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El Nuevo Orden Mundial desde la mirada de Vladimir Putin.

El poderío de Rusia en la esfera mundial.

La única forma de que no te hayas dado cuenta que desde hace muchos años Rusia
busca abrirse espacios donde anteriormente la geopolítica no se lo permitía es que hayas
estado viviendo en una isla desértica sin conexión a la internet o que, a pesar de vivir
dentro de la ‹‹civilización›› te importe poco o nada, el futuro del mundo.

Putin ha basado política interior y exterior en el concepto de la llamada ‹‹democracia


soberana››, en virtud de la cual, Rusia debe seguir su propio proceso de
democratización, sin tener que copiar el modelo Occidental. Para Putin, es lógico
concluir que, si el sistema político ruso tenía defectos significativos, también los tienen
los países Occidentales que, de paso sea cierto, para nada son un ejemplo de virtudes
socioeconómicas y políticas, por lo que no hay razón para que éstos den lecciones a
Rusia, ni a ninguna otra nación.

Hoy día, luego de marcados hechos en la escena internacional, vemos a un Vladimir


Putin gozando de un liderazgo reforzado, especialmente por su posición en conflictos
como el acaecido en la región del Oriente Próximo-Siria, y en otros en los que él ha
tomado ventaja, como el conflicto de Ucrania-Crimea. De allí hemos visto surgir a una
Rusia poderosa con un moderno arsenal militar actualizado en un 47, 2 %, ubicándose
en una posición como participante obligatorio en la solución de cualquier tipo de
problemas a nivel mundial.

Respecto a las medidas sancionatorias aplicadas por occidente (Estados Unidos-Europa)


sobre Rusia no han logrado el grado de sanción que ellos esperaban; por el contrario, la
economía rusa se ha fortalecido y para nada se ha visto una caída estrepitosa, como lo
hubiese deseado Occidente; incluso hay países de Europa del Este que han expresado la
necesidad de ponerles fin, sin embargo, mientras EEUU prorrogaba las sanciones,
obligaba a toda Europa a hacerlo.
Por otro lado, las relaciones entre Tokio y Moscú se han visto profundizadas en los
últimos años. Sin duda Rusia está ocupando un importante terreno en la escena
económica y política a nivel internacional, desplazando a las potencias de otrora. De
igual forma ha sucedido con Jerusalén y Pekín. Situaciones que nunca antes había visto
la humanidad; así pues, vemos como el mundo se está transformando, estamos
experimentando cambios nunca antes vistos en factores preponderantes como: la
economía, el comercio, el sistema financiero, la política y el terrorismo. Todos estos
cambios han dado la delantera a Rusia, permitiendo que desempeñe un papel
determinante en la realidad global.

La gran posibilidad de que China y Rusia formen un Nuevo Orden Mundial.

La alianza de superpotencias que desafía el orden mundial.

Rusia y China han estado formando relaciones estratégicas más estrechas frente a la
creciente presión y el aislamiento de EEUU y sus socios. Estas dos potencias le
demostraron a occidente que están trabajando juntas de buena manera, generando
resultados productivos y ventajosos para ambas naciones, logrando posicionarlas como
potencias mundiales.

Y aunque las relaciones bilaterales están en su mejor momento, no podemos perder la


