suelo en caballones o lomos anchos y lo suficien-
temente altos, que permitan el desarrollo radicular en una zona «sana», dejando
una calle o pasillo entre ambos que sirva para drenar el exceso de agua cargada de
sales.
A esta técnica de plantación también se la denomina «cultivo en meseta» y es
necesaria cuando existen riesgos por problemas de asfixia radicular, aunque no los

Por encima del lomo se distribuirán una o dos hileras de tubería portagoteros.

216
haya de salinidad, ya que en épocas de lluvia evita el encharcamiento y facilita la
lixiviación de las sales.
Cuanto más graves sean estos problemas, más alta tiene que ser la «meseta»,
ya que las necesidades de aireación y lavado serán mayores.

2. En suelos normales
En situaciones normales, sin los problemas citados, la distribución de los emi-
sores con relación a la planta no es una cuestión importante, ya que las raíces van
a buscar el agua y no al revés.
La condición más importante y quizás la única, es que la humedad no se man-
tenga junto al cuello del tronco, aunque en los riegos deficientes o de socorro, se
han observado mejores resultados. No obstante y como norma general, a partir de
los 3 - 6 meses, se tiene que separar el emisor del tronco, con lo que se favorece el
desarrollo de las raíces lejos del tronco y se evitan enfermedades del cuello.

3. Tendencia actual en el cultivo frutal


En el primer momento de recién plantado, si sólo se pone un gotero, es conve-
niente que esté cerca del tronco, para que se inunde la zona removida y se expulse
el aire que contiene la tierra cerca de las raíces. A partir de un par de meses, ya se
pueden separar unos 20 cm y según los cuidados que se pueden prestar, se pondrán
uno a cada lado o se mantendrá el anterior.
En plantaciones ya desarrolladas, la tendencia actual en el cultivo frutal es
colocar sólo una tubería portagoteros, siguiendo la hilera de la plantación, apegada
a los troncos, separando los goteros más cercanos unos 50-70 cm del tronco, con lo

217
que se facilita el paso por la calle o «frau». Normalmente se recurre a tuberías con
goteros incorporados cada metro, incluso cuando se instale doble tubería.
Hay ocasiones que dicha tubería va suspendida mediante un alambre, situán-
dose por encima de la «cruz» y a unos 30-50 cm sobre el suelo, consiguiéndose la
ventaja de poder labrar por debajo y poder ver rápidamente si el gotero está obtu-
rado. El que la gota se desplace cuando se produce una inclinación del tubo, tam-
poco es importante, pero hay empresas comerciales que ya sirven estas tuberías
con alambre incorporado.

Ejemplos de diseños agronómicos y ubicación de goteros

Viña
a) Formación en vaso:
Marco de plantación rectangular:
— «Calles».- De 2,80 a 3 m
— Entre cepas.- De 1,25 a 1,5 m
Nº de goteros/cepa = 1; de caudal = 4 l/h.
b) En formas apoyadas:
Espaldera:
— «Calles».- De 2,80 a 3 m
— Entre cepas.- De 1,50 a 2 m
Nº de goteros/cepa = 1; de caudal = 4 a 8 l/h
218
Parral: Marco real
— «Calles». De 3,9 a 4 m
— Entre cepas. 3,9 a 4 m
Nº de goteros/cepa = 2 ó 3; de caudal = 4 a 8 l/h

Frutales
a) Marcos intensivos:
— «Calles». De 4 a 7 m
— Entre árboles. De 2 a 3 m
Nº de goteros/árbol = Máximo, 2; de caudal = 2 a 4 l/h
Mínimo, 1; de caudal = 4 a 8 l/h
b) Marcos normales:
— «Calles». De 5 a 7m
— Entre árboles. De 5 a 6 m
Nº de goteros/árbol = Máximo, 6; de caudal = 2 a 4 l/h
Mínimo, 2; de caudal = 8 l/h
c) Marcos amplios:
— «Calles». De 7 a 12 m
— Entre árboles. De 6 a 12 m
Nº de goteros/árbol = Máximo, 8; de caudal = 2 a 4 l/h
Mínimo, 3; de caudal = 4 a 8 l/h

4. Tendencia en el cultivo hortícola


Dada la proximidad de las plantas, lo más práctico es la tubería con gotero
incorporado, con separación entre ellos la misma que entre plantas, si se trata un
cultivo como las tomateras, haciéndolo coincidir al principio con el tallito de la
planta, pero al cabo de unos días, cuando estén prendidas, ya coincidirá con la
mitad de la distancia.
En otro tipo de cultivos, como las lechugas, la tubería se ubica al medio de 2
hileras de plantas, alimentando a ambas.
Con las técnicas actuales de hidroponía, el gotero va pinchado en el taco de 4
plantitas, manteniéndose fijo durante todo el cultivo, ya que el exceso se drena
mediante el flujo que discurre por el canal inferior, pues la técnica se puede consi-
derar como una variante del FLN (flujo laminar nutritivo).

5. Riego subterráneo
En teoría es el mejor, ya que el agua no comprime el suelo y se evitan las pér-
didas por evaporación.
219
Ideal para cultivos de temporada, pero puede llegar a ser problemático en culti-
vos permanentes, ya que el gran problema que tuvo su precursor en cintas de exu-
dación, fue la penetración de las raicillas o «barbada» por las aberturas.
Se está ensayando la técnica de la botella invertida y enterrada, aprovechando
los envases de deshecho, donde se hace un hoyo justo debajo del emisor, ente-
rrando la botella, haciendo un corte en la parte superior, donde se introduce el
gotero, de forma que la gota discurre hacia abajo, saliendo por la boca de la bote-
lla. Al estar tapada con tierra, va a durar bastantes años y mientras no penetre tierra
dentro, no tienen por qué desarrollarse las raíces.

220
TEMA 11

DISEÑO HIDRÁULICO:
ESTUDIO DE UNA INSTALACIÓN

El diseño hidráulico comprende todos los cálculos de los diferentes componen-


tes de la instalación, para que se adapten a las condiciones de presión y caudal dis-
ponibles, de forma que a los emisores llegue el agua a la presión nominal y caudal
nominal de los mismos, buscando la solución más económica, dentro de unas cali-
dades garantizadas. Previamente se indican en el cuadro siguiente las unidades
más frecuentes, que en el anejo 4 están más completas.
UNIDADES MÁS FRECUENTES
MAGNITUD Sistema Internacional Sistema Técnico
Longitud metro (m) metro (m)
Superficie metro cuadrado (m2) metro cuadrado (m2)
Volumen metro cúbico (m3) metro cúbico (m3)
Tiempo segundo (s) segundo (s)
Masa kilogramo-masa (kg) Unidad técnica de masa
Fuerza o peso newton (N) Kilopondio o kilo-peso
Trabajo Julio (J) Kilopondímetro (kpm)
Potencia vatio (W) Kpm/s
Presión pascal (Pa) Kp/m2
Carga eléctrica culombio (Q)
Intensidad de corriente amperio (A)
Diferencia de potencial voltio (v)
Resistencia eléctrica ohmio (Ω)

CONCEPTOS Y UNIDADES DE MEDIDA A EMPLEAR

1. Trabajo
La idea de trabajo se tiene cuando se realiza un esfuerzo para levantar o trasladar
un objeto. Cuanto más alto o lejos trasladamos dicho objeto, el trabajo será mayor.
Para su cálculo se multiplica la fuerza o peso del objeto por el camino reco-
rrido o altura.
FUERZA CAMINO RECORRIDO
TRABAJO = O × O
PESO ALTURA

221
Para medir el trabajo realizado, las unidades más empleadas son:
Kilográmetro (kgm): Es el trabajo necesario para elevar un kilo a un metro.
Otra expresión muy frecuente es:
TRABAJO = POTENCIA × TIEMPO

Y la unidad más usada es:


Kilovatiohora (kWh): Es la unidad eléctrica y equivale al trabajo realizado
por un kilovatio durante una hora.
Ejemplos:
1.° Qué trabajo se realiza para elevar 1.000 kilos a 5 metros de altura.
Trabajo = 1.000 kg × 5 m = 5.000 kgm
2.° Qué trabajo consume un motor eléctrico de 3 kilovatios, si trabaja
durante 8 horas
Trabajo = 3 kW × 8 h = 24 kWh

2. Potencia
Es el trabajo realizado en la unidad de tiempo.
TRABAJO
POTENCIA = 
TIEMPO
Como unidad de tiempo se usa el segundo (s), por lo que si nos dan los datos
en minutos o en horas, se tienen que pasar a segundos.
Existen relaciones entre los distintos conceptos físicos, por lo que es fácil
encontrar otras expresiones para el cálculo de la potencia, que vienen a significar
lo mismo, como:
Potencia = Peso o Fuerza × Velocidad
Potencia = Presión × Superficie × Velocidad
Potencia = Caudal × Altura
con tal de emplear las mismas unidades de medida, que se aclaran con los sen-
cillos ejemplos.
Las unidades de potencia más frecuentes son:
kilográmetro/segundo (kgm/s): Cuando se eleva un kilo a un metro de altura
en un segundo. Equivale a 9,81 vatios (W)
Caballo de vapor (C.V.): Equivale a 75 kgm/s y es igual a 736 W.
Vatio (W): Unidad eléctrica que equivale a multiplicar 1 voltio por un amperio.
1 W = 1 voltio × 1 amperio (intensidad)
Kilovatio (kW): Equivale a 1.000 W y es igual a 1,36 C.V.
222
Ejemplos:
1.° Qué potencia será necesaria, para realizar el trabajo de 15.000 Kgm en un
minuto
15.000 kgm
Potencia =  = 250 kgm/s
60 segundos

2.° En una instalación eléctrica de 220 voltios, qué potencia mínima tendre-
mos que contratar, si se va a necesitar una intensidad de 15 A.
Potencia = 220 voltios × 15 amperios = 3.300 W = 3,3 kW
3.° Calcular la potencia teórica de un motor, en caballos de vapor, necesaria
para elevar a 90 m una maquinaria que ejerce una presión de 50 kilos/cm2
sobre una superficie de 70 cm2 en 2 horas.
La velocidad de elevación es de 90 m en 2 h, que equivale a 0,0125 m/s
Potencia = 50 kg/cm2 × 70 cm2 × 0,0125 m/s = 43,75 kgm/s
43,75 kgm/s
para pasar a C.V. se divide por 75 los kgm/s :  = 0,58 C.V.
75

4.° Qué potencia teórica se tiene que contratar para instalar un equipo moto-
bomba en una red trifásica de 380 v, que tiene que elevar un caudal de
agua de 50 l/s a una altura de 30 metros. Un litro de agua pesa 1 kilo.
Potencia = 50 l/s × 30 m = 1.500 kgm/s
Como la potencia contratada en las compañías eléctricas, tiene que expre-
sarse en kW, se tendrá que multiplicar por 9,81 y dividir por mil:
1.500 kgm/s × 9,81
Potencia =  = 14,72 kW
1.000
Si se quisiera expresar en C.V., se multiplicaría por 1,36 este último
resultado:
Potencia = 14,72 kW × 1,36 = 20 C.V.
También conviene recordar, que en estos cálculos no se ha tenido en cuenta el
rendimiento (η).
potencia útil potencia útil
Potencia teórica =  η = 
rendimiento potencia teórica
El rendimiento a efectos de cálculo, siempre se expresa en tanto por uno, por
lo que siempre es inferior a la unidad.
Además se tiene que tener en cuenta el consumo del arranque, es decir, que al
arrancar se produce un incremento de potencia, variable según el tipo de circuito
eléctrico, por lo que es conveniente consultar previamente con las casas comer-
ciales.
223
3. Presión
Por presión se entiende la aplicación de una fuerza sobre una superficie.

FUERZA O PESO
PRESIÓN =
SUPERFICIE

Una misma fuerza puede producir más o menos presión, si la superficie sobre
la que se aplica es menor o mayor.
Ejemplo. Supongamos que aplicamos una fuerza de 1.000 kilos sobre una
superficie de 100 cm2.
La presión ejercida será de:
1.000
P    10 kg/cm2
100

Si esa misma fuerza la aplicamos sobre una superficie de 20 cm2, la presión


será:
1.000
P    50 kg/cm2
20
Por lo tanto, cuando se habla de presión, no es suficiente indicar la fuerza o
peso, sino que hay que saber también, la superficie sobre la que se actúa.
Sin embargo, en el lenguaje normal, suele abreviarse y así es frecuente escu-
char: «Resiste una presión de 20 kilos», entendiéndose que esos 20 kilos se ejercen
sobre una superficie de 1 cm2, que es la unidad más empleada.
En la Tierra, todos soportamos la presión de la capa de aire atmosférico, por lo
que cuando se indique cualquier presión en alguna tubería, se sobreentiende ade-
más de la presión atmosférica.

UNIDADES MÁS FRECUENTES

Observación previa: En el Anejo 4, se completa la información sobre unidades


más frecuentes.
Técnicamente se emplea el «Pascal» (Pa), que se define como «la presión ejer-
cida por un Newton sobre un metro cuadrado».
En los boletines meteorológicos se utiliza el milibar que es igual a 100 Pa.
Como esta medida es muy pequeña, se usan otras mayores cuyas equivalencias
se indican.
1 bar  105 Pa
1 bar  100 KPa  1,02 kg/cm2  1,013 atmósferas
1 Mega Pascal (MPa) = 10,2 kg/cm2
224
P=Vd

V = 100 dm  0,01 dm2 = 1 dm3

P = 1 dm3  1 = 1 kilo

10 mca = 1 kilo

En la práctica, se utiliza el kg/cm2, que se considera igual a 0,1 MPa, a 1 «bar»


y a 1 atmósfera técnica, e igual a una columna de agua de 10 metros de altura.
1 kg/cm2  10 m.c.a.
Los 10 metros de una columna de agua, que tenga una base de 1 cm2, equivale
a un volumen de 1 dm3, y como el agua tiene una densidad igual a 1, el peso resul-
tante es de 1 kg.
10 m.c.a.
Presión    1 kg/cm2
1 cm2

que va a ser la medida más utilizada en este libro.

LAS PÉRDIDAS DE CARGA

Cuando circula el agua por dentro de las tuberías, debido al rozamiento de las
paredes, se produce una pérdida de energía o de presión, conocida con el nombre
de «pérdidas de carga».
Esto se demuestra experimentalmente con el siguiente ejemplo:
225
Se colocan unos recipientes comunicados por debajo, y se llena el primero de
ellos con agua.
A medida que se echa agua, irá pasando a todos los recipientes. Si los dejamos
en reposo, es decir, que no haya circulación de entrada y salida de líquido, alcanza-
rán todos el mismo nivel o altura, por tener todos la misma presión, independiente-
mente de su capacidad o forma (Línea de presión estática).
Sin embargo, si abrimos la salida de un extremo, el nivel irá disminuyendo
desde el primero a los restantes, aunque la cantidad de agua que entre sea exacta-
mente igual a la que sale.
Cuanto más caudal circule, mayor será la diferencia de nivel, pues las pérdidas
por rozamiento serán mayores.
Por lo tanto, al circular el agua se producen unas pérdidas de presión, que sólo
se pueden atribuir al rozamiento que produce dicho movimiento.
A la línea inclinada de los niveles (o presiones), se la denomina línea piezométrica.
Las pérdidas de carga pueden ser mayores, si se pone un obstáculo a la circula-
ción.
También aumentan si la tubería tiene un sentido ascendente, pues además del
rozamiento y el peso del agua, se tiene que añadir la altura manométrica del desnivel.
Conclusiones. Con experimentos parecidos, se pueden sacar las siguientes
conclusiones:
226
1.a A igualdad de caudal, las pérdidas de carga aumentan cuanto menor sea el
diámetro de la tubería.
2.a A igual diámetro, las pérdidas de carga aumentan cuanto más caudal pasa
por las tuberías.
3.a A igualdad de caudal y diámetro, las pérdidas de carga aumentan, cuantos
más obstáculos se instalen en las tuberías.
4.a Las pérdidas de carga aumentan cuando la tubería va hacia arriba, y dis-
minuyen cuando va hacia abajo.
Ejemplo: Para un caudal y diámetro determinado, se prevé unas pérdidas de
carga (p.c.) máximas del 4 %:
1.a Si la presión inicial es de 12 m.c.a., ¿cuál será la mínima permitida al
final de la tubería de 135 metros?
PI (presión inicial)  12 m.c.a.
p.c. %  4 %  4 m.c.a./100 ml (metros lineales tubería)

4  135
p.c.    5,4 m.c.a.
100
PF (presión final) = PI  p.c.  12  5,4  6,6 m.c.a.
2.a ¿Cuál tendría que ser la PI, si la PF tuviera que ser necesariamente de 10
m.c.a.?
PF = 10 m.c.a.
pc = 5,4 m.c.a. (calculado anteriormente)
PI = PF + p.c. = 10 + 5,4 = 15,4 m.c.a.

ANÁLISIS DE LAS PÉRDIDAS DE CARGA EN LAS «LATERALES»

Como las p.c. dependen del caudal, cuando éste disminuye, también disminu-
yen ellas.
Si estas disminuciones están uniformemente repartidas, como es el caso de los
«portagoteros» o «laterales», se pueden deducir fórmulas y coeficientes correcto-
res, para simplificar los cálculos en los proyectos.
Experimentalmente se ha comprobado que el 75 % de las p.c. se producen en
el primer tercio de la tubería, y que el 25 % restante ocurre en el tramo final.
Otros investigadores (Karmeli, Peri y Todes), indican que en los 40 % prime-
ros metros, se pierden el 77 % de las p.c. calculadas para el total de la tubería, por
lo que en el 60 % restante, las p.c. sólo son el 23 %.
Aplicando ábacos y tablas de las casas comerciales, se ha tenido la curiosidad
de calcular teóricamente estas pérdidas, distribuidas a lo largo de una «lateral»,
sacando los siguientes valores:
227
— Para los 100 ml totales ......................................... 100 % p.c.
— En los primeros 40 ml .......................................... 73,73 % p.c.
— En los 60 ml restantes .......................................... 26,27 % p.c.
Como el precio de las tuberías aumenta con relación al diámetro, este dato
puede ser aprovechado para cuando se tengan que instalar «laterales» de mucho
caudal, como puede ser el caso de cultivos intensivos de hortalizas, para ahorrar en
el coste del material.

Representación gráfica en las p.c. en «laterales».

IMPORTANCIA DE LA PRESIÓN EN UNA INSTALACIÓN

Este sistema de riego funciona con presión, por lo que todos los cálculos que
se hagan, tienen que estar relacionados en función de este concepto, siempre que
no haya problemas de caudal. Algo parecido a los peldaños de una escalera:
1. Los emisores precisan de una presión de entrada (Presión Nominal o de
Trabajo), que se va gastando a medida que el agua hace su recorrido por el
interior del mismo, llegando a anularse completamente en la salida, en el
caso de los goteros (presión cero). Cuando el emisor es un microaspersor o
un microchorro, la presión no se anula completamente en la salida, por lo
que el agua es expulsada con más fuerza.
2. Siguiendo en el ejemplo de los peldaños, a la entrada de la «lateral», debe
haber una presión igual a la suma de la nominal del emisor (Pn) más las pc
de dicha tubería.

228
Representación gráfica, tipo
«Escalera», donde cada peldaño equivale
a una categoría de tubería, y su altura a
las pérdidas de carga que produce.

Pl = Pn + Hl
Pl = Presión a la entrada de la tubería «lateral».
Pn = Presión nominal del emisor.
Hl = Pérdidas de carga del «lateral» más largo o más desfavorable.
3. A la entrada de la «terciaria», la presión tiene que ser la calculada en la
«lateral» (Pl), más las p.c. de dicha tubería.
Pt = Pl + Ht = Pn + Hl + Ht
Pt = Presión a la entrada de la tubería «terciaria».
Ht = Pérdidas de carga de la «terciaria» más desfavorecida.
4. Siguiendo el mismo razonamiento, a la entrada de la tubería «secundaria», la
presión sería la de la «terciaria» (Pt), más las p.c. previstas en la «secunda-
ria».
Ps = Pt + Hs = Pn + Hl + Ht + Hs
Ps = Presión a la entrada de la «secundaria».
Hs = Pérdidas de carga de la «secundaria» más desfavorecida.
En instalaciones de grandes fincas, donde puede haber varias categorías de
«secundarias», se seguiría el mismo razonamiento, alargando más los sumandos,
hasta llegar a la «principal».
Al inicio de la red, la presión en cabeza sería:

Pr = Pp = Ps + Hp
229
Pr = Presión red.
Pp = Presión en cabeza de tubería principal.
Hp = Pérdidas de carga tubería principal.
Por lo tanto:
Pr = Pn + Hp + Hs + Ht + HI

Es decir, que a la entrada de la red, la presión tiene que ser igual a la presión
nominal de los emisores, más las p.c. de cada una de las categorías de tube-
rías que se hayan calculado y previsto, hasta llegar hasta la entrada de los emi-
sores.
Conviene recordar el ejemplo gráfico de los peldaños de la escalera. Si todas
las «secundarias» parten de un punto común, es como si hubiera un solo peldaño,
pero si hay diferentes divisiones de «secundarias», cada división o categoría es el
equivalente a un escalón.

Esquema de la categoría de las tuberías.

A cada «peldaño» se podría colocar un regulador de presión y manómetro,


pues en cabeza de cada tubería tiene que haber la presión nominal, más las p.c. de
las tuberías de categoría inferior; igual que cada escalón tiene su altura propia más
las alturas de los escalones inferiores con lo que se podría comprobar cualquier
anomalía en la instalación.

230
CÁLCULO DE LAS PÉRDIDAS DE CARGA

1. Tuberías
a) Con respecto al caudal
Cuando una tubería va disminuyendo de caudal, las p.c. también disminuyen,
ya que al pasar menos agua, la velocidad también es menor y, por lo tanto, también
menor el rozamiento.
Q=Sv

Cada vez que varía el caudal, se tendrá que hacer un cálculo diferente para ese
tramo, lo que representa muchas operaciones a lo largo de la tubería portaemiso-
res, con el engorro del trabajo.
Cuando las disminuciones del caudal son en tramos regulares o sensiblemente
iguales, como es el caso de las subunidades, se han deducido unos coeficientes reduc-
tores para compensar las disminuciones de caudal, llamados coeficientes de Chris-
tiansen, por ser uno de los investigadores que más ha trabajado en esta especialidad.
En el Anejo 5, tabla 3, se indican estos coeficientes reductores (km), para com-
pensar la disminución uniforme del caudal circulante, según el número de cone-
xiones o derivaciones.
No se tiene que confundir esta situación con la inversa, es decir, a la creada
cuando haya insuficiencia de caudal en el suministro, por haber ampliado la
superficie o aumentado el número de goteros, sin modificar las tuberías y el caudal
primitivo. Si las necesidades fueran superiores al caudal contratado, no es posible
poder proporcionar presión adecuada a la red, por lo que se hace necesario divi-
dirla en sectores, cuyas necesidades de caudal sean igual o inferior al servido, o
bien cambiar los goteros por otros de menor caudal, para compensar.

b) Con respecto a puntos especiales


Cuando se intercala alguna pieza, como válvulas, filtro, derivación, etc., el
rozamiento del agua en ese punto es mayor. Por lo tanto, se tiene que considerar
como un gasto «extra» de las pérdidas de carga.
En los catálogos de las casas suministradoras de material, suelen indicarse las
p.c. que ocasionan estos puntos especiales, directamente en pérdidas de presión,
pero en otras ocasiones, para su cálculo, se prefiere una equivalencia en metros
horizontales, como si la tubería tuviera mayor longitud que la real. Esta longitud a
añadir se la denomina «longitud ficticia o imaginaria», que sumada a la real de la
tubería nos da la «longitud total» sólo a efectos de cálculo de las p.c.
En las «terciarias» puede resultar más práctico multiplicar la longitud real por
un coeficiente mayorante (KM) que depende del tipo de conexión y de la separa-
ción de los ramales. (Anejo 5, tabla 2).
Para las «laterales», en la citada tabla, aparecen distintos metros ficticios o
equivalentes según si los emisores van en línea o van pinchados y, en este caso,
según el diámetro de la tubería.
231
Factor de
corrección
Temp. oC a
0 1,066
5 1,028
10 1,000
15 0,978
20 0,956
25 0,938
30 0,920
35 0,905
40 0,892
45 0,880
50 0,868
55 0,858
60 0,848

232
233
Tabla de anillas de filtrado
Rojo 120 mesh
Negro 140 mesh

Pérdida de carga
Caudal Descarga
(m3/h) m.c.a.
30 0,2
40 0,3
50 0,8
60 1,0
70 1,3
75 1,6

234
Ejemplo 1.° Calcular la longitud total (LT) de una tubería de 2 pulgadas, cuya
longitud real es de 90 m, teniendo una «T» de derivación en collarín, un codo de
45º, otro de 90º, una válvula reguladora y un manguito reductor.
LR ........................................... 90,0 m
«T» derivación ....................... 2,0 m (Anejo 5, tabla 1)
Codo 45º ................................ 3,0 m
Codo 90º ................................ 5,0 m
Válvula reguladora ................ 10,0 m
Manguito reductor ................. 2,0 m
LT ................................... 112,0 m

235
Ejemplo 2.° Cual es la longitud total de una terciaria de 50 m, que va ente-
rrada por el medio de una parcela, saliendo ramales a ambos lados, cada 5 m
LT = LR × KM = 50 × 1,40 = 70,0 m

b) Con respecto al trazado


Cuando las tuberías van hacia abajo, las p.c. son menores, incluso, si la pen-
diente es muy fuerte, es posible que la presión al final sea mayor que al principio.
Esto es fácil de compensar mediante válvulas y reguladores de presión.
Cuando las tuberías van hacia arriba, además de ser mayores las p.c. por el des-
nivel y el peso del agua, es más difícil conseguir la uniformidad. Por eso es conve-
niente que en todo diseño, se procure llevar primero el agua al punto más elevado, y
desde allí hacer las derivaciones pertinentes, o bien dividir en «sectores», de tal
forma, que el inicio de cada sector, esté siempre en la cota igual o superior.

2. Cálculos
Los cálculos tienen dos finalidades:
Técnicos. Diseño para conseguir que el agua sea conducida a la entrada de los
emisores con la presión igual a la presión nominal (PN) indicada o aconsejada por
la casa suministradora para el emisor a instalar.
Económicos. Dentro de una instalación bien diseñada, con la distribución y
diámetros correspondientes, que éstos sean los mínimos aconsejables para abaratar
el presupuesto.
Los factores a tener en cuenta son:
— Presión Nominal (PN) de la tubería y del emisor.
— Pérdidas de carga
— Caudal Circulante (Q)
— Longitud de la tubería

2.1. Presión Nominal (PN)


Es la presión a que se ha diseñado un elemento para su mejor funcionamiento.
También la presión que no conviene sobrepasar.

2.1.1. Presión Nominal (PN) de la tubería

Es la presión interior máxima que resiste la tubería al paso del agua, medida a
una temperatura de 20 °C.
La presión de trabajo (PT) es la presión interior máxima que resiste una tube-
ría, aplicando unos coeficientes de seguridad que para el PE es de 1,37 y para el
PVC, 2,5.
A partir de los 25 °C, la resistencia de las tuberías disminuye. Esto es muy
importante para las «laterales» o «portagoteros» que son de color negro y como no
van enterradas, suelen calentarse bastante en las horas de sol. A partir de los 35 °C
236
su PT puede disminuir a 0,36 PN, es decir, que para los climas mediterráneos, las
«laterales» no deben tener una PN inferior a 0,4 MPa.

2.1.2. Presión Nominal (PN) del emisor


Es la presión aconsejada para que el caudal sea lo más uniforme posible, según
las características del emisor. Si en el diseño no se puede conseguir, no se puede
esperar un buen resultado de esta técnica, pudiéndose presentar problemas graves
de exceso y de defecto.

2.2. Pérdidas de carga (p.c.)


2.2.1. Porcentaje de las pérdidas de carga (h)
En los Anejos 6 y 7, se encuentran las tablas con los porcentajes de p.c., según
material, caudal, diámetro y presión nominal de la tubería expresadas en m.c.a. por
cada metro de tubería.

2.2.2. Pérdidas de carga máximas admisibles


Depende de las características y categoría del emisor, que es una informa-
ción que se debe exigir al comprar el material. Antiguamente se aconsejaba que
no pasaran del 4 %, pero parece más adecuado al comprar un emisor, comprobar
su categoría y el comportamiento del mismo según la curva caudal/presión, que
indicará la presión máxima y mínima que debe tener una «lateral» para estar
dentro del rango permitido por el emisor, contando con las p.c. propias de la
tubería.
Ejemplo: En el mercado se dispone de un gotero, cuyas características cau-
dal/presión vienen indicadas en el gráfico siguiente:

Según las características del proyecto se admite una variación de caudal de


±5 % sobre su caudal nominal, que es de 4 l/h.
Técnica operatoria: Según el gráfico, las variaciones previsibles de caudal a
las de la presión son:
237
Presión (m.c.a.) Caudal (l/h)
5 2
7,5 3,5
8 3,8
9 3,9
10 4
12 4,2
15 4,3
20 4,5

Para un caudal de 4 l/h, la variación del 5 % estará comprendida entre 3,8 y 4,2
l/h, a lo que corresponde una presión mínima de 8 m.c.a., y una máxima de 12
m.c.a., que es un dato a tener en cuenta cuando se calculen los diámetros de las
tuberías.
Los goteros autocompensantes tienen una curva Caudal/Presión, que se con-
vierte en línea paralela a partir de una determinada presión mínima.

Goteros autocompensantes.

2.3. Caudal circulante(Q)


El caudal es la cantidad de agua que pasa durante un tiempo. Suele expresarse en:
— Litros en cada segundo (l/s).
— Litros en cada minuto (l/min.).
— Litros en cada hora (l/h.).
— Metros cúbicos por hora (m3/h.).
Como el caudal es el resultado de multiplicar la velocidad por la sección,
según las unidades de medida utilizadas, vendrá expresado dicho caudal.
Ejemplo 1.° ¿Cómo estará expresado el caudal, si la velocidad v del agua se
indica en metros por segundo (m/s) y la sección S en metros cuadrados (m2)?
m · m2
Q = v · S =  = m3/s
s
238
Ejemplo 2.° ¿Y en el supuesto de que se indicara la velocidad en m/h y la
sección en cm2?
Lo primero expresarlo todo en dm, por ser 1 dm3 igual a 1 litro.

10 dm  0,01 dm2
Q    0,1 dm3/h  0,1 l/h
h

Los emisores suelen expresar el caudal en l/h, por lo que con sólo multiplicar
dicho caudal por el número de emisores que alimenta la tubería, sabremos el cau-
dal circulante Q en l/h.
Para el cálculo de los diámetros, se supone una velocidad de 1 m/s en el riego
localizado y cuando se trata de aspersores de 1,5 m/s, sin embargo, en los proyec-
tos de grandes redes, se suelen aumentar estas velocidades, para adaptarlas a
menores diámetros.
También conviene recordar que cuando haya disminuciones uniformes de cau-
dal, se tiene que aplicar un coeficiente reductor.
Para los cálculos de los diámetros (∅) y las p.c. se dispone de tablas en los
Anejos de hidráulica.
Disponiendo de los dos datos anteriores (p.c. máximas admisibles y el caudal),
se puede calcular fácilmente el diámetro de cualquier tubería de la red.

2.4. Longitud de la tubería


Longitud real (LR): Se considera la tubería limpia y recta, completamente
horizontal, sin pendientes ni codos y sin ninguna instalación de otros elementos o
puntos especiales, que puedan incrementar las pérdidas de carga (p.c.).
Longitud ficticia o equivalente (Lf): Debido a la instalación de otros elemen-
tos o puntos especiales, como derivaciones, reducciones, válvulas, etc. y también a
las ondulaciones y cambios de sentido (codos), que como consecuencia aumentan
las pérdidas por rozamiento (p.c.), se han calculado unas equivalencias en metros
lineales, como si la tubería fuera más larga, hasta que dicho aumento imaginario
de tubería recta, compense los incrementos de p.c. motivados por dichos puntos
especiales.
Longitud total (LT): Es la suma de las dos longitudes anteriores.
Ejemplo: Una tubería de 32 m de longitud, tiene 3 codos y una válvula de
retención incorporada. ¿Cuál será su longitud total?
— LR ............................................................................... 32 ml
— Lf (Ver tabla 1 del Anejo 5)........................................ 14 ml
— 3 codos ....................... 10 ml
— 1 válvula ..................... 4 ml
— LT .............................................................................. 46 ml

239
RECORDATORIO DE LAS CARACTERÍSTICAS Y REQUISITOS
DE LAS TUBERÍAS Y DE LOS CAUDALES CIRCULANTES

Definiciones previas al vocabulario a emplear:


Presión de Trabajo (PT). Es la presión interna máxima que resiste la tubería al
circular el agua a la temperatura ambiente, aplicando un coeficiente de seguridad
según el material (1,32 para el PE 32 y 2,50 para el PVC).
Presión Nominal (PN). Indica la resistencia máxima de la tubería a la presión
interior del agua a la temperatura de 20 °C. Cuando las tuberías están expuestas al
sol, pueden alcanzar los 35 - 40 °C, por lo que su resistencia puede bajar a 0,63 PN
en las tuberías de PVC y a 0,36 PN en las de PE, por lo que en las laterales su PN
no tiene que ser inferior a 0,4 MPa.
Diámetro Nominal (DN). Tanto en las tuberías de PVC como en las de PE, el
DN es el diámetro exterior, que es el que aparece en las tablas de los Anejos 6 y 7,
donde se calculan todas las p.c. según los diámetros comerciales. Cuando se trate
de otros materiales el DN es el interior.
Diámetro Interior (DI). El diámetro interior varía según el espesor de la pared
de la tubería, por lo que para un mismo DN, el DI será menor cuanta mayor sea la
PN y por lo tanto, mayores p.c.
Para el cálculo de los diámetros, previamente se tienen que conocer las p.c.
máximas admisibles para que el caudal del emisor sólo tenga una variación de
± 5%, las cuales se tienen que repartir entre la lateral más desfavorecida y la ter-
ciaria. Todo ello se puede conocer directamente si se dispone de la curva de Pre-
sión/Caudal del emisor a instalar.
Cálculo del diámetro de la «lateral» más desfavorecida. Es aquella que está
más alejada de la «terciaria» y la que tiene más goteros. Sabiendo el número de
emisores, el caudal de cada uno y la longitud, se pueden calcular rápidamente las
p.c. de las mismas, con sólo aplicar los datos de las tablas indicadas en los Anejos
de hidráulica, que deben ser inferiores al intervalo permitido, ya que todavía fal-
tan las p.c. de la terciaria
Cálculo del diámetro de la «terciaria» más desfavorecida. Siguiendo el
mismo razonamiento se calcula la terciaria, de forma tal que las p.c. de ambas
tuberías sean igual o menores del rango que permite la categoría del emisor, para
que tanto al emisor mejor situado como al peor, el agua entre a la presión adecuada
para que su variación sea igual o menor al 5%.
De aquí se deducen dos consecuencias:
1.ª Que se tienen que instalar goteros de amplio rango (categoría A), para
tener mayor flexibilidad.
2.ª Que los instaladores «a ojo» prefieran los goteros autocompensantes que
garantizan de momento la uniformidad, sin necesidad de hacer cálculos.
Caudal en cabeza o inicial. Es el caudal de entrada a cada tubería. Para mayor
comodidad se expresa en l/h, ya que es la medida que se usa en los emisores o goteros.
240
Caudal derivado. El caudal que deriva por las «laterales», que se encuentran
uniformemente distribuidas a lo largo de la «terciaria».
Coeficiente mayorante (KM). Para compensar la instalación de otros elementos
que aumentan las p.c. normales, como conexiones, reducción de calibre, etc., a la
longitud real de la tubería (LR) se la multiplica por un coeficiente mayorante. En la
tabla 2 del Anejo 5 se han calculado los diferentes valores de KM según diámetro
de tubería, separación y tipo de conexión.
Coeficiente minorante (km). Cuando haya disminuciones uniformes de caudal,
para compensarlas en el cálculo de las p.c., se tiene que multiplicar el resultado
por un coeficiente minorante. (Tabla 3 del Anejo 5).

FÓRMULAS A UTILIZAR

Existen diferentes fórmulas exponenciales para los cálculos, relacionando:


— Las p.c.
— El caudal y
— El diámetro interior de las tuberías.
Dado el carácter elemental de la obra se omiten dichas fórmulas, pero se inclu-
yen los resultados ya calculados en las tablas de los Anejos 6 y 7, con muy pocas
diferencias de caudal, para la facilidad de los usuarios.
Según todo lo anterior, para los cálculos de las p.c. de cualquier pequeña insta-
lación, tendremos en cuenta los siguientes aspectos:
1.° La longitud total (LT), que dependerá de las conexiones y accesorios que se
inserten, pudiendo encontrar sus equivalencias en la tabla 1 del Anejo 5.
2.° El caudal circulante, que cuando disminuya uniformemente, se le apli-
cará un coeficiente minorante (tabla 3).
3.° El porcentaje de las p.c.(h), preferiblemente expresadas en metros vertica-
les de columna de agua por cada metro horizontal de tubería (m.c.a./m),
que dependerá del caudal circulante y del diámetro de la tubería (Anejos 6
y 7).
Las p.c. (J) de cualquier tubería, para un caudal y diámetro dado, serían las
siguientes:
a) Cuando no hay derivaciones que disminuyan el caudal, la fórmula es más
sencilla, aunque se puede presentar de 3 formas equivalentes:
J = LT · h = (LR + Lf) · h = LR · KM · h
b) Cuando hay disminución uniforme de caudal, la misma fórmula con el
coeficiente minorante (km)
J = LT . h . km = (LR + Lf) . h . km = LR . KM . h . km

241
CÁLCULO DE LA SUBUNIDAD
Aunque se pueda pecar de reiterativo, se quiere volver a insistir en la impor-
tancia de la subunidad, que en muchas pequeñas parcelas es lo único que existe.
Tanto en riegos individuales como en comunitarios, todo proyecto tiene por
finalidad que el agua llegue al emisor a la presión que aconseja el fabricante y con
el caudal suficiente. Si falta una de estas dos condiciones, la instalación no fun-
cionará bien y si la categoría del emisor permite unas fluctuaciones de la presión,
ésta tendrá que estar dentro de dicho intervalo.
Aprovechando mi paso por la EPSO de Orihuela, con los alumnos de 4º de
Agrónomos, se realizó un chequeo a las explotaciones más representativas de la
Vega Baja. Los cabezales son de gran categoría, muy completos y automatizados
hasta llegar a las subunidades, donde se observa lo que ocurre en la mayoría de las
instalaciones: la falta de cuidado en el mantenimiento y por supuesto del control
de la uniformidad. Aprovechando esta circunstancia, se empleó un método rápido
de control de la uniformidad, que resultó muy operativo entre los alumnos, por
lo que comprobada su utilidad, es el que vamos a seguir de hoy en adelante, conti-
nuando con la línea que nos trazamos desde el principio, es decir, de buscar siem-
pre el camino más fácil y cómodo, para hacerlo todo más inteligible y realizable,
dentro de un rigor científico avalado por la experiencia y resultados.
Como se ha indicado anteriormente, en los Anejos de hidráulica se han
incluido las tablas, donde se indican los valores a aplicar, en todos los casos que se
pueden presentar, para que de una forma sencilla se puedan resolver. Para el cál-
culo de las p.c. (Anejos 6 y 7), se ha tenido en cuenta ampliar los datos por cauda-
les con pequeños incrementos, para no tener que interpolar, según diámetros y pre-
sión nominal de las tuberías más frecuentes, bastando con aplicar el coeficiente
minorante (km) correspondiente, cuando haya disminución uniforme del caudal
circulante, menos en el caso de que en la «terciaría» se hagan empalmes con dife-
rentes diámetros. Con los ejemplos aclaratorios al final, intentamos que el lector
no tenga ninguna duda en su aplicación.
Ejemplo: Supongamos que se vaya a instalar una tubería de PE de 16 mm de
DN y 0,4 MPa para un caudal circulante de 116 l/h.
Consultando la tabla del Anejo 6 se encuentra las p.c. calculadas para este tipo
de tubería:
— Para un caudal de 116 l/h ………… 0,0105 m.c.a./m
Para algunos diámetros superiores, puede que no se encuentre exactamente
para el caudal pedido. En este caso, se toman las p.c. del caudal inmediato supe-
rior, para estar del lado de la seguridad, o bien, se toma la media.

EJEMPLOS ACLARATORIOS
Planteamiento
Parcela de forma rectangular completamente llana; sin problemas de suelo y
agua; dedicada al cultivo frutal en plena producción y plantada a un marco de 5 × 5 m,
242
dejando una separación de 2,5 m a las lindes en las hileras primera y última. La
superficie es de 1 ha, cuyas medidas son 125 × 80 m. Considerando hileras las
horizontales, el n.° de hileras es de 16 y el n.° de árboles por hilera de 25, que
hacen un total de 400 frutales. Si se toman por hileras las verticales, el n.° de hile-
ras es de 25 y el de árboles por hilera de 16.
Se proyecta instalar un riego comunitario con fertirrigación incluida, donde
cada parcela tendrá toda el agua necesaria a la presión de 0,2 MPa, mediante un
hidrante con contador, situado en una esquina. En el diseño se considera apropiado
que en cada hilera se coloque sólo una «lateral», siguiendo la línea de los troncos.
A cada árbol le van a corresponder 3 goteros, con un caudal de 4 l/h, uniforme-
mente repartidos menos en los extremos de la hilera que tendrán 2 goteros, en
lugar de los 1,5 teóricos. Habrá uno al medio y los otros dos tendrán una separa-
ción de 1,66 m, por lo que irán «pinchados», para que el más cercano al tronco esté
siempre alejado a más de 70 cm.
Las características de los emisores son:
— Presión nominal (PN) de trabajo ..................... 10,0 m.c.a.
— Presión máxima (caudal + 5%) ........................ 12,5 m.c.a.
— Presión mínima (caudal – 5%) ........................ 8,5 m.c.a.
Luego se dispone de unas p.c. máximas de 4 m.c.a. para que la variación de
caudal esté dentro de lo permisible.
«El nº de emisores máximo por hilera será de 3 × 25 + 1 = 76, con un caudal de
76 × 4 l/h = 304 l/h.
El caudal total necesario para la parcela será de:
304 l/h × 16 hileras = 4.864 l/h ≈ 5.000 l/h»
Es conveniente hacer un croquis, donde se indique el n.° de hileras y el n.° de
árboles en cada hilera y la situación del hidrante o entrada del agua a la finca y a
partir de él estudiar el diseño más conveniente

25 Nº de árboles/hilera 25
Nº de hileras 16
16

A continuación se estudiarán los diseños posibles, para elegir el más adecuado:


Primer diseño. La «terciaria» la situamos enterrada a lo largo de la linde supe-
rior teniendo una longitud de 122,5 m (125 m – 2,5 m). Las «laterales» se distribu-
yen cada 5 m y su longitud es de 80 m, ya que en ambos extremos los goteros lle-
gan hasta el margen.
Segundo diseño. La «terciaria» discurre por el mismo margen, pero al llegar a
la mitad, la enterramos en una zanja que atraviesa todo el bancal por el centro,
desde donde se hacen conexiones dobles para las «laterales». La «terciaria» tiene
un primer tramo de 60 m sin conexiones y un segundo tramo de 77,5 m (80 –
2,5 m), con conexiones dobles a los ramales portagoteros de 60 y 65 m.
243
Tercer diseño. La «terciaria» se sitúa a lo largo de la linde lateral, teniendo
una longitud de 77,5 m (80 – 2,5 m). Las «laterales» se conectan cada 5 m con una
longitud de 125 m, ya que llegan hasta el final.
Cuarto diseño. La «terciaria» discurre junto al margen lateral sin derivacio-
nes, hasta la mitad. Cuando llega a dicho punto, mediante zanja enterrada atraviesa
toda la finca (122,5 m) longitudinalmente, saliendo «laterales» a ambos lados con
una longitud de 40 m cada una.
Con estas 4 opciones, se tienen todos los casos que pueden presentarse, para
poder estudiar la más conveniente o económica, pero sabiendo que el PE es más
caro que el PVC y que en las tuberías, cuanto más pequeños sean los diámetros,
son más baratas, dentro de una misma PN. Pero se tiene que tener en cuenta, ade-
más del precio, que los ramales portagoteros, cuanto más cortos son, mejor unifor-
midad tendremos en los goteros. Todo ello lo tiene que valorar el técnico o instala-
dor, para tomar la decisión más conveniente.

Cálculos
Primer Diseño
Terciaria
122,5 (25) LRT = 122,5 m
n.° conexiones = 25
Lateral
80 (49)
LRL = 80 m
n.° goteros = 16 × 3 +1 = 49
Cálculo de la «lateral» más desfavorecida
N.° de emisores (n) = 16 × 3 + 1 = 49
Caudal emisor (qe) = 4 l/h
Pérdida de carga máx. admisible del gotero = 4 m.c.a.
Caudal en cabeza (QL) = n × qe = 49 × 4 l/h = 196 l/h
Se prueba con tubería del 16 mm DN
LR = 80 m lineales reales
Lf = n × 2 = 49 × 2 = 98 m ficticios (Anejo 5, tabla 1)
Longitud total (LT) = LR + Lf = 80 + 98 = 178 m
km = 0,360 (Anejo 5, tabla 3)
h (p.c. tubería 16 y QL) = 0,0272 m.c.a./m (Anejo 6)
Las p.c. de la «lateral» más desfavorecida son:
JL = LT × h × km = 178 × 0,0272 × 0,360 = 1,74 m.c.a.
Se acepta este diámetro, porque las p.c. son inferiores al 50% de las p.c. máxi-
mas admisibles y nos da mayor flexibilidad para el cálculo de la «terciaria».
244
Cálculo de la «terciaria»:
Nº de ramales o laterales, en conexión sencilla = 25
Caudal en cabeza (QT) = N × QL = 25 × 196 l/h = 4.900 l/h
LR = 122,5 m lineales reales
KM = 1,20 (Anejo 5, tabla 2)
km = 0,368 (Anejo 5, tabla 3)
h40 = p.c. tubería de 40 mm y QT = 0,0600 m.c.a./m (tabla Anejo 6)
h50 = p.c. tubería de 50 mm y QT = 0,0208 m.c.a./m (tabla Anejo 6)
Primero se calcula con la tubería de menor diámetro
J40 = LR × KM × h40 × km = 122,5 × 1,20 × 0,0600 × 0,368 = 3,24 m.c.a. que son
excesivas, por lo que se va a calcular con la tubería inmediata superior.
J50 = 122,5 × 1,20 × 0,0208 × 0,368 = 1,12 m.c.a. que ya están dentro de lo per-
misible, por lo que se acepta.
J = JL + J50 = 1,74 + 1,12 = 2,86 m.c.a. (inferior a 4 m.c.a., que son las máxi-
mas p.c. permisibles).

Tubería teóricamente necesaria:


122,5 m de PE de DN 50 mm y 0,4 MPa
25 × 80 = 2.000 m de PE de DN 16 mm y 0,4 MPa

Segundo Diseño
Terciaria:
60 LRT = 60 + 77,5 = 137,5 m
(16) 65 (16) n.° derivaciones = 16 dobles
(36) (40)
Lateral:
77,5
LRL = 65 m
n.° goteros = 13 × 3 +1 = 40

Cálculo de la «lateral» más desfavorecida


Nº de emisores (n) = 13 × 3 +1 = 40
Caudal emisor (qe) = 4 l/h
p.c. máximas admisibles del gotero = 4 m.c.a.
Caudal en cabeza (QL) = 40 × 4 = 160 l/h
Como en el diseño anterior se proyecta un tubería de PE de 16 mm DN, que
además es la mínima que se aconseja cuando se prevean aumentos de emisores.
LR= 65 m
Lf = n × 2 = 40 × 2 = 80 m ficticios (tabla 1, Anejo 5)
LT = LR + Lf = 65 + 80 = 145 m

245
km = 0,362 (tabla 3, Anejo 5)
h = (∅, QL) = 0,0184 m.c.a./m (tabla Anejo 6)
JL = LT × h × km =145 × 0,0184 × 0,362 = 0,97 m.c.a.

Cálculo de la terciaria
Nº emisores conectados/doble hilera = 12 × 3 + 13 × 3 +1 = 76
Nº de doble hileras = 16 (ver croquis)
Caudal circulante (QT) = 16 × 76 × qe = 4.864 l/h
Primer tramo sin derivaciones. Se proyecta inicialmente tubería de PVC de
50 mm ∅ y 0,6 MPa para los 60 m.

}
LT1 LR 60 m
1 codo 2m 67 equivalentes
1 conexión 5 m
h1 (∅, QT) = 0,0160 m.c.a./m (tabla Anejo 7)
JT1 = LT1 × h1 = 67 × 0,0160 = 1,07 m.c.a.
Segundo tramo. Tubería de P.E. (50 mm ∅ y 0,4 MPa) 77,5 m con 16 deriva-
ciones dobles
KM = 1,4 (tabla 2, Anejo 5, media entre 1,35 y 1,45)
km = 0,379 (tabla 3, Anejo 5)
h2 (∅, QT) = 0,0208 m.c.a./m (tabla Anejo 6)
JT2 = LR · KM · km · h2 = 77,5 × 1,4 × 0,379 × 0,0208 = 0,86 m.c.a.
JT = JT1 + JT2 = 1,07 + 0,86 = 1,93 m.c.a.
J = JL + JT = 0,97 + 1,93 = 2,90 m.c.a. < 4 m.c.a.
Al ser inferior a las p.c. máximas admisibles, se aceptan como buenas.

Tubería teóricamente necesaria:


— 60 m de PVC de DN 50 mm y 0,6 MPa (mínimo fabricado)
— 77,5 m de PE de DN 50 mm y 0,4 MPa
— 2000 m de PE de DN 16 mm y 0,4 MPa

Tercer Diseño
Lateral:
LRL : 125 m
125 (76) nº goteros/lateral: 76
Terciaria:
77,5 (16)
LRT : 77,5 m
nº conexiones: 16

246
Cálculo de la «lateral» más desfavorecida:
Se va a probar con tuberías DN 16 mm y DN 20 mm
N.° de emisores (n): 25 × 3 + 1 = 76
QL = 76 × 4 l/h = 304 l/h
LR = 125 m
Lf = 76 × 2 m = 152 m ficticios
LT = 125 + 152 = 277 m equivalentes.
km = 0,359 (tabla 3, Anejo 5)
h16 = 0,0565 m.c.a./m (tabla Anejo 6)
h20 = 0,0164 m.c.a./m (tabla Anejo 6)
J16 = 277 m × 0,359 × 0,0565 m.c.a./m = 5,62 m.c.a. (excesivo)
J20 = 277 m × 0,359 × 0,0164 m.c.a./m = 1,63 m.c.a. (admisible)
Para la «lateral» se elige tubería de PE de 20 mm DN y 0,4 MPa

Cálculo de la «terciaria» más desfavorecida:


Se va a calcular para tubería de DN 50 mm y 0,4 MPa, ya que según la tabla 2,
para DN 40 es excesivo el caudal, y para DN 63 es poco, ya que no figuran en
dicha tabla.
N.° derivaciones: 16
QT = 16 × 304 l/h = 4.864 l/h
LR = 77,5 m
KM = 1,20 (tabla 2, Anejo 5)
km = 0,359 (tabla 3, Anejo 5)
h50 = 0,0206 m.c.a./m (tabla Anejo 6, media)
JT = 77,5 m × 1,20 × 0,379 × 0,0206 m.c.a./m = 0,73 m.c.a. (admisible)
Se elige tubería PE de 50 mm DN y 0,4 MPa

Tubería teóricamente necesaria


— 77,5 m PE de DN 50 y 0,4 MPa
— 2000 m PE de DN 20 y 0,4 MPa

Cuarto Diseño
Lateral:
40 (25) LRL = 40 m
122,5 (25)
nº goteros: 8 × 3 + 1 = 25
Terciaria:
40 (24)
LRT = 40 + 122,5 = 162,5 m
nº derivaciones = 25 dobles.

247
Cálculo de la «lateral» más desfavorecida:
Se va a empezar calculando para el DN menor (tubería de DN 12 mm) y 0,4
MPa.
nº emisores máximo: 8 × 3 + 1 = 25
LR : 40 m
Lf : 25 emisores pinchados × 2 m = 50 m ficticios (tabla 1, Anejo 5).
LT : 40 + 50 = 90 m equivalentes
QL : 25 emisores × 4 l/h = 100 l/h
km : 0,368 (tabla 3, Anejo 5)
h12 : 0,0261 m.c.a./m (tabla Anejo 6)
JL = 90 m × 0,368 × 0,0261 m.c.a./m = 0,86 m.c.a. (admisible)
Por lo tanto se elige la tubería de PE y DN 12 mm, con PN de 0,4 MPa

Cálculo de la «terciaria» más desfavorecida:


El 1.° tramo de PVC y el 2º de PE. Se empieza probando con los diámetros
mínimos.
n.° de conexiones dobles: 25
n.° goteros/conexión doble: 8 × 3 + 8 × 3 + 1 = 49
QT : 25 × 49 × 4 l/h = 4.900 l/h
Primer tramo sin derivaciones: 40 m de PVC con DN 50 mm y 0,4 MPa
LT LR 40 m
1 codo
1 conexión
2m
5m
} 47 equivalentes

h1 = 0,0161 m.c.a./m (tabla Anejo 7, interpolando)


JT1 = 47 m × 0,0161 m.c.a./m = 0,76 m.c.a.
Segundo tramo: 122,5 m de PE con DN 50 mm y 0,4 MPa y 25 derivaciones
dobles.
LR = 122,5 m
KM = 1,20 (tabla 2, Anejo 5)
km = 0,368 (tabla 3, Anejo 5)
h50 = 0,0208 m.c.a./m (tabla Anejo 6)
JT2 = 122,5 m × 1,20 × 0,368 × 0,0208 m.c.a./m = 1,13 m.c.a.
JT = JT1 + JT2 = 0,76 + 1,13 = 1,89 m.c.a. (admisible)
J = JL + JT = 0,86 + 1,89 = 2,75 m.c.a., que son menores a las p.c.
máximas admisibles
248
Tubería teóricamente necesaria:
— 40 m PVC, DN 50 mm y 0,6 MPa
— 122,5 m PE, DN 50 mm y 0,4 MPa
— 2000 m PE, DN 12 mm y 0,4 MPa

CÁLCULO DE LA «TERCIARIA»
CON TRAMOS DE DIFERENTE DIÁMETRO

Con el fin de abaratar la instalación, en algunos casos puede ser conveniente


que la «terciaria» esté compuesta por tramos de diferente diámetro. Aunque en las
tablas de cálculo de las p.c. se ha hecho el esfuerzo de confeccionarlas para cauda-
les con escasa diferencia, no es posible prevenir el caso concreto de qué parte del
caudal derive hacia las «laterales» y el restante hacia los tramos siguientes, por lo
que no se pueden sacar directamente las p.c. de la tubería, siendo necesario des-
componer la operación según tramos de diferente diámetro y caudal.
La técnica operatoria es la siguiente:

Primer tramo
1.° Se calculan las p.c. de la tubería en toda su longitud real (LR), como si
tuviera siempre el mismo diámetro que en el inicio (DN1) y el mismo caudal (Q1), con
los coeficientes correspondientes a las derivaciones (km) y puntos especiales (KM).
2.° Se calculan las p.c. de la tubería restante a partir del 2º tramo (LR2), con el
mismo diámetro inicial pero con su caudal (Q2) y aplicando los coeficientes de las
derivaciones y puntos especiales restantes.
3.° Las p.c. correspondientes al primer tramo serán la diferencia de los dos
valores obtenidos.

Segundo tramo y siguientes


Para el cálculo de los restantes tramos se sigue la misma estrategia, es decir,
primero se calculan las p.c. de toda la tubería restante (LR2), con el diámetro del
segundo tramo (DN2) y el caudal restante (Q2), con sus correspondientes coeficien-
tes KM y kmb. A continuación se calculan las p.c. correspondientes a partir del ter-
cer tramo (LR3), caudal sobrante (Q3) y DN2. La diferencia de ambos valores serán
las p.c. del segundo tramo, y así sucesivamente hasta llegar al último tramo donde
ya se puede calcular directamente.
La suma de las p.c. de todos los tramos, serán las p.c. de toda la tubería.
Para mayor compresión se exponen dos ejemplos, donde se incluyen todas las
dificultades que se pueden presentar:
Ejemplo 1.°: Se proyecta instalar una «terciaria» de PE y 0,4 MPa, con 2 tra-
mos de calibre diferente, en un bancal de frutales de100 m de longitud, pero como
la última hilera está a 2,5 m del margen, la tubería tendrá una longitud de 97,50 m.
249
Las «portagoteros» irán conectadas cada 5 m, estando la 1ª a 2,5 m del inicio.
Cada una de las laterales deriva un caudal en cabeza de 300 l/h y las p.c. máximas
admisibles (J) para la «terciaria» son de 2,00 m.c.a.
Solución:
1.° Vamos a considerar que la tubería no tiene reducción de diámetro, empe-
zando con las dos probables (DN 40 y DN 50).
Datos:
Longitud real (LR) = 97, 50 m
N° de derivaciones = 20
Caudal en cabeza o inicial (Q1) = 20 × 300 l/h = 6.000 l/h
Coeficiente mayorante (KM) = 1,2 (Tabla 2, Anejo 5)
Coeficiente minorante (km) = 0,373 (Tabla 3, Anejo 5)
Pérdidas de carga DN 40 mm (h40) = 0,0855 m.c.a./m (Anejo 6)
Pérdidas de carga DN 50 mm (h50) = 0,0296 m.c.a./m (Anejo 6)
J40 = LR × KM × h40 × km = 97,5 × 1,2 × 0,0855 × 0,373 = 3,73 m.c.a.
J50 = LR × KM × h50 × km = 92,5 × 1,2 × 0,0296 × 0,373 = 1,23 m.c.a.
Si se instalara tubería de 40 mm DN, las p.c. serían superiores a las máximas y
con la de 50 mm DN la solución técnica es buena, pero puede que no sea la econó-
mica, por lo que vamos ver si se puede abaratar.
2.° Como la media de ambas p.c. es superior a la máxima admisible, el pri-
mer tramo será mayor que el segundo.
Por tanteo, el primer tramo va a tener 12 derivaciones y el segundo 8, por lo
que el coef. minorante del segundo tramo es km8 = 0,413 (tabla 3, Anejo 5)
Datos:
Caudal del 2º tramo (Q2) = 8 × 300 l/h = 2.400 l/h
LR1 del 1º tramo = 2,5 + (n – 1) × 5 = 57,50 m
LR2 del 2º tramo = 97,50 – 57,50 = 40 m
h50–b = 0,0060 m.c.a./m (tabla Anejo 6)
h40–b = 0,0172 m.c.a./m (tabla Anejo 6)
Las p.c. del resto de tubería (Jb–50) son:
Jb–50 = LR2 × KM × h50–b × km8 = 40 × 1,2 × 0,0060 × 0,413 = 0,12 m.c.a.
Las p.c. del problema serían:
1º tramo: J1 = J50 – Jb–50 = 1,23 m.c.a. – 0,12 m.c.a. = 1,11 m.c.a.
2º tramo: J2 = 40 × 1,2 × 0,0172 × 0,413 = 0,34 m.c.a.
J = J1 + J2 = 1,11 + 0,34 = 1,45 m.c.a.
Luego las p.c. de la «terciaria» serán 1,45 m.c.a., que están dentro de las p.c.
admisibles.
250
Ejemplo 2.°: Calcular las p.c. que se producirían colocando una tubería de
PVC y 0,4 MPa, a lo largo de 300 m y con un caudal en cabeza de 60.120 l/h, que
va disminuyendo uniformemente por tener 36 derivaciones iguales. Para abaratar
el presupuesto se quieren proyectar 3 tramos iguales de diámetros DN1 = 110 mm;
DN2 = 90 mm y DN3 = 75 mm. Para compensar las p.c. de los puntos singulares, se
considera un KM = 1,1 en todos los tramos.
Solución:
Para el primer tramo se tienen que calcular previamente las p.c. (J1a), para el
caudal circulante en cabeza (Q1, h1) y las p.c. (J1b) de la tubería restante (Q2, h1b),
pero con el mismo diámetro (DN1).
Para el segundo tramo se tienen que calcular las p.c. (J2a) del caudal a partir de
este segundo tramo (Q2, h2) y las p.c. del tercer tramo restante (J2b, Q3, h2b), con el
mismo diámetro (DN2).
Para el tercer tramo, al ser el último, se calculan directamente (DN3, Q3, h3)
Datos:
Longitud real tubería (LR) = 300 m; KM = 1,1
1.er Tramo. Long. 1.° tramo (LR1) = 100; Long. resto (LR1b) = 200 m;
DN1 = 110 ; Q1 = 60.120 l/h; Q1b = Q2 = 40.080 l/h; km36 = 0,363
km24 = 0,369; h1= 0,0282 m.c.a./m; h1b = 0,0136 m.c.a./m
2.° Tramo. LR2 = 100 m; Long. resto (LR2b = LR3) = 100 m; DN2 = 90 mm
Q2 = 40.080 l/h; Q3 = 20.040 l/h; km12 = 0,391;
h2 = 0,0357 m.c.a./m; h2b = 0,0103 m.c.a./m
er
3. Tramo. LR3 = 100 m; DN3 = 75 mm; h3 = 0,0257 m.c.a./m
Resolución:
1.er Tramo. J1 = J1a – J1b = LR × KM × h1 × km36 – LR1b × KM × h1b × km24
J1a = 300 (m) × 1,1 × 0,0282 (m.c.a./m) × 0,363 = 3,38 m.c.a.
J1b = 200 (m) × 1,1 × 0,0136 (m.c.a./m) × 0,369 = 1,10 m.c.a.
J1 = 3,38 (m.c.a.) – 1,10 (m.c.a.) = 2,28 m.c.a.
2.° Tramo. J2 = J2a – J2b = LR1b × KM × h2 × km24 – LR2b × KM × h2b × km12
J2a = 200 (m) × 1,1 × 0,0357 (m.c.a./m) × 0,369 = 2,90 m.c.a.
J2b = 100 (m) × 1,1 × 0,0103 (m.c.a./m) × 0,391 = 0,44 m.c.a.
J2 = 2,90 (m.c.a.) – 0,44 (m.c.a.) = 2,46 m.c.a.
3. er
Tramo. J3 = LR3 × KM × h3 × km12 = 100 (m) × 1,1 × 0,0257 (m.c.a./m) ×
0,391 = 1,11 m.c.a.
Las p.c. totales de la «terciaria» son:
JT = J1 + J2 + J3 = 2,28 + 2,46 + 1,11 = 5,85 m.c.a.

251
CÁLCULO DE LAS TUBERÍAS DE DISTRIBUCIÓN

Tanto la tubería principal como las secundarias son más sencillas de calcular
que las de la subunidad, ya que al no haber disminución de caudales, no se tienen
que aplicar coeficiente minorantes.
La longitud total a efectos de cálculo, estará compuesta por la longitud real
más las equivalentes por los accesorios que se instalen a lo largo de la conducción
y cambios de dirección (válvulas, reducciones, codos,…), cuyo valor se indica en
la tabla 1 del Anejo 5.

Ejemplo aclaratorio
Calcular los ∅ comerciales de la red de distribución de tuberías de PVC,
teniendo la limitación de que las p.c. no deben superar los 6 m.c.a. La longitud y
caudal de la tubería principal es de 150 m y 60.000 l/h respectivamente y la pre-
sión nominal de 0,6 MPa. La tubería secundaria más desfavorecida tiene una lon-
gitud de 80 m y el caudal circulante es de 30.000 l/h y su PN igual a 0,4 MPa. Los
puntos singulares y sus equivalencias son los siguientes:

Equivalencia Equivalencia
Tubería principal (m) Tubería secundaria (m)
1 vál. retención................................. 6 1 reductor calibre......................... 5
1 vál. reguladora............................... 10 1 toma .......................................... 1
1 codo 45° ........................................ 3 1 codo 45°.................................... 3
1 codo 90° ........................................ 5 1 vál. retención ............................ 5
TOTAL ......................................... 24 TOTAL .................................... 14

Solución:
Primer paso. Se hace una distribución proporcional de las p.c. máximas admi-
sibles, según la longitud de las tuberías:

J 6
J1 =  × LR1 =  × 150 = 3,91 m.c.a.
LR1 + LR2 150 + 80

J 6
J2 =  × LR2 =  × 80 = 2,09 m.c.a.
LR1 + LR2 150 + 80

Segundo paso. Se empieza por calcular el ∅ comercial de la tubería inferior


(recordar el esquema de los peldaños de la escalera), que en este caso es la secun-
daria más desfavorecida que, además, es la tubería más barata.

LT2 = LR2 + Le2 = 80 + 14 = 94 m

J2 2,09 m.c.a.
h2 =  =  = 0,0222 m.c.a./m
LT2 94 m

252
Consultando la tabla del Anejo 7, (PVC y 0,4 MPa), para un caudal igual o
superior a 30.000 l/h, se encuentra:
En tubería de DN 90 mm, para Q = 30.024 l/h, las p.c. = 0,0212 m.c.a./m
Luego como son inferiores a las p.c. máximas admisibles, se ACEPTA
Las p.c. reales son:
J2 = LT2 × h2 = 94 m × 0,0212 m.c.a/m = 1,99 m.c.a.
Tercer paso. A continuación se calcula el ∅ comercial de la tubería principal:
J1 = J – J2 = 6 m.c.a. – 1,99 m.c.a. = 4,01 m.c.a.
LT1 = LR1 + Le1 = 150 m + 24 m = 174 m
J1 4,01 m.c.a.
h1 =  =  = 0,0230 m.c.a./m
LT1 174 m

Consultando en la tabla del Anejo 7 (PVC y 0,6 MPa), para un caudal igual o
superior a 60.000 l/h, se encuentra:
En tubería de 125 mm DN y 0,6 MPa, para Q = 60.120 l/h h1 = 0,0169
m.c.a./m, que es inferior a la máxima admisible, por lo que se ACEPTA.
Solución:
Se instalará como principal, una tubería de 125 mm DN y 0,6 MPa, y para las
secundarias, tuberías de 90 mm DN y 0,4 MPa.
Como sobra calibre, por la tubería principal, se podría proyectar un caudal cir-
culante de 71.500 l/h.

CÁLCULO DEL DIÁMETRO INTERIOR DE LAS TUBERÍAS

Una de las preguntas que suelen aparecer en los cursillos de riego es la refe-
rente a: ¿Qué diámetro tiene que tener una tubería para transportar un determinado
caudal de agua?
Cuando se usan materiales diferentes al PE o PVC, los diámetros nominales
que se indican siempre corresponden al diámetro interior de la tubería y según la
presión que resistan será el espesor de la pared, existiendo fórmulas en función del
diámetro. Por lo tanto lo más práctico es calcular el diámetro interior necesario
para un determinado caudal y según la presión interior que tenga que soportar, se
elegirá la clase o categoría de la tubería, consultando la información técnica de las
empresas comerciales.
Técnicamente existen 3 factores que inciden en el transporte a presión del agua
por una tubería:
— Caudal circulante (Q).
— Velocidad del agua (v).
— Pérdidas de carga (p.c.) producidas por el rozamiento con las paredes.
253
Tal como se ha indicado en repetidas ocasiones, las p.c. aumentan al disminuir
el diámetro interior (DI), ya que para un mismo caudal, la velocidad tiene que ser
mayor, cuanto más pequeño sea el DI.
Se ha comprobado que la presión no influye en las p.c., pero no se tiene que
confundir con el aumento de velocidad que experimenta el flujo al disminuir el DI
pasando el mismo Q. Este aumento de velocidad es el que provoca el aumento de
las p.c., pudiendo llegar, en casos extremos, a anular la presión o carga existente a
la entrada.
La misma consecuencia práctica se produce, cuando se aumenta el caudal en una
tubería diseñada para un caudal inferior. Al principio todo va bien hasta llegar a un
punto crítico, donde la presión es anulada por el incremento de las p.c. del exceso de
caudal. Se podrían contar muchas anécdotas relacionadas con este problema, como
el de una instalación, con presión más que suficiente, que funcionaba bien, llega a
anularse completamente por poner más emisores de los que su caudal permite.
Después de esta motivación, que me recuerdan las clases de la Escuela de
Hinojosa del Duque, pasamos a concretar los datos que interesa conocer:

Velocidad del agua


La ideal es la de 1 m/s en la subunidad y 1,5 m/s en las otras tuberías, aunque
en los proyectos de ingeniería hidráulica a veces se superan los 2,5 m/s en las tube-
rías de distribución.
Para los cálculos del DI, se ha confeccionado la siguiente fórmula abreviada:

DI = 2 · 冪
莦11莦莦,3Q
1莦莦·莦
v

DI = diámetro interior en mm.


Q = caudal en l/h.
v = velocidad del agua en m/s.
Para mejor comprensión, se expone el siguiente ejemplo:

Ejemplo aclaratorio
¿Qué DI es aconsejable para una tubería de PVC, que tenga que circular un
caudal de 95.000 l/h a una presión máxima de 50 m.c.a.?
Vamos a preferir v = 1,5 m/s ya que se trata de una tubería de distribución

DI = 2 · 冪
莦1莦19莦,53.莦10
莦0·莦01莦
,5
= 149,66 mm

Consultando catálogos, para tuberías de PVC y 0,6 MPa, se tiene una de DI =


150,6 mm, cuyo DN = 160 mm.
254
Pérdidas de carga máximas
Aquí se tiene que adaptar el DI a la presión disponible y la necesaria, es decir,
que si la presión es excesiva, incluso se puede aprovechar la disminución del DI,
para conseguir bajar la presión hasta la necesaria, pero lo normal es que la presión
cueste dinero y se tenga una limitación de la misma, por lo que se va a poner otro
ejemplo aprovechando los datos del anterior.

Ejemplo aclaratorio
Con los datos anteriores, ¿Este DI será suficiente para que las p.c. no sobrepa-
sen los 5 m.c.a. en una longitud de 400 m, suponiendo que la tubería discurre
recta, sin desniveles y sin conexiones especiales?
En este ejemplo teórico, sería suficiente calcular las p.c. por unidad (m.c.a/m)
y consultar directamente la tabla del Anejo 7.

5 (m.c.a.)
h =  = 0,0125 m.c.a./m
400 (m)

Consultando la tabla, para una tubería de DN 160 mm y 0,6 MPa, las p.c. uni-
tarias para un caudal de 95.000 l/h, son 0,0117 m.c.a./m, es decir, son menores que
las máximas previstas.

CÁLCULO RÁPIDO DEL DIÁMETRO INTERIOR


DE LAS TUBERÍAS PRINCIPALES

Aunque todo lo anterior es muy sencillo, vamos a simplificar todavía más la


fórmula para casos concretos de cálculo del DI de las tuberías de distribución,
según la velocidad que se permita al agua.
Con esto se quiere contestar a las preguntas post-cursillo, es decir, lo que los
cursillistas preguntan al cabo de un tiempo después del Curso de Riego, cuando se
encuentran con un problema concreto de transporte de agua, bien porque les falla
la presión del agua, como es el caso de los que ponen muchos más de los emisores
posibles, bien el de falta de uniformidad, como ocurrió en una finca importante de
Villena (Alicante) dedicada al cultivo de frutales, donde tuve que ir acompañado
por los compañeros de la Agencia.
Las preguntas se pueden resumir en estas dos:
a) Para mi finca necesito un caudal de tantos l/h. ¿Qué diámetro tiene que
tener la tubería de transporte a instalar?
b) Se dispone de una tubería de tantos mm de DI ¿Hasta qué caudal circu-
lante puedo llegar a transportar, sin tener problemas?
Para las diferentes situaciones que se pueden presentar, se han preparado una
serie de fórmulas, para el cálculo rápido del diámetro interior:
En todas, las unidades empleadas son:
255
D.I. = Diámetro interior expresado en milímetros (mm)
Q = Caudal en litros por hora (l/h).
Fórmula I. Cuando se disponga de excesiva presión, que es necesario dismi-
nuir, para el cálculo rápido del DI, la fórmula más indicada es:

D.I. = 0,3586 · 兹Q

Fórmula II. Cuando también interese disminuir la presión, aunque no tanto
como en el caso anterior:

D.I. = 0,3762 · 兹Q

Fórmula III. En situaciones normales, cuando la presión de entrada sea ligera-
mente excesiva, o bien cueste poco dinero, la fórmula más conveniente es:

D.I. = 0,4857 · 兹Q

Fórmula IV. En situaciones que interese que las pérdidas por rozamiento sean
lo menos posible, porque la presión cuesta mucho dinero o sea muy difícil sumi-
nistrarla, interesa aplicar una fórmula que aumente el D.I., dentro de unas posibili-
dades económicas.
Para estos casos, se recomienda la fórmula:

D.I. = 0,5948 · 兹Q

No obstante, se recuerda que para saber exactamente las p.c. según los D.I., se
dispone de los valores calculados en los Anejos 6 y 7, con la advertencia de que
los diámetros que allí se indican son los exteriores (DN), por ser los que aparecen
en los catálogos, de ahí que existan valores diferentes, según la P.N. de la tubería.
Ejemplos aclaratorios: Calcular el diámetro (DN) de una tubería de PVC que
se proyecta para el transporte de 200 m3/h de agua, con el fin de regar una finca
situada a 500 m de la balsa suministradora, considerando que para compensar los
puntos especiales, se le tiene que aplicar un coef. mayorante (KM) de 1,05 a su lon-
gitud real y que conviene que la presión de entrada a la finca sea de 40 m.c.a., para
el buen funcionamiento de la instalación.
Se va a calcular para 4 supuestos:
1.° Que desde la balsa al cabezal de la finca exista un desnivel de 70 m.
2.° Que el desnivel sea de 60 m.
3.° Que sea de 50 m.
4.° Que sólo haya una diferencia de nivel de 45 m.
Como se trata de tubería de PVC, se consultarán las tablas del anejo 7.
256
Primer caso
Que exista una presión excesiva fuerte, por lo que conviene que las p.c. en el
transporte sean lo máximo posible:
J1 = 70 – 40 = 30 m.c.a.
Se empezará con la fórmula I:
D.I.1 = 0,3586 · 兹2苶0苶0苶.0
苶0苶0苶 = 160,37 mm
que corresponde a un diámetro comercial DN = 180 (tabla 1). Para estos paráme-
tros de caudales y diámetros, no se encuentran indicados en la tabla 2 del anejo.
Las tablas están confeccionadas dentro de un rango de uso normal, es decir, que las
p.c. están calculadas para caudales normales y no excesivos, como es el caso de
este ejemplo, que lo que se pretende es disminuir al máximo la presión existente al
final de la tubería.
Las p.c./m máximas serán:
J 30
h1 =  =  = 0,0571 m.c.a./m
L 500 · 1,05
por lo que al final aún se tendrá que instalar una válvula reductora de presión.
Otra precaución a tener en cuenta en este caso, es instalar dos tramos con dife-
rente timbraje. En el primer tramo de 250 m, se pondría tubería de 0,6 MPa y en
los otros 250 m de 1,0 MPa, para mayor seguridad, motivada por la presión está-
tica de la altura geométrica.

Segundo caso

J2 = 60 – 40 = 20 m.c.a.

También aquí continúa habiendo un exceso de presión, aunque no tanto como


antes, pudiendo utilizar la fórmula I o la II. Si se utiliza la I, la solución es más
económica, y si se utiliza la II, es más segura, pero poniendo una válvula reductora
de presión al final.
D.I.2 = 0,3762 · 兹2苶0苶0苶.0
苶0苶0苶 = 168,24 mm, que corresponde a un diámetro
comercial de:
Primer tramo (0,6 MPa) de 180 DN.
Segundo tramo (1,0 MPa) de 200 DN (tabla 1).
Las p.c. por metro son:
20
h2 =  = 0,0381 m.c.a./m
500 · 1,05
que tampoco se encontrará en las tablas, por ser unas p.c. excesivas para los cálcu-
los normales en tuberías de conducción.
257
Tercer caso
J3 = 50 – 40 = 10 m.c.a.
La presión sobrante es ligeramente excesiva, por lo que ya se utiliza la fórmula
II ó III.

D. I.3= 0,4857 · 兹2苶0苶0苶.0


苶0苶0苶 = 217,21 mm
que corresponde a un DN 250 mm, según la tabla 1.
Como para estos parámetros ya se dispone de los cálculos en la tabla 2 de pér-
didas de carga, se procede a su comprobación:
Las máximas p.c. por metro, serán:
10
h3 =  = 0,0190 m.c.a./m
500 · 1,05

Para el diámetro 250 DN, las p.c. son:


Primer tramo (0,6 MPa): J3.1 = 250 × 1,05 × 0,0052 = 1,37 m.c.a.
Segundo tramo (1,0 MPa): J3.2 = 250 × 1,05 × 0,0064 = 1,68 m.c.a.
Por lo tanto todavía se dispone de 10 – 3,05 = 6,95 m.c.a., por lo que se va a
probar con la tubería inmediata inferior (225 DN), que es más barata:
Primer tramo (0,6 MPa): J3.1 = 250 × 1,05 × 0,0087 = 2,28 m.c.a.
Segundo tramo (1,0 MPa): J3.2 = 250 ×1,05 × 0,0106 = 2,78 m.c.a.
Como todavía queda un exceso de presión: 10 – 5,06 = 4,94 m.c.a., se va a
comprobar con la inmediata inferior (200 DN), donde h3.1 y h3.2 son respectiva-
mente 0,0154 y 0,0186 m.c.a./m, que al no llegar al tope máximo calculado, ya se
puede afirmar que será correcto:
Para 200 DN:
Primer tramo (0,6 MPa): J3.1 = 250 × 1,05 × 0,0154 = 4,04 m.c.a
Segundo tramo (1,0 MPa): J3.2 = 250 × 1,05 × 0,0186 = 4,88 m.c.a.
que suman un total de 8,98 m.c.a., que está dentro de lo permitido.
Si se hubiese utilizado la fórmula II, también hubiera dado directamente la
tubería DN de 200 mm.

