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6.4 * * aA f ts ‘eer omerea, awomirina f: wie ‘* sera shizo DE AGRICULTURA DE LA NACION Som 2 Les ¥ my re ‘ [Sha hie Sat eigen rs iH a MAIPU réjx @BUENOS AIRES e a scutes.” re DE LA tf « * : _ tugrata de Ulldn en Relacién con un Proyae- »* . as + == tado Dique de Embalse =—, t = * « : ‘ “(Provincia de’ San Juan) om er 2 ft ieee om PABLO GROEBER y AUGUSTO TAPIA * > i : - : ; “ Sad penton ve Ma Ue w Satna aati x af M4 , Ae * 1 , ‘© precio: CUATRO PESOS ’ a . “BUENOS AIRES pe. goyprs-Tavtans Gxivicos DAL MINIeTanio DE AORICULTORA DE La Nacibx Lo sigedaea (ies Award ;: » F ng is ; a “ % Bi . es ae eg } 3 . $e “ at 5 oF cece i : ‘m= te > a > Miers Publicacién N.° 25. (Catena Sages 2 ier uralenows oe Dita ORT ae x Sobre las condiciones: geoldgicas rethantes en ‘a’ regién del proyectado dique de lay, - ===== Quebrada de Ullun * (PROVINCIA.DE SAN JUAN) © te es aa t = - * PABLO GROEBER SG ee aan vw. eo. SA ie oe, ie + hw : ‘ peg ee rs eign * a so Ok: “ee ia ~NFORME - 4 € 5, ; Sobre las cadeicnepiat reinantes en la reset del proyectadodique en la Quebrada de ULLUN (Provincia de San Juan). ae £5 p : La regién de la Quebrada de Ulldn esté constitufda por: © 1) las calizas ordovicianas intensamente plegadas en el paleo zoico, que componen la Sierra Chica de Zonda y que surgen al Sud del rfo San. Juan debajo del otro elemento constituyente de la regién, es decir debajo de 2) los_sedimentos terrestres del Plioceno 0 depésitos de las cuencas sfiperpuestos discordantemente al complejo antiguo (1). Las calizas ordovicianas son en fe dolomiticas, frecuente- mente silicificadas; contienen nales, potos fésiles y son de color gris4ceo-azulado. En la superiorwisible existen cuar- citas blanqyecinas-amarillentas. % = >"? » Los : entos terrestres tienen un espesor.no menor de 1.500 metros piezan con un conglomerado basal compuesto exclu- sivamente por pedazos angulosos de la caliza ordoviciana y de los dernales inclufdos en ella y cementados por material calcdreo. ~yLos componentes han sufrido s6lo un transporte muy corto. El conglomerado tiene un espesor muy variable, que es mayor al sud de las canteras ; ales, de donde, se Hevaron trozos de esta roca para la construécién del dique nivelador. En estas canteras alcanza a mds de 40 metros de espesor y contiene interestratifi- caciones de material arenoso con ripio chico. Hacia el norte y sud desaparece paulatinamente y el grupo siguiente compuesto por arcillas rojas yace directamente sobre la caliza sildrica. Pero fren- te y al sudoeste de la Quebrada de Ulldn aparece de nuevo y se encuentra en ambos casos, especialmente en el primero, dentro ds leve de la superficie de las calizas silGricas, ahora‘ * inclinada. Si reconstrufmos su posicién primitiva, ve- ~ tas ensenadas corresponden a antiguas depresiones en 7 jue llevaban las calizas y que el conglomerado representa entonces el relleno de estas depresiones que, a juzgar por la pre- (1) Faltan en absolut capas del sistema de Paganso o Gondwans, cuya presencia fué Indicada por Sotonjax en un informe que tuve a a vista; Ia Sierra Chica de Zonda se compone hasta ou cumbre que he visitado, de calizas sildricas o sea ordovicianas. ERO Sey ox PABLO GROEBER ae sencia de ripio fluvidtil en él, deben considerarse como partes de antiguos surcos guaderos de pendientes muy Suaves de un relieve’ muy maduro, cercano ya a la penillanura. Encima del conglomerado basal sigue el ya citado grupo de las arcillas rojas que suelen tener un espesor de unos 15 a 20 me tros; luego siguen capas rosadas blandas de unos 40 a 50 metros de espesor que contienen en la regién de las canteras australes, es decir, dentro del alcance de la antigua depresién en el terreno, unos bancos de yeso. En la Quebrada de Ullfin estas capas son seguidas por una serie de areniscas y arcillas rosadas de poca consistencia, muy fria- bles y bien expuestas en ambos lados del rio y en la parte superior de la Quebrada, donde se proyecté el dique. Las areniscas desapare- cen poco a poco hacia el Sud en este complejo inferior que tiene alrededor de 400 metros de espesor. Las areniscas desaparecen también paulatinamente a medida que subimos en la serie y en la sucesién de las capas. Al mismo tiempo los sedimentos adquieren un cardcter de arcilla arenosa que contiene material tob4ceo, proveniente de erupciones Acidas y muy descompuesto y que tiene un aspecto de loess rosado lige ramente solidificado. En la parte inferior de este grupo de sedi- mentos que alcanza a mds de 500 metros de espesor, empiezan a inmiscuirse los primeros banquitos de ripios finos, compuestos de rodados de grauvaca devénico-silirica y de porfiritas y de pérfidos cuarciferos, es decir de rocas que afloran més al Oeste en la precordillera.” Hacia arriba estos banquitos apmentan en frecuencia y espesor, agranddndose al mismo tiempo el tam de los rodados qua son siempre bien redondeados. Este ak esta muy bicn expuesto entre la salida del rfo de la parte angosta de la Quebrada y el dique nivelador. : Pocos metros al Noreste de este dique y en la margen izquierda del rio los rodados empiezan a predominar, siendo separados sus bancos de mds de 20 metros de espesor por capas de loess a veces algo rosados de 3 metros de espesor a lo sumo. Hacia arriba éstas pierden su color rosado torndndose su coloracién en gris. También allf el material de los rodados se compone casi exclusivamente de porfiritas, pérfidos cuarcfferos, grauvacas - ticas y devénicas, raros son granitos y otras rocas intrusivas y no- table la casi completa ausencia de rodados de caliza. Entre los Pilloheeateye cane que he podido observar, he visto un solo srodado de caliza ordoviciana. Los bancos de los rodados son apenas cementados y no merecen por consiguiente el nombr¢ de conglomerados. Su superposicién sobre la seccién media del com- ejo terrestre es normal y concordante, asf lo expresa también ti presencia de bancos de rodados en ésta y el pasaje paulatino al grupo superior. Su espesor supera 500 metros. 4 Aunque no ayan encontrado fésiles en la serie, los ca- racteres petrogrdficos descritos demuestran que se trata de opp6- sitos jévenes. Ellos han participado de movimientos muy” fuer: tes. Segin: mis investigaciones en el Sud de Mendoza y en el Neuquén, el tiltimo movimiento orogénico de gran escala se produjo entre el final del plioceno y el principio del pleistoceno. Otra fase orogénica actué al final‘@‘en la parte’ superior del mioceno. Dada la concordancia entre los distintos grupos de la serie terres- tre y a juzgar por el grano fino de los dos tercios dest. depésito, la serie debe haberse sedimentado en la época de tranquilidad tec- ténica comprendida entre estas dos fases, es decir en el plioceno, La presencia de material tob4ceo dcido muestra que la serie es mds © menos contempordnea a las erupciones de traquiandesita y de traquita pliocenas. Es cierto que en los depdsitos de la regién * de la Quebrada de Ullin no est4 muy bien conservado, pero se encuentra frecuentemente intercalado en series de la misma edad del pie oriental de la precordillera y de la cordillera del Sud de Mendoza sv ‘ ty La siempre creciente cantidail de rodados en la parte supe- rior de la serie demuestra que en regiones donde afloran las grau- vacas paleozoicas y las rocas