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bahfa de lado que abricra el ipertura del Japon’ slo més tarde el Pacifico —y des 2 inevitable— algo més répidas y Jornos. La posibili través del Istmo de ado con Colombia incia de Panama a libre por el Istmo. ‘que habia en Amé- 1 Tratado Clayton- sconjunto de cual: y la Gran Bretafia Central. Habria de sros estadunidenses {ela abrogaci6n del sladunidenses cons- tna cl estrecho pero smiles de cazadores ‘0 de California, En ez6 una expedicion el sillén presiden- hasta Ia volucién en toda la fanderbilt, cabecilla tado por un ejército XI. LA LUCHA SECCIONAL LA ESCLAVITUD: UNA “INSTITUCION PECULIAR’ jos ant lor neayorquino, UNA media docena de de que estallara la Guerra Civil, un sagaz obse cederick Law Olmsted, visit6 una de les Mejores plantaciones de algodéin de Misisipf. Encontré una mansié hhermosa; unas 500 hectéreas sembradas de algodon, maiz ¥ bros cultivos, y 200 cerdos. De sus 135 esclavos, casi 70 trabajaban en Jos campos, tres eran mecdnicos y nueve empleados domésticos 0 de los establos. Trabajaban del alba a la puesta del sol, y deseansaban los a mingos y algunos sdbados, Durante cl verano, los que trabajaban con la ivada laboraban hasta 16 horas con sélo un breve intervalo al mediodia para deseansar. La comida que les daban consistia en unos nueve litros le maiz y unos dos kilos de carne de puerco por persona cada semana, {que se completaba con hortalizas, huevos y aves producidos por los pro- pios esclavos. Durante la Navidad, se les distribuian generosamente melazas, café, tabaco y tela de calic6. Los negros tenfan que buscar su propia lefia para sus chozas tomandola de un pantano arbolado, en Jonde los domingos podian cortar también puntales para la venta, y uti- Tizar cl dinero para adquirir pequefias comodidades. Un capataz negro se movia entre los peones, para estimularlos al trabajo haciendo resta: ar cl Litigo, que a veces dejaba caer ligeramente sobre sus espaldas. El administrador blanco le dijo a Olmsted que la disciplina era buena, aunque acababa de vender un esclavo que habia tratado de acuchillarto. Sus negros no solian huir”, dijo, "porque estaban casi seguros de que Jos capturarian, Tan pronto como veia que uno habia desaparecido, le soltaba los perros. ‘Asi era una plantaci6n tipica de las mejores. Olmsted, como otros ob- servadores, encontré plantaciones en que la esclavitud era mas dura y brutal; podria haber encontrado algunas en que era més bondaclosa. Los criticos condenaban la esclavitud a causa del trabajo excesivo, de los gvotes ocasionales, de la cruel separacién de las familias por las ventas, de que se les negara a los negros educacién y posibilidades de mejo- tamiento. Sus defensores la ensalzaban diciendo que protegia al traba- jador contra el desempleo, la enfermedad y la vejez, porque habfa libra: do al Sur de las huelgas y de las luchas con los trabajadores, porque habia cristianizado a un pucblo pagano y lo habia elevado espiritual- 200 LA LUCHA SECCIONAL convertia en caballerosos a los amos y mente, y porque (segtin decian) en fieles a los servidores, En su calidad de instituci6n econémica, la es clavitud conté tanto con partidarios como con detractores. Olmsted igual que un autor de Carolina del Norte llamaclo Hinton Rowan Helper, que escribié The impending crisis, pensé que empobrecia al Sur, pero muchos lideres surefios explicaron el atraso de su seccién del pats di- ageraciones nortefias. Soc lavitud dafiaba tanto a los blancos como a los neg de los surefios era el ‘inico método factible para an masa de los negros y conservar la supremacia mente, los nortefios de- ciendo que eran ¢» clararon que la escl pero para la mayori mantener sujeta a la de los blancos. En realidad, pocos estadunidenses, del Norte o del Sur, compren- dieron realmente la naturaleza de la instituci6n peculiar que un bando atacaba tan enconadamente, en tanto que el otro la defendia tan apasio- nadamente. El hecho mas importante acerca de la esclavitud en los Es- tados Unidos era que sé parte de los rasgos que la caracterizaron tenfan que ver mas con la raza que con la posicién legal. La institucién por entero tenia como objeto, en gran medida, regular las relaciones entre el n que las de amo y esclavo, y aun cuando el status del negro fue cam! completamente por la Guerra Civil y la Décima Tercera Enmienda, relaciones econdmicas y sociales entre negros y blancos no cambiaron mayormente durante otros tres cuartos de siglo. La mayor‘a de los argu- mentos aducidos para justificar la esclavitud podrian haberse aplicado con igual fuerza y pertinencia a mulada después de la Guerra Civil; Ia mayor parte de la critic: cionista contra la institucién peculiar se podria haber utilizado, luc darle una atregladita, para su uso en la posguerra, Cuando los yanquis, alegaban que la esclavitud retardaba el progreso del Sur, cuando la hicieron responsable de su atraso en la agricultura, la industria y la edu cacién, de lo que estaban hablando en realidad era de Ia presencia de una mano de obra negra barata e ignorante, situaci6n que persistié mu cho después de la emancipacion. Algunos surefios entendieron esto, pero mds instintiva que intelectualmente, y no pudieron explicar que 1a es clavitud era una etapa de transicién en la evolucién de las relaciones trataba de una esclavitud de negros: la mayor > y el blanco. ntes iado Joctrina de la supremacfa blanca for- aboli- o de raciales. Y como los nortefios no se pereataron de esto, tampoco com: prendieron qué era lo que la emancip sufvir un grave desengano en sus resultados, Hacia 1850, cuando la poblacién total del pais pas6 de los 23 millones de habitantes (rebas6 a la de Gran Bretafa durante la década siguiente), el nimero total de esclavos era de 3200000. En Carolina del Sur y Misi nayor que el de los blancos; en Luisiana era casi cién encerraba y se condenaron a los esclavos no en los Apalach tras zonas, los de Charleston { €1 80%; en lad tendia por el ¢ blacién esclava Io lano y rico, poco fértiles. $ blacisn blanca 1 censo revel6 don, azticar y ¢ tuna mayorfa dk tres cuartas pa cultivaba algod y el liderazgo i grupo pequelio A partir de | marcando cad: dos grandes 2 todo, partidaric derosos en los 6 su Liberator hha exagerado este movimient lista C. G. Fi grupo neoyorg dores capaces « P, Lovejoy fuei prensa abolicic intensidad, Lo muchos hom ampliamente ¢ Wendell Phillip fue el ataque d neoyorquino, Ie vista en Utica; los ataques lan '60s a los amos y sconémica, Ia es- tctores. Olmsted, n Rowan Helper, ecia al Sur, pero sein del pats di- ls nortefios de amo los negros, odo factible para tar la supremacia 4 Sur, compren ar que un bando endia tan apasio- lvitud en los Es. negros: la mayor rms con la raza nia como objeto, yeel blanco antes yo fue cambiado Enmienda, las 0s no cambiaron sorfa de los argu- haberse aplicad mnacia blanca for- 2 la critica abol ilizado, luego de ando los yanquis, Sur, cuando la wdustria y la edu tla presencia de ue persistié mu- idieron esto, pero ‘plicar que la es se condenaron a llones iente), 1 del Sur y Misi- Luisiana era casi LA LUCHA SECCIONAL, 201 qual al de los blancos, y en Alabama constitufan aproximadamente tres El Sur tenia grandes zonas en las que Jos esclavos no representaban una décima parte de la pobl: en los Apalaches, desde Maryland hasta Alabama, casi no existfan. En ‘otras zonas, los esclavos predominaban enormemente. Un poco al norte de Chatleston formaban el 88% de la poblacién; cn la costa de Georgia. el 80%; en la Alabama central, cerca del 70%, y en una faja que se ¢ tendia por el curso inferior del rfo Misisipi eran mais del 90%. La po- blacién esclava abundaba sobre todo donde el clima era célido, y el sue Jo llano y rico; donde menos abundaba era en las tierras montaftosas 0 poco fértiles, Sdlo tuna minoria de surefios tenia esclavos. De una po: blacién blanca total de alrededor dle seis millones de personas en 1 el censo revelé que habla 347725 dueftos. Aunque se posefa a la m: de los negros en pequefios don, aziicar y arroz del bajo Sur, 3000 0 4000 fami tuna mayorfa de los esclavos, vivian en las mejores es cuartas partes del ingreso. Howell Cobb, de Georgia, por ejemplo, cultivaba algodén con 1000 negros en 4000 hectireas. El poder politico y el liderazgo intelectual estaban concentrados de igual manera en un ‘grupo pet A partir de 1830 aproximadamente, la cuestién de la esclavitud fue mareando cada vez mas profundamente las Iineas divisorias entre las dos grandes zonas del pais, Los sentimientos abolicionistas y, sobre ento de Ia esclavitud fueron mas po los estadlos nortefios. El fogoso William Lloyd Garrison fun- séptimas partes de la poblaci6: supos, en las regiones productoras de algo lia tierras y percibfan las eran duenias de todo, partidarios del no establecim derosos e1 6 su Liberator en Boston, en 1831. Pero la importancia de Garrison se ha exagerado mucho; un papel no menos efectivo fue desempenado en este movimiento por un decidido grupo de Ohio encabezado por el evan- lista C. G, Finney y el agitador Theodore D. Weld, y también por un grupo neoyorquino encabezado por Arthur Tappan. Fueron organiza dores capaces en favor de una demanda de emancipacién total. L secuci6n arroj6 simplemente combustible a la hoguera. Cuando Elijah P. Lovejoy fue asesinado mientras trataba de defender de una turba a su prensa abolicionista en Alton, Illinois, en 1837, la cruzada cobré nueva intensidad. Los atentados contra los derechos civiles convencieron a muchos hombres de talento de que en el asunto de la esclavitud estaba ampliamente envuelta la causa de la libertad humana. Al elocuente ‘Wendell Phillips, de Boston, lo que lo impuls6 a unirse al movimiento fue el ataque de una turba contra Garrison; a Gerrit Smith, acaudalado neoyorquino, lo convencié un vista en Utic Jos ataques lanzados contra la prensa en su propio per- \que lanzado contra un mitin antiescla- al talentoso Salmon P. Chase, de Ohio, lo convencieron ido, En ningtin consiguieron gran fuerza. popu lar, Pero los hombres partidarios de que no hubiera esclavitud en sus momento los abolicionistas extremist tetvitorios, y que insistian en que el territorio sometido a esclavitud no deberia crecer ni una pulgada mas, formaron multitud. En el interin, di- es del Sur declararon que la esclavitud era un bien positive. w, del William and Mary College, publicé un libro en que la defendia; el gobernador Hammond, de Carolina del Sur, deck 35 que cra “la piedra sillar de nuestro edificio republicano"; Calhoun, po: mplo a Atenas, aseveré que la esclavitud proporcionaba los mas firmes cimientos a una cultura espléndida, Desde tempranas fechas, hombres de visién aguda habfan comprendi do que esta disputa seccional ponia en peligro a la Unién. John Quincy Adams repetidamente advirti6 al Sur, en la Camara, de que la secesién. cequivalia a guerra y que “desde el momento en que los estados esclavis- tas se conviertan en teatro de la guerra, civil, servil o extranjera, desde ese momento las facultades que la Constitucién otorga pa r guerra abarcaran una intervencin en a institucién de la esclavitu Lincoln habria de verificar tal profecta, versos lide ‘Thomas De seni niendo como e LA TORMENTA OUE Si IBA FORMANDO ‘Tan pronto como se supo que la cuestién texana y la Guerra con México darian como resultado anexiones enormes de territorio en el Sudoeste, Ja disputa en torno a la esclavitud entr6 en una fase aguda. La camp: na de incendios que sonaba en la noche, para decirlo con palabras de Jefferson, doblé de nuevo ominosamente. Hasta 1844, la esclavitud se habia contentado con afirmar su derecho a que la dejaran en paz. alli donde existi iabia fijado limites, que no habian \derse, multitu El arreglo de Misuri le sido rebasados. Ahora, cuando declaré su derecho a ext de nortefios se opusieron a ello. Creian que si se la mantenia dentro de mites cerrados, finalmente declinaria; alirmaban que Washington, Jeffei son y ottos fundadores de la Repiiblica habian sido de esta opinién; y mencionaban como precedente el Decreto de 1787, que prohibia pansién por el Noroeste. Como en Texas ya habia esclavitud, natural mente ingresé en la Unién como estado esclavista. Pero en California, Nuevo México y Utah no habfa esclavitud. Cuando los Estados Unidos se dispusieron a quedarse con estos territorios, un demécrata de Pensil- vania, de nombre David Wilmot, afiadié a un decreto de apropiaci6n una cstipuilacién que declaraba que la esclavitud deberia quedar prohibida para siempre en todos los territorios que México les cediera. La Camara de Dipatados aprobs la cléustila de Wilmot; el Senado la rechaz6, A los sureios conquista habia abierta a ellos y de meter propiee méquinas. Para) ba la libre empre Una cuestién ¢ Constitucién per en los territorios ces; pero el instt refies afirmaron main y no se le pr 1848, apareci6 u datura a la presic Tas siguientes vit Inscribimos en hombres lib fal recompense! El partido obtuy sus actividades, cligio a su time Durante la car se separaria ant aque los antiescl hhoun de que la¢ cientemente adq grupo de moder Misuri se extend misma y estado: por Lewis Cass someter la cuest ional no deber penetrar en los 1 gara el moment decidir por si mi Tes de 1849, ala Robert Toombs, Jo aprueban ran fuerza popu. esclavitud en sus lo acsclavitud no Enel fnterin, di- un bien positivo, libro en que la ty declaré en 1835, 20°; Calhoun, ad pro abfan comprendi. ién. John Quincy le que la secesion jestados esclavis: extranjera, desde para hacer la luerra con México ben el Sudoeste ida. La campa- ‘on palabras de Ia jaran en paz. alli sclavitud se ts, que no habia inderse, multitud ienia dentro de li ashington, Jefe! esta opinion; y © prohibia su ex lavitud, natural ro en California s Estados Unidos \Werata de Pensil: juedar prohibida Camara de LALUCHA SECCIONAL A los surefios les parecia por demas injusto que una regién a cuya conquista habjan contribuido con su sangre no debiera quedar por gual abierta a ellos y a los nortefios y que un grupo no estuviera en libertad de meter propiedad esclava tal y como el otro podia meter propied: méquinas. Para los partidarios del suelo libre era insultante que territo- genes quedaran a disposicién de una institucién que obstaculiza- ba la libre empresa y of Una cuestién constitucional estaba ligada a esta cuestién politica. ¢La Constitucién permitia o no al Cong lar la esclavitud en los territorios nacionales? El Congreso lo habia hecho repetidas ve- ces; pero el instrumento era impreciso y Calhoun y otros radicales su: refios afirmaron que la esclavitud seguia a la bandera en el dominio co- dia sus sentimientos morales. eso impedir o reg matin y no se le podia expulsar dé mpatia de 