Cuarto caso
J4 = 45 – 40 = 5 m.c.a.

5
h4 =  = 0,0095 m.c.a./m
500 · 1,05
258
Como la presión no cuesta dinero, lo más conveniente es la fórmula III, donde
el diámetro comercial DN resultante es de 250 mm.
En el supuesto de que no se pudiese conseguir una presión, o que ésta fuera
muy cara, se recurriría a la fórmula IV.

D.I.4 = 0,5948 · 兹2苶0苶0苶.0


苶0苶0苶 = 266 mm
que le corresponde un DN comercial entre 280 mm y 315 mm, según el timbraje
de la tubería a instalar.
Pero consultando la tabla 2, para ese caudal, con tubería de 250 DN, se tiene:
Para 0,6 MPa: h4.1 = 0,0052 m.c.a./m
Para 1,0 MPa: h4.2 = 0,0064 m.c.a./m
que está dentro del rango permitido de p.c., pero para tubería de 225 DN, también
es posible, por lo que se va a comprobar.
Para 0,6 MPa: h4.1 = 0,0087 m.c.a./m
Para 1,0 MPa: h4.2 = 0,0106 m.c.a./m
1.° tramo (0,6 MPa): J4.1 = 250 × 1,05 × 0,0087 = 2,28 m.c.a.
2.° tramo (1,0 MPa): J4.2 = 250 × 1,05 × 0,0106 = 2,78 m.c.a.
que vienen a sumar los 5 m.c.a. disponibles, por lo que teóricamente sería la solu-
ción ideal.

CÁLCULO DE LAS PÉRDIDAS DE CARGA DEL CABEZAL

El cabezal es la parte de la instalación más cara por llevar más puntos especia-
les, y se recomienda que lo instale personal especializado.

1. Acequia o río. 5. Válvula compuerta. 9. Inyector de abonos.


2. Rejilla protectora. 6. Válvula inversora. 10. Válvula compuerta.
3. Válvula de pie. 7. Filtro de arena. 11. Filtro de malla.
4. Equipo motobomba. 8. Manómetros. 12. Válvula de retención.

Al igual que en las redes, las p.c. dependerán de los elementos de que se com-
pone y de los accesorios y, como en el caso anterior, también existen tablas y ába-
cos para simplificar los cálculos.
259
Supongamos el cabezal del esquema, que para pequeñas instalaciones, resulta
lo suficientemente completo.
Sin contar el posible desnivel del agua (altura geométrica), las p.c. a calcular
serían a partir de una longitud ficticia en metros lineales (ml) o directamente en
metros verticales (m.c.a.), según convenga en el estudio.
Longitud ficticia o equivalente:
— Tuberías de aspiración e impulsión............................................ Tub. ml
— Filtro de arena ............................................................................ Fa. ml
— Abonadora .................................................................................. Ab. ml
— Válvulas compuertas .................................................................. Vc. ml
— Filtro malla ................................................................................. Fm. ml
— Válvula retención ....................................................................... Vr. ml
— Válvula de pie ............................................................................ Vp. ml
Total.............................................................................. ml

Las pc serían las de todos los accesorios y puntos especiales, que sumadas a la
altura geométrica, más las provocadas en la red, y añadiendo la de la presión nomi-
nal de los emisores, nos darían la presión necesaria que, como mínimo, tendría que
disponer la instalación, antes de hacer planes para un futuro.
Normalmente, para pequeñas parcelas, que no haya problemas graves de des-
niveles, con unos 3 kilos de presión inicial suele ser suficiente para que funcione
toda la instalación perfectamente.

260
TEMA 12

COMPONENTES DE UNA INSTALACIÓN

EQUIPO O GRUPO DE PRESIÓN

Los casos en los que no se dispone de suficiente presión, es necesaria la insta-


lación de un grupo de presión para que todo el sistema funcione sin problemas.
Las bombas que se utilizan para riego son las centrífugas, porque aprovechan
la fuerza centrífuga que se origina al girar la turbina o rodete, para impulsar el
agua.
Lo normal es que la bomba y el motor estén unidos, formando un solo bloque
(motobomba), pero, otras veces, se conecta al motor por un eje o por una correa
teniendo un rendimiento mucho menor.
Antes de ponerlas en marcha se tienen que cebar, es decir, llenar de agua el
tubo de aspiración y la turbina.
Para pequeños caudales de hasta 200 l/min., y poco profundos (aspiración
hasta 7 m), se hacen los pozos de «aguja», que consisten en una perforación de 30
ó 50 mm de diámetro, que suele entubarse hasta los 8-9 m con hierro galvanizado,
instalando una bomba autocompensante, por lo que se evita poner una válvula de
pie.
Este tipo de pozos se ven en zonas de ribera, donde la capa freática está muy
arriba, aunque puede suceder que se tenga que profundizar hasta los 30 m para
encontrar una vena buena en cantidad y calidad. En este caso, aunque el nivel suba
hasta los 2 m, se debería entubar todo el sondeo, ya que si sólo se hacen los 8 ó 9 m
por las costumbres locales, al poco tiempo se ha taponado, quedando sólo lo entu-
bado.
Para los cálculos hidráulicos, y dentro del funcionamiento de la bomba, con-
viene distinguir dos partes:
— Aspiración. Distancia, o altura, entre el nivel del agua y el eje de la
bomba. La altura máxima que se puede aspirar depende de la altitud, o
altura, con respecto al nivel del mar. A efectos prácticos, no debe superar
los siete metros.
— Impulsión. Distancia o altura a la que se quiere elevar el agua, desde el eje
de la bomba. Depende de las características y, en teoría, no tiene límites.
261
Tubería de impulsión

Válvula de retención

Copa para llenar de agua la tubería de


aspiración y la bomba como operación previa
al arranque

Tubería de aspiración

Válvula de pie que impide el vaciado


rápido de la tubería de aspiración y
permite el llenado de la misma a través
de la copa

Rejilla filtro
Del Atlas de Maquinaria, de García Fernández.

Debido a que se han impuesto los grupos sumergidos, donde la bomba está
dentro del agua, la altura de aspiración es cero, quedando sólo la impulsión, y se
cuenta a partir del nivel del agua.
En el mercado se encuentran generadores muy prácticos, acoplados a un motor
de gasoil, para cuando no se dispone de red de energía eléctrica, que proporcionan
la energía suficiente para automatizar toda la instalación.

1. Condiciones de las bombas centrífugas


Las bombas centrífugas tienen un estrecho margen de funcionamiento, con
rendimiento óptimo por caballo de potencia, para cada velocidad. Si acoplado un
motor eléctrico, que es de velocidad fija, se aumenta la altura de elevación, no
solo dará menos agua, sino que requerirá emplear más potencia por litro elevado.
Si se aumenta más la altura, dejará incluso de dar agua, ya que la altura máxima
de elevación para cada bomba, no es mucho mayor que su altura de elevación
óptima.
262
Por otra parte, si se disminuye la elevación del agua, la bomba sacará más
agua, pero también requerirá más potencia con relación al trabajo realizado, es
decir, disminuye el rendimiento mecánico de la bomba.

2. Características técnicas a tener en cuenta

Las características de la bomba varían con su velocidad normal de trabajo:

a) La cantidad de agua elevada es proporcional a dicha velocidad.

b) La altura manométrica que puede alcanzar, es proporcional al cuadrado de


esa velocidad.

c) La potencia o trabajo que realiza la bomba por unidad de tiempo, es


proporcional al cubo de la velocidad.

En la práctica, al elegir una bomba centrífuga, se tendrá que calcular:

1.° Caudal de agua a elevar.


2.° Altura manométrica.
3.° Rendimiento.
4.° Potencia necesaria para ello.

1.a Caudal (Q)


Cantidad de agua prevista en un tiempo determinado. Viene expresado en
litros/segundo, litros/minuto o en litros/hora.

2.a Altura manométrica (H)


Es la suma de la distancia vertical o altura geométrica que se quiere alcanzar,
más todas las pérdidas de carga por los rozamientos. Se expresa en metros.
Por mucho caudal que fuera capaz de sacar una bomba, si no tuviera suficiente
altura manométrica para elevar el agua hasta la cota prevista, no serviría para nues-
tra instalación.
En la práctica hay cierta flexibilidad, por lo que es muy importante tener en
cuenta este detalle, ya que el fin de todo el estudio es que el agua llegue a los gote-
ros a la presión nominal y caudal previsto.
Cada fabricante, en sus informaciones técnicas y catálogos, incluye la flexibili-
dad de cada modelo de motobomba, según variaciones de caudal y su altura mano-
métrica correspondiente, así como las condiciones límites de ambas variaciones.
Por lo tanto, estudiando la curva de funcionamiento CAUDAL/ALTURA
MANOMÉTRICA necesaria, el instalador aconsejará el modelo más conveniente
para la finca.
263
Generador acoplado a un motor de gasoil, que proporciona energía eléctrica para los
automatismos de toda la instalación.

Ejemplo: Calcular la altura manométrica necesaria para una instalación con las
siguientes características:
a) Altura geométrica o nivel del agua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32 m
b) Pérdidas de carga previstas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 m.c.a.
c) Presión necesaria para el resto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30 m.c.a.
Hm (alt. manométrica) = a + b + c = 32 + 3 + 30 = 64 m.c.a.
Es conveniente aumentar un 10 % en el proyecto para mayor seguridad, por lo
que quedaría en:
Hm = 64 + 6 = 70 m.c.a.

3.a Rendimiento (r)


Si no viene indicado en la curva anterior, se tiene que solicitar junto con la
información técnica, así como el número de revoluciones.
El aprovechamiento del grupo depende de varios factores. Cuando son eléctri-
cos tienen mejor rendimiento que cuando son de gasolina o de gas-oil.
El rendimiento mecánico diminuye rápidamente cuando se aumenta o dismi-
nuye la altura de trabajo prevista. Según las condiciones de trabajo, dentro de cada
modelo, el rendimiento será mayor o menor, por lo que antes de adquirir un grupo
se tienen que estudiar los siguientes aspectos:
— Número de revoluciones para sacar mejor rendimiento.
— Tipo de energía: solar, eléctrica (mono o trifásica), gasolina o gas-oil.
— Diámetro de las tuberías (la de aspiración debe ser mayor que la de impulsión).
264
Grupo sumergido motobomba de varias turbinas para grandes profundidades.

4.a Potencia
Depende de los anteriores factores. Tanto el caudal como la altura manomé-
trica son los requisitos necesarios, pero el rendimiento también se tiene que tener
en cuenta para que se cumplan esas condiciones.
Normalmente viene indicado en «caballos de vapor» (CV) o en kilowatios
(KW), siendo sus equivalentes las siguientes:
1 CV = 0,736 kW
1 kW = 1,36 CV
265
BOMBA 40/65 BOMBA 65/80

Caudal 30.000 a 65.000 litros/hora Caudal 40.000 a 80.000 litros/hora


Presión 40 a 60 metros de altura Presión 40 a 60 metros de altura
Orificio aspiración 3 pulgadas Orificio aspiración 3 pulgadas
Platina impulsión 190 x 70 mm Platina impulsión 190 x 75 mm

BOMBA 65/80

Caudal 80.000 a 120.000 litros/hora


Presión 40 a 60 metros de altura
Orificio aspiración 3 pulgadas
Platina impulsión 190 x 84 mm

En la bibliografía americana o inglesa, así como en algunas traducciones, el


caballo de vapor se expresa en HP, que es un poco mayor.
1 HP = 1,0139 CV
Llegados a este punto, ya se comprende que no es suficiente una de las pregun-
tas que más repiten los alumnos en los cursos de riego: ¿puedo aprovechar un
grupo de 10 CV (o los que sean)?
266
Para saber si el grupo existente puede servir para la nueva instalación, es nece-
sario conocer los datos siguientes, y que cumpla todos los requisitos:
1.o Caudal necesario.
2.o Altura manométrica total.
3.o En caso de sondeo:
— Diámetro de perforación.
— Nivel estático y dinámico.
— Profundidad del pozo.
4.o Tipo de energía disponible.
Cuando se tenga que instalar una bomba, se tiene que tener muy claro las nece-
sidades de CAUDAL (núm. de goteros por su caudal nominal) y la altura mano-
métrica (presión nominal de goteros, más pérdidas de carga, más desniveles), para
que el modelo elegido se adapte perfectamente a la instalación de riego, tanto
actual como en un futuro.
Si de momento se tuviera menos necesidad de caudal, bien porque los árboles
son jóvenes, bien porque no se ha transformado toda la finca, se regulariza por el
número de goteros instalados, y si existe un exceso de presión, con una llave de
paso se va cerrando hasta alcanzar la presión calculada.
Cuando la altura manométrica sea superior a 30 metros, se tiene que instalar
una válvula de retención después de la bomba.

3. Cálculo de la potencia del grupo


Para el cálculo de la potencia del grupo motobomba, además de los datos del
caudal (Q) en l/s y de altura manométrica (Hm) en m, como se ha indicado se
necesita saber el rendimiento (η) para el trabajo previsto, que siempre será menor
de la unidad. Normalmente entre 0,50 y 0,70.
La fórmula puede venir indicada en C.V. o en Kw
En C.V.
Q × Hm
Potencia = .
75 × η

En Kw
Q × Hm × 9,81
Potencia = .
1.000 × η

EQUIPO DE FILTRADO

El filtrado es la operación más importante del sistema. Debe ser perfecto y


nunca deficiente.
Cuando el caudal a filtrar es superior a la capacidad del filtro, se tienen que
colocar dos en paralelo, según el esquema adjunto, pues es preferible que vaya
sobrado.
267
1. Prefiltrado
Cuando las aguas llevan materias en suspensión es necesario realizar previa-
mente un prefiltrado y colocarlo delante de toda la instalación.

Si el agua lleva arcilla habrá que prever balsas de sedimentación.


Rejilla o protector de malla. Es interesante esta protección en la captación de
aguas de acequias y balsas sucias, pues se evita taponamientos de maleza, cañas y
demás restos vegetales. Cuantas más precauciones se adopten mejor y más barato
funcionará el sistema.

Hidrociclón. Es un aparato que se debe instalar siempre que el agua lleve are-
nilla y limos en suspensión.
Se fundamenta en el movimiento giratorio dentro de un depósito acampanado,
que se va estrechando por la parte inferior. El agua entra por arriba, y se ve obli-
268
1. Entrada del agua.
2. Depósito colector.
3. Salida del agua.

Esquema de la trayectoria del agua en el hidrociclón y la forma de separación


de las partículas.

gada a girar. Las partículas en suspensión, al pesar más, golpean las paredes y se
van hacia abajo, depositándose en un colector. El agua, por el contrario, sale hacia
arriba.
Con el prefiltrado se evita estar continuamente limpiando los filtros, prote-
giendo otros aparatos de la abrasión o desgaste.

Características técnicas a tener en cuenta


— Material. Normalmente de plancha de hierro, recubierto de pintura antioxi-
dante (epoxy).
— Capacidad. Cuando el caudal previsto es superior se colocan dos en para-
lelo.
— Presión. De trabajo. La más aconsejable.
Máxima
}
Mínima Intervalo
— Pérdidas de carga. Normalmente de 2 a 2,5 m.c.a.

2. Filtrado
Filtro de arena o grava
Es necesaria su instalación cuando el agua procede de ríos o acequias, o bien
de vertidos de ciudad o de estanques abiertos, ya que sirve para retener las algas y
materias en suspensión.
En esencia consta de un depósito de plástico, o de acero inoxidable, o plancha
de hierro pintada con epoxy, lleno de arena o grava fina dentro de una malla que
retiene las partículas en suspensión.
El agua entra por la parte superior y desciende atravesando la capa de arena,
reteniendo todas las impurezas. Cuanta más capa atraviese mejor será el filtrado.
269
En la parte inferior existe una malla o disco perforado, por donde pasa el agua
filtrada hacia el resto del cabezal.
Se debe disponer de manómetros que indiquen la presión de entrada y de
salida. Cuando se produzca una pérdida de unos 3 m.c.a., se debe invertir el flujo,
mediante una válvula inversora, que permite pasar el agua desde abajo hacia
arriba, atravesando la capa de arena en sentido inverso, logrando una limpieza de
dicha arena por arrastre de toda la materia que estaba retenida.
Mediante una válvula de drenaje sale al exterior el agua sucia, por lo que se
debe prever un desagüe para no tener humedades en el cabezal o en la caseta.
En instalaciones que no sean pequeñas esta operación de lavado se realiza
automáticamente.
Si las pérdidas de carga superan los 6 m.c.a., hay peligro de que en la capa de
arena se formen canales o pasillos por donde pasa el agua sin filtrar.
Por lo tanto, es muy importante seguir las instrucciones que se suelen facilitar
al comprar el filtro.

CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES

• Simplicidad de uso y eficacia en la filtración.


• Conexiones entrada/salida tipo Victaulic, rosca o brida.
• Fabricados en chapa de acero tratado electrostáticamente y
cubiertos por una capa de poliéster ≥130 micras.
• Máxima presión de trabajo recomendada 10 ATM.
• Uniformidad en la filtración gracias al sistema de placa filtrante.
• Largo recorrido debido al diseño vertical del filtro asegurando la
retención de las partículas más finas.
• Gran capacidad de retención de partículas permitiendo alargar
los intervalos entre limpiezas.
• Instalación individual o en batería.
• La limpieza se puede realizar de forma manual o automática.
• Especialmente indicados para la filtración de grandes volúmenes
de agua de balsas o depósitos al aire libre, de ríos o canales con
materia orgánica en suspensión.

270
A. Principio de filtración
El agua entra por la parte superior del filtro y
desciende a través del lecho filtrante de arena.
El filtrado se realiza al ir quedando adsorbidas
las partículas contaminantes a lo largo del
sinuoso lecho filtrante.
Cuando el agua llega a la parte inferior se
encuentra el disco perforado con unas
crepinas filtrantes a través de las cuales pasa
el agua filtrada.

B. Contralavado
La limpieza del filtro se realiza por inversión del
flujo de agua, o sea, haciendo circular ésta de
abajo a arriba. El agua se encuentra con el
disco de crepinas que con su distribución
aseguran que toda la masa de arena entre en
turbulencia permitiendo así una perfecta
separación de las impurezas que la arena ha
ido reteniendo durante el filtrado. El agua
cargada de suciedad sale a través de la
válvula de drenaje hacia el exterior.

Características técnicas a tener en cuenta:


— Material.
— Capacidad. Cuando el caudal sea superior a su capacidad de filtraje se tie-
nen que colocar otros en paralelo.
— Altura. Cuanto más capa haya mejor filtrará.
— Diámetro o anchura. Directamente proporcional al caudal.
— Tipo de arena o grava, y características granulométricas.
— Volumen de arena o grava.
— Presión. La óptima y el intervalo de máxima y mínima.
— Pérdidas de carga.

Filtrado final o de post-abonado


Cuando se usan aguas limpias de pozo es el único existente, por lo que se debe
colocar siempre después del equipo de abonado, para prevenir cualquier impureza
que pudieran contener los abonos.
También sirve para retener la arenilla del anterior filtro, especialmente por las
operaciones de contralavado.
271
El elemento filtrante puede ser una malla o un conjunto de mallas, o bien unas
anillas o discos con ranuras.
El diámetro de los orificios tiene como unidad de medida el «mesh», que se
define como el número de orificios por pulgada lineal, contados a partir del centro
de un hilo.
Como esta definición y concepto es la empleada en los países de lengua
inglesa, y también la seguida por muchos técnicos, se adjunta un cuadro de equiva-
lencias con el sistema métrico decimal:
Mesh Milímetros

10 2
20 0,84
30 0,59
40 0,42
50 0,297
60 0,25
70 0,21
80 0,177
100 0,149
120 0,125
140 0,105
170 0,088
200 0,074
325 0,044

Como se ve, es más práctico expresarse en «mesh» que en milímetros, pero


siempre recordando que los orificios del filtro tienen que ser 5-10 veces más
pequeños que los del emisor.

Filtro de malla
Consiste en un cuerpo cilíndrico, de plástico o metálico, en cuyo interior hay
un cilindro o cartucho de malla de plástico o acero inoxidable. En la tapa suele
indicarse el «mesh» y/o milímetros de anchura de los orificios.
El agua penetra en el filtro por el centro y atraviesa sus paredes para continuar
su salida a la red general.

272
Periódicamente se «purgan», abriendo el tapón inferior para que salga la sucie-
dad, lavando los cartuchos filtrantes con agua limpia y un cepillo.

Características técnicas a tener en cuenta:


— Grado de filtración, en «mesh» o milímetros.
— Caudal máximo recomendado.
— Presión de trabajo, máxima y mínima.
— Presión diferencial.
— Longitud del cilindro del filtro.
— Area de filtraje.
273
— Material del cuerpo del cilindro y elemento filtrante.
— Pérdidas de carga.

Filtro de discos
El elemento filtrante consiste en anillas o discos con ranuras, montados sobre
un eje, debidamente encerrados en una coraza o cuerpo duro de plástico. A medida
que se enrosca la coraza, se van comprimiendo los discos, debiendo quedar un
cuarto de vuelta sin apretar completamente la rosca, para que haga la función de
válvula de seguridad ante una sobrepresión.
El grado de filtraje depende del número de ranuras del disco, existiendo una
gama de varios colores para diferenciarlos.

Tabla de anillas de filtrado


Color del disco Número de ranuras «Mesh» Diámetro en mm

Azul . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 170 40 0,420


Amarillo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 340 80 0,177
Rojo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 490 120 0,125
Negro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 660 140 0,105
Verde . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 200 0,074
Gris . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 350 0,040

Existen varios modelos, estando muy perfeccionados en la actualidad, ya que


es un tipo de filtro que gusta mucho a los instaladores.

274
Cilindro soporte en acero inoxidable,
tuerca de cierre en PVC.

Para su limpieza manual se tiene que desenroscar la tapa y separar los anillos
echando un chorro de agua a presión ayudando con un cepillo. Una vez al año las casas
comerciales recomiendan que se laven con ácido clorhídrico para evitar incrustaciones
cálcicas, aunque con el empleo de los abonos ácidos, esto ya no es tan necesario.
Combinando filtros de diferentes números de ranuras se pueden sustituir los
filtros de arena.
275
Ejemplo 1.o: Instalación de filtros en un cabezal de riego, con agua procedente
de un estanque con agua limpia. La capacidad de filtración de los modelos cubre
las necesidades previstas.
La solución propuesta consiste en instalar dos filtros en serie, tal como se apre-
cia en el esquema.

El primer filtro con anillas de 40 «mesh» para retener partículas superiores a 0,42
mm. Cuando el manómetro indique unas pc de 3 m.c.a., se procederá a su limpieza.
El segundo filtro con anillas de 140 «mesh» para la retención de partículas supe-
riores a 0,105 mm y, al igual que en el filtro anterior, también se lavará cuando las pc
alcancen los 3 m.c.a., aunque se procederá a su limpieza los dos a la vez.
Ejemplo 2.o: Supongamos el caso anterior, pero con la variante de que el cau-
dal previsto es superior a la capacidad de los filtros.
En este supuesto se instalarán filtros en paralelo y en serie, tal como representa
el esquema, hasta que el caudal necesario esté suficientemente repartido.

276
A título de recordatorio, se vuelve a insistir en los dos puntos básicos:
1.o Programa de limpieza de filtros.
2.o No sobrepasar los caudales recomendados por la casa suministradora.
El tener que estar desechando goteros taponados resulta más caro y engorroso.

Características técnicas a tener en cuenta:


— Grado de filtración en «mesh» o milímetros, y conjunto de anillas.
— Caudal máximo recomendado.
— Presión de trabajo. Máxima y mínima.
— Longitud.
— Anchura.
— Área de filtrado.
— Material de los componentes.
— Pérdidas de carga.

3. La automatización del contralavado


En grandes explotaciones o en riegos comunitarios, no es económico hacer el
lavado y limpieza de filtros de forma manual, sino que se tiene que automatizar, por lo
Entrada de agua (sin filtrar)

Desagüe
▼▼
▲▲

Válvula abierta.
Válvula cerrada.
Salida de agua (filtrada)
➂ Filtro autolavándose.

El caudal de agua entrado se reparte a través de cinco filtros, que son los que están trabajando, por lo
que tienen la válvula de entrada superior abierta.
El agua filtrada sale por la válvula inferior, que también está abierta, hacia la red de riego.
La válvula de drenaje, que se representa lateralmente en la parte superior, permanece cerrada en los
filtros que están trabajando.
El único filtro que en ese momento está en fase de autolavado (el tercero en el esquema) tiene la
válvula de entrada cerrada y abiertas las de salida (por donde entra el agua) y la de drenaje (por donde
sale), es decir, que el agua hace un recorrido inverso a lo habitual, arrastrando las partículas retenidas
en el filtro, hacia el exterior del sistema a través de la válvula de drenaje.

277
que en la batería de filtros de la instalación se pondrá un filtro de más, que es el que
estará en la fase de lavado (por contralavado), mientras que los otros estarán trabajando
(filtrando el agua). Por lo tanto, mientras esté funcionando, siempre estarán filtrando el
número de filtros previstos en el proyecto, y otro irá turnándose en su limpieza.
La activación de la operación se puede hacer por tiempos, o por diferencia de
presión. Es preferible tener un presostato diferencial que un temporizador (reloj),
aunque no siempre se puede elegir.
Cuando no haya más remedio de activar la operación con temporizador, se tie-
nen que hacer previamente pruebas con el agua de riego, ya que con arreglo a su
grado de impurezas se limpiará cada hora, cada día o cada semana.
Finalmente, se tiene que programar la duración del contralavado.
Todas estas operaciones se evitan cuando funciona por diferencia de presión.

EQUIPO DE ABONADO
Tienen por finalidad incorporar los abonos a la red.
Suele ser el mecanismo más problemático de la instalación.
Los fertilizantes pueden presentarse sólidos y/o líquidos. Cuando sean sólidos,
tienen que ser completamente solubles y sin residuos. La instalación tiene que dis-
poner de un depósito con agitador, para facilitar la disolución.
La principal ventaja de los abonos sólidos es el almacenamiento y transporte,
no requiriendo nada especial, salvo evitar que se mojen los sacos.
La tendencia es preferir los abonos líquidos, ya que se evita la disolución, y
algunos, por ser muy ácidos, facilitan el mantenimiento de las tuberías y emisores
al mismo tiempo que se abona, sin seguir programas especiales. Sin embargo, no
hay que olvidar la precaución de vigilar la caliza activa, pues puede producir clo-
rosis (por exceso) o reducción de brotación (por defecto).
Técnicamente da lo mismo emplear unos u otros, y según las circunstancias de
cada explotación, serán más aconsejables los sólidos o los líquidos.

1. Clasificación de las abonadoras


Las diferentes abonadoras que se presentan en el mercado se clasifican aten-
diendo a su funcionamiento o al tipo de energía que emplean.
Las que funcionan por electricidad son las que menos problemas crean, pero su
instalación no es siempre posible. A medida que se vayan perfeccionando los sis-
temas de paneles solares puede que se imponga esta técnica.

1.1. Tanque de fertilización


Fue lo primero que apareció en el mercado y es muy útil en parcelas pequeñas.
Puede ser desde un simple bidón de plástico, colocado a una altura superior,
como lo hacían en el riego comunitario de Alcalalí.
278
Modernamente los tanques de fertilización son de fibra de vidrio reforzado,
que se instalan mediante un «by-pass» o derivación en paralelo, de forma cilín-
drica o de «botella de butano», conectada a la tubería principal por la parte infe-
rior, para que el agua a presión cree una turbulencia, facilitando la mezcla y arras-
tre de los fertilizantes hacia la salida por la parte superior.
Para su funcionamiento se llena de agua hasta la mitad. A continuación se
añade el abono disuelto y se cierra herméticamente la tapa. Se dispone de válvula
de seguridad para evitar accidentes.
Tal como se observa en el esquema, parte del agua deriva hacia el tanque.
Cuanto más cerramos la válvula-compuerta, mayor será la cantidad de agua que
derive, y a la inversa, cerrando muy poco, la derivación será menor, y el fertili-
zante pasará poco a poco a la red, siendo más uniforme el reparto.
Por lo tanto, el caudal hacia el tanque se puede regular mediante la válvula de
paso. Una vez conseguida la posición más adecuada, conviene quitar la manecilla,
para evitar que por un descuido se pueda modificar dicha regulación.
Ventajas. Sistema cómodo y barato que no crea problemas de residuos.
Inconvenientes. La concentración no es uniforme, siendo mayor al principio,
por lo que no conviene en parcelas superiores a media hectárea, ya que por mucho
que se cierre la llave de paso para prolongar el abonado, no se podrá alcanzar la
perfección de los dosificadores o inyectores.
279
1.2. De succión tipo «Venturi»
Por el efecto de «vacío» (o inferior a una atmósfera), que se produce por el
incremento de velocidad en un conducto estrecho, como en el caso de los carbura-
dores de los motores de gasolina.
Es el que más p.c. produce, y su funcionamiento y efectividad es muy discuti-
ble en algunos casos, pero es el más barato, por lo que se está imponiendo.
Los principales defectos se pueden resumir en dos:
1.o Las elevadas pérdidas de presión que sufre la instalación, superiores en
muchos casos a los 10 m.c.a., se corrigen intercalando una pequeña moto-
bomba cuando haya problemas de suficiente presión.
2.o La falta de uniformidad, en algunos casos.
Para evitar estos inconvenientes, el inyector se instala en by-pass o con una
pequeña bomba, tal como aparece en los esquemas siguientes.
280
Características técnicas a tener en cuenta
— Volumen succionado.
— Pérdidas de carga.
— Material.
281
Esquema de una abonadora de succión.

1.3. Dosificadores hidráulicos


Son de pistón y funcionan aprovechando la presión del agua.
Según sus características se pueden clasificar:
1.3.1. Con pérdida de carga y no de agua.
1.3.2. Con pérdida de agua y no de carga.

1.3.1. Con pérdida de carga y no de agua


Aprovechan la energía o presión del agua, provocando unas p.c. bastante gran-
des para mover un pistón que inyecta el abono a la red.

282
Están indicados en instalaciones comunitarias, donde el agua se suministra con
presión muy superior a la necesaria, o bien, cuando se dispone de una balsa que se
encuentra en cota muy elevada.

1.3.2. Con pérdida de agua y sin pérdida de carga, o muy escasa


Aprovechan el caudal del agua con pérdidas del doble o del triple del volumen
aspirado.
Este agua puede aprovecharse de nuevo, devolviéndola a la red, y las p.c. que
se pueden provocar en algunos casos oscilan entre 1 y 3 m.c.a.

Esquema de instalación con desagüe


a la aspiración de la bomba.

1.4. Dosificadores eléctricos


Como se ha indicado, son los que menos problemas crean, pues no producen
pérdidas de presión a la red, ni consumen o desperdician agua, y son muy fáciles
de regular.
Pueden ser de membrana o de pistón, estando imponiéndose estos últimos.

2. Regulación de los dosificadores

2.1. Con pérdida de carga


Mediante la válvula de entrada, o la situada en la red general entre la entrada y
salida, según modelos.
283
El volumen dependerá del número de emboladas y del recorrido del pistón.
Cuanto más se cierra la válvula de paso, a mayor velocidad funcionará el pistón.
Una vez calculado el volumen, mediante un tornillo graduado se regula el por-
centaje de líquido fertilizante que se quiere inyectar.

2.2. Con pérdida de agua


Se regula mediante una válvula de entrada y existen tablas de la cantidad
inyectada por ciclo en segundos.

2.3. Eléctricos
Son los más fáciles, ya que el recorrido del pistón se regula con un tornillo
micrométrico, o con un dial.

1. Accionamiento: Motor eléctrico.


2. Base.
3. Cabezal-diafragma.
4. Conjunto de aspiración.
5. Conjunto impulsión.
6. Regulador de caudal manual.

284
El motor eléctrico (D) transmite su potencia a través de un reductor, formado por un piñón (E) y una
corona (F), solidaria a un eje (I), y una excéntrica (A) que empuja y retorna alternativamente un vástago
roscado (C) al pistón (B).
El regulador micrométrico (G) aumenta o disminuye la carrera del vástago y el pistón a través de un
manguito roscado (H), variando el caudal inyectado.

Según modelos, el caudal se fija seleccionando el porcentaje del volumen total


aspirado.
La gran ventaja de estos dosificadores es que se consigue una regulación muy
buena, sin pérdidas de carga.

Diseño para disminuir las pérdidas de carga en dosificadores hidráulicos

285
1.o Válvulas A y C abiertas y la B cerrada. Se cierra lentamente la A
(red general), hasta conseguir el volumen deseado de la bomba (velo-
cidad del pistón). Una vez conseguido, la abertura de la A permane-
cerá fija.
2.o Se regula el porcentaje del fertilizante, mediante el tornillo graduado.
3.o Se conectan y programan las válvulas B y C, para que durante el tiempo
de abonado la B esté cerrada y la C abierta.
4.o Cuando no se abona, la C permanecerá cerrada y la B abierta, con lo que
se disminuyen las p.c.

Características técnicas a tener en cuenta:


— Tipo de dosificador.
— Capacidad o volumen:
• De agua.
• De fertilizante.
— Facilidad de regulación.
— Pérdidas de carga, según modelo.
— Presión de trabajo:
• Ideal.
• Máxima.
• Mínima.
— Materiales: acero inoxidable, plásticos especiales.
— Marca fabricante. Repuestos y garantía.

VÁLVULAS Y MECANISMOS DE SEGURIDAD

1. Válvulas de paso
Sirven para abrir o cerrar una conexión o tubería. Cerrando parte de ella sirven
para regular la presión aguas abajo, disminuyendo hasta alcanzar la adecuada.

Válvula compuerta
Cierran o abren poco a poco mediante rosca. Están muy indicadas para poner-
las en un «by-pass» y hacer funcionar una bomba hidráulica.

Válvula mariposa
Para conducciones mayores, pudiendo cerrar mejor, ya que la manivela tiene
varias posiciones fijas.

Válvula de bola o esfera


El cierre es muy perfecto. Normalmente para tuberías de diámetro pequeño o
mediano.
286
Válvula hidráulica
Aprovecha la presión del agua para abrir o cerrar, mediante un diafragma o un
pistón. Existen muchos modelos, todos muy perfeccionados, pudiendo manejarse
por control remoto.

Válvula cerrada Válvula abierta

287
Electro-válvula
Válvula hidráulica automatizada por un solenoide (bobina). Mediante la incor-
poración de un «piloto» o un «relé» adecuado, sirve para el control de caudales y
de todos los mecanismos de seguridad que se expondrán más adelante.

VÁLVULAS DE PROTECCIÓN Y REGULACIÓN

1. Ventosas
Su cometido principal consiste en expulsar el aire de las tuberías, con el fin de
que pueda circular el agua a presión sin problemas.
Cuando se inicie el llenado de una tubería, se deben dejar abiertos todos los
terminales, para facilitar la salida del aire existente.
Por mucho cuidado que se tenga en el llenado, volverá a haber aire, ya que
parte va disuelto en la misma agua, por lo que es imposible evitar su contenido.
Este aire disuelto, se va acumulando en los codos y en las partes elevadas, por
lo que se tiene que prever su expulsión, tomando una serie de precauciones:

A) En las redes generales


Cuando se realicen instalaciones importantes, cuyas tuberías pueden tener
kilómetros de longitud, es necesario colocar ventosas.
Existen modelos que facilitan la expulsión rápida del aire, conocidos también
por purgadores.
288
Otros tienen un doble efecto. Por una parte, permiten la expulsión de pequeñas
cantidades y, por otra, permiten la entrada de aire gracias a un flotador cinético,
cuando se produce el vaciado y no se repone, como en el caso de una rotura, que
aplastaría las tuberías rígidas como el PVC.
Los puntos donde se tienen que colocar ventosas son:
— En los cambios de pendiente (incrementos y disminuciones).
— En los tramos superiores a 500 metros, aunque la pendiente sea insignifi-
cante.

— Precediendo a contadores y válvulas volumétricas, para que la lectura sea


exacta.
— Después de una válvula reductora de presión, o de una reducción de diáme-
tro, para la expulsión del aire que se libera.
B) En el cabezal
1.a Caso de una balsa adosada al cabezal. Entre la motobomba y la balsa,
para romper el efecto de «sifón», cuando se detiene el motor. (Válvula
«purgador» para evitar la aspiración).

289
2.a Caso de un pozo. Entre la salida del pozo y la válvula de retención, para
eliminar el aire que arrastra la impulsión. (Válvula de doble efecto).

3.a Después del sistema de filtrado. Para evitar acumulación de aire, cuando
se presenten problemas.
Cuando se instalen ventosas, hay que tener la precaución de colocarlas algo
elevadas del nivel del suelo, para que no entre tierra o suciedad en los orificios.

Características técnicas a tener en cuenta:


— Presión de funcionamiento.
— Tipo de conexión.
— Caudal máximo.
— Material.

2. Reguladores de presión
Su cometido consiste en garantizar la presión de trabajo, reduciendo el exceso
que lleva la tubería.
El agua que lleve más presión de la conveniente, ve dificultado su paso, al esti-
rarse un muelle interior que termina en una plaquita.
Por lo tanto, la regulación de la presión la hace de más a menos.
Su regulación se consigue mediante un tornillo.
En las tuberías generales se deben colocar válvulas de paso para disminuir la
excesiva presión. Con el fin de que también regulen las variaciones de entrada, se
adaptan unos pilotos que regulan la presión de salida.
290
Tubería terciaria, con válvula reguladora.

CABEZAL:
— Equipo motobomba.
— Filtros.
— Equipo abonador.
— Válvulas compuerta y retención.
— Manómetros.

Al principio de las subunidades, es necesario poner un regulador de presión,


para conseguir que los emisores trabajen a su presión nominal. Dicha presión se
comprobará cada año al final del lateral más desfavorecido.

Características técnicas a tener en cuenta:


— Caudal máximo y mínimo.
— Presión máxima y mínima.
— Relación de presión (entrada/salida).
291
— Materiales de los diferentes componentes:
• Plástico.
• Acero inoxidable.
• Bronce, etc.

3. Sostenedores de presión
Mantienen constante la presión aguas arriba, evitando el vaciado de tuberías
al finalizar el bombeo.
En válvulas hidráulicas o eléctricas se colocan unos pilotos que regulan la pre-
sión de entrada cerrando el paso de la válvula.
Existen modelos donde los pilotos regulan automáticamente la presión de
salida y sostienen la de entrada.

Características técnicas a tener en cuenta:


— Presión de entrada y presión de salida.
— Diferencia de presión mínima entre entrada y salida.
— Caudal de entrada.
— Temperatura máxima de trabajo.

4. Válvulas de sobrepresión o de alivio


Las conducciones de agua a presión pueden sufrir sobrepresiones, motivadas
por los golpes de ariete, que se producen cuando hay un cambio en el régimen de
circulación.
Las causas que producen «golpes de ariete» son:
a) Presencia de aire. Se soluciona con ventosas.
b) Cierre rápido de una llave de paso. Se soluciona cerrando despacio.
c) Arranque y parada de la bomba. Se soluciona instalando una válvula de
sobrepresión o alivio.
Se instalan en derivación automatizándose mediante un piloto hidráulico.

5. Válvula anticipadora de sobrepresión


Sirve para prevenir golpes de ariete.
Para proteger la red general, se instala entre las válvulas de retención, tal como
se aprecia en el esquema.
Para proteger el equipo motobomba en cada parada se coloca entre el mismo y
la válvula de retención.
Si se quiere proteger el grupo motobomba y la tubería se colocarán dos.
292
En esta instalación se emplea una válvula núm. 1 para aliviar el golpe de ariete provocado por la parada
normal del grupo electrobomba. La válvula núm. 2 se emplea para aliviar el golpe de ariete provocado
por la parada brusca de suministro, o bien como consecuencia de un corte de corriente o por el cierre
rápido de una válvula al final de la red.

6. Válvula con flotador


Sirve para mantener el nivel en las balsas. Se debe completar con un reloj, para
que en las horas «valle» (las más baratas) se ponga automáticamente en marcha la
bomba, hasta alcanzar el nivel máximo dentro de ese período.

Características técnicas a tener en cuenta:


— Material: hierro fundido, aluminio, plástico.
— Presiones de trabajo.
— Equipamiento. Tipo de piloto.
— Medida.

7. Válvula limitadora de caudal


Válvula hidráulica con piloto de tres vías para que no se sobrepase el caudal
máximo previsto. Está muy indicada en los riegos comunitarios a la demanda.

Características técnicas a tener en cuenta:


— Presión máxima de trabajo.
— Proporción entre caudal máximo y mínimo.
— Precisión.
— Pérdidas de carga.
— Materiales.

8. Válvula antitopográfica
Utiliza la presión existente, aunque sea muy baja por razones de lejanía o nivel
desfavorable, permitiendo el cierre o abertura de válvulas hidráulicas. Si la tubería
293
se ha roto, la válvula permanecerá cerrada, ya que no recibirá ninguna orden de
abrirse.

9. Válvula de altitud (sentido único)


Se emplea la válvula para mantener la presión en una red de distribución a un
nivel mínimo predeterminado, llenándose el depósito sólo cuando exista capacidad
sobrada.
La válvula se cerrará al alcanzar el nivel máximo establecido y puede abrirse
nuevamente al alcanzar el nivel mínimo.

Se instala la válvula para controlar el nivel de agua en el depósito elevado. Se


abre la válvula en cuanto el nivel de agua desciende por debajo del preestablecido,
cerrándose nuevamente cuando alcanza el máximo deseado.
La red de distribución que sale del depósito es independiente de la red de
entrada.

Entrada del exterior.

V.A1 Si el nivel del depósito es inferior al máximo previsto y hay suficiente presión en la red, la válvula
permite el paso del agua al depósito.
V.A2 El agua circula en un solo sentido.

294
10. Válvula de altitud (doble sentido)
Muy indicada para riegos comunitarios.
Se llena el depósito elevado durante la noche, cuando exista presión en la red
(por no haber consumo o ser mínimo). La válvula se cerrará automáticamente al
alcanzar el nivel máximo previsto.
Durante el día, en los períodos de máxima demanda, al descender la presión en
la red por debajo de la presión geométrica del depósito, se abre nuevamente la vál-
vula, permitiendo que el agua almacenada del depósito alimente la red, compen-
sando el defecto momentáneo de caudal.
Cuando se alcance el nivel del depósito, se cerrará la válvula. Y cuando des-
cienda por debajo de un nivel calculado como mínimo, volverá a abrirse, por lo que
el depósito elevado servirá para alimentar a la red a una presión mínima prefijada.

11. Válvula de retención


Permite el paso del agua en un solo sentido.
Evitan el vaciado de bombas y los golpes de ariete.
Tienen importancia cuando las tuberías son ascendentes, y se deben colocar en
varios tramos para impedir el vaciado de los mismos.
También se instalan para evitar contaminaciones, en los riegos comunitarios,
de los fertilizantes de cualquier socio.
En el mercado las hay de varias clases:
a) De clapeta. Adecuadas para instalación vertical y horizontal. Un muelle
cierra la clapeta.
b) De disco partido. Permiten mayor velocidad del agua.
c) De muelle. Pueden utilizarse como ventosas.
d) De bola. Para aguas sucias.

Características técnicas a tener en cuenta:


— Presión máxima de trabajo.
— Pérdidas de carga.
— Diámetro.
— Materiales.

Bermadón de 1»

Válvula volumétrica automática para jardines, huertos, invernaderos y granjas.

295
12. Válvula volumétrica
Mediante un dial se abren para un determinado volumen fijado previamente,
que se va cerrando a medida que va pasando el agua.
Cuando termina de pasar toda la programada, se cierra automáticamente.
Es lo más perfecto para dosificar el agua de riego.

AUTOMATISMOS

1. Parada y arranque de motores


Indicado para motores de gas-oil y gasolina.
Para el arranque se realizan hasta cuatro intentos y, en el caso de fallar, existe
un piloto que avisa.
El paro puede ser manual o verificarse por agotar el combustible, o estrangula-
miento del motor mediante un electroimán.
La programación se puede realizar:
a) Manualmente. Mediante pulsor.
b) Por temporizador. Programación por tiempos.
c) Por señal externa:
• Sensores de nivel.
• Conexión a un programador.
Se produce paro automáticamente por detección de averías. Existen modelos
de arranque manual que están conectados a una válvula volumétrica, que cuando
finaliza el volumen programado se para el motor.

296
2. Dosificadores de agua
Válvula volumétrica
Es como un contador de agua donde se programa un volumen, que a medida
que va pasando, va girando un dial, hasta cerrar completamente el paso.
Se considera el mecanismo más perfecto para dosificar la cantidad de agua, ya
que si falla la presión y disminuye el caudal, no influye en el volumen a suminis-
trar, pues se compensará estando más tiempo funcionando.
El principal inconveniente es que se tiene que programar cada vez que se
quiera hacer funcionar.
Otro inconveniente es el riesgo de heladas, pues se tiene que vaciar previa-
mente para evitar roturas por congelación del agua interior.
Como ventajas se pueden indicar:
1.a Mide exactamente la cantidad programada, no alterándole las diferencias
de caudales puntuales.
2.a No precisa ninguna conexión especial, ni fuente de energía.

Horizontal de 2» (globe). Horizontal (esférica) de 3, 4, 6 y 8».

Características técnicas a tener en cuenta:


— Caudal máximo y mínimo de trabajo.
— Presión máxima y mínima de trabajo.
— Tamaño.
— Tipo de materiales.
— Pérdidas de carga.
— Medidas de los diales (metros cúbicos, litros, etc.).
297
Programador temporizador
Se está imponiendo por su comodidad. Funciona por energía eléctrica, bien
conectada a la red general o mediante pilas.
Se programa fácilmente sin ningún problema, y cada día salen modelos más
perfeccionados y más baratos.
El principal inconveniente es debido a su gran ventaja. Al medir por tiempos y
no por volumen de agua pasada, no registra las variaciones de caudal, pues conti-
núa marcando el tiempo, aunque no pase agua, por lo que no puede recuperar el
agua no suministrada.
Para pequeños caudales va instalado directamente a la red. Para grandes cau-
dales y tuberías de mayor diámetro se acopla a una electroválvula de dimensiones
acordes con el caudal.

Características técnicas a tener en cuenta:


— Tipo de programación.
— Material.
— Posibilidad de acoples según caudal.

Programadores electrónicos
Con la electrónica cada día están apareciendo modelos más perfeccionados,
que permiten toda clase de programaciones, como:
— Arranque y parada de motores.
— Riegos por tiempos y por volumen.
— Abonados.
— Limpieza de filtros.
— Abrir válvulas.
— Alarmas, averías, etc.
Estas órdenes se pueden dar mediante un ordenador desde la propia casa del
propietario, aunque no resida en el mismo pueblo o país.

298
Características técnicas a tener en cuenta:
— Número de salidas.
— Conexiones a:
• Motor.
• Filtros con programa de limpieza por diferencia de presión, por tiempo,
o por volumen de agua pasada.
• Equipo de abonado.
• Número de sectores de riego independientes o secuenciales.
• Informaciones varias.
• Alarmas.
• Averías.
• Calidad agua (pH y salinidad).
299
— Tipo de energía. Con batería recargable y consumo.
— Programación tiempos/volumen. Periodicidad agua + abono.
— Controles. Excesos y deficiencias.
— Protección descargas eléctricas.
— Visualización de datos.
— Memoria.
— Panel de programación.
— Forma de programar y sistema de transmisión.
— Posibilidad de enlace con programador.
— Tipo de presentación.
— Materiales.

TUBERÍAS Y CONEXIONES
En las instalaciones de riego localizado se usan materiales plásticos, que no
son atacados por los fertilizantes y los ácidos.
Los plásticos más utilizados son:
— PVC rígido (policloruro de vinilo).
— PE (polietileno) de baja densidad (0,92 kg/litro) y de alta densidad (0,96
kg/litro).
En conexiones y demás piezas también se emplean:
— PP (polipropileno).
— PB (polibutileno).
— ABS (acrilonitrilo-butadieno).
— PRFV (poliéster reforzado con fibra de vidrio).
— SR (estireno caucho).
1. El PVC o policloruro de vinilo
El material para las tuberias principal y secundarias suelen ser de PVC y las
normas de calidad son las de UNE 53.112.
Por ser el PVC rígido más barato, se usa en tuberías a partir de los 50 mm de
diámetro. Es muy ligero y resistente, fácil de transportar y empalmar, presentán-
dose en tubos de 6-8 metros.
Los empalmes se deben hacer con juntas elásticas, ya que con los pegamentos
se hace más frágil.
Los inconvenientes principales son:
1.o Se tienen que proteger de la intemperie y de los rayos ultravioleta del sol,
por lo que es necesario que estén enterrados, aunque en el mercado exis-
tan marcas con tratamiento de protección.
2.o La resistencia a la succión o aplastamiento es débil, por lo que deben perma-
necer llenos de agua, instalando las válvulas adecuadas para que no se vacíen.
3.o Los problemas del golpe de ariete son más graves que con las tuberías de
PE que son más flexibles.
300
Características técnicas a tener en cuenta:
— Elasticidad y rotura.
— Dureza.
— Resistencia.
— Clase de aditivos al PVC.
— Diámetro nominal.
— Presión nominal.
— Espesor.
— Marcas de calidad o marca «N» de AENOR.

2. El PE o polietileno
Es más flexible que el PVC, sobre todo el de baja densidad, por lo que se
emplea para tuberías de menor diámetro.
El PE de alta densidad es más rígido, más resistente, pero más caro, por lo que
sólo se utiliza para las de mayor diámetro, que tienen que soportar mayores presiones.
El utilizado en tuberías lleva un 2-3 % de negro de humo, para protegerlo de
los rayos ultravioleta.
Con el fin de uniformar las características de los materiales, se han establecido
unas normas. Para los tubos de PE de baja densidad se sigue la norma UNE
53.367, en la que se indica que las tuberías deberán llevar en cada metro una serie
de datos, como:
— Marca comercial o fabricante.
— Características del PE de baja densidad, que también se identifica como
PEBD o PE 32.
— Diámetro nominal (exterior) y espesor en milímetros.
— Año de fabricación.
— Presión nominal o de trabajo.
— Marca de calidad o «N» de AENOR.
Para los tubos de conducción de agua a más presión, la norma UNE es la 53.131.

Observaciones
El material de las tuberías que no están enterradas, sufre modificaciones al
calentarse durante el verano. El PVC puede soportar perfectamente su presión
nominal (PN), si la temperatura se mantiene hasta 25 °C, pero entre 35 °C y 45 °C
de temperatura ambiental, la resistencia a la presión interior desciende hasta el
0,63 de su PN.
El PE también puede resistir perfectamente su PN a temperaturas comprendi-
das entre 0 °C y 20 °C, pero entre los 35 °C y 40 °C, la presión de trabajo des-
ciende hasta el 0,36 de su PN.
Por lo tanto, para los climas mediterráneos, las «laterales» no deben tener una
PN inferior a 0,4 MPa (≈ 40 m.c.a.)
301
302
3. Conexiones
Los accesorios de PVC no plastificado para presión siguen las normas UNE
53.177-I y II.
En el mercado se encuentran infinidad de modelos, donde se facilita todo tipo
de tomas, empalmes y conexiones, así como derivaciones.
En los catálogos comerciales e informaciones técnicas de las casas suministra-
doras, se encuentran las descripciones detalladas y características de los diferentes

303
modelos, siendo justo reconocer la gran labor de divulgación que realizan en el
campo, especialmente para los técnicos instaladores que eligen esta especialidad.
Racor. Pieza que sirve para unir dos tubos.
Racor roscada. Con rosca. Puede ser un extremo o los dos. La rosca puede ser
interna (hembra) o externa (macho).

Enlace de tubería de presión de PE


1.o Desenroscar el racor.
2.o Montar sobre las tuberías y unir, según el siguiente orden: racor, casqui-
llo, arandela y junta.
3.o Introducir la tubería hasta el tope, apretando todas las piezas.
4.o Enroscar a tope el racor.

EMISORES

Son los elementos más importantes de la instalación, ya que sirven para la


salida del agua a la dosis prevista, y a la presión exigida, según modelo a instalar.
Por lo tanto, provocan un aumento de las pérdidas de carga, que en el caso más
extremo de los goteros, llega a anular completamente la sobrepresión existente a la
entrada, dejándola sólo con la presión atmosférica.

A) Condiciones exigibles
1. Uniformidad de caudal
Las variaciones de caudal con relación al caudal teórico deben estar compren-
didas en un ±5 %, en unas condiciones ideales de presión e instalación.
Para ello se tienen que conocer los siguientes coeficientes o calcularlos:
— Coeficiente de variación. Atribuido a defectos de fabricación.
• Categoría A. La variación del caudal nominal es igual o inferior al 5 %.
• Categoría B. La variación del caudal nominal es igual o inferior al 10 %.
• Resto. La variación es superior al 10 %, por lo que son desechados por la
gente que tiene una información y capacitación adecuada.
— Coeficiente de uniformidad. Atribuido a defectos de instalación.
No se debería superar el 10 % de diferencia de caudal entre el gotero de
máxima y el de mínima (va incluido el coeficiente de variación).

2. Adaptación al tipo de suelo


La elección del caudal depende del tipo de suelo, ya que se tiene que procurar
que no se formen charcos, pero consiguiendo el máximo volumen mojado.
En tierras arenosas, donde es muy difícil ampliar el volumen mojado, se eligi-
rán los de máximo caudal y como la capacidad de retención es muy escasa, se
regará en menos tiempo y más frecuencia.
304
Caudal del gotero Caudal del gotero
Presión individual promedio en el lateral
H. atm. Q = l/h. Q = l/h.

0,5 1,51 —
1,0 2,30 2,20
1,5 2,88 2,79
2,0 3,41 3,30
2,5 3,89 3,77

3,0 4,30 —

Coeficiente de variación de fabricación 3%.

En las arcillosas se podrán instalar de dos y cuatro litros por hora, según con-
veniencias del proyecto a realizar.

3. Relación caudal/presión
Según esta relación, se puede comprobar la presión máxima y mínima que
puede trabajar el emisor, para que la variación de caudal esté dentro de los límites
tolerados.
Este dato es básico para el diseño de las laterales, pues las pc no deben provo-
car una disminución del caudal nominal superior al 5 %.

B) Clasificación
Existen muchas clasificaciones de emisores, más o menos complejas. Aquí se
prefiere agrupar según la presión de trabajo, incluyendo en segundo lugar si se
anula o no a la salida.

1. Con presión de trabajo de 1,5 a 2 kg/cm2


Al salir el agua todavía lleva presión, por lo que alcanza un mayor radio, que le
permite mojar más superficie.
Tienen que ir clavados al suelo con una pequeña estaca, para que aguanten los
movimientos de la reacción.
Están muy indicados en suelos arenosos, y donde la presión no cueste dinero,
como es el caso de los riegos comunitarios con balsa en cota elevada.
Tienen mayores pérdidas por evaporación, por lo que los baremos de necesi-
dades de agua calculados son superiores.

a) Microaspersores
Pequeños aspersores donde el agua se esparce en un radio determinado, según
modelo y presión, al chocar contra una pieza móvil.
Son muy sensibles al viento, aunque sea débil, por lo que van mejor en inver-
naderos.
305
Dif. Dif. Dif.
Caudal amarillo naranja sectorial
Boquilla Presión l/h ø riego ø riego ø riego

Violeta 1,0 25 2,00 1,00


0,08 mm 1,5 31 2,10 1,10
2,0 35 2,30 1,20
2,5 40 2,50 1,30
3,0 45 2,70 1,30
Gris 1,0 47 2,70 1,30
1,1 mm 1,5 60 3,00 1,40
2,0 70 3,30 1,50
2,5 77 3,30 1,70
3,0 84 3,30 1,90
Verde 1,0 72 3,10 1,70
1,4 mm 1,5 89 3,20 1,90
2,0 100 3,70 2,10
2,5 117 4,30 2,30
3,0 128 4,70 2,30
Naranja 1,0 97 4,20
1,6 mm 1,5 105 4,90
2,0 120 5,20
2,5 134 5,70
3,0 145 5,70
Verde 1,0 33 2,20 0,60 0,80
1,4 mm 1,5 38 2,60 0,70 1,20
Antimist 2,0 40 3,00 1,00 1,40
0,9 mm 2,5 44 3,20 1,00 1,40
3,0 47 3,60 1,00 1,40
3,5 50 3,80 1,00 1,40
4,0 54 4,00 1,10 1,40 1. Puente
2. Mariposa
Naranja 1,0 62 2,60 1,00 0,90 3. Difusor
1,4 mm 1,5 66 3,40 1,30 1,30 4. Boquilla
Antimist 2,0 70 4,40 1,50 1,40 5. Antimist
1,2 mm 2,5 76 4,80 1,60 1,40
3,0 78 5,00 1,70 1,40
3,5 85 5,20 1,70 1,40
4,0 90 5,40 1,80 1,40
Azul 1,0 86 4,00 1,10 1,00
1,9 mm 1,5 107 4,80 1,40 1,50
Antimist 2,0 120 5,60 1,70 1,70 NEBULIZACION
1,6 mm 2,5 131 5,80 1,80 1,80
3,0 142 6,00 1,90 1,80 Utilizando el difusor violeta se consigue una
3,5 150 6,40 2,00 1,80 buena nebulización a partir de 1,2 atm., de
4,0 159 6,80 2,00 1,80 presión, es aconsejable trabajar entre 1,5 y
2,0 atm. Se recomienda, asimismo, el uso de
La zona sombreada indica las condiciones óptimas de la boquilla de color gris.
trabajo.

306
Boquilla Presión Caudal l/h. ø Riego m
Violeta 1,0 25 3,50
0,8 mm 1,5 31 4,50
2,0 35 4,80
2,5 40 4,80
3,0 45 4,80
Gris 1,0 47 3,70
1,1 mm 1,5 60 4,50
2,0 70 5,20
2,5 77 5,90
3,0 84 6,70
Verde 1,0 72 4,90
1,4 mm 1,5 89 5,70
2,0 100 5,90
2,5 117 6,70
3,0 128 7,20
Naranja 1,0 97 6,20
1,6 mm 1,5 105 6,50
2,0 120 6,90
2,5 134 7,20
3,0 145 7,20
Verde 1,0 33 2,00
1,4 mm 1,5 38 3,00
Antimist 2,0 40 4,00
0,9 mm 2,5 44 4,00
3,0 47 4,20
3,5 50 4,20
4,0 54 4,20
Naranja 1,0 62 2,20
1,6 mm 1,5 66 4,00
Antimist 2,0 70 5,00
1,2 mm 2,5 76 5,20
3,0 78 5,40
3,5 85 5,60
4,0 90 5,80
Azul 1,0 86 3,80
1,9 mm 1,5 107 5.50
Antimist 2,0 120 6,40
1,6 mm 2,5 131 6,50
3,0 142 6,60
3,5 150 6,80
4,0 159 7,00
La zona sombreada indica las condiciones
óptimas de trabajo.

ANTIMIST 1. Puente
2. Mariposa
Es un accesorio que aumenta el 3. Bailarina
tamaño de las gotas mejorando la 4. Boquilla
distribución del agua al dar una mayor 5. Antimist
resistencia a los desplazamientos por
defecto del aire. Se recomienda su
uso en las instalaciones al aire libre.

307
b) Microchorros (o microjets para los angloparlantes)
El agua sale a presión por unos pequeños orificios fijos que pueden abarcar
toda la circunferencia o parte.
El chorro puede ser horizontal, dirigirse hacia arriba, o hacia abajo. Cuando se
dirige hacia arriba alcanza mayor superficie, pero es más sensible al viento. Hacia
abajo queda más concentrado, pero soporta perfectamente los vientos débiles.

Presión Caudal ø riego (m)


Base kg/cm2 l/h 180o 360o 1. Base
2. Caperuza
Naranja 0,5 13 2,80 3,00
3. Estaca
0,70 mm 1,0 17 3,40 3,60
4. Micro-tubo
1,5 21 3,60 3,80
5. Adaptador
2,0 23 4,50 5,00
2,5 26 5,20 5,30
Amarillo 0,5 15 2,80 3,10
0,75 mm 1,0 19 3,40 3,70
1,5 23 3,60 3,90
2,0 26 4,50 5,00
2,5 29 5,30 5,40
Verde 0,5 16 2,80 3,10
manzana 1,0 21 3,50 3,80
0,80 mm 1,5 25 3,70 4,00
2,0 29 4,50 5,00
2,5 32 5,40 5,60
Verde 0,5 19 2,90 3,10
limón 1,0 25 3,60 3,90
0,90 mm 1,5 31 3,80 4,20
2,0 36 4.60 5,10
2,5 40 5,50 5,60
Negro 0,5 21 3,00 3,20
1,00 mm 1,0 30 3,60 3,90
1,5 37 3,80 4,30
20 43 4,60 5,10
2,5 49 5,30 5,60
Verde azul 0,5 23 3,00 3,20
1,10 mm 1,0 33 3,60 4,00
1,5 41 3,80 4,40
2,0 48 4,60 5,20
2,5 54 5,60 5,60
Rojo 0,5 26 3,00 3,20
1,20 mm 1,0 38 3,60 4,00
1,5 46 3,90 4,40
2,0 54 4,70 5,20
2,5 60 5.60 5,60

308
En todos los casos no son tan afectados por los vientos como los modelos ante-
riores, pero así y todo, antes de hacer una instalación definitiva, es conveniente
comprobarlo durante un tiempo prudencial.

2. Con presión de trabajo de 1 kg/cm2


El agua sale sin presión. Son los verdaderos goteros, pues para caudales de 2 a
4 litros/hora, va saliendo gota a gota.
Existen numerosos modelos. Desde muy buenos hasta muy malos, enten-
diendo como tales, según la uniformidad del caudal.
En un principio, para anular la presión del agua, se usaba el microtubo, que
consiste en tubos de muy pequeño diámetro (de 1 a 3 mm), por donde pasaba el
agua. Para aumentar las p.c. había gente que se los fabricaba enrollándolos y
sumergiéndolos en agua caliente para que adquirieran dicha forma. Luego apare-
ció el gotero tipo pulpito, con varias salidas y microtubos acoplados.
El modelo pulpito se ha ido abandonando porque tiene el inconveniente de que
es fácil desplazarlo accidentalmente al tropezar y engancharse la gente y los anima-

Gotero multisalida, prolongado con microtubos.

309
Cuando el árbol es pequeño, se enrolla alrededor del tronco, y a medida que
aumenta la copa, se va desenrollando.

les, por lo que su uso ha quedado reducido a jardinería. Para cultivos arbóreos, ins-
talados desde el primer día de plantación, aún tienen más ventajas que los actuales.
En la actualidad, los goteros más utilizados son los de «laberinto», donde el
agua tiene un recorrido muy peculiar, que recuerda a un laberinto alargado o circu-
lar, hasta que a la salida se anula la presión existente, cuyo resultado es que salga
gota a gota.
En otros modelos el recorrido es helicoidal, y son de formas redondas.
Dentro de los diferentes modelos de goteros, se pueden clasificar en:

Por su riesgo a taponarse


Grande. Diámetro orificio salida menor de 0,7 mm.
Poco. Diámetro orificio salida mayor de 1,5 mm.

Por su limpieza
Desmontables. Se puede limpiar cada componente.
Fijos. Las piezas están herméticamente encajadas.

Por su regulación de presión


Autocompensantes. El paso del agua, si hay una presión excesiva, se ve difi-
cultada por una membrana, que hace aumentar las p.c., permaneciendo constante
el caudal.
Normales. Según curva caudal/presión.
310
GOTERO AUTOCOMPENSANTE

Por su inserción
En línea. Se instalan en línea con la tubería mediante dientes que impiden su
salida. Son los más utilizados, y la tendencia es que vengan incorporados desde
fábrica.

GOTERO EN LÍNEA

La separación entre goteros se fija atendiendo al tipo de cultivo, tipo de suelo y


del diseño.
Por ejemplo: Plantación de cítricos en plena producción, con marco de planta-
ción de 5 x 5 metros, y diseño en doble línea de laterales por hilera de árboles. Se
calculan 4-5 goteros por árbol.
En este ejemplo se solicitarán de fábrica los goteros incorporados cada dos
metros.
Si sólo hubiera una lateral por hilera de árboles, se encargarían con una separa-
ción de 1 ó 1,25 metros.
Sobre línea. Se pincha la tubería con un sacabocados de diámetro igual o infe-
rior al empalme del gotero.

311
GOTEROS SOBRE LÍNEA

Cuando se instalan en propia finca, tienen la ventaja de situarlos exactamente


en el sitio deseado, aunque esto no es tan importante como se creía en un principio,
ya que las raíces tardan muy poco en desarrollarse buscando la zona húmeda.
El principal inconveniente es que el diámetro mínimo de la lateral tiene que ser
de 16 mm y, como norma, siempre será una medida superior al calculado para los
goteros en línea por producir mayores p.c.
Integrados en línea. Es una variante del primero.

INSERTADO EN UNA TUBERÍA

312
Integrados sobre línea. Es otra variante del segundo. En el mercado hay
pequeños goteros muy perfeccionados que incluso son autocompensantes, y que
no dificultan el posterior enrollamiento.
Como resumen, en los cursos que damos de riegos localizados agrupamos las
características y funcionamiento de los goteros, en el siguiente cuadro:
— Presión:
• Normales. Presión nominal
• Autocompensantes. Presión máxima y mínima.
— Conexión:
• En línea. Tubo cortado. Menos p.c.
• Sobre línea. Pinchados. Más p.c.
— Pérdida de presión:
• Por orificio pequeño.
• Por largo recorrido (microtubo).
• Por recorrido helicoidal.
• Por recorrido laberinto.

3. Con presión de trabajo inferior a 1 kg/cm2


Este tipo de emisores trabaja sobre medio kilo, por lo que están indicados en
los sitios donde la presión es escasa o resulta cara.
También tienen especial importancia en cultivos hortícolas o de temporada:
— Mangueras.
— Concéntricas. Una tubería doble. Por la del interior circula todo el caudal.
Por la exterior, parte del mismo que pasa a través de un orificio calibrado
que se puede regular.

Hay modelos donde la tubería distribuidora va enrollada helicoidalmente por


el interior, y los puntos de salida están separados 30, 60, 90 ó 120 cm, según
diseño a elegir, variando el caudal según la presión de trabajo.

313
— Simples. Pueden ser sencillamente tuberías perforadas a distancia conve-
niente, o bien que una tubería distribuidora monte sobre la principal. Entre
ambas hay un orificio de contacto y al exterior dispone de varias salidas
como en el caso anterior.

En el mercado también se encuentran con goteros incorporados, y a distan-


cia estándar, desde 30 cm hasta más de un metro.
Estos modelos suelen ser autocompensantes, por lo que el caudal no varía con
la presión, aconsejando estudiar previamente la separación más conveniente.
— Cintas de rezume. Están muy indicadas para cultivos de temporada y sue-
los arenosos.

Características técnicas a tener en cuenta


— Material y garantía de la marca.
• Que no sea atacable por los ácidos y demás sustancias corrosivas.
• Resistente e inalterable a las condiciones ambientales adversas.
— Categoría.
— Caudal nominal y curva caudal/presión.
— Presión de trabajo, máxima y mínima (uniformidad riego).
— Diámetro mojado (sólo en difusores).

OTROS ACCESORIOS

Finalmente, hay que indicar la importancia de los manómetros o aparatos para


medir la presión que lleva el agua.
Los hay de aguja, con la que pinchan la tubería en el extremo más desfavorecido,
aunque son preferibles los que se insertan al final de la tubería, mediante una pieza
tronco-cónica, para comprobar periódicamente el caudal de los emisores, sin tener que
pinchar, como los que realizaron los alumnos de 4º de Agrónomos en 1997, cuando
realizaron un chequeo sobre uniformidad de riego por toda la «Vega Baja» alicantina.
Otros van enroscados en el cabezal, normalmente fijos.
También hay otros de rosca, pero que no son fijos, para colocarlos sobre piezas
especiales en derivaciones a otras tuberías.
314
TEMA 13

CÁLCULO DE UNA INSTALACIÓN

PASOS PREVIOS

1. Toma de datos
— Condiciones y características climáticas.
— Características de la explotación.
• Superficie total.
• Distribución de parcelas y/o cultivos.
• Capacitación del personal.
— Características del suelo.
• Análisis químico. Calizo o no.
• Profundo o superficial.
• Textura y estructura.
• Pendiente.
— Características del agua de riego.
• Origen.
• Calidad y cantidad.
• Posibilidades de almacenamiento o garantía de suministro de caudal
suficiente.
— Tipo de cultivo.
• Exigencias específicas.
• Profundidad mayoría de las raíces.
• Máximo consumo previsto.
• Cultivo con o sin hierba.
• Marco de plantación y marco útil.
• Porcentaje de superficie humedecida necesaria.

2. Condiciones y características climáticas


Se incluyen los datos normales referentes a pluviometría, temperaturas, vien-
tos, etc.
En el caso de que haya riesgo de heladas, las piezas rígidas llenas de agua, ten-
drán que estar protegidas de la intemperie, para que no se resquebrajen.
315
3. Características de la explotación
Lo ideal es disponer de un plano a escala operativa, donde se indiquen las dis-
tintas parcelas con sus curvas de nivel, para poder representar con esquemas los
distintos cultivos, número de árboles, marco de plantación, etc.
Ejemplo: Parcela de manzanos, en cultivo intensivo, con MP de 4 x 2 m.
La parcela tiene la forma indicada según croquis con dos zonas:

A) Núm. hileras ....................................................................................... 41


Núm. árboles/hilera ............................................................................ 63
B) Núm. hileras ....................................................................................... 60
Núm. árboles/hilera ............................................................................ 98
Como la instalación se tiene que adaptar a los cultivos y topografía, se aprove-
cha la visita a finca, para ir tomando notas de las distintas variaciones. Normal-
mente, será necesaria otra visita después de terminados los trabajos de gabinete, y
al final, en la instalación, siempre suele haber alguna pequeña modificación.
La explotación puede ser llevada directamente por el propietario o por un encar-
gado. También hay otras modalidades, siendo frecuente que los suministradores de
abonos e insecticidas actúen de asesores, basándose en una experiencia, que en la
mayoría de los casos encarece el cultivo, si no se dispone de personal técnico.
Según circunstancias, se tendrá que tener muy en cuenta la predisposición y
aficiones de cada uno, pues no es raro escuchar opiniones muy dispares. Afortuna-
damente, las casas comerciales disponen de personal técnico competente, y ade-
316
más, hoy en día se desarrollan continuamente Cursos de Capacitación breves, que
dan una información objetiva y puntual de las distintas técnicas y cultivos, colabo-
rando técnicos de las empresas con funcionarios especializados.

4. Características de los suelos


En el plano se tienen que ir marcando las distintas clases de suelo, que pueda
influir en el diseño, abonado y riego.
También se deben indicar las características negativas, que puedan perjudicar a
la buena marcha del cultivo, como zona encharcada, erosión, presencia de sales,
excesiva caliza, etc., para estudiar su posible solución, antes de meterse en gastos
de mucho riesgo.
Con estos datos ya se puede prever el número de goteros, colocación, caudal y
programa de riegos, aunque siempre sería deseable comprobar la capacidad de
retención, la velocidad de infiltración y el volumen mojado.

5. Características del agua de riego


El origen puede ser de un pozo o de río, independientemente de que sea propia
o bien de uso comunitario.
Es básico saber las posibilidades totales y a lo largo de los meses de cultivo.
El conocimiento de la calidad, especialmente pH y los iones tóxicos (cloro,
sodio y boro), además de la caliza y conductividad, es muy interesante, pues pue-
den llegar a limitar un cultivo, pero no lo es menos el conocimiento de las materias
en suspensión, que si no afectan químicamente al cultivo, pueden hacer prohibitiva
la instalación, salvo que sea posible solucionarlo.
Cuando haya problemas de cantidad y/o caudal, se tiene que prever la cons-
trucción de una balsa o depósito regulador, a ser posible en el punto más elevado
de la finca. Según el precio del suelo y de los materiales, se elegirá el modelo.
Desgraciadamente no siempre se prevee suficientemente la falta de agua, pues
todavía se instala esta técnica donde sólo existen problemas de agua. Aún no se conci-
ben las ventajas de riego a goteo en comarcas que disponen de suficiente agua.
En riegos comunitarios o fincas importantes, para el almacenamiento de agua,
se pueden diseñar varios depósitos, comunicados o no, que ofrecen más garantía
en caso de siniestros.

6. Tipo de cultivos
Exigencias. Tanto el trazado como la programación de necesidades, están bien
detalladas en los capítulos correspondientes.
El conocimiento de la profundidad alcanzada por la mayoría de las raíces, es
primordial para la duración del primer riego, que se considera básico para la pro-
gramación anual para la técnica de los baremos.
El marco de plantación, el marco útil, así como el porcentaje de superficie
humedecida necesaria, aunque ya se ha indicado, se volverá a insistir a lo largo de
esta obra, con otros ejemplos.
317
Las épocas «punta» por motivos climáticos, en España y Portugal, están com-
prendidas entre la segunda quincena de julio y la primera de agosto, por lo que en
este período tiene que estar suficientemente asegurado el suministro de agua en
cantidad y caudal, salvo circunstancias especiales de cultivo.
El que se mantenga el suelo con hierba o sin hierba, enterrado o superficial,
influye hasta en un 30 % en el ahorro de agua.
Se quiere aprovechar esta edición para insistir en la conveniencia de hacer
cambios en las técnicas de cultivo, recomendando ensayos en las siguientes:
1.° De la técnica «con hierba» o «sin hierba», distinguir 2 situaciones:
1.1. «Con hierba» en invierno.
Formando un tapiz protector de las lluvias de otoño, con la vegeta-
ción espontánea: gramíneas (Poa annua, Hordeum murinum,
Lolium rigidum, Bromus catharticus y Avena Barbata; Oxalidáceas
(oxalis pes-caprae) y alguna leguminosa del género Medicago.
Esta vegetación suele secarse a finales de invierno y en el caso de
que no ocurra en todas, se siegan siguiendo la técnica del «mul-
ching», manteniendo el tapiz herbáceo toda la temporada.
1.2. «Con hierba» en verano.
A partir de primavera y también a base principalmente de gramí-
neas, por su sistema radicular, mantener un control de la vegetación
con siegas periódicas, formando el tapiz herbáceo o «mulching»,
que con el tiempo, es previsible que consiga disminuir la evapora-
ción directa, al no calentarse el suelo, pudiendo regar con menos
agua y menor tiempo.
Aunque todavía se va a mantener la aceptación del incremento de
la dosis de agua en los cuadros de necesidades hídricas, sería desea-
ble que hubiera colaboradores para comprobar, con sus ensayos,
estas diferencias y así poder comunicarlo en las futuras ediciones.
2.° Sobre el diseño de las «laterales». En lo referente al diseño de estas tube-
rías, se tienen que distinguir 4 variantes o situaciones:
2.1. Con las «laterales» siguiendo la alineación de los troncos, que en
árboles en pleno desarrollo están sombreadas por la copa.
2.2. Con las «laterales» situadas por el medio de las «calles», con lo
que quedan normalmente menos protegidas que en el caso anterior.
2.3. Con las laterales sujetas con alambres a una altura sobre el suelo,
que facilita el laboreo en dicha zona, pero pueden producirse el
doble de las pérdidas por evaporación, si no se riega por la noche.
2.4. Con los goteros enterrados donde, en teoría, se podría regar con la
mitad de la dosis normal.
Todo esto se podría experimentar perfectamente, contando con la colaboración
de las entidades relacionadas con la Agricultura, como pueden ser las Cajas Rura-
318
les y Organismos Oficiales, aprovechando las ansias de trabajar y aprender de los
jóvenes recién salidos de las Escuelas de Agricultura, los cuales tendrían un tra-
bajo técnico que redundaría en un beneficio social, con la eficiencia del agua nece-
saria para la producción de cosechas de calidad.
Además de estos datos, digamos comunes, pueden presentarse otras variantes,
pero sólo se ha enumerado lo que nos ha salido en nuestra experiencia profesional,
por lo que no se excluyen otras situaciones.

CÁLCULO DE LAS NECESIDADES Y COMPONENTES


Hasta aquí se han ido relatando todos los factores que influyen en una instala-
ción de riego a goteo.
A partir de ahora se va a pasar a la parte práctica, es decir, a los cálculos nece-
sarios de un caso concreto, y se van a aprovechar una serie de ejemplos reales, que
nos puedan servir para una mejor comprensión.

1. Ejemplo número 1: Cítricos 1.a temporada. Suelo franco, calizo


Calcular la instalación y programación de un riego localizado, en una parcela
de 1 ha, dedicada a cítricos de primera temporada (recolección en otoño), situada
en Teulada (Alicante).
El agua procede de un pozo propio, y el nivel freático está a 25 m de profundi-
dad, y no hay problemas de calidad ni de caudal a lo largo del ciclo.

