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La revolucién invisible* Jorge Gaitan Durdn Notas preliminares Ciertamente estos apuntes sobre la crisis y el desarrollo de Colombia no son “um ensayo socioldgico 0 econdmico, sino apenas una tentativa de estudio poll- tico, Escrito en diferentes entregas, entre mayo y diciembre de 1958—Meses durante los cuales no slo se verificé la transmisién de mando de wna junta altar a un civil, sino nos integramos los colombianos en wna historia singu- Jarmente tensa, vertiginosa y diversa~ tendia a desbordar el plano tedrico y a crear situaciones politicas, era en tiltima instaneia Ja biliqueda de una politica) Quiz esto explique sus insistencias: asi, no he desarrollado el tema de laze en un solo capftulo, sino en todos, para comprobar su influencia su necesidad en cada aspecto de la realidad nacional. Y si no sus contradic: no trabajé desde Ia cima de los afios, frente a un vasto panorama historico, sino en el momento ciones, al menos el desacuerdo entre algunos detall ‘mismo en que los hechos se produefan o se transformaban rudamente 0 se di- solvian en una expectativa melancblica; dejaba la investigacién y el esfuerzo a que mi alejamiento de estas materias me obligaba para participar en la accion cconfusa_y un poco absurda de cada dia Aqui lo sistemtico reside en la descripcién politica y no en la utlizacion for20sa de datos econdmicos, etnoligicas, socio-logicos y psicalégicos, Part! * Feaprentnn del Hira Ua main ib is pado coms dn dm rei Tee ire en arto La revelucibn invisible 6 la calda de Ja dictacura militar €l 10 de mayo de 1957 y de la eleccién de Alberto Lleras Camargo para hacer una comprobacién que de puro obvia rel pou Ee SED (Glewpitalizme, la cual no se reduce a una simple asociacin de intereses entre el presidente y los burgueses, sino exige un proyecto concreto, basado en el _ los soportes —culturales, téenicos, cientificos~ indispensables para coronar esia obra monumental fueron barridos por la violencia y por la intromisién de las Fuerzas Armadas, Edad Media ladina, en la vida nacional: nuestro proyecto encuentra pues el aco, coundo pel aaa SaaS cuyos tres actos duraron mis de diez afios. Me pregunté entonces si él libe- SS aie colmar tan evidente nada: mi ami fue _ hoy por establecer une politica ex profundidad, a largo plazo, pues su Acuerdo __ 0 Frente carece de contenido ideolbgicn, social y econémico, se reduce a la __Prense Je preste ayuda com la critica y con la explicacién a las masas de los (‘ntvineados problemas nacionales. £7 commismo en Colombia, débil y dogmé- tio, no es actualmente una alternativa, Las conclusiones son claras: nuestro proyecto debe plantearse en el plano de Tas dos elases sociiles que corres- ponden a nuestro instante histérico, interesadas es- econ «ESS eee ED (del Estado le planeacién— y con la contribucién Hicida de los intelectuales, que yo he intentado iniciar ~tal vez sin fortuna precisamente por medio de estos apuntes, 108 Escéticas en Colombia Siglo XX Por qué he considerado necesario emprender una tarea en apariencia tan distante de mis pasiones culturales? Creo que el pals sc ha engafiado sobre Ja formacién de los escritores que més o menos tienen mi edad. Pertenez- co a una generacién marcada con més hondura por Marx, Freud y Sartre que por Proust, Joyce o Faulkner; nos interesa y nos entusiasma In expe- riencia literaria de Borges y Robbe-Grillet o la experiencia ontologica de Heidegger, pero prestamos mds atencién a Machado, Lukacs o Henri Le- febvres nos conmueve la aventura humana de Henry Miller o Jean Genet, pero es en una pelicula como Peths of Glory, de Stanley Kubrick, donde DOs reconocemos, sentimos en carne viva la fascinacién del pensamiento y el arte de este tiempo que gritan con desesperanza la indigencia del hombre frente a una Historia im- placable y a la vez creemos firmemente que podernos reformar el mundo, Si estos apuntes contribuyen a que algunos escritores jovenes partan desde Jo