Está en la página 1de 382

www.rezistencia.

org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

LAS TRES MITADES


DE INO M O X O
y otros brujos de la Amazonia

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

Primera edición: Proceso Editores y Editorial


Gráfica L A B O R , Junio de 1981.
Segunda edición: Proceso Editores y Editorial
Gráfica L A B O R , J u l i o de 1981.
Tercera edición: Proceso Editores y Editorial
Gráfica L A B O R . Agosto de 1981.
Cuaria edición: Proceso Editores y Editorial
Gráfica LABOR, Setiembre de 1981.
Quinta edición: Proceso Editores y Editorial
Gráfica L A B O R y C e n t r o de E s t u d i o s
p a r a el D e s a r r o l l o y la P a r t i c i p a c i ó n
(CEDEP), O c t u b r e ' de 1981.

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

AGRADECIMIENTO

AI m a e s t r o I n o M o x o , dos de c u y o s íres
cuerpos desaparecieron echando humo

A los brujos D o n Javier, Don Hildebrando,


Don Juan Tuesta y Juan González.

A M a n u e l De B e r n a r d i . en lo alto del C u s c o ,
O m b l i g o Del M u n d o .

A E s t e b a n P a v l e t i c h , q u i e n nos e n s e ñ ó el
coraje y la alegría de vivir y escribir
libros y libres.

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

ÍNDICE

Pág.

Prólogo a la edición italiana. 13


Envío. . . . „ .21

A manera de Proemio
Ino Moxo enumera las pertenencias del aire. 23

I—LAS VISIONES

1.—Cómo algunos brujos crean personas. 33


2.—Todos los campa son asesinados
pero ninguno muere 41
3.—Al niño Aroldo Cárdenas
lo convierten en duende 45
4.—Don luán Tuesta dice que las cosas
no son como son sino como lo que son 51
5.—Se cumplen las profecías
de la flor del tohé 55
6.—Vi un Cristo feliz
que abrió las alas y se fue volando 61
7.—Vi también otro pueblo que no he visto jamás 69
8.—Las hembras que no pueden tener hijos
paren un arcoiris. '.. 83

II—EL VIAJE

1.—No en vano esos arboles


se llaman palosangre 89
2.—Mil años demoró en llegar a Pucallpa
el Vaso Sagrado de los inkas del Cusco. . . . . J01
3.—Nuestro guía se extravía. 111
4,—Iván regresa trayéndonos un venado y un niño. 121
5.—Un árbol muerto nos prohibe seguir adelante. . . 125

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

6 . — D o n Hildebrando lee en el aire


un libro de Stéfano Várese 129
7.—Nos enteramos que el primer hombre fundó la
nación de los campa y que, además, no fue hombre .. 139
8.—Cómo fue que se hizo la luz sobre la tierra 149
9.—Don Javier asegura tener
solamente sesenta millones de años. 151
10.—Cierto pájaro devora pueblos enteros. 155
11.—Don Javier nos informa del negro Babalú
y de otros enterrados en el mar. . . . ._ 161
12.—La mejor fórmula de reducir cabezas 179
13.—Final de la historia
de Kaametza y Narowé que no tiene final. 187

III—INO MOXO

1.—Y nos fue concedido conocer a la Pantera Negra. . . . . 203


2.—Ino Moxo nació a los trece años de edad 213
3.—Vida, traición y muerte del curaca Hohuaté 221
4.—El jefe Ximu ordena, los ríos obedecen 225
5.—Ino Moxo dice que las palabras nacen, crecen
y se reproducen pero no en castellano 229
6.—La cachetada que incendió al petróleo 239
7.—El maestro Ino Moxo se despide 241
8.—José María Arguedas besa la boca de una cerbatana 245
9.—El maestro Ino Moxo desaparece echando humo 249
10.—Vía Crucis del otorongo negro. 257
11.—Juan González camina siete días
por el fondo del río Ucayali. 261

IV—EL DESPERTAR

4.—Donde se verá que las máscaras


están siempre debajo de la cara. 269
3.—Y me ordenó contar desde mi otra persona. 277
2.—Algunos personajes y parajes del sueño. . . .........285
1.—Vocabulario. 319

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

Prólogo a la Edición Italiana

LAS CUATRO MITADES DE


CESAR CALVO (Y DEL PERÚ)

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

En sus célebres Tesis de Filosofía de la Historia Walter Benjamín


define cabalmente la actitud correcta del "materialista histórico"
frente al pasado. Sabido es que Benjamín rechaza todo proceso
de identificación y que, al contrario, aboga por una distancia
crítica: "Porque el patrimonio cultural que él abraza con la mi¬
rada tiene inevitablemente un origen en el cual no puede pensar
sin horror. Debe su existencia no sólo a la fatiga de los grandes
genios que lo crearon sino también a la esclavitud sin nombre de
sus contemporáneos. No es nunca documento de cultura sin ser
al mismo tiempo documento de barbarie".

Esta afirmación, que Walter Benjamín refería q la civiliza¬


ción occidental y sus contrastes de clases, puede proyectarse legí¬
timamente a nivel mundial. En nuestra época, signada por el
imperialismo y su devastación económica y cultural, cabe tomar
la propuesta del filósofo alemán como una incitación a investi¬
gar lo que subyace realmente tras un proceso en apariencia des¬
lumbrante. Respecto a la selva amazónica, por ejemplo, no es
una paradoja sostener que el intérprete más auténtico de la intui¬
ción de Benjamín es el brujo Ino Moxo: "Cuando pienso en
Fitzcarrald y en sus mercenarios, dijo Ino Moxo, cuando pienso
que esos genocidas eran hombres me dan ganas de nacionalizarme
culebra".

Es la manifestación excedida pero coherente de un mundo


ignorado o, peor, agredido. Insurge en estas páginas esa parte
del Perú que sólo en los últimos años ha empezado a ser visua¬
lizada al menos por un sector de la cultura nacional. Por ello es
elocuente el homenaje que el texto aquí presentado dirige a
Stefano Várese y a su libro fundador "La Sal de los Cerros".

13

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
Las distintas mitades del Perú que, como las de ¡no Moxo,
rebasan la matemática convencional, aparecen dentro de este re¬
lato en su forma más cumplida. Primeramente, por supuesto, el
Perú de la selva, que resistió a los Incas, a los españoles, al Perú
republicano. La Amazonia: ese mundo que aún hoy sigue opo¬
niendo su dimensión mágica contra el asalto de las transnacionales.

El autor no se permite ninguna complacencia anacrónica por


la visión idílica del "estado natural". No hay aquí la menor
evocación mítica del "buen salvaje". Lo que se nos plantea, en
cambio, lo que sí va aflorando a ¡o largo del libro es el propósito
de reivindicar la dignidad y autonomía de una cultura.

Dentro de este marco debe también interpretarse la presencia


de la droga. Encontramos en el texto una expresión sumamente
reveladora de la postura del autor y protagonista respecto al aya-
waskha: "Probablemente allí, al beber los jugos del ayawaskha,
droga sagrada que los hechiceros extraen de la liana-del-muerto,
yo haya también bebido la inquietud que tiempo después me
llevaría " La droga no implica, por lo tanto, ninguna forma
de evasión ni. mucho menos, de apaciguamiento, sino que es
instrumento para conocer en forma más profunda una realidad
otra. Al mismo tiempo propicia la identificación con una cul¬
tura distinta, el apropiarnos de ella, es decir asumirla y sentirla
como propia, a través de sus formas específicas de expresión.

Curiosamente, otra vez recurrimos al ejemplo de Walter Ben¬


jamín, a su proyecto de escribir un trabajo teórico acerca de los
efectos de las drogas. De aquel diseño inconcluso nos quedan
los extraordinarios apuntes y las versiones verbales de las expe¬
riencias que Benjamín compartió con algunos amigos, entre ellos
Ernst Bloch. A pesar de la distancia inevitable entre contextos
culturales tan dispares, existe una idéntica voluntad de lucidez y
profundización. Pero lo que en el pensador alemán es sobre todo
una exploración de los límites de la conciencia y la sensibilidad,
en LAS 3 MITADES permanece vinculado a una realidad pecu¬
liar.

La droga y los sueños que ayuda a producir, son el medio


para acercarse a las otras dimensiones del Perú. Se trata, en
primer lugar, del Perú incaico, evocado aquí en sus símbolos más

14

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

representativos. También en este Caso la visión originaria es


sustituida prontamente por su "dolido reverso". A través de los
poemas quechuas de Isidro Kondori emerge la condición alienada
de los antiguos dueños y señores del país. Ya se han vuelto
extranjeros en su patria, expropiados de su propia cultura.

Y asoma simultáneamente la tercera mitad del Perú, el olvi¬


dado y removido mundo negro. Esa raza "que pasó sobre el
mar / entre cadenas, que pasó entre cadenas sobre el mar" (Nico-
lás Guillen), ha sido desde siempre asociada a otros países de
América Latina, en particular a las Antillas y al Brasil. Sólo
recientemente su presencia en la realidad peruana viene recla¬
mando con energía creciente sus derechos. Lo hizo, una vez
más, con la intervención de César Calvo, Director Artístico del
ballet "Perú Negro", mediante los ritmos afro-peruanos que obtu¬
vieron el primer premio del Festival Iberoamericano de la Danza
efectuado hace un tiempo en Argentina. Y más tarde, bajo forma
distinta, se ha manifestado en la violenta "visión al revés" del
mundo de los amos blancos, con el CANTO DE SIRENA de
Gregorio Martínez-
Resta, por último, el componente blanco del país, pero éste
se halla precisado ya en las palabras despectivas de Ino Moxo
que citamos unos párrafos antes. El propio González Prada,
por lo demás, hace casi un siglo, negó a los blancos de la costa
peruana la legítima representación de su país. Pero este libro
intenta proporcionarnos una visión integral, donde cada elemento
posee su especificidad.

La prosa del autor es eminentemente poética, visionaria, y


no hay que buscar en ella los rasgos de un tratado analítico a
seudo-científico, por más que a través del juego deslumbrante de
las metamorfosis y los desdoblamientos se perciba una variada y
profunda unidad. Adviértese en LAS 3 MITADES una tensión
subterránea dirigida a la integración, como factor dinámico, como
punto de llegada, no como resultado preconstituido. La creación
de un doble, manifestada en la alternancia de los dos Césares
(Calvo y Soriano), pero también en la sensación de tener dos
cuerpos, producida por la droga, simboliza en gran parte aquella
condición de desgarramiento que se pretende vencer.

15

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

En realidad, lo que está en juego es un concepto distinto y


superior de la unidad y la integración. El autor ofrece una vi¬
sión lúcida y despiadada de cómo se han perseguido tales objeti¬
vos. La unidad a triunfar ha sido una unidad allanadora, nive¬
ladora, impuesta desde el poder, que ha ido sacrificando y borran¬
do las riquezas de la variedad, tratando de concretar una imposi¬
ble uniformación.

En esta intuición se nota la presencia profunda de José


María Arguedas, a veces latente en algunas citas indirectas (por
ejemplo esos cóndores que no pueden vivir en "los arenales de la
costa", reminiscencia de "los arenales candentes y extraños" de
Warma Kuyay) y a veces, como al final, bajo el aspecto de un
personaje evocado por el sueño. No es solamente el Arguedas
cantor e intérprete del mundo andino. Es también el escritor
que contempla con mirada lúcida y desesperada, en el espejo
infernal de Chimbóte, el reflejo de un proceso de homologación
que tiende a suprimir lo específico y lo individual en nombre de
una "civilización" y una "modernización" cada día más crueles y
siniestras.

El mundo de la selva olvidada y marginada se transforma


así en un observatorio inédito y privilegiado, imprescindible para
comprender el todo del país, todo el país. Justamente porque
se trata de un caso-límite, de una forma extremada de opresión
y negación, es posible reconstruir a partir de allí todas las mita¬
des del Perú.

En este mundo que se niega a doblar la cabeza, la dimen¬


sión mágica proclama con mayor fuerza su presencia. La cerca¬
nía de la vida animal (otro elemento que nos remite a Arguedas)
permite la circulación continua entre su esfera y la de los hom¬
bres. Las metamorfosis forman parte de un contexto aún más
general, dentro del cual la brujería cumple un papel notable. Los
brujos obligan bruscamente al leetor a enfrentarse con mecanis¬
mos diametralmente distintos de los acostumbrados. El mismo
protagonista-narrador parece forzado a una especie de rendición
de cuentas frente a esos nuevos puntos de referencia, frente a
esas insólitas unidades de medida. Esto se percibe con mejor
claridad en la relación de las visiones, donde el clásico estilo

16

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

anafórico (Vi. . . vi. . . vi. . . etc.) se ayunta con lo que podría¬


mos llamar un arreglo progresivo del enfoque, inspirado en la
exigencia de una restitución integral. La voluntad de permane¬
cer lo más apegado posible y fiel a la visión revela un aspecto
fundamental que generalmente suele descuidarse. El subjetivis¬
mo excesivo, en efecto, es sólo la apariencia de la actividad visio¬
naria. Lo sustantivo es la aspiración a transformar en patrimo¬
nio colectivo la vivencia personal.

Regresar a la selva es uno de los síntomas de cierta crisis de


perspectiva que atañe directamente al gusto de vivir. Pero en el
mundo de los ashaninka el autor no rastrea exclusivamente una
solución personal a esta crisis. Entre los denominados "primi¬
tivos" y "salvajes" él encuentra una visión del mundo y un siste¬
ma de valores que desmienten tales epítetos y nos fuerzan a una
revisión radical. Todo esto no es más que el eco vigente de una
antigua querella, de un deslinde que empezó a erupcionar en el
primer siglo de la conquista y la colonización, cuando Michel
de Montaigne se preguntaba quiénes eran los verdaderos salvajes.
En el capítulo XXXI del Libro Primero de sus Ensayos, Montaigne
concluía que "en aquel mundo no hay nada de bárbaro ni de
salvaje, por lo que se me ha dicho de él, sino que cada cual llama
barbarie a lo que no cabe dentro de sus costumbres".

La conciencia ecológica, por ejemplo, es un fenómeno rela¬


tivamente reciente en el mundo "civilizado", por lo menos a nivel
de masas. Y se ha ido desarrollando solamente frente a una
situación catastrófica, empapándose por ello de una ideología
verdaderamente catastrofista, muchas veces disfrutada por el sen-
sacionalismo de los mass-media. Entre los indios del Perú ama¬
zónico, que desconocen la ecología como ideología o moda,
existe una relación normal y espontánea de respeto a la natura¬
leza, vinculada con exigencias muy precisas de sobrevivencia.

En nuestro mundo "occidental", asimismo, en los últimos


tiempos viene imponiéndose la moda de la "medicina natural",
aceleradamente transtocada en nueva fuente de negocios y de ex¬
plotación. La sabiduría de los indios, en cambio, conserva una re¬
lación orgánica y armoniosa con las plantas, buscando la salud y
la felicidad del hombre, sin rebajarse, rechazando cualesquiera

17

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

forma de comercialización. E, inclusive, advierte la imperiosidad


de poner sus conocimientos, su "magia verde", como la llama el
autor, al alcance de los blancos, esos humanos cada día más y
más envenenados por una medicina que se ha vuelto enemiga de
la humanidad.

Cedemos nuevamente la palabra al viejo Montaigne, en aquel


capítulo significativamente titulado Sobre los Caníbales: "Ellos
son salvajes de la misma manera en que nosotros consideramos
salvajes los frutos que la naturaleza produjo por sí misma en su
desarrollo natural: mientras que, en realidad, deberíamos señalar
como salvajes a los que con nuestro artificio hemos adulterado y
desviado del orden general. En aquellos son vivas y vigentes las
virtudes y propiedades auténticas y más útiles y naturales, que
nosotros en cambio hemos hecho bastardear en éstos, solamente
para adaptarlos al gozo de nuestro gusto corrompido".

Pero estas intuiciones, en el libro que aquí presentamos, no


se expresan con los términos de un tratado ni mucho menos de
un panfleto. En todas las páginas de LAS 3 MITADES encon¬
tramos el inequívoco lenguaje del poeta que es, ante todo, César
Calvo. Los recursos característicos de la fábula asoman a veces,
como en la figura de la viejita que alerta al protagonista acerca
del peligro representado por las anguilas electrizadas. Sobre todo
domina una continua mezcla y alternancia de los distintos' planos
narrativos, que contribuye a crear toda una atmósfera suspendida
entre la realidad y el sueño.

En efecto, la lógica del mundo corriente es substituida por


una lógica visionaria que confiere inesperada unidad a los térmi¬
nos y motivos aparentemente más lejanos. La evocación de la
auténtica, reciente y malograda guerrilla del MIR dirigida por
Luis De La Puente Uceda se relaciona con el tema central del
libro. Los guerrilleros, dramáticamente, no consiguen el apoyo
de la población autóctona: no saben hablar su lenguaje, no saben
penetrar su sistema simbólico. Las palabras de quienes inmolan
generosamente sus vidas en nombre de la revolución siguen sien¬
do caracetrizadas por una visión del mundo que resulta extraña
a los indios. Ellos se expresan en el lenguaje profético del mile-
narismo que los lleva, hasta hoy, a esperar el regreso mítico de

18

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
Juan Santos Atao Wallpa. Tiempo lineal y tiempo cíclico se
contraponen sin posibilidad de comunicación, estableciendo entre
unos y otros una barrera infranqueable, a menos de cuestionar
los acostumbrados esquemas realistas. Hace más de medio siglo
José Carlos Mariátegui intuyó este hecho fundamental cuando
se puso a investigar sin prejuicios "El factor religioso" apelando a
La Rama Dorada de James George Frazer para intentar com¬
prender las raíces de la religiosidad andina.

Otra Característica importante de este mundo, como ya se


ha dicho, es la ruptura sistemática de las nociones tradicionales
del tiempo. Como en los antiguos relatos, vueltos a descubrir
por la narrativa latinoamericana contemporánea, la anticipación y
el presentimiento juegan aquí un papel primordial. El mundo de
la selva, en realidad, no es propiamente ni un antes ni un después
con respecto al mundo "civilizado". Es, básicamente, un mundo
otro.

Y precisamente por esta situación ajena, extraña, la selva no


sólo se convierte, como dijimos antes, en un observatorio privi¬
legiado, sino también en una perspectiva que, repitiendo a los
formalistas rusos, podríamos llamar de extrañamiento, puesto que
nos permite mirar y juzgar el mundo nuestro en forma totalmen¬
te novedosa.

Como todo viaje, éste también concluye en un regreso, que


por supuesto no es ni puede ser neutral. Las visiones vividas y
asimiladas durante este recorrido, al mismo tiempo simbólico y
real, acompañarán desde ahora el itinerario del protagonista, obli¬
gándolo a una incesante confrontación entre dos dimensiones dis¬
tintas y a veces opuestas. Su tarea será entonces la de comuni¬
car, socializar lo visto y aprendido. Es la situación, sagrada y
dolorosa, de todos los que tienen la misión de relatar una historia.

Esta narración es el último episodio de una larga vicisitud


que arranca desde los primerísimos años de la conquista y la colo¬
nización. Estamos pensando en Gonzalo Guerrero, el español
capturado por los indios maya después de un naufragio, y en
su compañero de fortuna, ese otro supérstite llamado Jerónimo de
Aguilar. Ocho años más tarde, ni bien fue informado de sus dos
paisanos, el "conquistador" Hernán Cortés envió mensajeros para

19

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

rescatarlos. Se supo entonces que los dos cautivos no eran dos


sino uno. Mientras Jerónimo de Aguilar se reintegra a la tropa
de Cortés, y cumplirá descollante trabajo como intérprete, Gon¬
zalo Guerrero se niega a volver a la "civilización". Otras fuentes
nos enteran de su muerte en batalla. ¿Gonzalo Guerrero com-
batiendo en las filas de los indios maya! ¡Gonzalo Guerrero su-
cumbiendo por ellos! ¡Gonzalo Guerrero oponiéndose a la con¬
quista española de Yucatán!

Es el primer ejemplo de "aculturación al revés" que hallamos


en las tierras de América. Pero esta situación se repite y repite,
de maneras distintas, aun hasta nuestros días, a lo largo de toda
la historia de las relaciones entre "civilizados" y "salvajes". A
través de la narración de estos encuentros entramos cada vez más
en contacto con una realidad que provoca una crisis dentro de
nuestros instrumentos diarios de juicio. La lectura de LAS 3
MITADES DE INO MOXO, además, nos permite acercarnos a
lo real con una nueva disponibilidad para comprenderlo en toda
su complejidad.

Vivimos un período de crisis en el cual se habla cada día


más de "calidad de la vida", porque advertimos justamente una
insatisfacción profunda y oscura. La selva amazónica y sus habi¬
tantes nos ofrecen una fuente insospechada de reflexión proble¬
mática. Las mitades de Ino Moxo (de César Calvo, del Perú),
precisamente porque su suma no llega a la redondez de la cifra
entera, siguen representando un impulso hacia una inquietud per¬
manente y fecunda.

ANTONIO MELIS

20

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

ENVÍO

H a c e no t a n t o s a ñ o s , c u a n d o los n a t i v o s de la selva amazónica


estaban siendo exterminados por los caucheros, el jefe de la
nación a m a w a k a , brujo que alcanzó fama de t o d o p o d e r o s o bajo
el n o m b r e de Ximu, supo que su p u e b l o s o b r e v i v i r í a ú n i c a m e n t e
si e n f r e n t a b a con a r m a s de fuego, no sólo con l a n z a s y flechas, a
los mercenarios blancos. Como también en aquel tiempo era
p r o h i b i d o v e n d e r fusiles a los a b o r í g e n e s , el jefe a m a w a k a Ximu
hizo r a p t a r al hijo de un c a u c h e r o y lo d e s i g n ó sucesor suyo re-
b a u t i z á n d o l o Ino Moxo, en i d i o m a amawaka: Pantera Negra. Fue
así que t a n t e m i d o s a n t r o p ó f a g o s llegaron a ser j e f a t u r a d o s p o r
un hombre blanco y consiguieron subsistir. Ino Moxo, disfra¬
z á n d o s e con su a n t e r i o r i d e n t i d a d , s u s t i t u y e n d o la v e s t i m e n t a in¬
dígena con p a n t a l ó n y c a m i s a de a l g ú n foráneo m u e r t o , se infiltró
en las c i u d a d e s , o b t u v o a r m a s de fuego y e n s e ñ ó su m a n e j o a los
varones amawaka.
Al confiarme esta historia, mi primo César Calvo, nacido
en esos l a r e s , me volvió p a r t e de ella, no sólo i n a u g u r ó mi curio¬
sidad y a c r e c e n t ó la suya sino que fuimos p r e s a de una m i s m a
obsesión: l o g r a r lo que n a d i e h a b í a a l c a n z a d o en m á s de dos dé¬
cadas: entrevistar a Ino Moxo, l e g e n d a r i o jefe de los amawaka.
C o n C é s a r viajé de L i m a a P u c a l l p a , de P u c a l l p a a A t a l a y a , de
A t a l a y a al c a p r i c h o del c l i m a y de los r í o s , a l o m o de p i r a g u a ,
hasta ese t e r r i t o r i o a g a z a p a d o tras el río M i s h a w a . En el t r a y e c t o
conocimos a otros brujos, Don Javier, Don Juan Tuesta, Don
H i l d e b r a n d o , J u a n G o n z á l e z , y r e c o p i l a m o s otras h i s t o r i a s , h e c h o s
y personajes que fueron d e s b o r d a n d o las intenciones de n u e s t r o
reportaje.
A u n así, si alguien s u p o n e ver en estas p á g i n a s algo más que
unas páginas, r e p i t i e n d o a Ino Moxo d e b o decir que "el m i l a g r o

21

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
está en ios ojos que m i r a n , no en lo m i r a d o " . P o r q u e en v e r d a d
este libro no es un l i b r o . Ni una novela ni u n a c r ó n i c a . Apenas
un r e t r a t o : la m e m o r i a del viaje que yo c u m p l í s o n á m b u l o , iman¬
t a d o p o r i n d o m a b l e s p r e s a g i o s y por el ayawaskha, droga sagrada
de los h e c h i c e r o s a m a z ó n i c o s . D e b i d o a e l l o , a c a s o , esta r e l a c i ó n
se inicia con mis p r i m e r a s visiones de ayawaskha, aquellas imá-
genes que nos d e s p e j a r o n la ruta del viaje, los s e n d e r o s que Ino
Moxo había dispuesto revelarnos.

— N o e s j u s t o que las gentes p a d e z c a n d a ñ o s c o m o l a d i a b e -


t e s , v a r i o s t i p o s de c á n c e r , m a l e s que aquí s a b e m o s a h u y e n t a r —
me diría Ino Moxo c u a n d o nos d e s p e d i m o s . T o d o lo que te he
d i c h o de mí, de t a n t a s c o s a s , me diría, te lo he d i c h o p e n s a n d o en
esas g e n t e s . A c a s o a l g u i e n que está p o r ahí sin r e m e d i o , v í c t i m a
d e u n a e n f e r m e d a d que los m é d i c o s d i p l o m a d o s creen incurable,
a l c a n c e a leer lo que tú e s c r i b a s y venga d o n d e n o s o t r o s y recu¬
pere a c a s o los c o n t e n t o s de su existencia. P a r a eso te he conta¬
do lo que te he c o n t a d o . . .

Y p a r a eso he j u n t a d o aquí L A S 3 M I T A D E S . Lo que en


ellas hay de v a l e d e r o , si es que en ellas hay a l g o , me fue d i c t a d o
p o r Ino Moxo, más m e d i a n t e visiones que mediante palabras, a
lo largo de u n a sesión de ayawaskha m e z c l a d a con tohé, ese otro
alucinógeno quizá t a n desconcertante y poderoso.
— P e r o no te lo he d i c t a d o a ti sino a tu otra p e r s o n a , a una
de las gentes en q u i e n e s te d e s d o b l a s t e d u r a n t e las v i s i o n e s , du¬
rante la mareación. . .

A ñ a d i r é s o l a m e n t e que t o d o , a b s o l u t a m e n t e t o d o l o que este


t e x t o i n f o r m a , c o n s t a en diecisiete cintas de g r a b a c i ó n , c o n s t a en
las fotografías y el vocabulario incluidos al c a b o de lo e s c r i t o ,
c o n s t a en cierto libro c o m e t i d o por el c a u c h e r o Z a c a r í a s V a l d e z
e impreso en 1944 bajo el título de "El V e r d a d e r o F i t z c a r r a l d
.Ante la H i s t o r i a " , u n o de c u y o s e j e m p l a r e s e n c o n t r é en la Biblio¬
teca del Concejo Municipal de M a y n a s , y consta esencialmente
en la p a c i e n c i a de los M a g o s V e r d e s que a c c e d i e r o n a d e v e l a r n o s
algo de sus misterios y de sus m i n i s t e r i o s .

CESAR SORIANO C.

¡quitos, Enero de ¡979

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

a manera de proemio:

Ino Moxo enumera las


pertenencias del aire

—Es una h i s t o r i a larga, ya te dije. Si te contara todo, nada


me creerías. N u n c a s e p u e d e creer t o d o . ¿Sabes? Nuncanunca
se p u e d e e s c u c h a r t o d o . . .
— Y o estoy dispuesto a oírlo, maestro Ino M o x o , m e oigo
decir casi c o m o un s o b o r n o , p a r a eso he v e n i d o . . .
—¿Podrías? N o , creo que no p o d r í a s . Y su c a b e z a yen¬
do a un c o s t a d o , t r a y é n d o l a de r e g r e s o sus ojos:
— S ó l o p a r a d a r t e un e j e m p l o , m i r a la selva. Si te p o n e s
a e s c u c h a r t o d o lo que suena en la selva, ¿qué e s c u c h a s . . . ?
Y c o m o si a c a b a r a de c a p t u r a r s e él m i s m o , c o m o si al mis¬
mo t i e m p o él fuera la c e r b a t a n a y el d a r d o y la p r e s a y el caza¬
dor y los leños encendidos de la cocina esperando, Ino Moxo
algarabió su voz:
— N o s o l a m e n t e el grito de los monos escuchas, no sola¬
m e n t e el zumbido del z a n c u d e o , de la arambasa que es la abeja
más brava y más oscura, del chinchilejo que s e g u r a m e n t e llama¬
rás libélula, del chushpi que te infecta al picar, de la carachu-
paúsa que sangra sin aviso, no solamente oyes a la ronsapa
s i s e a n d o en el aire, a la mantablanca que b e b e tu c a b e l l o , a la
quilluavispa de vuelos amarillos, al papási que nace de gusanos
pero que no es g u s a n o , a la wairanga que n u n c a t o c a el suelo.
No s o l a m e n t e oyes el pájaro f l a u t e r o , el firirín que no sabe volar
y tiene alas, ni el ushún ni el tabaquerillo ni el shánsho ni el piurí
ni el tímelo grisáceo ni el tibe b l a n c o b l a n c o , ni el taráwi que
come caracoles y es demasiado negro, ni la sharára que sabe
vivir bien bajo del agua y mejor e n c i m a del v i e n t o , ni el zuizúi
celestito ni el yungurúru grande cuyos huevos son color del
zuizúi, ni esa garza gigante y rojiblanca que se llama tuyuyú.

23

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


No solamente escuchas al urkutútu sabihondo. Ni a la quicha-
garza, floja de excremento. Ni al ucuashéro ni al tiwakuru que
sólo c o m e h o r m i g a s y c a n t a en lo alto de las wimbras, ni al páw-
kar que sabe i m i t a r t o d o s los c a n t o s de las aves con su plumaje
n e g r o y a m a r i l l o , ni a la ánchala lo m i s m o que p a l o m a c o l o r vino
t i n t o , ni al paujil, acaso habrás comido, más sabroso que c a r n e
de m o n o makisapa, más que carne de l a g a r t i t o b l a n c o , más rico
que ciruelo gigante de ta$eribá, ni al tatatáo que es ave de rapi¬
ña, a l g u n o s le l l a m a n virakocha. No solamente oyes al pato
mariquiña, al locrero, a la pinsha, al móntete que en ciertos
lugares nombran trompetero, al tuhuáyu, al pipite, a la panguana
que p o n e s i e m p r e c i n c o h u e v o s y d e s p u é s se m u e r e , a esos loros
azules que llaman marakána, ni a la wapapa carnicera, tú le
has visto seguro en el río M a p u y a , no s o l a m e n t e oyes a su p r i m o
el wankáwi a v i s a n d o c a d a que se a p r o x i m a algún h u m a n o , ni al
chiwakúllin ni al korokóro ni al ayaymáman que llora como
niño abandonado, ni al camúnguy, ni esa garza del tamaño de
un h o m b r e que t i e n e p l u m a s grises y se l l a m a mansháku, tantos
y tantos pájaros. . . No s o l a m e n t e oyes n u b e s g o r d a s de insectos
sonando desde la t a r d e , a d e n t r o , e n las m a ñ a s del m o n t e . No
sólo s u e n a la v í b o r a d e s c o n f i a n d o , el túnchi a v i s a n d o u n a muer¬
te, el t i g r e , el otorongo c a l l a d i t o p r o c u r á n d o s e carne t i b i a , ni el
ronsoco baboso en los y u c a l e s ni los enormes peces cabezones
en las redes t r a m p e r a s .

No sólo suenan peces: el akarawasú, la gamitana, el tambo¬


rero, el paiche de tres m e t r o s y lengua de h u e s o que p a r e criatu¬
ras y no h u e v o s , el pejetorre se h i n c h a de aire y flota c o m o b o y a ,
la dorada no tiene una sola espina, el chállualagarto, el kunchi,
la añashúa, la a n g u i l a te m a t a de una sola d e s c a r g a , la manitóa,
el shitári, la doncella uncida de franjas negras, el chullakaqla
h u é r f a n o de e s c a m a s , el tiriri, el fasácuy al fondo de los l a g o s ,
el shirúi, el maparáte, la shiripira, el bujúrqui, la makána parece
sable de tres filos, el shúyu sabe a n d a r sobre la t i e r r a , pez de
camino, y el cañero te e n t r a por el ano y te c o m e las t r i p a s , el
dementochállua vuela, poco vuela, más asombra el saltón, ese
peje gigante sale del agua m e t r o s a r r i b a y pesa m á s de cien kilos
y m i d e hasta dos m e t r o s . P o r no hablar de la paña, tú c o n o -

24

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


e e s , m á s le n o m b r a n piraña, que te c o m e sin asco en un r a t i t o .
Y la kawára, e n o r m e , y la palometa que sabe a casi d u l c e , y el
bujeo, t a m b i é n n o m b r a d o delfín de los r í o s , el bujeo cuya hem¬
b r a es m á s d e l i c i o s a en a m o r que las mujeres, m á s rica, así dicen
los p e s c a d o r e s que han p r o b a d o , y tiene igual v a g i n a y p e c h o s
duros y pare a sus hijitos como humana. Cortándole a una
1
bujéa los labios de su abajo, de su sexo, y curándolos algunos
shirimpiáre fabrican pulseras infalibles en asuntos de amantes
desdeñados, eso es s a b i d o . Y s u e n a t a m b i é n la g r a n carachama
de b o c a c o m o p i e d r a , que vive u n a s e m a n a y m á s fuera del agua
y que viene de lejos, d e s d e a n t e s del d i l u v i o , a n t e s de ese tigre
que d i s p e r s ó hace siglos a nuestros primeros padres ashaninka.
Tantos y tantos peces. . .

No solamente escuchas culebras, víboras: la afaninga ino¬


c e n t e , inofensiva e n t r e los p a s t o s d e f e n d i é n d o s e a p e n a s al a z o t a r
su cola, y el aguajemachácuy que respira en el agua y tiene piel
i d e m que fruto de palmera, y la naka-naka pequeñita y mortal
acechando en los ríos, y la mantona con sus diez metros por
gusto p u e s no h a c e d a ñ o a nadie, diez m e t r o s de c o l o r e s bien
subidos, puro adornos ingenuos, y la chushúpe venenosa que
mide cinco metros y persigue a su presa mordiéndola varias
veces, y la yanaboa que alcanza quince m e t r o s y es gruesa c o m o
un h o m b r e q u e p r i m e r o h i p n o t i z a y más t a r d e ya devora. Y la
sachamáma, boa con orejas, a diferencia de la yakumama que
vive s o l a m e n t e en el agua. A n a c o n d a de tierra es la s a c h a m á -
ma, se m i m e t i z a sin p r o p o n é r s e l o : la hierba le crece sólita sobre
el c u e r p o . El jergón, al r e v é s , t a m b i é n se m i m e t i z a p e r o a pro¬
pósito: conforme crece va a d q u i r i e n d o su piel un c o l o r marrón
m o t e a d o , de h o j a r a s c a b r i l l a n t e , y sólo p u e d e s d i s t i n g u i r l o por su
a u r a , por ese r e s p l a n d o r que el j e r g ó n deja en el sitio por donde
va a pasar, como aviso, como ánima. Tantas y tantas exis¬
tencias oyes, tanta callada sabiduría escuchas cuando escuchas
la selva. Y eso que ya no p u e d e s oir el c a n t o de los p e c e s que
a l e g r a b a n las a g u a s del P a n g o a , del T a m b o , del U c a y a l i , anima¬
les m u s i c a l e s que p r e s i n t i e r o n la l l e g a d a del gran otorongo negro
y h u y e r o n días antes y se s a l v a r o n . H a s de s a b e r que ese o t o -
r o n g o p r o d u j o con sus z a r p a s g i g a n t e s c a s un t o r r e n t e de p i e d r a s

25

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

y lodo que a c a b ó con la vida de los ríos. Sólo los p e c e s que


c a n t a b a n y que en sus c a n c i o n e s d e c í a n y e s c u c h a b a n el futuro,
pudieron sobrevivir al fango de esas garras. Aunque hoy no
sepan c a n t a r m á s , o si es que es, q u i e r o decir si saben c a n t a r
t o d a v í a , lo h a r á n de seguro sin d e l a t a r s e , con sonidos que nues¬
tros oídos no acostumbran, callados cantarán, en otra jerar¬
quía. . . H a s de s a b e r que t o d o s , h a s t a los h u m a n o s , c u a n d o
son n i ñ i t o s , oyen el futuro igualito que los peces del d i l u v i o , así
como tantos a n i m a l e s de ahora, tantas vidas que saben lo que
va a s u c e d e r y no p u e d e n hablarnos, advertirnos. Los niños,
p o r lo general, tienen nueve sentidos y no cinco, otros llegan
a d o m i n a r o n c e , yo he visto. C o n f o r m e crecen y sus c u e r p o s se
van e n v e n e n a n d o con las c o m i d a s y los padeceres, y conforme
sus á n i m a s van siendo c a s a - d e p e n s a m i e n t o s y de s u e ñ o s man¬
c h a d o s , los c u e r p o s y las á n i m a s del h o m b r e p i e r d e n esos senti¬
d o s , esas fuerzas. Y por eso los b r u j o s , los g r a n d e s shirimpiáre,
p a r a ejercer a p l e n i t u d los p o d e r e s del aire, para d e s a r r o l l a r al
máximo su p o t e n c i a de mirar, usan espíritus de n i ñ o , ánimas
como familias n u e v e c i t a s ocupando las m o r a d a s de su cuerpo,
los c a s e r í o s r u i n o s o s . . .

No solamente escuchas animales: la awiwa, ese gusano que


se p u e d e c o m e r c o m o el zúri, otro g u s a n o s a b r o s o de colores, y
ese sapo gritón que p e s a m á s de un kilo y se l l a m a wálo, y el
bocholócho que c a n t a y al c a n t a r sólo s a b e r decir su p r o p i o nom¬
b r e , b o c h o l ó c h o o o o , l l a m á n d o s e s i e m p r e a sí m i s m o , lejos, y la
manakarácuy peleadora, invencible entre las aves, y el cupisu,
p e q u e ñ a t o r t u g a de a g u a s que se c o m e en sus h u e v o s y en su
carne, y la feroz wangána, cerdo salvaje que a n d a en poblacio¬
nes de cientos de colmillos voraces, y el tokón, ese mono de
cola gigantesca y peluda, y el allpacomején, hormiga condenada
a vivir sobre t i e r r a , y la bayuca, gusano venenoso cubierto de
c a b e l l o s azules, a m a r i l l o s , rojos, v e r d e s , y a q u e l l a h o r m i g a gran¬
de y sin v e n e n o que se a l i m e n t a de h o n g o s y le dicen curuince, y
el añuje, casi conejo de t a m a ñ o , y el isango que no p o d e m o s ver y
nos pica m e t i é n d o s e en la carne lo m i s m o que c a s t i g o , y el aya-
ñáwi, el ojo-de-los-muertos que o t r o s llaman luciérnaga o cocu¬
y o , y el achúni b u s c a d o p o r q u e tiene su falo h e c h o de h u e s o y
con p o l v o de su pene condimentan brebajes para los impoten-

26

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

les, y ese otro j a b a l í de c e r d a s g r u e s a s > coliar c o m o nieve que


le nombran sajino, y el ronsoco, tal vez el roedor más grande
de esta n a t u r a l e z a , un m e t r o de largo y cien kilos de p e s o , y la
apashira que es un c a m a l e ó n , la a p a s h i r a con c u y o n o m b r e nom¬
bran los p u e b l e r i n o s a! sexo de la mujer.

No s o l a m e n t e suenan t a n t o s y t a n t o s a n i m a l e s que has vis¬


to, que no has visto, que nadie verá j a m á s , bichos que apren¬
den a p e n s a r y c o n v e r s a r lo m i s m o que p e r s o n a s . . . Suenan
t a m b i é n las plantas, los v e g e t a l e s : la kaiáwa de savia v e n e n o s a ,
la chambira que nos presta sus hojas p a r a fabricar s o g a s , el pan¬
de-árbol que nominan pandisho, el makambo elevado de hojas
g r a n d e s y frutos como c a b e z a s de g e n t e , la ñejilla e s p i n o s a que
crece en los bajiales, el rugoso pashako, el machimango de olo¬
res i m p o s i b l e s , la chimicúa cuyas ramas se desgajan a un soplo,
el wakapú más duro de c o r a z ó n que el p r o p i o palosangre, la iti-
ninga, el wi tino,.la itahúba, el wikungu de espinas negras y ese
árbol recto que se llama espinlana; que cuando cae es bueno
para sentarse y charlar, y la wakapurána más mejor p a r a leña,
y la chonta, cogollo de p a l m e r a s : de wasái, de cinámi, de pijuá-
yu, de hunguráwi. Y el hunguráwi de cuyo fruto mana un
aceite que hace crecer cabellos. Y la wayúsa t r e p a d o r a en sus
hojas c o n t i e n e un p o d e r o s o t ó n i c o que b o r r a las f l a q u e z a s . Y el
sapote de fruta color verdesombra. Y el tawarí durísimo. Y
la shiringa, la s h i r i n g a , ese caucho que sin q u e r e r nos trajo las
desgracias... Y la quinilla, y el timaréo, y la shapája de acei¬
tosos frutos, y la wiririma, y el shebón g i g a n t e s c o que nos b r i n d a
sus hojas p a r a t e c h a r v i v i e n d a s , y ese marfil vegetal que n o s o t r o s
lamamos tagua, y el sitúlli, aquel plátano rarísimo de grandes
flores rojas, y el wingu, a r b u s t o c u y o fruto se vuelve recipiente
de b e b i d a s y se l l a m a tutumo, y el pitajáy, la p o n a n e g r a y d u r a ,
y el aguaje gigante, y la andiroba, y el caimito de frutos como
p e c h o s de v i r g e n , y la waqrapona, palmera barriguda, y la anona
s a b r o s a , y el cashú que por fuera es a l m e n d r a y p o r d e n t r o m á s
dulce y más j u g o s a , y la apasharáma de savia p a r a curtir c u e r o s ,
y el barbasco de raíz de veneno, y el camucámu cítrico, semi-
acuático. y la capirona i n s u p e r a b l e p a r a leña y c a r b ó n , y la ari-
pasa de fruto c h a t o , pardo y r e d o n d i t o que no d e b e c o m e r s e , y
la cumala, y la punga, y la cwnacéba, y la cashirimuwéna, y el

2?

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

ashúri que p r o t e g e los dientes de la c a r i e , y la catirima por cuyos


frutos d i s p u t a n y se m a t a n a l g u n o s p e c e s , y la cocona h e r m o s a ,
y ese t u b é r c u l o que se c o m e c r u d o y se llama ashipa, y el puka-
quiru de c o r a z ó n rojo, durísimo, y el punqúyu coposo, apretado
de h o j a s , a cuya s o m b r a n a d a vive pues expele v e n e n o por sus
ramas, y el mucho m á s frondoso parinári de fruto largo y rojo
que se llama súpay-ocóte, culodeldiablo. Y la lupuna en las
orillas con sus alas inmóviles, blancas o coloradas, a flor de
t i e r r a , el más g r a n d e de los á r b o l e s de t o d a esta A m a z o n i a . Y
ese o t r o que llueve c o m o tejado de i n v i e r n o . Y ese otro que se
infla y r e v i e n t a p e o r que cientos de b a l a s en la noche, en lo
a d e n t r o del b o s q u e , y el renaco creciendo más que b o s q u e sin
hojas y sin flores, y el garabatokasha que sana v a r i o s tipos de
c á n c e r y disuelve lo t o r p e de las a r t i c u l a c i o n e s que envejecen, y
el tamshi te aleja del frío, y la coca se usa con ayawashka p a r a
adivinación, y la kamalonga t a m b i é n se usa p a r a diagnosticar, y
la renakilla distrae a los lisiados, y la wankawisacha cura para
siempre a los alcohólicos, y el chamáiro ayuda a chacchar coca,
y el tomillo-negro flotando bajo el agua, a media altura de los
ríos flacos que t r a i c i o n a n mejor que el j u g o de tohé, c u a n d o la
luna es v e r d e y la é p o c a b u e n a p a r a talar el c e d r o sin rajar su
corteza. Y la paka, la paka t a m b i é n suena c o m o túnel al' b o r d e
de los ríos que h a n desaparecido, y la zarzaparrilla sana de la
sífilis, y la papaya verde elimina la sarna y la p a r a s i t o s i s y sus
hojas c u b r e n las c a r n e s más d u r a s y las vuelven a n i m a l i t o s tier-
nos. Y la wenáira de s o m b r a v e n e n o s a c o m o el j u g o de la flor
del t o h é . Y el tohé que te hace ver los m u n d o s de a h o r a y de
mañana que forman este mundo. Y la parapara, más llamada
hiporuru, esa hoja nunca pierde su forma como si estuviera
h e c h a de j e b e , porfiada: tú la c o r t a s de su t a l l o , la a r r u g a s , la
d o b l a s y ella regresa a c o m o era en la r a m a , siempre vuelve a
su forma, a su t a m a ñ o , al t a m a ñ o y la forma de sus dos naci¬
m i e n t o s , y no es por eso sino por los p o d e r e s que le vienen de¡
lejos que la hoja de hiporuru sabe d e v o l v e r a los h o m b r e s la ju¬
ventud sexual. Y la quina-quina que aprendió hace siglos a
lavar las heridas corrompidas. Y la l i a n a - d e l - m u e r t o , ayawash-
ka, sagrada, La M a d r e De La V o z En El Oído. Con el aya-
washka, con el oni xuma, si lo m e r e c e s , p u e d e s p a s a r del sueño

28

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

hacia la r e a l i d a d , y sin salir del s u e ñ o . . . T a n t a s y t a n t a s plan¬


tas, todas y todas suenan. La abuta, pon atención, la abuta,
árbol m e d i a n o cuya raíz rojiza se h i e r v e y t o m a n d o ese l í q u i d o
en p o c o s días el a z ú c a r de la sangre se b o r r a , no existen los dia¬
béticos. Y la mariquita, mitad enamorada y mitad flor, que
sólo sabe a b r i r s e en la p u r í s i m a sombra. Y la tzangapilla, ana¬
ranjada y grande, hija única, flor más caliente que frente de
afiebrado. T o d a s y t o d a s s u e n a n , lo m i s m o que las p i e d r a s . . .

Y m á s que n a d a s u e n a n los p a s o s de los a n i m a l e s que u n o


ha sido antes de h u m a n o , los p a s o s de las p i e d r a s y los vegetales
y las cosas que cada humano ha sido. Y también lo que
uno ha e s c u c h a d o a n t e s , t o d o eso s u e n a en la n o c h e de la selva.
Dentro de uno mismo suena, en los recuerdos lo que uno
ha e s c u c h a d o a lo largo de la vida, bailes y pífanos y p r o m e s a s
y m e n t i r a s y m i e d o s y confesiones y a l a r i d o s de g u e r r a y gemi¬
dos de a m o r . V o c e s de a g o n i z a n t e s que u n o ha sido o que uno
ha escuchado solamente. Historias ciertas, historias de m a ñ a n a .
Porque todo lo que uno va a e s c u c h a r , t o d o eso s u e n a , anticir-
p a d o , en m e d i o de la n o c h e de la selva, en la selva que suena en
m e d i o de la n o c h e . La m e m o r i a es m á s , es m u c h o m á s , ¿lo sa¬
bes? La memoria verídica conserva también lo que está p o r
venir. Y hasta lo que nunca llegará, eso también conserva.
Imagínate. N a d a más imagínate. ¿ Q u i é n v a a p o d e r oírlo t o d o ,
dime tú? ¿ Q u i é n va a p o d e r o í r l o t o d o , de una vez, y c r e e r l o ? . . .

29

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

cómo algunos brujos


crean personas

—El primer hombre no fue hombre, me dice Don Javier enma-


rañándose en risadas hondas. El primer hombre fue mujer.

No t o d o s los maestros, p o r el hecho de serlo, son capaces


de crear chullachakis, explica Don Juan Tuesta reclisentán-
dose c o n t r a esta e s p i n t a n a sin pulir, árbol tumbado sobre dos
t o c o n e s que lo a s c i e n d e n a b a n c a , y c o n c e d e sus ojos a la P l a z a
R u m a n i a que se e x p l a y a al frente, aquí en el c a s e r í o de la isla
Muyuy.

Instantes más allá, donde nace una calle de ancho polvo


paralelo al correntear del Amazonas, Avenida Calvo de Araújo
dice u n a t a b l a m u d a en lo alto de un p a l o . T o d a v í a la dosis
de a y a w a s h k a que me b r i n d ó el brujo anoche no ha r e t o r n a d o
al aire, p e r s i s t e en mi sangre pese a que ya es añil, de p u r o
blanca, el alba. En las chozas contiguas se i n s t a l a n ajetreos,
frituras, c u e r p o s l a v á n d o s e , r u m o r de d e s a y u n o s . A n u e s t r a es¬
p a l d a el A m a z o n a s p a s a s o r d e c i e n d o y l u m i n a n d o al cielo. Es¬
c u c h o un a v i ó n , e n c u m b r o el r o s t r o , lo veo d e s c e n d e r y redu¬
cirse, tornarse wakamayu, posarse con plumaje centelleante en
la c o p a de a q u e l l a a p a s h a r a m a . No sé por qué r e c u e r d o lo que
nunca he sabido, acaso el brujo Don Juan Tuesta está infor¬
m á n d o m e de lejos, atrás del ayawashka, hace veinticinco años,

33

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

c u a n d o t o m é la d r o g a p o r p r i m e r a vez, a n o c h e : el w a k a m a y u es
dios de otro t i e m p o , a r d e n dos e s m e r a l d a s en lugar de sus ojos
y no hay nadie d e t r á s de aquellas l u m b r e s verdes y v a n e s c e n t e s ,
el á n i m a del wakamayu es adorno sin razón ni pasión, sitio
v a c í o , y los g r a n d e s espíritus son g r a n d e s p o r q u e en vez de ani¬
quilar al w a k a m a y u en su v a n i d a d lo sustentan en su a u s e n c i a :
t r o c a n las e s m e r a l d a s p o r g r a n o s de m a í z y el w a k a m a y u mira
e n t o n c e s las cosas del c a r i ñ o , se d i s t r a e de sus ojos y sus d i e n t e s
y ú n i c a m e n t e c o m e las h a m b r e s del c a r i ñ o . Yo lo estoy v i e n d o
a h o r a , a b r e las alas, ya no es un w a k a m a y u , canta con voz la¬
crada, w a p a p a t r a n s p a r e n t e es el avión que he visto, que ha
c a í d o , y su c u e r p o se disuelve en el c a n t o , c o n v e r t i d o en qué
llovizna de hojas c o l o r i d a s , tan l e n t a s y s e d o s a s . Y c a d a hoja
es m ú s i c a diversa, c a d a hoja r e s b a l a en u n a nota y su caer sin
fondo es su s o n i d o , n i n g u n a a l c a n z a el s u e l o , el b r u m o r del Ama¬
z o n a s las restriega y b o r r a c o n t r a el aire t i b i o . C i e r r o los ojos,
intento d e s b r a v a r los postreros efectos de la liana-del-muerto:
la m a n o del A m a z o n a s , p u e d o v e r l a , es rugosa y g r i s á c e a . De
nuevo los e n t r e a b r o : n o , hay nada. S o l a m e n t e la voz de Don
Juan Tuesta cintila a mi derecha sobre la e s p i n t a n a recostada
en el filo de la P l a z a R u m a n i a y se i m p o n e a la m a n o a z u l m a r r ó n ,
domeña esa serpiente de cinco cabezas que el río-mar alarga
hacia nosotros.

— E l m a e s t r o I n o M o x o , é l sí, d o t a d o d e p o d e r e s suficien¬
tes, i n v e n t a c h u l l a c h a k i s , no sólo eso: los i n v e n t a en el sitio y
t i e m p o de su a n t o j o .

D e c i d o p r e g u n t a r , no sé si a l c a n z o a h a c e r l o , veo la voz
d e D o n J u a n Tuesta r e p l i c á n d o m e :

— U n c h u l l a c h a k i e s m á s , n o e l d e m o n i o del b o s q u e , aquel
espanto que las g e n t e s creen, no. Existen otras clases. Un
c h u l l a c h a k i es ídem que p e r s o n a . M á s es y m e n o s es: apenas
apariencia de persona. ¿Me estarás entendiendo cuando digo
apariencia? El maestro Ino Moxo puede crear así, personas
que no son y que sí son p e r s o n a s , d e m a s i a d o y muy p o c o , siem¬
pre c o n s i d e r a n d o lo b a s t a n t e y' lo m e n o s de las gentes d e n t r o de
su normal, en su costumbre, ¿me estarás entendiendo? Ino
M o x o es diestro en las fuerzas y~ s a b i d u r í a s de e s c u l p i r c h u l l a -

34

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

c h a k i s , me c o n s t a . De estos c h u l l a c h a k i s hay dos tipos que son


principales y los d o s son i n v e n t o , esfuerzo de brujo autorizado
p o r las gentes del aire. Al chullachaki c r e a d o p a r a p o r t a r da-
ñ o s , l a c a y o del M a l i g n o , a ese lo podemos distinguir, calza en
su pie d e r e c h o un r e n g u e o de tigre o de v e n a d o , no hay q u i e n
logre e s c o n d e r l e su m a l f o r m a c i ó n si es que ha sido c r e a d o p a r a
el m a l , p o r m á s que se disfrace con el c u e r p o de algún amigo
nuestro. El o t r o c h u l l a c h a k i , en c a m b i o , e n g a ñ o que sirve a la
verdad, es persona del bien y nadie-nadie puede deslindarlo,
perfecto está en sus pies, perfecto en t o d o , humanamente hu¬
m a n o . ..

A ese t i p o de chullachaki no lo distingue n a d i e , prosigue


Don Juan Tuesta. Es apariencia de persona pero de persona
completita, sin sospecha. S o l a m e n t e los ojos a v i s a d o s p e r c i b e n
que su cuerpo no es único. Más que v a r i a s personas, varias
vidas p a r e c e n h a b i t a r l o . C o m o si c a d a p a r t e de su c u e r p o tu-
viera u n a e x i s t e n c i a d i v e r g e n t e , d i v e r s a s existencias que sólo ante
los ojos de los o t r o s el c h u l l a c h a k i a r m o n i z a en u n a sola. ' E s o s
chullachakis desconocen el d a ñ o , no m a l q u i e r e n a gentes ni a
cosas. Ú n i c a m e n t e e x i s t e n , t o d o el t i e m p o que existen, p a r a lo
cariñoso, para ayudarle al bien.

La m a n o del A m a z o n a s r e t r o c e d e , la v e o , y r e c u e r d o e n t r e
b r u m a s de c o l o r e s la n o c h e que O s e a r R í o s , s e l v á t i c o y p s i q u i a -
tra; exacto la sensación primordial del ayawaskha:

—Dentro de la liana-del-ánima todo está bien, absoluta¬


m e n t e t o d o está muy bien, e s b u e n o .

— E n la cabana de Don Juan Tuesta, dice mi primo César


C a l v o , allá p o r 1 9 5 3 , y o t e m a t r e c e a ñ o s , eso d i c e , p a r t i c i p é p o r
p r i m e r a vez de u n a sesión de a y a w a s k h a , ese b e b e d i z o alucinó-
geno que los m a g o s selváticos u s a n c o m o r e a c t i v o y con c u y o s
poderes a v i z o r a n los t i e m p o s pasados y futuros y d i v o r c i a n del
quebranto a cuerpos y almas. P r o b a b l e m e n t e allí, al b e b e r los
jugos del ayawaskha, droga sagrada que los hechiceros extraen
de la l i a n a - d e l - m u e r t o , yo h a y a t a m b i é n b e b i d o la i n q u i e t u d que
t i e m p o d e s p u é s me l l e v a r í a . . .

—Todo es.tá b i e n , muy b i e n , repite Osear Ríos.

35

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
Y eso es p r e c i s a m e n t e lo que r e s p i r o a h o r a , t o d o está bien,
es eso lo que fluye de aquellos p l a n t a n a l e s y de la apasharama
que sombrea el costado de la P l a z a Rumania, es eso lo que
ofrenda la iglesia del p o b l a d o , de m a d e r a , de c a l m a , de j u g u e t e ,
sin p u e r t a s , y su c o r o n a de c a l a m i n a s p l a t e a d a s , v e r d e s de óxido
de lluvia y de h i e r b a j o s i r r e v e r e n t e s . E s o es lo que r e p i t e n , t o d o
está b i e n , los primeros rumores del caserío, los madrugadores
que retornan con redes y canoas y canastas repletas, lo que
asegura Don Juan Tuesta a mi m e m o r i a , t o d o está b i e n , abso¬
lutamente todo está muy bien.

— L a esposa de D o n Javier, ¿tú le c o n o c e s ? , t i e n e un her-


mano chullachaki. E s e , ¿ya ves?, o t r a clase, otro t i p o de chulla-
chaki e s . . .

La primera vez que tomé ayawaskha tuve una sensación


idéntica pero m á s duradera: la c e r t e z a de tener dos cuerpos y
verlos y tocarlos, dos cesares t u m b a d o s en el piso de la casa
del brujo. Porque fue aquí en la isla M u y u y y en la misma
v i v i e n d a de D o n J u a n T u e s t a , a los t r e c e años de mi e d a d , que
me fue p r e s e n t a d o el a y a w a s k h a . Y sucedió. E r a n o t r a s imá¬
g e n e s , otros c o l o r e s p e r o el d e s d o b l a m i e n t o r e m e d a b a al de esta
n o c h e que no q u i e r e irse. A h o r a no son ú n i c a m e n t e dos cuer¬
pos míos los que a l c a n z o , un i n s t a n t e sí, a c o m p r o b a r , un ins¬
t a n t e no. M e v e o , por r e l á m p a g o s , al costado derecho de D o n
J u a n T u e s t a , s e n t a d o en la e s p i n t a n a d e r r i b a d a , y a la vez a su
i z q u i e r d a , a u n q u e con una cara que se a p a r e n t a mía, que lo d u d a
y tiende a borronearse y a rehacerse l u e g o con facciones que
reconozco y no pertenecen a mi rostro. Acepto sin e m b a r g o
que se t r a t a de mí, c o m o acepto que j a m á s a l c a n z a r é a expli¬
c á r m e l o con p a l a b r a s y con p l e n i t u d . Me estoy v i e n d o , en dos
c u e r p o s , a a m b o s l a d o s del c u e r p o del brujo de M u y u y . Y reci¬
bo su voz desde dos sitios, dos e x i s t e n c i a s , dos i d e n t i d a d e s , esta¬
m o s en 1 9 5 3 , dos m e m o r i a s que de ser tan ajenas ya me son
familiares.

— E s que a l g u n o s brujos, les falta quizá p r e p a r a c i ó n , quizá


les falta tiempo de merecer, no consiguen inventar completa¬
m e n t e un c h u l l a c h a k i . P o r eso r o b a n g e n t e , casi s i e m p r e niñitos
y los e n c a n t a n p a r a su servicio. Si cargan al r a p t a d o con p o d e -

36

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

res de d a ñ o , su pie d e r e c h o se a l t e r a , se a b o r r e c e , d e n u n c i a p a s o s
que se c o n t r a d i c e n , una h u e l l a de h u m a n o , al c a m i n a r , y la otra
de tigre o de v e n a d o , siempre. Y si se m u e s t r a en forma de
a n i m a l , s e g ú n sea el t a m a ñ o de la especie e l e g i d a , su pie dere¬
cho pisa c o m o n i ñ o o c o m o h e m b r a o c o m o h o m b r e .

— A c a s o yo h a y a b e b i d o allí, a los trece a ñ o s , dice César


C a l v o , la i n q u i e t u d que d e s p u é s me llevaría a r a s t r e a r la verda¬
dera i d e n t i d a d d e I n o M o x o . Porque también Don Juan Tuesta
me h a b l ó esa n o c h e de él, en su c a b a n a frente» al río, c u a n d o ,
la m a d r u g a d a iba a t e n u a n d o en mí los efectos de la d r o g a y no
sentía el r u m o r que me h a b i t ó al c o m i e n z o de la sesión iniciá-
tica, ese b r u m o r c o m o arcoirises d e s p e ñ á n d o s e d e s d e lo alto y
convirtiendo al A m a z o n a s en una despedazada joyería.

— N a d a más puedo contarte de él — d i c e Don Juan Tuesta.


N a d a m á s de lo que ya te he c o n t a d o .
— ¡ P e r o si usted no me ha c o n t a d o n a d a ! , le r e c l a m o .
— S í que te he c o n t a d o , y a c a s o sin que lo s e p a s d e n t r o de tu
c a b e z a , sin q u e te des c u e n t a con el e n t e n d i m i e n t o , al f o n d o , en
tus m e m o r i a s ha de estar bien g u a r d a d o lo que esta n o c h e te
dije de I n o M o x o . Si el a w a y a s k h a no te deja r e c o r d a r , sigue
nomás: la s o g a - d e l - m u e r t o no se e q u i v o c a , ella s a b e . . .

— S a b r á s que al c h u l l a c h a k i le gustan las l u p u n a s , está di-


ciéndome ahora Don Juan Tuesta. A la s o m b r a de las l u p u n a s
el c h u l l a c h a k i es feliz, bajo ellas vive e s p e r a n d o el m o m e n t o de
ejercer. A l g u n a vez, en lo h o n d o del m o n t e ¿ h a s p e r c i b i d o un
retumbar como de manguaré golpeado por n a d i e ? Q u i z á fue un
chullachaki b o n d a d o s o , cansado de estar s o l o , quien e s t u v o lla¬
mando queriendo ser tu amigo, quizá fueron sus pies que te
i n v o c a b a n t a m b o r e a n d o c o n t r a u n a aleta d e l u p u n a . Si hubieras
a c u d i d o y e n t r a d o a la s o m b r a de aquel á r b o l , y si el árbol era
una l u p u n a blanca, seguro el chullachaki se habría presentado
vestido con el c u e r p o de tu alguien más q u e r i d o , o tal vez en
l a forma m á s i n f o r m e , o c u p a n d o u n a a p a r i e n c i a i n e s p e r a d a , odio¬
sa, retándote a pelear sin m á s justificación que su insolencia.
P o r q u e si un c h u l l a c h a k i se m u e s t r a y te dice que quiere ser tu
a m i g o , p r i m e r a m e n t e tienes que c o m b a t i r con él. Y tienes que
ganarle. No es difícil. M á s aún: inevitable es. El c h u l l a c h a k i

3?

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

se dejará vencer con tal de ser tu a m i g o . U n a vez que lo logra


te lleva a t o d a s p a r t e s , hace que los a n i m a l e s te sigan si vas de
cacería, te regala t o d o , chacras de buena tierra, ríos mansos,
pródigos y panzones. Y te da las familias que q u i e r a s , m o n t ó n
de hijos felices, t o d a s las vidas que n e c e s i t e s vivir p a r a ser libre,
t o d o s los c o n o c e r e s y p o d e r e s , únicamente sentimientos grandes.
Le o b s e q u i a vidas útiles y m u e r t e s g e n e r o s a s y más resurreccio¬
nes a tu vida. Y m u c h o más que t o d o p u e d e d a r t e . El c h u l l a -
chaki f o r m a d o p a r a él bien es d u e ñ o del m u n d o y de los t i e m p o s ,
es d u e ñ o del t i e m p o y de los m u n d o s . A cambio, a u n q u e no
s i e m p r e , el c h u l l a c h a k i exige que no fumes, que no te d a ñ e s da¬
ñando a otros, que no vayas a la iglesia, que s o l a m e n t e v a y a s a
casa del c h u l l a c h a k i . T a m p o c o es difícil: él se e n c a r g a que ahí
donde terminan todos tus caminos, así vayas al bosque o al
c a s e r í o , a la vejez o al d o r m i r , ahí se c o n s t r u y a la c a s a que te
aguarda. E s t a c a t e g o r í a de c h u l l a c h a k i tiene un i n d i s o l u b l e con¬
v e n i o de a m o r con las l u p u n a s . I n c l u s i v e la l u p u n a c o l o r a d a se
le s o m e t e , se h a c e c ó m p l i c e , la m i s m a l u p u n a que utilizó c o m o
imán de tu amistad continúa sirviéndolo: fustigando sus aletas
a r r u g a d a s él atrae p a r a tí, c o m o a l i m e n t o , fortunas y b o n d a d e s .
P u r a b o n d a d es este c h u l l a c h a k i . H a s t a g r a c i o s o e s , de ser tan
b u e n o , casi c h i s t o s o , s o l a m e n t e por serlo. L o s que lo h a n . visto
en sus c a b a l e s , sin el auxilio de la s o g a - d e l - á n i m a , d i c e n que apa¬
rece c h i q u i t i t o , s u b i d o en dos e n o r m e s z a p a t o s c o l o r a d o s , y con
camisa colorada y bufanda colorada y pantalón y s o m b r e r o co¬
lorados. Así se m u e s t r a en su p r i m e r i n s t a n t e , l u e g o - l u e g o ya
n o , se hace g r a n d e o p e q u e ñ o según sus i n t e n c i o n e s , p u e d e ocu¬
p a r la forma de un sajino, un j a b a l í m a n s i t o , o la de un o t o r o n g o
o de una m a r i p o s a o un v e n a d o , p u e d e a s o m a r en pez o en c a n t o
de p a j a r i t o , d e n t r o del recipiente que él d i s p o n g a . Y te lleva sin
c a p t u r a r t e ni o b l i g a r t e a nada: se e c h a a c o r r e r norrias p a r a que
tú lo sigas. Son igual que muchachas estos c h u l l a c h a k i s : no
e s c a p a n porque alguien los esté persiguiendo, sino para que al¬
guien los persiga. Y tú, quieras o n o , i m a g i n a n d o r e b e l a r t e , lo
obedeces. C o m o si se t r a t a r a de la felicidad, así te vas t r a s él.
H a c e s bien. P o r m á s que te e q u i v o q u e s h a c e s b i e n ; s i e m p r e se
t r a t a de la f e l i c i d a d . . .

38

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

Se mt esfumó otra vez la sensación, oyendo a Don Juan


T u e s t a me h o s p e d o n u e v a m e n t e d e n t r o de un solo c u e r p o , a q u í ,
sobre la e s p i n t a n a m o r d i d a p o r los m u s g o s , a la d e r e c h a del brujo
de la isla M u y u y . Y no sé cuál n o s t a l g i a me d o b l e g a , u n a casi
t r i s t u m b r e de v i u d e z r e m e m b r a n d o a ese otro que yo fui por ins¬
tantes y ha vuelto a p l e g a r s e bajo las alucinaciones del aya-
waskha.

— E l h e r m a n o d e R u t h C á r d e n a s , m e dice D o n J u a n T u e s t a ,
su h e r m a n i t o m e n o r , es decir el c u ñ a d o más c h i c o de D o n Ja¬
vier, otra c a t e g o r í a de c h u l l a c h a k i es, así m i s m i t o . C u a n d o estés
en I q u i t o s anda a buscarle a Ruth Cárdenas, la e s p o s a de D o n
Javier. Pídele que t e c u e n t e d e su h e r m a n o A r o l d o C á r d e n a s .
En mi n o m b r e c o n v é r s a l e y ella te dirá m á s , t o d o lo que necesi¬
tes conocer.

39

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

todos los campa son asesinados


pero ninguno muere

Los v i r a k o c h a , es decir los b l a n c o s , vivían a n t a ñ o d e n t r o de u n a


laguna, m u s i t a D o n J u a n T u e s t a con los ojos c e r r a d o s en p l e n a
noche de ayawaskha. A l g u i e n que n o e s D o n J u a n T u e s t a , p e r o
que sí es D o n J u a n T u e s t a , ha o c u p a d o su c u e r p o , lo d e s b o r d a
inconteniblemente y sale p o r su b o c a de s o n á n m b u l o .

C e r c a de los v i r a k o c h a vivían los c a m p a , es decir los a s h a -


nínka. C i e r t o día un c a m p a e s c u c h ó l a d r i d o s que b r o t a b a n de la
laguna. B u e n o , dijo, voy a p e s c a r ese p e r r o , y se llevó p a r a eso
algunos p l á t a n o s . Pero como el plátano es alimento de h o m b r e s
el p e r r o se o f e n d i ó , no quiso c o m e r l o s . En c a m b i o salieron- de
la laguna t o d o s los v i r a k o c h a y e m p e z a r o n a seguir a los c a m p a
y a matarlos. A t o d o s los c a m p a los m a t a r o n . La l a g u n a se h a b í a
secado. Un solo c a m p a s o b r e v i v i ó , un brujo, uno de esos brujos
que les l l a m a n s h i r i m p i á r e , un c a m p a que c h u p a b a el t a b a c o . Por-
que tú s a b r á s que no t o d o s los brujos c h u p a n el t a b a c o , sólo los
shirimpiáre. Los demás brujos tienen otros ámbitos y distinto
nombre, katziboréri se llaman. El shirimpiáre que sobrevivió
llamó a T z í h o , el g a l l i n a z o , y le dijo: ven, a y ú d a m e , los v i r a k o c h a
han m a t a d o a todos mis hermanos. ¿Dónde?, preguntó Tzího
al s h i r i m p i á r e c a m p a . En t o d a s p a r t e s , c o n t e s t ó él, p e r o princi¬
p a l m e n t e en El G r a n Pajonal. S a b r á s que El G r a n P a j o n a l , me
dice D o n J u a n T u e s t a , es el t e r r i t o r i o de la n a c i ó n c a m p a , m á s
de cien mil k i l ó m e t r o s c u a d r a d o s de p u r a selva p l a n a , una m e s e t a

41

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
infinita en m e d i o de los g r a n d e s b o s q u e s y ríos que l i m i t a n con
la selva del A l t o A m a z o n a s , c o m o q u i e n va hacia el C u s c o . Allí
en El G r a n Pajonal los campa resistieron a los conquistadores
inkas, repelieron a los c o n q u i s t a d o r e s e s p a ñ o l e s y hoy m i s m o no
p e r m i t e n ni una iglesia occidental ni un p u e s t o de policía ni sol¬
d a d o s n i una e s c u e l a estilo v i r a k o c h a . Entonces, pues, cuando
T a í h o , el g a l l i n a z o , se e n t e r ó de la m a t a n z a que h a b í a n h e c h o
los b l a n c o s , entregó al shirimpiáre campa el ivénki, la hierba
m á g i c a que t a m b i é n l l a m a n piri-piri. Y c o n el ivénki ese brujo
c a m p a , en r e s p u e s t a , p u d o m a t a r a t o d o s los v i r a k o c h a . U n o sóli¬
to se salvó y e s c a p ó río abajo, al U c a y a l i . P o r eso es que h a s t a
ahora allá en el U c a y a l i hay b a s t a n t e s virakocha, y quién sabe
dónde más también habrá. Mientras tanto, en El Gran Pajonal,
T z í h o se c o m í a a los v i r a k o c h a m u e r t o s , los c o c i n a b a p r i m e r o y
d e s p u é s los c o m í a . . .

D o n J u a n T u e s t a se i n c o r p o r a h a c i a mí en la n e g r u r a de su
c h o z a , vuelve a s e n t a r s e , su c u e r p o vibra con el e m p o n a d o del
p i s o , p u e d o ver su s o n i d o azul, a n a r a n j a d o a s c e n d i e n d o en delga¬
das c o l u m n a s t r a n s p a r e n t e s , r o z a n d o mis cabellos como soplido
fresco, de t a b a c o , l i m p i á n d o m e la frente s u d o r o s a . La m a n o del
A m a z o n a s , a l a r g á n d o s e , piel d e v í b o r a t r e m e n d a , r o d e a l a c a b a n a ,
a b r a z o t e m e r o s o y t e m i b l e , es mi p r i m e r a n o c h e de ayawaskha,
tengo otra vez t r e c e a ñ o s , la m a n o del A m a z o n a s a s o m a p o r la
p u e r t a , abre la b o c a a z u l a n a r a n j a d a de sus dos c a b e z a s , c o m o un
kotomachácuy, esa boa gigante y bicéfala que vive al fondo de
los lagos e t e r n o s , y de la b o c a del río A m a z o n a s , de sus d o s b o c a s
sale la voz de D o n J u a n T u e s t a en mis v i s i o n e s :

P a c h a k a m á i t e es P á w a , P a d r e y D i o s , y vive río abajo. El


no es v i r a k o c h a , t a m p o c o es h o m b r e de los A n d e s , que les llama¬
mos chori. P a c h a k a m á i t e es hijo del Sol y su e s p o s a es M a m á n -
tziki. P a c h a k a m á i t e hace todo: m a c h e t e s , o l l a s , p ó l v o r a , cartu¬
c h o s , sal, e s c o p e t a s , m u n i c i o n e s , h a c h a s . P o r q u e a n t e s los a s h a -
nínka eran pobres, nada tenían, no tenían machetes, h a c h a s , nada.
¿ D e d ó n d e s a c a b a n e n t o n c e s los a s h a n í n k a t o d a s las c o s a s ? Iban
allá d o n d e P a c h a k a m á i t e y c o n s e g u í a n t o d o . Así era a n t e s , antes.
A h o r a no s a b e m o s . A n t e s los a s h a n í n k a sí sabían. I b a n río abajo
d e s d e El G r a n Pajonal y l l e v a b a n m a t e s que se p o n í a n sobre la
c a b e z a p a r a que P i r i , e l m u r c i é l a g o , n o los m o r d i e r a . P o r q u e para

42

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

llegar hasta P a c h a k a m á i t e hay que pasar por cuevas llenas de


inmensos murciélagos, vampiros que salen de noche hasta las
playas buscando s a n g r e tibia. D e s p u é s se encuentra O s h é r o , el
gran c a n g r e j o , g r a n d e c o m o u n a s h a n í n k a . O s h é r o está e n m e d i o
del c a m i n o y no deja pasar. P a r a eso hay que llevar a c h i o t e , se
le da a c h i o t e y sólo entonces Oshéro deja pasar. Después el
a s h a n í n k a llega d o n d e P a c h a k a m á i t e p e r o n o p u e d e s e n t a r s e . Tie¬
ne que c a m i n a r , p a s e a r y p a s e a r s i e m p r e , sin s e n t a r s e . Y Pacha-
k a m á i t e le dice ¿ q u é quieres? Y allí en la casa de P a c h a k a m á i t e
hay t o d o , m a c h e t e s , e s c o p e t a s , m u n i c i o n e s , h a c h a s . Y el asha-
n í n k a , sin s e n t a r s e , dice: quiero e s t o , q u i e r o lo o t r o , e s c o g i e n d o . Si
se sienta, c u a n d o tiene que irse t r a t a de l e v a n t a r s e y no p u e d e ,
está p e g a d o al s u e l o . El P á w a P a c h a k a m á i t e no lo deja ir. En¬
t o n c e s hay t e m b l o r . T o d a s las c a s a s de los brujos t i e m b l a n , en
Pucallpa, h a s t a e n I q u i t o s , lejos, e n A t a l a y a , t i e m b l a n las casas
de los b r u j o s . . . En el c a m i n o está t a m b i é n P o k i n á n t z i , el s a r a m -
p i ó n , que q u i e r e e n c o n t r a r m a r i d o y b u s c a a los a s h a n í n k a . Hay
que llevar p l u m a s de varios p á j a r o s , plumas de Hankátzi, de
T t a m í r i , d e H e r ó t z i , d e W a p a p a , e s p e c i a l m e n t e p l u m a s d e Wapa¬
p a , y dejarlas a t r á s , en el c a m i n o . El s a r a m p i ó n , P o k i n á n t z i , que
está d e t r á s , q u i e r e a g a r r a r al a s h a n í n k a p e r o ve las p l u m a s visto¬
sas y e m p i e z a a r e c o g e r l a s , y es así que ej a s h a n í n k a p u e d e huir...

— ¿ Y d ó n d e está a h o r a e l d i o s P a c h a k a m á i t e ? , oigo que dice


alguien desde mí.

— P a c h a k a m á i t e es lejos, lejos, me r e s p o n d e la voz de D o n


J u a n T u e s t a , sin m o v e r s e en su b o c a ni en su c u e r p o , c o m o reci¬
b i e n d o lo que d i c t a el aire:

— P a c h a k a m á i t e es más lejos de I q u i t o s p e r o el c a m i n o se
ha o b s t r u i d o c o n las p a l i z a d a s de las b a l s a s de los v i r a k o c h a y
los h o m b r e s a n d i n o s , d e los c h o r i . Antes los a s h a n í n k a sabían
llegar h a s t a d o n d e vive e l dios P a c h a k a m á i t e . A h o r a han m u e r t o
t o d o s los a s h a n í n k a , t o d o s los c a m p a . A h o r a las c o s a s que t r a e n
los chori y los v i r a k o c h a , m a c h e t e s , h a c h a s , m u n i c i o n e s , las da
P a c h a k a m á i t e , ló s a b e m o s . Se las da p a r a n o s o t r o s , p a r a que los
hijos de los ashanínka podamos cazar, podamos hacer chacras,
sembríos. P e r o los v i r a k o c h a y los chori nos v e n d e n esas c o s a s
diciendo que les ha c o s t a d o d i n e r o , que ellos las c o m p r a n , las

43

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

pagan. M e n t i r a es. Su d u e ñ o se las da para n o s o t r o s , p a r a los


ashanínka. . .

— Y o n o sabía que usted era c a m p a , D o n J u a n T u e s t a .

— D e s c e n d i e n t e de a s h a n í n k a soy, lo m i s m o que D o n Javier,


lo mismo que Don Hildebrando, por ambas sangres, padre y
madre. De los primeros hombres de esta é p o c a venimos, que
fueron c a m p a , fueron a s h a n í n k a los primeros humanos, hijos de
los hijos de K a a m e t z a y N a r o w é que o b e d e c i e n d o al dios P a c h a -
k a m á i t e f u n d a r o n las n a c i o n e s , allá lejos, c u a n d o El G r a n Pajo-
nal todavía no era El G r a n Pajonal sino una isla r o d e a d a por
o c é a n o s de ceniza. El m a e s t r o I n o M o x o , en c a m b i o , viene de
u n í s y de v i r a k o c h a s . U r u su m a d r e , v i r a k o c h a su p a d r e , en sus
dos s a n g r e s . Sabrás que los u r u s fueron del p r i m e r a n t a ñ o , bien
lejos en los t i e m p o s , los urus que ya h a n d e s a p a r e c i d o fueron los
a b u e l o s de los a b u e l o s de los i n k a s . P o r eso el m a e s t r o I n o M o x o
tiene ojitos r a r o s , piel c a s t a ñ a y c a b e l l o s color t i e r r a de orilla,
y su á n i m a sabia le viene por m a d r e , de uru le v i e n e . M i s prime¬
ros p a s a d o s sí e r a n c a m p a , a s h a n í n k a l e g í t i m o s , de a q u e l l o s que
sabían, de mucho antes, cuando los c a m p a n o vivían dispersos
c o m o a h o r a sino j u n t o s , e n p u e b l o s , caseríos a p r e t a d o s , familias
que h a c í a n u n a sola familia, un solo sitio. En ese p r i m e r e n t o n c e s
de lo alto de los c e r r o s que r o d e a n al G r a n Pajonal c a y ó un tigre,
un otorongo negro, inabarcable como cerro grande. E s e t i g r e , ese
o t o r o n g o fue q u i e n dispersó a los ashanínka, los forzó a vivir
separados y distantes y mudándose s i e m p r e , c a m b i a n d o de lugar
su casa con su vida, familias de u n a sola familia, h u y e n d o c a d a
año para protegerse. L o s v i r a k o c h a , los b l a n c o s , dicen que fue
un diluvio. E l l o s qué saben. No hubo ningún diluvio. F u e un
o t o r o n g o , un tigre n e g r o . . . P e r o casi no me o y e s , a m i g o S o r i a n o ,
m i r a s c o m o si estuvieras en otra p a r t e , lejos. . .

44

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

al niño Aroldo Cárdenas


lo convierten en duende

N o m e gusta h a b l a r , v e r d a d e r a m e n t e n o m e gusta h a b l a r d e e s t o ,
s e i n c o m o d a R u t h C á r d e n a s , e s p o s a d e D o n J a v i e r aquí e n I q u i -
tos, sólo p o r q u e lo pide D o n J u a n T u e s t a es que voy a contarte,
en su casa de la calle Ñ a p o , n ú m e r o 3 8 5 , a m e d i a c u a d r a de la
Plaza de A r m a s . N u n c a he h a b l a d o de e s t o , dice, a excepción
de esta vez, m i r a : mi h e r m a n o que a h o r a es c h u l l a c h a k i se llama¬
ba A r o l d o , A r o l d o C á r d e n a s , o se l l a m a , no sé. Tenía cuatro
añitos c u a n d o le pasó lo que n o s p a s ó .
— ¿ E r a el m e n o r de u s t e d e s ?
— N o , m i m a d r e y a h a b í a d a d o otro b e b é , d e a p e n a s quin¬
ce días p o r e n t o n c e s . V i v í a m o s en un pueblito n o m b r a d o 'Te¬
niente C o r n e j o ' , cerca de la c i u d a d de C o n t a m a n a . .. Mi p a p á
le había comprado una chacra, a cambio de dos botellas de
aguardiente, al brujo J u l i o V a l l e s que era n u e s t r o v e c i n o . Re¬
cuerdo: mi p a p á trabajó d u r o en la c h a c r a l i m p i á n d o l a y sem¬
b r á n d o l a h a s t a dejarla lista, b i e n bonita. Cuando el brujo J u l i o
Valles vio que la c h a c r a ya e s t a b a p r e p a r a d a , a p u n t o de r e n d i r ,
quiso r e c u p e r a r l a , propuso devolverle a mi p a p á las b o t e l l a s de
aguardiente como único reembolso sin considerar los gastos de
semilla, de t i e m p o , de a b o n o , de t r a b a j o . L ó g i c a m e n t e mi p a p á
no q u i s o . El brujo Julio V a l l e s n a d a dijo p e r o le c a m b i ó la c a r a ,
el á n i m a se le dio vuelta en r e l a c i ó n a mi p a p á . A n t e mi p a p á
no dijo n a d a p e r o a otras p e r s o n a s , por ahí, j u r ó voy a v e n g a r m e .

45

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


Mi p a p á t a m b i é n era brujo, d e s d e muy j o v e n h a b í a t o m a d o
bastante ayawaskha, desde muchachito había a y u n a d o , aprendido:
él nos avisó que el brujo Julio V a l l e s le q u e r í a h a c e r d a ñ o y se
preparó para defenderse...

—¿Cómo se preparó para d e f e n d e r s e ?

— S e p r o t e g i ó , p u e s , con los m e d i o s que ellos s a b e n . Y el


brujo Julio Valles v i é n d o s e así l i m i t a d o , sin c a p a c i d a d p a r a d a ñ a r
a mi p a p á en la p e r s o n a de mi p a p á , decidió vengarse en las
p e r s o n a s de sus hijos. No eligió al m á s débil sino a! m á s apro¬
p i a d o , p o r q u e el m e n o r c i t o no servía p a r a la m a l i g n i d a d , dema¬
siado p e q u e ñ o , era c o m o casi n a d i e , a él no h u b i e r a p o d i d o h a c e r
que le dañe ni le r o b e el M a l i g n o .

J u s t a m e n t e ese día t e n í a m o s p e o n e s t r a b a j a n d o en la c h a c r a .
Mi m a m á , por a t e n d e r a su bebito no p o d í a llevarles la c o m i d a ,
nos m a n d ó a mi h e r m a n a y a mí que ya é r a m o s g r a n d e c i t a s . Re¬
c u e r d o : A r o l d i t o nos quería seguir y mi m a m á no q u i s o d i c i e n d o
que n o s o t r a s no lo í b a m o s a cuidar. V a y a n ustedes s o l a s , o r d e n ó .
Y se q u e d ó A r o l d i t o sin saber que ya no í b a m o s a v e r n o s n u n c a
más. En ese momento se presentó una torrencial lluvia. Mi
m a m á estaba b a ñ a n d o al m e n o r c i t o y t u v o que dejar t o d o , des¬
a t e n d e r l o t o d o igual que a A r o l d o , p o r c u l p a de la lluvia: se p u s o
a d e s c o l g a r las r o p a s del a l a m b r e p a r a que no se m o j e n , y los
t r o z o s de paiche s a l a d o que e s t a b a n s e c á n d o s e afuera, en el p a t i o ,
también, y guardar todo. P o r q u e mi p a p á , a d e m á s , era b u e n pes¬
cador. P o r estar en esos trabajos mi m a m á no se dio c u e n t a , en
sólo un m o m e n t i t o , p o r d ó n d e fue a m e t e r s e , c a m i n a n d o , mi her¬
mano. T e r m i n ó de g u a r d a r t o d o d e n t r o de la casa y b u s c ó al
Aroldito. No h a b í a . Y la lluvia e s t a b a c a y e n d o f u e r t e m e n t e . En
todo el caserío lo b u s c ó , por t o d a s p a r t e s . Y nada. Cuando
nosotras volvimos de la c h a c r a encontramos desesperada a mi
mamá, l l o r a n d o p o r q u e n o había e l b e b é . Así, entre lágrimas,
nos m a n d ó a b u s c a r l o . C o n t o d a la lluvia s a l i m o s , a v i s a m o s a mi
papá, los tres v o l v i m o s a b u s c a r en el m o n t e , en el l a g o , con
a y u d a de los p e o n e s que ya no q u i s i e r o n ni c o m e r .

U n a s p e r s o n a s nos dijeron que h a b í a n visto a A r o l d o , j u s t o


c u a n d o e m p e z ó a llover, c a m i n a n d o h a c i a el m o n t e . C o m o noso¬
tras le decíamos negrito, esas personas le habían dicho 'oye,

ib

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


n e g r i t o , a d ó n d e v a s , regrésate a tu casa'. Y A r o l d o les dijo 'voy
donde mi mamá". Y esas p e r s o n a s nos dijeron que le h a b í a n
d i c h o ' p e r o si tu m a m á está en la c a s a , a c a b a m o s de v e r l a ' , y que
A r o l d i t o había insistido d i c i e n d o ' n o , mi m a m á está en el m o n t e ,
me ha l l a m a d o a h o r i t a , está e s p e r á n d o m e ' . Y p a s ó de largo. Se
fue. T o d o s lo v i e r o n irse al f o n d o del m o n t e d i c i e n d o que iba
donde mi mamá cuando mi mamá estaba precisamente al lado
o p u e s t o , g u a r d a n d o las cosas de la lluvia. N a d i e lo vio r e g r e s a r .
Se fue la t a r d e , se fue la n o c h e , y n a d a , no h a b í a el b e b é , MÍ
p a p á viajó a C o n t a m a n a , avisó a la policía, p a r t i e r o n guardias,
h a s t a s o l d a d o s , b a t i e n d o t o d o el m o n t e p o r si h a l l a b a n a A r o l d o .
o por si no lo h a l l a b a n , a ver si al m e n o s e n c o n t r a b a n a l g o , un
indicio de que lo h a b í a c o m i d o el t i g r e , p o r q u e esa es zona de
o t o r o n g o s g r a n d e s , n e g r o s , o al m e n o s un indicio de que mi her-
m a n i t o se había a h o g a d o . En el río t a m b i é n lo b u s c a r o n , p o r
t o d o el r í o , b u c e a n d o , e s c a r b a n d o e n t r e las p a l i z a d a s de la orilla,
h a s t a bien lejos. Nada. C o m o a las v a r i a s s e m a n a s de b ú s q u e d a ,
se desistió ya. Se le dio, p u e s , p o r p e r d i d o sin r e m e d i o .

D o s años d e s p u é s c o n o c i m o s a un c a m p a , un a s h a n í n k a que
vivía p a s a n d o el p u e b l o , se l l a m a b a creo que S e v e r o , sí: se llama¬
ba Severo Q u i n c h ó k e r i . El nos c o n t ó que en su m a r e a c i ó n , du¬
rante las t o m a s de ayawaskha, h a b í a visto c ó m o el brujo Julio
Valles hizo a g a r r a r a mi hermano con el c h u l l a c h a k i . Severo
Q u i n c h ó k e r i n o s h i z o saber que el brujo, fingiéndose un chulla-
chaki igualito a mi m a m á , f r a u d u l e n t o , d i s f r a z á n d o s e con el cuer¬
po y la voz de mi m a m á , i d é n t i c o , p u d o r o b a r s e al A r o l d i t o . El
c a m p a Severo Q u i n c h ó k e r i t a m b i é n nos informó que en las n o c h e s ,
c o m o A r o l d o t o d a v í a era muy niñito y lloraba e x t r a ñ a n d o a mi
m a m á , el brujo J u l i o Valles lo t r a í a h a s t a las i n m e d i a c i o n e s de
nuestra casa p a r a que se c a l m a r a . En las n o c h e s lo t r a í a , escon¬
d i d o en la o s c u r i d a d , y el b e b é oía la voz de mi m a m á o el
llanto de mi m a m á , p o r q u e mi m a m á l l o r a b a día y n o c h e , y es¬
c u c h á n d o l a mi h e r m a n o se q u e d a b a t r a n q u i l o . A u n q u e sea escu¬
c h á n d o l a llorar s e q u e d a b a t r a n q u i l o . L a c a s a , e n t o n c e s , era t o d a
p a l m e r a s , y a r i n a s , era libre, p o d í a c a m i n a r s e m u c h o . Y las veci¬
nas iban a c o n v e r s a r con mi m a m á , c o n s o l á n d o l a p o r las n o c h e s ,
turno hacían para acompañarla, para no dejarla sola. Pero la
soledad de mi m a m á no era de gente sino de su hijo A r o l d o . ¡Y

-17

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
p e n s a r que en e s o s días el c h u l l a c h a k i venía con mi h e r m a n o a
e s c o n d i d a s , h a s t a b i e n cerca de la c a s a , por entre las p a l m e r a s de
y a r i n a , y mi m a m á l l o r a b a sin s a b e r que sus l á g r i m a s le regre¬
s a b a n la alegría al A r o l d i t o . O a c a s o lo sabía, no sé, ya sin reme¬
dio. C o n el t i e m p o , s e g u r o , al ir c r e c i e n d o , mi h e r m a n o se acos¬
t u m b r ó a c a m i n a r solo. P o r eso el brujo Julio V a l l e s se m u d ó ,
llevó lejos a A r o l d o una vez que este fue o l v i d a n d o , u n a vez que
se fue a c o s t u m b r a n d o a olvidarse de mi m a m á .

— ¿ E r a el brujo Julio Valles quien traía a tu h e r m a n o a es¬


condidas?

—No. El c h u l l a c h a k i lo t r a í a , o sea el d e m o n i o que lo robó


t r a n s f o r m á n d o s e en mi mamá. Severp Quinchókeri, ese c a m p a ,
n o s dijo t a m b i é n que él, gracias al a y a w a s k h a h a b í a visto que al
b e b é no lo h a b í a c o m i d o el tigre ni se había a h o g a d o sino que un
c h u l l a c h a k i lo r o b ó , no el brujo J u l i o V a l l e s . O a c a s o era el brujo
. J u l i o V a l l e s p e r o v e s t i d o con un c u e r p o que no era el c u e r p o del
brujo Julio Valles. Y el c a m p a S e v e r o Q u i n c h ó k e r i dijo que no
había querido decirnos antes la verdad porque había mirado en
los ojos de mi p a p á la intención de v e n g a n z a . Bajo el a y a w a s k h a
S e v e r o Q u i n c h ó k e r i h a b í a m i r a d o , en su visión, que mi p a p á de¬
g o l l a b a al brujo J u l i o Valles con un cuchillo de p i e d r a .

Recuerdo también: había u n señor p r e s o e n C o n t a m a n a , u n


tal J u a n G o n z á l e z que a veces i n v i t a b a a los g u a r d i a s , a los poli¬
c í a s , a b e b e r a y a w a s k h a en su celda. ¿ Q u i e r e n ver ese niñito que
se ha p e r d i d o ? , yo les voy a h a c e r ver, decía. Y tomaban todos,
p o r q u e sólo t o m a n d o a y a w a s k h a es que se p u e d e ver. Y ese brujo
q u e e s t a b a p r e s o creo que por d e n u n c i a d e u n m é d i c o e n v i d i o s o ,
ese señor Juan G o n z á l e z se p o n í a a c a n t a r en ayawaskha y a
l l a m a r a mi h e r m a n o p o r su n o m b r e . Y mi h e r m a n o venía, en las
v i s i o n e s de t o d o s v e n í a , con c l a r i d a d , ya g r a n d e c i t o . Y verdade¬
r a m e n t e t o d o s los que t o m a b a n a y a w a s k h a veían á Aroldo. Ahí
e s t á el hijito de C á r d e n a s , dicen que les decía el brujo e n c a r c e l a d o
Juan González. M i - p a p á se e n t e r ó y fue a visitarlo a la cárcel
p a r a pedirle que lo ayudara, que j u n t a n d o sus fuerzas, sus ma-
rcaciones, quizá los dos p o d r í a n t r a e r de vuelta a Aroldo. Pero
J u a n G o n z á l e z le dijo que era una p e n a , él no p o d í a trabajar es¬
t a n d o preso, s o l a m e n t e l o dejaban t o m a r ayawaskha d e vez en

'48

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
cuando y para poder concentrarse tendría que dedicarse más y
fuera de la c á r c e l . Dijo que n e c e s i t a r í a dos o tres meses de t r a b a j o
í n t e g r o , e x c l u s i v o , sin h a c e r n a d a sino p r e g u n t a r y p r e g u n t a r t o d a s
las n o c h e s a la s o g a - d e l - m u e r t o .

— C u a n d o J u a n G o n z á l e z veía e n a y a w a s k h a a t u h e r m a n i t o
A r o l d o , ¿ p o d í a distinguir en qué lugar se e n c o n t r a b a ?
— C o n c l a r i d a d , con c l a r i d a d , n o p o d í a . Sólo dijo que A r o l -
do e s t a b a v i v i e n d o j u n t o a u n o s c e r r o s , fuera de la selva. Al pie
de unos c e r r o s d e s c o n o c i d o s y g r a n d e s lo veía venir en sus visio¬
nes. T e n í a q u e ' l l a m a r l o h o r a s d e h o r a s p a r a v e r l o venir, segura¬
m e n t e se e n c o n t r a b a bien lejos. Dijo t a m b i é n que el día en que
llovió b a s t a n t e y el c h u l l a c h a k i se r o b ó al A r o l d o , mi h e r m a n a
y yo p a s a m o s j u n t o a n u e s t r o h e r m a n i t o sin distinguirlo. Dijo
que el c h u l l a c h a k i lo e s c o n d i ó de n u e s t r o s ojos y no p u d i m o s
verlo p o r m á s que casi t r o p e z a m o s con él v a r i a s veces m i e n t r a s
lo b u s c á b a m o s . J u a n G o n z á l e z a s e g u r ó que si n o s o t r a s hubiése¬
mos fumado un cigarrillo ¡carado p o r algún b r u j o , seguro que
hubiéramos podido ver a A r o l d o p o r m á s de los esfuerzos y la
ciencia del c h u l l a c h a k i J u l i o V a l l e s . Pero nosotras ¿cómo íbamos
a saber? Mi p a p á t a m p o c o , no se le o c u r r i ó icarar n i n g ú n c i g a r r o ,
n a d a , muy a b a t i d o e s t a b a . . . N u n c a nos notificaron m á s de A r o l -
do. Sólo s a b e m o s que lo h i c i e r o n c h u l l a c h a k i t a m b i é n a él.

— ¿ Q u i é n e s lo hicieron c h u l l a c h a k i ? ¿ N o fue a c a s o el brujo


Julio Valles?

— C l a r o , t a m b i é n fue J u l i o V a l l e s quien lo hizo c h u l l a c h a k i . . .


M i r a : un c h u l l a c h a k i ya no es lo que antes fue, lo que fue a n t e s .
Un c h u l l a c h a k i ya no es una p e r s o n a , es a p a r i e n c i a de p e r s o n a , es
como nadie. U n c h u l l a c h a k i así, por e j e m p l o A r o l d o , ya no es
Aroldo. Es un recipiente vacío que los brujos llenan a su conve¬
niencia p o n i é n d o l e las a p a r i e n c i a s de los cuerpos que quieren,
de los c u e r p o s con que q u i e r e n e n g a ñ a r . D e n t r o d e - e s e nadie que
es el c h u l l a c h a k i , y que sin e m b a r g o tiene g r a n d e s p o d e r e s , ellos
ponen las p e r s o n a s que q u i e r e n , las p e r s o n a s con que nos q u i e r e n
h a c e r c r e e r , no sé si me e n t i e n d e s . . .

—¿El brujo Julio Valles hizo chullachaki a tu hermanito


A r o l d o p a r a p o n e r l o a su servicio? ¿ L o hizo c h u l l a c h a k i al ser¬
vicio del M a l i g n o ?

49

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

—No. A I servicio d e l o s .

Y los ojos de R u t h C á r d e n a s c o n d e s c i e n d e n h a s t a la graba¬


d o r a , o t r a vez l e r e h u y e n , t i t u b e a n :

— S e g u r a m e n t e al servicio de las á n i m a s de él, o de o t r o s


brujos de él. . . P o r q u e hace a ñ o s n o s e n t e r a m o s que m u r i ó el
brujo J u l i o V a l l e s . P e r o mi h e r m a n o no ha vuelto. Mi h e r m a n o
Aroldo no ha v u e l t o a ser A r o l d o . . .

50

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

Don Juan Tuesta dice


que las cosas no son como son
sino como lo que son

Q u i s i e r a que me c u e n t e s tus visiones de a n o c h e , la ú l t i m a de tus


visiones, d i s p o n e D o n J u a n T u e s t a h a b l a n d o al aire en su c a b a n a
que se ha p u e s t o a t e m b l a r . Lo ú l t i m o que vi, le d i g o , fue a D o n
J a v i e r en C u s c o . Soñé que e s t a b a en P i s a q , en lo alto de la ciu-
d a d e l a i n k a i k a de P i s a q , y que yo no era y o , C é s a r S o r i a n o , sino
mi p r i m o C é s a r C a l v o que m i r a b a d e s d e a r r i b a al U r u b a m b a , el
R í o S a g r a d o , p l a t e a d o y joven* lo m i r a b a p a s a r c u l e b r e a n d o e n t r e
m a i z a l e s de o r o , de oro azul y n a r a n j a , hacia las s e l v a s . . .

Y Don Juan Tuesta, s i e m p r e a t e n t o al aire, m i r a n d o hacia


otro l a d o , p e r d i é n d o s e en sus ojos que van al A m a z o n a s :
—¿Nada más?
Y y o , p e o r que o b l i g a d o p o r mi boca:
— S o ñ é que D o n Javier vivía en el C u s c o p e r o no en Pisaq
sino en P a w k a r t a m p u , en un sitio que se l l a m a T r e s C r u c e s , soñé
que P i s a q era a la vez P a w k a r t a m p u y D o n J a v i e r era un c a z a d o r
de c ó n d o r e s de la é p o c a de los i n k a s , yo lo vi en mi v i s i ó n . . .
— D i en qué forma lo viste, se i n q u i e t a D o n J u a n T u e s t a .
Y y o , sin ser de mí, el r e c i p i e n t e de mi c u e r p o r e b a l s a d o de
n u e v o p o r las p e r s o n a s y la voz de C é s a r C a l v o :
— E r a n o c h e de sol allá en T r e s C r u c e s , en lo alto de P i s a q -
pawkartampu. E l ' i n k a M a n k o Kalli salió de a t r á s del sol, ata¬
v i a d o con un p o n c h o largo que le l l a m a m o s cushma, el inka t o d o

51

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
c u b i e r t o p o r u n a c u s h m a a m a r i l l a , el trajerío del sol, y el sol era
diez veces m á s g r a n d e y diez veces m á s rojo y el i n k a M í a n k o
Kalli tenía un vaso de m a d e r a t a l l a d a entre las m a n o s , abrazado
c o n t r a su p e c h o , un vaso de esos que los a n t i g u o s c o n o c í a n c o m o
Qero, y el Q e r o que M a n k o Kalli a p r e t a b a estaba lleno de saliva
del sol. M a n k o Kalli se vino c a m i n a n d o l e n t a m e n t e hacia mí.
y yo era D o n J a v i e r , y me dijo que fuera a cazar c ó n d o r e s , y yo
era muy viejito y le dije no p u e d o , ya soy viejo y. a d e m á s n u n c a
s u p e cazar n a d a . M a n k o Kalli me o r d e n ó m i r a r mis b r a z o s y mis
brazos crecían cruzados de c i c a t r i c e s y tatuajes raros. Mírate
b i e n , dijo el i n k a , sólo los c a z a d o r e s de c ó n d o r e s t i e n e n b r a z o s
así, tú s i e m p r e h a s sido c a z a d o r de c ó n d o r e s , a n d a y t r á e m e el
m á s g r a n d e de la t i e r r a y del aire. Yo e n t o n c e s ya no era D o n
J a v i e r , quiero d e c i r que Sí pero t a m b i é n otra p e r s o n a e r a , no C é s a r
C a l v o ni C é s a r S o r i a n o sino otro alguien que j a m á s he v i s t o . . .

