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REVISTA DE Qs Central de ARQUITECTURA Argutectes BUENOSAIRES 4% ALTA DENSIDAD seay Comision biRecriva 2012016 Jig Eduardo Bkinschein Jr Rta Comardo 2g Agustin Gala Puga ‘Ag Marcelo DeCusatis ‘re Gast Rebaghit Jeg Jonge ibame ‘rq Valeria Del Puerto MAR. Musso de equtetra Deno / 2 uo Keselman ‘hg, Martin Marcos tre Esteban Urdampillets fg. Graciela Brandare fg, Roberto Busnel fe, Darel Becker fg, Fain De La Fuente fg Ines Messore ‘rq Antonio Ledesma fg Marta Gare Fale ‘ig Alejandro Regueiro fg. Jost Ignacio Barassi fq Marta Mids fg Roberto Tari fg R Carolina Day eg Herne Maldonado fg. Jorge Lema seq Carlos A Gorbatt rq Carlos Cotte, Roberto Cardin: Se Joel E Pere eq Marta Garca Faleo Ue Guiomar de Urgell ‘ig Inds Messore fg Julio Valentino fa. aleia Del Puerto fg, Abert Belle ‘TRIBUNALDE HONOR2012.2016 ‘Ng, Emiliano Espasandin 1g Andis Pela 2g Marcela Clericé Mossina vq, Andrea Fabiana Herndndee 1g Tistin Dieguer ‘iq Sebastn Adamo aunt tans ae ‘rg Matin Cigh iq Lule Mara Albornoz ‘Juan Martin Urgell 2g Gustavo Guevara 1g dian Sebastian ‘kg. Horacio Sadie ‘Na Berardo Dujovne 1g Juan Manvel Borthagaray fg. Catlos Berdichevaky 2g Raul Rivarola rq, Daniel Siberfaden ‘gq Jaime Grinberg Morten 998, (01) Gada Aténoma de umn Aes, Agena en) a5 4075-4812 3644398513896 J (41) 3813 8529 Info@socragorg | weasoceg og ‘hc dl Libertador 99 (esauna Cla), (100) Cad Astromade Bunce Ares ri 454) 48601888 musco@soceargorg | FARCSCA a Seco Cnt de rquece / SCA, fu funded 886 edad cn res eli, mis anti tun de peste ele argue es a Buering Se Sp enue ices pak je cpa aeons topcoat de Meech get SUMARIO mesrizas wang. ‘Revista DE aRQUITECTURA ‘ARO 110 | N° 252 TORO 2014 EDITORIAL VIVIENDA COLECTIVA. EN BUENOS AIRES EN EL SIGLO XX EL HABITAT DELOS HOMBRES SEGURIDAD, VIVIENDAY ESPACIO PUBLICO ELCASO GAUDI O. LAINCOMODIDAD DELO NO MODERNO ARTEFACTURAS, YUCUN O HABITAREL DESIERTO FOSTER EN PUERTO MADERO BIBLIOTECA ‘hg Eduard Bekinschtin jonesinsttuciorales@socearqorg J G4) 8154075 nq Nan tq Claudio Robles Se: Pable Rossi / pabloraserndodedaens ‘hg Marcelo DeCusatis Impamaser [ EDITORIAL [La Revista de Arquitecturacelebra sus primeros 110 ats, acontecimiento que estar presente en cada mero de 2014, Esta publicacién siempre se a propuesto dar cuenta dl estado disciplinary a sido un verdadero termémeto del tempersturs de noctra actividad. Fue muchas veces Ia herramienta que sefialé caminos posible, sobre todo en rlacin ala ciudad y el espacio donde ‘lanteamos tanto coincidencias como divergencias. En sintesis,nos ha ayudadoa redefinir ya pensar, la mejor forma dle cjerce a labor Esa trayectoria hace imposible pensar sljada del cotidiano devenir profesional yes motivo para ‘estsjr, Marca continaidad y permanencia. Los arquitectos tenemos mucho para devir sobre la ciudad y el habitat ientiticando los desfios que dcbemosaftontar. [La pobreza la sostenibilidad urbana, la prcariedad de las inffaeserctara ye espacio piblicoson slo algunos de los eto yserén la agenda permanente de futuros nimeros. sax que esta publicackin nos obliga siempre ala reflexisn y constituye un oportunidad de mostrar Ia actuaidad, Hoy, con nuevo disco y nuevas secciones, comenzamos un camino que segurament: seri tan fructifero, como lo fueron ls ant ives etapas de su extenso recortido, [La elecein del tema de este niimero no es casual En primer lugar porque la vivienda es un tema prioritaro y,simul- ‘incamente, Gta legar asus lectres al mismo tiempo que se desarollan una serie de concursos de viviendas. Ast, después de largo tiempo los arquitectos poems participaren la programacién y el proyecto de nuevos barrios de viviendas, materia fundamental ena construccién de la ciudad. La nota de tapa, Vivienda Colectiva en Buenos Aires, que propene un recorrido por las grandes obras en el tide de ‘Buenos Aires, seguramente acercari muchos estudiantes 2 es0seficios emblemiticos que tanto ensefan ya otros les recordar las leciones aprendidas. ‘Una reflesinhicid sobre cémo construir condiciones de urbanidad y Ta sensible interpretaciny los hermosos dibu~ {os del Habitat de los Hombres, completan el cuerpo principal. “Mestizajes nos plantears en cada nimero distintos abordajes dsciplinares desde los hordes difusos del proyecto dan- dese fasioman y construyen expacis inicos. lar tended su lugar permanente en esta seccidn en la que se iri desarrllando las confuencias entre diversas cexpresiones de la contemporancidad. REMSTADE AROUITECTURA, Pe ee EIMARQ,,Museo de Arqutectura y Dseio de la SCA, tendri peri6icamente su lugar para mostrarnos los eventos aque acontecieron y nos quede registro, modo de catslogo de las actividades que al se desarollan. Vale asimismo destacar que pronto se iniciarin lay obras de ampliacién, cuyo proyecto surgié de un concurs piblico reciente. En cada nimero publicaremos documentacin de elificios,planos de obra: plantas, corte, vistas y detalles constuctivos. ara finaliza,proponemos una actualzada refleaign sobre a bibliogafta que existe sobre el tema de la vivienda y los libros que se encuentran, sobre el tema,en la blioteca