óptica, el verdadero trasfondo es un interés compartido, por lo que, cada lado
apoyará al otro mientras exista un interés económico, político o militar. Una alianza
permanente entre China y Rusia podría consolidarse en un bloque similar a la OTAN, lo
que significa que la alianza seguirá fortaleciéndose y, quizá, puede que sea duradera.
Sin embargo, en la actualidad esto no es una realidad, ya que ninguna de las potencias
se ha mostrado interesada en asumir el riesgo de verse vinculada en los conflictos de su
homologo.
Es lógico deducir que, para EEUU, una de sus prioridades es alejar a Rusia de China,
sin embargo, a medida que la política exterior rusa sigue antagonizando con occidente,
las perspectivas de alivio de sanciones a cambio de cooperación contra los intereses
chinos se tornan inexistentes. Rusia no dejará de apoyar a China a cambio de que deje
de ser sancionada, al parecer, poco le afectan las sanciones. La preocupación de EEUU
y sus aliados es que, con el apoyo de Rusia, China se haga mucho más fuerte. China sin
Rusia se quedaría sin el aliado más poderoso que existe en la actualidad. Además, a
pesar de que Rusia suele mostrarse como el ‹‹gran provocador›› de EEUU y como la
nación que impone su sistema por encima de la desaprobación de occidente, este ve a
China como una amenaza más letal e incontrolable, quizá porque está bajo el yugo de
un régimen descaradamente comunista; esto hace una enorme diferencia.

Rusia ha ganado espacio en el Oriente Próximo.

Rusia logró desplazar la influencia norteamericana en el escenario de la resolución del


conflicto en Oriente Próximo.

La guerra en Siria fue la plataforma que lanzó nuevamente a Rusia, a la primera línea
del orden mundial. Su respaldo al presidente Assad fue preponderante para recuperar su
importancia como jugador esencial en el tablero global. A ello, debe sumársele la
reconciliación política de Putin con el presidente Recep Tayyid Erogan, a causa del
derribo del avión militar ruso en noviembre de 2015. Todo ello, plantea un nuevo
escenario en esta zona del mundo que se presenta como una oportunidad para Rusia de
ser reconocida como la ‹‹potencia emergente del nuevo orden mundial››.

El presidente Putin ha demostrado ser un gran maestro del ajedrez, cuando en el 2013 el
rey sirio traspasó la línea roja de las armas químicas, Putin aplicó la apertura rusa (ya lo
había hecho con anterioridad), esto facilitó un acuerdo internacional para eliminar esas
armas, así Rusia dio un jaque mate definitivo a las potencias de antaño y se posicionó.
Por su parte, la propuesta estadounidense de apartar al presidente Assad del poder para
poder llegar a un acuerdo con el cese armamentístico ese país fue rechazada por Moscú;
Putin se opuso y lo impidió. Lógicamente lo hiso con la inteligencia de un gran
estratega; era consciente que solo Assad le garantizaba una enorme influencia en esa
región del mundo, en dónde, en época de la Guerra Fría, Rusia no tenía influencia
alguna. La ubicación de Siria en Oriente Próximo le proporciona a Rusia un enclave
estratégico sobre el Mediterráneo, zona del mundo donde no tenían ni espacio, ni
influencia.

Es tan evidente el interés de Rusia en el Oriente Próximo que, a pesar de que en Irak se
sufre exactamente el mismo problema que en Siria y con los mismos protagonistas
internos -teniendo como protagonista externo a EEUU, incapaces de
detener el ascenso del terrorismo yihadista- no ha intervenido militarmente en dicho
país.

En la actualidad, solo Rusia ha demostrado que su intervención militar en ese país ha


surtido consecuencias eficaces; ello se verifica a través de los resultados obtenidos en la
lucha que han protagonizado contra el terrorismo del Daesh. Rusia pudo frenar su
avance en Siria y recuperar zonas como Palmira; mientras occidente no ha obtenido
muestras de similar envergadura, lo que hace posicionar en un lugar superior a Rusia,
dentro del tablero de ajedrez en el que se disputa el poder global.

El Nuevo Orden Mundial en el discurso político de Xi Jin Pin y Vladimir Putin.

En septiembre del año 2015, durante la celebración del 70 aniversario de fundación de


las Naciones Unidas, los líderes políticos: Barack Obama, Xi Jin Pin, Vladimir Putin y
el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steienmeier,
expusieron su opinión sobre la necesidad de transformar el orden global.

