TEORICO 1 (30/04/21)
fundamentos
de la
clínica
Historia y estructura del saber psiquiátrico Impreso en la Argentina Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723
ISBN 950-9515-10-8
MANANTIAL
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A Claudine INTRODUCCIÓN
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8 LOS FUNDAMENTOS DE LA CLÍNICA INTRODUCCIÓN
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10 LOS FUNDAMENTOS DE LA CLÍNICA INTRODUCCIÓN 11
integrando los hechos irreductibles a las síntesis precedentes que una frecuentación Así se despeja progresivamente el sentido de esta sorprendente aventura que representa la
sistemática de la realidad en causa había suministrado, abre direcciones nuevas y una historia de cualquier saber. En lo que concierne a la clínica psiquiátrica veremos que se
nueva etapa de ese proceso cíclico que una espiral ilustraría mejor que un círculo. Así se puede obtener de ella toda una enseñanza. Antes de entrar en lo central del tema, debo
opera un ajuste progresivo, asintomático, del conocimiento con lo real, marcado por hacer una recomendación al lector. Este trabajo puede ser utilizado ciertamente como un
rupturas, mutaciones y largas fases de progresos lineales: si la realidad permanece allí, manual histórico si se busca en él información sobre tal o cual autor o sobre tal o cual
constantemente inalcanzable en su esencia, puede también decirse que ella es allí tema particular. Sin embargo, la intricación en el tiempo entre trabajos sucesivos que son
constantemente aprehendida, en función de los medios y también de las necesidades de analizados aquí, la deriva progresiva de ciertos términos que siempre son utilizados con
una época. Como lo decía Henri Wallon 2: "desde el surgimiento del pensamiento sentidos diferentes, a veces a lo largo de ciento treinta años (manía, melancolía, paranoia,
racional y de los logros científicos, el progreso de los conocimientos, posibilitado por los demencia, etc.) hacen necesario, en mi opinión, tomar conocimiento del desarrollo
principios racionales.. . termina siempre por entrar en conflicto con ellos. Un doble histórico en su conjunto para poder situarlos correctamente. Por lo tanto, insisto en
movimiento de alternancia se reproduce sin cesar. Por una parte, lo que se fijó en forma aconsejar su lectura como un todo que no logra su sentido más que en su globalidad. 4
de hipótesis, teorías, principios, como aquello que parece necesario para hacer comprensible
la experiencia, tiende a desarrollar sus consecuencias lógicas y a suministrar las ciencias
deductivas que se anticipan a la experiencia. Por otra parte la experiencia así posibilitada
termina por desbordar los marcos, dando resultados cada vez menos conciliables con
sus premisas teóricas, y los cambios de hipótesis o de teorías que se imponen pueden
llegar a estremecer lo que parecía un principio definitivo, necesario o a priori de la razón.
Así, los conocimientos secretan la razón, proceden de ella y la trastocan por turno,
bajo el empuje de la experiencia, en la que las influencias tecnológicas y sociales son
en cada época solidarias del esfuerzo especulativo".
¡Cómo no encontrar harto ocioso o más bien bastante teológico, desde este ángulo, la
cuestión de saber dónde comienza la ciencia en este proceso! No he empleado hasta aquí
este término para calificar la clínica: arrastra ya demasiado idealismo para no tener que
evitarlo sistemáticamente, incluso en el campo de la física 3. Un proceso dialéctico como el
que acaba de describirse inspira en todo caso la historia de la clínica: lo veremos. Que este
movimiento esté ahora cerrado no indica más que una cosa: la mutación conceptual que
prepara la etapa siguiente está todavía en curso y es suficientemente profunda y
fundamental como para demandar una larga gestación. No es difícil, por lo demás, saber
de qué lado es necesario esperarla: desde hace tres cuartos de siglo el desarrollo del mo-
vimiento psicoanalítico acumula en desorden sus materiales.
3o) Una vez planteada una concepción general, que no tiene por otra parte nada de
original, será más fácil justificar los principios que guiaron esta relectura de los grandes
textos de la psiquiatría clínica. Se trataba ante todo de evitar un escollo que sigue siendo
la cruz de toda investigación histórica en psicología: esa lectura del pasado en términos
del presente que, con la búsqueda de precursores, parece haber desaparecido de los
trabajos modernos de epistemología histórica, pero que florece todavía en nuestra
disciplina. Ciertamente, no es fácil dar el sentido real de la producción de autores ya 1. Se trata naturalmente del campo psicopatológico: la clínica es primero y ante todo una acción
antiguos sin introducir en ella de antemano lo que puede leer allí quien otea toda una médica, aplicada en un segundo tiempo a lo que de entrada fue concebido como una rama de la
época histórica: si los hechos sin duda variaron poco (todavía es éste un hecho difícil de patología del cuerpo. Ese es el postulado de base de la clínica psiquiátrica, desde su origen en
Pinel; las perturbaciones mentales deben considerarse como una variedad particular de las pertur-
dejar de lado) los observaron y los cuestionaron desde un ángulo específico, imposible de baciones somáticas.
superponer directamente a aquél desde el cual los abordamos ahora. Este ángulo par- 2. Les origines de la pensee chez l'enfant, PUF, I, 1945, p. X-XI.
ticular de consideración de los fenómenos brinda su sentido al desarrollo histórico y 3. En lo concerniente a esta última, su pasaje al rango de fetiche, debido tanto a su antigüedad y por
para cada etapa se debe intentar encontrar lo que parecía logrado y en qué sentido, lo que consiguiente al notable grado de formalización que alcanzó, como a su vínculo orgánico con la
parecía plantear problemas y exigir investigaciones más profundas o nuevas matemática, objeto de una veneración supersticiosa desde siempre, sólo vuelve más obscura una
génesis muy parecida a la de otros saberes menos nobles porque más recientes.
conceptualizaciones, en fin, aquello de lo que se disponía para responder a tal exigencia, 4.
Se encontrará al final del libro un índice detallado que restituye el plan del mismo, lo que, espero,
medios técnicos y conceptuales nuevos, modelo particular surgido de un descubrimiento facilitará su utilización. Las notas se ubican al final de cada capítulo.
reciente o de otra rama de la investigación.
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12 LOS FUNDAMENTOS DE LA CLÍNICA PRIMERA PARTE
AGRADECIMIENTOS LA PRIMERA PSIQUIATRÍA CLÍNICA: LAS ESPECIES DEL GENERO
Debo expresar aquí mi agradecimiento hacia quienes hicieron posible este trabajo y LOCURA
su publicación. Primero, al Señor Profesor Lantéri-Laura que despertó mi interés, así
como el de muchos otros, por la historia de la psiquiatría. Mi deuda también es grande
con el Doctor Deshaies, que sabe mantener viva la gran tradición clínica, tanto en su
enseñanza como en su trabajo cotidiano. Los presidentes de mis jurados de tesis y de
informe, el Señor Profesor Pélicier y el Señor Profesor Bourguignon, confiaron en mí
desde el principio y me demostraron simpatía e interés, y no podría agradecer suficiente-
mente ese estímulo. Que mi viejo compañero de trabajo, Gérard Mansuy, encuentre aquí
una vez más el testimonio de todo lo que le debo y de mi afecto.
Que la redacción de Ornicar?, y particularmente mi amigo Gérard Miller, tengan la
certeza de mi estima: aceptando publicar una obra de alguien que no pertenece a su
Escuela, manifiestan una amplitud de criterio de la que son incapaces quienes hacen pesar
sobre ellos una permanente acusación de sectarismo. Finalmente, debo expresar todo mi
reconocimiento hacia la Señora Laurence Bataille, quien se tomó el trabajo de revisar
completamente el manuscrito para su publicación.
Paul Bercherie
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16 LOS FUNDAMENTOS DE LA CLÍNICA
Capítulo 1
un método finalmente "histórico" en la consideración de la locura, a "el espíritu de orden
PINEL y de investigación que reinan en todas las partes de la historia natural" 3. Se dedicará a la
aplicación rigurosa de la doctrina en el campo completo de la práctica médica: en el
campo clínico, es su obra Medicina clínica o la medicina hecha más precisa y más exacta
por la aplicación del Análisis; en la nosología, es la gran Nosografía Filosófica o el Método
Si se quiere apreciar la importancia que tuvo Pinel para sus contemporáneos, el del Análisis aplicado a la Medicina; finalmente, en el dominio particular de la alienación,
carácter fundante que atribuyeron a su obra y la tradición que origina en él la psiquiatría es el "Tratado médico-filosófico de la Alienación Mental".
moderna, es necesario considerar no los aspectos positivos de su obra, sino el espíritu de su La filosofía de la que se trata, el análisis, es el método del cual acabamos de hablar, tal
trabajo.
como los ideólogos lo reciben de Locke y de Condillac. Es interesante saber que es con su
En efecto, ni en el plano clínico, donde no agrega nada esencial a las descripciones de maestro, el médico Sydenham, con quien Locke, que también se inició en la profesión
médica, encuentra los lineamientos de su teoría. Sydenham es uno de los iniciadores del
los Antiguos o de sus predecesores inmediatos, ni en el plano nosológico, ni en el plano
retorno a Hipócrates que marca todo el siglo XVIII, es decir, del retorno, más allá de los
institucional y terapéutico en el que toda la época instituyó nuevas prácticas (cf. Tuke,
dogmas explicativos de Galileo, a la observación empírica y clínica. Ciertamente, el
Chiaruggi, o incluso en Francia, Daquin) sólo se encuentra en Pinel un espíritu claro y
galenismo surge de la sistematización de las doctrinas de Hipócrates, pero éstas estaban en
sintético muy dotado para la observación y provisto de un dinamismo poco común.
equilibrio en Hipócrates con un verdadero culto de la observación clínica, que desaparece
En cambio, en el plano del método, veremos que funda una tradición: la de la Clínica, en Galeno detrás del sistema. Sydenham transmitirá a Locke 4 una confianza en la
como camino consciente y sistemático. observación y una desconfianza en la teoría que volvemos a encontrar en Pinel, vía
Pinel se vincula con el grupo de los Ideólogos, que representa en Francia la síntesis de las Condillac y los Ideólogos, y cuyo último avatar será el positivismo de Auguste Comte: el
comentes de pensamiento renovadoras y radicalizantes que marcaron el siglo XVIII hombre puede confiar en sus facultades de observación y de análisis; los fenómenos tal
Comparte con ellos los principios metodológicos que les parecen estar en la base de todo como se le aparecen no son la esencia de la realidad última, pero son suficientemente
trabajo verdaderamente científico. Herederos de la tradición nominalista, consideraban que "paralelos" a ella como para que pueda fundar en ellos un saber a la vez siempre
el conocimiento es un proceso cuya base es la observación empírica de los fenómenos que aproximativo y, sin embargo, valedero. No conocerá jamás, empero, verdaderamente lo
constituyen la realidad. A esos fenómenos, materiales brutos de la percepción, el sabio real (tal como Dios lo conoce) y es por lo tanto inútil que se consuma en vanos sistemas
debe agruparlos y clasificarlos en función de sus analogías y de sus diferencias; constituirá explicativos. Por el contrario, conocerá suficientemente lo que se le presenta de lo real,
así clases, géneros, especies, evitando introducir en ese trabajo de análisis y síntesis su para obtener de él un conocimiento pragmáticamente eficaz y esto es lo único que
subjetividad propia bajo la forma de "ídolos", cuyo origen Bacon denunció en el linde de la importa.
edad clásica: los ídolos de la tribu, antropomorfismo espontáneo del pensamiento; los En el plano metodológico entonces se encontrará en Pinel un llamado a la frecuenta-
ídolos de la caverna, inercia que no cuestiona las nociones inculcadas por la educación, ción lo más extensa posible de lo real, es decir, en este caso, de la clínica, a esto se debe
es decir la cultura ambiente; los ídolos del foro, seducción de las palabras y de la retórica, su confianza en las opiniones de hombres "sin saber" como Pussin, el inspector de
pero también clasificaciones establecidas del lenguaje vulgar; los ídolos del teatro, prestigio Bicétre. Al mismo tiempo, recomienda formarse mediante el estudio de la historia natural y
de los grandes sistemas filosóficos. la práctica de las matemáticas 5 en el espíritu de análisis, pues una observación
En la cima del edificio, las categorías obtenidas de la experiencia recibirán finalmente simplemente empírica sigue siendo intuitiva, no adquiere ningún estatuto en la ciencia, no es
el nombre que les da existencia en la ciencia. Este es el sentido del aforismo de Condillac: acumulativa: debe pasar al lenguaje, adquirir una estructura enunciable; la clínica debe
"la Ciencia no es más que una lengua bien hecha". En efecto, una lengua que funcionase devenir progresivamente una lectura, un texto escrito en la "lengua bien hecha" de
correctamente nombraría a lo real y no a los ídolos que son una herramienta sospechosa Condillac6. Al mismo tiempo, la clínica debe crearse un lenguaje, palabras nuevas, de
para el conocimiento. sentido preciso que, a diferencia de las palabras imprecisas y demasiado sometidas al
Una disciplina sirve de modelo y de ideal a esta investigación: la historia natural y, deslizamiento de sentido de la lengua vulgar, evocarán inmediatamente los fenómenos que
Particularmente, la obra de Buffon 2. En toda la obra de Pinel se encontrará el llamado a engloban. Por el análisis progresivo, por la frecuentación asidua del campo de la
observación, se constituirá un saber, cada vez más preciso aunque siempre limitado al
campo de los fenómenos.
Naturalmente es válido interrogarse sobre esta epistemología un poco ingenua, pero
queda en pie un hecho: Pinel abre la exploración sistemática de un campo y el
ordenamiento de los fenómenos que lo constituyen. Este camino ha sido el fundamento
sobre el cual se constituyó después el saber realmente positivo de la psiquiatría, una vez
que, como a menudo en el nacimiento de las ciencias, un hallazgo inesperado habrá
suministrado un método nuevo para explorar y clasificar los fenómenos. El postulado
sobre el que reposa la doctrina que Pinel, antes que Comte, retoma de Sydenham, Locke
y Condillac, se muestra, en efecto, sistemáticamente erróneo frente al avance
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18 LOS FUNDAMENTOS DE LA CLÍNICA
PINEL 17
capítulo de las lesiones orgánicas (clase 5 a- de la nosografía), sólo encontraremos un capítulo
sobre "las lesiones del cerebro y de sus meninges" a partir de la quinta edición (1813); incluso
del conocimiento científico: la incognoscibilidad de la esencia real de los fenómenos sólo tiene cinco páginas y un contenido puramente crítico (en particular para la doctrina de
es una verdad asintótica; en cada etapa del progreso de los conocimientos, parte de lo Gall) que volveremos a encontrar después en el Tratado de la alienación mental.
que parecía constituir el problema de la esencia en la etapa precedente cae en el orden de La alienación mental forma parte de las neurosis cerebrales, siendo el cerebro el asiento de
lo conocido y de lo explicado. El postulado positivista conducirá a Comte a rechazar, la mente; estas neurosis cerebrales son de dos tipos: abolición de la función (afecciones
entre otros, el conocimiento de la constitución físico-química de los planetas, que la comatosas), perturbación de la función (vesanias). Las vesanias comprenden la alienación
espectroscopia permitirá algunos años más tarde; pensará lo mismo en lo referente a la mental, la locura propiamente dicha y algunas otras "enfermedades mentales" que no
constitución física de la materia, la matematización y los estudios microscópicos en hacen del sujeto un alienado en sentido estricto:
biología, etc... Igualmente, lo que parecía inaccesible a Pinel, fundará un conocimiento - la hipocondría: cuya perturbación no supera la interpretación permanente e inquieta de
concreto en la segunda mitad del siglo XIX. las sensaciones viscerales que Pinel considera como suficientemente reales, atribuyéndoles
Desde este punto de vista, la psiquiatría seguirá con un retraso de medio siglo la frecuentemente un fundamento orgánico.
evolución de la medicina: Pinel fue de aquellos que constituyeron la clínica médica como
observación y análisis sistemático de los fenómenos perceptibles de la enfermedad; - el sonambulismo: que es una locura corta, una locura limitada al período del sueño;
resultado de ello es su Nosografía. Allí aisló las grandes clases sintomáticas en las cuales la Pinel, por otra parte, incluye en él a la pesadilla n .
anatomía patológica no juega más que un papel secundario en la clasificación: las - la hidrofobia: es decir la rabia, que en la primera edición había incluido dentro de las
flegmasías o las hemorragias son clasificadas según el lugar donde se producen en el neurosis espasmódicas a causa del espasmo laríngeo, y que termina clasificando dentro de
cuerpo. Pero esto no constituye un elemento del nivel causal, sino uno de los síntomas del las vesanias, a causa de los trastornos psíquicos excitados y depresivos que constata en la
proceso mórbido, el que permanece inaccesible. Menos de diez años más tarde, Bichat misma. Es entonces una transición hacia las neurosis motrices y viscerales, así como la
planteará el principio de base del método anátomo-clínico: la lesión local explica el hipocondría es una transición, por sus múltiples parestesias, hacia las neurosis de los sentidos.
cuadro clínico y éste no hace más que manifestarla en el exterior. Michel Foucault, que Efectivamente, una clasificación adecuada incluye clases de transición entre sus gran des
presenta un notable cuadro de la evolución de los conocimientos y de las doctrinas en divisiones, siendo la naturaleza un continuo de formas 12.
medicina durante este período 7, opone demasiado estas dos etapas: una surge de la otra; Además, es necesario precisar que la alienación mental no forma una clase en la noso-
Bichat invoca a Pinel y la organización de la clínica ha suministrado tan sólo las bases grafía, se vuelve a encontrar simplemente las cuatro especies que la constituyen en las ve-
necesarias al método anátomo-clínico que, por otra parte, no hace caducar a la primera. El sanías. Ella no es, en efecto, más que una categoría empírica, social, (las enfermedades
camino empírico sigue siendo una condición previa necesaria para la investigación; debe mentales crónicas justifican la internación), a eso se debe su dispersión en el seno de una
reconocerse, sin embargo, que cambia de aspecto al volverse orientado (hacia la investigación obra específicamente clasificatoria como la nosografía.
de signos focales). Ubicado el lugar y el estatuto de la locura 13, veamos su estudio concreto14. En primer
De la misma manera, veremos a Falret y su descendencia (Laségue, Falret hijo, Morel, lugar las grandes clases en las que se reparten las manifestaciones mórbidas:
Kahlbaum) desbordar y conmocionar la clínica de Pinel y de Esquirol. Sin embargo, por una
1) la manía propiamente dicha, en la que el delirio es general, es decir, que concierne a
parte, es sobre este fundamento como pudo realizarse la "revolución" de la segunda mitad
todos los objetos, estando lesionadas muchas de las "funciones del entendimiento"
del siglo XIX; por la otra, y esto proviene de la especificidad del campo psiquiátrico,
(percepción, memoria, juicio, afectividad, imaginación, etc.) y que se acompaña de una
la observación pura permanecerá al menos sectorialmente válida: sigue siendo la
viva agitación.
condición necesaria, sino la finalidad última, del conocimiento.
Pinel distingue, no obstante, una subvariedad que será la prenda de importantes batallas
***********
futuras: la "manía sin delirio" o "manía razonante", en la que las funciones del enten-
dimiento están intactas y en la que no subsisten más que la alteración de la afectividad y la
excitación, a menudo furiosa.
Ahora que el pensamiento de Pinel nos es más familiar, que hemos captado que el
último error que debe cometerse en relación a su obra es tratarla como un sistema 2) La melancolía, en la que el delirio está limitado a un objeto o a una serie particular de
explicativo8, podemos comenzar a estudiar sus ideas positivas, las tesis muy prudentes y objetos, las facultades mentales permanecen intactas fuera de ese "núcleo" delirante y el
bastante eclécticas que constituyen su doctrina psiquiátrica. comportamiento sigue siendo coherente y comprensible, si se tiene en cuenta las ideas de-
Pinel considera la alienación mental como una enfermedad en el sentido de las lirantes. El estado afectivo y el tema del delirio pueden ser de naturaleza triste o de
enfermedades orgánicas, una perturbación de las funciones intelectuales, es decir, de las naturaleza alegre y exaltada.
funciones superiores del sistema nervioso 9. Por eso las ubica en la clase de las neurosis 10 es 3) La demencia o abolición del pensamiento, y Pinel precisa que alude como tal al
decir, de las afecciones del sistema nervioso "sin inflamación ni lesión de estructura", y pensamiento en el sentido de Condillac, es decir, el juicio. La demencia es entonces la
que por lo tanto no entran ni en la clase de las flegmasías, ni en la de las hemorragias o incoherencia en la manifestación de las facultades mentales, el desorden y la movilidad, la
las lesiones orgánicas: son también afecciones sin fiebre. Debe indicarse sin embargo que, existencia "automática"; la destrucción de la función de síntesis, se habría dicho un
tanto para la alienación mental como para las otras neurosis, cita numerosas causas lesionales poco más adelante.
junto a alteraciones idénticas de la función sin lesión perceptible: lo importante es que la
lesión no es constante y que por lo tanto representa un elemento contingente. En el
10
PINEL 19 20 LOS FUNDAMENTOS DE LA CLÍNICA
4) El idiotismo u obliteración de las facultades intelectuales y afectivas, es decir, la supre- sus adversarios: aconseja para evitar "las divagaciones del Ideologismo" no pedir prestado a
sión más o menos completa de la actividad mental, quedando el sujeto reducido a una esas ciencias "accesorias" ideas sino "con una suerte de sobriedad, sólo tomar aquellas que
existencia vegetativa, con restos esporádicos de actividad psíquica (ensoñaciones dulces, son las menos cuestionadas" y agregarles la observación (p. 51 y 52 de la
sonidos semiarticulados, crisis de excitación). Puede ser congénita o adquirida, y entonces a introducción, primera edición).
menudo transitoria.
Subrayemos enseguida el error profundo que constituiría toda tentativa de identificar El rechazo de todo sistema totalizante no impide a Pinel profesar una doctrina
estas categorías, puramente sintomáticas, con nuestras entidades actuales. Los términos bastante precisa sobre la alienación mental, que ahora resumiremos.
que sobrevivieron podrían fácilmente inducir al error, y todavía se ve a historiadores Hemos visto que, como Cabanis, es partidario de una concepción materialista psico-
según los cuales Pinel habría descripto la melancolía o la manía, pero no habría aislado la fisiologista: la mente es una manifestación del funcionamiento del cerebro y las "relaciones
paranoia o habría confundido esquizofrenia e idiotez. Pinel, naturalmente, vio todo, pero no de lo físico y de lo moral en el hombre" 17 le parecen fundamentales y permanentes. La
con nuestra mirada; su nosología apunta a crear grandes clases fenoménicas, de locura, la concibe entonces como un desarreglo de las facultades cerebrales, y propondrá
comportamientos, persuadido como está de que esas grandes divisiones recubren algo de la a ese desarreglo cierto número de causas:
esencia de lo real. Nosotros pensamos con categorías muy diferentes: son para nosotros los
pequeños signos los que importan y los que definen el fenómeno. La manía de Pinel (e 1) causas físicas primero:
inclusive, excluyendo la manía sin delirio) incluye los estados de agitación, ya sea los que — directamente cerebrales: un golpe violento sufrido en la cabeza, una conformación vi-
consideramos actualmente maníacos o epilépticos, confusionales, esquizofrénicos, delirantes, ciosa del cráneo (mantiene en particular esta causa para algunos casos de idiotismo
ansiosos, histéricos. Por otra parte, estas categorías pueden "complicarse" 15: accesos congénito, a los que consagra la séptima sección de la segunda edición del tratado).
maníacos en la demencia, el idiotismo, o la melancolía, idiotismo terminando la manía o - simpáticas, es decir que alcanzan el cerebro como consecuencia de sus lazos con los
lo contrario, etc. otros órganos del cuerpo: supresión brusca de un exutorio o de una hemorragia 18, de una
Es la misma concepción que hace de la alienación mental una unidad, pues empírica y afección cutánea o de un herpes, gota, consecuencias de diversas fiebres.
metodológicamente forma un grupo homogéneo de fenómenos, claramente diferente de Se relacionan con este orden de causas, las causas fisiológicas (partos, edad crítica de
las otras enfermedades y, por ende, detrás de los fenómenos corresponden a algo de las las mujeres) y el hábito de la ebriedad.
esencias 16. Es el lugar para precisar un punto que tendrá una cierta importancia en lo que
2) la herencia, a la cual Pinel le otorga un lugar destacado, ya que es el primer
sigue: la Nosografía clasifica las enfermedades mentales en grandes categorías,
sirviéndose para ello de los síntomas más notorios; es entonces con las fiebres (primera de parágrafo del capítulo de causas (segunda edición).
las cinco clases) en parte y sobre todo con las flegmasías (inflamaciones: segunda clase) 3) finalmente, las famosas causas morales, que se pueden ordenar en dos rúbricas, en
donde es clasificado el delirio febril agudo, siendo allí el delirio un síntoma y no el constante interacción por otra parte:
fenómeno esencial. Por lo tanto, sin que el problema esté bien explicitado, Pinel mismo - las pasiones intensas y fuertemente contrariadas o prolongadas.
comienza el trabajo de separación de las locuras sintomáticas y de las locuras idiopáticas o — los excesos de todo tipo, las irregularidades de las costumbres y del modo de vida y la
esenciales que continuará como veremos a lo largo de todo el siglo XIX a través de
"institución" (en el sentido de maestro: la educación) viciosa, ya sea por molicie o por
Georget, Baillarger, Magnan y finalmente Kraepelin. dureza excesiva, que es factor predisponente 19.
Para el trabajo de descripción clínica que emprende y que debe proseguirse, a partir de
Todavía debe precisarse cómo comprende Pinel la acción, de las causas morales que
las grandes clases que ha definido, hacia una precisión y una fineza cada vez más grande,
considera como las más numerosas y las más importantes en la producción de la
Pinel recomienda continuamente utilizar, tanto como se pueda, el trabajo de los psicólogos
alienación mental: les atribuye más de la mitad de los casos (segunda edición, p.419).
y en particular el de Locke y Condillac. Para estudiar en su detalle las perturbaciones de las
Actúan por la acción que ejercen sobre los órganos de la "economía", es decir, sobre el
funciones mentales en la locura, lo mejor es empaparse con sus observaciones, con el análisis
organismo considerado como un todo funcional, perturbándolos. Pinel cita aquí extensa-
que realizaron de las funciones de la mente normal, lo que facilitará la descripción de los
mente a Crichton (o Crighton) 20 quien elabora un catálogo de los efectos diversos
trastornos de esas funciones en el alienado.
ejercidos por las pasiones tales como la alegría, la cólera, el miedo, la tristeza, sobre el
Así, lo que no constituía más que un pequeño capítulo de la primera edición del
estado de las vísceras y de las grandes funciones: circulación y respiración 21. Una vez
tratado (p. 21 a 25) se transformará en la segunda sección de la segunda edición (p. 55 a
adquirida esta perturbación visceral, el cerebro se altera por vía de "simpatías", de modo
128), ancestro de todos los capítulos de semiología de los tratados posteriores, donde se
que las causas morales son una rúbrica de las causas físicas simpáticas. La perturbación
examinan las perturbaciones de las diversas facultades del entendimiento: sensibilidad,
parte "de la región del estómago y de los intestinos desde donde se propaga, como por
percepción, pensamiento, memoria, juicio, emociones y afecciones morales, imaginación,
una especie de irradiación, la perturbación del entendimiento" (segunda edición, p. 142)
carácter. La división es tomada de los análisis clásicos de esas facultades en aquella época.
Además de retomar el viejo tema hipocrático (melancolía = bilis negra), las posiciones
Incluso allí, Pinel da pruebas de prudencia y eclecticismo y, por ejemplo, no se privará, a
doctrinales materialistas de los Ideólogos se expresan aquí. Las perturbaciones de los
propósito de la manía sin delirio, de criticar a Locke (p. 149, primera edición), a pesar de su
sentimientos afectivos y del carácter constituyen uno de los síntomas más importantes de la
'justa admiración" por haber supuesto siempre una lesión intelectual, es decir, una idea
locura (cf. la tesis de Esquirol), que tiene frecuentemente los rasgos de una exaltación
delirante como fuente de la locura. El horror a los sistemas no se limita en él a los de
pasional.
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PINEL 21
22 LOS FUNDAMENTOS DE LA CLÍNICA
Puede subrayarse que las causas no son en ningún caso específicas para los diferentes
tipos de locura, exceptuando, quizá, el idiotismo congénito, pero éste es tan solo una ayuda que pueda brindar a lo largo del ciclo mórbido; podrá utilizar allí los medicamentos en
parte del idiotismo. Pinel tiende más bien a atribuir la forma del acceso a la "consti- el momento oportuno para ayudar al organismo en su tarea. Purgantes, evacuantes,
tución" del individuo, es decir, al tipo físico: color de los cabellos o de los ojos, con- vesicatorios, antiespasmódicos, baños fríos o tibios, e incluso sangrías, tienen de este
formación física, sexo; así los hombres robustos de cabellos negros tienen una mayor modo un papel que cumplir, a condición de ser "moderados" y de ir en la dirección de la
predisposición a los accesos de excitación, las mujeres, sobre todo rubias, estarían más naturaleza; ya no se trata de tratamientos empíricos, utilizados sistemáticamente, sino de
inclinadas a la melancolía (cf. primera edición, p. 14-15). La alienación aparece aquí indicaciones terapéuticas limitadas y cuidadosamente regladas en base a la observación del
como uno de los tipos de reacción del organismo. caso individual, en la gran tradición de Hipócrates 22.
El tratamiento moral, en cambio, cuenta con todo su apoyo y su nombre quedó ligado a
********** él. Si se debe dejar el cuerpo librado a su reacción natural, por el contrario, en la
alienación mental, la mente alterada puede ser conducida nuevamente a la razón con
Las mismas ideas fundarán la concepción general del tratamiento. Por lo menos, al ayuda de la institución curativa, pues finalmente se pueden relacionar las concepciones de
igual que los dogmas y los sistemas que florecían todavía en aquella época, (humorismo Pinel 23 con un concepto de ese orden. Aún una vez más la Ideología funda la teoría, en
galénico, solidismo de Willis y Boorhave, iatroquimismo de Paracelso, animismo de Stalh, particular el sensualismo por el cual, siguiendo a Locke y a Condillac, explica el origen de
etc.. .) Pine condena a los empíricos y a su búsqueda de un remedio "específico" por vía las ideas y en el que funda su confianza en la maleabilidad y, por ende, en la
del azar, con toda la charlatanería que esto puede implicar. Rechaza el activismo perfectibilidad de la mente humana. Los contenidos de la mente dependen de las
terapéutico, el intervencionismo desatado e intempestivo de ambos, y la práctica de la percepciones y de las sensaciones y modificando éstas, se modifica, por intermedio,
época no podía más que reforzarle esas ideas: las purgas y los vomitivos sistemáticos de los obviamente, de las pasiones, de la afectividad, único motor humano, todo el estado
antiguos (eléboro) habían sido suplantados por la sangría y, regularmente, Pinel recibía mental. El medio ambiente del alienado jugará entonces un papel capital en la cura. Es
del Hotel-Dieu alienados exangües y moribundos; si escapaban al tratamiento, a menudo necesario aislarlo en una institución especial, primero para retirarlo de sus percepciones
quedaban dementes e incurables. De Hipócrates retomará la idea de que la enfermedad tal habituales, de aquellas que han engendrado la enfermedad o al menos acompañado su
como se nos presenta es esencialmente una reacción saludable del organismo contra la inicio; luego para poder controlar completamente sus condiciones de vida. Allí será
acción de causas que perturban su equilibrio, cuya terminación natural es la cura. Citemos sometido a una disciplina severa y paternal, en un mundo completamente regulado por la
un poco más extensamente, por una vez, un pasaje que resume todo lo que hemos dicho ley médica. Por el juego dosificado de las amenazas, las recompensas y los consuelos, por la
hasta aquí de la naturaleza de la locura (primera edición, p. 38-39): "Una afección demostración a la vez de un gran cuidado y de una gran firmeza, se lo someterá
intensa o, para hablar más generalmente, un estimulante cualquiera actúa fuertemente progresivamente a la tutela médica y a la ley colectiva de la institución, al "trabajo
sobre el centro de las fuerzas epigástricas, produce en ellas una conmoción profunda que se mecánico" 24 y a la "policía interior" 25 que la reglan. El objetivo es "subyugar y domar al
repite sobre los plexos abdominales, provocando encogimientos espasmódicos, una alienado poniéndolo en estrecha dependencia de un hombre que, por sus cualidades físicas
constipación pertinaz, ardores de las entrañas. Inmediatamente después se excita una y morales, sea adecuado para ejercer sobre él un poder irresistible y para cambiar el círculo
reacción general más o menos fuerte, de acuerdo con la sensibilidad individual; el rostro se vicioso de sus ideas" (primera edición, p. 58: siguen ejemplos para ilustrar esta "verdad
colorea, la circulación se vuelva más animada, el centro de las fuerzas epigástricas parece sensible")- Para obtener este resultado, es necesario conducirse de una manera que suscite
recibir una impulsión secundaria de una naturaleza totalmente diferente de la primitiva, la el respeto del alienado y su confianza; y para obtener esa "transferencia paterna" Pinel no
contracción muscular está llena de energía; generalmente se excita una fogosidad ciega y carece de ideas. Primero, si a menudo es necesario intimidar al alienado, por ejemplo con
una agitación incoercible; el entendimiento mismo es arrastrado en esa suerte de movimientos demostraciones de fuerza (primera edición, p. 66: un "aparato imponente de represión", es
saludables y combinados. Sus funciones se alteran, muchas a la vez o parcialmente, y a veces decir, enfermeros numerosos y decididos), es necesario, sin embargo, no emplear nunca la
redoblan la vivacidad. En medio de esta perturbación tumultuosa cesan las afecciones violencia ni los métodos degradantes: la dulzura y la comprensión bastarán a menudo; los
gástricas o abdominales, luego de una duración más o menos prolongada; la calma llega, y agitados, por ejemplo, los furiosos, no serán encadenados, sino que se los dejará "divagar"
trae consigo en general una cura que es más sólida cuanto más violento ha sido el acceso, por el parque del asilo, munidos simplemente del chaleco de fuerza, o en el peor de los
como lo demuestran las observaciones más reiteradas. Si el acceso está por debajo del casos, se los encerrará en celdas.
grado de energía necesaria, la misma escena puede renovarse en un orden periódico, pero En ciertos casos, se montan estratagemas: representaciones diversas que "realizan" más o
a menudo los accesos así repetidos disminuyen en intensidad y terminan por desaparecer". menos el delirio del enfermo, como ese melancólico convencido de que estaba en la lista de
Es fácil comprender las consecuencias de una tal posición: es el "método expectante" de sospechosos de la Convención y a quien tres hombres disfrazados de jueces van a darle un
Hipócrates. El médico debe abstenerse al máximo de toda intervención que fuera a perturbar certificado atestiguando su patriotismo 26.
el desarrollo del ciclo natural de la enfermedad. Cuando el organismo haya desarrollado su A veces es el sarcasmo, el miedo, la confianza, un contrato firmado con el enfermo, la
reacción sobrevendrá visita inesperada y cuidadosamente calculada de personas queridas que determinan el
"crisis", por la cual la enfermedad finalizará, por la eliminación de la "materia choque afectivo buscado y que sacan brutalmente al sujeto de su delirio. Otras veces, la
mórbida". Pinel consagra así un parágrafo (primera edición p. 276) a un caso de cura por vida regular del asilo, el aislamiento y el reposo, las ocupaciones que distraen (trabajo, la
erupciones cutáneas "críticas". Sin embargo, al médico le queda un papel importante: la recuperación del pasatiempo favorito después de una larga interrupción) bastan.
Todo esto implica cierto número de recomendaciones institucionales: la proscripción
12
24 LOS FUNDAMENTOS DE LA CLÍNICA
PINEL 23 entendimiento o de lo que se puede nombrar una "demencia de imbecilidad" (primera edi-
de la violencia y de las vejaciones inútiles (cadenas, visitas de extraños) ciertamente, pero ción, p. 39). Se trata del género de casos que denominará más tarde idiotismo adquirido:
también la existencia de un personal numeroso y bien entrenado, habituado a observar y a ¡aquí lo da como ejemplo de manía intermitente! Entonces, no se puede comprender aquí
comprender a los enfermos, un supervisor jefe que controle perfectamente a sus hombres y manía más que en el sentido amplio de locura, es lamentable que Pinel mismo, en la me-
que esté totalmente consagrado al médico, locales que permitan aislar las diferentes moria nosológica de 1799 31, remita, en el parágrafo sobre la manía (esta vez en el sentido
variedades de alienados entre sí, sustraer a los idiotas de la mirada, espacio, posibilidades restringido), a la memoria sobre la manía intermitente para establecer el carácter típico de
de trabajo para los enfermos. En suma, el asilo debe ser un centro de reeducación modelo y un acceso de manía periódica para la manía en general. Es probablemente este género de
"panóptico" 27 en el que la sumisión es el primer paso hacia la cura; como lo hemos visto imperfecciones debidas a la constitución heterogénea de la primera edición del tratado (cf.
anteriormente, una educación mal hecha predispone a la locura; en el asilo, por el contrario, más arriba y G. Swain) lo que llevará a su reestructuración completa en la segunda edición.
el sujeto adquirirá una educación modelo que se prolongará en los consejos profilácticos Pero, esta desconfianza hacia la anatomía patológica tendrá una consecuencia más
para evitar una recaída. importante a mediano plazo; la de colocar muy rápidamente a Pinel contra la corriente
Vemos nuevamente perfilarse aquí las posiciones, éticas esta vez, de los Ideólogos: su del gran movimiento anátomo-patológico que Bichat inauguró. Su posición escéptica en
movimiento es esencialmente filantrópico y social. En todos los dominios apunta a una relación a la clase de las fiebres (primera clase de la nosografía) le valdrá los ataques
reforma de las costumbres, a una sociedad sana y reglada, lejos de la decadencia del furiosos de Broussais y finalmente una derrota completa 32. En relación a las neurosis y,
Ancien Régime o del tumulto revolucionario. Creyeron un instante haber encontrado en por lo tanto, a la locura, será muy rápidamente atacado por el mismo Broussais 33 y
el primer cónsul al hombre que realizaría sus grandes proyectos sociales. De todas abandonado por una parte de sus alumnos (ver más adelante el capítulo 3). Sin embargo,
maneras, estuvieron en el origen de un vasto movimiento de asunción y de regulación del por un tiempo su posición permanecerá más sólida, pues se corresponde más con la
espacio social, por ejemplo, en el dominio de las prisiones 28. realidad objetiva. Veremos cómo Bayle tendrá finalmente razón, con bastantes dificulta-
des, por otra parte. Pero es importante ubicar la suerte de hiato que se introduce entre
************** Pinel y su escuela psiquiátrica por un lado y el resto de la medicina de la época por otro.
Puede ser atribuido en gran medida a la especificidad de los problemas que plantea el
Para concluir, comentaremos la posición de Pinel en relación a la anatomía patológica campo psiquiátrico y que, como veremos, es el factor dinámico de su organización en
de la alienación mental. Esta posición está determinada por su desconfianza hacia los saber.
sistemas explicativos. Como reacción contra la opinión más corriente de la época 29, Pinel Por el momento retengamos sobre todo la distancia que Pinel introduce entre la
rechaza las teorías que dan cuenta de la locura por un daño material en el cerebro, o más observación de los fenómenos y el ensayo de presentar una teoría explicativa sobre los
bien rechaza la extensión a todo caso de locura de algunas constataciones aisladas: las mismos, que oriente el comportamiento del practicante. Esa distancia fundamental y la
autopsias que practicó no le mostraron nada constante ni específico; si existían lesiones, jerarquía que se introduce así entre observación y explicación es la que funda la clínica y la
ellas podían deberse a la enfermedad que causó la muerte y no tener ninguna relación con que constituye la ruptura que opera, con una consciencia aguda de su originalidad,
la locura, le sucedió encontrar lesiones en personas que no habían presentado manifesta- Philipe Pinel. Rompe así, en efecto, con esa suerte de unidad sincrética que hacía
ciones delirantes; finalmente, la mayoría de las veces ninguna lesión era perceptible en la interpenetrarse sin límite neto la forma mórbida y el concepto que daba cuenta de
locura. Concluye entonces que es probable que en la inmensa mayoría de los casos e l l a 34
(exceptuados los idiotismos congénitos en los que una malformación cráneo-encefálica le
parece frecuente), la locura está exenta de daño material del cerebro. Esta toma de
posición tiene una primera consecuencia, la de proporcionar a la idea de la curabilidad de la
locura una base teórica: el cerebro no está dañado, la mente solamente está alterada en su
funcionamiento, de donde surge la acción posible del tratamiento moral y la
curabilidad potencial de la locura en una proporción que estima muy elevada (cf. segunda
edición, p. 444 a 452), al menos para la manía y la melancolía no complicada. En la
demencia y el idiotismo las curas son raras: el entendimiento está tan disociado que el
sujeto permanece inaccesible a las percepciones exteriores y, por lo tanto, a las influencias
exteriores, éstas son sin embargo, posibles, especialmente en el idiotismo adquirido, me-
diante el uso del tratamiento físico estimulante. Pinel se yergue así contra el dogma de la
incurabilidad de la locura, bastante extendido en esa época, y es esto lo que hace que le
otorgue tanta importancia a la "manía" intermitente que constituye el tema de su primera 1. Cf. Lalande, Les Théories de la induction et de l'expérimentation.
memoria psiquiátrica (1797); aquella que versa sobre el tratamiento moral, y no es una 2. Cf. M. Foucault, Las palabras y las cosas, primera paite.
3. Traite de l'aliénation mental; último parágrafo de la introducción.
coincidencia, es del año siguiente 30; la intermitencia es, en efecto, el modelo y la prueba de la 4. Para todo esto, cf. F. Duchesneau: L' empirisme de Locke, y Pinel: Nosographie, I.
curabilidad. Precisemos que la "manía" intermitente tiene aquí el sentido amplio de 5. Nosographie I, Introducción.
alienación mental; Pinel no ha separado, todavía, sus categorías nosológicas: cita allí, por
ejemplo, cinco insensatos aquejados de una suerte de obliteración de las facultades del
13
PINEL 25
6. Cf. M. Foucault. Nacimiento de te clínica, cap. 6 y 7. 7 Capítulo 2
Nacimiento de la clínica.
8. No volveremos aquí sobre la tesis de G. Swain. Cf. Ornicar?, 15.
9. Pinel es, efectivamente, como Cabanis, partidario de un materialismo psico-fisiológico. ESQUIROL
10. Nosographie, III. 2da. edición y siguientes.
11. Retoma aquí a Cullen. autor del término de neurosis, que él traduce: éste distinguía manía,
melancolía, amentia (demencia + idiotismo de Pinel) y Oneirodinia, es decir, sonambulismo y
pesadilla. Esquirol es presentado habitualmente como el fundador de la Clínica psiquiátrica.
12. Cf. M. Foucault; Las palabras y las cosas. 1ra. parte.
13. O alienación mental o manía para precisar las sinonimias. Manía, en efecto, es sinónimo de locura en Pinel habría tenido una importancia esencialmente institucional y práctica, mientras que la
esa época: cf. manicomios (asilo), manígrafo (escritor de psiquiatría), cf. también el doble título obra realmente científica y teórica (ideológica para algunos) comenzaría con Esquirol. Esta
de la primera edición del tratado: Sobre la Alienación mental o la Manía. presentación de las cosas ya está superada desde hace algún tiempo y G. Swain le dio el
14. Cf. Traite, primera y segunda edición. golpe de gracia '. Pinel es, como lo hemos mostrado, el verdadero fundador de la clínica,
15. Uno de los grandes principios del análisis pineliano es la distinción de las formas puras y de las
formas combinadas. Es, por otra parte, un principio fundamental en clínica y por ejemplo se lo particularmente de sus bases metodológicas. Esquirol es el más fiel y el más ortodoxo de
puede encontrar en Freud: cf. los argumentos que le permiten distinguir la neurosis de angustia de los discípulos: nos será tanto más fácil penetrar su obra, ya que es enteramente la
la neurastenia. aplicación, la ilustración, la profundización de las ideas de Pinel.
16. No se trata por lo tanto, para nada, de nuestra moderna "unidad de la psicosis" (Swain) que
recubriría aquí la idiotez, las confusiones mentales, las perturbaciones organógenas (epilepsias, **************
demencias) y una parte de las neurosis, en resumen, casi toda la neuro-psiquiatría.
17. Cabanis, Memorias leídas en el Instituto en 1796 y 1797, publicadas en volumen en 1802.
18. Tema típicamente hipocrático: si un derrame es habitual en un organismo, su supresión brutal En el plano general de la doctrina, no encontraremos por lo tanto nada muy original en
acarreará una perturbación de otro órgano. Esquirol. Define a la locura como "una afección cerebral ordinariamente crónica, sin
19. Esencialmente se trata aquí de las pasiones "artificiales" (orgullo, ambición, gusto por el lujo) del fiebre, caracterizada por desórdenes de la sensibilidad, de la inteligencia y de la voluntad"
mundo "moderno" y de la decadencia de costumbres de las ciudades. La ideología retomaba
parcialmente temas rousseaunianos prerománticos y aspiraba a una reforma de las costumbres. (I,p.5) 2 .
20. En la Introducción de la primera edición, que integrará a la primera sección de la segunda edición, Esta definición retoma y conserva la división de las perturbaciones mentales que había
sobre las causas. operado Pinel en sintomáticas e idiopáticas, ya que las perturbaciones mentales febriles
21. Aquí se manifiesta una influencia importante: es la de Descartes que consideraba a las pasiones (frenesía) son excluidas de entrada de las enfermedades mentales propiamente dichas.
como la gran vía de la interacción del espíritu y el cuerpo; uno y otro se afectan recíprocamente por
su intermedio. Veremos a Georget3 radicalizar este punto de vista.
22. Cf. el capítulo sobre la Medicina Antigua en Mueller, Histoire de la psychologie. El trabajo verdaderamente personal de Esquirol es de profundización clínica: es, además, lo
23. Y no a una moderna relación psicoterapéutica dual, como lo plantea G. Swain. que las generaciones siguientes retuvieron especialmente de él. Excelente observador, sus
24; "Travail mécanique: loi fundaméntale de tout hospice d'aliénés", Traite., Primera edición, descripciones clínicas son mucho más completas que las de Pinel y prosigue el análisis y la
Sección V, § 231, p. 224. distinción de los sindromes psicopatológicos. Se apoya en una psicología más compleja
25. Título de la Sección V.
26. Curiosamente, J. Rosen redescubrió esas técnicas recientemente. Cf. "L'analyse directe". que la de los Ideólogos: la de Royer-Collard, el primero de los filósofos de la escuela
27. Institución descripta por J. Bentham. Cf. Foucault: Vigilar y castigar. Puede señalarse sobre esto el Espiritualista Ecléctica, que sobre todo ilustrará Maine de Biran 4. Frente al funcionamiento
gusto de Pinel por el tratamiento estadístico de los datos. (Sección VI de la segunda edición del mecánico y autónomo de las facultades mentales, éste resalta la importancia de una
Tratado). El aislamiento de las especies es a la vez un medio terapéutico y un medio de función de control, de selección y de síntesis, la atención voluntaria. manifestación de la
observación (primera edición, p. 177), pero la observación es en sí misma un medio para aplicar
una mejor terapéutica: conocer bien el carácter del alienado, es poder atenderlo y por lo tanto acción del yo sobre los automatismos psicológicos. La organización "federalista" del
tratarlo (primera edición, p. 196). psiquismo como la conciben los Ideólogos, más bien girondinos, cede su lugar a una
28. Cf. Castel, El orden psiquiátrico, Foucault: Vigilar y castigar, También Picavet: Les Idéologues. concepción "monárquica constitucional" y las segundas intenciones se proclaman aquí
29. Y que es por otra parte la de Cabanis. Aquí también se ve la independencia de pensamiento de abiertamente: Bonaparte no se equivoca en ese punto, cuando escribe a Talleyrand. el 4 de
Pinel.
30. Esas memorias forman la base de la primera edición del tratado y están integradas al texto de la diciembre de 1811: "¿Sabe Ud., Señor Gran Elector, que en mi universidad se
segunda edición. Cf. G. Swain: Le sujet de la folie, para todo este tema.
Observaciones sobre los alienados y su división en especies diferentes (Sección IV de la primera
edición del Tratado).
32. Cf. M. Foucault, Nacimiento de la clínica, Cap. X. 33.
Broussais, De l'irritation et de la folie, 1826.
34. Cf. M. Foucault, Historia de la locura, p. 280 a 296. que muestra el valor estructurante, en la
comprehensión pre-pineliana de la melancolía, de la imaginería biliar.
14
ESQUIROL 27 28 LOS FUNDAMENTOS DE LA CLÍNICA
desarrolla una nueva doctrina, muy seria, (se trata de Royer-Collard) que podrá sernos de entonces, la manía sin delirio de Pinel y su melancolía, término ambiguo en tanto debía in-
gran utilidad y librarnos perfectamente de los Ideólogos, matándolos en su campo por cluir a los delirios expansivos de tonalidad alegre. Las monomanías le parecen esencial-
medio del razonamiento? ". La libertad de expresión voluntaria del yo permitirá, con la mente asimilables a una pasión patológica que actúa sobre la inteligencia fijando su aten-
importación de la psicología escocesa 5 y de la filosofía de Kant, el relanzamiento de las ción. En lo que concierne a la división del grupo, Esquirol manifestará cierta indefinición:
grandes categorías de lo Verdadero, de lo Bello, del Bien (título de una obra de V. - La primera división es entre las formas basadas sobre una pasión triste o depresiva que
Cousin) más bien destituidas por el siglo XVIII y la Ideología y gracias a ella se producirá llama lipemanía o melancolía (prefiere el primer nombre que pone fin a la confusión) y
una reconciliación con la fe. Pero lo que Esquirol retiene especialmente de todo esto (más allí las formas basadas en una pasión alegre y expansiva, las monomanías propiamente dichas.
del aspecto moralizante que la psiquiatría tenía ya con Pinel y que se acentuará en el curso
del siglo XIX), es la posibilidad de dar cuenta de las diversas alteraciones mentales por una - La segunda división se basa en la naturaleza de la facultad dañada. En un primer
perturbación del equilibrio entre las facultades inferiores y la gran función sintética del tiempo , Esquirol no había admitido la existencia de la manía sin delirio: consideraba, en 18187
yo, la atención. Esta explicación, esbozada prudentemente en sus escritos, pues como Pinel que los hechos de ese orden podían dividirse en dos grupos:
sigue desconfiando de los sistemas, será largamente retomada por sus discípulos, en - alienados que racionalizan y sistematizan sus alteraciones del carácter y del
particular Moreau (De Tours) y Baillarger. comportamiento (manía razonante), dándoles apariencias razonables, pero no por ello
La nosología de Esquirol marca un neto progreso sobre la de Pinel: delirando menos;
1 -Separa de la idiotez (término que sustituye a idiotismo, que ya tenía un sentido - casos de división del yo en los que la razón y la locura se alternan , el alienado
gramatical) congénita o adquirida desde temprana edad y en todo caso definitiva, el no está loco más que en el momento de sus actos delirantes y sigue lúcido fuera de esos
idiotismo adquirido de Pinel, del que hace una demencia aguda. Describe los diversos períodos, criticando entonces su comportamiento. Sostenía este punto de vista en
grados de esa enfermedad evolutiva: imbecilidad, idiotez propiamente dicha, y el cretinismo,
nombre de la unidad del yo.
forma especial. Debe subrayarse que prosigue así el trabajo de separación entre las
alteraciones mentales con base orgánica y las alteraciones mentales funcionales, ya que Más tarde, cambia esta opinión y reconoce la existencia de impulsos a los que el yo no
considera la idiotez como debida a "un vicio de conformación" del cerebro (II, p. 284). puede siempre oponerse con éxito. El trabajo de análisis dejará finalmente una distinción
Diferencia además netamente la idiotez de la locura: aquella "no es una enfermedad, es un tripartita:
estado en el cual las facultades intelectuales no se manifestaron nunca o no se pudieron - monomanías intelectuales, donde delirio, ilusiones y alucinaciones están en un primer
desarrollar suficientemente (ibid), fijando asi para un largo siglo el estado del tema; salvo en plano.
el plano de la educabilidad, que juzga nula, y que Seguin, Voisin y Delasiauve mostrarán - monomanía afectiva o razonante, en la que las alteraciones del carácter, de la
posible. afectividad y del comportamiento son sostenidas por capacidades intactas de
2 -Divide a la demencia en una forma aguda curable y dos formas crónicas e incurables: la razonamiento y de racionalización. La mayor parte de los casos de manía sin delirio de
demencia senil, en la que el tratamiento puede como máximo estabilizar el proceso, y la Pinel entran en este marco, como la locura moral del Doctor Pritchard (se trata sobre
demencia crónica, muy raramente curable. La demencia le parece un debilitamiento general todo de accesos hipomaníacos).
de las facultades cerebrales con supresión de la atención voluntaria. - monomanía instintiva o sin delirio en la que "el enfermo es llevado a actos que la
Esquirol, primero que nadie, describe claramente los síntomas de la parálisis general razón y los sentimientos no determinan, que la consciencia reprueba, que la
como una complicación de la demencia, signo de extensión fatal del proceso mórbido. voluntad no tiene más la fuerza de reprimir" (II, p. 2).
Hace de ella, por ende, un síndrome exclusivamente motor, que complica a la locura, La monomanía instintiva causará una gran controversia debido a sus incidencias médico-
teoría que retomarán sus alumnos Calméis y Delate en sus tesis 6 y que permanecerá legales: juristas y jueces criticaron esta coartada fácil suministrada a los criminales 8. La
admitida a pesar de Baile, hasta los años 1840-1850 (trabajos de Parchappe, Baillarger y psiquiatría está en esa misma época construyéndose un lugar importante en el campo de la
Falret hijo). jurisdicción penal y esa cuestión de la "monomanía homicida" se encontrará en el centro
3 - Describe la manía como Pinel, pero excluye de la misma la forma "sin delirio" o del conflicto de competencia 9. En general, son casos de obsesión-impulsión los que sirven
razonante, de la que hace una monomanía. Puede así válidamente definir la manía como de modelo a una teoría que se aplica sobre todo a las impulsiones epilépticas o
una alteración y una exaltación del conjunto de las facultades (inteligencia, sensibilidad, esquizofrénicas.
voluntad, división canónica en esa época y que durará largo tiempo), un delirio total (o De ese largo trabajo de elaboración del marco de las monomanías quedarán algunas
general como dirá Ferrus) que obstaculiza la acción de la atención voluntaria, muy imperfecciones y algunas vaguedades:
disminuida frente al flujo de sensaciones, ideas, impulsos que asaltan al enfermo. La Una monomanía puede ser caracterizada por su coloración afectiva, triste o alegre, o
alteración intelectual es aquí primaria y no secundaria a la alteración afectiva como en las por su estructura psicológica. En la práctica, Esquirol describe claramente una lipemanía
monomanías (II p. 134). razonante (I, p. 420), pero se trata de un caso de depresión con consciencia que, en
■ Finalmente, crea la gran clase de las monomanías, que reagrupa todas las afecciones estricta lógica, no es ni razonante (porque no es asumida por el yo) ni instintiva (porque
mentales que no afectan más que parcialmente a la mente, dejando intactas las facultades, no se trata aquí de la impulsión a un acto). De hecho, la división lipemanía-monomanía
dejando de lado la lesión focal que constituye toda la enfermedad. Reagrupa en ella, no se aplica más que a las monomanías intelectuales (o delirantes), las otras monomanías
15
ESQUIROL 29 30 LOS FUNDAMENTOS DE LA CLÍNICA
permanecen indivisas. Por ejemplo, el suicidio es una monomanía cuando debería tratarse de detallada sobre las causas físicas y en particular sobre la herencia, la "causa" predispo-
una lipemanía instintiva o en rigor razonante. nente más común de la locura (I, p. 64), tesis destinada a tener un gran futuro. Sobre
Quedará la costumbre de llamar monomanía a toda suerte de actos mórbidos todo, se lo ve con la herencia, su concepción de las causas es más fina, jerarquizada y
(incendio, robo, asesinato, ebriedad, suicidio, etc.), ya sean estrictamente impulsivos o multifactorial que la de Pinel: las distingue en predisponentes y precipitantes, lo que
parte y consecuencia de un estado delirante, incluso de otro cuadro clínico tal como permite hacer jugar en cada caso un conjunto de causas morales y físicas. Como Pinel,
manía, demencia, idiotez. Las monomanías están así a caballo en el plano de los síntomas y ubica la sede principal de la locura (en particular para las causas morales, las pasiones) en
en el de los síndromes; esta decadencia conceptual justificará la reserva de los autores el sistema visceral: "tanto las extremidades del sistema nervioso y los centros de
(Griesinger por ejemplo o Falret y su escuela) y requiere un desmembramiento. sensibilidad ubicados en las diferentes regiones, así como el aparato digestivo, el hígado y
Como balance, la nosología de Esquirol se presenta como un progreso neto sobre la de sus dependencias son el asiento principal del mal" (I, p. 75).
Pinel, pero también como imperfecta y virtualmente inestable. Sin embargo, su gran valor En lo que se refiere a los principios del tratamiento, volvemos a encontrar también, en
clínico se impondrá durante un cuarto de siglo al menos. Debe indicarse al respecto, que sus grandes líneas, la concepción de Pinel: gusto por el método expectante hipocrático.
Esquirol considera a las formas que describe como teniendo un valor "genérico", aunque utilización moderada y adaptada a cada caso de la farmacopea (las indicaciones sobre la
misma son quizás un poco más largas y detalladas), insistencia sobre el tratamiento moral.
reconoce que pueden combinarse o sucederse en cualquier orden y que corresponden a
Es sobre todo a propósito de este último que se puede constatar, como lo hará notar más
"muchas afecciones de origen, naturaleza, tratamiento y terminación muy diferentes (I, p.
tarde Leuret 11, un ligero deslizamiento de perspectiva, que proviene sin duda en parte de
23). Como en Pinel, esos géneros "demasiado distintos para poder ser confundidos
la diferencia de personalidad de ambos autores: Esquirol parece menos autoritario y
alguna vez" (ibid) corresponden a esencias distintas que Esquirol, también, parece asimilar a activo que Pinel.
tipos de reacción cerebral. A eso se debe el acento puesto sobre la constitución física del Se encuentra en él una gran insistencia sobre los medios de romper el círculo vicioso de
sujeto en su determinación: "quienes tienen los cabellos negros, son fuertes, robustos, de un las ideas (aislamiento en un establecimiento especializado, viajes, ocupaciones, ya se trate
temperamento sanguíneo, son maníacos y furiosos, el desarrollo de su locura es más agudo, de distracciones o de trabajo) actuando, conforme con la teoría que tiene sobre las
las crisis más sensibles; quienes tienen los cabellos rubios, los ojos azules, un temperamento enfermedades mentales, sobre la atención para distraerla o al contrario fijarla. En cambio,
linfático, devienen monomaniacos, pero su locura pasa fácilmente al estado crónico y las curaciones milagrosas por choques emotivos, que Pinel tenía muy en cuenta, ocupan
degenera en demencia. Quienes tienen los cabellos y los ojos negros, el temperamento seco un lugar menor: Esquirol busca mucho más obtener la confianza y el afecto del alienado. Si
y nervioso son más a menudo lipemaníacos. Los individuos que tienen los cabellos de un el tema del aislamiento ocupa un lugar importante, que no hará más que crecer en los
rubio ardiente son furiosos, traicioneros y peligrosos". (I, p. 40). escritos ulteriores de los alienistas, éste orienta hacia una de las preocupaciones
Esquirol no limita sus estudios clínicos a los grandes síndromes de su nosología. Se fundamentales de Esquirol: los establecimientos para alienados, su construcción, su
consagra también: equipamiento, su papel terapéutico, ciertamente como instrumento de tratamiento moral
- a las alucinaciones que, antes que otros, separa de las ilusiones. Las explica por una como en Pinel, pero también como espacio higiénico n donde las condiciones del aire, del
lesión de la atención voluntaria (I, p. 192) que deja al sujeto fascinado por las producciones espacio, del clima tienen una importancia primordial; ese tema hipocrático comienza la
de la memoria y de la imaginación, a las que se les atribuye por hábito carácter perceptivo. deriva que, a través de Georget, llevará a la institución del asilo hacia una función cada vez
Justamente este último punto, el carácter estésico, sensorial de la alucinación, resulta más alejada de las concepciones originales de Pinel13. Es necesario recordar en ese sentido
problemático en esta teoría "central", que intenta explicar las diferentes variedades de el papel fundamental de Esquirol y de sus alumnos en la implementación del sistema
teorías "periféricas", ya sea las que hacen intervenir las terminaciones nerviosas, como en la institucional y de la legislación del campo psiquiátrico hasta la adopción de la ley de 1838 14
época de Esquirol, o los campos de proyección corticales, en su versión más moderna. Esta inclusive.
discusión, destinada a tener un amplio futuro, está todavía lejos de haberse cerrado hoy10. Evoquemos en pocas palabras un problema que preocupó mucho a Esquirol: el de la
— a la descripción de las formas clínicas de la lipemanía o de las monomanías marcha y el pronóstico de la locura. Vimos el papel de este tema en la organización de su
(demonomanía, erotomanía, monomanía homicida), de los grandes síntomas (furor, nosografía (delimitación de la idiotez, papel pronóstico de la parálisis, naturaleza a
suicidio) o de las locuras sintomáticas (epilepsia, locura puerperal). Su tratado, por otra menudo terminal de la demencia crónica, incurabilidad de las demencias seniles y
parte, no es sino la colección de sus obras completas (artículos del Diccionario de las ciencias crónicas) y veremos que continuará siendo uno de los organizadores del pensamiento
médicas especialmente): gana así en vivacidad lo que pierde en homogeneidad. psiquiátrico. En lo que se refiere a las formas curables, Esquirol generaliza la teoría de la
terminación "crítica" de la locura, extendiéndola a la cura por influencias morales, en
************ particular en lo que se refiere al papel de las pasiones; así, la teoría del tratamiento se
desliza cada vez más hacia una teoría somática: el límite finalmente será atravesado por
Georget.
No haremos más que sobrevolar los otros problemas planteados por la locura y
Para la anatomía patológica de la locura, finalmente, su argumentación es simple (I p.
tratados por Esquirol, siendo sus posiciones totalmente conformes con las de Pinel, con
112). Los vicios de conformación del cráneo no se encuentran más que en la idiotez, las
algunas notas personales agregadas. Considera la alienación mental como debida a causas
físicas y morales, atribuyendo a estas últimas un neto predominio. Se extiende de manera lesiones orgánicas del cerebro y de las envolturas no se observaron más que en caso de
complicaciones (epilepsia, parálisis) y dependían, por ende, de la enfermedad que hubiese
16
ESQUIROL 31
causado la muerte y no de la locura; las otras lesiones descriptas por los autores no son Capítulo 3 LA DESCENDENCIA DE ESQUIROL
específicas, pues se las encuentra en sujetos que nunca estuvieron alienados y muchos
alienados no presentan ninguna alteración en la disección. Concluye entonces: "que la
locura depende de una modificación desconocida del cerebro" (p. 113); esta confesión de
ignorancia no le incomoda para nada pues "felizmente este conocimiento no es Puede considerarse que, durante una generación (1820-1850), la obra de Esquirol es, en
indispensable para la cura de los alienados" (p. 114). Encontramos aquí nuevamente las sus grandes líneas, objeto de un consenso general y los trabajos de los alienistas franceses,
posiciones de Pinel, pero sobre todo, debe subrayarse, el mantenimiento de una sus alumnos, se refieren a puntos secundarios que los dividen ásperamente. Un hecho es
concepción dualista de las alteraciones mentales que será una constante de la psiquiatría del claramente revelador de esta situación: el tratado de Esquirol es la única obra relativamente
siglo XIX: algunas sólo son secundarias a las afecciones somáticas, cuya sede puede completa sobre las enfermedades mentales durante este período, siendo todas las otras
eventualmente ubicarse: frenesía, idiotez; la locura, en su forma pura, está exenta de base publicaciones, monografías sobre temas más o menos especializados. En este capítulo,
lesional y consiste en una modificación funcional desconocida del cerebro. Aquí, entonces, estudiaremos más bien las corrientes de ideas que los autores; haremos sin
también, la curabilidad es a la vez prueba y consecuencia de esta posición (p. 112). Vemos embargo una excepción con Georget, debido a su importancia y a la claridad de su
aparecer una clase de alteraciones concomitantes, que complican la locura, y que pueden pensamiento.
tener una causa lesional (parálisis general, epilepsia, lesiones orgánicas del cerebro). Serán el
motor de los grandes cambios de la mitad del siglo.
El más importante de los debates que dividen a los alumnos de Esquirol concierne a un
problema del que no hemos terminado de hablar: ¿la alienación mental tiene o no una
base anátomo-patológica? El problema se planteaba con creciente agudeza, primero, como lo
hemos visto, porque las posiciones de Pinel y de Esquirol ponen a la medicina mental en
una posición inestable respecto a toda la ortodoxia de la medicina científica; sus
alumnos, que hicieron sus estudios médicos desde esa perspectiva, claramente están
tentados de aplicar los mismo principios al campo psiquiátrico. Pero otra influencia juega un
papel cada vez más importante durante este período: es la frenología de Gall, es decir, la
primera doctrina coherente de las localizaciones cerebrales '. Se sabe que Gall fue un
neuro-anatomista de primerísimo plano y el primero en haber establecido el papel
fundamental de la materia gris y, en particular, de la corteza cerebral en el funcionamiento
nervioso; de él proviene la localización cortical de las funciones intelectuales y
psicológicas. A esos aportes incuestionables, agrega una concepción pluri-orgánica de la
corteza y por lo tanto la idea de la localización de las diferentes funciones que ella
asegura; es en la determinación de esas funciones y de esos territorios corticales donde
Gall se aventurará a conclusiones prematuras. Partiendo del postulado del paralelismo de las
superficies craneanas y corticales, le agrega el de la relación proporcional entre el valor
funcional de un territorio y su volumen; finalmente determina una lista arbitraria de
veintisiete "facultades" localizadas que le parecen resumir la naturaleza del hombre
1. Le Sujet de la folie, cf. nuestra reseña, Ornicar? 15. incluyendo la animalidad, y que van desde el gusto por los riesgos y los combates
2- Las citas se refieren al Traite des maladies mentales, 1838.
3. De la folie, 1820.
4. Sobre los Eclécticos: cf. Brehier y también Taine, Les Philosophes du 19* siécle en France.
5- Cf. V. Cousin, Philosophie écossaise.
6- Calmeil, De la paralysie considérée chez les alienes, 1826; Delaye, Sur un espéce de paralysie qui
affecte particuliérement les alienes, 1824.
