1. Tu feedback tiene que ser tangible, consistente, proactivo, descriptivo,
consistente, preciso y limitado en el tiempo y en su extensión. 2. Emite feedback, ser posible, una vez finalizada una actividad auténtica, no te demores demasiado. 3. Asocia el feedback tanto con las competencias como con los objetivos de la materia o experiencia de aprendizaje, así como con los contenidos y criterios de la actividad auténtica que hayas establecido. 4. Brinda elementos valorativos (ej. identifica errores y muestra de la respuesta correcta o aporta elementos que ayuden a conseguirla) y de elaboración (ej. sugerencias o propuestas de mejora, preguntas de auto-reflexión, ideas, rutinas de pensamiento, etc.) para hacer evolucionar el resultado de la actividad. No te quedes en lo superficial… ¡mójate! y aporta informaciones o plantea cuestiones que permitan evolucionar las evidencias de aprendizaje. 5. Haz llegar un feedback personalizado, es decir, que responda a las necesidades de cada una de las personas participantes (en la medida en que te sea posible). Recuerda que, también puedes transmitir un feedback personalizado y global, vinculado a los aportes realizados por todo el grupo. Aquí, tu capacidad de síntesis va a tener que emerger… y mucho. 6. Asegúrate de que, la totalidad del feedback ha sido entendido por las personas a las cuales iba dirigido. 7. Ten preparados diferentes instrumentos o personas tanto para recoger como para dar feedback. Por ejemplo, el feedback se puede desarrollar entre iguales, por una persona externa, a través de una rúbrica, mediante una lista de observación, a través de un diario, etc. 8. Selecciona el canal y el momento más adecuados para hacer llegar el feedback. Sobre todo considera este punto cuando lleves a cabo un feedback dentro de un contexto virtual o híbrido (que combine presencialidad con virtualidad). 9. Intenta potenciar actividades/acciones de reflexión conjunta sobre el feedback que has brindado. 10. Analiza el feedback que des objetivamente e intenta buscar informaciones y ejecutar acciones para mejorarlo, sin perder tu esencia.