— ¿ Y esa p e r s o n a que eras tú, ese d e s c o n o c i d o , tenía cicatri¬


ces en los b r a z o s ?
— I g u a l i t a s a las de D o n Javier, y una m á s c o m e d i d a en la
c a r a c o b r e ñ a , m u l a t a , casi negra, s o b r e la mejilla d e r e c h a resba¬
l a n d o hacia el c u e l l o , y otra en el a n t e b r a z o del m i s m o l a d o . . .
Subí, p u e s , a lo alto de Tres C r u c e s y allí cavé dos p o z o s , u n o
g r a n d e , uno c h i c o , u n i d o s por un t ú n e l suficiente. C u b r í el p o z o
m a y o r con u n emparrilladp de r a m a s -gruesas, fuertes, las más
r e c i a s y j ó v e n e s de los a l r e d e d o r e s , a m a r r a d a s con sogas de oro
y p l a t a , y en el e m p a r r i l l a d o p u s e un v e n a d o n i ñ o , t o d a v í a sin
a s t a s , m i r a n d o al cielo con la frente d e s p i a d a d a p o r los perdigo¬
nes. ¡ C a r n a d a , p a r a atraer al c ó n d o r ! I n g r e s é p o r el o t r o p o c i t o ,
me a r r a s t r é en ese t ú n e l t a p i z a d o , p o r un c a ñ a v e r a l de paka, p a s é
a r a ñ á n d o m e con sus espinas c u r v a s c o m o b o c a s de c ó n d o r e s na¬
cidos, arrastrándome hasta q u e d a r t e c h a d o p o r e l emparrillado,
s e n t a d o al fondo del pozo g r a n d e , bajo el v e n a d i t o que s a n g r a b a
c o n la sangre del sol, su cabeza sin astas a t r a v e s a d a por d a r d o s
de t o h é . Allí p e r m a n e c í sin m o v e r m e siete días. Al rato vino el
c ó n d o r a g i t a n d o sus alas de lupuna a r r u g a d a s y b l a n c a s y negras
a la vez, un a n i m a l más vasto que el cerro d o n d e e s t a b a yo espe¬
rándolo. Se a c e r c ó , d e s c e n d i ó h a s t a el v e n a d o , forcejeó t r a t a n d o
d e a r r a n c a r l o del e m p a r i l l a d o . Aproveché: a s o m é mis m a n o s por
e n t r e las r a m a s y le agarré una p a t a , b r e g a n d o , y la o t r a t a m b i é n ,

52

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

p u g n a n d o f u e r t e m e n t e , y el c ó n d o r p a d r e p i c o t e ó mis b r a z o s p e r o
no con h e r i d a s sino con c i c a t r i c e s , las d e s g a r r a d u r a s que me im¬
p u s o ya n a c í a n c e r r a d a s . A h í r e a p a r e c i ó el i n k a M a n k o Kalli y
me dijo h a s c u m p l i d o . Y o , hijo del sol del m e d i o d í a , dijo, e s p o s o
de M a m á n t z i k i , yo te nombro mi ayúmpari. Y con sus manos
suaves y oliváceas como enguantadas con la piel de un niño
M a n k o Kalli d e s a m a r r ó al c ó n d o r que se volvió a m a r i l l o y se fue
t e m b l o t e a n d o d ó c i l m e n t e con el hijo del sol, p o s a d o en el p e c h o
del hijo del sol, m e n o s que m a r i p o s a sobre su c o r a z ó n . . .

— ¿ E s eso t o d o lo que vio tu sueño?

— - N o , p a d r i n o , digo a D o n J u a n T u e s t a . Volví a ver que


yo era D o n J a v i e r y a la vez mi p r i m o C é s a r C a l v o y que n o s
encontrábamos en lo alto de P i s a q , j u n t o al c e m e n t e r i o i n k a i k o ,
m á s a r r i b a del T e m p l o del Sol, m á s a r r i b a del T e m p l o de la L u n a .
Vi que y o , D o n Javier, d e s e n t e r r é de entre las t u m b a s viejas un
vaso de c e r e m o n i a s de los inkas, un Qero de m a d e r a , y se lo
regalé en silencio a mí p r i m o C é s a r C a l v o . Y vi t a m b i é n que y o ,
C é s a r C a l v o era y o , recibí el Q e r o q u e me dio D o n Javier, el vaso
de m a d e r a que yo m i s m o me o b s e q u i é con las m a n o s de D o n
Javier, a l a r g a n d o hacia mí mis p r o p i o s b r a z o s llenos de cicatrices.
Y D o n J a v i e r c o m e n z ó a t o c a r su cajón en mis v i s i o n e s , cerró los
ojos c o m o r e c o g i e n d o a r m o n í a s del aire, c a d e n c i a s que fluían vi¬
siblemente, palpablemente de sus d e d o s rimados. Súbitamente
se l e v a n t ó del cajón, alzó los b r a z o s hacia el c i e l o , los m e t i ó en el
pozo de la s a n g r e del sol. Y vi que sus b r a z o s r e g r e s a b a n sin
h u e l l a s , los p u s o ante m i rostro, más oscuros, intactos, limpios
de c i c a t r i c e s . . .

— N o h e sido y o quien t e d i c t ó ese s u e ñ o , m u s i t a D o n J u a n


Tuesta. Es que las cosas no son c o m o son sino c o m o lo que son.
A h o r a estás muy niño t o d a v í a p a r a p o d e r s a b e r l a s . Trece años
no son n a d a . P e r o algún día, lejos, las v e r á s .

53

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

se cumplen las profecías


de la flor del tohé

— M e d i o l o q u i t a es esta lluvia, ¿di, tío C é s a r ? , dice desde sus


cinco años R u t h - R u t h , l a ú l t i m a hija, a q u í , d e D o n Javier. ¿Por
q u é ? , simulo c o n t e m p l a r h a c i a un c o s t a d o e n m a s c a r a n d o mi sor¬
presa.
— P o r q u e ¡dinnnn! cae de g o l p e y ¡dinnnn! se va de n u e v o ,
lo m i s m o que D i o s i t o , esta l l u v i a . . .

Y su h e r m a n a Selva, e x t e n d i e n d o los ojos sobre la m e s a del


c o m e d o r , y e n d o h a s t a la v e n t a n a tras la cual r e l a m p a g u e a súbita¬
m e n t e lo alto de la t a r d e :
— D i o s i t o también ha de estar medio t r o n a d o , medio loco,
¿di? P o r q u e i g u a l i t o que la lluvia es: ¡dinnnn! a p a r e c e y ¡dinnnn!
desaparece. . .
— ¿ C ó m o sabes? ¿ A c a s o has visto a D i o s i t o ?

Y J a v i c o , el m a y o r de los tres hijos:


— E n t r e ellos n o m á s se ven, entre D i o s i t o y t o d o s los q u e
se han m u e r t o s . . .

Ruth Cárdenas me salva, reaparece y reanudamos nuestra


charla de ayer. El a g u a c e r o ha v u e l t o a d e t e n e r s e , en la frente
de la sala a b r e sus alas el C r i s t o de m a d e r a t a l l a d o p o r A g u s t í n
R i v a s , yo me r e p o n g o en el silencio que viene de la calle, e s p e r o
a que la e s p o s a de D o n J a v i e r se siente, h a b l o :

33
ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org
www.rezistencia.org -------- editado por el CE

— D o n J u a n T u e s t a m e dijo que has t o m a d o t o h é . ¿Cómo


es? ¿Se siente lo m i s m o que con a y a w a s k h a ?
— C o n t o h é no a l u c i n a s , d i s t i n t o es. C o n t o h é ves t o d o na¬
t u r a l , bien r e a l , i g u a l i t o , s o l a m e n t e que es otra c l a s e . . .
-—¿Cómo así?
— C o n tohé ves otra r e a l i d a d , otra clase de n a t u r a l . Si tú
t o m a s tohé d e n t r o de esta casa ya no ves esta c a s a , o t r o s lugares
ves, otras p e r s o n a s . Estás con los ojos abiertos p e r o no ves lo
que tus ojos ven, lo que hay a tu a l r e d e d o r , sino que m i r a s cosas
que no están acá. Y las ves igualitas. Q u i e r o decir que las ves
con c l a r i d a d , r e a l e s , c o m o si e s t u v i e r a s m i r a n d o é s t a s . . .
—¿Cuándo tomaste tohé?
— P o r p u r a c u r i o s i d a d lo c o n o c í al t o h é c u a n d o t e n í a dieci¬
siete años. _ En mi casa se había p r o d u c i d o un r o b o , le sustraje¬
ron t o d o s sus d o c u m e n t o s a mi mamá, la d e j a r o n sin i d e n t i d a d .
Una viejita que vivía por arriba del p u e b l o me a c o n s e j ó que to¬
m a r a t o h é , dijo que el t o h é me h a r í a ver quién r o b ó los p a p e l e s
de mi m a m á . T o m a n d o tohé se ve t o d o , me dijo, lo s u c e d i d o y
lo por suceder, n a d a se escapa. Acepté. A p r o v e c h a n d o que mi
p a p á estaba de viaje fui a casa de la viejita y t o m é . No vi n a d a
del robo. Siete días y siete n o c h e s estuve bajo los efectos del t o h é .
Con un p o q u i t o de su j u g o tuve u n a m a r e a c i ó n de u n a s e m a n a .
Vi muchas cosas, muchos lugares, h a b l é con m u c h a g e n t e , p e r o
nada del r o b o . . .

— ¿ D e d ó n d e e x t r a e n el j u g o del t o h é ? ¿De la flor?


— L a flor del t o h é m a n d a p e r o lo que se bebe b r o t a del tallo.
La viejita, R o s a U r q u í a , así se l l a m a b a la viejita, c o r t ó u n a r a m a
de t o h é , que en tierra de v i r a k o c h a s rinde una flor m á s p e q u e ñ a ,
con m e n o s color b l a n c o y- m e n o s fuerzas. En la selva es m á s
g r a n d e , más gruesa en su tallo, la flor m i s m a es m á s flor, d o b l e ,
c o m o una d e n t r o de o t r a . . . R o s a U r q u í a cortó una r a m a y le
hiz-i un tajo vertical, hacia abajo, y raspó el c o r a z ó n del tallo
que es c o m o m a n z a n a , hasta que e m p e z ó a salir el j u g o . Lo dejó
escurrir gota por gota d e n t r o de un m a t e c i t o , m i d i ó la sustancia
m e t i e n d o el d e d o en ese recipiente h a s t a la mitad de la uña de
su pulgar, y me la dio a beber. Lo p r i m e r o que vi fue a mi p a p á .
Lo vi n o r m a l , v i n i e n d o , y s a b i e n d o que e s t a b a de viaje h a b l é nor¬
m a l m e n t e con él. H a b l é con él s a b i e n d o que no era él, que era

56

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

el t o h é , p e r o él me c o n t e s t ó . El t o h é me c o n t e s t ó . C o n el t o h é
tú p u e d e s ver a las gentes y p u e d e s c o n v e r s a r , las gentes te con¬
testan con n a t u r a l i d a d . Y t o d o es n a t u r a l , m á s n a t u r a l que en
este n a t u r a l . D e s p u é s vi que yo e s t a b a i n t e r n a d a en un h o s p i t a l
y dos e n f e r m e r a s de b l a n c o me h a c í a n g u a r d i a . Y la m á s bajita
sostenía un b e b i t o entre los b r a z o s . V a r o n c i t o es, s e ñ o r a , me
decía. . . A ñ o s d e s p u é s lo vi igualito pero sin t o h é . En el m i s m o
hosf/cal e s t u v e , entre las m i s m a s e n f e r m e r a s de mi visión, y el
b e b é era J a v i c o , mi primer hijo de a h o r a , de a q u í , i d é n t i c o . ' Vi
t a m b i é n a mí e s p o s o , esa vez, con el tohé. Un j o v e n de c a m i s a
con flores y p a n t a l ó n verde o s c u r o t o c a b a la p u e r t a de mi casa
en C o n t a m a n a . P o r la v e n t a n a lo vi y de p r i m e r a i n t e n c i ó n no
quise abrirle. El g o l p e ó con m á s fuerza, con gran s e g u r i d a d . Yo,
nada. G o l p e ó o t r a vez. ¿Quién e s ? , me a n i m é a p r e g u n t a r c o n
un m i e d o que no sabía, que a c a s o no era m i e d o . ¡Es la felicidad!,
c o n t e s t ó el j o v e n r i é n d o s e , ¡la felicidad llama a tu p u e r t a ! . . . Y
y o , c o m o si yo no fuera, r i é n d o m e t a m b i é n , c o n t r a mi p r o p i a vo¬
luntad le abrí. A ñ o s d e s p u é s , y sin t o h é , volví a p r e s e n c i a r exac¬
t a m e n t e lo m i s m o que en esa visión. Recuerdo: el m i s m o j o v e n
pero más adulto, m e d i o grueso y con barba, se h a l l a b a entre
otras personas que y o tampoco conocía entonces. Tú estabas
entre ellas. Y ellas i n d i c a b a n al j o v e n de b a r b a y me decían m i r a ,
es tu e s p o s o , el p a d r e de tus hijos. Yo me reía. En m e d i o de mi
mareación reía p o r q u e yo era c o n s c i e n t e que n u n c a había visto
a ese señor, no me había c a s a d o ni p e n s a b a c a s a r m e , ni siquiera
lo c o n o c í a . . .

—Y c u a n d o al fin c o n o c i s t e a D o n Javier*, ¿lo r e c o n o c i s t e ?


¿Lo r e c o n o c i s t e c o m o aquel a quien h a b í a s visto en el tohé?
— N o . C u a n d o conocí a D o n J a v i e r n o p e n s é e n eso. M u c h o
d e s p u é s p u d e a c o r d a r m e de él, de c u a n d o el t o h é nos p r e s e n t ó
quince años a t r á s .
— ¿ E s e D o n Javier del t o h é era el m i s m o D o n Javier de h o y ?
— C o n la m i s m a voz, la m i s m a risa, las m i s m a s facciones,
igualito.
— T o d o lo que viste d u r a n t e el t o h é , en esos siete días, ¿se
ha c u m p l i d o , lo has ido v i e n d o d u r a n t e tu vida?
— ¿ D u r a n t e mi vida de acá?
—Sí.

57

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
—Casi todo. U n a sola cosa que vi con ei t o h é , u n a cosa no
he p o d i d o ver t o d a v í a . Me vi c a m i n a n d o por u n a c i u d a d bien
g r a n d e , entre edificios r a r í s i m o s , grises, g i g a n t e s c o s , con b a l c o n e s
de fierro y m a c e t a s de flores, c o s a s que j a m á s h a b í a visto antes
tampoco. En esa é p o c a yo ni siquiera c o n o c í a I q u i t o s , no imagi¬
naba un pueblo tan grande, ahora mismo no puedo imaginarlo,
no sabía que existían edificios así. Me a c u e r d o : t e n í a t e m o r de
v e r m e d e n t r o de esa c i u d a d , c o m o a p l a s t a d a p o r los edificios, ca¬
minando y caminando. . .

La tarde se a p e n u m b r a , relampaguea más. L a p e q u e ñ a Ruth¬


Ruth regresa a i n t e r r u m p i r n o s :
— ¿ D e qué tamaño será e l á n i m a d e los que h a n m u e r t o s ,
tío? ¿Si yo m u e r o c h i q u i t a , ¿mi á n i m a t a m b i é n será c h i q u i t a ?

Y sin d e j a r m e t i e m p o :
— ¿ C ó m o será la c a r a de las á n i m a s ?
Javico se i n t e r p o n e :

— L e j o s es, de lejos son sus c a r a s . El á n i m a vive lejos, vive


s e n t a d a en la m a d e r a . P o r eso hay que p a s a r c o r r i e n d o . Si el
á n i m a te v e , se l e v a n t a , viene h a s t a d o n d e ti y no d e j a ' d e ha¬
blarte . . .

— ¿ D e qué c o s a s t e h a b l a ? , m e s o r p r e n d o d i c i é n d o l e .
— D e todo. Porque cuando el ánima muere, muere sabién¬
dolo todo.

Su hermana Selva contribuye:


— D i o s i t o le d i c t a al ánima p a r a que h a b l e . A l l á en P u c a l l p a
hemos comprobado. V i m o s u n á n i m a que salía de adentro de
u n a carta. E r a el á n i m a de su p a p á de la señora C h a b e l a . La
c a r t a era una c a r t a de Su p a p á . El á n i m a salió brillando, bien
•brillante y nos dijo: y o , en mi vida, no he p o d i d o t o d o lo que he
podido, solamente estas c o s a s , así nos dijo el á n i m a , p o r q u e yo
en mi vida no he c o m e n z a d o a ser. Así le o í m o s que dijo. No¬
s o t r o s tres le v i m o s y le o í m o s , ¿di, J a v i c o ? . . .

R u t h C á r d e n a s les r u e g a irse a j u g a r al p a t i o . El a g u a c e r o
ha vuelto a d e s c o l g a r s e . El Cristo de m a d e r a abre sus alas sobre
la p a r e d , frente al renaco azul que pintó Yando Ríos.

58

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
— D u r a n t e los siete días del t o h é ¿tuviste que a y u n a r ?
— R o s a U r q u í a m e d a b a d e c o m e r u n p e d a z o d e p l á t a n o por
día, a s a d o a leña. Y si tenía sed sólo p o d í a b e b e r u n o s s o r b o s
de j u g o del m i s m o m a n o j o de p l á t a n o s . N a d i e d e b í a v e r m e ni to¬
c a r m e ni h a b l a r m e . Sólo la viejita R o s a U r q u í a . . . El t o h é es
p e l i g r o s o , si a l g u i e n m á s interfiere es bien p e l i g r o s o . Hay casos
d e p e r s o n a s que n o han r e g r e s a d o d e a q u e l l a s m a r e a c i o n e s , gentes
que s e han q u e d a d o d e n t r o del t o h é m i r a n d o p a r a s i e m p r e l o que
m i r a el t o h é . . .
—¿Y pudiste dormir?
—Perfectamente. S o ñ a b a t o d a s las n o c h e s . Pero también
los sueños e r a n d i s t i n t o s , o t r o s , lo m i s m o que las vigilias. Aun
dormida seguía viendo una naturaleza extraña, mis sueños eran
los de otra r e a l i d a d . D o r m í a p o c o , eso sí. E n t o n c e s yo era b i e n
flaquita p e r o en mis visiones me veía gruesa, c o m o a h o r a me v e s ,
y se lo decía a la viejita R o s a Urquía% ¿por qué me veo t a n gor¬
d a ? , y R o s a U r q u í a i n f o r m a b a que yo iba a ser así l l e g a n d o a
a d u l t a , una vez que t u v i e r a mi p r i m e r h i j o .
— ¿ C ó m o te fue p a s a n d o el efecto del t o h é ?
— L a d u r a c i ó n del m a r e o es de siete días con sus siete n o c h e s
p o r lo g e n e r a l , a veces m e n o s . P a s a d o ese t i e m p o ellos te c u r a n
p a r a que y a r e g r e s e s . . .
— ¿ P a r a que r e g r e s e s . . . ?
— S í , p a r a que regreses a esta r e a l i d a d .
—¿Y cómo te curan?
— S o l a m e n t e te p o n e n dos g o t i t a s de j u g o de c a ñ a en la vista,
en cada l a d o de la vista, y t o d o se te p a s a c o m o p o r e n c a n t o de
magia, nada más.

59

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

vi un Cristo feliz
que abrió las alas y se fue volando

Desde la casa de Don Javier allá en la calle Ñapo hasta la


de Don Daniel Guzmán Cepeda en la Plaza 28 de Julio de Iquitos
no habrá más de diez cuadras pero el cielo de noche, el aire que
arde, son diez cuadras de sol, llego jadeando.

Esta es la casa que hace veinte años hospedó mis vacaciones


escolares gracias a una misiva de mi tío César Calvo de Araújo,
el Pintor de la Selva. El viento no ha pasado. Son las mismas
ventanas de madera tantas veces pintada, persianas que mi tío
supo apartar con dedos de aguarrás y tabaco y pinceles atisbando
la Plaza 28 de Julio como sabia espátula recogiendo colores y
memorias y entregándolo todo al caballete donde otra ventana de
tela erguida y blanca lo esperaba. Es la misma techumbre levan-
tada contra las perversidades del verano, los mismos cuartos am-
plios y afectuosos como almas, la misma terca juventud cantante
de Julio Meza Peñaherrera, fundador del caserío de la isla Muyuy
donde obsequia milagros Don Juan Tuesta. El viento no ha pa-
sado por aquí, ¿el viento no ha pasado? Dentro de la vivienda,
nuevas subdivisiones y paredes delgadas y muebles que no crujen:
mecedoras de acero, tocadiscos con cumbias, respaldares nubosos
cubriendo los divanes. Y por fuera la casa lleva otro nombre: el
59 del Jirón Aguirre ha ascendido hasta el 861, el polvo de la
calle de ese tiempo yace bajo el asfalto, el torpe traqueteo de las

61

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
motocicletas ocupa el aire que antes fue remanso, una educada
brisa pasa bajo el inusitado aguacero estremeciendo flacas tenta-
ciones, faldas y pantalones de boca ancha, sobre el cemento que
ahuyenta a las baldosas de la vetusta Plaza. Algo como un recla-
mo tardío tras el aire denuncia que los árboles de mango fueron
decapitados junto a las pomarrosas, que Don Daniel Guzmán
Cepeda no se encuentra en la casa, que ha salido. Salió tras el
pintor Calvo de Araújo sin avisarnos nada y se fueron pisando
ramas tiernas, -ya convertidos en el único enigma que no revela¬
rían a nadie.

El segundo de los hijos de Don Daniel Guzmán Cepeda,


breve de nombre y lánguido de altura, lo bautizaron Rooseveli,
admite un sitio para otra cama en su dormitorio. Casi en vano
pues no pude dormir. Horas de horas anduve de memoria por la
isla Muyuy visitando a lo lejos la última noche de ayawaskha en
casa de Don Juan Tuesta, atando mis nostalgias y cariños a las
ramas azules, a la mano anaranjada del Amazonas en la voz de
la noche alucinada, remembrando lahistoria que el brujo me ob¬
sequió acerca de mi primo y de una inconcebible mariposa ama¬
rilla, horas de insomnio recordando la charla con Ruth Cárdenas
en torno al c h u l l a c h a k i y al t o h é , oyendo los respirares de Roose-
velt en la cama de al lado bajo el gran mosquitero y yoa través
del mío revisando paredes de madera pulida, la espesa puerta ase¬
gurada entre dos picaportes excesivos, algunas lagartijas atigradas
huyéndose en las vigas del techo, siete vigas, y ninguna ventana
en todo el cuarto, únicamente un filo de horizonte para que pase
el aire, alargado espacio pegado al cielorraso, clausurado también
por esa voluntariosa tela de metal, franja de redecilla innacesible.
Los gallos tasajean mi memoria, deben ser las cinco de la mañana
ya, el incipiente cielo de ¡quitos destella sin luz desde la huerta
y resbala perfiles en las tablas del techo. Rasguño finalmente algo
de sueño. Sueño que Roosevelt se hunde en un enorme lago tapi¬
zado de anguilas, y me llama sin voz, lo veo, me llama con un'
mover de brazos pugnando por aproximarse a la orilla del im¬
placable lago que se hunde con él, más y más, entre árboles rojos.
Brevísimo es mi sueño. Abro los ojos y escucho que Roosevelt
no me llama, en la cama de la izquierda está quejándose. Será
una pesadilla, me digo todavía entre las brumas del mediosueño

62

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
v levanto los bordes del mosquitero que asombrerá mi lecho de
insomne, salgo hacia Roosevelt y lo llamo en susurro. Nada, son
penas de dormido. Enciendo el fluorescente que oscila desde el
centro del cielorraso. —¡Roosevelt! insisto, mi voz es menos
considerada, lo despierto.

Pálido de sudor y de temblores, Roosevelt Guzmán abre


ojos que se van, sostiene con la mano derecha su tobillo,
se lo ahorca mostrándome la carne amoratada alrededor de
un dardo negro. ¡Me han viroteado! dice. ¡Traéme un cuchi¬
llo de cocina, sin hacer ruido, ayúdame a sacar el veneno!... Yo
no entiendo, asustado, quilo los picaportes de la puerta, regreso
al cuarto, Roosevelt ha extirpado el dardo ponzoñoso, se hace un
tajo sudando más, temblando, pidiéndome que chupe su sangre
con cuidado, no me vaya también a envenenar, y que la escupa,
y ya menos airado toma en cuenta mi horror y me informa que
esa astilla es un virote, que es poder de hechiceros v i r o t e a r desde
lejos, no hay muro que impida a cualquier oficiante del Maligno
virotear enemigos, es eterna la guerra entre quienes practican ma¬
gia negra y quienes como Roosevelt se han afiliado a las oscurida¬
des bondadosas, a lo que César llama Magia Verde. Así me ente¬
ro que Roosevelt, ahijado de Don Juan Tuesta, es también su
discípulo desde hace muchos años.

—Desde que me curó la cojera, dice Roosevelt, ¿te acuerdas


que me dañé el pie derecho, arreglando el techo resbalé, caí
sobre un tablón claveteado y me partí el hueso del talón?... Des¬
pués, yendo de caza al centro de Muyuy, una serpiente me mordió
el mismo sitio. ¿Te acuerdas cómo yo cojeaba con este pie que
los médicos de Lima dieron por perdido? Mi padrino Juan Tues¬
ta, ayunando en el bosque me lo puso normal...

Y solamente entonces rememoro que ayer, al abrir la puerta


y conducirme hasta mi dormitorio, Roosevelt caminó limpiamente.
Y ahora me pide que alquile un bote rápido en uno de los muelles
de Belén y vaya a Muyuy y explique a su padrino lo ocurrido y
le suplique por favor que venga a ¡quitos, él fingirá una gripe a
fin de no alarmar a los parientes, me embarco sin creerlo todavía.

—La guillotina no está en las manos del verdugo —dice Don


Juan Tuesta revisando ese tobillo enorme, algo menos morado

63

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
sobre la sangre que negrea la sábana. En el cuello de la víctima,
ahí es donde está la guillotina, agrega el brujo de la isla Muyuy.
Yo sigo descreyendo. Prefiero pensar nada.

Ví t a m b i é n una c e l e b r a c i ó n , le digo a D o n J u a n Tuesta sen¬


t a d o en la e s p i n t a n a frente a la P l a z a R u m a n i a . Ví un j o l g o r i o
que no he visto j a m á s , una fiesta de s a n g r e , y á w a r fiesta, rayrni-
yáwar, así se dice en q u e c h u a me dice él. Soñé un p u e b l o redon¬
d o , lo i n t e r r u m p o , un sueño con gente de piel de arcilla dura,,;
viejos, niños, muchachas que reían sobre el césped quitándose
unos mantos de colores, lliqllas es su nombre dice Don Juan
T u e s t a , y t o d o s b a i l a b a n hasta el d e s q u i c i a m i e n t o , felices bajo la
luna llena que era el doble del sol. Ví c a m p e s i n o s , g r i t a b a n co¬
sas dulces y e m b r i a g a d a s , p e r s e g u í a n un gigantesco t o r o n e g r o , lo
a c o r r a l a b a n r i e n d o a t á n d o l o a un árbol que era p i s o n a y a la vez
que p o m a r r o s a de flores c o l o r a d a s . De lo alto del cerro que cir¬
c u n d a b a al p u e b l o se d e s b a r r a n c a r o n dos hileras de h o m b r e s dan¬
do voces. A la c a b e z a , bajo un p o n c h o a m a r i l l o con estrellas
oscuras a v a n z a b a D o n Javier, traía p o s a d o en su b r a z o un c ó n d o r
de alas i n a b a r c a b l e s c o m o si se t r a t a r a de un g o r r i ó n . Intempes¬
t i v a m e n t e , c e r c a del pisonay florido D o n J a v i e r dijo algo en el
o í d o del c ó n d o r , s o n r i e n d o , y el c ó n d o r se d e s p i d i ó del b r a z o ras¬
g u ñ a d o , t a t u a d o de cicatrices r u i d o s a s , parecía que se iba v o l a n d o
hacia las c u m b r e s pero no, regresaba volando hacia la espalda
del toro y el toro forcejeaba bajo el cóndor de piedra, espu¬
majeaba s a n g r e , daba gritos de sangre. Vi cómo D o n Javier,
riendo s i e m p r e , i n c r u s t a b a las u ñ a s del cóndor en el morri¬
llo del toro n e g r o , las cosía con sogas de a y a w a s k h a , se i n c l i n a b a
al oído del t o r o c ó n d o r que se h a b í a r e d u c i d o , m e n o s que un pa¬
j a r i t o con c u e r n o s de c a r a c o l , y el t o r o c ó n d o r al oir la voz del
brujo crecía, crecía d e s b o r d a n d o la plazoleta del p o b l a d o , extendi¬
das las alas de colina a colina, a n h e l a n t e la c o r n a m e n t a desde la
luna hasta el sol, sobre el t i e m p o , t o d o él e x p a n d i d o d e s d e el día
a n t e r i o r hasta esta n o c h e , eso es lo que he m i r a d o en mis visio¬
nes, D o n J u a n T u e s t a , le digo.

64

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
Y vi a D o n J a v i e r d e s p o j á n d o s e de su cushma a m a r i l l a , sos¬
t e n i é n d o l a ante sí c o m o c a p a de t o r e r o , roja, y c a b r i o l e a n d o h a c i a
el bicéfalo que p e z u ñ e a b a el c é s p e d y v o l a b a c o n t r a él. Varias
veces D o n J a v i e r lo e s q u i v ó con la c a p a , b u r l á n d o s e , v a r i a s veces
el t o r o c ó n d o r c l a v ó en d e s p e c h o sus u ñ a s y sus p a t a s , sus c u e r n o s
y sus alas. L u e g o D o n Javier, que ya tenía la cara de D o n H i l -
d e b r a n d o , e n t r e g ó su c u s h m a , de u n o en u n o , a t o d o s los v a r o n e s
del p u e b l o , y t o d o s eran altos, el d o b l e de t a m a ñ o de n o s o t r o s .
Yo lo m i r a b a t o d o d e s d e u n a de las flores del p i s o n a y , d e n t r o del
t r o n c o de la p o m a r r o s a . A c a d a quite de los h o m b r e s el c ó n d o r
c a v a b a con su p i c o la tierra del t o r o al que e s t a b a a m a r r a d o , y
los v a r o n e s b e b í a n en un vaso t a l l a d o , de m a d e r a , en un Qero de
los inkas b e b í a n la sangre n e g r a del t o r o h a s t a que el animal se
desparramó s o b r e la hierba rota. En esa e s q u i n a de la visión me
confundo: la c a r a de D o n H i l d e b r a n d o abandonó el cuerpo de
D o n Javier y D o n J a v i e r d e s a t ó al c ó n d o r de lo alto del t o r o que
yacía s a n g r a n d o , n o , no fue eso lo que ví, D o n J a v i e r llevó al
cóndor posado en su b r a z o derecho, no, se subió a él, se fue
f l o t a n d o en esa m a r i p o s a de alas azules, anaranjadas, no: Don
J a v i e r b u s c ó a l c ó n d o r sólo p a r a d e j a r l o , n o : p e o r m e j o r : l o b u s c ó
s o l a m e n t e p a r a dejarlo libre. Vi al cóndor elevarse rumbo al
sol que c a n t a b a , r u m b o al Inti s o n a n d o c o m o un p o z o r e b a l s a d o
de arcoirises. Y el c ó n d o r e x t e n d i d o sobre el aire c o n s i g u i ó tapar
la b o c a del p o z o del sol, a d e l a n t ó a la n o c h e . La n o c h e descen¬
dió sobre el p o b l a d o con las alas p l e g a d a s . Y la luz de la n o c h e
era d o r a d a , i n v e n c i b l e y d o r a d a . Y no p u d e ver m á s .

P e r o seguí m i r a n d o , abrí los ojos en la c a r a de mis visiones


y vi otra fiesta que no he visto j a m á s . E n t r é a c a b a l l o a un lugar-
cito que no sé su n o m b r e , Y a u r i s k i , entre millares de h o m b r e s y
mujeres r e z a n d o . T o d a v í a en la n o c h e , a p e s a r a d o aún no sé por
q u é , partí con t o d o s hacia u n a c o l i n a p e d r e g o s a , después hacia
otra más h e l a d a y e n h i e s t a , d e s p u é s hacia otra m á s h a s t a que al
fin l l e g a m o s , en la ú l t i m a n o c h e , a las faldas de un c e r r o impo¬
sible, e m p o n c h a d o de nieves e t e r n a s . ¡Qoylluriti!', gritaban. ¡Es¬
trella De Nieve!, gritaban. A lo l a r g o del camino d e s d e el pue¬
blito de Y a u r i s k i h a s t a el n e v a d o l l a m a d o Q o y l l u r i t i , t o d o s íba¬
mos j u n t a n d o piedras pequeñas, luminosas, coloreadas, los más
h e r m o s o s o los m á s difíciles g u i j a r r o s del s e n d e r o que se e m p i -

65

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
naba. ¡Una p i e d r a p o r c a d a p e c a d o ! , g r i t a b a n . Y yo iba ¡untan-
do. ¡Una por c a d a p e c a d o c o m e t i d o d u r a n t e e l a ñ o ! Yo j u n t a b a
y juntaba. A l g u n o s a r r i b a r o n a las faldas del Qoylluriti d o b l e g a -
dos bajo un costal de p i e d r a s , y o t r o s ligeritos, leves, hipócritas,
con la alforja f l a m e a n d o al viento h e l a d o , e n g o r d a d a a p e n a s por
una que otra falsedad, uno que o t r o m i e d o , robo m a n s o , injus-
ticia. Y vi c ó m o a los pies de aquel n e v a d o que ascendía, no
a c a b a b a n u n c a , c o n s t r u í a m o s ínfimas fortalezas con nuestros pe-
c a d o s , casitas, iglesitas de piedra en h o m e n a j e al c e r r o , a la E s t r e -
lla de N i e v e , en p r o m e s a de a r r e p e n t i m i e n t o . Y m á s que n a d a
en p r o m e s a de alegría. Porque d e s p u é s de aquella ceremonia
bailamos y bebimos a g u a r d i e n t e de c a ñ a y chicha de maíz bien
f e r m e n t a d a y f o r n i c a m o s y nos d e s o r b i t a m o s hasta el amanecer,
allí en los pliegues de la c u m b r e b l a n c a . Soñé e n t o n c e s que usted
salió del c e r r o , del vientre del n e v a d o . El Qoylluriti se p a r t i ó
como un árbol y de su a d e n t r o salió usted, D o n Juan Tuesta,
p e q u e ñ i t o , a m o r a t a d o por el viento que lo t o m ó en sus b r a z o s . Y
usted era ya a d u l t o . Y nos gritó: ¡Visiones, e m p i e c e n ! Y todos
los c a m p e s i n o s que h a b í a m o s p e r e g r i n a d o a ese lugar, p o r q u e yo
en mi visión era l a b r i e g o q u e c h u a , h o m b r e de los A n d e s , chori,
todos los c a m p e s i n o s , n o , s o l a m e n t e los j ó v e n e s , c o r t a m o s enor¬
m e s b l o q u e s de hielo y los a m a r r a m o s a n u e s t r a s e s p a l d a s . Y bajo
el peso de los h i e l o s c o m e n z a m o s el ascenso de la E s t r e l l a de
N i e v e , e l inaccesible Q o y l l u r i t i , t r o p e z a n d o , j a d e a n d o , congelán¬
donos sin dejar de reir a grandes voces, m o f á n d o n o s del otro,
amenazándonos. Yo fui el p r i m e r o en llegar a la cima. En lo
alto del cerro c o n q u i s t a d o se me ofreció una cueva de nieve iri¬
d i s c e n t e y al fondo de ella, sobre un altar de p i e d r a s c o l o r e a d a s ,
p e c a d o s , sonreía un C r i s t o crucificado. Y vi que la' c a r a de ese
C r i s t o feliz era la c a r a de D o n H i l d e b r a n d o , n o , era otra vez la
c a r a de D o n Javier. Lo vi c l a r i t o , tal c o m o a h o r a lo estoy miran¬
do a usted. Y D o n J a v i e r , c l a v a d o en esa cruz de p i e d r a roja,
en esa cruz de nieve de p a l o s a n g r e , dijo: por h a b e r l l e g a d o prime¬
ro tienes d e r e c h o a solicitarme tres d e s e o s que h a b r á n de reali¬
zarse. Así h a b l ó el C r i s t o de Q o y l l u r i t i , s o n r i e n d o . Y yo le dije:
—Quiero ser libre.

Y él d e s c l a v ó sus m a n o s en una venia y me vi c o n v e r t i d o


s ú b i t a m e n t e en un ser invisible. Me m i r é : ya no estaba. No había

66

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
n a d i e en mi lugar. A mi lado i b a v o l v í a n c a r a b i n e r o s , c a u c h e r o s ,
h o m b r e s que n u n c a h e visto, rastreaban veredas de caucho por
los b o s q u e s j u n t o a mí r a s t r i l l a n d o e n o r m e s Winchesters buscán¬
d o m e en la selva. Yo me reía de ellos, c a l l a d o me b u r l a b a en mi
visión, reía de sus b a l a s que me p e r s e g u í a n v a n a m e n t e en el aire,
en la tierra, en los ríos. Así sobreviví.
— ¿ C u á l es tu s e g u n d o d e s e o ? , dijo el C r i s t o .
— Q u i e r o ser l i b r e , dije y o .

Y en ese i n s t a n t e me vi c l a v a d o en la cruz de p i e d r a , con los


brazos abiertos y sangrantes, s o n r i e n d o frente a Don Javier que
e n t r a b a por la b o c a de la c u e v a de hielo y se q u e d a b a a b s o r t o
m i r á n d o m e e n l a cruz. D o n J a v i e r con mis m a n o s d e s a n u d ó d e
su e s p a l d a el b l o q u e de hielo a m a r i l l o que yo me h u b e a t a d o en
los bajíos del Qoylluriti y en la p u e r t a de la c u e v a b l a n c a me
volvió a preguntar:
—-¿Y tu t e r c e r deseo?
—Quiero ser libre.

Mis palabras todavía soñaban en mi boca c u a n d o vi que


mis b r a z o s me d e s p r e n d í a n de la cruz de p a l o s a n g r e y se v o l v í a n
alas. Me vi salir v o l a n d o p o r la c u e v a c o n v e r t i d o en un c ó n d o r
que s u r c a b a los aires del día y de la n o c h e y p l a n e a b a sobre un
pueblo redondo, nunca jamás lo he visto, y p o s a b a sus garras,
mis g a r r a s , en el l o m o de un i n t e r m i n a b l e t o r o n e g r o . Me vi hun¬
d i e n d o el p i c o c o n t r a el m o r r i l l o del t o r o , c a v á n d o l o y b e b i é n d o l e
la s a n g r e , c a v á n d o l o y b e b i é n d o l e la sangre. Y la sangre del t o r o
cantaba dulcemente, era demasiado dulce, era demasiado tarde.
E s o es lo que s o ñ é . . .
—Los cóndores nacieron en la selva, resuena Don Juan
T u e s t a d e t r á s d e mis visiones. A n t a ñ o , muy antaño, cuando el
gran o t o r o n g o c a y ó sobre los c a m p a y los d i s p e r s ó , los c ó n d o r e s
h u y e r o n , s a l i e r o n d e s d e el f o n d o de un vaso de m a d e r a s a g r a d a y
fugaron a las c u m b r e s , se h a b i t u a r o n a vivir al m i s m o t i e m p o bajo
el sol y bajo la n o c h e , sobre el fiero g r a n i z o de los A n d e s y sobre
el pasto t i b i o . D e s d e ese a n t a ñ o h a s t a este a h o r a los c ó n d o r e s
c o n t i n ú a n v i v i e n d o allí. L o ú n i c o que n u n c a han a p r e n d i d o : tole¬
rar los v i e n t o s que r u e d a n s o b r e el m a r , r e s i g n a r s e , vivir en los
arenales de la c o s t a . . .

67

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

— Y o los estoy sintiendo r e g r e s a r , los estoy s o ñ a n d o en este


i n s t a n t e , v e o c ó m o los c ó n d o r e s v u e l a n hacia la selva — m e escu¬
c h o r e p l i c a r a d u r a s p e n a s , lejos, forcejeando d e s d e el a y a w a s k h a .

— P e r o no estás soñando, murmura Don Juan Tuesta. Y


miro que algo más dice su boca, otras p a l a b r a s salen relum¬
brando. La m a n o del A m a z o n a s , la distingo m á s r u g o s a y grisá¬
cea, b o r r a la voz del brujo c o n t r a el aire d o r a d o , a mis e s p a l d a s .

68

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

vi también otro
pueblo que no he visto jamás

Don Juan Tuesta se incorpora del tronco de espintana. y me


invita monte adentro. Todavía en mareos atravieso la Plaza
Rumania rumbo al centro tupido de la isla que enmarca con su
estruendo el Amazonas. A menos de una hora de caminar, cier¬
to reposo mana desde los ojos de Don Juan Tuesta: ante nosotros
pasa un río de aire, cauce seco que un árbol caído facilita con
ademán de puente. Don Juan Tuesta se aparta, avanzo, en la
mitad del tronco vuelvo a detenerme: a mi derecha, de lo hondo
del paisaje, más que paisaje un túnel, techumbre de enredade¬
ras flexibles como cañas delgadas y espinosas, noto que en cada
nudo de los tallos se afirman dos espinas alevosas, ganchudas,
paka se llama esa enredadera me dice Don Juan Tuesta, y del
fondo del túnel surge una mariposa de alas terciopelosas y ama¬
rillas y punteadas de negro, me sobrevuela lentamente, silencio,
y se engoma en una de las ramas muertas sobre el río invisible.
Detrás de aquellas alas reconozco el paisaje, pero no estuve
nunca antes aquí, lo he mirado en un cuadro, el sitio exacto,
los colores puntuales, la misma luz cantando entre las púas del
enredo de paka, no hay duda que el pintor Calvo de Araújo
esbozó ese óleo desde aquí, su memoria sentada sobre este árbol,
yo lo miré pintarlo años, atrás en Lima. Un deseo indomable
de agradecer me vence: hablar con el paisaje, rozar la sedería
de. la mariposa.

69

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
—Puedes locarla nomás, dice Don Juan Tuesta, si tú la
tocas no se va a espantar.

Y me acerco despacio, extiendo más despacio mi mano


hacia las gasas amarillas, la mariposa, nada, inmóvil, se deja
acariciar, me confunde tal vez con el aire que pasa en lugar del
río, pienso. Estoy así, de asombro, no sé cuánto, y por fin me
levanto respirando de nuevo y la mariposa torna a temblar, silen¬
cio, gira en redor de mí, más que silencio, entra y sale del cua¬
dro del paisaje, se decide, enfila hacia mi pecho y se asienta,
aquietándose, bajo mi hombro izquierdo. No me muevo temien¬
do ahuyentarla, y una vez más el brujo me confianza:
—Puedes seguir caminando, no se va a espantar.

Así termino de cruzar el puente, la mariposa quieta sobre


mi corazón, prosigo una hora más, dos horas en la trocha que
se interna, que se sosiega por fin frente a una kocha de aguas
oscuras. El calor me aventura, sería bueno un baño, la mari¬
posa abandona mi camisa mojada, sobrevuela las aguas cubier¬
tas de una baba más lenta que amarilla y cruza así, soñando^
así, silencio, hasta el islote que verdea en el centro de la poza
turbia.

—No es una mariposa, susurra Don Juan Tuesta, es el


ánima de tu finado, el ánima de mi compadre Calvo de Araújo...
Pleno entonces, poderoso y pleno, empapado de sol y de
contento me quito la camisa, el pantalón, ¡no entre usted al lago!
grita una viejita a mi espaldas, ¡está lleno de anguilas! se apa-
vora. Don Juan Tuesta, inmutable, Rosa Urquía, le dice, nada
temas Rosa Urquía, y a mí: entra nomás, ninguna nada va a
causarte mal. ¡Ayer mismo resbaló mi becerro y las anguilas me
lo devolvieron negro, quemado, difunto!, insiste Rosa Urquía.
Yo giro a la orilla de la kocha, veo la mariposa que fulgura al
frente, en el islote, trozo de joyería sobre los matorrales, y me
lanzo a las aguas cada vez más oscuras, más calientes, más claras,
huyo del sol que tuesta el viento quieto y de la tarde que arde,
braceo hasta el islote refrescante. La mariposa regresa a Don
Juan Tuesta, junto a la viejita muda que no quiere ni mirarme.
Me zambullo de nuevo en la espesa frescura, recuerdo no sé por
qué un pájaro carnívoro que se llama wapapa, me dirijo bucean-

70

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
do a la ribera, algo toca mi vientre bajo las aguas, no veo, la
piel gomosa y árida de una, de infinitas anguilas, pero no puede
ser, estremece mi pecho, sin peligro, mis piernas. Rosa Urquía
como que renace mirándome salir del pequeño lago, descree de
sus ojos y se aparta de mí, ceño prudente. Yo me impongo, mo¬
jado, la camisa mojada, el pantalón mojado, ante el brujo que
explaya una sonrisa cansada y satisfecha.
—No habían las anguilas, le digo caminandovolviendo al
caserío de Muyuy.
Don Juan Tuesta, silencio, largo rato. Ingresando al po¬
blado se devuelve la voz:
—Sí habían las anguilas en esa kocha, dice, esa kocha está
llena de anguilas que dan muerte. Otro trecho, silencio. Las
primeras lámparas temblotean allá, cada vez más cerca, en las
cabanas que se añoran, sepia, frente a mis ojos que el ayawaskha
desdeñó hace mucho aunque todavía no desdeña del todo.
—Antes que entraras al lago yo separé tu cuerpo de tu
ánima. Las anguilas te electrizaron, se descargaron en tu cuerpo,
¿acaso no sentiste?, pero sólo tu cuerpo te tocaron. Tu ánima
no se enteró. Por eso estás vivo, me dice Don Juan Tuesta ca¬
minando a mi lado, cruzando ya la Plaza Rumania borrada por
la noche.

Al c a b o de c a m i n a r días e n t e r o s , p e o r e s que s e m a n a s con


sus n o c h e s , d e s d e la ciudad de P a w k a r t a m p u , vi o t r o p u e b l o que
no he visto j a m á s . Yo iba s o l o , me vi. Subí por las l a d e r a s
de C h a l l a b a m b a , me perdí en r u m b o de las selvas del Cusco,
hacia Q o s ñ i p a t a . Recuerdo un c a r t e l , allá, en lo alto de un
p a l o , Río Carbón decía. No sé por qué lo d e s o b e d e c í , ande a mi
izquierda, encarando los nevados que b r i l l a b a n azulanaranjados,
a veces c o l o r sepia. Yo no río c a r b ó n , yo río risas, dije, y me
dio risa p e n s a r una t o n t e r a así. R i é n d o m e t r e p é por esas cum¬
bres, bajé a o t r a s m á s l e n t a s , m e n o s frías, crucé un p u e b l i t o que
se llama Patria, unas c u a n t a s c a b a n a s r o t o s a s d e n t r o de un claro
en s o m b r a de a q u e l l o s b o s q u e z a l e s , y volví a escalar y a escalar
colinas y c o l i n a s . De i m p r o v i s o , tras un e n r e d o de lianas de gara-
b a t o k a s h a e n r o s c a d o al tronco de una pomarrosa, c o n s i d e r é el
poblado.

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

Lo estoy m i r a n d o ahora, le digo a D o n J u a n T u e s t a , lo estoy


m i r a n d o l í m p i d o , perfecto: P l a z o l e t a de tierra a p i s o n a d a y bor¬
d e a d a por siete casas de piedra g r i s á c e a , rugosa, siete casas techa¬
das con p a l m e r a s de hojas a m a r i l l a s y p a r d a s , azules y p a r d a s ,
desafiantes, al sol. Y tengo c a s i m i e d o de i n g r e s a r a esa P l a z a ,
lo veo. F r e n t e a mí, acuclillados en s e m i c í r c u l o , chacchan hojas
de coca los a n c i a n o s del p u e b l o , las mastican m e z c l á n d o l a s con
chamáiro, esa lianita dulce, en vez de cal, como h a c e n los sel¬
v á t i c o s , no los a n d i n o s . Veo que m o d e l a n su b o l o de coca tam¬
bién c o m o s e l v á t i c o s , e m p l e a n d o ceniza de c a p i r o n a . A sus es¬
p a l d a s , detrás del semicírculo que forman en silencio, en s o m b r a ,
pende un e n o r m e kosho de masato. Un k o s h o , ese recipiente
h e c h o de un t r o n c o hueco c o m o si se t r a t a r a de una p e q u e ñ a
p i r a g u a , de una i n a b o r d a b l e c a n o a r e b a l s a d a de j u g o de yuca y
de saliva. Y me destierro m á s , m á s me s o r p r e n d o d e n t r o de mis
visiones, ¿estoy r e a l m e n t e en el C u s c o ? , así digo s u d a n d o frío a
c a u s a del a y a w a s k h a negra, porque detrás de las alucinaciones
yo sé p e r f e c t a m e n t e que en el C u s c o no se habla el q u e c h u a que
estos a n c i a n o s m u s i t a n .

—Nos estamos transmitiendo conocimientos —dice uno de


los viejos sonriendo sin sonrisa, hablando apenas, hablándome
con el clima de su voz, no con su voz.

— E s t a m o s canjeándonos conocimientos, pero canjeándolos


c o m o antes, a s t r a l m e n t e , dice o t r o .
— V i a j a n d o sin nuestros c u e r p o s , así c a n j e a m o s los conoci¬
m i e n t o s , me dice otro m u c h o más v i e j o . , Y c o m o si me encon¬
t r a r a en el c o r a z ó n de un j u e g o de n i ñ o s , esa es la s e n s a c i ó n pre¬
cisa: c o m o si me e n c o n t r a r a en un j u e g o de n i ñ o s veo que otro
viejito se me acerca:
— H e m o s a y u n a d o meses p a r a p o d e r venir, p a r a p o d e r irive-
nirnos los c o n o c i m i e n t o s , s a b i d u r í a s de otras é p o c a s , de otros
m u n d o s que viven en el aire. . .

El más i m p o n e n t e de t o d o s ellos, yo vi antes ese r o s t r o , se


levanta i n t e r r u m p i e n d o a los d e m á s y a p o y á n d o s e con dificultad,
con rabia, c o m o un c o n v a l e s c i e n t e , muy d e s p a c i o , en un b a s t ó n
de plata. Es el varayoq, digo, es el a l c a l d e , a mí me digo, es
la a u t o r i d a d m á x i m a del C o m ú n , de t o d o s los p o b l a d o r e s de la

72

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
zona. Y este p u e b l o se llama Qero, me r e s p o n d o , se llama con
el nombre del vaso de madera sagrada que u s a n los antiguos.
Qero. A este p o b l a d o n a d i e ha l l e g a d o j a m á s , ni los conquista¬
dores españoles ni los c o n q u i s t a d o r e s posteriores, nosotros, los
p e r u a n o s , igual c o m o sucede con el invicto t e r r i t o r i o de los indios
c a m p a en El G r a n P a j o n a l , me digo. De súbito el varayoq os¬
tenta uñ rostro terso, grisáceo, indefinible, sonrojado, rugoso,
p e d r e g o s o de sienes y b a r b i l l a , i m p l a c a b l e de p ó m u l o s , reciente
de ojos, remoto de mirares, ¡reconozco esa cara!, ¿reconoz-
co?... ¡Ojos de la m e m o r i a ! ¡ M e m o r i a ya sin ojos!... El r o s t r o
de mi a b u e l o V í c t o r , d e v o r a d o h a c e más de q u i n c e años por la
tierra, sin e m b a r g o es más j o v e n c a d a día. Así el r o s t r o r u i n o s o
del varayoq aloja las facciones j u b i l o s a s de I s i d r o K o n d o r i , j o v e n
poeta q u e c h u a que conocí en el C u s c o , c a n t a n d o en lo alto de
la F o r t a l e z a de S a q s a y w a m a n , d u r a n t e las c e r e m o n i a s de home¬
naje al D i o s Sol. C a m p e s i n o , c o m o t o d o a l t i v o , y, como todo
altivo, s o l e d o s o , I s i d r o K o n d o r i condescendía a veces a hablar
en castellano, pero cuando cantaba lo hacía e x c l u s i v a m e n t e en
keshwa, en runasimi, en la-lengua-del-hombre. "Soy comunero
sin c o m u n i d a d " , c a n t a b a . " C u a n d o tuve a r a d o , b u e y e s n o tuve.
C u a n d o t u v e b u e y e s , lluvias n o t u v e . C u a n d o tuve l l u v i a s , t i e r r a
no tuve", así cantaba Isidro Kondori. "Cuando tuve tierras,
a m o r e s no t u v e " . Jueces y patrones despojaron a Isidro Kondori
de la e s c a s a p a r c e l a que c o n s t i t u í a su h e r e d a d . El h a m b r e y el
coraje lo f o r z a r o n luego a no p e d i r p e r m i s o p a r a r e c o b r a r p a r t e
de lo que le r o b a r o n . En o t r a s p a l a b r a s : I s i d r o K o n d o r i se h i z o
diestro en el arte de seducir v a c a s y c o n v e n c e r c a b a l l o s . Abigeato,
así d e s i g n a n n u e s t r a s leyes al s e c u e s t r o de g a n a d o . Hasta hoy,
con o r g u l l o , I s i d r o K o n d o r i a n t e p o n e , a c u a l q u i e r otro t í t u l o , el
riesgoso y h o n r a d o de Abigeo. " P e r o j a m á s g a l a n t e o los g a n a d o s
de mis h e r m a n o s c a m p e s i n o s , sólo r e c u p e r o lo que nos p e r t e n e c e ,
las v a c a s que c o m e n de n u e s t r a s antiguas tierras".

Su voz delgada, dorada, a h o r a fluye áspera por entre la


boca c l a u s u r a d a del anciano varayoq. ¡Isidro K o n d o r i está can¬
t a n d o , d e s d e los labios del inka M a n k o K a l l i , la D a n z a Del La¬
d r ó n De G a n a d o ! ¡Y en ese c a n t o de v a r o n e s libres, h i m n o ex¬
clusivo de i n d i o s herejes y l a d r o n e s , i n d o m a b l e s y d ó c i l e s , leales
y m u j e r i e g o s y j u s t o s y b o r r a c h o s , en ese c a n t o , otra vez lo estoy

73

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
viendo, c o m o un soi de c u e r o se refleja la vida verdadera del
poeta Isidro Kondori, se despeñan brillando las músicas del
W Y W A S U A Q T U S U Y N I N , las j a c t a n c i a s d e ese c a n t o que Isi¬
d r o K o n d o r i c o m p u s o en la n o c h e de una de sus p r i s i o n e s , acaso
únicamente para abrigarnos, para verdadear nuestras flaquezas
lejos, allá en las m a z m o r r a s de la cárcel del C u s c o . Ahora, como
e n t o n c e s , veo que I s i d r o K o n d o r i está c a n t a n d o :

WYWA SUAQ TUSUYNIN

Kamaq qelqa maskawashan


sita kaskay rayku
nispa,
kamaq qellqallataq niwachun
imaraykun kawsani
mijuspa.

Juchuy allpa, sumaq aupa


paytan noqa yumarani
tarpuspa,
werasapa acendaruíaq
charanq'arata ruwarasunki
suwaspa.

Koyway kamakoq weraqocha


noqapaq kasqanta
muchuyrispa
manaraq hatun llakita larpushaqti
yawamuywan
nispa.

El rugoso y grisáceo v a r a y o q de los Qeros p o s t e r g a en si


las facciones de I s i d r o K o n d o r i , las relega y recupera su r o s t r o
m i l e n a r i o , pero su voz insiste en r e c i e n n a c e r , no me equivoco,
e s c u c h o , es la voz del p o e t a c u s q u e ñ o L u i s N i e t o , en la voz de
L u i s N i e t o estoy viendo la Danza Del Abigeo brotando iluminada
entre la boca del a n c i a n o alcalde de los Q e r o s :

74

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
Si las leyes me buscan
porque robo,
diciendo,
que las leyes me digan
de qué vivo,
comiendo.

Tierra pequeña, hermosa,


que yo preñé
sembrando:
el señor hacendado
te hizo puta,
robando.

Dame, Señor Gobierno,


lo que es mío
sufriendo,
antes que siembre tu desgracia
con mi sangre,
diciendo.

El v a r a y o q vuelve a g o l p e a r el suelo con su vara de plata


talabarteada. El suelo se alza c o m o un c ó n d o r de c o l o r e s q u e
suenan. V e o que yo me veo a v a n z a r hacia él y él me s o n r í e ,
se alegra con la c a r a de D o n J a v i e r c l a v a d o en la c r u z de hielo.
Pienso que debería arrodillarme para reverenciarlo pero no, le
hago sólo u n a v e n i a con la frente, mi frente h a c e u n a venia frente
al anciano Cristo, y de mi frente nace una mariposa negra y
amarilla, enlutada y amarilla cruza la P l a z a de t i e r r a , se p o s a
sobre el p e c h o del viejo que se ha v u e l t o a s e n t a r , i n m ó v i l nue¬
v a m e n t e en a q u e l s e m i c í r c u l o de silencios, de s o m b r a s , de quie¬
tudes que f o r m a n los d e m á s a n c i a n o s del pueblo. Y la P l a z a
ya no es u n a P l a z a en mi visión sino el atrio del Templo del
Dios P u m a , el a t r i o de Q'enqo, así se l l a m a ese lugar s a g r a d o de
los a n t i g u o s q u e c h u a s , de los i n k a s , y a mi l a d o , d e s d e mi p r o p i o
cuerpo, ha c r e c i d o el altar del D i o s P u m a , gigantesco falo de
piedra rugosa y grisácea penetrando las nubes en lo alto del
Cusco. Y voy a ser j u z g a d o , me veo de pie e n t r e aquel t r e m e n -

75

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
do p r í a p o de g r a n i t o que nace de mi v i e n t r e , y los m i e m b r o s dei
tribunal solar, los sacerdotes, las personas-del-Sol que están
mirándome con l o s ojos cerrados, en semicírculo, y el Sumo
S a c e r d o t e , el Willaq Umu, se l e v a n t a y señala:
— ¡Tú no eres M a n k o Kalli!, así me i n c r e p a el viejo vara-
yoq. Y c l a v a n d o en la tierra su b á c u l o de plata:
— ¿ P o r qué usas el r o s t r o de M a n k o Kalli si tú no eres M a n -
ko Kalli?
Y e n c o r v á n d o s e en c o n s u l t a hacia el silencio, hacia la som-
bra que refulge s e n t a d a a su d e r e c h a :
— M a n k o Kalli no es c h o r i , no es v i r a k o c h a , ni h o m b r e de
los andes ni h o m b r e b l a n c o , M a n k o Kalli es m á s lejos de lo lejos,
él d e s c i e n d e d i r e c t o de los p r i m e r o s hijos de K a a m e t z a y N a r o w é ,
de los p r i m e r o s h u m a n o s que se l l a m a r o n así: Kaametza y Na-
rowé, hembra y varón.
— E s a b u e l o legítimo, d i r e c t o , d e J u a n S a n t o s A t a o W a l l p a ,
el rebelde inicial c o n t r a los conquistadores virakocha —le dice
el silencio, le canjea la s o m b r a s e n t a d a a la d e r e c h a del viejo va-
rayoq.
— D e él, d e M a n k o Kalli, del a b u e l o d e S a n t o s A t a o W a l l p a ,
nos viene la sangre que acaso t u v i m o s — le c o r r e s p o n d e el vara-
yoq a la s o m b r a s e n t a d a , a ese silencio sepia.
Y extrayendo un vaso sagrado de madera, un recipiente
rasguñado, demasiado remoto, p o r e n t r e el cuello de su c u s h m a
amarilla:
—En este Qero nos dejó su sangre, a nosotros los Qeros
nos la dejó p a r a que por esa sangre c i r c u l a r a n u e s t r a vida. En
este vaso t a l l a d o en p a l o s a n g r e nos dirigió la e x i s t e n c i a a t r a v é s
de los t i e m p o s . D e s d e lejos nos e n v i ó la e x i s t e n c i a , su s a n g r e , a
t r a v é s de los urus. . .

En ese p a s a d i z o casi blanco que los c o n o c e d o r e s de la F o r -


t a l e z a de Saqsawma conocen como Calle De Las Piedras Cam-
p a n a , Julio C o r t á z a r , d e pie, c u b i e r t o p o r u n p o n c h o entretejido
con hilares de a l p a k a , acerca sus o í d o s a la p i e d r a m á s e l e v a d a
del m u r o i n k a i k o , adhiere a ella sus p e r s o n a s , y escucha. La
c o m p a ñ e r a de Julio C o r t á z a r , U g n é K a r v e l i s , se a g a c h a a t e n t a y

76

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

pega su mejilla d e r e c h a a la piel de una p i e d r a m e n o s gris y ligera.


En lo a l t o , al c o s t a d o de acá del p a s a d i z o , un n i ñ o quechua,
rojo de r o s t r o c o m o esas m a n z a n a s de A n t a p a m p a , alza en las
manos un g u i j a r r o lento y una y otra vez lo deja caer sobre l a s
rocas que c o r o n a n el m u r o b l a n q u e a d o . A c a d a golpe del n i ñ o ,
U g n é y J u l i o s e p a r a n sus o í d o s de las p i e d r a s con gozo y el pasa¬
dizo suena con rasgos de agua c l a r a , t o d a la F o r t a l e z a de Saq-
sawma, t o d o el aire del C u s c o bajo la t a r d e , suenan.

Antes, al mediodía, caminamos hasta Tampu Mach'ay, El


T e m p l o Del A g u a . Luego a r r i b a m o s a las faldas de Q'enqo, El
Templo Del D i o s P u m a . Allí b u s q u é a A n í b a l T u p a y a c h i , hijo
del g u a r d i á n de las ruinas de Q'enqo, cuya a m i s t a d fue obsequio
que me hizo el p o e t a Luis N i e t o .

—Este señor t a m b i é n es un j u g l a r , un haraweq, dije al pe¬


queño Aníbal T u p a y a c h i a la vez que m i r a b a h a c i a Julio Cortá¬
zar. Es n u e s t r o hermano, le dije, es n u e s t r o wauqechay, él ha
v e n i d o d e s d e el otro lado del m a r p a r a c o n o c e r n o m á s , para saber
ha v e n i d o , p a r a que tú le m u e s t r e s el Templo del Dios P u m a ,
el T e m p l o del Dios De La F e c u n d i d a d . . .

A n í b a l T u p a y a c h i t o m ó a J u l i o C o r t á z a r de la m a n o y son¬
r i e n d o se lo llevó por esos r o q u e d a l e s , a n d a n d o al pie del sitio
d o n d e se l e v a n t a b a el altar del D i o s P u m a , un i m p o s i b l e falo de
p i e d r a que partía los cielos del Cusco. Deslumhrado por las
historias d e A n í b a l Tupayachi, Cortázar pasó j u n t o al semicírculo
de asientos t a l l a d o s en la p i e d r a en d o n d e m u y a n t a ñ o se apo¬
s e n t a b a n los s a c e r d o t e s i n k a s , las p e r s o n a s del Sol. Ugné Karve-
lis q u e d ó a mi lado, los dos m i r a n d o con los m i s m o s ojos la
imagen ternurosa del niño quechua conduciendo a ese gigante
claro bajo el p o n c h o negro c o m o si se t r a t a r a de su h e r m a n o m á s
frágil y p e q u e ñ o . Luego los v i m o s a p a r e c e r a r r i b a del peñasco
r e d o n d o , en la cima del T e m p l o los perfiles de A n í b a l y de J u l i o ,
sus c o n t o r n o s de b r o n c e i l u s i o n a d o s por la paz del sol.
— E s t a s dos c o l u m n i t a s de p i e d r a que usted ve aquí, h a b r í a
dicho a Julio C o r t á z a r el niño quechua en lo alto del peñón,
estas dos c o l u m n i t a s Intiwatana se llaman aunque los virakocha
las m a l c o n o c e n c o m o Reloj Solar. P e r o ellos p u e s qué saben,
no son Reloj Solar, le h a b r í a d i c h o . En el i d i o m a de n u e s t r o s

77

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

a n t i g u o s Inri quiere decir sol, watana es a m a r r a r . A q u í los inkas


a m a r r á b a m o s al Sol, con c u e r d a s de oro y plata lo a m a r r á b a m o s
p a r a que no e s c a p a r a d u r a n t e la n o c h e , no vaya a ser que nos
abandonara. T o d a la noche e s t a b a el Sol, así, a m a r r a d o . Y ser¬
vía t a m b i é n p a r a otros usos este Intiwatana, habría dicho Aníbal
Tupayachi a Cortázar. Sobre estas c o l u m n i t a s p o n í a n a las mu¬
chachas, una rodilla sobre cada p i e d r a , a verlas o r i n a r : si sus
m e a d o s caían e x a c t a m e n t e aquí, frente a las columnitas, mojan¬
do esta h e n d i d u r a , eso significaba que la virgen t o d a v í a era vir¬
gen, digna de i n t e g r a r el Aqllawasi, la C a s a de las Ñustas del
I n k a , la C a s a de las Vírgenes del S o l . . .

El pequeño y C o r t á z a r a s o m a r o n al rato por el atrio del


T e m p l o , j u n t o a los restos del gran falo de p i e d r a , ante los 19
lugares c a v a d o s en las rocas que c o n f o r m a n la p l a z o l e t a sagrada.

—Aquí tomaban asiento los sacerdotes, el Willaq Llmu al


c e n t r o , el S u m o S a c e r d o t e del Sol, en este s e m i c í r c u l o de p i e d r a
se s e n t a b a n p a r a hacer su justicia, así le habría d i c h o D o n Aníbal
a Don Julio. A q u í j u z g a b a n a q u i e n e s v i o l e n t a b a n n u e s t r o s man¬
damientos: Ama sua. Ama Hulla, Ama qella: no seas ladrón, no
seas m e n t i r o s o , no seas o c i o s o . . .

Fue después que fuimos a la F o r t a l e z a de Saqsawma. Su


n o m b r e v e r d a d e r o no es S a c s a y h u a m á n , c o m o insisten en llamar¬
la los b l a n c o s v i r a k o c h a . Su n o m b r e no es H a l c ó n G r i s , H a l c ó n
de P i e d r a : Saqsaywaman, sino C a b e z a G r i s , Cabeza Jaspeada, de
P i e d r a : Saqsawma, nos informó Aníbal Tupayachi. Porque antes
la ciudad del C u s c o tenía la forma de un o t o r o n g o , de un t i g r e ,
los c o n t o r n o s e x a c t o s del cuerpo del Dios P u m a . Y por eso ade¬
m á s la v e n e r a b a n , c o m o Ciudad D i o s que era, c o m o C i u d a d Sa¬
grada, nuestros antiguos. Y la F o r t a l e z a de Saqsawma, la c a b e z a
del p u m a , esta c a b e z a j a s p e a d a , de p i e d r a , c o n g r e g a b a t o d a s las
m e m o r i a s , t o d o s los p e n s a m i e n t o s y s u e ñ o s y felonías del Cusco.
Y el p e c h o y la cabeza de la ciudad se u n í a n , h a s t a a h o r a se
unen, por m e d i o de una calle nombrada Pumakurku, La Colum¬
na V e r t e b r a l del P u m a . Y la cola de la ciudad de p i e d r a era de
agua, la cola del P u m a - C u s c o era el río Watanay, esa q u e b r a d a
que sigue fluyendo sin cesar, s o n a n d o c o r r e n t a d a s hacia el puebli¬
to de San S e b a s t i á n . . .

78

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
U g n é K a r v e l i s y Julio Cortázar desmesuraban ojos y aten¬
ciones frente a i a F o r t a l e z a de Saqsawma. Repetían una m i s m a
incredulidad: ¿cómo diablos pudieron traer, c ó m o p u d i e r o n mo¬
ver siquiera, tan colosales p i e d r a s ? . . . Aníbal Tupayachi tuvo
a bien e n t e r a r n o s que los inkas las e x t r a j e r o n y trajeron de u n a
cantera próxima, de allacito, puede corroborarse, estas moles
r e c o r r i e r o n sólo c u a r e n t a l e g u a s . E s t á bien p e r o c ó m o , volvió a
inquirir C o r t á z a r , c ó m o si a h o r a m i s m o ni con g r ú a s p o d r í a tras¬
ladarse la m á s d i s c r e t a de e l l a s , p r o b a b l e m e n t e veinte t o n e l a d a s ,
¿ c ó m o es que alguien p u d o , y p u e d e hoy día, s o l a m e n t e mover¬
las? . . .

— C a n t a n d o , p u e s , l o h a c í a n , l e dijo A n í b a l T u p a y a c h i . Con
canciones, taytachay, padrecito, con canciones las m o v í a n nues¬
tros a n t i g u o s , con ¡caros, con c a n c i o n e s m á g i c a s . C a n t a n d o , así
hacían viajar n u e s t r o s p a s a d o s a las p i e d r a s g i g a n t e s . . .
A h o r a , en mi n o s t a l g i a , el n i ñ o q u e c h u a tiene c a b e l l o s ma¬
r r o n e s , ojos casi c l a r o s , d e s v a n e c i d o s más bien, piel b l a n q u e a d a
bajo el o s c u r a r s e de a q u e l l o s c u a t r o siglos de vivir bajo el sol.

—Desde lejos, desde este vaso tallado en palosangre nos


dirigió la vida M a n k o Kalli, me dice el anciano Willaq Umu, el
Sumo S a c e r d o t e a g u j e a n d o la t i e r r a con su v a r a de plata en mi
visión que no a c a b a de a s o m b r a r m e h u n d i e n d o ese b a s t ó n e n t r e
la tierra p r ó d i g a , no sé bien lo que sé ni lo que v e o , el v a r a y o q
o b l i g a n d o a la H e r m a n a M a m a O q l l o debajo del H e r m a n o Man¬
ko K a p a q y e n v i á n d o l o s al c e r r o W a n a k a w r e p a r a que allí, a sus
faldas, a los pies del fulgente, umbrío Qoylluriti, el incestuoso
falo de oro penetrara el O m b l i g o Del Mundo desplegando por
fin, fiero p r e s a g i o , el c o n t o r n o de p i e d r a y de silencio de la ciu¬
dad del C u s c o . E s o es lo que estoy v i e n d o , lo que he visto, le
digo a D o n J u a n T u e s t a , a su voz que se aleja c o n p a s o s afelpa¬
d o s , g a r r a s y c o l m i l l a r e s de o t o r o n g o , de p u m a . Y cae el río
A m a z o n a s d e s d e lo alto de su frente de sabio. Me estoy v i e n d o
en la P l a z a de los Q e r o s , r e c t á n g u l o de tierra, p a l o s a n g r e t a l l a d o
por las uñas del Sol, me estoy viendo viajar con los m e j o r e s
d a n z a n t e s de los Q e r o s , bajar a C h a l l a b a m b a , entrar a Pawkar-
t a m p u e n t r e c a n c i o n e s , pífanos y t a m b o r e s de los indios b o r a .

79

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

Soñé que caminé con los Q e r o s , digo a Don Juan Tuesta


en el caserío de la isla M u y u y . Caminé y caminamos, nosotros,
los bailarines Q e r o s . D e s p u é s de c u a t r o c i e n t o s años aceptamos
regresar al C u s c o . N u e s t r a negativa dura ya c u a t r o siglos. Cua¬
tro siglos r e c h a z a m o s t o d o , en n u e s t r o p u e b l o nadie habla caste¬
llano ni viste c a s t e l l a n o ni vive c a s t e l l a n o , lo m i s m o que en la
tierra de los a s h a n i n k a , de los c a m p a . Nosotros existimos como
a n t e s , c o m o s i e m p r e , sin puestos policiales ni e s c u e l a s ni parro¬
quias v i r a k o c h a , vestidos a p e n i t a s así con p o n c h o corto y cabe¬
llera larga los v a r o n e s , con trenzas enlutadas nuestras hembras
igual que las mujeres de la ciudad de T i n t a . . .

— S a b r á s que las tinteñas, me dice D o n Juan Tuesta, me


dice el viejo W i l l a q U m u , me dice el sonriente C r i s t o de la Estre¬
lla de N i e v e , s a b r á s que ellas, d e s d e que los i n v a s o r e s a s e s i n a r o n
a su p a i s a n o T u p a q A m a r u , a La Serpiente R e s p l a n d e c i e n t e , las
mujeres de T i n t a llevan lliqlla de l u t o , una m a n t a que les b a ñ a
la espalda, con d o l o r e s . Las t i n t e ñ a s g u a r d a n el luto más largo
de nuestra h i s t o r i a , 2 0 0 años de a p e n a m i e n t o . D e s d e que allá en
la P l a z a de A r m a s del Cusco injusticiaron a la S e r p i e n t e - D i o s , al
i n s u r r e c t o T u p a q A m a r u , y la P l a z a que e n t o n c e s se l l a m a b a Sitio-
Donde-Se-Reza, v a r i a n d o una sola de las letras de su n o m b r e
k e s h w a , c a m b i ó de profesión, m u d ó de soledad y se l l a m a hasta
hoy día Waqaypata, S i t i o - D o n d e - S e - L l o r a , desde e n t o n c e s las mu¬
j e r e s de Tinta se e n t i n t a r o n de p e n a . . .

Me veo, a b s u e l t o por el t r i b u n a l de los Q e r o s , a s e d i a n d o las


c u m b r e s que c i r c u n d a n al C u s c o , conquistando con ellos la ca¬
b e z a del cerro W a n a k a w r e . El viejo Willaq U m u o r d e n a dete¬
nernos. Los danzantes descubren sus frentes y s o l l o z a n . A lo
lejos, abajo, s u e n a n las luces de la C i u d a d - P u m a , la C i u d a d Sa¬
g r a d a de los i n k a s . D e s p u é s de c u a t r o c i e n t o s a ñ o s r e g r e s a m o s a
c o n t e m p l a r el C u s c o . A un gesto del S u m o S a c e r d o t e nos desba¬
r r a n c a m o s b a i l a n d o , s o p l a n d o pífanos, c a s t i g a n d o t a m b o r e s fabri¬
cados con piel de t r a i d o r , s o p l a n d o flautas y qenas h e c h a s con
h u e s o s de t r a i d o r , hacia el p e c h o del P u m a de p i e d r a . ¡Entramos
en triunfo de danzas, nuestras cabezas adornadas con wapapas
y garzas d i s e c a d a s , s o m b r e r o de alas negras p u n t e a d a s de ama¬
rillo cuyo cuello se alarga por n u e s t r a e s p a l d a , c e r r a d o el pico
en sangre, ya p a r a qué d a r d e á n d o n o s la cintura v i c t o r i o s a y cim-

80

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

breante! La ciudad se a t o r m e n t a . Los v i r a k o c h a a s u s t a d o s nos


miran ingresar a la P l a z a del C u s c o , a la c u e v a de hielo iridis-
cente. En el c e n t r o de la Waqaypata está s o n r i e n d o la S e r p i e n t e -
D i o s - R e s p l a n d e c i e n t e d e s d e una cruz de p a l o s a n g r e , T u p a q Ama¬
ru, r e c i b i é n d o n o s . . .
- - ¿ P o r qué t e has d e m o r a d o ? , m e r e p r e n d e e l pintor C a l v o
de A r a ú j o d e s d e el embarcadero de su fundo Shapshico, lo veo
en mis v i s i o n e s , sentado atrás del h u m o de un cigarrillo largo
y apretado, a r m a d o con hojas de t a b a c o silvestre.
— Y o te e s p e r a b a para el a t a r d e c e r , me dice. H a c e más de
c u a t r o c i e n t o s a ñ o s que te e s p e r o . . .

P e r o en vez de e s c u c h a r l o a b r o las alas negras del cóndor


que me o r n a la cabeza y con los Q e r o s me a p r e s u r o sobre u n a
t r o c h a e s c u á l i d a , sobre un s e n d e r o en m e d i o del boscaje, y al¬
canzo a los d e m á s , a v a n z o con ellos, a b a n d o n o mis pasos hacia
el p e c h o del C u s c o . .
— ¿ P o r qué te ríes así, tan f u e r t e m e n t e ? , se asusta D o n J u a n
Tuesta. "
—Porque cuando lloro, lloro igual, fuertemente, con que¬
branto de siglos, me oigo r e s p o n d e r l e .
— ¿ N o te h a b r á d e s q u i c i a d o el ayawaskha?, se a l a r m a aún
más e l - b r u j o de la isla M u y u y . P e r o no a l c a n z o a verlo en sus
palabras: la m a n o del A m a z o n a s las b o r r a c o n t r a el aire d o r a d o ,
a mis e s p a l d a s . Y en m e d i o del t e r r o r de los n o t a b l e s de la ciu¬
dad del C u s c o , t e n d e r o s t e m b l a n d o detrás de sus b a l a n z a s y de
sus monederos, tukuyrikuy, verdugos, allqorunas, todos arredilan¬
do remordimientos y tardías culpas en un solo pavor, en un
r e m e c i m i e n t o de c á r c e l e s , h o t e l e s , iglesias y m a n s i o n e s y b u r d e -
ies de invasores, después de cuatro siglos regresamos, estamos
r e g r e s a n d o , y nos a p o d e r a m o s c a n t a n d o de la P l a z a , c a n t a n d o la
m o v e m o s , r e t o r n a m o s el C u s c o h a s t a las selvas, p i e d r a por pie¬
dra, silencio p o r silencio, c a n t a n d o . C o n c a n c i o n e s lo t r a n s p o r t a ¬
mos, bailando. Con icaros, con canciones mágicas, con bubin-
zanas, lo m o v e m o s , p e n s a n d o . . .

81

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

¡as hembras que no pueden tener hijos


paren un arcoiris

Vi t a m b i é n una roca t a m a ñ o de una ¿ a s a t o d a e n v u e l t a de mus¬


go y de bejucos p e r o sólo en su c i m i e n t o , en su falda, h o r i z o n t e
de tierra c o y u n t a d o a la tierra. La e n t r a d a de la r o c a era corti¬
na de a g u a s . ¡El agua c u b r í a , c o m o c a t a r a t a a m o r d a z a d a , cayen¬
do desde el suelo hacia el c i e l o , la boca de la p i e d r a ! Y yo esta¬
b a s e n t a d o , allí, m i r a n d o . V i , sobre l a r o c a , u n o s h o m b r e s que
h a b l a b a n en silencio, en s o m b r a , las voces y los ojos d e t e n i d o s
p o r el caer del sol. L l e v a b a n c a b e l l o l a r g o , una o dos h u m a r e ¬
das de t r e n z a s , el p o n c h o b r e v e c o m o el p a n t a l ó n c e ñ i d o a las
r o d i l l a s , y c o n v e r s a b a n en un q u e c h u a que no sabré j a m á s .
— E s t e es el T e m p l o del Arcoiris, dijo d e s d e arriba de la
roca, e n mis visiones, una cara que recuerdo aunque tampoco
he visto n u n c a . Y ensañando sus ojos en d i r e c c i ó n del sol que
se d e s a n g r a b a :
—Aquí v i e n e n las h e m b r a s que no pueden, a t r a v i e s a n des¬
calzas esa p u e r t a de agua, e n t r a n c u a n d o casi es de n o c h e p e r o
aún es de día. m i e n t e el cielo. Sólo al siguiente a m a n e c e r salen
las h e m b r a s l u e g o de haber p a s a d o toda la n o c h e d e n t r o de la
p i e d r a , d e s p u é s de h a b e r c o n o c i d o la soledad sin color ni c a l o r ,
la v e r d a d e r a s o l e d a d del a r c o i r i s . Y ya salen p u d i e n d o . Toda
h e m b r a que no p u e d e , de aquí sale p u d i e n d o . .
Y volteando el rostro hacia 'a noche que venia rodando
desde el P a l a c i o de! Inka Sinchi R o k a . aquí en el p o b l a d o que

3o

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

Je llaman C h i n c h e r o s , a una larde de la ciudad del C u s c o , m i r a n -


do hacia la noche que iba c a m i n o del río W i l l k a n o t a . el R í o Sa-
grado que pasa cerca y t o d a v í a a d o l e s c e n t e , sin n o m b r e de U r u -
bamba todavía:
—Sí, las h e m b r a s que no p u e d e n salen pudiendo de aquí.
Y los crios que ellas t i e m p o después conciben, los goces que
conciben, son c o n o c i d o s c o m o Hijos del A r c o i r i s . . .

Vi que desde lo alto de la h o n d o n a d a , porque esa roca


crece en la h o n d o n a d a que c o n d u c e del Palacio del I n k a hasta
el río W i l l k a n o t a , vi que a p a r e c í a un viejo muy viejito apoyán¬
dose en una vara de bambú coloreado que agujeaba la t i e r r a ,
bajaba l e n t a m e n t e con una pareja de p e r d i c e s , de esas que llaman
panguanas, entre los brazos llenos de sajaduras cargaba a las
perdices. Y ya cerca de mí, no me m i r a b a , veía a t r a v é s mío
las cortinas de agua. ¡Visiones, e m p i e c e n ! , gritó. Al conjuro de
su voz rugosa vi c ó m o la p a n g u a n a h e m b r a e n t r ó a la roca, p a s ó
bajo las aguas que llovían de la tierra hacia el c i e l o , se perdió'
en la p e n u m b r a h ú m e d a y m u s g o s a de la cueva de n i e v e . ¡Qoy-
iluriti!, gritó el viejo. Y vi que nos e n c o n t r á b a m o s en el siguiente
día, la tarde a n t e r i o r se había u n i d o a esta m a d r u g a d a s a l t a n d o
por encima de la n o c h e , i g n o r á n d o l a , e x t r a v i á n d o l a p a r a siempre
en el t i e m p o sin t i e m p o . P e r o n o : la noche se h a b í a ido río abajo,
al Willkanota, más abajo, al W i l l k a m a y u , m á s abajo t o d a v í a , al
U r u b a m b a , c a m i n o de las selvas. La p a n g u a n a h e m b r a salió de
¡a toca y p u s o c i n c o huevos en el lugar que yo o c u p a b a , en el
sitio de mi c u e r p o invisible, sobre la tierra que la t i e r r a no sabía
que yo estaba p i s a n d o , sin v e r m e . Y la p a n g u a n a m a c h o v o l ó
desde los b r a z o s del viejo y se sentó e n c i m a de los h u e v o s . Y vi
entonces que yo era la p a n g u a n a e m p o l l a n d o .
—El m a c h o es quien e m p o l l a , sentenció el anciano.

Y vi que yo le decía:
— ¿ P o r qué n o p u e d e v e r m e usted, m a e s t r o ?
—El m a c h o es quien e m p o l l a , volvió a decir a solas, sin
oírme ni v e r m e .

Y y o , el sitio que era y o , t e r c a m e n t e y en l l a n t o :


— ¿ P o r qué no p u e d e v e r m e , si yo me he vuelto invisible
ú n i c a m e n t e p a r a que usted me vea . . .?

34

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
Y él, recogiendo las panguanas y los huevos, empezando
a subir p o r la h o n d o n a d a ;
— S e r á p o r q u e has p e r d i d o tus p o d e r e s , te los h a b r á n qui¬
tado. . .
—¡Usted puede icarame, magnetizarme, protegerme!, recla¬
mé. ¡Usted p u e d e s a c a r m e el d a ñ o !
—Todo es merecimiento, me e s c u c h é decir d e s d e el brujo
que se alejaba j a d e a n d o , a p o y a d o en su b a s t ó n de plata talabar¬
t e a d a que p r e ñ a b a a la tierra. E r a otra vez de n o c h e . Y de día
otra vez. N u e v a m e n t e de noche. Me c o n f u n d i e r o n , era día y
era n o c h e al m i s m o t i e m p o , me i b a n c o n f u n d i e n d o mis v i s i o n e s .
Vi un n e g r o que t o s í a , o que l l o r a b a sangre bajo el m a r , y el
mar s o n a b a c o m o un cajón m u s i c a l . Vi que no era un cajón y
no era el mar: era un manguaré b l a n c o , de lupuna, de l u n a , y
s o n a b a en el fondo del río A m a z o n a s . Y el n e g r o se l l a m a b a
N a r o w é y tenía la cara y la voz y las m a n o s de D o n Javier. Y
e n t r a b a a su cajón d a n d o b r a z a d a s c o m o quien e n t r a al mar o a
la m u e r t e o a un s o ñ a r s i n f o n d o z a m b u l l é n d o s e j u n t o a una wapa¬
pa, uno de esos pájaros c a r n i c e r o s que comía sin p r e s t a r l e aten¬
ción ni m i e d o . ¡Hace c u a t r o siglos que no t o c o el cajón! gritaba.
¡Y no voy a t o c a r l o nunca más!, golpeando a la luna con un
ramal de p a l o s a n g r e . Vi t a m b i é n el d i s t a n t e s o n i d o de dos cajo¬
nes j ó v e n e s que en lugar de s o n a r se m a l h e r í a n . Vi al cajón
m a c h o d i s o l v e r s e p o r entre la b o c a de un a r r o y o m i e n t r a s el cajón
h e m b r a s o l l o z a b a , m a l d e c í a , se e n t r e g a b a al c o n s u e l o de una ho¬
g u e r a en la n o c h e . P o r q u e ya e r a de n o c h e nuevamente. Y me
c o n t r a d e c í a n mis visiones. E r a la m a d r u g a d a . Vi que dos g o t a s
dulces, luminosas como llanto de c a ñ a , se desprendían de la
c o r t i n a de a g u a que cubría la r o c a y venían v o l a n d o y se posa¬
ban en mi ojo d e r e c h o . O t r a s d o s gotas b r o t a r o n m á s d u l c e s to¬
davía y se s u m e r g i e r o n a l e t e a n d o d e n t r o de mi ojo i z q u i e r d o .
Y no p u d e ver m á s . Me d e s p e r t é .

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

no en vano esos árboles


se llaman palosangre

El b i m o t o r n o s dejó en A t a l a y a con las ú l t i m a s luces. Volamos


dos h o r a s d e s d e P u c a l l p a , a c o s a d o s en lo alto por ventiscas y
a m e n a z a s de lluvia. A b a j o , en u n a e s p a c i o s a a v e n i d a que man¬
c h a b a el boscaje o b s t a c u l i z á n d o s e con p a s t o s a m a r i l l o s y mato¬
rrales polvorientos, dos h i l e r a s de lámparas a petróleo demar¬
c a b a n la p r e c a r i a pista de aterrizaje. Al d e s c e n d e r de la a v i o n e t a
oscureció del todo. Ú n i c a m e n t e la luz rojiza de las lámparas
p e r m i t í a el s e n d e r o h a c i a el p o b l a d o p e r f i l a n d o siluetas de pasa¬
jeros y árboles. A n d a m o s dos k i l ó m e t r o s c a r g a n d o n u e s t r o s equi¬
pajes h a s t a el c e n t r o del c a s e r í o : c i n c o mil h a b i t a n t e s entre pes¬
cadores abatidos, funcionarios estatales, niños pálidos, madere¬
ros en d e s g r a c i a , o b e s o s c o m e r c i a n t e s y g a n a d e r o s h o s c o s y calles
y j i r o n e s de fango resecado.
—¡Wínchesters contra flechas, imagínese usted, armas de
repetición contra lanzas de palo! — s e exalta en Atalaya, recor¬
dando, el g a n a d e r o español A n d r é s Rúa.
A siete h o r a s del p o b l a d o si el viaje es en p i r a g u a , r e m a n d o
sin c o n t r a r i a r al Ucayali, un profundo riachuelo entra al gran
río inesperadamente desde la orilla izquierda flanqueado por
dos hileras de á r b o l e s p l a c e n t e r o s de s o m b r a y férreos de c o r t e z a ,
m á s t e r c o s que el a c e r o y m á s b r i l l a n t e s : vetas del c o d i c i a d o p a l o -
sangre en c u y a piel se astillan las hojas de los aserraderos, aun
las d e n t a d a s c o n d i a m a n t e .

89

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
Ese c a u d a l b r i o s o que c o r t a al b o s q u e rojo es e! Unine. De
un verdegris mohoso es la corteza del palosangre, algo más de
diez metros de tronco adelgazado y limpio de ramajes. El río
Unine nace arriba, más allá de esas cumbres arboladas, en ei
c e n t r o de una p l a n i c i e c o n o c i d a c o m o El G r a n P a j o n a l : cien mil
kilómetros cuadrados de meseta selvática hasta hoy inviolada,
allí h a b i t a n las i n v e n c i b l e s , h o s p i t a l a r i a s , feroces y d i s p e r s a s fa-
milias de los a s h a n í n k a . L o s a s h a n í n k a , a quienes los e x t r a ñ o s
c o n o c e n c o m o campas. D e s d e el Gran Pajonal, p o r este mismo
Unine descendieron barbudos, fatigados, portando sospechosas
armas y vestimentas y colores de pieles y ojos y cabellos, allá
por 1965, rumbo a las m o n t a ñ a s de M e s a P e l a d a en el C u s c o ,
los g u e r r i l l e r o s c o m a n d a d o s por L u i s De La P u e n t e . E l l o s con¬
fiaban en que los a s h a n í n k a , sin d u d a los más d i e s t r o s e insu¬
r r e c t o s de la selva p e r u a n a , los a c o m p a ñ a r í a n en su e m p e ñ o .
—Nadie quiso seguirlos, dice Don Andrés Rúa.
Los e s c a s o s que lo hicieron, creyendo descender a tierras
tibias d e s d e las e n s e l v a d a s planicies del Gran Pajonal, en reali¬
dad descendieron a la muerte. Los palosangres jrondean sola-
mente, y sin exceso, en lo alto, entreabriendo un barullo de hojas
lustrosas y envanecidas. También me informan que hace mucho
t i e m p o h u b o un d e s a p i a d a d o conflicto entre los ashanínka y la
n a c i ó n a m a w a k a del gran brujo I n o M o x o . Que Ino M o x o , ya
heredero próximo del jefe amawaka Ximu, raptó a una de las
t r e i n t a e s p o s a s de un curaca l l a m a d o I n g a n í t e r i .

Los ashanínka, los campa, sólo saben combatir frente a


frente, dice e l m a d e r e r o Carlos M a l d o n a d o . N u n c a surgen con
armas o pendencias desde la sombra, emboscados en noche o
en boscajes a t ó n i t o s . Y son inigualables t e n s a n d o el a r c o o s c u r o ,
a f i a t a d o en d u r a s l á m i n a s de pona m a d u r a . En el aire de las
batallas francas se mofan c a p t u r a n d o con la mano las flechas
enemigas o esquivándolas a un giro imperceptible del cuerpo,
a p r i s i o n á n d o l a s e n t r e los b o r d e s de sus cushmas. Y sus h e m b r a s ,
esas i n q u i e t a n t e s y d i m i n u t a s y silenciosas h e m b r a s de ojos que
se a t e m o r a n en la c a r a c o b r e ñ a , c a d e r a s que p a r e c e n aceitadas,
o n d u l a n t e s bajo el faldellín pintado, esas mismas mujeres que
h a c e n el a m o r con quien las place desde los diez, nueve, doce
a ñ o s de e d a d , u n a vez que se casan se vuelven d e s e s p e r a d a m e n t e

90

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
fieles. La a s h a n í n k a d e s p o s a d a no m i r a m á s los ojos de nadie
que no sea su m a r i d o . Sólo es factible p o s e e r l a a la fuerza. Y
cuando ello o c u r r e , casi siempre debido a alguna incontrolada
Guarnición de s o l d a d o s , la a s h a n í n k a v i o l a d a se suicida.
Ú n i c a m e n t e los brujos c a m p a , los k a t z i b o r é r i , y con m a y o r
d e r e c h o los e x p e r t o s en fumar el t a b a c o , los s h i r i m p i á r e , c o n o c e n
el v e n e n o con que esos g u e r r e r o s u n t a n la p u n t a de sus flechas,
los d a r d o s de sus e x t e n s a s c e r b a t a n a s . Es tósigo que m a t a sin
d o l e n c i a y e n b r e v í s i m o p l a z o , dice D o n A n d r é s R ú a . No pro¬
viene del curare ni de n i n g u n a o t r a s u s t a n c i a b a s a d a en la pon¬
z o ñ a que se e x t r a e de las v í b o r a s . Al p a r e c e r los hechiceros
ashanínka r e c u r r e n a un p r e p a r a d o de tohé, esa flor a c a m p a n a d a
y m a r f i l e ñ a c u y a esencia o c a s i o n a un s u e ñ o i n v u l n e r a b l e y dulce
y c o n g e l a la sangre.
Burlado por el a m a w a k a Ino M o x o , el ashanínka Inganíteri
c o n v o c ó a sus p r i n c i p a l e s de t o d o El G r a n P a j o n a l y en infinitas
piraguas, las mejillas pintadas con wito, con achiote, con kara-
wiro y s a n g r e , cientos de guerreros asomaron por la boca del
U n i n e , d e s c e n d i e r o n entre Tas v e r e d a s de p a l o s a n g r e s , ellos y sus
mujeres d a n d o g r i t o s a g u d o s , e n t r a r o n al U c a y a l i r i e n d o a gran¬
des v o c e s , a m e n a z a n d o y c a n t a n d o , p e n e t r a r o n p o r e l U r u b a m b a
hacia el I n u y a , l l e g a r o n al M a p u y a , c r u z a r o n por el b o s q u e h a c i a
el M i s h a w a y casi c o n s i g u i e r o n lo que no h a b í a n p o d i d o los inva¬
sores b l a n c o s : aniquilar a la n a c i ó n a m a w a k a . De un verdegris
mohoso es la corteza del palosangre, algo más de diez metros
de tronco adelgazado y limpio de ramajes: solamente jrondea, y
sin exceso, en lo alto, entreabriendo un barullo de hojas lustrosas
y envanecidas. Pero estos palosangres del Unine, incomprensi-
blemente viudos de corteza, .exponen a los ojos esa insolencia
roja de la que toman nombre. D e s p u é s de s e m a n a s de guerrear
sin d e s c a n s o , c u a n d o los a m a w a k a se h a b í a n r e d u c i d o a trescien¬
tos v a r o n e s , Ino M o x o , o b l i g a d o p o r su jefe X i m u , reintegró a
I n g a n í t e r i su t r e i n t a v a mujer. D i c e n que o b e d e c i é n d o s e , antes de
i n g r e s a r a El G r a n P a j o n a l , tierra de sus m a y o r e s , la e s p o s a de¬
n i g r a d a se dio m u e r t e c l a v á n d o s e en el vientre un d a r d o de tohé.
Es que estos palosangres del Unine, viudos de corteza, exponen
a los ojos y a los aires esa insolencia roja de la cual toman nom¬
bre. O t r o s a f i r m a n que tal h i s t o r i a es falsa, que no fueron los

91

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

a s h a n í n k a sino los c a u c h e r o s blancos quienes, con el m e n t i r o s o


p r e t e x t o de c o m b a t i r el c a n i b a l i s m o , m a s a c r a b a n sin tregua a los
nativos.

— ¡Wínchesters contra flechas, imagínese usted, armas de


r e p e t i c i ó n c o n t r a lanzas de p a l o , y sólo p a r a d e s p o j a r a los indios
de sus t i e r r a s llenas de á r b o l e s de c a u c h o ! . . .

Y m á s c o s a s me dicen de los c a m p a . Q u e son n ó m a d e s hace


s i e m p r e , a n t e s que los b l a n c o s existieran, d e s d e que un i n a b a r c a -
ble o t o r o n g o n e g r o cayó de lo alto del G r a n P a j o n a l y los disper-
só. Q u e a lo más cada dos a ñ o s c a m b i a n de sitio su lugar,¡ su
v i d a , q u e m a n t o d o : la chacra con s e m b r í o s , los c a m i n o s abiertos
a m a c h e t e , las dos c a b a n a s l e v a n t a d a s a pulso: la kaápa desti-
n a d a a los h u é s p e d e s , p r i m e r a c a s a que edifican, y el tantoátzi
d e s p u é s , m o r a d a que o c u p a r á su familia, y d e v u e l v e n así lo que
p o r cierto t i e m p o p r e s t a r o n a la selva, r e s t a b l e c e n la paz con el
paisaje y su p r o p i a a r m o n í a con la n a t u r a l e z a . Luego marchan
a o t r o e s p a c i o del G r a n Pajonal y c o m i e n z a n de n u e v o : queman
el b o s q u e i m p e n e t r a b l e , abren sitio p a r a sus n u e v o s sembríos y
viviendas. Y no hacen todo eso p o r c a p r i c h o , dice C a r l o s Mal¬
d o n a d o , no lo hacen por i g n o r a n c i a , c o m o p e n s á b a m o s los civili¬
zados. H a c e m u y reciencito, dice D o n A n d r é s R ú a , esos estudio¬
sos que c r e o se n o m i n a n e c ó l o g o s , han d e s c u b i e r t o lo que los
a s h a n í n k a c o n o c e n desde siempre: que esa es la m a n e r a más ade¬
cuada y sabia de fecundar la tierra de estas t i e r r a s , porque es
b l a n d a , débil es la tierra de p o r estos n u e s t r o s l u g a r e s , y no resis¬
te la p r e ñ e z i n i n t e r r u m p i d a , necesita d e s c a n s o , a b o n o y d e s c a n s o .
La ceniza que p r o d u c e el c a m p a al a b a n d o n a r l a , no es de pere¬
c i m i e n t o sino de nueva vida. Es p o r eso t a m b i é n que ellos sepul¬
t a n a sus m u e r t o s a flor de t i e r r a , e n v u e l t o s en una d o b l e capa
de c a l , p a r a que fecunden y p r o s i g a n y no se m u e r a n j a m á s . Y
me d i c e n que ni los inkas ni los c o n q u i s t a d o r e s e s p a ñ o l e s ni los
m i s i o n e r o s ni los estudiosos ni los ejércitos a c t u a l e s han conse¬
g u i d o s o m e t e r a los campa. Q u e p o r el año 1742 un jefe suyo
llamado Juan Santos A t a o W a l l p a s e rebeló c o n t r a e l Imperio
Español p r o c l a m á n d o s e Rei de todos los yndios del Perú. Y que
l o s c a m p a , hoy en día, siglos d e s p u é s de la d e s a p a r i c i ó n de San¬
tos Atao Wallpa, todavía l o siguen esperando.

92

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

T o d o s los a ñ o s , al r e s o n a r la é p o c a de l l u v i a s , los jefes a s h a -


nínka se r e ú n e n en algún r e c o v e c o del G r a n P a j o n a l , p o s i b l e m e n -
te en las p r o x i m i d a d e s del C e r r o de La Sal, dice Stéfano V á r e s e ,
cerca a la c i u d a d de S a t i p o , d e s e n t i e r r a n la e s p a d a que les legó
Juan Santos A t a o Wallpa y se d e d i c a n a e s p e r a r l o días y días y
n o c h e s sin d o r m i r . Al fin, c u a n d o lo ven c r u z a r el cielo b l a n -
d i e n d o un r e l á m p a g o en la m a n o d e r e c h a , r e s i g n a d o s , los princi¬
pales c a m p a h a c e n p r o m e s a de j u n t a r s e o t r a vez el año siguien¬
te, a t r o n a n d o las p r i m e r a s l l u v i a s , para continuar a g u a r d á n d o l o .
P o r q u e según afirman, dice C a r l o s M a l d o n a d o , c u a n d o J u a n San¬
tos A t a o W a l l p a r e g r e s e , los a s h a n í n k a v o l v e r á n a s u b l e v a r s e bajo
su mando y vencerán a los conquistadores y devolverán la liber-
tad y la tierra a todos los yndios del Rey no del Perú.
T o d o e s o , y m á s , m á s que el r a p t o y el p o s t e r i o r suicidio de
la t r e i n t a v a e s p o s a de I n g a n í t e r i , m á s que la i n m i n e n c i a de San¬
tos A t a o Wallpa, recogí en los alrededores de A t a l a y a merced
a conocencias de mi tío el p i n t o r C a l v o de A r a ú j o , gentes que
con él habían compartido todo, t o d o El Gran Pajonal, y que
a h o r a , a b o l i d o el í m p e t u de a v e n t u r a por la n e c e s i d a d y p o r los
años, engordaban vacunos sobre los pastizales que se e x t i e n d e n ,
abiertos p o r los c a m p a con fuego y con m a c h e t e , a a m b o s l a d o s
del U n i n e , tras los l l a m e a n t e s b o s q u e s de p a l o s a n g r e .
— ¡Salieron a pelear p o r una hembra pero no siguieron a
los g u e r r i l l e r o s ! , dice C a r l o s Maldonado.
No t e n í a m o s t i e m p o de r e m o n t a r las a g u a s del U n i n e e in-
t e r n a r n o s en el país a s h a n í n k a . N u e s t r a m e t a se h a l l a b a al r u m b o
o p u e s t o , e n t r e los s o b r e v i v i e n t e s de la no m e n o s fabulosa n a c i ó n
amawaka.