eruptivas permo-tridsicas, es decir | en la parte occidental de la precordillera y al pie de la alta cordi- llera, fué avivada la erosién por los incipientes movimientos de la tercera fase en tiempo algo anterior que en la Quebrada de Ullin. En el siempre creciente tamafio de los rodados que se suceden en serie se refleja el ascenso creciente de los elementos orogrAficos ccreados por estos movimientos. La concordancia reinante entre los distintos complejos pliocenos y la falta de rodados de caliza en ellos demuestra que nuestra zona quedé adn sustrajda al ascenso general en el principio de los movimientos, lo que n@ es el caso.en todas partes, porque segin STAPPENBECK el complejo superior de los rodados pr ntes yace a veces con ‘discordancia, aunque muchas yeces leve, sobre los demds complejos pliocenos. Nuestra zona fué alcanzada por los movimientos de la tercera fase recién en tiempo del mayor desarrollo de ésta, Para que el lector pueda darse cuenta de la importancia de estos movimientos, _menciono, que por ellos ha sido creada la Cordillera de los An- ydes en su actual forma, la costa pacifica del continente y las sie- yras pampeanas. : En nuestra regién, como en todo el Norte de la Repiblica, estos movimientos se caracterizan por el fraccionamiento del conti- nente en grandes trozos que sufrieron o ascenso o descenso fuerte y en cuyos bordes se produjeron complicaciones tecténicas. La Sierra Chica de Zonda es un bloque elevado de esta {n- dole e interpuesto eatre las depresiones de San Juan y de Ullin. Ya dije que las calizas intensamente plegadas en el paleozoico son seguidas discordantemente por el conglomerado basal del Plio-~ ceno que fué depositado, como ya dijimos, en’ depresiones oro- gr4ficas en la penillanura que corté las calizas. Su actual posi- cién casi vertical indica que el bloque de las calizas ha sido volcado hacia él este, al ascender. La torsién de la compacta masa de las calizas es visible también en su estructura interior: los ejes de los numerosos pliegues cerrados, anticlinales y sinclinales, no se en- cuentran en posicién aproximadamente horizontal, sino son incli- s fuertemente hacia el NE con un Angulo que supera 50°. No se puede objetar que se trate de un fenédmenbd de la estructura primitiva de braqui-anti y sinclinales, porque los ejes de ambos elementos acusan la misma. inclinacién. 8 , PABLO GROEBER e A medida que se avanza hacia el este la inclinacién del Bioaue reflejada por los sedimentos que lo cubren se hace cada vez suave: es decir su superficie tiene la forma de una batea. “I producirse la torsién, las partes cercanas a la superficie sufrieron necesariamente una compresién mayor que las partes alejadas. Si tales movimientos afectan una serie de sedimentos horizontales, sus capas se deslizan una encima de la otra del mismo modo que las hojas de un bloc de papel, cuando se lo dobla; pero como se trata en nuestro caso de una masa de sedimentos ya plegados anterior- mente y reunidos en un bloque sélido, debfa seccionarse la super- ficie del bloque en lajas, y éstas debian agruparse como tejas. Asi se explica la tecténica al pie suet cS la Sierra Chica de Zon- da y tal vez también su propia forma de laja angosta y parada como parte seccionada del margen o de la superficie del gran bloque de la precordillera. Muy tfpicamente desarrollado es este fenémeno en el caso de la laja angosta de caliza sildrica antepuesta a la sierra en la regién de las canteras australes y sepa de las calizas de ella por las capas basales de la serie pliocena (*). Hacia el Sud de la zona representada en el mapa, se agrega al flanco oriental de la sierra una crecida cantidad de lajas nuevas que a veces no Ilegan a tener m4s de 15 a 20 metros de grosor. En el mapa figuran algunas. La Sierra Chica de Zonda est4 limitada al Oeste por una falla muy importante contra a cual se orienta el bloque hacia el norte o nornoreste, de modo que se concluye al sud o mejor al oeste de la Quebrada de Ullan. M4s o menos frente al dique pray yectado observamos un aparente acodamiento de la superficie an- tigua del bloque y del rumbo de las capas pliocenas que lo cubren; esto no puede ser una forma primitiva, porque hemos visto que la superficie del bloque de la caliza tenfa antes de la sedimentacién de las capas pliocenas la forma de una penillanura. La forma an- gulosa es producida por otra de las lajas mencionadas y la conti- nuidad de las capas pliocenas se explica por su blandura y plas- ticidad, a causa de la cual: podian amoldarse a la forma de la laja, siendo desplazadas solamente en su borde lateral, mientras que ésta ascendia o se agregaba a la superficie del bloque. En la pro- longacién de la laja, hacia el Norte, y en su frente las capas plio- cenas pierden en un trecho su fuerte inclinacién oriental y forman un pequefio sinclinal para ascender de nuevo fuertemente cerca de la parte baja del bloque de las calizas. (Véase la parte escrity por Tapia). Desde’ alli hacia“el Norte 1 bloque de‘as Galicas'ferde Agi: damente en altura. Frente a esta zona, donde —mirando en sentido inverso—surge rdpidamente, las capas pliocenas son atravesadas por numerosas fallas transversales que son admirablemente vi- sibles en la garganta del rfo en los alrededores del dique proyec- tado, como demuestran las fotograffas adjuntas. TAPIA las descri- bird en detalle. () Vénse Mdmina XIII con pertles. ot LA QUEBRADA DE ULLON Y EL DIQUE-DE EMBALSE—SAN JUAN 9 Durante todos estos movimientos el rio San Juan mantuvo su curso como rfo antecedente tfpico, a través de la faja que ocupa hoy la Quebrada de Zonda elaborando y cortando esta quebrada, mientras que ascendfa el bloque de las calizas pausadamente. Al mismo tiempo se formé un relieve conforme con tos elemen- tos orograficos creados por estos movimientos. Entre éstos sobre- salfa la Sierra Chica dé Zonda entre las depresiones de San Juan y de Ulin. Las capas pliocenas blandas se destruyeron profunda- mente, sobre todo los complejos de menor resistencia, es decir el inferior y el medio. Los bancos de rodados del complejo superior resistieron en mayor grado a la erosién, a pesar de que son ape- nas cementados, de modo que se invertia el relieve en la zona ocu- pada por la serie pliocena, form4ndose depresiones en la parte que habfa sido elevada por los movimientos y constituyéndose una sierra en el 4rea de menor elevacién, es decir en el sinclinal amplio for- mado por esta serie donde se encuentran los rodados del grupo superior. En el material blando de las capas pliocenas la erosién obré con mucha rapidez, Ilegando pronto a.su nivel de base y formando un relieve suave de planos levemente inclinados desde las lomas hacia las depresiones de San Juan y Ulldn. La caliza empero resistié y sigue atin resistiendo en alto grado a su accién y forma una sierra de pendientes abruptas apenas sur- cadas. -Sobre los planos levemente inclinadd$ fueron dispersados gran cantidad de rodados que se componen de caliza en las pen- fientes que. descienden del pie de la Sierra Chica de Zonda y de agauvacas, porfiritas, pérfidos cuarcfferos, etc., en los planos que cienden de la cresta formada por el grupo superior de la serie pliocena, en la cual se encuentran a su vez estas rocas como rodados y de donde proviene el material dispersado sobre los planos, que “~se encuentra entonces allf en yacimiento secundario. * Méds o menos donde corre ahora el rio San Juan se tocaron las pendientes descendientes ‘desde la Sierra Chica de Zonda y desde las lomas pliocenas al este y noreste del rio como se ve por el material de los rodados que cubren Jos planos y de la inclina- cién de sus partes ain conservadas. Especialmente desde la’ cafiada mayor o depresion mayor ha- cia el sudoeste se agregan algunas depresiones de rumbo meridio- nal, es decir algunas, depresiones paralelas a la mayor. En lo sucesivo se produjeron varios leves ascensos, separados por épocas de tranquilidad tect6nica, durante la cual se ensancharon Jos surcos desaguaderos creados por la erosién consecutiva hasta formar anchos cafiadones de superficie plana que se cubrieron nueva- mente de rodados. Podemos distinguir cinco de estos ciclos y, si agregamos el actual, seis. Hasta el quinto ciclo el Rio San Juan pasaba por la Quebrada de Zonda como puede comprobarse por el hecho de que la quinta terraza atraviesa la Quebrada de Zonda y se prolonga hasta el actual curso del rfo, en forma de «flood- plein » al pie de las barrancas de |as terrazas precedentes. Los rodados de esta quinta terraza se encuentran, segfin Ta- - Pia, dentro de la parte superior de la Quebrada de Zonda encima de depésitos lacustres de un gran lago que llené toda la depresién Ayes FY 10 PABLO GROEBER de Ulldn y que penetré unos 150 a 200 metros en la parte superior de la quebrada. El material de los rodados de la terraza proviene de las acumulaciones sobre terrazas anteriores que no podfan suje- tarse en la pendiente abrupta de las laderas de la Quebrada de Zonda. La quinta terraza corresponde entonces al nivel del lago y_al-del rfo que lo desaguaba. El lago fué formado a causa de mo- vimientos diferenciales dcbiles de la Sierra Chica de Zonda y de la depresién de UllGn, de modo que fué obstrufda su salida por la Quebrada de Zonda. Su profundidad era escasa pero su extensién horizontal considerable, porque ocupaba casi todo el bajo de Ulldn desde el norte de este poblado hasta el sur de jos bafos de Zonda, como vemos por la propagacién de los depésitos lacustres, de grano fino, blancos, en los cuales encontré Tapia algunos gasterépodos atin vivientes, En las m4rgenes del lago, por ejemplo al norte de la entrada de la garganta de la Quebrada de UllGn, se acumularon los roda- dos de la terraza, especialmente de la tercera y tal vez de Ja cuarta, y se extienden todavia varios cientos de metros al interior de la cuenca ocupando el yaciente de los depésitos netamente lacustres. En el faldeo de la Sierra Chica de Zonda se inmiscuyen en ellos material calcdreo exclusivo, proveniente de Jos conos de deyeccién que descienden de esta sierra. A causa del endicamiento natural, el agua del lago se puso en contacto con las capas pliocenas en el margen noreste de. Ja cuenca. Por su gran permeabilidad y su poca consistencia, estas capas se Menaron de agua infiltrada, como pasa ahora con las capas del fondo del lecho del rio, de modo que tenfan que brotar vertient. en la depresi6n mayor situada entre la Sierra Chica de Zonda y la cresta al noreste del rio; esto debfa suceder con tanta mayor faci- lidad, cuanto que el rumbo de las capas inclinadas de la parte in- ferior de la serie pliocena es mds o menos paralela a este cafiadén. Tal fendmeno se observa todavia ahora. Cuando los icafiadones paralelos o vecinos tienen altura diferente se forma a causa de la permeabilidad de las capas pliocenas un horizonte de agua infil- trada que desciende — cuando Ilueve — desde el cafiadén del lecho de mayor altura al de altura menor. En su pasada por Jas capas, que se produce frecuentemente independiente de la es:ratificacién, el agua cava ttmeles y galerias subterraneas en las capas de tan poca consistencia, como son las que componen la serie pliocena. Estos tuneles desembocan. siempre al nivel del cafiadén inferior. (Véase fig. 2, l4m. IX), En los cafiadones de posicién mds elevada se encuentran huecos o sumideros aparentemente chicos, por los-cua- les se pierde el agua que afluye durante las Iluvias desde sus cabe- ceras, aunque todo el cafiadén parece a simple vista estar comple- tamente intacto. El techo de los taneles se ha deshecho en algunos { casos, casi totalmente de modo que rajaduras hondas unen el ca- fiad6n superior con el inferior y a veces est4 atin conservada una parte del techo formando ahora un puente de tierra, Es éste un caso anélogo en pequefia escala a otro fenémeno muy conocido y grande que se encuentra al sud de Alemania, donde el rio Danubio superior pierde sus aguas en una zona compuesta por calizas jurdsicas, pear adneee eMcralcented desaparece el agua ® a LA QUEBRADA DE ULLON ¥ EL-DIQUE DE EMBALSE—SAN JUAN 11 ‘por unos huecos y galerias en las calizas y reaparece a eae dis- tancia y a varios cientos de metros mds abajo al pie de la sierra, sobre la cual corre el Danubio y que tiene por consiguiente el aspecto de un acueducto natural, como rfo subterrdéneo saliendo de una boca grande y vertiéndose hacia el Rhin. Del mismo modo las aguas del Jago se infiltraron en las capas blandas de su orilla, disolvieron su cemento y se Ilevaron las par- ticulas de arena, formaron tineles que debian ensancharse r4pida- mente a causa de la gran afluencia de aj formAndose un de- sagiie subterrdneo del lago hacia la depresién ya nombrada. Como esta depresién era un cafiadén de un rio seco, donde la erosién era débil y donde el perfil equilibrado era inclinado, la afluencia de tanta agua debfa profundizarla y ensancharla ya en un tiempo en que atin se mantenfa el techo del desagiie subterréneo del lagp. Asi se explica la diferencia de aspecto de la seccién inferior y de Ja parte superior de la Quebrada de Ullin; la primera representa un valle ancho de laderas no demasiado abruptas hasta cuyo nivel han podido cortarse la mayorfa de los afluentes laterales, mientras que la segunda tiene la forma de una garganta angosta de paredes perpendiculares y casi todos sus afluentes son cafiadas colgantes tipicas. Esto es el caso especialmente del lado izquierdo del rio donde el declive de la sierra vecina es suave, no asi en su margen derecha, donde la sierra sube rdpidamente a gran altura relativa y donde la fuerza erosiva de las crecientes ha sido mayor a causa de la fuerte pendiente. Este proceso de filtracién del agua por las capas, su perfo- racién, el ensanche del antiguo cafiadén seco, el hundimiento del techo de los canales subterraneos, es decir la formacién del cauce del rfo San Juan actual, debe haber sido un proceso terminado en pocos afios, a causa de la poca resistencia de las capas pliocenas. _Cudn rdpido opera la erosién en sedimentos apenas: solidificados “he podido observar en el caso del lago Carri-Lauquén. Este lago ‘se habfa formado a causa de una avalancha de piedras que cayé de uma ladera de su caj6n profundo y angosto y se mantuvo asf du- rante mucho tiempo. En el afio 1914 se rompié el dique natural y el lago que tenia veintidés kilémetros de largo por uno y medio de ancho y cien metros de profundidad, se vacié en una noche casi totalmente. Durante el tiempo de la existencia del lago se habia acumulado en las desembocaduras de los afluentes y el rfo principal —Barrancas—gran cantidad de depésitos