SCA. Es fundamental volver a ser una referencia para nuestros ertudiantes y desde estas nuevas seccioncs nos proponemos scercarnos asus intereses yaporta a su formacién, ‘También hemos preparido un proyecto destinado a obtener fondos para restaurar la centenara torre de aguas que alberga al musco, asi como el diseio de a plataforma digital de obras que seri la primera gui interactiva de arquitee- tura del pais con la partichparién de destacadoe profeeones univestaies. "Numerosos concursos se convocarin este afo, entre los cuales el de la Villa Olimpica/Comuna 8, que con sus cinco tapas, seguramente seri n hito para repensar I vvienda Asimismo, gran diversidad de cursos se estin incomporaran Ia programacién anu, poniendo cl énfisisen a capaci taciéa profesional. La entrega del Premio Trayectora, el Premio SCA CICoP ala mejor intervencién en el patrimonio edifcado, el Pre- rio SCA CPAU de Arquitestara y Usbanismo y el Premio alas obras de Anqitectur Sustentable apaestan al mejor hacer profesional de nuestros arquitectos. En sitess, ay mucho camino recorsido en los 128 aos de vida de la SCA, pero hay mucho mis por andar. Para las Insiruciones el fururo puede ser mas dilatado que el pasado. La SCA, centenaria casa que nos convora muchas veces ala memoria, quiere hoy pensarse en el futuro, Tenemos que afrontar la transformaciéin como In iin y plantearnos los desafios de este presente, La Revista de Arguitectara es tun buen instrumento para ayudar en esta propuesta. O Eduardo Bekinschtein/ President ESTEBAN URDAMPILLETA Para el Movimiento Moderno la vivienda es el tema mas importante que puede ocupar al arquitecto. Esa vivienda es para todos: tal es la carga reparatoria por los “desvios” o “desatinos” de una disciplina que oficialmente, en su compromiso con el poder, ignoré las necesidades de los sectores mas sufridos y vulnerables de la sociedad. Esta conciencia y este pesar han tenido especial registro a partir de la revolucién industrial y de las reacciones populares que sacudieron a las ciudades europeas durante el transcurso del siglo XIX. Este es un trabajo sobre los edificios de vivienda colectiva en la ciudad de Buenos Aires durante el siglo XX. Desde la perspectiva americana, un siglo para una ciudad puede ser una porcién importantisima de su existencia y si, como la nuestra, coincide con un fuerte desarrollo sumado a esto el arribo de olas de inmigrantes por mar y tierra, se encuentra alli un problema por demés complejo, montado sobre una gran dinamica de cambio. En este caso el enfoque est cefiido a temas centrales de la disciplina proyectual y persigue rastrear en las experiencias de arquitectos y sus obras variantes e invariantes que, a nuestro juicio, pueden enriquecer la tarea hoy y aqui. Los casos relevados pertenecen, casi sin excepciones, a trabajos en el apretado tejido caracteristico de la ciudad y que fueron realizados a través de emprendimientos privados, inicialmente bajo la figura de la casa de renta y posteriormente en los términos de la ley de propiedad horizontal. Son, por supuesto, representativos del mayor volumen construido de la ciudad y tienen una incidencia realmente mayor en el armado del paisaje urbano caracteristico de Buenos Aires. Con el formato de fichas la seleccion de obras, arquitectos, fragmentos urbanos y probleméticas disciplinares, se ofrece, como un conjunto de piezas, parte de un gran rompecabezas que trata de explicar como son la sociedad, la cultura y la arquitectura para los hombres que construyeron en el siglo préximo pasado la ciudad en la que vivimos. A cien afios del nacimiento de uno de sus cronistas mas fieles, Julio Cortazar, en los términos de Rayuela, este trabajo permite y aspira a ser leido, modificado, ampliado, reducido, enriquecido en el orden que parezca més atinado al atento lector. COLECTIVA STS SOSA sas EN EL SIGLOXX C/CIUDAD LOS EDIFICIOS DE COMIENZO DEL SIGLO XX Una imagen de la Avenida de Mayo a menos de veinte afios de su inauguracién, muestra un paisaje urbano de fuerte de- finicién. El Congreso Nacional, nitido como culminacién del nuevo eje monumental, impone su singular silueta y se ve prolijamente enmarcado por el frente tan homogéneo ‘como continuo de la via eivica. El proyectado escenario para los festejos del proximo cente- nario ya esti montado, En esta oportunidad la atencidn se dirige necesariamen- te a las piezas secundarias del arreglo: los més anénimos edificios que, uno a continuacién del otro, van definiendo 1 perfil de la avenida. En ella un trazado finisccular sobre cl ge de manzanas fundacionales, el tejido resultante ofte~ ce una cantidad importante de parcelas con frentes a dos calles Las obras con sus accesos principales desde las amplias ve~ redas de la avenida, protegidas por una importante arboleda, alientan y sostienen la flaneric, paseo y disfrute casual del iudadano, un hibito urbano que cien aitos mis tarde se resiste a desaparecer. Estas construcciones casi sin variaciones proven locales eo- ‘merciales en la planta baja, eon depésitos en el subsuelo, un primer nivel alto para oficinas y dos 0 tes pisos superiores dedicados al uso