William T. Anderson, conocido por el apodo de Bloody Bill Anderson (Sangriento
Bill Anderson), fue un destacado jefe militar confederado en la guerra de Secesión, durante la cual lideró una partida de guerrilleros que combatió a los partidarios de la Unión y a los soldados federales en los estados de Misuri y Kansas. Anderson creció junto a su familia primero en el sur de Estados Unidos, luego se establecieron por un tiempo en Missuri y finalmente en Kansas hasta que se emancipó en 1862, manteniéndose mediante el robo y venta de caballos. Tras morir su padre a manos de un juez simpatizante de la Unión, Anderson mató al juez y huyó a Misuri, donde se dedicó a robar a los viajeros y mató a varios soldados de la Unión. A principios de 1863 se unió a los Raiders de Quantrill (los Quantrill's Raiders), un grupo de guerrilleros de la Confederación encabezados por William Quantrill, que operaban a lo largo de la frontera entre Kansas y Misuri. Se convirtió en un experto guerrillero y se ganó la confianza de los líderes del grupo, William Quantrill y George M. Todd. Las matanzas que llevó a cabo le granjearon una reputación de hombre peligroso y, finalmente, provocaron que la Unión encarcelara a sus hermanas. Tras el derrumbamiento de la cárcel improvisada donde estaban encerradas, que mató a una de ellas y causó lesiones permanentes a otra, Anderson se entregó a la venganza. Jugó un papel destacado en la Masacre de Lawrence y también participó en la Batalla de Baxter Springs, ambas en 1863