Andamos dos kilómetros cargando nuestros equipajes hasta


el centro de Atalaya. En el único baño del Gran Hotel De
Souza nos d u c h a m o s ya a o s c u r a s p i c o t e a d o s por el z a n c u d e o y
pisando alimañas. Amaneciendo d e j a m o s el h o s p e d a j e con la
i n t e n c i ó n de d i r i g i r n o s al p u e r t o p e r o d e b i d o a los amigos de mi
primo César Calvo y a sus i n a c a b a b l e s agasajos a r r i b a m o s tras¬
tabillando al embarcadero, rebosantes de cerveza San Juan y
t e c h a d o s p o r el sol de m e d i a t a r d e . Un furor de lluvias nos a c o g i ó
en el a g ó n i c o m u e l l e r í o de t a b l a s a f i r m a d a s a la r i b e r a i z q u i e r d a

93

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


del U c a y a l i . Allí, entre p a i s a n o s g u a r e c i d o s bajo m a n g u a l e s co¬
p o s o s y p a l m e r a s frutecidas de aguajes, C é s a r se r e e n c o n t r ó con
su h e r m a n o I v á n , o s c u r o él y c a l l a d o , quien e v i d e n c i a b a en piel
y gestos una h e r e n c i a indígena q u e , supe d e s p u é s , le venía por
m a d r e y afloraba a sus ojos c ó m o un a c e c h o h u r a ñ o : Iván Calvo
aportó a nuestra e x p e d i c i ó n la experiencia de un amigo suyo
l l a m a d o Félix I n s a p i l l o , p e s c a d o r l u g a r e ñ o más o s c u r o y callado
todavía.

Gracias, o desgracias, a Félix Insapillo, pudimos alquilar


a q u e l l a m i s m a t a r d e una p i r a g u a con m o t o r fuera de b o r d a , sos¬
p e c h o s o t r o n c o v a c i l a n t e que casi naufraga frente al p u e r t o , ape¬
nas e m b a r c a d o s , c u a n d o un oleaje nos lanzó c o n t r a ese p e d r e g a l
d i s i m u l a d o en el c e n t r o del río. S e m i h u n d i d o s de fango, patea¬
dos por las p i e d r a s r e d o n d a s y casi l l e v a n d o en a n d a s a n u e s t r a
e m b a r c a c i ó n , C é s a r , I v á n , I n s a p i l l o y yo nos o p u s i m o s largo rato
a la c o r r i e n t e , v i m o s p a s a r un a n i m a l que forcejeaba en v a n o ya
a r r a s t r a d o por el U c a y a l i , i n s i s t i m o s con la p i r a g u a a cuestas,
l o g r a m o s c o n d u c i r l a hasta el a m p a r o de un islote c e r c a n o y nos
t u m b a m o s bajo el último sol, empapados y exhaustos. Tras
ínfimo descanso sustituimos la hélice del motor, cuyo bronce
deforme se había hecho trizas entre aquellos guijarros camu¬
flados, y p r o s e g u i m o s a c o n t r a c o r r i e n t e hacia el U r u b a m b a que
s o n a b a a lo lejos i m p o n i e n d o su c a u d a entre las islas c o l o s a l e s .
No avanzamos demasiado. La e s c a s a luna y los t r o n c o s desme¬
didos que suelen venir bajo el río, esos tornillos-negros capaces
de v o l c a r e m b a r c a c i o n e s más a s e n t a d a s que la n u e s t r a , nos obli¬
g a r o n a a c a m p a r en una playa a n g o s t a , salpicada de arena que
b r i l l a b a igual que n i e v e , en la j u n t u r a del Ucayali con el U r u -
bamba. Plantamos palos: uno robusto para asegurar la canoa,
los d e m á s p a r a t e n s a r las c a r p a s de n u e s t r o s m o s q u i t e r o s trans¬
parentes. I n s a p i l l o se ofreció de c e n t i n e l a . D o r m i m o s , no dor¬
m i m o s , así t o d a la n o c h e , y el a m a n e c e r ingresó p r e o c u p á n d o n o s ,
I n s a p i l l o dijo que el cielo tenía c a r a de llover. E r a el 27 de j u n i o
de 1977. D e s a r m a m o s nuestro exiguo c a m p a m e n t o , embolsamos
en p e d a z o s de tela e m b r e a d a el fusil, las e s c o p e t a s , los m a c h e t e s ,
y o c u p a m o s a p u r a d a m e n t e la p i r a g u a que t e m b l a b a en la orilla.

L a s siguientes j o r n a d a s d a r í a n la razón a C a r l o s M a l d o n a d o ,
p o r q u e p a r a llegar hasta Ino M o x o , al país amawaka, hay que

94

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


burlar c o n t r a d i c t o r i a s aguas, venenosas nubes que b l a n q u e a n de
g o l p e , hay que s o r t e a r c a d á v e r e s de g i g a n t e s c o s p e c e s y de tron¬
cos punzantes, waqraponas, muwenas, masarandubas y cedros
t a l a d o s por la c ó l e r a de los riachos y e n c a d e n a d o s a la ú l t i m a
correntada. H a y que saber e s c u c h a r a I v á n y a I n s a p i l l o en cu¬
yas voces v u e l v e n a lo real las fábulas de la n o c h e selvática, los
a p a r e c i d o s , los d e s a p a r e c i d o s , los a n i m a l e s de los c u e n t o s oscu¬
r o s , m u c h a c h a s que g i m i e r o n bajo el río v i o l a d a s por un delfín
colorado. Y hay que saber d o r m i r , ojos a b i e r t o s y e s c o p e t a lista,
alertas al pisar más inocente d e s p u é s de h a b e r d e s p e l l e j a d o un
mono enorme y haberlo cocinado y d e v o r a d o r o s a d i t o lo m i s m o
que n o s o t r o s s i n t i e n d o a p o c o s m e t r o s el b r a m i d o de los l e n t o s
l a g a r t o s en el a g u a fangosa c o m o t r o n c o s f l o t a n d o j u n t o a tron¬
cos roídos por ese musgo azulverdedorado mientras el tunchi
pasa silbando cerca anunciando que alguien acaba de morir o
va a morir hoy día y s u e n a n e n t r e los c h i c o z a l e s p i s a d a s de maja-
ees, centenas de familias de majaces, aquellos gordos roedores
p a r d o s l u n a r e a d o s de b l a n c o , de n e g r o , sin color, en la p e n u m b r a .

La n o c h e cae s o n a n d o e x t r a ñ a m e n t e igual que un gigantes¬


co árbol c a r b o n i z a d o . He a p r e n d i d o ya a s e p a r a r , d e t r á s de los
r u m o r e s del boscaje y del río, ese i n m e n s o silencio r a s g u ñ a d o : la
noche. Pero distingo ahora: algo que no es el viento insiste u n a
y otra vez con suavidad, como si alguien e s t u v i e r a r e s t r e g a n d o
un pliego de papel celofán c o n t r a la gasa de los m o s q u i t e r o s .
Me i n c o r p o r o con a p r e h e n s i ó n , o t e o en la s o m b r a , busco a mis
p i e s , t o c o a l i v i a d o la cintura de mi e s c o p e t a . Insapillo, junto a
m í , ni se m u e v e . Yo afilo t o d o el c u e r p o , alerta e n t r e lo o s c u r o
y ese rozar sin n o m b r e .
—No hagas caso, son vampiros nomás —oigo que dice
Iván.
—¿Cómo? —se consterna mi primo César.
— S í , p u e s , esta es zona de v a m p i r o s g r a n d e s . Sólo tienes
que d o r m i r bien al c e n t r o del m o s q u i t e r o , si te pegas a la tela
seguro que t e sangran...

Y se calló de s ú b i t o . E s c u c h é t o d a la n o c h e sus r o n q u i d o s .
Y el aliento de p i e d r a de Félix I n s a p i l l o t e n d i d o a mi l a d o . Y
ese aleteo e m p e c i n a d o a s e d i a n d o las c a r p a s . . .

95

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

— E s t a m o s cerca — d i c e , y a e s otra m a ñ a n a , Félix I n s a p i l l o


después de m a l d o r m i r , r e c o n f o r t á n d o n o s en la luz n e b l i n o s a que
va m o s t r a n d o a t r á s , d e s c o r r i é n d o s e , la c o p a de los a m p l i o s yaku-
shapanas, la g r e ñ a de los canela-muwenas y otros altivos árboles,
y los b a r r a n c o s m a r r o n e s y p o r f i a d o s que las a g u a s e m b a t e n , em¬
balen y abandonan como paisaje roto, flanco de animal mile¬
nario, dejando su e n t r e v e r o de p u n t a s de r a í c e s angustiadas al
aire. No a t e n d i m o s a F é l i x I n s a p i l l o q u i e n se desgañifaba ase¬
g u r a n d o que esas huellas b r o t a d a s entre los a r b u s t o s y acentua¬
das en la a r e n a , p a s o s que se p e r d í a n sin s e n t i d o en el agua, no
eran de m a j a z , m e n o s de a ñ a z , aquel casi z o r r i l l o de la selva, y
t a m p o c o p i s a d a s d e r o n s o c o , ese o t r o r o e d o r g i g a n t e , p a r i e n t e des¬
deñado por los cerdos salvajes, sino las huellas diabólicas del
chullachaki. ¡Chullachaki!, advertía Insapillo, ¡Chullachaki! que
en i d i o m a q u e c h u a significa u n - s o l o - p i e , pie ú n i c o . Según nues¬
tro guía, el c h u l l a c h a k i había estado r o n d á n d o n o s , el d e m o n i o
de los b o s q u e s , buscando s o r p r e n d e r n o s esa n o c h e . Acaso el
ánima m a l d i t a , el ánima sola, se nos había metido dentro del
s u e ñ o , a c a s o nos h a b í a c a m i n a d o c o n sus p a s o s e q u í v o c o s , disfra¬
zado de h u m a n o pero sin l o g r a r o c u l t a r n u n c a su pie derecho,
ese que deja h u e l l a s i m p o s i b l e s , d e f o r m e s c o m o g a r r a de tigre o
c o m o casco de v e n a d o m a l o . . . C é s a r asentía con la b a r b i l l a a
los c u e n t o s n e r v i o s o s de Félix I n s a p i l l o . Yo no le di importan¬
cia, atento c o m o estaba al r e g r e s o de Iván que se h a b í a interna¬
do algunas h o r a s a n t e s , t o d a v í a bajo la o s c u r i d a d , c a r g a n d o con
un solo c a r t u c h o su e s c o p e t a de c a z a , p e t u l a n t e , a s e v e r a n d o que
no requería más para p r o p o r c i o n a r n o s un feliz d e s a y u n o .
César m e h u b o a n t i c i p a d o ciertos rasgos d e I v á n : caminaba
descalzo y sin ruido en lo difícil del m o n t e , p o r s o b r e los espi¬
nos y bejucos r e s e c o s , sabía olfatear en las hojas c a í d a s el p a s o
de los j a b a l í e s y el r u m b o y la d i s t a n c i a en que se h a l l a b a n , no
fallaba n u n c a un d i s p a r o ni un flechazo ni un s o p l o de c e r b a t a n a ,
presentía la presa o el peligro con la m i s m a a s t u c i a de los tigres
j ó v e n e s , a pesar de lo breve de su edad ya era e x p e r i m e n t a d o
monteador, le llamaban Cacique y había sobrevivido a tantos
riesgos, a tantas indecibles a v e n t u r a s .

El pintor C a l v o de A r a ú j o d e s p r e c i a b a las c i u d a d e s , vivía en


selvas i n t r i n c a d a s , lo m á s lejos p o s i b l e de la civilización. Enton-

96

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

ees habitaba una nimia cabana trente al río U t u q u i n í a , a dos


j o r n a d a s de P u c a l l p a . R e c i b i ó la s o r p r e s i v a visita de C é s a r .
— T e has d e m o r a d o — l e dijo e n e l y a n o c t u r n a l embarca¬
d e r o , s e n t a d o t r a s el h u m o de un cigarrillo lento y l a r g o , mode¬
lado con t a b a c o silvestre.
— Y o t e e s p e r a b a antes que o s c u r e c i e r a .
—Tuve que hacer un alto para comer algo —se excusó
César, i n t r i g a d o p u e s no había él a d v e r t i d o a n a d i e acerca de su
viaje.
— A n o c h e te s o ñ é , soñé que llegabas al atardecer, ¿no lo
dije? — r e m a r c ó el pintor d i r i g i é n d o s e a su c o m p a ñ e r a de esos
meses.
— A s í ha sido, pues - — c o r r o b o r ó ella, bajita, de piel d u r a y
oscura, menos que su mirada fugitiva—. Tu vejez me ha des¬
p e r t a d o a n o c h e , dijo a C é s a r , me ha d e s p e r t a d o d i c i e n d o m a ñ a n a
viene C é s a r , a n t e s que sea s o m b r a va a l l e g a r . . .

El pintor Calvo de A r a ú j o vivía en aquel t i e m p o con d o s


de sus hijos m e n o r e s : Ángel e Iván. C é s a r t r o p e z ó con la in¬
franqueable h o s t i l i d a d de a m b o s . Días d e s p u é s logró entender¬
los. Ya p i n t a d o p o r el sol del U t u q u i n í a , t o s t a d o p o r esa reso¬
lana que r e b o t a en los l a g o s , p e s c a b a s e m i d e s n u d o en la orilla
c u a n d o se le a c e r c ó una s o m b r a , I v á n , y p u s o su b r a z o oscíuro
j u n t o al c u e r p o ya o s c u r o de C é s a r , c o m p a r ó los c o l o r e s y sonrió:
— ¡Ahora sí eres mi hermano!

E i n c o r p o r á n d o s e de un s a l t o , h a b i t a d o por alegrías desme¬


s u r a d a s , lo c o n v i d ó a m o n t e a r . C a r g a r o n dos l a n z a s , una esco¬
peta vieja, m e d i a d o c e n a de c a r t u c h o s , y con eso y sus c u e r p o s
jubilosos a g o b i a r o n una p i r a g u a tan corta como angosta. Iván
iba d e l a n t e m e t i e n d o de c o s t a d o el r e m o d e n t r o del agua y sa¬
c á n d o l o igual, sin d e n u n c i a r siquiera las gotas que e s c u r r í a el p a l o
cuando a b a n d o n a b a la corriente imperturbable. M u d o s surcaron
el flaco Utuquinía, amordazados p o r la visión de los b o s q u e s
u m b r o s o s que t e c h a b a n el s e n d e r o de agua b l a n c a . A u n a s ho¬
ras t u v i e r o n que d e s a l o j a r la p i r a g u a y subir con ella en h o m b r o s
esa e s c a l i n a t a de p i e d r a s i r i s a d a s p o r d o n d e el río se d e s p e ñ a en
cataratas inofensivas. Doblegado aquel tramo entraron nueva¬
m e n t e , a b o r d o del U t u q u i n í a , hacia un b o s q u e z a l c e g a d o . Siem-

97

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

pre silencio, I v á n retiró el r e m o del agua y con los ojos al frente,


c l a v a d o s en un p u n t o del túnel b o s c o s o que a p e n a s c o n s e n t í a la
i n t r o m i s i ó n del sol, olfateó a u n o y otro lado de la p e n u m b r a y
por fin lentamente extendió su mano derecha en dirección de
C é s a r sin v o l t e a r el r o s t r o . C é s a r persistía inmóvil al fondo de
la c a n o a , con la e s c o p e t a sobre los m u s l o s , p u g n a n d o por adivi¬
n a r qué había visto, n o , qué h a b í a o l i d o su h e r m a n o m e n o r en
aquella espesura. E n t r e r e s i g n a d o y a l a r m a d o e n t r e g ó la escope¬
ta. I v á n , aún m á s alerta hacia lo alto del boscaje en s o m b r a ,
r e c o g i ó el a r m a d e s p a c i o s a m e n t e , m á s d e s p a c i o s a m e n t e la afirmó
contra su h o m b r o , apuntó. C é s a r m i r ó , m e n o s que c i e g o , hacia
d o n d e m i r a b a la e s c o p e t a . Nada. Casi con el t r o n a r del d i s p a r o ,
d e s d e la m a r a ñ a de bejucos y r a m a s se d e s c o l g ó el c u e r p o de un
tigre, un o t o r o n g o n e g r o de dos m e t r o s que c a y ó b r a c e a n d o al
riachuelo. R e m a n d o con la m a n o I v á n a p r o x i m ó 'a p i r a g u a al
e n o r m e felino que flotaba sin m o v i m i e n t o . C é s a r se estiró p a r a
atraparlo. I v á n lo impidió: no está difunto, p r e v i n o e s c a r b a n d o
con los ojos la a p a r e n t e quietud del animal y r o z ó con el r e m o
la testa teñida p o r la m u e r t e . La fiera, sin abrir los p á r p a d o s
v e l a d o s por la s a n g r e que fluía de su frente, r e v o l o t e ó un z a r p a z o
que hizo flecos al r e m o . Iván r e c u p e r ó la e s c o p e t a : se hacía' el
c a d á v e r , dijo, n o m á s estaba fingiendo, y despiadó otro cartucho
sobre el o t o r o n g o . H o r a s de silencio. Ya a la vista del e x i g u o
embarcadero de Shapshico (así, Diablito, se apellidaba la propie¬
dad del pintor, en c o n t r a p o s i c i ó n a los lugares a l e d a ñ o s bautiza¬
dos t o d o s con sensibleros n o m b r e s de b e a t a s y santos católicos)
C é s a r inquirió a su h e r m a n o a c e r c a de lo que h u b i e r a sucedido
de no h a b e r él p r e s e n t i d o la p r e s e n c i a del tigre.
— ¿ C ó m o pues no voy a oler a un t i g r e ? , e x c l a m ó Iván in¬
crédulo, ofendido por la p r e g u n t a , y c o m o esta se r e p i t i e r a , y
d e s p u é s de sostener varias veces lo m i s m o , ¿ c ó m o no le voy a
o l e r ? , c o n c l u y ó p o r aceptar la i m p o s i b l e p o s i b i l i d a d de un des¬
c u i d o suyo, giró hacia César y dijo sin alterar la voz:
—Si no le a l c a n z o a oler, seguro que este o t o r o n g o nos m a t a ,
no e s t a r í a m o s hablando ahora.
— N o sé si sabes — m e dice C é s a r , que Iván es a h i j a d o del
brujo de los brujos, p r o t e g i d o del m a e s t r o Ino M o x o . Mi p a d r e
solicitó ese privilegio al gran jefe a m a w a k a y él se lo c o n c e d i ó .

98

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
—¿Cómo? —reclamé— ¿No a s e g u r a s t e que I n o M o x o n o
h a b l a con n a d i e , con n i n g ú n o c c i d e n t a l , d e s d e h a c e m u c h o s años?
—Claro que sí, m e a p a c i g u ó c o n n a t u r a l i d a d , lo que pasa
es que mi p a d r e le pidió m e n t a l m e n t e , d e s d e el U t u q u i n í a , que
fuera p a d r i n o de Iván, y así también, mentalmente, recibió el
asentimiento de Ino Moxo. D e s d e ese día I v á n p u e d e e n t r a r a l
p e l i g r o sin t e m o r : I n o M o x o lo c u i d a . . .

Sin embargo aquella m a ñ a n a yo aguardaba el r e g r e s o de


I v á n con m á s h a m b r e que confianza y con m á s i m p a c i e n c i a que
con h a m b r e . Y con creciente a s o m b r o . T r a t a b a de e x p l i c a r m e lo
que s e m a n a s a n t e s m e h u b o a c a e c i d o e n P u c a l l p a m i e n t r a s espe¬
r á b a m o s que a q u e l d e s c o y u n t a d o b i m o t o r d e c i d i e r a volver a fun¬
c i o n a r y c o n d u c i r n o s a la c i u d a d de A t a l a y a . T r a t a b a de fijar en
mi memoria lo que m e dijo allí D o n H i l d e b r a n d o , M a g o M a y o r
de la z o n a , en t o r n o a I n o M o x o y a su v i d a . . .

99

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

mil años demoró en llegar


a Pucallpa el Vaso Sagrado
de los inkas del Cusco

—Aquí son fundamentales los colores, dice César, puertas


inUispensables p a r a la i n t u i c i ó n , p a r a el e n t e n d i m i e n t o . Pucallpa,
por e j e m p l o , idioma q u e c h u a , puka: rojo, allpa: tierra, Pucallpa
es tierra roja.
Le creí, no le creí. Y a n d o R í o s , p r i m o g é n i t o de D o n Hil-
d e b r a n d o , h a b í a c o n t a g i a d o a C é s a r su pasión por la magia. Le
creí. A m b o s f r e c u e n t a r o n al brujo de P u c a l l p a , m á s c o m o cu¬
riosos que c o m o d i s c í p u l o s , d u r a n t e varios m e s e s . N o l e creí.
Así fue c ó m o C é s a r p u d o saber, y luego saber y o , que p e r v i v e
una j e r a r q u í a r i g u r o s a m e n t e r e s p e t a d a entre los brujos selváticos.
Que el grado más a n s i a d o o t ó r g a s e al Mago M a y o r de ciertas
zonas. Que la d e m a r c a c i ó n de tales regiones d e p e n d e m á s de
influencias estelares y mandatos del aire que de requerimientos
poblacionales y/o geográficos. Que algunos hechiceros ofician
maleficios, cierta m a g i a cuya m e t a y origen bulle en la s u m i s i ó n
al M a l i g n o , y son e n e m i g o s i m p i a d o s o s de q u i e n e s a l u d e n a los
diversos ministerios de la magia del cariño. Supo también de
sectas que mezclan en sus rituales prácticas profanas heredadas
de un t i e m p o sin m e m o r i a (el m i s m o día que a r r i b a m o s a P u c a l l -
pa los d i a r i o s difundían el h a l l a z g o de una c a b e z a de n i ñ a , cer¬
c e n a d a a c u c h i l l o , p i n t a d a s las mejillas con wito y con a c h i o t e ,
d e n t r o de u n a c a n a s t a a b a n d o n a d a en la C a r r e t e r a F e d e r i c o Ba-
sadre) con invocaciones ceremoniales nítidamente impregnadas

101

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

de catolicismo y p r o t e s t a n t i s m o . Según C é s a r los brujos amazó¬


nicos no c a b e n ni en la magia n e g r a ni en la b l a n c a , en determi¬
n a d a s o c a s i o n e s apelan a maleficios con tal de h a c e r el bien, y
h a b r í a que referirse e n t o n c e s a u n a magia v e r d e e x c l u s i v a de los
h e c h i c e r o s selváticos, en la cual se e n t r e l a z a n e x t e n s a s cofradías,
suerte de religiones m é d i c o - m á g i c a s , y que D o n H i l d e b r a n d o ven-
dría a ser el G r a n M a g o V e r d e de la z o n a de P u c a l l p a .

Cuatro días p e r m a n e c i m o s en la tierra roja, cuatro noches


asistimos a la c h o z a de D o n H i l d e b r a n d o y a t e s t i g u a m o s sus se¬
siones de m e d i t a c i ó n y de l l a m a d o . C u a t r o n o c h e s s a l i m o s del
H o t e l T a r i r i , c a m i n a m o s callejas e n c h a r c a d a s de i n v i e r n o , cruza¬
m o s esa verja i n c l i n a d a por a r i s c o s p a l o s , t r a s t a b i l l a m o s un sen¬
d e r o sinuoso y a n g o s t o , e n t r a m o s a su casa, nos a p r e t u j a m o s
e n t r e los e n f e r m o s y creyentes que c o l m a b a n su h o r a r i o de visi¬
tas n o c t u r n a s .

—El espíritu de un inka le protege —aseguró Don Hilde-


brando a César. —Siempre que vienes con Y ando él aparece, lo
veo detrás tuyo como un gran resplandor cubierto hasta los pies
con una cushma amarilla, ese poncho cerrado y cosido por los
lados, todo pintado a rayas, con adornos color de tierra roja...

Y ofreciendo a César una pequeña dosis de ayawaskha en


un mate oxidado:
—Siempre que vienes él te acompaña, es el espíritu del inka
Manko Kalli, detrás tuyo aparece con un vaso de madera entre
¡as manos, un vaso muy viejo, tallado con los mismos adornos
de su cushma...

—Yo sé cómo es ese vaso —se escuchó decir César, tras


el último amargor de ayawaskha. —Lo he visto, es un Q e r o , el
recipiente sagrado que los inkas usaban en sus ceremonias. Be¬
biendo sólo un sorbo de ese vaso y vertiendo el contenido res¬
tante en canales cavados en las piedras de sus templos, los inkas
complementaban las reuniones de adoración al Sol, el Padre Inti,
y a la Luna, la Madre Killa...

—¿Tú también lo has visto? —dudó Don Hildebrando sen¬


tándose en la banqueta de madera rayada, volviendo a incorpo¬
rarse. Cruzó hacia un costado del cuarto, hizo crujir el piso de
su cabana en las afueras de Pucallpa, se agachó ante algo que

102

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
semejaba un baúl, alzó la tapa trenzada con sogas de chambira,
extrajo un cuadernillo envejecido y un lápiz y los tendió a César:
—Dibuja ese vaso para mí, ordenó, voz que se aligeraba
como rozando un favor, y César dibujó, y los ojos del brujo ful¬
guraron en la semipenumbra, ¡así mismo es!, Manko Kalli lo
ajusta siempre contra su pecho, dijo, ¿cuándo lo viste tú?, ¿lo has
visto aquí en mi casa o lo has soñado?
—Nunca he visto a Manko Kalli, lo desencantó César, pero
ese vaso sí lo he visto...
Y luego de un breve silencio, asediado ya por las primeras
visiones que ocasiona el jugo del ayawaskha, la liana del muerto,
recordó:
—Hasta hace unos años radiqué en el Cusco. Una tarde,
caminando en lo alto de la ciudadela inkaika de Pisaq, encima
del Valle Sagrado, miraba cómo pasa el río Urubamba, plateado,
joven todavía, antes de perderse en la selva. Los quechuas no
lo conocen como Urubamba, para ellos sigue siendo Willkama-
'yu, que significa río-dios, río sagrado. Más arriba de la cordille¬
ra, en donde nace el Urubamba, lo llaman Willkanota y dicen
que hace mucho, antes que advinieran los conquistadores españo¬
les, el Willkanota era un río poderoso, imposible de atravesar,
caminaba de pie, levantado sobre dos aguas. Cuando los invaso¬
res asesinaron al último rey de los quechuas, a Manko Inka, el
río sagrado se volvió rojo, peor que sangre de inocente, dicen, y
desde ese día sus aguas se amansaron, se dividieron, como et
tiempo sin tiempo de los primeros hombres, de los campa, poco a
poco las aguas fueron después recuperando su color pero siguie¬
ron pasando arrodilladas, llenas de tristeza...

Don Hildebrando se achinó todavía más mirando a César,


la cabeza de arcilla tensada hacia adelante. Más que ocupar una
expectativa, su silencio desbordaba otra exigencia. César obe¬
deció:
— Yo estaba esa tarde contemplando el Willkamayu, el Uru-
bamba, desde lo alto de Pisaq, a medio día de la ciudad del Cus¬
co, andando así, maravillado, bordeando el cementerio viejo, la
ciudad-de-los-muertos de nuestros antiguos, y justo antes del oscu¬
recer encontré a un viejo campesino harapiento, me sorprendió

103

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
m barba entrecana, él estaba excavando cerca de las cuevas donde
están sepultados sus primeros abuelos. Tenía entre las manos
ese Q e r o recién desenterrado. El anciano me oyó esbozar un
saludo en su idioma y sonrió con lástima aproximando el vaso
ceremonial hacia mí, obsequiándomelo sin razón y musitando
una palabra que no he olvidado:
—Ayúmpari, me dijo.
Eso me dijo: a y ú m p a r i . Tiempo después volví a Lima, llevé
el Qero conmigo, hoy lo tengo bien guardado en mi casa.
Y echándose hacia atrás, como espantando una visión ex-
traña:

—No sé por qué, ahora que usted habló de Manko Kalli y


del vaso de madera, supe que no podía tratarse de otro vaso...
—Es un vaso ¡carado —dijo Don Hildebrando apartando
la muralla de bambúes azules, anaranjados, que habían inunda-
do el centro de su casa desde la saliva del ayawaskha. I c a r a r es
devolverle a las cosas los poderes que no les vinieron de natural
en esta su vida. I c a r a r es magnetizarlas con fuerzas que las cosas
no apiendieron, no saben...

Las palabras del brujo se extraviaron en la mente de César.


Tras los bambúes coloreados asomaron dos ojos dañinos, sulfu¬
rosos: la visión de un viejo campa engalanado para guerrear.
—¡Yo me llamaba Hahuate!, gritó dentro de la memoria
y las alucinaciones de César. ¡Ahora me llamo Andrés Avelina!
¡Andrés Avetino Cáceres y Ruiz, ese es mi nombre!
Y se disolvió de súbito la visión, se filtró dentro de su voz
por entre las rendijas del piso de tablones crujientes.

— M e s e s d e s p u é s traje a P u c a l l p a el vaso c e r e m o n i a l talla-


do en una sola pieza de m a d e r a o s c u r a , me c o n t ó C é s a r . Le
creí, no le creí. P e r o c u a n d o c o n o c í a D o n H i l d e b r a n d o , el Qero
de M a n k o Kalli o c u p a b a el c e n t r o de su v i v i e n d a . C u a t r o noches
nos reunimos en redor de ese Qero a m e d i t a r , a q u e d a r n o s calla¬
dos c o n v o c a n d o 'las fuerzas que habitan el aire' para ponerlas
al servicio 'de n u e s t r o s h e r m a n o s que p a d e c e n ' al d e c i r de D o n
Hildebrando. En medio de la h a b i t a c i ó n principal destacaban
tres escalones triangulares de madera pulida, superpuestos con
intención de altar, y sobre la ú l t i m a p l a t a f o r m a , j u n t o a ese p e -

104.

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
queño r e c i p i e n t e h e c h o de c a l a b a z a , se a p o s e n t a b a el V a s o Sa-
g r a d o de los i n k a s del C u s c o . U n a d i m i n u t a p i e d r a n e g r a , redon¬
da, achatada y brillante temblaba al fondo del v a s o que Don
Hildebrando llenaba noche a noche con ' A g u a de la S e r e n i d a d ' .
A n t e s de iniciar c a d a sesión los p a r t i c i p a n t e s la b e b í a m o s , luego
tomábamos a s i e n t o sobre el suelo, a l r e d e d o r de los t r i á n g u l o s ,
despojándonos previamente de todo objeto de metal, monedas,
h e b i l l a s , sortijas, a fin de ' n o o b s t a c u l i z a r la llegada de los espí¬
ritus del a i r e ' . Sin que n a d i e lo solicitara p e r m a n e c í a m o s duran¬
te t o d a la sesión con los ojos c e r r a d o s , y era posible sentir las
fuerzas que nos iban p o s e y e n d o , las e m a n a c i o n e s , p e r o no e r a n
emanaciones, que parecían descender hasta lo más hondo de
n o s o t r o s d e s d e lo m á s h o n d o del aire de la selva.
—¡Yo sé quién me ha matado!, gritó la visión del anciano
campa Hohuaté. Yo lo escuché con los ojos, con claridad, mi¬
rando su grito, me dijo César en el avión yendo a Pucallpa. Le
creí, no le creí. ¡Pero no han matado a Hohuaté, han matado
a mi otra persona, han matado a Andrés Avelino Cáceres y
Ruiz..-! Así gritó la visión antes de disolverse entre las grietas
del piso.

Al final de c a d a r e u n i ó n , ya de regreso en el H o t e l T a r i r i ,
c o m e n t a b a c o n mi p r i m o C é s a r : era posible sentir c ó m o el ámbi¬
to de la c h o z a se c o l m a b a de fuerzas y esas fuerzas nos conta¬
giaban una invencible y serena ansiedad, indescriptible omnipoten¬
cia p e n e t r á n d o n o s d e s d e los pies d e s n u d o s , p o r las sienes, c o m o
delgadísimos riachuelos de aire que encontraran su cauce en
n u e s t r o s p o r o s y nos e n g r a n d e c í a n el p e c h o y la e x i s t e n c i a , y era
posible ver al brujo enfrente de n o s o t r o s y p a r a ello no precisá¬
bamos ni e n t r e a b r i r los párpados.
—Después no vi b a m b ú e s de c o l o r e s sino un río g r i s á c e o
y m u c h o s m u e r t o s , me está d i c i e n d o C é s a r en el avión, muche¬
dumbres de muertos que b a j a b a n flotando acribillados y el río
se h a c í a s a n g r e y b r i l l a b a c o m o un cuchillo rojo en el v e r d o r y
c o n t a g i a b a al cielo de la t a r d e . Y d e s p u é s vi m á s cosas que no
p u e d o d e c i r , que no he visto j a m á s , me dice C é s a r en el a i r e , vo¬
lando hacia Pucallpa. Le creí, no le creí. H a s t a que conocí a
Don Hildebrando. La s e g u n d a n o c h e que estuve a visitarlo fue
t a n t a la t e n s i ó n d e n t r o de su t a m b o , la a c u m u l a c i ó n de p o d e r e s

105

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
que percibí, no sé, que toda la casa c o m e n z ó a t e m b l a r y a sonar.
C a d a vez m á s las q u e b r a n t a b l e s p a r e d e s de m a d e r a se estreme¬
c í a n , t o d o v i b r a b a c o m o p o r ú l t i m a vez, igual que si estuviéra¬
m o s en el e p i c e n t r o de un t e r r e m o t o .
—¡Yo sé quién me ha matado!, gimió el campa Hohuaté.
¡Sé quién ha v i r o t e a d o con veneno al curaca Andrés Avelino Co¬
cer es y Ruiz!

Seguí s e n t a d o así, d e s o y e n d o al indecible c a t a c l i s m o , a t e n t o


únicamente a los mandatos callados de D o n H i l d e b r a n d o , ha¬
c i é n d o m e uno con su serenidad, a b a n d o n a d o sobre los t a b l o n e s
que r e p i q u e t e a b a n , n i n g u n e a n d o a los g r a n d e s z a n c u d o s que me
h i n c a b a n la frente, los o í d o s , las m a n o s , los t o b i l l o s d e s c u b i e r t o s ,
hasta que el t e m b l o r se fue a t e n u a n d o , a t e n u a n d o , confundiéndo¬
se con el a n d a r del viento y los r u m o r e s del b o s q u e , y desapa¬
reció.

— F u e r o n v e n c i d o s , sonó la voz de D o n H i l d e b r a n d o en la
oscuridad. Espíritus dañosos han estado queriendo ingresar pero
fueron v e n c i d o s . . .

Esa noche me e n t e r é que el brujo h a b í a curado previamen¬


te a la piedra n e g r a que d o r m í a en el fondo del Q e r o . La había
icarado con rezos p o d e r o s o s , con c á n t i c o s , i n v o c a n d o . Durante
siete días a y u n ó en lo r e c ó n d i t o de los b o s q u e s v e c i n o s h a s t a que
c o n s i g u i ó d o t a r l a con los p o d e r e s del aire y de la t i e r r a , de m o d o
que la piedra insuflara su fuerza, su s e r e n i d a d , al a g u a deposi¬
t a d a en el vaso c e r e m o n i a l .

L o s brujos amazónicos son c a p a c e s de curar c u a l q u i e r ob¬


jeto. Para ello se i n t e r n a n en la selva, reflexionan s e m a n a s nu¬
t r i é n d o s e d e agua d e q u e b r a d a , p e r m i t i é n d o s e c o m e r únicamente
un j i r ó n de p l á t a n o a s a d o a la i n t e m p e r i e , de a c u e r d o a la poten¬
cia con que q u i e r a n cargar el objeto en cuestión. Un c o l l a r de
s e m i l l a s , por e j e m p l o , o un b r a z a l e t e de piel de víbora, o una
p u l s e r a trabajada con labios de v a g i n a de un delfín c o l o r a d o , o
la sortija m á s inofensiva o un m e c h ó n de c a b e l l o s o un p a ñ u e l o ,
p u e d e n ser curados por un brujo, según la i n t e n s i d a d e intención
de la carga, p a r a que o t o r g u e n v i d a , a m o r , d i n e r o , j u v e n t u d , des¬
m e m o r i a , plenitud sexual, maleficios o m u e r t e . El m i s m o o b j e t o ,
u n a vez curado, es c a p a z de r e s u c i t a r , sanar, enfermar o matar,
o b e d e c i e n d o al t i e m p o del a y u n o y a la dirección de la carga.

106

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
Don Hildebrando curaba a la piedrecilla negra cargándola
de r e p o s o y tal s e r e n i d a d nos era t r a n s m i t i d a m e d i a n t e el agua
c o n t e n i d a en el v a s o s a g r a d o . L u e g o de b e b e r í a , ni b i e n retor-
n á b a m o s de la m e d i t a c i ó n a 'esta r e a l i d a d ' , D o n H i l d e b r a n d o , ya
investido p o r los espíritus benignos, atendía un sinnúmero de
pacientes. E r a su asistenta una m e s t i z a e s c u á l i d a de r o s t r o d u l c e
y q u i n c e a ñ o s de e d a d . V i u d a s de c a d e n c i a sus c a d e r a s , huérfa¬
nos sus pies de t o d o p a s o a c a u s a de una p o l i o m i e l i t i s de naci¬
m i e n t o , la c h i q u i l l a fue t r a t a d a p o r el m a g o de P u c a l l p a . Yo la
vi c a m i n a n d o n o r m a l m e n t e , y e n d o y v i n i e n d o sin s o s i e g o , alcan¬
z a n d o a D o n H i l d e b r a n d o los u n g ü e n t o s , las p o c i o n e s , los 'vege¬
tales de p i e d r a o de m a d e r a ' requeridos para cada dolencia. En
el m o m e n t o m á s i n t e n s o de la sesión, c u a n d o el brujo a p e l a b a a
e x t r a ñ o s c á n t i c o s , ella le hacía c o r o contribuyendo con su voz
r a y a d a a la r e c u p e r a c i ó n de los e n f e r m o s .

¡ra ¡ra ¡raká


Kura Kura Kuraká
. Nai Nai Nai
Epirí Ririritú
Y amaré
Y amaré Y amarerémo...

M á s c h i r r i a n d o que c a n t a n d o , la ex-poliomielítica reforzaba


el icaro de D o n H i l d e b r a n d o . Es que c a d a M a g o V e r d e , dice mi
p r i m o C é s a r , r e p i t e o i m p r o v i s a sus p r o p i o s i c a r o s , c a n c i o n e s má¬
gicas i n t r a n s f e r i b l e s , de a c u e r d o a la n a t u r a l e z a de las r e u n i o n e s .
H a y i c a r o s de l l a m a d o , de p r o t e c c i ó n , de aprendizaje, de inter¬
cambio de c o n o c i m i e n t o s , d e c u r a c i ó n con a y a w a s k h a , de cura-
ción sin a y a w a s k h a . Algunos denominan bubinzana al icaro que
rige las s e s i o n e s rituales o las r e u n i o n e s de i n i c i a c i ó n . O t r o s , co¬
mo D o n Hildebrando, tratándose de sesiones de curación, evi¬
dencian un repertorio más complejo: canturrean i c a r o s específi¬
cos, generalmente irrepetibles, uno p a r a c a d a e n f e r m e d a d , inclu¬
so uno p a r a c a d a d o l i e n t e . Y eso no es n u e v o , dice I v á n ya en
A t a l a y a , h a c e siglos los i n k a s a p l i c a b a n l a m ú s i c a c o m o p a r t e del
tratamiento médico. Se dice que t e n í a n m e l o d í a s cargadas, diri¬
gidas concretamente a determinado objetivo, una música para

107

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

c u r a r la t u b e r c u l o s i s , que ellos d e n o m i n a b a n , c r e o , y a n a w a y r a ,
que quiere decir viento negro en q u e c h u a , otra m ú s i c a p a r a otra
e n f e r m e d a d , h a s t a tenían una m e l o d í a única que sólo se utilizaba
p a r a hacer el amor, p a r a devolverle la j u v e n t u d sexual a los
viejos.

Pero hay casos que no requieren de icaro. Fui testigo: la


esposa de un ingeniero amigo m í o , directivo de la C e r v e c e r í a
"San J u a n " de P u c a l l p a , era víctima de irrefrenable fobia. La
sola visión de c u a l q u i e r culebra, de cualquier s e r p i e n t e , la con¬
ducía sin remedio al desmayo. B a s t a b a que contemplara un
ofidio, " a u n q u e sea disecado, a u n q u e sea en fotografía" según su
propia confesión, para que fuera p o s e í d a por un v é r t i g o inven¬
cible y cayera "hacia atrás, con las piernas a b i e r t a s " . Psicólogos
de L i m a y B u e n o s A i r e s , algunos infalibles, o t r o s m á s prestigia¬
d o s , fracasaron con ella. E s t a b a yo en casa de D o n H i l d e b r a n d o
c u a n d o la señora fue a rogarle consejo.
— Y o sé lo que usted tiene, dijo D o n H i l d e b r a n d o con cer¬
teza más a u t o r i t a r i a que solemne:
— N o d e b e usted p r e o c u p a r s e , reiteró con la m i r a d a fija en
la señora, yo sé por qué ha v e n i d o usted a v e r m e . Yo la voy a
curar.

Vi c o m o las p a l a b r a s del brujo a p a c i g u a r o n de i n m e d i a t o a


la j o v e n .
— H a y una piedra que crece solamente en c i e r t o s r e c o d o s
de estos ríos y que es propicia p a r a c o n t e n e r la c o n f i a n z a , p a r a
g u a r d a r la c l a r i d a d del alma que usted necesita.

Y r e m a r c ó m i r á n d o l a , e n c e r r á n d o l a con c r e c i e n t e fijeza:
— Y o voy a preparar esa p i e d r a p a r a usted. Ya la tengo
curada desde h a c e t i e m p o pero a h o r a la voy a dirigir hacia us¬
ted, hacia el d a ñ o que le a t o r m e n t a a usted. M a ñ a n a se la en¬
tregaré.

En a p e n a s dos sesiones D o n H i l d e b r a n d o eliminó la fobia


de la señora histérica. César c o n s i d e r ó , según me dijo, que el
brujo se había a p r o v e c h a d o de su i n s o n d a b l e p o d e r de sugestión
y del e x h a u s t o d e s a m p a r o de la enferma. Y o , a h o r a , no me atre¬
vería a e x p l i c a r l o así. Lo cierto es que la fóbica s a n ó y c u a n d o
la visité j u s t a m e n t e la víspera de viajar hacia A t a l a y a , ella e s t a b a

108

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
ya p l e n a m e n t e restablecida. Lo único que h a c í a era b e b e r de
rato en r a t o de una j a r r a de v i d r i o en cuyo fondo relucía una
a c h a t a d a p i e d r e c i l l a negra. El A g u a de la S e r e n i d a d .

Al c a b o de la t e r c e r a n o c h e , ¿o de la ú l t i m a ? , el G r a n M a g o
Verde de la Tierra Roja rememoró a Ino Moxo:
— L a s veces que lo vi no se llamaba todavía Ino Moxo.
O t r o n o m b r e tenía. E n l e n g u a d e a m a w a k a s I n o M o x o e s Pan¬
tera N e g r a . Yo lo frecuenté antes que se c o n v i r t i e r a en la pante¬
ra n e g r a de los a m a w a k a . Me a c u e r d o : tenía la piel c o m o de día,
el c a b e l l o m a r r ó n , los ojos de m e s t i z o . N u n c a le p r e g u n t é ni él
me lo dijo p e r o yo sabía que su p a d r e había v e n i d o d e s d e Are¬
q u i p a en b u s c a de fortuna y que los a m a w a k a lo raptaron por
una o r d e n del gran jefe X i m u . X i m u era e n t o n c e s el s h i r i m p i á r e ,
el j e f e - b r u j o de los a m a w a k a que h a b i t a n el M i s h a w a . No supe
n u n c a p o r qué lo r a p t a r o n p r e c i s a m e n t e a él, p o r qué se lo lleva¬
ron m o n t e a d e n t r o , U r u b a m b a a r r i b a , p o r las selvas del M a p u y a ,
por qué lo prepararon desde niño para que fuera sucesor de
Ximu. Ya que durante a ñ o s el gran m a e s t r o Ximu lo educó
p a r a jefe. P o r qué lo e l i g i e r o n , lo r a p t a r o n y le e n s e ñ a r o n t o d o
a él, eso es lo que no sé. . .
—Don Hildebrando mismo, tú le has visto en Pucallpa —
dice Iván— sabe un icaro que carga con juventud sexual a una
bebida. Yo se la pedí una vez para un pariente que tiene casi
setenta años, yo he visto cómo le mira ahora su mujer, y su mu-
jer tiene apenitas veinte años. . .

También D o n H i l d e b r a n d o m e h a b l ó d e los p o d e r e s d e I n o
M o x o , de la c e l e r i d a d con que el niño s e c u e s t r a d o a c r e c e n t ó las
enseñanzas de X i m u , de c ó m o se fue haciendo inalcanzable no
sólo en las t e m i b l e s b o n d a d e s de la magia sino en las m á s temi¬
bles del a m o r y en las m e n o s m a ñ o s a s de la g u e r r a .
—Sabiduría, fuerza y cariño —dijo—. Conocimiento del
p o d e r y p o d e r del c o n o c i m i e n t o . El agua es un secreto. L o s ríos
p u e d e n existir sin agua p e r o no sin orillas. Y esas son las o r i l l a s
de I n o M o x o : sabiduría, fuerza y cariño. Sin ellas no p o d r í a
t r a n s c u r r i r la vida de un brujo d i g n o de los a m a w a k a .

Sin que D o n H i l d e b r a n d o lo supiera yo g r a b é t o d o lo que


c o n v e r s a m o s e n esas c u a t r o n o c h e s . M a s por m i i n s e g u r i d a d que

109

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
p o r su t i m i d e z s u p u s e que no a c e p t a r í a g u a r d a r su voz en una
cinta afónica. Con disimulo encendía mi grabadora asegurándole
que se t r a t a b a de un a p a r a t o de radio y o r i e n t á n d o l a hacia la
b a n q u e t a d o n d e él solía s e n t a r s e . E x t i n g u i d a la c h a r l a regresá-
b a m o s al H o t e l T a r i r i . Ya en la h a b i t a c i ó n , a c o m p a ñ a d o única¬
mente por César, retrocedía la cinta, escuchábamos. Todo se
oía, los r u i d o s de la n o c h e , los p l a ñ i d o s del piso de t a b l a s sin
pulir, mi voz, las p r e g u n t a s de mi p r i m o , hasta el c h a s q u i d o de
Y a n d o al e n c e n d e r un cigarrillo. T o d o se oía, t o d o . P e r o ni una
p a l a b r a de D o n H i l d e b r a n d o . Ni u n a sola p a l a b r a suya, en nin-
gún m o m e n t o , en n i n g u n a p a r t e de la cinta g r a b a d a . La prime¬
ra n o c h e lo atribuimos a algún d e f e c t o del micrófono incorpo¬
r a d o , tal vez mal d i r i g i d o , a c a s o d e m a s i a d o d i s t a n t e . La segunda
q u i s i m o s creer en cierta insuficiencia del v o l u m e n de g r a b a c i ó n .
La t e r c e r a n o c h e no e n c o n t r a m o s e x c u s a s y la c u a r t a preferimos
no i n t e r r o g a r n o s m á s .

A h o r a , s u m e r g i d o en la selva, a s e d i a d o por los t e m o r e s de


Félix Insapillo a c e r c a del chullachaki, t e r q u e a b a en no a c e p t a r
lo i n e x p l i c a b l e c o m o u n a v e r d a d m á s . Trataba de fijar en mi
m e m o r i a lo que D o n H i l d e b r a n d o me h a b í a d a d o de vivir en esas
cuatro noches.

E s c u d r i ñ é , a mi e s p a l d a , los a l t o s m a t o r r a l e s .

Iván no aparecía.

no

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

nuestro guía se
extravía

E s c u d r i ñ o , , a mi e s p a l d a , los altos m a t o r r a l e s .
Ni u n a s e ñ a de Iván.
D e b i e r a d e s a s o s e g a r m e su t a r d a n z a , lo sé, p e r o es inevitable:
tras d e D o n H i l d e b r a n d o , a m i m e m o r i a vuelve D o n J a v i e r . Fue
en el restaurante 'La Baguette' de P u c a l l p a , a m e n o s de cien
m e t r o s del H o t e l T a r i r i , que c o n o c í a ese brujo j u b i l o s o , posee¬
d o r de 19 hijos en c u a t r o h o g a r e s l e g í t i m a m e n t e e s t a b l e c i d o s . Es
usted d e m a s i a d o h o g a r e ñ o , D o n J a v i e r , sonreí. Eso dicen, res¬
p o n d i ó él, halagado, y algunos envidiosos afirman además que
t e n g o c u a r e n t a a ñ o s y sesenta m i l l o n e s de soles. Tú h a s com¬
p r o b a d o que es al r e v é s , a m i g o S o r i a n o , t e n g o c u a r e n t a soles y
sesenta m i l l o n e s de a ñ o s . Y volvió a sonreir. Se e n c o n t r a b a de
paso como siempre y como siempre repasando un vaso de cer¬
veza 'San J u a n ' que i n t e r c a l a b a con c o p a s d e a g u a r d i e n t e d e h i p o -
ruru, clavowashka o chuchuwasha.
—Los c a m p a que siguieron p o r miles a Inganíteri se nega¬
ron a unirse a la guerrilla. El r e b e l d e L u i s De La P u e n t e tal
vez debió decirles que iba a combatir, él también, por una
mujer. . .
Y oscureciendo su sonrisa quieta:
— D e b i ó d e c i r l e s que iba a r e s c a t a r a u n a h e m b r a , esa hem¬
bra que a l g u n o s a ú n l l a m a n . . . que a l g u n o s aún l l a m a n creo que
libertad.

111

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
— ¿ C ó m o fue e n t o n c e s que los c a m p a sí fueron a la guerra
con Santos A t a o W a l l p a ? ¿ E r a p o r q u e e r a n o t r o s , de otro
tiempo?
— L o s c a m p a de hoy son otros y los m i s m o s . C o n el tiem-
po. Este t i e m p o es idéntico. Luis De La P u e n t e igual: él era
b l a n c o , era wirakocha pero en su corazón se hizo ashanínka,
d e n t r o de su á n i m a volvió a vivir J u a n Santos A t a o W a l l p a , sola-
mente que S a n t o s A t a o W a l l p a no vino al P a j o n a l , salió de él.
Tal vez eso h a y a sido lo que fue. . .
— D o n J a v i e r es mi p a d r i n o , se j a c t ó F é l i x I n s a p i l l o ya n a v e -
gando r u m b o al río Inuya. El me p r o t e g e , dijo.

Bajando del avión en A t a l a y a nos c r u z a m o s con una pareja


de m é d i c o s a l e m a n e s que r e t o r n a b a n a P u c a l l p a : él subió la esca¬
lerilla del b i m o t o r del b r a z o de su esposa, con los p e r d i d o s ojos
d e s m e s u r a d o s y en b l a n c o . N o s i n f o r m a r o n sin que p r e g u n t á r a ¬
mos: el j o v e n extranjero se había i n t e r n a d o p o r los a l r e d e d o r e s
del p o b l a d o d e s o r i e n t á n d o s e entre la m a r a ñ a de s e n d e r o s angos¬
tos que t r a n s i t a n los c a m p a . T o d a una n o c h e e s t u v o sin atre¬
verse a n a d a , h e r i d o por la lluvia y la o s c u r i d a d , e x p u e s t o al fis¬
goneo de las v í b o r a s , los v a m p i r o s y el m i e d o . Al m e d i o d í a si¬
guiente lo e n c o n t r a r o n -sentado contra un shiwawako frondoso,
cubierto de h o r m i g a s , l o c o , e n t u m e c i d o por el p á n i c o . Su mujer
sollozaba s o s t e n i é n d o l o del b r a z o , diciéndole qué c o s a s , apurán¬
dolo al interior del avión.

— E s t a selva es maldita, nos dijo no sé q u i é n al o t r o día


e n t r o m e t i é n d o s e en el grupo a n h e l a n t e que yo i n t e g r a b a con I v á n ,
con Insapillo y César. Y d i r i g i é n d o s e en burla a n u e s t r o flaman¬
te guía:

— ¿ N o es v e r d a d , j o v e n Félix? N u e s t r a selva es linda pero


bien maldita, llena de a p a r i c i o n e s , de s e r p i e n t e s , de l a g a r t o s , de
otorongos. ¿Usted lo sabe mejor que n a d i e , n o ? . . .

Así nos e n t e r a m o s que u n o s años atrás Félix Insapillo se


había e x t r a v i a d o por esa m i s m a zona. Varios días deambuló
solo, sin brújula, sin a r m a s y sin n a d a . Innúmeras expediciones
lo r a s t r e a r o n en v a n o . Ya lo s u p o n í a n m u e r t o c u a n d o r e a p a r e c i ó
h e c h o una l á s t i m a p o r la t r o c h a que viene del c e m e n t e r i o al pue¬
blo. Eran las dos de la m a ñ a n a . A p r o v e c h a n d o su i n s o m n i o ha-

112

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
bitual, esa n o c h e en que a c a m p a m o s luego de casi naufragar, soli¬
cité p o r m e n o r e s a Félix I n s a p i l l o . Pero antes de t r a n s c r i b i r lo
que el guía me confió, p r e c i s o decir algo m á s de D o n Javier.

C i n c o k i l ó m e t r o s abajo de Ja boca del U n i n e , desde la mis¬


ma ribera d o n d e brillan los b o s q u e s de palosangre, se e x t i e n d e
la p r o p i e d a d de un e s p a ñ o l afable llamado A n d r é s Rúa. Don
Andrés Rúa: c i n c u e n t a y t á n t o s años y a s p e c t o de hijo s u y o , maci¬
zo a u n q u e v e t e a d o de a l g u n a que otra a r r u g a , sobre t o d o en las
m a n o s , el revés de las m a n o s vellecido de c a n a s y blanqueada
t a m b i é n la c a b e l l e r a c o p i o s a , los bigotes t e ñ i d o s de t a b a c o o de
una e m p e c i n a d a adolescencia probablemente rubia, y el rostro,
en fin, ese d u d a r de p ó m u l o s que t i e n d e n al rojo v e s p e r t i n o . Diez
años a t r á s lo d e s a h u c i a r o n los especialistas del Hospital de En¬
fermedades Neoplásicas de L i m a . Enmudecido a causa de un
c á n c e r a la g a r g a n t a D o n A n d r é s R ú a se negó a que le extirpa¬
ran la l a r i n g e , "yo me iré de este m u n d o con t o d o lo que t r a j e " ,
y regresó a la selva r e s i g n a d o a morir. En su fundo se e n c o n t r ó
con D o n J a v i e r . Sin e s p e r a n z a alguna relativa a su c á n c e r , D o n
Andrés Rúa se limitó a c o n s u l t a r l e acerca de una dificultad cir¬
c u l a t o r i a q u e ceñía d o l o r o s a m e n t e sus a r t i c u l a c i o n e s . A cambio
de u n o s días de h o s p e d a j e D o n J a v i e r le recetó una infusión de
garabato-kasha, liana e s p i n o s a que se e x c e d e en los árboles de
toda la región. Bebiendo diariamente de aquella agua dorada
Don A n d r é s R ú a n o s o l a m e n t e sanó d e sus d o l e n c i a s a r t i c u l a r e s .
Para asombro de los cancerólogós que lo examinaron incrédu¬
los el g a r a b a t o - k a s h a h a b í a d e t e n i d o a la m u e r t e que devoraba
su g a r g a n t a . C u a n d o me p r e s e n t a r o n a D o n A n d r é s R ú a en el
bar del Gran Hotel De S o u z a , frente a la P l a z a de Armas de
Atalaya, él ya podía b e b e r cerveza helada y fumaba sin miedo
y reía y h a b l a b a con voz l e j a n a m e n t e rasguñada.

Y ahora sí o i g a m o s la versión de Félix I n s a p i l l o , el fornido


y c o b r i z o y o r g u l l o s o ahijado de D o n Javier:

'Ese m e d i o d í a yo iba a viajar a P u c a l l p a . Ya tenía mi asien¬


to s e p a r a d o en el avión. P o r p r i m e r a vez iba a subir a un a v i ó n .
Mi p a d r i n o D o n Javier quería regalarme esa e x p e r i e n c i a , él me
invitó a P u c a l l p a p o r q u e sí, por c a r i ñ o . P a r a m a t a r el t i e m p o ,

113

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
p u e s t o que era t e m p r a n o , y p a r a d e s p e d i r m e de esta selva pues-
to que yo creía que me iba p a r a s i e m p r e , salí a p a s e a r . La n o c h e
a n t e r i o r soñé con J u a n G o n z á l e z . Juan González m e dijo que
no fuera a viajar, me lo dijo en mi s u e ñ o . P e r o fui. Salí a pa¬
sear c o m o me ves a h o r a , sin s i q u i e r a b o t a s ni m a c h e t e . P o r dár¬
m e l a s de c o n o c e d o r fue que me p e r d í . Seguí un sendero bien
a n c h o d u r a n t e l a r g o r a t o , m i r a n d o a q u í , allá, las r a m a s m á s boni¬
t a s , h a b l á n d o l e s de a d i ó s . C u a n d o el sol q u e m a b a fuerte d e s d e
el c e n t r o del c i e l o , j u s t o arriba de mí, c o n s i d e r é r e g r e s a r , me di
vuelta. C o n t e m p l é un l o q u e r í o : infinidad de t r o c h a s se e n t r e c r u -
zaban, todas igualitas. U n p o c o a d i v i n a n d o escogí u n a . Rogan-
do que esa t r o c h a fuera la mía c a m i n é y c a m i n é . No era la mía.
E n t o n c e s escogí o t r a , y otra, y otra. Peor. En eso e s c u c h é el
r u i d o d e m i avión que llegaba. Me apuré. P o r gusto me cansé,
para nada. En eso e s c u c h é el r u i d o de mi avión que p a r t í a . Se¬
guí a n d a n d o . Nada. No sé c ó m o , t a n r á p i d o , e m p e z ó a oscure¬
cer y yo me dije: F é l i x , te has p e r d i d o , a h o r a m á s que nunca
tienes que ser I n s a p i l l o , tienes que ser el hijo de tu p a d r e y de
t u m a d r e , tiene que e s t a r t r a n q u i l o . P o r q u e t ú s a b r á s que h a s t a
los a n i m a l e s m á s p e q u e ñ o s saben o l e r el m i e d o . Si te dejas do¬
m i n a r por e l m i e d o eres h o m b r e m u e r t o . T e b u s c a n los t i g r e s ,
las v í b o r a s c a s c a b e l , hasta las a b e j a s te b u s c a n . Y me senté a
un l a d o de la t r o c h a a r e s p i r a r p r o f u n d o , a s e r e n a r m e . Despacio
me tranquilicé. Antes que se hiciera noche entera busqué un
árbol a p r o p i a d o p a r a d o r m i r a r r i b a , fuera del a l c a n c e de las fie¬
ras. Ya e m p e z a b a n a s o n a r las c u l e b r a s , invisibles e n t r e las hojas
secas del suelo, el r o n r o n e o de las c a s c a b e l e s . E l e g í un á r b o l ,
un c h a r i c h u e l o j o v e n , más o m e n o s d e l g a d o . Trepé. Allí pasé
la n o c h e , a m a r r a d o con una soga que me servía de c i n t u r ó n , ase¬
g u r a d o a la r a m a m á s alta. No d o r m í n a d a . C o n la p r i m e r a luz
bajé. O t r a vez a c a m i n a r y c a m i n a r , sólo que a h o r a i b a d e s c a r -
tando s e n d e r o s c o m o h a c e n los c a m p a , los ashanínka, iba que¬
b r a n d o r a m i t a s de t r e c h o en t r e c h o , a mi d e r e c h a , en la d i r e c c i ó n
en que a v a n z a b a . Así, cuando los c a m i n o s v o l v í a n a confundir¬
me yo ya sabía, gracias a las r a m i t a s r o t a s , cuál c a m i n o había
recorrido y cuál todavía no. H a s t a el atardecer estuve descar¬
tando caminos. V o l v í a elegir o t r o á r b o l . P o r q u e la n o c h e v i n o
d e g o l p e , n o m e dio t i e m p o . Tuve que t r e p a r m e al más cercano,

114

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

uno medio g r u e s o que se alzaba j u n t o a una t z a n g a p i l l a . ¿Alguna


vez has visto u n a tzangapilla? B i e n linda p l a n t a es. Aibusto
que no da n u n c a m á s de una flor, u n a sola, y su flor es e n o r m e ;
y es de color n a r a n j a y perfuma r i q u í s i m o . Y es una flor c a l i e n t e .
La piel de los p é t a l o s de la t z a n g a p i l l a es c a l i e n t e , tal c o m o estás
o y e n d o , esa flor t i e n e h a r t o calor. M á s que flor, un animal pa¬
rece. C u a n d o u n o la corta se va enfriando d e s p a c i t o la flor, des¬
p a c i t o , q u e d á n d o s e p o c o a p o c o sin perfume. Conforme pierden
c a l o r esas flores p i e r d e n a r o m a , o al r e v é s , igual. U n a vez que la
c o r t a s , u n a vez a r r a n c a d a de su t a l l o , la flor de t z a n g a p i l l a no
vive m á s allá de siete días. Así me p a s ó a mí. A la s e m a n a de
perderme en el monte se me fue enfriando el ánima, me fui
q u e d a n d o sin v a l o r , sin g a n a s p a r a n a d a . T u v e p u e s que apurar¬
me. S a c a n d o fuerzas de no sé d ó n d e subí al árbol m á s p r ó x i m o ,
j u s t o al c o s t a d o de la t z a n g a p i l l a . La o s c u r i d a d me i m p i d i ó dis¬
t i n g u i r l o p e r o p o r las a r r u g a s de su c o r t e z a c r e o que se t r a t a b a
de un t o r t u g a - k a s p i . Era grueso el maldito. Menos mal que
estaba todo entrecruzado de sogas, todo su tronco envuelto por
un caos de l i a n a s p e l u d a s . A g a r r á n d o m e a ellas e m p e c é a subir.
Llegué arriba sin a i r e , con las j u s t a s , sudando y maldiciendo:
ahí fue que p e r d í mi cinturón, un cordel m á s nuevito que este
que llevo a h o r a . . . P o r lo tan e l e v a d o a c a s o no era un t o r t u g a -
kaspi. ¿Tal vez fue un m a c h i m a n g o ? P u e d e ser. P o r q u e un o l o r
b o n i t o me r e c i b i ó en lo a l t o , lo m á s alto p o s i b l e , c u a n d o me aco¬
m o d é c o n t r a u n a de sus r a m a s , m u e r t o de s u e ñ o y de h a m b r e y
a l b o r d e d e l a asfixia. T a m p o c o esa n o c h e p u d e d o r m i r . Una
t r e m e n d a c o m e z ó n me a g a r r ó p o r los h o m b r o s , t r a s las p i e r n a s y
el cuello y la c i n t u r a . La d e s e s p e r a c i ó n casi me hizo saltar. Por
culpa de la s o m b r a ya no p o d í a d i s t i n g u i r n a d a . P a s é mi m a n o
d e r e c h a p o r la e s p a l d a , me froté como loco en p l e n a o s c u r i d a d
y olí mis d e d o s : puro ácido h e d i o n d o . ¡Ese árbol era casa de
h o r m i g a s , un n a u s e a b u n d o n i d o de i s h i n s h í m i s , esas g r a n d e s hor¬
migas que compensan su falta de ponzoña con una m o r d e d u r a
fétida y d o l o r o s a ! . . . ¡ H u b i e r a q u e r i d o yo ser u n a b a l a en ese
r a t o , y que el t r o n c o estuviera e n c e b a d o , p a r a bajar m á s rápi¬
do! . . . Me t o m é de una liana y e m p e c é a r e s b a l a r m a l d i c i e n d o .
No sé c ó m o carajo la liana se r o m p i ó , se me q u e d ó en las m a n o s .
Y me d e s b a r r a n q u é h a s t a el m i s m í s i m o suelo. Era plena noche.

115

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
No p o d í a ver. No p o d í a saber a qué distancia e s t a b a el piso.
Por eso me caí p a r a d o , sin d o b l a r las rodillas, c o m o un triste co¬
j u d o , m á s tieso que una lanza. Yo que quería ser u n a b a l a ,
fíjate qué g r a c i o s o , y en vez de ser bala caí como una l a n z a
nomás. A h í me d a ñ é la c o l u m n a vertebral. Un d o l o r que no
quiero r e c o r d a r me d o b l ó . C o n la cara p e g a d a en t i e r r a e s c u c h é
las c u l e b r a s , me a c u e r d o , ¡sissss, sisssss!, c e r q u i t a , seguro con¬
t o n e á n d o s e sobre la hierba m o j a d a , seca y m o j a d a p o r la garúa.
¡ Y yo que no p o d í a ni p a r a r m e ! . . .

' D u r a n t e varias horas n o p u d e n i p a r a r m e . Hasta ahora no


sé c ó m o no me m o r d i e r o n las s e r p i e n t e s . C u a n d o al fin conseguí
vencer al d o l o r , me levanté de a p o c o s , m e d i t é : no h a b í a m á s
r e m e d i o que seguir c a m i n a n d o , ya no tenía fuerzas p a r a subir a
otro árbol. C a m i n é y c a m i n é en la o s c u r i d a d , t a n t e a n d o despa¬
cito con el pie p a r a no salirme del s e n d e r o , p a r a no m e t e r m e al
b o s q u e , b u s c a n d o lo d u r o del s u e l o , la d u r e z a de la t r o c h a api¬
s o n a d a , r e h u y e n d o la suavidad del césped q u e no me llevaría a
ningún lado. C a m i n a n d o así me llené la cara de t e l a r a ñ a s . A las
horas me cansé, adormecido sin q u e r e r me recosté c o n t r a una
p o m a r r o s a que olía fuerte, rico. Allí me m o r d i ó un vampiro,
aquí, en este b r a z o . Me d e s p e r t é de p u r a s u e r t e . P o r q u e los
v a m p i r o s de por aquí no h a c e n r u i d o , sus alas ni su m o r d e d u r a
los delatan: con su saliva te a n e s t e s i a n primero y no necesitan
c h u p a r tu s a n g r e , t a m b i é n con su saliva te p o n e n un anticoagu¬
lante y tu sangre sale sólita, sin que lo sientas. De suerte n o m á s
me d e s p e r t é , gracias a que otra vez, esa n o c h e , soñé con J u a n
González. Soñé que yo estaba en el aire, f l o t a n d o a p u n t o de
c a e r m e , y que la tierra estaba a b a j o , bien lejos, y J u a n G o n z á l e z
a s o m ó detrás del sol y me dijo: t i e n e s que c a m i n a r , y yo le dije có¬
m o , si no hay c a m i n o bajo mis p i e s , y él me gritó: ¡Tienes que se¬
guir c a m i n a n d o ! y me empujó con su m a n o d e r e c h a , bien c a l i e n t e ,
y su m a n o era una flor de t z a n g a p i l l a . O l i é n d o l e la m a n o d e s p e r t é ,
sin e n t e n d e r , a s u s t a d o . Y volví a c a m i n a r a g a r r a n d o mi m a n g a
m o j a d a , mi c a m i s a caliente por la s a n g r e . M á s allá e n c o n t r é un
claro en m e d i o de lo o s c u r o , un e s p a c i o n e g r o lleno de luces fijas
y c h i q u i t a s c o m o ojos que se me c l a v a b a n . Luciérnagas, ayaña-
wis, o j o s - d e l - m u e r t o , no p o d í a n ser: no p a r p a d e a b a n . P u p i l a s de
tigres, tan a m o n t o n a d a s , t a m p o c o . Me asusté. Me asusté y al

116

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

m o m e n t o c o n t r o l é mi m i e d o . Si me h u e l e n el t e m o r , me m a t a n .
Estiré mi m a n o hacia las l u c e c i t a s m á s c e r c a n a s , no se m o v i e r o n .
T o q u é : e r a n t r o n c o s . R e s p i r a n d o p r o f u n d o me alivié: se t r a t a b a del
m u s g o que se va g u a r d a n d o en la h u m e d a d de los á r b o l e s m u e r t o s ,
ese m u s g o que de día no es n a d a , ni se n o t a , y de n o c h e brilla me¬
j o r que un c e n t e n a r de l a m p a r i t a s . C o n confianza volví a c a m i n a r ,
siempre t a n t e a n d o el piso con los pies, a ciegas. Me di con un arro¬
y o , bebí c o m o loco y me t u m b é sobre la hierba. En eso me acor¬
dé: si sigo la c o r r i e n t e del r i a c h u e l o , me dije, m á s t a r d e o más tem¬
p r a n o llegaré a un río g r a n d e . Y si llego a un río g r a n d e estoy
salvado. A l g ú n viajero, a l g ú n p e s c a d o r me ha de rescatar. En¬
tré al agua r i e n d o y e m p e c é a c a m i n a r por el m e d i o del c a u c e ,
sobre las p i e d r a s . P a r a saber la d i r e c c i ó n del r í o , tan c o n f u n d i d o
e s t a b a , en l u g a r de usar a l g u n a hoja r o m p í un p e d a z o de mi ca¬
misa y lo p u s e en el a g u a . No p o d í a ver n a d a . T o c a n d o el t r o z o
de tela que se iba p a r a un l a d o , m i r a n d o con mis d e d o s , así supe
hacia d ó n d e fluía el a r r o y o . C a m i n é , p u e s , con el agua hasta el
pecho, p o r i n s t a n t e s h u n d i d o bajo el agua. Caminé y caminé
hasta que p u d e oir bien c e r c a , allí d e l a n t e , el e s t r u e n d o del U c a -
yali. Iba a a p r e s u r a r m e c u a n d o sentí que el a r r o y o se d e t e n í a .
¡El d e s g r a c i a d o se detenía u n a s leguas antes de e n t r a r al río, se
dispersaba en un gigantesco p a n t a n o ! E r a i m p o s i b l e pasar. Los
pantanos, además, están llenos de víboras, me a c o r d é . Y me
a c o r d é que t o d o s los r i a c h o s , t o d a s las q u e b r a d a s de esa z o n a ,
también los arroyitos más delgados, t a m b i é n ese donde yo me
hallaba, todos e s t á n h a b i t a d o s p o r una víbora pequeña y negra,
de v e n e n o m o r t a l , que l l a m a n n a k a - n a k a . ¡Y p o r otra m á s gran¬
d e , la y a k u - j e r g ó n , m á s feroz t o d a v í a ! T r a t a n d o de no m o s t r a r
mi m i e d o e m p e c é a r e g r e s a r p o r el a r r o y o . H o r a s de h o r a s , de
n u e v o , p e l e a n d o c o n t r a la c o r r i e n t e y p e n s a n d o que en c u a l q u i e r
m o m e n t o me m a t a b a u n a v í b o r a . Al fin llegué a un c l a r o , salí
del r i a c h u e l o y me d e s p l o m é sobre la h i e r b a , me vencí. Ya no
doy m á s , me dije. P e r o no. Me c o n f u n d o . E s t o que te he con¬
t a d o p a s ó días d e s p u é s , e n l a sétima n o c h e . Q u e m e c o m a n los
b i c h o s , dije, y me olvidé de mí.

' E n ese r a t o me vino a la c a b e z a mi padrino, D o n Javier.


R e c o r d é c l a r i t o que una vez me dijo: ahijado, c u a n d o estés en
problemas llámame, piensa fuerte en mí, llámame con confian-

117

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
za que yo te ayudaré. C e r r é los ojos y comencé a llamarlo.
L a r g o rato e s t u v e así, con los ojos p e g a d o s , s o b r e el p a s t o , lla¬
mándolo. N o sentí n a d a , n o e s c u c h é n a d a , n i n g u n a señal. Abrí
los ojos. Nada. L e v a n t é la c a b e z a . ¡ E n t o n c e s vi!

' E n t o n c e s vi, por entre el t e c h o de r a m a s que se u r d i m b r a -


ban más a d e l a n t e , a r r i b a , una m u l t i t u d de luces a m a r i l l e n t a s co¬
mo m u c h a s l á m p a r a s a p e t r ó l e o , a k e r o s e n e , e n c i m a de los tre¬
mendos árboles. ¡Deben ser mis p a i s a n o s , me a n i m é , d e b e n ha¬
ber colgado sus l i n t e r n a s en la c o p a de la m á s alta l u p u n a p a r a
que yo me p u e d a orientar! Y me l a n c é a c a m i n a r en d i r e c c i ó n
de las l á m p a r a s !

' C o m o al r a t o , saliendo a o t r o claro del b o s c a j e , p u d e m i r a r


m e j o n . n o eran l á m p a r a s . ¡Era la l u n a que se r o m p í a , bien a r r i b a ,
por detrás de las r a m a s ! ¡Luna m a l d i t a ! , grité, s a b i e n d o que no
era la v e r d a d e r a luna lo que yo h a b í a visto sino a p e n a s su reflejo
en mi á n i m a , el reflejo de las l á m p a r a s , lo que h a b í a q u e r i d o ver
mi e s p e r a n z a . Me d e r r u m b é ya p a r a s i e m p r e sobre el p a s t o . P e r o
ahí m i s m o , de i n m e d i a t o , pensé que D o n Javier me h a b í a h e c h o
creer que eran l i n t e r n a s , que eran s e ñ a l e s , l á m p a r a s , p a r a que yo
enfilara en su r u m b o . A s í , p u e s , e m p u j a d o por una ilusión idiota,
seguí c a m i n a n d o h a c i a la luna. Sin e m b a r g o no se t r a t a b a de
una ilusión idiota. Se t r a t a b a de la l u n a de mi p a d r i n o que me
i l u m i n a b a el s e n d e r o , que me d i c t a b a el s e n d e r o . No c a m i n é por
gusto. U n a risa me d e t u v o más a d e l a n t e . La risa v e n í a del l a d o
izquierdo y s o n a b a con gran c l a r i d a d . ¡Era la risa de D o n Javier!
E n t o n c e s me desvié del sendero que iba hacia la luna. Luna
llena era. N u n c a sabré por qué b r i l l a b a en ese cielo p u e s no era
su época. Y t a m p o c o sabré por qué no logré v e r l a en n o c h e s
a n t e r i o r e s ni d e s p u é s . T o m é un c a m i n o d e l g a d i t o , a la i z q u i e r d a .
¡A estas h o r a s ! , me asombré, ¡a estas h o r a s fiesteando mi pa¬
d r i n o , de seguro e s t a r á con a l g u n a m u c h a c h a ! , así p e n s é e n t o n c e s
o l v i d á n d o m e que mi p a d r i n o no p o d í a estar por esos sitios por¬
que se h a l l a b a e s p e r á n d o m e en P u c a l l p a . Y a p e s a r de los días
sin c o m e r ni dormir, siete días ayunando como brujo, alimen¬
t á n d o m e ú n i c a m e n t e con un t r o z o de p l á t a n o y con a g u a de arro¬
y o , me dirigí con fuerza hacia la risa, a b r i é n d o m e p a s o e n t r e las
r a m a s , e m p u j a n d o bejucos y a r b u s t o s que no p o d í a ver. La risa

118

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

volvía a s o n a r m á s y más n í t i d a m e n t e c a d a vez que yo estaba a


punto de d e s a n i m a r m e . Entonces recuperaba la voluntad, iba
de vuelta en su b u s c a con r e n o v a d o e m p e ñ o y e s c u c h a b a la risa
cerca, más c e r c a , nítida, m á s nítida.

' F u e así q u e p u d e r e g r e s a r s a n o y salvo c u a n d o ya t o d o s me


daban por difunto'.

119

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

¡van regresa trayéndonos


un venado y un niño

¡Este es el U r u b a m b a , insaciable y h u r a ñ o , el rojo W i l l k a m a y u


d o r a d o de los I n k a s !

L a q u e b r a d a del Inuya, t e n d i d a boca abajo como bebiendo


del R í o S a g r a d o , finge una siesta bajo el sol. N u e s t r a p i r a g u a la
interrumpe: cinco metros de p a l o - t o r n i l l o p e n e t r á n d o l a , quebran¬
do en dos la c o r r e n t a d a tibia, e s p a n t a n d o wakamayus y garzas
hacia lo alto y a n g u i l a s y t o r t u g a s y peces hacia el f o n d o . En la
p u n t a del b o t e b r o m e a C é s a r c a d a vez que señala p e l i g r o s , tron¬
cos malévolos, bajiales repentinos, hipocresía de los pedregales
que a c e c h a n d e b a j o del agua, en los e s t r e c h o s del I n u y a . Atrás,
en el t i m ó n , I v á n va a d i v i n a n d o el c u r s o más p r o p i c i o , domesti¬
cando a nuestra embarcación malhumorada. En el centro del
b o t e , s e m i s e n t a d o entre los dos h e r m a n o s , por sobre la insisten¬
cia de la selva y del m o t o r , a c e r c o mis oídos a un gesto de F é l i x
Insapillo:
— T r e s n o c h e s m á s a r r i b a l l e g a r e m o s a la b o c a del Mapuya.
A l l á ya nos h a b r á n visto d e s d e a n t e s , de m u c h o a n t e s , los a m a -
waka. A l g u n o nos d a r á r a z ó n del j e f e . . .

Y v o l t e a n d o hacia la fronda que crece a la d e r e c h a , como


si no h a b l a r a ya c o n m i g o :
— P e r o si él no quiere v e r t e , sí no quiere r e c i b i r n o s , segu-
rito que nadie nos dará razón.

121

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
— T o d o v a r ó n , s i e s a m a w a k a , sabe — m e h a b í a i n f o r m a d o
Iván. P o r eso es que t o d o v a r ó n es jefe. E l l o s ya s a b e n que
e s t a m o s y e n d o a verles y saben t a m b i é n p a r a qué. Ellos huelen
las almas desde lejos.

— A s i m i s m o es —insiste F é l i x I n s a p i l l o . Y siempre atento


a los b a r r a n c o s r o t o s , a los t r o n c o s gigantes d e s l i z á n d o s e , a las
b o s c o s a s orillas que se alzan y se alzan conforme a v a n z a n u e s t r a
c a n o a , y h a b l a n d o siempre a n a d i e , me consuela:
— P e r o le has de gustar, eso c r e o , al jefe le ha de g u s t a r el
fondo de tu á n i m a . . .

Tres n o c h e s más d o r m i m o s al b o r d e del Inuya, d e n t r o de


los mosquiteros a r r u g a d o s , en arenas, en p e q u e ñ a s a l t u r a s , en
salientes de tierra perfumada. C u a t r o n o c h e s c o r t a m o s la c o r r e n -
tada. M á s de una vez, p a r a s o r t e a r los bajos del r i a c h o t u v i m o s
que dejar el bote y j a l a r l o con sogas d e s d e la r i b e r a p o r e n c i m a
de una alfombra de troncos e s t a n c a d o s . ¡Troncos inmersos en
los b a r r i z a l e s , de r a m a s como l a n z a s al a c e c h o ! ¡Troncos desde
lo alto, a m e n a z a n t e s , sorpresivas c o l u m n a s de p a t í b u l o ! ¡Troncos
c a í d o s , con el agua al cuello, p e o r que p u e n t e s h u n d i d o s ! ¡Kiló¬
m e t r o s de t r o n c o s ! ¡Casi t o d o el I n u y a es un t e m i b l e c e m e n t e r i o
de troncos! Y cuando suponemos haber sobrepasado lo más
a r d u o se avecinan los rápidos del r í o , los m a l o s - p a s o s , los amon¬
t o n a m i e n t o s de rocas a uno y o t r o l a d o c o n t r a r i a n d o a las aguas
provocando su cólera de oleajes infinitos h e r v i d e r o s c a l l a d o s re¬
m o l i n o s debajo de la calma farsante.

Pese a t o d o s u r c a m o s y s u r c a m o s . C a d a vez m á s o p a c a y
angosta la q u e b r a d a se e x p a n d e de súbito a r r i e s g á n d o s e en u n a
cita de aguas c o n t r o v e r t i d a s . ¡Es el M a p u y a , de m a ñ o s a s corrien¬
tes, que p e n e t r a en el Inuya f u l g u r a n d o c o m o un p é n d u l o ! ¡Y
la q u e b r a d a del I n u y a suena en la t a r d e , se resiste, suena m á s
todavía!

— ¡ A g á r r e n s e ! , o r d e n a Iván. ¡Hay que saber e n t r a r al M a -


puya! ¡Insapillo: tú diriges a h o r a ! Y se afirma con t o d o el cuer¬
po tenso a la t a b l a que hace de a s i e n t o de piloto. C é s a r cede su
sitio a Félix I n s a p i l l o en la proa y el m o t o r de la c a n o a p a d e c e ,
se vence hacia una orilla, ya casi se d e s p i d e del I n u y a , largo r a t o
i n d a g a n d o en las aguas la puerta del río M a p u y a que las v o r á g i -

122

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

nes p r o f u n d a s e n m a s c a r a n con una b a b a lenta y amarilla. Por


fin e n t r a m o s al M a p u y a y d e j a m o s a t r á s el b a m b o l e o . Y algo
c o m o un t r u e n o p a s a bajo el b o t e , algo c o m o a t a s c a d o e n t r e ca¬
parazones lejanísimas, moluscos vueltos piedra, conchas de mar
de h a c e m i l l o n e s de a ñ o s . ¡El c a n t o a g u j e r e a d o del M a p u y a : la
ú l t i m a frontera que defiende al país a m a w a k a !

S o r p r e s i v a m e n t e Félix I n s a p i l l o indica p u e r t o con l a mano.


N u e s t r a c a n o a se i n c r u s t a en un c o s t a d o del M a p u y a acomodán¬
d o s e en un fangal rojizo. D e s c e n d e m o s t e ñ i d o s h a s t a el muslo.
Acosados por la voracidad del mosquerío, por la mantablanca
que z u m b a en n u e s t r o s c a b e l l o s , en n u e s t r a i m p a c i e n c i a , en nues¬
tros brazos desnudos, escalamos un trecho de ribera, hacemos
un r e g a z o de h o j a s y r a m a s m u e r t a s , u n a fogata p a r a lo que nos
resta de café.

Iván se h u n d e en el m o n t e con un solo c a r t u c h o , p e t u l a n t e ,


en su e s c o p e t a de c a z a . L o s d e m á s nos d e s m o r o n a m o s sobre la
h i e r b a escasa. ¿ C u á n t o tiempo pasó? Y o d o r m i t a b a , c r e o , entre¬
v i e n d o a la t a r d e c o m o a una i n e r m e presa de c o l o r e s en el viento
de s a n g r e , c u a n d o sentí un crujido a mis e s p a l d a s .

Escudriñé los altos m a t o r r a l e s .

E r a Iván q u e r e a p a r e c í a , que apartaba bejucos, enredos de


h o j a s , l i a n a s e s p i n o s a s , que h a c í a sitio al c u e r p o de un v e n a d o ,
lo arrastraba de la cabeza t o d a v í a sin astas, demasiado joven,
r e v e n t a d a p o r los p e r d i g o n e s . Se a p r o x i m ó j a d e a n d o y arrojó el
venadito delante n u e s t r o al p a r que abría los ojos en una seña
que no c o m p r e n d í . R e g r e s ó a los a r b u s t o s , e n t r e a b r i ó n u e v a m e n ¬
te la p u e r t a de b e j u c o s , se r a s g u ñ ó o t r a vez, a p a r t ó r a m a s , dijo
algo con voz lejana. A l g u i e n le c o n t e s t ó desde la s o m b r a . Pasó
un instante. P a s ó una e t e r n i d a d . Un p e q u e ñ o nativo salió de
entre los m a t o r r a l e s .

Iván lo trajo hasta n o s o t r o s y volvió a d e s m e s u r a r los ojos.


A h o r a sí e n t e n d i m o s : nos pedía no h a b l a r . A z o r a d o s nos aboca¬
m o s a la t a r e a de tasajear el v e n a d i t o . I v á n no nos d e j ó , lo deso¬
lló él solo y en el a c t o . Cocinamos callados y comemos callados.
R a s g o un p e d a z o de c a r n e con las m a n o s , m i r o de reojo al n i ñ o ,
no ha d e j a d o de o b s e r v a r n o s ni un momento. Cuando hemos

123

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

a c a b a d o de c o m e r y no s a b e m o s ya qué h a c e r , qué decir, hacia


d ó n d e m i r a r m i r a r , él a b a n d o n a su quietud y se acerca a la hogue¬
ra que d e c l i n a , r o m p e un t r o z o de carne c h a m u s c a d a , se lo lleva
a la boca m i r a n d o a todos lados y mastica s o n r i é n d o n o s a t r e c h o s .
Reparto cigarrillos, fumamos en silencio.

Las mejillas del niño, ¿once, nueve, t r e c e a ñ o s ? , las meji¬


llas no s a b e m o s si p i n t a d a s de guerra o de fiesta, r a y a d a s por el
karawiro, surcadas por el achiote como por cicatrices rojas e
inquietantes, se nos m u e s t r a n de golpe en p l e n i t u d . El nativo
termina de c o m e r , se levanta, se achina bajo u n a sonrisa g r a n d e .
Su cara es una invitación, no c a b e d u d a , es una invitación que
corean sus m a n o s . Y no n e c e s i t a m o s que Félix I n s a p i l l o o I v á n
C a l v o t r a d u z c a n sus p a l a b r a s veloces y c h i r r i a n t e s . Porque habla
con t o d a su p r e s e n c i a , nos está b i e n v i n i e n d o con los ojos, con
los p ó m u l o s t a t u a d o s y altos. D e j a m o s n u e s t r a s ú l t i m a s dubita¬
ciones en la orilla, en la fogata que Insapillo d e s o r d e n a y a p a g a
con un palo y en el bote v a r a d o j u n t o a las e s c o p e t a s que desar¬
mo con prisa y g u a r d o entre los m o s q u i t e r o s e n r o l l a d o s .

El niño se confunde ya con el boscaje, a r r i b a de la r i b e r a


y de n o s o t r o s , c a m i n a n d o sin r u i d o . Lo seguimos atropellada¬
mente. César e Insapillo, agitando m a c h e t e s p a r a e n s a n c h a r el
rumbo, trepan delante. Yo v o l t e o hacia Iván que se d e m o r a , que
se contiene: c o r r o b o r o en sus ojos que el niño es un e n v i a d o del
Brujo de los B r u j o s . Y sin p o d e r creerlo al fin lo c r e o : el inacce¬
sible, l e g e n d a r i o I n o M o x o , P a n t e r a N e g r a d e los amawaka, ha
e x t e n d i d o su venia h a s t a n o s o t r o s .

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

un árbol muerto nos prohibe


seguir adelante

— ¿ O y e s c ó m o c r e c e el r í o ? , s o n ó la voz de Iván d e l a n t e m í o .
El s e n d e r o elegido por el n i ñ o amawaka parecía internarse
hacia lo h o n d o del m o n t e p e r o n o , a unos d o s c i e n t o s m e t r o s de
h a b e r a t r a v e s a d o esa suerte de p ó r t i c o de r a m a s el c a m i n o regre¬
saba p a r a l e l o a la orilla a t i s b a n d o las aguas v e r d i n e g r a s del M a -
p u y a por e n t r e las rendijas que a c e p t a b a el boscaje. C u a n d o hu¬
b i m o s a n d a d o , ¿ u n a , dos h o r a s ? , o b e d e c i e n d o e l c u l e b r e o d e l a
t r o c h a , r a z o n é q u e mejor h u b i e r a sido a v a n z a r ese t r a m o e n nues¬
tra fatigada y eficiente p i r a g u a de m o t o r , e x o n e r a n d o así de m á s
trajines a n u e s t r o s p o b r e s c u e r p o s . P r o n t o tuve que a g r a d e c e r la
d e c i s i ó n del n i ñ o . El r u m o r del río se iba v o l v i e n d o e s t r u e n d o
c o n f o r m e c a m i n á b a m o s y sus r i b e r a s se confabulaban más y más
a l z á n d o s e en p a r e d e s de g r e d a o s c u r a y h ú m e d a y b r i l l a n t e . Lle¬
gué a sentir n o s t a l g i a de aquel t e m o r que t u v e descubriendo el
t r o n a r del Urubamba. P u e s el R í o S a g r a d o , c u y o fondo de fan¬
gos a m o r d a z a al e m p e c i n a m i e n t o de las a g u a s , i m p o n í a una músi¬
ca de orillas m á s e x t e n s a s p e r o francas y l á n g u i d a s . El c a n t o del
M a p u y a , en c a m b i o , s i m u l a n d o a n g o s t a r s e , en verdad se afilaba
sobre un l e c h o de fósiles, p i e d r a s de e s c á n d a l o y de r e m o l i n o s ,
inmemoriales cascajos rencorosos. Los no hace mucho tímidos
b a r r a n c o s se v o l v í a n i n s o l e n t e s farallones y la c o r r i e n t e se torna¬
ba vértigo revestido de troncos, de cocodrilos que se fingen
t r o n c o s , i n e r t e s y v a r a d o s en los r e c o d o s a r c i l l o s o s o t u m b a d o s

125

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
al sol sobre la a r e n a de las p l a y a s b l a n c a s . N u e s t r a e m b a r c a c i ó n
no h u b i e r a c o n s e g u i d o vencer a q u e l l o s p a s o s , tantas m a l i n t e n c i o -
nes del M a p u y a .
— ¿ O y e s c ó m o crece y crece el río? Si h u b i é r a m o s seguido
c a n o a n d o , fijo que aquí se nos h u n d í a la p i r a g u a . ¿Oyes?. . .

Más a t e n t o a las c h a r c a s y raíces que me e m p e r e z a b a n el


c a m i n o , seguí tras de Iván, silencio. ¿Dije que yo c e r r a b a el
o r d e n de la m a r c h a ? A n t e s que él, d e s c a l z o , iba F é l i x I n s a p i l l o
r a s t r e a n d o a C é s a r que se a p r e s u r a b a afanado en saltar y trope¬
zar a fin de no p e r d e r de vista al e n v i a d o a m a w a k a .

Un a r o m a de p o m a r r o s a s nos g o l p e ó : hurtamos algunos de


sus frutos al azar, sin d e t e n e r n o s . Un t r e c h o m á s allá t u v i m o s
que c a m i n a r al t a n t e o , peor que c i e g o s , en esa n o c h e b r e v e que
los b o s q u e s p r o v o c a n al tupirse de g o l p e , sin p i e d a d , confundien¬
do a los m o n o s n o c t u r n o s bajo el e s p e s o t e c h o de l i a n a s y de¡
copas frondosas, entreverando ruidos húmedos, perfumes estan¬
c a d o s , aleteos y frutos invisibles, h a c i e n d o del c a m i n o un inquie¬
t a n t e , i n d e s c r i p t i b l e túnel que c r u z a m o s a g a c h a s e n t r e temero¬
sos y maravillados.

La voz de I v á n me orienta en lo o s c u r o :
— L o s e s t r e c h o s del M a p u y a son c u i d a d o s p o r serpientes
gigantes, e n o r m e s boas d e c u a r e n t a , d e c i n c u e n t a m e t r o s , que
llaman y a k u m a m a . E n q u e c h u a y a k u m a m a significa L a M a d r e
de L a s A g u a s . ¿ O y e s ? No hay razion p a r a que un río flaco pro¬
d u z c a t a n t o r u i d o , ese ruido de t e r r i b l e s c o r r e n t a d a s . La y a k u -
m a m a las p r o v o c a , eso dicen. . .

La voz de I n s a p i l l o , que yo no suponía tan c e r c a n a , lo inte¬


r r u m p i ó en la s o m b r a :

— E n los l a g o s he visto y a k u m a m a s p e r o n u n c a en los ríos


y m e n o s a esta a l t u r a del M a p u y a . En los lagos, sin avisar, la
y a k u m a m a p a r e r e m o l i n o s , m u y u n a s , t o r m e n t a s que v u e l c a n bar¬
cos g r a n d e s c o m o casas. Yo la he visto tragarse p e s c a d o r e s co¬
mo si fueran f r u t o s . . .

— ¿ N o te estarás e q u i v o c a n d o ? , lo p r o v o c ó la voz de Iván


b o r d e a n d o una b u r l a , tal vez no fue una y a k u m a m a lo que viste
sino un kotomachácuy, esa serpiente que tiene dos c a b e z a s . Por-

126

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
que ú n i c a m e n t e en los l a g o s , bien al f o n d o de los g r a n d e s lagos
vive el kotomachácuy. ¿O a c a s o no lo s a b e s ? . . .

I n s a p i l l o e s t u v o a p u n t o de r e p l i c a r , no p u d o , sólo un r e -
z o n g o suyo r a s g u ñ ó la p o s t r e r a o s c u r i d a d del t ú n e l . Precisamen-
te a la salida del boscaje c o n d e n a d o p a r a s i e m p r e a la n o c h e , allí
d o n d e el s e n d e r o volvía a ser s e n d e r o , e n s a n c h á n d o s e p o r fin re¬
c o n c i l i a d o con el cielo q u e m a n t e , n o s d i m o s con un n u e v o impe¬
dimento: la increíble desmesura de un shiwawako d e r r i b a d o , todo
e n v u e l t o de m u s g o , de raíces y de a r a ñ a s p l o m i z a s y de m o h o ,
se alzaba ante nosotros vedándonos la trocha como un muro
verdusco y melancólico. Sólo a l g u n a s b a y u c a s , esas o r u g a s orti¬
gantes, verdes, blancas, rosadas, amarillas, rojas, de pelambre
sedosa y azulada, aventuraban sobre el shiwawako su lentitud
flemosa, p o n z o ñ o s a , imprudente. L o s e x t r e m o s del árbol caído
se perdían a a m b o s l a d o s del sendero bajo dos confusiones de
arbustos espinosos y de heléchos: encajes prestigiados p o r una
que otra o r q u í d e a c o m o por las ruinas de un incendio sucedido
hace tiempo. Él a m a w a k a e s c a l ó el árbol m u e r t o en un i n s t a n t e .
I v á n l o s e c u n d ó , l u e g o I n s a p i l l o , h e n d i e n d o l a c o r t e z a con m a n o s
y con pies igual que si fueran garfios f a b r i c a n d o p e l d a ñ o s . Nos¬
o t r o s , e n c a m b i o , nos d e m o r a m o s t r e p a n d o u n o s o b r e o t r o , enca¬
d e n á n d o n o s hacia lo alto d e aquel m u r o d e m a d e r a e s c o m b r a d a ,
c a y e n d o t o r p e m e n t e al otro lado, r e c u p e r a n d o n u e s t r a senda ta¬
p i z a d a de l i a n a s d e s a s i d a s , de ilusas hojas secas que crujían mo¬
jadas. N o h a b í a n i siquiera l l o v i z n a d o p e r o el inmenso tronco
estaba h ú m e d o . Gruesas gotas caían desde el cielo r e s q u e b r a -
j a d o p o r un sol de m i e d o . A l c é los ojos: las gotas no caían d e s d e
el cielo. ¡La lluvia de otro t i e m p o , a c u m u l a d a en la c o p a de los
á r b o l e s , a h o r a c u m p l í a , ya p a r a q u é . su oficio, f l u y e n d o a p a u s a s ,
sin n i n g ú n s e n t i d o , d e s l i z á n d o s e en v a n o c o m o el l l a n t o de un
muerto!

—El primer hombre no fue hombre: fue mujer, prosigue


su relato, inesperadamente, Don Javier.

127

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod
Don Hildebrando lee en
el aire un libro de
Stéfano Várese

Don Javier maltrató el paquete de cigarrillos negros, extrajo el


menos lastimado, lo alumbró:
—Eso afirmó Inganíneri la última vez que me hospedó en
su casa, esa linda junto al nacimiento del Unine, la casa más am-
plia que él tuvo en El Gran Pajonal...
—¿En El Gran Pajonal?, me alegro yo. Un amigo mío vivió
buen tiempo allá...
—Lo sé, me interrumpe Don Javier.
—¿Usted lo conoció? ¿Conoce usted a Stéfano Várese?
—No, nunca lo he visto.
—Hace unos meses él publicó un libro...
—Lo sé, volvió a interceptarme Don Javier. Es un estudio
que trata de los campa, de la vida y costumbres de los ashanínkas.

Sus miradas brillaban tras el humo y las voces de la cantina


frente al río Ucayali, allá en Pucallpa, hacia los bosques aleda¬
ños que la luna lavaba o borroneaba.
—Nunca he visto ese libro pero lo conozco, bien lo co¬
nozco...

Giré el rostro en dirección de la ventana repintada de ama¬


rillo, de blanco: la ribera del costado se azulaba como paisaje
bajo el agua, sin convicción de madera ni respirar de gentes ni
de tierra. Don Javier regresó su mirar a nuestra mesa, peinó su

129
ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org
www.rezistencia.org -------- editado por el CE
flaca barba con los dedos, apresuró un tercer vaso de aguardien-
te de caña.

—Los pensamientos de la gente buena viven en el aire, se


alojan en el aire lo mismo que nosotros en nuestra casa. Antes
de ser llevados a los libros, al sólo ser pensados y aunque nunca
se escriban, ya viven en el aire. El maestro ¡no Moxo me reveló
que las ideas se graban mejor sobre el aire que sobre los cua¬
dernos...

Y señalando mi grabadora:

—Y se guardan mejor que en esos aparatos... Desde antes de


nacer, todo está grabado ya como en una cinta, sólo que es una
cinta sin sonido. La Magia le pone sonido a la vida de los hom<-
bres, es así... Se guardan, pues, te estaba diciendo, se guardan
mejor que en esas máquinas y duran mucho más, un eterno
comienzo. Porque el aire es de todos, acaso lo único que hoy
por hoy es de todos. La voz de la vida. Y sin que lo sepamos,
sin que nos demos cuenta con la cabeza, las ideas que habitan el
aire, como ánimas nos nutren, nos dan aliento. El maestro Ino
Moxo me enseñó a leer en el aire, a distinguir y elegir los pensa¬
mientos que crecen en el aire. Ahora sí vamos a entendernos,
amigo Soriano. Yo no he visto nunca ese libro de que hablaste,
de tu amigo Várese y sin embargo lo he leído varias veces. Y no
importa, supongamos, que un mal día quemen todos los ejempla¬
res de ese libro ya que los pensamientos, las dudas y certezas de
quien lo escribió, igual que espíritus bondadosos, grandes, verda¬
deros, viven en el aire, nos pertenecen...

—Lo que te ha dicho Don Javier es cierto, aseveró Don


Hildebrando con la cabeza gacha, sumido en aquella banca que
obstruía la entrada. Como todas las viviendas de la zona, la de
Don Hildebrando distaba medio metro de la tierra, sostenida por
tenaces vigas de wakapú que así la resguardaban de las víboras,
lejos de los aniegos desatados por las lluvias frecuentes o por el
insensato rebalse de los ríos. Venciendo tres peldaños uno ya
estaba a salvo. Y a la izquierda del cuarto penumbroso, frente
al altar de triángulos de madera pulida, era inevitable tropezar

130

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
con la banca donde el brujo aguardaba. Para ingresar había que
eludirlo. Ciertos participantes, los foráneos, siempre llegando
incrédulos y al último, lo rozaban a veces, él nunca se inmutaba.
A no ser por los zurcidos de su camisa ploma y de esos pantalo¬
nes de dril desvaído, sentado de aquel modo, las cortas piernas
flexionadas en equis, los anchos pies terrosos empecinados en
nerviosear los dedos, cualquier desprevenido lo hubiera confundi¬
do con una estatua asiática de arcilla o con el equilibrio de un
fardo funerario, momia de inka recientemente embalsamado. Por¬
que más parecía ser la sombra de nadie, así, callado, angustio¬
samente inmóvil, casi eterno junto al marco de la puerta, en esa
su choza lastimosa que sonaba y olía como un bosque en la
noche de Pucallpa.

—Es cierto. La casa del aire es la casa de la vida. Nada


muere una vez que entra en el aire. Las ánimas de todos los
tiempos, los conoceres y los sentimientos de todos los tiempos,
inclusive los que germinaron antes que apareciera nuestro primer
pariente, las ánimas de siempre, noble y dañinas, altas y bajas,
están mejor que sembradas en el aire. Allí pueden crecer o dete¬
nerse pero no mueren nunca. Ahora mismo están ahí, al alcance
de las gentes que se preparan, que pueden, que lo merecen. Ahí
está, intacto, todo lo que se ha pensado aun antes que los huma¬
nos tuvieran pensamiento. Ahí está todo lo que se ha escrito.
Todos los libros están ahí, en el aire. Cierto es lo que te ha
dicho Don Javier.

Por un instante el rostro de Don Hildebrando deja de resis¬


tirse a nuestros ojos y se yergue suave y resignado y su\ palabra
sin embargo es áspera y me recuerda al Qero del inka Manko
Kalli.

—A mí me pasa igual a veces. Ese libro de que hablaste


con Don Javier, por ejemplo, yo también lo conozco. Nunca lo
he visto, ígualito, y nunca me han contado. Pero conozco. Como
una gran emanación, como aliento de flores de tzangapilla, ocul¬
tas, así ha entrado en mi sangre el pensamiento de tu amigo
Stéfano Várese. No sólo lo que él dice. También lo que no
alcanzó a pronunciar, lo que no pudo dar forma todavía en el
aire, su puro pensamiento...