doméstico. De un jinico duefio, correspon den a lo que se denominé “casa de renta” por tratarse de propiedades destinadas al alquiler. La casa del Sr. Delfino ilustra una solucién tipica hacia 1904 de este programa de uso sobre un lote de 14,50 metros de ancho por casi 50 metros de profundidad y posee accesos por la avenida y la calle Rivadavia. La completa documentacién disponible muestra una ocu- pacién pricticamente total de la parcela con patios interio~ res para iluminar y ventilar los locales proyectados. Resabio de la tradicién de la domus, anelada en la casa andaluza de la colonia, se busca disponer los patios principales en posi- ciones centrales segiin arreglos de fuerte simetria que or ganizan grupos de habitaciones perimetrales alimentadas por circulaciones abiertas a los patios. Esta organizacion de la planta permite una resoluci6n estructural de lamati- va claridad: tres bahias longitudinales definidas por la traza del muro medianero en los Iaterales y dos Iineas de vigas y columnas metilicas intermedias. Las plantas de sétano y aaccesos,liberadas de mayores particiones internas muestran clocuentemente el dispositive. El corte cozrobora la regula ridad del esquema estructural y s6lo en los pisos superiores, donde se ubican las viviendas, el dibujo de particiones, esca~ eras y carpinterfas dificult la lectura, La casa de Don Juan Seré, en planos de 1894, muestra un similar orden a partir de la estructura metilica que la so- porta En los limites del tejido mas tipico de la ciudad, lotes de 10 varas de ancho, estos patios van a ceder centralidad por Iateralidad que, en la escala doméstica menor, identifican la casa chorizo. La casa del Sr. Curutchet sigue el patron del patio lateral y _muestra como, cuando esti comprometida la ortogonalidad, elarmado regular de las habitaciones se hace a expensas del patio que reproduce, en su forma final,a la geometria de la parcela. La casa del Sr. Bonnet en la Av. de Mayo, muestra este arre- ‘glo sobre un lote de escasos 6 metros de frente y 27 metros de profundidad. La fuerte ocupacién del lote se reconoce en Jos muros medianeros que cierran con la mayor altura la casi totalidad del perimetro. El esquema cuando se trata de un terreno en esquina per- mite mejorar sensiblemente la disposicién de estas éreas al tomar los patios un caricter mais auxiliar (casa de renta en Lima esquina Alsina del Sr. Videla Dorna, 1905). La disponibilidad de recursos industrales, piezas, compo nentes y materiales requeridos en la construccién tanto con fines estructurales como ornamentales, junto con ascenso~ xs, puesta, verjasy refillas de drenaje mis el equipamiento urbano, subterrineos, palacios de agua corriente, subesta- ciones transformadoras, faroles para iluminar los espacios pblicos, bancos para parques y plazas, y también kioscos y fuentes, va a ayudar a identificar a Buenos Aires como una ciudad moderna. 0. Beso Baso Estnniioo_—— Kodbests Sp et Care Ausna as eee — Fe Constqicroq eee FEC]? Cay iH Bry a | 2 E (on os Le to | | i Gantt | , eee ] A oe ame GEM MER ADNNET | | | section sa 0/OBRAS CASA DE RENTA/ VIAMONTE ESQUINA RODRIGUEZ PENA AMILCAR DURELLI Un ejemplo, ajuicio de los editores de la Revista de Arqui- tectura, del estado de la arquitectura doméstica urbana a comienzos de la tercera década del siglo XX. ‘Una casa de renta,en esquina y con varias plantas altas, para dlr respuesta a una necesidad de viviendas para alquilar en una ciudad de vertiginoso crecimiento, El esquema de ar- mado va a estar regido por una fuerte ocupacién de la par cela minimizando los espacios comunes y libres a fin de ob- ‘tener las mayores rentas posibles. En este caso la planta baja y el primer piso se destinan a una unidad mayor, ocupando los cuatro pisos siguientes a similar cantidad de unidades iguales. La particular situacién de esquina ha permitido it~ minar y ventilar la casi totalidad de las habitaciones prin- pales a las calles concurrentes, quedando tn tinico dor- mitorio abierto a un patio de 3,80 metros de ancho y una profindidad variable que escasamente llega a los 5 metros. Las dreas de servicio estin resueltas mediante la incorpora~ cidn de entrepisos intermedios en una suerte de corte 1-2, una solucién habitual de los edificios contemporineos con unidades de porte mayor. Sin embargo toda esta légica proyectual, por entonces de uso corriente de arquitectos, ingenieros y constructores, va a ceder al imperio de la composicién academicista, Al adoptar pues las desiciones de armado del frente del edi- ficio,el arquitecto va a reajustar formas, tamafios, cotas de entrepisos, muros, carpinterias, dinteles, barandas, salien- ‘tes, molduras, bus y texturus con un guién absolutamente singular y personal. La tinica lamina de la revista a doble pigina corresponde al detalle de armado de un tramo de la fachada, en escala 1:20, quereficja sobradamente el territorio de las mayore brisquedas y preocupaciones de gran parte de los arquitec- tos mis importantes de la ciudad. F/FORMACION ‘LOS CONCURSOS’ SEXTO CONCURSOANUAL DEARQUITECTURA PATROCINADO POR EL CENTRO DE ESTUDIANTES DEARQUITECTURA Lo publicado en la