I. Diseño agronómico
1. Tipo de suelo y agua
Suelo de tipo medio, calizo
— Capacidad de campo (Cc) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,40 mm/cm
— Velocidad de infiltración (i) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10 mm/h
— Pendiente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . bancales llanos
Agua: C3-S1. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Apta para riego
2. Tipo de cultivo y características
— Tipo de emisor elegido y caudal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . gotero de 4 l/h
— Situación Actual
— Marco de plantación (M.P.) 6 × 4 m . . . . . . . . . . . . . . . . 24,0 m2
— Nº de árboles (N) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 396
— Marco útil (M.U.) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7,5 m2
— Superficie útil (S.U.) N × M.U. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.970,0 m2
— Necesidades máx. diarias, con hierba . . . . . . . . . . . . . . . 3,75 mm (l/m2)
— Porcentaje superficie humedecida 33%. . . . . . . . . . . . . . 2,5 m2
— Profundidad a alcanzar (Pf) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40 cm
— Situación futura
— M.P. = M.U. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24 m2
319
— S.U. = 396 × 24 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9.504 m2
— Necesidades máx. diarias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 mm (l/m2)
— Porcentaje zona humedecida 33% . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8 m2
— Profundidad mayoría raíces. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40 cm
3. Periodo vegetativo y máximas necesidades estimadas
— Periodo vegetativo: Del 1 de marzo al 15 de octubre
— Periodo de máx. necesidades: Mediados julio - mediados agosto

4. Cálculo del número de goteros/árbol en máximo desarrollo

Sh 0,33  24
n    3,96  4 goteros
Sm 2

n  Núm. goteros
Sh  Superficie humedecida  33 %
Sm  Superficie mojada estimada por gotero  2 m2
Siempre que salga un número con decimales, se redondeará por arriba. En este
caso serán 4 goteros por árbol.

5. Caudal máximo en cabeza


Q  N  n  q  396  4  4  6.336 l/hora  6,4 m3/hora
q  caudal del gotero  4 l/hora
6. Superficie mancha y diámetro mancha

q 4
Sm =  =  = 0,40 m2 ≡ 4.000 cm2
i 10

Dm = 冪莦4莦
S
 = 冪
π 莦44莦×.0莦莦3莦,1莦4 = 18 cm
00

7. Posibilidades de charco
1
dch =  Dm = 7,2 cm
2,5
Prácticamente no se producirá evaporación directa

8. Cálculo de las necesidades hídricas


(Ver Baremos en Anejo 2).
320
Número riegos Situación Actual (m3) Situación Futura (m3)
Mes
mensuales Por riego Total mes Por riego Total mes

Marzo................................ 31 6,83 211,76 15,21 471,40


Abril.................................. 30 8,32 249,48 18,06 541,73
Mayo................................. 31 9,80 303,83 21,86 677,64
Junio.................................. 30 11,58 347,49 26,61 798,34
Julio .................................. 31 12,47 386,69 28,51 883,87
Agosto............................... 31 12,18 377,49 27,56 854,41
Septiembre ........................ 30 10,40 311,85 23,76 712,80
Octubre ............................. 15 8,91 133,65 21,86 327,89
Total .............................. 2.322,24 5.268,08

A estos volúmenes, se les tiene que sumar el del primer riego, pero también se
le tendrán que restar varios días de riego, por las lluvias primaverales.

9. Planning: Programa de riego y fertirrigación para el año actual

a) Duración del Primer riego:


Pf × Cc 40 × 1,40
t=  =  = 5,6 horas, o sea, 6 horas
i×ϕ 10
Dosis: 6 h × 396 árboles × 4 emisores × 4 l/h = 38.016 = 38 m3
+ Mezcla organo-mineral ................................... 240 litros.

b) Riegos sucesivos y abonado

Agua Fertirrigación (U.F./mes)


Mes m3/día N P2O5 K2O MgO

Marzo................................ 6,83 3 12 3 —
Abril.................................. 8,32 6 12 3 —
Mayo................................. 9,80 12 — — 2
Junio.................................. 11,58 24 — — 2
Julio .................................. 12,47 36 12 18 —
Agosto............................... 12,18 36 12 18 —
Septiembre ........................ 10,40 12 — — —
Octubre (1)........................ 8,91 — — — —
(1) sólo se regará en otoños secos.
El abonado se repartirá durante todo el mes, de forma tal, que cada día que se riegue se abonará, pudiendo cambiar semanalmente el
tipo de abono. Si se abona con «complejos» líquidos, la comodidad es mayor.

II. Diseño hidráulico


10. Cálculo del emisor
— Cada lateral con 18 emisores
— En la terciarias con doble conexión de laterales.
Según condiciones de suelo, cultivo y clima, se elige un emisor de las siguien-
tes características:
321
— Clase ............................................................. Gotero normal
— Material ......................................................... Marca de garantía
— Categoría ...................................................... «A»
— Caudal nominal (q) ...................................... 4 l/hora
— Presión trabajo: (rango permisible)
• Nominal .................................................. 10 m.c.a.
• Máxima ................................................... 11,5 m.c.a.
• Mínima ................................................... 8,5 m.c.a.
— Tipo de conexión .......................................... En línea
— p.c. máx. admisible (11,5 — 8,5) ................. 3 m.c.a.

11. Cálculo de la «lateral»


— Material ......................................................... PE (marca registrada)
y 0,4 MPa.
— Presión máxima en cabeza ............................ 11,5 m.c.a.
— Presión mínima al final ................................. 8,5 m.c.a.
— Cálculo de las pérdidas de carga ................... (JL)
— Longitud real máxima (LR) ........................... 35 ml
— Número de árboles lateral ............................. 9
— Número de goteros ........................................ 18 (dos por hilera)
— Caudal en cabeza (q) ..................................... 72 l/h
— Long. ficticia (Lf):
• Por goteros............................................... 4 m
• Empalme y manguito............................... 3 m
• Terminal y ondulaciones.......................... 4 m
Total .................................................................... 11 ml
— Longitud total  LR + Lf  46 ml
— Coeficiente reductor o minorante (km18) ....... 0,376 (Anejo 5)
— Pérdidas de carga (p.c.) tubería (h12) ............ 0,0147 m.c.a./m (Anejo 6)
JL = LT × h12 × km18 = 46 × 0,0147 × 0,376 = 0,25 m.c.a.
Como son inferiores a las p.c. máximas admitidas, se elige tubería de diámetro
nominal 12 mm de PE.
Si los goteros fueran insertados sobre línea, la tubería mínima hubiera sido de
16 mm, aunque según los cálculos pudiera ir la de diámetro inferior.
12. Cálculo de la «terciaria»
Se divide en 2 tramos y el caudal es la mitad.
— Caudal en cabeza .......................................... 3.168 l/h
— Material ........................................................ PE (marca registrada)
y 0,4 MPa.
— p.c. máx. admisibles: 3 – 0,25 ...................... 2,75 m.c.a.
— LR .................................................................. 69 m l
— Nº derivaciones dobles 11: KM = 1,35 (Anejo 5)
km = 0,395 (Anejo 5)

322
Jt = LR × KM × km × ht ;
Jt 2,75 m.c.a.
ht = =  = 0,0747 m.c.a./m
LR × KM × km 69 m × 1,35 × 0,395

Se busca en las tabla de tubería de PE y 0,4 MPa (Anejo 6), para un caudal de
3.168 l/h (Caso de que no coincida para ese caudal, se escoge el inmediato supe-
rior):
— Para tubería de 40 mm DN: h = 0,0282 m.c.a./m
Luego éste será el diámetro elegido, porque las p.c. por metro son inferiores a
las máximas permitidas.
Las p.c. para dicha tubería, serían:
Jt = 69 × 1,35 × 0,395 × 0,0282 = 1,04 m.c.a.

Pérdidas de carga de la subunidad:


Las p.c. de la subunidad, sin incluir el emisor, serían:
JSb = JL + Jt = 0,25 + 1,04 = 1,29 m.c.a.
Así de fácil resultan los cálculos de los diámetros, por este método de las
tablas que se adjuntan, con sólo saber las cuatro reglas básicas de la aritmética:
Sumar, restar, multiplicar y dividir.
Como con este diámetro, las p.c. ya son inferiores a las máximas admitidas, se
acepta como bueno el de 40 mm, con tubería de PE.

13. Cálculo de la tubería principal


Una vez calculados los diámetros de la Subunidad, el resto de la red dependerá
de las disponibilidades de excedentes de presión, ya que tanto en la tubería princi-
pal, como en las secundarias, se pueden instalar reguladores de presión, para dis-
minuir la presión existente.
Continuando con el ejemplo, después de la «terciaria», sólo hay una tubería,
que llamamos «principal», por ser la que comunica con el «cabezal», con la parti-
cularidad de que en un primer tramo recibe todo el caudal, pero a partir de la cone-
xión de una «terciaria», el caudal se reduce a la mitad:
— Material: Posiblemente interese más PVC.
— P.c. máx. admisible: Se continúa buscando diámetros mínimos.
— Cálculo de las p.c. (J):
Para empezar, se elige la tubería de PVC más pequeña (50 mm), y se buscan
las p.c. correspondientes al caudal circulante (Anejo 7).
a) Primer tramo:
— Longitud real (LR–1) .............................................. 32 m
— Longitud ficticia (Lf–1). Conexión + reducción ... 8 m

323
— Longitud total (LT–1) = LR–1 + Lf–1 ............... 40 m
— Caudal en cabeza (Q1) ................................. 6.336 l/h
— Pérdidas de carga/m (h50–1) .......................... 0,0255 m.c.a./m
J1 = LT–1 × h50–1 = 40 × 0,0255 = 1,02 m.c.a.
b) Segundo tramo:
— LR–2 .............………………………………. 70 m
— Lf–2 (conexión + reducción) ......................... 7m
— LT–2 = LR–2 + Lf–2 ................……………….. 77 m
— Caudal en cabeza ...............……………….. 3.168 l/h
— h50–2 (para ese caudal).....................……….. 0,0073 m.c.a./m
J2 = LT–2 × h50–2 = 77 × 0,0073 = 0,56 m.c.a.
Luego, las pérdidas de carga que se producen en la tubería principal son:
JP = J1 + J2 = 1,02 + 0,56 = 1,58 m.c.a.

14. Cálculo del cabezal


Se utiliza la misma estrategia para el cálculo de las pérdidas de presión, por lo
que interesa la relación de componentes y accesorios que influyen en las p.c., uni-
dos mediante tubería de PVC de 2” (63 mm de DN) que es la más adecuada para
la impulsión y para los empalmes. Dichas p.c./m no se encuentran en las tablas, ya
que la tubería es excesiva para el caudal previsto, cuando se trata de conducir
agua, por lo que se admite el valor de h63 de otros cálculos.
1. PC tuberías y accesorios (J1)
— Material ................................................... PVC (marca registrada)
— Diámetro tubería ..................................... 63 mm (2”)
— Longitud total .......................................... 70 m
Lr.............................................................. 30
Lf Colador....................................... 10
Válvulas .......................................... 20
Codos .............................................. 10
— Caudal ......................................................
} 40

6,4 m3/h
— Pérdidas de carga/m (h63) ......................... 0,0069 m.c.a./m
Todo ello equivale a las siguientes p.c.:
Jc–1 = LT × h63 = 70 × 0,0069 = 0,48 m.c.a.
Además:
— Equipo de filtrado..................................... 10,00 m.c.a.
— Equipo de fertilización ............................. 8,00 m.c.a.
— Desnivel o altura geométrica.................... 25,00 m.c.a.
Total p.c. del cabezal: Jc = ........... 43,48 m.c.a.

15. Altura manométrica necesaria para toda la instalación


— Cabezal ........................................................... 43,48 m.c.a.
— Red principal ................................................... 1,58 m.c.a.
324
— Subunidad ....................................................... 1,29 m.c.a.
— Emisor ............................................................. 10,00 m.c.a.
— Varios e imprevistos ........................................ 10,00 m.c.a.
TOTAL .............................................. 66,35 m.c.a.
Para mayor seguridad, se calculan 70 m, como altura manométrica necesaria,
ya que lo fácil es disminuir la presión.

16. Potencia necesaria del equipo motobomba


QH 1,80  70
W      2,8  3 CV
75  r 75  0,60
W  potencia expresada en CV
Q  caudal expresado en litros/segundo
H  altura manométrica expresada en metros
r  rendimiento del grupo expresado en tanto por uno.
Con los mismos datos, pero expresando la potencia en kW.
Q × H × 9,81 1,80 × 70 × 9,81
W   2,13  2,50 kW
1.000 × r 1.000 × 0,60

17. Características del equipo motobomba


— Caudal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6,5 m3/h  1,8 l/seg.
— Altura manométrica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70 m
— Curva de rendimiento (Ø  2”) . . . . . . . . . . . . 60 %
— Revoluciones/minuto para trabajar más barato
— Potencia en función de los demás factores. . . . 3 CV

18. Material necesario


Cabezal
Equipo electrobomba sumergido de 2” y 3 CV, con un caudal de 1,8 l/seg. y
una altura manométrica de 70 m, con todos los accesorios (válvulas, tuberías,
sonda, manómetros y cables).
Equipo de filtrado, para antes y después del abonado y con una capacidad igual
o superior a 6,5 m3/h.
Equipo de abonado con los accesorios propios.
Tubería de PVC de 2”, 6 metros.
Accesorios varios:
— 1 válvula de retención.
— 2 válvulas de compuerta.
— 4 manómetros.
— 2 codos.
— 1 ventosa.
— 1 programador.
325
En otras ocasiones, para pequeñas instalaciones, donde el agua está muy super-
ficial, como es «La Ribera Baixa», en Sueca, se hacen pozos de «aguja», introdu-
ciendo un tubo de hierro galvanizado con bridas soldadas, que se van uniendo con
junta de goma y tornillos y, en la boca, se pone una platina con rosca macho y un
enlace de 3 piezas, para a continuación todo el cabezal.
Siempre que no haya desnivel apreciable en la toma de agua, como es el caso
de una balsa adosada, se tiene que instalar una ventosa antes del motor, para rom-
per el efecto de «sifón», que se produciría con el motor parado, con el consiguiente
riesgo de vaciar completamente la balsa.

Red
Normalmente para tuberías iguales o superiores a los 50 mm de diámetro, es
preferible emplear el PVC, pero en este ejemplo todas son de PE.
Tanto sean de un material como del otro, siempre conviene que vayan enterra-
das a una profundidad suficiente para protegerlas del calor, del frío y de los rayos
ultravioleta del sol, así como del paso de maquinaria.
Cuando se cruza un terreno que se labra, la profundidad tiene que alcanzar los
70 cm, y si es un camino, 1,20 m.
— Tubería PE de 50 mm y 0,4 MPa ............................................ 110 ml
— Tubería PE de 40 mm y 0,4 MPa ............................................ 160 ml
— Tubería PE de 12 mm y 0,2 MPa ............................................ 3.300 ml
— Tubería PE de 20 mm para anillar finales................................ 10 ml
— Emisores cat. «A» .................................................................... 1.600 unid.
— Accesorios varios:
• Tomas y empalmes para conexiones.
• Tapón final.
• Válvulas conexión y dispositivo para acoplar manómetro, etc.

2. Ejemplo número 2: Albaricoqueros. Suelo margas calizas


Calcular la instalación y programación de un riego localizado, en una finca de
Lutxent (Valencia), dedicada a Albaricoqueros en plena producción, y que tiene una
extensión de 0,42 ha.
Las dimensiones de la finca vienen indicadas en el esquema. El marco de plan-
tación es de 6  6 m, habiendo 9 hileras de 12 árboles en cada una.

I. Diseño agronómico

1. Tipo de suelo y agua


Margas calizas, profundo y franco-arcilloso:
— Capacidad de campo (Cc) ....................................................... 1,6 mm/cm
— Velocidad de infiltrado (i) ....................................................... 8,5 mm/h
— Pendiente ................................................................................. bancal llano
— Agua procedente de riego comunitario, filtrada y a presión superior a 3
kilos/cm2. Sin problemas de calidad, cantidad y caudal.
326
2. Tipo de cultivo y características
Cultivo normal, sin hierbas:
— Necesidades máx. diarias .......................................................... 3 mm
— Profundidad mayoría raíces (Pf) ................................................ 40 cm
— Núm. de árboles (N) .................................................................. 108
— Marco plantación (MP) ............................................................. 36 m2
— Marco útil (MU) cobertura total ................................................ 36 m2
— Porcentaje mín. superf. humedecida ......................................... 30 %

3. Cálculo necesidades máximas (ver cuadro baremo Anejos)


— Necesidades máx. diarias ........................................................... 3 mm
— Epoca........................................................... Mitad junio, antes recolección
Cantidad o volumen máx. diario:

V  N  MP  b  108  36  3  11.664 l  12 m3

Cantidad o volumen máx. anual:


Período de febrero a octubre (baremo reducido, pág. siguiente).

V  428,85 m3

4. Cálculo del número de goteros/árbol

Sh 0,3 36
n      2,7  3 goteros
Sm 4
Sh  Superficie humedecida  30 %
Sm  Superficie mojada estimada por gotero  4 m2
327
5. Caudal máximo en cabeza
Q  N  n  q  108  3  4  1.296 l/hora  1,3 m3/hora
q  caudal del gotero  4 l/hora
Si hubiera limitaciones de caudal, sería preferible goteros de 2 l/hora.
6. Superficie y diámetro mancha
q 4
S      0,47 m2  4.700 cm2
i 8,5

冪莦 冪莦莦莦莦莦莦
S 4.700
D      19,34 cm
4 3 × 3,14

7. Posibilidades de charco
D 19,34
D      7,74 cm
2,5 2,5
8. Planning: Cálculo de las necesidades hídricas de la parcela
(Ver baremos en el Anejo 2)
Número riegos Baremos normales Baremos reducidos
Mes
mensuales Por riego (m3) Total mes (m3) Por riego (m3) Total mes (m3)

Febrero (1) ........................ — 4,20 — 1,40 —


Marzo................................ 20 5,88 117,60 1,96 39,20
Abril.................................. 30 8,40 252,00 2,80 84,00
Mayo................................. 31 11,55 358,05 3,85 119,35
Junio (2)............................ 15 13,99 209,85 4,66 69,90
Junio (3)............................ 15 6,99 104,85 2,33 34,95
Julio .................................. 31 4,83 149,73 1,61 49,91
Agosto............................... 31 4,62 143,22 1,54 47,74
Septiembre ........................ 30 3,78 113,40 1,26 37,80
Octubre (1)........................ — 2,94 — 0,98 —
Total .............................. 1.448,70 482,85

(1) Sólo se riega en años secos.


(2) Dosis de agua hasta la recolección.
(3) Dosis de agua después de la recolección.

La época de máximo consumo previsto es entre mayo y 1ª quincena de junio.


A estas cantidades se les tiene que sumar las correspondientes al primer riego.

9. Planning: Programa de riego y fertirrigación

a) Duración del Primer riego:


Pf × Cc 40 × 1,6
t    7,53  7 horas y 32 minutos
i×ϕ 8,5

328
b) Riegos sucesivos y abonado:
(S.U.  0,42 ha)

Agua Duración Abonos en UF por cada mes


Meses m3/día riego
N P2O5 K 2O MgO
Febrero (1) 1,40 45 m — — — —
Marzo 1,96 1h 3,50 3,30 3,00 —
Abril 2,80 1 h 25 m 6,50 3,00 3,30 —
Mayo 3,85 1 h 55 m 6,50 4,20 6,30 4,20
Junio (2) 4,66 2 h 20 m 3,50 4,20 6,30 —
Junio (3) 2,33 1 h 10 m 3,10 — — —
Julio 1,61 50 m 2,10 4,20 2,10 —
Agosto 1,54 45 m 4,20 4,20 2,10 —
Septiembre 1,26 40 m 4,20 4,20 2,10 —
Octubre (1) 0,98 30 m — — — —
Total 33,60 27,30 25,20 4,20
(1) Sólo se regará en años muy secos.
(2) Dosis de agua hasta la recolección.
(3) Dosis de agua a partir de la recolección.

II. Diseño hidráulico


10. Cálculo del emisor
Según condiciones de suelo, cultivo y clima, se elige un emisor de las siguien-
tes características:
— Clase.............................................................. Gotero normal
— Material ......................................................... El de la marca registrada
— Categoría ...................................................... «A»
— Caudal nominal ............................................ 4 l/h

329
— Presión trabajo:
• Nominal .................................................. 10 m.c.a.
• Máxima ................................................... 11,5 m.c.a.
• Mínima ................................................... 8,5 m.c.a.
— Tipo de conexión........................................... En línea
11. Cálculo de la «lateral»
— Material ........................................................ PE (marca registrada)
— Presión máxima en cabeza ........................... 11,5 m.c.a.
— Presión mínima al final ................................ 8,5 m.c.a.
— P.c. máx. admisible:
• Sobre presión máx. ................................. 3 m.c.a.
• Sobre presión nominal ............................ 1,5 m.c.a.
Cálculo p.c. («J»)
— Longitud real (Lr) ........................................ 36 ml
— Número de árboles lateral ............................ 6
— Número de goteros ....................................... 18
— Caudal entrada ............................................. 72 l/h
— Lf:
• «T» en derivación ................................... 2m
• 18 goteros en línea (18 × 0,50) ............... 9m
• 1 terminal y ondulaciones ....................... 4m
Total ........................................... 15 m
— LT = LR + Lf = 36 + 15  51 m
— Coeficiente reductor o minorante (km–18) ..... 0,376
— P.c./m (h12) ................................................... 0,0147 m.c.a./m
Jl = LT · h12 · k m = 51 × 0,0147 × 0,376 = 0,28 m.c.a./m
Como las p.c. son inferiores a las máximas admitidas, se elige tubería de PE de
12 mm.

12. Cálculo de la «terciaria»


— Caudal en cabeza (Qt) (72 l/h × 18 lat.) ..... =1.300 l/h
— Material ..................................................... PE (marca registrada)
— pc máx. admisible (3 – 0,28) ..................... 2,72 m.c.a.
— Cálculo de las p.c. (J):
• LR (56 – 3)............................................. 53 m
• Lf 9 derivaciones «T» (9 × 2)............. 18 m
1 terminal....................................... 1m } 19 m
• LT (53 + 19) .......................................... 72 m
• KM (ver tablas) ...................................... 1,35
— LT = LR · KM = 53 × 1,35 ........................... 71,55 m (≈ 72 m)
— km-9 ............................................................. 0,405
— p.c./m (hX) .................................................. × m.c.a./m

330
Jt 2,72
hX =   =  0,0933 m.c.a./m
LT · km 72 × 0,405

Consultado las tablas del Anejo I, para un caudal de 1.300 l/h, tubería de PE de
0,4 MPa, con un diámetro nominal (DN) de 32 mm, las p.c./m (h32) es igual a
0,0174 m.c.a., que por ser inferior a las p.c. de hX calculadas:
Se acepta.
Se podría calcular para una tubería de 25 mm, pero es preferible que sea de
diámetro mayor.
Las p.c. de la «terciaria», para la tubería de 32 mm, serían:
Jt = 72 × 0,405 × 0,0174 = 0,51 m.c.a.

13. Cálculo de la tubería principal


Dado que no hay ningún incremento de caudal, se escoge la tubería del mismo
diámetro, es decir, que la principal y la terciaria, en este ejemplo, son la misma
tubería.
LR .......................................... 36 m
Lf: 1 racor enlace 5 m
1 codo 90° 5m} 10 m
LT = 36 + 10 = 46 m
Las p.c. de la principal, serían:
Jp = LT · h32 = 46 × 0,0174 = 0,80 m.c.a.
Para que el codo quede más fijo, si no es bastante con la zanja, se puede fijar
con horquillas de hierro galvanizado clavadas al suelo. El fijar con horquillas
puede ser muy conveniente para las «laterales», que pueden desplazarse con el
paso de gente o de animales.

331
14. Cálculo del cabezal
1. Pérdidas de carga tuberías y accesorios (J1):
— Material tubería.....PVC de marca registrada
— Accesorios:
• Contador .......................................................................... 0,05 m.c.a.
• Val. vol. ........................................................................... 0,50 m.c.a.
• Abonadora ....................................................................... 7,00 m.c.a.
• Filtro malla ...................................................................... 5,00 m.c.a.
• Varios .............................................................................. 3,00 m.c.a.
Total ........................................................................ 15,55 m.c.a.
Como se trata de un riego comunitario, el agua llega filtrada y con presión, por
lo que el filtro es sólo de postabonado.

15. Altura manométrica necesaria


— Cabezal .................................................................................. 15,55 m.c.a.
— Tubería principal ................................................................... 0,80 m.c.a.
— Tubería terciaria..................................................................... 0,51 m.c.a.
— Tubería «lateral» ................................................................... 0,28 m.c.a.
— Emisor ................................................................................... 10,00 m.c.a.
Total ............................................................................. 27,14 m.c.a.
Por lo tanto, la presión que tiene que llevar el agua comunitaria, es suficiente.

3. Ejemplo número 3: Cítricos media temporada. Suelo arenoso


Finca situada entre Benitachell y Jávea (Alicante), dedicada al cultivo de cítri-
cos, variedad «salustiana» de media temporada.
En principio, se pretende instalar un riego localizado a goteo, pero dadas las
características del suelo, el estudio previo incidirá preferentemente en el tipo de
emisor más adecuado.

1. Tipo de suelo y agua


Suelo arenoso rojizo, con grava, profundo y muy permeable.
— Agua. De pozo propio y sin problemas de cantidad y calidad.
— Capacidad de campo (Cc) ...................................... 0,65 mm/cm
— Velocidad de infiltración (i) ................................... 19 mm/h.
— Pendiente ................................................................ completamente llano

2. Tipo de cultivo y características


Cítricos de recolección en febrero:
— Necesidades máximas diarias (b) ........................... 5,7 mm
— Profundidad mayoría de raíces (Pf)......................... 100 cm
— Número de árboles ................................................. Dato indiferente
332
— Marco de plantación (MP) 5  5 ........................... 25 m2
— Marco útil (MU) 5  4 .......................................... 20 m2
Para decidir qué tipo de emisor, se estudiarán dos casos:

1. Caso de pretender goteros de 4 l/h


1.1. Núm. de goteros por árbol
Sh 0,33  25
n      20,6 goteros
Sm 0,4
Sh  Superficie humedecida  33 %
Sm  Superficie mojada  0,4 m2
Por lo tanto, si se quisiera instalar goteros, tendría que haber 21 por cada árbol
cosa que, como mínimo, es antieconómico.
Sin embargo, con este ejemplo se demuestra teóricamente, lo que experimen-
talmente ya se sabe, es decir, la conveniencia de cintas y mangueras, sustituyendo
ventajosamente al gotero clásico, para este tipo de terreno arenoso.
1.2. Superficie mancha
q 4
S     0,21 m2
i 19
1.3. Superficie mojada
Por ser textura arenosa, cada gotero dará la misma superficie que la mancha
(bulbo cilíndrico).
1.4. Superficie humedecida
En el supuesto de que se pusieran 6 goteros/árbol:
Sh  6  0,4  2,4 m2
Que resulta muy deficiente, ya que equivale al 9,6 % del MP.
1.5. Duración del primer riego
Pf  Cc 100  0,65
t     3,42  3 horas y 25 minutos
i 19
1.6. Cantidad máxima de agua suministrada por riego y árbol

C. máx. riego  n  q  t  6  4  3,42  82 litros

n  núm. goteros/árbol  6
q  caudal gotero  4 l/h
t  tiempo máx. de un riego (alcanzar prof. máx.)  3,42 h
1.7. Cantidad máxima de agua necesaria por día y árbol

C. máx./día  b  MU  5,75  20  115 litros


333
1.8. Número de riegos/día en épocas máximo consumo

C.máx. día 115


N     1,40  2 riegos
C.máx. riego 82

Por lo tanto, la dosis se tendría que repartir en dos riegos, ya que al echarla en
uno solo, se perdería por drenaje al alcanzar la profundidad prevista y no haber
suficiente poder de retención en este tipo de suelo.
1.9. Número de goteros/árbol para la dosis máxima

C.máx. día 115


N     8,4 goteros
qt 4  3,42

Conclusión. Para emplear emisores tipo gotero, se necesitarían un mínimo de


9, para cubrir las necesidades hídricas; pero para alcanzar el porcentaje mínimo de
suelo mojado, se necesitarían 21.
Por lo tanto, éste no es el tipo de emisor conveniente para esta clase de suelos.
Hay que buscar otros tipos, pudiendo servir el presente estudio, para demostrar
que sí que irían bien las cintas y mangueras que tuvieran 21 ó 22 puntos de
salida/árbol.
Caso de emplear una doble línea de laterales por árbol, se instalarían 11 puntos
a cada lado, lo que equivale a una separación de:
5
 = 0,45 m  45 cm
11
2. Caso de emplear microaspersores
2.1. Número de microaspersores por árbol:
— Modelo ....................................................................... Sectorial de 180o
— Caudal ........................................................................ 25 l/h
— Diámetro alcanzado (d) .............................................. 3,60 m
0,33  25
n  Sh/Sm   1,65  2 microaspersores
5
π  d2 3,14  3,62
Sm      5 m2
24 24

Por lo tanto, poniendo dos aspersores sectoriales por árbol, se cubriría perfec-
tamente la superficie humedecida prevista:

Sh  n  Sm  2  5  10 m2

que equivale al 40 % del MP, que está muy indicado para suelos arenosos.
334
2.2. Duración del primer riego
Igual que antes, es decir, 3 horas y 25 minutos, pues es el tiempo calculado
para alcanzar los 100 cm de profundidad.

2.3. Cantidad de agua suministrada en el primer riego

Ct  n  q  t  2  25  3,42  171 litros

Cantidad que resulta ser superior a la máxima necesaria, pero que es muy
aceptable para el primer riego.

2.4. Número de riegos/día, en épocas de máximo consumo


Para este caso concreto, se estiman 144 l.

C.m x. 144
N      0,84 riegos
Ct 171

Incluso en el peor de los casos, con un riego por día, sería suficiente.
Conclusión final. Tal como se ha indicado, con este ejemplo se ha demostrado
teóricamente lo que ya se sabía experimentalmente, que para texturas arenosas son
preferibles los microaspersores y microchorros, o las cintas y mangueras, a los
goteros clásicos.

4. Ejemplo número 4: Diferentes frutales. Suelo franco, rojizo

I. Diseño agronómico
La explotación se compone de 15 parcelas colindantes entre ellas, en el T.M.
de Jalón, partida Passules. Comprende una superficie total de 16,93 hectáreas dis-
tribuidas según cultivos de la siguiente forma:
Cultivo Superficie

Cítricos clementinos ............................... 10,65 ha


Olivos y frutales varios........................... 5,44 ha
Forestal ................................................... 0,84 ha

La finca dispone de un pozo propio de 6,56 l/s de caudal.

1. Tipo de Suelo y Agua


• Suelo:
— Textura Franca. Color rojizo.
— Estructura granular.
— Capacidad de Campo (Cc) .......... 1,60 mm/cm
335
— Velocidad de Infiltración (i) ........ 14 mm/h
— Pendiente ..................................... Bancales llanos
— Características químicas ............. Humus > 2%. Rico
Caliza (CaO) 3%.
Suficiente, sin problemas
Salinidad:
Sin problemas de Na+ y Ca-
• Agua:
— Calidad de excelente a buena (< 500 mmhos/cm).
— Clasificación: C1-S1

2. Tipo de Cultivo y Características


— Cítricos de media temporada
— Necesidades máximas diarias .................... 3 mm
— Marco de plantación = M. útil (doblado) ..... 24 m2 (sin contar el doblado).
— Número de árboles totales (N): ................... 4.400 + 1 + 4.000 (doblado)
— Superficie útil: ............................................ 4.400 × 24 = 105.600 m2
(10,56 ha)
— Porcentaje superficie humedecida (33%) ...... 8 m2
— Profundidad mayoría de raíces (Pf)............. 40 cm
— Instalación................................................... Riego Localizado
con goteros de 4 l/h (q)
— Superficie mojada del emisor (Se) .............. 2 m2
3. Periodo Vegetativo y Máximas Necesidades Estimadas
Periodo vegetativo: del 1 de marzo al 15 de octubre.
Periodo de máximas necesidades: Mediados de julio a mediados de agosto.

4. Cálculo del Número de Goteros por Árbol

Sh 0,33 × 24
n =  =  = 3,96 → 4 goteros/árbol
Se 2

5. Caudal Máximo en Cabeza


Q = N × n × q = 4.400 × 4 × 4 l/h = 70.400 l/h = 70,4 m3/h
Q disponible= 6,56 l/s = 23.616 l/h
Q máx 70.400
Sectores de Riego:  =  = 2,98 → 3 sectores
Qd 23.616
336
70.400
El Qmax por sector será:  = 23.467 l/h
3

6. Superficie de la Mancha y Diámetro Mancha

q 4 l/h
Sm =  =  = 0,2857 m2 = 2.857 cm2
i 14 mm/h

Dm = 冪莦S4莦
 = 冪
m
π 莦2.莦48莦
π莦
57
= 15 cm

7. Posibilidades de Charco

1 1
dch =  Dm =  × 15 = 6 cm
2,5 2,5

Prácticamente no se producirán pérdidas por evaporación directa.

8. Cálculo de las Necesidades Hídricas


Por sector de Riego (3,52 ha).
Aplicando los baremos Experimentales:

Mes Nº de riegos m3/riego Total Sector mes (m3) Total finca (m3)

Marzo........................................ 20 63,36 1.267,20 3.801,60


Abril ......................................... 30 66,88 2.006,40 6.019,20
Mayo......................................... 31 80,96 2.509,76 7.529,28
Junio.......................................... 30 98,56 2.956,80 8.870,40
Julio .......................................... 31 105,60 3.273,60 9.820,80
Agosto....................................... 31 102,08 3.164,48 9.493,44
Septiembre ................................ 30 88,00 2.640,00 7.920,00
Octubre ..................................... 30 88,96 2.509,76 7.529,28
Noviembre ................................ 15 59,84 897,60 2.692,80

9. Planning: Programa de Riego y Abonado para cada Sector de Riego


a) Duración primer riego

Pf × Cc 40 × 1,60
t=  =  = 4,57 horas ≈ 5 horas
i 14

V = 1.467 árboles × 4 emisores × 4 l/h × 5 h = 117.360 litros = 117,36 m3


337
b) Riegos sucesivos:

Por riego Fertirrigación (U.F/mes)


Mes (m3/dia) N P2O5 K2O MgO
Marzo................................ 63,36 10,56 63,36 21,12 —
Abril ................................. 66,88 21,12 63,36 21,12 —
Mayo................................. 80,96 84,48 — 10,56 10,56
Junio.................................. 98,56 126,72 — 10,56 10,56
Julio .................................. 105,60 147,84 42,24 63,36 —
Agosto............................... 102,08 147,84 42,24 63,36 —
Septiembre ........................ 88,00 105,60 — 10,56 —
Octubre ............................. 80,96 31,68 — — —
Noviembre ........................ 59,84 — — — —

Consumo anual previsto


Por sector: 1er Riego: .......................................................... 187,78 m3
Riegos sucesivos: ............................................. 21.225,60 m3
Total: ........................................................ 21.413,38 m3
Total 3 sectores: ....................................... 64.240,14 m3

II. Diseño hidráulico

10. Cálculo del Emisor


— Clase: .....................................................................
Gotero normal
— Material: .................................................................
De marca de garantía
— Categoría: ...............................................................
«A»
— Caudal Nominal (q): ..............................................
4 l/h
— Presión de trabajo: .................................................
Nominal: 10 m.c.a
Máxima: 11,5 m.c.a.
Mínima: 8,5 m.c.a.
— P.c. máxima admisible: .......................................... 3 m.c.a.
— Tipo de conexión: .................................................. En línea

11. Cálculo de la «Lateral»


— Material:.................................................................. PE (marca registrada)
y 0,4 MPa y 16 mm DN
— Presión máxima en cabeza:..................................... 11,5 m.c.a.
— Presión mínima en cola:.......................................... 8,5 m.c.a.
— Longitud real (Lr): .................................................. 65 m
— Número de árboles máximo (NL):........................... 16
— Número emisores (n): ............................................. 64
— Caudal en cabeza (QL): .......................................... 256 l/h
— Coeficiente reductor (km64): ................................... 0,359

338
Longitud ficticia:
— Por emisores: ......................................................................... 14,72 m
— Empalme y manguito: ........................................................... 3
— Terminal y ondulaciones: ...................................................... 4
Total: .................................................................................... 21,72 m
LT = LR + Lf = 65 + 21,72 = 86,72 m
P.c./m (h16): 0,0418 m.c.a./m
JL = LT × h16 × Km 64 = 86,72 × 0,0418 × 0,359 = 1,30 m.c.a.

12. Cálculo de la «Terciaria»


Caudal en cabeza (Qt):.........................
6.144 l/h
Material:...............................................
PE (marca registrada) y 0,4 MPa
P.c. máximo admisible (Jt)= 3-1,30 = .. 1,7 m.c.a.
LR max.: ...............................................
72 m
KM = 1,35
Número derivaciones (dobles): ............ 12
km = 0,391 {
Jt= LR × KM × Km × ht
Jt 1,70
ht =   =  = 0,0447 m.c.a./m
LR × KM × km 72 × 1,35 × 0,391

Consultando tabla de p.c. de tubería de PE y 0,4 MPa, para tubería de 50 mDN


h50= 0,0309 m.c.a./m (menos de máximo permitido).
Jt= 72 × 1,35 × 0,391 × 0,0309 = 1,17 m.c.a. que está dentro de lo permitido.

13. Cálculo de la «Secundaria»


— Caudal en cabeza (Qs): ................. 18.432 l/h
— Material: ........................................ PE (marca registrada) y 0,6 Mpa
— Longitud real (LR): ....................... 325 m
— Pc. máxima admisible Js: .............. 10 m.c.a.
— Número derivaciones: ................... 3
.............................................................
{
KM = 1,10
km = 0,532

Js= LR × KM × km × hs
JS 10
hs =  = 0,0526 m.c.a./m
LR × KM × km 325 × 1,10 × 0,532

Consultando tablas PE y 0,6 MPa


Para tubería de 75 mm DN → h75= 0,0437 m.c.a./m
Js= 325 × 1,10 × 0,532 × 0,0437 = 8,31 m.c.a.
Como es inferior al máximo permitido, se acepta como buena.
339
14. Cálculo «Tubería Principal»
— Caudal en cabeza (Qp):.................. 23.500 l/h
— Material:......................................... PE (marca registrada) y 0,6 MPa
— Longitud real (LR): ......................... 400 m
— P.c. máx. admisible (Jp): ................. 30 m.c.a.
— Por conexiones, codos, etc:............ KM= 1,10
Jp = LR × KM × hp
Jp 30
hp =   =  = 0,0682 m.c.a./m
LR × KM 400 × 1,10
Consultando tablas para tubería de 75 m DN y 0,6 MPa
h75 = 0,0664 m.c.a./m (inferior al máximo permitido)
Jp= 400 × 1,10 × 0,0664 = 29,22 m.c.a.
Presión necesaria a la salida de la bomba:
— Cabezal: ................................................................. 10 m.c.a.
— Tubería Principal: .................................................. 29,22 m.c.a.
— Tubería Secundaria: ............................................... 8,31
— Tubería Terciaria: ................................................... 1,17
— Tubería Portagoteros: ............................................. 1,30
— Emisores: ............................................................... 10
Total: .................................................................... 60,00 m.c.a.
Como a la salida de la bomba, la presión es de 75 m.c.a., todavía se dispone de
15 m.c.a. como margen de seguridad.

Características grupo sumergido:


— Motobomba: ............ Eléctrica. Corriente Alterna 380 V, 50 Hz y 2.900 r.p.m.
— Potencia: .................. 15 C.V.
— Altura manométrica (H):100 m.c.a.
— Caudal (Q) ............... 6,56 l/s
— Según la fórmula expresa en C.V.

H × Q (l/s) 100 × 6,56


P= = = 15 C.V.
75 × η 75 × η

El rendimiento por lo tanto será:


H × Q (l/s) 100 × 6,56
η =  = = 0,58
75 × P 75 × 15

η = 58%
y su equivalencia en Kw:
340
H × Q (l/s) × 9,81 100 × 6,56 × 9,81
P= = = 11.10 kW
1.000 × η 1.000 × 0,58
Consumo anual previsto
— Cítricos:.................................................................................. 64.240,14 m3
— Olivos + frutales: (5,44 ha a 4.600 m3/año) ........................... 25.024 .m3
Total: .............................................................................. 89.264,14 m3

CÁLCULO DE LA BALSA REGULADORA


Normalmente, cuando se construye una balsa depósito de riego, se intenta
aprovechar al máximo un desnivel, o una esquina de la finca, dándole una capaci-
dad más o menos aleatoria, según el sitio disponible donde se instale, y/o el poder
adquisitivo del propietario.
Sin embargo, la capacidad de un depósito o balsa reguladora del agua necesa-
ria depende de una serie de factores, tales como:
— Superficie de explotación.
— Tipo de cultivo.
— Caudal y cantidad disponible.
Un factor muy importante es el de las pérdidas por evaporación, que en los
climas mediterráneos provoca «consumos» considerables, por lo que se tendrá que
ir pensando en la necesidad de cubrirlas con mallas que produzcan un sombreado
de más del 80 %, para disminuir al máximo el calentamiento del agua.
Aquí vamos a estudiar tres casos, por ser los supuestos que se han encontrado a
lo largo del desarrollo de los Cursos de Capacitación, con el fin de conseguir el
objetivo de que al cultivo no le falte agua en el momento que lo requiera.
Caso 1.o Se dispone de suficiente agua en caudal y cantidad, para satisfacer las
necesidades máximas posibles.
Caso 2.o Se dispone de suficiente agua, mediante unos turnos limitados en caudal.
Caso 3.o Se dispone de agua propia (pozo, etc.), sin turnos, pero con caudal
limitado e insuficiente en las épocas de máximo consumo.

Caso 1.o Cuando hay suficiente agua


Cuando se dispone de agua sin limitaciones de caudal y turno, es indiferente
construir la balsa, salvo que se quiera tener mayor seguridad, para evitar cualquier
contingencia en el suministro, como roturas de conducciones, aireación, sedimen-
tación de lodos, etc.
Por lo tanto, serán otros factores los que aconsejen su construcción.

Caso 2.o Cuando se riega por turnos


Cuando el suministro está regulado por turnos, que equivalen a una determi-
nada cantidad en cada turno, ya es necesaria la construcción.
341
En este caso, pueden presentarse dos supuestos:

a) La cantidad de agua suministrada en épocas-punta es suficiente hasta


el próximo turno
En este supuesto, basta sumar el consumo total de todos los días del turno,
menos uno, en período de máximo consumo, y aumentar dicha cantidad en un
15 %, para compensar pérdidas por evaporación, si la balsa no está cubierta.

V  b  (t – 1)  ha  11,5
V  Volumen útil balsa en metros cúbicos.
b  Baremo cultivo máx. (ver anejos) en mm/día.
t  Turno de riego (total días transcurridos).
ha  Superficie a regar en hectáreas.
Ejemplo: Cálculo del volumen necesario de una balsa, para una finca de 18
hanegadas (1,5 ha) que dispone de agua suficiente, en turnos de 20 días, dedicada
al cultivo de cítricos y cuyos baremos máximos de necesidades es de 3 mm/día.

V  3 (20 – 1)  1,5  11,5  983,25 m3


En principio, la cantidad resultante parece algo exagerada, pero si se construye
una balsa para tener garantía de poder suministrar agua en cantidad suficiente, no
hay más remedio que aceptar los cálculos, y no caer en el defecto de suponer que
todos los años serán lluviosos, como se ha tenido ocasión de comprobar en muchas
explotaciones desde los tiempos de Mallorca.

b) La cantidad suministrada en épocas punta es insuficiente para el riego


de la finca, por defecto de caudal, en algunos períodos
En este supuesto se tiene que aumentar la cabida resultante del caso anterior,
ya que es necesario disponer de un sobrante, para ir almacenando agua en los pe-
ríodos menos exigentes.
V  b  (t – 1)  ha  23 – q
q  Cantidad de agua suministrada en el turno pobre, en m3
Ejemplo: Supongamos la misma finca de antes, pero con la diferencia de que
en las épocas de escasez, en el turno sólo entren 700 m3.

V  3 (20 – 1) 1,5  23 – 700  1.266,5 m3

Caso 3.o Cuando no se dispone de agua suficiente


Cuando se dispone de un pozo sin caudal suficiente para regar la finca, dentro
del proyecto de transformación en regadío es imprescindible la balsa reguladora.
El intentar convertir una finca o zona, confiando en factores providenciales,
por desgracia, es bastante frecuente, y lo raro es que funcione bien, aunque al prin-
cipio, por ser menores las necesidades, todo parezca correcto.
342
La fórmula experimental que se aconseja, para no tener problemas de escasez
en las épocas de máxima demanda, para calcular la capacidad útil de la balsa, y
suponiendo que al inicio de julio estará llena es:

V  60 (b  ha  11,5 – Q)

V  Volumen balsa en m3
b  Coeficiente de cultivo.
Ha  Superficie regada en hectáreas.
Q  Cantidad de agua disponible en m3/día sin agotar pozo.

Valores de b
— Cítricos y cultivos intensivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . De 2,5 a 3
— Frutales hueso y pepita . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . De 1,5 a 2
— Olivos y cultivos extensivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,5
Antiguamente, todas las balsas eran de obra de fábrica.
Posteriormente, y con el objeto de abaratar costes, aparecieron las de «plás-
tico» y las metálicas, que están muy indicados para aprovechar los desniveles del
suelo.
BALSA DE PLÁSTICO
EXCAVACIÓN
Los hoyos del embalse se construyen excavando el
terreno y formando los muros de contención con la
tierra interior, presentando un perfecto estado
uniforme de aplanado y compactación.
Seguidamente, hay que realizar un refinado de
taludes y partes planas. Se aconseja poner una capa
de arena de 5 cm o fieltro imputrescible (300-400
g/m2) como protección de la lámina.
Las láminas resistentes a la intemperie no necesitan
cubrirse (normalmente con grava) por lo que se
pueden dar a los taludes la máxima pendiente que
permite el material del terreno. El talud más utilizado
es de 300 (pendiente 1/2).

RECUBRIMIENTO
La soldadura de las sábanas se realiza tal como se
indica en el folleto, a base de un solape mínimo de 5
cm para unirlas, hasta conseguir la total
impermeabilización del embalse.

343
ANCLAJE
El anclaje de la lámina se realiza en la parte superior
en una zanja perimetral de medidas 50-3-50 cm a
una distancia del borde de 50 cm.
El reflejo de la zanja puede efectuarse con la tierra
de la propia excavación.

LLENADO Y VACIADO
Para la entrada y salida del agua se emplean los
sistemas habituales, evitando que el caudal de agua
incida directamente sobre la lámina golpeándola. La
toma del agua se realiza desde el fondo del
embalse.

BALSA METÁLICA
Modernamente han aparecido en el mercado los depósitos metálicos, fáciles de
montar en los sitios más inaccesibles y que se pueden trasladar.

El buen funcionamiento de los depósitos depende


fundamentalmente del soporte de las tierras, en las
cuales se apoyará, debiendo tener una resistencia
mínima de 1,5 kg/cm2.

Rapidez en el montaje: el tiempo de instalación


queda reducido al mínimo y sin dificultades en virtud
de la utilización de chapas de grandes dimensiones,
de acoplamiento perfecto.

Los depósitos metálicos están fabricados con


chapas de acero coarrugado y galvanizado. De
sección circular y con superficie ondulada que les da
una gran resistencia.

344
La chapa coarrugada está laminada en frío y
galvanizada de acuerdo con las normas UNE-
36.13076 y Euronorma 124-79 que garantiza la
resistencia a la corrosión y aseguran su
inalterabilidad total a las más fuertes deformaciones.

El suelo se fabrica en lámina de policloruro de vinilo


plastificado, según norma UNE 53.402.

Aprovechan mucho el espacio, pero también resultan caros.


Antes de elegir un tipo de balsa, se hace necesaria una comprobación e infor-
mación exhaustiva de la que más interesa, no eligiendo por el presupuesto, pues
tenemos noticias de muchos fracasos, especialmente en cuanto a garantías y repa-
ración de averías.

345
TEMA 14

CHEQUEO A UNA INSTALACIÓN

FUNCIONAMIENTO CABEZAL

1. Presión
Que sea la correcta (necesaria).
Por tratarse de un riego a presión, el primer paso consiste en saber a qué pre-
sión tiene que llegar el agua y comprobar si es suficiente para el funcionamiento
del sistema.
Con una válvula reguladora se dejará a la presión conveniente, según lo que
marque el manómetro de entrada.
Caso de disponer de una motobomba, comprobar presión y caudal.

2. Equipo de filtrado
Tiene que estar perfectamente limpio. La diferencia de presión entre entrada y
salida se mantendrá en los niveles que recomiendan los fabricantes.

1 Cuerpo para filtro 2 y 3»


2 Cartucho 100 mesh
2A Cartucho 120 mesh
3 Tórica filtro 2 y 3»
4 Tórica filtro 2 y 3»
5 Tapa filtro 2 y 3»
6 Banda cierre filtro 2 y 3»
7 Prensa media filtro 2 y 3»
8 Media poliéster 120 mesh

347
En los automáticos se comprobará el correcto funcionamiento.

3. Equipo de abonado
Según modelo y sistemas, comprobar que funcione según las características
pedidas:
— Caudal.
— Pérdidas de carga.
— Tiempos.
PURGADOR
CUERPO
INYECTOR
FILTRO DE
AGUA

VALVULA
VALVULA REGULADORA
RETENCION
Y BOQUILLA
REGULADORA

FILTRO
ASPIRACION

FUNCIONAMIENTO TUBERÍAS

Repasar la red comprobando que hasta las terciarias estén protegidas de la


intemperie.
Comprobar la presión en las diferentes derivaciones, así como el funciona-
miento estanco de los empalmes y uniones de los diferentes accesorios y tomas
de las tuberías, ya que pueden aparecer fugas y/o taponamientos por residuos de
los propios materiales, al acoplarlos a la instalación.
348
También la distribución de toda la red, especialmente de las laterales, para que no
queden demasiado tensadas y que los emisores estén situados en los sitios previstos.
Después de comprobar el funcionamiento, también hay que revisar el final de
las laterales, pues puede que los tapones y anillas no cierren bien.

FUNCIONAMIENTO EMISORES

1. Control de uniformidad
Es imprescindible que el agricultor se acostumbre a llevar una serie de contro-
les en la instalación, y el más importante es el de la uniformidad de goteros, que
se debería verificar al inicio de cada campaña.
Todo emisor tiene unas características y una de ellas es el caudal. Pero el cau-
dal en sí no lo es todo. Igual da que un gotero eche 3 que 4 litros/hora. Lo verdade-
ramente importante y fundamental, es que todos los goteros echen la misma can-
tidad de agua en un mismo tiempo, o bien, que como máximo, entre el gotero de
más caudal y el de menos, no se supere un 10 %.
Existen distintos métodos y modelos para el cálculo de la uniformidad. Aquí,
siguiendo la norma más sencilla, se ha tomado la más asequible, tanto para el agri-
cultor como para el técnico de campo.
Según la importancia de la instalación, se seleccionará una o varias parcelas
que sean representativas. En cada parcela se eligen tres o cuatro líneas de latera-
les. La primera, la última y una o dos del medio, que representan al total de las
portagoteros.
Dentro de cada lateral se escogen grupos de goteros, es decir, todos los que
afecten a un árbol o a una unidad de superficie para cultivos hortícolas que estén
distribuidos uniformemente al principio, al medio y al final.
Si las laterales tienen igual o más de 20 árboles, conviene tomar cuatro muestras:
— Al principio.
— Al tercio.
— A los dos tercios.
— Al final.
En parcelas que el conjunto de laterales no superen las 20 y que la longitud de
las mismas está alrededor de los 50 metros, por comodidad, se puede reducir el
número de muestras, ya que lo que se pretende es facilitar los análisis, y que no
sirva de excusa lo engorroso.
En estos casos, puede ser suficiente elegir tres laterales:
— La del principio.
— La del centro.
— La del final.
Y dentro de cada lateral, tres grupos: Al principio, al medio y al final.
349
Croquis con muestras en 4 laterales y 4 por lateral.

350
Cuando se trate de cintas y mangueras, se tomarán unos metros lineales, equi-
valentes a los grupos de goteros.
Se insiste en la observación de que existen muchas fórmulas para el análisis de
la uniformidad, algunas de gran precisión, pero que muchas veces resultan com-
plejas para los técnicos de campo, por lo que es preferible una sencilla, pero que se
haga.

Datos a tomar
A. Media de los caudales de los goteros correspondientes a los 3 árboles que
reciben menos agua.
B. Media de los caudales de todos los árboles. Es decir, de los 9 árboles ele-
gidos.
Cmáx. Caudal de los goteros del árbol que recibe más agua.
Cmín. Caudal de los goteros del árbol que recibe menos agua.
Con estos datos ya se pueden sacar los índices más importantes:
1.o Diferencia de caudal (D.C.)
D.C. = Cmáx. — Cmín. Muy bueno hasta el 5 %. Bueno del 5 al 10 %
o
2. Coeficiente de uniformidad (C.U.)

100 A
C.U. =  Muy bueno más del 92 %. Bueno del 90 al 92 %
B
Esto equivale a decir que se tienen que cumplir dos condiciones básicas:
1.a Que las diferencias de caudales tienen que ser mínimas, para que no haya
árboles con un riego y abonado excesivo, y otros que no reciban suficiente
agua y alimento, cosa perjudicial en ambos casos. El tope admitido es del
10 %, pero si la presión que llega al gotero es la indicada por el fabricante, la
diferencia de caudal no debería superar el 5 %, si es de categoría «A».
2.a El conjunto de la subunidad tiene que tener escasas variaciones, para
evitar los problemas anteriores, de ahí que se considera que el C.U. no
debe ser inferior al 90 %.
Tal como se ha indicado anteriormente, hay otros coeficientes, pero con estos
datos ya se puede tener un comprobante de la bondad de la instalación y del mate-
rial.
Finalmente, indicar que el C.U. se debería ampliar a la comprobación de las
diferentes subunidades, es decir, comprobar las diferencias de caudal de varias
parcelas de un mismo cultivo o explotación.
Ejemplo: Finca dedicada a frutales, que se riega en un sólo sector y se com-
pone de 12 subunidades, tal como se indica en el croquis. El tipo de frutal es el
mismo, y tiene idénticas necesidades.
Se desea comprobar la bondad de la instalación y la calidad de los materiales.
351
6

352
Para el chequeo se eligen las subunidades del primer bancal (núm. 1), la del
medio (núm. 5) y la del final (núm. 12).
Como a cada árbol le corresponden 2 goteros, para el cálculo de los datos,
sumaremos los caudales de ambos.

Se toman las muestras de cada bancal, obteniendo los siguientes datos, para un
mismo tiempo:

353
Subunidad 1
A = 36,33 litros
B = 38,22 litros
Cmáx. = 41 litros
Cmín. = 36 litros

Subunidad 5
A = 39,66 litros
B = 40,33 litros
Cmáx. = 41 litros
Cmín. = 39 litros

Subunidad 12
A = 39 litros
B = 39,44 litros
Cmáx. = 40 litros
Cmín. = 39 litros

Cuadro coeficientes

Subunidades
Coeficiente
Núm. 1 Núm. 5 Núm. 12

D.C. 5 litros (13,8 %) 2 litros (5 %) 1 litro (2,6 %)


C.U. 95 % 98 % 99 %

Estudio crítico
El C.U. de las subunidades analizadas es muy bueno, incluso comparándolas
entre sí, pues siempre se superan las condiciones mínimas.

C.U. (máx.) – C.U. (mín.) = 4 %

La D.C. en la primer subunidad analizada es deficiente, por lo que se tienen


que comprobar las presiones en los bancales de arriba, así como las pc, para corre-
girlas.
Las D.C. de las subunidades del medio y del final, se consideran buena y muy
buena, respectivamente.
Comparando las tres subunidades, se observa que los problemas sólo están en
la primera, por lo que se tiene que aproximar a los resultados de las otras dos. Para
ello se aumenta la presión de entrada y, a continuación, se comprueba la repercu-
sión en los bancales inmediatos, para también igualarlas.
354
2. Técnica de control de uniformidad modificada
Durante el curso 97/98, los alumnos de 4º de Agrónomos de la EPSO
(Orihuela), estuvieron colaborando con la Oficina Comarcal de la Conselleria de
Agricultura, en varias parcelas entre las fincas más representativas de la Vega Baja.
Como había muchos colaboradores y poco material para las comprobaciones, se
optó por un método más rápido o breve, que a la postre resultó más cómodo y
suficiente fiable para conocer la uniformidad en las subunidades de riego.
Como normalmente la parcela ocupada por una subunidad suele ser pequeña,
en lugar de tomar «un grupo de goteros», se toma «un gotero», radicando su
importancia en:
— La ubicación y el número de ellos, dentro de la misma línea.
— En la distribución y el número de líneas de la subunidad.
— El número mínimo de goteros a analizar no debe ser inferior al 5 % del total.
— En la elección de parcelas uniformemente distribuidas dentro de una finca.
Técnica operatoria
1.° Se seleccionan las parcelas más representativas de una explotación, aten-
diendo a los desniveles de los bancales, nº total de parcelas, distancia
entre ellas y cualquier otra circunstancia que se estime conveniente como
muestra representativa.
2.° Dentro de la parcela se seleccionan las líneas portagoteros:
— Las dos de los extremos, es decir, la primera y la última.
— Las intermedias separadas según cultivo:
• En arbolado cada 20-25 metros.
• En hortícolas cada 10-12 metros.
3.° Se comprueba la presión de las líneas portagoteros, corrigiendo la que no
esté dentro del rango del gotero.
4.° Dentro de cada línea portagoteros, se podrían analizar todos los goteros,
o bien seleccionar los siguientes:
— El primero.
— El último.
— Todos los del intermedio, situados cada 10-20 metros, según cultivo y
separación entre ellos, de forma tal, que se cumpla el requisito del
número mínimo de goteros.

Cálculos
A = Media de los caudales de todos los goteros analizados.
B = Media del 25% de los goteros analizados de menor caudal.
CMáx. = Caudal del gotero mayor caudal.
CMín. = Caudal del gotero de menor caudal.

355
Diferencia de caudal (D.C.)
D.C. = CMáx. – CMín.
Muy bueno. Igual o menor del 5%
Bueno. Del 5 al 10%.
Malo. Mayor del 10%.

Coeficiente de uniformidad (C.U.)

B
C.U. =  × 100
A

Muy bueno. Mayor del 92 %.


Bueno. Del 90 al 92 %.
Ejemplo:
Parcela dedicada al cultivo frutal, a un marco real de 5 × 5 m, de 0,5 ha y con
un total de 200 árboles. En el diseño se ha proyectado una tubería portagoteros por
cada hilera de árboles y 4 goteros/árbol. Los datos de campo son los siguientes:
— Número de líneas portagorteros....................... 20
— Número de goteros por línea ........................... 40
— Número total de goteros en la instalación........ 800
— Número de goteros mínimo a analizar (5%).... 40
1.° El primer paso es comprobar la presión del agua, tanto a la entrada del
bancal, como al final del ramal más desfavorecido.
Dicha presión tiene que estar dentro de los límites que indica la curva
caudal/presión de la categoría del gotero, para que su caudal tenga una
variación de ± 5 % del caudal nominal (10 % entre el máximo y el
mínimo).

356
En este ejemplo, para un caudal de 4 l/h, el máximo y el mínimo de cau-
dal permitido es de 4,20 l/h y 3,80 l/h, que corresponde a una presión
comprendida entre 8 y 12 m.c.a.
Luego, para el diseño, las p.c. de la subunidad no deben ser superiores a 4
m.c.a., de ahí la importancia de hacer un buen diseño, para que las p.c.
estén dentro del rango previsto, según la categoría del gotero.
2.° Suponiendo las presiones ya correctas, se pasa a comprobar los caudales
de los emisores. Cuanto más tiempo dure el control, más fiables son los
resultados. Como mínimo 5 minutos en cada gotero, siendo preferible 15
minutos.

Hileras seleccionadas:
La 1.ª, la 5.ª, la 10.ª, la 15.ª y la 20.ª (última).

Goteros seleccionados en cada hilera:


El 1.°, 5º, 10.°, 15.°, 20.°, 25.°, 30.°, 35.° y el 40.° (último).
Para 15 minutos, se han obtenido los resultados de la tabla:

Gotero/hilera 1º 5º 10º 15º 20º 25º 30º 35º 40º

1ª 1,05 1,04 1,03 1,02 1,01 1,01 0,99 0,98 0,98


5ª 1,04 1,03 1,02 1,02 1,01 1,00 0,98 0,97 0,97
10ª 1,03 1,02 1,01 1,01 1,00 0,99 0,98 0,97 0,96
15ª 1,02 1,01 1,00 0,99 0,98 0,98 0,97 0,96 0,95
20ª 1,00 0,99 0,98 0,98 0,97 0,96 0,96 0,95 0,95

Como se ha estado 15 minutos, se multiplica por 4 para pasarlo a l/h

Suma total de todos los goteros 44,72


A =  × 4 =  × 4 = 3,9751 l/h
n° de goteros 45

11,54
B =  × 4 = 3,8467 l/h
12

CMáx. = 1,05 × 4 = 4,20 l/h


CMín. = 0,95 × 4 = 3,80 l/h
D.C. = 4,20 – 3,80 = 0,40 l/h (Bueno, aunque justo)

3,9751
C.U. =  × 100 = 96,77 % (Muy bueno)
3,8467
357
MANTENIMIENTO

1. Durante la temporada
Cuidados al cabezal
Periódicamente se supervisan los manómetros y el estado de limpieza de los
filtros.
Se puede aprovechar cuando se produzcan cambios en la programación, o
bien, cuando se observen anomalías.
El correcto funcionamiento de los filtros y de los automatismos es esencial
para que no se resienta el cultivo, y poder aprovechar las ventajas de esta técnica.
Para la abonadora puede servir el nivel del tanque, ya que aproximadamente se
sabe lo que va a gastar cada día o cada semana. Incluso es útil poder marcar los
depósitos con líneas de los distintos niveles, que sirvan de orientación de lo consu-
mido por días o por semanas.
Con el empleo de los abonos líquidos ácidos, se simplifican o reducen muchos
problemas.

Inspección emisores
Los caudales de los goteros con el tiempo se pueden medir perfectamente «a
ojo», aunque es preferible que se hagan con recipientes aforados.
Las variaciones de caudal pueden ser debidas a falta de presión, obturaciones o
mala calidad del emisor.

Programa de acidificación
Cuando se emplean aguas calizas, con pH elevado (superior a 7), además de
otros cuidados, se tiene que preparar un programa de «acidificación», para preve-
nir los depósitos calizos en tuberías y goteros.
En instalaciones «caras», completísimas y perfectas, esto se consigue automá-
ticamente. En instalaciones sencillas, la incorporación del ácido se realiza al cabo
de un tiempo determinado, según la dureza del agua utilizada y el tipo o clase de
abono, incorporándolo a través de la abonadora, generalmente al final del riego.
En aguas no muy calizas, con el uso del ácido fosfórico comercial, una vez al
mes y a razón de 2-5 kilos/ha, es suficiente para mantener la instalación sin pro-
blemas.
Cuando las aguas son de peor calidad, como ocurre en la Comunidad Mur-
ciana, se tienen que emplear productos más enérgicos, como el ácido nítrico, a
dosis del 2 al 3 por mil, de un producto comercial del 59 % de riqueza en ácido.
Todas estas dosis son a título informativo, ya que como se ha indicado, con el
uso de los abonos ácidos, puede que no sean tan necesarios los tratamientos espe-
cíficos. Por otra parte, no se debe esperar a que se vean los depósitos con incrusta-
ciones calizas, ya que entonces la solución es muy difícil.
358
A continuación se indica un cuadro-resumen, sacado de las publicaciones
especializadas, sobre cantidades a incorporar permanentemente en los últimos diez
minutos del riego, por cada metro cúbico de agua.
Suma de carbonatos Acido fosfórico Acido nítrico
y bicarbonatos al 75 % al 56 %
meq/l c.c. c.c.

4-6 130 420


6-8 225 700
8 - 10 320 950
Más de 10 450 1.300

Aunque lo más práctico, en instalaciones pequeñas, es echar la dosis de mante-


nimiento de 2 kg de ácido fosfórico por ha cada mes.

2. Al final de la temporada
Cuando finaliza la campaña, y para que la instalación quede lo más limpia
posible, es conveniente realizar un tratamiento a dosis doble de ácido.
Es una operación que normalmente no se hace, pero que está muy indicada,
especialmente si se usa el ácido fosfórico, pues a su efecto limpiante, se añade su
papel de abonado de fondo, para almacenar reservas para la primavera siguiente.
Según el tipo de agua, se usará el ácido nítrico o el fosfórico, siendo preferible
este último si no hay excesivos problemas calizos.
La dosis es proporcional al volumen de las tuberías. Para ello se calcula apro-
ximadamente el volumen de toda la instalación y se multiplica por dos, añadiendo
el ácido al final del último riego, en una proporción del 2 %, que equivale a unos
25-30 kg/ha.
Al día siguiente, cuando se hayan disuelto los carbonatos, conviene eliminar-
los, por lo que se destaparán todas las laterales y se suministrará agua a presión
hasta que lo arrastre fuera de las tuberías.

3. Al principio de la temporada siguiente


a) Limpieza
Cuando se inicie la campaña, se vuelve a usar el ácido nítrico o el fosfórico,
siendo preferible el primero.
Se hacen los mismos cálculos, y se inyectan las mismas cantidades para que
«duerma» un día.
A la mañana siguiente se echa el agua a presión, con las laterales destapadas.
A partir de entonces, se sigue el programa o «planning» de riego y abonado.

b) Comprobaciones
Al mismo tiempo se aprovecha para realizar todas las comprobaciones de fun-
cionamiento del cabezal.
359
Se comprueba la presión de la red en sus diferentes ramales.
El control de uniformidad también se debería comprobar, especialmente las
presiones, sobre todo si ha habido alguna modificación, como aumento del
número de emisores.

TRATAMIENTOS DEL AGUA

1. Tipo obturaciones
El agua que se tiene que usar en esta técnica de riego tiene que reunir unas
condiciones extremas de limpieza, ya que tiene que salir por unos emisores, cuya
abertura está alrededor del milímetro de diámetro.
Las causas que pueden producir obturaciones en los goteros, según la clasifica-
ción aparecida en revistas especializadas, pueden ser:

A) De naturaleza física
Sólidos en suspensión.
Partículas minerales:
— Arena.
— Limo.
— Arcilla.
Partículas orgánicas:
— Restos de plásticos.
— Restos de animales y plantas.
— Animales y plantas acuáticas.
Tanto las aguas superficiales, como las de algunos pozos, pueden llevar partí-
culas minerales en suspensión. El almacenamiento y reposo en una balsa regula-
dora, favorece la sedimentación de la mayoría, pero se puede mejorar añadiendo
sulfato de cobre o sulfato de alúmina (óxido de aluminio), a la dosis de medio
gramo a un gramo por metro cúbico de agua, que se irá añadiendo cada vez que
se llene la balsa, procurando usar dosis mínima, ya que el cobre, aunque es un ele-
mento necesario para la alimentación de las plantas, por su efecto acumulativo en
el suelo, puede llegar a ser contaminante (es un metal pesado).
Si proceden de depuradoras o existe materia orgánica, se puede recurrir a la
mezcla de sulfato de cobre y sulfato de hierro a partes iguales, para favorecer la
floculación y evitar la proliferación de algas.
Cuando existen arcillas, el producto que más económicamente favorece la
sedimentación es la cal, que se tendrá en cuenta cuando el agua procede de terre-
nos graníticos, ya que en las rocas calizas ya suele haber suficiente.
Para la arena no es preciso la sedimentación, pudiéndose resolver el problema
con un hidrociclón, intercalándolo delante de los filtros.
360
B) De naturaleza química
Precipitados de sustancias en disolución
— Carbonatos de calcio y magnesio.
— Sulfato cálcico (yeso).
— Fosfatos de calcio, hierro, magnesio, etc.
— Hidróxidos y sulfuros.
— Fertilizantes.
— Aceites y lubricantes.
No se eliminan con los filtros, sino siguiendo un programa preventivo y
bajando el pH para que no se formen incrustaciones.
Como ya se ha indicado anteriormente, para el tipo de aguas calizas, con pH
alcalino, se utiliza el ácido nítrico o el fosfórico.

C) De naturaleza biológica
Principalmente algas y bacterias:
— Filamentos (algas).
— Geles bacterianos.
— Depósitos de origen microbiano.
Se presentan en aguas superficiales o de pozo, cuando están en balsas al aire
libre, y cuando se aprovechan aguas residuales.
Cuando se aprovechan aguas superficiales, previamente hay que colocar una reji-
lla, que impida el paso de restos de materia orgánica de mayor tamaño, como hojas.
Si existe riesgo de microorganismos, como en las aguas residuales, se tiene
que tratar con cloro, gas o lejía (hipoclorito sódico).
La dosis de mantenimiento se calcula entre 0,1 a 0,2 gramos de cloro, por cada
metro cúbico de agua, pero para tener la seguridad de la destrucción de todos los gér-
menes se llega a 0,5 g/m3, o incluso el doble, pues con la primera dosis actúa sólo de
bactericida, y a la dosis elevada destruye completamente todas las sustancias orgánicas.
Cuando se riegan cultivos muy sensibles al cloro, el agua se tiene que airear
para que se evapore.
Finalmente, y a modo de resumen, se indican las distintas operaciones o trata-
mientos para desinfectar las aguas:
1.a Sedimentación
Tratamiento con sulfato de cobre o con alumbre (sulfato doble de alumi-
nio), o bien la mezcla a partes iguales de sulfato de cobre y de hierro.
2.a Cloración
Tratamiento bactericida, con cloro o lejía (ácido hipocloroso HClO, o
hipoclorito ClO–).

361
TEMA 15

EL RIEGO LOCALIZADO DE PIE

INTRODUCCIÓN

Cuando se habla de riego localizado, normalmente se considera que sólo se


refiere al riego por goteo, ya que es en este tipo de instalaciones donde principal-
mente se aplica.
Sin embargo, en la actualidad están apareciendo técnicas de invernadero, loca-
lizados en pequeños contenedores, que también están dentro del concepto de no
regar toda la superficie.
El riego de pie, es decir, sin agua a presión que circula por regueras, que no
ocupan más del 50 % de la superficie total, es una técnica que puede incluirse per-
fectamente como un riego localizado, tal como ocurre con cultivos permanentes
(frutales), donde el agua en lugar de inundar toda la parcela, sólo discurre por el
medio (frau), mediante regueras, «calles», etc.
En la Marina Alta de Alicante, la unidad de medida del volumen de agua sumi-
nistrado, se denomina «fila». Cada fila equivale a un caudal de 1.000 litros por
minuto, aunque en la práctica, debido a la sequía, se queda en mucho menos. El
transporte del agua se realiza mediante canales abiertos, por lo que la pendiente tiene
que estar muy bien diseñada. Para una velocidad de 1,32 m/s, la pendiente uniforme
tiene que ser de 0,05% y para una velocidad de 3 m/s, la pendiente es del 0,3%.

PREPARACIÓN DEL SUELO

Con la aplicación de la técnica del riego localizado de pie, pueden presentarse


varios casos:

1. Caso de un terreno por plantar


La preparación del suelo es la normal, con labores de desfonde y nivelación, sur-
cos de unos 50 cm de anchura y otros 50 de profundidad, de forma tal que donde
corresponda el árbol, vaya un doble caballón de 50 cm a un metro de ancho, que per-
mitirá que las raíces vegeten mejor, sin problemas de asfixia, ni de falta de humedad.
Con el fin de ahorrar agua, durante los dos primeros años es suficiente regar
por los surcos colindantes a ambos lados.
363
364
365
Supongamos que se planta una parcela a un marco real de 6 × 6 metros.
Los primeros riegos de plantación tienen como finalidad principal evitar la
desecación de las raíces, por lo que también se regará en la poceta; pero tan pronto
como broten, sólo se regará en los surcos contiguos para dirigir las nuevas raíces
hacia el exterior.
Paulatinamente, según pasen los años y se desarrolle la copa, se irá ensanchando
el caballón, de forma tal que las brotaciones más exteriores se proyecten sobre él, por
lo que la reguera se irá alejando, hasta que llegará un momento que la misma reguera
servirá para las dos hileras contiguas, tal como se aprecia en el dibujo.

366
En las formas apoyadas y plantaciones intensivas, donde las copas tienen un
desarrollo limitado, y los marcos de plantación son muy estrechos, la reguera
común se realiza desde el primer año.
La anchura dependerá del tipo de suelo y del marco de plantación, oscilando
entre uno y dos metros.

2. Caso de parcelas con arbolado joven y plantado «alto»


Cuando se plantan árboles, siempre se ha aconsejado que queden situados un
poco más elevados del nivel normal del suelo, para que al asentarse la tierra no
queden por debajo. En citricultura, con el empleo de patrones tolerantes a la tris-
teza, esta condición se tiene que exagerar, ya que los nuevos pies son muy sensi-
bles a los encharcamientos y humedades.
Cuando se plantan en zonas con riesgo de encharcamiento, como puede ser la
Ribera, la altura es de unos 30 cm o más, según situaciones, pero se tiene que
extremar la vigilancia en los riegos «a cubo», no sea cosa que se caiga en el
defecto contrario, y las raíces pasen sed, al no poder ascender el agua del riego.
Esta exigencia es una ventaja más, para los que usan la técnica del riego loca-
lizado de pie, pues no es necesario profundizar tanto la reguera.
Según la edad, o mejor, según el volumen de la copa, se harán uno o varios
caballones entre hileras, como en el caso anterior.
Tal como se ha dado a entender, la profundidad del surco, con relación al nivel
que está plantado el árbol, conviene que sea de unos 30 cm, aunque puede variar
según tipo de suelo.
367
Posteriormente y paulatinamente, se procederá como en el caso anterior, hasta
quedar una sola reguera en la calle o frau.

368
3. Caso de parcelas con arbolado ya desarrollado y plantado «alto»
Se procura hacer como en el caso anterior para que al final quede una reguera
central.
Si no «bebe» suficiente, o queda demasiado estrecho, se pueden hacer también
surcos transversales para mojar mayor superficie, pero procurando que no se
comuniquen con los principales, ya que pueden producirse problemas de unifor-
midad de riego.

369
Otra ventaja añadida es que cuando vienen los períodos de lluvias torrenciales
los árboles y la fruta se conservan mejor.

4. Caso de parcelas con arbolado joven plantado al mismo nivel del suelo
Como no es posible hacer surcos, la reguera se formará haciendo caballones a
los lados y paralelos a la hilera de los árboles.

La situación de los caballones y reguera variará a medida que se desarrolle la


copa, localizándolos al principio de cada año bajo las proyecciones de las brotacio-
nes más externas.
En terrenos de textura media a fuerte, estas labores son fundamentales para
evitar ciertas enfermedades, como gomosis y clorosis, que tienen su inicio en los
excesos de humedad.

5. Caso de parcelas con arbolado ya desarrollado y plantado al mismo


nivel, o incluso inferior
Es una variante del anterior, donde el agua sólo circula entre dos caballones
paralelos y por el medio de la calle.
370
CULTIVO LOCALIZADO

Una vez delimitada la zona de riego se deberá seguir con las restantes labores
en dicha localización.
Por lo tanto, el riego, el abonado y laboreo anual, sólo se efectuará en dichas
zonas. El resto quedará libre de operaciones o actividades, pudiendo, en todo caso,
utilizar herbicidas de contacto si se prefiere que esté limpio de malas hierbas.

Otra forma de proteger la zona no afectada por las labores es con el empleo de
plástico negro, que impida el desarrollo de la vegetación, y protege contra el apiso-
nado y apelmazamiento.
Esta lámina de plástico negro, además de actuar como herbicida no contaminante,
evita la ascensión de las sales y disminuye enormemente las pérdidas por evapora-
ción, lo que la hace doblemente interesante en sitios que el agua sea cara o escasa.

371
También puede influir en la precocidad de algunos cultivos hortícolas, como se
comprobó en las experiencias de Francisco Mengual de Gata, con el adelanto de
tomateras y tomates. En cítricos parecen más interesantes las mallas por arriba.
Cuando el laboreo es escaso o bien no se hace todos los años, la acumulación
de hojarasca puede llegar a provocar paradas o retenciones al paso del agua, lle-
gando a hacerse necesario limpiar el fondo de los surcos o regueras.
Cuando se llega a estas situaciones, generalmente al final de la campaña las hojas
están medio podridas, pero para facilitar el paso del agua cuando llegan las lluvias se
pueden limpiar las regueras con un rastrillo, dejando las hojas por debajo de los árbo-
les, con lo que se enriquece de materia orgánica dicha zona, mejorando sensiblemente
la estructura y estabilidad del suelo, con proliferación de lombrices y raicillas. Si no
hay problema de encharcamiento es preferible mantener la hojarasca en la reguera.

VENTAJAS DEL RIEGO LOCALIZADO DE PIE


1.a Al llegar el agua por infiltración lateral, siempre existe una parte que no
alcanza el punto de saturación, por lo que se reduce el peligro de provo-
car paradas vegetativas en períodos críticos, como:
— Floración.
— Cuaje.
— Engorde.
2.a La vegetación y producción son tan exuberantes como en el riego por
goteo, reduciéndose la degradación de la estructura del suelo, pues la
zona de inundación es fácil de regenerar con el aporte de materia orgánica
localizada.
372
3.a Se puede producir un ahorro de agua hasta del 48,50 %, según datos
tomados en los pueblos de Alcalalí, Murla y Parcent, en los últimos
veinte años.
En Sueca (Valencia) se llevan más de cinco años comprobando esta téc-
nica, consiguiendo regar sólo con el 20 % de agua, pero como se aumenta
la frecuencia, se calcula que el ahorro sólo alcanza la tercera parte, pero si
se tiene en cuenta la que se evita que se pierda por escorrentía, viene a
resultar un ahorro superior al 35 % con relación al riego tradicional, siem-
pre que no produzca pérdidas por desagüe, que con esta técnica se redu-
cen prácticamente a cero, aunque no sea muy experto.

