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2M Torte (08 wRyOS TEMAS”? | HACER LA HISTORIA «ESTA OGRA QUIERE SER ALGO MAS. E H ACER LA HISTOR! AN co BAJO 14 DIRECCION 2 | JACGUES LE GOFF. | PIERRE NORA QUE UN BALANCE, ALGO DISTINTO 4 .iN PANORAM" TAL VEZ UN DIAGNOSTICO SOBRE LA SITUAGION DE LA STO. | | RIA, TAL COM LA PRACTIGAN HOY HIETORIADORES 82. \ DE HORIZONTES DIVERE7S ¥ GENERACI NES 1:90 Qué COMEARTEN--cidancevoc-oos =” | NUEVOS PROBLEMAS 5 _ MICE! DE CERTEAU, FRANCOIS FURET, PAUL VEYNE, ANDRE LERGI-GOURHAN HEARI MONIOT, NATHAN “WACHTEL, GEORGES DUay, PIERRE VILAR, PIERRE NORA. ESCUELA~ JO ESPIPITU DE te, OS 1 TITOYE TAN 28 U.S PUNTO DE PAPT! fa YOS, DE LA INVEST EN CUA UEVES Gi 'ON HISTORIC. EN EFS WSTORIA, COMO LAS 1. AS. CIENCIAS 3ASI- ) CAS, HA JONOCIDO DESDE HACE ALBJNOS ANOS!” ANS- ° ) FORMAC! MATEMa+ 8 PSOFUNDAS, DE LA! so 1S MANERA C0“ LAS SON LAS SLISTIGA ¥i GL LEAS MAMO'S ©MODEAIA! . EXIST ) NOVEL -D QUE ES,, | NUE. PROSLERIA: «NDEVA# [WSO ORIA, N THES CWITE 2 ELBE 103: UE PONE 38 ENEOQUE MA HISTOR WEN TELA DE JUICIO; LOB Ni. WE ENRIQUECE:! io MODIF: WN. LOS Sh TC (ALES: DE PARE CAMPL & y ESTOS ) OBRA. HISTORI/PA PM 6 JACQUES LE GOR ¥ PIERRE KORA Tercera parte: Nuevos Zemas EI climay Ia historia de ta Tuvi y del buen tiempo- El inconsciente: ef episodio de Ia prostituta en ¢Qué hay, que ha- cer? y en El subsuelo E] mito: Orfeo con mie! Las mentalidades: una historia ambigua La Jengua: lingistica_e historia El libro: un cambio de perspec- tiva Los jévenes: lo crudo, el nifio griego y lo cocido B) cuerpo: el hombre enfermo y su historia La cocina: um memi siglo x1x La opinién publica: apologia de los sondeos Bl cine: -un antianalisis de la ‘so- ciedad EL festival: francesa bajo la Revolucion ‘Emmanuel Le Roy Ladurie Alain Besancon Marcel Detienne Jacques Le Goff Jean-Claude Chevalier Roger Charlier y Daniel Roche Pierre Vidal.Naquet Jean-Pierre Peter ¥ Jacques Revel Jean-Paul Aron. Jacques Ozouf Mare Ferro Mona Ozout Presentacion Por el titulo dado a la presente obra se vera de buenas a primeras lo que no €s este trabajo. No es un panorama de la historia actual. Ante todo por- aue no pretende ofrecer un penorama completo do la produc- cién histérica ni del campo de la historia. Actualmente el do- ininio histérico no tiene limites y su expansion se produce de acuerdo con unas lineas 0 Zonas de penetracién que dejan entre sf espacios agotados © baldios; slo nos ban Tetenido los avanées ya practicados por numerdsos historiadores, de los cuales solamente algunos aportan st iestimonio en estas pa ginas. Ademds, porque no se trata de una ojeada desde el ex: terior sobre la produccién histérica, sino de un acto compro- metido en Ja reflexién y la investigacién del historiador, de los historiadores. ‘Obra coléctiva y diversa, pretende, no obstante, ilustrar y promiover un tipo nuevo de historia, No la historia de un equipo o de una escuela, Si en los autores @ en el espiritu de la obra se hallaré a menudo la marca de la supuesta-es- enela de los «Annales», se dehe a que Ja historia nueva debe mucho a Mare Bloch, Lucien Febvre, Fernand Braudel y a cuantos siguen sus pasos en Ia innovacién, sin que se-dé en estas paginas ninguna ortodoxia, por muy abierta que se quiera. En una obra que aspira a rehuir Jas limitaciones y las to- mas de posicién aprioristas, podra parecer sorprendente no tropezar m4s que con autores franceses —salvo una excep- cidn, que apenas es tal. Por mas que los historiadores fran- ceses desempefien un papel capital en la renovacion-de la Ristoria, Jo que en parte justificaria nuestra sefeceién, resuk 1, CE, Michel de Cuntnau, Pare de thistotre, «Recherches de scierice seligieuse», LVILT (1970), 481-520. 8B JACQUES LE GOFF Y PIERRE NORA tarfa paradéjico que una obra cuyo espiritu se esfuerza por dar la espalda al europacentrismo que tanto marca la his. torla de ayer, cayera en Ja trampa del nacionalismo, Nos ha guiado Ia preocupacién de ser Coherentes. Aunque proce- dentes de horizontes diversos y pertenecientes a generacio- nes diferentes, los miembros del equipo agui reunido tradu- cen una convergencia de formacién, de preocupaciones, de puntos de vista préximos, Hn una coleccién que invoca el desmenuzamiento actual de Ja historia y toma conciencia de la coexistencia de tic Pos de historia igualmente valides, no se ha querido jus tificar, no obstante, la incoherencia con la yextaposicion de muestras de estas ‘diversas historias, sino que, por el con- trario, se han querido hacer ver las articulaciones entre las vias de la investigacién histdrica de hoy. Las disciplinas de base de la ciencia actual experimentan una profunda muta cin, las técnicas intelectuales fundamentales sufren un tras- torno decisive, La lingtifstica, fas matematicas vivas, son las Mamadas modernas, y aunque la historia rehuse este epiteto porque en ella designa tradicionalmente un perfodo, y no un tipo de historia, se da paralelamente una historia nueva. La que queremos presentar aqui Nos parece que la novedad resulta de tres procesos: nue- vos problemas ponen en tela de juicio a Ja misma Distoria; nuevos enfoques modifican, enriqiecen, trastornan los secto- res tradicionales de la historia; nuevos temas aparecen en el campo epistemolégico de Ja historia. Lo que obliga a la historia a redefinirse es, ante todo, la toma de conciencia por parte de los historiadores del relati- vismo de su ciencia. Esta no es ef absolut