7. Redacción del artículo "Delirio" del Dictionnaire des sciences medicales; cf. Traite, II, p. 38. 8. Cf.
E. Regnault, Du degré de compétence des médecins dans les questions judiciaires, 1830.
9. Cf. Foucault, Moi, Pierre Riviére y R. Castel, El orden psiquiátrico.
10- Cf. Paulus, Le probléme de la hallucination d'Esquirol a P. Janet. 11. Le
traitement moral de la folie, 1840.
12. Larúbrica "higiénico" figura en el subtítulo del Tratado.
13.CF.Leuret. , Le traitement moral, cap. II, p. 67 a 155.
14. Ver las memorias de la 2da. y de la 3ra. parte del Tratado, II, p. 399 a 862. Cf. también Castel, El
orden psiquiátrico, y la obra de Marc, De la folie, donde las ideas de Esquirol son expuestas y
defendidas en base a pruebas.
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Práctico 1
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Freud, S. (1916-1917). Conferencias de introducción al psicoanálisis. Buenos Aires: Amorrortu. sospechoso. La actitud que más deseamos en ellos es la de un benévolo escepticismo.
Procuren ustedes, pues, dejar que la concepción psicoanalítica coexista y crezca en paz
16a Conferencia. Psicoanálisis y psiquiatría. junto a la popular o a la psiquiátrica, hasta que se presenten oportunidades en que ambas
puedan influirse, cotejarse y conciliarse en una decisión final.
Sigmund Freud
Por otra parte, ni por un instante deben creer que esto que les presento como concepción
Señoras y señores: Me regocija que nos volvamos a ver, después de un año, para psicoanalítica sea un sistema especulativo. Es más bien experiencia: expresión directa de la
proseguir nuestros coloquios. El año pasado les expuse la concepción psicoanalítica de las observación o resultado de su procesamiento. Si este último procedió o no de manera
operaciones fallidas y del sueño; ahora querría introducirlos en la comprensión de los suficiente y justificada, he ahí algo que se verá con el ulterior progreso de la ciencia; y por
fenómenos neuróticos, que, como pronto descubrirán, tienen mucho en común con cierto tengo derecho, trascurridos ya casi dos decenios y medio y bastante avanzado yo en
aquellos. Pero les anticipo que en esta oportunidad no puedo concederles la misma la vida, 1 a aseverar sin jactancia que fue un trabajo particularmente difícil, intenso y
posición frente a mí que el año anterior. Aquella vez me empeñé en no dar un paso sin que empeñoso el que brindó estas observaciones. A menudo he recibido la impresión de que
hubiera acuerdo entre el juicio de ustedes y el mío; discutimos mucho, me sometí a sus nuestros oponentes no querían considerar para nada este origen de nuestras aseveraciones,
objeciones y en verdad los reconocí a ustedes y a su «sano sentido común» como instancia como si creyesen que no eran sino unas ocurrencias de cuño subjetivo a las que otro podría
decisiva. Ahora no será así, y por una simple circunstancia. Operaciones fallidas y sueños oponer su propio capricho. Este comportamiento opositor no me resulta del todo
no les eran extraños como fenómenos; podía decirse que poseían al respecto tanta comprensible. Quizá provenga de que los médicos se comprometen muy poco con los
experiencia como yo o que podían fácilmente procurarse una experiencia igual. Pero el neuróticos; oyen con tan poca atención lo que ellos tienen que decirles que se han enajenado
campo de fenómenos de las neurosis les es ajeno; si no son médicos, no tienen otro acceso la posibilidad de extraer algo valioso de sus comunicaciones, y por tanto de hacer en ellos
a él que mis comunicaciones, y de nada vale el mejor discernimiento cuando falta la observaciones en profundidad. En esta ocasión les prometo que en el curso de mis
familiaridad con el material que ha de juzgarse. conferencias polemizaré poco, al menos con personas individuales. Nunca he podido
Pero no entiendan este anuncio como si yo me propusiera hacerles una exposición convencerme de la verdad de la sentencia según la cual la guerra es el padre de todas las
dogmática y exigirles una fe incondicional. Semejante malentendido me haría grave cosas. Creo que proviene de la sofística griega y falla, como esta, por sobrestimación de la
injusticia. No es mi propósito despertar convencimientos; quiero dar incitaciones y dialéctica. Me parecía, al contrario, como si la llamada polémica científica fuese en todo
desarraigar prejuicios. Si, por desconocer el material, ustedes no están en condiciones de sentido infecunda, prescindiendo de que casi siempre se la cultiva con un sesgo en extremo
juzgar, no deben ni creer ni desestimar. Deben escuchar y dejar que produzca en ustedes personal. Hasta hace unos años podía gloriarme, respecto de mí mismo, de que con un solo
su efecto lo que se les refiere. El convencimiento no se alcanza con tanta facilidad o, investigador (Löwenfeld, de Munich) había entablado una vez una polémica científica en
cuando se ha llegado a él tan sin esfuerzo, pronto se evidencia falto de valor e regla.2 El final fue que nos hicimos amigos y lo seguimos siendo hasta el día de hoy. Pero
inconsistente. Sólo puede pretender convencimiento quien, como yo lo hice, ha trabajado por mucho tiempo no he repetido el experimento; no estaba seguro de obtener idéntico
durante muchos años con el mismo material y ha vivido, él mismo, estas experiencias desenlace.3
nuevas y sorprendentes. ¿Por qué, entonces, se producen en el campo intelectual esas
convicciones súbitas, esas conversiones fulminantes, esas repulsiones instantáneas? ¿No
1
[Freud tenía alrededor de 60 años a la sazón.]
reparan en que el «coup de foudre», el amor a primera vista, proviene de un campo 2
[La polémica giró en torno de las primeras teorías de Freud sobre la angustia. Su segundo trabajo sobre
ese tema (1895/) estuvo enteramente consagrado a las críticas de Löwenfeld. Aunque este nunca adhirió a las
enteramente diverso, el campo afectivo? Ni siquiera a nuestros pacientes les exigimos un opiniones de Freud, tuvo más adelante una actitud más favorable hacia ellas. Cf. mi «Nota introductoria» a
acto de convencimiento o de adhesión al psicoanálisis. Que lo hagan nos resulta a menudo dicho trabajo, AE, 3, pág. 119.]
3
[Hay aquí una alusión a las controversias, mucho más recientes, que mantuvo Freud con Adler y Jung,
especialmente en su «Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico» (1914¿).]
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Ustedes juzgarán, sin duda, que una repulsa tal de la discusión académica atestigua un con la gente que lo visita en su consultorio médico para desplegar frente a él, en un cuarto
grado particularmente alto de inaccesibilidad a las objeciones, de terquedad o, como lo de hora, las lamentaciones de su larga vida. Su saber más profundo le impide pronunciar el
suelen expresar los científicos en su cortés lenguaje, de «extravagante pertinacia». Me veredicto a que recurriría otro médico: «Lo que usted tiene no es nada», e impartir el consejo:
gustaría responderles que si a costa de tantos trabajos ustedes adquiriesen una convicción, «Tome una ligera cura de aguas». Uno de nuestros colegas, preguntado por lo que hacía
les cabría cierto derecho de sostenerla con alguna tenacidad. Además, puedo invocar en mi con sus pacientes de consultorio, respondió incluso, con un encogimiento de hombros: «Les
favor que en el curso de mis trabajos he modificado mis opiniones sobre algunos puntos impongo una multa de unas buenas coronas». Por eso no les asombrará enterarse de que
importantes sustituyéndolas por otras nuevas, de lo cual, desde luego, hice comunicación aun en el caso de psicoanalistas con mucha clientela las horas de consulta no suelen ser
pública en cada caso. ¿Y el resultado de esta sinceridad? Algunos ni siquiera han tomado muy concurridas. Yo puse doble puerta en remplazo de la simple que separaba mi sala de
conocimiento de mis autoenmiendas y todavía hoy me critican por tesis que desde hace espera de mi sala de tratamiento y consultorio, reforzándola además con una cubierta de
mucho ya no significan para mí lo mismo. Los otros me reprochan justamente esas fieltro. El propósito de este pequeño artificio no es nada dudoso. Ahora bien, siempre
mudanzas y me declaran por eso mismo poco sólido. ¿No es cierto que quien ha cambiado acontece que personas que hago pasar desde la sala de espera descuidan cerrar la puerta
algunas veces sus opiniones no merece crédito, pues con harta probabilidad puede andar tras sí, y por cierto casi siempre dejan las dos puertas abiertas. Tan pronto lo observo, me
errado también en las aseveraciones que últimamente ha hecho? Pero al que se atiene, obstino, con tono bastante inamistoso, en que el o la ingresante vuelva sobre sus pasos para
imperturbable, a lo que una vez expresó o no se deja apartar de ello con suficiente rapidez, reparar ese descuido, por más que se trate de un elegante caballero o de una dama
le llaman obcecado y extravagante. ¿Qué puede uno hacer, en vista de estos contrapuestos empingorotada. Esto hace la impresión de una descortés pedantería. Y aun en ocasiones
ataques de la crítica, sino mantenerse como uno es y comportarse como su propio juicio lo me he puesto en ridículo con esa exigencia, ante una de esas personas incapaces de asir
autoriza? Estoy decidido a esto, y no me abstendré de rehacer y corregir todas mis doctrinas un picaporte y que ven con agrado que su acompañante les ahorre ese contacto. Pero en la
según lo exija mi experiencia más avanzada. En las intelecciones básicas, hasta ahora no enorme mayoría de los casos yo tenía razón, pues quien se porta de ese modo, quien deja
4
he hallado nada que modificar; y espero que en lo sucesivo sea también así. abierta la puerta que separa la sala de espera del consultorio del médico, pertenece a la
Debo presentarles, entonces, la concepción psicoanalítica de los fenómenos neuróticos. plebe y merece que lo traten descortesmente. Ahora bien, no tomen ustedes partido antes
Para ello, me parece indicado empalmar con los fenómenos ya tratados, tanto a modo de de oír lo que sigue. Este descuido del paciente, en efecto, no acontece más que cuando se
analogía como de contraste. He de echar mano a una acción sintomática 5 6 en que veo que ha encontrado solo en la sala de espera y por tanto deja tras sí una habitación desierta;
incurren muchas personas en mis horas de consulta. El analista no atina a hacer gran cosa nunca cuando otras personas extrañas esperaron con él. En este último caso comprende
muy bien que es su interés no ser espiado con las orejas {belauschen} mientras habla con
el médico, y jamás omite cerrar cuidadosamente ambas puertas.
4
[El cambio fundamental que habían experimentado las concepciones de Freud hasta el momento de esta
La omisión del paciente obedece entonces a un determinismo, no es contingente ni carece
conferencia fue, tal vez, su abandono de la noción de una causación puramente traumática de las neurosis y
su insistencia, en lugar de ello, en la importancia de las mociones pulsionales innatas y en el gran papel de sentido; ni siquiera es intrascendente, pues veremos que ilustra la relación del recién
desempeñado por las fantasías. Véase, al respecto, su trabajo sobre la sexualidad en la etiología de las
neurosis (1906«), AE, 7, págs. 165-9. Más tarde, sus puntos de vista sufrieron, por supuesto, otros cambios llegado con el médico. El paciente pertenece al gran número de los que claman por una
importantes; por ejemplo, en lo tocante a la naturaleza de la angustia (cf. Inhibición, síntoma y angustia
(1926d), AE, 20, págs. 147 y sigs.) y al desarrollo sexual de la mujer (cf. mi «Nota introductoria» a «Algunas autoridad mundana, de los que quieren ser deslumbrados, intimidados. Quizás hizo
consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica entre los sexos» (1925/), AE, 19, págs. 261 y sigs.). Pero
lo decisivo en años posteriores fue la revisión de la teoría de las pulsiones en Más allá del principio de placer preguntar telefónicamente cuál era la mejor hora a que podía venir y se preparó para
(1920g) y el nuevo cuadro estructural de la psique
trazado en El yo y el ello (1923b). Todas estas modificaciones serían examinadas quince años más tarde, en
encontrarse con un gentío en busca de asistencia, como si fuera una filial de Julius Meinl.7
las Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis (1933a) ] {En la nota precedente y en todas las que
siguen hemos traducido «pulsión» cuando Strachey emplea «instinct».}
6 {Cf. 15, pág. 54. Se entiende que estas remisiones internas corresponden al volumen 15 de la presente
7
edición. La equivalencia, página por página, con las Gesammelte "Werke y la Standard Edition, como [Se refiere a las colas que, en la época de la guerra, se formaban en Austria en esa conocida cadena de
aclaramos en la «Advertencia» (15, pág. x, n. 5), se dará en el volumen 24.} almacenes.]
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Y ahora entra en una sala de espera desierta, por añadidura en extremo modesta, y eso lo Esta muchacha perseguía a otra con una hostilidad animada directamente por el odio; ello
perturba. Tiene que hacerle pagar al médico su intención de ofrecerle una muestra tan se debía a que esta última había progresado mucho más en la vida, sin ser de mejor cuna.
superflua de respeto y . . . omite cerrar las puertas entre sala de espera y consultorio. Con En lugar de entrar a trabajar en servicio doméstico, se había procurado una formación en
eso quiere decirle; «¡Ah! Aquí no hay nadie, y probablemente durante todo el tiempo en que asuntos de comercio, ingresó en la fábrica y, a causa de la falta de personal producida por
yo esté no vendrá nadie tampoco». Además, en la entrevista se portaría con total descortesía el llamamiento a filas de los empleados, fue promovida a un buen puesto. Ahora vivía en la
y falta de respeto si desde el comienzo mismo no se le pusiera un dique a su arrogancia propia fábrica, tenía trato con caballeros y aun se hacía llamar señorita. La que se había
mediante una tajante reconvención. quedado atrás en la vida estaba naturalmente dispuesta a decir todo el mal posible de su
En el análisis de esta pequeña acción sintomática ustedes no encuentran nada que no les antigua compañera de escuela. Un día conversaba nuestra dama con su mucama acerca de
sea ya familiar: la aseveración de que no es contingente, sino que posee un motivo, un un señor anciano que habían recibido en la casa, y de quien se sabía que no vivía con su
sentido y un propósito; que pertenece a una trabazón anímica pesquisable y que, en calidad mujer, sino que mantenía una relación con otra. Ella no sabe cómo fue que de pronto dijo:
de pequeño indicio, anoticia de un proceso anímico más importante. Pero, sobre todo, que «Para mí sería lo más terrible enterarme de que mi buen esposo tiene también una relación».
la conciencia de quien la consuma ignora el proceso cuya marca es la acción misma: ninguno Al día siguiente recibió por el correo una carta anónima que, con escritura disimulada, le
de los pacientes que han dejado abiertas ambas puertas admitirían que mediante esa comunicaba eso mismo que ella, por así decir, había conjurado. Extrajo la conclusión —
omisión quisieron testimoniarme su menosprecio. Muchos, probablemente, recordarían probablemente acertada— de que la carta era obra de su maligna mucama, pues señalaba
haber tenido un conato de desengaño al ingresar en la sala de espera desierta; pero el nexo como la amada del marido precisamente a esa señorita a quien la sirvienta perseguía con
entre esta impresión y la acción sintomática subsiguiente ha permanecido con seguridad su odio. Pero aunque se percató enseguida de la intriga y en su lugar de residencia había
desconocido para su conciencia. vivido sobrados ejemplos de la poca fe que merecían tales cobardes denuncias, aconteció
Ahora abandonaremos estos pequeños análisis de una acción sintomática para pasar a que esa carta la hizo derrumbarse al instante. Presa de una terrible emoción, envió de
la observación de un enfermo. Escojo una por tener fresco su recuerdo, y también porque inmediato por su marido para hacerle los más acerbos reproches. El hombre rechazó riendo
puede exponerse en breve espacio. Un cierto grado de prolijidad es indispensable en una la imputación e hizo l*o mejor que podía hacer. Llamó al médico de la casa y de 1 a fábrica,
comunicación así. quien puso todo su empeño en calmar a la desdichada señora. El ulterior proceder de ambos
Un joven oficial, al regresar a la casa con una breve licencia, me pidió que tomara bajo fue también enteramente razonable. La mucama fue despedida, pero la supuesta rival no.
tratamiento a su suegra, que, viviendo en las más dichosas condiciones, se amargaba la Desde entonces, una y otra vez, la enferma pareció tranquilizarse a punto tal de no dar más
vida y la amargaba a los suyos a causa de una idea disparatada. De ese modo conocí a una crédito contenido de la carta anónima, pero nunca radicalmente mi por mucho tiempo.
dama de unos 53 años, bien conservada, de naturaleza simple y afable, que sin resistirse Bastaba que oyera nombrar a esa señorita o que la encontrara por la calle para que se le
me dio el siguiente informe: Vive en el campo, en feliz matrimonio con su marido, quien dirige desencadenase un nuevo ataque de desconfianza, dolor y reproches.
una gran fábrica. Todo le parece poco para encomiar el amoroso cuidado que él le dedica. He ahí, pues, la historia clínica de esa honrada señora. No hacía falta mucha experiencia
Casada por amor treinta años antes, desde entonces ninguna nube, ni querella, ni ocasión psiquiátrica para comprender que, a diferencia de otros neuróticos, había expuesto su caso
de celos. Ya bien casados los dos hijos, el marido y padre, movido por un sentimiento de más bien suavizando las tintas, como si dijéramos disimulándolo, y que nunca había vencido
deber, no quiere darse todavía descanso. Hace un año ocurrió lo increíble, incomprensible su creencia en la inculpación de la carta anónima.
para ella misma: le llegó una carta anónima donde se le denunciaba que su virtuoso marido Ahora bien, ¿qué actitud adopta el psiquiatra frente a un caso clínico así? Harto lo
mantenía relaciones amorosas con una muchacha joven, y ella le prestó crédito en el acto; sabemos: la misma que adoptaría frente a la acción sintomática del paciente que no cierra
desde entonces quedó destruida su dicha. Más en detalle, lo ocurrido fue aproximadamente las puertas que dan a la sala de espera. La declara una contingencia sin interés psicológico,
como sigue: Tenía una mucama con quien conversaba quizá demasiado de cosas íntimas. y no le da más importancia. Pero esta conducta ya no es viable en el caso patológico de la
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señora celosa. La acción sintomática parece ser algo indiferente, pero el síntoma se impone índole. Tiene que conformarse con el diagnóstico y una prognosis del desarrollo ulterior,
como importante. Va conectado a un intenso sufrimiento subjetivo, y objetivamente amenaza prognosis insegura por rica que sea su experiencia.
la convivencia de una familia; es, por tanto, un objeto insoslayable del interés psiquiátrico. El Ahora bien, ¿puede el psicoanálisis desempeñarse mejor? Sí, por cierto; espero
psiquiatra intenta primero caracterizar el síntoma mediante una propiedad esencial. La idea mostrarles que aun en un caso así, de tan difícil acceso, es capaz de descubrir algo que
con que esta mujer se martiriza no ha de llamarse disparatada en sí misma; ocurre, en efecto, posibilite la comprensión más directa. Primero, les ruego que atiendan a este pequeño
que hombres casados de edad avanzada mantienen relaciones amorosas con muchachas detalle: fue la propia paciente quien provocó esa carta anónima que sirve de apoyo a su idea
jóvenes. Pero otra cosa hay aquí disparatada e incomprensible. El único fundamento que delirante, cuando, el día anterior, dijo a la intrigante muchacha que su máxima desventura
tiene la paciente para creer que su tierno y fiel esposo pertenece A esa categoría de hombres sería que su marido mantuviera una relación amorosa con una muchacha joven. Sólo
—no tan rara, por lo demás— es la aseveración de la carta anónima. Sabe que ese escrito entonces concibió la servidora la idea de enviarle la carta anónima. La idea delirante cobra
no posee fuerza probatoria alguna, puede esclarecerse satisfactoriamente su origen; debería así una cierta independencia de la carta; ya antes había estado presente como temor —¿o
poder decirse, entonces, que no tiene fundamento para sus celos, y así se lo dice; no como deseo?— en la enferma. Ahora agreguen ustedes algunos pequeños indicios más que
obstante, sufre como si admitiera la total justificación de eso» celos. A ideas de este tipo, sólo dos sesiones de análisis han brindado. La paciente se comportó con mucha renuencia
inaccesibles a argumentos lógicos y tomados de la realidad, se ha convenido en llamarlas cuando se la exhortó a comunicar, tras el relato de su historia, sus ulteriores pensamientos,
ideas delirantes. La buena señora padece, pues, de un delirio de celos. He ahí la ocurrencias y recuerdos. Aseveró que nada se le ocurría, lo había dicho todo, y trascurridas
característica esencial de ese caso patológico- dos sesiones fue preciso interrumpir realmente el ensayo con ella, pues había proclamado
Tras esta primera comprobación, nuestro interés psiquiátrico se avivará con fuerza todavía que ya se sentía sana y estaba segura de que la idea enfermiza no reaparecería. Lo dijo,
mayor. Si una idea delirante no puede ser desarraigada refiriéndola a la realidad, no ha de desde luego, sólo por resistencia y por angustia frente a la prosecución del análisis. Pero en
provenir de esta. ¿Y de dónde vendría entonces? Existen ideas delirantes del más diverso esas dos sesiones había dejado caer algunas observaciones que permitieron una
contenido; ¿por qué justamente los celos son en nuestro caso el contenido del delirio? Aquí interpretación determinada, y aun la hicieron inevitable; y esta interpretación echa una luz
querríamos escucharlo al psiquiatra, pero aquí mismo nos deja en la estacada. Se internará, fulgurante sobre la génesis de su delirio de celos. Había dentro de ella un intenso
exclusivamente, en una sola de las cuestiones que hemos planteado. Investigará en la enamoramiento por un hombre joven, ese mismo yerno que la instó a buscarme en calidad
historia familiar de esta señora y nos aportará quizás esta respuesta: «Ideas delirantes se de paciente. De este enamoramiento, ella no sabía nada o quizá muy poco; dada la relación
presentan en aquellas personas en cuyas familias han aparecido repetidas veces estas y de parentesco existente, esta amorosa inclinación podía enmascararse fácilmente como una
otras perturbaciones psíquicas».. Con otras palabras, esta señora ha desarrollado una idea ternura inocente. Tras todas las experiencias que hemos recogido en otras partes, no nos
delirante porque estaba predispuesta a causa de una trasmisión hereditaria. Es por cierto resulta difícil una comprensión empática {einfühlen} de la vida anímica de esta decente
algo, pero, ¿es todo lo que queremos saber? ¿Todo lo que ha cooperado en la causación señora y honrada madre de 53 años. Un enamoramiento así, que sería algo monstruoso,
de este caso patológico? ¿Tendremos que contentarnos con suponer que es indiferente, imposible, no pudo devenir concierne; no obstante, persistió y, en calidad de inconsciente,
arbitrario o inexplicable que se haya desarrollado un delirio de celos en vez de cualquier otro ejerció una seria presión. Alguna cosa tenía que acontecer con él, algún remedio tenía que
delirio? ¿Y es lícito que entendamos también en sentido negativo el aserto que proclama el buscarse, y el alivio inmediato lo ofreció sin duda el mecanismo del desplazamiento, que con
predominio de la influencia hereditaria, a saber, que son indiferentes las vivencias que tanta regularidad toma parte en la génesis de los celos delirantes. Si no sólo ella, una señora
sobrevinieron a esta alma pues estaba condenada a producir alguna vez un delirio? Querrán mayor, se había enamorado de un hombre joven, sino también su anciano marido mantenía
ustedes saber por qué la psiquiatría científica no quiere darnos más referencias. Pero yo les una relación amorosa con una joven muchacha, entonces su conciencia moral se
respondo: ¡Maldito sea quien dé más de lo que tiene! Digamos que el psiquiatra, justamente, descargaba del peso de la infidelidad. La fantasía de la infidelidad del marido fue entonces
no conoce ningún camino que lo haga avanzar más en el esclarecimiento de un caso de esta un paño frío sobre su llaga ardiente. Su propio amor no le había devenido concierne, pero el
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reflejo de él, que le aportaba esa ventaja, ahora se le hizo consciente de manera obsesiva, ternura en el trato con sus esposas y por una inhabitual paciencia hacia sus achaques
delirante. Todos los argumentos en contra no podían, desde luego, dar fruto alguno, pues nerviosos. Y hasta quizá no sea indiferente que fuera el joven marido de una hija quien
sólo se dirigían a la imagen reflejada, no al modelo a que aquella debía su poder y que deviniera objeto de este enamoramiento patógeno. Un fuerte lazo erótico con la hija, que en
acechaba inatacable en lo inconsciente. su último fundamento se reconduce a la constitución sexual de la madre, a menudo halla el
Resumamos ahora lo que un breve y dificultoso empeño psicoanalítico aportó para la camino para proseguirse en una trasmudación de esa índole. En este contexto, quizá me
comprensión de este caso clínico, suponiendo, desde luego, que nuestras averiguaciones sea lícito recordarles que la relación entre suegra y yerno fue juzgada desde siempre
se hayan realizado correctamente, cosa que no puedo someter aquí al juicio de ustedes. En espinosa por los seres humanos, y entre los primitivos dio ocasión a tabúes y «evitaciones»
primer lugar: La idea delirante ha dejado de ser algo disparatado o incomprensible, posee muy estrictos.8 Tanto en el aspecto positivo cuanto en el negativo ella rebasa a menudo la
pleno sentido, tiene sus buenos motivos, pertenece a la trama de una vivencia, rica en medida culturalmente deseada. Ahora bien, cuál de estos tres factores operó en nuestro
afectos, de la enferma. En segundo lugar: Es necesaria como reacción frente a un proceso caso, si dos de ellos, si todos se conjugaron, no puedo decírselo a ustedes, pero únicamente
anímico inconsciente colegido por otros indicios, y precisamente a esta dependencia porque no me fue permitido proseguir el análisis del caso más allá de esas dos sesiones.
debe su carácter delirante, su resistencia a los ataques basados en la lógica y la realidad.
Ahora caigo en la cuenta, señores míos, de que he hablado de cosas que ustedes todavía
Es a su vez algo deseado, una suerte de consuelo. En tercer lugar: La vivencia que hay
no están preparados para comprender. Lo hice con el fin de comparar la psiquiatría con el
tras la contracción de la enfermedad determina unívocamente que habría de engendrarse
psicoanálisis. Pero hay algo que tengo derecho a preguntarles: ¿Han observado alguna
una idea de celos delirantes y ninguna otra cosa [Esta oración no aparece con la misma
contradicción entre ambos? La psiquiatría no aplica los métodos técnicos del psicoanálisis,
claridad en algunas de las primeras ediciones alemanas.]
omite todo otro anudamiento con el contenido de la idea delirante y, al remitirnos a la
Bien lo recuerdan ustedes: el día anterior había manifestado a esa muchacha intrigante
herencia, nos proporciona una etiología muy general y remota, en vez de poner de manifiesto
que lo más terrible sería que su marido le fuera infiel. No descuiden tampoco las dos
primero la causación más particular y próxima. Pero, ¿hay ahí una contradicción, una
importantes analogías con la acción sintomática que hemos analizado, a saber, en cuanto
oposición? ¿No es más bien un completamiento? ¿Acaso el factor hereditario contradice la
al esclarecimiento del sentido o del propósito y en cuanto a la dependencia de algo
importancia de la vivencia? ¿No se conjugan ambos, más bien, de la manera más eficaz?
inconsciente que estaba dado dentro de la situación.
Me concederán que en la naturaleza del trabajo psiquiátrico no hay nada que pudiera
Con ello, desde luego, no quedan respondidas todas las preguntas que pudimos
rebelarse contra la investigación psicoanalítica. Son entonces los psiquiatras los que se
plantearnos a raíz de este caso. Más bien, él rebosa de otros problemas, unos que todavía
resisten al psicoanálisis, no la psiquiatría. El psicoanálisis es a la psiquiatría lo que la
nos resultan insolubles y otros que no se dejan solucionar a causa de lo desfavorable de las
histología a la anatomía: esta estudia las formas exteriores de los órganos; aquella, su
circunstancias. Por ejemplo, ¿por qué esta señora, que vive un matrimonio dichoso, sufre un
constitución a partir de los tejidos y de las células. Es inconcebible una contradicción entre
enamoramiento hacia su yerno, y por qué el alivio, que también habría sido posible por otras
estas dos modalidades de estudio, una de las cuales continúa a la otra. Como saben, la
vías, ocurre en la forma de un espejamiento así, de una proyección de su propio estado
anatomía es hoy para nosotros la base de una medicina científica, pero hubo un tiempo en
sobre su marido? Y no crean ustedes que es ocioso o pretencioso plantear tales preguntas.
que estaba tan prohibido disecar cadáveres humanos para averiguar la constitución interna
Disponemos ya de mucho material para una respuesta posible. Esta señora se encuentra en
del cuerpo como lo parece hoy ejercer el psicoanálisis para averiguar la fábrica interna de la
la edad crítica que trae a la necesidad sexual femenina una intensificación indeseada y
vida del alma. Y previsiblemente, en una época no muy lejana comprenderemos que no es
repentina; quizás esto baste por sí solo. O tal vez quepa agregar que su marido, bueno y fiel,
posible una psiquiatría profundizada en sentido científico sin un buen conocimiento de los
desde hace muchos años ya no posee aquella capacidad de rendimiento sexual que esta
señora bien conservada necesitaría para satisfacerse. La experiencia nos ha hecho notar
que justamente esos maridos, cuya fidelidad se descuenta, se distinguen por una particular 8
Véase mi libro Tótem y tabú (1912-13) [«Ensayo I», AE, 13, págs. 21 y sigs.]
46
procesos de la vida del alma que van por lo profundo, de los procesos inconscientes.
Ahora bien, quizás el psicoanálisis, tan combatido, tiene entre ustedes también amigos
que verían con buenos ojos que se lo pudiera justificar desde otro costado, el costado
terapéutico.
Ustedes saben que nuestra terapia psiquiátrica no ha sido capaz hasta ahora de influir sobre
las ideas delirantes. ¿Podrá hacerlo acaso el psicoanálisis gracias a su intelección del
mecanismo de estos síntomas? No, señores míos, no puede; al menos provisionalmente, es
tan impotente contra esta enfermedad como cualquier otra terapia. Podemos comprender,
es verdad, lo que ha ocurrido dentro del enfermo, pero no tenemos medio alguno para hacer
que él mismo lo comprenda. Acaban de escuchar que yo no pude llevar el análisis de aquella
idea delirante más allá de los primeros esbozos. ¿Afirmarán por ello que el análisis de esos
casos es desestimable porque no arroja fruto? Creo que no, en modo alguno. Tenemos el
derecho, más aún, el deber, de cultivar la investigación sin mirar por un efecto útil inmediato.
Al final —no sabemos dónde ni cuándo— cada partícula de saber se traspondrá en un poder
hacer, también en un poder hacer terapéutico. Aunque para todas las otras formas de
contracción de enfermedades nerviosas y psíquicas el psicoanálisis se mostrara tan huero
de éxitos como en el caso de las ideas delirantes, seguiría siendo; con pleno derecho, un
medio insustituible de investigación científica. Es verdad que entonces no estaríamos en
condiciones de ejercitarlo; el material de hombres en que queremos aprender, un material
viviente, tiene su voluntad propia; le hacen falta motivos para colaborar en el trabajo, y en tal
caso rehusaría hacerlo. Por eso, permítanme que concluya hoy con esta comunicación:
existen vastos grupos de perturbaciones nerviosas para los cuales la trasposición de nuestra
mejor comprensión en un poder hacer terapéutico se ha comprobado en los hechos, y en el
caso de estas enfermedades, de difícil acceso por otras vías, obtenemos, en ciertas
condiciones, éxitos que no les van en zaga a otros cualesquiera en el campo de la medicina
clínica.9
9
[La última dé las conferencias de esta serie (la 28) tiene por tema el psicoanálisis como método de
psicoterapia.]
47
PSICOANÁLISIS Y MEDICINA de una asistencia en su mayoría médica, no se me pide que indique lo que Michel
Foucault nos aporta en su gran obra sobre un método histórico-crítico para situar la
Jacques Lacan responsabilidad de la medicina en la gran crisis ética (es decir, en lo concerniente a
la definición del hombre) que él centra en tomo al aislamiento de la locura; tampoco
se espera que introduzca esa otra obra "Nacimiento de la clínica" en tanto que en
Intervención de J. Lacan en la mesa redonda del mismo titulo, ella se fija lo que entraña la promoción por parte de Bichat de una mirada que se fija
realizada en el Colegio de Medicina, el 16 de febrero de 1966, en el campo del cuerpo en ese corto tiempo donde subsiste como entregado a la
en la Salpêtrière. muerte, es decir, el cadáver.
Están marcados de este modo los dos franqueamientos, a través de los cuales la
medicina consuma por su parte el cierre de las puertas de un antiguo Jano, el que
Me permitirán atenerme, en relación a algunas de las preguntas que acaban de ser redoblaba en forma irrecuperable todo gesto humano con una figura sagrada. La
planteadas, a las respuestas de la señora Aubry, que me parecen suficientemente medicina es una correlación de este franqueamiento. El paso de la medicina al plano
pertinentes. No veo que democratizar la enseñanza del psicoanálisis plantee otro de la ciencia, e incluso el hecho de que la exigencia experimental haya sido inducida
problema más que el de la definición de nuestra democracia. Ella es una, pero en la medicina por Claude Bernard y sus compañeros, no es algo que cuente por sí
existen varias especies concebibles y el porvenir nos lleva hacia otra. solo, el equilibrio está en otro lado.
Lo que creía haber aportado a una reunión como ésta, caracterizada por quien la La medicina entró en su fase científica en tanto surgió un mundo que, en lo
convoca, es decir el Colegio de Medicina, es precisamente el abordar un tema que sucesivo, exige los condicionamientos necesarios en la vida de todos en la medida
nunca tuve que tratar en mi enseñanza, el del lugar del psicoanálisis en la medicina. que la presencia de la ciencia incluye a todos en sus efectos.
Actualmente, este lugar es marginal y, como lo he escrito más de una vez, extra- Las funciones del organismo humano siempre fueron objeto de una puesta a prueba
territorial. Es marginal debido a la posición de la medicina respecto al psicoanálisis, de acuerdo con el contexto social. Pero, al hacérselas funcionar, sirven en las
al que admite como una suerte de ayuda externa, comparable a la de los psicólogos organizaciones altamente diferenciadas, que no habrían nacido sin la ciencia. Al
y a la de otros asistentes terapéuticos. Es extra-territorial por obra de los médico se le ofrecen en el laboratorio ya constituido, incluso ya proporcionado,
psicoanalistas quienes, sin duda, tienen sus razones para querer conservar esta créditos sin límites que empleará para reducir esas funciones a montajes
extra-territorialidad. Ellas no son las mías pero, a decir verdad, no pienso que mi equivalentes a aquellos de esas otras organizaciones, es decir, que tengan estatuto
anhelo bastase para cambiar al respecto las cosas. Encontrarán su lugar en su de subsistencia científica.
momento, es decir muy rápido, si consideramos el tipo de aceleración que vivimos Citemos simplemente aquí, para aclarar lo que queremos decir, lo que debe nuestro
en cuanto a la parte que le toca a la ciencia en la vida común. progreso en la formalización funcional del aparato cardiovascular y del aparato
Quisiera Hoy considerar ese lugar del psicoanálisis en la medicina desde el punto de respiratorio, no sólo a la necesidad de operarlo, sino al aparato mismo de su
vista del médico y del rapidísimo cambio que se está produciendo en lo que llamaría inscripción en tanto que impone, a partir del alojamiento de los sujetos de esas
la función del médico y en su personaje, ya que éste es también un elemento reacciones en los "satélites": o sea lo que se puede considerar formidables
importante de su función. pulmones de acero, cuya construcción misma está vinculada con su destino de
Durante todo el período de la historia que conocemos y podemos calificar como tal, soportes de determinadas órbitas, órbitas que sería harto equivocado llamar
esta función, este personaje del médico, han permanecido con gran constancia cósmicas, pues a esas órbitas, el cosmos no las "conocía". En suma, en un único
hasta una época reciente. movimiento se revela la sorprendente tolerancia del hombre a las condiciones
Debe señalarse, empero, que la práctica de la medicina nunca dejó de tener un acósmicas, incluso la paradoja que lo hace aparecer allí de algún modo "adaptado",
importante acompañamiento doctrinario. El hecho de que durante un tiempo es así como se muestra que este acosmismo es lo que la ciencia construye. Quien
bastante corto, en el siglo XIX, las doctrinas invocasen a la ciencia, no las volvió más podía imaginar que el hombre soportaría muy bien la ingravidez, quien podía
científicas. Quiero decir que las doctrinas científicas invocadas en la medicina eran predecir lo que advendría del hombre en esas condiciones si nos hubiésemos
siempre, hasta una época reciente, la recuperación de alguna adquisición científica, atenido a las metáforas filosóficas, por ejemplo a esa de Simone Weil, que hacía de
pero con un retardo no menor de veinte años. Esto muestra claramente que este la gravedad una de las dimensiones de dicha metáfora.
recurso sólo funcionó como sustituto y para enmascarar lo que anteriormente hay En la medida en que las exigencias sociales están condicionadas por la aparición de
que ubicar más bien como una suerte de filosofía. un hombre que sirve a las condiciones de un mundo científico, dotado de nuevos
Al considerar la historia de la medicina a través de las épocas, el gran médico, el poderes de investigación y de búsqueda, el médico se encuentra enfrentado con
médico tipo, era un hombre de prestigio y de autoridad. Lo que ocurre entre el problemas nuevos. Quiero decir que el médico ya no tiene nada de privilegiado en la
médico y el enfermo, fácilmente ilustrado ahora por comentarios como los de Balint jerarquía de ese equipo de científicos diversamente especializados en las diferentes
de que el médico al recetar se receta él mismo, siempre sucedió: así el emperador ramas científicas. Desde el exterior de su función, principalmente en la organización
Marco Aurelio convocaba a Galeno para que le vertiese con sus propias manos la industrial, le son proporcionados los medios y al mismo tiempo las preguntas para
teriaca. Es, por otra parte, Galeno quien escribió en su Tratado que el médico en su introducir las medidas de control cuantitativo, los gráficos, las escalas, los datos
mejor forma es también un filósofo; no limitándose esta palabra al sentido estadísticos a través de los cuales se establecen, hasta la escala microscópica, las
históricamente tardío que tiene en la filosofía de la naturaleza. constantes biológicas y se instaura en su dominio ese despegue de la evidencia del
Pero den a esa palabra el sentido que quieran, la pregunta que se trata de situar se éxito que corresponde al advenimiento de los hechos.
esclarecerá a partir de otros puntos de referencia. Pienso que aquí, aunque se trata La colaboración médica será considerada bienvenida para programar las
48
operaciones necesarias para mantener el funcionamiento de tal o cual aparato del que lleguemos a una extensión cada vez más eficaz de nuestro procedimientos de
organismo humano en condiciones determinadas, pero después de todo ¿qué tiene intervención en lo concerniente al cuerpo humano en base a los progresos
que ver todo esto con lo que llamaremos la posición tradicional del médico? científicos, el problema no podría resolverse a nivel de la psicología del médico, con
El médico es requerido en la función de científico fisiologista, pero sufre también una pregunta que refrescaría el término de psicosomático. Permítanme delimitar
otros llamados: el mundo científico vuelca entre sus manos un número infinito de lo más bien como falla epistemo-somática, el efecto que tendrá el progreso de la
que puede producir como agentes terapéuticos nuevos, químicos o biológicos, que ciencia sobre la relación de la medicina con el cuerpo. Nuevamente aquí, para la
coloca a disposición del público, y le pide al médico, cual si fuere un distribuidor, que medicina, la situación es subvertida desde afuera. Por eso, nuevamente aquí lo que,
los ponga a prueba. ¿Dónde está el límite en que el médico debe actuar y a qué antes de ciertas rupturas, permanecía confuso, velado, mezclado, embarullado,
debe responder? A algo que se llama la demanda. aparece con tal brillo.
Diría que es en la medida de este deslizamiento, de esta evolución que cambia la Pues lo que está excluido de la relación epistemo-somática es justamente lo que
posición del médico respecto de aquellos que se dirigen a él, como llega a propondrá a la medicina el cuerpo en su registro purificado. Lo que se presenta de
individualizarse, a especificarse, a valorizarse retroactivamente, lo que hay de este modo se presenta como pobre en la fiesta donde el cuerpo brillaba recién con la
original en esa demanda al médico. Este desarrollo científico inaugura y pone cada posibilidad de ser enteramente fotografiado, radiografiado, calibrado, diagramado y
vez más en primer plano ese nuevo derecho del hombre a la salud, que existe y que posible de condicionar, dado los recursos verdaderamente extraordinarios que
se motiva ya en una organización mundial. En la medida en que el registro de la guarda, pero quizá también ese pobre le trae una oportunidad que le llega desde
relación médica con la salud se modifica, donde esa suerte de poder generalizado lejos, a saber del exilio al que proscribió al cuerpo la dicotomía cartesiana del
que es el poder de la ciencia brinda a todos la posibilidad de ir a pedirle al médico su pensamiento y de la extensión, la cual elimina completamente de su aprehensión
cuota de beneficios con un objetivo preciso inmediato, vemos dibujarse la todo lo tocante, no al cuerpo que imagina, sino al cuerpo verdadero en su
originalidad de una dimensión que llamo la demanda. Es en el registro del modo naturaleza.
de respuesta a la demanda del enfermo donde está la posibilidad de supervivencia Este cuerpo no se caracteriza simplemente por la dimensión de la extensión: un
de la posición propiamente médica. cuerpo es algo que está hecho para gozar, gozar de sí mismo. La dimensión del
Responder que el enfermo viene a pedirnos la cura no es responder, pues cada vez goce está excluida completamente de lo que llamé la relación epistemo-somática.
la tarea precisa, que debe realizarse con urgencia, no responde pura y simplemente Pues la ciencia no es incapaz de saber qué puede; pero ella, al igual que el sujeto
a una posibilidad que se encuentra al alcance de la mano, supongamos: a un que engendra, no puede saber qué quiere. Al menos lo que quiere surge de un
aparato quirúrgico o a la administración de antibióticos (e incluso en estos casos avance cuya marcha acelerada, en nuestros días, nos permite palpar que supera
todavía debe saberse cual es su consecuencia para el porvenir), existe fuera del sus propias previsiones.
campo de lo que se modificó por el beneficio terapéutico algo que permanece ¿Podemos nosotros prejuzgar acerca de ella, por ejemplo, por el hecho de que
constante y todo médico sabe muy bien de qué se trata. nuestro espacio, ya sea planetario o transplanetario, pulula con algo que hay que
Cuando el enfermo es remitido al médico o cuando lo aborda, no digan que espera llamar claramente voces humanas que animan el código que encuentran en ondas
de él pura y simplemente la curación. Coloca al médico ante la prueba de sacarlo de cuyo entrecruzamiento sugiere una imagen totalmente diferente del espacio que
su condición de enfermo, lo que es totalmente diferente, pues esto puede implicar aquella en la cual los torbellinos cartesianos establecían su orden en el cielo? Por
que él esté totalmente atado a la idea de conservarla. Viene a veces a demandarnos qué no hablar también de la mirada que ahora es omnipresente, bajo la forma de los
que lo autentifiquemos como enfermo; en muchos otros casos viene, de la manera aparatos que ven por nosotros en los mismos lugares: o sea algo que no es un ojo y
más manifiesta, para demandarles que lo preserven en su enfermedad, que lo traten que aisla la mirada como presente. Todo esto podemos ponerlo en el activo de la
del modo que le conviene a él, el que le permitirá seguir siendo un enfermo bien ciencia, pero nos hace alcanzar lo que en esto nos concierne, no diré como ser
instalado en su enfermedad. ¿Necesito acaso evocar mi experiencia más reciente? humano, pues a decir verdad Dios sabe qué se agita detrás de ese fantoche que se
Un formidable estado de depresión ansiosa permanente, que dura desde hace ya llama el hombre, el ser humano o la dignidad humana cualquiera que sea la
más de veinte años, el enfermo venía a buscarme aterrorizado ante la idea de que denominación bajo la cual cada uno de nosotros coloca lo que escucha de sus
yo le hiciese lo mas mínimo. A la sola proposición de volverme a ver cuarenta y ocho propias ideologías, más o menos revolucionarias o reaccionarias. ¿Preguntamos
horas más tarde, ya, la madre temible, que durante ese tiempo había acampado en más bien en qué concierne esto a lo que existe, a saber, nuestros cuerpos? Voces,
mi sala de espera, había ya logrado tomar disposiciones para que nada de esto miradas que se pasean, se trata verdaderamente de algo que sale de los cuerpos,
ocurriese. pero son curiosas prolongaciones que en un primer aspecto incluso en un segundo o
Esta es una experiencia banal, sólo la evoco para recordarles la significación de la en un tercero, sólo tienen poca relación con lo que yo llamo la dimensión del goce.
demanda, dimensión donde se ejerce hablando estrictamente la función médica, y Es importante ubicarla como polo opuesto, pues allí también la ciencia está
para introducir lo que parece fácil de captar, aunque no haya sido seriamente produciendo ciertos efectos que no dejan de implicar ciertas apuestas.
interrogado más que en mi escuela, a saber, la estructura de la falla que existe entre Materialicémoslo bajo la forma de los diversos productos que van desde los
la demanda y el deseo. tranquilizantes hasta los alucinógenos. Esto complica singularmente el problema de
Una vez que se ha hecho este comentario, surge que no es necesario ser lo que hasta ahora se ha calificado, de modo puramente policial, como toxicomanía.
psicoanalista, ni siquiera médico, para saber que cuando cualquiera, nuestro mejor Si un día estuviésemos en posesión de un producto que nos permita recoger
amigo, sea hombre o mujer, nos pide algo, esto no es para nada idéntico, e incluso a informaciones sobre el mundo exterior, no veo cómo una contención policial podría
veces es diametralmente opuesto, a aquello que desea. ejercerse.
Quisiera retomar aquí las cosas en otro punto, y hacer notar que si es concebible Pero, cuál será la posición del médico para definir estos efectos respecto a los
49
cuales hasta aquí mostró una audacia alimentada sobre todo de pretextos pues, ¿Qué es el deseo? El deseo es de algún modo el punto de compromiso, la escala de
desde el punto de vista del goce, qué es un uso ordenado de lo que se llama, más o la dimensión del goce, en la medida en que en cierto modo permite llevar más lejos
menos adecuadamente, tóxicos, qué puede tener de reprensible, a menos de que el el nivel de la barrera del placer. Pero este es un punto fantasmático, quiero decir
médico no entre francamente en lo que es la segunda dimensión característica de su donde interviene el registro imaginario, que hace que el deseo esté suspendido a
presencia en el mundo, a saber, la dimensión ética. Estos comentarios que algo cuya naturaleza no exige verdaderamente la realización.
pueden parecer banales, tienen de todos modos el interés de demostrar que la ¿Por qué es que llego a hablar aquí de aquello que de todos modos no es más que
dimensión ética es aquella, que se extiende en la dirección del goce. una muestra minúscula de esta dimensión que desarrollo desde hace quince años
Tenemos pues dos puntos de referencia: primero, la demanda del enfermo; en mi seminario? Es para evocar la idea de una topología del sujeto. Es en relación
segundo, el goce del cuerpo. Ambos confinan, en cierto modo, en esa dimensión a su superficie, a sus límites fundamentales, a sus relaciones recíprocas, al modo en
ética, pero no los confundamos demasiado rápido, pues aquí interviene lo que que ellas se entrecruzan y se anudan que pueden plantearse problemas, que ya no
llamaré simplemente la teoría psicoanalítica, que llega a tiempo y no ciertamente por son más puros y simples problemas de interpsicología, sino más bien los problemas
casualidad, en el momento de la entrada en juego de la ciencia, con ese ligero de una estructura que concierne al sujeto en su doble relación con el saber.
avance que es siempre característico de las invenciones de Freud. Así como Freud El saber sigue estando para él marcado con un valor nodal, debido a algo cuyo
inventó la teoría del fascismo antes que éste apareciese, del mismo modo treinta carácter central se olvida en el pensamiento, que el deseo sexual tal como lo
años antes inventó lo que debía responder a la subversión de la posición del médico entiende el psicoanálisis no es la imagen que debemos hacemos de acuerdo a un
por el ascenso de la ciencia: a saber, el psicoanálisis como praxis. mito de la tendencia orgánica: es algo infinitamente más elevado y anudado en
Acabo de indicar suficientemente la diferencia que hay entre la demanda y el deseo. primer término precisamente con el lenguaje, en tanto que es el lenguaje el que le da
Sólo la teoría lingüística puede dar cuenta de una tal apercepción, y ella puede primero su lugar, y que su primera aparición en el desarrollo del individuo se
hacerlo tanto más fácilmente en tanto es Freud quien del modo más vivaz y más manifiesta a nivel del deseo de saber. Si no se ve que éste es el punto central donde
inatacable, mostró precisamente su instancia a nivel del inconsciente. Porque es el arraiga la teoría de la libido de Freud, simplemente se pierde pie. Perder pie es
inconsciente descubierto por Freud en la medida en que está estructurado como un querer reunir los marcos preformados de una pretendida psicología general,
lenguaje. elaborada con el correr de los siglos para responder a necesidades extremadamente
Leí con asombro en un escrito muy bien apadrinado que el inconsciente era diversas, que constituye el desecho del despliegue de las teorías filosóficas. Es
monótono. No invocaré aquí mi experiencia, ruego que abran las tres primeras obras perder pie así también no ver qué tipo de nueva perspectiva, que cambio total de
de Freud, las más fundamentales, y que vean si es la monotonía lo que caracteriza punto de vista, es introducido por la teoría de Freud, pues se pierde entonces a la
la significancia de los sueños, los actos fallidos y los lapsus. Muy por el contrario, el vez su práctica y su fecundidad.
inconsciente me parece no sólo extremadamente particularizado, más todavía que Alguno de mis alumnos, exterior al campo del análisis, me preguntó a menudo:
variado, de un sujeto a otro, sino cada vez más astuto y espiritual, porque es ¿cree usted que basta explicar esto a los filósofos, que le basta con plantear en un
justamente a partir de él que la agudeza adquiere sus dimensiones y su estructura. pizarrón el esquema de su grafo para que reaccionen y comprendan?
No hay un inconsciente porque hubiese en el un deseo inconsciente, obtuso, No tengo al respecto, obviamente, la más mínima ilusión y demasiadas pruebas de
pesado, cual Calibán, incluso animal, deseo inconsciente surgido de las lo contrario. Pese a ello las ideas se pasean, y en la posición en que estamos en
profundidades, que fuese primitivo y debiese elevarse al nivel superior de lo relación a la difusión del lenguaje y al minimum de impresos necesarios para que
consciente. Muy por el contrario, hay un deseo porque hay inconsciente, es decir algo dure, esto basta. Basta con que esto haya sido dicho en algún lado y que un
lenguaje que escapa al sujeto en su estructura y sus efectos, y hay siempre a nivel oído entre doscientos lo haya escuchado para que en un porvenir no muy lejano sus
del lenguaje algo que está más allá de la conciencia, y es allí donde puede situarse efectos estén asegurados.
la función del deseo. Lo que indico al hablar de la posición que puede ocupar el psicoanalista, es que
Por eso es necesario hacer intervenir ese lugar que llamé el lugar del Otro, en todo actualmente es la única desde donde el médico puede mantener la originalidad de
lo concerniente al sujeto. Es en sustancia el campo donde se ubican esos excesos siempre de su posición, es decir, la de aquel que tiene que responder a una
de lenguaje cuya marca que escapa a su propio dominio lleva el sujeto. Es en ese demanda de saber, aunque sólo se pueda hacerlo llevando al sujeto a dirigirse hacia
campo donde se hace la junción con lo que llamé el polo del goce. el lado opuesto a las ideas que emite para presentar esa demanda. Si el
Pues se valoriza en él lo que introdujo Freud a propósito del principio del placer y inconsciente es lo que es, no una cosa monótona sino, en cambio, una cerradura lo
que no había nunca sido advertido, a saber, que el placer es una barrera al goce, en más precisa posible, cuyo manejo no es otro que abrirla al revés con una clave-
lo cual Freud retoma las condiciones a partir de las cuales las viejas escuelas llave1, que esta mas allá de una cifra, esta abertura, sólo puede servir al sujeto en su
de pensamiento habían hecho su ley. demanda de saber. Lo inesperado es que el sujeto confiese él mismo su verdad y
¿Qué se nos dice del placer? Que es la menor excitación, lo que hace desaparecer que la confiese sin saberlo.
la tensión, la tempera más, por lo tanto aquello que nos detiene necesariamente en El ejercicio y la formación del pensamiento son los preliminares necesarios a una
un punto de alejamiento, de distancia muy respetuosa del goce. Pues lo que yo operación tal: es necesario que el médico se haya entrenado en plantear los
llamo goce en el sentido en que el cuerpo se experimenta, es siempre del orden de problemas a nivel de una serie de temas cuyas conexiones, cuyos nudos, debe
la tensión, del forzamiento, del gasto, incluso de la hazaña. Incontestablemente, hay conocer, y que no son los temas corrientes de la filosofía y de la psicología. Los
goce en el nivel donde comienza a aparecer el dolor, y sabemos que es sólo a ese temas corrientes en cierta práctica investigadora que se llama psicotécnica, donde
nivel del dolor que puede experimentarse toda una dimensión del organismo que de las respuestas están determinadas en función de ciertas preguntas, ellas mismas
otro modo permanece velada.
1
(N.T.) Clé, en francés, significa a la vez clave y llave.
50
registradas en un plano utilitario, tienen su precio y su valor en límites definidos que
nada tienen que ver con el fondo de aquello que está en juego en la demanda del
enfermo.
Al final de esta demanda, la función de la relación con el sujeto supuesto al saber,
revela lo que llamamos la "transferencia". En la medida en que más que nunca la
ciencia tiene la palabra, más que nunca se sostiene ese mito del sujeto supuesto al
saber, y esto es lo que permite la existencia del fenómeno de la transferencia en
tanto que remite a lo más arraigado del deseo de saber.
En la época científica, el médico se encuentra en una doble posición: por un lado,
tiene que enfrentar una carga energética cuyo poder no sospecha sino se le explica;
por el otro, debe colocar esa carga entre paréntesis, debido justamente a los
poderes de los que dispone, a los que debe distribuir, al plano científico en que está
situado. Quiéralo o no, el médico está integrado a ese movimiento mundial de la
organización de una salud que se vuelve pública y, por este hecho, nuevas
preguntas le serán planteadas.
En ningún caso podrá motivar el mantenimiento de su función propiamente médica
en nombre de un "privado" que sería atinente a lo que se llamaría el secreto
profesional, y no hablemos demasiado del modo en que es observado, quiero decir
en la práctica de la vida a la hora en que se toma el cognac. Pero no es éste el
resorte del secreto profesional, pues si éste fuese del orden de lo privado, sería del
orden de las mismas fluctuaciones que han acompañado socialmente la
generalización en el mundo de la práctica del impuesto a las ganancias. Se trata de
algo diferente: es estrictamente de esa lectura por la cual el médico es capaz de
conducir al sujeto a aquello que está en cierto paréntesis, aquello que comienza con
el nacimiento, que termina con la muerte y que entraña las preguntas que se
despliegan entre uno y otra.
¿En nombre de qué los médicos podrán estatuir acerca del derecho o no al
nacimiento? ¿Cómo responderán a las exigencias que muy rápidamente confluirán
con las exigencias de la productividad? Pues si la salud se vuelve objeto de una
organización mundial, se tratará de saber en qué medida es productiva. ¿Qué podrá
oponer el médico a los imperativos que lo convertirán en el empleado de esa
empresa universal de la productividad? El único terreno es esa relación por la cual
es médico: a saber, demanda del enfermo. En el interior de esta relación firme
donde se producen tantas cosas está la revelación de esa dimensión en su valor
original, que no tiene nada de idealista, pero que es exactamente lo que dije: la
relación con el goce del cuerpo.
¿Qué tienen ustedes que decir, médicos, sobre lo más escandaloso de lo que viene
ahora? Pues si era excepcional el caso en el que el hombre hasta aquí profería "Si
tu ojo te escandaliza arráncalo", ¿qué dirán ustedes del slogan "Si tu ojo se vende
bien, dónalo"? ¿En nombre de qué tendrán que hablar, sino precisamente de esa
dimensión del goce de su cuerpo y de lo que él ordena de participación a todo lo
tocante a él en el mundo?
Si el médico debe seguir siendo algo, que ya no podría ser la herencia de su antigua
función que era una función sagrada, es para mí, continuar y mantener en su vida
propia el descubrimiento de Freud. Siempre me consideré como misionero del
médico: la función del médico, como la del sacerdote, no se limita al tiempo que uno
le dedica a ella.
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LEY NACIONAL DE SALUD MENTAL Nº 26.657 LEY NACIONAL DE SALUD MENTAL Nº 26.657
LEY NACIONAL DE
SALUD MENTAL
Nº 26.657
DECRETO REGLAMENTARIO
603/2013
4 5
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LEY NACIONAL DE SALUD MENTAL Nº 26.657 LEY NACIONAL DE SALUD MENTAL Nº 26.657
ÍNDICE
yN o l S lu M t l ° 26.657 C ítulo VII
ap
Le
aci
na
de
a
d
en
a
n
Internaciones ..................................... pág.25
C ítulo I
ap
Derechos y garantías .......................... pág.12 C ítulo VIII
ap
Derivaciones ...................................... pág.36
C ítulo II
ap
Definición ................................................. pág.14 C ítulo IX
ap
Autoridad de Aplicación ...................... pág.37
C ítulo III
ap
Ámbito de aplicación .......................... pág.16 C ítulo X
ap
Órgano de Revisión ............................ pág.41
C ítulo IV
ap
Derechos de las personas con C ítulo XI
ap
padecimiento mental .......................... pág.16 Convenios de cooperación
con las provincias .............................. pág.45
C ítulo V
ap
Modalidad de abordaje ....................... pág.21 C ítulo XII
ap
Disposiciones complementarias ........... pág.47
C ítulo VI
ap
Del equipo interdisciplinario ................ pág.24 DECRE
TO
REG AMEN ARI 603/2013 ............. pág.51
L
T
O
6 7
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LEY NACIONAL DE
SALUD MENTAL
Nº 26.657
8 9
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LEY NACIONAL DE SALUD MENTAL Nº 26.657 LEY NACIONAL DE SALUD MENTAL Nº 26.657
CAPÍTULO I
ARTÍCULO 2º.- Se consideran parte integrante de
D ho y tí la presente ley los Principios de Naciones Unidas
erec
s
garan
as
para la Protección de los Enfermos Mentales y para
ARTÍCULO 1º.- La presente ley tiene por objeto ase- el Mejoramiento de la Atención de Salud Mental,
gurar el derecho a la protección de la salud men- adoptado por la Asamblea General en su resolución
tal de todas las personas, y el pleno goce de los 46/119 del 17 de diciembre de 1991. Asimismo, la
derechos humanos de aquellas con padecimiento Declaración de Caracas de la Organización Pana-
mental que se encuentran en el territorio nacional, mericana de la Salud y de la Organización Mundial
reconocidos en los instrumentos internacionales de de la Salud, para la Reestructuración de la Atención
derechos humanos, con jerarquía constitucional, Psiquiátrica dentro de los Sistemas Locales de Sa-
sin perjuicio de las regulaciones más beneficiosas lud, del 14 de noviembre de 1990, y los Principios
que para la protección de estos derechos puedan de Brasilia Rectores para el Desarrollo de la Aten-
establecer las provincias y la Ciudad Autónoma de ción en Salud Mental en las Américas, del 9 de no-
Buenos Aires. viembre de 1990, se consideran instrumentos de
orientación para la planificación de políticas públi-
cas.
10 11
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LEY NACIONAL DE SALUD MENTAL Nº 26.657 LEY NACIONAL DE SALUD MENTAL Nº 26.657
conformidad o adecuación con valores morales, so-
ciales, culturales, políticos o creencias religiosas pre-
CAPÍTULO II valecientes en la comunidad donde vive la persona.
reconoce a la salud mental como un proceso de- tratamiento u hospitalización.
terminado por componentes históricos, socio-eco-
nómicos, culturales, biológicos y psicológicos, cuya ARTÍCULO 4º.- Las adicciones deben ser aborda-
preservación y mejoramiento implica una dinámica das como parte integrante de las políticas de salud
de construcción social vinculada a la concreción de mental. Las personas con uso problemático de dro-
los derechos humanos y sociales de toda persona. gas, legales e ilegales, tienen todos los derechos y
garantías que se establecen en la presente ley en su
Se debe partir de la presunción de capaci- relación con los servicios de salud.
dad de todas las personas. En ningún caso puede
hacerse diagnóstico en el campo de la salud mental ARTÍCULO 5º.- La existencia de diagnóstico en el
sobre la base exclusiva de: campo de la salud mental no autoriza en ningún
caso a presumir riesgo de daño o incapacidad, lo
a) Status político, socioeconómico, perte- que sólo puede deducirse a partir de una evalua-
nencia a un grupo cultural, racial o religioso. ción interdisciplinaria de cada situación particular en
un momento determinado.
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blecidos en la presente ley. fundamentos científicos ajustados a principios éticos.
tado con la alternativa terapéutica más conveniente,
que menos restrinja sus derechos y libertades, promo-
D ho l o o viendo la integración familiar, laboral y comunitaria.
erec
s
de
as
pers
nas
c
n
to t l
padecimien
men
a
e) Derecho a ser acompañado antes, du-
ARTÍCULO 7º.- El Estado reconoce a las personas rante y luego del tratamiento por sus familiares,
con padecimiento mental los siguientes derechos: otros afectos o a quien la persona con padecimien-
to mental designe.
a) Derecho a recibir atención sanitaria y
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auxilio espiritual o religioso. lacionadas con su atención y su tratamiento dentro
de sus posibilidades.
g) Derecho del asistido, su abogado, un fa-
miliar o allegado que éste designe, a acceder a sus l) Derecho a recibir un tratamiento perso-
antecedentes familiares, fichas e historias clínicas. nalizado en un ambiente apto con resguardo de su
intimidad, siendo reconocido siempre como sujeto
h) Derecho a que en el caso de internación de derecho, con el pleno respeto de su vida privada
involuntaria o voluntaria prolongada, las condicio- y libertad de comunicación.
nes de la misma sean supervisadas periódicamente
por el Órgano de Revisión. m) Derecho a no ser objeto de investiga-
ciones clínicas ni tratamientos experimentales sin
i) Derecho a no ser identificado ni discrimi- un consentimiento fehaciente.
nado por un padecimiento mental actual o pasado.
n) Derecho a que el padecimiento mental
j) Derecho a ser informado de manera ade- no sea considerado un estado inmodificable.
cuada y comprensible de los derechos que lo asisten,
y de todo lo inherente a su salud y tratamiento, según o) Derecho a no ser sometido a trabajos
las normas del consentimiento informado, incluyendo forzados.
las alternativas para su atención, que en el caso de no
ser comprendidas por el paciente se comunicarán a
p) Derecho a recibir una justa compensa-
los familiares, tutores o representantes legales. ción por su tarea en caso de participar de activi-
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da
idad
de
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e
ARTÍCULO 8º.- Debe promoverse que la atención
en salud mental esté a cargo de un equipo inter-
disciplinario integrado por profesionales, técnicos y
otros trabajadores capacitados con la debida acre-
ditación de la autoridad competente. Se incluyen
las áreas de psicología, psiquiatría, trabajo social,
enfermería, terapia ocupacional y otras disciplinas o
campos pertinentes.
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ARTÍCULO 10.- Por principio rige el consentimiento como casas de convivencia, hospitales de día,
informado para todo tipo de intervenciones, con las cooperativas de trabajo, centros de capacitación
únicas excepciones y garantías establecidas en la socio-laboral, emprendimientos sociales, hogares y
presente ley. familias sustitutas.
Las personas con discapacidad tienen derecho a ARTÍCULO 12.- La prescripción de medicación sólo
recibir la información a través de medios y tecnolo- debe responder a las necesidades fundamentales
gías adecuadas para su comprensión. de la persona con padecimiento mental y se ad-
ministrará exclusivamente con fines terapéuticos y
ARTÍCULO 11.- La Autoridad de Aplicación debe nunca como castigo, por conveniencia de terceros,
promover que las autoridades de salud de cada o para suplir la necesidad de acompañamiento te-
jurisdicción, en coordinación con las áreas de edu- rapéutico o cuidados especiales. La indicación y
cación, desarrollo social, trabajo y otras que corres- renovación de prescripción de medicamentos sólo
pondan, implementen acciones de inclusión social, puede realizarse a partir de las evaluaciones profe-
laboral y de atención en salud mental comunitaria. sionales pertinentes y nunca de forma automática.
Se debe promover el desarrollo de dispositivos ta- Debe promoverse que los tratamientos psicofar-
les como: consultas ambulatorias; servicios de in- macológicos se realicen en el marco de abordajes
clusión social y laboral para personas después del interdisciplinarios.
alta institucional; atención domiciliaria supervisada
y apoyo a las personas y grupos familiares y comu-
nitarios; servicios para la promoción y prevención
en salud mental, así como otras prestaciones tales
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como cada una de las intervenciones del equipo in- na o del representante legal cuando corresponda.
terdisciplinario deben registrarse a diario en la histo- Sólo se considera válido el consentimiento cuando
ria clínica. En ningún caso la internación puede ser se presta en estado de lucidez y con comprensión
indicada o prolongada para resolver problemáticas de la situación, y se considerará invalidado si duran-
sociales o de vivienda, para lo cual el Estado debe te el transcurso de la internación dicho estado se
proveer los recursos adecuados a través de los or- pierde, ya sea por el estado de salud de la persona
ganismos públicos competentes. o por efecto de los medicamentos o terapéuticas
aplicadas. En tal caso deberá procederse como si
ARTÍCULO 16.- Toda disposición de internación, se tratase de una internación involuntaria.
dentro de las CUARENTA Y OCHO (48) horas, debe
cumplir con los siguientes requisitos: ARTÍCULO 17.- En los casos en que la persona no
estuviese acompañada por familiares o se desco-
a) Evaluación, diagnóstico interdisciplina- nociese su identidad, la institución que realiza la
rio e integral y motivos que justifican la internación, internación, en colaboración con los organismos
con la firma de al menos dos profesionales del ser- públicos que correspondan, debe realizar las ave-
vicio asistencial donde se realice la internación, uno riguaciones tendientes a conseguir datos de los fa-
de los cuales debe ser necesariamente psicólogo o miliares o lazos afectivos que la persona tuviese o
médico psiquiatra. indicase, o esclarecer su identidad, a fin de propiciar
su retorno al marco familiar y comunitario lo antes
b) Búsqueda de datos disponibles acerca posible. La institución debe brindar colaboración a
de la identidad y el entorno familiar. los requerimientos de información que solicite el
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Órgano de Revisión que se crea en el artículo 38 de ARTÍCULO 19.- El consentimiento obtenido o man-
la presente ley. tenido con dolo, debidamente comprobado por au-
toridad judicial, o el incumplimiento de la obligación
ARTÍCULO 18.- La persona internada bajo su con- de informar establecida en los capítulos VII y VIII de la
sentimiento podrá en cualquier momento decidir presente ley, harán pasible al profesional responsable
por sí misma el abandono de la internación. En to- y al director de la institución de las acciones civiles y
dos los casos en que las internaciones voluntarias se penales que correspondan.
prolonguen por más de SESENTA (60) días corridos,
el equipo de salud a cargo debe comunicarlo al Ór- ARTÍCULO 20.- La internación involuntaria de una
gano de Revisión creado en el artículo 38 y al juez. El persona debe concebirse como recurso terapéuti-
juez debe evaluar, en un plazo no mayor de CINCO co excepcional en caso de que no sean posibles
(5) días de ser notificado, si la internación continúa los abordajes ambulatorios, y sólo podrá realizarse
teniendo carácter voluntario o si la misma debe pa- cuando a criterio del equipo de salud mediare situa-
sar a considerarse involuntaria, con los requisitos y ción de riesgo cierto e inminente para sí o para ter-
garantías establecidos para esta última situación. En ceros. Para que proceda la internación involuntaria,
caso de que la prolongación de la internación fue- además de los requisitos comunes a toda interna-
se por problemáticas de orden social, el juez deberá ción, debe hacerse constar:
ordenar al órgano administrativo correspondiente la
inclusión en programas sociales y dispositivos espe- a) Dictamen profesional del servicio asis-
cíficos y la externación a la mayor brevedad posible, tencial que realice la internación. Se debe determinar
comunicando dicha situación al Órgano de Revisión la situación de riesgo cierto e inminente a que hace
creado por esta ley. referencia el primer párrafo de este artículo, con la
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que no tengan relación de parentesco, amistad o vín- profesionales tratantes o indicar peritajes externos,
culos económicos con la persona, uno de los cuales siempre que no perjudiquen la evolución del trata-
deberá ser psicólogo o médico psiquiatra. miento, tendientes a evaluar si existen los supuestos
necesarios que justifiquen la medida extrema de la
b) Ausencia de otra alternativa eficaz para internación involuntaria y/o.
su tratamiento.
c) Denegar, en caso de evaluar que no
c) Informe acerca de las instancias previas existen los supuestos necesarios para la medida de
implementadas si las hubiera. internación involuntaria, en cuyo caso debe asegurar
la externación de forma inmediata.
