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UNIVERSIDAD

SEÑOR DE SIPÁN

Facultad de Humanidades

Integrantes : Javier Montaño Santacruz

Escuela : Psicología - VIII Ciclo.

Curso : Psicoterapia infantil

Tema : Análisis crítico

Docente : Julio Silva

Fecha : 16 / 07 / 06

Pimentel - Perú
TERAPIA DE JUEGO
VIRGINIA M. AXLINE

ANÁLISIS CRÍTICO

Después de dar lectura de este libro, puedo darme cuenta de muchas cosas,
que no todo está aprendido, cada día se aprende cosas nuevas con
experiencias nuevas, con autores que cada día con sus experiencias nos hace
aprender de distintas formas.

En este caso, la autora Virginia M. Axline, nos da a conocer su libro de “Terapia


de juego”, que es un libro muy interesante. Nos da unas pautas sobre este tipo
de terapia, el de dar libertad al paciente, dejar expresar como él quiera, que
busque sus propios criterios y puede desarrollar en base a ellos. La terapia de
juego se basa en el hecho de que el juego es el medio natural de
autoexpresión que utiliza el niño. Es una oportunidad que se le da para que
exprese sus sentimientos y problemas por medio del juego, de la misma
manera que un individuo puede verbalizar sus dificultades en ciertos tipos de
terapia con adultos, pero siempre y cuando poniéndole algunos límites, hasta
donde puede llegar el paciente.
En esta terapia está basada en la teoría de la terapia no directiva, de la
cual trabaja en base al autorrealización del paciente, nos dice la teoría que
las personas tienen en su interior algo que les impulsa a auto desarrollarse,
a sobre salir de sus problemas por sí solos y que muchas veces por
influencia de padres u otras personas que los estancan haciéndoles todo, se
mal acostumbran y siempre esperan que otros hagan las cosas por él. Todo
este cambio es gracias a la propia experiencia de la persona, las cosas
nuevas que pasa en su vida cotidiana, hace que aprende más sobre la vida,
sin darse cuenta, él mismo aprende de sus aventuras. Las experiencias
hacen que cambie el enfoque y la perspectiva del individuo. Todo está en
constante desarrollo, intercambiando y adoptando distintos grados de
importancia para el individuo durante la reorganización e integración de sus
actitudes, pensamientos y sentimientos.

Cuando un individuo se encuentra ante una barrera que le hace más difícil
alcanzar la completa realización de su Yo, forma un área de resistencia,
fricción y tensión. El impulso hacia la autorrealización continúa y la conducta
que adopta el individuo demuestra que está satisfaciendo este impulso
interno por medio de luchar abiertamente para establecer. su autoconcepto
dentro del mundo real, o bien que lo está solventando en forma vicaria,
reprimiéndolo en su mundo interno donde podrá establecerlo con menor
esfuerzo
Así se le hará más fácil al individuo autor realizarse, buscar sus
experiencias pasadas, para saber como actuar frente a una situación, el de
recordar hechos pasado para que así pueda él mismo escoger la actitud que
debería haber tomado o lo que no hubiera hecho, para que en su futuro
sepa cual es lo mejor. Sólo de esa forma, el individuo para a obtener
confianza en sí mismo más a delante, va a confiar en las cosas que puede
hacer y lo que se propone. Cuando el individuo desarrolla la suficiente
confianza en sí mismo como para poder exteriorizar su autoconcepto,
sacándolo del mundo de las sombras hacia la luz conscientemente, y con un
propósito determinado puede dirigir su conducta por medio de evaluación,
selección y aplicación para alcanzar su máxima meta en la vida que es el
auto realización.
Para esto hay que tener buenas técnicas para desarrollar esta habilidad, en
el cual el paciente necesita desarrollar muchos objetivos que a la larga se le
hace difícil si no busca mejoría.
Una de ellas es la aceptación del terapeuta al evaluado, es un factor muy
importante, ya que desde ahí se empieza a dar confianza al niño, para que
sienta que es muy importante estar sentado junto al terapeuta y hacer las
cosas que están haciendo o por hacer. La total aceptación del niño se
demuestra por medio de la actitud del terapeuta. Él conserva una relación
tranquila, segura y amigable con el niño. Evita demostrar cualquier señal de
impaciencia, absteniéndose de realizar cualquier crítica o reproche -ya sea
directa o indirectamente No debe de existir todo halago en lo relativo a
acciones o palabras. Todo esto requiere de una disciplina por su parte.
Existe un sinnúmero de trampas en las que un terapeuta incauto puede
caer. El niño es un ser muy sensitivo y está capacitado para captar hasta el
rechazo más velado hacia su persona por parte del terapeuta.
Otra de las técnicas es la terapia en grupo, ya que no solamente se trabaja
individualmente, el niño muchas veces se siente asustado, frustrado por
estar solo frete al terapeuta, para esto existe la terapia de grupo, ya que se
les va a hacer un poco más fácil para ellos desenvolver cuando ven un niño
más y ya puede estar seguro que está en bunas manos. Para aplicar este
principio en una situación de grupo, el terapeuta está obligado a vigilar
continuamente sus respuestas para que ningún niño en el grupo se sienta
en momento alguno que está siendo comparado o contrastado con cualquier
otro miembro del grupo. Tal sentimiento puede ser despertado con bastante
facilidad si el elemento de alabar o crítica, ya sea directo o indirecto, es in-
troducido en las respuestas del terapeuta.

