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UNIVERSIDAD JUAREZ AUTONOMA DE

TABASCO

Centro de Investigación
G uadalupe Cano de Ocampo de
Ciencias Sociales y Humanidades
U N IV E R S ID A D JUAREZ A U T O N O M A DE T A B A SC O

D IR E C T O R IO

Dr. Fernando Rabelo Rui/ de la Peña


RECTOR

Ing. Armando Morales Murillo


SECRETARIO DE SERVICIOS ADMINISTRATIVOS

Dr. Walter Ramírez Izquierdo


SECRETARIO DE SERVICIOS ACADEMICOS

Lie. José Luis Ocaña Andrade


DIRECTOR DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES
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\
UNIVERSIDAD JUAREZ AUTONOMA DE TABASCO

JUAN DEL HOYO SANCHEZ


EL EXILIO ESPAÑOL
EN TABASCO

Guadalupe Cano de Ocampo

Centro de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades


Villahermosa, Tabasco, México, 1989
O 1989. Universidad Juárez Autónoma de Tabasco
Zona de la Cultura
Villahermosa, Tab., México
C .P .86000
PRESENTACION

La universalidad de las ideas que trascienden y enriquecen la conciencia social,


siempre se nutre de las raíces culturales, científicas y humanísticas, germinadas por
los hombres que vencen barreras y traspasan fronteras para beneficiar al mismo
hombre en el devenir del tiempo y en cualquier lugar.
Nuestra Universidad, generadora de ideas y conciencias productivas, fuente
activa que se integra a la configuración y consolidación de nuestra entidad nacional,
abre sus espacios de comunicación al hombre y a sus ideas, propiciando por todos
los medios disponibles la motivación al diálogo y la reflexión, al entendimiento y
la participación, al compromiso y la determinación para acrecentar nuestro acervo
de valores culturales característicos de esta región del trópico húmedo.
La presente obra de la licenciada Guadalupe Cano de Ocampo, Profesora-In­
vestigadora de la División de Ciencias Sociales y Humanidades que está ajuicio de
los lectores, manifiesta el interés y reconocimiento al hombre, que como otros
ilustres, cautivados de estas tierras del sol, de lo azul y de lo verde, se han quedado
a cultivar y dar su mejor labor y ejemplo de honradez y trabajo a este pueblo cálido.
Por ello, enhorabuena la presente obra a JUAN DEL HOYO SANCHEZ,
español recordado con regocijo y cobijado con gran respeto para siempre por esta
tierra de Tabasco.

DR. FERNANDO RABELO RUIZ DE LA PEÑA


RECTOR
Villahermosa, Tabasco, 1989.

181972
...Todos los miembros de nuestra generación, conocemos algún español que
llegó hace 50 años, que influyó en nuestra formación, que ayudó a mejorar nuestro
desarrollo profesional y al que admiramos y respetamos. Todos nosotros conocemos
de esa generación, algún español que, aparte de su talento, trajo a nuestra ciudad y
a nuestro país su generosidad".

Manuel Camacho Solis.

(Palacio de Bellas Artes. Mexico, D.F,. agosto de 1989).

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"Aún eslrcmece la imagen de un pueblo en exilio; ese huir de madrugada; con
el terror apretado entre los dientes, hacia una región sin asidero ni esperanza: los
Pirineos del norte, con su paisaje de enrejados dolorosos, a donde sólo se llegaba al
límite infranqueable de otra guerra sórdida, de otro encierro, de otro acoso sin claras
vías de salvación; al sur, la sombra del fascismo, cuyas atrocidades inexplicable­
mente, tienden a olvidarse. Quedaba a la España peregrina el único recurso del
Atlántico y la visión de América como símbolo de vida, en donde habría de
reconstruirse parte del legado espiritual de la península."

Martha Robles
Diario Excelsior, lo. de septiembre de 1989.
Agradecimientos:

Esta obra no hubiera sido posible sin la desinteresada colaboración de:

Guadalupe Carrasco Gutiérrez


María Victoria Galán de Cruces
Silvia Dorithcl Chamelis
Bertha Herrera Méndez
Eva Zamudio
Alfonso de la Cruz Mondragón
Sergio R. Ocampo B.

A TODOS ELLOS, mi más sincero agradecimiento.

LA AUTORA
Indice

I. La presencia 15

II. Los orígenes 25

III. Lo que quedó atrás 29

IV. El encuentro con Tabasco 35

V. Las lecciones del juez 45

VI. Una tumba en Tabasco 69


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I
LA PRESENCIA

Ya había oído mucho sobre él. Villahermosa, hacia 1950 era un pueblo. Pocos
habitantes y los personajes que de algún modo intervenían en los diarios aconteceres,
eran conocidos por muchos. La gente hablaba de ellos. Podían formar parte del
Gobierno, ser comerciantes, profesionistas, artesanos; quien por algún atributo o por
falta de él sobresalía de lo común, se convertía en un personaje del que todos
hablaban. Así, que cuando por primera vez lo contemplé en ese año, estando ante
mí físicamente, me dije: "este señor es el Juez Del Hoyo".
De tez blanca, rubicundo; fornido, no muy alto. Podría decir que un poco
pasado de peso; de pelo cano, un poco lacio; ojos claros. Vestía de traje blanco de
dril. Y... ¡Oh, asombro! con corbata y sombrero. ¡Verdad de Dios! Fue la primera
persona que conocí tan formalmente vestida. Me impresionó, porque era época de
calor; de intenso calor. Entonces no sabíamos a cuantos grados llegábamos; tal vez
haya sido en esas épocas de verdadero calor, cuando rompemos "la barrera de los
cuarenta" para usar términos que se han vuelto coloquiales en estos tiempos.
Se encontraba de pie, en la "parada” de los camiones de pasaje. Sí; porque aquí
sólo en los últimos años comenzamos a emplear la palabra "autobuses". Que yo
recuerde, siempre, para referimos a ese tipo de transporte decíamos "el camión". La
"parada" a que me refiero estaba en la esquina de lo que hoy es Paseo de la Sierra y
Calle Siete de la colonia Reforma. Al primer camino lo conocíamos como la
Carretera de Teapa y su parte habitada terminaba precisamente hasta el lugar en
donde estaba el edificio ocupado por la "peni" apócope de penitenciaría, nombre
técnico que recibía la cárcel general del Estado. Desde ese lugar seguía la carretera
con sembradíos a ambos lados, montazales y de vez en cuando, la choza de alguna
familia campesina. En el edificio de la peni, sobre su ala izquierda, se encontraba el
Juzgado Unico de Primera Instancia de lo Penal, en donde reinaba aquel personaje:
el Juez Juan del Hoyo Sánchez.
Durante varios años, después de aquel primer encuentro seguí viéndole en el
mismo lugar, esperando el camión para trasladarse a su domicilio. Hacia el año de
1956 coincidí con él algunas veces en el mismo vehículo. Por razones de mi trabajo,
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antes de las dos de la tarde me trasladaba al centro de la ciudad. En ocasiones, al
subir el juez habían asientos vacíos y podía sentarse; otras, se detenía del barrote
que a lo largo del camión estaba colocado con ese objeto. Fueron varias las veces
que algún señor, casi siempre de aspecto humilde, se paró para darle su lugar. Con
energía amable, pero que no daba lugar a insistencias, el Juez rechazó el ofrecimien­
to. Pude observar también a otras personas, algunas con aspecto de litigantes, por el
uso del portafolios, algunas jóvenes, por lo que infiero que todavía eran estudiantes,
que trataron de pagar su pasaje. El mismo rechazo, firme, decidido, pero gentil.
Era comentario obligado entre los abogados que ilevaban asuntos en su
Juzgado, que nunca aceptó que lo llevaran en sus carros. La élite de la abogacía
postulante la integraban Miguel Paredes Campos, Jorge de la Cerda Ritz, Francisco
Pérez Selvas, Mario Brown Peralta, Antonio Ocampo Ramírez, Floricel Pereznieto
Priego, y todos eran dueños de flamantes carros que ponían a su disposición. Su
negativa tajante se apoyaba en que la aceptación de esos pequeños favores era el
inicio de la corrupción.
En ese mismo año de 1956, haciendo pininos como reportera de la fuente
policiaca llegué al Juzgado en busca de una información y crucé con él las únicas
palabras que en nuestras vidas fue posible, solicitándole los datos requeridos; muy
correcto me atendió, encomendando al Secretario y al Agente del Ministerio Público
que me proporcionaran dichos datos.
Ahora, en 1989 que escribo estas líneas, leyendo expedientes resueltos por el
Juez Del Hoyo, encuentro nombres de abogados que han destacado en el foro
tabasqueño y que en esos tiempos, tal vez haciendo su aprendizaje en la profesión,
desempeñaban cargos de secretarios del Juzgado, agentes del Ministerio Público,
actuarios, entre ellos: Eduardo Alday Hernández, Manuel Antonio Romero Priego,
Arístides Prats Salazar, Marcos Buendía Cadenas, Roque Camelo Verduzco.
También en esos procesos me entero de quiénes integraban al Tribunal
Superior de Justicia: Antonio Suárez Hernández, Bernardo del Aguila, Julián Urrutia
Burelo, Pablo J. Romero, Juan Rueda Bertruy, Roque Camelo y Vega, José Guada­
lupe Hernández, Fausto Pintado Borrego, Andrés Santandreu Olán, Pedro Vega
Hernández; estos dos últimos y el licenciado Hilario García Canul eran los Magis­
trados con los que concluyó el sexenio del Lie. Carlos A. Madrazo, quien decretó
la jubilación del Juez Del Hoyo, en 1964.
Asuntos de homicidio, fraudes, robos, adulterios; tragedias en las que aparecen
nombres de familias tabasqueñas cuyos nietos ahora son nuestros contemporáneos.
¡Cuánta tragedia encierran esas hojas maltratadas por el tiempo y por el hombre que
no sabe conservar la memoria de su historia! O tal vez ese deterioro del papel no
sea sino el símbolo del deterioro de las vidas cuyos momentos trágicos quedaron

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apresados ahí, y así como el tiempo ha desgastado esas páginas, también ha diluido
el peso de los acontecimientos, hasta su olvido total. Pero el relato vivo, en buen
español, destacando el dato cierto e importante, haciendo el análisis jurídico con
apoyo en la lógica que lleva a una resolución concisa, se debe al Juez. Del Hoyo. No
se pierde en frases huecas; en repeticiones inútiles y absurdas; en transcripciones
farragosas. ¡No! Su español es ágil, bien escrito, mejor pensado. Su personalidad,
sus conocimientos, todo lo que él era, sobresale en cada resolución que lleva su
firma, que corrige de su puño y letra y que es el resultado de un proceso llevado
"con todas las de la ley".
Esa personalidad seca, austera, pero no ajena a la bondad y á la amabilidad la
destacan las personas que han dicho algo sobre el Juez, ya sea ahora, a varios años
de su muerte o al poco tiempo de ocurrida; personas que trabajaron con él o que por
otros motivos estuvieron relacionadas.
Lupita Carrasco, fue escribiente del Juzgado toda su vida adulta, hasta que fue
jubilada. Dice que conoció al licenciado Juan del Hoyo Sánchez desde la época que
gobernó a Tabasco el licenciado Francisco Trujillo Gurría; que tal vez haya sido en
1942 o un poco más tarde; no recuerda con precisión. Primero estuvo de Juez en
algún municipio; le parece que en Comalcalco; luego pasó a Villahermosa y al
terminar ese período, el Juez Del Hoyo se fue de Tabasco, cree que a Jalisco. Algún
tiempo después regresó, pero no puede precisar cuando. Supo de su regreso porque
su hermano, Régulo Pola, que era defensor de Oficio, le avisó: "El Juez Del Hoyo
ya regresó, está en el Hotel Palacio". Fueron los dos a saludarlo. Ella, con temor,
dada la forma especial de ser del profesionista, le hizo un pastel y se lo llevó. Cuenta
que se encontraba tan alegre de haber regresado, que le aceptó el pastel. Todavía su
esposa estaba en España. Solo por rumores, pues no era afecto a hacer confidencias,
supo que en la guerra civil española, había muerto su único hijo, pero no se enteró
del nombre ni se atrevió a preguntarle nada. Trabajó a su lado todo el tiempo, hasta
la jubilación del letrado.
Evita Zamudio, ordenanza del Juzgado, dice: "Era muy serio pero comprensi­
vo. Siempre trató a todo el personal de manera correcta. No alzaba la voz pero
imponía respeto. Su manía del ahorro era tema de conversación. Escribía los
proyectos de acuerdos y sentencias en sobres usados, reversos de hojas de calenda­
rios, pedazos de papel, oficios canee1ados. La correspondencia se escribía en media
hoja de papel, para no desperdiciar. A cada litigante le pedía que con su promoción
acompañara una hoja de papel en blanco y un clip, a fin de acordarles en el
expediente. Nos exigía que el archivo estuviera bien arreglado. Los expedientes con
órdenes de aprehensión sin ejecutar tenían una nota con la fecha de la prescripción.
Se retiraba a la una de la tarde del Juzgado, y si en la hora siguiente, pues las labores
terminaban a las dos, llegaba algún asunto urgente, yo le llevaba los papeles a la

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casa de su primo, don Antonio Galán, en donde se detenía todos los días a platicar.
Con los litigantes que más amistad hizo, fueron, Mario Brown Peralta, Miguel
Paredes Campos, Eduardo Alday y Jorge de la Cerda. Era muy asiduo al Juzgado
el licenciado Sibilla Zurita, casi era un chamaco. Oí varias veces al Juez Del Hoyo
que lo aconsejaba.
Alfonso de la Cruz Mondragón; fue un buen jefe; me apuraba para que
escribiera mi tesis. Incluso llegó a redactarme un trabajo que por negligencia no
aproveché y no le di el gusto, como suavemente me reprochaba después de su
jubilación, de haberme titulado siendo él mi jefe. Su concepto del ahorro y la
honradez fueron hasta leyenda. Cada mes el Tribunal enviaba un dinero para gastos
menores del Juzgado. El no gastaba ese dinero. Cada fin de año lo devolvía a la
Tesorería General.
Se cuentan muchas anécdotas sobre su actuación como Juez; recuerdo que una
vez llegó una señora de aspecto campesino a solicitarle la reducción de una fianza
para que su hijo saliera libre. La señora, como es costumbre en las mujeres del campo
de posición económicamente fuerte, llevaba varios anillos, pulsos, aretes y cadenas
de oro alrededor del cuello. El Juez se la quedó viendo y le dijo: "Señora, la fianza
que se señaló es el monto correcto. Usted no puede alegar que carece de medios
económicos para pagarla. Lleva usted encima varias alhajas de oro. El oro es la mejor
moneda circulante". Otro recuerdo: llegó consignado por homicidio un individuo
que según los registros del Juzgado estaba compurgando condena en la penitenciaría.
En el primer proceso aparecía el oficio por el cual un funcionario del Ejecutivo
comunicaba que se había designado a la penitenciaría como el lugar para que el reo
compurgara su sentencia. No había aviso de cambio de ese lugar ni de la concesión
de algún beneficio, ni registrada salida alguna del penal por algún permiso o
autorización oficial. El nuevo delito por el que se le consignó, lo había cometido en
otro municipio. Por escrito preguntó el Juez al Ejecufivo si se había autorizado la
salida de dicho reo de la cárcel al lugar en donde se cometió el homicidio. Se turnó
la solicitud al Director del penal y éste contestó que "no". Que no aparecía en el
expediente del homicida ninguna orden de salida. El juez resolvió la situación
jurídica del procesado ordenando su libertad, porque no era posible que tuviera el
don de la ubicuidad. "Don fulano de tal se encuentra compurgando pena en la cárcel;
no ha salido de ella porque así lo informan las autoridades carcelarias; luego, no
pudo haber estado en x lugar y dado muerte a zutano". Claro está que ese procesado
sí había cometido el homicidio, pero como ninguna autoridad quiso admitir que
había permitido la salida del reo fuera de la ley, el juez dictó su resolución
estrictamente apegado a la lógica, explicando: "No puedo solapar las sinverguenza-
das de los funcionarios públicos, que además son mentirosos".

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Sergio Ocampo comenta: "Era un adolescente cuando siendo escribiente en el
Tribunal Superior de Justicia, el Lie. Hildo Gómez Castillo, Secretario General me
mandó como segundo secretario del Juzgado Penal. Me llamó la atención el
tratamiento que me daba el Juez Del Hoyo; me llamaba ‘Don Sergio’; me hacía
gracia por los años de distancia entre el Juez y yo. Pero así llamaba a todos: don o
doña; nos sentíamos importantes con ose trato. Dos atributos eran materia de
anécdotas sobre su personalidad: su honradez y su gran sentido del ahorro, que no
sólo aplicaba en el trabajo sino en su vida diaria. Nunca pagó un viaje en taxi.
Siempre lo vi viajar en camión. Fumaba mucho, pero consumía unos cigarros
pequeños, muy baratos. En ese tiempo, y hablo de 1958 o un poco más, costaba la
cajetilla treinta centavos. A veces se le terminaban a medio día y se buscaba por
todos lados, por si encontraba alguno guardado. Como no permitía que ningún
empleado le hiciera alguna labor particular, yo buscaba el pretexto de ir a una tienda
de abarrotes cercana a tomar un refresco y de pasada me ofrecía a traerle los cigarros;
pero tenía que hacerlo con mucha sutileza para que no se diera cuenta que la salida
no era tanto por el refresco sino para poder servirlo llevándole los cigarros".
Rodolfo Montiel Hernández: (Publicado en el ‘Rumbo Nuevo’ del tres de
julio de 1967). "Fuimos vecinos durante muchos años, pues él vivía en las calles de
Ayuda y yo en Rayón a la bajada del frontón. Hice amistad con él en 1944, pues
aunque daba la apariencia de que era hosco y huraño, era todo lo contrario: gentil,
cordial, con muy buen humor. La amistad se inició con motivo de que en su carácter
de Juez del ramo penal había dictado sentencia de muerte contra un delincuente que
asesinó infrahumanamente a la esposa por la carretera del Muerto y aquella sentencia
se ejecutó en el mes de marzo de 1944. Entonces con el trasgo de ‘Zoila Luz del
Alma’ me opuse a que se aplicara la pena de muerte ya que si no tenía justificación
el hecho de que un individuo quitara loque no se puede restituir, menos se justifica
que el Estado quite lo que mucho menos puede restituir como es la vida, cosa que.
solamente pertenece al Gran Arquitecto del Universo o sea Dios".
"El jurista Del Hoyo Sánchez contestó a la ‘Culta dama’ con argumentos que
realmente fueron la más clara manifestación de que era un hombre culto en el sentido
lato del vocablo. Y dentro de los conceptos que emitió, dijo que efectivamente la
pena de muerte no era ejemplar. Como no es ejemplar para los demás tigres que se
mate uno, como no es ejemplar para las nauyacas que se mate una nauyaca. De todas
maneras se suprime un tigre, una nauyaca por instinto de conservación. Y así la
sociedad, por instinto de conservación, conforme a las leyes, suprime un elemento
irredimible."
"Le dirigí una carta particular pidiéndole excusas por la humorada y sobre todo,
porque él había creído que se trataba de una mujer la que publicó dicho artículo. Me