Según expuso Xi Jin Ping, el establecimiento de las Naciones Unidas significó “la
esperanza” en un “nuevo futuro”, marcando una nueva era de cooperación. Además,
resaltó que el desafío es descubrir cómo promover la “paz mundial y desarrollo”. Para el
líder asiático, el mundo enfrenta un proceso de evolución acelerado y ante tal situación,
todos somos interdependientes y compartimos un futuro común.

Por su parte Vladimir Putin hizo mención expresa a la necesidad de transformar el


orden internacional, específicamente, sentar las bases de un orden mundial postguerra.
Putin aprovechó para reconocer la legitimidad de la ONU, sin embargo, resaltó y
reconoció las críticas de las que esta ha sido objeto por no ser suficientemente eficiente,
por ser obsoleta en su misión, entre otras. Putin cree que estas críticas son producto de
las diferencias existentes en el seno de la organización, y hasta un intento de socavar la
autoridad y legitimidad de la ONU, lo que es tremendamente peligroso, puesto que
podría dar paso a un mundo de territorios controlados, más que de Estados
independientes.

Para Putin todos somos diferentes y en virtud de ello el ofrece soluciones de interés
colectivo que incluyen lo que sigue:

 Abandonar la idea de exportar revoluciones supuestamente democráticas.


 El cese de la injerencia e interferencia extranjera.
 El cese de la impunidad.
 La resolución debe ser un esfuerzo conjunto sobre la base de leyes
internacionales.
 La no imposición de “ayudas” a Estados soberanos.
 Promover y asegurar la paz y la seguridad global.
 Toda acción siempre de acuerdo con la carta de las Naciones Unidas.

La perspectiva actual de un Nuevo Orden Mundial.

Para muchos es indiscutible que, el Nuevo Orden Mundial incluye a una Rusia en
ascenso. Actualmente, no es posible visualizar la escena global sin la presencia e
intervención rusa, por ello, no se le puede exigir a Rusia ni sancionarla desde Occidente,
por el hecho de no estar de acuerdo con el actuar de ese país. Por el contrario, mientras
eso siga sucediendo, parece que Vladimir Putin tendrá en sus manos todos los
argumentos para tener una agenda diferente que se adapte a sus intereses.

Oriente Próximo ha sido la puerta de entrada de Rusia a la escena global actual, como
un gran competidor dispuesto a imponerle su hegemonía sobre occidente, no solo en esa
zona del mundo, sino también en el resto del planeta. La modernización del arsenal
militar ruso ha hecho posible que Putin extienda su fuerza hasta Siria y no solo eso,
hace que demuestre que, si es un fuerte competidor en el tablero global para superar
amenazas crecientes, o por lo menos, para hacerlas retroceder. El caso del Daesh y su
retroceso territorial se ha debido a la decisión rusa de participar en esa guerra; esto le ha
salido bien, hay que reconocerlo, en un mundo multipolar donde occidente se presenta
como un jugador temeroso de sus propias sociedades, por participar militarmente contra
amenazas globales acentúa la percepción de que el ascenso ruso no es casualidad. Todo
indica que Moscú despertó en Oriente Próximo y que occidente perdió influencia allí;
solo ver los casos de acercamiento entre Israel y Arabia Saudí hacia Moscú es un claro
ejemplo de que la política exterior aislacionista de occidente ha hecho mucho daño,
pero, a su vez, ha sido la piedra angular de la subida de Rusia.

Un Nuevo Orden Mundial es la realidad a la que nos enfrentamos; el terrorismo


yihadista, es el mal que occidente se niega a reconocer, por miedo a que queden en
evidencia sus propias debilidades. Es precisamente esta amenaza el hecho que nos
despertó ante la existencia de un NOM, hecho que, al parecer solo Rusia acepta, pues es
esta nación la que se ha aprovechado de la realidad y ha tomado ventaja, saliendo
fortalecida posicionándose en la delantera dentro del juego de poder global.