131

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
Don Hildebrando cerró los ojos con fuerza, con más fuerza
y se perdió en su perorar. Hablaba extrañamente como si. reci¬
tara un texto de memoria o como si leyera. Llegué a pensar que
el brujo repetía palabra por palabra lo que alguien le dictaba
desde quién sabe dónde. Su voz no era su voz y su rostro tam¬
poco, hablaba y fulguraba con palidez de muerto, alguien que
no era él pero que sí era él al mismo tiempo ocupaba su cuerpo,
lo desbordaba inconteniblemente, salía por su boca de sónánmbu-
lo, decía:

—El ashanínka, el hombre campa, existe como un transeún¬


te, en la superficie de la tierra nomás. La muerte dará fin a este
tránsito y abrirá el nuevo camino. Pero hay diversas muertes
en la vida de un ashanínka, varios estados que le permiten acce¬
der a los mundos misteriosos, los espacios sagrados. El sueño
del dormir, las visiones que regala el ayawaskha, pueden hacer
que el hombre ingrese a estos mundos del allá. La misma selva
en sí, las pequeñas lagunas, una pomarroso abrazada por lianas
de garabato-kasha, el sendero de piedras que cubre el fondo de
las quebradas, un shiwawako muerto, una risa en el bosque, la
piel de los ríos que se levanta como tapa de mosquitero, un millar
de lámparas que no son lámparas en lo alto de una lupuna que
no es lupuna, en la noche, y las rocas, las cuevas de la selva, los
claros de los pajonales, son otras tantas puertas que llevan a esos
mundos, a estos mundos que no se tocan con las manos del cuer¬
po material. Los virakocha, los blancos, no entienden esas puer¬
tas. A lo largo de cuatrocientos años los virakocha sólo han
sabido equivocarse, nublarse en tantas cosas, equivocarnos en su
pensamiento. No ven, no tienen ojos de ver, los virakocha. No
tocan la religión del ashanínka porque no saben tocar ni su me¬
moria, ni su propia memoria pasada y futura. Un ejemplo: el
campa, el ashanínka que espera religiosamente el regreso de Juan
Santos Atao Wallpa, su líder que se alzó contra los conquistado-
res españoles allá por 1742, el campa lo espera religiosamente,
hace varios siglos que los campa lo esperan religiosamente, pero
el virakocha no ve esa religión. Otro ejemplo: un ashanínka in¬
tercambia dones, regalos, con otro ashanínka estableciendo una
relación sin tiempo, de comercio sagrado, haciéndose ayúmpari.

132

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
así se llaman los que entran en comercio sagrado uno del otro,
ayúmpari, pero el virakocha tampoco ve esa religión.

Yo tengo mis gallinas en mi casa.


Cuando me las piden yo las doy.
Porque nunca debemos ser mezquinos.

Así dice una vieja canción ashanínka.

Descansa la madrugada,
se va a dormir la mañana,
no se desunen las manos:
siempre abrirán la ventana.

Así dice una canción de Raúl Vásquez, el Juglar de la Selva.


Porque el campa que no ofrenda generosamente a los demás,
como la orilla con el río, es apartado del curso de su nación. No
respetar al huésped, no obsequiarlo, no intercambiar con él da¬
divosamente, significa cortar ese fluido que une a los hombres
con los hombres. Ya que quien recibe adquiere algo de la esen¬
1 A
cia de quien da, y ello sería peligroso en caso de no existir co
rrespondencia... Ayúmpari, esa es la palabra que define al hom¬
bre con quien se está en relación de comercio sagrado...

Don Hildebrando se detiene. Lo busco en la penumbra, no


entiendo en qué momento se acabaron las velas, apenas alcanzo
a escucharlo respirar con angustia de asfixiado. Una tensión
extraña vuelve a sitiar la casa, remece las vigas de capirona, los
tablones del piso, las paredes astillosas y frágiles. Será el viento.
—Yo estaba esa tarde contemplando el Willkamayu, el Uru-
bamba, desde lo alto de la cindadela inkaika de Pisaq, cuando
me encontré con un viejo que excavaba cerca de las cuevas donde
están sepultados nuestros abuelos inkas. Vi que el anciano tenía
entre las manos ese Qero recién desenterrado. Me oyó esbozar
un saludo en su idioma y sonrió con lástima aproximando el vaso
ceremonial hacia mí, obsequiándomelo con una palabra que no
he olvidado. Ayúmpari, me dijo, dice mi primo César. Eso me
dijo: ayúmpari. Será el viento, me sugestiono mientras mis ojos
van acostumbrándose a la oscuridad. La luna se hace hilachas
por entre los ramajes de yarina que techan el recinto: distingo al
brujo sobre la banqueta, pedestal de madera que resiste milagro-

133

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
sámente todo su cuerpo inmóvil, el opaco silencio de su cuerpo
cincelado en los filos de luz tibia. Don Hildebrando se inclina,
retrocede, alza la frente, su cabeza gira como atornillándose al
cuello imperturbable, lenta, muy lentamente, y así, muy lenta¬
mente, conforme el brujo retoma a su quietud, la casa va dejan¬
do de temblar. Una voz que no es la de Don Hildebrando entre¬
abre su boca nuevamente:
—El mundo, salido de la mano del Dios Pachakamáite, está
impregnado de divinidad. La naturaleza no es natural, es crea¬
ción de dioses, es divina, y todo lo que se encuentra sobre el
mundo participa de esa condición, todo participa de las fuerzas,
de las grandes ánimas que rigen la existencia desde el aire. Las
palabras también. Quien pronuncia palabras pone en movimien¬
to potencias. Por eso el ashanínka está forzado a vivir en armo¬
nía con las fuerzas del mundo, de estos mundos. El ashanínka
se armoniza con ellas para poder conservar dentro de un solo
cuerpo sus cuerpos material y espiritual...

Nosotros, en c a m b i o , d e m o r a m o s t r e p a n d o uno sobre o t r o ,


e n c a d e n á n d o n o s h a c i a lo alto del árbol e x t i n g u i d o que nos v e d a
el c a m i n o hasta que al fin p o d e m o s e s c a l a r l o , ' t r i u n f a n t e s y ma¬
gullados, sólo p a r a d e j a r n o s r e s b a l a r t o r p e m e n t e p o r la corteza
húmeda, ¡sólo p a r a caer, al otro l a d o del tronco enmohecido,
sobre la misma s e n d a ! . . . Así y t o d o , m a l t r e c h o s , p r o s e g u i m o s
andando. A l c é los ojos: las gotas no caían desde el cielo resque¬
brajado por un sol de m i e d o . ¡La lluvia de otro t i e m p o , acumu¬
lada en lo alto, a h o r a r e b a l s a b a la copa de los á r b o l e s deslizán¬
dose en vano c o m o el llanto de un m u e r t o ! E n t o n c e s nos lanza¬
m o s a correr p o r la t r o c h a b u s c a n d o dar alcance al enviado de
Ino M o x o . Horas anduvimos sin lograr e n c o n t r a r l o . Ya nos
d á b a m o s por p e r d i d o s c u a n d o el a m a w a k a surgió atrás de noso¬
t r o s . A l g o , cierto r e p r o c h e , m a n a b a de sus ojos, a h o r a compren¬
do que nos miró c o n lástima. Porque cuando a v a n z a m o s atolon¬
d r a d a m e n t e , z i g z a g u e a n d o , e s q u i v a n d o ramajes, más aprisa, sal¬
v a n d o charcos fétidos, en verdad no a v a n z a m o s . E s t á b a m o s hu¬
yendo. Estábamos huyendo de n o s o t r o s , del p r i m e r m i e d o , de
esa inútil lluvia.

134

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
Don Hildebrando observó el lecho de su ¡ambo que había
dejado de temblar, bajó el rostro. Tal si se sorprendiera de en¬
contramos allí retrocedió al mirarnos.
— Asi es, dijo ya con su propia voz dirigiéndose a mí. Asi
como tú ves una isla de lejos, una de esas islas que parecen bos¬
ques flotando y sabes que es una isla y la conoces y en lo pro¬
fundo sabes que es un bosque lleno de árboles y sabes que son
árboles aunque no puedas distinguirlos de uno en uno a la dis¬
tancia, asimismo he visto ese libro de tu amigo Várese, así lo he
conocido. Como bosques he visto sus ideas por más que a veces
no alcance a distinguir una por una sus palabras exactas...

Don Hildebrando vuelve a girar la cabeza, respira un aire


denso, inmenso, tibio, un aliento de flores de tzangapilla oculta?,
y se incorpora de la banca manchada:
—Así es. Quien pronuncia palabras pone en movimiento
potencias, desencadena otras fuerzas, otras palabras en el aire,
sin ya nunca conocer su término. Poderes infinitos. Las pala¬
bras no son únicamente palabras. Igual el mundo, esta tierra,
todo lo real que vemos o soñamos, es más, es mucho más de lo
que alcanzan a mirar nuestros ojos, a mirar hacia afuera o hacia
adentro. Así también quisiera que recibas lo que te he dicho en
estos cuatro días, como más que palabras, como un obsequio
bueno que yo estaba debiéndole a tu primo César. Hoy he podido
cumplir, a través tuyo. Cuando él me regaló este vaso sagrado
de los inkas del Cusco, en realidad me estaba regalando mucho
más. Desde entonces quedé en deuda con él, se hizo mi ayúm-
pari. Ahora ya estamos a mano...

Y nos pidió disculpas por tener que dejarnos, dijo que po¬
díamos quedarnos otro instante en su casa, que no lo visitáramos,
eso sí, a la noche siguiente ni a la subsiguiente, que iba a tener
que reponerse mucho, de seguro dormiría varios días su cuerpo
material, varias semanas su cuerpo espiritual. Y salió arrastran¬
do los pies, encorvado, con los barzos vencidos, como un con¬
valeciente, muy despacio.

La última noche en casa de Don Hildebrando en Pucallpa


no me fue afortunada. En plena meditación, estando todos sen¬
tados en redor de su aliar de tres triángulos y mucho después

135

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

de habernos fortalecido con el 'Agua de la Serenidad', uno de


los pacientes que esperaba el fin de la sesión para ser atendido,
un mestizo pálido y barrigudo de no más de cuatro años aferra¬
do al regazo de su madre, se deshizo en sollozos. Sin abrir los
ojos Don Hildebrando alargó su mano derecha hacia el niño y
diseñó algo en el aire. El pequeño se aquietó. La choza del bru¬
jo, estremecida por ventiscas oscuras casi había recuperado su
plenitud habitual, esa su contagiosa omnipotencia, cuando el llan¬
to del niño volvió a desmenuzar la quietud. Tres veces cortó el
aire la mano de Don Hildebrando y tres veces el niño calló. Final¬
mente, alternándose en gritos y quejidos, se abandonó a una
pena y un miedo irrefrenables.

—Va a tener que esperar afuera—dispuso el brujo con sua¬


vidad, siempre sin abrir los ojos, dirigiéndose a la madre del que¬
joso. Y sin que denunciaran movedura sus labios comenzó a
entonar uno de sus icaros, una canción mágica de llamado.

"Ibáre pawané
Ibáre pawané
Warmikaro yamarémo
Yamaré Yamarerémo"

La memoria se me alegró pensando en el primer icaro que


le oí susurrar: una canción magnetizada para curar. "Ira Ira
lraká, Kura Kura Kuraká, Epirí Ririritú, Yamaré, Yamarerémo".
Prescindiendo del cadencioso silabeo del icaro que en boca del
brujo se ahondaba perdiéndose en rugosas resonancias, creí haber
descubierto alguna clave: lo castellanicé: "Kura Kura Kuraká"
tal vez no era otra cosa que un requerimiento a cierto espíritu
para que aleje la enfermedad: "Cura, Cura, Cura acá". Y "Epirí
Ririritú Yamaré Yamarerémo" podría muy bien significar: "Espi¬
rita llamaré, llamaremos". No sé qué ajenas fuerzas me impulsa¬
ron entonces. Abandoné mi sitio y me aproximé al pequeño que
se ahogaba sollozando. Me sentía poderoso y mareado, como
habitado por varias almas. Dueño, y al mismo tiempo esclavo,
de todas las potencias de lo real, de un misterio sin límites. Obe¬
deciendo a no sé quién, a no sé qué, acaricié los cabellos del niño
y susurré:

136

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

— Vas a dormirte ahora, calladito, vas a quedarle dormido,


calladito. Y cerré sus párpados sin tocarlo, rozando con un dedo
el aire próximo a su cara, y el niño se durmió de inmediato, y
\o volví de puntillas a mi lugar. Permaneció inmóvil, en brazos
de su madre, hasta que concluimos la sesión.

Al despedirme solicité a Don Hildebrando conversar más


dentro de algunos meses, a mi regreso de Atalaya, luego de haber
entrevistado, eso esperaba, a Ino Moxo. Poseído por un inocul¬
table desasosiego, como espantando un pensamiento malo, Don
Hildebrando se dio vuelta, me dijo no a secas. Rasguñado en
mi orgullo, más que desconcertado, enfilé hacia la puerta. El
brujo me detuvo con un gesto que no acabó de salir de su cuerpo
encorvado:

—En la arquitectura del aire existe un orden, se mortificó,


existe una jerarquía que no se puede alterar. No sólo los espíri¬
tus benignos se hospedan en el aire. También hay grandes ánimas
que segregan daño. Y cuando alguien interrumpe ese orden, los
malos espíritus, que son muy poderosos, aprovechan para colarse
por entre la arquitectura que ya se ha resquebrajado, se anticipan
a las ánimas puras y caen como ejércitos de fuego sobre los hu¬
manos indefensos.. En esos casos, aunque nadie los ve, yo puedo
verlos. Y tengo, que hacer un gran esfuerzo para contenerlos,
para impedir que ingresen. Tengo que levantarme contra ellos
ya que nadie sino yo puede sentirlos. Y después de vencerlos,
porque es mi obligación, es mi oficio vencerlos, puedo quedarme
muchos días sin fuerzas para nada, como un montón de escom¬
bros, como cushma vacia...

Sólo entonces los ojos de Don Hildebrando dejaron de esqui¬


varme:
—Esta noche, y únicamente por vanidad irresponsable, igno¬
rante, sin ningún derecho, alguna cosa que todavía no entiendo,
algo que todavía no sé, ha violado la jerarquía de los espíritus
que viven en el aire, ha desordenado la arquitectura que debe
ser perfecta aun dentro de su imperfección, ha cortado la curva
de las esferas. Todavía no sé bien. Pero he sentido. Durante
toda esta sesión he tenido que acumular dentro de mí todas las

137

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

fuerzas, he tenido que resistir ios embales de las ánimas mancha¬


das. A partir de esta noche voy a tener que meditar más, con¬
centrarme más. Porque he sentido cómo bajaban los espíritus
dañinos, cómo daban vueltas y vueltas allá afuera. Y todavía
están allí. Para alejarlos del todo, para que retornen a su sitio
voy a tener que concentrarme mucho. Voy a tener que comenzar
desde el comienzo, desde antes del comienzo, como si no hubiera
pasado el tiempo. Como si no hubiera pasado ningún tiempo,
nunca, ni sobre la tierra ni sobre los hombres...

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

nos enteramos que el primer hombre


fundó la nación de los campa y que,
además, no fue hombre

—El primer hombre no fue hombre, fue mujer, me dice Don


Javier enmarañándose en risadas hondas.
Discreto de estatura, ya titubeando entre la fortaleza y la
gordura, Don Javier cuando no habla ríe con todo el cuerpo,
hasta con la camisa de flores insolentes y el pantalón verde bote¬
lla que se estira y resiste sentado ante la mesa, en la silla de paja
de este bar polvoriento que huele a caña y a tabaco y a orines y
a cerveza y a perfumes baratos frente al río Ucayali, aquí en las
afueras de la ciudad de Pucallpa.
Nadie sabe cuántos años esconde la cara de Don Javier, sus
manos oliváceas y suaves en exceso como enguantadas con la piel
de un niño. Nadie sabe cuándo comenzó a ejercer, quién fue o
quienes fueron sus maestros. Pero la gente de los caseríos lo re¬
cibe con fiestas, lo aturde consultándole dolencias que él diagnos¬
tica y cura alegremente. Y la joven que busca a su marido, y el
infante poseído por el susto, y los amantes no correspondidos, y
el pescador mordido por la víbora, y el anciano que tose en de¬
masía, todos confían en la sapiencia de los ojos amables de Don
Javier, apenas más quemados que su tez y menos que sus labios
contando siempre historias recogidas de los viejos brujos de las
naciones amazónicas. Dicen que tan sólo a Don Javier otorgan
ellos su confianza para otros escabrosa, justificadamente inacce¬
sible.

139

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

—Historias que por suerte conocí, de casualidad, me ase¬


gura, que conocí cuando era jovencito en mi alma y sabía per¬
derme entre las tribus y escuchaba calladito todo lo que se dice,
más calladito lo que no se dice...

Este médico brujo andariego y mujeriego carece de la resig¬


nación de Don Juan Tuesta, del altivo desamparo de Don Hilde-
brando, de los claros enigmas de Ino Moxo, emparentándose más
bien con Juan González por aquello de que 'las enfermedades no
se curan con hierbas sino con alegría'.
—No fue hombre, fue mujer, me está diciendo ahora, así
me lo contó un mi compadre campa, un curaca que fue muy
famoso y se llamó Inganíteri. Inganíteri, que en idioma de asha-
nínkas significa 'está lloviendo'. Hace más de diez años que Inga-
níteri ya no llueve más, decidió morir, se devolvió a la tierra.
Poco antes alcanzó a informarme de qué modo nacimos los hu¬
manos. No fue como tú piensas, ya verás. Mi compadre Inganí-
teri me dijo que hace miles de lunas, cuando la misma luna no
era más que un pedazo de tronco difunto, en ese entonces todo
era ceniza. Dios no había nacido todavía siquiera, la tierra todi-
tita era ceniza. Y la luz y las estrellas y el aire, fíjate: el aire
mismo, y los bosques, las cataratas, las rocas, los ríos, los pajo¬
nales, la lluvia, los lagos pequeños y los que no tienen término, y
la salud y el tiempo y los animales que se arrastran y los anima¬
les que vuelan o caminan, y los pedregales, las playas, todo lo
que ahora existe a su manera, según su condición, lo que pode¬
mos ver, lo que no vemos, todo era nada. Y la nada también era
ceniza. Mar no había: los océanos también eran sitios vacíos, de
ceniza. Así se hallaba el mundo cuando en eso cayó un relámpa¬
go sobre un árbol de pomarroso. Y la pomarroso era ceniza, to¬
davía no era pomarroso. Y me contó Inganíteri que en ese ins¬
tante, de aquel árbol, de aquella pomarroso quemada y partida
por él relámpago, ahí mismito brotó un lindo animal. El tronco
de la pomarroso se abrió en dos, como flor, y de su adentro salió
el primer viviente verdadero, un animal que no tenía plumas,
que no tenia escamas, que no tenía recuerdos. Y el primer shirim-
piáre, el primer jefe brujo que ya vivía en esa época aunque toda¬
vía carecía de cuerpo, de todo carecía, disuelto en el aire, el
primer shirimpiáre se sorprendió muchísimo y se dijo: no es pája-

140

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

ro, no es pez, no es animal-animal, no sé lo que será pero sin


duda se trata de la mejor obra de Pachakamá'Ue. Tú sabrás que
Pachakamáite es el Padre Dios de, los campa. Pachakamáite es
Páwa, esposo de Mamántziki, hijo del sol más alto, el sol del
mediodía. El primer shirimpiáre, entonces, se quedó largo rato
pensando y al fin sentenció: tiene que ser humano. Así dispuso
reflexionando fuerte el shirimpiáre número uno y decidió llamar
Kaametza a ese animal. Kaatmeza, que significa en idioma campa
La-muy-hermosa. Así fue que comenzamos, con Kaatmeza, una
hembra. Ni bien brotó de la pomarroso, ella empezó a buscar.
Creía que caminaba, y era cierto, caminaba la selva, atravesando
bosques de ceniza, fríos, pero en verdad no caminaba: buscaba,
y no sabía qué, sin poder precisarlo por ahora. Así estuvo Kaa-
metza años de años caminandobuscando, cuando una tarde...

Don Javier hace como que busca la botella de aguardiente


de caña, colma otra vez el vaso que acaba de acabar, yo me ofrez¬
co y me acepto dos sorbos de mi vaso mientras el brujo regresa
a hablar:
—Te he dicho una tarde recalcándolo, con la misma inten¬
ción con que a mí me lo dijo Inganíteri, sólo por precisar, para
que puedas ver mejor lo que estoy recordando, porque entonces
no había tarde alguna, tampoco madrugada ni noche ni mediodía.
Pasaba el tiempo, sí, pero era diferente del que hoy conocemos.
También el tiempo era ceniza y carecía de límites, como un río
de tres orillas. Fue mucho después que se amansó y dividió, hizo
como mucho después lo haría el Urubamba, el río sagrado de los
inkas del Cusco. Entonces no existía este tiempo que se fatiga
y se echa a descansar igual que gente. No era como ahora, así:
troceado. Hoy sólo algunos brujos, kaiziboréri, o brujos fuma¬
dores: shirimpiáre, pueden conseguir que aquel tiempo vuelva, y
no más de una noche, de dos noches enteras. Lo hacen bajar del
aire, descienden los retazos de ese tiempo que pasan dispersos,
huérfanos-, y los juntan durante noches y noches de concentrarse,
después de haber ayunado dos o tres semanas, días de comer un
plátano asado a leña, de beber agua de arroyo solamente, de re¬
cordar, repetir o inventar los rezos fuertes, las canciones mágicas,
los icaros precisos, las invocaciones más apropiadas y podero¬
sas, así regresa el tiempo, lo mismo que nube cariñosa, de polen

141

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
plateado, y ocupa otra vez La Casa del Llamado. El maestro
hio Moxo es uno de los contados shirimpiáre que poseen el don
de convencer al tiempo y devolverlo a su estado original, a que
cumpla con su primer oficio. Haz de saber que antes, cuando
Pachakamáite aún no había dispuesto que Kaametza naciera, el
tiempo no servía para encuadrar el ciclo de lo viviente. No era
su profesión marcar el paso de lo que vive a lo que muere y de lo
que muere a lo que vuelve a vivir distintamente, eternamente. No.
El primer oficio del tiempo fue fabricar felicidad, impedir los
daños en la vida, en esta y en las otras, más allá. Si algo o al¬
guien era ocupado por el mal y lo contagiaba, el tiempo hacía
que ese algo o alguien dejara de crecer. No lo mataba, no, por¬
que en la condición de aquel tiempo no cabía la muerte. Lo dete¬
nía, lo cual era peor. Y a la vez aceleraba la grandeza de lo
grande, desarrollaba a los espíritus de Arriba. A un espíritu joven
le daba la experiencia de mil años. No olvides que tenía tres
orillas, podía ir y venir al mismo tiempo, y a la vez estaba quieto,
fijo, y los paisajes se desplazaban a sus costados, eran ellos quie¬
nes regresaban y avanzaban hacia el mar. Es por eso que el
maestro Ino Moxo, cuando está bajo la nube, una vez que ha pe¬
gado los trozos de ese tiempo y lo ha hecho descender, ya insu¬
flado por los vientecitos plateados, alimenta su entendimiento
con ese polen antiquísimo, multiplica la población de poderes que
viven y que trabajan en su sabiduría, se llena la memoria con la
inteligencia de miles de vidas, fortalece su potencia de mirar...

Apenas una mesa del bar a esta hora conserva su bullicio:


tres parroquianos obsedidos, más que por los desmanes del alco¬
hol, por el desdén de esa muchacha maquillada en exceso, des¬
colada, cuya risa copiosa preside los escombros de esta noche
frente al río Ucayali. Don Javier compadece sus ojos hacia ellos,
apenas una desdeñosa curiosidad que dubita entre los pechos de
la hembra, retorna a la ventana, observa nada.
—Una tarde, entonces, ante un arroyo que también era ce¬
niza, Kaametza fue a mirarse, o a beber, o a lavarse. Se agachó
hasta las aguas quietas del río que pasaba entre esas tres orillas,
y de lo alto del bosque surgió una pantera de espanto, un oto-
tongo negro, bramando. Ella se quedó inmóvil al comienzo, sin
siquiera asustarse. ¿Acaso conocía? ¿Acaso tenía conocimiento

H2

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
de lo que era el susto, de lo que era un otorongo enfurecido?
Todo era tarde y víspera en el alma de Kaametza, una gran tarde
oscura e inocente sobre su entendimiento. Garras, no distinguía,
no imaginaba. No había palabras en su mente, ni nombre de
ninguna cosa. Pero gracias a ese conocer desconocido, sin con¬
ciencia, que hasta hoy poseemos, Kaametza comprendió lo que
debía y eludió al otorongo. Y el otorongo volvió a saltar sobre
ella, con las uñas afuera, preparadas, como astillas de piedra
calcinada. Y Kaametza volvió a esquivarlo. Una y otra vez el
otorongo negro quiso atraparla: sólo clavó sus garras en despe¬
cho. Y Kaametza descubrió dentro de sí un temor gigante, com¬
prendió lo cerquita de la muerte. Y sin pensarlo ni proponerse
nada, arrancó un hueso de su cuerpo. De aquí delante, junto a
su cintura, mira, así se extrajo una costilla, igual que obedeciendo,
sin dolerse, y no le salió sangre, no le quedó señal alguna en la
piel, ninguna herida abierta. Y empuñando su hueso, así, como
puñal recién afilado, le sajó la garganta al otorongo. Aquí, bien
me acuerdo, mi compadre ¡nganíteri que estaba contándome esta
historia, cerró los ojos y se quedó silencio, inmóvil, escuchando
no sé, algo venía de lo hondo del monte, desde los riachuelos que
sonaban próximos juntándose a las aguas del Unine. Sentados
a la entrada de su choza estábamos, a un lado de la kaápa, ese
tambo pequeño que me había destinado, sobre la escalenta de
tres palos gruesos, mirando el bosque que se movía enfrente, allá,
tras un yucal que avisaba el comienzo de su chacra, me acuerdo.
El sol primerito de la tarde caía de filo contra el patio redondo,
apisonado, limpio de todo vegetal. Pero no era por la luz del
patio, no fue por eso que lnganíteri cerró los ojos, era porque
me habló de la pantera negra, de ese gran otorongo. La cara del
curaca campa se anciano, pura tensión, aumentada de arrugas a
ambos lados de los pómulos anchos. Al ratito tembló: parecía
que su alma regresaba de lejos, de muy lejos, y el cuello le creció
llenándose de venas por estallar...

—Y dijo que Kaametza cayó de rodillas luego de matar al


otorongo, agradeciendo se postró en la arena de ceniza, al borde
de ese río, en la tercera orilla, y contempló el cuchillo que la ha¬
bía salvado, con las manos' lo levantó hacia su boca, lo acercó

143

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

despacito, despacito, diciéndole qué cosas, casi como besándolo


tal vez...
—Disculpe, Don Javier —atreví, metiendo mi voz por entre
su ensimismamiento— disculpe usted pero hay algo que quisiera
aclarar: cuando el jefe Inganíteri cerró los ojos...
—El ojo —me detuvo, ya como era su hábito, Don Javier.—
Porque Inganíteri, no sé si te lo dije, tenía un solo ojo. El otro
lo perdió por una esposa que le robó el maestro Ino Moxo. Se
quedó tuerto de un flechazo en plena contienda por recuperarla...

Y adelgazó los ojos en la bruma del bar contra la humada


de tabaco fuerte y el perfume ácido de los manguales, de las po¬
marrosos, de las palmeras de yarina que rebosaban, en la oscu¬
ridad, las riberas del Ucayali, al frente. Ya la risa de la mucha¬
cha había desertado de la mesa del fondo. Don Javier desper¬
dició una condescendiente atención sobre los tres borrachos de¬
fraudados.
—Seguro lo hizo para no hablar, murmuró. Seguro mi com¬
padre Inganíteri cerró su ojo para no contarme más... Así, sin
ver, estaba como no hablándome. Será que algo difícil, peligroso,
prohibido de contarse, ha de haber siempre, acaso, en las histo¬
rias viejas... Sin decir nada, pues, hablando como ciego, Inga-
níteri me dijo que Kaametza acarició su hueso, lo levantó tal vez
para besarlo, tal vez para decirle cosas suaves, y el cuchillo saca¬
do de su cuerpo no guardaba ni sangre de Kaametza ni sangre
del otorongo que la había arañado, y Kaametza le dio las gracias
con su aliento, con el cariño de su boca, jadeando, y el hueso se
encendió, tembló como aquellos relámpagos que no suenan, que
sólo saben alumbrar, ¿has visto?, cuando llueve y no es época
de lluvias se ven rayos así, y ella lo soltó como si le chamuscara
las manos, y me dijo Inganíteri que el hueso se puso a dar vueltas
rehuyéndose y creciendo, igual que un ahogado buscando aire,
ocupando una forma que ya estaba en el aire, que lo esperaba
desde siempre como un destino en el aire, y que fue pareciéndo¬
se más y más a Kaametza, apagándose a pocos y volviendo a
brillar convirtiéndose en la sombra de un árbol de incendio, en
una pomarroso de sombra, en una piedra de árbol animado, en
alguna huella vieja sobre una roca grande, imitando los ojos y
los brazos y el pelo de Kaametza como si el cuerpo de Kaametza

144

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
hubiera tenido siempre un molde allí en el aire esperándolo y des-
pués retrocediendo y avanzando de nuevo y brillandoasfixiándo-
sebuscando, buscando diferencias en el aire, diferenciándose de
lo idéntico de Kaametza y al final aquietándose y victorioexte-
nuándose sobre la playa de ceniza, en lo oscuro, igualito y distinto
de Kaametza.

Don Javier bebe de un vuelco los restos de cañazo que por¬


fían en su vaso y permanece otro momento mirando nada, cre¬
ciendo en mi ansiedad.
—Así fue que apareció el varón, así aparecimos. Y el pri¬
mer shirimpiáre que ya por entonces vivía sin vivir, sin cuerpo,
apenas, el shirimpiáre número uno que estaba de testigo obser¬
vándolo todo desde el aire, se alegró mucho y decidió que el hom¬
bre viva, decidió que era bueno que el hombre acompañara a la
mujer y que juntos se procuraran descendencia, y le obsequió
asimismo dándole un nombre. Para que pudiese seguir existiendo
le puso nombre, pronunciándolo fuertemente desde el aire.
—¡Narowé!, lo llamó.

Y el primer varón, al oir el nombre que el Dios Pachaka-


máite había aprobado, continuó durmiendo. Continuó durmien¬
do pero la sangre comenzó a caminar por todo su cuerpo y el aire
entró en su sangre preñándole de luces de generosidad el corazón
y esparciendo fuerza y valentía por sus músculos y dotándolo de
alma y de palabra para que pudiera abrir las puertas de los mun¬
dos inclusive de aquellos que no se ven con los ojos del cuerpo
material y para que pudiera agradecer a los dioses y a los hom¬
bres y supiera guerrear y trabajar y hacer hijos y embellecer la
tierra.
—¡Narowé!, lo llamó, que en idioma de campas, de ashanín-
kas, quiere decir yo soy o yo soy el que soy, por igual.

Los tres parroquianos de la mesa del fondo han vuelto a


beber en alta voz y ríen y discuten sin notarnos. Convido un
cigarrillo a Don Javier, lentamente, subrayando mi ademán, ins¬
tándolo a proseguir el relato. Su mano derecha borronea un re¬
chazo sobre el aire palpable que ocupa la cantina pero sus labios
se entreabren, van a decir, se desaniman y curvan una nostalgia,
semisonrisa, ausentes. Y de improviso creo comprender, creo

145

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
que al fin comprendo. Todavía recuerdo su sonrisa alejándose,
la terquedad de sus labios pegados. Por entre las brumas de una
extraña ebriedad, sin embargo, seguí oyendo su voz. Mareado
como nunca, irremediablemente atado a un remolino de zumbi¬
dos, calores y penumbras, me rendí y sospeché que no era Don
Javier, que era el aire, la voz de lnganíteri, ya finado, insistiendo
en el aire, quien estaba contándome la historia de Narowé y
Kaametza, y me quebré sobre la mesa, abandoné mi frente entre
los brazos, lo último que pudo guardarse mi memoria de toda
aquella noche fue la visión de mi propia cabeza doblegándome
desplomada junto a varias botellas ya viudas de aguardiente como
sí por el arco de mis brazos cruzados yo regresara hasta el primer
momento, a los tiempos en que el tiempo no era el pasivo orde¬
nador de lo inevitable, no era el constructor de ruinas, guía de la
muerte, sino el fabricante de la hermosura y la felicidad.

Me hundí en un sueño sin conciencia lo mismo que en las


aguas de un lago conocido y prohibido. El estremecimiento de
una red me envolvió, me devolvió arrastrándome a la playa. No
era un lago: era un río. Vi a Kaametza en la tercera orilla, des¬
nuda y luminosa, sobre la sangre negra del tigre acuchillado, ante
el reposo de Narowé dormido. Quise acercarme a ella pero la red
me capturó de nuevo, me retornó a las aguas cada vez más oscu¬
ras, más calientes, más claras. Con mis últimas fuerzas, ya as¬
fixiándome, intenté liberarme. La red creció en tentáculos que
segregaban una goma blancuzca, se entrelazó de boas invencibles
rodeándome, forzándome hacia el fondo de las aguas del río que
otra vez era un lago. Asomé la cabeza, grité, nada se oyó en el
aire, mi voz estaba vacia. Comprobé que mi cuerpo también era
un espacio abierto, sólo el sitio de un cuerpo. Hundiéndome
por fin, con los ojos cubiertos por el agua salada, pude ver a
Kaametza en la ribera, absorta estatua frente al reposo de Na-
rowé que despertaba.

Las boas, los tentáculos de la red se aflojaron, mintieron,


insistieron. Pero no era un red. Era una mano sacudiéndome,
dos manos aferrándose a mis hombros: el administrador de la
cantina me despertaba disculpándose, todos se habían ido hace
mucho y ya estaba por amanecer.

146

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

Me incorporo tambaleándome, pago las botellas de cañazo,


salgo hacia la mañana que se insinúa desde la otra orilla del
Ucayaíi, la tercera, tras una doble hilera de bambúes, ial vez de
palosangres, ya no podría precisarlo. No sé cómo pude caminar
lanías cuadras y llegar al Hotel Tariri. Sólo recuerdo que en la
sala de recibo, fingiendo revisar ese tablero colgado en la pared
sobre el cual se alineaban las llaves de las habitaciones, me reci¬
bió una sonrisa invicta y cómplice y dos brazos abiertos: Don
Javier.

147

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

cómo fue que se hizo la luz


sobre la tierra

Ya con la c a r a bajo el agua, h u n d i é n d o m e p o r fin en ese lago


que otra vez era río, conseguí abrir los ojos: vi a Kaametza
en la t e r c e r a orilla c u i d a n d o a N a r o w é que despertaba.

Lo p r i m e r o que miró N a r o w é al desprenderse de la n a d a


fue K a a m e t z a , fue t o d o , el sol, m i r á n d o l o . P e r o eso pasó d e n t r o
de su á n i m a , d e t r á s de su p r i m e r a s e n s a c i ó n , d e t r á s de su p r i m e r
c o n o c i m i e n t o , bajo su c o r a z ó n . P o r q u e afuera, a l r e d e d o r de la
playa de c e n i z a d o n d e a m b o s se e n c o n t r a b a n , e n c i m a de los bos¬
ques y el cielo de ceniza, t o d o el m u n d o era s o m b r a . Ya P a c h a -
k a m á i t e , el P á w a , P a d r e D i o s de los c a m p a , h a b í a c r e a d o la luna
y las e s t r e l l a s p e r o no les h a b í a c o n c e d i d o aún el oficio de a l u m -
brar. T o d o era c o l o r de n o c h e m u e r t a , piel de noche cerrada.
Y el t i e m p o , t o r r e n t e sin c a u c e ni d i r e c c i ó n , a b s o l u t o y e t e r n o .

N a r o w é sin e m b a r g o vio a K a a m e t z a , la p u d o distinguir bien


c l a r o , nítida y ahí n o m á s se l e v a n t ó hacia ella y ella lo recibió
sabiendo todo. Lo dejó e n t r a r , abriéndose. Así como el río
I n u y a p e n e t r a al río U r u b a m b a , así e n t r ó N a r o w é s o n a n d o fuerte¬
mente, todas las t e m p e s t a d e s de su cuerpo fundidas dentro de
una fervorosa c o r r i e n t e y e n d o h a c i a a t r á s , m i n t i e n d o , r e g r e s a n d o -
insistiendo. Lo m i s m o que el I n u y a , si el Inuya tuviera dureza
de p i r a g u a . Y K a a m e t z a fue cielo, se hizo cielo p a r a que el sol
n a c i d o de su c u e r p o , a s c e n d i d o y a r d i d o por su c u e r p o entre d o s

149

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

m e d i o d í a s , c o n s i g u i e r a r e t o r n a r y volver a caer hacia el crepúscu¬


lo m e z c l a n d o su luz b l a n c a con la s a n g r e del cielo. Abrazados,
mejor que o b e d e c i é n d o s e , K a a m e t z a y N a r o w é f a b r i c a r o n la v i d a ,
p e g a r o n la existencia con g o m a fulgurante y sangrante, y todo
l i m p i o , t o d o sin fronteras, la plenitud de sus c u e r p o s c o m o len¬
guas r e c o r r i é n d o s e en una sola miel h o n d a y salada.

Sobre la sangre del otorongo negro, revolcándose en un


m i s m o vértigo d e s p a c i o s o , c o n o c i e r o n el amor. Sobre esa sangre
t o d a v í a caliente, ahí fue que se a m a r o n . D e s c u b r i e r o n sus cuer¬
pos y el fuego y la tristeza de los c u e r p o s , y el v a c í o , no la prime¬
ra ceniza sino esa otra que ofende d e s p u é s de los i n c e n d i o s , y el
silencio, y la idea de lo inevitable, de la m u e r t e que h a b i t a en
t o d o lo que vive, t o d o lo d e s c u b r i e r o n .

A s í , al m e n o s , me lo c o n t ó I n g a n í t e r i . Y dijo que K a a m e t z a
y N a r o w é llegaron j u n t o s , j u n t o s , al p l a c e r . Y que c u a n d o goza¬
ron, e x a c t a m e n t e en el instante en que a m b o s g o z a r o n , ahí fue
que el m u n d o se i n v e n t ó la luz.

—Del primer goce del primer amor nació la luz, sobre toda
la tierra se hizo la luz —me dice Don Javier.

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

Don Javier asegura tener


solamente sesenta
millones de años

Me pidió que llevara con cuidado, por favor, su cajón.


¿Conté ya que Don Javier, entre sus incontables oficios de mortal,
solía envanecerse solamente con el de músico? ¿Conté que él era,
además, percusionista, tocador de cajón como muy pocos? Casi
todos los cajoneadores golpean esa especie de cubo sonoroso, aquel
tambor de cedro, y exprimen a la fuerza la cadencia de vértigo,
de cauce de las danzas que dormita bajo la cara del instrumento.
Don Javier no. Sus dedos no extraen música ni ritmos del cajón,
más bien pareciera, cuando él toca, que sus dedos son la música
y los ritmos. Fui, pues, tras Don Javier, vacilando hasta el bar
comedor del Hotel Tariri en donde, entre inocultables comercian¬
tes viajeros, bataclanas, militares camuflados de paisanos en sá¬
bado y otras solicitantes de tragos y cigarros, rezagos de la noche
detrás del mosquerío, desayunamos carnes frituradas en bulla de
cebollas y plátano estrellado restaurándonos con tazones enluta¬
dos por un mate dulcísimo y amargo que de café sólo tenía el
nombre.

—Kaametza y Narowé hicieron la luz al hacer el amor, así


fundaron la nación ashanínka, nuestra primera humanidad, el
pueblo campa.
Apartó su cajón, se incorporó, extrajo de un bolsillo cierto
mazo de papeles dobleteados, los repasó con lentitud exacerban¬
te, aquí está, me concedió un pedazo de periódico viejo:

15J

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


—Este artículo se refiere a la huella de un pie de ser humano
encontrada sobre una roca de naturaleza cristalina en la región
de Ascope. Enviaron muestras de esa roca, para saber su edad,
para saber la edad en que un hombre remoto pisó la roca antes
que ella fuera roca, cuando era suavidad y la pisada pudo impri¬
mirse y guardarse hasta hoy día, enviaron muestras a la Universi¬
dad de California. Ahí, en ese recorte de diario está publicada
la respuesta, ¿podrías leerla en voz alta?

'Las muestras de roca procedentes de Ascope, enviadas por


el Dr. Juan Luis Alva para su determinación, corresponden a una
graneodorita hornebléndica que probablemente ha sido extraída
del Bartholito Longitudinal Andino. La edad absoluta de este
Baríholito ha sido determinada por el Profesor D. Jack Evernden
de la Universidad de California, quien le ha asignado alrededor
de 60 millones de años...'

—¿Lo ves?, se sobresaltó Don Javier, ¿es que hace sesenta


millones de años ya existían humanos y dejaban sus huellas por
aquí, y pisaban una roca cuando todavía no era roca sino arcilla,
tierra de atestiguar?

Yo hice como que no escuché, seguí leyendo:


—'Las investigaciones del Dr. César Reynafarje, Director
del Instituto de Biología Andina, acerca de los grupos sanguíneos,
confirman la tesis de que el hombre se originó en América o por
lo menos t a m b i é n se originó en América. En el Perú existen fó¬
siles de animales y vegetales tan primitivos como los amnolites y
las algas, a la vez que una gama que incluye fósiles de animales
y vegetales superiores. No hay, pues, motivo para poner en duda
el origen autóctono del hombre americano. Lo que falta descu¬
brir en el Perú y América no es uno sino varios eslabones perdi¬
dos. Vienen a reforzar mi opinión las investigaciones del Dr.
Reynafarje, quien ha comprobado que los indígenas campas y
tzipíbos de la selva peruana carecen en su sangre de los antígenos
'A' y B' que sí se encuentran en la sangre de todas las demás
razas del mundo'.
—¡Ya lo estás viendo, amigo Soriano!, volvió a sobreexci-
tarse Don Javier. ¿Es que nuestros primeros padres fueron cam-

152

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


pas? ¿Acaso no tienen ellos la sangre más antigua del mundo?
¿No fue Kaametza la verdadera Eva nuestra y Narowé el verda¬
dero Adán? ¿No será que el Paraíso Terrenal americano está en
verdad ubicado en El Gran Pajonal?...

Y al fin me dio la orden, por favor, de seguir la lectura. Así


finalizaba la crónica del Dr. Juan Luis Alva publicada en la pá¬
gina 7 del Suplemento Dominical del diario 'El Comercio' de
Lima el 20 de Junio de 1977:

¿Acaso el hombre sudamericano se gestó en la región ama¬


zónica y de ahí se expandió hacia la sierra y luego hacia la costa
siguiendo la dirección de ambos océanos?...
—Y debes tener en cuenta, me contó Don Javier, que hay
poblaciones campa no solamente en el Perú. También viven cam¬
pas en Venezuela, en las Guyanas, frente al mar Caribe.
—Ya casi acaba aquí, le digo, faltan apenas unas líneas:

'Pues en los petroglifos del valle de Jequetepeque, quizá


los documentos antropológicos más remotos que se encuentran
en la costa norte del Perú, el mono destaca como elemento cuhu-
ral de máxima importancia'.
—¡Imagínate: monos amazónicos en petroglifos encontrados
frente al mar!... Y en plena selva, a diez kilómetros de la Plaza
de Armas de Tarapoto, un amigo mío, el arqueólogo Wilson
León Bazán ha descubierto otros petroglifos donde se puede ver
no solamente figuras de plantas y animales prehistóricos sino
además clarísimos símbolos grafológicos, símbolos de una escri¬
tura que todavía no merecemos descifrar. Hace poco estuve en
Tarapoto y vi esos petroglifos en la localidad de Polish, piedras
distribuidas como diciendo algo, tatuadas por perfiles de dino¬
saurios, de serpientes, de pájaros gigantescos, y signos, muchos
signos dentro de quién sabe cuál ordenamiento, qué sistema se¬
creto semejante al de las k i l l k a s de los inkas. . . Entre los petro-
glifos de Polish han desenterrado además fósiles humanos. Vi
un cráneo milenario que aparentaba ser de mono grande pero
que era de hombre. Y he visto más petroglifos idénticos en San
Tosillo y en Shapaja-Cerro San Pablo y en Jara, cerca de Moyo-
bamba, y también en Chazuta y en Achinamiza, con los mismos
dibujos de aquellos descubiertos allá en la costa, cerca de donde

153

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


1

www.rezistencia.org -------- editado por el CE

hallaron esa pisada de hombre en la roca, esa huella de hace de¬


cenas de millones de años...

Pareció apaciguarse Don Javier contemplando su cajón, lo


golpeteó imperceptiblemente con los dedos, levantó de nuevo ha¬
cia mí su risa ancha:
—Tú mismo vas a ver. Cuando llegues a Atalaya vas a ver
testimonios acaso más antiguos. Para visitar al maestro Ino Moxo
tendrás que entrar al río Inuya y después al Mapuya y después al
Mishawa. ¡Todo el lecho del Mapuya está cubierto de animales
marinos petrificados! ¡Vas a ver con tus ojos, vas a tocar con
tus manos esos peces de piedra! ¡Caracoles de millones de años,
gigantescas medusas transmutadas en roca, mensajes inmemoria¬
les de cuando esta selva no era selva sino fondo del mar, de
cuando el mar pasaba sobre nosotros y nosotros no existíamos y
el mar era ceniza y todo era oscuridad y no habían nacido todavía
Kaametza y Narowé!

154

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

10

cierto pájaro devora


pueblos enteros

Más que la cercanía de la noche, el hambre nos detuvo.


A c a m p a m o s allí, a p o c o de h a b e r n o s r e e n c o n t r a d o con el n i ñ o
a m a w a k a , en el r o ñ o s o e s p a c i o c o n s e n t i d o p o r esa a p r e t a d e r a de
c a ñ a s s i l v e s t r e s , e m p a r e n t a d a s con las de a z ú c a r en g r o s o r y en
facciones p e r o no en e s t a t u r a : estas se j a c t a r í a n de acaso siete
metros.

El e n v i a d o de I n o M o x o h a b l ó algo con I v á n y desairó al


sendero, entró e n los m a t o r r a l e s d i s o l v i é n d o s e tras u n q u e b r a r s e
d e hojas, t o r n a n d o d e i n m e d i a t o con u n a p u k u n a , e x t e n s a cerba¬
tana que, supuse, hubo escondido precavidamente cuando cruzó
p o r allí r u m b o a n o s o t r o s . La p u k u n a s o b r e p a s a b a sin esfuerzo
dos m e t r o s . El a m a w a k a la revisó con silenciosa m e t i c u l o s i d a d
demorando sus ojos y sus d e d o s sobre la superficie tubular y
e m b r e a d a , i n t r o d u c i e n d o u n a m i r a d a larga por aquel orificio, so¬
plando varias veces. A p r o b ó la h o r i z o n t a l i d a d y a g u d e z a de los
dardos apretujados dentro de un recipiente de b a m b ú coloreado,
d e s t a p ó o t r o m á s c o r t o , muy d e l g a d o , lleno de u n a s u s t a n c i a es¬
pesa y r e n e g r i d a , m o j ó en ella la p u n t a de tres d a r d o s y lo v o l v i ó
a cerrar. Iván lo a y u d ó a c o r o n a r con m o t a s de a l g o d ó n h i r s u t o
y a m a r i l l e n t o el e x t r e m o no e n v e n e n a d o de los d a r d o s y l u e g o
de tales p r e á m b u l o s que a m b o s l l e v a r o n a c a b o sin m i r a r n o s y
con solemnidad de ceremonia, entraron a la a r b o l e d a tras los

155
ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org
www.rezistencia.org -------- editado por el CE

c a ñ a v e r a l e s , más y m á s a la i z q u i e r d a del M a p u y a , c o m o hipnoti¬


z a d o s por el inconfundible griterío de una familia de m o n o s .

En t a n t o r e g r e s a b a n n u e s t r o s dos cazadores y atendiendo a


p o s t r e r a s i n s t r u c c i o n e s de lván, c o r t a m o s gruesas r a m a s y durísi¬
m o s p a l o s , los m á s recios y j ó v e n e s de los a l r e d e d o r e s , y c a ñ a s ,
muchas cañas, todas las que nos permitieron nuestros brazos.
Horas después, acurrucados en la medianoche, entendimos por
qué n u e s t r o refugio precisaba ser sólido: las c h o s h n a s y los tuta-
cuchillos, enormes cuadrumanos, se la pasaron haciendo caer
frutos y p e s a d o s ramajes encima de n o s o t r o s , t e m i b l e s e invisibles
desde los árboles altos, gritándonos y acosándonos hasta que
amaneció. De no ser por la c a s u c h a en la cual i n t e n t a m o s dor¬
mir, esa cubierta de vigas o b s t i n a d a s que lván nos i m p u s o fabri¬
car con lianas, p r e c a u c i ó n y p r e m u r a que creí e x a g e r a d a s , hubié¬
semos p e r e c i d o a p l a s t a d o s bajo la c a t a p u l t a de p a l o s y reyertas
d e aquellos m o n o s b u h o s .

lván y el a m a w a k a volvieron de i m p r o v i s o , nos m i r a r o n ja¬


dear por aquí, p o r allá, e x a n g ü e s y e s p a r c i d o s sobre el césped del
c l a r o , d e s m o r o n a d o s entre los m a c h e t e s y las r a m a s c o r t a d a s , y
se l a n z a r o n a reir a gritos. Al fin se a p a c i g u a r o n en su mofa y
nos m o s t r a r o n , m e n o s orgullosos que m a l é v o l o s , el bulto agoni¬
zante que iba a ser n u e s t r a cena.

Algún t i e m p o d e s p u é s D o n H i l d e b r a n d o t u v o a bien infor¬


m a r n o s acerca del v e n e n o que usan los a m a w a k a p a r a sus cace¬
rías. H a s t a t u v e ocasión de c o m p r o b a r su eficacia: m a t a en me¬
nos de un m i n u t o y, al parecer, sin o c a s i o n a r d o l o r a l g u n o . Úni¬
c a m e n t e el brujo e s t a b a a u t o r i z a d o a p r e p a r a r l o . El tósigo, abso¬
lutamente inofensivo para los hombres blancos, lo que también
me fue d a d o atestiguar, era e x t r a í d o de una p l a n t a que abunda
en las faldas de los m o n t e s b o s c o s o s que atraviesa el M i s h a w a .
El m a e s t r o H i l d e b r a n d o no me dijo el n o m b r e del vegetal. Pude
ver, eso sí, c ó m o seccionaba su c o r t e z a y la r a s p a b a p o r fuera
hasta dejarla nivea, luego el roce del aire volvía a o s c u r e c e r l a ,
e n t o n c e s la h i l a c h a b a en astillas d e n t r o de una vasija de agua
hirviendo. C o n f o r m e se e v a p o r a b a el c o n t e n i d o D o n H i l d e b r a n -
do lo r e n o v a b a v e r t i é n d o l e más agua. Siete veces lo hizo. La últi-

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
raa extrajo p r e v i a m e n t e los restos de corteza y dejó hervir y hervir
el c a í d o hasta r e d u c i r l o a una v i s c o s i d a d m a r r ó n y p e r e z o s a .

U n a sola gota de aquella g o m a , c e r t e r a m e n t e i m p u l s a d a por


la p u k u n a del amawaka, había bastado para dar muerte a ese
fornido m o n o , a este m a k i s a p a que I v á n despelleja sin i n m u t a r s e
y que así, en c a r n e viva, p a r e c e ser a l g u n o de n o s o t r o s . Todos
aceleramos sin embargo su d e s c u a r t i z a m i e n t o . Y ponemos al
fuego sus p e d a z o s . Y lo c o m e m o s sin r e m o r d i m i e n t o s .

Nuestro refugio, sin d u d a , p r e c i s a b a ser sólido.

C u a n d o a m a n e c i ó , pese a que las c h o s h n a s y d e m á s monos


nocturnos continuaban a r r o j a n d o p a l o s sobre n u e s t r o a l b e r g u e , e l
niño a m a w a k a d i s p u s o que era h o r a de r e e m p r e n d e r la m a r c h a .
¿Dije que su c a r a e s t a b a t a t u a d a con a c h i o t e , esa p i n t u r a s a g r a d a
que los n a t i v o s u s a n p a r a p r o t e g e r s e de los e n e m i g o s visibles e
invisibles? Los varones a m a w a k a cubren su desnudez únicamente
con una soguilla ceñida a la c i n t u r a . C o n u n o de los c a b o s de
la soga se a m a r r a n p r e v i a m e n t e el p e n e l l e v á n d o l o h a c i a a r r i b a ,
p e g a d o sobre el v i e n t r e . Y el a c h i o t e les tiñe no sólo las mejillas:
t a m b i é n el p e c h o , los b r a z o s y los m u s l o s . Sin e m b a r g o el envia¬
do de I n o M o x o lucía una cushma h a s t a los t o b i l l o s , ropaje per¬
mitido s o l a m e n t e a los brujos y p a r a m á s asombro: una cushma
flamante. L o s a m a w a k a , al igual que los m i e m b r o s de otras na¬
ciones a m a z ó n i c a s , c u a n d o a l g u n a m i s i ó n los r e q u i e r e en el m o n t e
por más de u n o o dos días, o dejan de b a ñ a r s e si suelen ir des¬
n u d o s , o se v i s t e n con c u s h m a s e s p e c i a l e s , a ñ o s a s , j a m á s l a v a d a s ,
si están cumpliendo a y u n o s de h e c h i c e r o , c u s h m a s que se con¬
funden con el h e d o r y los c o l o r e s de lo h o n d o del b o s q u e p a r a
que las ánimas y los a n i m a l e s no se i n q u i e t e n p o r el olor del
hombre. E s t e a m a w a k a me d e s c o n c e r t a b a con su i m p e c a b l e túni¬
ca a m a r i l l a . P o r m e d i ó de F é l i x I n s a p i l l o , y s u p o n i e n d o que íba¬
m o s a i n t e r n a r n o s más y m á s en la selva hacia los c e r r o s , defini¬
tivamente, lejos del M i s h a w a , c o n s e g u í del niño un retraso p a r a
volver al río.

El filoso silbar de un tiwakuru que nefvioseaba entre las


r a m a s altas de una w i m b r a florida, nos guió a la ribera. En ese
recoveco del M a p u y a , un pájaro m e d i a n o y n e g r o , de pico a m a -

157

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
rillo c o m o la base de sus alas a b i e r t a s , sacudía un e n t r e v e r o de
p l u m a s sobre el agua.
— E s una w a p a p a , s e e n s o m b r e c i ó I v á n . Ahí donde l a ves
está pescando.
— C i e r t o , se s u m ó F é l i x I n s a p i l l o . Es su m o d o . E s t e pájaro
tiene tres p ú a s en c a d a a r t i c u l a c i ó n del ala. C o n esas p ú a s pe¬
n e t r a la c o r t e z a de un árbol de savia v e n e n o s a que se l l a m a ka-
tawa. . . •
— E n savia de k a t a w a moja sus alas la w a p a p a y las h u n d e
en el agua, dijo I v á n . Vas a ver. A h o r i t a subirán los p e c e s .
— A t o n t a d o s p o r el v e n e n o van a p o n e r s e a flotar. . .

La w a p a p a salió del río, c a m i n ó con pereza a l g u n o s m e t r o s ,


se a p o s t ó en u n a saliente de tierra m a l h e r i d a , clavó acechantes
ojos en aquel t r o z o de agua ya f a t a l m e n t e t u r b i a y se i n m o v i l i z ó .
E r a una e x t r a ñ a e s t a t u a que e s p e r a b a , diría que emplumada de
ansiedades tranquilas, sin alterarse en a b s o l u t o p o r n u e s t r a cer¬
canía. A s o m a r o n sus v í c t i m a s , d e c e n a s de v a n o s c o l e t a z o s mori¬
bundos: el inconcebible pescador parsimoniosamente saltó del
b o r d e rojo, entró en su t r a m p a de a g u a , alzó un pez en el p i c o ,
más lentamente regresó a la orilla, lo acomodó sobre la h i e r b a
rala, entró de n u e v o al río, repitió su faena. Sin el m e n o r a p u r o
repitió su faena h a s t a que el agua q u e d ó l i m p i a de p e c e s . Enton¬
ces, y siempre a b s o r t o en aquella c a l m a que ya me d e s q u i c i a b a ,
se d e d i c ó a d e v o r a r l o s con d e l i c a d a m i n u c i o s i d a d . Ni el b u l l i c i o
de n u e s t r o s c u e r p o s z a m b u l l é n d o s e y b u c e a n d o a su l a d o a l c a n z ó
a p r e o c u p a r a la w a p a p a : siguió y siguió c o m i e n d o en t a n t o que
I n s a p i l l o , I v á n , C é s a r y yo s a c á b a m o s del fondo del M a p u y a las
m e d u s a s r e m o t a s , los g r a n d e s c a r a c o l e s a que hizo r e f e r e n c i a D o n
Javier, las refulgentes o s t r a s grises, los c a b a l l o s de m a r petrifi¬
cados.
—¡De cuando el mar era ceniza y todo era oscuridad y no
habían nacido todavía Kaametza y Narowé!, repitió sobre las
mesas del comedor del Hotel Tariri que se había ido deshabitando.
Hablaba rugosamente, con palabras opacas que pronunciaba como
quien se encuentra debajo de la tierra, igual que si estuviera den¬
tro de alguna piedra, enmascarado por una repentina majestuo¬
sidad:

158

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
—Allá en el Mapuya te '¡era concedido conocer de qué modo
los hijos devoraron a sus padres, cómo los virakocha extermina¬
ron a los urdios. ¡De qué modo perverso, con que frías maneras
envenenan todavía al pueblo más antiguo de la tierra, a nuestros
antepasados vivientes y presentes!... Te será concedido conocer
la razón verdadera, y no el pretexto, que trae a nuestra selva a
la llamada civilización. Porque lo que es progreso para el blanco,
para el indio es regreso. Para el blanco de ayer el caucho fue
oro, para el indio fue exterminio. Para el blanco de hoy el petró¬
leo es la vida, para el indio es la ruina, la peste, el desarraigo.
¡Verás quiénes han sido y quiénes son, en realidad, los bárbaros,
quiénes los caníbales y quiénes los cristianos!... Óyeme bien, So¬
riano: si tú enfermas y necesitas sangre yo le dono la mía y te
salvo la vida. Pero si le doy mi sangre a un indio campa, o a un
tzipíbo, lo mato. Porque su sangre es otra. Es otra, ¿entiendes?...
Lo que para nosotros representa la existencia, para ellos significa
algo peor que la muerte. Y así pasa con todo lo creado, así pasa
entre piedras y plantas y animales. El aire, por ejemplo, es vital
para los pájaros, pero para los peces es la asfixia, el aletazo
negro, el pico de la muerte.

A m o n t o n a m o s los fósiles lejos de la orilla a fin de proteger¬


los de los d e s l i z a m i e n t o s que p r o v o c a n las c r e c i e n t e s y los agua¬
ceros, confiando recogerlos al regreso. Y retomamos camino
hacia Ino M o x o . A n t e s de entrar en la espesura por donde ya
se h a b í a n ido mis d e m á s c o m p a ñ e r o s , me d e t u v e , volví los ojos
al p r ó d i g o M a p u y a , no sé qué p e r c i b í sobre sus a g u a s , cierto ful¬
gor de s a n g r e , algo c o m o u n a luz i n e x o r a b l e teñía las i m p á v i d a s
corrientes. La w a p a p a seguía c o m i e n d o en la r i b e r a , i n m u n e al
veneno de katawa que había fulminado tantas vidas.

—Te será concedido conocer la verdad, la mentirosa cara de


la verdad y la verdad sin tiempo. Verás las tres orillas. . El res¬
plandor y la sombra de la sangre del tiempo, del tiempo que a
la vez es uno y todos. Lo que fue cierto para el ayer no habrá
de serlo para el mañana. El mismo tiempo anciano que nos trajo
la muerte nos ofreció la vida venidera. Óyeme bien: el aire será
de agua y el agua será de aire. Todo, a b s o l u t a m e n t e t o d o , es al

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


revés. Todo es al revés, siempre. Y el agua, que es el aire de los
peces, ahogará las alas del Maligno...

Con voz extraña me habla Don Javier, como si otra persona


lo habitara de antiguo y hoy saliera sonando por su boca clausu¬
rada. Creo que se trata de la voz de Inganíteri pero no, tal
como pude comprobarlo ya en territorio de los amawaka, la noche
que Ino Moxo me ofrendó ayawaskha, por entre las visiones volví
a oír esa voz y la reconocí sin asombro ni duda, supe quién había
sido en verdad el que me estuvo hablando esa mañana en el Hotel
Tariri. Supe quién me está hablando en este instante desde los
labios mortalmente inmóviles y grises de Don Javier.

—Ahora sí ya es tiempo, puedo confiarte el resto de la his¬


toria que me contó mi compadre campa Inganíteri. Y tú, ahora
sí puedes oírla... Volvamos ¡unto a Kaametza, en donde la deja¬
mos. No. Mejor vamonos en busca de su esposo, el primer hom¬
bre, el que su cuerpo dio a luz por primera vez. El requiere-
más que nadie de esperanza y de compañía. Y de inmediato te
contaré por qué. Sabrás en qué momento y por cuáles motivos
se volvió inconsolable aquel que antes sólo supo ser dichoso; Na-
rowé...

Atravesé la m a r a ñ a por d o n d e ya se h a b í a n esfumado mis


demás compañeros. Sólo a v a n c é u n o s m e t r o s , d u d é , m e d e c i d í ,
t o r n é al M a p u y a . La w a p a p a seguía c o m i e n d o en la ribera. Me
le a c e r q u é en silencio, alisté mi e s c o p e t a , a p u n t é a su cabeza.
Dudé.
Me decidí.
No disparé.
Una calma ilimitada me ocupó la memoria y aligeró mi
cuerpo. E n t r é c o m o v o l a n d o en la e s p e s u r a . A unos trescientos
m e t r o s t r o p e c é con Iván que a p a r e n t e m e n t e volvía. A l g o , ya no
sé q u é , se a p r e s u r ó él a e x p l i c a r m e sin n i n g u n a r a z ó n , me p a r e c i ó
que t r a s t a b i l l a b a en una voz c u l p a b l e . Y v o l t e a n d o la cara otra
vez al s e n d e r o , un poco más allá, d e l a n t e m í o , a g r e g ó sin dejar
de c a m i n a r h a c i a los d e m á s :

- — E s c u c h é tu d i s p a r o . Sólo yo lo e s c u c h é . P o r eso regresa¬


ba a b u s c a r t e . . .

160
...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod
I

11

Don Javier nos informa del


negro Babalú y de otros
enterrados en el mar

Alguna vez te c o n t a r é de un mi compadre p e s c a d o r que tuve


allá en un p u e r t i t o que se l l a m a E t e n , en las a r e n a s de la c o s t a
n o r t e , bien a l n o r t e d e L i m a — d i c e D o n J a v i e r v o l t e a n d o h a c i a
la p u e r t a p o r d o n d e ingresa n a d i e , la d e m a c r a d a luz del m e d i o d í a
sobre oleajes de p o l v o . No sé qué p a r r o q u i a n o s han e n t r a d o y
c o n v e r s a n b o r r o s o s en el fondo del bar, tras el sofoco c r e c i e n t e
que asedia al H o t e l Tariri d e s d e la calle.
Pucallpa: millares de casuchas de madera más aplastadas
que diseminadas alzan frentes pajosas en las afueras, sobre un
terral de i n s e c t o s t a s a j e a d o p o r callejas de p o l v o . Y d e c e n a s de
casas d e d o s p i s o s : penosos espejismos de mansiones detrás de
cuya cursilería d e s p o r t i l l a d a se c u e c e n las q u e r i d a s de los contra¬
b a n d i s t a s , e s p o s a s e hijastros de p i o n e r o s y c a u c h e r o s e q u í v o c o s ,
herederos de m a d e r e r o s y de n a d i e . Y v a r i o s edificios de ce¬
mento y a c e r o , m á s e s t ú p i d o s que h o r n o s m e t i d o s en un h o r n o ,
injurian p o r su c u e n t a el c e n t r o c o m e r c i a l de la c i u d a d , t i e n d a s
y bares, t i e n d a s y b a z a r e s , ferreterías y r a d i o e m i s o r a s y restau¬
r a n t e s a lo l a r g o de a q u e l l a s c a l c i n a n t e s a v e n i d a s de p o l v o . Mú¬
sicas e x t r a n j e r a s , estrepitosas y hueras brincan de las c a n t i n a s ,
de los c i n e m a t ó g r a f o s p u l g o s o s , de las refrigeradas oficinas don¬
de se d e s p e r e z a n los m a g n o s i n d u s t r i a l e s , los o j e r o s o s que fabri¬
can c o c a í n a , los altos oficiales de las fuerzas a r m a d a s , los buró¬
cratas mustios y e s t a t a l e s , c o m p i t i e n d o con el alboroto de las

161
ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org
www.rezistencia.org -------- editado por el CE
m o t o c i c l e t a s y ios taxis d e s b a r a t a d o s en los altibajos de las rutas
de p o l v o que las lluvias, en vez de c o n s o l a r , e n t r a m p a n de fanga-
les. P e r o hoy no ha llovido, por las v e n t a n a s del Hotel T a r í n
entra el vaho fatal y a m a r i l l e n t o de la m e d i a m a ñ a n a . Don. Javier
se i n c o r p o r a de la silla y toma asiento sobre su cajón de cedro
melodioso, sus d e d o s acarician la c a r a de la caja de madera y
se van d e s p a c i a n d o , despaciando. y el i n s t r u m e n t o suena c o m o
si r e c o r d a r a , con v e l a d a tristeza.
— A l g u n a vez te c o n t a r é del negro Babalú, así se l l a m a b a ,
B a b a í ú , n o m b r e de no sé cuál divinidad africana.

Las m a n o s de D o n Javier se alejan del cajón p e r o éste con¬


tinúa unos instantes más, e n d e u d a d o en resonancias ásperas.
— A l g u n a vez te c o n t a r é que ese cantor, zapateador, cajo-
n e a d o r y g u i t a r r e r o por necesidad y p o r s a n g r e , m u r i ó de tubercu¬
losis, eso creen a l g u n o s , yo sé bien que m u r i ó de m ú s i c a , con los
pies de ¡a música llegó a él la m u e r t e . L a s diarias t r a n s n o c h a d a s ,
las j a r a n a s p a t r i ó t i c a s , familiares o i n m o t i v a d a s , l o g r a r o n que su
cuerpo, otrora inabarcable, cupiera en una lástima, y en una
sola ojera su i n o l v i d a b l e cara. M e n o s mal que A m a d o r E s c a j a d i -
llo, a h u y e n t a d o de L i m a por esas injusticias p r o p i a s de la j u s t i c i a ,
a c a b ó refugiándose en P u e r t o E t e n y a l o j á n d o s e a m e n o s de cien
m e t r o s de la r e s i d e n c i a de mi c o m p a d r e B a b a l ú . A h í , en P u e r t o
E t e n , A m a d o r E s c a j a d i l l o llegó a ser en b r e v e tiempo, cocinero,
d u e ñ o , p r o v e e d o r , cajero, g u a r d i á n , m e s e r o y m u c h a s veces ú n i c o
cliente de 'La C o r v i n a E m b a r a z a d a ' , el mejor r e s t a u r a n t e de ese
entonces. Y por si fuera p o c o , un día, a d e m á s de a u t o n o m b r a r s e
N o t a r i o de la l o c a l i d a d , A m a d o r E s c a j a d i l l o se designó c o m p a d r e
espiritual de mi c o m p a d r e Babalú. M e n o s mal. P o r q u e falsifi¬
c a n d o sellos, fechas, firmas, el i n e s p e r a d o j u r i s c o n s u l t o fraguó un
t e s t a m e n t o que los acreedores del finado Babalú, aun los m á s
m o r d a c e s , r e c o n o c i e r o n c o m o irrefutable. En el d o c u m e n t o cons¬
ta que B a b a l ú , tres a ñ o s antes de m c r i r , favoreció l e g a l m e n t e , o
había favorecido legalmente a su c o m p a ñ e r a c o m o 'única herede¬
ra universal'. L o s d u e ñ o s de la p a n a d e r í a , la carnicería y las tres
t a b e r n a s del p o b l a d o t u v i e r o n que r e s i g n a r s e a envejecer i m p a g o s .
La viuda de mi c o m p a d r e se negó a v e n d e r n a d a p a r a a t e n u a r
sus d e u d a s , no s o l a m e n t e h e r e d ó sino que c o n s e r v ó t o d a s las per¬
tenencias. Todas: una c a b a n a de p a r e d e s b a r r o s a s y e n c a ñ a d a s

162

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
que el viento t a l a d r a b a sin p i e d a d , una g u i t a r r a h u é r f a n a de cuer¬
d a s , tres r e d e s p e q u e ñ a s y una g r a n d e p e r o d e s t a r t a l a d a , infinidad
de anzuelos que según B a b a l ú sabían pescar solos, un perrito
rotoso que apellidaba indistintamente 'Wáskar, 'Almirante' o
'Sangreazul', un libro de poemas de Nicolás Guillen que todos
r e c i t á b a m o s de m e m o r i a , y la o b s e s i ó n de sus m a n o s y de t o d a
su vida: ese cajón d e s v e n c i j a d o y r o n c o .

T o s i e n d o cierta sangre i n a p e l a b l e , al pie de una esponjosa


b o r r a c h e r a B a b a l ú había t r a t a d o de confortar a su mujer:
— S i a l g ú n día n o m e o y e s , p a t r o n a , e n t o n c e s ó y e m e .
— S e g ú n el N o t a r i o A m a d o r E s c a j a d i l l o , otra fue la confusa
p r o m e s a de mi c o m p a d r e B a b a l ú , y más que una p r o m e s a , una
exigencia:
Ó y e m e s o l a m e n t e c u a n d o dejes de o í r m e . ,

P u e d e que así h a y a sido. Babalú era proclive a exclamar


p e o r e s r a r e z a s , en sus ú l t i m o s t i e m p o s , c u a n d o el mal trago lo
descoyuntaba. P u e d e ser. M u c h a s cosas d i s t i n t a s s e c o m e n t a n
ahora. A mí lo ú n i c o que me c o n s t a es la tristeza.

Días i n s o p o r t a b l e s , más l e n t o s que s e m a n a s , siguieron a la


farra que q u i s o disfrazar su funeral. U n a p e n a sin límites o c u p ó
la existencia de C a r m e l a , ¿te dije que su v i u d a se l l a m a b a Car¬
m e l a ? , en v a n o se a t u r d í a ella t r a b a j a n d o en e x c e s o y p a r a t o d o s ,
cocinando las anémicas raciones de los p e s c a d o r e s nocturnales,
b a r r i e n d o el r e s t a u r a n t e del N o t a r i o E s c a j a d i l l o , q u e d a b a a p o c o
m á s de m e d i a c u a d r a de la c a b a n a de B a b a l ú , ¿te dije?, un p o c o
m á s atrás y t a m b i é n frente al mar. En vano hizo de t o d o mi co¬
m a d r e C a r m e l a , p o r las p u r a s , p o r g u s t o , c r e y ó a t o n t a r a l t i e m p o
así, r e z u r c i e n d o u n i f o r m e s e s c o l a r e s , a s u m i e n d o las m á s i n s t r a n s -
feribles d i f i c u l t a d e s de o t r o s , en el m e r c a d o , en la p l a z o l e t a , en
las h o r a s e s c a n d a l o s a s del puerto, los domingos, cuando venían
gentes de C h i c l a y o en b u s c a de pescado regalado, de m a r i s c o s
frescos y b a r a t o s . T o d o s b a j a b a n la voz c u a n d o ella a r r a s t r a b a
los pies s o b r e las lajas del espigón como si su p a s o produjera
silencio, sólo p e n a y silencio, c o m o si para ella la m a ñ a n a de los
feriados fuera n o c h e d e l u t o , p u r o i n v i e r n o . Pero Carmela, nada,
terca. E n v a n o s e perdía e n t r e p e ñ a s c o s t e r a s , e n v a n o r e g r e s a b a
con c a n a s t a s c o l m a d a s de c a n g r e j o s , en vano los r e p a r t í a a la

163

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

chiquillería m i s e r a b l e . En vano lavaba y e n s u c i a b a de nuevo y


volvía a lavar y a e n s u c i a r y a lavar y a planchar, las tres c a m i s a s
y los dos p a n t a l o n e s del difunto Babalú. N a d a p u d o c o n t r a la
tristeza. Me a c u e r d o bien un día, d o m i n g o por la n o c h e , sus
ojos le p e r t u r b a r o n el ánima frente al cajón que fue de mi com¬
padre.
— ¡Ahí v i e n e , ahí viene! ¿Lo e s c u c h a s ? . . . —clamó.
La v e r d a d , la v e r d a d , me p a r e c i ó e s c u c h a r l o .
Primero oí sus pasos, andando lejos, lejos y cerca, ¡los
pasos de mi c o m p a d r e d e n t r o del cajón! D e s p u é s oí sus m a n o s ,
p e r o ya no en el cajón, ¡ya no en el cajón sino en el mar! Así,
tal c o m o lo o y e s , a m i g o Soriano. ¡El mar sonaba de otro m o d o ,
con precisión y r i t m o que no p o d í a n ser, que no p o d í a n ser de
ningún otro sino de B a b a l ú , de B a b a l ú m u s i c a n d o y c a j o n e a n d o
en el fondo del mar! ¿ E s t a r é p e r d i e n d o la r a z ó n ? , p e n s é , y por
p r i m e r a vez r e p a r é en el color del cajón, y r e c o r d é la piel de B a -
balú b r i l l a n d o o s c u r a m e n t e , y esas r a s g u ñ a d u r a s en la t a b l a , in¬
clusive, igual a sus famosas cicatrices, una en la mejilla d e r e c h a ,
r e s b a l a n d o hacia el cuello, la otra en el a n t e b r a z o del m i s m o l a d o ,
' a c c i d e n t e s de t r a b a j o ' decía él j a c t á n d o s e , con que dos penden¬
cieros lo h a b í a n c o n d e c o r a d o , allá en su j u v e n t u d , a lo largo de
una misma n o c h e y en dos distintas t a b e r n a s del C a l l a o , p o r cau¬
sas que v a r i a b a n de a c u e r d o al auditorio: la ú l t i m a vez que lo
escuché h a b l a r de eso B a b a l ú adjudicó la razón de a m b a s gres¬
c a s , ya no al h o n o r de una p a i s a n a suya que se a f a n a b a en el
burdel de I v o n n e , sino a d e s a v e n e n c i a s en el j u e g o de d a d o s . No
puede ser, me p e l l i z q u é , y r e c o r d é otras tres cicatrices m á s pe¬
q u e ñ a s , casi gajos que i n s i n u a b a n un triángulo en su p e c h o , p e r o
el cajonear de B a b a l ú se a c r e c e n t a b a afuera, m á s y m á s clara¬
m e n t e , i n c o n f u n d i b l e m e n t e , v i n i e n d o desde el mar. Y en su ca¬
j ó n , d e n t r o de la c a b a n a d e s c a s c a r a d a d o n d e yo y la viuda éra¬
mos un solo a s o m b r o , ahí fue que e m p e z a r o n a sonar las olas.
¡Nítidamente c o m e n z a r o n a t r o n a r las olas d e n t r o de su cajón!
¡Una reyerta de oleajes b r o t a b a de la m a d e r a d e s g a s t a d a , presti¬
giada por sus m a n o s m i l a g r o s a s !

A l g u n a vez te c o n t a r é c ó m o C a r m e l a se inclinó hacia el ca¬


j ó n m u g r o s o que se puso a sonar t o d a v í a m á s , c o m o un millar de
olas j u n t a s , c o m o si d e n t r o suyo d i s p u t a r a n varios m a r e s al mis-

164

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
me t i e m p o . ¡Se va a a h o g a r usted, c o m a d r e ! , quise a d v e r t i r l e ,
¡no entre usted a ese cajón! P e r o ella ¿qué h u b i e r a pensado?,
dime tú, que estoy l o c o , ¿no es cierto? P o r eso me callé. Luego
me arrepentí, debí decírselo, tú m i s m o vas a darme la r a z ó n .
Q u i s e , p u e s , d e t e n e r l a , p e r o no me dio t i e m p o . ¿ N o me dio tiem¬
po? Tal vez llegué a gritar y ella no me e s c u c h ó , no me p u d o
e s c u c h a r p o r c u l p a de t o d a esa b a t a h o l a , p o r u n a p a r t e el m a r ,
t a n t o s m a r e s b r a m a n d o en el cajón, y por la otra parte B a b a l ú ,
las m a n o s de B a b a l ú ' c a j o n e a n d o cerca, c a d a vez m á s cerca, cre¬
ciendo bajo el mar.

C a r m e l a se l e v a n t ó de la b a n q u e t a desde la cual había m a l -


fingido s o p o r t a r mi visita, se a b r i ó paso por e n t r e los sollozos,
r e c h a z ó lo imposible y se atolondró con los brazos anhelantes
hacia el cajón. A l u c i n a d a y a p a r t a n d o l á g r i m a s p a s ó sus d e d o s
sobre la m a d e r a , la g o l p e ó con t e m o r , luego con d e s e n c a n t o , lla¬
m á n d o l o , B a b a l ú , luego con m á s t e m o r , B a b a l ú , l u e g o con fuerza.
Se desplomó llamándolo, Babalú, llamándolo. Mejor la dejo
sola, decidí. Salí a la s o m b r a - s o m b r a de la p l a y a . El m a r ya
no s o n a b a , mejor d i c h o ya no s o n a b a c o m o el cajón de B a b a l ú ,
a h o r a s o n a b a a p e n a s , a p e n i t a s , otra vez c o m o el mar. Le di la
e s p a l d a , c r u c é aquel arenal en b u s c a de A m a d o r E s c a j a d i l l o , iba
a c o n t a r l e t o d o lo que h a b í a o c u r r i d o , ¿me h a b r é v u e l t o d e m e n t e ?
estaba a p u n t o de c o n t a r l e t o d o c u a n d o ahí fue que p a s ó lo que
pasó.
L o s dos v i m o s . Un v i e n t o inexcusablemente frío, era Fe¬
b r e r o , e m p u j ó la p u e r t a de latas c l a v e t e a d a s de la c a s u c h a , dis¬
persó las a r e n a s e i m a n t ó a la mujer hacia la p l a y a . El N o t a r i o
E s c a j a d i l l o y yo í b a m o s a s e r v i r n o s , pues ya nos v e n í a de h á b i t o ,
los a g u a r d i e n t e s p r e v i o s al cierre del restaurante, cuando algo,
¿un m o v i m i e n t o , un g r i t o ? , nos distrajo, brilló frente a nosotros
allá, por la v e n t a n a , s u r g i e n d o d e . l a casa de B a b a l ú , el rojo de,
una falda d e s t e ñ i d a , fósforo, e n f i l a n d o hacia el m a r , en la n e g r u r a .
La vimos y s a l i m o s y c o r r i m o s en v a n o : la e s p o s a sin e s p o s o ya
e n t r a b a c a m i n a n d o al m a r , se h a l l a b a muy a d e n t r o , y sin prisa,
los b r a z o s e x t e n d i d o s en ese m i s m o g e s t o , e x a c t o el m i s m o con
que momentos antes se había desquiciado avanzando hacia el
cajón de su f i n a d o , yo la vi, c r e o que se lo dije y ella no me es¬
cuchó, ¡no e n t r e usted al cajón!, ¿ c ó m o iba yo a decirle t r e m e n d o

165

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
a b s u r d o ? , pero debí decírselo ¿no c r e e s ? , y en lugar de a l e r t a r l a
me a s u s t é , ella t o c a b a el cajón e x t r a ñ a m e n t e , desde la p u e r t a la
vi, no lo g o l p e a b a , ya n o , tocaba d e s p a c i t o como si c a r i n a r a la
c a b e z a de un n i ñ o , ¿te conté que no p u d o tener hijos?, fue así
que la dejé, j u n t o al cajón, t o c á n d o l o c o m o si estuviera c a r i c i a n -
do a un niño que se fuera a morir ahí m i s m i t o , a h o r a , en este
instante. Mejor la dejo sola, decidí, salí a la s o m b r a - s o m b r a .
Ella e n t r ó . Has d e b i d o d e c í r s e l o , me decía, s o f o c a d o , eso
me p a r e c i ó , m i e n t r a s c o r r í a m o s y c o r r í a m o s , el N o t a r i o A m a d o r
Escajadiilo. En v a n o . La esposa sin e s p o s o , ya m a n i a t a d a por
las o l a s , se dirigía, i n m ó v i l , hacia los islotes, a p e n a s u n a m a n -
chita r o s a d a , de lana, una manchita anaranjada, azul, de l a n a ,
y desapareció tras los peñascos cubiertos de moluscos y de
yuyos...

Don Javier a b a n d o n a su cajón y r e t o r n a a la silla frente a


mí, entreabre los labios, se a r r e p i e n t e , o b s e r v a sus m a n o s que
t i t u b e a n sobre la m e s a , c o m o que lo d e m o r a n en el aire polvo¬
riento y p a l p a b l e , h a b l a por fin:
— E n aquel r o m p e o l a s d e P u e r t o E t e n , cada ú l t i m o d o m i n g o
de F e b r e r o , al final de la n o c h e , no c u a n d o el mar d i s c u t e sino
l u e g o , j u s t o a la h o r a en que se r e c o n c i l i a con los arrecifes aira¬
d o s , ahí r e t u m b a el cajón de B a b a l ú , n í t i d a m e n t e se o y e , el mis¬
mo cajonear que yo escuché esa vez, sólo que a h o r a fluyen ade¬
más c a n t u r r e o s , r e p r o c h e s y alegrías en voz clara, el cajón de
B a b a l ú s o n a n d o sobre los g e m i d e r o s de una mujer en celo.
Y otra vez D o n Javier se retiene b r e v e m e n t e , c o n s i d e r a un
s u s p i r o , peina su flaca barbilla con los d e d o s y me mira sin aviso:
— E s t o que aún c o m e n t a n los viejos p e s c a d o r e s de Puerto
E t e n , y que yo a c a s o me anime a c o n t a r t e algún día, es u n a de
las t a n t a s historias que c o m p o n e n tu vida, que forman nuestra
vida d e s d e el aire. A u n q u e no lo s e p a m o s , a u n q u e no te la llegue
a c o n t a r j a m á s , t a m b i é n la vida de B a b a l ú , d e s d e el a i r e , te orde¬
na a ti la vida, d e s d e la m e m o r i a que no se p u e d e r e c o r d a r . Por
eso no i m p o r t a que la sepas o la o l v i d e s . A l g u n a vez te la dirá
en su total. Y si tú q u i e r e s , si tú m e r e c e s , p o d r á s verificarla. Si
vas a P u e r t o E t e n y ves bailar al r i t m o de un cajón, p o d r á s veri¬
ficarla. P o r q u e siempre que alguien b a i l a , allá, con v i o l e n c i a y
d u l z u r a , c o m o b a i l a n los n e g r o s , las olas vuelven a sonar desde

166

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
el cajón, en un momento dado ei musicante lo abandona, sus
manos como muertas, y el b a i l a r í n sigue sin e m b a r g o bailando
p e r o al r i t m o del m a r , del m a r que sale de a d e n t r o del cajón sin
nadie y el cajón p a r e c i e r a q u e r e r d e s f o n d a r s e , y si tú le pregun¬
tas a c u a l q u i e r a , c u a l q u i e r a te dirá que es Babalú, que B a b a l ú
pidió ser e n t e r r a d o en el m a r , y tú lo sentirás r e g r e s a r por e n t r e
las e s p u m a s del cajón, y s a l d r á s a la playa y allá en la s o m b r a -
s o m b r a lo s e n t i r á s igual, B a b a l ú r e g r e s a n d o p o r e n t r e las caden¬
cias de m a d e r a del m a r . . .
Y alzando la c a b e z a , D o n J a v i e r , de repente, y cambiando
la voz con i n d e c i b l e agitación:
—¡Tú puedes comprobarlo ahora mismo!
Y poniéndose otra vez de pie y acomodándose sobre su
cajón:
— M i r a , y o t a m p o c o g o l p e o l a m a d e r a , m i r a qué s u a v e , qué
suavito lo h a g o , ¿te das c u e n t a . . . ?
Y saliendo desde atrás de u n a sonrisa a m a r g a , D o n Javier
cantando, poniéndose a cantar:

Lando, ¡ando,
estrella negra y espuma,
lando, lando,
espuma negra y azúcar,
lando, lando,
azúcar negra y blancura,
lando, lando,
blancura negra,
lando.

Cuídate mucho, lando,


recuerda de dónde vienes,
nunca permitas, lando,
que tu fuego se amaestre,
no ardas en vano, lando,
bailando lo que conviene,
recuerda siempre, lando,
que sólo cadenas tienes,
que no eres libre, lando,
por mucho que te cimbrees.

167

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
Dame la danza, lando,
dame los pechos y el vientre,
dame confianza, lando,
haz que mi pulso no tiemble,
ya bailaremos, lando,
los bailes que se nos deben,
al aire libre, lando,
aunque te arañes la frente
con las estrellas, lando,
de pie contra la corriente.
¡Dame la mano, lando,
que mi machete no tiemble!

Lando, lando,
estrella negra y espuma,
lando, lando,
espuma negra y azúcar,
lando, lando,
azúcar negra y apura,
lando, lando,
apura, negra, y alumbra
lando, lando,
alumbra, negra,
lando.
¡Caramélame, Carmela,
Carmela, Carmelandó!
¡Lando!. ..

Y e n t r e g á n d o s e al puro ritmo, su t o r s o r e i t e r a n d o distrac¬


ciones de c í r c u l o :
—¡Yo no t o c o el cajón, yo n a v e g o el cajón!

Sus m a n o s r e p i c a n d o por entre las rodillas e s p a c i a d a s , yen¬


do y c a y e n d o , sin coincidir entre ellas y sin c o n t r a d e c i r s e c o m o
si fueran el a n v e r s o de lo m i s m o y el r e v e r s o , los dos l a d o s de
un r e m o a l z á n d o s e , volviendo:
— ¡ Y o a c a r i c i o la cara de la m u e r t e !

Y c e r r a n d o los ojos, r e c o g i e n d o a r m o n í a s , e q u i l i b r a d a s diso¬


n a n c i a s que le n a c í a n a cada giro de los h o m b r o s , c o n c o r d i a s que

168

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
bajaban c o m o un serpenteo p o r sus b r a z o s t a t u a d o s de extrañe-
zas, de cicatrices, cadencias fluyéndole ostensiblemente de los
dedos rimados:
— ¡ Y o a b r a z o a mi c o m p a d r e B a b a l ú !
Y poniéndose quieto de i m p r o v i s o , nublándose:
— P e r o ya no sé t o c a r c o m o él me e n s e ñ ó . A p a r t i r de su
m u e r t e , c o m e n c é a cajonear así, silencio, c o m o tú a c a b a s de ver,
distinto.
Y regresando a sentarse frente a mí:
—Además. ..
Y s e ñ a l a n d o el c u b o de c e d r o r e n e g r i d o :
— E s t e es el cajón de B a b a l ú .

íván, esa su lejanía recelosa, propia de quienes viven prote-


giendo algún recuerdo, me miró a pesar suyo, diría que alarma¬
do, erguido en ese sendero que viene del Mapuya. Más que varias,
personas, varias vidas parecían habitarlo, como si las partes de
su cuerpo tuvieran voluntades divergentes que él, ante los ojos
de los demás, armonizara en una sola existencia. Porque obede-
ciendo a su mirada, su cara se resignó a huirme. Luego sus
hombros dieron vuelta hacia la trocha. Aprobando a los hom¬
bros con desgano giró también su pecho. Por último asintieron,
como gatos, las piernas. Y tras ellas los pies, igual que una pare¬
ja riñendo, reconciliándose y volviendo a reñir pero sin ruido,
aplastando callados los hierbajos, las ramas casi vueltas tierra, y
nublándome:
—Escuché tu disparo.

Y siempre sin dejar de caminar:


—Por eso regresaba a buscarte.
Perseguí a Iván sudando, cayendo, rasguñándome todo lleno
de fango y de lastimaduras la espalda hecha una lástima san¬
grante y esa humareda de insectos acosándome y siempre era mi
sangre y jamás la de Iván que continuaba enérgico adelante y
vi la luna en pleno mediodía sabiendo que no era la luna ver¬
dadera sino su reflejo en mi fatiga era la risa de Narowé el pri¬
mer hombre que me guiaba desde el fondo del río y me dije ya
estás alucinando despiértate me dije despiértate me dijo Juan

169

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
González tienes que caminar y yo le dije cómo si no hay camino
bajo mis pies porque estaba en lo alto mirando a la tierra chiqui-
tita y Juan González insistió ¡tienes que seguir caminando! empu¬
jándome con su mano que estaba tibia y perfumada como flor de
izangapiiia y yo me desperté y la mano de Juan González en mi
hombro no era una flor sino un vampiro que me estaba chupando
calladito despiértate me dije y desperté y vi más adelante justo
al costado de la tzangapilla la apariencia de Iván y me lancé
hacia él abandoné mi cuerpo sobre la trocha escuálida en direc¬
ción de aquella muralla de bambúes y de columnas de humo y sin
fuerzas para pensar pensé que si llegaba a un río grande me
salvaba pero el río me dije el río tiene que ser el Urubamba el
Willkamayu el Río Sagrado de los Inkas para que yo pueda re¬
montarlo hasta las cumbres remontarlo hasta cuatrocientos años
río arriba hasta antes de la llegada de los conquistadores españo¬
les los virakocha y comprendí entonces que Iván me estaba con¬
tagiando su persona hecha de varias vidas y pude distinguir las
vidas de mi cuerpo cada persona de mí cuerpo y me di cuenta
que igual ocurría también con mi memoria con mis memorias
exactamente como lo hubo presagiado Don Hildebrando en Pu-
callpa y comprendí que aquel tramo de selva no era despiadado
era un bautismo que se me exigía para alcanzar a Iván para al¬
canzar a ser como él no sé de cuál manera ser uno con la selva
una sola existencia con los bosques y con los animales y las pie¬
dras con todas las personas de los bosques. Y en ese instante
se me fue la fatiga y mis piernas se aligeraron y desaparecieron
los insectos y seguí porfiando en el camino pero con alegría, ya
no escaseaba el aire, eran otros los boscajes y el sol bajaba la
voz haciéndose más lento, más débil que una lámpara, cuando
dimos alcance a los demás miembros de la expedición.

Casi acostado en tierra, la espalda reclinada entre dos rugo¬


sas aletas de lupuna, el amawaka mordisqueaba una sonrisa quie¬
ta. A su derecha, en el centro del claro impuesto por la lupuna
frondosa, César reclinaba su atención hacia Félix Insapillo. Este,
de pie, dando el rostro a la intromisión mía y de Iván, estaba
hablando.

Iván, su camisa manchada de aguijones, de sangre, de tela¬


rañas de. árboles y retazos de lluvia, no entiendo, se detuvo ante

170

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
elfos y volvió la cabeza para verme. Más bien para no verme.
Don Hildebrando aseveraría que no fue Iván quien me miró sino
el ánima de Iván, los ojos de su ánima dándome por fin la bien¬
venida.

— P e r o casi n o m e o y e s , a m i g o S o r i a n o , p a r e c e que estuvie¬


ras en otra p a r t e .
N o , n o e s cierto.
—Seguramente estás pensando en el jefe Inganíteri, en la
historia que me c o n t ó Inganíteri . .
— N o es c i e r t o , D o n J a v i e r , vuelvo a mentir y D o n Javier
se esmera escudriñándome.
—¡Estás p e n s a n d o en los c a m p a , en los a s h a n í n k a de hace
tiempo!. . , ¿Es a s í ? . . .

E i n d a g á n d o m e más con la m i r a d a :
—¡Sí, estás pensando en Juan Santos A t a o W a l l p a , en la
s u b l e v a c i ó n de S a n t o s A t a o W a l l p a c o n t r a los c o n q u i s t a d o r e s es¬
pañoles!

A l g u i e n que no era D o n J a v i e r p e r o que sí era D o n Javier


o c u p a b a su c u e r p o s e n t a d o en e s a silla del b a r del Hotel Tariri,
lo d e s b o r d a b a inconteniblemente y salía p o r su b o c a de sonám¬
bulo:
— P a r a los a s h a n í n k a , que c o n s e r v a n el fuego de la gran
r e b e l i ó n c o n t r a los v i r a k o c h a , J u a n S a n t o s A t a o W a l l p a n o mu¬
rió j a m á s , únicamente desapareció su cuerpo echando h u m o , se
disolvió h a c i a lo alto de los b o s q u e s d e n t r o de u n a c u s h m a ama¬
rilla p r o m e t i e n d o r e g r e s a r . . .

D o n J a v i e r h a b l a b a e x t r a ñ a m e n t e c o m o si r e c i t a r a un texto
de m e m o r i a o c o m o si leyera. L l e g u é a p e n s a r que sólo e s t a b a
repitiendo palabra por p a l a b r a lo que alguien le dictaba desde
quién sabe dónde.
— ¡ M i r a n d o estoy el sol de mis a n t i g u o s , este p o z o t a p i a d o
d o n d e t o d a v í a se d e s v e l a n sus v o c e s i n v e n c i b l e s !
—No entiendo, Don Javier, quise decir p e r o sus ojos ce¬
r r a d o s me a m e d r e n t a r o n y su voz, que no era su voz, c o n t i n u ó
perorando:

171

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
— i Abuelos de piel verde que amaban ferozmente y gue-
r r e a b a n con t e r n u r a y se c o m í a n e n t r e ellos c o m o frutos y pena¬
ban a solas e s c u c h a n d o iejanísimas p i s a d a s de a n i m a l e s ! ¡Todo
tu l u m i n o s o ejército de e n t o n c e s , hoy c e g a d o ! ¡Vastagos de tu
risa l a s t i m a d a y a c e n bajo los cascos de un c a b a l l o de h i e r r o ! . . .
M á s allá de n o s o t r o s , tras de las t o r v a s n i e v e s , u n a n a c i ó n extra¬
ña h e c h a de sed y n a d a se d e r r u m b a h a c i a el cielo c o m o l i m o s n a
gris ¡pero desde tus h o m b r o s se alzan b o s q u e s y llueve! ¡y llueve
t o d a v í a sobre el t i e m p o c o m o sobre un t e j a d o ! . . . ¡El sol cae
t o d a v í a , Juan S a n t o s A t a o W a l l p a , d e s d e tu j u v e n t u d ! . . . ¡Esta¬
m o s vivos! ¡Mira! ¡Estamos v i v o s ! . . .

Félix lnsapillo, de pie ante la lupuna, estaba hablando a


César. Beber ayawaskha, le decía, la primera vez que yo bebí
ayawaskha, fue ver el rostro de mis dos personas más allegadas,
nombres que no puedo decir y que en ese entonces estaban lejos,
en el Cusco. Solamente sus caras, sin deformaciones, con esa risa
que te hace brotar lágrimas. Caras enormes, del tamaño de mi
cuerpo, bien pegaditas entre sí y riéndose. Y después, beber
ayawaskha la primera vez, para mí, fue no ver a mi padrino, a
Don Javier que se hallaba sentado frente a mí, sino mirar su sitio
únicamente, su sitio sentado, y ver a su espalda una pira de fras¬
cos antiguos, azules, anaranjados, de farmacia, esmerilados y ar¬
diendo. Después fue ver que yo me levantaba y salía de la casa
'a vomitar, y al mismo tiempo un cuerpo que era mi cuerpo con¬
tinuaba sentado en mi lugar, y yo salía y vomitaba flores de tzan-
gapilla que se adelgazaban, que se volvían serpientes de dos cabe¬
zas, kotomachácuys que salían de mi boca y se esfumaban rumbo
al bosque dejando un rastro triste, de tristeza, una baba más lenta
que amarilla. Beber ayawaskha fue también mirar el funciona¬
miento de mis órganos internos, mi corazón, mi estómago, ver
cómo se movían, mis pulmones, mis tripas, ver cómo se morían.
Fue caminar en una enorme habitación, en un velorio de varios
muertos, y ver que los ataúdes estaban ocupados por mis amigos,
y lodos mis amigos tenían los ojos cerrados en una cara idéntica,
en mi cara. Y fue encontrarme de un momento a otro dentro de
una piragua, con un solo remo que yo no sabía manejar, en el
centro de un lago gigantesco, encabezando un séquito de lagartos,

172

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

y los lagartos tenían ojos más grandes que el cuerpo de los lagar¬
tos, y el sol se ponía más adelante y yo no tenía cuándo llegar. La
primera vez que yo bebí ayawaskha fue hablar y sentir mi voz
amplificada, como si saliera de esos parlantes que cantan en el
Coliseo Cerrado de Iquitos cuando canta Raúl Vásquez, y oir mi
voz afuera, lejos de mi garganta. Y fue mirarme de cuerpo ente¬
ro, echado ahí en el piso. Y fue ver otra vez a mi padrino pero
verlo brillando, brillando, cubierto por una cushma de miles de
luciérnagas, y mirar cómo se iba poniendo gris, oscureciéndose,
apagándose conforme hablaba. Si estás luchando contra un daño
fuerte, me decía mi padrino, lo que te debilita és la candela. Si
hay una hoguera próxima se debilita tu defensa. Por eso no hay
que fumar mucho, no hay que encender cerillas durante el aya-
waskha. Y fue verlo arrugarse y cantar como anciano. ¡Visiones,
empiecen!, así cantaba, y poco a poco se transformaba en hem¬
bra, en mujer con voz de niño, de recién nacido que cantaba
como adulto, como un adulto que acababa de nacer en la voz
del icaro. ¡Ayúmpari, ayúmpari!, cantaba. Pero más que nada
fue ver al Maligno, verlo tres veces en la misma noche, siempre
vestido de idéntica forma, arrogante, el Maligno con charreteras
de almirante, cara de perro enfermo y levita azulnegra con cola
de pingüino y pantalón rojo y camisa bordada, con bobos en los
puños y con una tremenda barba, una barba de acero como arma¬
dura de conquistador español. Y fue verlo también, al mismo
tiempo, cabello largo, en trenza, y poncho corto, igualito al dibujo
de Atawallpa que aparece en los libros de escuela. Sí, el Malig¬
no, en mi primera visión de ayawaskha, era Atawallpa, aquel inka
bastardo que ayudó a los españoles virakocha contra su hermano
el legítimo Inka Wáskar, y tenía una espada muy larga, larga y
desenvainada, y cortaba cabezas como flores, cuellos como tallos
de tzangapilla, calientes. Y los ojos del Maligno, las tres veces
que lo vi en mi primera visión, los ojos negros del Maligno eran
rojos y brillaban en cruz, lo mismo que los ojos de las víboras...

D o n J a v i e r , e n t r e a b r i e n d o los p á r p a d o s e n gesto i n a c a b a b l e :
No es de esto que yo q u i e r o h a b l a r t e sino de un n e g r o viejo, ya
finado, Alfonso Cartagena. A l z ó los ojos y su c a b e z a e m p e z ó a

173

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
dibujar circuios en el aire, g i r a n d o c o m o a t o r n i l l á n d o s e al cuello
imperturbable. Y tal si a c a b a r a de v o l v e r , ya con su p r o p i a v o z ,
Don Javier:

No te diría verdad si te dijera que conocí a Don Alfonso


Cartagena. Ni yo ni nadie p u d o c o n o c e r l o . S i e m p r e lo vi de le¬
jos. Yo iba de n i ñ o , con mi a b u e l o , a t o s t a r mis v a c a c i o n e s esco¬
lares en un sitio l l a m a d o Las Salinas, j u n t o al p u e b l o de C h i l c a ,
a! sur de Lima. El viejo C a r t a g e n a vivía más allá del b a l n e a r i o ,
d e t r á s de la t e r c e r a laguna de aguas espesas y verdes, en u n a
cueva i n m e n s a que se abre hacia el m a r . Su c a m a , u n a s a l i e n t e
de piedra azulina y p o r o s a , casi r o z a b a el t e c h o de la g r u t a en
la pared del fondo. C a d a vez que el viejo r e n g u e a b a p o r la p l a y a ,
a n z u e l o de a l a m b r e y caja de cartón m a g u l l a d o , y m i e n t r a s espe¬
raba !a d u d o s a fortuna de algún pez d i s t r a í d o , los p a l o m i l l a s nos
a v e n t u r á b a m o s por entre la p e n u m b r a m u s g o s a y h ú m e d a de la
cueva. N u n c a c o n s e g u i m o s escalar hasta su l e c h o . Al pie de él,
c e r c a d o por tres velas a p a g a d a s , b r i l l a b a un vaso de a g u a desni¬
v e l a d o "sobre tres m o n e d a s de c o b r e , viejas, de esas que ya no
hay más. J a m á s nos atrevimos a s u s t r a e r l a s de aquel ordena¬
m i e n t o q u e , p e n s á b a m o s , se trataría de algún m a l v a d o altar. Por
e! ú n i c o m é d i c o del p u e b l o , un brujo m u l a t o l l a m a d o B a l d o m e r o ,
s u p i m o s que no era posible saber n a d a del viejo C a r t a g e n a .