ARTÍCULO 21.- La internación involuntaria debida-
mente fundada debe notificarse obligatoriamente en El juez sólo puede ordenar por sí mismo una inter-
un plazo de DIEZ (10) horas al juez competente y al nación involuntaria cuando, cumplidos los requisitos
Órgano de Revisión, debiendo agregarse a las CUA- establecidos en el artículo 20, el servicio de salud
RENTA Y OCHO (48) horas como máximo todas las responsable de la cobertura se negase a realizarla.
constancias previstas en el artículo 20. El juez en un
plazo máximo de TRES (3) días corridos de notifica- ARTÍCULO 22.- La persona internada involuntaria-
do debe: mente o su representante legal, tiene derecho a de-
signar un abogado. Si no lo hiciera, el Estado debe
a) Autorizar, si evalúa que están dadas las proporcionarle uno desde el momento de la inter-
causales previstas por esta ley. nación. El defensor podrá oponerse a la internación
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y solicitar la externación en cualquier momento. El tinuidad de dicha medida, y podrá en cualquier mo-
juzgado deberá permitir al defensor el control de las mento disponer su inmediata externación. Si trans-
actuaciones en todo momento. curridos los primeros NOVENTA (90) días y luego del
tercer informe continuase la internación involuntaria,
ARTÍCULO 23.- El alta, externación o permisos de el juez deberá pedir al Órgano de Revisión que
salida son facultad del equipo de salud que no re- designe un equipo interdisciplinario que no haya
quiere autorización del juez. El mismo deberá ser intervenido hasta el momento, y en lo posible inde-
informado si se tratase de una internación involun- pendiente del servicio asistencial interviniente, a fin
taria, o voluntaria ya informada en los términos de de obtener una nueva evaluación. En caso de dife-
los artículos 18 ó 26 de la presente ley. El equipo de rencia de criterio, optará siempre por la que menos
salud está obligado a externar a la persona o trans- restrinja la libertad de la persona internada.
formar la internación en voluntaria, cumpliendo los
requisitos establecidos en el artículo 16 apenas cesa ARTÍCULO 25.- Transcurridos los primeros SIETE (7)
la situación de riesgo cierto e inminente. Queda ex- días en el caso de internaciones involuntarias, el juez,
ceptuado de lo dispuesto en el presente artículo, las dará parte al Órgano de Revisión que se crea en el
internaciones realizadas en el marco de lo previsto en artículo 38 de la presente ley.
el artículo 34 del Código Penal.
ARTÍCULO 26.- En caso de internación de personas
ARTÍCULO 24.- Habiendo autorizado la internación menores de edad o declaradas incapaces, se debe
involuntaria, el juez debe solicitar informes con una proceder de acuerdo a lo establecido por los artículos
periodicidad no mayor a TREINTA (30) días corridos 20, 21, 22, 23, 24 y 25 de la presente ley. En el caso
a fin de reevaluar si persisten las razones para la con- de niños, niñas y adolescentes, además se procederá
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de acuerdo a la normativa nacional e internacional de ARTÍCULO 29.- A los efectos de garantizar los dere-
protección integral de derechos. chos humanos de las personas en su relación con los
servicios de salud mental, los integrantes, profesiona-
ARTÍCULO 27.- Queda prohibida por la presente ley les y no profesionales del equipo de salud son respon-
la creación de nuevos manicomios, neuropsiquiátri- sables de informar al Órgano de Revisión creado por
cos o instituciones de internación monovalentes, pú- la presente ley y al juez competente, sobre cualquier
blicos o privados. En el caso de los ya existentes se sospecha de irregularidad que implicara un trato indig-
deben adaptar a los objetivos y principios expuestos, no o inhumano a personas bajo tratamiento o limita-
hasta su sustitución definitiva por los dispositivos al- ción indebida de su autonomía. La sola comunicación
ternativos. Esta adaptación y sustitución en ningún a un superior jerárquico dentro de la institución no re-
caso puede significar reducción de personal ni mer- levará al equipo de salud de tal responsabilidad si la
ma en los derechos adquiridos de los mismos. situación irregular persistiera. Dicho procedimiento se
podrá realizar bajo reserva de identidad y contará con
ARTÍCULO 28.- Las internaciones de salud mental las garantías debidas del resguardo a su fuente laboral
deben realizarse en hospitales generales. A tal efec- y no será considerado como violación al secreto pro-
to los hospitales de la red pública deben contar con fesional. Debe promoverse la difusión y el conocimien-
los recursos necesarios. El rechazo de la atención de to de los principios, derechos y garantías reconocidos
pacientes, ya sea ambulatoria o en internación, por y las responsabilidades establecidas en la presente ley
el solo hecho de tratarse de problemática de salud a todos los integrantes de los equipos de salud, den-
mental, será considerado acto discriminatorio en los tro de un lapso de NOVENTA (90) días de la sanción
términos de la ley 23.592. de la presente ley, y al momento del ingreso de cada
uno de los trabajadores al sistema.
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ARTÍCULO 33.- La Autoridad de Aplicación debe ARTÍCULO 35.- Dentro de los CIENTO OCHENTA
desarrollar recomendaciones dirigidas a las univer- (180) días corridos de la sanción de la presente ley,
sidades públicas y privadas, para que la formación la Autoridad de Aplicación debe realizar un censo
de los profesionales en las disciplinas involucradas nacional en todos los centros de internación en sa-
sea acorde con los principios, políticas y dispositi- lud mental del ámbito público y privado para relevar
vos que se establezcan en cumplimiento de la pre- la situación de las personas internadas, discrimi-
sente ley, haciendo especial hincapié en el conoci- nando datos personales, sexo, tiempo de interna-
miento de las normas y tratados internacionales en ción, existencia o no de consentimiento, situación
derechos humanos y salud mental. Asimismo, debe judicial, situación social y familiar, y otros datos que
promover espacios de capacitación y actualización considere relevantes. Dicho censo debe reiterarse
para profesionales, en particular para los que se con una periodicidad máxima de DOS (2) años y se
desempeñen en servicios públicos de salud mental debe promover la participación y colaboración de
en todo el país. las jurisdicciones para su realización.
ARTÍCULO 34.- La Autoridad de Aplicación debe ARTÍCULO 36.- La Autoridad de Aplicación, en coor-
promover, en consulta con la Secretaría de Dere- dinación con los ministerios de Educación, Desarro-
chos Humanos de la Nación y con la colaboración llo Social y Trabajo, Empleo y Seguridad Social, debe
de las jurisdicciones, el desarrollo de estándares de desarrollar planes de prevención en salud mental y
habilitación y supervisión periódica de los servicios planes específicos de inserción socio-laboral para
de salud mental públicos y privados. personas con padecimiento mental. Dichos planes,
así como todo el desarrollo de la política en salud
mental, deberá contener mecanismos claros y efi-
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Órgan
de
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n
ARTÍCULO 37.- La Autoridad de Aplicación, en coor-
dinación con la Superintendencia de Servicios de Sa- ARTÍCULO 38.- Créase en el ámbito del Ministerio
lud, debe promover la adecuación de la cobertura Público de la Defensa el Órgano de Revisión con el
en salud mental de las obras sociales a los princi- objeto de proteger los derechos humanos de los
pios establecidos en la presente ley, en un plazo no usuarios de los servicios de salud mental.
mayor a los NOVENTA (90) días corridos a partir de
la sanción de la presente. ARTÍCULO 39.- El Órgano de Revisión debe ser
multidisciplinario, y estará integrado por represen-
tantes del Ministerio de Salud de la Nación, de la
Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, del
Ministerio Público de la Defensa, de asociaciones
de usuarios y familiares del sistema de salud, de los
profesionales y otros trabajadores de la salud y de
organizaciones no gubernamentales abocadas a la
defensa de los derechos humanos.
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ARTÍCULO 40.- Son funciones del Órgano de Re- e) Informar a la Autoridad de Aplicación
visión: periódicamente sobre las evaluaciones realizadas y
proponer las modificaciones pertinentes.
a) Requerir información a las instituciones
públicas y privadas que permita evaluar las condi- f) Requerir la intervención judicial ante si-
ciones en que se realizan los tratamientos. tuaciones irregulares.
se prolonguen más del tiempo mínimo necesario, dad de Aplicación.
pudiendo realizar las denuncias pertinentes en caso
de irregularidades y eventualmente, apelar las deci- i) Realizar propuestas de modificación a la
siones del juez. legislación en salud mental tendientes a garantizar
los derechos humanos.
d) Controlar que las derivaciones que se
realizan fuera del ámbito comunitario cumplan con j) Promover y colaborar para la creación
los requisitos y condiciones establecidos en el de órganos de revisión en cada una de las juris-
artículo 30 de la presente ley. dicciones, sosteniendo espacios de intercambio,
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c
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salud mental. l o
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vincias
l) Velar por el cumplimiento de los dere- ARTÍCULO 41.- El Estado nacional debe promover
chos de las personas en procesos de declaración convenios con las jurisdicciones para garantizar el
de inhabilidad y durante la vigencia de dichas sen- desarrollo de acciones conjuntas tendientes a im-
tencias. plementar los principios expuestos en la presente
ley. Dichos convenios incluirán:
nanciera de la Nación para la implementación de la
presente ley.
gramas de capacitación permanente de los equipos
de salud, con participación de las universidades.
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ARTÍCULO 42.- Incorpórase como artículo 152 ter
del Código Civil:
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Artículo 482: No podrá ser privado de su libertad ARTÍCULO 44.- Derógase la Ley 22.914.
personal el declarado incapaz por causa de enfer-
medad mental o adicciones, salvo en los casos de ARTÍCULO 45.- La presente ley es de orden pú-
riesgo cierto e inminente para sí o para terceros, blico.
quien deberá ser debidamente evaluado por un
equipo interdisciplinario del servicio asistencial con ARTÍCULO 46.- Comuníquese al Poder Ejecutivo
posterior aprobación y control judicial. nacional.
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su evaluación a las personas que por padecer en- VEIN ICINC D AS DE MES DE N VIEM RE
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fermedades mentales o adicciones se encuentren DE AÑ D S MI DIEZ.
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en riesgo cierto e inminente para sí o para terceros.
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DECRETO
REGLAMENTARIO
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atención basadas en la comunidad, entendiendo a
la internación como una medida restrictiva que sólo
debe ser aplicada como último recurso terapéutico.
CONSIDE ANDO
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Que se destaca asimismo, que los Principios de
D ho y tí Naciones Unidas para la Protección de los Enfer-
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garan
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mos Mentales y para el Mejoramiento de la Aten-
Que la Ley Nº 26.657 regula la protección de los ción de la Salud Mental, instrumento internacional
derechos de las personas con padecimiento mental de máximo consenso en la materia, ha sido incluido
en la República Argentina. como parte del texto de la Ley Nº 26.657.
Que en dicha ley prevalecen especialmente, en- Que la ley aludida, presta asimismo una especial
tre otros derechos concordantes y preexistentes consideración a la necesidad de adecuar las modali-
reconocidos por nuestra Constitución Nacional y dades de abordaje al paradigma de los derechos hu-
Tratados Internacionales de rango Constitucional manos inserto en la normativa constitucional, y des-
(conforme artículo 75, inciso 22 de nuestra Carta tacado en la Declaración de Caracas del año 1990
Magna), los derechos de toda persona a la mejor acordada por los países miembros de la ORGANIZA-
atención disponible en salud mental y adicciones, CIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD (OPS) - OR-
al trato digno, respetuoso y equitativo, propugnán- GANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD (OMS).
dose la responsabilidad indelegable del Estado en
garantizar el derecho a recibir un tratamiento perso- Que los términos de dicha ley, deberán entenderse
nalizado en un ambiente apto con modalidades de siempre en el sentido de que debe velarse por la sa-
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lud mental de toda la población, entendida la misma Que mediante el Decreto Nº 457 de fecha 5 de abril
como “un proceso determinado por componentes de 2010, se creó la DIRECCIÓN NACIONAL DE
históricos, socio-económicos, culturales, biológicos SALUD MENTAL Y ADICCIONES en la esfera de la
y psicológicos, cuya preservación y mejoramiento SECRETARÍA DE DETERMINANTES DE LA SALUD
implica una dinámica de construcción social vincu- Y RELACIONES SANITARIAS del MINISTERIO DE
lada a la concreción de los derechos humanos y SALUD, con el objeto de desarrollar políticas, pla-
sociales de toda persona” en el marco de la vida en nes y programas coherentes con el espíritu y texto
comunidad (artículo 3° de la Ley Nº 26.657). de la Ley Nº 26.657.
Que dicha definición se articula con la consagrada Que en tal sentido corresponde en esta instancia
conceptualización de la salud desde la ORGANIZA- dictar las normas reglamentarias necesarias que
CIÓN MUNDIAL DE LA SALUD como “un estado de permitan la inmediata puesta en funcionamiento de
completo bienestar físico, mental y social, y no sola- las previsiones contenidas en la Ley Nº 26.657.
mente la ausencia de afecciones o enfermedades”
(Preámbulo de la Constitución de la Organización Que la DIRECCIÓN GENERAL DE ASUNTOS JU-
Mundial de la Salud, adoptada por la Conferencia RÍDICOS del MINISTERIO DE SALUD ha tomado la
Sanitaria Internacional, celebrada en Nueva York del intervención que le compete.
19 de junio al 22 de julio de 1946, firmada el 22 de
julio de 1946 por los representantes de 61 Estados Que el presente se dicta en uso de las atribucio-
—Official Records of the World Health Organization, nes emergentes del artículo 99, incisos 1) y 2) de la
Nº 2, p. 100—). CONSTITUCIÓN NACIONAL.
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Por ello, La Comisión se reunirá como mínimo una vez al
mes y realizará memorias o actas en las cuales se
LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN ARGENTINA registren las decisiones adoptadas y los compromi-
DECRETA: sos asumidos por cada Ministerio.
Artículo 2°— Créase la COMISIÓN NACIONAL IN- La Autoridad de Aplicación deberá convocar a or-
TERMINISTERIAL EN POLÍTICAS DE SALUD MEN- ganizaciones de la comunidad que tengan incum-
TAL Y ADICCIONES en el ámbito de la JEFATURA bencia en la temática, en particular de usuarios y
DE GABINETE DE MINISTROS, presidida por la Au- familiares, y de trabajadores, para participar de un
toridad de Aplicación de la Ley citada e integrada Consejo Consultivo de carácter honorario al que
por representantes de cada uno de los Ministerios deberá convocar al menos trimestralmente, a fin de
mencionados en el artículo 36 de la Ley Nº 26.657. exponer las políticas que se llevan adelante y escu-
char las propuestas que se formulen.
Cada Ministerio afectará partidas presupuestarias
propias para hacer frente a las acciones que le co- Artículo 3°— El presente decreto entrará en vigen-
rrespondan, según su competencia, y que se adop- cia a partir de la fecha de su publicación en el Bo-
ten en la presente Comisión. letín Oficial.
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Artículo 4°— Comuníquese, publíquese, dese a la
Dirección Nacional del Registro Oficial y archívese.—
CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER. — Juan
M. Abal Medina.— Juan L. Manzur. ANEXO I
REG AMEN ACI N DE A E Nº 26.657
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CAPÍTULO I: DERECHOS Y GARANTÍAS
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ARTÍCULO 2°.- Sin reglamentar. ARTÍCULO 5°. - Sin reglamentar.
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de salud independientemente de su naturaleza jurí- e) Sin reglamentar.
dica o de su dependencia institucional, adecuen su
cobertura a las previsiones de la Ley Nº 26.657. f) Sin reglamentar.
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usuarios, y en particular para las personas interna- médicos y decisiones relativas a su salud, las cuales
das y sus familiares, un letrero de un tamaño mí- deberán ser aceptadas por el equipo interdisciplina-
nimo de OCHENTA CENTÍMETROS (0.80 cm) por rio interviniente a excepción que aquellas constitu-
CINCUENTA CENTÍMETROS (0.50 cm) con el con- yeran riesgo para sí o para terceros.
siguiente texto: “La Ley Nacional de Salud Mental
Nº 26.657 garantiza los derechos de los usuarios. Dichas decisiones deberán asentarse en la histo-
Usted puede informarse del texto legal y denunciar ria clínica. Asimismo, las decisiones del paciente
su incumplimiento llamando al...” (números de telé- o sus representantes legales, según sea el caso,
fono gratuitos que a tal efecto establezca el Órgano podrán ser revocadas. El equipo interdisciplinario
de Revisión de cada Jurisdicción y la autoridad local interviniente deberá acatar dicha decisión y adop-
de aplicación). tar todas las formalidades que resulten necesarias
a fin de acreditar tal manifestación de voluntad, de
Las instituciones referidas precedentemente tienen la la que deberá dejarse expresa constancia en la his-
obligación de entregar a las personas usuarias y fami- toria clínica.
liares, al momento de iniciarse una internación, copia
del artículo 7° de la Ley Nº 26.657, debiendo dejar l) La información sanitaria del paciente sólo podrá
constancia fehaciente de la recepción de la misma. ser brindada a terceras personas con su consenti-
miento fehaciente.
k) Todo paciente, con plena capacidad o, sus repre-
sentantes legales, en su caso, podrán disponer di- Si aquél fuera incapaz, el consentimiento será otor-
rectivas anticipadas sobre su salud mental, pudien- gado por su representante legal.
do consentir o rechazar determinados tratamientos Asimismo, la exposición con fines académicos re-
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quiere, de forma previa a su realización, el consenti- los procedimientos alternativos y sus riesgos, bene-
miento expreso del paciente o en su defecto, de sus ficios y perjuicios en relación con el procedimiento
representantes legales y del equipo interdisciplinario propuesto; las consecuencias previsibles de la no
interviniente, integrado conforme lo previsto en el realización del procedimiento propuesto o de los al-
artículo 8° de la Ley. En todos los casos de expo- ternativos especificados.
sición con fines académicos, deberá reservarse la
identidad del paciente. Dicho consentimiento deberá brindarse ante el or-
ganismo público que la autoridad de aplicación de-
El consentimiento brindado por el paciente, en to- termine, fuera de un contexto de internación invo-
dos los casos, debe ser agregado a la historia clí- luntaria u otra forma de restricción de la libertad.
nica.
Todos los proyectos de investigaciones clínicas
m) Entiéndese por “consentimiento fehaciente” a y/o tratamientos experimentales, salvo los que se
la declaración de voluntad suficiente efectuada por realicen exclusivamente sobre la base de datos de
el paciente, o por sus representantes legales en su personas no identificadas, deberán ser previamente
caso, emitida luego de recibir, por parte del equi- aprobados por la Autoridad de Aplicación.
po interdisciplinario interviniente, información clara,
precisa y adecuada con respecto a: su estado de Tanto para la elaboración del protocolo de consen-
salud; el procedimiento propuesto, con especifica- timiento fehaciente como para la aprobación de los
ción de los objetivos perseguidos; los beneficios es- proyectos referidos, la Autoridad de Aplicación tra-
perados del procedimiento; los riesgos, molestias y bajará en consulta con el CONSEJO NACIONAL DE
efectos adversos previsibles; la especificación de BIOÉTICA Y DERECHOS HUMANOS del MINISTE-
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RIO DE JUSTICIA Y DERECHOS HUMANOS. Una CAPÍTULO V: MODALIDAD DE ABORDAJE
vez aprobados los mismos, deberán ser remitidos al
Órgano de Revisión para que realicé las observacio- ARTÍCULO 8°.- Los integrantes de los equipos in-
nes que crea convenientes. terdisciplinarios asumen las responsabilidades que
derivan de sus propias incumbencias profesionales
n) Sin reglamentar. en el marco del trabajo conjunto.
El pago de dicha compensación se verificará si- En aquellas jurisdicciones en donde aún no se han
guiendo las reglas, usos y costumbres de la acti- desarrollado equipos interdisciplinarios, la Autoridad
vidad de que se trate. La Autoridad de Aplicación, de Aplicación en conjunto con las autoridades lo-
en coordinación con el MINISTERIO DE TRABAJO, cales, diseñarán programas tendientes a la confor-
EMPLEO Y SEGURIDAD SOCIAL, deberá fiscalizar mación de los mismos, estableciendo plazos para
que no existan abusos o algún tipo de explotación el cumplimiento de dicho objetivo. Hasta tanto se
laboral. conformen los mencionados equipos, se procurará
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sostener una atención adecuada con los recursos b) Garantía de continuidad de la atención en aque-
existentes, reorganizados interdisciplinariamente, a llos servicios adecuados y que sean de preferencia
fin de evitar derivaciones innecesarias fuera del ám- de la persona.
bito comunitario.
c) Articulación permanente en el caso de interven-
La Autoridad de Aplicación deberá relevar aquellas ción de distintos servicios sobre una misma perso-
profesiones y disciplinas vinculadas al campo de la na o grupo familiar, disponiendo cuando fuere nece-
salud mental y desarrollará acciones tendientes a: sario un área de coordinación, integrando al equipo
de atención primaria de la salud que corresponda.
a) Fomentar la formación de recursos humanos en
aquellas que sea necesario, y d) Participación de personas usuarias, familiares y
otros recursos existentes en la comunidad para la
b) Regularizar la acreditación de las mismas en todo integración social efectiva.
el país.
e) Reconocimiento de las distintas identidades ét-
ARTÍCULO 9°.- La Autoridad de Aplicación promo- nicas, culturales, religiosas, de género, sexuales y
verá que las políticas públicas en materia asistencial otras identidades colectivas.
respeten los siguientes principios:
Asimismo promoverá políticas para integrar a los equi-
a) Cercanía de la atención al lugar donde vive la per- pos interdisciplinarios de atención primaria de la salud
sona. que trabajan en el territorio, conformados por médicos
generalistas y de familia, agentes sanitarios, enferme-
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ros y otros agentes de salud, como parte fundamental ARTÍCULO 11.- Facúltase a la Autoridad de Aplica-
del sistema comunitario de salud mental. ción a disponer la promoción de otros dispositivos
adecuados a la Ley Nº 26.657, en articulación con
Las políticas de abordaje intersectorial deberán las áreas que correspondan, promoviendo su fun-
incluir la adaptación necesaria de programas que cionamiento bajo la forma de una red de servicios
garanticen a las personas con padecimientos men- con base en la comunidad. Dicha red debe incluir
tales la accesibilidad al trabajo, a la educación, a servicios, dispositivos y prestaciones tales como:
la cultura, al arte, al deporte, a la vivienda y a todo centros de atención primaria de la salud, servicios
aquello que fuere necesario para el desarrollo y la de salud mental en el hospital general con interna-
inclusión social. ción, sistemas de atención de la urgencia, centros
de rehabilitación psicosocial diurno y nocturno, dis-
ARTÍCULO 10.- El consentimiento informado se en- positivos habitacionales y laborales con distintos ni-
cuadra en lo establecido por el Capítulo III de la Ley veles de apoyo, atención ambulatoria, sistemas de
Nº 26.529 y su modificatoria, en consonancia con apoyo y atención domiciliaria, familiar y comunitaria
los principios internacionales. en articulación con redes intersectoriales y sociales,
para satisfacer las necesidades de promoción, pre-
Si el consentimiento informado ha sido brindado vención, tratamiento y rehabilitación, que favorezca
utilizando medios y tecnologías especiales, deberá la inclusión social.
dejarse constancia fehaciente de ello en la historia
clínica del paciente, aclarando cuáles han sido los La Autoridad de Aplicación establecerá los requisi-
utilizados para darse a entender. tos que debe cumplir cada dispositivo para su ha-
bilitación.
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Los dispositivos terapéuticos que incluyan aloja- ARTÍCULO 12.- Debe entenderse que no sólo la
miento no deberán ser utilizados para personas con prescripción de medicamentos sino de cualquier
problemática exclusiva de vivienda. otra medida terapéutica, indicada por cualquiera de
los profesionales del equipo interdisciplinario, debe
Entre las estrategias y dispositivos de atención en cumplir con los recaudos establecidos en el artículo
salud mental, se incluirán para las adicciones dis- 12 de la Ley Nº 26.657.
positivos basados en la estrategia de reducción de
daños. La prescripción de psicofármacos debe realizarse
siguiendo las normas internacionales aceptadas
La Autoridad de Aplicación promoverá que la crea- por los consensos médicos para su uso racional,
ción de los dispositivos comunitarios, ya sean am- en el marco de los abordajes interdisciplinarios que
bulatorios o de internación, que se creen en cum- correspondan a cada caso.
plimiento de los principios establecidos en la Ley,
incluyan entre su población destinataria a las per- La indicación y renovación de prescripción de me-
sonas alcanzadas por el inciso 1) del artículo 34 del dicamentos sólo puede realizarse a partir de las
Código Penal, y a la población privada de su liber- evaluaciones profesionales pertinentes realizadas
tad en el marco de procesos penales. de manera efectiva por médico psiquiatra o de otra
especialidad cuando así corresponda.
Para promover el desarrollo de los dispositivos se-
ñalados, se deberá incluir el componente de salud
mental en los planes y programas de provisión de
insumos y medicamentos.
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CAPÍTULO VI: referente afectivo, deberá asegurarse el acompa-
DEL EQUIPO INTERDISCIPLINARIO ñamiento a través de otras personas teniendo en
cuenta la voluntad del interesado. Nunca alcanza-
ARTÍCULO 13.- La Autoridad de Aplicación promo- rán al abogado defensor, y podrán ser revisadas
verá, en conjunto con las jurisdicciones, protocolos judicialmente. Las restricciones referidas no son en
de evaluación a fin de cumplir con el artículo 13 de desmedro de la obligación de la institución de brin-
la Ley Nº 26.657. dar información, incorporar a la familia y referentes
afectivos a las instancias terapéuticas e informar so-
CAPÍTULO VII: INTERNACIONES bre las prestaciones que brinda, facilitando el acce-
so al conocimiento de las instalaciones e insumos
ARTÍCULO 14.- Las normas de internación o tra- que se le ofrecen a la persona.
tamiento que motiven el aislamiento de las perso-
nas con padecimientos mentales, ya sea limitando Se deberá promover que aquellas personas que ca-
visitas, llamados, correspondencia o cualquier otro rezcan de familiares o referentes, afectivos en con-
contacto con el exterior, son contrarias al deber de diciones de acompañar el proceso de tratamiento,
promover el mantenimiento de vínculos. Las restric- puedan contar con referentes comunitarios. Para
ciones deben ser excepcionales, debidamente fun- ello, la Autoridad de Aplicación identificará, apoyará y
dadas por el equipo interdisciplinario, y deberán ser promoverá la organización de asociaciones de fami-
informadas al juez competente. liares y voluntarios que ofrezcan acompañamiento.
Cuando existan restricciones precisas de carác- No será admitida la utilización de salas de aisla-
ter terapéutico que recaigan sobre algún familiar o miento.
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Las instituciones deberán disponer de telefonía gra- a) El diagnóstico interdisciplinario e integral consiste
tuita para uso de las personas internadas. en la descripción de las características relevantes
de la situación particular de la persona y las proba-
ARTÍCULO 15.- Cuando una persona estuviese en bles causas de su padecimiento o sintomatología, a
condiciones de alta desde el punto de vista de la partir de una evaluación que articule las perspecti-
salud mental y existiesen problemáticas sociales o vas de las diferentes disciplinas que intervienen. En
de vivienda que imposibilitaran la externación inme- aquellos casos en que corresponda incluir la refe-
diata, el equipo interdisciplinario deberá: rencia a criterios clasificatorios de trastornos o en-
fermedades, la Autoridad de Aplicación establecerá
a) Dejar constancia en la historia clínica. las recomendaciones necesarias para el empleo de
estándares avalados por organismos especializados
b) Gestionar ante las áreas que correspondan con del Estado Nacional, o bien por organismos regio-
carácter urgente la provisión de los recursos corres- nales o internacionales que la República Argentina
pondientes a efectos de dar solución de acuerdo a integre como miembro.
lo dispuesto por el artículo 15 de la Ley Nº 26.657.
La evaluación deberá incorporarse a la historia clínica.
c) Informar a la Autoridad de Aplicación local.
Los profesionales firmantes deberán ser de distintas
ARTÍCULO 16.- Todos los plazos a que se refiere la disciplinas académicas e integrar el equipo asisten-
Ley Nº 26.657 deberán computarse en días corri- cial que interviene directamente en el caso, sin per-
dos, salvo disposición en contrario. juicio de la responsabilidad de las autoridades de la
Institución.
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El informe deberá contener conclusiones conjuntas CUARENTA Y OCHO (48) horas de haber tomado
producto del trabajo interdisciplinario. conocimiento de la situación; manteniendo un Regis-
tro Nacional actualizado que permita un seguimien-
b) Deberán consignarse en la historia clínica, los datos to permanente de estos casos hasta su resolución
referidos al grupo familiar y/o de pertenencia, o en su definitiva. Este Registro Nacional actuará en coordi-
defecto, las acciones realizadas para su identificación. nación con la Autoridad de Aplicación y contendrá
todos aquellos datos que tiendan a identificar a las
c) Para ser considerada una internación volunta- personas o su grupo de identificación familiar.
ria el consentimiento deberá ser indefectiblemente
personal. Para ello los servicios de salud mental deberán no-
tificar obligatoriamente y de manera inmediata a la
ARTÍCULO 17.- La Autoridad de Aplicación con- Autoridad de Aplicación correspondiente el ingreso
juntamente con el MINISTERIO DEL INTERIOR Y de personas cuya identidad se desconozca.
TRANSPORTE y las dependencias institucionales
que a estos fines resulten competentes, promove- La Autoridad de Aplicación regulará el funciona-
rán la implementación de políticas que tengan como miento del Registro Nacional debiendo respetar el
objetivo: 1) facilitar el rápido acceso al Documento derecho a la intimidad, la protección de datos y lo
Nacional de Identidad (DNI) a las personas que ca- indicado en el artículo 7° inciso I), de la Ley Nacional
rezcan de él; y 2) la búsqueda de los datos de iden- de Salud Mental Nº 26.657.
tidad y filiación de las personas con padecimiento
mental cuando fuese necesario, con procedimientos ARTÍCULO 18.- Solamente podrá limitarse el egre-
expeditos que deberán iniciarse como máximo a las so de la persona por su propia voluntad si existiese
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una situación de riesgo cierto e inminente, en cuyo cuyo fundamento no deberá reducirse exclusiva-
caso deberá procederse de conformidad con el artí- mente a una clasificación diagnóstica.
culo 20 y subsiguientes de la Ley Nº 26.657.
No se incluyen los riesgos derivados de actitudes
Deberá reiterarse la comunicación al cabo de los o conductas que no estén condicionadas por un
CIENTO VEINTE (120) días como máximo y deberá padecimiento mental.
contener los recaudos establecidos en el artículo
16 de la Ley Nº 26.657. A los efectos de evaluar Las Fuerzas de Seguridad que tomasen contacto
si la internación continúa siendo voluntaria, el juez con una situación de riesgo cierto e inminente para
solicitará una evaluación de la persona internada al la persona o para terceros por presunto padeci-
equipo interdisciplinario dependiente del Órgano de miento mental, deberán intervenir procurando evitar
Revisión. daños, dando parte inmediatamente y colaborando
con el sistema de emergencias sanitarias que corres-
ARTÍCULO 19.- Sin reglamentar. ponda. La Autoridad de Aplicación en conjunto con
el MINISTERIO DE SEGURIDAD elaborará protoco-
ARTÍCULO 20.- Entiéndese por riesgo cierto e in- los de intervención y capacitación en base al criterio
minente a aquella contingencia o proximidad de un de evitar todo tipo de daños para sí o para terceros.
daño que ya es conocido como verdadero, seguro
e indubitable que amenace o cause perjuicio a la Aún en el marco de una internación involuntaria,
vida o integridad física de la persona o de terceros. deberá procurarse que la persona participe de la
Ello deberá ser verificado por medio de una evalua- decisión que se tome en relación a su tratamiento.
ción actual, realizada por el equipo interdisciplinario,
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ARTÍCULO 21.- Las DIEZ (10) horas deben com- fijados en el artículo 25 de la ley Nº 26.657.
putarse desde el momento en que se efectivizó la
medida, incluso cuando su vencimiento opere en Entiéndese por “servicio de salud responsable de la
día u horario inhábil judicial. cobertura” al máximo responsable de la cobertura
de salud, sea pública o privada.
La comunicación podrá realizarse telefónicamente
o por otra vía tecnológica expedita y verificable que ARTÍCULO 22.- La responsabilidad de garantizar el
habrán de determinar en acuerdo la Autoridad de acceso a un abogado es de cada jurisdicción. La
Aplicación local, el Poder Judicial y el Órgano de actuación del defensor público será gratuita.
Revisión.
En el ejercicio de la asistencia técnica el abogado
El Juez deberá garantizar el derecho de la persona defensor—público o privado— debe respetar la vo-
internada, en la medida que sea posible, a ser oída luntad y las preferencias de la persona internada, en
en relación a la internación dispuesta. lo relativo a su atención y tratamiento.
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o solicita un defensor público, se dará intervención remitiéndole un informe con copia del consentimien-
a la institución que presta dicho servicio. to debidamente firmado. En este caso se procederá
de conformidad con lo establecido en el artículo 18
En aquellos estados en los que no pueda compren- de la Ley, debiendo realizar la comunicación allí pre-
derse la voluntad de la persona internada, el defen- vista si transcurriesen SESENTA (60) días a partir de
sor deberá igualmente procurar que las condiciones la firma del consentimiento.
generales de internación respeten las garantías mí-
nimas exigidas por la ley y las directivas anticipadas ARTÍCULO 24.- Los informes periódicos deberán
que pudiera haber manifestado expresamente. ser interdisciplinarios e incluir información acerca de
la estrategia de atención, las distintas medidas im-
El juez debe garantizar que no existan conflictos de plementadas por el equipo y las respuestas obteni-
intereses entre la persona internada y su abogado, das, fundamentando adecuadamente la necesidad
debiendo requerir la designación de un nuevo de- del mantenimiento de la medida de internación.
fensor si fuese necesario.
Se entenderá que la intervención del Órgano de Re-
ARTÍCULO 23.- El equipo tratante que tiene la fa- visión, en el marco del presente artículo, procede a
cultad de otorgar el alta, externación o permisos intervalos de NOVENTA (90) días.
de salida se compone de manera interdisciplinaria
y bajo el criterio establecido en el artículo 16 y con- Hasta tanto se creen los órganos de revisión en cada
cordantes de la Ley Nº 26.657. una de las jurisdicciones, el juez podrá requerir a un
Cuando una internación involuntaria se transforma equipo interdisciplinario, de un organismo indepen-
en voluntaria, se le comunicará al juez esta novedad diente del servicio asistencial interviniente, que efectúe
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la evaluación indicada por el presente artículo. Para las internaciones de personas menores de
edad el abogado defensor previsto en el artículo 22
ARTÍCULO 25.- Sin reglamentar. de la Ley Nº 26.657 deberá estar preferentemente
especializado en los términos del artículo 27 inciso
ARTÍCULO 26.- En las internaciones de personas de- c) de la Ley Nº 26.061.
claradas incapaces o menores de edad sé deberá:
ARTÍCULO 27.- La Autoridad de Aplicación en con-
a) Ofrecer alternativas terapéuticas de manera com- junto con los responsables de las jurisdicciones,
prensible, en particular de aquellas que tengan en su territo-
rio dispositivos monovalentes, deberán desarrollar
b) Recabar su opinión, para cada uno de ellos proyectos de adecuación y
sustitución por dispositivos comunitarios con pla-
c) Dejar constancia de ello en la historia clínica, zos y metas establecidas. La sustitución definitiva
deberá cumplir el plazo del año 2020, de acuerdo
d) Poner a su disposición la suscripción del consen- al CONSENSO DE PANAMÁ adoptado por la CON-
timiento informado. FERENCIA REGIONAL DE SALUD MENTAL convo-
cada por la ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE
En caso de existir impedimentos para el cumpli- LA SALUD (OPS) -ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE
miento de estos requisitos deberá dejarse constan- LA SALUD (OMS) “20 años después de la Declara-
cia de ello con informe fundado. ción de Caracas” en la CIUDAD DE PANAMÁ el 8
Asimismo deberá dejarse constancia de la opinión de de octubre de 2010. La presentación de tales pro-
los padres o representantes legales según el caso. yectos y el cumplimiento efectivo de las metas en
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los plazos establecidos, será requisito indispensa- tribución total de los mismos en la red de servicios
ble para acceder a la asistencia técnica y financiera con base en la comunidad.
que la Autoridad de Aplicación nacional disponga.
El personal deberá ser capacitado y destinado a los La implementación de este lineamiento no irá en
dispositivos sustitutivos en funciones acordes a su detrimento de las personas internadas, las cuales
capacidad e idoneidad. deberán recibir una atención acorde a los máximos
estándares éticos, técnicos y humanitarios en salud
La Autoridad de Aplicación en conjunto con las ju- mental vigentes.
risdicciones, establecerá cuales son las pautas de
adaptación de los manicomios, hospitales neurop- ARTÍCULO 28.- Deberá entenderse que la expre-
siquiátricos o cualquier otro tipo de instituciones de sión “hospitales generales” incluye tanto a los esta-
internación monovalentes que se encuentren en blecimientos públicos como privados.
funcionamiento, congruentes con el objetivo de su
sustitución definitiva en el plazo establecido. Las adaptaciones necesarias para brindar una aten-
ción adecuada e integrada sean estructurales y/o
También establecerá las pautas de habilitación de funcionales de los hospitales generales a efectos de
nuevos servicios de salud mental, públicos y priva- incluir la posibilidad de internación en salud mental
dos, a los efectos de cumplir con el presente artí- es responsabilidad de cada jurisdicción. Aquellas
culo. deberán respetar las recomendaciones que la Au-
La adaptación prevista deberá contemplar la des- toridad de Aplicación realizará a tales fines.
concentración gradual de los recursos materiales,
humanos y de insumos y fármacos, hasta la redis- A los efectos de contar con los recursos necesarios
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para poder efectuar internaciones de salud mental copia del texto de la Ley y su Reglamentación.
en hospitales generales del sector público, el MINIS-
TERIO DE PLANIFICACIÓN FEDERAL, INVERSIÓN Asimismo, los usuarios, familiares y allegados ten-
PÚBLICA Y SERVICIOS y el MINISTERIO DE SALUD drán a su disposición un libro de quejas, al que ten-
deberán contemplar en la construcción de nuevos drán acceso irrestricto tanto la Autoridad de Aplica-
hospitales, áreas destinadas específicamente a la ción, el Órgano de Revisión, el abogado defensor
atención de la salud mental, promoviendo que igual como la Autoridad Judicial.
criterio adopten todas las jurisdicciones.
La Autoridad de Aplicación promoverá espacios de
Asimismo, establecerán planes de apoyo para el re- capacitación sobre los contenidos de la Ley y de los
acondicionamiento o ampliación de los Hospitales instrumentos internacionales de referencia, dirigidos
Generales, con el mismo objetivo. a todos los integrantes del equipo de salud mental.
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previo a la efectivización de la derivación. tuar las pertinentes recomendaciones dirigidas a las
universidades para adecuar los planes de estudio
CAPÍTULO IX: AUTORIDAD DE APLICACIÓN de formación de los profesionales de las disciplinas
involucradas con la salud mental.
ARTÍCULO 31.- El área a designar por la Autoridad
de Aplicación a través de la cual desarrollará las po- Deberá ponerse de resalto la capacitación de los
líticas establecidas en la Ley no podrá ser inferior a trabajadores en servicio del equipo interdisciplinario
Dirección Nacional. de salud mental, de atención primaria de la salud,
y de todas las áreas que intervienen en orden a la
El PLAN NACIONAL DE SALUD MENTAL deberá intersectorialidad.
estar disponible para la consulta del conjunto de la
ciudadanía y deberá contemplar mecanismos de La Autoridad de Aplicación deberá promover la ha-
monitoreo y evaluación del cumplimiento de metas bilitación de espacios de capacitación de grado y
y objetivos. La Autoridad de Aplicación deberá ela- posgrado, residencias, concurrencias y pasantías,
borar un informe anual sobre la ejecución de dicho dentro de los dispositivos comunitarios, sustituyendo
Plan Nacional el cual será publicado y remitido al progresivamente los espacios de formación exis-
Órgano de Revisión. tentes en instituciones monovalentes.
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conformarán una comisión permanente de trabajo la presente reglamentación, la participación y co-
en el plazo de TREINTA (30) días, a partir de la en- laboración de las jurisdicciones en la recolección y
trada en vigencia del presente Decreto. envío de datos para la realización del censo.
Dicha Comisión trabajará en conjunto con las ju- El INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA Y
risdicciones provinciales y elevará al Secretario de CENSOS (INDEC) prestará la colaboración que le
Derechos Humanos y a la Autoridad de Aplicación sea requerida.
las propuestas elaboradas para su aprobación, las
que deberán garantizar el cumplimiento de todos ARTÍCULO 36.- Sin reglamentar.
los derechos establecidos en el artículo 7° y demás
previsiones de la Ley Nº 26.657. ARTÍCULO 37.- La SUPERINTENDENCIA DE SER-
VICIOS DE SALUD en conjunto con la Autoridad
La Comisión conformada dará asistencia técnica y de Aplicación deberán controlar que se garantice la
seguimiento permanente para la implementación de cobertura en salud mental de los afiliados a Obras
los estándares elaborados. Sociales. Para ello deberán adecuar la cobertura del
Programa Médico Obligatorio (PMO) o el instrumento
Se deberá entender que los estándares se refieren a que en el futuro lo remplace, a través de la incor-
habilitación, supervisión, acreditación, certificación, poración de los dispositivos, insumos y prácticas en
monitoreo, auditoría, fiscalización y evaluación. salud mental que se promueven en la Ley y los que la
ARTÍCULO 35.- La Autoridad de Aplicación deberá Autoridad de Aplicación disponga de acuerdo con el
considerar como requisito para el acceso a progra- artículo 11 de la misma. Para acceder a dicha cober-
mas de asistencia en los términos del artículo 28 de tura no será exigible certificación de discapacidad.
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Se establecerán aranceles que promuevan la crea- CAPÍTULO X: ÓRGANO DE REVISIÓN
ción y desarrollo de tales dispositivos.
ARTÍCULO 38.- El Órgano de Revisión en el ámbito
Deberán también excluirse de la cobertura las pres- del MINISTERIO PÚBLICO DE LA DEFENSA actua-
taciones contrarias a la Ley. rá conforme las decisiones adoptadas por los inte-
grantes individualizados en el artículo 39 de la Ley.
La SUPERINTENDENCIA DE SERVICIOS DE SA- Dictará su reglamento interno de funcionamiento, y
LUD deberá controlar que los agentes del seguro establecerá los lineamientos políticos y estratégicos
de salud identifiquen a aquellas personas que se de su intervención en el marco de los objetivos y
encuentren con internaciones prolongadas y/o en funciones asignadas por la Ley.
instituciones monovalentes, y deberán establecer
un proceso de externación y/o inclusión en disposi- Deberá reunirse de forma periódica, en los plazos
tivos sustitutivos en plazos perentorios. que determine su reglamento interno, y al menos
una vez por mes.
Las auditorías o fiscalizaciones sobre los prestado-
res, públicos y privados deberán controlar el cum- Además, podrá constituirse en asamblea extraordi-
plimiento de la Ley, incluyendo la utilización de eva- naria, a pedido de alguno de sus miembros cuando
luaciones interdisciplinarias. una cuestión urgente así lo requiera.
Se promoverá que igual criterio adopten las obras
sociales provinciales. Podrá sesionar con el quórum mínimo de CUA-
TRO (4) miembros. La toma de decisiones será por
mayoría simple de los miembros presentes, salvo
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cuando se estipule en esta reglamentación, o a tra- gias políticas, jurídicas e institucionales, participar
vés del reglamento interno, un quórum diferente. sin voto de las reuniones, seguir los lineamientos
acordados por los integrantes del Órgano, canalizar
A los fines de dotar al Órgano de Revisión de la la colaboración necesaria entre los distintos miem-
operatividad necesaria para cumplir de un modo bros, y adoptar todas las medidas necesarias para
más eficaz sus funciones, encomiéndase a la DE- asegurar el funcionamiento permanente del orga-
FENSORÍA GENERAL DE LA NACIÓN la Presiden- nismo, rindiendo cuentas de las acciones empren-
cia, representación legal, y coordinación ejecutiva didas.
del Órgano Revisor, a través de la organización de
una Secretaría Ejecutiva y de un equipo de apoyo La labor permanente de carácter operativo, técnico
técnico y otro administrativo. y administrativo del Órgano de Revisión, se susten-
tará mediante los equipos de apoyo enunciados
La DEFENSORÍA GENERAL DE LA NACIÓN, a precedentemente, cuyo personal será provisto por
través de su servicio administrativo financiero, se la DEFENSORÍA GENERAL DE LA NACIÓN y coor-
encargará de brindar el soporte necesario para la dinado por la Secretaría Ejecutiva.
ejecución del presupuesto que se le asigne para el
funcionamiento del Órgano de Revisión. En la conformación del equipo de apoyo técnico
deberá respetarse el criterio interdisciplinario previs-
La Secretaría Ejecutiva, cuyo titular será designa- to en la Ley, y deberá asegurarse que el personal no
do por la DEFENSORÍA GENERAL DE LA NACIÓN, posea conflictos de intereses respecto de las tareas
deberá coordinar las reuniones de los integrantes encomendadas al Órgano de Revisión.
del Órgano de Revisión, implementar las estrate-
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ARTÍCULO 39.- Los integrantes del Órgano de Re- La DEFENSORÍA GENERAL DE LA NACIÓN a tra-
visión serán designados de la siguiente manera: vés de su titular o de quién éste designe deberá
ejercer el voto en las reuniones a los efectos de
a) UN (1) representante del MINISTERIO DE SA- desempatar, cuando resultare necesario.
LUD;
Las entidades de perfil interdisciplinario y con expe-
b) UN (1) representante de la SECRETARÍA DE DE- riencia de trabajo en la temática de salud mental y de
RECHOS HUMANOS del MINISTERIO DE JUSTI- derechos humanos, representativas de las asocia-
CIA Y DERECHOS HUMANOS; ciones y organizaciones mencionadas en los incisos
d), e) y f), serán designadas por decisión fundada
c) UN (1) representante del MINISTERIO PÚBLICO adoptada entre las jurisdicciones mencionadas en
DE LA DEFENSA; los incisos a), b) y c), a través de un procedimiento
de selección que asegure transparencia.
d) UN (1) representante de asociaciones de usua-
rios y/o familiares del sistema de salud; Las entidades que sean designadas a tal efecto, inte-
grarán el Órgano de Revisión por el término de DOS
e) UN (1) representante de asociaciones de profe- (2) años, al cabo del cual deberán elegirse nuevas
sionales y otros trabajadores de la salud; organizaciones. Podrán ser reelegidas por UN (1)
sólo período consecutivo, o nuevamente en el futuro,
f) UN (1) representante de organizaciones no guber- siempre con el intervalo de UN (1) período.
namentales abocadas a la defensa de los derechos
humanos. El mismo criterio de alternancia se aplica a las personas
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que representen a las organizaciones, las que ade- a efectos de coadyuvar a su buen funcionamiento.
más no podrán tener vinculación de dependencia
con las jurisdicciones mencionadas en los incisos También podrá convocar, a los mismos fines, a per-
a), b) y c). sonalidades destacadas en la materia.
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a) El Órgano de Revisión requerirá plazos expeditos situaciones irregulares que vayan en desmedro de
para la recepción de los informes requeridos; los derechos de las personas usuarias de los servi-
cios de salud mental;
b) A los fines de lograr la supervisión de las condi-
ciones de internación y tratamiento, el Órgano de g) Sin reglamentar;
Revisión podrá ingresar a cualquier tipo de estable-
cimiento, público y privado, sin necesidad de au- h) Las recomendaciones deberán efectuarse a tra-
torización previa, y realizar inspecciones integrales vés de informes anuales sobre el estado de aplica-
con acceso irrestricto a todas las instalaciones, do- ción de la Ley en todo el país, que deberán ser de
cumentación, y personas internadas, con quienes carácter público;
podrá mantener entrevistas en forma privada;
i) Sin reglamentar;
c) El equipo interdisciplinario que evalúe las internacio-
nes deberá estar conformado bajo el mismo criterio es- j) A los fines de promover la creación de órganos
tablecido en el artículo 16 y concordantes de la Ley. de revisión en las jurisdicciones, deberá fomentarse
que en su integración se respete el criterio de inter-
d) Sin reglamentar; sectorialidad e interdisciplinariedad previsto en la ley
e) Sin reglamentar; para el Órgano de Revisión nacional, y podrán de-
pender del ámbito que se considere más adecuado
f) El Órgano de Revisión podrá requerir la interven- de acuerdo a la organización administrativa de cada
ción judicial, así como de la defensa pública y de jurisdicción, para garantizar autonomía de los servi-
otros organismos de protección de derechos, ante cios y dispositivos que serán objeto de supervisión.
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Se promoverá que, como mínimo, las funciones de ARTÍCULO 43.- Sin reglamentar.
los órganos de revisión locales sean las indicadas
para el Órgano de Revisión nacional, en su ámbito. ARTÍCULO 44.- Sin reglamentar.
l) A los fines de velar por el cumplimiento de los dere- ARTÍCULO 46.- Sin reglamentar.
chos fundamentales, se comprenderá la situación de
toda persona sometida a algún proceso administrati-
vo o judicial por cuestiones de salud mental, o donde
se cuestione el ejercicio de la capacidad jurídica.
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DISPOSICIÓN TRANSITORIA. nismos definirán, por decisión unánime, el procedi-
miento que se aplicará en adelante para la selección
A los efectos de poner en funcionamiento el Órgano de las otras asociaciones y organizaciones, con los
de Revisión, el MINISTERIO DE SALUD, la SECRE- recaudos del artículo 39 de esta reglamentación.
TARÍA DE DERECHOS HUMANOS del MINISTE-
RIO DE JUSTICIA Y DERECHOS HUMANOS, y el El órgano de Revisión comenzará su actividad regu-
MINISTERIO PÚBLICO DE LA DEFENSA, deberán lar y permanente luego de constituido íntegramente,
coordinar y ejecutar las acciones necesarias para la con todos los representantes previstos en la ley.
designación de los representantes que lo conforma-
rán, dentro del término de TREINTA (30) días hábiles En el ámbito de la CIUDAD AUTÓNOMA DE BUE-
desde la vigencia del presente decreto. NOS AIRES, el Órgano de Revisión local ejercerá las
funciones señaladas en el artículo 40 de la Ley, aún
A los efectos de integrar el Órgano de Revisión, si la justicia interviniente fuese nacional. Sin perjuicio
para su primer período de funcionamiento por DOS de ello, en éste último supuesto, el Órgano de Revi-
(2) años, los representantes designados por los sión nacional podrá ejercer subsidiariamente dichas
TRES (3) organismos deberán elegir, por decisión funciones.
fundada, a las entidades que representarán a las
asociaciones y organizaciones mencionadas en los
Reglamentada por la Presidenta de la Nación,
incisos d), e) y f) del artículo 39 de este Decreto.
Dra. Cristina Fernández de Kirchner, el 28 de
Mayo de 2013. Publicada en el Boletín Oficial Nº
Antes de la culminación del primer período de funcio-
32649 el 29 de Mayo de 2013.
namiento, los representantes de los TRES (3) orga-
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gún texto puede definir, y que nos hace apreciar las cualidades perso- Es muy sorprendente ver cuántos nuevos y recién llegados a la
nales, esa realidad, y que se expresa en esto: que un sujeto tiene tela o experiencia analítica se han dado a conocer, en su primera manera de
no la tiene, que es, como dicen los chinos, She-un-ta, o un “gran hom- expresarse sobre su experiencia, planteando la cuestión del carácter
bre”, o Sha-ho-yen, “un hombre de baja estatura”? Esto es algo de lo irracional de este análisis, mientras que parece que no hay quizá, al
que es preciso decir que es lo que constituye los límites de nuestra contrario, técnica más transparente.
experiencia. Qué es, en este sentido, que se pueda decir, para plantear
la cuestión de saber qué es lo que está puesto en juego en el análisis: Y, desde luego, todo va en ese sentido. Abundamos en cierto
“¿Qué es?”. ¿Es esa relación real con el sujeto, a saber, según cierta número de concepciones psicológicas más o menos parciales del suje-
manera y según nuestras condiciones para reconocer? ¿Es con eso to paciente; hablamos de su “pensamiento mágico”; hablamos de toda
que tenemos que tratar en el análisis? Ciertamente no. Es indiscutible- clase de registros que indiscutiblemente tienen su valor y son encon-
mente otra cosa. Y ésa es precisamente la cuestión que nos planteamos trados de manera muy viva por la experiencia analítica. De ahí a pen-
sin cesar y que se plantean todos los que intentan dar una teoría de la sar que el análisis mismo juega en cierto registro, por supuesto, en el
experiencia analítica. ¿Qué es esta experiencia singular entre todas, pensamiento mágico, no hay más que un paso, rápidamente franquea-
que va a aportar en esos sujetos transformaciones tan profundas? ¿Y do cuando no se parte y no se decide atenerse ante todo a la cuestión
qué son éstas? ¿Cuál es su resorte? primordial: “¿Qué es esta experiencia de la palabra?”, y, para decirlo
todo, plantear al mismo tiempo la cuestión de la experiencia analítica,
Todo esto, la elaboración de la doctrina analítica desde hace la cuestión de la esencia y del intercambio de la palabra.
unos años está hecha para responder a esta cuestión. Es cierto que el
hombre del público común no parece asombrarse tanto por la eficacia Creo que hay que partir de lo siguiente:
de esta experiencia que sucede enteramente en palabras, y en cierta
forma, en el fondo, tiene mucha razón, puesto que, en efecto, ella an- Partamos de la experiencia, tal como ante todo nos es presenta-
da, y que, para explicarla, parecería que ante todo no tuviéramos más da en las primeras teorías del análisis: ¿qué es este “neurótico” con
que demostrar el movimiento andando. Y ya “hablar” es introducirse quien tenemos que vérnoslas por la experiencia analítica? ¿Qué va a
en el asunto {sujet} de la experiencia analítica. Es ahí, en efecto, que suceder en la experiencia analítica? ¿Y ese pasaje de lo conciente a lo
conviene proceder y saber; ante todo, plantear la cuestión: “¿Qué es la inconsciente? ¿Y cuáles son las fuerzas que dan a ese equilibrio cierta
palabra?”, es decir, ¿el “símbolo”? existencia? Nosotros lo llamamos el principio del placer.
En verdad, a lo que asistimos, es más bien a un evitamiento de Para ir rápido, diremos con el Sr. de Saussure que “el sujeto alu-
esta cuestión. Y, desde luego, lo que constatamos es que al reducir es- cina su mundo”, es decir que sus ilusiones o sus satisfacciones iluso-
ta cuestión, al querer no ver en los elementos y los resortes propia- rias no podrían ser de cualquier orden.16 Va a hacerles seguir otro or-
mente técnicos del análisis sino algo que debe llegar, por una serie de den, evidentemente, que las de sus satisfacciones, las que encuentran
aproximaciones, a modificar las conductas, los resortes, las costum- su objeto en lo real puro y simple. Nunca un síntoma ha apaciguado el
bres del sujeto, desembocamos muy rápidamente en cierto número de
dificultades y de impases, no ciertamente al punto de encontrarles un
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lugar en el conjunto de una consideración total de la experiencia analí- Este de Saussure no es Ferdinad, el lingüista, sino Raymond, el psicoanalista.
tica; pero de ir en ese sentido, vamos cada vez más hacia cierto núme- Lacan retoma este punto, un poco más ampliamente, en su «Respuesta al comen-
tario de Jean Hyppolite sobre la Verneinung de Freud» — cf. Escritos 1, p. 369.
ro de opacidades que se nos oponen y que tienden a transformar en
En «La cosa freudiana o sentido del retorno a Freud en psicoanálisis», Lacan pre-
consecuencia el análisis en algo, por ejemplo, que parecerá como mu- cisa cómo diferencia a ambos: “Si queréis saber más, leed a Saussure, y como un
cho más irracional que lo que es realmente. campanario puede incluso tapar al sol, preciso que no se trata de la firma que se
encuentra en psicoanálisis, sino de Ferdinand, al que puede llamarse el fundador
de la lingüística moderna” — cf. Escritos 1, p. 396.
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hambre o la sed de un modo durable, fuera de la absorción de alimen- tudios, está demostrado que estos ciclos en los animales mismos *res-
tos que los satisfacen. Incluso si una baja general del nivel de la vitali- ponden a fenómenos para los que* 17 no encontraron otros términos
dad puede responder, en los casos límites, por ejemplo la hibernación que la palabra misma que sirve para designar los trastornos y los re-
natural o artificial. Todo esto no es concebible más que como una fase sortes primarios sexuales de los síntomas en nuestros sujetos, a saber
que por supuesto no podría durar, salvo entrañando daños irreversi- el “desplazamiento”.
bles.
Lo que muestra el estudio de los ciclos instintuales en los ani-
La reversibilidad misma de los trastornos neuróticos implica males, es precisamente su dependencia de cierto número de desenca-
que la economía de las satisfacciones que estaban allí implicadas fue- denantes, de mecanismos de desencadenamiento que son esencialmen-
sen de otro orden, e infinitamente menos ligadas a unos ritmos orgáni- te de orden imaginario, y que son lo que hay de más interesante en los
cos fijos, aunque comandando seguramente una parte de éstos. Esto estudios del ciclo instintual, a saber que su límite, su definición, la
define la categoría conceptual que define este tipo de objetos. Es justa- manera de precisarlos fundados sobre la puesta a prueba de cierto nú-
mente la que estoy calificando: “lo imaginario”, si queremos recono- mero *de señuelos { … }* 18 hasta cierto límite de borramiento, son
cer en ello todas las implicaciones que le convienen. susceptibles de provocar *artificialmente* en el animal esa suerte de
puesta en erección de la parte del ciclo del comportamiento sexual del
A partir de ahí, es completamente simple, claro, fácil, ver que que se trata. Y el hecho de que en el interior de un ciclo de comporta-
este orden de satisfacción imaginaria sólo puede encontrarse en el or- miento determinado, siempre es susceptible que sobrevengan en cier-
den de los registros sexuales. tas condiciones cierto número de desplazamientos; por ejemplo, en un
ciclo de combate, la brusca aparición, en el retorno de ese ciclo (en los
Todo está dado ahí, a partir de esta suerte de condición previa pájaros, uno de los combatientes que súbitamente se pone a alisarse
de la experiencia analítica. Y no es asombroso, aunque, por supuesto, las plumas), de un segmento del comportamiento de parada que inter-
estas cosas hayan debido ser confirmadas, controladas, inauguradas, vendrá ahí en medio de un ciclo de combate.
diría, por la experiencia, que una vez hecha la experiencia las cosas
parezcan de un perfecto rigor. Pueden darse de ello mil otros ejemplos. No estoy aquí para
enumerarlos. Esto es simplemente para darles la idea de que este ele-
El término “libido” es una noción que no hace más que expresar mento de desplazamiento es un resorte absolutamente esencial del or-
esta noción de reversibilidad que implica la de equivalencia, de cierto den, y principalmente del orden de los comportamientos ligados a la
metabolismo de las imágenes; para poder pensar esta transformación, sexualidad. Sin duda, estos fenómenos no son electivos en los anima-
es preciso un término energético, para lo cual ha servido el término de les. Pero otros comportamientos (cf. los estudios de Lorenz sobre las
“libido”. Se trata, desde luego, de algo complejo. Cuando yo digo “sa- funciones de la imagen en el ciclo de la crianza), muestran que lo ima-
tisfacción imaginaria”, esto no es evidentemente el simple hecho de ginario juega en ellos un papel tan eminente como en el orden de los
que Demetrios se haya satisfecho por el hecho de haber soñado que comportamientos sexuales. Y por lo demás, en el hombre, es siempre
poseía a la sacerdotisa cortesana… aunque este caso no es más que un sobre ese plano, y principalmente sobre ese plano, que nos encontra-
caso particular en el conjunto… Pero esto es algo que va mucho más mos ante este fenómeno.
lejos y está actualmente recortado por toda una experiencia que es la
experiencia que los biólogos evocan en lo concerniente a los ciclos
instintuales, muy especialmente en el registro de los ciclos sexuales y 17
En PEC y AFI, puntos suspensivos; en PTL, la indicación de una falta en el
de la reproducción, a saber que, aparte de los estudios todavía más o texto. He llenado este hueco con la versión RAP, p. 14.
menos inciertos e improbables que conciernen a los relevos neurológi-
18
cos en el ciclo sexual, que no son lo que hay de más sólido en sus es- PTL: *de señuelos <falta texto> {de leurres <texte manque>}* / PEC y AFI:
*de sus {de leur………}* / JAM/S: *de releasers* / RAP: *de sus experiencias*
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de formas, preferentemente simples, que ella designa. 19 Como se lo ve {calembours}, sus ritmos, su sonoridad, es decir esencialmente sobre
fácilmente en el hecho de que en “police” {policía} o “poltron” {co- varios planos, y del orden y del registro del lenguaje.
barde} esta sílaba “po” tiene evidentemente un valor muy diferente.
Uno podrá servirse del “pote” {“pot”} para simbolizar la sílaba “po”, ¡En verdad, esto quizá no se nos aparecerá suficientemente en
*inversamente, en el término “police” o “poltron”,* 20 pero su relieve, si no tratamos de ver a pesar de todo qué es, del todo ori-
convendrá entonces añadir a ello al mismo tiempo otros términos ginariamente, el lenguaje!
igualmente imaginarios, que no serán tomados ahí por otra cosa que
como sílabas destinadas a completar la palabra. Desde luego, la cuestión del origen del lenguaje, no estamos
aquí para hacer un delirio colectivo, ni organizado, ni individual. Este
Es precisamente así que hay que entender lo simbólico del que es uno de los asuntos que mejor pueden prestarse a ese tipo de deli-
se trata en el intercambio analítico, a saber, que lo que encontramos, y rios, sobre la cuestión del origen del lenguaje; el lenguaje está ahí, es
aquello de lo que hablamos, es lo que encontramos y volvemos a en- un emergente. Y ahora que ha emergido, ya jamás sabremos cuándo ni
contrar sin cesar, y que Freud ha manifestado como siendo su realidad cómo ha comenzado, ni cómo era antes que estuviera.
esencial, sea que se trate de síntomas reales, actos fallidos, y lo que
sea que se inscriba; se trata todavía y siempre de símbolos, y de sím- Pero de todos modos, ¿cómo expresar ese algo que quizá debe
bolos incluso muy específicamente organizados en el lenguaje, por lo haberse presentado como una de las formas más primitivas del lengua-
tanto funcionando a partir de ese equivalente *de la articulación* 21 del je? Piensen en las contraseñas. 23 Vean, elijo expresamente este ejem-
significante y del significado: la estructura misma del lenguaje. plo, justamente porque el error y el espejismo, cuando se habla del te-
ma del lenguaje, es siempre creer que su significación es lo que desig-
No es mío ese término de que “el sueño es un jeroglífico” {ré- na. Pero no, pero no. Por supuesto que designa algo. Pero antes de de-
bus}; es del propio Freud. 22 Y que el síntoma expresa, él también, signar algo, cumple cierta función. Y yo elijo expresamente la contra-
algo estructurado y organizado como un lenguaje está suficientemente seña, porque la contraseña tiene esta propiedad de estar elegida justa-
manifestado por el hecho, para partir del más simple de éstos, del mente de una manera completamente independiente de su significa-
síntoma histérico que es, que da siempre algo equivalente de una ac- ción (¿y si ésta es idiota?, a lo cual la Escuela responde — sin duda, es
tividad sexual, pero nunca un equivalente unívoco, al contrario, es preciso no responder jamás… — que la significación de tal palabra es
siempre plurívoco, superpuesto, sobredeterminado, y, para decir todo, designar a aquel que la pronuncia como teniendo tal o cual propiedad
muy exactamente construido a la manera con que las imágenes están que responde a la pregunta que hace dar la palabra, otros dirían que el
construidas en los sueños, como representando una concurrencia, una ejemplo está mal elegido porque está tomado en el interior de una con-
superposición de símbolos, tan compleja como lo es una frase poética, vención, eso vale más todavía), y, por otro lado, no podemos negar
que vale a la vez por su tono, su estructura, sus retruécanos que la contraseña tenga las más preciosas virtudes. Sirve muy simple-
mente para evitar que los maten.
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PTL y JAM/S: *y {et}* / PEC y AFI: *es {est}* réaliser, que por un lado es “realizar”, “volver real”, también es “darse cuenta”,
“concebir”, etc. Sartre coincidía con Gide en el carácter indispensable de este tér-
25
JAM/S: *tienen un carácter equivalente al de las conversaciones de un encuen- mino francés. En la traducción mantengo siempre la opción “realizar”, aun a costa
tro* de forzar, por motivos teóricos que se desprenden del contexto de la conferencia.