Ilenando los cajones profundos hasta el nivel del Jago. Después de su desaparicién la erosién trat6 de restablecer los cajones en su forma antigua y _ corté en dos afios quebradas de cien metros de hondura en estos depésitos. Habiendo reconocido la composicién y los acontecimientos geolégicos de la regién, nos serd facil juzgar las condiciones para la construccién de un dique en la Quebri de Ulin. Su emplazamiento ha sido proyectado justamente donde se produjo la filtracién del agua del lago natural compuesto por las capas pliocenas y la elaboracién de un nuevo cauce del rio. Construyéndose el dique se provocarfa la formacién de un lago aproximadamente igual al desaparecido. Se reproduciria en- Bt] PABLO GROEBER + tonces el mismo proceso de minacién subterrdnea por infiltracién de agua en las capas blandas de los alrededores del dique y la a ticién de vertientes en este caso en las cafiadas vecinas, separadas del valle principal del rio San Juan sélo por cuestas angostas. Tal proceso tendria lugar sobre todo hacia los cafiadones si en la margen izquierda del rfo o en su lado este, hacia donde se dirige la inclinacién de las capas. Varios de estos caiiadones especialmente del costado derecho del rio desembocan aguas abajo del dique proyectado. En tiempo relativamente corto se minarfan las lomas intermedias y se desmoronarian. Como este fendémeno se producirfa no sdélo en un lugar, sino a lo largo del brazo del nuevo lago que penetrarfa en la Quebrada de Ulldn, seria imposible combatirlo. F Consideremos ahora lo que sucederla al dique, si es que se alcanza a levantarlo, sin que se deshaga antes de terminarse. Hemos visto que en el lugar de su emplazamiento proyectado, las capas poco resistentes del grupo inferior de la serie terrestre pliocena estén cruzadas ‘por numerosas fallas transversales. Enton- ces el agua se filtrarfa no sdlo por las capas permeables contenidas en la serie, cuyo rumbo concuerda con la direccién del valle en este punto, sino descenderia ante todo aguas arriba del dique por las grietas de las fallas, pasarfa por debajo del dique por las capas permeables y surgirfa nuevamente a la superficie por las fallas mds préximas situadas aguas abajo del dique, abriéndose camino por una especie de sifén, paulo ee minarfan las capas que sirven de asiento al dique en igual forma como durante la elaboracién del desagiie del lago natural y como hoy dia entre los cafiadones vecinos, y el dique tendria que hundirse. No seria factible cavar hasta encontrar las calizas siliricas para dar mayor solidez al fundamento del dique, porque éstas deben encontrarse recién a una profundidad de unos 250 metros por lo menos. Ademds con esto no se evitaria la filtracién |ate- tal del agua, hasta alrededor de la parte empotrada del dique. Todos estos procesos tendrian lugar en el lapso de pocos afios, como sucedié segtin referencias, con el murallén del dique nivelador cuyas precarias condiciones de asiento fueron descubier- tas hace poco. Resulta entonces que la construccién del dique cn el lugar Proyectado o en cualquier otro lugar dentro de la Quebrada de Ulin, representarfa un peligro grande para la zona de intensos cultivos y densamente poblada de San Juan, porque, rompiéndose el dique, toda la avalancha inmensa del agua del lago se precipitarfa directamente sobre la ciudad. = Mucho mis factible me parece la construccién de un dique de embalse en la angostura del rfo aguas arriba de la depresién de Ullin, donde existen rocas mds sélidas. Ademds con canales - que bordearian los faldeos de las sierras, se podria beneficiar con riego una zona grande en el interior de la cordillera. Serfa cues- tién de nuevos estudios escoger un sitio favorable para esta obra. . Publicaci6n N. 26 hegre aroun ((Clesificacién bibllogréfica decimal) CONDICIONES GEOLOGICAS DE LA QUEBRADA DE ULLUN EN RELACION == CON UN DIQUE DE EMBALSE == syProvincia DE SAN Gam von AUGUSTO TAPIA — 18 — af «. CONDICIONES GEOLOGICAS de la Quebrada de ULLUN en relaci6n con un dique de embalse (San Juan) INTRODUCCION * La Quebrada de Ullén es uno de entre los varios lugares que en el valle del Rio San Juan y en los de sus grandes afluentes indicara el Ingeniero FasTING — que fué técnioa.de la Direocién Ge- neral de Irrigacién —en sus estudios de afios atr4s, como suscepti- bles de aprovechar8e para levantar obras de embalse regularizado- ras del it de dicho rio, contando en este caso con el esplén- dido _bolsén de Ullin y Zonda como cuenca de recepcién. En 1921, la Direcci6n General de Irrigacién, por iniciativa de su Vice-Director el ingeniero OUTES, comenzé las investigaciones geolégicas de la regién de Ulltn, donde la llamada «ona centro» de esa Direccién General, bajo la jefatura del ingeniero TISCORNIA, practicara los estudios relacionados con los proyectos de la gran obra de embalse a cargo del ingeniero G. CESPEDES. Las investigaciones geolégicas fueron encomendadas al inge- niero de Minas, M. SOLONJAM, gedlogo de Irrigacién, algunos de cuyos resultados consideraré a medida que desarrolle mis ob- Sefvaciones. - El dique de embalse que debiera levantarse en la porciéa media de la Quebrada de UllGn tendria una altura eventual mdxi- ma de 60 metros. El cambio de opinién entre los técnicos de Irrigacién, produ- cido por los informes de SOLONJAM, en lo que atafie a las condicio- nes del terreno de fundacién, determindé que la citada reparti- cién de Obras Pidblicas solicitara de la Direccién General de Mi- nas, Geologia e Hidrologia un nuevo estudio geolégico de la Que- brada de Ulldn, en el que se deberia prestar preferente atencién a las condiciones que ofrecieran los estratos calchaquefios para «asen- tar y empotrarm en ellos el dique proyectado. Al efecto, el Dr. PABLO GROEBER y yo fuimos designados para cumplir dicha tarea, la que se realizé durante la segunda quincena del mes de ju'io de ee = 16 AUGUSTO TAPIA ig” 1923. No obstante que nuestras observaciones fueran practicadas con absoluta independencia, los resultados obtenidos son concor- dantes y ellos condenan, por desgracia, una de las obras ptblicas de la que mayores beneficios hubiera esperado el desarrollo agrico- loindustrial de la histérica provincia de Cuyo. e Para efectuar el levantamiento gi ico detallado que el es- tudio de‘la Quebrada de Ullin y alrededores requeria, no hemos dispuesto de un plano topogr4fico apropiado. De las dos planime- trfas que recibimos ‘de manos del Ing. CESPEDES, una del bolsén de Ullan y Zonda en escala 1:10.000 y otra de la Quebrada de Ullén en escala 1:1.000, sélo de la tltima podriamos habernos servido, _ pero el cardcter del levantamiento hecho para establecer la configu- racién de la garganta y con ello la ubicacién definitiva del dique, obras de toma, vertederos, etc., como lo expresa CESPEDES, y no para mostrar las condiciones morfolégicas del relieve, no se presta para un levantamiento exacto de la tecténica en los estratos cal- Chaquefios ni para ubicar en igual forma la extensién y relaciones estratigraficas de sus diferentes pisos. Al no estar representada ert estos planos la topografia de la extremidad septentrional de la Sierra Chica de Zonda, necesaria por otra parte para mostrar su tecténica y las relaciones de las calizas con [és depésitos terciarios y poner en evidencia al mismo tiempo la influencia