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Agradecimientos especiales a #MarkT de Domen Traslations por editarme la

portada en español. Eres un capo.

Por favor, visiten su página de Facebook.


f

~4~
~5~
C ONTENIDO
Prologo ................................................................................................................. 9
La Verdugo ...................................................................................................... 47
Interludio ........................................................................................................ 116
Desviación ..................................................................................................... 127
Interludio ........................................................................................................ 160
Terrorismo en el tren desde la Capital Real ..................................... 167
Interludio ........................................................................................................ 299
En la Antigua Capital ... ............................................................................. 314
Epilogo ....................................................... ¡Error! Marcador no definido.
Afterword ....................................................................................................... 505
Comentarios del Staft ............................................................................... 508

~6~
~7~
Y ENTONCES, ELLA RENACIÓ...

~8~
Prologo

De vez en cuando, tengo este sueño.

Siempre es en alguna aula de clases en Japón, en


una escuela en la que nunca he estado. Todo el mundo
lleva diferentes uniformes. Hay estudiantes en
chaquetas, suéteres, trajes de marinero... aunque los
estilos de ropa varíen, por alguna razón, ninguno parece
fuera de lugar. Cuando entro en el aula, todos dejan de
hablar y me miran. El interior es cálido—no hay rastro de
clamor o conflicto. Nadie lleva armas. Aparte de
centrarse en sus estudios, todos son libres para gastar su
tiempo como quieran. En el momento que los saludo,
ellos me reciben con sonrisas amigables, mientras hablan
de cosas sin importancia. Soy amiga de todos en la clase,
sin embargo, solo existe una persona a la que puedo
llamar ‘mi mejor amiga’. Las dos somos muy unidas. No
hay secretos entre nosotras. Ver a mi amiga reír o sonreír
es todo lo que necesito para sentirme feliz. Si yo soy feliz,
entonces mi amiga también lo es. Conozco el trágico
pasado de mi amiga, y es porque ella comprende mis más
profundas aflicciones que podemos compartir este
vínculo. Allí, platico con mi mejor amiga de nada en
particular, mientras esperamos a que comience la clase.

Es un sueño ridículo, desde luego, y nunca podría


comentárselo a nadie.

Pero es un sueño que tengo de vez en cuando.


***
El termino pasando la noche debajo de un puente
de la ciudad luego de ser convocado a otro mundo.

—¡¡¿Por qué tengo que soportar todo esto?!!

Gritándole al sol de la madrugada y a un coro de


pajaritos, Mitsuki no pudo contenerse ni un segundo
más.

Justamente después de haberse probado su


viejo uniforme de preparatoria en una picazón de
nostalgia, fue transportado lejos de su hogar, y ya había
pasado un día desde que fue convocado a este mundo.
Y luego de ser conducido a una audiencia, el tipo que
parecía ser el rey lo echo, alegando: “—Sí... nosotros ya
no necesitamos de ti”.

Esas dos oraciones fueron más que suficiente


para resumir esta absurda serie de eventos. ¡Sucedió
tan rápido!

Sin ningún otro lugar adonde ir, Mitsuki acabó


pasando toda la noche gimiendo con blandeza debajo
de un puente.

—No puedo creer que ese rey... al menos pudo


haberme arrojado unas monedas. Ngh... me muero de
hambre...

~ 10 ~
Mitsuki lloriqueó a un lado del arroyo mientras
balbuceaba.

—Supongo que la vida tampoco es fácil en un


mundo de fantasía...

Después de una noche sin hogar, la realidad se


estaba hundiendo profundamente en sus huesos.

De regreso al mundo real, él había estado


viviendo encerrado, deprimido por su estúpida suerte
luego de perderse todos los exámenes de ingreso al
instituto por culpa de una fiebre severa que le obligó a
tomarse un año sabático involuntario. Lógicamente,
carecía de la iniciativa e imaginación para resolver su
actual predicamento por sí mismo.

El estómago de Mitsuki gruñía, pero no tenía


forma de alimentarse.

¿...me voy a morir de hambre en medio de la


ciudad?

Su hambre avivo sus pensamientos sobre el


peor de los escenarios, dirigiendo escalofríos por su
espina dorsal.

—Me niego. Si así es como serán las cosas,


¡entonces tendré que robar...!

~ 11 ~
Mientras la desesperación nublaba su juicio,
Mitsuki buscó en su cabeza una nueva forma de
sobrevivir.

—¿Robo menor, huh...? si me atrapan, la policía


se pondría en contacto con mis padres... espera, soy un
idiota. Desearía que ese fuera el caso.

—Ey, tú. El de ahí.

—Este es un mundo totalmente diferente. Si las


leyes y las costumbres no son las mismas que en Japón,
podría ser peligroso cometer un crimen...

—Estoy hablado contigo. ¡Hey! ¿holaaaaa?

—¿Pero acaso tengo otra opción...? ¡Maldita


sea! ¡Odio este lugar! ¡¿Por qué siempre tienen que
pasarme cosas malas—?!

—¡Perdona! ¡¿PUEDES OÍRME?!

—¡¡¡Oh, uh, SÍ!!! ¡¡No hay nada que ver aquí,


oficial!! —Espetó Mitsuki por los nervios, con su
conciencia prácticamente saltando fuera de su piel.

Se dio la vuelta, encontrándose cara a cara con


una joven despampanante.

~ 12 ~
Ciertamente se encontraba despierto.

—¿Qué? ¿Qué es lo que tanto miras?

Ella fijó su mirada en Mitsuki, observándolo


exageradamente con un poco de sospecha.

Había algo de madurez en ella, pero debería


tener más o menos la edad de Mitsuki, si no es que un
poco más. Su pelo castaño claro era del color de la
leche con una gota de café; estaba recogido en una
cola de caballo con una gran cinta negra.

—No sé qué has estado tramando, pero te


dejaré libre si tu no actúas en consecuencia. Nuestro
Señor es generoso. ¡Con certeza, puedes cerciorarte de
que yo actúo con la mano abierta de una sacerdotisa!

Concordando con sus declaraciones, ella llevaba


un atuendo clerical y unas voluminosas escrituras en la
mano izquierda. En general, sus ropas color índigo
producían una impresión imponente, pero por alguna
razón, la abertura de su falda le llegaba hasta el muslo
derecho.

—¿Así que estoy en lo cierto si asumo que eres


el desagradable vago que ha estado durmiendo bajo
este puente?

—¿Vago? Ouch... pero sí, supongo que sí...

~ 13 ~
—Eso pensé. Hemos recibido reportes de los
buenos ciudadanos de Los Comunes; el tercer rango de
la jerarquía social. Han pedido que hagamos algo con
‘el vagabundo que no para de llorar bajo el puente pese a
no parecer borracho ni nada’.

Mitsuki no pudo evitar mirar al cielo.

Justo cuando pensaba que por fin se le había


acercado una preciosa chica en este mundo de
fantasía...

—Este mundo alternativo apesta... ¿qué


demonios? ¿Qué he hecho para merecer esto?

—¿Qué pasa? Ya has llorado toda la noche. ¿Por


qué parece que estás a punto de romper en llanto otra
vez? Alguien tiene mucha sal y agua de sobra. ¿Acaso
sucedió algo terrible?

—Pues claro. Estoy quebrado.

Mitsuki no vio el punto en intentar ocultarlo.

Por supuesto, había muchas otras razones para


su angustia, pero sus problemas monetarios fueron lo
primero que le vino a la mente.

~ 14 ~
—Uh~huh. Sin techo y sin dinero. Apuesto a que
te estafaron los ahorros de toda tu vida en cuanto
ingresaste a la ciudad porque tenías la cabeza en las
nubes. ¿Por qué no vuelves a casa con mami? ¿O
duermes en el sofá de un amigo?

—Me encantaría ir a casa–si tuviera una.


Además, no conozco a nadie.

—¿Huh? Ya veo. No tienes amigos tampoco.

Asintió para sí misma, sacando conclusiones.

Sus rasgos faciales eran engañosamente


maduros para todas las expresiones animadas que
hacía. Ya sea intencionada o accidentalmente, sus
comentarios siempre parecían ir directo al núcleo del
asunto.

—Sin hogar, sin dinero y sin ningún lugar


adonde ir... ¡ya sé! ¿Por qué no te quedas conmigo?

—¿Qué? ¿Por qué? —Su reacción instintiva fue


permanecer cauteloso.

—¿No te das cuenta por mi ropa? —Ella


deliberadamente sacudió el dobladillo de su túnica de
sacerdotisa.

~ 15 ~
La audaz hendidura de su falda dejaba al
descubierto su pierna derecha y sus botas de cordones.
Mitsuki también vislumbró una liga de cuero enrollada
alrededor de su muslo, lo que supuso una experiencia
casi fatal para el joven chico.

—Soy una sacerdotisa de Las Fausto, el primer


estado. Me llamo Menou. ¿No es el deber de los del
clero ofrecer una mano amiga a las personas en
necesidad?

La chica llamada Menou se echó la cola de


caballo hacia atrás con orgullo.

Sin embargo, eso tenía poco significado para


Mitsuki, que no sabía nada de este mundo.

—¿...es así como trabajan?

—Uh~huh. ¿Tienes algún tipo de identificación?


Aunque nosotros seamos aliados de Los Comunes, no
se nos puede ver tendiéndole una mano a los
criminales. No podremos acogerte si no puedes
demostrar quién eres y de dónde vienes.

—um... ¿yo provengo de otro mundo?

Mitsuki estaba tan exhausto que ya no le


quedaban energías ni para ocultarlo. Estaba seguro de
que ella dudaría de su cordura.

~ 16 ~
Sin embargo, los ojos de la chica se abrieron de
par en par, sorprendidos.

—Oh. Así que eres un ‘Errante’.

—¿Un qué?

Mitsuki se sintió medio aliviado y medio


sorprendido de que ella aceptara su explicación con
tanta facilidad.

—Un término general con el que nos referimos


a las personas que se tropiezan en este mundo. Dicen
venir de algún país llamado ‘Japón’ en la ‘Tierra’ o algo
así... hmm... ahora que lo mencionas, vas vestido de
una manera extraña.

Ella examino su uniforme, asintiendo para sí


misma.

—No me extraña que no tengas a dónde ir. Pero


no tienes por qué preocuparte nunca más. ¡Cuidar de
los corderos perdidos también es parte de nuestro
deber!

—¡¿De verdad?! ¡Dinero, por favor!

~ 17 ~
—¿Perdón? Sigue soñando, vago. —Ella le
sonrió, aunque pudo ver por su voz que no cedería ni
una pulgada.

Mitsuki agachó la cabeza, inclinándose.

—¡Lo siento! Creo que me excedí un poco.

—Ya que has aprendido tu lección, vamos a


llevarte a la iglesia. ¡No temas! Tenemos muchas
conexiones. ¡Para mañana ya tendrás trabajo! ¡Y no
habrá nada parecido a un terrible trabajo manual!

—¿Qué...? ¿No aceptan a las personas gratis?

—“El que no trabaja, no come”. ¿Lo has oído? Es


una pepita de sabiduría en la forma de un antiguo
proverbio.

—Ugh...

Mitsuki caminó penosamente tras ella,


mirándose absolutamente derrotado.

Había bajado la guardia.

Aunque acababan de conocerse, sentía que


podía seguir hablando con ella.

~ 18 ~
—Mmm... me pregunto para qué puesto serias
adecuado. Recomiendo la construcción. Es un lugar de
trabajo maravilloso que siempre tiene mucha
demanda.

—No sé. Parece un mal lugar para empezar a


buscar trabajo... ¿es que acaso no hay nadie que
contrate aventureros o algo así?

—¿Hmm? Supongo que cada generación viene


con temerarios pretendiendo aventurarse en la
Frontera Salvaje. No puedo decir que lo recomiende.
Sabes, hay una razón por la que renunciamos a
establecernos allí. Mueres si no puedes valerte por ti
mismo. En todo caso, yo diría que es un lugar terrible
para empezar.

Eso parecía significar que los aventureros eran


una cosa de aquí. Adecuado para un mundo de
fantasía.

Mitsuki se halló impresionado mientras Menou


continuaba su explicación.

—Ciertamente, puedes hacer una fortuna si te


va bien, pero la mayoría de los aventureros son
criminales que no tienen cabida en la sociedad. Es
mucho más seguro en la ciudad, así que deberías
agachar la cabeza y trabajar en la construcción. Ah, y ya
que te encontraremos un trabajo, tendrás que donar el

~ 19 ~
veinte por ciento de tus ganancias. ¡Uff! ¡A las justas,
pero podremos sobrevivir el próximo mes!

—¿...esto es una iglesia o alguna agencia de


empleo? Tú te llevas una gran parte de las ganancias.

—Oh, cállate. A diferencia de los nobles,


nosotros no pedimos a las personas comunes que
paguen impuestos. Apenas sobrevivimos con
donaciones y contribuciones. ¡Especialmente en los
lugares más pequeños!

A Mitsuki no le alegraron las condiciones que le


ofreció, pero comprendía muy bien la difícil situación
de no tener suficiente dinero.

—Lo entiendo... supongo que es duro y todo.

—Siempre que comprendas... ya es bastante


duro simplemente salir adelante. —Parecía que Menou
ya tenía cosas de las que preocuparse en su vida.

Pero Mitsuki tuvo un destello de inspiración.

—Espera. ¡¿No puedo sacar provecho y


capitalizar mis ideas del otro mundo?! ¡Cómo enseñar a
la gente está cosa nueva y loca llamada mayonesa!

—Creo que eso podría ser difícil. La mayonesa


es deliciosa.

~ 20 ~
Menou le ofreció una sonrisa de compasión
mientras echaba por tierra sus esperanzas.

—Los corderos perdidos llevan mucho tiempo


viniendo a este mundo. Creo que hemos aprendido casi
todo lo que hay que saber de ellos. ¿A menos que
tengas algo más especializado que ofrecer?

—Ni hablar...

Al fin y al cabo, Mitsuki era básicamente un


ermitaño al que le fue negada la opción de terminar la
preparatoria. Por lo demás, era un chico común y
corriente.

Luego de haberse sentido tan patético bajo ese


puente la noche anterior, él no podía soportar la idea
de quedarse atorado ahí.

Empezó a suplicar.

—¡Siento mucho ser un inútil! ¡Por favor, no me


dejes aquí...!

—No te preocupes. —Menou se detuvo en


seco, girando sobre sus talones para sonreírle. —¡Las
sacerdotisas somos puras, propias... y muy poderosas!
Nunca abandonaríamos a una persona necesitada.

~ 21 ~
Su respuesta fue más tranquilizadora de lo que
él esperaba. Mientras ella hinchaba el pecho, su sonrisa
se sintió más sincera y deslumbrante que cualquier otra
que él hubiera visto.

Su corazón se aceleró de repente. Mitsuki se


rascó la mejilla para encubrir su vergüenza.

—G~Genial. Pero ahora que lo pienso, ¿por qué


me invocaron aquí en primer lugar?

—No me preguntes a mí. No tengo ni la menor


idea de lo que pasa por la cabeza de La Nobleza.

—¿Hay un Lord Demonio o algo así? Por lo que


sé, eso es un tropo común en este tipo de historias.

—Bueno, la Frontera Salvaje es vasta, pero


nunca he oído hablar de tal cosa. Con el actual orden
mundial, no ha habido guerras importantes. Doy
gracias y alabanzas a nuestro Señor, quien es grande y
generoso.

No conozco los detalles de ese llamado “orden


mundial”, pero supongo que no hay grandes batallas que
se estén librando en este momento.

—¿Podría ser que el rey este tramando algo?


Quizás está alistando a jóvenes de otros mundos para
una guerra expansionista.

~ 22 ~
—Creo que estás exagerando las cosas...
bueno, tomaré nota para mencionárselo a mis
superiores más tarde. Dejaré los asuntos de La Nobleza
a las jefas de Fausto. Yo tengo mi propia misión
honorable: ayudar a la basura de la sociedad como tú.

—Entiendo. Supongo que estás hasta el fondo


con los asuntos de Fausto si tienes que encargarte de
sujetos como yo.

—Puede ser. Aunque podría abandonarte aquí


justo ahora, vago.

—¡Oh, gran Menou-sama! ¡Sé que eres benévola


de corazón! ¡Por favor ten piedad de mi alma!

—Mucho mejor. Ya veo que has aprendido tu


lugar.

Menou asintió satisfecha una vez que Mitsuki


hizo un giro de ciento ochenta grados.

—Acabo de recordar algo. Si eres un perdido,


debes tener alguna habilidad especial. Intentemos
pensar en algún trabajo para ti en donde puedas hacer
uso de ella. Para ser honesta, aunque recomendé la
construcción... —Evaluó su físico, frunciendo el ceño.
—Eres tan delgado y pálido... mi imagen se vería
manchada si terminaras desmayándote en el trabajo.

~ 23 ~
—¡Cállate!

Puede que no tenga mucha confianza para los


trabajos físicos, pero no hace falta que lo expliques.

Que un hombre joven sea llamado débil por una


chica linda puede ser duro, hasta para un chico como
Mitsuki.

—Ya~ ya~. Eres un joven fornido. ¿Sabes qué


habilidad tienes?

—¿Una habilidad, huh...?

Habían mencionado las habilidades especiales


en el castillo donde fue invocado Mitsuki, pero recordar
los acontecimientos le dejo un pésimo sabor de boca.

—No tengo ninguna. Dijeron... que mi poder es


Nulo.

—¿Qué? —Menou se congelo. —No... eso no


puede ser cierto.

Por solo un instante, ella se quedó inmóvil, pero


había algo diferente en su voz cuando empezó a
moverse de nuevo. Parecía que Mitsuki no había estado
a la altura de sus expectativas, pero no podía ocultar la
verdad.

~ 24 ~
—Eso es lo que me dijeron.

—Okay... ¿pero te hicieron pruebas?

—Sí, lo miraron con una bola de cristal. Y


aparentemente les salió ‘Nulo’.

—¿Una bola de cristal que mide las


habilidades...? si puede mostrar... la pureza... ¿están
escondiendo un antiguo...? —Menou bajó la mirada,
murmurando algo para sí misma.

—¿Qué?

—¿Hmm? Nada. Es extraño que te echaran a


patadas cuando fueron ellos los que te invocaron.
¿Estás seguro de que no hiciste nada que les ofendiera?

—Me echaron antes de que pudiera decir algo.


¿Quizás sólo necesitaban a la chica que invocaron
conmigo?

Los ojos de Menou brillaron.

—Otra persona, ¿huh?

—Sí. Superguapa, con unos pechos enormes.


Aunque sólo la vi de reojo.

~ 25 ~
—¿Y cuál es su habilidad?

—¿Quién sabe?

Mitsuki había sido expulsado en cuestión de


segundos. Ocurrió tan rápido que sospechó que
intentaban ocultarle a la chica, por lo que no sabía nada
de ella.

—Pero apostaría a que era una habilidad


locamente poderosa.

—¿Oh? ¿Y por qué piensas eso?

—Así funcionan estas cosas.

Por la forma en que sonaba Mitsuki, parecía


estar un poco celoso de la chica que se quedó. Para
matar el tiempo durante su año libre, había devorado
wed novel´s que a menudo presentaban este tipo de
trama, por lo que estaba convencido de que este era el
caso.

—¿Sí? Pero sigo pensando que tú también


tienes una habilidad especial.

—...déjalo, ya te he dicho que no la tengo.

No pudo evitar chasquearle la lengua a Menou y


a sus palabras de consuelo. Acababa de ser traicionado

~ 26 ~
por sus invocadores. Le resultaba difícil siquiera
considerar la posibilidad de satisfacer sus expectativas.

Mientras Mitsuki se enfadaba, Menou miraba a


lo lejos.

—De hecho, debes hacerlo. De lo contrario, las


actividades de la iglesia podrían... —Murmuró de un
modo que sonaba siniestro.

Menou se detuvo. Habían llegado a su destino.

—Aquí es. Yo dirijo esta iglesia.

—¿Hmm? H~Huh... ¿En serio?

—En serio.

Estampando una sonrisa falsa en su rostro,


Menou coloco su mano en la puerta principal, que se
abrió con un chirrido oxidado.

Nada bueno podía salir de esa iglesia. La puerta


estaba destartalada, el jardín invadido por una jungla
de malas hiervas, e incluso notó que faltaba una bisagra
en la puerta cuando entraron.

—Uh... ¿realmente hay personas viviendo


aquí...? porque a mí me podrías haber engañado...

~ 27 ~
quiero decir, parece como si alguien hubiera intentado
arreglar unas ruinas antiguas.

—Bueno, ya sabes lo que dicen, los mendigos


no pueden elegir.

—Hombre, todo en este mundo parece


empeorar cada minuto.

Como Mitsuki ya lo había sospechado debido a


sus intercambios anteriores, no se sorprendió cuando
Menou demostró estar igual de arruinada. El interior de
la iglesia se encontraba en un estado tan terrible que
hacía que su actitud alegre fuera casi deprimente.

—Vamos. Hay muchas habitaciones. Eres


bienvenido a quedarte el tiempo que quieras.

—¿Es seguro...? No quiero despertarme por la


mañana enterrado vivo bajo los escombros.

—Oh, es perfectamente seguro.

Mitsuki observó con nerviosismo las grietas de


las paredes, provocadas presumiblemente por el
desgaste de los años. Sin embargo, Menou lucía una
sonrisa sospechosamente brillante.

—Mientras sus residentes tengan fe, la Santa


Iglesia nunca se derrumbará. Quiero decir, mira el

~ 28 ~
capítulo dos, versículo cinco: «Regocíjate, porque el
muro que rodea a un piadoso rebaño de ovejas nunca se
derrumbará». ¿Ves? ¡No hay manera de que se
derrumbe!

—Eso suena como un vaticinio perfecto. Eso


significa malas noticias. Deberías pedir a algunos
trabajadores de la construcción que vengan aquí antes
de contratarlos tú mismo. Creo que estaba más seguro
pasando la noche bajo el puente.

—¡¡YA TE HE DICHO QUE NO TENGO DINERO!!


—Menou hizo una pequeña rabieta.

El lamentable estado de la iglesia parecía ser un


tema delicado para ella. Se puso furiosa y empezó a
señalarla con el dedo.

—¡Escúchate, llorando todo el día porque te


saltaste un par de comidas! ¡¡PUES ESO NO ES NADA!!
¡Intenta vivir con unos pocos granos de sal durante una
semana! ¡Entonces sabrás realmente el verdadero
significado del hambre! ¿Arreglar la iglesia? ¡Si tuviera
dinero, daría prioridad a alimentar a los pobres diablos
que tienen que alimentarse con sal!

A juzgar por las lágrimas en sus ojos,


obviamente se refería a ella misma.

~ 29 ~
—¡Okay! ¡¡OKAY!! ¡Lo siento! Me equivoqué.
¡Vamos a calmarnos! ¿De acuerdo?

Menou detuvo su sollozo y se sonó la nariz.

—Si lo sientes, entonces prueba tus


habilidades... no te preocupes. Un alma perdida
debería ser capaz de usar de forma intuitiva la Fuerza
Guía.

—Vale... pero no servirá... ¿y qué es eso?

—¡Cállate e inténtalo!

Ella seguía en su modo berrinche.

—¡Si eres un perdido, lo único que hace falta es


concentrarse! Utiliza tus poderes superfuertes para
hacerle cosas a esa estatua de ahí o algo así. ¡De todas
formas está condenada a ir a la casa de empeños!

—¿Espera, qué? ¿Casa de empeño? ¿No eres una


mujer santa?

Eso parecía totalmente inapropiado para una


sacerdotisa, pero Mitsuki podía entender que estar sin
un centavo le hacía todo tipo de cosas a la mente. No
quiso insistir en el tema por miedo a hacerla sentir peor.

~ 30 ~
Mitsuki ni siquiera había oído hablar de esa
Fuerza Guía, pero hizo lo que le dijeron y se concentró.
Para su sorpresa, encontró un poder en su interior que
le vino de forma tan natural que no supo por qué no lo
había notado antes.

Fuerza Guía: conectar—

Confundido por la misteriosa sensación, Mitsuki


trató de extraerla hacia afuera desde su interior.

Huh. De verdad que es intuitivo.

Él se concentró en la estatua, y una débil


fosforescencia irradió de su cuerpo y envolvió su figura.

De repente, un anhelo irresistible germino de su


alma.

S?T?¡?K???Pureza Conceptual [Nulo]—

El poder que surgió de su cuerpo siguió un curso


bizarro. Emergió de la conciencia de Mitsuki,
conectándolo con la energía del mundo en el límite de
todo conocimiento e idea. Finalmente, un pedazo del
mundo hallo su lugar dentro de él.

Conjurar [Eliminación]

~ 31 ~
Durante un instante, sintió una incomodidad y
un disgusto indescriptibles. Y entonces jadeó,
volviendo a sus sentidos.

La estatua había desaparecido.

—Ya... ya no está ahí. ¿Qué sucedió? ¡E~Espera!


¡¿No vas a usar ese poder en mí, o si?! ¡Um! ¡Venimos en
son de paz! —Exclamó Menou, sonando
completamente extraña.

—¡Claro que no!

Reprimiendo su risa, Mitsuki comprobó con más


detenimiento su propia habilidad.

Comprendió de forma instintiva que el objeto


desaparecido literalmente había sido reducido a la
nada.

—Hombre, esto es una locura. Apuesto a que


podría hacer mucho daño como un aventurero o algo
así, ¿huh?

Menou mencionó que esa profesión era un


trabajo peligroso pero gratificante. Mitsuki tenía más
potencial para contribuir a esta iglesia en ruinas como
aventurero que como trabajador de la construcción.

~ 32 ~
—Es cierto. Una habilidad como la tuya
ciertamente podría ser bastante destructiva.

—¿Cierto?

Menou se deslizó detrás de él. Quizás todavía


tenía miedo de su nueva habilidad.

Por primera vez desde que llegó, Mitsuki


empezaba a sentirse con esperanzas. Con esto,
seguramente podría darle una lección al rey. De hecho,
si se volvían a encontrar, Mitsuki podría usarla para
‘eliminarlo’ por completo.

—Y la Fuerza Guía puede hacer que todo tu


cuerpo sea más fuerte de forma temporal. Si aprendes
a controlarla, podrás hacer aún más.

—¡Oh, genial! —Él estaba emocionado.

De pie, detrás de él, Menou utilizó la energía


para aumentar su propia fuerza—en una técnica
conocida como Incremento Guía, en la que el usuario
extrae el poder de su alma para fortalecer su carne a
voluntad.

Con su cuerpo bañado en el brillo


fosforescente—Luz Guía—, la cual indicaba la
activación del Incremento Guía, Menou introdujo su
mano en la abertura de su falda. El cinturón de cuero

~ 33 ~
que rodeaba su muslo derecho ocultaba una única
daga.

—¡¿Un aventurero, huh?! Esto por fin empieza a


sentirse como una fantasía de verdad. ¡Nulificare todo
lo que se interponga en mi camino!

—Heh, estoy segura que sí.

Menou sonrió y asintió mientras Mitsuki,


temblando de emoción, apretaba sus puños.

Su futuro comenzaba a verse brillante.

Sólo tengo que Nulificar todo lo que intente


detenerme—o me estorbe o cuando las cosas no salgan
bien.

Esta era la habilidad que había adquirido de la


S?T?¡?K???Pureza Conceptual.

—Ja~Ja. Sí, eso es. Puedo reducir cualquier cosa


a la nada. ¡Ahora si me estoy animando!

—Bueno, todo eso es debido a mis consejos.


Deberías agradecerme.

—¡Sí, es cierto!

~ 34 ~
Al fin y al cabo, se lo debía todo a Menou. Si ella
no se lo hubiera contado, podría haber muerto en
alguna zanja antes de darse cuenta de esta habilidad.

Menou era una aliada. No había necesidad de


usar sus poderes contra ella.

Con gratitud y esperanza en el futuro, Mitsuki se


giró hacia Menou con una sonrisa.

—Okay, Menou. Preséntame a tus contactos


para que pueda convertirme en un aventu–

Su sonrisa se congeló en el momento en que


una daga le atravesó la sien.

~ 35 ~
~ 36 ~
—¿Hbuh?

Un sonido inhumano salió de los labios de


Mitsuki; tan extraño como bizarro.

La hoja destrozó la parte más fina de su cráneo,


perforando su cerebro. La vida se le dreno por la herida.
Fue un milagro que no muriera al instante. Mitsuki vio
una última imagen antes de caer al suelo.

Era Menou, sosteniendo la daga clavada en su


cabeza.

—¿Por... qué...?

El moriría en cuestión de segundos. Inundado


por la desesperación ante esta traición, el poder emano
violentamente de su interior.

Fuerza Guía: Conectar—S?T?¡?K???Pureza


Conceptual [Nulo]—Conjurar [Que, no pued~ estar
pasando, ~~ ~~rrible mor~~ así ~~iminare tod~ este
mun~~. Me sen~~~ un poco m~mejor como pudist~
Menou!–]

La energía brotó de su alma, inundando el


cuerpo de Mitsuki.

—¡Ah!

~ 37 ~
Menou se puso pálida, sintiendo que algo
irregular estaba siendo conjurado por el chico
moribundo.

Un destello de luz se manifestó de sus ojos, y


ella se lanzó a un lado para esquivar, tumbándose
sobre el suelo.

No hubo ningún estruendo, ni ningún sonido


que indicara destrucción. De hecho, fue tan silencioso
que uno podría pensar que no había sucedido nada.

Pero cuando Menou se levantó, sintió una suave


brisa—sintió la luz del sol de la tarde sobre su piel.

A pesar de que se encontraban en el interior de


una iglesia.

—...debería haber esperado esto de un Errante.

Habiendo esquivado por poco el encantamiento


que el chico desató en sus últimos instantes de vida,
Menou se tumbó en el suelo.

La parte de la iglesia en la que había estado hace


solo unos momentos desapareció sin dejar rastro—
desde el suelo hasta la pared e incluso el techo.

~ 38 ~
Ningún sonido se escuchó cuando el concepto
de la ‘nada’ fue manifestado. El borde alrededor del
área desaparecida era aterradoramente liso.

—Es impresionante que no hayas muerto de


inmediato. Eras una auténtica bestia, incluso entre
aquellos con poderes excepcionales otorgados por una
Pureza Conceptual.

Ella se acercó con cautela al chico y le movió la


cabeza para confirmar que estaba muerto. Impulsada
por la fuerza del Incremento Guía, la hoja se había
clavado en su cráneo y le robó la vida.

—¿Tus últimas palabras fueron “Por qué”, huh?

Comprobó sus pupilas en busca de alguna


reacción.

—...estabas en lo cierto: Esta iglesia había


estado abandonada desde hace años. Decidí utilizar sus
restos para esta misión.

Ella ya no demostraba ninguna de las


características animosas que había expresado antes.

En su lugar, habló con un tono tranquilo que


encajaba mejor con sus rasgos maduros y tez pálida.

~ 39 ~
—Yo también estaba mintiendo sobre la
posibilidad de buscarte un trabajo. Si es cierto que
ofrecer ayuda es uno de los deberes de la iglesia, pero
en este caso solo era un medio conveniente para
ganarte. Quería conocer tu habilidad antes de matarte,
así que tenía que encontrar una forma de interrogarte
sin levantar sospechas.

No hay señales de movimiento en sus pupilas,


respiración o pulso. Ningún signo de vida.

El chico en el suelo era sólo un cadáver.

—Después de todo, algunos de ustedes tienen


habilidades que dificultan el matarlos por completo.

El poder de este chico era la Pureza Conceptual


de lo Nulo.

Era un poder aterrador que podía reducir


cualquier objetivo a la nada. Si el usuario crecía y
profundizaba su comprensión de la Pureza Conceptual,
incluso podría aprender a hacer cosas como Nulificar su
propia muerte.

—Recibimos información de que los principales


jugadores de La Nobleza estaban planeando invocar a
un Errante. Y confirmamos signos de la ceremonia de
invocación en la vena astral. Por eso enviaron a alguien
como yo para que se encargara de ti.

~ 40 ~
En un inicio había planeado infiltrarse en el
castillo, pero cuando vio salir primero a un joven con
chaqueta de instituto, sospechó que podría ser una
trampa. Ella lo monitoreo durante toda la noche antes
de establecer contacto. Luego lo atrajo a la iglesia, su
base de operaciones, y evaluó sus habilidades a través
de su conversación.

No había necesidad de una mayor interacción.

En todo caso, sería una tontería darle el tiempo


para concebir lo aterrador de sus habilidades. Tan
pronto como las confirmara, era necesario deshacerse
de él de inmediato.

Desde el principio, se había acercado con la


intención de matarlo.

—No has hecho nada malo.

Tras confirmar que estaba muerto, Menou le


cerró gentilmente los párpados.

—No es tu culpa. No has hecho nada que


merezca la muerte. Yo soy la villana y tú eres la víctima.

El chico que hace unos instantes sonreía a un


futuro con esperanza no volvería a levantarse. Menou
le había robado aquella posibilidad.

~ 41 ~
—Y aun así...

Aunque sabía que había hecho lo imperdonable,


Menou continuó con dulzura, como si ofreciera sus
condolencias a los caídos.

—...la Espada de Sal que hundió al continente


occidental en lo profundo del mar. El Pandemónium que
devoró el archipiélago del sur. La Sociedad Mecánica que
controla la Frontera Salvaje en el este. El Crepúsculo
Estelar que dividió el centro del continente del norte y le
dejo a la deriva.

Cada uno de estos títulos se refería a desastres


legendarios ocurridos en este mundo.

Esas cuatro calamidades fueron provocadas por


fuerzas sobrenaturales. Las enormes cicatrices dejadas
a través de los continentes eran tan surrealistas, que
sus vistas se grababan permanentemente en la psique
de cualquiera que presenciara los restos. Y aunque los
fenómenos que causaron cada uno de estos desastres
eran de naturaleza diferente, todos compartían un
mismo origen.

A pesar de tener la escala de un desastre natural,


ninguno de estos eventos había ocurrido de forma
natural.

~ 42 ~
Fueron provocados por Errores Humanos—
calamidades provocadas por los Errantes.

—...los de tu clase simplemente han causado


demasiado daño. —Explicó a sus restos, ahora
silenciosos.

Errantes. Aunque algunos los veían como


herramientas potenciales, sus poderes los hacían tan
peligrosos que se convertían en objetivos de
eliminación.

Por supuesto, Menou sentía cierta lástima por


ellos, atrapados en las luchas de poder de un mundo
que no era el suyo. Pero nunca dejaría que sus
emociones le impidieran completar una misión.

Hacía tiempo había determinado que debía


asumir el rol de una villana.

Por eso, aunque fingió ser amigable para


acercarse al chico, nunca le pregunto su nombre.

—Los Errantes son entidades tabú que nosotros,


como Verdugos, debemos exterminar.

Ellas servían como asesinas del Primer Estado,


Fausto, y cazaban a estos peligros humanos por
cualquier medio que sea necesario.

~ 43 ~
Siempre actúan ocultos bajo las sombras, y esta
era la verdadera identidad de Menou.

—...si de verdad no hubieras tenido ninguna


habilidad, no habría tenido que matarte.

Su silencioso murmullo cargaba consigo un


genuino rastro de modestia ante la pérdida de esta
esperanza.

Sin embargo, al final, el obtuvo una habilidad. Y


lo que es más, en cuanto la activó, empezó a expresar
abiertamente sus intenciones de Eliminar a los demás.
Como efecto secundario de sus habilidades, la Pureza
Conceptual comenzó a devorar su alma, arrastrando
sus pensamientos hacia la idea de Nulificar. En poco
tiempo, se habría apoderado de su alma por completo,
y bien podría haber cometido actos que acabasen por
generar otro de esos Errores Humanos.

Menou sacó la daga del cráneo del muchacho y


le limpio la sangre.

Mientras contemplaba sus propios ojos con el


reflejo de la hoja, recordó de repente el sueño que
había tenido esa mañana.

El sueño era en un aula de Japón en una escuela


en la que nunca había estado.

~ 44 ~
Todos llevaban uniformes diferentes. Había
alumnos con chaquetas, suéteres, trajes de marinero...
aunque sus ropas desentonaban, nada parecía fuera de
lugar, por alguna razón.

Cuando entró en el aula, todos dejaron de


hablar y la miraron.

El espacio era cálido—silencioso y sin conflictos.


Nadie llevaba armas. Aparte de estudiar, todos eran
libres de pasar su tiempo como quisieran.

Cuando ella los saludó, la recibieron con


sonrisas amistosas, charlando de nada en particular.

Era amiga de todos los de la clase, y entre ellos


estaba su mejor amiga.

Eran muy unidas. No había secretos entre ellas.


Le hacía feliz ver a su amiga animada o de buen humor.
Se entendían porque ella conocía el trágico pasado de
su amiga y su amiga era consciente de sus
remordimientos.

Allí, platico con su mejor amiga de nada en


particular mientras esperaban a que comenzase la
clase.

Era un lugar que nunca había visto.

~ 45 ~
Un mundo que nunca podría tocar.

Sólo conocía ese lugar llamado Japón porque le


habían inculcado el asesinar a su gente.

Ese sueño era la encarnación de sus pecados.

La próxima vez que lo tuviera, estaba segura de


que habría otro miembro más en esa clase donde todos
llevan uniformes diferentes: esta vez sería un chico con
su chaqueta de instituto.

No había otro significado más allá de eso.

—En cuanto a esta otra chica...

Tengo que buscar a esa segunda Errante en el


castillo y poner fin a su vida—

Así, la Verdugo comenzó a orquestar su


siguiente movimiento, siempre consiente de sus
pecados y aceptando su rol como la villana...

~ 46 ~
La Verdugo

En el interior de la abandonada iglesia


desmoronándose, destacaba un altar antinaturalmente
nuevo.

Originalmente, el altar no formaba parte del


mobiliario. En realidad, fue uno improvisado que
Menou había montado para esta misión.

Este arreglo especial, usado exclusivamente por


Las Fausto—miembros del Primer Estado al servicio del
Señor—servía para aprovecharse del poder que fluía a
través de todas las cosas y así comunicarse con otros a
grandes distancias, enviando señales a lo largo de las
venas de energía que corrían por toda la tierra.

Encima del pedestal se hallaba la imagen de una


anciana proyectada mediante la Luz Guía.

—Interesante... así que dos personas fueron


invocadas.

—Sí, arzobispa Orwell. El fallecido confirmó


esta información.
La persona que recibía el informe de Menou era
una anciana de rasgos tersos que aparentaba unos
setenta años. Se apoyaba en un bastón para sostener
su espalda encorvada, y cada mechón de su cabello era
blanco. Sin embargo, la claridad de su voz daba a
entender que estaba sana en cuerpo y mente.

Orwell se encontraba en la lejana ciudad de


Garm, la antigua capital. Era una importante líder de Las
Fausto, a cargo de toda la parroquia.

—Parece que fueron muy cuidadosos con esta


invocación. Le queda mucho por hacer, señorita Menou.

—Está bien. Este es mi trabajo.

Las Verdugos trabajaban como personal de la


tierra sagrada, aunque fuera solamente de forma
oficial. Según la tradición, no tenían la obligación de
informar de sus progresos a esta nación, o siquiera a la
arzobispa. Pero Orwell había proporcionado ayuda de
diversas maneras para las misiones de Menou en este
país. Incluso esta base de operaciones fue arreglada
por la arzobispa. Y en retribución por su ayuda, Menou
le daba ocasionalmente a Orwell información sobre sus
progresos cuando terminaba sus deberes.

—Intentaré infiltrarme en el castillo real una vez


que determine la ubicación del otro objetivo.

~ 48 ~
—Muy bien. Agradecería que te pusieras en
contacto conmigo una vez que todo este hecho.

Los ojos de Orwell se suavizaron de repente al


percatarse de que el informe estaba terminando.

—Una vez que termine su trabajo, puede


tomarse un descanso. Es la primera vez que vuelves a tu
tierra en bastante tiempo, ¿no es así?

—Sí... es verdad.

Menou parpadeó sorprendida por el inesperado


cambio de tema. ¿Por qué la arzobispa sabía acerca de
su pasado? Buscó una respuesta en su mente.

Sólo había una posibilidad.

—Arzobispa Orwell... por casualidad, ¿usted


recuerda ese incidente?

—¿Por qué no lo haría? A pesar de que hayan


pasado diez años, nunca podría olvidar esa ciudad ni a
la niña que sobrevivió. Puedes ver que dejaste una
impresión muy fuerte en mí.

Orwell era la mandamás de Las Fausto en esta


nación, tanto de nombre como en la práctica. A
diferencia de Menou, que vivió su vida como una
Verdugo, Orwell había salvado a mucha gente como

~ 49 ~
parte de su trabajo público siendo una mujer de la
iglesia.

Sus capacidades quedaron especialmente


claras en el incidente provocado por un Error Humano
hacía unos diez años.

Ese desastre, en el que desapareció una ciudad


entera, fue la razón por la que Menou se convirtió en
Verdugo.

Ese día en que su ciudad natal fue borrada, la


joven Menou conoció a la arzobispa Orwell.

Dicho esto, en realidad solamente fue un


encuentro pequeño. Aunque no era de extrañar que
Orwell tuviera memoria del incidente en sí, Menou
nunca habría imaginado que la arzobispa recordara
haber conocido a una superviviente como ella.

—En ese sentido, señorita Menou, me


encantaría tener una larga platica con usted alguna vez.

—Sería un honor si llegase a presentarse la


oportunidad... ahora, si me disculpa.

Menou inclinó la cabeza respetuosamente para


dar por concluida la reunión.

~ 50 ~
Cuando la leve tensión abandonó sus hombros,
suspiró.

—¿Mi tierra natal, huh...?

Por primera vez en mucho tiempo, la


conversación la llevó a reflexionar en lo que se esconde
dentro suyo. Intentaba ver si podía desenterrar algo de
los meandros más profundos de su mente, pero no
sentía ni la más mínima sensación de nostalgia.

Es cierto que Menou era de esta tierra. Pero la


ciudad en la que nació hacía tiempo que había
desaparecido.

Fue completamente aniquilado por la furia de


un Errante.

Ese lugar había sido borrado del mapa y de los


recuerdos de Menou. Tal era la naturaleza de un Error
Humano que no quedaron rastros.

—...no parece real.

Por supuesto que no.

Renunciando a destapar sus memorias, Menou


volvió a centrar su atención en el asunto que tenía
entre manos.

~ 51 ~
Su trabajo aún no ha terminado.

Con los ojos entrecerrados, salió de la iglesia por


el espacio Nulificado entré las ruinas. El edificio se
hallaba rodeado por un muro que lo protegía de las
miradas curiosas de la gente de la ciudad. Sin embargo,
Menou se detuvo en medio del jardín en ruinas.

Hizo una señal de advertencia.

—Muéstrense. Sé que me han estado siguiendo.

Comprendiendo que ya era inútil esconderse,


hombres salieron de las sombras.

Eran cuatro. Todos musculosos y de aspecto


peligroso, con espadas largas atadas a la cintura.

Al discernir intuitivamente sus identidades,


Menou curvó los labios con disgusto.

—¿Está bien que los finos caballeros de La


Nobleza sigan a escondidas a esta joven dama?

—Basta de parloteos, Verdugo de Las Fausto.

Claramente, no estaban interesados en una


conversación, y conocían su posición. Menou levantó
una ceja en silencio.

~ 52 ~
La sociedad se dividía en los tres estamentos del
reino:

El más bajo era el de Los Comunes; gente


ordinaria que constituía más del 90% de la población.

El siguiente era La Nobleza, formada por los


nobles y la realeza. Ellos supervisaban la administración
y gobernaban a Los Comunes.

Y finalmente, las santas del Fausto.

No era de extrañar que los hombres pudieran


adivinar su posición social. Solamente con ver la ropa
de Menou se volvía obvio.

Pero el hecho de que supieran que era una


Verdugo era otra historia.

—¿Entonces puedo suponer que eres de la


Orden de los Caballeros?

Ni Menou ni los hombres estaban dispuestos a


confirmar o negar suposiciones.

Incluso entre La Nobleza, sólo a los caballeros se


les permitía llevar una espada en público. Por supuesto,
estos intrusos podrían ser delincuentes comunes y
corrientes que poseyeran armas ilícitas, pero eso era

~ 53 ~
dudoso dado los diseños de las crestas que destacaban
en las empuñaduras de sus espadas.

—Los perros guardianes de cualquiera que


invoque a un Errante. En ese caso...

—No tenemos intenciones de luchar contra ti.

Los hombres se mantuvieron serios a pesar de


las burlas de Menou.

—Ya mastate a nuestro objetivo. Deberías


hacer las maletas y abandonar esta nación de
inmediato. No está bien tener a alguien como tú
rondando los alrededores.

—Qué pena. No me iré todavía, —Rechazó


Menou. —y me temo que todavía tengo otro trabajo
por hacer.

Al oír esto, los caballeros cambiaron sus


expresiones por primera vez.

Eso confirmó su teoría basada en la información


que obtuvo del muchacho.

—Ya veo. Me preguntaba por qué irían tras a un


Errante, pero parece que no son tan descerebrados
como pensaba. Imagino sabían que no podrían ocultar
su ritual a la iglesia.

~ 54 ~
—......

Los caballeros intentaron volver a relajar sus


expresiones, pero ya era demasiado tarde.

De los muchos tipos de encantamientos,


invocar a un Errante exigía un ritual particularmente
grande. Su invocación requería conectar las dos venas
astrales—la vena celestial y la vena terrenal—para así
succionar el poder que, a un nivel primordial,
básicamente era la sangre del planeta. La Iglesia
vigilaba constantemente las venas astrales, ya que eran
esenciales para la supervivencia de la humanidad. Sería
casi imposible evitar que se dieran cuenta de la
perturbación masiva que suponía ese ritual.

—Así que estaban planeando sacrificar a uno de


los dos desde el principio. Entonces ese chico no era
más que un cebo para satisfacer a las Verdugos...
básicamente lo trajeron a su muerte.

Cuando la Arzobispa Orwell determino que


estaban siendo ‘cuidadosos’, esto era lo que quería
decir. Asumieron que la Verdugo enviada quedaría
satisfecha luego de matar al Errante señuelo. Y el
caballero estaba aquí para asegurarse de que Menou
volviera a casa.

~ 55 ~
Pero no anticiparon que su cebo sabría de la
existencia del otro Errante.

—Qué truco más patético.

Mientras Menou los miraba con dagas en los


ojos, uno de los caballeros frunció el ceño.

—Si te hubieras conformado con matar a uno y


retirarte...

Evidentemente, se había dado cuenta de que no


habría forma de salir de esto con palabras.

Era común que los nobles desafiaran o se


levantaran contra Las Fausto. Desde que Las Fausto
empezaron a servir como supervisoras de La Nobleza,
estos desarrollaron un complejo de inferioridad.

—Pero algo no cuadra. ¿De verdad pensaron


que podrían escapar a nuestra investigación?

Menou expresó sus dudas, en parte para que el


enemigo siguiera hablando.

Incluso si hubiera tenido éxito, este plan no les


habría ayudado a evitar el castigo de la iglesia.

Independientemente de si la espada de la
Verdugo erraba su objetivo, la Iglesia ya sabía que

~ 56 ~
alguien había invocado a un Errante. La persona
responsable seria juzgada oficialmente por Las Fausto.
Es probable que el juicio se prolongara siguiendo los
procedimientos oficiales, pero el castigo llegaría tarde
o temprano.

Al ser los máximos responsables con influencia


en todo el continente, Las Fausto poseían más poder
que toda La Nobleza de una nación. No había forma de
que pudieran esperar evitar una investigación para
siempre.

La respuesta vino de uno de los caballeros.

—Estamos preparados. Su majestad incluso


considero la posibilidad de ser ejecutado
inmediatamente por las del Fausto, ¡pero mientras uno
de los Errantes permaneciera con vida, su sacrificio
valdría de algo si con eso obtenemos poder para
liberarnos del control despótico de tu Señor...!

—Bueno, ¿no es eso noble? Una pena que La


Nobleza haya fracasado una vez más en este intento de
martirio.

El tiempo de discusión había terminado. Con


ojos brillantes, los caballeros desenfundaron sus
espadas.

~ 57 ~
En el momento en que Menou se enteró de que
habían convocado a dos Errantes, su plan se arruinó.

Si esperaban tener éxito, los caballeros sólo


tenían una única salida.

—Ahora que conoces el secreto, no podemos


dejarte escapar con vida. ¡Acabaremos contigo aquí y
ahora, sabueso de Las Fausto!

—...bueno, me parece bien.

Por un momento, la mirada de Menou se dirigió


al chico que yacía muerto dentro de la iglesia.

El pobre fue invocado como un cebo para


encubrir la existencia del segundo Errante. Un sacrificio
para una villana como ella. Una parte de un plan
insensato.

Entonces Menou miró de nuevo a los hombres


que tenía delante.

—No me duele en lo más mínimo deshacerme


de unos miserables podridos como ustedes.

—¡Esa es nuestra línea, asesina egoísta!

~ 58 ~
El hombre rugió y cargó contra ella. Eran cuatro
en total. Uno de ellos se abalanzó sobre Menou
mientras los otros intentaban rodearla.

Menou se hallaba desesperanzadoramente


superada en número, pero no había ni rastro de pavor
en su rostro. Preparó con calma las escrituras en su
mano izquierda y la daga en su mano derecha,
recurriendo al poder que residía en su interior.

Un débil resplandor envolvió todo su cuerpo.

Con su fuerza física potenciada por la Fuerza


Guía, Menou se lanzó hacia el primer atacante,
entrando sin miedo al alcance de su espada. Los
caballeros que la rodeaban no se quedaron de brazos
cruzados—uno de ellos blandió su espada.

Menou la desvió con su daga.

—¡Gah...!

El caballero gruñó sorprendido por el aguante


de su oponente, mucho más firme de lo que se
esperaría de una daga; más aún cuando recordó que
era empuñada por una joven.

El gran poder que inunda el mundo es dirigido


por Conceptos, que a su vez proceden de las venas
astrales, y fluyen hacía todos los rincones del planeta.

~ 59 ~
Conocido como Fuerza Guía, este poder habita en el
interior de las almas humanas, y puede ser manipulado
por aquellos con una sólida fortaleza mental para
producir posibilidades infinitas. Menou la utilizo para
compensar su falta de peso y fuerza muscular.

Básicamente le permitía intercambiar golpes


con hombres que la doblaban en tamaño.

—¡Maldita mocosa...!

Los caballeros también utilizaron la Fuerza Guía


para incrementar su propia fuerza, pero aun así no
pudieron seguirle el ritmo.

En comparación con la joven, su fuerza física


básica era muy superior. Pero con el uso sencillo que
estos le daban a su Incremento, Menou fue capaz de
competir con los musculosos caballeros en el combate
cuerpo a cuerpo.

Su estrategia era completamente diferente. Se


inclinaba por los movimientos rápidos, desplegando
limpiamente sus fintas y un ágil juego de piernas para
mantener la distancia a su favor durante el combate.
Era un estilo de lucha que se especializaba en
enfrentarse a varios oponentes en solitario—pero
sobretodo, sobrevivir.

~ 60 ~
Menou esquivaba hábilmente sus ataques, sin
detenerse nunca en un solo lugar.

Con su rápido manejo de las fintas, siempre al


pendiente de mantener protegidos sus puntos ciegos,
rechazó cuatro de esas enormes espadas con una sola
daga. Sus contragolpes eran mortíferos y despiadados,
listos para matar en el instante en que sus oponentes
bajaban la guardia.

Tanto en mente como en cuerpo, era difícil creer


que era sólo una jovencita.

En unos pocos minutos de batalla, el resultado


estaba claro para ambas partes.

En una batalla de cuatro contra uno, los


caballeros tenían una ligera ventaja. Pero sabían tan
bien como ella que había algo más que esto.

La chica no sólo era aterradora en el combate


cuerpo a cuerpo. Ella todavía no había hecho uso de la
habilidad que venía con su estatus como una de Las
Fausto.

En un intento de derribarla antes de que pudiera


jugar su carta de triunfo, dos de los caballeros tomaron
distancia y escarbaron en las profundidades de su
conciencia.

~ 61 ~
Sus mentes entrenadas extrajeron de sus
propias almas el poder que conformaba todas las
cosas.

Su control mental arrastro la Fuerza Guía hasta


sus espadas, y a su vez fueron capaces de transferirla
hacia sus materiales debido a la ciencia y el cuidadoso
diseño que traían detrás. El poder broto de las crestas
talladas en sus empuñaduras y produjeron efectos
especiales.

Fuerza Guía: Conectar—Espada, Cresta—


Conjurar [Espada Llameante]

De las espadas salieron llamas.

Esto era un encantamiento, conjurado


mediante la Fuerza Guía. La esencia de este poder no
era simplemente incrementar el cuerpo para las artes
marciales. Su verdadero valor residía en manifestar
milagros hechos por el hombre en un proceso llamado
‘encantamiento’.

La energía se convirtió en llamas en proporción


al patrón de la cresta, azotando hacia Menou.

—...tontos.

Menou se permitió sentir un momento fugaz de


lástima hacia estos hombres, que se habían distanciado

~ 62 ~
para evitar quedar atrapados en sus propias llamas. En
el momento en que no lograron derrotarla durante el
combate cuerpo a cuerpo, habían perdido cualquier
posibilidad de victoria por mas minia que pudiera
parecer.

Las escrituras en su mano izquierda brillaron.

Fuerza Guía: Conectar—Escrituras, 2:5—


Conjurar [«Regocíjate, porque el muro que rodea a un
piadoso rebaño de ovejas nunca se derrumbará»]

La Fuerza Guía extraída de su alma fluyó hacia


sus escrituras, tomó la forma de un encantamiento y se
manifestó como un fenómeno físico.

Lo que apareció fue una pared blanca y


brillante, tan pura e inmaculada que la sola posibilidad
de mellarla parecía impensable. El parpadeante muro
de luz bloqueó por completo las llamas producidas por
los dos caballeros.

—¡¿Qué demo—?!

Ellos quedaron sorprendidos por la velocidad


del encantamiento y la masiva cantidad de energía pura
que retumbo contra el muro antes de desaparecer.

Las sacerdotisas de Las Fausto eran todas


expertas conjuradoras, sin excepción alguna. Las

~ 63 ~
escrituras que llevaban a cuestas eran libros de
conjuros avanzados, que contenían encantamientos de
todas las variedades y potencias. Es por eso que los
caballeros mantuvieron la guardia desde el principio.

Pero esto superaba con creces cualquier cosa


que hubieran podido imaginar.

—I~imposible. ¡¿Pero qué demonios fue eso?!

—¡Eso es demasiado rápido...! ¡¿Lo lanzó


directamente desde aquel libro–Y SIN UNA CRESTA?!

Extraer energía del alma para conjurar requería


de una férrea voluntad y una profunda concentración.
Para su uso práctico en la batalla, era común dividir las
líneas del frente y de la retaguardia, como habían
hecho los caballeros.

Y conjurar directamente a partir de unas


escrituras era mucho más difícil que usar una cresta.

Las escrituras eran recipientes avanzados que


llevaban grabadas crestas por miles o incluso decenas
de miles, contorneándolas para que adoptaran la
forma de letras. Una sola cresta solamente podía
materializar la energía en una dirección, pero una
escritura estaba compuesta por miles de ellas a lo largo
de cientos de páginas. Para conjurarlas, el usuario tenía
que concentrar la Fuerza Guía en la frase elegida con

~ 64 ~
una precisión perfecta, tejiendo delicadamente las
corrientes de poder para ligar un encantamiento hasta
que se manifestara como un fenómeno físico.

Aun así, Menou ni siquiera abrió las escrituras,


sino que siguió fortaleciendo su cuerpo con energía
mientras activaba simultáneamente una compleja
parte del encantamiento. Las Verdugos solamente se
elegían de entre la mayor élite de Las Fausto; y aun con
esas su técnica seguía estando a un nivel superior.

Al ver el extraordinario poder, uno de los


caballeros vocifero una teoría.

—¡Una escritura y una daga! Y encantamientos


tan rápidos como un rayo... ¡¿Podría ser la infame Flare?!

—¡Eso es ridículo! ¡Ese demonio lleva décadas


activo! ¡¡Esta es demasiado joven!!

—Eso es cierto. Flare se convirtió en Maestra


hacía mucho tiempo.

Menou se presentó con un tono tranquilo y


mortífero mientras los caballeros se tambaleaban hacia
atrás.

—Soy la obra de arte que creó la Maestra–la


sucesora, Flarette.

~ 65 ~
La razón de Menou para revelar
innecesariamente su identidad era simple.

Mientras los caballeros estaban distraídos por


su identidad, ella pudo terminar de preparar su ataque.
La concentración de Menou había sido volcada en su
interior para sacar su siguiente ráfaga de poder, que
ahora concentraba en los hombres.

Fuerza Guía: Conectar—Escrituras, 3:1—


Conjurar [«Y el villano que se acercaba oyó el tañido de
la campana»]

El poder que infundía la escritura en la mano de


Menou produjo un encantamiento.

—¡Adelante—!

Para cuando uno de ellos intentó gritar en señal


de advertencia, ya era demasiado tarde.

Cuando la energía de Menou fluyó a través de la


escritura y se fusionó, ésta se transformó en una
campana hecha de poder crudo. El campanario, un
símbolo que recordaba el carácter sagrado de la iglesia
cada vez que tocaba la hora, se cernió sobre los
caballeros.

La magnífica campana comenzó a oscilar de un


lado a otro.

~ 66 ~
Cargada de energía, un sonido lo
suficientemente fuerte como para desgarrar el aire
resonó. La ola de presión resultante golpeó a los
caballeros que estaban abajo, pulverizando sus
cuerpos desde el interior. El único que escapó a este
horrible destino fue el líder, que había saltado
enseguida. Su suposición de que el espacio en el que se
encontraba el lanzador sería seguro era correcta—y al
mismo tiempo fatal.

Mientras él se precipitaba hacia delante con la


única intención de escapar, Menou tenía su daga
preparada.

—¡Gah... Graaaah!

—Heh.

Tenía valor, al menos. Pero la postura del


caballero mientras corría y tropezaba hacia ella no era
lo suficientemente buena.

Con un pequeño resoplido, Menou desvió el


débil giro de su espada y corto distancia. Le perforó
uno de los pulmones y los riñones con su daga, y luego
la sacó con un giro.

—Agh...

~ 67 ~
El caballero retrocedió a trompicones y se
desplomó sobre el suelo.

Espuma sanguinolenta brotó del borde de sus


labios. Su demacrado aliento resollaba como el aire de
un saco roto, indicando su inminente muerte.

Consciente de ello, el caballero miró a Menou


con ojos amargos.

—¿Por qué tu... utilizas tu poder... para servir a


un supuesto Señor...?

—...fingiré que no te oí hacer comentarios


groseros sobre el Señor.

Menou sostuvo sus escrituras bajo su brazo y


levantó la daga con su mano derecha, apuntando
directamente al corazón del caballero.

Luego la bajó para liberarlo de su sufrimiento.

—A–

¿Sus últimas palabras iban dirigidas a su familia


o a su maestro? ¿O eran palabras de odio dirigidas a la
iglesia?

Sea como sea, la vida se drenó de su cuerpo


antes de que pudiera compartirlas.

~ 68 ~
—Sigo siendo la villana, pero en este caso, no
diré que no hiciste nada malo.

Fue el único de los cuatro que dejó un cadáver


intacto. Menou se agachó y le cerró los párpados.

—Lo que invocaron fue un monstruo mucho


más horripilante que yo... y, sin embargo, un chico
mucho más ordinario de lo que yo nunca podría aspirar
a ser.

El pecado de involucrar a alguien que vivía


pacíficamente con el fin de desecharlo para tus propios
fines era digno de muerte.

—Es una pena que una villana fuera la que te


castigara por ello.

Con una mirada ligeramente melancólica,


Menou rezó en silencio por sus muertes.

Cuando llegara su propio castigo, ¿qué forma


tomaría?

La idea se cierne sobre su mente mientras


murmura una oración por todas las almas cegadas por
su mano.

~ 69 ~
***
Una vez completadas sus oraciones, Menou
abrió lentamente sus ojos.

Más allá de los restos de la sangrienta batalla,


los sonidos de unos suaves aplausos resonaron en la
silenciosa iglesia.