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Lo que el sujeto expresa ante todo y desde el vamos cuando ha- que Freud hacía surgir *el segundo tiempo* 30 en la elaboración de la
bla, se explica, es ese registro que llamamos las “resistencias”, lo que teoría analítica y que no representa otra cosa que la teoría del yo; hacia
no quiere ni puede interpretarse de otro modo que como el hecho de esa época, en 1920, aparece “das Es”, y en ese momento, comenza-
una realización hic et nunc, en la situación y con el analista, de la ima- mos a darnos cuenta en el interior — siempre hay que mantenerlo —
gen *o* 27 de las imágenes que son las de la experiencia precoz. en el interior del registro de la relación simbólica, de que el sujeto re-
siste, que esta resistencia no es algo como una simple inercia opuesta
Y es precisamente sobre eso que toda la teoría de la resistencia al movimiento terapéutico, como se podría decir en física que la masa
se ha edificado, y esto solamente tras el gran reconocimiento del valor resiste a toda aceleración. Es algo que establece un cierto lazo, que se
simbólico del síntoma y de todo lo que puede ser analizado. opone como tal, como una acción humana, a la del terapeuta; pero con
esta salvedad: que es preciso que el terapeuta no se engañe al respecto.
Lo que la experiencia prueba y encuentra, es justamente otra co- No es a él, en tanto que realidad, que se le oponen, es en la medida en
sa que la realización del símbolo; es la *tentativa* 28 por parte del suje- que, en su sitio, está realizada cierta imagen que el sujeto proyecta so-
to de constituir hic et nunc, en la experiencia analítica, esta referencia bre él.
imaginaria, lo que llamamos las tentativas del sujeto de hacer entrar al
analista en su juego. Lo que vemos por ejemplo, en el caso del Hom- En verdad, estos términos incluso no son más que aproximati-
bre de las Ratas, cuando nos damos cuenta (rápida, pero no inmediata- vos.
mente, y Freud tampoco) de que al contar su historia obsesiva, la gran
observación alrededor del suplicio de las ratas, hay una tentativa por Es en ese momento, igualmente, que nace la noción de instinto
parte del sujeto de realizar hic et nunc, aquí y con Freud, esa suerte de agresivo, que hay que agregar a la libido el término destrudo. Y esto,
relación sádico-anal imaginaria que constituye por sí sola la sal de la no sin razón. Pues a partir del momento en que su objetivo *es desci-
historia. Y Freud se da cuenta muy bien de que se trata de algo que se frar* 31 las funciones completamente esenciales de esas relaciones ima-
traduce y se traiciona fisonómicamente, sobre la cabeza misma, el ros- ginarias, tal como aparecen bajo forma de resistencia, aparece otro re-
tro del sujeto, por lo que en ese momento califica “el horror del goce gistro, que no está ligado a nada menos que a la función propia que
ignorado”. 29 juega el yo, en esa teoría del yo en la cual hoy no me adentraré, y que
es lo que hay que distinguir absolutamente en toda noción coherente y
A partir del momento en que esos elementos de la resistencia organizada del yo del análisis, a saber del yo como función imagina-
han sobrevenido en la experiencia analítica, que uno ha podido medir, ria, del yo como unidad del sujeto alienado a él mismo, del yo como
sopesar como tales, eso es justamente un momento significativo en la aquello en lo cual el sujeto no puede reconocerse en primer lugar más
historia del análisis. Y podemos decir que es a partir del momento en que alienándose, y, por lo tanto no puede volver a encontrarse más que
que se ha sabido hablar de ello de una manera coherente, y a la fecha, aboliendo el alter ego del yo, lo que, como tal, desarrolla la dimen-
por ejemplo, del artículo de Reich, uno de los primeros artículos al sión, muy distinta de la agresión, que se llama en sí misma y en ade-
respecto (aparecido en el International Journal), en el momento en lante: la agresividad.
27
PTL, JAM/S: {ou} / PEC y AFI: *y*
28
PEC, AFI, PTL: {tentative} / JAM/S: *tentación {tentation}*
30
PEC, AFI y PTL: *el segundo* / EXO: *la segunda tópica*
29
“En todos los momentos más importantes del relato se nota en él una expresión
31
del rostro de muy rara composición, y que sólo puedo resolver como horror ante Las palabras entre asteriscos, que extraemos de RAP, p. 20, faltan en PEC, AFI
su placer, ignorado {unbekennen} por él mismo.” ― cf. Sigmund FREUD, op. cit., JAM/S y EXO, donde encontramos puntos suspensivos, así como en PTL, donde
p. 133. encontramos la indicación de texto faltante.
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Creo que ahora tenemos que retomar la cuestión en estos dos re- ma cruzada, o porque se encuentra con ustedes en cierta homonimia
gistros: la cuestión de la palabra y la cuestión de lo imaginario. que vuelve cada tres o cuatro generaciones, ustedes se darían cuenta
de que las palabras y los símbolos tienen una influencia decisiva en la
La palabra, se los he mostrado de una forma abreviada, juega realidad humana, y esto precisamente porque las palabras tienen exac-
ese papel esencial de mediación. De mediación, es decir de algo que tamente el sentido que decreto darles. Como diría Humpty Dumpty en
cambia a los dos partenaires en presencia, a partir del momento en Lewis Carroll cuando se le pregunta por qué. El da esta respuesta ad-
que ha sido realizado. Por otra parte, esto no tiene nada que no nos sea mirable: “porque yo soy el maestro/amo {maître}”. 32
dado hasta en el registro semántico de algunos grupos humanos. Y si
ustedes leen (no es un libro que merezca todas las recomendaciones, Díganse que, al comienzo, está bien claro que es el hombre, en
pero es bastante expresivo y particularmente manejable y excelente efecto, quien da su sentido a la palabra. Y que si las palabras se han
como introducción para aquellos que tienen necesidad de ser introdu- encontrado en seguida en el común acuerdo de la comunicabilidad, a
cidos), el libro de Leenhardt, Do Kamo, verán allí que entre los cana- saber, que las mismas palabras sirven para reconocer la misma cosa,
cos se produce algo bastante particular en el plano semántico, a saber, esto es precisamente en función de relaciones, de una relación de par-
que el término “palabra” {parole} significa algo que va mucho más tida, que ha permitido a esas personas ser personas que comunican. En
allá de lo que nosotros llamamos así. Es también una acción. Y por otros términos, no es en absoluto cuestión, salvo en una percepción
otra parte, también entre nosotros “palabra dada” es también una for- psicológica expresa, de tratar de deducir cómo salen las palabras de
ma de acto. Pero es también alguna vez un objeto, es decir algo que las cosas y les son sucesiva e individualmente aplicadas, sino de com-
uno lleva, una gavilla… Es cualquier cosa. Pero, a partir de ahí, algo prender que es en el interior del sistema total del discurso, del univer-
existe que no existía antes. Convendría también hacer otra observa- so de un lenguaje determinado, que comporta, por una serie de com-
ción: es que esta palabra mediadora no es pura y simplemente media- plementariedades, cierto número de significaciones, que lo que hay
dora en ese plano elemental, que ella permite entre dos hombres tras- que significar, a saber las cosas, tienen que ordenarse para tomar lu-
cender la relación agresiva fundamental en el espejismo del semejante. gar.
Es preciso que ella sea todavía algo muy diferente, pues si reflexiona-
mos en ello, vemos que no solamente constituye esa mediación, sino Es precisamente así que las cosas, a través de la historia, se
que también constituye la realidad misma. Esto es completamente evi- constituyen. Esto es lo que vuelve particularmente pueril a toda teoría
dente si ustedes consideran lo que se llama una estructura elemental, del lenguaje, en tanto que se tendría que comprender el papel que jue-
es decir arcaica, del parentesco. Lejos de ser elementales, no lo son ga en la formación de los símbolos. Como aquella que, por ejemplo,
nunca. Por ejemplo, especialmente complejo (pero, en verdad, estas es dada por Masserman, 33 quien ha hecho al respecto (en el Internatio-
estructuras complejas no existirían sin el sistema de los términos que
las expresan), el hecho de que, entre nosotros, las prohibiciones {in-
terdits} que reglan el intercambio humano de las alianzas, en el senti- 32
“— Cuando yo uso una palabra —dijo Humpty Dumpty, en tono algo despecti-
do propio del término, estén reducidas a un número de prohibiciones vo—, esa palabra significa exactamente lo que yo decidí que signifique… ni más
excesivamente restringido, tiende a confundirnos términos como “pa- ni menos.”
dre, madre, hijo…” con relaciones reales. “— Es asunto es —dijo Alicia—, si usted puede hacer que las palabras signifi-
quen tantas cosas distintas.”
Esto es porque el sistema de las relaciones de parentesco, en “— El asunto es —replicó Humpty Dumpty— quién es el maestro aquí. Eso es
todo.” —cf. Lewis CARROLL, A través del espejo, Editorial Brújula, Buenos Ai-
tanto que haya sido producido, se ha reducido extremadamente, en sus
res, 1968, p. 118.
límites y en su campo. Pero si ustedes formaran parte de una civiliza-
ción donde no pueden casarse con tal prima en séptimo grado, porque 33
En PEC y AFI: Wasserman — EXO, p. 12, informa: Masserman Jules H.,
ella está considerada como prima paralela, o inversamente, como pri- «Language, Behaviour and Dynamic Psychiatry», International Journal of Psy-
choanalysis, T. I y II, p. 1-8.
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nal Journal of Psychoanalysis, 1944) un muy lindo artículo que se lla- elemento trascendente gracias al cual su relación con el objeto puede
ma «Language, behaviour and dynamic psychiatry». Es claro que uno ser sostenida a cierta distancia.
de los ejemplos que da muestra suficientemente la debilidad del punto
de vista behaviourista. 34 Pues es de eso que se trata en este caso. El *Entre la relación imaginaria y la relación simbólica, hay toda
cree resolver la cuestión de la simbólica del lenguaje, dando este la distancia que hay en la culpabilidad.*36 Es por eso, la experiencia se
ejemplo: el condicionamiento que tendría del efecto en la reacción de los muestra, que la culpabilidad es siempre preferible a la angustia. La
contracción de la pupila a la luz, que regularmente se habría hecho angustia en sí misma está, en adelante, lo sabemos por los progresos
producirse al mismo tiempo que un campanilleo. Se suprime a conti- de la doctrina y de la teoría de Freud, está siempre ligada a una pérdi-
nuación la excitación de la luz, la pupila se contrae cuando se agita la da, es decir a una transformación del yo, es decir a una relación de dos
campanilla. Se terminaría por obtener la contracción de la pupila por a punto de desvanecerse y a la cual debe suceder algo distinto que el
la simple audición de la palabra «contract». ¿Creen ustedes que con sujeto no puede abordar sin cierto vértigo. Eso es el registro y la natu-
eso han resuelto la cuestión del lenguaje y de la simbolización? Pero raleza de la angustia. Desde que se introduce el tercero, y {…} que
está muy claro que si, en lugar de «contract», se hubiera dicho otra co- entra en la relación narcisista, introduce la posibilidad de una media-
sa, se habría podido obtener exactamente el mismo resultado. Y de lo ción real, esencialmente por intermedio del personaje que, por relación
que se trata no es del condicionamiento de un fenómeno, sino que de al sujeto, representa un personaje trascendente, dicho de otro modo,
lo que se trata en los síntomas es de la relación del síntoma con el sis- una imagen de dominio {maîtrise} por intermedio de la cual su deseo
tema entero del lenguaje. Es decir, el sistema de las significaciones de y su cumplimiento pueden realizarse simbólicamente.
las relaciones interhumanas como tales.
En ese momento, interviene otro registro, que es justamente el
Creo que el resorte de lo que acabo de decirles es esto: ¿qué es que llamamos: o el de la ley, o el de la culpabilidad, según el registro
lo que constatamos, y en qué es que el análisis recorta muy exacta- en el cual es vivido.
mente esas observaciones y nos muestra hasta en el detalle su alcance
y su presencia? Ustedes se dan cuenta de que yo abrevio un poco; ése es el tér-
mino. Creo, sin embargo, que por dar una forma abreviada no voy a
Esto es ni más ni menos que lo siguiente: que toda relación ana- despistarlos demasiado, puesto que también éstas son cosas que, aquí
lizable, es decir interpretable simbólicamente, siempre está más o me- o en otra parte, en nuestras reuniones, he repetido muchas veces.
nos inscripta en una relación de tres. Ya lo hemos visto en la estructu-
ra misma de la palabra: mediación entre tal y cual sujeto, en lo que es Lo que yo quisiera subrayar en lo concerniente a este registro de
realizable *libidinalmente* 35 ; lo que nos muestra el análisis y lo que lo simbólico, es sin embargo importante. Es, a saber, lo siguiente: que
da su valor a ese hecho afirmado por la doctrina y demostrado por la desde que se trata de lo simbólico, es decir, aquello en lo cual el sujeto
experiencia de que nada finalmente se interpreta, pues es de eso que se
trata, sino por intermedio de la realización edípica. Esto es lo que eso
quiere decir. Esto quiere decir que toda relación de dos está siempre 36
Así en PEC, AFI, PTL y JAM/S. Mediante dos interpolaciones, EXO, p. 13,
más o menos marcada por el estilo de lo imaginario; y que para que vuelve el párrafo más inteligible: “Entre la relación imaginaria y la relación sim-
una relación tome su valor simbólico, es preciso que haya allí la me- bólica hay toda la distancia que hay [entre] la culpabilidad [y la angustia]”, para lo
diación de un tercer personaje que realice, por relación al sujeto, el que debe descartar el dans {en} del texto fuente. Como se verá inmediatamente en
este párrafo, y más adelante en la Discusión, en la primera respuesta de Lacan a la
señora Marcus-Blajan, dado que “la angustia está ligada a la relación narcisista”,
mientras que en un “segundo tiempo” la culpabilidad “apacigua la angustia”, con-
34
behaviourista = conductista. vendría establecer esta frase, una vez aceptadas las interpolaciones, de la siguiente
manera: *Entre la relación imaginaria y la relación simbólica hay toda la distancia
35
AFI: *libidinal* que hay {entre la angustia y} la culpabilidad.*
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se compromete en una relación propiamente humana, desde que se tra- tentado con poner una nota diciendo que ése era uno de los puntos
ta del registro del “yo” {je}, aquello en lo cual el sujeto se comprome- más oscuros de la teoría de Hegel.
te en “yo quiero… yo amo…” {je veux… j’aime…}, hay siempre algo,
hablando literalmente, problemático, es decir, que hay ahí un elemento Pero *ahí* 41 , ustedes han palpado verdaderamente esta cosa
temporal muy importante a considerar. ¿Qué quiero decirles con esto? simple que consiste en decir que el símbolo del objeto, es justamente
Esto plantea todo un registro de problemas que deben ser tratados pa- “el objeto ahí”. Cuando no está más ahí, es el objeto encarnado en su
ralelamente a la cuestión de la relación de lo simbólico y de lo imagi- duración, separado de sí mismo y que, por eso mismo, puede serles de
nario. La cuestión de la constitución temporal de la acción humana es alguna manera siempre presente, siempre ahí, siempre a vuestra dispo-
absolutamente inseparable de la primera. Aunque esta noche yo no sición. Ahí volvemos a encontrar la relación que hay entre el símbolo
pueda detenerme en toda su amplitud, al menos hay que indicar que la y el hecho de que todo lo que es humano es *conservado* 42 como tal,
volvemos a encontrar sin cesar en el análisis, y quiero decir de la ma- y cuanto más humano es, más está preservado, si podemos decir, del
nera más concreta. Ahí también, para comprenderla, conviene partir costado moviente y *descomponedor*43 del proceso natural. El hom-
de una noción estructural, si se puede decir, existencial, de la signifi- bre hace, y ante todo a él mismo, hace subsistir en cierta permanencia
cación del símbolo. todo lo que ha durado como humano.
Uno de los puntos que me parece de los más *establecidos*37 de Y volvemos a encontrar un ejemplo. Si hubiera querido tomar
la teoría analítica, a saber el del automatismo, del pretendido automa- por otro extremo la cuestión del símbolo, en lugar de partir del voca-
tismo de repetición, cuyo primer ejemplo ha mostrado Freud tan bien, blo {mot}, de la palabra {parole} o de la pequeña gavilla, habría parti-
y cómo actúa el primer dominio: el niño cuyo juguete es abolido por do del túmulo sobre la tumba del jefe o sobre la tumba de cualquiera.
la desaparición. 38 Esta repetición primitiva, esta escansión temporal Esto es lo que caracteriza a la especie humana, justamente: rodear el
que hace que la identidad del objeto esté mantenida: en la presencia y cadáver con algo que constituye una sepultura, mantener el hecho de
en la ausencia, tenemos ahí muy exactamente el alcance, la significa- que “esto ha durado”. El túmulo o cualquier otro signo de sepultura
ción del símbolo en tanto que se relaciona con el objeto, es decir, con merece muy exactamente el nombre de símbolo, de algo humanizante.
lo que se llama el concepto. Yo llamo símbolo a todo aquello cuya fenomenología he tratado de
mostrar.
Ahora bien, ahí encontramos también ilustrado algo que parece
tan oscuro cuando lo leemos en Hegel, a saber: que “el concepto, es el Es por eso que, si les señalo esto, no es evidentemente sin ra-
tiempo”. Sería necesaria una conferencia de una hora para hacer la de- zón, y la teoría de Freud ha debido impulsarse hasta la noción, que
mostración de que el concepto, es el tiempo. — Cosa curiosa, el señor ella ha puesto de relieve, de un instinto de muerte, y todos aquellos
Hyppolite, que *trabaja* 39 la Fenomenología del Espíritu,40 se ha con-
40
Entiendo que se trata del título del libro de Hegel, aunque en nuestros textos-
37
La palabra entre asteriscos, que proviene de JAM/S, falta en PEC y AFI, donde fuente, con la excepción de JAM/S, figure en minúsculas y sin subrayar. Lacan
encontramos puntos suspensivos, y en PTL, donde encontramos la indicación de alude al libro de Jean Hyppolite, Genèse et structure de la “Phénoménologie de
texto faltante. En su lugar, EXO, p. 14, propone: *esenciales*, Y RAP, p. 23: l’Esprit” de Hegel, editado en 1946 (hay edición castellana).
*controvertidos*.
41
JAM/S: *gracias al ejemplo de Freud*
38
Sigmund FREUD, Más allá del principio de placer (1920), en Obras Completas,
42
Volumen 18, Amorrortu editores, Buenos Aires, 1979. Cf. pp. 14-16. JAMS: {conservé} / PEC, AFI, PTL: *considerado {considéré}*
39 43
JAM/S: *en su traducción de* — Hyppolite tradujo la Fenomenología del Es- PEC, AFI: {décomposant} / PTL, JAM/S: *descompensante {décompen-
píritu, de Hegel, y además la trabajó (cf. la nota que sigue). sant}*
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que, a continuación, poniendo el acento únicamente sobre lo que es el venir como término* 48 esencial del comportamiento simbólico como
elemento resistencia, es decir, el elemento acción imaginaria durante tal.
la experiencia analítica, y anulando más o menos la función simbólica
del lenguaje, son los mismos para quienes el instinto de muerte es *al- Ustedes lo sienten bien, estoy forzado a ir un poquito rápido.
go* 44 que no tiene razón de ser. Hay muchas cosas para decir sobre todo esto. Y es cierto que el análi-
sis de nociones tan diferentes como estos términos de: resistencia, re-
Esta manera de “realizar”, en el sentido propio del término, 45 de sistencia de transferencia, transferencia como tal… La posibilidad de
volver a llevar a cierto real la imagen, desde luego habiendo incluido hacer comprender a este respecto lo que hay que llamar propiamente
allí como una función esencial un particular signo de este real, volver “transferencia” y dejar a la resistencia. Creo que todo esto puede ins-
a llevar a lo real la expresión analítica, es siempre en aquellos *que no cribirse bastante fácilmente en relación a esas nociones fundamentales
tienen este registro, que la desarrollan bajo este registro* 46 , es siempre de lo simbólico y de lo imaginario. 49
correlativo de la puesta entre paréntesis, incluso la exclusión de lo que
Freud ha puesto bajo el registro del instinto de muerte, y que llamó, Yo quisiera simplemente, para terminar, ilustrar de algún modo
más o menos, automatismo de repetición. *mi propósito* (siempre es preciso dar una pequeña ilustración a lo
que uno cuenta), darles algo que no es más que una aproximación en
En Reich, esto es exactamente característico. Para Reich, todo relación a los elementos de formalización que he desarrollado mucho
lo que el paciente cuenta es “flatus vocis”, la manera por la que el ins- más extensamente con los alumnos en el Seminario, por ejemplo, en
tinto manifiesta su armadura. Punto que es significativo, muy impor- El Hombre de las Ratas. Se puede llegar a formalizar completamente,
tante, pero como tiempo de esta experiencia; es en la medida en que es con la ayuda de elementos como los que voy a indicarles. Esto es de
puesta entre paréntesis toda esta experiencia como simbólica, que el una especie que les mostrará lo que quiero decir.
instinto de muerte mismo está excluido, puesto entre paréntesis. Por
supuesto, este elemento de la muerte no se manifiesta sólo sobre el He aquí cómo un análisis podría, muy esquemáticamente, ins-
plano del símbolo. Ustedes saben que se manifiesta más o menos en lo cribirse desde su comienzo hasta el final:
que es del registro narcisista. Pero *ahí* es de otra cosa que se trata, y
*que* 47 está mucho más cerca de ese elemento de nadificación final,
ligada a toda especie de desplazamiento. Por supuesto, podemos con- 48
PTL: *en tanto que entiendo el porvenir*
cebirlo. *que es el* origen, la fuente, como lo he indicado a propósito
49
de elementos desplazados, de la posibilidad de transacción simbólica A partir de aquí, y en adelante, esto corresponde a una parte de PEC en la que
de lo real. Pero esto es también algo que tiene mucha menos relación cambia la tipografía (esta última parte está tipeada con máquina común), y apare-
con el elemento duración, *con la* proyección temporal, *con el por- cen agregados manuscritos, así como tachaduras, correcciones y flechas que remi-
ten de una parte del texto a otra o a algún esquema al pie de página o al margen, lo
que vuelve a este texto-fuente un poco confuso. AFI parece reproducir al anterior,
sin dichos agregados, pero con algún error de su propia cosecha. Por otra parte, la
secuencia ofrecida por PTL (los pares de letras que describen la marcha de un
análisis “desde su comienzo hasta el final”) es discordante en algunos puntos con
44
JAM/S: *una noción* el texto. Me he ayudado, para “establecer” esta parte, con el artículo de Jean-Pie-
rre DREYFUSS, «S.I.R: Une ouverture que rien ne laissait prévoir?», publicado en
45
cf. nuestra nota anterior sobre el término réaliser. el nº 22 de la revista Littoral, Avril 1987. De este mismo artículo reproduzco, al
final de esta versión, en un Anexo, unos esquemas que ofrecen algo así como una
46
JAM/S: *que la desarrollan bajo este registro porque no tienen más que este re- versión más inteligible e “interpretada” de los esquemas proporcionados por PEC
gistro* y PTL, entre el final de la conferencia y el comienzo de la discusión (cf. más ade-
lante). — JAM/S reitera casi todos los puntos que he debido modificar al estable-
47
JAM/S: *La muerte en el registro narcisista* cer esta versión a partir del artículo citado en el anexo mencionado.
23 24
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I se ha transformado en R.
rS — rI — iI — iR — iS — sS — sI — sR — rR — rS.
Es la fase de resistencia, de transferencia negativa, o incluso, en
rS: realizar el símbolo. el límite, de delirio, que hay en el análisis. Es cierta manera por la cual
ciertos analistas tienden cada vez más a concebir {réaliser}: “El análi-
— rS: esto, es la posición de partida. El analista es un personaje sis es un delirio bien organizado”, fórmula que he escuchado de la bo-
simbólico como tal. Y es a ese título que ustedes van a su encuentro, ca de uno de mis Maestros, que es parcial, pero no inexacta.
en tanto que él es a la vez el símbolo por sí mismo de la omnipotencia,
en tanto que él mismo es ya una autoridad, el amo. Es en esta pers- Después, ¿qué sucede? Si el desenlace es bueno, si el sujeto no
pectiva que el sujeto va a encontrarlo y que se pone en cierta postura tiene todas las disposiciones para ser psicótico (caso en el cual queda
que es poco más o menos ésta: “Es usted quien tiene mi verdad”, pos- en el estadio iR), pasa a:
tura completamente ilusoria, pero que es la postura típica.
— iS: la imaginación del símbolo.
— rI: después, ahí tenemos: la realización de la imagen.
El imagina el símbolo. Tenemos, en el análisis, mil ejemplos de
Es decir, la instauración más o menos narcisista en la que el su- la imaginación del símbolo. Por ejemplo: el sueño. El sueño es una
jeto entra en cierta conducta que es justamente analizada como resis- imagen simbolizada.
tencia. ¿Esto en razón de qué? De cierta relación iI.
Aquí interviene:
imaginación
— iI: —————— — sS: que permite la inversión.
imagen
Que es la simbolización de la imagen. 51
Es la captación de la imagen, que es esencialmente constitutiva
de toda realización imaginaria en tanto que la consideramos como ins- Dicho de otro modo, lo que se llama “la interpretación”.
tintual; esa realización de la imagen que hace que el picón hembra sea
cautivado por los mismos colores que el picón macho, y que ambos *Esto* 52 únicamente después del franqueamiento de la fase
entren progresivamente en cierta danza que los lleva a donde ustedes imaginaria, que engloba aproximadamente:
saben.
rI — iI — iR — iS —
¿Qué es lo que la constituye en la experiencia analítica? Por el
momento la pongo en un círculo. 50 comienza *entonces* la elucidación del síntoma por medio de la
interpretación
Después de eso, tenemos:
sS ― sI — 53
— iR: que es la continuación de la transformación precedente:
51
Más adelante Lacan leerá sS como: “simbolización del símbolo”
50 52
Aquí, una indicación que encontramos en PEC, AFI, PTL y JAM/S remite al JAM/S: *Se la alcanza*
esquema situado entre el fin de la conferencia y la discusión (cf. más adelante).
25 26
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— sR: que es, en suma, la meta de toda salud, que no es (como Como muchas veces lo he subrayado, hacerlo reconocer por sus
se cree) adaptarse a un real más o menos bien definido, o bien organi- semejantes, es decir, simbolizarlo.
Recuerden lo que les expresé, a propósito de lo simbólico, lo ima- No puede ser de otro modo, pues si el *análisis* 55 es humana-
ginario y lo real, en la conferencia inaugural de esta sociedad. Se mente válido, eso no puede ser más que circular. Y un análisis puede
trataba de usar categorías en forma de letras minúsculas y mayús-
comprender varias veces este ciclo.
culas.
iS — imaginar el símbolo, poner el discurso simbólico bajo for- — iI — ésta es la partida propia del análisis, es lo que se llama,
ma figurativa, o sea, el sueño. equivocadamente, “la comunicación de los inconscientes”. 56
sI — simbolizar la imagen, hacer interpretación de un sueño. El analista debe ser capaz de comprender el juego que juega su
sujeto. Debe comprender que él mismo es el picón macho o hembra,
Empero para esto es preciso que haya una reversión, que el sím-
bolo sea simbolizado… según la danza que lleve su sujeto.
o sea, sS, la simbolización del símbolo. ¿Pero en qué consiste esta reversión? Más El sS es la simbolización del símbolo. Es el analista quien debe
adelante, Lacan formula algo que podría responder a esta pregunta, cuando, a pro- hacer eso. No le cuesta: él mismo es ya un símbolo. Es preferible que
pósito de la fórmula de la trimetilamina que aparece en el sueño de Freud, dice: lo haga con completud, cultura e inteligencia. Es por eso que es prefe-
rible, que es necesario, que el analista tenga una formación tan com-
Al igual que el oráculo, la fórmula no da ninguna respuesta a na-
da. Pero la manera misma en que se enuncia, su carácter enigmáti-
co, hermético, sí es la respuesta a la pregunta sobre el sentido del
54
sueño. Se la puede calcar de la fórmula islámica: No hay otro Dios Aquí, en PEC, un trozo manuscrito, luego tachado; en PTL, la indicación de
que Dios. No hay otra palabra, otra solución a su problema, que la texto faltante; nada en AFI ni en JAM/S.
palabra.
55
PTL y JAM/S: *analista*
—cf. Jacques LACAN, El Seminario, libro 2, El yo en la teoría de Freud y en la
56
técnica psicoanalítica, Paidós, Barcelona, 1983, pp. 232 y 240. Este fragmento, y Evidentemente, iI, en tanto “la partida {partie} propia del análisis”, sea lo que
otros que no cito, me autorizaron a sustituir las dobles mayúculas SI y SR que fi- fuere, no debe ser identificada a su punto de partida {départ}, a situar en rS. / Por
guran en los distintos textos-fuente por las combinaciones minúscula/mayúscula su parte, JAM/S transcribe aquí iS, pero la nueva referencia al “picón macho o
sI y sR. hembra” del párrafo siguiente nos asegura para establecer iI.
27 28
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pleta como sea posible en el orden cultural. Cuanto más sepan de ello,
más les valdrá. Y esto (sS) no debe intervenir sino después de cierto
estadio, después de cierta etapa franqueada.
57
Las palabras entre asteriscos, que extraemos de JAM/S, faltan en PEC y AFI,
donde esta vez encontramos los puntos suspensivos entre paréntesis manuscritos
(lo mismo en EXO, p. 18), y en PTL, donde encontramos la indicación de texto
faltante. RAP, p. 27, propone: *la resistencia*
58
Cf. Jacques LACAN, «Discours de Rome», pronunciado el 26 de Septiembre de
1953 para introducir el informe «Fonction et champ de la parole et du langage en
psychanalyse», en Autres écrits, aux Éditions du Seuil, Paris, avril 2001, pp. 133-
59
164, y «Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis», en Escri- En relación al esquema reproducido a continuación, extraido de PEC y PTL,
tos 1, Siglo Veintiuno Editores. véase al final nuestro Anexo.
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que podamos pensar de la función (pues todo eso no es transparente, En particular en lo que constituye la relación edípica de tipo se-
sean los que fueren los trabajos que se hayan hecho al respecto), sea lo xual, que es algo del sujeto, y que lo sobrepasa al mismo tiempo, *hay
que fuere que podamos pensar del origen histórico real del totemismo, ahí* constitución de una forma a una cierta distancia.
hay una cosa muy cierta: es que en todo caso está ligado a la *prohibi-
ción* 65 del canibalismo, es decir que no se puede comer *al otro* 66 DR. LIEBSCHUTZ 71 — Usted nos ha hablado de lo simbólico, de lo imagi-
pues de todos modos es el modo de *relación humana primitiva* 67 . El nario. Pero había lo real, del que usted no ha hablado.
modo de relación humana más primitivo es ciertamente la absorción
de la sustancia de su semejante. DR. LACAN — No obstante, he hablado un poco de él.
Ahí ustedes ven bien cuál es la función del totemismo. Es hacer Lo real es, o la totalidad, o el instante desvanecido…
con ello un sujeto trascendente *al semejante* 68 . — ¿Creo que el Dr.
Gessain no me contradirá? En la experiencia analítica, para el sujeto, es siempre el choque
con algo, por ejemplo: el silencio del analista.
Ahí volvemos a encontrar diferentes cuestiones sobre uno de los
puntos que más *nos* 69 interesan: la relación entre niños y adultos. Hubiera debido decir que, de todos modos, se produce algo que
Los adultos, para el niño, son trascendentes en tanto que están inicia- he añadido solamente al final. Se produce de todos modos, a través de
dos. Lo más curioso es que, justamente, los niños no son menos tras- ese diálogo, algo que es completamente sorprendente, sobre lo cual no
cendentes para los adultos. Es decir, por un sistema de reflexión carac- he podido insistir, es decir, es uno de los hechos de la experiencia ana-
terístico de toda relación, el niño se convierte, para los adultos, en el lítica que merecería, por sí solo, mucho más que una comunicación.
sujeto de todos los misterios. Esta es la sede de esa suerte de confu- Debemos plantear la cuestión bajo este ángulo: ¿cómo es posible…?
sión de las lenguas entre niños y adultos, 70 y uno de los puntos más — tomo un ejemplo completamente concreto — que al final del análi-
esenciales que debemos tener en cuenta cuando se trata de interven- sis *esos* 72 sueños… — no sé si he dicho o no que están compuestos
ción sobre los niños. como un lenguaje… efectivamente, en el análisis, sirven de lenguaje.
Y un sueño en el medio o al final del análisis es una parte del diálogo
Habría otros ejemplos para tomar. con el analista… — Y bien, ¿cómo es posible que estos sueños (y mu-
chas otras cosas todavía: la manera con la que el sujeto constituye sus
símbolos…) lleven algo que es la marca absolutamente sobrecogedora
de la realidad del analista, a saber: de la persona del analista tal como
está constituida en su ser? ¿Cómo es posible que a través de esta expe-
riencia imaginaria y simbólica se desemboque en algo que, en su últi-
65
JAM/S: *interpretación* ma fase, es un conocimiento limitado, pero sorprendente, de la estruc-
66
tura del analista? Esto es algo que por sí solo plantea un problema que
PTL: *…*
no he podido abordar esta noche.
67
PTL: *relaciones humanas primitivas*
DR. MAUCO — Yo me pregunto si no hay que recordar los diferentes tipos
68
PTL: *a aquél* (?) de símbolos.
69
JAM/S: *les*
70 71
cf. Sandor FERENCZI, « La confusión de lenguajes entre los adultos y el niño» Luego conocido como Serge Leclaire.
(1933), en Problemas y métodos del psicoanálisis, Ediciones Hormé, Buenos Ai-
72
res, 1966. PTL: *de los {des}*
33 34
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DR. LACAN — *El símbolo es ante todo un emblema.* 73 Creo por lo tanto que el símbolo no es una elaboración de la
sensación, ni de la realidad. Lo que es propiamente simbólico (y los
DR. MAUCO — El símbolo es algo vivido. símbolos más primitivos) es algo distinto que introduce en la realidad
humana algo diferente, y que constituye todos los objetos primitivos
Por ejemplo, la casa, experimentada ante todo por un símbolo, es
de verdad.
en seguida elaborada colectivamente, disciplinada colectivamente… Evoca
siempre la palabra “casa”.
Lo que es notable es que la categoría de los símbolos, de los
DR. LACAN — Déjeme decirle que de ningún modo soy de ese pare- símbolos simbolizantes, son todos de este registro, a saber que com-
cer, como lo demuestra la experiencia analítica, a saber, que todo lo portan, por medio de la creación de los símbolos, la introducción de
que constituye el símbolo, esos símbolos que volvemos a encontrar en una realidad nueva en la realidad animal.
las raíces de la experiencia analítica, que constituyen los síntomas, la
DR. MAUCO — Pero sublimada y elaborada, se tiene el sub-basamento del
relación edípica… Jones hace un pequeño catálogo de ellos y demues-
lenguaje ulterior.
tra que se trata siempre y esencialmente de los temas más o menos co-
nexos a las relaciones de parentesco, del tema del rey, de la autoridad DR. LACAN — Ahí, completamente de acuerdo.
del amo, y de lo que concierne a la vida y la muerte. 74
Por ejemplo, *para designar* las relaciones, los propios lógicos
Ahora bien, todo aquello de lo que allí se trata, son evidente- apelan muy naturalmente al término de parentesco. Es el primer mo-
mente símbolos. Son precisamente elementos que no tienen absoluta- delo de una relación transitiva.
mente nada que ver con la realidad.
DR. MANNONI — El pasaje de la angustia a la culpabilidad parece ligado a
Un ser completamente enjaulado en la realidad, como el animal, la situación analítica.
no tiene de ello ninguna especie de idea.
La angustia puede conducir a la vergüenza, y no a la culpabilidad.
Esos son justamente unos puntos donde el símbolo constituye la Cuando la angustia no evoca la idea de un castigador, sino de un aparta-
miento, es la vergüenza la que aparece.
realidad humana, donde crea esta dimensión humana sobre la cual
Freud insiste en todas partes, cuando dice que el neurótico obsesivo La angustia puede traducirse no en culpabilidad, sino en duda. Me
vive siempre en el registro de lo que comporta al máximo elementos parece que es porque el analista está ahí que la angustia se transforma en
de incertidumbre, de lo que él designa como: “la duración de la vi- culpabilidad.
da...”, “la paternidad…”. Todo lo que no tiene evidencia sensible. To-
do lo que en la realidad humana es construido está construido primiti- DR. LACAN — ¡Completamente de acuerdo! Es una situación privile-
vamente por ciertas relaciones simbólicas que después pueden encon- giada en la experiencia analítica la que hace que el analista detente la
trar su confirmación en la realidad. El padre es efectivamente el geni- palabra, que juzgue; y porque el análisis se orienta enteramente en un
tor. Pero antes que lo sepamos de fuente cierta, el nombre del padre sentido simbólico, porque el analista lo ha sustituido a lo que ha hecho
crea la función del padre. falta, porque el padre no ha sido más que un superyó, es decir una
“Ley sin palabra”, en tanto que esto es constitutivo de la neurosis, que
la neurosis está definida por la transferencia.
73
PTL: *… Es un emblema.* Todas estas definiciones son equivalentes.
74
Ernest JONES, La teoría del simbolismo, Cuadernos Monográficos 3, Letra Vi-
va, Buenos Aires, 1980.
35 36
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Hay en efecto infinitos otros ramales para la reacción de la an- El fetichismo 75 no es un órgano genital femenino nos enseña Freud,
gustia. Y no está excluido que algunos aparezcan en el análisis… Ca- sino una imagen angustiante que hace poner en marcha un proceso del or-
den de lo imaginario. Y es la marcha la que, en ese caso particular, no con-
da uno merece ser analizado como tal.
cluye jamás. 76 Nunca conduje un tratamiento de fetichismo hasta el final.
Pero me parece que el ejemplo de fetichismo es irremplazable.
Creo que la cuestión de la duda está mucho más próxima de la
constitución simbólica de la realidad. De alguna manera, ella es pre- DR. LACAN — En efecto, yo no he retomado el fetiche…
via. Si hay una posición que se pueda calificar esencialmente, en el
sentido en que yo lo entiendo, de “subjetiva”, es decir que es ella la DR. GRANOFF — Pero, bajo la relación de la culpabilidad, en la medida
que constituye toda la situación *es precisamente ésta*. A saber: en que el fetiche le permite una relación entre…
¿cuándo y cómo es realizada? Este es un desarrollo aparte.
DR. PIDOUX — He visto, a propósito de angustia y culpabilidad, quisiera
DR. BERGE — El pasaje de la angustia a la culpabilidad… preguntarle si usted no piensa que el símbolo no interviene… (?)… y de la
angustia en el trabajo, y del elemento transferencial.
Lo que me ha sorprendido en esas dos cosas, es la noción de inse-
guridad. La angustia y la culpabilidad: la inseguridad. La angustia y la cul- DR. LACAN — Exactamente, como interviene en el menor acting-
pabilidad: la inseguridad… la angustia es sentida sin saber cuál es el pe- out… lo que es transferencia y…
ligro. La culpabilidad es una defensa, porque hay un objeto, y sabemos lo
que es. SR. ANZIEU — Cuando Freud hizo la teoría clínica, tomó prestados mode-
los a las teorías de su época… Al proponernos este principio de esque-
DR. LACAN — … Tengo mucha necesidad de un puente giratorio… ma… me gustaría saber si estos modelos son del registro del símbolo o de
lo imaginario. ¿Y qué origen dar a estos modelos?
Un… indeterminado se me vuelve un suplicio durmiente.
¿Lo que usted propone hoy es un cambio de modelo permanente
para pensar los datos clínicos, adaptado a la evolución cultural? ¿O algo
DR. GRANOFF — El paralelismo entre la actitud de los hombres respecto
distinto?
de la antropofagia y de sus hijos…
Sin remontar muy lejos en la Historia, en la historia de los norman- DR. LACAN — Más adaptado a la naturaleza de las cosas, si conside-
dos, hacia el siglo XVI, algunas actas de marinos comportaban la renuncia ramos que todo aquello de lo que se trata en el análisis es del orden
a la antropofagia diciendo que los marinos “renunciaban a beber sangre del lenguaje, es decir, al fin de cuentas, de una lógica.
humana… a espetar niños en el asador…”
Por consiguiente, esto es lo que justifica esta formalización que
El esquema que usted da aquí encuentra su ilustración en el proceso
analítico, pero también en la formación de la personalidad. Lo que prueba interviene como una hipótesis.
que el análisis no hace más que retomar el proceso de la formación de la
personalidad.
75
Aquí, en nota al pie, PTL se pregunta: “¿El fetiche?”.
DR. LACAN — El fetichismo es una transposición de lo imaginario. 76
Para quienes sigan la presente traducción acompañados del texto francés de los
Deviene un símbolo.
Petits écrits et conférences (PEC), observo que hay en dicha compilación un error
de compaginación. La secuencia correcta de las páginas sería: 423-425-424-426…
DR. GRANOFF — Para hablar de lo real, todos tenemos necesidad de la Mi traducción subsana ese error. — ¡Esta circunstancia se les escapó a los que es-
ayuda de alguien para aprehender lo real. Y, en el fondo, la estructura de la tablecieron el texto en francés traducido por EXO, lo que los obliga a conjeturar
personalidad del fetichismo sería un análisis que se habría interrumpido una intervención de más por parte de Granoff en la página siguiente, y a ensartar a
después de iS. continuación de esta intervención una respuesta de Lacan que nada tiene que ver
con el asunto… puesto que es la respuesta de Lacan a la pregunta de Anzieu!
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En cuanto a lo que usted dice de Freud, yo no estoy de acuerdo DRA. DOLTO — Llegamos todo el tiempo a “¿qué es lo real?”, y todo el
con que sobre el asunto de la transferencia él haya tomado prestados tiempo nos escapamos de eso. Y hay otra manera de aprehender la realidad
psicoanalítica tanto como esa, que para mi psicología me parece muy ex-
unos modelos más o menos atomísticos, asociacionistas, incluso me-
trema. Pero tú eres un Maestro tan extraordinario que se puede seguirte si
canicistas del estilo de su época. no se comprende más que después.
Lo que me parece sorprendente, es la audacia con la cual él ad- En la aprehensión sensorial, que es un registro de la realidad, para
mitió como modo completamente a no repudiar en el registro de la unas bases que me parecen seguras… previas al lenguaje, y la imagen de
transferencia: el amor, pura y simplemente. El no considera en absolu- nuestro cuerpo. Y yo pensaba todo el tiempo, y sobre todo para la expre-
sión verbal, puesto que el adulto transcurre sobre todo con la expresión
to que eso sea una suerte de imposibilidad, de callejón sin salida, algo
verbal de lo imaginario, si no hay imagen del cuerpo propio… (?)
que salga de los límites. Ha visto bien que la transferencia, es la reali-
zación misma de la relación humana bajo su forma más elevada, reali- Desde que el otro tiene orejas, no se puede hablar… (?)
zación del símbolo, que está ahí, al comienzo, y que está al final de to-
do eso. DR. LACAN — ¿Tú piensas mucho en ello, que el otro tiene orejas?
Y entre un comienzo y un fin, que son siempre la transferencia; DRA. DOLTO — No yo, los niños.
al comienzo, en potencia, dada por el hecho de que el sujeto viene, la
transferencia está ahí, lista para constituirse. Está ahí desde el comien- Si yo hablo, es que sé que hay orejas. No hablaría de ello antes de
la edad edípica, se habla incluso si no hay orejas. *Pero después de la edad
zo.
edípica, no se puede hablar si no hay orejas.* 78
Que Freud haya hecho entrar en ello el amor, ésta es una cosa DR. LACAN — ¿Qué quieres decir?
que debe mostrarnos bien hasta qué punto él daba a *las relaciones* 77
simbólicas su alcance, incluso sobre el plano humano, pues, al fin de DRA. DOLTO — Para hablar, es preciso que haya boca y orejas. Entonces,
cuentas, si debemos dar un sentido a ese algo en el límite, del que ape- queda una boca.
nas se puede hablar, que es el amor, es el siguiente — es la conjunción
total de la realidad y del símbolo, que hacen una sola y misma cosa. DR. LACAN — Es lo imaginario.
DRA. DOLTO — Realidad y símbolo, ¿qué es lo que entiendes por reali- DRA. DOLTO — Ayer tuve un ejemplo de esto. Ayer, en un niño mudo
dad? que ponía unos ojos sin orejas. Yo le dije (como es mudo), le dije: “no es
asombroso que no pueda hablar, ése, puesto que no tiene boca”.
DR. LACAN — Un ejemplo: la encarnación del amor es el don del ni-
ño, quien para un ser humano tiene este valor de algo más real. El trató, con un lápiz, de poner una boca. Pero se la puso al niño en
un sitio que cortaba el cuello. Perdía la cabeza si hablaba; perdía la inteli-
gencia, perdía la noción de un cuerpo vertical, si hablaba. Para hablar, hace
DRA. DOLTO — Cuando el niño nace, es simbólico del don. Pero puede
falta la certeza de que haya una boca, y de que haya orejas.
haber también don sin niño. Puede haber entonces palabra sin lenguaje.
DR. LACAN — Justamente, estoy preparado para decirlo todo el tiem- DR. LACAN — Sí, de acuerdo.
po: el símbolo sobrepasa la palabra.
77 78
PTL: *sus referencias* Esta frase de PEC, falta en PTL.
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Pero los hechos muy interesantes que tú pones de relieve están Anexo:
completamente ligados a algo completamente dejado de lado; ligados EL “GRAFO” DE UN ANÁLISIS, DEL COMIENZO AL FINAL 80
a la constitución de la imagen del cuerpo en tanto que *Urbild* 79 del
yo {moi}, y con ese corte ambiguo, con el cuerpo fragmentado.
DR. LACAN — Este es uno de los modos por los cuales, en todo caso
en la fenomenología de la intención, se aborda lo imaginario, por todo
lo que es reproducción artificial, más accesibles.
Una vez propuestos “esos tres registros que son precisamente los registros esen-
ciales de la realidad humana, registros muy distintos y que se llaman: lo simbóli-
co, lo imaginario y lo real” —con justa razón, y por lo que hemos visto y vamos a
volver a ver, Jean-Pierre Dreyfuss propone designarlos: coordenadas de la expe-
riencia analítica—, Lacan propone con éstos, S, I y R, tomados de a dos, una se-
cuencia que escribiría “cómo un análisis podría, muy esquemáticamente, inscribir-
79 80
Nota de PTL: “En este sitio otra fuente indica la palabra órbita {orbite}. ¿Sería Fuente de los esquemas: Jean-Pierre DREYFUSS, «S.I.R: Une ouverture que rien
Urbild?”. ne laissait prévoir?», en Littoral, nº 22, Erès, Avril 1987.
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se desde su comienzo hasta el final”. Para mostrar mejor cómo es esto, añadire- FUENTES PARA EL ESTABLECIMIENTO DEL TEXTO, TRADUCCIÓN
mos unos números sobre la secuencia de letras que esquematiza ese circuito de un Y NOTAS
análisis:
• PEC ― Jacques LACAN, «Le Symbolique, l’Imaginaire et le Réel», en Petits écrits et confé-
rences, 1945 - 1981, recopilación de fotocopias de diverso origen, que agrupa varios textos
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 inéditos de Lacan, sin indicación editorial, pp. 403-429. Biblioteca de la E.F.B.A.: CG-254.
a) partiendo de lo real y yendo hacia lo simbólico, tenemos: 1) rS o realizar el • PTL ― Jacques LACAN, «Le symbolique, l’imaginaire et le réel», en Pas-tout Lacan, recopi-
símbolo, luego, el segundo tiempo va de R hacia I, y tenemos: 2) rI o realizar lo lación de la mayoría de los pequeños escritos, charlas, etc., de Lacan entre 1928 y 1981, a
imaginario, y finalmente, tercer tiempo: 3) iI o imaginar lo imaginario. Con esto, excepción de los seminarios, que ofrece en su página web http://www.ecole-lacanienne.net/ la
école lacanienne de psychanalyse. Esta versión, que comienza informando que la misma es
se vuelve a partir de I hacia R, para reproducir exactamente la misma figura, la anunciada en el catálogo de la Bibliothèque de l’e.l.p. como versión JL, advierte además de la
misma sucesión de tres tiempos, o sea: existencia de “varias otras versiones sensiblemente diferentes en algunos puntos”, entre ellas
una aparecida en el Bulletin de l’Association freudienne, 1982, nº 1 (la diferencia, en verdad,
b) 4) iR, imaginar lo real, 5) iS, imaginar el símbolo, 6) sS, simbolizar el símbolo, no es tan sensible).
y se llega a la tercera serie de tres tiempos:
• JAM/S — Jacques LACAN, «La symbolique, l’imaginaire et le réel», en Des Noms-du-Père,
Éditions du Seuil, janvier 2005.
c) 7) sI, simbolizar lo imaginario, 8) sR, simbolizar lo real, 9) rR, realizar lo real,
y vuelta al punto de partida: • JAM/P — Jacques LACAN, «Lo simbólico, lo imaginario y lo real», en De los Nombres del
Padre, Editorial Paidós, Buenos Aires, 2005.
10) o 1) rS, realizar el símbolo, para un nuevo ciclo. Tras un cierto número de ci-
clos, sería el fin del análisis. Una versión un poco diferente de las “inversiones • RAP ― Jacques LACAN, «Lo simbólico, lo imaginario y lo real», en Revista Argentina de
Psicología, nº 22, Diciembre de 1977. Traducción de Olinda Teles de Irusta a partir de una
dialécticas” del escrito Intervención sobre la transferencia, pero quizá no menos versión provista por Antonio Godino Cabas. Presuntamente, su fuente francesa no sería ningu-
optimista. na de las citadas arriba, y además no incluye los gráficos ni la discusión posterior.
• EXO ― Jacques LACAN, «El simbólico, el imaginario y el real», texto establecido, EXOTÉRI-
CAS, julio 1990, 2ª edición. Esta traducción dice basarse en la versión PEC, más otras fuentes
francesas no identificadas, mas muy poco en su texto confirma esta segunda afirmación, sobre
todo cuando este establecimiento no atinó a corregir, o no advirtió, un error en la paginación
de PEC, error que este “texto establecido” reitera. Muy probable origen de este texto: école
lacanienne de psychanalyse, México.
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EDITOR ASOCIADO
JUAN GRANICA EL SEMINARIO
TRADUCCION DE
JUAN-LUIS DELMONT-MAURI
Y DIANA SILVIA RABINOVICH
DE JACQUES LACAN
UNICA EDICION
AUTORIZADA LIBRO 3
LA REVISION DE LA TRADUCCION
ES DE DIANA S. RABINOVICH
CON EL ACUERDO DE
JACQUES-ALAIN MILLER LAS PSICOSIS
RESPONSAaLES DE LA EDICION
EN CASTELLANO DE EL SEMINARIO:
JACQUES-ALAIN MILLER Y
1955-1956
DIANA S. RABINOVICH
EDICIONES PAIDOS
Diseño de la Colección BUENOS AIRES - BARCELONA
Rolando & Memelsdorff
MEXICO
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IV
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INTRODUCCION A LA CUESTION DE LAS PSICOSIS «VENGO DEL FIAMBRERO »
psicosis. En particular, el carácter clínico del psicótico se que es necesario que mi discurso mantenga continuidad. No
distingue por esa relación profundamente pervertida con la obstante, les doy, me parece, las citas, cuando es necesario.
realidad que se denomina un delirio. Esta gran diferencia de Muchos pasajes de la obra de Freud dan fe de que sentía
organización o de desorganización debe tener, dice Freud, la necesidad de una plena articulación del orden simbólico,
una profunda razón estructural. ¿Cómo articular esta di- porque eso es lo que para él está en juego en la neurosis. A
ferencia?
; ·lla le opone la psicosis, donde en un momento hubo ruptu-
Cuando hablamos de neurosis hacemos cumplir cierto ra, agujero, desgarro, hiancia, pero con la realidad exterior.
papel a una huida, a una evitación, donde un conflito con la Fn la neurosis, es eri un segundo tiempo, y en la medida en
realidad tiene su parte. Se intenta designar a la función de que la realidad no está rearticulada plenamente de manera
la realidad en el desencadenamiento de la neurosis mediante la simbólica en el mundo exterior, cuando se produce en el
noción de traumatismo, que es una noción etiológica. Esto es sujeto huida parcial de la realidad, incapacidad de afrontar
una cosa, pero otra cosa es el momento de la neurosis en que esa parte de la realidad, secretamente conservada. En la psico-
se produce en el sujeto cierta ruptura con la realidad. ¿De sis, en cambio, es verdaderamente la realidad misma la que
qué realidad se trata? Freud lo subraya de entrada, la realidad está primero provista de un agujero, que luego el mundo
sacrificada en la neurosis es una parte de la realidad psíquica. fan tasmático vendrá a colmar.
Entramos ya aquí en una distinción muy importante: rea- ¿Podemos contentarnos con una definición tan simple,
lidad no es homónimo de realidad exterior. En el momento con una oposición tan somera entre neurosis y psicosis? De
en que se desencadena su neurosis, el sujeto elide, escotomiza ningún modo , y Freud mismo precisa, luego de su lectura
como se dijo después, una parte de su realidad psíquica, o, del texto de Schreber, que no basta con ver cómo están
en otro lenguaje, de su id. Esta parte es olvidada, pero conti- hechos los síntomas, que aún es necesario descubrir su meca-
núa haciéndose oír. ¿Cómo? De una manera que toda mi nismo de formación. Partamos de la idea de que un agujero,
enseñanza enfatiza: de manera simbólica. una falla, un punto de ruptura en la estructura del mundo
Freud, en el primero de los artículos que citaba, evoca exterior, está colmado por la pieza agregada que es el fantas-
ese depósito que el sujeto pone aparte en la realidad, y en el ma psicótico. ¿Cómo explicarlo? Tenemos a nuestra disposi-
que conserva recursos destinados a la construcción del mundo ción el mecanismo de proyección.
exterior: allí es donde la psicosis toma su material. La neuro- Comenzaré por él hoy, con particular insistencia, debido
sis, dice Freud, es algo muy diferente, porque la realidad que a que algunos de ustedes que trabajan los textos freudianos
el sujeto elidía en determinado momento, intenta hacerla vol- que ya comenté, me han hecho saber que retomando un
ver a surgir prestándole una significación particular, un senti- pasaje cuya importancia señalé, estaban dudosos en cuanto al
do secreto, que llamamos simbólico. Pero Freud no enfatiza sentido que debía darse a un trozo, sin embargo muy claro,
este hecho de manera adecuada. En forma general, el modo que se refiere a la alucinación episódica donde se muestran
impresionista en que se utiliza el término simbólico, nunca las virtualidades paranoicas del hombre de los lobos. Al mis-
ha sido precisado hasta ahora de manera verdaderamente con- mo tiempo que captan muy bien lo que subrayé diciendo lo
forme a lo que está en juego. que fue rechazado de lo simbólico reaparece en lo real, plan-
Les señalo al pasar que no siempre tengo la posibilidad tean una discusión sobre mi manera de traducir el enfermo
de darles estas referencias al texto que algunos anhelan, por- no quiere saber nada de ello en el sentido de la represión. Sin
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INTRODUCCION A LA CUESTION DE LAS PSICOSIS «VENGO DEL FIAMBRERO»
embargo, actuar sobre lo reprimido mediante el mecanismo Sería mejor abandonar el término de proyección. Aquí
de la represión, es saber algo acerca de ello, porque la repre- ·stá en juego algo que nada tiene que ver con esa proyección
sión y el retorno de lo reprimido no son sino una sola y única psicológica por la cual, por ejemplo, recibimos siempre todo
cosa, expresada no en el lenguaje consciente del sujeto sino en lo que hacen aquellos hacia los cuales tenemos sentimientos
otra parte. Algunos encuentran una dificultad porque no per- algo mezclados, con al menos alguna perplejidad en lo tocan-
ciiben que lo que está en juego es del orden de un saber. te a sus intenciones. La proyección en la psicosis es muy
Les daré otra cita, tomada del caso Schreber. En el mo- diferente a todo esto, es el mecanismo que hace retornar del
mento en que Freud explica el mecanismo propio de la pro- exterior lo que está preso en la Verwerfung, o sea lo que ha
yección que podría dar cuenta de la reaparición del fantasma sido dejado fuera de la simbolización general que estructura
en la realidad, se detiene, para observar que en este caso no al sujeto.
podemos hablar pura y simplemente de proyección. Lo cual ¿Qué es este juego de manos del que somos presa, este
es harto evidente con sólo pensar cómo funciona ese mecanis- malabarismo entre lo simbólico, lo imaginario y lo real?
mo, por ejemplo, en el delirio de celos llamado proyectivo, Como no conocemos al malabarista podemos hacer la pregun-
que consiste en imputar al cónyuge infidelidades de las que ta. La incluyo en el orden del día este año, pues permitirá
uno se siente imaginariamente culpable. Otra cosa es el delirio definir lo que se denomina la relación con la realidad, y
de persecución, que se manifiesta a través de intuiciones inter- articular a la vez el objetivo del análisis, sin caer en las
prétativas en lo real. Estos son los términos en que se expresa perpetuas confusiones que al respecto se hacen en la teoría
Freud: Es incorrecto decir que la sensación interiormente repri- analítica. Cuando se habla de adaptación a la realidad, ¿de
mida -la Verdrangung es una simbolización, y Unterdrüc- qué se habla? Nadie puede responder si no se define qué es
kung, indica sencillamente algo caído por debajo- es proyec- la realidad, lo cual no es asunto sencillo.
tada de nuevo hacia el exterior -esto es lo reprimido y el A fin de introducir el problema partiré de un elemento
retorno de lo reprimido. Deberíamos decir más bien que lo totalmente actual. No puede decirse, en efecto, que este semi-
rechazado- recuerdan quizás el tono de insistencia que el uso nario es tan sólo una comentario de textos, en el sentido de
dio a esta palabra -retorna del exterior. que se trataría de una pura y simple exégesis: estas cosas
Este es un texto para agregar a los que ya cité en el mismo viven para nosotros en nuestra práctica cotidiana, en los con-
registro, textos que son pivotes. Precisamente, el texto de la troles, en el modo de dirigir nuestra interpretación, en el
Verneinung que comentó Hyppolite, permitió articular con modo en que actuamos ante las resistencias.
precisión que hay un momento que, si puede decirse, es el Por ello tomaré un ejemplo de mi presentación de enfer-
origen de la simbolización. Entiendan bien: este origen no es mos del viernes pasado.
un punto del desarrollo, responde a una exigencia; que la
simbolización necesita un comienzo. Ahora bien, en todo
momento del desarrollo, puede producirse algo que es lo
contrario de la Bejahung; una Verneinung de algún modo
primitiva, cuya continuación es la Verneinung en sus conse-
cuencias clínicas. La distinción de ambos mecanismos, Vernei-
nung y Bejahung, es absolutamente esencial.
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INTRODUCCION A LA CUESTION DE LAS PSICOSIS «VENGO DEL FIAMBRERO »
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comprender. ¿Por qué dijo Vengo del fiambrera, y no cochino? ¿Qué es Marrana? Es, en efecto, su mensaje, pero ¿no es
Limité mi comentario, pues no me alcanzaba el tiempo, a más bien su propio mensaje?
hacerles observar que ésta era una perla, y les mostré la Al comienzo de todo lo dicho, tenemos la intrusión de la
analogía con el descubrimiento que consistió en percatarse un susodicha vecina en la relación de estas dos mujeres aisladas,
día de que algunos enfermos que se quejaban de alucinaciones que permanecieron estrechamente unidas en la existencia, que
auditivas, hacían manifiestamente movimientos de garganta, no pudieron separarse en el momento del casamiento de la
de labios, en otras palabras las articulaban ellos mismos. Aquí, más joven, que huyeron súbitamente de la dramática situación
no pasa lo mismo, es análogo, y es aún más interesante que parece haberse creado en las relaciones conyugales de la
porque no es igual. joven, debido a las amenazas de su marido, el cual, según los
Dije: Vengo del fiambrera, y entonces, nos largó el asunto, certificados médicos, quería, ni más ni menos, cortarla en
¿qué dijo él? Dijo: Marrana. Es la respuesta del pastor a lapas- rodajas. Tenemos ahí la impresión de que la injuria del caso
tora: hilo, aguja, mi alma, mi vida, así ocurre en la existencia. -el término injuria es allí esencial, siempre fue destacado en
Detengámonos un momentito aquí. Ahí lo tienen muy la fenomenología clínica de la paranoia- se ajusta con el
contento, se dirán ustedes, es lo que nos enseña: en la palabra, proceso de defensa vía expulsión, a la que se sintieron
el sujeto recibe su propio mensaje en forma invertida. Desen- obligadas a proceder en relación a la vecina, considerada
gáñense, precisamente no es eso. El mensaje en juego no es como primordialmente invasora. Venía a golpear la puerta
idéntico, ni mucho menos, a la palabra, por lo menos en el siempre que estaban arreglándose, o en el momento en que
sentido en que la articulo para ustedes como esa forma de comenzaban algo, mientras estaban cenando o leyendo. Se
mediación en la que el sujeto recibe su mensaje del otro en trataba ante todo de alejar a esta persona esencialmente pro-
forma invertida. pensa a la intrusión. Las cosas sólo se volvieron problemáticas
Primero, ¿ quién es este personaje? Ya lo dijimos, es un cuando esa expulsión, ese rechazo, esa negativa se realizó
hombre casado, amante de una muchacha que es amiga de plenamente, quiero decir en el momento en que realmente la
nuestra enferma y muy implicada en el deseo del que es pusieron de patitas en la calle.
víctima: ella es, no su centro, sino su personaje fundamental. ¿Debemos situar esto en el plano de la proyección, como
Las relaciones de nuestra sujeto con esta pareja son ambiguas. un mecanismo de defensa? Toda la vida íntima de estas pa-
Son ciertamente personajes persecutorios y hostiles, pero no cientes se desenvolvió fuera del elemento masculino, siempre
son aprehendidos en forma demasiado reivindicativa, como hicieron de él un extraño con el que nunca se pusieron de
pudieron darse cuenta con asombro los que estaban presentes acuerdo, el mundo para ellas era esencialmente femenino.
en la entrevista. Las relaciones de la sujeto con el exterior se ¿La relación que mantienen con personas de su propió sexo .
caracterizan más bien por la perplejidad: ¿cómo se pudo es acaso del tipo de la proyección, en la necesidad en que se
entonces, por chismes, por una petición, sin duda, llevarlas al encuentran ambas de permanecer encerradas en sí mismas, en
hospital? El interés univ-ersal que se les concede tiende a pareja? ¿Está vinculada a esa fijación homosexual, en el senti-
repetirse. A ello se deben esos esbozos de elementos erotoma- do más amplio del término, que está en la base, dice Freud,
níacos que captamos en la observación. Hablando estrictamen- de las relaciones sociales? Esto explicaría que, en el aislamien-
te, no son erotómanas, pero están habitadas por la impresión to del mundo femenino en que viven ambas mujeres, ambas
de que se interesan por ellas. se encuentren en la posición, no de recibir del otro su mensa-
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je, sino en la de decírselo ellas mismas al otro. ¿Acaso es la mi mujer, o también la palabra mentirosa, que siendo lo
injuria el modo de defensa que vuelve de algún modo por contrario, supone de igual modo el reconocimiento de un
reflexión en su relación, relación que es comprensible, a par- Otro absoluto, al que se apunta más allá de todo lo que
tir del momento en que está establecida, se extienda a todos pueden conocer, y para quien el reconocimiento sólo tiene
los otros en cuanto tales, cualesquiera sean? Esto es concebi- valor precisamente porque está más allá de lo conocido. Uste-
ble, y hace pensar que efectivamente se trata del propio men- des lo instituyen en el reconocimiento, no como un puro y
saje del sujeto, y no del mensaje recibido en forma invertida. simple elemento de la realidad, un peón, una marioneta, sino
¿Debemos detenernos aquí? Ciertamente no. Este análisis un absoluto irreductible, de cuya existencia como sujeto de-
permite comprender que la paciente se siente rodeada de pende el valor mismo de la palabra en la que se hacen recono-
sentimientos hostiles. Pero el problema no es ése. Lo impor- cer. Algo nace ahí.
tante es que Marrana haya sido escuchado realmente, en lo Diciéndole a alguien: Tú eres mi mujer, implícitamente le
real. dicen Yo (je) soy tu hombre, pero primero le dicen Tú eres
¿Quién habla? Ya que hay alucinación, es la realidad la mi mujer, vale decir que la instituyen en la posición de ser
que habla. Nuestras premisas lo implican, si planteamos que reconocida por ustedes, mediante lo cual podrá reconocerlos
la realidad está constituida por sensaciones y percepciones. Esta palabra es entonces siempre un más allá del lenguaje.
Al respecto no hay ambigüedad, no dice: Tuve la impresión Un compromiso como éste, al igual que cualquier otra pala-
de que me respondía: Marrana, dice: -Dije: Vengo del fiam- bra, así fuese una mentira, condiciona todo el discurso que
brera, y él me dijo: -Marrana. va a seguir y aquí, entiendo que discurso incluye actos, gestio-
O bien nos contentamos con decir: Miren, está alucinada, nes, contorsiones de las marionetas presas del juego, y la
o bien intentamos -puede parecer una empresa insensata, primera son ustedes mismos. A partir de una palabra se
pero ¿el papel de los psicoanalistas hasta el presente no es instituye un juego, comparable en todo a lo que sucede en
dedicarse a empresas insensatas?- ir un poquitito más lejos. Alicia en el país de las maravillas, cuando los servidores y
En primer término, ¿se trata de la realidad de los objetos? los demás personajes de la corte de la reina se ponen a jugar
¿Quién suele hablar para nosotros en la realidad? ¿La realidad a las cartas disfrazándose de cartas y transformándose ellos
es precisamente cuando alguien nos habla? El interés de las mismos en el rey de corazón, la reina de pique y el valet de
observaciones que hice la vez pasada sobre el otro y el Otro, diamantes. Una palabra los compromete a sostenerla por
el otro con minúscula y el Otro con mayúscula, era hacerles vuestro discurso, a negarla, recusarla o confirmarla, a refutar-
notar que cuando el Otro con mayúscula habla, no es pura y la, pero más aún puede llevarlos a muchas cosas que están en
simplemente la realidad ante la cual están, a saber, el indivi- la regla del juego. Aunque la reina cambie a cada momento
duo que articula. · El Otro está más allá de esa realidad. la regla, eso no cambiará para nada lo esencial: una vez
En la verdadera palabra, el Otro, es aquello ante lo cual entrados en el juego de los símbolos, siempre están obligados
se hacen reconocer. Pero sólo pueden hacerse reconocer por a comportarse según una regla.