1848, aparecié un poderoso partido del suelo-libre. Presents la candi- datura a la presidencia de Martin Van Buren y terminé su programa con i. Por vez. primera, en la c has siguientes vibrantes palabras Inscribimos en nuestro estandarte “suelo libre, palabra libre, trabajo libre y hombres ib fal recompense nuestros esfuerzos. y bajo él lucharemos, por siempre, hasta que una victoria trun El partido obtuvo una impresionante votacién, Debido en sus actividades, los d an parte a mécratas fueron derrotados, y el partido whig eligi6 a su tiltimo presidente, al héroe militar fachary Taylor Durante la campaia y después de ella se hizo patente que el bajo Sur se separaria antes que aceptar la cléusula Wilmot. Fue no menos claro due los anti houn de que la esclavitud penetrara en todas las partes de tervitorio re in entendimiento. Un sugirié que la linea de los 36° 36’ del arreglo de Misuri se extend ta el Pacifico, con estados libres al norte de la misma y estados esclavistas al sur. Otro grupo moderado, encabezado por Lewis Cass de Michigan y Stephen A. Douglas de Ilinois, propuso someter la cuestién a la “soberania popular”. Es decir, el gobierno na. cional no deberia meter las manos; se deberfa permitir a los colonos penetrar en los nuevos territorios con o sin esclavos, y que cuando lle el momento de convertir a la regién en estado, el pucl decidir por si mismo la cuestién. Cuando se reunié en Con les de 1849, al Robi {Silo aprueban, me declaro en favor de la desunién! lavistas del Norte jamas aceptarian la demanda de Cal- cientemente adquiridas. Era imperioso llegar a al grupo de moderad > deberia reso a fina unos surefios amenazaron francamente con separars t Toombs, de Georgia, gril6, a propdsito de un decreio norteno: 204 LA LUCHA SECCIONAL EL ARREGLO DE 1 En esta crisis, Henry Clay, por tercera vez, puso fin a una peligrosa disputa seccional mediante un arreglo bien concebido. Su plan propuso que California fuera admitida como estado libre, que Nuevo México y Utah se organizaran como tervitorios sin legislacién ni en pro ni e tra de la esclavitud, que se constituyera un procedimiento més eficaz para devolver a sus duefios a los esclavos fugitives, que el trifico de clavos de suprimiera en el distrito de Columbia y que se compensara a Texas por algiin territorio cedido a Nuevo México. Ambos bandos te drian que renunciar a algo. La mayoria de estas proposiciones fueron has originalmente por Douglas, pero Clay las fundié y su respaldo fue indispensable. Su prestigio en todas las secciones, su elocuencia, su profunda seriedad y la influencia de su personalidad cortés y encantado- 1a Se necesitaron para hacer que las aceptaran, Los debates mediante los cuales el arreglo de 1850 cobré su forma fi nal figuran entre los mas impresionantes de la historia de los Estados Unidos. EI Senado contaba entonces con tres gigantes parlam: todos los cuales estaban cerca de la tumba: Clay, Webster y Calhoun, alaxia de jévenes de gran talento —Stephen A. Douglas, Jefferson Davis, William H. Seward y Salmon P. Chase—. De éstos, Calhoun y Davis se opusieron al arreglo por considerarlo injusto para el Sur. El primero de ellos escribi6 un formidable razonamiento en el que declaré que, para impedir un conllicto trigico, debia ponerse remedio a los agravios de que se quejaba el Sur. Uno tras otro, dijo, se estin rompiendo los lazos que atan al Norte y el Sur. Ya las Iglesias metodista y bautista se habjan escindido. “Si la agitacién prosi misma fuerza, al actuar con creciente intensidad, rompers finalmente todo lazo; y liegara el momento en que nada quedari para mantener unidos a los estados, salvo la fuerza.” Como estaba demasiado débil para leer su discurso, ingres6 con paso vacilante al Senado para oirselo pronuneiar por un colega de Virginia. Seward y Chase se opusieron al arreglo por considerarlo injusto para el Norte. Pero Clay fue espléndida- mente apoyado por Daniel Webster. En un vigoroso discurso del 7 de marzo, que fue la tiltima gran oracion de su vida, Webster abog6, “no como hombre de Massachussets, ni tampoco como nortefo, sino como estadunidense’, en favor de la unidad. Declaré que era imposible una se- cesién pacifica’ E] apoyo que presté a las clitsulas en materia de clavos fu Inglaterra y supuso un gran valor de su parte; pero fue la n estadista, el ttimo de los grandes servicios que prest6 a la nacién: inalmente, el espiritu moderado de Clay, Douglas y Webster triunfo. Se Posefa también una el atreglo irvit6 a los antiesclavistas radicales de Nueva ign de un tivos d aprobaron las 1 con alivio, Zach pero habia muet dado Millard Fil Durante tres b rencias. Un apoyé cordialme y creci6. La nucy Rios. Se negaron daron a escapar de la esclavitud ¢ esclavos escapar de noche y guise ciones hasta el: Otros siguieron | estados norteos evi Coff) ayudé a docenas 12.000 esclavos f) teftas fueron cap nudo provocaron La Ley sobre E escribir La cabat 1852, pinté un ¢ desperté intenso sefiora Stowe hal visitado los hoga muchos duefios ¢ mon Legree, era esclavitud era la eran las sociedad de una docena de Imperio britinic: se sintié profund: Despi planted de nuevo deres se adelant: 1s radiecales que cerraba todo tomaron medidas fin a una peligrosa fdo, Su plan propuso que Nuevo México y ‘Anien pro ni en con dimiento mds eficaz que el trifico de es- {que se compensara a Ambos ba proposiciones fueron fundi6 y su respaldo hes, su elocuencia, su deortés y encantado- dos ten= 50 cobré su forma fie storia de los Estados intes parlamentarios, Webster y Calhoun. talento —Stephen A. mon P. Chase—, De considerarlo injusto able razonamiento en figico, debia ponerse Ino tras otro, dijo, se Sur. Ya las Telesias \gitacion prosigue, | rompers finalmente dara para mantener faba demasiado débil 1 Senado para ofrselo Shase se opusieron all > Clay fue espléndida. Jso discurso del 7 de Webster abog6, “no b norte era imposible una se- las en materia de es- as radicales de Nueva ue la accion de un hue presté a la naci6n y Webster triunfo, S LALLUCHA SECCIONAL x aprobaron las medidas estipuladas en el arreglo y el p: con alivio, Zachary Taylor probablemente hubiera vetado los decretos, eto habia muerto a principios del verano, y su sucesor, el opaco y olvi- tado Millard Fillmore, los firmé con Durante tres breves afios, el arreglo parecié zanjar casi todas las dife rencias. Una mayoria apoyS cordialmente. Sin embargo, bajo la superficie la t yereci6. La nueva Ley sobre Esclavos Fugitivos ofendié a muchos norte: fos. Se negaron a participar en la captura de esclavos; al contrario, ayu- daron a escapar a los fugitivos. El “ferro delaesclavitud a la libertad se torné mas cficiente y descarado. Al; tscayos eseaparon en barco de las zonas costeras. A denoche y euisndose por la estrella polar, marcharon desde sus plan! ar a Canada ara Pensilvania. Los sn ambos partidos, en el whig y en el demécrata, lo jan subsistio il subterrineo” que levaba ciones hasta el rio Ohio y desde allf se les ayuds para lle Ottos siguieron Ia cadena de los Apalaches para lle tstados nortefios se llenaron de abrigos para los fugitivos y hombres tomo Levi Coffin, el llamado presidente del “ferrocarril subterraneo", ayudé a docenas de personas a ponerse a salvo. En 1850, alrededor de 12000 esclavos fugitivos que se habfan establecido en comunidades nor- fefas fueron capturados, pero los