—Asombrosa como sieeeempre, mi senpaaaai.


¡Esos caballeros de La Nobleza no vieron que los golpeo!
Y ni siquiera dejaste que pusieran un dedo encima de
tuuuu precioso rostro. Magnífico.

La voz que llegó a los oídos de Menou era dulce,


cadenciosa y familiar.

Al girarse hacia la fuente del empalagoso y


arrastrado discurso, Menou se encontró con una chica
diminuta vestida con una versión nívea de su propia
túnica de sacerdotisa.

Su pelo rosa, suave y ondulado, estaba


separado en cortas coletas que ondeaban suavemente
en la brisa. Aunque sus guantes blancos hasta los codos
eran lo suficientemente modestos, parte de su
uniforme había sido modificado en un culotte con
volantes que terminaba por encima de las rodillas, lo
que no era propio de una mujer santa.

~ 70 ~
A diferencia de Menou, que exudaba una
madurez equilibrada, la sonriente muchacha tenía un
aire pícaro de ternura a su alrededor.

Se acercó a Menou con una sonrisa tan brillante


que casi parecía calculada.

—Soy yo, Momo, ¡tú sirviente de por viiiiiiida!

—Deja de presentarte así.

Menou suspiró ante la bizarra autopresentación


mientras clavaba sus ojos en Momo.

A pesar de tan solamente ser dos años menor


que Menou, la chica era significativamente más
pequeña, lo que sólo parecía enfatizar su lindura.
Llevaba unas mallas debajo de su inquietantemente
reducida minifalda, decoradas con la marca de lo que
parecía un corazón o una linda cola en la parte
regordeta de sus muslos. Cada vez que veía ese diseño,
Menou no podía evitar sonreír con ironía por lo mucho
que encajaba con la persona que la llevaba.

Momo era miembro de Las Fausto, y servía


como ayudante de la Verdugo Menou.

La diferencia en sus posiciones se reflejaba en el


color blanco de sus túnicas clericales.

~ 71 ~
—Justo a tiempo, Momo. Tengo que
preguntarte algo sobre la misión–

—Oh, eso puede espeeeerar.

—¿Disculpa?

Momo se acercó con inocencia a Menou,


ignorándola. Por el contrario, agarró con indiferencia la
mano de su superior y la utilizo para acariciar su propia
mejilla.

—¡Ahhh, por fin me he reunido con mi


senpaaaai! ¡Finalmente puedo recargarme hasta arriba
de energía Menou!

Momo suspiro de felicidad mientras Menou la


miraba con cansancio.

—Escucha, Momo. Quería preguntarte–

—Oh, mi dulce senpai, tu Momo ya no podía


soportarlo más. Sé que es por la misión, pero estar lejos
de ti sigue siendo muy duro. Han sido dos días enteros.
Si pudiera, estaría a tu lado cada hora de cada día de
cada año, o incluso más tiempo del que se me
permitiría. Cada vez que tengo que trabajar sin ti, me
duele tanto que podría–¡Yowch!

—Está bien, ya. Suéltame, por favor.

~ 72 ~
—Booo. Está bien.

Menou golpeó ligeramente la frente de su


subordinada. Momo frunció los labios, pero le soltó la
mano de mala gana.

—Y te he dicho cientos de veces que dejes de


referirte a ti misma como mi ‘sirvienta’. Tu eres mi
ayudante, ¿recuerdas? ¿Qué pasaría si las otras
sacerdotisas se hacen una idea equivocada?

—¡Nuestra relación va mucho más allá de la de


una Verdugo y su ayudante! ¡Soy tu benevolente
sirvienta! ¡Te sigo y obedezco en nombre del amoooor!
En todo caso, ¡yo debería asegurarme de que todo el
mundo lo sepa para hacerlo públicamente oficiaaaal!

—Preferiría que no lo hicieras...

El apasionado discurso de la chica, y el frenético


movimiento de sus brazos amenazaban con provocar
un dolor de cabeza a Menou.

Momo era la encargada de socorrer a Menou en


sus misiones. Ya se conocían desde muy jóvenes y se
habían formado en el mismo monasterio. Era cierto que
compartían algo que iba más allá de una relación
profesional de trabajo.

~ 73 ~
En todo caso, en un principio a Momo le había
parecido que Menou la odiaba cuando se conocieron.
Sin embargo, con el paso de los años, se encariñó
mucho con ella, hasta llegar a estos nuevos extremos.

—¡Pero es increíble verte luchar, senpaaaai!

Al parecer, Momo había presenciado toda la


batalla de principio a fin. Se llevó las manos a las
mejillas y movió su pequeño cuerpo con deleite.

—Ese manejo experto de tu daga contra esos


arrogantes caballeros, y el fluido control sobre tus
poderes que te permitió conjurar rápidamente a partir
de las escrituras... ahhh, Momo podría enamorarse de
ti nuevameeeente. ¡No es de extrañar que te hayas
convertido en la Verdugo maaaaas joven! ¡Te amo
taaaanto!

—Los caballeros muertos deben haber traído


un mensajero consigo. ¿Ya lo has capturado?

—¡También adoro la forma en la que


simplemente que me das la espalda!

La conversación no llegaría a ninguna parte si


Menou se entregaba a los exagerados elogios de
Momo. Pero incluso cuando Menou la fulminó con la
mirada y continuó con sus preguntas, el fervor de
Momo no mostró signos de disminuir.

~ 74 ~
—Si no paras con tus tonterías ahora, me voy a
poner furiosa, ¿sabes? Contéstame de una vez.

En cuanto identificaron a Menou como una


Verdugo, los miembros de la Orden de los Caballeros
debieron tratar de avisar a sus superiores. Sin duda, la
razón por la que se molestaron en conversar con
Menou antes de la batalla fue para ganar tiempo para
su mensajero. Ella estaba segura de que debieron
enviar a alguien al castillo.

—Bieeeen. Si insistes.

Momo finalmente dio una respuesta directa.


Como se conocían desde hacía tanto tiempo, sabía
cuándo empezaba a pasarse de la raya.

—Uno de esos caballeros acosadores salió


corriendo en cuanto pusiste un pie en la iglesia, pero
me encargué de él. No hay manera de que tu identidad
se haya filtrado.

—Muy bien.

Menou confiaba en que ella se encargaría de las


cosas, pero seguía siendo un alivio saber que su misión
no se había visto comprometida.

~ 75 ~
A pesar de sus extravagancias, Momo era una
excelente ayudante. Menou sabía que no pasaría nada
por alto.

La Orden de los Caballeros estaba muy


entrenada en la batalla, incluso más que cualquier otra
facción de La Nobleza. No eran el ejército personal de
alguna corona, sino la fuerza militar disciplinada del
Segundo Estado, que generalmente servía para hacer
cumplir la ley en pueblos y ciudades.

Por lo tanto, no había muchos caballeros que el


rey de esta nación pudiera emplear como sus esbirros
sin que la iglesia se enterara.

—Entonces deberíamos ser capaces de ocultar


los detalles de nuestras actividades. Pero ya que
matamos a varios caballeros, es seguro asumir que
deben saber que estamos haciendo algún tipo de
movimiento–o lo harán a su tiempo. Tenemos que idear
un plan para infiltrarnos en el castillo real antes de que
acabe el día.

—Déjamelo a mí. Llevo díaaaas observando con


estos ojitos el castillo, analizando su infraestructura
general. Tengo una buena corazonada de dónde
podrían estar escondiendo al Errante.

—Sabía que podía contar contigo. Bien hecho,


Momo.

~ 76 ~
—Tee~hee.

Cuando se comprometía, Momo siempre iba


más allá de su deber. Menou le dio una palmadita en la
cabeza a modo de elogio, haciendo que la otra chica
sonriera ampliamente y se acurrucara contra la mano
de Menou.

—Vamos a deshacernos de estos cuerpos para


elaborar nuestro plan.

—Sí, señorita.

Después de lamentar por un momento la


pérdida de la mano de Menou sobre su cabeza, Momo
se puso a limpiar los cadáveres dispersos.

—Pero saaaabes, que cuando te hacías la


simpática con ese Errante, parecías la chica más liiiinda
de todo el mundo. ¿Y eso que solamente era una
actuación a medias, huh? Me recordó a cómo actúas en
los días liiiibres.

—¿Estuviste observando durante tanto


tiempo...? Ciertamente no me considero tan cabeza
hueca.

Menou sonrió con desgana y negó con la


cabeza.

~ 77 ~
Era cierto que se comportaba de forma
diferente mientras se encontraba en una misión que
cuando estaba en su tiempo libre, pero incluso la
verdadera Menou nunca fue tan abierta y extrovertida.
Ella simplemente se había puesto una personalidad
extra-brillante para conseguir que el chico bajara la
guardia.

—El truco para actuar sin levantar sospechas


está en ser amigable y mostrarles emociones genuinas.
Si te pones en contacto con tu verdadero yo, parecerá
más natural. Como el mes que ayunamos y no comimos
más que sal.

—Oh, claro. De todos los entrenamientos


bizarros por los que pasamos, ese fue uno de los más
extraños...

—Estoy de acuerdo. Casi sospecho que solo lo


hicimos para entretenimiento de la Maestra...

Los dos se criaron en el mismo monasterio, así


que tenían muchos traumas compartidos.

—Pero no me gusta la idea de que muestres tus


sentimientos a una entidad tabú, sepaaaai.

—¿Hmm? ¿Por qué no?

~ 78 ~
—...no hay raaaazón. Ah, ya que estamos, yo
también me sinceraré. La verdad es que te quiero más
que a nadie.

—¿Sí? ¿Así que todos tus halagos han sido con el


propósito de que baje la guardia?

—¡Sabes que eso no es verdad! Es amor puro,


cien por cien verdadero.

Charlando amistosamente mientras mantenían


sus voces lo suficientemente bajas como para no ser
escuchadas fuera de los muros de la iglesia, los dos
terminaron de deshacerse de los cuerpos y volvieron al
interior del edificio.

Aunque el ambiente era tranquilo, no bajaron la


guardia.

Así, empezaron a discutir un plan para matar a


la Errante.

***
La reunión de Menou con Momo en una de las
salas de la iglesia fue marcadamente seria.

Idearon una ruta de infiltración basada en la


información recolectada por Momo y realizaron
simulaciones para planificar lo inesperado.

~ 79 ~
Fue así como Menou acabó poniéndose un traje
de mucama.

—Hee~hee. Senpai, te queda muuuuy bien.

—Ni lo menciones... por favor.

Momo era todo sonrisas, pero Menou no estaba


tan segura de cómo sentirse al llevar un disfraz con
volantes.

Menou estaba a punto de dirigirse al castillo


real. Pero como sus ropas de sacerdotisa llamarían la
atención, Momo había preparado un uniforme de
sirvienta para ayudarla a pasar desapercibida.

Experimentando con el rango de movimiento


del uniforme, Menou levantó el dobladillo de su larga
falda.

—Esto está increíblemente bien hecho...

—Tee~hee. Es un traje extra-especial que he


confeccionado para ti con muchiiiisimo amor y cuidado.

La tela fabricada de alta calidad fue cortada sin


una sola arruga, y las costuras expertas harían sonrojar
a un profesional. Cada costura del forro interior estaba

~ 80 ~
perfectamente en su sitio. De hecho, era tan impecable
que casi daba miedo.

Menou apenas podía creer que Momo lo


hubiera hecho ella misma.

—Gracias por tomarte la molestia. Aunque, si


pudiera usar el Incremento Guía para modificar mi traje,
no habrías necesitado gastar todo ese tiempo en hacer
esto.

La Luz Guía también podía proporcionar


técnicas para el camuflaje.

Un usuario experimentado podía alterar los


colores del brillo que rodeaba su cuerpo durante el
Incremento. No tenía mucho sentido cambiar de un
solo color a otro, pero las alteraciones detalladas
podían crear ilusiones ópticas alrededor del cuerpo,
haciendo posible que el usuario se desvaneciera en su
entorno o incluso que pareciera otra persona por
completo.

Si Menou se quedaba quieta, era capaz de


proyectar la apariencia de otra persona. Sin embargo,
camuflarse en tiempo real mientras te mueves era
mucho más difícil. La única manera que tenía era
preparar un traje.

~ 81 ~
Dicho esto, Momo no se molestó por la tarea
que le había asignado Menou. En todo caso, parecía
encantada de ver a su mentora con un traje de
sirvienta.

—Está bieeeen. No te preocupes. Me ha


encantado hacerte la ropa, senpaaaai.

—Tan solo digo que pudiste haber pedido un


traje ya hecho en su lugar... en realidad, ¿soy yo, o esto
es demasiado elaborado?

Sin duda, era un traje de sirvienta, pero la falda


estaba cosida con toneladas de tela extra para crear
pliegues, y había volantes alrededor del dobladillo. Se
veía demasiado bonito y extravagante para ser
práctico.

Menou no quería quejarse después de pedirle a


Momo este favor. ¿Pero cómo había sacado tiempo
para hacer algo de tan alta calidad mientras reunía
información para infiltrarse en el castillo? Era todo un
misterio.

La respuesta de Momo, sin embargo, fue


sencilla.

—Es la moda.

~ 82 ~
—¿Pero es necesario? No creo que una ropa
diseñada para pasar desapercibida tenga que estar a la
moda.

—¡Es muuuuy necesario! ¡Cualquier cosa que te


pongas debe estar a la altura!

Momo apretó los puños con insistencia, a pesar


de que no era ella quien tenía que llevarlo. Como una
fanática terca y apasionada, estaba claro que no estaría
dispuesta a dar marcha atrás con el tema.

¿Qué voy a hacer con esta chica? Menou se


preguntó brevemente, pero no era momento para un
debate estúpido. Renunció a comunicarse con Momo y
pasó al siguiente tema.

—Bueno, no debería suponer un problema para


la misión, así que supongo que está bien. En cualquier
caso, quizá deberías aprender a utilizar el Camuflaje. Es
muy conveniente, ya que puedes aplicarlo mientras
mejoras tus poderes.

—Es fácil para ti deciiiirlo. ¿Si saaaabes que eres


la única que ha dominado esa técnica lo
suficientemente bien como para usarla en un combate
real?

~ 83 ~
—¿De verdad? Estoy segura de que tu podrías
hacerlo si te dieras el tiempo suficiente, Momo. Tienes
mucho talento.

—Ni lo diiiigas. Y eso que fue nuestra maestra


quien invento la técnica. ¡Debes ser consciente de lo
extraño que es eso!

Menou no dejaba de mirarse el traje,


jugueteando con la falda. El delantal incluso tenía un
bolsillo interior del tamaño perfecto para guardar sus
escrituras.

Conjurar un encantamiento requería un


médium. Las escrituras eran especialmente útiles, ya
que servían como un médium para muchos tipos
diferentes de encantamientos, pero llevar una en sus
brazos mientras vestía el traje de mucama resultaría
sospechoso. La daga que Menou cargaba consigo
atada al muslo tenía crestas para invocar hechizos
sencillos, pero debido a la naturaleza de la
materialogía, sólo podía manejar dos de ellos. Poder
llevar sus escrituras en secreto era la solución perfecta.

—De verdad has pensado mucho en esto.


Ciertamente no puedo quejarme de–¿Hmm?

Fuerza Guía: Conectar—Escrituras, 1:1—Conjurar


[«Transcribe el milagro ante mis ojos, pues debe quedar
registrado»].

~ 84 ~
Mientras Menou guardaba las escrituras en el
bolsillo interior y probaba cómo afectaba al equilibrio
de su movimiento, divisó un ligero brillo por las
comisuras de sus ojos.

Fue tan breve que la mayoría de las personas


asumiría que lo había imaginado. El usuario tendría que
ser increíblemente talentoso como para construir y
conjurar su poder con tanto sigilo.

Pero a Menou no se le escapa nada.

Ella rastreó el encantamiento hasta la fuente y


se giró para mirar al culpable.

—...Momo. Contéstame con honestidad.

—¿Hmm? ¿Qué pasa, senpaaaai?

—Hee~hee. Entre tú y yo...

De repente, Menou cambio su tono


interrogativo por una sonrisa dulce y apasionante.
Inmediatamente, el rostro de Momo se relajó también.

Entonces, Menou aprovechó el momento de


debilidad para hacer hincapié en su pregunta.

~ 85 ~
—¿Acabas de grabar una imagen mía en tu
escritura?

—¿Qué diiiices?

Momo era impresionantemente buena para


fingir inocencia, y la bonita sonrisa de su rostro no
flaqueaba en lo más mínimo.

Como ayudante de una Verdugo, no se esperaba


menos. Sin duda, sería capaz de llevar a cabo cualquier
misión que implicara una infiltración.

El interrogatorio de Menou podría haber


fracasado, pero había más que suficientes pruebas
circunstanciales.

El sospechoso y la investigadora permanecieron


en absoluto silencio durante un momento, con la
sonrisa aún dibujada en sus rostros.

Y en menos de un instante, sus cuerpos


resplandecieron con la Luz Guía.

Utilizando el poder extraído de sus almas para


incrementar sus capacidades físicas, las dos
comenzaron a forcejear más rápido de lo que un ojo
ordinario podría percibir.

~ 86 ~
—¡Solo arranca la página del capítulo uno
versículo uno y dámela! ¡Ya estoy harta de tu
costumbre de sacar fotos a escondidas sin mi permiso!

—¡No pueeeedo! ¡¡Tu Momo nunca arrancaría


una página de las sagradas escrituras!!

—¡¡Una excusa descarada si alguna vez he


escuchado una!! ¡Ambas sabemos que tu nota en
teología fue la más baja de nuestra clase al final!

—Bien, admito que las palabras del Señor no


significan nada para mí, ¡peeeero esto es un registro
sagrado de tus fotografías! ¡Nada puede ser más
sagrado que mi fe y mi amor por ti! ¡¡Nunca dejaré que
arranques una paaaagina!!

—¡¡DEJA DE SER TAN TERCA!!

Los movimientos de Menou eran más suaves,


pero Momo tenía la ventaja en el terreno. Como ya
estaba cerca del gigantesco agujero de la iglesia,
Momo pudo escapar al exterior en un rápido
movimiento, manteniendo por poco sus escrituras
fuera de las manos de Menou.

—¡Whew, estoy a saaaalvo!

Salió fuera del jardín y saltó a la pared tan


ágilmente como un gato, y luego abrió su libro. Una de

~ 87 ~
las muchas funciones del libro de encantamientos
avanzados era que permitía al usuario grabar imágenes
fijas mediante la Luz Guía. En las páginas, había una
versión en miniatura de Menou jugando con el delantal
de su vestido como lo había hecho momentos antes.

—Hee~hee. Una foto maravillosa, si puedo


decirlo yo misma. Te ves muy bien con esta elegante
variación en tus ropas habituales, por supuuuesto, pero
en la variedad está el gusto de la viiiida. ¡Mi colección
vuelve a crecer de nuuuuevo!

—...

Mientras Momo la sonreía alegremente, la


expresión de Menou se quedó finalmente en blanco.

Fuerza Guía: Conectar—

—¡Ah! Ja~ja~ja. Adiós por ahora, senpaaaai.


¡Nos volvereeeemos a ver cuándo acabes la misión!

Debió de detectar el peligro cuando Menou


empezó a cargar su escritura con energía sin mediar
palabra. Con una última y rápida sonrisa, Momo se
apresuró a salir corriendo.

Al ver desaparecer a su ayudante, Menou


rechinó sus dientes en frustración.

~ 88 ~
—¡Siempre desperdiciando tus talentos...! Qué
voy a hacer con ella...

Suspirando, reflexionó sobre el encuentro.

Momo se había comportado más o menos como


de costumbre.

Esa cantidad excesiva de halagos y de


susceptibilidades era lo habitual en ella. Aunque
siempre se hacía la tonta, hoy había amanecido un poco
más ridícula de lo habitual.

Sin embargo, las únicas veces que Momo


realmente fastidiaba a Menou y se ponía en su lugar,
eran justo después de una misión especialmente
desagradable.

Y Menou acababa de matar a un ‘ente tabú’, que


no era más que un chico inocente.

—Huh, así que estaba cuidándome.

Gracias a Momo, el oscuro estado de ánimo de


Menou se había levantado considerablemente.

¿Cuántas otras personas le habían mostrado tal


afecto desde que se convirtió en Verdugo? Conllevar
ese título significaba que no debería recibir amabilidad,
pero Momo siempre le sonreía y la tocaba como si

~ 89 ~
fuera algo perfectamente normal. No dudaba en llevar
la mano de Menou a su mejilla, incluso si esta estaba
manchada de sangre... pero cuando pensó más
detenidamente en el comportamiento de Momo, sus
ojos se entrecerraron.

—No obstante, sigue siendo la misma de


siempre.

Y así, su sentimiento de gratitud volvió a


convertirse en irritación. El comportamiento cotidiano
de Momo seguía siendo un problema.

—Hmph. En cualquier caso, cuando termine


esta misión, tendré que echar un vistazo a las escrituras
de Momo.

Menou refunfuñó para sí misma mientras se


quitaba el delantal de su traje de mucama. Se quedó
con un sencillo camisón negro.

Había llegado el momento.

Tenía que salir del cálido momento creado por


su ayudante, que le había permitido aliviar la tensión en
sus hombros.

Menou salió de la iglesia por la puerta principal.

~ 90 ~
Entrecerrando los ojos ante el sol que se hundía
en el horizonte, la Verdugo se deslizó a través la
multitud de personas en la calle y se dirigió hacia el
castillo real para localizar al Errante.

***
Colarse en el castillo fue una tarea sencilla para
Menou. Había memorizado de antemano los planos y
las rutas trazadas por Momo.

Ella procedió con meticulosa cautela mientras


se infiltraba en el castillo vistiendo el traje de mucama.
La información de Momo era amplia y casi perfecta,
considerando hasta el patrullaje de los guardias.

Y mientras se adentraba en el castillo con


cuidado de no llamar la atención, encontró la
habitación más vigilada.

Bingo.

Sintiéndose agradecida por su talentosa


ayudante, Menou ubicó a los guardias que vigilaban la
sala desde la distancia y los eliminó discretamente con
un encantamiento.

—Ahora...

~ 91 ~
Mientras recostaba en el suelo al último guardia
inconsciente, Menou dirigió su atención a la sala que
tenía como objetivo.

Ella se encontraba en una sección del castillo


diferente a la sala que contenía al Errante. La parte más
profunda del palacio real tenía bastiones en las cuatro
direcciones, con un patio ajardinado en el centro.
Convenientemente, los guardias vigilaban la habitación
del Errante desde el ala opuesta al jardín.

Al haber sido construida para vigilar a los


invocados, esa habitación tenía una muy buena vista
del objetivo.

Menou se cruzó de brazos, pensado en cuál


sería la mejor manera de infiltrarse en la habitación.
Podría simplemente atravesar el pasillo y entrar por la
puerta principal, pero eso le llevaría un poco más de
tiempo. Determinando que la velocidad era lo más
importante, fijó su mirada en el balcón al exterior de la
habitación.

La Verdugo se agachó y sacó la daga que llevaba


atada al muslo. La ornamentación en el mango no era
sólo un adorno; eran crestas, un médium para conjurar.

Eligió una de las dos crestas grabadas en la daga


y la cargó de poder.

~ 92 ~
Fuerza Guía: Conectar—Daga, Cresta—Conjurar
[Hilo Conductor].

Un hilo ultrafino surgió del estampado de la


daga.

—Hfft...

Exhaló con brevedad y arrojo la daga. Tal y como


había planeado, esta se enroscó en la barandilla del
balcón. El hilo emitía una luz tenue, pero gracias al sol
poniente, era prácticamente invisible.

Menou enrolló el hilo alrededor de su mano


varias veces para asegurarlo. El hilo era lo
suficientemente resistente como para que fuera difícil
de desgarrar incluso para alguien con un poder
incrementado, por lo que podía soportar el peso de
Menou sin dificultad. Tiró ligeramente de él para
asegurarse de que podía apoyar su peso en la
barandilla, luego incremento su fuerza física y saltó sin
dudarlo.

Colgada del hilo, Menou se entregó a la


gravedad y se balanceó por el hueco.

***
Akari Tokitou suspiró mientras apoyaba su
barbilla contra sus manos.

~ 93 ~
La habitación a la que fue conducida, en la que
le habían indicado que descansara durante el día, era
sorprendentemente lujosa.

Estaba llena de antigüedades de aspecto


auténtico, que se utilizaban como muebles ordinarios.
No había tecnología de punta, sino un peso y un
significado histórico palpables—algo totalmente
desconocido para una chica moderna como Akari. El
majestuoso castillo por el que tuvo que pasar de
camino a la habitación fue igualmente abrumador.

—Supongo que de verdad estoy en otro


mundo...

Intentó murmurarlo para sí misma, pero no se


sentía real en absoluto.

Iba caminando hacia la escuela cuando de


repente se vio transportada a un mundo desconocido y
recibió un fastuoso recibimiento. Todas las personas
que había conocido a partir de ahí fueron amables con
ella, pero Akari no tuvo una buena impresión de ellos.

De alguna manera, lo notaba: ellos


deliberadamente decían justo lo que quería oír.

Parecía que hacían todo lo posible para evitar


responder sus preguntas. Y, con toda seguridad, le

~ 94 ~
ocultaban información importante. Aunque fueron
capaces de entenderse, era como si no existiera una
verdadera comunicación. Estas personas se esforzaban
por ocultar sus sentimientos a Akari.

Así fue como ella supo que algo andaba mal.

Pero tampoco es que tuviera algún apego a su


vida en Japón.

Ni siquiera un poco.

Cerró los ojos, recordando los acontecimientos


de los últimos días.

Tanto en casa como en la escuela, no había una


sola persona en la que pudiera confiar.

—Hff...

Akari dio un pequeño y entrecortado suspiro.

Este mundo podría ser diferente, pero ella


seguía siendo la misma. Y no parecía que hubiera
encuentros dramáticos en su futuro; de eso estaba
segura.

Incluso en este mundo, nadie estaría de su lado.

La noche estaba cayendo.

~ 95 ~
¿Qué estaría haciendo si todavía estuviese en
Japón en estos momentos?

Indago en sus recuerdos, pero después de los


vertiginosos acontecimientos del día, apenas podía
recordar la noche anterior.

Definitivamente, algo iba mal.

Desde el primer momento en que abrió los ojos


en este mundo, algo dentro de ella se sentía mal. Los
engranajes no encajaban. La frustración rechinaba en
su pecho, resonando en un acorde disonante.

Si tan solamente pudiera tener algún tipo de


encuentro fatídico que cambiara su vida.

—¿Qué me va a pasar...?

Akari no tenía ni idea de lo que le esperaba.

Antes de que se diera cuenta, el tibio atardecer


se estaba convirtiendo en un cielo carmín oscuro. El sol
se hundía tras el horizonte, lo que significaba la llegada
de la noche. Este era un mundo diferente. Durante el
día, sólo había un cielo azul ordinario, pero tal vez
podría ver algo nuevo cuando salieran la luna y las
estrellas.

~ 96 ~
¿Se daría cuenta de que estaba en otro mundo?
Si de verdad llegaba a sentirse real, tal vez algo
cambiaría.

La curiosidad pareció guiarla hacia el balcón.

—¿Huh?

En ese momento, una joven vestida de mucama


aterrizó ligeramente en la barandilla del balcón, como
si acabara de caer del cielo.

Era hermosa; su cabello castaño, tan claro que


casi se fundía con el rojo del sol poniente, estaba
recogido en una cinta ondulada. En cuanto Akari poso
sus ojos en ella, sintió como si el tiempo se hubiera
detenido.

Tick.

Sonaba como si los engranajes de un reloj


estuvieran encajando en su pecho.

***
Por la forma en la que curvo sus ojos, parecía
estar mirando el vacío.

—......

~ 97 ~
El inesperado encuentro fue tan sorprendente
que incluso Menou se congeló por un momento en la
barandilla del balcón.

Ni siquiera la experimentada Verdugo habría


esperado que su objetivo saliera justo cuando ella
llegó.

—¿Hwuh?

Y ni en sus sueños más locos, Akari hubiera


imaginado que está recién llegada estaba aquí para
matarla.

Con los ojos bien abiertos, parpadeó ante la


visita inesperada.

—Er... ¿la puedo ayudar en algo, maid-chan...?

—No me llames así.

La pregunta le pareció absurda a Menou,


incluso cuando recordó que aun llevaba el uniforme de
mucama. Estaba claro que esta chica había vivido en la
paz, si su total falta de miedo hacia un intruso evidente
podía tomarse como una indicación.

~ 98 ~
Con sus pensamientos a mil, Menou se
reincorporó rápidamente.

Intentando transmitir una impresión de


urgencia, hizo que su voz sonara tensa y a la vez
asustada cuando se dirigió a la chica pasmada.

—¿Eres tú la chica que fue convocada desde


otro mundo?

—¿Huh? Oh, um, sí.

—¡Gracias a dios!

Menou ya había dejado fuera de combate a los


guardias que vigilaban la habitación. Sabiendo que no
sería escuchada, miro a la chica, analizando sus
respuestas.

La joven llevaba un cintillo blanco sobre su bien


cuidada cabellera negra, cuyos rizos le llegaban hasta
los omóplatos. Sus ojos, oscuros y redondos (rasgos
que indicaban que no era de la zona), hacían que su
rostro se viera un poco juvenil, y llevaba un uniforme de
marinera; uno de los atuendos característicos de una
estudiante japonesa de preparatoria—una Errante.

Con toda seguridad, se trataba del objetivo de


Menou.

~ 100 ~
Destacando debajo del camisón de su uniforme,
sus pechos eran notablemente grandes. No era de
extrañar que hubiera impresionado tanto al chico con
el que Menou se había encontrado ese día.

Sin embargo, tampoco se podía ignorar la


posibilidad de que fuera una doble u otro señuelo.

Menou la presionó con preguntas rápidas, sin


dejar a la chica tiempo para pensar.

—¿A qué escuela ibas? ¡Año y numero de tu


clase!

—¡¿Eep?! ¡Soy Akari Tokitou, del instituto


Nishichou! ¡Primer año, clase tres!

Su respuesta salió con naturalidad. La


información sobre Japón se mantenía estrictamente
confidencial, así que, si ella hubiera estado actuando,
habría sido una pregunta difícil de responder de
inmediato.

Ni siquiera te he preguntado tu nombre, pensó,


irritada.

Menou prefería evitar cualquier información


que pudiera poner en riesgo la inversión emocional en
el objetivo, ya que ella la asesinaría en su momento.

~ 101 ~
—Muy bien. ¿Akari Tokitou, huh...? Akari será
entonces. Mi nombre es Menou.

Si logro responder a sus preguntas, eso significa


que debe ser el verdadero objetivo. Ahora que Menou
había aprendido su nombre, determino que podría
usarlo para que bajara la guardia.

—Oh, vale. ¿Menou, cierto? Encantada de


conocer–¿huh? ¿Por qué...? ¿Qué?

Debía ser confuso que le preguntaran por su


número de clase en este mundo. Cuando los ojos de
Akari se abrieron de par en par, Menou se acercó para
mirarla a la cara.

Ella la tomo de la mano.

—Soy una miembro de Las Fausto. Vamos a


sacarte de aquí, Akari.

—¿Fau–qué...? ¿Qué significa eso? Acabas de


caer del cielo, ¿y ahora me vas a secuestrar?

—Estás siendo engañada por los nobles de esta


nación.

—¡¿Quéee?!

Los quejidos de Akari se debatían entre la

~ 102 ~
confusión y la perplejidad.

No era una mala reacción, pensó Menou.

No negó inmediatamente la afirmación de


Menou de que la estaban engañando. Eso significaba
que los nobles que habían invocado a Akari todavía no
se ganaban su confianza.

—Escucha, Akari. La verdad es que había otro


como tú.

—¿Otro...?

—Lo sé. No te lo dijeron... había otra persona


que fue invocada aquí desde Japón; un chico. Se enteró
de los planes de La Nobleza y huyó. Se liberó de sus
perseguidores y consiguió escapar a la iglesia, pero
para entonces, sus heridas ya no tenían remedio...

Menou puso una expresión grave y bajó la


cabeza. Llegados a este punto, no tenía reparos en
mentirle a sus objetivos.

—Pero en sus últimos momentos, nos habló de


ti. No pudimos salvar al otro chico, ¡pero al menos te
salvaremos a ti!

La historia estaba plagada de huecos por donde


la vieras, pero sólo tenía que parecer coherente en el

~ 103 ~
momento. Actuando de forma aún más urgente,
Menou siguió adelante.

—Debes tener algún tipo de poder, ¿verdad?


Esta gente está intentando utilizarte.

—S~Sí. Me dijeron algo al respecto y me


hicieron probarlo unas cuantas veces, y... básicamente,
puedo sanar las heridas de otras personas, o algo así.
¿Probablemente están tratando de aprovecharse de
eso?

—Sí, precisamente.

Sin más, Akari le dio la información que quería:


su habilidad tenía que ver con la sanación.

Ya lo tengo, pensó Menou, pero no dejó que eso


se reflejara en su perorata.

—Los nobles de esta nación no son buenas


personas. Son miembros de la realeza que encontrarán
la manera de sacar provecho de cualquier poder,
incluso de algo tan suave como la capacidad de sanar.
Así que tenemos que salir de aquí cuanto antes.

Akari se quedó sin aliento ante las palabras de


Menou.

No necesariamente le tenía que convencer su

~ 104 ~
historia, pero el sentimiento de urgencia fue tan
palpable que simplemente se dejó llevar.

Confirmando este hecho, Menou le sonrió


cálidamente.

—No te preocupes, Akari. Estoy de tu lado.

Por el otro lado, el de Akari era el evidente


rostro de alguien que no podía seguir el ritmo de la
situación.

De repente se sonrojó.

Algo de lo que dijo Menou debió de tocar una


fibra sensible, porque sus ojos brillaron mientras
sujetaba con firmeza la mano que le tendieron.

—De acuerdo. ¡Confío en ti!

Con eso, Akari se apartó de Menou y volvió a


entrar en la habitación. Inmediatamente, Menou disipó
su encantamiento de cresta. La daga, que había sido
asegurada contra la barandilla, cayó directamente en la
mano de Menou mientras el hilo desaparecía.

—Gracias. Haré todo lo posible para demostrar


que soy digno de esa confianza.

Devolviendo la daga a la correa que llevaba en

~ 105 ~
el muslo, Menou siguió a Akari por el balcón y entró en
la habitación.

La razón por la que había engañado a Akari con


sus melosas palabras era por precaución ante los
poderes de la chica.

A diferencia de los caballeros, cuya fuerza y


planes eran fáciles de deducir, incluso el Errante más
inexperto podía albergar el potencial de destruir a
Menou con una sola habilidad. Había demasiadas
variables como para arriesgarse a luchar contra uno de
ellos.

Por eso, siempre que Menou hacia contacto,


fingía ser una aliada al principio.

Y ahora ya había aprendido la habilidad de este


objetivo.

—Salgamos al pasillo.

—¡Okay!

Habiendo atrapado a su objetivo a través de


esta breve conversación, Menou se puso delante de
Akari y la condujo cautelosamente por el corredor.

Akari estaba casi completamente vulnerable.


Incluso si Menou la atacaba de frente, no había forma

~ 106 ~
de que esta Errante pudiera derrotarla. Y puesto que
ahora sabía que su habilidad no podía ser utilizada para
el combate, no había razón para demorarse más.

Al doblar una esquina mientras guiaba a Akari


por el pasillo, Menou incremento sus poderes y saltó
hacia arriba.

Cuando Akari dobló la esquina momentos


después, no vio a Menou por ninguna parte, y de
inmediato entro en pánico.

—¿Qué...? ¡¿Huh?! ¿Menou...? ¿Dónde estás–?


¡¿Eek?!

Desde la perspectiva de Akari, ella debió asumir


que algo le había caído encima. Menou salto en cuanto
escapo de su campo de visión, cayendo sobre los
hombros de Akari con todo su peso.

Incapaz de sobreponerse al ataque sorpresa,


Akari cayó al suelo boca abajo. Se oyó un doloroso
crujido—ella debió de golpearse la frente contra el
suelo—pero eso no le importó a Menou. Sujetó la
cabeza de Akari con su rodilla, inmovilizando a la chica,
y clavó su daga en la nuca de Akari.

Una persona normal moriría al instante antes de


sentir el dolor, pero Menou todavía recordaba lo que
había sucedido antes. Incapaz de negar la posibilidad

~ 107 ~
de que el objetivo sobreviviera contra todo pronóstico,
se alejó a toda prisa de un salto tras apuñalarla.

Fuerza Guía: conectar—

Como esperaba, sintió la activación de un poder,


tal y como había sucedido con aquel chico.

Menou se mantuvo lo suficientemente alejada


como para que Akari no se percatara de su presencia, y
observó a la chica de cerca, con su escritura y su daga
preparadas.

La chica había dicho que tenía poderes curativos.


Ella podría intentar reponer su cuerpo al borde de la
muerte.

S?T?¡?K???Pureza Conceptual [Tiempo]—

Cuando comenzó el encantamiento, la Luz Guía


rodeó el cuerpo de Akari.

¿Qué está ocurriendo? Menou mantuvo la mirada


fija en la formación antinatural de Luz Guía. Y mientras
aguardaba con la respiración contenida, las partículas
zumbantes gradualmente comenzaron a tomar forma,
pasando del caos a un diseño increíblemente preciso.

Brillando en la oscuridad, las motas de luz


habían adoptado la forma de un reloj de péndulo.

~ 108 ~
El tiempo mostrado fue el ahora.

Tick.

Ante los ojos de Menou, la aguja del reloj


retrocedió.

Conjurar [Retroceso]

Un instante después, el reloj estalló.

La luz dispersa se desvaneció, haciendo que los


ojos de Menou parpadearan... y entonces oyó una voz
que provenía de donde había estado la luz.

—Oww...

Era Akari.

Estaba gimiendo, con los ojos lagrimeando por


el dolor. Lo más extraño de todo es que no se estaba
agarrando la nuca donde Menou la había apuñalado,
sino que estaba frotándose la frente donde se había
golpeado contra el suelo.

—¡¿Qué ha sido eso?! ¡Me ha caído algo encima!


¿Y dónde estoy yo–? Oh, ¡ahí estás!

Akari miró a su alrededor, todavía con los ojos

~ 109 ~
llorosos, y se puso de pie cuando vio a Menou.

Lo único que pudo hacer Menou fue mirar en


silencio mientras la chica corría hacia ella.

Bajo ninguna circunstancia podía considerarse


esto como ‘sanación’.

Ni por asomo.

Ni siquiera había una cicatriz en la zona donde


Menou la apuñalo. De hecho, la sangre que había
empapado su uniforme de marinero también
desapareció.

—¡¿Menou, estás bien?! Pensé que


desapareciste, pero a lo mejor fue mi imaginación.
¡Bueno, da igual! ¡Mantengamos el paso!

—...sí.

Afortunadamente, Akari no parecía tener ni idea


de la extrañeza que acababa de ocurrir.

Por lo que Menou podía decir, la conciencia de


Akari parecía haberse recuperado justo después de
morir. Tampoco mostraba indicios de estar mintiendo
o actuando. No era imposible que Akari fuera incluso
mejor actriz que Menou, pero de alguna manera esa
teoría parecía poco probable.

~ 110 ~
Entre la Akari fanfarrona que tenía delante y el
extraño encantamiento que Menou acababa de
presenciar, se estaba formando una hipótesis en la
cabeza de Menou.

Ni una sola herida. Resurrección. Y la Luz Guía


manifestándose en la forma de reloj.

Parecía imposible... ¿pero y si su habilidad no


tiene que ver con la sanación?

¿Y si en realidad es—?

—...la Pureza Conceptual del Tiempo?

—¿Hmm? ¿Dijiste algo, Menou?

—...nada.

Fue todo lo que Menou pudo hacer para evitar


que su cara se contorsionara.

Una habilidad para entrometerse con el tiempo


mismo. Akari debe haber retrocedido al tiempo antes
de que Menou la apuñalara.

Una habilidad completamente ilógica. Una que


evitaría que una persona muriera.

~ 111 ~
Lo que Menou tenía enfrente era una verdadera
imposibilidad—pero se recompuso rápidamente.

—Me alegro de que hayas despertado. ¿Te


sientes bien, Akari?

—Eh, s~sí. Estoy bien... ‘despertar’, ¿huh? ¿Dices


que me desmayé?

—Sí. Te atacaron de repente... ahuyenté al


atacante, pero siento no haber podido protegerte.

—¡No necesitas disculparte!

La expresión de preocupación y las palabras de


Menou fueron suficientes para convencer a Akari de la
falsedad de que se había desmayado.

—Gracias por salvarme... lamento ser una carga.

—Tampoco deberías disculparte. Soy una


profesional–y tú eres la víctima aquí, ¿sabes?

Mientras Menou hablaba con Akari para


mantener su confianza, pensó en qué hacer a
continuación.

—Fuiste atacada porque yo no te protegí. Soy


yo quien debería disculparse. Pero me alegro de que
todo esté bien. Sigamos adelante. ¿Estás herida? Si lo

~ 112 ~
estás, dilo.

—¡Sí, la frente me duele!

—Ah-ha-ha, ya veo.

Manteniendo su sonrisa, Menou le tendió la


mano.

—Vamos a sacarte de aquí.

—¡Okay!

Por el momento, Menou no tenía forma de


matarla.

En ese caso, no le quedaba más remedio que


mantenerse cerca de ella hasta encontrar el método.

Tendría que mantener el control sobre la


Errante y su Pureza Conceptual, vigilando que Akari no
causara ningún daño ni siquiera por equivocación.

Además, tenía que hacerlo todo sin que Akari


sospechara de ella.

—Oh, claro. Antes de escapar, ¿puedo decir una


cosa, Menou?

—¿Qué pasa, Akari?

~ 113 ~
—Sé que puede sonar extraño que diga esto de
la nada, pero... ya sabes, estoy muy feliz de haberte
conocido.

—¿De veras?

—De veras. Por alguna razón... conocerte me


hizo muy feliz. No sé por qué, pero sentía como si el
tiempo se hubiera detenido desde que llegué a este
mundo, y sólo empezó a moverse de nuevo cuando nos
conocimos.

Aunque acababan de conocerse, Akari parecía


tener un nivel de confianza casi excesivo en Menou.
Sonrió ampliamente, apretando la mano de Menou.

—Me alegro mucho de haber venido a este


mundo, Menou. No sé qué va a pasar aquí, pero me
alegro de haberte conocido. Esto debe ser... ya sabes...

Akari agarraba la mano que hace no menos de


un minuto enterró una daga contra su cuello.

—¡Creo que esto debe ser lo que la gente llama


destino!

—...ya veo. Ciertamente, ¡no siente nada mal


oírlo!

~ 114 ~
Menou sonrió. Mientras lo hacía, algo le punzó
en el pecho. Ignorando su dolor, siguió interpretando
el papel de sacerdotisa pura y noble; todo para que
Akari no sospechara de ella.

Ninguna de las dos sabía que este encuentro


alteraría el futuro de ambas.

Y por eso mismo se sonrieron mutuamente,


aunque no sabían nada de la otra parte.

—Yo también me alegro de haber podido


salvarte, Akari.

—Sí, y yo me alegro de que tú me hayas salvado,


Menou.

En ese momento, ni un alma comprendió el


destino que esto les traería.

~ 115 ~
Fue como algo sacado de un sueño lucido.

La ciudad se hallaba sumida en la nieve. Este


lugar, que alguna vez tuvo muchos residentes, estaba
teñido de blanco. Y en medio de ese paisaje albo y fútil,
una joven Menou permaneció de pie.

Al otro extremo, en frente de sus ojos, el


escenario blanco se extendía a partir de una muchacha
blanca como la nieve.

Parecía estar en algún punto de su adolescencia.


El pelo de la chica era negro, al igual que sus ojos. Su
piel tenía un saludable bronceado, y su uniforme
consistía en una camisa azul claro y un chaleco azul
marino. No iba vestida de blanco, ni mucho menos—en
realidad, era difícil encontrar algo de blanco en sus
andrajos.

Sin embargo, por alguna razón, los ojos de


Menou solamente captaban a la chica bajo un velo
inmaculado de blancor

—Aa... aaaah... ¡lo lamento tanto...!

La figura misteriosamente blanca sacudió


desesperadamente la nieve acumulándose sobre
Menou. Ella misma había creado la nieve, y a pesar de
ello, por alguna razón, la chica la quitaba de encima de
Menou como si hubiera hecho algo horriblemente
pecaminoso.

La ciudad, tanto los edificios como las personas,


ya se había vuelto blanca y habían perdido su forma,
dispersándose como la nieve virgen. Menou era la
única sobreviviente. Y dentro de poco, su propio
nombre también seria borrado hasta quedar en un
estado irreconocible.

Ella no sintió ningún miedo.

El espíritu de Menou también había sido


reducido a blanco. La frontera entre ella y el resto del
mundo se volvió difusa. Apenas podía distinguir el
entorno de su persona. Lo único que quedaba era su
nombre.

Todo lo que hacía que Menou fuera ella misma


era el nombre ‘Menou’, el cual era lo único que aún no
se había vuelto blanco.

—¿Por qué pasa esto...? No... yo no... esto no es...


ah, pero... alguien... yo... ¿Qué tengo...?

Mientras removía frenéticamente la nieve


encima de Menou, la muchacha blanca y pura seguía
murmurando para sí misma. Sus palabras susurradas se
tornaban inestables cuanto más luchaba por
hilvanarlas. Observando a la chica y su aire de tragedia,

~ 117 ~
Menou empezó a sentirse triste.

Con un sentido del yo tan difuso como el suyo,


se vio fácilmente influenciada por el dolor ajeno. Si
alguien lloraba, simplemente no podía evitar reflejarlo.
A medida que el propio yo de Menou empezaba a
fundirse en la blancura que la rodeaba, los
sentimientos de la chica se convertían también en los
suyos.

Incluso la nieve que la rodeaba parecía reflejar


la angustia de la chica. El entorno se había convertido
en parte de ella.

En algún punto, la chica blanca y pura renunció


a quitar la nieve de encima de Menou, y se puso de pie
agarrándose la cabeza.

—Blanco... el mundo... blanco... soy... blanco... no,


eso no... sólo quería... volver a Japón... ah, yo–

—Sólo muere.

Una daga se hundió en la cabeza de la chica.

Fue tan repentino que casi no tenía sentido.


Incluso estando delante de la escena, Menou no tenía
ni idea de lo que acababa de ocurrir. Era casi como si la
daga hubiera brotado repentinamente de la cabeza de
la chica blanca y pura. Un segundo después, se

~ 118 ~
desplomó en el suelo.

¿Por qué había sucedido esto...?

Mientras Menou miraba confundida a su


alrededor, el paisaje parpadeaba.

Una parte del paisaje se deformó en una neblina


calurosa.

Entonces, una mujer alta con el pelo rojo oscuro


surgió de la distorsión.

Cuando Menou la miro fijamente, una onda


pareció recorrer su visión.

El color de la alta sacerdotisa chocaba con el


espíritu blanco de Menou. Incluso aquí, en esta ciudad
blanca y pura, donde Menou había perdido el sentido
de los límites entre ella y los demás, claramente esta
sacerdotisa pelirroja seguía destacando como una
entidad diferente.

—¿...quién eres?

—¿Acaso mis ropas no te dicen nada? Soy una


sacerdotisa–pura, propia y muy poderosa.

Su presentación vino con una carga de ironía,


como si ella misma no se lo creyera del todo.

~ 119 ~
Pero ahora que lo mencionaba, tenía sentido.
Menou se dio cuenta de que la mujer llevaba una túnica
de sacerdotisa color índigo. El rojo intenso de su
cabello dejo una impresión tan fuerte que Menou ni
siquiera se había fijado en sus atavíos añiles.

—¿Blanco, huh? Ciertamente es un efecto Blanch,


pero... esto es extraño. Si se tratara de la segunda
venida de Marfil, es seguro que no habría quedado
ningún sobreviviente. Lo que significa...

La mujer se interrumpió y puso la palma de su


mano sobre la cabeza de Menou.

A partir del nexo establecido por su tacto, algo


fluyó dentro de Menou.

—Una conexión entre nuestras Fuerzas Guías no


te hace daño... ya veo. Hrmm. Tu nivel es demasiado
alto como para ser una mera sobreviviente.

Al retirar la mano de Menou, la sacerdotisa miró


a su alrededor.

Toda la ciudad se había vuelto blanca, sin que


quedaran contornos o fronteras visibles. Encima de la
nieve amontonada yacía la chica de color blanco puro
que había sido apuñalada.

~ 120 ~
Siguiendo la mirada de la sacerdotisa, Menou se
dio cuenta de que el pecho de la chica se movía. Por
sorprendente que sonara, debía de seguir respirando.

Su cuerpo comenzó a emitir una luz blanca.

Fuerza Guía: conectar—Apego Impropio,


¿Pureza Conceptual? ¿Blanco?—Conjurar [De dónde...
¿esto es...? ¿quién... soy...?]

La Luz Guía blanca estalló en todas direcciones.

El candor que antes había engullido la ciudad


comenzó a concentrarse en un solo punto. Todo lo que
se encontraba a la vista se reunió alrededor de la chica
muerta—todo a excepción de Menou.

—Ja. Qué fracasada–parece que ni siquiera


puedes morir apropiadamente.

Está claro que la sacerdotisa no temía a la


colosal masa que contenía todo lo que antes había sido
una ciudad. Riendo a carcajadas burlonamente,
sostenía una daga que parecía insignificante ante el
coloso.

Ah...

Menou sintió que una profunda sensación de


soledad se instalaba en su corazón.

~ 121 ~
Ella también debía estar en algún lugar de esa
blancura. Debería haber sido blanqueada, drenada y
convertida en blanco puro junto con todo lo demás. De
alguna manera, saber que no se había convertido en
una existencia carente de color, apartada del resto del
grupo, la hacía sentirse un poco sola.

Qué triste...

Ese fue el momento en que su corazón se afligió


de verdad.

Y entonces un pilar de luz salió disparado hacia


arriba.

Una Luz Guía, formada por una enorme energía,


brilló como si fuera a alejar el paisaje blanco. El
encantamiento se desplegó alrededor, creando una
iglesia a partir de la luz. El claro sonido de una campana
resonó; las paredes blancas y puras tomaron forma, y
una barrera intocable y prístina se hizo realidad, con un
conjunto de pesadas puertas.

El resultado fue una tierra pseudo-santa.


Contuvo al coloso blanco dentro de sus muros, y el
tañido de la campana de poder puro lo derribó
gradualmente con cada toque.

Pero esta escena no fue creada por la sacerdotisa.

~ 122 ~
Una anciana con un bastón se había acercado
sin prisa a su lado.

—¿Estableciendo una tierra sagrada con una


pseudo-iglesia, eh? Supongo que no debería esperar
menos de la mujer que creó sin ayuda la barrera de
defensa de Garm–la vieja señora Orwell. Reconozco que
es un movimiento llamativo.

—Jeh. Y veo que tu afición por el secretismo no


ha cambiado ni un poco.

—No me metas en el mismo saco que tú, vieja.


Tenemos papeles muy diferentes.

La anciana sostenía el bastón con ambas manos


mientras caminaba. En lugar de la túnica añil de una
sacerdotisa, llevaba la ropa sagrada y digna de una
arzobispa.

—Y no creo que haya necesidad de que


atestigües la ejecución de una Errante.

—Vaya, pero este incidente ocurrió en mi propia


nación. Es raro que un Errante cause daños a tan gran
escala, por lo que creo que un funcionario público
debería involucrarse.

La mujer llamada Orwell dirigió su mirada hacia

~ 123 ~
Menou. En los ojos de la anciana brillaba una emoción
ilegible.

—¿Y quién es esta niña?

—Una sobreviviente.

La sacerdotisa pareció percatarse de la


respuesta emocional de Orwell; ella hizo una propuesta
casual.

—¿La acogerías por mí? Seguramente la noble


tarea de cuidar a una huérfana debería recaer en una
mujer santa; no en una bruja con un trabajo tan sucio
como el mío.

—...oh vaya. Personalmente, creo que tú serías


más adecuada para cuidarla. Recientemente te has
convertido en una Maestra, ¿no? Deberías probar con
trabajos más difíciles; no sólo los que te resulten
naturales. Estoy segura de que eso es lo que nuestro
Señor desea para ti también.

Con eso, la anciana simplemente se alejó.

—¡Ja! Esa vieja ha aprendido un par de cosas en


su larga vida. Nunca la he hecho ceder.

La mujer se rio con ganas y luego miró a Menou.

~ 124 ~
—Entonces, ¿qué quieres hacer?

Fue una pregunta de lo más inesperada.

El único sentimiento que surgió ligeramente en


Menou fue el de confusión, y debió de mostrarse en su
rostro, porque la mujer continuó después de un
momento.

—Tú tienes un gran potencial para los


encantamientos, así que pensé que dejarte en sus
manos sería lo mejor, pero en lugar de eso me regreso
el balón. No me importa lo que te depare el futuro a
partir de ahora, pero tú, ¿qué quieres hacer? Si tienes
alguna añoranza, oigámosla.

—Nada.

Menou no tenía ningún sueño o deseo en


particular.

Su mente, su alma y sus recuerdos se habían


teñido de blanco, sin dejar nada más que un nombre.
Conservaba los conocimientos suficientes para
mantener ese nombre, pero como su pasado y todo lo
demás fue borrado, ya no tenía aspiraciones.

—Absolutamente nada.

La sacerdotisa miró a Menou, sin dejarse

~ 125 ~
impresionar por su apática visión del futuro.

—Bueno, ya que estabas en el camino, te


acogeré hasta que lleguemos a la tierra santa. Si
continuas viva para entonces, podrás hacer lo que
quieras.

La sacerdotisa puso una mano sobre la cabeza


de Menou, todavía desinteresada.

Probablemente, Menou tenía la altura


adecuada para que la mujer apoyara su mano en ella.
No acarició la cabeza de Menou, ni se molestó en
intentar algo tan molesto como tomarla de la mano.

Pero, extrañamente, no sintió nada


desagradable en ello.

Para Menou, cuyo sentido de los límites se


volvió vago, había algo tranquilizador en el contacto
con su mano.

~ 126 ~
Desviación

El agujero gigante en la iglesia había sido


parcheado apresuradamente.

Siendo específicos, las zonas de la pared y el


techo que fueron borradas por el Errante habían sido
tapadas con unas tablas de madera y un paño aceitoso
que encontraron por ahí. Gracias a Momo, los daños no
fueron demasiado llamativos.

El sol de la mañana estaba empezando a salir.


Tras haber sacado a Akari del castillo real, Menou
esperó a que la chica se durmiera antes de utilizar el
altar de comunicaciones para dar su reporte a Orwell.

—Ya veo. Una inmortal poseedora de una


Pureza Conceptual... esto es problemático.

—Sí. Por los momentos, no cuento con los


medios para matarla.

Retroceso temporal.

Era una habilidad que desafiaba la lógica y que


podía revertir las heridas físicas al igual que si nunca
hubieran sucedido. Como lo implicaba su nombre, por
Pureza Conceptual se referían a un fenómeno
conceptual. Y como se activaba justo después de la
muerte, no había manera de detener el encantamiento.

Incluso si redujeran el cuerpo de Akari a cenizas,


sería poco probable que algo cambiara; si la
arrastraban hasta el fondo del océano, había muchas
posibilidades de que simplemente reviviera en un lugar
seguro—

—Y el mayor problema aquí es que de todas las


Purezas Conceptuales, la que acabo acoplándose
indebidamente a su alma no fue otra que la del
Tiempo...

Todas las Purezas Conceptuales eran una


amenaza latente, pero cuando el Tiempo estaba
involucrado, había un límite en lo que podía hacerse. Es
cierto que hasta los momentos Akari solo ha
demostrado la capacidad de revivir con su Retroceso,
pero si el concepto crecía dentro de ella, ¿quién sabe
qué dirección tomaría la próxima vez? Sólo pensar en
las posibilidades era aterrador.

Los Errantes poseían una aptitud inherente para


controlar la Fuerza Guía. Si Akari se encontraba en
peligro y concentraba sus poderes para sobreponerse,
sus habilidades estaban destinadas a crecer. Aunque
pareciera contradictorio, la única forma de matar a
Akari de manera segura era protegerla y evitar que

~ 128 ~
conjurara hasta encontrar un medio efectivo para
eliminarla.

—Sobre eso, Menou...

Orwell debió notar que Menou no sabía cómo


proceder, ya que le aventó un salvavidas.

—¿Por qué no vienes aquí?

—¿Qué? Pero–

—Tenemos lo que necesitas. Aquí, en Garm,


existe una sala de ceremonias que puede erradicar a tu
Errante.

Menou había asumido que se refería a visitar la


ciudad natal de la que habían hablado en su anterior
llamada, pero Orwell sacó a relucir otro tema.

—Garm es una ciudad tan antigua que es


conocida como la antigua capital, por lo que tenemos
muchos registros e instalaciones que no se pueden
encontrar en ningún otro lugar. Aunque sea imposible
para un solo individuo, mi sala ceremonial es capaz de
destruir la Pureza Conceptual de un Errante.

—¿Eso es posible...?

~ 129 ~
—Y mucho. Pero rara vez se utiliza, siendo que
las Verdugos suelen ocuparse de los Errantes. Ya que
esa Maestra tuya tenía tanto talento, ni siquiera
hablamos de ello. Debe ser por eso que nunca te lo
mencionó.

Ya veo. Eso tiene sentido.

La antigua maestra de Menou, la de cabello rojo


oscuro, era una persona muy individualista. Vivía bajo
el mantra de nunca confiar en otros y lo manejaba todo
por su cuenta.

—¿Puedes traer al Errante aquí? Confío en que


encontrarás la manera de convencerla. Si la Errante se
somete a mi ceremonia, entonces tu trabajo estará
resuelto.

—Comprendo. Aprecio su ayuda. No es de


extrañar que la consideren la protectora de nuestro
mundo.

—...no es para tanto. Por mucho que intente


protegerlo, todavía soy inexperta, y cada día que pasa
recuerdo mis carencias. Especialmente en casos como
los de tu ciudad.

—Pero eso es...

Ella misma se interrumpió, sorprendida.

~ 130 ~
Menou no recordaba nada de su ciudad.

Un incidente en su pasado borro por completo


sus recuerdos. Había pasado tanto tiempo que ya no se
sentía triste por ello. Ciertamente, nació en este país,
pero en este momento, ese hecho no tenía ningún
significado para ella.

Y pese a no tener ningún vínculo emocional con


lo que fue olvidado, seguía sintiendo una punzada de
culpabilidad en el pecho por su incapacidad para
recordar.

Era la simple realidad de haber olvidado algo tan


importante.

—Y como dije antes, me gustaría reunirme


contigo y hablar un rato.

Orwell sonrió. Era difícil saber si ella comprendía


lo que aflige el corazón de Menou.

—En estos momentos también están


sucediendo cosas preocupantes en Garm. Las mujeres
jóvenes están desapareciendo, por desgracia. Si ni
siquiera puedo salvar a las personas que están a mi
alcance, entonces mi título como arzobispa no significa
nada.

~ 131 ~
—Nadie puede salvarlos a todos. La muerte nos
llega tarde o temprano.

—Supongo que tienes razón. Gracias, Menou.


Llevará unos días preparar la ceremonia. Discutamos los
detalles una vez que llegues.

—De acuerdo. Muchas gracias.

En cualquier caso, la posibilidad de una solución


a la desconcertante dificultad de ejecutar a Akari era un
gran alivio. Menou bajó la cabeza en señal de gratitud
y terminó la transmisión.

La Luz Guía que proyectaba a Orwell se


desvaneció.

Ahora tenía un objetivo para su siguiente curso


de acción.

Abandonando la zona de la capilla, Menou entró


en la habitación donde Akari dormía plácidamente y se
sentó junto a su cama.

El rostro soñoliento de la muchacha se hallaba


imperturbable, sin saber que estaba a punto de ser
despertada. Se había tumbado en la cama, pero su
pecho, notablemente grande, seguía moviéndose de
arriba a abajo, y de sus labios brotaba una antiestética
baba.

~ 132 ~
Cambiando su enfoque, agarró la manta y la
apartó bruscamente.