— L o s árboles no son padres ni son hijos —fue t o d o lo que


B a l d o m c r o le confió a mi insistencia. Sin e m b a r g o , p o r indis¬
creción de no r e c u e r d o quién, nos e n t e r a m o s de cierta visita que
sigilosamente le hizo el viejo. En la s o m b r a m o j a d a de la c h o z a
del brujo, Alfonso C a r t a g e n a h a b r í a d e s a t a d o hasta tal punto la
razón de sus q u e b r a n t o s y su s o l e d a d , que B a l d o m e r o no p u d o
menos que transferirle p o d e r e s .
— F a b r i c a un cajón de c e d r o , y o t r o cajón de c e d r o , dijeron
que le dijo. Y seguro fue así. P o r q u e al siguiente día de la con¬
sulta e! viejo se e m p e c i n ó en un t r a b a j o casi d e s e s p e r a d o : con
a m o r y con furia cortó ocho lonjas de c e d r o , las c a r i n ó p u l i é n d o ¬
las y p u l i é n d o l a s hasta hacerlas envidia de un espejo, c o n insos¬
pechada obstinación venció la d e s c o n f i a n z a de las t a b l a s maltra¬
tadas que por fin a c e p t a r o n macerarse dentro de una b a t e a de
vinos que el m i s m o viejo trajo d e s d e C h i n c h a , tierra f a m o s a en
h e m b r a s y atletas d a n z a n t e s , brujos y v i ñ e d o s . El ú l t i m o d o m i n g o

174

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
de ese M a r z o , j u s t o a la m e d i a n o c h e , sacó c u a t r o m a d e r a s de la
b a t e a rojinegra, las enjuagó en el m a r y las curó cargándolas con
la fuerza de Yanachaska, que en i d i o m a quechua significa La
E s t r e l l a N e g r a del A m a n e c e r y en c a s t e l l a n o se d e n i g r a a V e n u s .
P a r a que su p r i m e r cajón fuera d i g n o de las p o t e n c i a s de la ma¬
drugada, y siguiendo consejas del hechicero, el viejo Alfonso
C a r t a g e n a d i s e ñ ó sobre la a r e n a el siguiente i c a r o . . .
Y en u n a servilleta del bar del h o s p e d a j e D o n J a v i e r dibujó
con un p l u m ó n de tinta negra;

Yo lo vi con mis ojos, me dijo. Las líneas de) dibujo, una


vez impregnadas, aunque invisiblemente, en la madera frontal
del cajón, fueron l u e g o b o r r a d a s p o r la resaca. P e r o ya V e n u s ,
El L u c e r o D e l A l b a , a t r a v é s del icaro había d e p o s i t a d o su ca¬
r á c t e r en el i n s t r u m e n t o que h a b r í a de t r a n s f o r m a r s e en h e m b r a .
P o r q u e el p r i m e r v a s t a g o de A l f o n s o C a r t a g e n a fue mujer, se lla¬
mó R o s a l u z y fue cargado con los ímpetus de Yanachaska, La
E s t r e l l a N e g r a Del A m a n e c e r . El s e g u n d o fue h o m b r e , se l l a m ó
Benjamín y fue cargado con los desaires del mar. Esa misma
n o c h e , ya en la c u e v a , el viejo e n c e n d i ó las tres velas que prote¬
gían e l vaso d e a g u a d o n d e m o r a b a E l A n i m a Sola. Baldomero
me informó que el n o m b r e - n o m b r e de El A n i m a Sola es E l e g g u á ,
divinidad que acompañó a los a b u e l o s de sus abuelos esclavos
c u a n d o fueron t r a í d o s del Á f r i c a . .

175

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
D o n Javier se retiene en sus p a l a b r a s , toma aire como si
respirara qué amargas remembranzas:
— P a r e c e que d e s p u é s ya no t r a í a n e s c l a v o s . De labios para
afuera, así me dijo Baldomero, de labios para afuera Europa
p r o h i b i ó la e s c l a v i t u d pero sus m e r c a d e r e s a c r e c e n t a r o n el trá¬
fico de h u m a n o s . Si un b a r c o n e g r e r o era s o r p r e n d i d o p o r alguna
p a t r u l l a en alta mar, los traficantes, p a r a no ser m u l t a d o s , echa¬
ban a las aguas esa gimiente m e r c a d e r í a de c u e r p o s y grilletes.
B a l d o m e r o me c o n t ó que miles y m i l l a r e s de a n t e p a s a d o s nues¬
tros tapizan con sus h u e s o s y c a d e n a s el fondo del A t l á n t i c o . Y
me dijo que así, c o m o es n a t u r a l , el n e g o c i o ya no era b u e n ne¬
gocio. P e r o con la sagacidad que a ú n c a r a c t e r i z a a n u e s t r o s em¬
presarios virakocha, aquellos descubrieron, ya que no remedio,
por lo m e n o s alivio p a r a sus i n v e r s i o n e s . D e c i d i e r o n no traer
m á s e s c l a v o s , d e c i d i e r o n fabricarlos aquí e v i t á n d o s e el riesgo de
más multas o pérdidas. Trajeron s o l a m e n t e s e m e n t a l e s , p a d r i l l o s ,
h e m b r a s y m a c h o s fuertes y eficientes. Infinidad de fábricas de
esclavos humillaron América. L o s p a d r e s de los p a d r e s de Al¬
fonso C a r t a g e n a n a c i e r o n en lo que hoy es C o l o m b i a , a orillas
del río M a g d a l e n a , p a r i d o s en un g a l p ó n de g a n a d o . P e o r que
g a n a d o , de h o m b r e s . Es por ello que el viejo C a r t a g e n a p e s c a b a
e x c l u s i v a m e n t e d e s d e las orillas, n u n c a d e s d e alguna e m b a r c a c i ó n ,
j a m á s e n t r a b a al o c é a n o . . . P e r o te e s t a b a d i c i e n d o que el viejo
e n c e n d i ó las tres v e l a s , con el ritual del h u m o u n i ó a sus hijos,
con el ritual del h u m o sobre el agua e n c e r r a d a , t a p i z a d a de osa¬
rios y c a d e n a s , donde vive Elegguá. Me va a vendé, me va a
vendé, así dice un c a n t o de esa é p o c a , me va a vendé, qué vida
pasaré, y un eco de s o m b r a s , de silencios h u n d i d o s en el m a r , lo
corea: la Virgen del Carmen te saque con bien. Y esa m i s m a no¬
che B e n j a m í n y R o s a l u z se c o n v i r t i e r o n en m a r i d o y mujer. Su
p a d r e les rogó que i n t e n t a r a n ser felices.

Nací en las playas del Magdalena, bajo la sombra de un


payandé. Como mi madre fue negra esclava, también la marca
yo la llevé, así dice la canción: Estando a solas hacia la noche
alzo los ojos y rezo a Dios, pero él escucha tan sólo al amo pese
a que el cielo es de mi color. Y casi a m a n e c i e n d o el viejo Car¬
t a g e n a salió a la playa. No sé sabe si p o r fin e n t r ó al m a r , no se
sabe si se d e s h i z o tras los c a m i n o s . Lo cierto es que j a m á s volvi-

176

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

mos a v e r l o . U n a j o v e n pareja o c u p ó esa c u e v a en las afueras


de Las Salinas. Se prohibió la esclavitú hace muchos, muchos
años, se prohibió la esclavitú pero seguimos esclavos. Así dice
quien c a n t ó . Hoy nos azota el salario, me va a vendé, los hijos
de los patrones ya no necesitan barcos.

L o s ojos de D o n Javier se afilan en la luz del mediodía,


e x c a v a n en el aire, c o m o bajo del m a r , o t r a s p a l a b r a s :
— A s í p a s a r o n días, m u c h o s d í a s . Y p o r c a d a día p a s a b a n
varias n o c h e s , p o r q u e fueron e t e r n a s las n o c h e s en la gruta a c u y o
cobijo los h e r m a n o s se d e s b o c a b a n al amor. M á s de una vez la
i m p r u d e n c i a me aproximó a la c u e v a . A c u c l i l l a d o tras un pe¬
ñ a s c o , no los vi, los e s c u c h é : R o s a l u z y B e n j a m í n s o n a b a n allá
en el f o n d o , d e n t r o de la p e n u m b r a . El niño que yo era t r a t a b a
de e n t e n d e r y me a s u s t a b a , s u p o n í a voces de a g o n i z a n t e s , recla¬
mos de a h o g a d o s , historias d e s p e d a z a d a s a c u c h i l l o , y p i r a t a s y
crímenes atroces y antropófagos, allí d o n d e n a d a o c u r r í a sino las
o c u r r e n c i a s del a m o r , d o n d e n a d a se e s c u c h a b a sino ese silencio
afiebrado, bienherido de excesos inocentes, adulterado sólo por
las m ú s i c a s de los c u e r p o s d e s n u d o s y del m a r . H a s t a que u n a
m a ñ a n a R o s a l u z se halló s o m b r a . Y no s u p i m o s m á s de Benja¬
mín. El h e c h i c e r o nos a s e g u r a r í a que la c a m a de p i e d r a se rom¬
pió y b r o t ó un a r r o y u e l o de la hendidura, eso p u d i m o s consta¬
t a r l o t o d o s , p e r o nos supo a i n v e n t o el resto de la historia que
nos quiso e n d i l g a r : que de aquel a r r o y u e l o surgió El A n i m a Sola,
Elegguá, y con modales y armonías de h e m b r a sedujo a Benja¬
mín m i e n t r a s d o r m í a R o s a l u z , y q u e el j o v e n e n t r ó p o r el a r r o y o ,
se a d e l g a z ó en la b o c a de la c a m a de p i e d r a , se e x t r a v i ó e n t r e
delicias y c o r r i e n t e s . R o s a l u z lo l l a m ó noches enteras, primero
a m a r g a , d u l c e , s u p l i c a n t e m e n t e , d e s p u é s con u n a c ó l e r a sin cau¬
ces. L a s t o r m e n t a s que d e s c o n c e r t a r o n al p o b l a d o d u r a n t e ese
v e r a n o , según el c u r a n d e r o , n a c í a n de la furia de la esposa-her¬
mana despechada. La muchacha desapareció poco después. Bal-
d o m e r o n o s m o s t r ó los r e s i d u o s de una fogata en la c u e v a , nos
quiso h a c e r c r e e r que R o s a l u z se h a b í a i n c i n e r a d o . . .

D o n J a v i e r vuelve a a q u i e t a r s e y a r e s p i r a r h o n d a m e n t e lue¬
g o , p e r o m á s h a c i a lejos que h a c i a a d e n t r o :
— L a c a s a de mi a b u e l o se a l z a b a frente a la p r i m e r a lagu¬
na, la más g r a n d e y feliz de L a s S a l i n a s , a varios k i l ó m e t r o s de

177

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

la gruta y sin e m b a r g o yo e s c u c h a b a c e r c a , muy c e r c a , en esas


d i u r n a s n o c h e s de mi n i ñ e z , la p r o t e s t a p o s t r e r a de R o s a l u z , aulli¬
dos y q u e r e l l a s , la diaria pesadilla de su c u e r p o q u e m á n d o s e , . .

Y q u i t a n d o sus ojos de la p u e r t a , del aire de o r o sucio que


se o b c e c a b a en c e n i z a r l o t o d o , allá en la calle, d e t r á s de los ven¬
t a n a l e s del Hotel T a r i r i :
— P e r o casi no me o y e s , estás c o m o en otra p a r t e . ¡Segura¬
m e n t e sigues p e n s a n d o e n I n g a n í t e r i ! ¡ S e g u r a m e n t e p i e n s a s qué
r e l a c i ó n tiene t o d o esto con la h i s t o r i a de K a a m e t z a y Narowé
que tú quieres oir!...
— N o es c i e r t o , D o n Javier, volví a m e n t i r .

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

12

la mejor fórmula de
reducir cabezas

—-Muchas, muchas mentiras se ha d i c h o y se dice de los tzi-


píbo, de los ashanínka, de todas nuestras naciones. Que los
amawaka cocinan y comen cristianos. Que los machigüengas
m a t a n a sus hijos c u a n d o n a c e n m e l l i z o s . Que la e s p o s a de un
s h a p r a es a la vez la e s p o s a de t o d o s los s h a p r a . Q u e los c a s h i b o
d e s p e d a z a n de a p o c o s a sus p r i s i o n e r o s en h o r r i b l e s fiestas que
duran semanas. Q u e los brujos a g u a r u n a son a h i j a d o s del d a ñ o :
se c o n v i e r t e n en v í b o r a s o tigres p a r a e x t e r m i n a r c a u c h e r o s , pe¬
troleros, soldados. Y m á s c a l u m n i a s c u e n t a n de los b o r a , de los
k u l i n a , de los p i r o , de los w i t o t o . Q u e los j í b a r o , entre otras
atrocidades, reducen cabezas de humanos sin p o r qué ni para
qué, por placer de salvajes, p e o r e s que los p e o r e s animales fe¬
roces . . .

Félix I n s a p i l l o , h a b l a n d o , ha c r e c i d o a la s o m b r a de la lu-
puna:
—Casi siempre, quienes así a n d a n l l e n a n d o orejas con sus
falsedades, si es que no h a b l a n p o r b u s c a r g a n a n c i a , p o r igno¬
r a n c i a e s que h a b l a n . Por impotencia mienten, por despecho, ya
que n u e s t r a s n a c i o n e s n u n c a se s o m e t i e r o n a la n a c i ó n v i r a k o c h a
ni a la religión v i r a k o c h a ni a sus c o s t u m b r e s de falsedad, ambi¬
ción y s a q u e o . Son ellos, d e s c e n d i e n t e s de los e x t r a n j e r o s que
no s u p i e r o n vivir p a r a la vida, que sólo e x i s t i e r o n p a r a el oro

179

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

m á s bajo, ese sirviente de la c a r n e , e l l o s , h e r e d e r o s del r o b o , del


tráfico de e s c l a v o s , de fortunas c o m o casas sin s e n t i m i e n t o , tris¬
t e s , l e v a n t a d a s no sobre el suelo sino sobre los h u e s o s de milla¬
res de h u m a n o s , son ellos y no los j í b a r o los legítimos b á r b a r o s . . .

Félix I n s a p i l l o entra y sale p r o n t a m e n t e del fondo de un


silencio p e q u e ñ o y arredila con m á s fuerza sus p a l a b r a s d e n t r o
de la a t e n c i ó n de C é s a r :

—Dime tú, ¿no es cierto que los v i r a k o c h a de h a c e poco


tiempo construyeron hornos para quemar humanos, asesinaron
a millones, niños, mujeres, varones, ancianos, sin misericordia,
m i l l o n e s , de los m o d o s más a t r o c e s , en d u c h a s que e c h a b a n ve¬
n e n o en vez de agua, hace p o q u i t o s a ñ o s , ayercito n o m á s ? ¿No
es cierto que eso pasó ante la falsa ceguera, ante el consenti¬
m i e n t o de los j u e c e s , de las a u t o r i d a d e s , de los s a c e r d o t e s vira-
k o c h a , c ó m p l i c e s , p e o r e s t o d a v í a que los m i s m o s asesinos? Dime
tú. ¿Y son ellos los civilizados m i e n t r a s que n u e s t r o s j í b a r o son
bárbaros?. . .

El p e n ú l t i m o sol ingresa d e s h i l a d o , a d u r a s p e n a s , p o r entre


el alto r e d e r í o que t r e n z a la c o p a de la l u p u n a y los ramajes de
los á r b o l e s que c i r c u n d a n el c l a r o , e n c e n d i e n d o de rojo, de na¬
ranja, de reverberos imposibles, trazos de oscura espátula, las
c a r a s de Iván y César, el retrato del niño a m a w a k a reclinado
entre las a l e t a s del gigantesco árbol. Félix I n s a p i l l o alza los
ojos a la luz y r e c u p e r a su c a l m a :
— Y o he vivido con los j í b a r o , yo he visto. Es cierto que
reducen c a b e z a s p e r o sólo c a b e z a s de e n e m i g o s c a í d o s frente a
frente y en c o m b a t e legal. Un g u e r r e r o j í b a r o tiene d e r e c h o úni¬
c a m e n t e a r e d u c i r la c a b e z a del c o n t e n d o r que él m i s m o ha d a d o
m u e r t e p e l e a n d o , que él supo vencer de igual a igual enfrentán¬
dolo sin ventaja ni e m b o s c a d a , p r e v i o a n u n c i o de g u e r r a y con
armas idénticas. Y no t o d o s los e n e m i g o s m u e r t o s en esas refrie¬
gas, yo he p r e s e n c i a d o varias, no t o d o s se h a c e n d i g n o s de ser
decapitados y reducidos. L o s m á s v a l e r o s o s , los m á s fuertes y
ágiles y llenos de virtudes son los e l e g i d o s , sólo ellos consiguen
la a p r o b a c i ó n del h e c h i c e r o j í b a r o , soy testigo, los he visto reducir
cabezas desde su comiencito hasta su final, pasando por varias
ceremonias. No es cuestión así n o m á s , c o r r i e n t e . Es t o d o un

180

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
acto religioso, s a g r a d o , d e m u c h o r e s p e t o , d e b a s t a n t e peligro p a r a
quien lo e f e c t ú a . . .
—Parte de u n culto mágico —sugiero yo, más como una
p r e g u n t a que c o m o un a g r e g a d o , es inútil, F é l i x I n s a p i l l o ni si¬
quiera m e i g n o r a :
— P a r a ellos es acto s a g r a d o reducir c a b e z a s , sus trofeos de
g u e r r a , la ú l t i m a p a r t e de un p r o c e s o ritual que c o m i e n z a m u c h o
antes del c o m b a t e . L o s j í b a r o no solamente arriesgan su vida
combatiendo, la a r r i e s g a n dos l u n a s antes y u n a luna d e s p u é s de
la c o n t i e n d a , la a r r i e s g a n p r e p a r á n d o s e , p r o t e g i é n d o s e de los ma¬
leficios del c u r a c a a d v e r s a r i o , la arriesgan d u r a n t e varios días en
la pelea s i n c e r a , la arriesgan c a p t u r a n d o las c a b e z a s bajo un ven¬
daval d e f l e c h a s , d a r d o s e n v e n e n a d o s , h e c h i z o s infalibles, l a n z a s
¡caradas y g r i t o s de batalla. Y no a p e n a s a r r i e s g a n su vida v a r i a s
veces: en c a d a vez arriesgan varias vidas. Porque cuando se
enfrentan dos n a c i o n e s de selva, m á s que los c o m b a t i e n t e s , que
p u e d e n verse con los ojos y e l u d i r s e o i m p o n e r su v a l o r o su des¬
treza, m á s que ellos c o m b a t e n sus brujos y las á n i m a s c ó m p l i c e s
de los b r u j o s , y lo h a c e n d e s d e lejos, d e s d e el aire que está lejos
y cerca. D e s d e d o s aires i r r e c o n c i l i a b l e s se a b a l a n z a n los brujos
con t o d o s sus p o d e r e s , sabiendo — c o m o saben— que en cada
h o m b r e m u e r t o m o r i r á m á s de un h o m b r e , el á n i m a de ese hom¬
bre será r o b a d a p o r el brujo c o n t r a r i o y el c u e r p o de esa á n i m a
j a m á s d e s c a n s a r á , la m i s m a m u e r t e le será n e g a d a , el d e s c a n s o
de la m u e r t e , no p o d r á visitar n i n g u n a de las e x i s t e n c i a s p a s a d a s
o futuras, n i n g u n a de las c a s a s de las m u e r t e s que viven en el
aire. Al existir de ese h o m b r e , h a b i t a d o por tantos diversos e x i s -
tires, a su m u n d o que a la vez es t o d o s los m u n d o s invisibles q u e
c o h a b i t a n en el m u n d o visible, le serán e x t i r p a d o s los r e c u e r d o s
m e j o r e s , las p o t e n c i a s m e j o r e s , la p o s i b i l i d a d de o c u p a r otra vida,
de p r o s e g u i r y p e r p e t u a r s e en a l g o , un árbol s o l i t a r i o , una p i e d r i -
ta, un p á j a r o , el v o l a r de c u a l q u i e r p á j a r o . Y le será v e d a d o tam¬
bién t o d o r e t o r n o , no existirá ni en niño ni en vientre de mujer
ni en el d e s e o del p r i m e r h a b e r , del p r i m e r ser, del p r i m e r h a b e r
sido. E s e h o m b r e , ya v i u d o de sí m i s m o , r o b a d o de su á n i m a ,
no p o d r á ser ni lo que h a b r á de ser. . .

Félix I n s a p i l l o entreabre una p a u s a que I v á n y yo aprove¬


chamos para sentarnos junto al niño amawaka, al a m p a r o blan-

181

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
cuzco de la l u p u n a . Creo advertir otra cara h o s p e d a d a en las
facciones de I n s a p i i l o , c o m o si alguien que no fuera él, p e r o que
sí, estuviera fluyendo d e s d e su boca. Tal si s o l a m e n t e C é s a r Cal¬
vo se hallara p r e s e n t e , n u e s t r o p r i m e r guía, d e g r a d a d o a cuentis¬
ta, r e c o b r a sus m a n e r a s de m a d e r a , aquel chirriar de s i e m p r e en
su g a r g a n t a y prosigue sin n o t a r n o s :
— M á s peligros enfrentan en ese m o m e n t o , al r e d u c i r las ca¬
bezas. Ahí es c u a n d o más ataca el brujo de los v e n c i d o s , ahí es
c u a n d o más b u s c a n desquitarse las g r a n d e s á n i m a s que p r o t e g e n
a las p e q u e ñ a s á n i m a s de esos d e c a p i t a d o s . Cada guerrero jíbaro
p o n e su trofeo boca a r r i b a y se a r r o d i l l a en el suelo ante la c a b e z a
capturada y la presiona con ambas manos, fuertemente, hacia
abajo. G u e r r e r o s y c a b e z a s forman un semicírculo de silencios,
de s o m b r a s que el brujo j í b a r o r e c o r r e a saltos i m p r e v i s t o s mas¬
cando tabaco y soplando su j u g o d e n t r o de las n a r i c e s de los
hombres. De uno en u n o , con j u g o de t a b a c o y c a n t u r r e o s de
¡caro, los i n m u n i z a y los vuelve i m p e n e t r a b l e s a los d a ñ o s del
brujo adverso que a esa m i s m a h o r a , con t o d a s e g u r i d a d , estará
ejerciendo y e n v i a n d o sus p o d e r e s p a r a i m p e d i r la r e d u c c i ó n , p a r a
i m p e d i r que los j í b a r o al reducir las c a b e z a s s e c u e s t r e n el alma
y las virtudes de los d e g o l l a d o s . U n a vez r e d u c i d a la c a b e z a , se¬
p a r a d a para s i e m p r e del c u e r p o , el espíritu que vivía en ella se
c o n d e n a t a m b i é n a no j u n t a r s e n u n c a con el espíritu que vivía en
el c u e r p o . Ya su c a b e z a no será enterrada, aunque lejos del
c u e r p o pero en la m i s m a tierra que p o d r í a r e u n i d o s . Si el brujo
c o n t r a r i o logra i m p e d i r la r e d u c c i ó n y las c a b e z a s son s e p u l t a d a s
con t o d o su t a m a ñ o , c a d a una de ellas a v a n z a r á i n e x o r a b l e m e n t e
bajo la tierra hasta e n c o n t r a r su c u e r p o y soldarse de n u e v o a él.
P e r o si el brujo e n e m i g o fracasa y las c a b e z a s son r e d u c i d a s , los
j í b a r o se a p o d e r a n de lo mejor del á n i m a de esos c u e r p o s que
d e j a r o n allá en el sitio de la batalla, y se a p o d e r a n a s i m i s m o de
lo mejor del ánima de las c a b e z a s que trajeron en t r i u n f o a su
nación.

Y s o l a m e n t e a h o r a , Félix I n s a p i i l o , p e r o con ojos alejados,


mirándome:
— P a r a r e d u c i r l a s lo p r i m e r o que h a c e n es s e p a r a r l a s del crá¬
n e o , dejarlas p u r a piel, p u r o c a b e l l o y c a r n e , n i n g ú n h u e s o . Cada
g u e r r e r o coge su trofeo y le hace un c o r t e d e s d e la c o r o n i l l a hacia

182

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
a t r á s , r e c t o , h a s t a d o n d e era la n u c a , con un c u c h i l l o de p a l o -
sangre o de h u e s o p e r o de h u e s o muy viejo, de esos que ya se
h a n c o n v e r t i d o en p i e d r a . . .

—y Kaametza descubrió dentro de sí un temor grande, com-


prendió lo cerquita de la muerte. Y sin pensarlo ni proponerse
nada arrancó un hueso de su cuerpo y empuñándolo así como
puñal recién afilado, le sajó la garganta al otorongo —me dice
Don Javier. Y aquí, bien que me acuerdo, mi compadre ¡nga-
níteri detuvo su relato y cerró los ojos y se quedó silencio, inmó¬
vil, escuchando no sé, algo venía de lo hondo del monte, desde
los riachuelos que sonaban próximos juntándose a las aguas del
Unine.

—Y v a r i o s c o r t e s más h a c e n los j í b a r o , p r e c i s o s , a la altura


de la n a r i z , de los ojos, de la b o c a , p a r a a y u d a r l o s a salir, y en¬
tonces van arrancando despacito, despacito, piel y músculos,
h a s t a dejar p e l a d o , l i m p i o , el c r á n e o . F e o es el h u m a n o así, sin
cara, puro hueso, sangrando. Ú n i c a m e n t e le dejan los ojos, p a r a
q u é , y la l e n g u a t a m b i é n , d e n t r o del c r á n e o , p a r a qué ya, te esta¬
rás p r e g u n t a n d o . . .

—Seguro que Inganíteri cerró su ojo para no contarme más,


para eso. Con su ojo cerrado estaba lo mismo que no hablando.
Acaso algo difícil, peligroso, prohibido de contarse, ha de haber
siempre en las historias viejas, me dice Don Javier.

— E n t o n c e s el j í b a r o cose el tajo de a t r á s , t o d o s los cortes


que fueron n e c e s a r i o s , cose las c a v i d a d e s de los ojos, los p á r p a d o s
v a c í o s , igual cose los l a b i o s , t o d o m e n o s el forado del c u e l l o . Los
ojos son f u e r t e m e n t e cosidos para que n a d a de lo que vio ese
m u e r t o p u e d a e s c a p a r , filtrarse h a c i a el aire, volver d e s d e el aire
a la n a t u r a l e z a . P a r a que t o d o lo que g u a r d ó en sus ojos, a lo
largo de sus e x i s t e n c i a s , p u e d a ser t r a s l a d a d o y d e p o s i t a d o d e n t r o
de los ojos de su m a t a d o r . Y los l a b i o s , muy en e s p e c i a l , son re¬
c o s i d o s , c l a u s u r a d o s con más m i e d o que c ó l e r a , p a r a que ningu¬
na p a l a b r a salga, ni un aliento s i q u i e r a . Los jíbaro saben que
el aliento de las p a l a b r a s , que p o n e en m o v i m i e n t o p o t e n c i a s , dice
D o n H i l d e b r a n d o , el aliento de las p a l a b r a s es lo ú n i c o invencible

183

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
ante cualquier c o n j u r o , lo único que c o n s e g u i r í a l i b e r a r al á n i m a -
d e - l a - c a b e z a y r e u n i r í a con el á n i m a - d e - s u - c u e r p o . Así cerrados,
m a l a m e n t e c o s i d o s los l a b i o s , s u c e d e r á lo contrario: el silencio
de la cabeza a t r a e r á al á n i m a del c u e r p o l e j a n o , la j u n t a r á con
esa su otra á n i m a que le fue c e r c e n a d a , p e r o su j u n t a m i e n t o se
realizará en p e q u e ñ o , quiero decir que el c u e r p o le v e n d r á redu¬
cido a la c a b e z a , p o r su o r d e n m i s m a , y se le u n i r á así, en equili¬
brio. Solamente entonces todo está ya c o n t r o l a d o p o r el brujo
j í b a r o , no h a b r á p a l a b r a que d e s a t e n i n g u n a fuerza c o n t r a él desde
el aire. La ú n i c a boca que p e r m i t e n es la b o c a sin l e n g u a , sin
i d i o m a , del c u e l l o . A s í , b r u t a l m e n t e a t r a v e s a d o s l a b i o s y párpa¬
dos por espinas de w i k u n g u , sumergen las cabezas en enormes
ollas de arcilla llenas de agua de río que c o l o c a n al fuego. Las
cabezas deben ser r e t i r a d a s en un i n s t a n t e m í n i m o , exactamente
c u a n d o el agua p a r e c e que va a h e r v i r p e r o no h i e r v e , m i e n t e . Si
a l g u n o se distrae y el agua h i e r v e , la c a b e z a se m a l o g r a , no re¬
sulta, se le caen las p e s t a ñ a s y el c a b e l l o y las cejas, y la c a r n e
se afloja, ya no sirve. La ú l t i m a vez que los vi h a c e r l o , u n a sola
cabeza se d a ñ ó , t o d a s las otras fueron e x t r a í d a s en su t i e m p o .
R e c u e r d o que la c a b e z a m a l o g r a d a era bien p a r e c i d a a esa l á m i n a
de los libros de h i s t o r i a , ídem a la del inka W á s k a r , ese c r á n e o
donde su p r o p i o h e r m a n o , el t r a i d o r A t a w a l l p a b e b i ó la c h i c h a
de la victoria, c o m o si fuera un Qero, e q u i v o c á n d o s e . . . L o s jí¬
b a r o , e n t o n c e s , p o r la boca del c u e l l o i n t r o d u c e n p u ñ a d o s de a r e n a
bien caliente, h a c e n que la a r e n a sustituya la forma del cráneo
que se fue. C o n p i e d r a s p l a n a s y m á s c a l i e n t e s p l a n c h a n y plan¬
chan la cara del t r o f e o , varias veces c a m b i a n la a r e n a de su aden¬
tro y r e c a l i e n t a n las p i e d r a s con las c u a l e s van d a n d o forma al
rostro, recordando las facciones del finado y r e p i t i é n d o l a s p o c o
a p o c o lo m i s m o que e s c u l t o r e s . C o n el calor de la a r e n a y de
las piedras la c a r n e va s u d a n d o , s o l t a n d o grasa y agua por los
poros que c r e c e n , y la c a b e z a d i s m i n u y e , d i s m i n u y e , llega a ser
m e n o s que un p u ñ o c e r r a d o , ájustadita y fruncida p e r o i d é n t i c a
a c o m o era c u a n d o la c o r t a r o n . H o r a s de h o r a s está así el j í b a r o
m o d e l a n d o en p e q u e ñ o la cara de su e n e m i g o . Al c o n c l u i r su
o b r a ya ésta no g u a r d a p a r a él la m á s m í n i m a i m p o r t a n c i a , ya
le ha sacado el á n i m a , ya le ha e x p r o p i a d o sus v i r t u d e s , ya el
ánima-de-la-cabeza no podrá nunca juntarse con el ánima-del-

184

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

cuerpo. La c a b e z a sin alma y sin t a m a ñ o no es n a d a ya p a r a el


jíbaro. . . E s o es lo que r e c u e r d o de la p r i m e r a vez que me ob¬
sequió a y a w a s k h a mi p a d r i n o . E s o fue lo que vi.
— M i p a d r e sabía reducir c a b e z a s , dice I v á n C a l v o . Más de
una vez lo h i z o en las selvas del río Ñ a p o , e n t r e los j í b a r o del
E c u a d o r . Allí a p r e n d i ó , vivió y me c o n t ó en d e t a l l e s . L a s ollas que
tú has d i c h o , I n s a p i l l o , son ollas e s p e c i a l e s , nadie m á s que el brujo
puede tocarlas, ni siquiera mirarlas. El brujo las recubre por
d e n t r o con hojas a n c h a s que ú n i c a m e n t e él sabe y así las c o n d u c e
al sitio de la c e r e m o n i a , de u n a en una c a r g á n d o l a s él mismo,
c a m i n a n d o prácticamente entre ciegos. Y el brujo ha curado an¬
tes a las o l l a s , ha a y u n a d o b a s t a n t e t i e m p o cargándolas de pode¬
res que ni él mismo puede c o n t r o l a r t o t a l m e n t e en su t é r m i n o .
Lo m i s m o p a s a c o n el agua de las ollas: el brujo la p r e p a r a con
hierbas y raíces que no d e b e r e v e l a r . Por último, eso que has
d i c h o de que las c a b e z a s una vez r e d u c i d a s ya no tienen valor,
es v e r d a d e r o y es falso. C a d a j í b a r o se e s m e r a en c o r t a r la cabe¬
llera de la c a b e c i t a y la g u a r d a c o m o el t e s o r o m á s p r e c i a d o ya
que los d e m á s m i d e n el coraje del v a r ó n según el n ú m e r o de ca¬
b e l l e r a s que o s t e n t a a t a d a s a su c i n t u r a en las c e r e m o n i a s , las gue¬
rras o las fiestas. . .

I d o el a t a r d e c e r F é l i x I n s a p i l l o e I v á n C a l v o seguían discutien¬
d o , esta vez a c e r c a de los h á b i t o s a l i m e n t i c i o s de los g r a n d e s vam¬
piros del M a r a ñ ó n . Ellos dos p o r h a b l a r , yo p o r e s c u c h a r l o s , ni
nos p e r c a t a m o s de la a u s e n c i a del p e q u e ñ o a m a w a k a , del envia¬
do que a h o r a , con alivio, veo que ya regresa, y en la más inci¬
tante, c o m p a ñ í a , c o n s i d e r a n d o el h a m b r e que me t o r t u r a , vuelve
arrastrando un lagarto blanco y tierno, sumamente tierno, de
m e n o s de dos m e t r o s , que d e s o l l a m o s y a s a m o s y p a l a d e a m o s sin
c o n s e g u i r c r e e r l o , se t r a t a sin d u d a de la c a r n e m á s s a b r o s a que
he c o m i d o en mi vida. Y l u e g o , p a r a c o l m o de fortuna, por pri¬
mera vez d e s d e que salimos de A t a l a y a no precisamos dormir
a t r i n c h e r a d o s en los m o s q u i t e r o s . La n o c h e llega fresca, viento
recién l a v a d o , a h u y e n t a n d o i n s e c t o s , t e m o r e s , a l i m a ñ a s , y t r a y é n -
d o n o s r u i d o s o l o r o s o s y a m a b l e s , i d i o m a s y aleteos de a n i m a l e s
pacíficos, m ú s i c a s y p i s a d a s , sólo recuerdos buenos.

Sentado s o b r e la tierra limpia, r e c o s t a d o en un t r o n c o que


huele a m e n t a , a g a r ú a , a c u a d e r n o e s t r e n a d o y a l á p i z - b o r r a d o r

185

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

de la niñez, r e s p i r o altas confianzas. E n c i e n d o un c i g a r r i l l o , jus¬


t a m e n t e el ú l t i m o , con la última cerilla que me q u e d a . La l u m b r e
del fósforo, más que develar, me o b s e q u i a un paisaje inconcebi¬
b l e m e n t e h e r m o s o , h e r m o s o con m a l d a d , esa cruel i n o c e n c i a con
que se nos e n t r e g a n ciertos s u e ñ o s , y h a s t a ciertos a m o r e s , sabien¬
do bien que son i r r e p e t i b l e s . Y sin e m b a r g o m i r o , d e t r á s de la
luz del fósforo que está a p u n t o de q u e m a r m e los d e d o s , m i r o y
miro la selva, la n o c h e de la selva, c o m o si se t r a t a r a de la pri¬
m e r a , c o m o si fuera la ú n i c a n o c h e de t o d a mi e x i s t e n c i a .

— ¿ Q u é te s u c e d e ? . . . L o s ojos se te han a b o r r e g a d o , dice


s o n r i e n d o , e s c r u t á n d o m e , César. Yo arrojo la cerilla y la e s c u c h o
caer en la s o m b r a , allá, d e n t r o del paisaje que sigue e s t a n d o a q u í ,
por y para nosotros a u n q u e ya no p o d a m o s v e r l o . Consigo ver
en c a m b i o la voz de C é s a r que insiste y alegra a la n e g r u r a :

— E s e es el v e r b o exacto: a b o r r e g a d o . Sí: los ojos se te ha¬


bían a b o r r e g a d o , p a r e c í a que e s t a b a n llorando miel.

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

13

final 'de la historia de


Kaametza y Narowé
que no tiene final

Un sol d e s f a l l e c i e n t e , m e n o s c a b a d o p o r esa h o r a ínfima que d u d a


e n t r e las ú l t i m a s s o m b r a s de la t a r d e y las p r i m e r a s de la n o c h e ,
nos otorga una claridad sin luz desde las ventanas del Hotel
Tariri.
— N o es c i e r t o , D o n J a v i e r , volví a mentir.
— T ú sabes bien que sí, y sin e m b a r g o hay una relación entre
los hijos del viejo C a r t a g e n a y los del dios P a c h a k a m á i t e , y más
t o d a v í a entre N a r o w é y mi compadre Babalú. En todo caso,
p i e n s o s o l a m e n t e , tiene que h a b e r a l g u n a r e l a c i ó n . ¿ N o ves que
no existe la c a s u a l i d a d ? Todo, s i e m p r e , ha de e s c o n d e r su rela¬
ción con t o d o . Sólo hay que m e r e c e r p a r a p o d e r d e s c u b r i r el
n e x o o c u l t o , los r e s o r t e s o s c u r o s , el h i l v á n invisible de las cosas
y de los h e c h o s y de las p e r s o n a s . ¿ P o r qué los c o n q u i s t a d o r e s
descuartizaron a Túpaq Amaru, la Serpiente-Dios, y sembraron
las p a r t e s de su c u e r p o d i s t a n t e s , d i r i g i d a s h a c i a las c u a t r o esqui¬
n a s del u n i v e r s o q u e lo i g n o r a b a t o d o , hacia las cuatro noches
de la casa del m a e s t r o H i l d e b r a n d o ? ¿Me estarás entendiendo?
¿ P o r qué e l c u e r p o d e J u a n S a n t o s A t a ó W a l l p a , negándose al
entierro, ascendió p o r los aires y desapareció echando humo?
¿ P o r qué los q u e c h u a s de h o y , en sus h i s t o r i a s , h a b l a n del dios
I n k a r r í , de su c u e r p o de gigante d e s p e d a z a d o , de su c a b e z a que
fue e n t e r r a d a con t o d o su c a b e l l o , con todo su t a m a ñ o en las
faldas del c e r r o W a n a k a w r e del C u s c o , y de sus m i e m b r o s que

187

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
a v a n z a n cada a ñ o , d i s p e r s o s , m á s y m á s , bajo la t i e r r a , y que un
día llegarán a j u n t a r s e con su frente de sabio? D i c e n que c u a n d o
o c u r r a lo que h a b r á de ocurrir, el dios í n k a r r í , ya e n t e r o b r o t a r á
de lo a n t a ñ o y r e c o m e n z a r á su a n t i g u a l u c h a y d e v o l v e r á la liber¬
tad y la tierra a t o d o s los y n d i o s del R e i n o del P e r ú . T o d o tiene
relación con t o d o . Y m á s aquí, en la selva. E s t a t i e r r a está h e c h a
de h e r m o s u r a s que j a m á s se han c o n t a d o , o se h a n c o n t a d o mala¬
mente lo cual ha sido p e o r que c a l l a r l a s . Tú has visto, por
e j e m p l o , estos dibujos en las p a r e d e s del Hotel Tariri. ¿Sabes
que sólo son copias de c u s h m a s y m a n t o s de n u e s t r o s indios tzi-
píbo? Pero han sido c o p i a d o s de mal modo, sin saber. Para
quien t r a s l a d ó estos t r a z o s a los muros, no son sino adornos,
rayas b o n i t a s , y el a s u n t o es distinto p a r a los tzipíbo que h i c i e r o n
los originales. Y p a r a mí t a m b i é n , p o r q u e yo a h o r a sé. L o s tzipí-
b o , en cada m a n t o , con esos m i s m o s t r a z o s que a p a r e n t a n capri¬
c h o s , han r e t r a s a d o a alguien. C a d a dibujo suyo es el retrato
del ánima de algún p a r i e n t e , de un su alguien muy q u e r i d o . Los
tzipíbo son r e t r a t i s t a s de a l m a s , por eso n u n c a e n c o n t r a r á s dos
diseños iguales en sus ponchos, por más que a simple vista, a
vista de foráneo me refiero, todas sus p i n t u r a s se confundan.
M i r a el dibujo de esta p a r e d , ¿ b o n i t o ? , p a r a tus ojos s e g u r a m e n t e
no es otra cosa que un dibujo b o n i t o . Yo lo o b s e r v o s a b i e n d o ya
lo que es y lo que ha sido, s a b i e n d o que c a d a línea que baja o
se detiene e x p r e s a una r e l a c i ó n , u n a v i n c u l a c i ó n i r r e v o c a b l e con
la c o n d u c t a y con los s e n t i m i e n t o s , vivires o flaquezas particula¬
res del alma de alguien. H a y un hilo invisible, pues, que se
p u e d e llegar a m i r a r , que se a p r e n d e y que no se ve con los ojos
del cuerpo m a t e r i a l . Yo c o n t e m p l o esta p a r e d p i n t a d a y en rea¬
lidad no estoy c o n t e m p l a n d o una p a r e d p i n t a d a . ¡Ahí está nítida
la cara del ánima de un h o m b r e ! ¡Ahí están las facciones de su
alma, claritas!. . .

—Retratos lineales, dije c o m o hablándome, parecen mapas


de c i u d a d e s . . .

— ¡ E x a c t a m e n t e ! , e x a g e r ó su voz. ¡Eso es, r e t r a t o s lineales!


¡Y no es que p a r e z c a n m a p a s de c i u d a d e s sino que lo son! ¡Sí:
las almas son c i u d a d e s en movimiento! ¡Los dibujos tzipíbos
son m a p a s , pero de ciudades b o s c o s a s , tasajeadas p o r i m p o s i b l e s
ríos y no por a v e n i d a s , l a b e r i n t o s de t r o c h a s y no c a l l e c i t a s disci-

188

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

puñadas, amores y barrancos y tristezas y p a n t a n o s en vez de


p a r q u e s fríos y cines y a l a m e d a s ! ¡ M a p a s de c i u d a d e s , más que
r e t r a t o s de a l m a s ! ¡Casas que c a m b i a n de lugar, lo m i s m o que
los días de la v i d a en la selva, lo m i s m o que las casas de los
a s h a n í n k a que se m u d a n c a d a a ñ o y q u e m a n sus c a b a n a s y sus
c h a c r a s y le d e v u e l v e n t o d o a la m a r a ñ a y se van a otro l a d o y
c o m i e n z a n de n u e v o a c o n s t r u i r su t a m b o , sus s e m b r í o s , su vida,
y vuelven a q u e m a r l o t o d o al año siguiente y v u e l v e n a partir y
a renacer! ¡Y no c o m o n u e s t r a s c i u d a d e s que n a c e n y ya saben
su futuro, e n c a d e n a d a s al ó x i d o de la c o s t u m b r e , ya saben c ó m o
h a b r á n de ser ios días y los h o g a r e s y las calles que las e s p e r a n !
¡Nuestras c i u d a d e s civilizadas n a c e n ya m u e r t a s , se p a r e c e n a esos
e s q u e l e t o s de los á r b o l e s t i e r n o s , a g u s a n a d o s sin a l c a n z a r su m a -
durez! P o r q u e si el objetivo del l l a m a d o p r o g r e s o , de la l l a m a d a
civilización, es o b t e n e r la felicidad del h o m b r e , t o d o eso es un
fracaso. L o s a s h a n í n k a , los c a m p a , en c a m b i o , son felices, viven
en a r m o n í a con la n a t u r a l e z a de lo real-real y con la n a t u r a l e z a
de lo r e a l - s o ñ a d o , no d i s p u t a n a n a d i e su e s p a c i o de existir, y
son ellos e n t o n c e s , y no n o s o t r o s , los c i v i l i z a d o s , los p r o p i e t a r i o s
del p r o g r e s o , los vivientes. ¡ C i u d a d e s vivas, eso e s , selvas llenas
de p u e r t a s i n e s p e r a d a s , abiertas solamente para quien sabe ver¬
las, para quien sabe hacerlas, atravesarlas y merecerlas, en la
e n s o ñ a c i ó n y en la vigilia, p u e r t a s invisibles entre la e s p e s u r a y
el peligro c o n s t a n t e , riesgos que dignifican, daños que fortale¬
cen! . . . Y hay m á s c o s a s , muchas más relaciones que tú irás
aprendiendo. L o s indios b o r a , o t r o e j e m p l o , c o n v e r s a n m e d i a n t e
pífanos y t a m b o r e s . Un e x t r a ñ o los oye t o c a r sus i n s t r u m e n t o s
y ú n i c a m e n t e oye s o n i d o s , p e r o p a r a los b o r a la m ú s i c a es i d i o m a ,
las n o t a s m u s i c a l e s se e n t r e l a z a n en p a l a b r a s p r e c i s a s , y p a r a ello
utilizan u n a signografía d e c i m a l . ¡Una signografía d e c i m a l - m u s i ¬
cal, imagínate! ¡Escritura sonora y numerada, imagínate!. . .
P e n s a n d o e n e s o , p i e n s o n o m á s , p r e g u n t o : ¿no será que los inkas
a l c a n z a r o n un s i s t e m a de e s c r i t u r a tan perfecto c o m o su arquitec¬
t u r a por e j e m p l o , y d e s p u é s decidieron desaparecerlo y retornar
a esa f o r m a de escritura secreta y m a t e m á t i c a que sugieren los
quipus, la ú n i c a que a h o r a m a l c o n o c e m o s de ellos? ¿No será?
¿ N o es la m i s m a signografía d e c i m a l la de los quipus inkas y la
de los pífanos y t a m b o r e s de los b o r a ? . . . ¡Cuál relación será,

189

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

que t o d a v í a no m e r e c e m o s ver, entre esas dos n a c i o n e s tan apa¬


r e n t e m e n t e distintas y d i s t a n t e s en e s p a c i o y en t i e m p o ! . . . ¡Qué
de c o s a s verá, por e j e m p l o , otra vez, un c a m p a o un t z i p í b o , allí
d o n d e tus ojos o los míos a l c a n z a n s o l a m e n t e a distinguir un nido
de h o r m i g a s i s h i n s h í m i s , o una flor de t z a n g a p i l l a , o un mar de
¡ucecitas en lo o s c u r o , l u c i é r n a g a s , p u p i l a s de o t o r o n g o s , así co¬
mo mi ahijado ínsapillo advirtió miles de ojos de difuntos en
d o n d e n a d a había p a r a tí, para mí, sino ese m u s g o a n t i g u o que
fosforece en la corteza del palosangre muerto, del shiwawako
d e r r i b a d o que nos v e d a el s e n d e r o c o m o un m u r o ! ¿Y por qué
los indio piro d e s d e s i e m p r e c o n o c e n al río U n i n e c o m o 'Caño
de L a b i o s De S a n g r e ' ? ¿Crees que es p o r los b o s q u e s de p a l o -
sangre que b o r d e a n las riberas del U n i n e c u a n d o entra al U c a y a l i ?
6 N o miras nada m á s ? . . . ¡Qué luna s e p u l t a d a y r e t u m b a n d o en
el f o n d o del río v e r á n a q u e l l o s ojos ahí d o n d e los n u e s t r o s sólo
atisban un c e n t e n a r de l á m p a r a s q u e b r á n d o s e en lo alto del fo¬
llaje! ¡Y qué v o c e s l l o r o s a s y lejanas oirán sus oídos ahí d o n d e
tú escuchas, o yo e s c u c h o , una risa que b r o t a s a l v a d o r a de lo
p r o f u n d o del m o n t e ! P u e s lo que ya no es m á s , lo que ha p a s a d o ,
aún c o n s e r v a vida, d e n t r o de una vida distinta se m a n t i e n e , inmu¬
ne a los a m o r e s y a los desastres del t i e m p o . ¡Y c u á n t a s existen¬
cias c o n t r a el t i e m p o q u e r r á ser un guía, un niño a m a w a k a por
ejemplo, cuando dice que h u b i e r a q u e r i d o ser el c u e r p o de una
bala frente a la s i n r a z ó n de los c a u c h e r o s , y n a d a p u d o ser sino
una lanza! C u a n d o sentí allá a r r i b a del árbol la p i c a z ó n de las
hormigas me desesperé, dice Félix ínsapillo, ¡hubiera querido
ser u n a bala p a r a bajar más r á p i d o ! . . . Me t o m é de u n a liana
y e m p e c é a r e s b a l a r m a l d i c i e n d o , no sé c ó m o la liana se r o m p i ó ,
se me q u e d ó en las m a n o s y me d e s b a r r a n q u é hasta el m i s m í s i m o
s u e l o , era p l e n a n o c h e , no p o d í a s a b e r a qué distancia e s t a b a el
p i s o , y me caí p a r a d o , sin d o b l a r las r o d i l l a s , más tieso que una
lanza. ¡Y n a d a p u d o ser sino una l a n z a ! , me dice D o n Javier,
¿te i m a g i n a s ? ¿ N o es i r r a z o n a b l e s u p o n e r que los i n k a s , fantás¬
ticos en t a n t o que hoy mismo ni siquiera podemos equiparar,
h a y a n sido i n c a p a c e s de una escritura siquiera j e r o g l í f i c a ? . . . Mi¬
ra, aquí he c o p i a d o un párrafo del c r o n i s t a español A n t o n i o de
La C a l a n c h a , e s c r i t o en 1638;

190

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
'En un lugar l l a m a d o C r u z de Cailloma. con un
género de conchuelas y una y e r b a , mezclado lo
u n o y e c h o e m p l a s t o de lo o t r o , atajan el c á n c e r
los indios'.

¿Te i m a g i n a s ? M u c h o de la s a b i d u r í a del m a e s t r o Ino M o x o


le ha l l e g a d o , de m a e s t r o en m a e s t r o y de siglo en siglo, en sesio¬
nes de i n t e r c a m b i o de c o n o c i m i e n t o s , esos viajes a s t r a l e s de aya-
w a s k h a , d e s d e la é p o c a de los i n k a s , m á s lejos: de los u r u s . Ellos
sabían que t o d a e n f e r m e d a d es más que una e n f e r m e d a d , como
t o d o lo que existe s o b r e la piel t e r r e s t r e . Es t a m b i é n , fundamen¬
talmente, una sanción. No hay e n f e r m o sin m o t i v o . L a s enfer¬
m e d a d e s de los h o m b r e s no son c o m o los h o m b r e s , que s i e m p r e
p e r d o n a m o s las injurias y n u n c a p e r d o n a m o s los favores. No.
T o d a d o l e n c i a es s e n t e n c i a , c a s t i g o que recibe el á n i m a o el cuer¬
po de quien ha c o m e t i d o algún d a ñ o con su cuerpo o con su
ánima. El m a e s t r o I n o M o x o t a m b i é n lo sabe así. El repite que
t o d o , a b s o l u t a m e n t e t o d o , es m e r e c i m i e n t o , y c u r a en consecuen¬
cia, igualito que los i n k a s y los u r u s h a c í a n . P e r o a c a s o no d e b o
decir más. C u a n d o lo v e a s , si es que llegas a v e r l o , el m a e s t r o
I n o M o x o te dirá lo que m e r e z c a s e s c u c h a r , él m i s m o te dirá lo
que m e r e z c a ser d i c h o . . .

Y girando y g i r a n d o su c a b e z a , D o n Javier, igual que ator¬


n i l l á n d o l a en o t r o c u e l l o , y l u e g o de solicitar a g r a n d e s risas dos
v a s o s de a g u a r d i e n t e e n v e j e c i d o en hojas de h i p o r u r u y en h i r i e n t e
candor de clavowashka:

—Nosotros no diagnosticamos únicamente a la carne del


cuerpo material, así, en frío, como los médicos diplomados.
A p e l a m o s a la s o g a - d e l - m u e r t o p a r a d i a g n o s t i c a r c o m p l e t o , por¬
que el a y a w a s k h a s a b e . Y u n a vez t o m a d a la d e c i s i ó n de c u r a r ,
u n a vez r e c i b i d o el p e r m i s o , la o r d e n , t r a t a m o s que la c u r a tam¬
bién sea completa, no nos limitamos a velar solamente por la
t i e r r a p a l p a b l e del e n f e r m o , con igual atención nos d e d i c a m o s a
e n c a u z a r l o en su s a n g r e secreta, esa s a n g r e sin t i e m p o que circu¬
la sólo d u r a n t e la n o c h e , c u a n d o d e s p i e r t a n los s u e ñ o s . . .

Y volviendo a sonreír:

191

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
— P o r q u e tú has de saber, amigo S o r i a n o , que el sueño es
u n a cosa que a mí, por lo m e n o s a mí, me hace c e r r a r los ojos. . .
Y regresando, sus ojos y su v o z , a cierta s o m b r a :
—Es p o r eso que nos desgastamos tanto ayunando y nos
e s m e r a m o s t a n t o curando v e g e t a l e s , vegetales de p i e d r a o de agua
o de madera, cargándolos de fuerzas adecuadas, recogiendo del
aire los icaros p u n t u a l e s , d á n d o l e a esos r e m e d i o s los p o d e r e s . . .

—El maestro Ino Moxo me enseñó mucho más, me dice


R a ú l V á s q u e z , el J u g l a r de la Selva. Yo era muy n i ñ o c u a n d o
lo conocí y sin e m b a r g o me a c u e r d o c o m o ayer. El me reveló
c a n c i o n e s m á g i c a s que unos l l a m a n icaros y o t r o s b u b i n z a n a s . Y
algo m á s p r e c i o s o : me enseñó a r e c o g e r las m ú s i c a s que viven en
el aire, a r e p e t i r l a s sin m o v e r los l a b i o s , a c a n t a r en silencio,
'con la m e m o r i a del c o r a z ó n ' c o m o él m i s m o d e c í a . . .

— D á n d o l e a esos r e m e d i o s los p o d e r e s que no les vinieron


de n a t u r a l , de n a c i m i e n t o , a u m e n t á n d o l o s con los c á n t i c o s y las
p o t e n c i a s que d e s c o n o c e la m a t e r i a - m a t e r i a . P o r q u e si no existe
e n f e r m e d a d que sea ú n i c a m e n t e e n f e r m e d a d , los r e m e d i o s no pue¬
den ser ú n i c a m e n t e r e m e d i o s , ¿no te p a r e c e ? .

—¿Estás viendo esos cerros?, oigo que dice Iván.


—Ahorita mismo iremos para allá, detrás está el río Misha-
Va, la nación de los amawaka, oigo que dice Félix Insapillo.
—Al borde del Mishawa vive Ino Moxo, dice César.
—Dentro de dos días, justo en la mediatarde de pasado ma¬
ñana estarás hablando con la Pantera Negra, sé que me dice al¬
guien pero no supe quién.

— E s e m i s m o día K a a m e t z a y N a r o w é t u v i e r o n c u a t r o hijos.
Al día siguiente c o n c i b i e r o n dos m á s , al siguiente o t r o s d o s , así
h a s t a c o m p l e t a r c i n c o parejas. P o r q u e el dios P a c h a k a m á i t e ha¬
bía d i s p u e s t o que fueran cinco h e m b r i t a s y c i n c o v a r o n e s , y que
en a p e n a s u n a s h o r a s pudiesen a l c a n z a r su p l e n a a d o l e s c e n c i a . Y
había dispuesto que N a r o w é ordenara. Y Narowé ordenó. Y
los m u c h a c h o s se d e s p i d i e r o n , dejaron atrás El G r a n Pajonal y
se d i s p e r s a r o n p o r el m u n d o , h a c i a las c u a t r o e s q u i n a s del uni-

192

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
verso que lo sabía t o d o . P a c h a k a m á i t e h a b í a d i s p u e s t o que fue-
Tan por el m u n d o y que de ellos n a c i e r a n las p r i m e r a s n a c i o n e s .
Así una pareja fundó la n a c i ó n t z i p í b a , otra la n a c i ó n a m a w a k a ,
otra la n a c i ó n j í b a r a . La c u a r t a pareja llegó hasta lo que hoy es
el L a g o T i t i k a k a y allí fundó la n a c i ó n de los u r u s . . .

L o s u r u s , los l e g e n d a r i o s u r u s , quienes m u c h o d e s p u é s pu¬


sieron a La H e r m a n a debajo del H e r m a n o e n v i á n d o l o s al cerro
W a n a k a w r e p a r a que allí, en su c u m b r e , el i n c e s t u o s o falo de o r o
p e n e t r a r a El O m b l i g o Del M u n d o y a sus faldas p u d i e r a d e s p l e -
garse (¡sismo s a g r a d o , salto del D i o s P u m a ! ) el c o n t o r n o de pie¬
dra y de silencio de la c i u d a d del C u s c o .

Y desde allí, más astutos que garras y c o l m i l l o s de seda,


p a r t i e r o n los ejércitos i n k a i k o s r u m b o a las c u a t r o e s q u i n a s del
u n i v e r s o que lo ignoraba todo, del mundo que p a c í a sobre un
vértigo i n m ó v i l , de v e n a d o , su i n s c o n c i e n t e h e r m o s u r a . ¡Propósi¬
tos de luz de d o b l e filo, si no te hiela El Sol te a r d e La L u n a ! Así
los f u n d a d o s p o r la c u a r t a p a r e j a f u n d a r o n a los i n k a s y los i n k a s ,
o b l i g a n d o a los p u e b l o s a ser l i b r e s , i n s t a l a r o n su I m p e r i o . Tam¬
bién así, e n s e ñ a n d o a t r a i c i ó n la l e a l t a d , los c o n q u i s t a d o r e s espa¬
ñ o l e s f u n d a r o n c e m e n t e r i o s en l u g a r de n a c i o n e s . F u n d a r o n y ha¬
bitaron cementerios. ¡Con la infalible cruz d e s e n v a i n a d a decapi¬
t a r o n y d e c a p i t a r o n hasta f a v o r e c e r su p r o p i o c u e l l o !

T o d o s f u n d a r o n t o d o , p o r si a c a s o , a d o r a r o n lo efímero al
predicar lo eterno. Si empollaron creencias, cóndores, aventuras,
fue por m i e d o a la tierra, no p o r a m o r al cielo.

Y los u r u s llegaron a s a b e r l o t o d o . Y no se c o n t e n t a r o n .
U n o de los c u ñ a d o s de I n g a n í t e r i , el más a n c i a n o de t o d o s los
ancianos del Gran Pajonal, me informó muchas cosas de los
u r u s , r e l a t o s que le vienen d e s d e atrás en el t i e m p o de muy lejos,
desde l a m i s m a b o c a d e J u a n S a n t o s A t a o W a l l p a . ¿Sabías que
J u a n S a n t o s A t a o W a l l p a en sus días de a l z a d o llegó a vivir y
p r e d i c a r e n t r e los urus? P e r o io d e s d e ñ a r o n , no a c e p t a r o n seguir¬
lo c o n t r a los i n v a s o r e s . ¡Ah, los a n t i g u o s u r u s , los g r a n d e s fun¬
d a d o r e s , ellos sí se h u b i e r a n s u b l e v a d o ! ¿Se h u b i e r a n s u b l e v a d o ?
P e r o no les dijo que él t a m b i é n iba a c o m b a t i r p o r una mujer,
c o m o lo hizo I n g a n í t e r i . ¡Ah, los a n t i g u o s urus! ¡Ellos d o m e s t i -

193

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
c a r ó n a las p i e d r a s gigantes! ¡Con i c a r o s , c a n t a n d o , de un uni-
v e r s o a otro las m o v í a n ! Y m u c h o m á s hicieron en su p r i m e r a
e d a d , sólo e m p r e s a s azules, a n a r a n j a d a s , g e n e r o s a s , que contagia-
ban r u m b o s de paz y b i e n e s t a r a los d e m á s . Después modelaron
o t r a s vías, e x i s t e n c i a s resecas, arcillas que ú n i c a m e n t e e n v a n e c í a n
a sus vanos d e d o s . No satisfechos con saberlo t o d o , p a r a n a d a
ejercieron t o d o lo que sabían. ¡ L l e g a r o n a t e n e r , en una sola vida,
varios c u e r p o s ! ¡Y p a r a c a d a c u e r p o varias s o m b r a s ! ¡Viajaban
sin m o v e r s e , sin p a r t i r , llegaban de antemano, antes que ellos,
c o m o los a n i m a l e s de los sueños! ¡Se e n v i a b a n a sí m i s m o s , igua-
lito que r e c a d o s , a los t i e m p o s y m u n d o s m á s d i s t a n t e s , a los mun¬
dos y t i e m p o s m á s distintos! ¡Y a n d a n d o en ellos, h a c i e n d o que
E s t e fuera el O t r o l a d o , existían t a m b i é n en n u e s t r a t i e r r a y a la
vez en el aire y a la vez r e s p i r a b a n c o m o lunas al fondo de los
ríos, con dos c a b e z a s al fondo de los lagos!

L o s urus c a p t u r a r o n los m i s t e r i o s , t o d o s los m i s t e r i o s . Y los


conocimientos, todos los conocimientos, pero no para ansiarlos
con r e s p e t o , no p a r a p o s e e r l o s l i b e r t á n d o l o s sino p a r a c r i a r l o s , en
beneficio de su mal oficio, c e b á n d o l o s lo mismo que a dóciles
rebaños.

De tal fatua saliva, sin s a b e r l o , d e s p u é s r e c o g i e r o n lo p e o r


las p e o r e s l e n g u a s de los invasores. ¡Porque los i n v a s o r e s , raíz
m á s feble pero m á s frondosa la c o p a de la s a n g r e , t a l a r o n , tras¬
tocaron, desenfrenaron todo! ¡Parearon los amores con aves
d e s a l m a d a s , con sus bestias de c a r g a , con sus peces de a d o r n o !
¡Lo saquearon, lo emputecieron todo! ¡Cayeron hacia el cielo
con los picos a b i e r t o s , y no c o m o los u r u s , por v a n i d a d de sabios,
sino c o m o ellos m i s m o s , como los i n v a s o r e s v i r a k o c h a : por su
sola r a p i ñ a de i g n o r a n t e s ! . . .

L o s u r u s fueron, en m e n o r , p a r a los i n k a s , y los inkas p a r a


los e s p a ñ o l e s , e j e m p l o del error en el desorden, ambición que
falsifica sus r a z o n e s . P e r o t a m b i é n fueron su c o n t r a r i o : presagio
de t e m p e s t a d , c o m o el viento s e m b r a d o , a n u n c i o de las dulces vin¬
d i c t a s , esa v e n d i m i a que hasta a h o r a e s p e r a n los a s h a n í n k a cuan¬
do e s p e r a n el r e g r e s o de J u a n Santos A t a o W a l l p a , la j u n t u r a del
c u e r p o del dios I n k a r r í , la reunión de los m i e m b r o s de T ú p a q ;
A m a r u con su c a b e z a de Serpiente R e s p l a n d e c i e n t e . El retorno

194

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
de T ú p a q y de A m a r u , de la S e r p i e n t e y de Lo Q u e R e s p l a n d e c e ,
el tiempo de C u a t r o E s q u i n a s , T a w a n t i n s u y u , en un único tiempo
verdadero.. .

Así es, así ha sido. L o s urus d e s o b e d e c i e r o n a la N o c h e : la


d e j a r o n sin luz y sin e n i g m a s . L o s i n v a s o r e s v i r a k o c h a desobe¬
d e c i e r o n al Día: raptaron a Mamántziki, su n u e r a m á s querida,
y se la d e v o l v i e r o n a P a c h a k a m á i t e , p e o r que s o m b r a sin c u e r p o .
J u a n G o n z á l e z lo s a b e , él me lo dijo. J u a n G o n z á l e z es u n o de
los pocos shirimpiáre que poseen la fuerza de h a c e r volver al
t i e m p o de h a c e t i e m p o . El cosió los p e d a z o s de ese t i e m p o , lo
hizo bajar del aire y viajando e n t r e los a v a t a r e s de su polen pla¬
t e a d o existió e n t r e los u r u s . J u a n G o n z á l e z m e i n f o r m ó que los
u r u s t e n í a n s a n g r e n e g r a , eran a l t o s , el d o b l e de n o s o t r o s , en su
inicio, y n i n g ú n d a ñ o los hería, n i n g u n a m u e r t e los m a t a b a , y por
ello c o n f u n d i e r o n a la soberbia con la s a b i d u r í a .

Pecaron de inmortales, nuestros abuelos urus.


Y p o r e s o , s o l i t o s , sin g u e r r e a r c o n t r a n a d i e , ú n i c a m e n t e de
no t e n e r m á s hijos, solitos, de uno en u n o , los u r u s se extinguie¬
ron.

Por fin, a los dos días de haber mediodormido al pie de la


lupuna blanca, avistamos el pueblo de Ino Moxo. El pequeño
amawaka se detiene, adelanta su perfil por entre unos arbustos,
casi pestañeándose los ojos, ahora reparo que los tiene color de
lágrima, casi pestaneándoselos con los débiles garfios de un enre¬
do de garabatokasha, punzantes lianas abrazando la juventud de
aquella pomarroso que se alzaba como uno de los últimos linde-
ros, como una de las últimas señales que demarcaban la entrada
al poblado. La mano del muchacho esboza un gesto breve, indica
que avancemos, que pasemos bajo las lianas, que ingresemos por
esa suerte de puerta natural y boscosa. Por sobre la cabeza del
pequeño amawaka, ¿de cabellos marrones?, verdegrisea una mu¬
ralla de bambúes y detrás columnatas de humo de cocinas dis¬
persas. Félix ínsapillo adelanta su cabeza cuadrada, roza la
inconcebible lozanía de la cushma del niño nativo, sólo ahora
comparo, así nos describió Don Hildebrando a la cushma amari¬
lla del inka Manko Kalli, y con los mismos tatuajes del vaso cere-

195

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

monial que vimos en su casa de Pucallpa, los mismos de ese Qerv


con que César se convirtió en ayúmpari del brujo,.. Tras de Félix
Insapillo pasa Iván, tras de Iván entra César empujando bejucos
y hojas frías, tras de César entra mi cuerpo, mis ojos que se alar-
man sobre la cara del amawaka, ¿ya dije que tenía piel mestiza?,
e ingratamente nos atolondramos hacia el caserío dejando atrás
al niño que nos hubo guiado. Reparo en ello, quiero repararlo,
vuelvo con la intención de despedirme, ¿cómo se dirá gracias en
dialecto amawaka?, pero ya no encuentro a nadie bajo la poma¬
rroso.

—Al chullachaki creado para portar daños, repite Don Juan


Tuesta, allá lejos, en una vieja noche amanecida en la isla Muyuy,
a ese chullachaki lacayo del Maligno lo podemos distinguir por¬
que calza en su pie derecho una huella de tigre o de venado, por
más que se disfrace con el cuerpo de algún amigo nuestro. El
otro chullachaki, en cambio, es engaño que sirve a la verdad, es
persona del bien y nadie-nadie puede deslindarlo, perfecto es en
sus pies, perfecto en todo, humanamente humano.

El pequeño amawaka, piel mestiza, ojos extraños, cushma


impecable siempre y amarilla, no entiendo. Además desaparece
ante nuestros ojos. Prefiero pensar nada, me apresuro sobre la
trocha escuálida en dirección de aquella muralla de bambúes y
de columnas de humo.
—A ese tipo de chullachaki no lo distingue nadie, insiste
Don Juan Tuesta en mi memoria. Es apariencia de persona pero
de persona completita, perfecta. Solamente los ojos avisados per¬
ciben que su cuerpo no es un único cuerpo. Más que varias per¬
sonas, varias vidas parecen habitarlo. Como si cada parte de su
cuerpo tuviera una existencia divergente, diversas existencias que
sólo ante los ojos de los otros el chullachaki armoniza en una
sola. Esos chullachakis no saben lo que es daño, no malquieren
a las gentes ni a las cosas. Únicamente existen, todo el tiempo
que existen, para lo bondadoso, para ayudarle al bien.

Mi memoria me vuelve hasta el Mapuya: veo a Iván dándo¬


me alcance en el sendero, luego-de no haber matado a la wapapa
carnicera, lo estoy viendo avanzar delante mío sin delatar sus
pies sobre las ramas y charcas que a mí me deslomaron, bajo la

196

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
nubareda de insectos que, ignorando a Iván, lanceteaban mi cuer¬
po. Lo estoy mirando llegar a la lupuna blanca donde Félix
Insapillo conversaba con César pero lo veo sucio de ramajes y
de telas de araña, la camisa raída por espinos, lunareada de san¬
gre, rasguñada de aguijones sedientos.

— S e h i z o , p u e s , la luz, p r o s i g u e D o n J a v i e r con voz ajena.


Del p l a c e r c o m p a r t i d o fue que nació la luz. Y el Sol, el P a d r e
Inti, n a c i ó j u n t o con la L u n a , la M a d r e Killa, en una sola luz:
I n t i k i l l a , y j u n t o con las e s t r e l l a s . P o r q u e en ese p r i m e r enton¬
ces el día y la n o c h e vivían d e n t r o de un ú n i c o u n o , no h a b í a dife¬
rencia, de día era y de n o c h e era al m i s m o t i e m p o . Y en el me¬
dio: K a a m e t z a y N a r o w é , felices. H a s t a que p a s ó lo que p a s ó .
N a r o w é d e s p e r t ó y no e n c o n t r ó a K a a m e t z a . En su d e s p e r t a r no
la e n c o n t r ó . Volvió a dormirse. P e r o t a m p o c o la e n c o n t r ó en
su s u e ñ o . Y d e s p e r t ó otra vez. Y otra vez se d u r m i ó . Y se vol¬
vió a d o r m i r y a d e s p e r t a r h a s t a que su vigilia fue su s u e ñ o , su
m á s ú n i c o s u e ñ o , Intikilla, y a m b o s eran d e s i e r t o s ante los ojos
de su c o r a z ó n . A la s o m b r a de a q u e l l a p o m a r r o s a soñó que des¬
p e r t a b a y la p o m a r r o s a no t u v o m á s s o m b r a p a r a él: ya K a a m e t z a
no e s t a b a . La p o m a r r o s a , sola, sin soledad siquiera, se r e g r e s ó
a ceniza. I g u a l que c u a n d o todavía no h a b í a n a c i d o , todo se
volvió s o m b r a , p o l v o de s o m b r a fría frente al a l m a sin p á r p a d o s
de N a r o w é . Su p r o p i o c u e r p o r e t o r n ó a c u c h i l l o de h u e s o de
ceniza. N a r o w é m i r ó el cielo. T a m b i é n el cielo r e g r e s ó a ceniza.
Miró pájaros, pajonales, ríos, p i e d r a s , y p i e d r a s y ríos y pajo¬
nales y p á j a r o s v o l v i e r o n a ceniza. P e r o eso sucedía s o l a m e n t e
en su s u e ñ o . En su vigilia era peor: el m u n d o p r o s e g u í a sin K a a -
metza.

En lugar de K a a m e t z a el m u n d o sólo m i r ó una h u e l l a l a r g a ,


d e b a b a m e n o s lenta que amarilla, hundiéndose entre los mato¬
rrales. ¡Era el kotomachácuy, era la huella de sus d o s c a b e z a s
que se d i s e m i n a b a en r u m b o s q u i e t o s hacia el f o n d o de t o d o s los
lagos de la t i e r r a ! . . .

Y Narowé se abalanzó, fue un desespero desorientándose


entre la m a r a ñ a de m e n t i r a s , de a u s e n c i a , de s e n d e r o s fangosos.
U n t r e c h o m á s allá t u v o que c a m i n a r a l t a n t e o , p e o r que c i e g o ,

197

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
en esa n o c h e b r e v e que los b o s q u e s p r o v o c a n al t u p i r s e de g o l p e ,
sin p i e d a d , c o n f u n d i e n d o a los m o n o s n o c t u r n o s bajo el espeso
t e c h o de lianas y de c o p a s c o p i o s a s . J u s t o a la salida del boscaje
c o n d e n a d o p a r a s i e m p r e a la n o c h e , allí d o n d e el s e n d e r o simu-
. iaba volver a ser s e n d e r o e n s a n c h á n d o s e p o r fin r e c o n c i l i a d o con
el cielo q u e m a n t e , nos d i m o s con un n u e v o i m p e d i m e n t o : la in¬
creíble d e s m e s u r a de un s h i w a w a k o d e r r i b a d o n o s v e d a b a la tro¬
cha c o m o u n m u r o . N a r o w é lo escaló en un instante hendiendo
la c o r t e z a con m a n o s y con pies c o m o si fueran garfios f a b r i c a n d o
peldaños. Y o , e n c a m b i o , d e m o r é t r e p a n d o sobre m i p r o p i a som¬
b r a , e n c a d e n á n d o l a hacia l o alto d e a q u e l l a m u r a l l a d e b a m b ú e s
y de c o l u m n a s de h u m o , c a y e n d o t o r p e m e n t e al otro lado del
t r o n c o e n m o h e c i d o , sobre la m i s m a senda d e s o l a d a . Así y todo,
;naltrechos, proseguimos andando. G r u e s a s gotas c a í a n d e s d e e l
cielo r e s q u e b r a j a d o por un sol de m i e d o . A l c é la m i r a d a : las go¬
tas no caían d e s d e el cielo. ¡La lluvia de otro t i e m p o r e b a l s a b a
los ojos de los á r b o l e s d e s l i z á n d o s e en v a n o c o m o el llanto de un
muerto! L a n c é mi c u e r p o e n t o n c e s a c o r r e r por la t r o c h a zigza-
g u e a n d o a g a c h á n d o m e s a l t a n d o c h a r c o s fétidos b u s c a n d o dar alcan¬
ce a N a r o w é . C u a t r o siglos a n d u v e sin p o d e r e n c o n t r a r l o . Cuando
ya me creía d e s p o b l a d o , el e s p o s o sin esposa surgió d e t r á s de mí.
A l g o c o m o u n r e p r o c h e m a n a b a d e sus ojos, sólo a h o r a compren¬
d o que m e m i r ó con lástima. Pues cuando yo avanzaba, atolon-
d r á n d o m e , en v e r d a d no a v a n z a b a . No iba ni en su b u s c a ni en
busca de nadie. Estaba huyendo. H u y e n d o de mi sombra, de
mí m i s m o , del p r i m e r m i e d o , de esa inútil lluvia.
—¿No te habrá hecho daño el ayawaskha?, me dice Don
J a v i e r p e r o no es a su voz a q u i e n a t i e n d o , ya s o l a m e n t e p u e d o
e s c u c h a r l e l a b o c a , los dos labios p e g a d o s a m á n d o s e , a c a l l á n d o s e ,
e n c a l l á n d o s e c o m o peces d e p l a t a :
— C u a n d o N a r o w é d e s p e r t ó sin K a a m e t z a , e l día s e separó
de la n o c h e . Y N a r o w é c o n o c i ó la s o l e d a d . L u e g o de la s e g u n d a
s o l e d a d c o n o c i ó la cólera. Y c u a n d o fue i n a u g u r a d o p o r la rabia
fabricó el p r i m e r a r c o y la p r i m e r a flecha. Y de un solo flechazo
d e r r i b ó a la luna, a la p r i m e r a l u n a que t u v o n u e s t r o m u n d o ,
p o r q u e tú has de s a b e r que la que a h o r a v e m o s es la c u a r t a l u n a
que a c o m p a ñ a a la tierra.
Y a s o m a n d o d e t r á s de mis visiones, Don Javier, apartando
bambúes azules, mudos, anaranjados:

i9fi

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
—De p u r a rabia la d e r r i b ó , p o r q u e el koiomachácuy no ha¬
bía y no h a b í a K a a m e t z a . La luna e n t o n c e s era un t r o n c o hue¬
co. N a r o w é la d e r r i b ó y c o m e n z ó a g o l p e a r l a con un p a l o . Y
la l u n a s o n ó , r e t u m b ó fuerte, lejos. F u e el p r i m e r manguaré de
n u e s t r a selva. ¿ H a s e s c u c h a d o un m a n g u a r é , esa especie de cajón,
de t a m b o r de árbol que los n a t i v o s hieren p a r a c o m u n i c a r s e , invi¬
tarse a las g u e r r a s o a las fiestas? La luna fue el p r i m e r o que
sonó en esta t i e r r a , bajo la furia de N a r o w é r e c l a m a n d o a su es¬
p o s a e i n v o c a n d o v e n g a n z a s que p e r d u r a n . Y p a s ó el t i e m p o en
vano. A h í fue que el t i e m p o se a m a n s ó y d i v i d i ó , igualito c o m o
El Río Sagrado, el Urubamba, el W i l l k a m a y u de los inkas del
C u s c o , p a d r e del U c a y a l i y a b u e l o del A m a z o n a s que no tiene
parientes. El t i e m p o pasó en v a n o y n a d i e r e s p o n d i ó a N a r o w é .
Y N a r o w é c o n o c i ó el s a b o r de las lágrimas. La p e n a c o n o c i ó .
De p e n a de a b a n d o n o se p u s o a l l o r a r y a m a l d e c i r sin t é r m i n o .
C u a n d o las d o s á n i m a s de su r o s t r o se s e c a r o n , ya N a r o w é se
e n c o n t r a b a en el fondo de un i n s o n d a b l e río. Así fue, y no de
otra m a n e r a , que n a c i ó e l A m a z o n a s . D e los p á r p a d o s h u é r f a n o s
de n u e s t r o p r i m e r p a d r e b r o t ó el río A m a z o n a s . . . A s i m i s m o me
lo dijo I n g a n í t e r í . Y diciéndolo, nunca sabré p o r q u é , se dio
vuelta n e g á n d o m e a sus l á g r i m a s . A h o r a p i e n s o que él no quiso
llorar s o l a m e n t e p a r a que yo no l l o r a r a . C o m o si mis ojos estu¬
vieran en su r o s t r o , i m a g í n a t e . ¡Y c l a r o que mis ojos e s t a b a n en
su r o s t r o en ese r a t o ! . . .
Y D o n J a v i e r , por fin con voz que r e c o n o z c o :
— A h o r a m i s m o se halla N a r o w é , en el fondo del r í o , ris-
c a n d o las c r e c i e n t e s , los d e s b o r d e s , p e r d o n a n d o a la l u n a , musi¬
cando. P o r q u e la v e r d a d e r a l u n a c o n t i n ú a en el fondo del río-
mar, abajo. Y esa otra que v e m o s en el cielo no es sino su re¬
flejo . . .
— ¿ Y la q u i n t a p a r e j a ? , lo r e g r e s o . Si u n a pareja fundó la
nación amawaka, otra la n a c i ó n tzipíba, otra la n a c i ó n de los
u r u s , otra la n a c i ó n j í b a r a . . . falta u n a p a r e j a . . . ¿ella fue quien
fundó a la n a c i ó n v i r a k o c h a ? . . .
Don Javier titubea, mira la grabadora, carraspea u n a vez,
u n a vez m á s , con fuerza, y p o r fin se d e c i d e :
— L a q u i n t a pareja s e p e r d i ó , n o s e sabe.
Y o t r a vez a l e j á n d o s e , c r e o que p a r a s i e m p r e :
— M i c o m p a d r e I n g a n í t e r í , al m e n o s , dijo que él no sabía.

199

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

—Pero no fue Iván quien regresó a buscarte, dice Don Hil-


debrando con la cabeza gacha apartando bambúes de colores, vi¬
siones que acaban de poblar la antesala del Hotel Tariri.
—Lo que él creía que era realidad era el reflejo de la reali¬
dad, lo apoya Don Javier.
—Era el reflejo de otra realidad, corrige desde el aire el
finado Inganíteri.
—La verdadera luna no se encuentra en el cielo sino en el
corazón, en la memoria del corazón, dice Juan Santos Atao
Wallpa.
—Es más que un tronco hueco, un manguaré, un cajón
que yo toco desde el fondo del tiempo, confirma Narowé.

Avistamos el h u m o de cocinas del pueblo de Ino Moxo:


nuestro guía a m a w a k a se detiene bajo una p o m a r r o s a abrazada
por un brillante enredo de garabatokasha y hace un corto ademán
con el brazo, invitándonos. Ingratamente nos a t o l o n d r a m o s hacia
el caserío, cruzamos esa especie de pórtico de ramas dejando
atrás al niño que nos trajo. Las primeras cabanas relucen desola¬
das y pardas de techumbre, protegidas por un cerco natural de
bambúes. Félix Insapillo delante, después Iván y César, hacen
fila rumbo al poblado. Yo atajo mi ansiedad, me doy vuelta para
nada: el p e q u e ñ o Ino M o x o ha desaparecido.
— S e ha ido a buscarte, es por ti que se ha ido, dice dentro
de mí una voz que confundo con la de D o n Javier. Y en realidad
no es un niño, no es la infancia chullachaki del Brujo de los Bru¬
jos, es el tiempo sin tiempo, y no este tiempo que construye rui¬
nas y conduce las vidas a la muerte sino el guía de la muerte que
vive. Este niño es el guía de las vidas que no m u e r e n jamás, el
eterno fabricante de la hermosura y la felicidad. . .

Y un p o c o más allá, delante mío, la voz agrega sin dejar de


caminar:
— S e ha ido porque acaba de escuchar tu disparo, ya nunca
podrá encontrarte. . .

Yo me apresuro sobre la trocha escuálida, alcanzo a los de¬


más y entro con ellos al caserío de los amawaka.

200

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

y nos fue concedido conocer


a la Pantera Negra

No por a m p l i a sino por d i s t i n t a la c h o z a de íno Moxo se n o s


figura el c e n t r o del p o b l a d o , el f u n d a m e n t o de esta d i s p e r s i ó n de
columnatas de humo y de cabanas con viseras de paja amari¬
llenta, sin e m b a r g o se y e r g u e s o b r e un t í m i d o e x t r e m o del case¬
r í o , m á s b i e n ya fuera de él, c o m o quien va c a m i n o del río M i s h a -
wa. Y al Mishawa volvimos a n t e s de lo imaginado, luego de
s a l u d a r al viejo jefe de los a m a w a k a , m a n o s que t i t u b e a n en su
m a n o , ojos que no se a t r e v e n a los suyos, y luego de a c e p t a r l e
un m a t e de c h i c h a h e c h a con y u c a s m a s t i c a d a s y saliva de hem¬
braje, el fraternal y forzoso mmato que ciertos nativos aderezan
con h a r i n a de h u e s o s de sus a n t e p a s a d o s .
Ignoro en qué m o m e n t o se incorporó de la esterilla, nos
invitó a c o n v e r s a r en la r i b e r a del M i s h a w a , crujió el entarimado
de ponas de su c a b a n a inclinada. Las demás casuchas, por aquí,
d e d o n d e a s o m a n con t e m o r , p o r allá, n e g á n d o s e , tristes p e c h o s
al aire, m u j e r e s , t a p a r r a b o s , t r a s u n a c o m p a s i ó n de á r b o l e s man¬
sos: chimicúas, shapajas, más atrás capironas, y más atrás la,
frente de un s a p o t e , u n a espintana," tres w a k a p u r a n a s , un ojé que
¡discrepa del v e r d o r e n t r e las n u b e s t a r d a s . I g n o r o en qué mo¬
m e n t o d e s c e n d i m o s los tres p e l d a ñ o s r u d o s d e s u casa, a p a r t a m o s
las lianas de la p a s h a k i l l a que e n m a r c a b a la e n t r a d a , d e s c u b r i m o s
la t r o c h a z i g z a g u e a n d o h a c i a el r í o , c a m i n a m o s en fila d e t r á s del
brujo sin concebir aquella claridad bajo su piel tostada p o r la

203

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

selva, desconcertados por su estricta pronunciación castellana,


ese p a n t a l ó n de drill i m p e r t u r b a b l e bajo la cushma indígena, y
p o r su c a m i n a r b r i o s o y e n c a n t a d o , de tigrillo, i m p o s i b l e si consi¬
d e r a m o s los n o v e n t a y t á n t o s años de la P a n t e r a N e g r a que a h o r a
se a t e n ú a e n t r e v i e n d o la paz del sol, s e n t a d a sobre el a n c a de un
tronco devastado por musgos, disolviendo sus ojos c a n e l a tras
las colinas golosas de caobos, platanales y garzas y piraguas
h i n c a n d o los flancos del río. C i e r t o r u i d o , a mi d e r e c h a , v o l t e o :
un c o c o d r i l o n e g r o se ha d e l a t a d o e n t r e á r b o l e s en el agua fan¬
gosa, se a p r o x i m a f l o t a n d o , m a l f i n g i e n d o . I n o M o x o se inclina,
lo empuja con la m a n o , el enorme lagarto se desvía hacia el
v é s p e r o , d e s a p a r e c e bajo los ramajes p e l a d o s del renaco que sólo
e n t o n c e s a d v i e r t o en el centro del Mishawa como un pequeño
b o s q u e m u e r t o t a s a j e a n d o la c o r r e n t a d a con raíces que se asfixian
al aire. El brujo de los brujos c o n t e m p l a al renaco a n c l a d o en
n a d i e , inhábil ante el t o r r e n t e , sin flores y sin r a m a s que frutez¬
can, a b r a z a d o tan sólo por sus p r o p i a s raíces, vuelve a verme,
apenado, le respondo:

—¿Podría contarnos cómo, no siendo usted amawaka, ha


llegado a jefe de los amawaka?

— S u piel no es piel de indio p u r o , habla usted mejor que


un b l a n c o . . .
—Soy amawaka, me interrumpió. Purísimo amawaka. Hijo
de chori más que de v i r a k o c h a , hijo de a n d i n o m á s que de b l a n c o ,
es cierto, pero también descendiente de u r u s p o r parte de mi
señora m a d r e . . .
—Don Hildebrando dijo que usted...
— S o y legítimo yora, se m o r t i f i c ó . Yora, que u s t e d e s cono¬
cen s o l a m e n t e c o m o amawaka. Ino Moxo, eso soy. Y p o r el
lento cuello de su c u s h m a , ese p o n c h o p i n t a d o que a t e m o r i z a al
sol y a los i m p r e d e c i b l e s a g u a c e r o s a m a z ó n i c o s , extrajo del bolsi¬
llo de su c a m i s a b l a n c a un c i g a r r o a j a d o , un s h i r i k a i p i , lo que
p a s a es que antes no fui lo que a h o r a soy, dice, t o d o de fuertes
hojas de t a b a c o silvestre, antes t u v e o t r o n o m b r e y o t r a vida, y
e n c i e n d e el cigarrillo y la brasa m a l t r e c h a sonroja su perfil, antes
no fui Ino M o x o y m a ñ a n a s e g u r a m e n t e no lo seré, e x t r a v í a sus
facciones en el humo lloroso y o l o r o s o , es u n a historia larga,

204

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
larga, u n a h i s t o r i a que p o c o s c o n o c e n en t o d a su v e r d a d . Yo avi¬
zoré otros reinos, Ino Moxo fumaba, como si recordara para
a d e n t r o , allá en el b o r d e de o r o del M i s h a w a en la n o c h e .
— Te será c o n c e d i d o c o n o c e r de qué m o d o los hijos devo¬
r a r o n a sus p a d r e s , repite D o n Javier.

De arriba, aguas a r r i b a del K a s h p a j á l i , un cielo de fin de


tarde se sorprende. Casi 5 0 0 h o m b r e s , m á s b l a n c o s que mesti¬
z o s , se h a n j u n t a d o con a r m a s , c o n r a p i ñ a , con m i e d o y descien¬
den el río b u s c a n d o h a c e r s i l e n c i o , cientos de c a r a b i n a s en las
m a n o s y en cajas, y más cajas de b a l a s , h a s t a la b o c a del río Su-
tilíja r e b a l s á n d o l o a p e s o de b a r c a z a s , 5 0 0 m e r c e n a r i o s recolec¬
t a d o s n a d i e sabe d ó n d e p a r t i e n d o las c o r r i e n t e s h a c e p o c o apaci¬
bles e m p u j a n d o las aguas que suben por t o b i l l o s de árboles de
ribera, g e n t e s que esta selva m i r a p o r p r i m e r a vez. Y lo m i s m o
que el c i e l o , las p o c a s casas de los indios m a s h k o que h a b i t a n
en la b o c a del Sutilíja, se s o r p r e n d e n , no c r e e n . P e r o ya s a b e n
que los v i r a k o c h a , los b l a n c o s , no c o n o c e n p i e d a d si van mejor
armados. Y se j u n t a n los m a s h k o , h a b l a n con r a b i a y no l l e g a n
a veinte los v a r o n e s , e n t o n c e s i n t e n t a n a b o r d a r sus p i r a g u a s p a r a
dirigirse s e g u r a m e n t e al M a n u en d o n d e serán m á s , p o d r á n en¬
frentarse a los v i r a k o c h a , e x p u l s a r a los v i r a k o c h a de sus t i e r r a s
v i o l a d a s ya que en el M a n u crece la p o b l a c i ó n m á s g r a n d e de
los m a s h k o , trescientos invencibles los guerreros del río M a n u .
En v a n o . La astucia v i r a k o c h a ha p u e s t o c e n t i n e l a s a u n o y o t r o
lado y los veinte cobrizos d e s a r m a d o s no pueden pasar a dar
aviso, sus c a n o a s flotan solas p o r el c e n t r o del río. Bajo el cielo
rojo, el a g u a roja.

—'Tuvimos media hora de fiero combate' —dice Zacarías


Valdez, uno de los 500 mercenarios. 'Al final infligimos nume¬
rosas bajas entre los salvajes que tuvieron que retirarse ante Id
enérgica actitud de nuestros combatientes... Los indios mashko
residían en el río Colorado y se hallaban diseminados en las
márgenes del Madre de Dios y del Manu, pero ante el hostiga¬
miento recibido de parte de nuestra gente, gente del gran cauchero
Fitzcarrald, tuvieron que retirarse más al interior del Colorado y
a sus primeras tierras comprendidas en los ríos de cabecera que

205

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
en idioma de ellos se denominan Piuquéne, Panáhua, Curnarjáni
y Sutüíja, que son afluentes del Manu. Debo contarte que una
particularidad notable de estos salvajes es que tienen estatura bien
elevada y están dotados de barbas muchas de ellas bien pobla¬
das... Fiizcarrald resolvió castigarlos y dispuso atacarlos en su
gran población que se hallaba poco aguas abajo del Sutilíja. Em¬
barcado nuestro personal en numerosas canoas se emprendió la
marcha y una vuelta antes de llegar al pueblo desembarcaron 800
hombres con el objeto de rodearlo por tierra y con orden de dar
una señal convenida en el instante oportuno. Mientras tanto, las
embarcaciones continuaron surcando despacio por el río. A las
cuatro de la tarde escuchamos una descarga cerrada: era que
habían iniciado el combate. Cuando llegamos al lugar de la
acción ya el poblado había caído en poder de los nuestros. Los
mashko perdieron muchos guerreros que se habían quedado a
defender sus casas en tanto que las mujeres y muchachos habían
sido alejados con tiempo. Terminado este primer encuentro se
recogió los cadáveres y se les quemó... Debido a este acto fúne¬
bre los indios piro que iban con nosotros bautizaron el lugar con
el nombre de Mashko Rupuna que quiere decir Indio Mashko
Quemado. Pero no terminó aquí la lucha. Había que continuar
atacando a los salvajes. Entonces la lucha se generalizó comba¬
tiéndose en diferentes lugares, causándose muchas bajas en una
guerra a muerte, a tal extremo que numerosos cadáveres bajaban
flotando por el río Manu y sus aguas ya no podían beberse. Por
fin se logró desalojar a los salvajes del Manu, aun cuando no del
todo, puesto que continuaban los mashko con sus incursiones y
molestando a nuestros trabajadores, teniéndose por fin que para¬
lizar las actividades extractivas de caucho en esos lugares para
trasladarnos a otros donde hubiera más tranquilidad... '

— E s una h i s t o r i a larga, larga, dice I n o M o x o . Y o tenía t r e -


ce a ñ o s y por e n t o n c e s el jefe de los jefes era el a n c i a n o X i m u ,
un v e r d a d e r o s a b i o , g r a n d e y s a b i o , o r d e n a d o r de dioses y áni¬
mas...

No h e m o s d o r m i d o casi nada a n o c h e , este es n u e s t r o segun¬


d o día con Ino M o x o , d e s a y u n a m o s c a r n e d e m o n o g r a n d e , u n a

206

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
especie l l a m a d a m a q u i s a p a , s a l a d a y d e s a l a d a , guardada a cuerpo
e n t e r o en u n a cesta que p e n d í a a un c o s t a d o de la p u e r t a , en la
c h o z a del brujo y q u e , nos e n t e r a m o s , a c o s t u m b r a n a r r a n c a r de
a p o c o s , un p e d a z o de p i e r n a , u n a c a d e r a , un h o m b r o , despelle¬
jado como adolescente, nuestro único sustento durante cuatro
días.

O t r a vez en el b o r d e del M i s h a w a , Ino M o x o me mira:


—Los amawaka s o m o s p o c o s , bien p o c o s , t ú l o has visto.
E n t r e los que v i v i m o s aquí y los de m á s abajo, de o t r o s sitios, no
p a s a m o s de d o s c i e n t a s familias. ¿ S a b í a s que l l e g a m o s a ser miles
en el t i e m p o de X i m u ? L o s v i r a k o c h a nos fueron e x t e r m i n a n d o ,
reduciendo. S o l a m e n t e por n u e s t r a s t i e r r a s , p o r eso nos m a t a b a n .
Y m a t a b a n t a m b i é n a m u c h a s g e n t e s de o t r a s n a c i o n e s , j í b a r o s ,
yaminawas, aguarunas, tzipíbos, mashkos. P o r q u e n u e s t r o s terri¬
torios estaban llenos de bal ata, e r a n z o n a s con mucho árbol de
j e b e , p u r a s v e r e d a s g o r d a s de c a u c h o . Y los c a u c h e r o s v i r a k o c h a
n e c e s i t a b a n de ese c a u c h o , d i c e n p a r a el p r o g r e s o de la P a t r i a .
A s í a n d a n d i c i e n d o hasta a h o r i t a . En n o m b r e del p r o g r e s o fue
que nos d e s p o j a b a n y nos b a l e a b a n . . .

Y v o l t e a n d o la c a r a h a c i a el renaco que brilla azul, anaran¬


j a d o , e m p e c i n a n d o un l a b e r i n t o g r u e s o de r a m a s frente a la c o -
r r e n t a d a , en el m e d i o del río:
—Es u n a h i s t o r i a larga y amarga. Si yo te c o n t a r a t o d o ,
n a d a me c r e e r í a s , de seguro. Y es una historia que me f o r m a
p a r t e , que me ha t r a í d o a q u í , que me volvió a n a c e r c o m o a m a w a -
k a , y o r a , c o m o jefe y o r a . P o r q u e rni p a d r e v i n o d e s d e A r e q u i p a ,
d o n d e yo t a m b i é n nací. D o n d e yo nací la p e n ú l t i m a vez que
nací. ..
— ¿ N a c i ó usted e n t o n c e s e n A r e q u i p a ?
—La penúltima vez.
—¿Qué quiere decir usted?

Y él, sin o i r m e :
— M i p a d r e vino b u s c a n d o ser c a u c h e r o y m i señora m a d r e
no quiso p e r o v i n o t a m b i é n . ¿Yo? Yo quise y no q u i s e , era m u y
niño, aunque creo que e n t o n c e s y a sabía, o l i s q u e a b a las cosas,
c o m o que ya olfateara los d e s t i n o s . P r e o c u p a d o y c o n t e n t o fue
que vine, m e a c u e r d o . P o r e n t o n c e s ios a m a w a k a sufrían d e m a -

207

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

s i a d o , fallecían p o r p u e b l o s a m a n o s de los v i r a k o c h a . Debido a


eso el viejo X i m u me hizo venir. D e s d e el aire, o r d e n a n d o , dis¬
p o n i e n d o , m a n d a n d o , él me trajo, yo lo supe d e s p u é s . P e r o es
l a r g a esa h i s t o r i a . . .
Un j o v e n a m a w a k a i r r u m p e e n t r e los á r b o l e s , a mi d e r e c h a ,
p o r t a n d o una p u k u n a n e g r a , dice algo a Ino M o x o c o n s u l t a n d o ,
I n o M o x o h a c e un gesto, el a m a w a k a conversa con Iván que se
i n c o r p o r a , voy a b u s c a r a C é s a r , d i c e , para traer c o m i d a , Insa-
pillo t a m b i é n , me dejan solo con la P a n t e r a N e g r a cuyos ojos se
alejan, h a b l a n con el renaco que p a r e c e ceder, que se afirma de
n u e v o bajo el sol de aguas l a r g a s .
— E n t o m a n d o ayawaskha uno s e vuelve l o mismo que u n
cristal, me d i s t r a e I n o M o x o p e r o no me distrae. U n o se hace
cristal e x p u e s t o a t o d o s los e s p í r i t u s , a los m a l i g n o s y a los ver¬
d a d e r o s , que h a b i t a n en el aire. Es p a r a eso que están los i c a r o s ,
i c a r o de p r o t e c c i ó n , hay t a m b i é n i c a r o de c u r a c i ó n , f u n d a m e n t a l ,
c a n c i o n e s que l l a m a n a un á n i m a d e t e r m i n a d a p a r a que d e s c i e n d a
y contrarreste a otras. C o n un icaro de esos fue que el m a e s t r o
X i m u me hizo venir, de l l a m a d o . C o m o si yo fuera espíritu de
p r o t e c c i ó n , así me hizo venir. Y antes de e c h a r al aire su icaro
p a r a mí, X i m u t u v o que dietar, h a c e r a y u n o . Porque el ayawas-
k h a , c o m o t o d o vegetal que s a b e , tiene c u a t r o requisitos: no sal,
no azúcar, no grasa, no sexo, d u r a n t e t o d o el t i e m p o que dureí
la p r e p a r a c i ó n , la t o m a y sus efectos. A y u n ó X i m u para poder
llamarme, después tomó ayawaskha y me icaró. Y vine. No
p o d í a sino o b e d e c e r . P o r q u e se t r a t a de una s a b i d u r í a de siglos,
m u c h o s m u e r t o s d i e t a n d o , e q u i v o c á n d o s e , desde la é p o c a de nues¬
tros p a d r e s u r u s , d e s d e antes de los i n k a s , m u c h o s m u e r t o s . . .

Bajo del cielo rojo, el agua roja. Todos los mercenarios de


Cumaría, de Cuenga, del Unine, surcan el Urubamba. Centenas
de canoas rebosantes de víveres, cajones y cajones de carabinas
wínchester calibre 44, responden al llamado de guerra de Fermín
Fitzcarrald.
—¡Wínchesters contra flechas, imagínese usted!, se exalta en
Atalaya el ganadero español Don Andrés Rúa, ¡armas de repetU
ción contra lanzas de palo!...