de los historiado- res del pasado, providencialistas © positivistas, sino producto de una situacién, de una historia. ‘Este caracter singular de una ciencia que no dispone mas que de un sélo término para su objeto y para s{ misma, que oscila entre la historia vivida y la historia construida, stifrida y febricada, obliga a los bi! toriadores que han tomado conciencia de esta relacion origi- nal a interrogarse una ver, mas sobre los fundamentos episte- molégicos de su discipfina. La historia sufre asimismo la agresién de las ciencias so- ciales en las que reina la cuantificacién, asi como Ia demo- graffa o la economfa, Se convierte en el laboratorio de experi- mentacién de las hipétesis de esas disciplinas. Tiene que aban- ee HIACER LA HISTORIA 9 donar el impresionismo por el rigor estadistico y reconstruir- se partiendo de datos numerables, cuantificables, de la docu mentaciéu, No se trata, sin embargo, de que se desvincule de un humanismo cimentado desde la Edad Media, cuando no desde la Antigiiedad griega, en lo cualitativo, sind de evaluar los beneficios y riesgos deuna subordinacién a lo mensura- ble que puede conllevar tantos empobrecimientos y mutil ciones como consolidaciones y enriquecimientos. La historia nueva, que rechaza mas decididamente que nun ca la filosofia de la historia y no se reconoce ni en Vico, ni en Hegel, ni en Croce, y menos atin en Toynbee, no se con- tenta ya, sin embargo, con las ilusiones de la historia po: tivista y, pasando mis alld de Ia exitica decisiva del hecho o del acontecimiento histéricns, se vuelve hacia una tendencia conceptuslizante que corre el peligro de arrastrarla a algo di- ferente de s{ misma, ora se trate de las finalidades marxistas, de Jas abstracciones weberianas o de las intemporatidades es. tructuralistas ‘Aqui se abre camino Ia provocacién maxima a que debe responder la historia nueva, ta de las demas ciencias humanas. El campo que ocupaba en solitario en calidad de sistema de explicacién de las sociedades por el tiempo, se ve invadido por otras clencias, cuyas fronteras estén mal’ definidas, ¥ que pueden absorverla y disolverla. La etnologia ejerce aqui la atraccién mas seductora y, rechazando la primacia de la es- critura y fa tiranta del acontecimiento, arrastra a ta historia hacia te historia lenta, casi inmévil, de ia larga duracién brau- deliana. Refuerza la tendencia de la historia a sumergirse en €] nivel de lo cotidiano, de lo brdinario, de las emenudencias». Los sistemas mas firmemente anclados cn la explicacién histérica se ven puestox de nuevo en tela de juicio por esta dilatacion del campo de la historia, La mas global y coherente de las visiones sintéticas de la historia —en el doble sen- tido de Ja palabra—, cl marxismo, sufre el avasallamiento de las nuevas ciencias humanas. La historia social se prolonga en la historia de las represemtaciones sociales, de las ideolo- gias, de las mentalidades. Descubre en ella tin juego com- plejo de interacciones y desfases que hace imposible el re- curso simplista a las fociones de infraestructura y de su- perestractura, inalmente, la provocacién ms grave infligida a la his- toria tradicional es, sin duda, la bosquejada por la nueva concepefén di: una historia contemporanea, en busca de si misma a través de Jas nociones de historia inmediata o de to 2° JACQUES LE GOEP ¥ PIERRE NORA ’ historia’ del presente,.que, negéndose a reducirel presente a un pasado incoalivo, pone en tela de juicio la definicién bien consolidada de la historia como ciencia del pasado. Ademés de esas contestaciones mis importantes, 1a histo. ria nueva se hace mediante profundizaciones o enriquecimien- , tos que no pongan en tela de juicie 1a problemética funda. mental de ciertos sectores histéricos, Se trata casi siempre } de una tendencia de Jos objetos de. estas historias parciales 4 constituirse en totalidades. La arqueologia moderna trans- forma le excavactén en cahamazo de lectura de sistemas de objetos, La historia econémica se anuda alrededor de nocio- nes, cuales la de crisis, que permiten haltar de nuevo, a tra vés de la coyuntura, Ja ordenacién y el mecanisme de un con ) junto. © tal vez so rebase a si misma por la integracién de la serial a una globalidad ea Ja que inter- historia econsmie Jicren lo politico, lo psicolégico, lo cultural, Asimismo, la his- toria demografica complica sus modelos emplazandolos de ) Nuevo en conjuntos de incatalidades y de sistemas culturales. La historia religiosa, 1a historia literaria, 1a historia de las ) ciencias, la historia politica, Ja historia del arte propenden ) gualmente hacia una historia total a base de focalizar sobre conceptos globalizantes: lo sagrado, cl texto, cl eddigo, el po- ! der, el monumento. En Gi, Ja historia se afirma como nueva anexionandose auecvos objetos, nuevos temas, que escapaban hasta el pre- sente a su alcance y estaban fueia de su territorio. La butimia ) actual de la historia podria habernes levade a multiplicar los ejemplos. Lamentando el no haber podido presentar objetos tipieos de jas nuevas apetencias de la historia, nos hemos Ii mitado a unas muestras significativas. Se han retenido, puss, algumos temas paradéjicos ora.en raz6n de su aparente intem. } patatidad, come el clima, 2} cuerpo, e] mito, Ja festa; ora en ) FaxGn de su inclinacién par la historia inmévil o camuflada: Ja mentalidad, los j6venes; ora en raz6n de sus lazos con las Ciencias nuevas y 53 