—¡Buenos días, akari! ¡¡Levántate y deslumbra!!

—¡¿Habweeeeeh?!

Con un grito incomprensible, Akari se levantó


recta como un poste.

—¡¿Huh?! ¡¿Qué fue–?! ¡¿Un incendio?! ¡¡¿Un


robo?!! ¡¡¿CHOQUE DE AUTO–?! Oh, claro... ¿Menou?

—Así es. Soy yo, Menou–una sacerdotisa pura,


propia y muy poderosa. ¿Por fin despertaste, bella
durmiente?

—Buenos días, Menou. Vaya susto que me


diste. Pensé que de nuevo había pasado algo mientras
dormía. Quiero decir, este lugar es un poco viejo, así
que no me sorprendería que la iglesia colapsara en
medio de la noche.

—Le pido que no subestime mi fe. Mientras sus


residentes tengan fe, la Santa Iglesia nunca se
derrumbará.... buenos días, Akari. El desayuno está
listo.

—Kaaay.

~ 133 ~
Menou respondió a la reacción de la chica medio
dormida con una sonrisa fingida.

—Debemos discutir nuestro próximo curso de


acción.

Cuando ambas terminaron de desayunar en una


de las salas de la iglesia, Menou sacó el tema.

—En primer lugar, asumiremos que te


persiguen–

—¿A quién? ¿A mí...? Tengo una pregunta más


importante. Esto esta delicioso. ¿Puedo repetir?

—Te explicaré la situación de la manera más


sencilla posible. Y no, no puedes. Sepa que no tenemos
dinero.

—Awww...

Los hombros de Akari se desplomaron. El


presupuesto que les habían asignado para la misión
sólo daba para Menou y Momo, así que con Akari de
por medio, realmente no les sobraba.

Menou miró a Akari, quien devorada su


desayuno viéndose un poco insatisfecha.

~ 134 ~
Si pretendía matar a esta chica, tenía que
llevarla a la antigua capital, Garm. Era muy importante
dar una explicación razonable de por qué tenían que ir
allí ahora.

—Fuiste invocada aquí por La Nobleza de este


país. Logramos sacarte del castillo real, pero aún
estamos en su territorio. Incluso dentro de esta iglesia,
no podemos garantizar nuestra seguridad.

—Sí, eso tiene sentido. Me temo que tu iglesia


es súper vieja...

—Eso no es importante ahora.

El agujero hecho por el Errante estaba cubierto


sólo por una tela. Menou no quería ahondar mucho en
el extraño estado de la iglesia, así que evitó
delicadamente el tema.

—Lo que sí importa es que estas personas te


secuestraron para hacerse con tu habilidad. No se
darán por vencidos tan fácilmente. Deberíamos salir de
esta iglesia lo antes posible–si se puede, me gustaría que
fuese hoy. ¿Te parece bien?

—Sí. Suena bien.

—Excelente. Verás, en nuestro cuartel general


en la tierra santa, hay un lugar que se ocupa de los

~ 135 ~
corderos perdidos como tú. Es un lugar donde viven
muchos japoneses.

Akari asintió, viéndose impresionada.

—Vaya. ¿Eso significa que hay más personas


como yo que vienen aquí desde Japón?

—Así es. A una escala continental, diría que nos


llegan unos cinco al año. Al menos hay una cantidad
moderada.

—Entiendo. ¿Entonces es tu trabajo acogerlos?

—Técnicamente, es sólo una parte de mi


trabajo, pero sí. ¿Eres perspicaz, verdad?

Pese a lo sobresaltado del momento, no le


costó captar la esencia de la conversación. Supongo
que no es tan tonta después de todo, pensó Menou con
una sonrisa, analizando la personalidad de Akari.

—Hay algunos que son invocados y otros que


acaban aquí por pura casualidad. Sea como sea, es un
hecho el que los japoneses vienen parando aquí de
forma constante, así que armamos un sistema para
asegurarlos.

También era cierto que la iglesia llamaba a los


Errantes ‘corderos perdidos’ y se ocupaba de ellos.

~ 136 ~
La iglesia monitoreaba la vena astral y predecía
su llegada siempre que era posible, pero
inevitablemente había algunos que se le escapaban. Así
que, en un intento de reducir ese número lo mayor
posible, el público conocía de su existencia.

—Las personas como tú son llamadas Errantes,


y poseen poderes únicos conocidos como Purezas
Conceptuales.

—Oh, ya me lo han mencionado.

Akari parecía haber recibido una explicación


similar por parte de los nobles en la capital real, así que
aceptó de buena fe esta información.

Por supuesto, el público en general no sabía que


los Errantes podían provocar calamidades masivas.

Por lo general sólo unos pocos miembros de La


Nobleza de más alto rango, sacerdotisas de alto nivel y
trabajadoras encubiertas de Las Fausto conocían la
verdad, a excepción de algunos paganos que se
sumergían en las artes prohibidas y que naturalmente
habitaban en los bajos fondos del mundo.

—A menudo se aprovechan de los que son


invocados por La Nobleza, y por eso la Iglesia envía a
personas como yo. Odio decirlo, pero incluso las partes

~ 137 ~
de tu cuerpo pueden usarse para conjurar, así que
algunos de los villanos más desagradables podrían
intentar llevarte viva o muerta.

Akari se estremeció al darse cuenta de lo fácil


que podría haber sido una víctima.

—¡Waaah! Eso da mucho miedo. Como me has


rescatado, debes ser... ¡un agente secreto! O una ninja.
¡Gracias, Menou!

—Ni lo menciones. Aunque no soy


precisamente una ninja, para que lo sepas.

—¿Estás segura de eso? Supongo que es un


poco similar... pero si este lugar de la tierra sagrada es
adonde se supone que debo ir, ¿significa eso que
realmente no puedo volver a casa?

—Bueno, sobre eso, Akari...

Aunque a los ojos del público el lugar era una


zona diseñada para proteger a los Errantes, no había
ningún japonés real en la tierra santa. En su lugar,
albergaban a las discípulas que no lograban convertirse
en Verdugos. Estos individuos, que básicamente fueron
criadas desde muy jóvenes para aprender todo lo
relacionado a Japón, pasaban toda su vida ahí,
fingiendo ser japonesas.

~ 138 ~
Pero Menou no tenía intención de llevar a Akari
a ese lugar.

—¡No sabía nada de esto, pero resulta que la


antigua capital tiene una sala ceremonial que puede
enviar a los Errantes de vuelta a su propio mundo!

—¿Huh?

Akari quedó boquiabierta.

—Yo... ¿yo puedo volver a Japón...?

—¡Sí! Una importante arzobispa de Las Fausto


me lo conto. Así que puedes estar segura de que es
verdad.

Menou sonrió de forma tranquilizadora, pero


por alguna razón, Akari se echó para atrás,
conmocionada.

—De ninguna manera. ¡Creía que íbamos a huir


juntas para vivir una gran aventura...!

—¿De qué estás hablando?

¿Por qué se ve tan decepcionada?

Menou mantuvo su sonrisa y ladeó la cabeza


para expresar su confusión de una forma educada.

~ 139 ~
Trato de proceder con su explicación.

—Independientemente de lo que puedas


pensar, eres una verdadera suertuda. Al parecer,
debido a las limitaciones geográficas, esta ceremonia
de retorno sólo puede tener lugar en la residencia de
Garm, donde se encuentra la arzobispa. Si hubieras sido
invocada en una nación lejana, probablemente habrías
tenido que quedarte en la tierra sagrada de allí durante
muchísimo tiempo, pero... ¡¿adivina qué?! ¡Garm está a
sólo medio día de aquí en tren!

—¡Ooh!

Tratando de evitar que Akari se diera cuenta de


que este acontecimiento era demasiado bueno para
ser cierto, Menou hizo un esfuerzo deliberado por
emocionarla, lo que funcionó a la perfección.

—He hablado con la arzobispa y me ha dicho


que preparará la ceremonia. Iremos a Garm de
inmediato, y en cuestión de días podrás volver a casa,
Akari. Puedes pensar que tu estancia en este mundo no
es más que una pequeña excursión turística.

—¡Wow, Menou! ¡Tú eres increíble!

—¡Pues claro! ¡Una sacerdotisa debe ser pura,


propia y muy poderosa!

~ 140 ~
Aunque Akari parecía animada por la idea de
volver a Japón, su expresión seguía conteniendo un
matiz de tristeza.

—Así que voy a volver tan pronto... siento que


es una lástima.

—¿Oh? ¿No estás emocionada por volver a casa?

—¿Huh? No. Quiero decir, no es que no esté


emocionada, pero... cuando te conocí, Menou, sentí
que había estado esperando este momento toda mi
vida, así que estoy un poco triste. Como dije ayer, en
cuanto te puse los ojos encima, ¡pensé que esto era el
destino!

—D~Dios, vas a hacer que me sonroje...

Mientras Menou se rascaba tímidamente la


mejilla (para el exagerado deleite de Akari), en su
interior, no pudo evitar preguntarse el porqué de la
extraña reacción de la chica.

Como había empezado a sospechar, Akari


probablemente no sentía mucho apego hacia su familia
o amigos. Pero a pesar de que no se moría por regresar
a su tierra natal, tampoco parecía estar especialmente
emocionada con la idea de ser convocada a un mundo
‘de fantasía’.

~ 141 ~
A pesar de ello, demostraba un peculiar cariño
por la figura de Menou.

Menou pensó en preguntarle por qué, pero sólo


habían pasado dos días desde su primer encuentro. No
se habían unido lo suficiente como para hacer
preguntas tan personales, y una vez que llegaran a
Garm, ya no lo necesitaría, puesto que su trabajo
estaría completo.

—Bueno, seamos amigas hasta que vuelvas a


casa, Akari.

—¡Sí! ¡Lo estoy deseando, Menou!

—Muy bien. Entonces deja que te explique los


detalles de nuestro viaje.

No necesito saber nada más acerca de Akari, se


recordó a sí misma, dejando de lado sus dudas y
continuando la conversación.

—Aunque tampoco es que sea algo


terriblemente complicado. Como nuestro viaje no nos
llevará a cruzar ninguna frontera, simplemente
podemos utilizar el tren.

—Así que hay trenes en este mundo, ¿huh?


Genial, genial.

~ 142 ~
Como el ferrocarril conectaba todas las
ciudades y pueblos importantes de cada país del
continente, los viajeros por tierra siempre dependían
de los trenes. Había una línea directa desde la capital
real hasta Garm, así que tampoco habría traslados
complicados ni nada por el estilo.

Menou explicó los pasos básicos y compartió


algunas palabras de advertencia para cuando llegaran
a Garm.

Y luego miró a Akari a los ojos.

—Creo que eso es todo. ¿Tienes alguna


pregunta?

—No, con eso está. Eres fenomenal explicando


las cosas, Menou.

Akari era bastante rápida en la comprensión, así


que pudieron terminar de discutir su historia de
portada con bastante facilidad.

Eso significaba que lo único que faltaba era


prepararse para el viaje.

—¡Maravilloso! Entonces iré a hacer algunas


compras. Necesitaremos un cambio de ropa para ti,
boletos para el tren–

~ 143 ~
—¿Oh, de compras? ¿Puedo ir contigo?

—No.

Akari se inclinó hacia adelante con entusiasmo,


pero Menou le cerró el paso con brusquedad.

—Akari. Te están persiguiendo, ¿recuerdas?


Tenemos que evitar cualquier cosa que pueda llamar la
atención sobre ti, especialmente en esta ciudad. Esas
ropas tuyas ya destacan demasiado.

—Awww... bien.

—Me alegro de que comprendas. Volveré en un


rato. Sé una buena chica y espera aquí, ¿de acuerdo?

—Okay. Nos vemos pronto.

Menou sonrió para reconfortar a la chica


malhumorada, y luego se marchó.

***
Sin embargo, en lugar de dirigirse a la ciudad
para comprar, dio la vuelta hacia la parte trasera de la
construcción. Volviendo a colarse silenciosamente en la
iglesia por la entrada trasera, Menou ocultó con

~ 144 ~
cuidado su presencia de Akari mientras bajaba los
escalones del sótano.

Abrió la puerta al final de la escalera sin hacer


ruido y entró en silencio.

—Momo. Vamos a escuchar tu reporte.

—¡Justo a tiempo, senpaaai!

En el sótano esperaba Momo, la subalterna y


ayudante de Menou. Estaban a punto de tener una
reunión para decidir el nuevo curso de acción.

Momo deliberadamente entregó su primera


pieza de información con una voz gélida.

—Reporte número uno: Me dio muuuuchisíma


rabia ver como la señorita de las tetas enormes
devoraba la comida que preparé sólo para ti con tanto
esmero, senpaaaai. Envenenaré a esa perra.

—Nadie preguntó eso, Momo.

Menou respondió sin pensar, ya que no era


propio de su fiable ayudante dar unos reportes tan
bizarros.

~ 145 ~
—Además, yo también comí esa comida.
Preferiría que no me envenenaran...

—Nngh, es cieeeerto...

Momo refunfuñó, y el ceño de Menou se


frunció. Puede que sólo estuviera bromeando, pero
que Momo soltara semejante disparate la hizo pensar
que genuinamente había perdido sus cabales.

—Ahora, ¿cuál es la situación?

—Oficialmente comenzó la Santa Inquisición


contra el monarca de esta nación. En este momento,
están teniendo una reunión mieeeentras discuten el
tiempo que se le permitirá a la defensa.

—Comprendo. Sin duda, eso los dejará


ocupados.

Finalmente, Momo respondía con normalidad.

Aunque las Verdugos como Menou no podían


darse a conocer al público, sabían que un inquisidor
había venido desde la tierra santa a la capital real para
determinar dónde recaería la culpa oficial de este
incidente.

Una vez que comenzara el juicio, los autores


intelectuales de la convocatoria tendrían, sin duda, las

~ 146 ~
manos llenas. El bando de Menou había decidido
aprovechar esta oportunidad para ponerse en marcha.
Traer a Akari consigo fue un percance inesperado, pero
Menou ya había logrado convencerla. No había razón
para permanecer en la capital real por más tiempo.

—Entoooonces, senpaaaai. Antes de ponernos


en marcha, terminemos el trabajo. La moral está por las
nubes. ¡Mataré a esa Tetas McGee con mis propias
maaaanos!

—No. Todavía no. —Menou reprendió a Momo,


que claramente estaba agitada.

Supongo que todavía es inexperta en algunos


aspectos.

—¿Por qué no? Sé que los ataques directos no


harán mucho, pero al menos podríamos probar con
métodos más delicados, como el veneno o la
sobredosis de medicamentos, ¿nooo?

—Pienso que no. Cualquier método que debilite


al objetivo podría hacer que su Pureza Conceptual se
vuelva loca.

La idea no era mala en teoría, pero no podían


arriesgarse.

~ 147 ~
Entre los tabúes que existían en este mundo,
uno de los peores era intentar doblegar el espíritu de
un Errante poseedor de una Pureza Conceptual.

Las Purezas Conceptuales estaban


indebidamente acopladas a sus almas, las cuales se
hallaban en un estado de perputa inestabilidad.

Sus mentes llevaban las riendas del poder que


extraían de sus almas. La Fuerza Guía se generaba en el
alma, se controlaba con la voluntad y se impregnaba en
el cuerpo. Si su fuerza de voluntad se rompía mientras
su cuerpo permanecía intacto, era probable que la
Pureza Conceptual se volviera loco y causara graves
daños.

—Necesitamos que esa chica mantenga su


mente y su cuerpo sanos hasta justo antes de su
muerte. Además, su habilidad se activa en el momento
en que muere, ¿recuerdas? No podemos ir a matarla sin
más.

La Pureza Conceptual de Akari podría muy bien


crecer en poder simplemente activando de forma
continua su Retroceso. Cuantas más veces probaran los
métodos para matarla, más peligrosa se volvería.

—No debemos intentar matarla de ninguna


manera que no sea el método con más posibilidades de
éxito.

~ 148 ~
—Grrr. En ese caso, supoooongo que lo
entiendo.

—Muy bien. Ahora, Momo, ¿has terminado los


preparativos?

—Por suuuupuesto.

Momo aún se veía un poco malhumorada, pero


le entregó a Menou las cosas que ya había comprado.

Era todo lo que necesitaban para el viaje,


incluida un cambio de ropa para Akari. Menou no podía
dejar a Akari sola y sin supervisión en la iglesia, así que
le pidió a Momo que preparara las cosas con
antelación. Menou revisó los objetos, impresionada
por la habilidad de Momo. Eventualmente, pidió los
boletos de tren.

—Toma. Son para esta tarde.

—Genial. Gracias–

El destino era la antigua capital, Garm, donde las


esperaría Orwell. Una vez subidas al tren, llegarían a
ella en menos de medio día. Menou empezó a expresar
su gratitud y a coger los boletos, cuando entonces se
congeló.

~ 149 ~
Momo había comprado tres boletos.

—...Momo.

—¿Qué pasa, senpaaaai?

Momo sonrió inocentemente, como si quisiera


decir que era imposible que se hubiera equivocado.

Sin embargo, Menou no se tragaba la actuación


de su asistente.

—Como ya hemos hablado... te quedarás aquí y


reportaras el progreso de la Santa Inquisición.

—Prefiero moriiiir.

El tono de Momo no dejaba lugar al debate.

Llevaba su sonrisa habitual, pero como se


conocían desde hacía muchísimo tiempo, Menou sabía
lo que realmente ocurría. En momentos como éste,
Momo nunca cedía, sin importar con quién estuviera
platicando.

Originalmente, era aquí donde debían


separarse.

Una vez terminada la misión, Menou escaparía


por su cuenta, y Momo se quedaría aquí y se reuniría

~ 150 ~
con la Santa Inquisición. Aunque a regañadientes,
antes Momo había aceptado el plan de tomar rutas
separadas a través de la frontera y volver a reunirse
más tarde.

Pero ahora que la moza torcedora—Akari—fue


arrojada a la mezcla, Momo se rebeló.

~ 151 ~
—Escucha, Momo...

¿Cómo iba a convencer a su ayudante, que


claramente estaba determinada a acompañarla?
Menou dudó un momento antes de decidirse por
apelar a su sentido común.

—Es la naturaleza de esta misión... bueno, sí, es


por Akari. Si yo cometiera un error, tu tendrías que
ocuparte de ella. Teniendo en cuenta esa posibilidad,
tenemos que asegurarnos de que no se entere de ti, sin
importar que. Debes entenderlo.

—Pero, senpaaaai...

Ah. No debería haber intentado usar la lógica con


ella cuando se comporta así.

El tono quejumbroso de Momo dejó en claro


que no estaba escuchando ni una palabra del
argumento de Menou. Esbozó una sonrisa de
complicidad.

—Preferiría forzar el fin de la Santa Inquisición


matando yo misma a todos y cada uno de los miembros
de La Nobleza en esta nación antes que dejar que mi
benevolente senpai viaje sola con esa patosa intento
de Errante y pechugona. Iré contigo aunque me maten,
¿valeeee?

~ 153 ~
Su mirada era mortalmente seria.

Lo más inquietante de todo es que ni siquiera


fue una amenaza. Su mirada llena de oscuridad, y la
manera en la que su discurso se derramó en una sola
respiración, dejaron dolorosamente en claro que
estaba dispuesta a actuar sobre sus palabras.

—Esa mujer es peligrosa. ¡Mi Momo sentido me


lo dice! ¡¡Me dice que no puedo dejar que te quedes a
solas con ella, senpaaaai!!

—Soy plenamente consciente del peligro que


representa.

—¡No! ¡¡NO LO EREEES!! ¡No lo entiendes en


absoluto, senpaaaai!

Furiosamente, Momo estrello su puño contra el


escritorio, pero Menou comprendía perfectamente el
peligro.

La Pureza Conceptual del Tiempo trascendía


incluso la muerte. El peligro de esta habilidad
significaba mucho más que simplemente proteger a su
usuario de la muerte.

Por supuesto que Menou no bajaría la guardia.

Y por eso no dejo de tranquilizar a su ayudante.

~ 154 ~
—Todo irá bien, Momo. ¡Confía en mí!

—¡Grrrr! —Con los ojos entrecerrados, Momo


gruñó de una forma que dejaba muy en claro su
descontento. —Biiiien. Reconozco que no estoy de
acuerdo...

—Oh, bien. Qué bueno que comprendas–

—Así que te seguiré desde las soooombras.

Huh. Así no llegaremos a ningún lado.

—Te juro que no dejare que Tetas McGee se


percate de mi presencia. ¡Déjame ir contigoooo!

—¿Desde las sombras? Pero Momo, eso es...

Menou resistió el impulso de frotarse las sienes.

Conociendo las habilidades de Momo, podría


lograrlo. En el monasterio donde fueron criadas y
entrenadas para ser Verdugos, su educación incluía un
profundo dominio del sigilo. Dado que Momo había
salido de ese monasterio a la temprana edad de catorce
años, estaba más que calificada. Entre las ayudantes de
las Verdugos, ya era reconocida como una novata con
un futuro prometedor.

~ 155 ~
Menou miró a Momo.

Su postura dejaba implícito que no estaba


dispuesta a ceder más que eso.

Menou suspiró.

—De acuerdo. Bien.

—¡Huuurra! Oh, y, senpaaaai...

—¿Qué?

A decir verdad, tener a su ayudante cerca


ampliaría las opciones de Menou. Después de que ella
aceptara a regañadientes, Momo dudó un poco y luego
añadió otra petición.

—Tengo una sugerencia más, o quizás podrías


considerarlo como una llamada de atención, peeeero...
nunca antes habías pasado tanto tiempo con un
objetivo, ¿o sí?

—¿Hmm? Supongo que no.

Hasta ahora, Menou se había encargado de la


mayoría de sus misiones con mucha rapidez. Parte de
la razón era que estaba siguiendo el ejemplo de su
maestra, que había llevado a cabo más cacerías de
herejes que nadie.

~ 156 ~
—¿Qué pasa con eso?

—...ya que esta misión implica estar con el


objetivo durante un largo periodo de tiempo, por favor,
permite que yo me encargue de ella.

La expresión de Momo era seria.

Por una vez, dejó de lado el habitual tono


azucarado y el alargamiento de sus palabras, mirando a
Menou directamente a los ojos. Vacilo en su propuesta,
pero al mismo tiempo fue clara.

—No creo que esta misión... te convenga,


senpai. Si quieres intercambiar los papeles conmigo,
podría llevarla a Garm en tu lugar. Estoy segura de que
podrías convencer fácilmente a esa chica de que me
acompañe, aunque lo hagamos ahora.

—No.

—¿Por qué no?

Menou la cerró de inmediato, pero Momo


insistió en el tema.

¿Por qué?

Era sencillo.

~ 157 ~
Menou no quería que Momo la matara.

Este objetivo no era un hereje que se hubiera


dispuesto a romper voluntariamente algún tabú, ni una
guerrera que arriesgara su vida en la batalla, ni un
criminal que hubiera cometido graves pecados.

Sólo era una buena persona que no había hecho


nada que merezca el ser arrastrada a esto.

Era una razón absurda. Y Menou lo sabía.

Momo había elegido convertirse en Verdugo por


su propia voluntad. Tarde o temprano, no tendría más
remedio que matar a alguien así.

Pero aun así...

—Este es mi trabajo.

Mientras Momo trabajara a sus órdenes, Menou


no tenía intención de echarse para atrás en este
asunto.

Momo bajó los ojos y se mordió el labio.

—Es sólo por una semana. Si lo que dijo la


arzobispa Orwell es cierto, todo acabará a los tres días
de llegar a Garm.

~ 158 ~
Los boletos que Momo le había entregado eran
para un tren que salía esa misma tarde. Aunque el viaje
fuera un poco lento, seguramente estarían en Garm
para mañana.

Incluyendo el día de hoy, eran dos días en total.


Orwell dijo que los preparativos para la ceremonia
llevarían unos días, así que era probable que acabaran
quedándose en la ciudad un poco más, pero habrían
terminado en menos de una semana.

Muy probablemente eso aún entraba dentro del


rango de una misión corta.

—No voy a meter la pata en tan poco tiempo.


Estaré bien, te lo prometo.

—Espero que tengas razón...

Momo seguía mordiéndose el labio.

—...pero tu sabeeees que eso no es


exactamente lo que me preocupa...

El murmullo de despedida de Momo resonó con


amargura en los oídos de Menou...

~ 159 ~
Se sentía como si en los confines del mundo no
hubiera más que blanco.

Durante el tiempo en que la joven Menou viajo


con la sacerdotisa pelirroja, ambas tuvieron que lidiar
constantemente con el tabú y la herejía. Desde que
partió de su borrada ciudad natal, Menou fue testigo
de muchas tragedias en esos viajes. Para este punto, ya
estaba demasiado familiarizada con la insensatez del
mundo y la barbaridad humana... aun así, el impacto de
la absoluta blancura del lugar donde se encontraban
perduraría para siempre en su memoria.

El cielo estaba oculto tras las nubes y el suelo no


era más que blanco hasta donde alcanzaba la vista. Se
extendía en todas las direcciones, de forma tan
surrealista que uno podía perder el sentido de la
distancia—y de todo lo demás.

—¿Te lo puedes creer? Este lugar solía ser un


continente atestado de personas.

Menou no podía creerlo.

El suelo crujía bajo las suelas de sus zapatos,


pero no fue debido a la grava o la arena. En realidad, no
había más que sal, la cual se dispersaba con cada pisada.
Era como si un trozo de sal estuviera incrustado
en la tierra misma.

—Asimismo, era un continente enorme, pero


desde que se convirtió en una masa de sal, se ha ido
diluyendo lentamente en el mar. Ahora básicamente es
una gran isla, y estoy segura de que algún día
desaparecerá por completo.

La escala de esta destrucción era tan grande


que Menou apenas podía imaginarla.

Crunch* Crunch*

La sacerdotisa pelirroja siguió caminando.

—Mira esto.

Había una única espada clavada en el suelo.

—Es la Espada de la Sal. Una espada que


fácilmente podría destruir todo el mundo.

La hoja no parecía afilada de ninguna manera; se


veía lo suficientemente frágil como para romperse con
el toque de un meñique. Aunque la espada blanca no
parecía tener ningún uso práctico, fue la fuente de una
calamidad masiva alguna vez provocada por una Pureza
Conceptual.

~ 161 ~
Era la encarnación misma de la purificación, con
el poder suficiente para convertir en sal cualquier cosa
que cortara. El rango de su erosión no tenía limite. No
hay mayor prueba de ello que el hecho de que redujo a
la nada todo un continente, antes rebosante de vida. Y
que ahora no era más que una isla desierta
disolviéndose lentamente en el mar.

La idea de que el mundo entero pudo sufrir el


mismo destino era verdaderamente plausible.

Mientras Menou recuperaba el aliento ante la


increíble magnitud de la alteración, la sacerdotisa
pelirroja se giró hacia ella.

—¿Lo entiendes ahora? Este es el poder de una


Pureza Conceptual. Los Errantes pueden causar
calamidades masivas.

Los Errores Humanos—estas calamidades con el


potencial para traer el fin del mundo—eran obra de los
Errantes.

—Por lo tanto... —Habiendo llevado a Menou


hasta las afueras occidentales del mapa, la sacerdotisa
habló con cuidado. —Puedes ver que la aniquilación de
tu ciudad no fue gran cosa.

Tal vez debería haberse asustado.

~ 162 ~
El incidente en el que se destruyó la ciudad natal
de Menou fue un gran desastre. Sus recuerdos estaban
en blanco y se habían esfumado, pero sabía que esa
ciudad debió de ser un lugar atesorado para ella.

Sin embargo, en lugar de miedo, los


pensamientos de Menou se dirigieron a otra parte.

En vez de pensar en su ciudad y en sus


recuerdos, que se habían desvanecido al igual que este
continente, Menou miró a la sacerdotisa pelirroja.

Esta persona era una sacerdotisa con un aura


roja oscura quien fácilmente podía parecer aterradora.

¿Había traído a Menou hasta aquí sólo para


decirle eso?

¿Habían emprendido este largo viaje para que la


sacerdotisa le dijera algunas palabras de consuelo?

Cuando se le ocurrió la posibilidad, una sola gota


de rojo basto para hacer ondular el corazón de Menou.

—He decidido lo que quiero hacer.

—¿Ah, sí? Te escucho.

—Quiero ser como tú.

~ 163 ~
Por un momento—apenas un instante, la
sacerdotisa pelirroja se vio sorprendida.

—...no te entiendo. ¿Dices que quieres ser como


yo? Debes saber que soy una villana.

—Pensé que eras una sacerdotisa pura, propia y


muy poderosa.

—¿Eres tan estúpida que ni siquiera puedes


comprender el sarcasmo?

Menou se dio cuenta de que la sacerdotisa


intentaba disuadirla, pero de todos modos hizo su
petición.

—Todavía quiero ser como tú.

Eso es lo que su alma y espíritu bañados en


pureza anhelaban desde aquel día; una sola gota de su
rojo oscuro.

La ciudad blanca donde comenzó su vida, el


trabajo sacrílego de la sacerdotisa y la llanura de sal que
los rodeaba solamente solidificaron los sentimientos
de Menou.

—Evitas cosas como lo que le pasó a mi ciudad.

~ 164 ~
Fue la espada de la sacerdotisa la que salvó a
Menou de su destino.

—Si dices que eres una villana, entonces yo


también me convertiré en una villana.

—Idiota. —La sacerdotisa la miró como si ella


fuera increíblemente estúpida. —Entonces,
conviértete en una sacerdotisa normal. Puede que de
verdad consigas volverte una chica pura, propia y muy
poderosa, ¿sabes?

—Lo sé.

—Estás eligiendo el camino equivocado en la


vida. Aun estas a tiempo de cambiar tu decisión.

—Lo sé.

Menou sabía que tenía otras opciones, pero


siguió mirando fijamente a la sacerdotisa pelirroja.

La autoproclamada villana, que se había


presentado sarcásticamente como una persona pura,
propia y muy poderosa.

—...tch. No tienes remedio.

~ 165 ~
La mujer giró sobre sus talones y comenzó a
caminar, y Menou la persiguió y la agarró de la manga
de su túnica.

Mientras caminaba junto a la sacerdotisa, que se


veía terriblemente enfadada, Menou la miro de reojo.

—¿Puedo preguntar por tu nombre?

—Flare... ¿sabes qué? Simplemente puedes


referirte a mi como tu Maestra.

—Sí, Maestra.

Ese fue el día en que la joven Menou decidió


convertirse en Verdugo.

En esa tierra de sal, a la que llegó después de


que su familia, sus amigos y su ciudad natal se volvieran
blancos—por primera vez Menou sintió que tenía un
propósito.

~ 166 ~
Terrorismo en el tren desde la Capital Real

El andén de la Estación Principal de la capital


real rebosaba de gente.

Como el tren conectaba con muchas ciudades y


pueblos importantes, era la mejor forma de
desplazarse en esta tierra. Y por lo general lo utilizaban
todo tipo de personas, ya sea para fines turísticos o el
transporte de mercancías. Posiblemente se trataba del
único lugar donde se podía ver regularmente a tantos
Comunes, Nobles y miembros del Fausto juntos en una
multitud.

Entre todo ese ajetreo, alguien se tropezó con


sus pies.

Era una niña muy joven que había estado


mirando a sus alrededores con inseguridad mientras
caminaba, a lo mejor porque perdió de vista a sus
padres. A causa del golpe de la caída, sumado a su
estado de impaciencia, empezó a arrugar su carita.

Ah, ella va a llorar.

Y mientras todos los que la rodeaban pensaban


lo mismo, una chica solitaria se arrodilló y miró a la niña
a los ojos.
—Oh, querida, ¿te sientes bien?

Era una joven de cabello negro atravesando sus


quince o dieciséis años.

Llegó en el momento justo; unos instantes


antes de que la niña comenzase a llorar. Y, por el
contrario, dado que una amable señorita le estaba
hablando, la niña consiguió, a duras penas, contener las
lágrimas.

—¿Quién es usted...?

—¿Hmm? Oh, soy Akari. Una chica sumamente


normal y corriente. ¡No hay nada inusual en mí!

A pesar de que afirmaba ser ‘sumamente


normal’, la chica era en realidad lo suficientemente
bonita como para considerársele un poquito inusual.

Su sedoso cabello le llegaba hasta los


omóplatos, y sus ojos oscuros no irradiaban más que
consideración por la niña. Aunque su rostro la hacía
parecer aniñada, su cuerpo tenía las curvas
naturalmente delicadas de una joven doncella. Ese
atractivo contrastado era suficiente para llamar la
atención entre una multitud, pero su ropa bien
confeccionada la ayudaba a pasar desapercibida.

~ 168 ~
Vestida con prendas holgadas que no le hacían
justicia, la chica llamada Akari sonrió a la niña.

—¿Qué paso? ¿Te caíste? Lo entiendo. ¿Verdad


que duele? A mí también me pasa seguido. Pero no
lloraste, ¡así que debes ser una niña muy fuerte!

Akari le acarició la cabeza mientras comprobaba


sus heridas. Tras desviar su atención del dolor con sus
comprensivas palabras, señaló la rodilla raspada de la
niña.

Levantando el dedo índice de su mano, que se


asomaba por la ancha y holgada manga, Akari dibujó un
círculo en el aire.

—¡Sana, sana, colita de rana!

Fuerza Guía: conectar—NT?i?KC, Pureza


Conceptual [Tiempo]—Conjurar [Retroceso]

El dedo levantado de Akari brilló ligeramente.

Las palabras de su pequeño cantico activaron


un encantamiento. La Luz Guía brotando de la yema de
su dedo rodeó la herida de la niña, borrando el rasguño
de su rodilla como si nunca hubiese estado allí.

—¿Qué...?

~ 169 ~
Sus ojos se abrieron de par en par, casi
olvidando que hace un momento estaba al borde de las
lágrimas. No pudo evitar mirar reiteradas veces la
rodilla donde solía estar un raspón y a la jovencita que
lo hizo desaparecer.

La joven del cintillo blanco hinchó el pecho,


viéndose muy orgullosa de sí misma.

—Heh-heh. Apuesto a que ya no te duele,


¿verdad que si–?

—¡Holis!

—¡¿WAH?!

Su cara de triunfo se vio interrumpida por un


fuerte golpe en la cabeza.

Mirando a su alrededor en busca del villano


responsable, Akari descubrió a una bonita joven
vestida de sacerdotisa.

—¡¿M-Menou?! ¡¡¿Por qué me hiciste eso?!!

—¿Qué porque lo hice? Un desliz~

Las encantadoras facciones de Menou se


encresparon en un ceño fruncido, y su cola de caballo
castaña se agitó de un lado a otro mientras sacudía la

~ 170 ~
cabeza. La abertura de su larga falda dejaba entrever
su muslo derecho.

—Te dije que no hicieras nada para destacar, y


aun así no puedo quitarte la vista de encima ni por un
segundo...

—¡No estoy destacando! ¡¡Al menos no lo


estaba hasta que me golpeaste la cabeza!! ¡Ese fue un
castigo cruel e inusual, si me preguntas!

—Vaya, así que eres una inconsciente... tendré


que educarte desde el inicio. Empezare por inculcarte
un poco de sentido común.

—¿Awww, qué?

A todo esto, la niña observó su intercambio con


una confusión inerte.

La simpática dama le curó la herida con un


misterioso poder, pero luego otra joven vino y le
golpeó la cabeza. La situación era demasiado para que
una niña de cinco años la siguiera.

—Lo lamento. Esta jovencita es un poco rara.


Ahora, debes estar confundida sobre cómo
desapareció tu raspón, ¿huh? Je, bueno, ¡los
encantamientos son increíbles! Aquí, déjame mostrarte
un pequeño truco.

~ 171 ~
Al notar la confusión de la niña, Menou actuó
como una típica sacerdotisa viajera, extendiendo una
sola moneda.

Una vez que Akari y la niña se concentraron en


ella con curiosidad, extrajo el poder de su alma.

Fuerza Guía: conectar—Moneda de Cinco,


Cresta—Conjurar [Burbuja Guía]

La moneda brilló débilmente por la Luz Guía


extraída del poder de Menou, y luego produjo burbujas
brillantes.

—¡Ooh!

—¡Guau! ¡Genial!

Mirando las burbujas de luz flotantes, la niña


exclamó maravillada. Akari también se vio
impresionada.

—¡Guau! ¡¿Cómo has hecho eso?! ¡¿Son


burbujas?! ¡Parece que no revientan!

—¡Ja, ja! ¿Impresionante, no...? Bueno, la


realidad es que todos los tipos de monedas, incluidos
los billetes, llevan integradas crestas que pueden
utilizarse como médium para conjurar pequeños

~ 172 ~
encantamientos. Hasta puedo controlar un poco los
movimientos de las burbujas.

Menou le explicó el truco a Akari, que estaba


tan emocionada como la niña.

En este mundo, la iglesia también se encargaba


de producir el papel moneda. Incluir crestas en las
monedas y billetes servía como una medida para evitar
la falsificación de dinero.

—El papel moneda y las monedas llevan todos


diseños de santos famosos. El encantamiento que cada
una puede conjurar está relacionado con la historia de
ese santo.

—¡Vaya! ¿De verdad? ¿Qué tipo de historias?

—Bueno, la moneda de cinco se asocia con la


leyenda de Santa Marta y la luna. Las burbujas
pretenden representar la luna.

Menou pinchó una burbuja cercana mientras le


explicaba a la emocionada Akari.

Hizo que las burbujas se convirtieran en líneas,


círculos y hasta una carita sonriente. Mientras Akari y la
niña parloteaban sobre las burbujas, la multitud que
pasaba las miraba con calidez. Todos tenían recuerdos
de sacerdotisas que contaban historias de santos

~ 173 ~
mientras los entretenían con encantamientos, como
estaba haciendo Menou ahora.

Con suerte, eso la distraerá de la desaparición de


su herida, pensó Menou mientras guardaba la moneda.

Justo a tiempo, la madre de la niña se acercó,


atenta a la conmoción. Al igual que Menou y Akari,
parecía que también iban a tomar la ruta a Garm. Pero
como eran de vagones diferentes, se separaron de la
madre, la cual se despidió con una cara de disculpa
mientras la niña las saludaba alegremente.

Menou les devolvió el saludo hasta que se


perdieron de vista, y luego se giró hacia Akari.

—Te lo advertí, ¿verdad, Akari? No hagas nada


que pueda llamar la atención. ¿Recuerdas que te están
persiguiendo?

—¡P-Pero todo lo que hice fue curar un pequeño


raspón–!

—Sin peros.

Menou pellizcó la mejilla de Akari y la miró a los


ojos.

—Pudimos pasar desapercibidas esta vez


porque se trataba de una niña. Pero deberías saber que

~ 174 ~
en este mundo no hay encantamientos que puedan
curar las heridas de las personas.

—¿Huh? —Akari parpadeó, con cara de


sorpresa. —¿Pero la magia existe en este mundo,
cierto?

—En cierto sentido, aunque aquí lo llamamos


encantamientos. Pero no es el tipo de cosa que las
personas ordinarias puedan usar fácilmente, y no
existe ningún encantamiento que pueda curar
instantáneamente una herida.

Los encantamientos no podían ser utilizados


por cualquiera, aunque no estaban reservados
exclusivamente a la iglesia. La escena de las burbujas
de luz destacaba un poco. Sin embargo, aunque
llamara la atención de algunos, era un camuflaje
necesario para ocultar el hecho de que Akari había
borrado una herida.

—Así que ten más cuidado. —Menou golpeó


ligeramente a Akari en la cabeza con su puño.

—Ouchie.

—Sabes, no todos los encantamientos son


todopoderosos. Por eso te persiguen, Akari. Abstente
de usar tus poderes.

~ 175 ~
—Awww. Okaaay. ¡Lo que tú digas, Menou!

—Muy bien.

La respuesta de Akari fue desenfadada, pero


Menou asintió satisfecha.

—Si ya quedo claro, subamos al tren.


Viajaremos de noche, pero no pude conseguir un vagón
cama, así que tendremos que conformarnos con los
asientos normales. Prepárate para eso.

—Uh-huh. ¡No hay problema!

Akari sonrió e hinchó el pecho.

Abordaron el tren y, al poco tiempo, éste partió


de la estación sin problemas.

Pero unas horas más tarde, como si estuviera


premeditado, el tren que llevaba a Menou, Akari y
Momo se vio envuelto en un ataque terrorista.

***
Las ruedas de los trenes que conectaban las
ciudades y pueblos de todo el continente eran
impulsadas por un motor que funcionaba a base de
Guía.

~ 176 ~
La energía almacenada en el motor se gastaba
para hacer girar las ruedas, esparciendo chispas de Luz
Guía en todas direcciones cuando el tren partía de la
estación. Los vagones de primera clase, cerca de la
parte delantera del tren (donde el viaje era más
tranquilo), estaban reservados para los nobles y
separados en lujosas habitaciones individuales.

E inequívocamente, la chica de este vagón de


primera clase era una noble particular.

Ella lucía una singular melena rubia cual fresas


brillando bajo el sol, y unos ojos tan azules como un
cielo claro de verano. Y como haciendo alarde de su
figura, su ligero vestido dejaba al descubierto una gran
cantidad de piel en su espalda y su cintura.

En el asiento contiguo al suyo se encontraba


una espada grabada con un elaborado escudo.

No traía consigo guardias ni asistentes. Pero


incluso estando sola, su estatus era evidente.
Simplemente rebosaba elegancia, producto de una
superioridad abrumadora más que de una modesta
facha de refinación. La mirada segura en sus ojos de
acero reflejaba tanto su belleza como fuerza de
voluntad.

Mientras miraba por la ventana, sus


pensamientos pudieron ser oídos.

~ 177 ~
—Padre es un necio...

El padre de la joven era el rey de esta nación.

Ayer mismo, el rey se pasó de la raya al invocar


a un par de Errantes. Y ahora estaba siendo tachado de
hereje por esa transgresión.

La joven adivinó los motivos de su padre, y sin


dudarlo, lo consideró un necio.

El rey reina, pero no gobierna.

Eso significaba una posición en La Nobleza.

Invariablemente, Las Fausto estaban siempre


por encima de La Nobleza. Mientras que el Segundo
Estado se encargaba de unificar a Los Comunes y
presidir la nación, el Primer Estado—Las Fausto—tenía
las llaves de todos los secretos más importantes del
mundo.

Incluso con los títulos de nobleza o realeza, La


Nobleza ni siquiera tenía sus propias fuerzas armadas.
Los asuntos legales universales en todos los
continentes, como los juicios y la acuñación de
moneda, estaban bajo el dominio Las Fausto. Y los de La
Nobleza estaban aún más restringidos por las
numerosas técnicas y tecnologías consideradas tabú,

~ 178 ~
por lo que era prácticamente imposible hacer cualquier
movimiento tanto astuto como político.

Y aun con esas, La Nobleza era considerada la


clase dirigente.

Resultaba cómico.

Por lo tanto, no era de extrañar que algún noble


se adentrara de vez en cuando en lo prohibido e
intentara ganar suficiente poder para rebelarse contra
Las Fausto.

Ashuna no censuraría ese anhelo de volverse


más fuerte; sin embargo, no aprobaba los métodos que
su padre había elegido.

—¿Errantes? Ja. Ya han fracasado en el pasado...

Hace mucho tiempo, hubo una civilización en


este mundo que prosperó con la ayuda del
conocimiento de los Errantes y sus Purezas
Conceptuales, pero aun así cayó en la ruina.

Y esta vez, parecía que los Errantes invocados ni


siquiera habían dejado cadáveres.

Es probable que esto sea obra de las llamadas


Verdugos de las que se habla a menudo en los rumores.

~ 179 ~
Al igual que la desaparición de ese pequeño escuadrón
de caballeros de élite que se esfumó sin el menor éxito.

Y a pesar de que no quedo nada, el pecado de la


invocación fue expuesto, por lo que se había iniciado
una Santa Inquisición oficial.

Ashuna era la hija del rey, pero fue considerada


ajena a este incidente y exonerada. Como la
permanencia en la capital real no le aportaba más que
malestar, la joven de espíritu libre inicio un viaje ella
sola a la antigua capital de Garm, donde planeaba
cruzar la frontera y abandonar la nación.

Era cierto que no estaba implicada en la


invocación, y la iglesia no era tan cruel como para
ejecutar a alguien por el mero delito de ser pariente del
sospechoso.

El incidente no tardaría en resolverse, pero


Ashuna seguía albergando una sola duda en su
corazón...

La familia real no poseía los conocimientos ni la


tecnología suficientes para intentar una invocación—y,
aun así, su padre lo consiguió de una forma tan
incuestionable que ahora estaba siendo juzgado por
herejía.

~ 180 ~
—Ahora bien, ¿en qué clase de complot se vio
envuelto mi padre, y quién se oculta detrás de él?

Mientras murmuraba en voz alta para sí misma,


se oyó una ráfaga de pasos fuera de su puerta.

El sonido era demasiado ruidoso para ser


producido por una persona. Un momento después, sin
contemplaciones, la puerta de su habitación privada se
abrió y varios hombres armados se agolparon dentro.

—Perdone. ¿Su Alteza Ashuna, verdad?

Los hombres maleducados que la rodeaban


llevaban pistolas cargadas con Fuerza Guía. Mientras le
apuntaban a la princesa, Ashuna miró los cañones con
una expresión de aburrimiento.

—En efecto. Soy Ashuna Grisarika, la hija menor


del rey de La Nobleza en esta nación.

A pesar de tener armas apuntando hacia ella, la


joven no mostró ni una pizca de miedo, y se presentó a
pesar de lo repentino de la situación. Su actitud
imperturbable, y hasta pedante, confundió a los
hombres que la apuntaban con sus armas.

Cuando uno de ellos empezó a vacilar, la joven


apoyó su barbilla en una de sus manos y sonrió
ferozmente.

~ 181 ~
Ella nunca se rebajaría.

Sabía muy bien que los de La Nobleza no eran


muy diferentes de perros falderos con correa; mas eso
nunca magullaría su orgullo.

—Ahora bien, audaces sinvergüenzas. ¿Quiénes


son ustedes para apuntarme con sus armas?

Ashuna Grisarika se dirigió a los rufianes con


toda la dignidad de un monarca.

***
El tren fue secuestrado por terroristas poco
después de su abordaje.

—¡¡MANOS ARRIBA BASTARDOS!! ¡CUALQUIERA


QUE SE RESISTA, MUERE! ¡¡SIN PREGUNTAS!!

Menou no perdió de vista a los dos hombres que


gritaban amenazas mientras acorralaban a los
pasajeros en la parte trasera. Parecían acostumbrados
a la violencia, así que tal vez fueran aventureros
fracasados que regresaron de la Frontera Salvaje.
Estaba muy bien intentar hacerse rico en esa tierra de
nadie, que dividía las zonas habitadas por la
humanidad, pero muchas personas huían y se

~ 182 ~
dedicaban a la vida delictiva, incapaces de soportar los
duros elementos.

—M-Menou...

—Todo estará bien.

Akari se veía nerviosa, así que Menou la


tranquilizó.

Los terroristas parecían estar planeando


secuestrar todo el tren. En estos momentos, estaban
tratando de reunir a todos los pasajeros del vagón de
Menou y Akari en un solo lugar.

Si estaban armados y no trabajaban para La


Nobleza, entonces debían ser terroristas de Los
Comunes actuando bajo la fachada de ser un ‘grupo de
ciudadanos’. Menou no estaba segura de sus
motivaciones, pero al menos no parecían ir tras Akari.

En ese caso, la mayor preocupación de Menou


eran sus armas.

—Estos tipos dan miedo... incluso llevan


pistolas. ¡No sabía que hubiera pistolas en este mundo!

—No las hay... bueno, técnicamente las hay,


claramente, pero están prohibidas. Se supone que
nadie debe portarlas.

~ 183 ~
—¿Huh? ¡Pero esos tipos las tienen!

—Sí que las tienen.

Cuando Akari le susurró al oído a pesar de la


situación, Menou respondió sin apartar la vista de los
terroristas.

Las armas eran un tabú designado y, por tanto,


se consideraban una herejía. La producción,
distribución y posesión de armas estaba prohibida.

Sin embargo, era difícil erradicarlas por


completo.

Aunque la gente no las produjera a mano, la


Sociedad Mecánica, que campaba sus anchas por la
Frontera Salvaje del este, seguía produciéndolas, por lo
que cualquier persona lo suficientemente fuerte como
para volver con vida de esa zona podía obtenerlas. La
mayoría solamente disparaba Guía sin la necesidad de
pólvora, pero ambas variedades eran igualmente
mortales.

El problema era que los hombres que tenían


delante no se veían lo suficientemente fuertes como
para adquirir esas armas por su cuenta.

~ 184 ~
—Puedes conseguirlas en la Frontera Salvaje,
pero...

—La Frontera... ¿huh? ¿Qué es eso?

—Ahora mismo estamos en una situación


complicada, así que te daré una clase sobre sentido
común más tarde.

La Frontera Salvaje es una zona en la que el


entorno era tan duro que fue considerada inhabitable
y abandonada por la civilización en general. Se trataba
de una zona demasiado peligrosa como para que
alguien se abriera paso sin algún nivel de poder o
habilidad considerables.

Entonces, ¿quién había vendido las Armas Guía a


estos hombres? Los pensamientos de Menou se
agitaban mientras susurraba con Akari.

Uno de los hombres se paró delante de ellas.

—Ustedes son las siguientes. Mantengan la


boca cerrada y diríjanse a la parte de atrás... no jodas.
¡Tenemos una sacerdotisa aquí!

Cuando el hombre empezó a dar órdenes, se fijó


en la ropa de Menou y frunció el ceño.

~ 185 ~
—Buenos días, señor terrorista. ¡No soy más
que una humilde sacerdotisa y aliada de Los Comunes!
¿Hay algún problema?

—Bah. ¿No es usted muy descarada, señorita


sacerdotisa?

Su ropa la delataba.

Era bien sabido que las sacerdotisas de Las


Fausto eran conjuradoras. Incluso sin saber que Menou
era secretamente una Verdugo, nadie dudaría del poder
de una sacerdotisa. Obviamente, tener a una
conjuradora entre sus rehenes sería un problema.

El hombre frunció el ceño en señal de


frustración ante el desafío que representaba Menou,
pero se limitó a apuntarle con su arma.

—Yo en tu lugar obedecería en silencio. Sabes


cómo es esto, ¿no, sacerdotisa?

Como tabúes designados, las Armas Guía no


eran de conocimiento común para todos, pero
cualquier sacerdotisa estaría familiarizada con su
poder.

Lo más desagradable de todo es que el hombre


amenazó a Menou apuntando con el cañón a los demás
rehenes.

~ 186 ~
—...sí, por supuesto. No voy a oponer
resistencia.

Ahora que tenía una idea de su carácter, Menou


hizo una muestra de obediencia a regañadientes.

—Me alegro de oírlo. Las sacerdotisas son


difíciles. Voy a tenerte vigilada. Empecemos por colocar
tu escritura en el suelo y deslizarla hacia mí. Y, hmm...

El hombre se interrumpió, y sus ojos se


desviaron hacia el muslo de Menou, que se asomaba
por la abertura de su falda.

—...he. Supongo que será mejor que te


desnudes también. Sería una molestia si tuvieras un
arma escondida.

—.........

Menos mal que Momo está en otro vagón.

En lugar de expresar disgusto, la primera


reacción de Menou fue de alivio.

Si Momo hubiera estado presente, habría ido a


por la vida del hombre con cero consideración por la
seguridad de los rehenes.

~ 187 ~
Y también habría utilizado sus métodos
particularmente desagradables.

Dado que Menou podía prever ese resultado


con absoluta certeza, no pudo evitar pensar que era
una pequeña fortuna. Cuando su ayudante se
desbocaba, era muy difícil detenerla.

—¿Qué pasa, chica? ¿Intentas negarte? ¿Una


noble aliada de Los Comunes va a dar la espalda a estos
rehenes, eh?

—Lo sé. ¡Bien...!

En realidad, si había una daga atada a la parte


posterior de su muslo, así que el hombre no iba mal
encaminado al pedirle que se desnudara. Sin embargo,
Menou no tenía ninguna intención de quitarse la ropa
delante de los demás.

Se agachó, pretendiendo hacer un escándalo


para llamar la atención del hombre y luego noquearlo
mientras se encontraba distraído.

Pero Akari se puso delante de ella.

—¡E-Espera un segundo!

—¿Hunh? ¿Qué es esto?

~ 188 ~
—¡N-N-No seas malo con Menou!

Akari intentaba proteger valientemente a


Menou, pero era evidente que estaba asustada. Había
lágrimas en los ojos de la chica, y sus manos temblaban.

Aun así, levanto la mano para desatar el lazo de


su pecho, y luego abrió el botón superior de su blusa.

—Si alguien tiene que desnudarse, entonces...


¡Y-Yo lo haré!

—Um, ¿qué?

—¿Huh?

Era una declaración audaz pero irracional.

De hecho, tanto Menou como el terrorista


inclinaron la cabeza confundidos ante su extraña
intromisión.

El razonamiento oficial del hombre era


desarmar a Menou, aunque sólo fuera una excusa. No
tenía sentido que Akari se desnudara en su lugar.

Sin embargo, Akari se giró hacia Menou con sus


ojos llorosos y llenos de determinación.

~ 189 ~
—¡E-Está bien, Menou! ¡¡No dejaré que te pase
nada malo!!

—Lo siento, Akari. Lo que dices no tiene


sentido, ¿podrías callarte un minuto, por favor?

—Sí, escucha a tu amiga. Eso es–hrmm.

El confundido hombre empezó a darle la razón


a Menou, pero entonces sus ojos se posaron en el
pecho de Akari.

Sólo con desabrochar un solo botón, ella había


revelado una cantidad considerable de piel. El tamaño
de su pecho era evidente incluso bajo la ropa, pero su
impresionante escote se acentuaba aún más por la
forma en que inconscientemente encogía los hombros
hacia dentro por el miedo.

La boca del hombre se torció en una mueca


sucia.

~ 190 ~
—...heh-heh. Bueno, tú también puedes–

—Suficiente.

Menou aparto toscamente a Akari del camino,


interrumpiendo al hombre.

Para ganarse su confianza como compañera de


viaje, proteger a Akari era indispensable.

Sin embargo, como orquestado por alguna


fuerza misteriosa, la situación y las demandas del
corazón de Menou coincidieron de una manera
fascinante.

—Esta niña es una civil. ¡No intentes nada raro


con ella! ¿Tu solicitud fue para desarmarme, verdad?
Entonces te entregare las escrituras. Aquí tienes...
¡TOMA!

—¡¿Eh?!

Menou distrajo al hombre, hablando con


rapidez y pretendiendo colocar las escrituras en el
suelo, cuando de repente cambio su accionar.
Moviéndose más rápido de lo que la vista podía
percibir, balanceó su brazo y lanzó el libro con todas
sus fuerzas hacia el otro hombre, que estaba detrás de
ellos apuntando con su arma Guía a los rehenes.

~ 192 ~
La esquina del pesado libro golpeó al hombre
directamente en la cara.

—¡¿Buh?!

Las escrituras eran gruesas—fácilmente de unas


quinientas páginas. Estrellar un tomo tan pesado
directo en la cara de alguien seguramente causaría
algún daño.

—Aghh...

—¡Perra–! ¿Huh...?

El hombre que había estado vigilando a los


rehenes fue noqueado inmediatamente por el impacto.
Al ver a su compañero caer, el terrorista que intento
abusar de Menou y Akari estallo en cólera, pero Menou
no necesitó de ningún truco rebuscado para
incapacitarlo. En el instante en que desvió la mirada,
Menou se escabulló de su vista para deslizarse detrás
de él. Y mientras miraba confuso a su alrededor, ella lo
dejó fuera de combate de un solo revés en la barbilla.

Tras haber derribado a ambos hombres, Menou


se quitó el polvo de las manos con brío.

—Bueno, eso fue fácil.

~ 193 ~
Procedió a desarmar a los terroristas
inconscientes, y tomando prestado el cinturón de uno
de los pasajeros, los ató para que no pudieran moverse
por si acaso despertaban. Recoger objetos tabúes era
parte del trabajo de Menou, pero determinar su castigo
correspondía a las fuerzas del orden, así que lo mejor
sería apresarlos en lugar de acabar con sus vidas.

Akari apretó los puños con emoción y los bateo


de arriba a abajo después de presenciar tan de cerca los
movimientos diestros de Menou.

—¡W-Whoa! ¡Menou, eso fue increíble! ¡Eres


muy fuerte! ¡No me extraña que seas una agente
secreta ninja tan eficaz!

—Por supuesto. ¡Después de todo soy una


sacerdotisa pura, propia y muy poderosa...! Tan solo
agradecería que dejaras de llamarme ninja, ¿vale?

Aceptando con gracia los elogios de Akari,


Menou se volvió hacia los pasajeros que habían sido
rehenes hace unos momentos.

Mientras todos la observaban con la respiración


contenida, les dedicó su mayor sonrisa.

—Cálmense todos. Estos terroristas tuvieron la


mala suerte de encontrarse con una sacerdotisa como

~ 194 ~
yo. ¡Aprenderé sin falta a todos los rufianes que
intentaron abordar este tren!

—¡Ooh! —Los pasajeros aplaudieron con


asombro y alivio ante la actuación de Menou.

Eso debería ser suficiente para mantener a los


civiles tranquilos, pensó Menou, volviéndose hacia
Akari.

—Y Akari, no vuelvas a hacer algo tan


imprudente. Soy yo la que te está protegiendo. ¿Y si te
hubiera pasado algo?

—L-Lo entiendo. Lo siento...

Mientras Menou la regañaba, los hombros de


Akari se desplomaron. Sus acciones no ayudaron en
prácticamente nada.

Y, aun así, Menou suavizó un poco su expresión.

—Pero gracias por intentarlo... tu valentía me


hizo muy feliz.

—...hee-hee. —Akari volvió a soltar una sonrisa.


—Adoro lo considerada que eres, Menou. Gracias.

~ 195 ~
—De nada. Ahora, iré a ocuparme de los
terroristas en los otros vagones. Sé una buena chica y
espérame aquí.

—Si... pero por favor, ten cuidado, ¿vale? No


quiero que me dejen atrás nunca más.

—...nunca más... ¿Y cuándo te he dejado atrás?

—¿Ohh...? E-Es verdad. Supongo que tienes


razón. Jajaja, ¿qué estoy diciendo?

—Debes estar cansada... volveré en un


momento, así que procura descansar un poco.

Con un pequeño saludo, Menou recogió las


escrituras que había lanzado a uno de los
secuestradores y se dirigió hacia el vagón que estaba
frente al suyo.

Su libro brillaba débilmente bajo los efectos de


la Luz Guía.

Esa era la señal de una comunicación entrante


con otra escritura. Lo más probable es que fuera un
mensaje de Momo.

Menou confirmó el contenido del mensaje


parada sobre el enlace entre los dos vagones, aún sin
comprender nada.

~ 196 ~
Seguía sin comprender la razón por la que
Momo se había preocupado de que no fuera adecuada
para este trabajo.

—Me pregunto cómo estará Momo...

Y tampoco es que fuera un cambio visible, así


que ni ella misma se dio cuenta. Acciones reflexivas
como la de consolar a Akari hace unos momentos no
eran realmente necesarias para su misión. En realidad,
un regaño la hubiera vuelto más sumisa, facilitándole a
Menou la tarea de controlarla—sin embargo, Menou la
consoló sin siquiera pensárselo dos veces.

Ante la soleada sonrisa de Akari, la línea que


separaba la actuación de Menou de sus verdaderos
sentimientos comenzaba a diluirse, dejando que
ambos se mezclaran.

Pero Menou aún no se había percatado de ello.

***
El segundo vagón estaba equipado con camas.

Ya habiendo secuestrado el tren, los terroristas


intentaban reunir a los pasajeros en el vagón con el
comedor. La mayoría de los pasajeros eran personas
comunes y ordinarias. Aunque lamentaban su suerte,

~ 197 ~
se encontraban lo suficientemente asustados por las
armas desconocidas como para obedecer en silencio.

Una vez que los cinco hombres lograron apiñar


a la mayoría de los pasajeros del vagón cama en el
vagón comedor, dos de ellos se dirigieron al tercer
vagón. Mientras esos dos reunían a los pasajeros de allí,
los tres restantes empezaron a peinar el vagón cama
para asegurarse de que no se les hubiera escapado
nadie.

