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que existe entre el bien que deseary a es la que torna dolorosa la relacién cx ibre para salvarlo, para curar esa herida lesgracia, Esta mano tendida del Padre s de la convocacién de un pueblo. lispersos, aislados, sino que con- a Abraham y en la respuesta de némadas, Dios comienza a realizar areci6 a mas de quinientos hermanos a la vez de ‘Viven todavia, si bien algunos han muerto, Luego se _y més tarde a todos los apéstoles’. ee (1. Cor cipulos experimentan la profundidad del Misterio de Je- ha rehabilitado, es el Mesias, el Ungido de Dios, el Media- ahora comprenden, les abre los ojos ante la mision que Je- nueva situaci6n es continuacion de la que vivieron antes de 9 ha habido ruptura entre los antiguos y los actuales discipu- que la confesién de fe en Jestis, vivo y glorificado, les con- ovada para seguir el camino, comenzando desde Galilea (Mc salvacién, Como en el relato de Ezequiel ja esperanza se habia desvanecido, se siente eon creadora del Padre, en quien Vida y su destino; se comprende como iJ, por quien se siente fundada | continuar SU misiOn; y se comprende N quien su vida se percibe como de dones, servicios y ministerios acion de su mision salvadora en ¢| atemorizados, costituyén- a todos los pueblos. ecostés cuando, reunidos 10 la independencia de unas comunidades respecto de or el contrario, dio pie a una profundizacion en todo aquello que ‘como una Iglesia presente en diferentes poblaciones. La Iglesia Jerusalén es la misma que se retine en Corinto, Filipos o Tesaloni- | mismo Sefior Jesucristo quien la convoca. jidad local se celebra la Eucaristia, se participa de la orac Ta vida, los dones y los bienes, se acoge a marginados y oprimidos, se ‘amor. Quien se incorpora a una de elas se incorpora a la Iglesia Univer- ‘Nuevo Testamento dibuja con las imagenes de Cuerpo de Cristo (Rom 10,17), Pueblo de Dios (Hch 15,14; 1 Pe 2,9-10) Templo del Espiritu (EF 2,22; ‘De esta manera, partiendo de la Iglesia como comunidad local que ce- a, se comprende la Iglesia Una y Universal, comuni6n de Iglesias: el de I: i 6li ee la Iglesia apostélica ‘& jypios DE JERUSALEN ¥ JUDIOS HELENISTAS Los judios de Jerusalén convertidos al cristianismo hablaban arameo, eran de mentalidad semita, leian la Biblia en hebreo y cumplian de forma estricta la Ley Mosaica. Su conducta ‘apenas se diferenciaba de la de otros judios piadosos, como los fariseos 0 fos esenios. De cultura rural, su si- tuacién econémica era baja. Los ju- deocristianos eran muy bien vistos ‘por el pueblo, y fueron defendidos por Tos fariseos en mas de una ocasién. Los judios helenistas vivian fuera de Palestina y, pese a que eran obser- m una mentalidad occidental: leian siblia en griego, tenian menos a Ley Mosaica y los que se n en Jerusalén, conservaron la ensefianza de los apés. Ja “fracci6n del pan" o Ey. i i, siendo llamado, junto con s ce evidente la importancia que de la eleccién de Matias pay: el grupo cristiano era m\- la diversidad de proceden. ron los conflictos tanto a |a a la hora de poner en comun © bre los cristianos de acontecimiento de Je- lehratiats en la Escritura con ocasién de la muerte de Esteban, en la que licos, y un cuarto viaje realizado como prisionero, pero en el que vangelizar. Nos centraremos en los tres primeros. 2 Antioquta, donde se asienta la comunidad cristiana que les e san en compariia de Juan Marcos hacia Chipre, donde encuen fundada por los cristianos helenistas. Pasan al continente en Marcos les abandona. Recorren Pisidia, Iconio, Listra, Derbe, smo camino, embarcdndose en Atalia para regresar a su punto Pisidia, Listra. Agus toma por compariero a | nates, eruzé a Tréade se les une Lucas, el médico; pasa a Macedonia, fundan- ca y Bereas. En Atenas no logra una gran audiencia, pa- ‘fio y medio. Alli conoce a Aquila y Priscila, que le do por Bfeso. Visita Jerusalén y vuelve a Antio- nuevo por Macedonia hasta Mileto, se donde partiré a realizar el viaje de la AS habia judeocristianos en Roma, ya que dad debido a los tumultos que se produ ote Cresto). De entre los expulsados con: , encuentra en Corinto en torno al afio 50 a Jerénimo, Pedro pontifico en Rom én estuvo en Roma evangelizan n Roma es que llegara ali por el aio 43 sand en el afio 56 cuando Neron pe se realiza plenamente. Por esto, en las ie el seguimionto del Sefior trata de ha- upan los hermanos en las relaciones po- entre los hermanos y sus grupos: fa fuera de ellas, se alarman los que dirigen ‘puntos de luz en el conjunto del Imperio Ro- temen ser derribados de su situacion ppequefios nicleos que pretenden transfor- de un solo Padre que a todos convierte en » aguijén que desestabiliza el mun- to (poder, cultura, dinero) ofreciendo cristianas debieron sufrir en sus ssde la marginacién y el desprecio ‘siglo IV la situacién va a cambiar unsformacién son los siguientes: nismo, pudiendo ya vivir los

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