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apenaba mucho, le dije, la guasa que le había hecho, pues no había ningún motivo
ni tenía yo ningún derecho para ello."
"Me buscó y personalmente rió de muy buena gana conmigo. Item más: creo
haber sido uno de los pocos amigos con quienes haya tomado una copa y una cerveza.
Sobre el licor me dio una conferencia extraordinaria. Me dijo que el buen vino es
sagrado y sus efectos son sedantes al tiempo que operan el saludable efecto del abono
en las tierras un tanto fatigadas; pues al influjo de él, florecen las flores más
hermosas. Y es todo lo contrario la serie de menjuijes que llevan alcohol. Quienes
lo ingieren, cometen torpezas y si se entrega un hombre a ese vicio denigrante,
siempre está expuesto a cometer crímenes."
"Me designó perito Educador del Ramo Penal para intervenir en los casos de
menores delincuentes. Y sinceramente, siempre tomó en cuenta mis dictámenes.
Varias decenas de menores fueron exonerados de toda responsabilidad debido a esos
estudios psicopedagógicos que hice en los casos correspondientes y la prueba más
evidente de lo certero de los mismos está en que todos esos menores son adultos y
están dedicados a labores realmente honestas y productivas."
"Tuvo en sus manos numerosos casos que fueron escandalosos por la labor de
prensa que se hizo en contra de las sentencias que dictó. Y contra las sentencias se
armaron verdaderas lluvias de protestas, pero siempre se le respetó su condición de
juez incorrupto. Uno de esos casos, fue aquel de Milton, el norteamericano que era
un enfermo mental que le daba por querer seducir a adolescentes. A Milton lo
acusaron ante el Ministerio Público y éste lo consignó al Juez del ramo penal. A la
hora lo había puesto en libertad por falta de méritos para procesarlo por la comisión
de los delitos que se le habían imputado."
"Todos los periódicos de entonces se le echaron encima al señor Juez Del Hoyo
Sánchez y el único que le defendió el fallo, fue el Decano de los periodistas Trinidad
Malpica. Por cierto que apoyé la defensa de Malpica diciendo que en tanto que el
Señor juez había practicado la ponciopilatización diciendo que no encontraba delito
alguno en ese hombre que creía practicar el pensamiento cristiano de ‘Dejad a los
niños que vengan a mí’, el señor Mapica clamaba: ‘Hoy por el señor Milton, mañana
por mí’.
"Gozaba el licenciado Del Hoyo Sánchez leyendo mis ocurrencias. Cuando el
artículo que publiqué el año pasado bajo el título: ‘El hombre, pobrecito hombre’,
al igual que todos los que lo leyeron, el licenciado Del Hoyo Sánchez rió a mandíbula
batiente con todo y que lo escribí con la debida seriedad."
"Los gobernadores del Estado, licenciados: Francisco Trujillo Gurría, Noé de
la Flor Casanova, Francisco J. Santamaría, Manuel Bartlett Bautista, divisionario

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Miguel Orrico de los Llanos, licenciado Carlos A. Madrazo y el actual, don Manuel
R. Mora, siempre lo admiraron y lo estimaron profundamente. Por cierto que el
licenciado Madrazo lo jubiló."
"Su esposa, doña Salud Forés de Del Hoyo, era y fue la única familia que tuvo.
Don Juan Galán del Hoyo, Don Antonio Galán del Hoyo, don Antonio Allende,
españolfcs también y parientes de él, siempre lo admiraron y lo estimaron profunda­
mente."
"Fue un juez en el sentido lato del vocablo. Es una difícil profesión que
practicándola con buena fe y sin dolo, siempre deja la sospecha de que no se aplicó
con integridad la Ley o que se aplicó con caprichos. El soportó estoicamente la
grandeza de esa profesión."
"Descanse en paz en el seno de este pedazo de tierra mexicana el gran español
nacionalizado mexicano que durante años constituyó una de las garantías más
firmes con que contó la gran familia tabasqueña."
"Uno sabe donde nace pero no se sabe a donde va uno a morir. Pero de cualquier
manera, siempre .se siente en los hondones del alma el éxodo sin retorno que
emprende un hombre tan de recia contextura como la del señor licenciado don Juan
del Hoyo Sánchez. ¡Descanse en paz el entrañable amigo!"

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24
Limites de provinda I ~I mis de 100
Limites de partido k lW i.ta m k»'
II
LOS ORIGENES

En Villahermosa siempre se supo que el Juez Del Hoyo era español. Tanto su
apariencia física como el acento no podían ocultar sus orígenes. Primo de dos
españoles muy queridos en el medio: Juan y Antonio Galán, junto con otros
compatriotas radicados desde hacía varios años en Tabasco, hicieron un pequeño
grupo, identificado en los recuerdos. Sobre todo las esposas de estos señores, algunas
oriundas de la península pero otras tabasqucñas, tenían una especie de club o grupo
social. Durante el gobierno del licenciado Francisco J. Santamaría llegaron a tener
presencia política, pues formaron la pequeña corte o grupo de "damas de compañía"
de la esposa del gobernador. Eso es muy común en nuestro medio. La primera dama
del Estado es rodeada por sus amigas de infancia, parientes, condiscípulas, etc. que
giran a su alrededor. Recuerdo, por relaciones familiares con la señora Carmen
Zapata, esposa del español Luis Allende, a ese séquito de la esposa del licenciado
Santamaría; entre dichas señoras estaba doña Salud Forés de Del Hoyo.
Sólo hasta ahora, investigando datos personales del Juez Del Hoyo puedo
ubicar el lugar exacto de su nacimiento: una villa de Oviedo, capital de la provincia
de Asturias, de nombre M¡eres.
En el mapa de la península ibérica, Asturias está al norte, colindando con
Galicia, Castilla la Vieja y Santander. Se cierran los límites con el mar: el Cantábrico,
en el Golfo de Vizcaya.
En los libros de Geografía, la curiosidad por ubicar de manera más precisa la
tierra de nacimiento del Juez, me hace aprender que Asturias es una de las regiones
más antiguas de España; formó el antiguo reino y luego principado de Asturias; de
origen visigodo, sus habitantes cristianos que se refugiaron en esa zona por la
invasión musulmana, a principios del siglo VIII. Estos visigodos, en la celebrada
batalla de Covadonga derrotaron a los árabes en el año de 722. Por eso a Asturias
se le conoce como la tierra de la reconquista Hoy es una de las más industrializadas
provincias de España.

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Se destaca en el suelo asturiano la cordillera cantábrica, que va de este a oeste
y en un recorrido de 300 kilómetros forma una barrera entre la meseta y la costa. Se
dice que esta cadena montañosa "parece querer separar a los asturianos del resto de
España y empujark»iiacia el mar"; sin embargo el mismo mar cierra a Asturias con
otra barrera, pares el litoral está formado por farallones y acantilados de considerable
elevación y por lo verticales resultan inaccesibles. Sólo en las desembocaduras de
las rías existen algunos puertos, pues sobre la costa no aparece ninguna población
por lo abrupto del terreno. Entre los puertos, como más importantes se mencionan
Avilés y Gijón.
Oviedo es la capital de la provincia de Asturias y su única gran ciudad. Tiene
más de un millón de habitantes. Se encuentra ubicada a 32 kilómetros de la costa
del Cantábrico. Se divide en Partidos Judiciales: Avilés, Belmontc, Cangas de Onice,
Cangas del Narcea, Castropol, Gijón, dividido a su vez en los distritos judiciales de
Oriente y Occidente; Infiesto, Laviana, Lena, Luarca, Llanes, Mieres, Oviedo,
Pravia, Siero, Tineo y Villaviciosa, comprendiendo todos esos partidos a 79 ayun­
tamientos.
El clima es templado y sin heladas, por lo que su agricultura la constituyen las
naranjas y los productos de huertas. También se cultiva maíz, manzanas, avellanas,
castañas. Entre los productos fabriles están los vinos, sidras, la industria minera;
existe una próspera ganadería; entre sus productos de pesca está la sardina. Los
minerales que posee son: carbón, hierro, cobre, plomo y zinc.
La ciudad de Oviedo cuenta con gobierno civil y militar, arzobispado, audien­
cia territorial y provincial; tiene una Universidad de renombre y antigüedad, además
de Escuelas Normales y un Instituto Nacional. En su bella catedral descansan los
restos de antiguos reyes visigodos.
Sobre el arte asturiano, una guía turística editada gratuitamente y que en las
fronteras, entrando p>or Francia se reparte al turista, nos ilustra: "El reino asturiano
es el origen de uno de los estilos artísticos más originales y genuinos de toda la
historia española. Su mayor desarrollo y plenitud tiene lugar a todo lo largo del siglo
IX, con una serie de edificios singulares que han llegado hasta nuestros días en buen
estado de conservación o han sido restaurados. Todos ellos se encuentran en
Asturias; cinco alrededor de Oviedo, enmarcados en espléndidos paisajes naturales
y con fácil y cómodo acceso. El arte asturiano es una síntesis de las influencias
visigodas y carolingias y está dotado de una gran personalidad. Sin duda se trata de
uno de los mayores tesoro« legados por la alta edad media a la posteridad.
"Destaca en todo el conjunto por su admirable armonía y belleza, la Iglesia de
Santa María del Naranco, de origen palaciego. Su inserción en el paraje que la
circunda es perfecta. A escasos metros, San Miguel de Lillo conserva una parte

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importante de lo que fue originariamente. Otros ejemplos son: Santa Cristina de
Lena, Santa María de Bendones, San Salvador de Valdedios y San Julián de los
Prados, muy importante este último por sus excelentes pinturas murales, pro­
bablemente las más destacadas del preromànico peninsular. Hasta hace muy poco
injustamente olvidado, el arte asturiano se presenta hoy como una de las aportaciones
más sustanciales al arte europeo de su época y es objeto de atención y estudio no
solo para los especialistas, sino para los amantes de la cultura en general.
"Én la Catedral, del siglo XIII se conservan reliquias en la parte llamada La
Cámara Santa, procedentes de este primer Estado medieval."
Mieres es un pequeño pueblo, a orillas del río Candal o Lena, es cabecera de
partido judicial, con ayuntamiento. Hacia 1960 contaba con 67,(XX) habitantes,
dedicados a la agricultura, la ganadería y la industria, pues existen muchas fundi­
ciones, ya que posee hierro, carbón y cinobrio; también se produce sidra. A los
naturales de Mieres, en Oviedo y de Miera, villa de provincia de Gerona, se ¡es
llama mierenses.
Don Juan del Hoyo Sánchez, nativo de Mieres estudió preparatoria en el
Consejo de Llanes, en un convento de frailes agustinos, ganando matrícula de
sobresaliente. En treinta meses cursó la carrera de abogado en la Universidad de
Oviedo, mientras hacía el servicio militar. En ese centro de estudios, de tradición y
renombre, sobresalió como alumno insólito por su aplicación e inteligencia. Durante
muchos años ejerció como abogado civil y sólo con la instauración de la República
es que participó en la milicia. Como al fallecer, en 1967, se asentó en su acta de
defunción que tenía 74 años, es de inferirse que nació en 1893, sin que haya podido
averiguar la fecha exacta. Fue hijo de Antonio del Hoyo del Valle y de María
Sánchez.
Precisados los orígenes del licenciado Del Hoyo, es importante anotar que en
una inscripción marginal que contiene el acta de defunción, aparece el siguiente
dato: "Por materia ajena a su voluntad el doctor que suscribe dicho certificado de
defunción (doctor Manuel Rodríguez García) del señor Juan del Hoyo Sánchez
omitió la nacionalidad de dicho señor, debiendo aparecer como mexicano como se
comprobó con su documentación del año de 1941 consistente en Carta de Naturali­
zación Mexicana número 306/41 Exp. VII/521-2-(46)H-4-3 (firma ilegible).
Por una nota periodística de 1967, de la que haré especial mención más
adelante, ahora me entero de que durante la República Española fue Magistrado y
Presidente del Tribunal Militar de las Cortes del Ebro e Instructor de Justicia en
Ciudad Real, Gijón y Barcelona. Esa participación lo obligó a exiliarse, junto con
el grupo de españoles que hace cincuenta años (23 de junio de 1939) llegaron a las
costas de Veracruz, acogidos por ese gran gesto de solidaridad y sentido humanista

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del General Lázaro Cárdenas del Río; españoles que en las universidades, en el
comercio, las artes y las letras vinieron a dar impulso y vida a la cultura mexicana,
como si quisieran, con esa labor educativa, de trabajo y creación intelectual, lavar
la afrentosa presencia de los conquistadores que siglos antes destruyeron alevosa­
mente todas las muestras de la grandeza cultural de las razas asentadas en el centro
y sur de México.

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III
LO QUE QUEDO ATRAS

El licenciado Juan del Hoyo Sánchez llega a Tabasco entre 1940y 1941, pues
en este último año obtiene la nacionalidad mexicana por naturalización. Atrás queda
la España devastada por la guerra civil.
Sólo el propio jurista hubiera podido explicar los motivos o razones que lo
determinaron a quedarse en Tabasco. A veintidós años de su muerte y sin amigos
ni parientes que puedan hoy hablar sobre ese tópico, sólo queda suponer que se
acogió al apoyo de sus parientes, los Galán, establecidos prósperamente en Villa-
hermosa, con comercios y familia ocupando un alto sitio en la cerrada sociedad de
la alta y mediana clase media. Tal vez hayan sido estas personas quienes lo
recomendaron con el gobernador de esa época, pues desde su llegada comienza a
fungir como juez penal. Sólo esa explicación se me ocurre ante las diferencias tan
grandes entre esta tierra y la parte norte de España en donde nació, creció, estudió
y vivió todos sus años en el viejo mundo.
¿Cómo estaba España cuando el Juez Del Hoyo y demás refugiados la dejan
para cruzar el mar y exiliarse Cn América? No es posible explicar cabalmente lo que
fue la guerra civil española sin que, auxiliada por los libros de Historia, no haga
mención del origen y destino de la República. Es muy difícil tener un conocimiento
objetivo sobre ese período, pues según el bando en que se milite o que nos simpatice,
así será el enfoque de los acontecimientos. Pero después de cincuenta años, recon­
ciliadas las nuevas generaciones, con las reservas del caso ya es posible encontrar
relatos intermedios, o sea, que explican las razones de uno y otro grupo, los errores
cometidos, sus ideales, principios y políticas y justifican, si se quiere, la actuación
de cada uno.
La República nace de las elecciones municipales de abril de 1931, abrumado­
ramente antimonárquicas, señala Gabriel Jackson. Ante estos resultados, Alfonso
XIII decidió abandonar España antes que ser el causante de una guerra civil.
Además, recibió en ese sentido los consejos del Conde de Romanones y del doctor
Gregorio Marañón, quienes negociaron la transmisión de los poderes con el Primer
Ministro del Nuevo Gobierno, Niceto Alcalá Zamora (a quien por cierto menciona-

29
mos desde nuestra adolescencia, al estudiar Derecho Procesal Civil). Toda España
celebró que salvo ligeras incidencias -derribamicnto de estatuas, destrucción de
símbolos monárquicos, cantos de La Marsellesa y del Himno Republicano Tradi­
cional, el Himno de Riego- por las calles; la transmisión fuera sin derramamiento
de sangre.
Pero la República, desde esa fecha comenzó su víacrucis. Uno de sus princi­
pales objetivos era la organización sobre la base de una nueva Constitución y la
puesta en práctica de medidas radicales en favor de los obreros y de las masas rurales.
De inmediato se expidieron Decretos para dar satisfacción a esas necesidades, pero
provocaron la inconformidad de los grupos de caciques (en España obtuvo carta de
naturaleza este término americano), que dominaban las zonas rurales. Además, debe
agregarse la inconformidad de la Iglesia católica y el gran capital que pronto
obtuvieron aliados de las grandes potencias que comenzaron su labor de "rumores"
difamatorios contra los republicanos en la gran prensa mundial. Internamente vino
a sumarse el descontento de los militares. La República sólo contó con la ayuda
simbólica de pequeños países, sobre todo latinoamericanos, México entre éstos.
Rusia prestó su apoyo pero "condicionado", pues los soviéticos no tenían intereses
económicos o estratégicos directos en España, relata extensamente Jackson.
La provincia de Asturias, Oviedo y Mieres en lo particular tienen señalada
intervención en esta etapa republicana, antes del estallamiento de la guerra civil.
Hacia 1934, además de una serie de huelgas, se proclama la República de
Cataluña dentro de la República Federal Española y en la zona minera de Asturias,
los trabajadores inician su lucha armada contra el gobierno, el ejército y el régimen
capitalista existente (desviaciones forzadas de centro izquierda en un afán desespe­
rado por la parte republicana de consolidar el régimen amenazado por todos los
flancos).
Jackson relata: "En Asturias, el curso de los acontecimientos estuvo determi­
nado en gran parte por el aislamiento geográfico y psicológico de las ciudades
mineras. Situadas en los valles de los ríos Aller y Nalón, al sur y sudeste de Oviedo,
hay una serie de poblaciones mineras, la mayoría de ellas con menos de 10,000
habitantes. Sus condiciones de vida se caracterizaban por lo peligroso de su trabajo,
la constante vigilancia policíaca, una casi total ausencia de periódicos nacionales,
autos, radios y comodidades hogareñas, así como una sed por un mínimo de dignidad
y educación que sólo podían saciar a través de sus sindicatos mineros... Los años de
propaganda anarquista y marxista habían creado un espíritu de misión entre los
mineros. Lo mismo que la reconquista cristiana de España había comenzado en
Covadonga, en lo más abrupto de la cordillera cantábrica, así la revolución proletaria
se originaría en Asturias... En la noche del 4 de octubre, cuando llegó la noticia de

30
la formación del nuevo gobierno (grupo de anarquistas, troskistas, comunistas, en
peleas intemas propiciaron el debilitamiento del Presidente Alcalá Zamora y de su
gabinete, incapaces de contener huelgas, levantamientos, complots revolucionarios,
etc.); los comités decidieron inmediatamente declarar una huelga general. En
Mieres, donde predominaban los mineros comunistas, 200 militantes armados con
unos 30 rifles sitiaron el Ayuntamiento y los cuarteles. Gracias a una combinación
de sorpresa, tenor y exageración de su número (disparando con los mismos rifles
desde diferentes posiciones) lograron la rendición de los guardias civiles y de asalto.
Al día siguiente ocuparon con facilidad otras ciudades mineras entre Mieres y
Oviedo, a veces utilizando la bandera de la Cruz Roja como insignia y el día 6
atacaron la propia capital de la provincia. Oviedo tenía unos 80,000 habitantes y en
contraste con los centros mineros, en la ciudad había una considerable clase media,
una Universidad, varios centros gubernamentales y una guarnición de mil hombres.
Unos 8,000 militantes marcharon sobre la ciudad, con unas pocas armas cortas y sin
artillería, pero con grandes cantidades de dinamita. Como la mayoría de la población
se escondió tras las persianas corridas, los mineros tomaron la mayor parte de la
ciudad, ocupando los pisos bajos de los edificios oficiales y arrimándose a los muros
para resguardarse de los disparos desde los pisos altos.
"En Mieres, en la mañana del 5 de octubre, cuando la guardia de asalto se
rindió, la multitud pidió la muerte de dos guardias particularmente odiados. El
Comité se negó a ello, formando un círculo con sus propios cuerpos para proteger
a los prisioneros. Uno de los guardias, enloquecido por el miedo, escapó del círculo
y fue muerto a tiros.
"El gobierno quedó desconcertado ante la toma de Oviedo por los revolucio­
narios. Temió enviar al Ejército regular. Por consejo de los Generales Franco y
Goded, el Ministro de la Guerra envió contingentes de los Regulares, moros y de la
Legión Extranjera... El General López Ochoa reconquistó rápidamente la ciudad...
como resultado del cañoneo de la artillería del Ejército y de las voladuras de los
mineros, Oviedo carecía de agua y luz. La biblioteca de la Universidad y centenares
de casas resultaron destruidas.
"Mieres, de donde habían partido los revolucionarios el 5 de octubre, era su
último baluarte hacia el día 18. Se negoció la rendición con el General López Ochoa,
con la condición de que los moros no entraran en los pueblos... en las semanas
siguientes el gobierno, que dependía de los militares y de la extrema derecha, perdió
el control sobre la situación en Asturias. Los guardias civiles y de asalto, rivalizaron
entre sí, en arrancar fantásticas confesiones a los prisioneros. La prensa derechista
publicó cuentos de monjas violadas y de niño6 a los que habían arraacado lo« ojos.
Las Cortes, que se habían negado a restablecer la pena de muerte cuando la huelga
general de Zaragoza, la votaron ahora rápidamente...