revista mencionada es un estricto reflejo de los contenidos y modos pedagégicos de la Escuela de Ar- ‘quitectura en la produccién ms distinguida de sus alumnos, ‘Temas, preocupaciones y representaciones para imaginar lo ‘que se entendia como tina arquitectura correcta y deseable cen los términos de la enefianza academicista, Simultineamente en la Unién Soviética, como sus pares alemanes, un grupo de arquitectos del avant-garde racio- nalista, desarrollaba importantes esfuerzos para entender ‘cbmo debia ser la ensefianza de a disciplina para un mundo ‘nuevo de cambios ain inimaginables. lo Los alumnos de los talleres de Nikolai Ladovskii y Niko~ Jai Dokuchaey, miembros del ASNOVA, la asociacién de los nuevos arquitectos, en el Vkhutemas, van a experimentar con temas como la “nueva ciudad’, programas inéditos para Ia academia como los de la vivienda econémica y masiva, aplicacién de las nuevas técnicas, investigaciones de la for- may esencialmente el desarrollo de una nueva visién. Los resultados, tras la inevitable comparacién, muestran inequi- ‘vocamente las dificultades que debieron enfrentar muchos de los mejores arquitectos locales para poder ser parte de los importantes cambios que se avecinaban y que la ensefianza oficial no advertia suicientemente. O Cc/ ‘PAISAJES URBANOS’ LOS EDIFICIOS EN ESQUINA: JUNCAL, ESMERALDA Y ARROYO: La construceién del paitaje urbano es un proceso que invo~ lucra, desde el punto de vista disciplinar, aportes por demés variados: el trazado de las ealles, sus dimensiones y niveles, larbolado, el tejido y los edificios que lo ocupan, los usos y sobre todo los ciudadanos que lo reconocen y le dan senti= do, Los arquitectos no obstante y a través de las obras, son cevidentemente actores importantantes del asreglo. Tomada debida cuenta de la cantidad y calidad de los escenarios que la Ciudad de Buenos Aires ofrece al vigjero y a sus propios habitantes es por lo menos pertinente reconocer que los ar- 4quitectos del siglo pasado mostraron sobradamente habi- lidades importantes para posicionar su obra y sostener un dialogo con las vecinas sin dejar por eso de renunciar a sus particulares intereses expresivos. El premio municipal “a la mejor fachada’, asi se Hamaba, otorgado por una comisién de estética urbana es clocuente de la preocupacin oficial por valorar no slo la elevacién de una obra sino también su aporte al arreglo total ‘Como toda construccién el paisaje urbano requiere tiem= ‘po, sus ingredientes se suman y restan permanentemente, yes en los segistros y la experiencia vital donde se puede intentar definir qué cosas 0 situaciones otorgan al lugar su sentido identificatorio. Una vista de la calle Juncal, desde su comienzo en la Avda. Libertador y Mai, hacia €l noroesteilustra una ciudad en pleno cambio y crecimiento, Los edificios de mayor enver- gxdura representan la voluntad de presentar a Bucnos Aires como una verdadera ciudad moderna “Todo lo anterior esta condenado a dessparecer. Sobre el ex- temo derecho de la imagen la torre del Edificio Mibano- vich, una de las piezas del arreglo a analiza wza San Martin otra imagen del sector refuerza ‘ciudad moderna por los edificios de ma- ‘yor porte, expresada fundamentalmente en las alturas que alcanzan. Y subiendo la barranca por Juncal aparece el imponente Palacio Estrugamou (Args. Sauze y Huguier, 1924-29), fel exponente del credo academicists, mientras que la torre de 20 pisos del Edificio Mihanovich (Args. Calvo, Jacobs y Gi- ‘ménez,1925-29) ejemplifiea la particular interpretacin de Jo moderno por parte de muchos de los proyectistas locales que no dudaban en vesti con viejs estlos los novisimos tipos arquitecténicos. Es imaginable el impacto producido por estas obras de gran escala en el paisaje urbano original El paso siguiente en el armado tiene que ver con la obra de Jorge Kalnay para su casa de renta sobre la esquina de Juncal y Arroyo (Edificio Miner, 1934). Elescenario hacia mediados de los afos treinta parece com- pleto:el Palacio Estragamou yel E co ala torre Mihanovich que resalta especialmente como centro y culminacién de la perspectiva para el peatén que se acerca al enclave antes de descender hacia Ia avenida del Libertador y a Retito, En las imagenes el edificio de la es- quina de Arroyo y Esmeralda arma un perfecto basamento para la torre y a pesar de su menor porte (s6lo cuenta con {tes pisos altos) equilibra la composicidn al recibir sobre sus “hombros" la pieza mayor. jo Minner dan mar~ No todo tiempo futuro es mejor... Pocos afios mas tarde esta perspectiva de “manual” va a su- ffir una alteracidn profina con el reemplazo de la pieza de nochava de Arroyo y Esmeralda por otra de similar trazado Y posicién, pero de mayor altura. Fl resultado es por demas grifico e inevitablemente desalentador. ‘Asi como las autoridades instrumentan me-didas para sal~ vvaguardar los edifcios reconocidos como de valor patrimo- nial, se impone reconocer, catalogar y proteger los paisajes turbanos que animan y entiquecen la vida de la ciudad y su gente.O ne cuonta’La historia dal dunt Mister esha de HG. Wells an joven sient la invasion de ota