él porque él está de antemano reconocido. Debe estar recono- En otros términos, cuando una marioneta habla, no habla
cido para que puedan hacerse reconocer. Esta dimensión su- ella sino alguien que está detrás. El asunto es saber cuál es la
plementaria, la reciprocidad, es necesaria para que valga esa función del personaje que encontramos en esta ocasión. Pode-
o
palabra cuyos ejemplos típicos di, Tú eres mi amo Tú eres mos decir que, para el sujeto, manifiestamente habla algo
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real. Nuestra paciente no dice que otro habla detrás de él, pedazos. Ella no sabe que lo dice, pero de todos modos lo
ella recibe de él su propia palabra, pero no invertida, su dice. Le dice sobre sí misma a ese otro a quien le habla: Yo,
propia palabra está en el otro que es ella misma, el otro con la marrana, vengo del fiambrera, ya estoy disyunta, cuerpo
minúscula, su reflejo en su espejo, su semejante. Marrana · fragmentado, membra disjecta, delirante, y mi mundo se cae
surge en ping-pong y ya no se sabe dónde estuvo el primer en pedazos, al igual que yo. Esto es lo que dice. Este modo
saque. de expresarse, por comprensible que parezca es, empero, es
Que la palabra se expresa en lo real quiere decir que se lo menos que se puede decir, un poquitito curioso.
expresa en la marioneta. El Otro en juego en esta situación Todavía hay otra cosa, que afecta la temporalidad. Resul-
no está más allá de la pareja, está más allá del sujeto mismo ta claro, a partir de los comentarios de la paciente, que no se
-es la estructura de la alusión: se indica a sí misma en un sabe quién habló primero. Todas las apariencias indican que
más allá de lo que dice-. no es nuestra paciente, al menos forzosamente. Nunca sabre-
Intentemos ubicarnos a partir de este juego de a cuatro mos nada sobre este punto, porque no vamos a cronometrar
que implica lo que dije la vez pasada. las palabras desreales, pero si el desarrollo que acabo de
El a con minúscula, es el señor con quien se encuentra en hacer es correcto, si la respuesta es la alocución, vale decir lo
el pasillo, la A mayúscula no existe. a' minúscula es quien que verdaderamente dice la paciente, el Vengo del fiambrera
dice Vengo del fiambrera. ¿Y de quién se dice Vengo del presupone la respuesta Marrana.
fiambrera? De S, a minúscula le dijo Marrana. La persona En la palabra verdadera, por el contrario, la alocución es
que nos habla, y que habló, en tanto delirante, a', recibe sin la respuesta. La consagración del Otro como mi mujer o mi
duda en algún lado su propio mensaje en forma invertida, amo es lo que responde a la palabra, luego, en este caso, la
del otro con minúscula, y lo que ella dice concierne al mismo respuesta presupone la alocución. El Otro está excluido ver-
más allá que ella misma es en tanto sujeto, y del cual, por daderamente en la palabra delirante, no hay verdad por detrás,
definición, sencillamente porque es sujeto humano, sólo pue- hay tan poca que el sujeto mismo no le atribuye verdad
de hablar por alusión. alguna, y está frente a este fenómeno, bruto a fin de cuentas, en
Sólo hay dos maneras de hablar de ese S, ese sujeto que una realidad de perplejidad. Hace falta mucho tiempo antes
somos radicalmente; o bien dirigirse verdaderamente al Otro, de que intente restituir alrededor de esto un orden al que
con mayúscula, y recibir de él el mensaje que lo concierne a llamaremos orden delirante. No lo restituye, como se cree,
uno en forma invertida; o bien indicar su dirección, su exis- por deducción y construcción, sino de una manera que como
tencia bajo la forma de alusión. Si esta mujer es estrictamente veremos más adelante no deja de estar relacionada con el
una paranoica, es que el ciclo, para ella, entraña una exclu- fe nómeno primitivo mismo.
sión del gran Otro. El circuito se cierra sobre los p'equeños Estando pues verdaderamente excluido el Otro, lo que
otros que son la marioneta que está frente a ella, que habla, concierne al sujeto es dicho realmente por el pequeño otro,
y en la que resuena su mensaje, y ella misma, quien, en tanto por sombras de otro, o como se expresará nuestro Schreber
que yo, es siempre otro y habla por alusión. para designar todos los seres humanos que encuentra, por
Esto es lo importante. Habla tan bien por alusión que no hombrecitos mal paridos, o hechos a la ligera. El pequeño
sabe qué dice. ¿Qué dice? Dice: Vengo del fiambrera. Ahora otro presenta, en efecto, un carácter irreal, tendiente a lo
bien, ¿quién viene del fiambrero? Un cochino cortado en irreal.
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INTRODUCCION A LA CUESTION DE LAS PSICOSIS «VENGO DEL FIAMBRERO»
La traducción que acabo de darles no es completamente t ido ahí dentro a partir del momento en que le dan una
válida, hay resonancias en alemán que intento transmitir me- significación, en que crean otro significante en tanto que
diante la expresión mal parido. significante, algo en esa función de significación. Por eso
podemos hablar del lenguaje. La participación significante-
significado sin embargo se repetirá siempre. No hay dudas
Je que la significación es de la índole de lo imaginario. Es, al
3 igual que lo imaginario, a fin de cuentas siempre evanescente,
porque está ligada estrictamente a lo que les interesa, es decir
:i. aquello en lo que están metidos. Si supieran que el hambre
Tras habernos interesado en la palabra, vamos ahora a y el amor son lo mismo, serían como todos los animales,
interesarnos un poco en el lenguaje, al que precisamente se estarían verdaderamente motivados. Pero, gracias a la existen-
aplica la repartición triple de lo simbólico, de lo imaginario y cia del significante, vuestra pequeña significación personal
de lo real. - que es también de una genericidad absolutamente desespe-
Indudablemente, el cuidado con que Saussure elimina de rante, humana, demasiado humana- los arrastra mucho más
su análisis del lenguaje la consideración de la articulación lejos. Como existe ese maldito sistema del significante del
motora muestra claramente que distingue su autonomía. El cual no han podido aún comprender ni cómo está ahí, ni
discurso concreto es el lenguaje real, y eso, el lenguaje, habla. cómo existe, ni para qué sirve, ni adónde los lleva, él es
Los registros de lo simbólico y de lo imaginario los encontra- quien los lleva a ustedes.
mos en los otros dos términos con los que articula la estruc- Cuando habla, el sujeto tiene a su disposición el conjunto
tura del lenguaje, es decir el significado y el significante. del material de la lengua, y a partir de allí se forma el discur-
El material significante, tal como siempre les digo que so concreto. Hay primero un conjunto sincrónico, la lengua
está, por ejemplo, en esta mesa, en estos libros, es lo simbóli- en tanto sistema simultáneo de grupos de oposiciones estruc-
co. Si las lenguas artificiales son estúpidas es porque siempre turados, tenemos después lo que ocurre diacrónicamente, en
están hechas a partir de la significación. Alguien me recorda- el tiempo, que es el discurso. No podemos no poner el
ba hace poco las formas de deducción que regulan el esperan- discurso en determinada dirección del tiempo, dirección defi-
to, por las cuales cuando se conoce rana, se puede deducir nida de manera lineal, dice Saussure.
sapo, renacuajo, escuerzo y todo lo que quieran. Le pregunté Le dejo la responsabilidad de esta afirmación. No porque
cómo se dice en esperanto ¡Mueran los sapos!, 1 porque tendrá la creo falsa; fundamentalmente es cierto que no hay discurso
que deducirse de ¡Viva la policía! Sólo esto basta para refutar sin cierto orden temporal, y en consecuencia sin cierta suce-
la existencia de las lenguas artificiales, que intentan moldearse sión concreta; aun cuando sea virtual. Si leo esta página
sobre la significación, razón por la cual no suelen ser comenzando por abajo y subiendo al revés, no pasará lo
utilizadas . mismo que si leo en dirección adecuada, y en algunos casos,
Luego está también la significación, que siempre remite a esto puede engendrar una grave confusión. Pero no es total-
la significación. Obviamente, el significante puede quedar me- mente exacto que sea una simple línea, es más probable que
sea un conjunto de líneas, un pentagrama. El discurso se
1
«Sapos >>. Nombre popular de la policía en el área del Caribe. [T.] instala en este diacronismo.
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INTRODUCCION A LA CUESTION DE LAS PSICOSIS «VENGO DEL FIAMBRERO»
La existencia sincrónica del significante está caracterizada ia es mío, no me lo dijeron los otros, es mi discurso común .
suficientemente en el hablar delirante por una modificación ¿Qué pasa a nivel de la significación? La injuria es siempre
que ya señalé aquí, a saber que algunos de sus elementos se una ruptura del sistema del lenguaje, la palabra amorosa tam-
aíslan, se hacen más pesados, adquieren un valor, una fuerza bién. Que Marrana esté cargada de un sentido oscuro, cosa
de inercia particular, se cargan de significación, de una signi- probable, o no, con ello ya tenemos la indicación de la diso-
ficación a secas. El libro de Schreber está sembrado de ellos. ciación. Esta significación como toda significación que se
Tornen una palabra como por ejemplo N ervenanhang, respete, remite a otra significación. Es precisamente lo que
adjunción de nervios, palabra de la lengua fundamental. aquí caracteriza la alusión. Diciendo Vengo del fiambrero, la
Schreber diferencia perfectamente las palabras que le surgie- paciente nos indica que esto remite a otra significación. Des-
ron de manera inspirada, precisamente por vía de N ervenan- de luego, es un poco oblicuo, ella prefiere que yo entienda.
hang, que le fueron repetidas en su significación electiva que Cuídense de la gente que les dice: Usted comprende. Siem-
no siempre entiende exactamente. Seelenmord, asesinato del pre lo hacen para que uno vaya a donde no había que ir. Es
alma, por ejemplo, es otra de estas palabras, para él problemá- lo que ella hace: Usted comprende bien, quiere decir que ella
tica, pero que él sabe que tiene un sentido particular. Por lo misma no está muy segura de la significación, y que ésta
demás, habla de todo esto en un discurso que es en verdad el remite, no tanto a un sistema de significación continuo y
nuestro, y su libro, debo decirlo, está escrito notablemente, aj ustable, sino a la significación en tanto inefable, a la signifi-
claro y ágil. Más aún, es tan coherente como muchos de los cación intrínseca de su realidad propia, de su fragmentación
sistemas filosóficos de nuestra época, en que a cada rato personal.
vemos a algún señor a quien le pica de golpe, en una vuelta Luego, está lo real, la articulación real de verdad verdad,
del camino, no sé qué bicho que le hace descubrir que el que por un juego de manos pasa al otro. La palabra real,
bovarismo y la duración son la clave del mundo, y reconstru- quiero decir, la palabra en tanto articulada, aparece en otro
ye todo el mundo alrededor de esa noción, sin que uno sepa punto del campo, pero no en cualquiera, sino en el otro, la
por qué escogió ésa y no otra. No me parece que el sistema marioneta, en tanto que elemento del mundo exterior.
de Schreber sea menos valioso que el de esos filósofos cuyo El S mayúscula, cuyo medio es la palabra, el análisis
tema general acabo de perfilar. Y Freud descubre, cuando muestra que no es lo que piensa el vulgo. Está la persona
llega al término de su desarrollo, que en el fondo ese tipo real que está ante uno en tanto ocupa lugar -en la presencia
escribió cosas estupendas, que se parecen a lo que yo, Freud, de un ser humano está eso, ocupa lugar, en su consultorio
he descrito. pueden entrar a lo sumo diez personas, no ciento cincuenta-
Este libro, escrito entonces en discurso común, señala las cstá lo que ven, que manifiestamente los cautiva, y es capaz
palabras que adquirieron para el sujeto ese peso tan particular. de hacer que de repente se echen en sus brazos, acto inconsi-
Lo llamaremos una erotización, y evitaremos las explicaciones derado que es del orden imaginario; y luego está el Otro que
demasiado simples. Cuando el significante está cargado de mencionábamos, que también puede ser el sujeto, pero
este modo, el sujeto se da perfectamente cuenta. En el mo- que no es el reflejo de lo que tiene enfrente, y tampoco es
mento en que Schreber emplea el término instancia -él tam- simplemente lo que se produce cuando se ven verse.
bién tiene sus pequeñas instancias- para definir las diversas Si lo que digo no es cierto, Freud nunca ha dicho la
fuerzas articuladas del mundo que le ha tocado, dice: Instan- verdad, porque el inconsciente quiere decir eso.
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INTRODUCCION A LA CUESTION DE LAS PSICOSIS
7 DE DICIEMBRE DE 1955
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TEMATICA Y ESTRUCTURA DEL FENOMENO PSICOTICO DE UN DIOS QUE ENGAÑA Y DE UNO QUE NO ENGAÑA
separación todavía estaba presente en la vida del sujeto, quien padre: Si no te vas de aquí, te voy a botar al mal. Estas
nos relató la diferencia de sus relaciones con el mundo cuan- ~os as, que podrían también ser dichas por un neurótico que
do estaba frente a su madre y en el momento en que se hubiese tenido que construir su neurosis de modo diferente,
paseaba por la calle. ·staban ahí a cielo abierto, en el registro de la otra lengua,
¿Cuál era el resultado? Es el caso más demostrativo. Re- no sólo dialectal, sino interfamiliar.
sultaban dos cosas. La primera, evidente en el interrogatorio, ¿Qué es la represión para el neurótico? Es una lengua,
era la dificultad que tenía para volver a evocar cualquier cosa otra lengua que fabrica con sus síntomas, es decir, si es un
en el viejo registro, es decir, para expresarse en el dialecto de histérico o un obsesivo, con la dialéctica imaginaria de él y el
su infancia, el único que hablaba con su madre. Cuando le otro. Er síntoma neurótico cumple el papel de la lengua que
pedí que se expresase en ese dialecto, que me repitiese comen- permite expresar la represión. Esto hace palpar realmente
tarios que había podido intercambiar con su padre, por ejem- que la represión y el retorno de lo reprimido son una única
plo, me respondió: no puedo sacarlo. Por otra parte, se veía y sola cosa, el revés y el derecho de un solo y único proceso.
en él una neurosis, huellas de un comportamiento que permi- Estos comentarios no son ajenos a nuestro problema.
tía adivinar un mecanismo que puede llamarse -es un térmi-
no que siempre empleo con prudencia- regresivo. En parti-
cular, su manera peculiar de ejercer su genitalidad tendía a 1
confundirse en el plano imaginativo con una actitud regresi-
va de las funciones excremenciales. Pero todo lo que es del
orden de lo que está habitualmente reprimido, todo el conte- ¿Cuál es nuestro método a propósito del presidente
nido · comúnmente expresado mediante síntomas neuróticos, Schreber?
era perfectamente cristalino, y no tuve dificultades en hacérse- Indiscutiblemente éste se expresó en el discurso común
lo expresar. Le era mucho más fácil expresarlo debido a que para explicar lo que le ocurrió, y que todavía persistía en el
estaba sostenido por el lenguaje de los otros. momento de la redacción de su obra. Este testimonio da fe
Utilicé la comparación con una censura ejercida sobre un de transformaciones estructurales que sin duda deben consi-
periódico, no sólo de tiraje sumamente limitado, sino redacta- derarse reales, pero lo verbal predomina, puesto que la prue-
do en un dialecto que sólo sería comprensible para un núme- ba de ello la tenemos por intermedio del testimonio escrito
ro exageradamente mínimo de personas. El establecimiento del sujeto.
del discurso común, casi diría del discurso público, es un Procedamos metódicamente. Avanzamos en el análisis de
factor importante en la función propia del mecanismo de re- este territorio, las psicosis, a partir del conocimiento que
presión. Este depende en sí mismo de la imposibilidad de tenemos de la importancia de la palabra en la estructuración
acordar con el discurso cierto pasado de la palabra del sujeto, de los síntomas psiconeuróticos . No decimos que la psicosis
t icne la misma etiología que la neurosis, tampoco decimos, ni
vinculado, como Freud lo subrayó, al mundo propio de las
relaciones infantiles. Precisamente, en la lengua primitiva, si- mucho menos, que al igual que la neurosis es un puro y
gue funcionando ese pasado de la palabra. Ahora bien, para simple hecho de lenguaje. Señalamos simplemente que es muy
este sujeto, esa lengua es su dialecto corso, en el cual podía 1ccunda en cuanto a lo que puede expresar en el discurso.
decir las cosas más extraordinarias, por ejemplo arrojarle a su Prueba de ello es la obra que nos legó el presidente Schreber,
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TEMATICA Y ESTRUCTURA DEL FENOMENO PSICOTICO !)E UN DIOS QUE ENGAÑA Y DE UNO QUE NO ENGAÑA
y hacia la que atrajo nuestra mirada la atención casi fascinada 1.1más se emplea, ya no se sabe clasificar las cosas- que es
de Freud, quien, en base a esos testimonios, y por un análisis 1111 fenómeno preconsciente. Pertenece a ese orden precons-
interno, mostró cómo estaba estructurado ese mundo. Así l'icnte que Freud hace intervenir en la dinámica del sueño, y
procederemos, a partir del discurso del sujeto, y ello nos ,11 que da tanta importancia en la Traumdeutung.
permitirá acercarnos a los mecanismos constitutivos de la Se tiene claramente la impresión de que eso parte del yo.
ps1cos1s. El énfasis puesto que ese sería hermoso ... tiene todo el carác-
Tengan claro que habrá que ir metódicamente, paso a 1n de pensamiento seductor, que el ego está lejos de
paso, no saltar los relieves, bajo pretexto de que se vislumbra desconocer.
una analogía superficial con el mecanismo de la neurosis. En En un pasaje de la Traumdeutung dedicado a los sueños
suma, no hacer nada de lo que tan a menudo se hace en la dt: castigo, Freud admite que en el mismo nivel donde inter-
literatura. vienen en el sueño los deseos del inconsciente, puede presen-
El susodicho Katan, por ejemplo, quien se interesó espe- 1.1rse otro mecanismo que el que se apoya en la oposición
cialmente en el caso Schreber, da por supuesto que el origen 1·onsciente-inconsciente: el mecanismo de formación, dice
de su psicosis debe situarse en su lucha contra la masturbación l'rcud, se vuelve mucho más transparente cuando se sustituye
amenazadora, provocada por sus cargas eróticas homosexuales lt1 oposición de lo consciente y lo inconsciente, por la del yo y
sobre el personaje que formó el prototipo y a la vez el /11 reprimido.
núcleo de su sistema persecutorio, a saber, el profesor Flech- Esto está escrito en un momento en que la noción de yo
sig. Esto habría llevado al presidente Schreber hasta el punto 110 ha sido elaborada aún en doctrina por Freud, pero apre-
de subvertir la realidad, es decir hasta reconstruirla, tras un 1ian sin embargo que ya está presente en su mente. Señalemos
corto período de crepúsculo del mundo, en un mundo nuevo, 11r¡uí solamente que los sueños de castigo no están vinculados
irreal, en el que no tenía que ceder ante esa masturbación 1ccesariamente con la persistencia de sueños dolorosos, nacen
considerada como tan amenazante. ¿No sienten todos que 1•11 cambio a menudo, parece, cuando esos sueños del día son de
un mecanismo de esta especie, si bien es cierto se ejerce en 1111turaleza apaciguante, pero expresan satisfacciones inte-
cierta articulación en las neurosis, tendría aquí resultados 11ores. Todos esos pensamientos prohibidos son reemplazados
totalmente desproporcionados? 1·11 este concepto manifiesto del sueño por su contrario. El
El presidente Schreber relata con toda claridad las prime- r t1rácter esencial de los sueños de castigo me parece entonces
ras fases de su psicosis. Y nos da la atestación de que entre el 11•r el siguiente: los produce no un deseo inconsciente originado
primer brote de lo psicótico, fase llamada no sin fundamento 1•11 lo reprimido, sino un deseo de sentido contrario que se
pre-psicótica, y el apogeo de estabilización en que escribió 11•1tliza contra éste, deseo de castigo que aunque inconsciente,
su obra, tuvo un fantasma que se expresa con estas pala- 111Ís exactamente preconsciente, pertenece al yo.
bras: sería algo hermoso ser una mujer sufriendo el aco- Todos los que siguen el camino por donde los llevo poco
plamiento. 1 poco, atrayendo vuestra atención sobre un mecanismo dis-
Subraya el carácter de imaginación de este pensamiento 1111to de la Verneinung, que se ve emerger todo el tiempo en
que lo sorprende, precisando a la vez haberlo experimentado 1•1 discurso de Freud, encontrarán allí una vez más la necesi-
con indignación. Hay ahí una suerte de conflicto moral. Esta- il.1d de distinguir entre algo que fue y algo que no fue
mos en presencia de un fenómeno -y como el término 1111 bo lizado.
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TEMATICA Y ESTRUCTURA DEL FENOMENO PSICOTICO 01~· UN DIOS QUE ENGAÑA Y DE UNO QUE NO ENGAÑA
reales, es obvio que esta introducción de la realidad es siem- q uc fue necesario en los primeros pasos de la ciencia y de la
pre función de la palabra. Para que algo, sea lo que fuere, 1 onstitución de la ciencia experimental. Resulta obvio para
pueda referirse, respecto al sujeto y al Otro, a algún funda- nosotros que la materia no es tramposa, que nada hace adrede
mento en lo real, es necesario que haya en algún lado, algo p.lra arruinar nuestros experimentos y reventar nuestras má-
que no engañe. El correlato dialéctico de la estructura funda- quinas. Eso ocurre, pero es porque nos equivocamos, no es
mental que hace de la palabra de sujeto a sujeto una palabra 1 ucstión de que nos engañe. Este paso no estaba servido en
que puede engañar, es que también haya algo que no engañe. bandej a. Fue necesaria nada menos que la tradición judeo-
Esta función, obsérvenlo bien, se cumple en formas muy rristiana para que pudiese darse con tanta seguridad.
diversas según las áreas culturales en las que está en obra la Si la emergencia de la ciencia tal como la hemos constitui-
función eterna de la palabra. Sería un error creer que siempre do, con la tenacidad, la obstinación y la audacia que caracteri-
son los mismos elementos, igualmente calificados, los que '1,an su desarrollo, se produjo en el seno de esta tradición, es
han cumplido esta función. n:almente porque postuló un principio único en la base, no
Fíjense en Aristóteles. Cuanto nos dice es perfectamente -,c)lo del universo, sino de la ley. No sólo el universo fue
comunicable, y, no obstante, la posición del elemento no creado ex-nihilo, sino también la ley; ahí es donde se juega el
engañoso es esencialmente diferente en él y en nosotros. debate de cierto racionalismo y cierto voluntarismo, que ator-
¿Dónde está ese elemento en uusotros? mentó, atormenta aún a los teólogos. ¿Depende el criterio
Pues bien, piensen lo que piensen las mentes que sólo se del bien y del mal de lo que podría llamarse el capricho de
atienen a las apariencias, que suele ser el caso de los espíritus 1)ios ?
más decididos, y aun de los más positivistas de ustedes, los La radicalidad del pensamiento judeocristiano permitió
más liberados induso de toda idea religiosa, el sólo hecho de t·n ese punto el paso decisivo, para el cual la expresión de
vivir en este punto preciso de la evolución de las ideas huma- .teto de fe no es inadecuada, y que consiste en postular que
nas, no les exime de lo que está franca y rigurosamente hay algo que es absolutamente no engañoso. Que este paso
formulado en la meditación de Descartes, sobre Dios en tan- se reduzca a este acto, es algo esencial. Reflexionemos sola-
to que no puede engañarnos. mente en lo que sucedería, a la velocidad con que se va
Hasta tal punto es esto así, que un personaje tan lúcido .1hora, si nos percatáramos de que no sólo hay un protón, un
como Einstein cuando se trataba de la manipulación del orden mesón, etc., sino un elemento con el que no se había contado,
simbólico que era el suyo, lo recordó claramente: Dios, decía, 1111 miembro de más en la mecánica atómica, un personaje
es astuto, pero honesto. La noción de que lo real, por delicado que mintiese. Entonces, ya no reiríamos.
de penetrar que sea, no puede jugarnos sucio, que no nos Para Aristóteles las cosas son totalmente distintas. ¿Qué
engañará adrede, es, aunque nadie repare realmente en ello, .1seguraba, en la naturaleza, la no-mentira del Otro en tanto
esencial a la constitución del mundo de la ciencia. que real? Las cosas en tanto vuelven siempre al mismo lugar,
Dicho. esto, admito que la referencia al Dios no engañoso, .1 saber, las esferas celestes. La noción de las esferas celestes
único principio admitido, está fundada en los resultados obte- romo lo que es incorruptible en el mundo, lo que tiene otra
nidos de la ciencia. Nunca, en efecto, hemos comprobado l'sencia, divina, habitó largo tiempo el pensamiento cristiano
nada que nos muestre en el fondo de la naturaleza a un mismo, la tradición cristiana medieval que era heredera de
demonio engañoso. Pero de todos modos es un acto de fe ese pensamiento antiguo. No se trataba sólo de una herencia
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TEMATICA Y ESTRUCTURA DEL FENOMENO PSICOTJCO OE UN DIOS QUE ENGAÑA Y DE UNO QUE NO ENGAÑA
escolástica, pues ésta es una noción, puede decirse, natural del Schreber, que trata del sistema de las estrellas corno artículo
hombre, y somos nosotros quienes estamos en una posición 1·scncial, lo cual es más bien inesperado, de la lucha contra la
excepcional al no preocuparnos ya por lo que ocurre en la 111 :1Sturbación.
esfera celeste. Hasta una época muy reciente, la presencia
mental de lo que ocurre en el cielo como referencia esencial
está comprobada en todas las culturas, inclusive en aquellas
3
cuya astronomía nos asegura del estado muy avanzado de
sus observaciones y sus reflexiones. Nuestra cultura es una
excepción, desde el momento en que consintió, muy tardía- exposición está entrecortada por lecturas de las Memorias
/ ,ci
mente, en tomar al pie de la letra a la tradición judeocristiana. de un neurópata, capítulo 1, págs. 25 -30
Hasta entonces era imposible despegar el pensamiento tanto
de los filósofos como de los teólogos, por tanto de los físicos, Según esta teoría cada nervio del intelecto representa la
de la idea de la esencia superior de las esferas celestes. La l'lltera individualidad espiritual del hombre, lleva inscrito,
medida es su testigo materializado -pero somos nosotros por así decir, la totalidad de los recuerdos. Se tr.ata de una
quienes lo decirnos-; en sí, la medida es el testigo de lo que l l'oría sumamente elaborada, cuya posición no sería difícil de
no engana. encontrar, aunque sólo fuese como una etapa de la discusión,
En verdad, sólo nuestra cultura presenta ese rasgo -co- en obras científicas reconocidas. Por un mecanismo de imagi-
mún a todos los que están aquí, creo, excepto algunos que 11ación que no es excepcional, palparnos el vínculo de la
pueden haber tenido ciertas curiosidades astronómicas- ese 11oción de alma con la de perpetuidad de las impresiones. El
rasgo de nunca pensar en el retorno regular de los astros y l undarnento del concepto de alma en la exigencia de conserva-
los planetas, ni tampoco en los eclipses. No tiene para noso- l'ión de las impresiones imaginarias, es allí claro. Casi diría que
tros la menor importancia, sabernos que todo eso funciona. .1hí está el fundamento, no digo la prueba, de la creencia
<'11 la inmortalidad del alma. Hay algo irresistible cuando el
Hay un mundo entre lo que se llama, con un término que
no me gusta, la mentalidad de gente corno nosotros -para .,ujeto se considera a sí mismo: no sólo no puede no concebir
quienes la garantía de todo lo que pasa en la naturaleza es un que existe, sino más aún, no puede no concebir que una
simple principio, a saber, que ella no sabría engañarnos, que impresión participa de .su perpetuidad. Hasta aquí nuestro
en algún lado hay algo que garantiza la verdad de la realidad, delirante no delira más que un sector muy vasto de la hurna-
y que Descartes afirma bajo la forma de su Dios no engaño- 11idad, por no decir que le es coextensivo.
so- y, por otro lado, la posición normal, natural, la más
común, la que aparece en el espíritu de la gran mayoría de ( ,'ontinuación de la lectura
las culturas, que consiste en ubicar la garantía de la rea-
lidad en el cielo, cualquiera sea el modo en que se lo No estarnos lejos del universo espinoziano, en tanto se
represente. 1unda en la coexistencia del atributo del pensamiento y del
El desarrollo que acabo de hacer no deja de tener relación .1tributo de la extensión. Dimensión sumamente interesante
con nuestro objetivo, ya que de inmediato estarnos en la para situar la cualidad imaginaria de ciertas etapas del pensa-
trama del primer capítulo de las Memorias del presidente 111 icnto filosófico.
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TEMATICA Y ESTRUCTURA DEL FENOMENO PSICOTICO I >I~ UN DIOS QUE ENGAÑA Y DE UNO QUE NO ENGAÑA
a poseer a Schreber, y luego dejarlo plantado? Esbozo el procesión de formas y emanaciones, le habla, expresándose
problema de manera humorística, pero no tiene nada de 1•n esa lengua desestructurada desde el punto de vista de la
divertido, puesto que es el texto del delirio de un en- ll·ngua común, pero asimismo reestructurada sobre relaciones
fermo. 111is fundamentales, que él llama la lengua fundamental.
En su experiencia, hay divergencia entre el Dios que para
él es el revés del mundo -y si no es exactamente el mismo
del que les hablaba hace ~ato, que está vinculado a cierta <:ontinuación de la lectura
concepción de la equivalencia de Dios y de la extensión, es
de todos modos la garantía de que la extensión no es iluso- Pasamos ahora a un surgimiento que sorprende, respecto
ria- y, por otra parte, ese Dios con el cual, en la experiencia .d discurso en su conjunto, de las creencias más antiguas:
más cruda, tiene relaciones cual si fuese un organismo vivien- 1)íos es el amo del sol y de la lluvia.
te, el Dios viviente, como lo llama.
Si se le presenta la contradicción entre estos dos términos,
por supuesto que no es en un plano de lógica formal. Nues- Continuación de la lectura
tro enfermo no ha llegado a tanto, nosotros tampoco por
cierto. Las famosas contradicciones de la lógica formal no No podemos dejar de percibir aquí el vínculo de la rela-
tienen por qué ser más operantes en él que en cualquiera de ción imaginaria con los rayos divinos. Tengo la impresión de
nosotros, que hacemos coexistir perfectamente en nuestra que hubo en Freud referencia literaria cuando insiste, a pro-
mente -salvo en los momentos en que se nos provoca a la pósito de la represión, sobre la existencia de una doble polari-
discusión y nos volvemos muy quisquillosos en cuanto a dad: sin duda algo está reprimido, rechazado, pero es también
la lógica formal- los sistemas más heterogéneos, incluso .\traído por lo que ya fue reprimido anteriormente. No pode-
más discordantes, en una simultaneidad en que esa lógica mos dejar de reconocer al pasar la sorprendente analogía de
parece completamente olvidada; que cada uno se remita a su t·sta dinámica con el sentimiento expresado por Schreber en
experiencia personal. No hay contradicción lógica, hay una la articulación de su experiencia.
contradicción vivida, viviente, seriamente planteada y vivaz- Les señalaba recién la divergencia que experimenta entre
mente experimentada por el sujeto, entre el Dios casi espino- dos exigencias de la presencia divina, la que justifica el mante-
ziano cuya sombra, cuyo esbozo imaginario conserva, y ese nimiento a su alrededor del decorado del mundo exterior
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TEMATICA Y ESTRUCTURA DEL FENOMENO PSICOTICO DE UN DIOS QUE ENGAÑA Y DE UNO QUE NO ENGAÑA
-verán hasta qué punto esta expresión se justifica- y la del 1110 un fenómeno pasivo, como una experiencia vivida del
Dios que experimenta como la pareja de esa oscilación de sujeto, ese ejercicio permanente del engaño que llega a subver-
fuerza viviente que se volverá la dimensión en la que de ahí tir cualquier orden, mítico o no, en el pensamiento mismo.
en adelante sufrirá y palpitará. Esta divergencia se resuelve (2ue el mundo, tal como lo verán desarrollarse en el discurso
para él en estos términos: La verdad total quizá se encuentra del sujeto, se transforme en lo que llamamos una fantasmago-
a la manera de una cuarta dimensión, bajo la forma de la l'Ía, pero que para él es lo más cierto de su vivencia, se debe
diagonal de esas líneas de representación, que es inconcebible .t ese juego de engaño que mantiene, no con un otro que
para el hombre. sería su semejante, sino con ese ser primero, garante mismo
Se sale del paso, ¿no es así?, como se suele hacer en el de lo real.
lenguaje de esa comunicación por demás desigual a su objeto El propio Schreber señala muy bien que de ningún modo
que se llama la metafísica, cuando no se sabe de manera ·staba preparado por sus categorías anteriores para esta expe-
alguna cómo conciliar dos términos, por ejemplo, la libertad riencia viviente del Dios infinito; hasta entonces esos asuntos
y la necesidad trascendente. Se limitan a decir que en algún 110 tenían ninguna especie de interés para él, y, mucho más
lado hay una cuarta dimensión y una diagonal en donde que un ateo, era un indiferente.
halan ambos extremos de la cadena. Esta dialéctica, perfecta- Puede decirse que, en este delirio, Dios es esencialmente
mente manifiesta en todo ejercicio del discurso, no puede d término polar en relación a la megalomanía del sujeto,
escapárseles. pero lo es en tanto que Dios está atrapado en su propio
juego. El delirio de Schreber nos explicará, en efecto, que
Dios, por haber querido captar sus fuerzas y hacer de él el
Continuación de la lectura desecho, la basura, la carroña, objeto de todos los esfuerzos
de destrucción que permitió a su modo intermedio efectuar,
queda atrapado en su propio juego. El gran ·p eligro de Dios
A fin de cuentas, Dios sólo tiene una relación completa, ·s, a fin de cuentas, amar demasiado a Schreber, esa zona
auténtica, con cadáveres. Dios nada comprende de los seres transversalmente transversal.
vivos, su omnipresencia sólo percibe las cosas desde afuera, Tendremos que estructurar la relación de lo que garantiza
nunca desde dentro. Estas son proposiciones que no parecen lo real en el otro, es decir, la presencia y la existencia del
obvias, ni exigidas por la coherencia del sistema, tal como mundo estable de Dios, con el sujeto Schreber en tanto reali-
podríamos concebirla nosotros. dad orgánica, cuerpo fragmentado. Veremos, tomando presta-
Retomaré la vez que viene este punto, con más énfasis. das algunas referencias a la literatura analítica, que gran parte
Pero ven ya que la relación psicótica en su grado último de de sus fantasmas, de sus alucinaciones, de su construcción
desarrollo, implica la introducción de la dialéctica fundamen- milagrosa o maravillosa, está hecha con elementos en que se
tal del engaño en una dimensión, si puede decirse, transversal reconocen claramente toda suerte de equivalencias corporales.
con respecto a la relación auténtica. El sujeto puede hablarle Veremos lo que representa orgánicamente, por ejemplo, la
al Otro en tanto se trata con él de fe o. de fingimiento, pero alucinación de los hombrecitos. Pero el pivote de estos fenó-
aquí es en la dimensión de un imaginario padecido -caracte- menos, es la ley, que aquí está enteramente en la dimensión
rística fundamental de lo imaginario- donde se produce co- imaginaria. La llamo transversal, porque se opone diagonal-
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como Freud la introduce para apoyar esta noción muestra, p1·1mitirán delimitar esas modificaciones del carácter del otro
sin embargo, que lo que repugnaba al narcisismo del susodi- qt H' siempre están, lo sentimos claramente, en el fondo de la
cho Presidente, era la adopción de una posición femenin dtrn ación de la locura?
respecto a su padre, posición que implicaba la castración.
Esto es algo que se satisfaría mejor en una relación funda-
da en el delirio de grandeza, o sea que la castración no le
importa a partir del momento en que su pareja es Dios. 1
En suma, el esquema de Freud podría resumirse así, de
acuerdo con las fórmulas que propone de la paranoia en ese
mismo texto: yo (je) no lo amo a él, es a Dios a quien yo (je) Voy a permitirme aquí volver brevemente hacia atrás,
amo e, inversamente, es Dios quien me ama. p.tra intentar hacerles ver con una mirada nueva ciertos aspec-
Ya les señalé la vez pasada que, después de todo, qmzas t1lS de fenómenos que ya les son familiares. Tomemos un
esto no es completamente satisfactorio, como tampoco lo 1 .tso que no es una psicosis, el caso casi inaugural de la
son las fórmulas de Freud, por esclarecedoras que sean. La l'xperiencia propiamente psicoanalítica elaborado por Freud,
doble inversión, yo (je) no lo amo, yo (je) lo odio, él me odia, 1•1 de Dora.
proporciona indudablemente una clave del mecanismo de per- Dora es una histérica, y en cuanto tal tiene relaciones
secución. Todo el problema es ese él; en efecto, ese él está .. ingulares con el objeto. Saben qué dificultades presenta en
detenido, neutralizado, vaciado, parece, de su subjetividad. El '>LI observación, y también en el desarrollo de la cura, la
fenómeno persecutorio adquiere el carácter de signos indefini- .11n bigüedad que persiste en torno al problema de saber cuál
damente repetidos, y el perseguidor, en la medida en que es rs verdaderamente su objeto de amor. Freud finalmente vio
su sostén, no es más que la sombra del objeto persecutorio. su error, y dice que sin duda hizo fracasar todo el asunto
Esto también es cierto para el Dios en juego en el floreci- por haber desconocido el verdadero objeto de amor de Dora,
miento del delirio de Schreber. Señalé al pasar la distancia cortándose prematuramente la cura, sin permitir una resolu-
que hay, tan evidente que es casi ridículo mencionarla, entre ción suficiente de lo que estaba en juego. Saben que Freud
la relación del presidente Schreber con Dios, y la más ínfima ;reyó entrever en ella una relación conflictiva debida a su
producción de la experiencia mística. Por minuciosa que sea, imposibilidad de desprenderse de su primer objeto de amor,
la descripción de esa pareja única llamada Dios nos deja de su padre, para ir hacia un objeto más normal, a saber, otro
todos modos perplejos acerca de su naturaleza. hombre. Ahora bien, el objeto para Dora no era sino esa
Lo dicho por Freud sobre el retraimiento de la libido mujer a la que se llama, en la observación, la señora K, que
lejos del objeto externo, está realmente en el meollo del es precisamente la amante de su padre.
problema. Pero a nosotros nos toca elaborar lo que esto Partamos de la observación, luego comentaré. La historia,
puede significar. ¿En qué plano se produce ese retiro? Senti- como saben, es la de un minueto de cuatro personajes, Dora,
mos efectivamente que algo modificó profundamente al obje- su padre, el señor K., y la señora K. El señor K. en suma le
to, pero ¿basta imputárselo a uno de esos desplazamientos de sirve a Dora de yo, en la medida en que por su intermedio
la libido que colocamos en el fondo de los mecanismos puede sostener efectivamente su relación con la señora K.
de las neurosis? ¿Cuáles son los planos, los registros, que Pido que me sigan en este punto y que confíen en mí, puesto
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que escribí lo suficiente sobre este caso en una intervención a res, Dora se portaba admirablemente para que no hubiesen
propósito de la transferencia y les es fácil remitirse a ese texto. líos, y que su padre tuviese con la mujer amada relaciones
La mediación del señor K. es lo único que permite a normales, cuya índole, a decir verdad, no está muy clara.
Dora mantener una relación soportable. Este cuarto mediador Dora encubría el conjunto de la situación, y, a fin de cuentas,
es esencial para el mantenimiento de la situación, no porque ·staba bastante cómoda en ella. Pero a partir del momento
el objeto de su afecto sea de su mismo sexo, sino porque tie- ·n que la situación se descompensa, ella reivindica, afirma
ne con su padre relaciones profudamente motivadas, de iden- que su padre quiere prostituirla, y que la entrega al señor K.
tificación y de rivalidad, acentuadas además por el hecho de a cambio de mantener sus relaciones ambiguas con la mujer
que la madre en la pareja parental es un personaje totalmente de éste.
borrado. Por serle la relación triangular especialmente insoste- ¿Diré acaso que Dora es una paranoica? Nunca dije eso,
nible, la situación no sólo se mantuvo sino que fue sostenida y soy harto escrupuloso en materia de diagnóstico de psicosis.
efectivame~te en esta composición de grupo cuaternario. Me desplacé hasta aquí el viernes pasado para ver a una
Prueba de ello es lo que sucede, el día en que el señor K. paciente que tiene obviamente un comportamiento difícil,
pronuncia estas palabras fatídicas: -Mi mujer no es nada conflictivo con los que la rodean. En suma, me hicieron
para mí. En ese momento, todo ocurre como si ella respon- venir para que dijese que era una psicosis, y no, como parecía
diese: -¿Entonces, qué diablos es usted para mí? Lo abofetea a primera vista, una neurosis obsesiva. Rehusé dar un diag-
instantáneamente, cuando hasta entonces había mantenido nóstico de psicosis por una razón decisiva: no había ninguno
con él la relación ambigua que era necesaria para preservar el de los trastornos que son nuestro objeto de estudio este año,
grupo de cuatro. Por consiguiente, el equilibrio de la situación que son trastornos del orden del lenguaje. Antes de hacer el
se rompe. diagnóstico de psicosis debemos exigir la presencia de estos
Dora no es más que una simple histérica, apenas tiene trastornos.
síntomas. Recuerdan, espero, el énfasis que di a esa famosa Una reivindicación contra personajes que supuestamente
afonía que sólo se produce en los momentos de intimidad, actúan contra uno no basta para estar en la psicosis. Puede
de confrontación con su objeto de amor, y que está ligada ser una reivindicación injustificada, que participa de un delirio
con toda seguridad a una erotización muy especial de la de presunción, más no por ello es una psicosis. No deja de
función oral, apartada de sus usos habituales a partir del estar relacionada con ella, existe un pequeño delirio, podemos
momento en que Dora se acerca demasiado al objeto de su llegar a llamarlo así. La continuidad de los fenómenos es
deseo. Es una bagatela y no es lo que la haría precipitarse a bien conocida, siempre se definió al paranoico como un señor
casa de Freud, o que las personas que la rodean se lo reco- susceptible, intolerante, desconfiado y en situación de conflic-
mendaran. En cambio, a partir del momento en que, al irse to verbalizado con su ambiente. Pero para que estemos en la
el cuarto personaje, la situación se descompensa, un pequeño psicosis tiene que haber trastornos del lenguaje, en todo caso
síndrome, de persecución simplemente, vinculado a su padre, les propongo que adopten provisionalmente esta conven-
aparece en Dora. ción.
Hasta ese momento, la situación era un tanto escabrosa, Dora experimenta respecto a su padre un fenómeno signi-
pero no pasaba de ser, vamos a llamarla así, una opereta ficativo, interpretativo, alucinatorio incluso, pero que no llega
vienesa. Como lo subrayan todas las observaciones posterio- a producir un delirio. No obstante, es un fenómeno que está
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en la vía inefable, intuitiva, de la imputación a otro de hosti- .-·I inicio por sí mismo otro, porque se instaura en una duali-
lidad y mala intención, y a propósito de una situación en la d.1d interna al sujeto. El yo es ese amo que el sujeto encuen-
que el sujeto participó, verdaderamente, del modo electivo 11 .1 en el otro, y que se instala en su función de dominio en
más profundo. 111 más íntimo de él mismo. Si en toda relación con el otro,
¿Qué quiere decir esto? El nivel de alteridad de este 1111..: luso erótica, hay un eco de esa relación de exclusión, él o
personaje se modifica, y la situación se degrada debido a la 1111, es porque en el plano imaginario el sujeto humano está
auseflcia de uno de los componentes del cuadrilátero que le 1. onstituido de modo tal que el otro está siempre a punto de
permitía sostenerse. Podemos usar aquí, si sabemos manejar- 1 t•tomar su lugar de dominio en relación a él, que en él hay
la con prudencia, la noción de distanciamiento. La usan a '"' yo que siempre en parte le es ajeno. Amo implantado en
diestra y siniestra, sin ton ni son, pero no es una razón para c·I por encima del conjunto de sus tendencias, de sus compor-
que nos neguemos a usarla, a condición de darle una aplica- t.11nientos, de sus instintos, de sus pulsiones . No hago más
ción más conforme a los hechos. que expresar aquí, de un modo algo más riguroso y que
Esto nos lleva a la médula del problema del narcisismo. pone en evidencia la paradoja, el hecho de que hay conflictos
t•ntre las pulsiones y el yo, y de que es necesario elegir.
Adopta algunas, otras no; es lo que llaman, no se sabe por
qué, la función de síntesis del yo, cuando al contrario la
2 'tÍn tesis nunca se realiza: sería mejor decir función de domi-
11io. ¿Y dónde está ese amo? ¿Adentro o afuera? Está siempre
.1 la vez adentro y afuera, por esto todo equilibrio puramente
¿Qué noción podemos tener del narcisismo a partir de imaginario con el otro siempre está marcado por una inestabi-
nuestro trabajo? Consideramos la relación del narcisismo co- lidad fundamental.
mo la relación imaginaria central para la relación interhuma- Hagamos ahora una breve comparación con la psicología
na. ¿Qué hizo cristalizar en torno a esta noción la experiencia .rnimal.
del analista? Ante todo su ambigüedad. En efecto, es una Sabemos que los animales tienen una vida mucho menos
relación erótica -toda identificación erótica, toda captura complicada que la nuestra. Al menos, eso creemos en función
del otro por la imagen en una relación de cautivación erótica, de lo que vemos, y la evidencia parece bastar, porque desde
se hace a través de la relación narcisista- y también es la siempre los animales han servido a los hombres de referencia.
base de la tensión agresiva. Los animales tienen relaciones con el otro cuando les viene
A partir del momento en que la noción de narcisismo en gana. Hay para ellos dos modos de tener ganas del otro:
entró en la teoría analítica, la nota de la agresividad ocupó primero, comérselo, segundo, jodérselo. Esto se produce
cada vez más el centro de las preocupaciones técnicas. Su según un ritmo llamado natural, y que conforma un ciclo de
elaboración, empero, ha sido elemental. Se trata de ir más allá.
. . . .
comportamiento mstmuvo.
Para eso exactamente sirve el estadio del espejo. Evidencia Ahora bien, se ha podido destacar el papel fundamental
la naturaleza de esta relación agresiva y lo que significa. Si la que juega la imagen en las relaciones de los animales con sus
relación agresiva interviene en esa formación que se llama el semejantes, y precisamente en el desencadenamiento de estos
yo, es porque le es constituyente, porque el yo es desde ciclos. Al ver el perfil de un ave de rapiña al que pueden
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estar más o menos sensibilizadas, las gallinas y otras aves d d t'Cto, de ningún modo puede otro macho entrar en el
corral se asustan. Este perfil provoca reacciones de huida, ,11 l"a así marcada sin que se desencadenen reflejos de com-
de cacareo y chillidos. Un perfil ligeramente distinto no pro- h.11c.
voca nada. Lo mismo se observa en el desencadenamiento de Ahora bien, los experimentadores, llenos de curiosidad,
los comportamientos sexuales. Se puede engañar perfectamen- quisieron saber hasta dónde funcionaba la susodicha reacción
te tanto al macho como a la hembra del picón. La parte di· combate, variando primero la distancia de acercamiento
dor-sal del picón asume, en el momento del pavoneo, determi- dl'I rival, y reemplazando luego ese personaje por un señuelo.
nado color en uno de los miembros de la pareja, que desenca- 1•: 11 ambos casos, observaron en efecto que la perforación de
dena en el otro el ciclo de comportamiento que permite su 11 is agujeros, hechos durante el pavoneo, e incluso antes, es
acercamiento final. 1111 acto ligado esencialmente al comportamiento erótico. Si el
Este punto limítrofe entre el eros y la relación agre- u1vasor se acerca a cierta distancia del lugar definido como
siva del que hablaba en el hombre, no hay razón alguna para 1•1 territorio, se produce en el primer macho la reacción de
que no exista en el animal, y es perfectamente posible ponerlo 1t.lque. Si el invasor está un poco más lejos no se produce.
en evidencia, manifestarlo, y aun exteriorizarlo en el 11:1.y pues un punto donde el picón sujeto está entre atacar o
picón. 110 atacar, punto límite definido por determinada distancia, y
El picón, en efecto, tiene un territorio, especialmente im- qué aparece entonces? Esa manifestación erótica de la negati-
portante cuando llega su período de pavoneo, que exige cier- viJad, esa actividad del comportamiento sexual que consiste
to espacio en las profundidades de una ribera más o menos 1•11 cavar agujeros.
provista de hierba. U na verdadera danza, una especie de En otras palabras, cuando el picón macho no sabe qué
vuelo nupcial se produce, en que el asunto consiste en encan- li.lcer en el plano de su relación con su semejante del mismo
tar primero a la hembra, en inducirla luego suavemente a .. exo, cuando no sabe si hay o no que atacar, se pone a hacer
dejarse hacer, y en ir a ensartarla en una especie de tunelcito lo que hace cuando va a hacer el amor. Este desplazamiento,
que le han confeccionado previamente. Pero hay algo aún no que no dejó de impactar al etólogo, no es para nada algo
muy bien explicado, y que es que una vez llevado a cabo ,...,pecial del picón. Es frecuente, entre los pájaros, que un
todo esto, todavía le queda tiempo al macho para hacer mon- 1 ombate se detenga bruscamente, y que un pájaro se ponga
tones de agujeritos por doquier. desenfrenadamente a alisarse las plumas, como lo suele hacer
No sé si recuerdan la fenomenología del agujero en El Ser 1 uando trata de gustarle a la hembra.
y la Nada, pero saben la importancia que les atribuye Sartre Es curioso que Konrad Lorenz, a pesar de no haber
en la psicología del ser humano, especialmente la del burgués ,1-;istido a mis seminarios, sintiera la necesidad de encabezar
que se distrae en la playa. Sartre lo vio como un fenómeno •.u libro con la imagen, muy bonita y enigmática, del picón
esencial que casi confina con una de las manifestaciones facti- macho ante el espejo. ¿Qué hace? Baja el pico, está en po-
cias de la negatividad. Pues bien, creo que en cuanto a esto, ición oblicua, la cola al aire, el pico hacia abajo, posición
el picón macho no se queda atrás. El también hace sus aguje- 11 ue sólo adopta cuando con su pico va a cavar la arena para
ros, e impregna con su negatividad propia el medio exterior. hacer sus agujeros. En otros términos, su imagen en el espejo
Tenemos verdaderamente la impresión de que con esos aguje- 110 le es indiferente, si bien no lo introduce al conjunto del
ritos se apropia de cierto campo del medio exterior, y, en vicio del comportamiento erótico cuyo efecto sería ponerlo
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en esa reacción límite entre eros y agresividad señalada por 'lupongamos una máquina que no tuviese dispositivo de
horadamiento del agujero. 111mrcgulación global, de modo tal que el órgano destinado
El animal es también accesible al enigma de un señuelo ' 111ovcr la pata derecha sólo pueda armonizarse con el que
El señuelo lo pone en una situación netamente artificial, arn 1111t·vc la pata izquierda, a condición de que un aparato de
bigua, que entraña ya un desarreglo, un desplazamiento d .-e, ('pción fotoeléctrica transmita la imagen de otra máquina
comportamientos. Esto no debe asombrarnos a partir dd q1w es tá funcionando armoniosamente. Piensen en esos autos
momento en que hemos captado la importancia para el hom q11t• vemos en los parques de diversiones lanzados a toda
bre de su imagen especular. ú 111·cra en un espacio libre, cuyo principal entretenimiento es
Esta imagen es funcionalmente esencial en el hombre, en 11 11 t rccho carse. Si estas actividades producen tanto placer
tanto le brinda el complemento ortopédico de la insuficiencia que lo de estarse chocando debe ser de verdad algo funda-
nativa, del desconcierto, o desacuerdo constitutivo, vincula 1111·11tal en el ser humano. ¿Qué pasaría si cierta cantidad de
dos a la prematuración del nacimiento. Su unificación nunc 111.1quinitas como las que acabo de describir, fuesen lanzadas
será completa porque se hace precisamente por una vía alie- ,ti circuito? Estando cada una unificada, pautada por la visión
nante, bajo la forma de una imagen ajena, que constituye un a d1• la otra, no es imposible concebir matemáticamente que
función psíquica original. La tensión agresiva de ese yo o el •' '> 10 culminará en la concentración, en el centro del dispositi-
otro está integrada absolutamente a todo tipo de funciona- vo, de todas las maquinitas, respectivamente bloqueadas en
miento imaginario en el hombre. 1111 conglomerado cuyo único límite en cuanto a su reducción
Intentemos representarnos qué consecuencias implica el ,•., la resistencia exterior de las carrocerías. Una colisión, un
carácter imaginario del comportamiento humano. Esta pre- 1 lt'.Spachurramiento general.
gunta es en sí misma imaginaria, mítica, debido a que el Esto es sólo un apólogo destinado a mostrar que la ambi-
comportamiento humano nunca se reduce pura y simplemen- güedad, la hiancia de la relación imaginaria exige algo que
te a la relación imaginaria. Supongamos, empero, un instante, 111antenga relación, función y distancia. Es el sentido mismo
en una suerte de Edén al revés, un ser humano reducido del complejo de Edipo.
enteramente en sus relaciones con sus semejantes a esa El complejo de Edipo significa que la relación imaginaria,
captura a la vez asimilan te y disimilante. ¿Cuál es su re- l'Onflictual, incestuosa en sí misma, está prometida al conflic-
sultado? to y a la ruina. Para que el ser humano pueda establecer la
Para ilustrarlo ya hice referencia al campo de esas maqui- relación más natural, la del macho a la hembra, es necesario
nitas que nos divierte hacer desde hace algún tiempo, y que que intervenga un tercero, que sea la imagen de algo logrado,
semejan animales. Por supuesto que no se les parecen en el modelo de una armonía. No es decir suficiente: hace falta
nada, pero tienen mecanismos montados para estudiar cierto una ley, una cadena, un orden simbólico, la intervención del
número de comportamientos que, según nos dicen, son com- orden de la palabra, es decir del padre. No del padre natural,
parables a los comportamientos animales. En cierto sentido sino de lo que se llama el padre. El orden que impide la
es verdad, y una parte de ese comportamiento puede ser colisión y el estallido de la situación en su conjunto está
estudiado como algo imprevisible, lo cual tiene el interés de fundado en la existencia de ese nombre del padre.
recubrir las concepciones que podemos hacernos de un fun- Insisto: el orden simbólico debe ser concebido como algo
cionamiento que se autoalimenta a sí mismo. superpuesto, y sin lo cual no habría vida animal posible para
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ese sujeto estrambótico que es el hombre. En todos los casos Ahora que tienen en mente la función de la articulación
así se presentan las cosas actualmente, y todo hace pensar imbólica, serán más sensibles a esa verdadera invasión imagi-
que siempre fue así. En efecto, cada vez que encontramos un 11.1ria de la subjetividad a la que Schreber nos hace asistir.
esqueleto, lo llamamos humano si está en una sepultura. ¿Qué 1 lay una dominancia realmente impactante de la relación en
razón puede haber para poner ese resto en un recinto de t•spejo, una impresionante disolución del otro en tanto que
piedra? Antes que nada es necesario que todo un orden sim- identidad. Todos los personajes de los que habla -a partir
bólico haya sido instaurado, que entraña que el hecho de que del momento en que lo hace, porque durante largo tiempo
un señor haya sido el señor Zutano en el orden social exige 110 puede hablar, y volveremos a la significación de ese tiem-
que se lo indique en la piedra de las tumbas. El hecho de po- se reparten en dos categorías que están, pese a todo,
que se llamara Zutano sobrepasa en sí su existencia vital. del mismo lado de cierta frontera. Están los que en apariencia
Ello no supone creencia alguna en la inmortalidad del alma, viven, se desplazan: sus guardianes, sus enfermeros, que son
sino sencillamente que su nombre nada tiene que ver con su w mbras de hombres perpetrados en un dos por cuatro, como
existencia viviente, la sobrepasa y se perpetúa más allá. dijo Pichon, quien es el responsable de esta traducción; luego
Si no se dan cuenta que la originalidad de Freud es haber hay personajes más importantes, que invaden el cuerpo de
subrayado esto, me pregunto qué hacen ustedes en el análisis. Schreber, se trata de almas, la mayoría de las almas, y a
Sólo a partir del momento en que se ha subrayado bien que medida que la cosa sigue, se trata, cada vez más, de muertos.
ese es el resorte esencial, un texto como el que tenemos El sujeto mismo no es más que un ejemplar segundo de
que leer puede llegar a ser interesante. su propia identidad. Tiene en determinado momento la reve-
Para captar en su fenomenología estructural lo que presen- lación de que el año anterior tuvo lugar su propia muerte,
ta el presidente Schreber, deben primero tener este esquema que fue anunciada en los periódicos. Schreber recuerda a ese
en la cabeza, que entraña que el orden simbólico subsiste en antiguo colega como a alguien con mayores dotes que él. El
cuanto tal fuera del sujeto, diferente a su existencia, y deter- es otro. Pero él es de todos modos el mismo, que se acuerda
minándolo. Sólo se fija uno en las cosas cuando las considera del otro. Esta fragmentación de la identidad marca con su
posibles. Si no, uno se limita a decir Es así, y ni siquiera sello toda la relación de Schreber con sus semejantes en el
trata de ver qué es así. plano imaginario. Habla en otros momentos de Flechsig,
quien también está muerto, y que por ende ascendió adonde
sólo existen las almas en tanto que son humanas, en un más
3 allá donde poco a poco son asimiladas a la gran unidad
divina, no sin perder progresivamente su carácter individual.
Para lograrlo, aún es necesario que sufran una prueba que las
La larga y notable observación que constituyen las Memo- libere de la impureza de sus pasiones, de lo que, en sentido
rias de Schreber es sin duda excepcional, pero no ciertamente estricto, es su deseo. Hay literalmente fragmentación de la
única. Sólo lo es probablemente debido al hecho de que el identidad, y el sujeto encuentra sin duda chocante este menos-
presidente Schreber estaba en condiciones de hacer publicar cabo de la identidad de sí mismo, pero así es, sólo puedo dar
su libro, aunque censurado; también al hecho de que Freud fe, dice, de las cosas que me han sido reveladas. Y vemos así,
se haya interesado en él. a lo largo de toda esta historia, un Flechsig fragmentado, un
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Flechsig superior, el Flechsig luminoso, y una parte inferior constelaciones desempeña un papel esencial en el estableci-
que llega a estar fragmentada entre cuarenta y seis almitas. miento de cierto número de relaciones simbólicas fundamen-
Salto muchas cosas resaltantes por las cuales me gustaría tales, que se hacen mucho más evidentes cuando nos encon-
que se interesaran lo suficiente para que pudiésemos seguirlas tramos en presencia de una cultura más primitiva, como sole-
en detalle. Este estilo, su gran fuerza de afirmación, caracterís- mos decir. Tal fragmento de alma se vincula entonces a algún
tica del discurso delirante, no puede dejar de llamarnos la lugar. Casiopea, los hermanos de Casiopea, cumplen un gran
atención por su convergencia con la noción de ·q ue la identi- papel. No es para nada una idea en el aire; es el nombre de
dad imaginaria del otro está profundamente relacionada con una confederación de estudiantes de la época en que Schreber
la posibilidad de una fragmentación, de un fraccionamiento. hacía sus estudios. La adhesión a una confraternidad tal,
Que el otro es estructuralmente desdoblable, desplegable, es- cuyo carácter narcisista, incluso homosexual, es puesto en
tá . claramente manifestado en el delirio. evidencia en el análisis, constituye por otra parte una
También está el caleidoscopio que se produce de esas marca característica de los antecedentes imaginarios de
imágenes entre sí. Encontramos por una parte las identidades Schreber.
mliltiples de un mismo personaje, por otra, esas pequeñas Es sugerente ver que, para que todo no se reduzca de
identidades enigmáticas, diversamente punzantes y nocivas golpe a nada, para que toda la tela de la relación imaginaria
en su interior, a las que llama, por ejemplo, los hombrecitos. no se vuelva a enrollar de golpe, y no desaparezca en una
Esta fantasmática sorprendió mucho la imaginación de los oquedad sombría de la que Schreber al comienzo no estaba
psicoanalistas, quienes se preguntaron si eran niños, o esper- muy lejos, es necesaria esa red de naturaleza simbólica que
matozoides o alguna otra cosa. ¿Por qué no serían hombreci- conserva cierta estabilidad de la imagen en las relaciones
tos, sin más? interhumanas.
Estas identidades, que tienen respecto a su propia identi- Los psicoanalistas discurrieron, dando miles de detalles,
dad valor de instancia, penetran en Schreber, lo habitan, lo acerca de la significación que podía tener, desde el punto de
dividen a él mismo. La noción que tiene de estas imágenes le vista de las cargas libidinales del sujeto, el hecho de que en de-
sugiere que ellas se achican progresivamente, se reabsorben, terminado momento Flechsig fuese dominante, que en otros
de algún modo son absorbidas por la propia resistencia de lo fuese una imagen divina diversamente situada en los pisos
Schreber. Sólo mantienen su autonomía, lo que por cierto de Dios, porque Dios también tiene sus pisos: hay uno ante-
quiere decir que no pueden seguir molestándolo, realizando rior y uno posterior. Imaginan cuántos toques le dieron a
la operación que llama el apego a las tierras, de cuya noción esto los analistas. Por supuesto, estos fenómenos permiten
carecería sin la lengua fundamental. cierto número de interpretaciones. Pero hay un registro que
Esas tierras, no son sólo el suelo, son también las tierras es abrumador en comparación con ellos, y que parece no
planetarias, las tierras astrales. Reconocen ustedes en ellas ese haberle llamado la atención a nadie: por rica y divertida que
registro, que en mi pequeño cuadrado mágico, yo llamaba, el sea esa fantasmagoría, por más que se preste a que encontre-
otro día, el de los astros. No lo inventé para esta circunstan- mos en ella los diferentes objetos del jueguito analítico, de
cia, hace bastante tiempo que hablo de la función de los un extremo al otro del delirio de Schreber, se presentan
astros en la realidad humana. No es casual, sin duda, que fenómenos auditivos sumamente matizados.
desde siempre, y en todas las culturas, el nombre dado a las Van desde el susurro ligero, hasta las voces de las aguas
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TEMATICA Y ESTRUCTURA DEL FENOMENO PSICOTICO LA DJSOLUCION IMAGINARIA
cuando, de noche, se enfrenta con Ahrimán. Luego rectifica, una perspectiva magistral. Todo lo que el lingüista puede
por cierto: no sólo estaba Ahrimán, también debía estar Or- imaginar como descomposiciones de la función del lenguaje,
muz, ya que los dioses del bien y del mal no pueden ser lo encontramos en lo que Schreber experimenta, y que él
disociados. Tiene, entonces, un instante de confrontación con discrimina eón una delicadeza del trazo en los matices que
Ahrimán donde lo mira con el ojo del espíritu y no, como nada deja que desear en cuanto a la información.
en otras visiones, con nitidez fotográfica. Están cara a cara él Cuando habla de cosas que pertenecen a la lengua funda-
y el dios, y éste le dice la palabra significativa, la que pone mental, y que regulan las relaciones que tiene con el solo y
las cosas en su lugar, el mensaje divino por excelencia, le único ser que a partir de ese momento existe para él, distingue
dice a Schreber, el único hombre que queda después del en ellas dos categorías. Por un lado está lo que es echt, palabra
crepúsculo del mundo: Carroña . casi intraducible, que quiere decir auténtico, verdade-
Esta traducción quizá no sea el equivalente exacto de la ro , y que le es dado siempre en formas verbales que merecen
palabra alemana Luder, es }a palabra utilizada en la traducción retener la atención, hay varias especies que son muy sugesti-
francesa, pero la palabra es más común en alemán que en vas. Por otro está lo aprendido de memoria, inculcado a
francés. Es raro que en francés los amigos se tilden de carro- algunos de los elementos periféricos, incluso caídos, de la
ña, salvo en momentos especialmente expansivos. La palabra potencia divina, y repetidos con una total ausencia de sentido,
alemana no entraña simplemente ese aspecto de aniquilación, en calidad tan sólo de estribillo. A esto se agrega una variedad
tiene subyacencias que la emparentan con una palabra que extraordinaria de modos del flujo oratorio, que permiten
estaría más de acuerdo con la nota de feminización del perso- ver por separado las diferentes dimensiones en las que se
naje, y que es más fácil encontrar en las conversaciones amis- desarrolla el fenómeno de la frase, no digo el de la signifi-
tosas, la de podredumbre, dulce podredumbre. 1 Lo importan- cación.
te es que la palabra que domina el cara a cara único con Palpamos ahí la función de la frase en sí misma, en tanto
Dios no es de ningún modo una palabra aislada. El insulto es no lleva forzosamente consigo su significación. Pienso en ese
muy frecuente en las relaciones que la pareja divina mantiene fe nómeno de las frases que surgen en su a-subjetividad como
con Schreber, como en una relación erótica en la que uno de interrumpidas, y que dejan en suspenso el sentido. Una frase
los dos se niega a entregarse desde el principio, y ofrece cortada por la mitad es audicionada. El resto queda implícito
resistencia. Es la otra cara, la contrapartida del mundo imagi- en tanto significación. La interrupción llama a una caída, que
nario. La injuria aniquilante es un punto culminante, es una en una vasta gama puede ser indeterminada, pero que no
de las cumbres del acto de la palabra. puede ser cualquiera. Hay allí una valorización de la cadena
Alrededor de esta cumbre, todas las cadenas montañosas simbólica en su dimensión de continuidad.
de ese campo verbal son desarrolladas por Schreber desde Se presenta aquí, en la relación del sujeto con el lenguaje,
así como en el mundo imaginario, un peligro, perpetuamente
sabido: que toda esa fantasmagoría se reduzca a una unidad
1
que aniquila, no su existencia, sino la de Dios, que es esencial-
En el castellano hablado quizá sería un equivalente más común mente lenguaje. Schreber lo escribe de manera expresa: los
tildarse de «basura» o de «porquería» que de «podredumbre», como en
francés, pero esta última expresión subraya más el rasgo de descomposi- rayos tienen que hablar. Es necesario que en todo momento
ción que a lo mejor Lacan insistiría en mantener. [T.] se produzcan fenómenos de diversión para que Dios no se
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TEMATICA Y ESTRUCTURA DEL FENOMENO PSICOTICO LA DISOLUCION IMAGINARIA
reabsorba en la existencia central del sujeto. Esto no es obvio, parasitarios, extraños, intuitivos, persecutorios que están en
pero ilustra muy bien la relación del creador con lo que ha juego en el caso de Schreber.
creado. Retirarle su función y su esencia, deja en efecto al
descubierto la nada correlativa que es su lado de adentro.
La palabra se produce o no se produce. Si se produce, es, 18 DE ENERO DE 1956
en cierta medida, gracias al arbitrio del sujeto. Por tanto, el
sujeto es aquí creador, pero también está vinculado al otro,
no en tanto objeto, imagen, o sombra del objeto, sino al otro
en su dimensión esencial, siempre más o menos elidida por
nosotros, a ese otro irreductible a cualquier cosa que no sea
la noción de otro sujeto, es decir el otro en tanto que él. Lo
que caracteriza el mundo de Schreber es que ese él está
perdido, y que sólo subsiste el tú.
