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Tema:
Coagulopatías hereditarias
Nuevo Laredo, Tamps., México. A 25 de Noviembre de 2021.
Introducción
El término coagulopatía se emplea para definir un grupo de enfermedades
hemorrágicas que afectan los diferentes mecanismos de coagulación.
Clasificación
Las enfermedades hemorrágicas se dividen en defectos que involucran los
mecanismos de hemostasia primaria o hemostasia secundaria. La división de los
defectos hemorrágicos en estos dos grandes grupos resulta útil para orientar
diagnósticos y distinguir patrones clínicos que diferencian cada uno de estos
defectos.
HEMOFILIA A Y B
Las hemofilias A y B son coagulopatías hereditarias caracterizadas por la deficiencia
funcional o cuantitativa del factor VIII (hemofilia A) o del factor IX (hemofilia B) de la
coagulación. Ello se debe a un defecto en los genes que se encuentran localizados
en el brazo largo del cromosoma X. Clínicamente se manifiestan por la presencia de
hemorragias, principalmente en músculos y articulaciones, de intensidad variable, de
acuerdo al nivel circulante del factor deficiente. Los hombres son los principales
afectados y las mujeres son quienes portan y transmiten la enfermedad; sin
embargo, en casos raros se pueden presentar estas coagulopatías en el sexo
femenino.
Historia
Los primeros relatos científicos de la enfermedad surgen en 1839 con Otto, quien
describe claramente la enfermedad, y en 1893 Wright llama la atención sobre el
alargamiento del tiempo de coagulación en estos pacientes. Más tarde, en 1910, Addis
refiere que la anormalidad fundamental en la hemofilia A se debe a un defecto en una
proteína de la coagulación. Posteriormente, después de arduos estudios, el factor VIII
logró identificarse y purificarse. Por su parte, la hemofilia B fue identificada en 1947 por
Pavlovsky y su grupo.
Incidencia
En el caso de México se informa que el registro actual es de 3 805 hemofilicos. con
hemofilia A y entre 1 000 y 1 250 pacientes con hemofilia B, es decir, en total debe
existir una población de acuerdo a la incidencia mundial, en México deben existir
aproximadamente entre 4 000 y 5 000 pacientes de entre 5 000 y 6 250 enfermos, de los
cuales el 45% tienen hemofilia grave (2 250 y 2 812, respectivamente). La hemofilis A se
presenta en el 80% de los casos, contra el 20 a 25% de los casos de hemofilia B.
Por otra parte, el gen del factor IX está localizado en la región distal del brazo largo del
cromosoma X y tiene una longitud de 34 kb y mRNA de 2,8 kb. En plasma, el FIX
humano circula como glucoproteína de una sola cadena a una concentración de 90 nM.
Tiene una vida media de un día. Presenta un dominio gla en su molécula que contiene
12 residuos de ácido y-carboxiglutámico y un residuo de ácido ß-hidroxiaspártico en la
región aminoterminal de la proteína. Los residuos de ácido y-carboxiglutámico están
relacionados con la unión al calcio. La región aminoterminal de la cadena contiene la
región del sitio activo. Se han identificado en el gen del FIX diez polimorfismos, siete
intragénicos y tres extragénicos. Las deleciones pequeñas pueden producir
desplazamientos en las lecturas, dando lugar a proteínas acabadas prematuramente y
que son inactivas.
Herencia
Debido a la codificación genética de las moléculas de FVIII:C y FIX:C, la enfermedad
tiene una herencia ligada al cromosoma X, es decir, que las mujeres portan la
enfermedad y los hombres la manifiestan. De acuerdo a su forma de herencia, se puede
concluir que: 1) todas las hijas de un hemofílico son portadoras obligadas; 2) todos los
hijos de un hemofílico son normales; 3) aproximadamente la mitad de las hermanas de
un hemofilico son portadoras; 4) alrededor de la mitad de los hijos de una portadora
serán hemofílicos y 5) cerca de la mitad de las hijas de una portadora serán portadoras
Por otro lado, la presencia de hemofilia en las mujeres solo se presenta en los
siguientes casos: a) lionización extrema al azar, b) hija de padre hemofílico y madre
portadora y c) asociación de la enfermedad con síndrome de Turner.