esfuerzos por apresar hombres a me- nudo provocaron motines. LaLey sobre Esclavos Fugitivos inspir6 a Harriet Beecher Stowe para jafia del Tio Tom, que, al aparecer en form 1 cuadro tenebroso de la esclavitud tan vividamente que Sur. 1 escribir La 2 1852, pints dsperts intensos sentimientos tanto en el Norte como en sefora Stowe habia vivido en la ciudad lronteriza de Cincinn; adores de Kentticky. Hizo plena justicia I, xin inseparable de la Wsitado los hogares de a muchos duenios de esclavos humanos y generosos; su capataz brut mon Leg selavitud cra la crueldad y cusn fundamentalmente irrecone! sy las esclavistas. Su libro fue traducido a mas tadocena de idiomas, vendié mas de un millén de ejempl ee, era do origen yanqui. Pero mostro ¢ fran las sociedades libr te Imperio briténico y cuando lo transformaron en obra de teatro emo- cién de votantes del Norte cond a enormes auditorios. La nueva geni sesinti6 profundamente conmovida por él Después, en 1854, la vieja cuestion de la esclavitud en los territorios se Plantes de nuevo, y a medida que se fue agriando la disputa, nuevos It eres se adelantaron para ponerse al mando de ambos bandos. Los surenos radicales estaban decididos a deshacerse del arreglo de Misuri que cerraba todo el valle superior del Misuri a la esclavitud. Cuando se fomaron medidas para hacerlo, el Norte se levanté como un gigante en- n situada mas all del rio Misuri, que ahora abarca a los fér~ tiles estados de Kansas y Nebraska, ya estaba atrayendo colonos. Si se expulsaba de alli a los indios y se instituia un gobierno estable, el desa. rrollo habria de ser rapido, La sierto estadunidense” en esta rej quedado desmentida por el explorador John C. Frémont y otros; y muchos nortefios crefan que sila regién se organizaba en territorio acudirfan a ella los colonos y podria rocarril a través de ella desde Chicago hasta el Pacifico, Esto contrarrestaria un proyecto surefio para tender un ferrocarril hacia el oeste desde Nueva Orle: ruta surefia corria por la bien colonizada Texas y por el territorio de Nuevo Mi existfan tierras putblicas p: rriles. Nadie des: s. Se requerfa actuar con rapidez, pues la ‘co, no quedaba muy expuesta a los ataques de los indios y ‘a conceder a los constructores de ferroca- "a mas el tendido de la linea norteria que Stephen A. Douglas, que vivia en Chicago, era un activo especulador en tieras y ha- bia sido nombrado presidente del Comité de Territorios del Senado. Pero topé con una firme oposicién. De acuerdo con el Arreglo de Misuri, toda esta regiGn quedaba cerrada a la esclavitud y Misuri se opuso a que Kansas, su vecina por el oeste, se convirtiera en territorio libre, Le seria demasiado facil a los esclavos de Misuri escapar hacia esta zona libre. Ademis, Misuri tendria entonces tres vecinos libres y, cediendo a un movimiento que ya era fuerte, probablemente no tardaria en convertir- se también en estado libre. Durante un tiempo, agentes de Misuri en Washin; os, bloquearon todos los esfuerzos ion, respaldados por sures nizar la re », el senador Douglas, en 1854, se abrié paso entre la oposicién con un decreto que encolerizé a todos los partidarios del stclo libre. Fue una aplicacién de su docirina favorita de la soberania popular. En su forma final, declaré que el arreglo de Misuri quedaba sustituido por las stipulaciones del arreglo de 1850, que dejaban a Utah y a Nuevo Méxi co el derecho de decidirse en torno a la esclavitud por sf mismos; organi: zaba dos territorios, Kansas y Nebraska, y permitia a los colonos meter en ellos esclavos, y autorizaba a los habitantes para determinar si de- cidéan ingn la Union como libres o como esclavistas. Los motivos de Douglas indudablemente eran mixtos. Se le acusé de andar solicitan- do el favor del Sur para poder ganar la presidencia en 1856, y eabe decit que sus ambiciones politicas eran indiscutiblemente fuertes. Sus asocia dos democréticos eran surefios principalmente; se habia casado con una mujer surefia; no le disgustaba Ia esclavitud ni ponfa reparos a su am- pliacién. Su objetivo principal, sin embargo, era acelerar el desarrollo delar ima le parecfa impropio para la esclavitud, al fin y al cabo. sh 1 sg | seawy 7 ( HH 208 LALUCHA SECCIONAL Pero si creyé que el sentir nortefo aceptaria mansamente su plan, se desengaié ripidamente, Millones de hombres consideraron imperdona ble abrir esas ricas praderas occidentales a Ia esclavitud. Airados deba- Jaron el avance del Decreto Kansas-Nebraska. La prensa parti daria del suelo libre lo atacé violentamente. Clérigos nortefios tronaron Contra él desde, literalmente, miles de pilpitos. Hombres de negocios que hasta entonces se habian mostrado amistosos para con el Sur, de pronto le volvieron las espaldas. En todas las ciudades principales del Norte hubo mitines de masas para atacar a Douglas y su decreto. Este confesé que podfa viajar desde Washington hasta Chicago alumbran- ose con las hogueras que se habian levantado para quemarlo en efigie. Una maftana del mes de marzo, el decreto fue aprobado por el Senado, en medio del estruendo de los cafionazos disparados por entusiastas surefios. Mientras descendia por los escalones del Capitolio, Chase le dijo a Charles Sumner de Massachussets: “Celebran una victoria actual, pero los ecos que produciré no se callardn hasta que mucra la esclavi fad misma,” Cuando Douglas visité Chicago para hablar en st propia defensa, los barcos del puerto arriaron a media asta sus banderas, las Campanas de las iglesias doblaron durante tna hora y una multitud de 10000 personas grité y grufd en lamentos hasta que, agotado por el es fuerzo realizado para hacerse oir, finalmente sacé del bolsillo st reloj y seatin algunos que lo oyeron, exclamé: “iEs domingo por la mafiana; yo me voy a la iglesia y vosotros os podéis ir al infierno!” ‘Los resultados inmediatos de la desafortunada medida de Dou fueron enormes. El partido whig, que no se habia definido acer cuestion de la extensién de la esclavitud en los nuevos territories, se hundié y una poderosa nueva organizacién, el Partido Republicano, lugar. Idealista, leno de entusiasmo, capaz de atraer a jovenes de talento y vigor, visto con buenos ojos, por igual, por los circu Jos de negocios del Este y los agricultores de] Oeste, fue formidable des- de sus inicios, Su exigencia primordial fue que la esclavitud quedara Excluida de todos los territorios. En 1856, postuld al brioso John C. Fré- mont, cuyas cinco expediciones de exploracién por el Lejano Oeste lo haban hecho merecedor de justa fama, y con el grito de batalla de “Free Men, Free Soil, Frémont”, se llevé a gran parte del Norte; si hubiera con. quisiado Pensilvania en las elecciones de octubre, podria incluso haber Yencido al precandidato democritico, James Buchanan. Li partidarios del suelo libre, como Seward y Chase, ganaron mayor influen ia que nunca antes, y con ellos aparecis un abogado, alto, flaco de Illi hois que exhibié unas facultades logicas maravillosas al discutir los nue- vos problemas: Abraham Lincoln. Un discurso pronunciado por Lincoln en Peoria, el 16 de octubre de ws de los, 1854, fue la mejor Io libre que hasta, tervenir en las cue los poderes de la respecto de las in asistia mayor dere convenio entre lat la importacién de nacional deberia | de la Republica, © tringirse y finalm nia popular era f cernia no sélo al Unidos. “Qué mi