En la actualidad, la sociedad ya conoce los términos herramientas digitales que se han
desarrollado de una forma apresurada.
Antes se tenía que ir físicamente a la biblioteca, por ejemplo; ahora ya no es
necesario desplazarse, pues la consulta de material informativo puede realizarse
desde casa a través de una computadora portátil o de escritorio, teléfono móvil,
tableta, en fin, cualquier dispositivo que esté conectado a Internet. (Molinero &
Chávez, 2019)
Ya no es necesario ir a la biblioteca como antes, solo se necesita un computador y el
internet para realizar una búsqueda o realizar una tarea académica.
Las tecnologías ayudan a los estudiantes a encontrar mayor información de diversas
fuentes para afianzar lo que ya conocen, “de tal manera estas tecnologías permiten en gran medida dotar a los estudiantes de fuentes de información variadas para reforzar su conocimiento o despejar dudas existentes, ayudando así al mejoramiento del proceso de aprendizaje” (Granda, Espinoza, & Mayon, 2019, pág. 106). El empleo de estas tecnologías asiste a los estudiantes en la realización de las tareas académicas o para reforzar los conocimientos, asimismo, para esclarecer las dudas generadas de una clase.