Cuadro comparativo de sistemas de riego


Valle del Pop (La Marina Alta. Alicante)
Cultivo: Naranjos en plena producción. Año 1982

Por hectárea (1)


Tipo de riego Término Conceptos
Agrícola Por riego Total anual

TABLAS PARCENT (S.A.T.)


Precio regador ........ 14.400 ptas. 144.200 ptas.
(Inundación) Turno de riego ........ 20 días 20 días
Número de riegos ... 1 10
Consumo................. 720 m3 8.640 m3
Idem MURLA (S.A.T.) Precio regador......... 8.400 ptas. 84.000 ptas.
Turno de riego ........ 20 días 20 días
Número de riegos ... 1 10
Consumo................. 720 m3 8.640 m3
Idem ALCALALI Precio regador......... 18.432 ptas. 147.456 ptas.
Turno de riego ........ variable variable
Número de riegos ... 1 8
Consumo................. 1.380 m3 11.040 m3
CALLES MURLA Gastos común ......... 4.800 ptas 57.600 ptas.
(No total) (pozo propio Número de riegos ... 1 10
comunitario) Consumo ................ 480 m3 4.800 m3
RIEGO ALCALALI Precio fijo ............... 228,096 ptas. 60.480 ptas.
LOCALIZADO (Grupo comunitario) Consumo................. 1,584 m3 5.040 m3
A GOTEO
TABLAS ALCALALI Precio riego............. 19.800 ptas. 80.850 ptas.
(Inundación) (SAT Vereda) Turno riego ............. 25 días 25 días
Número riegos ........ 1 7
Consumo................. 1.350 m3 9.450 m3
CALLES (SAT Vereda) Precio riego............. 8.100 ptas. 72.840 ptas.
(No total) Turno riego ............. 17 días 17 días
Número riegos ........ 1 9
Consumo................. 540 m3 4.860 m3
GOTEO (SAT Vereda) Precio/m3 ................ 12 ptas. —
Por riego (1)............ 69,45 ptas. 33.120 ptas.
Turno riego ............. 1 día 1 día
Número riegos ........ 1 365
Consumo (1) ........... 5,7876 m3 2.760 m3

(2) Estas cantidades van aumentando a lo largo del año, debido al desarrollo que va teniendo del arbolado, por lo que no coinciden
con la anual.

373
4.° Además el ahorro de fertilizantes, que se perderían por arrastre superfi-
cial y por lavados.
5.° Disminución de la erosión del suelo, que en el peor de los casos se reduce
a un 20 %. Esto de la erosión es un problema que desgraciamente no se
valora, o se valora poco, ya que no cuesta dinero inmediato; pero es de
lamentar la gran cantidad de tierra fértil que se pierde en cada riego, por
los desagües y escorrentías, consecuencia de una falta de información,
unida a la comodidad de regar lo más pronto posible, sin control de cau-
dales superiores a las características de la parcela, que trae como resul-
tado la pérdida del mejor suelo superficial.
6.° Ahorro de mano de obra con la fertirrigación, ya que no es necesario
echar o esparcir el abono previamente. Esta ventaja es más importante
cuanto mayor sea la parcela. En el minifundio de Valencia puede llegar a
ser más engorroso el trasladar bombonas de abono líquido.

El riego total, salvo que haya problemas de sales, es un despilfarro de agua,


convirtiéndose en un «mal necesario», además de lo indicado, por el apelmazamiento
del suelo.

INCONVENIENTES

El principal inconveniente del riego localizado de pie es una consecuencia del


minifundio de muchas huertas, es decir, la pequeñez de las parcelas y su separa-
ción, ya que con esta técnica se pueden regar superficies mayores a la vez, sin el
peligro de los arrastres, como ocurre con el riego total por inundación.
Los preparativos para regar una finca de diez hectáreas son casi los mismos
que para otra parcela de un quinto de hectárea.
374
Lo interesante sería aprovechar las comunidades de riego antiguas, para
implantar las nuevas técnicas, pero a veces son los mismos dirigentes los más rea-
cios a los cambios e innovaciones, limitándose a una actitud contemplativa.
Los nuevos regadíos exigen una preparación previa, con una perfecta nivela-
ción, por lo que el riego por goteo es muchísimo más ventajoso.

CALENDARIO O PLANNING DE CULTIVOS

1.o No se pueden hacer o establecer programas para cumplirlos rigurosa-


mente, pero sí que sirvan como referencia, introduciendo las modificacio-
nes oportunas, según evolucione la climatología.
2.o Las labores localizadas en las zonas de riego pueden repetirse cada 2-3
años si hay problemas de permeabilidad, aprovechando para echar las
enmiendas orgánicas.
3.o Siempre que se riegue hay que hacer la fertirrigación, igual da que sea
cultivo hortícola, como arbóreo; lo que variará será la proporción y la
dosis de los distintos elementos.
4.o Los resultados conseguidos suelen ser muy superiores al cultivo tradicional.
5.o La dosificación de agua y el volumen de la copa tienen una corresponden-
cia, que no es igual en cuanto a la dosificación de fertilizantes.
6.o La programación de agua y fertilizantes se ha demostrado que no es pro-
porcional. También hay limitaciones y variaciones por la calidad del agua
y la salinidad del suelo.

1. Planning cultivo naranjos


A título de ejemplo se incluye un programa que abarca casi todo el año, sin
indicar cantidades y dosis.

1.° Desde finales de enero hasta marzo


— Sólo regar en años secos, especialmente si hay fruto pendiente.
— Podar.
— Laboreo localizado, caso de corresponder, y siempre después de la recolec-
ción.
— Tratamiento pesticidas (caparreta).

2.° Abril
— Regar al principio, pudiendo dar otro riego.
— Tratamiento herbicidas de contacto.
— En poda, eliminar «chupones».
— Vigilar evolución vegetativa en variedades problemáticas (navelate, for-
tune). Tratamientos especiales; preferible primer rayado.
375
3.° Mayo
— Regar una o dos veces, según venga el año.
— Tratamiento herbicidas de contacto.
— Control «chupones».
— Injertado (chapa y escudete).
— Vigilar evolución variedades problemáticas. Tratamientos especiales, o
segundo rayado, antes de terminar «porgada».

4.o Junio
— Regar dos o tres veces, según venga el año.
— Tratamiento pesticidas («serpeta» y pulgones).
— Control chupones.
— Mejor época para injertar de chapa y escudete.
— Control hierbas.

5.° Julio
— Regar tres o cuatro veces, según año.
— Control hierbas.
— Control plagas («cotonet», «serpetas», «caparreta», ácaro rojo, etc.).
— Control chupones.
— Control injertos (atados y despuntes) y pulgones.
— Vigilar evolución variedades problemáticas, pudiendo ensayar un tercer
rayado).
— Iniciar «encañado».

6.° Agosto
— Regar tres o cuatro veces, según año.
— Control hierbas.
— Tratamientos generales con aceites.
— Control «chupones».
— «Encañar».

7.° Septiembre
— Regar dos o tres veces según año.
— No abonar variedades extratempranas, o sólo con P-K.
— «Encañar».
— Tratamiento «poll roig» y «poll gris»; caracoles.

8.° De octubre a diciembre


— Riego supeditado a las lluvias, vientos secos y cosecha pendiente.
— Tratamientos especiales, conservación fruta y caracoles.

2. Planning riego de pie en nogales


Se riega por surcos en medio de las hileras de árboles, mojando la mitad o
376
menos de la superficie total. Cada vez que se riega, conviene abonar. El estrés
hídrico se inicia en junio.
Como el mes tiene 4,5 semanas, cuando se indique el «turno» (semanas que
deben pasar entre un riego y el siguiente), habrá unas diferencias entre un máximo
y un mínimo del número de riegos a dar en el mes, por lo que se recurre al sentido
común de cada uno, ya que también puede ocurrir que el año venga lluvioso y no
se dé ningún riego hasta junio.

Número riegos
MESES TURNO (Semanas a transcurrir)
Máximo Mínimo
Abril 4-5 1 0
Mayo 4 1 0
Junio 3-4 2 1
Julio 2-3 3 2
Agosto 2-3 3 1
Septiembre 4-5 1 1
Total anual 11 5

2.1. En un año normal


1.er riego. Mediados mayo + abonado (36-36-18-6)
2.° riego. Mediados junio + abonado (36-36-18-6)
3.er riego. Primeros julio + abonado (48-16-48)
4.° riego. Finales julio + abonado (48-16-48)
5.° riego. Mediados agosto + abonado (36-18-36)
6.° riego. Mediados septiembre + abonado (36-36-0)
Total abonado anual.- 240-122-168-12

2.2. En un año con primavera lluviosa


er
1. riego. Principios de junio + abonado
2.° riego. Finales junio + abonado
3.er riego. Mediados julio + abonado
4.° riego. Primeros de agosto + abonado
5.° riego. Finales agosto + abonado
6.° riego. Finales septiembre + abonado
Abonado anual.- 240-122-168-12

3. Planning riego de pie en olivos


Se riega por surcos en medio de las hileras de árboles, mojando la mitad o
menos de la superficie total. Cada vez que se riega, conviene abonar.
377
Normalmente el déficit hídrico se inicia a partir de mayo y termina en octubre.
En pleno verano, con temperaturas superiores a 35 grados, se producen paradas
vegetativas.
3.1. Riego de Complemento. Un riego para completar el ENGORDE.
Finales de agosto a primeros de septiembre.
3.2. Riegos de Complemento. Dos riegos:
1.° Después del CUAJE. De mediados a finales junio.
2.° ENGORDE. De finales julio a primeros agosto.
3.3. Plan normal. Tres riegos:
1.° Después del CUAJE. De mediados a finales de junio.
2.° ENGORDE. De finales julio a primeros agosto.
3.° Completar ENGORDE. Primeros de septiembre.

378
CUARTA PARTE

FERTILIZACIÓN
TEMA 16

NOCIONES DE FISIOLOGÍA VEGETAL

INTRODUCCIÓN

Todos los seres vivos necesitan energía, para realizar las funciones vitales de
su ciclo, como:
— Nacer, crecer y desarrollarse.
— Producir y realizar trabajo.
— Reproducirse y morir.
La NUTRICIÓN consiste en la asimilación de energía. La clorofila es una sus-
tancia de color verde que se encuentra localizada en los cloroplastos, muy abun-
dantes en las hojas, y las plantas que la poseen pueden aprovechar y almacenar la
energía solar, mediante la combinación de dos productos orgánicos fosfatados.
En la composición de la clorofila, hay que recordar, que en el centro de su
molécula se encuentra magnesio, además del nitrógeno, y otros elementos como
carbono, oxígeno e hidrógeno formando cadenas complejas.
Con la RESPIRACIÓN se aprovecha la energía existente, para poder realizar
todas las funciones de los seres vivos, mediante el consumo de las sustancias que
la almacenaban y oxígeno.
Por lo tanto, los dos procesos son completamente opuestos. El primero es un
INGRESO y el segundo es un GASTO de energía.
Si no fuera por las plantas verdes, no podría haber vida en nuestro planeta, ya
que todos los demás dependemos de ellas para almacenar energía y poder realizar
todos los procesos descritos.
Además de esta labor, también purifica el aire, tomando anhídrido carbónico y
expulsando oxígeno, pues en el proceso de captación de energía, son capaces de
descomponer el agua del suelo, devolviendo el oxígeno a la atmósfera.

CIRCULACIÓN DE LA SAVIA

Por las raíces absorbe una mezcla de minerales disueltos en agua, que recibe el
nombre de savia bruta y tiene un movimiento ascendente, desde las raíces más
finas a las más gruesas.

381
Luego continúa por el centro del tronco y ramas principales, ramas más finas,
hasta llegar a las hojas.
Tomando como modelo el esquema de un árbol, la savia bruta (SB) circula a
través de unos canales (vasos leñosos) situados generalmente por el centro del
tronco y ramas, hacia la parte o zona exterior y superior de la copa.

Toda aquella rama que por su situación facilite el paso de la savia, recibirá
mayor cantidad (ramas verticales) y, por tanto, será más vigorosa.
También a las zonas superiores y soleadas les llegará más savia bruta (SB),
debido a ese movimiento ascendente.
A las yemas de las ramas les sucederá lo mismo, o sea, aquéllas que tengan
una situación favorable se desarrollarán con mayor vigor, y aquéllas con insufi-
ciente savia pueden llegar a secarse.

IMPORTANCIA DE LAS HOJAS

En las plantas verdes, las hojas equivalen a las pantallas solares, que el hombre
ha inventado recientemente, para captar la energía luminosa, que en este caso
están muy perfeccionadas a través de los millones de años de evolución.
A estas «fábricas» de captar energía solar, el agricultor las tiene que proteger
extremadamente, para su mantenimiento y conservación, favoreciendo la brota-
ción y el que siempre estén sanas y puedan cumplir sus funciones perfectamente.
La parte ensanchada recibe el nombre de limbo, y hacia allí confluyen los
vasos que conducen la S.B., para que tenga lugar la transformación en S.E., como
veremos más adelante.

382
Haciendo un corte transversal y con un microscopio, se puede observar su
estructura, tal como se representa en el esquema tomado del magnífico libro de J.
Bonner y A. W. Galston «Principios de Fisiología Vegetal».

Recubriendo la superficie existe una capa bastante impermeable, que la pro-


tege de la contaminación ambiental, pero que tiene unos orificios con el nombre
griego de «estomas» (bocas), por donde tiene lugar la serie de intercambios gaseo-
sos, como la entrada y salida de oxígeno y anhídrido carbónico y, más reciente-
mente, de los fertilizantes en los tratamientos con «abonos foliares». Cuando las
hojas están insertadas verticalmente, los estomas se reparten por igual en ambas
caras, pero cuando están situadas horizontalmente, como se representa en el
dibujo, predominan en la cara inferior. Este detalle se debe tener en cuenta cuando
se hagan aplicaciones foliares.
383
FOTOSÍNTESIS

Aprovechando la energía solar, principalmente por las hojas, se realizan una


serie de reacciones y combinaciones bioquímicas por las cuales la materia mineral
se transforma en materia orgánica:

Anhídrido carbónico + Agua + Energía solar = Oxígeno + Hidratos de carbono + Agua

A partir de los hidratos de carbono, y con combinaciones con los demás mine-
rales, sobresaliendo el nitrógeno, fósforo, potasio y magnesio, se consiguen
todos los compuestos orgánicos, que permiten que haya vida en nuestro planeta.
Existe una fase que sin la presencia de luz no se puede realizar la función clo-
rofílica, por lo que por la noche no tiene lugar.
Debido a la clorofila, las plantas que están en el exterior adquieren un color
verde característico, pero las que están dentro de la casa dependerá de la ilumina-
ción que reciban.
En horticultura se aprovecha esta particularidad para conseguir verduras blan-
cas que, aunque son menos nutritivas, son más apreciadas por los consumidores,
por lo que se cubren para que no les dé la luz (lechuga, escarola, cardo, espárrago,
etc.).

Transpiración
Tiene por objeto expulsar a la atmósfera el exceso de agua que contiene la SB.
La transpiración se realiza durante el día y durante la noche, pero durante el
día es más intensa (clorovaporización).
Aunque puede realizarse por toda la planta, principalmente tiene lugar por los
estomas de las hojas y, gracias a ella, se defienden de las temperaturas altas.
Cuanto más seco sea el ambiente y más calor haga, mayor será la transpiración
de la planta hasta un límite, donde empiezan a funcionar los mecanismos de
defensa para las condiciones adversas, que consisten en cerrar los estomas y deten-
ciones vegetativas.
Este exceso de agua que expulsan las plantas es muy importante. Se calcula,
que para formar un kilo de materia seca se consumen de 350 a 800 kilos de agua,
variando según las especies. Los cereales de verano necesitan menos, y las hortali-
zas más.
Finalmente, la SB, por medio de los procesos de la función clorofílica y de la
transpiración, obtiene la energía y concentración necesaria para transformarse en
materia orgánica, llamada savia elaborada (SE).

SAVIA BRUTA FOTOSÍNTESIS SAVIA ELABORADA


(materia mineral) (energía luminosa) (materia orgánica)
384
Transpiración

La savia elaborada (SE) tiene un movimiento inverso a la SB, es decir, va


pasando desde las hojas a las ramillas más finas, de ahí a las ramas más gruesas y
tronco, descendiendo hasta las raíces más finas o «barbada». También tiene un
movimiento ascendente hacia las puntas de las brotaciones.
Este movimiento descendente hasta las raíces más finas se realiza a través de
unos conductos o canales, llamados vasos cribosos o liberianos, situados en la cor-
teza, es decir, en la zona externa del tronco.
La SE es el verdadero alimento de las plantas, ya que la materia mineral
disuelta en agua se ha condensado y transformado en materia orgánica con todos
los componentes y elementos necesarios para la vida, y a medida que va pasando
va alimentando a las distintas partes.
Por lo tanto, si existe un impedimento que dificulte el paso de la savia elabo-
rada en ese descenso, se producirá una brotación por debajo de dicho obstáculo
para poder «fabricar» SE.
385
Por esta razón se hacen muescas en la corteza por arriba de los injertos «para-
dos», cortando los vasos liberianos para estimular la brotación, que se ve favore-
cida por la presencia o ausencia de fitohormonas estimulantes o inhibidoras.
Cuando las condiciones de temperatura y humedad son adecuadas, las raíces y
las hojas trabajan activamente en la producción de SB y SE, con el fin de atender
todas las necesidades presentes (mantenimiento) y futuras (brotación, floración y
engorde), por lo que se tienen que aprovechar estas condiciones al máximo, y más
todavía en países y comarcas con limitaciones, para que puedan almacenar reservas.
A expensas de estas reservas, a finales de invierno-primavera, podrá atender a
las primeras necesidades de floración y brotación, hasta conseguir formar las prime-
ras hojas. Si no son suficientes se resentirá, por lo menos, la producción de ese año.
El crecimiento de nuevas raicillas también está supeditado a las reservas acu-
muladas.
Por lo tanto, al principio, la producción tanto de SB, como de SE, estará en
función de lo bien que se haya «agostado» el arbolado, por lo que es de suma
importancia mantener el nivel de fertilización mientras las hojas tengan actividad.

EQUILIBRIO VEGETATIVO

Todo árbol se puede considerar como formado por dos partes bien diferenciadas:
— Parte enterrada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . RAÍZ
— Parte aérea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . COPA
Ambas tienden a un equilibrio; de ahí las reacciones observadas cuando por
motivos varios (roturas, heladas, enfermedades, podas, etc.) se rompe.
La parte enterrada está compuesta por raíces gruesas, raíces finas y «barbada»
o pelos absorbentes. A efectos prácticos, consideramos la barbada o pelos absor-
bentes, como la parte activa fabricante de SB.
La parte aérea o «copa», está formada por el tronco, ramas, frutos y hojas. A
efectos prácticos, consideramos las hojas como la parte activa fabricante de SE.
Como ya se ha indicado, existe una relación de equilibrio que, para hacerlo
más didáctico, vamos a suponer la siguiente como ejemplo:

SE 10
  
SB 10

Si con la poda disminuimos la producción de SE en dos unidades, la relación


quedaría:
SE 8
  
SB 10

El árbol tiene dos alternativas:


386
1.a Producir más hojas (brotes) para volver a los «10» de SE.
2.a Disminuir la parte enterrada, para que la SB pase a «8».
Luego, el equilibrio puede ser positivo (inducir brotación) o negativo (reducir
raíces).

SE 10 8
    
SB 10 8

Volviendo otra vez al principio, vamos a considerar las dos partes del árbol:
— RAÍZ: SB (materia mineral + agua).
— COPA: SE (materia orgánica + agua).
La savia bruta para poder ser asimilada se tiene que transformar en savia ela-
borada.
Por lo tanto, la raíz obligará a la copa a producir hojas (brotes) hasta conseguir
el equilibrio.
Ahora podemos considerar el árbol bajo un estado de equilibrio de estas dos
fuerzas, las cuales motivan todas las reacciones que se observan al podar un árbol
sano.
Llegado a este punto, ya se puede definir la poda, «como la serie de modifi-
caciones, que se realizan en el equilibrio SE/SB, con el fin de aprovechar
mejor las aptitudes del cultivo arbóreo».
Cuando se podan las raíces (poda propiamente dicha, labores profundas,
lesiones y enfermedades), automáticamente se rompe el equilibrio en perjuicio
de la SB.
La reacción del árbol puede ser:
a) Nueva emisión de raíces.
b) Disminución de la copa.
Hasta conseguir otra vez el equilibrio SE/SB.
Cuando se suprime una rama portadora de hojas se vuelve a romper el equili-
brio en perjuicio de la SE, y entonces ocurre otra reacción igual que antes, pero de
efectos opuestos:
a) Nueva brotación.
b) Disminución de las raíces.
De todo lo dicho, se puede hacer el siguiente cuadro:
387
SE SB

Tronco Raíz principal


Ramas Raíces secundarias
Hojas Pelos absorbentes

Las dos primeras relaciones se pueden considerar de «sostén» o «intermedia-


rias».
La última relación es la verdaderamente activa, salvo casos especiales.
Estos casos especiales son:

a) Corte parcial en una rama o tallo del floema


Automáticamente se produce un falso desequilibrio SE/SB debido a que la
zona de corteza, situada por debajo del corte, no recibe dotación de SE, por lo que
se ve obligada a buscar una solución a esta carencia:
a1) Soldando la herida.
a2) Emitiendo hojas (brotes).

388
b) Corte parcial del floema en una raíz.
Se verifica el mismo falso desequilibrio SE/SB con idéntica reacción:
bl) Soldadura del corte.
b2) Emisión de hojas (brotes).

Muchos rebrotes en la base se deben a la falta de afinidad patrón/injerto, que


originan desequilibrios SE/SB.
Al cabo de un tiempo de haber efectuado una labor profunda, aparecen muchos
brotes por toda la parcela, originados por cortes a las raíces.
389
Estas reacciones tienen más o menos importancia, según la situación o catego-
ría de la rama o raíz afectada.
En los codos la savia circula con mucha mayor facilidad por la parte exterior
(convexa) que por la cóncava.
En las partes soleadas también circula mejor que por donde no penetra el sol.
Finalmente, también se pueden considerar los casos de corte total de floema y
xilema en ramas, tronco y raíz. Como el desequilibrio es mayor, las reacciones son
más violentas o enérgicas, pudiendo llegar a producir la muerte del árbol.

NUTRICIÓN MINERAL

La planta toma los alimentos del suelo y del aire.


El suelo tiene su origen en la roca madre, que por la acción de los elementos físi-
cos (clima y agua), químicos (sales disueltas) y biológicos (microorganismos), va
descomponiéndose durante siglos y milenios, permitiendo el desarrollo de las plan-
tas, desde las menos exigentes (gramíneas) a las más complejas (leguminosas), hasta
alcanzar un grado de madurez que permite su explotación para el cultivo.
Los alimentos gaseosos del aire los toma a través de las hojas, propiedad que
se ha aprovechado para los abonados foliares.
Debido a la fotosíntesis son capaces de aprovechar y transformar la materia
mineral, no teniendo necesidad de alimentarse de materia orgánica, como ocurre a
los animales.
Los minerales del suelo los toma a través de los pelos absorbentes o barbada,
pasando a su interior por una de estas formas:
a) Disueltos en el agua.
b) Por intercambio iónico.
c) A través de las partes lípidas.
La que tiene más importancia es la que se realiza disueltos en el agua, con o sin
intercambio iónico, ya que todos los fertilizantes se encuentran en forma iónica en
la solución del suelo.
Con arreglo al consumo que se hace, se clasifican:

1. Elementos mayores o macroelementos


También llamados elementos plásticos, pues representan más del 99 % de la
materia viva.
— Carbono — Nitrógeno — Azufre
— Oxígeno — Fósforo — Calcio
— Hidrógeno — Potasio — Magnesio
Todos estos elementos los toma del suelo, pero el carbono y el oxígeno son
principalmente tomados del aire.
390
2. Elementos menores, microelementos u oligoelementos
2.1. Esenciales
— Hierro — Manganeso — Cobre
— Zinc — Boro — Molibdeno

2.2. No esenciales
— Cloro — Cobalto — Aluminio
— Sodio — Silicio — Iodo
El agua, además de ser el vehículo de los elementos, también es el principal
alimento de las plantas, pues proporciona hidrógeno y oxígeno.
En las soluciones del suelo, además de los fertilizantes disueltos en forma
iónica, existen pequeñas cantidades de otros elementos ácidos, procedentes del
estiércol y de los restos de materia orgánica en proceso de mineralización.
Las raíces también segregan sustancias ácidas, y todo ello ayuda a que la diso-
lución de los fertilizantes sea más rápida, que si sólo hubiera agua pura.

3. Importancia relativa de los elementos en la composición de las plantas


y su procedencia
Para poder comparar la importancia que tiene el aporte de fertilizantes quí-
micos en el abonado, se adjunta la siguiente tabla de los elementos componen-
tes de las plantas, así como su procedencia, advirtiendo que el agua de riego
puede llevarlos todos en pequeñas cantidades, según el grado de contamina-
ción.

Elemento Procedencia Importancia relativa


Oxígeno (O) Aire y agua 77,54 %
Carbono (C) Aire 11,29 %
Hidrógeno (H) Agua 8,68 %
Nitrógeno (N) Suelo y abonos 0,82 %
Fósforo (P) Suelo y abonos 0,70 %
Calcio (Ca) Suelo y abonos 0,58 %
Potasio (K) Suelo y abonos 0,22 %
Azufre (S) Suelo y abonos 0,10 %
Magnesio (Mg) Suelo y abonos 0,08 %
Hierro (Fe) Suelo y abonos 0,002 %
Boro (Bo) Suelo y abonos 0,0007 %
Manganeso (Mn) Suelo y abonos 0,00036 %
Zinc (Zn) Suelo y abonos 0,00035 %
Cobre (Cu) Suelo y abonos 0,00025 %

Por lo tanto aprovechan mayoritariamente los elementos que se encuentran


abundantemente en el aire y en el agua.
391
MECANISMO DE LA ALIMENTACIÓN DE LAS PLANTAS POR EL SUELO

El suelo es una mezcla más o menos compleja, formada por materia mineral y
materia orgánica en proceso de mineralización, donde viven multitud de microor-
ganismos que influyen poderosamente en la nutrición.
Debido a las reacciones bioquímicas y físico-químicas que tienen lugar, se
encuentra en continuo proceso de transformación, por lo que tienen su fundamento
las quejas de algunos agricultores, sobre los cambios a peor, de las características
que observan en sus tierras.

Mecanismos de la alimentación de las plantas

— Partícula suelo (grava, arenas).

— Complejo arcillo-húmico con iones.

— Solución suelo.

Básicamente se pueden considerar tres partes o categorías:

1. Materiales y minerales originarios


Característicos de cada suelo, comprendiendo las partículas de tierra y sales,
así como de materia orgánica.
Como ejemplo didáctico, lo representamos como a un ALMACÉN de una
tienda, donde las plantas pueden, en un futuro, alimentarse de sus productos. Los
«operarios» son los microorganismos.

392
2. Complejo arcillo-húmico
Está compuesto por parte mineral y parte orgánica en forma húmica, que tiene
la propiedad de adsorber y retener los iones con carga positiva (cationes), como
son el amoníaco, potasio, calcio, hierro y todos los metales, además de los fosfa-
tos, gracias a la acción intermedia del calcio.
No retiene los de carga negativa (aniones), como nitrato, sulfato, cloruro y, en
general, los no metales, excepto los fosfatos.
Siguiendo con el ejemplo didáctico, equivale a una TIENDA, donde la planta
puede adquirir fácilmente el alimento que necesita.

3. Solución del suelo


Está formado por el agua y los radicales químicos (iones) de los distintos ferti-
lizantes, así como otras sustancias beneficiosas o no.
En el ejemplo didáctico propuesto equivale al RESTAURANTE, donde la
planta toma directamente su alimento, pudiendo incluso «pagar» mediante el inter-
cambio iónico.
Lo ideal sería suministrar los fertilizantes en cantidades iguales a las absorbi-
das por la planta, añadiendo las pérdidas por lixiviaciones, menos las existentes en
la solución del suelo.
Hoy en día esto sólo es posible en el cultivo hidropónico, pero sí que pueden
evitar riesgos de excesos, controlando la salinidad y fraccionando los abonados
diariamente.

393
TEMA 17

ENMIENDAS O MEJORANTES DEL SUELO

El suelo es el medio que sirve de sostén y de almacén para las plantas. Según
el tipo de suelo y clima, existe una vegetación característica, ya que la flora pre-
sente es la que ha sabido adaptarse a esas condiciones.
Cuando tiene suficiente profundidad y no existe ninguna causa limitante, como
puede ser una capa freática cerca de la superficie, las raíces alcanzan un gran desa-
rrollo, y normalmente no hay problemas nutricionales.
En una agricultura superintensiva, donde se pretende sacar el máximo de pro-
ducción en el mínimo de tiempo posible, con unas normas de calidad establecidas,
es muy raro que no sea necesario mejorar las condiciones naturales del suelo.
Por ENMIENDAS se entienden las grandes aportaciones de materiales orgá-
nicos y/o minerales, capaces de mejorar las condiciones físicas, químicas y bioló-
gicas de un terreno.
Las enmiendas suelen incidir directa e indirectamente en todos los aspectos,
tanto físicos como químicos o biológicos, ya que están todos relacionados.
Las mejoras físicas de textura y estructura facilitan la penetración y retención
del agua y el aire, haciendo que los suelos excesivamente compactos sean más
sueltos, y los demasiado arenosos tengan más cohesión.
Se aumenta la aireación y sanidad, lo que facilita el drenaje, especialmente
importante cuando hay problemas de sales.
Se mejoran las condiciones químicas con las aportaciones directas de elemen-
tos nutritivos contenidos en los materiales utilizados para la enmienda, pero, indi-
rectamente, al facilitar la asimilación de los existentes y evitando pérdidas de
otros (floculación), se consigue una doble o triple mejora química.
Se mejoran las condiciones biológicas, pues estos materiales pueden servir de
alimento a los microorganismos, además de mejorar las condiciones ambientales
existentes, por lo que pueden desarrollarse mejor.

ENMIENDAS ORGÁNICAS

Las enmiendas orgánicas están constituidas por las grandes aportaciones de sus-
tancias de origen orgánico, desde el clásico estiércol natural procedente del ganado,
395
hasta el «compost» o producto comercial procedente de las basuras, pasando por
una enorme lista de preparados comerciales, más o menos sofisticados.
Las aportaciones de «humus líquido», tanto procedente de residuos industria-
les (vinazas), como de fósiles (leonardita), son muy interesantes, pero no se deben
considerar como enmiendas, entre otros motivos, porque las dosis recomendadas
son insignificantes.
La materia orgánica, tanto de origen animal como vegetal, tiene que sufrir una
serie de transformaciones, hasta convertirse en HUMUS, que es un estado inter-
medio entre la materia orgánica sin transformar y la completa mineralizada:

MATERIA ORGÁNICA → HUMUS → MATERIA MINERAL


El humus es una sustancia muy compleja, de aspecto pastoso, de color negro y
formada por ácidos húmicos y fúlvicos, que es básica para que la tierra no pierda
su fertilidad.
Exceptuando los cultivos hidropónicos, cuya explotación difiere bastante del
concepto «agrícola», no se admite una tierra sin humus y que sea capaz de reunir
unas condiciones, aunque sean ínfimas, para el cultivo normal. Esta importancia se
ha incrementado todavía más con el cultivo localizado.
También contrarresta el efecto osmótico del exceso de sales, pues evita que la
solución del suelo sea demasiado concentrada.

Algunos iones, como los nitratos y nitritos, no son retenidos por el complejo
arcillo-húmico, por lo que son arrastrados a capas más profundas, perdiéndose y
contaminando los acuíferos subterráneos.

1. Transformación de la materia orgánica


Las condiciones para que la materia orgánica pueda iniciar y continuar el pro-
ceso de su mineralización, son:
— Humedad
— Temperatura
— Oxígeno
396
Si no hay humedad y temperatura suficiente, los microorganismos no actúan.
El oxígeno también es necesario, pues si falta se detiene todo el proceso. El
ejemplo clásico son las turberas de las zonas pantanosas, donde periódicamente se
detiene el proceso al quedar inundadas. Al secarse vuelve a reiniciarse con la vege-
tación última, y así sucesivamente durante siglos, y cuyo resultado es la formación
de depósitos orgánicos en diferentes procesos de humificación, que se aprovechan
como abono agrícola.

2. Fases
Se distinguen cuatro fases en todo este proceso de mineralización, añadiendo una
más por la posibilidad de reorganización, en los suelos bien fertilizados y saneados.
397
1.a Humificación
Se inicia a partir de que los microbios se encuentran con las tres condiciones
ambientales.
Cuando se amontonan pajas o restos vegetales, hay una primera fermentación,
que puede elevar la temperatura hasta los 75 grados, que se debe enfriar echando
agua.
Es conveniente dejar pasar unos dos meses, para que se transforme en humus
fresco, que será bueno para determinados cultivos, como los que se aprovechan
por sus raíces y tubérculos (patatas). Cuando se trata de frutales, tiene que estar
bien fermentado, pues las reacciones posteriores podrían causar la muerte y podre-
dumbre de raíces. Hay gente que considera nociva la práctica de echar estiércol a
los almendros, por culpa de estas reacciones del estiércol fresco.
A los cultivos perennes, como los frutales, es conveniente que el estiércol sea
del año anterior, para que su humus esté estabilizado, es decir, que no pueda origi-
nar fermentaciones violentas.

2.a Amonización
Continuando el proceso de mineralización, el humus fresco se transforma en
humus estable, cuyo nitrógeno orgánico se va transformando lentamente en nitró-
geno mineral (amoníaco).
Este proceso dura muchos años, y es fundamental para que el suelo disponga
de suficiente nitrógeno durante el período invernal, y la planta lo encuentre dispo-
nible durante los primeros días del inicio de la vegetación.

3.a Nitrificación
El amoníaco, siguiendo un proceso de oxidación, se transforma en nitrito, y
continuando con la oxidación, en nitrato, que es directamente asimilable por la
planta, o se pierde por las aguas de drenaje, contaminando los acuíferos situados
aguas abajo.

4.a Desnitrificación
Cuando concurren circunstancias de falta de oxígeno, puede iniciarse un pro-
ceso inverso, consistente en la transformación del nitrato en nitrito, actuando otro
tipo de microorganismos.
Del nitrito pasa a amoníaco, e incluso a nitrógeno gaseoso que se pierde a la
atmósfera, en el caso de que no esté enterrado.

5.a Reorganización
En suelos fértiles, el nitrógeno mineral puede volver a orgánico. Si el suelo es
rico en microorganismos, éstos, al morirse, producen un almacenamiento del nitró-
geno orgánico procedente de sus cuerpos, por lo que se evitan pérdidas durante las
lluvias torrenciales de otoño-invierno, circunstancia muy importante para que el
398
suelo mantenga un nivel aceptable de nitrógeno en esas épocas, que ayudará a dis-
minuir la vecería.
Con el abonado en verde o sideral, consistente en enterrar un cultivo herbáceo
cuando ha alcanzado su desarrollo, es práctica muy recomendable añadir un poco
de nitrógeno mineral, para ayudar a la fermentación. Este nitrógeno mineral tam-
bién se transforma en orgánico.
Comentario. Se ha considerado conveniente este breve resumen, dada la gran
importancia que tiene el nitrógeno y la materia orgánica en la economía de la
empresa agrícola, por lo que todo profesional debe procurar mantener un buen
nivel en los suelos.

ENMIENDAS CALIZAS

La cal es otro de los elementos más importante en los suelos agrícolas.


Interviene o influye en muchos aspectos, destacando:
1.o Aumenta la permeabilidad de los suelos, reteniendo mejor la humedad,
pero facilitando el drenaje del exceso.
2.o Mejora la estructura, haciéndolos menos apelmazados.
3.o Favorece la descomposición de la materia orgánica y la vida de los
microbios beneficiosos.
4.o Evita que el complejo arcillo-húmico sea arrastrado por las aguas de llu-
via, produciendo floculación (sedimentación).
5.o Regula la fertilidad, favoreciendo el intercambio iónico.
6.o En suelos de reacción ácida, sirve para elevar el pH.
7.o Favorece el sistema radicular, por lo que se aprovechan mejor las dife-
rentes capas de suelo.
8.o Mejora la brotación y la resistencia de los tejidos.
9.o Influye en el tamaño de los frutos, en su calidad y maduración.
10.o En los terrenos faltos de cal, el ganado crece raquítico.
11.o El exceso dificulta la asimilación del fósforo, potasio, hierro, boro y
manganeso.
Cuando se tenga que realizar una enmienda caliza, lo primero que se tiene que
averiguar es la racción del suelo o pH.
La mitad occidental de la Península tiene suelos ácidos, por lo que se pueden
utilizar materias que elevan el pH a la vez, como la cal viva, la cal apagada y la
caliza (carbonato cálcico).
Cuando se emplea la cal viva, se tiene que distribuir previamente durante unos
tres meses de antelación, en pequeños montones, para que se vaya apagando y no
perjudique la flora microbiana.
Cuando se emplee la caliza se puede esparcir directamente enterrándola con
una labor.
La mitad oriental peninsular tiene el suelo de reacción alcalina, o pH superior a
7, por lo que el producto a emplear tiene que ser ácido, o que no eleve dicho pH,
399
como es el caso del yeso (sulfato cálcico), que también se puede esparcir directa-
mente y enterrar con una ligera labor.

1. Época de aplicación y dosis


1.a Enmiendas orgánicas
— Aprovechando las labores preparatorias.
— En cultivos ya establecidos, antes de una labor, a finales o principios de
temporada.
— La dosis dependerá del:
• Tipo de suelo.
• Tipo de clima.
• Clase de cultivo.
• Posibilidades económicas.
A título orientativo, sería conveniente un mínimo de seis toneladas por hectá-
rea y año, que si se echa cada dos o tres años habría que duplicar o triplicar para
mantener un terreno en sus condiciones aceptables de fertilidad.
En suelos calizos, con problemas de asimilación de algunos fertilizantes, es
conveniente aprovechar este tipo de enmiendas, para enriquecer con minerales el
orgánico, mezclando previamente el estiércol, para que al cabo de unos meses se
transformen en muy asimilables por las plantas, además de evitar pérdidas de
nitrógeno por la formación de humofosfatos. Una mezcla aconsejable sería:
— Estiércol 1.000 kilos
— Superfosfato de cal 100 kilos
— Sulfato de hierro 25 kilos
— Sulfato de magnesio 25 kilos
— Sulfato de manganeso 5 kilos
En fertirrigación, los productos húmicos modernos suelen tener una dosis más
bien relacionada con el precio. En nuestras experiencias de varios años y muy
repetidas, es preferible repartirlo varias veces al año, a partir de finales de prima-
vera, y en los momentos claves de brotación.

2.a Enmiendas calizas


Se aprovechan las labores de otoño o primavera.
Para suelos ácidos
— Cal viva (CaO) ........................................................De 1.200 a 2.400 kg/ha
— Caliza (CO3Ca) ........................................................De 2.000 a 4.000 kg/ha
Para suelos alcalinos
— Yeso (SO4Ca) .........................................................De 3.000 a 8.000 kg/ha
En fertirrigación, más como abono que como enmienda, se emplea el nitrato
cálcico, a razón de unos 240 kg/ha.

400
TEMA 18

LOS FERTILIZANTES MINERALES

PAPEL DEL NITRÓGENO

1. Ventajas
— Es el fertilizante que más influye en el crecimiento y rendimiento de las
plantas.
— Es el elemento plástico más importante (proteínas, albuminoides, etc.).
— Es un componente de la clorofila, que es la sustancia más importante de los
vegetales.
— Las plantas sin la dotación del nitrógeno necesario crecen muy poco y su
brotación es débil y de color pálido.
— Las plantas bien surtidas de nitrógeno crecen rápidamente y toman un
color verde oscuro, señal de gran actividad fotosintética.
— La falta de nitrógeno en las reservas, al final de verano-otoño, puede pro-
ducir corrimiento de flor en la primavera siguiente.

2. Inconvenientes
— Alarga la vegetación y los frutos tardan más en madurar.
— El fruto tiene menos aguante al transporte. En la naranja se aprecia la piel
más rugosa, con tendencia a separarse de los gajos («bufat»).
— Mayor sensibilidad a las plagas y enfermedades. Los tejidos verdes y tiernos
son fácilmente parasitados por los pulgones, cochinillas, oidio, mildio, etc.
— En ramas y tronco provoca «goma», que puede llegar a taponar los vasos
liberianos, causando la muerte de las ramas y del tronco.
— En los cereales, debido al gran desarrollo herbáceo, tiene tendencia al
«encamado» y al alargarse el ciclo vegetativo, el grano puede no terminar
su maduración.
— Aumenta la salinidad del suelo y los efectos de la sequía.
— Favorece las carencias de cobre, hierro y boro.
— Puede provocar la contaminación de las aguas subterráneas por nitritos,
especialmente en los abonados de invierno.
401
3. Épocas de aplicación
— Al ser un elemento difícil de retener en el suelo, la dosis anual se tiene que
distribuir en varias aportaciones, a partir de que la temperatura supere los
18 °C.
— En primavera, antes floración 20%
— Primavera-Verano, después floración 60%
— Final verano (reservas) 20%
Las reservas nitrogenadas en invierno, son las orgánicas.

PAPEL DEL FÓSFORO


1. Ventajas
— Da consistencia a los tejidos. Mejora el desarrollo de las yemas y de la
madera.
— Favorece la floración, la fecundación, fructificación y maduración, así
como el desarrollo radicular.
— Es un componente de la planta y participa en su actividad funcional (foto-
síntesis).
— Influye en la cantidad, peso y sanidad de:
• Frutas y semillas.
• Forrajes y verduras.
• Plantas ornamentales.
— Hace a las plantas más resistentes a plagas y enfermedades.
— Es un factor de precocidad, contrarrestando los efectos del exceso de nitró-
geno.
— El ganado que se alimenta con forrajes ricos en fósforo es más fuerte, de
mayor alzada y de mayor rendimiento.

2. Inconvenientes
— Desciende muy poco en el suelo. Hasta la aplicación de la técnica de la fer-
tirrigación, sólo era efectivo cuando se aplicaba en labores profundas.
— En suelos calizos se bloquea fácilmente, siendo poco asimilable por las
plantas.
— Puede producir carencias de cobre, cinc, hierro y boro.

3. Épocas de aplicación

Al ser un elemento que es retenido por el suelo, la dosis anual puede echarse
de una vez, siendo preferible distribuirlo a lo largo del ciclo vegetativo.
402
— Antes de la floración 30%
— A partir del cuaje 40%
— A partir del envero 30%

PAPEL DEL POTASIO

1. Ventajas
— Favorece la formación de los hidratos de carbono (patata, remolacha y fru-
tos en general).
— Da consistencia a la caña de los cereales.
— Aumenta el peso de los granos y frutos, haciéndolos más ricos en azúcar y
zumo, mejorando su calidad y conservación.
— Disminuye la transpiración. (Menor consumo de agua).
— Favorece el desarrollo de las raíces y las plantas resisten mejor la sequía.
Muy importante en plantas de trasplante.
— Es un elemento de equilibrio y sanidad, otorgando mayor resistencia a las
heladas, a las plagas y a las enfermedades.

2. Inconvenientes
— Los excesos producen antagonismos en las relaciones K/Mg, K/Fe y K/Zn,
induciendo carencias de magnesio, cobre, cinc, manganeso y hierro.
— Las deficiencias producen frutos más ácidos, disminuyendo su rendi-
miento.

3. Épocas de aplicación
— Antes de floración 5%
— A partir del cuaje 45%
— A partir del envero 50%

PAPEL DE LA CAL

— Favorece el crecimiento.
— Da resistencia a los tejidos vegetales.
— Desarrolla el sistema radicular. Muy importante en árboles trasplantados.
— Influye en la formación, tamaño y maduración de los frutos.
— El ganado que pasta en suelos faltos de cal, crece raquítico.
— Como enmienda ya se ha indicado en el tema anterior, pero conviene
recordar:

403
• Acción física. Aumenta la permeabilidad de los suelos arcillosos,
haciéndolos menos compactos y aumentando su capacidad de almace-
nar agua, muy importante para el riego localizado.
• Acción química. Interviene en el intercambio iónico, es decir, actúa
como un «guardia urbano», regulando el paso de los elementos fertili-
zantes, desde el complejo arcillo-húmico a la solución del suelo.
• Acción biológica. Favorece la mineralización de la materia orgánica.
Destruye los venenos de los suelos. Dificulta el desarrollo de enferme-
dades producidas por hongos del suelo. Favorece la actividad micro-
biana, y con ello la nitrificación.

1. Inconvenientes más destacados


— Un exceso de calcio aumenta el pH, y dificulta la absorción de algunos ele-
mentos, como el potasio, boro, hierro y manganeso.
— Con el fósforo forma fosfatos insolubles.

PAPEL DEL AZUFRE

— Favorece el crecimiento y desarrollo de las plantas.


— Si hay carencias, la fructificación no es completa.
— Es un componente de las proteínas y enzimas.
— Interviene en los procesos de la formación de la clorofila.
— Favorece la formación de nódulos en las raíces de las leguminosas.
— Es muy importante en los cultivos de cebolla y coles.
— Como enmienda baja el pH, por lo que facilita la absorción de la mayoría
de los iones.

1. Inconvenientes más destacados


— En determinadas condiciones de mala calidad de agua aumenta la salinidad
de los suelos.

PAPEL DEL MAGNESIO

— Es uno de los componentes principales de la clorofila, por lo que su caren-


cia reduce la formación de hidratos de carbono, así como la capacidad pro-
ductiva de las plantas.
— Hace a las plantas más resistentes a las heladas y a las enfermedades.
— Como emigra a las hojas jóvenes, puede producir grandes defoliaciones, si
no existe en cantidad suficiente.
404
— Los frutos hacen un gran consumo de este elemento, por lo que no es raro
encontrar carencias en una agricultura intensiva.
— Es antagónico con el potasio, por lo que los abonados excesivos de éste
producen carencias de magnesio.
— El ganado alimentado con forraje pobre en magnesio tiene deficiencia de
este elemento, especialmente el ganado lechero.
— En suelos deficientes en calcio, la carencia se manifiesta más, aunque
exista antagonismo.

1. Inconvenientes más destacados


— En ciertas condiciones de mala calidad de agua aumenta el riesgo de salini-
zación.

VALORACIÓN DE LOS ABONOS

Al igual que sucede en todas las materias, los abonos también tienen sus unida-
des de medida.
Según el elemento fertilizante del abono, se emplea una unidad de medida,
denominada «unidad fertilizante» (UF) de ese elemento, que viene expresada en
las etiquetas de los envases, generalmente en el tanto por ciento de ese producto.
Aunque el abono se presente en estado líquido, dicha riqueza siempre se
expresa por el peso, es decir, p/p (peso por peso). Las otras indicaciones se prestan
a engaños.
Para los abonos nitrogenados es el nitrógeno (N); para los abonos fosforados
es el anhídrido fosfórico (P2O5), y para los abonos potásicos el óxido de potasa
(K2O).
Cada UF equivale a un kilo expresada en N, P2O5 y K2O, según el tipo de
abono que se trate, y es lo que nos permite comparar los diferentes abonos, y saber
cuál es el más caro o el más barato.
Por ejemplo: Teniendo necesidad de echar un abono fosforado, tenemos dos en
el mercado (1999) con las siguientes características:
Abono núm. 1 Precio de venta al público . . . . . . . . . . . . . . . . . 15 ptas./kg
Riqueza expresada en P2O5 . . . . . . . . . . . . . . . . 8 UF (8 %)

Abono núm. 2. Precio de venta al público . . . . . . . . . . . . . . . . . 25 ptas./kg


Riqueza expresada en P2O5 . . . . . . . . . . . . . . . . 20 UF (20 %)

405
En el abono núm. 1, el precio de la UF resulta a
100
15    187,50 ptas.
8
En el abono número 2, el precio de la UF es de:

100
25    125 ptas.
20
Por lo tanto, resulta más barato el segundo abono, aunque aparentemente sea
más caro.
Como consecuencia del ejemplo anterior, es necesario fijarse en la riqueza del
producto para poder averiguar realmente qué abono nos conviene comprar para
conseguir mejor precio.
En el apartado correspondiente de los ANEJOS se indican las UF, con sus
expresiones químicas, de todos los fertilizantes que se comercializan en España y
resto de la CE.
También conviene saber la composición del abono, ya que la expresión química
de la UF no siempre coincide con su formulación, e incluso, según qué abonos,
variará el valor, como es el caso de los nitrogenados, donde el nitrógeno se puede pre-
sentar de tres formas: ureico (el más barato), amoniacal y nítrico (el más caro).
Otra gran ventaja de expresarlos en UF es facilitar las fórmulas de abonado de
los diferentes cultivos, pues exponiéndolas en UF no es necesario indicar qué
abono y riqueza se trata.
En los «anejos» aparecen distintas fórmulas de abonados, y cuando están
expresadas en UF no es necesario poner los diferentes abonos comerciales,
pudiendo cada uno elegir el que tenga o el que más le convenga.

ABONOS COMPLEJOS

Son aquéllos que están formados por dos o más elementos fertilizantes, los
cuales se encuentran combinados entre sí.
En los abonos complejos cada partícula debe contener la misma proporción de
todos los principios fertilizantes indicados en la etiqueta, mientras que en los
«compuestos», por ser mezclas, cada una tiene la constitución del abono simple
de que procede.
En la práctica, los abonos complejos constituidos por tres o más elementos
están formados por la mezcla de dos complejos.

1. Fórmula de un abono complejo


La fórmula de los abonos complejos viene determinada por la concentración
de cada uno de los elementos fertilizantes que contiene.
406
Estas concentraciones vienen expresadas en el siguiente orden:
1.o Nitrógeno: N
2.o Fósforo: P2O5
3.o Potasio: K2O
4.o Magnesio: MgO
La fórmula 10-15-10-6, significa que en 100 kg de ese complejo comercial hay
lo siguiente:
— 10 kilos de N (10 UF N).
— 15 kilos de P2O5 (15 UF P2O5).
— 10 kilos de K2O (10 UF K2O).
— 6 kilos de MgO (6 UF MgO).
A veces también aparece el concepto de grado o graduación de un complejo,
entendiendo como tal, la suma de todas las UF que contiene.
En el ejemplo anterior, el grado sería:

10 + 15 + 10 + 6 = 41

Los complejos de alta graduación son aquéllos que tienen 35 o más UF. Los
que no llegan a 35 UF se consideran de baja graduación, pero cuando están entre
los 25-35 se pueden considerar como de graduación media.

407
TEMA 19

LA FERTIRRIGACIÓN

Consiste en dar el abono disuelto en el agua de riego, distribuyéndolo unifor-


memente, para que prácticamente, cada gota de agua contenga la misma cantidad
de fertilizante.
En general, cuando se discuten las ventajas e inconvenientes del riego locali-
zado, siempre se habla del ahorro de agua, no dando la importancia que se merece,
a la gran ventaja de esta técnica, que es la FERTIRRIGACIÓN, que en un riego
total no es tan conveniente
Con la fertirrigación se da el alimento en óptimas condiciones para que se
pueda aprovechar inmediatamente, y no tenga que pasar un tiempo más o menos
largo, en disolverse y alcanzar la profundidad de las raíces.
El empleo del plástico es el que ha hecho posible este tipo de riego, pero no
hubiera alcanzado tanto éxito, si no fuera por las ventajas de la fertirrigación.
No instalar un equipo de abonado en un riego por goteo, es como comprar una
televisión en color, y sólo usarla en blanco y negro.
Cuando se confecciona una fórmula de abonado, lo que se pretende es satisfa-
cer las necesidades anuales del cultivo, con el fin de que pueda dar el máximo de
producción, tanto en calidad como en cantidad.
Normalmente, se tienen en cuenta los tres elementos mayores N-P-K, pero
cada día más, se está completando con los otros, llamados «secundarios» (azufre,
magnesio y calcio).
El azufre (S) suele ser incorporado con todos los abonos que están en forma de
«sulfato», así como en algunas aguas.
El magnesio (Mg) también puede encontrarse en muchas aguas de riego, pero
ya se le incluye normalmente en las formulaciones.
El calcio (Ca) se supone que tanto en el agua como en muchos tipos de suelo lo
hay en exceso, pero pueden presentarse carencias, por lo que va adquiriendo impor-
tancia en muchos programas, especialmente cuando se trata de suelos rojos medite-
rráneos, como el «call vermey» en Mallorca. Según un «Seminario de Riegos»
(INIA-SEA, septiembre, 1983), si el pHc o pH calculado para el agua de riego en
contacto con el carbonato cálcico y en equilibrio con el anhídrido carbónico del
suelo, es superior a 8,4 se producirán pérdidas de caliza, hasta poder llegar a pre-
sentar carencias de cal por lixiviación, tal como nos ocurrió en la finca «Masselari»
409
de Tabernes, de unas 7 ha dedicadas a cítricos, Valencia y Satsumo, donde nos
hemos visto obligados a introducir el calcio en los programas de fertirrigación.

ANTECEDENTES

Hasta hace relativamente poco tiempo, el único abono o fertilizante, consistía


en el estiércol. Posteriormente los abonos nitrogenados alcanzaron un gran incre-
mento, y más recientemente, se inició una fertilización más equilibrada, teniendo
en cuenta los grandes rendimientos de cosecha previstos, que poco a poco iban
produciendo carencias en la fertilidad natural de los suelos.
En una agricultura todavía natural, es decir, que no sea completamente de
laboratorio, la difusión de la técnica de la fertirrigación, ha marcado la diferencia
entre el «ANTES» y el «DESPUES»; incluyendo en el «antes», desde el inicio de
los abonados, hasta hace muy pocas décadas.
Desde la aparición de la técnica de la fertirrigación todo es diferente. Salvo en
el «secano» no se comprende que haya todavía agricultores que se consideren pro-
gresistas que, en regadío, aún abonen «en seco».
Ya han cambiado los conceptos de «abonado de fondo», «abonado de cober-
tera», etcétera, excepto cuando se trata de enmiendas, donde todavía puede servir
la bibliografía de hace muy pocos años, o la actual mal traducida.

VENTAJAS

La uniformidad en la distribución, siempre será muy superior, que si se echa


«en seco» y además se evitan otros defectos no menos importantes, como:
— Salinización localizada.
— Contaminación.
— Coste de mano de obra.
— Despilfarros.

ESTUDIO COMPARATIVO
Vamos a hacer un pequeño estudio comparativo de los diferentes sistemas de
abonado: el clásico con abonos sólidos y el de fertirrigación.

1. Abonado clásico
a) Nitrogenados
Antes de regar
Si al echar los abonos se quedan en la superficie, por la acción del sol pueden
descomponerse y perderse en forma de gas amoníaco. El sulfato amónico es de los
que más se pierde.
410
— Pérdidas N a la atmósfera.

— P y K sin aprovechar, al no bajar.

Después de regar
El nitrógeno amoniacal es retenido y lo puede tomar la planta poco a poco. El
nitrógeno nítrico no es retenido, por lo que si no lo aprovecha la planta es arras-
trado, perdiéndose con las aguas de drenaje, contaminando las aguas subterráneas.

— P y K retenidos en la primera capa.

— Pérdidas N en nitrato lixiviado.

b) Fosforados

Antes de regar
En las aplicaciones «en seco» queda fuertemente retenido en los primeros cen-
tímetros de la superficie, lo que obliga a enterrarlo en las labores preparatorias,
pudiéndose presentar problemas de retrogradación que consiste en la transforma-
ción en compuestos calizos insolubles, aumentando todavía más las dificultades
que tienen las plantas para absorberlo.
411
Después de regar
Baja escasamente unos milímetros, por lo que no hay pérdidas, pero sí falta de
eficacia en el abonado.

c) Potásicos
Antes de regar
Parecido a los fosforados.

Después de regar
Desciende bastante más que los fosforados, incluso pueden producirse pérdi-
das después de varios riegos.

2. Fertirrigación
No es preciso marcar diferencias físicas entre los distintos elementos.
Con la fertirrigación se pone el abono al alcance inmediato de la raíces, así
como con su fraccionamiento en diez o más veces al mes, evitamos que se pier-
dan los excesos.
En árboles que llevan un año aplicando esta técnica, se aprecia una gran dife-
rencia con los restantes, pudiendo afirmar que están desapareciendo una serie de
prejuicios y tabúes, sobre épocas y dosis de abonado.
Con respecto al fósforo (P), si se aplica en fertirrigación, sólo por el hecho de
ir disuelto, ya se facilita la penetración y asimilación; además, la formulación
con la que se presentan los diferentes productos comerciales, posibilita el retrasar
muchísimo el fenómeno de la retrogradación, por lo que pueden alcanzarse pro-
fundidades superiores a los 20 centímetros (hasta 40 cm según diversas experien-
cias publicadas en revistas especializadas).
Por lo tanto, con el empleo de esta técnica ya no es tan necesario el abonado
de fondo de los fertilizantes químicos.

El abono mezclado con agua se distribuye


y es asimilado perfectamente por la raíz.

412
Finalmente, el ahorro de fertilizantes supone una gran mejora del medio
ambiente. Por una parte está el aspecto económico, variable según el precio del
mercado; pero por otra, no menos importante, la reducción que puede llegar a
superar el 50 %, evita la contaminación de las aguas subterráneas, y con el tiempo
es posible que se eviten o disminuyan los excesos de nitritos y nitratos en las aguas
potables. De hecho ya llevamos varios años experimentando con dosificaciones
que apenas alcanzan la tercera parte de las recomendaciones oficiales, y el cultivo
presenta un aspecto inmejorable, tanto en vegetación como en producción.

INCONVENIENTES

La mezcla formada por el agua y los fertilizantes no debe superar los 3 milim-
hos/cm de conductividad, para no correr el riesgo de tener problemas de salinidad
(ósmosis), pero recordando que no es lo mismo un tipo de sales, como el cloruro
sódico, que otro, como el sulfato cálcico o yeso.
La acumulación de sales, procedentes de los abonos y del agua, en la periferia
de la bolsa húmeda o bulbo, en climas desérticos, sin lluvias copiosas y prolonga-
das, como ocurre en la región murciana, puede llegar a formar una especie de cas-
carón, imposible de atravesar por las raíces, por lo que resulta necesario solapar
dichas bolsas.
En las experiencias de más de diez años, que se llevan por la Comarca de
Benissa, y que luego se han ampliado por otras muchas, no se han observado estos
síntomas, incluso coincidiendo en un período seco, como el comprendido entre los
años 1981 a 1985, no afectando en nada al desarrollo radicular, aunque los goteros
estuvieran separados más de 2 metros.
Pero como regar con aguas «limpias» de sales es cada vez más difícil, es un
factor de riesgo a considerar.

TÉCNICA DE APLICACIÓN

Se parte del hecho de que el abono esté perfectamente disuelto y no haya nin-
gún problema de solubilidad.
La uniformidad tiene que ser lo suficientemente buena, para que no haya exce-
sos ni defectos, y adonde llegue el agua, haya una parte proporcional de fertili-
zante.
En cultivos arbóreos, en años secos, se puede empezar antes del inicio de la
vegetación, pero si el arbolado viene bien preparado del año anterior, no es preciso
abonar tan pronto, siendo conveniente el riego, para ir preparando el despertar
vegetativo y mantener un grado de turgencia en los tejidos.
En el Anejo 1, se indica el ciclo vegetativo de los algunos frutales, siendo de
resaltar las grandes diferencias que se observan según Comarcas, pero que aquí se
indican para que sirvan de referencia. En Mallorca, por ejemplo, los almendros
413
El sol aumenta la evaporación del agua a través de los estomas de las hojas, lo que provoca
la ascensión de la savia bruta desde las raíces hasta dichas hojas.

florecen a mediados de Enero, salvo la variedad «Tot sols», mientras que en el


norte de Alicante, vienen con un mes de retraso.
La fertirrigación puede esperar hasta el inicio de la brotación, recordando que
son las hojas las que «tiran» de la savia bruta.
Cuando tengan los dos tercios de su tamaño normal, ya se pueden realizar los
abonados foliares, para completar el abonado al suelo.
Una vez iniciado el programa de abonado (y riego) ya no se parará hasta el
final del ciclo anual, de forma tal, que siempre que se riegue, se fertilice también.
414
FUNDAMENTOS

Los principios en que se fundamenta esta técnica son:


1.o El agua es el principal alimento y vehículo, fuera y dentro de la planta.
2.o Cada vez que se riega, se tienen que incorporar fertilizantes, para equili-
brar la dosis hídrica y restituir lo consumido, por lo que la formulación
variará, salvo que sean terrenos muy ricos en materia orgánica.
3.o Según el estado fenológico o período vegetativo, las exigencias son dife-
rentes, y la dosificación estará en función de lo bien que se lleve el pro-
grama, que debe contemplar las necesidades anuales o del ciclo vegetativo.
4.o Los análisis foliares es conveniente realizarlos periódicamente, para ir
introduciendo correcciones en el programa.
5.o Los análisis de agua y suelo se consideran una buena referencia, princi-
palmente para controlar la salinidad.
Tanto el riego como la fertirrigación, deben ser programados previamente (Plan-
nings), y según evolucione el cultivo, se irán introduciendo las variaciones puntuales,
que cada vez serán menos, facilitando enormemente la planificación de la Empresa.
Para cada parcela o tipo de suelo/cultivo/agua se debería confeccionar un «plan-
ning» distinto, que según sea cultivo permanente o de temporada, abarcaría 12, 9 ó 6
meses. Sin embargo, en fincas de distintas especies de frutales, están prefiriendo pro-
gramas conjuntos, por la comodidad que representa, y el arbolado no acusa defectos
según los análisis foliares, si son frecuentes las enmiendas orgánicas, tal como está
ocurriendo varias temporadas en la finca «Las Torretas», de la Montaña de Alicante.
Durante estos últimos años, vamos acortando el período o duración del «plan-
ning» que en los primeros años lo confeccionábamos para casi todos los meses, y
ahora sólo alcanza un máximo de 9 y un mínimo de 6 en los frutales; pero
haciendo la advertencia de que durante otoño-invierno puede presentarse la nece-
sidad de riegos de socorro en determinadas variedades con fruta pendiente, al
menos para mantener un grado de turgencia y evitar la caída de fruto.
En hortícolas, mientras está el cultivo, se administrará el alimento hidro-mine-
ral, extremando las precauciones por las limitaciones climáticas.
En cultivos ultraintensivos de lana de roca, hidropónicos y similares, están pre-
vistas una serie de experiencias, principalmente con la técnica F.L.N.
Las reducciones en la duración del ciclo anual, están motivadas por dos tipos
de limitaciones:
a) Limitaciones vegetativas. En frutales de hoja caduca, está claro que si no
hay vegetación, no hay absorción, y el abonado durante la parada invernal
no lo puede aprovechar en esos momentos.
En los de hoja perenne, tampoco es efectivo abonar en esas épocas, pues
es conveniente disminuir al máximo la actividad vegetativa, salvo casos
muy especiales.
415
b) Limitaciones de temperatura. Según los últimos conocimientos científi-
cos, los mecanismos de absorción de alimentos tienen escasa importancia
mientras la temperatura no se aproxime a los 20 grados, por lo que durante
el invierno tampoco resultan muy aprovechables los abonados.
Caso de que durante este período sea necesario (fruto pendiente, vien-
tos secos, etc.), se aprovechará para una fertilización fosfo-potásica,
dejando el nitrógeno para más adelante.
Finalmente, a título de recopilación de todo lo dicho, en los planning de abo-
nado, se tendrán en cuenta las sigientes consideraciones:
1.a La fertirrigación empezará, como más pronto, al inicio de la vegetación,
pero no cesará hasta el inicio de la caída natural de la hoja, en los árboles de
hoja caduca. En los de hoja perenne, cuando finalice la última brotación.
2.o Durante el ciclo vegetativo se podrán usar complejos, enriquecidos con
los elementos de más demanda en ese momento. Por ejemplo:
• Nitrógeno en «brotación», «crecimiento» y «engorde».
• Fósforo en «prefloral», «floral» y final de «maduración».
• Potasio en «engorde» y «maduración».
• Magnesio en «brotación».
• Calcio en «brotación», «crecimiento» y «engorde».
Se pretende resaltar, que aunque es importante el papel específico de
cada fertilizante no lo es menos el equilibrio o relación entre ellos.
3.° Los «planning» de hortícolas, durarán todo el ciclo vegetativo. Los equi-
librios dependerán del estado fenológico, que en este tipo de cultivos son
muy rápidos, y las carencias pueden producir desastres económicos. Un
buen abonado orgánico, como base, paliará estas deficiencias.

LA FERTIRRIGACIÓN Y LA CALIDAD DE LAS AGUAS

A la calidad de las aguas siempre se le ha dado mucha importancia, pero con la


aparición de la fertirrigación, aún tiene mucha más.
Todos hemos leído historias de extensas zonas que han perdido su capacidad
productiva, por haberse salinizado al transformarlas en regadío.
Otros dicen lo contrario, es decir, zonas que se han tenido que inundar, para
conseguir lavados de sales. Para ello, se tienen que realizar obras complementarias
de drenaje, que faciliten la salida del agua salinizada hacia una escorrentía canali-
zada y no trasladar el problema a otras parcelas.
Está claro que cuantas más sales tenga el agua y el suelo, más agua se tiene que
echar, para arrastrarlas al fondo y provocar lavados, pero en fertirrigación se tienen
que tener más precauciones.
A) Por una parte conviene recordar los dos efectos que ejercen las sales:
1.o El efecto osmótico, que consiste en la fuerza de retención de agua
por las propias sales, en competencia con las raíces, aumentando el
consumo de energía.
416
Normas para la interpretación de la calidad del agua de riego
(según Ayers y Westcot, 1976)

GRADO DEL PROBLEMA


PROBLEMA Sin Problema Problema
problema creciente agudo

SALINIDAD (afecta la disponibilidad de agua para las plantas)


ECW (mmho/cm) < 0,75 0,75-3,0 > 3,0

PERMEABILIDAD (afecta la velocidad de infiltración en el suelo)


ECW (mmho/cm) > 0,5 0,5-0,2 < 0,2
SAR ajustado (tipo de arcilla dominante)
Montmorillonita <6 6-9 >9
Illita-Vermiculita <8 8-16 > 16
Caolinita-sesquióxidos < 16 16-24 > 24

TOXICIDAD IONICA ESPECIFICA (afecta a cultivos sensibles)


Sodio (SAR aj.) <3 3-9 >9
Cloruros (meq/l) <4 4-10 > 10
Boro (mg/l) < 0,75 0,75-2,0 > 2,0

EFECTOS VARIOS (afecta a cultivos susceptibles)


Nitrógeno, en NH+4 ó NO-3 (mg/l) <5 5-30 > 30
Bicarbonatos (meq/l) en riego por aspersión < 1,5 1,5-8,5 > 8,5
pH (Rango normal: 6,5-8,4)

2.o El efecto tóxico de determinadas sales (cloro, sodio y boro), cuyas


necesidades por las plantas son tan escasas que un ligero exceso
puede llegar a producir la muerte.
Con la fertirrigación, por muy buena que fuese el agua, la convertimos
en salina, hasta niveles que pueden llegar a ser perjudiciales.
En la publicación técnica de FESA-ENFERSA, se aconseja no sobre-
pasar los 3 milimhos/cm, pero esto no siempre es posible, sobre todo, si el
agua empleada, en su estado inicial, ya supera dicha conductividad, como
el análisis que adjuntamos de un agua del río Júcar a pocos kilómetros de
la desembocadura.
Dos técnicas se siguen para paliar esta situación: por una parte
regar con más cantidad de agua, tal como se ha indicado anteriormente,
siempre que exista una perfecta red de drenaje. Por otra, que en el abo-
nado anual, se incorpore estiércol o humus, para mejorar el complejo
arcillo-húmico.
B) El otro aspecto a tener en cuenta es la modificación del pH. Afortunada-
mente, en el comercio se dispone de abonos ácidos, que además de dismi-
nuir los riesgos de precipitación del carbonato cálcico en tuberías y gote-
ros, mejora la reacción del suelo, facilitando la solubilidad de la mayoría
de los fertilizantes.
417
´

PH E IONES DISUELTOS

pH
Nitratos (1)
Bicarbonatos (HCO3-) en ppm
Calcio (Ca + 2) en ppm (8)
Magnesio (Mg + 2) en ppm (1)
Potasio (K +) en ppm (1)

ALGUNAS CLASIFICACIONES
Conductividad (2)
Sales totales en ppm (3)
Índice de Scott (4)
Clasificación N. Riverside (5)
Dureza en grados F (6)
S.A.R. (7)
Relación de Sodio
Relación de Calcio (8)
Carbonato sódico residual (9)

IONES PERJUDICIALES
Cloruros (Cl-) en ppm
Sulfatos (SO4=) en ppm (10)
Carbonatos (CO3=) en ppm
Sodio (Na +) en ppm (11)

418
TEMA 20

ABONOS Y ABONADOS EN FERTIRRIGACIÓN

PLAN GENERAL DE ABONADO

Desde hace casi un siglo, las formulaciones de los diferentes elementos fertili-
zantes, han seguido las costumbres locales, donde predominaba, casi en exclusiva,
el abonado nitrogenado, especialmente el sulfato amónico.
Los organismos oficiales y casas comerciales, daban unas normas generales de
N-P-K a dosis iguales o casi iguales, que se consideraban equilibradas, lo que pro-
vocó, en algunos casos, problemas de excesos y carencias, siendo muy caracterís-
tica la carencia de magnesio, en los cítricos de La Plana de Castellón, por un
exceso de potasio, durante la década de los 60.
Durante los años 1969-1971, estando en el Centro de Capacitación y Experi-
mentación Agraria de Hinojosa del Duque, junto con los alumnos, intentamos con-
feccionar fórmulas lógicas que permitieran un mantenimiento de la fertilidad y
buenas condiciones del suelo, por lo que se consideraba imprescindible la incorpo-
ración de enmiendas orgánicas.
Tomando como referencia un cuadro de necesidades del investigador Cayetano
Tamés, se planteaban sencillos estudios de dosificación de restos de cosechas,
estiércol artificial y estiércol natural procedente del ganado adjunto al Centro, lo
que motivaba al alumnado para hacer seguimientos de los resultados, en las dife-
rentes parcelas de ensayos.

Cantidad mínima de humus que necesitan recibir por año y ha.

Secano, con labores Secano, con labores Regadío y


Zona climática de 15 cm prof. de 25 cm prof. cult. intens.

I. Andalucía Occidental 600 kg 900 kg 1.800 kg


y S. Extremadura y Portugal
II. Andalucía Oriental 300 kg 450 kg 1.800 kg
III. Meseta Meridional, Levante, 225 kg 350 kg 1.200 kg
Valle del Ebro y Centro de
Extremadura y Portugal.
IV. Meseta Sep. y N. de Extremadura 150 kg 225 kg 900 kg
y Portugal.
V. Regiones Húmedas del N. y N.O. — — 1.200 kg

419
Equivalencias:
— 1.000 kg de estiércol = 100 kg de humus
— 1.000 kg de paja a transformar = 250 kg de humus
— 1.000 kg de forraje (Ab. sideral) = 40 kg de humus
Durante estas dos últimas décadas, las fórmulas de abonado recomendadas
en diversas publicaciones, han experimentado muchas modificaciones, bus-
cando la efectividad y el mejor aprovechamiento, así como tratando de corregir
los abusos.
Por una parte los análisis de suelo y foliares son mucho más precisos, ya que se
consigue aproximar más a la situación real de asimilación de fertilizantes del
suelo, teniendo también muy en cuenta la contaminación de las aguas de pozos,
especialmente en nitratos, lo que se tiene que prever para disminuir la dosis de
nitrogenados. El empleo de aguas residuales puede obligar a análisis frecuentes de
las mismas, para saber qué sales se tienen que restar en la fórmula de abonado, así
como la concentración máxima que se tiene que suministrar, para no producir pro-
blemas de intoxicación, aunque son más peligrosos los vertidos incontrolados a los
ríos, que pueden llegar a matar los cultivos.
Cuando no se conoce una zona, un análisis completo del suelo es una buena
referencia, ya que nos permite conocer la fertilidad y poder añadir los elemen-
tos que le hacen falta, así como prevenir los excesos. Posteriormente, y según la
evolución de los cultivos, se podría repetir o no periódicamente, especialmente
en la zona influenciada por la fertirrigación. Un razonamiento parecido puede
servir para los análisis foliares, pero en el de las aguas puede que nos veamos
obligados a realizarlos periódicamente, ante los riesgos expuestos anterior-
mente.
Por otra se han introducido técnicas muy revolucionarias, como la fertirriga-
ción en el cultivo localizado y en el hidropónico, lo que también ha traído como
consecuencia la proliferación de nuevos productos, más o menos efectivos, pero
que han complicado todavía más la información del agricultor.
Por lo tanto, el agricultor progresista debe apoyarse en todos los adelantos que
le brinda la ciencia y la técnica, pero sin olvidar que la experiencia del técnico de
campo es necesaria para la correcta interpretación de los análisis y de las reaccio-
nes del cultivo.
Contando con ello, se ha buscado el simplificar al máximo la fertilización en
fertirrigación, tanto en la formulación como en su dosificación y aplicación.
A partir de 1990 se iniciaron una serie de abonados experimentales, y siete
años después ya se pueden aceptar unos resultados como buenos, tanto en cítricos,
como en frutales de hueso y pepita, pasando por la uva de mesa. En hortalizas,
sandías y tomates, también se han conseguido muy buenas producciones, pero
debido a nuestras limitaciones profesionales se considera que no deben incluirse
por el momento.
420
PLANNING DE FERTIRRIGACIÓN
Al igual que ocurre con los programas de riego, aquí la experiencia nos ha
demostrado la gran importancia que tiene el suministrar todos los años y desde el
primer riego, un buen soporte orgánico.
De todos es conocido el gran valor como enmienda que tiene el estiércol, pero
en la fertirrigación se quiere resaltar que, dado que limitamos el espacio enrique-
cido del suelo, es necesario que se disponga de un buen COMPLEJO DE CAM-
BIO, que retenga los fertilizantes en el bulbo o zona de influencia del gotero, es
decir, que la solución del suelo no sufra carencias, ante una demanda tan concen-
trada en el espacio, y eso sólo se consigue disponiendo de un buen complejo arci-
llo-húmico, por lo que se tiene que aportar varias veces al año. Si además mejora-
mos la estructura, mejor.
Haciendo un símil con la vida moderna, se trata de adaptar a las plantas a lo
mismo que ha ocurrido a las personas, con los «self service» o restaurantes de
autoservicio y, desde luego, las plantas se adaptan mejor que las personas.
Las técnicas a emplear, se van a clasificar en dos grupos:
a) Con abonado de fondo localizado en zanjas.
b) Sin abonado de fondo.
El abonado de fondo está muy indicado en cultivos muy intensivos, y para sue-
los pobres o empobrecidos. Se consigue a largo plazo una mejora en la estructura,
favoreciendo la retención de agua y fertilizantes, así como el laboreo. Una fórmula
que nos ha dado muy buenos resultados ha sido la siguiente:
— Estiércol bien fermentado 30.000 kg
— Superfosfato triple 1.000 kg
— Sulfato potásico 300 kg
Por lo tanto se crea una zona «externa» del bulbo rica en humus y estructura
granular, que es una garantía para que las raíces puedan aprovechar y defenderse
mejor de las carencias que pueda sufrir el cultivo en años de poca agua.
Además se aprovecha para incorporar fósforo y potasio. En suelos calizos se
añadirá hierro, y en suelos no calizos, se incorporaría calcio. Todo ello localizado
en una zanja de 30-40 cms de profundidad, y medio metro de anchura.
Para que la fermentación del estiércol no tenga problemas no se debe pasar del
5 % de sulfato de hierro, siendo preferible un 2 %.
En el cultivo arbóreo, se realiza por enmedio de la «calle» o «frau», y en el
cultivo hortícola dependería del tipo de aprovechamiento. La dosis de estiércol
estaría en función de la zona indicada en el cuadro de «Necesidades de humus».
Por ejemplo: Aporte localizado en frutales, de la zona de Levante, con una
periodicidad de dos años y en suelo calizo.
— Estiércol bien fermentado 24.000 kg/ha
— Superfosfato de cal (máx. 10 %) 1.000 kg/ha
— Sulfato o cloruro de potasa 700 kg/ha
— Sulfato de hierro (máx. 5 %) 500 kg/ha
421
Se podrían añadir microelementos, pero suele salir caro, y su efectividad no
siempre compensa.
Esta técnica se podría mejorar mucho más si se aplica el superfosfato en la
cama del ganado, aportando el sulfato de hierro en el momento de sacar dicho
estiércol y amontonarlo para que fermente durante un año.
Cuando se trata de suelos pobres en cal, lo más indicado es la cal apagada,
echándola al hacer el montón, o momentos antes de enterrarlo. La dosis variará
entre el 2 al 5 %.
El momento o época de incorporación, siempre es durante la parada invernal,
pero se piensa ensayar el hacerlo inmediatamente después de la recolección. Desde
luego, lo que tiene que quedar muy claro, es que siempre se hará antes de la
movida o brotación de la vegetación.
A partir de esta enmienda localizada, las técnicas de fertirrigación anual son
las mismas, tanto para el grupo 1.o, como para el 2.o, variando la dosis, por los abo-
nos ya incorporados, o bien, según evolucione el cultivo, ya que los localizados en
zanja, se consideran en principio como «de reserva».