desvio Hacia la bistoxia: el inconsciente ) del psicoanilisis, el lenguaje de la lingilistica moderna, la imagen cfematogratica, Ios sondeos de opinién publica; ara ) em yazén de sn trivialidad nucvamente promovida a la his ) toria: Ja cocina, que da fe a la par de dos sectores de impor tancia creciehte en el campo. de Ja historia, et de la cviliza- ) cién material y el de las técnicas; ora, en ‘fin, en razon del yescandaloso trastorno de dptica que se les inflige: el libro, considerado como producto de masas y no como produccién BIACER TA, FUSTORIA uw de élite, ejemplo particular de la revolucién cuantitativa en storia. fa concluirse de esta breve presentacién que la bis: cuya agresién avasalladora y destructora sufriria, ¢Queda am un territurio propio de} historiador? Se convierie la historia en ilusién al anexarse por definicién el dominio de experi. mentacién de fo humano, el tiempo? ¢Mas al4 de la diver. sidad de las bistorias coexistentes, existe todavia uta historia, storia? . Te bntoris asta olive. tone ae smanifestarlo— experi- _menta hoy, no obstante, una dilatacién inaudita y, em st en- frentamiento con las ciencias hermanas, sale casi siempre reenconttada, gracias a la solidez de sus métados probados, ‘a su anclaje en la cronologia, a su realidad. Si un peligro fa amenaza, es mds bien ef de perderse en este aventurismo con frecuencia demasiado venturoso. Podemos preguntarnos si el tiempo de las aperturas —que esta obra quisiera poner de manifiesto en su triunfante conquista— no cederd su lugar & un tiempo de reilujo y de tedefinicién discteta. El progreso de las ciencias se opeza mediante rupturas, tanto, sino mds, que por extension. La historia aguarda tal vez 4 su Saussure. La historia nueva, habria.que anotarlo agui, se afivmaa, en todo caso, enJa conciencia de su stfecién a sus condiciones de produécién, No cs sin motivo que se interese cada vex mis por si misma y concede un espacio cada dia mayor y » vilogiado a fa historia de Ja historia, Producto, se interroga también sobre su productor, el historiador. Este rerurador, este aventurero, este conquistador que es éf Historiader mo- demo se mueve mal depire de su piel. Cada dia mas espe- Cializado, no ha conseguido siquiera una tecuicidad gue, de un Jado, lo pusiera al abrigo de la promiscuidad de los vulgariza- dores de escaso yuelo, de los pituniteros de la histarieta, y, de otro, Jo levantara el prestigio de los nuevos herves cies tificos de Ja segunda mitad del siglo xx, los que manejan el Stomo, la formula magica, los coronados por el premio Nobel. Ya no puede ser Michelet, modelo desesperante de cz rabo, gigante con pies de’ arcilla; no puede ser (gtodavia?) Einstein. Hombre de oficio (Mare Bloch ha hecho del mismo un programa), sigue siendo demasiado un hombre de arte. Bero lo esencial no estriba hoy en sofar en un prestigio de ayer o de matiana. Estriba en saber hacer Ja historia que 2 JACQUES LE GORE Y PFERRE NORA hoy se precisa, Ciencia del dominio del pasado y conciencia | del tiempo, debe definirge, ademas, como ciencia del cambio, | de Ia wansformacién. De alt que’ esta obra quiera ser mas, | que im balance, algo diferente a un balance,[un didendsticol _ de la situacién de Ja historia en el corazén de muestro pre- sente, Quiere poner de manifiesto las vias por las que se em pefia y debe empeiiarse Ja historia futura, Y més que la forma fom se hace Ia historia, tiene Ja ambicion de clarificar lat historia por hacer. PRIMERA PARTE: f Nuevos problemas ' i Jacques Le Goff Pierre Nora HACER LA HISTORIA editorial laia/barcelona La ediciin criginal francesa fue publicada por ior, Gallimard, al edickin orgitoy Palre de Uhistoire, Nouveaux probiemes PLAN GENERAL DE LA OBRA Presentacién por Jacques le Goff y Pierre Nora Primera parte: Nuevos problemas erercmme mmccegene tee -La operacién histérica Michel de Certeau # ? COMPR z ‘ + Lo cuantitativo en historia Francois Furet POOMPRADO: | “He ciannivo en histone, oul Wey bo bib) my aca Cost : Las vias de la historia antes de i erie di 4 Ja escritura André Leroi-Gourhan, ha Sere : La historia de los pueblos sin his- . i apo ___t toria Henri Moniot fe exh aie.000. C3 d i La aculturacién Renan Wachtel 4 900.4. fistoria social e ideologias de Jas 2 a sociedades Georges Duby i Historia marxista, historia en ces construccién Pierre Vilar we * i La vuelta del acontecimiento Pierre Nora : Segunda parte: Nuevos enfogues La arqueologia Alain Schnapp ‘La economia: “ Panes: — Las crisis econémicas Jean Bouvier kaw, “S sesGiealtt £ 2 pte — Superacién y prospectiva Pierre Chaunu _ 5 Sbisete y Featancn 36 eb oa ef \ La demografia André Burguiére de present Gon Lay Se As, Constieusioa, 1 Ta religion: we — Antropologia religiosa Alphonse Dupront re Dopistto legal: 11047-1978 — Historia religiosa Dominique Julia ISBN: 84-1222.492 La literatura Jean Starobinski 22RD, Geiticas Mérauer, S. A. = Tgnacio Ielesias, 26 : mpeg cas anaging Grtscas Maes: 8 = Bl arte Henst Zemer Printed in Spaitt |, Las ciencias ‘Michel Serres |) . La politica Jacques Julliard La operacion historica por MICHEL DE CBRTEAU zoue fabrica et historiador ouance ehace historias? ¢En qué trabaja? Qué produce? lor Seampiendo su deambulacion duedita por Jas salas de archivos, °© distancia un momento erudite yo monumental que 10 slivers ‘entre sus iguales Y- del estvon Ia catio, se pregunta: 2Ou6 ‘oficio es éste? Me in- ins ogo sobre Ta relacion enigmétics Oi ‘sostengo con 1a SO- ternoe? Sresente y con a, muerte gracias & Ja mediacién. de Gnas actividades técnicas. AS at ee que no hay consideraclones, Foe generales gue sean ni lecturas, pox mucho que $5 extienda, capaces de Se ea particularidad del lugar de ane ‘hablo y del dominio bormme Hevo @ cabo wna investigacion neta sefial es indeleble. ~ © al jscutso en que pongo en eseone Var problemas globa Fe fomaré Ia foxma del iMdiotisiso: me Gialecto simboliza mi elaciOn a un espacio. a aiee gl gosto. que zelaciona, Jas «ideas T unos espacios 5 ecisamente un gcsto de ra eS ador, Comprender, para él Peanalizar en términos de pproducciones localizables of mate SF.Paue cada inctodo instaurd prime’ fsegin sus propios eri nal ave Pipertinencia.) Cuando Ja. histor. convierte? para \erighe Ja practica, en él mismisinne Gbjeto de su reflexion, qpodra invertir et proceso 4° omprension que correlaciona 4. Si el trabajo’ histérico se carnctortis, FT ta determinaciém de ectitastat portinencta, © sem DOF .Un, 1, (como, ensefinra Paul extends Se Penton devit Victoire, Seu TO 75.273), no por ello Verse, Comipezribir las unbdades de, Semii20 0, Miscchne») asi deters Tenimela 4 pp relnciones ao nroduacian. POF 2p ‘santo, se apliea a poner mndog on NO Eiacion entre productos Y Sf Ye produccion. TeleNe soo, de una ver por todas, aMe COT Nhistoria en el sentido deFisneniograjia. © tea, eniendy wer, Mord ep ‘practica (una disci fd Getereo) 9 su Telacion. CE Michel ¢F CeRTEAG, linn), 28 fyigtodre, em oRechersnes de science \cligicusen, LVITT (1970), 481520. 16 MICHEL DF! EAU tun producto con su espacio”{Sexia un préfugo, eederfa a una coartada ideolégica si, para establecer el estatuto de su tra: Gajo, recurriese a ofro lugar filoséfico, a una verdad forma- day recibida fuera de Jas vias por las que, en historia, todo Sistema de pensamiento se remite a wmos «espacios» socia- Tes, econémicos, culturales, ¢tc) “Semejante dicotomia enti Jo gue él hace y lo que diria de su objeto, servirfa, por lo demas, a Ja ideologia reinante, protegiéndola de la practica efectiva,Reduciria asimismo las experiencias del historindor gun sodambulismo teérico. M4s aun, en historia, al igual que en cualquier otra disciplina(una practica sin teoria acaba ne- fesariamente) un dia u otro, en cl dogmatisme de «valores Gfemos> o.en Ia apologia de una eintemporalidads. La sos- pecha no puede extenderse a todo anélisis teorico ‘En este sector, Serge Moscovici, Michel Foucault, Paul Vey: ne, y muchos mas, atestiguan un’ despertar epistemolégico? Gue se manifiesta en Francia con wma urgencia nueva Pero Uo os admisible la teoria que articula una préctica, a saber ia teorta que, por una parte, abre las practicas al espacio de una sociedad y que, por ola, organiz propios de una disciplina. Enfocar la historia como una ope Phejon, sera intentar, de un modo necesariamente limitado, Eomprenderla como ia relacién entre un lugar (un reclute- SSlento, un medio ambiente, un oficig, etc.), ¥ unos procedi- Inientos de andlisis (una disciplina).yEs admitir que forma Parte de Ja erealidads de que trata, y que esta realidad puede Captarse «en cuanto actividad huimanas, «en cuanto practi eet En esta perspectiva, quisiera poner de manifiesto que la [pperacion historica se refiere a Ta combinacién de. un espacio Crcial y de practicas «cientificas»$ Este andlisis de los preli- Stinares de los que no habla el discurso permitiré precisar Ine yeves silenclogas que circunscriben el espacio de la ope- taeion historica. (La escritura histérica se construye en fun reSn de este espacio cuya organizacién parece invertir: aquélla 3. Of Sere Moscovier, Essai sur, Yhistoire humaine de ta mature, Ficnmetion, 968; Michel Foveautr, L/Archéologie du savoir, Gallimard, Tee paul Verne, Comment on écrit histoire, Seuil, 1971. ‘4, Karl Manx, Tesis sobre Feuerback, tesis T. §. Ei término cieutifico, bastante sospechoso en el conjunto de las echneias ‘humanass (en donde es sustituldo por el término andlisis). selencias hesps en el campo de las de Jos sabios. Un ambit escapaba a todo Pode” cn el momento en que se mostxaba It fragilidad de alae er el se producia, El privilegio arrebaigdo a Ulas cuan’o gatrolables pasaba a un grupo incontrolaby ras colibajos mas sefalados sobre la historia parce’ separarse ain hoy difictimente de la posici@n fortisima que SP etara R. Aron al sustituir, con el priviles® silencioso de adoRigar, el privileplo, triunfante y discutible, de wo producto un Togo" fronel Foulcault niega toda referencia & ia subjeti- Yidad_o al «pensammiento» de un sor. ‘afin suponia, en SUS Haméros Libros,” la autonomia del lugar tebrico en’ el que Se prlinerGjan, ca su_cenuinciado>, las leyes. Sean, 198 cuales cesar iscursos cioatificos se forman y combinan © sistemas Miobales. L’Archéoiogie du savoir (A969) marca S08 ruptura, ae rreecto, al inicoducir a 1a vez las.téenicas fe 200 disci- Shing ¥ los conflictos sociales en el examen de Wr estructura Bristemoropioa, Ja de Ja historia (lo aue om modo alguna es epietcasualidad.) Asimismo, cuando Paul Veyne acaba de des- imgiy en Ja historia lo que él paso de R. Aron habia conser- frig adn en cuanto a eciencia causal», cuando, 2p al, el des weet namiento de los sistemas interpretativos £m 0 polvo de percepeiones y decisiones personales ya nO deja subsistir, en 4. Votviondo 2 insistir on ta tests weberiana seein 18, C204 In el oie e ce trppiesa con vina opcign que no Hens, Te justifica- oracién clensihG’ Spacion subjetivan, Aron subrayehs. MO sin), lon ee, ne, ee de le pense socioiogique (Gallimars, 19°06. 