Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
...la psicología que está informada por medio del conocimiento que la
biología evolutiva ofrece, esperando que la comprensión de los procesos
que diseñaron la mente humana hagan avanzar el descubrimiento de
su arquitectura. Une la biología evolutiva con la revolución cognitiva de
modo tal que tiene el potencial de unificar las ramas de la psicología en
un sistema organizado de conocimiento.2
1
De acuerdo con Palmer y Palmer, la psicología evolutiva se origina en parte para distan-
ciarse de la sociobiología y de sus connotaciones racistas y sexistas. Palmer, J. A. y L. K. Palmer
(2002): Evolutionary psychology: The ultimate origins of human behavior. Boston. MA: Allyn & Bacon,
pp. 16-18.
2
Cosmides, L., Tooby, J. y J. H. Barkow (1992): “Introduction: Evolutionary psychology and
conceptual integration”, en Barkow, J. H., Cosmides, L. y J. Tooby. The adapted mind: Evolutionary
psychology and the generation of culture. Nueva York: Oxford Univerity Press, p. 3.
15
Psicología evolutiva
3
Ibid, p. 5.
4
Levins, R. y R. C. Lewontin (1985): The dialectical biologist. Cambridge, MA: Harvard
University Press, pp. 3-4.
16
Introducción
5
Lewontin, R. C. (1983): “The organism as object and subject of evolution”, Scientia 11:
63-82, Reimpreso en Levins, R. y R. C. Lewontin, op. cit., pp. 85-106.
6
Palmer y Palmer, op. cit., p. 67.
7
Gangestad, S. W., M. G. Haselton y D. M. Buss (2006): “Evolutionary foundations of cultural
variation: Evoked culture and mate preferences”. Psychological Inquiry 17: 75-95.
8
Gould, S. J. (2001): “More things in heaven and earth”, en Rose, H. y Rose, S.: Alas Poor
Darwin; Arguments against evolutionary Psychology. Londres: Vintage, pp. 85-105.
17
Psicología evolutiva
9
Pinker, S. (1997): How the mind works. Londres: Penguin, p. 464.
18
Introducción
19
Psicología evolutiva
Engels, la cual incluye una dialéctica del conjunto del mundo natural.
Esta explicación trasciende los estrechos límites inmediatos impuestos
por el mecanicismo y permite ofrecer explicaciones desde la unidad y la
unificación espacio-tiempo, parte-todo, causa-efecto, cuerpo-mente, que
en el mecanicismo aparecen con existencias de inicio separadas. En esta
unidad dialéctica se puede entender cómo a la vez que cada una de las
categorías de estas dualidades existen en unidad con respecto a la otra,
también existen separadas, pero relacionándose entre sí como opuestos
que producen constantes síntesis, las cuales conducen al surgimiento de
novedades cualitativas, emergencia de propiedades y a la formulación de
nuevos principios explicativos del mundo. Es decir, la dialéctica puede
ser calificada como la ciencia de la evolución, no la de las constancias y
estereotipos. Dialéctica significa cambio, cambio significa ausencia de
fijezas, ausencia de esencias, de comportamientos constantes. Significa
visión de y desde la totalidad dinámica. Dialéctica significa interpene-
tración y apropiación de y entre los niveles ontológicos del mundo, así
como de los niveles epistemológicos. Esta explicación debe incluir a
las mediaciones entre todos esos niveles, es decir a las condiciones que
permiten la interrelación, no sólo transmisiones de impulsos. Es en el
análisis del movimiento y el movimiento como totalidad, la totalidad
como modificación que revoluciona al mundo.
Con y por todo ello, dialéctica significa la afrenta a las ideologi-
zaciones del mundo, con esto quiero decir, una afrenta a la suposición
de que la realidad se constriñe a lo que en un momento de la historia
se percibe en el mundo de la inmediatez. La realidad es también la que
se encuentra oculta, escondida tras las máscaras puestas por elementos
físicos, y detrás de las “obviedades”, el “sentido común” y las relaciones
sociales entre clases, que son barreras ideológicas, construcciones socia-
les. La realidad es mediata también. La misión de la ciencia ha consistido
en no conformarse con la percepción de la inmediatez y escudriñar en
los ámbitos de lo que se encuentra tras el velo de lo inmediato. Uno
de los defectos principales del reduccionismo, especialmente en la
biología evolutiva, es precisamente que no es capaz de ver más allá de
esas inmediateces y da una explicación de la realidad como si estuviera
constituida sólo y plenamente por esos elemento perceptibles por los
sentidos en lo inmediato, sin parar en las consideraciones históricas,
es decir de los orígenes, desarrollo y relaciones de los elementos que
se analizan, sin tomarlos como componentes de la totalidad o de plano
sin poner el énfasis en la totalidad misma.
20
Introducción
21
Psicología evolutiva
10
Young. R. M. (1977): “Science is social relations”. Radical Science Journal 5: 65-129; Young,
R. M. (1979): Science as Culture. Quarto 2: 7-8; Young, R. M. (1979): Science is a Labour Process.
Science for the People 43/44: 31-37.
22
Introducción
23
Psicología evolutiva
11
Dawkins, R, (1976): The Selfish Gene. Oxford: Oxford University Press, p. 117.