Fertirrigación anual
Tal como se ha indicado, el fundamento básico de esta técnica, es formar y
mantaner un buen complejo arcillo-húmico que garantice un buen estado de fertili-
dad en el bulbo o zona de influencia del gotero, constituyendo una especie de
«autoservicio» que permita:
1.o A la planta. Tener fácil disponibilidad de alimentos, tanto directamente en
la solución del suelo (como si se tratara de un hidropónico), como en el
complejo de cambio arcillo-húmico.
2.o Al suelo. Evitar el empobrecimiento progresivo y rápido de dicha zona,
disminuyendo el traslado de los fertilizantes hacia las paredes del bulbo.
3.o Al medio. Contrarrestar el efecto tóxico y osmótico del exceso de sales,
por la retención del complejo.
Algunos agricultores meticulosos se han percatado de la gran importancia que
tiene esta condición, pues visitando algunas fincas, se ha observado que en el sitio
del gotero, han echado un capazo de estiércol por la superficie, pero admitiendo
sus buenos resultados, sólo es factible en una agricultura artesanal no compatible
con el abaratamiento de costos. Además, siempre que se emplee estiércol, se tiene
que proteger, lo más rápidamente posible, del efecto destructivo y secante del sol.
Con la aparición en el mercado de estiércoles líquidos, tanto procedentes de
materias fósiles, como de subproductos de la industria, enriqueciéndolos con ele-
mentos estimulantes de la vegetación, se han realizado una serie de experiencias,
consiguiéndose siempre una mejora en la brotación y en la calidad de los frutos
(tamaño y características organolépticas), hasta la fecha espectaculares.
Para ello se han preparado varias formulaciones, según las características del
frutal, pero siempre contando con el nitrógeno, magnesio y quelatos de hierro,
como factores estimulantes:
422
1.a El nitrógeno es el elemento más influyente en la brotación y en la produc-
ción, pero se tiene que tener en cuenta la cantidad aportada con estas for-
mulaciones, para restar de la dosis anual y no tener problemas de excesos,
ya que con esta técnica son muy fáciles de corregir los defectos. Según
los cultivos, dicha dosis anual varía, considerándose los naranjos como
los más exigentes, y la viña, como la menos.
2.a El magnesio es un elemento esencial para la formación de la clorofila, lo
que equivale a una buena vegetación, con árboles vigorosos, capaces de
dar abundante cosecha y de buen tamaño. Sin embargo, se tendrá que
controlar su presencia en las aguas de riego, para no producir exceso.
3.a El hierro es otro elemento esencial en la función clorofílica, con todas las
ventajas indicadas anteriormente, es decir, que aquí no se le limita al
papel de simple corrector de clorosis, sino que se le añade por ser un fac-
tor de crecimiento y estimulante de una gran actividad fotosintética.
Naturalmente se aplica en forma de un buen quelato.
4.a El calcio se tiene que añadir en suelos deficientes o con probIemas de
salinidad (sodio), es decir, por una parte como elemento bioquímico de la
gran actividad vegetativa y, por otra, como elemento básico en el suelo,
para la fertilidad y la buena estructura del mismo.
La mezcla recomendable para 100 litros, varía según el cultivo, habiendo ensa-
yado diversas formulaciones, hasta quedarnos en estas proporciones:

Complejo húmico líquido

Cítricos Frutales Uva

— Estiércol líquido . . . . . . . . . . . . . . . . 30 a 40 60 a 70 60 a 70
— N-32 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50 a 60 15 a 30 10 a 20
— Nitrato magnesio . . . . . . . . . . . . . . . 10 a 20 10 a 25 20 a 30

A esta mezcla añadir de 1 a 3 kg de un buen quelato de hierro según tipo de


suelo.
En plena producción, la dosis por ha oscila entre un mínimo de 240 litros y un
máximo de 960 litros/ha, especialmente cuando no ha habido aporte orgánico loca-
lizado y se trata de cultivos muy sensibles a la clorosis, como pueden ser los pera-
les injertados sobre membrillero, pero cuidando no sobrepasar las dosis de nitró-
geno, que además de encarecer el producto final, disminuiría las condiciones de
transporte y conservación de la fruta. Con respecto al magnesio, aplicando esta
formulación, no se han presentado carencias.
De este «complejo» se añadirán 2/3 partes desde el primer riego hasta el ini-
cio del engorde del fruto.
Del engorde del fruto hasta antes de la maduración, se añadirá el tercio res-
tante.
En floración está muy indicado el fósforo, pudiendo usar el fosfato monoamó-
nico, a razón de unos 60 kilos por hectárea, y a partir del inicio del engorde se
423
echará, como máximo, otra cantidad igual, distribuido lo más repartido posible.
Cuando haya problemas de exceso de nitrógeno, se sustituirá por el ácido fosfó-
rico.
A partir del cuajado no tiene que faltar el potasio, siendo preferible el nitrato
potásico, llegando a dosis anuales de 90 a 180 kilos por hectárea.
Para aquellos que prefieran mayor comodidad, pueden sustituir las mezclas
por complejos, siempre que cuenten con la colaboración de la casa comercial, para
que les prepare las formulaciones.
En primavera es el momento más adecuado de aplicar microelementos,
cuando se tenga la certeza de haber carencias.

Ejemplo de programación
«Parcela de melocotoneros en plena producción, de 10 ha, con un suelo muy
calizo. El inicio de vegetación es en marzo y la maduración en septiembre».
Debido a las características del cultivo, y como se programan dosis máximas
del complejo húmico líquido, para complementar el P-K, se elige el ácido fosfó-
rico (50 % P2O5) y el nitrato potásico (12-0-46).
Las necesidades anuales de la parcela, según el cuadro del Anejo, son:
— Nitrógeno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 900 UFN
— Fósforo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 650 UFP2O5
— Potasio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 700 UFK2O
— Magnesio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100 UFMgO

Fertilizantes disponibles
— Nitrogenados: N-32, Nitrato amónico, Fosfato monoamónico y Nitrato
potásico.
— Fosforados: Fosfato monoamónico y Acido fosfórico.
— Potásicos: Nitrato potásico.
— Magnésicos: Nitrato de magnesio.
— Estiércol líquido: 2 % N p/v.

Dosis anual
Empezaremos con el nitrato potásico (13-0-46), por ser un complejo de nitró-
geno y potasio, y para cubrir las necesidades de este último, haremos el siguiente
cálculo:

700
  1.522 …………… 1.600 kg
0,46

pero también se aportan 1.600  0,13 = 208 UFN, que se tienen que restar de la
dosis anual prevista:
424
900 – 208 = 692 UFN

Para el cálculo de éstas, vamos a recurrir a la mezcla húmica, cubriendo tam-


bién las necesidades de magnesio:
Total
— Estiércol líquido (2 % N) ................................. 65 % . . . . . 3.900 litros
— N-32 ................................................................. 20 % . . . . . 1.200 litros
— Nitrato magnésico ............................................ 15 % . . . . . 900 litros
Como se piensan echar 600 kg/ha, se añadirá 1 kg de un buen quelato de hierro
por 100 litros.
3.900  0,02 (P/V) ......................................................... 78 UFN
1.200  0,32  1,25 (densidad) .................................... 480 UFN 630 UFN
900  0,06  1,32 (densidad) ........................................ 72 UFN
900  0,09  1,32 ......................................................... 107 UFMgO
}
Con esta aportación quedan satisfechas las necesidades anuales de magnesio,
quedando las del nitrógeno con:

692 – 630 = 62 UFN


que se pueden aportar con fosfato monoamónico (12-60-0):
62
  516 ……………… 500 kg
0,12
Finalmente queda el cálculo de las UF P2O5, teniendo en cuenta las aportadas
con el anterior fertilizante:

650 – 500  0,60 = 350 UF P2O5

Estas 350 UF P2O5 se pueden aportar con ácido fosfórico (50 % P2O5), que
además servirá para la limpieza de la instalación:
350
  700 kilos de ácido fosfórico
0,50
Sólo falta recordar, que el total de quelato de hierro previsto es de 60 kilos, que
se echará siempre con el complejo húmico, por su acción potenciadora.
El ácido fosfórico se mezclará con el nitrato de potasio, para favorecer la diso-
lución.
Finalmente EL PROGRAMA DE FERTIRRIGACIÓN de la parcela de 10 ha,
se realizará todos los días, fraccionando la cantidad prevista entre dichos días y
épocas, empezando con una buena aportación del complejo húmico, pudiendo
alternar por semanas las cubas de los diferentes abonos. El día del cambio, se
puede echar sólo agua, para evitar posibles problemas:
425
• PRIMAVERA. De marzo a la primera quincena de junio.
— Complejo húmico . . . . . . . . . . . . . . 3.600 litros
— Mezclado en otra cuba:
• Ácido fosfórico . . . . . . . . . . . . . . 600 kilos
• Nitrato potásico . . . . . . . . . . . . . . 600 kilos
• VERANO. Segunda quincena de junio hasta septiembre.
— Complejo húmico . . . . . . . . . . . . . . 2.400 litros
— Mezclado en otra cuba:
• Fosfato monoamónico . . . . . . . . . 500 kilos
• Nitrato potásico . . . . . . . . . . . . . . 800 kilos
— Mezclado en otra cuba:
• Ácido fosfórico . . . . . . . . . . . . . . 100 kilos
• Nitrato potásico . . . . . . . . . . . . . . 200 kilos
Con esto conseguimos programaciones fáciles de realizar, sin demasiados cál-
culos que dificultarían su aplicación.
En los Anejos se encuentran fórmulas de abonado de diferentes cultivos, las
cuales han ido evolucionando a través de los años, según los resultados obtenidos,
pues como se ha repetido desde las primeras publicaciones, aquí se parte del hecho
comprobado, pudiendo o no coincidir con otras. Cada uno puede usar la que consi-
dere más conveniente en su situación, flexibilizando, teniendo en cuenta los resul-
tados de los análisis, especialmente el de aguas (nitratos, caliza, sulfatos, magne-
sio, etc.) para restar del total. La calidad de la fruta siempre ha sido superior, sin
aparecer problemas de «bufat» o «clareta» por sobremaduración u otras causas.
Para finalizar, se considera conveniente hacer la siguiente observación: El
empleo de cantidades masivas de ácido fosfórico o de complejos que lo contengan,
como son los denominados «claros» o «ácidos», está favoreciendo, por una parte,
la aparición de una clorosis y, por otra, síntomas de una carencia de cal, en los rie-
gos localizados de pie. Esto que parece un contrasentido, puede que tenga su expli-
cación considerando que este producto acelera la transformación de caliza en
«activa» o soluble, provocándose pérdidas por lixiviación en este tipo de riegos,
por lo que conviene tenerlo en cuenta por si, a la larga, aparecen los mismos efec-
tos en el riego a goteo, aunque se trabaje con suelos muy calizos, por desplaza-
mientos hacia el exterior del bulbo.

PRINCIPALES ABONOS EN FERTIRRIGACIÓN

1. Abonos sólidos
Al principio los abonos sólo se presentaban en estado sólido, pero cuando son
para la fertirrigación, no son los mismos que para el abonado «en seco», por lo que
tiene que especificarse, ya que no tienen los mismos componentes, como son las
sustancias que mezclan para hacerlos más manejables y poder esparcirlos en
máquinas evitando que se apelmacen.
Tienen que ser completamente solubles y no llevar materias extrañas.
426
Cuando iniciamos este tipo de pruebas, se aprovechaba el sulfato amónico
corriente que se vendía en los almacenes de abono, pues era cristalino y parecía
puro, pero al disolverlo previamente en cubos siempre aparecían impurezas en el
fondo, que para el abonado normal en seco no tienen importancia, pero que para la
nueva técnica sí que era un problema.
Por lo tanto, el abono sólido para fertirrigación, debe llevar especificado que es
para ese uso, mediante etiquetas con nombres parecidos a «Cristalino soluble»,
«Solubles para fertirrigación», etc.
En el comercio se encuentran los siguientes:
— Sulfato amónico.
— Nitrato amónico.
— Urea.
— Fosfato monoamónico.
— Fosfato de urea.
— Nitrato potásico.
— Sulfato potásico.
— Nitrato de cal.
— Nitrato de magnesio.
— Otros abonos simples y complejos.
Todos ellos son de gran calidad, sin problemas de disolución, pero que tienen
el inconveniente de tener que preparar previamente la «solución madre», que es
una disolución lo más concentrada posible, que obliga a disponer de un depósito
con agitador, no siendo fija la cantidad a disolver, pues influye la temperatura y
la calidad del agua.
También se tiene que conocer la reacción de estos productos, al disolverlos, ya
que todos los que contienen nitrógeno suelen enfriar el agua, por lo que todavía se
disminuye la solubilidad. Los que más enfriamiento nos han producido son el
nitrato potásico y la urea. Si se dispone de agua caliente o se mezcla con ácido fos-
fórico, se mejora notablemente la solubilidad.
Cuando vayamos a utilizar un tipo de abono, se tienen que conocer sus caracte-
rísticas, referentes a:
1.o Solubilidad y solución madre.
2.o Salinidad y concentración máxima aconsejable en el agua de riego, para
no sobrepasar 1 milimhos/cm.
3.o Reacción o pH.

Sulfato amónico «S» (21 % N)

Sol. madre Conductividad eléctrica


kg/100 l pH
Concentración (g/l) mmhos/cm

12 a 20 kg 0,25 0,540 5,5


0,50 1,040 5,5
1,00 2,140 5,5
2,00 3,450 5,5

427
Características principales
1.a Poco soluble (12 kg/100 litros).
2.a Saliniza más que ninguno (0,25 g/l).
3.a Reacción ácida.

Nitrato amónico (33,5 % N)

Sol. madre Conductividad eléctrica


kg/100 l pH
Concentración (g/l) mmhos/cm

50 kg 0,25 0,409 5,9


0,50 0,780 5,6
1,00 0,940 5,5
2,00 2,780 5,4

Características principales
1.a Muy soluble (50 kg/100 l).
2.a Poco salinizante (1 g/l).
3.a Reacción ácida.

Urea cristalina (46 % N)

Sol. madre Conductividad eléctrica


kg/100 l pH
Concentración (g/l) mmhos/cm

50 a 100 kg 0,25 0,010 5,63


0,50 0,010 5,70
1,00 0,010 5,84
2,00 0,010 6,10

Características principales
1.a Muy soluble (50 kg/100 l).
2.a No saliniza (2 g/1).
3.a Reacción ácida a pequeñas concentraciones.

Fosfato-urea (17-44-0)

Sol. madre Conductividad eléctrica


kg/100 l pH
Concentración (g/l) mmhos/cm

25 kg 0,25 0,480 3,2


0,50 0,840 2,9
1,00 1,470 2,7
2,00 2,430 2,5

428
Características principales
1.a Medianamente soluble (25 kg/100 l).
2.a Salinizante (0,50 g/l).
3.a Reacción muy ácida.

Fosfato monoamónico (12-61-0)

Sol. madre Conductividad eléctrica


kg/100 l pH
Concentración (g/l) mmhos/cm

20 a 22 kg 0,25 0,210 5,3


0,50 0,420 5,0
1,00 0,800 4,9
2,00 1,570 4,7

Características principales
1.a Medianamente soluble (20 kg/100 l).
2.a Poco salinizante (1 g/l).
3.a Reacción muy ácida.

Nitrato potásico (13-0-46)

Sol. madre Conductividad eléctrica


kg/100 l pH
Concentración (g/l) mmhos/cm

13 a 15 kg 0,25 0,340 6,5


0,50 0,640 6,6
1,00 1,270 7,0
2,00 2,440 7,5

Características principales
1.a Poco soluble (13 kg/100 l).
2.a Salinizante (0,50 g/l).
3.a Reacción neutra.

Sulfato potásico alcalino (50 % K2O)

Sol. madre Conductividad eléctrica


kg/100 l pH
Concentración (g/l) mmhos/cm

De 7 a 12 kg 0,25 0,320 6,50


0,50 0,765 6,60
1,00 1,415 7,10
2,00 2,580 7,47

429
Características principales
1.a Poco soluble (7 kg/100 l).
2.a Salinizante. Aporta sulfatos (0,50 g/l).
3.a Reacción neutra.

Sulfato potásico ácido (5 % K2O)

Sol. madre Conductividad eléctrica


kg/100 l pH
Concentración (g/l) mmhos/cm

10 kg 0,25 0,399 5,00


0,50 0,749 5,10
1,00 1,430 4,87
2,00 2,710 4,77

Características principales
1.a Poco soluble (10 kg/100 l).
2.a Salinizante. Aporta sulfatos (0,50 g/l).
3.a Reacción ácida.

Nitrato de magnesio (11 % N + 15,7 % MgO)

Sol. madre Conductividad eléctrica


kg/100 l pH
Concentración (g/l) mmhos/cm

10 a 25 kg 0,25 0,375 5,26


0,50 0,462 5,52
1,00 0,860 5,43
2,00 1,610 5,37

Características principales
1.a Medianamente soluble (10 kg/100 l).
2.a Medianamente salinizante (1 g/l).
3.a Reacción ácida.

Nitrato cálcico (15,5 % N + 26,6 % CaO)

Sol. madre Conductividad eléctrica


kg/100 l pH
Concentración (g/l) mmhos/cm

50 kg 0,25 0,346 6,06


0,50 0,594 5,91
1,00 1,110 5,87
2,00 2,020 5,80

430
Características principales
1.a Muy soluble (50 kg/100 l).
2.a Medianamente salinizante (0,75 g/l).
3.a Reacción ácida.

2. Abonos líquidos
Son los que se están prefiriendo en la actualidad, ya que se evita el engorro de
no tener que preparar la solución madre.
Tienen que transportarse y guardarse en depósitos especiales, que no sean ata-
cados por los ácidos.
Cuando se trata de pequeñas cantidades, se envasa y transporta en garrafas de
20 litros, lo que encarece bastante el producto, ya que se gasta mucha mano de
obra.
También existe el riesgo de desparramarse y estropear la plancha de los vehí-
culos al llevarlos a la parcela, lo que no ocurre cuando se trata de sólidos debida-
mente guardados en sacos de plástico.
En las grandes explotaciones estos problemas se resuelven fácilmente,
mediante la instalación de depósitos de plástico en el cabezal, consiguiéndose un
ahorro de mano de obra y de precio.
Esta ventaja también se puede conseguir en los riegos comunitarios, donde
existe un cabezal común para todos los socios.
Otra particularidad muy interesante, es que tienen una reacción ácida, o ligera-
mente ácida, lo que beneficia el mantenimiento de las tuberías y emisores, pues el
carbonato cálcico sólo se deposita cuando la concentración es superior a 2 g/l y el
pH es alcalino.
En el comercio se pueden encontrar los siguientes abonos:
— Solución N-32.
— Solución N-20.
— Nitrato magnésico.
— Nitrato de cal.
— Acido nítrico.
— Acido fosfórico.
— Polifosfatos amónicos.
— Solución potásica ácida.
— Complejos varios.
— Microelementos.

Solución N-32 (32 % N)


Mezcla comercial de urea y nitrato amónico, de forma que el N tiene la
siguiente formulación:
431
— N. ureico: 16 %
— N. amoniacal: 8 %
— N. nítrico: 8 %

Concentración Conductividad eléctrica pH


g/l mmhos/cm

0,25 0,320 6,11


0,50 0,580 6,62
1,00 1,100 7,12
2,00 2,290 7,23

Características principales
1.a Salinidad media a poca (0,75 g/l).
2.a Reacción neutra o ligeramente ácida.
3.a Densidad 1,325.

Solución N-20 (20 % N)


Solución de nitrato amónico, con un 10 % de N. nítrico y otro de 10 % de N.
amoniacal.

Concentración Conductividad eléctrica


g/l mmhos/cm pH

0,25 0,400 6,91


0,50 0,730 6,85
0,75 0,990 6,79
1,00 1,320 6,37

Características principales
1.a Salinidad media (0,75 g/l).
2.a Reacción neutra o ligeramente ácida.
3.a Densidad 1,264.

Nitrato magnésico (6,6 % N + 9,5 % MgO)

Concentración Conductividad eléctrica


g/l mmhos/cm pH

0,25 0,140 5,90


0,50 0,250 5,95
1,00 0,470 6,09
2,00 0,870 6,44

432
Características principales
1.a Se puede mezclar y almacenar con N-20 y N-32.
2.a Muy poco salinizantes (2 g/l).
3.a Reacción de ácida a neutra, según aumente la concentración.
4.a Densidad 1,32.

Nitrato de cal (7 % N + 14 % CaO)


Concentración Conductividad eléctrica
g/l mmhos/cm pH

0,25 0,180 6,89


0,50 0,330 6,80
1,00 0,570 6,37
2,00 1,130 6,40

Características principales
1.a Poco salinizante (1 g/l).
2.a Reacción ligeramente ácida.
3.a Densidad 1,377.

Ácido nítrico (12 % N)


Líquido agresivo y muy peligroso, por lo que los locales donde se almacene,
deben estar ventilados y separados de sustancias inflamables.
Caso de intoxicarse por inhalación, mantener al paciente en reposo y colocarlo
al aire libre.
Si la intoxicación es por contacto, hay que lavarse con abundante agua.
Si la intoxicación es por ingestión, se tiene que beber agua, lo máximo que se
pueda y no provocar el vómito.
Su aplicación principal no es como abono, pero como es muy rico, se tiene que
tener en cuenta el N aportado.
La dosificación depende de la dureza del agua, ya que se tiene que conseguir
un pH ligeramente ácido (6 ó 6,5), para que no se deposite la caliza.
La densidad es 1,325.

Ácido fosfórico
En el comercio se encuentran dos formulaciones con concentraciones diferen-
tes. Una con un 70-75 % de riqueza en ácido (50 % P2O5) y otra del 55-65 %, de
ácido y una riqueza del 40 % de P2O5.
Concentración Conductividad eléctrica pH
g/l mmhos/cm
0,25 0,510 3,06
0,50 0,959 2,81
1,00 1,672 2,62
2,00 2,590 2,09

433
Características principales
1.a Incompatible con abonos de calcio, magnesio o hierro.
2.a Preparar la solución madre al 50 %.
3.a Salinizante (0,50 g/l).
4.a Reacción muy ácida.
5.a La densidad varía con la riqueza. El producto con una riqueza del 40% de
P2O5 tiene una densidad de 1,4, y el que tiene la riqueza del 50%, la den-
sidad es 1,437. El de 52% de P2O5 la densidad es de 1,6 kg/l.

Solución ácida de potasio (10 % K2O)


Concentración Conductividad eléctrica pH
g/l mmhos/cm
0,25 0,280 3,28
0,50 0,425 2,98
1,00 0,810 2,71
2,00 1,590 2,50

Características principales
1.a Solución madre al 50 %
2.a Poco salinizante (1 g/l).
3.a Reacción muy ácida.

Abonos complejos
En el comercio se encuentran en dos grandes grupos, según su reacción. Los
complejos neutros o ligeramente ácidos y los que son muy ácidos (pH 1 ó 2).
Los primeros son interesantes cuando el agua de riego no sea alcalina, y con-
tenga muy poca cal, cosa muy rara en la franja mediterránea, por lo que son prefe-
ribles los de reacción ácida.
La riqueza en fertilizantes es parecida en un tipo u otro y viene expresada en
unidades fertilizantes (U.F.).
Teóricamente da lo mismo emplear complejos que abonos simples en las pro-
porciones adecuadas, pero en la práctica, nos están resultando más efectivos los
complejos, además de la comodidad.
Las empresas pueden preparar toda clase de combinaciones, pero las más fre-
cuentes que se encuentran en el mercado son:
• 4 - 8 - 12
• 8 - 1 - 10
• 0 - 20 - 10

Características principales
1.a Poco salinizantes (1 g/l).
2.a Reacción muy ácida, que mejora el mantenimiento de tuberías y emisores.
3.a Estos últimos peligrosos de transportar, por atacar la plancha de los vehículos,
por lo que deben ir perfectamente envasados y sujetos para evitar vertidos.
434
QUINTA PARTE

ANEJOS PARA CÁLCULOS


AGRONÓMICOS
ANEJO 1

RELACIÓN DEL CLIMA CON LOS ESTADOS


FENOLÓGICOS

En el tema 1, ya se ha indicado la importancia del clima en los factores de pro-


ducción. Para el clima mediterráneo, que abarca casi toda la península, las varia-
ciones son insignificantes, salvo en lo que respecta a la duración del ciclo vegeta-
tivo, que influye en el comienzo del programa de riegos.
Para fuera de la península, se tienen que hacer las correcciones oportunas,
como nos ha sucedido en una programación del almendro, en una provincia del sur
de Marruecos, donde los incrementos pueden llegar al 66 % en cuanto a agua.

1. COMARCAS-BASE DEL ESTUDIO DE LAS NECESIDADES


HÍDRICAS
1.1. Litoral: Norte de Alicante
Comarca de La Marina Alta (Alcalalí. Valle del Pop)
Mes Temperatura media (°) % horas de sol (°) Evaporación mm/día

Enero ................................. 9,2 6,86 2,73


Febrero .............................. 9,8 6,78 3,05
Marzo ................................ 12,1 8,31 3,66
Abril .................................. 14 8,92 4,32
Mayo ................................. 17,3 9,93 5,14
Junio .................................. 20 10 5,76
Julio ................................... 24,2 10,13 6,27
Agosto ............................... 24,4 9,48 5,87
Septiembre ........................ 22,8 8,40 5,19
Octubre .............................. 17,8 7,75 4,06
Noviembre ......................... 13,4 6,78 3,22
Diciembre .......................... 10,5 6,65 2,77

Convent de Pego. Atlas climático 1961-1990. COPUT. Generalitat Valenciana


Tabla de datos de Precipitación
Enero Feb. Marzo Abril Mayo Junio Julio Agost Sept. Octub Nov. Dic. AÑO

Pm 67,2 57,7 74,2 75,7 56,8 26,5 8,7 41,0 75,5 112 126 96 817
Dm 4,4 4,8 5,2 5,7 5,6 3,1 1,3 2,0 3,4 5,5 5,3 4,6 51,0
Me 46,0 41,0 52,2 52,0 48,8 19,0 4,1 11,0 35,5 53,9 98,5 47,0 868
Pm = precipitación media (mm); Dm = Días medios de precipitación
Me = precipitación mediana (mm).

437
Tabla de datos de Temperaturas

Enero Febr. Marzo Abril Mayo Junio Julio Agost Sept. Octub. Nov. Dic.

T 11,3 11,8 13,0 15,0 18,0 21,8 25,1 25,3 22,8 18,5 14,3 11,6
TM 15,1 15,9 17,7 19,9 22,9 26,8 30,2 30,0 27,3 22,5 18,1 15,3
Tm 7,4 7,6 8,3 10,1 13,1 16,8 20,0 20,5 18,2 14,4 10,6 7,9
Ma 28,0 31,0 33,0 35,0 35,0 38,0 43,0 41,8 40,0 33,0 33,0 27,0
ma 2,0 -2,0 0,0 2,4 5,0 10,5 14,0 15,0 10,0 6,0 1,5 -1,0

T = temp. media ; TM = media de las máximas ; Tm = media de las mínimas


Ma = máximas absolutas; ma = mínimas absolutas

Balance Hídrico

Meses T. media Pm ETP ETr

Enero 11,3° 67,2 24,0 24,0


Febrero 11,8° 57,7 26,0 26,0
Marzo 13,0° 74,2 38,0 38,0
Abril 15,0° 75,7 53,0 53,0
Mayo 18,0° 56,8 82,0 82,0
Junio 21,8° 26,5 117,0 101,3
Julio 25,1° 8,7 154,0 8,7
Agosto 25,3° 41,0 146,0 41,0
Septiembre 22,8° 75,5 107,0 75,5
Octubre 18,5° 111,9 67,0 67,0
Noviembre 14,3° 125,7 37,0 37,0
Diciembre 11,6° 95,9 25,0 25,0

ETP = evapotranspiración potencial; ETr = evapotranspiración real.

1.2. Interior: Oeste de Alicante


Comarca del Vinalopó (Alt Vinalopó. Villena)

Mes Temperatura media (°) % horas de sol (°) Evaporación mm/día

Enero ................................. 5,64 6,86 2,37


Febrero .............................. 7,30 6,78 2,77
Marzo ................................ 9,72 8,32 3,37
Abril .................................. 12,81 8,92 4,16
Mayo ................................. 16,88 9,93 5,07
Junio .................................. 19,68 10,00 5,71
Julio ................................... 23,25 10,13 6,13
Agosto ............................... 22,98 9,48 5,70
Septiembre ........................ 20,60 8,40 4,91
Octubre .............................. 15,01 7,75 3,74
Noviembre ......................... 9,91 6,78 2,86
Diciembre .......................... 6,55 6,65 2,38

438
1.3. Interior: Valencia
Comarca Vall d’Albaida (Albaida)

Mes Temperatura media (°) % horas de sol (°) Evaporación mm/día

Enero ................................. 10,52 6,86 2,86


Febrero .............................. 11,50 6,78 3,84
Marzo ................................ 14,04 8,31 3,90
Abril .................................. 14,57 8,92 4,40
Mayo ................................. 18,86 9,93 5,37
Junio .................................. 23,22 10 6,25
Julio ................................... 26,78 10,13 6,65
Agosto ............................... 26,90 9,48 6,25
Septiembre ........................ 23,24 8,40 5,25
Octubre .............................. 18,31 7,75 4,12
Noviembre ......................... 13,20 6,78 3,20
Diciembre .......................... 11,04 6,65 2,82

(1) Deducidas en base al paralelo.

2. ESTACIONES AGROCLIMÁTICAS DE LA COMUNIDAD


VALENCIANA

Evapotranspiración de referencia y Precipitación media mensual. Servicio


de Tecnología del Riego. IVIA (Consellería de Agricultura, Pesca y Alimenta-
ción).
Eto (mm) = Evapotranspiración de referencia calculada mediante el método
Penman-Monteith.
P (mm) = Precipitación total, a efectos de cálculos, sólo se considera el inter-
valo entre 3 y 90 mm.

2.1. Provincia de Alicante

Estación (mm) Ene. Febr. Marzo Abril Mayo Junio Julio Agos. Sep. Oct. Nov. Dic.

Almoradí ETo 44 64 101 130 144 176 183 160 116 79 52 44


P 32 10 3 22 10 11 1 1 73 72 58 37
Altea ETo 39 52 84 106 136 165 172 158 110 74 45 37
P 37 20 40 11 14 8 36 1 36 75 43 36
Camp de Mirra ETo 38 60 96 118 146 198 212 192 126 81 41 37
P 16 17 9 50 48 10 2 9 45 49 34 23
Castalla ETo 41 65 101 121 144 196 211 168 123 62 48 41
P 21 15 5 49 36 3 0 1 25 54 43 27
Catral ETo 37 57 95 121 140 169 178 144 109 76 49 39
P 41 17 5 17 15 13 0 0 47 106 30 50

439
Estación (mm) Ene. Febr. Marzo Abril Mayo Junio Julio Agos. Sep. Oct. Nov. Dic.

Crevillente ETo 35 55 91 120 141 172 181 157 111 74 43 35


P 23 10 4 13 19 17 1 4 35 49 22 27
Denia - ETo 32 47 74 99 122 152 164 147 96 65 37 30
Gata P 51 61 48 12 25 9 2 1 44 135 74 87
E.E.A. ETo 42 54 78 113 131 155 171 155 112 75 47 43
Elche P 24 15 26 16 22 21 2 0 42 31 21 26
Monfort del Cid ETo 45 67 95 134 151 178 185 169 117 76 51 45
P 15 13 17 26 23 3 5 3 24 34 31 38
Novelda ETo 52 70 108 138 152 188 197 174 123 90 59 54
P 20 24 13 34 27 3 1 4 31 43 21 32
Ondara ETo 36 53 88 116 130 166 174 150 98 68 44 35
P 48 58 44 13 27 6 1 2 51 119 81 65
Orihuela Eto 39 57 79 117 131 176 196 172 114 77 44 39
P 24 24 40 24 29 13 2 4 66 38 21 41
Pilar de la ETo 53 72 98 137 155 178 187 172 133 86 62 50
Horadada P 45 14 12 9 13 1 0 1 15 67 59 35
Pinoso ETo 51 71 107 128 147 197 206 181 120 82 52 45
P 11 18 10 29 34 2 0 11 26 53 28 41
Planes ETo 34 52 88 109 124 166 174 152 100 68 36 32
P 54 71 33 45 47 6 0 27 39 60 59 54
Vila Joiosa ETo 46 58 90 114 136 164 170 155 110 81 53 44
P 32 14 33 19 14 4 9 0 33 46 25 30

2.2. Provincia de Castellón

Estación (mm) Ene. Febr. Marzo Abril Mayo Junio Julio Agos. Sep. Oct. Nov. Dic.

Benicarló ETo 25 45 81 105 124 150 155 140 96 59 36 22


P 67 1 11 37 52 6 8 6 67 26 59 22
Burriana ETo 31 48 81 102 127 156 155 136 93 68 42 28
P 78 0 8 38 17 6 12 1 75 50 78 42
Castellón ETo 34 53 93 108 127 156 155 133 90 68 45 31
P 49 0 9 45 28 8 6 26 106 40 89 31
Nules ETo 34 56 99 114 136 162 164 143 96 74 45 31
P 74 1 6 38 13 9 9 1 80 61 79 43
Onda ETo 31 50 99 120 136 168 170 146 93 71 36 25
P 57 0 8 40 24 3 19 25 72 34 56 38
Ribera ETo 34 56 87 111 130 156 158 140 99 71 48 31
Caban. P 61 1 11 26 35 4 40 3 75 26 72 27
San Rafael ETo 34 62 93 123 136 168 161 149 108 62 54 28
P 52 3 17 51 59 5 35 2 79 34 66 25
Segor-be ETo 31 53 90 108 118 159 161 136 84 59 39 22
P 41 0 15 49 43 2 3 6 44 51 40 42
Vall d’Uixó ETo 40 59 105 114 136 162 167 143 96 78 45 37
P 73 1 11 37 18 1 7 1 92 60 99 51
EEA Villarreal ETo 31 50 93 114 133 159 161 140 96 78 42 31
P 53 0 7 38 24 14 10 35 102 44 69 33

440
2.3. Provincia de Valencia
Estación (mm) Ene. Febr. Marzo Abril Mayo Junio Julio Agos. Sep. Oct. Nov. Dic.
Algemesí ETo 34 59 115 120 133 158 167 146 96 71 39 31
P 78 3 8 93 41 15 15 2 23 29 107 135
Benavites ETo 28 45 96 102 121 147 149 127 84 65 36 25
P 79 1 10 40 14 3 0 0 101 38 28 47
Benifayó ETo 40 67 127 126 133 165 167 146 96 74 45 34
P 42 1 3 81 53 7 5 3 62 12 28 60
Bétera ETo 28 53 102 114 130 162 164 143 90 68 36 25
P 38 0 12 75 38 5 1 4 61 41 51 42
Campo Arcis ETo 31 62 99 129 130 198 198 180 111 68 39 25
P 26 0 52 49 34 9 0 5 43 63 57 43
E. Carcagente ETo 28 48 93 111 130 174 170 145 93 62 30 22
P 63 1 7 103 18 4 8 10 28 59 113 122
Carlet ETo 31 62 118 123 130 165 170 146 93 683 36 25
P 56 1 8 97 36 11 20 4 28 6 91 88
Cheste ETo 34 59 112 120 127 162 164 140 87 68 42 28
P 55 0 11 59 53 4 1 5 82 43 50 71
Gandía ETo 31 56 — — 124 159 158 136 84 62 33 28
P 68 8 — — 47 4 0 4 60 47 138 139
E.E.A. ETo 37 56 102 111 127 174 177 155 96 65 33 31
Llutxent P 38 4 4 56 38 1 0 0 80 56 90 104
Lliria ETo 31 56 102 120 136 177 177 155 96 65 42 25
P 21 0 15 54 42 2 2 1 58 59 37 33
Moncada ETo 31 59 118 117 136 165 164 143 93 71 39 28
P 40 0 13 60 33 3 0 2 168 36 58 44
Montesa ETo 40 67 121 126 133 177 180 161 105 74 42 34
P 43 2 9 88 24 2 0 4 42 35 81 83
Navarres ETo 34 62 96 117 140 186 183 152 99 65 42 31
P 57 0 6 103 33 2 6 1 29 44 90 94
Paiporta ETo 22 — 98 115 128 170 165 137 105 54 29 35
P 36 — 4 79 14 8 4 4 166 29 44 112
Pedralba ETo 34 67 121 132 140 180 177 152 93 65 42 31
P 47 0 9 50 44 3 1 4 73 46 33 58
Picassent ETo 40 67 99 117 133 162 167 143 96 74 42 37
P 82 1 9 76 60 7 1 4 56 26 43 113
Pobla del Duc ETo 34 — 121 123 130 177 183 156 102 74 33 28
P 51 — 7 79 48 4 0 3 105 55 89 122
Requena ETo 28 53 93 132 133 198 195 174 106 65 42 22
P 26 1 20 32 38 9 1 13 60 57 47 39
Reva Benamar ETo — — 102 118 122 158 154 128 82 61 31 20
P — — 11 72 56 6 3 1 99 51 49 27
Reva Rey ETo — — 98 107 113 147 148 128 80 61 42 —
P — — 10 64 82 2 0 0 57 37 15 —
Sagunto ETo 34 59 115 123 140 168 170 149 99 78 51 34
P 63 0 9 49 14 3 0 1 150 94 60 50
Tabernes Vall. ETo 37 64 115 120 136 165 167 149 99 74 45 37
P 56 2 5 48 27 2 0 0 98 22 189 168
Turis ETo 43 70 124 129 133 171 170 146 96 74 45 37
P 72 1 9 77 59 10 0 2 84 58 56 92
Villalonga ETo 40 62 118 114 130 165 164 136 84 71 42 37
P 54 10 3 43 42 2 0 8 132 35 118 172
Villanueva Cas. ETo 28 46 96 114 130 174 174 136 90 59 30 22
P 62 1 8 120 17 1 1 2 35 38 107 110
Játiva ETo 31 53 121 120 140 186 186 164 102 68 33 22
P 46 0 1 101 20 1 0 2 35 55 93 89

441
3. CICLO VEGETATIVO DE LOS CULTIVOS

Advertencia. Tanto en los frutales de hoja caduca, como en los de hoja


perenne (Cítricos y Olivos), dentro de su ciclo anual, se diferencian dos fases bien
patentes:
A) Fase de Reposo o Parada Invernal, con o sin caída total de hoja.
B) Fase Activa o Productiva: Brotación, floración y fruto.
Dentro de una misma especie, se han encontrado notables diferencias de las
épocas de los distintos estados fenológicos (inicio vegetativo, floración, etc). No
es igual en la comarca de La Ribera de Valencia que en La Montaña de Alicante.
Entre los factores que inducen estas diferencias, se han considerado dos cate-
gorías:
— Externos:
• Temperatura.
• Orientación e Insolación.
• Pluviometría.
• Altitud y distancia al mar.
— Internos:
• Tipo de frutal: Género y especie.
• Variedad.
En un principio estaba previsto hacer un estudio exhaustivo, relacionando las
fechas, los estados fenológicos y la Intensidad Bioclimática Potencial (IBP), pero
pronto se comprendió que era un trabajo más propio de una tesis doctoral, que para
un libro de divulgación, como es la pretensión del presente, aunque es un «vacío»
que convendría llenar.
Los aspectos que se tendrían que estudiar, serían:
a) Factores externos e internos indicados anteriormente.
b) Características del Medio:
• Suelo:
— Textura y estructura.
— Complejo arcillo-húmico.
— Salinidad y caliza.
• Agua: Calidad agua de riego.
c) Técnicas de cultivo:
• Necesidades hidrominerales cubiertas.
• Control de plagas y enfermedades.
• Poda equilibrada.
Por lo tanto, cada agricultor y técnico, tendrá que adaptar su «planning» de
riego a las características de su explotación.
442
3.1. Zona litoral de Alicante (S.E.A. Benissa)
Almendro
Enero................................................ Yema cerrada. Yema hinchada.
Febrero............................................. Floración y cuaje. Brotación.
Marzo .............................................. Engorde y porgada.
Abril-Julio ....................................... Engorde.
Agosto ............................................. Engorde y maduración.
Septiembre ...................................... Maduración y recolección.

Naranjos
Época Variedades tempranas Variedades tardías

Febrero-Marzo.................... Primera brotación y prefloración. Idem. y engorde.


Abril-Mayo ........................ Floración y cuaje. Idem y recolección.
Junio-Julio ......................... Porgada y engorde segunda brotación. Idem.
Agosto-Septiembre ............. Engorde y tercera brotación. Idem.
A partir de Octubre ............ Engorde y recolección. Engorde.

Limoneros
Época Variedades Verna Variedades Fino

Enero-Febrero..................... Brotación y engorde. Idem. y recolección.


Marzo ................................. Idem. y recolección. Idem.
Abril ................................... Idem. y floración. Brotación y floración.
Mayo .................................. Idem. y cuajado. Brotación y cuajado.
Junio .................................. Brot., engorde y recolección Brotación y engorde.
Julio-Agosto ...................... Brotación y engorde. Idem.
Septiembre.......................... Idem. y prefloración Idem., recolección y floración.
Octubre .............................. Idem. floración-cuaje. Idem.
Noviembre ......................... Brotación y engorde. Brotación y engorde.
Diciembre .......................... Idem. Idem. y recolección.
Uva de mesa (moscatel)
Marzo-Abril .................................... Brotación.
Mayo-Junio ..................................... Floración.
Junio-Julio ...................................... Engorde.
Julio ................................................ Engorde y envero.
Agosto-Septiembre ......................... Maduración y recolección.
Níspero
Agosto-Septiembre ......................... Prefloración. Brotación pedúnculo floral. Crecimiento racimo.
Octubre-Noviembre ........................ Floración.
Diciembre ....................................... Cuajado.
Enero-Febrero ................................. Porgada y engorde.
Marzo .............................................. Engorde y primera brotación.
443
Abril ................................................ Engorde y maduración. Primera brotación.
Mayo ............................................... Maduración y recolección.
Junio-Julio ...................................... Segunda brotación.
Agosto ............................................. Parada vegetativa (forzada).

Ciclo vegetativo del olivo


Inicio vegetación
Primavera. Marzo-Abril ... Temperatura media alcanza los 16 °C.
Floración
Primavera.
Ultimos Abril-Mayo ......... Temperatura media superior a 18 °C. Muy sensible a
lluvias y nieblas.
Cuajado
15 días después. Junio ...... Temperatura entre 21 °C, a 22°. Sensible a la hume-
dad ambiental.
Engorde
Julio-Agosto
(endurecimiento hueso)..... A partir de los 35 °C, se produce parada vegetativa.

Envero
Septiembre-Octubre
(hasta final engorde)
Parada vegetativa
Noviembre a Febrero
Inducción floral ............... Con temperaturas inferiores a 12 °C. Para el buen
desarrollo de las yemas florales, temperaturas inferio-
res a 10 °C.
Aguacate
Febrero ............................. Inicio racimo floral.
Marzo ............................... Inicio floración y brotación.
Abril-Mayo ....................... Brotación, floración y cuaje.
Junio ................................. Brotación, cuaje y engorde.
Julio-Diciembre ................ Brotación, engorde y recolección escalonada según
variedades.
3.2. Zona interior de Alicante (S.E.A. Villena)
Almendro
Febrero ............................. Brotación.
Febrero-Marzo ................. Floración. Cuaje y porgada.
Marzo-Agosto .................. Engorde.
444
Septiembre-Octubre ......... Recolección.
Noviembre-Diciembre ..... Parada vegetativa.
Olivo
Abril-Mayo ....................... Brotación.
Junio ................................. Floración. Cuaje.
Julio-Noviembre ............... Engorde fruto.
Diciembre-Marzo ............. Parada vegetativa.
Manzano
Marzo-Abril ..................... Brotación.
Abril-Mayo ....................... Floración. Cuaje.
Junio-Agosto .................... Engorde.
Noviembre-Marzo ............ Parada vegetativa.
Peral
Marzo ............................... Brotación.
Marzo-Abril ..................... Floración. Cuaje.
Abril-Junio ....................... Engorde.
Noviembre-Febrero .......... Parada vegetativa.
Ciruelo
Marzo-Abril ...................... Brotación.
Abril ................................. Floración. Cuaje.
Mayo-Agosto ................... Engorde.
Noviembre-Febrero .......... Parada vegetativa.
Zona interior de Alicante (S.E.A. Novelda)
Viña: Uva de mesa

Marzo - Abril ........................................................ Brotación


Mayo-Junio .......................................................... Floración
Junio-Agosto ........................................................ Engorde
Agosto .................................................................. Envero
Septiembre-Octubre ............................................ Maduración
Octubre-Diciembre .............................................. Recolección
Enero .................................................................... Parada vegetativa

Zona interior de Alicante (S.E.A. Yecla) Limítrofe a Villena


Viña: Uva vino

Abril...................................................................... Brotación
Mayo-Junio .......................................................... Floración
Junio-Agosto ........................................................ Engorde
Agosto .................................................................. Envero
Septiembre-Octubre ............................................ Maduración
Octubre ................................................................. Recolección

445
Finca «Les Torretes». (La Montaña de Alicante. Penáguila)
Cerezo (Muy variable según variedades)
Marzo-Abril ...................... Floración - Cuaje
Abril- Mayo....................... Engorde- Recolección
Mayo- Junio ...................... Maduración- Recolección
Octubre- Febrero ............... Parada vegetativa.

3.3. Zona interior de Valencia (S.E.A. Albaida)


Albaricoquero
Febrero-Marzo .................. Floración. Cuaje.
Abril ................................. Engorde y brotación.
Mayo-Junio ...................... Recolección.

Zona interior de Valencia (Comarca Utiel-Requena)


Viña: Uva de vino

Finales marzo ....................................................... Inicio vegetación


Finales mayo-junio .............................................. Floración cuaje
Finales junio-1° agosto ......................................... Engorde
Finales julio .......................................................... Envero
Segunda quincena septiembre-octubre ................. Maduración
Octubre ................................................................ Recolección
Noviembre ........................................................... Parada vegetativa

446
ANEJO 2
BAREMOS EXPERIMENTALES PARA CALCULAR
LAS NECESIDADES DE AGUA (Moya Talens)

Complementan los programas o «plannings» de riego, que como se ha indi-


cado en numerosas ocasiones, se basan en un 1er Riego de una duración que
depende del tipo de suelo y del tipo de cultivo y luego en la restitución diaria, de lo
consumido en la evapotranspiración, que viene indicado en estos baremos, que se
han sacado experimentalmente, basándose en la fórmula de Blaney-Criddle.
1.° Lo ideal es el riego diario, y si no es posible, hacerlo dos o tres veces a la
semana, sumando los litros previstos de cada día.
2.° En caso de lluvia copiosa se puede estar varios días sin regar, tal como se
indica en el Tema 6, epígrafe «Cálculo de los días sin regar después de una
lluvia copiosa», pero no toda el agua corresponde a agua útil (A.U.) para
consumir. En el caso concreto de los cítricos, se dan estos porcentajes:
E.T. mm/día Límite máximo consumido (%) A.U. (%) restante
7 42 58
6 45 55
5 50 50
4 60 40
3 70 30
2 80 20

Ejemplo: La E.T. es de 6 mm y la dosis de riego es de 3 mm/día; si llueven


10 mm ¿Qué porcentaje de agua se descuenta y cuantos días se puede estar
sin regar?
Dosis de riego = 3 – 10 × 0,45 = - 1,5. Luego se estará sin regar un día.
°
3. Cuando haga más calor de lo habitual y soplen vientos secos del interior, se
aumentará la dosis de un 25 a un 50 %. Si la sequedad se prolonga, se puede
llegar a la dosis doble, no esperando a que las plantas acusen los síntomas.
4.° Si se pretende provocar lavados de sales, o bien se riega con aguas sali-
nas, de entrada se aumentará un 25 % la dosis calculada, llegando a
doblar la dosis si no hay problema de drenaje.
5.° En los cultivos con formas apoyadas (parral, espaldera, etc.), para el cál-
culo de la parte sombreada, conviene considerar todo el M.P., a partir de
la entrada en producción.
447
6.° La superficie útil (S.U.) es el resultado de multiplicar el M. U. por el
número de árboles. En frutales de hoja caduca, el M.U. se medirá antes
de la poda de invierno.
°
7. A partir de la recolección, la dosis calculada se puede reducir a la mitad,
siempre que no haya otro tipo de limitaciones, como salinidad, por ejem-
plo. Cuando en la tabla de baremos va incluida la fecha, se considera
que ya lleva la reducción. Otras veces se indica entre paréntesis. (Dosis
de Mantenimiento, por ejemplo).
°
8. Cuando el M.U. es igual al M.P. (toda la superficie cubierta), se tiene que
tomar el baremo sin hierba; por lo que si se quiere ahorrar agua, el suelo
tiene que estar limpio de malas hierbas, en las plantaciones jóvenes, aun-
que últimamente ya no es tan importante.
9.° Recordar que la cantidad de agua se mide en mm, equivalente a litros por
cada metro cuadrado.
°
10. Cuando el suelo esté cubierto de hierba, se considera la superficie total de
la parcela.

PARA GOTEROS

1. Comarcas del Litoral (Influencia del viento húmedo).

1.1. Olivos
Meses Baja producción Alta producción
Agua (mm/día) Sin hierba Sin hierba

Febrero (1) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,24 0,46


Marzo (1) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,73 1,46
Abril . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,65 1,08
Mayo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,77 1,28
Junio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,46 0,86
Julio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,13 2,19
Agosto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,05 2,05
Septiembre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,83 1,56
Octubre (l) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,61 1,01
Noviembre (1) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,32 0,64
(1) Sólo se regará en años secos.

1.2. Cítricos
Variedades de primera temporada

Agua Tipo Satsumo Tipo Navel


(mm/día) Recolección Verano-Otoño Recolección Otoño-Invierno

Enero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,10 1,10


Febrero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,30 1,30
Marzo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,60 1,60
Abril . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,90 1,90
Mayo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,30 2,30
Junio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,80 2,80
448
Agua Tipo Satsumo Tipo Navel
(mm/día) Recolección Verano-Otoño Recolección Otoño-Invierno

Julio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,00 3,00


Agosto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,00 2,90
Septiembre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,70 2,50
Octubre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,30 2,30
Noviembre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,20 1,70
Diciembre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,10 1,30

Nota: El satsumo, no lleva reducción de agua en este cuadro.


En ambas variedades, se puede reducir a la mitad, a partir de la recolección.

MEDIA TEMPORADA TARDÍAS

Agua Tipo Salustiano Tipo Valencia


(mm/día) y Clementinos Recolección Primavera-Verano

Meses Sin hierba Sin hierba

Enero ........................................................ 1,30 1,30


Febrero ..................................................... 1,50 1,50
Marzo ....................................................... 1,80 1,90
Abril ......................................................... 1,90 2,50
Mayo ........................................................ 2,30 2,90
Junio ......................................................... 2,80 2,80
Julio .......................................................... 3,00 3,00
Agosto ...................................................... 2,90 2,90
Septiembre ............................................... 2,50 2,50
Octubre ..................................................... 2,30 2,30
Noviembre ............................................... 1,70 1,70
Diciembre ................................................. 1,30 1,30

Nota: Las dosis de finales otoño-invierno, pueden sufrir reducciones o aumentos, según venga el año y estado de la cosecha.

Agua (mm/día) LIMONEROS 1.3. Almendros


Meses Sin hierba Sin hierba

Enero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,90 –
Febrero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,10 0,69
Marzo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,30 0,90
Abril . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,40 1,40
Mayo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,60 1,90
Junio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,90 2,20
Julio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,00 2,25
Agosto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,80 1,90
Septiembre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,50 1,10
Octubre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,60 –
Noviembre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,20 –
Diciembre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,00 –

449
1.4. Nogal

Riego localizado «a goteo»


Se calcula para unos 167 árboles/ha (M.P. 8 × 7,50 m). A partir del 3er año, el
M.P. es indiferente para el cálculo del riego, considerando que un marco de 8 × 7 m
es el mínimo para los árboles formados en vaso, principalmente para la producción
de fruto y madera. Cuando la producción principal es la madera, el M.P. puede ser
más estrecho, con la formación en pirámide.

1.a Etapa. JUVENTUD. PLANTACIÓN


Durante el primer año, suele bastar una línea portagoteros con 1-2
goteros/árbol, uno a cada lado y separados del tronco de 15 a 40 cm al final del
año. El segundo año ya son necesarios los 2 goteros, separados unos 50 cm del
tronco, aunque la doble línea siempre será mejor.
En este primer año el marco útil se considera de 2 m2 por árbol.
Primer año
1.er Riego. Duración 4 h. Conviene formar un «bulbo» o zona húmeda lo más
amplia posible. (2 × 4 × 4 = 32 l/árbol). (4 h × 334 got. × 4 l/h = 5.344 l = 5,3 m3/ha).
Riegos sucesivos: 1.er AÑO
Agua (mm/día) para Total mes
Mes y núm. días
cada árbol Por árbol Por hectárea (M.U. 2 m2)
Abril (20 días) 2 m2 × 1,38 = 3 litros 60 litros 10 m3
May (31 días) 2 m2 × 1,86 = 3,8 litros 120 litros 20 m3
Jun. (30 días) 2 m2 × 1,94 = 3,9 litros 120 litros 20 m3
Jul. (31 días) 2 m2 × 2,08 = 4,2 litros 130 litros 22 m3
Ag. (31 días) 2 m2 × 2,19 = 4,4litros 137 litros 23 m3
Sep (15 días) 2 m2 × 1,48 = 3 litros 45 litros 7 m3
Total anual (+ 32) 32 + 675 litros 5,3 + 102 m3

Las cantidades se calculan por redondeo al alza, es decir, se aumentan.


Se podrían hacer más cálculos, para aumentar la comodidad del riego, como
por ejemplo en suelos con suficiente capacidad de campo (no arenosos):
Regando cada 2 días:
En abril serían 6 litros por riego y como hay dos goteros de 4 l /hora, se esta-
ría regando 45 minutos.
En mayo y junio, el riego duraría una hora.
En julio y agosto, 1 hora y 5 minutos
En septiembre, sólo tres cuartos de hora.
Regando cada 3 días:
En abril 1 hora y 10 minutos.
En mayo 1 hora y 25 minutos

450
En junio 1 hora y media.
En julio 1 hora y 35 minutos.
En agosto 1 hora y 40 minutos.
En septiembre una hora y 10 minutos.
A partir del 2.° año. Si se mantiene una hilera con 4 goteros/árbol y 4 m2 por
árbol.
1.er Riego. Duración 4 h. (4h × 4 got. × 4 l/h = 64 litros/árbol)
• Total. 64 l/árb. × 167 árb. = 10.688 l = 10,7 m3
Riegos sucesivos: 2.° AÑO.

Agua (mm/día) para Total mes


Mes y núm. días
cada árbol Por árbol Por hectárea (M.U. 2 m2)
Abril (20 días) 4 m2 × 1,38 = 5,5 litros 110 litros 18,4 m3
May (31 días) 4 m2 × 1,86 = 7,5 litros 232 litros 38,7 m3
Jun. (30 días) 4 m2 × 1,94 = 8 litros 240 litros 40,1 m3
Jul. (31 días) 4 m2 × 2,08 = 8,5 litros 263,5 litros 44 m3
Ag. (31 días) 4 m2 × 2,19 = 9 litros 279 litros 46,6 m3
Sep (15 días) 4 m2 × 1,48 = 6 litros 90 litros 15 m3
Total anual (+ 64) 64 + 1.215 10,7 + 202,8 m3

Las cantidades se calculan por redondeo al alza, es decir, se aumentan.


Se podrían hacer más cálculos, para aumentar la comodidad del riego, como
por ejemplo en suelos con suficiente capacidad de campo (no arenosos):
Regando cada 2 días:
En abril serían 11 litros por riego y como hay 4 goteros de 4 l /hora, se estaría
regando 42 minutos.
En mayo, el riego duraría un poco menos de una hora.
En junio, una hora.
En julio y agosto, 1 hora y cinco minutos.
En agosto, 1 hora y 10 minutos.
En septiembre, sólo tres cuartos de hora.

Regando cada 3 días:


En abril, 1 hora.
En mayo, 1 hora y 25 minutos.
En junio, 1 hora y media.
En julio, 1 hora y 35 minutos.
En agosto, 1 hora y 45 minutos.
En septiembre, una hora y 10 minutos.
451
2.a Etapa. JUVENTUD - FORMACIÓN. Del 3.er año hasta el 7.° año.
A partir de este año, ya no depende del número de árboles, sino de la superficie
ocupada.
Se aconseja la doble hilera portagoteros, con goteros incorporados cada metro,
pero perfectamente puede quedar una sola hilera durante todo el ciclo, pero
regando doble tiempo.

1.er Riego.
Duración cuatro horas, que para unos 2.500 emisores/ha, de 4 l/h, equivalen a
40 m3.

Riegos sucesivos. Se considera una copa de unos 9 a 16 m2 (M.U.).


Meses Agua (mm/día) Cantidad máxima (m3/ha) (MU = 16 m2)
er
1. Riego 40 m3
Abril (20 días) 1,38 1,38 × 20 × 167 × 16/1000 = 73,7
Mayo (31 días) 1,86 1,86 × 31 × 167 × 16/1000 = 154,1
Junio (30 días) 1,94 1,94 × 30 × 167 × 16/1000 = 155,5
Julio (31 días) 2,08 2,08 × 31 × 167 × 16/1000 = 172,3
Agosto (31 días) 2,19 2,19 × 31 × 167 × 16/1000 = 181,4
Septiembre (20 días) 1,46 1,46 × 20 × 167 × 16/1000 = 78
TOTAL ANUAL 40 + 815 m3

3.a Etapa. PRODUCCIÓN. A partir del 8.° año, se considera el total


de la superficie de la parcela.
1.er Riego.
Duración: 4 h, que con 2.500 emisores/ha, de 4 l/h, equivalen a 40 m3.
4 h × 2.500 l/h × 4 l/h = 40.000 l/ha = 40 m3/ha
Riegos sucesivos.
Meses Agua (mm/día) Cantidad máxima (m3/ha) (MP = MU)
1.er Riego 40 m3
Abril (20 días) 1,38 1,38 × 20 × 10 = 264
Mayo (31 días) 1,86 1,86 × 31 ×10 = 576,6
Junio (30 días) 1,94 1,94 × 30 × 10 = 582
Julio (31 días) 2,08 2,08 × 31 × 10 = 664,8
Agosto (31 días) 2,19 2,19 × 31 × 10 = 679
Septiembre (20 días) 1,46 1,46 × 20 × 10 = 292
TOTAL ANUAL 3.058,4 m3
La cantidad máxima prevista puede reducirse según el M.U., pudiendo ser un
tercio de la indicada en la tabla. Se puede estimar que el M.U. será de 45 m2, en
plena producción, por lo que el volumen total estimado será de 2.310 m3.
Las cantidades se calculan por redondeo al alza, es decir, se aumentan.
Se podrían hacer más cálculos, para aumentar la comodidad del riego, como en
el caso anterior.
452
1.5. Hortalizas
No se incluye el cultivo hidropónico

Meses Sin hierba Invernadero, sin hierba

Enero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,36 1,10


Febrero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,50 1,30
Marzo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,83 1,46
Abril . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,16 1,73
Mayo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,57 2,06
Junio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,88 2,30
Julio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,13 2,51
Agosto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,93 2,34
Septiembre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,59 2,08
Octubre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,03 1,62
Noviembre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,61 1,29
Diciembre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,38 1,11

1.6. Uva de mesa


Meses Agua mm/día Variedades

Marzo . . . . . . . . . . . . . . . 0,73 Todas


Abril . . . . . . . . . . . . . . . . 0,86 Todas
Mayo . . . . . . . . . . . . . . . . 1,13 Todas
Junio . . . . . . . . . . . . . . . . 1,32 Todas
Julio (1.ª quincena) . . . . . 1,44 Todas
Julio (2.ª quincena) . . . . . 1,50 Sólo recolección tardía
Agosto (1.ª quincena) . . . 1,50 Sólo recolección tardía
Agosto (2.ª quincena) . . . 1,35 Sólo recolección tardía
Septiembre . . . . . . . . . . . 1,19 Sólo recolección tardía
Octubre . . . . . . . . . . . . . . 0,93 Sólo recolección tardía

2. Comarcas del interior (Vientos débiles. Secos)

2.1. Olivos
Agua (mm/día) Baja producción Alta producción

Meses Sin hierba Sin hierba

Marzo (1) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,27 0,50


Abril . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,83 1,66
Mayo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,01 2,03
Junio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,85 1,42
Julio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,10 2,14
Agosto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,02 1,99
Septiembre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,78 1,47
Octubre (1) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,56 0,93
Noviembre (1) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,23 0,43
(1) Sólo regar en años secos.

453
2.2. Frutales
Agua mm/día

Meses Almendro Albaricoquero Cerezo Nectarina Ciruelo Melocotonero Manzano Peral

Febrero (1) . . . 0,69 1 1 1 1 1 1 1


Marzo . . . . . . . 0,90 1,40 2,28 1,18 1,18 1,18 1,18 1,18
Abril . . . . . . . . 1,38 2,00 2,58 1,87 1,56 1,56 1,25 1,87
Mayo . . . . . . . . 1,86 2,75 (2-3) 3,20 (2-3) 3,29 2,75 2,98 2,39 3,60
Junio . . . . . . . . 1,94 3,30 (2-3) 3,20 (2-3) 4,12 3,50 (2-3) 3,75 (2-3) 3,00 4,50
Julio . . . . . . . . 2,08 1,15 (4) 1,06 (4) 4,60 (3) 3,80 (3) 4,19 (3) 3,25 5,70 (2-3)
Agosto . . . . . . . 1,46 (4) 1,10 (4) 1,06 (4) 4,94 (3) 3,60 (3) 4,19 (3) 3,25 5,70 (2-3)
Septiembre . . . — 0,90 (4) — 2,01 (4-3) 1,80 (4) 3,30 (3) 2,64 (3) 4,75 (2-3)
Octubre . . . . . . — 0,70 — — — — 1,00 (4) 3,00 (3)

Notas: Con hierbas, incrementar un 1/4 la dosis prevista.


(1) Normalmente no se riega.
(2) A partir de finalizado el engorde, reducir 1/3 la dosis prevista.
(3) A partir de la recolección, reducir 1/2 la dosis prevista.
(4) Dosis de mantenimiento.

Agua (mm/día) Hortalizas Hortalizas en invernadero

Meses Sin hierba Sin hierba

Enero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,18 0,95


Febrero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,38 1,11
Marzo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,68 1,35
Abril . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,08 1,66
Mayo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,53 2,03
Junio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,85 2,28
Julio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,06 2,45
Agosto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,85 2,28
Septiembre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,45 1,96
Octubre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,87 1,50
Noviembre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,43 1,14
Diciembre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,19 0,95

2.3. Viña

Planning de Riego
Primer riego
— Duración mínima: 6 horas = 57,6 m3, con 2.400 goteros.
— Epoca: Cuando se vaya a iniciar la vegetación

Riegos sucesivos
En uva de vino. Con un mínimo total de 349,7 m3 distribuidos:
454
Época Dosis reducida (mm/día) Dosis normal (mm/día)

Últimos marzo (7 días) ............................. 0,16 0,78


Abril (30 días)........................................... 0,18 0,88
Mayo (31 días).......................................... 0,24 1,18
Junio (30 días) .......................................... 0,31 1,44
Julio (31 días) ........................................... 0,31 1,58
Primeros de agosto (7 días) ...................... 0,30 1,52

A partir de estas fechas, suprimir el riego, para no afectar la calidad del vino.

En uva de mesa. En variedades de verano: 1.601,9 m3 y en las de otoño-


invierno 2.072,3 m3, distribuidos en:
Mes Dosis de riego (mm/día) Variedades
Marzo (7 días)........................................... 0,78 Todas
Abril (30 días)........................................... 0,88 Todas
Mayo (31 días).......................................... 1,18 Todas
Junio (30 días) .......................................... 1,44 Todas
Julio (1.ª quincena) .................................. 1,53 Todas
Julio (2.ª quincena .................................... 1,60 Todas
Agosto (1.ª quincena) .............................. 1,60 Recolección tardía
Agosto (2.ª quincena) .............................. 1,44 Recolección tardía
Septiembre (1) .......................................... 1,21 Recolección tardía
Octubre (1)................................................ 0,95 Recolección tardía
(1) Normalmente no se riega y sólo en casos de sequía extrema, que pueda afectar al tamaño del grano.

PARA MICROASPERSORES Y MICROCHORROS

3. Comarcas del Litoral (Vientos húmedos)

3.1. Olivos
Baja producción Máxima producción
Agua (mm/día)
Meses Sin hierba Sin hierba

Febrero (1) ............................................... 0,29 0,55


Marzo ....................................................... 0,87 1,75
Abril ......................................................... 0,81 1,35
Mayo ........................................................ 0,90 1,60
Junio ......................................................... 0,57 1,07
Julio ......................................................... 1,47 2,84
Agosto ...................................................... 1,36 2,66
Septiembre ............................................... 1,04 1,95
Octubre .................................................... 0,76 1,26
Noviembre (1) .......................................... 0,38 0,77
(1) Sólo se regará en años secos.

455
3.2. Cítricos
VARIEDADES DE PRIMERA TEMPORADA

Agua (mm/día) Tipo Satsumo Tipo Navel


Meses Recolección septiembre-octubre Recolección otoño-invierno
Sin hierba Sin hierba

Enero ............................... 1,21 1,21


Febrero ............................. 1,43 1,43
Marzo ............................... 1,76 1,76
Abril ................................. 2,09 2,09
Mayo ............................... 2,53 2,53
Junio ................................ 3,08 3,08
Julio ................................ 3,30 3,30
Agosto ............................. 3,30 3,19
Septiembre ...................... 2,97 2,75
Octubre ........................... 2,53 2,42
Noviembre ...................... 1,32 1,87
Diciembre ....................... 1,21 1,43

MEDIA TEMPORADA TARDIAS


Agua (mm/día) Tipo Salustiana y Clementina Tipo Valencia. Recolección primavera
Meses
Sin hierba Sin hierba
Enero ................................ 1,56 1,50
Febrero ............................. 1,74 1,74
Marzo ............................... 2,04 2,22
Abril ................................. 2,31 3,00
Mayo................................. 2,75 3,56
Junio ................................. 3,37 3,37
Julio ................................. 3,83 3,83
Agosto .............................. 3,77 3,64
Septiembre ....................... 3,06 3,06
Octubre ............................ 2,81 2,50
Noviembre ....................... 2,04 1,68
Diciembre ........................ 1,56 1,50

Agua (mm/día) Tipo limoneros 3.3. Almendros


Meses
Sin hierba Sin hierba

Enero ................................ 0,97 0,86 (1)


Febrero ............................. 1,20 1,25 (1)
Marzo ............................... 1,50 1,61
Abril ................................. 1,68 2,10
Mayo ................................ 1,93 2,48
Junio ................................. 2,31 3,15
Julio ................................. 3,31 3,17 (2)
Agosto .............................. 3,57 2,78 (1)
Septiembre ....................... 3,06 2,05 (1)
Octubre ............................ 1,93 –
Noviembre ....................... 1,38 –
Diciembre ........................ 1,14 –
(1) Sólo se regará en años secos.
(2) Normalmente sólo se regará en la primera quincena, ya que posteriormente puede haber problemas de no des-
prender la piel.

456
4. Comarcas del interior (Vientos débiles y secos)

4.1. Olivos
Agua (mm/día) Baja producción Máxima producción
Meses
Sin hierba Sin hierba

Marzo . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,32 0,60


Abril . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,04 2,07
Mayo . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,26 2,54
Junio . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106 1,77
Julio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,43 2,78
Agosto . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,32 2,58
Septiembre . . . . . . . . . . . . . 0,97 1,83
Octubre . . . . . . . . . . . . . . . . 0,70 1,16
Noviembre . . . . . . . . . . . . . . 0,28 0,51
Nota: En octubre y noviembre, sólo regará en años secos.

4.2. Frutales
Agua (mm/día) Almendro y cerezo Ciruelo y melocotonero
Meses Sin hierba Sin hierba

Febrero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,83 –
Marzo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,80 1,41
Abril . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,82 2,18
Mayo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,66 3,73
Junio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,21 4,48
Julio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,58 5,02
Agosto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,66 4,66
Septiembre . . . . . . . . . . . . . . . . 1,47 1,47
Octubre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,02 1,02

Agua (mm/día) Manzano Peral


Meses Sin hierba Sin hierba

Marzo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,41 1,41


Abril . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,70 2,18
Mayo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,61 3,73
Junio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5,37 4,50
Julio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6,37 5,02
Agosto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5,63 2,00
Septiembre . . . . . . . . . . . . . . . . 1,65 1,47
Octubre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,16 1,02

457
ANEJO 3

ABONOS COMERCIALES Y FERTIRRIGACIÓN

1. PRODUCTOS FERTILIZANTES (Extracto del R.D. 824/2005


del 8 de julio)

1.1 Definiciones
1. Nutriente. Elemento químico esencial para la vida vegetal y el crecimiento
de las plantas. Además del carbono (C), el oxígeno (O) y el hidrógeno (H), proce-
dentes especialmente del aire y del agua, los elementos nutrientes se clasifican en:
Nutrientes principales, nutrientes secundarios y micronutrientes.
2. Nutriente principal. Exclusivamente los elementos nitrógeno (N), fósforo
(P) y potasio (K).
3. Nutriente secundario. Los elementos calcio (Ca), magnesio (Mg), sodio
(Na) y azufre (S).
4. Micronutriente. Los elementos boro (Bo), cobalto (Co), cobre (Cu), hierro
(Fe), manganeso (Mn), molibdeno (Mo) y zinc (Zn), esenciales para el crecimiento
de las plantas, aunque en pequeñas cantidades si se compara con los nutrientes
principales o secundarios.
5. Nutriente quelado. Nutriente ligado a una de las moléculas orgánicas reco-
nocidas como agente quelante.
Agentes quelantes para micronutrientes

Ácidos o sales de Na, K o NH4


Ácido etilendiaminotetraacético EDTA
Ácido dietilentriaminopentaacético DTPA
Ácido etilendiamino-N,N`-di (orto-hidroxifenilacético) (o-o) EDDHA
Ácido etilendiamino-N-(orto-hidroxifenilacético)-N’- (para-hidroxifenilacético) (o-p) EDDHA
Ácido 2-hidroxietilendiaminotriacético HEEDTA
Ácido etilendiamino-N,N’-di (ortohidroximetilfenilacético) (o-o) EDDHMA
Ácido etilendiamino-N-(orto-hidroximetilfenilacético)-N’ –(para-hidroximetil
fenilacético) (o-p) EDDHMA
Ácido etilendiamino di (5-carboxi-2-hidroxifenilacético) EDDCHA
Sal tetrasódica del:
Ácido etilendiamino-di (2-hidroxi-5-sulfofenilacético) y sus productos
de condensación EDDHSA

459
6. Nutriente complejado. Nutriente ligado a una o varias de las moléculas
reconocidas como agente complejante.

Agentes complejantes

Ácidos o sales de Na, K o NH4 de:


Ácido lignosulfónico, para todos los micronutrientes LS
Ácido glucónico, para todos los micronutrientes AG C6H12O7
Ácido heptaglucónico, para todos los micronutrientes AHG C7H14O7
Sustancias húmicas (al menos 60% de ácidos húmicos), para Fe, Cu y Zn SH
Aminoácidos libres, para Cu y Zn AA
Ácido cítrico, para Fe AC C6H8O7

7. Producto fertilizante. Producto utilizado en agricultura o jardinería que,


por su contenido en nutrientes, facilita el crecimiento de las plantas, aumenta su
rendimiento y mejora la calidad de las cosechas o que, por su acción específica,
modifica, según convenga, la fertilidad del suelo o sus características físicas, quí-
micas o biológicas. Se incluyen en esta definición los abonos, los productos espe-
ciales y las enmiendas.
8. Abono o fertilizante. Producto cuya función principal es proporcionar ele-
mentos nutrientes a las plantas.
9. Abono inorgánico o abono mineral. Abono obtenido mediante extracción
o mediante procedimientos industriales de carácter físico o químico, cuyos nutrien-
tes declarados se presentan en forma mineral. Por convenio la cianamida cálcica, la
urea y sus productos de condensación y asociación y los abonos que contienen
nutrientes quelados o complejados se clasifican como abonos inorgánicos.
10. Abono orgánico. Producto cuya función principal es aportar nutrientes
para las plantas, los cuales proceden de materiales carbonados de origen animal o
vegetal.
11. Abono órgano-mineral. Producto cuya función principal es aportar
nutrientes para las plantas, los cuales son de origen orgánico y mineral, y se
obtiene por mezcla o combinación química de abonos inorgánicos con abonos
orgánicos o turba.
12. Otros abonos y productos especiales. Productos que aportan a otro mate-
rial fertilizante, al suelo o a la planta, sustancias para favorecer y regular la absor-
ción de los nutrientes o corregir determinadas anomalías de tipo fisiológico.
13. Abono simple. Abono nitrogenado, fosfatado o potásico con un contenido
declarable de un único nutriente principal.
14. Abono compuesto. Abono obtenido químicamente o por mezcla, o por
una combinación de ambos, con un contenido declarable de, al menos, dos de los
nutrientes principales.
460
15. Abono complejo. Abono compuesto obtenido mediante reacción química,
mediante solución, o en estado sólido mediante granulación, y con un contenido
declarable de, al menos, dos nutrientes principales. En su estado sólido cada grá-
nulo contiene todos los nutrientes en su composición declarada.
16. Abono de mezcla. Abono obtenido mediante la mezcla en seco de varios
abonos, sin reacción química.
17. Abono líquido. Abono en solución o en suspensión.
18. Abono en suspensión. Abono o producto en dos fases cuyas partículas
sólidas son mantenidas en suspensión en la fase líquida.
19. Abono foliar. Abono indicado para aplicación a las hojas de un cultivo y
absorción foliar del nutriente.
20. Abono hidrosoluble. Fertilizante o abono sólido de alta solubilidad, cuyo
residuo insoluble en agua a 15° sea menor del 0,5 %, cuando se utilice en la mayor
concentración recomendada para su uso en fertirrigación.
21. Enmienda. Materia orgánica o inorgánica, capaz de modificar o mejorar
las propiedades y características físicas, químicas o biológicas del suelo.
22. Enmienda caliza (cálcica o magnésica). Enmienda que contiene calcio
y/o magnesio esencialmente en forma de óxido, hidróxido, carbonato o silicato,
utilizada principalmente para mantener o aumentar el pH del suelo o para modifi-
car sus propiedades físicas.
23. Enmienda orgánica. Enmienda procedente de materiales carbonados de
origen vegetal o animal, utilizada fundamentalmente para mantener o aumentar el
contenido en materia orgánica del suelo, mejorar sus propiedades físicas y mejorar
también sus propiedades o actividad química o biológica.
24. Otras enmiendas. Enmiendas no incluidas en los párrafos anteriores, uti-
lizadas fundamentalmente para mejorar las propiedades físicas o químicas del
suelo.
25. Materia prima. Cualquier ingrediente utilizado en la elaboración de un
producto fertilizante.
26. Residuo orgánico biodegradable. Residuo o subproducto de origen
vegetal o animal utilizado como materia prima, susceptible de transformarse por la
acción de microorganismos aerobios o anaerobios, y dar lugar a un tipo de
enmienda orgánica.
27. Estiércol. Todo excremento u orina de animales de granja o aves, con o
sin cama, transformado o sin transformar, de acuerdo con los procesos previstos
por el que se establecen las normas sanitarias aplicables a los subproductos anima-
les no destinados al consumo humano.
28. Compostaje. Proceso controlado de transformación biológica aeróbica y
termófila de materiales orgánicos biodegradables que da lugar a los tipos de
enmiendas orgánicas.
461
29. Riqueza. Expresa la concentración de un producto fertilizante en nutrien-
tes, dados normalmente en porcentaje (%) en masa del producto.
30. Tolerancia. Diferencia admisible entre el valor del contenido de un ele-
mento determinado en el análisis y su valor declarado.
31. Declaración. Mención de la cantidad de nutrientes y otras riquezas y
características, incluyendo su forma, solubilidad y masa, garantizados dentro de
las tolerancias.
32. Contenido declarado. Contenido de un elemento -o su óxido- que figura
en la etiqueta del producto con arreglo a la legislación, o en el documento de
acompañamiento si el producto no está envasado.
33. Relación C/N. Cociente entre el carbono orgánico y el nitrógeno orgá-
nico.
34. Solubilidad. Cualidad de los abonos que indica la proporción de sus
nutrientes disueltos en agua o en un reactivo determinado.
35. Valor neutralizante. En una enmienda caliza, número que representa la
cantidad de kilogramos de óxido de calcio (CaO) que tiene el mismo efecto neutra-
lizante que 100 kg del producto considerado.
36. Norma europea. Norma EN del Comité Europeo de Normalización
(CEN) oficialmente reconocida por la Unión Europea, cuya referencia haya sido
publicada en el Diario Oficial de las Comunidades Europeas.

