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Universidad Regional de Guatemala

Sede Aguilar Batres

Nombre: Claudia Marizol Hernández

Catedrático: Lic. José Roberto Chávez


Miranda

Carrera: Licenciatura en Ciencias Jurídicas y


Sociales

Semestre: Primer Semestre

Curso: Historia de Guatemala.


Por más de 20 años las víctimas y sobrevivientes del conflicto
armado interno de Guatemala han utilizado el informe
Guatemala, Memoria del Silencio de la Comisión para el
Esclarecimiento Histórico. como se le conoce a la comisión
de la verdad de Guatemala, fue creada como parte de los
Acuerdos de Paz y fue auspiciada por la Naciones Unidas. La
Comisión reveló la gravedad y magnitud de las violaciones
que se cometieron durante los 36 años del conflicto armado
interno.
Se analizan los principales hallazgos del Informe de su
impacto para dignificar la memoria de las víctimas y
sobrevivientes del conflicto armado. Desde su publicación, el
informe ha servicio como referencia para buscar a las
personas desaparecidas y realizar exhumaciones, como
prueba documental en tribunales nacionales e internacionales,
como fuente para demandar reparaciones y definir la política
nacional de resarcimiento, y como documento histórico para
preservar la memoria histórica del país.
El Conflicto Armado Interno también
denominado Guerra en Guatemala, Guerra Civil en
Guatemala o Enfrentamiento Armado en Guatemala fue
la guerra civil interna ocurrida en Guatemala entre 1960
y 1996, que enfrentó el Ejército de Guatemala con
civiles subversivos, organizados en una guerrilla. La
guerra, que duró 36 años, dejó 250,000 personas
muertas o desaparecidas. El enfrentamiento culminó de
manera oficial con la firma de los Paz. También se le
llama Guerra Interna o Conflicto Interno Armado.
Aludir a las causas históricas de las trágicas épocas que
atravesó Guatemala se hace necesario tanto para conocer
mejor la historia como para abordar situaciones que
influyeron en la conducta humana durante el conflicto.
Dichas causas se decantaron en tiempo y espacio por la vía
de la violencia. Las manifestaciones violentas se volcaron en
los órdenes estructurales, políticos y sociales. Cuando este
desacuerdo se alarga en el tiempo, se profundizan las
diferencias o una de las partes pretende imponerse a
la otra, puede convertirse en un enfrentamiento mayor
y desarrollarse con violencia. Las personas o grupos
pueden resolver satisfactoriamente el conflicto si
desarrollan una conducta colaborativa a través de la
reflexión, el diálogo y la negociación.
Cuando parece que se terminó un conflicto porque una
de las partes desiste de su posición y cede o cuando
una se impone al resto, en realidad no se ha resuelto
el conflicto porque no hay satisfacción de las partes y
puede resurgir posteriormente en otras circunstancias
y con más fuerza.

La vida está llena de conflictos cuando convivimos en


una sociedad, en familia o entre grupos. La mayoría
son de carácter individual y se solucionan fortaleciendo
la convivencia. Algunas veces los conflictos están a lo
interno de las personas; cuando esto no se manifiesta
y se guarda para sí, se puede tener dificultades para
enfrentar ciertas situaciones.

En otras ocasiones el conflicto se vuelve abierto. Una


persona puede tener conflictos con otras personas, así
como participar en un conflicto social de manera
directa o indirecta.
Los oficiales que no quisieron aceptar el indulto ofrecido
por el gobierno siguieron luchando, convertidos en
guerrilleros, en alianza con miembros del Partido
Guatemalteco del Trabajo o Partido Comunista y otras
facciones que surgieron en esos años.
Al principio, la guerrilla actuó en la región oriental
Zacapa, Izabal y Chiquimula, pero fue abatida por las
fuerzas regulares. Entonces, sus contingentes se
movieron hacia Petén, el altiplano central y el
occidental, y otras regiones del país, incluso la capital,
donde comandos urbanos actuaron durante varios
años. En el lapso de 1980 a 1982, los guerrilleros
dominaban un amplio territorio y tenían el apoyo de
muchos campesinos.
Parecía que iban a vencer al Ejército de Guatemala,
pero éste también se reorganizó y cambió de táctica;
obtuvo más armamento y recursos humanos. Por
consiguiente, en acciones mejor dirigidas, logró
recuperar las regiones tomadas por la guerrilla. La
construcción del enemigo interno fue una justificación
para llevar a cabo las acciones represivas que se
desarrollaron después de la invasión liberacionista de
1954 en Guatemala. La idea de no tolerar ninguna
oposición llevó a construir un enemigo imaginario que
terminó en la sospecha de todas las personas como
posibles amenazas o enemigos.
De esta manera, para el Estado guatemalteco el
enemigo fue toda la sociedad y se persiguió no sólo a
los que estaban involucrados en los hechos armados
sino a todo tipo de opositores o descontentos, incluso a
aquellos que no favorecían las acciones armadas.
En esa manera de ver a la sociedad se cometieron
muchas violaciones a los derechos humanos y se
exterminaron a muchos inocentes. El movimiento social
fue el actor principal, ya que muchas organizaciones
sociales participaban en demandar mejores
condiciones de vida, respeto de los derechos laborales,
libertad de acción y rechazo a la represión. Este fue un
actor muy perseguido y diezmado a través de
asesinatos y desapariciones forzadas.

La participación política de la población indígena se


manifestó en los muchos sectores indígenas que
mantenían una resistencia a las condiciones que se les
había impuesto desde la Colonia y habían sido
agudizadas en la época liberal. Los indígenas resistían
de muchas maneras, especialmente fortaleciendo
demandas comunitarias y planteando la necesidad de
que respetaran sus derechos.

Fueron las guerrillas las que asumieron la lucha armada


como principal vía para tomar el poder. Éstas se
formaron de la convergencia de diversos sectores:
militares, políticos de izquierda, juventud rebelde y
población indígena. Las guerrillas las formaban varias
agrupaciones con diferentes formas de organizarse y de
pensar sobre cómo alcanzar el poder. Éstas planteaban
una revolución que cambiaría radicalmente la situación
socioeconómica y política del país.
La represión desde el Estado fue la respuesta más
generalizada de las fuerzas gubernamentales, las
cuales aplicaron todo tipo de acciones para callar a los
opositores.

Con la acción represiva se rompieron las bases legales


del “Estado de derecho” y las fuerzas gubernamentales
actuaron siempre fuera de la ley, pues en Guatemala no
funcionó la persecución legal de los opositores. La
represión se manifestó desde formas de vigilancia a la
población y control hasta políticas de exterminio de los
opositores.

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