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Sesion 9 / Las lecturas o solo nuestros sentidos, no solo nuestros recuerdos, no solo las cosas que nos rodean forman el material de nuestra escritura. Una parte esencial de lo que somos la han conformado los libros que hemos leido. Gracias a nuestras lecturas, nuestro pequeiio mundo se ha ampliado y hemos vivido otras vidas ademas de la propia. Nuestros horizontes se han ensanchado, nuestras experiencias se han multiplicado. Sentados bajo la lampara, hemos viajado tal vez por el océano embravecido, matando ballenas, o hemos vertido abundantes lagrimas cuando alguna heroina se muere y hemos muerto un poco nosotros también; hemos peleado contra grandes molinos de viento, hemos colonizado islas desiertas, hemos volado en globo y hemos asesinado, tal vez, a una vieja avara en su oscura vivienda. Seguramente tii recuerdas con emoci6n ciertos libros, ciertas escenas, ciertos personajes de tus lecturas. Muchos de nosotros nos solazamos, en nuestra temprana juventud, con libros como Mujercitas, Laisla misteriosa 0 Platero y yo. O tal vez con los maravillosos cuentos de hadas que nos leia alguna abuela antes de dormir. Y claro, seguramente conoces muchas historias que, procedentes de algun libro antiquisimo, de las mas viejas mitologias de la humanidad, se han quedado vivas en nuestra cultura. Sin darnos cuenta, hacemos referencia a muchas de ellas, las hayamos leido o no. Tal es el caso de las historias y los personajes de la mitologia griega, o de la mitologia azteca, o de ciertos pasajes de la Biblia. Pasa lo mismo con ciertos cuentos clasicos. Como son historias muy bien construidas, les podemos sacar jugo una y otra vez. Las contamos y las componemos, las utilizamos en nuestros chistes, hacemos alusiones de todo tipo a ciertos personajes miticos, los reinventamos. Van algunos ejemplos: Adan y Eva, con todo y su paraiso terrenal y su manzana y su serpiente; el Arca de Noé; la mujer de Lot que, al mirar hacia atras, qued6 convertida en estatua de sal; la cabellera de Sanson y la malvada Dalila que se la corté, por mencionar solo algunos pasajes de la Biblia. Pero hay muchos ejemplos mas. Hay personajes literarios que siguen viviendo entre nosotros, y los citamos, y hablamos de ellos, y tal parece que fueran personas reales que hubieran existido de verdad. Pensemos en Don Quijote de la Mancha y en su fiel escudero Sancho; en Gulliver rodeado de liliputienses; en Romeo y Julieta; en Sherlock Holmes... De los cuentos de hadas clasicos, como los de los hermanos Grimm. o de Hans Christian Andersen, todos recordamos a la Cenicienta, a Blanca Nieves, al Patito Feo, a la Bella Durmiente y a la famosisima Caperucita Roja. Por supuesto, también estan presentes Aladino y Scherezada, Ali Baba y Simbad el Marino, que viajaron desde el Oriente para quedarse entre nosotros durante mil y una noches. Estos temas, estos mitos, estos personajes han sido fuente de inspiracién para el cine, el teatro, la television. Y claro: para otros escritores que, tomandolos como punto de partida, han creado nuevos textos. Hoy te queremos invitar a la Grecia antigua. Tal vez recordaras los dos famosos poemas épicos del gran Homero, La Iliada y La Odisea. Los hayas leido o no, seguramente has oido hablar de ellos. Escenas como la del caballo de Troya 0 personajes como la fiel Penélope, que tejia de dia y destejia de noche mientras esperaba durante largos aiios el regreso de su marido, son inolvidables. Hay un pasaje muy famoso en La Odisea, en donde el ingenioso Odiseo (también Iamado Ulises, quien, por cierto, es el marido de Penélope) recibe un consejo de la diosa Circe antes de continuar su viaje. La bella diosa habla sobre una misteriosa isla en donde viven unos seres fantasticos llamados sirenas. Estas tienen una bellisima voz, y atraen con sus cantos a los marinos de los barcos. Pero son malvadas: nave que se acerca, nave que se pierde, porque con sus canciones hechizan a los hombres, y estos no se pueden ir ya nunca y mueren. Entonces la diosa le da el siguiente consejo a Odiseo: Pasa de largo y tapa las orejas de tus compafieros con cera