510), ais, on Les Yfeber, entre in apelin subjetivar ¥ €t sist rasioaal de Ber eo emorisals (id, pbx SMS22), De este roodo, Pastba O04 alto, la exolicacion, se ito em Ia sociedad y podia, wna vez rads, for G'Weber por el antiMarx Webel er afots et tes choses (Gallimard, 1966), partic arts ca intcnelda na sido precisada deede envonces y Siiuese: ¢o ‘particular cava inteneion Wptroduccians de L'archéologie, au 200 (S02, 3. $8 MSRM de Chimay, L'Absent de histotre, 1975, Pe Yis.td2: «Le Spal aglell’ dt Jangage: M. Foucault». 20 MICHEL DE CERTENG cuanto a coherencia, més que Ins reglas de un género, hers Sry, en cuanto a referente, més que el placer del Riser Bora’ parece que se mantenga, intacto el presupuesss, a Sor pantesis de 1938, despojaba implicitamente de toda pee desde Hes eiremologica al examen. de Ja funeién social efor ae eac ee in historia, por el grupe de los historiadores (¥ mas Ceketalmente por los intelectuales), por las précticas las eyes de este grupo, por su intervencién ea él Jucko de las fuerzas piiblicas, etc. 2. La institucién histérica Este lugar dejado en blanco u ocultado por el andlisis que exergitaba la relacidn de um suijeto individual con su objet, es una institucidn del saber. Marea el origen de las «ciencias» modernas, come poven de viieve, en el siglo xVm, las «asambleas» de eruditos (en oe eEGerinain-des Prés, por ejemplo), las redes de correspote Sante y de viajes, que forinan por entonces un amblcnie sents ipsose)? o, mas cJaramente todavia, en el siglo 20% fe “Sreulos eruditos y esas Academias de que tanto so Pre Kupara Leibniz.” Los nacimientos de «disciplinas» van iga- dos a la creacién de grupos. ti. Ce M. de Conrenu, Une dpistémotogie de transition: P. Verne, aannales ESCs, 27 (3972), 1317-1327. . o vas nnales jens Awits (Le Temps de Vhistoire, Ménaco, 1951p. 77th pint, Pnbees (i biilication de VEurope classigue, Arthaad, 196 Pieris, Cpnybre ota constitution & travers 1Europe <'un Delt Mos Se oe esrchox), muchos mas han observado fnira por la relacién que sostenza con otros, ‘contemporé- feos, con un «estado de la cuestiéns, con las ‘problematicas Aeplotadas por el grupo y fos puntos estratégicos ave Coe fitayen, con las avanzadas y los distanciamientos as! determi- fituyen, corohos pertinentes con relacion a una investigaci6a pads onda resultado individual se inscribe en sma reat ehyos elementos dependen estrechamente unos de often. cares Gmbinacién dinémica forma Ja historia en un momento dade 1G. almente, gqué.es una «obra de valors en historia? La rechineida como tal por sus iguales. La que puede situarse seen conjunto operatorio, La que representa un Prograce So an ceidnt al estatuto actual de los «objetose y los métodos fodtgricos ¥ que, vinculada al medio en la que se labor Dosibilita, a su vez, nuevas Investigaciones. Fl MbEe, © el at- posite aistoria es, a la vez, Un resultado y un sintoma de} frupo que fimeiona como un laboratorio. Al. lgnal ave el erupo due. de na fabrica, el estudio histérico se. vincwia SPocomplejo de una fabricacién especifiea y colectiva indis 2A. M. Favicwutr, op. cit, p- 68, aderca del discurso médica. xt ‘ . a 26 MICHEL ‘DE CERTEAU HACER LA HISTORIA 2 bien que ser el efecto de uns. filosofia personal © 1a Tir foncia de una «realidad pasada, Bs el praducto de un Tugar. sictenieacepeal vado), Este trabajo esté ligado @ una enseiiarzd, © 1! docen- Gia, y por Io tanto a las fluctuaciones de una Clientela; a las Grésignes que ejerce al creer; a Tos zeficjo® de defensa, de j scent piesiGdad > repliegue que Ja evolucion y los mmovimientos 3. Los historiadores en la sociedad de los estudiantes provecan en el personal docente; a la in . . a froduecién de la cultura de masas en Una w Segiin una concepeién bastante tad sional en la intelli- frotie que deja de ser un pequefio ambito de inter gentsia francesa desde el elitismo del siglo XvUT, es conven- aetre investigacion y pedagogia. El profesor sé 0e imipelido gentsia anes ven la teoria 10 que se bace en la prdctiet, | =, 8 “yuigarizacion destinada al «gran publico> (estudiantil o | Gon no ablard de eimétodos», pero sin tlegar al impucoy te a Je viet el cspecialista se eniia de los, circuitos, Oo evocar su alcance de iniciacién en un SUP (hay que apren- no), mientras roduccion historica se ve dividtda Ger 0 practicar los «buenos» métodos para jntroducirse en €1 grupo), © su relacién con una fuerze ‘social (los métodos \ son Jos medios gracias a los cuales se defiende, se diferencia f Quien fuacién social cambia a la par el modo del trabajo y se maniliesta el poder de un cuerpo de docentes y erudi- i y el tipo del discurso. gEs un ebien» o un «mal»? Ante todo, Ye maa etmétadose perfilan wna conducta instituciona’ y.fi tipo del dieryels por todas partes, inctuso alll donee | 108), Be Ge un medio ambiente, No por ello dejan Ae Si) las Teves A wmoner una antinomia entre wn andlisis soCitt clentifices. Supeh interpreraciéa en términos de Ristorja oe | de Ta clone Guplicidad de los que ereen que 1a clencis Yas ideas, of que, en Tazcn de esta dicatomfa, consicerat cauténomas Jnents el andlisis de determinaciones socinle® ¥ | come no ero accesorias las presiones, Ins restrieciones, due } \ pone al descubierto. | ne 4) Jlestsiones no son. accidentals. Forman parte oe it I invectivacton, Lejos