31
"...Todas las formas de fanatismo y crueldad que habían de caracterizar a la
guerra civil se dieron ya en la revolución de octubre y sus secuelas: una revolución
utópica desfigurada por el esporádico terror rojo; sistemática represión sangrienta
de las fuerzas del orden; confusión y desmoralización de la izquierda moderada;
fanática venganza por parte de las derechas. Tras el restablecimiento del orden, el
Presidente y el Primer Ministro trataron torpe, pero sinceramente de limitar la
represión; mas la censura de prensa impidió que el pueblo español supiera siquiera
lo que había ocurrido en Asturias, y por tanto aprender de las lecciones de tan trágico
prólogo de la guerra civil"
Dos años más tarde, a raíz del pronunciamiento de julio del general Franco, se
suceden en Oviedo tristes acontecimientos que vale la pena relatar: El comandante
militar era Aranda que se tenía por republicano y masón, en buenas i elaciones con
el gobierno civil de la izquierda republicana. Al saber los mineros del pronuncia­
miento pidieron armas para dirigirse a defender Madrid; el Coronel hizo que estaba
de parte de la República, no se negó a dar las armas, pero a egó que no podía
entregarlas sin una orden firmada por el Ministro de la Guerra; cooperó con las
autoridades del Frente Popular organizando los trenes que llevarían a los mineros;
al mismo tiempo pidió a varias unidades de la Guardia Civil que estaban en el
interior, que se concentraran en Oviedo. En la mañana del 20 de julio, el gobernador
civil y los jefes sindicales sospecharon que habían sido engañados por el coronel
Aranda y por sus reclamaciones tuvo que declarar el estado de guerra, pero muchos
mineros ya habían partido para Madrid, llevando fusiles y dinamita que habían
ocultado desde octubre de 1934,* el coronel avisó a los militares franquistas,
triunfantes en Valladolid, y éstos salieron al encuentro de los trenes y liquidaron a
los mineros que no esperaban el ataque. En tanto, con la guardia civil y las de asalto
a sus órdenes, el coronel Aranda rápidamente controló la ciudad.
Hablando sobre todo el proceso de transformación y ocaso de la República
española y de la guerra civil, Jackson concluye: "Los historiadores de todas las
ideologías han deplorado con amargura la leyenda negra referenle a la España
imperial y su historia colonial. Los menos dignos de ellos se han dedicado a la
creación de una fantástica leyenda negra contra la República".

32
Los hoteles de lujo en la Vlllahermosa de 1941. Estaban junto al rio. En el hotel "Palacio" se albergó el
lie. Juan del Hoyo Sánchez cuando llegó a Tabasco

33
IV
EL ENCUENTRO CON TABASCO

Las personas que conocieron al licenciado Juan del Hoyo Sánchez y que aún
viven, no recuerdan el año que vino a Tabasco. Lupita Carrasco hace memoria de
que fue durante el Gobierno del licenciado Francisco Trujillo Gurría, lo que coincide
con el dato que apuntó el profesor Rodolfo Montiel en el Recordatorio que en el año
de su muerte publica en el Diario Rumbo Nuevo, señalando como año de su llegada
a Tabasco, el de 1941.
En esa época el gobernador duraba cuatro años en su gestión. El licenciado
Trujillo terminó su mandato en 1942, así que gobernó a Tabasco desde 1939,
sucediendo a Víctor Fernández Mañero.
Llama la atención el gran número de licencias solicitadas por el jefe del
Ejecutivo para separarse de su encargo. De los Decretos expedidos por el Congreso
local, de 1939 a 1942, se cuentan quince licencias, la mayor parte de ellas por treinta
días, con goce de sueldo. Muchas las prorrogó hasta llegar a sesenta días ausente de
su cargo. El Congreso autoriza que sea sustituido por el licenciado Gonzalo Martínez
de Escobar, secretario general de Gobierno. Se infiere que las licencias las utilizaba
para viajar al Distrito Federal y es de pensarse que lo hacía por avión, porque no iba
a emplear el mayor número de días de esas licencias para viajar en la forma como
lo hacían la mayor parte de los tabasqueños: en pequeños barcos o canoas hasta el
puerto de Frontera (todavía "Alvaro Obregón" porque será el Gobernador licenciado
Francisco J. Santamaría quien le restituya al puerto su antiguo nombre de "Frontera"
tal como la ciudad capital, se lo había restituido Mújica, en 1916, cambiando el San
Juan Bautista virreinal, por el de Villahermosa. Curiosamente el Decreto también
fue Firmado por Santamaría como Secretario). Después había que seguir en los
barcos que hacían la travesía a Veracruz y de este lugar en tren, hasta la capital de
la República. No tengo el dato de si ya había en esos años ruta comercial aérea a
Veracruz y a México, pero sí sé de fuente digna de crédito que muchos tabasqueños
pudientes acostumbraban rentar aviones de compañías particulares para viajar los
fines de semana a Veracruz, por puro placer, a veces acompañados de bellas mujeres.
¡Cuántas fortunas se dilapidaron derrochando el dinero en esta forma!

35
Es interesante repasar los Decretos del Congreso para enterarnos que fueron
nombrados Magistrados del Tribunal Superior de Justicia, el dos de enero de 1939,
como propietarios los licenciados Adelor D. Sala, Sergio Ortiz y Noé de la Flor
Casanova y suplentes: Luis Sánchez Vargas, Manuel Sala Rueda y Raymundo
Poveda; éste en diciembre de ese año es designado como propietario. Antes, en el
mes de agosto, la Cámara legislativa aprueba el nombramiento de Magistrado
Suplente en favor del licenciado Federico Jiménez Paoli; en abril de 1940, la
designación como magistrados suplentes recae en los licenciados Felipe S. Ramón
y Juan Rueda Bertruy y en abril de 1942, los mismos pasan a ser propietarios.
También la Cámara expide un Decreto por esas épocas, nombrando "Hijo
Predilecto del Estado de Tabasco" al general de división Manuel Avila Camacho,
jefe de Zona Militar en el Estado en los años de 1932 y 1933. Las consideraciones
del Congreso para otorgar esa distinción se basan en "que la intervención personal
del citado militar, su presencia de ánimo, su recia personalidad, su arraigo en el
corazón de este pueblo, su ecuanimidad y ponderación, evitaron el derramamiento
de sangre que estaba ocasionando la actitud de elementos descontentos, en plan de
desplazar a determinado sector político". El general Avila Camacho estaba de visita
en el Estado, porque así lo señala el Decreto y es de pensarse que en plena campaña
política como candidato al gobierno de la República, pues en diverso Decreto del
12 de septiembre del mismo año, los diputados federales declaran válidas las
elecciones para Presidente, celebradas el 7 de julio y que es Presidente Constitucio­
nal de los Estados Unidos Mexicanos para el período del lo . de diciembre de 1940
al 30 de noviembre de 1946 (segundo período de seis años) el ciudadano Manuel
Avila Camacho".

El teatro 'Merino'', luego 'Principal' era la sede del Poder Legislativo para eacuchar ios informes de
gobierno
(1939-1942).

36
Los informes de gobierno se rendían en el Teatro Principal que llegué a conocer
y que se incendió creo que en 1958. Me encontraba en el cine Juárez, viendo la
película "La Romana" con Gina Loilobrígida, cuando la gente comenzó a gritar que
se quemaba el cine. Salimos apresuradamente, sin incidentes porque había poca
concurrencia en el local y al llegar al Parque Juárez vi las grandes lenguas de fuego
que se elevaban del viejo edificio, un caserón de madera que ya había visto pasar
sus mejores momentos.
Aparecen Decretos de 1939 a 1942, declarando al Teatro Principal como
Recinto Oficial de las nueve a las diecisiete horas cada 16 de septiembre.
Encuentro en los Decretos que muchas autoridades municipales cometieron
delitos del orden común y el Congreso los separa de sus cargos, entre éstos se
encuentran los municipios de Huimanguillo y Tacotalpa.
En 1941 se reforma la Constitución local para que las elecciones de los Poderes
Legislativo y Ejecutivo del Estado sean directas y se efectúen cada tres y cuatro años
respectivamente. Dos personas a quienes luego conocí y son muy estimadas en
nuestro medio firman como Presidente y Secretario de la Cámara: don Hernán
Rabelo Wade y don Calixto Merino Bastar. También comprende la reforma y la
ampliación del número de diputados, de nueve a diecisiete, para que cada municipio
tenga su representante popular.
La protección de la agricultura y la ganadería, llevan al Ejecutivo a crear el
Cuerpo de Policía Rural, que en 1942, se ordena por Decreto a que extienda su acción
de vigilancia a las plantaciones de coco para prevenir el robo de este producto o de
la copra, en todo el Estado, por medio de Columnas Volantes para vigilar los predios
rústicos destinados a la cría de cualquier clase de ganado, con el fin de evitar el robo
de éstos, de los alambres, así como el robo o destrucción de cualquier producto
agrícola, pudiendo en caso de delito ¡nfraganti, aprehender a los culpables y ponerlos
a disposición del Ministerio Público que corresponda. El mismo decreto concede
acción popular para denunciar a los ladrones de ganado y alambres o a cualquier
destructor de productos agrícolas, otorgando al denunciante el 50% del importe de
la multa que por la comisión de los delitos corresponda al Estado.
Algunos decretos, por licencia otorgada al Gobernador Trujillo y al secretario,
Gonzalo Martínez de Escobar, los firma como gobernador interino, Guillermo
Gutiérrez Eskildsen, hermano de la emérita maesta tabasqueña, la Doctora Rosario
María, gloria y prez de nuestro Estado. Dos personas también muy conocidas en la
sociedad tabasqueña, encuentro firmando esos decretos: don Cándido Rivera Cor­
tázar, como Diputado y don Táralo Ruiz, como Oficial Mayor de Gobierno, los dos
ya desaparecidos.

37
El 4 de octubre de 1942 se efectúan elecciones extraordinarias de carácter
municipal en Jalpa de Méndez, fungiendo en tanto un Comité Administrativo.
Asimismo, el Congreso declara válida la elección de gobernador efectuada en los
17 distritos electorales del Estado, el once del mismo mes y año y como Gobernador
Constitucional del Estado para el período del lo. de enero de 1943 al 31 de diciembre
de 1946, al Lie. Noé de la Flor Casanova y lo cita para que se presente ante la Cámara
o su Comisión Permanente, a otorgar la Protesta de Ley el 31 de diciembre de aquel
año, a las once horas. Se ordena la promulgación del decreto por Bando Solemne,
el 25 de octubre en Villahermosa y en las Cabeceras Municipales. Por diverso
decreto se declara residencia oficial del Poder Legislativo, para el Acto de Toma de
Protesta, el Teatro Principal, de las 9 a las 17 horas del 31 de diciembre.
Todavía alcancé a presenciar la promulgación de un Bando Solemne en
Villahermosa, al estilo antiguo. Los funcionarios públicos encargados de la promul­
gación recorrían la ciudad arriba de un camión y en las esquinas previamente
elegidas, un Notario Público daba lectura al Decreto. Numeroso grupo de vecinos
se reunía alrededor atraídos por los compases de las Bandas de Guerra que los
acompañaban. Al final se entonaba el Himno Nacional. En 1988, se aprovechó la
electrónica para dar a conocer los Bandos Solemnes con los resultados de las
elecciones federales y estatales, realizándose el acto simultáneamente en todo el
Estado. Por magnavoces instalados en los lugares escogidos se oyó la voz del
gobernador, que leyó los respectivos decretos, pero salvo frente al Palacio de
Gobierno en donde se reunieron algunos servidores públicos, en los demás lugares,
sólo el pequeño grupo encargado de realizar la ceremonia y colocar una copia del
documento, se reunió en esos sitios; la gente pasaba de largo y ni por curiosidad se
detenía para enterarse de lo que se estaba haciendo. ¡Cómo ha muerto el espíritu
cívico de los ciudadanos!
Es importante conocer que también en ese año de 1942, ya en el mes de
noviembre, se reforma la Ley Estatal Electoral para que las elecciones a efectuarse
en 1946 de Presidente de la República, Senadores y Diputados Federales y que
concuerda en el año con la elección de gobernador, que se hacía en el mes de octubre,
se efectúen en la misma fecha, razonando "que toda función electoral trae como
consecuencia agitaciones que están en razón directa con la importancia de los cargos
que se han de renovar y que de todas maneras perjudica a las actividades de la
producción en todos sus órdenes", que en el año de 1946 tendría que convocarse al
pueblo de Tabasco para dos funciones electorales de trascendencia, y que ello
redundaría en perjuicio de las actividades económicas, se reforma la Ley Electoral
de Poderes Locales para que coincidan en una sola fecha las elecciones todas de
Presidente de la República, Gobernador del Estado, Senadores y Diputados Fede­
rales, para evitar dos agitaciones serias sucesivas. Es curioso que años más tarde,

38
otro Trujillo gobernador, sea quien divida otra vez ios períodos electorales para
celebrar en julio los federales y en noviembre, los locales, considerando que existia
mucha distancia entre la elección y la toma de protesta, generándose un vacío de
poder de graves consecuencias para la administración.
Asombra la forma como se olvidan o no se tienen en cuenta por los gobiernos
las disposiciones legislativas. En diciembre de 1942, el Poder Legislativo autoriza

Él centro de la ciudad lo comprendían las calta de" Juárez", "Venustiano Carranza'',"Madero", al Anal
de ésta se encontraba el malecón con el Monumento a la Madre.

39
al Ejecutivo para adquirir en compra el predio urbano número cinco ubicado en la
calle Independencia de esta ciudad, en la cantidad de doce mil pesos. También lo
autoriza para dedicarlo al uso exclusivo de la Liga de Comunidades Agrarias y
Sindicatos Campesinos y mientras exista esa Liga, el edificio estará destinado a su
uso exclusivo. Sólo que llegara a desaparecer la Liga y no fuera reemplazada por
otro organismo similar, podría el Estado destinar el edificio a otros fines. Hoy, en
1989, después de haber sido trasladada a otro edificio en la calle 27 de Febrero y
que se destruyó por falta de mantenimiento, la Liga se encuentra instalada en un
local rentado, inapropiado e incómodo y el que se le compró en 1942, después de
haber sido ocupado por el PRI durante algunos años, destruido por el tiempo fue
derribado y en su lugar se construyó el actual Palacio Legislativo. El antiguo edificio
era conocido como "La Casa de Piedra" y según cuentan los viejos, también fue
cárcel.
Ya en las postrimerías del régimen, el 26 de diciembre, í 1Congreso aprueba
que el pueblo de "Cacaos" del municipio de Jalapa, lleve el nombre del maestro
Francisco J. Santamaría, en donde este eximio tabasqueño nació el 10 de septiembre
de 1886. Me reconcilio con los diputados de este tiempo. Honraron al ilustre
lexicógrafo antes de que llegara a gobernador. ¿O ya lo vislumbraban?
Trujillo Gurría ordena que se imprima, publique y circule dándole el debido
cumplimiento, el Decreto por el cual la Cámara aprobó el presupuesto general de
Egresos para el año de 1943, primer año de gobierno del licenciado Noé déla Flor
Casanova.
Me llama la atención el rubro correspondiente al Poder Judicial. En total se le
autorizaron cíente veinte mil seiscientos cuarenta pesos de un presupuesto total de
dos millones novecientos cincuenta y siete mil doscientos noventa y cuatro pesos.
El Tribunal se integraba con tres magistrados, cada uno con sueldo mensual de
seiscientos cincuenta pesos; para el secretario general: cuatrocientos cincuenta
pesos. Para gastos de oficio del Tribunal se autorizaron treinta pesos. En la capital
habían dos jueces, uno del ramo civil y otro del penal, cada uno con un sueldo de
cuatrocientos pesos mensuales. Los jueces mixtos de Centla, trescientos sesenta y,
de Cárdenas, Comalcalco, E. Zapata, Huimanguillo, Macuspana y Teapa, trescientos
y diez pesos a cada juzgado para gastos de oficina y para comisiones de magistrados
y demás personal judicial, conducción de reos, práctica de diligencias, peritajes
médicos, un total de dos mil quinientos pesos al año.
Tuve mayor percepción del medio que me rodeaba, hacia los años de 1946 y
47, pero creo que del ’41a esa época no hubo grandes cambios en Villahermosa y
en todo el Estado, así que haré referencia a la ciudad que encontró el Juez Del Hoyo,
tal como yo la recuerdo.

40
Se extendía la zona poblada de ¡as calles del Centro: Constitución, Pino Suárez
y Madero que eran las del comercio de productos agrícolas, pecuarios, etc. y Juárez,
de casas de telas, zapaterías, confecciones hasta el lugar en donde está hoy el reloj
de las tres caras, "El hipócrita" como le llama la gente. De ahí se bifurcaban la
carretera a Teapa y la de A tasta y Tamulté. Por la otra parte, se llegaba hasta el
Parque de la Paz, pues después seguían Tíntales y Acahuales que se prolongaban
hasta la ranchería Casablanca, a la que se llegaba por una "trilla" al margen del río
"Grijalva". A lo largo de éste se extendía el "barranco" o playón; frente al parque
Juárez estaba el mercado "Pino Suárez", edifìcio que años después ocupó el
Ayuntamiento y luego ln Biblioteca "Manuel R. Mora" y hoy es un edificio
abandonado, que el tiempo puede destruir. Siguiendo la calle Zaragoza, hacia el río,
se llegaba a los "Carboneros". A un lado arribaban los cayucos trayendo maíz,
naranjas, aguacates, y un sin fin de productos agrícolas y aves de corral para su venta.
Los revendedores no dejaban llegar a las amas de casa hasta las embarcaciones, pues
con majaderías de palabras y de hechos les cerraban el paso, para acaparar ellos los
producios a bajo precio. ¡Lo de siempre! Siguiendo el río, hacia arriba se llegaba al
malecón; un parquecito con un rústico muelle de madera. Frente a él atracaban los
barcos grandes que llegaban de Fróntera: "El Carmen" y "El Yalton", entre otros.
Sólo llegué a conocer al primero. En ese parquecito estaba una pequeña estatua
dedicada a la madre. Por las calles se oía un canto popular:

"Garrido dejó las calles,


Aureo dejó el frontón;
Mañero dejó ‘a su madre’
sentadita en el malecón.
Chunga para acá, chunga para allá,
Ay, cariño me vas a matar".

