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254 [EL LIBERALISMO Y EL INDIO ‘esfuerzos civilizadores" Nos quedamos con Ia conclusién de quc, ame el resurgimiento de los indios, el conservacurismo social exolls fue mfs fuerte que las cuestiones politica de conflicto ideolégico. Las dctrinas liberales de individualismo y de la igualdad han tenide una influencia democrética final en Iz politica social mesicana, pero esto sno se advierte en la era de Joxé Maria Luis Mora, ez Mocs et eae Sve, as, por a canfrove 8 EL LIBERALISMO ¥ EL DESARROLLO ECONOMICO ‘Al ver una reciente pelicula del gobierno mexicano titulada Ideal de la revolucién, me llamé mucho la atenciGn la imagen oficial de un México “revolucionara”. Después de unas pocas representaciones en figuras de cera de los heroicos episdios de 2gio-2g20 ¥ de unos euantos retator eseidos de Zapata, Villa, Carranza y Obregén, la pelicula pass répida y bruscamente a oftecer un tnillante panorama a todo color ddeauna nacién moderna, urbana ¢ industralizada. Vi supercarrereras, sascacielos, escuclas urbanas, hospitales modernos, acerias y refinerias de petrdleo. EL México rural y provinciano se exhibié a tavés de las cescenas de la terminacién de un ramal ferzoviario en Chihuahua, de la sigantesca presa sobre el Papaloapan y de las modernas obras porta ras de Salina Cruz, en el Pacficn. Se mostraron infrecuentes tomas de la arquitecrura hispSniea y aparecierop, inevtablemente, Joe moti vos aateas que decoran la Universidad. Pero no vi campesinos indios, ni ejidos, ni escuelas rarales, Inconfundiblemente, se hacia hineapig tn la metrépoli moderaa y cosmopolita. La pelicula comenzaba y ter rminaba can un defile patrisico en el Monumento de la Revolucién, Esta breve pelfeula pone de relieve la preocupacién por la moderni- zacién y el desarvolla etanémico que ha absorbido los esfuerzoe de Mévico en las Glkimas dos déadas. El concepto de “revolucién” &€ tha ampliado desde su primer hincapié en la libertad politica y en la justicia social rural para abarcar también la transformacién indussal y la urbanizacién, El México contempocineo esti experimentando una revalucién, pero ya no es la Revolucién de r910 0 de 1935. Sin embargo, la persistente designacién oficial de Mésico como nacién revolucion ‘aria ha producide wna tendencia a buscar en el siglo xtx un patrimo- rio liberal “integrado” pata la Revolucién, El desarrllo ecanémico tiene que ser ahora una idea liberal, junto con el anticleriealismo, las garantlas individuales v la reforma agraria, La elacisn entee el desarrollo econdimieo y el liberalismo en cl siglo six ex poe s¢ misma ima cuestién confusa. En México es das veces més desconcertante a causa de los supuestos oficiales del dia, Una primera lectura de la 256 ‘BL LIBERALISMO Y BL DESARROLLO ECONGMIOD bibliografia de la posindependencia en materia de desuerllo econd. ‘mico nos revela Ia existencia deun conflict aparentemente siraple entre quienes abogaban por el laisex-faire y quienes pedian Ia incor -vencién directa 0 indirecta del gobierno en Ia economia YLibre comer: slo en contraposicin a prowesacomercio en contraposieiba 4 Tndur: ‘ia mT $ FFfecen ser clisicos y univessles, La dificukad estiba en tratar de situar los argumentos en pro del desi rrollo econSmico denteo del contexto mis amplio del debate politico Cuando tratamos de identificar a lox que disputsban y de establecer alguna correlacién entre sus opiniones polices y econdmicas, nos en= contramos a cada paso com panto: de confusién, Ademés, al analizar cl Kiberalismo yl desarrollo econémico, suegen nuevas figorse, cama Estevan de Amuiieno y Lucas Alamén, Hemoe citado las ideas de Alamén