persona de mayor ota en su memoria al dascutrir on un rayocto habitual la ausencia de lugares y eis de los quo ol hasta ontonees, tenia condiment algun O/ EDIFICIO MIHANOVICH/ ARROYO 841 CALVO, JACOBS Y GIMENEZ; 1928 Un conjunto edilicio que incorpora como pieza central del arreglo una torre, Calvo, Jacobs y Giménez, como muchos de sus contempo- +ineos, transitan un camino complejo al enfrentar el disefio de tipos arquitecténicos modernos con modos compositivos y herramientas estilisticas arcaicas. Sin embargo, sobre la ‘bra, prima un sentido prictico y econdmico que se traduce en contundente volumetria de frentes regulates y despoje- dos, El remate obviamente concede mayor espacio al espiri- ‘tu academicista de sus autores. El planteo de dos cuerpos laterales resueltos como de es- uinay el cierre de la calle central con la torre, inaugura una cstrategia que va a ser seguida por pares por venir. © yoo de intervene econ de rq Daniel Ferner EDIFICIO ESTRUGAMOU/ JUNCAL 747, ESQUINA ESMERALDA SAUZE Y HUGUIER, 1924/29 Un ejemplo del estado de la arquitectura de Buenos Aires hacia mediados de los afios veinte. tan en una importante mansarda, cuatro unidades de gran superficie por piso, una de ellas absolutamente interna, y patios que asumen un rol de calle para enfatizar su cardcter En los términos del mis eelebrado academicismo Sauze y _urbano. Hluguier tratan de incorporar al paisaje portefio un segu- Hoy este edifcioes una pieza central del rico paisaje urbano ramente requerido perfil parisino. Ocho plantas que rema- que se ha generado en este enclave de la ciudad. O PLANTA DASA ——— Cater fsHene EDIFICIO MINNER/ JUNCAL ESQUINA ARROYO, JORGE KALNAY, 1934 Una obra de arquitectura moderna de Buenos Aires hacia mediados de los afios treinta Un planteo que celebra la esquina con la aparicién de un je principal sobre la bisectriz del éngulo formado por las privilegiado de la ciudad. ©) A/ARQUITECTURA LAARQUITECTURA DE ANTONIOU. VILAR NORDISKA KOMPANIET MARCELOT. DE ALVEAR ESQUINA FLORIDA Algunas reflexiones a partir de la Nordiska Kompaniet La fotografia de Horacio Coppola de 1936 muestra en Ia escena urbana de la Plaza San Martin un nuevo edifcio: la Nordiska Kompaniet de Antonio U. Vilar, en la esquina de ‘Marcelo T. de Alvear y Florida. Munido de elementos de fuerte contra sus colores claros, el aventanamiento co- rrido,la ausencia de decoracién, la nitida expresion de fran- {jas lleno-vacio, sin embargo acompafia y remata un paisaje ‘que parecis lo nuevo en un entorno ya consolidado, es sorprendente y por demés elocuente de la aparicién de una arquitectura ‘moderna sensible al sentido del lugar. haberlo contenido siempre. Esta insercién de La radical solucién de Vilar al desentenderse del partido clisico en el ordenamiento de la fachada y seguir los e2- ‘minos expresivos del racionalismo europeo, fundamental- mente de la experiencia alemana a través de Moderne Bau- _formen, va.a ser identificada por los arquitectos y el pablico ‘en general como una verdadera clave de modernidad para la nueva arquitectura. Y coneentrada su aplicacién sobre el problema compositivo de la fachada, condicién ‘nica para una ripida y ficil adaptacion del proyecto arquitectonico corriente, la modemidad sera para muchos arquitectos for- mados en dulas dominadas por el eclecticismo tna opcién mis del abanico formal del buen disefiador. Pero la obra de Antonio U. Vilar necesita de un enfoque iis extenso y complejo para ser entendida eabalmente y poder asi tomar debido registro de su importante legado. ‘A juzgar por las plantas y las imagenes del interior del edi- ficio, la luencia espacial de recintos -bafados de luz, sin limites tajantes- es ya un recurso nuevo para un verdadero cambio en la manera de pensar y construr. Si bien desde principios del siglo XX la mayor parte de los edificios de vivienda en altura tienen estructuras de colum- nas y vigas de hierro, asi como muy pronto incorporaron el hormigén armado, su posicionamiento fue en muchos de los casos determinado por el trazado de los recintos inte~ riores. Es curioso como de la observacién de un plano de estructura a veces se puede inferir un plano de distribucién de los locales principales. Esto refleja la rémora del muro portante original en el proyectista que no ha registrado las libertades que otorga la estructura regular e independiente, aunque esté utilizando esta técnica La planta despojada de tabiques interiores de Nordiska ‘muestra un orden regular de pilares caracteristico de los usos industriales. Desde la segunda mitad del siglo XIX existe un importante patrimonio arquitecténico de la la- ‘mada “tradicién funcional” y esto no era desconocido para Vilar ni para otros colegas. Esta comprensién de los re- ‘cursos técnicos disponibles y de su aplicacién para resolver tanto problemas de uso como constructivos va a permitir enfrentar en muy corto tiempo y con considerable éxito los ‘nuevos programas y abrir nucvos caminos para la arquitec~ ‘ura de Buenos Aires. En Vilar esta nueva interpretacién de lo moderno, como una herramienta de proyecto y construecién proveniente de la metrépoli (él mismo