Frente a ese dizque malecón estaban los dos hoteles "de cinco de estrellas" de
la Villahermosa de entonces. El hotel "Palacio" más o menos por donde está el cine
Sheba y sobre Madero, el Hotel Oriente. En el lugar donde se construyó el parque
"La Corregidora" se encontraba el mercado "Gregorio Méndez". Recuerdo que para
las fiestas de navidad y año nuevo, por todos los pasillos de ese mercado se
expendían pavos horneados, rellenos, a la galantina; cerdo en iguales guisos; el olor
era verdaderamente atrayente. Todo mundo acudía al mercado a comprar su cena
para esas noches, pues vendían por piezas enteras, medias, cuartos, por kilo, según
quisiera el cliente y hasta donde sus posibilidades le alcanzaban. En esos puestos
también se compraban las manzanas, uvas, dátiles, frutas secas, y diversos dulces
traídos de España así como vinos de distintas marcas del viejo mundo. Enfrente del
mercado, sobre la calle Martínez de Escobar estaban los grandes abarrotes del señor

41
Orbelín Quintero, con railes de exquisiteces de importación. En los portales de
Madero se podía también comprar en los almacenes "Las Américas" de don José
Guimond Caballero. Un poco más adelante de este comercio estaba "El Gran Hotel"
de los Prats, precisamente en donde después se construyeron los almacenes "Fer­
nández", hoy "Del Sol". Frente al Parque Juárez, pero ya en la calle "Libertad", hoy
Venustiano Carranza, estaba el Teatro Principal, antes "Merino".
No había agua potable en la ciudad. Todo mundo usaba el agua de los pozos.
El agua para tomar se compraba por latas a los "aguadores" que en carretas tiradas
por caballos las expendían por las calles de la ciudad, traída de los pozos que habían
en la "subida" de Méndez y en Mayito. Ahí todavía se conserva el nombre de
"callejón de los aguadores". Sólo el centro de la ciudad estaba pavimentado y en
pocas calles de los barrios había luz eléctrica. Las familias se sentaban por las tardes
en las puertas de las casas para hacer la tertulia y comerse a todo el prójimo que
pasaba frente al grupo, después de saludarlo zalameramente. Para tomar una bebida
ligeramente fría, los pobres teníamos que ir a las fábricas de hielo a comprarlo por
kilos. Cuando llegaban las inundaciones se acababa la venta de carbón y de leña en
el "barranco" y se las veían negras las amas de casa para conseguir combustible.
Ignoro si para esa época ya había estufas de petróleo en las casas de los ricos. Yo
las conocí más tarde, por ahí de 1948 en que nuestro mundo giró 180 grados. ¡Poder
comprar el petróleo en la tienda de la esquina en lugar de hacer cola con los
carboneros!
¡Lejano Tabasco! de los nortes de más de quince días. Macondo mexicano, en
donde la humedad nos salía por los poros; el de las crecientes anuales, cuando sólo
las copas de los árboles se veían del otro lado del río Grijalva y éste se adentraba a
la ciudad. Tabasco, isla en el trópico, en donde hablar de la ciudad de México era
como hablar hoy de la luna. Yo no siento ninguna nostalgia por esos tiempos. Para
los pobres fueron tiempos difíciles: lodo, calor, mosquitos, lluvia... Agua... Mucha
Agua.

42
PERIODICO O F I C I A L
O R G A N O b £ L G O B IE R N O C O N S T IT U C IO N A L D E L ESTA D O D E TA R A SC O

PUBLICADO IAJ0 IA OiKCQOH DE U S K E IU J A CEWRAl DE GOHÍMO


íijrtfriKÍo (Mno Artículo d i Sigunda Oost, « n fu ta 17 d i ig rá s d i 19%
Si pfctici 1« KíRCOLES y SABADOS.!« Ltyes y Decíalos y dimos dh^doncs $upt¡oM m ttfifltíodos p«
•) feithfi di ser peblicedcs « asta Piríóélcflu

Epoca ta. j Villahermos^ Tab., Mayo 13 de 1961^ 1 ^ }| 1 NunL^1946

Lie. Carlos A. Madrazo,


GOL! ADOR CONSTITUCIONAL DEL ESTADO LIBRE Y SOBERANO DE T ABASCO,
A SUS HABITANTES, SABED:

Que el H. Congreso del Estado se ha servido dirigirme lo siguiente:

El H. XLIII Congreso del Estado Libre y Soberano de Tabaseo, en uso de la facultad que
le confiere la fracción I del Artículo 68 de la Constitución Política Local, y

CONSIDERANDO :

Que aún cuando la población del Estado de Tabaseo ha experimentado un notable aumen­
to, el índice de criminalidad relativo a delitos de sangre ha disminuido, debido al progreso cultu­
ral y material del pueblo, al mejoramiento de la administración de justicia y al debido cumpli­
miento de las penas de prisión;

Que observándose en todo el' territorio del Estado absoluta tranquilidad social, y siendo
operante que la fundón represiva de los delitos por parte del Poder Público debe estar adecua­
da a la realidad social, ha tenido a bien expedir el siguiente:

DECRETO NUMERO 115

UNICO__ Se deroga la subfracción la. de la fracción I del Artículo 17 del Código Penal del
Estado en vigor, que imponía la pena de muerte; sin perjuicio de implantarla de nuevo en caso
de experimentarse cambio alguno en las actuales condiciones de tranquilidad social; se dero­
gan los Artículos 18, 82. 86 y 90; y se reforman los Artículos 19, la fracción I del Artículo 811
y los Artículos 315 y 36C del propio Código Penal, para quedar redactados en los siguientes
términos:

“Artículo 19— La prisión consiste en la privación de'la libertad corporal; será de tres
días a cuarenta años y se extinguirá en las Colonias Penitenciarias, establecimientos o lugares
que al efecto señale el Organo ejecutor de las sanciones”

“Artículo 311— Al autor de un homicidio calificado se castigará:


(S ig u e a la v u elta)

Decreto No. 115.


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PAGINA DOS - •i v PERIODICO OFICIAL Mayo 13 de 1901

1—¿Con' prisión de treinta a cuarenta años,


cuando lo haya ejecutado con premeditación,
alevosía y ventaja;".

"Artículo 315— Al que fiomete al delito de parricidio se le aplicarán de veinte a treinta años
de prisión ; pero si concurrieron dos de las calificativas del artículo 800, la pena será de treinta
a cuarenta años".

"Artículo 866.— El'robo cometido en camino público o en paraje solitario o en artificio ha­
bitado, y en que además se ejecute homicidio concurriendo en este dos o más de las calificati­
vas del Artículo 306, será castigado con la pena de treinta a cuarenta años".-

lAAnsiiumuS:
ARTICULO PRIMERO —Este 'decreto entrará en vigor el día de su publicación en el Pe-
iódieo Oficial del Estado.

ARTICULO SEGUNDO__ Se conceden facultades al Ejecutivo del Estado, para que en


aquellos casos de reos condenados a la pena de muerte pendientes de ejecución, conmute ésta
por la de treinta años de prisión.

Dado-en el Salón de Sesiones de! Poder Legislativo, eh la Ciudad de Villahermosa, Capital


del Estaco de Tabasco, a los veintinueve días del mes de abril del año de mil novecientos sesenta
y uno__ Lie. Femando Arellano Escalante— Diputado Presidente— Arq. Ventura Marín Azcua-
ga__ Diputado Secretario— Rúbricas.
Por tanto, mando se imprima, publique y circule y se le dé el debido cumplimiento.
Expedido en el Palacio del Poder Ejecutivo, en la Ciudad de Villahermosa, Capital del Es­
tado de Tabasco, a los trece días del mes de mayo del añe de mil novecientos sesenta y uno.

LIC. CARLOS A . M ADRAZO.

EL SECRETARIO GENEKa i , l>E GOBIERNO,

LIC. MANUEL CURRI A ORDOñ EZ.

A V I S O S D E C L A U S U R A
C. Receplor de Rentas. C. RECEPTOR DE RENTAS.
P r e s e n t e . P r e s e n t e.

En cumplimiento de la Ley de Hacienda del De conformidad con la Ley de Hacienda del


Estado, tengo a bien manifestar a usted que con Estado, comunico a usted para que surta sus
fecha 31 de octubre de 1960 ppdo., dejé clausu­ efectos en el Feriódico Oficial de) Estado, xjue
rado mj aparato de Sinfonola que tenía estable­
con fecha SI de marzo del año actual, dejé clau­
cido en la Cervecería “La Cabaña” de esta Ciu­
dad. surada la venta de cerveza al público en mi gi­
Lo que comunico para los efectos legales co­ ro mercantil ubicado en la Ranchería Huirmngo
rrespondientes. Segunda Sección de este Municipio.
Protesto lo necesario.
Macuspana, Tab., a 18 de enero de 1961. Cunduacán, Tab., abril 6 de 1961.
B e n it o lió pez M o s to s o . Antonia García Jiménez.'
V
LAS LECCIONES DEL JUEZ

Sería de gran provecho para estudiantes de jurisprudencia, para jueces y


personal profesional del Poder Judicial del Estado, y para los estudiosos en general
del derecho penal, que se editaran las sentencias dictadas por ei Juez JuanDel Hoyo
Sánchez durante los años que desempeñó el cargo de Juez penal. En cada fallo da
una lección de derecho penal, de criminología, de análisis jurídico, empleando la
lógica jurídica de que nos habla Recaséns Siches, el logos de lo razonable. Ya sea
sobre la parte general, de un delito en especial, sobre los hechos particulares que
forman el proceso, sobre la personalidad de los agentes del delito, ya sobre los
testigos o las autoridades que intervinieron; sobre el papel del defensor, etc. No
existe una sola sentencia, por sencillo que sea el caso, que no encierre una lección.
Escogí algunas de ellas, para que a través de su pensamiento, sus conocimien­
tos y el dominio del idioma, aprendamos a aquilatar el privilegio que fue para
Tabasco el haber contado durante más de veinte años con sus servicios, en los que
puso todo su tiempo, todo su saber, su calidad humana y que desempeñó con
ejemplar honorabilidad, pues no sólo fue honrado; fue Honorable. Todo un Señor.
Podríamos dedicarle a él la frase de otro gran español, Abogado: Don Angel Ossorio
y Gallardo, quien refiriéndose a la abogacía dijo que "era profesión de señores, no
de mendigos". Así el Juez Del Hoyo dignificó a la judicaiura. La hizo ser una
ocupación de Señores, con mayúscula.
Sobre una condena por el delito de violación nos enseña que no es necesario
que la mujer sea casta y honesta para que resulte víctima, ni de que tenga que oponer
una resistencia rayando en la heroicidad para que el delito quede configurado:
"...Dicen, encontraron a María N. en el camino y cerca de un platanar y en
estado de ebriedad, que la solicitaron por precio, que aceptó, que la usaron todos por
turno, que no le pagaron y la dejaron. Esas discrepancias de los acusados entre sí y
con los datos declarados por la ofendida y por la testigo MZ, revelan que no han
dicho la verdad, sino que cometieron el abuso de poseerla por la fuerza; pues
precisamente la circunstancia de que María N. no sea exactamente una mujer casta
y honesta, era eso un aliciente para el menosprecio y el atrevimiento con ella;
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máxime que, si como ellos dicen estaba embriagada, ese estado, la soledad, la
nocturnidad y el número de asaltantes, eran más que suficientes para que en el ánimo
de la ofendida acabara la capacidad de resistencia, lo que se equipara con la
violencia... porque el delito de violación no protege la castidad y honestidad de la
mujer, sino su libertad sexual, por muy prostituida que aquella esté... ni la ley exige
que la mujer sea brava, fuerte, ni heroína en la defensa de su libertad sexual, porque
la ley está hecha más para proteger a los débiles que a los fuertes. Y así, la mujer
que cede ante la amenaza, es violada aunque no se defienda, porque la amenaza es
una violencia moral suficiente... y no son necesarias lesiones corporales ni huellas
materiales de la violencia, porque basta la coacción física o moral...'
Al sentenciar por delito de homicidio a varios responsables, habla sobre la
participación, la retractación y el dicho del coacusado que haciendo cargos sobre
otro no elude su propia responsabilidad:
"...Son responsables de los delitos y se presume que obran intencionalmente,
según declaran los artículos 6 y 10 del Código Penal (la sentencia data de 1952), los
que intervienen en la ejecución, prestando para ella cualquiera especie de auxilio o
cooperación. Y ambos acusados tienen confesado que aceptaron y pusieron en
práctica la proposición de XZ de perseguir a AB y DC para matarlos, y de cuyo
particular no están retractados. Y porque el coacusado XZ, señala a NM como el
que concibió el homicidio y que entre él, XZ y NM, mataron a AB, mientras que a
IU le adjudica la operación de haber alcanzado y sujetado a DC para que lo matara
NM; y lo sostuvo en careo con sus coacusados, sin retractación... porque las
declaraciones de los acusados, cuando con ellas no intentan eludir su propia
responsabilidad, hacen pruebas contra sus coacusados, según vulgarizada jurispru­
dencia respecto de que las retractaciones, tanto de los testigos como de los acusados,
carecen de validez cuando no están justificadas; y en este caso las de los hoy
acusados son simplemente una artimaña mal urdida y sin fundamento, que sólo
apoyan en supuesto e inexistente cncalabozamiento y falta de comunicación con sus
parientes, cual si se tratara de párvulos tímidos e inocentes..."
Considera a la condena condicional un eficaz sustituto de la pena de prisión,
por el fracaso del régimen penitenciario:
"...Que por no haberse probado nada en contrario, se presume, concurren en
el acusado los requisitos del artículo 92 del Código Penal (sentencia de 1951) para
concederle la suspensión de condena, pues esta medida, como explica la Suprema
Corte de Justicia, debe aplicarse con liberalidad, por el fracaso del régimen peniten­
ciario y para que el delincuente tenga una oportunidad de regenerarse por sí
mismo..."
Con lenguaje llorido, ameno, da una cátedra sobre el adulterio:

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"...No explican qué sea el adulterio, el Código Penal ni el Código Civil; el
primero para señalarlo y castigarlo como delito por ofensa al cónyuge; y el segundo
para declararlo y admitirlo como causa suficiente de disolución del matrimonio;
coinciden en considerarlo como acto ilícito que ataca a la institución del matrimonio,
y en protección de éste y de la familia, lo declaran acto reprobable, ilícito y
perseguible en sus autores.
Del hecho de que el Código se limite a decir "adulterio" se deduce que en esa
palabra como en la de homicidio, está contenido el concepto que quiere expresar; y
si en Derecho Canónico era "accesus ad alterius thorum", por acceso al lecho ajeno,
esto mismo es por concisión y a modo de contracción, adulterio; y dando el Rey
Sabio español en su Gran Código de las Partidas, la razón de esa definición, decía
ser, que el cuerpo de la mujer casada es el lecho de su marido; símbolo tan notable
y expresivo como el que otro Rey, también célebre, utilizó para reprender a la bella
y frágil Sara, esposa del patriarca Abraham, al enseñarle que "el marido es el velo
de la mujer", y no el tejido más o menos transparente ante la cara. En conclusión,
adulterio es la definición concisa del acceso carnal con mujer ajena o casada con
otro.
Pero ese concepto antiguo del adulterio, que protegía exclusivamente el
derecho del varón casado, evolucionó en el derecho canónico y en las modernas
legislaciones para, por extensión, proteger la monogamia, el matrimonio moderno;
y así deberse entender que adultera cualquiera que tenga relación sexual con persona
casada; y cualquiera que estando casado las tenga con persona distinta de su
cónyuge, sea hombre o mujer. Y así, la Suprema Corte de Justicia en ejecutoria al
tomo CIII, pág. 3171 del Semanario Judicial, declaró concretamente que: "De
acuerdo con la doctrina, el adulterio consiste en la cópula de persona casada, con
otra que no es su consorte".
Pero el adulterio tiene varias formas y grados; y así no es el mismo adulterio
como ilícito penal que el adulterio como ilícito civil y suficiente para divorcio; que
el adulterio como presunto ¡lícito, revelado por acío próximo pasado o futuro de la
cópula realizada o realizar de inmediato, y que a pesar de no ser consumada, crea
para el ofendido la figura criminosa de homicidio atenuado a que se refiere el artículo
298 del Código Penal (1951), pues en todas esas formas, hay el ataque a la institución
del matrimonio por la violación de la fe conyugal por uno de las esposos; pero en
unos casos, se produce la práctica real de las relaciones sexuales, y en otras, simples
actos que tienden a la realización de la cópula; como puede verse en las ejecutorias
de la Suprema Corte de Justicia a los tomos LXXXIX, pág. 286; tomo XC, pág.
1336; y tomo CXXX, págs. 2177 y 3171 del Semanario Judicial. 11

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En un fallo del año de 1950 desmenuza el delito de homicidio simple inten­
cional y el imprudencial:
"...Al acusado N no se le fue el tiro, ó no se le fue un tiro en el sentido de que
sin querer disparó una vez su pistola... N, disparó varias veces su pistola, y en dos
de ellas hizo blanco en el cuerpo de A, y en otra no hizo blanco, y sólo en este sentido
es admisible y cierto que esa vez, se le fue el tiro.
"En efecto, según los dictámenes médicos, en el cuerpo de A, quedó alojado
a través de la fosa ilíaca derecha el proyectil que penetró por el hipocondrio
izquierdo, de fuera a dentro y de arriba a abajo, otro proyectil que no pudo ser el
antes indicado, fue el que atravesó el antebrazo izquierdo, entrando por la cara
interna y saliendo por la extema, o sea de dentro a afuera y de abajo a arriba; y un
tercer proyectil que no causó lesión, es el que produjo impacto en el piso y se
incrustró en una de las tablas del armatroste de la tienda, a unos treinta centímetros
del suelo. Las trayectorias y direcciones de esos tres proyectih s fueron distintas; y
en tanto no se pruebe que con un solo disparo de pistola pueden expulsarse tres balas
en distintas y contrarias direcciones, una para arriba y otras para abajo, tendremos
siempre que hubo tres disparos. Además, el mismo acusado tiene reconocido que su
pistola la tenía siempre y el día de autos, con su carga completa de seis tiros, y como
la entregada a la autoiidad e identificada por él, lo fue con sólo tres cartuchos útiles
y uno quemado, se sigue que, tres fueron los disparos y que el exceso de malicia
hízole extrajeran a la pistola dos cartuchos quemados, para buscar una coincidencia
con el dicho del acusado y de otras personas que dicen que oyeron sólo un disparo.
Pero las realidades de dos lesiones en una persona y un impacto en un tablado, que
corresponde a tres proyectiles, y esos tres cartuchos faltantes en la carga útil de la
pistola, tienen indudablemente mayor valor probatorio que el de todos los testimo­
nios por declaraciones de cuantos depusieron en el proceso, ya que, como se vio al
examinarlos en particular, todos faltaron a la verdad, sin una sola excepción.
"Por ello, apreciados en conciencia los indicios dichos, el juez considera:
producen prueba plena de que en el caso de autos, la pistola de N, no se disparó
accidentalmente, ni imprudentemente, una sola vez, sino reiteradamente y volunta­
riamente y produciendo un daño que fue la consecuencia necesaria, notoria y
ordinaria que sigue a los disparos de una pistola sobre una persona..."
Con valor y ejemplar sentido ético denuncia irregularidades del defensor:
"...En cumplimiento de la parte final del Art. 227 del Código Penal, comuni­
qúese al Poder Ejecutivo, que el defensor de oficio no ha propuesto en este proceso
prueba alguna a favor del reo M..."