208

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

—'No nos faltaba tampoco ni licores finos como cognac y


champaña', informa el cauchero Zacarías Valdez.
Los expedicionarios se apresuran, llegan al varadero del río
Camisea, desembarcan. Sus servidores, mestizos e indios piro,
sacan de las canoas los cajones franceses, carne enlatada, vinos,
los cargan a la orilla. Los pioneros del caucho, del progreso, al¬
muerzan, ríen, brindan por una guerra, wínchesters contra flechas,
que ya saben ganada. Luego abordan de nuevo sus piraguas, de¬
jan atrás el varadero, penetran hacia el Manu, arriban fatigados
a su cuartel general en la boca del río Kashpajáli. Justo a tiempo
llegaron. Porque el representante de su jefe, un señor Maldona¬
do, les informó que a causa de los indios, tanto bárbaro muerto,
los caucheros de esa zona habían terminado antes del plazo su
dotación de balas.
—'En ese intervalo', continúa Zacarías Valdez, 'como los sal¬
vajes insistían en atacar los puestos caucheros, iniciamos cacerías
contra sus propios poblados despachándose con este objeto cientos
de hombres perfectamente armados a los ríos Sutilíja, Cumarjáni,
Panahua y Piuquéne, sorprendiendo a los salvajes mientras se ha¬
llaban entregados al sueño. Nuestros combatientes, como señal
inequívoca de su acción, trajeron a su regreso dos indiecitos pri¬
sioneros y pedazos de oro que encontraron por esos parajes.
Vuelta la calma y después de permanecer algunos días en la casa
de Kashpajáli, se organizó una nueva expedición. Antes de mar¬
char Fitzcarrald convocó a todos los caucheros y les dijo:
—Los que estén resueltos a no volver a su terruño, ¡que se
presenten!
'De cientos de hombres que nos hallábamos reunidos, los pri¬
meros en dar un paso adelante fueron: Alfredo Cockburn y Pedro
Sarria, limeños; Erasmo Zorrilla, de lea; Carmen López, de Mo-
yobamba; y yo, Zacarías Valdez, natural de Huanta, además de
30 piros seleccionados como hábiles guerreros.
'Las armas que utilizamos eran carabinas wínchester y cons¬
tituían el único código para imponer la ley del más fuerte, como
andando el tiempo se hizo ley del cauchero.
'Ya en pleno río Madre de Dios, por la margen derecha des¬
cubrimos un afluente qtie fue denominado Colorado. La cosa
fue así: acoderamos poco arriba de un poblado de mashkos que,

209

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
como ya he dicho, eran unos indios feroces y corpulentos con
quienes no podíamos arriesgamos a luchar cuerpo a cuerpo. Vi¬
nieron a atacarnos a toda carrera pero se encontraron con 30 ca¬
rabineros que les hacían fuego cerrado. Como ellos nunca habían
conocido armas de fuego, ios estampidos de los carabineros y la
muerte que sembraban en sus filas los contuvo a cierta distancia
desde donde empezaron a lanzarnos flechas. El combate duró
poco más o menos dos horas y triunfamos gracias a nuestras ar¬
mas. Los guerreros piro, diestros tiradores enseñados por nosotros,
totalmente fieles a nuestra causa, fueron quienes terminaron el
combate persiguiendo a esos salvajes hasta sus casas en donde
no encontraron sino muertos y heridos, entre los cuales había
un muchacho ferozmente bravo que al ofrcérsele comida hasta
quería mordernos.
'En ese lugar Fitzcarrald plantó la bandera peruana y bau¬
tizó el río que acabábamos de descubrir, con el nombre de Río
Colorado. Río Colorado, así mismo, debido a que sus aguas tur¬
bias se cubrieron de rojo... '

— E s una h i s t o r i a larga, ya te dije, insiste I n o M o x o . Si te


contara todo, n a d a m e creerías. Porque nunca s e p u e d e creer
todo. N u n c a n u n c a se p u e d e e s c u c h a r t o d o . . . Un e j e m p l o : la
selva. Si te p o n e s a e s c u c h a r t o d o lo que suena en la selva ¿ q u é
e s c u c h a s ? . . . No sólo suenan animales de tierra, a n i m a l e s de a g u a ,
a n i m a l e s del aire, y eso que ya no es posible oir el c a n t o de los
peces que antes a l e g r a b a n las aguas del P a n g o a , del T a m b o , del
U c a y a l i , seres m u s i c a l e s que p r e s i n t i e r o n la llegada del g r a n o t o -
r o n g o n e g r o y h u y e r o n días antes del día y se salvaron aunque
a h o r a rio sepan c a n t a r m á s , o si es que es, quiero d e c i r si c a n t a n
t o d a v í a , lo h a r á n s e g u r a m e n t e sin s o n i d o , con n o t a s que n u e s t r o s
oídos no a c o s t u m b r a n , callados c a n t a r á n , en otra j e r a r q u í a . . . Y
s u e n a n t a m b i é n las p l a n t a s , los vegetales de p i e d r a o de m a d e r a .
T o d a s y t o d a s s u e n a n y suenan, lo m i s m o que las p i e d r a s . . .
. Y más que n a d a suenan los p a s o s de los a n i m a l e s que u n o
ha sido antes de h u m a n o , los pasos de las p i e d r a s y los v e g e t a l e s
y las cosas que t o d o h u m a n o ha sido. Y t a m b i é n lo que u n o
ha e s c u c h a d o a n t e s , t o d o eso suena en la n o c h e de la selva. Den-

210

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

tro de uno mismo suena, en los recuerdos, ío que uno ha


escuchado a lo l a r g o de la v i d a , bailes y pífanos y p r o m e s a s y
m e n t i r a s y m i e d o s y confesiones y a l a r i d o s de g u e r r a y gemidos
de amor. V o c e s de a g o n i z a n t e s que u n o ha sido o que u n o ha
escuchado solamente. Historias ciertas, historias de mañana.
P o r q u e t a m b i é n lo que uno va a e s c u c h a r , t o d o eso s u e n a , anticipa¬
d o , en m e d i o de la n o c h e de la selva, en la selva que suena en
m e d i o de la n o c h e . La m e m o r i a es m á s , es m u c h o m á s , ¿lo sabes?
La m e m o r i a v e r í d i c a c o n s e r v a t a m b i é n lo que está p o r venir. Y
hasta lo que n u n c a llegará, eso t a m b i é n c o n s e r v a . Imagínate.
N a d a más i m a g í n a t e . ¿ Q u i é n va a p o d e r oirlo todo, dime tú?
¿ Q u i é n va a p o d e r oirlo t o d o , de una vez, y c r e e r l o ? . . .

211

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

Ino Moxo nació a los


trece años de edad

El j o v e n a m a w a k a ha r e g r e s a d o con los d e m á s , sin presa a l g u n a ,


la c e r b a t a n a v e n c i d a sobre el h o m b r o d e r e c h o . C r e o que en este
instante t o d o s nos e m p e c i n a m o s en e s c u c h a r . C é s a r a mi l a d o
fuma p a r a a h u y e n t a r insectos y m i r a la ribera del frente, su refle¬
jo de perfiles dispares, árboles r e s q u e b r a j a d o s y é n d o s e sobre las
aguas afiladas, refrescándose contra el fulgor del M i s h a w a . A
u n o s m e t r o s del r í o , en lo a l t o , I n s a p i l l o e I v á n , a c u c l i l l a d o s en
una saliente de tierra seca, cincelan una quietud porosa, una
m u d e z de p l a z a sin e s t a t u a s . P o r un s e g u n d o , un v é r t i g o , creí
escucharlo todo.
—Yo solamente quisiera oir algo de usted, maestro Ino
M o x o , lo que usted b i e n c o n s i d e r e de su vida...
— Y a c a s i t o es de n o c h e , s o n ó el brujo, y de t o d a s las c o s a s
que viven d e n t r o de la n o c h e , en el u m b r a l , ¿tú q u i e r e s oir úni¬
camente a la pantera negra?
— S i a u s t e d le p a r e c e . . .
— A h o r a me parecen muchas cosas, no sé todavía. Pero
algo leo en tu i n t e r é s , algo muy s u a v e estoy l e y e n d o . A ese peda¬
zo de tu á n i m a , a esa tu otra persona yo le voy a c o n t a r .

E n t o n c e s sí, a p a r t a n d o el e s t r e n o de la n o c h e , c u b r i é n d o m e
con ella los m o m e n t o s p a s a d o s p o r venir, e s c u c h é . El brujo me
o b s e r v a b a de c o s t a d o , con satisfecho l u t o , s a c i á n d o s e en s o n r i s a s
que no a l z a b a n el v u e l o del t o d o . Yo intuí que e s t a b a o b e d e -

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


ciéndolo. U n a familia de loros gritó tras de n o s o t r o s , yo no los
e s c u c h é : yo era su grito. Yo era el crujido del boscaje a s e d i a d o
p o r vientos en lo o s c u r o , yo era los v i e n t o s , yo era lo o s c u r o . Ya
no m á s el d e s a m p a r o del r e n a c o ante la c o r r e n í a d a sino la c o -
r r e n t a d a , el p a s a r del río, y la voz de fno M o x o frente al río:
— N o te vas a ir c o m o has v e n i d o , amigo. Yo te voy a decir.
De Ino M o x o , la P a n t e r a N e g r a , algo de lo que b u s c a s yo te voy
a decir.
El grito de los loros se disolvió en un largo e invisible a l e ¬
teo. ¿El viento se detuvo? P a r e c í a m á s bien que !a selva dejaba
de c a m i n a r bajo el v i e n t o , tal si la tierra t o d a , d o b l e g a d a por el
aliento o s c u r o , fuese un río de pájaros y e n i g m a s y e n t r e v e r o s de
r a m a s y peligros b o n d a d o s o s . Un río siempre i n m ó v i l y s i e m p r e
h u y e n t e , p e n s é , igual que si r e g r e s a r a del futuro, del t i e m p o sin
t i e m p o de que h a b l a r o n D o n H i l d e b r a n d o y D o n J a v i e r .
— E s t e r í o , dice I n o M o x o , está e m p e d r a d o de fósiles oceá¬
n i c o s , lo m i s m o que el M a p u y a . T o d o s los ríos de p o r aquí son
ídem que c a m i n o s , r u m b o s de un m a r que ya no existe y que
después t a m p o c o existirá...

'Con felicidad para nosotros los mashkos que acabábamos


de castigar ejemplarmente no tenían canoas para perseguirnos',
reinicia su relato el expedicionario Zacarías Valdez. 'No tenían
piraguas sino unos troncos abiertos a fuego que no les servían de
gran cosa. Hasta ellos no había llegado todavía la herramienta
moderna de trabajo. Utilizaban nada más que hachas de piedra
de forma primitiva... Un día más abajo encontramos una pobla¬
ción diferente a la de los salvajes, creímos por un momento haber
llegado donde los brasileños de la frontera. Estando nosotros a
quinientos metros de distancia del puerto, sus habitantes izaron
una bandera, imitándonos pues llevábamos el bicolor peruano en
la popa de la embarcación. Fitzcarrald, armado de un anteojo
largavista, se dio cuenta que era bandera boliviana y exclamó
emocionado:
—¡Estamos navegando el río Madre de Dios!
Los bolivianos nos colmaron de atenciones agasajándonos
con un regio banquete en el que hicimos derroche de vinos gene-

214

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


rosos como lacrima christi, moscatel, málaga, burdeos y champa¬
ña que obsequió nuestro jefe Fitzcarrald. No dejaré de consignar
que nuestros anfitriones se mostraron asombrados al ver tanto
licor fino que llevábamos de rancho. Eso nunca podrían haberse
imaginado. Magníficamente recibidos, se celebraron fiestas en
nuestro honor durante varios días, en los cuales fuimos tratados a
cuerpo de rey e hicimos muchos recuerdos de nuestra tierra de
la Costa y la Sierra, donde pasamos vida regalada y feliz. Pero
como no era de quedarse allí para toda la existencia, hubo que
pensar en el regreso aunque muy a pesar nuestro. El señor Jesús
Roca, socio de la firma boliviana Suárez-Roca, poderosa nego¬
ciación cauchera, nos proporcionó buenas embarcaciones para la
surcada. Puestos en marcha, 25 guerreros piros iban por el monte
a pie, rastreando, resguardando a las embarcaciones de posibles
sorpresas. A estos 25 exploradores teníamos que vadearlos en las
encañadas, o sea en las grandes extensiones del río en línea recta,
al final de las cuales siempre había salvajes apostados, pero los
nuestros los rodeaban por tierra dando buena cuenta de ellos que
confiados esperaban en la orilla a nuestros botes. En esta forma
los combates se decidían fácilmente a nuestro favor y sin bajas
humanas.

'No queriendo darse ningún descanso, Fitzcarrald planeó


una segunda expedición hasta el pueblo del Carmen. Su propó¬
sito era limpiar de salvajes mashkos y huarayos todo el Madre
de Dios, por lo que se vio precisado a sostener nuevos combates
a lo largo del viaje, pero como sus hombres ya estaban habitua¬
dos a la lucha y eran aguerridos, el triunfo coronaba sus esfuer¬
zos y así pudo desalojar a aquellos completamente de las márge¬
nes del Madre de Dios, a tal punto que los huarayos se retiraron
al Inambari y los mashkos al río Colorado'.

—¿Alguna vez combatieron ustedes contra los amawaka?

—'Por supuesto', se enorgullece Zacarías Valdez, 'peleamos


varias veces contra esos antropófagos. Recuerdo especialmente
una ocasión, a eso de las ocho de la mañana, en una encañada,
comenzaron a atacarnos los amawaka con flechas desde ambas
orillas. Los nuestros contestaban con disparos de carabina. Nues¬
tras embarcaciones seguían río abajo y dejamos la zona de la lucha.

215

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
A las cuatro de la tarde tuvimos el combate más encarnizado en
cuyo curso resultó herido un hombre... '
—¿Un solo hombre?
-—'Uno sólito, nadie más'.
—¿No murió ningún amawaka?
—'¡Ah!... De ellos mataríamos no menos de doscientos.
Cuando los vimos ya vencidos atracamos y entramos al monte a
perseguirlos. Cosa rara, no encontramos a nadie, quiero decir a
nadie vivo, como si se los hubiera tragado la tierra, como si se
hubieran vuelto invisibles. Logramos otra vez dominar la situa¬
ción gracias a nuestras armas de fuego. Pero los salvajes reapa¬
recieron como por encanto cuando embarcamos de nuevo en las
canoas y sólo dejaron de atacarnos una vez que se les acabaron
las flechas. Entonces se pusieron a gritar pidiendo que esperáse¬
mos hasta el día siguiente para reanudar el combate pues tenían
que ir a sus casas para traer más flechas. Bravos como los cam¬
pa, quizá peores, eran los amawaka. Se reflejaba en ellos el espí¬
ritu guerrero que heredaron de sus antepasados los inkas... '

. El m a e s t r o X i m u me icaró en a y a w a s k h a p a r a que yo vinie¬


ra. El sabía m á s de lo que sabía, a d i v i n a b a t a m b i é n lo que no
iba a s u c e d e r , lo que p o d í a e v i t a r s e , me noticia I n o M o x o con¬
t e m p l a n d o el río M i s h a w a que salta ante n o s o t r o s , que se p i e r d e
en una c u r v a g r a n d e , que se a b a n d o n a en b u s c a del R í o S a g r a d o
de los I n k a s , el W i l l k a m a y u que nació de n u e v o , igual que I n o
M o x o , y hoy vive y transita bajo el n o m b r e más viejo, su n o m b r e
uru: U r u b a m b a . Tierra de a g u a roja bajo el cielo rojo. Pampa
roja, p a m p a de agua, p a m p a de los urus: U r u p a m p a . El m a e s t r o
X i m u me hizo venir p o r q u e sabía que los a m a w a k a í b a m o s a desa¬
parecer. exterminados. Era el tiempo del caucho, un reguero
de m u e r t e s , de s a q u e o , de niñas violadas, pura bala se oía, y
n o s o t r o s a p e n a s con flechas, con d a r d o s de p u k u n a , b a l a y mie¬
do, me a c u e r d o , desconcierto. E l jefe X i m u , sabio g r a n d e , s u p o
que s o l a m e n t e con a r m a s de blancos podríamos responder a la
ferocidad de los b l a n c o s , sólo con a r m a s de fuego p o d r í a m o s de¬
t e n e r a los v i r a k o c h a , defender nuestras tierras, solamente con
w í n c h e s t e r s , l i m p i a r n o s de la r a p i ñ a de los caucheros. Porque

216

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

i n ú t i l m e n t e resistían las flechas, en vano n u e s t r o s g u e r r e r o s so¬


p l a b a n c e r b a t a n a s , no l l e g a b a n sus dardos al blanco, estiraban
¡os arcos para nada, peleaban únicamente para morir, frente
abierta y p e c h o abierto c o n t r a las balas de los e m b o s c a d o s . Todo
eso supo Ximu...
Y alumbrando otro shirikáipi, fumándolo: ¿quién pues iba
a v e n d e r a r m a s a los n a t i v o s ? I g u a l que a h o r a es, p r o h i b i d o , p o r
más que los i n d i o s p r o m e t i e s e n t o d o el c a u c h o y t o d o el oro del
mundo. S o l a m e n t e a los indios t r a i d o r e s les v e n d í a n c a r a b i n a s ,
b a l a s , les e n s e ñ a b a n a d i s p a r a r c o n t r a sus p r o p i a s n a c i o n e s . Re¬
cuerdo a uno de ellos, en c a m p a se l l a m a b a Hohuaté pero en
v i r a k o c h a se l l a m a b a A n d r é s A v e l i n o C á c e r e s y R u i z , p u r o i n d i o
traidor. Y r e c u e r d o a o t r o , vive t o d a v í a , un piro que en c r i s t i a n o
se apellida M o r a l e s B e r m ú d e z , p e r o en i d i o m a piro no sé c ó m o
será, p e o r que t r a i d o r . Y recuerdo también a sus p a t r o n e s , al
insaciable F e r m í n F i t z c a r r a l d y a su h e r m a n o Delfín. El Delfín
F i t z c a r r a l d , ya s a b r á s c ó m o m u r i ó , de qué m a n e r a fue a j u s t i c i a d o ,
unos d e c í a n que era un gran b a b i e c a , o t r o s d e c í a n lo m i s m o , yo
creo que e r a b u e n o p e r o no p o r v o c a c i ó n sino p o r c a n s a n c i o , por
fatiga, igualito que las v í b o r a s que ya están d e s d e n t a d a s . . .

Ximu, pues, decidió que los amawaka tuviéramos un jefe


mestizo, alguien que les c o n s i g u i e r a c a r a b i n a s , r e t r o c a r g a s , fusi¬
les, m u n i c i o n e s , p a r a s o b r e v i v i r a su n a c i ó n . El jefe X i m u con¬
sultó a los e s p í r i t u s , llamó al á n i m a del agua, del v i e n t o , a t o d a s
las á n i m a s de la selva, y de m á s lejos. Consultó. B e b i ó el j u g o
s a g r a d o de la soga del m u e r t o , oni x u m a es su n o m b r e , u s t e d e s
le dicen ayawaskha, y al final, meditando, dietando, haciendo
ayuno, y fabricando icaros, eligió sucesor: un j o v e n c i t o medio
b l a n c o , de t r e c e años apenas, hijo de m a d r e uru y p a d r e vira-
k o c h a , m á s m e s t i z o que v i r a k o c h a , c a u c h e r o a r e q u i p e ñ o . Así m e
escogió el gran m a e s t r o X i m u , por encargo de las ánimas que
son las v a r i a s s o m b r a s del dios P a c h a k a m á i t e , aunque Pachaka-
máite c a r e c e a h o r a de c u e r p o . Atendiendo al mandato de sus
p o d e r e s y d e s d e el oni x u m a , así me eligió.

Me r a p t a r o n , clarito me a c u e r d o . D e s p u é s supe que el pro¬


pio X i m u d i r i g i ó al g r u p o de siete v a r o n e s que me r o b ó . Pero
yo no lo vi. X i m u e n c a b e z ó t o d o esto d e s d e lejos, m o n t e aden¬
t r o , a y u n a n d o , d i s p o n i e n d o que t o d o r e s u l t a r a b i e n . E s e día m i

217

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
padre me había m a n d a d o con una servidora suya, niña c a m p a ,
a la choza de al l a d o , j u n t o a la c a s a g r a n d e , me h a b í a m a n d a d o
a esa c a b a ñ i t a que sirve p a r a alojar visitas, costumbre que no
era de n u e s t r a z o n a sino de las c e r c a n a s al U n i n e . Justamente
ese día mi s e ñ o r a m a d r e me iba a dar una h e r m a n a y mi p a d r e
e s t a b a a t e n d i é n d o l a en el p a r t o . Yo me h a l l a b a j u g a n d o , arro-
jandro piedritas y semillas a un t i w a k u r u que silbaba a r r i b a de
una w i m b r a , entre las flores altas, cuando salió del b o s q u e mi
señor padre r i e n d o . Me quise sorprender. ¡Acababa de verlo
d e n t r o de la casa, vestido en otra forma, h a c i e n d o de p a r t e r o !
P e r o allí estaba, frente a mí, r i e n d o . No supe qué p e n s a r , p o r q u e
ese mi p a d r e , a d e m á s , iba c o m p l e t a m e n t e d e s n u d o , llevaba una
soguita de t a m s h i a m a r r a d a a la c i n t u r a , t o d a su c a r a y su p e c h o
c o l o r e a d o s de rojo. Me t o m ó de la m a n o sin p r o n u n c i a r pala¬
bras. Casi me le resisto. ¡Pero su c a r a era la c a r a de mi señor
p a d r e , acaso m á s o s c u r a , n a d a m á s , y su c u e r p o y su voz, vamo¬
nos me dijo, t o d o él era mi p a d r e ! La c a m p i t a que me c u i d a b a ,
que me debía c u i d a r , t a m p o c o hizo ni un i n t e n t o , n a d a h a b l ó , se
q u e d ó en la c h o z a m i r a n d o hacia o t r a p a r t e c o m o si no h u b i e s e
n a d i e , como si no h u b i e r a visto p a s a r n a d a . Así fue c o m o fue.
Me llevó un c h u l l a c h a k i vestido con el c u e r p o de mi señor p a d r e
m i e n t r a s en ese rato mi señor p a d r e estaba a t e n d i e n d o al naci¬
m i e n t o de mi h e r m a n a , en c o n s u e l o . H o r a s a n d e con ese mi otro
p a d r e , el a m a w a k a , hasta que nos j u n t a m o s con seis m á s en el
monte. Hartas h o r a s serían, a n t e s y l u e g o , p o r q u e e n t r a n d o el
día de otro día llegamos a este m i s m o c a s e r í o . U n a viejita me
r e c i b i ó , me a c u e r d o , R o s a U r q u í a se l l a m a b a , me q u i t ó las r o p a s ,
me bañó, me cantó canciones extrañas, me puso encima una
c u s h m a amarilla. C o n la viejita e s t u v e , n a d i e m á s , e n c e r r a d o en
su choza d u r a n t e siete días. Me a l i m e n t ó con p l á t a n o s a s a d o s a
l e ñ a , me carinó e s p a n t a n d o los r e s t o s de mi m i e d o , me hizo dor¬
mir feliz con un j u g u i t o que sale del tallo del t o h é . Día y noche
d o r m í , m i r a n d o l i n d o , s o ñ a n d o bien b o n i t o con los ojos a b i e r t o s
en el día, con los ojos c e r r a d o s , a b i e r t o s hacia a d e n t r o , en la
noche. C o m o a la semana c o n o c í a X i m u .

Insapillo e Iván seguían sin m o v e r s e , C é s a r se l e v a n t ó , se


a c e r c ó a I n o M o x o , estoy v i e n d o sus ojos d e s m e s u r a d o s bajo !a
ú l t i m a luz, el ajetreo de su voz e n t o r n a d a , más o s c u r a que el aire.

218

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

como si h a b l a r a d e s d e los brazos del renacal que p u g n a b a en


m e d i o del M i s h a w a . S i e m p r e siete, dice mi p r i m o C é s a r , siete
h o m b r e s lo r a p t a r o n , a la s e m a n a se le p r e s e n t ó el jefe X i m u . Y
d a n d o vida a u n a cerilla, m i r a n d o su reloj: a h o r a son las siete de
la n o c h e , en p u n t o , y hoy es siete de J u l i o . . .

E l m a e s t r o I n o M o x o , sin e s c u c h a r l o :
— E s e día dejé de ser quien e r a , el hijo de mi p a d r e y de mi
señora m a d r e , y e m p e c é a ser a m a w a k a , y o r a , hijo de X i m u , dis¬
cípulo d e X i m u , heredero de Ximu...

219

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

vida, traición y muerte


del curaca Hohuaté

Hubo un curaca campa, informa el cauchero Zacarías Valdez,


un curaca amigo nuestro, su nombre era Hohuaté. Hohuaté
fue quien acompañó al Coronel Portillo en sus exploraciones por
disposición de La Fuente, junto con otros de su tribu ashanínka.
El Coronel Portillo, distinguido jefe de nuestro Ejército y des-
pués Prefecto de Loreto, una vez llegado al río Ucayali, agrade¬
cido de los servicios del citado curaca, le obsequió algunas armas
de fuego, entre ellas un revólver.
'Durante la surcada, a la altura de la confluencia del río
Ene con el río Perene, en una fiesta de los campas del río Tambo
a la que asistió nuestro curaca Hohuaté, se originó una reyerta
como resultado del m a s a t o que en gran cantidad se había inge¬
rido, y Hohuaté hirió con un tiro de revólver al curaca de los
campas del río Tambo dejándolo tuerto, embarcándose luego y
siguiendo viaje con todos sus compañeros. Este incidente originó
una irreconciliable enemistad entre ambos jefes campa.
'Algo más te diré de la vida del curaca Hohuaté. Cuando el
General Andrés Avelino Cáceres visitó Ayacucho, su tierra natal,
pasó al Apurímac hospedándose en casa de Don Manuel La
Fuente, de quien era muy conocido pues éste fue Sargento Mayor
en la época en que aquel desempeñó la Presidencia de la Repú-
blica, y antes habían actuado junios en las campañas de La Breña
durante la guerra con Chile. El General Cáceres pidió a La Fuen-

Til

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
le que le regalara al curaca Hohuaté a jin de bautizarlo, demanda
que lúe aceptada. Hohuaté fue llevado a Ayacucho recibiendo
el bautizo en la Catedral, de manos del Obispo. El General Cá-
ceres y el Senador Ruiz apadrinaron la ceremonia. Y Hohuaté
tomó el nombre cristiano de Andrés Avelino Cáceres y Ruiz.
Colmado de regalos por sus padrinos, el campa amigo nuestro
regresó al Apurímac.
'Como decía, La Fuente dispuso que este curaca me acom¬
pañara en el viaje, como conocedor que era del río. Uno de
los primeros cuidados fue advertirme que no debíamos bajar el
río sin armas porque los huncuninas, salvajes que poblaban el río
Tambo, nos esperaban para atacarnos. Atendiendo el consejo de
este magnífico. guía, volví a Huanta y compré regular cantidad
de armas que los comerciantes tenían reservadas para nosotros
en sus almacenes, carabinas wínchester, remington, etcétera, y
buena dotación de municiones.

'De regreso al Apurímac ordené preparar seis grandes ca¬


noas que fueron talabordadas, operación que consiste en acoplar
a los costados de las embarcaciones unos troncos de madera flo¬
tante, bien sujetos, que permiten una gran estabilidad e impiden
el hundimiento. Terminados los preparativos seguimos viaje con
más de cien hombres. Tres vueltas antes de llegar a la confluen¬
cia del Ene con el Perene, el curaca Andrés Avelino Cáceres y
Ruiz me insinuó acoderar en la playa, donde debíamos pernoctar,
y continuar viaje por la madrugada, momento que él creía opor¬
tuno para pasar la boca del Perene y burlar la vigilancia del
curaca que él, Hohuaté, había herido cuando era Hohuaté, y que
seguramente lo estaría esperando para vengarse.
'En efecto, atracamos en la playa y acampamos. Fue curioso
ver al curaca Andrés Avelino Cáceres y Ruiz quitándose las bo¬
tas y el vestido de civilizado que tenía puestos y cubrirse de nuevo
con la cushma y pintarse el rostro con achiote, lo cual significaba
que se volvía otra vez Hohuaté y se ponía alerta para un posible
combate. Yo mandé traer cañabravas apropiadas que fueron par¬
tidas en lonjas y tejidas en forma de esteras con las que se cons¬
truyó pamacaris, esos techos bajitos, sobre las seis canoas, de la
misma manera que hicimos durante la exploración del Madre de
Dios. Me pareció muy natural cuando Hohuaté, después de sigi-

222

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
losas excursiones por el terreno, manifestó que no había peligro
alguno. A las tres de la madrugada emprendimos viaje tomando
el centro del río y sin hacer ruido alguno pasamos a las cuatro y
treinta por la boca del Perene sin que se dieran cuenta los salva¬
jes. A las seis, y como a dos vueltas del río, más abajo, divisamos
a dos campas que estaban pescando y que nos preguntaron quié¬
nes éramos. Yo no respondí, nadie de nosotros dijo nada. Pero
el curaca Andrés Avelino Cáceres gritó:
—¡Hohuaté.'
'Y al escuchar ese nombre los dos campas corrieron a traer
sus armas y volviendo al puerto se embarcaron bajando a todo
remo en su canoa seguramente a dar parte de nuestra presencia
a sus compañeros que no estaban lejos. Nuestras embarcaciones,
por efecto del talabordo, marchaban más despacio que las de los
salvajes, por lo cual les fue fácil tomarnos la delantera. A eso de
las ocho de la mañana, en una encañada, comenzaron a atacar¬
nos con flechas desde ambas orillas. Aunque tuvimos dos hom¬
bres heridos, los pamacaris nos defendían bien puesto que las
flechas no lograban atravesar la espesa malla de cañabrava que
además estaba reforzada por dentro con ponchos y frazadas. Los
nuestros contestaban con disparos de carabina al azar, toda vez
que no se divisaba bulto alguno pues los salvajes estaban metidos
en el bosque, ya habían probado lo que es arma de fuego. El
curaca Andrés Avelino Cáceres y Ruiz se burlaba de sus contra¬
rios bailando en la popa de la canoa, esquivando las flechas con
el cuerpo y gritándoles que saliesen a la playa para verlos. A
esto contestaban los atacantes diciéndonos que dejáramos de dis¬
parar con carabinas, cuyas balas no podían ver, por lo que no
podían esquivarlas como hacía Hohuaté con sus flechas, y dicién-
donos que ellos saldrían al claro a pelear con quien sea pero de
igual a igual, frente a frente y flecha contra flecha...

'Logramos, pues, dominar la situación otra vez gracias a


nuestras armas de fuego, pero los salvajes sólo dejaron de atacar¬
nos cuando se les acabó la dotación de flechas. Gritaron que
esperáramos, que iban a traer más. Nosotros continuamos ba¬
jando por el río y acampamos en una playa a eso de las seis de
la tarde. Se hizo guardia durante toda la noche. Y la noche pasó
sin novedad, eso creíamos, habíamos dejado bien atrás la región

223

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

que ofrecía peligros. La noche pasó sin novedad únicamente para


nosotros los peruanos. Los indios que nos acompañaban, salva¬
jes de la tribu de Hohuaié, nos despertaron temprano con sus
gritos: el curaca A ndrés A velino Cáceres y Ruiz había muerto con
un dardo envenenado en el centro del pecho, cosa que no entendi¬
mos pues él había dormido dentro de nuestro bote, como una
concesión especial, bien protegido por los carabineros que no se
habían movido de sus puestos de centinela.

—¡Inganíteri, el ciiraca Inganíteri lo ha viroteado!, gritaba


el más viejo de la tribu de Hohuaté. Yo pregunté quién era Inga-
níteri, pensando tomar venganza contra él pues creí que se trataba
de uno de los campas que nos acompañaban. El lugarteniente
de Hohuaté me informó que Inganíteri era un gran brujo, un
shirimpiáre, precisamente el jefe campa que resultó herido por el
revólver de Hohuaté y perdió un ojo en esa fiesta, tiempo atrás... '

224

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

el ¡efe Ximu ordena,


los ríos obedecen

El gran m a e s t r o X i m u , yo lo vi siendo n i ñ o , reciencito c u a n d o


fui r a p t a d o , él me hizo p r e s e n c i a r l o c o m o p r i m e r a p r e n d i z a j e , se
p u s o a p e n s a r fuerte, fuerte, l l a m a n d o a los e s p í r i t u s , c o m e n z a n -
do los ritos de v e n g a n z a . A y u n a b a en el m o n t e , d i e t a b a sin cle-
m e n c i a p a r a con s u c u e r p o , i n g e r í a oni x u m a c a d a día, ayawas-
kha m e z c l a d a con hojas de t o h é , p a r a nutrir m á s v i s i o n e s , y c o n
hojas de coca para adivinación, visiones plateaditas, doraditas
p e r o bien r e a l e s , n a t u r a l e s . ¡Quitáitre, quitáitre!, llamaba el bru-
jo. ¡ T r a n q u i l o , t r a n q u i l o ! , así llamaba. Y bebía wankawisacha
p a r a l i m p i a r el á n i m a , p a r a p o d e r s e p a r a r el á n i m a del c u e r p o y
enviarla lejos, lejos, en el t i e m p o , la b e b í a j u n t á n d o l a con el oni
xuma, y t a m b i é n ingería chirisanango, y uchusanango en o t r a s
ocasiones. Yo, muchachito, trece años t e n í a , a p r e n d í a ver las
visiones que él veía. El me d i c t a b a t o d a s las visiones p a r a q u e
yo fuera aprendiendo. La ú l t i m a vez que estuve así, mirando
sus visiones de l l a m a d o , sus v i s i o n e s de v e n g a n z a c o n t r a los vira-
kocha, me quedé como tieso, me metí p e r d i é n d o m e entre unos
espirales b i e n o s c u r o s y bajó mi p r e s i ó n sin yo sudar n a d a . El
jefe X i m u t u v o que e c h a r m e de c a b e z a al río M i s h a w a p a r a q u e
yo r e a c c i o n a r a . Yo c o n t i n u a b a sin p a r a r en las v i s i o n e s , ya m e -
j o r c i t o de mi c u e r p o p e r o í d e m de mi á n i m a . F u e esa la p r i m e r a
vez que X i m u me separó. Y mi á n i m a veía. Mi á n i m a se s e p a r ó
de mi c u e r p o y me traía d e s d e el aire, me a c u e r d o , me t r a í a la

225

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
visión de un b a r c o que se h u n d í a . Mi á n i m a me r e m o n t a b a , me
s o b r e v o l a b a p o r sobre un río a n c h o , de a g u a s de un m a r r ó n casi
dorado, que p a r e c í a que e s t u v i e r a i n m ó v i l . N o está q u i e t o , m e
dijo mi á n i m a , está n o m á s f i n g i e n d o , me dijo volando conmigo
de una a o t r a m a r g e n , está v o l v i e n d o t i e m p o a r r i b a , me dijo, está
regresando. Y p u d e distinguir que esa c o r r e n t a d a a p a r e n t e m e n t e
quieta era el U r u b a m b a , el R í o S a g r a d o de los I n k a s . Un t r e c h o
más allá, mi á n i m a me llevaba de los h o m b r o s c o m o si yo fuera
una presa, mi c u e r p o c o l g a d o de las g a r r a s de mí á n i m a , m á s allá
me hizo ver ese b a r c o que se h u n d í a . Se h u n d í a el b a r c o y se
salvaban t o d o s los pasajeros m e n o s d o s , t o d o s s a l t a b a n del b a r c o
que iba de frente hacia un g i g a n t e s c o r e m o l i n o , u n a m u y u n a , y el
m o t o r i s t a del b a r c o era un n i ñ o de mi e d a d , c o m o yo era, y decía
me llamo A r o l d o C á r d e n a s , me acuerdo limpiamente de e s o , y
de su voz, el m o t o r i s t a dirigía el b a r c o hacia el r e m o l i n o , levan¬
t a b a los ojos hacia mí, hacia mi á n i m a , y g r i t a b a .
—El campa Severo Quinchókeri, me dice Ruth Cárdenas,
la esposa de D o n Javier en I q u i t o s , el c a m p a S e v e r o Q u i n c h ó k e r i
nos dijo que gracias al a y a w a s k h a él h a b í a p o d i d o ver c ó m o el
brujo Julio V a l l e s se robó a mi h e r m a n i t o A r o l d o e n g a ñ á n d o l o ,
disfrazándose con el c u e r p o y con la voz de mi mamá.
— ¡ Y o soy A r o l d o C á r d e n a s ! , gritaba e l m o t o r i s t a dirigien¬
do el b a r c o hacia ese r e m o l i n o .
— U n c h u l l a c h a k i y a n o e s u n a p e r s o n a , p r o s i g u e R u t h Cár¬
d e n a s , un c h u l l a c h a k i , por e j e m p l o A r o l d o , es a p a r i e n c i a de per¬
sona, es c o m o n a d i e , un r e c i p i e n t e vacío que los brujos l l e n a n
a su c o n v e n i e n c i a p o n i é n d o l e las a p a r i e n c i a s de los c u e r p o s que
quieren, de los cuerpos con que q u i e r e n e n g a ñ a r . D e n t r o de ese
nadie que es el c h u l l a c h a k i , y que sin e m b a r g o t i e n e g r a n d e s po¬
d e r e s , ellos p o n e n las p e r s o n a s con que nos q u i e r e n h a c e r creer,
no sé si me e n t i e n d e s . . .

—¡Yo soy Aroldo Cárdenas!, gritaba. Y saltaba también


a las aguas. J u s t o antes que ese b a r c o fuera t r a g a d o p o r el remo¬
lino, ese niño saltaba y se j u n t a b a con los d e m á s n a d a n d o a la
ribera, yo lo vi, después r e g r e s a b a al agua y se iba c a m i n a n d o
despacito por el fondo del río. Y c o n f o r m e se a l e j a b a de los
sobrevivientes su cuerpo iba c a m b i a n d o , se iba v o l v i e n d o ancia¬
n o , viejecito, e n c o r v a d o y a n c i a n o . Y t o d o s se s a l v a r o n m e n o s

226

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
dos que se h a l l a b a n en el fondo del b a r c o , d e n t r o de un c a m a r o t e ,
c o n v e r s a n d o y r i e n d o , sin d a r s e c u e n t a , sin que n a d i e les avisara,
bien b o r r a c h o s los d o s .
Es eso lo que vi en esa visión.

'Al siguiente día, era 9 de Julio, dice con amargura el expe-


dicionario Zacarías Valdez desdé un folleto editado en '944,
desde un opúsculo titulado El Verdadero Fitzcarrald ante la His¬
toria. Al siguiente día Fitzcarrald emprendió la surcada a bordo
de su barco 'Adolfito'. Después de varias horas de navegación
llegaron a la correntada del Mapálja, en el río Urubamba. La
embarcación, como era de poco calado, iba pegada a la orilla, a
toda marcha. En esta forma, al llegar a un codo del rio cuya
vuelta debía dar, en lugar de abrirse de proa para entrar a la co¬
rriente, siguió navegando pegada a la orilla y recibió de costado
toda la fuerza del río que la desvió de su ruta. El motorista, un
viejito que apellidaba Perla, maniobró para enderezar el barco y
en ese esfuerzo se rompió la cadena del timón, perdiendo todo
control. Los tripulantes, al darse cuenta que la lancha marchaba
sin gobierno, se lanzaron al agua salvándose todos a nado a ex¬
cepción de Fitzcarrald y del magnate cauchero boliviano Vaca-
Diez, que se encontraban en el camarote ignorantes de lo que
ocurría afuera, celebrando el pacto de unión de sus empresas para
explotar toda la Amazonia.
'Sin gobierno .la lancha y abandonada también por el moto¬
rista que en vez de avisar a los dos magnates sólo atinó a lan¬
zarse al agua sin siquiera detener antes la máquina, el 'Adolfito'
enfiló a toda velocidad hacia el remolino, entrando en él, volcán¬
dose y hundiéndose.
'Acaecida la tragedia y después de verificado el recuento de
los sobrevivientes, notamos que el viejito Perla no estaba, seguro
que él también había muerto. Quedaron entonces nuestros reme¬
ros piros con orden de efectuar la búsqueda de los cadáveres, ha¬
biendo encontrado a los dos días el cuerpo de Fermín Fitzcarrald
atascado en la palizada de un remanso. Nunca se halló el cadá¬
ver del cauchero boliviano Vaca-Diez ni el cadáver del motorista
Perla. La tragedia fue más de lo que supones, me dice Zacarías

227

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

Valdez, porque en el camarote del 'Adolfito' los dos caucheros


más grandes del Perú y Bolivia estaban festejando la fusión de
sus fuerzas para explotar mejor el caucho y traer más progreso
para la Amazonia y para la Patria...

Él cuerpo de Fermín Fitzcarrald fue enterrado allí, en la


misma boca del Inuya, ese maldito afluente del Urubamba. Los
salvajes se aprovecharon de esta coyuntura para asaltar a los
caucheros. Los indios amawaka comenzaron por asesinar nada
menos que a Delfín Fitzcarrald, hermano del cauchero inolvida¬
ble, en el río Purús. Y los piros, nuestros antiguos aliados, hicie¬
ron lo propio en el Curiyane, afluente del río de Las Piedras, ma¬
tando a Carlos Shonfe, a Leopoldo Collazos y a todos los emplea¬
dos de éstos, dejando con vida sólo a las mujeres y a los niños...

'Es que por ese entonces los salvajes usaban armas de fuego.
Ya alguien les había enseñado a disparar... '

228

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

Ino Moxo dice que las palabras


nacen, crecen y se reproducen
pero no en castellano

La v e r d a d no es la v e r d a d sino nuestra v e r d a d , e x c l a m a con voz


d u r a y o s c u r a el m a e s t r o I n o M o x o . ¡Es la v e r d a d del oni x u m a ,
la v e r d a d del c h u l l a c h a k i , la m a l d i c i ó n de X i m u ! Lo estoy v i e n d o
a l t e r a r s e por p r i m e r a vez, r e s p i r a n d o con fuerza h a c i a el M i s h a w a
que se desliza frente a la n o c h e y a t e n ú a l e n t a m e n t e su h a b l a r :
— X i m u se d e d i c ó a e n s e ñ a r m e t o d a s n u e s t r a s v e r d a d e s . . .
Y ya r e n d i d o a la n e g r u r a :
— D i r í a m a l si te dijera que me a d a p t é con facilidad al existir
de los a m a w a k a , diría mal si te dijera s i m p l e m e n t e que me a d a p t é .
En r e a l i d a d fue c o m o si s i e m p r e h u b i e s e vivido a q u í , m a d r u g a n ¬
d o con e l l o s , y e n d o d e c a z a , p e s c a n d o e n m e d i a n o c h e , f e s t e j a n d o ,
guerreando, e n a m o r a n d o , d e r r i b a n d o árboles para canoa, ramajes
para leña, acompañando a las h e m b r a s a capturar tortugas y
h u e v o s de c u p i s o bajo las arenas, aprendiendo a r e m a r sin que
gotee ni un r u i d i t o , y a p r e p a r a r flechas y v e n e n o de flechas, a
enlucir c e r b a t a n a s , a r c o s g r a n d e s y soplar d a r d o s sin que' el aire
se e n t e r e . Y más que n a d a e s t a n d o s i e m p r e cerca del maestro
X i m u , en su j u n t i t o y e n d o a t o d a s p a r t e s , s i e n d o testigo de sus
a y u n o s , de sus m a r e a c i o n e s de i n v o c a c i ó n , de l l a m a d o , de inter¬
c a m b i o de c o n o c i m i e n t o s , d e l e t r e a n d o u n o a u n o sus icaros c o m o
si yo fuese su t e r c e r l a b i o , y e s c u c h á n d o l o s i e m p r e . El me ense¬
ñó lo que p u e d e s a b e r s e , lo que d e b e , p a r a la u t i l i d a d de los hu¬
m a n o s , de los h u m a n o s h o m b r e s y cosas y a n i m a l e s , de t o d o s los

229

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


humanos. H a s t a los quince a ñ o s d u r ó mi a p r e n d i z a j e inicial con
el m a e s t r o X i m u , d e s p u é s con o t r o s jefes que v e n í a n a enseñar¬
me desde lejos y a p r a c t i c a r . P e r o a esa mi e d a d se m u r i ó el
gran m a e s t r o , p o c o después de haberme nombrado primogénito
suyo. Se p u s o su c u s h m a ritual c u a n d o sintió lo c e r q u i t a de la
m u e r t e , p a r a e n t r a r a la m u e r t e se -puso esa c u s h m a a m a r i l l a , se
despidió de mí sin decir n a d a a los d e m á s y se p e r d i ó en el m o n t e ,
d e s a p a r e c i ó el c u e r p o de X i m u e c h a n d o h u m o . . .

H a c e c u a t r o días que l l e g a m o s al p u e b l o de I n o M o x o , es
casi m e d i o d í a , varios l a g a r t o s n e g r o s d e s c a n s a n bajo el sol, frente
y a los c o s t a d o s de n o s o t r o s en las p l a y a s b r i l l a n t e s de g u i j a r r o s ,
a ambos l a d o s del M i s h a w a que en este m o m e n t o va a v e n c e r ,
en este i n s t a n t e a r r a n e a , se lleva ya los restos del renaco río abajo
hacia el v a s t o y s a g r a d o U r u b a m b a .
—Algunas de esas c o s a s , únicamente algunas he de con¬
fiarte, dice d e s p a c i o I n o M o x o u l t i m a n d o sus ojos h a s t a el renaco
que se hunde y reaparece dando tumbos, aferrándose al agua
que lo p i e r d e t r a s de aquella m u y u n a . El m a e s t r o X i m u me re¬
c u p e r ó a mi n a c i ó n v e r d a d e r a y a su sabiduría, él me i n f o r m ó
que el m i l a g r o está en los o j o s , en las m a n o s que t o c a n y averi¬
guan, y no en lo que se ve, no en lo t o c a d o . . .

Las infancias del r a p t a d o p a r t i e r o n en una fiesta larga, cere¬


monia b u l l o s a de brebajes y n o s t a l g i a s feroces, en cuya cima lo
rebautizaron. E x t e n d i ó los b r a z o s y de lo alto de los m a t o r r a l e s
llovió s u n u e v a vida, Ino M o x o r e p i t i e r o n las ramas golpeadas
por el a g u a c e r o , I n o M o x o , c o m o t a l i s m á n h e c h o de raíces y de
oscuridad. Ino M o x o : Pantera Negra.

E n r o l a d o en el saber de las p l a n t a s , los a n i m a l e s t i b i o s , los


animales ausentes, las c o s a s y las p i e d r a s y las á n i m a s , perito
en guerrear y aconsejar, digno de h a c e r s e oir p o r las s o m b r a s y
los c u e r p o s de las s o m b r a s , así p e n s ó X i m u , el j o v e n s e c u e s t r a d o
alcanzaría las m á s altas h o n d u r a s . D i s f r a z a d o en su a n t i g u a iden¬
tidad, con ropajes y m o d a l e s de m e s t i z o , e n g a ñ a r í a a los enga¬
ñ a d o r e s , o b t e n d r í a c a r a b i n a s y b a l a s de los c o m e r c i a n t e s b l a n c o s .
D e s p u é s , r e g r e s a n d o a su vida de v e r d a d , m o s t r a r í a c ó m o se ma¬
nejan a q u e l l a s c e r b a t a n a s de fierro que d a r d e a n t r o n a r e s y esta¬
llidos. Así d i s p u s o X i m u y así lo hizo a d i e s t r a n d o al raptado

230

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


d e s d e una n o c h e que no o l v i d a . D e s n u d o y claro entre desnudos
c o b r e ñ o s , r o d e a d o p o r los c u e r p o s de la t r i b u , recibió su d e s t i n o
al c a b o de u n a sesión ritual de a y a w a s k h a .
—¡Visiones, empiecen!, exclamó Ximu c a l i b r a n d o los pare¬
ceres del a l u c i n ó g e n o en la m e n t e del j o v e n y a p o d e r á n d o s e , con
esas dos p a l a b r a s , de su e m o c i ó n , sus ánimas, su vida. Este
aprendió que t o d a b a r r e r a desaparecía, desaparecía todo empala-
miento, e n t r e sus existires y los del viejo X i m u . El m á s ínfimo
gesto del a n c i a n o a d q u i r í a , en su a t e n c i ó n , c a r i c i a s de m a n d a t o .
Lo que Ximu pensaba era mirado y escuchado por el joven.
C o m p r e n d i é n d o s e a t r a v é s de r e l á m p a g o s y s o m b r a s , e n t r e visio¬
nes l e n t a s y c o l o r e s , X i m u e m p e z ó a confiarle su p a c i e n c i a y su
fuerza. Le dijo c u á l e s ó r d e n e s d e b í a él a c e p t a r de las ánimas
que viven en el aire, cuáles r u m b o s p r e g u n t a r y e s c u c h a r del aya-
w a s k h a y c u á l e s i n t e n c i o n e s y o p e r a n c i a s , y lo p r e ñ ó con la capa¬
cidad de ejercer esas ó r d e n e s y de t r a n s m i t i r l a s , de s a n a r c u e r p o s
y ánimas, de moldear su p r o p i a vida con m a n o s de servicio.
Primeramente el j o v e n d e b i ó reconocer, en sus m i n u c i a s , a los
boscajes t u r b i o s . E n t e n d e r a la selva. Las p l a n t a s , de u n a en
u n a , d i s t i n g u i r l a s en sus oficios y en sus m a d r e s y en sus n o m b r e s .
P o r q u e c a d a v e g e t a l tiene s u m a d r e , s u v o c a c i ó n , dice. í d e m los
a n i m a l e s , h a s t a los m á s i n ú t i l e s , d e u n o e n u n o , h a s t a los que
n o existen. E m p e z ó p o r los p á j a r o s , d o m i n a d o p o r e l a y a w a s k h a ,
en esa su p r i m e r a m a r e a c i ó n amawaka.
— ¿ R e c u e r d a s cómo es la p a n g u a n a ? , lo acosó Ximu. Quie¬
ro que v i s u a l i c e s u n a , a h o r a , p a r a mí. ,

Y el j o v e n a p r e t ó y a b r i ó los ojos.
—¡Y ahí estaba la panguana!, me dice, alta sonrisa, Ino
Moxo. ¡Ahí e s t a b a j u n t o al jefe X i m u y j u n t o a m í , la p a n g u a -
na! Yo p o d í a v e r l a p e r f e c t a m e n t e b i e n , sin c o l a , con su p l u m a j e
verde m a n c h a d o de marrón. L o s c o l o r e s del ave e r a n u n solo
c o l o r c o n las r e m i n i s c e n c i a s de la luz, con la p e n u m b r a que se
m o v í a a t r á s de las a n t o r c h a s , s o b r e la h o j a r a s c a del suelo. Todo
p o d í a verlo allí, sin l í m i t e s . N u n c a en mi vida he v u e l t o a ver
así, con tanta c l a r i d a d y c o n tantos detalles.
— L a p a n g u a n a va a e m p e z a r a m o v e r s e , lo alertó X i m u .
Y la p a n g u a n a se i n q u i e t ó , c o m e n z ó a d a r v u e l t a s en el cam¬
po de la v i s i ó n del j o v e n . X i m u trajo d e s d e el aire u n a p a n g u a n a

231

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
m a c h o , o r d e n a n d o , y la pareja de p e r d i c e s e n t r ó en una d a n z a
de e n a m o r a m i e n t o r e v o l o t e a n d o y s u a v e p i c a r i ñ á n d o s e . Apareció
una s o m b r a entre las dos p e r d i c e s , algo que se hizo nido sobre
el piso, y c i n c o huevos. La p a n g u a n a m a c h o se a c o m o d ó sobre
los cinco h u e v o s azules.
— E l m a c h o es el que e m p o l l a , dice X i m u .
— ¡ Y vi c ó m o se iban a b r i e n d o los h u e v o s ! e x c l a m a I n o
M o x o , ¡y de cada huevo n a c í a n dos p a n g u a n a s , ya h e c h a s y de¬
rechas, grandecitas!. . .
— N o fue h o m b r e , fue mujer, le dice D o n J a v i e r a mi me¬
moria. P o r q u e el dios P a c h a k a m á i t e h a b í a d i s p u e s t o que K a a -
metza y N a r o w é tuvieran c i n c o . . .
IDÍ'Í MOXO lo interrumpe:
— D e s p u é s , solamente m i r a n d o las visiones d e X i m u , aprendí
varias clases de p a n g u a n a s . A p r e n d í t r o m p e t e r o s y w a p a p a s , mu¬
chos p á j a r o s , t o d o s , todos los p á j a r o s . El jefe X i m u iba i m i t a n d o
sus c a n t o s y ellos a p a r e c í a n , e n t r a b a n al c a m p o de mis v i s i o n e s ,
a n i m a l e s de día,. animales n o c t u r n o s , y d e s p u é s c a n t a b a n por su
cuenta, solos, y sus voces p a s a b a n a mi vida, f o r m a b a n la otra
p a r t e de mi r e p e r t o r i o ya p a r a s i e m p r e . . . Lindos idiomas, hasta
a h o r a me a c u e r d o . El jefe X i m u p u s o mi c o r a z ó n , p u s o mi b o c a ,
en esos a ñ o s , en la voz de esos a ñ o s , mi c u e r p o e s p i r i t u a l y mi
cuerpo m a t e r i a l . M e e n s e ñ ó t o d o s los i d i o m a s , los h a b l a r e s d e
los pájaros y t a m b i é n los i d i o m a s de los v e g e t a l e s , y los m á s in¬
t r i n c a d o s de las p i e d r a s . Me e n s e ñ ó a d o m e s t i c a r los p o d e r e s de
los vegetales y las piedras, las v o c a c i o n e s d a ñ o s a s y h o n r a d a s de
las h i e r b a s . M á s que nada me e n s e ñ ó a e s c u c h a r , me e n s e ñ ó a
saber e s c u c h a r l a s , puso mi o í d o s o b r e sus p o t e n c i a s , en sus cono¬
c i m i e n t o s e i g n o r a r e s , m e d i a n t e el a y a w a s k h a . A h o r a , si me en¬
c u e n t r o con u n a raíz, con una flor o liana que el maestro Ximu
no a l c a n z ó a m o s t r a r m e en las v i s i o n e s , yo p u e d o e s c u c h a r a esa
raíz, a ese a r b u s t o , a esa flor, a esa l i a n a , y así d e t e r m i n o cuál
es su á n i m a , qué soledad la rige, o c o m p a ñ í a , c ó m o fue que n a c i ó ,
p a r a qué sirve, qué clase de d o l e n c i a s d e s m e m o r i a , con qué m a l e s
engorda. Y ya sé con qué d i e t a s , con qué i c a r o s se a u m e n t a n o
d e s v a n e c e n las fuerzas de ese v e g e t a l , c o n qué c a n c i o n e s p u e d o
a l i m e n t a r l o , con qué p e n s a m i e n t o s fuertes injertarlo. Y lo m i s m o
me pasa con las gentes, lo m i s m o me i n f o r m ó de las p e r s o n a s el

232

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
maestro X i m u . Y algo p e o r m e j o r : X i m u me e n s e ñ ó a distinguir
los días de las p l a n t a s . P o r q u e u n o s días la p l a n t a es h e m b r a y
sirve p a r a u n a cosa. Y o t r o s días la m i s m a p l a n t a es m a c h o y
sirve p a r a lo c o n t r a r i o . ..
— S i llego a un río g r a n d e estoy s a l v a d o , dijo el renaco au¬
sente en mi visión. D e s p u é s . A h o r a e s c u c h o el sitio en que por¬
fiaron las r a m a s del renaco c o n t r a el t o r r e n t e , me oigo en su l u g a r
sin p o d e r e v i t a r l o :
—Ayawaskha, en dialecto amawaka, ¿cómo me dijo usted
que. . . ?
—No es justa tu pregunta, me interrumpe d e s r i é n d o m e con
lástima íno M o x o . En i d i o m a de yoras, completito, no en dia¬
lecto: en i d i o m a , las frases p u e d e n a la vez alejarse p a r a s i e m p r e
y j u n t a r s e , e n t r e l a z a r s e y s e p a r a r s e p a r a s i e m p r e , h a s t a m á s lejos
de la i n f i n i t u d . . .

Y v o l v i e n d o la c a r a , n o s t a l g i a d o , p e r d i é n d o s e en la a u s e n c i a
del renaco en m e d i o del Mishawa:
— S e r á p o r el c a r á c t e r de estas selvas, t o d o este m u n d o nues¬
tro todavía formándose, ríos que de improviso transtornan su
sentido o d e s c i e n d e n sus a g u a s o las alzan en u n a s p o c a s h o r a s .
Tú d e b e s h a b e r visto: si a m a r r a s tu c a n o a sin sacarla del a g u a ,
al a m a n e c e r siguiente la e n c o n t r a r á s c o l g a d a del aire, si es que
la e n c u e n t r a s , y el río te m i r a r á d e s d e abajo, ya p u r a p i e d r a , ya
en p i e d r a c o n v e r t i d a el agua de su víspera. O t r a vez p u e d e p a s a r
al revés: tu p i r a g u a se h a b r á ido a m a r r a d a a las c o r r i e n t e s que
crecen sin aviso ni t i e m p o p a r a n a d a . T o d a v í a está h a c i é n d o s e
este m u n d o , porfiando su l u g a r , acomodando aquí su m á s allá,
c a y e n d o con los b a r r a n c o s , los á r b o l e s g i g a n t e s c o s , a s o m a n d o e n
las islas que hoy d u e r m e n aquí, c o m o el renaco, y m a ñ a n a des¬
p i e r t a n lejoslejos, y en u n o s i n s t a n t e s n u e v a m e n t e se p u e b l a n de
p l a n t a s , de p e r s o n a s , de a n i m a l e s . P a r a ver y e n t e n d e r y n o m b r a r
un m u n d o así, requerimos h a b l a r t a m b i é n así. Un idioma que
decrezca o a s c i e n d a sin a n u n c i a r , boscajes de palabras que hoy
día están aquí y m a ñ a n a d e s p i e r t a n lejos, y en ese i n s t a n t e , d e n t r o
de la m i s m a b o c a , se p u e b l a n de o t r o s s i g n o s , de n u e v a s reso¬
nancias. En c a s t e l l a n o te será difícil e n t e n d e r l o . El castellano
es c o m o un río q u i e t o : c u a n d o dice algo, ú n i c a m e n t e dice lo que

233

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
ese algo dice. El a m a w a k a no. En i d i o m a a m a w a k a las p a l a b r a s
c o n t i e n e n siempre. C o n t i e n e n s i e m p r e otras p a l a b r a s . . .
Y con voz que s o l a m e n t e a h o r a r e c o n o z c o , Ino M o x o , con
una voz de esas veces en el H o t e l Tariri de P u c a l l p a , m a n a n d o
de la boca c e r r a d a de D o n J a v i e r :
— N u e s t r a s p a l a b r a s son igual que p o z o s , en esos p o z o s ca¬
ben las aguas más diversas: c a t a r a t a s , lloviznas de o t r o s t i e m p o s ,
o c é a n o s que fueron y serán de ceniza, r e m o l i n o s de ríos y de
h u m a n o s y lágrimas t a m b i é n . Son lo m i s m o que gentes n u e s t r a s
p a l a b r a s y a veces m u c h o m á s , no simples p o r t a d o r e s de un sig¬
nificado, de un significado que siempre es un significado sola¬
m e n t e , no son esas vasijas que se aburren con la m i s m a agua
g u a r d a d a hasta que sus p e r s o n a s , sus lenguas, las olvidan, se
r o m p e n o s e c a n s a n , t u m b a d a s , m e n o s que m u e r t a s . No. En
nuestras vasijas c a b e n ríos e n t e r o s , y si a c a s o se q u i e b r a n , si a c a s o
se raja la e n v o l t u r a de las p a l a b r a s , el agua sigue allí, vivida, in¬
tacta, c o r r i e n d o y r e n o v á n d o s e sin p a r a r . Son seres vivos que
andan por su cuenta, las p a l a b r a s , a n i m a l e s que n u n c a se r e p i t e n ,
que nunca se resignan a una m i s m a piel, a u n a m i s m a tempera¬
tura, a unos m i s m o s pasos. Y se j u n t a n lo m i s m o que p a n g u a -
nas y tienen d e s c e n d e n c i a . . .

De la p a l a b r a tigre y la p a l a b r a baile p u e d e n a c e r orquídeas,


o acaso n a z c a veneno-de-tohé. De la noche p r e ñ a d a p o r un tibe,
esa casi gaviota de los ríos n u e s t r o s , nace la p a l a b r a relámpago
que es melliza de la p a l a b r a que en a m a w a k a d i c e silencio-des-
pués-de-la-lluvia. Porque en a m a w a k a no hay un solo silencio,
así, c o m o en tu idioma, en g e n e r a l , c a l l a d o , que n a d a d i c e , sino
m u c h o s silencios distintos, lo m i s m o que en la selva, lo m i s m o
que en n u e s t r o m u n d o visible, y t a m b i é n t a n t o s silencios c o m o
existen en los m u n d o s que no se ven con los ojos del c u e r p o ma¬
terial. . .
Tienen, p u e s , d e s c e n d e n c i a , las p a l a b r a s . . .
E injusta es tu pregunta, m á s p o r prejuicio v i r a k o c h a , c r e o ,
que por a t r e v i m i e n t o o i g n o r a n c i a . A u n así no voy a dejarla sin
c o n o c e r , sin respuesta. En i d i o m a a m a w a k a el a y a w a s k h a es oni
x u m a , escríbelo. P e r o oni x u m a no significa ú n i c a m e n t e a y a w a s -
kha. Verás. Según c ó m o y p a r a qué se diga, según la h o r a y el
sitio en que se diga, oni x u m a p u e d e decir lo m i s m o , o decir otra

234

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
cosa, o d e c i r su c o n t r a r i o . Si yo p r o n u n c i o así, oni x u m a , con
la voz d e l g a d a , b r i l l a n d o , c o m o d e l e t r e a n d o h o g u e r a s y no l e t r a s ,
en lo oscuro, oni xuma significa filo-de-piedra-plana. Y dicha
de otro modo significa tristeza-que-no-sale. Y significa punta-
de-la-primera-flecha. Y significa herida, que a la vez significa
labio-del-alma. Y siempre, al m i s m o t i e m p o , es ayawaskha.
Ayawaskha, que p a r a n o s o t r o s no es p l a c e r fugitivo, ventu¬
ra o a v e n t u r a sin semilla, c o m o p a r a los v i r a k o c h a . El a y a w a s -
k h a e s p u e r t a , sí, p e r o n o p a r a h u i r sino p a r a e t e r n a r , p a r a e n t r a r
a esos m u n d o s , p a r a vivir al m i s m o t i e m p o en esta y en las o t r a s
n a t u r a l e z a s , p a r a r e c o r r e r las p r o v i n c i a s de la n o c h e que no tiene
distancia, inabarcables.
Es p o r eso que la luz del oni x u m a es negra. No explica.
No revela. En l u g a r de d e v e l a r m i s t e r i o s , los r e s p e t a , los vuelve
más y más misteriosos, más fértiles y p r ó d i g o s . El oni x u m a
riega la t i e r r a d e s c o n o c i d a : esa es su m a n e r a de a l u m b r a r .
Y c u a n d o lo i n v o c a m o s c o n u r g e n c i a , con h a m b r e y con res¬
p e t o , con esa e n t o n a c i ó n de a g u a finita, de a g u a que p a s a p o r
entre el a b r a z o de dos p i e d r a s r e d o n d a s , oni x u m a , oni x u m a es
costado-de-un-cuchillo-de-piedra. Con él cortamos los dedos del
Maligno. C o n él s e p a r a m o s al c u e r p o de sus á n i m a s . . . Si un
á n i m a está e n f e r m a , o si c o r r e p e l i g r o , la d i v o r c i a m o s de su ma¬
teria d u r a , n e g a m o s el c o n t a g i o , lo empalamos, el a y a w a s k h a n o s
e n s e ñ a el o r i g e n y la u b i c a c i ó n del m a l , nos dice con qué h i e r b a s ,
con q u é i c a r o s d e b e m o s e s p a n t a r l o . Y si un c u e r p o está e n f e r m o ,
igual: lo d e s p r e n d e m o s de su á n i m a p a r a que no la p u d r a , aisla¬
m o s i g u a l m e n t e los lugares del d a ñ o , s a b e m o s qué raíces mantie¬
nen al c u e r p o e s p i r i t u a l y al á n i m a m a t e r i a l d i s t a n t e s , s e p a r a d o s ,
hasta que la c a r n e resucite en el preciso c o r a z ó n de su salud.
H a s t a que su pareja de aire, su pareja de s o m b r a , vuelva a c r e c e r
en el c u e r p o lo m i s m o que un renaco, i n o c e n t e , que no sabe sola¬
m e n t e lo que sabe la c a r n e , y no le i m p o r t a ser feliz o e t e r n o ,
p u e s t o q u e a m b o s e s t a d o s n o son n a d a sino son p a r a t o d o s . Le
da lo m i s m o ser p a r a su s i e m p r e , o p a r a q u i e n , e f í m e r o , lo goza...
Y e s t o , que no es n a d a , es t o d o . H a y d o n e s , hay p o d e r e s , hay
mandatos. No hay m i l a g r o , en el sentido que tu p e n s a m i e n t o le
está d a n d o a h o r a a la p a l a b r a m i l a g r o . No hay m i l a g r o en la
cura, no en la i n v o c a c i ó n , ni antes ni d e s p u é s del oni x u m a . Hay

235

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
raíces y j u g o de raíces, hay c o r t e z a s precisas p a r a esto y lo o t r o ,
varios tipos de lluvia que se b e b e , y t a m b i é n c i e r t a s p i e d r a s . De
qué m a n e r a , en qué caso utilizarlos, cuándo y cómo segarlos y
p r e p a r a r l o s , eso es lo que sabe el a y a w a s k h a , eso n o s lo trans¬
fiere si así lo considera, si el á n i m a o el c u e r p o lo m e r e c e n . Para
darte un ejemplo: si tú vives tan sólo p a r a tu p r o p i a vida, ya ele¬
giste morir. Y c o m o n a d a l o g r a r á s a n a r t e , a u n q u e por fuera pa¬
rezca que has n a c i d o y sigues v i v i e n d o , m o r i r á s , ya te has m u e r t o .
Pero si p e r m a n e c e s en tu sitio, si tu alma está en su sitio y tu
cuerpo en su sitio, sin a r r e b a t a r l e a n a d a ni a n a d i e su e s p a c i o
de vivir, e n t o n c e s no h a b r á mal que se defienda. El oxi x u m a me
aconseja, me dicta el vegetal y el p e n s a m i e n t o fuerte, la m e d i c i n a
exacta que l i m p i a r á la tierra y el aire de los c u e r p o s . P a r a eso
es preciso el oxi xuma: p a r a que el enfermo no a v a n c e , no retro¬
ceda y al m i s m o tiempo no se d e t e n g a . P a r a que la sangre secreta
del enfermo prosiga. Te h a b l o de la sangre que a l i m e n t a al sue¬
ño, sin m á r g e n e s , c o m o antes circulaban las e x i s t e n c i a s de los
a s h a n í n k a , de los c a m p a , el tiempo de los h o m b r e s d e n t r o del
sueño, el t i e m p o de los h o m b r e s en el t i e m p o p e r f e c t o .

Eso es t o d o , y es n a d a , ya te dije. C u a n d o se sabe l l a m a r


al a y a w a s k h a , es fácil todo i m p o s i b l e . No hay e r r o r , no hay mila¬
gro. Hay lo que m e r e c e m o s c o n o c e r y lo que m e r e c e m o s i g n o r a r .
E s o es lo que los urus i g n o r a r o n en su s a b i d u r í a . T o d o es me¬
recimiento. C a d a dolencia, c a d a e n f e r m e d a d , viene al m u n d o de¬
trás de su r e m e d i o . Lo que p a s a es que hay c u e r p o s que mere¬
cen ser uno con sus á n i m a s , l i m p i o s h a s t a que ni se n o t e n sus
j u n t u r a s , y hay otros que m e r e c e n el d e s e q u i l i b r i o c o n s t a n t e , siem¬
pre huérfanos de algo, v i u d o s , solteros de algo, m e t i d o s en sí
mismos c o m o una cueva d e n t r o de o t r a c u e v a . C o m o ciegos que
fueran t u e r t o s además de ser c i e g o s . I n c a p a c e s de d a r l e n a d a al
m u n d o , sin j a m á s a p r e n d e r que las á n i m a s se a l i m e n t a n de ofren¬
d a s , las á n i m a s se a l i m e n t a n de o f r e n d a r s e , y q u e son m á s con¬
forme más se entregan, y c o n f o r m e m á s d a n , p o s e e n m á s . Y no
da el que da de lo que t i e n e . Da ú n i c a m e n t e el que da de sí
m i s m o , el que da de su vida en la tierra de esta vida. Sí, a m i g o
Soriano, de dar alimento es que se a l i m e n t a n las á n i m a s . Y la
ceniza se vuelve agua c u a n d o un s e d i e n t o la b e s a . P e r o hay quie¬
nes lo ignoran i g n o r á n d o s e , ni lo afirman ni lo n i e g a n , no m e r e -

236

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

cen ser c u e r p o s tales c u e r p o s , o c u p a n un vacío en este m u n d o ,


en las infinitas existencias del m u n d o , y por eso íes falta siempre
t o d o , algo de a i r e , un m e n o s m á s de tierra, su á n i m a en desacuer¬
d o , i n s e r v i b l e , su carne en d e s a c u e r d o . El oni x u m a sabe desmez¬
clarlos. P a r a eso es filo de p i e d r a p l a n a , es h e r i d a y cuchillo y es
p u n t a de la p r i m e r a flecha de la ú l t i m a costilla, y es aguja que
cose o que d e s g a r r a . Sabe a p a r t a r los c u e r p o s de sus á n i m a s y
sabe r e t o r n a r l o s . Sabe quién sí, q u i é n n o , es d i g n o de esta vida, o
es digno de las o t r a s , o es d i g n o de n i n g u n a . Yo o b e d e z c o a p e n a s .
Sin la luz n e g r a del oni x u m a ni siquiera i g n o r a n t e es lo que soy.
Ni siquiera me e q u i v o c o , a c i e r t o al revés, que es d i s t i n t í s i m o , el
ayawaskha me convierte en su instrumento más desdichado por
lo p o d e r o s o . Si es m u c h o lo que d e s c o n o z c o , lo que no a l c a n z o
a ver, no i m p o r t a : el a y a w a s k h a sabe. T o d o es m e r e c i m i e n t o . El
a y a w a s k h a o r d e n a , o d e s o r d e n a , yo o b e d e z c o . Si no me o r d e n a
nada obedezco igualmente. Y si me o r d e n a p o s p o n e r la m u e r t e ,
¡entonces sí, e n t o n c e s t r a n s f o r m o c u a l q u i e r d a ñ o en r e c u e r d o s . . .

Así es, c r e o h a b e r d i c h o ya m á s de lo que su p r e g u n t a que¬


ría c o n o c e r . ¿ L o v e usted? Las palabras p o n e n en movimiento
otras p a l a b r a s , d e s a m a r r a n p o t e n c i a s , l i b e r a n o t r a s fuerzas. Si la
p e r s o n a que oye mis p a l a b r a s tan sólo sabe oir mis p a l a b r a s , es
u n a l á s t i m a p e r o no interesa: ya se h a l l a n las p o t e n c i a s p o r ahí,
d e s d e el a i r e , r e c o r r i e n d o y t r a n s f o r m a n d o el m u n d o . ¿No ve?
Ya se lo dije. T o d o es m e r e c i m i e n t o .
— ¿ O sea que e l a y a w a s k h a a b r e l a p u e r t a p a r a que p e n e t r e
la salud?
— T o d o es merecimiento, joven Soriano. S e m i g i r a n d o e l ros¬
tro u n a v e z , o t r a vez, d i s t r a y e n d o m i r a r e s en el s u e l o , bajo u n a
p o m a r r o s a que h a s t a ayer y o n o h a b í a visto. M i r a estas hormi¬
g u i t a s , se l l a m a n c i t a r á c u y . ¿ S a b í a s que p r e d i c e n el futuro? Yo,
silencio, se está m o f a n d o , p i e n s o . M í r a l e s c ó m o c o r r e n a prote¬
gerse de la lluvia, dice Ino Moxo, apurándose corren, mírales
cómo se atolondran buscando el caserío, ingratamente, dejando
atrás al t i e m p o que las g u i ó . La c i t a r á c u y sabe que d e n t r o de
u n a s h o r a s , c i n c o o siete h o r a s , ella sabe, va a p o n e r s e a llover.
Pero lo que p a r a estas hormiguitas es unas horas, considerando
el t i e m p o de su vida, p a r a n o s o t r o s serían diez o quince, años
cuando menos. ¿ Q u é h o m b r e p o d r í a p r e d e c i r , p r e c i s o , que d e n t r o

237

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
de quince años y a tal hora e x a c t a va a p o n e r s e a l l o v e r ? Muchos
animales de por aquí lo saben. H a s t a ciertas flores, a n t i c i p á n d o s e ,
se cierran, se e s c o n d e n m u c h o antes de que llueva. Y más cosas
presagian por aquí. Yo he s a b i d o , el aire me ha b r i n d a d o , que
hace b a s t a n t e s antes t o d o s los h u m a n o s sabían d e a n t e m a n o , e n
el tiempo sin t i e m p o los he visto. M i r a b a n el p o r v e n i r c o m o quien
ve lo que se ha ido ya. C o n el t i e m p o quizás, o con su n o c h e , fue¬
ron e x t r a v i a n d o esos p o d e r e s . H o y sólo a l g u n o s p u e d e n , general¬
mente niños, o s h i r i m p i á r e s , b r u j o s . De recién n a c i d o s t o d o s tene¬
mos tales d o n e s , m u c h o s p o d e r e s m á s , pero c u a n d o a v a n z a m o s ,
crecemos hacia a t r á s , por cuál r a z ó n será, y los v a m o s p e r d i e n d o .
E l hablar, p o r ejemplo. A h o r a estoy h a b l a n d o p a r a ti. Si n o ,
más que s e g u r o , h a b l a r í a de o t r o s m o d o s , no d e s e n v o l v e r í a los
conceptos según a tu m a n e r a . P e r o t e n g o que u s a r de tus pala¬
b r a s , por fuerza, t e n g o que s o m e t e r a mis p a l a b r a s d e n t r o de las
t u y a s , a d a p t a r mis p e n s a r e s y c a l l a r o t r o s que no c a b e n , que se
rebelan a ese e n c i e r r o que u s t e d e s l l a m a n c o h e r e n c i a . Si tuviéra¬
mos t i e m p o , t i e m p o de m e r e c e r , a c a s o p o d r í a e n s e ñ a r t e a utilizar
mis ojos, a decir con mi b o c a , e n t e n d e r í a s a c a s o . Ahora tengo
que rebajarlo t o d o . El p r o b l e m a es el t i e m p o .

Y el m a e s t r o I n o M o x o , c o m o alejando su b o c a , no su v o z ,
de mi creciente i n t e r é s , de su p r o p i o c u e r p o s e n t a d o s o b r e el tron¬
co frente al río M a p u y a , y h a c i é n d o s e m á s débil y l e n t o en sus
palabras:

— D e n t r o de poco t e n g o que m a r c h a r m e . El p r o b l e m a es
el t i e m p o , este t i e m p o . Y por m á s que me e s p e r e s , no p o d r á s
esperarme. Mi t i e m p o no es tu t i e m p o sino el t i e m p o del jefe
Ximu. A n o c h e he s o ñ a d o con el jefe X i m u , he v u e l t o a v e r l o ,
ha d e s a p a r e c i d o e c h a n d o h u m o , el t i e m p o de su c u e r p o , un gran
humo amarillo. . .

238

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

la cachetada que
incendió al petróleo

Sé quién abofeteó esa mañana a Severo Quinchókeri. Fue un


capataz llamado Eulalio Vargas, furioso porque un tazón de
azúcar había desaparecido de su mochila. Cerca al Sepawa suce-
dió, arriba, en el campamento petrolero de los franceses. Y peor
sucedió: el capataz afrentó al ashanínka Severo Quinchókeri de-
lante de dos piros, ¡dos piros, dos gentes de la tribu más enemiga
de los ashanínka!, y nada menos que a Severo Quinchókeri que
además de ashanínka era marido de la nieta preferida del viejo
jefe Ximu. Ni gesto ni palabra denunció el ofendido, pero en
ese momento, aun antes de su rostro castigado, el severo silencio
de Quinchókeri sentenció por su mano al capataz. Los piros tes¬
tiguantes lo supieron, convocaron a sus guerreros y se alistaron
para lo inminente. Los petroleros fueron alertados por ellos para
nada: ninguneando los riesgos, muy confiados siguieron trabajan¬
do en su normal.
Tras la siguiente madrugada descendieron los hombres de
Ino Moxo y asaltaron bailando el campamento virakocha. Sopla-
ban cerbatanas y unas flautas oscuras que se llaman 'songárin-
chis'. Un rostro de un solo ojo, inconfundible, sumó su destreza
a la rabia encantada de la Pantera Negra: las gentes del ashanínka
Inganíteri, apartando discordias que les venían desde antiguo,
junto a los amawaka de Ximu y de Ino Moxo prendieron fuego a
todo. Horas ardieron los tanques de petróleo, más rojos y más

2.39

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

negros y más altos que la explosión del cielo. Fue muerto el capa¬
taz Eulalio Vargas, el ingeniero Mauricio Berríos y otro ingenie¬
ro, un griego apellidado Soliris. Tarde, en la tarde, llegaron uni¬
formes con fusiles desde la Comisaría de Atalaya. No encontra¬
ron nada en el campamento petrolero, nada en el caserío próximo
que fue vivencia de los amawaka. Únicamente, a flor de tierra
fresca, apariencias de tumbas, restos de cuerpos semidevorados.

Para no iener que guerrear contra soldados, ese asunto no


era asunto de uniformados, solamente por eso los amawaka deci¬
dieron instalarse más lejos, en la isla que algunos llaman Chumi-
chinía, dentro del Ucayali, entre las poblaciones de Bolognesi y
Chicoza, por donde desemboca la quebrada de Puntijáu. Los
petroleros sobrevivientes no han querido regresar, ignoramos por
qué. Los amawaka están hasta hoy allí en su nuevo sitio, jefa-
turados por un campa, por el ashanínka Severo Quinchókerí, vi-
.viendo como siempre y como antes, en paz.

—Y esto pasó hace p o c o , a mediados de 1 9 7 6 , me dice I n o


M o x o i n g r e s a n d o al p o b l a d o de la isla M u y u y , c r u z a n d o ya la
P l a z a R u m a n i a b o r r a d a por la n o c h e , o por la n o c h e .

240

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

el maestro Ino Moxo


se despide

¿Hay una memoria del corazón?, me respondió Ino Moxo al


día siguiente. Será. Y será que d e s d e ella, d o b l e g a d o p o r luces
de a y a w a s k h a , me ha v e n i d o la c a r a del jefe X i m u , facciones que
c o n f u n d o c o n las del inka M a n k o Kalli sosteniendo aquel vaso
de madera. T o d o el cuerpo de X i m u , aletas d e l u p u n a sus p i e s ,
fino y d u r o bajo la c u s h m a que a r r i b a , c o m o l u n a , va c a u s a n d o
las n u b e s en su c a b e z a de hojas a n c h a s . Me m i r a su c o p a mode¬
lada p o r j í b a r o s e q u i v o c a d o s , s u testa g r a n d e c i d a c l a v a d a e n u n a
e s t a c a , y me m i r a su c u e r p o de l u p u n a a m a r i l l a .

—Tengo que marcharme, dice Ximu apenándoseapenándo-


m e , s a l i e n d o l e n t a m e n t e del c a m p o de mis v i s i o n e s . Y no es el
jefe X i m u . Es el jefe I n o M o x o . Me fuerzo a « s c u c h a r l o , con¬
sigo a p e n a s oir su c u e r p o , el i c a r o vacío de su piel. E n t r e un
túnel de p a k a de espinas b o n d a d o s a s observo sus p a l a b r a s que
r e v o l o t e a n h a s t a mí, l u n a r e a d a s d e n e g r o , m a r i p o s a s . T e n g o que
marcharme, repite Ino Ximu, repite Ximu Moxo acercándoseme,
su c a r a cae d e s d e la l u p u n a con h i l a c h a s n u b o s a s en el cabello
o s c u r o que c l a r e a , c a s t a ñ o . Trato d e r e a n i m a r m e , soy conscien¬
t e , me digo. Nada. H o r a s de a ñ o s p a s a r o n . Vi el b a r c o devora¬
do por ese r e m o l i n o de z u m b i d o s y p e n u m b r a s , gracias. Aya-
w a s k h a y t o h é , g r a c i a s , mil g r a c i a s . Vi a K a a m e t z a en la r i b e r a
v i g i l a n d o el s u e ñ o de N a r o w é , g r a c i a s . Vi a N a r o w é que desper¬
t a b a en la p l a y a de ese lago que o t r a vez era un río. Vi la p a n -

241

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


guana m a c h o que e m p o l l a b a cinco iunas a z u l e s , ¿o n a r a n j a s ? , en
la súplica n e g r a de aquella m a d r u g a d a , m a n o del A m a z o n a s , gra¬
cias, kotomachácuy de cinco cabezas alargándose hasta la cabana
de D o n J u a n T u e s t a en la isla M u y u y , g r a c i a s .

Y de las cinco lunas, q u e b r a n d o el c a s c a r ó n h e c h o de plu¬


mas de alas e s c a m o s a s , vi salir a los hijos de mis hijos r u m b o a
las c u a t r o e s q u i n a s del universo, a fundar las n a c i o n e s . Vi cuan¬
do t o d o el m u n d o era ceniza, el m a r , el a m o r , el a i r e , las prome¬
sas, la l u n a , la j u v e n t u d a n c i a n a de las c o s a s . Y vi c ó m o cpía
un rayo sobre la p o m a r r o s a . Es K a a m e t z a , vi que decía el dios
Pachakamáite. Es el primer h u m a n o , el p r i m e r h o m b r e , veo que
dice D o n J a v i e r en la antesala del H o t e l T a r i r i , e n t r a n d o al r í o ,
e n m a r a ñ á n d o s e en risadas h o n d a s . V e o los dibujos en los m u r o s
del hotel y no veo dibujos. ¡Estoy m i r a n d o rostros de a l m a s ,
m a p a s de c i u d a d e s , ciudades que son a l m a s en m o v i m i e n t o , dis¬
tingo caras n í t i d a s , c o n o c i d a s , r o s t r o s de a l m a s b o s c o s a s ! ¡Veo
casas que c a m b i a n de lugar, c i u d a d e s vivas, selvas inesperadas
que se a b r e n en el aire, invisibles e n t r e la e s p e s u r a y el p e l i g r o
constantes! U n a mujer negra me dice algo con la b o c a i n m ó v i l ,
me le acerco y d e s c u b r o un cajón m u s i c a l a sus pies. V e o que
el cajón suena sin que ninguna m a n o lo t o q u e , y sus n o t a s son
p a l a b r a s , voces que huyen de la piel del t r a i d o r : un i d i o m a per¬
dido está fluyendo del t a m b o r de los indios b o r a . Y veo que
conozco esas p a l a b r a s , son viento de los q u e c h u a s , se dibujan
c o n t r a la t e l a r a ñ a que resplande de golpe borrando a la mujer
b l a n c a , t a l l a d a s en corteza de r e n a c o s a n g r a n t e , las p a l a b r a s , y
el r e n a c o es piel de ese t a m b o r , y de su piel e m e r g e n las p a l a b r a s ,
gota a gota, de la tierra hacia el c i e l o , lluvia d o r a d a r e s t a l l a n d o
en el aire y e n t r a n d o a mi nostalgia:

Apu míski yáwar


Qespichíway yáwar
Auqay kunamanta

U n a p o r una ingresan: apu, todopoderosa, miski, d u l c e , yá-


war, sangre. T o d o p o d e r o s a sangre d u l c e . U n a p o r una: qespi-
chíway, a p a r é a m e con el cristal, v u é l v e m e c r i s t a l i n o , l i b r e , prís¬
tino. Auqay, enemigo. Kunamanta, todos los hombres.

242

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


Todopoderosa sangre dulce:
aparéame con el cristal, vuélveme prístino,
líbrame de todos los hombres que son mis enemigos.

Es oro lo que vierten las p a l a b r a s l l o v i e n d o en mis o í d o s . Y


mi c a b e z a se h a c e t r a n s p a r e n t e , g r a c i a s , se t o r n a u n a vasija de
arcilla c e n t e l l e a n t e , llena de a g u a de lluvia. Y en la vasija de mi
c a b e z a , v e o , flota o t r a c a b e z a , t e r c a b a r b a d e a c e r o c o m o arma¬
d u r a de c o n q u i s t a d o r , y tras de la b a r b a a s o m a n l a b i o s d u r o s y
d o r a d o s c o m o picos de wapapa. Me apresuro, la extraigo antes
que el a g u a h i e r v a , la d e s c a n s o en la a r e n a , formo ese s e m i c í r c u l o
de g u e r r e r o s , de silencios, de sombras que ya están reduciendo
sus trofeos. Yo m o d e l o el m í o c o n ceniza c a l i e n t e , con h a r i n a
de h u e s o s de mis a n t e p a s a d o s , le voy d a n d o facciones que no he
visto j a m á s y que c o n o z c o : es el i n k a H o h u a t é , es el t r a i d o r Mo¬
rales B e r m ú d e z , la t e s t a r e n a c i d a del traidor, es el piro Ata-
w a l l p a que b e b i ó el triunfo en el c r á n e o de su h e r m a n o W á s k a r .
Y el agua de mi vasija se h a c e roja, l u n a de P i s a q , sol de P a w -
k a r t a m p u , g r a c i a s , c o l m a d a mi c a b e z a p o r la e s p e r m a del sol, y
sangra c o n c r i s t a l i n a s a n g r e , y d e t r á s de ella a s o m a D o n J a v i e r ,
p l a n e a c o m o un c ó n d o r ese C r i s t o feliz, las g a r r a s de su ánima
llenas de c i c a t r i c e s , y el c ó n d o r me rescata de la t i e r r a y me lleva
p o r los a i r e s . Me veo volar l e j o s m á s l e j o s y al m i s m o t i e m p o me
estoy v i e n d o aquí en casa de I n o M o x o j u n t o a I v á n y a F é l i x
I n s a p i l l o c o n los ojos c e r r a d o s s u d a n d o en los rincones sobre el
piso de p o n a r a s g u ñ a d a . De s ú b i t o se b o r r a n I n s a p i l l o e I v á n y
sus l u g a r e s p a r e n un paisaje q u e n u n c a he visto antes, me veo
caminar entre peñascos, grandes rocas talladas con perfiles de
monos, dinosaurios, signos que no comprendo, ¡y yo soy una
h u e l l a de pie h u m a n o en la p i e d r a , t e n g o sesenta m i l l o n e s de a ñ o s
de edad! En la c h o z a del brujo I v á n se i n c o r p o r a , se a c e r c a a
l n o M o x o , su voz cruza el c u a r t o c o m o serpiente de h u m o :
— A c a s o le ha h e c h o d a ñ o a C é s a r la m e z c l a con t o h é . . .

Y la s e r p i e n t e tiene alas y e s c a p a h u m o v o l a n d o h a c i a el bos¬


caje, m e siento s o s e g a d o , t o d o está b i e n , m i r a n d o con los ojos,
y sé que lo que veo no es lo que v e o , sé que o b s e r v o otras c o s a s .
Un niño a m a w a k a sube los p e l d a ñ o s de la c h o z a y sonríe. ¡Es
el guía I n o M o x o , es el p e q u e ñ o que nos trajo! Me l e v a n t o hacia

243

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

él, q u i e r o a b r a z a r l o , la visión se retrae otra vez h a s t a el b o s q u e .


¡Es I n o M o x o n i ñ o , es la niñez a n c i a n a del m a e s t r o , la infancia
de la P a n t e r a N e g r a que n u e v a m e n t e se aleja y se disuelve bajo
la p o m a r r o s a entre las lianas de g a r a b a t o k a s h a ! G i r o el r o s t r o
hacia el h u m o , traspaso el shirikáipi que fuma el b r u j o , v e o : el río
M i s h a w a está a t r a v e s a n d o la c a b a n a , sus aguas verdinegras sue¬
nan en el e m p o n a d o , huyen r e t u m b a n d o p o r la p u e r t a de la c h o z a
del brujo, d e s c i e n d e n los p e l d a ñ o s de m a d e r a que a h o r a son de
piedra y se d e s p e ñ a n en m a n s a c a t a r a t a . L a s m a d e r a s del piso
se repliegan en busca de otra forma, son m e d u s a s de p i e d r a , son
extraños, son fósiles de peces y c a r a c o l e s g i g a n t e s , me i n c l i n o ,
alzo u n o de ellos, lo pongo a mi d e r e c h a sobre el p i s o , j u n t o a
la w a p a p a que está c o m i e n d o pueblos, culturas, civilizaciones
v e r d a d e r a s , h o m b r e s de carne y h u e s o , p e q u e ñ o s c o m o frutos del
aguaje. La w a p a p a desgarra sus e s p a l d a s , b e b e sus c a b e c i t a s re¬
d u c i d a s , sin ojos, entre su picó el R í o C o l o r a d o fluye, la v i d a de
los m a s h k o s está fluyendo t o d a v í a . V e o a mi p r i m o C é s a r C a l v o
que se p o n e de pie, levanta a la w a p a p a c a r n i c e r a , le a r r a n c a la
c a b e z a , g r a c i a s , con mis dos m a n o s . V e o que del cuello roto de
la w a p a p a m a n a a h o r a el río M a p u y a bajo el sol de h a c e t i e m p o ,
a v a n z a en dirección del U r u b a m b a , sube p o r las m o n t a ñ a s , gra¬
cias, se a d e l g a z a en el Valle Sagrado de los I n k a s e n t r e c u m b r e s de
nieve. Y me q u e d o d o r m i d o con los ojos l e j a n o s y c o n t e n t o s ,
gracias. Sigo v i e n d o , d o r m i d o , otras v i s i o n e s . Y sé que estoy
d e s p i e r t o , s o ñ a n d o u n sueño m u c h o más r e a l .

244

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

José María Arguedas


besa la boca de
una cerbatana

Y no pude ver más. Desperté. Sentado sobre un tronco de es-


pintana, a mi derecha, como carta de difunto brillaba Don Javier.
Frente a él cantaba Narowé en mi visión pero su voz era la de
Don Hildebrando en Pucallpa, la boca de una guitarra blanca que
repetía versos de Raúl Vásquez en ¡o alto del aire, tras un empa¬
rrillado de arcoírises:

Y tú me dejas solo
como el cielo dormido,
como cuando la lluvia
va escribiendo el olvido,
igual que las canoas
que no verán el río.

¡De ahora en adelante no vas a cantar más!, ordenó Don


Hildebrando a Narowé. ¡De ahora en adelante tú serás la can¬
ción!... Y el Juglar de la Selva se convirtió en la selva. Yo lo
vi con mis ojos. Lo miré dirigirse al Amazonas, hundirse y re¬
tornar con la luna entre los brazos. Y la luna sonaba como todas
las músicas del mundo, como todas las músicas del hombre sobre
el mundo. ¡Manguaré, manguaré!, decía Narowé con los labios
pegados, cantando dentro de un río de regreso, remontando el
Urubamba, el Willkamayu, andando aguas arriba, por el tiempo,

245

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
llevándose los bosques como si fueran piedras en su alforja, peca¬
dos de colores, grandes rocas de grandes fortalezas que Narowé
movía con cánticos callados, que empujaba sólo con icaros, can¬
tando y pensando, alzando un imposible frente a las naves de los
virakocha, un empalado de almas, un invencible muro de bam¬
búes contra la voz del mar...
—Es que no son bambúes, me dice Don Juan Tuesta sen¬
tado en la espintana, a mi derecha. Canillas de tanrilla, penes
de achúni, eso son, dice desde mi izquierda Don Hildebrando.
No hay ave más buscada que la pobre tanrilla ni ser más envi¬
diado que el inocente achúni. El achúni es el único personaje
del mundo que siempre, aunque no quiera, vive alzado: un mástil
poderoso, de hueso, avanza entre su falo. Y la tanrilla vive con¬
denada a los aires: si desciende a la tierra, o pierde las dos pier¬
nas o pierde la existencia. No hay mejor filtro de amor que las
canillas de una tanrilla, sonríe Don Juan Tuesta. Y Don Hilde-
brando asiente: los brujos engañan a las tanrillas, las imantan
cantando como garzas, y las tanrillas bajan, y regresan al cielo
andando en dos ausencias, igual que los amores que ellas desatan,
en dos hilos de sangre. Los shirimpiáre c u r a n sus canillas corta¬
das, las icaran, ayunan, las guardan bajo tierra. Después del
tiempo justo, después de ese polen plateado de la nube a cuya
sombra olvidan, ya hueso limpio, puro, las extraen, las desentie¬
rran como dos cerbatanas delgaditas. Si un varón desdeñado
consigue ver a la hembra desdeñosa, desnuda, usando la canilla
de tanrilla como una largavista, al cabo de tres días no tendrá él
que perseguirla más, ella lo perseguirá.
—Pukuna del amor, eso es la canilla de tanrilla, por donde
se dardean miradas infalibles, me dice Don Hildebrando.
—Pero básicamente, acota Don Juan Tuesta, los brujos las
utilizan a modo de boquillas en su clásica pipa de icarar. Todo
brujo, al fumar para hechizos, mordisquea canilla de tanrilla,
cerbatana de hueso que funciona al revés: en vez de ser soplada,
es aspirada.

Y Don Hildebrando:
—Porque los verdaderos shirimpiáre no fuman cuando fu¬
man: a través del tabaco inhalan ánimas, fuerzas que la tanrilla
supo extraer del cielo cuando caminaba, en otro tiempo, cuando

246

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
sólo pisaba senderos transparentes y no sepultos rumbos, no pu¬
pilas ni bocas impiadosas, humosas...

No pude oírlos más. Me desperté. Con los ojos tapiados


quién sabe por cuáles sueños, miré: José María Arguedas volvía
caminando sobre el río, desde el embarcadero de 'Dos de Mayo'
que se nublaba al frente de la isla, envuelto en una cushma ama¬
rilla y flamante. La muerte lo miraba por el ojo de una pukuna
de tanrilla.
—¡Dime qué puedo hacer!, plañó la voz rugosa y grisácea
del río Amazonas. ¡Dime qué debo hacer, José María Argue-
das, para que no nos abandones, para que no resignes tu frente
hacia el dardo que sopla el enemigo!...
Y José María Arguedas, un trecho más allá, delante mío,
respondió sin dejar de caminar sobre el río:
—¡Regresa al Urubamba!, así le dijo, ¡regrésame contigo
aguas arriba! ¡Avanza cuatro siglos! ¡Retrocede, Amazonas, cua¬
tro siglos por el Río Sagrado! ¡Impide el desembarco de los bár¬
baros, los virakocha, los conquistadores!
¡De ahora en adelante ya no vas a ver más!, lo interrumpió
la voz de Don Juan Tuesta. ¡De ahora en adelante, José María
Arguedas, tú serás la visión!

Narowé, el primer varón, obedeciendo, se puso el poncho


rojo de su cushma amarilla, ¡yáwar fiesta!, gritando, ¡raymi-yá-
war!, cantando, y enfiló hacia las alas de aquel toro que ardía,
enfiló hacia las astas de aquel cóndor. José María Arguedas
avanzó a la ribera, caminó nuevamente sobre el agua, fue de
frente a la boca de esa pukuna negra.

Y desapareció su cuerpo echando humo.

Yo lo vi en mi visión.

247

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

el maestro i no Moxo
desaparece echando
humo

— N u n c a a p r e n d e r á s que no se t r a t a s o l a m e n t e de q u e r e r apren¬
der, me i n c r e p a I n o M o x o . Si yo fuera á r b o l , d i c e , si yo fuera
árbol y q u i s i e r a c a m i n a r c o m o h u m a n o . . .
— N o podría, lógico. . .
— ¿ L o v e s ? , se i m p a c i e n t a él. ¡Claro que c a m i n a r í a , sí: ca¬
minaría! Y b o r r á n d o m e con un fulgor de sus ojos c a s t a ñ o s : ¡Pero
caminaría c o m o un árbol, n o c o m o u n ser h u m a n o ! . . . L o mis¬
mo pasa c o n u s t e d e s los v i r a k o c h a : algunos tienen voluntad de
i d i o m a y c a r e c e n de b o c a . Yo p o d r í a d e c i r t e - m u c h a s c o s a s , no
escucharás ninguna. Y si escuchas alguna será siempre a tu
modo. Las oirás como árbol, no como yora, no como amawaka.
El a s u n t o m á s difícil no es q u e r e r . Es el t i e m p o . C o n el t i e m p o ,
a c a s o , tú p o d r á s e s c u c h a r y c a m i n a r . Y con el t i e m p o yo te es¬
c u c h a r é , c a m i n a r é t u c a m i n o sin d e s a n d a r e l m í o . T o d o , con e l
t i e m p o , v o l v e r á a ser de t o d o s . P o d r e m o s existir en n u e s t r a vida
y a la vez en la v i d a de t o d a s las p e r s o n a s que a n t a ñ o fueron
c o s a s , y en la v i d a de las c o s a s que h a b r á n de ser p e r s o n a s . To¬
d a s las e x i s t e n c i a s , i n c l u s o las n o v i d a s que vive un c h u l l a c h a k i ,
las vidas i n v e n t a d a s p o r D o n J a v i e r , por mí. La a p a r i e n c i a de
v i d a , p o r e j e m p l o , de mi a h i j a d o I v á n C a l v o , t a n igual a su vida
v e r d a d e r a q u e si tú te lo e n c u e n t r a s en el b o s q u e , p o r e j e m p l o
v i n i e n d o del M a p u y a , no d u d e s un i n s t a n t e que se t r a t a de Iván

249

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
Calvo. C o n el t i e m p o , i n c l u s i v e , la vida s i m u l a d a de ese I v á n
C a l v o c o n d u c i r á tu v i d a . . . ¿Me estarás e n t e n d i e n d o ? . , .

P o r q u e los v i r a k o c h a i n c l u y e n , d e n t r o de su s a b e r , sólo las


r e a l i d a d e s que h a c e n la p e r s o n a , las í n t i m a s , no las u n i v e r s a l e s
e infinitas, no sé c ó m o d e c í r t e l o en p a l a b r a s . N u e s t r o río no es
el ú n i c o , a c e p t a n a h o r a así los v i r a k o c h a . H a y o t r o s r í o s , dicen.
C o m o si ú n i c a m e n t e h u b i e r a ríos, y c o m o si t o d o s los ríos fueran
de agua y t u v i e r a n dos m á r g e n e s que t e r m i n a n en el mar. No
c o n c i b e n que un río tenga u n a , o t r e s , o cinco o r i l l a s . No com¬
p r e n d e n un río de a g u a s q u i e t a s , de a g u a s que r e t r o c e d a n . Es
i m p o s i b l e que un río p u e d a t r a n s i t a r sin a g u a , d i c e n , que a v a n c e
sin m o v e r s e p o r e n t r e dos paisajes, que sean los paisajes quienes
vuelvan del mar. N o ven los mundos que h a c e n este mundo,
a q u e l l o s que n o s abre por e j e m p l o el oni x u m a . A l g u n o s , vira-
k o c h a , los m e n o s v i r a k o c h a , t o l e r a n d e t e r m i n a d o s c o n o c i m i e n t o s
n u e s t r o s , sólo los relativos a los v e g e t a l e s , los que ellos conside¬
ran conocimientos. P e r o no ven que los v e g e t a l e s son a p e n a s el
e x t r e m o visible de la cura. L o s v i r a k o c h a a p l i c a n n u e s t r o s ve¬
getales y fallan, no hay b u e n r e s u l t a d o . Los vegetales no son
n a d a sino se h a l l a n i n s e r t o s d e n t r o de su t o t a l , en la t o t a l i d a d de
c o n o c e r e s que nos h a n sido l e g a d o s , en esa infinita a r q u i t e c t u r a
d e r e a l i d a d e s s a g r a d a s , c a d a u n a con sus p u e r t a s p r e c i s a s . Igno¬
r a n que esas p u e r t a s son una sola, ú n i c a , y que su llave es múlti¬
ple. Y que esa llave n u n c a se repite y es s i e m p r e el oni x u m a .
P a r a ellos es t ó x i c o , a y a w a s k h a es d r o g a , dicen a l u c i n ó g e n o , y
experimentan, juegan. Así han jugado con todo siempre, sin
darse cuenta, desperdiciándolo. C o n el t i e m p o h a n de aceptar¬
nos en t o d a la v e r d a d . A c e p t a r á n no sólo la ú l t i m a hoja de la
c o p a del árbol sino t a m b i é n el á r b o l , sus r a í c e s , la t i e r r a que ha
f u n d a d o esas r a í c e s , así h a s t a el infinito, ese t i e m p o que se repite
y se repite s i e m p r e p o r p r i m e r a vez en el p e n s a m i e n t o , en el pen¬
s a m i e n t o de los h o m b r e s c u a n d o p i e n s a n la e x i s t e n c i a . . . Ya
sea que a l g ú n día la vida de los hombres vuelva a ocupar un
vacío a m a r i l l o , un reflejo en el aire de ceniza, o ya sea que h a b i t e
otro trascurso, o t r o existir, un ruido, un c a r a c o l de p i e d r a sin
memoria. . . P o r q u e las cosas no son ú n i c a m e n t e reales o única¬
m e n t e i l u s o r i a s , ciertas o v e r d a d e r a s . H a y m u l t i t u d de c a t e g o r í a s
i n t e r m e d i a s d e s d e las cuales e x i s t e n las c o s a s , m u c h a s c a t e g o r í a s

250

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
de real, al m i s m o t i e m p o y en d i s t i n t o s t i e m p o s . Y tú h a b r á s de
verlo. A u n q u e hoy te sea difícil aceptar, por ejemplo, que los
a m a w a k a no s o l a m e n t e s o b r e v i v i m o s gracias a los w í n c h e s t e r s y
a las b a l a s . N o s fue d a d o v o l v e r n o s invisibles. X i m u sabía i c a r a r
a sus g u e r r e r o s p a r a que los d a ñ i n o s , los c a u c h e r o s , no los vie-
ran. Se h a c í a n n a d a . A mí, de j o v e n c i t o , t r e c e a ñ o s t e n í a , tam¬
bién así me i c a r ó . Y así sobreviví. Los caucheros pasaban a
mi l a d o sin n o t a r m e , b u s c á n d o m e con sus c a r a b i n a s p o r el bos¬
que. Y nada. No h a b í a n a d i e en mi lugar. Yo me reía de e l l o s ,
c a l l a d o me reía de sus b a l a s que me r a s t r e a b a n p o r el aire. Hasta
a h o r a r e c u e r d o la c r u e l d a d de F i t z c a r r a l d y de sus m e r c e n a r i o s .
Y de sólo p e n s a r que a q u e l l o s g e n o c i d a s e r a n h o m b r e s , h a s t a h o y ,
p o r m o m e n t o s , me d a n g a n a s de n a c i o n a l i z a r m e c u l e b r a , o p a l o -
s a n g r e , o p i e d r a de q u e b r a d a , cualquier cosa. . .

