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Santiago, veinticuatro de agosto de dos mil dieciséis.

Vistos:
Se reproduce la sentencia en alzada, con la excepción del
considerando séptimo, en que se le modifica suprimiendo la referencia a
“3 letra a), d),” y su considerando octavo, que se elimina.
Y teniendo, en su lugar y además, presente:
PRIMERO: Que, el abogado don Carlos Anais Peña y Lillo, por
el denunciante y demandante civil don Juan Felipe Pino Núñez, en autos
sobre infracción a la Ley N° 19.496, Rol N° 138023-2015-8, caratulados
“PINO con CLARO CHILE S.A.”, del Juzgado de Policía local de
Huechuraba, a fojas 146 y siguientes ha interpuesto recurso de apelación
en contra de la sentencia definitiva dictada por don Fernando Mesa-
Campbell Ceruti, Juez Titular de dicho juzgado, de fecha cuatro de marzo
de dos mil dieciséis, que rola de fojas 140 a 143, mediante la cual declara
en lo infraccional que condena a CLARO CHILE S.A. a pagar una multa
de 5 UTM y en lo civil no da lugar a la demanda, ordenando que cada
parte asuma las costas de la causa; solicitando que se confirme la
sentencia apelada, con declaración que se condena a la denunciada a
pagar una multa de 20 UTM y en el ámbito civil, a pagar por concepto de
daño moral la suma de $6.000.000.-, o la suma que se estime conforme al
mérito del proceso.
SEGUNDO: Que, respecto a lo infraccional, el apelante sólo
impugna la cuantía de la multa, insistiendo en que ha habido una
infracción al deber de seguridad, del que se habla a propósito de los
derechos y deberes del consumidor en el artículo 3° de la Ley N° 19.496
y que se sanciona en el artículo 23 de la misma ley; en este sentido,
teniendo presente que este es un caso en donde un consumidor es usuario
de un servicio de telefonía móvil y a quien le cobran una deuda que éste
señala desconocer y que de los antecedentes a los que luego se aludirá,
resulta posible colegir que estarían motivadas por la falsificación de su
firma y la presentación de antecedentes falsos en el contexto de
contratación de PCSs adicionales, para los efectos de determinar la

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cuantía de la multa aplicable en caso de infracción a la Ley de Defensa
del Consumidor, debemos forzosamente recurrir a lo dispuesto en el
inciso final del artículo 24 del citado cuerpo legal, que establece: “Para
la aplicación de las multas señaladas en esta ley, el tribunal tendrá
especialmente en cuenta la cuantía de lo disputado, los parámetros
objetivos que definan el deber de profesionalidad del proveedor, el grado
de asimetría de información existente entre el infractor y la víctima, el
beneficio obtenido con motivo de la infracción, la gravedad del daño
causado, el riesgo a que quedó expuesta la víctima o la comunidad y la
situación económica del infractor.”
TERCERO: Que, de los factores o criterios que la norma legal
indica, estimamos que el primero a tener en cuenta para la determinación
de la cuantía de la multa a aplicar en este caso, es aquel relativo a los
parámetros objetivos que definan el deber de profesionalidad del
proveedor. En este sentido, el deber de profesionalidad del proveedor se
pone en cuestión severamente, cuando un cliente queda expuesto a que se
acompañen antecedentes y le efectúen su firma, sin que la empresa
reaccione inmediatamente frente a las conductas eventualmente
configuradoras de un ilícito penal, lo que involucra necesariamente
también el criterio sobre el riesgo a que quedó expuesta la víctima o la
comunidad. No solamente le cobraron una deuda que al parecer quedó
claro que no era de él, sino que además ello ocurrió luego de numerosos
reclamos que el actor efectuó ante la empresa desde el 16 de marzo de
2015, según consta a foja 71, que ya tiene una primera respuesta de fecha
26 de marzo de 2015, en que según aparece a foja 72 la empresa señala
expresamente “que no existen suficientes respaldos que acrediten una
utilización irregular de sus datos personales para la contratación del
servicio desconocido.” Agregando, de manera un tanto inconexa, que le
solicitan al reclamante “acercarse a nuestra Sucursal más cercana, con
una declaración jurada ante notario, donde indique el desconocimiento
de la contratación del servicio, para poder concluir con el reclamo
interpuesto.” Pese a lo indicado, con la misma fecha, 26 de marzo de