Mas pronto que tarde, se encontraron parados


frente a una de las camas intercambiando miradas.

—Hey.

—¿Huh? ¿Hay un niño escondido aquí o qué?

La sábana que cubría la cama se levantaba en un


evidente bulto.

Por si fuera poco, el bulto temblaba.

—No sé si es un niño o una niña, pero seguro


que es un mocoso. Ugh.

—Deberíamos dispararle. Si tiramos el cuerpo


por la ventana, nadie lo sabrá.

~ 198 ~
—Ya deja las bromas... oye, niño. Si sales en
silencio, no te haremos daño.

A juzgar por el tamaño del bulto, no podía ser


un adulto el que se escondía allí.

El niño asustado debió esconderse tan rápido


que los hombres no se dieron cuenta la primera vez.
Esperando que el niño no fuera a romper en llanto, los
hombres se acercaron con cautela.

Entonces, de repente, la sábana blanca voló


hacia arriba, bloqueando la vista de los hombres.

—¡¿Huh?!

—¡Maldición!

Justo cuando la sábana obstruyo su visión, el


más avispado de los hombres se dio cuenta de que el
‘niño’ llevaba una túnica de sacerdotisa. Maldiciendo,
abrió fuego inmediatamente.

Parte del peligro de un arma Guía es que son


fáciles de usar incluso para alguien que no esté
familiarizado con la manipulación del poder. Cuando
uno aprieta el gatillo, automáticamente esta absorbe
parte de la energía del usuario, la endurece y la dispara
como si fuera una bala.

~ 199 ~
No obstante, el disparo del hombre solo
agujereo la sábana.

—¡¿Guh?!

El hombre que había disparado dejó escapar un


gemido, ya que lo estaban estrangulando. La personita
aprovecho el lapsus dejado por la sabana y se paró
detrás del terrorista para enrollar alrededor de su
cuello algún tipo de cuerda.

Tres segundos pasaron.

El hábil apretón sobre su arteria carótida dejo al


hombre fuera de combate en un tiempo
sorprendentemente corto.

—¡Maldita sea! ¡¿Una sacerdotisa?!

Los otros dos por fin se dieron cuenta y giraron


sus cañones en su dirección, pero no pudieron apretar
el gatillo. La pequeña chica estaba completamente
oculta tras el cuerpo inconsciente del hombre.

Al ver que sus compañeros dudaron, la chica


activó un Incremento. Entonces, con la fuerza
potenciada de su brazo, lanzó al desmayado hacia los
otros dos con notable facilidad, a pesar de su diferencia
de tamaño.

~ 200 ~
Los dos hombres no estaban lo suficientemente
podridos como para disparar a su aliado, así que fueron
golpeados de lleno por todo su peso.

Sucedió demasiado rápido como para que


pudieran defenderse del impacto. Quizás las cosas
habrían sido diferentes si hubieran podido utilizar
algún Incremento para fortalecerse, pero estos
terroristas no poseían habilidades tan avanzadas.

Uno de ellos retrocedió a trompicones y el otro


cayó de espaldas.

La chica redujo la distancia sin dudarlo, y golpeó


la cara del hombre que seguía en pie con su pequeño
puño enguantado.

—¡Nnguah–!

Golpeó al hombre una y otra vez con una


frialdad que no concordaba con su suave pelo rosado
ni sus adorables rasgos.

Crack*

El sonido de una nariz rompiéndose, seguido de


una mandíbula. El tercer golpe hizo volar una muela y
el hombre cayó inconsciente.

Ella dirigió su mirada hacia el otro hombre.

~ 201 ~
—¡N-No jodas!

El hombre levantó frenéticamente su arma


Guía, pero para entonces la chica ya estaba detrás de
él.

—Pregunta~

Se oyó el crujido del metal cuando algo se


enroscó alrededor de su cuello.

—¿Cuántos son y cuál es su verdadero objetivo?

—...bah. ¿Crees que un poco de cuerda va a


hacerme hablar?

—¿Cuerda...? Oh, asumes que es una cuerda


porque no puedes verlo. Qué adorable.
Desafortunadamente, no soy tan amable.

Ahora que ella lo mencionaba, el hombre se dio


cuenta de su error.

La sensación alrededor de su cuello no se sentía


como una cuerda o un cordón; había una frialdad que
lo identificaba como metal. Pero era demasiado afilada
y áspera para ser un cable.

~ 202 ~
¿Qué es entonces? El hombre frunció el ceño,
pero justo en ese momento la chica reveló la respuesta.

—Es una sierra de afrontamiento.

—¿Huh? ¡¿Ngaah?!

La delgada sierra de metal presionada contra el


cuello del hombre comenzó a deslizarse.

Los dientes se arrastraron por su carne con


dificultad, y la sangre broto de inmediato. La chica que
sostenía el mango la agito ligeramente en un
movimiento de sierra y se detuvo.

Pero eso fue suficiente para drenar el color de la


cara del hombre.

—A... aagh... e-espera, n-no, ¡detente–!

—Voy a serruchar tu cuello un poco más cada


segundo que pase.

—¡...hgggh!

El hombre sintió como si hubieran respirado


hielo en su oído.

La frialdad concentrada en la voz de la chica no


fue resultado de su calma.

~ 203 ~
Era simplemente una prueba de lo poco que le
importaba la vida de un terrorista.

—Aaaasí queeee... ¿me dirás lo que quiero saber,


o tu cabeza golpeará el sueeeelo primero? Voy a
contemplar lenta y calmadamente hasta que pase alguna
de esas cosas, ¿valeeee?

En menos de un segundo, el hombre empezó a


soltar toda la información que ella necesitaba.

***
Fuerza Guía: Conectar—Escrituras, 1:4—
Conjurar [«Y así se trasmitió su voluntad tanto en la
tierra como en el cielo»]

Tras extraer información del terrorista y dejarlo


inconsciente, Momo abrió una página de sus escrituras
y la cargó con Fuerza Guía, conjurando un
encantamiento. Sus escrituras ya estaban vinculadas a
las de Menou, por lo que le compartió cuál sería su
siguiente plan de acción.

El objetivo de los terroristas era la princesa de


esta nación, que se encontraba en un vagón de primera
clase. Pretendían tomarla como rehén para exigir la

~ 204 ~
liberación de su líder, que recientemente fue capturado
por la Orden de los Caballeros.

—Qué poco inspirador...

Este acontecimiento no le interesaba a Momo,


pero no podía dejar de recabar información para
Menou.

Algunos de los terroristas también habían ido a


los vagones económicos, pero sólo eran dos. Menou
debería poder encargarse de ellos sin problemas. Era
extraño que portaran armas tabú como esas, pero aun
así, no suponían una gran amenaza.

El problema eran los vagones delanteros.

Había tres hombres en la sala de máquinas y


ocho que se infiltraron en el vagón de los nobles.

Momo suspiró.

—Es terriblemente aburrido trabajar sin mi


senpai... pero supongo que debería exterminar a las
plagas de la sala de máquinas para que me alabe.

Sonriendo débilmente para sí misma, Momo


reflexionó sobre el día en que conoció a su senpai.

~ 205 ~
***
Tras perder a sus padres, la joven Momo fue
llevada a un extraño monasterio.

Allí, ella y las demás fueron sometidas a un


entrenamiento extremo, siguiendo un programa
terriblemente inflexible. Aunque decían ser un
monasterio, el inusual sistema no mostraba ningún
interés en salvar a nadie que no pudiera seguir los
rigores de lo que significaba una vida ahí. Incluso a su
corta edad, la pequeña Momo se dio cuenta de que fue
a parar a un lugar demasiado extraño.

Muchas veces, una niña que había estado allí el


día anterior desaparecía de repente al día siguiente.

La mayoría de las que desaparecían eran niñas


con calificaciones insatisfactorias, y ninguno de los
adultos hablaba de su paradero. Sin embargo, Momo
podía imaginar lo terrible de su destino.

Momo odiaba ese monasterio.

Aunque todos vivían juntos, las otras niñas no se


interesaban en sus compañeras. Era normal que
trataran de derribar a las demás para salir adelante; lo
único que importaba era asegurar la propia
supervivencia. Las sacerdotisas adultas que se
atribuían el papel de maestras eran frías y crueles, sin

~ 206 ~
rastro de empatía o compasión por sus pupilas. Y lo
peor de todo era la persona a cargo del monasterio.

Aquella maestra pelirroja era la más zafada de


todas.

Para la pequeña Momo, todos los que la


rodeaban eran enemigos. Estaba convencida de que
era la única persona cuerda del lugar, por lo que odiaba
a todos los demás. Cumplía y superaba con facilidad los
requisitos de todo su entrenamiento, pero nunca se
sintió realizada con nada de ello. Odiaba cada una de
las tareas que le obligaban a hacer.

Soy la única ‘humana’ real entre estos, pensaba


para sí misma. Los demás estaban completamente
locos. Se repetía una y otra vez que nunca se
acostumbraría a un lugar tan horrible como éste.

Así que se pasaba los días albergando su odio


hacia el monasterio, pero al mismo tiempo le
preocupaba que éste empezara a influir en ella. El
temor de que ya pudiera estar volviéndose loca andaba
siempre al acecho en su mente.

Por eso Momo lloraba a menudo.

Casi sentía que, si podía llorar, seguiría siendo


ella misma.

~ 207 ~
Cuando los tiempos eran difíciles, era normal
llorar. Una niña como ella debería romper en llanto
cuando este herida o triste. Momo se aferraba a ese
pensamiento al ver que las niñas que la rodeaban hacía
tiempo que habían dejado de llorar.

Por eso, cuando Momo tenía ganas de llorar, no


se contenía. Lloraba cuando le dolía algo, o cuando
estaba disgustada, o en el momento en que se sentía
infeliz.

La idea de que los niños son puros e incapaces


de hacer cosas malas es un delirio de adultos
inconscientes que hace tiempo que han olvidado el
pasado. En realidad, un grupo de niños descargará
inmediatamente su estrés en cualquier cosa que
parezca más débil que ellos.

Como Momo sollozaba a menudo, las otras


niñas empezaron a verla como alguien inferior, y una
vez la rodearon y se rieron de ella. Momo no quería que
su llanto fuera interrumpido, así que las golpeo y las
golpeo para ver si aún podían llorar. Después de eso,
ninguna se atrevió a acercársele cuando estaba
llorando.

Lloraba sola, todo lo que quería.

~ 208 ~
Cada vez que ocurrían cosas malas, al menos
podía llorarlas sin interrupción. Eso era lo único en lo
que podía confiar.

Sin embargo, una niña que aparentemente no


sabía del incidente se acercó a Momo mientras lloraba.

La niña era sólo dos años mayor. Cada vez que


Momo lloraba sola, esta niña de pelo largo y castaño
pálido se acercaba inevitablemente a consolarla.

Era normal golpear a alguien que se acercaba


con mala intención, pero por lo demás, pegarles a otros
no era normal. Así que Momo se abstuvo de golpearla,
pero siguió pensando que era cruel que esta niña
insistiera en interrumpir su pequeña sesión.

Además, su ‘consuelo’ no incluía palabras


amables—ni siquiera intentos de distraerla con
canciones e historias.

Se limitó a estirar su mano y acariciar la cabeza


de Momo.

Era un intento increíblemente torpe de


consuelo. A veces, Momo hasta sentía que se burlaba
de ella, por lo que a menudo apartaba la mano de la
niña. Cada vez que Momo lo hacía, la niña fruncía el
ceño confundida, pero permanecía sentada a su lado
hasta que Momo paraba de llorar.

~ 209 ~
Qué bicho más raro.

Era aún más extraña que las demás. Esta


también debe estar loca, pensaba Momo.

Por otro lado, siempre se veía tranquila, a pesar


del infierno adonde llego a parar. Seguía haciendo
cosas normales, como si fuera alguien normal en sus
cabales. Pero si fuera verdaderamente normal, lloraría
y gritaría en señal de protesta. No importa cuánto
jugara a ser normal, esa niña debía estar jodidamente
rota por dentro.

La forma en que su pelo castaño crecía largo y


desordenado era la prueba de su desperfecto.

Como demostraba el pelo rosa de Momo, el


color del cabello en ese mundo no estaba determinado
únicamente por la genética. Si la Fuerza Guía de una
persona superaba ciertos parámetros, el poder
producido por su alma influiría naturalmente en el color
de su cabello. Dado que el cabello castaño de esta niña
era tan tenue como si hubiera sido decolorado, era fácil
adivinar que su color natural debió ser mucho más vivo.

Antes de llegar al monasterio, algo le debió


suceder a esa niña que dreno el color de su alma.

~ 210 ~
No cabía duda de lo anormal que era esta
humana.

Y, a pesar de ello, cada vez que Momo lloraba,


la niña de pelo castaño se acercaba a ella, impertérrita,
pretendiendo consolarla pese a su torpeza.

Momo no podía evitar sentirse un poco


conmovida.

Era extraña, sin duda, pero no estaba haciendo


nada malo.

Así que Momo decidió permitir que se sentara a


su lado cuando llorara.

Eso nos lleva a otro día, cuando Momo empezó


a llorar por un doloroso golpe que sufrió durante el
entrenamiento.

Entre todo ese llanto, Momo se detuvo a pensar


si el dolor era realmente suficiente como para que
valiera la pena llorar. Estaba tan distraída con ese
pensamiento que su cabeza empezó a dar vueltas, pero
como seguía llorando, decidió que debía estar bien.

Al igual que todos los días, la niña de pelo


castaño se acercó a ella.

~ 211 ~
Acarició la cabeza de Momo, como siempre, en
un vago intento de tranquilizarla. Momo tenía la ligera
sospecha de que ese era el único método de consuelo
que conocía.

Pero, por alguna razón, ese día no se detuvo ahí.

En su lugar, sacó alegremente una cinta roja de


su bolsillo y le hizo una torpe coleta a la cabeza de
Momo.

Momo se distrajo tanto por el desconcertante


comportamiento de la niña que se olvidó de su llanto e
incluso de la confusión resultante. Y al notar que Momo
había parado de llorar, la niña le tendió un espejo de
mano que había sacado de quién sabe dónde.

Entonces, cuando el espejo reflejó a Momo y las


cintas que ataban su cabello en coletas, la niña sonrió
con orgullo y habló.

—Mira cuan linda.

No tenía ningún sentido.

Era tan extraño que Momo lo repitió sin pensar.

—¿Linda...?

—Uh-huh. Elegante.

~ 212 ~
¿Esa era su idea de elegancia?

—Las niñas deben tener elegancia. La maestra me


enseñó eso hoy.

Ya era un hecho conocido que esta niña era la


favorita de la Maestra pelirroja que estaba a cargo del
monasterio. Esta impresionante hazaña la convirtió en
el blanco de muchos celos.

En medio de ese lúgubre monasterio, que


dejaba a los niños sin energías para los demás y sin
verdaderos aliados con los que platicar, la niña de pelo
castaño ató el cabello de Momo en dos coletas y le
acarició la cabeza.

—Eres muy linda.

Esta chica era realmente extraña.

Aunque Momo había parado de llorar, ese día


permitió que la niña siguiera acariciando su cabeza sin
resistirse.

Es extraña. Otra anormal. Pero quizá no sea tan


mala, pensó Momo.

Al día siguiente, Momo utilizó las cintas que le


dio la niña para recogerse el pelo en coletas. Era sólo

~ 213 ~
un capricho, por supuesto. Cambiar de peinado es algo
normal, así que quiso probarlo. Eso es todo.

En esta institución, hasta tener cintas para el


cabello era suficiente para que algunos de los niños se
pusieran celosos. Ese día estaba de muy buen humor,
así que cuando un alma imprudente intentó robarle las
cintas, Momo se limitó solamente a golpear a la niña
infractora y a robarle su ropa.

Ya después utilizó las partes más bonitas de la


ropa robada junto con un poco de hilo y aguja para
hacer una bufanda.

Mientras sostenía la cinta hecha a mano, por


alguna razón desconocida pensó en el largo cabello
castaño claro de aquella niña. Le resultaba inquietante.

Tiempo después, la Maestra reunió a todos los


niños del monasterio.

—Todos aquí pueden abandonar este monasterio


ahora si así lo desean.

Esa mujer era la más infernal de todos los


demonios de ese retorcido monasterio. Su pelo rojo era
más oscuro que la sangre, y sus ojos más negros que la
noche. Momo y los otros niños se congelaron en shock
ante su declaración.

~ 214 ~
“A los niños inútiles se les elimina”.

Este era el rumor demasiado plausible que se


había extendido en el monasterio. Un poderoso temor
de que estuvieran a punto de ser asesinados recorrió la
multitud de niños.

—No los vamos a matar ni nada por el estilo. Sólo


digo que, si quieren irse, podemos trasladarlos a un
monasterio normal.

Eso fue muy inesperado.

¿Por qué?

Esa pregunta estaba escrita en las caras de


todos.

Nadie les había dicho para qué se les entrenaba


exactamente en el monasterio. Sin embargo, resultaba
obvio que no estaban siendo educadas para ser
miembros decentes de la sociedad.

Pero cuando un murmullo recorrió la multitud,


Momo fue la única en percatarse.

Había una niña solitaria de pie detrás de la


Maestra.

Una niña torpe de pelo largo y castaño pálido.

~ 215 ~
—Les estamos dando la oportunidad de llevar
una vida normal. ¡De todos modos no es como si supieran
demasiado! Les advierto que, si deciden quedarse, la
carga se hará aún más pesada~

La Maestra pelirroja puso una mano en la


cabeza de la niña, con la frente en alto, y soltó una
desagradable carcajada.

Para el final del día, el 60% de las niñas solicito


un traslado. Cuanto más reciente era la llegada, más
probabilidades había de que se trasladaran. La mayoría
de las que decidieron quedarse, obviamente, ya no
tenían salvación. Y aunque se veían felices de ser
liberadas, ninguna agradeció a la joven que parecía ser
la razón de su salvación. En todo caso, Momo escuchó
a más niñas hablar mal de ella a sus espaldas.

Está loca, como la Maestra. Es espeluznante. ¿Qué


pretende? ¿Trata de hacernos sentir como si
estuviéramos en deuda?

Por supuesto que Momo noqueó a todas esas


niñas, y luego pidió un traslado.

Finalmente, su vida podría volver a la


normalidad.

~ 216 ~
Recogiendo las pocas pertenencias que tenía,
se fijó en su cinta hecha a mano.

Le daré esto antes de irme.

Es normal dar a alguien un regalo de despedida.

Así que, por primera vez, Momo fue la que se


acercó a la niña de pelo castaño.

—¿Hmm? ¿Qué pasa? Nunca antes te habías


acercado a mí.

A estas alturas, la niña antes inexpresiva había


empezado a actuar con relativa normalidad.

Pero no fue debido a su crecimiento como


humana—sino a los consejos de la Maestra, como
quien injerta nuevas partes en un juguete roto para que
se vea más completo.

La niña seguía siendo anormal, en un grado casi


repulsivo.

Pero a Momo ya no le importaba.

Cuando la muchacha inclinó la cabeza, Momo le


mostró una cinta, y luego comenzó a peinarla
cuidadosamente hacia atrás.

~ 217 ~
—Así. Ahora si te vez elegante.

Domando la larga melena castaña de la niña,


Momo utilizó su cinta hecha a mano para atarla en una
coleta.

—Eres... linda.

Momo sólo quería devolverle el favor. Y


despedirse.

Por fin podría volver a la vida normal que


anhelaba. Podría vivir entre personas normales.

Así que probablemente no volvería a ver a esta


niña anormal.

—...hee-hee. Te agradezco.

Y fue en ese momento que vio a la niña sonreír


por primera vez.

Se giró para mirar a Momo con su nueva cola de


caballo balanceándose suavemente, y sonrió con tanta
calidez como si fuera la primera vez que lo hacía.

—Eso me hace verdaderamente feliz.

Esa sonrisa era más brillante que el brillo de una


estrella recién nacida.

~ 218 ~
Era tan clara, tan hermosa, tan brillante—una
sonrisa tan normal que solo podría ser esbozada por
una niña inocente de corazón puro, a pesar del terrible
lugar en el que se encontraban.

A Momo se le llenaron los ojos de lágrimas.

Oh, no. No puedo.

No pudo detener sus lágrimas.

A diferencia de las que forzaba cuando sentía


que debía llorar, éstas eran cálidas e infinitas, y no
podría contenerlas ni aunque lo intentara. Momo
lloraba todos los días y, sin embargo, esta era la
primera vez que lloraba en años.

La visión de la brillante sonrisa de la niña le había


hecho darse cuenta de algo.

Su yo normal murió hacía muchísimo tiempo. Y


Momo no se percató sino hasta que vio esa sonrisa.

Al darse cuenta de lo que le faltaba, lloró de


verdad por primera vez.

—Oh, querida. —La niña sonrió suavemente y


acarició la cabeza de Momo. —¿De verdad que eres una
llorona sin remedio, no?

~ 219 ~
Momo nunca olvidaría la amabilidad de su voz ni
la suavidad de esos dedos que secaron sus lágrimas.

Eso era amor.

Amaba a esta niña, que siempre la consolaba


cuando lloraba. Adoraba la manera en la que acariciaba
se cabeza con torpeza. La amaba tanto que ya no le
importaba perder su normalidad.

—Voy a convertirme en una villana, pero


asegúrate de vivir tu vida normal, ¿de acuerdo?

—No, no lo haré.

Fue entonces cuando Momo se dio cuenta de


que ni siquiera sabía el nombre de la niña, ni había
mencionado el suyo.

Pero no se atrevió a admitirlo en ese momento.

Desde entonces, Momo solo llamo a la niña


‘senpai’, y empezó a referirse a sí misma de vez en
cuando en tercera persona.

Y como le encantaba que la niña le diera


palmaditas en la cabeza, empezó a hablarle en un tono
dulce y suplicante.

~ 220 ~
—Momo se quedará juuuusto aquí.

Ahora comprendía que nunca podría volver a la


normalidad.

De todos modos, conocer a esa niña fue mucho


más valioso que cualquier ‘normalidad’.

Fue en ese momento que Momo se decidió.

Menou eligió matar a unos pocos por el bien de


un número indeterminado de personas.

En ese caso...

***
—Momo matara a esas personas por ti, senpai.

Tras volver a la realidad, Momo murmuró el


voto que se había repetido en silencio todos esos años.

Ella estaba dispuesta a matar a quien fuera


necesario.

Despreciaba a este mundo; estaba segura de


que no valía la pena protegerlo. Odiaba tanto la dichosa
ignorancia de las personas viviendo sus vidas normales
que se atragantaba, y los egoístas dedicados al
combate no le producían más que repudio.

~ 221 ~
Todos pueden pudrirse en el infierno, pensó
desde el fondo de su corazón.

Y es por eso que estaba dispuesta a hacer lo que


fuera necesario para ayudar a Menou—la única persona
a la que quería de verdad...

De pronto se dio cuenta de que la información


termino de transmitirse.

Momo cerró sus escrituras y repasó


mentalmente lo que tenía que hacer en este tren.

—Sí, esto será fácil. ¡Sólo otro día de dar mi


mayor esfuerzo para que senpai acaricie mi cabeeeeza!

Asintiendo con firmeza para sí misma, visualizo


el futuro y sintió una oleada de motivación.

Primero, la sala de máquinas.

Para lo que concierne a Momo, todos los que se


encontraban en ese vagón de primera clase podían
morirse, así que no tenía ninguna motivación para
salvarlos... por otro lado, si había problemas en la sala
de máquinas, todo el tren podía verse comprometido.
Lo mejor era asegurar esa zona primero.

~ 222 ~
Momo se asomó por la ventanilla y el viento
agitó sus coletas.

Comprobó los nudos de sus cintas para


asegurarse de que no se soltaran, y luego se aproximó
al techo.

Hace mucho tiempo, luego de aquel fatídico día,


Momo fue a espaldas de la Maestra para investigar la
historia de Menou y saber de dónde provino.

La única sobreviviente de una ciudad que fue


reducida a blanco.

La ciudad de Menou se tornó blanca y


desapareció por culpa de la Pureza Conceptual de una
Errante fuera de control, y aunque Menou sobrevivió
de alguna forma, sus recuerdos, su alma y su espíritu
fueron limpiados.

Como había perdido todo rastro de su


personalidad original, Menou se dejaba influenciar
fácilmente por los demás. Absorbió todas las
enseñanzas de la Maestra sin falta y tenía la tendencia
a verse profundamente afectada por las emociones de
quienes la rodeaban.

Por eso esa chica es tan peligrosa.

~ 223 ~
Momo entrecerró los ojos cuando el rostro de la
Errante de pelo negro y ojos oscuros pasó por su
mente.

El corazón y alma de Menou eran demasiado


puros para estar en contacto con un objetivo por
demasiado tiempo.

Para Momo no representaba ninguna dificultad


estampar una sonrisa inocente en su rostro mientras
ignoraba sus sentimientos más íntimos, pero Menou
inevitablemente desarrollaría cariño por el objetivo.
Especialmente cuando el tiempo que pasaran juntas
será tan largo.

Si se acercaban más, podría acabar sintiéndose


tan conflictiva que no sería capaz de matarla. Ya de por
sí Menou siente culpa por todas aquellas personas que
mato, pero esta misión tenía el potencial de quebrar su
corazón.

La maestra probablemente se reiría diciendo


que no era más que otra forma de entrenamiento.

Pero Momo nunca lo permitiría.

—No dejaré que eso ocurra. No importa lo que


pase.

~ 224 ~
No podía dejar que pasara algo que estropeara
la sonrisa de quien se enamoró.

Las probabilidades estaban a su favor en esta


misión. Con la ayuda de la arzobispa de Garm,
formarían un plan para matar a Akari, cuya Pureza
Conceptual del Tiempo le impedía morir.

Pero si algún día aparecía un objetivo que


Menou no pudiera matar—bueno, Momo estaba allí
para asumir esa carga con tal que Menou no tuviera
que llorar.

Cuando Momo se enteró del pasado de Menou,


se inscribió inmediatamente y completó el curso de
entrenamiento como Verdugo.

Su fe en el Señor resultó ser la más baja de todas


las registradas en la historia del curso, pero lo
compensó con sus resultados increíblemente altos en
todos los demás aspectos. No escatimó esfuerzos con
el fin de reunirse con Menou lo antes posible, ya que
ésta ya había completado su entrenamiento. Su duro
trabajo se vio recompensado y fue asignada como
asistente de Menou.

Desde entonces, todo lo que hacía Momo era


por el bien de Menou.

~ 225 ~
Momo salto por la ventana y escalo hacia la
parte superior del tren.

Quedaban once terroristas ocupando el tren.

Empezó a dirigirse a la sala de máquinas para


ocuparse de tres de ellos—pero entonces se congeló.

—¿Oh-ho? Qué visitante tan inesperadamente


adorable.

Alguien más estaba en la parte superior del tren.

¿Un vigía de los terroristas?

Momo se puso en guardia de inmediato cuando


sus ojos se posaron sobre una intimidante dama con un
dramático vestido.

—Hola. Soy Ashuna Grisarika, princesa del


Segundo Estado y miembro de la caballería.

Incluso cuando estaba en lo alto de la cola, la


presencia amenazante de la mujer no se vio
obstaculizada en lo más mínimo por el viento que
azotaba su glamuroso pelo rubio y su precario vestido.
La Luz Guía que emitía la sala de máquinas del tren
hasta se veía como un halo brillante detrás de su figura.

~ 226 ~
La joven se presentó con orgullo y sonrió sin
miedo.

—Ahora, ¿quién eres tú?

Sosteniendo la espada que había cortado a los


terroristas que intentaron secuestrarla, la sonrisa de la
Princesa Caballero se alargó.

***
Estaban paradas en el techo del tren, y la vista a
sus pies era de vértigo.

Mientras las vibraciones de la vía sacudían su


cuerpo, Momo entrecerró los ojos. Porque el viento
arrastro el olor de la sangre—y provenía de la espada de
esta mujer, Ashuna Grisarika.

~ 227 ~
~ 228 ~
—¿Una túnica blanca, eh? Y por esas rayas
amarillas deduzco que eres independiente, pero debo
decir que el largo de tu falda es bastante vanguardista.
Nunca había visto a una de ustedes llevándola por
encima de las rodillas... no está mal.

Ashuna valido las prendas de Momo con gran


interés.

El color de la ropa de una sacerdotisa, y en


especial el símbolo en el pecho y el color de la tela,
mostraban su rango entre Las Fausto. Los hábitos
negros solo lo llevan las monjas, consideradas por
debajo del rango del Primer Estado; prendas blancas,
como las de Momo, implicaban que se trataba de una
novicia que recientemente tomo el manto. Solo
podrías ser considerada una sacerdotisa oficial a los
ojos del mundo portando una característica túnica azul
marino similar a la que llevaba Menou.

El símbolo amarillo en la túnica de Momo


significaba que no pertenecía a ninguna parroquia en
concreto. De alguna manera, Ashuna parecía estar
bastante informada sobre la iconografía de las
sacerdotisas.

—Es bastante atrevido que una sacerdotisa en


entrenamiento modifique su uniforme, pero me gusta
tu estilo. Has concentrado todos los adornos en un solo
lugar para hacerlos más ligeros. Al fin y al cabo, el

~ 229 ~
cuerpo humano es lo suficientemente bello por sí
mismo. La ropa debe resaltar las curvas de quien la
lleva, no disfrazarlas. ¿No estás de acuerdo?

No era de extrañar que dijera algo así, dado su


propio atuendo. La ropa de la mujer dejaba al
descubierto una cantidad escandalosa de piel. Las
figuras de diamante en la mitad superior de su ‘vestido’
cubrían poco más que sus pechos y su ombligo, pero al
menos parecía facilitar la movilidad.

En combinación con su propia belleza


inherente, Ashuna tenía una figura elegante, pero eso
no era todo. En su mano, sujetaba una espada grabada
con un escudo. El delicado grabado era tan bonito que
podía confundirse con un arma ceremonial, pero no era
una mera decoración.

Se trataba un arma formidable con la capacidad


de conjurar múltiples crestas.

Momo puso una sonrisa amistosa.

—¿Así que usted es su alteza, la Princesa


Caballero Ashuna? Es un honor.

—¿Oh-ho? ¿Has escuchado de mí?

—Por supuesto. Su grandeza la precede. Soy


Momo, una sacerdotisa.

~ 230 ~
Ashuna es bastante conocida: aunque era una
princesa nacida en el seno de una familia de La Nobleza,
se unió a la Orden de los Caballeros, la organización
policial de la nación, para ocupar la seguridad de su
tierra en sus propias manos.

—Como puede ver, soy una sacerdotisa de


túnica blanca, ¡una completa novata! Y me dirigía a la
antigua capital de Garm como parte de una
peregrinación, pero el tren fue atacado por terroristas.
Así que, er... ¿podría bajar su espada, quizá?

—¿Hmm? Ah, sí.

Momo intentó demostrarle que no era una


amenaza, lo que pareció hacer que Ashuna bajara su
guardia al menos un poco. La princesa devolvió su
espada a su funda y se acercó con una expresión
amistosa.

—Parecía que estos terroristas iban a por mí,


pero veo que también fueron a los vagones de atrás.

—Sí, unos cinco. Ya los he eliminado.

—Ya veo. Perdona las molestias. He acabado


con los sinvergüenzas que entraron en el vagón real y
en la sala de máquinas. —Asevero Ashuna.

~ 231 ~
—Qué impresionante. ¡Sin duda hace honor a su
reputación!

Mientras Ashuna recorría la parte superior del


tren, no mostraba ni una pizca de miedo.

Su nivel de calma era loable, considerando los


vientos que azotaban y la inestabilidad del terreno que
pisaban. Su postura hacía evidente sus músculos bien
templados y la profundidad de su confianza.

—Sin embargo, me ha sorprendido encontrarla


aquí arriba con la espada desenvainada, su alteza.

—Sí, bueno, también pensaba someter a los


terroristas en los vagones de atrás. Además, tu
uniforme me tomo un poco por sorpresa.

Momo sonrió tímidamente, y Ashuna continuó


con un semblante tranquilo, como si estuviera
manteniendo una conversación casual mientras
tomaba el té.

—Debido a unos hechos que escapan de mi


comprensión, Padre está siendo juzgado bajo el cargo
herejía. Perdóname si tengo sentimientos encontrados
hacia Las Fausto en estos momentos.

~ 232 ~
—Ah, sí, lo he oído. Pero el juicio no ha hecho
más que empezar, ¿verdad? ¡Su majestad aún podría
ser declarado inocente!

Mientras charlaban, Ashuna se acercó


casualmente a Momo.

Entonces, de repente, su pecho brilló.

Era la luz emitida por un Incremento, pero fue


cegadoramente brillante.

Al mismo tiempo que la deslumbrante


distracción, la espada salió disparada de su funda hacia
la garganta de Momo—

—¿Oh?

Rodeada por una poderosa Luz Guía, Ashuna


enarcó una ceja con desconcierto.

—Esto es una sorpresa.

—Qué... ¿A que debo este saluuuudo? —La cara


de Momo se congeló, pero no perdió su sonrisa.

Estaba agarrando su sierra de afrontamiento


con ambas manos, impidiendo que la espada de
Ashuna la alcanzara. La delgada sierra se doblaba
ligeramente en el punto de encuentro con el filo de la

~ 233 ~
espada, pero seguía resistiendo el esfuerzo. Momo
cargaba guantes blancos precisamente para ocasiones
como esta; para proteger sus manos cuando necesitara
agarrar la sierra.

—Oh, ya sabes. Como dije, tengo sentimientos


encontrados hacia Las Fausto en estos momentos.

—¿Y pensaste que dada la situación podrías


desacerté de una miembro de Las Fausto aquí miiiismo?

—Cielos, por supuesto que no.

Momo alargo sus sílabas; no para sonar dulce


como de costumbre, sino para provocar a su oponente.
Ashuna, sin embargo, pareció no inmutarse por el tono
burlón de Momo, y se limitó a poner más peso en su
espada.

—Te disté cuenta de que me detuve en seco. Si


realmente hubiera arremetido con la intención de
cortarte la cabeza, ni siquiera una endeble sierra de
metal potenciada con la Fuerza Guía hubiera podido
detenerme.

Ashuna sonaba bastante segura de que, si


hubiera ido en serio, Momo ya estaría muerta.

Gradualmente, la sonrisa de Momo se curvó.

~ 234 ~
—Menudo ego tienes. Verdaderamente eres
tan indomable como diceeeen.

—No subestimo mi propia fuerza. Eso es todo.


Con la espada crestada de la realeza en mis capaces
manos, hay pocas cosas que no pueda cortar, pero...
supongo que debo aplaudirte por reaccionar tan
rápido. Bastante impresionante.

De nuevo, la burla de Momo no hizo nada para


amortiguar la intrépida sonrisa de Ashuna.

Poco a poco, la espada de Ashuna presionaba


con más fuerza contra la sierra. Momo podía decir una
cosa por la fuerza con la que la hoja se clavaba en la
suya: Esta mujer producía una cantidad increíble de
poder.

Debía estar increíblemente bien entrenada. Es


probable que la llamada Princesa Caballero sea tan
fuerte como cualquier Verdugo elegida y
cuidadosamente forjada—tal vez incluso más fuerte.

Los prodigios venían en todas las formas, en


cualquier tierra y de cualquier estado. Sin duda, Ashuna
estaba dotada naturalmente de un increíble poder.

—Como dije antes, Padre está siendo juzgado


bajo el cargo de la herejía. Se le acusa de invocar a un

~ 235 ~
par de Errantes, pero no se encontró a ninguno en
alguna parte del castillo.

—Ohhh. ¿Eeees así?

—En efecto. Y así es como están respondiendo


al juicio en estos momentos. “Si realmente invocamos a
esos supuestos Errantes, ¿dónde están?”

—Los castillos son muuuuy grandes. ¿Estás


segura de que no los están escondieeeendo? Aunque,
estoy de acuerdo en que podría no ser veeeerdad. En
ese caso, será absuelto. ¿No es algo bueeeeno?

—¿Lo es? Aunque la verdad no le creo a ninguno


de los dos lados. Padre ciertamente invocó a unos
Errantes, pero ya no están bajo su cargo. Eso es lo que
creo. Sabes lo que significaría, ¿no?

—No realmeeeente. ¡Porque no me iluminas,


Princesita-chama!

—Los Errantes fueron asesinados antes de que


comenzara el juicio.

Ashuna puso más fuerza en su agarre. Parecía


que aún le quedaba mucho poder. Momo tampoco
estaba cerca de su límite—levantó su propio
Incremento para defenderse de la princesa.

~ 236 ~
Crunch*

El techo de metal bajo sus pies empezó a crujir.

—Debes haber escuchado de las llamadas


Verdugos del Fausto.

—Ahhh, ¿ese viejo y tonto rumor? ¡Claaaaro que


lo he escuchado! ¿Yyyy? ¿Qué hay con eeeeso?

—Bueno, cuando puse mis ojos en ti, un


pensamiento cruzó mi mente. Si esa Verdugo terminó
su trabajo y dejó la capital real justo cuando la Santa
Inquisición estaba comenzando... lo más seguro es que
tendría que pasar por este mismo tren, ¿no?

~ 237 ~
~ 238 ~
—-¿No pieeeensas que eso es demasiado
conveniente? Cariño, no dejes que tu imaginación se
lleve lo mejor de ti.

—¿Me pregunto si es así? Después de todo, subí


a este tren casi al momento del ataque. Además...

Los ojos de Ashuna brillaron con deleite.

—Tengo una fe absoluta en la fuerza que he


construido durante toda mi vida... y nunca he dudado
de mi instinto.

Fuerza Guía: conectar—

Parte del diseño de la espada brilló.

Los ojos de Momo se abrieron como platos


cuando sintió que la conjuración de una cresta
comenzaba a acercarse.

Espada real, cresta—

La hoja de la espada fue tiñéndose de un rojo


vivo; Momo sintió como si el calor lamiera su mejilla.

Sería un ataque conjurado a quemarropa. La


cresta se encontraba en la misma espada que Momo
estaba deteniendo con su sierra de afrontamiento. No
había forma de esquivar un encantamiento a esa

~ 239 ~
distancia, y si Momo cedía (aunque sea un poco), la
hoja chocaría directamente contra su cuello.

¡¿Y si produzco un encantamiento defensivo con


mi escritura—?! No, ¡no lo terminaría a tiempo!

Los encantamientos de las escrituras eran


poderosos pero complicados. Momo no podía
manipular la Fuerza Guía con tanta precisión como
Menou, así que su velocidad no sería suficiente para
superar la cresta.

En lo que fue una decisión tomada en una


fracción de segundo, Momo opto por cargar la cresta
oculta en el interior de su túnica.

Fuerza Guía: conectar—Túnica de sacerdotisa,


Cresta—

Mientras tanto, el encantamiento de Ashuna


estaba a punto de terminar. Ya había pasado la fase de
preparación antes de la conjuración. Todo el calor y las
llamas producidas por la espada fueron succionados
hacia el interior—

Conjurar [Explosión Flameante]

Para ser liberadas hacia afuera en una poderosa


ráfaga de fuego.

~ 240 ~
Sin embargo, en el mismísimo instante que
Ashuna completo su ataque—

Conjurar [Barrera]

Momo también logro levantar una minia barrera


de energía.

Las ondas sónicas sacudieron el aire junto a los


oídos de Momo. Recibió de lleno todo el peso de
aquella violenta explosión, pero lo sobro el tiempo para
concentrar la barrera defensiva cerca de su cabeza y de
las flamas. Si se dejaba llevar demasiado por la onda
expansiva, saldría despedida del tren. Así que Momo
aprovechó el viento que soplaba contra su rostro para
dar un enorme salto, poniendo distancia entre ella y
Ashuna.

—¿Una cresta defensiva en tu túnica, huh?


Cielos, pero la tecnología de Las Fausto nunca deja de
impresionar. Tan avanzados en la ciencia de los
materiales y en el diseño de sus crestas. Ni siquiera
podría decir qué tipo de cresta es.

Ashuna se echó la espada al hombro y miró a


Momo con aire crítico.

—Y fue una excelente decisión el proteger tu


cabeza primero, si me permites hablar. Todas las
sacerdotisas son fuertes, lo reconozco... aunque es

~ 241 ~
muy extraño que una simple bata blanca reaccione con
tanta rapidez. Sospecho que no estás siendo del todo
sincera al presentarte como una novata.

—¿Oh? ¿Qué quieres deciiiir? Es de sentido


común protegerse la cabeza, ¿noooo? —Momo se
burló del discurso de su oponente.

Mientras lo hacía, se llevó una mano a las cintas


de sus coletas, asegurándose de que sus posesiones
más preciadas no se hubieran perdido. Luego dirigió
una brillante sonrisa a Ashuna.

—¿Sabeeees? ¡No puedo permitir que una perra


chamusque mis cintas!

Menos mal.

Si sus cintas se hubiesen dañado, Momo no


estaba segura de haber podido evitar matar a esta
mujer.

—La moda es muy importante para las chicas.


Es perfectamente normal que las proteeeeja.

—Ja. Somos verdaderamente iguales. A mí


también me gusta ponerme vestidos. Quizá podamos
llevarnos bien al final de esto.

~ 242 ~
—¿Podrías no comparar mi sentido de la moda
con el tuyoooo?

Momo no soportaría que esta mujer rica


comparara su pequeño pasatiempo de vestir con los
accesorios que había recibido de la persona más
preciada para ella en todo el mundo.

Sin dejar de sonreír, sacio su frustración con


palabras.

—De hecho, ¿tienes más o menos la misma edad


que yoooo, no? ¿No estás muy marcadita para ser una
princesa? Qué mieeeedo. ¡Imagino que debes verte
como una desviada a los ojos de los demaaaas!

—Je, eres demasiado amable. Para que lo


sepas, mi fuerza simplemente es el resultado de mis
hobbies–y de mi propia dedicación. —Ashuna respondió
sin rodeos, flexionando como si quisiera mostrar sus
músculos. —La belleza y la fuerza son lo que más me
gusta. Toda sociedad queda encantada por lo bello. Y la
fuerza es bella sin importar la época o el lugar. Por eso
me hice fuerte, y por eso me interesa mucho la fuerza
de los demás. A mí también me atrae tu poder.

—¿Oh, en veeeerdad? No podría importarme


meeeenos.

~ 243 ~
Momo frunció el ceño. Las preferencias
estéticas de Ashuna no significaban nada para ella.

Después de haberla provocado tanto, hasta el


punto de atacarla, Momo no tenía intención de dejarla
escapar sin un rasguño. Ella no podría haber
averiguado que Momo era una asistente de Verdugo
sólo por un par de golpes.

Sin embargo, Momo tenía que evitar que esta


chica tan avispada pusiera sus ojos en Menou.

—Vamos, no seas tan fría. Además, deseo


preguntarte algo en relación al incidente en la capital
real que condujo al juicio de mi padre. Como una parte
perjudicada, me encantaría que me respondieras,
‘Momo’.

—¡Oh, cállate...! Te lo he dichoooo, ¡eso no tiene


nada que ver coooonmigo!

Que Ashuna la llamara casualmente por su


nombre fue la gota que colmó el vaso. Arrastrando sus
palabras con mayor irritación, Momo cargó su sierra de
afrontamiento con energía.

Fuerza Guía: Conectar—Sierra de


afrontamiento, Cresta—Doble Conjuración [Ancla,
Oscilación]

~ 244 ~
Había dos crestas grabadas en la sierra. Según
las leyes de la materialogía, ése era el límite de esta
arma.

Activando ambas crestas a la vez, Momo podía


hacer que la sierra se mantuviera en línea recta y
empezara a oscilar como una motosierra.

—Ahora, ¿te importa si volvemos a lo


nueeeestro?

Momo bajó el brazo con soltura, agitando el hilo


de dientes como si marcara su territorio. La punta de la
sierra hizo contacto con el techo del tren a sus pies. En
compañía de un chillido estridente, el metal del techo
se desprendía donde tocaba la sierra.

—¡Tu elegante jugueeeetito real no podrá hacer


nada contra mi sierra ultrafiiiina!

Hablando por encima del chirriante bramido


metálico, Momo sonrió con astucia.

—Pongámoslo a prueba, ¿vale?

***
El atronar del metal contra el metal resonó
hasta llegar al vagón donde se encontraba Menou.

~ 245 ~
En el momento en que pasó por el vagón
comedor y entró en el vagón de los nobles, oyó
violentas pisadas justo encima suya. El obvio clamor de
la batalla consistía en algo más que el ordinario chocar
de unas espadas. En su lugar, se oyó un sonido
chirriante seguido del metal siendo raspado. Y poco
después, una explosión. Seguida por la intrépida risa de
alguien que obviamente se estaba divirtiendo,
contrarrestada por una voz azucarada cargada de
insultos.

Esos sonidos, injustificables bajo el pretexto de


un duelo de espadas, se prolongaron durante un rato
sin atisbos de un final.

—Sinceramente...

Menou sólo pudo suspirar ante el hecho de que


Momo estuviera librando una batalla innecesaria.

Había escuchado la mayor parte de su último


intercambio desde abajo. Lo más probable es que
Momo hubiera subido deliberadamente el volumen de
la conversación para que Menou la escuchara.

La fiel ayudante de Menou se estaba


enfrentando a nadie más que Ashuna, la Princesa
Caballero de Grisarika. Se trataba de la hija menor de la
familia Grisarika, así como una caballera itinerante.
Como casi siempre intentaba mejorar la calidad de vida

~ 246 ~
en los lugares por donde moraba, se hizo bastante
popular entre Los Comunes.

No había ninguna razón para luchar contra esta


persona. Incluso si ella les echaba el ojo, resultaba más
seguro saltar del tren antes que iniciar un combate con
una figura tan conocida. Momo seguramente hubiera
podido hacerlo con su Incremento sin sufrir el menor
rasguño.

Pero la chica siempre fue rápida para recurrir a


la violencia.

—Bueno, supongo que al menos se está


conteniendo...

Por más alterada qué pudiera estar, lo cierto es


que Momo no había perdido el control por completo.

De ser ese el caso, es seguro que Menou ni


siquiera hubiera escuchado los sonidos de la cierra de
afrontamiento.

Mientras Momo mantenía ocupada a la Princesa


Caballero, Menou pasó por la sección de primera clase
del tren.

Comprobó las habitaciones a su paso, pero no


parecía haber ningún problema en los vagones de los
nobles.

~ 247 ~
Ashuna ciertamente logro subyugar a los
terroristas allí, pero todo indica que no les quitó la vida.
La mayoría de ellos fueron atados o simplemente
estaban inconscientes, mientras que unos pocos
desgraciados yacían en el suelo gimiendo y medio
despiertos. La princesa corto los tendones de muchos
de sus miembros, implacable—pero sin restar precisión
u eficacia.

A juzgar por las secuelas, Menou supuso que


probablemente también se había ocupado de la sala de
máquinas.

El tren pronto llegaría a su próxima parada. A lo


mejor Ashuna se bajará allí para entregar a los
terroristas. Menou sólo tenía que tener cuidado de que
la inteligente princesa no la viera a ella ni a Akari.

No le preocupaba en lo más mínimo que Momo


perdiera.

Quizá Ashuna fuera una prodigio entre los


caballeros, pero Momo era una genio entre las
Verdugos.

Tenía un talento tan natural que la Maestra que


supervisaba el monasterio comentó, unánimemente:
“No hay nada que pueda enseñarle”.

~ 248 ~
Decidiendo que podía confiarle a Momo la tarea
de distraer a Ashuna, Menou se dirigió a la sala de
máquinas.

La fuente de energía y el sistema de dirección


estaban allí, así que pensó que lo mejor sería
cerciorarse de que todo estaba bien.

—Oh, ¿una sacerdotisa?

La expresión tensa de los maquinistas se relajó


al ver la túnica de sacerdotisa de Menou.

Los terroristas acababan de secuestrar el tren.


Era natural que el personal se pusiera nervioso ante la
entrada de extraños en la sala, pero la mayoría de las
personas confiaba implícitamente en las sacerdotisas.

Menou sonrió con dulzura para calmar aún más


los nervios de los hombres.

—Sí, casualmente estaba en el tren cuando


ocurrió esto. ¿Todo está bien aquí?

—Sí, la mismísima Princesa Caballero se encargó


de todo. Para ser una dama tan hermosa, ¡es realmente
fuerte!

—Sí, así es nuestra princesa. Los derribó a todos


en un abrir y cerrar de ojos. ¿Has oído hablar de ella,

~ 249 ~
sacerdotisa? Su alteza Ashuna es famosa por su
cruzada para reformar el mundo.

—Sí, he oído un par de cosas. Estoy un poco


decepcionada por haber perdido la oportunidad de
conocerla.

Por la forma en la que presumían sus hazañas,


los hombres debían estar bastante orgullosos de su
princesa.

Menou respondió amablemente mientras


miraba a los terroristas capturados. Los tres fueron
atados juntos. El olor de la sangre se debía
probablemente a que les habían cortado los tendones
de las extremidades, al igual que a los hombres del
vagón de primera clase.

Como ella esperaba, no había problemas aquí.


Lo más probable es que Momo terminara su batalla con
Ashuna antes de que se detuvieran en la siguiente
estación. Una vez que Menou terminara de hablar con
los maquinistas, pensó, podría volver a los vagones
traseros para decirle a Akari que todo estaba bien.

Fue entonces cuando sintió un encantamiento


en el aire.

—Sí, ojalá hubieras podido ver la pelea de la


princesa, sacerdoti–¿Huh? ¿Pasa algo?

~ 250 ~
—En absoluto...

Menou miró más de cerca a uno de los


terroristas atados. Había supuesto que los tres se
encontraban noqueados, pero uno de ellos debía estar
fingiendo.

Rastros de una Luz Guía roja emanaban del


estómago del hombre.

—Tú, ahí. ¿Estás escondiendo algo en tu cuerpo,


no es así?

—Heh-heh... ¿Con que nos atraparon, huh?

Uno de los terroristas debió ser un antiguo


aventurero con conocimientos básicos en la
conjuración. Todo indica que se tragó algún tipo de
Recipiente Guía antes de abordar el tren.

Y ahora estaba a punto de intentar activarlo.

—¡Pero ya es demasiado tarde! Si no llegamos a


Garm, nos colgarán de todos modos. ¡Todos en este tren
nos acompañaran al infierno!

—No dejaré–¿Hrmm?

~ 251 ~
La formulación de su amenaza hacía pensar que
el recipiente era para activar algún tipo de explosivo.
Menou había estado tratando de determinar la
naturaleza del objeto en el cuerpo del hombre desde el
momento en que lo detectó, con la intención de
suprimir la explosión, pero entonces sus ojos se
abrieron de par en par.

—¿Una Piedra del Rojo Primario?

Pero eso debería ser imposible.

Menou consideraba que un Recipiente Guía era


mucho más peligroso que cualquier arma.
Naturalmente, son tabúes designados e infinitamente
más difíciles de adquirir que las armas mencionadas.
Sobre todo, porque requerían una capacidad de
conjuración muy elevada para utilizarlos
correctamente.

Y si se colocaban dentro de una persona y se


activaban, el desafortunado humano que sirviera de
combustible tendría un destino desagradable.

—¿Huh? No sé cómo se llama, pero... ¡Heh-heh! A


juzgar por tu reacción, debe ser algo muy especial. Me lo
tragué por si acaso–¿Abuhh?

~ 252 ~
Los alardeos del hombre fueron interrumpidos
por el sonido de su piel desprendiéndose y la carne
hundiéndose desde el interior.

Estaba claro que no tenía ni idea de lo que


estaba pasando. Mientras la capa exterior de su cuerpo
se abría paso a través de su garganta y hacia su
estómago, todo lo que podía hacer era mirar el color
rosa recién expuesto de su cuerpo sin comprender. La
confusión cruda era palpable en sus ojos.

No hubo tiempo para que Menou lo detuviera.

En cuestión de segundos, el cuerpo del hombre


se arrugó sobre sí mismo.

—¿¡PERO QUE DEMONNNNN–!?

Después de la piel vino la carne. El cuerpo del


hombre estaba siendo arrastrado hacia la Piedra del
Rojo Primario en su estómago, una capa a la vez.

El poder antinatural desgarró su fibra muscular,


dobló sus huesos en direcciones grotescas e hizo que
sus articulaciones se agitaran por todas partes.

Su figura humanoide sólo pudo resistir por unos


pocos segundos más.

~ 253 ~
Y entonces, un sonido espantoso llenó la
habitación.

Cuando la succión superó los límites del cuerpo


humano, su carne fue comprimida y sus huesos
aplastados. La piedra debió de tener implantado algún
tipo de interruptor automático. Los hombres
inconscientes que estaban atados con él sufrieron el
mismo destino. Antes de que pudieran siquiera
alcanzar a gritar, su piel comenzó a desprenderse y a
comprimirse hasta llegar al mismo punto.

Pronto, la cuerda que había estado sujetando a


los hombres cayó al suelo.

Incapaces de digerir lo grotesco de la escena


que acababa de desarrollarse frente a sus ojos, los
ingenieros vomitaron por la ventana.

Incluso después de que los cuerpos de los


terroristas se convirtieran en una bola de carne, el
extraño fenómeno no mostraba señales de detenerse.
Los restos pastosos continuaron derrumbándose
sobre sí mismos hasta licuarse en una masa pulposa.
Pero ni una sola gota de sangre cayó al suelo—todo fue
succionado hacia el interior de lo que alguna vez habían
sido cuerpos humanos.

~ 254 ~
Una vez que los restos antes sólidos se
convirtieron en un fluido, los ingredientes necesarios
comenzaron a separarse.

La masa contorsionante de líquidos se elevó


lentamente y eliminó los componentes innecesarios.
Se deshacía de todo lo que no era del color requerido,
en concordancia con el recipiente que fue activado.

Los restos viscosos cayeron al suelo con un


simple splash.

Y la escena resultante fue realmente


sorprendente.

Toda la sangre roja se desprendió del resto de


sus cuerpos con sorprendente viveza.

No sólo el hombre que activó el recipiente


corrió esta suerte. Los tres hombres fueron absorbidos
por la Piedra del Rojo Primario y utilizados como
combustible para su activación. Lo más probable es
que a todos los demás terroristas en los vagones
contiguos les haya pasado lo mismo, ya que más de ese
intenso extracto carmesí comenzó a filtrarse en la sala
de máquinas desde uno de los vagones de primera
clase.

—¡Tch!

~ 255 ~
Si aplastaba ahora la Piedra del Rojo Primario,
todo el rojo empezaría a moverse de forma
independiente. En ese caso, sería más fácil deshacerse
de los entes, pero se corría el riesgo de que las manchas
rojas consuman a más pasajeros.

Para evitar esa posibilidad, en una fracción de


segundo, Menou tomó la decisión de permitir que toda
la masa se concentrará en un solo punto para así
encargarse de ella de una sola vez.

Sin embargo, no esperaría con los brazos


cruzados.

—¡Salgan de aquí! ¡Rápido!

—¡P-Pero no podemos dejar la sala de


máquinas...!

El hombre estaba mirando el Motor Guía.

Era cierto que el tren seguía en marcha y, por si


fuera poco, estaba a punto de llegar a una estación. No
podían dejar la sala de máquinas—y por extensión, los
controles y la fuente de energía del tren—sin personal.

No obstante, no era el momento de


preocuparse por eso.

~ 256 ~
—Está bien. Si es necesario, tomaré el control
yo misma.

—¡No puedes simplemente–!

—¡Puedo y lo haré! —Le gritó Menou al hombre


de forma amenazante, y luego cambió a una sonrisa
cortés. —Por favor, confíe en mí. Soy una sacerdotisa;
una aliada de Los Comunes, ¿lo recuerda? Las
sacerdotisas somos puras, propias y, sobretodo, muy
poderosas.

Habló de la forma más tranquilizadora y


persuasiva posible, manteniendo un tono animado. Los
hombres se miraron entre sí, asintieron con la cabeza y
salieron corriendo de la habitación.

Después de verlos irse, Menou miro a su


oponente.

Aproximadamente dieciséis manchas de rojo


convergían, fusionándose en un todo mayor. Una vez
extraído el rojo de los dieciséis cuerpos, las Fuerzas
Guías combinadas activaron el recipiente tabú—la
Piedra del Rojo Primario.

Fuerza Guía—Fusión de Materiales—Piedra del


Rojo Primario, Conjuración del Sello Interior—Conjurar
[Rojo Primario, Caballero Blindado]

~ 257 ~
El rojo (que en este caso fue extraído de unos
cuerpos humanos) era uno de los colores primarios que
pintaban el mundo. Ahora la masa de rojo puro creó un
único Soldado Sortílego. La forma en la que balanceaba
su espada hacia Menou recordaba a un caballero de un
cuento de hadas: una espada, un escudo y ningún
hueco en su armadura de placas. Todos los
componentes del nuevo enemigo eran de un rojo puro
y oscuro.

—¿Así que se manifiesto como un caballero...?


Bueno, supongo que es mejor que un ángel o un
dragón.

Menou sacó su daga de la funda que llevaba en


el muslo y se agachó en posición de combate.

Era más o menos lo que esperaba de los


materiales de dieciséis personas, pero desde luego no
era un enemigo al que hubiera que tomar a la ligera.
Este Soldado Sortílego seguía teniendo la fuerza de al
menos dieciséis hombres.

El Soldado Sortílego rojo blandió su espada.

—¡Ngh...!

Menou rechazó el primer golpe con su daga,


gruñendo por el esfuerzo.

~ 258 ~
Era pesada.

Hizo una mueca tras recibir el peso de ese golpe,


que la habría hecho volar por los aires si hubiera
recibido un impacto directo, pero aun consiguió usar el
impulso de su oponente para desviar el espadazo. La
fuerza física del Soldado Sortílego rojo era muy superior
a la de Menou, incluso con el Incremento. Sin embargo,
sus habilidades dejaban bastante que desear. Aun así,
en este reducido espacio, incluso arrasar a ciegas con la
fuerza bruta era una amenaza en sí misma.

Cada vez que el Soldado Sortílego se movía,


gastaba una enorme cantidad de Fuerza Guía y se
ralentizaba en consecuencia. De preferencia, lo mejor
sería emboscarlo en grupo o atacarlo desde la distancia
hasta que sus fuerzas cesaran. Sin duda es un oponente
formidable. Cualquier sacerdotisa normal necesitaría
un grupo de al menos cinco personas para acabar con
él.

Pero Menou, que solo necesito de un instante


para calibrar las habilidades del Soldado Sortílego,
simplemente exclamo con confianza:

—Pan comido.

La Piedra del Rojo Primario tenía una capacidad


de conjuración aterradora, pero este soldado artificial
no estaba utilizando ese potencial al máximo.

~ 259 ~
Los Soldados Sortílegos creados a partir de un
Color Primario tenían una gran variedad de fortalezas.
El más fuerte de ellos, en el mejor de los casos,
requeriría las fuerzas de toda una nación para
derribarlo, pero éste era de una calidad mucho menor.
Lo más probable es que el objetivo principal del
reciente no fuese crear al soldado, sino silenciar a los
terroristas para que no filtraran información
confidencial.

Menou siguió esquivando con calma los golpes


sin vida de su espada.

A ese ritmo, posiblemente podría desgastarlo si


prologaban el combate cuerpo a cuerpo. Aparte de
eso, lo único de lo que tenía que preocuparse era de
asegurar los equipos de la sala de máquinas. Si alguna
se mostraba dañada, el resultado sería fatal.

Mientras se mantuviera con la cabeza fría, la


victoria solo era cuestión de tiempo—
lamentablemente no considero al objeto revoloteante
que entro por la ventana.

Se trató de la sierra de afrontamiento de Momo.

Ella y Ashuna estaban luchando sobre el vagón.


La sierra de afrontamiento es un arma ligera. Puede
que Momo se la haya arrojado a Ashuna en su

~ 260 ~
arremetida, o quizás la princesa encontró la manera de
arrebatársela. Sea como sea, algo paso y el viento la
arrastro hasta aquí.

Si se tratara de una sierra normal, habría sido


inofensiva.

El problema era que Ancla y Oscilación seguían


activos.

—¡Ah!