D o s a m a w a k a p a s a n en este i n s t a n t e frente a n o s o t r o s , car¬


gando cajas ralas en las cuales trajimos más ralas provisiones.
Ino Moxo, mirándolos:
—Ellos dos, por ejemplo, mis primeros ahijados, fueron
escogidos para dar castigo al hermano menor de Fitzcarrald.
Ximu los icaró, los m a g n e t i z ó dotándolos de poderes precisos,
suficientes. El día j u s t o , a la h o r a j u s t a , ellos d o s se d e s n u d a r o n
y e n t r a r o n al M i s h a w a . Como q u i e n e n t r a bajo un m o s q u i t e r o ,
así e n t r a r o n al río y se fueron t r a n q u i l o s , c a m i n a n d o p o r el fondo
de p i e d r a s . A p a r e c i e r o n en el río P u n í s . Allí ajusticiaron a
Delfín Fitzcarrald, volvieron a meterse bajo el río, regresaron
a n d a n d o , sin m o j a r s e , bien t r a n q u i l o s . . .

Sigo v i e n d o , d o r m i d o , m á s visiones. A l g u i e n , s u p o n g o que


I n s a p i l l o , vierte j u g o de c a ñ a en mis p u p i l a s , v u e l v o a ver. Estoy
de n u e v o a q u í , sin h a b e r m e ido j a m á s , en la c h o z a del brujo de
los brujos, a un c o s t a d o del M i s h a w a . Es de día.

Esta luna que ahora nos alumbra desde el fondo del Ama¬
zonas, es la cuarta luna que acompaña a la tierra, dijo mi primo
César que Don Javier le dijo que le dijo Inganíteri. Y dice que
la luna anterior no fue un tronco hueco sino un otorongo, un
tigre de ceniza. Aquella luna negra, ese tigre luminoso y redondo
fue condenado por el dios Pachakamáite a ser derribado, sin

251

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

culpa de castigo o recompensa, sentenciado a perder sus alturas


y caer en la vida de los hombres. Los boscajes del Gran Pangoa
fueron el sitio elegido por Páchakamáite para que la luna cayera
como zarpa de pecado en el costado de la tierra del hombre.
—Sabrás que el río Pangoa desemboca en el Perene, le dice
Inganíteri a Don Javier. Sabrás que el Perene y el Ene forman
el río Tambo, y éste y el Urubamba paren al Ucayali quien, con
el Marañan, más allá de los bosques de palosangre, son los dos
ojos de Narowé que dieron nacimiento al Amazonas. A siete
kilómetros de donde el Pangoa aumenta al Perene existía un po-
blado llamado Puerto Ocopa, convento franciscano, escuela crea¬
da para enseñar a los niños ashanínka las inconveniencias de la
civilización occidental.
—Como los sacerdotes no podían reunir suficiente población
escolar, me dijo Don Javier, se vieron obligados a obligar a los
piro y a otros enemigos del país ashanínka, a incursionar los
límites del Gran Pajonal, a emboscar a los campa, y no para
matarlos, por más que los mataban, sino para raptarles su pro¬
genie. Con niños secuestrados y huérfanos colmaron las aulas de
los Hijos de Dios de Puerto Ocopa. Todos ellos murieron, pro¬
fesores y víctimas, occidentales y ashanínkas, iodos ellos murie¬
ron el día señalado por el páwa Páchakamáite para que el otoron-
go cayera sobre el universo...

El m a e s t r o I n o M o x o se ha m a r c h a d o , oigo que dice I v á n


cuando despierto. Se acaba de ir al m o n t e , solo, ataviado con
su cushma a m a r i l l a . . .

Y n e g á n d o m e el r o s t r o , r e m i t i e n d o sus ojos a un recuerdo,


fingiendo mirar la p u e r t a de la c h o z a que ya se a b r e en el sol:
— M e pidió que lo d e s p i d i e r a de ti, el maestro Ino M o x o
me pidió que no te d e s p e r t a r a h a s t a que él se h u b i e r a ido.

—Una semana antes del día señalado, todos los animales


del Pangoa y del Tambo quisieron avisarnos. Yo lo vi con los
ojos de mi padre más lejano, me dice el curaca Inganíteri. Por¬
que justamente siete días antes todos los peces se desesperaron.

252

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
Igual que tempestades de pánico huyeron de las aguas del Tambo
y del Pangoa con premura de agónicos, como si abandonaran dos
incendios torrenciales, y se lanzaron a contracorriente dispután¬
dose el aire de los ralos oleajes, hacia los riachuelos, las quebra¬
das escuálidas,, hacia el frágil refugio transparente y tapizado
de piedras de aquellos arroyuelos lastimosos, áridos, que se angos¬
taban. Por millares murieron pretendiendo avisarnos, y murieron
en vano.
—Sabrás que a ambos lados del Pangoa, antes de Puerto
Ocopa, se alzaban dos colinas gigantescas, me dice Don Javier.
Sobre aquellas colinas cayó el gran otorongo, las juntó con sus
zarpas, negó el paso a las aguas correntosas. Los franciscanos
que se hallaban lejos, y que por omisión sobrevivieron, afirma¬
ron entonces que no fue un otorongo sino un sismo, un cataclis¬
mo, que fue sanción de dios y no la luna.
—Ellos, pues, qué saben, dice Inganíteri.
—Fue ese tigre negro quien dispersó a los campa. Con ga¬
rras colosales fusionó a los dos cerros y en el sitio de su abrazo
las aguas del Pangoa suplantaron a todos los océanos y el furor
de esos mares represados cayó como una ola sin distancia ni
tiempo, como una sola ola de piedras, miedo y lodo, hacia el cauce
vacío del Pangoa, hacia el deshabitado Perene, hacia el inútil
Tambo, y atravesó la piel del Ucayali, lo hizo un puñal de muer¬
tes y de fango que ofendió lo imposible: el Amazonas.
—Y eso pasó hace poco, en la tercera luna de 1947, me dice
una cara que recuerdo pero que tampoco he visto jamás.

P o d e r o s o y m a r e a d o t o d a v í a , en q u e b r a n t o , me dejo condu¬
cir por F é l i x I n s a p i l l o . A t r a v e s a m o s la dispersión marrón del
caserío a m a w a k a , r e c u e r d o n i ñ o s b a r r i g u d o s m u d o s , a q u e l l o s dos
nativos que guardaban nuestras cajas de víveres, vacías, como
c a r i ñ o , y un p e r r i t o r o t o s o que a p e l l i d a m o s i n d i s t i n t a m e n t e Wás-
kar, Almirante y Sangreazaul, y que nos fue acompañando dando
saltos, f r o t á n d o s e a mi p i e r n a s , en q u e b r a n t o , h a s t a que atrave¬
s a m o s esa i n s o m n e m u r a l l a d e b a m b ú e s . R e c u e r d o el aromar
de p o m a r r o s a al p a s a r s o s t e n i é n d o m e del b r a z o de I n s a p i l l o , y
aquel e n r e d o de g a r a b a t o k a s h a tras del cual se esfumó la niñez
c h u l l a c h a k i del brujo I n o M o x o .

253

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
C u a n d o r e c u p e r é mi c o r a z ó n ya e s t á b a m o s de v u e l t a en el
río M a p u y a r e c o g i e n d o los fósiles de h a c e m i l l o n e s de a ñ o s , los
r e c u e r d o s del m a r que fue esta selva, los g r a n d e s c a r a c o l e s vuel¬
tos p i e d r a , las m e d u s a s r e m o t a s . P e n s é en la w a p a p a , creí escu¬
char lejos, muy lejos, el eco del b a l a z o con que no la m a t é . Y
tornamos a caminar por esa trocha sinuosa y c a l i e n t e h a s t a la
m i s m a orilla fangosa del I n u y a . Desamarramos nuestra piragua
de lo h o n d o del b o s c a j e , la e m p u j a m o s , c a n s a d o s , muy c a n s a d o s ,
y se la d e v o l v i m o s a las a g u a s del I n u y a b r a m a n t e .

—Dicen que fue hace poco pero ellos pues qué saben, dice
el curaca Inganíteri. Por los antiguos de mis antiguos sé que
ocurrió hace siglos, en el tiempo que algunos virakocha se em¬
pecinan en denominar Diluvio Universal.
—No fue ningún diluvio, afirma Don Juan Tuesta, fue el
tigre de madera que Narowé hace sonar todavía desde el fondo
del río.
—Porque el tiempo del tiempo no cabe en nuestro tiempo,
me dice Don Javier. La raíz del desastre fue la muerte. La
muerte de Ino Moxo. Yo era entonces un niño y por eso lo pude
ver. Días de días, vi, frente a Iquitos, en donde antes brillaba
la piel del río Amazonas, vi una costra de fango que arrastraba
cadáveres monstruosos, grandes peces con fauces de wangana,
gigantescas serpientes de tres alas, de piedra, boas de dos cabe¬
zas, seres que nunca he visto ni veré, algo como tortugas, como
pájaros, wapapas con escamas, y caballos y niños canosos y rocas
que flotaban, restos de casas llenas de mujeres extrañas, de mu¬
chachas sin pechos ni cabellos ni término, y troncos, muchos tron¬
cos, todos los troncos de la selva pasaban flotando sobre el Ama¬
zonas, y lagartos con cuernos de toro, y una especie de peces
inocentes y dorados que cantaban mejor que las mejores músicas
del mundo, lentas bocas abiertas que nos decían todo en la me¬
moria, que no decían nada encima de la tierra...

Tres días n a v e g a m o s p e r n o c t a n d o en las p l a y a s de p i e d r a o


de arena, o en salientes de tierra p e r f u m a d a , bajo los m o s q u i t e r o s

254

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

desgarrados. C a s i era n o c h e c u a n d o d i v i s a m o s , al d a r v u e l t a esa


isla e m b o z a d a p o r pastizales de chicoza, el pobre e m b a r c a d e r o ,
las l i n t e r n a s de las p r i m e r a s c a s a s , el perfil e n g a ñ o s o de la ciudad
de Atalaya.

Porque tú has de saber que en otro tiempo, sobre estas mis¬


mas aguas del Ucayali se alborotó una raza de peces amarillos
que cantaban. Cuando Ino Moxo enmudeció, todos enmudecie¬
ron. Como si tras la vida del brujo amawaka, gracias, en can¬
ción de respeto, muchas gracias, también se hubieran ido los la¬
bios de las cosas y sus idiomas de oro...

255

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

10

vía crucis del


otorongo negro

D o s h i l e r a s de l á m p a r a s a p e t r ó l e o nos p e r m i t i e r o n intuir la ubi¬


cación del muelle, la m a n e r a de acoderar en ese pasadizo de
t a b l a s i n c r u s t a d a s en el río U c a y a l i . D e s e m b a r c a m o s al t a n t e o ,
trepamos una cuesta r e s b a l a n d o , calculamos los trances transi¬
tables de la calle p r i n c i p a l de A t a l a y a , no sé c ó m o l l e g a m o s h a s t a
la Plaza de A r m a s .
A un c o s t a d o de la o s c u r i d a d , bajo la lluvia m e n d i g a b a n las
luces del G r a n H o t e l D e S o u z a . N e g á n d o n o s a l cobijo p r e c a r i o
d e las h a b i t a c i o n e s , rendidos totalmente nos dejamos caer ante
una m e s a del b a r del h o s p e d a j e , suplicamos cigarros y cerveza.
Un s a c e r d o t e j o v e n , creo que j e s u í t a , b e b í a n a d a y fumaba n a d a
en la m e s a m á s p r ó x i m a a la p u e r t a , c o m o d i s p u e s t o a irse p a r a
siempre. Yo lo detuve a tiempo invitándolo a nada pero con
nosotros. El d e s m i d i ó sus o j o s , u n a sonrisa n o b l e , casi r u b i a , c o n
b a r b a , l e v a n t ó su e s t a t u r a que m á s que e s t a t u r a era una ofensa,
una e n v i d i a de a t l e t a s , y a c e p t ó no sé si con a g r a d o o con curio¬
sidad o p e r d o n á n d o n o s . C o m p r o b a r í a m o s l u e g o que en r e a l i d a d
no se t r a t a b a de un s a c e r d o t e sino a d e m á s de un n i ñ o , del recuer¬
do de un s a b i o , de cierta biblia i n g e n u a y m a l i c i o s a sin c r í m e n e s
ni santos m a s o q u i s t a s ni i n c e s t o s ni castigos. E r a u n o de n o s o t r o s ,
t o d o s n o s o t r o s y a la vez lo c o n t r a r i o , ni en e x c e s o d i c h o s o ni
a m a r g o e n m e n o s c a b o , t a n t o que n o s obligó sin p r o p o n é r s e l o , n o
s o l a m e n t e a c a l l a r sino a e s c u c h a r l o .

257

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


— E n t o n c e s yo vivía en la ceja de selva, dijo, en una zona
que hace frontera con los c e r r o s que van a C a j a m a r c a . Cuando
no me p o d í a n h a c e r viajar mis pies, c u l p a de las d i s t a n c i a s , la
gente me p r e s t a b a algún m u l o . E s e día estaba y e n d o a un r i n c o n -
cito que se l l a m a P o l i s h cuyos a l r e d e d o r e s , me h a n d i c h o , e s t á n
s e m b r a d o s de r o c a s t a l l a d a s con siluetas de a n i m a l e s r a r o s y vie-
jísimos. Dije que me lo han d i c h o , yo no he visto. No p u d e
e n t r a r esa vez a Polish. Llegando al p u e b l i t o me detuvo una
s o m b r a , una v o z , una m a n o e m b r a z á n d o s e a las r i e n d a s del m u l o .
— P a d r e c i t o , ¿usted es el p a d r e c i t o P e d r o ? , me p r e g u n t ó la
sombra. Yo soy, dije sin p o d e r verla. ¡Perdóneme padrecito
P e d r o ! e x c l a m ó la voz a r r o d i l l á n d o s e en la o s c u r i d a d . Yo no dije
n a d a , p a r e c i ó que s o l l o z a b a , p e r o ella, l a m a n o , r e s p o n d i ó :
— A n o c h e me han j u r a d o , p a d r e c i t o , m e han c o m p r o m e t i d o
p a r a m a t a r l o a u s t e d , les hice j u r a m e n t o . . .
— ¿ Q u é e s t á s d i c i e n d o , hijo?, m e d e s c o n c e r t é , dice e l p a d r e
Pedro.
— P e r d ó n e m e , curita, d é m e su b e n d i c i ó n . . .
— ¿ T e han comprometido para matarme?
—Padrecito, perdóneme. . .
— ¿ Q u i é n quiere que me m a t e s y p o r q u é ? . . .
—¡Déme su bendición!
Tuve que b e n d e c i r l o , dice, p a r a que dejara de g e m i r t u v e que
bendecirlo y p e r d o n a r l o . Sólo e n t o n c e s se c a l m ó la s o m b r a , esa
m a n o me b e s ó la m a n o , me a g r a d e c i ó y me p e r d o n ó a q u e l l a voz:
— M e n o s m a l , p a d r e c i t o , p o r q u e s i usted n o m e p e r d o n a , s i
usted n o m e b e n d i c e y o h u b i e r a t e n i d o que m a t a r l o aquí m i s m o . . .
Y me o b l i g ó , c o n r u e g o s , dice el padre Pedro, me obligó
s u p l i c á n d o m e que no e n t r a r a al p o b l a d o . T o d a v í a no sé si en la
p e n u m b r a era un m a c h e t e , no sé cuál otra cosa, lo q u e b r i l l ó en
la m a n o de ese h o m b r e . Me a g a c h é , quise m i r a r m e j o r . Y sólo
en ese ratito lo r e c o n o c í . ¡ I n s a p i l l o , le dije, díme qué es lo que
te p a s a ! . . .

Y Félix I n s a p i l l o , s e n t a d o a mi d e r e c h a , aquí en el b a r del


G r a n Hotel de S o u z a , en A t a l a y a , r e h u y e n d o los ojos increpan¬
tes del s a c e r d o t e :
— Y o no p o d í a decírcelo e n t o n c e s , no es mi c u l p a , hoy se
lo digo.

258

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


Y a l z a n d o la c a r a , p e r o no la m i r a d a , hacia la figura del
p a d r e P e d r o en la s e m i p e n u m b r a del bar, F é l i x I n s a p i l l o hizo un
silencio b r e v e , c o n t i n u ó :
— L a n o c h e a n t e r i o r a que usted llegara, t o d o s los poblado¬
res de P o l i s h , ye s o l a m e n t e era u n o de ellos, o b e d e c í a al C o m ú n ,
se r e u n i e r o n en el c e m e n t e r i o , e n t r e las t u m b a s y las p i e d r a s vie¬
j a s , y empalaron al p u e b l o c o n t r a u s t e d . . .
—¿Empalaron?. . .
— A s í fue, confiesa I n s a p i l l o . Se r e u n i e r o n ante esas tum¬
bas de c i e n t o s de a ñ o s , p i d i e r o n a n u e s t r o s m u e r t o s que soltaran
sus á n i m a s . Y las á n i m a s de t o d o s los t i e m p o s , las á n i m a s de
t o d o s los que h a n m u e r t o s , salieron y r o d e a r o n el p o b l a d o . ídem
que una m u r a l l a de p a l o s , de b a m b ú e s , así se h a n c o l o c a d o las
á n i m a s a l r e d e d o r del p u e b l o , c o n t r a usted. Un e m p a l a d o de áni¬
m a s h i c i m o s p a r a que usted no p u e d a e n t r a r a Polish j a m á s , . .

—No fue ningún diluvio, insiste Don Javier, fue un otorongo


negro... Sabrás que el otorongo negro nunca es negro. En con¬
tadas ocasiones y solamente a la distancia es negro y agresivo.
Cerca de un hombre que no tenga dobleces ni miedo, el otorongo
se hace tímido, se asusta y escapa. Pero en ese entonces ya Ino
Moxo había muerto. Sabrás que el otorongo negro, de cerca, es
distinto: lo gris mancha su piel en varias partes con lunares sua¬
ves, claros, especialmente en las proximidades de la boca y bajo
los espinos de su bigote. Yo sé por qué es así y por qué a la
vez no es así. El otorongo negro, casi desde que nace, es recha¬
zado por su propia madre. Es la única persona de los bosques
forzada a procurarse, desde muy tiernito, su alimento, á esa edad
en que se desconoce qué cosa es alimento y qué cosa es veneno.
Esto te daría más tristeza si te pones a pensar que siempre, bajo
de una muyuna, bajo de un remolino, se aloja alguna serpiente
de agua, una yakumama. Donde hay un remolino, una muyu-
na, hay siempre una yakumama, una serpiente que lo alimenta,
una gran boa de la cual mama el remolino aunque tenga mil años,
aunque nunca se muera. ¡Piensa! ¡Piensa en el otorongo negro!
¡Qué pensará él, sabiendo, como sabe, que hasta los sumideros
más lejanos, las muy unas de los ríos por donde nadie pasa ni

259

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

pasará jamás, esos remolinos que no tienen ni una frágil piragua


a quien volcar, ni un tronco flotador siquiera para entretenimien¬
to, qué pensará el tigre sabiendo que hasta esos remolinos, esas
muyunas que no tienen nada, hasta ellos tienen madre!...

Y el clérigo, su mirada rebalsando una n o s t a l g i a que era


m e n o s que un llanto y más que un l l a n t o , con voz de s e n t e n c i a d o ,
de culpa sin c u l p a b l e , c o n v i c t o p o r un c r i m e n que no él sino al¬
guien, otra vida, otro t i e m p o , p e r o u s a n d o sus m a n o s , c o m e t i ó
h a b l a n d o sin sonido el s a c e r d o t e , v o l v i e n d o a i n c o r p o r a r s e , fatiga¬
d o , r e t i r a n d o sus m a n o s de la m e s a c o m o si se le c h a m u s c a r a n :
— A l g o p a s a b a siempre que q u e r í a visitar ese p o b l a d o . O me
enfermaba sin explicación la v í s p e r a del viaje, calofríos y fiebres
que se esfumaban con t a n sólo r e g r e s a r a mi p a r r o q u i a . . . Ahora
lo entiendo. Cien veces intenté ir a P o l i s h y mil veces no p u d e

ПШЛШЛ

jiUi jLi.i

260

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

11

Juan González camina


siete días por el fondo
del río Ucayali

Ya en P u c a l l p a , r e p u e s t o de los v i e n t o s que nos a p e l i g r a r o n den¬


tro del b i m o t o r , salí del m i s m o c u a r t o del H o t e l T a r i r i , una y
otra vez y s i e m p r e en v a n o , en b u s c a de D o n H i l d e b r a n d o . Su
n e g a t i v a me h i z o a c e p t a r u n a i n v i t a c i ó n de I v á n a casa de J u a n
G o n z á l e z , en las afueras. Es m a g o de a l e g r í a s , de r i s a s , me dijo
Iván Calvo. Juan González afirma que los resentimientos y la
cólera a y u d a n exclusivamente a a c a b a r con la vida. La alegría
es lo ú n i c o q u e e x t i e n d e la e x i s t e n c i a . Sin alegría las h i e r b a s no
son n a d a , n a d a son los i c a r o s , eso d i c e , dice I v á n C a l v o . Y que
él, J u a n G o n z á l e z , c u r a los d a ñ o s p o r q u e sabe r e g a r l o s con son¬
risas, sigue i n f o r m á n d o m e I v á n C a l v o c u a n d o se impacienta una
s o m b r a en la e n t r a d a de esa c h o z a .
— P a s e , dice J u a n G o n z á l e z e n t r e a b r i e n d o u n a b r a z o d e ado¬
lescente, semisonrisa imberbe, c a b e l l o tieso inútilmente canoso,
c a r a d e casi n a d i e . N a d a que p o n g a e n e v i d e n c i a s u n o m b r a d l a
de m é d i c o b r u j o , ni s o l e m n i d a d ni simpatía, más que con una
voz h a b l a con d o s navajas r e s t r e g á n d o s e :
— L l e g a n j u s t i t o a t i e m p o , ya í b a m o s a c o m e n z a r .
D e n t r o de la c a s u c h a , a t o d o el r e d e d o r del e n t a r i m a d o , adi¬
v i n a m o s c u e r p o s , quejidos e n c u c l i l l a s , r o p a s a v i n a g r a d a s amon¬
t o n a d a s en la o s c u r i d a d . El brujo nos hizo a d o p t a r n u e s t r o s lu¬
gares y de i n m e d i a t o , sin c o n t e n c i ó n de n i n g u n a c e r e m o n i a sirvió
a y a w a s k h a en u n a taza que a p e n a s a l c a n z a m o s a entrever. Antes

261

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
que el oni x u m a se h a b i t u a r a en mi m e n t e , o me h a b i t u a r a a su
m e n t e , una voz de inflexiones i n c o n f u n d i b l e m e n t e c a m p a s se ato¬
l o n d r ó hasta el sitio de J u a n G o n z á l e z .
— M e he v u e l t o ajuási, dijo. A l g ú n d a ñ o me ha v u e l t o inútil,
incapaz, dejado. E n t r o a{ m o n t e a c a z a r y s i e m p r e r e g r e s o sin
n a d a , con ¡a b o l s a vacía, sin n i n g ú n a n i m a l . . .
Y más o s c u r a y c h i r r i a n t e t o d a v í a , la voz, c o l o r de súplica:
— A y ú d e m e , s h i r i m p i á r e , h a c e m e s e s que p r á c t i c a m e n t e no
vivo, vivo sin v o l u n t a d , sin s u e r t e . . .
Juan G o n z á l e z a v a n z ó h a c i a la v o z , n u n c a n o s e n t e r a m o s si
le dio de m a s c a r t a b a c o , al i n s t a n t e la voz e m p e z ó a v o m i t a r que¬
jándose y temblando. I g n o r o si a las d o s h o r a s , o a n i n g u n a , ya
el a y a w a s k h a me g i r a b a el á n i m a , igual q u e bajo la luz del me¬
diodía pude m i r a r t o d o : J u a n G o n z á l e z se d e s c o y u n t a b a en con¬
vulsiones, gestos y r e c l a m o s i n a u d i b l e s , a c r e c e n t a b a el r o s t r o , se
torcía, era o t r o , los b r a z o s t a s a j e a d o s p o r el aire b r i l l a n t e y afila¬
d o , yo sabía que estábamos en plena noche pero él era otro,
fulguraba igual q u e l u n a roja, que sol de P i s a q , sol de P a w k a r -
tampu, Juan González ingresando súbitamente a un reposo de
p e r s o n a del Sol, de S u m o S a c e r d o t e de los inkas d a n d o ó r d e n e s
azules, anaranjadas:
— ¡ S e v e r o Q u i n c h ó k e r i ! , d o m e s t i c ó a la voz. ¡Todos los
animales son t u y o s , Severo Q u i n c h ó k e r i !
Iván nos a s e g u r ó que J u a n G o n z á l e z , antes del oni x u m a ,
c u a n d o era J u a n G o n z á l e z , no sabía ni el n o m b r e ni los proble¬
mas de la voz. Sin e m b a r g o éste J u a n G o n z á l e z , d e n t r o del aya-
w a s k h a , parecía s a b e r l o t o d o de a n t e m a n o y se d e s a t a b a en gritos
madres:
— ¡ T u y o es el b o s q u e , t u y o s son los m o n t e s !
Y a t e n u á n d o s e un t a n t o , o s c i l a n d o e n t r e el i c a r o y el grito
sin remilgos:
— ¡ Y o t e e n t r e g o t o d o s los a n i m a l e s ! ¡Todos los a n i m a l e s
son tuyos, Severo Q u i n c h ó k e r i ! ¡Tú eres ei d u e ñ o , yo te los de¬
v u e l v o , tú eres el mejor hijo de N a r o w é y de K a a m e t z a ! ¡Yo soy
El A n i m a Sola, yo soy E l e g g u á , yo soy el y e r n o del d i o s P a c h a -
k a m á i t e , yo soy dios y yo te e n t r e g o lo que s i e m p r e ha sido t u y o ,
todos los b o s q u e s , t o d a s las p e r t e n e n c i a s y las p e r s o n a s de los
bosques!

262

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
D e s p u é s , no sé, me b u r l a n la m e m o r i a mis v i s i o n e s , Juan
G o n z á l e z se e n c e r r ó entre sus b r a z o s , t e n s o p o s t e b l a n c o en el
c e n t r o de la c a b a n a , c e r r ó los ojos y se alzó, flotó a m e d i o m e -
tro del e m p o n a d o , salió v o l a n d o a la c a r r e t e r a 'Federico Basa-
d r e ' , no sé b i e n , r e g r e s ó con las astas de un v e n a d o e n t r e las m a -
n o s , p e r o no e r a un v e n a d o , no e r a n astas, era él solo que volvía
g r i t a n d o t o d a v í a , su voz tibia de j ú b i l o y de s a n g r e .
— Q u i n c h ó k e r i no ha p e r d i d o la s u e r t e , me dijo. Ha sido
o c u p a d o p o r el manchan. Sabrás que el manchan es un miedo
d i s t i n t o , m á s difícil que el m i e d o que t o d o s c o n o c e m o s , ese que
h a s t a los a n i m a l e s p u e d e n llegar a olfatear. El m a n c h a r i se m e t e
c o m o á n i m a en el c u e r p o y la p e r s o n a de ese c u e r p o ya no sirve.
D e s d e esa p e r s o n a el m a n c h a r i e s p a n t a a t o d o lo que vive, no
solamente animales, como le pasa a Severo Quinchókeri, sino
que t a m b i é n e s p a n t a la v o l u n t a d , el c a r i ñ o de las c o s a s , de las
d e m á s p e r s o n a s , l a r a z ó n d e s c o n o c i d a por l a que existen a l g u n a s
existencias. T o d o eso y m u c h o m á s , t o d o a h u y e n t a e l m a n c h a r i .
Sabe m e t e r s e c o m o c u e r p o d e n t r o del á n i m a . . .

C u a n d o m e p e r d o n ó l a m a r e a c i ó n , era o t r o día, q u e d á b a m o s
en la c a s a ú n i c a m e n t e I v á n , I n s a p i l l o , J u a n G o n z á l e z y y o . Iván
le recordaba al brujo, escucho t o d a v í a bajo brumas coloreadas,
I v á n le e s t á d i c i e n d o de la vez que la policía encarceló a Juan
G o n z á l e z d e b i d o a la d e n u n c i a de un m é d i c o v e c i n o , es que J u a n
n o c o b r a u n c e n t a v o p o r sus m e d i c a c i o n e s , p o r eso.
—Me quisieron encolerizar, dice Juan González, pero no
los dejé. A ver, h e c h i c e r o , se b u r l ó el C o m i s a r i o , a ver e s c á p a t e
de la c á r c e l , ¿o a c a s o no eres m a g o ? . . .
— S o l a m e n t e esa n o c h e lo e n c e r r a r o n , dice I v á n . A la ma¬
ñanita no e n c o n t r a r o n a n a d i e en la celda.
—Y yo e s t a b a en la c e l d a , sonríe J u a n González, sólo que
los g u a r d i a s no p o d í a n v e r m e . Yo les p r o h i b í sus ojos. Toda
esa n o c h e me i c a r é , m a s q u é t a b a c o fuerte p a r a que mi c u e r p o ma¬
terial se h i c i e r a invisible frente a los g u a r d i a s . Fácil fue. Los
policías a b r i e r o n los c a n d a d o s y yo salí t r a n q u i l o c a m i n a n d o jun¬
to a e l l o s , q u i t á i t r e , bien t r a n q u i l o , igual que si no t u v i e r a c a r n e ,
c o m o si v e r d a d e r a m e n t e no me e n c o n t r a r a en ese lugar.
— Y esa m a ñ a n a e l C o m i s a r i o recibió u n t e l e g r a m a e n v i a d o
d e s d e I q u i t o s , dice I v á n C a l v o , u n t e l e g r a m a que h a b í a sido d e p o -

263

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

sitado dos días a n t e s , en el cual Juan González a n u n c i a b a que


llegaría a P u c a l l p a . e s a misma t a r d e , j u s t o al a n o c h e c e r , ¡y d e s d e
I q u i t o s , a varios días de n a v e g a c i ó n , en el b a r c o ' M a r i a n a ' ! . ..
— Y o les m a n d é , en p e r s o n a , ese t e l e g r a m a , se ríe J u a n G o n -
zález. Y llegué esa t a r d e , j u s t o al a n o c h e c e r , en el b a r c o ' M a r i a -
na', sin mentir. En el e m b a r c a d e r o e s t a b a el C o m i s a r i o , p r e g ú n -
tale si quieres dice Iván, estaba el C o m i s a r i o e s p e r á n d o m e , pro¬
sigue Juan G o n z á l e z , esperándome amargo con varios policías.
Me volvieron a d e t e n e r p e r o sólo p o r un m o m e n t i t o , h a b l a r o n con
el motorista del ' M a r i a n a ' y me d e j a r o n en l i b e r t a d , se a s u s t a r o n ,
el motorista confirmó que yo h a b í a s u b i d o a su b a r c o en I q u i t o s ,
en el puerto de Belén, la s e m a n a a n t e r i o r . . .

D e s l i g á n d o m e de las últimas visiones de a y a w a s k h a , atreví:


— N o e n t i e n d o bien, creo que no he c o m p r e n d i d o b i e n , no
escuché con claridad. ¿Usted e s t a b a p r e s o , y e s t a n d o p r e s o t o m ó
un barco a cientos de kilómetros de d i s t a n c i a , y u n a s e m a n a antes
lo t o m ó , en I q u i t o s , lejos, y llegó usted a P u c a l l p a sólo h o r a s
después de h a b e r estado e n c a r c e l a d o ? . . .
— E s que t o d a esa n o c h e , en la c e l d a de la C o m i s a r í a , no
solamente me icaré, expone Juan G o n z á l e z con n a t u r a l i d a d . Tam¬
bién me c o n c e n t r é para que vuelva el t i e m p o sin t i e m p o . Apeni-
tas p a s a d a la m e d i a n o c h e pude h a c e r l o volver. Bajé al t i e m p o
más viejo y me envolví con él, bebí su p o l e n antes que a m a n e c i e r a
y a u m e n t é mi p o t e n c i a de mirar. D e n t r o de ese t i e m p o , que no
sirve para llevar a la m u e r t e sino p a r a p r o d u c i r a l e g r í a s , me fue
fácil viajar días atrás, hasta I q u i t o s .
—¡Regresa al Urubamba!, exclamó José María Arguedas
volviendo a c a m i n a r sobre el río. ¡ R e g r é s a m e c o n t i g o a g u a s arri¬
ba, avanza c u a t r o siglos, r e t r o c e d e c u a t r o siglos p o r el R í o Sa¬
g r a d o de los inkas! ¡Amazonas, r í o - m a r , i m p i d e el d e s e m b a r c o
de los b á r b a r o s ! . ..

Fácil fue, insiste Juan G o n z á l e z . C u a n d o u n o está i c a r a d o ,


en ese tiempo a d e m á s , el agua es c o m o la t a p a de un g r a n mos¬
quitero. Yo salí de la cárcel y c a m i n é h a s t a el río, l e v a n t é la t a p a
del U c a y a l i , e n t r é , me fui c a m i n a n d o sin p e l i g r o a l g u n o , b i e n res¬
g u a r d a d o por la tela del agua y a p a r e c í en el p u e r t o de B e l é n en
Iquitos. No me fuera a ver alguien, disimulé, salí a la orilla
agachadito y esperé al sol para que me secara lo p o q u i t o que se

264

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

h a b í a m o j a d o mi c a m i s a , d e s p u é s me dirigí a la oficina de telé¬


grafos y le envié ese mensaje al gritón del C o m i s a r i o .

Y r e t o m a n d o u n a voz que reconozco, Juan González:


— ¡Es que n i n g u n a cárcel p u e d e e n c a r c e l a r n o s , n i n g ú n vira-
k o c h a p u e d e h a c e r n o s d a ñ o ni c o n v e r t i r n o s en d a ñ o ! ¡Sangre ne¬
gra t e n e m o s , n u e s t r o t i e m p o e s otro t i e m p o , d e u r u s d e s c e n d e m o s
y a urus a s c e n d e m o s ! . . .

Iba yo a porfiar, a desconfiar, no r e c u e r d o a h o r a con preci¬


sión, oigo un r u m o r de hojas q u e b r á n d o s e afuera de la c a s a , veo
p a s o s que c r e c e n , p u e d o m i r a r al fin: un indio flaco, e n c o l l a r a d o
de d i m i n u t a s p i e d r a s r o s a d a s y v e r d e s , azules y a n a r a n j a d a s , la
c u s h m a c e ñ i d a p o r una faja de d o n d e p e n d e n d e c e n a s de h u e s o s
d e l g a d o s , los b r a z o s u n c i d o s de p u l s e r a s h a s t a el n a c i m i e n t o de
los h o m b r o s , e m e r g e j a d e a n d o e n l a p u e r t a , s u e s p a l d a d o b l e g a d a
por un bulto que me parece hielo. M i r o mejor, distingo medio
c u e r p o del n a t i v o y sobre él m e d i o c u e r p o de un v e n a d o sin a s t a s ,
demasiado joven, la frente rota p o r los p e r d i g o n e s , y me sorpren¬
de la c a r a b i n a w í n c h e s t e r en m a n o s del aborigen.
—¡Severo Quinchókeri!, s e alegra J u a n G o n z á l e z .
— P r o n t i t o he v e n i d o , s h i r i m p i á r e , dice la voz de a n o c h e .
—Y así va a ser s i e m p r e , h e r m a n o , lo c o n f o r t a el brujo. Así
va a ser, yo te he d i c h o que t o d o s los h a b i t a n t e s del m o n t e son
t u y o s , s i e m p r e fueron t u y o s , así es. ¡Tuyo es el b o s q u e , yo te
lo he d e v u e l t o , t u y a s son las e x i s t e n c i a s del b o s q u e , ya lo estás
viendo! ¡ T o d o s los días tienes que ir al m o n t e , no dejes de ha¬
cerlo j a m á s ! P i e n s a que tus h e r m a n o s , n u e s t r o s h e r m a n o s , a h o r a
están tan mal que si alguien no h a c e n a d a ya les está h a c i e n d o
el más t r e m e n d o d a ñ o . . .
— N o sé c ó m o a g r a d e c e r l e , s h i r i m p i á r e , dijo la voz deposi¬
t a n d o el m e d i o v e n a d o a un c o s a t d o del c u a r t o . J u a n G o n z á l e z la
detuvo:
—Si hay que agradecer, Severo Quinchókeri, a mí no me
agradezcas. ¡ A g r a d é c e t e a tí p o r q u e eres digno de las á n i m a s
g r a n d e s que n u n c a se e q u i v o c a n ! ¡Ellas e x p u l s a r o n de tu c u e r p o
a esa á n i m a de m i e d o ! ¡Ellas e x p u l s a r o n de tu á n i m a al c u e r p o
del manchari!
Y abajando sus p a l a b r a s h a c í a mí:

265

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

—Sabrás que los a s h a n í n k a no m a t a n n u n c a un v e n a d o , mu¬


c h o m e n o s se a t r e v e n a c o m e r l o . P a r a los a s h a n í n k a , p a r a los
c a m p a c o m o S e v e r o Q u i n c h ó k e r i , e l v e n a d o está h a b i t a d o p o r e l
a l m a de un p a r i e n t e muy r e m o t o y muy e n e m i g o . Los mitayeras,
los c a z a d o r e s c a m p a , d e s d e a n t i g u o , l e t e m e n a l v e n a d o m á s que
al t i g r e , m á s que al o t o r o n g o . ¡Le t e m e n m á s que al v i r a k o c h a ,
m á s que a l h o m b r e b l a n c o ! . . . ¿Te d a s c u e n t a ? . . .

De regreso en el H o t e l T a r i r i , d u c h á n d o m e con prisa pues


esa m i s m a t a r d e v i a j á b a m o s a I q u i t o s , me d e s c u b r í en el p e c h o
tres cicatrices que n o h u b e visto a n t e s , dispuestas c o m o adrede
s e ñ a l a n d o un t r i á n g u l o . Abrí y abrí los ojos, retiré mi c u e r p o
de la r e g a d e r a fría, más y más fría, m i r é las c i c a t r i c e s , toqué,
volví a mirar, aún no sé qué p e n s a r .

Las palabras de Iván Calvo ingresan desde mi habitación,


bajo la p u e r t a del c u a r t o de b a ñ o :
— J u a n G o n z á l e z t e m a r c ó a n o c h e p a r a que s u a l t a r t e acom¬
pañe siempre, en tu p e c h o , p a r a que te proteja, así me dijo D o n
H i l d e b r a n d o para que yo te lo d i j e r a . . .

Y en sus p a l a b r a s me h a g o r e c u e r d o , r e g r e s o al río M i s h a w a ,
nos d e v u e l v o a l c o m i e n z o del viaje h a c i a I n o M o x o , escudriño
los altos m a t o r r a l e s , veo a I v á n que a p a r e c e a r r a s t r a n d o un ve¬
n a d o , trayéndonos el recipiente de un ánima remota, tasajeándolo,
a l i m e n t á n d o n o s con ese c h u l l a c h a k i d e q u i é n sabe qué tiempos.
A l g o que es hijo y p a d r e de otro t i e m p o empuja con mis m a n o s
la p u e r t a d e s q u i c i a d a del c u a r t o de b a ñ o , me e n t r a al d o r m i t o r i o ,
s e e n c a r a con I v á n C a l v o . P e r o I v á n C a l v o , a q u e l l a s u lejanía
recelosa, propia de quienes viven p r o t e g i e n d o algún s u e ñ o , nos
d e s d e ñ a y sigue h a b l á n d o l e a su voz:
— E l maestro Ino M o x o te cortó a n o c h e , c r e o q u e con u n
p u ñ a l de p a l o s a n g r e , o quizá fue de h u e s o , u n a costilla transfor¬
m a d a en p i e d r a . T r e s tajitos te hizo s o b r e el p e c h o , a m o d o de
un e s c u d o , p a r a que n a d i e , ni siquiera tú, n a d a ni n a d i e p u e d a
hacerte daño. P a r a que te proteja h a s t a de ti m i s m o , así me dijo
que te lo dijera. . .

266

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

JV . —EL DESPERTAR

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

donde se verá que las máscaras


están siempre debajo
de la cara

El pasadizo escuálido que comienza en la calle, en la vereda


i z q u i e r d a del J i r ó n H u a l l a g a de I q u i t o s , p e n e t r a h a c i a el reman¬
so de una sala sin p a r e d e s , e s q u i n a d a por un d i v á n de esterilla,
una h a m a c a s o g a d a y c u a t r o silletas a c a n e l a d a s , piso que e x p a n d e
losas b o r r o s a m e n t e azules a l r e d e d o r de un t r o z o de tierra flore¬
cida. Tras del b r e v e j a r d í n o l o r o s o de m e n t a y de g a r ú a , a un
lado: e s c a l e r a s que a n u n c i a n d o r m i t o r i o s en la s e g u n d a p l a n t a , y
al otro, entrecerrado por mamparas marrones: el inexcrutable
laboratorio donde el médico brujo M a n u e l Córdova se desvela
triturando pétalos, combinando raíces c o r t a d a s e n a y u n o , expri¬
miendo secretos agridulces. En ese a p o s e n t o , al cual nadie p u e d e
ingresar sino el a m a n e c e r y los a t a r d e c e r e s , este ' s i m p l e vegeta¬
lista', así se a u t o d e n o m i n a M a n u e l C ó r d o v a , r e q u e r i d o p o r innu¬
merables pacientes asciende noche a noche hasta otra m a d r u g a d a ,
afila las z a r p a s de su n o m b r e l e j a n o , a m a e s t r a d o p o r la p a c i e n c i a
de los m a g o s selváticos y se a b a l a n z a c o n t r a las enfermedades
desde lo alto de su frente de s a b i o .

—A esta h o r a es b u e n o c o n v e r s a r , dice m a s t i c a n d o el t o b i l l o
de su p i p a r u g o s a , aromando, arohumando al tibio t i e m p o que
se va, ya las seis de la t a r d e . L u e g o viene gente y t e n g o que
ayudar. M e d u e l e aquí, n o p u e d o d o r m i r , s e quejan. T e n g o dia-
betis, los huesos me crujen, me ha d a d o el cáncer. ¿Cáncer?
E l l o s m i s m o s n o m á s se d i a g n o s t i c a n , se e n f e r m a n solitos. A veces

269

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
son los m é d i c o s q u i e n e s y e r r a n . M u c h o s les dicen: ya no hay n a d a
que hacer, usted tiene c á n c e r . P e r o a c u d e n a mí y con a y u d a de
cosas que a p r e n d í en los m o n t e s yo les s a n o su c á n c e r . Créame.
H a r t a s veces el c á n c e r no es m á s que i n f l a m a c i ó n , u n a g r a n in¬
flamación de los tejidos. E n t o n c e s es curable.
Hace menos de un m e s , p a s e a n d o a pocas cuadras de su
casa, en la P l a z a 28 de Julio c o n o c í a Don Manuel Córdova.
Solamente al o b s e r v a r m e c a m b i ó de r o s t r o :
— ¿ A usted le m o l e s t a n los o í d o s , n o ? , me dijo. U s t e d pade¬
ce lo que a l g u n o s l l a m a n sinusitis. Desde hace a ñ o s s e g u r o pa¬
dece y no lo c u r a n a d i e , ¿es a s í ? . . .
Y v o l v i e n d o a r e s o n a r a n d a r e s s o b r e las b a l d o s a s de la P l a z a
28 de J u l i o , ágil, i n c o n c e b i b l e , pies de casi cien a ñ o s , me e n c a r ó :
— S i usted q u i e r e yo le voy a sanar. Primero tengo que
limpiarlo por d e n t r o , c o m o n u e v o , p a r a que t o d o el sucio que
se va g u a r d a n d o en el c u e r p o , sin s a b e r , en las fábricas i n t e r n a s ,
no interfiera con la m e d i c a c i ó n . D e s p u é s le d a r é unas tomas,
no me vaya a fallar, b e b a una c u c h a r a d a en a y u n a s y otra antes
de d o r m i r . Y las g o t a s , no las deje e n t r a r en su n a r i z , p ó n g a l a s
en la p u e r t a del olfato n o m á s : el á n i m a del l í q u i d o será suficiente.
Las últimas radiografías paranasales p a s m a r o n a mi m é d i c o
en L i m a : no hay r a s t r o de sinusitis c r ó n i c a . Algo más: las mo¬
lestias articulares que me afligieron tantos años, luego de una
p o m a d a que m e o b s e q u i ó D o n M a n u e l C ó r d o v a , s e h a n ido p o r
ahí, acaso d e t r á s de a l g u n a visión de a y a w a s k h a . S u p e que mi
tío C a r l o s A r a n a d e b e i g u a l m e n t e a D o n M a n u e l C ó r d o v a la in¬
fusión de raíces que hizo d e s a p a r e c e r su d i a b e t e s . Y que de él
a p r e n d i ó a c a n t a r sin l a b i o s , con la m e m o r i a del corazón, cap¬
t u r a n d o m ú s i c a s que viven en el a i r e , el J u g l a r de la Selva, R a ú l
Vásquez.
— N o , t ú n o t i e n e s úlcera a l e s t ó m a g o , corta D o n M a n u e l
C ó r d o v a , s o n r i e n d o , las p r e o c u p a c i o n e s de César.
— P e r o en P a r í s los m é d i c o s . . .
— E l l o s , p u e s , qué saben. Sólo gastritis tienes.
Y César, n e g á n d o s e a e n v i u d a r de su dolencia:
— H a c e dos días t u v e otra hemorragia.
Y Don Manuel Córdova, insobornable:
— G a s t r i t i s es, n a d a más que a c i d e z , yo te voy a sanar.

270

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
Cuando César, en Lima, comprobó que su antigua úlcera
a n d a b a ya en c i c a t r i z , p u d e confiarle:
— D o n M a n u e l m e secreteó que v e r d a d e r a m e n t e p a d e c í a s d e
úlcera. Y me p i d i ó que no te lo dijera. El origen del d a ñ o radi¬
c a b a en tu c u e r p o e s p i r i t u a l , en las tensiones de tu á n i m a y p a r a
s a n a r t e era i m p r e s c i n d i b l e que no lo supieras.

Limpios, pues, nuevecitos por dentro.


P e r o hoy n o h e m o s v e n i d o , I v á n C a l v o , F é l i x I n s a p i l l o y y o ,
a platicar de e n f e r m o s ni de m a g i a sino a que D o n M a n u e l C ó r -
d o v a , por favor, t e n g a la b o n d a d de i n v i t a r n o s a y a w a s k h a , si es
p o s i b l e con t o h é , y nos cuide d u r a n t e las visiones ya que a m b a s
d r o g a s j u n t a s p r e c i s a n de un m a e s t r o que sepa m a n e j a r l a s y con¬
ducir por b u e n r u m b o l a mareación de los p a r t i c i p a n t e s . Don
Manuel Córdova acepta previniéndonos que esta n o c h e ingerire¬
m o s a y a w a s k h a n e g r a , la m á s fuerte, y si acaso hemos comido
algo mejor fuera p o s t e r g a r la sesión p o r q u e el t o h é r e c h a z a cual¬
quier a l i m e n t o , n a d i e más que sus j u g o s saben e x t r e m a r al máxi¬
mo la vista y los p o d e r e s del oni x u m a . H e m o s ayunado desde
anoche, aseguramos a Don Manuel Córdova, estamos preparados.

C o n o c í a D o n M a n u e l C ó r d o v a en 1 9 6 0 / c u a n d o él t r a b a j a b a
como recolector de especies botánicas para la Astoria Co., me
había informado el Dr. Osear Ríos. Manuel Córdova ocupó tal
puesto hasta 1968. Su s u e l d o , en esa é p o c a , d u p l i c a b a al que
percibía u n m é d i c o p o r l a b o r e s h o s p i t a l a r i a s . S é que D o n Ma¬
nuel C ó r d o v a llegó a I q u i t o s en 1917 y desde e n t o n c e s e m p e z ó a
aplicar sus c o n o c i m i e n t o s sobre las propiedades medicinales de
las p l a n t a s . Un p r o b l e m a j u d i c i a l con cierto m é d i c o de la loca¬
lidad lo llevó al B r a s i l . A l l í , en el L a b o r a t o r i o de San S e b a s t i á n
trabajó ya como recolector de especies vegetales para análisis.
V o l v i ó al P e r ú en 1 9 4 7 , p o c o d e s p u é s del sismo del G r a n P a n g o a ,
y ese m i s m o a ñ o fue c o n t r a t a d o p o r la A s t o r i a C o . H o y se ha
j u b i l a d o y la p e n s i ó n con que esa c o m p a ñ í a n o r t e a m e r i c a n a de¬
vuelve sus a n t i g u o s servicios le p e r m i t e vivir c ó m o d a m e n t e , sin
necesidad de c o b r a r h o n o r a r i o s a los pacientes.
— ¿ E n qué consistía e x a c t a m e n t e s u l a b o r e n l a A s t o r i a C o . ? .
inquirí a q u e l l a t a r d e , en la P l a z a 28 de J u l i o .

271

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
-—Muchas cosas. Una parte importante: r e c o g e r especies
vegetales p a r a que fueran identificadas y t r a b a j a d a s en los Esta¬
dos U n i d o s .
—¿Cuántas especies llegó usted a recoger?
—Solamente del A l t o T a p i c h e traje como trescientas, cada
una con su e j e m p l a r en vivo, su fotografía y su informe deta¬
llado. De c a d a u n a traía hojas, flores, frutos y una b o t e l l i t a de
extracto, listo p a r a m e d i c i n a r . E n total les h a b r é d a d o , acaso,
dos m i l . . .
—¿Ayawaskha también?
— Ú n i c a m e n t e la soga, la liana, no la p r e p a r a c i ó n , t a m p o c o
las otras h i e r b a s con que se d e b e c o m b i n a r . E s o no p u e d o , a
nadie. . . Sé que ellos c o n s i g u i e r o n e x t r a e r el p r i n c i p i o activo
de la soga, que le l l a m a n Harmina, pero u s a d o en i n y e c t a b l e su
efecto no es el m i s m o .
— ¿ C u á n d o t o m ó usted a y a w a s k h a l a p r i m e r a vez?

Don M a n u e l C ó r d o v a fuma h o n d a m e n t e , se a c o m o d a en el
sofá de esterilla, su m i r a d a lo lleva h a c i a el h u e r t o d i m i n u t o que
se sofoca a un l a d o de la sala, en la p u e r t a de su l a b o r a t o r i o . Re¬
gresa lentamente:
—-Era muy n i ñ o , trece años t e n í a . . .
—¿Se a c u e r d a bien de esa experiencia?
—Como si hubiera sido ayer.
—¿Fue agradable?
—Lindísima.
— ¿ P o d r í a c o n t a r m e algo de ello?
—Primero sentí un r u m o r z u m b a n t e que p a r e c i ó flotar, ele¬
varse hacia la c o p a de unas e s p i n t a n a s . M i s ojos t r a t a r o n de se¬
guir su a s c e n s o y c u a n d o mi m i r a d a v a g a b a p o r el follaje descu¬
brí una belleza que no h u b i e r a i m a g i n a d o ni en s u e ñ o s . Cada
hoja brillaba con un r e s p l a n d o r v e r d e y d o r a d o . El c a n t o cerca¬
no de un u r k u t ú t u y el trino i r r e g u l a r de un s i e t e c a n t o s descen¬
dieron de p r o n t o , yo p o d í a m i r a r sus c a n t o s , me a c u e r d o . El tiem¬
p o parecía s u s p e n d i d o , c o m o n u b e de polen p l a t e a d o , solamente
había ese a h o r a que yo e s t a b a v i v i e n d o , y ese a h o r a no t e n í a lími¬
tes, era infinito. Yo p o d í a s e p a r a r c a d a n o t a o s c u r a del u r k u -
tútu, t o d a s las n o t a s del s i e t e c a n t o s t a m b i é n , y s a b o r e a r las n o t a s
una por una.

272

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
V o l v i e n d o a irse con sus ojos hacia la h u e r t a , hacia d e n t r o
de sí, Don Manuel Córdova:
—Cuando cerré los párpados aparecieron como arabescos,
d e c o r a c i o n e s c o m p l i c a d a s de luz i r i d i s c e n t e y de s o m b r a s que i b a n
a d o p t a n d o un t o n o v e r d e a z u l a d o a m e d i d a que c a m b i a b a n de di¬
seño y estructura. Parecían cosas animadas moviéndose sobre
un fondo de figuras geométricas, planetas puntiagudos, grandes
rocas t a l l a d a s c o n perfiles d e a n i m a l e s m u y viejos, una variedad
inacabable de formas. A l g u n a s veces, fugazmente, me parecían
algo c o n o c i d o , telarañas, alas de mariposas amarillas y negras.
U n a c o r r i e n t e de aire me g o l p e ó , v e n i d a de lo p r o f u n d o del bos¬
q u e , en la n o c h e , y t r a s l a d ó el c a m p o de mis v i s i o n e s . El a i r e ,
fresco, era u n a cosa que yo p o d í a ver, y a veces un rumor, una
textura de p l u m a s que p o d í a t o c a r s e . Todos mis sentidos e r a n
uno s o l o , se c o m u n i c a b a n , p o d í a e s c u c h a r con los d e d o s , t o c a r
con los ojos, p a l p a r con la voz esas visiones. El m a e s t r o que esa
o p o r t u n i d a d me dirigió en la t o m a , de a y a w a s k h a , c a n t a b a en voz
bajita, en i d i o m a a m a w a k a , i n v e n t a b a un icaro de iniciación, por¬
que los i c a r o s c u m p l e n t a m b i é n su trabajo de a y u d a r a que se
lleve a c a b o el efecto, lo i r r e p a r a b l e , las intenciones del oni
xuma. . .

R e g r e s a n d o D o n M a n u e l C ó r d o v a a esta sala, al nervioseo


de sus d i e n t e s en la p i p a g r i s á c e a :
— E s e m a e s t r o me e n s e ñ ó t o d a s las c o s a s que yo sé a c e r c a
de los v e g e t a l e s , algunas de las cuales p u s e en c o n o c i m i e n t o de
los l a b o r a t o r i o s que t r a b a j a b a n con la A s t o r i a C o . De varios co¬
nocimientos que les t r a s m i t í ellos hicieron después remedios de
frasquito, con su e t i q u e t a , que a h o r a nos v e n d e n en las farma¬
cias. Sé, por ejemplo, que h a n e m b o t e l l a d o un anticonceptivo
que les r e v e l é , y t a m b i é n un p r o d u c t o p a r a la d i a b e t e s , aunque
p a r e c e que el efecto de esos r e m e d i o s es t e m p o r a l , no es com¬
pleto c o m o c u a n d o yo los p r e p a r o s a n a m e n t e , sin a l t e r a r la pure¬
za y la c o n f i a n z a del vegetal. E s e es pues el s e c r e t o . E s o es lo
que sabe el a y a w a s k h a . . . A n u e s t r a s m e d i c i n a s , tal vez m á s
que p o d e r e s , lo que les o t o r g a m o s es c a r i ñ o . P o r q u e hasta los
m u e r t o s n e c e s i t a n c a r i ñ o , y los e n f e r m o s m á s : los enfermos espe¬
ran en el u m b r a l , d e l g a d i t o s c o m o piel muy frágil, c o m o esa esca¬
ma t r a n s p a r e n t e que separa el día de la n o c h e . . . Nosotros des-

273

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
pertamos a las m a d r e s de ios v e g e t a l e s . T o d o vegetal tiene su
m a d r e , igual que las m u y u n a s , igual que los r e m o l i n o s son ama¬
m a n t a d o s p o r s e r p i e n t e s g i g a n t e s , así, t o d o vegetal tiene s u m a d r e
también. Las d e s p e r t a m o s p a r a que a u m e n t e n con s u c a r i ñ o las
fuerzas de Ja cura. Y c u a n d o es d a ñ i n a la m a d r e de un v e g e t a l ,
d e s p a c i t o la c o r t a m o s , de n o c h e , p a r a que su m a d r e no despier¬
te.. . Voy a d e c i r t e máá: la a y u m a , p o r e j e m p l o , que es árbol
similar a la c a s t a ñ a , t i e n e el á n i m a m a l a , su m a d r e es un h o m b r e
perverso y sin c a b e z a , p o r eso la a y u m a se utiliza en d e s q u i t e s ,
únicamente para dañar. La madre de la lupuna blanca también
e s h o m b r e p e r o b o n d a d o s o , u n señor d e cierta edad q u e , c u a n d o
se le sabe l l a m a r , r e s p o n d e s i e m p r e con s u a v i d a d , con enseñan¬
zas que a y u d a n a m e d i c i n a r . La m a d r e de la l u p u n a c o l o r a d a ,
en c a m b i o , es h o m b r e muy d a ñ i n o : si te a g a r r a en su á m b i t o te
h i n c h a la b a r r i g a , m u e r e s con los i n t e s t i n o s d e s t r o z a d o s . La ma¬
dre de la k a t a w a es la p e o r de t o d a s : p u d r e el c u e r p o , nos q u e m a
p o r a d e n t r o , y si e n v e n e n a s un lago con su resina los animales
de ese lago flotan con los ojos q u e m a d o s , en b l a n c o , no solamen¬
te peces, también lagartos grandes, boas, a n g u i l a s , q u e d a n vara¬
dos en la orilla, c i e g o s , sin siquiera p o d e r m i r a r que e s t á n muer¬
tos. La m a d r e del c h u c h u w a s h a b l a n c o es una d a m a . La del
c h u c h u w a s h a rojo e s h o m b r e , j o v e n muy b r a v o , m a c h o . Cuando
t o m a s c h u c h u w a s h a b l a n c o se te p r e s e n t a la m a d r e y te c o n v e r s a ,
p a r a qué me has t o m a d o , d i c e , en tu s u e ñ o te h a b l a , te a c o m p a ¬
ña t o d a la n o c h e . P e r o eso sí c u i d a d i t o con no h a c e r lo que yo
diga, así dice la m a d r e . Y si t o m a s c h u c h u w a s h a rojo se te pre¬
senta el m a c h o y p r e g u n t a lo m i s m o , ¿ p a r a qué me h a s t o m a d o ? ,
y tú no p u e d e s m e n t i r p o r m á s que q u i e r a s , y e n t o n c e s él te dice
ten confianza, confía en mí, y te o r d e n a u n a dieta m u y estricta,
n a d a de ají, n a d a de c i g a r r o , ni mujer ni m a n t e c a , p o r un t i e m p o
preciso. Y si c u m p l e s t o d o sale l i n d i t o , así lo h a y a s t o m a d o p a r a
c u r a r t e de algo o p a r a c o n s e g u i r a l g o , no tan sólo salud, suerte
también, amor también. . . T o d a s las c o s a s tienen su p a r a q u é , su
m a d r e , el origen de su finalidad, de su uso en la c u r a o en el
daño.

Y o l v i d a n d o su p i p a en la m e s i t a , a la d e r e c h a del d i v á n de
esterilla, y e n c a r á n d o s e a I v á n , D o n M a n u e l C ó r d o v a :

274

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
— L o único que a h o r a e s p e n a p a r a mí, b a s t a n t e p e n a , e s n o
haber podido hallar a alguien p a r a dejarle t o d o lo que aprendí
en los b o s q u e s . M i s hijos, c a d a cual p o r su p r o p i a i n c l i n a c i ó n ,
son p r o f e s i o n a l e s de o t r a s r a m a s . Mis nietos, peor: n i n g u n o es
c u r i o s o p a r a los v e g e t a l e s , c o m o y o . S e g u r a m e n t e n o p o d r é dejar
discípulo. A u n q u e t o d a v í a p i e n s o vivir m u c h o m á s . . .
Y e c h á n d o s e a reir con v o c e s g r a n d e s :
— A p e n a s tengo 95 añitos...
Y b a j a n d o la voz y los ojos, e x t r a y e n d o una cerilla, escar¬
b a n d o con ella el f o n d o a t a s c a d o de su pipa:
— E s a p r i m e r a vez, antes de las visiones que te he d i c h o , ya
m i r á n d o m e a h o r a , t u v e o t r a s visiones i g u a l m e n t e n í t i d a s dice D o n
Manuel Córdova. E s p e c i a l m e n t e u n a , c l a r í s i m a , dice. El maestro
que m e p r o t e g i ó d u r a n t e l a m a r e a c i ó n , e n u n m o m e n t o d a d o , sin
anunciar gritó:
—¡Visiones, empiecen!
Y en el c a m p o de mis v i s i o n e s , yo t e n í a t r e c e a ñ o s , i r r u m p i ó
una panguana hembra. El maestro m e o r d e n ó que hiciera apa¬
r e c e r j u n t o a ella u n a p a n g u a n a m a c h o . Yo me p u s e a p e n s a r , a
desear, fuertemente. A b r í los ojos. ¡Y la p a n g u a n a m a c h o esta¬
ba frente a n o s o t r o s , allí m i s m o , en ese claro del m o n t e circun¬
d a d o por a n t o r c h a s ! . . . Y la p a r e j a de p a n g u a n a s se p u s o a bai¬
lar una d a n z a de apareamiento. ¡ Q e s p i c h í w a y ! , gritó c o m o hu¬
mano, como humano amawaka, es decir en idioma de quechuas
p e r o con voz de a m a w a k a s , así gritó la p a n g u a n a . ¡Qespichíway,
que c o n t i e n e en r e a l i d a d dos palabras: qespi, que es cristal, y
chíway, que es el j u n t a m i e n t o de los pájaros que q u i e r e n p r o c r e a r .
Qespichíway, p u e s , q u e r i e n d o decir: a p a r é a m e con el cristal, vuél¬
v e m e p r í s t i n o , h a z que t e n g a m o s hijos t r a n s p a r e n t e s , libres, como
n a c i d o s del cristal. E s o le dijo la p a n g u a n a a su h e m b r a en mi
visión. Su voz era g r a n d e y a m a r i l l a . En m e d i o de las d o s perdi¬
ces a p a r e c i ó un n i d o b l a n c o , de a l g o d ó n h i r s u t o , ese que se usa
p a r a c o r o n a r los d a r d o s de las c e r b a t a n a s , y en el n i d o b r i l l a b a n
cinco huevos azules. H a c í a r a t o que no p o d í a c o n t r o l a r mis vi¬
s i o n e s , mis v i s i o n e s que en ese i n s t a n t e vieron c ó m o la p a n g u a n a
m a c h o se s e n t a b a s o b r e los h u e v o s c o m o si fuera a e m p o l l a r l o s .
S i e m p r e es el m a c h o el que e m p o l l a , me dijo el m a e s t r o , y la p a n -
g u a n a se i n c o r p o r ó del n i d o . Y los h u e v o s azules se r o m p i e r o n

275

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

igualito que el cielo, y b r o t a r o n c i n c o parejas de p a n g u a n a s , dos


de c a d a h u e v o azul, grandes b r o t a r o n , con el m i s m o t a m a ñ o de
sus p a d r e s . Y sin que yo p u d i e r a d o m i n a r su a p a r i e n c i a , de pa¬
reja en pareja las p a n g u a n a s r e c i é n n a c i d a s p a r t i e r o n , se disper¬
s a r o n p o r las c u a t r o esquinas del c a m p o de mis v i s i o n e s . Abrí y
abrí los ojos, dice D o n M a n u e l C ó r d o v a , y t a m p o c o estaba la
panguana madre. L o s cerré: tampoco. Únicamente el macho
quedaba, sólito, ahí en el c e n t r o , y se a g a c h a b a h a c i a el suelo,
m á s y m á s p e q u e ñ i t o , p a r e c í a que e s t a b a r e g r e s a n d o a h u e v o por¬
que se iba p o n i e n d o azul, a z u l i t o , y sus alas se d e s p r e n d i e r o n , yo
lo vi, vi c ó m o sus alas se d e s p i d i e r o n de su c u e r p o y se fueron
solas, v o l a n d o , h u m o v o l a n d o , y el m a c h o h u n d i ó su pico en la
tierra, a b a n d o n a d o , c o m o humano llorando. ..

276

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

y me ordenó contar desde


mi otra persona.

Es ayawaskha negra, l a más fuerte, avisa D o n M a n u e l Córdova


v e r t i e n d o el oni x u m a m a t r i m o n i a d o con t o h é en un m a t e peque¬
ñ o , más b i e n a m a r i l l e n t o , d e fondo o s c u r e c i d o p o r p a r i e n t e s del
óxido. A b a n d o n a su d i v á n , a p a g a la luz, vuelve a s e n t a r s e . No
va a d e m o r a r m u c h o su efecto, nos c o n f o r t a s u r c a n d o la penum¬
bra con m i r a d a s t r a n q u i l a s , b r i n d á n d o n o s confianza. Todos, de
uno en u n o , la b e b e m o s en el m a t e o x i d a d o . No sé qué me oigo
decir m o m e n t o s d e s p u é s , ya bajo las p r i m e r a s o c a s i o n e s del alu-
cinógeno: u n v a h o s o r p r e s i v o c o n f u n d e mis p a l a b r a s , h a o c u p a d o
la sala m á s c o m o un color que c o m o un olor, un i n c o l o r o aliento
de t i e r r a difunta, de b o s q u e s m a n i a t a d o s con la s o g a - d e l - á n i m a , un
viento frío y q u i e t o , espejo l e v a n t a d o c o n t r a la floresta que ha
sitiado a la n o c h e de r e p e n t e . P u e d o m i r a r mi voz que sale del
espejo r e b a l s a d o de árboles y desciende d e s p a c i o , en h u m o de
c o l o r e s , e n r o s c á n d o s e a un t r o n c o de m a c h i m a n g o , h a s t a la hier¬
ba fulgurante que i n v a d e el p i s o del salón a b i e r t o . C i e r r o los
ojos, veo: nos encontramos en casa d e D o n Manuel Córdova,
todo está b i e n en el J i r ó n H u a l l a g a de Iquitos, todo está muy
b i e n , el brujo fuma c o n t e m p l á n d o m e d e s d e el diván de esterilla
y F é l i x I n s a p i l l o s o b r e el suelo a mi d e r e c h a muy bien y m á s allá
I v á n , p l e g a d o s los p á r p a d o s , su e s t a t u a de m a d e r a c i n c e l a d a por
la p e n u m b r a fresca. A l g o , no sé, me e s c u c h o repetir. A b r o los
ojos, es m í a esa voz, la estoy m i r a n d o , esa voz que repta lenta-

277

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
m e n t e hacia mi p r i m o César. P e r o C é s a r no está. S o l a m e n t e en
este i n s t a n t e d e s c u b r o que n u n c a h u b o n a d i e en el lugar de mi
primo César Calvo. D e s b o r d a d o por u n a l e l a m i e n t o que n o e s
alel a m i e n t o , m i r o y miro mis m a n o s , mi c a r a , me m i r o con las
manos. Don Manuel C ó r d o v a oscila entre c o m p a d e c i d o y satis¬
fecho. ¿Ya estás sintiendo el oni x u m a , n o ? , s o n r í e . Es que ésta
es la más fuerte. Tú sabrás que hay dos clases de a y a w a s k h a . Sus
p a l a b r a s se alejan de mi vida, las p u e d o ver s i s e a n d o p o r el aire:
— S o n dos t i p o s de liana, i g u a l i í a s p o r fuera, con el m i s m o
c o l o r y g r o s o r , p e r o si las c o r t a s de t r a v é s , en su t a l l o , verás que
a n a está h e c h a de tres fibras r e d o n d a s y la o t r a de c i n c o . No es
m á s gruesa la n e g r a p e r o tiene m á s , p o r eso b r i n d a m á s . . .

Y se l e v a n t a del t r o n c o de e s p i n t a n a , t o d o está b i e n , en este


b o s q u e que ya no es espejo y que o c u p a la sala con m a y o r convic¬
ción que u n b o s q u e r e a l , a b s o l u t a m e n t e t o d o está muy b i e n , o l i e n d o
a bosque, resonando a bosque. Don Manuel C ó r d o v a atraviesa
el c l a r o . Lo v e o , sin a s o m b r o , i n t r o d u c i r su m a n o d e r e c h a p o r
el cuello de la c u s h m a y e x t r a e r un p o m o de agua florida: desen¬
r o l l a la t a p a y la t a p a abre las alas y se va b r i l l a n d o , luego se
a c e r c a y salpica mi p e c h o con la m ú s i c a que fluye del frasco, la
otra m a n o de D o n M a n u e l C ó r d o v a me sostiene la frente que se
ha p u e s t o a s u d a r , me siento b i e n , oigo decir a mi p r i m o C é s a r
d e s d e mí que t o d o está bien, que yo me siento b i e n , r e p i t e . El
brujo moja mi c a b e z a con un c h o r r o de alcohol a l c a n f o r a d o , des¬
pués se c o n c e n t r a en la n u c a y el pecho de mi h e r m a n o I v á n ,
todo está b i e n , se dirige hacia Félix Insapillo apartando bam¬
búes de c o l o r e s , c a n i l l a s de t a n r i l l a , p e n e s de a c h ú n i , un empala¬
do de á n i m a s , él m i s m o se restriega la c a b e z a , p o r el c u e l l o de la
c u s h m a vierte g o t a s de m ú s i c a o l o r o s a . Un r e s p l a n d o r de antor¬
chas d i b u j a d e s d i b u j a p a r a l i z a su r o s t r o , sus r o s t r o s , a q u e l l o s tres
perfiles que f r o n d e a n de golpe en lo alto del c a b e l l o c o m o l u n a s ,
c o r o n a s de l u p u n a s a m a r i l l a s y r o j a s , yo los m i r o l e j a n o s , lejaní¬
simos, b o r r á n d o s e , borrándome.

H a s t a la sala llega, por e n t r e los a d i o s e s del tohé y de la


n o c h e , tras l a t e r q u e d a d del oni x u m a , una b r u m a d e p a s o s , v o c e s ,
ajetreos de m a d r u g a d o r e s , b o c i n a s de a u t o m ó v i l e s . ¿ C ó m o te ha

278

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
i d o e n esta m a r c a c i ó n ? , inquiere Don Manuel Córdova a Félix
I n s a p i l l o , y él: bien me ha i d o , y D o n M a n u e l : ¿qué visiones tu¬
viste?, y F é l i x : h u b o un m o m e n t o en que me vi d e s d e afuera de
mi c a r n e , p e n s é : si a ese que está ahi s e n t a d o , y que yo m i s m o
soy, le dieran de a z o t e s , ni él ni yo s e n t i r í a m o s dolor. Q u i s e fu¬
m a r , no p u d e , t o m é la cajita de fósforos y me puse a reir por
d e n t r o , sin que mi b o c a se riera, p o r q u e la cajita de fósforos era
el c a s c o de un v e n a d o . C ó m o voy a e n c e n d e r un c i g a r r o con ei
c a s c o de un v e n a d o , dije, y lo dije s a b i e n d o que se t r a t a b a de
una cajita de fósforos. Y la c o p a de ese a r b o l i t o que está ahí
j u n t o a la m a m p a r a , igual: era u n a c a n o a que se h a b í a t r e p a d o a
las r a m a s . ¡Pero al m i s m o t i e m p o , de una m i s m a m a n e r a , era la
c o p a del a r b o l i t o ! D e s p u é s , más rato, me perdí d e n t r o d e una
enorme maquinaria de colores despacios, entre engranajes tre¬
m e n d o s , de fierro, que no h a c í a n r u i d o al t r a q u e t e a r , no denun¬
c i a b a n m o v i m i e n t o , y sus t o r n i l l o s e r a n r o s a d i t o s , g r a n d e s t u e r c a s
de colores s u a v e s , y p o l e a s , u n a m á q u i n a que me daría m i e d o , y
yo d e n t r o de ella, en m e d i o de esos m o n s t r u o s que g i r a b a n eriza¬
dos de p ú a s a m a r i l l a s , v i o l e t a s , y mi c u e r p o a t r a v e s a d o de v e r d a d
sin que sintiera el menor sufrimiento, sin que me saliera n a d i t a
de s a n g r e . . .
— ¿ Y mi ahijado Iván C a l v o ? , dice Don Manuel Córdova
¿ Q u é visiones ha visto mi ahijado? Su voz, la r e c o n o z c o , me
regresa del t o d o d e s d e lo h o n d o de la m a r e a c i ó n , un c a n s a n c i o
que no p e r t e n e c e a mi c u e r p o d e s p l o m a mi c u e r p o sobre la silleta.
— L o que yo he visto no es p a r a c o n t a r s e , se i n c o m o d a I v á n .

D o n M a n u e l C ó r d o v a se aternura mirándolo y sin dejar de


semisonreir gira el r o s t r o h a c i a mí:
— ¿ Y e l j o v e n , n o tan j o v e n , C é s a r C a l v o ? ¿ L o que t ú has
visto sí es p a r a c o n t a r s e , o h a s visto t a m b i é n lo m i s m o que tu
hermano Iván?
Y yo, a t a s c a d o en mis visiones otra vez, t o d a v í a d e n t r o de
la n o c h e que se a c a b a de ir:
— T u v e un s u e ñ o bien r a r o , c o m o si h u b i e r a visto una pe¬
lícula e s t a n d o b o r r a c h o . Al c o m i e n z o m i r é , aquí en su sala, un
b o s q u e frente a un espejo que se e m p a ñ a b a con b o n d a d , levanta¬
do ante la c a r a , a n t e el v a h o de un n i ñ o que d o r m í a . C e r r é los
o j o s , los a b r í , y n a d a se alteró en esa visión, t o d o siguió n o r m a l ,

279

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

bien natural d e n t r o del s u e ñ o . Soñé que yo era y a la vez no era,


y que los dos que yo era v i a j á b a m o s de L i m a a P u c a l l p a , y de
Pucallpa íbamos a A t a l a y a , y soñé que a l q u i l a m o s en A t a l a y a un
bote con m o t o r fuera de b o r d a , y soñé que s u r c a m o s el río U c a -
yali hasta el U r u b a m b a , y del U r u b a m b a h a s t a la b o c a del Tnuya
navegamos, y n a v e g a m o s en mi sueño a contracorriente varios
días hasta el río M a p u y a , y allí r e c o g i m o s fósiles m a r i n o s , c a r a -
.coles de p i e d r a , m e d u s a s de m i l l o n e s de a ñ o s , y soñé que h a b í a
una w a p a p a c o m i e n d o g e n t e , p u e b l o s e n t e r o s flotaban c o m o p e c e s
en el agua e n v e n e n a d a , d e n t r o de mi visión. . .

D o n M a n u e l C ó r d o v a simula p r e o c u p a r s e p o r su p i p a , va a
encenderla, prefiere concentrarse en la cerilla que remueve los
restos de t a b a c o . ¿Y d e s p u é s ? , dice con u n a voz que he contem¬
p l a d o antes. D e c i d o callar, me mortifico en la silla, no me obe¬
dezco:
— M i r é colores, solamente colores durante m u c h o rato. Pero
volvió s ú b i t a m e n t e el s u e ñ o , el m i s m o sueño r e g r e s ó a! sitio don¬
d e nos dejó. Continuamos viajando. Un niño a m a w a k a nos
llevaba. D e j a m o s atrás al M a p u y a , i n g r e s a m o s al m o n t e , yo volví,
a p u n t é a la w a p a p a con mi e s c o p e t a , no sé qué c o s a me d e s a n i m ó .
Seguí soñando con gran claridad. Soñé que yo no era César
Calvo sino C é s a r S o r i a n o , un p r i m o m í o que vive en C a j a m a r c a :
él iba en mi p e r s o n a sin que mi p e r s o n a dejara de ser y o , iba en
los dos t r o p e z a n d o p o r esos b o s q u e s , p o r f i a n d o e n c a m i n a r j u n t o
a Iván. Y p r i m e r o que t o d o s iba el n i ñ o que usted h a b í a e n v i a d o
para que nos g u i a r a . Porque soñé que e s t á b a m o s c a m i n a n d o y
p a d e c i e n d o y e s f o r z á n d o n o s ú n i c a m e n t e p a r a llegar a usted. Y
soñé que usted era el jefe de los a m a w a k a . Se l l a m a b a algo así
como Ino M o x o , sí, me acuerdo claramente, se llamaba Ino
Moxo pero n o era I n o Moxo, era Don Manuel Córdova, era
usted, la piel c l a r a , los ojos i g u a l i t o s , la voz, los g e s t o s , t o d o . ..
Por fin, luego de a t r a v e s a r a pie p o r u n a s c o l i n a s e n s e l v a d a s llega¬
mos al río M i s h a w a y usted nos r e c i b i ó . Ino M o x o nos recibió,
eso soñé. H a b l a m o s l a r g a m e n t e s e n t a d o s en la orillla del M i s h a -
wa d u r a n t e c u a t r o días m á s . D e s p u é s , sin a v i s o , r e g r e s a n d o de
una sesión de a y a w a s k h a y t o h é i d é n t i c a a la de esta n o c h e en
su casa, Iván me dijo que I n o M o x o se h a b í a p u e s t o su c u s h m a
amarilla y había e n t r a d o al b o s q u e y h a b í a d e s a p a r e c i d o su cuer-

280

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

po echando h u m o . . . R e c u e r d o que e n esa m a r c a c i ó n , d u r a n t e e l


ayawaskha que usted me dio en su c a b a n a del M i s h a w a , soñé
e x a c t a m e n t e el m i s m o s u e ñ o que he s o ñ a d o aquí en su casa de
I q u i t o s , aquí en el J i r ó n H u a l l a g a , igual que un s u e ñ o d e n t r o de
otro s u e ñ o : v i s i o n é que e s t a b a en A t a l a y a con I v á n y con F é l i x
I n s a p i l l o y c o n m i g o , es decir con C é s a r C a l v o , y que n a v e g a m o s
p o r el U c a y a l i , el U r u b a m b a , el I n u y a . . . C o m o u n a visión que
n a c i e r a al m o r i r , que no t e r m i n a r a j a m á s , c o m o un viaje que ter¬
minara p o r su inicio, que se estuviera viendo mirarse en mi
visión. . . A q u í está t o d a v í a , en mi c a b e z a , c o m o recién v i v i d o ,
ese viaje que su oni x u m a me ha h e c h o soñar. . .

Y Don Manuel Córdova, sonriendo y relegando su pipa en


la mesita:
— L o s a s h a n í n k a dicen que s o ñ a r es h a b l a r con el aire, que
d u r a n t e el s u e ñ o se d e s p i e r t a a la vida de otro t i e m p o , a una de
las vidas del t i e m p o de esta vida. Lo que se m i r a d e s d e el oni
x u m a es t a n real o m u c h o m á s í e a l . No lo d u d e s un i n s t a n t e . Tú
has viajado de v e r d a d a n o c h e , a u n q u e no sea la m a n e r a m á s habi¬
tual de la v e r d a d .

Y h a b l a n d o p a r a sí, p a r a su a d e n t r o :
— U n o de los v a r i o s antifaces de esta m i s m a v e r d a d .
Y c a m b i a n d o de r o s t r o , e x i l á n d o l o en voz i n c o n f u n d i b l e :
— T o d o el viaje de tu s u e ñ o , cierto es p a r a m í , p a r a mi v i d a ,
y p a r a tí d e b i e r a ser lo m i s m o , un viaje v e r d a d e r o en su t o t a l . . .

Y sopesando mi incredulidad:
—Allá, al b o r d e del M i s h a w a , en tu soñar, ¿había o no
había un e n o r m e renaco en m e d i o del a g u a ? . . .
Y desviando m a n e r a s , refiriendo sus ojos h a c i a F é l i x I n s a -
pillo y hacia mi h e r m a n o I v á n :
— E l l o s no serán m á s l o q u e fueron h a s t a ayer, h a s t a a n t e s
del oni x u m a y del tohé.. De un m o d o imperceptible pero bien
r e a l , ellos t a m b i é n se han a l i m e n t a d o de tus v i s i o n e s , han viajado
c o n t i g o a sus m a n e r a s . .. A u n q u e t o d a v í a no lo sepan en el
p e n s a m i e n t o de su c o r a z ó n , a t r á s de sus m e m o r i a s , ellos dos ya
t a m p o c o son los m i s m o s . . .
Y afilando las z a r p a s de su n o m b r e a m a w a k a , c a y e n d o sobre
mí desde lo alto de su frente de s a b i o :

281

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

— Y o sé. T ú n o has v e n i d o d e s d e L i m a s o l a m e n t e p a r a que


te sane tu c u e r p o m a t e r i a l . Y a n o c h e no has v e n i d o s o l a m e n t e
p a r a t o m a r oni x u m a c a s a d o con t o h é . Yo lo sé. P o r eso he
d i c t a d o lo que ha visto tu s u e ñ o . Yo he dictado, una por una,
t o d a s sus v i s i o n e s . T a m b i é n p o r eso no he p o d i d o d i c t á r t e l a s a
tí sino a tu d e s d o b l a m i e n t o , a u n o de los c u e r p o s de tu s o m b r a .
A l g ú n día, m e r e c i e n d o , p o d r é q u i z á confiarte, s a b r é p o r qué n o
fui c a p a z c o n t i g o , p o r qué te hice viajar d e n t r o de tu p a r i e n t e , a
su l a d o , c o m o un e x t r a ñ o , p o r qué te hice viajar d e s d e tu otra
p e r s o n a en las v i s i o n e s . . .

Y despidiéndose del diván de esteras, despidiéndonos, ya


era sofocante la m a ñ a n a y c o m e n z a b a n a b u s c a r l o p a c i e n t e s , una
fila de caras ojerosas y ansiosas, Don Manuel Córdova ordenó
que y o , no C é s a r C a l v o sino mi otro C é s a r , c o n t a r a en beneficio
de la gente los m e a n d r o s del viaje q u e creí h a b e r soñado. Ese
viaje que h a c e s e s e n t a a ñ o s , o d e n t r o de sesenta m i l l o n e s de a ñ o s ,
en el t i e m p o sin t i e m p o , me llevó a c o n o c e r a I n o M o x o , P a n t e r a
N e g r a d e los amawaka.
— V e a descansar ahora, d i s p u s o fatigado D o n M a n u e l Cór-
dova, como un convaleciente, acompañándonos hasta la puerta,
muy d e s p a c i o . P e r o no vayas a a l t e r a r la r e a l i d a d del s u e ñ o , no
divorcies la m a g i a de la h i s t o r i a ni la vigilia del m i t o . No te olvi¬
des que los ríos p u e d e n existir sin a g u a p e r o no sin o r i l l a s . Crée¬
me: la r e a l i d a d no es n a d a si no se llega a verificar en los s u e ñ o s .

El e s t r e m e c i m i e n t o de u n a red me e n v o l v i ó no e r a un s u e ñ o
era un lago vi a K a a m e t z a en la t e r c e r a orilla s o b r e la sangre
n e g r a del o t o r o n g o a c u c h i l l a d o quise a c e r c a r m e a ella y la red
me d e v o l v i ó a las a g u a s c a d a vez m á s o s c u r a s m á s c a l i e n t e s m á s
claras ¡qespichíway! grité y no e r a un l a g o era un río ¡qespichí-
way! i n v o q u é a K a a m e t z a ¡ a p a r é a m e con el cristal t e n g a m o s hijos
t r a n s p a r e n t e s y libres! así en q u e c h u a me oyó gritar el s u e ñ o p e r o
no me e s c u c h ó , K a a m e t z a c o n t i n u a b a en la r i b e r a a b s o r t a y N a -
r o w é d e s p e r t a b a los t e n t á c u l o s de la red se a f l o j a r o n m i n t i e r o n i n -
sistieron me a f e r r a r o n de n u e v o . Y no era una red. E r a una m a n o
s a c u d i é n d o m e , d o s m a n o s a f e r r á n d o s e a mis h o m b r o s : Roosevelt
G u z m á n me despertaba disculpándose, d i c i e n d o que t o d o s s e ha-

282

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

bían ido a la calle a p e s a r a d o s p o r mi pesadilla y que ya e s t a b a


por anochecer.
T o d o el día he d o r m i d o , a q u í , en esta c a s a del J i r ó n A g u i -
rre de I q u i t o s , frente a la P l a z a 28 de J u l i o , j u s t a m e n t e en el
c u a r t o que h a c e m á s d e veinte a ñ o s h o s p e d ó mis v a c a c i o n e s esco¬
lares. El viento no ha p a s a d o . A h o r a estoy ante las m i s m a s
p e r s i a n a s que e l p i n t o r C a l v o d e A r a ú j o , m i p a d r e , s u p o a p a r t a r
con d e d o s de t a b a c o y a g u a r r á s y pinceles r e c o g i e n d o j ú b i l o s y
c o l o r e s y j ú b i l o s y c ó l e r a s p a r a c e d e r l o t o d o al caballete donde
o t r a v e n t a n a lo e s p e r a b a . ¿El v i e n t o no ha p a s a d o ? Sé bien que
D o n D a n i e l G u z m á n C e p e d a n o s e e n c u e n t r a e n l a c a s a , que ésta
ya no es su c a s a ni es la mía, que se fue con mi p a d r e p i s a n d o ra¬
m a s t i e r n a s , q u e d e s a p a r e c i e r o n sus c u e r p o s e c h a n d o h u m o . Si tan
sólo c o n s i g u i e r a r e a n u d a r el s u e ñ o , digo c a l l a n d o v i e n d o , p e r o un
s ú b i t o a g u a c e r o me d e s p i e r t a del t o d o , fisguea g o t a s g r u e s a s por la
v e n t a n a , me l e v a n t o y la cierro i n ú t i l m e n t e , mis ojos no se a p a r t a n
de la lluvia. P o r q u e el v i e n t o ha p a s a d o , s a u c e s , sí, ha p a s a d o ,
manguales, pomarrosas, devastando generosos nísperos, inolvida¬
bles á r b o l e s e t e r n o s , c ó m p l i c e s de mi vida. Y no hay n a d i e en la
P l a z a ni en la c a s a , p i d o a R o o s e v e l t que diga que no hay n a d i e , si
alguien me b u s c a díle que no e s t o y , díle que yo t a m b i é n , que yo
t a m p o c o , h a c e ya c u a t r o c i e n t o s a ñ o s que me he ido. I n s t a l o en¬
t o n c e s u n a hoja b l a n c a , otra n e g r a , otra b l a n c a , e n l a desbarata¬
da m á q u i n a de escribir.
Y escribo:

LAS TRES MITADES


de Ino Moxo
y otros brujos de la Amazonia

por: CESAR SURIANO


— A s í e s c u a n d o alguien dice l a v e r d a d , r e s u e n a D o n M a n u e l
C ó r d o v a d e n t r o de mi m e m o r i a . Si u n a sola e x i s t e n c i a la e s c u c h a y
c o n s i d e r a , no p r e c i s a s ni decir la v e r d a d : d i c i e n d o o t r a s c o s a s ya
la dices a u n q u e ni tú ni la v e r d a d lo q u i e r a n . . .

—El primer hombre no fue hombre, me dice Don Javier


enmarañándose en risadas hondas. El primer hombre fue mujer...

28?

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

EL PRIMER HOMBRE NO FUE HOMBRE.

, . .me refiero a la huella de un ser h u m a n o encontrada en la


región de A s c o p e . El profesor Jack E v r n d e n de la Universidad
de California'ha asignado a la roca en que fue hallada esa huella
la edad de 60 m i l l o n e s de a ñ o s . . .

287

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

ME DICE DON JAVIER

en la a n t e s a l a del H o t e l T a r i r i de P u c a l l p a c o m o
desencolado d e esos muros tatuados con r e m e d o s
de los r e t r a t o s de a l m a s que p i n t a n los n a t i v o s .

289

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

CON LAS MANOS DE IVAN

. . . e x t r a j i m o s del río M a p u y a las m e d u s a s r e m o t a s , los


caracoles marinos convertidos en piedra.

291

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

NO EL INKA MANKO KALLI.

. . .sino Don Hildebrando, como un gran resplandor


aparece sosteniendo aquel v a s o sin t i e m p o .

293

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
NO ME GUSTA H A B L A R DE ESO.

. . . p e r o voy a c o n t a r t e s o l a m e n t e p o r q u e lo quiere D o n Juan


T u e s t a , dice R u t h C á r d e n a s , l a e s p o s a d e D o n J a v i e r e n l a c i u d a d
de I q u i t o s . V o y a c o n t a r t e c ó m o r a p t a r o n a mi h e r m a n i t o A r o l d o ,
c ó m o fue que lo h i c i e r o n c h u l l a c h a k i .

295

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
ME VI A LOS PIES DE UN CERRO.

. . . u n a c u m b r e e m p o n c h a d a con hielos e t e r n o s .
¡Qoylluriti!, g r i t a b a n . ¡Estrella de N i e v e ! , g r i t a b a n .

299

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod
NO POR SER LA MAS AMPLIA.

. . .sino la más distinta, la c h o z a de I n o M o x o


se nos figura el c e n t r o del c a s e r í o a m a w a k a . . .

303

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

CUANDO PIENSO EN FITZCARRALD.

. . .y en sus m e r c e n a r i o s , dijo Ino M o x o , c u a n d o pienso


que esos genocidas eran h o m b r e s , me dan g a n a s de
nacionalizarme culebra.

305

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

¡DÉME SU BENDICIÓN, PADRECITO PEDRO!.

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

NO POR SER LA MAS AMPLIA

.. . sino la m á s r e q u e r i d a , la casa de Ino M o x o , hoy


M a n u e l C ó r d o v a , en el J i r ó n H u a l l a g a de I q u i t o s .

309

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
P O R Q U E YO FUI INO M O X O . . .

W
w
.. . revela D o n Manuel C ó r d o v a , durante muchos años
fui P a n t e r a N e g r a de los a m a w a k a , desde que me r a p t a -
ron o b e d e c i e n d o a l gran m a e s t r o X i m u .

311

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

.EL VIAJE QUE ME LLEVO HASTA EL PRIMER


HOMBRE. . .

315

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

ANDANDO HACIA LA ORILLA

. . . у entrando al Arnazuna*,
cnmarañanduw; en rizadas ondas- ,.

317

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

1
vocabulario

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
— A —

Abigeo.—Mezcla de justiciero y de cuatrero, de levantisco por


n a t u r a l e z a y l a b r i e g o sin t i e r r a , es y no es l a d r ó n de
ganado. E n r e a l i d a d n o hurta: r e c u p e r a . Las cordille-
ras lo l l a m a n Qorilazo, p a l a b r a que fusiona un t é r m i n o
keshwa y otro castellano y significa Lazo-de-Oro, alu¬
d i e n d o sin d u d a a la infalibilidad con que los a b i g e o s ,
aun en la más arisca o s c u r i d a d , enlazan y convencen
a vacas y caballos.

Abata.—Aunque pasa d e s a p e r c i b i d o , en todas partes, este árbol


t e m e r o s o de g r o s o r y de altura crece de preferencia en
selvas l l a n a s . Sus r a í c e s , de un rojo r e n e g r i d o , astilla¬
d a s y h e r v i d a s dan fuerzas a un b e b e d i z o que d e s p i d e
al a z ú c a r de la s a n g r e .
Acarawasú.—Pez refractario a los ríos mayores, puebla exclusi-
vamente q u e b r a d a s y lagos. P e s a h a s t a tres kilos y
r a r a vez rebasa los c i n c u e n t a c e n t í m e t r o s de l a r g o . En
las c i u d a d e s c o d i c i a n los o r n a m e n t o s de su piel, en las
a l d e a s la s a b r o s u r a de su c a r n e . Lo cierto es que p o r
una u otra causa, acorralado entre el h a m b r e y los
a c u a r i o s , el a c a r a w a s ú vive: no vive: e s c a m o t e a el ries¬
go de la e x t i n c i ó n .
Achiote.—Bixa Orellana. Semilla cuya roja moledura es emplea¬
da, en h a r i n a o en p a s t a , con fines c u l i n a r i o s , r i t u a l e s o
simplemente decorativos. En las c o c i n a s m á s exigen¬
tes y civilizadas el a c h i o t e ya es indispensable como
s a z o n a d o r p e r o los n a t i v o s insisten en no r e c o n o c e r l e
m á s v i r t u d e s que las de una eficaz p i n t u r a mágica: su
c o l o r i d o a h u y e n t a fieras, h o m b r e s d a ñ o s o s , á n i m a s ad-
versas. El a c h i o t e nos hace invulnerables a cuales-
q u i e r a c o s o de los e n e m i g o s visibles e invisibles.

Achúni.—Cuadrúpedo nervioso, mediano. Únicamente de cerca


y m u c h a s veces sólo c o n s t a t a n d o lo h i r s u t o de su c o l a
y sus orejas lánguidas, puede determinarse que el
a c h ú n i es a c h ú n i y no z o r r o . P e s e a la difundida indi¬
ferencia de este a n i m a l r e s p e c t o a las g a l l i n a s , la vora¬
cidad de los cazadores persiste en c o n f u n d i r l o .

321

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
Afanínga.—Esta sierpe acostumbra vivir en el cobijo, casi en el
anonimato, de los pastizales. A diferencia de o t r a s ,
la a f a n í n g a se m i m e t i z a p o r h u r a ñ a , no por vocación
de a c e c h o . Inclusive c u a n d o es a t a c a d a p r e s c i n d e de
morder: sólo sabe p r o t e g e r s e r e v o l e a n d o su cola, re¬
p l e g á n d o s e tras ese r e m o l i n o de azotes i n o c e n t e s .
Aguajal.—Dícese de las tierras pantanosas o inundables donde
a b u n d a cierta p a l m e r a c o n o c i d a , al igual que sus frutos,
con el n o m b r e de aguaje. A este r e s p e c t o e x i s t e n dos
versiones tan contrarias como acreditadas: u n a sostie¬
ne que los aguajales d e b e n su apelativo a la p a l m e r a
que los h a b i t a , otra a s e g u r a que los aguajes son deno¬
m i n a d o s así p o r q u e c r e c e n ú n i c a m e n t e en t e r r e n o s cu¬
b i e r t o s p o r las aguas.

Aguaje.—Palmera gigante que prefiere las tierras inundables o


las a v e c i n d a d a s a lagunas y ríos. También llámase
aguaje al fruto de esta p a l m a , suerte de p i n a ínfima y
rojiza: t r a s dificultosa c a s c a r a de e s c a m a s que las gen¬
tes a p a r t a n con los d i e n t e s , el aguaje e s c o n d e u n a pul¬
pa a c e i t o s a , escasa p e r o sumamente nutritiva y delei¬
table.

Aguaje-machácuy.—Sierpe acuática, pacífica, cuyo nombre obe¬


d e c e al c o l o r y t e x t u r a de su piel, imitada hasta la
confusión p o r los frutos del aguaje. Machácuy es la
castellanización de la p a l a b r a mach'aqway que en idio¬
ma k e s h w a designa a los ofidios y c u l e b r a s c o m u n e s .
¿Será necesario consignar que otra palabra keshwa,
Amaru, que también significa serpiente, o más bien
gran serpiente, o anaconda, boa, era y es reservada
p a r a n o m b r a r a la S e r p i e n t e - D i o s , una de las divinida¬
des m e n o r e s de los inkas?
Ajuási.—Más que del h o m b r e o c i o s o dícese del inútil, aquel cuya
ánima, h a b i t a d a por i r r e v o c a b l e s t o r p e z a s , l o conduce
hacia un t e r c o d e s t i n o de fracaso. Ajuási no es nece¬
s a r i a m e n t e quien se n i e g a a a c t u a r sino q u i e n se equi¬
v o c a c a d a vez que lo i n t e n t a .
Allpaka.—Auquénico apacible, más frágil y menos elevado que
un asno, n o tan c o n s i d e r a d o p o r s u c a r n e , c o m o por

322

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
su pelaje i n c a n s a b l e en d a r lanas c o p i o s a s y sedosas.
La allpaka es u n o de los cuatro camélidos exclusivos
de las c o r d i l l e r a s sudamericanas. El wanaku, la viku-
ña y la llama son sus o t r o s p a r i e n t e s i n m e d i a t o s .
Allqoruna.—Allqo: perro. Runa: hombre. Muchos nativos de
nuestras sierras y selvas d e n o m i n a n allqoruna al hom¬
b r e b l a n c o , al virakocha, p o r lo que esta p a l a b r a lleva
de i n s u l t o en su v e r d a d : n o - h o m b r e , es decir inhuma¬
no, explotador, bastardó, l a d r ó n , falsario, eso y m á s
significa, según c ó m o y c u á n d o se p r o n u n c i e , la pala¬
bra allqoruna.
Ama sua, ama ¡lula, ama qella.—En idioma keshwa: "No seas
l a d r ó n , no seas m e n t i r o s o , no seas o c i o s o " . L o s inkas
e m p l e a b a n esta frase en l u g a r de nuestro paupérrimo
"buenos 'días". La p e r s o n a a q u i e n iba d i r i g i d o tal sa-
ludo respondía Ch'eynallataq q'ampas, es decir: "Yo
deseo lo mismo para tí".
Amawaka.—Amiwaka. Así designamos, desde la conquista espa¬
ñ o l a , a la n a c i ó n Yora y a los n a t i v o s que la confor¬
man. El principal asentamiento yora, o amawaka,
aquel donde hizo fama la s a p i e n c i a de I n o M o x o , si¬
gue ubicado en las inmediaciones del río Mishawa,
f r o n t e r a d o p o r las c o r r e n t a d a s del I n u y a y del M a p u y a
que a l i m e n t a n al R í o S a g r a d o de los I n k a s , el g r a n d i o -
so Urubamba.
Andiroba.—Árbol de madera especialmente pertinaz, sólo supe¬
r a d a p o r la d u r e z a del wakapú en la t a r e a de e n v i g a r
viviendas.
Anima.—Espíritu. Alma. Aparición. Fantasma. Y fuerza, esa
e s e n c i a que h a b i t a y que da vida, que da a l i e n t o , que
anima a humanos y animales, vegetales y cosas. En
b o c a d e los brujos a m a z ó n i c o s " G r a n d e s A n i m a s " pue¬
de ser referencia t a n t o a los espíritus superiores que
a l g u n a vez o c u p a r o n un cuerpo material, como a las
p o d e r o s a s d i v i n i d a d e s que al m i s m o t i e m p o i m p u l s a n y
a m e n a z a n lo c r e a d o al r e c r e a r l o en su e x i s t e n c i a dia¬
ria. Anima es t a m b i é n lo que se desprende del mori¬
bundo, lo que sigue v i v i e n d o p o r él cuando él ha

323

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
m u e r t o , lo que d e s p u é s r e c o r r e los sitios y c a r i ñ o s del
difunto buscando eternamente su final. En la selva,
p o r e l l o , y no tan sólo en la superstición de las a l d e a s ,
siempre que sucede algo inexplicable, un r u i d o , una
v e n u s t a , un m o v i m i e n t o o un silencio i m p r e v i s t o s , al¬
guien razonará invariablemente: "Su ánima del fula¬
no es, su ánima es que está r e c o g i é n d o l e los p a s o s " .
Anona.—Anón. Uno de los frutos tropicales más alimenticios y
sabrosos. Su c a s c a r a , de un v e r d o r d e s c o l o r i d o , esca¬
broso, a t e s o r a una pulpa acaso demasiado blanca y
dulce.
Añashúa.—Pez que compensa largamente su largura, apenas 40
c e n t í m e t r o s , y su p r e c a r i o p e s o , n u n c a m á s de 2 kilos,
con u n a c a r n e t r a n s p a r e n t e , d e s a b o r e s t a n indescrip¬
tibles c o m o los c o l o r i d o s de la piel que la e n v u e l v e .
Añaz.—A su estatura de perrito faldero este animal agrega la
v i v a c i d a d de un z o r r i l l o v e n i d o a m e n o s . E s c a s o s abo¬
r í g e n e s lo j u z g a n c o m e s t i b l e , los m á s lo h a l l a n j o c o s o
y s o l a m e n t e lo p e r s i g u e n a falta de o t r o s j u e g o s .
Añuje.—Pese a ser u n o de los r o e d o r e s más p e q u e ñ o s de la selva
p e r u a n a , su r o b u s t e z e x c e d e a la de d o s e j e m p l a r e s de
conejo común. E n g a ñ o s a es la r u s t i c i d a d de su pelam¬
b r e : t a m b i é n en s a b r o s u r a y en s u a v i d a d de carnes el
añuje a b u s a con m á s de dos conejos.
Apasharama.—Árbol de corteza recia y corrugada, indispensable
si se trata de curtir c u e r o s finos.
Apashira.—Camaleón pequeño, más escurridizo que pequeño. Su
c a r n e t r a n s l ú c i d a y flemosa es a n s i a d a c o m o lujo por
algunos nativos. La apashira suma al v é r t i g o de sus
desplazamientos una capacidad verdaderamente mila¬
g r o s a de m i m e t i z a r s e con c u a l q u i e r ámbito. De allí
que su c a p t u r a sea triunfo y privilegio no de los caza¬
d o r e s m á s e x p e r t o s c u a n t o de lo m á s a f o r t u n a d o s . El
habla popular también llama apashira al sexo de la
mujer.
Aqllawasi.—Los inkas llamaban así, Casa-De-Las-Escogidas, a
la r e s i d e n c i a de las d o n c e l l a s que r e n d í a n culto al Inii,
el P a d r e Sol,

324

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
Xrambasa.—Abeja negra, feroz. La gente le teme al par que la
persigue: la miel de la arambasa, l e v e m e n t e acida, m á s
d o r a d a que espesa, es avariciada como ninguna otra
por sus propiedades tonificantes.
Aripasa.—Árbol indeciso de grosor y de espesura de hojas. Da
frutos grises, r e d o n d o s y achatados: no son comesti¬
bles.
Ashanínka.—Así se denominan y nominan a su nación los nati¬
vos que h a b i t a n p r i n c i p a l m e n t e El G r a n Pajonal y sus
alrededores, más de cien mil k i l ó m e t r o s c u a d r a d o s , a
quienes conocemos como campas. Ashanínka, en su
i d i o m a significa hombre. L o s d e m á s , p a r a ellos, s o m o s
chori (gente de las cordilleras, keshwas o mestizos) o
s o m o s virakocha ( u s u r p a d o r e s , b l a n c o s , i n v a s o r e s ) . En
esa inabarcable meseta selvática conocida como El
G r a n Pajonal y que aún es su p a t r i a , los ashanínka no
p e r m i t e n ni p u e s t o s policiales ni e s c u e l a s al estilo occi¬
d e n t a l ni iglesias ni c u a r t e l e s de s o l d a d o s . Son sin em¬
bargo hospitalarios en extremo, pero exclusivamente
con q u i e n e s los visitan en paz. C o n los otros i g n o r a n
la p i e d a d . Su i n d o b l e g a b l e c o n d i c i ó n g u e r r e r a no so¬
l a m e n t e d e t u v o a los c o n q u i s t a d o r e s inkas y a los con¬
quistadores españoles sino que sigue alerta c o n t r a los
nuevos bárbaros.

