Como autoconocimiento designamos al conocimiento que tenemos de nosotros mismos, es decir, al
conjunto de cosas que sabemos acerca de quiénes somos. Asimismo, es el proceso en el que todo niño, a cierta edad, empieza a descubrir su propio cuerpo. La palabra, como tal, se compone del prefijo auto-, que significa ‘propio’ o ‘por uno mismo’, y el sustantivo conocimiento, que es la capacidad de comprender por medio de la razón. El autoconocimiento es un proceso reflexivo en el cual una persona adquiere noción de su yo, de lo que lo caracteriza, de sus cualidades y defectos, de sus limitaciones, necesidades, aficiones y temores. El autoconocimiento, como tal, tiene varias fases: Autopercepción: es la capacidad de percibirnos a nosotros mismos como individuos con un conjunto de cualidades y características diferenciadoras. Autoobservación: implica el reconocimiento de nosotros mismos; de nuestras conductas, nuestras actitudes y las circunstancias que nos rodean. Memoria autobiográfica: es la construcción de nuestra propia historia personal. Autoestima: se refiere a la valoración que cada quien siente hacia sí mismo. Autoaceptación: supone la capacidad del propio individuo de aceptarse tal cual es. Atravesar todo el proceso de autoconocimiento, nos permite comprender y reconocer quiénes somos, lo cual es el inicio para aprender a valorarnos y querernos como personas. El autoconocimiento es la base de nuestra autoestima, que a su vez es fundamental en nuestra relación con nosotros mismos y con las demás personas.
Ejercicios para aprender a poner límites
Si te cuesta poner límites personales, laborales o en tus relaciones sociales, es probable que termines descuidando tus propias necesidades. Establecer límites claros es un factor importante si quieres procurar tu bienestar mental y emocional, pero si te resulta desafiante puedes utilizar herramientas de comunicación asertiva e inteligencia emocional que permitan ser claro con lo que realmente deseas. Los seres humanos son seres sociales por naturaleza. Su evolución se dio gracias al trabajo en equipo y la vida comunitaria, por lo que la mente humana intenta protegerse y aceptar las peticiones de los demás como un instinto de supervivencia, acompañado de temor al rechazo, pena o miedo a ser juzgado. Sin embargo, la mente siempre puede reaprender y transformar sus creencias. Pasos para aprender a poner límites Estás en una reunión con tus amigos, pero tienes un compromiso laboral muy temprano, cuando llega el momento de regresar a casa tus amigos te insisten para que te quedes, es tanta la presión que accedes, pero en el fondo sientes inquietud y no puedes relajarte sabiendo que mañana te espera este importante compromiso ¿te suena familiar? Prueba los siguientes ejercicios para comenzar a poner límites claros en tu vida: 1. Identifica cuáles son tus límites No puedes establecer límites claros si antes no los identificas, por eso es importante que te des un tiempo para tomar consciencia de cuáles son los límites de tu vida, esto te ayudará a saber hacia dónde dirigirte y por consiguiente comunicar a los demás tus verdaderos deseos. Para poner límites primero necesitas identificar qué es lo que aceptas en tu vida y qué no, procura que estas respuestas sean sinceras y date un tiempo para establecer la importancia que tiene para ti que estos límites se respeten, de esta forma será más sencillo que puedas establecerlos en un futuro. Usa la escritura para determinar qué es lo que deseas realmente. 2. Acéptate y ámate Cuando aspiras a recibir el afecto de las personas en tu exterior, puede que realices acciones que no deseas hacer. Hay tantas personalidades, temperamentos y puntos de vista, que no podrás recibir este cariño siempre, por lo que es muy importante que comiences a sembrar amor y aceptación desde tu interior, de esta forma serás una fuente de satisfacción inagotable y siempre podrás recibir tu propio afecto sin tener que buscarlo en otros. 3. Respeta los límites de los demás Es importante que seas congruente contigo mismo, analiza si tu respetas los limites de las demás personas ¿Cómo reaccionas cuando un amigo, compañero de trabajo, familiar o pareja establece sus propios límites? ¿Te sientes rechazado? ¿respetas los limites de esa persona? Esta pregunta no tiene el objetivo de hacerte sentir mal, sino de volverte consciente de si das lo que quieres recibir. 4. Establece límites también contigo mismo El proceso de identificar tus propios límites, aceptar lo que sientes y amarte a ti mismo, te permite respetar tus deseos, además de cumplir tus palabras ¿Ahora comprendes por que todo comienza en el interior? Si tienes claro lo que buscas será más sencillo que tu mismo respetes tus propios acuerdos, pues sabes de donde provienen y que tan importantes son para ti, se vuelve un deseo realmente completo, no se trata de culparte una y mil veces por no hacerlo, más bien se trata de conocer tus motivos y abrazarte continuamente para llevarte al lugar en el que deseas estar. 5. Acepta que aprender a poner límites es progresivo Como cualquier hábito o actitud en la vida, la mente necesita un tiempo para reaprender y realizar las cosas de forma distinta. No te desanimes si un día no pudiste ser claro con tus limites, todo requiere de un proceso y un tiempo de aprendizaje. El primer paso es hacerte consciente de esta situación, ¿Qué ocurrió? ¿cómo te sientes y que es lo que realmente deseas? Dale tiempo a este proceso y mantente firme, adquirir un nuevo hábito requiere constancia pero cada que lo practicas te transformas más en esa versión de ti mismo ¡no te desanimes! realiza este proceso con consciencia y aceptación hacia ti mismo. 6. Identifica cuando no depende de ti Cuando estableces un límite de forma amorosa y clara, ya no está en tus manos que la otra persona pueda comprenderlo, en algunas situaciones lo aceptarán pero quizá habrá momentos en los que no. Debes saber que hay cosas que están bajo tu control y otras que escapan de tus manos, algo que puedes controlar es comprender tus límites y respetarlos; sin embargo, la reacción de la otra persona es algo que no puedes elegir. Es importante identificar cuando una persona no está respetando tus limites, si este es el caso, no bajes la guardia. Ahora sabes que el límite que has establecido surgió de algo sincero y profundo en tu interior, eres tu prioridad, esto no quiere decir que estás siendo egoísta, sino que sabes valorar tus sentimientos y decisiones, así como también respetas la forma de actuar de cada individuo.