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EXHAUSTIVIDAD DE LA SENTENCIA.

La legislación, la jurisprudencia y la
doctrina no proporcionan una definición de exhaustividad, sólo establecen su
exigencia para el contenido de las sentencias jurisdiccionales. Empero, tal
definición se puede extraer, con seguridad, mediante la abstracción de lo esencial
del concepto, al consultar el Diccionario de la Lengua Española, y darle
seguimiento en la misma obra a las voces relacionadas con él, y conjuntar el
resultado con la finalidad obvia de alcanzar la mayor calidad posible en los fallos
jurisdiccionales, perseguida por la sociedad en el Derecho y la legislación
procesal, al imponer la exigencia de exhaustividad. Ciertamente, conforme al
diccionario citado exhaustivo es lo que agota o apura por completo; agotar es
extraer todo el líquido que hay en una capacidad cualquiera, gastar del todo,
consumir; apurar implica averiguar o desentrañar la verdad ahincadamente o
exponerla sin omisión. La claridad de estos conceptos da la pauta para conocer
con certeza que lo esencial del concepto investigado radica en hacer algo con la
mayor completitud, ocuparse de todas las partes o porciones de un todo (hasta la
última gota), no omitir nada al emprender una tarea o acción determinada,
penetrar hasta las entrañas de un problema para que emerja con nitidez la verdad,
y proceder en todo esto con ahínco, o sea, con gran empeño o diligencia en aras
de la eficacia óptima.

Las precisiones dadas conducen a la convicción de que la exhaustividad en las


sentencias es una exigencia cualitativa, que el juzgador no sólo cumple con
ocuparse de cada cuestión planteada en el litigio de una forma cualquiera, sino
cuando lo hace a profundidad, explora y enfrenta todas las cuestiones atinentes a
cada tópico, despeja cualquier incógnita susceptible de generar inconsistencias en
el discurso, enfrenta las diversas posibilidades advertibles en cada punto de los
temas sujetos a decisión, expone todas las razones tenidas en cuenta para la
asunción de un criterio, sin reserva ninguna, y en general, revela y explica en su
totalidad lo que le sirvió para adoptar una interpretación jurídica, la integración de
una ley, la valoración del material probatorio, el acogimiento o desestimación de
un argumento de las partes o de una consideración de las autoridades que se
ocuparon antes del asunto, esto último cuando la sentencia recaiga a un medio
impugnativo de cualquier naturaleza.

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