1.2. Ámbito de aplicación


Se considerarán sujetos a este R.D. aquellos productos fertilizantes puestos en
el mercado español para ser utilizados en agricultura, jardinería o restauración de
suelos degradados.
Se excluyen:
a) Los productos fitosanitarios y sus sustancias activas.
b) Los productos fertilizantes destinados a cultivar, en viviendas o locales
habitados, plantas ornamentales o de flor, siempre que estén envasados en
recipientes que no excedan de un litro o un kilo y se especifique este uso
en la etiqueta.
c) Los sustratos o soportes de cultivo, es decir, los materiales distintos de los
suelos, que permiten el crecimiento del sistema radicular de las plantas.
d) Los estiércoles que no hayan sufrido algún proceso de transformación en
una planta técnica, de compostaje o de biogás.
e) Los lodos de depuradora previstos en el R.D. 1310/1990, por el que se
regula la utilización de los lodos de depuración en el sector agrario.
f) Cualquier otro producto que tenga una reglamentación específica, comu-
nitaria o nacional.
462
1.3. Etiquetado
Los contenidos en elementos nutrientes se expresarán del modo siguiente:
a) El nitrógeno, únicamente en forma de elemento (N) en las siguientes for-
mas: nítrico, amoniacal, ureico y orgánico.
b) El fósforo y el potasio, únicamente en forma de óxido (P2O5 y K2O). El P
si es soluble en agua o en agua y en citrato amónico neutro. El K si es
soluble en agua.
c) El calcio, el magnesio, el sodio y el azufre, únicamente en forma de óxido
(CaO, MgO, Na2O y SO3).
d) Para los demás productos fertilizantes:
Boro . . . . . . . . . . . . . . . . Bo
Cobalto . . . . . . . . . . .…. Co
Cobre . . . . . . . . . . . . . . . Cu
Hierro . . . . . . . . . . . . . . Fe
Manganeso . . . . . . . . . . Mn
Molibdeno . . . . . . . . . . . Mo
Cinc . . . . . . . . . . . . . . . . Zn
Como todavía se mantiene para la valoración oficial de la riqueza de los abo-
nos fosfatados la expresión P2O5, ésta sólo contiene el 43,66% de P y lo mismo
ocurre con la riqueza de los abonos potásicos que se expresan en K2O y que sólo
contiene el 83 % de K. Por lo tanto, no confundirse que aún cuando en los comple-
jos se indiquen en N-P-K, quiere decir que está expresada su riqueza con las fór-
mulas de la valoración oficial.

1.4. Criterios aplicables a los elaborados con residuos y otros componentes


orgánicos

1. Porcentaje de nitrógeno orgánico. En los abonos orgánicos, el contenido


en nitrógeno orgánico, deberá ser al menos un 85 % del N total, salvo que en los
requisitos específicos del tipo se dispongan otros valores.
2. Humedad. En los abonos granulados o peletizados, el contenido máximo
en humedad permitido, expresado en porcentaje en masa, será del 14 %, salvo que
en la especificación del tipo se fije una cifra diferente.
3. Granulometría. Con carácter general, en los abonos orgánicos y las
enmiendas, el 90 % del producto fertilizante, deberá pasar por una malla de
10 mm, salvo que en la especificación del tipo se fije una cifra diferente.
463
4. Límite máximo de microorganismos. La materia prima debe ser sometida
a un proceso de higienización que garantice que su carga microbiana no supere los
siguientes niveles máximos:
Salmonella: Ausente en 25 g de producto elaborado.
Escherichia coli: < 1.000 por gramo de producto elaborado.
5. Límite máximo de metales pesados. No podrán superar el contenido de
metales pesados indicado en el cuadro:

Límites de concentración

Metal pesado Sólidos mg/kg mat. seca y Líquidos mg/kg

Clase A Clase B Clase C

Cadmio 0,7 2 3
Cobre 70 300 400
Níquel 25 90 100
Plomo 45 150 200
Zinc 200 500 1.000
Mercurio 0,4 1,5 2,5
Cromo (total) 70 250 300
Cromo (VI) 0 0 0

Clase A: Productos fertilizantes cuyo contenido en metales pesados no superan


ninguno de ellos los valores de la columna A.
Clase B: Productos fertilizantes cuyo contenido en metales pesados no superan
ninguno de ellos los valores de la columna B.
Clase C: Productos fertilizantes cuyo contenido en metales pesados no superan
ninguno de ellos los valores de la columna C.
6. Límites de uso. Estos productos se aplicarán al suelo siguiendo los códi-
gos de buenas prácticas agrícolas.
Los productos de clase C no podrán aplicarse en dosis superiores a cinco tone-
ladas de materia seca por ha y año.

2. FÓRMULAS DE LOS PRINCIPALES CULTIVOS


(Dosis por ha)

Nota previa. En una agricultura intensiva el abonado químico debe comple-


mentarse con orgánico. El aporte anual de estiércol líquido equivale a una riqueza
en N de 5 a 10 U.F./ha, que no está incluido en las fórmulas de los abonados quí-
micos.
464
2.1. Cítricos

2.1.1. Variedades de recolección de otoño

ÉPOCA FORMACIÓN PRODUCCIÓN

N P2O5 K2O MgO N P2O5 K2O MgO

Marzo . . . . . . . . . 2 6 3 - 3 18 6 -
Abril . . . . . . . . . . 3 6 3 - 12 18 6 -
Mayo . . . . . . . . . . 6 - - 1 18 - 3 3
Junio . . . . . . . . . . 12 - - - 36 - 3 3
Julio . . . . . . . . . . 18 3 3 - 42 12 18 -
Agosto . . . . . . . . 18 3 3 - 42 12 18 -
Sept. . . . . . . . . . . 9 - - - 12 - - -
TOTAL . . . . . . . . 68 18 12 1 165 60 54 6
Nota: En variedades extratempranas, el abonado de septiembre será después de la recolección.

2.1.2. Variedades problemáticas (Navelate y Fortune)

ÉPOCA FORMACIÓN PRODUCCIÓN

N P2O5 K2O MgO N P2O5 K2O MgO

Marzo . . . . . . . . . 2 6 3 - 1 18 6 -
Abril . . . . . . . . . . 3 6 3 - 2 18 6 -
Mayo . . . . . . . . . . 6 - - 1 1 - 3 3
Junio . . . . . . . . . . 12 - - - 1 - 3 3
Julio . . . . . . . . . . 18 3 3 - 5 12 18 -
Agosto . . . . . . . . 18 3 3 - 96 12 18 -
Sept. . . . . . . . . . . 9 - - - 54 - 3 -
Octub. . . . . . . . . . - - - - 12 - - -
TOTAL . . . . . . . . 68 18 12 1 171 60 57 6

2.1.3. Variedades de recolección tardía

ÉPOCA FORMACIÓN PRODUCCIÓN

N P2O5 K2O MgO N P2O5 K2O MgO

Marzo . . . . . . . . . 2 6 3 - 3 18 6 -
Abril . . . . . . . . . . 3 6 3 - 6 18 6 -
Mayo (1) . . . . . . . 6 - - 1 24 - 3 3
Junio . . . . . . . . . . 12 - - - 36 - 3 3
Julio . . . . . . . . . . 18 3 3 - 42 12 18 -
Agosto . . . . . . . . 18 3 3 - 42 12 18 -
Sept. . . . . . . . . . . 9 - - - 30 - 3 -
Octub. . . . . . . . . . - - - - 9 - - -
TOTAL . . . . . . . . 68 18 12 1 192 60 57 6
(1) El abonado nitrogenado será después de la recolección.

465
2.2. Frutales
Necesidades en U.F./ha, complementado con estiércol líquido:
2.2.1. Melocotonero

ÉPOCA FORMACIÓN PRODUCCIÓN


N P2O5 K2O MgO N P2O5 K2O MgO

Marzo a Mayo . . 15 10 5 - 25 20 10 -
Junio . . . . . . . . . . 10 5 5 5 25 10 10 10
Julio . . . . . . . . . . 10 5 5 15 10 15 -
Agosto . . . . . . . . 10 5 5 - 15 10 20 -
Sept. . . . . . . . . . . 5 5 5 - 10 15 15 -
TOTAL . . . . . . . . 50 30 25 5 90 65 70 10

2.2.2. Cerezo

ÉPOCA FORMACIÓN PRODUCCIÓN


N P2O5 K2O MgO N P2O5 K2O MgO

Marzo a Mayo . . 10 10 - 5 25 20 30 10
Junio . . . . . . . . . . 10 5 5 - 20 15 30 -
Julio . . . . . . . . . . 5 5 - - 10 10 15 -
Agosto . . . . . . . . 5 5 5 - 10 20 5 -
TOTAL . . . . . . . . 30 25 10 5 65 65 80 10

2.2.3. Manzano y peral

ÉPOCA FORMACIÓN PRODUCCIÓN


N P2O5 K2O MgO N P2O5 K2O MgO

Marzo a Mayo . . 10 10 - - 20 20 10 -
Junio . . . . . . . . . . 15 10 5 5 20 10 15 10
Julio . . . . . . . . . . 10 5 5 - 20 10 20 -
Agosto . . . . . . . . 5 5 5 - 20 10 15 -
Sept. . . . . . . . . . . 5 10 - - 10 20 10 -
TOTAL . . . . . . . . 45 40 15 5 90 70 70 10

2.2.4. Ciruelo

ÉPOCA FORMACIÓN PRODUCCIÓN


N P2O5 K2O MgO N P2O5 K2O MgO

Marzo a Mayo . . 10 5 5 5 25 15 10 10
Junio . . . . . . . . . . 10 5 5 - 15 10 10 -
Julio . . . . . . . . . . 10 5 5 - 15 10 10 -
Agosto . . . . . . . . 5 5 5 - 10 10 15 -
Sept. . . . . . . . . . . 5 5 - - 10 10 15 -
TOTAL . . . . . . . . 40 25 20 5 75 55 60 10

466
2.2.5. Albaricoquero

ÉPOCA FORMACIÓN PRODUCCIÓN


N P2O5 K2O MgO N P2O5 K2O MgO

Febrero a Abril . . 15 5 5 - 25 15 15 -
Mayo . . . . . . . . . . 10 5 10 5 15 10 15 10
Junio . . . . . . . . . . 5 5 10 - 15 10 15 -
Julio . . . . . . . . . . 5 5 - - 5 10 5 -
Agosto . . . . . . . . 5 5 - - 10 10 5 -
Sept. . . . . . . . . . . 5 5 - - 10 10 5 -
TOTAL . . . . . . . . 45 30 25 5 80 65 60 10

2.2.6. Almendro

ÉPOCA FORMACIÓN PRODUCCIÓN


N P2O5 K2O MgO N P2O5 K2O MgO

Febrero a Abril . . 15 20 5 - 30 25 5 -
Mayo . . . . . . . . . . 10 5 10 5 20 10 15 10
Junio . . . . . . . . . . 10 5 5 - 15 10 15 -
Julio . . . . . . . . . . 5 5 5 - 5 - 10 -
Agosto . . . . . . . . 5 5 - - 10 - 10 -
Sept. . . . . . . . . . . - - - - 10 20 5 -
TOTAL . . . . . . . . 405 40 25 5 85 65 60 10

2.2.7. Nogal
Durante el periodo de «Formación», cualquiera de las fórmulas anteriores vale,
ya que con el abonado se persigue principalmente la formación del arbolado (bro-
tación).
Para una programación normal, a partir del séptimo año y en plena producción,
con una cosecha de unos 20 kilos por árbol, que equivalen a 3.300-3.500 kilos por
hectárea, el abonado en fertirrigación, queda representado en el siguiente cuadro:

MESES SIN HIERBA CON HIERBA


N P2O5 K2O MgO N P2O5 K2O MgO

Abril-Mayo . . . . . 18 24 9 6 24 24 9 6
Junio . . . . . . . . . . 18 12 12 6 18 18 12 6
Julio . . . . . . . . . . 24 - 18 - 24 - 18 -
Agosto . . . . . . . . 24 - 18- - 24 - 18 -
Sept. . . . . . . . . . . 12 24 9 - 12 24 12 -
TOTAL . . . . . . . . 96 60 66 12 102 66 69 12

Para un campo con vegetación arvense controlada, la dosis anual es 96-60-66-


12, pero si lo dejamos con hierbas, desde finales de septiembre a principios de
abril, para formar una capa de mantillo, se tiene que añadir más nitrógeno, al
menos el primer año, ya que todo lo que «comen» las hierbas, luego queda en el
suelo en forma de materia orgánica, pero lo mejor es observar el arbolado.
467
2.2.8. Níspero

1.a Fase. Período vegetativo. Brotación. Floración


Epocas: Desde la segunda quincena de agosto a diciembre.

Primer riego: Para suelos medios una duración de 10 horas.

Abonado: 200 litros de la siguiente mezcla «complejo orgánico mineral


quelatado».
— Estiércol líquido .................................................................... 50 litros
— N - 32 .................................................................................... 40 litros
— Nitrato magnésico ................................................................. 10 litros
— Quelatos hierro ...................................................................... 1 a 3 kg

Riegos sucesivos:
— Agosto ................................................................................... 3,00 mm/día
— Septiembre ............................................................................ 2,70 mm/día
— Octubre .................................................................................. 2,30 mm/día
— Noviembre ............................................................................ 1,70 mm/día
— Diciembre .............................................................................. 1,30 mm/día

Abonados sucesivos: Repartir 300 litros de la mezcla anterior quelatada, entre


septiembre-diciembre. Además, sin mezclar con lo anterior, 120 kilos de fosfato
monoamónico.

2.a Fase: Período vegetativo. Del cuaje hasta la maduración. Recolección


Enero Agua/día 1,30 mm
Abono/mes: Nitrato cal 120 Kg
Fosfato monoamónico 30 Kg
Febrero Agua/día 1,50 mm
Abono/mes: Fosfato monoamónico 30 Kg
Nitrato potásico 60 Kg
Marzo. Agua/día 1,80 mm
Abono/mes: Fosfato monoamónico 30 Kg
Nitrato potásico 60 Kg
Abril Agua/día 2,50 mm
Abono/mes: Fosfato monoamónico 30 Kg
Nitrato potásico 60 Kg
Mayo Agua/día 2,90 mm
Abono/mes: Fosfato monoamónico 30 Kg
Junio Agua/día 2,80 mm
Abono/mes: Fosfato monoamónico 30 Kg
Julio a
1.a quincena Sin actividad para forzar la parada vegetativa.
de agosto
468
Planning de riego y abonado de níspero para 1 ha en Callosa
Mediados de agosto
Agua: 1.er riego de 7 horas.
Abono: 30 kilos de ácido fosfórico (50 P2O5)

Resto del mes


Agua: 3,00 mm/día
Abono: Complejo orgánico líquido (26 N p/v) ...... 120 litros
Estiércol líquido ................................................. 40 litros
N-32 ................................................................... 40 litros
Nitrato magnesio ................................................ 20 litros
Quelatos de hierro .............................................. 1-3 kilos
Septiembre
Agua: 2,70 mm/día
Abono: Complejo orgánico líquido ....................... 60 litros
Fosfato monoamónico (12-60) .................. 24 kilos

Octubre
Agua: 2,30 mm/día
Abono: Complejo orgánico líquido ........................ 30 litros
Fosfato monoamónico ............................... 24 kilos
Noviembre
Agua: 1,70 mm/día
Abono: Complejo orgánico líquido ....................... 30 litros
Fosfato monoamónico ............................................ 24 kilos
Nitrato de cal .......................................................... 30 kilos
Diciembre
Agua: 1,30 mm/día
Abono: Complejo orgánico líquido ....................... 30 litros
Fosfato monoamónico ............................... 24 kilos
Nitrato de cal ............................................ 30 kilos
Diciembre
Agua: 1,30 mm/día
Abono: Complejo orgánico líquido ....................... 30 litros
Fosfato monoamónico ............................... 24 kilos
Nitrato de cal ............................................ 30 kilos
Enero
Agua: 1,30 mm/día
Abono: Complejo orgánico líquido ....................... 30 litros
Fosfato monoamónico ............................... 24 kilos
Nitrato de cal ............................................ 60 kilos
469
Febrero
Agua: 1,50 mm/día
Abono: Complejo orgánico líquido ....................... 30 litros
Fosfato monoamónico .............................. 24 kilos
Nitrato potásico ......................................... 60 kilos
Marzo
Agua: 1,80 mm/día
Abono: Complejo orgánico líquido ....................... 30 litros
Fosfato monoamónico ............................... 24 kilos
Nitrato potásico ......................................... 60 kilos
Abril
Agua: 2,50 mm/día
Abono: Complejo orgánico líquido ........................ 30 litros
Fosfato monoamónico ............................... 24 kilos
Nitrato potásico ......................................... 60 kilos
Mayo
Agua: 2,90 mm/día
Junio
Agua: 2,80 mm/día

Necesidades previstas
N ............................................................................................................... 166 U.F.
P2O5 .......................................................................................................... 130 U.F.
K2O ........................................................................................................... 83 U.F.
MgO ......................................................................................................... 10 U.F.
CaO ........................................................................................................... 32 U.F.

2.3. Viña
Nota previa. Aunque se indican 2 comarcas de la Comunidad Valenciana, se
ha insertado un cuadro de los estados fenológicos, para poder extrapolar los datos
a otras zonas.

2.3.1. Uva mesa


Zona de Alicante (Vinalopó)
Estados fenológicos:
— Brotación: Marzo - Abril.
— Floración-Cuaje: Mayo - Junio.
— Engorde: Junio - Agosto.
— Envero (cambio color): Agosto.
— Maduración: Septiembre-Octubre.
470
Técnicas de cultivo: Espaldera y parral con riego localizado.
Variedades más frecuentes: Italia, Aledo y ensayos con apirenas.
Producción prevista: Superior a los 24.000 kg/ha.
Planning de riego y Abonado por hectárea:
Primer riego: Duración 7 h = 67,2 m3
Riegos sucesivos:
Meses Agua (m3 día) N P2O5 K2O MgO
er
Marzo - Abril (1) ....... 1. riego
8,80 15,28 12,50 — 3,76
Mayo .......................... 11,80 13,44 12,50 11,50 2,50
Junio........................... 14,40 16,69 7,50 23,- 2,50
Julio............................ 15,60 16,69 7,50 23,- 2,50
Agosto ........................ 15,20 6,50 7,50 23,- —
Sept.(2)....................... 12,10 — — — —
Oct.(2) ........................ 9,50 — — — —
Nov. (2) ......................
Total/año ................ 2.083,8 68,60 47,50 80,50 11,26
(1) Primer riego. (2) Sólo se regará si hay cosecha pendiente y vientos secos.
Nota: Comprobar N y Mg con aguas residuales y de pozo a efectos de dosificación.

Ejemplo de programa anual para 1 ha.


Marzo-abril: el 1.er riego de 6 horas. Riegos sucesivos: 8,8 m3/día.
Mezcla órgano-mineral:
Estiércol líquido ................................................. 90 litros
N-32 ................................................................... 30 litros
Nitrato magnesio ................................................ 30 litros
Quelatos de hierro .............................................. 1,5 kilos
Acido fosfórico 50 ............................................. 25 kilos
Mayo.—Riego: 11,8 m3/día.
Mezcla órgano-mineral:
Estiércol líquido ................................................. 60 litros
N-32 ................................................................... 20 litros
Nitrato magnésico ............................................... 20 litros
Quelatos hierro ................................................... 1 kilo
Mezcla química:
Acido fosfórico .................................................. 25 kilos
Nitrato potásico .................................................. 25 kilos
Junio.—Riego: 14,4 m3/día.
Mezcla órgano-mineral:
Estiércol líquido ................................................. 60 litros
N-32 .................................................................... 20 litros
Nitrato magnésico .............................................. 20 litros
Quelatos hierro ................................................... 1 kilo
Mezcla química:
Acido fosfórico .................................................. 15 kilos
Nitrato potásico .................................................. 50 Kilos
471
Julio.—Riego: 15,6 m3/día.
Mezcla órgano-mineral:
Estiércol líquido ................................................. 60 litros
N-32 ................................................................... 20 litros
Nitrato magnésico .............................................. 20 litros
Quelatos hierro ................................................... 1 kilo
Mezcla química:
Acido fosfórico .................................................. 15 kilos
Nitrato potásico .................................................. 50 kilos
Agosto.—Riego: 15,2 m3/día.
Mezcla química:
Acido fosfórico .................................................. 15 kilos
Nitrato potásico .................................................. 50 kilos
En Septiembre, Octubre y noviembre, sólo se riega si el año es muy seco y hay
cosecha pendiente.

Fertirrigación con riego de pie. Dosis por hectárea


Primer riego. Primavera:
— Mezcla orgánico-química y quelatos Fe ..................................... 240 kg
• Producto comercial orgánico (30 % MO) ................................ 50 %
• N-32 (32 % N) ......................................................................... 40 %
• Nitrato magnesio (6,6 % N + 9,5 % CaO) ............................... 10 %
• Quelatos Fe .............................................................................. 1 kg
— Fosfato monoamónico (12-61-0) ................................................ 60 kg
— Nitrato potásico (13-0-46) ........................................................... 60 kg
Segundo riego. Principios verano, antes del engorde:
— Fosfato monoamónico (12-61-0) ................................................ 60 kg
— Nitrato potásico (13-0-46) ........................................................... 240 kg
Zona de Alicante (Comarca Marina Alta)
Estados fenológicos:
Brotación............................................................. Marzo
Floración-Cuaje................................................... Mayo-Junio
Engorde ............................................................... Junio-Julio
Envero ................................................................. Agosto
Maduración-Recolección .................................... Agosto-Septiembre
Técnica de cultivo: Forma libre en vaso y apoyada en espaldera en riego loca-
lizado
Variedades más frecuentes: Moscatel romano y M. malagueño.
Producción prevista: Superior a los 12.000 kg/ha.
472
Planning de Abonado por hectárea
Meses N P 2O 5 K2O MgO Quelato
U.F. U.F. U.F. U.F. Fe (6%)

Mediados marzo .............. 33 8 6 6,6 3


Final marzo-1.° Abril ....... 1,2 2,4 3,6
Abril ................................. 4,8 9,6 14,4
Mayo ................................ 4,8 9,6 14,4
Junio ................................. 4,8 9,6 14,4
Julio ................................. 7,2 14,4 21,6
Agosto .............................. 1,2 2,4 3,6
Total año ...................... 57 56 78 6,6 3

Planning de riego por hectárea (2.400 emisores).


a) Programas sin problemas de agua.
Año normal con lluvia insuficiente
Meses Número de riegos m3/riego m3 totales

Mediados marzo .............. 1.er riego 72 72


Marzo-Abril ..................... 40 7,20 288
Mayo ................................ 31 9,60 297,60
Junio ................................. 30 12 360
Julio ................................. 31 14,4 446,4
Principio Agosto .............. 7 12 84
Total ............................................................................................................................... 1.632

Ejemplo:
Vamos a seleccionar unos abonos comerciales para completar la dosis anual
prevista:
— Estiércol líquido (23,05% mat. orgánica + 5,08% N + 2,55% P2O5 + 1,92%
K2O + 1,14% MgO)
— N - 32 (32% N)
— Nitrato de magnesio líquido (6,6% N + 9,5% MgO)
— Complejo 4 - 8 - 12 (4% N + 8% P2O5 + 12% K2O)
— Quelato de hierro (6% Fe)
El estiércol líquido, el N-32 y el nitrato de magnesio se mezclan en las propor-
cionen indicadas en repetidas ocasiones, es decir, que para la dosis que se piensa
echar, sería:
— Estiércol: 240 litros (312 kg)
— N - 32: 36 litros (48 Kg)
— Nitrato magnesio: 24 litros (31,2 Kg)
El quelato de hierro, si hay problema de mezcla, se puede disolver aparte,
pero conviene que quede protegido por el estiércol. Si el suelo no es muy calizo,
se pueden echar 3 kg/ha, pero si existen problemas de clorosis la dosis se puede
triplicar.
473
En la actualidad existen productos comerciales con las mezclas ya hechas. El
factor limitante es la riqueza en nitrógeno, que para este cultivo tiene que ser
pobre, y el precio.
El programa de fertirrigación queda con la siguiente distribución:
Mediados de marzo: Con el 1.er riego. Mezcla organo-mineral......... 300 litros
Finales marzo-Abril: Complejo 4-8-12, repartido en todos los riegos ... 30 kilos
Abril: Complejo 4-8-12, repartido en todos los riegos ...................... 120 kilos
Mayo: Complejo 4-8-12, repartido en todos los riegos ..................... 120 kilos
Junio: Complejo 4-8-12, repartido en todos los riegos...................... 120 kilos
Julio: Complejo 4-8-12, repartido en todos los riegos ...................... 180 kilos
Agosto: Complejo 4-8-12, repartido en todos los riegos ................... 30 kilos

Año con otoño-invierno lluvioso

Meses Número de riegos m3/riego m3 totales

Mediados marzo .............. 1.er riego 72 72


1ª decena junio.................. 2° riego 72 72
Resto junio........................ 20 12 240
Julio ................................. 31 14,4 446,4
Principio Agosto .............. 7 12 84
Total ............................................................................................................................. 914,4

El programa de fertirrigación, también sufre una modificación en cuanto a su


distribución, pero no en la dosis anual.
Siguiendo con los abonos del ejemplo anterior:
Mediados Marzo:
La mezcla organo-mineral, con el 1° riego indicado .................................... 300 litros
Primera decena Junio:
Complejo 4-8-12, con el 1° riego de ese mes .......................................... 240 kilos
Resto Junio: Complejo 4-8-12, repartido en los días restantes......... 150 kilos
Julio: Complejo 4-8-12, repartido en todos los días.......................... 180 kilos
1ª semana Agosto: Complejo 4-8-12, repartido en todos los días ..... 30 kilos

b) Programas con problemas de agua: Riegos de Socorro


La fertirrigación se repartirá según el estado vegetativo, siendo aconsejable no
variar la dosis indicada anteriormente.
474
Años normalmente secos: Riegos semanales
Meses Número de riegos m3/riego m3 totales

Mediados marzo .............. 1.er riego 72 72


Fin. marzo-1° Abril ......... 1 36 36
Abril.................................. 4 36 144
Mayo................................. 4 36 144
Junio.................................. 4 36 144
Julio ................................. 5 36 180
Agosto .............................. 1 36 36
Total año ....................... 20 756 a 780

Años otoño-invierno lluviosos: Riegos semanales


Meses Número de riegos m3/riego m3 totales

Finales marzo ................... 1.er riego 72 72


Mediados junio ................. 2° riego 72 72
Julio ................................. 5 36 180
Principio Agosto .............. 1 36 36
Total año ....................... 8 360

Años normalmente secos: Riegos mensuales


Meses Número de riegos m3/riego m3 totales

Mediados marzo .............. 1.er riego 72 72


Mayo ................................ 2° riego 72 72
Junio.................................. 3° riego 72 72
Julio ................................. 4° riego 72 72
Total año ....................... 4 288

Años otoño-invierno lluviosos: Riegos mensuales


Meses Número de riegos m3/riego m3 totales

Mediados marzo .............. 1.er riego 72 72


Junio.................................. 2° riego 72 72
Julio ................................. 3° riego 72 72
Total año ....................... 3 216

Riesgos combinados: Estados fenológicos y producción


Meses Número de riegos m3/riego m3 totales

Mediados marzo .............. 1.er riego 72 72


Junio.................................. 2 36 72
Julio ................................. 4 36 144
Total año ....................... 7 288

475
Notas:
1.ª En la Marina Alta predomina el suelo franco-calizo profundo, con un
gran poder de retención, por lo que la viña aprovecha perfectamente los primeros
riegos de 7,5 horas (72 m3/ha). Caso de no tener tanta profundidad u otras limita-
ciones, se aconseja el de 5 horas (48 m3/ha).
2.ª En muchos suelos sería preferible los goteros de 8 l/h, regando la mitad
de tiempo.
3.ª Aunque el año empiece lluvioso, el primer riego conviene hacerlo en
marzo para la fertirrigación.
4.ª En Alicante llueve muy poco, pero lo suficiente para que la variedad
Moscatel en la Marina Alta, esté perfectamente adaptada. Todo lo más se le podría
dar un riego de socorro a finales de junio, para no perder calidad. Con más riegos
de socorro aumenta su producción, pero existe el riesgo de perder calidad.

2.3.2. Uva de vino


Zona de Valencia (Utiel - Requena)
Estados fenológicos
— Brotación ...................................................... Finales marzo
— Floración-Cuaje ............................................ Finales mayo-junio
— Engorde ........................................................ Finales junio-agosto
— Envero .......................................................... Finales julio
— Maduración .................................................. Finales sep.-octubre
— Recolección .................................................. Octubre
Técnicas de cultivo
— En vaso
— Espaldera en riego localizado
Variedades más frecuentes:
— Bobal (80%)
— Tempranillo (12%)
Producción prevista: Sobre 24.000 kg/ha.

Planning de Abonado por hectárea


Meses N P2O5 K2O MgO

Finales marzo-Abril............... 5,10 12,50 - 1,25


Mayo...................................... 8,35 7,50 11,50 1,25
Junio ...................................... 11,60 7,50 23,- 1,25
Julio ....................................... 11,60 7,50 23,- 1,25
Total año ........................... 36,65 35 57,50 5,-

476
Planning de riego por hectárea (de 1.600 a 2.400 emisores)

Meses Número de riegos m3/riego m3 totales

Ultimos marzo .................. 1.er riego 38,4 a 57,2 38,4 a 57,6


Abril.................................. 5 6,4 a 9,6 32 a 48
Mayo................................. 4 9,6 a 14,4 38,4 a 57,6
Junio.................................. 4 11,2 a 16,8 44,8 a 67,2
Julio .................................. 5 11,2 a 16,8 56 a 84
Primeros agosto ................ 1 11,2 a 16,8 11,2 a 116,8
Total año ....................... 20 220,80 a 331,20

Nota: En las variedades de vino se tienen que ensayar dosis mínimas, para que
no disminuya la calidad del mosto. En el caso concreto de la variedad «bobal» que
es extraordinariamente productiva, en años secos serían suficientes tres riegos de
tres a cuatro horas cada uno, distribuidos a finales de marzo, mayo y finales de
junio, que en el caso de 2.000 goteros/ha de 4 l/h, equivalen a 72-96 m3/ha y año.

2.3.3. Normativa sobre producción integrada

Implantación (Vino y Mesa) Recomendado No permitido

Mat. orgánica 1 - 2% < 0,5%


P2O5 y K2O según análisis suelo
Producción 3 - 5 Tm/ha 5 - 10 Tm/ha 3 - 5 Tm/ha 5 - 10 Tm/ha
Uva vino
— Nitrógeno....................... 15 a 20 UF 20 a 30 UF más de 25 UF más de 40 UF
— Fósforo .......................... 10 a 15 UF 15 a 20 UF más de 20 UF más de 25 UF
— Potasio ........................... 20 a 30 UF 30 a 40 UF más de 40 UF más de 50 UF
Producción 10 - 20 Tm/ha 20 - 30 Tm/ha 10 - 20 Tm/ha 20 - 30 Tm/ha
Uva mesa
— Nitrógeno....................... 50 a 75 UF 100 a 125 UF más de 100 UF más de 150 UF
— Fósforo .......................... 30 a 50 UF 75 UF más de 60 UF más de 100 UF
— Potasio ........................... 65 a 125 UF 150 UF más de 150 UF más de 200 UF

2.4. Olivo
Plantaciones o árboles diseminados

ÉPOCA Hasta 30 kg De 30 a 50 kg Más de 50 kg


Y MOMENTO de cosecha de cosecha de cosecha
VEGETATIVO U.F./árbol U.F./árbol U.F./árbol
BROTACIÓN- N …0,25 N …0,32 N …0,40
PREFLORACIÓN P2O5 .. 0,36 P2O5 .. 0,48 P2O5 .. 0,60
(marzo a mayo) K2O .. 0,10 K2O .. 0,15 K2O .. 0,20
FLORACIÓN N …0,80 N …0,80 N …1,50
CUAJE P2O5 .. 0,12 P2O5 .. 0,12 P2O5 .. 0,24
(de mayo a junio) MgO .. 0,015 MgO .. 0,02 MgO .. 0,03
ENGORDE N …0,25 N …0,35 N …0,45
(de julio a sep.) K2O .. 0,15 K2O ..0,20 K2O .. 0,25

477
Plantaciones regulares (U.F./ha)
FORMACIÓN PRODUCCIÓN PLENA PRODUCCIÓN
ÉPOCA
N P2O5 K2O MgO N P2O5 K2O MgO N P2O5 K2O MgO

INICIO VEGETACIÓN
3 18 3 - 6 24 6 - 12 24 12 -
(marzo-abril)
FLORACIÓN (mayo) 6 6 - 2 12 12 - 3 16 18 - 4

CUAJE-ENGORDE
6 - 6 - 12 - 12 - 16 - 16 -
(junio)
ENGORDE-ENDURECI-
MIENTO HUESO 12 6 8 - 20 12 20 - 24 24 32 -
(julio-agosto)
ENGORDE-ENVERO
3 - 3 - 6 - 18 - 10 - - -
(sep.-octubre)
TOTAL 30 30 20 2 56 48 56 3 78 66 84 4

2.5. Hortícolas
2.5.1. Tomates en invernadero
Condiciones: Superficie 1.000 m2 y 3- 4 plantas/m2
Abonado de fondo a base de estiércol, de 30 a 40 Tm/ha
a
1. Fase. Crecimiento
Desde la 1.a hasta la 3.a semana, inclusive.
Solución Húmica Quelatos ............................................................... 5 litros
Nitrógeno (N) .................................................................................... 7 UF
Fósforo (P2O5) ................................................................................... 4 UF
Potasio (K2O) .................................................................................... 3 UF
Magnesio (MgO) ............................................................................... 1 UF
2.a Fase. Floración
Desde la 4.a hasta la 8.a semana, inclusive.
Solución Húmica Quelatos ............................................................... 2,5 litros
Nitrógeno (N) .................................................................................... 10 UF
Fósforo (P2O5) ................................................................................... 30 UF
Potasio (K2O) .................................................................................... 30 UF
Magnesio (MgO) ............................................................................... 2 UF
3.a Fase. Producción
Desde la 9.a hasta la 17.a semana, inclusive.
Solución Húmica Quelatos ............................................................... 2,5 litros
Nitrógeno (N) .................................................................................... 20 UF
Fósforo (P2O5) ................................................................................... 30 UF
Potasio (K2O) .................................................................................... 50 UF
Magnesio (MgO) ............................................................................... 3 UF
478
4.a Fase. Envejecimiento
Desde la 18.a hasta el arranque.
Solución Húmica Quelatos ............................................................... 2,5 litros
Nitrógeno (N) (por semana) .............................................................. 2 UF
Potasio (K2O) (por semana) .............................................................. 10 UF

2.5.2. Sandías
(Colaboración de Juan de Dios Gamayo. E.E.A. de Elche)
Es conveniente una buena estercoladura, entre 10 y 30 Tm/ha, como abonado
de fondo.
1.ª Fase. De plantación a floración (≈ 31 días).
— N ............................................................................. 70 a 80 U.F./ha
— P2O5 ......................................................................... 130 a 150 U.F./ha
— K2O ......................................................................... 30 a 50 U.F./ha
— MgO........................................................................ 4 a 5 U.F./ha
2.ª Fase. En floración - Cuaje (≈ 31 días)
— N ............................................................................ 0 U.F./ha
— P2O5 ......................................................................... 70 a 75 U.F./ha
— K2O ......................................................................... 0 U.F./ha
— MgO........................................................................ 4 a 5 U.F./ha
3.ª Fase. Cuaje de frutos
— N ............................................................................. 80 a 90 U.F./ha
— P2O5 ......................................................................... 0 U.F./ha
— K2O ......................................................................... 70 a 100 U.F./ha
— MgO........................................................................ 4 a 5 U.F./ha
4.ª Fase. Engorde fruto (≈ 31 días)
— N ............................................................................. 50 a 80 U.F./ha
— P2O5 ......................................................................... 0 U.F./ha
— K2O ......................................................................... 90 a 115 U.F./ha

479
ANEJO 4

MEDIDAS UTILIZADAS

UNIDADES FÍSICAS MÁS FRECUENTES

MAGNITUD Sistema Internacional Sistema Técnico

Longitud . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . metro (m) metro (m)


Superficie . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . metro cuadrado (m2) metro cuadrado (m2)
Volumen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . metro cúbico (m3) metro cúbico (m3)
Tiempo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . segundo (s) segundo (s)
Masa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . kilogramo-masa (kg) Unidad técnica de masa
Fuerza o peso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . newton (N) Kilopondio o kilo-peso
Trabajo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Julio (J) Kilopondímetro (kpm)
Potencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . vatio (W) Kpm/s
Presión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . pascal (Pa) Kp/m2
Carga eléctrica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . culombio (Q)
Intensidad de corriente . . . . . . . . . . . . amperio (A)
Diferencia de potencial . . . . . . . . . . . . voltio (v)
Resistencia eléctrica . . . . . . . . . . . . . . ohmio (Ω)
Conductividad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Siemens/metro

CONCEPTO Y RELACIÓN DE DIFERENTES UNIDADES

Longitud
Unidad: El metro (m).
1 m = 10 dm = 100 cm = 1.000 mm
1 Kilómetro (Km) = 1.000 m

Superficie
Unidad: El metro cuadrado (m2)
1 m2 = 10 dm × 10 dm = 100 dm2 = 10.000 cm2 = 1.000.000 mm2
1 Km2 = 1.000 m × 1.000 m = 1.000.000 m2
1 hectárea (ha) = 100 m × 100 m = 10.000 m2 = 100 áreas = 10.000 ca.
481
Volumen
Unidad: El litro (L) o decímetro cúbico (dm3).
1 L = 1 dm3 = 1.000 cm3 ó 1.000 c.c.
1 m3 = 10 dm × 10 dm × 10 dm = 1.000 dm3 = 1.000 L = 1.000.000 cm3
partes por millón (p.p.m.) = 1 c.c. / m3
1 Hectómetro cúbico (Hm3) = 1.000.000 m3

Tiempo
Unidad: El segundo (s).
1 hora = 60 minutos = 3.600 s.

Caudal
Unidad derivada.
Volumen
Caudal =
Tiempo
Litro/segundo (L/s)
Litro/minuto (L/min.)
Metro cúbico/ hora (m3/h)

Masa
Unidad: kilogramo-masa. Equivale a la masa de un litro de agua pura a 4° C.
Unidad técnica de masa (u.t.m.) = 9,8 kilogramos masa

Fuerza o peso
Fuerza = masa × aceleración

Peso = masa × gravedad (9,8 m/s2)

Unidad: El newton (N) y el kilopondio (kp).


1 N = 1 kg masa × 1 m/s2
1 Kp o kilo peso = 1 kg masa × 9,8 m/s2 = 9,8 N
El kilogramo-peso o kilopondio es la fuerza necesaria para sostener la masa de
un kilogramo venciendo la gravedad o atracción terrestre (9,8 m/s2).

Carga eléctrica
Es la cantidad total de electricidad que pasa por un conductor por segundo,
multiplicada por el tiempo expresado en segundos.
Unidad: El culombio (Q). Es la carga transportada por un conductor en un
segundo por una corriente de intensidad un amperio.
Q = I (amperios) × t (segundos)
482
Intensidad de la corriente
Es la cantidad de electricidad que pasa por un conductor en cada segundo.
Unidad: El amperio (A).

1 culombio
1 amperio =
1 segundo

Diferencia de potencial eléctrico


Mide el trabajo para trasladar a la unidad de carga eléctrica desde un punto de
menor potencial a otro de mayor potencial.
Unidad: El voltio (V). Es la diferencia de potencial entre dos puntos, para que
llevando la carga de un culombio se gaste el trabajo de un julio.

1 julio
1 voltio =
1 culombio

Resistencia eléctrica
Es la resistencia que opone un conductor al paso de la corriente eléctrica.
Unidad: El ohmio (Ω). Cuando con la diferencia de un voltio, deja pasar la
intensidad de un amperio.

V Voltio
V=I×R R= ; Ohmio =
J Amperio

Conductividad
Es lo contrario a la resistencia, es decir, la capacidad de transmitir la corriente
eléctrica a través de los iones de la muestra. Cuando más sales contenga el agua,
mayor será la conductividad.
Unidad: El Siemen por metro (S/m) y el Mhos/m (Mhos/m).
Normalmente se usan los submúltiplos:
El deciSiemen/m (dS/m) = 0,1 S/m = 0,001 S/0,01 m =
milisiemen/cm (mS/cm) = milimhos/cm (mmhos/cm).
El micromhos/cm (μmhos/cm) = 0,001 mmhos/cm.
Suele ser el más empleado en los análisis de agua.
483
Trabajo
Trabajo = Fuerza o Peso × Espacio recorrido o altura
Unidad : El julio (J) y el kilopondímetro (kpm).
1
1J=1N×1m= kilopondímetros o kilográmetros
9,8
1 J = 1 culombio (Q) × 1 voltio (V)
1 kilovatio-hora = 1.000 W × 1 hora = 1.000 W × 3.600 s = 3.600.000 J

Potencia
Trabajo
Potencia =
Tiempo

Unidades: El vatio (W).


1 Julio (J)
1W= = 1 voltio (V) × 1 amperio (A)
1 segundo (s)
1 kilovatio (Kw) = 1.000 W
1 kilográmetro/s (kgm/s) = 9,8 W
1 caballo de vapor (C.V.) = 75 kgm/s = 735 W
1 H.P. = 746 W

Presión
Fuerza
Presión =
Superficie

La fuerza o peso viene expresada en kp o kg peso.


Unidad: El pascal (Pa).
1
kp
1N 9,8
1 Pa = = = 0,0000102 kp/cm2 o kg/cm2
1 m2 10.000 m2

1 Megapascal (MPa) = 1.000.000 Pa = 10,2 kg /cm2


1 Bar = 100.000 Pa = 1,02 kg/cm2 = 1,013 atmósferas.
1 metro columna de agua (m.c.a.) = 0,1 kg/cm2.
En la práctica, cuando se indican «kilos de presión», se refiere a kp/cm2.

484
Presión de trabajo en tubos de cobre

Espesor mm
Diámetro exterior
nominal mm 1 1,2 1,5 2 2,5
Presión de trabajo en kg/cm2
6 220 - - - -
8 146 - - - -
10 110 - - - -
12 88 - - - -
15 68 - - - -
18 55 - - _ -
22 44 53 69 - -
28 33 41 53 - -
35 27 32 41 - -
42 22 27 34 - -
54 - 20 26 -- -
63 - - 22 29 -
80 - - 17 23 -
100 - - - 18 23

TABLA DE EQUIVALENCIAS DE MEDIDAS NORTEAMERICANAS

Longitud
— Milla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.609 m
— Milla marina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.852 m
— Yarda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,9144 m
— Pie . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,3048 m = 30,48 cm
— Pulgada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .…… 0,0254 m = 2,54 cm

Superficie
— Yarda cuadrada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,836 m2
— Pie cuadrado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,0929 m2
— Pulgada cuadrada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,000645 m2 = 6,45 cm2
— Acre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.047 m2 = 0,4047 ha

Volumen
— Galón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,785 litros
— Pie cúbico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28,32 litros = 0,028317 m3
— Bushel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35,238 litros
— Quarter . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,4732 litros
— Onza líquido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,02957 litros = 29,57 mm3
— Pinta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,473 litros
485
Peso
— Libra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 453,59 gramos = 0,45359 kg
— Onza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .…… 28,35 gramos = 0,02835 kg
— Grain . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,0647989 gramos
— Grano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,059 gramos

UNIDADES EN LOS ANÁLISIS QUÍMICOS DEL AGUA

Para medir la salinidad se aprovecha la conductividad eléctrica, cuyas medidas


más frecuentes tienen idéntico valor: Milimhos/centímetro (mmhos/cm) = decisie-
men/metro (dS/m) = milisiemen/centímetro (mS/cm).
— Micromhos/cm ..............................…… 1/1.000 mmhos/cm
— Miligramo por litro.......................……. 1 mgr/L = ppm
miligramos por litro
— Partes por millón ..........................……. ppm = peso específico del agua

— Grano por galón............................……. 17,12 miligramos por litro


peso molecular (mg)
— Miliequivalente por litro (meq/l)........... valencia
— Milimol (mmol)............................……. peso molecular (mg)
mg
l mg
— Equivalente por millón (epm) .............. = meq
meq
l

486
QUINTA PARTE

ANEJOS PARA CÁLCULOS


HIDRÁULICOS
ANEJO 5

TABLAS Y DATOS PARA CÁLCULO DE INSTALACIONES

LAS PÉRDIDAS DE PRESIÓN

Existen fórmulas para el cálculo de las pérdidas de presión o de carga, que se


producen por el rozamiento del agua, al circular por el interior de las tuberías y por
los distintos componentes de una instalación de riego.
Estas pérdidas de carga dependen de:
— Material de los componentes.
— Secciones o diámetros interiores.
— Caudal circulante.
— Velocidad del agua.
Normalmente las casas suministradoras de los distintos elementos, como vál-
vulas, filtros, etc. suelen ofrecer información donde figuran las pérdidas de carga
(p.c), según modelos y caudales, por lo que es conveniente que se pida dicha infor-
mación, cuando se vaya adquirir alguna de estas piezas.
En las conducciones a presión, existe una fórmula sencilla que relaciona el
caudal (Q), con la sección o área (S) y la velocidad del agua (v)

Q=S·v

Cuando se trata de tuberías, la sección es igual a:

D2
S = π ·  = 0,785 · D2
4
siendo D el diámetro interior de la tubería.
Una precaución que hay que tener en cuenta, cuando se tengan que hacer cál-
culos, es poner todos los datos con las mismas unidades de medida, es decir, para
las medidas de longitud, poner siempre metros, el tiempo en segundos y así sucesi-
vamente.
Ejemplo 1:
Disponemos de una tubería, cuyo diámetro interior (DI), es de 600 mm, por
donde pasa el agua a una velocidad de 3 m/s. ¿Cuál es el caudal circulante por
dicha tubería, en metros cúbicos por hora?
489
1.° Uniformemos las unidades:
D.I. = 600 mm = 0,60 m, luego la sección será:
S = 0,785 × 0,602 = 0,785 × 0,60 × 0,60 = 0,2826 m2
v = 3 m/s
1 h = 60 minutos = 60 × 60 segundos = 3.600 s
1 m3 = 1.000 litros
2.° Apliquemos la ecuación fundamental:
Q = S · v = 0,2826 × 3 = 0,8478 m3/s que equivale a:
Q = 0,8478 × 3.600 = 3.052,08 m3/h
Ejemplo 2:
Con la tubería del ejemplo anterior, se mide un caudal de 90.000 l/h. ¿A qué
velocidad circula el agua?
1.° Se uniforman las unidades igual que antes:

90.000
Q = 90.000 l/h =  = 0,025 m3/s
1.000 · 3.600

2.° Se aplica la ecuación fundamental:

Q 0,025
v =  =  = 0,088 m/s
S 0,2826

Ejemplo 3:
¿Qué D.I. tiene que tener una tubería, para que circule un caudal de 60.000 l/h,
a una velocidad de 2,5 m/s?
1.° Uniformar las unidades de medida:

60.000
Q = 60.000 l/h =  = 0,0167 m3/s
1.000 × 3.600

2.° Aplicar la ecuación fundamental:

Q 0,0167
S =  =  = 0,0067 m2
V 2,5

S 0,0067
D2 =  =  = 0,0085 m2, de donde el diámetro
0,785 0,785

D = 兹0苶,0
苶0苶8苶5苶 = 0,092 m = 92 mm
490
TABLA 1
Longitudes ficticias o equivalentes

Accesorios Longitudes ficticias


(metros lineales)

Colador .......................................................................................................... 5 a 20
Válvula de pie ............................................................................................... 5 a 20
Válvula de compuerta ................................................................................... 2a8
Válvula de retención ..................................................................................... 4 a 16
Válvula reguladora (para 2”) ........................................................................ 10
Filtro número 40; eficacia 0,45 mm .............................................................. 20 a 30
Filtro número 100; eficacia 0,15 mm ............................................................ 50 a 80
Racor enlace .................................................................................................. 5
Racor «T» ...................................................................................................... 5
«T» derivación o collarín .............................................................................. 2
Enlace con tubo de 4 × 6 mm (microtubo) ................................................... 15 a 20
Reducción de un calibre ................................................................................ 5 a 15
Manguito reductor ......................................................................................... 2
Codo 45° - 90° .............................................................................................. 3a5
Toma de línea ................................................................................................. 1a2
Goteros integrados y en línea......................................................................... 0,23
Goteros pinchados o sobre línea según ∅ tubería
∅ 20 mm .................................................................... 1
∅ 16 mm .................................................................... 2
∅ 12 mm .................................................................... 3
Terminal portagoteos ..................................................................................... 1

TABLA 2
Coeficiente mayorante (KM) en «terciarias»

Conexión o toma sencilla (un ramal) KM

— Separación ramales más de 7 m ......................................................................... 1,10


— Separación ramales de entre 6 y 7 m ......................................................................... 1,15
— Separación ramales de entre 5 y 6 m ......................................................................... 1,20
— Separación ramales de entre 4 y 5 m ......................................................................... 1,25
— Separación ramales de entre 3 y 4 m ......................................................................... 1,30
— Separación ramales de entre 2 y 3 m ......................................................................... 1,45
— Separación ramales de entre 1 y 2 m ......................................................................... 1,75
— Separación ramales de menos de 1 m ......................................................................... 2,00
Conexión o toma doble (doble ramal) KM

— Separación ramales más de 7 m ......................................................................... 1,25


— Separación ramales de entre 6 y 7 m ......................................................................... 1,30
— Separación ramales de entre 5 y 6 m ......................................................................... 1,35
— Separación ramales de entre 4 y 5 m ......................................................................... 1,45
— Separación ramales de entre 3 y 4 m ......................................................................... 1,60
— Separación ramales de entre 2 y 3 m ......................................................................... 1,80
— Separación ramales de entre 1 y 2 m ......................................................................... 2,50
— Separación ramales de menos de 1 m ......................................................................... 3,00

491
TABLA 3
Coeficiente minorante (km)
Cuando hay reducción uniforme de caudal

Número de derivaciones o goteros Coeficiente minorante (km) Número de derivaciones o goteros Coeficiente minorante (km)

1 1, 18 0,376
2 0,637 19 0,375
3 0,532 20 0,373
4 0,483 21 0,372
5 0,454 22 0,371
6 0,434 23 0,370
7 0,422 24 0,369
8 0,413 25 0,368
9 0,405 26 0,367
10 0,399 27 0,367
11 0,395 28 0,366
12 0,391 29 0,366
13 0,387 30 0,365
14 0,384 40 0,362
15 0,382 50 0,360
16 0,379 100 0,358
17 0,378 más de 100 0,350

CÁLCULO RÁPIDO DE LAS PÉRDIDAS DE CARGA

Notas previas
1.a Se ha considerado más práctico expresar las pérdidas de carga (p.c.) en
metros de columna de agua por cada metro lineal de tubería (m.c.a./m), ya que así
sólo será necesario multiplicar por la longitud total calculada para dicha tubería,
las p.c. de las tablas.
2.a Cuanta más presión resista la tubería, mayor será el espesor, por lo que su
diámetro interior será menor. Como para los cálculos lo que influye es el diámetro
interior y como tanto en las tuberías de P.E. como en las de PVC, los diámetros
nominales (DN) se refieren al diámetro exterior, se han hecho las correcciones
oportunas, para que se puedan aplicar las tablas correctamente según la presión
nominal (PN) de cada tipo de tubería.
3.a En ambas tablas se ha realizado el esfuerzo de calcular los incrementos de
las p.c. con muy poca variación de caudal, con el fin de no tener que interpolar. Si
el caudal no coincide con el de las tablas, se toma la inmediata superior o se añade
una diezmilésima, ya que la diferencia no es significativa, pero si se prefiere ser
muy exacto se saca la media de ambas diferencias o se interpola.
Ejemplo:
Calcular las p.c. de una tubería horizontal de PVC de 50 mm de DN, y 0,4
MPa, que circula un caudal de 5.380 l/h en una longitud de 50 m.
492
Consultando la tabla 2 del Anejo 7, tenemos:
— Para un caudal de 5.328 l/h ...... 0,0187 m.c.a./m
— Para un caudal de 5.400 l/h ...... 0,0191 m.c.a./m
Como el caudal circulante está entre ambos, podíamos tomar directamente las
p.c. del caudal inmediato superior, que sería:
p.c. = 50 × 0,0191 m.c.a./m = 0,955 m.c.a = 1 m.c.a.
o bien hacer un sencillo cálculo de interpolación:
— Diferencia de caudales en la tabla: 5.400 – 5.328 = 72 l/h
— Diferencia de caudales en la finca: 5.380 – 5.328 = 52 l/h
— Incremento p.c. según caudales tabla: 0,0191 – 0,0187 = 0,0004 m.c.a./m
(Si en 72 l/h hay un incremento de p.c de 0,0004 m.c.a./m
(En 52 l/h el incremento será X m.c.a./m
0,0004 × 52
X= = 0,0003 m.c.a./m
72
luego las p.c., serán:
p.c. = 50 m × (0,0187 + 0,0003) m.c.a./m = 0,95 m.c.a = 1 m.c.a.
con lo que se demuestra que el resultado obtenido es prácticamente el mismo,
siendo preferible tomar directamente el valor inmediato superior y estaremos
siempre del lado de la seguridad.
4.a El rango de caudales indicados en las tablas para cada DN (Anejos 6 y 7),
son los más convenientes, no siendo aconsejable el superarlos.

493
494
ANEJO 6

TUBERÍAS DE P.E.

TABLA 1
Correspondencia diámetros en tuberías polietileno baja densidad (P.E. - 32):
P.E. DN DI DI DI DI
(mm) (0,4 MPa) (0,6 MPa) (1, MPa) (1,6 MPa)

10 — — 6 6
12 — — 8 7,2
16 12,8 12 11,6 9,6
20 16,6 16 14,4 12
25 21 20,4 18 15
32 28 26,2 23,2 19,2
40 35,2 32,6 29 24
50 44 40,8 36,2 30
63 55,4 51,4 45,8 37,8
75 66 61,4 54,4 45
90 79,2 73,6 65,4 —
110 96,8 90 79,8 —
125 110,2 102,2 90,8 —
140 123,4 114,6 101,6 —
160 141 130,8 116,2 —
180 158,6 147,2 130,8 —
200 176,2 163,6 145,4 —
Ramales: (0,25 MPa)
DN DI
12 10
12,5 10,5
15 12,8
16 13,6
18 15,4
20 17,2
23 20
25 21,8
32 28,4

495
TABLA 2

Tuberías de P.E. 32 (UNE 53 - 131)

P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m


12 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa

8 0,0003 0,0003 0,0004


12 0,0006 0,0007 0,0008
16 0,0011 0,0012 0,0013
20 0,0016 0,0017 0,0019
24 0,0021 0,0024 0,0026
28 0,0028 0,0031 0,0034
32 0,0036 0,0039 0,0043
36 0,0044 0,0048 0,0053
40 0,0052 0,0058 0,0064
44 0,0062 0,0068 0,0075
48 0,0072 0,0079 0,0088
52 0,0083 0,0091 0,0101
56 0,0095 0,0104 0,0115
60 0,0107 0,0117 0,0130
64 0,0119 0,0132 0,0145
68 0,0133 0,0146 0,0161
72 0,0147 0,0162 0,0178
76 0,0161 0,0178 0,0196
80 0,0177 0,0194 0,0214
84 0,0192 0,0212 0,0233
88 0,0209 0,0230 0,0253
92 0,0226 0,0248 0,0274
96 0,0243 0,0267 0,0295
100 0,0261 0,0287 0,0317
104 0,0279 0.0308 0,0339
108 0,0299 0,0329 0,0362
112 0,0318 0,0350 0.0386
116 0,0338 0,0372 0,0411
120 0,0359 0,0395 0,0436
124 0,0380 0,0418 0,0462
128 0,0402 0,0442 0,0488
132 0,0424 0,0467 0,0515
136 0,0447 0,0492 0,0543
140 0,0470 0,0518 0,0571
144 0,0494 0,0544 0,0600
148 0,0518 0,0570 0,0629
152 0,0543 0,0598 0,0659
156 0,0568 0,0625 0,0690
160 0,0594 0,0654 0,0721
164 0,0620 0,0683 0,0753
168 0,0647 0,0712 0,0785
172 0,0674 0,0742 0,0818
176 0,0702 0,0772 0,0852
180 0,0730 0,0803 0,0886
184 0,0758 0,0835 0,0921
188 0,0788 0,0867 0,0956
192 0,0817 0,0899 0,0992
196 0,0847 0,0932 0,1028

496
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
12 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
200 0,0878 0,0966 0,1065
204 0,0909 0,1000 0,1103
208 0,0940 0,1035 0,1141
212 0,0972 0,1070 0,1180
216 0,1004 0,1105 0,1219
220 0,1037 0,1141 0,1259
224 0,1070 0,1178 0,1299
228 0,1104 0,1215 0,1340
232 0,1138 0,1253 0,1381
236 0,1173 0,1291 0,1423
240 0,1208 0,1329 0,1466
244 0,1243 0,1368 0,1509
248 0,1279 0,1408 0,1552
252 0,1315 0,1448 0,1597
256 0,1352 0,1488 0,1641
260 0,1389 0,1529 0,1686
264 0,1427 0,1570 0,1732
268 0,1465 0,1612 0,1778
272 0,1503 0,1655 0,1825

P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m


16 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa

20 0,0005 0,0007 0,0008


24 0,0007 0,0009 0,0012
28 0,0009 0,0012 0,0015
32 0,0011 0,0015 0,0019
36 0,0014 0,0018 0,0023
40 0,0016 0,0022 0,0028
44 0,0019 0,0026 0,0033
48 0,0022 0,0030 0,0039
52 0,0026 0,0035 0,0045
56 0,0029 0,0040 0,0051
60 0,0033 0,0045 0,0057
64 0,0037 0,0050 0,0064
68 0,0041 0,0056 0,0071
72 0,0045 0,0062 0,0079
76 0,0050 0,0068 0,0087
80 0,0055 0,0074 0,0095
84 0,0060 0,0081 0,0103
88 0,0065 0,0088 0,0112
92 0,0070 0,0095 0,0121
96 0,0075 0,0102 0,0130
100 0,0081 0,0110 0,0140
104 0,0087 0,0118 0,0150
108 0,0092 0,0126 0,0160
112 0,0098 0,0134 0,0171
116 0,0105 0,0142 0,0182
120 0,0111 0,0151 0,0193

497
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
16 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
124 0,0118 0,0160 0,0204
128 0,0124 0,0169 0,0216
132 0,0131 0,0178 0,0228
136 0,0138 0,0188 0,0240
140 0,0146 0,0198 0,0252
144 0,0153 0,0208 0,0265
148 0,0160 0,0218 0,0278
152 0,0168 0,0228 0,0291
156 0,0176 0,0239 0,0305
160 0,0184 0,0250 0,0319
164 0,0192 0,0261 0,0333
168 0,0200 0,0272 0,0347
172 0,0209 0,0284 0,0362
176 0,0217 0,0295 0,0377
180 0,0226 0,0307 0,0392
184 0,0235 0,0319 0,0407
188 0,0244 0,0331 0,0423
192 0,0253 0,0344 0,0439
196 0,0262 0,0356 0,0455
200 0,0272 0,0369 0,0471
204 0,0281 0,0382 0,0488
208 0,0291 0,0395 0,0504
212 0,0301 0,0409 0,0522
216 0,0311 0,0422 0,0539
220 0,0321 0,0436 0,0556
224 0,0331 0,0450 0,0574
228 0,0342 0,0464 0,0592
232 0,0352 0,0479 0,0611
236 0,0363 0,0493 0,0629
240 0,0374 0,0508 0,0648
244 0,0385 0,0523 0,0667
248 0,0396 0.0538 0,0686
252 0,0407 0,0553 0,0706
256 0,0418 0,0569 0,0726
260 0,0430 0,0584 0,0745
264 0,0442 0,0600 0,0766
268 0,0453 0,0616 0,0786
272 0,0465 0,0632 0,0807
276 0,0477 0,0649 0,0828
280 0,0490 0,0665 0,0849
284 0,0502 0,0682 0,0870
288 0,0514 0,0699 0,0892
292 0,0527 0,0716 0,0913
296 0,0540 0,0733 0,0935
300 0,0552 0,0751 0,0958
304 0,0565 0,0768 0,0980
308 0,0578 0,0786 0,0103
312 0,0592 0,0804 0,1026
316 0,0605 0,0822 0,1049
320 0,0618 0,0840 0,1072
324 0,0632 0,0859 0,1096
328 0,0646 0,0877 0,1119
332 0,0660 0,0896 0,1143
336 0,0674 0,0915 0,1168

498
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
16 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
340 0,0688 0,0934 0,1192
344 0,0702 0,0954 0,1217
348 0,0716 0,0973 0,1242
352 0,0731 0,0993 0,1267
356 0,0745 0,1013 0,1292
360 0,0760 0,1033 0,1317
364 0,0775 0,1053 0,1343
368 0,0790 0,1073 0,1369
372 0,0805 0,1094 0,1395
376 0,0820 0,1114 0,1422
380 0,0835 0,1135 0,1448
384 0,0851 0,1156 0,1475
388 0,0866 0,1177 0,1502
392 0,0882 0,1199 0,1529
396 0,0898 0,1220 0,1557
400 0,0914 0,1242 0,1584

P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m


20 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa

120 0,0032 0,0038 0,0063


128 0,0036 0,0043 o,0071
136 0,0040 0,0048 0,0079
144 0,0044 0,0053 0,0087
152 0,0049 0,0058 0,0096
160 0,0053 0,0064 0,0105
168 0,0058 0,0069 0,0114
176 0,0063 0,0075 0,0124
184 0,0068 0,0081 0,0134
192 0,0073 0,0088 0,0144
200 0,0079 0,0094 0,0155
208 0,0085 0,0101 0,0166
216 0,0090 0,0108 0,0178
224 0,0096 0,0115 0,0189
232 0,0102 0,0122 0,0201
240 0,0109 0,0129 0,0214
248 0,0115 0,0137 0,0226
256 0,0122 0,0145 0,0239
264 0,0128 0,0153 0,0252
272 0,0135 0,0161 0,0266
280 0,0142 0,0170 0,0280
288 0,0150 0,0178 0,0294
296 0,0157 0,0187 0,0308
304 0,0164 0,0195 0,0323
312 0,0172 0,0205 0,0338
320 0,0180 0,0214 0,0353
328 0,0188 0,0224 0,0369
336 0,0196 0,0233 0,0385
344 0,0204 0,0243 0,0401

499
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
20 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
352 0,0212 0,0253 0,0417
360 0,0221 0,0263 0,0434
368 0,0230 0,0274 0,0451
376 0,0238 0,0284 0,0469
384 0,0247 0,0295 0,0486
392 0,0256 0,0306 0,0504
400 0,0266 0,0317 0,0522
408 0,0275 0,0328 0,0541
416 0,0285 0,0339 0,0559
424 0,0294 0,0351 0,0578
432 0,0304 0,0362 0,0597
440 0,0314 0,0374 0,0617
448 0,0324 0,0386 0,0637
456 0,0334 0,0398 0,0657
464 0,0345 0,0410 0,0677
472 0,0355 0,0423 0,0698
480 0,0366 0,0436 0,0718
488 0,0376 0,0448 0,0740
496 0,0387 0,0461 0,0761
504 0,0399 0,0474 0,0783

P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m


25 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
400 0,0087 0,0100 0,0181
408 0,0090 0,0103 0,0187
416 0,0093 0,0107 0,0194
424 0,0096 0,0110 0,0200
432 0,0099 0,0114 0,0207
440 0,0103 0,0118 0,0214
448 0,0106 0,0122 0,0221
456 0,0109 0,0125 0,0227
464 0,0113 0,0129 0,0235
472 0,0116 0,0133 0,0242
480 0,0120 0,0137 0,0249
488 0,0123 0,0141 0,0256
496 0,0127 0,0145 0,0264
504 0,0130 0,0150 0,0271
512 0,0134 0,0154 0,0279
520 0,0138 0,0158 0,0286
528 0,0141 0,0162 0,0294
536 0,0145 0,0167 0,0302
544 0,0149 0,0171 0,0310
552 0,0153 0,0175 0,0318
560 0,0157 0,0180 0,0326
568 0,0161 0,0184 0,0334
576 0,0165 0,0189 0,0342
584 0,0169 0,0194 0,0351
592 0,0173 0,0198 0,0359
600 0,0177 0,0203 0,0368
608 0,0181 0,0208 0,0376

500
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
25 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
616 0,0185 0,0212 0,0385
624 0,0189 0,0217 0,0394
632 0,0194 0,0222 0,0403
640 0,0198 0,0227 0,0412
648 0,0202 0,0232 0,0421
656 0,0207 0,0237 0,0430
664 0,0211 0,0242 0,0439
672 0,0216 0,0247 0,0449
680 0,0220 0,0253 0,0458
688 0,0225 0,0258 0,0467
696 0,0229 0,0263 0,0477
704 0,0234 0,0268 0,0487
712 0,0239 0,0274 0,0496
720 0,0243 0,0279 0,0506
728 0,0248 0,0285 0,0516
736 0,0253 0,0290 0,0526
744 0,0258 0,0296 0,0536
752 0,0263 0,0301 0,0546
760 0,0267 0,0307 0,0556
768 0,0272 0,0313 0,0567
776 0,0277 0,0318 0,0577
784 0,0282 0,0324 0,0587
792 0,0287 0,0330 0,0598
800 0,0293 0,0336 0,0609
808 0,0298 0,0342 0,0619
816 0,0303 0,0348 0,0630
824 0,0308 0,0354 0,0641
832 0,0313 0,0360 0,0652
840 0,0319 0,0366 0,0663
848 0,0324 0,0372 0,0674
856 0,0329 0,0378 0,0685
864 0,0335 0,0384 0,0696
872 0,0340 0,0390 0,0708
880 0,0346 0,0397 0,0719
888 0,0351 0,0403 0,0731
896 0,0357 0,0409 0,0742
904 0,0362 0,0416 0,0754
912 0,0368 0,0422 0,0765
920 0,0374 0,0429 0,0777
928 0,0379 0,0435 0,0789
936 0,0385 0,0442 0,0801
944 0,0391 0,0449 0,0813
952 0,0397 0,0455 0,0825
960 0,0403 0,0462 0,0837
968 0,0408 0,0468 0,0850
976 0,0414 0,0476 0,0862
984 0,0420 0,0482 0,0874
992 0,0426 0,0489 0,0887
1.000 0,0432 0,0496 0,0899
1.008 0,0438 0,0503 0,0912
1.016 0,0445 0,0510 0,0925
1.024 0,0451 0,0517 0,0937
1.032 0,0457 0,0524 0,0950
1.040 0,0463 0,0531 0,0963

501
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
25 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
1.048 0,0469 0,0539 0,0976
1.056 0,0476 0,0546 0,0989
1.064 0,0482 0,0553 0,1002
1.072 0,0488 0,0560 0,1016
1.080 0,0495 0,0568 0,1029
1.088 0,0501 0,0575 0,1042

P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m


32 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
1.080 0,0126 0,0173 0,0308
1.100 0,0130 0,0179 0,0318
1.120 0,0134 0,0184 0,0328
1.140 0,0139 0,0190 0,0339
1.160 0,0143 0,0196 0,0349
1.180 0,0147 0,0202 0,0360
1.200 0,0152 0,0208 0,0371
1.220 0,0156 0,0214 0,0381
1.240 0,0161 0,0220 0,0392
1.260 0,0165 0,0226 0,0404
1.280 0,0170 0,0233 0,0415
1.300 0,0174 0,0239 0,0426
1.320 0,0179 0,0246 0,0438
1.340 0,0184 0,0252 0,0450
1.360 0,0189 0,0259 0,0461
1.380 0,0194 0,0266 0,0473
1.400 0,0199 0,0272 0,0485
1.420 0,0204 0,0279 0,0498
1.440 0,0209 0,0286 0,0510
1.460 0,0214 0,0293 0,0522
1.480 0,0219 0,0300 0,0535
1.500 0,0224 0,0307 0,0548
1.520 0,0229 0,0315 0,0561
1.540 0,0235 0,0322 0,0574
1.560 0,0240 0,0329 0,0587
1.580 0,0245 0,0337 0,0600
1.600 0,0251 0,0344 0,0613
1.620 0,0256 0,0352 0,0627
1.640 0,0262 0,0359 0,0640
1.660 0,0268 0,0367 0,0654
1.680 0,0273 0,0375 0,0668
1.700 0,0279 0,0383 0,0682
1.720 0,0285 0,0391 0,0696
1.740 0,0291 0,0399 0,0710
1.760 0,0296 0,0407 0,0724
1.780 0,0302 0,0415 0,0739
1.800 0,0308 0,0423 0,0754
1.820 0,0314 0,0431 0,0768
1.840 0,0320 0,0439 0,0783
1.860 0,0327 0,0448 0,0798
1.880 0,0333 0,0456 0,0813
1.900 0,0339 0,0465 0,0828

502
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
32 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
1.920 0,0345 0,0473 0,0844
1.940 0,0352 0,0482 0,0859
1.960 0,0358 0,0491 0,0875
1.980 0,0364 0,0500 0,0890
2.000 0,0371 0,0509 0,0906
2.020 0,0377 0,0517 0,0922
2.040 0,0384 0,0526 0,0938
2.060 0,0391 0,0536 0,0954
2.080 0,0397 0,0545 0,0971
2.100 0,0404 0,0554 0,0987
2.120 0,0411 0,0563 0,1003
2.140 0,0417 0,0572 0,1020
2.160 0,0424 0,0582 0,1037
2.180 0,0431 0,0591 0,1054
2.200 0,0438 0,0601 0,1071
2.220 0,0445 0,0610 0,1088
2.240 0,0452 0,0620 0,1105
2.260 0,0459 0,0630 0,1122
2.280 0,0466 0,0640 0,1140
2.300 0,0474 0,0649 0,1157
2.320 0,0481 0,0659 0,1175
2.340 0,0488 0,0669 0,1193
2.360 0,0495 0,0679 0,1211
2.380 0,0503 0,0689 0,1229
2.400 0,0510 0,0700 0,1247

P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m


40 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
2.000 0,0125 0,0180 0,0314
2.020 0,0127 0,0183 0,0319
2.040 0,0129 0,0186 0,0325
2.060 0,0132 0,0190 0,0331
2.080 0,0134 0,0193 0,0336
2.100 0,0136 0,0196 0,0342
2.120 0,0138 0,0199 0,0348
2.140 0,0141 0,0203 0,0353
2.160 0,0143 0,0206 0,0359
2.180 0,0145 0,0209 0,0365
2.200 0,0148 0,0213 0,0371
2.220 0,0150 0,0216 0,0377
2.240 0,0152 0,0220 0,0383
2.260 0,0155 0,0223 0,0389
2.280 0,0157 0,0226 0,0395
2.300 0,0160 0,0230 0,0401
2.320 0,0162 0,0233 0,0407
2.340 0,0165 0,0237 0,0413
2.360 0,0167 0,0241 0,0419
2.380 0,0170 0,0244 0,0426
2.400 0,0172 0,0248 0,0432
2.420 0,0175 0,0251 0,0438
2.440 0,0177 0,0255 0,0445

503
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
40 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
2.460 0,0180 0,0259 0,0451
2.480 0,0182 0,0262 0,0457
2.500 0,0185 0,0266 0,0464
2.520 0,0187 0,0270 0,0470
2.540 0,0190 0,0274 0,0477
2.560 0,0193 0,0277 0,0484
2.580 0,0195 0,0281 0,0490
2.600 0,0198 0,0285 0,0497
2.620 0,0201 0,0289 0,0504
2.640 0,0203 0,0293 0,0510
2.660 0,0206 0,0297 0,0517
2.680 0,0209 0,0300 0,0524
2.700 0,0211 0,0304 0,0531
2.720 0,0214 0,0308 0,0538
2.740 0,0217 0,0312 0,0545
2.760 0,0220 0,0316 0,0552
2.780 0,0222 0,0320 0,0559
2.800 0,0225 0,0324 0,0566
2.820 0,0228 0,0229 0,0573
2.840 0,0231 0,0333 0,0580
2.860 0,0234 0,0337 0,0587
2.880 0,0237 0,0341 0,0594
2.900 0,0240 0,0345 0,0602
2.920 0,0242 0,0349 0,0609
2.940 0,0245 0,0353 0,0616
2.960 0,0248 0,0358 0,0623
2.980 0,0251 0,0362 0,0631
3.000 0,0254 0,0366 0,0638
3.020 0,0257 0,0370 0,0646
3.040 0,0260 0,0375 0,0653
3.060 0,0263 0,0379 0,0661
3.080 0,0266 0,0383 0,0668
3.100 0,0269 0,0388 0,0676
3.120 0,0272 0,0392 0,0684
3.140 0,0275 0,0397 0,0691
3.160 0,0278 0,0401 0,0700
3.180 0,0282 0,0405 0,0707
3.200 0,0285 0,0410 0,0715
3.220 0,0288 0,0414 0,0722
3.240 0,0291 0,0419 0,0730
3.260 0,0294 0,0423 0,0738
3.280 0,0297 0,0428 0,0746
3.300 0,0300 0,0433 0,0754
3.320 0,0304 0,0437 0,0762
3.340 0,0307 0,0442 0,0770
3.360 0,0310 0,0446 0,0778
3.380 0,0313 0,0451 0,0786
3.400 0,0317 0,0456 0,0795
3.420 0,0320 0,0460 0,0803
3.440 0,0323 0,0465 0,0811
3.460 0,0326 0,0470 0,0819
3.480 0,0330 0,0475 0,0828
3.500 0,0333 0,0479 0,0836
3.520 0,0336 0,0484 0,0844

504
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
40 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
3.540 0,0340 0,0489 0,0853
3.560 0,0343 0,0494 0,0861
3.580 0,0346 0,0499 0,0870
3.600 0,0350 0,0504 0,0878
3.620 0,0353 0,0509 0,0887
3.640 0,0357 0,0514 0,0895
3.660 0,0360 0,0518 0,0904
3.680 0,0364 0,0523 0,0913
3.700 0,0367 0,0528 0,0921
3.720 0,0370 0,0533 0,0930
3.740 0,0374 0,0538 0,0939
3.760 0,0377 0,0544 0,0948
3.780 0,0381 0,0549 0,0957
3.800 0,0385 0,0554 0,0965
3.820 0,0388 0,0559 0,0974
3.840 0,0392 0,0564 0,0983
3.860 0,0395 0,0569 0,0992
3.880 0,0399 0,0574 0,1001
3.900 0,0402 0,0579 0,1010
3.920 0,0406 0,0585 0,1019
3.940 0,0410 0,0590 0,1028
3.960 0,0413 0,0595 0,1038
3.980 0,0417 0,0600 0,1047
4.000 0,0421 0,0606 0,1056
4.020 0,0424 0,0611 0,1065
4.040 0,0428 0,0616 0,1075
4.060 0,0432 0,0622 0,1084
4.080 0,0436 0,0627 0,1093
4.100 0,0439 0,0632 0,1103
4.120 0,0443 0,0638 0,1112
4.140 0,0447 0,0643 0,1122
4.160 0,0451 0,0649 0,1131
4.180 0,0454 0,0654 0,1141
4.200 0,0458 0,0660 0,1150
4.220 0,0462 0,0665 0,1160
4.240 0,0466 0,0671 0,1169
4.260 0,0470 0,0676 0,1179
4.280 0,0474 0,0682 0,1189
4.300 0,0477 0,0687 0,1199
4.320 0,0481 0,0693 0,1208
4.340 0,0485 0,0699 0,1218
4.360 0,0489 0,0704 0,1228
4.380 0,0493 0,0710 0,1238
4.400 0,0497 0,0716 0,1248
4.420 0,0501 0,0721 0,1258
4.440 0,0505 0,0727 0,1268

505
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
50 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
2.000 0,0043 0,0062 0,0110
2.050 0,0045 0,0065 0,0114
2.100 0,0047 0,0068 0,0119
2.150 0,0049 0,0070 0,0124
2.200 0,0051 0,0073 0,0129
2.250 0,0053 0,0076 0,0135
2.300 0,0055 0,0079 0,0140
2.350 0,0057 0,0082 0,0145
2.400 0,0060 0,0085 0,0151
2.450 0,0062 0,0088 0,0156
2.500 0,0064 0,0092 0,0162
2.550 0,0066 0,0095 0,0168
2.600 0,0069 0,0098 0,0173
2.650 0,0071 0,0102 0,0179
2.700 0,0073 0,0105 0,0185
2.750 0,0076 0,0108 0,0191
2.800 0,0078 0,0112 0,0197
2.850 0,0081 0,0115 0,0204
2.900 0,0083 0,0119 0,0210
2.950 0,0086 0,0122 0,0216
3.000 0,0088 0,0126 0,0223
3.050 0,0091 0,0130 0,0229
3.100 0,0093 0,0133 0,0236
3.150 0,0096 0,0137 0,0242
3.200 0,0099 0,0141 0,0249
3.250 0,0101 0,0145 0,0256
3.300 0,0104 0,0149 0,0263
3.350 0,0107 0,0153 0,0270
3.400 0,0110 0,0157 0,0277
3.450 0,0112 0,0161 0,0284
3.500 0,0115 0,0165 0,0291
3.550 0,0118 0,0169 0,0299
3.600 0,0121 0,0182 0,0306
3.650 0,0124 0,0178 0,0314
3.700 0,0127 0,0182 0,0321
3.750 0,0130 0,0186 0,0329
3.800 0,0133 0,0191 0,0337
3.850 0,0136 0,0195 0,0344
3.900 0,0139 0,0200 0,0352
3.950 0,0143 0,0204 0,0360
4.000 0,0146 0, 0209 0,0368
4.050 0,0149 0,0213 0,0376
4.100 0,0152 0,0218 0,0385
4.150 0,0155 0,0222 0,0393
4.200 0,0159 0,0227 0,0401
4.250 0,0162 0,0232 0,0409
4.300 0,0165 0,0237 0,0418
4.350 0,0169 0,0242 0,0426
4.400 0,0172 0,0246 0,0435
4.450 0,0176 0,0251 0,0444
4.500 0,0179 0,0256 0,0453
4.550 0,0183 0,0261 0,0461
4.600 0,0186 0,0266 0,0470
4.650 0,0190 0,0271 0,0479