del drenaje del anterior y viejo curso del rio San Juan por la Quebrada de Zonda, el Dr. GROEBER levanté con brijula y barémetro de bol- sillo la ladera y falda oriental de Cerro Zonda. os Por las razones expuestas, el «Bosquejo geolégico» que acom- pafia a estos informes, construido con los mencionados elementos topogrdficos, ademds de un piano de ubicacién del Rfo San Juan en escala 1:40.000 de las Obras Sanitarias de la Nacién, debe considerarse s6lo aproximado. La quemeapa De uiiét Y EL DIQUE DE EMBALSE—saN yuAN 17 Composicién Geolégica * Para no repetir lo oes GROEBER dice al mencionar los prin- cipales acontecimientos de la breve historia geolégica de la regién investigada, y si manifestar mi conformidad con lo expresado por 41, diré que los Gnicos sedimentos paleozoicos representados en la extremidad septentrional de la Sierra Chica de Zonda, son las calizas ordovicianas y que, desde luego, no estdn presentes en sus faldas ni menos en su cumbre, sedimentos del Gondwana como lo supone SOLONJAM (1) Estos depésitos que participan de la complicada estructura pérmica investigada por KEIDEL (2), desaparecen debajo de los Estratos Calchaquefios, en la falda oriental de la mencionada sierra, en la porcién austral del cono de deyeccién que se abre al pie de la Pico situada al oeste de Rinconada. Al mismo tiempo quiero rectificar lag aseveraciones de STAP- PENBECK manifestadas, tanto en el texto como en el mapa geo- l6gico de su trabajo sobre la Precordillera (3) 1°.— Los rodados que este autor llama djslocados, colocdndo- los como depésitos post-pampeanos, correspongen al techo de los Estratos Calchaquefios, tanto en el afloramiento de las Lomas de Ullén, como en la falda oriental del Cerro Ulldn, que limita por el W. efbolsén y que se encuentra en la prolongacién septen- trional de la Sierra Grande de Zonda. 2°. — Los depésitos del bolsén de Ulin y Zonda no son pam- peanos, sino mds jévenes y corresponden al lacustre de nuestro bos- quejo geolégico, donde encontré los gasterépodos de agua dulce que DOELLO JURADO determiné como Limnaea Veatrix (d’Orb.). En tanto los depésitos de la llanura, que se observan por largos trechos a lo largo de la linea férrea entre San Juan y Mendoza, deben ser depésitos correspondientes al pampeano y de los cuales seguramente se exhumé el trozo de la parte caudal de un Pa- nochtus que se encuentra depositado en el «Museo Sarmiento» de la Ciudad de San Juan. Siguen a la caliza ordoviciana los Estratos Calchaquefios cu- yos afloramientos dominan topograficamente a los sedimentos cua- ternarios, que en discordancia tecténica se apoyan en sus bordes y que ocupan la depresién de Ullin y Zonda como asimismo la region exterior del gran cono de deyeccién del este de la Sierra Chica de Zonda; tales son las capas terrestres subaéreas y la- (3) «Le Quebrada de Ulhin como asiento de una obra de embalse.—Informe geolégicon Inédito. Direcci6n General de Irrigacién. (2) «Sobre ta distribucion de los depésitos glaciares del pérs kentina y su significacion para 1a estratigrasia del Hemisferio Austral». (Bol. Acad. Nac. de Cienci (3) R. Srarrewnece. La Precordillera de Sam Juan y Mendosa>. (Anal. Minister de Agricultura — T. 1V/ N.° §. Affo 1910). e a 1s AUGUSTO TAPIA, * custres, penteeanes Y postpampeanas respectivamente mencionadas més arriba. ip En nuestro mapa se han diferenciado entre los depésitos re- cientes los detritos de falda en las terrazas mds elevadas, de los de la cubierta que corresponden a antiguos conoides de deyeccién. De estos depésitos, como de la estructura de las calizas, se ocupa GROEBER al hacer la resciia general de la regién. Los estratos Calchaquefios Estos derésitos que originariamente constitufan la ubierta de las calizas de la Sierra Chica de Zonda, desde el S.,'a la al- tura de Carpinteria, y oblicuamente a la ladera escarpada de Jas calizas, se ponen sucesivamente en contacto con las camadas exte- riores de las morenas pérmicas (tillita) para seguir al norte de¥la °% Quebrada de Rinconada, citada mds arriba, en contacto normal, por largos trechos, con el bloque de caliza que termina en la Quebrada de Ulldn. Ellos forman las laderas del valle, rodean por completo, las faldas de la extremidad del Cerro Zonda, para seguir con casi su espesor total hacia el NW. y NNE. abriéndose en forma de una horqueta cuya rama mayor entra hasta el bolsén de Ma- tagusanos y la otra con rumbo al naciente remata al Norte de + Albardén en forma aproximada a lo que muestra el plano de STAPPENBECK (1). El cspesor aproximado de estos depésitos lo hemos calculado en 1.500 m. y su composicién litolégica permite establecer tres pisos con pasaje paulatino, a saber: Inferior, Medio y Superior, con 400, 500 y mas de 500 metros respectivamente (véanse plano y perfiles de GROEBER) (2). Como lo que més interesa es el piso inferior, desde el mo- mento que en sus estratos se trata de empotrar y asentar el dique de embalse, me limitaré a mencionar lo que en él se observa. El contacto normal del Calchaquefio con las calizas, se inicia con un conglomerado basal, cuyo espesor varia entre 4o y 50 me-_ tros. Sigue como estrato de transicién un banco de yeso con 20-4 metros, y Iuego otro de arenisca de un rojo vivo cuyo espesor oscila entre 5 y 10 metros. A partir de este estrato, que en ciertos pun- tos, se pone en contacto con las calizas por deslizamiento (véase lamina X, figura 2), continéa una sucesién de areniscas Pac las, excepcionalmente margosas, alternantes con espesores varia- bles entre algunos centimetros y 5 metros. El color dominantey de estas capas es el rojo, especialmente de las arcillas y areniscas friables, en tanto que los bancos més potentes y excepcionales de areniscas de mucha consistencia, con cemento arcilloso, es el gris * (@) Obra citada. (2) Bl examen minucioso que hemos hecho de esta seccién corténdola con dife itinerarios aun cuando para comprobarlo basta observar el tramo comprendido entre el Dique Nivelador y 1a Puntilla de las Tapias — nos ha valido para mostrar el error de STarrEnBEcK de colocar 1s rodados dslocados como piso més joven y diacordante sobre Jon estratos Calchague- fios {Véase Idmina 5, figura 7). : a wy LA QUEBRADA pe ULLOW YRL DIQUE DE EMBALSE— SAN JUAN 10 - y el amarillo ceo. El mayor desarrollo de este piso aparece en la Quebrada de Ullin, en la porcién comprendida entre la segunda gushes que baja por la ladera derecha—marchando aguas arriba desde el Dique Nivelador —y la entrada del rfo en el valle. Como el contacto con el piso medio—a partir de la quebrada citada—se curva hacia el noroeste y la inclinacién . general de las capas es hacia el naciente, la seccién mds espesa le este piso, se encontrarfa en un perfil que’ partiendo desde el ‘ espolén de caliza se hunde en el bolsén hacia dicho rumbo. Pig 5 L Pbarge, esta seccién no serfa completa pues en dicho punto i ‘el acto del calchaquefio con la caliza es anormal. ts Durante el prolijo relevamiento que hice de las Iineas de las fallas, que cortan por completo este piso y que estan repre- * sentadas el plano, pude comprobar la ausencia casi absoluta de Danciit’ de conglomerados con que se inicia el piso medio y que constituyen el piso superior (1). ® —“Eptre estos rodados la ausencia absoluta de las calizas sili- . Ticas, es otra de las pruebas en favor de lo que diremos sobre la edad, como afloramiento joven, de las calizas ordovicianas cuando *hablemos de la tecténica. 