para decir que el de 31 estados tier manera en el 32 La penetracion Kansas produjot de guerra de gue pachar a su territ esto la Emigrant ular clérigo de] fen el que un disc tun rifle Sharpe e observacién dio tardé en hacerse taban la proximic del valle sup. clavos a una reg ‘rufianes de la ft ilegales o intimic de la esclavitud ton. El contficto, més agudos en tt cer al Congreso, que admitiera a torizaba la escla Douglas, indigne En cl interin, roto el arreglo di ‘vos Fugitivos, at ente su plan, se ron imperdona. L.Airados del a prensa parti- res de negocios con el Sur, de principales del su decreto. Este ‘ago alumbran ‘marlo en efigie, por el sitolio, Chase le {victoria actual, uera la esclavi- ar en su propia is banderas, las tuna multitud de qotado por el es aksillo su reloj y sla mafana; yo Jida de Douglas ido acerca de la 4o Republicano, paz de atraer a al, por los efreu- formidable des: Javitud quedara 150 John C. Fré Lejano Oeste lo batalla de “Free si hubiera con- fa incluso haber 2. Lideres de los ‘n mayor influen: alto, laco de Ti- discutir los nu LA LUCHA SECCIONAL 209 1854, fue la mejor exposicién de los principios de los partidarios d Iolibre que hasta entonces se habfa hecho. Dijo que no era su des on las cuestiones de la esclavitud alli donde ya existia. "Si todos en conferidos, atin no sabrfa qué hacer los poderes de la tierra me fue: pecto de las instituciones existentes.” Declaré que al Congreso no le isistia mayor derecho moral para rechazar el arreglo de Misuri, un gran convenio entre las secciones, que para suspender la ley que se oponia a Ta importacién de esclavos desde Africa. Afirmé que toda la legislacién nacional deberia forjarse conforme al principio adoptado por los Padres dela Repiblica, el de que la esclavitud era una institucién que debia res: tringirse y finalmente abolirse. Y asever6 que el principio de la sobera- nia popular era falso, pues la esclavitud en el Oeste era algo que con- Cerna no s6lo a los habitantes de esa seccién, sino a todos los Estados Unidos. “,Qué mejor derecho moral tienen 31 ciudadanos de Nebraska para decit que el 32° ciudadano no debers tener esclavos, que el pueblo fe 31 estados tiene para decir que la esclavitud no penetrard de ninguna manera en el 32° estado?” La penetracion de esclavistas surefios y de antiesclavistas nortefios en Kansas produjo un agudo conlflicto, y se produjeron salvajes episodios de guerra de guerrillas. Ambas secciones tomaron medidas para des- pachar a su tervitorio sus colonos y se mostré especialmente diligente en sto la Emigrant Aid Society en el Norte. Fueron bien armados. Un po- pular elérigo de Brooklyn, Henry Ward Beecher, que asistfa a un mitin brel que un didcono solicitaba armas para una compafiia, declaré que tn rifle Sharpe era un agente moral més poderoso que la Biblia, y esta Sbservacin dio lugar a la conocida frase de “biblias de Beecher’. No tardd en hacerse patente que el Norte llevaba la ventaja. En su favor es: taban la proximidad de la abundante poblacién partidaria del suelo libre del valle superior del Misisipi, as{ como los riesgos que suponia llevar es tlavos a una regiGn que pronto podria ser libre. Sin embargo, muchos rufanes de la frontera” cruzaron el rio desde Misuri para emitir votos ilegales o intimidar a colonos nortefios, en tanto que las fuerzas en pro de la esclavitud contaban con el apoyo del gobierno Buchanan en Washin ton, El conflicto, por lo tanto, se prolongé, y despert6 sentimientos atin nas agudos en todo el pais. Cuando el torpe Buchanan trat6 de conven: teral Congreso, que tenfa mayoria democrsitica en ambas Camaras, para {que admitiera a Kansas conforme a la Constitueién Lecompton, que ais torizaba la esclavitud, una nueva tormenta barrié el Norte, y el propio Douglas, indignado, rompié con el presidente. nel interin, numerosos nortefios que consideraban que el Sur habia roto el arreglo de 1850 se negaron a cumplir con el Decreto sobre Escla- Vos Fugitivos, que era parte de lo convenido. “iNi cazadores de esclavos 210 LALUGHTA SECCIONAL 1 nuestras aguas! {Que no haya cade- en nuestras fronteras, ni piratas has en el estado de la bahfa, ni esclavos en nuestras tierras!”, escribi6 el pocta John Greenleaf Whittier, Se fue haciendo mas comvin la interven: Cin de las turbas en favor de negros que hu‘an. Muchos estados nortefios promulgaron “leyes sobre libertades personales” que anulaban francamente el estatuto federal. En 1855, cuando un esclavo llamado ‘Anthony Burns fue capturado en Boston, algunos de Jos lideres mas destacados de la ciudad acudieron presurosos a su defensa. Hombres airados llegaron desde toda la parte oriental de Massachussetts, mull tudes amenazadoras abarrotaron las calles y se requirié de la fuerza combinada de la policia de la ciudad, de la milicia del estado y de las fuerzas armadas nacionales para arrastrar a un hombre negro y de~ volverlo a la esclavitud. CAMINO A LA GUERRA ‘Afo tras afio, la nacién se fue acercando cada vez més ala guerra. Un gran tambor parecfa marcar el paso de la marcha hacia el conflicto, golpe tras golpe. En 1856, un vehemente micmbro del Congreso, repre sentante de Carolina del Sur, Preston Brooks, atacé a Sumner de Mas- Sachussetts en su escritorio del Senado y lo golped tan fuertemente con su bastén que Sumner queds invélido durante varios afios. La provo- cacién, un discurso groseramente insultante de Sumner, habia sido grande; pero la represalia, injustificada. A principios de 1857, el presi dente de la Suprema Corte, Taney, y una mayoria de la misma Suprema Corte, en el caso de Dred Scott, deciaré que el Congreso carecfa de facul- tades para excluir la esclavitud de los territorios. Fue una mala inter pretacién, torpemente argumentada. Inmediatamente, la prensa y los politicos partidiarios del suelo libre atacaron al tribunal con una feroci- dad sin precedentes, y declararon que se encargarfan de que, a su debido tiempo, cambiara tan errénea interpretacién. El poeta-editor Willian Cullen Bryant escribié: de ahora en adelante, siesta decisién pasa por ser ley la esclavitud, en vez de "a Jo ban llamado los estados esclavistas, es decir, su instt- tucidn peculiar, seta una institucién federal, patrimonio comtin y vergoenza para todos los estados, tanto de los que se precian del titulo de lib Guienes aceptan la mancha de ser la Tierra de Esclavos; de ahora en ad hasta donde nuestra jurisdicci6n se extienda, llevara consigo la cadena y latigo, por dondequiera que ondee nuestra bandera, sera la bandera de la es clavitud, Si tal cosa ocurre, esa bandera deberai borrar de si misma Ta luz. de Tas estrellas y los rayos del rojo matinal; deberd pintarse de n ser lo que hasta al so y su divisa debera ser el ax vas interpretacic En 1858 tuvo Douglas en Illin mente, en estos contraste Dougk coln, gigante fx por una mata de inglesa ha exhib) grimieron ellos ciencia de la sig Douglas a reiter no anulaba nece tervitorios. Era Congreso ni la le clavitud, Pero D tud no podria so sitivas de policia una comunidad ron esta atrevid: para sacar a Dot nado, pero luege Luego, en 1 Ferry, una fand abrigaba la espe quijotesca y crit ofendido por et en la horca, mu virtieron en mar marcharfan ala Un hecho sul acontecimientos iones del pats ¢ social y lo politi mds que con u) Norte se habian millon de habite florecieron emp fabricas de tefid de Lowell por si