para indicar por contraste las de los reformadotes. Ahora scudireuos a dl directamente, por ser la figura capital del desazrallo ccondrrise de la poxindepeadencia, 2De qué manera puede justi carseex0 en vin estadio del Viberslisna? ;Necestamos categorise total mente nuevas para pasar de a politica a la sociedad, «la consideraci6n del deserollo econdmico en el pensamiento del siglo sus? Son étas fas preguntas a que nes enfrentamor, En términos generales, pueden distinguirse dos maneras de enfocar el problema del desarrollo econémica en la. generacién inmediata mente posterior a r8at, a doctrinaria y ‘a pragenitica, Las ideas de José Maria Luis Mora son las que mejor representan el primer enio- que, as de Lucas’ Alaméa » Estevan de Antuang el segundo, Estos Us Conceptos no son rigur os, ni Tas distuciones entre los mismnos son siempre tajantes, Ambos son corsidersblemente teiburarios de Ia teorla econémiea liberal cisiea lo mismo que, en grados diversos, de la politica espaol del sigla swne. Ademis, ambos, eofoques extin sgobernados por el,pecho econémica fundamental de la sociedad menir cans del siglo xis, el de que era aplastantemente rural y agricela. No cobstante estas reservas, tiene sentido uatar de identificar los dos cor reste, Nos aytdaedn a completar auestra definicién del liberaliemo 2 aclorat [a historia de: desstrlla econémico ent México. EL enfoque doctinario, por definicién, trafa consiga ra esiccta adhesin a In tgorla econémica liberal, Sus partidarias consideraran con gran respeto a los “ecanomistas", como Adam Stith Jean Baptist Say, Gaspar Melchor de Jovellanos y, més tarde, Alvaro Flévez Estrada, Nadie discutié Ia autoridad de estas hombres en cnestiones ‘HL LIRERALISMO Y EL. DESARROLLO ECONOMIOD 257 ceanmias. Hl gra are de la ecomia hal eiba en sem sill Pst la eitenia de ut “tera natural de boned, won cconomia faa en la divin dl taajo'y en el shore fe eo, awe srgia del deseo eaponneo de una ifn de indivi de Isr ti. Leno ie ea esrmen cionada con la tora uta. El eafoque dotsmai, resp del ‘sacl de Mésc, por conan con el pragmatic no pte te Give de Tos supueton seis el ibertmoyde que alates cl capt Era precameris I id desea oer coo ics en un soi stems benefcnte To gut lo hac rencadatle Br mene acon piss uy wt a Como dijo Say “dexeure Ta manta em que i rghers at prolue iste emesure'. En s calidad de ceca era excepsonainene indie den ogc poe 2 separcidn dela queasy In organiza policaauren Joe auactvs de la werd irl as nan hiss, Pas pcos sre habian tenido que soporar con penn Ia ena de et sets immpcsas al comerco y que haan experiment la incom de Ia pale pica en as atvidads econ en grade supeiy a del reno de Europ seta cauivaora isin de una "contr &iéa examin apondnes”. Jean Baptiste Say hing hincpié en ee sivori dela polica ya sonoma todavia ms qu Adm Sn Ese dino no pudo apartaie pr completo de leona ale cional que ci de Ia eonems pies una guia pete pe ls esadias® Por ens rani at come po hecho que fe tsp Feadory un steratzador de la eas e Smt Sy fr tn tras cid al parecer mis Ido en los pts hspnicn Ques ct Seat Saye economia dee ser in reno ebcrad, wh aaling Y tn cen. Tien que demonrar "que la cents poles or mismo que las ciencias exactas, consta de unos cuantos principios fun- damenales y don ren nimaro de colrios 6 sonlusnes de Sidon de eso prion’ # 1 iio de Ios economia, gram osteo para I exten de us Sten siurl 0 xpontSnen era Is presen det monmplio’ AT ILD. St 4 onli sonomy, dls, 9, ps Pte oe primera vex em 1803. " “ Pit He, 6 Sy ene se tn py. 839 sc eit mans (Hd yi ie Cale 258 (RL LIBERALISMO Y EL DESARROLLO ECONOMICO igual que Beathum en el reino de lo politico, Adam Smith expuso