4 ‘ m3 El Lacustre ; - ’ La distribucién in situ de estos depdsitos queda confinada exclusivamente a la fosa tecténica de Ullin y Quebrada de Zonda, entre tanto que los residuos de igual naturaleza de los alrededores de Albardén, fueron probablemente sedimentados cuando el lago se abrié paso por la Quebrada de Ullin en la forma descrita por (GROEBER. .™ , La naturaleza logsica y el origen edlico de estos sedimentos quedan evidenciados : ie Por el hallazgo de los gaeienpeacios de agua du'ce; por las relaciones topogrdficas, morfoldgicas y estratigrdficas de la regién, y por la estructura y formas acantiladas caracter{sticas que muestran «los cortes naturales en dicho depésito. El espesor m4ximo aflorante es de unos treinta metros, en cuya seccién se pueden distinguir tres grupos de estratos que con paulatina pasan de abajo hacia arriba con las siguientes ’ ci {sticas : a) Porcién inferior, con 6 m. de espesor, de composicién y _textura semejantes a «adobe», de color gris blanquecino, sin estra- Z tiffcacién y con escasos gasterépodos de agua dulce (especie citada). b) Porcién media, con espesor de 15 m, de composicién y ' textura lo¢sica, de colores gris y amarillento alternantes. La es- ©: tratificacién es regular y en bancos delgados como lo muestra la fotograffa 2, lamina VII. (2) Ri pasgje del piso medio al superior se hace en forma paulatina y asf se ve de tanto €n tanto entre los bancos de rodados de cate ditimo, estratos cuya compoticién corresponde & Jon del poo medio. * c) Porcién superior, de unos 10 m, de espesor, compuesta de estratos muy friables, arenosos y de loes alternantes en qué dominan los colores blanco y verdoso, Estos depésitos que originariamente rellenaron por completo oad el bolsén aparecen terrazados (véase 14m. VII, fig. 1). ? ' sve . La tect6nica. 2 ane i . ie « En el cuadro tecténico que se presenta em la regién vstudjada® * y que se ha reproducido con la exactitud posible en el plano «que “ se acompafia, ha intervenido- como factor .determinante el asc en bloque de la caliza ordoviciana, ‘al abrirsé paso a travfeede lag, cubierta de los sedimentos terciarios. ow Se sabe por los estudios que KEIDEL (1) en afios atr4s’ prac- ticara en la precordillera de San Juan y Mendoza, que la caliza de la Sierra Chica de Zonda. participa de la estructura de estama8, visible por trechos, en la vertiente oriental de dicha sigrra al.sur de la ciudad de San Juan. " En los afloramientos y estructura mencionados, KEIDEL ha comprobado que participan en ellos sedimentos sildricos, carboni- feros y pérmicos, y que las diversas-camadas de morenas, (Ti- Ilia) de\ esta liga focka meets tenea | cartactony superpuestas, ~ por corrimientos de gran amplitud y que atribuye a movimientos pérmicos. Estas fuerzas tangenciales son las que han producido el intenso plegamiento que presentan las calizas de la Sierra-Chica® de Zonda, como puede verse en los perfiles de GROEBER. Ae ‘ La accién perforante del bloque de las calizas a través de los Estratos Calchaquefios, y su ascenso. sucesivo por accién de mo- jy. vimientos radiales localizados entre el fin del terciatio y cuaternario 5 * quedan demostrados: 28 Por la presencia del conglomerado basal y por las relaciones tecténicas y topogrdficas que se observan entre los Estratos* Cal- chaquefios 'y las calizas, como también por la serie escalonada de wt terrazas que aparecen en distintos puntos de la regién, y especial. mente en la falda oriental de la Sierra Chica de Zonda. * ny En cuanto a la red de fallas que con rumbos al ENE. cortan © . los pisos inferior y medio de los Estratos Calchaquefios, , debo " declarar, que los efectos del ascenso y del vuelco hasta el naciente(2) " del bloque de caliza quedan plenamente evidenciados. Tanto el a rechazo como la independencia ‘entre dichas fallas, aumenta pau- latinamente a medida que nos alejamos del afloramiento paleo- zoico, mientras que en sus cercanias la complicacién de éstas aumenta, interesando en igual forma a las calizas (véase el plano). 3 A esta regla general, en cuanto a la magnitud del rechazo se refiere, -. una sola de las fracturas de la red mencionada hace excepcién:* « es la falla 1 del plano y perfil de la quebrada. Se desarrolla *)), vinculada—y quiz4s sea su prolongacién —a la falla que por el ’ * (1) Obra citada, (2) Véase Gnorsen. a 2 2 oy NOUN + ae . - s = LA QUEBRADA DE ULLON Y EL DIQUE DE EMBALSE— SAN JUAN a * oeste corta el bloque de las calizas y que intervino en la formacién de la fosa tecténica de Ullan y Zonda. Esta falla corre orillando el borde occidental del afloramiento de los Estratos Calchaquefios y su recorrido es probable que alcance por el NW la fosa también tecténica del bolsén de Matagusanos. 0 Una de las cosas que en seguida llama la atencién del obser- ~ .- vador que"pasa por la Quebrada de Ullin, y sobre todo cuando se . entra a la porcién més estrecha del valle, tanto por su nitidez como * por su ndmero, es la serie de fallas transversales, normales o in- o yve que cortan—con rechazos variables entre 2 y 30 metros— 4 los “estratos calchaquefios. Este solo hecho basta para impresionar . desfavorablemente al que tiene, como nosotros, ge opinar sobre la & 4 boi de la quebrada para levantar una obra como la que ~ Para abreviar la tarea descriptiva que serfa demasiado exten- Re sa por otra parte de escasa importancia para los fines Perscety 2=, -dos'—silustraré al lector sobre el cardcter y relaciones que guar "entre si las fallas de la Quebrada de Ullin, complementando lo |g exguesto én el mapa con un perfil en el ae aparece la ladera iz- +." quierda del valle entre Jos puntos X y X! del plano. * Los paquetes de capas cuya posicién tecténica_merece explt- oy son los comprendidos entre las fallas 1 y 8 (1). La posicién | Sib g- primitiva del paquete comprendido entre las fallas 1 y 2, correspon- ie ¥# diente a los estratos que aparecen entre las 8, era superior a los y* «©. estratos que se encuentran entre las fallas 2 y 7, que entonces per- ~~ m@anecian a un nivel ‘mds inferior. Al producirse el descenso. de la +" “corteza que originé la fosa del bols6n de Ulin y Zonda, en el que _ intervino la falla 1, el paquete que aparece volcado entre 1 y 2 fué ‘arrastrado y hundido, entre tanto que los estratos entre 2 y 7 as- cendian, origindndose las fallas 2, 3, 4, 5, 6 y 7. En esta perturba- aS iéri de los Estratos Calchaquefios intervinieron movimientos isos- * “4, ; Moos diferenciales de la caliza en profundidad. Un espolén de + caliza proyectado por el Cerro Zonda en direccién al noroeste, debe et encantrarse cercano a la supérficie en esta porcién del perfil y sus -#. Imites sobreelevados deben corresponder a la posicién de las fa- gure alias zy 3. 