Gravedad de la enfermedad
Los defectos en las moléculas de FVIII:C o FIX:C se pueden deber principalmente a un
defecto de síntesis que ocasiona una disminución en la concentración plasmática de la
molécula; sin embargo, también existen defectos cualitativos en la molécula que se
traducen en factores disfuncionales. La deficiencia de estos dos factores de la
coagulación se divide con base en la intensidad del factor deficiente, esto determinado
por método funcional (coágulo métrico y más recientemente cromogénico), en leve,
moderado y grave.
Fisiopatología de la enfermedad
La deficiencia cuantitativa o cualitativa del factor VIII:C o LX-C se traduce como defecto
en los mecanismos de activación de la coagulación.
Presentación clínica
El síntoma por excelencia de la hemofilia es la hemorragia y la intensidad de esta
dependerá de diversos factores, a saber: nivel circulante del factor deficiente, presencia
de inhibidores, traumatismos, tipo de actividad física cotidiana y deportiva, entre otros.
Esto significa que un hemofílico con una deficiencia grave puede presentar hemorragias
al mínimo traumatismo. La mayor parte de la sintomatología del paciente hemofílico se
debe a secuelas y complicaciones del síndrome hemorrágico. Las hemofilias A y B, por
ser defectos primarios que involucran a la hemostasia secundaria, clínicamente se
manifiestan por hemorragias profundas, como pueden ser la hemartrosis, hematomas
musculares, hemorragias quirúrgicas, gastrointestinales, urinarias, entre otras.
Hemartrosis
Durante la hemartrosis, la articulación afectada se encuentra aumentada de tamaño,
caliente, dolorosa y el paciente asume la posición antiálgica que permite la máxima
capacidad y la menor distensión de la cápsula intraarticular. Las articulaciones más
afectadas son rodillas, tobillos y codos
Hematomas musculares
Estos hematomas con frecuencia se presentan después de traumatismos.
Generalmente las hemorragias se manifiestan por tumefacción dolorosa, que puede
ocasionar serias consecuencias según el sitio de localización, como síndrome
compartimental, contracturas y trastornos neurotróficos debidos a la compresión que
ejerce el hematoma.
Hematuria
Es frecuente en los pacientes hemofílicos graves y se puede acompañar de dolor lumbar
irradiado hacia la pelvis, que se explica por la formación de pequeños coágulos que, al
ser eliminados, estimulan la contracción dolorosa de los uréteres.
Hemorragias gastrointestinales
Las hemorragias gastrointestinales son poco frecuentes y casi siempre ligadas a
alteraciones orgánicas del tubo digestivo (úlceras pépticas, gastritis, angiodisplasia
intestinal, hemorroides, etc.).
Hemorragia postoperatoria
Se presenta cuando el paciente ha sido intervenido quirúrgicamente sin la adecuada
preparación con terapia sustitutiva, esto debido a: 1) desconocimiento médico de la
enfermedad, 2) paciente hemofílico leve sin diagnóstico previo; o 3) presencia de
inhibidores.
Hemorragias bucales
En caso de extracciones dentales u otro tipo de procedimientos, tradicionalmente se
emplea terapia sustitutiva y la aplicación local de antifibrinolíticos (ácido aminocaproico o
tranexámico).
DIAGNÓSTICO
Historia familiar
El diagnóstico se sospechará en hijos de mujeres portadoras conocidas (historia familiar
de hemofilia). El estudio a los recién nacidos debe efectuarse tempranamente. En
urgencia se aconseja tomar la muestra de sangre del cordón umbilical, de lo contrario lo
prudente es tomar muestra de una vena periférica después de los 6 meses de edad.
De no existir historia familiar de hemofilia, el diagnóstico del afectado se realiza para los
casos graves aproximadamente al año de vida, cuando existe mayor movilidad y se
evidencia por hemorragias en sitios de presión y apoyo. Si el antecedente familiar o el
cuadro clínico hacen sospechar que se trata de hemofilia, el diagnóstico se establece
por los estudios de laboratorio. Las pruebas de escrutinio ofrecen una visión general del
estado del paciente y orientan a un diagnóstico definitivo.
Estudios de laboratorio
Los exámenes hematológicos básicos, como la citometría hemática, no muestran
hallazgos característicos. La presencia o ausencia de anemia depende de la magnitud y
frecuencia de las hemorragias y es más común observarla en los niños.