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Es interesante conocer las consecuencias de su denuncia: envía, una vez que
las partes agotan todos los recursos legales, el oficio correspondiente al Gobernador
del Estado, quien lo turna, por conducto del Subsecretario de Gobierno, al Jefe de
la Defensoría de Oficio, funcionario que envía la siguiente respuesta: "Como
respuesta a su respetable oficio... en el que me transcribe otro del C. Srio. encargado
del Despacho del Juzgado de primera instancia de lo penal de esta ciudad, tengo el
honor de informar a usted para conocimiento del Señor Gobernador, que aparecien­
do que la anomalía que se denuncia, fue en un proceso que se sentenció el..., es
lógico llegar al conocimiento que la infracción apuntada se cometió durante el
período de mi antecesor..." (Sin comentarios).
El conocimiento del Juez Del Hoyo sobre las condiciones sociales del campo
en Tabasco, queda de manifiesto en la siguiente resolución:
"...Que los hechos expuestos revisten caracteres de delito de fraude que
sanciona corporalmente el Art. 382 del Código Penal. Por cuanto que solamente
embaucando con la verborrea que caracteriza a los agentes de seguros y a los
merolicos, se puede admitir que un campesino pobre y analfabeto, haya adquirido
el compromiso de pagar durante veinte años trecientos cincuenta pesos mensuales,
deslumbrado por la fácil facilidad de hacerse rico en sorteos y rescates de hipotéticos
capitales, y que haya creído que con sólo pagar los primeros trescientos cincuenta
pesos de la prima inicial, todo lo demás vendría a ser ganancia por los sorteos
mensuales, arminándose el Banco y enriqueciéndose el crédulo campesino..."
Al resolver en definitiva el mismo caso, hace un estudio profundo sobre el
delito de fraude, verdaderamente orientador:
"..Engaño.-Es la tendenciosa actividad seguida por el agente activo del delito,
para alterar la verdad y producir en el agente pasivo un estado de error, de confusión
o equivocación, para lograr su pretensión..."
"...M, hombre joven, agente acreditado y experimentado del Banco X y
elogiado por éste por su eficacia profesional, de palabra fácil y persuasiva como los
999 por 1000 de los agentes comerciales, entrevista a B, agricultor tabasqueño,
analfabeto y pobre, y le propone suscribir títulos de capitalización de su Banco, y
como es natural, le expone no sólo las ventajas del ahorro en general, sino también
excepcionalmente el señuelo de los sorteos, en virtud de los que, a los pocos días de
suscrito un título, entra al sorteo, y los ocho pesos setenta y cinco centavos de prima,
se pueden convertir en dos mil quinientos pesos; y como el sorteo es mensual, se
tienta a la suerte doce veces al año, y como la suscripción es por veinte años, cada
título sortea ciento cuarenta veces, y siendo cuarenta los títulos, son cinco mil
sesiscientas tanteadas a la suerte, y si ésta es favorable, en muy pocos meses y hasta
en uno solo, podrá obtener todos los premios y adjudicarse un total de premios de

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cien mil pesos, con desembolso que, si la suerte llega derecha y de una buena vez,
sólo sería de trescientos cincuenta pesos importe de la prima de enganche.
"Ante esos cálculos tentadores, cuya exactitud es irrebatible, en el cerebro del
analfabeto B, no se conciben las diferencias entre lo cierto, lo probable, lo posible
y lo imposible, y ante tan gran número de oportunidades de hacerse rico, no puede
admitir que su desgracia sea tanta, que no obtenga gran ganancia; sin pararse a
considerar que es el caso del vendedor de aparatos descubridores de tesoros, por
sólo cinco pesos de los que vive el vendedor y no de los tesoros que descubriría para
él; y de que durante veinte años echa sobre sí una carga de trescientos cincuenta
pesos mensuales, él que vive con sus ciento cincuenta y cinco pesos por mes, importe
del promedio de los sesenta y cinco racimos que le producen sus mil trescientas
matitas de plátano; y que si la suerte no le favorece más que hasta hoy, jamás podrá
cumplir su compromiso; ni aún comer él y sus hijos en los siguientes veinte años;
sin contar las plagas que en Tabasco defraudan y depauperan a los campesinos.
"En esas circunstancias, la superioridad intelectual del agente activo sobre la
nulidad matemática del agente pasivo y analfabeto es tan patente como el engaño
en que cae y el error, la confusión y equivocación en que queda, bajo la impresión
de la verborrea del acreditado, experimentado y elogiado agente bancario."
"Y es así, que cuando alguien en la casa del campesino, le hace ver la magnitud
del compromiso adquirido, comparada con sus mezquinos recursos, ve claro, y se
dirige al Banco pidiendo la reducción de su compromiso, y es así como el Banco
según consta a folios 5 - 90 y 91, le contesta que no ha lugar. Pero es visitado por
otro agente, el señor P, y después de explicarle que no puede haber reducción,
también le toma por su cuenta, le hace el panegírico de la capitalización y de los
sorteos y nuevamente se apodera la confusión del cerebro de aquel hombre y promete
aplazar su resolución de retirada.
"Lucro indebido.-Si bien las primeras primas de esta clase de contratos, como
las de seguros y demás fórmulas de que se valen los llamados financieros para extraer
los ahorros de los no financieros, son el pago legal de los agentes de enganche, tales
primas no siempre son lucro o ganancia lícita, sino lucro indebido, porque si tienen
como origen el engaño de un no financiero, ello equivale al enriquecimiento sin
causa lícita y en detrimento de otro, a que se refiere el Art. 1852 del Código Civil.
Pues no basta que una cantidad se reciba como pago de un trabajo, para que se
entienda lícitamente percibida; es preciso que el trabajo hecho, represente una
actividad honesta y útil a quien lo paga; si así no fuera, podría entenderse que es
lícita la ganancia del juez que venda justicia, y del que traiciona a quien le confía
sus intereses.

so
"Por eso, M, especializado en contratos de capitalización, deslumbró, ofuscó,
confundió, engañó y llevó al error al analfabeto B, hombre que creyó que con sólo
suscribir los cuarenta títulos, iba a empezar a ser rico a los pocos días, a cambio de
comprometerse a pagar más de once pesos diarios, cuando sus ingresos medios no
llegan a seis pesos diarios. Y como en esa operación M se adjudicó casi por entero
los trescientos cincuenta pesos, son patentes el engaño y el lucro indebido, y por
tanto el fraude..."
Vuelve el Juez en diversa sentencia, sobre los elementos del delito impruden­
cial para diferenciarlo del intencional:
"...Que delito es la acción u omisión que sanciona la ley penal, y puede ser
doloso o intencional, y culposo o de imprudencia, según las definiciones de los Arts.
4 y 5 del Código Penal. Caracterizándose el delincuente intencional porque prevé y
quiere las consecuencias del hecho que ejecuta o acepta, conscientemente la pro­
ducción de esas consecuencias; mientras que el delincuente culposo o por impru­
dencia, sin querer las consecuencias que resultan de sus actos, se producen aquellas
por su imprevisión, negligencia, impericia, falta de reflexión o de cuidado; proceda
con o sin representación de aquellas consecuencias, pues no habiéndose admitido
en el Código vigente el delito preterintencional (propuesto por el proveyente), ambos
matices se comprenden por ello, en el concepto de imprudencia.
"La intención delictuosa es presumida por el Art. 6 del Código Penal, aunque
el acusado pruebe alguna de las circunstancias que el precepto enumera. Mientras
que, ‘la imprudencia debe probarse plena e indubitablemente y no simplemente por
conjeturas’, según doctrina de la Suprema Corte de Justicia a los tomos LXII, LXIII,
LXIV, LXVI y LXXIII del Semanario Judicial, bajo el título ‘Imprudencia, prueba
de la.-’.
"Y debiéndose determinar si la muerte de N, causada por actos del acusado M,
lo fue intencionalmente o por imprudencia; presumiéndose la intención y debiendo
destruirse la presunción por la prueba de la imprudencia; para que ésta exista y según
la doctrina de la Suprema Corte al tomo CXI, pág. 2357 del Semanario Judicial ‘es
preciso: a) que el agente ejecute el acto inicial sin tomar aquellas precauciones
necesarias para evitar resultados perjudiciales; b) el resultado dañoso debe ser
previsible para el agente; y, c) el resultado dañoso debe constituir un hecho que
objetivamente configure un tipio legal de infracción."
"...Y aplicando esa doctrina al caso que se examina, aparece que, M, formando
grupo con otros entre los que estaba N, quiso celebrar en el malecón la entrada del
año nuevo y estando más o menos embriagado ejecutó el acto ilícito inicial
disparando en poblado y sin necesidad, su pistola al aire, levantando el arma y como
a pesar de jalar del disparador no hacía fuego, bajó el arma pero presionando de
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nuevo el disparador; por lo que se produjo entonces el disparo que hirió mortalmente
a N (Véase su declaración al folio seis); y por lo que sí se da el requisito del primer
punto de la ejecutoria citada. El resultado dañoso de aquel acto era previsible por d
acusado; porque, como celador armado y como cualquier persona, sabía que uno o
más cartuchos de la carga de un arma de fuego pueden fallar por defectos de
fabricación o del uso del arma, pero eso no supone que haya de fallar toda la carga,
pues uno cualquiera puede hacer fuego y cuando se presiona el disparador de una
pistola teniendo enfrente a otras personas, es previsible y representable el resultado
dañoso, con lo que también se cumple el segundo punto de citada ejecutoria. Y el
resultado dañoso de aquel disparo fueron lesiones mortales para N, cuya privación
de vida constituye hecho objetivamente configurado como homicidio por el Art. 291
del Código Penal, y cumpliéndose así el requisito tercero de repetida ejecutoria.
"...Y finalmente, al estar corroborada la confesión del procesado con las
declaraciones de tres testigos presenciales y según los que no había entre el acusado
y el que resultó muerto; riña, disputa ni disgusto y que eran compañeros de trabajo,
se concluye que la muerte de N la produjo M por imprudencia y no intencionalmen­
te." * - .
En ese mismo fallo, hace el juez una amplia y ejemplar individualización de
la pena:
"...Que para individualizar las sanciones con arreglo a los Arts. 56, 57 y 3o.
del Código Penal, se toman en consideración todas las circunstancias expresadas en
el resultando tercero y especialmente las de embriaguez habitual y en la ocasión de
autos del procesado; que le era fácil prever y evitar el daño con sólo no usar
innecesaria y ligeramente de su pistola; con no presionar el disparador al cambiar
de posición la pistola; con no hacerlo delante o en dirección al lugar en que había
personas; y que obliga a calificar la culpa como grave y aplicar las sanciones dentro
de los límites de su término medio. Y en cuanto a la reparación del daño y hábida
cuenta de que la víctima era un hombre de veinticuatro años, con sueldo oficial de
doscientos cuarenta pesos mensuales, folio veintiséis, fijarla en el pago a sus
causahabientes de cuatro mil ochocientos noventa y seis pesos por daño material, y
otros mil seiscientos treinta y dos pesos como importe del daño moral; y los que no
aparecen fueran pagados, ya que si bien al folio cuarenta y cuatro aparece que L se
da por pagada con los mil quinientos pesos, si tal escrito es auténtico, la diferencia
corresponderá a los demás causahabientes que acrediten dependencia económica
del occiso, o sean sus herederos, y en otro caso al Estado, de acuerdo con lo que
disponen los Arts. 31 y 35 del repetido Código Penal:"

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En un delito de fraude, motiva un auto de libertad en la forma siguiente:
"...En el caso que se examina no se aportó prueba del plazo convenido para la
entrega de las cosas vendidas; ni el precio estaba totalmente recibido por el
vendedor; ni hay tampoco probada otra fecha de reclamación por la quejosa, que la
de su denuncia el 27 de enero corriente; y como el treinta del mismo enero y ante
el juzgado se le entregó a la quejosa el resto de la parte de precio que ella había
pagado, y así se declaró pagada totalmente, es visto que, el caso no encaja en la
fracción VI del Art. 383 citado; y que por ello no existe el delito de fraude que se
persigue. Y en consecuencia, por no ser delictuoso el hecho, es de aplicar la regla
de la fracción IV del Art. 300 del Procedimiento Penal."
El juez conoce directamente al acusado y en consecuencia adviene la sentencia:
"...P empieza por declarar edad de sesenta años, dato que no confirma ni
desmiente el Registro Civil, por no aparecer inscrito su nacimiento; pero lo desmien­
te su aspecto personal exterior que, por la observación personal del juez, parece de
setenta o más años y en período de decrepitud, especialmente mental, como se verá
después, y por lo que, ya en ese primer dato sobre edad, no merece el acusado entero
crédito. Sigue confesando el acusado, que en su casa tenía como posantes a L y a
J (otros dos ancianos) y que J hablaba continuamente, tanto que molestaba mucho
al declarante y no lo dejaba dormir; lo que puede y debe estimarse como origen y
causa del rencor que surgió en el ánimo del acusado por la verborrea de aquella
mujer; pero ese rencor no intenta el acusado desahogarlo sobre la mujer, sino sobre
el marido, y, ello, según el propio reo, porque L no hacía por aquietar a su mujer, y
porque ésta decía que su marido no le hacía nada y era un pendejo; conceptos
contrarios a los que después pone en boca de la mujer diciendo que ésta calificaba
a su marido de muy peleonero, que había sido rebelde, que nadie podía con él y que
robaba (último particular cuya certeza sostiene el procesado), rencor y conceptos
contradictorios que formaron en la mente de P un complejo de alteiación que se
resolvió en el propósito de matar a L, pero no a J. Bajo los efectos de esa alteración
mental y de no haber dormido en la noche, P en la madrugada del diecinueve de
enero, y desde su cuarto, observa para localizar en el suyo a L, y después de un rato
de no conseguirlo, se impacienta, sale y se dirige al cuarto de L y de J, pregunta a
ésta por aquél, y al contestarle que no estaba, se exaspera, agana a J, la saca de la
casa, la conduce a sitio retirado y le dice que poT no encontrar a L la matará a ella y
así lo hace con varios machetazos en diversas partes del cuerpo; mas no sastifecho,
continúa esperando y buscando a L para matarlo, porque, termina por decir, sus
dificultades con él eran porque L presumía de haber estado en la Revolución y que
nadie lo sacaba de donde estaba, o sea del cuarto que el mismo P le había vendido;
y este nuevo móvil que invoca el acusado y su persistencia en matar a L, confirman
el desorden mental, la decrepitud del acusado, pese a que los peritos médicos no

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hayan encontrado en él datos patológicos, pues fue examinado después de más de
un mes de cometido el crimen y de desaparecida la causa que excitaba su mente. En
tales circunstancias, es por lo menos dudoso, que al cometer el homicidio, estuviera
el acusado en aptitud de reflexionar, o sea de ver y contemplar detenidamente en su
mente el acto a realizar y queriendo meditadamente realizarlo; y como tampoco está
probado qué tiempo torturó la mente del acusado ia idea de matar, y según él declara,
a J la mató sólo por no encontrar allí a L, debe concluirse que no está suficientemente
probada la calificativa de premeditación."
"En cuanto a la alevosía que define el Art. 306 penal, y que presupone la
existencia de premeditación, no se probó que P sorprendiera intencionalmentc a J,
de improviso para matarla, o que empleara asechanza u otro medio que no le diera
lugar a defenderse ni a evitar el mal que le quería hacer; por cuanto que pudo ofrecer
resistencia a salir de su cuarto, y si no huir, si pudo gritar pidiendo auxilio, por lo
que tampoco se estima probada esa calificativa.
"Pero sí es de estimar concurrió la calificativa de ventaja; porque el acusado
estaba armado de machete y su víctima inerme, ya que como él confiesa, sólo se
defendió del machete metiendo las manos y los brazos, que resultaron heridos según
el dictamen de autopsia."
Es interesante el siguiente análisis sobre las pruebas:
"...Que las consideraciones del defensor en su pliego de conclusiones sobre
los resultados de las diligencias de inspección ocular, reconstitución de hechos y
pericial, son únicamente una lamentación de aquellos resultados consistentes en que,
por tales diligencias, el juez estima verosímiles las declaraciones de los testigos y
el dictamen pericial en lo unánime y en lo dirimido; y como ese es el único objeto
que el Art. 216 procesal señala a tales diligencias, el juez hizo y hace la estimación
con su propio criterio y arbitrio, y no con el de la parte. Y en cuanto a la prueba
testifical, ciertamente que, en éste como en todos los casos, todo testimonio ofrece
algún aspecto criticable, lo que es irremediable, ya que ante los tribunales deponen
los hombres defectuosos y no ángeles, y son hombres también defectuosos y no
ángeles los llamados a apreciar y formar juicio con esos testimonios; y cuando
ninguno de los medios de prueba aportados es por sí solo productor de prueba plena,
la necesidad de resolver si algo es cierto, permite apreciarlos en conjunto para, con
verdades parciales, encontrar y reconstruir la aparente verdad, única que se ofrece
a la justicia y que ésta declara."
Distingue en un fallo entre amasiato y matrimonio para aplicar la pena en el
homicidio de una concubina:

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"...Que el homicidio simple intencional, como expresa el citado Art. 298 penal,
es el que no tenga señalada una sanción especial en el Código. Y en el caso de autos,
aunque el homicida era el amasio de la occisa, con la que públicamente vivía y tenía
hijos, y la mató excitado por los celos al verla hablar y discutir con el supuesto
amante; y aunque en la legislación civil, laboral y militar la amasia tiene en
determinados casos los derechos de la esposa legítima; y aunque el precepto del Art.
301 del Código Penal utiliza el término ambiguo de "Cónyuge", que puede enten­
derse tanto como unión y compañía de los que viven juntos, o como marido y mujer;
y aunque esa penalidad atenuada para el uxoricida constituye un tratamiento de favor
y éste debe interpretarse con amplitud de criterio; sin embargo, más bien parece que
en el caso la ley penal se refiere restrictivamente al cónyuge legítimo o por
matrimonio legal, no sólo por la tendencia a fomentar la familia legítima frente al
amasiato o concubinato, sino porque en casos dramáticos como el de autos, es mayor
la ofensa al individuo ligado por matrimonio legal, que al solo ligado por voluntaria
libre unión disoluble sin formalidad alguna, como claramente lo complementa la no
protección de ese vínculo con el delito de adulterio, o sea que la ley penal protege
el matrimonio legítimo, de un lado con el delito de adulterio, y del otro con la pena
atenuada para el uxoricida; concluyéndose que, el Art. 301 penal no es aplicable
para los amasios. Mas aunque así no fuera, en el caso de autos, el acusado no mató
a su mujer sorprendiéndola en el acto camal o próximo a su consumación, puesto
que confiesa que los supuestos amantes estaban discutiendo cuestiones de dinero y
no amándose; y además el matador había contribuido en parte a crear la situación
que le resultó insostenible, pues llevó al supuesto amante a vivir al propio domicilio
suyo y de su mujer, creando así la causa mediata, o sea acercando el fuego a la estopa,
que en su mano estaba suprimir al primer indicio de deslealtad. Y finalmente, la
inculpabilidad que pidió el defensor y el acusado, tampoco puede encuadrarse en la
excluyente II del Art. 14 del Código Penal, porque el acusado al cometer el homicidio
no se hallaba en estado de inconsciencia de sus actos, determinado por un trastorno
mental involuntario, de carácter patológico y transitorio; porque el morbo de los
celos puede perturbar el conocimiento, pero no anularlo, en tanto no se pruebe..."
En el Código penal de 1961 podían coexistir violación e incesto pero sólo
acumulable para el sujeto activo, exonerándose a la víctima por no haber prestado
su voluntad para.la relación. Así lo examina el juez Juan del Hoyo Sánchez, en
magnífica resolución:
"...se puede asentar como cierto e imputarlo al inculpado L que éste siendo
casado con otra mujer y al mismo tiempo amasio de I, tuvo de ésta a su hija LM
mayor de quince años de edad, y que en agosto de mil novecientos..., aprovechando
de quedar solo en la casa con su hija LM se llevó a ésta a la cama y haciendo uso de
violencia física, tuvo cópula con ella, y después en otras tres ocasiones, por lo que