Menou intento sacarla fuera del vagón con su


daga, pero el Soldado Sortílego se las arregló para
blandir su espada contra ella en ese momento exacto.
Menou se vio obligada a Retroceso, y la sierra de
afrontamiento aterrizó en el suelo de la sala de
máquinas.

En cuanto a la sierra que oscilaba a una


velocidad increíble, empezó a rebotar por el vagón
luego de chocar contra el suelo.

—¡Tch!

Menou chasqueó la lengua y utilizó su daga para


repeler la sierra mientras volaba en su dirección.

La sierra daba saltos erráticos y, aunque


golpeaba de vez en cuando al Soldado Sortílego, apenas

~ 261 ~
le dejaba rasguños. Sin embargo, Menou prefería no
ser golpeada por la hoja zumbante si era posible.

Evaluó la Fuerza Guía que quedaba en la sierra


rebotante y rápidamente hizo algunos cálculos.

Treinta segundos, más o menos.

En ese corto espacio de tiempo, el Ancla y la


Oscilación de la sierra deberían desaparecer.

La situación empeoro—a pesar de ello, no era lo


suficientemente mala como para que Menou se
desesperara.

Siguió luchando contra el Soldado Sortílego rojo,


sin dejar de prestar atención a la sierra.

Justo cuando bloqueó un ataque frontal de la


espada del Soldado Sortílego, la sierra de
afrontamiento—que destrozaba trozos de suelo y
techo con el simple contacto—se dirigió hacia ella
desde atrás.

Maldiciendo su mala suerte, Menou cargó de


energía la cresta cosida dentro de su túnica de
sacerdotisa.

Fuerza Guía: conectar—Túnica de sacerdotisa,


Cresta—Conjurar [Barrera]

~ 262 ~
La sierra de afrontamiento rebotó en la barrera
defensiva que se formó a su espalda. De ahí voló hacia
el techo, sin reducir su velocidad. Esta vez, la sierra
golpeó la cabeza del Soldado Sortílego y rebotó hacia
Menou desde su frente.

¡La Fuerza Guía debería agotársele en cualquier


momento!, pensó, esquivándola.

Pero entonces el Soldado Sortílego blandió su


espada en un contrataque innecesariamente
dramático.

Al trazar su trayectoria, se dio cuenta de su


error.

La propia Menou no estaba en peligro. Sería


sencillo esquivar ese último golpe salvaje del Soldado
Sortílego.

Pero la válvula de freno del motor estaba justo


en la trayectoria de la espada roja.

—Sh–

Menou intentó precipitarse hacia delante, pero


no pudo evitarlo. La fuerza del caballero era
abrumadoramente superior. A menos que su postura

~ 263 ~
fuera perfecta, no había forma de que pudiera
bloquear ese golpe.

La espada roja atravesó la válvula de freno de la


sala de máquinas.

—¡¡Jodida marioneta estúpida!!

Maldijo al soldado sin pensar.

Con la válvula de freno de la sala de máquinas


rota, el tren perdió la capacidad de detenerse. Menou
había estado luchando con cuidado para no dañar el
motor, pero la sierra de afrontamiento la distrajo
momentáneamente. Y el tamaño exagerado de los
espadazos del Soldado Sortílego echaron por tierra sus
cálculos—no, no podía poner excusas. Esto fue un gran
fracaso de su parte.

Clank*

Demasiado tarde, la sierra de afrontamiento


finalmente se quedó sin Fuerza Guía y cayó al suelo.

—¡Ah, maldita sea...!

Tragándose su frustración, Menou se obligó a


pensar. Quejarse no arreglaría nada. Sus prioridades
mentales pasaron del Soldado Sortílego a la seguridad
del propio tren, buscando una solución.

~ 264 ~
Un tren que no podía desacelerar estaba en una
situación horrible.

Si seguía avanzando sin frenar, en el mejor de


los casos acabaría descarrilando al tomar una curva
demasiado rápido y, en el peor, podría incluso alcanzar
a otro tren y chocar. En cualquier caso, los pasajeros no
saldrían ilesos de ninguna de las dos situaciones.

Pero aún no era demasiado tarde.

Primero, tenía que llamar a Momo. No, en este


punto, la idea de pedirle ayuda a Ashuna no sonaba tan
descabellada. Ya no tenía el lujo de intentar ocultar su
identidad. Con tres personas hábiles, habría muchas
opciones para detener el tren.

Menou siguió luchando contra el Soldado


Sortílego mientras trazaba su plan—

Fue ahí cuando vio por la ventana a Ashuna caerse


del tren, y a Momo saltar tras ella.

—¿Por qué...?

¿Por qué precisamente ahora? pensó Menou al


principio, pero era todo lo contrario.

~ 265 ~
Eso sucedió porque Menou estaba luchando en
la sala de máquinas. Momo debió percatarse de su
presencia y echó rápidamente a Ashuna del tren antes
de que la pelea en la sala de máquinas pudiera llamar la
atención de la princesa.

No fue una mala decisión por parte de Momo;


de hecho, Menou tampoco había querido encontrarse
con Ashuna cara a cara. Y era imposible que Momo
supiera que el sistema de frenos del tren estaba
averiado.

Podría haber sido posible con la ayuda de Momo


y de Ashuna, pero no había forma de que Menou
pudiera detener el tren por sí sola.

Simplemente, no tenía suficiente Fuerza Guía. El


suministro interno de Menou es superior a la media,
pero no era tan alto como el de Momo o Ashuna.

¿Pedir ayuda a los ingenieros, entonces? No, no


servirían de nada.

¿O era posible reparar la válvula de freno? No, no


hay tiempo suficiente. ¿Qué otra cosa podía hacer?
¿Cómo podría detener el tren sin conjurar? ¿Podría al
menos hacer bajar a los pasajeros de forma segura—?

~ 266 ~
Analizando cada una de las posibilidades y
descartándolas sucesivamente, Menou se vio obligada
a llegar a una terrible conclusión.

Es imposible.

No podía detener el tren. Salvo que ocurriera un


milagro, el tren iba a chocar y las personas morirían.

La sonrisa de la niña que habían consolado en el


andén pasó por su mente.

¿Acaso esa niña a la que Akari curó seguía


también en algún lugar de este tren?

—......

Menou apretó los dientes frustrada por su


propia impotencia.

Clack*

Hubo un sonido que, de alguna manera, no hizo


temblar el aire.

Porque fue el sonido intrínseco del mundo


convulsionando.

~ 267 ~
***
—¡Ja, ja, ja! ¡Nada mal, Momo!

Momo frunció el ceño ante la risa desdeñosa


que la recibió cuando aterrizó tras saltar del tren.

Sacrifico su sierra con tal de distraer a Ashuna el


tiempo suficiente y así sacarla de escena, pero Ashuna
parecía estar en perfectas condiciones. Incluso sus
ropas, aunque un poco sucias, no mostraban ni un solo
rasguño.

La Princesa Caballero se reía, sin abandonar su


posición de combate.

—¿Sigues ilesa incluso después de caerte de un


treeeen? Eres demasiado extraaaaña... si sólo hubieras
muerto.

—Heh-heh. Hará falta algo más que una


pequeña caída para superar los resultados de mi
entrenamiento. Lo mismo ocurre contigo, ¿eh, Momo?
Muy impresionante.

—No me compares contigo, Princesita. ¡Me


hace sentir muy mal conmigo misma! Eres tan
espeluznante que se me revuelve el estómago. ¿Puedo
irme ya?

~ 268 ~
La espada real de Ashuna mostraba algunas
muescas, pero no había daños importantes. Momo
sacó una segunda sierra del interior de su minifalda.

Fue entonces cuando algo llamo la atención de


las jóvenes.

—¿Qué fue... esoooo?

—...extraño.

A ambas las asaltó una compulsión tan


poderosa que consideraron más importante identificar
el origen que seguir luchando. Les helo sangre, y ya
después se percataron de que su oponente estaba
experimentando la misma extraña sensación.

Lo que sintieron fue un extraño cambio en los


sentidos, como si por un minio periodo de tiempo sus
entrañas hubieran levitado dentro de sus cuerpos. Fue
como si todo el espacio que les rodeaba se hubiera
levantado solo para regresar a su sitio exacto al
segundo siguiente. Y antes de que todo se asentara en
su sitio, el cambio pareció sacudir sus mentes. Una
sensación extrañamente imposible, y aún más difícil de
describir con mayor precisión.

Sin embargo, nada en el mundo parecía haber


cambiado de forma evidente.

~ 269 ~
Incluso las dos mujeres que habían estado
sonriendo durante todo el combate mortal se
mostraron ligeramente agitadas.

Ambas murmuraron las mismas palabras a la


vez.

—Eso fue...

—...espeluznante.

El tren continuó por las vías, alejándose cada


vez más de la dupla que interrumpió su combate. La Luz
Guía emitida por la locomotora despidió chispas en
todas direcciones.

Ni Momo ni Ashuna se percataron de que, entre


todo ese fulgor, un resplandor ligeramente diferente
se mezclaba con la luz producida por el motor.

***
Menou sintió la misma sensación de
incomodidad dentro del cuarto de máquinas.

—¿Qué fue eso...?

Arrugó la frente mientras aun lidiaba con la


espada del Soldado Sortílego.

~ 270 ~
Se sintió tan inquietante, como si un reloj
dentro de la sala de una casa que hubiera funcionado
bien toda la vida de pronto empezara Retroceso sus
agujas por sí solo, y aunque se desmontara el reloj y se
inspeccionara cada pieza cuidadosamente, no habría
nada fuera de lugar, u alguna causa del macabro. Es la
clase de fenómeno que resultaba tan imposible que
con el tiempo uno lo asumiría como una jugarreta de la
imaginación.

Así es como se sintió este cambio.

Pero en este caso, Menou no necesitaba ir a


buscar la causa.

—¡Menou!

—¿Huh?

Sin tiempo para superar su incomodidad,


Menou seguía luchando contra el caballero cuando
escuchó una voz a sus espaldas.

Una chica solitaria corría hacia ella desde el


vagón contiguo.

—¡¿Akari?! ¡¿Por qué?!

La chica de pelo negro que se acercaba


corriendo, era inconfundiblemente Akari. Parecía estar

~ 271 ~
sin aliento, pues al parecer corrió hasta aquí desde el
último vagón.

Menou se paralizo un segundo por la sorpresa.

El Soldado Sortílego no desperdicio ese


segundo.

Solo que en lugar de Menou, apuntó con su


espada a la aparentemente indefensa Akari.

—¡¿Wah–?!

—¡¡FUERA DE AQUÍ!! —En el último segundo


saltó Menou delante de Akari para protegerla.

A duras penas consiguió bloquear el tajo de la


espada roja. Parando el poderoso golpe del oponente,
Menou cargó con poder una de las crestas de su daga.

Fuerza Guía: conectar—Daga, Cresta—Conjurar


[Vendaval]

Una ráfaga de viento salió de la daga y golpeó al


Soldado Sortílego, haciéndolo Retroceso contra el muro
del vagon.

Sin embargo, instantes después, el caballero se


levantó como si no hubiera recibido ningún daño.

~ 272 ~
La verdad es que, en realidad, si se mostró
deteriorado, aunque haya sido solo por un segundo; la
verdadera fortaleza de los Soldados Sortílegos radicaba
en su habilidad para regenerarse inmediatamente a
menos que se destruya su núcleo.

—G-Gracias, Menou. Me alegro de que me


hayas protegido. ¡Eres muy fuerte! ¡¿Pero qué es esta
persona roja?!

—¡Olvídate de eso! ¡¿Qué haces aquí?!


¡Respóndeme! ¡¿Por qué?!

Menou no tenía tiempo para las preguntas


distraídas de Akari. Sin pensarlo, le gritó con rabia.

Francamente, la presencia de alguien sin


habilidades de combate, como Akari, no era más que
un estorbo. No era un problema si ella presenciaba la
batalla, pero tener que protegerla retrasaría a Menou.

—¡E-Es solo que los tipos que estaban atados de


repente fueron aplastados, y una cosa roja y viscosa se
dirigió a la parte delantera del tren...!

—¡¿Y tú para que la persigues?!

La visión de cuerpos humanos


descomponiéndose en materiales rojos era
ciertamente inusual, pero ver eso y decidir que lo mejor

~ 273 ~
sería perseguir la mancha roja es una acción intrépida,
en el mejor de los casos.

—¿¡Te dije que te comportaras y esperaras, no


es así?! ¡¿No me escuchaste?! ¡¡Eres una niña mala!!

—¡¡Por supuesto que no!! ¡Soy una buena niña


que estaba preocupada por ti! ¡¡Eso es todo!! ¡¿Porque
no estas orgullosa de mi?!

—¡No seas irracional!

¡Esta es más descarada de lo que esperaba!,


pensó Menou, con su frustración en aumento.

Las cosas no podían ir peor.

El soldado que tenían delante absorbió los


materiales de múltiples cuerpos humanos, utilizando el
poder acumulado como combustible. E incluso tenía la
capacidad de reponer la energía que gastaba con su
entorno. El rojo de los cuerpos humanos era una cosa,
pero si absorbía la Fuerza Guía de una Pureza Conceptual
como la de Akari, los resultados serían ignotos, tirando
para lo catastrófico.

Con suerte anularía la habilidad de Akari. En el


mejor de los casos, hasta no podría revivir más. Eso
reduciría el trabajo de Menou en muchos niveles.

~ 274 ~
Pero si no tenía suerte, tendrían que
enfrentarse a una máquina de matar sortílega imbuida
con una habilidad para desgarrar el tiempo.

—¡Aaargh! ¡¿En serio, por qué has tenido que


venir aquí?!

—¡L-Lo siento! ¡No llores, Menou!

—¡Oh, cállate!

La situación se le estaba yendo tanto de las


manos que a Menou se le llenaban los ojos de lágrimas,
pero no soportaría que la fuente de sus desgracias la
consolara. Mientras intentaba desesperadamente
encontrar una solución para el último desastre, el
Soldado Sortílego no la dejaba en paz. Akari no paraba
de gritar. No tenía forma de parar el tren—

La amenaza inminente combinada con la chica


absurdamente optimista resultó ser demasiado para la
pobre sacerdotisa.

Algo dentro de Menou se rompió.

—¡A la mierda contigo! ¡¡TOMA ESTO!!

En un arrebato de frustración, Menou lanzó su


daga contra el Soldado Sortílego.

~ 275 ~
Fuerza Guía: conectar—Daga, Cresta—Doble
Conjuración [Hilo Conductor, Vendaval]

Justo cuando la daga abandonó su mano, activó


sus dos crestas. El hilo se formó alrededor del pomo de
la daga, conectándolo a la mano de Menou. Al mismo
tiempo, la fuerza del viento producida por la otra cresta
aceleró la hoja, impulsándola hacia la armadura del
Soldado Sortílego y atravesándola.

Ahora tenía la ruta que necesitaba.

No era el método ideal, pero la repentina


aparición de Akari significaba que Menou ya no podía
permitirse el lujo de tomarse su tiempo. Menou hizo
fluir su propio poder por el hilo que se extendía desde
su daga hasta su mano.

Fuerza Guía: Conectar (a través del [Hilo


conductor])—Piedra del Rojo Primario, Caballero
Blindado—Invasión Remota

El poder de Menou fluyó por medio de la daga,


forzando su entrada a través del Soldado Sortílego. Los
movimientos del Soldado Sortílego se congelaron por
un momento.

Pero entonces una poderosa resistencia


devolvió la energía hacia ella.

~ 276 ~
El artefacto sin alma había sido equipado con un
mecanismo defensivo para responder a los intentos de
invasión. Ahora lo estaba utilizando para desviar la
Fuerza Guía de Menou.

Por supuesto, ella esperaba un poco de


resistencia. Si tuviera refuerzos, podría haber confiado
en ellos para que aplastaran el núcleo mientras el
Soldado Sortílego estaba paralizado, pero
evidentemente no podía pedirle a Akari que hiciera eso.
En su lugar, continuó empujando su Fuerza Guía contra
el Soldado Sortílego mientras también cargaba sus
escrituras.

Fuerza Guía: Conectar—Escrituras, 10:9—


Conjurar [«Mientras uno desee la buena fortuna, otro
heredará su desgracia»].

La doble activación de las crestas y el


encantamiento de la escritura se combinaron para
alterar los mecanismos interiores del Soldado Sortílego.

Se trataba de una técnica muy avanzada, que


utilizaba tres tipos de encantamientos completamente
diferentes a la vez. Pero ni siquiera Menou, que
presumía de un control excepcional de sus poderes,
podía mantenerla con facilidad.

El rostro de Menou se retorció de dolor.

~ 277 ~
Su cerebro funcionaba al máximo de su
capacidad, agitándose tan rápido que parecía que sus
nervios iban a incendiarse. El sudor brotaba de todo su
cuerpo por el esfuerzo de extraer y manipular tanto
poder. Este tipo de hazaña no podía mantenerse
durante periodos prolongados de tiempo. Si seguía así,
su alma y su espíritu se agotarían.

Aun así, Menou apretó los dientes y siguió


adelante con gran concentración.

—Huff... ¡Nnnngh!

Sentía que su tejido cerebral se estaba


quemando.

Chocaba contra el torrente de poder que el


Soldado Sortílego enviaba hacia ella. Intentaba
atravesar el muro de fricción donde se encontraba con
su propio poder. Si su escritura, que formaba una
barrera protectora, fallaba, la energía inundaría el
cuerpo y el espíritu de Menou hasta dejarla como un
cascaron inerte.

Pero antes de que eso ocurriera, todo termino.

Alteración de Encantamiento—Orden
[Autodestrucción]

Su orden se cumplió.

~ 278 ~
—¡SI!

El Soldado Sortílego, que se resistía


violentamente, se derritió, perdiendo su forma. Menou
no perdió tiempo en pisar la piedra roja que formaba su
núcleo y aplastarla.

—¡Ahhh...!

Una victoria perfecta.

Sin embargo, Menou no lo celebró—se limitó a


mirar a Akari.

Ella había querido guardar su energía para


intentar detener el tren, pero debido a ese último
choque de poderes, Menou había drenado más de la
mitad de su energía restante.

—Akari, idiota... ¡Si no hubieras venido, no


habría tenido que esforzarme tanto...!

—¡L-Lo siento! ¡Realmente no sé lo que hice,


pero lo siento! Supongo que me metí en tus pla–¡Oof!

—¡¡Tú!! ¡Claro que sí! ¡¡LO HICISTE!!

Menou tiró de las mejillas de Akari con


frustración.

~ 279 ~
—Pero tu reprimenda tendrá que esperar.
Ahora mismo estoy muy ocupada.

—¡¿Qué–?! ¡¿Además de tirar de mis mejillas?!

—¡Eso no fue ni la mitad!

Menou renunció a castigar a Akari por el


momento y se centró en el motor. Aunque odiaba
admitirlo, la intervención de Akari le había hecho ganar
un poco más de tiempo.

Inspeccionando rápidamente el estado del


motor, Menou se encogió de hombros.

—Lo sabía...

La válvula de freno estaba rota más allá de


cualquier esperanza.

Con cara de confusión por el estado cabizbajo


de Menou, Akari miró ansiosamente por encima de su
hombro.

—Oye, Menou, ¿hay algún problema? Esa cosa


parece estar bien rota.

—Sí, a decir verdad... ah.

~ 280 ~
Menou ya no podía aguantarlo más. Justo
cuando ya empezaba a visualizar como contarle a Akari
sobre el inminente accidente de tren, para que al
menos se pudieran preparar, se dio cuenta de algo.

Levantó la cabeza y miró fijamente a Akari.

—¿Qué pasa, Menou? Hee-hee. No me mires así.


¡Me estás haciendo sonrojar! ¿Soy tan linda que no
puedes apartar la mirada? Bueno, ¡yo también creo que
eres hermosa!

Evidentemente, Akari se sentía nerviosa porque


la miraban directamente, pero eso no importaba ahora.
Menou ignoró sus balbuceos y consideró las
habilidades especiales de Akari.

No tenía suficiente poder para obligar al tren a


detenerse... pero, ¿qué hay de una Errante, quienes
poseían una afinación excepcional para la conjuración?

—...Akari.

Su plan era insondablemente defectuoso.

Menou todavía dudaba de llevarlo a cabo.

—¿Confías en mí?

—Por supuesto.

~ 281 ~
La respuesta fue inmediata.

Ni siquiera le preguntó cuál fue la razón de la


pregunta o algo así.

—No hace falta decirlo. Creo en ti, Menou.

Akari sonrió alegremente, con un nivel de fe que


bordaba lo bizarro.

***
De pie en la parte superior del tren, Menou miró
atentamente el paisaje que pasaba con rapidez
mientras su cola de caballo se agitaba contra el viento.

Más adelante, podía ver la siguiente parada.


Todavía era sólo una mancha en la distancia, pero se
acercaban cada vez más a medida que avanzaban por
los raíles. Normalmente, el tren habría disminuido su
velocidad para mantener el horario de servicio, pero
este tren no podía desacelerar en absoluto.

Pidió a los mecánicos que hicieran lo que


pudieran, pero ahora que el tren había cogido tanta
velocidad, sería bastante difícil detenerlo por completo
sin frenos. Gracias al señor no se toparon con ninguna
curva prolongada, pero como el tren no podía ajustar

~ 282 ~
bien su velocidad, ya estaba empezando a alcanzar al
tren que le precedía.

A este ritmo, chocarían con ese tren justo al


llegar a la estación.

La única forma de sacar a todos los pasajeros


con vida era forzar al tren a detenerse.

—¡¿M-M-M-Menou?!

Mientras Menou miraba seriamente a la


distancia, las rodillas de Akari temblaban de miedo. Ella
también estaba de pie en la parte superior del tren, con
su cabello agitándose en el viento, apenas sosteniendo
su falda con una mano.

—¡Esto da mucho miedo! ¡¿Por qué estamos


encima del tren?!

Los ojos de Akari se llenaron de lágrimas.


Menou se encogió de hombros.

—Es la forma más fácil de ver lo que pasa más


adelante.

—¡Pero, Menooou! ¡No creo que sea seguro


subirse al techo de un tren sin barandillas ni nada! ¡¡Da
mucho miedo!!

~ 283 ~
—Sí. Esto es una emergencia. Sé que tienes
miedo, pero por favor, cálmate.

—¡No puedo! ¡Y tu cara también da miedo ahora


mismo! Si me preguntas, ¡me gustas más cuando
sonríes!

Menou no pudo evitar sonreír un poco por los


gritos de Akari.

—Está bien. Toma, cógeme la mano. Así está un


poco mejor, ¿no?

Menou sonrió servicialmente y le tendió la


mano, y la cara de Akari pasó de una expresión de
miedo a una sonrisa brillante.

—Hee-hee, lo sabía. Eres más guapa cuando


sonríes, Menou.

—Gracias, supongo. Y tu sonrisa es


impresionantemente vacía.

—¿Eh? ¿Es un cumplido?

—Sí, por supuesto.

El humor de Akari mejoró al instante cuando se


cogieron de la mano, así que Menou le dedicó otra
sonrisa y volvió a mirar el tren.

~ 284 ~
El tren era una masa de acero que podía
transportar a cientos de personas. Tenían que
detenerlo, y sin que nadie saliera herido.

Naturalmente, lograrlo solas sería


increíblemente difícil. No era imposible si se contaba
con los encantamientos indicados, pero el problema
era que Menou no tenía la suficiente Fuerza Guía como
para anular la energía cinética de un tren en
movimiento.

Ahí es donde entraba Akari.

—Así que, como decía, tomaré prestada tu


poder para activar un encantamiento con el cual
detendré este tren.

—¡De acuerdo!

La idea de Menou era sacar los poderes de Akari


y con eso cubrir lo que le faltaba.

Como una Errante, Akari tenía una increíble


reserva de energía. Su calidad y cantidad deberían ser
más que suficientes.

Sin embargo, no sería fácil.

~ 285 ~
Por un lado, Akari no podía controlar su Fuerza
Guía de una forma tan minuciosa. Su uso de los
encantamientos era prácticamente inconsciente, y la
única forma en que podía controlarla era con su Pureza
Conceptual del Tiempo.

Así que Menou sería la encargada de dirigir los


encantamientos de Akari. Esa era parte de la razón por
la que se había ofrecido a sostener la mano de la chica.

—...lo siento. Para que sepas, esto puede doler


bastante.

Esta energía era producida por el alma,


controlada por la voluntad, y se volvía una con el
cuerpo.

Era relativamente fácil manipular algo como el


Soldado Sortílego, que no tenía alma ni espíritu, pero
incluso así, la resistencia lo hacía mucho más difícil.

En circunstancias normales, la mayoría de las


personas no eran compatibles con el estado mental de
otra persona. Su cuerpo, su alma y su espíritu se
rebelarían contra la presencia de la Fuerza Guía de otra
persona. Tanto el objetivo como el intruso
experimentarían la misma resistencia natural.

Por lo tanto, normalmente era imposible


controlar la Fuerza Guía de otra persona.

~ 286 ~
La única manera de lograrlo sería romper el
alma y el espíritu de una de las partes para así reducir
su resistencia, o compartir una fuerte confianza mutua.
Con el primer método, la resistencia del cuerpo seguiría
existiendo, pero el segundo requería de un vínculo tan
profundo como para confiar su yo a otra persona.

Desde luego, no era un método recomendable


para personas que se habían conocido hace solo dos
días.

Pero no era imposible.

Menou apostaba por la notable confianza


inmerecida que le mostraba Akari.

Y para la propia Menou, no sería un problema.

Cuando toda su ciudad natal se volvió blanca y


se desmoronó, Menou perdió casi todo de sí misma.
Desde que la línea entre su propio yo y los que la
rodeaban se difuminó hasta desaparecer, podía
conectar fácilmente su energía con otras personas.

Akari parecía un poco preocupada por la


explicación de Menou, pero aun así asintió.

—No quiero sufrir, pero... estoy segura de que


todo irá bien mientras esté contigo, Menou.

~ 287 ~
—Gracias. Es una ayuda enorme... de verdad.

Con eso, Menou cargó su escritura con poder.

Fuerza Guía: Conectar—Escrituras, 1:2—


Conjurar [«He clavado una estaca para daros a conocer
esta tierra»]

Un momento después, el poder pasó de la parte


superior del tren al suelo e incluso por debajo,
incrustando una cuña de energía en la vena terrenal
bajo las vías.

El primer paso fue un éxito. Menou no


necesitaba utilizar la energía de Akari todavía.

Apenas se tomó un momento para respirar,


Menou continuó bobeando energía a través de la
escritura.

Fuerza Guía: Conectar—Escrituras, 8:12—


Conjuración Remota [«Arrodíllate ante la puerta, pues
es el camino hacia el Señor»]

Una puerta de luz se materializo en las vías


detrás del tren, por donde ya había pasado.

~ 288 ~
En lugar de usarse a sí misma como objetivo,
Menou activo el encantamiento en la zona donde
acababa de clavar la cuña en la vena terrenal.

Una vez que se formó rápidamente sobre la vía


detrás del tren, la puerta de luz se abrió lentamente.

Esto creó un poderoso efecto que parecía


atraer todo lo que estaba a su alcance hacia la puerta
abierta.

La puerta de luz era una especie de


encantamiento utilizado para capturar cosas. Al
intentar atraer al tren, que fue designado como
objetivo, el poder brillaba en forma de rayas de luz,
arrastrando al tren en dirección a la puerta.

La atracción de la luz frenó ligeramente el tren.


Sin embargo, el efecto era tan leve que apenas se
percibía. La Fuerza Guía que le quedaba a Menou se
drenaba mucho más rápido de lo que podría reducir la
energía del tren desacelerando.

Pero incluso cuando la energía de su alma se


secó, Menou mantuvo la calma.

—Es tu hora, Akari.

—¡Okay...!

~ 289 ~
Akari cerró los ojos, quizás preparándose para
el dolor.

Con la mayor delicadeza posible, Menou dejó


que los últimos restos de su Fuerza Guía entraran en
Akari a través de sus manos enlazadas.

Fuerza Guía: Conectar—Akari Tokitou—

La resistencia fue casi nula.

Sorprendida por la fluidez de la conexión,


Menou presionó desde el espíritu de Akari hasta su
alma, y luego vino un estremecimiento.

Había algo allí.

Era algo extrañamente nostálgico, pero


innegablemente diferente. En el interior de Akari se
concentraba algo inmenso que debería ser
omnipresente en este mundo, pero no dentro de una
persona.

Un escalofrío recorrió la columna vertebral de


Menou.

~ 290 ~
El ‘algo’ antinatural que le helaba la sangre fue
una Pureza Conceptual. Era tan vasto, profundo y
aterrador que incluso rozarlo de esta manera dejaba
claro que un humano nunca debería tocarlo.

Con la precaución de un funambulista, Menou


aisló con delicadeza el poder que brotaba en la
superficie del cuerpo de Akari, cuidándose de no tocar
la Pureza Conceptual residiendo en su alma.

Extraer [Poder]—

—¡Ah...!

Los hombros de Akari se crisparon. Sus mejillas


se sonrojaron y dejó escapar un cálido jadeo.

—Ah... Menou está... ngh. Dentro de mí...

—¿Te importaría no hacer las cosas tan raras...?

Las reacciones de Akari sonaron


innecesariamente sexuales. Mientras Menou seguía
sosteniendo el encantamiento a distancia, entrecerró
los ojos hacia Akari, cuyo rubor no hizo más que
aumentar.

—P-Peeeero... realmente... me hace


cosquiiiillas...

~ 291 ~
—...bueno, me alegro de que no sea peor que
eso.

A diferencia del habitual enfoque calculado de


Momo, la voz de Akari tenía un tinte de seducción
natural que Menou hizo lo posible por ignorar.

Normalmente, si uno intentaba controlar la


energía de otra persona, no sería raro que ambas
partes acabaran sufriendo un dolor extremo. Era un
proceso que implicaba tocar no sólo el cuerpo, sino el
espíritu, y a veces incluso el alma. Era natural
reaccionar de forma desagradable al estar tan
profundamente conectados, así que las reacciones
extremas eran normales.

Mientras Menou estaba acostumbrada a que su


propio cuerpo, alma y espíritu no opusieran resistencia,
Akari aceptaba la intrusión del poder de Menou con
una falta de resistencia aterradora.

Era una suerte que su reacción no fuera más que


un ‘cosquilleo’, pero eso podría deberse a que la
confianza de Akari en Menou era simplemente así de
profunda.

Desde el fondo de su corazón y desde lo más


recóndito de su alma—su confianza era tan grande que
Menou literalmente podía usarla tanto en cuerpo como
en espíritu.

~ 292 ~
En ese mismo momento, Menou pudo sentir
por sí misma la fe de Akari.

No tenía ni idea de por qué esta chica confiaba


tanto.

Pero como Verdugo, era natural que


aprovechara esa confianza como pudiera. Menou se
concentró aún más.

—Vía Menou—Fuerza Guía: Suplementar—


Mantener Conjuración [«Arrodíllate ante la puerta, pues
es el camino hacia el Señor»]

La puerta de luz que se había formado a sus


espaldas se hizo mucho más grande.

Se había ido empequeñeciendo a medida que


desaparecía en la distancia, pero ahora aumentó
repentinamente de tamaño. La transformación fue tan
rápida que dificultó la medición de la distancia, pero no
fue sólo el repentino crecimiento de la puerta lo que
había cambiado.

El tren disminuía su velocidad con tanta prisa


como si hubieran utilizado los frenos de emergencia.

El retroceso lanzó sus cuerpos en la dirección


opuesta al movimiento del tren. Menou recuperó

~ 293 ~
rápidamente el equilibrio y tiró de Akari para evitar que
la chica se cayera. Por supuesto, lo hizo sin perder la
concentración ni interrumpir el encantamiento. Con la
delicadeza de una araña que teje una delicada tela,
utilizó el poder extraído de Akari para mantenerla.

Era difícil mantener a distancia un


encantamiento creado mediante la vena terrenal. El
encantamiento tenía que ser lo suficientemente
inmenso como para anular la energía cinética del tren,
pero también lo suficientemente delicado como para
que no lo hiciera descarrilar. Y cuanto más lejos
estuvieran de la zona en la que se había instalado el
encantamiento, más difícil sería mantenerlo.

Menou sintió que su cuerpo podría partirse en


dos. Aunque absorbía un poder muy superior a su nivel
de tolerancia, lo controlaba con más precisión que
nunca. El tira y afloja entre estas dos exigencias
desgastó sin piedad su espíritu.

—Ah... nngh...

La presión sobre la voluntad de Menou era tan


fuerte como la fuerza que detenía el tren. Incluso
cuando sobrepasaba los límites de su capacidad para
absorber energía, obligaba a su cuerpo a soportar el
dolor.

El tren fue perdiendo velocidad poco a poco.

~ 294 ~
Ya casi está.

Mientras su conciencia amenazaba con


desgarrarse, Menou miró hacia la parte delantera del
tren sin mover nada más que los ojos. La estación
estaba cerca. Podía ver el otro tren que ya estaba
detenido allí. Menou se esforzó y reunió aún más
energía. No iban a chocar, costara lo que costara.
Apretó la mandíbula lo suficiente como para romperse
los dientes. No había tiempo ni para respirar. Aunque
muera tenía que seguir controlando el encantamiento.

Gradualmente, ¡gradualmente!, las ruedas se


fueron deteniendo—

...y finalmente, el tren se detuvo.

El temido impacto nunca llegó.

—¡Aaaah! —Menou jadeó.

Al soltar el hechizo, todo su cuerpo estaba


empapado de sudor.

~ 295 ~
Comenzó a respirar de nuevo, ya que había
dejado de hacerlo inconscientemente en algún punto
del camino. Cada vez que inhalaba, sus pulmones se
hinchaban. Su visión parpadeaba—debía de tener poco
oxígeno.

Al estabilizar lentamente su respiración, su


visión volvió a la normalidad.

Menou miró hacia delante.

Había menos de un vagón de distancia entre


éste y el siguiente tren.

Desde el interior de los vagones se escucharon


gritos de júbilo. ¿Eran de los pasajeros, de los
maquinistas o de todos ellos? En cualquier caso, se
habían salvado y sus gritos de celebración resonaban.

Los hombros de Menou se hundieron. Liberada


de la tensión que la mantenía en pie, se desplomó y se
encontró con el apoyo de alguien.

Era Akari.

—¡Lo hiciste, Menou!

Esta vez, era Akari quien sostenía a Menou,


apretándola con fuerza.

~ 296 ~
—Sabía que podrías hacerlo. Salvaste a todos
en el tren. ¡Eres la mejor sacerdotisa de la historia!

—...si tú lo dices...

Asintiendo distraídamente ante la excitación de


Akari, Menou bajó la mirada y su expresión se suavizó.
Los conductores y el personal del tren estaban
confirmando que todos los pasajeros estaban a salvo,
ayudándoles a bajar de los vagones y acompañándoles
hacia la estación.

La niña que habían conocido en el andén estaba


entre ellos. De alguna manera, se dio cuenta de que
Menou estaba en el techo y la saludó con una sonrisa
inocente.

—¡Esa niña también está a salvo! ¡Todo gracias


a ti, Menou!

—mmm, supongo...

Saludando con una sonrisa, Menou dejó


entrever una pizca de timidez en su comportamiento
mientras asentía.

—...después de todo, una sacerdotisa debe ser


pura, propia y muy poderosa.

~ 297 ~
Aunque sólo fuera una actuación... Menou se
alegraba de poder decir con orgullo que había salvado
a estas personas.

~ 298 ~
La primera vez que Menou escucho la palabra
‘Japón’, fue durante su formación en el monasterio.

Las elegidas para formar parte de Las Fausto son


siempre mujeres—y también huérfanas.

Una miembro de Las Fausto no puede casarse.


Una vez que una chica se convierte en sacerdotisa,
nunca se le permitirá tener una familia. Si alguna llega
a aspirar al matrimonio, deberá renunciar a su cargo. La
razón oficial era que las sacerdotisas tenían que
dedicarse por completo al Señor, pero estas
restricciones no eran más que una medida para
prevenir cualquier parcialidad que pueda surgir debido
a la familia.

En cualquier caso, existía un monasterio que


recogía y entrenaba a las niñas con un rendimiento
especialmente alto. Se trataba del cuartel general de
Las Fausto, quienes dominaban todo el continente.
Situado en lo más profundo de la tierra sagrada, estaba
aislado del mundo exterior.

Cuando la joven Menou fue llevada a este


monasterio por su Maestra, lo que le espero fue una
vida difícil.

~ 299 ~
El entrenamiento intensivo estaba destinado a
cultivar las habilidades físicas y mentales de las jóvenes.
Esto incluía una rigurosa formación en el arte del
engaño, la supervivencia y muchas otras especialidades.
Se dedicaban a estudiar a fondo todas las culturas,
materias y habilidades imaginables; pocas no eran las
estudiantes que desertaban al ser incapaces de seguir
el plan de estudios. Menou nunca fue especialmente
talentosa, pero aguanto todos los días que pudo en esa
abadía inflexible.

Allí la instruyeron a fondo sobre una nación


conocida como Japón.

Cuanto más aprendía sobre ese lugar, más


extraño le parecía.

Sus sistemas eran mucho más complejos que los


de cualquier sociedad que había encontrado en el
camino hacia este monasterio, y sus artes y tecnologías
únicas no mostraban ningún ápice de magia. Todo
parecía tan desconocido que, cuando descubrió que se
encontraba en otro mundo, tuvo mucho sentido.

Sin embargo, cuando les dijeron que las


personas de ese lugar eran consideradas tabúes de
extremo peligro, el joven Menou se sintió confundido.

—¿Y están prohibidos? ¿...así que las personas


que vienen de allí no pueden volver?

~ 300 ~
—Esa es una buena pregunta, Menou.

Recordando a la chica que redujo su ciudad a


blanco puro, Menou miró a su Maestra, la alta
sacerdotisa pelirroja.

—¿Los Errantes que son invocados aquí pueden


volver a su mundo? La respuesta se encuentra en la
antigua civilización en la que la humanidad alcanzó una
vez su máxima gloria.

—Cierto.

Hace mucho tiempo, antes de que los


estamentos sociales se dividieran en tres y el Señor
pusiera en marcha la actual estructura del mundo,
hubo una época en la que floreció la cultura humana.
Esta antigua civilización conquistó la tierra, atravesó los
mares e incluso se aventuró hacía los cielos y más allá
de las estrellas.

—Su cultura era tan avanzada que se decía que


nada era imposible. Esa prosperidad se logró con la
ayuda de muchos Errantes y, lo que es clave en todo
este desastre, con el uso deslenguado del mayor de
todos los tabúes–las Purezas Conceptuales.

La civilización que había colaborado


activamente con los Errantes, haciendo avances

~ 301 ~
culturales basados en el conocimiento que compartían
y con la ayuda de encantamientos extraídos de la
Dimensión Conceptual, fue un día destruida por cuatro
Errores Humanos.

Espada de Sal. Crepúsculo Estelar. Pandemónium.


Sociedad Mecánica.

Estas enormes calamidades, conocidas como


los Cuatro Mayores Errores Humanos, dejaron graves
cicatrices en el planeta que perduran a día de hoy.

—La antigua civilización alcanzó un nivel de vida


increíblemente alto, pero dependían demasiado de los
Errantes. Tanto es así que el lenguaje de este mundo
llegó a volverse uno con su lengua materna.

La Maestra frunció los labios.

Esa civilización había caído hacía bastante


tiempo, pero demostró cuan valiosas podían llegar a
ser las Purezas Conceptuales y los conocimientos de los
Errantes. Los artefactos supervivientes de aquella
época se conocían como ‘reliquias antiguas’ y eran muy
apreciados. La mayoría de ellos eran tratados como
obras de arte, pero los pocos que aún eran funcionales
se consideraban tesoros nacionales.

~ 302 ~
—E incluso en aquella época donde todo era
posible, se consideraba imposible regresar a un Errante
a su mundo.

En otras palabras, aunque los que venían de


Japón no querían ser traídos aquí, no había forma de
enviarlos de vuelta.

—Tan pronto como llegan a este mundo, una


Pureza Conceptual se acopla a sus almas. No pueden
volver a casa. Así que la única solución es matarlos.

—¿Pero esas personas son malas?

—¿Verdad que es jodido? Estoy segura de que


algunos son malos, pero por lo que sé, la mayoría son
buenas personas.

—¿Entonces la ideología de su mundo es


peligrosa?

—No. Su mundo tiene muchas creencias


diferentes, igual que el nuestro.

—¿Entonces por qué? Seguramente, debe


haber alguna otra alternativa además de matarlos, ¿no?

—No, no la hay.

~ 303 ~
La Maestra, que estaba a cargo de este singular
monasterio que entrenaba a las Verdugos, ni siquiera se
detuvo a reflexionar su respuesta.

—¿Por qué los matamos? Porque somos los


villanos.

Habló de forma fría, como si quisiera inculcarle


su verdad a la joven.

—¿Por la justicia? ¿Por la fe? ¿Por el Señor? ¡¿Por


la paz?! No son excusas. Lo que hacemos no es justo.
No hay recompensa al final. Ningún elogio lo vale.
Nadie nos llorara. Y los que sobrevivan solamente nos
recordaran con odio y resentimiento. Algún día,
agotaremos nuestra utilidad y seremos arrojados a un
lado. Esa es la clase de villanos que somos.

La Maestra se inclinó cerca y susurró al oído de


Menou.

—Así que mátalos.

Para grabarlo en su joven corazón, en su carne


y en la médula de sus huesos.

—Tanto si el objetivo es bueno como si es malo,


mata todo lo que lleve una Pureza Conceptual. Mátalos
a todos, por cualquier medio que sea necesario. Engaña.
Cógelos por sorpresa y elimínalos. Tiéndeles una mano

~ 304 ~
y extermínalos. Ofrece indicios de amistad y
destrúyelos. Susurra palabras de amor y mátalos.
Utiliza todos los métodos cobardes, rastreros y
escabrosos a tu disposición. Sigue matando,
manchando tus manos de barro y sangre hasta el día de
tu muerte.

Era una lección extraña.

No por el bien del mundo, ni por la paz, ni por su


gran Señor, ni siquiera por Las Fausto. La Maestra no
ofreció ninguna palabra de consuelo hacia el horrible
hecho.

Matamos porque somos los villanos.

Una lección sobre que nunca podrás justificar


tus acciones, y que sería difícil de aceptar para
cualquier persona normal.

—Recuerda tu ciudad natal. Eso es lo que hacen


los Errantes.

Tras recibir tan inusual discurso, Menou se


sentó en un silencio reflexivamente durante un
momento, y de repente sacó a relucir un tema
totalmente diferente.

—Maestra, ¿conoce a la niña que vino hace


poco, y que es sólo dos años más joven que yo?

~ 305 ~
—No.

—Ya veo. Es muy linda.

Había una linda niña de cabello esponjoso que


acababa de llegar al monasterio.

Menou recordó su cara tras haberla visto ayer.

—Verá, llora mucho.

—¿...y qué?

Que los niños lloraran durante el entrenamiento


probablemente no era nada extraño para la Maestra.
Se veía desinteresada, pero Menou no le dio
importancia.

Había algo más que preocupaba a Menou.

Esa niña siempre lloraba al final de cada


entrenamiento o lección.

Odio este lugar. No quiero luchar. Aquí todo el


mundo tiene unos cuantos tornillos sueltos.

Seguía llorando, aunque el hecho de estar aquí


debía significar que no tenía otro lugar al que llamar
hogar.

~ 306 ~
Cada vez que Menou se acercaba a ella, la niña
la alejaba llorando. Cuando intentaba tenderle una
mano para consolarla, ella gritaba “—¡No me toques!”
y la apartaba de un manotazo. La muchacha miraba a
Menou cada vez, diciendo que odiaba a cualquiera que
aceptara la idea de asesinar, rechazándola una y otra
vez.

Sin duda, esa niña odiaba a Menou.

Lo único que podía hacer Menou era sentarse


cerca hasta que la chica dejara de llorar.

Pero cuando escuchó sus quejas, Menou no


pudo evitar pensar que la niña tenía toda la razón.

—Creo que cualquiera se opondría a matar


inocentes. Es perfectamente natural llorar ante la idea
de convertirse en un asesino de inocentes.

—¿...y? —La Maestra parecía menos interesado


a cada segundo, pero Menou continuó.

—Todas queremos ser alabadas, y amadas, y


aceptadas, o al menos eso es lo que pienso. Pero si
matamos a personas buenos, entonces perdemos ese
lujo.

—......

~ 307 ~
No se trataba sólo de la chica del cabello
esponjoso.

Nadie en esta institución quería convertirse en


asesina.

¿Dejarían de llorar y se volverían inexpresivas?


¿Se engañarían a sí mismas poniendo una sonrisa
sarcástica? ¿Se dedicarían a su fe y confiarían en que
estaban haciendo lo correcto?

Los corazones de las chicas deambulaban en


muchos caminos diferentes, pero todas compartían un
mismo sentimiento.

No querían matar personas.

Por eso; ¡precisamente por eso!, tenían que


cambiar.

—Sólo una mala persona mataría a una buena


persona que no ha hecho nada malo.

Incluso Menou, cuyos recuerdos fueron


blanqueados, entendía eso.

—Entonces, Maestra...

~ 308 ~
¿Todavía vas a seguir quejándote? La Maestra
parecía disgustado, pero luego su rostro se congeló
cuando Menou continuó.

—...mataré a más de esas entidades prohibidas


que nadie; a todas las que pueda.

La Maestra la miró boquiabierta.

Menou le devolvió su mirada y explicó su lógica.

—Estoy segura de que aquí nadie quiere


asesinar inocentes. Todas son personas normales.

No como yo.

No eran como Menou, que perdió su ciudad


natal y sus recuerdos, y que no tenía nada valioso a lo
que llamar suyo.

Todas estas niñas tenían pasados—aun


conservaban mucho más que un nombre.

—Así que mataré por ellas. Si no hay de otra,


matare a tantos como pueda para que no tengan que
mancharse las manos.

Así, las demás no se verían obligadas a matar


personas inocentes, o al menos no tan a menudo.

~ 309 ~
Menou había tomado una decisión.

No tenía el poder de cambiar el mundo, pero sí


podía ensuciarse las manos por otras personas.

—Seré pura, propia y muy poderosa. Me


convertiré en una villana.

—¡Ja...!

La Maestra se echó a reír.

—¡Ah-ha-ha! ¡Bah-ha-ha! ¡JA-JA-JA-JA-JA! ¡¿A


tantos como puedas?! ¿En lugar de los demás? ¿Tu?
¿Matar? ¡Bah-ha-ha! Ja-ja-ja... en serio eres una
completa idiota.

Dejó de reírse de repente y se inclinó hacia


Menou.

—Menou, tu habilidad para los encantamientos


no es nada especial entre las candidatas que han sido
elegidas para este monasterio. Estas por debajo de la
media.

—Sí, señora.

—Tu potencial físico es aún más bajo. No estas


al fondo, pero ni siquiera te acercas a la media.

~ 310 ~
—Sí, señora.

—En cuanto a tu memoria, comprensión,


reacción, capacidad de adaptación... tu cabeza no está
nada mal, pero en este aspecto, simplemente eres una
mediocre. Hay muchas chicas más inteligentes que tú.
Y tu fe tampoco es profunda. Promedio.

—Sí, señora.

—Tu cara no está mal. Probablemente crecerás


siendo hermosa, lo suficiente como para poder
conquistar a tus objetivos, tanto hombres como
mujeres. Por encima de la media.

—Sí, señora.

—Para resumir, ligeramente por encima de la


media. Un punto de partida bastante mediocre, ¿no
crees? ¿Y dices que llegarás a ser tan fuerte como yo?

—Sí, señora.

—Ya veo. Entonces te enseñaré todo lo que sé.


Todo lo que soy. ¿Entiendes?

—Sí, señora. —Menou la miró fijamente a los


ojos.

~ 311 ~
La Maestra era una instructora de Las Fausto,
anteriormente conocida como la Verdugo Flare.

Ella cazó más tabúes que nadie, lo que la


convirtió en una leyenda viviente.

—Maestra, por favor, conviértame en una


Verdugo.

—Muy bien. Te entrenaré para que te


conviertas en una de primer nivel.

Abrió la boca de par en par y se echó a reír,


pareciendo genuinamente entretenida.

—Absorberás todo lo que soy con esa alma y


espíritu blancos que tienes. Y si algún día todo lo que te
enseñe acaba rompiéndose por la felicidad, y todavía
consigues sobrevivir... bueno, supongo que entonces
me abras superado.

—Sí, Maestra.

—Bah-ha-ha, buena respuesta. Primero,


aprenderemos a utilizar la Fuerza Guía para camuflarse,
a ver si así hacemos algo con tu horrible manejo sobre
tus poderes.

Puso su mano a medias sobre la cabeza de


Menou.

~ 312 ~
—Y también deberías arreglar tu cabello. A
menudo, las mujeres pueden ganarse a un objetivo sólo
con su aspecto. Tu aspecto es un arma. Así que es
importante tener elegancia.

—Sí, señora. Con elegancia. Ya veo.

Así, Menou iba a renacer como Flarette, la


máxima creación de su Maestra.

~ 313 ~
En la Antigua Capital...

—LLEGAREMOS GARM EN BREVE. TODOS LOS PASAJEROS,


POR FAVOR PREPÁRENSE PARA LA LLEGADA.

—Mmn...

La voz despertó a Menou de su sueño.

Se sintió como si hubiera estado soñando con el


pasado, pero los recuerdos que había estado
reviviendo la abandonaron al despertar.

Se encontraban en el vagón económico. El tren


llegaría a su última parada en breve; los conductores
iban de un lado a otro para comprobar cada vagón.

Akari ya se hallaba agotada, y hasta Menou


acabó cayendo en un profundo sueño luego de todo lo
ocurrido. Mientras parpadeaba aturdida a su alrededor,
vio que los demás pasajeros empezaban a recoger sus
pertenencias.

Tras el incidente con los terroristas, los


pasajeros fueron trasladados a otro tren.
Una vez que todos se calmaron, Menou y Akari
pasaron la noche en los asientos del vagón económico
del nuevo tren. Les ofrecieron mejores asientos como
agradecimiento por sus actos, pero Menou se negó
firmemente. Le preocupaba la idea de acabar en el
mismo vagón que Ashuna.

A partir de ahí, las cosas se desarrollaron sin


problemas, y finalmente llegaron a Garm. Lo más
probable es que Momo haya tomado un tercer tren
diferente.

Akari estaba apoyada en Menou mientras


dormía. Su pelo negro, algo largo, hacía cosquillas en el
cuello de Menou, mientras sus largas pestañas se
agitaban en su sueño.

Se hallaba totalmente indefensa.

Estaba claro que confiaba plenamente en


Menou. Sería una locura dudar de ello después de que
fueran capaces de conectarse tan fácilmente a través
de la Fuerza Guía.

Al sentir el peso y el calor de la dormida Akari


contra ella, Menou no pudo evitar preguntarse el
porqué.

...nos conocimos hace tres días.

~ 315 ~
Pero la sensación no era mala.

Menou contempló el dulce rostro durmiente de


Akari durante un momento antes de sacudirle
suavemente los hombros.

—Despierta, Akari. Ya casi hemos llegado.

—¿Qué...? Oh... mm'si. ¿Amaneció?

—Sí, así es. Buenos días, dormilona.

—Awww, vamos. ¿Por qué tiene que terminar la


noche? Quiero dormir más... así que sí, buenas noches,
Menou. Zzzz...

—¡No seas idiota! Despierta.

—¡¿Phweee?!

Cuando Akari empezó a dormitar de nuevo,


Menou pellizco su mejilla. Akari chilló, pero Menou la
ignoró y empezó a recoger sus cosas.

Finalmente despertó, pensó Menou mientras


Akari bostezaba y se estiraba.

—Ahhh... así que estamos a punto de llegar a


ese sitio Garmu o como se diga, ¿huh?

~ 316 ~
—Efectivamente. Echa un vistazo. —Menou
señaló la ciudad, que era visible a través de la ventana.

El tren se acercaba a toda prisa a una ciudad


erigida en su gran mayoría sobre piedra. En el corazón
de la ciudad se encontraba el antiguo castillo real y una
gran catedral. Ambas estructuras eran magníficas y
cargaban con un valor histórico inconmensurable, pero
la característica más famosa de la antigua capital era la
aglomeración de Luz Guía que se elevaba a un lado de
la ciudad.

—¡Guau! ¿Qué diablos es eso? ¡Es tan brillante!


¡Es como el sol!

—Heh. ¿Impresionante, verdad?

Akari olvidó su somnolencia y exclamó


encantada, a lo que Menou sonrió con orgullo.

La luz parecía alcanzar los cielos. Era el


resplandor de la barrera producida por la vena astral.
Uno de los mayores logros de la iglesia en materia
tecnológica mediante la Fuerza Guía. Extraía energía de
la vena terrenal y la conectaba con la vena celestial,
protegiendo así los asentamientos humanos de la
Frontera Salvaje.

~ 317 ~
Escudado por la luz resplandeciente, el punto
de partida de la ruta de peregrinación fronteriza era
también la antigua capital del Reino Grisarika.

—Eso es la antigua capital, Garm.

Habían llegado al destino donde Akari iba a ser


asesinada.

***
La antigua capital, Garm.

Se trataba de la antigua capital real del Reino de


Grisarika y seguía siendo una ciudad importante en los
límites con la Frontera Salvaje. Garm era una ciudad
muy segura, conocida por sus hermosas vistas. Por ello,
recibía muchos turistas cada año. Una vez que subieron
al andén, Menou señalo con confianza el camino por la
calle principal y atravesaron una plaza con fuentes, en
dirección a la catedral en el distrito central. La
arzobispa Orwell debería estar allí para recibirla.

Siguiendo a Menou, Akari observó las


estructuras de piedra con los ojos brillando.

—¡Menou! ¡¡Hey, Menou!! ¡Tengo muchas ganas


de hacer turismo!

~ 318 ~
—Está bien. Si nos queda tiempo. Pero tenemos
cosas que hacer ahora, así que tendrás que esperar
hasta más tarde. Difícilmente podremos hacer turismo
sin asegurarnos un hotel.

—¡Más tarde será! ¿Es una promesa, vale? Como


una cita. Así que no puedes romperla.

—Sí, sí.

Esta chica sí que es hiperactiva, pensó Menou


mientras respondía distraídamente. ¿Es porque la
ciudad era muy pintoresca, o simplemente porque ella
suponía que volvería pronto a Japón? Sea como sea, la
Errante estaba tan inquieta que acabaron cogidas de
las manos.

Por lo demás, Menou temía que Akari se


perdiera si le quitaba los ojos de encima por un
segundo. Cada vez que podía, Akari la arrastraba de las
manos para contemplar alguna vista. Menou se sentía
como si estuviera sacando a pasear a un perro
especialmente grande.

—¡Wow, Menou! ¡Ese edificio es tan bonito! ¡Es


un castillo! ¿Podemos entrar ahí?

—Ah, ese es el antiguo castillo real.

~ 319 ~
Akari señalo emocionada un castillo rodeado
por un foso. En la actualidad, una parte estaba abierta
al público para fines turísticos, mientras que las otras
zonas se utilizaban como base de operaciones para que
la Orden de los Caballeros llevara a cabo sus labores.

Ese era el último lugar al que Menou quería


acercarse en esta ciudad.

—Aquí se encuentra nuestro negocio. Ese lugar


no está en el camino.

—Awww, c'mooon...

Menou arrastró a la chica reticente. Al poco


tiempo, llegaron a una catedral angular hecha de
piedras canicies.

Tenía una torre de reloj y un fino campanario,


desde el que se extendían los transeptos en todas
direcciones. Se trataba de una iglesia de gran valor
histórico; la cúspide de un estilo arquitectónico que
había prosperado aquí hace unos cien años.

—Ooh, este lugar también es bonito.

—Estamos aquí por negocios, no para pasar el


rato. Pero el interior es aún más impresionante que el
exterior, así que tal vez podamos echar un largo vistazo
después.

~ 320 ~
—¡Kay!

Una vez entraron, fueron escoltadas al interior


de la catedral, por lo que Orwell debía haber avisado de
la situación con antelación.

De hecho, la ornamentación del interior era aún


más detallada que la del exterior. En lo alto había un
techo arqueado, con imágenes decorativas de vidrieras
alrededor. Tenía una presencia formidable, pero estaba
tan finamente hecha que los detalles eran muy
pronunciados.

—Whoooa... que cool...

—Cierra la boca, Akari. Te vez como una idiota.

Akari tenía la boca abierta, pero la cerró de


inmediato cuando Menou la regañó.

—¿Una idiota, huh...? Sabes, a veces puedes ser


muy mala, Menou. A pesar de que me gustas tanto,
¡taaaaaanto! Creo que podrías demostrarme un poco
más de amor de vez en cuando.

—No comprendo exactamente a cuanto te


refieres con ‘taaaaaanto’, pero sólo soy mala cuando te
comportas como una idiota.

~ 321 ~
—Waaah. ¡¿Cómo puedes ser tan mala conmigo
cuando me voy a casa pronto?!

—Solo me estoy comportando como mi yo


habitual. Siempre me comporto como mi yo habitual.

El par continuo con sus bufonadas mientras


caminaban por la iglesia.

—Pero no te equivocas. Este lugar es realmente


extraordinario. A decir verdad, es la primera vez que
entro–ciertamente es abrumante.

Aunque parecía que Menou estaba de acuerdo


con Akari, en realidad contemplaba algo muy diferente.

Dado que Menou tenía un profundo


conocimiento en las materias de la conjuración como la
crestología, la materialogía y los encantamientos
mismos, podía comprender desde una perspectiva
empírica lo increíble que era esta catedral. La detallada
construcción ciertamente contaba con un atractivo
estético y un estilo arquitectónico histórico.

Sin embargo, era algo más que una bonita vista.

Esos detalles tenían un uso muy práctico.

La catedral también servía como refugio de


evacuación de emergencia. Si se activaban las crestas

~ 322 ~
para encantamientos que parecían ser decoraciones,
probablemente se convertiría en una fortaleza
inexpugnable. Además de crear una barrera alrededor
del muro exterior, también creaba límites interiores.
Inspeccionando la construcción de las crestas por pura
curiosidad, Menou siguió caminando mientras eso las
condujo a una sala cerrada al público.

Dentro las esperaba una anciana escoltada por


una joven sacerdotisa.

La anciana llevaba una túnica de sacerdotisa


confeccionada con una gruesa tela blanca, bordada
con hilos de oro. Sabiendo que solamente una persona
con el cargo de arzobispa estaba autorizada a llevar esa
ropa, Menou inclinó la cabeza en señal de reverencia.

—Arzobispa Orwell. Es un honor que nos


salude.

Ya se habían comunicado antes a través del


altar, pero ésta era la primera vez que Menou la
conocía oficialmente en persona. Siguiendo el ejemplo
de Menou, Akari se apresuró a agachar la cabeza.

—El placer es mío. Entiendo la situación, así


que, por favor, déjamelo todo a mí. Nos ocuparemos de
las cosas enseguida... señorita Akari, entiendo que ha
pasado por una desgracia, pero por favor, descanse
tranquila hoy.

~ 323 ~
—¡Gr-Gracias!

Evidentemente, al sentir la solemnidad de la


arzobispa, Akari respondió con una voz aguda y
nerviosa.

Orwell sonrió cálidamente en respuesta, y luego


dirigió su atención a Menou.

—Señorita Menou, una vez que la ceremonia


para enviar a la señorita Akari a casa haya terminado,
¿qué piensa hacer? Si desea embarcarse en una
peregrinación a través de la frontera, podemos
hacernos cargo de sus gastos de viaje.

—Usted... ¿¡Usted haría eso!? ¡¡MUCHÍSIMAS


GRACIAS...!!

—Ni lo menciones. La ceremonia estará lista


pasado mañana. Me encantaría sentarme a charlar
contigo antes de eso.

—Sí, por supuesto.

Ya que Akari estaba presente, la historia oficial


era que estaban preparando una ceremonia para
enviarla de vuelta a su mundo, pero en realidad, el plan
seguía siendo el mismo.

~ 324 ~
Menou ya había sido informada de que se
necesitaría tiempo para preparar la ceremonia.
Mientras ella inclinaba la cabeza profundamente,
Orwell sonrió.

