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En el trabajo cotidiano con los grupos, cuando intentamos tomar distancia del
hecho grupal y pensar este hecho convirtiéndolo en experiencia, una de las
preguntas que surge es: ¿Cuál es la Tarea de ese Grupo? ¿Qué ocurrió con la
Tarea?
Sabiendo como punto de partida que aún no hay pensadas del todo categorías
grupales para este desarrollo metapsicológico, correré el riesgo de cometer
transgresiones epistemológicas, tal vez transpolaciones de conceptos pensados
para el Psicoanálisis individual, trasladándolos a los grupal.
Pareciera que el sufrimiento, lo doloroso, tiene que ver con la presencia de los
otros, que justamente cuestionan una imaginaria completud individual. Y
justamente, entiendo que desde Pichon-Rivière sólo habría Tarea si cada uno
está dispuesto, tal como él lo expresaba en el Documento de Fundación de la
legendaria Escuela de Psiquiatría Social (1953) a ponerlo todo en cuestión3.
Plantea que los integrantes llegan al grupo con una pieza de un rompecabezas
que luego intentarán rearmar entre todos. En realidad podríamos pensar que
cada integrante llega con múltiples piezas de infinitos rompecabezas, que
según cómo, de qué manera y con qué otras piezas se articulen, serán las
figuras que armará. Y esto nos hace pensar en la multiplicación de escenas y
sentidos que va adquiriendo lo de cada uno en el espacio grupal.
Nos hace pensar en el placer del Trabajo con los otros, en las fisuras, las
diferencias, que en ese entramado entre Horizontalidades y Verticalidades,
permiten la creatividad, o sea, la posibilidad de que alguna pieza de algún
rompecabezas se articule con otra de alguna manera nueva, de alguna forma
diferente, que permita salir de la cadena letal y eterna de la repetición.
Poder conectarse con lo siniestro, con lo fragmentario, con lo que remite a los
deseos infantiles, a la castración, y produce angustia, y en una vuelta de
espiral dar lugar a la emergencia de lo maravilloso, sentimiento propio ante la
producción del objeto estético.
Al hablar de Tarea como Noción. "de lo que se trata es de ubicar una noción
que englobe, al mirar a un Sujeto, su relación con los otros y con la situación"
y a la vez "elaborar con esquemas adecuados ciertas situaciones prácticas".
Además hablar de Tarea como Noción implica cierta toma de posición ante lo
grupal y de líneas con las cuales accionar.
La tarea y el surrealismo.
Toda vez que intentamos realizar un estudio de los fundamentos del ECRO de
Pichon-Rivière, entre el Psicoanálisis y el Materialismo Histórico nos aparece
cabalgando el Surrealismo.
Vital pasión la de Pichon por Lautréamont, el gran poeta admirado por Breton y
uno de los padres del Surrealismo.
Rompe las barreras racionales del arte y es producido en una época en que las
guerras dan cuenta de la demencia de un sistema, del fracaso de la ciencia, de
la filosofía y del arte. Cuestiona a una civilización que se vuelve contra el
Hombre.
"La poesía debe ser hecha por todos y no por uno solo" (Lautréamont).
Todo se cuestiona, pareciera que surge una búsqueda colectiva; que se confía
en la producción posible del grupo. El Grupo Litterature comienza a publicar
sus escritos.
¿Revolución - Literatura?
Breton se pregunta:
La tarea y el psicoanálisis.
La Tarea implica un referente simbólico, una toma de posición que tiene que
ver con el sentirse perteneciente y a la vez diferente. Para que haya
simbolización tiene que haber un corte, una ruptura en la fusión con el otro. A
pesar de tener cosas semejantes, poder ser diferentes10.
Pienso que elaborar la Castración sería aceptar que hay un objeto que está
perdido y que si bien podrán lograrse momentos de cierta plenitud, jamás se
logrará un objeto que sature en forma total esta búsqueda. O sea, la
elaboración de la castración que estaría en juego en la Tarea de todo Grupo
tiene que ver con la aceptación de una distancia entre el Yo y el Ideal.
Esta línea remite directamente al otro tan "divulgado" tema del ECRO que es el
tema de las ansiedades (Depresiva y Paranoide-Miedo a lo Nuevo, Miedo a
Perder lo Viejo). Sabemos que en Psicoanálisis hay un afecto que tiene una
jerarquía diferente al resto de los afectos, que es la Angustia. Si pensáramos la
Tarea en relación a la elaboración de la Castración, a la aceptación de las
semejanzas y diferencias, a la Renuncia a una completud narcisística. ¿Cuál es
el estatuto de la Angustia en el trabajo con los grupos? ¿Cómo pensarla en el
contexto del Grupo Operativo? ¿Angustia ante la evidencia de la Castración?