2 " ON 0 it Hes El terreno de fundacién V&s perforaciones de la Quebrada de Ullin practicadas para cenocer el espesor de los depésitos del Rfo San Juan y el estado f _ de los sedimentos debajo de su lecho—ya que la composicién y_ egtructura estan a la vista en los incomparables cortes de las lade- * ras del Valle — que debieran servir como terreno de fundacién, ya han sido minuciosamente analizados por los técnicos de [rrigacién: . & no obstante haré breves cons deraciones al respecto relacionadas r. ‘con el punto importante de la cuestién: Las napas de agua en pro- fundidad, que en los informes del gedlogo de Obras Pablicas no se » _ explican ‘satisfactoriamente, Dado que las dos Iineas de perfora- ‘ +) Menge taming XV, fig. 2 92 Aecusto tara * ciones que cortan transversalmente la Quebrada de Ullin divergen Poco en sus rumbos, siendo ambos también aproximadamente obli- cuos a la direccién general de los estratos, bastard considerar una sola de ellas para conocer Jo que nos proponemos. . SOLONJAM dice: x «Perforacién N.« 1. Ubicada a 150 m. de la ladera derecha; las «formaciones atravesadas son: «de o m, hasta 7,80 m. Ripio y rodados. 4 «de 7,80 m. hasta 13 m. Arenisca terciaria. as «Las muestras testigos indican una uniformidad perfecia en la «arenisca atravesada y composicién igual a la de la roca dg la su- «perficie; no se ha encontrado agua después de la época We ro- «dados y la parte superficial de la arenisca estaba deshecha sélo . «en un espesor de pocos centimetros segin el jefe de sondeos. " «Perforacién N.2 2. Ubicada a 130 m. dela ladera derecha; , «las formaciones atravesadas son: : «de o m. hasta 8,60 m. Ripio y rodados. . in «de 8,60 m, hasta 18,70 m. Arenisca terciaria. «A la profundidad de 10,20 y 10,90 m. se encontré un nivel de «agua, no ha sido determinado su caudal ni la calidad de la misnta. «Aislado este nivel de agua se perforé unos 7 m. mds en la ¢ «arenisca sin filtracién alguna. Hay que suponer que el agua en- «contrada proviene de una filtracién del rio. fet «Perforacién N.° 3. Ubicada a 80 m. de la ladera derecha; «las formaciones atravesadas son: «de o m. hasta 7,50 m. Ripio y .rodados. «de 7,50 m. hasta 18 m. Arenisca terciaria, de «En este pozo se encontré un nivel de agua salada entre 14,50 «y 15,40 m. «El caudal resulté de 262 litros por hora, mediante una de- «presién de 2,55 m. «La determinacién de caudal se hizo mediante cuchareo du--* «rante 43 minutos, habiendo sacado 80 cucharas de 0,05 m. de dii- «metro y 1,20 de altura. «EI nivel bajé de 0,45 m. a 3 m. a «Una vez conclufdo el cuchareo el agua tardé 10 minutos, para «subir de 3 m. hasta 0,50 m. «Este altimo dato indica un agotamiento en la napa €ncon- «trada y se puede suponer que se trata de una infiltracién del rio, «la que se ha puesto salada en contacto con la arenisca. a «Admitiendo esto, resultaré que el agua ha podido penetrar~ «unos 7 metros en la arenisca y aunque las muestras testigos co- «rrespondientes a la profundidad de 7 m. 15,40 m. son algo des- «hechas, no hay datos suficientes para ratificar o rectificar esta «opinién, debiendo considerdrsela como una simple conjetura. «El agua encontrada se clasifica como inapta para el consumo «conteniendo muchas sales en solucién. : iy * : G . a : + i + m7 i ‘LA QUEBRADA DE ULLON ¥ aL DIQUE DE EMBALSE—SAN JUAN 2% B * *% i é ” «Perforacién No 4, Ubicada a25 m. de la ladera derecha. «Las formaciones atravesadas son: & «de om, hasta 4,50 m. Ripio y rodados. «de 4,50 m. hasta 14,70 m. Arenisca terciaria. «La perforacién se efectué sin novedad alguna y el’ terreno «resulté muy uniforme. Yu «En resumen, dice, las perforaciones efectuadas en la Quebrada «de Ulldn, indican: «1.9 El espesor de la capa de arrastre llega a 8,60 m. como «maximum. «2.2 La roca del subsuelo resulta ser arenisca terciatia, idén- « «tica Bor su composicién a la que forma las barrancas del rio: 4 . -«3.° El conglomerado relativamente frecuente en la rej > «no aparece en ninguno de los puntos perforados. i «4° En las perforaciones N» 2 y N.° 3 se encontraron nive- * - ® ¥les“@e agua, cuyo origen no ha sido establecido con exactitud» y tiny remite el croquis (perfil) que yo reproduzco y comparo con el que ag he obtenido de la revisién de las muestras de las mencionadas per- ? foraciones (lam. XV). Did La diferencia en la ubicacién de las perforaciones entre los dos perfiles aludidos estriba en lo siguiente: 2 “En el plano de ubicacién de SOLGNJAM, escala 1:10.900, la » * perforacién N.° 1,, segiin el texto, estaria ubicada a 150 m. de la ladera derecha y los N.°* 2, 3, y 4 a 130, 180 y 25 m, respectiva- ~ .™” mente de dicha ladera, es decir ala inversa de lo que muestra tanto en el plano de ubicacién de las perforaciones, como en el perfil que comentamos. % En el croquis de ubicacién de las perforaciones, que de esta Minea tiene la Oficina de Hidrologfa de Ja Direccién General de Mi- _ nas, que he utilizado, sélo la posicién de la linea de perforaciones ho la distancia de la N.° 1 concuerda con el texto del informe de ’ SOLONJAM, pues las siguientes estarfan a 135, 85 y 35 m. respecti- is vamente de la ladera derecha como figuran en mi perfil. ig 84S Opino que hubiera sido conveniente para darse exacta cuenta ’ de las condiciones del terreno de fundacién establecer una linea de perforaciones siguiendo la direccién de las capas en el mismo lugar elegido para la ubicacién del dique, pues de esa manera podrian haberse constatado los accidentes del terreno de fundacién, por ejemplo, fracturas longitudinales que pueden existir en el cauce del rio por accién de pseudo-tecténica, cuyos simples fundamentos estableceré mas adelante. Con el perfil de que dispongo, estos fenémenos no son visibles , desde el momento que el perfil es oblicuo a la direccién de las capas je en este lugar y por consiguiente aparecen sucesivamente ¢stratos diferentes. De la revisién de las muestras procedentes de estas cuatro per- foraciones utilizadas, cuyas particularidades petrogrdficas omito en la construccién del perfil desde que son ya bien conocidas por los andlisis practicados tanto en Minas como en Irrigacién, resulta que en la sucesién de los diferentes estratos representados aparecen are- ° niscas, a veces de textura compacta, en otras muy friables alter- mM © AUGUSTO TAPIA i) > * nantes con arcillas esquistosas, a veces plasticas, excepcionalmente margosas y que he reunido s6lo con dos sefias diferentes (1). Lo que importa aqui es llamar la atencién sobre la presencia de estratos arcillosos que por alternar con capas semi-permeables y permeables y desde luego saturadas de agua, pueden tener in- fluencia en la estabilidad de las capas sobrecargadas. De la comparacién del perfil de SOLONJAM y de su sospecha que el agua encontrada, por ejemplo, en la perforacién N.° 3, si- tuada casi en la porcién media del valle, a la profundidad de 14,50 y 15,50 metros «ha podido penetrar unos siete metros en la are- nisca», se desprende que ha considerado las capas en posicién ho- rizontal; pues de otra manera habria calculado 24 m. el recorrido del agua filtrada, tomando como base la inclinacién de 32° grados al NE. que tienen los estratos de nuestro perfil. Por otra parte si agregamos que la napa de agua es ascen- dente y que no puede tener otro origen que el del agua del rio (2), filtrada, a lo largo de un estrato permeable con base y techo im- permeables, se hace mas evidente que con otro criterio de los he- chos la incégnita habria persistido. Para completar mis vistas sobre los dos puntos de la cuestién que creo desfavorables y de mayor im cia para el futuro de la obra proyectada, es decir, el estado de las capas y la circulacién. del agua subterrénea en el terreno de fundacién, agrego el dibujo esquematico de la fig. 2, lém. XVI, que representa la fase inicial del fenémeno. El breve comentario que complementa el dibujo es el siguien- te: Las fallas transversales existentes en los estratos Calchaquefios en las inmediaciones del lugar elegido para levantar el dique, que reflejan perturbaciones de la caliza en profundidad y la posicién inclinada de los estratos, compuestos de sedimentos permeables e impermeables alternantes, originaron un sistema de sifones al que estuvo sometida el agua subterrdnea primitivamente. Como el pedestal de los depésitos terciarios est4 compuesto de caliza, y a ellas también llegaron las filtraciones acufferas, disol- viendo y originando vacfos en su masa, en tanto que el sub-lavado _ se producfa en las estratos calchaquefios, entraron a actuar los efectos de una pseudo-tecténica, localizada principalmente en ef fondo del valle y cuyos resultados fueron: 1.