Ashipa.—Tubérculo harinoso, dudosamente dulce, acaso el único


c a p a z de ser d i g e r i d o sin c o c c i ó n , en su fresca c r u d e z ,
c o m o si fuera fruto.
Ayañawi.—Ñawi, en keshwa, es ojo. Aya es ánima, difunto,
espíritu-de-los-que-han-muerto. Ayañawi, pues, signi¬
fica O j o - d e l - m u e r t o , O j o - d e - l a s - á n i m a s , y es el nom¬
b r e k e s h w a de la l u c i é r n a g a o cocuyo.
Ayaymáman.—Ave de nombre onomatopéyico. Su canto quejum¬
b r o s o , i n c o n s o l a b l e , sólo s e oye d u r a n t e l a n o c h e . No
se sabe de n a d i e que h a y a c o n s e g u i d o mirar un ayay-
máman. De allí que los selváticos p r o s i g a n d a n d o cré¬
dito a una l e y e n d a que informa de dos n i ñ o s , un v a r ó n
y una hembra cuyos padres, comprendiendo que el
h a m b r e los c o n d u c í a hacia una segura m u e r t e , prefirie-

325

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
ron llevar con e n g a ñ o s a sus hijos al más profundo
b o s q u e y en él a b a n d o n a r l o s . Los pequeños tuvieron
que c o n v e r t i r s e en aves p a r a sobrevivir. D e s d e enton¬
ces s o l l o z a n , ¡ayay m a m a n ! , i n v o c a n d o a su m a d r e , a
su p a d r e , a c u a l q u i e r h u m a n o que se a v e n g a a mirar¬
los. L o s h o m b r e s a p e n a s l o g r a n e n t r e v e r s u c a n t o tras
las hojas de la o s c u r i d a d . H a c e siglos que los n i ñ o s -
pájaro insisten e insisten cantasollozando hasta el
amanecer. Y es q u e , s e g ú n decires de n u e s t r o s pue¬
b l e r i n o s en su i r r e b a t i b l e e inocente verdad, sólo al
ser vistos p o r vista de humano podrán los ayaymáman
r e c u p e r a r su forma y á n i m a p r i m i g e n i a s .

Ayawaskha.—Liana-del-muerto. Soga-de-las-ánimas. Nombre


keshwa de un bejuco de propiedades alucinógenas.
Humboldt lo rebautizó como Banisteria Caapi. Cien¬
tíficos r e c i e n t e s l o g r a r o n aislar su p r i n c i p i o a c t i v o , al¬
caloide al que d i e r o n en l l a m a r harmina, aplicándolo
en e x p e r i m e n t o s casi siempre insatisfactorios debido a
que se i g n o r a con c u á l e s otros vegetales mezclan el
ayawaskha los brujos amazónicos hasta otorgarle los
p o d e r e s m e d i c i n a l e s y de a d i v i n a c i ó n en que b a s a esta
liana su fama de infalible.

Ayúmpari. —Ashanínka que acepta o establece un intercambio de


r e g a l o s con o t r o m i e m b r o d e s u n a c i ó n . Los ashanínka
c o n f i e r e n a esta a n c e s t r a l c o s t u m b r e , c a t e g o r í a de ins¬
titución s a g r a d a . No se t r a t a de dar p a r a recibir. Se
t r a t a de respirar. La v i d a está en el aire, no es de
n a d i e , es de t o d o s . Si m e r e z c o y consigo ser tu ayúm-
pari, al regalarte algo, flechas, m a n o j o s de sal, pasta
de a c h i o t e , no te estoy d a n d o vida: me la estoy devol¬
viendo. L o s o b j e t o s , los d o n e s , los o b s e q u i o s , t o d o s
ellos c r e a d o s c o m o el aire p o r n u e s t r o P a d r e - D i o s Pa-
chakamáite, son f i n a l m e n t e míos c u a n d o dejan de ser¬
lo. .Todo es de t o d o s , sí. P e r o sólo t r a t á n d o s e de
ashanínkas. N i n g ú n b l a n c o , n i n g ú n m e s t i z o , n i siquie¬
ra un m i e m b r o de otra n a c i ó n a m a z ó n i c a es aceptado
por los ashanínka en c a l i d a d de ayúmpari. Porque el

326

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

t r u e q u e de o b s e q u i o s , ese i n t e r c a m b i o s a g r a d o , no sola¬
m e n t e liga de por vida a los dos ayúmparis que lo efec¬
t ú a n sino que c o h e s i o n a y fortalece a t o d a su n a c i ó n .

Awíwa. Gusano comestible y multicolor, alcanza normalmente


diez centímetros de l a r g u r a .

327

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

Batata.—Látex del árbol llamado balata. Los trabajadores y/o


e x t r a c t o r e s de este p a r i e n t e del c a u c h o d e b e n a ello el
apelativo de balateros. El pintor Calvo de Araújo
supo retratarlos, más con candores que con colores,
en una c a n c i ó n suya que p o s e e el m a r c o j u s t o del sen¬
tir popular:

Tú me has querido, engañadora, engañadora,


cuando hey tenido mucho dinero, mucho dinero.
De shiringuero, de batatero, hey trabajado
y esas platas te hey regalado, te hey regalado...

Banda.—Orilla, R i b e r a . Margen de río o de arroyuelo.


Barbasco.—Planta henchida de una sustancia nociva denominada
rotenona. Los pescadores, a u n q u e t a m b i é n utilizan el
látex del barbasco, prefieren el v e n e n o que e x t r a e n de
sus raíces: majan el vegetal (a golpes lo astillan p a r a
h a c e r aflorar la r o t e n o n a ) y luego lo esparcen sobre
el a g u a y al instante r e c o g e n los peces que agonizan
en la superficie.
Bayuca. —Nombre que abarca varias especies de orugas veneno¬
sas, t o d a s ellas c u b i e r t a s por un vello tan urticante
como colorido.
Bora.—Nativo amazónico, m i e m b r o de la n a c i ó n del mismo nom¬
bre.
Bocholocho.—Más espigada e. i n q u i e t a que una paloma, pero no
m á s g r a n d e , esta ave sólo l l a m a r s e a sí m i s m a , ¡ b o c h o -
looooóchooo, bocholoooóoochoooo!, con un cantar
monótono, melodioso, monótono, monótono.
Bubinzana.—Canción mágica también denominada ¡caro. Invo¬
cación. R e z o m u s i c a d o que los brujos t a r a r e a n mien¬
tras fuman en ciertas c e r e m o n i a s .
Bufeo.—Bujeo. Delfín de río. Pez mamífero del tamaño de un
hombre. A l g u n a s n a t i v a s en e s t a d o de m e n s t r u a c i ó n o
de p r e ñ e z evitan n a v e g a r e m b a r c a c i o n e s frágiles: saben
que los bufeos se e x a c e r b a n o l i é n d o l a s y e m b i s t e n sus

328

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
naves intentando volcarlas. No son infrecuentes los
c a s o s de mujeres que h a n p e r e c i d o a h o g a d a s no a cau¬
sa del naufragio sino de los bufeos que las arrastra¬
ron al fondo de las a g u a s y allí las f o r n i c a r o n . Tampo¬
co son escasas las h i s t o r i a s de p e s c a d o r e s que han cap¬
t u r a d o h e m b r a s d e bufeo: a s e g u r a n que n i n g u n a huma¬
na se les c o m p a r a en d e s t r e z a ni a r d o r . La h e m b r a del
B u f e o C o l o r a d o es la m á s c o d i c i a d a : los brujos recor¬
t a n el aro de su v a g i n a , lo d o t a n de p o d e r e s a y u n a n d o ,
icarándolo, y con esa p u l s e r a fabrican la única pusanga
infalible en c u e s t i o n e s de amor. Es cosa r e s a b i d a que
los bufeos m a c h o s p u e d e n , si así lo q u i e r e n , conver¬
tirse en p e r s o n a s : disfrazados de gente salen de los
ríos, especialmente en época de fiestas, y protegidos
por la algarabía, la confusión, los bailes, galantean
m u c h a c h a s y al final se las r o b a n . L o s b u f e o s , mejor
que los h u m a n o s p r e p a r a d o s , o c u p a n sin esfuerzo c u a -
lesquier apariencia. P e r o con los p o d e r e s p r o p i o s del
chullachaki, al mismo tiempo poseen' sus f l a q u e z a s :
h a g a n lo que h a g a n , sean quienes sean, los bufeos es¬
tán c o n d e n a d o s a llevar sombrero siempre. Así c o m o
el c h u l l a c h a k i de h u m a n o es d e l a t a d o p o r la huella de
tigre o de v e n a d o que no p u e d e e s c o n d e r su pie dere¬
c h o , el c h u l l a c h a k i de bufeo se ve forzado a r e s p i r a r
p o r ese i n o c u l t a b l e orificio que tiene en la cabeza. Pa¬
ra r e c o n o c e r l o s y e s p a n t a r l o s basta p u e s con q u i t a r l e s
el sombrero.

329

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

tahuára.—Kawara. Pez cuya desaforada estatura contradice lo


apetecible de su carne.
Caimito.—Si a su forma redonda, apezonada, piel de colores
t e n s o s , a ñ a d i m o s la e x c e l e n c i a b l a n q u e c i n a y gomosa
de su p u l p a , el caimito nos p a r e c e r í a no un fruto sino
un pecho de muchacha. La historia más propalada
que el caimito ha m o t i v a d o h a b l a de un l e ñ a d o r que
castigó los devaneos de su mujer amputándole los
senos y e n t e r r á n d o l o s casi al filo del río, en lo más
distante de su c h a c r a , j u s t a m e n t e en el sitio d e s d e el
cual b r o t a r í a cierto árbol fortuito, de r a m a s p e s a r o s a s
e n t r e g a d a s a un frutecer i n n u m e r a b l e y f u l g u r a n t e . A
tan macabro origen debería el caimito su anhelante
t e x t u r a , el alma de sus carnes, esa d u l c e d u m b r e que
lo exalta a la i n m o d e r a c i ó n .
Campa.—Ver: ashanínka.

Camucámu.—Arbusto semiacuático. Sus frutos ácidos, más áci¬


dos que d u l c e s , h e r e d a n con el n o m b r e una igual dis¬
creción en el t a m a ñ o .
Camúnguy.—Gallinácea de nombre onomatopéyico. La enormi¬
dad de sus m o d a l e s y el c o l o r de sus p l u m a s la e m p a -
r e n t a n con los pavos salvajes. L á s t i m a que su c a r n e
sea t o t a l m e n t e i m p e r m e a b l e al sabor.
Canela-muwena.—Canela-mohena. Árbol de m a d e r a color cane¬
la, s i n g u l a r m e n t e p e r f u m a d a y dura.

Cañero. —Pez desconcertante por lo voraz, fuerte y resbaladizo.


Permanentes flemas r e c u b r e n los 20 centímetros que
su c u e r p o n u n c a sobrepasa. C a r e c e de d i e n t e s , es de¬
cir que se a l i m e n t a por succión. El cañero m á s t e m i d o
es el m á s ínfimo, y con r a z ó n : su avidez, i n c o n t e n i b l e
s i e m p r e , a l c a n z a a ser m o r t a l c u a n d o el cañero ingre¬
sa p o r el ano y / o vagina de los p o b r e s h u m a n o s .
Capirona. —Su condición impenetrable y fibrosa ha dado a este
árbol fama de producir la mejor leña y el m á s persis¬
tente carbón.

330

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
Carachama. —Karachama. Pez antediluviano, habita el fondo de
los lagos y se n u t r e de fango. La v a s t e d a d a r t i t c u l a d a
de sus e s c a m a s g r u e s a s lo c u s t o d i a m e j o r que una ar¬
madura. S o b r e v i v e d e m a s i a d o s días fuera del agua. Su
carne no acostumbra ser visita de señoriales mesas.
L o s v a r o n e s de la n a c i ó n chama, cuyo ú n i c o oficio co¬
n o c i d o es p e s c a r , no s a b e n de o r g u l l o m á s justificado
que capturar alguna karachama: su contento es ma¬
y ú s c u l o si c o n s i g u e n h a c e r l o p r e s c i n d i e n d o de a n z u e l o s ,
de flechas y de r e d e s : b u c e a n sin d e s m a y o y c u a n d o ya
los d a n p o r a h o g a d o s a s o m a n de i m p r o v i s o con la pre¬
sa p r e c i a d a : los j ó v e n e s la traen entre las m a n o s , los
e x p e r t o s la sacan c o n los dientes.
Cargar. —Este v e r b o c o m p l e m e n t a y define, en lenguaje de hechi¬
zadores, al curar. Un brujo puede cargar con daños
c u a l q u i e r cosa que a n t e s , p o r d e s t i n o , e s t u v o c o n c e d i d a
a la b o n d a d . Y viceversa. Y t a m b i é n ni lo uno ni lo
otro: un p a ñ u e l o i n o c e n t e , por e j e m p l o , bien p u e d e ser
cargado p a r a que surta fortuna o maleficios, felicidad
o muerte. Cargar, en c a b e z a de e x t r a ñ o s , se deja con¬
fundir con curar, y curar con hechizar, con embrujar,
a u n q u e e n tales p a l a b r a s n o q u e p a n p l e n a m e n t e t o d a s
sus resonancias y significancias.
Catáhua.—Katawa. Árbol gigante recubierto de espinas. Crece
en t e r r e n o s bajos. Su savia es v e n e n o p o d e r o s o al que
apelan humanos y animales. Con sangre de katawa
u n t a n la p u n t a de sus flechas y d a r d o s a l g u n o s aborí¬
genes. C o n sangre de katawa u n t a n sus alas las aves
c a r n i c e r a s (la famosa wapapa, por e j e m p l o ) , se sumer¬
gen en a g u a s de r e m a n s o , d e p o s i t a n la p o n z o ñ a , espe¬
ran. No esperan mucho tiempo: luego-luego devoran
a los p e c e s que la savia de katawa vara en las orillas.
Cetico.—Debido a su esbeltez y a la o p u l e n c i a de sus r a m a s aba¬
nicadas algunos herbolarios distraídos lo han tildado
de arbusto. El cetico es árbol sin e m b a r g o , y semi-
acuático. S u interior, m á s c o r c h o que m a d e r a , p r ó d i g o
en c e l u l o s a , es lujo que avarician los fabricantes de
papel. N u e s t r o s n a t i v o s , e m p u j a d o s al arte de la pesca

331

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

no p o r vivir deleites sino por m a t a r h a m b r e s , d e g r a d a n


•¿\ cetico p a r a con él c o n s t r u i r s e b a l s a s de e m e r g e n c i a .
Citarácuy.—Hormiga enorme, su mordedura carece de dolor y de
ponzoña. C o n igual nombre es conocida una danza
que las c o s t u m b r e s p o b l a n a s a c o m p a ñ a n con t a m b o r e s
y pífanos y p a l m a s : a lo l a r g o del baile las p a r e j a s imi¬
tan, con pellizcos y gestos insinuantes, el contoneo
c o n t r a p r o d u c e n t e de las h o r m i g a s y su a g r e s i v i d a d sin
c o n t e n i d o , fatal por lo e v a s i v a , m o r t a l p o r lo a m o r o s a .

Coca.—Arbusto de c u y a s hojas se extrae el c l o r h i d r a t o de cocaí¬


na. L a s gentes de los A n d e s chacchan la c o c a , t a r e a
que c o n s i s t e en h a c e r u n a b o l a de hojas d e n t r o de la
boca y masticarla y masticarla agregándole cal, sus¬
t a n c i a d e s e n c a d e n a n t e d e las p r o p i e d a d e s v i t a l i z a d o r a s
que c a r a c t e r i z a n a este v e g e t a l . L o s k e s h w a s lo utili¬
zan d e s d e siempre con fines de a d i v i n a c i ó n . Si la c o c a
es dulce entre los l a b i o s a n u n c i a b u e n a suerte: debe
e m p r e n d e r s e lo que se ha p e n s a d o . Si la c o c a es amar¬
ga, m a l a seña, debe p o s t e r g a r s e lo que se ha progra¬
mado. L o s brujos a m a z ó n i c o s le d a n h o j a s de c o c a al
ayawaskha sólo en contadas ocasiones: también ellos
confían en la coca c o m o e s c l a r e c e d o r a del futuro.
Cocha.—Kocha. Palabra keshwa. Según su a p l i c a c i ó n p u e d e sig¬
nificar L a g o , L a g u n a , R e m a n s o , A g u a s Q u i e t a s , Char¬
ca, Océano.
C o c o n a . — L a m e d i a n í a q u e , en c u a n t o a su i m p o n e n c i a , esta plan¬
ta p r o c l a m a , no se c o n d i c e con sus hojas a m p l i a s ni
con aquel dulzor resquebrajado, agrio, verdeamarillo,
de sus frutos.
Comején.—Hormiga sumamente destructora. Come cualquier ma¬
d e r a y de i n m e d i a t o segrega u n a s u s t a n c i a p a r d a y po¬
r o s a que en b r e v í s i m o t i e m p o se e n d u r e c e . C o n esa
secreción n a c i d a de las r u i n a s el comején c o n s t r u y e su
morada.
Coto-machácuy.—Koto-machácuy. Animal mitológico. Serpien¬
te g i g a n t e , p o s e e dos c a b e z a s y h a b i t a el fondo de los
grandes lagos.

Cumaceba.—Arbol.de madera dura, sin mayor importancia.

332

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

Cumala.—Árbol de madera débil, sin mayor importancia.

Cupíso.—Cupisu. T o r t u g a p e q u e ñ a , e s p i g a d a , anfibia. Sus hue¬


v o s , que se l l a m a n c o m o ella, son m á s a p e t e c i d o s que
su .carne.

Curar.—Én b o c a de brujos este v e r b o m u d a de c o n t e n i d o y oficio.


Curar cualquier objeto es aprovisionarlo de poderes,
d o t a r l o de fuerzas, de sentidos que d i c h o objeto i g n o r a ,
que no le han sido d a d o s ni por c o s t u m b r e ni por na¬
cimiento.

Curuínce.—Hormiga de las grandes, a falta de veneno está pro¬


vista de i m b a t i b l e s t e n a z a s : con ellas corta las tre¬
mendas hojas de las cuales (tras las oscuridades y
h u m e d a d e s cuyo f e r m e n t o e s t i e m p o del subsuelo) ha
de b r o t a r la p u t r i c i ó n de h o n g o s con los que la curuín-
ce se a l i m e n t a .

Cushma.—Túnica tejida y decorada con tintes diversos, especie


de poncho acrecido con mangas, cosido desde las
axilas h a s t a los pies. Suele ser u s a d a i n d i s t i n t a m e n t e
por hembras y varones.

333

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

Chacchar. —Masticar hojas de coca.


Chacra. —Espacio de tierra cultivada.
Chamáiro.—Ceniza vegetal que puede reemplazar a la cal cuan¬
do se chaccha.
Chambira.—Palmera cuyo fruto, discutiblemente dulce, se come
a discreción. Su t r o n c o no es m a c i z o p e r o allá en lo
alto, más allá, en lo afilado, desenvuelve un frescor
i n a c a b a b l e de s o m b r a s de r a m a j e s de hojas v a s t a s , por¬
fiadas y fibrosas. Sin s i n g u l a r m e n t e aptas p a r a t e c h a r
c a s a s , las hojas de c h a m b i r a sin e m b a r g o son exclusi¬
vamente utilizadas como m a r o m a s : adelgazadas, tren¬
z a d a s con d e s t r e z a , e n r o l l a d a s y v u e l t a s a t r e n z a r , ja¬
más han defraudado s u fama e s i r r o m p i b l e . También
se d e n o m i n a chambira, inexplicablemente, a un pez de
m a l g e n i a d a s e s p i n a s y d i e n t e s r e p e l e n t e s que a p e s a r de
sí m i s m o es c o m e s t i b l e .

Charichuelo.—Árbol de copa impertinente, elevada, compacta de


altas r a m a s y de hojas. Da frutos a c i d u l c e s , r a r a m e n t e
a b u n d a n t e s p e r o muy t o l e r a b l e s .

Chicoza.—Especie de cañabrava o pasto colosal. Como nutriente


de g a n a d o esta p l a n t a ha l o g r a d o , con j u s t i c i a , la jerar¬
quía de lo m i l a g r o s o .

Chicozal.—Lugar habitualmente arenoso y poblado de chicoza.


Chimicúa.—Árbol que se d e s q u i t a de sus r a m a s inútiles y fáciles,
desgajables a un s o p l o , d a n d o frutos t e n a c e s y rojos,
tan a f e r r a d o s a su n a c i m i e n t o , tan i n t r i n c a d o s de arran¬
car, tan i m p o s i b l e s de existir a i s l a d o s , que p o c o s ca¬
zadores pueden jactarse, sin falsía, de h a b e r l o s sabo¬
reado.

Chinchilejo.—Libélula. También conocido irresponsablemente


como chupajeringa. Apodo i n e v i t a b l e de los niños y
jóvenes esmirriados y escuálidos.
Chirisanango.—Sanango sabroso. Tónico que los brujos elaboran
f u s i o n a n d o las fuerzas y los j u g o s de varios vegetales.

334

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
Chonta.—Palmito. Cogollo comestible de diversas palmeras: wa-
sái, s h e b ó n , c i n á m i , p i j o a y o , h u n g u r á w i . Pulpa de una
palmera denominada Pona. Madera dura que hace
punta, obligatoriamente, en casi t o d a s las flechas y
dardos.
Chori.—Se dice en ashanínka del h o m b r e de los A n d e s , del kesh-
wa o m e s t i z o de n u e s t r a s serranías.
Choshna.—Mono nocturno. Pese a su r o b u s t e z no se c o n o c e tes¬
timonio humano que lo juzgue violento o agresivo.
Sus g r i t o s en lo alto de las n o c h e s y sus saltos que a
v e c e s t a l a n y p r e c i p i t a n p e s a d a s r a m a s , a c a s o nos con¬
f u n d a n y nos i n f u n d a n i n f u n d a d o miedo. P e r o no es
esa la i n t e n c i ó n de la choshna, se sabe.

Chuchuwasha.—Árbol cuyas raíces desmenuzadas y maceradas en


a g u a r d i e n t e de c a ñ a d a n p o d e r y p r e s t i g i o a u n a bebi¬
da medicinal, afrodisíaca, tónica, asimismo llamada
chuchuwasha, o chuchuwasi: la primera expresión kesh-
wa p o d r í a significar " p e c h o a t r á s " o " p e c h o que se da
v u e l t a " , y la s e g u n d a , chuchuwasi, sería "casa del pe¬
cho".
Chullachaqui.—Del keshwa Ch'ullan Chaki que significa un-solo-
p i e , pie ú n i c o . Ser m i t o l ó g i c o . Demonio. Duende.
Según se ha comprobado todo chullachaqui, aunque
sea capaz de adoptar la m á s inverosímil apariencia,
nunca consigue enmascarar alguno de sus pies: casi
s i e m p r e el d e r e c h o se niega a ser de h u m a n o , insiste
en el a s p e c t o de u n a z a r p a de tigre o un c a s c o de vena¬
do. El chullachaqui, así, p e o r que t r a i c i o n a d o es dela¬
t a d o y es d e l a t a d o p o r sí m i s m o , p o r u n a p a r t e suya,
sin q u e r e r l o . A ello se d e b e con c e r t e z a la guisa dudo¬
sa e insolente con que denominan a nuestro chulla-
chaqui en el Brasil: Curupira.
Chullakaqla.—Chullacajla. Mandíbula desigual. Pez íntegramen¬
te h u é r f a n o de e s c a m a s , d o t a d o de p o n z o ñ o s o s y des¬
comunales espolones.
Chushpi.—Mosquito insignificante cuya picadura sin embargo,
a m é n de m a r t i r i z a n t e , es infecciosa.

335

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

Chushupe.—Chushupi. Víbora gruesa, de piel tosca, casi ósea,


extremadamente venenosa. Una particular costumbre
suya la triplica en p e l i g r o : entre t o d o s los m i e m b r o s
de su v a s t a familia, la chushupe es la ú n i c a que persi¬
gue a su víctima aun d e s p u é s de m o r d e r l a y si p u e d e
la m u e r d e otra vez y la v u e l v e a m o r d e r infatigable¬
mente. A c a s o sea el ú n i c o a n i m a l , d e s p u é s del hom¬
b r e , c u y a fiereza n o c o n o c e t é r m i n o . S o r p r e n d e saber,
por «lio, que el majaz, para muchos el m á s sabroso
m o r a d o r de los b o s q u e s , vive al cobijo de la t e m i b l e
chushupe, dentro de su n i d o . Los mitayeros y ribere¬
ños aseguran haber encontrado en alguna parte del
cuerpo del majaz un c a r t í l a g o que r e m e d a e x a c t a m e n t e
la f o r m a de un c o l m i l l o de chushupe.

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

Demenío-chállua.—Pez no comestible, pequeño, decorativo, semi-


volador. Su n o m b r e , Pez E n l o q u e c i d o , proviene de
la d e s m e s u r a sin c o n c i e r t o de sus aspavientos dentro
y fuera del agua.

Doncella.—Pez de gran t a m a ñ o . Su piel c a r e c e de e s c a m a s y está


como e n c e l d a d a p o r i n c e s a n t e s franjas negras. Ade¬
más de generosas, hay Doncellas que pesan 30 kilos,
sus c a r n e s a g r a d a b l e s i g n o r a n las e s p i n a s .

Dorado,—También llamado Zúngaro. La cabeza de este pez aca¬


para sin d e n u e d o la m i t a d de un c u e r p o d e s g u a r n e c i d o
de e s c a m a s y e s p i n a s que u s u a l m e n t e pesa m á s de 50
kilos.

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

— E —

Ejercer.—Emplear con solvencia todos los conoceres adquiridos


y t o d o s los p o d e r e s a t r a v é s de la magia. Ejercer es
prerrogativa de brujos autorizados, únicamente de
aquellos que ofician tras l a b o r i o s o s años de retraído
aprendizaje y experimentación.

El Anima Sola.—Ver: Elegguá.

Elegguá.—El Anima Sola. Divinidad africana que en el fervor


sin a ñ o s de a l g u n o s de sus fieles a m e r i c a n o s suele ser
identificada equívocamente con Ekué, que es La
Muerte. T r a t a r í a s e e n t o n c e s de un A n i m a Sola en ex¬
tremo acompañada, más anhelada que r e v e r e n c i a d a a
c a u s a de su indiscutible b e n i g n i d a d , ya que no exclu¬
sivamente los a d e p t o s de Ekué c o n s i d e r a n al m o r i r un
alivio, b e n d i c i ó n que los libra de las h u m i l l a c i o n e s y
penalidades de esta vida. Nuestros a n t e p a s a d o s ne¬
gros, c u a n d o los esclavistas les p r o h i b i e r o n t a m b i é n sus-
religiones forzándolos hacia el catolicismo, enmasca¬
raron a sus dioses con las i d e n t i d a d e s de los santos
c r i s t i a n o s a fin de p r o s e g u i r a d o r a n d o a. los s u y o s , aun¬
que fuera sin n o m b r a r l o s , bajo e x t r a n j e r a s t ú n i c a s , en
el s e c r e t o de la m e m o r i a lejana. ¿ P o r qué e s c o g i e r o n
justamente a Cristo c o m o disfraz de Ekué y j u s t a m e n ¬
te a Ekué c o m o disfraz de Elegguá? Sus r a z o n e s ten¬
drían. Lo cierto es que i n v i s t i e r o n con la p e r s o n e r í a
de La M u e r t e n a d a m e n o s que al r e s u c i t a d o e inmor¬
tal J e s ú s de N a z a r e t h .

Empalar.—Levantar una tapia de ánimas alrededor de alguien o


algo, c e r c a r l o con espíritus en lugar de p a l o s , con vo¬
l u n t a d e s en vez de a l a m b r a d a s , p a r a que no puedan
ingresarle daños.

Emponado.—Piso fabricado con lonjas de una palma leve y dura


d e n o m i n a d a Pona, i n s u s t i t u i b l e , p o r efectividad y tra¬
dición, en las casas l a c u s t r e s o alzadas sobre tierras
inundables.

338

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

Lspintana.—Árbol recto, compacto de corteza, muy solicitado pa¬


ra e n v i g a r v i v i e n d a s . Se sabe que la madre, el espíritu
que rige a la espintana, son dos p e r s o n a s , u n a a n c i a n a ,
la o t r a j o v e n , que c o n v e r s a n y c o n v e r s a n al a t a r d e c e r .

339

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

Fasácuy.—Pese a poblar obstinadamente lagos y lagunas, y cuan-


do ' n o sólo q u e b r a d a s m a n s a s , el fasácuy no es fácil
de p e s c a r : disfruta de u n a dentadura acorde con su
r a p a c i d a d y las e s c a m a s q u e lo a c o r a z a n e s t á n s i e m p r e
cubiertas por vertiginosas flemas grises. Sus cuatro
kilos d i s t r i b u i d o s en 60 c e n t í m e t r o s c a r e c e n de grasa
y de e s p i n a s m e n u d a s .

Firirín.—Especie de perdiz aunque más breve y tierna de volu¬


men y c a r n e .
Fitzcarrald.—Apellido paterno de dos inolvidables genocidas de
la selva p e r u a n a . El t i e m p o y las l e n g u a s de H u a r a z ,
entonces todavía no acostumbrados al idioma inglés,
desfiguraron aparentemente el ancestral Fitzgerald y lo
condujeron al franco-amazónico Fitzcarrald. La am¬
bición sin e s c r ú p u l o s de los h u a r a c i n o s F e r m í n y Delfín
F i t z c a r r a l d , r e f r e n d a d a p o r leyes y a u t o r i d a d e s de co¬
mienzos de siglo, despobló a sangre y fuego vastas
r e g i o n e s de la A m a z o n i a . F e r m í n y Delfín o r g a n i z a r o n
y j e f a t u r a r o n los ejércitos m e r c e n a r i o s que bajo el dis¬
fraz de c a u c h e r o s y c o l o n o s e x t e r m i n a r o n n a c i o n e s en¬
t e r a s , m i l l a r e s y millares de a b o r í g e n e s , s o l a m e n t e p a r a
o c u p a r sus t e r r i t o r i o s y s a q u e a r el c a u c h o en que e r a n
pródigos. A pesar de ello c i e r t o s h i s t o r i a d o r e s insis¬
ten en c o n s i d e r a r a los F i t z c a r r a l d y a sus secuaces
c o m o " p i o n e r o s de la civilización y el p r o g r e s o " . En
las p r i n c i p a l e s p o b l a c i o n e s del o r i e n t e p e r u a n o m á s de
u n a c a l l e , p l a z a o a v e n i d a se h u m i l l a t o d a v í a con el
nombre de F e r m í n F i t z c a r r a l d . Este, que aventajó a
Delfín en a ñ o s , fama, i m p i e d a d y f o r t u n a , fue t a m b i é n
el p r i m e r o en a l c a n z a r la m u e r t e . Obedeciendo hechi-
zos del g r a n brujo a m a w a k a X i m u , u n r e m o l i n o e n l a z ó
el b a r c o de F e r m í n F i t z c a r r a l d y lo d e s h i z o en los fon¬
dos del U r u b a m b a , E l R í o S a g r a d o d e los i n k a s . Días
d e s p u é s , flotando entre r a m a j e s y m u s g o s de r e m a n s o ,
lo encontraron cadáver, ostensiblemente m e r m a d o por
la avidez de los p e c e s . A h í m i s m o le d i e r o n s e p u l t u r a ,

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

con m á s prisa y t e m o r que c e r e m o n i a , en a q u e l l a ribe¬


ra del Inuya. Cuando otros amawaka, cumpliendo
ó r d e n e s de I n o M o x o ajusticiaron a Delfín F i t z c a r r a l d
en el río P u r ú s , ya la m a r a ñ a y los a g u a c e r o s se h a b í a n
ensañado con l a t u m b a del hermano mayor.
Flautero.—Se reafirma en tal nombre esta avecilla: a su estatura
ínfima o p o n e v i c t o r i o s a m e n t e la e x t r e m a d a y nostálgi¬
ca d u l z u r a de sus c a n t o s .

341

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

Gamitaría.—Capturar este pez de 30 kilos, un metro de largo y


una a n c h u r a de ver y no c r e e r , es fiesta que c o n v o c a
y da disfrute a un caserío í n t e g r o . L o s mitayeros se
p r o h i b e n pescar dos gamitarías en la m i s m a j o r n a d a ya
que la s a b r o s u r a de una sola basta p a r a d e s e n o j a r las
exigencias de los enflaquecidos ribereños.

Garabato-kasha.—Planta trepadora de tallo consistente y enjuto


i n t e r r u m p i d o a t r e c h o s p o r n u d o s r u g i n o s o s que despi¬
den una espina enroscada. Los oficios del garabato-
kasha son t a n t o s c o m o los m o d o s con que los hechice¬
ros p r e p a r a n su raíz o m e z c l a n su c o r t e z a o dirigen la
savia, el z i g z a g u e o , la s a b i d u r í a de sus e s p i n a s .

342

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

Haraweq.—En keshwa designa t a n t o al poeta como al músico y


al cantor. Su e q u i v a l e n t e menos alejado en idioma
e s p a ñ o l p o d r í a , con r e s e r v a s , ser juglar.

Harmina.—Alcaloide que se extrae del ayawaskha.

Hiporuru.—También llamado para-par a. Arbusto de hojas tersas,


t e r c a s : luego de a r r u g a d a s r e g r e s a n s i e m p r e a su forma
p r i m i g e n i a c o m o si e s t u v i e r a n h e c h a s de j e b e . Mace¬
r a d a s en a g u a r d i e n t e p r o d u c e n un t ó n i c o cuya poten¬
cia, a d e m á s de e x p u l s a r las flaquezas de sangre y co¬
razón, a d e m á s de v e n c e r a la d i a b e t e s , goza de u n a
eficacia i n a p r e c i a b l e : d e v u e l v e a los a n c i a n o s y a los
d e s a n i m a d o s la juventud sexual.

Huacapú.—Wakapú. Árbol de corazón inconmovible, porfiado,


s u m a m e n t e penoso de aserrar. C o m o sostén d e casas
o edificios m a y o r e s el m a d e r a m e n del wakapú se empi¬
na h a s t a el prestigio del a c e r o . P e r o no sirve p a r a brin¬
dar abrigo ni alimento: su leña d u r a e s t o r b a fogatas
y enemista cocinas: incluso sus astillas, insensibles co¬
mo e s t a l a c t i t a s , se a p a g a n sin h a b e r d a d o luz.

Huacapurana.—Wakapurana. Árbol de madera fibrosa, pronta


de r e s e c a r , con p e r e n t o r i a v o c a c i ó n de leña.

Huacra-pona.—Waqrapona. Palmera de tronco hinchado, enfu¬


rruñado, como preñada por todos sus l a d o s .

Huairanga.—Wayranqa. Wayra, en keshwa: viento. Esta avispa


n u n c a se p o s a en el s u e l o , sólo t r a n s c u r r e en los aires.
Su aguijón d e s c a r g a una p o n z o ñ a que al instante se
e x p a n d e bajo la piel. El d o l o r que o c a s i o n a , aunque
efímero, es verdaderamente inenarrable. Y además
engañoso: p a s a p r o n t o el t o r m e n t o , sí, p e r o tan sólo
p a r a ser s u p l i d o por altas fiebres y m a r e o s r e c u r r e n t e s
y atroces,

Hualo.—Walo. Sapo de carne complaciente y gritos espasmódi-


cos, impúdicos y roncos. P e s a , por c o s t u m b r e , alre¬
d e d o r de un kilo.

343

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
Huancáhui.—Wankawi. Ave de rapiña, grande, fornida, de nom¬
bre o n o m a t o p é y i c o . Canta solamente cuando advierte
la vecindad del hombre, como anunciándolo, como
denunciándolo, a v i s a n d o a c e r c a del más grave peligro
a las d e m á s gentes del m o n t e .

Huangana.—Wanqana. Una de las dos genealogías de j a b a l í que


h a b i t a n n u e s t r a selva. A diferencia del pacífico y ve¬
g e t a r i a n o Sajino, marrano salvaje que apenas resiste
la existencia en parejas, la c a r n i c e r a Huangana vive
en p i a r a s r u i d o s a s , morbosas, tumultuosas, cientos y
cientos de colmillos depredando infatigablemente la
manigua.

Huapapa.—Wap'apa. Ave carnicera, palmípeda, de color pardo


oscuro. C o n tres p ú a s que i n s u r g e n del c o d o de sus
alas d e s g a r r a la corteza de un árbol nocivo denomi¬
n a d o katawa, moja sus p l u m a s en a q u e l l a savia, v u e l a ,
busca u n a h o y a de riachuelo, se z a m b u l l e y enjuaga
con pericia, e s p a r c e la p o n z o ñ a en el a g u a y a g u a r d a .
I m p a s i b l e , a p o s t a d a en la orilla, e s p e r a que los peces
envenenados caigan h a c i a lo alto, h a s t a la superficie,
e n t o n c e s los recoge de u n o en u n o y los devora sin
ansiedad, un trozo de este, otro de aquel, matando
siempre m á s , m u c h o m á s de lo que a su gula es d a b l e
c o n t e n e r , y lo hace l e n t a , n e u t r a , r e s i g n a d a m e r i t e co¬
mo si efectuara tan premeditada, innecesaria y san¬
grienta c e r e m o n i a p o r o b l i g a c i ó n , no por hambre de
vida sino por m u e r t e de saciedad. La wapapa sumida
en tales t r a n c e s , a b s t r a í d a de t o d o s y de t o d o , fuera
presa m á s fácil que c u a l q u i e r pez difunto si así lo de¬
seara un c a z a d o r tan ciego c o m o ella. La wapapa, así,
da la r e p u l s i v a impresión de un cadáver inmerecida¬
mente resurrecto, sonámbulo, reducido a c u m p l i r los
d i c t a d o s d e alguna p e r v e r s i ó n i n m e m o r i a l .

Huicungu.—Wikunqu. Palmera resguardada por espinas colosa¬


les, fortísimas y n e g r a s . E l l a s d e t e r m i n a n que los fru¬
tos del wikunqu sean e s t i m a d o s , m á s que p o r su deli¬
cadeza, p o r las dificultades que c o n l l e v a c o g e r l o s .

344

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

Huito.—Wito. Fruto medicinal particularmente obsequioso de


y o d o y s a c a r i n a , m i l a g r o s o c o n t r a t o d a aflicción de las
vías r e s p i r a t o r i a s . C u a n d o aún n o m a d u r a las gentes
conocen al wito c o m o jagua y pueden extraer de él
aquella tintura renegrida e indeleble usada por las
h e m b r a s p a r a l i m p i a r s e el cutis y p o r los v a r o n e s , ade¬
más, para impedir p i c a d u r a s de insectos y alimañas.
Hunguráhui.—Unqurawi. Palmera que da frutos amarillos, pasto¬
sos, atribulados p o r infinitas pepas m i n ú s c u l a s y ne¬
gras. El fruto de esta p a l m e r a t a m b i é n l l a m a d o hungu-
ráhui, destila p r e c i o s o aceite: los c a l v o s lo utilizan a
manera de ungüento de masajes y sus cabezas ralas
i n e v i t a b l e m e n t e v u e l v e n a e s p e s u r a r s e de c a b e l l o s .

345

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

¡carado.—Todo ser u objeto que algún brujo ha magnetizado,


protegido o concedido poderes específicos utilizando
ayunos, conjuros y canciones m á g i c a s l l a m a d a s icaros
y también bubinzanas.
Icaro.—Canción mágica. Ver: Bubinzana.
Inkarrí.—Ser m i t o l ó g i c o . Sus enemigos lo apresaron con argucias
y lo d e s c u a r t i z a r o n en la P l a z a de A r m a s del C u s c o .
S e p u l t a r o n los restos en l u g a r e s d i s t a n t e s con la fina¬
lidad de i m p e d i r su j u n t a m i e n t o u l t e r i o r y su inevita¬
ble r e s u r r e c c i ó n . Los keshwas de hoy a s e g u r a n que
el c a d á v e r d i s p e r s o de Inkarrí a v a n z a m á s y m á s c a d a
año bajo la tierra en d i r e c c i ó n del Cusco, d o n d e fué
e n t e r r a d a su c a b e z a , y que un día los d i v i n o s d e s p o j o s
0
se s o l d a r á n a ella y e n t o n c e s Inkarrí surgirá i n t a c t o y
"los y n d i o s del R e i n o del P e r ú " v o l v e r á n a sublevar¬
se bajo su m a n o y e x p u l s a r á n a los i n v a s o r e s y reco¬
brarán las libertades y dominios de su p e r d i d o Im¬
perio.
Isango.—Animal microscópico, mora en los herbazales, bajo la
piel humana penetra y anida ocasionando insoporta¬
bles e s c o z o r e s . L o s l u g a r e ñ o s lo c o m b a t e n c o n em¬
plastos de vegetales v a r i o s , los d e m á s a g u a r d a n a que
el i n e x t i n g u i b l e v e r a n o se t e r m i n e : el frío es e n e m i g o
natural del isango.
Ishinshími.—Hormiga imponente. Hace nido en lo alto de plan¬
tas g r a n d e s y árboles. Su m o r d i s c o no a p a r e j a hincha¬
zón o i n t o x i c a m i e n t o p e r o los h o m b r e s le huyen, no
t e m e n p r o p i a m e n t e a la ishinshími pese a que esta hor¬
miga prefiere m o r d e r a los h u m a n o s en sus p a r t e s ge¬
nitales: lo que los a p a v o r a es la h e d i o n d e z con que
ella i m p r e g n a t o d o lo que roza.
Jsula.—Hormiga l e t a l m e n t e ponzoñosa. Llega a medir cinco cen¬
tímetros. A d e m á s d e m a l h e r i r con p o t e n t e s t e n a z a s ,
su aguijón posterior inocula un tósigo generador de
fiebres y d o l o r e s que d u r a n v a r i o s días. C u a t r o isulas
b a s t a n p a r a dar m u e r t e a un h o m b r e .

346

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

Itahúba.—Árbol de madera fina y compacta.

Itininga.—Palmera flaca, no muy elevada, quebrantable de as¬


pecto. U n a liana e m b o t a d a y enteca, bejuco sin ofi¬
cio ni beneficio c o n o c i d o s , r e c i b e a s i m i s m o el n o m b r e
de itininga, t é r m i n o e m p a r e n t a d o tal vez c o n el k e s h w i s -
mo (o quechuismo) Tilingo (o itilingo) que r e m i t e a
lo e s c u á l i d o , inútil, e n f e r m i z o .

Ivénki.—Nombre asahanínka de una hierba colmada de incontro¬


vertibles capacidades mágico-medicinales. Los nativos
de otras naciones l l a m a n piri-piri al ivénki.

347

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

—Fruto del árbol d e n o m i n a d o Huito. D o s diferentes nom¬


bres y aplicaciones posee, según sea su e d a d : cuando
a ú n v e r d e a lo a p e l l i d a n jagua y su p u l p a p r o d u c e un
tinte n e g r o y a m a r g o e i n d e l e b l e , c u a n d o ya m a d u r a lo
llaman como al árbol que lo sustenta, huito, y sola¬
m e n t e e n t o n c e s los a l d e a n o s lo a s c i e n d e n a c o m e s t i b l e
y los h e c h i c e r o s a medicinal.

—Víbora proverbialmente venenosa y feroz.

•Integrante de la n a c i ó n del m i s m o n o m b r e . L o s guerre¬


ros jíbaro acostumbran cercenar y reducir cabezas de
e n e m i g o s , ú n i c a m e n t e de los m á s d i e s t r o s e i n d ó m i t o s ,
a q u e l l o s que los jíbaro s u p i e r o n v e n c e r de igual a igual
en c o n t i e n d a sincera, frente a frente, p r e v i o a n u n c i o de
g u e r r a y con a r m a s i d é n t i c a s . No t o d o s los v a r o n e s
regresan a su p o b l a d o con el sangrante trofeo entre
las manos. Ni bien llegan el brujo los c o n g r e g a y
o r i e n t a en la t a r e a de a p r o p i a r s e del a l m a y las virtu¬
des de los d e c a p i t a d o s , rito que c o n c l u y e con las ca¬
bezas adversarias rebajadas al tamaño de una mano
cerrada. C a d a p r i v i l e g i a d o c o r t a e n t o n c e s l a cabelle¬
ra de su botín a ñ a d i é n d o l a a las o t r a s que luce ama¬
r r a d a s en la cintura. P o r p e r m a n e c e r leales a este ce¬
r e m o n i a l de sus a n t i g u o s los jíbaro h a n c o b r a d o injusta
nombradía: nuestros civilizados les temen sin motivo
(no se sabe de b l a n c o c u y a testa h a y a m e r e c i d o j a m á s
la c o n s i d e r a c i ó n de un jíbaro) y los a p o d a n irrespon¬
sablemente "Cazadores De Cabezas".

348

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

Kaápa.—Todo jefe ashanínka, es d e c i r t o d o p a d r e de familia, edi¬


fica dos c a s a s : p r i m e r o la kaápa de sus huéspedes y
d e s p u é s el tantoótzi de sus hijos y e s p o s a s .
Kamalonga. —Arbusto indispensable en algunos bebedizos cuyo
ingrediente primordial es el ayawaskha. Los brujos
a t r i b u y e n a las hojas de kamalonga, y en m e n o r pro¬
p o r c i ó n a sus r a í c e s , s e c u e l a s de a d i v i n a c i ó n equipara¬
bles a .las de la coca.

Karawiro. —Carahuiro. Tinte compuesto de extractos de diversas


r a í c e s y semillas. M u c h o s n a t i v o s se a d o r n a n con él
c o l o r e a n d o b r a z o s , p e c h o y mejillas. L o s tzipíbo, ade¬
más, dibujan y/o tiñen con karawiro sus ropajes.
Katawa.—Ver: Catáhua.

Katziboréri.—Genérico de brujo, vegetalista, mago, hechicero,


curandero, rezador, etcétera, el término katziboréri
c o m p r e n d e al m á s p r e c i s o de shirimpiáre. Simplifican¬
do, katziboréri aludiría al médico g e n e r a l i s t a y shirim-
piáre al especialista en " c h u p a r el tabaco", al "brujo
fumador" que conoce los e n i g m a s del humo y sabe
dirigirlos c o n t r a enfermedades y daños precisos.

Killa.—Luna. Madre Luna. Su condición de esposa del Dios


Sol h i z o que los i n k a s la r e v e r e n c i a r a n casi como a
o t r a de sus d i v i n i d a d e s .

Killka.—Signo tallado eñ piedra. Probable e s c r i t u r a jeroglífica


que los inkas i m p r i m i e r o n en las r o c a s de sus t e m p l o s
o en las p r ó x i m a s a e l l o s . L a s killkas no r e v e l a n toda¬
vía significancia alguna entre los acuciosos occiden¬
tales.

Kocha.—Ver: Cocha.

Kosho.—Recipiente que se fabrica cavando un tronco hasta otor¬


garle a s p e c t o de p i r a g u a p e q u e ñ a . Dentro del kosho
los ashanínka dejan fermentar y tomar punto a la
chicha de y u c a l l a m a d a masato.

Koto-machácuy.—Ver: Cotomachácuy.

349

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

Locrero.—Ave mediana, de plumaje azulado, más negro que


a z u l a d o , c o l o r m a r en la n o c h e , c o m o si e s t u v i e r a en¬
l u t a d o de azul.

Lupuna.—La amazonia no conoce árbol tan alto. Para resistir


tamaña inmensidad la lupuna despliega la b a s e de su
tronco en v a r i a s aletas gigantescas. La lupuna crece
en dos familias, una blanquecina, la otra sonrojada,
a m b a s c o n f u n d i b l e s de a s p e c t o y e s t a t u r a a u n q u e habi¬
tadas y conducidas por d i s t i n t a s madres, p o s e í d a s por
ánimas opuestas. Dice I n o M o x o : "La madre de la
lupuna blanca es hombre bondadoso que cuando se
lo sabe invocar siempre responde con s u a v i d a d , con
e n s e ñ a n z a s que ayudan a medicinar. La madre de la
lupuna colorada es en cambio un hombre muy dañino,
si te a g a r r a en su á m b i t o te h i n c h a la b a r r i g a , m u e r e s
con los intestinos destrozados".

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

Machácuy.—Del keshwa mach'aqway: víbora, serpiente, ofidio en


general.
Machiguenga.—Integrante de la nación selvática del mismo nom¬
bre.
Machimango.—Árbol elevado y sólido, reconocible tanto por su
i m p o n e n c i a c o m o p o r el p e r f u m e incisivo, excesivo de
sus r a m a s al frutecer.
Maestro.—Gran Brujo o Mago Mayor al cual, sea por sus pode¬
r e s , p o r la eficacia c o m p r o b a d a de su s a p i e n c i a o p o r
m o t i v o s que acá son m i s t e r i o s , le es r e c o n o c i d o el pri¬
vilegio de p r o l o n g a r en d i s c í p u l o s las i n t u i c i o n e s y c o -
n o c e r e s que a él fueron c e d i d o s en uso y en c u s t o d i a .
Majaz.—Roedor semi-anfibio, enorme, de pelambre parda salpi¬
cada de blanco. Los afortunados cazadores que h a n
s a b o r e a d o c a r n e de majaz j u r a n sin t i t u b e o s que es la
más d e l e i t o s a de todas, inclusive mejor que la del
hombre.

Makana.—Pez fluvial cubierto por gruesas escamas oxidadas, alar¬


g a d o y sólido c o m o sable de a n t a ñ o . Los guerreros
inkas l l a m a b a n makana a una de sus a r m a s p r e f e r i d a s ,
la porra, palo contundente en cuya p u n t a e n s a r t a b a n
u n a p e s a d a estrella de p i e d r a o de m e t a l . H o y , en la
amazonia, algunos aborígenes d e n o m i n a makana a una
especie de espada de m a d e r a durísima. N a d a que ver
con el significado d e s p e c t i v o y b a b o s o que a esta pala¬
bra dan determinados iberoamericanos, una macana,
che.
Makisapa.—Mono negro, más enorme aun de extremidades: en
cada una posee cuatro dedos. C o n su cola infinita y
peluda el makisapa se impulsa livianamente por entre
los á r b o l e s altos. Maki, en k e s h w a , es m a n o , sapa es
descomunal, grande, desproporcionada.

Maligno.—Espíritu del Mal. La m a y o r y más t e m i d a de las Ani¬


mas dañinas. N o d i a b l o n i d e m o n i o sino E l D i a b l o , E l
Demonio.

351.

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
Mamántziki.—Esposa de Pachakamáite, el Padre-Dios de los
a s h a n í n k a , Hijo del Sol, h a c e d o r y s u s t e n t o de lo que
existe y lo que no e x i s t e .
Manakarácuy.—Gallinácea pequeña y feroz, habitualmente negra.
A su escasa apariencia el manakarácuy contrapone un
malgenio sin límites, esa i m p i a d o s a , descontrolada y
permanente disposición combativa en la cual funda-
m e n t a su fama de i n v e n c i b l e .
Manitoa.—Pez de un m e t r o y v e i n t e kilos. Se m i m e t i z a y despla¬
za v e r t i g i n o s a m e n t e . Sólo su boca d e s c o m u n a l , brillan¬
t e , a n a r a n j a d a , lo d e l a t a e n t r e la t u r b i e d a d de los ria¬
chos. Y los a n z u e l o s no le dan r e p o s o . P i e n s o que
ciertamente no lo harán por su carne, aunque carente
de e s p i n a s y e s c a m a s , d e m a s i a d o d i s t a n t e de ser ape¬
titosa.
Manguaré.—Instrumento de percusión hecho de un tronco rese-
cado y hueco. L o s n a t i v o s le dan v i d a y s o n i d o gol¬
peando su corteza con un palo envuelto en trapos
embreados. El manguaré es t o c a d o de d i v e r s a s mane¬
r a s , según códigos r í t m i c o s cuyo c o n o c i m i e n t o es ex¬
c l u s i v o del jefe brujo y de sus a l l e g a d o s , g e n e r a l m e n t e
para e n v i a r mensajes y advertir peligros, o t r a s veces
p a r a c o n v o c a r s e con i n t e n c i ó n g u e r r e r a , o t r a s para in¬
v o c a r a las d i v i n i d a d e s o a las G r a n d e s A n i m a s , o p a r a
s a c u d i r a los espíritus de los a n t e p a s a d o s a p u n t o de
d o r m i r s e , de c l a u d i c a r , de no seguir a l e r t a s protegién¬
d o n o s , y las m á s de las veces p a r a i n v i t a r al j ú b i l o a
c o m p a r t i r los j u e g o s y las fiestas. Se sabe que la l u n a ,
a t r á s , allá en el t i e m p o , era un p e d a z o de l u p u n a blan¬
ca, un t r o n c o h u e c o , de ceniza era. Pachakamáite to¬
d a v í a no le había e n s e ñ a d o a i l u m i n a r . Los ashanínka
d i c e n que N a r o w é , el p r i m e r h o m b r e , i n d i g n a d o por¬
que el kotomachácuy le robó la mujer, lanzó una fle¬
cha c o n t r a el cielo y a t r a v e s ó la luna. Y la l u n a r o d ó ,
cayó s o n a n d o , se d e t u v o a los pies de N a r o w é . Justo
en ese m o m e n t o r e s t a l l a b a un r e l á m p a g o : N a r o w é lo
atrapó. Y con aquel r e l á m p a g o en la m a n o g o l p e ó y
g o l p e ó a la luna. Y el t r o n c o de la l u n a , ¡ m a n g u a r é ! .

352

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
retumbó. ¡Manguaré, manguaré! sonó h a s t a l o m á s
lejos de lo lejos la l u n a , ese p e d a z o de l u p u n a b l a n c a ,
el primer manguaré que se escuchó en n u e s t r a tierra.
Manshaka.—Manshaku. Garza grande como un hombre grande.
V i s t e p l u m a s a n c h a s , t e r s a s , de un gris m á s bien pla¬
teado.
Mantablanca.—Este insecto breve como la huella de una pata de
insecto, se a l i m e n t a de s a n g r e , m á s c o n c r e t a m e n t e de
sangre humana y más concretamente de aquella que
t r a n s c u r r e bajo los c a b e l l o s . Si a t a n d e s c a b e l l a d a pre¬
ferencia nutricia s u m a m o s el m i n ú s c u l o , invisible volu¬
m e n de su c u e r p o que t r a s p a s a t o d o s los m o s q u i t e r o s ,
confirmaremos a la mantablanca en su categoría de
tormento imposible.

Mantona.—Sierpe decorativa. Sus diez metros asustan solamen¬


te al f o r á n e o p u e s n u n c a a g r e d e al h o m b r e ni está pro¬
vista de veneno alguno.
Maparate.—Pez de río. No t i e n e espinas, no tiene escamas, no
t i e n e ni un kilo de p e s o , no tiene ni m e d i o m e t r o de
t a m a ñ o , no tiene c a r n e e s p e c i a l m e n t e rica ni especial¬
m e n t e d e s a g r a d a b l e , no tiene ni a t r a c t i v o ni importan¬
cia. En r e a l i d a d t a m p o c o tiene por qué figurar en este
vocabulario.
Marakana.—Loro mediano, de plumaje verdeazulado, nada más.
Mariquiña.—Pato silvestre, inocuo, no muy grande. Plumas roji¬
negras c u b r e n su c a r n e d e s a b r i d a y suave.
Mariquita.—Flor multicolor aureolada de aromas picantes y dul¬
ces. Entreabre su corola únicamente cuando ya no
hay luz, c u a n d o c o m p r u e b a que n a d i e p u e d e verla, e n
las n o c h e s c e r r a d a s .
Másalo.—Bebida espirituosa hecha a base de yuca, tubérculo
g r a n d e y t u b u l a r , o s c u r o de c o r t e z a , b l a n c o de p u l p a ,
respetable. Las nativas d e s h i l a c h a n la y u c a con los
d i e n t e s , la m a s t i c a n y e s c u p e n d e n t r o de un recipiente
de m a d e r a que l l a m a n kosho. E s t a chica de y u c a , fer¬
m e n t a d a por la saliva y el t i e m p o , no tiene p a r a n g ó n
e n t r e las p r e f e r e n c i a s a b o r í g e n e s . A l g u n o s la s a z o n a n

353

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
con p o l v o de o s a m e n t a s , con ralladuras extraídas de
los h u e s o s de sus antepasados.

Mashko.—Miembro de la nación amazónica del mismo nombre.

Mitayera. —Cazador y/o pescador.

Mitayo. —Producto de la caza o la pesca.

Mokambo.—Makambo. Árbol de hojas anchas y frutos ovalados


y g r a n d e s c o m o c a b e z a s de h u m a n o . F r u t o del m i s m o
árbol: su i n t e r i o r está lleno de semillas que a c e r c a d a s
al fuego, t o s t a d a s sin n i n g ú n a d i t a m e n t o , se t o r n a n olo¬
rosas y m u y a p e t e c i d a s .

Montear.—Ingresar al monte con fines de cacería.

Móntete.—Ave corredora de nombre onomatopéyico. Canta sin


m o v e r el p i c o , d e n t r o de sí, a c a s o tan sólo p a r a sí, su
p e c h o de infla de m ú s i c a s r o n c a s , m á s que c a n t o s emi¬
te v i b r a c i o n e s , r e s o n a n c i a s que v e n c e n c a r n e s y atra¬
viesan p l u m a s y saben t r a s c e n d e r t o d a v í a m á s y pue¬
den e s c u c h a r s e lejos, lejos, o c u p a n t o d o el aire. El
móntete, llamado en otros lares trompetero, ya emplu¬
m a d o de n e g r o o de m a r r ó n , m u e s t r a s i e m p r e un re¬
m a n s o a m a r i l l o en m e d i o de la frente. Sus p a t a s lar¬
g a s , firmes, e n f u n d a d a s de v e r d e s r e p e n t i n o s al igual
que su p i c o , i m p o n e n a este p á j a r o el a s p e c t o de una
garza d i s c r e t a . C i e r t a vez en los a l r e d e d o r e s del río
Utuquinía r o b é dos h u e v o s de móntete y los d i s i m u l é
d e n t r o del n i d o de u n a gallina a b s t r a í d a . Así c o m p r o ¬
bé poco después que el trompetero y no el perro es
el mejor a m i g o del h o m b r e . E s o s mis dos r a p t a d o s vi¬
gilaban la casa n o c h e y d í a , c u i d a b a n a los niños y
j u g a b a n c o m o ellos, fungían de c e n t i n e l a en los corra¬
les, nos p r e v e n í a n con igual premura a c e r c a de cual¬
quier p e l i g r o , peligros h a b i t u a l e s : zorros, tigres, chu¬
bascos, y peligros inéditos: visitas, y e f e c t u a b a n man¬
d a d o s , t o d o lo c o m p r e n d í a n y c u m p l í a n con apabullan¬
te i n t e l i g e n c i a y destreza. R e s p e c t o a un solo a s u n t o
no a t e n d i e r o n r a z o n e s : su d e s m e d i d o a m o r por los po¬
llitos los condujo a apoderarse de ellos con un celo

354

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

s e c t a r i o y a p r o p i n a r g o l p i z a s i n m i s e r i c o r d e s a las ma¬
dres que o s a b a n a c e r c á r s e l e s . Nuestros montetes, mal-
aprendiendo destinos y refranes de humano cedieron
al c o n t a g i o : los r a p t a d o s del p a s a d o d e v i n i e r o n en los
r a p t o r e s del p r e s e n t e . N a c i d o s bajo el ala de otra es¬
pecie, los trompeteros l l e g a r o n a c r e e r s e gallinas. Tan
clásica e i r r e v o c a b l e confusión de i d e n t i d a d los persi¬
g u i ó , sin e m b a r g o , sólo h a s t a la vejez. Y e s t o , que no
es n a d a , es t o d o " , dice I n o M o x o . Así los trompeteros,
para nada, recuperaron todo. Recuperaron sus perso¬
nas ú n i c a m e n t e p a r a d e s p e d i r l a s . R e c u p e r a r o n l a voz
para quedarse finalmente callados. P r e s i n t i é n d o s e cer¬
ca ya de la lejanía, y p u e s t o que no h a b í a n p o d i d o vivir
como debieron, decidieron morir como debían: convir¬
t i e r o n en h u é r f a n o s f o r z a d o s a sus f o r z a d o s hijos adop¬
tivos, avanzaron j a d e a n d o , salieron a la n o c h e , se in¬
movilizaron: descubrieron que habían vivido siempre
r o d e a d o s de a l a m b r a d a s . Y por primera, ú n i c a , últi¬
ma vez, v o l a r o n : se a d e n t r a r o n b r i l l a n d o con los picos
cerrados sonando oscuramente en la espesura. Estoy
s e g u r o de ello. P o r q u e e n t r e s u e ñ o s e s c u c h é a los le¬
j o s , en la s o m b r a , c l a r e a n d o , aún m á s lejos, un c a n t o
a m o r d a z a d o r e b o t a n d o en el aire, reflejando o t r o s can¬
t o s en mi á n i m a , b o r r á n d o s e . Y eso s u c e d i ó a n o c h e .
Y h o y el m u n d o a m a n e c i ó sin n a d i e .

Mótelo. —Tortuga de tierra que los mitayeros subdividen en dos


c a t e g o r í a s . El m ó t e l o c o m ú n n u n c a e x c e d e los 80 cen¬
t í m e t r o s y es el m á s c o d i c i a d o : sus c a r n e s difieren en
t e r n e z a y s a b o r a c o r d e s con la región del c u e r p o al
cual p e r t e n e c i e r o n . El otro mótelo, a p o d a d o Gigante,
c a b e en un m e t r o de alto y dos de d i á m e t r o : la irre¬
d u c t i b l e d u r e z a de sus carnes áridas hace que hasta
los hambrientos lo desdeñen.

Muwena.—Muena. Mohena. Árbol de madera extremadamente


recia.

Muyuna.—Remolino. Correntada, circular que los ríos alientan


de p r e f e r e n c i a en sus r e c o d o s .

355

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

Naka-naka.—Reptil adelgazado, negro, mortífero, pequeño. Vive


en las quebradas bucólicas, en los insospechables
arrovuelos,

356

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

Cejilla.—Especie de palmera destituida, achatada, espinosa, agri-


d u l c e de frutos. O c u p a ú n i c a m e n t e tierras bajas, iner-
m e s , e x p u e s t a s a los d e v a n e o s de la llovizna más im-
perceptible. S i e m p r e al filo de ríos o l a g u n a s , la ñeji-
lla, p o b r e árbol a p l a s t a d o por el cielo, se i m a g i n a c r e -
cer a ras del- agua. P e r o las d e c r e c i e n t e s la d e v u e l v e n
del s u e ñ o y el s u e ñ o la devuelve de lo real: la ñejilla
extendida era reflejo de algo que la ñejilla ya no es
más.

357

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

— o —
0)é—Árbol g i g a n t e , a b u n d a en los bajiales. La leche de su savia,
eficaz como tónico y reconstituyente, vence las más
obstinadas parasitosis.
Oni Xuma.—En i d i o m a yora (o amawaka) identifica al ayawaskha.
Otorongo.—Del keshwa utumnqu: puma, tigre, pantera, jaguar.
P o r lo c o m ú n la piel de este felino t i e n d e al v e r d e a m a -
rillo r o s e t e a d o d e gris. E x p a n d e más r e s p e t o m i e n t r a s
es m á s i n t e n s a su n e g r u r a : sólo algunos humanos lo
igualan en fiereza. Este a n i m a l , en c o n s e c u e n c i a , es el
único que vive y m u e r e a solas.

358

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

Pachakamáite.—El Padre-Dios, el Páwá de la nación ashanínka.


H i j o del Sol m á s a l t o , el sol del m e d i o d í a . E s p o s o de
Mamántziki. Creador y sustentador de todo lo que
pasa o p e r m a n e c e s o b r e la piel t e r r e s t r e .

Paiche.—Pez mamífero. Su cuerpo renegrido, tubular, imponen¬


t e , a l c a n z a los tres m e t r o s de t a m a ñ o y un peso aproxi¬
m a d o de 2 0 0 kilos. T i e n e labios de h u e s o . Su l e n g u a ,
t a m b i é n ósea, y a s e r r a d a a lo largo de sus 30 centí¬
metros, suele utilizarse a m o d o de escofina p a r a pulir
o b j e t o s de m a d e r a . El p a i c h e , de c a r n e s e m e j a n t e a
la del b a c a l a o por su t e x t u r a a u n q u e s u p e r i o r en cuan¬
to a e x q u i s i t e z y p r o t e í n a s , es el m á s c o t i z a d o pobla¬
dor de los ríos amazónicos.
Palometa.—Pez de escamas plateadas y menudas y carne incom¬
parable. P o r ello y p o r su forma, esa r e d o n d e z acha¬
t a d a y b l a n q u í s i m a que l a m e n t a b l e m e n t e sólo pesa un
kilo, la palometa debe remontarse a un ancestro flu-
vial de los l e n g u a d o s . También distinguen c o m o pa¬
lometa al ó r g a n o genital de la mujer.
Palosangre.—Árbol de madera impenetrable y roja.
Pamacari.—Techumbre curva, pequeña, como la mitad superior
de un t ú n e l f a b r i c a d o c o n hojas de p a l m e r a entrelaza¬
das h a s t a la solidez de u n a c o r a z a , la c o m p a c t a espe¬
sura que c o l o c a d a sobre la c u b i e r t a de las e m b a r c a c i o ¬
nes r e s g u a r d a a los viajantes de las furias del sol y
de las lluvias y de o t r a s a c e c h a n z a s . Sabio es el pama-
cari: sólo t e c h a v i v i e n d a s que siempre e s t á n de p a s o .
Panguana.—En d e l e i t e de c a r n e s , en c a l i d a d de c a n t o s y en m a ñ a s
p a r a no ser a t r a p a d a , la panguana s u p e r a a t o d a s las
d e m á s p e r d i c e s de la selva s u d a m e r i c a n a .
Papási.—Coleóptero. Nace de los restos mortales de un gusano
c o m e s t i b l e d e n o m i n a d o suri. El suri, a su vez, nace
de los h u e v o s que el papási d e p o s i t a en la c o r t e z a del
aguaje.
Para-pora.—Ver: Hiporuru.

359

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

Parinari.—Árbol frascoso. Sus frutos alargados y rojos, más dul-


ces que p i c a n t e s , son conocidos c o m o supay-oqote, en
keshwa: culo-del-diablo.

Pashako.—Árbol casi elevado, casi grueso, casi inútil. Su copa


de hojas ralas no da s o m b r a . Su m a d e r a feble y hú¬
m e d a no sabe ni ser leña. Sólo por su c o r t e z a , a d u r a s
penas, el pashako se salva: de ellas exprimen jugos
a p l i c a b l e s en c u r t i e m b r e de c u e r o s .

Pate.—Mate. Recipiente fabricado con el fruto de una planta


llamada indistintamente t u t u m o , calabazo o wingu.

Paujil.—Pzvo salvaje de plumas enlutadas que contrastan con el


rojo de i n c e n d i o de su p i c o .

Pawkar.—Páucar. Pájaro de p l u m a s ostentosas y negras y ama-


rillas. El pawkar imita a la perfección los c a n t a r e s y
silbos de a b s o l u t a m e n t e t o d a s las aves del m o n t e .

Peje-torre.—Pez de piel amarilla lunareada de negro. Cuando se


llena de aire flota c o m o b o y a en la superficie de los
ríos grandes. El cuerpo de quien c o m e peje-torre se
cubre instantáneamente de tercas m a n c h a s p a r d a s . Al-
gunas aves también acceden a alimentarse de peje-
torre: son r e c o n o c i b l e s p o r q u e su p l u m a j e se d e c o l o r a
para siempre.

Piraña.—Paña. Caribe. De acuerdo a su voracidad y tamaño


este pez carnívoro ha sido clasificado en siete espe¬
cies: la m á s t e m i b l e lleva en c a d a m a n d í b u l a tres hile¬
ras de d i e n t e s t r i a n g u l a r e s , afilados en su p u n t a y sus
lados, m i d e hasta 50 c e n t í m e t r o s . Todas las pirañas
e n l o q u e c e n c u a n d o a d i v i n a n la c e r c a n í a de la sangre.

Piri-piri.—Hierba hueca, tubular y alargada, crece en los bordes


de los p a n t a n o s y l a g o s . Son infinitos los e m p l e o s del
piri-piri en hechicería. L o s a s h a n í n k a lo l l a m a n ivénki,
la h i e r b a m á g i c a por e x c e l e n c i a , y lo incluyen entre
los contados vegetales que no precisan combinarse
con o t r o s ni ser m a g n e t i z a d o s o cargados p a r a a l c a n z a r
su m á x i m a eficacia. En r e a l i d a d piri-piri es el nombre

360

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

g e n é r i c o de una i n c o n m e n s u r a b l e familia de t u b é r c u l o s
disímiles: según la forma de ellos lo aplican los h e c h i -
ceros. El piri-piri con a p a r i e n c i a de p e n e es e m p l e a d o
c o n t r a la infertilidad o la i m p o t e n c i a , etcétera. Aun-
q u e , l ó g i c a m e n t e , los c o n t o r n o s d e c a d a t u b é r c u l o d e -
p e n d a n m á s de la m i r a d a del brujo que del t u b é r c u l o
mismo.
Piro.—Aborigen que integra la n a c i ó n del mismo nombre. Fieles
a l i a d o s de los c a u c h e r o s c o n t r a sus h e r m a n o s de o t r a s
regiones amazónicas. De allí que los selváticos hasta
h o y l l a m e n piro al c o b a r d e , al t r a i d o r , al h o m o s e x u a l .
Pisonay.—Árbol de tronco inabarcable. La fronda de su copa
g i g a n t e estalla en flores ínfimas y r o j a s . R a r o es encon¬
t r a r un pisonay en la amazonia, en la ceja de selva
es m e n o s i m p r o b a b l e , sólo los valles andinos se ale¬
gran con su multipresencia.
Piurí.—Gallinácea grande como un pavo. Salvo la blancura del
p e c h o y el g r a n a de su p i c o , t o d o el piurí es n e g r o ,
incluso la aureola de diminutas plumas abrillantadas
que se e n c r e s p a en su frente. El piurí es el ave de
m o n t e m á s p r e c i a d a : sus c a r n e s r e g a l a d a s y j u g o s a s , a
la p a r que su o r g u l l o son su d e s g r a c i a .
Pona.—Palmera negra y dura. U n a justificada costumbre hace
que la pona sea i n e v i t a b l e c o m o p i s o de las casas de
a l t u r a , tan es así que " e m p o n a r " u n a v i v i e n d a significa
de hecho "ponerle piso".
Pucaquiro.—Pukakiru. En keshwa: diente rojo. Árbol de cora-
z ó n rojizo e inflexible. Hormiga enorme y temida: sus
mandíbulas rojas y potentes son menos ponzoñosas
que dolorosas.
Pukuna.—Pucuna. Cerbatana.
Punguyo.—Punquyu. Árbol mediano, coposo. Crece aislado, so-
l o , al c e n t r o de un e s p a c i o sin vida. N a d a logra e x i s -
tir bajo la sombra del punguyo: sus hojas apretadas
expelen un veneno inapelable.
Pusanga.—Hechizo. Brujería. Brebaje o amuleto que ha sido
cargado p a r a dominar y atraer sexualmente.

361

ucción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
Q

Q'enqo.—Zigzag. Laberinto. C o n tal nombre se d e s i g n a al Tem-


plo del Dios-Puma, peña ubicada en las alturas que
c i r c u n d a n a la ciudad del C u s c o , d e b i d o a que en su
c u m b r e los inkas c a v a r o n u n a c a n a l e t a t i t u b e a n t e : ver¬
t i e n d o en ella chicha de m a í z , y con m e n o s frecuencia
sangre de vikuña, 'durante ceremonias ya perdidas
nuestros antiguos a v e r i g u a b a n el futuro.

Q'ero. —Vaso c e r e m o n i a l t a l l a d o en u n a pieza de m a d e r a de pre¬


ferencia oscura. Comunidad campesina cusqueña si¬
t u a d a en las c ú s p i d e s de la c i u d a d de P a w k a r t a m p u ,
ya d e n t r o de las selvas que b o r d e a n a q u e l l a s s e r r a n í a s .
L o s i n t e g r a n t e s de esta c o m u n i d a d han rechazado in-
d e s m a y a b l e m e n t e el más m í n i m o " a p o r t e de la civili¬
zación" impuesta por los conquistadores españoles.
T r a s la frontera de sus costumbres y sus t e r r i t o r i o s ,
los Q'eros visten hasta hoy c o m e inkas y h a b l a n c o m o
inkas y viven c o m o i n k a s , i n a c c e s i b l e s al t i e m p o de los
virakocha. M á s de 4 0 0 años han sido d e r r o t a d o s por
la t e n a c i d a d t o d a v í a vigente de los Q'eros.

Oespichhvay.—Qespi, en keshwa, es cristal, transparente, prístino,


y por lo t a n t o libre. Chiway es el apareamiento que
las aves r e a l i z a n con exclusivos fines.de procreación.
¡Qespichiway!, r e m a r c a d o así, con m a t i c e s de reque¬
rimiento, de invocación, significaría "textualmente":
Aparéame con el cristal así como las aves que quieren
procrear. O bien: Aparéate conmigo, casémonos con
el cristal, matrimoniémonos con lo prístino, tengamos
hijos transparentes, libres. El poeta cusqueño Ángel
Avendaño, p a r a quien el k e s h w a se e x p r e s a m á s me¬
diante paisajes que mediante conceptos, coincidiendo
también en ello con J o s é María Arguedas, no desa-
cierta ni exagera cuando traduce (o reduce) ¡Qespi-
chiway! por ¡Libérame!

Quichagarza.—Kicha: excremento flojo, diarrea. La kichagarza


es una garza espigada, pequeña y gris que d e b e su

362

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
n o m b r e a la i n s i s t e n c i a y liviandad de sus d e p o s i c i o n e s
fecales.

Quillu-avispa.—Avispa amarilla.

Quinilla.—Bajo su aspecto de árbol indeciso, medroso de grosor


y estatura, la modesta quinilla disimula, además de
m a d e r a s c o n s i s t e n t e s y d u l c í s i m o s frutos, un p o d e r cu¬
r a t i v o que se diversifica de a c u e r d o a las d o l e n c i a s con¬
tra las que es e n v i a d o y se r e p a r t e e n t r e h o j a s , p é t a l o s ,
raíz, c o r t e z a o savia. Sin e m b a r g o el c o m ú n de los
m o r t a l e s t e m e a la quinilla. S o l a m e n t e los brujos ma¬
yores, la gente a u t o r i z a d a se atreve a requerirla: el
á n i m a , la madre que rige los a s u n t o s de este árbol es
u n a j o v e n de c a b e l l o s l a r g o s que c a n t a e n t r e las pie¬
d r a s de las c a t a r a t a s : su c a n t o es b i e n h e c h o r , sus l a b i o s
son m o r t a l e s . L o s n a t i v o s a s e g u r a n que la quinilla "es
v e g e t a l de oir, no de t o c a r " .

Qoylluriti.—Qoyllur: estrella. Riti: nieve. Nombre keshwa de


una m o n t a ñ a coronada de sempiternos hielos.

363

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

Raymiyáwar.—Raymi: fiesta, celebración. Yáwar: sangre. Fiesta


De la S a n g r e .

Renaco.—Árbol descomunal, de ramas henchidas y enrevesadas


al infinito, crece sin cesar a ras de t i e r r a h a s t a o c u p a r
la d i m e n s i ó n de un b o s q u e g r a n d e . Se sabe que la sa¬
via del renaco es el m á s p o d e r o s o c o a g u l a n t e .

Renaquílla.—Planta p a r á s i t a , mediocre de tamaño, sus ramajes ex¬


t i e n d e n m a r a ñ a semejante a la m á s p e r n i c i o s a del re¬
naco: con ella la renaquílla se adhiere y estrangula al
árbol eventual que la sustenta.

Ronsoco.—El roedor más grande de la naturaleza: suele, en su


m a d u r e z , b o r d e a r los 120 c e n t í m e t r o s de Jargo y e x c e -
der los 100 kilos de p e s o . Crines pardas y gruesas
c u b r e n su c u e r p o . L o s c a z a d o r e s p e r s i g u e n al ronsoco
ú n i c a m e n t e e n tierra. L a s m e m b r a n a s que s e anchan
entre sus d e d o s h a c e n que este a n i m a l , si c o n s i g u e re¬
fugiarse en el agua sea v e r d a d e r a m e n t e i n a l c a n z a b l e .

Runasimi.—Simi: lengua. Runa: hombre. La Lengua del Hom¬


bre. L o s inkas l l a m a b a n runasimi al i d i o m a que los
conquistadores españoles, no sabemos todavía por qué,
denominaron quechua.

364

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

— s —
Sachavaca.—Vaca salvaje. Tapir. Danta. Rumiante de gran
fortaleza y mayor timidez, absolutamente inofensivo.
Pachamama.—Especie de boa. Anaconda gigantesca que algu¬
nos confunden sin razón con la yakumama. Ambas
c o i n c i d e n en fortaleza y l a r g u r a , son g r u e s a s c o m o un
árbol grueso. Pero la yakumama vive en el agua t a n
exclusivamente como la sachamama existe en tierra.
E s t a ú l t i m a , a d e m á s , p o s e e dos a l e t a s , u n a a c a d a l a d o
de la c a b e z a , a m a n e r a de orejas.
Sajino.—Jabalí encollarado por una franja blanca de cerdas que
son grises en el resto del c u e r p o . E s t e p u e r c o salvaje,
a diferencia de la huangana, su p a r i e n t e más p r ó x i m o ,
no t r a n s i t a en m u c h e d u m b r e sino en p a r e j a , huye en
vez de a t a c a r y es irremisiblemente a s u s t a d i z o y ve¬
getariano.
Saltón.—Pez gigante desprovisto de escamas, dientes y espinas.
P e s e a los dos m e t r o s que h o s p e d a n los cien kilos de
su c u e r p o , el s a l t ó n a c o s t u m b r a i m p u l s a r s e , casi v o l a r ,
h a s t a los cinco m e t r o s sobre la superficie de los ríos.
Sapote.—Árbol de altura desmesurada. Fruto del mismo árbol:
su pulpa suave y dulce blanquea insospechadamente
dentro de una envoltura corrugada de color verde-
sombra.
Saqsawma.—Cabeza Gris. Cabeza jaspeada, de piedra. Nombre
de la fortaleza c u s q u e ñ a que los c o n q u i s t a d o r e s hispa¬
nos malentendieron como S a c s a y h u a m á n (en b u e n de¬
cir: S a q s a y w a m a n : C a b e z a de H a l c ó n ) . El C u s c o , en¬
t o n c e s , s a g r a d o en su esencia p o r ser la C a p i t a l de los
Inkas, de los Hijos del Dios Padre Sol, era t a m b i é n
s a g r a d o en sus c o n t o r n o s : la c i u d a d c a b í a e x a c t a m e n t e
en la forma de un p u m a , de un o t o r o n g o , u n a de las
divinidades del Imperio lnkaiko. Cusco era Qosqo,
Ombligo Del Mundo, sí, pero además Dios-Puma,
Dios-Uturunqu, Otorongo-de-Piedra. El pecho de la
Ciudad Sagrada se i n s t a l a b a en el Wakaypata, la ac¬
tual Plaza de Armas, y la calle Pumakurku (colum-

365

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
na-vertebral-del-puma) conducía y conduce has¬
ta la F o r t a l e z a de Saqsawma, C a b e z a G r i s , C a b e z a Jas¬
p e a d a de la C i u d a d - D i o s - P u m a . Y la cola de aquel
tigre de piedra divina e s t a b a h e c h a de agua, la cola
del p u m a era de e s p u m a s : el río W a t a n a y .
Shansho.—Gallinácea pequeña de nombre onomatopéyico. Es
tan d e s a f i n a d a en sus c a n t o s c o m o fina en sus c a r n e s .
Shapaja.—Palmera desmedida de grosor, estatura, hojas y ramas.
Frutece almendras numerosas y desordenadas, no tan
aprovechables p o r su p u l p a , m u y discreta de gusto y
p r o t e í n a s , c o m o p o r el a i r a d o c o m b u s t i b l e que su acei¬
te p r o d u c e . La shapaja t e c h a todas las casas mejor
que n a d i e . Sus hojas a n c h u r o s a s , e n t r e t e j i d a s de fibras
a p r e t a d a s y r e c i a s , son i n v u l n e r a b l e s al filo p e r s i s t e n t e
del sol e i n s i d i o s o de los a g u a c e r o s .
Shapra.—Nativo de la n a c i ó n del m i s m o nombre. Una difundida
c a l u m n i a o c c i d e n t a l s o s t i e n e que los s h a p r a ni siquie¬
ra son p o l í g a m o s sino que sus e s p o s a s p e r t e n e c e n in¬
d i s t i n t a m e n t e a t o d o s los v a r o n e s de la c o m u n i d a d .
Shapshico.—Diablo. Duende. Aparición. Demonio.
Shebón.—Palmera elevada. Sus frutos agradables de carne y pe¬
sados de c a s c a r a d o b l e g a n r a m a s e n o r m e s a u n q u e frá¬
giles. Será d e b i d o a ello que las hojas del shebón sue¬
len usarse para c o n s t r u i r pamacaris, para techar em¬
b a r c a c i o n e s y no v i v i e n d a s .
Shibé.—Bebida preparada con h a r i n a de y u c a disuelta en agua no
siempre azucarada.
Shirimpiáre. —Ver: Shirikaipi.
Shiringa.—Jebe. Balata.
Shirikaipi.—Cigarrillo casero, manufacturado con hojas enteras o
d e s h i l a c h a d a s de t a b a c o s i l v e s t r e . Así c o m o los hechi¬
ceros " g e n e r a l i s t a s " d e l a a m a z o n i a son d e n o m i n a d o s
katziboréri, los "especialistas" en chupar shirikaipis,
a q u e l l o s que a p e l a n al t a b a c o f u m a d o p a r a sus cura¬
ciones o rituales, son conocidos como shirimpiáre.
Shiripira.—Aparentemente fácil de capturar a causa de su peso
.y su t a m a ñ o (dos kilos que no s o b r e p a s a n los 60 cen¬
tímetros) este habitante de los ríos grandes, aunque

366

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
a g r e g a a sus c a r n e s g r a t a s una a u s e n c i a total de esca¬
m a s y e s p i n a s , p o s e e sobre el d o r s o tres cuchillas de
h u e s o , a g u d o s e s p o l o n e s que o c a s i o n a n d e s á n i m o e n t r e
los p e s c a d o r e s m á s n e c e s i t a d o s y e m p e c i n a d o s .

Shirúi.—Protegido por una caparazón rugosa e infranqueable, es¬


te pez h a b i t a e x c l u s i v a m e n t e lagos y c e n a g a l e s . Tres
veces más pequeño que la shiripira, suele ser confun¬
d i d o con ella p o r c u l p a de sus c a r n e s amarillas.

Shuyu.—Shuyo. Famoso por su voracidad, sus dientes afilados,


y su c o r a z a de e s c a m a s , este pez q u e prefiere vivir al
f o n d o de los lagos a p a r t a d o s y de las c i é n a g a s circun¬
d a d a s d e b o s q u e s h u r a ñ o s , e s c a p a z d e a m b u l a r sobre
la t i e r r a durante varios días deslizándose como ser¬
p i e n t e y d e j a n d o t r a s de sí un r e g u e r o de flemas ama¬
rillentas, lentas.

Sitúlli.—Planta plantanácea que frutece en manojos orlados de


grandes flores rojas.

Songárinchi.—Flauta de madera renegrida, larguísima, con cuyas


d i s o n a n t e s a b r u p t a s y e n s o r d e c e d o r a s los g u e r r e r o s de
la n a c i ó n a m a w a k a se d a n á n i m o en las g u e r r a s y ale¬
gría de las fiestas.

Supay-oqoíe.—Culo-del-Diablo. Fruto alargado y rojo que es


ofrecido, ¿ntre hojas o s c u r a s y a n c h a s , p o r las r a m a s
de un árbol l l a m a d o parinari.

Suri.—Gusano comestible que nace y se alimenta del cogollo de


d i v e r s a s palmeras,. En v e r d a d el suri n a c e de los hue¬
vos que un c o l e ó p t e r o , el papási, i n s e r t a en la c o r t e z a
de las p a l m a s , p r e f e r e n t e m e n t e en ei aguaje. Y cuan¬
do el suri m u e r e , de sus r e s t o s n a c e el papási. N a c e el
papási de los restos del suri y p o n e los h u e v o s de los
que el suri n a c e . . .

367

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

Tabaquerillo.—Diminuto pájaro carpintero denunciado por un


fulgor d e plumas humosamente rubias, color tabaco
soleado.

Tagua.—Fruto del cual presume cierta palmera llamada yarina.


Su interior blanquecino, translúcido, r e m o t o , ha dado
a la tagua n o m b r a d í a de marfil vegetal.

Tampu Mach'ay.—Templo Del Agua ubicado en los alredores de


de la c i u d a d del C u s c o , m á s allá de la F o r t a l e z a de
Saqsawma y de Q'enqo, el Templo del D i o s - P u m a .
Los conquistadores virakocha bautizaron a Tampu
Mach'ay c o m o L o s B a ñ o s de La P r i n c e s a . P e o r hicie-
ron en L i m a con la W a k a Q o l l a n a , Waka: L u g a r Sa-
grado, Qollana: principal, que hasta hoy es conocida
como la "Huaca Juliana".

Tangarana.—Hormiga roja, grande, despiadada, venenosa en ex¬


tremo. V i v e d e n t r o de un á r b o l b l a n c u z c o y a r r u g a d o
i g u a l m e n t e l l a m a d o tangarana. L o s c a n c e r b e r o s de las
prisiones selváticas lo utilizan como instrumento de
castigo. En la C o l o n i a P e n a l de El Sepa, a orillas del
Urubamba, los reclusos conocen a la tangarana como
El Á r b o l De L o s Suplicios. Innumerables reos, casi
siempre p o l í t i c o s , saben que la m u e r t e es p r e f e r i b l e a
la tangarana. Los verdugos desnudan al recluso, lo
u n t a n con m i e l , lo atan al árbol y g o l p e a n el t r o n c o
con un p a l o : millares de m a n d í b u l a s v o r a c e s y rojas
b r o t a n e n t r e los r e s q u i c i o s de la c o r t e z a y sofocan el
c u e r p o y los a l a r i d o s de la v í c t i m a . E s t a es d e s a m a r r a ¬
da de i n m e d i a t o y l i b r a d a de las m o r d e d u r a s . L o s car¬
celeros saben bien que es entonces cuando empieza
r e a l m e n t e el castigo: infinidad de llagas p u r u l e n t a s y
negras a t o r m e n t a r á n d u r a n t e meses a l c o n d e n a d o .

Tantoótzi.—Una de las dos casas que edifica toda familia asha-


nínka. En el t a n t o ó t z i vive el jefe con sus m u j e r e s e
hijos. Su otra v i v i e n d a , la kaápa, es c o n s t r u i d a prime¬
ro y está d e s t i n a d a e x c l u s i v a m e n t e a los h u é s p e d e s .

368

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
Taperibá.—Ciruelo gigante de carnes agridulces y corazón espi¬
n o s o , c a t a l o g a d o p o r m u c h o s c o m o e l fruto m á s sabro¬
so de la n a t u r a l e z a .
Tarawi.—Taráhui. Pese a su pico c u r v o , de oro d e s c o l o r i d o , y al
plumaje negro con que intenta ocultar aquel frescor
de frutas de su c a r n e , esta g a l l i n á c e a se a l i m e n t a sólo
de caracoles.
Taricaya.—Tortuga rápida, espigada, mediana, comestible en sus
h u e v o s y en su c a r n e .
Tatatáo.—Pájaro m e d i a n o , de r a p i ñ a . A b r e el pico y las alas, du¬
r a n t e el día, sólo p a r a c o m e r . C u a n d o o s c u r e c e , aun¬
que n o s i e m p r e , c a n t a : ¡ta-ta-taoooo!, ¡ta-ta-taooo! Por
eso los n a t i v o s , d e s m e m o r i a d o s , n o p u d i e n d o n o m b r a r
al t a t a t á o con su n o m b r e p r i m i g e n i o y v e r d a d e r o , pro¬
v i s i o n a l m e n t e l o n o m b r a n con s u p r o p i o c a n t o .
Tibe.—Ave zancuda, blanca. Miniatura de garza o gaviota de
río, a discreción.
Tiríri.—Nombre genérico de siete variedades de un pez p e q u e ñ o ,
gordo, cubierto p o r u n a c a p a r a z ó n grisácea. Habita
ciénagas y lagunas.
Tiwakuru.—Pajarillo canoro de nombre onomatopéyico y plumas
n e g r a s que sólo c l a r e a n en su p e c h o . Su pico congre¬
ga los v a r i o s m a t i c e s del rojo. Prefiere c o m o n i d o la
c o p a de las wimbras en v e r a n o , y como alimento, en
cualquier estación, todo tipo de hormigas.
Tohé.—Genérico de varias solanáceas de savia a l u c i n ó g e n a y flo¬
res m a r f i l e ñ a s , grandes, acampanadas. L a m á s difun¬
dida es la Datura Speciosa, mejor dicho el Tohé Mu-
llaca. O t r a s de sus v a r i a n t e s h a n sido designadas, a
capricho, como Solanum Bicolor, Cornuda Odorata
y/o Datura Insignis. Los brujos amazónicos agregan
los p o d e r e s del tohé a b e b e d i z o s b a s a d o s en j u g o de
ayawaskha.
Tokón.—Mono g r a n d e , t a n t o c o m o su cola p o d e r o s a y peluda: de
ella se sirve m á s que de sus e x t r e m i d a d e s p a r a defen¬
derse o desplazarse, a f e r r á n d o s e a u n a r a m a e impul¬
sándose a otra, casi v o l a n d o por entre los á r b o l e s .

369

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE
Tortuga-kaspi.—Arbol-tortuga, así llamado a causa de su corteza
agrisada y rugosa.

Trompetero.—Ver: Móntete.

Tunchi.—Pajarito canoro y nocturno. Pocos lo han visto, mu¬


chos lo han e s c u c h a d o , t o d o s le t e m e n . Si un tunchi
silba es p o r q u e alguien ha m u e r t o o va a m o r i r inde¬
fectiblemente en los a l r e d e d o r e s de esa n o c h e .

Tupaq Amaru.—En keshwa, en runasimi: Serpiente-Dios-Resplan-


deciente. N o m b r e d e u n o d e los R e y e s I n k a s . U n des¬
cendiente suyo, José Gabriel C o n d o r c a n q u i , adoptó el
nombre de T u p a q A m a r u II y j e f a t u r ó en 1781 una
de las mayores sublevaciones c o n t r a los conquistado¬
res e s p a ñ o l e s . Sofocada la r e b e l i ó n , T u p a q A m a r u fue
s u p l i c i a d o y d e s c u a r t i z a d o en el Wakaypata, actual Pla¬
za de A r m a s del C u s c o . E n t e r r a r o n su c a b e z a en las
cercanías de la Ciudad Sagrada y dispersaron sus
m i e m b r o s en s e c r e t o , bajo d i s t i n t a s t i e r r a s , en los con¬
fines del a n t i g u o I m p e r i o de sus antecesores.

Tuta-cuchillo.—Cuchillo-de-la-noche. Mono nocturno. Ante


la c e r c a n í a del p e l i g r o , es d e c i r del h o m b r e , c o r t a pa¬
los y r a m a s y los arroja d e s d e lo alto de la o s c u r i d a d .

Tzangapilla. —Zangapilla. Arbusto que florece una sola vez y no


sabe dar m á s de una flor. F l o r del a r b u s t o del m i s m o
nombre: sus g i g a n t e s c o s pétalos anaranjados, insolen¬
tes de c o l o r y p e r f u m e , e m a n a n un calor i n s o p o r t a b l e
al t a c t o . La flor de tzangapilla p u e d e vivir v a r i o s días
arrancada de su rama: generalmente al séptimo sus
p é t a l o s se d e c o l o r a n del t o d o , se v a c í a n de a r o m a y
caen d e g o l p e , fríos, c o m o p e q u e ñ o s a n i m a l e s m u e r t o s .

Tziho.—En idioma ashanínka: gallinazo.

Tzipíbo.—Shipibo. Aborigen de la nación amazónica del mismo


nombre.

370

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org
— u —

Vcuashéro.—Ave canora y diminuta, de nombre onomatopéyico.

Uchusanango.—Sanango picante. Brebaje ligeramente alcohólico


que los brujos e l a b o r a n m a c e r a n d o , de a c u e r d o a cada
caso, los vegetales más diversos, según los requeri¬
m i e n t o s específicos de su a p l i c a c i ó n : ya c o m o t ó n i c o ,
ya c o m o m e d i c i n a o c o m o h e c h i z o .

Unchala.—Ave del tamaño de una paloma grande. Su canto es


a r m o n i o s o y p e r s i s t e n t e y sus p l u m a s de un rojo oscu¬
recido.

Urkulútu.—Lechuza.

Urus.—Uros. Miembros de la nación del mismo nombre, hoy


totalmente desaparecida, que habitaron la altiplanice
d o n d e p e r s i s t e el L a g o T i t i k a k a . Se dice que ellos fun¬
d a r o n la c i u d a d del Cusco: que los primeros Reyes
I n k a s , M a n k o K a p a q y M a m a O q l l o p e r t e n e c í a n a la
nación Uru.

371

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

Valdez, Zacarías.—Cauchero que trabajó a las órdenes de Fermín


Fitzcarrald. A u t o r del opúsculo titulado "El Verda¬
dero F i t z c a r r a l d A n t e La Historia" editado en 1944,
Zacarías Valdez describe a lo largo de sus páginas,
tan c o l m a d a s de o r g u l l o como carentes de ortografía,
a l g u n o s de los c r í m e n e s y fechorías que sus c ó m p l i c e s ,
los " p i o n e r o s " de e n t o n c e s , c o m e t i e r o n so p r e t e x t o de
llevar p r o g r e s o y civilización a los nativos.

Varayoq.—Alcalde. Principal autoridad de las comunidades in-


kas o Ayllus que p u e b l a n la Cordillera de los A n d e s
peruanos.

Virote.—Dardo envenenado, diminuto, c a p a z de abandonar y re¬


tomar su c o n d i c i ó n m a t e r i a l a fin de a t r a v e s a r cual¬
quier d i s t a n c i a , c u a l q u i e r t i e m p o , c u a l q u i e r m u r o , escu¬
d o , p r o t e c c i ó n , hasta c l a v a r s e en c a r n e s e n e m i g a s , has¬
ta llegar al b l a n c o d i s p u e s t o p o r el brujo que dio forma
al virote y a esa forma dio á n i m a y a esa astilla anima¬
da le c o n c e d i ó d e s t i n o y t r a s c e n d e n c i a .

Virotear.—Lanzar un virote. Hechizo de efectos casi siempre


mortíferos.

372

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

Wakamayu.—Papagayo.
Wakapú.—Ver: Huacapú.
Wakapurana.—Ver: Huacapurana.
Walo.—Ver: Hítalo.
Wanakawre.—Cerro a cuyas faldas se e x t i e n d e la c i u d a d del Cus¬
co. L o s h e r m a n o s M a n k o K a p a q y M a m a O q l l o , naci¬
d o s y c r i a d o s en la n a c i ó n de los urus, o b e d e c i e n d o al
Dios Sol salieron del L a g o T i t i k a k a p r o v i s t o s de una
v a r a de o r o : allí d o n d e ésta se c l a v a r a sin esfuerzo de¬
bían ellos fundar u n a ciudad, el Qosqo, destinada a
ser c o r a z ó n d e un imperio ilimitado. Manko Kapaq
y su esposa-hermana deambularon desde el altiplano
h a s t a la c o r d i l l e r a a n d i n a b u s c a n d o en vano el sitio
s e ñ a l a d o por el Sol. Casi sin e s p e r a n z a p r o b a r o n en
la c u m b r e del cerro Wanakawre: la v a r a de o r o , al
p r i m e r i n t e n t o se h u n d i ó en la tierra y d e s a p a r e c i ó .
Wapapa.—Ver: Huapapa.
Waqaypata.—Lugar-Donde-Se-Llora. Nombre inka de la Plaza
de A r m a s del C u s c o d o n d e los c o n q u i s t a d o r e s injusti-
ciaron a Tupaq Amaru.
Waqrapona.—Ver: Huacrapona.
Wayrcnga. —Ver: Huairanga.
Wikungu.—Ver: Huicungu.
Willaq Umu.—Supremo sacerdote de los inkas. Máxima autori¬
dad religiosa e n c a r g a d a de p r e s i d i r las p r i n c i p a l e s ce¬
remonias.
Willkamayu.—Río Sagrado. Nombre inka del Urubamba cuyas
aguas, al j u n t a r s e con las del río T a m b o forman el
Ucayali. E s t e y el M a r a ñ ó n d a n o r i g e n al A m a z o n a s ,
r í o - m a r de las selvas s u d a m e r i c a n a s .
Wimbra.—Huimbra. Árbol espigado, de tronco esmeralda que
se a b r e en u n a c o p a no m u y a m p l i a , p e d a n t e y rumo¬
rosa. Es i m p r o b a b l e no e n c o n t r a r en lo alto de las
wimbras algún nido de un pájaro silbador y nervioso
llamado tiwakuru.
Witoto.—Huitoto. Miembro de la nación del mismo nombre.

373

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

Yaku-jergón. —Serpiente. Jergón-de-río.

Yakumama.—Serpiente gigante que vive en los ríos. Madre-De-


Las-Aguas.

Yanaboa.—Anaconda. Boa Negra.

Y orina.—Palmera de frutos denominados tagua o marfil vegetal.


Sus a n c h a s hojas t e c h a n casi t o d a s las v i v i e n d a s sel¬
váticas.

Y ora.—Miembro de la n a c i ó n a m a z ó n i c a del m i s m o nombre. Los


ocidentales designan a los yora, sin razón conocida,
como amawakas.

Yungurúru.—Perdiz gigante. Sus huevos celestes son idénticos


en v o l u m e n y sabor a los de las gallinas.

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

z —

Zui-zui.—Pajarito canoro, onomatopéyico de nombre y celeste


de plumaje.

Zúngaro.—Nombre que se concede sin reparos a todo pez fluvial


s i e m p r e que sea g r a n d e , que su c a b e z a o c u p e un espa¬
cio i d é n t i c o al del c u e r p o r e s t a n t e , y esté d e s p o s e í d o
de e s p i n a s y e s c a m a s .

Zuri.—Ver: Suri.

375

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

DEDICATORIA

A Eduardo Portugal, Fernando Llosa


y Juan Carlos Domenack.

A Moisés Lemlij.
A Gustavo Valcárcel, Juan Gonzalo Rose,
Arturo Corcuera y Reynaldo Naranjo.

A Turati y Alfredo G o n z á l e z Teja.


Porque sin sus c o n s e j o s y a m i s t a d yo no h u b i e r a
p o d i d o e m p r e n d e r este libro.
Por más, por m u c h o más.

César Calvo S.

Barcelona, Junio de 1979

377

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org


www.rezistencia.org -------- editado por el CE

...texto solo para uso didáctico, prohibida su reprod


ENTRO CULTURAL REZISTENCIA www.rezistencia.org

"Y esto, que no es nada, es todo"

INO MOXO

379

ducción... editado por REZISTENCIA www.rezistencia.org

También podría gustarte