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4° Finalmente, la obra maestra, el tratado de sociologia ge _ neral cuyo titulo es Economia y sociedad (Wirtschaft und Ge- sellschaft). Esta altima obra también fue publicada después de la muerte de su autor. Max Weber trabajaba en ella cuando enfermé de gripe, al dia siguiente de la Primera Guerra Mun- dial.¢ Es imposible resumir en pocas p4ginas esta obra de excep- cional riqueza. Por eso me ocuparé ante todo de examinar las ideas fundamentales de los estudios de la primera categoria, procurando exponer las concepciones esenciales de Max Weber acerca de la ciencia y la politica y de sus mutuas relaciones. Esta interpretacién de las relaciones de la ciencia y la politica desemboca en cierta filosofia, que entonces no recibia la de- nominacién de existencial, pero que en efecto pertenece al tipo Mamado hoy de ese modo. Luego, resumiré los temas princi- pales de las investigaciones propiamente socioldgicas; y en tercer lugar, analizaré qué interpretacién dio Max Weber de Ja época contemporanea, con el fin de mantener ei paralelis- mo entre este capitulo y los dos capitulos anteriores. TEORIA DE LA CIENCIA Para estudiar la teoria de Weber acerca de la ciencia. po- demos seguir el mismo método que en el capitulo anterior, y tomar como punto de partida la clasificacién de los tipos de accién, Pareto parte de la antitesis entre el acto légico y cl acto no légico, Asimismo, es legitimo afirmar, aunque no sea un modo clasico de exposicién, que Weber parte de la dis- tincién de cuatro tipos de acto: El! acto racional respecto de un fin (zweckrational), el acto racional respecto de un valor (wertrational), el acto afectivo o emocional, y finalmente el acto tradicional. econémica de las religiones universales” (““Introduccién”, “Confucionismo y taoismo”, y Zwischenbetrachtung” Hi El tomo II comprende la segunda parte de “La ética econd- mica de las religiones” (Hinduismo y budismo). El tomo III contiene la tercera parte (El judaismo antiguo). ‘Cuando fallecié, Weber se proponia agregar un tomo IV consagrado al Islam. Para tener una imagen integral de la sociologia religiosa de Weber, es necesario agregar a los textos de esta recopilacién los capitulos de Wirtschaft und Gesellschaft relativos ala re- sobre todo el capitulo V de la segunda parte: “Typen er Vergemeinschaftung”. | # Véase la bibliografia. 223, } | i} El acto racional respecto de un fin corresponde mas o me- nos al acto légico de Pareto. Es el atto del ingeniero que construye un puente, del especulador que se esfuerza por ga nar dinero, del general que quiere obtener la victoria. En to- dos estos casos, el acto zweckrational se define por el hecho de que el actor concibe claramente el fin y combina los me- dios para alcanzarlo. Sin embargo, a diferencia de Pareto, Weber no afirma ex- plicitamente que el acto en el que el actor elige medios ina- daptados a causa de la inexactitud de sus conocimientos es no racional. La racionalidad con respecto a un fin se define en funcién de los conocimientos del actor mas que del observa- dor. Esta tltima definicién seria la de Pareto. 5 El acto racional con respecto a un valor es la del socia- lista alem&n Lassalle, que se hizo matar en un duelo, o la del capitan que se hunde con su barco. El acto es racional, no porque tienda a aleanzar un fin definido y exterior, sino por- que no aceptar el desaffo o abandonar un navio que se hun- de seria considerado cosa deshonroza. El actor actila racio- nalmente al aceptar todos los riesgos, no para obtener un fe- sultado extrinseco, sino para permanecer fiel a la idea que se forjas del honor. ’ El acto que Weber denomina afectivo es el que e:tifdi tado inmediatamente poz ec] estado de conciencia o por & *s- mor del sujeto. Es la bofetada que la madre da a su hips que éste ha tenido una conducta insoportable, o del pwfie:® zo que en el curso de un encuentro de ftitbol descargh us jugador que ha perdido el control de sus nervios. En ide estos casos, se define la accion, no por referencia a un fino © un sistema de valores, sino por la reaccién emocional de! actor colocado. en circunstancias dadas. Finalmente, el acto tradicional es el que esta dictado pox Jos habitos, Jas costumbres, las creencias que han legado a srr como una segunda naturaleza, Para actuar de acuerdo con la tradicion. el actor no necesita representarse un fin, ni con- cebir un valor, ni sentirse agitado por una emocién; obedece simplemente a los reflejos afirmados por una prolongade practica. Esta clasificacién de los tipos de acto ha sido analizada 5 “Denominamos comportamiento racional por finalidad el que se orienta exclusivamente segiin los medios que uno se representa (subjetivamente) como adecuados a fines aprehen- didos (subjetivamente) de manera equivoca” (Essais sur le théorie de lu, science, Paris, Plon, 1965, pag. 328). 