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2015, según puede verse a foja 73, se le señala al actor “hemos procedido
a acoger su solicitud”, referido a la deuda asociada al PCS 54193540 y
en idénticos términos como se visualiza a foja 74, respecto al PCS
54194597. Luego, con fecha 06 de agosto del mismo año, casi 5 meses
después, se acoge la reclamación ahora sobre los PCS 54200937 y
54197258.
CUARTO: Que, cabe indicar que también figuran otros
antecedentes documentales, tales como a foja 79, copia de la declaración
jurada notarial de fecha 06 de abril de 2015, en donde el señor Pino
Núñez declara que nunca “contraté, solicité, adquirí o firmé contrato
alguno, y/o servicio alguno, fijo o móvil de los números 54200937-
54197258-54193540-54194597, con la compañía de telecomunicaciones
“Claro Chile” y a fojas 76, 77 y 78, correos electrónicos de fechas 26 y
27 de mayo de 2015, del actor a clarosernacmovil, de Claro Chile, en los
que éste deja constancia de su molestia por lo ocurrido en su caso, de la
declaración jurada notarial que presentó en sus visitas a la sucursal de
calle Pajaritos con Maipú, que no entiende cómo es posible que un caso
de fraude del cual es perjudicado, no se resuelva rápidamente y que le
parece inconcebible que en una empresa de la envergadura de Claro
Chile pasen esa cosas.
Teniendo a la vista los criterios antes referidos y utilizándolos en el
caso sub lite, se aplicará una multa de 10 UTM.
QUINTO: Que, si bien es cierto los antecedentes documentales
antes referidos dan cuenta del riesgo al que la demandada expuso al
actor, también ellos permiten reflejar el menoscabo que las conductas de
la empresa le produjeron. Es efectivo que ninguna prueba se rindió acerca
del resultado concreto que se produjo en éste a propósito de dichas
conductas, fuera de los correos electrónicos que dan cuenta, entre otras
cosas, de la aflicción que le produjo la situación vivida, pero no es menos
cierto que ha quedado suficientemente acreditado en el juicio que la
empresa Claro Chile S.A., habría celebrado contratos de servicios
telefónicos con una persona que habría actuado identificándose como el

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demandante que generaron deudas que luego se le intentaron cobrar,
originando la necesidad que el señor Pino Núñez reclamara de esos
cargos, teniendo que concurrir en varias oportunidades a sucursales de la
empresa, a una Notaría a efectuar una declaración jurada, inclusive
habiéndose dado inicio a una causa judicial C-13997-2015, ante el 16°
Juzgado Civil de Santiago, caratulada “CLARO CHILE S.A. con PINO”,
la que en cualquier caso con fecha 15 de junio de 2015 se tuvo por no
presentada.
De este modo, podemos colegir que la prueba del menoscabo que
produjo el accionar de la empresa estuvo presente en términos de estimar
cometida la infracción señalada en el artículo 23 de la Ley N°19.496 y
por configurado el daño moral, el que se regula prudencialmente en $
3.000.000.-
SEXTO: Que, debe insistirse que en un sistema de sana crítica no
resultan aplicables las normas de la prueba legal o tasada del Código de
Procedimiento Civil, propia además de un proceso escrito, que no es el
caso, en que se valora conforme a las reglas de la sana crítica, de modo
que no se puede asumir, sin más, que por la circunstancia de no haber
sido objetado un documento adquiere el valor de plena prueba.
SÉPTIMO; Que, en cuanto a las costas de la causa, un
consumidor que ha visto trastocada su existencia producto de los
descuidos y la negligencia del proveedor de un servicio, no puede cargar
con el peso de cubrir los costos que sus reclamaciones, naturalmente,
acarreen, por lo que se condena en costas a la denunciada y demandada.
Por estas consideraciones y teniendo presente lo dispuesto en los
artículos 32 y siguientes de la Ley Nº 18.287, se revoca la sentencia
apelada de fecha cuatro de marzo de dos mil dieciséis, que rola de fojas
140 a 143, y en su lugar se dispone:
I- Que se acoge la denuncia infraccional y se condena a
CLARO CHILE S.A. a pagar la multa de 10 UTM.

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II- Que se acoge la demanda civil y, en consecuencia, se
condena a CLARO CHILE S.A. a pagar al actor por concepto de
daño moral la suma de $3.000.000.-
III- Que se condena en costas a la denunciada y demandada.
Regístrese y devuélvase.
Redacción del Abogado Integrante señor Decap.
N° Trabajo-menores-p.local-910-2016.

Pronunciada por la Novena Sala de esta Corte de Apelaciones de


Santiago, presidida por la Ministra señora Jessica De Lourdes González
Troncoso, e integrada por el Fiscal Judicial señor Jorge Norambuena
Carrillo y el Abogado Integrante señor Mauricio Decap Fernández.

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