de representar la inconfesable, Marie } investigaciGn. Foie o en el Saricia Sanctorum de ta vida inte) sion de un extranet fra del proceder clentifio, El trsbajo | citamenteneaeier y en una «ciencia de los hechos | REERHeula eada vez mds en egudpos, Iideres, medics prabajo |. BeGuicoss y el esoterismo cfentifico de guien «bace investigacion>. eS pee gnas correspondencias ocultas se reconoen Jo calle que se ponen en movimiento o se inmoviliZut Se juntamente en unos sectores primerament> considerados ex ___jumaments por cxsuatidad que s© pase de la chistoria social» traperiioria econdmicay durante el periodo de entreguerras 2 ede pe de la gran crisis econdsmica del 1929; 0 que Mt nis alvedeejuared tome Ta delantera en cl piomento em Ge fe Iipone por todas partes, con el ocio y 10s mass media, Ia | _importancia social, econmica y polite de la «cultura»? ¢Es import fad que el eatomicismo historieo» de Langlows ¥ ‘Seigno- casuallelicltamente asociado 2 Ja sociologia, fundiea, & la gios que tmas aGnidaties sociales 0 politicas valen a tal o cual Pilismo de Ja burguesia reinante a fines ‘del siglo xix? ¢Es Bento, Ea gale a ee teers ralismo, 4° Jique fos espacios muertos de Ia erudicion 708 estudio. Tevopias jerarquias, sus pormas centralizadoras. $0 GAeino constivuyen ni temas ni esferas de investigacién— tiene 5 Jolutanniento psicosocial™ Pose a las tentathias Doz Se ae yee el departamento, de Lozére, en Pranclay if romper sus fronteras, esta instalado en ‘el circulo de la esori- i Tompey Systa historia que escribe coloca en prioridad 8 fat a6. a fecha esonsial anu es ta, de tn tecis de, Georges BSIOES, ( suas age escribieron, de modo que la obra de historic: refuerza Pocnins tt toed de ta France pendent 1a evotutlon, 1% 209 Thay Hos que Sogia sociocultural eatre sus autores Cemudigos), Sh sete hioriadore® ate Smarea este momento: Hauser, See, Ho ere nas (bros, spanuscrtos, ete.) ys PACS SANE mia rte ase dudes Netortanes, (60) ious, Senge, Y er rise aga nistoriograia, por més, aue NO, 8 8 “emo at | Brque fue para toda una época: 1a statues "jel Comendador. Sorpresa i 25, Desgracialamente, no existe, todavia. para ol roolutamicn'o, df Ht i Jor bas eeiSree un estidlo. equivatente, a} pubticado, por Mos ais, ade : Jos historiudores Tm Gnotions sociales de fenseigronent seientifiaue, \ 10 ate ee con interés: admirable Dor su mide, SOC ‘odo en cl on: Oe oS VEiL del Mbro Tl y em los capttulos LIV oot PS, IIT, todos ellos pitalo VIL cel Gonde se explictian las referencias clentifcas ‘de los Mouton, 1971. autores. 28 MICHEL DE CERTERU al rio Zambeze, que el enriguecimiento gratia y una criba historiogréfica sin fiese ni se asegure su pertinencia? 6 Te aereogida de documentos ta redacelén de} libro, ta pesctica historia ¢s por entero relativa a ig estructura 1a prictitwund, Tin la Francia de ayet, la existencla de pesre: de J ojos sociales Tuertemente labradas, definié tos die fias wiveles de la investigacion: archivos circunseito8 los 508 Meclinientos del grupo y todavia préximos @ los papeles, acontecimictina categoria de mecenas o de autoridades due de Aeticon sus nombres propios a «proteccion» de Vn patri- ironio, clentes e ideales; un reclutamiento de eruditos-doctos momanrados a una causa y que adoptan frente @ > efrentes® ees ey In economia organiza cl lepguaje de ta vida trae eres hace posible abordar a Rabelais como cristiang cae Sere Gaanto testigo de un tiempo pasado-—, deshacctss de Ge (om Gee gue no estén ya insoritas en Ia vivencia de uae divislons aevor lo tanto, no pvilegiar ya més a los refor soe eta Xig5 cristianos ‘demécratas, en Ia historiografie Po Tica 1) religiosa universiiaria, Le que ef se indica, no it! lislea. 0 acesciones mejores 0 mis objetivas, sino una situa sees a eeccnte. Un, cambio de Ja sociedad. permite.un- dist , fuctuante Hea te a ar ee see Dicter Misc, Latcien Febyre. La pensée vivant Cu su obra, ef Ean, 97, pp. S119, L. Febvre remite clertamente © ie historiem, . CONicar ef aigio X¥1 (ef. por ejemplo, Pour une, Mister SESS, Palo Parte, 968, pp. 380360, sobre Ia burguesin), uh Sarnes a Pe ein veticencia. (cf. id., DP. 184-199), pero no hace oo ree gu propia localizacion social al apalizar on pests 3 oot Brovieros histéricos. En cuanto al antimarxismo, festo, por eleruple, cn le recensic Phdsebire, pp. 109-113), en quien, DOr chelet y Marx es, para L. Febvre, un ‘sincesto». 20° MrcHEL DE CERTEAU no deja de estar tan marcada socialment® Conv Jas que él re weave, pero si puede superarlas ©8 pordne ‘corresponden 2 CHare dmes pasadas, y s¢ les impone o'r ‘ecogullas, prét & porter, en razon del Ragar que ocupa em Jos conilictos de sa presente, sont. el fuego que crepita en las obras de L, Febvre, Jo mismo ocurre hoy en todas partes (#0 dejando de lado 4 Bapel de grietas sociales y politicas bast Oh jas publica: el ape! Glombramientos en donde intervienen, YE serie de cwhetichos tacitos). Sin duda no se trata yt @e wna guerre caer asee partidos o entre los grandes Cucreoe ‘de antafio (djercito, Universidad, Ialesia, ete): hemorragia de sus (eicret implica la follslorizacion de sus Progeny Jas autén- Mas patallas ya no se Woran ahi? Lo ‘eneutralidads remite esa metamorfosis de las convicciones ° ideologias en una a edad tesnocratica y productivista anon ime he 1 no sabe Stsignar sus opciones ni delimiter sus poderes (para confe~ frafin, la diplomatica, la codigolozsa, Se, hoy, Ja musicolo- wpa privado