un fvido lector de Mederne Baufor~ ‘men y de contacto epistolar sostenido con Le Corbusier), vaa adquirir especial sentido para resolver de un ais eficaz,atractiva, l6gica y econémica la arquitectura de los edifcios del particular tejido portefio. Esto es, la de los lotes de 10 varas (8,66 metros). En este sentido su extensa obra va a sostener una permanente busqueda de un cier- to estandar que como tal, permita su repeticién en todas aquellas oportunidades que se presenten similares condi- ciones (uso y suelo). Y que en el caso de lotes mayores al admitir repeticiones sucesivas del estandar, generen ademas paisajes urbanos mucvos. Eledifcio de la Av. del Libertador (1934), con una vivien~ da por piso, representando la ansiada morada moderna, toda sol, are y luz. Al tradicional recurso del frente para abrir los vanos principales se suma un generoso patio la~ teral para iluminar y ventilar los locales de servicio y, al mer io Ina tn) no llegar con el edificio al limite posterior de Ia parcela la posibilidad cierta de pensar en un corazén de manzana por la liberacién de los fondos. ‘La operacién no se limita s6lo a los patios sino que se re- fuerza el sentido innovador por la emocin de parte de los tabiques interiores de la unidad:la liberacién de particiones, de la carpinteria corrida del frente, entre dormitorios,y es- pecialmente el enlace de un dormitorio con el érea de estar y comer mediante un amplio vano central con cortinados © puertas permitiendo la generacién de un verdadero eje ‘spacial que arranca y culmina en los amplios aventana~ ‘mientos de este modémo y renovado émbito. Para Vilar el edificio de Avda. del Libertador y Oro (1935), es a oportunidad de disponer de un lote singular que reine Ia situacién de esquina y un frente, sobre Oro, de dimensin importante. Es posible reconocer aqui la literal suma de un proyecto “de esquina’, reconocible por su especial elabora~ cin de la ochava, mis cinco de “lote de 10 varas”, que al espejarse duplican el drea del patio interno del estandar. En la adicién légicamente va a encontrar la resolucién del tema compositivo de la fachada: las variaciones de retios, baleo- nes y carpinterias al ritmo de pilares que absorven los ejes ‘medianeros de las piezas del armado van a generar un rico aporte al paisaje local CREERCERR SSO.6u . Tia planta Sp Gel eit es cocacrs Ue le paeoe Sel pee Dourge pars su proyecto de eata de venta en Avda. del Lic bertadoresquina Repdblia Arabe Sia de 1929 habla pre visto Ia extensida del proyects a lslotesveinos (cinclusive 1a xuina opuesta por le calle eral). La extensa obra de Antonio U. Vilar que abarca, ademis del programa doméstico, importantes edifcios para el uso hhospitalario, bancos y servicios (cu aporte a la red del ACA, Automévil Club Argentino, destaca su creatividad y versa~ tilidad) muestra una preocupacién especial por el desarrollo de-un lenguaje arquitecténico donde la biisqueda y perfec- cionamiento del detalle lo acerca a resultados sorprendente aque desafian el paso del tiempo y atin hoy des dadero interés. La imagen de la casa de renta de la Avda, Santa Fe y Mon- revideo muestra el extenso aventanamiento caracteristico de las obras de Vilar. Las sombras que arroja el dintel son acotadas sugiriendo un espesor del muro lamativamente pequefio. La observacién y andlisis del detalle presenta el resultado ajustado de un dispositive ingenioso por el que la cortina de enrollares levada a una posicin lo més préxima posible al paramento exterior y el muro se reduce a un ar ‘mado para sostener y mantener la continuidad del revoque del frente. La minima dimensién obtenida en estas pruebas Iega en algunas obras a los 7 centimetros. El efecto es in~ ‘mediato: la fachada adquiere un efecto de liviandad y lama tiva continuidad; la cortina de enrollar debidamente pinta~ da acentia el efecto y cuando se desplaza “a la veneviana’ anima el cerre y consigue efectos absolutamente originales. Este detalle se posibilita porque el fondo de la viga de borde esti sobre cl nivel del dintel de la carpinterfa permitiendo cl acercamiento descripto, Con las alturas de los locales en disminucién de la arquitectura posterior esta operacién es pricticamente imposible de llevar a cabo. Otra aplicacién de este dispositivo permite el despliegue de la carpinteria de la cchava y su giro en los laterales. Tal vez el aventanamiento en la oc dadero simbolo de este “estilo” arquitecténico que, ofrecié a arquitectos, ingenieros y constructores una solucién posible del eterno problema de la esquina yo mis importante, en~ i6 la produccién mas modesta y por consiguiente el urbano general. © O/ CASA DE RENTA ‘LA MAISON SOLAIRE’/ MEXICO 1050/68 LEON DOURGE, 1932 Una obra temprana y sorprendente que intenta demostrar- aque la arquitectura moderna puede, en los términos de la casa de renta, esolver la vivienda de los sectores menos f= vorecidos de la sociedad. Es notable eémo Dourge, autor de diversas obras en lugares, privilegiados de la ciudad, poniendo en juego aqui las imé- ‘genes, espacialidades, tecnologias y detalles de la nueva ar- Jane Jacobs “The Death and Life of Groat