Pruebas de escrutinio
Las hemofilias A y B van a diferenciarse una de otra solo con la cuantificación de los
factores involucrados; Los estudios que evalúan la hemostasia primaria, como son la
cuenta de plaquetas (CP) y el tiempo de hemorragia (TH), son normales. Los estudios
que evalúan la coagulación, como el tiempo de protrombina (TP) y el tiempo de trombina
(TT), están normales; no obstante, el tiempo de tromboplastina parcial activada (TTPa)
se encuentra alargado. Si el alargamiento es significativo, se puede inferir que existe un
nivel de FVII:Co FIX:C menor del 50%, con sospecha de hemofilia. En casos de
hemofilia moderada o leve, el alargamiento del TTPa puede ser ligero, sobre todo si la
actividad del FVIII:C o FIX:C es cercana al 20%.
Cuantificación de factores
Orientado el diagnóstico a hemofilia, se procede a la cuantificación del FVIII:C, el FIX:C,
o ambos. La cuantificación tradicional de laboratorio consiste en estudios que no
distinguen las alteraciones cuantitativas de las cualitativas. Actualmente los estudios
relacionados a estos factores se expresan como material de reacción cruzada (MRC)
positivo o negativo. Lo que indica un estudio MRC positivo es que a nivel plasmático
existe una sustancia con similitud antigénica al factor de coagulación anormal (MRC
positiva o cualitativa), en tanto que los hallazgos MRC negativos indican ausencia de la
proteína antigénica y sugieren que la biosíntesis del factor involucrado es escasa (MRC
negativo o cuantitativo).
Inhibidores en hemofilia
La investigación de inhibidores en el laboratorio generalmente se sospecha con la
prolongación del TTPay en ciertas condiciones clínicas:
2. Pacientes sin historia clínica previa de hemorragia y que presentan de manera súbita
hemorragias graves. 3. Pacientes con hemofilia B que presentan anafilaxia al
concentrado de factor transfundido.
El estudio de portadoras
Para casos de hemofilia de novo, se debe estudiar el gen afectado (VIII o IX) y detectar
la posible mutación.
En las portadoras, el factor deficiente se encuentra en una concentración plasmática
cercana al 50%. El inmunoensayo es una técnica que en la actualidad se utiliza en
conjunto con la actividad funcional del factor afectado. En el caso de la hemofilia A, se
aplica al FvW y posteriormente se determina la proporción entre el FVIII:C y el FvW, con
lo cual es posible diferenciar a la población portadora de las mujeres sanas. El análisis
de polimorfismo de fragmentos de restricción (RFLP) puede ser exitoso para determinar
de manera indirecta el gen afectado. Para detectar a las portadoras o para el
diagnóstico prenatal la prueba más específica es por análisis de DNA mediante la
reacción en cadena de la polimerasa (PCR).
Otro estudio útil es la identificación directa de la mutación patogénica en el gen del
FVIII:C o FIX:C.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
La hemofilia A DEBE DE DIFERENCIARSE DE LA ENFERMEDAD DE VON
WILLEBRAND (FvW) PLASMÁTICO Y PLAQUETARIO.
TRATAMIENTO
El tipo de tratamiento que debe recibir el paciente está en relación al tipo de
hemofilia, el sitio de hemorragia y la presencia de inhibidores.
El objetivo del tratamiento es proporcionar al paciente y familiares educación y
ayuda para medidas preventivas y terapéuticas para disminuir y evitar
complicaciones de la enfermedad.
Tratamiento farmacológico
Desmopresina: Medicamento de elección para pacientes con hemofilia leve y
EvW tipo 1. Dosis: 0,3 mg/kg/dosis IV (máximo 20 mg) diluido en 50 cc de s.
fisiológica . Vida media 8-12 hrs.
Antifibrinolíticos: Inhiben la activación del plasminógeno y la actividad de la
plasmina, previene la lisis del coágulo.
Se usa en hemorragias mucosas, orales y dentales. Dosis: Amicar (75 mg/kg cada
6 horas), ácido tranexámico (25 mg/kg/8 hrs)
COMPLICACIONES:
● inhibidores
● Artropatía hemofílica
● Seudotumor hemofílico
● contaminación viral
❖ Afibrinogenemias
❖ Hipofibrinogeneminas
❖ Disfibrinogenemias
Clínicamente presentan:
Hematomas
Hemartrosis
Otros tipos de hemorragias sistémicas desde la infancia
● Deficiencia de protrombina
En la década de 1950 a la actualidad, se han descrito poco más de 55 casos de defectos
congénitos de protrombina. Estos pacientes presentan TP y TTP prolongados, con un
nivel de FII:C disminuido.
a) Hemofilia A
b) Hemofilia B
c) Síndrome de plaquetas fris