506
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
50 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
4.700 0,0193 0,0277 0,0488
4.750 0,0197 0,0282 0,0497
4.800 0,0200 0,0287 0,0507
4.850 0,0204 0,0292 0,0516
4.900 0,0208 0,0298 0,0525
4.950 0,0212 0,0303 0,0535
5.000 0,0215 0,0308 0,0544
5.050 0,0219 0,0314 0,0554
5.100 0,0223 0,0319 0,0563
5.150 0,0227 0,0325 0,0573
5.200 0,0231 0,0330 0,0583
5.250 0,0262 0,0336 0,0593
5.300 0,0238 0,0341 0,0603
5.350 0,0242 0,0347 0,0613
5.400 0,0246 0,0353 0,0623
5.450 0,0250 0,0358 0,0633
5.500 0,0254 0,0364 0,0643
5.550 0,0259 0,0370 0,0653
5.600 0,0263 0,0376 0,0664
5.650 0,0267 0,0382 0,0674
5.700 0,0271 0,0388 0,0684
5.750 0,0275 0,0394 0,0695
5.800 0,0279 0,0400 0,0706
5.850 0,0283 0,0406 0,0716
5.900 0,0288 0,0412 0,0727
5.950 0,0292 0,0418 0,0738
6.000 0,0296 0,0424 0,0749
6.050 0,0301 0,0430 0,0760
6.100 0,0305 0,0437 0,0771
6.150 0,0309 0,0443 0,0782
6.200 0,0314 0,0449 0,0793
6.250 0,0318 0,0456 0,0804
6.300 0,0323 0,0462 0,0816
6.350 0,0327 0,0468 0,0827
6.400 0,0332 0,0475 0,0838
6.450 0,0336 0,0481 0,0850
6.500 0,0341 0,0488 0,0861
6.550 0,0345 0,0495 0,0873
6.600 0,0350 0,0501 0,0885
6.650 0,0355 0,0508 0,0896
6.700 0,0359 0,0515 0,0908
6.750 0,0364 0,0521 0,0920
6.800 0,0369 0,0528 0,0932
6.850 0,0374 0,0535 0,0944
6.900 0,0378 0,0542 0,0956
6.950 0,0383 0,0549 0,0968
7.000 0,0388 0,0556 0,0981
7.050 0,0393 0,0563 0,0993
7.100 0,0398 0,0570 0,1005
7.150 0,0403 0,0577 0,1018
7.200 0,0408 0,0584 0,1030
7.250 0,0413 0,0591 0,1043
7.300 0,0418 0,0598 0,1055
7.350 0,0423 0,0605 0,1068

507
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
50 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
7.400 0,0428 0,0612 0,1081
7.450 0,0433 0,0620 0,1094
7.500 0,0438 0,0627 0,1107
7.550 0,0443 0,0634 0,1119
7.600 0,0448 0,0642 0,1132
7.650 0,0453 0,0649 0,1146
7.700 0,0459 0,0656 0,1159
7.750 0,0464 0,0664 0,1172
7.800 0,0469 0,0671 0,1185
7.850 0,0474 0,0679 0,1198
7.900 0,0480 0,0687 0,1212
7.950 0,0485 0,0694 0,1225
8.000 0,0490 0,0702 0,1239
8.050 0,0496 0,0710 0,1252
8.100 0,0501 0,0717 0,1266
8.150 0,0506 0,0725 0,1280
8.200 0,0512 0,0733 0,1294
8.250 0,0517 0,0741 0,1307
8.300 0,0523 0,0749 0,1321
8.350 0,0528 0,0756 0,1335
8.400 0,0534 0,0764 0,1350
8.450 0,0540 0,0772 0,1363
8.500 0,0545 0,0780 0,1378
8.550 0,0551 0,0788 0,1392
8.600 0,0556 0,0797 0,1406
8.650 0,0562 0,0805 0,1420
8.700 0,0568 0,0813 0,1435
8.750 0,0574 0,0821 0,1449
8.800 0,0579 0,0829 0,1464
8.850 0,0585 0,0837 0,1478
8.900 0,0591 0,0846 0,1493
8.950 0,0597 0,0854 0,1508
9.000 0,0603 0,0862 0,1522
9.050 0,0608 0,0871 0,1537
9.100 0,0614 0,0879 0,1552
9.150 0,0620 0,0888 0,1567
9.200 0,0626 0,0896 0,1582
9.250 0,0632 0,0905 0,1597
9.300 0,0638 0,0913 0,1612
9.350 0,0644 0,0922 0,1628
9.400 0,0650 0,0931 0,1643
9.450 0,0656 0,0939 0,1658
9.500 0,0662 0,0948 0,1674
9.550 0,0668 0,0957 0,1689
9.600 0,0675 0,0966 0,1705
9.650 0,0681 0,0974 0,1720
9.700 0,0687 0,0983 0,1736
9.750 0,0693 0,0992 0,1751
9.800 0,0699 0,1001 0,1767
9.850 0,0706 0,1010 0,1783
9.900 0,0712 0,1019 0,1799
9.950 0,0718 0,1028 0,1815
10.000 0,0725 0,1037 0,1831

508
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
63 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
4.000 0,0049 0,0070 0,01212
4.100 0,0051 0,0073 0,0126
4.200 0,0053 0,0076 0,0131
4.300 0,0055 0,0079 0,0137
4.400 0,0058 0,0082 0,0142
4.500 0,0060 0,0086 0,0148
4.600 0,0062 0,0089 0,0154
4.700 0,0065 0,0092 0,0160
4.800 0,0067 0,0096 0,0166
4.900 0,0070 0,0099 0,0172
5.000 0,0072 0,0103 0,0178
5.100 0,0075 0,0107 0,0184
5.200 0,0077 0,0110 0,0191
5.300 0,0080 0,0114 0,0197
5.400 0,0083 0,0118 0,0204
5.500 0,0085 0,0122 0,0210
5.600 0,0088 0,0126 0,0217
5.700 0,0091 0,0129 0,0224
5.800 0,0093 0,0133 0,0231
5.900 0,0096 0,0138 0,0238
6.000 0,0099 0,0142 0,0245
6.100 0,0102 0,0146 0,0252
6.200 0,0105 0,0150 0,0259
6.300 0,0108 0,0154 0,0267
6.400 0,0111 0,0158 0,0274
6.500 0,0114 0,0163 0,0282
6.600 0,0117 0,0167 0,0289
6.700 0,0120 0,0172 0,0297
6.800 0,0123 0,0176 0,0305
6.900 0,0127 0,0181 0,0313
7.000 0,0130 0,0185 0,0321
7.100 0,0133 0,0190 0,0329
7.200 0,0136 0,0195 0,0337
7.300 0,0140 0,0200 0,0345
7.400 0,0143 0,0204 0,0354
7.500 0,0147 0,0209 0,0362
7.600 0,0150 0,0214 0,0370
7.700 0,0153 0,0219 0,0379
7.800 0,0157 0,0224 0,0388
7.900 0,0160 0,0229 0,0396
8.000 0,0164 0,0234 0,0405
8.100 0,0168 0,0239 0,0414
8.200 0,0171 0,0245 0,0423
8.300 0,0175 0,0250 0,0432
8.400 0,0179 0,0255 0,0441
8.500 0,0182 0,0260 0,0451
8.600 0,0186 0,0266 0,0460
8.700 0,0190 0,0271 0,0469
8.800 0,0194 0,0277 0,0479
8.900 0,0198 0,0282 0,0488
9.000 0,0202 0,0288 0,0498
9.100 0,0206 0,0294 0,0508
9.200 0,0210 0,0299 0,0518
9.300 0,0214 0,0305 0,0527

509
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
63 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
9.400 0,0218 0,0311 0,0537
9.500 0,0222 0,0316 0,0547
9.600 0,0226 0,0322 0,0558
9.700 0,0230 0,0328 0,0568
9.800 0,0234 0,0334 0,0578
9.900 0,0238 0,0340 0,0588
10.000 0,0242 0,0346 0,0599
10.100 0,0247 0,0352 0,0609
10.200 0,0251 0,0358 0,0620
10.300 0,0255 0,0365 0,0231
10.400 0,0260 0,0371 0,0641
10.500 0,0264 0,0377 0,0652
10.600 0,0269 0,0383 0,0663
10.700 0,0273 0,0390 0,0674
10.800 0,0277 0,0396 0,0685
10.900 0,0282 0,0403 0,0596
11.000 0,0287 0,0409 0,0708
11.100 0,0291 0,0416 0,0719
11.200 0,0296 0,0422 0,0730
11.300 0,0300 0,0429 0,0742
11.400 0,0305 0,0435 0,0753
11.500 0,0310 0,0442 0,0765
11.600 0,0314 0,0449 0,0777
11.700 0,0319 0,0456 0,0788
11.800 0,0324 0,0463 0,0800
11.900 0,0329 0,0469 0,0812
12.000 0,0334 0,0476 0,0824
12.100 0,0339 0,0483 0,0836
12.200 0,0343 0,0490 0,0848
12.300 0,0348 0,0497 0,0860
12.400 0,0353 0,0504 0,0873
12.500 0,0358 0,0512 0,0885
12.600 0,0363 0,0519 0,0897
12.700 0,0368 0,0526 0,0910
12.800 0,0374 0,0533 0,0923
12.900 0,0379 0,0541 0,0935
13.000 0,0384 0,0548 0,0948
13.100 0,0389 0,0555 0,0961
13.200 0,0394 0,0563 0,0974
13.300 0,0399 0,0570 0,0987
13.400 0,0405 0,0578 0,1000
13.500 0,0410 0,0585 0,1013
13.600 0,0415 0,0593 0,1026
13.700 0,0421 0,0601 0,1039
13.800 0,0426 0,0608 0,1052
13.900 0,0432 0,0616 0,1066
14.000 0,0437 0,0624 0,1079
14.100 0,0442 0,0632 0,1093
14.200 0,0448 0,0640 0,1106
14.300 0,0454 0,0647 0,1120
14.400 0,0459 0,0655 0,1134
14.500 0,0465 0,0663 0,1148
14.600 0,0470 0,0671 0,1161
14.700 0,0476 0,0679 0,1175

510
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
63 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
14.800 0,0482 0,0688 0,1189
14.900 0,0487 0,0696 0,1204
15.000 0,0493 0,0704 0,1218
15.100 0,0499 0,07112 0,1232
15.200 0,0505 0,0720 0,1246
15.300 0,0510 0,0729 0,1261
15.400 0,0516 0,0737 0,1275
15.500 0,0522 0,0746 0,1290
15.600 0,0528 0,0754 0,1304
15.700 0,0534 0,0762 0,1319
15.800 0,0540 0,0771 0,1334
15.900 0,0546 0,0780 0,1348
16.000 0,0552 0,0788 0,1363
16.200 0,0564 0,0805 0,1393
16.400 0,0576 0,0823 0,1423
16.600 0,0589 0,0841 0,1454
16.800 0,0601 0,0858 0,1485
17.000 0,0614 0,0876 0,1516
17.200 0,0627 0,0894 0,1547
17.400 0,0639 0,0913 0,1579
17.600 0,0652 0,0931 0,1611
17.800 0,0665 0,0950 0,1643
18.000 0,0678 0,0969 0,1675
18.200 0,0692 0,0987 0,1708
18.400 0,0705 0,1007 0,1741
18.600 0,0719 0,1026 0,1774
18.800 0,0732 0,1045 0,1808
19.000 0,0746 0,1065 0,1842
19.200 0,0760 0,1084 0,1876
19.400 0,0773 0,1104 0,1910
19.600 0,0787 0,1124 0,1945
19.800 0,0802 0,1144 0,1979
20.000 0,0816 0,1165 0,2015

P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m


75 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
12.000 0,0145 0,0205 0,0364
12.100 0,0147 0,0208 0,0369
12.200 0,0149 0,0211 0,0374
12.300 0,0152 0,0214 0,0380
12.400 0,0154 0,0217 0,0385
12.500 0,0156 0,0220 0,0391
12.600 0,0158 0,0223 0,0396
12.700 0,0160 0,0226 0,0402
12.800 0,0163 0,0229 0,0407
12.900 0,0165 0,0232 0,0413
13.000 0,0167 0,0235 0,0419
13.100 0,0169 0,0239 0,0424
13.200 0,0172 0,0242 0,0430

511
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
75 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
13.300 0,0174 0,0245 0,0436
13.400 0,0176 0,0248 0,0441
13.500 0,0178 0,0252 0,0447
13.600 0,0181 0,0255 0,0453
13.700 0,0183 0,0258 0,0459
13.800 0,0185 0,0261 0,0465
13.900 0,0188 0,0265 0,0471
14.000 0,0190 0,0268 0,0476
14.100 0,0193 0,0271 0,0482
14.200 0,0195 0,0275 0,0488
14.300 0,0197 0,0278 0,0495
14.400 0,0200 0,0282 0,0501
14.500 0,0202 0,0285 0,0507
14.600 0,0205 0,0289 0,0513
14.700 0,0207 0,0292 0,0519
14.800 0,0210 0,0295 0,0525
14.900 0,0212 0,0299 0,0531
15.000 0,0214 0,0303 0,0538
15.100 0,0217 0,0306 0,0544
15.200 0,0220 0,0310 0,0550
15.300 0,0222 0,0313 0,0557
15.400 0,0225 0,0317 0,0563
15.500 0,0227 0,0320 0,0569
15.600 0,0230 0,0324 0,0576
15.700 0,0232 0,0328 0,0582
15.800 0,0235 0,0331 0,0589
15.900 0,0238 0,0335 0,0595
16.000 0,0240 0,0339 0,0602
16.100 0,0243 0,0342 0,0609
16.200 0,0246 0,0346 0,0615
16.300 0,0248 0,0350 0,0622
16.400 0,0251 0,0354 0,0629
16.500 0,0254 0,0357 0,0635
16.600 0,0256 0,0361 0,0642
16.700 0,0259 0,0365 0,0649
16.800 0,0262 0,0369 0,0656
16.900 0,0264 0,0373 0,0662
17.000 0,0267 0,0377 0,0669
17.100 0,0270 0,0370 0,0676
17.200 0,0273 0,0384 0,0683
17.300 0,0275 0,0388 0,0690
17.400 0,0278 0,0392 0,0697
17.500 0,0281 0,0396 0,0704
17.600 0,0284 0,0400 0,0711
17.700 0,0287 0,0404 0,0718
17.800 0,0290 0,0408 0,0725
17.900 0,0292 0,0412 0,0733
18.000 0,0295 0,0416 0,0740
18.100 0,0298 0,0420 0,0747
18.200 0,0301 0,0424 0,0754
18.300 0,0304 0,0428 0,0761
18.400 0,0307 0,0433 0,0769
18.500 0,0310 0,0437 0,0776
18.600 0,0313 0,0441 0,0783

512
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
75 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
18.700 0,0316 0,0445 0,0791
18.800 0,0319 0,0449 0,0798
18.900 0,0322 0,0453 0,0806
19.000 0,0325 0,0458 0,0813
19.100 0,0328 0,0462 0,0821
19.200 0,0331 0,0466 0,0828
19.300 0,0334 0,0470 0,0836
19.400 0,0337 0,0475 0,0843
19.500 0,0340 0,0479 0,0851
19.600 0,0343 0,0483 0,0859
19.700 0,0346 0,0487 0,0866
19.800 0,0349 0,0492 0,0874
19.900 0,0352 0,0496 0,0882
20.000 0,0355 0,0501 0,0890
20.100 0,0358 0,0505 0,0897
20.200 0,0361 0,0509 0,0905
20.300 0,0364 0,0514 0,0913
20.400 0,0368 0,0518 0,0921
20.500 0,0371 0,0523 0,0929
20.600 0,0374 0,0527 0,0937
20.700 0,0377 0,0532 0,0945
20.800 0,0380 0,0536 0,0953
20.900 0,0384 0,0541 0,0961
21.000 0,0387 0,0545 0,0969
21.100 0,0390 0,0550 0,0977
21.200 0,0393 0,0554 0,0985
21.300 0,0396 0,0559 0,0993
21.400 0,0400 0,0563 0,1001
21.500 0,0403 0,0568 0,1010
21.600 0,0406 0,0573 0,1018
21.700 0,0410 0,0577 0,1026
21.800 0,0413 0,0582 0,1034
21.900 0,0416 0,0587 0,1043
22.000 0,0420 0,0591 0,1051
22.100 0,0423 0,0596 0,1059
22.200 0,0426 0,0601 0,1068
22.300 0,0430 0,0606 0,1076
22.400 0,0433 0,0610 0,1085
22.500 0,0436 0,0615 0,1093
22.600 0,0440 0,0620 0,1102
22.700 0,0443 0,0625 0,1110
22.800 0,0447 0,0630 0,1119
22.900 0,0450 0,0634 0,1127
23.000 0,0454 0,0639 0,1136
23.100 0,0457 0,0644 0,1145
23.200 0,0460 0,0649 0,1153
23.300 0,0464 0,0654 0,1162
23.400 0,0467 0,0659 0,1171
23.500 0,0471 0,0664 0,1180
23.600 0,0474 0,0669 0,1188
23.700 0,0478 0,0674 0,1197
23.800 0,0482 0,0679 0,1206
23.900 0,0485 0,0684 0,1215
24.000 0,0489 0,0689 0,1224

513
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
75 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
24.100 0,0492 0,0694 0,1233
24.200 0,0496 0,0699 0,1242
24.300 0,0499 0,0704 0,1251
24.400 0,0503 0,0709 0,1260
24.500 0,0507 0,0714 0,1269
24.600 0,0510 0,0719 0,1278
24.700 0,0514 0,0724 0,1287
24.800 0,0517 0,0729 0,1296
24.900 0,0521 0,0735 0,1305
25.000 0,0525 0,0740 0,1315
25.200 0,0532 0,0750 0,1333
25.400 0,0540 0,0761 0,1352
25.600 0,0547 0,0771 0,1370
25.800 0,0555 0,0782 0,1389
26.000 0,0562 0,0792 0,1408
26.200 0,0570 0,0803 0,1427
26.400 0,0577 0,0814 0,1446
26.600 0,0585 0,0825 0,1465
26.800 0,0593 0,0835 0,1485
27.000 0,0600 0,0846 0,1504
27.200 0,0608 0,0857 0,1524
27.400 0,0616 0,0868 0,1543
27.600 0,0624 0,0880 0,1563
27.800 0,0632 0,0891 0,1583
28.000 0,0640 0,0902 0,1603
28.200 0,0648 0,0913 0,1623
28.400 0,0656 0,0925 0,1643
28.600 0,0664 0,0936 0,1664
28.800 0,0672 0,0948 0,1684
29.000 0,0680 0,0959 0,1704
29.200 0,0689 0,0971 0,1725
29.400 0,0697 0,0982 0,1745
29.600 0,0705 0,0994 0,1767
29.800 0,0714 0,1006 0,1788
30.000 0,0722 0,1018 0,1809

P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m


90 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
20.000 0,0149 0,0212 0,0371
20.200 0,0152 0,0215 0,0377
20.400 0,0155 0,0219 0,0384
20.600 0,0157 0,0223 0,0391
20.800 0,0160 0,0227 0,0397
21.000 0,0163 0,0230 0,0404
21.200 0,0165 0,0234 0,0411
21.400 0,0168 0,0238 0,0417
21.600 0,0171 0,0242 0,0424
21.800 0,0174 0,0246 0,0431
22.000 0,0176 0,0250 0,0438
22.200 0,0179 0,0254 0,0445

514
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
90 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
22.400 0,0182 0,0258 0,0452
22.600 0,0185 0,0262 0,0459
22.800 0,0188 0,0266 0,0466
23.000 0,0191 0,0270 0,0474
23.200 0,0194 0,0274 0,0481
23.400 0,0197 0,0278 0,0488
23.600 0,0200 0,0283 0,0495
23.800 0,0202 0,0287 0,0503
24.000 0,0205 0,0291 0,0510
24.200 0,0208 0,0295 0,0518
24.400 0,0211 0,0300 0,0525
24.600 0,0215 0,0304 0,0533
24.800 0,0218 0,0308 0,0540
25.000 0,0221 0,0313 0,0548
25.200 0,0224 0,0317 0,0556
25.400 0,0227 0,0321 0,0564
25.600 0,0230 0,0326 0,0571
25.800 0,0233 0,0330 0,0579
26.000 0,0236 0,0335 0,0587
26.200 0,0240 0,0339 0,0595
26.400 0,0243 0,0344 0,0603
26.600 0,0246 0,0349 0,0611
26.800 0,0249 0,0353 0,0619
27.000 0,0253 0,0358 0,0627
27.200 0,0256 0,0362 0,0635
27.400 0,0259 0,0367 0,0643
27.600 0,0262 0,0372 0,0652
27.800 0,0266 0,0377 0,0660
28.000 0,0269 0,0381 0,0668
28.200 0,0272 0,0386 0,0677
28.400 0,0276 0,0391 0,0685
28.600 0,0279 0,0396 0,0694
28.800 0,0283 0,0401 0,0702
29.000 0,0286 0,0405 0,0711
29.200 0,0290 0,0410 0,0719
29.400 0,0293 0,0415 0,0728
29.600 0,0298 0,0420 0,0737
29.800 0,0300 0,0425 0,0745
30.000 0,0304 0,0430 0,0754
30.200 0,0307 0,0435 0,0763
30.400 0,0311 0,0440 0,0772
30.600 0,0314 0,0445 0,0781
30.800 0,0318 0,0451 0,0790
31.000 0,0322 0,0456 0,0799
31.200 0,0325 0,0461 0,0808
31.400 0,0329 0,0466 0,0817
31.600 0,0333 0,0471 0,0826
31.800 0,0336 0,0476 0,0835
32.000 0,0340 0,0482 0,0844
32.200 0,0344 0,0487 0,0854
32.400 0,0347 0,0492 0,0863
32.600 0,0351 0,0498 0,0872
32.800 0,0355 0,0503 0,0882
33.000 0,0359 0,0508 0,0891

515
P.E. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
90 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
33.200 0,0363 0,0514 0,0900
33.400 0,0366 0,0519 0,0910
33.600 0,0370 0,0525 0,0920
33.800 0,0374 0,0530 0,0929
34.000 0,0378 0,0536 0,0939
34.200 0,0382 0,0541 0,0948
34.400 0,0386 0,0547 0,0958
34.600 0,0390 0,0552 0,0968
34.800 0,0393 0,0558 0,0978
35.000 0,0398 0,0563 0,0988
35.200 0,0402 0,0569 0,0998
35.400 0,0406 0,0575 0,1007
35.600 0,0410 0,0581 0,1017
35.800 0,0414 0,0586 0,1027
36.000 0,0418 0,0592 0,1038
36.200 0,0422 0,0598 0,1048
36.400 0,0426 0,0604 0,1058
36.600 0,0430 0,0609 0,1068
36.800 0,0434 0,0615 0,1078
37.000 0,0438 0,0621 0,1089
37.200 0,0443 0,0627 0,1099
37.400 0,0447 0,0633 0,1109
37.600 0,0451 0,0639 0,1120
37.800 0,0455 0,0645 0,1130
38.000 0,0459 0,0651 0,1141
38.200 0,0464 0,0657 0,1151
38.400 0,0468 0,0663 0,1162
38.600 0,0472 0,0669 0,1172
38.800 0,0476 0,0675 0,1183
39.000 0,0481 0,0681 0,1194
39.200 0,0485 0,0687 0,1204
39.400 0,0489 0,0693 0,1215
39.600 0,0494 0,0699 0,1226
39.800 0,0498 0,0706 0,1237
40.000 0,0502 0,0712 0,1248

516
ANEJO 7

TUBERÍAS DE PVC

TABLA 1
Correspondencia diámetros comerciales
P.V.C. DN DI DI DI DI DI
(mm) (0,4 MPa) (0,6 MPa) (1,0 MPa) (1,6 MPa) (2,5 MPa)

50 — 46,4 45,2 42,6 38,8


63 59,4 59,2 57 53,6 49
75 71,4 70,6 67,8 63,8 58,2
90 86,4 84,6 81,4 76,6 70
110 105,6 103,6 99,4 93,6 85,4
125 120 117,6 113 106,4 97,2
140 134,4 131,8 126,6 119,2 108,8
160 153,6 150,6 144,6 136,2 124,4
180 172,8 169,4 162,8 153,2 140
200 192 188,2 180,8 170,2 155,4
225 216 211,8 203,4 191,6 175
250 240,2 235,4 226,2 212,8 194,4
280 269 263,6 253,2 238,4 —
315 302,6 296,6 285 268,2 —
355 341 334,2 321,2 302,4 —

517
TABLA 2
Tuberías de P.V.C. (UNE 53 - 112)

P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m


50 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
2.860 0,0062 0,0070
2.952 0,0064 0,0073
3.024 0,0067 0,0076
3.096 0,0070 0,0080
3.168 0,0073 0,0083
3.240 0,0076 0,0086
3.312 0,0079 0,0090
3.384 0,0082 0,0093
3.456 0,0086 0,0097
3.528 0,0089 0,0101
3.600 0,0092 0,0104
3.672 0,0095 0,0108
3.744 0,0099 0,0112
3.816 0,0102 0,0116
3.888 0,0106 0,0120
3.960 0,0109 0,0124
4.032 0,0113 0,0128
4.104 0,0117 0,0132
4.176 0,0120 0,0136
4.248 0,0124 0,0141
4.320 0,0128 0,0145
4.392 0,0132 0,0149
4.464 0,0136 0,0154
4.536 0,0140 0,0158
4.608 0,0144 0,0163
4.680 0,0148 0,0167
4.752 0,0152 0,0172
4.824 0,0156 0,0177
4.896 0,0160 0,0182
4.968 0,0164 0,0186
5.048 0,0169 0,0191
5.112 0,0173 0,0196
5.184 0,0178 0,0201
5.256 0,0182 0,0206
5.328 0,0187 0,0212
5.400 0,0191 0,0217
5.472 0,0196 0,0222
5.544 0,0200 0,0227
5.616 0,0205 0,0233
5.688 0,0210 0,0238
5.760 0,0215 0,0243
5.832 0,0219 0,0249
5.904 0,0224 0,0254
5.976 0,0229 0,0260
6.048 0,0234 0,0266
6.120 0,0239 0,0272
6.192 0,0244 0,0277
6.264 0,0250 0,0283
6.336 0,0255 0,0289
6.408 0,0260 0,0295

518
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
50 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
6.480 0,0265 0,0301
6.552 0,0271 0,0307
6.624 0,0276 0,0313
6.696 0,0281 0,0319
6.768 0,0287 0,0325
6.840 0,0292 0,0332
6.912 0,0298 0,0338
6.984 0,0304 0,0344
7.056 0,0309 0,0351
7.128 0,0315 0,0357
7.200 0,0321 0,0364
7.272 0,0327 0,0370
7.344 0,0332 0,0377
7.416 0,0338 0,0384
7.488 0,0344 0,0390
7.560 0,0350 0,0397
7.632 0,0356 0,0404
7.704 0,0362 0,0411
7.776 0.0368 0,0418
7.848 0,0375 0,0425
7.920 0,0381 0,0432
7.992 0,0387 0,0439
8.064 0,0393 0,0446
8.136 0,0400 0,0453
8.208 0,0406 0,0461
8.280 0,0413 0,0468
8.352 0,0419 0,0475
8.424 0,0426 0,0483
8.496 0,0432 0,0490
8.568 0,0439 0,0498
8.640 0,0445 0,0505
8.712 0,0452 0,0513
8.784 0,0459 0,0520
8.856 0,0466 0,0528
8.928 0,0473 0,0536
9.000 0,0479 0,0544
9.072 0,0486 0,0552
9.144 0,0493 0,0559
9.216 0,0500 0,0567
9.288 0,0507 0,0575
9.360 0,0514 0,0583
9.432 0,0522 0,0592

519
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
63 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
7.200 0,0098 0,0100 0,0120
7.272 0,0100 0,0101 0,0122
7.344 0,0102 0,0103 0,0124
7.416 0,0103 0,0105 0,0126
7.488 0,0105 0,0107 0,0128
7.560 0,0107 0,0109 0,0130
7.632 0,0109 0,0111 0,0133
7.704 0,0111 0,0113 0,0135
7.776 0,0113 0,0114 0,0137
7.848 0,0115 0,0116 0,0140
7.920 0,0116 0,0118 0,0142
7.992 0,0118 0,0120 0,0144
8.064 0,0120 0,0122 0,0147
8.136 0,0122 0,0124 0,0149
8.208 0,0124 0,0126 0,0151
8.280 0,0126 0,0128 0,0154
8.352 0,0128 0,0130 0,0156
8.424 0,0130 0,0132 0,0158
8.496 0,0132 0,0134 0,0161
8.568 0,0134 0,0136 0,0163
8.640 0,0136 0,0138 0,0166
8.712 0,0138 0,0140 0,0168
8.784 0,0140 0,0142 0,0171
8.856 0,0142 0,0145 0,0173
8.928 0,0144 0,0147 0,0176
9.000 0,0146 0,0149 0,0178
9.072 0,0149 0,0151 0,0181
9.144 0,0151 0,0153 0,0184
9.216 0,0153 0,0155 0,0186
9.288 0,0155 0,0158 0,0189
9.360 0,0157 0,0160 0,0192
9.432 0,0159 0,0162 0,0194
9.504 0,0162 0,0164 0,0197
9.576 0,0164 0,0166 0,0200
9.648 0,0166 0,0169 0,0202
9.720 0,0168 0,0171 0,0205
9.792 0,0170 0,0173 0,0208
9.864 0,0173 0,0176 0,0211
9.936 0,0175 0,0178 0,0213
10.008 0,0177 0,0180 0,0216
10.080 0,0180 0,0183 0,0219
10.152 0,0182 0,0185 0,0222
10.224 0,0184 0,0187 0,0225
10.296 0,0187 0,0190 0,0227
10.368 0,0189 0,0192 0,0230
10.440 0,0191 0,0194 0,0233
10.512 0,0194 0,0197 0,0236
10.584 0,0196 0,0199 0,0239
10.656 0,0198 0,0202 0,0242
10.728 0,0201 0,0204 0,0245
10.800 0,0203 0,0207 0,0248
10.872 0,0206 0,0209 0,0251
10.994 0,0208 0,0212 0,0254
11.016 0,0211 0,0214 0,0257

520
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
63 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
11.088 0,0213 0,0217 0,0260
11.160 0,0216 0,0219 0,0263
11.232 0,0218 0,0222 0,0266
11.304 0,0221 0,0224 0,0269
11.376 0,0223 0,0227 0,0272
11.448 0,0226 0,0230 0,0275
11.520 0,0228 0,0232 0,0278
11.592 0,0231 0,0235 0,0282
11.664 0,0234 0,0237 0,0285
11.736 0,0236 0,0240 0,0288
11.808 0,0239 0,0243 0,0291
11.880 0,0241 0,0245 0,0294
11.952 0,0244 0,0248 0,0298
12.024 0,0247 0,0251 0,0301
12.096 0,0249 0,0253 0,0304
12.168 0,0252 0,0256 0,0307
12.240 0,0255 0,0259 0,0311
12.312 0,0257 0,0262 0,0314
12.384 0,0260 0,0264 0,0317
12.456 0,0263 0,0267 0,0320
12.528 0,0266 0,0270 0,0324
12.600 0,0268 0,0273 0,0327
12.672 0,0271 0,0276 0,0331
12.744 0,0274 0,0278 0,0334
12.816 0,0277 0,0281 0,0337
12.888 0,0280 0,0284 0,0341
12.960 0,0282 0,0287 0,0344
13.032 0,0285 0,0290 0,0348
13.104 0,0288 0,0293 0,0351
13.176 0,0291 0,0296 0,0355
13.248 0,0294 0,0299 0,0358
13.320 0,0297 0,0301 0,0362
13.392 0,0300 0,0304 0,0365
13.464 0,0302 0,0307 0,0369
13.536 0,0305 0,0310 0,0372
13.608 0,0308 0,0313 0,0376
13.680 0,0311 0,0316 0,0379
13.752 0,0314 0,0319 0,0383
13.824 0,0317 0,0322 0,0387
13.896 0,0320 0,0325 0,0390
13.968 0,0323 0,0328 0,0394
14.040 0,0326 0,0331 0,0398
14.112 0,0329 0,0335 0,0401
14.184 0,0332 0,0338 0,0405
14.256 0,0335 0,0341 0,0409
14.328 0,0338 0,0344 0,0412
14.400 0,0341 0,0347 0,0416
14.472 0,0344 0,0350 0,0420
14.544 0,0348 0,0353 0,0424
14.616 0,0351 0,0356 0,0427
14.688 0,0354 0,0360 0,0431
14.760 0,0357 0,0363 0,0435
14.832 0,0360 0,0366 0,0439
14.904 0,0363 0,0369 0,0443

521
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
63 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
14.976 0,0366 0,0372 0,0447
15.048 0,0369 0,0376 0,0450
15.120 0,0373 0,0379 0,0454
15.192 0,0376 0,0382 0,0458
15.264 0,0379 0,0385 0,0462
15.336 0,0382 0,0389 0,0466
15.408 0,0386 0,0392 0,0470
15.480 0,0389 0,0395 0,0474
15.552 0,0392 0,0398 0,0478
15.624 0,0395 0,0402 0,0482
15.696 0,0399 0,0405 0,0486
15.768 0,0402 0,0408 0,0490
15.840 0,0405 0,0412 0,0494
15.912 0,0409 0,0415 0,0498
15.984 0,0412 0,0419 0,0502
16.056 0,0415 0,0422 0,0506
16.128 0,0419 0,0425 0,0510
16.200 0,0422 0,0429 0,0514
16.272 0,0425 0,0432 0,0519
16.344 0,0429 0,0436 0,0523
16.416 0,0432 0,0439 0,0527
16.488 0,0436 0,0443 0,0531
16.560 0,0439 0,0446 0,0535
16.632 0,0442 0,0450 0,0539
16.704 0,0446 0,0453 0,0544
16.776 0,0449 0,0457 0,0548
16.848 0,0453 0,0460 0,0552
16.920 0,0456 0,0464 0,0556
16.992 0,0460 0,0467 0,0561
17.064 0,0463 0,0471 0,0565
17.136 0,0467 0,0475 0,0569
17.208 0,0470 0,0478 0,0573
17.280 0,0474 0,0482 0,0578
17.352 0,0478 0,0485 0,0582
17.424 0,0481 0,0489 0,0586
17.496 0,0485 0,0493 0,0591
17.568 0,0488 0,0496 0,0595
17.640 0,0492 0,0500 0,0600
17.712 0,0496 0,0504 0,0604
17.784 0,0499 0,0507 0,0608
17.856 0,0503 0,0511 0,0613
17.928 0,0506 0,0515 0,0617
18.000 0,0510 0,0518 0,0622

522
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
75 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
10.008 0,0073 0,0077 0,0094
10.080 0,0074 0,0078 0,00095
10.152 0,0075 0,0079 0,0096
10.224 0,0076 0,0080 0,0098
10.296 0,0077 0,0081 0,0099
10.368 0,0078 0,0082 0,0100
10.440 0,0079 0,0084 0,0101
10.512 0,0080 0,0085 0,0103
10.584 0,0081 0,0086 0,0104
10.656 0,0082 0,0087 0,0105
10.728 0,0083 0,0088 0,0107
10.800 0,0084 0,0089 0,0108
10.872 0,0085 0,0090 0,0109
10.994 0,0086 0,0091 0,0110
11.016 0,0087 0,0092 0,0112
11.088 0,0088 0,0093 0,0113
11.160 0,0089 0,0094 0,0114
11.232 0,0090 0,0095 0,0116
11.304 0,0091 0,0096 0,0117
11.376 0,0092 0,0097 0,0118
11.448 0,0093 0,0099 0,0120
11.520 0,0094 0,0100 0,0121
11.592 0,0096 0,0101 0,0122
11.664 0,0097 0,0102 0,0124
11.736 0,0098 0,0103 0,0125
11.808 0,0099 0,0104 0,0127
11.880 0,0100 0,0105 0,0128
11.952 0,0101 0,0107 0,0129
12.024 0,0102 0,0108 0,0131
12.096 0,0103 0,0109 0,0132
12.168 0,0104 0,0110 0,0134
12.240 0,0105 0,0111 0,0135
12.312 0,0106 0,0112 0,0136
12.384 0,0108 0,0114 0,0138
12.456 0,0109 0,0115 0,0139
12.528 0,0110 0,0116 0,0141
12.600 0,0111 0,0117 0,0142
12.672 0,0112 0,0118 0,0144
12.744 0,0113 0,0120 0,0145
12.816 0,0114 0,0121 0,0147
12.888 0,0116 0,0122 0,0148
12.960 0,0117 0,0123 0,0150
13.032 0,0118 0,0125 0,0151
13.104 0,0119 0,0126 0,0153
13.176 0,0120 0,0127 0,0154
13.428 0,0121 0,0128 0,0156
13.320 0,0123 0,0130 0,0157
13.392 0,0124 0,0131 0,0159
13.464 0,0125 0,0132 0,0160
13.536 0,0126 0,0133 0,0162
13.608 0,0128 0,0135 0,0163
13.680 0,0129 0,0136 0,0165
13.752 0,0130 0,0137 0,0167
13.824 0,0131 0,0138 0,0168

523
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
75 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
13.896 0,0132 0,0140 0,0170
13.968 0,0134 0,0141 0,0171
14.040 0,0135 0,0142 0,0173
14.112 0,0136 0,0144 0,0175
14.184 0,0137 0,0145 0,0176
14.256 0,0139 0,0146 0,0178
14.328 0,0140 0,0148 0,0179
14.400 0,0141 0,0149 0,0181
14.472 0,0142 0,0150 0,0183
14.544 0,0144 0,0152 0,0184
14.616 0,0145 0,0153 0,0186
14.688 0,0146 0,0154 0,0188
14.760 0,0148 0,0156 0,0189
14.832 0,0149 0,0157 0,0191
14.904 0,0150 0,0159 0,0193
14.976 0,0151 0,0160 0,0194
15.048 0,0153 0,0161 0,0196
15.120 0,0154 0,0163 0,0198
15.192 0,0155 0,0164 0,0199
15.264 0,0157 0,0165 0,0201
15.336 0,0158 0,0167 0,0203
15.408 0,0159 0,0168 0,0204
15.480 0,0161 0,0170 0,0206
15.552 0,0162 0,0171 0,0208
15.624 0,0164 0,0173 0,0210
15.696 0,0165 0,0174 0,0211
15.768 0,0166 0,0175 0,0213
15.840 0,0168 0,0177 0,0215
15.912 0,0169 0,0178 0,0217
15.984 0,0170 0,0180 0,0218
16.056 0,0172 0,0181 0,0220
16.128 0,0173 0,0183 0,0222
16.200 0,0174 0,0184 0,0224
16.272 0,0176 0,0186 0,0225
16.344 0,0177 0,0187 0,0227
16.416 0,0179 0,0189 0,0229
16.488 0,0180 0,0190 0,0231
16.560 0,0181 0,0192 0,0233
16.632 0,0183 0,0193 0,0234
16.704 0,0184 0,0195 0,0236
16.776 0,0186 0,0196 0,0238
16.848 0,0187 0,0198 0,0240
16.920 0,0189 0,0199 0,0242
16.992 0,0190 0,0201 0,0244
17.064 0,0192 0,0202 0,0246
17.136 0,0193 0,0204 0,0247
17.208 0,0194 0,0205 0,0249
17.280 0,0196 0,0207 0,0251
17.352 0,0197 0,0208 0,0253
17.424 0,0199 0,0210 0,0255
17.496 0,0200 0,0211 0,0257
17.568 0,0202 0,0213 0,0259
17.640 0,0203 0,0215 0,0261
17.712 0,0205 0,0216 0,0263

524
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
75 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
17.784 0,0206 0,0218 0,0265
17.856 0,0208 0,0219 0,0266
17.928 0,0209 0,0221 0,0268
18.000 0,0211 0,0223 0,0270
18.072 0,0212 0,0224 0,0272
18.144 0,0214 0,0226 0,0274
18.216 0,0215 0,0227 0,0276
18.288 0,0217 0,0229 0,0278
18.360 0,0219 0,0231 0,0280
18.432 0,0220 0,0232 0,0282
18.504 0,0222 0,0234 0,0284
18.576 0,0223 0,0236 0,0286
18.648 0,0225 0,0237 0,0288
18.720 0,0226 0,0239 0,0290
18.792 0,0228 0,0241 0,0292
18.864 0,0229 0,0242 0,0294
18.936 0,0231 0,0244 0,0296
19.008 0,0232 0,0246 0,0298
19.080 0,0234 0,0247 0,0300
19.152 0,0236 0,0249 0,0302
19.224 0,0237 0,0251 0,0304
19.296 0,0239 0,0252 0,0306
19.368 0,0241 0,0254 0,0308
19.440 0,0242 0,0256 0,0310
19.512 0,0244 0,0257 0,0313
19.584 0,0245 0,0259 0,0315
19.656 0,0247 0,0261 0,0317
19.728 0,0249 0,0263 0,0319
19.800 0,0250 0,0264 0,0321
19.872 0,0252 0,0266 0,0323
19.944 0,0254 0,0268 0,0325
20.016 0,0255 0,0269 0,0327
20.088 0,0257 0,0271 0,0329
20.160 0,0259 0,0273 0,0332
20.232 0,0260 0,0275 0,0334
20.304 0,0262 0,0276 0,0236
20.376 0,0264 0,0278 0,0338
20.448 0,0265 0,0280 0,0340
20.520 0,0267 0,0282 0,0342
20.592 0,0269 0,0284 0,0344
20.664 0,0270 0,0285 0,0347
20.736 0,0272 0,0287 0,0349
20.808 0,0274 0,0289 0,0351
20.880 0,0275 0,0291 0,0353
20.952 0,0277 0,0293 0,0355
21.024 0,0279 0,0294 0,0358
21.096 o,o281 0,0296 0,0360
21.168 0,0282 0,0298 0,0362
21.240 0,0284 0,0300 0,0364
21.312 0,0286 0,0302 0,0366
21.384 0,0288 0,0304 0,0369
21.456 0,0289 0,0305 0,0371
21.528 0,0291 0,0307 0,0373
21.600 0,0293 0,0309 0,0375

525
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
75 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
21.672 0,0295 0,0311 0,0378
21.744 0,0296 0,0313 0,0380
21.816 0,0298 0,0315 0,0382
21.888 0,0300 0,0317 0,0384
21.960 0,0302 0,0318 0,0387
22.032 0,0303 0,0320 0,0389
22.104 0,0305 0,0322 0,0391
22.176 0,0307 0,0324 0,0394
22.248 0,0309 0,0326 0,0396
22.320 0,0311 0,0328 0,0398
22.392 0,0312 0,0330 0,0400
22.464 0,0314 0,0332 0,0403
22.536 0,0316 0,0334 0,0405
22.608 0,0318 0,0336 0,0407
22.680 0,0320 0,0337 0,0410
22.752 0,0322 0,0339 0,0412
22.824 0,0323 0,0341 0,0415
22.896 0,0325 0,0343 0,0417
22.968 0,0327 0,0345 0,0419
23.040 0,0329 0,0347 0,0422
23.112 0,0331 0,0349 0,0424
23.184 0,0333 0,0351 0,0426
23.256 0,0334 0,0353 0,0429
23.328 0,0336 0,0355 0,0431
23.400 0,0338 0,0357 0,0434
23.472 0,0340 0,0359 0,0436
23.544 0,0342 0,0361 0,0438
23.616 0,0344 0,0363 0,0441
23.688 0,0346 0,0365 0,0443
23.760 0,0348 0,0367 0,0446
23.832 0,0350 0,0369 0,0448
23.904 0,0351 0,0371 0,0450
23.976 0,0353 0,0373 0,0453
24.048 o,0355 0,0375 0,0455
24.120 0,0357 0,0377 0,0458
24.192 0,0359 0,0379 0,0460
24.264 0,0361 0,0381 0,0463
24.336 0,0363 0,0383 0,0465
24.408 0,0365 0,0385 0,0468
24.480 0,0367 0,0387 0,0470
24.552 0,0369 0,0389 0,0473
24.624 0,0371 0,0391 0,0475
24.696 0,0373 0,0393 0,0478
24.768 0,0375 0,0395 0,0480
24.840 0,0377 0,0398 0,0483
24.912 0,0379 0,0400 0,0485
24.984 0,0381 0,0402 0,0488
25.056 0,0382 0,0404 0,0490
25.128 0,0384 0,0406 0,0493
25.200 0,0386 0,0408 0,0495
25.272 0,0388 0,0410 0,0498
25.344 0,0390 0,0412 0,0501
25.416 0,0392 0,0414 0,0503
25.488 0,0394 0,0416 0,0506

526
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
75 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
25.560 0,0396 0,0418 0,0508
25.632 0,0398 0,0421 0,0511
25.704 0,0400 0,0423 0,0513
25.776 0,0403 0,0425 0,0516
25.848 0,0405 0,0427 0,0519
25.920 0,0407 0,0429 0,0521
25.992 0,0409 0,0431 0,0524
26.064 0,0411 0,0433 0,0526
26.136 0,0413 0,0436 0,0529
26.208 0,0415 0,0438 0,0532
26.280 0,0417 0,0440 0,0534
26.352 0,0419 0,0442 0,0537
26.424 0,0421 0,0444 0,0540
26.496 0,0423 0,0446 0,0542
26.568 0,0425 0,0449 0,0545
26.640 0,0427 0,0451 0,0548
26.712 0,0429 0,0453 0,0550
26.784 0,0431 0,0455 0,0553
26.856 0,0433 0,0457 0,0556
26.928 0,0435 0,0460 0,0558
27.000 0,0438 0,0462 0,0561
27.072 0,0440 0,0464 0,0564
27.144 0,0442 0,0466 0,0566
27.216 0,0444 0,0469 0,0569
27.288 0,0446 0,0471 0,0572
27.360 0,0448 0,0473 0,0574
27.432 0,0450 0,0475 0,0577
27.504 0,0452 0,0478 0,0580
27.576 0,0455 0,0480 0,0583
27.648 0,0457 0,0482 0,0585
27.720 0,0459 0,0484 0,0588
27.792 0,0461 0,0487 0,0591
27.864 0,0463 0,0489 0,0594
27.936 0,0465 0,0491 0,0596
28.008 0,0467 0,0493 0,0599
28.080 0,0470 0,0496 0,0602
28.152 0,0472 0,0498 0,0605
28.224 0,0474 0,0500 0,0608
28.296 0,0476 0,0503 0,0610
28.368 0,0478 0,0505 0,0613
28.440 0,0480 0,0507 0,0616
28.512 0,0483 0,0510 0,0619
28.584 0,0485 0,0512 0,0622
28.656 0,0487 0,0514 0,0624
28.728 0,0489 0,0516 0,0627
28.800 0,0491 0,0519 0,0630
28.872 0,0494 0,0521 0,0633
28.944 0,0496 0,0523 0,0636
29.016 0,0498 0,0526 0,0639
29.088 0,0500 0,0528 0,0641
29.160 0,0503 0,0531 0,0644

527
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
90 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
20.016 0,0102 0,0113 0,0133
20.088 0,0103 0,0114 0,0134
20.160 0,0104 0,0115 0,0135
20.232 0,0104 0,0115 0,0136
20.304 0,0105 0,0116 0,0136
20.376 0,0106 0,0117 0,0137
20.448 0,0106 0,0118 0,0138
20.520 0,0107 0,0118 0,0139
20.592 0,0108 0,0119 0,0140
20.664 0,0108 0,0120 0,0141
20.736 0,0109 0,0121 0,0142
20.808 0,0110 0,0121 0,0143
20.880 0,0110 0,0122 0,0143
20.952 0,0111 0,0123 0,0144
21.024 0,0112 0,0124 0,0145
21.096 0,0112 0,0124 0,0146
21.168 0,0113 0,0125 0,0146
21.240 0,0114 0,0126 0,0148
21.312 0,0114 0,0127 0,0149
21.384 0,0115 0,0127 0,0150
21.456 0,0116 0,0128 0,0151
21.528 0,0117 0,0129 0,0152
21.600 0,0117 0,0130 0,0152
21.672 0,0118 0,0131 0,0153
21.744 0,0119 0,0131 0,0154
21.816 0,0119 0,0132 0,0155
21.888 0,0120 0,0133 0,0156
21.960 0,0121 0,0134 0,0157
22.032 0,0122 0,0134 0,0158
22.104 0,0122 0,0135 0,0159
22.176 0,0123 0,0136 0,0160
22.248 0,0124 0,0137 0,0161
22.320 0,0124 0,0138 0,0162
22.392 0,0125 0,0138 0,0163
22.464 0,0126 0,0139 0,0164
22.536 0,0127 0,0140 0,0165
22.608 0,0127 0,0141 0,0166
22.680 0,0128 0,0142 0,0166
22.752 0,0129 0,0142 0,0167
22.824 0,0130 0,0143 0,0168
22.896 0,0130 0,0144 0,0169
22.968 0,0131 0,0145 0,0170
23.040 0,0132 0,0146 0,0175
23.112 0,0132 0,0147 0,0176
23.184 0,0133 0,0147 0,0177
23.256 0,0134 0,0148 0,0178
23.328 0,0135 0,0149 0,0179
23.400 0,0135 0,0150 0,0180
23.472 0,0136 0,0151 0,0181
23.544 0,0137 0,0152 0,0182
23.616 0,0138 0,0152 0,0183
23.688 0,0138 0,0153 0,0184
23.760 0,0139 0,0154 0,0185
23.832 0,0140 0,0155 0,0186

528
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
90 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
23.904 0,0141 0,0156 0,0187
23.976 0,0142 0,0157 0,0188
24.048 0,0142 0,0157 0,0189
24.120 0,0143 0,0158 0,0190
24.192 0,0144 0,0159 0,0191
24.264 0,0145 0,0160 0,0192
24.336 0,0145 0,0161 0,0194
24.408 0,0146 0,0162 0,0195
24.480 0,0147 0,0163 0,0196
24.552 0,0148 0,0163 0,0197
24.624 0,0148 0,0164 0,0198
24.696 0,0149 0,0165 0,0199
24.768 0,0150 0,0166 0,0200
24.840 0,0151 0,0167 0,0201
24.912 0,0152 0,0168 0,0202
24.984 0,0152 0,0169 0,0203
25.056 0,0153 0,0169 0,0204
25.128 0,0154 0,0170 0,0205
25.200 0,0155 0,0171 0,0206
25.272 0,0156 0,0172 0,0207
25.344 0,0156 0,0173 0,0208
25.416 0,0157 0,0174 0,0209
25.488 0,0158 0,0175 0,0210
25.560 0,0159 0,0176 0,0211
25.632 0,0160 0,0177 0,0212
25.704 0,0160 0,0177 0,0214
25.776 0,0161 0,0178 0,0215
25.848 0,0162 0,0179 0,0216
25.920 0,0163 0,0180 0,0217
25.992 0,0164 0,0181 0,0218
26.064 0,0164 0,0182 0,0219
26.136 0,0165 0,0183 0,0220
26.208 0,0166 0,0184 0,0221
26.280 0,0167 0,0185 0,0222
26.352 0,0168 0,0186 0,0223
26.424 0,0169 0,0186 0,0224
26.496 0,0169 0,0187 0,0226
26.568 0,0170 0,0188 0,0227
26.640 0,0171 0,0189 0,0228
26.712 0,0172 0,0190 0,0229
26.784 0,0173 0,0191 0,0230
26.856 0,0174 0,0192 0,0231
26.928 0,0174 0,0193 0,0232
27.000 0,0175 0,0194 0,0233
27.072 0,0176 0,0195 0,0234
27.144 0,0177 0,0196 0,0235
27.216 0,0178 0,0197 0,0237
27.288 0,0179 0,0198 0,0238
27.360 0,0179 0,0198 0,0239
27.432 0,0180 0,0199 0,0240
27.504 0,0181 0,0200 0,0241
27.576 0,0182 0,0201 0,0242
27.648 0,0183 0,0202 0,0243
27.720 0,0184 0,0203 0,0245

529
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
90 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
27.792 0,0185 0,0204 0,0246
27.864 0,0185 0,0205 0,0247
27.936 0,0186 0,0206 0,0248
28.008 0,0187 0,0207 0,0249
28.080 0,0188 0,0208 0,0250
28.152 0,0189 0,0209 0,0251
28.224 0,0190 0,0210 0,0253
28.296 0,0191 0,0211 0,0254
28.368 0,0191 0,0212 0,0255
28.440 0,0192 0,0213 0,0256
28.512 0,0193 0,0214 0,0257
28.584 0,0194 0,0215 0,0258
28.656 0,0195 0,0216 0,0260
28.728 0,0196 0,0217 0,0261
28.800 0,0197 0,0218 0,0262
28.872 0,0198 0,0219 0,0263
28.944 0,0199 0,0220 0,0264
29.016 0,0199 0,0221 0,0265
29.088 0,0200 0,0222 0,0267
29.160 0,0201 0,0223 0,0268
29.232 0,0202 0,0224 0,0269
29.304 0,0203 0,0225 0,0270
29.376 0,0204 0,0226 0,0271
29.448 0,0205 0,0227 0,0273
29.520 0,0206 0,0228 0,0274
29.592 0,0207 0,0229 0,0275
29.664 0,0207 0,0230 0,0276
29.736 0,0208 0,0231 0,0277
29.808 0,0209 0,0232 0,0279
29.880 0,0210 0,0233 0,0280
29.952 0,0211 0,0234 0,0281
30.024 0,0212 0,0235 0,0282
30.096 0,0213 0,0236 0,0284
30.168 0,0214 0,0237 0,0285
30.240 0,0215 0,0238 0,0286
30.312 0,0216 0,0239 0,0287
30.384 0,0217 0,0240 0,0288
30.456 0,0218 0,0241 0,0290
30.528 0,0218 0,0142 0,0291
30.600 0,0219 0,0243 0,0292
30.672 0,0220 0,0244 0,0293
30.744 0,0221 0,0245 0,0295
30.816 0,0222 0,0246 0,0296
30.888 0,0223 0,0247 0,0297
30.960 0,0224 0,0248 0,0298
31.032 0,0225 0,0249 0,0300
31.104 0,0226 0,0250 0,0301
31.176 0,0227 0,0251 0,0302
31.248 0,0228 0,0252 0,0303
31.320 0,0229 0,0253 0,0305
31.392 0,0230 0,0254 0,0306
31.464 0,0231 0,0255 0,0307
31.536 0,0232 0,0256 0,0308
31.608 0,0233 0,0257 0,0310

530
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
90 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
31.680 0,0234 0,0258 0,0311
31.752 0,0235 0,0259 0,0312
31.824 0,0235 0,0261 0,0314
31.896 0,0236 0,0262 0,0315
31.968 0,0237 0,0263 0,0316
32.040 0,0238 0,0264 0,0317
32.112 0,0239 0,0265 0,0319
32.184 0,0240 0,0266 0,0320
32.256 0,0241 0,0267 0,0321
32.328 0,0242 0,0268 0,0323
32.400 0,0243 0,0269 0,0324
32.472 0,0244 0,0270 0,0325
32.544 0,0245 0,0271 0,0326
32.616 0,0246 0,0272 0,0328
32.688 0,0247 0,0273 0,0329
32.760 0,0248 0,0274 0,0330
32.832 0,0249 0,0276 0,0332
32.904 0,0250 0,0277 0,0333
32.976 0,0251 0,0278 0,0334
33.048 0,0252 0,0279 0,0336
33.120 0,0253 0,0280 0,0337
33.192 0,0254 0,0281 0,0338
33.264 0,0255 0,0282 0,0340
33.336 0,0256 0,0283 0,0341
33.408 0,0257 0,0284 0,0342
33.480 0,0258 0,0285 0,0344
33.552 0,0259 0,0287 0,0345
33.624 0,0260 0,0288 0,0346
33.696 0,0261 0,0289 0,0348
33.768 0,0262 0,0290 0,0349
33.840 0,0263 0,0291 0,0350
33.912 0,0264 0,0292 0,0352
33.984 0,0265 0,0293 0,0353
34.056 0,0266 0,0294 0,0354
34.128 0,0267 0,0295 0,0355
34.200 0,0268 0,0297 0,0357
34.272 0,0269 0,0298 0,0358
34.344 0,0270 0,0299 0,0360
34.416 0,0271 0,0300 0,0361
34.488 0,0272 0,0301 0,0362
34.560 0,0273 0,0302 0,0364
34.632 0,0274 0,0303 0,0365
34.704 0,0275 0,0305 0,0366
34.776 0,0276 0,0306 0,0368
34.848 0,0277 0,0307 0,0369
34.920 0,0278 0,0308 0,0371
34.992 0,0279 0,0309 0,0372
35.064 0,0280 0,0310 0,0373
35.136 0,0281 0,0311 0,0375
35.208 0,0282 0,0313 0,0376
35.280 0,0284 0,0314 0,0377
35.352 0,0285 0,0315 0,0379
35.424 0,0286 0,0316 0,0380
35.496 0,0287 0,0317 0,0382

531
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
90 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
35.568 0,0288 0,0318 0,0383
35.640 0,0289 0,0319 0,0384
35.712 0,0290 0,0321 0,0386
35.784 0,0291 0,0322 0,0387
35.856 0,0292 0,0323 0,0389
35.928 0,0293 0,0324 0,0390
36.000 0,0294 0,0325 0,0391
36.072 0,0295 0,0326 0,0393
36.144 0.0296 0,0328 0,0394
36.216 0,0297 0,0329 0,0396
36.288 0,0298 0,0330 0,0397
36.360 0,0299 0,0331 0,0399
36.432 0,0300 0,0332 0,0400
36.504 0,0301 0,0334 0,0401
36.576 0,0303 0,0335 0,0403
36.648 0,0304 0,0336 0,0404
36.720 0,0305 0,0337 0,0406
36.792 0,0306 0,0338 0,0407
36.864 0,0307 0,0339 0,0409
36.936 0,0308 0,0341 0,0410
37.008 0,0309 0,0342 0,0411
37.080 0,0310 0,0343 0,0413
37.152 0,0311 0,0344 0,0414
37.224 0,0312 0,0345 0,0416
37.296 0,0313 0,0347 0,0417
37.368 0,0314 0,0348 0,0419
37.440 0,0316 0,0349 0,0420
37.512 0,0317 0,0350 0,0422
37.584 0,0318 0,0352 0,0423
37.656 0,0319 0,0353 0,0424
37.728 0,0320 0,0354 0,0426
37.800 0,0321 0,0355 0,0427
37.872 0,0322 0,0356 0,0429
37.944 0,0323 0,0358 0,0430
38.016 0,0324 0,0359 0,0432
38.088 0,0325 0,0360 0,0433
38.160 0,0327 0,0361 0,0435
38.232 0,0328 0,0363 0,0436
38.304 0,0329 0,0364 0,0438
38.376 0,0330 0,0365 0,0439
38.448 0,0331 0,0366 0,0440
38.520 0,0332 0,0367 0,0442
38.592 0,0333 0,0369 0,0444
38.664 0,0334 0,0370 0,0445
38.736 0,0335 0,0371 0,0447
38.808 0,0337 0,0372 0,0448
38.880 0,0338 0,0374 0,0450
38.952 0,0339 0,0375 0,0451
39.024 0,0340 0,0376 0,0453
39.096 0,0341 0,0377 0,0454
39.168 0,0342 0,0379 0,0456
39.240 0,0343 0,0380 0,0457
39.312 0,0345 0,0381 0,0459
39.384 0,0346 0,0382 0,0460

532
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
90 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
39.456 0,0347 0,0384 0,0462
39.528 0,0348 0,0385 0,0463
39.600 0,0349 0,0386 0,0465
39.672 0,0350 0,0387 0,0466
39.744 0,0351 0,0389 0,0468
39.816 0,0352 0,0390 0,0469
39.888 0,0354 0,0391 0,0471
39.960 0,0355 0,0393 0,0472
40.032 0,0356 0,0394 0,0474
40.104 0,0357 0,0395 0,0475
40.176 0,0358 0,0396 0,0477
40.248 0,0359 0,0398 0,0479
40.320 0,0361 0,0399 0,0480
40.392 0,0362 0,0400 0,0482
40.464 0,0363 0,0401 0,0483
40.536 0,0364 0,0403 0,0485
40.608 0,0365 0,0404 0,0486
40.680 0,0366 0,0405 0,0488
40.752 0,0368 0,0407 0,0489
40.824 0,0369 0,0408 0,0491
40.896 0,0370 0,0409 0,0492
40.968 0,0371 0,411 0,0494
41.040 0,0372 0,0412 0,0496
41.112 0,0373 0,0413 0,0497
41.184 0,0375 0,0414 0,0499
41.256 0,0376 0,0416 0,0500
41.328 0,0377 0,0417 0,0502
41.400 0,0378 0,0418 0,0503
41.472 0,0379 0,0420 0,0505
41.544 0,0381 0,0421 0,0507
41.616 0,0382 0,0422 0,0508
41.688 0,0383 0,0424 0,0510
41.760 0,0384 0,0425 0,0511
41.832 0,0385 0,0426 0,0513
41.904 0,0386 0,0428 0,0515
41.976 0,0388 0,0429 0,0516
42.048 0,0389 0,0430 0,0518
42.120 0,0390 0,0432 0,0519
42.192 0,0391 0,0433 0,0521
42.264 0,0392 0,0434 0,0523
42.336 0,0394 0,0436 0,0524
42.408 0,0395 0,0437 0,0526
42.480 0,0396 0,0438 0,0527
42.552 0,0397 0,0440 0,0529
42.624 0,0399 0,041 0,0531
42.696 0,0400 0,0442 0,0532
42.768 0,0401 0,0444 0,0534
42.840 0,0402 0,0445 0,0535
42.912 0,0403 0,0446 0,0537
42.984 0,0405 0,0448 0,0539
43.056 0,0406 0,0449 0,0540
43.128 0,0407 0,0450 0,0542
43.200 0,0408 0,0452 0,0544
43.272 0,0409 0,0453 0,0545

533
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
90 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
43.344 0,0411 0,0454 0,0547
43.416 0,0412 0,0456 0,0548
43.488 0,0413 0,0457 0,0550
43.560 0,0414 0,0458 0,0552
43.632 0,0416 0,0560 0,0553
43.704 0,0417 0,0461 0,0555
43.776 0,0418 0,0463 0,0557
43.848 0,0419 0,0464 0,0558
43.920 0,0421 0,0465 0,0560
43.992 0,0422 0,0467 0,0562
44.064 0,0423 0,0468 0,0563
44.136 0,0424 0,0469 0,0565
44.208 0,0426 0,0471 0,0567
44.280 0,0427 0,0472 0,0568
44.352 0,0428 0,0474 0,0570
44.424 0,0429 0,0475 0,0572
44.496 0,0431 0,0476 0,0573
44.568 0,0432 0,0478 0,0575
44.640 0,0433 0,0479 0,0577
44.712 0,0434 0,0481 0,0578
44.784 0,0436 0,0482 0,0580
44.856 0,0437 0,0483 0,0582
44.928 0,0438 0,0485 0,0583
45.000 0,0439 0,0486 0,0585
45.072 0,0441 0,0488 0,0587
45.144 0,0442 0,0489 0,0588
45.216 0,0443 0,0490 0,0590
45.288 0,0444 0,0492 0,0592
45.360 0,0446 0,0493 0,0593
45.432 0,0447 0,0495 0,0595
45.504 0,0448 0,0496 0,0597
45.576 0,0450 0,0497 0,0599
45.648 0,0451 0,0499 0,0600
45.720 0,0452 0,0500 0,0602
45.792 0,0453 0,0502 0,0604
45.864 0,0455 0,0503 0,0605
45.936 0,0456 0,0504 0,0607
46.008 0,0457 0,0506 0,0609
46.080 0,0459 0,0507 0,0611
46.152 0,0460 0,0509 0,0612
46.224 0,0461 0,0510 0,0614
46.296 0,0462 0,0512 0,0616
46.368 0,0464 0,0513 0,0617
46.440 0,0465 0,0515 0,0619
46.512 0,0466 0,0516 0,0621
46.584 0,0468 0,0517 0,0623
46.656 0,0469 0,0519 0,0624
46.728 0,0470 0,0520 0,0626
46.800 0,0472 0,0522 0,0628
46.872 0,0473 0,0523 0,0630
46.944 0,0474 0,0525 0,0631
47.016 0,0475 0,0526 0,0633
47.088 0,0477 0,0527 0,0635
47.160 0,0778 0,0529 0,0637

534
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
90 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
47.232 0,0479 0,0530 0,0638
47.304 0,0480 0,0532 0,0640
47.376 0,0482 0,0533 0,0642
47.448 0,0483 0,0535 0,0644
47.520 0,0485 0,0536 0,0645
47.592 0,0486 0,0538 0,0647
47.664 0,0487 0,0539 0,0649
47.736 0,0489 0,0541 0,0651
47.808 0,0490 0,0542 0,0652
47.880 0,0491 0,0544 0,0654
47.952 0,0493 0,0545 0,0656
48.024 0,0494 0,0547 0,0658
48.096 0,0495 0,0548 0,0659
48.168 0,0497 0,0549 0,0661
48.240 0,0498 0,0551 0,0663
48.312 0,0499 0,0552 0,0665
48.384 0,0501 0,0554 0,0667
48.456 0,0502 0,0555 0,0668
48.528 0,0503 0,0557 0,0670
48.600 0,0505 0,0558 0,0672
48.800 0,0508 0,0562 0,0676
49.000 0,0512 0,0567 0,0682
49.200 0,0516 0,0571 0,0687
49.400 0,0520 0,0575 0,0692
49.600 0,0524 0,0579 0,0697
49.800 0,0527 0,0583 0,0702
50.000 0,0531 0,0588 0,0707

DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m


110 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa

40.032 0,0136 0,0150 0,0182


40.104 0,0136 0,0150 0,0182
40.176 0,0137 0,0150 0,0183
40.248 0,0137 0,0150 0,0183
40.320 0,0138 0,0151 0,0184
40.392 0,0138 0,0151 0,0185
40.464 0,0139 0,0152 0,0185
40.536 0,0139 0,0152 0,0186
40.608 0,0139 0,0153 0,0186
40.680 0,0140 0,0153 0,0187
40.752 0,0140 0,0154 0,0188
40.824 0,0141 0,0154 0,0188
40.896 0,0141 0,0155 0,0189
40.968 0,0142 0,0155 0,0189
41.040 0,0142 0,0156 0,0190
41.112 0,0143 0,0156 0,0191
41.184 0,0143 0,0157 0,0191
41.256 0,0143 0,0157 0,0192
41.328 0,0144 0,0158 0,0192
41.400 0,0144 0,0158 0,0193

535
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
110 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
41.472 0,0145 0,0159 0,0194
41.544 0,0145 0,0159 0,0194
41.616 0,0146 0,0160 0,0195
41.688 0,0146 0,0160 0,0195
41.760 0,0147 0,0161 0,0196
41.832 0,0147 0,0161 0,0197
41.904 0,0148 0,0162 0,0197
41.976 0,0148 0,0162 0,0198
42.048 0,0148 0,0163 0,0198
42.120 0,0149 0,0163 0,0199
42.192 0,0149 0,0164 0,0200
42.264 0,0150 0,0164 0,0200
42.336 0,0150 0,0165 0,0201
42.408 0,0151 0,0165 0,0202
42.480 0,0151 0,0166 0,0202
42.552 0,0152 0,0166 0,0203
42.624 0,0152 0,0167 0,0203
42.696 0,0153 0,0167 0,0204
42.768 0,0153 0,0168 0,0205
42.840 0,0154 0,0168 0,0205
42.912 0,0154 0,0169 0,0206
42.984 0,0154 0,0169 0,0207
43.056 0,0155 0,0170 0,0207
43.128 0,0155 0,0170 0,0208
43.200 0,0156 0,0170 0,0208
43.272 0,0156 0,0171 0,0209
43.344 0,0157 0,0172 0,0210
43.416 0,0157 0,0172 0,0210
43.488 0,0158 0,0173 0,0211
43.560 0,0158 0,0173 0,0212
43.632 0,0159 0,0174 0,0212
43.704 0,0159 0,0174 0,0213
43.776 0,0160 0,0175 0,0213
43.848 0,0160 0,0175 0,0214
43.920 0,0161 0,0176 0,0215
43.992 0,0161 0,0177 0,0215
44.064 0,0162 0,0177 0,0216
44.136 0,0162 0,0178 0,0217
44.208 0,0162 0,0178 0,0217
44.280 0,0163 0,0179 0,0218
44.352 0,0163 0,0179 0,0218
44.424 0,0164 0,0180 0,0219
44.496 0,0164 0,0180 0,0220
44.568 0,0165 0,0181 0,0220
44.640 0,0165 0,0181 0,0221
44.712 0,0166 0,0182 0,0222
44.784 0,0166 0,0182 0,0222
44.856 0,o0167 0,0183 0,0223
44.928 0,0167 0,0183 0,0224
45.000 0,0168 0,0184 0,0224
45.072 0,0168 0,0184 0,0225
45.144 0,0169 0,0185 0,0225
45.216 0,0169 0,0185 0,0226
45.288 0,0170 0,0186 0,0227

536
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
110 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
45.360 0,0170 0,0186 0,0227
45.432 0,0171 0,0187 0,0228
45.504 0,0171 0,0187 0,0229
45.576 0,0172 0,0188 0,0229
45.648 0,0172 0,0189 0,0230
45.720 0,0173 0,0189 0,0231
45.792 0,0173 0,0190 0,0231
45.864 0,0173 0,0190 0,0232
45.936 0,0174 0,0191 0,0233
46.008 0,0174 0,0191 0,0233
46.080 0,0175 0,0192 0,0234
46.152 0,0175 0,0192 0,0235
46.224 0,0176 0,0193 0,0235
46.296 0,0176 0,0193 0,0236
46.368 0,0177 0,0194 0,0237
46.440 0,0177 0,0194 0,0237
46.512 0,0178 0,0195 0,0238
46.584 0,0178 0,0196 0,0239
46.656 0,0179 0,0196 0,0239
46.728 0,0179 0,0197 0,0240
46.800 0,0180 0,0197 0,0241
46.872 0,0180 0,0198 0,0241
46.944 0,0181 0,0198 0,0242
47.016 0,0181 0,0199 0,0243
47.088 0,0182 0,0199 0,0243
47.160 0,0182 0,0200 0,0244
47.232 0,0183 0,0201 0,0245
47.304 0,0183 0,0201 0,0245
47.376 0,0184 0,0202 0,0246
47.448 0,0184 0,0202 0,0247
47.520 0,0185 0,0203 0,0247
47.592 0,0185 0,0203 0,0248
47.664 0,0186 0,0204 0,0249
47.736 0,0186 0,0204 0,0249
47.808 0,0187 0,0205 0,0250
47.880 0,0187 0,0205 0,0251
47.952 0,0188 0,0206 0,0251
48.024 0,0188 0,0207 0,0252
48.096 0,0189 0,0207 0,0253
48.168 0,0189 0,0208 0,0253
48.240 0,0190 0,0208 0,0254
48.312 0,0191 0,0209 0,0255
48.384 0,0191 0,0209 0,0255
48.456 0,0192 0,0210 0,0256
48.528 0,0192 0,0211 0,0257
48.600 0,0193 0,0211 0,0257
48.672 0,0193 0,0212 0,0258
48.744 0,0194 0,0212 0,0259
48.816 0,0194 0,0213 0,0260
48.888 0,0195 0,0213 0,0260
48.960 0,0195 0,0214 0,0261
49.032 0,0196 0,0214 0,0262
49.104 0,0196 0,0215 0,0262
49.176 0,0197 0,0216 0,0263

537
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
110 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
49.248 0,0197 0,0216 0,0264
49.320 0,0198 0,0217 0,0264
49.392 0,0198 0,0217 0,0265
49.464 0,0199 0,0218 0,0266
49.536 0,0199 0,0218 0,0266
49.608 0,0200 0,0219 0,0267
49.680 0,0200 0,0220 0,0268
49.752 0,0201 0,0220 0,0269
49.824 0,0201 0,0221 0,0269
49.896 0,0202 0,0221 0,0270
49.968 0,0202 0,0222 0,0270
50.040 0,0203 0,0222 0, 0271
50.112 0,0203 0,0223 0,0272
50.184 0,0204 0,0224 0,0273
50.256 0,0205 0,0224 0,0274
50.328 0,0205 0,0225 0,0274
50.400 0,0206 0,0225 0,0275
50.472 0,0206 0,0226 0,0276
50.544 0,0207 0,0227 0,0276
50.616 0,0207 0,0227 0,0277
50.688 0,0208 0,0228 0,0278
50.760 0,0208 0,0228 0,0278
50.832 0,0209 0,0229 0,0279
50.904 0,0209 0,0229 0,0280
50.976 0,0210 0,0230 0,0281
51.048 0,0210 0,0231 0,0281
51.120 0,0211 0,0231 0,0282
51.192 0,0211 0,0232 0,0283
51.264 0,0212 0,0232 0,0283
51.336 0,0213 0,0233 0,0284
51.408 0,0213 0,0234 0,0285
51.480 0,0214 0,0234 0,0286
51.552 0,0214 0,0235 0,0286
51.624 0,0215 0,0235 0,0287
51.696 0,0215 0,0236 0,0288
51.768 0,0216 0,0237 0,0289
51.840 0,0216 0,0237 0,0289
51.912 0,0217 0,0238 0,0290
51.984 0,0217 0,0238 0,0191
52.056 0,0218 0,0239 0,0291
52.128 0,0218 0,0239 0,0292
52.200 0,0219 0,0240 0,0293
52.272 0,0220 0,0241 0,0294
52.344 0,0220 0,0241 0,0294
52.416 0,0221 0,0242 0,0295
52.488 0,0221 0,0242 0,0296
52.560 0,0222 0,0243 0,0296
52.632 0,0222 0,0244 0,0297
52.704 0,0223 0,0244 0,0298
52.776 0,0223 0,0245 0,0299
52.848 0,0224 0,0245 0,0299
52.920 0,0224 0,0246 0,0300
52.292 0,0225 0,0247 0,0301
53.064 0,0226 0,0247 0,0302

538
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
110 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
53.136 0,0226 0,0248 0,0302
53.208 0,0227 0,0248 0,0303
53.280 0,0227 0,0249 0,0304
53.352 0,0228 0,0250 0,0305
53.424 0,0228 0,0250 0,0305
53.496 0,0229 0,0251 0,0306
53.568 0,0229 0,0252 0,0307
53.640 0,0230 0,0252 0,0308
53.712 0,0231 0,0253 0,0308
53.784 0,0231 0,0253 0,0309
53.856 0,0232 0,0254 0,0310
53.928 0,0232 0,0255 0,0311
54.000 0,0233 0,0255 0,0311
54.072 0,0233 0,0256 0,0312
54.144 0,0234 0,0256 0,0313
54.216 0,0234 0,0257 0,0314
54.288 0,0235 0,0258 0,0314
54.360 0,0236 0,0258 0,0315
54.432 0,0236 0,0259 0,0316
54.504 0,0237 0,0259 0,0317
54.576 0,0237 0,0260 0,0317
54.648 0,0238 0,0261 0,0318
54.720 0,0238 0,0261 0,0319
54.792 0,0239 0,0262 0,0320
54.864 0,0240 0,0263 0,0320
54.936 0,0240 0,0263 0,0321
55.008 0,0241 0,0264 0,0322
55.080 0,0241 0,0264 0,0323
55.152 0,0242 0,0265 0,0323
55.224 0,0242 0,0266 0,0324
55.296 0,0243 0,0266 0,0325
55.368 0,0244 0,0267 0,0326
55.440 0,0244 0,0268 0,0326
55.512 0,0245 0,0268 0,0327
55.584 0,0245 0,0269 0,0328
55.656 0,0246 0,0269 0,0329
55.728 0,0246 0,0270 0,0329
55.800 0,0247 0,0271 0,0330
55.872 0,0248 0,0271 0,0331
55.944 0,0248 0,0272 0,0332
56.016 0,0249 0,0273 0,0333
56.088 0,0249 0,0273 0,0333
56.160 0,0250 0,0274 0,0334
56.232 0,0250 0,0274 0,0335
56.304 0,0251 0,0275 0,0336
56.376 0,0252 0,0276 0,0337
56.448 0,0252 0,0276 0,0337
56.520 0,0253 0,0277 0,0338
56.592 0,0253 0,0278 0,0339
56.664 0,0254 0,0278 0,0339
56.736 0,0254 0,0279 0,0340
56.808 0,0255 0,0280 0,0341
56.880 0,0256 0,0280 0,0342
56.952 0,0256 0,0281 0,0343

539
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
110 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
57.024 0,0257 0,0281 0,0343
57.096 0,0257 0,0282 0,0344
57.168 0,0258 0,0283 0,0345
57.240 0,0259 0,0283 0,0346
57.312 0,0259 0,0284 0,0347
57.384 0,0260 0,0285 0,0347
57.456 0,0260 0,0285 0,0348
57.528 0,0261 0,0286 0,0349
57.600 0,0261 0,0287 0,0350
57.672 0,0262 0,0287 0,0350
57.744 0,0263 0,0288 0,0351
57.816 0,0263 0,0289 0,0352
57.888 0,0264 0,0289 0,0353
57.960 0,0264 0,0290 0,0354
58.032 0,0265 0,0291 0,0354
58.104 0,0266 0,0291 0,0355
58.176 0,0266 0,0292 0,0356
58.248 0,0267 0,0292 0,0357
58.320 0,0267 0,0293 0,0358
58.392 0,0268 0,0294 0,09358
58.464 0,0269 0,0294 0,0359
58.536 0,0269 0,0295 0,0360
58.608 0,0270 0,0296 0,0361
58.680 0,0270 0,0296 0,0362
58.752 0,0271 0,0297 0,0362
58.824 0,0272 0,0298 0,0363
58.896 0,0272 0,0298 0,0364
58.968 0,0273 0,0299 0,0365
59.040 0,0273 0,0300 0,0366
59.112 0,0274 0,0300 0,0366
59.184 0,0275 0,0301 0,0367
59.256 0,0275 0,0302 0,0368
59.328 0,0276 0,0302 0,0369
59.400 0,0276 0,0303 0,0370
59.472 0,0277 0,0304 0,0370
59.544 0,0278 0,0304 0,0371
59.616 0,0278 0,0305 0,0372
59.688 0,0279 0,0306 0,0373
59.760 0,0279 0,0306 0,0374
59.832 0,0280 0,0307 0,0374
59.904 0,0281 0,0308 0,0375
59.976 0,0281 0,0308 0,0376
60.048 0,0282 0,0309 0,0377
60.120 0,0282 0,0310 0,0378
60.192 0,0283 0,0310 0,0378
60.264 0,0284 0,0311 0,0379
60.336 0,0284 0,0312 0,0380
60.408 0,0285 0,0312 0,0381
60.480 0,0285 0,0313 0,0382
60.552 0,0286 0,0314 0,0383
60.624 0,0287 0,0314 0,0383
60.696 0,0287 0,0315 0,0384
60.768 0,0288 0,0316 0,0385
60.840 0,0289 0,0316 0,0386