—Y una cosa más, señorita Menou. Incluyendo


el día de hoy, se quedará aquí en la ciudad unos tres
días, ¿no? Tengo una petición que me gustaría hacerle,
si no le importa.

—N-No hay problema...

***
Mientras la sacerdotisa que atendía a la
arzobispa presentaba algunos documentos, Menou
dejó escapar un suspiro.

No es de extrañar que se haya convertido en la


supuesta arzobispa benévola. Estaba claro que no era
el tipo de persona que daba cosas gratis. Sin embargo,
Orwell tuvo la amabilidad de facilitarles un hotel
durante su estancia en Garm.

El hotel prestaba y gestionaba antiguos


monasterios e iglesias que habían sido remodelados
para tales fines. Por lo general, alojarse en edificios tan
culturalmente ricos resultaba considerablemente caro.
Pero Menou y Akari se alojarían allí gratis.

~ 325 ~
—Realmente no tenía que hacer esto...

De todas sus misiones como una Verdugo,


Menou nunca se había alojado en un lugar tan lujoso.

Las Verdugos de la tierra santa eran vistas por


otras parroquias como parásitos. Aunque tenían el
mismo rango entre Las Fausto, era innegable la
naturaleza sucia de las misiones que se les
encomendaban. Y como a menudo estos trabajos
ilícitos requerían gastos adicionales, no era muy
extraño que las cadenas de mando locales de algunas
zonas demuestren abiertamente su desprecio.

Lo normal es ser ignorada; ese simple trato sería


preferible, pero ahora Menou estaba siendo alojada en
un hotel de lujo, atendida con una sonrisa, y se le daba
plena cooperación en su misión.

Inaudito.

Sin embargo, una cierta idiota sacudía los


hombros de Menou, ajena a su estado de ánimo.

—Oye, ¿podemos dar un paseo ahora?


¿Menooou? Vamos, ¡vamos! Todavía es pronto para la
noche. Somos jóvenes, así que nuestra noche acaba de
empezar, ¿cierto? ¿Cierto?

~ 326 ~
—¡Deja de sacudirme ya! Hoy no. Tengo que
escribir una lista de gastos para mi peregrinación.

—¡Awww, vamos! ¡Vayamos a divertiiiirnos!


¡Quiero salir contigo, Menou...! ¿No quieres salir
conmigo?

—Quiero calcular mis gastos. De verdad. Estoy


desesperada.

—Mrr...

La expresión de Akari pasó de la súplica al


puchero, pero Menou no le prestó atención, mirando
en cambio el mapa. Iban a proporcionarle los gastos. Lo
cortés era presentar una proyección completa.

Ignorada por completo, Akari se retorció en la


cama.

—Menou, eres tan tacañaaaa... ¿Qué te ha


pedido esa vieja que hicieras?

—Nada demasiado importante.

—¿De verdad? Pero si lo haces, te darán dinero


para... lo de la ruta de peregrinación fronteriza, ¿no?

—Sí. Cruzar la frontera significa pasar por la


Frontera Salvaje, así que es bastante difícil.

~ 327 ~
Menou le explicó a Akari a medias mientras
calculaba los fondos necesarios para una peregrinación
a través de la frontera.

—Has mencionado esa cosa de la Frontera


Salvaje en el tren, ¿verdad? ¿Qué es exactamente?

—Básicamente, es un término acuñado para


referirse a las zonas en las que los humanos no pueden
establecerse. Son entornos peligrosos, pero hay un
camino relativamente seguro conocido como la ruta de
peregrinación. Por otro lado, los lugares donde la
humanidad ha podido asentarse y crear una comunidad
se conocen como ‘naciones’... pero tú vas a volver
pronto a tu propio mundo, así que no tienes que
preocuparte por todo eso.

—Claaaaro...

El tema debió de complicarse demasiado,


porque Akari no hizo más preguntas. Probablemente
sólo quería la atención de Menou y no le importaban
mucho los hechos reales.

—Pero si no vamos a hacer turismo, supongo


que me daré un baño.

—Que lo disfrutes. Es bueno que cada


habitación aquí tenga su propia bañera y ducha.

~ 328 ~
—Sí. Oh, ya sé. ¿Por qué no te bañas conmigo?
Podemos lavarnos la una a la otra.

—¿Lavarnos la una a la otra? Escucha...

Akari parecía haber ideado un plan genial.


Menou dejó escapar un suspiro.

—Sabes, no es la primera vez que me doy


cuenta, pero... realmente deberías tener más cuidado
al acercarte a las personas. Lo sabes, ¿verdad?

—¿Huh? Nah, en realidad no.

Sólo se conocían desde hacía menos de tres días


y, sin embargo, Akari la invitaba a tomar un baño.
Menou siguió con su trabajo, pero la cara de Akari
estaba de repente muy cerca de la suya.

—Te lo dije cuando nos conocimos, ¿recuerdas?


Que se sentía como el destino.

Menou la miró dubitativa, sorprendida por su


expresión.

La chica se veía sorprendentemente seria.

—Si crees que me comportaría así con


cualquiera, estás muy equivocada. Sólo intento

~ 329 ~
acercarme a ti porque me gustas mucho, Menou.
Además, pareces el tipo de chica que no se daría cuenta
de los sentimientos de alguien a no ser que se te echara
en cara.

—Eso no es... ¿verdad?

—¿Ah, sí?

Akari entrecerró los ojos y frunció los labios.

—Entonces, ¿sabes cómo me siento ahora


mismo? ¡Quiero pasar el poco tiempo que me queda
aquí estando cerca de ti! ¿Lo entiendes, Menou?

—Sí. Ve a bañarte, por favor. Sola.

—¡Hmph! ¡Densa!

¿Por qué esta chica insiste en bañarse con alguien


que acaba de conocer? ¡Incluso se está poniendo triste!
Menou la espantó con una mano.

Realmente, el cariño de Akari hacia su persona


era un misterio.

Podía entender el apego de Momo, ya que se


conocían desde hacía mucho tiempo, pero ella y Akari
llevan juntas menos de una semana. Desde el momento
en que se conocieron, el afecto completamente

~ 330 ~
desprevenido de Akari por ella le pareció
verdaderamente extraño.

—El destino, dice...

¿De dónde sacó esa idea? Menou siempre


intentaba ser sociable con sus objetivos en una misión,
pero nunca se había encontrado con alguien tan
agresivamente amistoso. Akari parecía creer de verdad
en cosas como el destino, pero Menou no podía
entender el razonamiento que había detrás de su
determinación ciega, por mucho que lo intentara.

—Seguramente debe haber alguna razón...

Pero como no podía entenderlo, no podía evitar


sentir curiosidad.

Aun así, a lo mejor no había necesidad de


preocuparse por más tiempo. Menou recogió los
documentos de Orwell y los miró de nuevo.

Además de la petición de la arzobispa, contenía


detalles sobre la ceremonia de destrucción de Errantes.
No habían podido discutir esta información en persona,
ya que Akari estaba allí.

—...parece que todo debería terminar como


estaba previsto.

~ 331 ~
Eso era algo bueno, así que ¿por qué se sentía
un poco triste por ello?

Una vez que oyó correr el agua de la regadera,


Menou salió al balcón.

Sin embargo, no fue para respirar aire fresco.

—¡Senpaaaai!

Tal y como Menou sospechaba, Momo apareció


de la nada y se aferró a ella.

Se trataba de un balcón del tercer piso, pero


Menou no se sorprendió cuando su asistente la abrazó
con fuerza.

—¡Tu Momo estaba taaaan preocupada por


dejarte en ese tren que casi se muere de la soledaaaad!

—Buen trabajo ahí atrás. Y me sorprende que


supieras dónde encontrarme.

—¡Por supueeeesto! ¡Siempre te encontraré, ya


sea a través de un incendio, una inundación o incluso
en la Frontera Salvaje, senpaaai!

Sólo había pasado un día desde la última vez


que se vieron, pero Momo se frotó la cara contra

~ 332 ~
Menou como si fuera un reencuentro largamente
esperado.

—Ahhh. No puedo creer que hubiera terroristas


en nuestro treeeen. Oh, escucha esto, senpaaai. Una
maldita princesa caballero llamada Ashuna apareció, y
era incluso peor que los terroristas. Momo trabajó muy
duro para mantenerla alejada de ti, senpaaaai. Esa
princesa engreída tiene instintos tan agudos como los
de la Maestra. Era un dolor tan grande que quise
aplastarla hasta la muerte, pero me contuve. En lugar
de eso, terminé nuestra pequeña pelea y me fui
corriendo. ¿No estás orgullosa de mí?

—Sí, sí. Muy bien.

—Hee-hee.

Menou acarició el esponjoso pelo de Momo, y


las mejillas de ésta se sonrojaron de alegría.

—Estoy tan feliiiiz. Tu sabeees que básicamente


vivo para tus elogios.

—Muy bien, muy bien. Entonces, Momo, ¿te


importa si te pido un favor?

Una vez que Momo se calmó un poco, Menou


sacó los documentos que recibió en la iglesia, así como

~ 333 ~
un informe que relataba los acontecimientos en el tren
desde su perspectiva.

—...por fin nos reunimos, ¿y yaaaa quieres


hablar de trabajo? Eres tan cruel.

—Bueno, estamos en medio de un trabajo


ahora mismo. No puedo evitarlo.

Momo hizo un pequeño puchero, pero esta era


una petición directa de la mismísima arzobispa. Orwell
estaba proporcionando fondos para que Menou
cruzara la frontera, e incluso llegando a falsificar
documentos para ella. Dado que tenía una deuda con
alguien en una posición superior, Menou no podía
negarse a su petición.

El ceño de Momo se frunció mientras aceptaba


los documentos y empezaba a examinarlos.

—¿Una serie de desapariciones, no? ¿Y las


víctimas son todas mujeres jóvenes? Quizás es un caso
de tráfico de personas.

—Ese no parece ser el caso. Ya han investigado


los alrededores de los burdeles y no han encontrado
nada raro.

La petición de Orwell era una investigación


sobre la racha de desapariciones que se estaban

~ 334 ~
produciendo en esta ciudad, la cual ya había
mencionado anteriormente en su llamada mientras
Menou se encontraba en la capital real.

—Hay un número considerable de personas


desaparecidas, y ninguna de ellas ha sido encontrada.
No es de extrañar que la arzobispa esté tan
preocupada.

—¿Y si son paganos tratando de reunir


sacrificios para invocar a un demonio?

—Parece que podría estar relacionado con un


Pecado Original Conceptual, pero no tenemos suficiente
información para asegurarlo todavía.

—Veeeerdad. Entonces, ¿esto no entra dentro


de los deberes de los caballeros? ¿Por qué nos lo pediría
la arzobispa? ¿Y, de todos modos, como espera que lo
resolvamos todo en tres días...?

—No espera que lo resolvamos–ella dice que


sólo quiere una perspectiva diferente. Y si no
encontramos nada, no pasa nada.

Las quejas de Momo eran correctas, pero


Orwell parecía ser plenamente consciente de todo ello.

Una Verdugo debe tener una perspectiva


diferente a la de los caballeros y sacerdotisas ordinarias.

~ 335 ~
No cabe duda de que la arzobispa le pidió este favor a
Menou con la esperanza de poder descubrir alguna
nueva pista.

Después de todo, este incidente estaba


ocurriendo justo en su patio. No era de extrañar que
estuviera dispuesta a probar cualquier medio.

—Entoooonces, ¡simplemente déjalo pasar!

—No puedo hacer eso. Se lo debo.

—Waaah. A veces eres diligente hasta el


hartazgo. Esta ciudad limita con la Frontera Salvaje, así
que un poco de crimen es inevitable, si me preguntas.
Ah, entonces, ¿qué vas a hacer mañana?

—Er, mañana...

Menou tenía planes en marcha, pero miró hacia


otro lado con culpabilidad.

—Estaré... haciendo turismo... con Akari.

—.................

La mirada de Momo fue indescriptible.

Los documentos que tenía en la mano se


arrugaron mientras apretaba su puño. Incluso sin

~ 336 ~
mirarla a los ojos, a Menou le entró un sudor frío bajo
la presión de la férrea mirada de Momo. Miró con
cuidado a cualquier otra parte.

La verdad es que Menou se sentía mal por


hacerse la tonta mientras presionaba a su ayudante.

—Claro, por supueeeesto. Después de todo,


hay que vigilarla. Lo entiendo. Si las mujeres jóvenes
están siendo secuestradas en esta ciudad ahora mismo,
no podemos tener a Tetas McGee deambulando sola
por ahí. Y desde luego que no puedes investigar estos
incidentes con una chica tan inúuuutil a tu cargo.

—E-Eso mismo. Me alegro de que lo entiendas,


Momo. ¡No esperaba menos de mi querida asistente!

—Asiiii mismo.

Mientras Menou hablaba con demasiada


rapidez, Momo la agasajó con una encantadora sonrisa.

—Momo te quiere taaaanto, senpai, así que


haré todo lo que me pidas... y acabaré con esta
investigación en un santiamén, ¡sólo tienes que
esperaaaar!

Para bien o para mal, Momo se veía acelerada,


como si estuviera calentando para un maratón. Eso

~ 337 ~
solo hizo sentir peor a Menou, pero se apresuró a
cambiar de tema.

—La arzobispa va a preparar la sala de


ceremonias para solucionar el problema de Akari. Dice
que estará lista para pasado mañana.

—¿Ohhh? La arzobispa de esta nación es


realmente cooperativa. Una ceremonia para matar
Errantes... nunca había oído hablar de algo así.

—Yo tampoco. Pero supongo que es porque la


política general de la Maestra era que lo
descubriéramos por nuestra cuenta.

—Ahhh si... que mujer maaaas peculiar.


También es cierto que odia los encantamientos
ceremoniales, ya que requieren de grupos grandes.

—Uh-huh.

No importaba la misión, su arcaica Maestra


nunca sugería cooperar con nadie. Las demás personas
sólo eran herramientas para ser usadas; hasta aquellos
más cercanos deberían ser tratados siempre con la
sospecha de ser una entidad prohibida, según su
paranoia innecesariamente minuciosa. Su énfasis en
este enfoque de lobo solitario era evidente también en
su educación en el monasterio.

~ 338 ~
Mientras Menou asentía de acuerdo con la
evaluación de Momo, recordó algo más que debía
mencionar.

—Ah, claro. Momo.

—¿Siiii?

—Se cuidadosa con la Orden de los Caballeros en


esta ciudad.

Algo que uno de los terroristas había dicho


todavía resonaba en su mente.

—Si no llegamos a Garm, nos colgarán de todos


modos.

En otras palabras, de haber llegado a Garm, ya


tenían un plan para su huida.

Eso significaba que los terroristas del tren


estaban, casi con toda seguridad, trabajando con
alguien en esta ciudad. Menou sospechaba que los co-
conspiradores en cuestión eran la Orden de los
Caballeros de la antigua capital.

También estaba el hecho de que los terroristas


conocían el paradero de Ashuna, quien era una
miembro de la realeza, al mismo tiempo que una
caballero. Inclusive tuvieron acceso a objetos

~ 339 ~
prohibidos, como las Armas Guía y la Piedra del Rojo
Primario. Si lo juntamos todo, tenía sentido que
estuvieran conectados con la Orden de los Caballeros,
quiénes estaban a cargo de la aplicación de la ley en
Garm; una ciudad que limitaba con la Frontera Salvaje.

Se trataba de una suposición, por supuesto.


Menou no tenía pruebas.

Sin embargo, la probabilidad era muy alta.


Puede que no sea toda la Orden de Caballeros, pero
debe haber algún número de ellos que esté corrompido.

—Está bieeeen. Lo entieeeendo.

El consejo de Menou había sido breve, pero


pareció calar en su ayudante.

Observando cómo Momo bajaba del balcón en


la oscuridad, con rapidez y cuidado para no ser vista,
Menou tocó la cinta negra para el cabello que su fiel
ayudante le había regalado cuando eran niñas.

Desde entonces, llevaba esa cinta.

—...quizá debería comprar algo para Momo. —


Murmuro sus pensamientos en voz alta.

Momo no era sólo su asistente. Era su kouhai,


pero de la que siempre podía depender más que nadie.

~ 340 ~
Menou no sentía más que gratitud hacia ella.

Buscare algo que le guste cuando salgamos


mañana y se lo compraré para demostrarle mi gratitud,
pensó decidida.

***
Al día siguiente, sus visitas turísticas se
desarrollaron sin problemas.

Al ser una locación importante del Reino de


Grisarika, la antigua capital, Garm, contaba con una
gran historia.

La capital había sido reubicada por necesidad


cuando un cambio en la vena astral hizo que Garm
limitara con la Frontera Salvaje, una zona donde era
imposible el asentamiento humano. Al mismo tiempo,
prácticamente no había sido tocada por la civilización
moderna. Muchos aventureros pretendieron ganarse
la vida encontrando y vendiendo objetos raros que no
podían ser fabricados por manos humanas, lo que a su
vez acabo aumentando el tránsito de personas. Si bien
el cambio en las demandas laborales supuso una ligera
disminución de la seguridad pública, la antigua capital
seguía tan animada como en sus mejores tiempos.

~ 341 ~
En medio de la multitud floreciente, Menou y
Akari recorrieron las zonas de mayor interés turístico.

Más temprano que tarde, su tercer día en la


ciudad llego sin inconvenientes.

Menou guio a Akari hacia la catedral.

—¡Todo ese recorrido fue taaaan divertido!

La ciudad en su totalidad debió de parecer algo


nuevo a los ojos de una japonesa como Akari. Se veía
absolutamente encantada mientras caminaba junto a
Menou.

Si tan solo supieras, pensó Menou.

La Verdugo estaba demasiado familiarizado con


el hecho de que la belleza de esta ciudad escondía toda
su oscuridad bajo la superficie.

—¡Este mundo es bastante bonito!

—Me alegro de que lo pienses.

Pero no había necesidad de revelar todo eso a


Akari. En su lugar, Menou simplemente aceptó.

Mañana por la mañana, la vida de Akari en este


otro mundo habría terminado. Hasta donde ella sabía,

~ 342 ~
volvería a Japón. Menou la engaño haciéndole creer
eso.

En realidad, su vida terminaría por completo.

El viaje de Menou junto Akari habría terminado


mucho antes de no ser por su inmortalidad. Ella moriría
en esta ciudad, y Menou viajaría sola en su peregrinaje
fuera de esta nación. Eso marcaría el final de esta
misión.

Akari saltó al lado de Menou, ajena a sus planes.

Iba cogida de la mano de Menou, balanceándola


alegremente de un lado a otro, cuando llegaron a un
puesto.

Estaba dirigido principalmente a los turistas.


Además de artículos prefabricados, los clientes podían
crear sencillos accesorios hechos a mano. En esencia,
era una atracción turística que permitía a las personas
fabricar sus propios recuerdos.

Akari se percató inmediatamente de la mirada


de Menou.

—¿Te interesa ese puesto, Menou?

—...supongo. ¿Te importa si echamos un


vistazo?

~ 343 ~
—¡Por supuesto!

Como habían salido temprano del hotel, aún


quedaba algo de tiempo antes de su encuentro
programado con Orwell. Menou llamó a la mujer que
atendía el puesto.

—Me gustaría hacer uno de estos, por favor.

La mayoría de los accesorios expuestos eran de


metal, pero el que llamó la atención de Menou fueron
unos moños tintineantes.

La mujer le entregó los materiales y se dispuso


a hacer dos. Los adornos metálicos que tintineaban
entre sí podían dificultar el sigilo, así que se limitó a
poner un pequeño énfasis en cada uno. La sonriente
vendedora arrulló en señal de aprobación ante su
delicado toque, así que Menou murmuró un vago
agradecimiento mientras trabajaba, ignorando a Akari
cuando se acercaba. Al poco tiempo, Menou termino.

—Ya está. Todo listo.

Menou no era de las que alaban sus propios


méritos, pero pensó que le habían salido sencillos pero
preciosos.

~ 344 ~
Akari miró el producto terminado con ojos
brillantes.

—Hey, Menou. Como has hecho dos, eso debe


significar que... ¡quieres que vayamos a juego!

—Um, ¿no?

—¡¿No?!

¿De dónde has sacado esa idea? Menou metió con


cuidado los moños comprados en una bolsa.

—Esto es para una kouhai mía. Siempre está


pendiente de mí.

Estaba llevando a cabo la idea que se le había


ocurrido el día anterior: un símbolo de gratitud para
agradecer a Momo todo su trabajo.

Akari hinchó las mejillas con disgusto.

—¿Por qué? Nos vamos a despedir pronto,


¡¿pero no me vas a dar nada?!

—Er...

¡Esta chica sí que es difícil!, pensó Menou, pero


apartarla fríamente sólo lo empeoraría. Y desde el

~ 345 ~
punto de vista de Akari, era cierto que estaban a punto
de tomar caminos distintos.

Akari miró fijamente a Menou. Oliendo una


oportunidad de negocio, la tendera puso su mejor
sonrisa.

Oh, está bien. Menou suspiró.

—Déjame ver eso un momento.

Se acercó y despegó el cintillo blanco de la


cabeza de Akari para hacer algo diferente a los moños.

~ 346 ~
~ 347 ~
Los dedos de Menou se movieron rápidamente,
formando una flor con la tela. La ató al cintillo a modo
de adorno floral, lo colocó de nuevo en la cabeza de
Akari y sonrió.

—Ya está. Muy bonito.

—...hee-hee. —Akari sonrió, mirándose en el


espejo del puesto y sonrojándose con furia. —Tienes
buen gusto, Menou. Otra cosa más que me gusta de ti.

—Gracias. Es el accesorio perfecto para alguien


que es todo corazones y flores, si me permites decir.

—Oye, ¡¿acabas de decir algo súper grosero


sobre mí?!

Menou ignoró el grito de Akari mientras pagaba


a la tendera. La verdadera razón por la que eligió un
adorno floral fue sencilla.

Era una ofrenda—un homenaje a la inminente


muerte de Akari.

***
Una vez que terminaron en el puesto de
accesorios, Menou y Akari se dirigieron a la catedral,
donde una gran cantidad de devotos y turistas
abandonaban la zona de la capilla. Se abrieron paso a

~ 348 ~
contracorriente de la multitud hasta llegar a la sala a la
que fueron llevadas antes y encontraron a Orwell
esperándolas.

—Bienvenidas. Pase por aquí, señorita Menou.


Usted también, señorita Akari.

—Sí, señora.

—¡Okaaay!

Orwell abrió el camino con su bastón en la


mano. Menou y Akari la siguieron a través de la sala de
la capilla y hasta el interior del santuario.

—Sé que me voy a casa, ¿pero sabes? me


gustaría quedarme aquí un poco más. Probablemente
nunca podré volver a este mundo.

—Escucha, Akari. A lo mejor no deberías estar


diciendo cosas así.

—Verdaderamente. Hay personas que


desearon volver a sus hogares, pero al final no
pudieron. Es mejor apreciar tu buena suerte.

—Hrmm... es cierto. Perdone. Eso fue un poco


desconsiderado de mi parte. —Se disculpó docilmente
Akari. Su capacidad de ser comprensiva era uno de sus
puntos buenos, cuanto menos. —Sólo me fastidia el no

~ 349 ~
haber podido pasar más tiempo con Menou, eso es
todo.

—Vaya. Parece que ustedes dos se hicieron


buenas amigas.

—¡Por supuesto! ¿No es así, Menou?

—Uh-huh. Si.

Platicaron sin rumbo mientras caminaban por


los pasillos, cuando de pronto se encontraron bajando
unas extensas escaleras. Parecía que se dirigían al
mausoleo bajo la catedral. Los sonidos de sus pisadas
lentas se mezclaban con el afincar del bastón contra los
escalones de piedra, haciendo eco mientras las tres
bajaban por el área poco iluminada.

Al final de los escalones se encontraba una gran


puerta.

Era una puerta de piedra sin cerradura ni


picaporte, pero tenía un mecanismo especial que
identificaba a las personas a través de su energía.
Orwell puso su mano en la puerta.

Fuerza Guía: Conectar—Puerta, Cresta—


Autenticar [Abrir Puerta]

~ 350 ~
El delicado gesto de la arzobispa les abrió el
camino.

Detrás de ella debía estar la sala ceremonial


diseñada para destruir Errantes, independientemente
de sus Purezas Conceptuales.

La misión de Menou acabaría pronto.

***
Mientras pasaba aquello, Momo ya se había
adentrado en el sistema de alcantarillado bajo la
ciudad.

Todo era húmedo, oscuro y fangoso. Con un


burbujeo espeso y enfermizo que se pegaba
desagradablemente a los oídos, el sonido del agua
fluyendo por los canales subterráneos fue de todo
menos placentero.

Garm era un sitio turístico muy activo. Su


limpieza superficial era clave para mantener esa
imagen. Es por eso que los habitantes más pobres eran
expulsados de las zonas concurridas y llevados a las
barriadas que habían surgido en el subsuelo.

Aunque sostenían los cimientos de la sociedad,


eran tratados como un basurero que nunca veía la luz
del día. Si algo turbio iba a ocurrir en esta ciudad, nueve

~ 351 ~
de cada diez veces tendría lugar en el enorme sistema
de alcantarillado subterráneo.

La otra posibilidad era que las jóvenes


secuestradas fueran llevadas fuera de la ciudad—en
otras palabras, a la Frontera Salvaje—pero Momo tenía
sus dudas.

—Se cuidadosa con la Orden de los Caballeros


en esta ciudad.

Momo comprendió perfectamente el


significado de aquellas palabras. Si los caballeros
estuvieran potencialmente vinculados con los
sinvergüenzas designados como aventureros, quienes
operaban en la Frontera Salvaje, entonces sólo había un
lugar al que podían ir a investigar: la parte del sistema
de alcantarillado bajo el antiguo castillo real donde los
caballeros hacían ahora su base.

Ella necesito un día para trazar una ruta de


infiltración y otros dos más para infiltrarse en el sistema
de alcantarillado y abrirse camino hasta la zona cercana
al castillo.

Con solamente tres días, si mi única pista no da


resultados, dejare las cosas así. O eso pensaba—pero en
el camino descubrió un pasaje oculto que conducía a una
zona muy inusual.

~ 352 ~
—Wooow. ¡Bendita sea Momo!

Murmurando alabanzas hacia su persona,


Momo se dirigió a lo largo del pasaje.

Era un lugar extraño. El pasaje estaba hecho de


algo similar a la piedra negra pulida. Las paredes
parecían tragarse la oscuridad, creando un espacio liso.
Evidentemente, estaba destinado a algún tipo de ritual,
pero ni siquiera Momo sabía para qué podían servir
estos materiales.

Sin embargo, a juzgar por la inmaculada


limpieza del pasadizo, no cabía duda de que todavía se
utilizaba y se mantenía.

Mientras Momo seguía avanzando con cautela


por el pasadizo, se congeló de repente.

Al doblar la esquina, sintió la presencia de otra


persona.

Era solo uno. Fuera quien fuera, era fuerte. Y


parecía haber notado también la presencia de Momo.

Momo metió la mano en su túnica de


sacerdotisa y sostuvo su sierra de afrontamiento por el
mango.

~ 353 ~
La otra persona parecía ser consciente de que
ella también se había percatado de su presencia. No
tenía sentido esconderse. Decidida a capturar a la
persona con vida y sacarle información a la fuerza,
Momo saltó por la esquina—pero cuando vio la cara de
su objetivo, soltó un gemido.

—Ugh.

—¿Oh-ho?

Mientras Momo frunció el ceño, la espada de la


otra persona también se congeló en su sitio.

—¡Pero si es Momo! ¡Qué coincidencia!

Una voz inmoderadamente brillante resonó en


el negro pasillo.

No era otra que la Princesa Caballero Ashuna,


manteniendo su porte elegante y digno pese a estar en
un lugar tan extraño y oscuro. Justo el otro día, habían
estado luchando a muerte, pero ella la saludó con tanta
alegría como si acabara de encontrarse con una vieja
amiga de la infancia.

—Quien diría que nos volveríamos a encontrar


en tan poco tiempo. Y pensar que sería aquí... ¡estoy
aún más convencida de que esto es obra del destino!

~ 354 ~
—Oh, ahógate con tu propia lengua y
mueeeere...

Momo suspiró profundamente, pero como no


parecía que la princesa fuera a atacarla, guardó su
sierra de afrontamiento. Ashuna era conocida por
deambular y meter las narices en todo tipo de
problemas, pero no era un caballero de Garm. No podía
estar relacionada con este incidente en particular.

Momo se adelantó para continuar su


investigación, y Ashuna se puso a su lado como si fuera
lo más natural del mundo. Incluso cuando Momo la
fulminó con la mirada, Ashuna no se mostró
desanimada.

—Qué extraño. Este no es el tipo de lugar en el


que una sacerdotisa ordinaria entraría, ¿o sí?

—La iglesia me proporcionara fondos para una


peregrinación a cambio de un pequeño favor. Puede
que esto sea nuevo para usted, princesa-chama, pero
el dinero es muuuuy importante.

Momo pretendía que sus palabras fueran más


corrosivas que el ácido, pero Ashuna asintió con vigor.

—Ah, sí, eso tiene sentido. Por cierto, este


apodo que me pusiste es bastante adorable. También
lo pensé en el tren.

~ 355 ~
—¿Discuuuulpe?

—Bueno, nunca nadie se había dirigido a mí de


esa manera, así que es bastante refrescante. Por favor
Momo, ¡llámame Ashuna-chama a partir de ahora!

—¡¡¡Ugh!!! ¡Nunca había conocido a una persona


tan irritante en mi vida!! ¡Muérete!

Ajena a las ocurrencias y toda clase de


atropellos verbales que se le ocurrían a la sacerdotisa,
la princesa se mantuvo amistosa. Momo chasqueó la
lengua irritada y decidió cambiar de táctica. La
confianza de Ashuna era demasiado alta como para
dejarse influir por mofas superficiales, así que pensó en
burlarse de sus habilidades.

—Esa espada tuya tiene un aspecto lamentable.


¿Qué pasó con ese juguete real que usabas anteeees?

—Ah, sí, se melló un poco durante nuestro


combate. La llevé a mi herrero de confianza para que la
reparara. Puedes ver que esto es una copia de
seguridad. No está a la altura de mi habilidad como
espadachín, pero por el momento es suficiente.

La actitud obviamente sarcástica de Momo fue


devorada por la arrogancia y la tolerancia sin límites de
Ashuna.

~ 356 ~
—Esa batalla en el tren fue electrizante. ¡Hacía
mucho tiempo que alguien hacia palpitar mi corazón!
¿Cómo pudiste huir antes de que termináramos? Me
quedé tan insatisfecha que tuve que venir aquí para
desahogarme... pero como eso me llevó a encontrarme
contigo una vez más, ¡está claro que el cielo está de mi
parte!

—Debí haberte matado ahí mismo. ¡Lo


saaaabía...!

—¿Hrmm? Sería un gran problema que una


simple sacerdotisa asesinara a un miembro de la familia
real, ¿no?

—¡Hubiera culpado a los terroristas!

La pareja dispareja continuó por el oscuro


pasadizo. La mayor parte del camino era recto y no
había señales de otras personas. Sus voces resonaban
mientras seguían caminando.

—Hablando de la batalla en el tren, tuve una


extraña sensación hacia el final. ¿Tienes alguna idea de
lo que causó se sentimiento tan espeluznante, Momo?

—¿Cómo voy a sabeeeerlo?

~ 357 ~
Momo fingió ignorancia con un encogimiento
de hombros, pero la verdad es que tenía un indicio del
origen de aquella extraña sensación.

Akari Tokitou.

Después de leer y digerir el informe de Menou


sobre la situación que se desarrolló en el tren, Momo
formo la teoría de que Akari retrocedió el tiempo.
Había una gran posibilidad de que el tren se hubiera
volcado en un accidente que habría provocado muchas
víctimas. En realidad, si Akari se hubiera quedado en el
vagón económico y hubiera esperado, es probable que
incluso Menou no hubiera podido evitar que se
produjera el accidente.

Sin embargo, ese desastre masivo logro


evitarse—debido a que Akari retrocedió el tiempo.

Akari debió de perder sus recuerdos en el


proceso. Momo sospechaba que la desagradable
sensación similar a un mareo se produjo porque el
mundo se desvió del curso que debería haber tomado.

Era una hazaña tan masiva que repugnaba la


física, pero algo así sólo sería posible con el horripilante
poder de una Pureza Conceptual, y esa era
precisamente la razón por la que sus usuarios debían
ser aniquilados con tal prejuicio.

~ 358 ~
—¿Entoooonces? ¿Qué estás haciendo aquí, de
todos modos, Princesa Ashuna-chama?

—Ah, bueno. Cuando llegué a Garm y me dirigí


al antiguo castillo real para presentar mis respetos,
percibí el mal olor de una conspiración, así que no pude
evitarlo. Decidí seguir el rastro y me colé en secreto en
el sótano.

—Hrmm.

Así que la corazonada de Momo era correcta.

El instinto de la Princesa Caballero para estas


cosas es impresionante. Momo despreciaba a Ashuna.
No obstante, debía de reconocer sus habilidades.

—Y a juzgar por la existencia de esta extraña


zona, parece que he dado en el clavo, como siempre.
Mi instinto nunca miente.

Mientras Ashuna se jactaba de su suerte, los dos


se detuvieron de repente.

Habían llegado al final del oscuro pasadizo y


encontraron una sala ceremonial.

Era un espacio abovedado grabado con


elaboradas crestas. Había estatuas gigantes colocadas

~ 359 ~
en las cuatro direcciones y dos enormes pentagramas
superpuestos en el centro de la sala.

La atmosfera general se sentía arcaica, pero


todos los materiales eran nuevos.

—Ahora bien, una sala ceremonial de alto nivel


está fuera de mi timón. ¿Qué es esto? No tengo ni idea.

—Oh. ¿Estás tan obsesionada con la lucha que


tus conocimientos son los de una niñaaaa, princesa
Ashu-chama?

—¡En efecto! ¡¡Así que me alegro de tenerte


conmigo, Momo!! Indaga por mí.

—Uuugh...

El área de experiencia de Ashuna era


obviamente la batalla. Momo también se inclinaba por
eso, pero seguía siendo una ayudante de Verdugo. Sin
embargo, la construcción de esta ceremonia en
particular cayó de lleno en su campo de estudio.

—Esto es un sitio de pruebas para la


transportación de Errantes.

Su investigación parecía ser un fracaso, aunque


no del todo sin resultados. Lo más probable es que se

~ 360 ~
tratara de un sitio de pruebas experimental para la
invocación de Errantes que tuvo lugar en la capital real.

—Las estatuas contra cada mural trascienden


los límites al oponerse al concepto de los puntos
cardinales. Los pentagramas superpuestos
representan la unión de dos planetas en diferentes
fases. Hay más cosas, pero eso es lo básico.

Fuerza Guía: Conectar—Escrituras, 1:1—Conjurar


[«Transcribe el milagro ante mis ojos, pues debe quedar
registrado»].

Mientras Momo inspeccionaba la zona, conjuro


su encantamiento, grabando una imagen de la
habitación en su escritura como prueba.

Al principio, supuso que las mujeres


secuestradas habían sido traídas aquí a través del
pasaje subterráneo y utilizadas como material para
invocar demonios, pero no había señales de que esto
hubiera sucedido. No cabía duda de que lo que se llevó
a cabo en este lugar fue una actividad prohibida, pero
esta sala ceremonial era una prueba de la herejía
cometida por La Nobleza, y no tenía relación con las
recientes desapariciones.

—¿Teletransportación, huh? Entonces los


experimentos y preparativos para la invocación de
Errantes en la capital real se llevaron a cabo aquí.

~ 361 ~
—Probablemeeeente.

Conjurar es el arte que utilizan los humanos para


disponer del poder de sus almas y materializarlo en la
forma de un fenómeno específico. Hay un límite a lo
que un individuo puede lograr.

Sin embargo, todo eso cambiaba en el caso de


niveles extraordinarios de poder, como los otorgados
por las Purezas Conceptuales; poderes que
normalmente un individuo nunca debería poseer. Una
idea que se había acumulado con el tiempo a través de
la historia de la humanidad podía convertirse
naturalmente en una forma de conjuro; aprovechar la
energía de las venas astrales, que abarcaba la vena
celestial y la vena terrenal del planeta, y crear un punto
de poder único. Como resultado, el propio concepto
asumía una enorme cantidad de poder en forma de
Fuerza Guía.

La técnica prohibida conocida como Conjuración


Conceptual se basaba en este espacio irregular, que se
había convertido en un punto para reunir poder, por lo
que serias capaz de realizar encantamientos que
doblaban las reglas de la realidad.

—¿Esto no te preocuuuupa, princesa Ashy-


chama? Significa que hay pruebas del crimen de tu
padre, ¿sabes?

~ 362 ~
—Oh, eso está bien.

Ashuna era una miembro de La Nobleza. Momo


se puso en guardia ante la posibilidad de que intentara
destruir las pruebas y la asesinara para silenciarla, pero
la princesa no mostró ninguna intención de atacar.

—Tampoco voy a tolerar que alguien cometa


este tipo de tonterías. El castigo debe ajustarse al
delito, aunque lo haya cometido un familiar querido.

—¿Ohhh? Ya que te gustan estas cosas


superfuertes, imagine que adoraaaarias a los Errantes,
Princesa-chama.

—Me juzgas mal, Momo. El alma humana


alcanza la luz de las energías a través del estudio y el
entrenamiento intensivos. La verdadera belleza de la
fuerza radica en el esfuerzo que costó ganarla. Pero no
es así con los Errantes. Ellos no son más que víctimas.

—Huh.

Existían cosas como las conjuraciones en


espacios irregulares, donde se acumulaba un poder
superior al de cualquier individuo ordinario, pero la
única forma de extraer y utilizar el poder puro de un
concepto era invocando a un humano de otro mundo y

~ 363 ~
acoplar los poderes de este planeta a su alma en el
proceso.

Ninguna otra ceremonia podía fusionar un


concepto completo en un alma.

Por consiguiente, el espantoso poder que


habitaba en el interior de un Errante era conocido como
‘Pureza Conceptual’; sin embargo, seguía siendo cierto
que esto no se ajustaba a la apreciación estética del
poder de la que tanto presumía Ashuna.

Aun así, a Momo no le importaba que Ashuna


fuera de una manera u otra. Esto no era lo que le habían
ordenado investigar, pero si transmitía una imagen de
este lugar a la Santa Inquisición en la capital real, sería
sin duda un buen regalo. Espero que Menou también me
alabe, pensó, mientras seguía grabando imágenes de la
sala.

—Aun así, es extraño que hayan sido capaces de


reproducir esto con tanta precisión. ¿Sabeeees? Dudo
que La Nobleza de este país tenga los conocimientos o
las habilidades necesarias para hacer esto, incluso si
obtuvieran materiales de la Frontera Salvaje.

—¿Hrm? —Ashuna ladeó la cabeza ante la


afirmación de Momo. —¿Qué es lo que...? Ah, ya veo.
Me sorprende que seas tan fácil de convencer, Momo.

~ 364 ~
Así que realmente has venido aquí como un ‘favor’,
¿eh?

Ashuna asintió como si hubiera hecho una


conexión que lo explicara todo.

Momo frunció el ceño ante el tono algo


decepcionado de Ashuna. Nunca se había dejado
convencer por nadie más que por Menou. Y nunca se
había referido a la existencia de Menou delante de la
princesa.

—¿Queeee quieres decir?

—Piénsalo. No es tan difícil de entender, ¿o sí?

Ashuna sonrió con autosuficiencia y señaló a


Momo.

—En primer lugar, es obvio que Las Fausto y La


Nobleza de esta ciudad están confabulados. Las Fausto
deben ser las autoras intelectuales.

—¿Disculpa? —Momo se detuvo un momento.

Ashuna sonrió pícaramente, complacida por


haberla pillado desprevenida.

—Dado que hay una ceremonia de


teletransportación establecida aquí, Las Fausto de

~ 365 ~
Garm también deben estar conectadas a la invocación
en la capital real. Pensé que estabas aquí en Garm para
investigar a tu propia gente desde dentro, pero... je.
Como dijiste que era un ‘favor’ a la iglesia, supongo que
eres bastante ingenua en el fondo, Momo. ¿No es
adorable?

—¿Y cuáles son tus baaaases?

—Mi padre–y en realidad, nadie de la familia


real–cuenta con los conocimientos ni los materiales
para realizar una ceremonia de esta magnitud. Si se
trata de saber de dónde saco esta tecnología, la
primera conjetura que se me ocurre es que se
confabulo con alguna de Las Fausto.

Eso era cierto.

Ahora que Ashuna lo mencionaba, Momo se dio


cuenta de que debería haberlo sospechado enseguida.

—La catedral está justo al lado del antiguo


castillo real. Muy conveniente, si lo piensas. Les sitúa en
la posición perfecta para hacer algo así. Me imagino
que hay un pasaje subterráneo que conecta los dos.

Dado que la antigua capital se encontraba tan


lejos de la capital real, y que fue la propia arzobispa
quien solicitó la investigación, a Momo ni siquiera se le
había ocurrido sospechar de Las Fausto.

~ 366 ~
—Si es a tan gran escala, el autor intelectual
podría ser incluso más poderoso que una obispa. Dime,
Momo. ¿Supongo que no me dirás quién te ha pedido
que investigues esto como un ‘favor’?

Momo ignoró a Ashuna.

Dejó de registrar imágenes en su escritura; sus


prioridades se habían modificado de repente. En la
mente de Momo, no había ningún beneficio en
permanecer aquí por más tiempo. Tenía que informar a
Menou de inmediato, así que abrió su escritura y
comenzó a conjurar.

Fuerza Guía: Conectar—Escrituras, 1:4—


Conjurar [«Y así se trasmitió su voluntad tanto en la
tierra como en el ciel—

—¡Tch...!

El encantamiento para la comunicación que


había utilizado en el tren se bloqueó; fue como si su
percepción se hubiera ido abajo a mitad camino.

Momo miró rápidamente los alrededores de la


sala ceremonial, pero no pudo localizar el médium que
podría estar bloqueando su encantamiento. Todo
parecía indicar que este se activaba con los
encantamientos, pero a Momo le resultaría demasiado

~ 367 ~
complicado localizar la fuente al mismo tiempo que
conjuraba. Lo frustrante de su predicamento le frunció
el ceño.

Ashuna miró a Momo con curiosidad—más


específicamente, a sus escrituras.

—¿Intentaste comunicarte o algo así? Esos


libros son exclusivos de Las Fausto, ¿no?

—¿Podrías callarte, por faaaavor? Muere y calla


para siempre. Graaaacias.

—¿Bloquearon tu encantamiento? Momo.


¿Podrías intentarlo de nuevo por mí?

El ceño de Momo se constriño aún más. De


todas formas, tenía pensado intentarlo una vez más. Si
no funcionaba, abandonaría el lugar de inmediato y
contactaría con Menou desde el exterior.

Fuerza Guía: Conectar—Escrituras, 1:4—

Justo cuando Momo volvió a sentir la


interferencia, Ashuna habló.

—Hrmm. Yo diría que se encuentra aquí, aquí y


aquí.

~ 368 ~
Ashuna blandió su espada contra la pared varias
veces. Justo cuando arañó las crestas que estaban
grabadas allí, Momo sintió que el poder que había
estado inhibiendo su encantamiento de comunicación
se dispersaba.

Conjurar [«Y así se trasmitió su voluntad tanto en


la tierra como en el cielo»]

Un poco sorprendida por su éxito, Momo


conectó rápidamente con la escritura de Menou y
transmitió un breve resumen de sus descubrimientos.

Una vez que terminó de transcribir la


información con la Fuerza Guía, se dirigió a Ashuna, que
miraba ansiosamente la escritura para observar el
proceso.

—¿Qué pasa, Momo? No hace falta que me des


las gracias. Presenciar un encantamiento de
comunicación tan de cerca es algo rarísimo–

—Vale. Adiós.

—Hey, ¡no te vayas así! ¡Eso es simplemente


frío!

Momo no se molestó en dar las gracias a Ashuna


mientras se apresuraba a marcharse. Tenía que correr
a la catedral y encontrar a Menou.

~ 369 ~
Justo cuando giró sobre sus talones para volver
a la superficie—

Fuerza Guía: Auto-conexión (condiciones


cumplidas)—Pasadizos de la Sala Ceremonial, Cresta—
Conjurar [Ceremonia de Descendencia]

Fuerza Guía: Fusionar materiales—Piedra del


Rojo Primario, Conjuración del Sello Interno—Conjurar
[Rojo Primario, Dragón Furioso]

Fuerza Guía: Sacrificio—Pecado Original, Envidia:


Cuerpo, Espíritu, Alma—Convocar [Pecado Original,
Constrictor]

Ante los ojos de Momo, el pasadizo negro que


habían tomado para llegar hasta aquí comenzó a
deformarse.

Era una trampa preparada con una cresta de


activación condicional. Había materiales y crestas
incrustados bajo la piedra negra. Lo más probable es
que se activaron al detectar intrusos en la sala
ceremonial.

Dentro del oscuro pasadizo se escuchó el


sonido de algo que nacía como producto de un
encantamiento oscuro y abisal.

~ 370 ~
—Aja. Se lo que viene. Bueno, tiene sentido que
no permitan que los intrusos encuentren la prueba de
sus transgresiones sin poner unas cuantas trampas.

Por alguna razón, Ashuna parecía complacida


mientras preparaba su espada.

Era un arma de reserva improvisada. Aunque no


estaba al máximo de sus fuerzas, la Princesa Caballero
se veía genuinamente emocionada ante la promesa de
un enemigo fuerte.

Por lo que parecía, lo que se había creado en el


pasadizo se estaba acercando. Se oyó el sonido casi
acuoso de algo deslizándose y una serie de pasos
sordos que sacudieron la sala subterránea.

Momo y Ashuna se bañaron en la luz del


Incremento.

—Esta vez vamos a luchar codo con codo,


Momo. “El enemigo de ayer es el amigo de hoy”. ¡Pero
que maravilloso y antiguo proverbio!

—Oh, ya que. También quiero acabar con esto


lo más rápido que seaaaa posible.

Emergieron de pronto dos enemigos: una


repulsiva criatura similar a una cuerda que se retorcía al
avanzar, y un dragón rojo sin alas con pasos fuertes y

~ 371 ~
estrepitosos. Ambos se veían demasiado grandes para
que cualquier humano ordinario pudiera dar pelea.

—Heh-heh. ¿Un soldado sortílego en forma de


dragón y un demonio convocado, huh? Excelentes
oponentes. Nunca pensé que contemplaría algo así
fuera de la Frontera Salvaje. Y hay uno para cada una de
nosotras. ¡Es perfecto! ¿Cuál prefieres? Sospecho que el
demonio es más de tu agrado.

—Tomaré el dragón. Muchas graaaacias. Si


quieres puedes lanzarte de cabeza y morir aplastada
por esa cosa, princesa Ashy-chama.

Momo odiaba a Ashuna lo suficiente como para


desearle la muerte, pero por el momento, tenían que
trabajar juntas.

Había dos bestias que se les echaban encima.


Tenían que encargarse rápido de ellas.

Y si la conjetura de Ashuna sobre quien es el


cerebro de la operación era correcta, entonces la
persona que estaba en mayor peligro ahora mismo no
era otra que el individuo que más le importaba a
Momo.

~ 372 ~
***
Ni siquiera Menou había visto antes la sala
ceremonial a la que las condujo Orwell.

Tenía forma de cúpula, lo que era bastante


apropiado. La forma esférica era la figura más cercana
a la perfección en este mundo. Las paredes blancas e
inmaculadas estaban grabadas con múltiples crestas,
pero el revestimiento de las paredes era especial.
Incluso con los amplios conocimientos de Menou, no
pudo identificar los materiales que utilizaron para
dotarlas de tal blancura.

En el centro de la sala ceremonial se encentraba


un altar, donde más de diez sacerdotisas se preparaban
para la ceremonia.

Por lo general, cualquier encantamiento a gran


escala que interactuara con las venas astrales o la
Dimensión Conceptual requería un gran número de
personas.

Menou y Orwell observaban los procedimientos


en una zona separada. Sentada en el altar con aspecto
aburrido, Akari sonreía de vez en cuando y saludaba a
Menou. Parecía estar bastante despreocupada.

Fuera de la sala ceremonial, Menou le devolvió


un pequeño saludo.

~ 373 ~
El adorno floral en el cintillo de Akari se
balanceó suavemente.

Menou sintió una punzada en el pecho.

—Parece que ustedes se volvieron bastante


cercanas. Es difícil creer que se conocieron hace sólo
unos días.

—Sí, bueno... así es como se ha comportado


conmigo desde el principio.

Menou estaba igual de desconcertada por el


fuerte apego de Akari. Sn embargo, dejó pasar el
asunto. No había necesidad de profundizar en ello.

Después de todo, Akari estaba a punto de morir.

—Me disculpo por todas las molestias,


arzobispa Orwell. No sé cómo agradecerle...

—No te preocupes por eso. Estoy segura de que


esto no debe ser fácil para ti.

Menou se calló ante la inesperada respuesta.


Ahora que Orwell lo había expresado con palabras, se
dio cuenta del verdadero significado del dolor que
había estado punzando su corazón.

~ 374 ~
Es la culpa.

Ah, soy tan cruel.

El pensamiento se enterró en su pecho. No era


la primera vez que traicionaba la confianza de una
persona para asesinarla. ¿Por qué sentirse dolida a
estas alturas?

Soy la villana.

Cuando Menou se sumió en el silencio, Orwell


arrugó los ojos.

—No es necesario que te compares con esa


Maestra tuyo, ¿de acuerdo? Para bien o para mal, esa
joven extraña siempre fue todo menos normal.

El hecho de que la arzobispa se refiriera a su


Maestra como una ‘joven’, le recordó la enorme brecha
entre sus habilidades.

—Esa joven siempre resolvió todo por su


cuenta, pero eso no significa que tú tengas que hacer
lo mismo. Puede haber momentos como éste, en el que
otra persona conoce un método que tú no conocías. No
hay que avergonzarse de aceptar la ayuda de los
demás; de hecho, a menudo es necesaria para resolver
un predicamento.

~ 375 ~
—...tiene razón, por supuesto.

—Je. Yo siempre he sentido curiosidad por


usted, desde el momento en que ella te tomó bajo su
tutela. Me alegro de que por fin podamos conocernos
así, y no sólo a través de una llamada.

—Me siento humilde de que se interese por


alguien como yo.

—No debe rebajarse tanto, señorita Menou.


Eres una de las pocas elegidas que soportaron el peso
de un papel opuesto al mío. Nunca la tomaría a la ligera.

Sin duda, Orwell había salvado a más personas


que nadie en esta ciudad.

No era sólo la ciudad natal de Menou. También


estaba el asunto de la lucha y la defensa contra la
amenaza que se cernía sobre la Frontera Salvaje. Por no
hablar de las obras de caridad que habían tenido lugar
en esta nación bajo su liderazgo. Ella trajo la salvación
a muchos otros en su camino para convertirse en
arzobispa.

Verdaderamente, ella era lo opuesto a Menou.

Así que sus palabras tenían mucho más peso.

~ 376 ~
—Eres una parte necesaria de este mundo.
Quiero que te des cuenta de eso.

—...sí, señora.

Orwell pareció adivinar correctamente el


significado de la vacilación de Menou, pero su gentil
sonrisa no vaciló.

—Espero que algún día lo entiendas de verdad.

Su experiencia era incomparable. Cada vez que


Menou se relacionaba con Orwell, le recordaba
dolorosamente su propia inmadurez.

Menou decidió ver la ceremonia hasta el final.


No podía apartar la vista, ni siquiera en el momento en
que Akari muriera. Ese era su papel—y era todo lo que
podía hacer en este momento.

Pero al enfocar su visión, Menou se dio cuenta


de que su escritura parpadeaba con la Luz Guía.

Era un mensaje de Momo. Empezó a abrir su


escritura, pero se detuvo al recordar que estaba junto
a su superior. Sería grosero leer un mensaje en medio
de una ceremonia.

En lugar de eso, se fijó en los pequeños cambios


en la forma en que la energía reaccionaba en sus

~ 377 ~
escrituras. Los mensajes transmitidos de este modo
estaban compuestos de Fuerza Guía.

En otras palabras, si el control del receptor


sobre su poder era lo suficientemente preciso, podía
entender el contenido del mensaje sin abrir el libro.

Cuando Menou leyó el mensaje de Momo, una


oleada de conmoción atravesó su mente. Todas las
piezas que se le ocurrieron se unieron para formar una
conclusión.

—...arzobispa Orwell.

—¿Qué sucede, señorita Menou?

Fuerza Guía: Conectar—

En cuanto terminó de absorber la información


que le habían enviado, silenciosamente, Menou cargó
su escritura con poder.

—Sobre la ceremonia que va a emprender


Akari. Usted adquirió los materiales de antemano, ¿no
es así?

—Sí. ¿Qué hay con eso?

Escrituras, 3:1—

~ 378 ~
Menou había puesto a Akari en ese altar
convenciéndola de que era una ceremonia para volver.
Lo hizo porque Orwell, a su vez, le dijo a Menou que era
una ceremonia para destruir una Pureza Conceptual.
Los preparativos se estaban llevando a cabo ante sus
ojos.

Así que Menou habló muy


despreocupadamente mientras empezaba a conjurar
en su interior.

—¿Qué clase de ceremonia es esta,


exactamente?

—Oh, por dios, —Murmuró Orwell. Sus ojos se


dirigieron a la escritura de Menou, y sonrió
tranquilamente. —recibiste un mensaje, ¿huh? Nunca
imaginé que alguien encontraría ese lugar y escaparía
de la trampa... parece que pasé por alto una posible
amenaza.

No se veía agitada, pero tampoco negaba nada.


Al instante, Menou estuvo segura.

Orwell era su enemigo.

Menou liberó el encantamiento que había


estado construyendo en silencio.

~ 379 ~
Conjurar [«Y el villano que se acercaba oyó el
tañido de la campana»]

La Luz Guía proveniente de la escritura de


Menou estallo, formando la campana de una iglesia
artificial.

Era un ataque poderoso que enviaba una onda


expansiva cargada de poder en todas direcciones.
Entre su alcance e intensidad, no era un ataque sencillo
de repeler.

Y por si aquello fuera poco, Orwell no estaba


sosteniendo unas escrituras.

En primer lugar, ese ataque preventivo


suprimiría a las otras sacerdotisas, así como a Orwell.
Puede que haya una Barrera de cresta que las proteja,
pero el ataque a distancia impediría a cualquiera
moverse. Usando esto como punto de partida para su
estrategia, Menou se movería para apilar su siguiente
movimiento.

Sin embargo, Orwell movió ligeramente su


mano.

Como siempre, dicha mano estaba apoyada en


su bastón, que sostenía su anciano cuerpo. Cuando su
arrugada mano se movió a un lado, reveló

~ 380 ~
incrustaciones de gemas en la punta que brillaban con
los tres colores primarios.

Los ojos de Menou se abrieron de par en par.

Fuerza Guía: Conectar—Santo Bastón, Tríada


Primaria—Conjurar [Tres Colores, Diez Eras, Cien Flores,
Mil Guerras]

El encantamiento de Orwell aplastó


instantáneamente al de Menou.

Los tres colores primarios se mezclaron,


floreciendo en diez colores, y para transformarse en
cien matices brillantes que luego formaron líneas de
Luz Guía en números que podían llegar fácilmente a los
mil.

Los innumerables rayos de colores florecieron,


chocando contra la pseudo-iglesia de Menou, y la
destruyeron.

La velocidad y la amplificación del


encantamiento fueron aterradoras.

Menou podía conjurar encantamientos con sus


escrituras tan rápidamente como una persona normal
lo haría con cualquier cresta, pero esta no era una
habilidad ordinaria si podía alcanzar la suya. Los rayos
de luz aplastaron su campana antes de que pudiera

~ 381 ~
emitir un solo sonido, y luego llovieron
instantáneamente sobre Menou. Ella consiguió evitar
un impacto directo saltando para apartarse, pero el
objetivo de Orwell no parecía ser la propia Menou.

Los rayos de luz atravesaron el suelo.

—¡¿?!

La sala ceremonial del mausoleo subterráneo


ocultaba un espacio subterráneo aún más profundo.
Con el pie perdido, Menou comenzó a caer.

—¡¿Menou?!

Akari gritó su nombre desde el altar, alarmada


por el repentino ajetreo.

Pero Menou apenas consiguió salvarse.


Mientras se precipitaba al aire vacío junto con los
restos del suelo que había estado bajo sus pies, un rayo
de luz roja salió disparado hacia su mano. Incapaz de
esquivar en el aire, no pudo hacer nada para evitar que
sus escrituras fueran golpeadas y se incendiaran.

—¡Akari, corre!

Con ese breve grito, cargó energía en sus


escrituras antes de que se quemaran por completo,

~ 382 ~
eligiendo el mejor encantamiento disponible de las
páginas que aún estaban intactas.

Fuerza Guía: Conectar—Escrituras, 13:13—


Conjurar [«El espíritu de un mártir es tan valioso, que es
casi una tontería»]

Las escrituras estallaron con un violento


destello de luz.

Fue un encantamiento de autodestrucción, que


no pretendía ser un ataque sino una forma de
mantener en secreto los contenidos del libro. La
implosión hizo que el suelo se derrumbara aún más.
Probablemente no llegó a la sala ceremonial, pero sin
duda fue lo suficientemente grande como para afectar
al lugar donde estaba Orwell. Quizás la arzobispa se
había protegido con la cresta defensiva de su túnica,
pero con que perdiera el equilibrio y se precipitara
hacia abajo junto a Menou, era suficiente.

Y lo que es más importante, Akari no había sido


contenida.

Menou esperaba que al menos tuviera el


sentido común de huir al amparo de la distracción
explosiva.

~ 383 ~
***
Al poco tiempo, Menou aterrizó, y enseguida
sacó la daga del cinturón que llevaba en el muslo.

La sala en la que se encontraba era un extraño


sitio de pruebas. En marcado contraste con la pureza
de la habitación superior, apestaba horriblemente a
sangre y agonía.

El sótano de piedra contenía catres alineados a


intervalos regulares. Y encima de los catres se
encontraban mujeres jóvenes.

Tumbadas sin fuerzas en sus lechos, a todas les


fueron extirpadas sus entrañas. Sus cabezas abiertas,
con los cráneos vacíos, y les habían drenado la sangre,
dejándolas casi momificadas. Los ojos de las jóvenes
estaban abiertos y nublados, pero nunca volverían a
mostrar la chispa de la vida.

En el centro del laboratorio, entre partes


humanas colgadas del techo, también se encontraban
dos frascos gigantes.

Uno era un frasco que recogía los elementos


rojos de los cuerpos humanos, para no desperdiciar los
materiales sobrantes de los experimentos. El otro
contenía los restos de material humano que se habían
separado del rojo.

~ 384 ~
¿Cuántas vidas humanas se habían gastado para
extraer estos materiales?

Los frascos, tan grandes que sobresalían por


encima de Menou, estaban llenos a más de la mitad.

—...me queda un largo camino por recorrer, si


todavía puedo dejarme engañar tan fácilmente por una
vaga promesa de ayuda. —Comento Menou.

—Eso parece. Pero aún eres joven, así que no hay


que dejarse abatir por algo como esto. Cuanto más
envejece uno, más cobarde se vuelve, y naturalmente se
aprende a manipular a los jóvenes en el proceso.

Una hermosa escalera se había materializado,


bajando desde el agujero por el que había caído
Menou. Compuesta por los tres colores primarios, era
lo suficientemente sustancial como para sostener a
Orwell, permitiéndole llegar al suelo con calma y
seguridad.

Orwell sonrió suavemente. Su mirada


compasiva parecía la misma de siempre.

Mordiendo su frustración por haber sido


separada de Akari, Menou se vio obligada a enfrentarse
a la verdad que no quería reconocer.

~ 385 ~
Orwell era la autora intelectual de las
desapariciones que ella misma había pedido a Menou
que investigara, y eso no era todo.

La suposición de Menou sobre que la Orden de


los Caballeros de esta ciudad era corrupta fue ingenua.
Había alguien mucho peor trabajando con los
terroristas de Los Comunes, quien a su vez estuvo
detrás de los terribles experimentos humanos y
también proporciono a un rey de La Nobleza con la
tecnología para invocar a un Errante.