24
Introducción
25
Conclusiones
289
Psicología evolutiva
290
Conclusiones
y los utiliza para llevar a cabo esa acción de ocultamiento del conjunto
de relaciones existentes entre los sistemas de estudio, de manera que se
dificulta la aproximación y el camino claro hacia la comprensión de la
totalidad y por lo tanto de la verdad. En estas manifestaciones seudocien-
tíficas, los fenómenos no observables son interpretados y explicados de
manera muy parcial, deformada y dominada por los prejuicios ideológicos
y metodológicos de los sujetos cognoscentes.
2. Lawton et al. señalan la existencia de dos formas en las que una
teoría se enmascara para oscurecer las características de la naturaleza.
Primero que nada, señalan, puede limitar lo que elegimos observar, lo
que podemos distinguir del fenómeno estudiado y, en segundo, lugar
(que es una variante del primero), los sesgos sociales “invisibles, limitan
el entendimiento de lo que hemos visto del rostro de la naturaleza”.1 Estas limi-
taciones de lo que una teoría puede producir, se deben observar en la
relación de dicha teoría con la visión general hegemónica del mundo
en lo que es aceptado en la cotidianidad. Lo que forma parte de un
consenso y una práctica. Si la teoría es capaz de identificarse con esto,
su penetración en la visión hegemónica será mayor, y correspondiente-
mente será reforzada. La psicología evolutiva cae en este terreno de los
ocultamientos producidos por esos sesgos y prejuicios sociales.
Entonces surge el debate de si es posible eliminar estos sesgos del
mundo de la ciencia o de hasta qué punto estaría la sociedad condenada
a padecer la existencia, más o menos acusada de estos prejuicios. El pa-
pel de máscara o de fetiche de éstos no es universal, ni eterno, deviene
de metodologías y con concepciones parciales o parcializadas de sesgos
que obstaculizan la visión de la totalidad. En este sentido Young señala,
de manera muy interesante, la existencia de las proyecciones de la na-
turaleza al mundo de los valores que en realidad son naturalizaciones
de este sistema moral, pero no indica si esta tarea de la ciencia puede
o no ser superable en función del sistema social en el que la ciencia se
desarrolle.2 Schaff, en oposición a eso, pero sin abandonar un método
1
Lawton, M. F., Gartska, W. R. y Hanks, J. C. (1997): “The mask of theory and the face of
nature”, en Gowaty, P. A. (ed.). Feminism and evolutionary theory: boundaries, intersections and frontiers.
Nueva York: Chapman & Hall, pp. 63-85.
2
Young, R. M. (1971): “Evolutionary biology and ideology: Then and now”. Science Studies
1: 177-296; Young, R. M. (1981): “The naturalization of value systems in human sciences. Open
University Course Unit for ‘Science and Belief: from Darwin to Einstein’”, Block vi: Problems in the
biological and human sciences. Milton Keynes: Open University Press, 1981, pp. 63-110.
291
Psicología evolutiva
3
Schaff, A. (1974): Historia y verdad. México: Grijalbo.
292
Conclusiones
293
Psicología evolutiva
4
Millet, K., op. cit., pp. 177-178.
294
Conclusiones
5
Fausto-Sterling, A., op. cit., p. 110.
295
Psicología evolutiva
296
Conclusiones
297
Psicología evolutiva
298
Conclusiones
7. Los últimos tres incisos del punto anterior, al menos, han aludi-
do a la relación ciencia-sociedad. Es así como en la práctica, la práctica
social, el movimiento social total y en particular en los movimientos
contrahegemónicos originados en sectores excluidos y discriminados
como el de las mujeres y las diversidades sexuales, por ejemplo, como
se han estado modificando en las últimas décadas, las concepciones
de la diversidad sexual, de la condición misma del ser humano sexual,
del conjunto de su conducta, del carácter de la cultura y sus productos,
y de los derechos, responsabilidades y libertades. Es en esa interac-
ción social en donde se han ido desenmarañando mitos acerca de las
conductas humanas todas como algo fijo y determinado ya sea por la
estructura social o la genética. Y es en la práctica social cotidiana, en-
tendida como la integración y totalidad de la práctica, es decir, como la
práctica de seres humanos en la universalidad de su relación, como los
criterios de verdad de las teorías se construyen. Ninguna teoría del ser
humano que pretenda sustraerse a esas interacciones y se construya en
el asilamiento, o cuyo vínculo con la sociedad sea meramente el de su
observación externa y “desprejuiciada” y el de la acumulación de datos
para su procesamiento estadístico acrítico, puede ser considerada válida,
pues se constituye en un simple y aparente ejercicio de pensamiento,
pero en realidad es una toma de posición frente a los movimientos en
la sociedad y la conciencia, que minan la autoridad de las relaciones de
dominio y poder existentes; una ciencia que acude en la defensa del
estatus tarde o temprano se constituye en una defensa de las relaciones
opresivas del poder.
Es en ese ámbito de confrontación social en donde históricamente
han surgido y se han resuelto, en un sentido o en otro, los conflictos
sociales, sexuales y afectivos de los seres humanos. No ha sido en los
libros y las obras académicas por sí mismas. Por ello, y sin despreciar en
lo más mínimo el trabajo académico, sí considero conveniente cerrar
estas páginas haciendo una invitación a la “desacademización” de las
teorías científicas y en particular de la psicología evolutiva y de su crítica;
una invitación a desacralizar y desmitificar la ciencia, la seudociencia y
todo el determinismo biológico; sacarlas de los espacios reservados para
299
Psicología evolutiva
300