La noción del sujeto es correlativa a la existencia de al-
guien de quien pienso: El fue quien hizo esto. No él, a quien
veo ahí y que, por supuesto, pone cara de yo no fui, sino él,
el que no está aquí. Ese él es el que responde de mi ser, sin
ese él mi ser ni siquiera podría ser un yo (je). El drama de la
relación con el él subyace a toda la disolución del mundo de
Schreber, en la que vemos al él reducirse a un solo partenaire,
ese Dios a la vez asexuado y polisexuado, que engloba todo
lo que todavía existe en el mundo al que Schreber está
enfrentado.
Ciertamente, gracias a ese Dios subsiste alguien que puede
decir una palabra verdadera, pero esa palabra tiene como
propiedad la de ser siempre enigmática. Es la característica
de todas las palabras de la lengua fundamental. Por otra
parte, ese Dios parece ser, él también, la sombra de Schreber.
Padece de una degradación imaginaria de la alteridad, que
hace que sufra, al igual que Schreber, de una especie de
feminización.
Como no conocemos al sujeto Schreber, debemos de to-
dos modos estudiarlo por la fenomenología de su lenguaje. Si
hemos pues de esclarecer una nueva dimensión en la fenome-
nología de las psicosis, será en torno al fenómeno del lengua-
je, de los fenómenos de lenguaje más o menos alucinados,
146 147
160
JacquesLacan
Seminario 22
1974-1975
R.S.I.
* 2, 3
1
Para las abreviaturas en uso en las notas,
así como para los criterios que rigieron
la confección de la presenteversión, consul
tar nuestrosPrefacios: «Nota sobre es-
ta Versión Críticadigitalizada», de Mayo de 2002, y «Sobre una Versión Crítica
del SeminarioR.S.I.», de Noviembre de 1989. Al traduc ir esta clase del Seminario
en su Versión Chollet―en adelante,MC ―, la he confrontado con la transcrip-
ción que de la misma efectuara Jacques-Alai n Miller en el número 2 de la revista
Ornicar? ―en adelante:JAM , puede consultarse mi tradu cción de esta versión en
―. En general, las palabras
la Biblioteca de la E.F.B.A. entre llaves son interpola-
ciones de la traducción y constituyen, entonces, otros índices de mi lectura, así co-
mo la puntuación, la sintaxis, etc... No
parece necesario señalarlos, por obvios. Lo
mismo ocurre con las cursivas, que habitualmente sustituyen comillas. Ya no se
facilita sobre margen izquierdo paginación
la de la versión traducida.
2
Joël Dor, en suChronologie recapitulative du séminaire
, redactada en colabora-
ción con Gérôme Taillandier, informa sobre una supuesta “sesión faltante en la
publicación deR.S.I. en Ornicar?, correspondiente al 19 de Noviembre de 1974
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2 3
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Se podría decir que lo Real es lo que es estrictamente impensa- No está dado a todos los cuerpos, en tanto que funcionan, sugerir la
ble. Eso sería al menos un punto de partida. Eso haría un agujero en el dimensión de la imbecilidad. Esta dimensión se introduce por ese algo
asunto. Y nos permitiría interrogar aquello de lo cual, no lo olviden, que lalengua6 ― y no cualquiera: la latina, todo esto para poner en su
he partido, a saber de tres términos en tanto que vehiculizan un senti- lugar a aquéllos que, a la latina, le imputan justamente esta imbecili-
do. dad, es justamente la única que en lugar de malformar ahí un término
opaco como el ους u otra metáfora de no se sabe qué, de un saber del
¿Qué es esta historia del sentido? Sobre todo si ustedes introdu- cual, seguramente, no sabemos si existe7 puesto que es el saber su-
cen allí lo que yo me esfuerzo por hacerles sentir: esto es que para lo puesto por lo Real: el saber de Dios. Es cierto que ex-siste. Nos damos
que es de la práctica analítica, es desde ahí que ustedes operan, pero bastante trabajo para deletrearlo. Ex-siste, pero solamente en el senti-
que por otro lado, este sentido, ustedes no operan más que para redu- do que inscribo con el término ex-sistencia al escribirlo de otro modo
cirlo; que es en la medida en que el inconsciente se soporta de ese algo que como se hace habitualmente. El quizá siste, pero no se sabe dón-
― hay que decirlo, lo más difícil de lo que he tenido que introducir ― de.8 Todo lo que se puede decir, es que lo que con-siste no da de ello
ese algo que está definido por mí, estructurado como lo Simbólico, es ningún testimonio.9
por el equívoco fundamental en ese algo de lo que se trata bajo este
término de Simbólico que ustedes operan siempre ― hablo a aquéllos Entonces hay algo un poquitito sorprendente al ver que lalen-
que son aquí dignos del nombre de analistas. gua10 que se sospecha que es la más bruta es justamente aquella que
forja este término: intelligere, leer entre las líneas, a saber en otra
El equívoco, eso no es el sentido. El sentido, es aquello por lo parte que la manera en que lo Simbólico se escribe. Es en este efecto
cual responde algo que es diferente que lo Simbólico; y este algo no de escritura de lo Simbólico que se sostiene el efecto de sentido, dicho
hay medio de soportarlo de otro modo que por lo Imaginario. ¿Pero de otro modo de imbecilidad, aquel del que testimonian hasta hoy to-
qué es lo Imaginario? ¿Es que incluso eso ex-siste, puesto que ustedes dos los sistemas llamados de la naturaleza. Sin el lenguaje, no podría-
soplan encima nada más que por pronunciar este término de Imagina- mos tener la menor sospecha de esta imbecilidad que es también aque-
rio? llo por lo cual el soporte que es el cuerpo nos testimonia ― se los re-
cuerdo por haberlo dicho recién, pero eso no les da ni frío ni calor ―
Hay algo que hace que el ser hablante se demuestre consagrado testimonia estar vivo.
a la debilidad mental, y eso resulta de la sola noción de Imaginario en
tanto que el punto de partida de ésta es la referencia al cuerpo y al he- En verdad, esta masa atestiguada de la debilidad mental es algo
cho de que su representación ― quiero decir todo lo que para él se re- de lo que no espero, de ningún modo, salir. No veo por qué lo que yo
presenta ― no es sino el reflejo de su organismo. Esta es la menor de
las suposiciones que implica el cuerpo. Pero ahí hay algo que en se- 6
En su lugar, JAM transcribe: “la lengua”.
guida nos hace tropezar: es que en esta noción de cuerpo es preciso
implicar allí inmediatamente esto que es su definición misma, que es 7
En su lugar, JAM transcribe: “ex-siste”. Del latín ex-sistere, literalmente: ex,
algo de lo que se presume que tiene funciones especificadas en unos afuera, sistere, el lugar donde está.
órganos, de manera que un automóvil, incluso un ordenador, según las
8
últimas noticias, es también un cuerpo. No va de suyo, para decirlo, cf. nota 7.
que un cuerpo esté vivo. De modo que lo que atestigua mejor que está 9
El guión que escande la palabra, invita a la siguiente conjetura: con, en una de
vivo, es precisamente esa mens5 a propósito de la cual, o más exacta-
sus varias acepciones en francés, corresponde a nuestro “pelotudo”, para quien,
mente que he introducido por la vía, el camino de la debilidad mental. dada la relación etimológica a testis (cf. el Seminario sobre Las psicosis) sería di-
fícil dar testimonio.
5 10
mens: en latín, “mente”; en francés, conjugación del verbo mentir: “miento”. En su lugar, JAM transcribe: “la lengua”.
4 5
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les aportaría sería menos débil que el resto. Sería precisamente ahí que preguntas no tontas, preguntas, en todo caso, que me imponían res-
tomaría su sentido esta cáscara de banana que me deslizaron bajo los ponder. De manera que me encontraba ante esta situación, sin haber
pies apretándome en el teléfono para que fuera a dar una conferencia tenido que recusar el fenómeno lacaniano, por haberlo demostrado.
en Niza. A que no lo adivinan, me tiraron el título bajo la pata: El Fe- Naturalmente, incluso no era seguro que ellos mismos se percataran
nómeno Lacaniano. ¡Vaya! Lo que estoy diciéndoles, es justamente de que era eso el fenómeno lacaniano, a saber que tengo efectos para
que espero que eso no sea un fenómeno, a saber que lo que yo diga sea un público que sólo ha escuchado así, por repercusión, desde muy le-
menos tonto que todo lo demás. Lo único que hace que yo persevere jos, lo que yo puedo articular en este sitio que está aquí y donde hago
― y ustedes saben que no persevero sin mirar allí dos veces, les he di- mi enseñanza para desbrozar para el analista el discurso mismo que lo
cho la última vez aquello por lo que vacilaba en volver a poner eso, soporta, si es que es por el discurso, y siempre por el discurso, que pa-
este año ― es que hay algo que yo creo haber aprehendido, no puedo dece esa cosa que tratamos de manipular en el análisis, por un discur-
siquiera decir que con mis manos, con mis pies, esto es la entrada en so.
juego de esta huella que dibuja lo que muy aparentemente no es fácil-
mente soportado, especialmente no por los analistas, esto es la expe- Digo pues que eso es el fenómeno. En suma, es la ola, si ustedes
riencia analítica. De manera que si hay un fenómeno, eso sólo puede me permiten emplear un término que es el que hubiera podido tentar-
ser el fenómeno lacanalista, ¡O bien laca-no-analista! me a escribir las letras en otro orden: en lugar de R-S-I, R-I-S; eso hu-
biera hecho un R-I-S, el famoso rizo {ris} del agua sobre el cual justa-
Hay algo que sin embargo se ha producido, les doy parte de ello mente, en alguna parte de mis Écrits, hago equívocos ― recién bus-
así porque me dejo llevar. Naturalmente, yo no podía explicarles nada qué la página, ahí había alguien, un compañero de la primera fila, que
de todo esto, puesto que para ellos yo era un fenómeno. Los organiza- los tenía a esos Écrits, lo encontré: es en la página 166 que juego con
dores, en fin, todo lo que ellos querían era la aglomeración: siempre ese telón {rideau}, incluso para involucrar allí a mi querido amigo
hay aglomeración para mirar un fenómeno. Entonces, yo no iba a de- LEIRIS dominando no sé qué.11 Es preciso evidentemente que yo me
cirles: “Pero ustedes saben, yo no soy un fenómeno”. ¡Eso hubiera si- reconforte diciéndome que este fenómeno no es único: sólo es particu-
do una Verneinung! En fin, dije tonterías durante una buena hora y lar, quiero decir que se distingue de lo universal. Lo enojoso, es que
cuarto. No puedo decir que esté en absoluto contento de lo que les he hasta el día de hoy sea único a nivel del analista. Sin embargo es in-
contado porque ¡qué es lo que ustedes quieren que cuente en una hora dispensable que el analista sea al menos dos.
y cuarto!
El analista para tener efectos es {est}12 el analista que, a esos
Yo con ustedes, me imagino ― por supuesto ― que tengo un efectos, los teoriza. Es precisamente por eso que me era precioso que
número de horas, como son un poquitito más que tres, eso es sin lími- me acompañara una persona que quizá ― no se lo he preguntado ― a
te. Yo estoy muy equivocado, porque en realidad ellas no son más de ese nivel preciso del fenómeno, del fenómeno llamado lacaniano, ha
cincuenta. ¡y aún tomando en cuenta lo que tengo de aquí a fin de año! podido percatarse precisamente ahí, al nivel de lo que tenía que decir
Pero eso es lo que ayuda a emprender el camino. de lo que acabo ahora de enunciar, a saber que este fenómeno, esta vez
simplemente lo he demostrado por el hecho de que ahí, de esa aglome-
En resumen, al cabo de una hora y cuarto de palabrerío, les hice ración, he recibido preguntas y que ahí solamente está el fenómeno. Si
preguntas, quiero decir: les pedí que me las hicieran. Era una deman-
da. Y bien, créanme si quieren: contrariamente a ustedes, me las hicie- 11
En verdad, es en la página 167, arriba, de los Écrits. Ahí Lacan juega con la ho-
ron... durante tres cuartos de hora. Y diré más: esas preguntas tenían
mofonía entre le rideau {el telón}, les ris de l’eau {los rizos del agua} y su amigo
esto de sorprendente, que eran preguntas pertinentes, pertinentes por Leiris. Cf. la página 157 de la última edición castellana de los Escritos.
supuesto así, en una segunda zona. En fin, era el testimonio de que en
12
un cierto contexto, en el que no insisto, podían llegarme preguntas, y En su lugar, JAM transcribe: et {y}, lo que es más coherente con el hecho de
que “es indispensable que el analista sea al menos dos”.
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esta persona ― de lo cual no dudo ― es analista, pudo percatarse de Sobre el nudo borromeo, quisiera retenerlos un instante. El nu-
que este fenómeno yo lo había, por lo poco que dije que era ― se los do borromeo consiste estrictamente en que tres es su mínimo.15 Si us-
repito ― detestable, demostrado. tedes hacen una cadena, con lo que este término tiene para ustedes de
sentido ordinario, eso, si ustedes desanudan dos anillos de la cadena,
He aquí cerrado el paréntesis. Y ahora quiero volver a eso en lo los otros anillos permanecen anudados. La definición del nudo borro-
que hoy tengo que avanzar, a saber que no he encontrado, para decir el meo parte de tres, a saber que si de tres ustedes rompen uno de los ani-
término, más que una única manera de darles a estos tres términos: llos todos los otros están libres, es decir que los otros dos anillos son
Real, Simbólico e Imaginario, común medida más que al anudarlos en liberados. Lo notable en esto, que es un hecho de consistencia, es que
este nudo bobo, bobo,13 borromeo. En otros términos, que es preciso a partir de ahí ustedes pueden poner un número indefinido de anillos.
interesarse en lo que he figurado ahí sobre el pizarrón, y ustedes han Siempre será verdadero que si ustedes rompen uno de esos anillos to-
podido verlo no sin trabajo por haberme equivocado varias veces de dos los demás, por numerosos que sean, quedarán libres. Pienso que
color. ya les he hecho sentir suficientemente en un tiempo ya perimido que,
para tomar el ejemplo de un anillo así fabricado, es completamente
Esquema I14 concebible que otro venga a pasar dentro de la lazada que está realiza-
da por el pliegue de este pequeño círculo, y que ustedes captarán in-
Pues es precisamente ahí que volveremos a encontrar todo el mediatamente que, con simplemente romper el círculo que aquí impi-
tiempo la cuestión: ¿qué es lo que distingue aquello en lo que consiste de liberarse al tercero,
cada una de estas cosas que en un tiempo he designado como redondel
de hilo, qué es lo que distingue a cada uno de los otros? Absolutamen-
te nada más que el sentido. Y es por esto que tenemos la esperanza,
una esperanza, mi Dios, sobre la cual ustedes pueden hacer fondo ―
porque la esperanza, en fin, sólo es para mí en este asunto, y si yo no
tuviera la respuesta, como ustedes saben, no plantearía la pregunta ―
tenemos la esperanza, les dejo la esperanza a corto plazo ― no hay
otra ― que este año demos un paso juntos, un paso que solamente la lazada plegada va a deslizarse de éste, y que al poner un número in-
consiste en que si hemos ganado algo en alguna parte, esto es forzosa- definido de estos círculos plegados ustedes ven por qué mecanismo
mente ― es seguro ― a expensas de otra cosa. En otros términos, si el verdaderamente sensible, inmediatamente imaginable, todos los ani-
discurso analítico funciona, es seguramente porque allí perdimos algo llos se liberan cualquiera que sea su número. Esta propiedad es por sí
en otra parte. Por otra parte, qué es lo que podríamos perder, si verda- sola lo que homogeneiza todo lo que hay de número a partir de tres, lo
deramente lo que acabo de decir, a saber que todos los sistemas de la que quiere decir que en la serie de los números, de los números ente-
naturaleza hasta aquí surgidos están marcados por la debilidad mental, ros, 1 y 2 están desligados. Algo comienza en 3 que incluye todos los
¡para qué atenernos tanto a ellos! De todos modos nos quedan estos números por lejos que sean enumerables; y es precisamente sobre eso
aparatos pivotes cuya manipulación puede permitirnos dar cuenta de
nuestra propia ― entiendo que a nosotros, analistas ― operación.
15
Aquí, JAM remite a esta figura:
13
bobo corresponde a nuestro “pupa”, pero mantengo la relación al “borromeo”.
14
Véanse estos esquemas más adelante, en la p. 16.
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que entendí poner el acento en mi seminario especialmente del año pa- ese mínimo de tres dimensiones, o sea por su ligazón a lo Simbólico y
sado. a lo Real.
Eso no es todo. Para borromenizar un cierto número de toros Otras dimensiones son imaginables, y ellas han sido imagina-
consistentes, hay mucho más que una sola manera. Ya se los he indi- das. Es para sostener a lo Simbólico y a lo Real que lo Imaginario se
cado en su momento: hay muy probablemente una cantidad que no reduce a lo que no es un máximo, impuesto por la bolsa del cuerpo, lo
hay ninguna razón para no calificar de infinita, de infinita en el senti- que no es un máximo, sino lo que por el contrario se define como un
do de lo numerable, puesto que ustedes no tienen más que suponer por mínimo, el que hace que no hay nudo borromeo sino cuando hay al
un instante la manera siguiente de hacer una lazada para percatarse de menos tres.
que ustedes pueden multiplicarla indefinidamente ―
Aquí, antes de abandonarlos, voy a darles una pequeña indica-
ción, algunos puntos, algunas puntuaciones de lo que este año vamos a
tener que demostrar.
10 11
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rromeo, es decir que determina un punto como tal, a saber algo por lo
cual nos es preciso entonces inventar otra cosa que simplemente la in-
dicación de una dimensión que sea cero, es decir que no “dimensie”.
Les sugiero que hagan el ensayo de esto, que no hay aquí simplemente
trazo banal, a saber que esto se soporta igualmente bien de tres super-
ficies, quiero decir
12
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a, he escrito aquí, o sea en lo Imaginario; pero también en lo imaginario, en tanto que especificado en el ser hablante, si es concebi-
Simbólico inscribo la función llamada del sentido.19 Las otras dos fun- ble que algo sea del mismo orden, a saber la puesta en función en el
ciones, las que resultan de lo que hay que definir como, respecto del neuroeje, en el sistema nervioso central, de una actividad positiva en
punto central, permitiendo que se añadan allí otros tres puntos ― y es- tanto que inhibidora. ¿Cómo es concebible que el ser del que se presu-
to es algo a definir ― tenemos Goce. me que no tiene el lenguaje se encuentre que conjuga, en el término de
inhibición, algo del mismo orden que lo que nosotros aprehendemos
Esquema II20 ahí, a nivel de la exterioridad del sentido, que lo que nosotros aprehen-
demos ahí como derivando de lo que en suma se encuentra exterior al
Se trata de saber, estos dos goces, en tanto que, por ejemplo, a cuerpo, a saber esta superficie, para topologizarla de la manera de la
uno podríamos definirlo, ¿pero cuál?, gozar de la vida, si lo Real es la que les he dicho que seguramente es solamente sobre dos dimensiones
vida que somos llevados a referirle; ¿pero esto es seguro? que esto se figura?, ¿cómo la inhibición puede tener que ver con este
efecto de detención que resulta de su intrusión en el campo de lo Sim-
Si lo Real es la vida, el goce, en tanto que participa de lo imagi- bólico?
nario del sentido, el gozar de la vida, para decirlo todo, es algo que
podemos situar en esto que, observémoslo, no es menos un punto que Es a partir de ahí, y no solamente a partir, es completamente
el punto central, el punto llamado del objeto a, puesto que conjuga en sorprendente ver que la angustia, en tanto que ella es algo que parte de
este caso tres superficies que igualmente se calzan. lo Real, es completamente sensible ver que es esta angustia la que va a
dar su sentido a la naturaleza del goce que se produce aquí por el re-
¿Qué es, por otra parte, de ese otro modo de goce, el que se fi- corte, por el recorte puesto en superficie, por el recorte euleriano de lo
gura por un recorte, un estrechamiento que viene aquí, lo Real, a cal- Real y de lo Simbólico.
zarlo en la periferia de otros dos redondeles de hilo, qué es de este go-
ce? Estos son trazos, puntos que tendremos que elaborar, puesto que Finalmente, para definir el tercer término, es en el síntoma que
son también los que nos interrogan. identificamos lo que se produce en el campo de lo Real. Si lo Real se
manifiesta en el análisis, y no solamente en el análisis, si la noción de
Un punto que sugiero es, de ahora en adelante, para volver a síntoma ha sido introducida mucho antes que Freud por Marx, de ma-
Freud, el siguiente: a saber, ese algo triádico que él enunció: Inhibi- nera de hacer de él el signo de algo que es lo que no anda en lo Real,
ción, Síntoma y Angustia. Yo diría que la inhibición, como Freud mis- si, en otros términos, somos capaces de operar sobre el síntoma, esto
mo lo articula, es siempre asunto de cuerpo, o sea de función. Y para es en tanto que el síntoma es del efecto de lo simbólico en lo Real. Es
indicarlo ya sobre este esquema, diré que la inhibición es lo que en al- en tanto que este Simbólico tal como lo he dibujado aquí va a comple-
guna parte se detiene por inmiscuirse, si puedo decir, en una figura tarse aquí ― y por qué es exterior, es lo que tendré que manipular pa-
que es figura de agujero, de agujero de lo Simbólico. Tendremos que ra ustedes en lo que sigue ― es en tanto que el Inconsciente es, para
discutir esta inhibición, para saber si lo que se encuentra en el animal, decirlo todo, lo que responde del síntoma, es en tanto que este nudo,
donde hay en el sistema nervioso un centro inhibidor, es algo que es este nudo bien Real aunque solamente reflejado en lo Imaginario, es
del mismo orden que esta detención del funcionamiento en tanto que en tanto que este nudo da cuenta de un cierto número de inscripciones
por las cuales unas superficies se responden, que veremos que el In-
19
consciente puede ser responsable de la reducción del Síntoma.
Mantengo la puntuación de esta transcripción, pero me parece más verosímil la
de JAM: “He escrito a aquí, en el punto central. En lo imaginario, pero también
en lo simbólico, inscribo la función llamada del sentido” (cf. la p. 11 de mi traduc-
ción de esa versión).
20
Véanse estos esquemas más adelante, en la p. 16.
14 15
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Apéndice I21
16 17
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Este es el tipo de problema que encuentro a cada vuelta (sin Apéndice II23
buscarlo, es el caso decirlo).
NOTA LA MARGEN DE LA FIGURA 3
Pero la medida misma de los efectos que digo no puede sino
modular mi decir. Que se añada a ello la fatiga de este decir mismo,
no nos alivia del deber de dar cuenta de ello: al contrario.
Es evidente (!) que esta especie de cadena borromea tiene un
Una nota al margen, como en la página 97,22 puede ser necesa- “fin” ― sin el cual es desanudable uno por uno (uno-por-uno de los
ria para completar un circuito elidido en el seminario. No es el esmero redondeles). Pues la tracción no hace nudo: disociación de la fuerza y
lo que es aquí “fútil”, sino, como lo subrayo, lo mental mismo, si es de la ex-sistencia.
que eso ex-siste.
Desde entonces hay dos maneras de enlazarla (en el “sentido”
de hacerla mantener en nudo).
Nada más fácil que reproducir esta cadena de tres con la que es-
bozamos aquí. He aquí la puesta en el plano que lo demuestra (fig. 7).
Desde que esta cadena es más larga, así fuese en un solo redon-
del, el redondel que aquí cierra (F) debe redoblarse en el otro cabo de
la “cadena” borromea abierta. Es además suplible en su función de
Uno por el que le sigue: 1 = 2. De donde el privilegio de la cadena de
3, que, lo veremos, la distingue de la cadena de 4 en la que el orden
comienza a no poder ser cualquiera. Allí pondremos los puntos sobre
las íes.
traducción y notas: J. L.
RICARDO E. RODRÍGUEZ PONTE
22
Se trata de la página 97 del nº 2 de la revista Ornicar? ― cf. nuestro Apéndice
II, en la página siguiente de esta traducción. La figura 3 que menciona Lacan co-
23
rresponde a la que reproducimos en la página 10. Fuente: Ornicar?, 2.
18 19
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LA TERCERA* 74 Jacques Lacan
171
La tercera 75 76 Jacques Lacan
es el goce del gato. No se si le sale de la laringe o de otra ante este saber. Es un représentante, si me permiten la
parte: cuando los acaricio, parece que saliera de todo el expresiôn, de comercio, con ese saber constituido, para
cuerpo. Con esto entro en lo que quiero tomar como Descartes, segûn la usanza de su época, por su inserciôn
punto de partida. El que sea mi punto de partida no les en el discurso en que naciô, es decir, el discurso del amo,
da forzosamente la régla del juego, pero eso vendra des- como yo lo llamo, el discurso del hidalguillo. Por eso
puês. "Pienso luego gôzase". Esto rechaza el "luego" mismo no logra salir del asunto con su "pienso lue-
usual, el que dice "yo gosoy".6 gosoy".
Hago un pequenojuego con esto. Rechazar aqui debe De todos modos es mejor que lo que dice Parménides. El
en tend erse como lo que dije de la forclusion, que si se re- pobre Platon no logra zafarse de la opacidad de la con-
chaza el "yo gosoy" reaparece en lo real. A mi edad puede junciôn del noeiny del einai. A no ser por él iqué sabria-
parecer un reto, una edad, como se le dice a la gente para mos de Parménides? Pero eso no quita que no logra zafar -se
restregarle en la cara sus anos, en la que Sôcrates ya ténia de eso, y que si no nos trasmitiera la histeria génial de
très anos de muerto. Pero aunque feneciera luego por eso Sôcrates ^qué sacariamos de él?
—me puede pasar, le pasô a Merleau-Ponty, asi no mas, Yo, durante estas pseudovacaciones, me devané los
en la tribuna— Descartes nunca pretendiô decir a sesos con El Sofista. Debo ser, probablemente, demasia-
propôsito de su "yo gosoy" que gozaba de la vida. De nin- do sofista como para que me interese. Debe haber algo
guna manera. iQué sentido tiene su "yo gosoy"? Exacta- ahi que me frena. No lo aprecio. Nos faltan algunas cosas
mente el de mi sujeto, el yo [je] del psicoanâlisis. para apreciarlo. Nos falta saber que era el sofista en esa
Desde luego, el pobre no sabia, es de cajôn que no sa- época. Nos falta el peso de la cosa.
bia, se lo tengo que interpretar: es un sintoma. ^Por que? Volvamos al sentido del gosoy. No es sencillo eso que
iEn que piensa antes de concluir que él sigue?, en la mû- en la gramâtica tradicional se coloca en la conjugaciôn de
sica del ser, sin duda. Piensa en el saber de la escuela con determinado verbo ser — para el latin, y de esto todo el
que los jesuitas, sus maestros, le hartaron los oidos. mundo se da cuenta, fui no surna con sum. Sin contar
Comprueba que es liviano. Séria mas trigo limpio, sin duda, con los demâs cachivaches. Les ahorro una buena parte.
si se diera cuenta de que su saber va mucho mas alla de lo Les ahorro todo lo que sucediô cuando los salvajes, los
que crée, de acuerdo con la escuela, que hay gato galos, tuvieron que arreglârselas con eso. Corrieron el est
encerrado, digamos, y por el solo hecho de que habla, hacia el stat. No fueronlos ûnicos, por cierto. EnEspana,
pues por hablar lalengua tiene un inconsciente, y esta
creo que sucediô lo mismo. En fin, la lingùisteria se las
despistado, como cualquiera que se respete. Es lo que yo
arregla con eso como puede. No les voy a repetir ahora
llamo un saber imposible de alcanzar para el sujeto,
cuando a él, al sujeto, un solo significante lo représenta cuâles son las delicias de nuestros estudios clasicos.
Ello no impide que uno se pregunte por la carne de
esos seres - que son por cierto seres de mito, esos cuyo
* Lacan escribe je souis jugando con je suis [yo soy] y je jouis [yo nombre puse ahi: los undoseuropeos, los inventaron
gozo]. [N. T.]
adrede, son mitemas-, uno puede preguntarse que po-
172
La tercera 77 78 Jacques Lacan
dian poner en su côpula (en todas las demâs lenguas sal- verdad, no hay escapatoria. Si Bios me engaiîa, da igual,
vo en las nuestras, simplemente cualquier cosa sirve de es la verdad por decreto del diocir, la verdad de oro. Bue-
côpula). Finalmente algo asi como la prefiguraciôn del no, saltemos esto. Hay aqui una parte en que hago al-
Verbo encarnado? jDecir eso aqui! gunos comentarios a propôsito de cierta gente que tra-
Que lata me da. Creyeron darme el gusto trayéndome a jinô la critica del otro lado del Rin para terminar be-
Roma, no se por que. Hay demasiados locales para el sândole el culo a Hitler. Esto me hace rechinar los
Espiritu Santo. iQué tiene de supremo el Ser, a no ser por dientes.
esa côpula? Entonces, lo simbôlico, lo imaginario y lo real, eso es lo
En fin, me distraje interponiéndole personas, como las numéro uno. Es inaudito que haya cobrado sentido y que
llaman, y di con algo que me divirtiô: me-eres-tû me; mas- lo haya cobrado ordenado de ese modo. En ambos casos,
tû-me ; lo cual permite armarse un lio: ^me amas ta fue por mi, por lo que llamo el viento que sopla, ese que
mm?7 En realidad es siempre lo mismo. Es el cuento del siento que ya ni siquiera puedo prever, el viento con que
mensaje que cada quién recibe en su forma invertida. la gente hincha sus vêlas en nuestra época. Porque es
Digo esto desde hace mucho tiempo y la gente se rie. A évidente que, al principio, sentido no le falta. En eso
decir verdad, se lo debo a Claude Lévi-Strauss. Se inclinô consiste el pensamiento, en que unas palabras intro-
hacia una excelente amiga mia, que es su esposa, Moni- duzcan en el cuerpo algunas representaciones imbéciles, y
que, para llamarla por su nombre, y le dijo, a propôsito ya esta hecho el recado; ya tienen con eso lo imaginario, y
de lo que yo estaba expresando, que asi era, que cada que ademâs nos suelta prenda — lo cual no quiere decir
quien recibe su mensaje en forma invertida. Monique me que hayamos de quedar prendados, no: nos desembucha
lo repitiô. Imposible dar con una formula mas afortuna-da iqué cosa? como por casualidad, una verdad, una verdad
para lo que queria decir en aquél momento. Pero me la mas. Es el colmo. Que el sentido se alqje en él nos da de
pasô él. Como ven, tomo lo mio donde lo hallo. paso los otros dos como sentido. El idealismo, ese cu-ya
Me salto los demâs tiempos, el apuntalamiento del im- imputaciôn todos repudian, acecha alli detrâs. La gente
perfecto, su estabilidad. Yo estaba. ^Ah si, y que apunta- no pide otra cosa, es lo que les interesa, dado que el
las tu, donde estabas tu?8 Y lo demâs. Dejémoslo porque pensamiento es lo mas cretinizante que hay con su dale
tengo que seguir. El subjuntivo es divertido. Que sea, — que dale al cascabel del sentido.
jqué casualidad! Descartes, no se engana: Bios es el decir. Como quitarles de la cabeza el uso filosôfico de mis tér-
Sabe muy bien que diocir9 hace que la verdad sea, que minos, es decir, su uso soez, cuando a la par tienen que
décide sobre ella a su antojo. Basta diocir como yo. Es la entrarles. Pero séria mucho mejor que les entraran en
otra parte. Se irnaginan que el pensamiento esta en los
7. En francés las très expresiones son homôfonas, con una inversion
de letras en la ûllima. Se produce asi un equivoco entre el m'es (me-
sesos. No veo por que los haria cambiar de opinion. Yo en
eres), el mais (pero.mas) y el m'ai del m'aimes (me amas). [N. T.]
8. Homofonia en francés entre J'étais (yo estaba) y tu étale (tu 9. Lacan inventa por condensaciôn la palabra Dieure (Diocir) en la
apuntalas) derivado de étayer (apuntalar). [N. T.] que se unen Dieu (Dios) y dire (decir). [N. T.]
173
La tercera 79 80 Jacques Lacan
cambio estoy seguro - estoy seguro porque si, es asunto saqué a relucir muy pronto, mucho antes de ponerme a
mio- que esta en los pliegues de la frente, para el ser que hacer mi primer discurso de Roma.
habla igual que para el erizo. Me encantan los erizos Que esos redondeles sean nudo borromeo, no es tam-
Cuando me encuentro uno me lo meto en el bolsillo en poco una razôn para que se les enreden en los pies. A eso
mi panuelo. Por supuesto, se orina. Hasta que lo suèlto en no lo llamo yo pensar con los pies. El asunto séria que
el cesped de mi casa de campo. Y entonces me encanta ver dejaran alli algo muy distinto de un miembro — hablo de
como arruga la frente. Luego, igual que nosotros, se ovula. los analistas— que dejaran alli ese objeto insensato que
En fin, si se puede pensar con los pliegues de la frente especifiqué con la a minûscula, que se apresa en el
tambien se puede pensar con los pies. Pues bien quisie-ra encaje de lo simbôlico, lo imaginario y lo real como nudo.
que les entraran en los pies, ya que a la postre lo ima- Apresândolo exactamente se puede responder a la
ginario, lo simbôlico y lo real estân para ayudar a mis se- funciôn que es la vuestra: ofrecerlo como causa de su de-
guidores en este tropel de gente a dejar hollado10 el ca- seo a vuestro analizante. El asunto esta en obtener eso.
mino del anâlisis. Pero si se les enreda la pata, tampoco es tan terrible. Lo
Los redondeles de cuerda esos que me descosi dibu- importante es que suceda a vuestras expensas.
jandoles, los redondeles esos, no se trata de ronronear- Para hablar claro, después del répudie del "gosoy", me
os Tendnan que servirles. y servirles precisamente para voy a divertir diciéndoles que ese nudo, hace falta serlo.
la ida, el recorrido hollado de que les hablaba este ano Si ademâs agrego lo que saben después de lo que articulé
servirles para que se percaten de la topologïa que define durante un ano de los cuatro discursos con el titulo "El
Estos termines no son tabû. El asunto séria que los envés del psicoanâlisis", no por ello déjà de ser necesario
pescaran, que pescaran de que se trata. Estân desde mu- que del ser solo hagan semblante. jEso si es peliagudo!
cho antes de la que doy por supuesta llamândola la Es peliagudo sobre todo porque no basta tener idea de
primera, la primera vez que hablé en Roma; los saqué a ello para hacer su semblante.
relucir estos très después de haber cogitado bas tante, los No vayan a imaginarse que yo tuve la idea. Escribi
"objeto a" que es una cosa muy diferente. Lo entronca
H, - m - - camino es el
"- término que usa Lacan, en vez con la lôgica, esto es, lo vuelve operativo en lo real a titulo
de facilitacion , para traducir la Bahnung de Freud, porque Bah- de el objeto del que, precisamente, no hay idea. Hay que
nang, frayage, no es solamente la apertura de una via sino. ademâs.
su senallzaciony. con ello, la constituciôn de una cadena significante reconocerlo, era hasta ahora un agujero en toda teoria,
(ver por ej. Seminario II, La Etica del Psicoanùlisis, pâgs 49-50 [ed en cualquiera, el objeto ese del que no se puede dar idea.
francesa]) fVayeres en efecto originalmente un término de monteria Esto justifica mis réservas, las de hace un rato, respecte
nlma de CaZa may r de a hollado su recorr
TfroSS? Jrn V El ?jabali
(latin, fncare). ! escarba
, u°hoza.
-> el ciervo frota WÔ frotando algo del presocratismo de Platon. Y no es que Platon no lo vis-
su cornamenta contra los ârboles para limarla, y su manada o los lumbrara: sin saberlo, estaba inmerso en el semblante.
"M f T^P^ laS marCaS aSi deJadas Para da^ con tlTver S Atolondmdicho, donde Es algo que lo obsesiona, aunque no lo sepa. Esto solo
tradujimos frayer por "desbrozar"). Asimismo erre, ida es, en monteria, el quiere decir una cosa, que lo siente, pero no sabe por que
recorrido que la caza ha frezado [N l j
es asi. De alli lo insoporte, lo insoportable que propaga.
174
La tercera 81 82 Jacques Lacan
No hay un solo discurso en que el semblante no lleve blante. Es difîcil instituirlo a partir de lo imaginario solo,
la voz cantante. No veo por que se salvaria el recién lle- tal como parece implicarlo primero la nociôn de lugar.
gado, el discurso analitico. Tampoco es un motivo para Por fortuna, disponemos del apoyo de la topologia materna
que, en ese discurso, so prétexte de que recién llegô, se tica. Yo intenté usarlo.
sientan incômodos hasta el punto de convertirlo, segûn la Para définir a este real, en un segundo tiempo, intenté
usanza en que se apertrechan sus colegas de la In- acotarlo a partir de lo imposible de una modalidad lôgica.
ternacional, en un semblante mas semblante de la cuen- Supongan, en efecto, que no haya nada imposible en lo
ta, un semblante ostentado. No vayan a olvidar ahora real. jVaya cara la que pondrian los cientîficos y nosotros
que el semblante de lo que habla como tal, siempre esta también! Pero hay que ver el camino que se tuvo que re-
présente en cualquier especie de discurso que lo ocupe; correr para reparar en ello. Durante siglos, se creyô que
hasta es una segunda naturaleza. Scan entonces mas todo era posible. En fin, no se, acaso algunos de ustedes
sueltos, mas naturales cuando reciban a alguien que vie-né hayan leido a Leibniz. Solo se salvaba con lo "composi-
a pedirles un anâlisis. No se sientan obligados a darse ble". Dios hizo lo mejor que pudo, las cosas tenian que ser
importancia. Aun como bufones, que estén se justifica. posibles juntas. Es inimaginable el compuesto y hasta
No tienen sino que ver mi télévision. Soy un payaso. Si- las componendas que puede haber tras todo eso. Tal vez
gan el ejemplo, jy no me imiten! La seriedad que me anima el anâlisis nos introduzca a considerar el mundo tal cual
es la série que ustedes constituyen. No pueden a un es: imaginario. Esto solo puede hacerse reduciendo la
tiempo ser y estar en ella. funciôn llamada de representaciôn, poniéndola donde
Lo simbôlico, lo imaginario y lo real es el enunciado de lo esta, a saber, en el cuerpo. Desde hace tiempo se sospe-
que obra efectivamente en vuestra palabra cuando se chaba esto. El idealismo filosôfico consiste incluso en
sitûan a partir del discurso analïtico, cuando ustedes eso. El idealismo filosôfico habia dado con ello, pero
son el analista. Pero esos términos solo emergen de veras mientras no hubiera ciencia, era algo que habia que ta-
para y por ese discurso.Yo no tuve que ponerle ninguna ponar, aunque no sin soltar su puyita: se resignaban pero
intenciôn, solo tuve que seguir, yo también. Eso no sig- esperaban senas del mas alla, del noûmeno, como lo
niiica que no esclarezca los otros discursos, pero tam- llaman. Por- eso se metieron unos cuantos obispos en el
poco los invalida. El discurso del amo, por ejemplo, su fin asunto, en especial el obispo Berkeley, que en su época
es que las cosas anden al paso de todo el mundo. Pues no perdia una, lo cual le venia muy bien.
bien, no es para nada lo mismo que lo real, porque lo real, Lo real no es el mundo. No hay la menor esperanza de
justamente, es lo que anda mal, lo que se pone en cruz alcanzar lo real por la representaciôn. No voy a empezar a
ante la carreta, mas aun, lo que no déjà nunca de repe- argumentar aqui con la teoria de los quanta ni con la
tirse para estorbar ese andar. onda y el corpûsculo. Mas les valdria no estar en babia,
Lo dije primero en la forma siguiente: lo real es lo que aunque la cosa no les interese. Pero si quieren estar al
vuelve siempre al mismo lugar. Ha de hacerse hincapié tanto, entérense ustedes mismos, basta abrir unos
en "vuelve". Lo que descubre es el lugar, el lugar del sem- cuantos libritos de ciencia.
175
La tercera 83 84 Jacques Lacan
Lo real, por tanto, no es universal, lo cual significa que de que la vislumbran: <^es el psicoanâlisis un sintoma?
solo es todo en el sentido estricto en que cada uno de sus Saben que cuando hago preguntas es porque tengo la
eleraentos sea idénù'co a si mismo, pero sin que puedan respuesta. Pero, en fin, séria bueno que fuera la respues-ta
ser dichos "todos". No hay "todos los elementos", solo hay adecuada. Llamo sintoma a lo que viene de lo real. Esto
conjuntos que determinar en cada caso. No vale la pena significa que se présenta como un pececito cuya boca vo-
agregar: eso es todo. El ûnico sentido de mi Sj es el de raz solo se cierra si le dan de corner sentido. Entonces,
acotar ese cualquier cosa, ese significante-letra que es- una de dos: o con eso proliféra ("Creced y multiplicaos",
cribo Sj, significante que solo se escribe porque se escri-be dijo el Senor, lo cual no déjà de ser un poco descarado y
sin ningûn efecto de sentido. Homôlogo, en suma, a lo que nos deberia chocar, este empleo del término multiplica-
acabo de decirles del objeto a. ciôn: el Senor tiene que saber que cosa es una multipli-
En fin, cuando pienso que me entretuve un tiempo en caciôn, no es que el pececito abunde) o revienta.
hacer un juego entre ese Sr que habia elevado a la dig- Lo mejor séria, y en ello deberiamos poner nuestro em-
nidad de significante Uno, que jugué con ese Uno y a peno, que reventara lo real del sintoma, y ahi esta el
anudândolos con el numéro de oro, [no tiene precio! No asunto: ^côrno hacer?
tiene precio, quiero decir que adquiere alcance por escri- En una época en que me propagaba en servicios que
birlo. En realidad, era para ilustrar la vanidad de cual- no mencionaré (aunque aqui, en el papel que tengo escri-
quier coito con el mundo, es decir, de lo que hasta ahora se to, aludo a ellos, ya entrarâ en imprenta, es necesario que
ha llamado la consecuencia. Pues en el mundo no hay saltee un poco), en una época en que intentaba dar a en-
nada fuera de un objeto a, cagada o mirada, voz o pezôn, tender que es el sintoma en unos servicios de medicina,
que hiende al sujeto y lo disfraza de desecho, desecho este no lo decia exactamente igual que ahora, pero al fin y al
que le ex-siste al cuerpo. Para hacer sus veces, para ser cabo, tal vez sea un Nachtrag, al fin y al cabo creo que ya
su semblante, hay que tener condiciones. Es espe- lo sabia, aunque todavia no habia hecho surgir de él lo
cialmente dilïcil, mas dificil para una mujer que para un imaginario, lo simbôlico y lo real. El sentido del sintoma
hombre, contrariamente a lo que suele decirse. Que en no es aquél con que se lo nutre para su proliferaciôn o su
ocasiones la mujer sea el objeto a del hombre no significa extinciôn.'el sentido del sintoma es lo real, lo real en tanto se
para nada que sea de su gusto serlo. Pero, en fin, son pone en cruz para impedir que las cosas anden, que
cosas que suceden. Sucede que ella se le asemeje natu- anden en el sentido de dar cuenta de si mismas de
ralmente. jNada se asemaja mas a una cagada de mosca manera satisfactoria, satisfactoria el menos para el amo, lo
que Anna Freud! jDebe série util! cual no significa que el esclavo sufra por ello de nin-guna
Seamos serios. Volvamos a lo que intento hacer. Debo manera ni mucho menos; el esclavo en este asunto esta en
sostener esta tercera con lo real que entrana y por eso les jauja mucho mas de lo que piensa, él es quien goza, al
hago la pregunta que, segûn veo vislumbran, las perso- contrario de lo que dice Hegel, quien por mas que sea
nas que hablaron junto conmigo, antes que yo, no solo la deberia haberse dado cuenta, puesto que por eso mismo
vislumbran, sino que la dijeron — que la dijeran es senal aguantô que el amo se la hiciera; y entonces Hegel
176
La tercera 85 86 Jacques Lacan
va y le promete ademâs el porvenir, jqué mas puede pedir! bien me puedo estar precipitando. Es la funciôn de la prisa
Esto también es un Nachtrag, un Nachtrag mas sublime que destaqué para ustedes.
que en mi caso, digamos, porque demuestra que el Lo que dije pueden empero haberlo enteiidido mal, lo
esclave tenïa la dicha de ser ya cristiano en el momento que les acabo de decir pueden haberlo entendido en el
del paganisme. Es évidente pero no déjà de ser curioso: sentido de que se trata de saber si el psicoanâlisis es un
[es el bénéficie- absoluto! iTodo para ser feliz! Eso no se sintoma social. Solo hay un sintoma social: cada indi-
volverâ a dar nunca mas. Ahora que ya no hay esclaves, viduo es realmente un proletario, es decir, no tiene nin-
solo nos queda hurgar en las comedias de Plauto y de Te- gûn discurso con que hacer lazo social, dicho con otro
rencio para darnos una idea de lo que eran de veras los término, semblante. A lo que Marx puso cotoy de manera
esclaves. increible. Del dicho al hecho. Lo que emitiô entrana que
Me estoy extraviando. Aunque sin perder el hilo de lo no hay nada que cambiar. Y por eso mismo todo sigue
que este extravîo prueba. El sentido del sïntoma dépende exactamente igual.
del porvenir de lo real, por tanto, como dije en la confe- El psiconâlisis, socialmente, tiene una consistencia
rencia de prensa, del éxito del psicoanâlisis. A este se le distinta de la de los demâs discursos. Es un lazo de a dos.
pide que nos libre de lo real y del sintoma, a la par. Si eso En tanto tal esta en el lugar de la falta de relaciôn sexual.
ocurre, si tiene éxito con esta demanda, puede esperarse Esto no basta para hacer de él un sintoma social puesto
— lo digo tal cual, veo que hay personas que no estaban que una relaciôn sexual falta en todas las formas de so-
en la conferencia de prensa, lo digo por ellas— , cualquier ciedad. Esta ligado con la verdad que hace estructura de
cosa, a saber, un regreso de la religion verdadera, por todo discurso. Precisamente por eso no hay sociedad ver -
ejemplo, que como saben no tiene trazas de estar extin- dadera basada en el discurso analitico. Hay una escuela, y
guiéndose. La religion verdadera no esta loca, se vale de esta, justamente, no se define por ser una sociedad. Se
todas las esperanzas, digâmoslo asi, las santifica. Enton- define porque en ella enseno algo. Aunque parezca
ces, por supuesto, se las puede permitir todas también. gracioso cuando se habla de la Escuela Freudiana, es
Pero entonces, si el psicoanâlisis tiene éxito, se extin- algo del orden de lo que caracterizô a los estoicos, por
guirâ hasta np ser mas que un sintoma olvidado. No es ejemplo. Y los estoicos hasta tuvieron algo asi como un
cosa que deba causarle asombro, es el destino de la ver- presentimiento del lacanismo. La distinciôn entre sig-
dad tal como él mismo lo postula en su principio. La ver- nons y signatum la inventaron ellos. Yo, en cambio, les
dad se olvida. Luego, todo dépende de que lo real insista. debo el respeto que le tengo al suicidio. Desde luego, no a
Para ello, el psicoanâlisis tiene que fracasar. Tenemos suicidios basados en una boberia, sino esa forma de
que reconocer que va por buen camino y que, por ende, suicidio que es el acto propiamente dicho. No hay que
tiene buenas probabilidades de seguir siendo. un sin- malograrlo, por supuesto. Si se malogra no es un acto.
toma, de crecery multiplicarse. jPsicoanalistas no muer- En todo esto, por consiguiente, no hay problemas de
tos, esperen el prôximo correo! Pero de todos modos des- pensamiento. Un psicoanalista sabe que el pensamiento
confïen. Acaso sea mi mensaje en forma invertida. Tarn- es aberrante por naturaleza, lo cual no le impide ser res-
177
La tercera 87 88 Jacques Lacan
pensable de un discurso que suelda al analizante, que? rato nos sumirian por fin en la apatia del bien universal y
— como alguien lo dijo muy bien esta manana— no con el suplirian la ausencia de la relaciôn que dije imposible
analista. Expreso de una manera distinta lo que dijo esta para siempre con la conjunciôn de Kant con Sade, cuyo
manana, me alegro de que sea convergente: lo suelda porvenir que ya pende sobre nuestras cabezas crei ne-
con la pareja analizante-analista. Es exactamen-te lo cesario subrayar en un escrito — o sea, el mismo porvenir
mismo que alguien dijo esta manana. en el cual el anâlisis tiene de algûn modo su future
Lo curioso en todo esto es que el analista en los prô- asegurado. "Franceses, un esfuerzo mas para ser repu-
ximos anos dependa de lo real y no lo contrario. El ad- blicanos". A ustedes les toca responder a esta objur-
venimiento de lo real no dépende para nada del analista. gaciôn — aunque sigo sin saber si el escrito ese los déjà
Su misiôn, la del analista, es hacerle la contra. Al fin y al frios o no. Tan solo un tipejo se afanô con êl. No dio gran
cabo, lo real puede muy bien desbocarse, sobre todo des-de cosa. Por mas que mastique mi Dosein, como escribi al
que tiene el apoyo del discurso cientifico. final de uno de mis seminarios, no logro enterarme del ti-po
Es ese precisamente uno de lo ejercicios de lo que de efecto que tiene en ustedes.
llaman ciencia ftcciôn. Debo decir que nunca la leo, pero a Esta tercera, la leo, y tal vez recuerden que la primera
menudo en los anâlisis me cuentan de que se trata. jEs que vuelve en ella, crei menester ponerle mi parlerio, ya
inimaginable! La eugenesia, la eutanasia, en fin, todo gé- que saliô impresa desde aquél entonces, so prétexte de
nero de diversas eubromas. El asunto se pone gracioso que disponian todos del texto distribuido. Si hoy solo
tan solo cuando los propios cientilicos son presa, no de la hago urdromo, espero que ello no se convierta en un obs-
ciencia ficciôn, desde luego, sino presa de una angus-tia; tâculo demasiado grande para escuchar lo que leo. Si esta
esto si que es instructive. Afin de cuentas, es el sin-toma de mas, lo siento.
tipo de todo acontecimiento de lo real. Y cuando los La primera, pues, la que vuelve para que no cese de
biôlogos, para nombrar a esos cientificos, se imponen el escribirse, necesaria, la primera, "Funciôn y campo...", en
embargo de un tratamiento de laboratorio de las bacte- ella dije lo que habia que decir. La interpretaciôn, dije, no
rias so prétexte de que si hacen unas demasiado duras y es interpretaciôn de sentido, sino juego con el equi-voco.
demasiado fuertes, podrian muy bien colarse por deba-jo Por eso puse el acento sobre el significante en la lengua.
de la puerta y barrer cuando menos con toda la expe- Lo designé con la instancia de la letra, y esto para darme a
riencia sexuada, barriendo al serhabla, es de veras algo entender a vuestro poco de estoicismo. Résulta de ello,
sumamente curioso. Este ataque de responsabilidad es de anadi desde aquel entonces sin mayor efecto, que la
una gran comicidad: la vida toda por fin reducida a la interpretaciôn obra con lalengua, lo cual no impide que
infecciôn que realmente es, con toda probabilidad, [es el el inconsciente esté estructurado como un lenguaje, uno
colmo del ser pensante! Lo malo es que ni asi se dan de esos lenguajes que los lingiiistas, justamente, corno
cuenta de que la muerte se localiza por ello en lo que en les corresponde, se empenan en hacernos créer que
lalengua, como la escribo, le hace signo. animan lalengua. Suelen llamarlo gramâtica o forma
En cualquier caso, los eu que subrayé de paso hace un cuando es Hjelmslev. No es cosa fâcil, aunque alguien
178
La tercera 89 90 Jacques Lacan
que me debe la holladura del carnino haya hecho hin- Unicamente por el psicoanâlisis y por ello constituye este
capié en la gramatologia. objeto el nucleo elaborable del goce, pero solo dépende de la
En francés, lalengua es la que permite considerar que existencia del nudo, de las très consistencias de los to-ros,
no es mera casualidad que voeu, anhelo, suene como de los redondeles de cuerda que lo constituyen (Figura 1).
veut, quiere, de vouloir, querer, tercera persona del pré- Lo extrafio es ese vinculo que hace que un goce, sea
sente del indicative; que non, el no que niega, y nom, el cual fuere, suponga ese objeto y que entonces el plus-de-
nombre que nombra, tampoco suenan igual por casualidad; gozar, ya que asi he creido poder designar su lugar, sea
que d'eux, "de ellos", esté hecho de la misma manera que respecte de cualquier goce, su condiciôn.
deux, dos, no es pura casualidad ni tampoco arbitra-rio
como dice Saussure. Lo que se ha de concebir en ello es el Figura 1 Figura 2
depôsito, el aluviôn, la petrificaciôn que déjà marca-do en Cuerpo
ella el manejo por parte de un grupo de su experien-cia
inconsciente.
De lalengua no se debe decir que es lengua viva porque
esté en uso. Es mas bien la muerte del signo lo que aca-
rrea. No porque el inconsciente esté estructurado como
un lenguaje, déjà lalengua de tener que jugar contra su
gozo, puesto que esta hecha de ese mismo gozo. En la
transferencia, el analista es el sujeto supuesto al saber, y
no es errado suponerlo si él sabe en que consiste el in-
consciente por ser un saber que se articula con lalengua,
no anudândose a él el cuerpo que alli habla sino por lo
real con que se goza. Pero el cuerpo ha de comprenderse al Real
natural como desanudado de ese real que, por mas que
exista en él en virtud de que hace su goce, le sigue siendo Hice un esquemita. Si este es el caso en lo tocante al
opaco. Es el"abismo en el que se repara menos por ser goce del cuerpo en tanto es goce de la vida, lo mas asom-
lalengua la que civiliza este goce, si me permiten la ex- broso es que ese objeto, el a, sépara este goce del cuerpo
presiôn, con la cual quiero dar a entender que lo éleva a del goce fâlico. Para eso tienen que ver cômo esta hecho el
su efecto desarrollado, aquél por el cual el cuerpo goza de nudo borromeo (Figura 2).
objetos, siendo el primero de ellos, el que escribo como a, el Que el goce fâlico se vuelva anômalo al goce del cuerpo es
objeto mismo, como decia, del que no hay idea, esto es, idea algo que se ha percibido sopotocientas veces. No se
en tanto tal, quiero decir salvo al romper ese objeto, en cuântos de los aqui présentes estarân al dia en esas his-
cuyo caso sus fragmentos son identiflcables corpo- torias que nos hacen roer los punos y que llegan de la In-
ralmente y, en tanto anicos del cuerpo, identificados. dia, Jcundalim las llaman. Algunos llaman asi esa cosa
179
La tercera 91 92 Jacques Lacan
que trepa por toda la médula; como dicen ellos, porque en cierto numéro de animales, a saber, el momento en
desde entonces se han hecho algunos progresos en ana- que la imagen desempena un papel en el proceso germinal.
tomia; lo que los demâs explican por referencia a la es- Entonces eché mano del grillo peregrino, del picôn, de la
pina dorsal, ellos imaginan que es la médula que sube paloma... En realidad, esto no era para nada algûn
hasta los sesos. preludio o ejercicio. ^O acaso diremos: todo eso son en-
El fuera-de-cuerpo del goce fâlico, lo entendimos esta tremeses? Que al nombre le guste tanto mirar su irnagen,
manana gracias a mi apreciado Paul Mathis, el mismo a pues, esta bien, solo queda decir: asi es.
quien congratulé mucho por lo que lei de él sobre la es- Pero lo mas impresionante es que esto permitiô que se
critura y el psicoanâlisis. Esta manana nos diô un mag- entrometiera el mandamiento de Dios. Al fin y al cabo, el
nilïco ejemplo. El tal Mishima no es ninguna lumbrera. Y nombre es mas prôjimo de si mismo en su ser que en su
para que venga a decirnos que fue un San Sébastian el imagen en el espejo. iQué es entonces ese cuento del
motivo de su primera eyaculaciôn, tiene que haberlo de- mandamiento "Amarâs a tu prôjimo como a ti mismo", si
jado bien pasmado esa eyaculaciôn. Es cosa que vemos no se basa en ese espejismo, que no déjà de ser una cosa
todos los dias, gente que nos cuenta que recordarâ siem- bastante extrana? Pero como ese espejismo, precisa-
pre su primera masturbaciôn, que eso revienta la pan- mente, lo lleva a odiar no a su prôjimo sino a su sème-
talla. Es fâcil entender por que revienta la pantalla, es jante, es un engendro que se quedaria un poco corto si
porque, en efecto, no viene del interior de la pantalla. El no se pensara que, al fin y al cabo, Dios debe saber lo que
cuerpo se introduce en la economia del goce — de alli parti dice y que hay algo para cada quien que se ama aun mas
yo— por la imagen del cuerpo. La relaciôn del nombre, de que a su imagen.
lo que llamamos asi, con su cuerpo, si algo subraya muy Es llamativo lo siguiente: si algo nos da la idea del "go-
bien que es imagïnaria es el alcance que tiene en ella la zarse" es el animal. No se puede aducir ninguna prueba,
imagen. Desde el principio subrayé muy bien que a fin de pero parece estar implicito en lo que llamamos el cuerpo
cuentas esto debia tener una razôn en lo real, y que la animal.
prematuraciôn de Bolk — esto no es mio, es de Bolk, yo La pregunta se vuelve interesante a partir del momento
nunca busqué ser original, busqué ser lôgico— es lo ûni-co en que se la generaliza y nos preguntamos, en nombre de
que explicâ la preferencia esa por la imagen, que surge de la vida, si la planta goza. Al fin y al cabo, es algo que
que él anticipa su maduraciôn corporal, con todo lo que tiene sentido porque justamente con eso nos embau-
esto entrana, por supuesto, a saber, que no puede ver a caron. Nos embaucaron con lo del lirio del campo. Ni bilan
uno de sus semejantes sin pensar que el tal sème-jante le ni tejen, anadieron. Pero ahora es seguro que no po-
quita su lugar y, naturalmente, lo exécra. demos contentâmes con eso, por la sencilla razôn de que
iPor que es tan feudatario de su imagen? Deben saber precisamente estân en el caso de hilar y tejer. Para
cômo me esforcê en una época — porque naturalmente, nosotros que lo vemos con microscopio, no hay ejemplo
no se dieron cuenta— cômo me esforcê para explicarlo. mas patente de que se trata de un hilado. Entonces, qui-zâ
Quise hallarle a toda costa a esa imagen algûn prototipo de eso gozan, de hilar y tejer. Pero de todos modos, el
180
La Lercera 93 94 Jacques Lacan
asunto todo queda en veremos, Queda en pie la pregunta ranza — es un metamorfema como cualquier otro puesto
de si vida entrana goce. Y si el asunto es dudoso en lo to- que hace rato me permitieron "urdromo") y termine
cante al végétal, ello destaca aun mas el hecho de que en denominando a la ûltima como el malogro. Y el malogro
lo tocante a la palabra no cabe la menor duda, de que tipo, el "archimalogro", me parece que esta es una in-
lalengua en la que el goce se deposita, como dije, no sin cidencia mas efectiva para el sintoma de estas très mu-
mortificarla, no sin que se présente como lena seca, da fé jeres, que es algo mas pertinente que cuanto se formula,
sin embargo de que la vida con que un lenguaje hace por ejemplo, en el momento en que empiezan a raciona-
retono se nos présenta en ella como algo del orden del lizarlo todo, con las très preguntas de Kant con las que
végétal. tuve que vermelas en télévision, a saber: ^qué puedo sa-
Esto hay que mirarlo mas en detalle. Un lingùista in- ber?, ^qué me esta permitido esperar? des el colmo,
sistiô mucho en el hecho de que el fonema nunca tiene verdaderamente!), y <i,qué debo hacer? Es de veras curio-so
sentido. El problema esta en que la palabra tampoco tiene que hayamos llegado a esto. No porque yo considère,
sentido, a pesar del diccionario. Yo me precio de ha-cerle desde luego, que la le, la esperanza y la caridad sean los
decir en una frase a cualquier palabra cualquier sentido. primeros sîntomas que haya que sentar en el banquillo.
Entonces, si se le hace decir a cualquier palabra cualquier No son malos sintomas pero, en fin, promueven de lo
sentido: ^dônde detenerse en la frase?, ^dônde encontrar mejor la neurosis universal o sea el que, a lin de cuentas,
la unidad elemento? las cosas no anden tan mal y que estemos todos someti-
Ya que estamos en Roma, voy a intentar darles una dos al principio de realidad, esto es, al fantasma. Pero
idea de lo que quisiera decir en lo tocante a esa unidad bueno, de todos modos alli esta la iglesia vigilante y una
que hay que buscar del significante. racionalizaciôn délirante como la de Kant es precisa-
Como saben, hay très famosas virtudes llamadas, como mente lo que ella tapona.
debe ser, teologales. Aqui se nos presentan ni mas ni Tome ese ejemplo para no enredarme en lo que em-
menos por todas partes en las paredes en forma de mu- pecê primero a darles corno juego, como ejemplo, de lo
jeres bien entradas en carnes. Lo menos que se puede decir que es menester para tratar un sintoma, cuando dije que la
es que, después de eso, tratarlas de sintomas no es interprêtaciôn siempre debe ser, como dijo, a Dios gracias,
forzar la nota, porque définir el sîntoma como lo hice, a aqui mismo y ayer, Tostain, el reacly-made, Marcel
partir de lo real, es decir que las mujeres expresan tam- Duchamp — a ver si con eso pescan algo. Nuestra inter-
bién sumamente bien a lo real, puesto que, precisamen- prêtaciôn debe apuntar a lo esencial que hay en el juego
te, insisto en que las mujeres son no-todas. de palabras para no ser la que nutre al sintoma de
Entonces, la fe, la esperanza y la caridad, si las sig- sentido.
nifico con la "feria" laisse-spère-ogne n (lasciate ogni spe- Y ademâs voy a confesarles todo <J,por que no? El asun-to
11. Lacan hace una transcripciôn sui generis del italiano al fran- ese de la le, la esperanza y la caridad que se corren ha-cia
cés que literalmente puede entenderse como deja-espadre-espera- la feria — digo esto porque en la conferencia de prensa hubo
toda. [N. T.] alguien a quien le pareciô que me habia pasado de
181
La tercera 95 96 Jacques Lacan
la raya con el cuento de la fe y la feria— ese es uno de mis mente se vuelve a la cifra, ûnico exorcisme de que sea ca-
suenos: tengo derecho, igual que Freud, a comunicarles paz el psicoanâlisis: que el desciframiento se résuma a lo
mis suenos. Al contrario de los de Freud, no estân ins- que constituye la cifra, a lo que hace que el sintoma sea
pirados por el deseo de dormir; a mi me mueve mas bien ante todo algo que no cesa de escribirse de lo real, y lograr
el deseo de despertar. Pero, en fin, es particular. amansarlo hasta el punto en que el lenguaje pueda hacer
En fin, ese significante-unidad es capital. Es capital, con él equivoco, permite ganar el terreno que sépara al
pero es palpable, es obvio, que el propio materialismo sintoma de lo que les voy a ensenar en mis dibujitos, sin
moderno, con toda seguridad, no hubiera nacido si no que el sintoma se reduzca al goce fâlico.
fuera porque esta unidad es algo que preocupa a los Mi "gôzase" introductorio, se los testimonia el que
hombres desde hace mucho tiempo y que, para esa preo- vuestro presunto analizante se confirme como tal regre-
cupaciôn, lo ûnico que esta al alcance de la mano es sando. Y es que, se los pregunto, <-,por que habria de
siempre la letra. CuandoAristôteles, como cualquiera, se regresar, dada la tarea a que lo someten, si eso no le cau-
propone dar una idea del elemento, tiene que valerse de sara un inmenso placer? Sobre todo que, ademâs, es fre-
una série de letras, ro, sigma, tau, exactamente igual que cuente que no se quede con eso, o sea, tiene que dedi-
nosotros. Nada por cierto nos da de entrada la idea del carse a otras tareas para satisfacer vuestro anâlisis. Se
elemento, en el sentido que creo haber mencionado hace goza con algo, y de ninguna manera se "yogo(s)es", por-
un rato, el del grano de arena — quizâs estaba en una de que todo indica, todo incluso debe indicarles, que no le
esas cosas que habïa salteado, no importa— , la idea del piden simplemente daseinar, ser ahi, como yo lo soy
elemento, la idea acerca de que eso solo podia contarse, y ahora, sino antes bien lo opuesto: poner a prueba esa
en este orden nada nos detiene: por numerosos que sean libertad de la ficciôn de decir cualquier cosa, la cual, de
los granos de arena, ya lo dijo Arquimedes, por numerosos résultas, se verificarâ como imposible. Es decir que le
que sean, siempre los podremos calibrar — pues bien, todo piden ni mas ni menos dejar esa posiciôn que acabo de
esto nos viene tan solo a partir de algo que no tiene mejor calificar de Dasein y que es, dicho mas sencillamente,
soporte que la letra. Pero también significa, ya que no aquella con que se satisface. Se satisface precisamente al
hayletra sin lalengua, y ese incluso es el pro-blema, quejarse de ella, a saber, al quejarse de no ser conforme
^côrno puede lalengua precipitarse en la letra? Nunca se al ser social, de que algo se atraviesa en el medio. Y
ha hecho nada muy serio sobre la escritura, y valdria la precisamente, lo que percibe como sintoma, como tal
pena porque es verdaderamente una juntura. sintomâtico de lo real, es porque algo se atraviesa en el
Luego, que el significante, sea postulado por mi como medio.
representando a un sujeto ante otro significante es la Luego, esta ademâs la aproximaciôn que tiene al pen-
funciôn que se verifica por lo siguiente — como alguien lo sarlo, pero eso es lo que se llama el bénéficie secundario
senalô también hace un rato, hollando asi en cierto modo el en toda neurosis.
camino para lo que les puedo decir— , la funciôn que solo Todo esto que estoy diciendo no tiene forzosamente
se verifica en un desciframiento tal que necesaria- que ser verdad en lo eterno — lo cual por cierto me tiene
182
La tercera 97 98 Jacques Lacan
absolutamente sin cuidado. Es la estructura misma del cual se gira en redondo, para hacer con dos rectas nudo
discurso la que solo fundan al reformar, incluso al refor- borromeo. Quixâ no sea un azar que esto que estân vien-
mar a los demâs discursos, en tanto que ellos ex-sisten do se présente como el entrelazamiento de dos caractères
al vuestro. Y en el vuestro, en vuestro discurso, agotarâ de la escritura griega. Quizâs tarnbién sea algo perfec-
el serhabla esa insistencia suya que en los otros discursos tamente digno de entrar en el caso del nudo borromeo.
se queda corta. Eliminen tanlo la continuidad de la recta como la con-
<[,Dônde se aloja entonces ese "eso se goza" en mis re- tinuidad del redondel. Lo que queda, ya sea una recta y
gistres categôricos de lo imaginario, lo simbôlico y lo un redondel o dos rectas, esta completamente libre, lo
real? cual es efectivamente la definiciôn del nudo borromeo.