Ahora bien, del discurso que el presidente Putin ofreció en la sesión del Foro
Económico Mundial de la Agenda 2021 -Davos-, podemos observar no solo su
posición general ante la situación mundial, sino una marcada mirada ante un
posible conflicto bélico internacional y la instauración de un Nuevo Orden
Mundial.
Veamos los puntos más relevantes de su intervención:

 En relación a la pandemia Putin afirmó que: ‹‹se convirtió en un serio desafío


para la humanidad, solo estimuló y aceleró los cambios estructurales, cuyas
condiciones se habían creado hace mucho tiempo. La pandemia ha exacerbado
los problemas y los desequilibrios que se acumulaban en el mundo anterior. Hay
muchas razones para creer que es probable que las diferencias se hagan más
fuertes. Estas tendencias pueden aparecer prácticamente en todos los ámbitos››.
Con ello nos dejó claro que, los cambios ya habían iniciado con anterioridad a la
pandemia, por lo que, con ella o sin ella, las modificaciones se habrían
producido. Sin embargo, no solo debemos ver esta “pandemia” como un
catalizador, sino que, debemos ver más allá y prever las consecuencias que este
escenario sanitario ocasionará en el resto de los ámbitos que conforman la
estructura mundial.

 El presidente ruso dice que las tensiones socioeconómicas globales son similares
a las vividas por la humanidad en la década de los 30, del pasado siglo XX, pues
resultan evidentes ciertas analogías con la naturaleza integral y sistémica de los
desafíos y las amenazas potenciales, por lo que advirtió sobre el riesgo de un
conflicto de ‹‹todos contra todos››.

 Respecto a su reunión con Biden, hizo declaraciones que dejan al ojo público, la
posibilidad de desacuerdos irreparables, así lo hiso saber cuándo dijo que: ‹‹las
diferencias conducen a una espiral descendente. Como saben, la incapacidad y
falta de voluntad para encontrar soluciones de fondo a problemas como éste en
el siglo XX condujo a la catástrofe de la Segunda Guerra Mundial››.

 Y respecto a este posible conflicto global dijo que de producirse ‹‹sería el fin de
la humanidad››.

 Adicionalmente aseveró que: ‹‹estamos asistiendo a una crisis de los modelos e


instrumentos anteriores de desarrollo económico. La estratificación social se está
fortaleciendo tanto a nivel mundial como en países individuales. También hemos
hablado de esto antes. Pero esto, a su vez, está provocando hoy una fuerte
polarización de opiniones públicas, provocando el crecimiento del populismo, el
radicalismo de derecha e izquierda y otros extremos, y la exacerbación de los
procesos políticos internos, incluso en los países líderes››.

 Un sistema económico que ‹‹solo beneficie a un millón de personas, o incluso a


los mil millones de oro›› es radicalmente inviable en la nueva era, es un modelo
desequilibrado y destructivo por defecto. ‹‹Los acontecimientos recientes,
incluidas las crisis migratorias, lo han reafirmado una vez más››.

 Algo que muchos apreciamos y admiramos de Putin es la defensa por los valores
tradicionales, y no podía faltar en su intervención la alusión directa a este tema
tan importante; Putin se refirió directamente a la destrucción de los valores
tradicionales como la familia, así como, de libertades y derechos fundamentales
como la elección y la privacidad.
Al respecto dijo: ‹‹me gustaría señalar las consecuencias demográficas negativas
de la crisis social en curso y la crisis de valores, que podría resultar en la pérdida
de continentes culturales y de civilización de la humanidad. Tenemos la
responsabilidad compartida de prevenir este escenario, que parece una distopía
siniestra, y de asegurarnos en cambio que nuestro desarrollo tome una
trayectoria diferente: positiva, armoniosa y creativa››.

Putin hizo mención expresa sobre los principales desafíos a los que se enfrenta la
comunidad internacional.