a cada piso eu Wealth of nations los efectos pedicles de los ite ries especiales, de las restieciones prowcionstas y del epi cor- porativo. El libro cuarto de a ertado, el que me interesd a sus ontemporineos, we consigré primordialmente a sear y 2 atscar los psilegios del metcantiizmo, “El monopolo, de una o de o:2 clase “escrbid—, parece ser el tnico motor del sistema mercant”* El libro’ pasé a exponer los numerosos expedientes de que se valeron los paises hispénioe ocuparon un lugar destacado en su discsicn) pra ategurarse una balanza comercial favorable y ascgurar de tal ‘mane la entrada de oro y plata: arancles a la importacin de artiulos concanjeros, primas y sUbvencioncs para la exporacién de productos nacionales, restriccones a ls exporaién de moneda. En el “sistema comercial 9 mercanil de Ia economia politic” ests resticiones o monopole suponen el interés de los comercantes y Jos manufacureros. Si sus imeress se potegen mediante ua. prvile io capil, &te slo puede hacerse a expensas del consumider en ‘general; pues “cl consumo es el ico fin y objeto de eoda produc ida’? Sayin Smith, ta era una méxima evident de 2uyo. Conforme al sistema natural de la economia polica, la produccin debe deter rnioare por Ja démands exinente en ef mereado, y no mediante cs Gumus aetificiales. La liberad de comercio no hace sino aumentar "a Aemandh de productos y I subsiguiente divsién dl trabajo. Pueso {que el tabsio ex el Gnico origen de Ta riqueza (“el valor cambiable de las owas"), Js poltcas que otorgan privlegios expeisles nuncs pueden sct productoras de riqueza en Ia socedad.* Gaspar Melchor Ge Jovellanos compari la sntipatia particular que sentia Smith contra los comerciantes y manufacturerosprivilegiados, y sacé en conclusiin ‘que Ts economia politica en Espaia descansaba en In. agrcultura.! La economia traicional de la Peninsula Trica habla experimen ado ya un rejuvenecimiento cuando hicieron su apariién las doctr= rns de Smith Say. El eptitu utlitarista, muy difundido, alent la Alte iustrada en su ertica de las Snstituciones no polticas. Es signi Sth, Wea of many, 58, 5 a p Soy Tri, pe xen Say io que el tmlae “indus” dea eis demi “aj de ait TVeae. ore Sinai Sh. 1 eam que Joven, qe eh teu see oot ‘EL LIBERALISMO Y EL DESARROLLO BOONOMICO 259 fcavo salar, sin embargo, queen el rein deo ecandmio no te 1 na disincén nia ent fa renova adh pot supuestn nee camilias la renovctn guiada por la eta libel, Comporanes Joao ues sense como digs de sens on rica enemigos de las reisonesprictoas dels gremios y Pat dariotdel edvcacin secular. Sin embargo, Canons se pracops ea panclar de revtalza las manufrs, de tl manera siempce un gran papell Estado en In econenas lego ue dia probe la exportacin de miter pinay nee rela fn, St nacional, asf como la impor de Hens manufacture ee trasjeros. Las propia xidade sconimiat noo apaaros toulgees ae los sipesos mercannas. La veforma econ ta Espen a fs del siglo zo hincapi en el foment (et eximulo eae a las initrias nacional mediante fa cones de pilegiey ‘eo en I eraliacién del comes yet atague eos Le reas Gionestadonles” EL vocero mis desacado de les liberals cpales en mera de cennomiay dea primera poss, fue Gaspar Melee de Janta Sia embargo 5 Informe de ley araia be s9oy provicd van neocon considerable y lo hig cer durante algin tet on el dene se 1a priera ein esaicia (199) de a obra Adam So, The ‘eelh of nations, fo ctbad, son cicto mete, por ta tee dhor Jost Alonso Onis y qucd muti, revit > lesa ie sofas al pie que ponian ree 4 sn afrmaciones Por ra pane Trait économie paligue (180) de JB. Su) fe trace Se tealidad un ao después de aps y sSpdomente se heron varias ediciones del