La castración química es un método a base de fármacos que reducen los niveles de
testosterona y con ello el deseo sexual en los hombres. Su aplicación se ha planteado
como una solución a los delitos de naturaleza sexual de forma restrictiva, pues, quienes cometan este tipo de delitos deben ser analizados a través de ciencias que sirven de apoyo al derecho, para determinar la conveniencia del método y a qué condenado se la puede conferir una vez que este la solicite voluntariamente. Con este método se pretende fortaleces las políticas criminales que sirven de prevención para evitar la excesiva comisión de delitos que tienen como resultado la violencia sexual. Además, sobre estas políticas, se busca una expansión que sirva al desarrollo de las ciencias criminológicas para determinar el perfil de los criminales que atentan a la seguridad del sistema social establecido.