concreto, sea en el plano de sa existencia, sea en el plano de su nacién, para conquistar el reino de la ética y la estética, harto habrén servido. Dela violencia Comenzaba a abrirse paso en Colombia, tras largas y feroces (experien- cias, Ia idea de que la solucién para el problema de la violencia no era el ejército, Ahora la Junta Militar de Gobierno, con la inspiracién o la anuen- cia del presidente electo, ha nombrado una comisién investigadora de la violencia, compuesta por dos altos oficiales, dos sacerdlotes y cuatro poli- ticos, . portar determinado niimero de soldados al Cocuy, Villarrica o los Llanos? @Dirdn los dos sncerdotes que la violencia se debe a que‘en Colombia no 2 zDirin los dos politicos conservadores que la violencia la comenzé el partido liberal se han cumplido en los iiltimos afios los diez mandamiento: 109 Lareyolucién invisible * en 1930? ;Dirin los dos politicos liberales que la vielencia la comenz6 el partido conservador en 1946? No quiero ironizar sobre la tragedia colom- biana. Hay que decir sin circunloguios que esta comisibn no va a servic para nada, como no han servido jamis las innumerables comisiones de notables con que hemos pretendido resolverlo todo y con las cuales no hemos re- snelto ningim asunto, Aportar& algmos datos que todos sabemos, pedir’ algunas medidas que se han pedido desde hace afios, la prensa le hard el consabido despliegue y aseguraré que ha sido un éxito, Su fracaso no ser’ culpa de los ocho ciudadanos que Ja componen, quienes no son especialis- tas en las disciplinas cientificas que se requeririan para abocar realmente el problema, ni tendrén los medios para hacerlo —como no los han tenido en ‘iltima instancia los miembros de la comisién investigadora de los delitos de la dictadura, Todo concluiré en un silencio embarazoso. Y las causas de Ja violencia seguirdn siendo raices multiples en lo mas hondo del pueblo colombiano. El estallido de la violencia ~o de su etapa mis notoria e intensa~ en 1947 ticne(@aitas polities: cl plan de un partido minoritario para mantenerse en el poder, al cual ha llegado por la division del adversario, contra la vohm- tad de masas populares fuertes y activas. Estimulado ciertamente por el recuerdo de la violencia liberal en 1930, el plan del partid es de una légica macabra! ' See la poblacién, como ocurrié en el Norte if Smiles Narifio y Boyacs, vendré Tuego una segunda etapa, el ataque a veredas, a pueblos integramente gro- jos, el éxodo de poblaciones enteras. Obsérvese que todo esto implica ((( Gert localizaci6n, Sita violencia se desparrama tan répidamente por todo 110 Entétcas en Colombia Siglo XX mmestro territorio es porque se inserta en relaciones anormales dé propie=) Estas causas econémicas tienen ramificaciones contradictorias: de un lado negativas@l'G€pOj0/Ge las CO> ‘otro positivas, Sty en ocasiones SS Pero las, causas politicas y econdmicas no bastan para, definir el fendmeno. Hay que ir més all, més hondo, y preguntarse qué terreno de predisposicién lleva al hombre colombiano a recurrir colectiva- mente al asesinato, al robo, a lo ilfcito y lo monstruoso, en su biisqueda de poder y dé riqueza; hay que preguntarse por qué la violencia se instala con tanta facilidad y por tan largo periodo en(@l eater seal del colom- iano, por qué un campesino mate sin tener que forzarse a hacerlo, por gué un miembro de la gran burguesia o de la clase media le parece natural enriquecerse por medio del contrabando, del soborno o de la coaccién sangrlenta, Rozamos es{ una dimensién 2b‘xnal: QED Las cousas poltica de la violencia indican @IEHH6) de ESHOS parHGGS tradicionales, amorfos y centrados en una alectividad incontrolable, que incapaces de crear medios téeniens, modernos, para operar sobre el pais, han debido recurrir una y otra veza la violencia como posibilidad suprema de mantener sa influencia y su Vigor. Las causas econémicasindican’€l B80) 112 La revolucién invisible Las causas socioldgicas y psicolégicas indican el