mito, Li Cotes de Cig dactinags oo on tos de Sos deren bers, ei como presidente en hve Ramsoa izaro de Dow, teauen ttpla de Smith, Doo alfcs a Sah de Newton dei econa plc, al mismo tempo gue pote al ezalecnens de cevado aracies para a indus de an Caaoia? Fue Atvaro Fee Exrads quien se conv end pares sso literal semdtio en Tepata, Aunque su taado fra Yeas Js © La ote, Jey The dendopment of the Spenirh tele industry, 1750-100, Beckles, University ob Catania Proms 193, p.T3ee Sher, cee rie, a. Ia Kcbe Wheat, Compan, pr 1823 9 poe "Vice Rabe 8. Sil "Tie well of lon fo Spf and Mian Amacy, 1750-83, en jour of lied Benomy, 5 (51), 10433, EA ena ee, teqnenit of the scan of the "Informe dee ey agraic" by Jocona ne Endl Bipiics: Hoveray « deh M. Haviegien, Weleles, Walle Coes, 1952, pp 383 260 ‘EL LIBERALISMO Y El, DESARROLLO EcoNOMICO Curso de economia politica, 30 aparecié hasta 1828, los elementos de su liberaismo econdinico se encuentran ya en los panfletos politicos {que public en 811 y 88, En pocas palabras, el liberalismo habia ddejado huellas permanentes en Espafia hacia w82t, aunque no sin pro- vorar considerable resistencia.” or diverts rezone, Hoeralamo dasisaro reiabe mde ata tivo 3Xin para los mexicanos que para los espafoles. Las resicciones el sistema mercanilsia gravitaban mis pesadamente sobre las clo nias. Los privilegios otorgados a los comerciantes y manufactureros {que el sistema protegia 90 eran disfrutados por mexicanos nativos, sino por espaitoles. La libertad de comercio pass a identificarse cada vex, Inds con el tiunfo de ls ilusracién y de la libertad politica. En sus ‘comentativs a las poiticas de Carlos I, José Maria Luis Mora hizo hhincapié sobre todo en las reformas que levantaban las resticciones impuestas al comercio. Al parccer, simbolizaron para él cl rejuvene cimiento yeueral de la penfasula, Hizo mencién del gran aumento del tamercio producido por los dectetos que liberaron el comercio inter- colonial (1774) y el comercio con Espafia (1778). Ya no se podia dar Inarcha atre** Las reformas no hicieron sino despertar alos mesieancs Tespecto a las posbilidades del libre comercio con el mundo no hispé nico, El resultado légico, tanto de las reforms comerciales espatio Jas com de la influencia’de la doctrina Hberal, fue el decreto del 15 ide diciembre de r82r, que aba fos puertos del México independiente fon barcos de todas las naciones y ace articulos extranjros conforme fun arancel uniforme del 25 por ciento ad ealorem, En aguel tiempo se observaba un amplio optimismo nacional. El entusiasmo por el libre comercio formé parte dela euforia comstitucio- hal que mencionamos en el capitulo 3. “El comercio es el cempaiiero fascparable de la libertad y de la riqueza zacional”, eseribid Vicente Rocafuerte en 1821, Otro autor de panéletos aseverd que mediante «el comercio México se liberaria de sw anterior servidumbre y con et tiempo llegarfa a convertitse ea “Ia primera potencis del mundo por su extensién, fertlidad, clima y situaciin geogréfica’.*® Constiuia sansrpetineee Steiger opt jm aa rad So BoB shy fu de Foran conse pen Ua Iara ine at tne eau 125% mtn 1, 85,207.20 ene tne ae fine emote ikenint we gin ee de es EA, Seating ce comer 261 sto una expresién de Jo que Cosio Villegas ha calificado de “siqueza legendaria de México”, mito propslado por los extranjeros, desde los ‘conguistadores hasta Alexander von Humboldt, Alamén sefalé el papel {que habia desemperiado Humboldt en lo tocante a darles a los mexi- anos de la era de la Independencia un “concepto extremadament® exsjerada de la riquesa de au patria". Para una nacién convencida de esto, el concepto de Adam Smith de Ia divisiin