blanda, previamente adelgazada, a fin de que ninguno las oiga; mas si tl desearas oirlas, haz que te aten en la velera embarcacion de pies y manos, derecho y arrimado a la parte inferior del mastil, y que las sogas se liguen a él: asi podras deleitarte escuchando a las sirenas. Y en caso de que supliques o mandes a los compafieros que te suelten, atente con mas lazos todavia. Asi hablé la diosa. Odiseo, entonces, obedece al pie de la letra a Circe, y su barco pasa por el peligroso lugar sin dafio alguno y puede continuar su viaje. A través de los siglos, este pasaje ha sobrevivido en la imaginacién de la cultura de Occidente, y tanto en Europa como en América las sirenas han sido recreadas de multiples formas, casi siempre como seres fantdsticos que son mitad mujer, mitad pez. En el arte popular mexicano las encontramos, en variadas y coloridas versiones, hasta hoy: aparecen, picaramente, en los sones huastecos o jarochos, y las podemos ver formadas en barro o talladas en madera como ingenuas niifias, con sus pechos de mujer y su cola de pescado, y también con su guitarra, para acompaiiar su dulce cancién. Ahora lee estos dos ejemplos de textos modernos sobre las sirenas. eee Lecturas A CIRCE Julio Torti iCirce, diosa venerable! He seguido puntualmente tus avisos. Mas no me hice amarrar al mastil cuando divisamos la isla de las sirenas, porque iba resuelto a perderme. En medio del mar silencioso estaba la pradera fatal. Parecia un cargamento de violetas errante por las aguas. iCirce, noble diosa de los hermosos cabellos! Mi destino es cruel. Como iba resuelto a perderme, las sirenas no cantaron para mi. (De De fusilamientos) AVISO Salvador Elizondo im. Julio Torri La isla prodigiosa surgid en el horizonte como una cratera colmada de lirios y de rosas. Hacia el mediodia comencé a escuchar las notas inquietantes de aquel canto magico. Habia desoido los prudentes consejos de la diosa y deseaba con toda mi alma descender alli. No sellé con panal los laberintos de mis orejas ni dejé que mis esforzados compafieros me amarraran al mastil. Hice virar hacia la isla y pronto pude distinguir sus voces con toda claridad. No decian nada; solamente cantaban. Sus cuerpos relucientes se nos mostraban como una presa magnifica. Entonces decidi saltar sobre la borda y nadar hasta la playa. Y yo, oh dioses, que he bajado a las cavernas de Hades y que he cruzado el campo de asfodelos dos veces, me vi deparado a este destino de un viaje lleno de peligros. Cuando desperté en brazos de aquellos seres que el deseo habia hecho aparecer tantas veces de este lado de mis parpados durante las largas vigias del asedio, era presa del mas agudo espanto. Lancé un grito afilado como una jabalina. Oh dioses, yo que iba dispuesto a naufragar en un jardin de delicias, cambié libertad y patria por el prestigio de la isla infame y legendaria. Sabedlo, navegantes: el canto de las sirenas es estupido y mondtono, su conversacion aburrida e incesante; sus cuerpos estan cubiertos de escamas, erizados de algas y sargazo. Su carne huele a pescado. (De El grafégrafo) En ambos ejemplos, fijate c6mo los autores eligieron volver a narrar el episodio, pero cambiaron el desenlace. Y observa que narraron la historia en primera persona, es decir, se pusieron en el lugar de Odiseo. /. Lee varias veces los textos anteriores, y fijate muy bien en las palabras que usa el autor. Puedes subrayar aquellas que no conozcas 0 las que te parezcan mas bellas, mas extrafias, mas acertadas. Consulta tus diccionarios. a 2. Escoge un mito griego o mexicano, una leyenda tradicional, un pasaje de la Biblia o un cuento de hadas clasico. Témalo como punto de partida y recréalo, escribe un texto inspirado en él. Puedes hacer muchas cosas: cambiar el final de la historia, ubicar a los personajes en otro ambito, por ejemplo, en la época actual y en la ciudad en la que vives; imitar el lenguaje y el estilo del autor elegido, o cambiarlo y contarlo de manera mas moderna; convertir una historia tragica en algo humoristico 0 viceversa. Puedes hacer lo que quieras. Disfruta, juega, idiviértete! a

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