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Celebran tradicional Día de los Difuntos en Nicaragua

Los nicaragüenses acuden el miércoles a los cementerios del país para pasar
un rato con sus muertos durante la celebración del tradicional Día de los Difuntos.

La señora Juana Cabrera, de 78 años, dijo que el 2 de noviembre de cada año


visita la tumba de su esposo y de su madre para recordar los momentos
agradables que vivieron juntos.

Como Cabrera, centenares de nicaragüenses se encuentran de visita en los


cementerios del país, para cumplir con la tradición del Día de los Difuntos, que se
celebra en países centroamericanos y en México.

Cabrera dijo a Xinhua que desde el martes pasado llegó al Cementerio General de
Managua a barrer y a cortar la maleza alrededor de las tumbas de su esposo y de
su madre, para pintarlas y adornarlas con flores frescas.

"Al mediodía comemos alimentos que preparo en mi casa antes de venir al


cementerio, para compartirlos con mis difuntos, a la orilla de sus tumbas", explicó
Cabrera, quien iba acompañada de su tataranieto y de su nieta. 

Cabrera dijo que al mediodía tiende un mantel blanco en unas de las tumbas de
sus difuntos para preparar "la mesa" donde compartirá los alimentos y refrescos
preparados en su casa con sus muertos, su tataranieto y su nieta.

"A mi esposo en vida le gustaba el pollo con papa y el refresco de piña, mientras
que mi mamá era buena a comer la torta de carne con un suculento vaso de
pinolillo, una bebida típica a base de maíz y cacao", detalló Cabrera. 

Añadió que su esposo Fabio López pereció en un accidente automovilístico hace


cuatro años, en cambio, su mamá tuvo un cáncer terminal de mama.

Otro visitante del camposanto es doña Lucrecia Arcia, quien llegó acompañada de
todos sus nietos y bisnietos para visitar a su esposo, Armando Detrinidad, quien
murió de un infarto cardiaco hace 20 días.

"En este cementerio tengo enterrados a mi madre y a mi padre, pero ahora


también descansan los restos de mi recordado esposo", explicó Arcia a Xinhua,
mientras su mirada quedaba fija en el firmamento, a punto de llorar. 

Una de las más arraigadas tradiciones del Día de los Difuntos, es la presencia de
los mariachis en los cementerios, quienes son contratados para entonar las
canciones preferidas de los difuntos cuando estaban con vida. 

El Cementerio General de Managua es uno de los más amplios camposantos del


país, sin embargo su capacidad está rebasada.

Este camposanto tiene una extensión de 37 manzanas de tierra (unas 26


hectáreas), las cuales están segmentadas en 40.000 lotes, donde están
enterradas cientos de miles de personas.

En un breve recorrido por el Cementerio General de Managua se observa a


personas con carretones de mano donde llevan baldes de agua o bidones de
pinturas, quienes se ofrecen para lavar o pintar las tumbas. 

De acuerdo con estos trabajadores, el pago por mantenimiento de una tumba


oscila entre dos, tres, siete y hasta nueve dólares, de acuerdo con la situación
económica del cliente.

Los vendedores de flores abundan en estos días en los cementerios del país, y en
el Cementerio General de Managua se pueden ver los puestos de ventas de lirios,
mil flores, astin y margaritas.

El ramo de flores más barato cuesta casi un dólar, y el de rosas tres o cuatro
dólares, pero la corona floral tiene un precio de casi 40 dólares.  

Los vendedores de comidas como el vigorón -una mezcla de yuca, chicharrón de


cerdo, ensalada de repollo, tomate, chile y pepino- y del refresco de cacao a base
de leche también aprovechan este día para tener ingresos extra. (Xinhua)

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