55
resultó y está embarazada de ocho meses; y según el informe médico legal, LM tiene
alteradas sus facultades mentales. Tal hecho, en cuanto constituye cópula habida
entre padre e hija, reviste caracteres de delito de incesto que castiga corporalraente
el Art. 269 del Código Penal; mas como la cópula se logró por medio de la violencia
física y con persona que tiene alteradas sus facultades mentales, también reviste los
caracteres de delito de violación que sancionan corporalmente los Arts. 257 y 258
del mismo Código, siendo aplicable la regla del Art. 59 del repetido Código..."
"Que la imputación de delito de estupro que hace el Ministerio Público a L, no
es admisible: 1.- Porque no señala los hechos que puedan constituirlo; 2.- Porque la
cópula no se obtuvo por seducción ni engaño, tanto porque no cabe el engaño entre
padre e hija, como porque la presunción de seducción que establece el Art. 254 penal,
cede ante la prueba en contrario, como es el dato procesal de mediar violencia física
según declaró la ofendida; y la presunción legal del Art. 258 penal de equiparar a la
violación la cópula con una persona privada de razón, o de sentido, o que por
enfermedad o cualquiera otra causa no pudiera resistir, como a.- í resulta del informe
médico legal, y a lo que se agrega la imposición de la autoridad paterna, ejercida
brutalmente por macho en celo sobre su hija...
"Que tampoco es admisible la imputación de delito de incesto, hecha por el
Ministerio Público a su inculpada LM, por lo expuesto en los párrafos precedentes;
y porque asentado que esa relación sexual entre padre e hija le fue impuesta a ella
por la violencia física, siendo mujer con facultades mentales alteradas, ello es delito
de violación; y es antijurídico afirmar que la víctima de delito de violación sea autora
responsable de delito de incesto, por la circunstancia de que su violador sea su propio
padre; porque nunca la víctima involuntaria de un delito puede ser por efecto de ese
mismo delito coautora de otro delito distinto generado por el mismo hecho en el que
violentamente fue victimada."
"Que las consideraciones anteriores son el fundamento judicial del cambio de
apreciación legal expresada en el auto de incoación, de acuerdo con el 165 en
relación al 135 del procedimiento penal, máxime que, en el caso, el Ministerio
Público no tenía imputado ni señalado hecho alguno, por no uso de su función
persecutoria..."
La última expresión tiene relación con la primera parte del Gmsiderando del
fallo, en donde critica las irregularidades del Ministerio Público al ejercitar la acción
penal:
"...Que el Ministerio Público continúa pasando sobre el Art. 135 del procedi­
miento penal que enseña cómo se ejercita la acción penal, y sobre el Art. 40 de su
Ley Orgánica que le previene cómo formular sus pedimentos ante los tribunales, o
sea como se formula la demanda penal; pues como declara la Suprema Corte de
56
Justicia en ejecutorias como la que se ve en la pág. 26 de la segunda parte del
volumen 19 del Semanario Judicial, el Ministerio Público al ejercitar la acción penal
debe imputar hechos, y no delitos; porque es al juez ejerciendo la jurisdicción, al
que compete al dictar el auto que resuelve la situación jurídica del inculpado,
declarar si tales hechos constituyen delito y su clasificación legal. Pero aquí se
invierten las funciones que atribuye y distribuye el Art. 21 de la Constitución, pues
el Ministerio Público abandona la suya de señalar hechos, y se atribuye la del juez
de declarar y clasificar los delitos; lo que hace necesario para que se tenga materia
procesal y proceso, que el juez ayude a esa parte, busque los hechos y pruebas y los
impute al inculpado."
La sentencia en ese mismo caso contiene interesantes consideraciones del juez
sobre el cuerpo del delito y la personalidad del delincuente:
"...Que el auto de formal prisión y las conclusiones acusatorias del Ministerio
Público, imputan también al procesado L, haber obtenido la cópula con su hija LM,
sin la voluntad de ésta y por medio de la violencia, lo que como delito de violación
define y castiga el Art. 257 del Código Penal. El cuerpo de este delito de violación
es reacio a la prueba directa y rarísima vez podrá probarse con testigos que lo
presencien; por lo que son utilizables al efecto los demás medios de prueba, como
la declaración de la ofendida y las presunciones humanas que induzcan al conoci­
miento de la verdad. En el caso, el elemento cópula está probado por la confesión
del procesado y de la ofendida al quedar probado el delito de incesto. La falta de
voluntad de la ofendida, se estima probada por el dicho de ella, y se robustece con
la presunción de que, en tanto no se pruebe que esa jovencita fuera una pervertida,
es inverosímil de que sintiera el deseo de copular con su padre, que además es un
sexagenario desmedrado, mutilado de una mano y totalmente desdentado, como se
ve al folio 15, por lo que tal hombre, fuera del respeto natural como padre, sólo
podría ser repulsivo para una joven y hasta un anafrodisíaco anulador del deseo y
de la voluntad de copular; la violencia, también la declara la víctima al afirmar que
en aquella ocasión, su padre la agarró de un brazo y la llevó a la cama, la acostó y
utilizó violencia física para tener con ella relación sexual; como la violencia puede
ser física o moral y en ambas formas la constituye la manifestación de la autoridad
paterna expresada, ejercitada e impuesta por el hecho de aprehender con la mano a
la hija, llevarla a la cama y acostarse sobre ella; porque estando ambos solos en la
casa en apartado lugar del municipio de Jalapa, no tenía ella a quién pedir auxilio,
y sumada a la autoridad paterna la actitud lujuriosa del macho en celo, y tratándose
de una jovencita de la que ambos peritos médicos informan que es una débil mental,
todas esas circunstancias crean la causa que el Art. 258 penal equipara a la violación,
o sea, que por cualquiera otra causa no pudiera resistir. Y estando así comprobado

57
el delito de violación y la responsabilidad del acusado, que el Art. 257 del Código
Penal castiga con prisión de dos a nueve años y una multa de ciento a mil pesos.
"Que no es convincente el alegato del defensor del procesado para fundar
petición de absolución por el delito de violación: 1 Por lo expuesto en el conside­
rando precedente; 2.- Porque tal modo de argumentar por parte del padre ofensor
contra la víctima hija suya, carece de piedad para una infeliz débil mental, y abunda
de egoísmo al pretender hacer creer que su hija incestuó voluntariamente y que sea
encarcelada, sólo para que él pudiera obtener pena menor; 3.- Porque demostrada
como quedó la falta de voluntad de la ofendida, y la causa impediente de su
resistencia ante la autoridad paterna y la violencia natural del hombre poseído de
lujuria, y que después intimidó para obtener silencio, explican satisfactoriamente
que la joven hija encubriera el incesto de su padre, y que sólo cuando, después de
más de siete meses de embarazo, fue interrogada por su madre, se resolvió a confesar
y denunciar la verdad, lo que no implica anterior consentimiento a copular con su
viejo y repulsivo padre, porque éste la tenía intimidada y sometida, y no era
ciertamente libre en aquel rincón de Jalapa una débil mental, para sublevarse contra
lo que desconocía era delito; pero, sabiendo que la rebelión contra el padre es acto
que desde niños todos ven que se sanciona con el rigor de las leyes de la selva.
"Que los delitos de violación y de incesto son genéricamente distintos, pero
aparecen ejecutados en, y con el mismo acto, por lo que no son acumulables
realmente por las reglas de los Arts. 64 y 66 del Código Penal, pero sí son
acumulables idealmente por la regla del Art. 59 del mismo Código, ya que ese acto
violó dos disposiciones penales que señalan sanciones diversas, como la que protege
la libertad sexual, y la que prohíbe la degeneración de la raza; por lo que la sanción
aplicable es la de dos años a trece años y seis meses de prisión y multa de ciento a
mil pesos..."
"Que para individualizar las sanciones con arreglo a los Arts. 26,52 y 53 del
Código Penal, se toman en consideración todas las circunstancias expresadas en el
Resultando Tercero y las personales del acusado, especialmente su tendencia a la
poligamia, su lujuria senil, su conducta escandalosa por el mal ejemplo a propios y
extraños, su creencia de que entre los hombres las normas para la reproducción son
idénticas a la de los animales salvajes, el medio en que viven sin la protección
cercana y eficaz de las leyes civiles, que hace del hombre más que un miembro de
la sociedad, un ser independiente, libre aparentemente, jefe absoluto de su pequeño
oasis, y señor de todo lo que en él haya y para su servicio, como el primitivo Adán;
para aplicarlo con moderación..."
Por demás importantes son sus conceptos sobre el delito de asalto:

se
"...Que el delito de asalto lo define el Art. 281 del Código Penal, y se caracteriza
principalmente por el lugar en que se ejecute, o sea, en despoblado o en paraje
solitario; y en el caso, no ocurrió en despoblado, porque según la declaración de la
ofendida A, estaban a distancia de setenta a cien metros las casas de los vecinos J y
R y M; y debe entenderse por paraje solitario, según las ejecutorias de la Suprema
Corte de Justicia al tomo 123, pág. 1136 y 1195, y tomo 124, pág. 558 del Semanario
Judicial, aquel que, aún situado en el corazón de las ciudades o poblaciones, sea
lugar en que, a determinada hora del día o de la noche, puede estar total o
parcialmente vacío de transeúntes y donde sea imposible el auxilio oportuno; mas
no cuando la persona ofendida va acompañada de otras personas que faciliten
auxilio, según la ejecutoria a la pág. 100 de la Segunda Parte del Volumen XII del
Semanario Judicial. Y como aparece que la ofendida A iba acompañada y reconoce
que por la resistencia suya, los gritos de su hijo y la defensa de su pariente B, bastó
para que sus asaltantes no lograran el propósito de violarla, se debe concluir que en
el caso no concurrieron todos los requisitos para que se configure el delito de asalto
y que por ese delito procede la absolución de los acusados..."
En sentencia de 1961 manifiesta su criterio sobre la elevación de la pena en el
delito de abigeato y lo que opina sobre la personalidad del ganadero tabasqueño:
"...Que para los efectos del Código Penal de Tabasco y según su Art. 379, se
entiende por abigeato el robo de una o más cabezas de ganado mayor, como el
vacuno, cualquiera que sea el lugar donde se cometa, y para todos los afectos legales
se considerará consumado con el solo hecho de alterar en cualquier forma las
señales, marcas o fierros con que el dueño las distinga. Este precepto penal, según
la Suprema Corte de Justicia en ejecutoria del 7 de octubre de 1960, que puede verse
extractado en las págs. 3 y 4 del número 161 del Boletín de Información Judicial,
"la circunstancia de que el acusado que encontró perdido un semoviente no lo haya
entregado a la autoridad municipal dentro del término legal, implica el ánimo de
apropiárselo, lo que constituye el apoderamiento, integrante del delito de abigeato,
pues de conformidad con el Art. 379 del Código Penal se considera consumado dicho
delito con el solo hecho de alterar en cualquier forma las señales, marcas o fierros
con que el dueño las distinga", o sea que, en el abigeato hay dos formas de ejecución
del robo, una propia que es el apoderamiento de la cosa (Art. 361) y otra impropia
o ficta que es la alteración del fierro distintivo (parte final del 379) y que basta para
que el abigeato se considere consumado. No hay en el proceso prueba suficiente
para estimar que en el caso se ejecutó el robo por el apoderamiento consciente,
intencional de poner las manos en el semoviente para trasladarlo al potrero del
acusado; está en lo posible, pero no probado, de que por tratarse de potreros
colindantes y separados solamente por cerca de alambre en mal estado, el torete
pudo pasar por sobre, debajo o a través de los alambres; también, que en la región

59
abunde el ganado pinto y no solamente en el rancho de C; pero esas mismas
circunstancias, conocidas por el acusado M, debían ser un motivo más para que, a!
henar y contraherrar sus reses, comprobara no lo estaban ya por otro ganadero; y
como el torete de C llevaba ya visible en su parte izquierda el fierro CS, que era el
de su colindante, y a su lado colocó su fierro MA y lo repitió en la paletilla también
izquierda, si en ese momento no hubiera tenido el ánimo de apropiárselo, habría
suspendido la operación hasta aclararlo con su colindante; y como no lo hizo así,
fue manifiesta su intención de apoderamiento y apropiación del semoviente ajeno,
consumado el abigeato, que no requiere de otros hechos o requisitos para que se
tenga por comprobado y sea punible.
"Que no es convincente el alegato del defensor en sus conclusiones para pedir
petición de absolución: 1.- Por lo expuesto en el considerando precedente; 2.- Porque
el supuesto error en que dice incurrió el acusado, no se probó; y entre los campesinos
de Tabasco, los conceptos error y delito son la misma cosa; 3.- Tampoco la
desahogada posición económica del acusado puede contribuir a exculparlo, porque
en Tabasco, en gran proporción de abigeatos aparece complicado algún ganadero;
éstos han logrado la promulgación de una Ley Ganadera, llena de protección para
esa industria; han logrado endurecer el Código Penal al grado de ser castigado el
abigeato con pena más dura que la de muchos homicidios; y cuando alguno de esos
ganaderos comete el abigeato, sería ilegal, injusto e inhumano que pudiera escudarse
en su riqueza, en su honorabilidad, en ser delincuente primario, en su error, mientras
para los abigeos no ganaderos se pretende que el juez imponga el máximo entre los
seis y los doce años de prisión que señala el Art. 379 del Código Penal."
La comprobación del cuerpo del delito de aborto es analizada en el siguiente
fallo:
"...Que aborto, es la muerte del producto de la concepción en cualquier
momento de la preñez; y sólo se sanciona el aborto consumado; como define y
declara el Art. 320 del Código Penal. Este delito tiene como forma especial de
comprobación, la que señala el Art. 176 del Procedimiento Penal, que es la misma
que para el homicidio (inspección y autopsia del cadáver para comprobar la causa
de la muerte); pero además en el aborto, el perito médico reconocerá a la madre,
describirá las lesiones que presente y dictaminará sobre la causa del aborto, expre­
sando la edad de la víctima, si nació viable y todo aquello que pueda servir para lijar
la naturaleza del delito. En el caso, no aparece que el Ministerio Público ni el perito
médico hayan dado cumplimiento a esos preceptos legales, porque ni se describió
el cadáver, ni se practicó autopsia, ni se expresó ni se comprobó la causa de la muerte;
pues al señalar el doctor M como causa de esa muerte el aborto, es confundir la
extracción o expulsión del producto con el aborto; lo que es inadmisible, porque
aborto es la muerte del feto o producto, según deñne el Art. 320 penal, y lo que se
60
debe comprobar es la causa de esa muerte, porque la extracción o expulsión puede
ser muy posterior a la muerte y ésta debida a múltiples causas; y por eso, decir que
la causa de la muerte del feto fue el aborto es igual que decir que la causa de la
muerte fue la muerte, porque aborto es muerte según la ley. No establecida así la
causa de la muerte del feto, no hay prueba de cuando murió, ni por qué murió, ni
por tanto de que cuando los acusados actuaron estuviera vivo y viable el producto
o feto en cuestión y que ellos le privaran de esa vida; la que pudo tener perdida desde
tiempo antes, puesto que no se probó cómo ni cuándo la perdió. Y así como se actuó
confundiendo aborto con expulsión de feto, ocurrió también con el concepto o
cualidad de que fuera viable, pues la viabilidad a que se refiere la ley, es la que
tuviera el feto o producto en el momento de causarle la muerte, pues fetos o
productos no viables o sea que carecen de la robustez y capacidad vital necesarias
no son víctimas de aborto, sino de su congènita falta de capacidad vital, de fuerza o
actividad intema suficiente para vivir. En consecuencia, para tener por comprobado
el cuerpo del delito de aborto, es precisa la prueba de que se le privó de aquella
capacidad vital; y como no se probó la tuviera, tampoco puede estar probado el delito
de aborto como lo define el Art. 320 citado; y que requiere comprobación especia-
lísima, y no ligeras apreciaciones; porque el procedimiento penal es de orden público
y obligatorio en todos los casos. Y cuanto sea necesaria esa comprobación especial
para afirmar sin temeridad que se cometió aborto, se ve por ejecutoria de la Suprema
Corte de Justicia en la pág. 9 del volumen IX de la Sexta Epoca del Semanario
Judicial que dice: "Tratándose de la figura delictiva de aborto y que los tratadistas
designan como delito de feticidio, en razón de que el objeto doloso de la maniobra
abortiva, no es otra que el de atentar contra la vida en gestación para evitar la
maternidad, los bienes jurídicamente protegidos al través de la sanción son: la vida
del ser en formación, el derecho a la maternidad en la mujer, el derecho del padre a
la descendencia y el interés demográfico de la colectividad. Para la integración del
delito, no interesa cuál haya sido el vehículo de la muerte del producto de la preñez
y para el objeto de la tutela penal no interesan las maniobras de expulsión o de
extracción o de destrucción del huevo, embrión o feto, ya que la consecuencia de
muerte, es el fenómeno importante. "Y en otra ejecutoria al tomo 125, pág. 2796 del
Semanario Judicial, se dice que: "Si la autopsia, la fe judicial y la descripción del
cadáver son presupuestos procesales indispensables en un ser que ha nacido y que
en la mayor parte de los casos alcanza el máximo de su desarrollo, con mayor razón
no pueden omitirse dichas formalidades en casos de huevos o gérmenes, embriones
o fetos que pueden estar afectados por circunstancias contrarias a la capacidad vital,
tales como enfermedades, vicios de conformación incompatibles con la existencia,
etc. para establecer con certidumbre la causa de la muerte". Si a todo lo anterior se
agrega que el médico legista, doctor C dice, no vio el feto o producto, y que informó
por los datos que el doctor M expuso al folio 3; que el doctor M no expresó la causa

61
de la muerte del feto, y no puede la muerte ser causa de sí misma, se estima que,
penalmente no es posible afirmar que en el caso se haya probado existencia de
aborto."
El Código Penal vigente en 1960 no consideraba como abigeato el robo de
ganado menor, entre éste el porcino. Así queda de manifiesto en el párrafo de un
fallo de esa época suscrito por el jurista Del Hoyo: "...Que comete el delito del robo,
el que se apodera de cosa ajena mueble, sin derecho y sin consentimiento de la
persona que pueda disponer de ella, con arreglo a la ley, según define el Art. 361
del Código Penal. El ganado porcino es bien mueble, y no considerado como ganado
mayor por los párrafos primero y último del Art. 379 del Código Penal, y por eso el
robo de cerdos no constituye delito de abigeato, sino de simple robo; y se comprueba
por las reglas de los Arts. 171-177 y 178 del Procedimiento Penal. Y en el caso de
autos, esa comprobación está hecha por la regla segunda del Art. 177 procesal citado;
por cuanto que en poder del acusado L fue encontrada la marrana propiedad de H,
la que el mismo acusado reconoce no adquirió por ningún título legítimo, ni justificó
la procedencia de la misma; pues aunque ofreció testigos de que la tenía en comisión
para venta, no lo probó, y acabó por decir que sí cree haya sido robada; y a él le
imputa el robo el denunciante y perjudicado".
Causó conmoción en la sociedad tabasqueña un caso de homicidio, robo y
ocultación de cadáver, por la situación personal del acusado. Al dictar su sentencia,
el Lie. Juan del Hoyo Sánchez analizó el caso para llegar al siguiente resultado:
"...Establece el Art. 14 del Código Penal en su Fracción X como excluyente
de incriminación, la de causar un daño por mero accidente, sin intención ni
imprudencia alguna, ejecutando un hecho lícito con todas las precauciones debidas.
Y ésta como todas las excluyentes, debe estar plenamente probada para que sea
admisible y aplicable. El primer requisito del mero accidente, es que el daño se
ejecute sin intención; y la intencionalidad la instituye como presunción legal el Alt.
7 del Código Penal, por lo que para destruir esa presunción se precisa prueba plena
en contrario, o sea de que no hubo tal intención; y eso no se probó plenamente. Otro
requisito es de que tampoco haya habido imprudencia alguna; mas el hecho de que
un individuo platicando con otro, mesa por medio, saque su pistola de la cintura,
cargada y además con cartucho en la recámara y la coloque sobre esa mesa con el
cañón en dirección a su acompañante y sin seguro, folios 162 al 164, sí es
imprudencia que obsta a la admisión de la existencia de aquella excluyente. Y otro
requisito es el de que, aun sin imprudencia, se ejecute el hecho con todas las
precauciones debidas; y no se toman todas las precauciones debidas cuando esa
pistola está sin seguro y se le coloca en la mesa frente a una persona, y no en el
suelo o sobre otro mueble, lo que sí era precaución elemental y debida. Pero es más,
el propio acusado da versiones distintas y contradictorias; pues primero dice que