ahora repleto d ino haya cade- is!" escribié el {in la interven. tichos estados que anulaban sclavo llamado 0s deres mas nsa. Hombres pussetis, multi- i6 de la fuerza estado y de las re negro y de- ala guerra. Un tia el contlicto, rongreso, repre jumner de Mas- iuertemente con afios. La provo- net, habia sido 1857, el presi- misma Suprema carecia de facut tuna mala inter- la prensa y los Jcon una feroci- (que, a su debido teeditor Willian relavitud, en ver de s,es decir, su inst de libres, como de a bandera de le si misma la luz de Je negro y su divisa LALLUCHA SECCIONAL debera ser el azote y l grillete. :Deberemos ac as interpretaciones de la Constitucién...? jan En 1858 tuvo lugar la memorable serie de debates entre Lincoln y Douglas en Illinois, cuando ambos eran candidatos al Senado. Exterior- mente, en estos debates hubo poca dignidad, Ofrecian un extraordinario contraste Douglas, hombre cuadrado y fuerte, de cabeza enorme, ¥ Lin- Coln, gigante flaco, poco garboso, cuyo rostro sencillo estaba rematado por una mata de éspero pelo negro. Pero ninguna discusion en len; inglesa ha exhibido mas sagacidad, luces o fuerza sajona que las que e: srimieron ellos. Contribuyeron grandemente a que el pais cobrara con- Ciencia de la significaci6n de las cuestiones, Ademés, Lincoln oblig6 a Douglas a reiterar, enfiticamente, su creencia en que el fallo Dred Scott no anulaba necesariamente el principio de la soberania popular en los emitorios. Era cierto que la Suprema Corte habfa sostenido que ni el Congreso ni la legislacién territorial podian intervenir en materia de es- lavitud. Pero Douglas explicé que, en comunidades hostiles, la esclavi fud no podria sobrevivir a menos de que la protegieran regulaciones po- sitivas de policia, y que simplemente negandose a promulgar tales leyes, na comunidad podria arruinarla y destruirla. Cuando los surefios oye | on esta atrevida confesién, muchos se pusieron del lado de Buchanan pura sacar a Douglas del Partido Demécrata. Obtuvo el puesto en el Se hado, pero luego de este aio Lincoln fue una figura nacional, Luego, en 1859, se produjo la incursién de John Brown en Harpers Ferry, una fandtica invasién de Virginia por parte de un grupito que | abrigaba la esperanza de liberar y armar a los esclavos. Esta empresa dquijotesca y eriminal fracas6 por completo. El Sur se sintié con razén Sfendido por el ataque. Pero cuando Brown y seis seguidores murieron én la horea, muchos nortefios exaltaron al viejo abolicionista y lo con- virtieron en martir de la libertad. En el espacio de dos afios, los soldados marcharian a la batalla cantando el Jolin Brown's Body. ‘Un hecho subyacente que proporcioné tremenda gravedad a estos acontecimientos fue que el Norte y el Sur se habfan trasformado en sec- Giones del pais grandemente desemejantes entre si, en lo econémico, lo Social y lo politico. El Sur era casi completamente rural, y no contaba mis que con una ciudad grande, Nueva Orleans. Grandes partes del Norte se habjan urbanizado y Nueva York se acercaba ripidamente al milldn de habitantes. En el Sur habia pocas manufacturas, aun cuando florecieron empresas como la Tredegar Iron Works en Richmond. Sus fabricas de tejidos trabajaban realmente menos algodén que la ciudad por sf sola, en Massachussetts. El Norte, por otra parte, estaba ‘ahora repleto de establecimientos industriales présperos, que produ- 22 LA LUCHA SECCIONAL fan en gran escala articulos de hierro, tejidos, zapatos, relojes, agricolas y otros mil productos mas; construia barcos; empacaba car nes, y mola granos; con todo lo cual habfa ido aumentando constante mente sus destrezas téenicas. Casi toda la gruesa corriente de inmi frantes curopeos (2452000 en Ia década de 1850-1860) se quedé en el Norte y el Oeste; los irlandeses se quedaron en las ciudades, muchos alemanes y escandinavos se fueron a ‘as granjas y los briténicos se dis persaron por dondequiera, Esta parte del pais tenia ya um grave proble- ma de administracién de la mano de obra y otro de barrios miserables. El Sur habrfa recibido de buen grado la inmigraci6n, pero consiguié poco de ella, pues a los inmigrantes no les interesaba competir con lavos negros. La construccién de ferrocarriles estaba mucho mas avanzada en el Norte que en el Sur. Tres lineas troneales procedentes del Este se construyeron eruzando o rodeando a los Apalaches: la del Erie, terminada desde Nueva York hasta la regién de Bafalo, en 1851; | Pensilvania, tendida desde Filadelfia hasta Pittsburgh e y limore y Ohio, terminada desde Baltimore hasta Wheeling en 1853. La mas grande de las leas occidentales fue la del Illinois Central; dotada con tina opulenta concesidn de tierras de mds de un millén de hee comunicaba a Chicago con el Golfo. De los 32.000 kilémetros de vias de ferrocatril construidas en 1851-1860, la mayor parte se tendi6 en el Norte. Un nimero cx onistas que el Sur rural ¢ anufacturados baratos. El Norte estabs i mas rapida de tierras del dominio piblico entre pequefios propietarios. Una poderosa demanda de tierras gratuitas para todos los colonos se ha- bia dejado ofr: “|Vota para tener una granja!” se convirtié en un lema popular. El Sur deseaba que las tierras del dominio nacional se conser varan y vendieran Gnicamente a buen precio. El Norte deseaba un sis tema bancario nacional eficiente; el Sur, en donde se acumulaba poco capital, se mostraba hostil para con la banca centralizada. Soctalmente el Norte, a pesar de los crecientes extremos de riqueza y pobreza en las, grandes ciudades, era ms democratico que el Sur, donde la oligarquia, dluefia de esclavos aeaparaba la mayor parte de la riqueza y del poder politico, Sin emba dividido a las seceiones de no haber exagerado el miedo y el prejuicio, ni utilizado la demagogia. El Sur tenia clara conciencia de que un proble ma racial easi insoluble subyacia al problema de la esclavitud. Tenia ‘agarrado al lobo por las orejas”, como dijo Jefferson, y no podia soste nerlo ni dejarlo ir. La agitacién abolicionista engendraba el temor de eros, jente de nortefios era partidario de los aranceles pro- taba, pues querfa conseguir bienes resado en una distribucion te 10, estas diferencias, importantes como eran, no habrian que el Norte ata historico sistema otrs nortefias era cier\ incendiaria. Por temfan que los su toda la nacién. Te ‘fico de esclavo} esfuerzos por am conquistar Cuba, de 1854, una irre firmada por tres Pierce habia envis tado un temor de habian hecho los ‘América Central Muchos publici de la esclavitud 5 exaltados surenos formaron los proj dirigente neoyorg tes de ambos bane tomac durante 15 ¢ra una opinisn d pidamente esos ly La victoria republ posible en virtud ¢ tras de este cisma Ia historia politica Durant Pidiendo al Congr clavitud en los tert Dred Scott, que px territories, podria: redoblé la demand Misisipi, William [ tres portavoces de, do, Albert G, Brow relojes, aperos. empacaba car ando constante- triente de inmi se quedé en el sriténicos se dis- tun grave proble trios miserables. pero consiguio tba competir con aba mucho mas sprocedentes del ' Central; dotada Ton de heet metros de vias de bse tendid en el Jos aranceles pro- guir bi ‘una distribucién Jos colonos se ha- ‘wir en un lema acional se conser- te deseaba un sis- ‘acurulaba poco rada. Socialmente, tay pobreza en las onde la oligarquia iqueza y del poder