Todos los incidentes que Menou había


encontrado en esta nación fueron obra de la arzobispa.

—Eres tranquila y sosegada para tu edad–por


no decir que talentosa–pero careces de la cautela y la
cobardía de esa joven a la que llaman Flare. Sin ella, no
te hubieras convertido en una Verdugo tan temible.

—Me duele escuchar eso.

Si Orwell, la líder de Las Fausto en esta nación,


formaba parte de esta conspiración, no era de extrañar
que un rey de La Nobleza se atreviera a intentar una
invocación con tanta confianza.

Si iban a luchar aquí y ahora, el mayor problema


serían los materiales introducidos en el bastón de
Orwell.

~ 386 ~
Los cristales rojos, azules y verdes eran objetos
raros y prohibidos que nunca deberían estar en manos
de una mujer sagrada.

—Ahora bien, señorita Menou. Me pregunto


cuánto sabe sobre los cristales del Color Primario.

—Sé que están hechos de los tres colores más


puros de este mundo: rojo, azul y verde. Como parte de
la Dimensión Conceptual, formada por los poderes del
planeta y la historia humana, estas piedras permiten
acceder y conjurar los Conceptos mediante los Colores
Primarios que pintan este mundo. Los materiales
también pueden extraer cualquier color del mundo a
través de la conjuración.

La indagación de Orwell fue tan cortés como


siempre, así que Menou respondió con la misma
expresión de calma.

Las piedras del Color Primario no era lo único


temible en su arsenal. El complejo encantamiento que
Orwell utilizo para su anterior ataque fue ejecutado
con una delicadeza deslumbrante. Su habilidad para
controlar la Fuerza Guía, tan importante en el proceso
de conjuración, estaba claramente muy por encima de
la de Menou.

~ 387 ~
—Con esas piedras, imagino que alguien de su
nivel incluso podría crear mundos enteros mediante la
conjuración, arzobispa Orwell.

—Ciertamente. No esperaría menos de la pupila


de esa joven. Su conocimiento de los tabúes
designados es impecable.

Aunque mantuvo su tono uniforme, por dentro


Menou estaba de todo menos tranquila.

Sólo se le ocurría una razón para que Orwell las


hubiera atraído hasta aquí.

Ella quería a Akari.

Más concretamente, quería la Pureza


Conceptual de Akari. Lo más probable es que la
ceremonia que estaba tratando de realizar en la sala no
fuera para matarla. Debía ser un ritual sacrílego que
pretendía utilizar su Pureza Conceptual de alguna
manera.

—Entonces, ya que eres consciente de la


diferencia de nuestras habilidades, te agradecería que
te rindieras.

—Desafortunadamente, mi Maestra nunca me


enseñó a rendirme.

~ 388 ~
¿Puedo ganar esto? se preguntó Menou. ¿Puedo
vencer a la Arzobispa Orwell?

Se trataba de una personalidad poderosa; una


genio entre Las Fausto, con un espíritu inquebrantable
que acumuló logró tras logró a lo largo del tiempo que
invirtió para ganarse una posición en la cima. Su primer
ataque redujo a cenizas la mejor arma de Menou en
cuestión de segundos. La desventaja estaba clara. Le
convenía retirarse.

Pero como si hubiera leído los pensamientos de


Menou, Orwell eligió ese momento para cargar la
catedral con energía.

Fuerza Guía: Fusionar Materiales—Catedral,


Construcción de Iglesia, Encantar Cresta—Conjurar
[Barrera Sanctum de Múltiples Paredes]

Las ornamentadas y complejas crestas de la


catedral se activaron. El torrente de Fuerza Guía que
Orwell había bombeado dentro de las paredes creó una
barrera impenetrable de capas que aisló el interior de
la catedral del resto del mundo.

—Ahora puede estar segura de que la ayuda no


vendrá, señorita Menou.

A pesar de que acababa de infundir una masiva


cantidad de poder para crear una enorme barrera,

~ 389 ~
Orwell no se veía abatida en lo más mínimo. Entre la
velocidad y la precisión de sus encantamientos, y su
sorprendente fuerza natural (suficiente para crear un
muro alrededor de la catedral), estaba en una liga
propia.

La única ventaja posible de Menou era la


fragilidad del cuerpo envejecido de Orwell. Sus piernas
eran tan débiles que ni siquiera un Incremento podría
fortalecerlas lo suficiente. La única forma de derribarla
sería en un combate cuerpo a cuerpo, pero Menou no
dudaba de que la arzobispa tendría algunos trucos para
defenderse. Sería suicida cargar contra ella en un
ataque imprudente.

—¿Puedo preguntar sus motivaciones?


Supongo que usted también estuvo detrás de la
invocación en la capital real, ¿o me equivoco?

Menou continuó analizando los puntos fuertes


de su oponente, en busca de debilidades, pero en su
interior se lamentaba muchísimo.

Como Verdugo, debería haberse dado cuenta de


lo que estaba ocurriendo. Sin embargo, por descuido
término guiando a Akari al corazón de la herejía.

—Ah, bueno. Sólo ayudé a Las Fausto para evitar


que la Orden de Caballeros se enterara de esto. Cuando
les ofrecí a ellos la tecnología para realizar

~ 390 ~
invocaciones–un subproducto de mis experimentos
aquí, estuvieron encantados de cooperar.

La invocación de Errantes en la capital real


desencadenó toda esta cadena de acontecimientos.
Todo estaba conectado: las múltiples ceremonias
diseñadas para despistar a Menou y la subsecuente
trampa. En retrospectiva, también era cierto que
conocían demasiado de los métodos de las Verdugos,
cuya existencia ni siquiera era de dominio público.

—Le eché una mano a ese grupo terrorista de


Los Comunes y a sus pequeños planes porque quería
que recogieran chicas jóvenes para mí. Siempre es
mejor tener más material, ¿no?

Eso explicaba las Armas Guía que los terroristas


llevaban en el tren y, lo que es más importante, la
Piedra del Rojo Primario, cuya adquisición y utilización
requería una gran habilidad en la conjuración. Para la
arzobispa, quien controlaba todas las iglesias en la
capital real, sería una hazaña fácil adquirir y distribuir
estas armas prohibidas...

...más aún si colaboraba conjuntamente con


varios grupos de La Nobleza y Los Comunes.

—Las Fausto no podemos andar secuestrando


personas públicamente. Así que, a cambio de

~ 391 ~
ayudarles, hice que trajeran a las chicas a este sótano
para usarlas en mis experimentos.

—...ya veo. Entonces también debes haber


tenido alguna razón para que los terroristas atacaran el
tren.

—¿No estaba la princesa Ashuna en ese tren?

Orwell respondió sin titubear, como si ya no


tuviera motivos para ocultarlo.

—Su alteza siempre ha tenido una aguda


intuición. Cuando me avisaron de que iba a venir aquí,
quise asegurarme de que no se enterara de mis
esfuerzos, así que intenté distraerla contigo. Sabía que
ella actuaría si ocurría un incidente en el tren, y como
sacerdotisa, tú también tendrías que hacer algo al
respecto.

Eso tenía sentido: Sin el incidente terrorista,


Ashuna no se habría encontrado con Momo. Y como
Menou estaba al tanto de la presencia de la princesa,
se vio obligada a actuar en consecuencia.

—El momento era perfecto, ya que los planes


de su padre acababan de ser desbaratados por una
Verdugo. Conociendo la personalidad de la princesa
Ashuna, no había duda de que se interesaría mucho por

~ 392 ~
la existencia de esa persona. Estoy segura de que eso
le dificultó las cosas también, señorita Menou.

En efecto, el asunto de Ashuna privó a Menou


del valioso recurso que representaba Momo. Si Momo
no hubiera tirado a Ashuna del tren, probablemente los
movimientos de Menou también se habrían visto muy
limitados bajo la atenta mirada de la princesa.

Orwell había fingido ayudar a los terroristas y


los había utilizado como peones desechables para
forzar a Menou y compañía a un enfrentamiento con
Ashuna. Sin dar un solo paso fuera de Garm, guio a
Menou y a Ashuna hasta sus manos.

—El único factor inesperado fue esa asistente


tuya. Supuse que si andaba investigando bajo tierra se
toparía con la princesa y comenzaría otra pelea... pero
como pudo comunicarse contigo a pesar de dar con
aquella sala ceremonial, ¿tal vez trabajaron juntas? En
ese caso, tendré que deshacerme de las dos también
más tarde.

—...qué bajo ha caído, Arzobispa Orwell.

Ahora que tenía toda la información, Menou


miró con dureza a la arzobispa.

Como el polo opuesto a Menou, se suponía que


Orwell debía utilizar sus encantamientos y su posición

~ 393 ~
para ayudar a las personas. Ese era su papel como
mujer santa—especialmente como arzobispa.

Sin embargo, esta persona, que se encontraba


en la cima de Las Fausto, había hundido sus manos tan
profundamente en lo impensable con tanta
premeditación que daba asco.

—A diferencia de mí, tú debes salvar a las


personas. ¿Por qué haces todo esto?

—Ah, ¿no lo comprendes, verdad...? Supongo


que no hace más que matar. Ah, sí. Ahora todo tiene
sentido, señorita Menou. No me extraña que no lo
entienda.

Orwell la miró como si fuera testigo de la


ignorancia del mundo.

—Verá, cuando salvas a tantas personas, sus


gritos de auxilio se vuelven muy molestos.

—¿Qu...? —Menou se quedó sin palabras.

Orwell continuó, sin inmutarse:

—“¡Ayúdanos!”. “¡Sálvanos!”. “¡¿Por qué no


vienes a ayudarnos?!”. “¡¿Por qué no nos das más?!”.
“¡Haz más milagros!”. “¡No te eches para atrás!” “¡¡Danos

~ 394 ~
todo lo que tengas!!” “¡¡Tu tiempo, tu poder, tu vida
entera!!”. “¡¡SÁLVANOS!!”... te persiguen sin cesar.

Sonaba como una anciana agotada mientras


terminaba su confesión.

—Y a pesar de ello, no he oído de alguno que se


salve a si mismo...

Fuerza Guía: Conectar—Santo Bastón, Tríada


Primaria—Conjurar [Falsedad, Fuego Infernal]

Orwell canalizó su poder en una de las tres


piedras de Color Primario en su bastón, la Piedra del
Rojo Primario, conjurando un encantamiento.

Unas llamas rojas anormalmente vividas se


sublevaron, cubriendo rápidamente el suelo.

—Ngh...

Menou se estremeció ante el ataque creado por


el color primario.

Era muy diferente a cualquier encantamiento


limitado por crestas o inclusive escrituras. Con los
materiales y el avanzado control de Orwell sobre sus
poderes, podía extraer y manifestar fenómenos
mediante Conceptos de los Colores Primarios, una de las

~ 395 ~
dimensiones creadas por las venas astrales del planeta
y la historia humana.

Las llamas conceptuales no producían ondas de


calor, pero si tocaban a Menou, la incinerarían hasta
convertirla en cenizas que no dejarían ni huesos.

Fuerza Guía: Conectar—Daga, Cresta—Conjurar


[Hilo Conductor]

Activando la cresta, lanzó la daga hasta


envolver un adorno de la pared. Luego tiró del hilo
unido y saltó, escapando de las llamas carmesí que
lamían el suelo.

—Je. Muy impresionante.

—¡Tú...!

Aterrizando de nuevo en el suelo una vez que


las llamas se apaciguaron, Menou rechinó los dientes
frustrada por su falta de opciones.

Desde que el primer ataque con un rayo de luz


destruyo sus escrituras, los únicos medios de batalla
que le quedaban eran las crestas de sus dagas (las
cuales servían para conjurar el Hilo Conductor y el
Vendaval) y la de su túnica (que le permitía materializar
una Barrera). Estaba contra la espada y la pared, sin
ninguna posibilidad aparente de ganar.

~ 396 ~
Y, por si fuera poco, la barrera que rodeaba la
catedral no le permitiría escapar.

—Hmm, ¿dónde estábamos? Ah, sí. Me


preguntaste por qué haría todo esto, ¿no? Mis
disculpas, querida. Cuando llegas a mi edad, pierdes el
hilo de una conversación muy fácilmente.

Orwell no pareció molestarse en absoluto al ver


que Menou evitaba sus encantamientos. Al contrario,
lucía la sonrisa de alguien que observa con afecto cómo
un niño enérgico juega al aire libre.

—Sabes, estos días me duele mucho la espalda.

—¿Perdón?

Menou no tenía ni idea de lo que estaba


hablando.

¿Le duele la espalda?

¡¿Qué tiene eso que ver?!

Fuera o no consciente de la confusión interior


de Menou, Orwell se dio unas ligeras palmaditas en su
propia espalda doblada mientras continuaba.

~ 397 ~
—Todas las mañanas, cuando me despierto, mi
primer pensamiento es siempre “Ah, me duele la
espalda”, ya te imaginaras.

Menou se preparó, asumiendo que esto era un


preámbulo que conducía a alguna gran motivación,
pero Orwell simplemente continuó con la queja común
de los ancianos.

—Es muy doloroso levantarse de la cama.


Tengo que pedirle ayuda a alguien más joven para
levantarme, y cuando doy el primer paso, se puede oír
cómo crujen mis rodillas. Oh, Dios mío. Es terrible.
¿Comprendes? Verás, creo que es el peso de todas las
personas que he salvado lo que me arrastra. Son tan
terriblemente pesados.

—¿Qué estás diciendo...?

—Ah, pero por supuesto que no lo entiendes.


Eres joven, después de todo.

El sentimiento que Orwell dirigía hacia la joven


Menou no era de celos—

—Supongo que yo tampoco lo entendía cuando


tenía tu edad. Pero esto es lo que pasa, señora Menou.
Al final, no he conseguido convertirme en una
auténtica mujer santa. Sólo soy una persona común y
corriente que por casualidad puede ayudar a los demás

~ 398 ~
gracias a mis poderes. Ahora que he llegado a esta
frágil vejez, por fin me he dado cuenta de lo que
realmente es. Eso es todo.

Fue una pena, para una joven que aún no conocía


el miedo a la vejez que acabaría descendiendo sobre ella.

—Pero, aun así, ya que he salvado a tantas


personas, creo que es justo que ahora se me permita
matar a otros tantos para salvarme.

Menou miró en silencio alrededor de la


habitación.

En este laboratorio, innumerables jóvenes


secuestradas fueron sometidas a experimentos in-
humanos, disecadas para investigar el origen de su
juventud y convertirlas en materiales, todo con el
propósito de que Orwell encontrará la manera de
escapar de su envejecimiento.

Menou no podía comprender esa motivación en


lo más mínimo. Así que desistió de intentar
comprender los sentimientos de la anciana.

—...y por eso querías a Akari.

La Pureza Conceptual del Tiempo. Para una


anciana que teme su propio deterioro, el Retroceso de
Akari debe ser increíblemente tentador.

~ 399 ~
—¿Cómo pretendías utilizar su Pureza
Conceptual? No es el tipo de cosa que cualquiera puede
usar como quiera, ni siquiera una distinguida
conjuradora como usted.

Luego de su experiencia rozando la Pureza


Conceptual que habitaba dentro de Akari, la
comprensión de Menou al respecto era dolorosamente
clara. Incluso el uso de la Fuerza Guía de otra persona
era bastante difícil.

Pero, naturalmente, Orwell también debía ser


consciente de los peligros de una Pureza Conceptual.

—Dios mío, señorita Menou. Por favor, no me


juzgue mal. Seguramente sabe que soy muy consciente
de la inestabilidad inherente acopladas a los Errantes.
Nunca intentaría ponerle la mano encima a uno
directamente. ¿Cómo crees que he vivido hasta una
edad tan avanzada? Conozco muy bien mis límites.

La arzobispa hablaba con tranquilidad de su


propio sentido común, como si no hubiera secuestrado
mujeres jóvenes para realizar experimentos con ellas.

¿Entonces cómo...? se preguntó Menou, hasta


que se le ocurrió.

~ 400 ~
La sala ceremonial en la que habían estado
antes de caer aquí.

—Esa sala de arriba parece ser la fuente de tu


confianza. ¿Cómo ibas a utilizarla para controlar una
Pureza Conceptual?

—Efectivamente. Bueno, en realidad es


bastante relevante para ti, así que supongo que podría
explicarlo.

Orwell sonrió cálidamente, como si estuviera


impartiendo otra lección a una sacerdotisa más joven.

—Verás, esa sala ceremonial se creó


originalmente para lavar el cerebro de los Errantes
invocados.

—¿Lavar el cerebro...?

—En efecto. O quizás blanquear sus mentes


sería un término más preciso.

El experimento de teletransporte que Momo


había encontrado no se utilizaba realmente para la
invocación en la capital real.

Orwell lo había creado con un propósito muy


diferente.

~ 401 ~
—Es un sitio de prueba para borrar
personalidades. Está pensado para limpiar el espíritu y
el alma de una persona, sin dejar nada más que blanco.
Esperaba que al usarlo en un Errante podría adquirir su
Pureza Conceptual para usarla como quisiera, pero fue
bastante difícil ajustarlo al nivel de limpieza adecuado.
En un caso, incluso la propia Pureza Conceptual se tornó
marfil, lo que fue bastante difícil de encubrir. Sin
embargo, estás bastante familiarizada con aquel
incidente, ¿no es así?

Una pequeña sonrisa se asomó en las comisuras


de los labios de Orwell.

—La Errante que se encontraba parcialmente


blanqueada redujo toda una ciudad a blanco, como
bien recordarás.

La conmoción que produjo en Menou fue difícil


de expresar con palabras.

Esta inesperada revelación la sacudió mucho


más que la constatación inicial de la herejía de Orwell.
Por un momento, sus pensamientos se congelaron. Su
mente se volvió casi completamente blanca y por poco
la daga se le resbala de las manos.

La hoja se agitó en su mano temblorosa.

—Tú... ¿por cuánto tiempo–?

~ 402 ~
—¿Te lo dije, no? Desde el principio.

Cuando Menou consiguió desenredar el nudo


en su garganta, la anciana arrugada sonrió con picardía.

Desde el principio.

Quisiera o no, Menou se dio cuenta con horror


de hasta dónde llegaba eso en realidad.

La ciudad natal de Menou se había convertido


en nieve blanca, al igual que sus recuerdos sobre la
misma. Su familia, sus amigos y el propio sitio se habían
vuelto blancos y se desvanecieron como un todo.
‘Menou’ fue lo único que quedó atrás; su corazón
acabo tan blanqueado que ni siquiera sintió tristeza por
el supuesto siniestro.

Aquel incidente, que Menou no podía procesar


como una tragedia a pesar de ser una sobreviviente,
era todo obra de la mujer que tenía ante sus ojos.

¿Y con qué propósito?

—Después de algunos experimentos,


determiné que, en lugar de intentar lavar el cerebro de
los Errantes, era mejor reducir sus almas y espíritus a un
blanco puro, dejándolos como Purezas Conceptuales sin

~ 403 ~
voluntad propia. Pero incluso así, un Errante que
intente usar su poder sigue siendo un peligro.

Orwell explicó la verdad con claridad.

—Ahí es donde entra usted, señorita Menou.


Juntas, usted y la señorita Akari significan algo. Tienes
el potencial para manipular la Pureza Conceptual de esa
chica, ¿verdad?

Al decirle que ella misma estaba destinada a


utilizar a Akari, Menou volvió a recordar el incidente del
tren.

Menou no tenía barreras alrededor de su


espíritu y su alma. Cuando su ciudad natal se tornó
blanca, ella también término en un estado similar. Por
eso Menou pudo conectar su energía con la de Akari—
y con una facilidad asombrosa. Había evitado tocar la
Pureza Conceptual en el tren para no exponerse a un
peligro innecesario, pero era posible que también
pudiera utilizarla.

—Creo que podrías. Sobreviviste a ese pueblo


blanco, renaciendo como el más fino de los materiales.
Puedes realizar la conexión con otros con suma
facilidad–y bajo la tutela de Flare, tus encantos han
mejorado hasta el punto de que ahora también te
llaman Flarette. No tengo ninguna duda de que serás
capaz de manipular su Pureza Conceptual.

~ 404 ~
Orwell había convertido toda esa ciudad en
nieve blanca con el objetivo de crear un material con el
cual controlar una Pureza Conceptual; dicho material
ahora tenía por nombre ‘Menou’.

Su objetivo no era sólo Akari. Era Menou y Akari


a la vez.

—...ah, ya veo.

La mente de Menou, que casi se había


adormecido, comenzó a agitarse de nuevo.

Las dudas que había ido acumulando poco a


poco durante los acontecimientos de la última semana
empezaron a encajar, una tras otra.

La Pureza Conceptual de lo Nulo que pertenecía


al chico al que Menou asesino sin conocer siquiera su
nombre podría haber acabado convirtiéndose en
inmortalidad. La única razón por la que Akari fue
elegida para sobrevivir es porque su Pureza Conceptual
del Tiempo resultaba más conveniente para los
propósitos de Orwell. Esto también explicaba por qué
una figura importante como la arzobispa se interesaría
tanto por Menou, una simple Verdugo.

~ 405 ~
Orwell había mantenido su ojo en Menou todo
este tiempo porque era un ingrediente indispensable
para sus planes.

—Así que realmente estabas detrás de todo


esto desde el principio.

—Así es. Hubo un poco de suerte y coincidencia,


sin duda, pero cuando pasas diez años aprovechando
cada pequeña oportunidad que puedas encontrar,
eventualmente lograrás los resultados que deseas.

Un calor latente empezó a brotar de lo más


profundo del estómago de Menou. Estaba enfadada—
por haber sido engañada, por haber sido utilizada desde
el principio de su renacimiento y por su propia estupidez
al haber venerado a Orwell todo este tiempo.

—He estado esperando a que tú, mi precioso


material, crecieras lo suficiente como para poder
controlar una Pureza Conceptual. Por eso estuve
incitando a Las Fausto a llevar a cabo la invocación.

Orwell construyo paciente y cuidadosamente


este plan durante mucho tiempo. Invocar a las
entidades prohibidas conocidas como Errantes, atraer
a la Verdugo conocida como Menou—todo ello era una
pequeña parte de un plan que abarcaba más de una
década.

~ 406 ~
—...heh. De principio a fin, sólo hubo una
persona que dudó de mí. La Verdugo Flare.

Menou agarró su daga con más fuerza.

Al notar esto, la aguda arzobispa sonrió con


deleite.

—Vaya, ¿te he hecho enfadar? ¿Pero por qué?


¿Por qué te has enfadado justo ahora? ¿Por quién?
Seguro que no estás enfadada por haber perdido tu
ciudad natal. Después de todo, ni siquiera tienes un yo.
Esos pensamientos que tienes ahora son muy
posteriores al hecho, ¿no es así, señorita Menou?

Todo se remonta al socavón de aquel día blanco


y puro en el que Menou renació en este mundo.

—Has olvidado todo. Todo ha sido borrado.

Su ira llegó a un punto de ruptura.

Fuerza Guía: Conectar—Daga, Cresta—Doble


Conjuración [Hilo Conductor, Vendaval]

Fuerza Guía: Conectar—Traje de Sacerdotisa,


Cresta—Conjuración Múltiple [Barrera Múltiple]

~ 407 ~
Menou lanzó la hoja y la aceleró con Vendaval,
pero fue derribada antes de que pudiera alcanzar a
Orwell.

Orwell había activado la cresta de su túnica. Las


múltiples barreras que se formaron eran mucho más
resistentes que la armadura del soldado sortílego
contra el que luchó Menou en el tren. Además, la
velocidad de conjuración de Orwell era mucho más
rápida que la suya.

Menou tiró del hilo para recuperar su daga


lanzada. Orwell se rio agradablemente, sin burlarse de
su ataque.

—Qué apropiado es que te llames ‘Flarette’. Mi


material, antes perfectamente blanco, ha adquirido
ahora un parecido demasiado grande con esa joven.

—Así es. Después de todo, soy una villana.

Sin expresión alguna, Menou dio un paso


adelante.

Después de que su ira explotara, su mente


estaba extrañamente calmada.

Sea cual sea la identidad de Menou, sean cuales


sean las intenciones de Orwell, sólo había una cosa que
tenía que hacer.

~ 408 ~
—Usar una Errante está categóricamente
prohibido. Al igual que el uso de partes del cuerpo
humano como material.

No importaba quién lo hiciera o por qué—nada


de eso importaba.

Menou miró fríamente a la hereje ante sus ojos.

Orwell se sumergió hasta el cuello en lo


prohibido. Se había escapado incluso de la Maestra de
Menou y también se las arregló para llegar hasta la cima
del Primer Estado.

Aun así, la misión de Menou no cambió.

—Usted ha cometido una grave ofensa, así que


debe ser ejecutada. Esa es la razón de mi existencia.

—En efecto. La estoy esperando, jovencita.


Pobre niña que no pudo compartir el destino de su ciudad
natal.

La amable sonrisa de Orwell no vaciló. Estaba


tocando los dos frascos que contenían los materiales
que había obtenido al disecar a tantos humanos.

~ 409 ~
Fuerza Guía: Conectar—Pseudo-Concepto del
Color Primario [Rojo]—Conjurar [Rojo Primario, Serafín
Caprichoso]

Fuerza Guía: Sacrificio—Pecado Original,


Orgullo: Espíritu, Cuerpo, Alma—Convocar [Pecado
Original, Enredadera de Césped]

Todo el rojo de uno de los frascos comenzó a


transformarse, y las partes del cuerpo humano del otro
se convirtieron en un medio de sacrificio para la
conjuración.

Los materiales rojos se convirtieron en una


figura desnuda andrógina con alas. Y a la sustancia
sombría y fangosa que apareció a los pies de Orwell le
crecieron ocho patas y se convirtió en una especie de
silla.

Orwell hizo un gesto al ángel rojo para que


esperara mientras ella bajaba para sentarse sobre el
demonio conjurado. Su mano se aferraba con firmeza
al bastón sagrado con las tres joyas del Color Primario.

—Cuando estés lista, mi querida. Seré suave


contigo. No tengo intención de quitarte la vida. Me
encargaré de que tú y la señorita Akari cumplan con su
legítimo propósito.

~ 410 ~
La líder herética de esta nación sonrió con
dulzura.

***
Al quedarse en la sala ceremonial, los ojos de
Akari se abrieron de par en par.

Estaba rodeada por sacerdotisas, la mayoría de


las cuales tenían sus escrituras a mano y parecían listas
para la batalla.

Desafortunadamente, la breve oportunidad que


Menou creó al lanzar sus escrituras tuvo poco efecto.
Akari no tenía la suficiente experiencia como para
correr al instante cuando se lo ordenaran; mientras
permaneció congelada por la sorpresa de la explosión,
las otras mujeres la rodearon.

—No te muevas, Errante. Pronto lo olvidarás


todo.

—Ummm... ¿qué?

Akari apenas tenía idea de lo que estaba


sucediendo, ya que todo se movía muy rápido, pero su
instinto empezaba a sospechar que podía estar en una
situación peligrosa.

~ 411 ~
—Sabemos todo sobre tu habilidad. Si sólo
puedes usar el Retroceso, entonces no hay forma de
que te resistas.

Las sacerdotisas continuaron la ceremonia,


vigilando de cerca los movimientos de Akari.

El grupo la empujó, reuniéndose en el altar al


centro de la sala.

Fuerza Guía: Conectar—Altar Ceremonial,


Ceremonia de Construcción de la Cresta Conjurada—
Conjurar [Pseudo-Reproducción: Blanqueado Parcial]

Los bordes de la sala ceremonial se deformaron


y retorcieron.

No eran las propias paredes las que habían


empezado a moverse—sino la pintura blanca que las
cubría. El revestimiento comenzó a acumularse en el
punto más alto del techo abovedado de la sala
ceremonial—es decir, directamente sobre Akari y el
altar.

Una vez que el líquido blanco convergió en ese


punto, comenzó a condensarse en una única gota.

—Este es un fragmento del Crepúsculo Estelar–


la esfera flotante y nublada del continente del norte. Ni

~ 412 ~
siquiera una Errante podría resistir su efecto
blanqueador.

—¡¿Espera, qué?!

El pánico se apoderó del pecho de Akari


mientras las cosas se desarrollaban a su alrededor. Algo
loco estaba ocurriendo, de eso estaba segura. Lo más
probable es que ella y Menou hayan sido engañadas de
alguna manera. Pero Akari no tenía ni la fortaleza
mental ni los medios para escapar de esta peligrosa
situación.

El inquietante líquido blanco que había sobre


ella temblaba y estaba a punto de caer, cuando de
repente...

Fuerza Guía: Auto-Conexión (Condiciones


Cumplidas)—Acercamiento Impropio, Pureza
Conceptual [Tiempo]—Realizar [Retroceso: Memorias,
Alma, Espíritu]

Se oyó el eco insonoro del tic-tac de un reloj, y


el tiempo para Akari solo se alejó del resto del mundo.
De repente, la inquietud desapareció de su rostro.

—¿Hmm? Esto es... ah, ya veo. esto es como


aquella vez en la catedral de Garm. ¡Y guau! ¡Este es mi
regalo de Menou!

~ 413 ~
Su actitud cambió por completo.

Akari se quitó el cintillo y lo miró emocionada.


Las sacerdotisas la miraron fijamente, confundidas por
su repentino y extraño comportamiento.

La ceremonia estaba casi terminada. Mientras


las sacerdotisas observaban el procedimiento para
asegurarse de que no se escapara, una pequeña risa se
le escapó de repente a la chica del altar.

—Bien, ahora voy a resistirme.

Con eso, Akari hizo girar ligeramente su dedo


índice.

Sus oponentes ni siquiera tuvieron tiempo de


reaccionar.

Fuerza Guía: Conectar—Acercamiento


Impropio, Pureza Conceptual [Tiempo]—Conjurar
[Suspensión]

~ 414 ~
~ 415 ~
El encantamiento se produjo de forma tan
natural como respirar.

Las mujeres que la rodeaban se congelaron en


su sitio, iluminadas por la Luz Guía emitida por el dedo
de Akari. Incluso su respiración y sus latidos cesaron,
pero eso no significaba que estuvieran muertas.

El tiempo se había detenido temporalmente


para las sacerdotisas.

Sin embargo, la gota blanca concentrada no se


detuvo por completo. Se vio afectada por la suspensión
del tiempo, pero su propia orden de blanquear al
objetivo disminuyó ese efecto. Lenta pero
seguramente, sin la velocidad normal de la gravedad,
siguió arrastrándose hacia abajo.

—¿Huh? ¡Pero esta cosa no se detiene! Me


pregunto por qué será...

Sin prisas, Akari despolvoreo su vestido y se


bajó del altar. La gota blanca se abrió paso y cayó,
golpeando el altar donde Akari había estado
momentos antes y volviéndolo todo blanco.

—Sí, lo siento. No pretendo seguir a nadie más


que a Menou ni ser utilizada por nadie más que por ella.
Y sobre todo... en serio–en serio no quiero que nadie
más que Menou me mate.

~ 416 ~
Akari ni siquiera se mostró perturbada por la
inusual visión mientras agitaba su dedo como si fuera
la batuta de un director de orquesta. Esta vez, conjuro
un tipo diferente de encantamiento.

Fuerza Guía: Conectar—Acercamiento


Impropio, Pureza Conceptual [Tiempo]—Conjurar
[Teletransportación]

Ella estaba interfiriendo con el espacio, una


materia estrechamente relacionada con el tiempo.
Llevo a cabo aquel encantamiento con la práctica
facilidad que sólo una Errante con un conocimiento
íntimo de su Pureza Conceptual podría lograr.

Las sacerdotisas suspendidas en el tiempo


entonces desaparecieron.

Sin prestar atención a su ausencia, Akari inclinó


la cabeza hacia un lado y se cruzó de brazos, como si
buscara en sus memorias.

—Ahora, en este momento... sí. A diferencia del


tiempo en el tren, no hay necesidad de volver las cosas
atrás... hee-hee. Supongo que lo más natural sería dejar
ser a Momo.

~ 417 ~
Al pronunciar el nombre de alguien a quien
técnicamente aún no conocía, Akari sonrió como si
hubiera dado con una idea furtiva.

Fuerza Guía: Conectar—Acercamiento


Impropio, Pureza Conceptual [Tiempo]—Doble
Conjuración [Teletransportación, Intemperie]

Se produjeron dos encantamientos a la vez.

Akari los había conjurado con la intención de


trascender el espacio, y promulgar sus efectos en otro
lugar completamente distinto.

Akari se rio al imaginar los resultados.

—¿Me pase de la raya? Siempre he estado un


poco celosa de esas cintas. ¡No es justo tener un
recuerdo de su pasado como ese!

Le sacó la lengua a alguien que no estaba allí


para verlo. Entonces, después de esta muestra infantil
de irrespeto, abrazó el cintillo contra sus pechos.

—Hee-hee... que suertuda soy. No hay muchas


‘veces’ donde pueda recibir algo tan maravilloso como
un regalo hecho a mano por Menou. Estoy taaaan,
¡pero tan feliz!

~ 418 ~
Después de murmurar para sí misma, Akari dio
forma de pistola a su mano derecha, apuntando con el
dedo índice a su propia sien.

—Bien, entonces. No pasa nada. Sólo tendré


una sensación de déjà vu, como siempre. ¡Y seguiré
amando a Menou...! Así que no tengo ningún miedo.

Mientras Akari hablaba en voz baja, como si


tratara de convencerse a sí misma, su mano derecha
brillaba.

Fuerza Guía: Conectar—Acercamiento


Impropio, Pureza Conceptual [Tiempo]—Conjurar
[Retroceso: Recuerdos, Alma, Espíritu]

La luz que había producido se disparó en su


cabeza.

Una vez que el brillo del encantamiento se


desvaneció, una Akari indemne parpadeó un par de
veces.

—¿Hwuh?

Arrugó la frente, tratando de entender por qué


se hallaba de pie cuando hace un momento estaba
sentada. Y encima, las personas que la habían estado
rodeando se fueron de repente.

~ 419 ~
—¿Ummm...?

Mientras se preguntaba qué acababa de pasar,


Akari, no obstante, comenzó a caminar.

Tenía la sensación de que debía ir a un lugar


importante.

Era lo mismo que había ocurrido en el tren. No


sabía por qué. Sólo sabía que tenía que hacerlo.

Cuando se adentró en la sala ceremonial, se


encontró con una escalera. Por alguna razón, Akari
supo inmediatamente que bajar la llevaría donde
Menou.

—Hrmm...

Akari se cruzó de brazos y reflexiono por un


momento.

Menou le dijo que corriera, pero Akari pensó


que eso no era realmente lo que debía hacer. No, ni
siquiera era realmente un pensamiento—sino más bien
una fuerte compulsión. Algo en su interior la empujaba
hacia adelante.

—Bien. Si Menou está en problemas, ¡tengo que


ir con ella!

~ 420 ~
Pensando en una razón para ceder al impulso,
Akari se dirigió hacia las escaleras. Seguramente nunca
había estado aquí, pero una fuerte sensación de déjà vu
la guio. Aunque no comprendía hacia dónde se dirigía,
no cavilo.

Simplemente se dirigió en línea recta hacia el


lugar donde debía estar.

—Aunque se enfade conmigo por haber venido,


sólo va a regañarme. ¡No he hecho nada malo!

Akari se apresuró hacia Menou.

***
Con un ruido seco, la espada de Ashuna corto
bruscamente al demonio en forma de cuerda.

Pero la criatura, que parecía componerse de una


maraña de hilos negros y viscosos, no retrocedió. El
trozo que había sido cortado se convirtió en una
segunda criatura, que intentó atacar a Ashuna desde su
punto ciego y se enroscó alrededor de su cintura.

Velozmente, Ashuna aplastó a la criatura que se


despendio al acto, e incapaz de mantener su forma, se
fusionó de nuevo con el cuerpo principal.

—Hrmm.

~ 421 ~
Ashuna inclinó su cabeza con elegancia.

Cortar un trozo del cuerpo principal solo creaba


un segundo ser con albedrio propio, y cuando ese ser
era aplastado, sus restos eran absorbidos de nuevo por
el cuerpo principal. Sin embargo, no pudo encontrar
algún tipo de núcleo en el enorme y retorcido cuerpo
principal del demonio.

—Momo, ¿cómo se mata a esta criatura?

—¡¿Cómo voy a sabeeeerlo?!

Mientras daba vistazos rápidos a la batalla de


Ashuna (todavía con la esperanza de que esta fuera
despedazada por el demonio), Momo cortó otra de las
escamas de su oponente con su oscilante cierra de
afrontamiento.

Su batalla contra un dragón sin alas de color rojo


puro la mantenía ocupada.

A diferencia del demonio de Ashuna, no tenía


ninguna habilidad especial—era simplemente un
soldado con la forma gigantesca de un dragón, y por lo
tanto, más resistente. Su enorme cuerpo le daba un
peso mortal a la mayoría de sus ataques, pero Momo
era lo suficientemente ágil como para esquivarlos
todos.

~ 422 ~
Pensando que no había nada que temer, Momo
se lanzó con valentía al combate cuerpo a cuerpo. Su
máxima prioridad era salir de este lugar. Incluso estaba
dispuesta a endilgarle el dragón a Ashuna si eso
significaba terminar esta batalla más rápido.

El dragón rojo, evidentemente enfadado por los


ataques que le estaban asestando a su gigantesco
cuerpo, giró su cabeza para sacudirse a Momo de
encima y abrió sus fauces de par en par.

Fuerza Guía: Conectar—Piedra del Rojo


Primario, Conjuración del Sello Interior—Conjurar
[Flama Roja]

El fuego comenzó a formarse dentro de su


boca.

Las flamas creadas por el Pseudo-Concepto del


Color Primario rojo eran tan encarnadas como una
salpicadura sobre el lienzo blanco más pulcro que
podría existir. Aunque no emitían calor, las flamas
tenían incluso más poder de combustión que una llama
real, ya que azotaban hacia fuera.

¡Todavía se puede!

~ 423 ~
Haciendo un juicio rápido, Momo estimo la
cantidad de energía que había en las flamas y se lanzó
hacia adelante.

Fuerza Guía: Conectar—Túnica de Sacerdotisa,


Cresta—Conjurar [Barrera]

Activando la cresta de su túnica, se adentró en


el centro del vórtice de llamas. Naturalmente, se centró
más en proteger su cabeza mientras creaba la barrera,
cubriendo las zonas más delgadas mediante el
fortalecimiento de la constitución de su cuerpo con el
Incremento.

Tal y como había calculado Momo, logró


atravesar las llamas en el instante que tardó la barrera
en consumirse—o algo así.

Porque en ese momento, un destello de Luz


Guía se mezcló entre las flamas rojas.

El resultado fue un espantoso encantamiento


que inmediatamente hizo desaparecer el paso del
tiempo en la zona. El Tiempo se había teletransportado
hasta aquí desde la catedral antes de activarse,
devorando para formar dos pequeños agujeros en la
barrera defensiva que Momo había creado alrededor
de su cabeza.

~ 424 ~
En las zonas exactas en las que su pelo estaba
sujeto por las cintas.

—¿...qué?

Justo cuando estaba a punto de cortar la nariz


de su oponente con su sierra de afrontamiento, Momo
se congeló de repente en su sitio.

Su pelo se había soltado.

Normalmente atado en coletas, de repente


quedó libre en el aire. Cuando sintió que sus rizos se
soltaban, Momo se apartó del dragón y miró detrás de
ella—hacia las cintas que se habían quemado y caído al
suelo.

Las dos cintas rojas que siempre había llevado;


las que le había regalado Menou.

—Ah...

La sierra de afrontamiento que tenía en la mano


cayó al suelo con un ruido sordo. Mientras Momo se
quedaba inmóvil, el dragón aprovechó la oportunidad
para atacar.

Momo ni siquiera intentó esquivar.

~ 425 ~
Con un rugido, el enorme cuerpo del dragón se
estrelló directamente contra Momo, aplastándola.

—Oh, cielos.

Mientras Ashuna luchaba con relativa facilidad,


intentando averiguar cómo matar al demonio, oyó el
estruendo que sacudió el espacio subterráneo y
entrecerró los ojos.

Bueno, eso debió matarla.

Sea cual sea la razón, Momo se había detenido


de repente y se quedó quieta en medio de la batalla. En
el caso de Ashuna, hubiera sido diferente, pero no
podía imaginarse a Momo sobreviviendo a esa
situación. Qué final tan anticlimático, pensó,
decepcionada.

Las gigantescas nubes de polvo comenzaron a


dispersarse. Pensando que al menos podría enterrarla
más tarde si quedaba un cadáver, Ashuna entornó los
ojos en el polvo que se desvanecía, pero la escena que
surgió la hizo dudar de sí misma.

El enorme dragón rojo, con su masa aumentada


por una enorme cantidad de Fuerza Guía, estaba
agitando sus patas y su cola.

—¿Hmm?

~ 426 ~
Al verlo más de cerca, esto era, de hecho, obra
de Momo. A pesar del ataque que acababa de recibir de
frente, Momo se veía prácticamente ilesa, incluso
inmovilizando al dragón con una mano. Lo tenía
agarrado de la nariz.

Y eso no era lo más extraño.

—¡...hic!

Momo estaba llorando.

El tinte de la Luz Guía que incrementaba su


cuerpo mientras lloraba estaba más oscuro y
acentuado que nunca.

En medio de los exagerados sollozos de la niña,


se oyó un sordo crujido.

Era el sonido de la nariz del dragón siendo


desquebrajada por el agarre anormalmente desmedido
de Momo.

—¡Waaah... WAAAAAAAHHH!

El sentimiento de batalla se vio ahogado por un


alarido sin gracia.

Lo que seguiría sería una masacre.

~ 427 ~
Siguió llorando mientras levantaba al dragón
con una sola mano y lo hacía girar, provocando un
masivo woosh*. El suelo tembló cuando la gigantesca
masa del dragón se estrelló contra él una y otra vez,
pero Momo no le dio importancia. Ella agredió al
gigantesco dragón en todos los sentidos, como un niño
pagando su rabieta con una almohada.

—¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! Yo los protegí. ¡Yo SÉ


que los protegí! ¿Entonces coooomo...? ¡Eso no es
juuuusto! Esto no es... ¡Waaaah! ¡No! ¡No! No, ¡ESTO ES
LO PEOOOOR! WAAAAHH!

—Er, uh, ¿Momo? Estamos bajo tierra,


¿recuerdas? Si sigues así–

—¡Cállate! ¡Vete a la mierda! ¡¡MUERE!!

—¡¿Whoa?!

Con las lágrimas aun cayendo por sus mejillas,


Momo lanzó el dragón directamente hacia Ashuna. Ella
consiguió esquivarlo, pero la bestia se estrelló contra el
demonio, haciendo que ambos salieran volando contra
la pared con un potente crash*.

Sabiendo muy bien lo problemático que habría


sido sobrevivir a un golpe como ese, incluso la princesa
sintió un escalofrío que le recorría la espalda.

~ 428 ~
Mientras tanto, Momo no dedicó ni una sola
mirada a los resultados de su salvaje lanzamiento. Se
limitó a tirarse al suelo y recoger los restos de las cintas.

—Wehhh... hic... p-pero mi senpai me las dio.


¿Qué hago...? Podría pensar que soy una chica mala que
destruye regalos... nooo... eso no es juuuusto.
¡NOOOOOOO!

Apretando los restos de las cintas contra su


pecho, Momo chillo incontroladamente como un bebé.

Los niños que lloran están fuera del área de


experiencia de la Princesa Caballero. Mientras Ashuna
dudaba en un raro momento de incertidumbre, los ojos
acuosos de Momo se posaron en los dos monstruos
que intentaban reincorporarse.

—¡Waaah... Waaaah!

La rabia se encendió en sus ojos llorosos.

—¡Todo esto es su cuuuulpa! ¡Eran un regalo de


mi senpai! Eran tan, pero TAAAN preciosos. ¡ERAN TAN
IMPORTANTES PARA MÍ! ¡Muere, muere, muere!
¡MUEEEERE!

Momo sacó sus escrituras y las cargó con


energía.

~ 429 ~
Fuerza Guía: Conectar—

Una enorme cantidad de energía bombeo de su


alma, y eso se vio reflejado en el libro.

Escrituras, 1:4, Pasaje Completo—

Momo continuó bombeando energías de su


propio ser—más de lo que decenas de sacerdotisas
ordinarias podrían producir juntas.

Conjurar [«—¿Qué estás haciendo? —Preguntó


el rey. La mujer respondió: —Estoy cavando un pozo. —
La tierra estaba seca. El suelo agrietado. Había arena
por doquier. Al rey le pareció extraño. No había agua
con la que llenar el pozo. ¿Por qué cavar un pozo aquí,
en el fin del mundo? Así que el rey insistió–

Para manifestar el encantamiento que Momo


intentaba conjurar, sus escrituras dirigieron el flujo de
energía hacia lo más profundo de la tierra para
interrumpirla. En comparación con Menou, que había
hecho algo similar durante un instante encima de un
tren en movimiento, el control de Momo era
francamente torpe.

Sin embargo, la cantidad de energía que estaba


utilizando era exponencialmente mayor.

~ 430 ~
Ashuna dedujo, por el lugar al que apuntaba el
poder, lo que Momo intentaba hacer—y el color se le
fue de la cara.

—E-Espera, Momo. ¿Seguro que no estás–? ¡La


vena terrenal–!

—¡No me importa el bien o el mal!

Momo no prestó atención al tono de


advertencia de Ashuna.

—Odio todo a excepción de mi senpai. Para lo


que me importa, el resto del mundo puede
desaparecer. Que todo a excepción de ella caiga en la
ruina. El mundo estaría mejor si ella fuera lo único que
quedara.

—¿Y de dónde sacaras el agua? Si esta vena se


ha secado. Ni siquiera hay petróleo. No hay paz. No hay
orden. ¿Qué podría florecer en este mundo? ¿Qué podría
plantarse? ¿Qué podría encontrarse? ¿Qué queda por
desenterrar? —La mujer contesto–

La vena terrenal tembló.

Este encantamiento ceremonial normalmente


requería varias personas, pero Momo lo estaba
reproduciendo sola, aunque en una escala mucho
menor.

~ 431 ~
La sección de la vena que pasaba por debajo de
la antigua capital de Garm se dobló y se desvió hacia la
superficie bajo el encantamiento de Momo.

—¿Cómo? ¿Por qué? Amo todo lo relacionado


con mi senpai. ¿Cómo has podido quitarme su regalo?
Nunca, nunca los perdonaré. ¡Nunca!

–Esto no está muerto. Esta tierra está llena de


poder. Si cavo más y más profundo, daré con la luz del
gran poder. La verdad de este mundo. La fuente. La
salvación brotará de la sangre vital de la tierra y llegará
a los cielos, conectando todo el–

Normalmente, los conjuradores manipulan


cuidadosamente el poder producido por la vena
terrenal, pero el control de Momo no era lo
suficientemente delicado.

Y esta simplemente se retorció hasta que salió a


borbotones. No hubo ningún esfuerzo por controlarlo,
y es que ni siquiera pretendió hacerlo.

—¡Lo odio todo! ¡Odio a todos! ¡Odio todo esto!


¡ESTÚPIDO! ¡MUNDO!

–cielo con la luz de este planeta para crear un


muro que seguramente traerá la paz a todos. —El rey le
creyó. No había sido abandonado. Reunió al pueblo,

~ 432 ~
cavó en la tierra, y vio su luz. La luz de la esperanza. De
lo que conecta. Y así–

Mientras desataba un encantamiento a una


escala mucho mayor que la de un individuo, Momo lloró
y gritó en voz alta.

—¡¡TODOS MENOS MI SENPAI DEBERÍAN MORIR!!

–se trasmitió su voluntad tanto en la tierra como


en el cielo»]

Desde las profundidades de la tierra, hasta la


superficie, el torrente de poder que broto de la vena
terrenal se estrelló hacia arriba, irrumpiendo en toda la
sala ceremonial.

***
Justo encima de donde Momo había conjurado
su encantamiento, en el castillo real, se desato un
pánico sin precedentes.

Una parte del castillo, que contaba con una


historia de más de ochocientos años, fue destruida de
repente.

Y todo se debió a que una ráfaga de luz


procedente del subsuelo había atravesado con
brusquedad la parte del castillo reservada para las

~ 433 ~
visitas turísticas. Nadie resultó herido, ya que no se
encontraba abierta en ese momento, pero una
multitud de personas se aglomero para ver lo que
sucedía.

Los caballeros que custodiaban la zona


entraron en pánico y corrieron de un lado a otro
tratando de encontrar el origen. Algunos de ellos
conocían la sala ceremonial subterránea y sospechaban
que podía estar relacionada, pero no podían revelar esa
información al público.

Mientras corrían fuera del edificio para


comprender mejor la situación, los caballeros se
quedaron boquiabiertos.

La mismísima Princesa Caballero Ashuna y una


sacerdotisa desconocida estaban luchando contra una
extraña criatura.

—Cielos. ¡Pero que espectáculo tan


emocionante, Momo!

Ashuna se rio encantada tras haber resistido el


estallido de poder simplemente con su Incremento. La
explosión la había dejado bastante maltrecha, pero
ninguna de sus heridas fue demasiado grave.

—Bueno, después de presenciar un espectáculo


así, ¡yo también tendré que ponerme las pilas...! ¡Atrás,

~ 434 ~
chusma! ¡No puedo prometer que no quedaran
atrapados entre todo este ajetreo!

Fue un error contenernos por si causábamos


demasiado daño bajo tierra, pensó con una sonrisa. Si
Ashuna se ponía seria, podría llegar a demoler lo que
quedaba del castillo cercano, pero...

—Oh, bueno. No es gran cosa.

Al final, sólo es un viejo castillo que se convirtió en


un lugar de reunión para los corruptos. Las personas
dentro parecen haber huido ya, así que devastarlo
incluso podría hacerme sentir mejor, razonó Ashuna
mientras cargaba su espada.

Fuerza Guía: Conectar—Espada, Cresta—


Conjurar [Corte: Expansión]

La energía de Ashuna surgió a través de la cresta


tallada en su espada.

El nivel de fuerza era demasiado para ser


contenido por una sola cresta. La estaba cargando
deliberadamente con un exceso de energía. Al igual
que el despliegue de poder de Momo, esto era mucho
más de lo que cualquier individuo ordinario debería ser
capaz de producir por sí solo, y resultó en un
encantamiento mucho más poderoso que cualquiera
de los que esa cresta manifestaría normalmente.

~ 435 ~
Las escrituras de Momo habían logrado resistir
el exceso de Fuerza Guía para conjurar el
encantamiento anterior con éxito, pero la espada de
Ashuna era sólo un pobre sustituto.

Empezaron a aparecer grietas en la hoja, pero


Ashuna las desestimó y siguió alimentando la espada
con poder. La hoja se quebró y se rompió—pero no se
deshizo.

La luz mantuvo unidos los trozos rotos de la


espada, creando una espada gigante mucho más
grande que cualquier arma ordinaria.

—Ahora, demonio.

Mientras la bestia se retorcía de dolor por la


fuerza extraída de la vena terrenal, Ashuna levantó su
brillante espada y sonrió dulcemente.

—Seguramente hasta una criatura como tu


moriría si la destruyen sin dejar rastro, ¿verdad?

Ella balanceo la espada de luz.

Con su ataque de corte expandido, la espada de


luz cortó limpiamente al demonio y lo redujo a polvo—
pero eso no fue todo.

~ 436 ~
El tajo de la enorme espada atravesó en
diagonal el castillo medio derruido, asestando el golpe
definitivo.

Por un momento, la mitad superior del edificio


se deslizó hacia un lado donde había sido cortada.
Luego se derrumbó por su propio peso y, al instante
siguiente, el antiguo castillo real comenzó a
desmoronarse en pedazos.

—¡Jaja! ¡¡QUÉ BIEN SIENTA CORTAR LA HISTORIA!!

La Princesa Caballero soltó una estridente


carcajada al ver cómo se desmoronaba el antiguo
castillo real.

Cuando se giró para ver cómo estaba Momo, la


chica seguía llorando.

—¿Necesitas ayuda?

—¿También quieres que te mate?

Momo no prestó atención a los ruidos de la


tierra ni a las nubes de polvo mientras el viejo castillo
real se caía a pedazos, ni tampoco miró a los ojos de
Ashuna mientras sujetaba con una mano al dragón que
se agitaba.

~ 437 ~
El castillo se derrumbaba ante las dos. Había una
multitud de personas que exclamaban alarmadas
mientras el edificio de importancia histórica se
destruía, pero por lo que a Momo le importaba, toda
esa multitud podía morirse también.

A diferencia de Ashuna, que se reía a carcajadas,


las emociones de Momo seguían siendo un caos.

Las lágrimas seguían cayendo por sus mejillas


mientras maldecía al mundo. Sujetaba al dragón que se
agitaba en su mano derecha, mientras que con la
izquierda se aferraba a los restos de las cintas.

Lo único más importante para ella que las cintas


era una sola persona. Momo estaba considerando
golpear a Ashuna una vez que terminara de ocuparse
de este dragón, cuando recordó que tenía a alguien
mucho más urgente que destruir.

Todo esto era culpa de la arzobispa.

Se giró hacia la base de la culpable y descubrió


que había una barrera erigida alrededor de la catedral.

¿Por qué me contuve en primer lugar?

Ciertos lugares, circunstancias y obligaciones


frenaron el espíritu de Momo.

~ 438 ~
Por eso se le quemaron las cintas.

Aunque quisiera ir a golpear al origen de sus


problemas, la barrera alrededor de la catedral era
demasiado fuerte.

Bien, pensó, y cargó sus poderes en el arma


perfecta que casualmente tenía en su mano derecha.

Fuerza Guía: Conecta—

La brusca intrusión de Momo se encontró con la


violenta resistencia del Dragón Furioso.

Era el protocolo de defensa automática del


soldado sortílego, diseñado para defenderlo de
influencias externas. Cualquiera que intentara
conectarse a él fuera de los medios aprobados, vería
cómo su Fuerza Guía era empujada hacia su interior,
intentando aplastar su espíritu y su cuerpo por igual.

Menou se había defendido de esto con sus


escrituras.

Pero Momo no tenía ese nivel de habilidad.

Así que, en su lugar, se abrió paso con su


enorme cantidad de poder.

Dragón Furioso, Conjuración del Sello Interior—

~ 439 ~
La Fuerza Guía de Momo aplastó el empuje del
Dragón Furioso y lo expulsó.

La contracorriente se vio obligada a retroceder


con aún más energía, lo que permitió a Momo
descomponer la energía que alimentaba el núcleo del
dragón y sustituirla por la suya propia.

La energía almacenada que mantenía al soldado


con forma de dragón en funcionamiento fue
expulsada, deteniéndolo por completo. La Piedra del
Rojo Primario dejó de servir como núcleo para el
soldado sortílego, y se vio obligado a volver a su estado
de mero material.

Entonces Momo utilizó aún más su propia


Fuerza Guía para cargar la piedra y comenzar a conjurar.

Piedra del Rojo Primario, Pseudo-Concepto del


Color Primario [Rojo]—

Momo utilizó el material en su mano para


desahogar sus sentimientos de frustración.

Conjurar [Falso Sol]

Y con el color primario conjuro un Pseudo-


Concepto allegado: Falso Sol.

~ 440 ~
Era un sol rojo antinatural que no producía ni
calor ni luz. El extraño y desigual círculo que apareció
parecía algo que un niño podría replicar con un frasco
de tempera roja.

Todas las miradas en la antigua capital de Garm


se concentraron en el sol artificial que apareció de
repente.

Sin embargo, Momo los ignoró; incluida la


mirada fascinada de Ashuna. Todavía ahogada en
sollozos, fijó su mirada en la catedral.

—Todo es culpa tuya.

Momo corrió hacia la catedral, con el pseudo-sol


bidimensional todavía presente en su mano derecha.
Con su fuerza y velocidad aún potenciadas por el
Incremento, saltó el foso que hace unos minutos se
trataba del antiguo castillo real y dio un salto aún
mayor.

Mientras Momo se elevaba en el aire, sus ojos se


posaron en la torre del reloj de la catedral.

Con sus ochocientos años de historia, este


elemento del edificio se consideraba un símbolo
especialmente conmovedor de Las Fausto es esta
nación. Teniendo en cuenta su valor cultural, era
demasiado valioso para describirlo.

~ 441 ~
Y todo esto significaba tanto para Momo como
lo que había desayunado ayer. Para ella, se trataba de
algo tan insustancial que podría olvidarlo fácilmente en
una semana.

Llorando como una niña, Momo levantó el sol


plano sobre su cabeza...

—¡Apártate!

...y aplastó sus furiosos sentimientos contra la


barrera.

***
Menou luchaba por ganar tiempo.

Valiéndose únicamente del Hilo Conductor y


Vendaval (las dos crestas talladas en su daga),
consiguió realizar esquives erráticos. Sin entrar nunca
en el radio de acción de Orwell y sus sirvientes
sortílegos, Menou luchaba puramente para mantener
su distancia.

Sólo para sobrevivir.

Su resistencia se estaba agotando poco a poco,


al igual que su suministro de energía. Orwell tampoco
intentaba atacarla seriamente. Después de todo su

~ 442 ~
objetivo era capturar a Menou con vida. Sólo tenía que
esperar a que la chica se quedara sin fuerzas.

—...esto es ridículo. —Refunfuñó Menou sin


pensárselo mucho.

Es cierto que Orwell era una anciana, pero


también era una hábil conjuradora que había pulido al
extremo sus ya elevados dotes naturales. En
circunstancias normales, Menou nunca lucharía contra
un oponente así de frente. Se acercaría a él por detrás
para atacarle sin que se diera cuenta, o fingiría amistad
para tener ventaja, o le tendería una trampa para
apuñalarle por la espalda.

Sin embargo, su enemigo había superado todas


sus tácticas habituales como Verdugo.

La arzobispa utilizó la excusa de solicitar una


investigación para alejar a Momo, atrajo a Menou junto
con Akari a su territorio y forzó a Menou a tener una
batalla frontal.

Desde el momento en que llegó a esta nación,


ella no hizo más que bailar en las palmas de Orwell.

Y como la catedral estaba sellada con una


barrera, ni siquiera podía huir. Pero Menou persistió
obstinadamente, alargando la batalla lo mejor que
pudo.

~ 443 ~
Incluso rodeada de enemigos, sabía que había
una cosa en la que podía confiar.

Y pronto llegó ese momento.

Múltiples temblores sacudieron la sala


ceremonial.

El polvo cayó del techo. No se trataba de un


terremoto, sino de un poderoso impacto en la
superficie que había sacudido toda la catedral.
Evidentemente, algún tipo de problema surgió en las
crestas de encantamiento del edificio, cerrando la
barrera que había atrapado a Menou en su interior.

—¿Qué demonios...? —Comento Orwell.

—Sabe, tengo una cosa de la que estar


orgullosa.

Mientras los temblores sacudían el laboratorio


subterráneo, Menou interrumpió a la alarmada
arzobispa y cargó hacia ella. Estaba protegida por el
ángel que flotaba a su lado, pero eso no importaba.

Una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios


ante el cambio que había estado esperando.

Menou escucho pasos que bajaban al sótano.

~ 444 ~
—Verá, tengo la ayudante más capacitada de
todo el mun–

—¡¡MENOU!!

—¡¡¡¿TU QUÉ HACES AQUÍ, IDIOTA?!!!

Al darse cuenta de que no era Momo la que


llego para respaldarla, Menou se alejó rápidamente de
Orwell.

Se trataba de Akari, de entre todas las personas.


¿Es que nunca aprende la lección? pensó Menou,
completamente aturdida.

—¡Maldita sea, Akari! ¡¿Por qué estás aquí?!


¡¿Qué pasa por esa cabeza vacía tuya?!

—¿Huh? ¿Qué? ¡¿Por qué te enfadas con la linda


chica que vino a rescatarte?!

—¡¡PORQUE ES OBVIO QUE SÓLO ME


RETRASARÁS!!

Esta era la segunda vez que se interponía en el


camino de Menou en medio de una batalla. Es natural
que Menou se sintiera desconcertada.