62
puesta la pistola sobre la mesa, se levantó de su silla y fue a cerrar la puerta. ¿Para
qué cerraba? Y que al regresar a su asiento oyó el disparo y vio que S estaba
sangrando y muerto; después, no pareciéndolc satisfactoria esa explicación, dice
que, al sacar la pistola de la cintura y teniéndola en la mano se le fue el tiro que mató
a S; pero la esposa del acusado dijo que estaba ella en la puerta de la casa cuando
oyó el disparo y al volverse para ver vio sangrando y cayendo a S; luego tampoco
es cierto que la esposa se hubiera retirado, ni que después de ocultar el cadáver le
platicara a ella lo que había pasado. En consecuencia, no está probada la excluyente
de incriminación X del Art. 14 del Código Penal.
"Procede pasar ya al estudio de la tesis de la acusación, o sea al homicidio
calificado por la premeditación, la ventaja y la alevosía que definen los Arts. 306 al
309 del Código Penal. Para el Ministerio Público existe la premeditación, según dice
al folio 66 de sus conclusiones, porque tuvo el acasado bastante tiempo para
reflexionar sobre el hecho que iba a cometer, y por lo que hizo después con el cadáver
de la víctima para ocultarlo. El Art. 306 penal exige reflexión con serenidad, y esto
pide a su vez un tiempo, y el Ministerio Público no dice ni menos prueba desde
cuando cuenta ese tiempo, por lo que no se sabe, si hay premeditación sin serena
reflexión; y por otro lado, los actos posteriores al homicidio y^no califican ese delito,
sino que serían mutilación o profanación de cadáver, ocultación del mismo pero ya
no constituyen premeditación sino a caso postmeditación. Por tanto no está probada
esa calificativa.
"La calificativa de ventaja la hace consistir el Ministerio Público en que la
víctima estaba inerme y que el acusado lo sabía, y así lo exige el Art. 308 del Código
Penal. Pero esta calificativa, como todas, exige prueba plena, y el Ministerio Público
no la aportó; y además se encargó de destruir tal calificativa aportando la contra­
prueba; pues como se ve al folio 11 vuelto, instó al inculpado a que remitiera los
recados escritos que aparecen a, folios 19 y 20 y que el acasado aceptó, para que le
remitieran a la Delegación "la pistola, el sarape y el reloj del occiso" o sea de S como
se expresa en el folio 19; y le fueron remitidos según se da fe a folios 11 y 12. Y
siendo así, no puede decirse que S estuviera inerme, puesto que entre sus despojos
parece que estaba una pistola; y si no fue así, no debió escribirse y traerse al proceso,
porque en último análisis, eso introduce la duda, y ésta favorece al acasado, y por
ello, tampoco está plenamente probada la calificativa de ventaja.
"Hace consistir la alevosía el Ministerio Público, en que el acusado R en forma
insidiosa y cuando S estaba tranquilamente en la casa del que creía su amigo, en
forma inesperada e intempestiva sacó la pistola y le dio un tiro mortal, puesto que
el ofendido no actuó para defenderse. La calificativa de alevosía la define el Art.
309 del Código Penal, y constituye el grado máximo de la premeditación, y aunque
en el caso de autos se estimó ya no probada la premeditación, casos hay en que la

63
alevosía surge instantáneamente sin premeditación, como en el caso de impulso
intencional del momento, pues la esencia de la alevosía consiste en sorprender
intencionalmente a alguien de improviso, y según la doctrina de las ejecutorias de
la Suprema Corte de Justicia del I a de agosto de 1960, pág. 444 del Boletín de
Información de 1960; y la de 2 de octubre de 1961, pág. 650 del Boletín de 1961.
En el caso de autos, entre S y R había variadas y complicadas cuentas por relaciones
comerciales y ambos parece eran mutuamente acreedores y deudores; el primero
parece que necesitaba dinero que pretendía del segundo quien no quiso o no se lo
pudo facilitar; por ello se concentraron en la casa de R para arreglar sus cuentas, y
no parece que fueran de fácil arreglo si se ve a los numerosos documentos, datos,
declaraciones y números que manejó la defensa en el sólo aspecto favorable al
acusado, lo que permite suponer habría otros tantos por parte de S, llegando el
desarreglo o desacuerdo al grado de que R se sintió molesto por su pistola, la sacó
de la cintura y dice que iba a ponerla sobre la mesa a la vista de su visitante y con
el cañón dirigido a S, folios 162 al 164, acaso como argumento convincente o
ayudante, cuando dice que se le fue el tiro; y ese tiro se fue, porque como dice la
defensa al final de un párrafo de sus conclusiones ai folio 173, al empuñarla con
demasiada fuerza tocó el gatillo del disparador; y como para disparar también se
empuña fuertemente la pistola, se produjo el disparo que causó la lesión mortal de
necesidad. Siendo R hombre enérgico, nervioso e irascible y además minado por
varios padecimientos que le producen trastornos psíquicos según sus médicos
doctores M y G, y ante la impaciencia e intransigencia de alguno de los dos
interlocutores, R parece que perdió en parte el control de sí mismo y rebasó el margen
de la ley. Es extraño que sus médicos coincidan en atribuirle trastornos psíquicos y
no expresen la forma de manifestación como el disgusto, la impaciencia, la nervio­
sidad, la irascibilidad, etc. Y es extraño también que un hombre enfermo de tantos
males y de trastornos psíquicos y motores, si es que los tenga, porte una pistola
escuadra de calibre 38, automática, en la cintura, cargada y además con cartucho en
la recámara y sin seguro, para como él dice poder defenderse rápidamente; eso en
un enfermo de tantos males y de trastornos motores, carece de lógica y es inverosí­
mil; quien así porta y usa pistola y máxime si ha sido comandante de la policía
judicial, lo hace porque sabe manejar su arma con habilidad y seguridad, no es el
tipo bisoño que presenta el perito en balística al folio 161, que no sabe como se
empuña y se maneja un arma de fuego para sacarla de la cintura y ponerla sobre una
mesa; ese tipo no corresponde al acusado R. Por tanto no resulta admisible el disparo
meramente accidental que señala la defensa, sino el intencional y alevoso que acusó
el Ministerio Público, y probada esa calificativa que clasifica el homicidio en la
fracción LII del Art. 311 del Código Penal que lo castiga con prisión de quince a
veinte años."

64
Hasta la fecha existe polémica para la coexistencia del delito de corrupción de
menores y otro de tipo sexual, como violación, atentados contra el pudor, etc. Me
parece bastante orientadora una ejecutoria del Juez Del Hoyo sobre un caso similar:
"...Que por disposición del Art. 203 en relación al 207 del Código Penal, al
que procure o facilite la corrupción de un menor de 18 años, consumándose los
hechos materiales que constituyen la corrupción, se le aplicará prisión de seis meses
a tres años y multa de cincuenta a mil pesos. Ese precepto legal no expresa qué
actos o hechos constituyen la corrupción, debiendo entenderse que se refiere a los
que tiendan a procurar o facilitar la corrupción, que es la acción y el efecto de
corromper o corromperse; mas al hacer consistir ese procurar o facilitar, se está
indicando que no consiste en estuprar ni en violar, sino en actuación tendiente a
procurar preparando a alguien para que se pervierta o corrompa; pues toda actuación
tendiente a lograr la cópula el sujeto activo, por su naturaleza egoísta, descarta la
intención de procurar o facilitar la corrupción del agente pasivo, como expresa la
Suprema Corte de Justicia en ejecutoria que aparece en la pág. 73 del Boletín de
Información Judicial de 1957, o sea que, el daño resultante de la ejecución de un
delito del orden sexual, no es confundible con el delito de corrupción; normalmente
el delincuente sexual actúa para la satisfacción de deseo propio; y el corruptor como
agente para la satisfacción de deseos ajenos. Por lo que, si bien en el auto de formal
prisión se comprendió el delito de corrupción de menores y se acusa en las
conclusiones del Ministerio Público, mejor entendido el caso, se estima que no tuvo
existencia en este proceso."
La individualización de las sanciones en cada fallo hace ver el conocimiento
directo que el Juez tomaba del acusado, la aplicación de los artículos que exigen ese
requisito era realmente acatado:
"...Que por disposición de los Artículos 11 en relación a los 257 y 258 del
Código Penal, al responsable de tentativa punible de violación impropia o de persona
impúber, se le aplicará, ajuicio del juez, y teniendo en consideración las prevencio­
nes de los Arts. 53 y 60, hasta las dos terceras partes de la pena que debiera
imponérsele si el delito se hubiera consumado. O sea que, en la graduación de esa
pena influirán la naturaleza de la acción, los medios empleados, la extensión del
daño, edad y circunstancias personales y condiciones especiales del agente al tiempo
de la ejecución; y que cuando el delito pueda ser considerado bajo dos o más aspectos
con sanciones diversas, se aplicará la mayor; y por ello, aunque hubieran sido
probados todos los delitos acusados, sólo se castigaría por el delito mayor que es la
tentativa punible, por obligar a ello los Arts. 11 y 60. Y esa violación impropia, de
haber sido consumada en una niña impúber y menor de siete años de edad, se
castigaría con prisión de tres a diez años que señala el Art. 257 penal. Y habida
cuenta de que la violación de una niña es acto infame y cruel, de que se intentó

65
allanando morada, por hombre casado y que se dice evangélico, con instrucción
primaria, embriagado, sin antecedentes penales y con anterior buena conducta y
modo honesto de vivir, pero carente de frenos cívicos y morales, se le estima
peligroso y por ello acreedor a imposición de aquella pena dentro de su término
medio o sea de siete años y seis meses de prisión; cuyas dos terceras partes de cinco
años de prisión se le estiman aplicables íntegramente por la tentativa punible."
En el año de 1961, por Decreto número 115 del Congreso del Estado, publicado
en el Periódico Oficial, el 13 de mayo se abolió la pena de muerte en Tabasco. Los
considerandos para tan importante resolución son demasiado pobres. Los transcribo
para resaltar el calificativo y destacar su parquedad:
"...Que aun cuando la población del Estado de Tabasco ha experimentado un
notable aumento, el índice de criminalidad relativo a delitos de sangre ha disminui­
do, debido al progreso cultural y material del pueblo, al mejoramiento de la
administración de justicia y al debido cumplimiento de las penas de prisión; que
observándose en todo el territorio del Estado absoluta tranquilidad social, y siendo
operante que la función represiva de los delitos por parte del Poder Público debe
estar adecuada a la realidad social, ha tenido a bien (El Congreso del Estado), expedir
el siguiente Decreto Número 115.- Unico.- Se deroga la subfracción la. de la
Fracción I del Artículo 17 del Código Penal del Estado en vigor, que imponía la
pena de muerte; sin perjuicio de implantarla de nuevo en caso de experimentarse
cambio alguno en las actuales condiciones de tranquilidad social; se derogan los
Artículos 18, 82,86 y 90; y se reforman los Artículos 19, la Fracción I del Artículo
311 y los Artículos 315 y 366 del propio Código Penal, para quedar redactados en
los siguientes términos: Art. 19.- La prisión consiste en la privación de la libertad
corporal; será de tres días a cuarenta años y se extinguirá en las colonias peniten­
ciarias, establecimientos o lugares que al efecto señale el Organo Ejecutor de las
sanciones.- Art. 311.- Al autor de un homicidio calificado se castigará: I.- Con
prisión de treinta a cuarenta años cuando lo haya ejecutado con premeditación,
alevosía y ventaja.- Art. 315.- Al que cometa el delito de parricidio se le aplicarán
de veinte a treinta años de prisión; pero si concurrieran dos de las calificativas del
Art. 306, la pena será de treinta a cuarenta años. Art. 366.- El robo cometido en
camino público o en paraje solitario o en edificio habitado, y en que además se
ejecute homicidio concurriendo en éste dos o más de las calificativas del Art. 306,
será castigado con la pena de treinta a cuarenta años".
En los artículos transitorios se facultó al Ejecutivo del Estado para que en
aquellos casos de reos condenados a la pena de muerte pendiente de ejecución,
conmutara ésta por la de treinta años de prisión.

66
El Poder Legislativo aprobó el Decreto el 29 de abril de 1961; la promulgación
data del 13 de mayo y se publicó, como ya indiqué, en el Periódico Oficial de esa
misma fecha.
Es interesante destacar que ese Decreto lo motivó una sentencia del Lie. Juan
del Hoyo. Una señora y su hijo dieron muerte al marido y padre, respectivamente.
La condena para ambos fue la pena de muerte, confirmada por el Tribunal Superior
de Justicia del Estado. En ese año, 1961, un destacado médico, maestro universitario
de la Escuela de Medicina, de Derecho, Preparatoria y además estudiante de la
carrera de jurisprudencia, Ovidio González López, formuló una demanda de amparo
ante la Suprema Corte de Justicia a favor de los condenados. El hijo homicida,
parricida en el caso, resultó ser menor de 18 años, por lo que la Corte lo amparó, no
así a la señora. Al conocer el resultado del amparo, el Gobernador del Estado, Lie.
Carlos A. Madrazo envió al Congreso la iniciativa de ley para derogar la pena de
muerte, que no se ejecutó en el caso de la señora condenada por esa especial facultad
concedida en el Decreto al Ejecutivo para conmutar dicha pena por la de prisión.
No era necesaria esa disposición, pues de manera general, tanto constitucional como
procesalmente está permitida la aplicación retroactiva de la ley cuando beneficia.
Cuentan los mayores que la última pena de muerte se ejecutó durante el
gobierno del licenciado Noé de la Flor Casanova. Los reos eran llevados al frente
del panteón central y el medio para privar de la vida al condenado era por el paredón,
o sea, disparando al reo. El poeta José Carlos Becerra describe magistralmente una
ejecución, la del también poeta, Andrés Calcáneo Díaz, pariente suyo, en su libro
"Fotografía junto a un tulipán".

67
68
VI
UNA TUMBA EN TABASCO

El Juez Juan dei Hoyo Sánchez fungió como tal hasta diciembre de 1964. El
Gobernador Carlos A. Madrazo quiso beneficiarlo y oficiosamente ordenó su
jubilación. La Cámara de Diputados aprobó la iniciativa y por Decreto número 406
expedido el 15 del mes y año citados, copio recompensa a los servicios prestados al
Estado durante más de 25 años, el Gobierno del Estado le otorgó una pensión
vitalicia por dos mil ochocientos pesos mensuales que era en ese entonces el sueldo
presupuestado para el cargo de juez.
El Decreto dice:
"...El H. XLIV Congreso del Estado Libre y Soberano de Tabasco, en uso de
las facultades que le confieren las Fracciones I y XII del Artículo 68 de la
Constitución Política local, y Considerando: Primero.- Que el Señor licenciado Juan
del Hoyo Sánchez, ha prestado relevantes servidos al Gobierno del Estado en forma
ininterrumpida por más de veinticinco años, desempeñando eficazmente diversos
cargos en la judicatura del Estado con ejemplar honestidad y capacidad y actual­
mente el de Juez de primera instancia de lo penal, con sueldo mensual de $ 2,800.00
(Dos mil ochocientos pesos /100 M.N.). Segundo.- Que la enfermedad que aqueja
al Señor licenciado Juan del Hoyo Sánchez ha quebrantado su salud y su avanzada
edad le imposibilitan para continuar desempeñando sus labores. Tercero.- Que es
deber del Estado recompensar a sus servidores que han llegado a avanzada edad o
contraído enfermedades que los imposibilitan para el desempeño de sus funciones,
otorgándoles el beneficio de la jubilación, por lo que ha tenido a bien expedir el
siguiente: Decreto No. 406. Artículo Unico.- Por más de veinticinco años de
servicios prestados a la judicatura íabasqueña; por su avanzada edad y por la
enfermedad que lo imposibilita a seguir laborando, se jubila al Señor licenciado Juan
del Hoyo Sánchez, Juez de Primera Instancia de lo Penal y se le concede pensión
vitalicia de $ 2,800.00 (Dos mil ochocientos pesos /100 M.N.) mensuales. Transi­
torio: Artículo Unico.- Este Decreto surte sus efectos legales a partir del día primero
de enero de 1965".

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Manuscrito del decreto por el cual el Congreso del Estado autorizó la jubilación del Juez Juan del Hoyo
Sánchez.
IXecreto Nú. 40« del P.O.

70
71
El mismo Decreto 406, publicado en el Periódico Oncial

72
Solamente dos años más logró sobrevivir el jurista. Cuentan sus amigos que
fue decayendo notoriamente. Entristecido, sintiéndose inútil; arrojado a un lado
como trasto viejo e inservible. Una anécdota retrata esa situación: se mandó a hacer
una placa dental de mayor tamaño que le restirara la piel de las mejillas y viéndose
al espejo, decía a su esposa, señora Salud Forés: "Ve Salud (pronunciando salús),
con esta placa no se me ven las arrugas. No estoy tan viejo, puedo seguir trabajando.
Me siento bien. Mis ideas siguen igual de claras". Lo anterior lo relataba la propia
doña Salud cuando acudimos al velatorio del Juez, en 1967.
El 8 de junio, días antes de que falleciera, se publicó en el Diario Rumbo Nuevo
una nota sobre su estado de salud, que no dudo haya escrito el profesor Rodolfo
Montiel:
"Bastante mejorado el Lie. Juan del Hoyo: El Señor licenciado Juan del Hoyo
Sánchez emérito Juez del Ramo Penal, se siente ya bastante mejorado después de
gravísima dolencia que lo tuvo postrado por algún tiempo en el lecho del dolor, y
quien ha sido atendido por el ilustre cancerólogo doctor Manuel Rodríguez García.
Muchas han sido las personas que han estado enterándose por la salud del paciente,
pues el Honorable licenciado Juan del Hoyo Sánchez, goza de la admiración y
simpatía de la sociedad tabasqueña. Por estas líneas deseamos al Señor licenciado
Del Hoyo Sánchez que continúe restableciéndose hasta lograr la total recuperación
de la salud perdida".
Tan buenos deseos no pudieron cumplirse, pues la misma publicación dio a
conocer a sus lectores el 3 de julio de 1967, el fallecimiento del letrado:
"CAUSO PENA LA MUERTE DEL LIC. DEL HOYO.
"A la edad de 74 años falleció ayer a las 15:30 horas el licenciado Juan del
Hoyo Sánchez, ex Juez Unico de Primera Instancia Penal de cuyo cargo fue relevado
con honores y jubilado por el Gobierno del Estado.
"El ilustre desaparecido pereció a consecuencias de un enfisema pulmonar
cuyo mal le había aquejado desde hace tiempo. El llegó a México en el año de 1940
y en el año de 1941 se radicó en Tabasco, donde fue designado Juez de primera
instancia penal y en cuyo cargo actuó con absoluta honestidad dándole jerarquía a
ese puesto.
"Había nacido en Mieres, Consejo de Llanes, Asturias, España, y su prepara­
toria la concluyó en Consejo de Llanes en un convento de frailes Agustinos quienes
le dieron matrícula de sobresaliente.

