Cuando los padres o tutores hayan pasado adelante con el niño (o niños), el ministro dirá: “Entonces le fueron presentados unos niños para que pusiera las manos sobre ellos y orara; pero los discípulos los reprendieron. Entonces Jesús dijo: ‘Dejen a los niños venir a mí y no se lo impidan, porque de ellos es el reino de los cielos’” (Mateo 19:13-14). Al presentar a esta niña para que sea dedicado( a) no sólo indican su fe en la religión cristiana, sino también su deseo de que él (ella) conozca y siga la voluntad de Dios en su temprana edad, que viva y muera cristianamente, y que llegue a la felicidad perdurable. Para lograr este fin santo será su deber como padres lo siguiente; 1. Enseñarle a temer a Dios en su temprana edad; 2. vigilar su educación para que no se extravíe; 3. dirigir su mente juvenil a las Sagradas Escrituras y sus pies al templo; 4. refrenarlo(a) en cuanto a malas compañías y costumbres; 5. y hasta donde sea posible, criarlo(a) en las enseñanzas y amonestaciones del Señor. Pregunto a YESLI MADAI HERNANDEZ NANGUELU Y A NAHUM EMILETH MACIAS PÉREZ ¿Se esforzarán a hacerlo con la ayuda de Dios? Si es así, respondan: “Sí, lo haremos”. Pastor: Ahora les pregunto a ustedes, la congregación: ¿Prometen, como Cuerpo de Cristo, apoyar y alentar a estos padres (tutores) en el cumplimiento de su responsabilidad para con esta niña y prometen ayudar a MAYLEN ITZAYANA MACÍAS HERNÁNDEZ contribuyendo en su crecimiento hacia la madurez espiritual? Congregación: Sí. Pastor: Nuestro amante Padre celestial, aquí y en este momento te dedicamos a MAYLEN ITZAYANA MACÍAS HERNÁNDEZ en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. El ministro entonces hará la siguiente oración u otra oración apropiada improvisada. Padre celestial, humildemente te pedimos que tomes a este(a) niño(a) bajo tu amoroso cuidado. Enriquécelo(a) abundantemente con tu gracia celestial; guíalo(a) a salvo a través de los peligros de la niñez; líbralo(a) de las tentaciones de la juventud, guíalo(a) para que llegue a conocer personalmente a Cristo como su Salvador; ayúdalo(a) a crecer en sabiduría, en estatura y en gracia para contigo y los hombres y a que persevere hasta el fin. Sostén a sus padres con cuidado amoroso, para que con su sabio consejo y santo ejemplo puedan cumplir fielmente la responsabilidad que tienen contigo y con este(a) niño(a). Te lo pedimos en el nombre de Jesucristo, Señor nuestro. Amén.