Para que haya nudo borromeo no es necesario que mis Al decirles todo esto, tengo el sentimiento — lo anoté
très consistencias fundamentales sean todas tôricas. incluso en mi texto— de que el lenguaje es verdadera-
Saben, pues tal vez lo hayan oido, que puede suponerse mente aquello que solo puede avanzar torciêndose y en-
que una recta se muerde la cola en el infinito. Entonces, rollândose, contorsionândose de una manera de la que,
de lo imaginario, lo simbôlico y lo real, uno de los très, lo después de todo, no puedo negar que doy aqui el ejemplo.
real ciertamente, puede caracterizarse precisarnente por No vayan a créer que al recoger el guante por êl, al re-
lo que dije: por no conformar un todo, es decir, por no calcar en todo cuanto nos atafie hasta que punto depen-
cerrarse (Figura 3). demos de él, no vayan a créer que lo hago por puro gusto.
Preferiria que fuera menos tortuoso.
Figura 3
A mi me parece cômico simplemente que la gente no se
percate de que no hay manera de pensar de otra forma y
que los psicôlogos en busca del presunto pensamiento que
fuese no hablado den de algûn modo por sentado que el
pensamiento puro, si me atrevo a decirlo, séria mejor. En
lo que hace rato propuse de cartesiano, en el yo [je]
pienso luego yo (Je] soy, mas precisamente, hay un error
profundo, que lo alarma imaginar que el pensamiento
hace extension, valga la expresiôn. Pero esto mismo de-
muestra que el ûnico pensamiento, digamos puro, no so-
metido a las contorsiones del lenguaje, es justamente el
pensamiento de la extension. Y entonces, yo queria con-
ducirlos hoy a lo siguiente —y a fin de eu entas, después
de dos horas, tan solo he venido a encallar ahi, y ahi ando a
Supongan incluso que lo simbôlico esté en el mismo rastras— : la extension que suponemos es el espacio, el
caso. Basta que lo imaginario, a saber, uno de mis très espacio que nos es comûn, a saber, las très dimensiones,
toros, se manifieste efectivamente como el lugar en el
183
La tercera 99 100 Jacques Lacan
ipor que diablos nunca lue abordado por la via del nudo? to, sensible en el sentido en que si no suponemos que el
Hago una digresiôn con una evocaciôn citatoria del viejo nudo se manifiesta por el hecho de que el toro imaginario
Rimbaud y de su efecto de barco ebrio, si me permiten la que postulé en este caso se achicara, se recompusiera al
expresiôn: infinito, no tenemos la menor idea del punto, porque las
dos rectas tal como acabo de inscribirlas, las rectas a las
"Je ne me sentis plus tiré par les haleurs"12 cuales les asigno los términos de lo simbôlico y lo real, se
deslizanuna sobre otra, digamoslo asi, hasta perderse de
No se necesita rimbarco alguno, ni poata, ni etiopoata, vista. ^Por que habrian de cruzarse, de interceptarse,
para preguntarse por que una gente que indiscutible- dos rectas en una superficie, en un piano? Es una buena
mente tallaba piedras —y eso es geometria, la geometria pregunta. ^Dônde se ha visto nada que se le parezca? A
de Euclides— , por que esa gente que al fin y al cabo ténia menos que uno esté serruchando, desde luego, e imagine
después que subir esas piedras hasta lo alto de las pi- que aquello que forma arista en un volumen basta para
râmides — y no lo hacian con caballos: cualquiera sabe trazar una linea. Aparté de este fenômeno del serruchar
que los caballos no halaban gran cosa mientras no se in- ^cômo imaginar que el encuentro de dos rectas hace un
ventô el cabestro— cômo entonces a esa gente que ha- punto? Me parece que se necesitan al menos très.
laban ellos mismos todas esas piedras, ^por que no ocu-pô Esto nos lleva, por supuesto, un poco mas alla. Leerân
el primer piano de su geometria, en primer termine la este texto, que les doy por lo que vale, pero que al menos
cuerda y al mismo tiempo el nudo? ^Côrno pudieron no es divertido.
ver el uso del nudo y de la cuerda, cosa con la cual las
matemâticas mas modernas, viene al caso decirlo, suel- Figura 4
tan la cuerda, pues no saben cômo formalizar en que
consiste un nudo; hay un montôn de casos en que no dan
pie con bola? No asi con el nudo borromeo: el materna tico se
diô cuenta de que el nudo borromeo era scricillamerite una
trenza y el tipo mas sencillo de trenza.
Es évidente, en cambio, que ese nudo que esta ahi, el
que puse arriba (Figura 3), esta hecho de una manera
que sorprende de inmediato por ser, precisamente, la que
nos permite no hacer depender todas las cosas de la
consistencia tôrica de lo que fuere sino solo de la de al
menos una. Y esta al menos una es la que, si la achican
indefinidamente, les puede dar la idea sensible del pun-
Pero hay algo que les tengo que mostrar. Esto que ven
12. "Ya no me senti halado por lo sirgadores". [N. T.] acâ (Figura 4) indica la manera en la que, a fin de eu en-
184
La tercera 101 102 Jacques Lacan
tas, el nudo borromeo viene a dar con esas famosas très entre paréntesis — saben que son los etôlogos, la gente
dimensiones que imputâmes al espacio, sin privarnos que estudia los usos y costumbres de los animales— y es
por ello de imaginar tantas como querramos, ni de ver lo siguiente: ello no es una razôn para que nos imagine-
cômo se producen. Un nudo borromeo se produce, jus- mos nosotros que el rnundo es el mismo mundo para to-
tamente, cuando lo ponemos en este espacio. A la iz- dos los animales, digamos, cuando tenemos tantas prue-
quierda ven otra figura (Figura 5): corriendo de cierta ma- bas de que aunque la unidad de nuestro cuerpo nos fuer-ce
nera estos très rectângulos, que por cierto forman muy a pensarlo como universo, es obvio que no es mundo sino
bien nudo por si solos, obtienen la figura de donde parte inmundo.
todo cuanto les mostré hace rato de lo que constituye un A fin de cuentas, toda nuestra experiencia procède del
nudo borromeo, tal como nos creemos obligados a di- malestar que Freud observa en alguna parte, del males-
bujarlo. tar en la cultura. Es llamativo que el cuerpo contribuya a
ese malestar de una manera con que sabemos muy bien
Figura 5 animar — digo animar por decirlo asi— animar a los ani-
males con nuestro miedo. ADe que tenemos miedo? Ello
no quiere decir simplemente: Aa partir de que tenemos
miedo? ADe que tenemos miedo? De nuestro cuerpo. Es lo
que manifiesta ese fenômeno curioso sobre el cual hice un
seminario durante un ano entero y que llamé la an-
gustia. La angustia es, precisamente, algo que se situa en
nuestro cuerpo en otra parte, es el sentimiento que surge
de esa sospecha que nos embarga de que nos reducimos a
nuestro cuerpo. Como a pesar de todo es muy curioso que
la debilidad mental del serhabla haya logrado llegar hasta
alli, nos percatamos de que la angustia no es el miedo de
cbsa alguna con que el cuerpo pueda motivarse. Es un
Pero intentemos aunque sea ver de que se trata, a sa- miedo al miedo, y que se situa tan bien con respecte a lo
ber, que en ese real se produzcan cuerpos organizados y que quisiera lograr al menos decirles hoy — porque tuve la
que estos mantengan sus formas; asi se explica que unos imbecilidad de parir 66 paginas para ustedes y,
cuerpos imaginen el universo. Sin embargo, no es naturalmente, no voy a seguir hablando asi
sorprendente que, fuera del serhabla, no tengamos nin- indefmidamente— que me gustaria mucho mostrarles
guna prueba de que los animales piensen mas alla de por lo menos lo siguiente: enlo que imaginé para ustedes al
unas cuantas formas a las cuales suponemos que son identificar cada una de esas consistencias como siendo
sensibles porque responden a ellas de modo privilegiado. las de lo imaginario, lo simbôlico y lo real, lo que da lugar
Ahorabien, hay algo que no vemos y que lo etôlogos dejan y sitio al goce fâlico es este campo que, en el
185
La tercera 103
104 Jacques Lacan
achatamiento del nudo borromeo, se especifica por la
intersection que ven acâ (Figura 6). — que entrana la aboliciôn del sentido— , todo lo concer-
niente al goce, y en especial el goce fâlico, puede también
estrecharse, pues con esto no pueden dejar de percatarse
del sitio del sintoma en estos distintos campos.
186
La tercera 105 106 Jacques Lacan
iEn que me baso para escribir en el circulo de lo real asombrosa, y a propôsito âe. la cual es, desde luego,
la palabra "vida"? En que indiscutiblemente de la vida, sensato y comprensible que Dios nos aconseje amar tan
salvo esa vaga expresiôn que consiste en enunciar el go- solo a nuestro prôjimo y ni por asomo limitarnos a nues-
zar de la vida, de la vida no sabemos nada mas, sino ûni- tra prôjima, pues si acudiéramos a nuestra prôjima iria-
carnente lo que la ciencia nos induce, o sea que nada hay mos simple y llanamenle al fracaso — es el principio mis-
mas real, lo cual quiere decir mas imposible, que imagi- mo de lo que hace rato llamé el archimalogro cristiano— :
nar cômo pudo iniciarse esta construcciôn quimica que, en ese goce del Otro se produce lo que muestra que asi
con elementos distribuidos en cualquier cosa y de la ma- como el goce fâlico esta fuera-de-cuerpo, en esa misma
nera que querramos clasificarla segûn las leyes de la medida el goce del Otro esta fuera- de-lenguaje, fuera-de-
ciencia, presuntamente empezô de repente a construir simbôlico, pues a partir de esto, a saber, a partir del mo-
una molécula de ADN, esto es, algo en lo cual, per- mento en que se pesca aquello que en el lenguaje hay
mitanme decirselos, vemos ya formarse, muy curiosa- icômo decirlo? de mas vivo o de mas muerto, a saber, la
mente, la primera imagen de un nudo. Si algo deberia lla- letra, ûnicamente a partir de alli tenemos acceso a lo real.
marnos la atenciôn es que hayamos tardado tanto en Este goce del Otro, cada uno sabe hasta que punto es
percatarnos de que algo en lo real — y no cualquier cosa: la imposible, e incluso contrariamente al mito que evoca
vida misma— se estructura con un nudo. Tras de lo cual Freud, a saber, que el Eros séria hacerse uno, jus-
£CÔmo no extranarnos de que no encontremos en tamente por eso uno se revienta, porque en ningun caso
ninguna parte, precisamente, ni en la anatomia ni en las dos cuerpos pueden hacerse uno, por mas que se lo
enredaderas, que parecieran expresamente hechas para abrace. No lo puse en mi texto, pero en esos famosos
eso, imagen alguna de nudo natural? Les voy a sugerir abrazos a lo mas que puede llegarse es a decir " jabrâzame
algo: ^no sera este cierto tipo de represiôn, de Ur- fuerte!", pero no se abraza tan fuerte como para que el
verdràngt? Pero en fin, no nos pongamos a sonar dema- otro termine reventado. De modo que no hay el menor
siado, ya hay mucho que hacer con nuestras huellas. asomo de reducciôn al uno. Es una soberana broma. Si
La representaciôn, hasta e inclusive el preconsciente algo constituye el uno es, a decir verdad, el sentido del
de Freud, se-sépara pues completamente del Goce del elemento; el sentido de lo que dépende de la muerte.
Otro, JA, Goce del Otro en tanto goce parasexuado, goce Digo todo esto porque se créa mucha confusion,
para el hombre de la mujer supuesta, y a la inversa, para debido a cierta aura que tiene lo que digo, se créa mucha
la mujer, que no tenemos que suponer puesto que la confusion respecte al tema del lenguaje. De ninguna
mujer no existe, pero para una mujer, en cambio, goce del manera pienso yo que el lenguaje sea la panacea univer-
hombre quien, él, es todo, desgraciadamente, incluso es sal: que el inconsciente esté estructurado como un len-
todo goce fâlico. Este goce del Otro, parasexuado, no guaje, y que eso sea lo mejor que tiene, no significa sin
existe, mas aun, no podria, le séria imposible existir si no embargo que el inconsciente no dependa estrechamente
mediara la palabra, la palabra de amor en particular, que de lalengua, esto es, de aquello por lo cual toda lalengua es
es de veras la cosa, debo decirlo, mas paradôjica y mas una lengua muerta, aunque siga estando en uso. Solo
187
108 Jacques Lacan
La tercera 107 nosotros mismos a estar animados por los gadgets. De-bo
decir que esto me parece poco probable. No logra-remos
hacer que el gadget no sea un sintoma, porque por ahora lo
en la medida en que va dejando capas, puede hallarse un es de la manera mas obvia. Es évidente que se tiene un
principio de identidad de si a si, y esto se produce, no a aulomôvil como se tiene una falsa mujer; uno se empeiîa
nivel del Otro, sino a nivel de la lôgica. En la medida en en que sea un falo, pero su ûnica relaciôn con el falo
que se logra reducir toda indole de sentido, se logra llegar a consiste en que el falo es lo que nos impide tener una
la sublime formula matemâUca de la identidad de si a si relaciôn con algo que sea nuestra contrapartida sexual.
que se escribe x = x. Es nuestra contrapartida parasexuada y todos sabemos
En lo tocante al goce del Otro, hay una sola manera de que el para consiste en que cada quien se quede por su
colmarlo y es el campo propiamente dicho en que nace la lado, que cada uno se permanezca al lado del otro.
ciencia, y nace, por supuesto, como todo el mundo lo Les resumo lo que habla aqui, en mis 66 paginas, con
sabe, solo cuando Galileo establece pequenas relaciones mi buena resoluciôn inicial que era leer. La tome con
entre letras con una barra en el medio, cuando define la cierta intenciôn porque, después de todo, acaparar la
velocidad como relaciôn entre espacio y tiempo. Solo a lectura era descargarlos al menos de eso y quizâs hacer
partir de ese momento, tal como lo muestra muy bien un que pudieran, es lo que les deseo, leer algo. Si lograran
librito que se permitiô mi hija, se pudo salir de esa nociôn de veras leer lo que hay en este achatamiento del nu do
un tanto intuitiva y embrollada con el esfuerzo, lo- borromeo, pienso que séria ponerles en la mano algo que
grândose asi ese primer resultado que fue la gravitaciôn. les puede ser tan util como la simple distinciôn entre lo
Desde entonces hemos hecho algunos levés pro- real, lo simbôlico y lo imaginario. Perdôn por haber ha-
gresos, pero iqué nos procura la ciencia, a fin de cuen- blado tanto tiempo.
tas? Algo para distraer el hambre en lugar de lo que nos
falta en la relaciôn, la relaciôn de conocimiento, como
decia antes. Nos procura en su lugar algo que para la
mayorïa de la gente, en particular todos los aquï présentes,
se reduce a gadgets : la télévision, el viaje a la luna —y
en cuanto a este no vamos todos, solo unos pocos
elegidos; pero-lo vemos por télévision. Asi es, la ciencia
parte de eso. Por eso pongo mis esperamas en el hecho
de que, pasando por debajo de toda representaciôn, tal
vez logremos obtener acerca de la vida algunos datos mas
satisfactorios.
Entonces, la vuelta se cierra sobre lo que acabo de
decir hace un rato: el porvenir del psicoanâlisis es algo
que dépende de lo que advendrâ de ese real, a saber,
dépende por ejemplo, de que los gadgets verdaderamen-te
se nos impongan, de que verdaderamente lleguemos
188
189
Los tres Registros de la realidad humana
Javier Aguirre
Quien haya alguna vez escuchado algo sobre Jacques Lacan, probablemente le resuene
categorías como lo imaginario, lo simbólico y lo real. Es decir, los tres registros u órdenes
de la esenciales de la realidad humana. Introducirse a las elaboraciones de Lacan implican
un pasaje ineludible por estas categorías.
Lacan introduce los registros en una conferencia titulada Lo simbólico, lo imaginario y lo real en
el año 1953 y a partir de allí jamás dejará de utilizarlas, es decir, que atraviesan toda su
enseñanza, aunque no sin modificaciones conceptuales.
¿Qué son los tres registros? Los registros son categorías conceptuales que tienen un valor
instrumental, en la medida que Lacan los utiliza para “leer” a Freud, son una especie de lente
que emplea para estudiar la obra freudiana. Asimismo, notaremos que Lacan los utiliza como
un recurso teórico y práctico. Le sirven para teorizar su enseñanza y orientar la experiencia
psicoanalítica, es decir, la dirección de una cura.
¿Cómo construye Lacan los registros? Los registros no son una invención ex-nihlo de Lacan,
sino que éste los toma de la cultura e interviene sobre ellos produciendo una articulación
original, no obstante, el punto de inflexión (como veremos más adelante) es sobre el registro
de lo real, el cual irá tomando distintos sentidos a lo largo de sus elaboraciones.
¿Estos registros están separados? No. Lacan los propone de manera articulada, es decir, se
encuentran enlazados, incluso, llegará a proponer al final de su enseñanza, el recurso
topológico del nudo borromeo constituido por tres cuerdas enlazados de tal forma que, al
separar cualquiera de las tres, se liberan las otras dos.
1
Nudo borromeo
El nudo muestra que no hay una superioridad de un registro sobre otro, ellos tienen un valor
equivalente, hay una homogeneidad en cuanto a su valor aunque no por sus cualidades, lo
cual implica que se pueden ordenar o combinar de diversos modos sin alterar la equivalencia,
por ejemplo: SIR, IRS, RSI, SRI…etc.
No obstante, se advierte que a lo largo de sus elaboraciones Lacan enfatiza algunos registros
sobre otro, lo que no significa que proponga una superioridad de algunos de ellos y se olvide
de los otros o le reduzca su importancia, sino que acentuará en los distintos contextos
teóricos alguno más que otro.
Como dijimos más arriba, los registros se presentan de manera articulada, o sea, cada
fenómeno tiene una dimensión simbólica, imaginaria y real. El síntoma, el fantasma, el sueño,
el lenguaje mismo, etc. Más aún, cada registro tiene una dimensión simbólica, real e
imaginaria. Sin embargo, por una cuestión didáctica, presentaremos lo registros de manera
separada a fin de explorar sus particularices y algunas de las fuentes que Lacan utiliza para
delimitarlos.
Lo imaginario
2
proyecciones imaginarias a los semejantes. También es el registro de la agresividad y de la
prestancia. El mundo de la fantasía, los sueños, entre tantos otros fenómenos, tienen también
una dimensión imaginaria). Así como las imágenes son indispensable para los animales; para
el ser hablante también lo es, es una dimensión vital y esencial de la condición humana.
Para delimitar este registro Lacan recupera aportes de múltiples disciplinas, ¿Cuáles son las
principales fuentes que Lacan utiliza? Un de ellas es el Psicoanálisis. En el momento en que
Lacan construye el estadio del espejo, no solo que recupera la noción de narcisismo, sino
también la noción de “imago” que se encuentra en la obra de Freud y que tanto Jung como
la escuela anglosajona de psicoanálisis tomaron y reformularon. Con el término imago se
designaba una representación o imagen ideal de las figuras parentales (materna, paterna,
fraterna) que, como prototipo o esquema inconsciente, dirige y orienta, posteriormente al
sujeto en su percepción de los otros y en su actitud y conducta hacia ellos. También
encontramos en su trabajo sobre el estadio del espejo, influencias de M. Klein,
principalmente sobre las posiciones esquizo-paranoide y la depresiva- (Rabinovich1), se trata
de una lectura del estadio en términos estructurales y no evolutivos, lo cual le permite insistir
en el carácter estructurante y estructural del estadio del espejo.
1 Inédito.
3
Lacan también tomará algunos aportes de la etología. Diversos estudios Lorenz han
demostrado que en ciertas especies algunos cambios fisiológicos y sociales se producen al
observar un congénere. Por ejemplo, la maduración de las gónodas en las palomas tiene
como condición la vista de un congénere, o el pasaje del grillo peregrino de su forma solitaria
a la gregaria, puede conseguirse si se lo expone a la visión de un semejante. Estos fenómenos
no son privativos en los animales, también en nuestra especie encontramos esta clase de
fenómenos. De allí que Lacan considere que un comportamiento puede volverse imaginario,
cuando su orientación hacia las imágenes, es capaz de desplazarse fuera del ciclo que asegura
la satisfacción de una necesidad natural.
En nuestra cultura contemporánea, lo imaginario suele adquirir gran relevancia. Las redes
sociales, el culto a la imagen, la selfie, entre tantas otras “formas” son algunos de los ejemplos.
Estamos en una época caracterizada por lo que Colette Soler (2018) denominó la
“enfermedad de la comparación”. Esta “enfermedad”, suele alimentar lo que Freud llamó
hace tanto tiempo, el narcisismo de las pequeñas diferencias, que en sus expresiones más
extremas llevan a discursos y prácticas segregacionistas. Por supuesto, que esto no se agota
a nuestros tiempos. Basta ver como dos personajes que luchan a duelo para ilustrar la tensión
erotoagresiva de las relaciones especulares.
El campo del arte también será otra de las fuentes que recupera el autor. Al m omento de
elaborar el estadio del espejo, Lacan mantendrá un dialogo con el movimiento surrealista, el
cual tendrá influencias en sus desarrollos. Asimismo, como señala Diana Rabinovich3, en la
época en que Lacan planea el registro imaginario, se está desarrollando en Europa no solo
el movimiento surrealista, sino una nueva forma de interpretar las imágenes como símbolos,
2
También la teoría de la Gestal de Köhler, y los desarrollos de Bühler, sobre el transitivimos son otras
de las fuentes que Lacan recuperara para delimitar el registro de lo imaginario.
3
Inédito
4
el cual será uno de los elementos que contribuirán a establecer el registro de lo simbólico. La
construcción de las imágenes como símbolo fue examinada por el instituto Warburg, en
Alemania. Uno de los representantes más sobresalientes fue Panofsky. Para éste “en una obra
de arte, la forma no puede separarse del contenido, debe entenderse también como algo que
comporta un significado que sobrepasa a lo visual”. Es decir, que no interpreta los símbolos
como si tuvieran un significado fijo, sino que el significado dependerá del lugar que tenga el
símbolo en la obra y su contexto.4 Notemos que estamos incluyendo al significado como
algo imaginario, que implica cierta forma y muchas veces cerrada. O sea que la imagen no se
limita solo a lo imaginario, sino que ésta entra en conexión con lo simbólico, es decir, que las
imágenes están sometidas a lo simbólico, las imágenes se pueden simbolizar. Esto ya había
sido señalado por Freud y otras tantas tradiciones, por ejemplo, cuando analiza el simbolismo
de las imágenes del sueño. No obstante, se trata aquí del significado que toma la imagen
según lugar en el que se encuentra, la imagen no tiene un “significado natural”.5
Por el momento nos centraremos en el eje imaginario, donde están situado en cada vértice
el otro o semejante, simbolizado por el a´ minúscula, y el yo en el otro extremo, simbolizado
también con la letra a. Allí, tenemos un vector orientado que va del otro al yo, representado
por una línea continua. En este eje se juegan las relaciones imaginarias del yo con su
semejante, la rivalidad, celos, proyección, ilusiones, la agresividad, entre otras. Lacan
4
Como veremos más adelante, es una idea próxima a la noción de estructura que Lacan elabora en la
década del 50.
5
Lacan incluso, considerará que el funcionamiento normal de la significación implica que esta remite
siempre a otra significación, sin remitir nunca de manera directa a un elemento de lo real como si fuera
un índice.
5
acentuará la relación mortífera que implica el eje imaginario, como en el juego de la silla, solo
hay lugar para uno, o yo o el otro.
“Tenemos, pues, el plano del espejo, el mundo simétrico de los ego y de los otros
homogéneos. De él debe distinguirse otro plano, que llamaremos el muro del lenguaje.
Lo imaginario cobra su falsa realidad, que sin embargo, es una realidad verificada, a partir del
orden definido por el muro del lenguaje. El yo tal como lo entendemos, el otro, el semejante,
todos estos imaginarios son objetos” (Lacan, 1955:366). En este eje imaginario, se trata de
las relaciones intercambiables, reflexivas en el sentido de la óptica.
Ahora bien, notemos que el esquema muestra una articulación de lo imaginario con lo
simbólico, no es un “puro” imaginario. De allí que abordaremos ahora el registro de lo
simbólico.
Lo simbólico
Con el registro de lo simbólico se alude a la función del lenguaje, en tanto que se trata de un
sistema de carácter universal que nos precede, subvierte al ser humano y determina las formas
de los lazos sociales. “El hombre habla pues, pero es porque el símbolo lo ha hecho hombre”
(Lacan, 1953: 265). Hay una necesidad lógica entre el hombre y el símbolo, podríamos decir,
que uno no es sin el otro.
Lo simbólico no se opone a lo imaginario, sino que le asigna otro valor. Así, “un
comportamiento puede ser imaginario cuando su dirección sobre imágenes y su propio valor
de imagen para otro sujeto lo hacen susceptible de desplazamiento fuera del ciclo que asegura
la satisfacción de una necesidad natural. Lo que se llama en el animal un comportamiento
simbólico es a saber que, cuando uno de estos segmentos trasladados toma un valor
socializado, sirve para el grupo animal de localización para un cierto comportamiento
colectivo” (Lacan, 1953). Así por ejemplo, el fetichista puede excitarse con una pantufla, sin
embargo ésta, no puede servir para apaciguar una necesidad como el hambre o la sed. Como
mencionábamos más arriba, es el valor simbólico de las imágenes.
Al respecto Lacan dirá que la palabra mata a la cosa. Es decir, que el símbolo puede
representar la cosa, la puede traer, pero no es la cosa en sí misma. En el juego del Fort Da,
Freud muestra como su nieto podía simbolizar su madre por medio del carretel, o sea, a
través de la operación del significante, por eso Lacan señala que la palabra es una presencia
6
hecha de ausencia. De allí que el lenguaje tenga una función creadora, es decir, puedo hacer
aparecer en este momento un dragón solo con la palabra, creando esa representación.
Esto no implica una anterioridad de “lo real” que es tomado por el significante, sino que es
el significante mismo el que introduce una falta allí donde no lo hay. Es una operación lógica.
Es decir, que es gracias a lo simbólico que algo puede faltar, aunque en la naturaleza no falte
nada. Lacan nos brinda el ejemplo de la biblioteca. En la biblioteca podemos decir que un
volumen falta en su lugar, solo si ese lugar esta designado por la introducción de lo simbólico
en lo real, es lo simbólico que introduce una ausencia, se introduce una falta por medio del
símbolo. De allí en más, el símbolo nos permite presentificar un elemento.
Retomemos el esquema L, pero ahora centrémonos en el eje simbólico, es decir el vector que
va del A (tesoro de los significantes) a S, el Sujeto. Notemos que no se trata de una línea
continua, lo que designa el vector del inconsciente. El Otro, es un lugar simbólico, es aquello
ante lo cual el sujeto se hace reconocer, es el tesoro de los significantes. Ahora bien, solo
puedo hacerme reconocer por el Otro en la media que esté reconocido. En el otro vértice
está el Sujeto, que no designa a la persona, o individuo, sino a un efecto del lenguaje. Lacan
escribe también allí el (Es) como un juego homofónico en la lengua francesa y alemana.
7
Podemos distinguir aquí la lingüística de Saussure y los trabajos de Jakobson sobre la
metáfora y la metonimia, también, la antropología de Lévy Strauss con su idea de la "eficacia
simbólica" y el énfasis en el peso estructural de las leyes de parentesco.
Para Saussure el Significado (el concepto) es la representación mental o psíquica de una idea,
y un concepto social, ya que es común a todos los hablantes. El Significante (imagen acústica)
es la huella mental del sonido, es decir, la representación psíquica del sonido. El círculo indica
la unidad del signo y las flechas plantean la relación biunívoca entre significado y significante.
Además, otra propiedad del símbolo es su arbitrariedad, lo que significa que entre el
significante y el significado no hay una relación natural, es decir, la palabra no está
determinada por la cosa.
¿Pero para qué revisar este asunto? Porque Lacan toma el signo Saussuriano pero lo
transforma, proponiendo un nuevo algoritmo, el significante sobre el significado
8
su significación, mientras que el “lenguaje entupido del amor”, tiene la particularidad de
nombrar el partenaire sexual con el nombre de alguna hortaliza, insecto o animales de los
más repugnantes, etc, resulta evidente que allí el significante está desprovisto del significado
(del código).
Para ilustrar este argumento, veamos el siguiente dibujo que propone en el escrito “ La
instancia de la letra…” Lacan:
O sea, que no hay metalenguaje, no hay un lenguaje de referencia sobre el lenguaje, es decir,
cuanto más hablamos más quedamos sumergidos en sus fallas e impas. Se trata de una
“estructura” incompleta, en abertura y no cerrada, no hay el inconsciente colectivo.
Además, las unidades del lenguaje están sometidas a la doble condición de reducirse a
elementos diferenciales últimos y de componerlos según las leyes de un orden cerrado. No
debemos reducir estas unidades a los fonemas, es decir, el significante puede ser es un
fonema, una palabra, una acción, un olvido, una frase, lo importante es que mantenga la
9
condición de ser elementos diferenciales y últimos (un significante es lo que los otros no
son).
Con la expresión leyes de un orden cerrado, se refiere a las dos leyes del lenguaje: la metonimia y
la metáfora. Se trata de categorías que toma de Jakobson, pero que también encuentra en la
obra freudiana, en las nociones de desplazamiento y condensación. La primera (la
metonimia) consiste en la conexión de una palabra a otra. Mientras que la segunda (la
metáfora) se caracteriza por la sustitución significante. Un significante sustituye a otro,
quedando este último presente en un lazo metonímico con la cadena significante. Es decir,
“Una palabra por otra” (Lacan, 1957: 487). La metonimia se avecina al estilo realista, mientras
que la metáfora al poético. Cualquier formación del inconsciente se presenta estructurada
por alguna a ambas de estas leyes.
La forma que se opone a la metáfora es la metonimia, donde se sustituye algo que se trata
de nombrar, esto es, se nombra determinada cosa mediante otra que la contiene por parte de
ella o por su relación de contigüidad. Tomemos un ejemplo que propone Lacan: “treinta
velas” para aludir a barcos en el mar, hay una conexión del barco con la vela, en tanto es un
elemento que forma parte del barco, asimismo hay una contigüidad significante entre la vela
y el barco. En la metonimia se apoya en la conexión palabra a palabra, en ella el sujeto puede
nombrar el referente por elisión, es decir, desaparición de un significante.
Ahora bien, la “cadena significante”, que Lacan la representa de este modo S1-S2 implica
una doble temporalidad, diacrónica y sincrónica. La diacronía remite a la metonimia y la
sincronía a la metáfora.
10
En su diacronía, la cadena significante implica una temporalidad donde un significante
anticipa al segundo y este lo resignifica. Es decir, en la intención de significación se van
conectando los significantes, pero la significación será retroactiva, el punto de capitón o
abrochamiento de la cadena significante lo producirá el último término de manera
regrediente.
Intentaremos ilustrar la temporalidad de la cadena significante con uno de los pisos del grafo
del deseo7
6 Lacan, J. (2000 [1960]). “Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano”. En Lacan, J.
Escritos II. México: Siglo XXI.
7 Se trata un grafo que Lacan construye a la altura del Seminario 5.
11
s (A): el significado del Otro, donde la significación se constituye como producto; el lugar
del mensaje.
S: Sujeto dividido, efecto de la cadena significante. El sujeto del lenguaje, atravesado por el
lenguaje, es el producto del encuentro con al menos dos significantes articulados.
: La necesidad.
Los términos de “conjunto” y “co-varianza”, ambos tienen sus improntas en las matemáticas.
En esta disciplina, cuando se habla de conjunto se está indicando un grupo o colección de
elementos definidos. El conjunto no implica la totalidad, ya que no se refiere a un todo
absoluto. De allí que podemos entender el concepto de A sin barrar, la batería significante,
como un conjunto donde se encuentran todos los significantes que están, lo que significa que
hay significante que no están (en todo caso, no están en ese conjunto). Mientras que la
covarianza, indicaría que cada elemento que compone el conjunto no tiene valor por sí
mismo, porque no posee una relación fija con ningún otro elemento del sistema.
12
significante por sí mismo no significa nada, es decir, que el valor significante depende
necesariamente del conjunto del sistema al cual pertenece.
Asimismo, la palabra tiene una direccionalidad, toda palabra llama a una respuesta. “no hay
palabra sin repuesta, incluso si no encuentra más que el silencio, con tal de que tenga un
oyente, y que este es el meollo de su función en el análisis” (Lacan, 1953: 237). La palabra se
dirige a otro. Este “otro” comprende un doble registro, imaginario (otro especular, el
semejante) y simbólico (el Gran Otro), aquello ante lo cual se nos hacemos reconocer, pero en
la medida que está reconocido de antemano, o sea, es el Otro del discurso universal, es un
lugar tercero garante de la posición simbólica. Cuando hablamos a otro, instalamos un tercer
lugar que es el lugar al que se refiere la verdad de la palabra, de la buena fe, que implica un
pacto simbólico. No hay forma de hacer una mentira sin suponer esta dimensión de la verdad.
Es decir, el Otro, nos determina y además no se puede domesticar.
Ahora bien, el receptor del discurso, no es el único que escucha al emisor, también quien
emite el mensaje es al mismo tiempo emisor y receptor, en la media que podemos oír el
8
Lacan situará también al Otro como barrado, marcando entre otras cosas la inexistencia del
metalenguaje.
13
sonido de las palabras emitidas (aunque existen ciertos trastornos del lenguaje donde esta
dimensión esta alterada, por ejemplo, las alucinaciones verbales psicomotrices). Además, el
receptor del mensaje, determinará su sentido, el que escucha significa el mensaje y no
precisamente su enunciador, es el poder discrecional del oyente, lugar desde donde se puede
reconocer o anular el mensaje. La palabra es “un acto y que como tal supone a un sujeto”
(Lacan, 1955: 338), más aún el sujeto se funda en ese acto del ejercicio de la palabra. Podemos
decir, que “la palabra se manifiesta como una comunicación en la que no sólo el sujeto, por
esperar al otro que haga verdadero su mensaje, va proferido bajo una forma invertida…”
(Lacan, 1955: 338).
Entonces, el sujeto recibe su propio mensaje de forma invertida. La palabra plena, esencial, la palabra
comprometida, está fundada en esta estructura. Tomemos el siguiente ejemplo: Tú eres mi
mujer. En la frase “Tú eres mi mujer, implícitamente se está diciendo Yo (je) soy tu hombre.
No obstante, el primer mensaje Tú eres mi mujer, supone que se la reconoce como tal,
mediante lo cual podrá reconocernos. “Esta palabra es entonces siempre un más allá del
lenguaje. Un compromiso como éste, al igual que cualquier otra palabra, así fuese una
mentira, condiciona todo el discurso que va a seguir y aquí, entiendo que discurso incluye
actos, gestiones, contorsiones de las marionetas presas del juego, y la primera son ustedes
mismos” (Lacan, 1955-6: 79). O sea, que el emisor y el receptor, en esa relación especular,
se instala un lugar tercero, lo simbólico, que permite que se constituya el mensaje en forma
invertida.
Lo real
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que ninguna de estas es descartada ni superior a la otra. Se trata de definiciones producidas
en diversos contextos teóricos, pero que pueden coexistir.
La primera definición, (producía a la altura del Seminario 2) lo real es lo que vuelve siempre al mismo
lugar. El énfasis rece en el término “vuelve”, es decir, en la “repetición”. Lacan lo ejemplifica
con la figura de los astros. Siempre a la misma hora de la noche hallaremos tal estrella sobre
tal meridiano, ahí retornará, siempre está ahí, es siempre la misma. Si nos trasladamos a otro
punto del planeta, eso siempre estará allí. Reparemos que se trata de una definición que
también alude a la noción de fijación. Lo real como fijo, como inamovible, siempre retornando
al mismo lugar, como mosca a la miel. Suele ser una queja repetida en la neurosis, “siempre
me pasa lo mismo; siempre retorno al mismo lugar, es un destino que siempre vuelve”. Esta
dimensión de la repetición, no se trata de la insistencia simbólica a través de las formaciones
del inconsciente, sino que comprende ese retorno demoniaco que Freud menciona en Más
allá del principio del placer, un eterno retorno de lo igual.
Además, cada sistema simbólico tiene sus puntos imposibles, por ejemplo, hay puntos de
imposibilidad desde el punto de vista de los números enteros, pero que son posibles desde
la perspectiva de los números irracionales, asimismo, las lenguas también muestran esta
diferencia, en algunas hay ciertos puntos imposibles que para otras no lo son. Otro ejemplo
pero propio del psicoanálisis, es la tesis freudiana de la imposibilidad (lógica) de la inscripción
de la diferencia sexual en lo inconsciente, ya que solo existe la oposición fálico castrado. De
igual modo, dirá que no existe la inscripción de la muerte en lo inconsciente (Rabinovich,
inédito).
No obstante, Lacan señala una imposibilidad lógica para toda la especie humana, esto es, la
perdida de la naturalidad de los sexos y por lo tanto, la no complementariedad entre ellos.
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El aforismo que utiliza Lacan es “no hay la relación sexual”. Lo que no significa que no
existen las relaciones sexuales, sino que no hay un complemento, la proporción sexual entre
los sexos. Se trata de un plano lógico y no anatómico, ni biológico o cultural, sino una lógica
que involucra lo inconsciente.
Tercera definición: “lo real no es el mundo”. Es una definición solidaria a la anterior. Si el mundo
se caracteriza por lo imaginario, por la representación, lo real no es el mundo, ya que
incompatible a la representación, tanto a lo imaginario como a lo simbólico. “ La diferencia
entre lo que anda y no anda, es que la primer cosa es el mundo, el mundo anda, gira, es su
función de mundo; para darse cuenta de que no hay mundo, a saber, que hay cosas que sólo
los imbéciles creen, sólo los imbéciles creen estar en el mundo, es suficiente notar que hay
cosas que hacen que el mundo sea inmundo, si puedo expresarme así; los analistas se ocupan
de eso, de modo que contrariamente a lo que se cree, ellos se enfrentan mucho más al real
que los científicos; sólo se ocupan de eso.” (Lacan, 1974)9.
Cuarta definición: “lo real no es universal, … significa que no hay “todos los elementos, solo hay
conjuntos que determinar en cada caso (Lacan, 1974: 83). Lo real es no-todo, incompleto, es
un conjunto de elementos, en este sentido lo real no es universal. Sobre este punto, Lacan
dice, “lo real es un pedazo de real”10.
Quinta definición: “lo real en tanto se pone en cruz para impedir que las cosas anden”. Lacan coloca el
énfasis en el síntoma, “el sentido del síntoma es lo real”. El síntoma se constituye en un
punto de referencia que nos permite orientarnos hacia lo real. Como dice Lacan,” el síntoma
es lo que viene de lo real”. El síntoma, en una de sus caras, es lo que carece de sentido, es lo
que anda mal, lo que no deja de repetirse para estorbar ese andar, pero, además, aquello que
encuentra en lo simbólico y lo imaginario formas de expresión.
Referencias
Soler, C. (2018): Otro narciso. Buenos Aires: Escabel.
Lacan, J. ([2004]1953): “Lo simbólico, lo imaginario y lo real”. En De los nombres del padre,
Buenos Aires: Paidós. Pp. 11-64..
9
Lacan, J. (1974) Conferencia de prensa en Roma. Inédito
10
Lacan, J. ([2006]1975-76): El seminario, Libro 23: El sinthome. Buenos Aires: Paidós.
16
Lacan, J. ([2000]1953): “Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis”.
En escritos 1, Buenos Aires: Siglo XXI.
Lacan, J. ([2010]1954-55): El seminario. Libro 2. El yo en la teoría de Freud y en la técnica
psicoanalítica. Bs. As., Paidós. Cap. XIX.
Lacan, J. ([2002]1957): “La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud”.
En Escritos 1, México, Ed. Siglo XXI, pp. 473-509.
Lacan, J. ([2003]1974): ”La tercera”. En Intervenciones y textos II. Buenos Aires: Manantial. Pp.
81-85.
Lacan, J. ([2006]1955-56): El seminario. Libro 3: “Las psicosis”, Bs. As., Paidós, capS. IV, .
V, VII XIV.
Lacan, J. (2000 [1960]). “Subversión del sujeto y dialéctica del deseo”. En Lacan, J. Escritos
II. México: Siglo XXI.
Muñoz, P. (2018): “Los tres órdenes: imaginario, simbólico, real”. En Psicopatología. Córdoba,
Brujas. Pp.203-220.
17
Práctico 2
190
191
462 escritos 1
1 Codice Atlantico 145 r. a., trad. francesa de Gallimard, tomo II, p. 400.
2 Psychanalyse et sciences de l’homme.
3 Tuvo lugar el 9 de mayo de 1957 en el anfiteatro Descartes de la Sorbona, y 4 Die Frage der Laienanalyse, G. W., XIV, pp. 281-283. [¿Pueden los legos ejercer el
la discusión prosiguió frente a unas copas. análisis?, A. XX, pp. 230-232. AS]
192
la instancia de la letra 463 464 escritos 1
Designamos como letra ese soporte material que el discurso concreto para deshacernos con un rasgo de ingenio de la función general de la praxis
toma del lenguaje. en la génesis de la historia, con señalar que la sociedad misma que habría
Esta simple definición supone que el lenguaje no se confunde con las di- restaurado en su derecho político con el privilegio de los productores la je-
versas funciones somáticas y psíquicas que le estorban en el sujeto hablante. rarquía causatoria de las relaciones de producción respecto de las superes-
Por la razón primera de que el lenguaje con su estructura preexiste a la tructuras ideológicas, no ha dado a luz por eso un esperanto cuyas relaciones
entrada que hace en él cada sujeto en un momento de su desarrollo mental. con lo real socialista hubiesen puesto desde su raíz fuera del debate toda po-
Notemos que las afasias, causadas por lesiones puramente anatómicas de sibilidad de formalismo literario.6
los aparatos cerebrales que dan a esas funciones su centro mental, muestran Por nuestra parte confiaremos únicamente en las premisas, que han visto
en su conjunto repartir sus déficit según las dos vertientes del efecto signifi- su valor confirmado por el hecho de que el lenguaje conquistó allí efectiva-
cante de lo que llamamos aquí la letra, en la creación de la significación.5 In- mente en la experiencia su estatuto de objeto científico.
dicación que se aclarará con lo que sigue. Pues éste es el hecho por el cual la lingüística7 se presenta en posición de
Y también el sujeto, si puede parecer siervo del lenguaje, lo es más aún de piloto en ese dominio alrededor del cual una nueva clasificación de las cien-
un discurso en el movimiento universal del cual su lugar está ya inscrito en el cias señala, como es la regla, una revolución del conocimiento: las necesida-
momento de su nacimiento, aunque sólo fuese bajo la forma de su nombre des de la comunicación son las únicas que nos lo hacen inscribir en el capi-
propio. tel de este volumen bajo el título de “ciencias del hombre”, a pesar de la
La referencia a la experiencia de la comunidad como a la sustancia de ese confusión que puede disimularse en ello.
discurso no resuelve nada. Pues esa experiencia toma su dimensión esencial Para señalar la emergencia de la disciplina lingüística, diremos que consiste,
en la tradición que instaura ese discurso. Esa tradición, mucho antes de que caso que es el mismo para toda ciencia en el sentido moderno, en el momento
se inscriba en ella el drama histórico, funda las estructuras elementales de la constituyente de un algoritmo que la funda. Este algoritmo es el siguiente:
cultura. Y esas estructuras mismas revelan una ordenación de los intercam-
S
bios que, aun cuando fuese inconsciente, es inconcebible fuera de las per- —
s
mutaciones que autoriza el lenguaje.
De donde resulta que la dualidad etnográfica de la naturaleza y de la cul- que se lee así: significante sobre significado, el “sobre” responde a la barra
tura está en vías de ser sustituida por una concepción ternaria: naturaleza, so- que separa sus dos pisos.
ciedad y cultura, de la condición humana, cuyo último término es muy posi- El signo escrito así merece ser atribuido a Ferdinand de Saussure, aunque
ble que se redujese al lenguaje, o sea, a lo que distingue esencialmente a la no se reduzca estrictamente a esa forma en ninguno de los numerosos esque-
sociedad humana de las sociedades naturales. mas bajo los cuales aparece en la impresión de las lecciones diversas de los
Pero no tomaremos aquí partido ni punto de partida, dejando en sus tinie- tres cursos de los años 1906-1907, 1908-1909, 1910-1911, que la piedad de un
blas a las relaciones originales del significante y del trabajo. Contentándonos, grupo de sus discípulos reunió bajo el título de Curso de lingüística general: pu-
5 Este aspecto, muy sugestivo para trastornar la perspectiva de la “función 6 Recuérdese que la discusión sobre la necesidad del advenimiento de un
psicológica” que lo oscurece todo en esta materia, aparece luminoso en el nuevo lenguaje en la sociedad comunista tuvo lugar realmente, y que
análisis puramente lingüístico de las dos grandes formas de la afasia que Stalin, para alivio de los que confiaban en su filosofía, la resolvió en estos
pudo ordenar uno de los jefes de la lingüística moderna, Roman Jakobson. términos: el lenguaje no es una superestructura.
Cf. en el más accesible de sus trabajos, Fundamentals of language (con Morris 7 La lingüística, decimos, es decir, el estudio de las lenguas existentes en su
Halle), Mouton and Co, ’s-Gravenhage [Fundamentos del lenguaje, Ciencia estructura y en las leyes que en ella se revelan —lo cual deja fuera la teoría
Nueva, Madrid, 1967], los capítulos I al IV de la Segunda Parte, así como en de los códigos abstractos impropiamente colocada bajo la rúbrica de la
la recopilación de traducciones debida a los cuidados de Nicolas Ruwet, teoría de la comunicación, la teoría, de constitución física, llamada de la
aparecida en las Éditions du Minuit bajo el título de Essais linguistiques información, incluso toda semiología más o menos hipotéticamente gene-
[Ensayos de lingüística general, Seix y Barral, Barcelona, 1975]. ralizada.
193
la instancia de la letra 465 466 escritos 1
blicación primordial para transmitir una enseñanza digna de ese nombre, es desprendido de la ilusión de que el significante responde a la función de re-
decir, que no puede ser detenida sino sobre su propio movimiento. presentar al significado, o digamos mejor: que el significante deba responder
S en la
Por eso es legítimo que se le rinda homenaje por la formalización— de su existencia a título de una significación cualquiera.
s Pues incluso reducida a esta última fórmula, la herejía es la misma. Ella es
que se caracteriza en la diversidad de las escuelas la etapa moderna de la lin- la que conduce al lógico-positivismo en la búsqueda del sentido del sentido,
güística. del meaning of meaning, como denominan, en la lengua en la que sus fervien-
La temática de esta ciencia, en efecto, está suspendida desde ese momento tes se revuelcan, a su objetivo. De donde se comprueba que el texto más car-
de la posición primordial del significante y del significado como órdenes dis- gado de sentido se resuelve ante este análisis en insignificantes bagatelas, y
tintos y separados inicialmente por una barrera resistente a la significación. sólo resisten sus algoritmos matemáticos que, por su parte, como es justo, no
Esto es lo que hará posible un estudio exacto de los lazos propios del signi- tienen ningún sentido.9
S
ficante y de la amplitud de su función en la génesis del significado. Queda el hecho de que el algoritmo — , si no podemos sacar de él más
s
Pues esta distinción primordial va mucho más allá del debate sobre lo ar-
bitrario del signo, tal como se ha elaborado desde la reflexión antigua, e in- que la noción del paralelismo de sus términos superior e inferior, cada uno to-
cluso del callejón sin salida experimentado desde la misma época que se mado únicamente en su globalidad, seguiría siendo el signo enigmático de un
opone a la correspondencia biunívoca de la palabra con la cosa, aun misterio total. Lo cual por supuesto no es el caso.
cuando fuese en el acto del nombrar. Y esto en contra de las apariencias tal Para captar su función empezaré por producir la ilustración errónea con
como las presenta el papel imputado al índice que señala un objeto en el la cual se introduce clásicamente su uso. Es ésta:
aprendizaje por el sujeto infans de su lengua materna o en el empleo de los
métodos escolares llamados concretos para el estudio de las lenguas extran-
jeras. ÁRBOL
Por este camino las cosas no pueden ir más allá de la demostración8 de
que no hay ninguna significación que se sostenga si no es por la referencia a
otra significación: llegando a tocar en caso extremo la observación de que no
hay lengua existente para la cual se plantee la cuestión de su insuficiencia
para cubrir el campo del significado, ya que es un efecto de su existencia de
lengua el que responda a todas las necesidades. Si nos ponemos a circunscri-
bir en el lenguaje la constitución del objeto, no podremos sino comprobar
que sólo se encuentra al nivel del concepto, muy diferente de cualquier no-
9 Así el señor Richards, autor precisamente de una obra sobre los procedi-
minativo, y que la cosa, reduciéndose muy evidentemente al nombre, se quie- mientos apropiados para ese objetivo, nos muestra en otra su aplicación.
bra en el doble radio divergente de la causa en la que se ha refugiado en Escoge para eso una página de Mong-Tse, Mencio para los jesuitas: Mencius
on the mind, se llama eso, en vista del objeto de esa pieza. Las garantías apor-
nuestra lengua y de la nada (rien) a la que abandonó en francés su ropaje la-
tadas a la pureza de la experiencia no tienen nada que envidiarle al lujo de
tino (rem, cosa). sus puntos de vista. Y el letrado experto en el Canon tradicional en que se
Estas consideraciones, por muy existentes que sean para el filósofo, nos inserta el texto es encontrado en el lugar mismo de Pekín adonde la centri-
desvían del lugar desde donde el lenguaje nos interroga sobre su naturaleza. fugadora en demostración fue transportada sin mirar en gastos.
Pero no seremos menos transportados, y con menos gastos, de ver operarse
Y nadie dejará de fracasar si sostiene su pregunta, mientras no nos hayamos la transformación de un bronce que da un sonido de campana ante el más
pequeño roce del pensamiento, en una especie de trapo para limpiar la
pizarra negra del psicologismo inglés más deplorable. No sin identificarlo,
¡ay! rápidamente con la propia meninge del autor, único resto que subsiste
8 Cf. el De magistro de san Agustín, cuyo capítulo “De significatione locutio- de su objeto y de él mismo después de cumplir el agotamiento del sentido
nis” comenté en mi seminario el 23 de junio de 1954. del uno, y del buen sentido del otro.
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donde se ve hasta qué punto favorece la dirección antes indicada como erró- ventanilla que da al exterior deja desarrollarse la vista de los edificios del andén
nea. a lo largo del cual se detiene el tren: “¡Mira, dice el hermano, estamos en Da-
La sustituiré para mis oyentes por otra, que sólo podía considerarse como mas! — ¡Imbécil!, contesta la hermana, ¿no ves que estamos en Caballeros?”.
más correcta por exagerar en la dimensión incongruente a la que el psicoa- Aparte de que en efecto los rieles en esta historia materializan la barra del
nalista no ha renunciado todavía del todo, con el sentimiento justificado de algoritmo saussureano bajo una forma bien adecuada para sugerir que su re-
que su conformismo sólo tiene valor a partir de ella. Esa otra es la siguiente: sistencia pueda ser de otra clase que dialéctica, sería necesario, y ésta es sin
duda la imagen que conviene, no tener los ojos enfrente de los agujeros10
CABALLEROS DAMAS para embrollarse sobre el lugar respectivo del significante y del significado, y
no seguir hasta el centro radiante desde donde el primero viene a reflejar su
luz en la tiniebla de las significaciones inacabadas.
Porque va a llevar la Disensión, únicamente animal y condenada al ol-
vido de las brumas naturales, al poder sin medida, implacable a las familias
y acosador a los dioses, de la guerra ideológica. Caballeros y Damas serán
desde ese momento para esos dos niños dos patrias hacia las que sus almas
tirarán cada una con un ala divergente, y sobre las cuales les será tanto más
donde se ve que, sin extender demasiado el alcance del significante intere- imposible pactar cuanto que, siendo en verdad la misma, ninguno podría
sado en la experiencia, o sea, redoblando únicamente la especie nominal ceder en cuanto a la preeminencia de la una sin atentar contra la gloria de
sólo por la yuxtaposición de dos términos cuyo sentido complementario pa- la otra.
rece deber consolidarse por ella, se produce la sorpresa de una precipitación Detengámonos aquí. Parece la historia de Francia. Más humana, como es
del sentido inesperada: en la imagen de las dos puertas gemelas que simbo- justo, para ser evocada aquí que la de Inglaterra, condenada a zarandearse
lizan con el lugar excusado ofrecido al hombre occidental para satisfacer sus de la Punta Gruesa a la Punta Fina del huevo del déan Swift.
necesidades naturales fuera de su casa, el imperativo que parece compartir Queda por concebir qué estribo y qué corredor debe atravesar la S del sig-
con la gran mayoría de las comunidades primitivas y que somete su vida pú- nificante, visible aquí en los plurales con los que centra sus acogidas más allá
blica a las leyes de la segregación urinaria. de la ventanilla, para llevar su codo hasta las canalizaciones por donde, como
Esto no es sólo para dejar patidifuso mediante un golpe bajo al debate no- el aire caliente y el aire frío, la indignación y el desprecio vienen a soplar más
minalista, sino para mostrar cómo el significante entra de hecho en el signi- acá.
ficado; a saber, bajo una forma que, no siendo inmaterial, plantea la cuestión Una cosa es segura, y es que esa entrada en todo caso no debe implicar
de su lugar en la realidad. Pues, de tener que acercarse a las pequeñas placas ninguna significación si el algoritmo S con su barra le conviene. Pues el
—
esmaltadas que lo soportan, la mirada parpadeante de un miope tendría tal s
vez justificación para preguntar si es efectivamente ahí donde hay que ver el algoritmo, en cuanto que él mismo no es sino pura función del significante,
significante, cuyo significado en este caso recibiría de la doble y solemne pro- no puede revelar sino una estructura de significante a esa transferencia.
cesión de la nave superior los honores últimos. Ahora bien, la estructura del significante es, como se dice corrientemente
Pero ningún ejemplo construido podría igualar el relieve que se encuen- del lenguaje, que sea articulado.
tra en la vivencia de la verdad. Con lo cual no tengo por qué estar descon- Esto quiere decir que sus unidades, se parta de donde se parta para dibu-
tento de haber forjado éste: puesto que despertó en la persona más digna de jar sus imbricaciones recíprocas y sus englobamientos crecientes, están some-
mi fe ese recuerdo de su infancia que, llegado así felizmente a mi alcance, se
coloca perfectamente aquí.
Un tren llega a la estación. Un muchachito y una niña, hermano y hermana,
en un compartimiento están sentados el uno frente a la otra del lado en que la 10 [Dicho popular francés que significa no ver lo que está visible. TS]
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tidas a la doble condición de reducirse a elementos diferenciales últimos y de Pero no es diferente el fenómeno que, haciéndola aparecer con el único
componerlos según las leyes de un orden cerrado. retroceso de un pero, bella como la Sulamita, honesta como la rosera,12 viste
Estos elementos, descubrimiento decisivo de la lingüística, son los fonemas, y prepara a la negra para las nupcias y a la pobre para la subasta.
en los que no hay que buscar ninguna constancia fonética en la variabilidad De donde puede decirse que es en la cadena del significante donde el sen-
modulatoria a la que se aplica ese término, sino el sistema sincrónico de los tido insiste, pero que ninguno de los elementos de la cadena consiste en la sig-
acoplamientos diferenciales, necesarios para el discernimiento de los voca- nificación de la que es capaz en el momento mismo.
blos en una lengua dada. Por lo cual se ve que un elemento esencial en el ha- La noción de un deslizamiento incesante del significado bajo el signifi-
bla misma estaba predestinado a moldearse en los caracteres móviles que, Di- cante se impone pues — la cual F. de Saussure ilustra con una imagen que se
dots o Garamonds, atascados en las cajas, presentifican válidamente lo que parece a las dos sinuosidades de las Aguas superiores e inferiores en las mi-
llamamos la letra, a saber, la estructura esencialmente localizada del signifi- niaturas de los manuscritos del Génesis. Doble flujo donde la ubicación pa-
cante. rece delgada por las finas rayas de lluvia que dibujan en ella las líneas de
Con la segunda propiedad del significante de componerse según las leyes puntos verticales que se supone que limitan segmentos de correspondencia.
de un orden cerrado, se afirma la necesidad del sustrato topológico del que Contra esto va toda la experiencia que me hizo hablar, en un momento
da una aproximación el término de cadena significante que yo utilizo ordina- dado de mi seminario sobre las psicosis, de las “bastas de acolchado” requeri-
riamente: anillos cuyo collar se sella en el anillo de otro collar hecho de ani- das por ese esquema para dar cuenta de la dominancia de la letra en la trans-
llos. formación dramática que el diálogo puede operar en el sujeto.13
Tales son las condiciones de estructura que determinan —como gramá- Pero la linealidad que F. de Saussure considera como constituyente de la
tica— el orden de las imbricaciones constituyentes del significante hasta la cadena del discurso, conforme a su emisión por una sola voz y a la horizon-
unidad inmediatamente superior a la frase; como léxico, el orden de los en- tal en que se inscribe en nuestra escritura, si es en efecto necesaria, no es su-
globamientos constituyentes del significante hasta la locución verbal. ficiente. No se impone a la cadena del discurso sino en la dirección en que
Es fácil, en los límites en que se detienen estas dos empresas de aprehen- está orientada en el tiempo, estando incluso tomada allí como factor signifi-
sión del uso de una lengua, darse cuenta de que sólo las correlaciones del cante en todas las lenguas en las que [Pedro golpea a Pablo] invierte su
significante al significante dan en ella el patrón de toda búsqueda de signifi- tiempo al invertir sus términos.
cación, como lo señala la noción de empleo de un taxema o de un semantema, Pero basta con escuchar la poesía, como era sin duda el caso de F. de Saus-
la cual remite a contextos del grado exactamente superior a las unidades in- sure,14 para que se haga escuchar en ella una polifonía y para que todo dis-
teresadas. curso muestre alinearse sobre los varios pentagramas de una partitura.
Pero no porque las empresas de la gramática y del léxico se agoten en
cierto límite hay que pensar que la significación reina más allá sin competen-
12 [Se llamaba así (rosière) antiguamente a la muchacha ganadora de una
cia. Sería un error. rosa con que se premiaba en las aldeas a la más virtuosa. TS]
Porque el significante por su naturaleza anticipa siempre el sentido desple- 13 Lo hicimos el 6 de junio de 1956 sobre el ejemplo de la primera escena de
Atalia, al que confesamos que no fue extraña una alusión lanzada como de
gando en cierto modo ante él mismo su dimensión. Como se ve en el nivel
pasada en el New Statesman and Nation por un crítico high brow a la “alta
de la frase cuando se la interrumpe antes del término significativo: Yo putería” de las heroínas de Racine, incitándonos a renunciar a la referencia
nunca..., En todo caso..., Aunque tal vez... No por eso tiene menos sentido, y a los dramas salvajes de Shakespeare, que se había hecho compulsiva en los
tanto más oprimente cuanto que se basta para hacerse esperar.11 medios analíticos donde desempeña el papel de la reprimenda para niños
malos del filisteísmo.
14 La publicación por Jean Starobinski, en el Mercure de France de febrero de
1964, de las notas dejadas por Ferdinand de Saussure sobre los anagramas y
su uso hipogramático, desde los versos saturninos hasta los textos de Cice-
11 En esto la alucinación verbal, de revestir esa forma, nos abre a veces una rón [cf. F. de Saussure, Fuentes manuscritas y estudios críticos, Siglo XXI,
puerta de comunicación, errada hasta ahora por haber sido inadvertida, México, 1977 (“Los anagramas de Ferdinand de Saussure”), pp. 229-47],
con la estructura freudiana de la psicosis (Seminario del año 1955-56). nos da la seguridad que nos faltaba entonces (1966).
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Ninguna cadena significante, en efecto, que no sostenga como pendiendo Pues esta estrofa moderna se ordena según la misma ley del paralelismo
de la puntuación de cada una de sus unidades todo lo que se articula de con- del significante, cuyo concierto rige la primitiva gesta eslava y la poesía china
textos atestiguados, en la vertical, si así puede decirse, de ese punto. más refinada.
Así es como, para volver a nuestra palabra: arbre (“árbol”), no ya en su ais- Como se ve en el modo común del ente donde son escogidos el árbol y la
lamiento nominal, sino en el término de una de estas puntuaciones, veremos hierba, para que en ellos advengan los signos de contradicción del: decir
que no es únicamente a favor del hecho de que la palabra barre (“barra”) es “¡No!” y del: tratar como, y que a través del contraste categórico del particu-
su anagrama, como traspone la barra del algoritmo saussureano. larismo de la soberbia con el universalmente de su reducción, termina en la con-
Pues descompuesta en el doble espectro de sus vocales y de sus consonan- densación de la cabeza y de la tempestad el indiscernible centelleo del ins-
tes, llama con el roble y con el plátano a las significaciones con que se carga tante eterno.
bajo nuestra flora, de fuerza y de majestad. Drenando todos los contextos Pero todo ese significante, se dirá, no puede operar sino estando presente
simbólicos en los que es tomado en el hebreo de la Biblia, yergue en una co- en el sujeto. A esto doy ciertamente satisfacción suponiendo que ha pasado
lina sin frondas la sombra de la cruz. Luego se reduce a la Y mayúscula del al nivel del significado.
signo de la dicotomía que, sin la imagen que historia el escudo de armas, no Porque lo que importa no es que el sujeto oculte poco o mucho de ello.
debería nada al árbol, por muy genealógico que se pretenda. Árbol circulato- (Si CABALLEROS Y DAMAS estuviesen escritos en una lengua desconocida para el
rio, árbol de vida del cerebelo, árbol de Saturno o de Diana, cristales precipi- muchachito y la niña, su discusión no sería por ello sino más exclusivamente
tados en un árbol conductor del rayo, ¿es vuestra figura la que traza nuestro discusión de palabras, pero no menos dispuesta por ello a cargarse de signi-
destino en la escama quemada de la tortuga,15 o vuestro relámpago el que ficación.)
hace surgir de una innumerable noche esa lenta mutación del ser en el ‘´Εν Lo que descubre esta estructura de la cadena significante es la posibilidad
´
Παντα 16 del lenguaje: que tengo, justamente en la medida en que su lengua me es común con
otros sujetos, es decir, en que esa lengua existe, de utilizarla para significar
¡No!, dice el Árbol, dice: ¡No! en el centelleo muy otra cosa que lo que ella dice. Función más digna de subrayarse en la pa-
De su cabeza soberbia labra que la de disfrazar el pensamiento (casi siempre indefinible) del sujeto:
a saber, la de indicar el lugar de ese sujeto en la búsqueda de lo verdadero.
versos que consideramos tan legítimos escuchados en los harmónicos del Me basta en efecto con plantar mi árbol en la locución: trepar al árbol, e
árbol como su inverso: incluso con proyectar sobre él la iluminación irónica que un contexto de des-
cripción da a la palabra: enarbolar, para no dejarme encarcelar en un comu-
Que la tempestad trata universalmente nicado cualquiera de los hechos, por muy oficial que sea, y, si conozco la ver-
como lo hace con una hierba.17 dad, darla a entender a pesar de todas las censuras entre líneas por el único
significante que pueden constituir mis acrobacias a través de las ramas del ár-
bol, provocativas hasta lo burlesco o únicamente sensibles a un ojo ejerci-
tado, según que quiera ser entendido por la muchedumbre o por unos po-
15 [Alusión a uno de los modos de adivinación del Y-King. TS] cos.
16 [Literalmente: “Uno (es) Todo” (Heráclito, fragmento 50, que García La función propiamente significante que se describe así en el lenguaje
Bacca traduce: “Si se escucha no a mí, sino a Cuenta y Razón (= Logos),
tiene un nombre. Este nombre, lo hemos aprendido en nuestra gramática in-
habrá que convenir, como puesto en razón, en que todas las cosas son una”
(Los Presocráticos, FCE, México, 1978, p. 243). Heidegger, que comentó este fantil en la página final donde la sombra de Quintiliano, relegada en un fan-
fragmento en su artículo “Logos” —traducido por Lacan para el núm. 1 de tasma de capítulo para hacer escuchar últimas consideraciones sobre el es-
la revista La Psychanalyse—, lo cita así: “Si no soy yo, sino el Sentido, lo que
tilo, parecía precipitar su voz bajo la amenaza del gancho.
habéis oído, es sabio entonces decir en el mismo sentido: Todo es uno”).
AS] Es entre las figuras de estilo o tropos, de donde nos viene el verbo trobar,
17 [Paul Valéry. TS] donde se encuentra efectivamente ese nombre. Ese nombre, es la metonimia.
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De la cual retendremos únicamente el ejemplo que allí se daba: treinta ve- Digamos la otra. Es la metáfora. Y vamos a ilustrarla en seguida: el dicciona-
las. Pues la inquietud que provocaba en nosotros por el hecho de que la pa- rio Quillet me ha parecido apropiado para proporcionar una muestra que
labra “barco” que se esconde allí pareciese desdoblar su presencia por haber no fuese sospechosa de haber sido seleccionada, y no busqué su relleno más
podido, en la reiteración misma de este ejemplo, tomar su sentido figurado, allá del verso bien conocido de Victor Hugo:
velaba menos esas ilustres velas que la definición que se suponía que ilustra-
ban. Sa gerbe n’était pas avare ni haineuse...
La parte tomada por el todo, nos decíamos efectivamente, si ha de to- (Su gavilla no era avara ni tenía odio...)
marse en sentido real, apenas nos deja una idea de lo que hay que entender
de la importancia de la flota que esas treinta velas sin embargo se supone que bajo el aspecto del cual presenté la metáfora en el momento adecuado de mi
evalúan: que un barco sólo tenga una vela es en efecto el caso menos común. seminario sobre las psicosis.
En lo cual se ve que la conexión del barco y de la vela no está en otro sitio Digamos que la poesía moderna y la escuela surrealista nos han hecho dar
que en el significante, y que es en esa conexión palabra a palabra donde se aquí un gran paso, demostrando que toda conjunción de dos significantes sería
apoya la metonimia.18 equivalente para constituir una metáfora, si la condición de la mayor dispari-
Designaremos con ella la primera vertiente del campo efectivo que cons- dad de las imágenes significadas no se exigiese para la producción de la chispa
tituye el significante, para que el sentido tome allí su lugar. poética, dicho de otra manera, para que la creación metafórica tenga lugar.
Ciertamente esta posición radical se funda sobre una experiencia llamada
de escritura automática, que no habría sido intentada sin la seguridad que
sus pioneros tomaban del descubrimiento freudiano. Pero sigue estando
18 Rendimos homenaje aquí a lo que debemos en esta formulación al señor
Roman Jakobson, queremos decir, a sus trabajos donde un psicoanalista
marcada de confusión porque su doctrina es falsa.
encuentra en todo instante con qué estructurar su experiencia, y que La chispa creadora de la metáfora no brota por poner en presencia dos
hacen superfluas las “comunicaciones personales” de las que podríamos imágenes, es decir, dos significantes igualmente actualizados. Brota entre dos
jactamos tanto como cualquier otro.