° Asentamientos de paquetes de capas en los estratos cal- chaquefios, cuyo descenso originé fracturas secundarias desarro- Nadas entre las fallas transversales primarias y de origen tecténico. 2.° Consecuentemente la circulacién del agua subterrinea, cu- yas Ifneas primitivas han sido graficamente demostradas, tiere que (1) Enel tercer punto del resumen citado de SoLoxjam se Hama In atencién sobre la” ausencia de conglomerades en los estratos atravesados por las perforaciones. Debo decir que eso puede hacerse de antemano, desde que tampoco existen en el piso inferior de los estratos- calchaquefios, que como hemos dicho forman las Iaderas de la parte més estrecha del valle. tendo que el estrato acuifero mencionado con un espesor menor a 1 metro, Je, estuviera en situacién favorable de captura de ta pre- alrededor de 00 mm. como media anual (en In Ciudad jente para originar el caudal y condiciones que ham (2) Aun ad al aflorar en Ja ladera derecha del vi cipitacién que en esta zona puede o: segin Davis es de 65 mm.), ésta serfs constatado en la perforacién N? 3, LA QUEBRADA DE ULLON Y EL DIQUE DE EMBALSE—SAN JUAN 38 hy ajustarse en la actualidad a una red mucho més complicada y po- derosa de lo que pueden mostrar las perforaciones practicadas en la Quebrada de Ulldn. Otro hecho constatado en los afloramientos terciarios y en re- _- lacién a la erosién pluvial, es la presencia de embudos y tineles que ‘” © ‘se desarrollan entre estratos permeables o impermeables y cuyos aspectos mds caracterfsticos estén representados en las figs. 1 y 2 de la 14m. IX. \ Dada la situacién de muchos de estos embudos, a veces distantes hasta un kilémetro del Rio San Juan—como es el caso que muestra is la figura 1, l4mina IX—los taneles pueden tener gran recorrido r en profundidad. Por:lo que se refiere a la resistencia que los estratos Calcha- quefios ofrecen a la erosién subérea (eélica, fluvial y pluvial) el as panorama de la ldmina I—que muestra un paisaje de «Bad Land » a tipico —es elocuente, si al fijarse con atencién en estas formas de superficie, preferentemente representantes de un nuevo ciclo de erosi6n, el lector tiene presente la época en que Ja cubierta tercia- ria fuera plenamente expuesta a la accién de la atmésfera. Lo expuesto, creo, es suficiente para poder apreciar los graves inconvenientes que presenta el terreno de fundacién. % ee - - Conclusiones Las condiciones geolégicas de la Quebrada de Ulin cuya parte més angosta—elegida para la ubicacién del dique—esta excavada - en el piso inferior de los Estratos Calchaquefios, son desfavorables al embalse por las siguientes circunstancias: Existencia de fallas transversales y longitudinales en la gar- : ganta, que podrian dar lugar —por efectos de sub-lavado y accio. “nes s{smicas—a movimientos diferenciales de los paquetes de capas donde se asentarfa y empotraria el dique. En el terreno de fundacién se debe esperar la presencia de una serie de sifones por donde circula el agua subterrdnea prove- niente de filtraciones del rfo; como, asimismo, canales de erosién por donde circula el agua de precipitacién que en ambas laderas del valle captan tos Estratos Calchaquefios. ae 1, Falla No. 12 vista desde el lecho de! rfo, ladera oriental ey (izquierda); se vé el . rechazo de unos 15 e metros. Fot. Groeber. » By 2. Fallas Ne. 13, 14 y 15 en la laders oriental (izquierda) del rio San Juan El rechazo de la décima tercera falla es ae 12 metros aprox. el de 1a décima cuarta de 8-i0 metros 5° de la décima quinta de 2 metros. Fot. Groeber * -gaqdoip Joy “vze1193 viUINb Be] 9A as ope our/d ja ug ‘uenf ues oys jap $ajtiajoas0 svj ap odio} ua epUuoZ ap epesgand) B] dod en3v opyiseivep anbjana as anb 47149 vied sass anb anbip ja Woo souedns epes sua ns apsep oysja ‘epuoz ap epeigand ek] ap uLNf ULg oJ4 Jap azuapacazue ajjeAa ONAUY "| Direosita General de Minas, Geologia © Hidrologia.— 1926, Lam. VL 1, Los rodados del piso superior de los estratoscalchaquefs vistos desde el camino entre Puntilla de las Tapias y Ulin al Sur del portezuelo. Al fondo la Sierra Chica de Zonda. Fot! Tapia. 2. Vista del valie del rio San Juan, Quebrada de Ulltin desde ia ladera 1z- quierda hacia el WSW. Terrazas 2 y 3, al fondo la Sierra Chica de Zonda. Fot. Tapia. ee a ht a el 1, Depésitos lacustres terrazados cerca de Ulin. Al fondo la Quebrada de Ulldn. Fot. Tapia. Sf 2. Detalle de los afloramientos del lacustre en Uliin. Fot. Tapia. Groeber y A. Tapia.-cologia de 1a Quebrada de Ullun. (Prov. de San Juan). SOO MUR EES 1. Las térrazas 2 y 3 vistas desde el camino de San Juan a Uliun, “Lomas de Ulién”. Ai fondo la Sierra Chica de Zonda con la Quebrada de Zonda. Fot, Tapia. 7 f 2, La terraza 3*, vista desde el mismo lugar que Ja anterior haciac! N E. f “Al fondo Ia punta de Villicun, Fot. Tapia. Direccitm Geseral de Minas, Geologie © Hidrolopin —1926. Lam, IX. 1. Forma inicial de los embudos, en arenis€as friables, a un kilémetro ‘del rio San Juan. Fot. Tapia. 2. Bocas de los ttineles en Ia terraza No.5 en la ladera derecha de la Quebrada de Ulin (Rio San Juan). Fot. Tapia. P. Grocber y A. TapiaQeologia de la Quebrada de Ulin. (Prov. de San Juan). curd “4 2p epwigand 1 2p ayso19p WlopET "upueZ 9p v3 ap epesgan® vj ap vpsain 185 Of4 J9P S479 OOS © OLoN “myy uoio00310 ‘eidey joy ‘UNI ap epeagand vj] ep vpsainbz] es ‘erdey -apey] “uenf ues ofs jap Uy | PIE ON Ped TE -opr'y TX Wer] . > “9261— BitojoapIH © wIBo}00 “eBUIH ep LeseUED UOIDeeIg 5 Direcetbe General de Minas, Geologia © Hidrolopin.—1926 F Fallas Ne. 2, 3, 4 y 5 en la ladera izquierda de la Quebrada de Uliin, rio San Juan, vista desde Ja entrada del rfo en la Quebrada. Fot, Tapia. P. Oroeber y A. Tapia.~Geologia de a Quebrada de Ulldin. (Prov. de San Juan). i Lam. XIIT. Bosquejo Geolégico dela Quebrada de Ullun y alrededores por PGroeber y ATapia Escala 1:50.000 véase nota referente al mapa. Referencias Cuaternario yReciente Estrates Calnaquert 2le Es Calzas Sitincas Piso Inferior Piso Medio Piso Supenor Lacustre Detritus de falda , cublerta delas termazas (Srangu: Paleozsico Tercjarie Inctroaén de Fallas Digue pryectado ‘cs earatos cconoides de deyecean P. Groeber y A. Tapia.—Geologia de la Quebrada de Ullun (Prov. de San Juan.) PozoNe2 PozoN®! i 12380 P. Groeber y A. Tapia.~Qeologta de Ia Quebrada de Ulan. (Prov. de San Juan). (meco eoe ot em. ceevons © momo fep Lém. XVI. a | | The S5in. pe 0m de cwiecdetese Fig. 1.

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