copietarios. eran, no habrian doy el prejuicio, ni {de que un proble- aesclavitud. Tenia ey no pos adraba el temor de LALUCHA SECCIONAL 2 que el Norte atacaria a la esclavitud donde ya existia, trastornaria ¢ historico sistema de trabajo del Sur, enfrentaria a una raza ira y concluirfa con la destruccién de ambas. Gran parte de las eriticas nente de tipo egoista e hipécrita, nada constructiva ¢ tra la Inwendiaria, Por otra parte, hasta nortefios razonables como Lincoln propagar la esclavitud por temfan que los surefios radicales tratarfan d toda la naciOn, Temfan también que el bajo Sur trataria de restablecer el itdfico de esclavos, como proponian a y que, en sus eefuerzos por ampliar su sistema, meterfan a la nacién en guerras para conquistat Cuba, México o la América Central. El manifiesto de Ostende de 1854, una irresponsable declaracién en favor de la anexién de Cuba firmada por tres embajadores demécratas que el presidente Franklin Pierce habia enviado a la Gran Bretafia, Francia y Espafia, habia despe tado un temor de que se produjera un imperialismo surefo, y otro tanto habfan he ntaques filibusteros del intrépido William Walker en América, Muchos publicistas, clérigos y politicos nortefios exa de la esclavitud y las intenciones de los duenos de Gxaltados surenos exageraron los males de la sociedad industrial y de- formaron los propésitos de los partidarios del suelo libre. Un prudente ditigente neoyorquino dijo que si se pudiera meter a los peores dirigen- tes de ambos bandos en una diligencia y hundirlos bajo las aguas del Po- tomac durante 15 minutos, se asegurarfa la paz entre las secciones. Pero fra una opinién demasiado optimista pues otros hubicran ocupado pidamente esos lugares. ‘aron los males cclavos. Muchos LA ELECCION DE LINCOLN: LA SECESION La victoria republicana de 1860, que precipit6 la secesién suret ble en virtud de un cisma en el interior del Partido Demécrata. De po ras de este cisma se encuentra tino de los episodios mas dramdticos de Ia historia politica de los Estados Unidos. Durante afios, un creciente grupo de extremistas surenos bia estado pidiendo al Congreso la promulgacién de leyes que protegieran a la es- Fiavitud en los territorios. Cuando Douglas declaré que el fallo en el caso Dred Scott, que permitfa la libre entrada de la esclavitud en todos los tenitorios, podria ser anulado por leyes locales que le fueran hostiles, se sdoblé la demanda de tal protecci6n. La ¢ on Jefferson Davis, de Misisips, William L. Yancey, de Alabama, y Robert Toombs, de Georgia, tres portavoces del reino del algodén, A principios de 1859, en el Sena. 5 la demanda y, dirigiéndose a do, Albert G, Brown, de Misisipi, reite 24 LA LUCHA SECCIONA Douglas, le pregunté slatura territorial se niega a actuar”, le preguntd, “gactuard usted? Si promulga leyes hostiles a la esclavitud, ¢las anulard, y pondra en su lugar leyes sustitutas que la can?” El Sur, dijo, pedia acci6n, “positiva, sin reservas”. Otros surefios le dieron su apoyo. Pero Douglas no se dejé intimidar. La demanda de Brown, declaré, violaba los derechos populares en los territorios. Jamds, en la historia de los Estados Unidos, el Congreso habia promulgado un cédigo criminal en un territorio, ni una ley que protegiera la propiedad en el mismo. Desde 1789 en adelante, el Congreso habia confiado estos asuntos a legislatura territorial. Por qué habria de quebrantar ahora esta regla? Durante afos, el Partido Demécrata habia declarado que estaba en favor de la no intervencién del Congreso en los territories, ¢Por qué habria de rechazar esa sana doctrina ahora? Doug] al era su parecer. “Si la le Jas asevers: repudidis Ia doctrina de la no intervencién y constitus un cédigo esclavista, mediante una decisién del Congreso, siendo que el pueblo de un territori echava, debéis renunciat al Partido Demécrata... Caballeros del Sur, 0s di con toda franqueza, que no creo que un candidato democratico pueda ganar las elecciones en un estado deméctata del Norte si en su programa se dice qu lo de un tervitorio a aceptar la es es deber del gobierno federal obligar al pu clavitud cuando no la quiere, J so debfa hacer valer los derechos de los ciudadanos e: rial dejaba de cumplir sus funciones propias en materia de proteccién de la propiedad, el Congreso estaba en la obligacién de hacerlo. Douglas ferson Davis replicé que el Congr stadunidenses y que cuando una legislatura territo- 's para foment lev que le imponga el De ninguna mi a, Si Oregon no promulga le yo no estoy dispuesto a que Washington promulgue u uso de mulas; si Oregon no fomenta al ganado de cuernos largos, no habré de imponerle esc ‘sus rancheros; y si Oregon no quiere esclavos, no le impondré esclavos a su pueblo, Este fue el motivo de discordia que produjo la escisién en la Conven cién Demécrata de 1860; esto y la disputa entre Douglas y quienes apo- yaban al gobierno de Buchanan. Los delegados se reunieron en Char leston, el centro mismo de los sentimientos esclavistas agresivos: la ciudad de Calhoun, de Hayne, de R. B, Rhett y su radical Mercury. Se las y Davis, que se habia venido librando ahora durante dos afios en el Senado. Si Douglas gana. ba, el Partido Demécrata podria seguir siendo una verdadera reunieron para continuar la lucha entre Dow ganaba, oc esclavitud tirian en pi rante un ti ponenda qj Ia esclavity Toombs ¥. ‘gobierno ¢ ‘Caballet cuando los programa c respecto de so firmeme Alabama se salié la dek. Luego dep) Charleston daturas, Su: ciones sepai datura de J postularon : To que mu ra su derrot que manter EI Partide En un: candidato a decepcionad lealmente al cobrado gra lizador, anin no estaban ¢ Partido habi cidido de lo mucho més de 1857 habi Jas comunide un mejor sis} Partido Rept eamente at) terse a promt tritorial se es hostiles alas que | as", Otros historia de o criminal el mismo. uuntos a la ssia regia? men favor habria de esclavista temitorio lo ued ganar sedice que ar Ines ‘derechos 3. Do a Conven- ines apo- on Char treury. Se se habia las gana LALUCHA SECCIONAL vaci6n social, fuerte tanto en el Norte y el Oeste como en el Sur; si Davis ganaba, con su programa en el que pedia que se obligara a aceplar la esclavitud a comunidades que no la querfan, los deméera tirfan en partido de un sector del pals, fuerte tinicamente ¢ ante un tiempo parecié que podria postularse a un ponenda que tu Ia esclavitud. Pe el Sur. Du: andidato de com jera un programa sin decisién en torno a la cuestiGn de » los extremistas surefios como Davis, Yancey, Rhett Toombs y Judah P. Benjamin, de Luisiana, practicaban una politica de ‘gobierno del partido o ruina del partido” Caballeros del Sur”, exclamé un portavoz. de Douglas, Pugh de Ohio, ‘cuando los extremistas trataron de meter por la fuerza su demanda en el programa del Partido, “os equivocais respecto de nosotros, os equivocais Fespecto de nosotros; no lo haremos.” Una mayoria de delezados se opu so firmemente a la doctrina Davis-Yancey. Entonces, la delegacion de Alabama se levanté en senal de protesta y salié de la sala. Detrs de ella salié la delegaci6n de Carolina del Sur; otros del bajo Sur los imitaron, Luego de producirse la completa escisién del Partido, la Convencién de Charleston suspendié sus labores sin haber llegado a establecer candi. daturas. Sus dos fracciones se organizaron poco después como conven. ciones separadas, en las que los