American iis" (1861) New Yor Random Howe. Taducién: “Meta y vida dels grado ciudad", Cpitin Swing, its, 2011, * Exar Glaser El anto dls utades", Editorial Turs, 2011 BN Hr “Space i the Machine: A Conigrational Teor of Architecture”, Cambridge University rss, 198 * Jan Goi “La humarzacién de espacio ubano: a vida social ene ei ios" Ed, Rever, 2006, > Luis Fema Galiano “La arquitoctua “uid, Suplenenta de El Pas, 10. Sepionbre 2008, (rou d Jorge Reyne, Pera Rca EL CASO GAUDI OLAINCOMODIDAD DELO NO MODERNO Se es Tere eee Oem eee ent ace tt en BU ne ec eee st See ee eee ce sintesis. No se trata de fusi6n o hibridacién; tampoco de SOE Sen ue verse como sin6nimas. Estas nociones suponen que el resultado de esas operaciones son entidades cohesiona- Cee use ce eee eee me Re Ry Pe ce ee ean) CO ECAC na eu od (2007), qizés podamos comprender la condicién de ex- cepcionalidad de “lo mestizo”, como también a su carac- Cree ee ae no ey Pee On ee ean ete El mestizaje es no global. El mestizaje es excepci6n, no ed Pee ec porters rue Se ee tC ecu Are each ea ee ee eu relaciones irresueltas y conflictivas para el discurso Deen Cece ee Pe ue Sue Cn a) tuna primera provocacién, resulta sugerente pensar que Se ee ec cur mec de transporte legitimo de lo que fue yes, en realidad, una Deu Cue ees ay Se eMC ee oe ce a ustos y experimentos provenientes de otros territorios Nee eee econ Sen er eh eae PCN Cue Te homage ui! eee en ae cues Pee ee Ce enc Cee eu ee eee se Mestizajes, entonces, porque no se trata s6lo de acomo- daro hacer lugar para seguir ensanchando una idea uni- taria 0 unificadora de lo diverso, de lo divergente, de lo Ce cg ee uo que se muestra como tal, y exhibiendo sus rasgos que no se disuelven une identidad centralizada, Dred Este abordaje, que algunos podrén pensar como mera- Dee ee eee ee es tivo y de alguna manera, contemporéneo. OO uC Oe vermos la biografia y més aun, la hagiografia gaudianas. Nos concentraremos en ciertos rasgos de su trabajo arqui- tecténico. Seria més exacto, desde esta perspectiva, hablar de su trabajo de diseio, de un disefio trasvasado en distin- tas espacios de actuacidn:técnicos, sociales y simbélicos Signo de contradiccién para a arquitectura modema, signo inclasificable e inevitable, ala vez que admirado y como tal, arrinconado en una particular merginalidad. Monstruo dnico de su especie: un anémalo, en definitiva. Genial, si, pero irreconcilable, en el fondo, con todo aquello que se supone que lo “moderno” quiso ser, fue ydevino Esta es una primera y muy interesante caracteristica: la de no maridar con las categorias modernas, incluso en lo ue tienen de opasitivo y dicot6mico; pero tampoco con las ‘posmadernas”, con su beneplacito inclusivo y acaparador. Llamarlo pre moderno, en todo caso, incure en un imperdo- nable -a estas alturas- evolucianismo proyectual del relato de la aquitectura, deiicada como profecia progresiva y auto cumplida. Esa fue la estrategia de Nikolaus Pevsner (1836), la de la exaltacién de los “pioneros” de lo mademo, Y que requeria la localizacién in nuce de ciertas virtudes en las experiencias de a arquitectura y el disefo previos 2 las segunda década del siglo XX. Los pioneros fueron aquellos, que aun sin saberlo, estaban “adelantando” lo que vendria el siglo XX mismo como Zeitgeist. Claramente, Gaul na encaja en esa categoria imaginaria. Coma contraparte, titdarlo-o injuriarlo- de “posmoderno”, simplemente lo banaliza. Ese es el Gaudi esoterico, alucina do 0 desbordado, psiquatrico y surealista,e imemediable- mente turistico. La primera tensién entonces, es que si Gaudi puede ser mo- demo por la cronologa (sobre todo en el timo periodo de su produccién), parece no serlo por su obra, Esta escapa — paradigmaticamente- a cualesquiera de las cldusulas y c6- digos, no tanto de los modernos mismas como productores coneretos, cuanto de su historizacién en el retato canénico de la modernidad, que los ubica como exempla de la época y su deber ser. Esta condicdn “borgeana” de Gaudl, Borges entendia ala contemporaneidad como una fatalidad més que como una eleccién-la de ser contemporéneo de su tiempo sin propo- nérsel, lo desubica en cualquier captula de esa historia y de su sentido ideal. Sin embargo, la contigadad temporal vuelve inevitable que su trabajo deb ser contrastado con el de sus contemporéneos, dando cuenta de un verdadero paralelismo, es decir de cursos de accidn que nose intersectaron La presencia de Gaudl, tal vez, vuelva mestzo al mismo si glo XX y a sus pretensiones de pureza doctrinal para a ar uitectura y el disefio. Desordena (o no pretende ordenar, en realidad) fo que el programa de la maderidad quiso orga- nizar, someter,jearquizar. Entre otras casas este aspecto es relevante para nuestra reflexién- las relaciones mismas entre la arquitectura, la tecnologia, el disero y el ate Si Gaudi no es un moderna, tampoco es antigua o fuera de €poca. No leg tarde ni demasiado temprano. Gaudt no atrasa” pero tampoco adelanta: no es el pionero incom- prendido que lega una manera de entender las cosas para la ‘generacién siguiente, que la pondrd en préctica como nuevo ‘orden, Esto