inerefble fracaso de los mé- todos culturales e ideolégicos que tradicionalmente han inspirado y en- cuadrado la conducta de los colombianos, indican que nuestros métodos ‘educativos, tanto religiosos como laicos, no han podido crear yerdaderos comportamientos humanos, indican que la solucién para la barbaric no es poner una escuela en cada uno de muestros achocientos municipios, sino Sa a raneaaecepe que han regido su desenvolvimiento, indican que‘el hombre colombiano estd) se | ‘omo s¢ ve, la violencia pone en tela de juicio todo lo que Colombia ha sido y es, significa que la nacién colombiana no ha podido formarse en cuanto nacién y que el hombre colombiano no ba podido formarse en cuanto hombre Més que en otra patria cualquiera en nuestro pais el hombre ha sido wna Se ha dicho que la comisién de la violencia debe estar integrada por 50- cidlogos, antropélogos, higienistas, crimindlogos, agrénomos, analistas politicos, econbmicos, histories, es decir, por cientificos. Esto es obvio menos para los que nombraron la comisién de marras y para sus inspira- dores—, Pero aun as{ compuesta, la comisién tampoco servirfa para nada, si no se le dan los medios necesarios para ii el estudio de la violencia, orginicmectevincalado al SUMED or no lS oda Estéticas en Colombia Siglo XX \(@eonomifa nacional) no se incrusta en un proyecto total, Nuestra tragedia es ciertamente el eje de todos lox problemas colombianosyy su examen, la {ase preliminar e indispensable para toda solucién, Pero precisamente la violencia nos ha arrebatado los instrumentos y los conocimientos con los cuales deberfamos emprender este proyecto de salud, ,Acaso Colombia es hoy una contradiccibn irresoluble? Tierra de nadie Los dirigentes de la nacién no tienen ninguna politica, porque no pueden tenerla, Como no podra tenerla el Congreso, inmovilizado constitucional- mente, representacién maniatada de dos partidos deshechos y gratuitos, si el pais insiste en sus viejos sistemas de vida, No existen los datas que se necesitan para funda una politica, ni los instramentos para obtener estos datos. No existe el equipo de cientificos, planificadores, especialis- tas, téenicos, que pueda hacer un estudio global de la realidad colombia- na. La violencia arras6 nuestros incipientes medios de conocimiento. La Universidad Nacional, los institutos de economia y filosofia, los institutos de investigacién histbrica y geogréfica, la Escuela Normal, las bibliotecas, Jos orgenismos de plancacién y fomento, quedaron hechos trizas dis- locados y falsificados. El terror y su compafia inevitable: la intolerancia, destruyero} mn, Lamitad de Desaparecieron asf, entre la turbulencia y la farsa, las precarias mediaciones culturales que tenfamos para que las elites, politicas y econémicas e inte- Iectuales, operaran sobre el pals. Colombia es hoy una cosa impenetrable, Alacercarnos a cualquiera de sus aspectos mediciones nos detiene cierta opacidad, nuestra ojeada puede advertir ciertas lineas generales, ciertas relaciones entre bloques, pero resbala ineluctablemente sobre las super- 113 1a revoluciéa invisible Acies cuando intentamos llegar al fondo de un problema, Una politica es algo conereto, no se confunde con su enunciacién, Para que sea nueva y cficaz debe responder en el campo social, ideolégico, cultural a cambios a lo menos a una tendencia hacia el cambio en la estructura econémica Hay que preguntarse, pues, en primer término, cbmo, dénde se estin pro- duciendo estos cambios.