Para ello, resultan necesarias las políticas de gestión urbanística orientadas a la
recuperación de plusvalías, al ordenamiento urbano, a la inclusión de la función social y ambiental de la propiedad, la prevalencia del interés general sobre el colectivo, y la concepción del espacio público como derecho colectivo fundamental. Asimismo, reforzar el sistema catastral para mejorar la información a disposición de los ayuntamientos para la recuperación de plusvalías resultantes de operaciones urbanísticas y compraventas.