surefios radicales propusieron la candi datura de John C. Breckinridge, de Kentucy, en tanto que sus oposi postularon a Douglas. El valor de la escisién fue mucho mas gi Jo que muchos se dieron cuenta, Los demécratas no h ra su derrota tnicamente. Se habia roto uno mé que mantenfan unidos al Norte y al Sur: El Partido Republicano se lanz6 a Ii campafia con perfecta unidad. En una entusiasta convencién que tuvo lugar en Chicago, eligis como candidato a su personaje mas popular del Medio Oeste, Lincoln; y sus decepcionados rivales, con Seward y Chase a la vanguardia, apoyaron lealmente al rail splitter [partidor de rieles]. El espfritu de pattido habia ‘obrado gran intensidad. Una férrea determinacién, un fervor evange. lizador, animaba a los millones de votantes qu no estaban inde de ibian hecho segu- de los grandes lazos habfan proclamado que a avanzando la esclavitud, El Partido habia tenido éxito también por lo que toca a captat el apoyo uestos a dejar que sigui de cidido de los grupos de capitalistas, hasta el punto de que contaba con mucho mds dinero que cuatro aitos de 1857 habfa dado pie a una demanda de aranceles proteccionistas en las comunidades industriales, y habfa fortalecido la demanda en pro de un mejor sistema bancario en'los circulos comerciales y financieros, El Partido Republicano oftecia dar satisfaccién a estos anhelos. Simulté. neamente atrajo a los nortenos hambrientos de tierras al comprome. ferse a promulgar tna ley que proporeionaria tierras gratuitamente ntes. El panico breve y desastroso 216 A LUCHA SECCIONAL. colonos. En pocas palabras, econémicamente ofrecfa poderosos atrac fre a importantes grupos estadunidenses. En Pensilvania, que los Te 1 Nblieanos habfan perdido en 1856, a postura en torne a los arancsles penuribuyé enormemente a la victoria del Partido. En el viejo Noroeste 1 programa de mejoramiento interno conquisté miles de vores. al Sects central no fue menos potente el ofrecimiento de tierras gratuitas ‘Sl dia de la cleccién, Lincoln reunié 1 866452 votos; Douglas obtuvo 1396957; Breckinridge recibié 848 781, y John Bell, de Tennessee, ave fable sostenido un programa de conciliacién entre las partes de tbtuve 388 879, Lincoln obtuvo una minorfa del voto popular, pero en © ecisiva. El voto popular se in esclavismo, pero tam: andidato en 1 pais, Colegio electoral consiguié una mayoria dé Glinaba indiscutiblemente por la restriccin del bién en favor de la unién y la paz. Breckinridge, el dnico favor de la secesién, obtuvo menos de una quinta parte de la votacion total Er, cl Sur, sin embargo, los extremistas vencieron. “La unlto loca’ eseribié un partidario de la Unién, Alexander H. Stephens we Georgia, “Se ha apoderado de ellos la pasion y el frenesi” Carolina oe Sur ga se habia decidido en favor de la secesién. Por qué? Era pro able que ni el Sur nila esclavitud corrieran ningiin verdadero peligro Durant Todo su primer periodo, Lincoln (si los estados surefios se ‘mantenian dentro de la Uni6n) t e se ha ‘drfa que hacer frente a una mayoria Hanif en el Congreso; también la Suprema Corte estaba dominada po pes fon tendria atadas las manos. Ademas, Lincoln habia negado muy sinifelamente cualquier intencidn de hostilzar a la esclavitud al! €on sara votuviera establecida. La esclavitud no podia ser abolida en el Sur ce ¥e frediante una enmienda constitucional y ésta tardarfa décadas wailizarse, Sin embargo, se dio el paso y eso a pesar de que sus sce saevindudables, “Los hombres se degollarén unos a otros dentro de poco”, profetiz6 Stephens. 'Se dio el paso, pero no hay pruebas concluyentes de que contara col el apoyo de la mayoria del pueblo, aparte de Carolina del Sur. E} sent cl apeye Gfonista era vigoroso en todo el Sur —hasta en Carolina del arene arynbién el afan de paz. En la eleccién de 1860, los votantes de ay ctados en los que habfa eéelavitud habfan emitido 1240000 votos mis for los dos candidatos que abogaban en favor del entendimiento, Dog eee tbell, que por el exiremisia Breckinridge. Un andlisis culdadoso ¢# Ja votacién en algunos de los estados del Sur Pr cuestiOn de la secesién se hubiese sometido a un rel “arto, habria salido derrotada. Aun después de Ta secesién y del esta aie ia guerra, subsistieron grupos poderosos en el Sur enconadlamenie hostiles a la Confederacién. Vi ‘ofundo sugiere que si ls <éndum justo y nia Occidental se separ6 del Viejo Do 2. Flee B | te, 230s atrac 218 LA LUCHA SECCIONAL minio, la conscripeién no se pudo hacer cumplir en la parte occidental de Carolina del Norte y se ha dicho que algunos condados del Tennessee oriental aportaron tna proporeién mds grande de su poblacién, como voluntarios para el ¢ Norte minorias decididas y que la secesi6n sin duda cont6 con un apoyo popt lar tan amplio en 1860 como el que habia recibido la revolucién contra el gobierno de Jorge Ill en 1776. E] Sur inferior actué por una variedad de motivos Nort el veredicto en materia de territorios y el suefio de que Ik mids luminosos y mejores bajo su propia bandera. Por encima de todo, lo motivs el miedo, miedo de que sus instituciones y su civilizacion pe culiar serian barbaramente aplastadas por un gobierno partidario abolicién de la esclavitud., Carolina del Sur, que se puso a la van 20 de diciembre de 1860, declaré que el Norte habia elegido como presidente a un ho: cenemigas de éreito de la Unién, que cualesquier condados del in embargo, cabe recordar que una revolucién suele ser obra de aborrecimiento del resentimiento por su derrota en Ia eleccidn, renuencia a aceplat bre “cuyas opiniones ¢ intenciones so Ia esclavitud”. Misisipf, imitandola, ase 5 que las personas del Norte hhabfan adoptado tuna postura revolucionaria hacia los estados del Sur Y los extremistas sureftos, que no crefan que el Ne te dispuesto a pelear, consideraron que se trataba de un ahora 0 nun: La renuncia de un estado a acatar las leyes federales habia sido apla da por el presidente Jackson. Era imposible la secesi6n de un estado solo. El Norte se habia ido haciendo paulatinamente mas poderoso que el Sur. Si se permitfa que esta crisis concluyera sin un intento de es tablecer Ia independencia surefia, no volveria a presentarse tal oportu nidad. Una confederaci6n surefia podria obtener un lugar firme entce las nundo y extend: naciones d sse después por el sur, alrededor del ribe. Ya desde principios de febrero de 1861, delegados de siete estados omery, Alabama, na Jefferson secesionistas se reunieron en un congreso en Moni formaron los Estados Conlederados de América, y eligi Davis como su presidente provisional, Otros tres estados no ior y Arkansas, 1u sector del pafs, no tardarian en sumarseles. A diltima intenté llegar a un arreglo. Pero la componenda mas prometedora de to- das, el plan de John Crittenden para restablecer la linea del arreglo de Misuri de 36° 30', no condujo a nada por la negativa de Lincoln (que se ‘mantuvo firme por cuestién de principios) a permitir que la esclavitud se estableciera en cualquier terri 1861, los canones surefios abrieron fuego contra el fuerte Sumter, en la de Charleston, y convencidos del Sur sup. rio, Al amanecer del 12 de abril de ELy dest que Estoe 30 de ciado luda trucci bign 1 Grant Siner que Il ambo Eli medi Virgit le pre garon Robe) del de mas { cone rar q) puso forni: Taron Dura hubo

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