no impidi6 que la revista The Decorator and Furnisher, editada en New York, publicara en 1892 fotos del palacio Gill. calificéndato como “el mas destacado de los ceifcios modemos de uso privado en fa Peninsula Ibérica E! problema y, quizés, la solucién, es su condicién mestiza Gaul es imprevisto, incluso en el marco del Modernisme catatén. Mucho més en el esquema ideal que identifica el pasaje de lo ecléctica a lo modern, del siglo XIX al siglo XX, como el de fo impuro lo puro. La arquitectura de Gaudi es un ensamblaje intrincado y no homogéneo —pero en modo alguna irracional- de l6gicas diversas, que abarcan los ofc y técnicas del constructor y cl herrero, las bisquedas formales y expresivas del arte, los ingenias” de los ingenieros y, sobre todo, a pormenoriza- cin de un disefo espectfico y especializado para cada par- te, momento, 0 instancia de la obra, produciendo un efecto «de mezcla y convivencia fc Su arquitectura es netamente una praxis, pero no una ‘opuesta ala teora, (tan del gusto de quienes confrontan de- portivamente el hacer con el pensar) sino una investigacién en si, que s6lo pudo adquirir su objeto en la practica misma, intenstsima de intuiciones, operaciones y razonamientos £1 propio Gaudi comenta-a través dela transcripcin del periodista- en una entrevista para La Vanquardia de agosto do 1890, quo “la casa dol seror Gull significa ol triunfo dol realismo en la arquitectura”. Es interesante notar que ese “realismo” es para Gaudt el de los materiales y la construc- cin misma como hecho técnico: “All todo habla su propio lenguaje y muestra su verdadera expresién”. Claro, esta nos suena familar y podria ser entendido alla Pevsner- como una confesion de fe funcionalista. Sin embargo, es inter pretacion se estrella exactamente con lo que Gaudi hace fen concreto, con su obra misma. Una confusién de este tipo llega a la conclusién de ese iremediable “casi” del que ado- lecen los pre modernos, Ia incompletitud de una idea de la arquitectura que no puede desembarazarse de los gestos y maneras eclécticas o roménticas anti industralistas. Que no puede salrse, precisamente, de su condicién mestiza ~deci- mos nsotros-y por lo tanto, “impura Fragmentos y reuniones. El fragmento es quizds una de las intuiciones filosficas y ar- tisiticas més ricas del siglo XX, y can fuertes resonancias en ‘el XXI.y 8s también uno de los més intrinsecos y personales aportes de la obra de Gaudi. Lo fragmentario no se mani- fiesta s6lo en la forma como producto, como efecto, como aspecto, sino tambien en los procesos mismos de ideacion y produccidn El fragmento, que exhibe su condicion de tal, se explicita y ppotencia en el collage como dispositiva estético y artistco, El collage gaudiano es bastante anterior en la cronologia a los ensayos del cubismo y los surrealistas ly esto no signi- fica nada que no sea desmentir, una ver més, la predicada causalidad espacio-temporal de los gestos de la moder- niidad) pero es a la ver mucho mas radical, El uso en sus trencadis de material ceramico y vitreo descartado de las, ‘abricas y manufacturas, propane una presencia del collage ‘como decision “real” y directa en funciones pragmaticas, y ‘no s6lo como imagen 0 metafora artistica o pictorica, Se tra ta de entidades fisicas y concretas actuantes en el organis- ‘mo arquitecténico y urbano. El collage de Gaudi es una ope: racién técnica, estética y sobre todo politica, contra {0 mejor iin, ignorante de) ciertos principios rectores de la moderno: contra la pureza misma de la forma diseftada, contra el ‘omamento como efusion orgénica y ldgica de la estructura (Sullivan) o como ausencia racional y econémica (Loos), y contra la idea de originalidad y autorfa de las decisiones que configuran el objeto arquitectinico, De hecho, en Gaudi no hay distineién entre lo arquitecténico y lo ornamental, entre = Ss i,” la estructura y el decorado, porque esa distincion no es con- siderada en absoluto, Ni el “Pato” ni el “Galpin Decorado’ esas dos categorias tan agudas de Robert Venturi (1977) son iies para calificar los edificios de Gaudi, para quien et edi- ficio es una entidad compleja y confictive, no resumible en un ideograma formal o técnico, Sila arquitectura moderna, siguiendo a Venturi, habia reem- plazado el Galpén Decorado de la tradicién clasica y eclécti- ca por el Pato del edifcio mademo, sin omamento, devenido pura forma o puro simbolo -u omamento per se-, el edificio gaudiano no es ninguno de las dos. Gaudi indiferencia las partes, no distingue entre funcién y simbolo, pero tampoco Unifica ni sintetiza en un gesto heraico y compacte Precisamente, las fronteras entre arcuitectura y lo que no lo.es, han sido borradas, o mejor dicho, nunce existieron Las funciones y simbolos de los materiales se intercambian entre sf tamando relevo uno del otro. En el Palau Goel, la Viga de acero roblonado es contigua al panel del artesonado de reminiscencias mudéjares y a las lajas de caliza pulida de las canteras del Garraf, propiedad de Eusebi Gill Tres atributos tecnolégicos y culturales diferentes, e incluso di-

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