224 depurada desde hace cerca de medio siglo. Me contento con indicarla, destacando que hasta cierto punto aclara todas las concepciones de Max Weber. En efecto, la hallamos en varios niveles. F t Como la sociologia es la ciencia comprensiva del acto so- cial, la comprensién implica la aprehensién del sentido que el actor atribuye a su conducta. Mientras Pareto juzga la 16- gica de los actos refiriéndose a los conocimientos del obser- vador, Weber tiene como objetivo y’ preocupacién compren- der el sentido que cada actor atribuye a su propia conducta. La comprensién de los sentidos subjetivos implica una clasi- ficacién de los tipos de conducta, y lleva a la aprehensién de su estructura inteligible. La clasificacién de los tipos de acto rige hasta cierto punto Ja interpretacién de Weber acerca de la época contempordnea. E] rasge caracteristico del mundo en que vivimos es la racio- nalizacién. En una primera aproximacién, ella corresponde a una ampliacién de la esfera de los actos zweckrational. La empresa econémica es racional, y lo es también la gestién es tatal de la burocracia. Toda la sociedad moderna tiende a la organizacién zwekrational, y el problema filoséfico de nues » tiempo, problema eminentemente existencial, es delimitar sentido de la sociedad en que subsiste y debe subsistir un cto de otro tipo. C 4 Finalmente, esta clasificacién de los tipos de acto esta re- acionada con lo que es el nitcleo de la reflexién filoséfica le Max Weber: a saber, los vinculos de solidaridad y de in- dependencia entre la ciencia y la politica. Siempre apasioné a Max Weber el problema siguiente: cual es el tipo ideal del politico o del sabio? zCémo es posible ser al mismo tiempo hombre de accién y profesor? En su caso, el problema era al mismo tiempo personal y filoséfico. Aunque jamés fue hombre politico, Max Weber siempre so- fié desempenar ese papel. En realidad, su actividad propia» mente politica fue la de un profesor, a veces periodista, y otras consejero del principe, naturalmente sin que se lo escu- chase. Asi, envié una memoria confidencial a Berlin precisa- mente cuando los jefes militares y civiles de Alemania se pre- paraban para declarar la guerra submarina ilimitada, arries- gando asi desencadenar la intervencién norteamericana. En es- fa memoria secreta, exponia las razones por las cuales esta decisién muy prohablemente representaria una catdstrofe pa- ra Alemania. También fue miembro de la delegacién alema- na que acudié a Francia para recibir las condiciones de paz. Pero Weber, que habria querido ser un dirigente partidario 225 o un conductor de hombres, fue sobre todo profesor y sa- bio. Inclinado a las ideas claras y a la honestidad intelectual, se interrogé sin descanso acerca de las condiciones en que la ciencia histérica 0 sociolégica puede ser objetiva, y acerca de las condiciones que permiten que el acto politico se ajus- te a su vocacién, Max Weber resumié sus concepciones acerca de] tema en dos conferencias tituladas. Politik als Beruf y Wissenschaft als Beruf, es decir, la politica como oficio y la ciencia como oficio. © El acto del sabio es un acto racional respecto de un fin, El sabio se propone alcanzar proposiciones de hecho, relacio- nes de causalidad o interpretaciones comprensivas que posean validez universal. Por consiguiente, la investigacién cientifica es un ejemplo eminente de un acto racional respecto de un fin, que es la verdad, Pero este mismo fin esta determinado por un juicio de valor, es decir, por un juicio acerca del valor de la ver- eu demostrada por hechos o argumentos universalmente va- 1003. El acto cientifico es por consiguiente una combinacién de acto racional respecto de un fin y de acto racional respecto de un valor que es la verdad. La racionalidad es resultado del respeto a las reglas de la légica y la investigacién, res- peto necesario para que los resultados obtenidos sean validos. Segtin la concibe Weber, la ciencia es por lo tanto un as- pecto del proceso de racionalizacién caracterisitco de las so- ciedades occidentales modernas, El propio Weber ha sugeri- do, : a veces afirmado, que las ciencias histéricas y sociolé- 3 de nuestra época representan un fenémeno histéricamen- te singular, en la medida en que no habria existido en otras culturas el equivalente de esta comprensién racionalizada del funcionamiento y el devenir de las sociedades.* ® Estas dos conferencias conocidas en Munich el afio 1919 fueron traducidas al francés con el titulo de Le Savant et le politique, Paris, Plon, 1959, El texto aleman de Politik als Beruf forma parte de las Gesammelte Politische Schriften. ‘El método de Tucidides carece de la elevada erudicién de los historiadores chinos. Ciertamente, Maquiavelo tiene pre- cursores en India, pero todos los politicos asiaticos estan des- provistos de un metodo sistematico comparable al de Aristé- teles, y sobre todo carecen de los conceptos racionales. Las formas de pensamiento rigurosamente sistematicas que son in- dispensables para cualquier doctrina juridica racional, que 226 La ciencia positiva y racional a la que adhiere Max Weber es parle integrante del] proceso histérico de racionalizacién, Exhibe dos caracteres que rigen el significado y el aleance de la verdad cientifica. Estos dos rasgos especificos son el’ ea- racter esencialmente inconcluso y la objetividad, definida esta tiltima como la validez de Ja ciencia para todos los que busean este tipo de verdad y el rechazo de los juicios de valor.