¿Angustia ante lo siniestro? ¿Angustia por la alineación en el deseo del otro?
Por lo planteado hasta aquí, la Pretarea tendría que ver con Identificaciones
Primarias, no recíprocas, referidas al Yo Ideal, en el que no existe la marca del
tiempo. En la Pretarea, en tanto instancia articulada al Yo Ideal, no hay futuro,
no hay muerte, por lo tanto no hay Proyecto.
Hay quienes plantean que la Pretarea es una Antitarea, lo cual lleva implícito
un peligro, y es el pensar la Pretarea como separada de los otros dos términos,
y en ese sentido tratar de evitarla, de "sacar al Grupo de la Pretarea" para
"entrar en Tarea". Pichon-Rivière dice en su trabajo con Bauleo ("La Noción de
Pretarea en Psiquiatría"): la noción de Tarea abarca tres momentos: Pretarea-
Tarea y Proyecto.
Más que evitar la Pretarea, más que escucharla como un divague, como una
resistencia, habría que co-pensar con el Grupo los múltiples sentidos que se
plantean en este momento grupal, abriendo y no obturando la emergencia de
estos sentidos y trabajando con los integrantes este necesario pasaje de
posición, esta necesaria renuncia narcisista que implica la elaboración de la
Castración.
Más que preguntarse si un Grupo está o no en Tarea, habría una pregunta más
operativa a formularse, que a la vez dispara nuevas preguntas: ¿Cómo es la
Tarea de este Grupo? ¿Cómo se va constituyendo la producción grupal? Y
desde una lógica del inacabamiento según la cual un Grupo es una esrtructura
- estructurando, nunca del todo acabada, la Tarea es también no una totalidad
sino una totalización, en cuyo seno convive una tendencia a la vuelta a la
Pretarea (al individualismo, a la soledad narcisista, en que la Comunicación y
el Aprendizaje son imposibles, y en que la Castración y la Muerte no existen)
con una tendencia contraria que tiene que ver con la posibilidad de estructurar
un Proyecto, o sea incluir la Castración y el paso del tiempo.
Desde esta perspectiva la Tarea es ese proceso, en cuyo seno se da esta lucha
dialéctica entre Pretarea y Proyecto, entre negación y aceptación de la muerte,
de la finitud.
Co-pensar, aprender a pensar... pareciera evidente que hay algo que debiera
ser pensado. Pero, ¿qué es lo que se piensa? Castoriadis define a la Elucidación
como: "pensar lo que se hace y saber lo que se piensa"11.
¿Es la tarea del coordinador un trabajo permanente de elucidación en tanto
pensar acerca de un quehacer propio y del grupo, y una búsqueda de saber
acerca de lo que piensa? Saber lo que se piensa en el sentido de marco teórico
al cual pueda referir y desde el cual interrogar sus intervenciones y sus
pensamientos acerca de las mismas, pero además saber, en el sentido de
desalienación. O sea cuestionar/se, interrogar/se como sujeto de una praxis e
ir construyendo un cierto saber sobre sí mismo como sujeto implicado en ese
hacer y pensar. ¿Y acaso no es también este saber un saber acerca de su no-
saber? ¿Si el coordinador de un grupo no puede dar cuenta de su no-saber,
puede acaso ayudar a otros a pensar?
Hasta aquí la tarea del coordinador quedaría definida como una Tarea de
elucidación en el sentido que Castoriadis le da al término. J.C. de Brasi define a
la elucidación como una "tarea deconstructiva", "un pensar sobre lo hecho
mientras se buscará conocer con mayor precisión eso que como 'hecho' deberá
ser deshecho para entender su irradiada composición".
JASINER, G.; Tarea, psicoanálisis y surrealismo; Rev. Temas de Psicología Social; nro.9;
Ediciones Cinco; Bs.As.; Abril 1988.
BIBLIOGRAFIA.
* JASINER, G.; Tarea, psicoanálisis y surrealismo; Rev. Temas de Psicología Social; nro.9;
Ediciones Cinco; Bs.As.; Abril 1988.
9 J.C.DE BRASI: Elucidaciones sobre el ECRO, Rev. Lo Grupal, nro.4., Ed. Búsqueda.
10 LUIS B.HORNSTEIN: Introducción al Psicoanálisis.