540
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
110 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
60.912 0,0289 0,0317 0,0387
60.984 0,0290 0,0318 0,0387
61.056 0,0290 0,0318 0,0388
61.128 0,0291 0,0319 0,0389
61.200 0,0292 0,0320 0,0390
61.272 0,0292 0,0320 0,0391
61.344 0,0293 0,0321 0,0392
61.416 0,0294 0,0322 0,0392
61.488 0,0294 0,0322 0,0393
61.560 0,0295 0,0323 0,0394
61.632 0,0295 0,0324 0,0395
61.704 0,0296 0,0324 0,0396
61.776 0,0297 0,0325 0,0397
61.848 0,0297 0,0326 0,0397
61.920 0,0298 0,0326 0,0398
61.992 0,0298 0,0327 0,0399
62.064 0,0299 0,0328 0,0400
62.136 0,0300 0,0329 0,0401
62.208 0,0300 0,0329 0,0402
62.280 0,0301 0,0330 0,0402
62.352 0,0302 0,0331 0,0403
62.424 0,0302 0,0331 0,0404
62.496 0,0303 0,0332 0,0405
62.568 0,0303 0,0333 0,0406
62.640 0,0304 0,0333 0,0407
62.712 0,0305 0,0334 0,0407
62.784 0,0305 0,0335 0,0408
62.856 0,0306 0,0335 0,0409
62.928 0,0307 0,0336 0,0410
63.000 0,0307 0,0337 0,0411
63.072 0,0308 0,0338 0,0412
63.144 0,0309 0,0338 0,0413
63.216 0,0309 0,0339 0,0413
63.288 0,0310 0,0340 0,0414
63.360 0,0310 0,0340 0,0415
63.432 0,0311 0,0341 0,0416
63.504 0,0312 0,0342 0,0417
63.576 0,0312 0,0342 0,0418
63.648 0,0313 0,0343 0,0419
63.720 0,0314 0,0344 0,0419
63.792 0,0314 0,0344 0,0420
63.864 0,0315 0,0345 0,0421
63.936 0,0316 0,0346 0,0422
64.008 0,0316 0,0347 0,0423
64.080 0,0317 0,0347 0,0424
64.152 0,0317 0,0348 0,0424
64.224 0,0318 0,0349 0,0425
64.296 0,0319 0,0349 0,0426
64.368 0,0319 0,0350 0,0427
64.440 0,0320 0,0351 0,0428
64.512 0,0321 0,0352 0,0429
64.584 0,0321 0,0352 0,0430
64.656 0,0322 0,0353 0,0431
64.728 0,0323 0,0354 0,0431

541
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
110 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
64.800 0,0323 0,0354 0,0432
64.872 0,0324 0,0355 0,0433
64.944 0,0325 0,0356 0,0434
65.016 0,0325 0,0356 0,0435
65.088 0,0326 0,0357 0,0436
65.160 0,0327 0,0358 0,0437
65.232 0,0327 0,0359 0,0437
65.304 0,0328 0,0359 0,0438
65.376 0,0328 0,0360 0,0439
65.448 0,0329 0,0361 0,0440
65.520 0,0330 0,0361 0,0441
65.592 0,0330 0,0362 0,0442
65.664 0,0331 0,0363 0,0443
65.736 0,0332 0,0364 0,0444
65.808 0,0332 0,0364 0,0444
65.880 0,0333 0,0365 0,0445
65.952 0,0334 0,0366 0,0446
66.024 0,0334 0,0366 0,0447
66.096 0,0335 0,0367 0,0448
66.168 0,0336 0,0368 0,0449
66.240 0,0336 0,0369 0,0450
66.312 0,0337 0,0369 0,0451
66.384 0,0338 0,0370 0,0451
66.456 0,0338 0,0371 0,0452
66.528 0,0339 0,0372 0,0453
66.600 0,0340 0,0372 0,0454
66.672 0,0340 0,0373 0,0455
66.744 0,0341 0,0374 0,0456
66.816 0,0342 0,0374 0,0457
66.888 0,0342 0,0375 0,0458
66.960 0,0343 0,0376 0,0459
67.032 0,0344 0,0377 0,0459
67.104 0,0344 0,0377 0,0460
67.176 0,0345 0,0378 0,0461
67.248 0,0346 0,0379 0,0462
67.320 0,0346 0,0380 0,0463
67.392 0,0347 0,0380 0,0464
67.464 0,0348 0,0381 0,0465
67.536 0,0348 0,0382 0,0466
67.608 0,0349 0,0382 0,0467
67.680 0,0350 0,0383 0,0467
67.752 0,0350 0,0384 0,0468
67.824 0,0351 0,0385 0,0469
67.896 0,0352 0,0385 0,0470
67.968 0,0352 0,0386 0,0471
68.040 0,0353 0,0387 0,0472
68.112 0,0354 0,0388 0,0473
68.184 0,0354 0,0388 0,0474
68.256 0,0355 0,0389 0,0475
68.328 0,0356 0,0390 0,0476
68.400 0,0356 0,0391 0,0476
68.472 0,0357 0,0391 0,0477
68.544 0,0358 0,0392 0,0478
68.616 0,0358 0,0393 0,0479

542
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
110 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
68.688 0,0359 0,0394 0,0480
68.760 0,0360 0,0294 0,0481
68.832 0,0360 0,0395 0,0482
68.904 0,0361 0,0396 0,0483
68.976 0,0362 0,0397 0,0484
69.048 0,0362 0,0397 0,0485
69.120 0,0363 0,0398 0,0485
69.192 0,0364 0,0399 0,0486
69.264 0,0364 0,0400 0,0487
69.336 0,0365 0,0400 0,0488
69.408 0,0366 0,0401 0,0489
69.480 0,0367 0,0402 0,0490
69.552 0,0367 0,0403 0,0491
69.624 0,0368 0,0403 0,0492
69.696 0,0369 0,0404 0,0493
69.768 0,0369 0,0405 0,0494
69.840 0,0370 0,0406 0,0495
69.912 0,0371 0,0406 0,0496
69.984 0,0371 0,0407 0,0496
70.056 0,0372 0,0408 0,0497

P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m


125 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
50.040 0,0110 0,0121 0,0147
50.184 0,0111 0,0122 0,0147
50.328 0,0111 0,0122 0,0148
50.472 0,0112 0,0123 0,0149
50.616 0,0112 0,0124 0,0150
50.760 0,0113 0,0124 0,0151
50.904 0,0113 0,0125 0,0151
51.048 0,0114 0,0126 0,0152
51.192 0,0115 0,0126 0,0153
51.336 0,0115 0,0127 0,0154
51.480 0,0116 0,0127 0,0154
51.624 0,0116 0,0128 0,0155
51.768 0,0117 0,0129 0,0156
51.912 0,0117 0,0129 0,0157
52.056 0,0118 0,0130 0,0158
52.200 0,0119 0,0131 0,0158
52.344 0,0119 0,0131 0,0159
52.488 0,0120 0,0132 0,0160
52.632 0,0120 0,0133 0,0161
52.776 0,0121 0,0133 0,0161
52.920 0,0122 0,0134 0,0162
53.064 0,0122 0,0135 0,0163
53.208 0,0123 0,0135 0,0164
53.352 0,0123 0,0136 0,0165
53.496 0,0124 0,0137 0,0165
53.640 0,0125 0,0137 0,0166

543
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
125 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
53.784 0,0125 0,0138 0,0167
53.928 0,0126 0,0139 0,0168
54.072 0,0126 0,0139 0,0169
54.216 0,0127 0,0140 0,0169
54.360 0,0128 0,0141 0,0170
54.504 0,0128 0,0141 0,0171
54.648 0,0129 0,0142 0,0172
54.792 0,0129 0,0143 0,0173
54.936 0,0130 0,0143 0,0174
55.080 0,0131 0,0144 0,0174
55.224 0,0131 0,0145 0,0175
55.368 0,0132 0,0145 0,0176
55.512 0,0133 0,0146 0,0177
55.656 0,0133 0,0147 0,0178
55.800 0,0134 0,0147 0,0178
55.944 0,0134 0,0148 0,0179
56.088 0,0135 0,0149 0,0180
56.232 0,0136 0,0149 0,0181
56.372 0,0136 0,0150 0,0182
56.520 0,0137 0,0151 0,0183
56.664 0,0138 0,0152 0,0183
56.808 0,0138 0,0152 0,0184
56.952 0,0139 0,0153 0,0185
57.096 0,0139 0,0154 0,0186
57.240 0,0140 0,0154 0,0187
57.384 0,0141 0,0155 0,0188
57.528 0,0141 0,0156 0,0189
57.672 0,0142 0,0156 0,0189
57.816 0,0143 0,0157 0,0190
57.960 0,0143 0,0158 0,0191
58.104 0,0144 0,0159 0,0192
58.248 0,0145 0,0159 0,0193
58.392 0,0145 0,0160 0,0194
58.536 0,0146 0,0161 0,0195
58.680 0,0146 0,0161 0,0195
58.824 0,0147 0,0162 0,0196
58.968 0,0148 0,0163 0,0197
59.112 0,0148 0,0163 0,0198
59.256 0,0149 0,0164 0,0199
59.400 0,0150 0,0165 0,0200
59.544 0,0150 0,0166 0,0201
59.688 0,0151 0,0166 0,0201
59.832 0,0152 0,0167 0,0202
59.976 0,0152 0,0168 0,0203
60.120 0,0153 0,0169 0,0204
60.264 0,0154 0,0169 0,0205
60.408 0,0154 0,0170 0,0206
60.552 0,0155 0,0171 0,0207
60.696 0,0156 0,0171 0,0208
60.840 0,0156 0,0172 0,0209
60.984 0,0157 0,0173 0,0209
61.128 0,0158 0,0174 0,0210
61.200 0,0158 0,0174 0,0211
61.344 0,0159 0,0175 0,0212

544
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
125 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
61.488 0,0159 0,0175 0,0212
61.632 0,0160 0,0176 0,0213
61.776 0,0161 0,0177 0,0214
61.920 0,0161 0,0178 0,0215
62.064 0,0162 0,0178 0,0216
62.208 0,0163 0,0179 0,0217
62.352 0,0163 0,0180 0,0218
62.496 0,0164 0,0181 0,0219
62.640 0,0165 0,0181 0,0220
62.784 0,0165 0,0182 0,0221
62.928 0,0166 0,0183 0,0222
63.000 0,0166 0,0183 0,0222
63.144 0,0167 0,0184 0,0223
63.288 0,0168 0,0185 0,0224
63.432 0,0168 0,0186 0,0225
63.576 0,0169 0,0186 0,0226
63.720 0,0170 0,0187 0,0227
63.864 0,0170 0,0188 0,0227
64.008 0,0171 0,0189 0,0228
64.152 0,0172 0,0189 0,0229
64.296 0,0173 0,0190 0,0230
64.440 0,0173 0,0191 0,0231
64.584 0,0174 0,0192 0,0232
64.728 0,0175 0,0192 0,0233
64.872 0,0175 0,0193 0,0234
65.016 0,0176 0,0194 0,0235
65.160 0,0177 0,0195 0,0236
65.304 0,0177 0,0196 0,0237
65.448 0,0178 0,0196 0,0238
65.592 0,0179 0,0197 0,0239
65.736 0,0180 0,0198 0,0240
65.880 0,0180 0,0199 0,0241
66.024 0,0181 0,0199 0,0242
66.168 0,0182 0,0200 0,0242
66.312 0,0182 0,0201 0,0243
66.456 0,0183 0,0202 0,0244
66.600 0,0184 0,0203 0,0245
66.744 0,0185 0,0203 0,0246
66.888 0,0185 0,0204 0,0247
67.032 0,0186 0,0205 0,0248
67.176 0,0187 0,0206 0,0249
67.320 0,0187 0,0207 0,0250
67.464 0,0188 0,0207 0,0251
67.608 0,0189 0,0208 0,0252
67.752 0,0190 0,0209 0,0253
67.896 0,0190 0,0210 0,0254
68.040 0,0191 0,0211 0,0255
68.184 0,0192 0,0211 0,0256
68.328 0,0192 0,0212 0,0257
68.472 0,0193 0,0213 0,0258
68.616 0,0194 0,0214 0,0259
68.760 0,0195 0,0215 0,0260
68.904 0,0195 0,0215 0,0261
69.048 0,0196 0,0216 0,0262

545
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
125 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
69.192 0,0197 0,0217 0,0263
69.336 0,0198 0,0218 0,0264
69.480 0,0198 0,0219 0,0265
69.624 0,0199 0,0219 0,0266
69.768 0,0200 0,0220 0,0267
69.912 0,0201 0,0221 0,0268
70.056 0,0201 0,0222 0,0269
70.200 0,0202 0,0223 0,0270
70.344 0,0203 0,0224 0,0271
70.488 0,0204 0,0224 0,0272
70.632 0,0204 0,0225 0,0273
70.776 0,0205 0,0226 0,0274
70.920 0,0206 0,0227 0,0275
71.064 0,0207 0,0228 0,0276
71.208 0,0207 0,0228 0,0277
71.352 0,0208 0,0229 0,0278
71.496 0,0209 0,0230 0,0279
71.640 0,0210 0,0231 0,0280
71.784 0,0210 0,0232 0,0281
71.928 0,0211 0,0233 0,0282
72.072 0,0212 0,0233 0,0283
72.216 0,0213 0,0234 0,0284
72.360 0,0213 0,0235 0,0285
72.504 0,0214 0,0236 0,0286
72.648 0,0215 0,0237 0,0287
72.792 0,0216 0,0238 0,0288
72.936 0,0217 0,0239 0,0289
73.080 0,0217 0,0239 0,0290
73.224 0,0218 0,0240 0,0291
73.368 0,0219 0,0241 0,0292
73.512 0,0220 0,0242 0,0293
73.656 0,0220 0,0243 0,0294
73.800 0,0221 0,0244 0,0295
73.944 0,0222 0,0245 0,0296
74.088 0,0223 0,0245 0,0297
74.232 0,0223 0,0246 0,0298
74.376 0,0224 0,0247 0,0299
74.520 0,0225 0,0248 0,0300
74.664 0,0226 0,0249 0,0301
74.808 0,0227 0,0250 0,0302
74.952 0,0227 0,0251 0,0303
75.096 0,0228 0,0251 0,0305
75.240 0,0229 0,0252 0,0306
75.384 0,0230 0,0253 0,0307
75.528 0,0231 0,0254 0,0308
75.672 0,0231 0,0255 0,0309
75.816 0,0232 0,0256 0,0310
75.960 0,0233 0,0257 0,0311
76.104 0,0234 0,0258 0,0312
76.248 0,0235 0,0258 0,0313
76.392 0,0235 0,0259 0,0314
76.536 0,036 0,0260 0,0315
76.680 0,0237 0,0261 0,0316
76.824 0,0238 0,0262 0,0317

546
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
125 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
76.968 0,0239 0,0263 0,0318
77.112 0,0239 0,0264 0,0319
77.256 0,0240 0,0265 0,0320
77.400 0,0241 0,0265 0,0322
77.544 0,0242 0,0266 0,0323
77.688 0,0243 0,0267 0,0324
77.832 0,0243 0,0268 0,0325
77.976 0,0244 0,0269 0,0326
78.120 0,0245 0,0270 0,0327
78.264 0,0246 0,0271 0,0328
78.408 0,0247 0,0272 0,0329
78.552 0,0247 0,0273 0,0330
78.696 0,0248 0,0274 0,0331
78.840 0,0249 0,0274 0,0332
78.984 0,0250 0,0275 0,0334
79.128 0,0251 0,0276 0,0335
79.272 0,0252 0,0277 0,0336
79.416 0,0252 0,0278 0,0337
79.560 0,0253 0,0279 0,0338
79.704 0,0254 0,0280 0,0339
79.848 0,0255 0,0281 0,0340
79.992 0,0256 0,0282 0,0341
80.136 0,0257 0,0283 0,0342
80.280 0,0257 0,0284 0,0343

P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m


140 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
60.120 0,0089 0,0098 0,0118
60.264 0,0089 0,0098 0,0119
60.408 0,0090 0,0098 0,0119
60.552 0,0090 0,0099 0,0120
60.696 0,0090 0,0099 0,0120
60.840 0,0091 0,0100 0,0121
60.984 0,0091 0,0100 0,0121
61.128 0,0091 0,0100 0,0122
61.200 0,0092 0,0101 0,0122
61.344 0,0092 0,0101 0,0123
61.488 0,0092 0,0102 0,0123
61.632 0,0093 0,0102 0,0124
61.776 0,0093 0,0102 0,0124
61.920 0,0094 0,0103 0,0125
62.064 0,0094 0,0103 0,0125
62.208 0,0094 0,0104 0,0126
62.352 0,0095 0,0104 0,0126
62.496 0,0095 0,0105 0,0127
62.640 0,0096 0,0105 0,0127
62.784 0,0096 0,0105 0,0128
62.928 0,0096 0,0106 0,0128
63.000 0,0097 0,0106 0,0129
63.144 0,0097 0,0107 0,0129

547
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
140 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
63.288 0,0097 0,0107 0,0130
63.432 0,0098 0,0107 0,0130
63.576 0,0098 0,0108 0,0131
63.720 0,0099 0,0108 0,0131
63.864 0,0099 0,0109 0,0132
64.008 0,0099 0,0109 0,0132
64.152 0,0100 0,0110 0,0133
64.296 0,0100 0,0110 0,0134
64.440 0,0101 0,0110 0,0134
64.584 0,0101 0,0111 0,0135
64.728 0,0101 0,0111 0,0135
64.872 0,0102 0,0112 0,0136
65.016 0,0102 0,0112 0,0136
65.160 0,0103 0,0113 0,0137
65.304 0,0103 0,0113 0,0137
65.448 0,0103 0,0114 0,0138
65.592 0,0104 0,0114 0,0138
65.736 0,0104 0,0115 0,0139
65.880 0,0105 0,0115 0,0139
66.024 0,0105 0,0115 0,0140
66.168 0,0106 0,0116 0,0141
66.312 0,0106 0,0116 0,0141
66.456 0,0106 0,0117 0,0142
66.600 0,0107 0,0117 0,0142
66.744 0,0107 0,0118 0,0143
66.888 0,0108 0,0118 0,0143
67.032 0,0108 0,0119 0,0144
67.176 0,0108 0,0119 0,0144
67.320 0,0109 0,0120 0,0145
67.464 0,0109 0,0120 0,0145
67.608 0,0110 0,0120 0,0146
67.752 0,0110 0,0121 0,0147
67.896 0,0111 0,0121 0,0147
68.040 0,0111 0,0122 0,0148
68.184 0,0111 0,0122 0,0148
68.328 0,0112 0,0123 0,0149
68.472 0,0112 0,0123 0,0150
68.616 0,0113 0,0124 0,0150
68.760 0,0113 0,0124 0,0151
68.904 0,0113 0,0125 0,0151
69.048 0,0114 0,0125 0,0152
69.192 0,0114 0,0126 0,0152
69.336 0,0115 0,0126 0,0153
69.480 0,0115 0,0127 0,0154
69.624 0,0116 0,0127 0,0154
69.768 0,0116 0,0127 0,0155
69.912 0,0116 0,0128 0,0155
70.056 0,0117 0,0128 0,0156
70.200 0,0117 0,0129 0,0156
70.344 0,0118 0,0129 0,0157
70.488 0,0118 0,0130 0,0158
70.632 0,0119 0,0130 0,0158
70.776 0,0119 0,0131 0,0159
70.920 0,0120 0,0131 0,0159

548
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
140 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
71.064 0,0120 0,0132 0,0160
71.208 0,0120 0,0132 0,0160
71.352 0,0121 0,0133 0,0161
71.496 0,0121 0,0133 0,0162
71.640 0,0122 0,0134 0,0162
71.784 0,0122 0,0134 0,0163
71.928 0,0123 0,0135 0,0163
72.072 0,0123 0,0135 0,0164
72.216 0,0124 0,0136 0,0165
72.360 0,0124 0,0136 0,0165
72.504 0,0124 0,0137 0,0166
72.648 0,0125 0,0137 0,0166
72.792 0,0125 0,0138 0,0167
72.936 0,0126 0,0138 0,0168
73.080 0,0126 0,0139 0,0168
73.224 0,0127 0,0139 0,0169
73.368 0,0127 0,0140 0,0169
73.512 0,0128 0,0140 0,0170
73.656 0,0128 0,0141 0,0171
73.800 0,0128 0,0141 0,0171
73.944 0,0129 0,0142 0,0172
74.088 0,0129 0,0142 0,0172
74.232 0,0130 0,0143 0,0173
74.376 0,0130 0,0143 0,0174
74.520 0,0131 0,0144 0,0174
74.664 0,0131 0,0144 0,0175
74.808 0,0132 0,0145 0,0175
74.952 0,0132 0,0145 0,0176
75.096 0,0133 0,0146 0,0177
75.240 0,0133 0,0146 0,0177
75.384 0,0133 0,0147 0,0178
75.528 0,0134 0,0147 0,0178
75.672 0,0134 0,0148 0,0179
75.816 0,0135 0,0148 0,0180
75.960 0,0135 0,0149 0,0180
76.104 0,0136 0,0149 0,0181
76.248 0,0136 0,0150 0,0181
76.392 0,0137 0,0150 0,0182
76.536 0,0137 0,0151 0,0183
76.680 0,0138 0,0151 0,0183
76.824 0,0138 0,0152 0,0184
76.968 0,0139 0,0152 0,0185
77.112 0,0139 0,0153 0,0185
77.256 0,0139 0,0153 0,0186
77.400 0,0140 0,0154 0,0186
77.544 0,0140 0,0154 0,0187
77.688 0,0141 0,0155 0,0188
77.832 0,0141 0,0155 0,0188
77.976 0,0142 0,0156 0,0189
78.120 0,0142 0,0156 0,0190
78.264 0,0143 0,0157 0,0190
78.408 0,0143 0,0157 0,0191
78.552 0,0144 0,0158 0,0191
78.696 0,0144 0,0158 0,0192

549
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
140 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
78.840 0,0145 0,0159 0,0193
78.984 0,0145 0,0159 0,0193
79.128 0,0146 0,0160 0,0194
79.272 0,0146 0,0160 0,0195
79.416 0,0147 0,0161 0,0195
79.560 0,0147 0,0161 0,0196
79.704 0,0147 0,0162 0,0197
79.848 0,0148 0,0163 0,0197
79.992 0,0148 0,0163 0,0198
80.136 0,0149 0,0164 0,0198
80.280 0,0149 0,0164 0,0199
80.424 0,0150 0,0165 0,0200
80.568 0,0150 0,0165 0,0200
80.712 0,0151 0,0166 0,0201
80.856 0,0151 0,0166 0,0202
81.000 0,0152 0,0167 0,0202
81.144 0,0152 0,0167 0,0203
81.288 0,0153 0,0168 0,0204
81.432 0,0153 0,0169 0,0204
81.576 0,0154 0,0169 0,0205
81.720 0,0154 0,0170 0,0206
81.864 0,0155 0,0170 0,0206
82.008 0,0155 0,0171 0,0207
82.152 0,0156 0,0171 0,0208
82.296 0,0156 0,0172 0,0208
82.440 0,0157 0,0172 0,0209
82.584 0,0157 0,0173 0,0209
82.728 0,0158 0,0173 0,0210
82.872 0,0158 0,0174 0,0211
83.016 0,0159 0,0174 0,0211
83.160 0,0159 0,0175 0,0212
83.304 0,0160 0,0175 0,0213
83.448 0,0160 0,0176 0,0213
83.592 0,0161 0,0177 0,0214
83.736 0,0161 0,0177 0,0215
83.880 0,0162 0,0178 0,0215
84.024 0,0162 0,0178 0,0216
84.168 0,0163 0,0179 0,0217
84.312 0,0163 0,0179 0,0217
84.456 0,0164 0,0180 0,0218
84.600 0,0164 0,0180 0,0219
84.744 0,0165 0,0181 0,0219
84.888 0,0165 0,0181 0,0220
85.032 0,0166 0,0182 0,0221
85.176 0,0166 0,0183 0,0221
85.320 0,0167 0,0183 0,0222
85.464 0,0167 0,0184 0,0223
85.608 0,0168 0,0184 0,0224
85.752 0,0168 0,0185 0,0224
85.896 0,0169 0,0185 0,0225
86.040 0,0169 0,0186 0,0226
86.184 0,0170 0,0186 0,0226
86.328 0,0170 0,0187 0,0227
86.472 0,0171 0,0188 0,0228

550
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
140 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
86.616 0,0171 0,0188 0,0228
86.760 0,0172 0,0189 0,0229
86.904 0,0172 0,0189 0,0230
87.048 0,0173 0,0190 0,0230
87.192 0,0173 0,0190 0,0231
87.336 0,0174 0,0191 0,0232
87.480 0,0174 0,0192 0,0232
87.624 0,0175 0,0192 0,0233
87.768 0,0175 0,0193 0,0234
87.912 0,0176 0,0193 0,0234
88.056 0,0176 0,0194 0,0235
88.200 0,0177 0,0194 0,0236
88.344 0,0178 0,0195 0,0237
88.488 0,0178 0,0196 0,0237
88.632 0,0179 0,0196 0,0238
88.776 0,0179 0,0197 0,0239
88.920 0,0180 0,0197 0,0239
89.064 0,0180 0,0198 0,0240
89.208 0,0181 0,0198 0,0241
89.352 0,0181 0,0199 0,0241
89.496 0,0182 0,0200 0,0242
89.640 0,0182 0,0200 0,0243
89.784 0,0183 0,0201 0,0244
89.928 0,0183 0,0201 0,0244
90.072 0,0184 0,0202 0,0245
90.216 0,0184 0,0202 0,0246
90.360 0,0185 0,0203 0,0246
90.504 0,0185 0,0204 0,0247
90.648 0,0186 0,0204 0,0248
90.792 0,0186 0,0205 0,0248
90.936 0,0187 0,0205 0,0249
91.080 0,0188 0,0206 0,0250
91.224 0,0188 0,0207 0,0251
91.368 0,0189 0,0207 0,0251
91.512 0,0189 0,0208 0,0252
91.656 0,0190 0,0208 0,0253
91.800 0,0190 0,0209 0,0253
91.944 0,0191 0,0210 0,0254
92.088 0,0191 0,0210 0,0255
92.232 0,0192 0,0211 0,0256
92.376 0,0192 0,0211 0,0256
92.520 0,0193 0,0212 0,0257
92.664 0,0193 0,0212 0,0258
92.808 0,0194 0,0213 0,0258
92.952 0,0195 0,0214 0,0259
93.096 0,0195 0,0214 0,0260
93.240 0,0196 0,0215 0,0261
93.384 0,0196 0,0215 0,0261
93.528 0,0197 0,0216 0,0262
93.672 0,0197 0,0217 0,0263
93.816 0,0198 0,0217 0,0264
93.960 0,0198 0,0218 0,0264
94.104 0,0199 0,0218 0,0265
94.248 0,0199 0,0219 0,0266

551
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
140 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
94.392 0,0200 0,0220 0,0266
94.536 0,0201 0,0220 0,0267
94.680 0,0201 0,0221 0,0268
94.824 0,0202 0,0221 0,0269
94.968 0,0202 0,0222 0,0269
95.112 0,0203 0,0223 0,0270
95.256 0,0203 0,0223 0,0271
95.400 0,0204 0,0224 0,0272
95.544 0,0204 0,0224 0,0272
95.688 0,0205 0,0225 0,0273
95.832 0,0206 0,0226 0,0274
95.976 0,0206 0,0226 0,0275
96.120 0,0207 0,0227 0,0275
96.264 0,0207 0,0228 0,0276
96.408 0,0208 0,0228 0,0277
96.552 0,0208 0,0229 0,078
96.696 0,0209 0,0229 0,0278
96.840 0,0209 0,0230 0,0279
96.984 0,0210 0,0231 0,0280
97.128 0,0211 0,0231 0,0281
97.272 0,0211 0,0232 0,0281
97.416 0,0212 0,0232 0,0282
97.560 0,0212 0,0233 0,0283
97.704 0,0213 0,0234 0,0284
97.848 0,0213 0,0234 0,0284
97.992 0,0214 0,0235 0,0285

P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m


160 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
81.000 0,0080 0,0088 0,0107
81.288 0,0081 0,0088 0,0108
81.576 0,0081 0,0089 0,0109
81.864 0,0082 0,0090 0,0109
82.152 0,0082 0,0090 0,0110
82.440 0,0083 0,0091 0,0111
82.728 0,0083 0,0091 0,0111
83.016 0,0084 0,0092 0,0112
83.304 0,0084 0,0092 0,0113
83.592 0,0085 0,0093 0,0113
83.880 0,0085 0,0094 0,0114
84.168 0,0086 0,0094 0,0115
84.456 0,0086 0,0095 0,0116
84.744 0,0087 0,0095 0,0116
85.032 0,0087 0,0096 0,0117
85.320 0,0088 0,0097 0,0118
85.608 0,0088 0,0097 0,0118
85.896 0,0089 0,0098 0,0119
86.184 0,0089 0,0098 0,0120
86.472 0,0090 0,0099 0,0121
86.760 0,0091 0,0100 0,0121
87.048 0,0091 0,0100 0,0122

552
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
160 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
87.336 0,0092 0,0101 0,0123
87.624 0,0092 0,0101 0,0124
87.912 0,0093 0,0102 0,0124
88.200 0,0093 0,0103 0,0125
88.488 0,0094 0,0103 0,0126
88.776 0,0094 0,0104 0,0126
89.064 0,0095 0,0104 0,0127
89.352 0,0095 0,0105 0,0128
89.640 0,0096 0,0106 0,0129
89.928 0,0097 0,0106 0,0129
90.216 0,0097 0,0107 0,0130
90.504 0,0098 0,0107 0,0131
90.792 0,0098 0,0108 0,0132
91.080 0,0099 0,0109 0,0132
91.368 0,0099 0,0109 0,0133
91.656 0,0100 0,0110 0,0134
91.944 0,0100 0,0110 0,0135
92.232 0,0101 0,0111 0,0135
92.520 0,0102 0,0112 0,0136
92.808 0,0102 0,0112 0,0137
93.096 0,0103 0,0113 0,0138
93.384 0,0103 0,0114 0,0139
93.672 0,0104 0,0114 0,0139
93.960 0,0104 0,0115 0,0140
94.248 0,0105 0,0115 0,0141
94.536 0,0106 0,0116 0,0142
94.824 0,0106 0,0117 0,0142
95.112 0,0107 0,0117 0,0143
95.400 0,0107 0,0118 0,0144
95.688 0,0108 0,0119 0,0145
95.976 0,0109 0,0119 0,0146
96.264 0,0109 0,0120 0,0146
96.552 0,0110 0,0121 0,0147
96.840 0,0110 0,0121 0,0148
97.128 0,0111 0,0122 0,0149
97.416 0,0112 0,0123 0,0149
97.704 0,0112 0,0123 0,0150
97.992 0,0113 0,0124 0,0151
98.280 0,0113 0,0125 0,0152
98.568 0,0114 0,0125 0,0153
98.856 0,0114 0,0126 0,0153
99.144 0,0115 0,0127 0,0154
99.432 0,0116 0,0127 0,0155
99.720 0,0116 0,0128 0,0156
100.008 0,0117 0,0129 0,0157
100.296 0,0118 0,0129 0,0158
100.584 0,0118 0,0130 0,0158
100.872 0,0119 0,0130 0,0159
101.160 0,0119 0,0131 0,0160
101.448 0,0120 0,0132 0,0161
101.736 0,0121 0,0133 0,0162
102.024 0,0121 0,0133 0,0162
102.312 0,0122 0,0134 0,0163
102.600 0,0122 0,0135 0,0164

553
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
160 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
102.888 0,0123 0,0135 0,0165
103.176 0,0124 0,0136 0,0166
103.464 0,0124 0,0137 0,0167
103.752 0,0125 0,0137 0,0167
104.040 0,0126 0,0138 0,0168
104.328 0,0126 0,0139 0,0169
104.616 0,0127 0,0139 0,0170
104.904 0,0127 0,0140 0,0171
105.192 0,0128 0,0141 0,0172
105.480 0,0129 0,0141 0,0172
105.768 0,0129 0,0142 0,0173
106.056 0,0130 0,0143 0,0174
106.344 0,0131 0,0144 0,0175
106.632 0,0131 0,0144 0,0176
106.920 0,0132 0,0145 0,0177
107.208 0,0132 0,0146 0,0178
107.496 0,0133 0,0146 0,0178
107.784 0,0134 0,0147 0,0179
108.072 0,0134 0,0148 0,0180
108.360 0,0135 0,0148 0,0181
108.648 0,0136 0,0149 0,0182
108.936 0,0136 0,0150 0,0183
109.224 0,0137 0,0151 0,0184
109.512 0,0138 0,0151 0,0185
109.800 0,0138 0,0152 0,0185
110.088 0,0139 0,0153 0,0186
110.376 0,0140 0,0153 0,0187
110.664 0,0140 0,0154 0,0188
110.952 0,0141 0,0155 0,0189
111.240 0,0142 0,0156 0,0190
111.528 0,0142 0,0156 0,0191
111.816 0,0143 0,0157 0,0192
112.104 0,0144 0,0158 0,0192
112.392 0,0144 0,0159 0,0193
112.680 0,0145 0,0159 0,0194
112.968 0,0146 0,0160 0,0195
113.256 0,0146 0,0161 0,0196
113.544 0,0147 0,0162 0,0197
113.832 0,0148 0,0162 0,0198
114.120 0,0148 0,0163 0,0199
114.408 0,0149 0,0164 0,0200
114.696 0,0150 0,0164 0,0201
114.984 0,0150 0,0165 0,0201
115.272 0,0151 0,0166 0,0202
115.560 0,0152 0,0167 0,0203
115.848 0,0152 0,0167 0,0204
116.136 0,0153 0,0168 0,0205
116.424 0,0154 0,0169 0,0206
116.712 0,0154 0,0170 0,0207
117.000 0,0155 0,0170 0,0208
117.288 0,0156 0,0171 0,0209
117.576 0,0156 0,0172 0,0210
117.864 0,0157 0,0173 0,0211
118.152 0,0158 0,0173 0,0212

554
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
160 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
118.440 0,0159 0,0174 0,0213
118.728 0,0159 0,0175 0,0213
119.016 0,0160 0,0176 0,0214
119.304 0,0161 0,0177 0,0215
119.592 0,0161 0,0177 0,0216
119.880 0,0162 0,0178 0,0217
120.168 0,0163 0,0179 0,0218
120.456 0,0163 0,0180 0,0219
120.744 0,0164 0,0180 0,0220
121.032 0,0165 0,0181 0,0221
121.320 0,0166 0,0182 0,0222
121.608 0,0166 0,0183 0,0223
121.896 0,0167 0,0184 0,0224
122.184 0,0168 0,0184 0,0225
122.472 0,0168 0,0185 0,0226
122.760 0,0169 0,0186 0,0227
123.048 0,0170 0,0187 0,0228
123.336 0,0171 0,0187 0,0229
123.624 0,0171 0,0188 0,0230
123.912 0,0172 0,0189 0,0231
124.200 0,0173 0,0190 0,0231
124.488 0,0173 0,0191 0,0232
124.776 0,0174 0,0191 0,0233
125.064 0,0175 0,0192 0,0234
125.352 0,0176 0,0193 0,0235
125.640 0,0176 0,0194 0,0236
125.928 0,0177 0,0195 0,0237
126.216 0,0178 0,0195 0,0238
126.504 0,0178 0,0196 0,0239
126.792 0,0179 0,0197 0,0240
127.080 0,0180 0,0198 0,0241
127.368 0,0181 0,0199 0,0242
127.656 0,0181 0,0199 0,0243
127.944 0,0182 0,0200 0,0244
128.232 0,0183 0,0201 0,0245
128.520 0,0184 0,0202 0,0246
128.808 0,0184 0,0203 0,0247
129.096 0,0185 0,0203 0,0248
129.384 0,0186 0,0204 0,0249
129.672 0,0187 0,0205 0,0250
129.960 0,0187 0,0206 0,0251
130.248 0,0188 0,0207 0,0252
130.536 0,0189 0,0208 0,0253
130.824 0,0190 0,0208 0,0254
131.112 0,0190 0,0209 0,0255
131.400 0,0191 0,0210 0,0256
131.688 0,0192 0,0211 0,0257
131.976 0,0193 0,0212 0,0258
132.264 0,0193 0,0213 0,0259
132.552 0,0194 0,0213 0,0260
132.840 0,0195 0,0214 0,0261
133.128 0,0196 0,0215 0,0262
133.416 0,0196 0,0216 0,0263
133.704 0,0197 0,0217 0,0264

555
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
160 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
133.992 0,0198 0,0218 0,0265
134.280 0,0199 0,0218 0,0266
134.568 0,0199 0,0219 0,0267
134.856 0,0200 0,0220 0,0268
135.144 0,0201 0,0221 0,0269
135.432 0,0202 0,0222 0,0271
135.720 0,0203 0,0223 0,0272
136.008 0,0203 0,0224 0,0273

P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m


180 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
100.008 0,0066 0,0073 0,0088
100.368 0,0067 0,0074 0,0089
100.728 0,0067 0,0074 0,0090
101.088 0,0068 0,0074 0,0090
101.448 0,0068 0,0075 0,0091
101.808 0,0069 0,0075 0,0091
102.168 0,0069 0,0076 0,0092
102.528 0,0069 0,0076 0,0092
102.888 0,0070 0,0077 0,0093
103.248 0,0070 0,0077 0,0094
103.608 0,0071 0,0078 0,0094
103.968 0,0071 0,0078 0,0095
104.328 0,0072 0,0079 0,0095
104.688 0,0072 0,0079 0,0096
105.048 0,0073 0,0080 0,0097
105.408 0,0073 0,0080 0,0097
105.768 0,0073 0,0081 0,0098
106.128 0,0074 0,0081 0,0098
106.488 0,0074 0,0082 0,0099
106.848 0,0075 0,0082 0,0100
107.208 0,0075 0,0083 0,0100
107.568 0,0076 0,0083 0,0101
107.928 0,0076 0,0084 0,0101
108.288 0,0077 0,0084 0,0102
108.648 0,0077 0,0085 0,0103
109.008 0,0078 0,0085 0,0103
109.368 0,0078 0,0086 0,0104
109.728 0,0078 0,0086 0,0104
110.088 0,0079 0,0087 0,0105
110.448 0,0079 0,0087 0,0106
110.808 0,0080 0,0088 0,0106
111.168 0,0080 0,0088 0,0107
111.528 0,0081 0,0089 0,0108
111.888 0,0081 0,0089 0,0108
112.248 0,0082 0,0090 0,0109
112.608 0,0082 0,0090 0,0109
112.968 0,0083 0,0091 0,0110
113.328 0,0083 0,0092 0,0111
113.688 0,0084 0,0092 0,0111

556
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
180 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
114.048 0,0084 0,0093 0,0112
114.408 0,0085 0,0093 0,0113
114.768 0,0085 0,0094 0,0113
115.128 0,0086 0,0094 0,0114
115.488 0,0086 0,0095 0,0115
115.848 0,0087 0,0095 0,0115
116.208 0,0087 0,0096 0,0116
116.568 0,0088 0,0096 0,0117
116.928 0,0088 0,0097 0,0117
117.288 0,0088 0,0097 0,0118
117.648 0,0089 0,0098 0,0118
118.008 0,0089 0,0098 0,0119
118.368 0,0090 0,0099 0,0120
118.728 0,0090 0,0100 0,0120
119.088 0,0091 0,0100 0,0121
119.448 0,0091 0,0101 0,0122
119.808 0,0092 0,0101 0,0122
120.168 0,0092 0,0102 0,0123
120.528 0,0093 0,0102 0,0124
120.888 0,0093 0,0103 0,0124
121.248 0,0094 0,0103 0,0125
121.608 0,0094 0,0104 0,0126
121.968 0,0095 0,0104 0,0126
122.328 0,0095 0,0105 0,0127
122.688 0,0096 0,0106 0,0128
123.048 0,0096 0,0106 0,0128
123.408 0,0097 0,0107 0,0129
123.768 0,0097 0,0107 0,0130
124.128 0,0098 0,0108 0,0130
124.488 0,0099 0,0108 0,0131
124.848 0,0099 0,0109 0,0132
125.208 0,0100 0,0109 0,0133
125.568 0,0100 0,0110 0,0133
125.928 0,0101 0,0111 0,0134
126.288 0,0101 0,0111 0,0135
126.648 0,0102 0,0112 0,0135
127.008 0,0102 0,0112 0,0136
127.368 0,0103 0,0113 0,0137
127.728 0,0103 0,0113 0,0137
128.088 0,0104 0,0114 0,0138
128.448 0,0104 0,0115 0,0139
128.808 0,0105 0,0115 0,0139
129.168 0,0105 0,0116 0,0140
129.528 0,0106 0,0116 0,0141
129.888 0,0106 0,0117 0,0142
130.248 0,0107 0,0118 0,0142
130.608 0,0107 0,0118 0,0143
130.968 0,0108 0,0119 0,0144
131.328 0,0108 0,0119 0,0144
131.688 0,0109 0,0120 0,0145
132.048 0,0110 0,0120 0,0146
132.408 0,0110 0,0121 0,0147
132.768 0,0111 0,0122 0,0147
133.128 0,0111 0,0122 0,0148

557
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
180 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
133.488 0,0112 0,0123 0,0149
133.848 0,0112 0,0123 0,0149
134.208 0,0113 0,0124 0,0150
134.568 0,0113 0,0125 0,0151
134.928 0,0114 0,0125 0,0152
135.288 0,0114 0,0126 0,0152
135.648 0,0115 0,0126 0,0153
136.008 0,0116 0,0127 0,0154
136.368 0,0116 0,0128 0,0155
136.728 0,0117 0,0128 0,0155
137.088 0,0117 0,0129 0,0156
137.448 0,0118 0,0130 0,0157
137.808 0,0118 0,0130 0,0157
138.168 0,0119 0,0131 0,0158
138.528 0,0119 0,0131 0,0159
138.888 0,0120 0,0132 0,0160
139.248 0,0121 0,0133 0,0160
139.608 0,0121 0,0133 0,0161
139.968 0,0122 0,0134 0,0162
140.328 0,0122 0,0134 0,0163
140.688 0,0123 0,0135 0,0163
141.048 0,0123 0,0136 0,0164
141.408 0,0124 0,0136 0,0165
141.768 0,0124 0,0137 0,0166
142.128 0,0125 0,0138 0,0166
142.488 0,0126 0,0138 0,0167
142.848 0,0126 0,0139 0,0168
143.208 0,0127 0,0139 0,0169
143.568 0,0127 0,0140 0,0170
143.928 0,0128 0,0141 0,0170
144.288 0,0128 0,0141 0,0171
144.648 0,0129 0,0142 0,0172
145.008 0,0130 0,0143 0,0173
145.368 0,0130 0,0143 0,0173
145.728 0,0131 0,0144 0,0174
146.088 0,0132 0,0145 0,0175
146.448 0,0132 0,0145 0,0176
146.808 0,0133 0,0146 0,0176
147.168 0,0133 0,0146 0,0177
147.528 0,0134 0,0147 0,0178
147.888 0,0134 0,0148 0,0179
148.248 0,0135 0,0148 0,0180
148.608 0,0135 0,0149 0,0180
148.968 0,0136 0,0150 0,0181
149.328 0,0137 0,0150 0,0182
149.688 0,0137 0,0151 0,0183
150.048 0,0138 0,0152 0,0183

558
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
200 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
127.008 0,0062 0,0068 0,0082
127.368 0,0062 0,0068 0,0083
127.728 0,0062 0,0068 0,0083
128.088 0,0063 0,0069 0,0083
128.448 0,0063 0,0069 0,0084
128.808 0,0063 0,0070 0,0084
129.168 0,0063 0,0070 0,0085
129.528 0,0064 0,0070 0,0085
129.888 0,0064 0,0071 0,0086
130.248 0,0064 0,0071 0,0086
130.608 0,0065 0,0071 0,0086
130.968 0,0065 0,0072 0,0087
131.328 0,0065 0,0072 0,0087
131.688 0,0066 0,0072 0,0088
132.048 0,0066 0,0073 0,0088
132.408 0,0066 0,0073 0,0089
132.768 0,0067 0,0073 0,0089
133.128 0,0067 0,0074 0,0089
133.488 0,0067 0,0074 0,0090
133.848 0,0068 0,0075 0,0090
134.208 0,0068 0,0075 0,0091
134.568 0,0068 0,0075 0,0091
134.928 0,0069 0,0076 0,0092
135.288 0,0069 0,0076 0,0092
135.648 0,0069 0,0076 0,0093
136.008 0,0070 0,0077 0,0093
136.368 0,0070 0,0077 0,0093
136.728 0,0070 0,0077 0,0094
137.088 0,0071 0,0078 0,0094
137.448 0,0071 0,0078 0,0095
137.808 0,0071 0,0079 0,0095
138.168 0,0072 0,0079 0,0096
138.528 0,0072 0,0079 0,0096
138.888 0,0072 0,0080 0,0097
139.248 0,0073 0,0080 0,0097
139.608 0,0073 0,0080 0,0097
139.968 0,0073 0,0081 0,0098
140.328 0,0074 0,0081 0,0098
140.688 0,0074 0,0081 0,0099
141.048 0,0074 0,0082 0,0099
141.408 0,0075 0,0082 0,0100
141.768 0,0075 0,0083 0,0100
142.128 0,0075 0,0083 0,0101
142.488 0,0076 0,0083 0,0101
142.848 0,0076 0,0084 0,0102
143.208 0,0076 0,0084 0,0102
143.568 0,0077 0,0085 0,0102
143.928 0,0077 0,0085 0,0103
144.288 0,0077 0,0085 0,0103
144.648 0,0078 0,0086 0,0104
145.008 0,0078 0,0086 0,0104
145.368 0,0078 0,0086 0,0105
145.728 0,0079 0,0087 0,0105
146.088 0,0079 0,0087 0,0106

559
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
200 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
146.448 0,0080 0,0087 0,0106
146.808 0,0080 0,0088 0,0107
147.168 0,0080 0,0088 0,0107
147.528 0,0081 0,0089 0,0108
147.888 0,0081 0,0089 0,0108
148.248 0,0081 0,0090 0,0109
148.608 0,0082 0,0090 0,0109
148.968 0,0082 0,0090 0,0110
149.328 0,0082 0,0091 0,0110
149.688 0,0083 0,0091 0,0110
150.048 0,0083 0,0092 0,0111
150.408 0,0083 0,0092 0,0111
150.768 0,0084 0,0092 0,0112
151.128 0,0084 0,0093 0,0112
151.488 0,0085 0,0093 0,0113
151.848 0,0085 0,0093 0,0113
152.208 0,0085 0,0094 0,0114
152.568 0,0086 0,0094 0,0114
152.928 0,0086 0,0095 0,0115
153.288 0,0086 0,0095 0,0115
153.648 0,0087 0,0096 0,0116
154.008 0,0087 0,0096 0,0116
154.368 0,0087 0,0096 0,0117
154.728 0,0088 0,0097 0,0117
155.088 0,0088 0,0097 0,0118
155.448 0,0089 0,0098 0,0118
155.808 0,0089 0,0098 0,0119
156.168 0,0089 0,0098 0,0119
156.528 0,0090 0,0099 0,0120
156.888 0,0090 0,0099 0,0120
157.248 0,0090 0,0100 0,0121
157.608 0,0091 0,0100 0,0121
157.968 0,0091 0,0100 0,0122
158.328 0,0092 0,0101 0,0122
158.688 0,0092 0,0101 0,0123
159.048 0,0092 0,0102 0,0123
159.408 0,0093 0,0102 0,0124
159.768 0,0093 0,0102 0,0124
160.128 0,0093 0,0103 0,0125
160.488 0,0094 0,0103 0,0125
160.848 0,0094 0,0104 0,0126
161.208 0,0095 0,0104 0,0126
161.568 0,0095 0,0105 0,0127
161.928 0,0095 0,0105 0,0127
162.288 0,0096 0,0105 0,0128
162.648 0,0096 0,0106 0,0128
163.008 0,0097 0,0106 0,0129
163.368 0,0097 0,0107 0,0129
163.728 0,0097 0,0107 0,0130
164.088 0,0098 0,0107 0,0130
164.448 0,0098 0,0108 0,0131
164.808 0,0098 0,0108 0,0131
165.168 0,0099 0,0109 0,0132
165.528 0,0099 0,0109 0,0132

560
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
200 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
165.888 0,0100 0,0110 0,0133
166.248 0,0100 0,0110 0,0133
166.608 0,0100 0,0110 0,0134
166.968 0,0101 0,0111 0,0134
167.328 0,0101 0,0111 0,0135
167.688 0,0102 0,0112 0,0136
168.048 0,0102 0,0112 0,0136
168.408 0,0102 0,0113 0,0137
168.768 0,0103 0,0113 0,0137
169.128 0,0103 0,0114 0,0138
169.488 0,0104 0,0114 0,0138
169.848 0,0104 0,0114 0,0139
170.208 0,0104 0,0115 0,0139
170.568 0,0105 0,0115 0,0140
170.928 0,0105 0,0116 0,0140
171.288 0,0106 0,0116 0,0141
171.648 0,0106 0,0117 0,0141
172.008 0,0106 0,0117 0,0142
172.368 0,0107 0,0117 0,0142
172.728 0,0107 0,0118 0,0143
173.088 0,0108 0,0118 0,0143
173.448 0,0108 0,0119 0,0144
173.808 0,0108 0,0119 0,0145
174.168 0,0109 0,0120 0,0145
174.528 0,0109 0,0120 0,0146
174.888 0,0110 0,0121 0,0146
175.248 0,0110 0,0121 0,0147
175.608 0,0110 0,0121 0,0147
175.968 0,0111 0,0122 0,0148
176.328 0,0111 0,0122 0,0148
176.688 0,0112 0,0123 0,0149
177.048 0,0112 0,0123 0,0149
177.408 0,0112 0,0124 0,0150
177.948 0,0113 0,0124 0,0151
178.488 0,0114 0,0125 0,0152
179.028 0,0114 0,0126 0,0152
179.568 0,0115 0,0126 0,0153
180.108 0,0115 0,0127 0,0154
180.648 0,0116 0,0128 0,0155
181.188 0,0117 0,0128 0,0156
181.728 0,0117 0,0129 0,0157
182.268 0,0118 0,0130 0,0157
182.808 0,0119 0,0131 0,0158
183.348 0,0119 0,0131 0,0159
183.888 0,0120 0,0132 0,0160
184.428 0,0121 0,0133 0,0161
184.968 0,0121 0,0133 0,0162
185.508 0,0122 0,0134 0,0163
186.048 0,0122 0,0135 0,0163
186.588 0,0123 0,0135 0,0164
187.128 0,0124 0,0136 0,0165
187.668 0,0124 0,0137 0,0166
188.208 0,0125 0,0138 0,0167
188.748 0,0126 0,0138 0,0168

561
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
200 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
189.288 0,0126 0,0139 0,0169
189.828 0,0127 0,0140 0,0169
190.368 0,0128 0,0140 0,0170
190.908 0,0128 0,0141 0,0171
191.448 0,0129 0,0142 0,0172
191.988 0,0130 0,0143 0,0173
192.528 0,0130 0,0143 0,0174
193.068 0,0131 0,0144 0,0175
193.608 0,0132 0,0145 0,0176
194.148 0,0132 0,0146 0,0176
194.688 0,0133 0,0146 0,0177
195.228 0,0134 0,0147 0,0178
195.768 0,0134 0,0148 0,0179
196.308 0,0135 0,0148 0,0180
196.848 0,0136 0,0149 0,0181
197.388 0,0136 0,0150 0,0182
197.928 0,0137 0,0151 0,0183
198.468 0,0138 0,0151 0,0184
199.008 0,0138 0,0152 0,0184
199.548 0,0139 0,0153 0,0185
200.088 0,0140 0,0154 0,0186
200.628 0,0140 0,0154 0,0187
201.168 0,0141 0,0155 0,0188
201.708 0,0142 0,0156 0,0189
202.248 0,0143 0,0157 0,0190
202.788 0,0143 0,0157 0,0191
203.328 0,0144 0,0158 0,0192
203.868 0,0144 0,0159 0,0193
204.408 0,0145 0,0160 0,0194
204.948 0,0146 0,0160 0,0194
205.488 0,0146 0,0161 0,0195
206.028 0,0147 0,0162 0,0196

562
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
225 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
145.008 0,0044 0,0049 0,0059
145.548 0,0045 0,0049 0,0060
146.088 0,0045 0,0049 0,0060
146.628 0,0045 0,0050 0,0060
147.168 0,0046 0,0050 0,0061
147.708 0,0046 0,0050 0,0061
148.248 0,0046 0,0051 0,0062
148.788 0,0047 0,0051 0,0062
149.328 0,0047 0,0051 0,0062
149.868 0,0047 0,0052 0,0063
150.408 0,0047 0,0052 0,0063
150.948 0,0048 0,0052 0,0064
151.488 0,0048 0,0053 0,0064
152.028 0,0048 0,0053 0,0065
152.568 0,0049 0,0053 0,0065
153.108 0,0049 0,0054 0,0065
153.648 0,0049 0,0054 0,0066
154.188 0,0050 0,0055 0,0066
154.728 0,0050 0,0055 0,0067
155.268 0,0050 0,0055 0,0067
155.808 0,0051 0,0056 0,0067
156.348 0,0051 0,0056 0,0068
156.888 0,0051 0,0056 0,0068
157.428 0,0052 0,0057 0,0069
157.968 0,0052 0,0057 0,0069
158.508 0,0052 0,0057 0,0070
159.048 0,0052 0,0058 0,0070
159.588 0,0053 0,0058 0,0070
160.128 0,0053 0,0058 0,0071
160.668 0,0053 0,0059 0,0071
161.128 0,0054 0,0059 0,0072
161.748 0,0054 0,0059 0,0072
162.288 0,0054 0,0060 0,0073
162.828 0,0055 0,0060 0,0073
163.368 0,0055 0,0060 0,0073
163.908 0,0055 0,0061 0,0074
164.448 0,0056 0,0061 0,0074
164.988 0,0056 0,0062 0,0075
165.528 0,0056 0,0062 0,0075
166.068 0,0057 0,0062 0,0076
166.608 0,0057 0,0063 0,0076
167.148 0,0057 0,0063 0,0077
167.688 0,0058 0,0063 0,0077
168.228 0,0058 0,0064 0,0077
168.768 0,0058 0,0064 0,0078
169.308 0,0059 0,0065 0,0078
169.848 0,0059 0,0065 0,0079
170.388 0,0059 0,0065 0,0079
170.928 0,0060 0,0066 0,0080
171.468 0,0060 0,0066 0,0080
172.008 0,0060 0,0066 0,0081
172.548 0,0061 0,0067 0,0081
173.088 0,0061 0,0067 0,0082
173.628 0,0061 0,0068 0,0082

563
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
225 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
174.168 0,0062 0,0068 0,0082
174.708 0,0062 0,0068 0,0083
175.248 0,0062 0,0069 0,0083
175.788 0,0063 0,0069 0,0084
176.328 0,0063 0,0069 0,0084
176.868 0,0064 0,0070 0,0085
177.408 0,0064 0,0070 0,0085
177.948 0,0064 0,0071 0,0086
178.488 0,0065 0,0071 0,0086
179.028 0,0065 0,0071 0,0087
179.568 0,0065 0,0072 0,0087
180.108 0,0066 0,0072 0,0088
180.648 0,0066 0,0072 0,0088
181.188 0,0066 0,0073 0,0089
181.728 0,0067 0,0073 0,0089
182.268 0,0067 0,0074 0,0089
182.808 0,0067 0,0074 0,0090
183.348 0,0068 0,0074 0,0090
183.888 0,0068 0,0075 0,0091
184.428 0,0068 0,0075 0,0091
184.968 0,0069 0,0076 0,0092
185.508 0,0069 0,0076 0,0092
186.048 0,0070 0,0076 0,0093
186.588 0,0070 0,0077 0,0093
187.128 0,0070 0,0077 0,0094
187.668 0,0071 0,0078 0,0094
188.208 0,0071 0,0078 0,0095
188.748 0,0071 0,0078 0,0095
189.288 0,0072 0,0079 0,0096
189.828 0,0072 0,0079 0,0096
190.368 0,0072 0,0080 0,0097
190.908 0,0073 0,0080 0,0097
191.448 0,0073 0,0080 0,0098
191.988 0,0074 0,0081 0,0098
192.528 0,0074 0,0081 0,0099
193.068 0,0074 0,0082 0,0099
193.608 0,0075 0,0082 0,0100
194.148 0,0075 0,0083 0,0100
194.688 0,0075 0,0083 0,0101
195.228 0,0076 0,0083 0,0101
195.768 0,0076 0,0084 0,0102
196.308 0,0077 0,0084 0,0102
196.848 0,0077 0,0085 0,0103
197.388 0,0077 0,0085 0,0103
197.928 0,0078 0,0085 0,0104
198.468 0,0078 0,0086 0,0104
199.008 0,0079 0,0086 0,0105
199.548 0,0079 0,0087 0,0105
200.088 0,0079 0,0087 0,0106
200.628 0,0080 0,0088 0,0106
201.168 0,0080 0,0088 0,0107
201.708 0,0080 0,0088 0,0107
202.248 0,0081 0,0089 0,0108
202.788 0,0081 0,0089 0,0108

564
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
225 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
203.328 0,0082 0,0090 0,0109
203.868 0,0082 0,0090 0,0109
204.408 0,0082 0,0091 0,0110
204.948 0,0083 0,0091 0,0110
205.488 0,0083 0,0091 0,0111
206.028 0,0084 0,0092 0,0112
206.568 0,0084 0,0092 0,0112
207.108 0,0084 0,0093 0,0113
207.648. 0,0085 0,0093 0,0113
208.188 0,0085 0,0094 0,0114
208.728 0,0086 0,0094 0,0114
209.268 0,0086 0,0094 0,0115
209.808 0,0086 0,0095 0,0115
210.348 0,0087 0,0095 0,0116
210.888 0,0087 0,0096 0,0116
211.428 0,0088 0,0096 0,0117
211.968 0,0088 0,0097 0,0117
212.508 0,0088 0,0097 0,0118
213.048 0,0089 0,0098 0,0118
213.588 0,0089 0,0098 0,0119
214.128 0,0090 0,0098 0,0120
214.668 0,0090 0,0099 0,0120
215.208 0,0090 0,0099 0,0121
215.748 0,0091 0,0100 0,0121
216.288 0,0091 0,0100 0,0122
216.828 0,0092 0,0101 0,0122
217.368 0,0092 0,0101 0,0123
217.908 0,0092 0,0102 0,0123
218.448 0,0093 0,0102 0,0124
218.988 0,0093 0,0103 0,0124
219.528 0,0094 0,0103 0,0125
220.068 0,0094 0,0103 0,0126
220.608 0,0095 0,0104 0,0126
221.148 0,0095 0,0104 0,0127
221.688 0,0095 0,0105 0,0127
222.228 0,0096 0,0105 0,0128
222.768 0,0096 0,0106 0,0128
223.308 0,0097 0,0106 0,0129
223.848 0,0097 0,0107 0,0130
224.388 0,0097 0,0107 0,0130
224.928 0,0098 0,0108 0,0131
225.468 0,0098 0,0108 0,0131
226.008 0,0099 0,0108 0,0132
226.548 0,0099 0,0109 0,0132
227.088 0,0100 0,0109 0,0133
227.628 0,0100 0,0110 0,0133
228.168 0,0100 0,0110 0,0134
228.708 0,0101 0,0111 0,0135
229.248 0,0101 0,0111 0,0135
229.788 0,0102 0,0112 0,0136
230.328 0,0102 0,0112 0,0136
231.048 0,0103 0,0113 0,0138
231.768 0,0103 0,0114 0,0139
232.488 0,0104 0,0114 0,0140

565
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
225 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
233.208 0,0104 0,0115 0,0141
233.928 0,0105 0,0115 0,0142
234.648 0,0106 0,0116 0,0142
235.368 0,0106 0,0117 0,0143
236.088 0,0107 0,0117 0,0144
236.808 0,0107 0,0118 0,0145
237.528 0,0108 0,0119 0,0145
238.248 0,0109 0,0119 0,0146
238.968 0,0109 0,0120 0,0147
239.688 0,0110 0,0121 0,0148
240.408 0,0110 0,0121 0,0149
241.128 0,0111 0,0122 0,0149
241.848 0,0112 0,0123 0,0150
242.568 0,0112 0,0123 0,0151
243.288 0,0113 0,0124 0,0152
244.008 0,0113 0,0125 0,0153
244.728 0,0114 0,0125 0,0153
245.448 0,0115 0,0126 0,0154
246.168 0,0115 0,0127 0,0155
246.888 0,0116 0,0127 0,0156
247.608 0,0116 0,0128 0,0157
248.328 0,0117 0,0129 0,0158
249.048 0,0118 0,0129 0,0158
249.768 0,0118 0,0130 0,0159
250.488 0,0119 0,0130 0,0160
251.208 0,0119 0,0131 0,0161
251.928 0,0120 0,0132 0,0162
252.648 0,0121 0,0133 0,0163
253.368 0,0121 0,0133 0,0163
254.088 0,0122 0,0134 0,0164
254.808 0,0123 0,0135 0,0165
255.528 0,0123 0,0135 0,0166
256.248 0,0124 0,0136 0,0167
256.968 0,0124 0,0137 0,0168
257.688 0,0125 0,0137 0,0168
258.408 0,0126 0,0138 0,0169
259.128 0,0126 0,0139 0,0170
259.848 0,0127 0,0139 0,0171
260.568 0,0128 0,0140 0,0172
261.288 0,0128 0,0141 0,0173
262.008 0,0129 0,0142 0,0174
262.728 0,0129 0,0142 0,0174
263.448 0,0130 0,0143 0,0175
264.168 0,0131 0,0144 0,0176
264.888 0,0131 0,0144 0,0177
265.608 0,0132 0,0145 0,0178
266.328 0,0133 0,0146 0,0179
267.048 0,0133 0,0147 0,0180

566
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
250 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
173.088 0,0037 0,0040 0,0049
173.628 0,0037 0,0041 0,0049
174.168 0,0037 0,0041 0,0050
174.708 0,0037 0,0041 0,0050
175.248 0,0038 0,0041 0,0050
175.788 0,0038 0,0042 0,0050
176.328 0,0038 0,0042 0,0051
176.868 0,0038 0,0042 0,0051
177.408 0,0038 0,0042 0,0051
177.948 0,0039 0,0042 0,0051
178.488 0,0039 0,0043 0,0052
179.028 0,0039 0,0043 0,0052
179.568 0,0039 0,0043 0,0052
180.108 0,0039 0,0043 0,0053
180.648 0,0040 0,0044 0,0053
181.188 0,0040 0,0044 0,0053
181.728 0,0040 0,0044 0,0053
182.268 0,0040 0,0044 0,0054
182.808 0,0040 0,0045 0,0054
183.348 0,0041 0,0045 0,0054
183.888 0,0041 0,0045 0,0055
184.428 0,0041 0,0045 0,0055
184.968 0,0041 0,0046 0,0055
185.508 0,0042 0,0046 0,0055
186.048 0,0042 0,0046 0,0056
186.588 0,0042 0,0046 0,0056
187.128 0,0042 0,0047 0,0056
187.668 0,0042 0,0047 0,0057
188.208 0,0043 0,0047 0,0057
188.748 0,0043 0,0047 0,0057
189.288 0,0043 0,0047 0,0058
189.828 0,0043 0,0048 0,0058
190.368 0,0044 0,0048 0,0058
190.908 0,0044 0,0048 0,0058
191.448 0,0044 0,0048 0,0059
191.988 0,0044 0,0049 0,0059
192.528 0,0044 0,0049 0,0059
193.068 0,0045 0,0049 0,0060
193.608 0,0045 0,0049 0,0060
194.148 0,0045 0,0050 0,0060
194.688 0,0045 0,0050 0,0060
195.228 0,0046 0,0050 0,0061
195.768 0,0046 0,0050 0,0061
196.308 0,0046 0,0050 0,0061
196.848 0,0046 0,0051 0,0062
197.388 0,0046 0,0051 0,0062
197.928 0,0047 0,0051 0,0062
198.468 0,0047 0,0052 0,0063
199.008 0,0047 0,0052 0,0063
199.548 0,0047 0,0052 0,0063
200.088 0,0048 0,0052 0,0064
200.628 0,0048 0,0053 0,0064
201.168 0,0048 0,0053 0,0064
201.708 0,0048 0,0053 0,0064

567
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
250 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
202.248 0,0049 0,0054 0,0065
202.788 0,0049 0,0054 0,0065
203.328 0,0049 0,0054 0,0065
203.868 0,0049 0,0054 0,0066
204.408 0,0049 0,0055 0,0066
204.948 0,0050 0,0055 0,0066
205.488 0,0050 0,0055 0,0067
206.028 0,0050 0,0055 0,0067
206.568 0,0050 0,0056 0,0067
207.108 0,0051 0,0056 0,0068
207.648 0,0051 0,0056 0,0068
208.188 0,0051 0,0056 0,0068
208.728 0,0051 0,0057 0,0069
209.268 0,0052 0,0057 0,0069
209.808 0,0052 0,0057 0,0069
210.348 0,0052 0,0057 0,0070
210.888 0,0052 0,0058 0,0070
211.428 0,0053 0,0058 0,0070
211.968 0,0053 0,0058 0,0070
212.508 0,0053 0,0058 0,0071
213.048 0,0053 0,0059 0,0071
213.588 0,0054 0,0059 0,0071
214.128 0,0054 0,0059 0,0072
214.668 0,0054 0,0060 0,0072
215.208 0,0054 0,0060 0,0072
215.748 0,0055 0,0060 0,0073
216.288 0,0055 0,0060 0,0073
216.828 0,0055 0,0061 0,0073
217.368 0,0055 0,0061 0,0074
217.908 0,0056 0,0061 0,0074
218.448 0,0056 0,0061 0,0074
219.168 0,0056 0,0062 0,0075
219.888 0,0056 0,0062 0,0075
220.608 0,0057 0,0063 0,0076
221.328 0,0057 0,0063 0,0076
222.048 0,0057 0,0063 0,0077
222.768 0,0058 0,0064 0,0077
223.488 0,0058 0,0064 0,0078
224.208 0,0058 0,0064 0,0078
224.928 0,0059 0,0065 0,0078
225.648 0,0059 0,0065 0,0079
226.368 0,0059 0,0066 0,0079
227.088 0,0060 0,0066 0,0080
227.808 0,0060 0,0066 0,0080
228.528 0,0061 0,0067 0,0081
229.248 0,0061 0,0067 0,0081
229.968 0,0061 0,0067 0,0082
230.688 0,0062 0,0068 0,0082
231.408 0,0062 0,0068 0,0083
232.128 0,0062 0,0069 0,0083
232.848 0,0063 0,0069 0,0083
233.568 0,0063 0,0069 0,0084
234.288 0,0063 0,0070 0,0084
235.008 0,0064 0,0070 0,0085

568
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
250 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
235.728 0,0064 0,0070 0,0085
236.448 0,0064 0,0071 0,0086
237.168 0,0065 0,0071 0,0086
237.888 0,0065 0,0072 0,0087
238.608 0,00’65 0,0072 0,0087
239.328 0,0066 0,0072 0,0088
240.048 0,0066 0,0073 0,0088
240.768 0,0066 0,0073 0,0089
241.488 0,0067 0,0074 0,0089
242.208 0,0067 0,0074 0,0090
242.928 0,0068 0,0074 0,0090
243.648 0,0068 0,0075 0,0091
244.368 0,0068 0,0075 0,0091
245.088 0,0069 0,0076 0,0092
245.808 0,0069 0,0076 0,0092
246.528 0,0069 0,0076 0,0093
247.248 0,0070 0,0077 0,0093
247.968 0,0070 0,0077 0,0093
248.688 0,0070 0,0078 0,0094
249.408 0,0071 0,0078 0,0094
250.128 0,0071 0,0078 0,0095
250.848 0,0072 0,0079 0,0095
251.568 0,0072 0,0079 0,0096
252.288 0,0072 0,0080 0,0096
253.008 0,0073 0,0080 0,0097
253.728 0,0073 0,0080 0,0097
254.448 0,0073 0,0081 0,0098
255.168 0,0074 0,0081 0,0098
255.888 0,0074 0,0082 0,0099
256.608 0,0075 0,0082 0,0099
257.328 0,0075 0,0083 0,0100
258.048 0,0075 0,0083 0,0100
258.768 0,0076 0,0083 0,0101
259.488 0,0076 0,0084 0,0101
260.208 0,0076 0,0084 0,0102
260.928 0,0077 0,0085 0,0102
261.648 0,0077 0,0085 0,0103
262.368 0,0078 0,0085 0,0103
263.088 0,0078 0,0086 0,0104
263.808 0,0078 0,0086 0,0105
264.528 0,0079 0,0087 0,0105
265.248 0,0079 0,0087 0,0106
265.968 0,0080 0,0088 0,0106
266.688 0,0080 0,0088 0,0107
267.408 0,0080 0,0088 0,0107
268.128 0,0081 0,0089 0,0108
268.848 0,0081 0,0089 0,0108
269.568 0,0081 0,0090 0,0109
270.288 0,0082 0,0090 0,0109
271.008 0,0082 0,0091 0,0110
271.728 0,0083 0,0091 0,0110
272.448 0,0083 0,0091 0,0111
273.168 0,0083 0,0092 0,0111
273.888 0,0084 0,0092 0,0112

569
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
250 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
274.608 0,0084 0,0093 0,0112
275.328 0,0085 0,0093 0,0113
276.048 0,0085 0,0094 0,0113
276.768 0,0085 0,0094 0,0114
277.488 0,0086 0,0095 0,014
278.208 0,0086 0,0095 0,015
278.928 0,0087 0,0095 0,0116
279.648 0,0087 0,0096 0,0116
280.368 0,0087 0,0096 0,0117
281.088 0,0088 0,0097 0,0117
282.528 0,0089 0,0098 0,0118
283.968 0,0089 0,0099 0,0119
285.408 0,0090 0,0099 0,0120
286.848 0,0091 0,0100 0,0122
288.288 0,0092 0,0101 0,0123
289.728 0,0093 0,0102 0,0124
291.168 0,0094 0,0103 0,0125
292.608 0,0094 0,0104 0,0126
294.048 0,0095 0,0105 0,0127
295.488 0,0096 0,0106 0,0128
296.928 0,0097 0,0107 0,0129
298.368 0,0098 0,0108 0,0130
299.808 0,0099 0,0109 0,0132
301.248 0,0100 0,0110 0,0133
302.688 0,0100 0,0111 0,0134
304.128 0,90101 0,0111 0,0135
305.568 0,0102 0,0112 0,0136
307.008 0,0103 0,0113 0,0137
308.448 0,0104 0,0114 0,0138
309.888 0,0105 0,0115 0,0140
311.328 0,0106 0,0116 0,0141
312.768 0,0106 0,0117 0,0142
314.208 0,0107 0,0118 0,0143
315.648 0,0108 0,0119 0,0144
317.088 0,0109 0,0120 0,0146
318.528 0,0110 0,0121 0,0147
319.968 0,0111 0,0122 0,0148
321.408 0,0112 0,0123 0,0149
322.848 0,0113 0,0124 0,0150
324.288 0,0114 0,0125 0,0152
325.728 0,0115 0,0126 0,0153
327.168 0,0115 0,0127 0,0154
328.608 0,0116 0,0128 0,0155
330.048 0,0117 0,0129 0,0156
331.488 0,0118 0,0130 0,0158
332.928 0,0119 0,0131 0,0159
334.368 0,0120 0,0132 0,0160
335.808 0,0121 0,0133 0,0161
337.248 0,0122 0,0134 0,0163
338.688 0,0123 0,0135 0,0164
340.128 0,0124 0,0136 0,0165
341.568 0,0125 0,0137 0,0166
343.008 0,0126 0,0138 0,0168
344.448 0,0127 0,0140 0,0169

570
P.V.C. DN Caudal Pérdidas de carga m.c.a./m
250 mm l/h 0,4 MPa 0,6 MPa 1 MPa
345.888 0,0128 0,0141 0,0170
347.328 0,0129 0,0142 0,0171
348.768 0,0129 0,0143 0,0173
350.208 0,0130 0,0144 0,0174
351.648 0,0131 0,0145 0,0175
353.088 0,0132 0,0146 0,0177
354.528 0,0133 0,0147 0,0178
355.968 0,0134 0,0148 0,0179
357.408 0,0135 0,0149 0,0181
358.848 0,0136 0,0150 0,0182
360.000 0,0137 0,0151 0,0183

571
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URBANO TERRÓN, P. 1995. «Tratado de fitotecnia general». Ed. Mundi-Prensa.

574
Agradecimiento a las siguientes Casas Comerciales, relacionadas con el riego
por la información facilitada:
— AZUD. Información varia.
— BROT. Catálogo general.
— CEPEX. Catálogo general.
— COPERSA. Catálogo general.
— DANOVA. Catálogo de bombas.
— EUMAWEL. Información varia.
— EUROTHERM. Información de convertidor de frecuencia.
— DANOVA. Catálogo de bombas.
— MONDRAGON. Catálogo general.
— REGABER. Catálogo general.
— URALITA. Catálogo general.

575
Jesús Antonio Moya Talens empezó sus estudios agronómicos en la
Escuela Superior de Agricultura de Barcelona, obteniendo el título de Perito
Agrícola en la promoción de 1959 y diplomado en Economía de la Empresa en la
Universidad Politécnica de Madrid, entrando por oposición en el Ministerio de Agri-
cultura, organismo autónomo Servicio de Extensión Agraria, que se fundó a seme-
janza del americano en cuanto a sus funciones, pero no integrado en la Universi-
dad. Posteriormente terminó los estudios de Ingeniero Agrónomo en la EPSO de
Orihuela, dependiente de la Universidad Miguel Hernández de Elche, por lo que a
través del S.E.A., a lo largo de su vida profesional, se ha dedicado a la divulgación
y experimentación de las técnicas agrícolas a los hombres del campo, dando Cur-
sos y Cursillos por la mayoría de las comarcas valencianas y de Mallorca. Duran-
te los cursos académicos 1969/71 estuvo en el Centro de Capacitación Experien-
cias Agrarias de Hinojosa del Duque (Córdoba), para desarrollar las técnicas de la
“enseñanza motivada”, como profesor de las asignaturas de Agronomía, Cultivos y
Riegos.
Desde el principio se han ido recogiendo los resultados de las experiencias
realizadas por la Comunidad Valenciana en los cultivos de frutales de hueso y
pepita, olivo, cítricos y viña, ampliadas en la presente edición con el estudio del
nogal, en su doble vertiente de producción de madera noble y de fruto, en cuya
promoción está interesado por las perspectivas comerciales previstas en la Espa-
ña de regadío, contando para ello con tres campos de ensayo y que, a los nueve
años, ya se pueden sacar conclusiones.
Tras el éxito de las tres últimas ediciones de Mundi-Prensa, a las que se
deben añadir las dos previas de Alicante, se continúa la ampliación con esta cuarta
edición, de un nuevo capitulo dedicado a la Climatología-Bioclimatología, principal-
mente por su influencia en el riego, abonado y poda de los cultivos, como se ha teni-
do ocasión de comprobar en los resultados obtenidos en tres años de estudio, en
una finca de 300 ha, dedicada a almendros, cítricos y olivos, en el sur de Marruecos.
No se trata de un libro teórico, pues recoge las experiencias adquiridas en
más de 40 años de divulgación agrícola, escrito en forma amena y didáctica con
multitud de ejemplos aclaratorios, propio de las técnicas de extensión, con más de
300 figuras, esquemas y dibujos. Se indican métodos, fórmulas y pasos a seguir
para la instalación y manejo del riego localizado, donde las diferentes fórmulas,
para los cálculos hidráulicos, se han simplificado al máximo en los anejos, siendo
sólo suficiente conocer las cuatro reglas aritméticas (sumar, restar, dividir y multi-
plicar), además de unos conocimientos básicos de fisiología vegetal, para com-
prender mejor los cultivos arbóreos, inteligibles para todos los profesionales de la
Agricultura, recogiendo los conocimientos agronómicos de una Agricultura intensi-
va, respetuosa con el medio ambiente, sucesora de la anterior, donde las dosis de
agua y abonados excesivos se dosificaban “a ojo de buen cubero” y cuyo resulta-
do ha sido el haber provocado las contaminaciones de las aguas subterráneas,
despilfarros y desequilibrios biológicos, que hoy en día se están padeciendo.

www.mundiprensa.com
ISBN: 84-8476-8476-289-8

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