de astonomia a medida Te. 1 ‘iba convis~ {Jando en més enorme, entregado ahora & ‘las consignas ¥ @ presiones procedentes de otras partes: vl expansionisme cien- Pesos, Jas eruzadas chumanistasy de ayer 2° reemplazan Ufcistticadas. En lo referente a las opciones, el silencio sus- GQaye a 1a aGzmacion. El discurso 2oma O9 color gris de Unvaa: eneutros. Jncluso se comviert® St ‘el medio para maider wnos lugares, en vez Ae Set Cl enunciado de «cau defengapaces de articular un deseo, Ya no ‘puede hablar de sottallo que Jo determina: un dédale 26 ‘posiciones gue es Detar y de influencias que solicitar. “Aqui, Jo no dicho, cs 0 1a pevaTo incontesado de textos convertidos oo pretextos, 1a ex yer ede lo que se hace con xespecto & 10 Ae Fe dice, ¥ terloridanceimiento de wna esfera en Ta aue Ts fuerza se cl joala en un Jenguaje, Por lo demas, 276 seria eso 10 que articuls “a referencia de una historiogratin econservadora? edelatsy pnsciente» dotade de una estabilided magica y muta. a 1D cleticbe por 1a necesidad que, «de todos todos», se tiene de ci nmar ua poder propio del que se «sabe UY bien» que ya desaparecis?® 32, Gf, M, de Conan, Ta Culture on pluriel, 1048, 1974, pp. 1134: dias revolutions ‘du ctoyebler. Be eo yaxony, ale sale bien, mals. auanel, prmer, 62 Ctefs pour riacigitire on bAutre Sobre, Seully 1969, PO. 753- HACER LA HISTORIA 31 4, Lo que permite y lo que prohtbe: et ugar ‘Antes de saber Jo que la historia dice de wna sociedad, importa analizar como funciona en ella. sia institucién s€ imports oa un complejo que le permite sOlo un po. de pro- ise ee le prohibe otros. Tal es la doble funcién del fuga, del ambito, Posibilita ciertas investignciont gracias @ coyunturas y probleméticas comunes. Pero imposibilita otras; SRluye del discarso aquello que, en un moment dado, os excluye Con; desempena el papel de una censura con reso Shige postulados presentes (sociales, econdsmicoss politicos) del aeiibs, Esta combinacion entre la permision y 13 interdiccién again duda, el punto ciego de Ja investigacin histérica, y 1a oe Sn por 1a gue no es compatible con cuslguier eek Zgualmente en esta conbinacion donde interviene el trabajo. destinado a modificarla, tinatjios medos, la Investigacion queda circunscrita Poe el ambiio que define una conexién de lo posible y 10 imposible. Gniendicndola solamente como un «decir, reintroduciriamos Entemgioria Je leyenda, o sea, la sustitucion por une ot Soe ne una esfera imaginaria, de la articulacién del discurso corer esfera social. Por el contrario, la historia Se define oh Gramente por una relacién del tenguaje al cuerDe (social), y. por ende, también por su relacién oom {0 Timites que ins- ¥, Por al cuerpo, ora en cuanto al modo del ambit particular aura onde se habla, ora en cuanto al moco del tema dife- fente (pasado, muerte) de que se habla. Tavhistoria queda configumada,.de parte @ parte, 207 el sistatia en el gue se labora, Hey como ayer, ene determi- seta po el hecho de una fabricacién localizada ©° tal o cual Duta de cse sistema, Asimismo, el tomar of cuenta este puipito en el que se produce, permite al saber historiografico aoe a Ia inconsciencia de una clase en sus reinetouce de Groduccién y que, de ese modo, ignore = 1a sociedad en la Pie ests Inserta, La articulacion de la historia 1p esiera ave Gra un andiisis de la sociedad, su condicion de posibil #2) PATE gabe, por 1o demés, que en el marxismo, Jo te que en el freudismo, no hay andlisis ave Po dependa inte- framente de la situacién creada por una yelacion social 0 por una relacién analitica- eaten serio su esfera, no es ain explicar 14 historia. Nad do lo que en clia se produce esta ya dicho de te matey Nace we ya condicién para que se pueda decir alge de la Pero ue no sea ni legendario (o «edificante»), 1 actopico 32 MICHIEL DE CERTEAU (sin pertinencia). La denegaci6n de 12 particularidad del Jugar (sin pertinelismiaimo principio de la ideologia, excuye toda siento Mids ain, al instalar el discurso en un Dothsas, impi- {io prohibe a la historia que buble de 1a soe edad y de 1a gmuerte, eso es, él Ser historia. IL. Una practica Hacer historla» es una prictica. Bajo este Anglo, pode: mos pasar a una perspectiva mas programésiea, Ory en mos Reracin las vias que sé abren, y po limitames © la sit consieracisremologica puesta de manifiesto hasta ahors, Por lina sociologia de Ia historiografia. ‘ote medida en que la universidad se mantlens ajena a ja prictica y a la tecnicidad,™ se clasifiea £9 recinto como 10 Pega auxiliar'» todo cuanto ponga la historia om relacion sclenci avonicas: ayer, Ia epigrafia, 1a papirologis, 1s paleo- Grate, Ia diplomatica, la codicologia, ete} Bey a musicolo- Gia, e1 efolklorismo», la informatica, ete: a historia no ¢- Sezaria sino con la «palabra noble» de Ia interpretacién. Seria, pewmente, un arte de discuzrir que borraria piidicamente fnalestigios de un trabajo. En realidad, tenemos, aqui una Wreion decisiva, El lugar que se concede a's técnica inclina oPeimoria del ado de la literatura 0 del lado de Ta ciencia. toria fad que Je. organizacion de la historia es relatin® a ca jugar ya un tiempo, es ante todo por sus {Scniere de produccién, Generalmente hablando, cada sociedad se piensa Prtstoricamente» con Tos instrumentos que te $m propios. snisterl germaino instriumicnitaeseqiuivoco, No Se" Cs, sola Pere de medios, Como evidenciara magistralnente ‘Serge monte GP aungue dentro de una perspectiva