~ 445 ~
—¡Argh! ¡Te dije que corrieras! Sabía que eras un
idiota, ¡pero esto es ridículo!

—¡P-Pero no podía irme sabiendo que estabas


en peligro, Menou! No está bien abandonar a las
personas. ¡Quiero ser amable contigo, y quiero que tú
también lo seas conmigo! ¡Así que no he hecho nada
malo!

—¡Bien, entonces! La próxima vez que te pida


que hagas algo, ¡te pondré una correa al cuello para
asegurarme de que me escuches! ¿Feliz?

—¡Menou! ¡Eso es demasiado pervertido para


mí gusto! ¡Aunque sea contigo, no creo que esté
mentalmente preparada para algo así! ¡Vamos a
trabajar saludablemente nuestros caminos antes de
tomar un paso como ese, ¿okay?!

—¡¡OH, CÁLLATE!!

Su intercambio desinfló rápidamente la tensión


en el campo de batalla. No obstante, Orwell se
encontraba tan aturdida que ni siquiera intentó
aprovechar el momento. Las sacerdotisas que habían
rodeado a Akari en la sala ceremonial eran verdaderas
élites. Hasta con la pequeña oportunidad que había
creado Menou, no eran del tipo que dejaría escapar a
su presa tan fácilmente.

~ 446 ~
Y, sin embargo, aquí estaba Akari.

—¿Pero cómo–?

Justo cuando Orwell empezaba a expresar su


consternación, el techo volvió a retumbar.

Esta vez, fue algo más que un temblor o dos. Era


como si un gigante estuviera haciendo una rabieta en
la superficie, provocando enormes temblores uno tras
otro. El techo del laboratorio subterráneo tembló y
empezó a agrietarse. Mientras Menou miraba hacia
arriba, las grietas del techo seguían extendiéndose.

BOOM*

Un ruido sordo hizo temblar el suelo y reverberó


en sus huesos.

El techo subterráneo había llegado a su límite.


Las grietas se abrieron de golpe, llenándose de
agujeros, y finalmente se desmoronaron por completo.
Las piedras se convirtieron en escombros al caer en un
desprendimiento, sepultando el suelo de abajo.

Menou y Orwell inmediatamente activaron las


barreras de sus túnicas para sobrevivir el derrumbe.

—Maldición. ¡Es una cosa tras otra...!

~ 447 ~
El semblante habitualmente tranquilo de Orwell
se torció de disgusto ante la avalancha de imprevistos.

Y en el centro de todos esos escombros se


encontraba una diminuta chica de cabello esponjoso
que se abrió paso a patadas de entre los restos del
techo.

De inmediato Menou agarró a Akari y le cubrió


los ojos por detrás.

—¿Menou? ¿Qué pasa? ¿Algún tipo de fetiche


con los ojos vendados? Bueno, supongo que no es tan
malo... sí, puedo manejar esto. De acuerdo. Sigamos
desarrollando nuestro amor de forma saludable y
constante.

—¡No me gustan este tipo de cosas, así que


mantén la boca cerrada, por favor!

—Mm-hmm.

Sorprendentemente, Akari apretó los labios de


buena gana. Y lo que es más importante, el refuerzo de
Menou por fin había llegado.

Sin embargo, entro con mucha más violencia de


la que abría anticipado.

~ 448 ~
A base de fuerza bruta se abrió paso hasta una
zona subterránea atravesando una catedral desde
arriba. Menou fallo al calcular los daños, y luego notó
algo mucho más preocupante.

Momo estaba llorando.

Cuando Momo lloraba, perdía casi todo el


sentido de la razón. Sería demasiado peligroso para ella
hacer un alboroto indiscriminado aquí.

Sin dejar de cubrir los ojos de Akari, Menou


intentó desesperadamente señalar a Momo con su
propia mirada.

Su ayudante abrió la boca como si quisiera decir


algo, pero luego la cerró con visible esfuerzo.

Aunque cuando lloraba entraba en un frenesí de


locura, Menou era la única persona que podía llegar a
ella. Esta era la razón principal por la que Momo seguía
siendo una bata blanca y la asistente de Menou, a pesar
del abrumador talento natural que, de otro modo, la
habría hecho igualar fácilmente a cualquier Verdugo de
pleno derecho.

—...hmph.

Momo moqueó, mirando la forma en que


Menou casi parecía estar abrazando a Akari por la

~ 449 ~
espalda. Las lágrimas brotaron de sus ojos mientras
luchaba contra el impulso de gritar preguntas, pero se
las arregló para no hablar en voz alta para que su voz
no pudiera ser identificada.

Sabía lo que Menou le estaba advirtiendo: No


podía dejar que Akari viera su cara ni escuchara su voz.

Así que dirigió su atención a Orwell. Y golpeó al


ángel directamente en la cara como para aliviar su
frustración.

—¿Qué es ese ruido...?

—No te preocupes por eso.

Los fuertes y sordos golpes, como si alguien


estuviera haciendo un trabajo de demolición con sus
propias manos, eran en realidad el sonido de Momo
arrastrando al ángel flotante y golpeándolo contra el
suelo.

La reserva natural de Momo de Fuerza Guía era


increíblemente grande—tanto que normalmente
suprimía la mayor parte de su esencia.

Por lo general, cuando se aprovecha esta


energía, uno saca el poder de su alma y lo controla con
el espíritu. Pero en el caso de Momo, la cantidad de
poder en su alma era demasiado grande, por lo que se

~ 450 ~
cuidaba de sacar sólo pequeñas cantidades, para no
sumir su espíritu en el caos.

Como acaba de ocurrir en este caso particular.

Sin su espíritu para mantenerlo bajo control, su


poder prácticamente se desbordaba de acuerdo a sus
crudas emociones. En este estado, Momo no podría
detenerse hasta agotar toda su energía, así que
probablemente se calmaría cuando terminara de
golpear al ángel.

El problema era que la batalla aún no había


terminado.

—Dios... menudo problema has causado.

Con la catedral—su base—destruida, Orwell


miró a Momo con irritación.

—Ciertamente tiene talento, ¿no es así? Pero


aunque esa chica es aterradora... si sólo está en un
modo de desenfreno, estoy segura de que se le acabará
el poder muy pronto. Así que usted sigue siendo mi
máxima prioridad, señorita Menou.

Incluso sin su protector angélico, la arzobispa


seguía teniendo ventaja.

~ 451 ~
Tenía un bastón sagrado insertado con tres
piedras de Color Primario y el demonio sobre el que
estaba sentada para moverse. Las crestas de la daga de
Menou y su túnica de sacerdotisa no serían suficientes
para superarla.

Además, estaba el problema de Akari. Menou


apenas podía moverse mientras la protegía y le cubría
los ojos.

—¿Huh? Eh, Menou, espera un segundo.


¿Realmente llegué en un muy mal momento?

—Sí. Increíblemente. —Menou suspiró. —Por


eso te dije que corrieras... uff. ¿Por qué viniste aquí
cuando sabías que era peligroso?

—Es solo que...

Con los ojos aún cubiertos, los labios de Akari se


curvaron en una mueca.

—El lugar más seguro que conozco en este


mundo es a tu lado, Menou.

Por un momento, Menou no pudo responder.


Intentó hablar, pero no encontró las palabras
adecuadas.

Eventualmente, gimió en señal de derrota.

~ 452 ~
—...tu realmente eres una idiota.

—Grrr. ¡Qué mala eres, Menou! ¡Pudiste


haberte mostrado un poco más conmovida por esa
línea, sabes!

—Y encima eres una descarada...

Menou suspiró profundamente ante la actitud


perpetuamente despreocupada de Akari.

—Pero supongo que está bien, ya que tu cara


me ha recordado algo.

—¿Huh? ¿Qué? ¡¿De verdad?! ¿Así que soy útil?

—Te lo ruego: Por favor, cállate un minuto.

—¡Mmph!

Menou atrajo la cabeza de Akari contra su


pecho, manteniendo sus ojos cubiertos con un brazo.

No era sólo para que no viera a Momo—toda


esta escena sería nociva para la tranquila vida de Akari.

Ver su cara de felicidad le había recordado a


Menou el incidente en el andén del tren cuando
partieron de la capital real.

~ 453 ~
Tenía más crestas para servir como medios de
conjuración que sólo su arma y su túnica.

Menou utilizó su mano libre para sacar una sola


moneda de su monedero, luego abrió la boca y puso la
moneda de cinco en la parte superior de su lengua.

Fuerza Guía: Conectar—Moneda de cinco,


Cresta—Conjurar [Burbuja Guía]

La moneda en la lengua de Menou empezó a


producir burbujas.

Eran burbujas brillantes de luz, destinadas a


entretener a los niños; del mismo tipo que les había
mostrado a Akari y a la niña en el andén del tren. Las
Burbujas Guía eran difíciles de romper y podían
moverse ligeramente a la voluntad del conjurador,
pero eso era todo.

Se multiplicaron hasta llenar por completo la


visión de Orwell.

Fuerza Guía: Conectar—Daga, Cresta—Conjurar


[Hilo Conductor]

Menou utilizó la poca energía que le quedaba


para activar la cresta de su daga, doblando hacia atrás
el brazo para lanzarla a una corta distancia.

~ 454 ~
—Tu afición por las distracciones es también
muy similar a la de aquella joven.

Sentada encima del demonio, Orwell esquivó


fácilmente la daga, y luego sonrió ligeramente cuando
vio dónde había caído.

La daga se clavó en una Piedra del Rojo Primario


que se había derramado del frasco cuando se hizo
añicos durante el derrumbe.

—Oh, qué astuta. Se ve que lo has pensado


bien, pero me temo que fallaste.

—¿Lo hice?

—Ahora, no hay necesidad de fingir...

Ella asumió que las burbujas fueron una


distracción mientras Menou intentaba formar una
conexión a través del Hilo Conductor. Orwell se rio
divertida por el esfuerzo al hacer que el demonio
cortara la fibra, pero luego su expresión se puso rígida.

Menou no estaba sujetando el otro extremo del


cordón unido a la daga.

Seguía cubriendo los ojos de Akari con una


mano y sujetándola para evitar que se moviera con la

~ 455 ~
otra. Con las dos manos ocupadas, Menou escupió la
moneda de cinco pulgadas que aún descansaba en su
boca.

Entonces sacó la lengua, como una burla


infantil.

La punta de su lengua tocó una de las burbujas


flotantes.

Se habían dispersado lo suficiente como para


llenar la visión de Orwell, pero algunas de ellas se
habían dispuesto sigilosamente para formar un camino
único y continuo.

—El verdadero truco está aquí.

Orwell asumió que las burbujas fueron sólo una


distracción, pero un número suficiente de ellas se
habían conectado para crear una línea, que conectaba
con una Piedra del Rojo Primario diferente a la que la
daga había atravesado.

Menou envió poder a través de la burbuja que


su lengua estaba tocando.

Fuerza Guía: Conectar (a través de las [Burbujas


Guía])—

~ 456 ~
Su energía fluyó a través de las burbujas y hacia
los materiales rojos del frasco.

Piedra del Rojo Primario, Pseudo-Concepto del


Color Primario [Rojo]—

Los materiales hechos a partir de colores


primarios eran medios de conjuración diseñados para
conjurar a partir de su respectivo Concepto, de la forma
en que Orwell los había utilizado antes.

Si no estaban infundidos con la Fuerza Guía de


nadie, no eran más que recipientes vacíos que cualquiera
podía utilizar.

~ 457 ~
~ 458 ~
La habilidad de Menou podría palidecer cuando
la comparábamos con Orwell, pero seguía siendo una
conjuradora muy talentosa para su edad.

Conjurar [Falsedad, Fuego Infernal]

Se trataba de una manifestación artificial de las


llamas del inframundo. Un ataque violento por la
espalda, pero una estratagema necesaria para luchar
contra un oponente tan terrible.

—Necesitarás más que eso... ¡para derrotarme!

Fuerza Guía: Sacrificio—Enredadera de Césped,


Cuerpo—Convocar [Pecado Original, Plaga]

Orwell se giró inmediatamente, sacrificando el


cuerpo del demonio que tenía debajo para modificar su
forma en un nuevo demonio mediante una conjuración.
El demonio pasó de ser un asiento con varias patas a
convertirse en un enjambre de pequeñas criaturas
negras, devolviendo las llamas de Menou; los bichos se
quemaron, pero resistieron.

—...sí, sí. Un movimiento muy astuto. Pero aún


no es suficiente.

Orwell desvió su mirada de las llamas hacia


Menou, cargando su bastón de poder.

~ 459 ~
Fuerza Guía: Conectar—Santo Bastón, Tríada
Primaria—

Pero justo cuando giró para disparar un


desagradable encantamiento hacia Menou y Akari—

Orwell se encontró cara a cara con una alta


sacerdotisa de cabello rojo oscuro.

—¿...qué?

Orwell se paralizo. El cambio repentino en los


pocos segundos que había estado mirando hacia otro
lado fueron demasiado inesperados para que sus
pensamientos los procesaran, y su encantamiento se
vino abajo justo antes de completarse.

Se trataba de una sacerdotisa pelirroja, cuyo


rojo se asemejaba a la sangre seca. Era quien sostenía
a Akari. Sin duda, esta ominosa figura fue la única
persona que siempre sospecho de Orwell desde que se
sumergió nuevamente en la oscuridad de las artes
prohibidas.

—¡¿Flare?! ¡¿Pero cómo...?! No, no puede ser.


¿¡ACASO FINGISTE SER LA SEÑORITA MENOU TODO ESTE
TIEMPO PARA ACERCARTE A–!?

~ 460 ~
—Tenías razón en una cosa.

La imagen de Flare vibro como un espejismo.

Hubo una especie de ondulación en el espacio,


y la aparición de la sacerdotisa pelirroja se fue
alterando gradualmente.

Cuando la luz se desvaneció, volvió a


convertirse en Menou.

—Siempre me ha gustado una buena diversión.

—¡¿Qué...?!

La arzobispa jadeó con incredulidad.

Manipular las partículas de luz individualmente


para establecer un Camuflaje Guía era una técnica
especial y avanzada desarrollada por Flare. Multitud de
personas le habían rogado en múltiples ocasiones que
les enseñara esa técnica, pero ninguno consiguió
dominarla hasta el punto de poder utilizarla en el
campo de batalla.

Ni siquiera la propia Orwell.

—Pero esa joven es la única persona capaz de


manipular la Fuerza Guía así–

~ 461 ~
—Me temo que no. Ciertamente no estoy al
nivel de la Maestra, pero aún puedo usarla en la batalla.

Fue gracias al conocimiento que Orwell tenía de


la personalidad enfermiza de la Maestra y de la
dificultad de su técnica que saltó directamente a la
absurda conclusión de que Menou había sido ella
disfrazada desde el principio. Y es que Flare si era el tipo
de persona que realmente podría hacer algo así con tal
de arrinconar a su presa.

Aunque Menou no podía mantener su disfraz de


otra persona mientras se movía, podía mantener la
ilusión con suficiente eficacia mientras se quedaba
quieta.

Al fin y al cabo, la primera técnica que le habían


enseñado a fondo fue la del Camuflaje.

—Es porque aprendí esta técnica que me llaman


Flarette.

El orden en el que minuciosamente instruyeron


a Menou en el arte de la conjuración fue realmente
bizarro; diferente a cualquier educación ordinaria. Y lo
que es más importante, ella había sido blanqueada de
tal manera que podía absorber estas enseñanzas como
ingredientes para una sopa. Gracias a estos dos
factores, Menou pudo dominar el Camuflaje, aunque
de forma imperfecta.

~ 462 ~
Había un factor más—el más peligroso de
todos—y que Orwell paso por alto.

La persona más peligrosa de la sala no era


Momo, que estaba golpeando a un ángel; ni Orwell, la
arzobispa que había roto un tabú—ni siquiera Menou,
que podía manipular las partículas de luz para imitar la
apariencia de cualquier persona.

Sino la Errante que fue invocada aquí desde otro


mundo.

Menou no tuvo la amabilidad de decirle a su


oponente toda la verdad sobre su estrategia prevista.
Los otros trucos eran sólo para distraer a Orwell de la
existencia de Akari el tiempo suficiente para que
Menou hiciera su verdadero movimiento.

—Vamos, Akari.

—'Kay... Mmn!

Menou utilizó su Fuerza Guía para extraer el


poder de la otra chica, haciendo que los hombros de
Akari se movieran; su cuerpo se retorció como si le
hicieran cosquillas.

Esta era la verdadera estrategia que había


pensado cuando llegó Akari.

~ 463 ~
Fuerza Guía: Conectar—

Por supuesto, cuando se intenta utilizar el


poder de otra persona, normalmente tanto el usuario
como el recipiente sufrirían daños en sus espíritus y en
sus almas—pero ese no era el caso con estas chicas.

Desde su renacimiento, Menou fue capaz de


aceptar los espíritus y las almas de otras personas.

Y Akari entregó la totalidad de su alma y su


espíritu a Menou con una confianza incondicional.

Al igual que en el tren, Menou utilizó la magia de


Akari para conjurar un encantamiento de gran
potencia. Sin sus escrituras, tendría que usar las crestas
de su daga, pero los niveles latentes de la Fuerza Guía
de Akari incluso superaban con creces a los de Momo.

Orwell seguía conmocionada por el Camuflaje.


Así de amenazante era para ella la imagen de Flare. En
su condición actual, ella no sería capaz de manipular la
compleja conjuración de los Conceptos de los Colores
Primarios. Probablemente podría usar crestas simples,
pero eso no sería un problema. Si utilizaba mucho del
poder de Akari para conjurar su Vendaval, la daga de
Menou hasta podría atravesar las múltiples barreras de
Orwell.

~ 464 ~
Menou estuvo segura de su victoria hasta el
último instante.

—Una verdadera lástima, señorita Menou.


Estuvo muy cerca.

Fuerza Guía: Auto-Conexión (Condiciones


Cumplidas)—Catedral, Crestas de Encantamiento en la
Construcción de la Iglesia—Conjurar [Barrera de
Protección VIP]

En un instante, la barrera de la catedral se


activó, y la Luz Guía brilló alrededor de Orwell,
protegiéndola.

Los ojos de Menou se abrieron de par en par.

No fue la voluntad de Orwell la que había


conjurado este encantamiento. La barrera de la
catedral estaba construida con condiciones que la
activaban automáticamente. Lo más probable es que la
destrucción de su barrera exterior por un ataque
externo fuera una condición para construir una barrera
aún más fuerte que protegiera a las personas más
importantes del interior.

Esto es malo. Menou empezó a ponerse


nerviosa.

~ 465 ~
La poderosa barrera que protegía toda la
catedral se estaba concentrando en una sola persona.
Incluso con la Fuerza Guía de Akari, Menou no podía
atravesar su dureza. Podía entender esto muy bien
debido a su habilidad para medir con precisión la
cantidad de poder en un encantamiento.

Menou apretó los dientes. Debería haber


predicho esto. Había visto las crestas de la catedral
durante su primera visita. No pudo analizarlas todas,
pero se dio cuenta de que no sólo había una barrera
exterior, sino también una que funcionaba en el
interior.

Lo había tomado demasiado a la ligera.

Orwell sonrió triunfante y comenzó a cargar su


bastón sagrado a paso tranquilo.

Fuerza Guía: Conectar—

Menou dudó.

Sabía que estaba a punto de hacer algo que no


debía.

Pero no tenía más opciones. Tenía que elegir.


Eso era lo que su Maestra le había enseñado.

~ 466 ~
Tomando la decisión precipitada de que tenía
que usar un movimiento prohibido si quería ganar,
actuó inmediatamente.

Akari Tokitou, Pureza Conceptual [Tiempo]—

Menou profundizó su conexión con Akari aún


más que en el tren. Tomar prestada la energía de Akari
no sería suficiente para atravesar la barrera de Orwell.
Así que, en su lugar, tuvo que confiar en la Pureza
Conceptual acoplada indebidamente a su alma.

El poder de Menou hizo contacto con el alma de


Akari.

Entonces, en ese instante, su espíritu se


sumergió en un profundo abismo.

Ni siquiera hubo tiempo para resistirse. El


espíritu de Menou fue completamente superado. La
cronología de su conciencia se sumió en el caos, y la
Menou del pasado y la del presente se volvieron
imposibles de distinguir. Ya no podía saber dónde
estaba ni qué hora era. No tenía ningún reloj interno al
que recurrir.

Naturalmente, no podía conjurar en ese estado.


Se adentró a un reino que no tenía cabida para la
conciencia y a donde ninguna alma humana debería
morar jamás.

~ 467 ~
Ella hizo una apuesta y había perdido.

La conciencia de Menou pasó del mundo


exterior a lo más profundo de sí misma, arrastrada a los
confines del tiempo.

***
Cuando abrió los ojos, Menou era su yo más
joven, de pie en un reino de color blanco puro.

Volvió a ser una niña, de cabello largo y rebelde.


Y a pesar de ello, sostenía sus escrituras en la mano
izquierda y su daga en la derecha.

El líquido que goteaba de su daga manchaba


lentamente el paisaje de un color carmesí.

Menou no sabía dónde estaba—o siquiera


cuándo. Su sentido del tiempo se había diluido en una
confusa maraña.

Sin rumbo fijo, comenzó a vagar por la tierra


blanca. Sin algún destino, o sentido de la orientación, o
puntos de referencia.

Ella simplemente se limitó a poner un pie


delante del otro. Por mucho que caminara, sólo había
nieve a su alrededor. Sus pies se hundían a cada paso,

~ 468 ~
lo que dificultaba cada vez más el avance. No podía
divisar nada más que la blancura sin fin. ¿Voy en la
dirección equivocada, o siquiera debo caminar? Menou
no sabía qué era lo correcto o lo incorrecto, pero siguió
adelante.

¿Cuánto tiempo estuvo caminando? Porque


eventualmente se dio la vuelta y miró hacia atrás.

En medio del paisaje blanco, la ruta que había


tomado por su cuenta estaba teñida de rojo por el
líquido que derramaba su daga.

—......

A Menou la abrumo una terrible sensación de


vacío.

A lo mejor debería morir.

El pensamiento surgió con demasiada


naturalidad.

No es que nunca se hubiese preguntado si había


elegido el camino equivocado, como dijo su Maestra.

Aunque declaró que se convertiría en una


villana, fue incapaz de desprenderse completamente

~ 469 ~
de todo. Se jactaba de ensuciarse las manos por el bien
de los demás, pero anhelaba convertirse en una
sacerdotisa pura, propia y muy poderosa.

Mientras continuaba matando personas.

Contemplando su vida perpetuamente


contradictoria, Menou levantó lentamente la punta de
la daga hasta su barbilla.

Se vio envuelta en el Tiempo, caminando por su


propio mundo interior en un extraño estado de
suspensión. Siguió caminando y caminando, pero al
final no pudo encontrarla. No pudo encontrar la ciudad
donde había nacido. Los padres y amigos que
seguramente tuvo estaban enterrados en un blanco
interminable. Incluso el camino por el que había pasado
estaba teñido de rojo oscuro.

Si esto era todo lo que le aguardaba, Menou


pensó que a lo mejor no valía la pena haber
sobrevivido...

De vez en cuando, Menou tenía aquel sueño.

Se encontraba en un aula de clases japonesa, en


una escuela en la que nunca había estado.

~ 470 ~
Todos llevaban uniformes diferentes. Había
estudiantes con chaquetas, suéteres, trajes de
marinero... aunque los estilos de ropa desentonaban,
nada parecía fuera de lugar.

Cuando entró en el aula, todos dejaron de


hablar y la miraron.

El espacio era cálido y silencioso, sin conflictos.


Nadie llevaba armas. Aparte de centrarse en sus
estudios, todos eran libres para gastar su tiempo como
quieran.

Cuando los saludó, la recibieron con sonrisas


amistosas, charlando de nada en particular.

Era amiga de todos los de la clase, y entre ellos


estaba su mejor amiga.

Eran muy unidas. No había secretos entre ellas.


Le hacía feliz ver a su amiga animada. Y también se
divertía cuando esta estaba de buen humor. Se
entendían porque ella conocía el trágico pasado de su
amiga, y su amiga era consciente de sus más profundas
aflicciones.

Platicaba con su mejor amiga de nada en


particular mientras esperaban a que empezara la clase.

~ 471 ~
Era un sueño ridículo, desde luego, y nunca
podría comentárselo a nadie.

Pero cuando mataba a una persona y tenía ese


sueño, a la mañana siguiente, siempre se preguntaba:
A lo mejor si muriera, también podría asistir a esta clase.

Menou estaba a punto de desenfundar la hoja


de su daga sobre su carótida cuando sucedió algo.

—Está bien.

La mano de otra persona detuvo la suya.

Levantó la vista confundida y, de alguna


manera, fijó los ojos en Akari.

Sin que Menou se diera cuenta, el mundo blanco


que la rodeaba había desaparecido. Al darse cuenta de
que ahora estaba en un lugar completamente
diferente, Menou miró a su alrededor.

Estaban dentro de un edificio. Había una pizarra


en la fachada decorada con garabatos de tiza, hileras
de pupitres y sillas desgastadas por el uso, y la suave
luz del atardecer que entraba por las ventanas.

~ 472 ~
Menou nunca había visto este lugar—sin
embargo, por alguna razón, le resultaba increíblemente
nostálgico.

De pie en un aula japonesa, con un uniforme de


marinero, Akari miró a Menou como si lo supiera todo
sobre ella y apartó suavemente los dedos de la hoja que
apuntaba a su propia garganta.

—Está bien–no te preocupes. No importa lo que


ocurra; no importa lo que digan o hagan los demás; sea
el Tiempo que sea...

El tono serio de Akari distaba mucho de la chica


despreocupada que Menou conocía, y hablaba con
absoluta seguridad.

Cogiendo la daga de Menou y arrojándola a un


lado, Akari abrazó a Menou con fuerza y le murmuró
una promesa al oído.

—Siempre seré tu mejor amiga, Menou.

La hoja repiqueteó contra el suelo.

***
Los ojos de Menou se abrieron.

~ 473 ~
Su conciencia regreso a la realidad. Volvió a
tomar las riendas de su espíritu, que había sido tragado
por la Pureza Conceptual.

Y no había pasado casi nada de tiempo.

—...bien.

Cerró los ojos durante un instante y luego los


volvió a abrir.

En términos físicos, ese fue el tiempo que tardó


en sumergirse nuevamente en la tierra de los sueños
para luego salir.

Por supuesto, no podría encontrar algún lugar


al que pertenecer dentro de ese mundo de ilusiones.
Perdió su ciudad natal junto con sus recuerdos sobre la
misma, pero aun así siguió caminando. Y ahí, su joven
yo, de pie en medio de aquella tierra blanca de sal, miro
a su Maestra pelirroja y tomo una decisión.

Su razón de vivir, el lugar al que pertenecía—


todo eso ahora se encontraba justo entre sus brazos.

Era una Verdugo, que existía únicamente para


destruir entidades prohibidas.

Akari había perdido el conocimiento, quizá


porque alguien había tocado su alma. Menou apretó

~ 474 ~
con fuerza a la chica inconsciente y le susurró algo en
voz baja al oído, sólo porque sabía que no podría
escucharla.

—Gracias, Akari.

Sacudiéndose la incertidumbre, Menou fijó su


mirada en Orwell.

La arzobispa ya había terminado de preparar su


encantamiento de ataque, apuntando con su bastón a
Menou y Akari.

Orwell era una hereje que se manchó las manos


haciendo lo impensable con tal de huir de la vejez.
Ahora que había sacado la Pureza Conceptual de Akari,
Menou lanzó un ataque que sería una muerte adecuada
para la anciana que anhelaba la juventud.

Conjurar [Envejecimiento]

Conjurar [Colores vivos, matices del paraíso,


todos los tintes y sombras]

Menou utilizó la Pureza Conceptual de Akari para


conjurar un encantamiento y enviarlo directamente
hacia Orwell.

Al mismo tiempo, la arzobispa lanzó su propio


ataque desde su bastón.

~ 475 ~
Fue deslumbrante y destructivo. Aunque la
arzobispa realizo su ataque un segundo después de
Menou, el disparo tecnicolor dreno y desvaneció todo
en su camino, filamento por filamento, con una
suavidad aterradora.

Pero la Pureza Conceptual del Tiempo rechazó el


Concepto de los Colores Primarios.

Ni siquiera tuvo un momento para resistirse—


no había punto de comparación. La Luz Guía de color
blanco puro que salió disparada de Menou y Akari se
tragó por completo el ataque de Orwell. Sin perder ni
una fracción de su velocidad, la Pureza Conceptual
avanzó atravesando la barrera de la catedral que
protegía a la arzobispa.

La Luz Guía que ambas produjeron juntas


impactó directamente sobre Orwell.

—Ah...

El cuerpo de Orwell comenzó a envejecer


rápidamente. Su piel, ya de por sí arrugada, perdió toda
la humedad y empezó a agrietarse, sus músculos se
atrofiaron en segundos y sus piernas cedieron.

—Aaaah... no... ¡estuve tan ceeeeeeeeerca...!

~ 476 ~
Arrastrándose por el suelo, la anciana
moribunda extendió su brazo hacia Menou.

—No soy... como tú. No he... matado a nadie...


he salvado a tantos... y por eso... debo vivir... me lo
merezco–

—¡Arzobispa Orwell!

Mientras la anciana se aferraba a la vida, Menou


acercó su daga a la frente de Orwell.

—Con toda esa ambición suya; con tu objetivo


delante de tus ojos... ¿Por qué no usaste tus escrituras?

—Ah...

Las escrituras eran la piedra angular de una


sacerdotisa.

Ciertamente, las piedras del Color Primario


también eran un arma formidable, pero si Orwell
hubiera combinado eso con la infinidad de
encantamientos multipropósito que le daban sus
escrituras, seguramente habría podido arrinconar a
Menou mucho antes de la llegada de Akari.

Orwell invoco demonios, materializo un ángel e


incluso controlo los colores primarios, pero ni siquiera
en su amargo final intento utilizar sus escrituras.

~ 477 ~
—Ah, sí... je. Es cierto.

De repente, la obstinada determinación


desapareció de su rostro.

—Pensé que tenía que dejarlas de lado,


supongo. Al principio, tomé las escrituras porque
quería ser el tipo de persona que ayuda a los demás, ya
ves. Pero en algún punto del camino, eso se transformó
en un ego sobredimensionado. Los gritos de salvación
se aferraron a mí espalda y corroyeron mi corazón.

Ella había salvado a muchísimas personas.


Intentó aferrarse a su fe como sacerdotisa, pero
envejeció y se pudrió, incapaz de soportar por
completo el gran peso de ser una santa.

En su búsqueda por un propósito, la única


persona a la que no pudo salvar fue a ella misma.

—Pensé que si apartaba todo en lo que creía–


todo lo que era correcto y hermoso, tal vez podría
encontrar una forma de vivir. Esperaba comprender el
significado de mi vida; algo que no podría encontrar
viviendo una vida llanamente justa... dígame, señorita
Menou.

Ya sin arrastrarse, Orwell se rió por última vez.

~ 478 ~
—Ya que su vida es tan opuesta a la mía, ¿acaso
conoce la respuesta?

—...no.

Menou no podía entenderlo.

Desde el principio, nunca había examinado su


forma de vida.

Siempre se había limitado a matar personas por


el bien de los demás.

Orwell sonrió débilmente.

—Ya veo... bueno, espero que sea capaz de


encontrar lo que yo no pude. De hecho, estoy segura
de que lo hará, aunque odie admitirlo. Siga caminando
para que algún día lo encuentres...

Mientras se desvanecía lenta pero


inexorablemente en la muerte, la arzobispa, que había
llegado a matar a personas para escapar del
envejecimiento, transmitió en voz baja sus últimas
palabras a Menou.

—Para que encuentres... tu forma de vida...

Con esa bendición final, Orwell exhaló su último


aliento.

~ 479 ~
Todo lo que quedaba era el cuerpo marchito de
una anciana, vestida con las ropas blancas y puras de
una obispa.

No muy lejos, Momo se quedó sin fuerzas para


seguir golpeando al soldado con forma de ángel y se
desplomó. No parecía estar gravemente herida.
Después de una buena noche de descanso, debería
volver a moverse sin problemas.

Todo termino.

Una vez que confirmó que todo había


terminado, Menou miró al cielo.

Estaban bajo tierra, pero la luz les llegaba desde


arriba.

La Luz Guía de la vena astral que protegía a Garm


brillaba a través del agujero que conducía a la
superficie.

Misteriosamente, el rayo se centró


directamente en el cuerpo de la arzobispa.

—......

Menou dio un solo paso hacia atrás, alejándose


de la luz y adentrándose en las sombras.

~ 480 ~
Porque hay es adonde pertenecía.

Y encontrándose a sí misma en la oscuridad, la


Verdugo ofreció una última oración por todas las almas
que fueron cegadas por su mano...

~ 481 ~
Ellas se encontraban en el lugar donde la blancura
sin precedentes parecía extenderse hasta los confines del
mundo.

La isla de sal más pura de todo el planeta, sin un


solo aroma en el aire y desprovista de toda vida, en la
cual el suelo estaba hecho de nada más que cristales
blancos que nunca se descompondrían.

—Lo lamento.

Por alguna razón, después de haber llegado tan


lejos juntas, su compañera de viaje se disculpó.

Incapaz de soportar su herida, se cayó de


frente, aunque no se percibía el aroma de la sangre.

—Llegue a pensar que al menos podría salvarte...


pero debería haber sabido que no podría ser más astuta
que la Maestra.

Akari intentó utilizar sus poderes para


retroceder en el tiempo, pero las heridas de la chica no
se curaron. Poco a poco, empezando por las puntas de
sus dedos, la chica empezó a deshacerse.

Sus heridas estaban convirtiendo su cuerpo en


arena.
Aun así, Akari siguió conjurando su poder. Era la
única técnica que sabía utilizar.

No había nada más que pudiera hacer por ella.

—Lamento haberte engañado.

Ella la engaño todo este tiempo. Akari había


sido engañada.

Al escuchar eso, se sintió increíblemente triste.

Al principio, no pudo abrir su corazón a esta


chica. Estaba tan asustada por llegar a un mundo
desconocido que incluso cuando aquella sacerdotisa
desconocida le tendió la mano, no supo cómo
responder, y siempre se mantuvo a la defensiva. Se
hallaba tan inmersa en sus pensamientos sobre Japón
que no presto atención al hecho de que se encontraba
en un mundo diferente.

—Sabes, originalmente iba a matarte.

—¡¿PERO ENTONCES POR QUÉ...?!

Su travesía juntas fue dolorosa, pero poco a


poco consiguieron relajarse. La chica continúo
hablando con Akari a pesar de su postura cautelosa,

~ 483 ~
siempre sonriéndole. Eventualmente, ella se encontró
devolviendo la sonrisa.

Quizá este mundo no era tan malo después de


todo.

Cuando estaban juntas, Akari pensaba eso,


aunque sea un poco. Era una pequeña confesión por el
momento, pero pensó que podría crecer lentamente
con el tiempo, hasta que a lo mejor algún día sus
vivencias en ese mundo se volvieran monótonas.

Pero había sido engañada.

Eso fue terriblemente triste.

Y a pesar de todo...

—¡Pero entonces debiste haberlo hecho!


¡¡DEBISTE HABERME MATADO!! ¡¿Por qué sacrificar
tanto?!

—Ni hablar. Contigo me di cuenta... me di


cuenta...

Mientras las lágrimas de Akari goteaban sobre


la sal, la otra chica esbozó una sonrisa satisfecha.

—...de que había mucho más.

~ 484 ~
Sus palabras fueron suaves y afectuosas.

—Ah, debería disculparme con Momo... he hecho


pasar tantas penurias a esa pobre chica... incluso en el
final me gustaría salvarla, pero...

No muy lejos de ahí, una chica con el cabello


atado en cintas estaba luchando con una mujer de
cabello rojo oscuro.

Gritaba y lloraba descaradamente, agitando su


puño contra la espantosa sacerdotisa teñida de sangre.

Para ese punto, su brazo izquierdo convertido


en sal se había desmoronado. Le estaba comiendo el
cuerpo a la altura del hombro, pero ni siquiera le dedicó
una mirada, continuando con la lucha mientras lloraba.

—Supongo que eso también es imposible. Nunca


logré terminar ni una sola cosa en mi vida.

Ahora, herida más allá de toda esperanza de


recuperación, la chica cerró los ojos y sonrió en silencio.

—Pero supongo que es una muerte apropiada


para una asesina...

Con eso, todo el cuerpo de la chica se convirtió


en sal.

~ 485 ~
—Aaah...

Cuando Akari la tocó, su frágil cuerpo se


deshizo. Se desmoronó en blancura, fundiéndose
como otro de los incontables cuerpos en esta tierra
blanquecina.

—Waaaah... Aaaaaaah.

—Hah. ¿Ya se murió? —La sacerdotisa de pelo


rojo habló.

Parecía que la batalla había terminado. Akari


miró a su alrededor en busca de la chica de las
esponjosas coletas, pero su cuerpo ya se había
convertido en uno con la arena circundante y no se veía
por ninguna parte.

Sólo quedaron las cintas que había defendido


hasta su último aliento, las cuales fueron arrastradas
por el viento.

—Bah-ha-ha. Y yo que había puesto mis


esperanzas en esas dos... pero al final, soy la única que
queda. Bueno, eso está bien.

La sacerdotisa pelirroja, cuyo nombre Akari ni


siquiera conocía, levantó su espada blanca.

~ 486 ~
Era marfil, delicada y más aterradora que
cualquier otra cosa en este mundo: la Espada de Sal.

Mientras veía cómo la hoja se acercaba a ella, sin


poder defenderse, Akari deseó algo desde lo más
profundo de su alma.

Si todo va a terminar así... con esa chica


desapareciendo, su ayudante muerta y yo misma siendo
asesinada por alguna sacerdotisa desconocida...

—Ahora, inútil del Tiempo.

Hubiera preferido al menos que mi Verdugo no


fuera otra que Menou.

Justo cuando la Espada de Sal estuvo a punto de


tocarla—el deseo de Akari; su anhelo, se apoderó de su
alma por completo.

***
Akari se despertó con el rostro de Menou
recibiéndola.

—Oh, hoy te has despertado sola. ¿Recordaste


que ayer te dije que teníamos que madrugar? —Menou
asintió con la cabeza, orgullosa.

Debía de estar a punto de intentar despertarla.

~ 487 ~
Akari se incorporó y se frotó los ojos,
parpadeando un par de veces. Se arrastró fuera de la
cama y, en silencio, rodeo a Menou con sus brazos para
abrazarla.

—¿...qué pasa? ¿Sigues medio dormida?

—No lo sé.

Menou se mostró perpleja, sin saber cómo


reaccionar a que Akari la abrazara tan de repente a
primera hora de la mañana.

Akari no podía culparla por estar confundida,


pero no quería soltarla.

Sentía que había tenido un sueño extraño.


Aunque no podía recordarlo, sospechaba que fue
terriblemente triste. No estaba segura de que el sueño
fuera el motivo, pero estaba tan contenta de que
Menou siguiera viva que no pudo evitarlo.

Simplemente la abrazo para disfrutar del calor


que irradiaba su cuerpo y la tersidad de su piel bajo la
firmeza de su tacto; para Akari tocarla no tenía precio.

—No lo sé, pero en serio, ¡en serio te amo,


Menou...!

~ 488 ~
Por alguna razón, sintió que tenía que transmitir
esos sentimientos—esta vez en voz alta y sin tapujos.

—...er, ¿gracias?

Menou ladeó la cabeza, obviamente


confundida.

***
Pasaron tres días desde el desastroso incidente.

Los verdaderos símbolos de esta orgullosa


ciudad—el antiguo castillo real y la catedral—habían
sido destruidos en el coto lapso de un día.

Oficialmente, la historia era que un dragón y un


demonio de la Frontera Salvaje invadieron la ciudad
desde el subsuelo, y la Princesa Caballero Ashuna, que
estaba de visita en la ciudad, los derrotó junto con una
sacerdotisa desconocida.

Tenía sentido, considerando las circunstancias.

Ya era bastante malo que los altos mandos de


Las Fausto y La Nobleza estuvieran conectados con un
grupo terrorista de Los Comunes. Sobre todo, no
podían revelar al público las actividades inmorales de la
arzobispa. Mantuvieron la atención sólo en los

~ 489 ~
desastres más evidentes y anunciaron que la arzobispa
Orwell había muerto durante la batalla.

La muerte de esta ilustre mujer santa fue


ampliamente llorada.

Y el misterio de las silenciosas desapariciones de


jóvenes quedó oficialmente sin resolver—pero se
prometió que no se producirían más incidentes a
manos de los mismos autores.

Menou y compañía fueron puestas bajo arresto


domiciliario mientras se resolvían las repercusiones,
pero al cabo de tres días, finalmente se les permitió
partir, por lo que se habían preparado en consecuencia.

Tras despertar a Akari, Menou se escabulló para


visitar el hotel donde se alojaba Momo.

Originalmente, Menou debía salir sola de las


fronteras de la nación; pero como no consiguió
ejecutar a Akari en Garm, no tuvo más remedio que
llevarla consigo en el viaje, lo que cambió sus planes de
forma significativa.

Necesitaba tener una reunión con Momo sobre


estos planes, pero en los últimos tres días, Momo no
había aparecido ni una sola vez, a pesar de su habitual
costumbre de hacer visitas no solicitadas. Por ello,
Menou fue a verla ella misma.

~ 490 ~
Menou llamó tres veces a la puerta. No hubo
respuesta, pero sintió una presencia en su interior.

Puso la mano en el pomo de la puerta y empujó


suavemente. La puerta, aparentemente sin llave, se
abrió con facilidad.

—¿Momo? Voy a entrar.

Aunque preocupado por la falta de respuesta,


Menou entró en la habitación.

Momo estaba cociendo fervientemente, en


total silencio de concentración. Ni siquiera pareció
darse cuenta de la llegada de Menou.

Menou se acercó y le tocó suavemente el


hombro.

—¿Momo?

—...Ah.

Por fin, una reacción. Levantando la vista con un


pequeño jadeo, Momo se puso rígida al ver a Menou.
Extrañamente, había incluso un notable de miedo en
sus ojos.

—S-Senpai...

~ 491 ~
—Sí, así es. ¿Te acuerdas de mí? ¿...qué pasa?

Momo se veía inusualmente nerviosa.


Sorprendida por su extraño comportamiento, Menou
notó entonces el mayor cambio de todos.

Era evidente que llevaba un rato despierta, pero


Momo no traía encima sus características coletas.

—L-Lo siento. Las cintas que me diste...

Con el pelo suelto, Momo se mordió el labio y


continuó entre susurros.

—...e-ella s-se... quemaron.

Con voz temblorosa, como si fuera a llorar en


cualquier momento, miró los restos carbonizados de
las cintas.

Evidentemente, para Momo, participar en la


destrucción del antiguo castillo real y derribar el
campanario de la catedral eran asuntos insignificantes
comparados con la pérdida de sus cintas.

—Y-Yo pensé... en intentar arreglarlas... pero es


imposible...

~ 492 ~
Su vacilante explicación estaba muy lejos del
habitual tono cadencioso con el que glosaba las cosas.

Parecía que estuvo intentando unir los restos


carbonizados de las cintas con hilo, pero como la mayor
parte de la longitud había sido incinerada hasta quedar
en nada, fue claramente imposible.

Temblaba, como si hubiera cometido un pecado


horrible.

—Momo, siéntate aquí.

—E-Está bien...

Incluso en su inusual estado, Momo obedeció a


Menou inmediatamente.

Una vez que su ayudante se sentó en la silla,


Menou se colocó detrás de ella y sacó las dos coletas
que había hecho cuando fue a hacer turismo. Estaba
claro que Momo no se había cuidado mucho el cabello
en los últimos días. Sujetando delicadamente en sus
manos los suaves y desordenados mechones de su
ayudante, Menou cepilló el cabello de Momo y lo
acomodó en coletas.

Era ciertamente un poco triste que las cintas


que le había regalado cuando eran niñas se hubieran
quemado, pero Menou nunca la culparía por algo como

~ 493 ~
eso. Sabiendo lo mucho que había trabajado su
ayudante, sonrió a Momo en el espejo.

—Te vez muy linda.

Las lágrimas se agolparon en los ojos de Momo.

—Senpai...

—¿Qué pasa, Momo?

—¿Por qué... siempre me das lo que quiero...


exactamente cuándo lo quiero...?

—¿Quién sabe? Bueno, a lo mejor es porque


eres mi ayudante.

—Te quiero.

Con las lágrimas cayendo en silencio, Momo se


giró y rodeó a Menou con sus brazos. Mientras lloraba,
se aferró a ella con toda la fuerza de su pequeño
cuerpo.

—Eres lo único que quiero en todo este mundo.

—Lo sé, lo sé. Sigues siendo una llorona, Momo.

Menou secó suavemente las lágrimas de su


kouhai y le acarició la cabeza con delicadeza.

~ 494 ~
—Siento no poder darte nada mejor.

—Es perfeeecto.

Momo levantó la cabeza.

Volviendo a su habitual tono almibarado, Momo


esbozo una sonrisa, con los ojos aún llorosos.

—Tu Momo es una chica sencilla. Un regalo así


es suficiente para aniiiimarme.

—No deberías decir eso de ti.

Dando una palmadita en la cabeza a su linda y


astuta ayudante, Menou sonrió con ironía.

***
Una vez recupero sus ánimos, la reunión
transcurrió con rapidez, y Menou y Akari no tardaron
en aventurarse a las afueras de Garm, ante el muro de
luz que se alzaba sobre la ciudad.

Era la barrera protectora que separaba el área


poblada de la Frontera Salvaje. Dicha barrera fue erigida
por la propia Orwell en sus días de luz, y en el centro se
encontraba una puerta.

~ 495 ~
—Urgh. Una vez que pasemos por esa puerta,
la peregrinación comenzara, ¿entiendes?

—Sí, así es.

Después de su extraño comportamiento de la


mañana, Akari volvía a ser la de siempre.

Menou rio, pero se mantuvo centrada.

En este planeta, había pocos territorios


habitados por humanos lo suficientemente grandes y
estables como para ser considerados ‘naciones’. Las
amenazas de monstruos y demonios violentos, los
soldados sortílegos y las armas biológicas dejadas atrás
por antiguas civilizaciones, y sobre todo las cicatrices
de los Errores Humanos causadas por los Errantes
habían hecho que muchas regiones fueran
inhabitables.

Dado que los humanos apenas lograron


sobrevivir y construir naciones debido a la amenaza
inminente de la Frontera Salvaje, no existían naciones
que limitaran entre sí. Fuera de la frontera de cada
nación se alzaban esas grandes e impenetrables tierras
de nadie, y sólo la ruta de peregrinación unía los
territorios humanos entre sí.

~ 496 ~
—Como he explicado antes, será un viaje de al
menos tres meses para llegar a la residencia en la tierra
sagrada.

—En~tendido. Recorrer en esta cosa de la


peregrinación durante semanas suena bastante duro.
¿Seguro que no podremos coger un tren?

—Lo lamento, pero no. No hay ninguna línea


que vaya directamente allí, y de todas formas no
tenemos presupuesto.

—Okaaaay. Vale. Lo entiendo, pero no sé si


quiero dormir apiñada en una posada...

—Estaré contigo, así que trata de soportarlo.

—¡Sí...! Tienes razón. Mientras estés conmigo,


Menou, ¡puedo soportar casi todo!

En cuanto Menou tranquilizó a la chica que se


quejaba, Akari se animó rápidamente. Observando que
estaba aprendiendo a controlar a Akari, miró hacia la
puerta de piedra blanca que marcaba el inicio de la
peregrinación.

Allí se encontraba un único versículo grabado en


la piedra.

Esta puerta está abierta a todos.

~ 497 ~
A los enfermos y a los sanos.

A los afortunados y a los desafortunados.

A los perezosos, a los diligentes, a los


sabios y a los tontos.

A los fieles, por supuesto, y a los herejes de todo


tipo.

Esta puerta santa está abierta a los puros de


corazón y a los malvados...

Era la esencia de la peregrinación, que también


estaba escrita en la primera página de la guía turística.
Cuando uno completaba el viaje, se decía que quedaba
limpio de todos los pecados y renacía en este mundo.

Menou sabía que sus pecados nunca podrían ser


realmente lavados, pero aun así le gustaba este ilógico
versículo.

Extendió la mano y tocó la puerta de piedra.


Pasando los dedos por las letras talladas, pensó en
Momo, que ya se había adelantado a la Frontera Salvaje.

En el tren hacia Garm, Menou experimento una


extraña sensación. Momo sintió lo mismo y le contó a
Menou su teoría de que el origen era un encantamiento

~ 498 ~
de Akari que había afectado al tiempo de todo el
mundo.

Aunque fuera cierto, naturalmente sería


imposible de probar, pero probablemente la teoría de
Momo era correcta.

Porque de ser así, explicaría muchas cosas.

La confianza de Akari en Menou podría incluso


deberse a que había utilizado sus poderes para volver
de un tiempo muy lejano en el futuro.

En esta teoría, ella no conservaría sus recuerdos


del antiguo futuro cuando volviera al presente. Eso era
seguro. Menou lo sabía no sólo por el comportamiento
de Akari, sino porque había utilizado la Fuerza Guía para
tocar su propia alma y espíritu.

Seguramente nadie pondría toda su fe en


alguien que sabía que intentaba matarlo.

Lo más probable es que hayan quedado


vestigios del cariño que Akari sentía por Menou desde
el futuro, después de su Retroceso. Menou debía haber
engañado tanto a la Akari del futuro que se había
ganado su confianza incondicional, pero de alguna
manera no había logrado matarla, permitiendo que ella
utilizara el Retroceso.

~ 499 ~
Lo que significaba que Menou tenía que
proceder con aún más precaución.

Esta vez, procedería con la suposición de que el


fracaso era una fuerte posibilidad, y aun así se ganaría
la confianza de Akari mientras encontraba
cuidadosamente una manera de matarla sin dejar que
manipulara el tiempo.

—Sí. Asegúrate de matarme con seguridad esta


vez.

Por un momento, Menou creyó sentir la


presencia de un extraño encantamiento.

—¿...?

Miró a su alrededor, pero no vio nada extraño.


Incluso si la Luz Guía que indicaba un encantamiento
fuera visible, sería imposible divisarla en medio del
centelleo de la barrera producida por las venas astrales.

—Vamos, Menooou. ¡¡VAMOS!! Demos el


primer paso juntos, ¡a la cuenta de tres!

—...oh, está bien. Bien.

~ 500 ~
Sonriendo ante la petición infantil de Akari,
Menou se acercó obligatoriamente para situarse a su
lado.

Este viaje de Garm a la tierra sagrada fue un


perfecto paralelismo con el viaje que la joven Menou
había realizado con su Maestra, trazando el camino a lo
largo del cual formó su identidad.

Realmente se sentía como un viaje hacia el


renacimiento.

Mirando el camino que estaba a punto de


recorrer de nuevo, Menou recordó algo que su Maestra
le había dicho cuando era joven.

“Absorberás todo lo que soy con esa alma y


espíritu blancos que tienes. Y si algún día todo lo que te
enseñe acaba rompiéndose por la felicidad, y todavía
consigues sobrevivir... bueno, supongo que entonces me
abras superado”.

Fue el primer objetivo que se le encomendó


antes de que comenzara realmente su entrenamiento
como Verdugo. Lo más probable es que Menou nunca
hiciera realidad esas palabras.

Ella había matado a demasiadas personas como


para que se le concediera la felicidad en su vida.

~ 501 ~
Renacida como Verdugo, Menou ya no podía vivir más
que para matar a otras personas. La única felicidad que
satisfaría a Menou y acabaría con su existencia como
Verdugo sería que un día una cuchilla le quitara la vida.

Si tuviera la suerte de que algún día le


perdonaran todos sus pecados para terminar rodeada
de personas amables (como en el aula que a veces veía
en sus sueños), y si tuviera la suerte de que le
concedieran la felicidad de una mejor amiga que
aceptara todo lo que hizo, probablemente no podría
seguir viviendo.

Menou estaba segura de que, si alguien así


existiera, dicha persona también sería la causante de su
perdición.

Al mismo tiempo, no podía evitar anhelarlo un


poco.

Si pudiera encontrar la felicidad de un


encuentro que sería desperdiciado en una villana como
ella y morir como resultado, entonces no querría nada
más. Si tan solo pudiera encontrar mi final con una
sonrisa de satisfacción... era un deseo egoísta, pero aún
lo deseaba en el fondo.

De pie junto a Akari, Menou miró el rostro de la


otra chica.

~ 502 ~
Akari se percató de su mirada y soltó una
enorme sonrisa.

—Bien, vamos juntas. A la cuenta de tres.

—De acuerdo, de acuerdo.

Menou respondió con una pequeña mueca a la


sonrisa despreocupada a la que ya estaba tan
acostumbrada, y realizaron la cuenta regresiva.

—¡Uno, dos, tres!

Las dos iniciaron un largo viaje—el viaje para que


una de las chicas matara a la otra...

~ 503 ~
Nos complace anunciar una adición importante para la 11ª edición de los GA
Bunko Awards! ¡Los ganadores de la primera ronda recibirán 1.000.000
yenes, y los ganadores del gran premio obtendrán la enorme cantidad de
3.000.000 de yenes!

Rememoremos un cierto día de abril—todo un año antes del final de la


era Heisei. Yo estaba buscando un lugar para presentar mi ya terminado
manuscrito cuando vi las noticias.

—Uff... ¿tres millones de yenes, huh? —Dije para mí mismo. —


Supongo que los jueces de la GA Bunko no pensaran volver a entregar un
premio de esa magnitud.

Y no me detuve ahí.

—Imagino que cuando uno llega a la primera ronda, se pierde cualquier


posibilidad de ganar el premio gordo. Lo entiendo. Quiero decir, nunca va a
haber otro Dungeon ni Deai o Motomeru no wa Machigatteiru Darō ka.

Incluso cuando se anunciaron a los ganadores de la primera ronda,


recuerdo haber tenido la siguiente conversación con un amigo.

—¡He quedado en la primera ronda de los GA Bunko Awards! No he


comprobado los detalles, pero... ¿qué? ¿El gran premio? Sí, no me imagino a
nadie ganando eso.

¿Quién iba a pensar que esta misma persona sería felicitada por ganar
el gran premio a mediados de abril, al comienzo de la era Reiwa?

Me gustaría emitir una disculpa formal por todas mis suposiciones


infundadas. Ni en mis sueños más locos habría imaginado que las tornas se
volvieran a mi favor. Prometo no volver a sobre pensar demasiado las cosas.
Voy a vivir mi vida con un poco más de optimismo.
Ahora que he sacado eso de mi sistema, ¡hola!

Soy Mato Sato, el ganador del gran premio de la 11ª edición de los GA
Bunko Awards!

Mi idea para esta historia nació tras pensar en “una sombría fantasía
de acción y espionaje elegante con protagonistas femeninas”. Así es. ¡En lo
personal eso es justamente todo lo me gusta! Mientras escribía, me decía a mí
mismo: “¡No es lo suficientemente sombrío...! Tengo que hacerlo aún más
frio”. Debo decir que empujé hasta los límites mi imaginación. ¡Quiébrate, mis
sinapsis!

Sin embargo, esta mezcolanza de mis gustos acabó ganando el gran


premio. Supongo que nunca se puede saber lo que va a pasar en la vida.

Me gustaría llenar lo que queda de estas notas con palabras de


agradecimiento.

Para mi editor, Nulo:

Por cada reunión endulzada con una taza de café que tuvimos
conforme el manuscrito inicial se acercaba a su finalización. Yo adoro
espolvorear al azar personajes que no aportan absolutamente nada a la trama,
así que estoy deseando verte sufrir aún más. Por cierto, ¿fue una coincidencia
que endurecieras los plazos en cuanto gané el gran premio, verdad?

Para Fujino Omori, quien tuvo la amabilidad de proporcionar la


publicidad en el pomo de la novela:

Gracias. Como un megafan de Dungeon ni Deai o Motomeru no wa


Machigatteiru Darō ka me ha emocionado que hayas sacado tiempo de tu
apretada agenda para escribir eso. Tu comentario prácticamente brilla en el
separador.

~ 506 ~
Para Nilitsu:

Estoy agradecido por las hermosas ilustraciones. He visto cómo Nulo te


puso trabajo extra en cuanto supimos que yo había ganado el gran premio. Me
pareció que nuestro editor tenía una sangre fría de cojones, pero no pude
ponerle detenerlo... porque estaba deseando ver más ilustraciones tuyas. No
tiene sentido que se espere que cumplamos los mismos plazos después de que
se nos asigne más trabajo...

Para todos los involucrados en la creación de este libro:

No sólo el departamento editorial, sino el de ventas, publicidad y a


todos los que trabajan en las librerías. He podido sentir como todos ustedes
ayudaron a impulsar este título en todos los frentes. Gracias. Vuestro
entusiasmo ha sido aterrador—quiero decir, fue simplemente maravilloso.
Puedo entender por qué las personas digan cosas como “estoy terriblemente
agradecido”. Quiero extender formalmente mi gratitud con ustedes.

Y a los lectores que eligieron este libro:

Espero haber estado a la altura de sus expectativas si vinieron buscado


al primer ganador del gran premio en los últimos siete años.

Estoy seguro de que cada uno tendrá una opinión diferente sobre este
libro. Al igual que una historia es una entre un millón, también lo es tu
experiencia al leerla. Si quieres compartir tus opiniones en Twitter o en otras
redes sociales, tengo la ligera sospecha de que cierto autor podría verlas. Por
favor, también siéntanse libres de escribir cartas. ¡Adoro leerlas! He oído que
pueden llenarnos de combustible creativo.

Nada me haría más feliz que saber que este libro aporto alegría a
quienes se vieron envueltos por la historia.

—Mato Sato

~ 507 ~
Y con esto mis tres meses de trabajo llegan a su fin... ¡Un gusto a todos!
Aquí #Krienled al habla con un nuevo aporto fresquito al cual ya le fue
anunciada una adaptación al anime.

Tarde meses en completar la traducción de este volumen, y aunque la


pereza tuvo algo que ver, no hay que hacer de menos que este volumen fue
uno de 300 páginas bien sobrecargaditas de términos propios. Mis respetos
para quienes hacen estos trabajos en cuestión de semanas.

Si no me equivoco, esta es la primera vez que traduzco una novela de


acción, y nada mejor que un yuri para comenzar. La parte que más se me
complico fue el tema de las terminologías, por lo que tuve que hacer uso de los
sinónimos y acordarme de cada término. Entre ese fin y fan, acabe creando
una hoja de Word donde clasificaba los términos propios. A lo mejor alguno se
me escapo... pero sí que fue un ejercicio bastante divertido.

Y hablando de la novela en sí, me gustó muchísimo este primer


volumen. Desde Toaru Majutsu No Index que no veía una novela ligera que
pusiera tanto esmero en engrandecer su mundo sin recurrir a los típicos
moldes. Quedé bastante intrigado por el rollo de los 4 Grandes Errores
Humanos y lo que habita en la Frontera Salvaje (que tal parece se abordará en
el siguiente volumen), y viendo el epílogo, todo indica que las posibilidades son
infinitas. Me muero por saber más de los otros Verdugos, Errantes y
personajes que podrían morar en este páramo post-apocalíptico, y, sobre
todo, quiero ver como desarrollaran la relación entre Menou y Akari.

Sé que a algunos puede echarles para atrás el hecho de ser un yuri, pero
todo parece indicar que más allá del mero fanservice, el autor abordará la
relación de manera normal, como se debe. Sin duda hay muchísima tela para
cortar.

Quiero agradecer a #MarkT de Domen Traslations por la edición de la


portada. El sujeto es bastante buena onda y me reconforta saber que puedo
pedirle ayuda si se me dificulta alguna cosa. Aunque pretendo no abusar de su
generosidad xD

Sin más, me despido. En el momento que estés leyendo esto, estaré


trabajando en el volumen 2, a menos que seas un viajero del tiempo
proveniente de un futuro lejano. Que sea lo que dios quiera. Espero que nos
veamos muy pronto.

¿...soy el único que tuvo a Ashuna como su personaje favorito? ¡¡ELLA


ES DEMASIADO COOL!! Jeje~

—Krienled [Fabian Estanga]

~ 509 ~

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