del teabsjo debia tener un atractivo especial. “AL distibuir a los hombres en elxgas y passes diferentes Ia naturaleza sabiamente los doté de diversas pro- uctos y variadas industrias," Sin embargo, no tardé en ponerse de manifiesto que habit muchos (que rechazaban la oportunided de que el México independiente en- contrase su lugar aatural en la divisién internacional del abajo. Ea. 1822, un punfletiva de Guadalajara, que se hacla vocero de los senti= rmientos de dacenas e peticiones provinciales, aseveré que la ley de Bre dejarfa sin trabajo a dos mil personas en ese centro artesanaly Comenzs una lucha en torno a Sa politica arancelacia.* EL postrer perfodo colonial presencia el resurgimienta y, despucs, la decadencia de las industrise artesanales wradicionales, las mie im: portantes de las cuales se cansagraban a Ja produccién de pafos de Jana vastos y de telas de algodén burdas, como la mara. La politica real reatringié lae manufacturae textiles coloniales a fin de jroporcio= rar un mercado a los articulot producidos en Espaia, No obstante Jas restricciones, les industrias artesanales habfan subsistido porque las smanufacturas espafolas eran earas y ls costs del tahiporte por hareo se basaban en el volumen, lo cual inctaba 2 Jos comerciantes'a expor- tar aniculos de precio elevado y poco volumen. El renacimiento de la industria peninsular a fines del siglo sein amenazé a estas indusrias artesanales, pero Ia guetta de Expatia con Inglaterra, desde 1796 hasta 180, redujo el comercio y presté un estimulo de facto a los colonials. En fflo3 ce estima que Ta mited de la poblaciin de Puebla se dedicaba 1 cardar e hilar algodén para los 1200 tejedores de la ciudad. La expansign de las industrias actesanales se finaneié con capital expafol local, Pudbls era el principal centro algodonero, como Queréaro lo cra en el ramo de la lana, pero las industrias artesanales se establecie- zon por doquier en las ptovincias. Sin embargo, na tardaton en eu "8 Daniel Cio Vile, Msi’? legendary wth, co American Exemer, whe situs 18475, Aldo, Historie 1, 123 1 Sa 6 joni de Hb 3 Vw Maer A Duby Banco de deh de Mee ol foment de le indi, 26 [HL LIRERALISMO Y EL. DESARROLLO FOONOSAICO frie quebranto debido, em primer luge, al decreto de 1804, que abe l puerto de Veracruz a los anticulas de los Estados Unides y después con la desutrosa década de guerns, dese 1839 hata x83, que hizo hhuir al capital espaol. La Tadependencia amena26 de exinciin a Jas induarias artesanales cbsleus al dar paso a una inundacién de brats tejdos ingleses producidos en fries.” ‘Los aresinos encontraron aus campeones entee el nuevo grupo de dirigentes provincianos que apareccron despuls del. derecamiento dle Agustin de Teurbide, a comienzos de 183. Los delegados proviae ciales a Js dos congeeoe consiuyentes tenian un aguda sentido de Js autoncmia eepioal, resultane tamo dela adoeign del federalismo en ag como de una severe revsign del bajo arancel de 18a. La ley dal 20 de mayo de 1824 cole a gran nGmero de articulos en 1a Tia probibida, ener los que Bigoraron el algodén crudoy Ta mayo sia de las variedades de tela de algodéa comiin.* En los debmts gue precedieron a la promulgacién de ene deeret, defender las prohi- Ficiones diputados relavameate poco afectades por consideraiones tedrias y esoe paca. lor cuales ls inteescs de eae representados chor cab con Ja docteia liberal rancico Garcia, de Zacaesa, fue el més elocuene vocero de exe ‘imo grupo. Su Exporign del 6 de julio de 183 watd de demos: tear que a “teorfa de la cinca",segin Ta habia expuesto J. B. Say, tno se podia spicar rigidamente a ls realidades mexicanas locale. ‘Lo que més prapcupaba a Garcia era el descmpleo del capital y del trabajo que resltaria de un libre comercio permanence. “ZES un seguro que Sos hombres indusriosos que quedan desocupados por la importaién de manufacturas extanjeras eneveneen siempre un Nuevo raimo 2 que aplcare?