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cólera en Haití
Las dañinas consecuencias de la misión de Naciones Unidas en Haití no podían haber sido
anticipadas por nadie . La incapacidad de brindar justicia a los miles de víctimas de cólera
debido a la negligencia por parte de Naciones Unidas fue indudablemente una tragedia, pero
plantean cuestiones importantes sobre la inmunidad y responsabilidad de las Naciones Unidas
en los territorios en los que trabaja.
1
Naciones Unidas Mantenimiento de La Paz. https://peacekeeping.un.org/es/mission/minustah
2
Daugirdas, K. Mortenson, J.D. (2014) “United States Defends United Nations’ Immunity in Haitian Cholera
Case”. Contemporary Practice of The United States relation to International Law.
3
ibid
4
ibid
A su vez mencionaron otro instrumento jurídico, el acuerdo SOFA. Este es el modelo de
acuerdos entre las Naciones Unidas y los Estados en los que se van a desplegar las fuerzas de
mantenimiento de la paz en el cual se esbozan los derechos y obligaciones de las dos partes.
En los párrafos 55 y 56 de este acuerdo con el gobierno de Haití se establece que “todo litigio
o reclamación de un agente de derecho privado, que no se derive de la necesidad operativa de
la MINUSTAH, será resuelto por una comisión permanente de reclamaciones que se creará a
tal efecto.”5
Después de citar estos instrumentos jurídicos para buscar responsabilidad por parte de la
ONU y conseguir una recompensa monetaria para las víctimas, la respuesta del subsecretario
de Asuntos Jurídicos de la ONU fue concisa. Argumentó que consideración de las
reclamaciones incluiría necesariamente un examen de cuestiones políticas y normativas y, por
consecuencia, las reclamaciones no eran admisibles de acuerdo con la Sección 29 de la
Convención sobre los Privilegios e Inmunidades de las Naciones Unidas 6
Cabe destacar varias cuestiones de los procedimientos hasta este punto en la evolución de
este caso. Primero, la decisión de presentar una petición directamente a la ONU es bastante
atípica. Como se establece en el SOFA, cualquier disputa de carácter privado debería ser
mediada por una comisión permanente de reclamaciones. Pese a esto, ninguna comisión de
este tipo ha sido creada a día de hoy. Como menciona la resolución A/51/3897, las
reclamaciones de terceros de derecho privado se han resuelto sin recurrir a este proceso. En
cambio, en la mayoría de las operaciones de las Naciones Unidas pasadas y presentes, la
práctica ha sido que una junta local de examen de reclamaciones establecida en la misión las
examine, apruebe o recomiende. De esta manera, es innegable que la ONU tiene un proceso
por el cual individuos. La razón por la que no tomaron este camino es desconocida.
Por otra parte, la respuesta a esta petición por parte de la ONU, sigue siendo controvertida a
día de hoy. Primero, mencionar “un examen de cuestiones políticas y normativas” es una
manera de poner las reclamaciones fuera del alcance de la obligación de la ONU de llegar a
un acuerdo. Este argumento nunca ha sido explicado en profundidad, pero no debería de
poder ser válido dado que la sección 29 de la Convención General no hace mención alguna de
esto como una condición para la solución de disputas. Una interpretación que se ha hecho, es
que ese comentario aludía a que la reclamación no tenía carácter de derecho privado. Incluso
bajo esta interpretación, queda la cuestión de cómo se determina si una disputa es de carácter
privado. Las reclamaciones presentadas en nombre de las víctimas sin duda contenían
elementos de una disputa de derecho privado (o que se han considerado de esta forma
anteriormente por la ONU), por ejemplo la reclamación era un agravio, los demandantes eran
personas individuales y el arreglo era una compensación monetaria.8
5
Agreement Between the United Nations and the Government of Haiti Concerning the Status of the United
Nations Operations in Haiti, paras. 54, 55, .2004.
6
Daugirdas, K. Mortenson, J.D. (2014) “United States Defends United Nations’ Immunity in Haitian Cholera
Case”. Contemporary Practice of The United States relation to International Law.
7
Resolución A/51/389 Asamblea General. 1997.
8
Khalil, M.A. The Legal Framework Applicable to UN Accountability for the Haiti Cholera Crisis. Journal of
International Peacekeeping 24 p.143-163. 2020.
Pese a todas las interpretaciones posibles, la única importante es la del Secretario-General,
quién decide que constituye una dispute de carácter privado. 9 La implementación de una
definición legal de este término tendría utilidad en futuros casos para asegurar una mayor
imparcialidad la hora de determinar de que tipo de disputa se trata.
