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Una vez me dijo uno de mis profesores de astrología, que solo la presencia de una casa III
en el signo de virgo podría haber producido la obsesión de calcular a mano una tabla
completa de posiciones de VERTEX para la ciudad de Buenos Aires. La que con el tiempo,
y ya con el auxilio de una computadora, devino en la edición de mis Tablas de Casas para el
Hemisferio Sur (con la columna adicional del VERTEX).
Conservando aún algunos ejemplares de cada una de esas tablas, me pregunto ¿qué
utilidad podrían tener en la actualidad las mismas, cuando absolutamente todo el cálculo
astrológico se resume a la utilización de un software adecuado.
Más allá de que a algunos nostálgicos nos gusta aún conservar la obsoleta costumbre de
elaborar algunas de nuestras cartas a mano, viendo como al dibujar cada uno de los
planetas sobre el papel, vamos incorporando lentamente sus significados, y que al dibujar
cada uno de los aspectos, la comprensión de las combinaciones toma fuerza en nuestras
conciencias, tengo el absoluto convencimiento de que la tecnología arrasa con esos viejos
placeres y que, además, caprichosamente nos escamotea una vieja y simple técnica visual
de prognosis astrológica: las cúspides progresadas. Y no solo ello, ya que además, si
podemos progresar cúspides con las mencionadas tablas, también las podemos utilizar para
la rectificación de la hora mediante la utilización de direcciones primarias basadas en
cúspides de casas.
Las cúspides progresadas son un sistema de pronóstico en sí mismas, más allá de que se
encuentran integradas tanto en las progresiones secundarias, como en las direcciones
primarias y las direcciones por arco solar. En todos esos métodos se aplica el mismo
sistema de cúspides progresadas. Es por eso que también lo podemos utilizar en forma
independiente, desligado de los sistemas mencionados.
Es más, se puede afirmar que las cúspides de casas se encuentran atadas no exactamente
a la tierra, sino a cada una de las personas que habitamos sobre ella. Cada uno de nosotros
llevamos sobre nuestros hombros nuestro propio sistema de casas. Aglo así como que
“cargarás con tu propia cruz…” Y al desplazarnos sobre la tierra desplazamos con
nosotros a ese sistema de casas. Una especie de miriñaque atado a nuestros cuerpos del
que no podemos escapar. Si imaginamos solo, todo lo que representa desde el punto de
vista astrológico, se entiende cuantas responsabilidades y cargas llevamos sobre nuestras
espaldas.
Procedimiento:
Una vez obtenido este último dato (hora sideral en la Capital Federal), consultamos con el,
las Tablas de Casas, calculadas para la latitud geográfica de la Capital Federal (34°36´Sur)
y buscamos en la columna de Hora Sideral la más próxima a la obtenida con el cálculo
anterior, para que luego de realizada una interpolación entre las cúspides comprendidas
entre las dos horas siderales que comprenden a la que obtuvimos en el cálculo, podamos
conseguir las cúspìdes de todas las casas y el Vértex, en forma exacta.
Estas últimas, son entonces las cúspides que se dibujan sobre el zodíaco.
Pero cómo sabemos que habitualmente las cartas natales ahora se calculan con una
computadora, evitaremos realizar todo los pasos anteriores del cálculo manual, y solo nos
detendremos en comprender el significado de las dos primeras columnas de la tabla de
casas. La encabezada por la abreviatura HS y la encabezada por la abreviatura AR
Si seguimos con el mismo ejemplo anterior, es decir, para una persona nacida en Capital
Federal, utilizamos una tabla calculada para la latitud geográfica de este lugar, es decir
34°36´Sur.
La segunda columna, señalada por el encabezado AR nos brinda grado por grado, desde 1
a 360, lo que se denomina Ascensión Recta del Medio Cielo. La misma es una medida de
arco proyectada sobre el Ecuador Celeste y que asocia a cada grado de Ascención Recta
con un grado equivalente sobre la Eclíptica o el Zodíaco Trópico.
Por lo general, cuando obtenemos una carta dibujada por la computadora, en alguno de los
datos adicionales que la misma nos ofrece, muchas veces en el mismo dibujo, aparece un
valor en grados, minutos y segundos de arco denominado ARMC
Si buscamos este mismo valor en la tabla de Casas, veremos que la cúspide del Medio
Cielo de la tabla, es la misma que la cúspide del Medio Cielo obtenido por la computadora.
Es decir, que HS, AR y MC son medidas equivalentes. A cada grado de AR o de HS se
asocia un determinado Medio Cielo. Y por supuesto, si continuamos con la lectura de la
casa, notamos que a cada grado de Ascensión Recta o de Hora Sideral, le corresponde no
solo un Medio Cielo, sino también el resto de las casas astrológicas, cuyas posiciones solo
variarán si utilizamos tablas de casas para latitudes diferentes.
Todos los Medios Cielos son iguales para la misma AR o la misma HS sin importar la Latitud
Geográfica. En cambio, el resto de las cúspides está asociado a una determinada latitud
geográfica y es por eso que debemos tener la precaución de no equivocarnos con las tablas
a utilizar fijándonos muy bien en que estamos aplicando las tablas de nuestra latitud de
nacimiento. Esto se debe a que el MC se mueve por Ascensión Recta, mientras que el resto
de las cúspides al depender de la Latitud Geográfica se mueve por Ascensión Oblicua.
Lo sencillo de este procedimiento es que cada grado de Ascensión Recta representa 1 año
en la vida de una persona, sin importar si utilizamos el método de Arco Solar, Progresiones
Secundarias o Direcciones Primarias. Los tres métodos concluyen en la utilización de las
mismas cúspides progresadas donde la clave a utilizar es 1° de AR = 1 año.
Por lo que si partimos desde la misma tabla desde el renglón donde está la Ascensión
Recta de Nacimiento, cada renglón siguiente significarán un año en la vida de la persona.
Para quienes no cuenten con el libro de tablas de casas deseen obtener un ejemplar del
mismo calculado para el Hemisferio Sur, pueden bajarlo en forma gratuita del siguiente link:
https://drive.google.com/file/d/0B8l80utc6VXoWTlhSDRPaXBMWUU/view?usp=sharing