§ El hombre de ciencia observa con la misma objeti- vidad al charlatin y al médico, al demagogo y al estadista, El caraeter inconcluso es en opinién de Max Weber un ras go fundamental de la ciencia moderna. Jamas habria evoca- do, como gustaba hacer Durkheim, el momento en que se hu- biera completado la construccién de la sociologia, de modo que existiese un sistema integral de leyes sociales. Nada mas ajeno a su modo de pensar que la representacién, cara a Augusto Comte, de una ciencia capaz de trazar un cuadro ce rrado y definitivo de las leyes fundamentales. En cierto sen- tido, podia atribuirse a la ciencia antigua el cardcter de una construccién acabada, porque estaba enderezada a la aprehen- sién de los principios del ser. Por su esencia misma la cien- earacteriza el derecho romano y su derivacién, el derecho oc- cidental, no aparecen en ningtin otro lugar. ¥ ello a pesar de que se observan comienzos reales en India, con la escue- la Mimamsa, y a pesar de las amplias codificaciones, por . ejemplo en Asia anterior, y en todos los libros juridicos o de otros paises. Ademas, sdlo Occidente posee un monumento co- mo el derecho canénico (L’Ethique protestante et Uesprit du capitalisme, Paris, Plon, 1964, Prefacio, pag. 12). 8 “Es totalmente valido que en la esfera de las ciencias sociales una demostracién cientifica, metédicamente acertada, que pretende haber alcanzado su fin, debe estar en condiciones de estar reconocida como exacta aunque quien emita juicio sea um chino, 0 mas exactamente debe tener ese objctivo, pese a que quizi no sea posible alcanzarlo plenamente, por insuficiencias de orden material. Asimismo, podemos afirmar que el analisis légico de un ideal destinado a develar el con- tenido y los axiomas finales de dicha demostracién, asi como la explicacién de Jas consecuencias que se deducen légica y practicamente en el caso en que debemos entender que el éxito coroné la empresa, deben también ser validas igualmente para un chino —aunque éste nada pueda entender de nuestros imperativos éticos y aun rechace (lo que seguramente hard con frecuencia) el ideal mismo y las evaluaciones concretas que se desprenden de él, sin rechazar de ningGn modo el valor cientifico del andlisis tedrico” (Essais sur la one de la scien- ce, pags. 131-132). 227 ——————— cia moderna se encuentra en estado de flujo, tiende a un objetivo situado en el infinito y renueva incesantemente los interrogantes formulados a la naturaleza. Para todas las disciplinas, tanto las que corresponden a las ciencias de la cultura, el conocimiento es una conquista que jamas alcanza su objetivo. La ciencia es el devenir de la cien- cia, Podemos desarrollar constantemente el analisis, y ahon- dar la investigacién en la direccién de ambos infinitos. Pero en el caso de las ciencias de la realidad humana, de Ja historia y la cultura, lo que acabamos de decir cobra un nuevo sesgo. En ellas el conocimiento esta subordinado a los interrogantes que el sabio formula a la realidad. A. medida que la historia progresa y que renueva les sistemas de valor y los monumentos del espiritu, el historiador o el sociélogo Proponen espontineamente nuevos problemas a los hechos pa- sados o actuales, Como la historia-realidad renueva la curio- sidad del historiador o del sociélogo, es imposible concebir una historia o una sociologia acabadas. La historia y la so- ciologia podrian ser construcciones completas sélo si hubiese concluide el devenir humano, Seria necesario que la huma- nidad hubiese perdido la capacidad de crear obras para qua Ja ciencia de las obras humanas fuese definitiva, ° ® “Hay ciencias a las cuales es dado permanecer eternamen- te jévenes, Es el caso de todas las disciplinas histéricas, de todas las que se proponen sin cesar nuevos problemas a causa del flujo eterno de la civilizacién. Por su esencia misma, la tarea que afrontan tropieza con la fragilidad de todas las cons- trucciones idealtipicas, pero estan inevitablemente obligadas a reelaborarlas de una manera constante... Ninguno de estos sistemas de pensamiento, de los que no podriamos prescindir si quisiésemos aprehender los elementos de la realidad que en cada caso son sighificativos, puede agotar su riqueza infinita. No son mas que ensayos para’ poner orden en el caos de los hechos que hemos incorporado al circulo de nuestro interés, en cada ocasién sobre la base del estado de nuestro conaci- miento y de las estructuras conceptuales de las que disponemos cada vez. Ei aparato intelectual que el pasado desarroll6 me- diante una el.boracién reflexiva, lo que quiere decir en verdad mediante una transformacién reflexiva de la realidad dada in- mediatamente, y mediante su integracidn en los conceptos que correspondian al estado del conocimiento y la direccién de la curiosidad, se encuentra en proceso perpetuo con lo que po- demos y queremos adquirir en la forma de conocimientos nue- vos de la realidad. El progreso del trabajo de las ciencias de la cultura se realiza gracias a este debate. El resultado es un proceso constante de transformacién de los conceptos, median- 228

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