ACTIVIDAD: Según video:

1. ¿Qué aspectos de la infancia de Napoleón consideras relevantes para

comprender su obra política?
2. Realiza una breve síntesis de su participación en la Revolución.
3. Identifica sus principales proyectos políticos y militares, así como los
postulados ideológicos que lo impulsan.

Infancia: Nació en la Isla de Córcega, invadida por Francia, el 15 de agosto de

1769. Pasó su infancia odiando a Francia, debido a que nació rodeado de
personas heridas y desaparecidas que lucharon contra las fuerzas francesas:
“nací cuando Córcega moría”. Su padre se adaptó al estilo de vida francés,
llegando incluso a vestir como ellos y a formar parte del parlamento Corso (lo
cual Napoleón nunca perdonó). En cambio, su madre fue primordial en su vida:
era una mujer decidida y dura de carácter, que castigaba a sus hijos para
enseñarles de sacrificio y disciplina. Juntos, tenían una buena posición social,
teniendo una casa en la ciudad y otra en el campo, pero una vez notaron que
en esa isla empobrecida no le podrían dar mucho a sus hijos decidieron
emigrar a Francia. Allí, desde 1778 presenciaron el esplendor de la corte
francesa con su majestuosidad, llegando a soñar que sus hijos fueran nobles y
que tengan una oportunidad en la vida. Sin embargo, Napoleón no quería a
Francia ni sabía hablar francés, tenía rencor hacia ese rey extranjero y no se
sentía identificado con los franceses. Luego de años de resentimiento y lucha,
logró tener simpatía hacia dicho país. A los 15 años fue admitido en la
academia militar del país, donde conoció el lujo y la labor militar. Allí mostró un
deseo por aprender historia y sobre leyes, así como ciencia y filosofía, soñando
con poder terminar con el régimen que arruinó a su país natal.

Revolución: la revolución lo liberó. La ruptura del orden social tras años de

injusticia y desigualdad, fueron para Napoleón una buena noticia (si bien no fue
revolucionario desde un principio). En el 1792 presenció el fin de la monarquía
en París, y quiso tener un papel en eso, comenzando en Córcega: con 23 años
abandonó el ejército francés y volvió a su país para desempeñar un rol político;
pero sus intereses chocaron con los del gobernante, ya que este buscaba la
independencia de Córcega y Napoleón que Córcega forme parte de la Francia
revolucionaria. Sus ideas habían cambiado, y comenzó una oposición contra
Paoli, la cual perdió y fue considerado traidor y enemigo de la patria, recibiendo
una sentencia de muerte. Esta derrota lo endureció, y se consideró aún más
Francés, volviendo a este país con frustración y ambición de controlar Francia,
Europa y el mundo. Cuando llegó estaba en régimen de terror de Robespierre,
y volvió a su labor militar siendo enviado a Toulon (lugar que se reveló contra la
república y fue ocupado por ingleses), proponiendo un plan para terminar con
las flotas inglesas, dándole así una promoción a general al ser escuchado.
Todo empezó allí, y comenzó su fama.

Apoyó a Robespierre, buscando terminar con el caos, pero propuso suspender

con las libertades individuales para salvar la libertad y la república; en el 95 los
parisinos buscaron retomar la monarquía, y Bonaparte fue llamado para
detener esto, usando así todas las armas a su alcance, volviéndose aún más
conocido y siendo nombrado general comandante del ejército, y más tarde
comandante supremo de todas las fuerzas francesas en Italia. Siendo enviado
a las montañas italianas, debía dirigir un ejército, para lo cual usó su cualidad
de actor y de inspirar miedo, furia y pasión para enfrentar a Austria; ganó 6
batallas en 2 semanas de manera estratégica y rápida. Atacaba todos los días
sin importar la condición climática, ganándose la confianza de sus soldados a
quienes les pagaba con oro y plata.

3- Buscó instaurar una monarquía republicana, donde la conciliación entre libertad y

seguridad fuera positiva. Impulsó un pensamiento político interesado en la ética,
inspirándose del materialismo como corriente filosófica menor e instrumental dedicada a la
conquista del poder pero no a la conservación del mismo.

Texto: Hijo de una familia corsa de clase media. En la escuela, donde era introvertido, se
sentía inferior socialmente ya que sus compañeros eran adinerados. Se especializó como
oficial de artillería, escuela donde se relacionó con personas aún más prestigiosas a las
cuales despreciaba; por eso la revolución cayó del cielo, ya que llegó cuando Napoleón
soñaba con ponerse a la cabeza del movimiento nacionalista corso, lugar donde
disgustaban las ideas antimonárquicas. Fue visto, entonces, como un provinciano para los
franceses y como un intruso francés para los corsos. Rechazado en su tierra de origen, pasó
a ser un defensor del centralismo francés.
Revolución: La fuerza motriz eran las masas, a las cuales él miraba con desconfianza. Odiaba
a las clases superiores y temía a las masas; simplemente buscaba el “orden” y no el
fraccionalismo. Su oportunidad fue con el asedio de Toulon, cuyo puerto estaba ocupado
por ingleses, a quienes él venció con éxito. Pero una vez terminado el régimen de terror y
tras ciertas sublevaciones, Napoleón tuvo que disparar contra civiles franceses. Con la
derrota final del ala de izquierda hubo aún mayor diferenciación social y las clases
adineradas controlaban todo y ostentaban su riqueza, pero mantenían la oposición a la
monarquía y a las demandas de las masas. Tomaron como salvador a Napoleón, a quien
colmaron de recompensas, llegando así a los 26 años a su meta al tener a toda Francia a
sus pies.

Con las guerras contra otros países, Napoleón actuó y con su ejército organizado y
entusiasmado derrotó a invasores. Los franceses saqueaban y robaban todo, causando el
rechazo de la población italiana que les había abierto sus puertas. El directorio se alarmó
por el poder de Napoleón e intentó que comparta su mando, pero no lo lograron;
Napoleón buscó frentes militares para consolidar su control e ir de victoria en victoria