difereni la rroiStia viene mediatizada por Ta técnica. Asi sev relativi- sate el priviiegio otorgado a todo el siglo XIX —y Cor) fre- aaeecia min hoy en dia— a Ta historia social. Con 1 relacion cuencla Gedad consigo misma, con el «devenir diferencihts del feupo segin una dialéctica humana se combina el devenir Grupo seeraleza central en la actividad cientifica prefunand, Sevenir que es «simultancamente dato y obra». A, Essai sur histoire faimainie de ta nature, Flammarion, te 3 Essel sete Bow -M._A. Buwetmm, Los Nowwemer, Totelleciusc, coo Sh TEGO Mi, de Comrusu, La Cuture au plurisl, ppy St 13 Soul. Miversités devant Ia culture de masser, 36. Op. cit., D. 20, HA JR LA HISTORIA 33 Es sobre esta frontera mévil entre lo dado y lo creado, y finalmente entre la naturaleza y la cultura, que intervene Ja investigacion, La biologia descubre en 1a «vida» un lenguaje hablado antes do que aparezca un Jocutor. ‘El psicoandlisis revela en el discurso la articulacién de un deseo constituide de forma diferente a como Jo expresa la consciencia. Pr un Campo diferente, la ciencia del medio que nos rodea modifica Jas combinaciones méviles de la naturaleza y la industria, mas no permite ya aislar unas estructuras naturales a Tas: que Cambia, la extensién indefinida de las construcciones sociales. Este centro de trabajo inmenso opera una «renovaciény [de Ja naturateza], provocada por nuestra interveneion” reunidas en Ttalia y Iuego en Francia @ parti del siglo xv, y financiadas por grandes mecenas para apro- piarse de la historia (Jos Medici, los duques de Milfn, Carlos de Orleans y Luis XII, etc.). Ahi se conjugan la creacién de un srahajo musro (ccoleceionars), la satisfaccién de nuevas ecesidades (Ia justiicacion de grupos familiares y politicos reclentos gracias a la nstauract6n de tradiciones, de cartas y aderechos «le propiedad» propios) y la produce én de nuevos Sijeror clos docuimentos que se aislan, su conserva y Mueva Copia). Una clencia que nace (la «erudicién» del siglo xvi) erred esos cestablecimtenton de fcntese —instieiones tonics ga base sus res, jnculada, primero, a le actividad juridica, de hombre: de_plama y toys, abogidas, burgueses, de ‘aclos, conservado- eo de esotibanias,» Ia empresa se vuelve expansionista y con guistadora en cunto pasa a manos de especialistas. Ps pro- fuctora y reproductora, Obedece a la ley de la multipticacisn. Desde 1470 se alls con ia jmprenta:"' Ia «coleccién» se vuelve sbibtinas. sColewlomay ot durante mucho tiempo fabricar jjetos: copiar o imprimir, encuadernar, clasificar... ¥ con gto, copay om tl eoleclonisia se covierte ou tm actor en Ta cadena de una historia por hacer (o por veha cox) segdn nuevas pertinenclas Intelectuales y sociales. Asi la ee a ggungioesow Ree elnt ey orn Sale, Unter Eos MeRapron ee Galas conties op ween aS bnag de codon pores noe Swot renege wines Compunatonen, mlm, 3 OU, JCS) De Duran con Senet gro da rab lnc, dondeauicea eae col gol de Feconocimientor ¥en loa «sistemas 50 Ch. Philippe Amsts, Le Tem q SS sacl lions, Anas, Le Temps de thie, Monaco, Ba a SL, Gert uv, «Les biblinh2 ? 5 ales bibliothdauese, en L’Histoire et sex m pesrntiad, ip ies go0re oa eebitetde catre Guinan Fit y ‘es fore lems para fendar ef les matic, de taser era econ eos mame cie ao, Pee a Fee Bthet pete la bibiioieca del colegio de ia Sorbona. TIACER LA HISTORIA 39 38 MICHEL DE CERTEAU en razén de pertinencias nuevas, constituye en documentos } Gos utensilios, unas composiciones culinarias, unos cantos, Una imagineria popular, una disposicién de los territories, uns Tonogratia urbana, cic. (No se trata sélo de hacer que hablen fopogtatimensos sectores durmientes de Ja documentaciény,* Srtiar la vor a un silencio, 0 st efectividad = un posible. Zambian algo, que poseia su estatuto y su funcion, en ofrd sary que fanciona de modo diferente. Asimismo, no se puede , coleceién, al producir un trastorno de Tos instrumentos d= SOlbajo, redistribuye las cosas, redefine unidedes de saber. trabajo, Tina eslera de recornienzo constrayendo Una “eter! ii instaiguntesca» (Pierre Chaumnu) que postbiliterd oo pistoria. Sea eee quiere totalizar las innumerables «tarezasy U2 te aportan las trayectorias indefinidas de su ‘curiosidad, ¥,POF Consiguiente, inventar lenguajes que asegurcn 5 comprension. ‘A juzgar por Ja evolucion de su trabajo (pasando por Peirese flamar «investigacién al estudio que adopta pura y ‘simple- ) y Kircher hasta Leibnitz), el erndito se orienta, desde Snes suunte las clasificaciones de ayer, que por ejemplo «se atiene» Yel siglo xvr, hacia la invencidn metédica 46 ‘nuevos sistemas rae a eee ropuestos por ia serie Hi de los archivos, y que, det eee ravias, a procedimientos analiticos, (desrorpoy aoe ey Raine para si un campo objetivo propio. Uns oe, clemtomposicion).» Por mediacién de la cifr cot Ne, de pO nds, seté, 2 ate oe Guide des archives dlocésaines fruneaiees (Ooo Me agut hay que entender, no Jos métodos particulares dé ta) 2 atch GF Eimoticime, Lyon, 1971), Jacques, Gagille’ Soon al cus’ histitedas, fino, coma en’ las clencias exactas, el complejo de , a'Bistoire, os Cpivos, para la investigneién BistGricay, Y Ouse fe Grocedimientos que caracteriza un periodo o un sector de 18 Inves- 1 olor de. Ge ‘constielda de nuevas sseriesy, DISS Pa op. hhis- Ugacion. permite ean o para tana historia de mentalidades (0D, eltw P9- 744).

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