73
; Confia «I PRI «o tu Triunfo st (oafi

NUEVO
32 Mil Volot a tu Faro».- El 6abarnado> h«.
I y tu Etpota Ejorcifaroo tut Daracbat Cívicos
Sin novedad, fue «i iv- favoreció al PP.l. y qu«
porte que :vrit»0 h«»Ui lu tra ,ríi»sir, de la ofgJJii
mediano; tic lu Co»auii«n zaclón del partido y de la
de la X-\.\ /o t a MiU »«iflsaza «1« la oudaua
m i o cuyo ortpsUsno ac h:' nía en Las candidato* poa
bor di-vcaitMn pee»! (alados por ese partido,
dusetal «tewluto r**pc«»<> El Gota-mador Manuel
" ' tranquiildDd du R Mora, ocpcatul *u vo-
c 2 'Q tâ ftO d ¿ ¿3 tf3 â 7 â b 3 J ç ïi/iïâ tícemete» en to lo en la cajilla número
vio y parte de veo a la* 11.00 hura« *
llsiapas y C.mpectw ' rafnpaftaUo K» hotcion»

I Atto IS Hl Ki~ra Villahcnrwa T,h_ U nt* 3 <W Jul» <lf 1967. I M'M 901
El Gaarrui Jouquín K ' rio. de au Gobárro pe-
LeyiAola GonxlUer. Jefe n> uúio el Jefe del Halado
■le la XXX Zona Militar., dcpoaltó su voto ya que
que- fu, oniiwsitado por'por l u n r t de dooueilw

£i k iio t Agapito Domínguez, Opina Respecto al Futuro de Tabasco RUMBO NUEVO, seíuuo k - pintípalc» funciona
reportes de dtvej-1 no» del OoMerao tuvieron
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Entrevluta en Bxolusiva
para esta Otario Dice: ,Causó
de su Jtíalui». confirma­ vico en otra» ouudá* tvt
ron que la eteccicnem trans esrrtta dei Gobernador Mn
rurrteron con toda raarmn ra. depositó su volo a las
Por Florentino Ildes B pnlw ¡podrí, uxted decir'
Pena la Muerte del Lie. del Hoyo Udad y no hubo ningún in
ddente qat. alterar» la tV.lada casilla r»r ero am
Dop«*» de que «row *. ™ **" A la edad de 74 aftas Il a radico en T,bnv prassionte c ti Ttbanal tranquilidad- Es una me*» y con su caractenauca
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Uw- r^uci Canabal. Ouv m, 4^ ------- - . . . .
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. . . ..„ El ilustra deaparvxido tor« ría* Espaftá, y su preparo . - esposa dofia Salud laborable. que tuvkroc que hacer 1«
la concluyó en Con (Foros de De, Hoy», dijo Por otra parte «I Uren clásica “cola" En iroba
dunor Domínguez. uv* vertido. Corro ciudadano pereció a c onsccuencias cejo de ¡Jane» en un con R RUMBO NUEVO que eladn Antonio Ocampo Itp bie que ¡a credera «1 de
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ti * su Outritó ne k» dcttvhoa que Un Ur cuyo m.d le hatea oque), quienes Ir dieron mairleu- t ato por La guerrera c i; niltó Ejecut i v o BsUtn!' los inctnlh»» p»ra cooao-
uvluio que reeornó ajgu- y ,¡ ycúMnn v yo píen- do desde haré tksnpo M las de sabresnltone.
uutu...oa cercano», a (n mi opinión muy per llenó :t Móxico m r! afto Estudió )a carrer« de I v 1(Pasa española. Vivió y ou ¡Jeí PRI. dijo q '
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la Universidad de Oviedo muy bien ory-JUZad*.
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« « » U> Acusa de Inmoral a un M. Público Mildar y en cuy« enrre-.n mientras hacia el Servido Falleció la Mndre del Dr. Un reporte oel Partido
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sobresalió como un clu
ios pufliuo* po.ilice» VUtehrcnam Tab. Julio Hoes aproslmadamenle
ocurrí* ante
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‘ o producto 0« s r Florentino Hernández Sc¡TV> Domínguez.. cuTíí!j0!' tT ^ ín í'é^ v u 'e s A eonsKuin das de u«„1 El veerdote ktonseilor recibiere*» y que *• refle-
muta. Age ( del Ministerio IV n,' vokin'ml tromboais cormarU falle- Aurelio López Utrtn a»fl ren ónkaisi-nie a tes «abe
Krpubbeo 0ú«clor del Diarto dr Trapa ante el • 0. a hi lu- dó ayer te señora Car ció anoche a la» 19 00 ho c«r«e mtinitípiitea acusa
M* p ra <00 I» dudada I RUMBO NUEVO" ' ' puWlco cosvo*Ruurbtiad-j 1mín Victoria Votía -le r.s unn misa de cuerpo bon la» sigutenrer cifra.:
j u.l paki. «apaciaunan- C i u d a d fxi*c Rasuro CaMtílnna» ^ - ■- * ------- M»yarv». a U avanzad» pnsenl, y otro oficio re iVralvj 5JPÍI. Cárdenas
de U» ke>i-» q-..- ooa r, Muy Honorobie y Dislln Brindis porijea- vete tnt ' odad de 89 años. 1llgloso análogo te oficia- 8564: Taccualpa 835; ~
il En isbas;» « gu- pudo leftor. arrebató a mez nlfta. me S i g u e Ig u a l e l Lie. i r—r n 1- tt ró hoy d e sd o _ rouque 1.556. J«lapa .
de a "solula libertad tí ' TWn,r>do er. cuenta
tuemo cki seAor Ma virtudes que como Ferio
corrió de su a sa y me Uo
¡V'rr.vada<**to"“ s>nd*» L ó p e z M a te o s '«ToÆEtadé iT" .“ 5 Q «w»» » 2.157; Jslpa d« MínA-z
5,860; Tcápa 5.270. Frorv
•ci R Moia fiel istírprc- divta huevado W t t i»ted económica, soy casada Mtídcro D F Jtíte
<*•**' rae dirijo cr. demanda de con el señor Castellano* y
Aur ITauiea!- •»r*aiaa ayuda por ua asunto •*“ desde luego creo tener (PUA. - B Uc. AdoUo L t í y Rodolfo, se radkó
lúa actos aprgado
...cvnt« a la Constitución
lualmove soy derecho» a quo "* pase Leq*z Maleo» sigue igual
(Pasa a Is Pág. Ja l
„ tíU ciudad dewte h»
iegún informan loa medí- '<« mocho Ucmpo
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Bilia Mayan» Victoria.
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P r ie t to , e n c o m p lic id a d co n t o la sa n c ió n q u e fu e im ­ le d ije r o n , — m a n o s a r r i- 1sa l. X X X X
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g is ir a r o n y s e d ier o n c o n D - • •
• ANTOjrrOS to d a u n a f o r t u n a y lt k g o Q c e r ific a d o m é d ic o re v e n d e g r an d e s c a n t id a d e s
g is t r
• REFRESCO S lt* d ije r o n q u e s e la r g a r « v d ó q u e f u e c a u s a d e la d e m a íz , s i n e m b a r g o a lo s « i e
S e r v i d o d e c o c in a c o m p le t o h a s ta la s 2 d* le jo s , a n te s q u e lo f u e r a n m u e r t e a f ix ia p o r sn m e n d u e ñ o s d e m o lin o s lo s fie h u n t
a liq u id a r p i j a sk m p r e e l « tón . D e to d o s m odo« l„ s « r e d u n d o y e s t o n o p u . a qu
la m a ñ a n a
s e ñ o r R o d r íg u e z , o b e d e - a u t o r id a d e s l e v a n t a r o n «ey1 !leJ)!ir la dera.-uKtna u n n
P la z u e la d e l A g u ila . c ió la o r d e n q u e le d ie- *a a c tu a c io n e s c o rr esp o n - « e l p u b lico , q u e n d ia jio en c
A T E N C IO N E S M E R A D A P R E C IO S RA JO S r o n lo s a lij a d o r e s p a n d i d ie n te s. E l c o r r e sp o n sa l. [«» c, f líren- m af • pozo1 ? M:
-------------------------------- t o r t illa s , p e r o e l p o c o m a íz d i t s
CAI>»0 E X T R E M IS T A S . . .
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Je S t e b s a u to '' í»,,° ,0 Kr a n nc,c^ n r d i R e st
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( V i c r v d e 'a P á g 1 )
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r ió fiH -rn d o .su a m a d a E s d e so o m e n t o y p u n d ü q u r . h e c h o . , y a h o r . b a s i d o Z S ^ J f f J S Í S . Z ¡ & fig o
Paña y “ n u e s t r a v id a s e u lp o e s t á m o v ie n d o a U » r m o u lo n n d o el M a y o r 0 n ctu a l a b a s t a m ie n t o i o n j a d o n M a r i o d ii b
f r u s tix V ’ — d ijo —
in te r e so s d e e x tr e m is t a s ” ” 1 ; * £ . g S , « ? * ^ P » ? " b l ' c o r n i a e s t a s it u a r ió n qu e jo s b
L n c a b i l l a a r d ie n t e s« P ” = o p e d e r a r s e d . o î au
r g a q u ^ r í S l r S , ? * “ tó ■“
i n s t a l ó v n l a s c a lle s d e n iz a c io n e s f u e r t e s . L o m is c uancjo m e n o s t e s •to c^ó so n a p e n a s u n a o n z n n a e ñ09 e^ b r e to d o , a la gen- t a u i
c a r n e p a r a s e i s rai'lon es t e h u m ild e a quier*?s le a f
A y u t U t 3t>. d o e s t a citKla'' m o e s tá o c u r r íe n o c o n le s m illa r d« p e s o s p o r P ío
d o h a b it a n t e s q u e tie n e el m o lin e r o s n o p u ed en ven m u y
d o n d e e l G o b e r n a d o r M o p e tr o le r o s p e r o h a y l a c a n c h a
D is t r i t o F e d e r a l
r a e n v W s u s c o n d o le n c ia s d c r le s e l p o c o p r o d u cto r e z 1
f in m a d o q u o s e im p o n e n i n a c fio r A r t u r o R o d r ¡.
y u n a o f r e n d a flo r a l. E l
* p e l X ‘ sz -n j h o y a las 1 0 la m a y o ríg d e e le m e n t o s
«le ln mañana m o derad os-
M m e se s, n o s e sa b e
s i e s t e ib a c o n s u s c o p a s ,
Cuesta40 Ctvs. q u e c o n s u m e n p a r a s u a!¡ pr o x i
m o n ta d ó ft. E! c o r r e s p o n ­ n or m
sa l R e sti

Nota del "Rumbo Nuevo” que se refiere a la muerte del Lie. Juan del Hoyo Sánchez en 2 dt julio de 1967.

74
ESTADOS U N ID O S M E X IC A N O S No. Dé CONTROL
R E G IS T R O ' «VIL

V COMO DIRECTOR DEL REGISTRO OVIL EN E:. cSTAOO. CERTIFICO; QUE EN EL LI­
BRO No 1 C - C-; NFRAL DEL REGISTRO CIVIL EN LA FOJA 2 ^ SE EN
CUENTRA ASENTADA EL ACTA No 733 LEVAN! AOA POR EL C. OFICIAL0 1 .____ DEL
r e g is t r o c iv il _______V I L L A H E R M G S A .T A B A S C O ._________________________
___________ . ^ . £ N I 3 Ü ^ á f i A . S . u ü a ___________________________
r e s id e n t e e n
EN LA CUAL SE CONTIENEN LOS SIGUIENTES 0ATOS.
(C O N F E C H A 3 D E J U L I O D £ 1 9 6 7 . )
ACTA DE DEFUNCION
FINADO (A)
NOMBRE JU A N DEL HO Y O SA N CH EZ. ___________ SEXO: MASCULINO ® FEMENINO O
ESTADO CIVIL CASADO NACIONALIDAD C SPA uQ L ........................... EDAD __________
NOMBRE DEL CONY.UGE ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ . NACIONALIDAD _
nom bre DEL p a d r e __ A N T O N IO DE L H QY G ,D. _ NACIONALIDAD -
NOMBRE Df. LA MAORE M A R IA SANCHEZ. . NACIONALIDAD _
DESTINO DEL CAOAVER: INHUMACION CREMACION O
C IU D A D .
u b ic a c ió n ESTA C IUDAD.
FALLECIMIENTO
FECHA DE LA DEFUNCION: MFR JULIO AÑO 1 ^ 6 7 HORA lj_ ^ 0

LUGAR EN U IL L A H L R M G S A , T A B . ______________________________ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

CAUSA(S) DE LA MUERTE DE YNSUF I C I E f jC I f l C A R D IA C A , D I E C I O C H O H U R A S /« E U M O N IA

H IP 03T A T I C A A R T C R IC E S C L E R O S IS S E N IL G E N E R A L IZ A D A A Ñ O S.

NOMBRE O t L MEDICO OUE CERTIFICO LA DEFUNCION No. OE CEDULA PROFESIONAL No DE CERTIFICADO


M ANU EL R O D R IG U E Z G A R C IA . - - ------------ - - - -

DECLARANTE
NOMBRE L U I S PAR D ü . 58

T E S T IG O S

NOMBRE A D E L A O R T IZ DE M A R IN U 3

nom bre GUA DALUPE C A M A uH O . EDAD 58

NACIONALIDAD M E X IC A N A PAR6 NTESCO

SE EXTIENDE ESTA CERTIFICACION EN CUMPLIMIENTO DEL AR TTCUl.O _ íl£ llE U b E L


CODIGO CIVIL VIGENTE EN EL ESTADO. EN LA CIUDAD OE V I L L A H ER M G S A
CAP¿ l í l t f ó 1 ESTADO De TA li . ÍCEj__________ a l o s ____ 1 2 ___ d ía s d e l m es de
de J J 1 Ë .? .- - DOY PE

SIÍDOIICTF T S08ERANÜCE «BUSCO


EL C DIRECTOR DEL REGISTRO
SCOMRIAJIE GOBIERNE
LIC .FR A N C IS C O MDHR M RQUS& WRECCIOI
NOMBRÉ"

NOTA: POS M A T Í 3 I A AJENO A SU VOLUNTAD EL DR. QUE S US CRI BE DICHE


A I r vuelta
Acta de defunción del Uc. Juan del Hoyo Sánchez, en la que se anota marginalmente que en 1941
adquirió 1« nacionalidad mexicana.

75
"Estudió la cañera de abogado en 30 meses en la Universidad de Oviedo,
mientras hacía el servicio militar y en cuya cañera sobresalió como un estudiante
insólito.
"Fue abogado civil pero cuando la güeña civil española contra su voluntad
prestó servicios a la República, como Magistrado y Presidente del Tribunal Militar
de las Cortes del Ebro, además fue instructor de Justicia en Ciudad Real, Gijón y
Barcelona. No podía negarse, pues se consideraba delito la negativa de prestar
servicios a la República. Su esposa doña Salud Forés de Del Hoyo, dijo a Rumfx)
Nuevo que su vida tomó un curso distinto por la guerra civil española. Vivió y murió
fuera de su amada España y ‘nuestra vida se frustró’, dijo."
"La capilla ardiente se instaló en las calles de Ayuda 39, de esta ciudad, donde
el Gobernador Mora envió sus condolencias y una ofrenda floral. El sepelio será
hoy a las 10:00 de la mañana."
La defunción quedó registrada en el Acta número 733 localizable en el Libro
lo. STRE-67 en la foja 243. Aparece en ese documento como hijo de Antonio del
Hoyo del Valle y María Sánchez y que falleció el 2 de julio de 1967 a las 15:20 horas
en Villahermosa, Tabasco. La causa de la muerte fue insuficiencia cardiaca (diecio­
cho horas) neumonía hipostática (sic) arterioesclerosis senil generalizada años.
Certificó la defunción el doctor Manuel Rodríguez García. En una nota al pie del
Acta se asienta que el jurista adquirió la nacionalidad mexicana en 1941.
Por documento fechado en 13 de julio del mismo año, el Registro Civil otorgó
a perpetuidad a nombre de la señora Salud Forés Viuda de Del Hoyo un terreno
ubicado en la segunda ampliación sur del Cementerio General de esta ciudad,
marcado con el número 258. En ese lugar fue enterrado el Juez Juan del Hoyo
Sánchez y ahí descansan sus restos a los que pocos años después se unieron los de
doña Salud.
Hasta ahí deposito simbólicamente, al escribir estas líneas un pequeño ramo
de nomeolvides, repitiendo para él las palabras de otro gran jurista español, Santiago
Sentís Melendo:
"EL FUE, SOBRE TODO Y ANTES QUE TODO, ABOGADO..."
...Y don Angel Ossorio y Gallardo escribió:
"La Abogacía es Profesión de Señores, No de Mendigos..."
En una pequeña fotografía de forma cuadrada fechada en 25 de abril de 1939,
pues escrito a mano por el Lie. Juan del Hoyo Sánchez se encuentran los números:
25-4-939, en Francia, Saint Nasaire, y que al frente dice: "Para mi hijo", leemos:

76
Eí Juez del Registro del Estado Civil
do la Municipalidad riel Centro, en el Edo. de Taltasco,
rmnplictibñ con lo preceptuaba cu el atiíniln ■!■! be la ^licg Ireplmncn-
tiiría poro loo ©tirinas bel iüíoiuo protmtlijnfm ci lo. be enero.íiclíUM,

lince cmtslar: rpie seje Ipi conceiiiío a pjiui'LTUIDAB. i7 -. .


- . _ lA^SEA. .SALUD FOEES .VDA_DE JJEIioEÚI.Q._________

en el dJemnetcrio ©eneral be EtíTA CUUDAD. __________

no terreno nliirabo en la ralle SEGUNDA AMPIJAUIOtt aun DEA. CErtENTEklC -


. CRA1: DE ESTA. CIODAD.. , t . |] ,; ; j |

con una superficie be 2x1. POS. MUTUOS. DE I-OKGITDD TOR UNO DE LATITUD.

marcaba ron RL NUMERO ?rjí \ , .... ...

.EL____iutcrrsnb _ Q . rumproli O el payo be los bcrcrljos rrspedi-

Uos, cxljiliicuho el rcrilin be (.1 ÜIrsorrrín jTItmicipal expebibo en


CONCEDIDO LOS DERECHOS CONFORME MEMORANDUM 173? DE 12 DE -
v\
^ J U U O EN CURSO, POR ACUERDO DEL C. PRECí DENTE MUNICIPAL DEL CENTRO.
1# «
¿Csla concesión ro a prrpctuibab u ron estricta sujeción a los
m M W
C‘y • ■i >- •* u,; artítnlna'15 u '16 be la ^ieu jllriilauu’ntaiin antro citaba n al Jlrglamento
,S?X ■ .x- íí:' f
''ffeeí - v k ’ ^Ikm be iXbinmioIranón be (llrutcnlrrioo.

im TI romo justificante be los berecljos abquiribos por el ronresio-


nario, se libra el present* eu la (lliubab be ^Oillaljermosa, a 13 be
JULIO _ be 10 07.

El O fic ia l del R egiítro d z l Estado C iv il,

______
A L!PIO CAELES CORTES.
SE TCMO RAZON DEL PREwENTE TITULO A FOJAS 3 , 0 , VUELTA DEL LIBRO DE -
PROPIEDADES PARTICULARES DEL CEMENTERIO ORAL. DE ESTA CIUDAD.
VILLAI1ERMCSA, TAB/.j 1-3J)E JULIO DE 1067.
EL SECDK'MRBG ,yYyÚx OFICIALIA.
I .ifI HIDALGO .

Copia del documento que acredita la propiedad del predio en el Panteón Central donde descansa el juez
Juan del Hoyo Sánchez

77
"Nunca dudes ni desesperes de Dios; ajusta en todo tu conducta a la ley; y ten la
seguridad de que siempre estás y vives dentro de mi corazón".

78
Compañía Editorial Impresora y Distribuidora, S.A,
calle Medellín No. 119 Col. Roma, terminó esta edición,
en tiro de mil quinientos ejemplares, el día 23 de
diciembre de 1989.
RED NACIONAL DE BIBLIOTECAS
PÚBLICAS / i f f
1 3 727
F T /9 2 0 . 7 1 /H 6 8 /C 3 6
CANO DE OCAMPO, GUADALUPE
JUAN DEL HOYO SANCHEZ : E

137274
F T / 9 2 0 .7 1 /H 6 8 /C 3 6
CANO DE OCAMPO, GUADALUPE
JUAN DEL HOYO SANCHEZ : E

RED ESTATAL DE BIBLIOTECAS


PUBLICAS DE TABASCO

isia72

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