Se reconoce efectivamente en esa forma oblicua de vasallaje el estilo de esa
significantes de los cuales uno se ha sustituido al otro tomando su lugar en la
pareja inmortal: Rosencrantz y Guildenstern, cuyo desemparejamiento es cadena significante, mientras el significante oculto sigue presente por su co-
imposible, aunque sólo fuese por la imperfección de su destino, pues dura nexión (metonímica) con el resto de la cadena.
por el mismo procedimiento que el cuchillo de Jeannot [C’est comme le cou-
Una palabra por otra, tal es la fórmula de la metáfora, y si sois poetas, produ-
teau de Jeannot se dice de algo que conserva el nombre que tenía aunque
carezca de todo aquello que antes lo constituía], y por la razón misma por ciréis, como por juego, un surtidor continuo, incluso un tejido deslumbrante
la cual Goethe alababa a Shakespeare por haber presentado al personaje en de metáforas. No obteniendo además el efecto de embriaguez del diálogo
esa forma doble: son por sí solos la Gesellschaft entera, la Sociedad a secas
que Jean Tardieu compuso bajo este título, sino gracias a la demostración
(Wilhelm Meisters Lehrjahre, ed. Trunz, Christian Wegner Verlag, Hamburgo,
v, 5, p. 299),a quiero decir, la I.P.A. que se opera en él de la superfluidad radical de toda significación para una
Agradézcase en este contexto al autor de “Some remarks on the role of representación perfectamente convincente de la comedia burguesa.
speech in psycho-analytic technique (I.J.P., nov.-dic. 1956, XXXVII, 6, p. 467),
En el verso de Hugo, es manifiesto que no brota la menor luz por la ase-
el haberse tomado el cuidado de subrayar que están “basadas sobre” un tra-
bajo de 1952. Se explica así en efecto que nada se haya asimilado allí de los veración de que una gavilla no sea avara ni tenga odio, por la razón de que
trabajos aparecidos desde entonces, y que el autor sin embargo no ignora, no se trata de que tenga el mérito como tampoco el demérito de esos atribu-
puesto que me cita como su editor (sic. Sé lo que quiere decir editor en tos, siendo el uno y el otro junto con ella misma propiedades de Booz, que
inglés).
a Habría que destilar todo el pasaje de Goethe: Dieses leise Auftreten, dieses los ejerce disponiendo de ella, sin darle parte en sus sentimientos.
Schmiegen und Biegen, dies Jasagen, Streicheln und Schmeicheln, diese Behendigkeit, Si su gavilla remite a Booz, lo cual sin embargo es efectivamente el caso, es
dies Schwänzein, diese Allheit und Leerheit, diese rechtliche Schurkerei, diese Unfä- por sustituirlo en la cadena significante, en el lugar mismo que lo esperaba,
higkeit, wie kann sie durch einen Menschen ausgedruckt werden? Es sollten ihrer
wenigstens ein Dutzend sein, wenn man sie haben könnte; denn sie bloss in Gesells- por haber sido realzada en un grado gracias al desbrozo de la avaricia y del
chaft etwas, sie sind die Gesellschaft... odio. Pero entonces es de Booz de quien la gavilla ha despejado ese lugar, re-
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legado como lo está ahora en las tinieblas del afuera donde la avaricia y el el hecho de que es su destino mismo lo que el hombre desafía por medio de
odio lo alojan en el hueco de su negación. la irrisión del significante.
Pero una vez que su gavilla ha usurpado así su lugar, Booz no podría regre- Pero para regresar desde aquí, ¿qué encuentra el hombre en la metoni-
sar a él, ya que el frágil hilo de la pequeña palabra su que lo une a él es un mia, si ha de ser algo más que el poder de rodear los obstáculos de la censura
obstáculo más para ligar ese retorno con un título de posesión que lo reten- social? Esa forma que da su campo a la verdad en su opresión, ¿no manifiesta
dría en el seno de la avaricia y del odio. Su generosidad afirmada se ve redu- acaso alguna servidumbre inherente a su presentación?
cida a menos que nada por la munificencia de la gavilla que, por haber sido to- Se leerá con provecho el libro donde Léo Strauss, desde la tierra clásica
mada de la naturaleza, no conoce nuestra reserva y nuestros rechazos, e para ofrecer su asilo a los que han escogido la libertad, medita sobre las re-
incluso en su acumulación sigue siendo pródiga para nuestra medida. laciones del arte de escribir con la persecución.20 Circunscribiendo allí de la
Pero si en esa profusión el donador ha desaparecido con el don, es para manera más estrecha la especie de connaturalidad que liga este arte con esta
resurgir en lo que rodea la figura en la que se ha anonadado. Pues es la irra- condición, deja percibir ese algo que impone aquí su forma, en el efecto de
diación de la fecundidad —que anuncia la sorpresa que celebra el poema, a la verdad sobre el deseo.
saber, la promesa que el viejo va a recibir en un contexto sagrado de su ad- Pero ¿no sentimos acaso desde hace un momento que, por haber seguido
venimiento a la paternidad. los caminos de la letra para alcanzar la verdad freudiana, ardemos, que su
Es pues entre el significante del nombre propio de un hombre y el que lo fuego se prende por doquier?
cancela metafóricamente donde se produce la chispa poética, aquí tanto más Sin duda la letra mata, como dicen, cuando el espíritu vivifica. No lo nega-
eficaz para realizar la significación de la paternidad cuanto que reproduce el mos, habiendo tenido que saludar aquí en algún sitio a una noble víctima del
acontecimiento mítico en el que Freud reconstruyó la andadura, en el in- error de buscar en la letra, pero preguntamos también cómo viviría sin la le-
consciente de todo hombre, del misterio paterno. tra el espíritu. Las pretensiones del espíritu sin embargo permanacerían irre-
La metáfora moderna no tiene otra estructura. Por lo cual esta jaculatoria: ductibles si la letra no hubiese dado pruebas de que produce todos sus efec-
tos de verdad en el hombre, sin que el espíritu intervenga en ello lo más
L’amour est un caillou riant dans le soleil, mínimo.
(El amor es un guijarro que se ríe en el sol) Esta revelación fue a Freud a quien se le presentó, y a su descubrimiento
lo llamó el inconsciente.
recrea el amor en una dimensión que pude decir que me parecía sostenible,
contra su deslizamiento siempre inminente en el espejismo de un altruismo
narcisista. ii. la letra en el inconsciente
Se ve que la metáfora se coloca en el punto preciso donde el sentido se
produce en el sinsentido, es decir, en ese paso del cual Freud descubrió que, La obra completa de Freud nos presenta una página de cada tres de referen-
traspasado a contrapelo, da lugar a esa palabra (mot) que en francés es “le cias filológicas, una página de cada dos de inferencias lógicas, y en todas par-
mot” por excelencia [palabra o frase ingeniosa], la palabra que no tiene allí tes una aprehensión dialéctica de la experiencia, ya que la analítica del len-
más patronazgo que el significante del espíritu o ingenio,19 y donde se toca guaje refuerza en ella más aún sus proporciones a medida que el
inconsciente queda más directamente interesado.
Así es como en La interpretación de los sueños no se trata en todas las páginas
19 La palabra francesa esprit es sin duda el equivalente del término alemán Witz
con el que Freud señaló el punto de mira de su 3a. obra fundamental sobre sino de lo que llamamos la letra del discurso, en su textura, en sus empleos,
el inconsciente. La dificultad mucho mayor para encontrar ese equivalente
en inglés [y en español] es instructiva: el wit [como el “ingenio” español]
recargado por la discusión que va de Davenant y de Hobbes a Pope y a
Addison, abandona sus virtudes esenciales al humour, que es otra cosa. 20 Léo Strauss, Persecution and the art of writing, The Free Press, Glencoe, Illi-
Queda el pun, demasiado estrecho sin embargo. nois.
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en su inmanencia a la materia en cuestión. Pues ese trabajo abre con la obra cuela francesa que lo remedia, es sobre la línea: ver en el poso del café no es
su camino real hacia el inconsciente. Y nos lo advierte Freud, cuya confiden- leer en los jeroglíficos, sobre la que tengo que recordarles a sus principios
cia sorprendida cuando lanza ese libro hacia nosotros en los primeros días una técnica cuyas vías nada podría justificar sino el punto de mira del incons-
de este siglo21 no hace sino confirmar lo que él proclamó hasta el final: en ciente.
ese jugarse el todo por el todo de su mensaje está el todo de su descubri- Hay que decir que esto sólo es aceptado trabajosamente y que el vicio
miento. mental denunciado más arriba goza de tal favor que es de esperarse que el
La primera cláusula articulada desde el capítulo liminar, porque su expo- psicoanalista de hoy admita que descodifica, antes que resolverse a hacer con
sición no puede sufrir retraso, es que el sueño es un rébus.22 Y Freud estipula Freud las escalas necesarias (contemplen de este lado la estatua de Champo-
acto seguido que hay que entenderlo, como dije antes, al pie de la letra. Lo llion, dice el guía) para comprender que descifra: lo cual se distingue por el
cual se refiere a la instancia en el sueño de esa misma estructura literante (di- hecho de que un criptograma sólo tiene todas sus dimensiones cuando es el
cho de otra manera, fonemática) donde se articula y se analiza el significante de una lengua perdida.
en el discurso. Tal como las figuras no naturales del barco sobre el tejado o Hacer estas escalas no es sin embargo más que continuar en la Traumdeu-
del hombre con cabeza de coma expresamente evocadas por Freud, las imá- tung.
genes del sueño no han de retenerse si no es por su valor de significante, es La Entstellung, traducida: transposición, en la que Freud muestra la pre-
decir, por lo que permiten deletrear del “proverbio” propuesto por el rébus condición general de la función del sueño, es lo que hemos designado más
del sueño. Esta estructura de lenguaje que hace posible la operación de la arriba con Saussure como el deslizamiento del significado bajo el signifi-
lectura está en el principio de la significancia del sueño, de la Traumdeutung. cante, siempre en acción (inconsciente, observémoslo) en el discurso.
Freud ejemplifica de todas las maneras posibles que ese valor de signifi- Pero las dos vertientes de la incidencia del significante sobre el significado
cante de la imagen no tiene nada que ver con su significación, poniendo en vuelven a encontrarse allí.
juego los jeroglíficos de Egipto en los que sería ridículo deducir de la fre- La Verdichtung, condensación, es la estructura de sobreimposición de los
cuencia del buitre que es un aleph o del pollito que es un vau, para señalar significantes donde toma su campo la metáfora, y cuyo nombre, por conden-
una forma del verbo ser y los plurales, que el texto interese en cualquier me- sar en sí mismo la Dichtung,23 indica la connaturalidad del mecanismo a la
dida a esos especímenes ornitológicos. Freud encuentra cómo referirse a poesía, hasta el punto de que envuelve la función propiamente tradicional
ciertos empleos del significante en esa escritura, que están borrados en la de ésta.
nuestra, tales como el empleo del determinativo, añadiendo el exponente de La Verschiebung o desplazamiento es, más cerca del término alemán, ese vi-
una figura categórica a la figuración literal de un término verbal, pero es raje de la significación que la metonimia demuestra y que, desde su apari-
para conducirnos mejor al hecho de que estamos en la escritura donde in- ción en Freud, se presenta como el medio del inconsciente más apropiado
cluso el pretendido “ideograma” es una letra. para burlar a la censura.
Pero no se necesita la confusión corriente sobre ese término para que en ¿Qué es lo que distingue a esos dos mecanismos que desempeñan en el
el espíritu del psicoanalista que no tiene ninguna formación lingüística pre- trabajo del sueño, Traumarbeit, un papel privilegiado, de su homóloga fun-
valezca el prejuicio de un simbolismo que se deriva de la analogía natural, in- ción en el discurso? Nada, sino una condición impuesta al material signifi-
cluso de la imagen coaptativa del instinto. Hasta tal punto que, fuera de la es- cante, llamada Rücksicht auf Darstellbarkeit, que habría que traducir por: defe-
rencia a los medios de la puesta en escena (la traducción por: papel de la
posibilidad de figuración es aquí excesivamente aproximada). Pero esa con-
21 Cf. la correspondencia, concretamente los números 107 y 119 de las cartas dición constituye una limitación que se ejerce en el interior del sistema de la
escogidas por sus editores. [Se trata de la correspondencia con W. Fliess,
parcialmente reproducida en Los orígenes del psicoanálisis; las cartas citadas
aparecen en las ediciones de Santiago Rueda y de Biblioteca Nueva, no así
en la de Amorrortu. AS] 23 [En este caso la condensación es obra del propio Lacan: no hay parentesco
22 [Cf. en este tomo, p. 259, n. 26. AS] etimológico entre Dichtung y Verdichtung. AS]
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escritura, lejos de disolverlo en una semiología figurativa en la que se confun- estatuto que Freud fijaba para el inconsciente de buenas a primeras y bajo los
diría con los fenómenos de la expresión natural. Se podría probablemente modos formales más precisos.
iluminar con esto los problemas de ciertos modos de pictografía, que el Esto por una doble razón, donde la menos percibida naturalmente es que
único hecho de que hayan sido abandonados como imperfectos en la escri- esa formalización no bastaba por sí misma para hacer reconocer la instancia
tura no autoriza suficientemente a que se los considere como estadios evolu- del significante, puesto que en el momento de la publicación de la Traumdeu-
tivos. Digamos que el sueño es semejante a ese juego de salón en el que hay tung, se adelantaba mucho a las formalizaciones de la lingüística a las que sin
que hacer adivinar a los espectadores un enunciado conocido o su variante duda podría demostrarse que, por su solo peso de verdad, les abrió el ca-
por medio únicamente de una puesta en escena muda. El hecho de que el mino.
sueño disponga de la palabra no cambia nada a este respecto, dado que para La segunda razón no es después de todo sino el reverso de la primera,
el inconsciente no es sino un elemento de puesta en escena como los otros. pues si los psicoanalistas se vieron exclusivamente fascinados por las signifi-
Es justamente cuando el juego e igualmente el sueño tropiecen con la falta caciones detectadas en el inconsciente, es porque sacaban su atractivo más
de material taxiemático para representar las articulaciones lógicas de la cau- secreto de la dialéctica que parecía serles inmanente.
salidad, de la contradicción, de la hipótesis, etc., cuando darán prueba de He mostrado para mi seminario que es en la necesidad de enderezar los
que uno y otro son asunto de escritura y no de pantomima. Los procedimien- efectos cada vez más acelerados de esa parcialidad donde se comprenden los
tos sutiles que el sueño muestra emplear para representar no obstante esas virajes aparentes, o mejor dicho los golpes de timón, que Freud, a través de
articulaciones lógicas de manera mucho menos artificial que la que el juego su primera preocupación de asegurar la supervivencia de su descubrimiento
utiliza ordinariamente, son objeto en Freud de un estudio especial en el que con los primeros retoques que imponía a los conocimientos, creyó deber dar
se confirma una vez más que el trabajo del sueño sigue las leyes del signifi- a su doctrina durante la marcha.
cante. Pues en el caso en que se encontraba, lo repito, de no tener nada que, res-
El resto de la elaboración es designado por Freud como secundario, lo pondiendo a su objeto, estuviese en el mismo nivel de madurez científica,
cual toma su valor de aquello de lo que se trata: fantasías o sueños diurnos, por lo menos no dejó de mantener ese objeto a la medida de su dignidad on-
Tagtraum para emplear el término que Freud prefiere utilizar para situarlos tológica.
en su función de cumplimiento del deseo (Wunscherfüllung). Su rasgo distin- El resto fue asunto de los dioses y corrió tal suerte que el análisis toma hoy
tivo, dado que esas fantasías pueden permanecer inconscientes, es efectiva- sus puntos de referencia en esas formas imaginarias que acabo de mostrar
mente su significación. Ahora bien, de éstas Freud nos dice que su lugar en como dibujadas en reserva sobre el texto que mutilan, y que sobre ellas es so-
el sueño consiste o bien en ser tomadas en él a título de elementos significan- bre las que el punto de mira del analista se conforma: mezclándolas en la in-
tes para el enunciado del pensamiento inconsciente (Traumgedanke) — o terpretación del sueño con la liberación visionaria de la pajarera jeroglífica, y
bien en servir para la elaboración secundaria de que se trata aquí, es decir, buscando más generalmente el control del agotamiento del análisis en una es-
para una función, dice él, que no hay por qué distinguir del pensamiento de pecie de scanning24 de esas formas allí donde aparezcan, con la idea de que és-
la vigilia (von unserem wachen Denken nicht zu unterscheiden). No se puede dar tas son testimonio del agotamiento de las regresiones tanto como del remode-
mejor idea de los efectos de esta función que la de compararla con placas de lado de la “relación de objeto” en que se supone que el sujeto se tipifica.25
jalbegue, que aquí y allá copiadas a la plancha de estarcir, tenderían a hacer
entrar en la apariencia de un cuadro de tema los clichés más bien latosos en
sí mismos del rébus o de los jeroglíficos.
24 Es sabido que tal es el procedimiento por el cual una investigación asegura
Pido excusas por parecer deletrear yo mismo el texto de Freud; no es so- sus resultados por medio de la exploración mecánica de la extensión entera
lamente para mostrar lo que se gana sencillamente con no amputarlo, es del campo de su objeto.
para poder situar sobre puntos de referencia primeros, fundamentales y 25 La tipología, si no se refiere más que al desarrollo del organismo, desco-
noce la estructura en la que el sujeto está tomado respectivamente en el
nunca revocados, lo que sucedió en el psicoanálisis. fantasma, en la pulsión, en la sublimación —estructura cuya teoría elaboro
Desde el origen se desconoció el papel constituyente del significante en el (1966).
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Lo que éste nos permitió desarrollar en cuanto a la incidencia del signifi-
La técnica que se autoriza en tales posiciones puede ser fértil en efectos di- cante sobre el significado permite su transformación en:
versos, muy difíciles de criticar detrás de la égida terapéutica. Pero una crí-
tica interna puede desprenderse de una discordancia flagrante entre el l
f (S) —
modo operatorio con que se autoriza esta técnica —a saber, la regla analítica s
cuyos instrumentos todos, a partir de la “libre asociación”, se justifican por la Fue de la copresencia no sólo de los elementos de la cadena significante
concepción del inconsciente de su inventor—, y el desconocimiento com- horizontal, sino de sus contigüidades verticales, en el significado, de la que
pleto que allí reina de esa concepción del inconsciente. Lo cual sus defenso-
mostramos los efectos, repartidos según dos estructuras fundamentales en la
res más expeditivos creen resolver con una pirueta: la regla analítica debe ser
metonimia y en la metáfora. Podemos simbolizarlas por:
observada tanto más religiosamente cuanto que no es sino el fruto de un fe-
liz azar. Dicho de otra manera, Freud nunca supo bien lo que hacía.
f (S...S’)S 艑 S(–) s,
El retorno al texto de Freud muestra por el contrario la coherencia abso-
luta de su técnica con su descubrimiento, al mismo tiempo que permite si-
o sea, la estructura metonímica, que indica que es la conexión del signifi-
tuar sus procedimientos en el rango que les corresponde.
Por eso toda rectificación del psicoanálisis impone que se retome la ver- cante con el significante la que permite la elisión por la cual el significante
dad de ese descubrimiento, imposible de oscurecer en su momento original. instala la carencia de ser en la relación de objeto, utilizando el valor de remi-
Pues en el análisis del sueño, Freud no pretende darnos otra cosa que las le- sión de la significación para investirlo con el deseo que apunta hacia esa ca-
yes del inconsciente en su extensión más general. Una de las razones por las rencia a la que sostiene. El signo, situado entre ( ), manifiesta aquí el mante-
cuales el sueño era lo más propicio para ello es justamente, nos lo dice Freud, nimiento de la barra, que en el primer algoritmo marca la irreductibilidad
que no revela menos esas leyes en el sujeto normal que en el neurótico. en que se constituye en las relaciones del significante con el significado la re-
Pero en un caso como en el otro, la eficiencia del inconsciente no se de- sistencia de la significación.26
tiene al despertar. La experiencia psicoanalítica no consiste en otra cosa que He aquí ahora:
en establecer que el inconsciente no deja ninguna de nuestras acciones fuera
de su campo. Su presencia en el orden psicológico, dicho de otra manera, en
las funciones de relación del individuo, merece sin embargo ser precisada: no
f (—S’S ( S 艑 S(+) s,
es de ningún modo coextensiva a este orden, pues sabemos que, si la motiva- la estructura metafórica, indicando que es en la sustitución del significante
ción inconsciente se manifiesta tanto por efectos psíquicos conscientes como por el significante donde se produce un efecto de significación que es de poe-
por efectos psíquicos inconscientes, inversamente es una indicación elemen- sía o de creación, dicho de otra manera, de advenimiento de la significación
tal hacer observar que un gran número de efectos psíquicos que el término en cuestión.27 El signo + colocado entre ( ) manifiesta aquí el franquea-
“inconsciente”, en virtud de excluir el carácter de la conciencia, designa legí- miento de la barra — y el valor constituyente de ese franqueamiento para la
timamente, no por ello dejan de encontrarse sin ninguna relación por su na- emergencia de la significación.
turaleza con el inconsciente en el sentido freudiano. Sólo por un abuso del
Este franqueamiento expresa la condición de paso del significante al signi-
término se confunde pues psíquico e inconsciente en este sentido, y se califica
ficado cuyo momento señalé más arriba confundiéndolo provisionalmente
así de psíquico un efecto del inconsciente sobre lo somático por ejemplo.
con el lugar del sujeto.
Se trata pues de definir la tópica de ese inconsciente. Digo que es la misma
que define el algoritmo
S
—
s 26 El signo 艑 designa la congruencia.
27 S’ designa en el contexto el término productivo del efecto significante (o
significancia); se ve que ese término está latente en la metonimia, patente
en la metáfora.
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Es en la función del sujeto, así introducida, en la que debemos detenernos No se trata de saber si hablo de mí mismo de manera conforme con lo que
ahora, porque está en el punto crucial de nuestro problema. soy, sino si cuando hablo de mí, soy el mismo que aquel del que hablo. No
Pienso, luego soy (cogito ergo sum), no es sólo la fórmula en que se constituye, hay aquí ningún inconveniente en hacer intervenir el término “pensa-
con el apogeo histórico de una reflexión sobre las condiciones de la ciencia, miento”, pues Freud designa con ese término los elementos que están en
el nexo con la transparencia del sujeto trascendental de su afirmación exis- juego en el inconsciente; es decir, en los mecanismos significantes que acabo
tencial. de reconocer en él.
Acaso no soy sino objeto y mecanismo (y por lo tanto nada más que fenó- No por ello es menos cierto que el cogito filosófico está en el núcleo de ese
meno), pero indudablemente en cuanto que lo pienso, soy —absolutamente. espejismo que hace al hombre moderno tan seguro de ser él mismo en sus
Sin duda los filósofos habían aportado aquí importantes correcciones, y con- incertidumbres sobre sí mismo, incluso a través de la desconfianza que pudo
cretamente la de que en aquello que piensa (cogitans) nunca hago otra cosa aprender desde hace mucho tiempo a practicar en cuanto a las trampas del
sino constituirme en objeto (cogitatum). Queda el hecho de que a través de amor propio.
esta depuración extrema del sujeto trascendental, mi nexo existencial con su Así pues, si volviendo contra la nostalgia a la que sirve el arma de la meto-
proyecto parece irrefutable, por lo menos bajo la forma de su actualidad, y nimia, me niego a buscar ningún sentido más allá de la tautología, y si, en
de que: nombre de “la guerra es la guerra” y “un centavo es un centavo” me decido
a no ser más que lo que soy, ¿cómo desprenderme aquí de la evidencia de
“cogito ergo sum” ubi cogito, ibi sum, que soy en ese acto mismo?
Tampoco yendo al otro polo, metafórico, de la búsqueda significante y
supera la objeción. consagrándome a convertirme en lo que soy, a venir al ser, puedo dudar de
Por supuesto, esto me limita a no ser allí en mi ser sino en la medida en que incluso perdiéndome en ello, soy.
que pienso que soy en mi pensamiento; en qué medida lo pienso verdadera- Ahora bien, es en esos puntos mismos donde la evidencia va a ser subver-
mente es cosa que sólo me concierne a mí, y, si lo digo, no interesa a nadie.28 tida por lo empírico, donde reside el giro de la conversión freudiana.
Sin embargo, eludirlo bajo el pretexto de su aspecto filosófico es simple- Ese juego significante de la metonimia y de la metáfora, incluyendo y com-
mente dar pruebas de inhibición. Pues la noción de sujeto es indispensable prendiendo su punta activa que clava mi deseo sobre un rechazo del signifi-
para el manejo de una ciencia como la estrategia en el sentido moderno, cu- cante o sobre una carencia de ser, y anuda mi suerte a la cuestión de mi des-
yos cálculos excluyen todo “subjetivismo”. tino, ese juego se juega, hasta que termine la partida, en su inexorable
Es también prohibirse la entrada a lo que puede llamarse el universo de finura, allí donde no soy porque no puedo situarme.
Freud, como se dice el universo de Copérnico. En efecto, es a la revolución Es decir que son pocas las palabras con que pude apabullar un instante a
llamada copernicana a la que Freud mismo comparaba su descubrimiento, mis auditores: pienso donde no soy, luego soy donde no pienso. Palabras que
subrayando que estaba en juego una vez más el lugar que el hombre se hacen sensible para toda oreja suspendida en qué ambigüedad de hurón
asigna en el centro de un universo. huye bajo nuestras manos el anillo del sentido sobre la cuerda verbal.29
¿Es el lugar que ocupo como sujeto del significante, en relación con el que Lo que hay que decir es: no soy, allí donde soy el juguete de mi pensa-
ocupo como sujeto del significado, concéntrico o excéntrico? Ésta es la cues- miento; pienso en lo que soy, allí donde no pienso pensar.
tión. Este misterio con dos caras se une al hecho de que la verdad no se evoca
sino en esa dimensión de coartada por la que todo “realismo” en la creación
toma su virtud de la metonimia, así como a ese otro de que el sentido sólo
28 La cosa es muy diferente si, planteando por ejemplo una pregunta como:
“¿Por qué hay filósofos?”, me hago más cándido de lo que es natural,
puesto que planteo no solamente la pregunta que los filósofos se plantean 29 [Cf. la nota 22, p. 251 de este tomo; el juego aludido se llama en francés du
desde siempre, sino aquella en la que tal vez más se interesan. furet, “del hurón”. TS]
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entrega su acceso al doble codo de la metáfora, cuando se tiene su clave Basta con leer los tres ensayos sobre Una teoría sexual, recubiertos para las
única: la S y la s del algoritmo saussureano no están en el mismo plano, y el multitudes por tantas glosas seudobiológicas, para comprobar que Freud
hombre se engañaba creyéndose colocado en su eje común que no está en hace derivar todo acceso al objeto de una dialéctica del retorno.
ninguna parte. Habiendo partido así del νοσ ´ τος30 hölderliniano, es a la repetición kier-
Esto por lo menos hasta que Freud hizo su descubrimiento. Pues si lo que kegaardiana adonde Freud llegará menos de veinte años más tarde, es decir
Freud descubrió no es esto exactamente, no es nada. que su pensamiento, por haberse sometido en su origen a las únicas conse-
cuencias humildes pero inflexibles de la talking cure, no pudo desprenderse
nunca de las servidumbres vivas que, desde el principio regio del Logos, lo
Los contenidos del inconsciente no nos entregan en su decepcionante ambi- condujeron a pensar de nuevo las antinomias mortales de Empédocles.
güedad ninguna realidad más consistente en el sujeto que lo inmediato; es ¿Y cómo concebir, sino sobre ese “otro escenario” del que él habla como
de la verdad de la que toman su virtud, y en la dimensión del ser: Kern unse- del lugar del sueño, su recurso de hombre científico a un Deus ex machina
res Wesen, los términos están en Freud. menos irrisorio por el hecho de que aquí se revela al espectador que la
El mecanismo de doble gatillo de la metáfora es el mismo donde se deter- máquina dirige al director mismo? Figura obscena y feroz del padre primor-
mina el síntoma en el sentido analítico. Entre el significante enigmático del dial, inagotable en redimirse en el eterno enceguecimiento de Edipo, ¿cómo
trauma sexual y el término al que viene a sustituirse en una cadena signifi- pensar, sino porque tuvo que agachar la cabeza ante la fuerza de un testimo-
cante actual, pasa la chispa, que fija en un síntoma —metáfora donde la nio que rebasaba sus prejuicios, que un hombre de ciencia del siglo XIX haya
carne o bien la función están tomadas como elementos significantes— la sig- dado en su obra más importancia que a todo a ese Tótem y tabú, ante el cual
nificación inaccesible para el sujeto consciente en la que puede resolverse. los etnólogos de hoy se inclinan como ante el crecimiento de un mito autén-
Y los enigmas que propone el deseo a toda “filosofía natural”, su frenesí tico?
que imita el abismo del infinito, la colusión íntima en que envuelve el placer Es en efecto a las mismas necesidades del mito a las que responde esta
de saber y el de dominar con el goce, no consisten en ningún otro desarreglo imperiosa proliferación de creaciones simbólicas particulares, en la que se
del instinto sino en su entrada en los rieles —eternamente tendidos hacia el motivan hasta en sus detalles las compulsiones del neurótico, del mismo
deseo de otra cosa— de la metonimia. De donde su fijación “perversa” en el modo que lo que llaman las teorías sexuales del niño.
mismo punto de suspensión de la cadena significante donde el recuerdo en- Así es como, para colocarlos en el punto preciso en que se desarrolla
cubridor se inmoviliza, donde la imagen fascinante del fetiche se hace estatua. actualmente en mi seminario mi comentario de Freud, el pequeño Hans, a
No hay ningún otro medio de concebir la indestructibilidad del deseo in- los cinco años, abandonado por las carencias de su medio simbólico ante el
consciente —cuando no hay necesidad que, al ver que se le prohíbe su sacie- enigma actualizado de repente para él de su sexo y de su existencia, desarro-
dad, no se resquebraje, en caso extremo por la consunción del organismo lla, bajo la dirección de Freud y de su padre, discípulo de éste, alrededor del
mismo. Es en una memoria, comparable a lo que se llama con este nombre cristal significante de su fobia, bajo una forma mítica, todas las permutacio-
en nuestras modernas máquinas de pensar (fundadas sobre una realización nes posibles de un número limitado de significantes.
electrónica de la composición significante), donde reside esa cadena que in- Operación en la que se demuestra que incluso en el nivel individual, la
siste en reproducirse en la transferencia, y que es la de un deseo muerto. solución de lo imposible es aportada al hombre por el agotamiento de todas
Es la verdad de lo que ese deseo fue en su historia lo que el sujeto grita por las formas posibles de imposibilidades encontradas al poner en una ecua-
medio de su síntoma, como Cristo dijo que habrían hecho las piedras si los ción significante la solución. Demostración impresionante para iluminar el
hijos de Israel no les hubiesen dado su voz. laberinto de una observación que hasta ahora sólo se ha utilizado para
Ésta es también la razón de que sólo el psicoanálisis permita diferenciar, extraer de ella materiales de demolición. Y también para hacer captar que
en la memoria, la función de la rememoración. Arraigado en el significante,
resuelve, por el ascendiente de la historia en el hombre, las aporías platóni-
cas de la reminiscencia. 30 [Retorno. AS]
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en la coextensividad del desarrollo del síntoma y de su resolución curativa se pluma como los más propios para etiquetar a estos mecanismos. ¿Podemos
muestra la naturaleza de la neurosis: fóbica, histérica u obsesiva, la neurosis acaso no ver en ellos sino una simple manera de decir, cuando son las figu-
es una pregunta que el ser plantea para el sujeto “desde allí donde estaba ras mismas que se encuentran en acto en la retórica del discurso efectiva-
antes de que el sujeto viniese al mundo” (esa subordinada es la propia frase mente pronunciado por el analizado?
que utiliza Freud al explicar al pequeño Hans el complejo de Edipo). Obstinándose en reducir a una permanencia emocional la naturaleza de
Se trata aquí de ese ser que no aparece sino durante el relámpago de un la resistencia para hacerla extraña al discurso, los psicoanalistas de hoy mues-
instante en el vacío del verbo ser, y ya dije que plantea su pregunta para el tran únicamente que caen bajo el peso de una de las verdades fundamenta-
sujeto. ¿Qué quiere decir eso? No la plantea ante el sujeto, puesto que el suje- les que Freud volvió a encontrar por medio del psicoanálisis. Es que a una
to no puede venir al lugar donde la plantea, sino que la plantea en el lugar verdad nueva, no es posible contentarse con darle su lugar, pues de lo que
del sujeto, es decir que en ese lugar plantea la pregunta con el sujeto, como se trata es de tomar nuestro lugar en ella. Ella exige que uno se tome la
se plantea un problema con una pluma y como el hombre antiguo pensaba molestia. No se lo podría lograr simplemente habituándose a ella. Se habi-
con su alma. túa uno a lo real. A la verdad, se la reprime.
Así es31 como Freud hizo entrar al yo en su doctrina, definiéndolo por Ahora bien, es necesario muy especialmente para el hombre de ciencia, para
resistencias que le son propias. Que son de naturaleza imaginaria en el sen- el mago e incluso para el meigo,32 ser el único que sabe. La idea de que en el
tido de los señuelos coaptativos, cuyo ejemplo nos ofrece la etología de los fondo de las almas más simples, y, peor aún, enfermas, haya algo listo a flore-
comportamientos animales del pavoneo y del combate, es lo que he procu- cer, pase; pero que haya alguien que parezca saber tanto como ellos sobre lo
rado hacer captar como aquello a lo que esos señuelos se reducen en el hom- que debe pensarse de esto... socorrednos, oh categorías del pensamiento primi-
bre, o sea, como la relación narcisista introducida por Freud, de la que yo tivo, prelógico, arcaico, incluso del pensamiento mágico, tan fácil de imputar a
proseguí la elaboración en el estadio del espejo. Aunque Freud, al situar en los demás. Es que no conviene que esos ordinarios nos tengan con la lengua
ese yo la síntesis de las funciones perceptivas en las que se integran las selec- afuera proponiéndonos enigmas que muestran ser demasiado maliciosos.
ciones sensorio-motrices, parezca abundar en la delegación que se le hace Para interpretar el inconsciente como Freud, habría que ser como él una
tradicionalmente de responder de la realidad, esta realidad no está sino más enciclopedia de las artes y de las musas, además de un lector asiduo de las
incluida en el suspenso del yo. Fliegende Blätter. Y la tarea no nos sería más fácil poniéndonos a merced de un
Puesto que ese yo, distinguido en principio por las inercias imaginarias que hilo tejido de alusiones y de citas, de juegos de palabras y de equívocos.
concentra contra el mensaje del inconsciente, no opera sino cubriendo el des- ¿Tendríamos que hacer oficio de fanfreluches antidotées?33
plazamiento que es el sujeto en una resistencia esencial al discurso como tal. Hay que disponerse a ello, sin embargo. El inconsciente no es lo primor-
Ésta es la razón de que un agotamiento de los mecanismos de defensa, tan dial, ni lo instintual, y lo único elemental que conoce son los elementos del
sensible como nos la muestra un Fenichel en sus problemas de técnica, por- significante.
que es un practicante (mientras que toda su reducción teórica de las neuro- Los libros que pueden llamarse canónicos en materia de inconsciente —
sis o de las psicosis a anomalías genéticas del desarrollo libidinal es la chatu- la Traumdeutung, la Psicopatología de la vida cotidiana y el Chiste (Witz) y su rela-
ra misma), se manifieste, sin que él dé cuenta de ello, y sin que ni siquiera ción con lo inconsciente— no son sino un tejido de ejemplos cuyo desarrollo se
se dé cuenta, como el reverso del cual los mecanismos del inconsciente serí- inscribe en las fórmulas de conexión y sustitución (sólo que llevadas al décu-
an el derecho. La perífrasis, el hipérbaton, la elipsis, la suspensión, la antici- plo por su complejidad particular, y cuyo cuadro es dado a veces por Freud
pación, la retractación, la negación, la digresión, la ironía, son las figuras de fuera de texto), que son las que damos del significante en su función de
estilo (figurae sententiarum de Quintiliano), como la catacresis, la lítote, la
antonomasia, la hipotiposis son los tropos, cuyos términos se imponen a la
32 [Mège, en francés: procedente de mégier, cuidar-curar, derivado del latín
medicare, quiere decir “sanador”. AS]
31 Los dos párrafos que siguen fueron reelaborados (diciembre de 1968) sólo 33 [Enigmas versificados de Rabelais para eruditos consumados: Gargantúa, I,
para el aligeramiento de su discurso. II. TS]
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transferencia. Porque en la Traumdeutung, es en el sentido de semejante fun- bebiendo el vino de la verdad, escupen sobre el pan de los hombres, sin que
ción como se introduce el término Übertragung o transferencia, que dará más su baba por lo demás pueda tener ya nunca más sobre él otro oficio que el
tarde su nombre al resorte operante del vínculo intersubjetivo entre el ana- de una levadura.
lizado y el analista.
Tales diagramas no son únicamente constituyentes en la neurosis para
cada uno de sus síntomas, sino que son los únicos que permiten envolver la iii. la letra, el ser y el otro
temática de su curso y de su resolución. Como las grandes observaciones de
análisis que Freud dejó, son admirables para demostrarlo. ¿Lo que piensa así en mi lugar es pues otro yo? ¿El descubrimiento de Freud
Y para atenernos a un dato más reducido, pero más, manejable, para que representa la confirmación en el nivel de la experiencia psicológica del ma-
nos ofrezca el último sello con el cual sellar nuestra idea, citaré el artículo niqueísmo?35
de 1927 sobre el fetichismo, y el caso que Freud relata allí de un paciente34 Ninguna confusión es posible, de hecho: a lo que introdujo la investigación
para quien la satisfacción sexual exigía cierto brillo en la nariz (Glanz auf der de Freud no fue a casos más o menos curiosos de personalidad segunda. In-
Nase), y cuyo análisis mostró que lo debía al hecho de que sus primeros años cluso en la época heroica a la que acabamos de referimos, en la que, como los
anglófonos habían desplazado en una mirada sobra la nariz (a glance at the animales en el tiempo de los cuentos, la sexualidad hablaba, nunca se precisó
nose, y no shine on the nose en la lengua “olvidada” de la infancia del sujeto) la atmósfera de diabolismo que semejante orientación hubiese engendrado.36
la curiosidad ardiente que lo encadenaba al falo de su madre, o sea, a esa La finalidad que propone al hombre el descubrimiento de Freud fue defi-
carencia-de-ser eminente cuyo significante privilegiado reveló Freud. nida por él en el apogeo de su pensamiento en términos conmovedores: Wo
Fue ese abismo abierto al pensamiento de que un pensamiento se dé a es war, soll Ich werden. Donde estuvo (fue) ello, tengo que advenir.
entender en el abismo, el que provocó desde el principio la resistencia al Esa finalidad es de reintegración y de concordancia, diré incluso de recon-
análisis. Y no como se dice la promoción de la sexualidad en el hombre. Ésta ciliación (Versöhnung).
es con mucho el objeto que predomina en la literatura a través de los siglos. Pero si se desconoce la excentricidad radical de sí a sí mismo con la que se
Y la evolución del psicoanálisis ha logrado mediante un golpe de magia enfrenta el hombre, dicho de otra manera, la verdad descubierta por Freud,
cómico hacer de ella una instancia moral, la cuna y el lugar de espera de la se fallará en cuanto al orden y las vías de la mediación psicoanalítica, se hará
oblatividad y de la “amancia”. La montura platónica del alma, ahora bendi- de ella la operación de compromiso que ha llegado efectivamente a ser, o
ta e iluminada, se va derechito al paraíso. sea, aquello que más repudian tanto el espíritu de Freud como la letra de su
El escándalo intolerable en la época en que la sexualidad freudiana no era obra: pues la noción de compromiso es invocada por él sin cesar como si-
todavía santa era que fuese tan “intelectual”. En eso es en lo que se mostra- tuada en el soporte de todas las miserias a las que socorre su análisis, de tal
ba como digna comparsa de todos aquellos terroristas cuyos complots iban a modo que puede decirse que el recurso al compromiso, ya sea explícito o im-
arruinar a la sociedad. plícito, desorienta toda la acción psicoanalítica y la sumerge en la noche.
En el momento en que los psicoanalistas se consagran a remodelar un psi- Pero tampoco basta con restregarse contra las tartuferías moralizantes de
coanálisis bien visto, cuyo coronamiento es el poema sociológico del yo autó- nuestro tiempo y llenarse la boca hablando de “personalidad total”, para ha-
nomo, quiero decir a quienes me escuchan en qué podrán reconocer a los ber dicho siquiera alguna cosa articulada sobre la posibilidad de la mediación.
malos psicoanalistas: es que utilizan cierto término para depreciar toda
investigación técnica y teórica que prosiga la experiencia freudiana en su
35 Uno de mis colegas llegaba hasta semejante pensamiento preguntándose si
línea auténtica. Este término es la palabra: intelectualización —execrable para el Ello (Es) de la doctrina ulterior no era el “yo malo”. (Ya se ve con quién
todos aquellos que, viviendo ellos mismos en el temor de ponerse a prueba he tenido que trabajar. 1966.)
36 Nótese sin embargo el tono con que puede hablarse en esta época de las
malas pasadas de los duendes del inconsciente: Der Zufall und die Koboldstrei-
che des Unbewussten, es un título de Silberer, que sería absolutamente
34 Fetichismus, G. W., xiv, p. 311 [A., XXI, p. 147]. anacrónico en el ambiente presente de los managers del alma.
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La heteronomía radical cuya hiancia en el hombre mostró el descubri- dre: “¿Por qué me dices que vas a Cracovia para que yo crea que vas a Lem-
miento de Freud no puede ya recubrirse sin hacer de todo lo que se utilice berg, cuando vas de veras a Cracovia?”.
para ese fin una deshonestidad radical. Por supuesto, mi movimiento de tropeles de hace un momento puede
¿Cuál es pues ese otro con el cual estoy más ligado que conmigo mismo, comprenderse en ese registro convencional de la estrategia de un juego, en
puesto que en el seno más asentido de mi identidad conmigo mismo es él el cual es en función de una regla como engaño a mi adversario, pero enton-
quien me agita? ces mi éxito es apreciado en la connotación de la traición, es decir, en la re-
Su presencia no puede ser comprendida sino en un grado segundo de la lación con el Otro que garantiza la Buena Fe.
alteridad, que lo sitúa ya a él mismo en posición de mediación con relación Aquí los problemas son de un orden cuya heteronomia es simplemente
a mi propio desdoblamiento con respecto a mí mismo así como con respecto desconocida si se la reduce a algún “sentimiento del prójimo”, llámese como
a un semejante. se le llame. Pues “la existencia del otro”, habiendo logrado antaño llegar a las
Si dije que el inconsciente es el discurso del Otro [Autre] con una A mayús- orejas de Midas psicoanalista a través del tabique que lo separa del conciliá-
cula, es para indicar el más allá donde se anuda el reconocimiento del deseo bulo fenomenologista, es sabido que esta noticia corre a través de las cañas:
con el deseo de reconocimiento. “Midas, el rey Midas, es el otro de su paciente. Él mismo lo ha dicho”.
Dicho de otra manera, ese otro es el Otro que invoca incluso mi mentira En efecto, ¿qué puerta ha forzado con ello? ¿El otro, cuál otro?
como fiador de la verdad en la cual él subsiste. El joven André Gide desafiando a su casera, a quien su madre lo ha con-
En lo cual se observa que es con la aparición del lenguaje como emerge la fiado, a tratarlo como a un ser responsable, abriendo ostensiblemente ante
dimensión de la verdad. su vista, con una llave que sólo es falsa por ser la llave que abre todos los
Antes de este punto, en la relación psicológica, perfectamente aislable en la candados semejantes, el candado que ella misma considera como el digno
observación de un comportamiento animal, debemos admitir la existencia de significante de sus intenciones educativas —¿a qué otro apunta? A la que va
sujetos, no por algún espejismo proyectivo, fantasma que es el tópico del psi- a intervenir, y a quien el muchacho dirá riendo: “¿Qué necesidad tiene us-
cólogo andar desbaratando a la vuelta de cada esquina, sino en razón de la ted de un candado ridículo para mantenerme en la obediencia?”. Pero tan
presencia manifestada de la intersubjetividad. En el acecho en que se es- sólo por haber permanecido escondida y por haber esperado a la noche
conde, en la trampa construida, en la simulación rezagada en que un esca- para, después de la acogida tiesa que conviene, echar un sermón al mo-
pado desprendido de un tropel desorienta al rapaz, emerge algo más que en coso, no es sólo otra, de la que ésta le muestra el rostro al mismo tiempo
la erección fascinante del pavoneo o del combate. Nada allí sin embargo que que la ira, es otro André Gide, que ya no está muy seguro, desde ese mo-
trascienda la función del señuelo al servicio de una necesidad, ni que afirme mento e incluso volviendo sobre ello en la actualidad, de lo que quiso ha-
una presencia en ese más-allá-del-velo donde la Naturaleza entera puede ser cer: que ha sido cambiado hasta en su verdad por la duda lanzada contra su
interrogada sobre su designio. buena fe.
Para que la pregunta misma salga a la luz del día (y es sabido que Freud Tal vez este imperio de la confusión que es simplemente aquel donde se re-
llegó a ella en Más allá del principio de placer), es preciso que el lenguaje sea. presenta toda la ópera bufa humana merece que nos detengamos en él, para
Porque puedo engañar a mi adversario por un movimiento que es con- comprender las vías por las cuales procede el análisis no sólo para restaurar allí
trario a mi plan de batalla, ese movimiento sólo ejerce su efecto engañoso un orden, sino para instalar las condiciones de la posibilidad de restaurarlo.
precisamente en la medida en que lo produzco en realidad, y para mi ad- Kern unseres Wesen, el núcleo de nuestro ser, lo que Freud nos ordena pro-
versario. ponernos, como tantos otros lo hicieron antes que él con el vano refrán del
Pero en las proposiciones por las cuales abro con él una negociación de “Conócete a ti mismo”, no es tanto eso como las vías que llevan a ello y que
paz, es en un tercer lugar, que no es ni mi palabra ni mi interlocutor, donde él nos da a revisar.
lo que ésta le propone se sitúa. O más bien ese “eso” que nos propone alcanzar no es algo que pueda ser
Este lugar no es otra cosa que el lugar de la convención significante, tal objeto de un conocimiento, sino aquello, ¿acaso no lo dice él mismo?, que
como se revela en la comicidad de esa queja dolorosa del judío a su compa- hace mi ser y de lo cual, nos enseña él, doy testimonio tanto y aún más en mis
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caprichos, en mis aberraciones, en mis fobias y en mis fetiches que en mi per- Que esto sea el síntoma y el preludio de una nueva puesta en tela de juicio
sonaje vagamente civilizado. de la situación del hombre en el ente, tal como la han supuesto hasta ahora
Locura, no eres ya objeto del elogio ambiguo en que el sabio dispuso la todos los postulados del conocimiento, les ruego a ustedes que no se conten-
guarida inexpugnable de su temor. Si, después de todo, no está tan mal alo- ten con catalogar el hecho de que yo lo diga como un caso de heideggerismo
jado allí, es porque el agente supremo que cava desde siempre sus galerías y —aunque se le añadiese el prefijo de un neo que no añade nada a ese estilo
su dédalo es a la razón misma, es al mismo Logos a quien sirve. de bote de la basura con el cual es usual eximirse de toda reflexión con un
Si no, ¿cómo concebir que un erudito, tan poco dotado para los “compromi- recurso al “quítenme-eso-de-ahí” de nuestros escombros mentales.
sos” que lo solicitaban en su tiempo como en cualquier otro, como lo estaba Cuando hablo de Heidegger, o más bien cuando lo traduzco, me esfuerzo
Erasmo, haya ocupado un lugar tan eminente en la revolución de una Reforma en dejar a la palabra que él profiere su significancia soberana.
donde el hombre estaba tan interesado en cada hombre como en todos? Si hablo de la letra y del ser, si distingo al otro y al Otro, es porque Freud
Es que al tocar, por poco que sea, la relación del hombre con el signifi- me los indica como los términos a los que se refieren esos efectos de resisten-
cante, aquí conversión de los procedimientos de la exégesis, se cambia el cia y de transferencia con los que he tenido que medirme desigualmente
curso de su historia modificando las amarras de su ser. desde los veinte años que hace que ejerzo esta práctica —imposible, todo el
Por esto es por lo que el freudismo, por muy incomprendido que haya sido, mundo se complace en repetirlo después de él— del psicoanálisis. Es tam-
por muy confusas que sean sus consecuencias, aparece a toda mirada capaz de bién porque necesito ayudar a otros a no perderse por allí.
entrever los cambios que hemos vivido en nuestra propia vida como constitu- Es para impedir que caiga en barbecho el campo del que son herederos,
yendo una revolución inasible pero radical. Acumular los testimonios sería y para esto hacerles entender que si el síntoma es una metáfora, no es una
vano:37 todo lo que interesa no sólo a las ciencias humanas, sino al destino del metáfora decirlo, del mismo modo que decir que el deseo del hombre es una
hombre, a la política, a la metafísica, a la literatura, a las artes, a la publicidad, metonimia. Porque el síntoma es una metáfora, queramos o no decírnoslo,
a la propaganda, y por ahí, no lo dudo, a la economía, ha sido afectado por él. como el deseo es una metonimia, incluso si el hombre se pitorrea de él.
Sin embargo, ¿es esto acaso otra cosa que los efectos desacordados de una Y así, para que los invite a indignarse de que después de tantos siglos de hi-
verdad inmensa en la que Freud trazó una vía pura? Hay que decir aquí que pocresía religiosa y de fanfarronería filosófica, todavía no se haya articulado
esa vía no es seguida en toda técnica que se juzga válida sólo por la categori- válidamente nada de lo que liga a la metáfora con la cuestión del ser y a la
zación psicológica de su objeto, como es el caso del psicoanálisis de hoy fuera metonimia con su falta —¿sería acaso necesario que, del objeto de esa indig-
de un retorno al descubrimiento freudiano. nación en cuanto agente y en cuanto víctima, quedase todavía algo allí para
Y en efecto la vulgaridad de los conceptos con que su práctica se reco- responder a ella: a saber, el hombre del humanismo y el crédito, irremedia-
mienda, los hilvanes de falso freudismo que ya no están allí sino de adorno, blemente protestado, que ha obtenido sobre sus intenciones?
no menos que lo que no hay más remedio que llamar la retractación en que
prospera, dan testimonio conjunto de su renegación fundamental. T.t.y.e.m.u.p.t.38 14-26 de mayo de 1957
Freud por su descubrimiento hizo entrar dentro del círculo de la ciencia
esa frontera entre el objeto y el ser que parecía señalar su límite. Observemos aquí que a este artículo se une la intervención que
fue la nuestra el 23 de abril de 1960 en la Sociedad de Filosofía, a
37 Descubro el más reciente en lo que se presenta llanamente bajo la pluma de
François Mauriac para excusarse, en el Figaro littéraire del 25 de mayo, de su
negativa a “contar su vida”. Si nadie puede ya emprender eso con el mismo 38 [En carta del 15 de octubre de 1970, J. Lacan dice dirigiéndose a Tomás
buen ánimo, es, nos dice, que “desde hace medio siglo, Freud, pensemos de Segovia: “Nadie puede pescar ahí la menor idea. Pero a usted, que pone un
él lo que pensemos”, ha pasado por allí. Y después de haber flaqueado un cuidado tan maravilloso a mi servicio, le confesaré lo que no he confiado
instante bajo el lugar común de que es para someternos a la “historia de nunca a nadie. Se trata de las iniciales de la frase que podría decirme a mí
nuestro cuerpo”, regresa rápidamente a lo que su sensibilidad de escritor no mismo en esa fecha desde hacía mucho tiempo y con lo que así oculto mi
pudo dejar escapar: es la confesión más profunda del alma de todos nues- amargura: ‘Tu t’y es mis un peu tard’ (= ‘Te has puesto a la obra un poco
tros prójimos lo que nuestro discurso publicaría si quisiera terminarse. tarde’). La e falta en los Écrits, pero..., espero, no en el texto original”. AS]
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Teórico 3 (14/05/21)
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EL SEMINARIO XIX
Y EN LA TECNICA ",
La última vez los dejé con una pregunta quizás un.tanto ex-
traña, pero que estaba en la línea de lo que les venía diciendo:
PSICOANALITICA ¿por qué no hablan los planetas r
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EDITOR ASOCIADO
JUAN GRANICA EL SEMINARIO
TRADUCCION DE
JUAN-LUIS DELMONT-MAURI
Y DIANA SILVIA RABINOVICH
DE JACQUES LACAN
UNICA EDICION
AUTORIZADA LIBRO 3
LA REVISION DE LA TRADUCCION
ES DE DIANA S. RABINOVICH
CON EL ACUERDO DE
JACQUES-ALAIN MILLER LAS PSICOSIS
RESPONSAaLES DE LA EDICION
EN CASTELLANO DE EL SEMINARIO:
JACQUES-ALAIN MILLER Y
1955-1956
DIANA S. RABINOVICH
EDICIONES PAIDOS
Diseño de la Colección BUENOS AIRES - BARCELONA
Rolando & Memelsdorff
MEXICO
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DEL SIGNIFICANTE Y EL SIGNIFICADO
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DEL SIGNIFICANTE Y EL SIGNIFICADO EL SIGNIFICANTE, EN CUANTO TAL, NO SIGNIFICA NADA
Dije un conjunto, no dije una totalidad. En efecto, la en relación a las definiciones esas de significante y estructura
noción de estructura es analítica. La estructura siempre se es que se puede trazar la frontera adecuada.
establece mediante la referencia de algo que es coherente a En física, nos impusimos como ley partir de la idea que,
alguna otra cosa, que le es complementario. Pero la noción en la naturaleza, nadie se sirve del significante para significar.
de totalidad sólo interviene si estamos ante una relación cerra- Nuestra física se distingue en esto de una física mística, y
da con un correspondiente, cuya estructura es solidaria. Pue- aun de la física antigua, que nada tenía de mística, pero que
de haber, por el contrario, una relación abierta, a la que no se imponía estrictamente esta exigencia. Para nosotros se
llamaremos de suplementariedad. A quienes se han dedicado ha convertido en ley fundamental, exigible de todo enunciado
a un análisis estructural, siempre les pareció que lo ideal era del orden de las ciencias naturales, que nadie se sirve del
encontrar lo que ligaba a ambas, la cerrada y la abierta, significante.
descubrir del lado de la apertura una circularidad. Pero, el significante a pesar de todo está ahí, en la natura-
Pienso que ya tienen la orientación suficiente para com- leza, y si en ella no estuviera el significante que buscamos,
prender que la noción de estructura es ya en sí misma una no encontraríamos nada. Establecer una ley natural es despe-
manifestación del significado. Lo poco que acabo de indicar- jar una fórmula insignificante. Mientras menos signifique,
les acerca de su dinámica, sobre lo que implica, los dirige más contentos nos ponemos. Por eso nos contenta tanto la
hacia la noción de significante. Interesarse por la estructura culminación de la física einsteniana. Se equivocan si creen
es no poder descuidar el significante. En el análisis estructural que las formulitas de Einstein que relacionan la masa de
encontramos, como en el análisis de la relación entre signifi- inercia con una constante y algunos exponentes, tiene la me-
cante y significado, relaciones de grupos basadas en conjun- nor significación. Son un puro significante. Y por eso, gracias
tos, abiertos o cerrados, pero que entrañan esencialmente a él tenemos el mundo en la palma de la mano.
referencias recíprocas. En el análisis de la relación entre signi- La noción de que el significante significa algo, de que
ficante y significado, aprendimos a acentuar la sincronía y la alguien se vale de ese significante para significar algo, se
diacronía, y encontramos lo mismo en el análisis estructural. llama la Signatura rerum. Es el título de una obra de Jakob
A fin de cuentas, al examinarlas de cerca, la noción de estruc- Boehme. Con lo cual quería decir que, en los fenómenos
tura y la de significante se presentan como inseparables. De naturales, está el susodicho Dios hablándonos en su lengua.
hecho, cuando analizamos una estructura, se trata siempre, al No por ello debemos pensar que nuestra física implica la
menos idealmente, del significante. Lo que más nos satisface reducción de toda significación. En el límite hay una, pero
en un análisis estructural, es lograr despejar al significante de sin nadie que la signifique. Dentro de la física, la sola existen-
la manera más radical posible. cia de un sistema significante implica al menos esta significa-
Nos situamos en un campo distinto al de las ciencias ción: que hay uno, un Umwelt. La física implica la conjun-
naturales, y como saben, decir que es el de las ciencias huma- ción mínima de los dos significantes siguientes: el uno y el
nas no basta. ¿Cómo hacer la demarcación? ¿En qué medida to do -que todas las cosas son una o que el uno es todas las
debemos tender hacia los ideales de las ciencias de la naturale- cosas-.
za, me refiero a la forma en que se han desarrollado para Esos significantes de la ciencia, por reducidos que sean,
nosotros, esto es, a la física ante la cual estamos? ¿En qué sería . un engaño creer que están dados, y que el empirismo
medida no podemos evitar distinguirnos de ella? Pues bien, que' fuere permite despejarlos. Ninguna teoría empírica es
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dismo, es que lo subjetivo no está del lado del que habla. Lo causa final en las fórmulas einstenianas como en Aristóteles.
subjetivo es algo que encontramos en lo real. La diferencia es muy precisamente la siguiente: ese significan-
Sin duda, lo real en juego no debe tomarse en el sentido te nadie lo emplea para significar cosa alguna -a no ser ésta:
en que lo entendemos habitualmente, que implica objetividad, que hay un universo.
confusión que se produce sin cesar en los escritos analíticos. Leí un autor que se maravillaba por la existencia del
Lo subjetivo aparece en lo real en tanto supone que tenemos elemento agua: hasta qué punto ella da fe de los cuidados
enfrente un sujeto capaz de valerse del significante, del juego que ha tenido el Creador por el orden y nuestro placer, pues
del significante. Y capaz de usarlo del mismo modo que si el agua no fuese ese elemento a la vez maravillosamente
nosotros lo usamos: no para significar algo, sino precisamen- fluido, pesado y sólido, no veríamos los barquitos bogar tan
te para engañar acerca de lo que ha de ser significado. Es lindamente sobre el mar. Esto está escrito, y sería un error
utilizar el hecho de que el significante es algo diferente de la pensar que el autor era un imbécil. Simplemente, estaba toda-
significación para presentar un significante engañoso. Esto es vía en la atmósfera de una época en que la naturaleza estaba
tan esencial que, hablando estrictamente, es el primer paso hecha para hablar. Esto se nos escapa debido a que nuestras
de la física moderna. La discusión cartesiana acerca del Dios exigencias causales han sufrido cierta purificación. Pero estas
engañoso es el paso imposible de evitar para todo fundamen- pretendidas ingenuidades eran naturales en gente para quien
to de una física en el sentido en que entendemos este término. todo lo que se presentaba con una naturaleza significante
Lo subjetivo es para nosotros lo que distingue el campo estaba hecho para significar algo.
de la ciencia en que se basa el psicoanálisis, del conjunto del Actualmente se está realizando una operación muy curio-
campo de la física. La instancia de la subjetividad en tanto sa, que consiste en salirse de ciertas dificultades que presentan
que presente en lo real, es el recurso esencial que hace que algunos dominios limítrofes, en las cuales, por fuerza, entra a
digamos algo nuevo cuando distinguimos esa serie de fenóme- jugar la cuestión del uso del significante como tal, utilizando
nos, de apariencia natural, que llamamos neurosis o psicosis. precisamente la noción de comunicación, sobre la cual hemos
¿Son las psicosis una serie de fenómenos naturales? ¿En- conversado aquí de cuando en cuando. Si incluí en ese núme-
tran en el campo de la explicación natural? Llamo natural al ro de la revista, con la que todos ustedes están algo familiari-
campo de la ciencia en el que no hay nadie que se sirva del zados, el artículo de T omkins, es para darles un ejemplo del
significante para significar. modo ingenuo de usar la noción de comunicación. Verán
Les ruego retengan estas definiciones, pues sólo se las que se puede llegar muy lejos, y que no faltó quien lo hiciera.
doy luego de haberme tomado el trabajo de decantarlas. Hay quien dice que en el interior del organismo los diver-
Las creo particularmente adecuadas para aportar la mayor sos órganos de secreción interna se envían mensajes entre sí;
claridad al tema de las causas finales. La idea de causa final bajo la forma, por ejemplo, de hormonas que le vienen a
repugna a la ciencia tal cual está constituida actualmente, anunciar a los ovarios que las cosas andan muy bien, o al
pero ésta la usa incesantemente de manera encubierta, en la contrario, que están fallando un poco. ¿Es éste un uso legíti-
noción de retorno al equilibrio por ejemplo. Si por causa mo de las nociones de comunicación y de mensaje? ¿Por qué
final se entiende sencillamente una causa que actúa por antici- no? Si el mensaje es simplemente del orden de lo que ocurre
pación, que tiende hacia algo que está por delante, es absolu- cuando enviamos un rayo, invisible o no, sobre una célula
tamente ineliminable del pensamiento científico, y hay tanta fotoeléctrica. Esto puede llegar muy lejos. Si, barriendo el
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cielo con el pincel de un proyector, vemos aparecer algo en tipo de manifestaciones, como suele decirse, modeladas, mo-
el medio, eso puede ser considerado como la respuesta del toras y emocionales, satisfago las descripciones de los psicólo-
cielo. La crítica se hace sola. Esto empero, es aún tomar las gos, comprendo algo, en fin, hago todo lo que les digo que
cosas de un modo demasiado fácil. hay que saber no hacer. En cambio, si soy un ser humano
¿Cuándo se puede hablar verdaderamente de comunica- escribo en mi bitácora: A tal hora, en tal grado de longitud y
ción? Me dirán que es evidente: se necesita una respuesta. latitud, percibimos esto y lo otro.
Esto puede sostenerse, es cuestión de definición. ¿Diremos Esto es lo fundamental. Salvo mi responsabilidad. La dis-
que hay comunicación a partir del momento en que la res- tinción del significante está ahí. Tomo constancia del signo
puesta se registra? Pero, ¿qué es una respuesta? Hay una sola como tal. El acuse de recibo es lo esencial de la comunicación
manera de definirla, decir que algo vuelve al punto de partida. en tanto ella es, no significativa, sino significante. Si no articu-
Es el esquema de la retroalimentación. Todo retorno de algo lan fuertemente esta distinción, recaerán sin cesar en las signi-
que, registrado en algún lado, desencadena por ese hecho ficaciones que sólo pueden enmascarar el resorte original del
una operación de regulación, constituye una respuesta. La significante en tanto ejerce su función propia.
comunicación comienza ahí, con la auto-regulación. Retengamos bien esto. Incluso cuando en el interior de
¿Pero estamos ya acaso a nivel de la función del significan- un organismo, viviente o no, se producen transmisiones fun-
te? Y o digo que no. En una máquina termo-dinámica susten- dadas en la efectividad del todo o nada, aún cuando, debido
tada en una retroalimentación, no hay uso del significante. a la existencia de un umbral, por ejemplo, hay algo que no
¿Por qué? El aislamiento del significante en tanto tal necesita llega a cierto nivel, y luego, de golpe, produce determinado
otra cosa, que primero se presenta de modo paradójico, como efecto -tengan presente el ejemplo de las hormonas- no
toda distinción dialéctica. Hay uso estricto del significante a podemos todavía hablar de comunicación, si en la comunica-
partir del momento en que, a nivel del receptor, lo que ción implicamos la originalidad del orden del significante. En
importa no es el efecto del contenido del mensaje, no es el efecto, algo es significante no en tanto que todo o nada, sino
desencadenamiento en el órgano de determinada reacción en la medida en que algo que constituye un todo, el signo,
debida a la llegada de la hormona, sino lo siguiente: que está ahí justamente para no significar nada. Ahí comienza el
en el punto de llegada del mensaje, se toma constancia del orden del significante, en tanto que se distingue del orden de
mensa¡e. la significación.
¿Implica esto una subjetividad? Examinémoslo muy dete- Si el psicoanálisis nos enseña algo, si el psicoanálisis cons-
nidamente. No es seguro. ¿Qué distingue la existencia del tituye una novedad, es precisamente que el desarrollo del ser
significante en tanto tal, como acabo una vez más de intentar humano no puede en modo alguno ser directamente deducible
precisar su fórmula, en tanto sistema correlativo de elementos de la construcción, de las interferencias, de las composicio-
que toman su lugar sincrónica y diacrónicamente unos en nes de las significaciones, vale decir, de los instintos. El mun-
relación a otros? do humano, el mundo que conocemos, en el que vivimos, en
Estoy en el mar, capitán de un pequeño navío. Veo cosas medio del cual nos orientamos, y sin el cual de ningún modo
que se agitan en la noche de un modo que me hace pen- podemos orientarnos, no implica solamente la existencia de
sar que puede tratarse de un signo. ¿Cómo voy a reaccionar? las significaciones, sino el orden del significante.
Si no soy todavía un ser humano, reacciono mediante todo Si el complejo de Edipo no es la introducción del signifi-
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Recuerdan el esquema al que llegamos. Les señalé que fundada en la confusión entre el dominio de la significancia
debía haber algo que no se había realizado, en determinado y el dominio de la significación. Partiendo de trabajos de
momento, en el dominio del significante, que había sido Ver- gran rigor en la elaboración de la función del significante, la
worfen. Lo que así fue objeto de una Verwerfung reaparece fenomenología, supuestamente psicológica, cae en el dominio
en lo real. Este mecanismo es diferente a todo lo que por de la significación. Esa es su confusión fundamental. Es lleva-
otra parte conocemos de la experiencia, en cuanto a las rela- da a ese terreno como una perra es llevada tras una pista, y
ciones de lo imaginario, lo simbólico y lo real. lo mismo que la perra, nunca la llevará a ningún resultado
Freud articuló enérgicamente, incluso en el texto sobre el científico.
presidente Schreber que estamos trabajando, la radical distin- Conocen la pretendida oposición entre Erklaren y Verste-
ción que existe entre convicción pasional y convicción deliran- hen. Debemos mantener que sólo hay estructura científica
te. La primera surge de la proyección intencional: por ejemplo, donde hay Erklaren. El Verstehen, es la puerta abierta a
los celos que hacen que esté celoso en el otro de mis propios todas las confusiones. El Erklaren para nada implica significa-
sentimientos, en los que imputo al otro mis propias pulsiones ción mecánica, ni cosa alguna de ese orden. La naturaleza del
de infidelidad. En lo que respecta a la segunda, Freud tiene Erklaren, es el recurso al significante como único fundamen-
esta fórmula: lo que fue rechazado del interior