Tras esta respuesta insatisfactoria por parte de la ONU, las organizaciones representando a las
víctimas decidieron presentar 3 demandas en los Tribunales de Distrito estadounidenses de
los distritos sur y este de Nueva York en las que argumentaban que la ONU no era inmune de
la responsabilidad de las muertes causadas por el cólera. Estados Unidos presentó una
declaración de interés en este caso en apoyo de la inmunidad de las Naciones Unidas, la
MINUSTAH y los funcionarios de la ONU que habían sido demandados. 10 Esta declaración
de interés se basaba primordialmente en los siguientes instrumentos jurídicos:
A pesar de la evolución de este caso, la inmunidad absoluta que goza Naciones Unidas no fue
el obstáculo que impidió el acceso a algún tipo de justicia para la víctimas. La inmunidad es
una práctica establecida supuestamente en interés del buen funcionamiento de estas
organizaciones. La clave del caso consistía en la sección 29 de la Convención General de
Prerrogativas e Inmunidades de Las Naciones Unidas en la que se establece la obligación de
la organización a encontrar soluciones a las disputas. Esta obligación es la manera en la que
la convención general reconoce el derecho al acceso a los tribunales presente en la
declaración de Derechos Humanos en los casos de inmunidad. 11
9
ibid
10
Daugirdas, K. Mortenson, J.D. (2014) “United States Defends United Nations’ Immunity in Haitian Cholera
Case”. Contemporary Practice of The United States relation to International Law.
11
Declaración Universal de Derechos Humanos. Artículo 10. Toda persona tiene derecho, en condiciones de
plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la
determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia
penal.
Los demandantes respondieron a la declaración de Estados Unidos mencionada anteriormente
alegando que el cumplimiento con la Sección 29 de la Convención General era una condición
para gozar la inmunidad establecida en la Sección 2 de esa misma Convención. Aunque el
tribunal de apelación no consideró válido este argumento (debido a que la única excepción al
goce de la inmunidad es la renuncia de ella misma), confirmó que el artículo 29 sí contiene
una obligación que debe cumplirse.
De hecho, mientras que las mencionadas “medidas adecuadas” son abstractas en sí mismas, la
obligación de encontrarlas está definida de manera inequívoca. En síntesis, el fallo moral y
legal de las Naciones Unidas fue no cumplir con esta obligación, y no mantener su derecho a
inmunidad absoluta.
Este incumplimiento ocurre en contra principio cardinal del derecho de los tratados,
codificado en el artículo 31 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados,
según el cual un tratado “deberá interpretarse de buena fe conforme al sentido corriente que
haya de atribuirse a los términos del tratado en el contexto de estos y teniendo en cuenta su
objeto y fin”. En este caso es razonable asumir que la Asamblea General al adoptarlo, tenía la
expectativa del cumplimiento de esta obligación.
En resumen, los párrafos han delineado dos conclusiones claras. Primero, los instrumentos
jurídicos pertinentes obligan a las Naciones Unidas a ofrecer modos de solución adecuados
para los litigios de derecho privado. Además, la política y la costumbre de la ONU han
demostrado que está dispuesta a aceptar la responsabilidad y a pagar indemnizaciones por las
pérdidas económicas derivadas de los daños causados por su personal de mantenimiento de la
paz12 Por lo consiguiente, se puede inferir que la manera de gestionar esta crisis en Haití no es
acorde a los instrumentos jurídicos bajo los que se rige la ONU, sus principios o su práctica.
Este caso también plantea la cuestión de si los instrumentos jurídicos presentes son
suficientes ya que parece haber una falta de recursos para las víctimas una vez la ONU se
haya negado a tomar responsabilidad. En realidad, existen otros recursos, que aunque estén
disponibles no siempre son viables. Por ejemplo, el gobierno de Haiti tiene derecho a solicitar
una opinión consultativa a la CIJ. En este caso, podría solicitar una consulta acerca de porque
no se identifica esta disputa como de carácter de derecho privado y la razón por la cual no es
admisible en virtud del artículo 29 como argumentó la ONU. El gobierno de Haití también
podía haber empezado una negociación mediante la cual se resolvieran las reclamaciones en
masa y luego se distribuyera la suma global acordada a los demandantes individuales de la
forma que considere equitativa.13 La razón por la que estos procesos no se llevaron a cabo no
fue por la falta de existencia de instrumentos legales sino meramente por asuntos políticos.
Haití es un estado dependiente y frágil, lo cual disminuye las posibilidades de que vaya
adoptar una postura en contra de la ONU ya que le podría suponer graves daños en el futuro.
Tener derechos y tener las capacidades para desempeñarlos son dos cuestiones diferentes.
12
Khalil, M.A. The Legal Framework Applicable to UN Accountability for the Haiti Cholera Crisis. Journal of
International Peacekeeping 24 p.143-163. 2020.
13
Ibid
En conclusión, aunque en este escrito se ha demostrado que existen mecanismos que facilitan
la rendición de cuentas de la ONU incluso teniendo en cuenta su inmunidad absoluta, es
necesario considerar el exagerado poder que tiene la ONU sobre el grado de responsabilidad
que desea tener cualquier disputa. A su vez, este caso demuestra la inequidad política entre
poderes que existe entre la ONU y los países en los que suele trabajar sus fuerzas de
mantenimiento de paz que a veces supone la falta de agotamiento de todos los procesos
legales.