1. Socioeconómico.
La globalización y el crecimiento interno han dado lugar a un fuerte
crecimiento en los países en desarrollo y han sacado de la pobreza a más de
mil millones de personas. Según el Banco Mundial, en China, el número de
personas con ingresos más bajos pasó de 1.100 millones en 1990, a menos de
300 millones en los últimos años. En Rusia, este número pasó de 64 millones de
personas en 1999, a unos 5 millones en la actualidad. Para Putin, estas
estadísticas demuestran el éxito de China y de Rusia, en el área más importante.
¿Qué pasa con las economías desarrolladas donde los ingresos promedio son
mucho más altos? Puede sonar irónico, pero la estratificación en los países
desarrollados es aún más profunda. Según el Banco Mundial, 3,6 millones de
personas subsistían con ingresos inferiores a 5,50 dólares al día en los Estados
Unidos en 2000, pero en 2016 esta cifra aumentó a 5,6 millones de personas.
Los desequilibrios en el desarrollo socioeconómico mundial son el resultado de
la política devenida de la década de los 80, calificada por Putin como vulgar o
dogmática, con la cual se le dio prioridad al crecimiento económico basado en la
deuda y en bajos impuestos a los ricos y corporaciones.
Putin pone en un elevado lugar el ‹‹rápido desarrollo tecnológico›› que impide
total y absolutamente, la supervivencia del antiguo sistema económico
esclavista, señalando que: ‹‹durante los últimos 20 años hemos creado una base
para la llamada Cuarta Revolución Industrial basada en el amplio uso de la IA y
la automatización y la robótica. La pandemia de coronavirus ha acelerado
enormemente dichos proyectos y su implementación››. Con ello Putin ha
querido dejar en claro que, la ejecución del plan pandémico, no solo ha sido
beneficioso para el bando que está contra la humanidad, sino también para los
que apostamos por la transformación imparable que nos dirige hacia la nueva era
y la transferencia de riquezas.

2. Sociopolítico.
Respecto a este aspecto, Putin hizo una dura critica al papel desempeñado por
los grandes monopolios de las gigantes plataformas digitales, en especial por su
intromisión directa y sin límites en todo ámbito de la vida de la sociedad.
Para Putin queda claro que, si realmente los grandes monopolios respondieran a
intereses públicos, existirían fronteras entre los negocios globales, los servicios
en demanda, la consolidación de big data, los intentos de administrar la sociedad
a su propia discreción, la sustitución de las instituciones democráticas legales y
el respeto al derecho natural de las personas a decidir por ellos mismos. Todo lo
ocurrido con las elecciones de EEUU lo demuestra.

3. Exacerbación de muchos problemas internacionales.


Es en este punto que Putin menciona sin tapujos que: ‹‹un juego sin reglas
aumenta críticamente el riesgo del uso unilateral de la fuerza militar››. Y aunque
se muestre preocupado por un posible conflicto bélico global, lo que deja ver
entre líneas es que, tanto él, como sus aliados están preparados para ello y no
temen iniciar la guerra, si ella es el único y último medio de defender su
posición en el escenario actual.

Finalmente, debemos asumir los hechos que conforman la realidad en el tenso ambiente
internacional, las potencias de otrora deben dar paso al nuevo mundo, colaborando con
la transformación o quitándose del paso si no lo quieren hacer; así piensa Putin,
presidente actual de la poderosa Rusia, de ello está convencido, claramente lo
observamos en sus palabras y actitudes.

¿Cómo llegué a esa conclusión? Pues Putin, casi al finalizar su intervención en Davos,
dijo: ‹‹evidentemente, ha terminado la era ligada a los intentos de construir un orden
mundial centralizado y unipolar. Para ser honesto, esta era ni siquiera comenzó. Se hizo
un mero intento en esta dirección, pero esto también es ahora historia. La esencia de
este monopolio va en contra de la diversidad cultural e histórica de nuestra
civilización››.

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