Para esto la vigilancia debe de ser muy precisa, ya que hay que ver por
cada niño, lo que siente, lo que quiere, lo que esconde, lo que no está
haciendo, para darnos cuenta, ya que son indicadores muy importantes,
sobre todo saber que es lo que siente al actuar de una forma u otra.
Reconocer e interpretar los sentimientos son dos cosas diferentes. Sin
embargo, es difícil diferenciadas. El juego del niño es símbolo de sus
sentimientos, y cada vez que el terapeuta intenta transformar el
comportamiento simbólico en palabras, porque interpreta diciendo lo que
piensa que el niño ha expresado en sus acciones. Esto parece inevitable y,
en ocasiones, también ventajoso. El uso cuidadoso de la interpretación
parece ser la mejor política, con el terapeuta realizando interpretaciones lo
menos posible y, cuando esto fuera necesario, basándose en la obvia
actividad del juego del niño. Aun entonces, la respuesta del terapeuta
deberá incluir el símbolo que el niño ha utilizado.

Por ejemplo, un niño de seis años de edad fue llevado a la clínica para que
se le diera terapia de juego debido a sus exagerados sentimientos de temor
y ansiedad. Jugó con la familia de muñecos en la casa de muñecos. Sacó
de la casa al muñeco que representaba al niño y dijo al terapeuta:
-Ella está sacando al niño de la casa hacia donde se encuentra la arena
movediza. El niño tiene miedo. Llora y le dice a su mamá que tiene miedo,
pero ella le obliga a salir.! Él se está sumiendo más y más y más en la arena
movediza.
El niño, mostrando gran ansiedad y miedo, entierra al muñeco en la
arena. Este niño está obviamente dramatizando su miedo así como su
sentimiento de inseguridad y falta de comprensión. ¿ Cómo deberá el
terapeuta responder a esto? Es innegable que el niño, por medio de su
juego, está exteriorizando el punto clave de su problema. Si el terapeuta
asimila la situación, dirá:
-El niño está siendo sacado de la casa y tiene miedo. Afuera hay arena
movediza. El niño se pone a llorar. Dice a su mamá que tiene miedo, pero
ella lo obliga a salir y él queda enterrado en la arena.
El niño está hablando "del niño" y el terapeuta está hablando "del niño". El
terapeuta parece repetir al niño sus mismas palabras. De haber dicho:
"Tienes miedo y tu madre no presta atención a tus temores y eso te hace
temer aún más", se estaría anticipando al niño e interpretando sus
declaraciones. Tal vez la interpretación es correcta, pero existe el peligro de
revelar algo al niño antes de que esté preparado para afrontarlo. Cuando el
niño dice: "Yo también tengo miedo. Y en ocasiones lloro, pero mi madre me
obliga a salir de todas maneras", entonces está preparado para recibir una
respuesta directa, "tienes miedo", etcétera. Mientras él sienta que es
necesario utilizar al muñeco como medio, el terapeuta debe utilizarlo
también.
Demostrando a todo esto como el niño como puede cambiar de actitud,
de parecer, de ver las cosas, sabemos como el niño puede actuar ante
situaciones futuras, que a lo mejor no se dan cuentan muchos padres, pero
lo que hacen ahora como un juego, lo tomarán más adelante como
respuestas hacia alguna situación. De esta manera se encuentra aquellos
problemas que presentan en casa, que muchas veces los padres mismos
son los que tratan de ocultar, ya que ellos están involucrados en el problema
y quieren dejar toda la carga del problema en el niño, pensando que
solamente el niño es el problema y él es el que necesita curarse, cuando
también influye la dinámica familiar.

Este tipo de terapia es muy interesante como lo describe la autora, ya que


nos da nuevas perspectivas, nuevas formas de llevar a cabo una terapia
más aún con niño y por medio del juego, esta terapia es muy rica, ya que
nos da muchos indicadores sobre lo que está pasando en el niño y qué es lo
que está sintiendo en realidad para buscar el punto de partida por donde
vamos a afrontar el problema.
Todos buscamos formas de enfrentar un problema, y muchas veces
buscamos soluciones complejas, a los problemas más débiles y fuertes
también, de lo cual nos muestra una vez más la frase que dice, hay que ser
como niños para buscar nuevas soluciones, hay que ser creativos como un
niño para saber afrontar un problema lo más práctico posible, en el cual se
encuentra la respuesta a tanta búsqueda que se le puede hacer en un
problema. Gracias a la autora de este libro, podemos ver una vez más que
un niño no solamente es un niño, sino que es un ser humano como
cualquiera que también se estresa, que también tiene sus problemas, y más
aún al niño se le hace difícil salir de aquella, ya que no es como un adulto
para saber el motivo y para poder expresar lo que siente, en el cual el
terapeuta es una ayuda importante para saber que es lo que siente y pueda
expresar la realidad que hay dentro de el niño o paciente.

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