™ Garca erteé el razonamiento de que una prohibicién es una carga impvesta al cansumidar en favor del pro- uct. Todos los consumidores son también productores — iin omen ajo el 296 . HL URERALISMO Y HL DESARROLLO, EooNSMICD al individuo de los restriciones corporativis y mojopolisas’ podia efectuarse tanto en la esfera de lo econdmico como de lo poliica,|En el México de la posindependencia, sin embargo, este enfogue podia dessereditarse por considerarse que no conducia de ninguna mancra al desarrollo, sing mis bien a la perpetuacién de una economia colonial, ‘bivcamemte rural y agricole, Akimin y Antwiano de ninguna ma nnera tuvieron ls wisién de una modeena sociedad industrial urbana; pero sus ideas, araigadas en ta Espasa del siglo xen, sf dieron co- :mienzo al “estilo” de desarrollo econdmico que ha aparecido en nuestro tiempo.” [Los queda por considerar un problema final. Aunque independiente idealmente de las eategorias politicas en realidad el debate en torno al desarrollo econdmica se vio arrastrado de manera inevitable aa poli- ica. Bl elemento capital de este earedo es la Iglesia, Varios observa- dores han sefalado que el defecto principal del enfoque del desarrollo de Alamén es el de que preiendié ignorar el capital amortizado de Ia Iglesia, Alamn era todavia menos antclrical que los arquitectos del desarrollo espaiil, quienes por lo menos habian desamortizado las propicdades de Ins jesuitasd Por supuesto, &ta es ox de las razones por lis cuales Jesis Reyes Heroles lama a Lucas Alamin “conservad: integral", conservador tanto ct lo econémieo como en lo politico.” ‘Alanvin ‘at vex confié en que Ia Iglesia inveriria yoluntariamence en 1a induetia, y hay algunos indicios de que ast lo hizo. No obstante, el vasta poder temporal de la Iglesia era incompatible con el “espiritu de empresa" y con Ia industria moderna que Alunvin deseaba implan- tor. Fueron los liberales doctrinaios, encabezados por José Maria Lis Mora, quienes propusieron una solucién a este problema critic. Sin embargo, las inconsistencias de a posicién de Alamin no se jpusieron de manifieso hasta 1846, cuando cstsllé el debate Tiber! conservalor. Ese tal vex nos explique el que Antufano, finalmente, hhaya pedido reformas antileicaes como roquisita previo del dsaro M, Win, The induction of cased canoe 5 Hane, $4 (136ty, V3N. Ways Tn Crd de coerce Raye Hepler, 3. $25, 9) 157, Cat Icke yee i cuca de ets comcpiin th Alamin,tnaone le contin I ibn en Hura Mesa, 11 (961), S31. Acre de Als {Soil de ln Ipeay vere tien Chiver Orne, Hiri, gp. 337, 3726. Cheer ‘ets ia erin atin 7 sla queers nein para Mes, ee Fate cus ms os ae fated prods nt de ant FL MIBERALISMO Y HL, DESARROLLO EcONSMICO oot lo Sonémico.LSalvo pot los articulos de Et Universal, que tab ver, fo Ul vez no, tlieron de Ja pluma de Alamén, el desarrollo econ’: rico figuré poco en las esritos de posguerra de este titimo. Su de- fensa de la Telesis, sr ataque contra las dactrinas liberales y el es situ uiltarisia, sa evocaciin de los valores y tradiciones hispinicos contea Ia amenaza de la nueva sociedad de los Estados Unidos, ldgica mente deberian cerrat la puerta a cualquier clase de ryedernizacién ‘connimica, El dehate en torno al desarrollo econémico, as, pues, queds fenredado en la lucha idcoligica que extall6 después de 1846, lucha ‘que no se resolvié duranté dos décadas) as

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