¥ luego, cual es sa influencia en la manera de vi y pensar del colombiano, Por dltimo, debs i ‘ mos la Algunas estadisticas ragmentarias o inexactas, algunos estudios rr A alg Instituto que marche inexplicablemente bien, no bastan para desc Ear el estado real del pafs. Algunos politicos pueden estar seguros de sus ‘ideas, algunos gerentes de sus empresas, algmos escritores de su estilo; pero nada de esto, aslado, define la tendencia, la téonica o el trabajo inte. Tectual que necesitamos para formarnos en cuanto nacidn, Sentimos que se ka producido una ruptura dramé ivir Ly de muerte, sentimos el ruido subterrineo de un cambio, de un gran movimiento de estructuras, Sabemos que estamos al borde de un proyecto decisivo, pero ignoramos cbmo integrarnos en él, como iniciarlo, chmo realizarlo, Nues- ‘tra mentalidad sigue siendo anterior a la tragedia, Un intelectual burgués No se comprende bien la fancién de los intelectuales en una sociedad cons- truida por gerentes y directores, thenicos y cientificos, Nunca en nuestro pals han sido tan indispensables como hoy esta hombres eque hieden a intel [stéticas en Colombia Silo 0% (Gest como a otras tes ice las axilasy (Gor, Le Tattr), No los confundamos om aa: cretinos cuya profesién es hablar diariamente de todo sin saber de plejidad de la vida politica, social y cultural, deben describir el denvollo de aquél en el marco de ésta, o —desde otro éngulo~ mostrar la incesante influencia de la estructura econémica en la ideoldgica, y a la inversa, En una era de especialistas los inteleciuales son’ en relaciones entre los hombres y entre el hombre y el mundo, Llenan con razbn, con lucider, con cultura los vaclos que separan las inteligenciasinsula- ze: de los técnicos, enyo de nominador comin consist ‘rich Fromm, Prtcoondliss de la sociedad contempordnea, p. 144, Fondo de Cultura Econdmi- ca), Creo que ésta es la limitacién de los jévenes econamistas colombianos, La labor de los intclectuales es darles cohesién y profundidad ideolbgica a Jos muy diversa estudios que se estin haciendo o que se van a hacer sobre Jos problemes nacionales: Ja esencia (Gels eslidad que nos vodess (op cic, p. 145). Nunca hablamos tenido tan grande oportunidad de operar eficazmente sobre nuestro pais, ‘Tendremos ademas en los afios que se avecinan la tremenda responsabili dad de evitar que la concentracién dramitica en el aumento de Ja produc- ‘ibn nos convenza ~consciente o inconscientemente~ de que la produe- cién es un fin y no un medio apenas para que el hombre colombiano se vaelva un hombre cabal. Porque nuestro oficio es comprender o intentar Comprender el encadenamiento de la historia, deberemos explicar sin re- oso y afrontar la tragedia de las sociedades capitalistas de nuestro siglo: «Al construir el nuevo mecanismo industrial, el hombre se absorbié de 115 Larevolucién invisible 116 tal modo en la mueva tarea que ésta se convirtié en la meta suprema de su vida, Se cen lugar de ser su amo, Se sintié a s{ mismo una mercan- cia, una inversién; su finalidad se redujo a tener éxito, es decir, a vender- se en el mercado del modo mis provechoso posible, No poseyendo més sentido de s{ mismo que el que puede proporcionar Ja conformidad con Ja mayorla, se siente inseguro, angustiado y dependiente de la aprobacién ajena, Esté enajenado de s{ mismo, ad6falel prodicts| de® propaga mo si estuvieran por encima de él y no fueran hechos por él» (En la obra citada de Fromm véase especialmente €l Capitulo V: «El hombre en la sociedad capitalistan, pp. 71 a 162) _ Almismo tiempo ante las actuales sociedades socialistas somos los herejes (©) por excetencia, Yo soy uno de esos intelectuales, burgueses hasta la mé- dula, desgarrados entre su modo de vida y su lucidlezs que comprenden la __tevolucién proletaria, pero que no pueden separarla de cierto humanismo, de cierta ética, y no admiten por tanto que al anaparo del ideal de la socie- dad sin clases nuevos dioses —Ia clase, el partido, el padre de los pueblos, cte.— se instalen furtivamente en la mente humana, que ha sido asediada desde los origenes por todas las fuerzas de lo inhumano! Se asiste hoy a un Sn tonnsiien oan tomar el poder en paquidermos sanguinarios y miticos que aplastan a poetas como Pasternak y Maiakavski; a directores cinematogréficos como Eisenstein; a filésofos como Lukacs; a pueblos, en fin, que han cambiado el cielo por un nuevo paraiso terrestre y que slo han hallado el Terror.

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