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2POR DONDE COMENZAR? Comienzo supeaiendo que un estudiante quie- re emprender el anilisis estructural de una obra literaria, Imagioo a este estudiante lo bastante informado para no sorprenderse de las diver~ Bentesaproximaciones que generalmente se nen en forma indebida bsjo.el nombre de extrac turalismo; lo supongo bastante prodente como para ssber que en anilitis etructural no existe tin método canénica comparable al de Ts wcio- logiao al de la flosofia, de tal manera que apli- cindolo a un texto se pueda hacer surgir la ex- tuerura; To bastante valiente para prever soportar los errores los accidentes, ae decepeio- ts, los descorszonamientot (chara qué trve tado eto2), que con toda seguridad suscitars eb viaje analitco; lo bastante libre para atreverse a explotar la sensibilidad estructural que pueda ‘ener y su intuicin de los sentidos mips; Jo bastante dialéctico en fin pare persuadirie de que no se trata de obtener una “explicacién” del texto, un "resultado positive” (Un signifi ado tltimo que seria la verdad de la obra o fu ‘eterminacién), sino que inversamente se tata de entrar, mediante el anilisis (o aquello que se 206 NUEVOS HRSAYOS exces asemeja 2 un anilisis) en el juego del significan te, en la eseritura: en una palabra, dar cumph. rmiento, mediante su trabajo al plural del texto Hallado ese hétoe —o ese sabio— el mimo no dejar de encontrar una ingvietud operaion una dificuead simple, aquella de tode principio por dénde comenzat? Bajo sa apaiencia pric. tica y casi gestual (se teata del primer gesto que se cumpliea en presencia del texto), se puede decie que esta dificulead e& aquella misma que ha fundado la lingistiea moderna: sofocado en el primer momento pot lo heteréclito del len- guaje humano, Saussure, pata poner fin a es in que e en. suma la de todo cofnienz0 imporible, decid elegir un hilo, una pertinencia (la del sentido) ydesserollar exe hilo, Asi se construyé un sistema dela lengua, De la misma manera, aunque en el segundo nivel del diseurso, «1 texto desarrolla eédigos mleiples y simulei- rneos de los que es imposible ver, en primera instancia, Ia sitemitica, 0 mejor todavia: que rio se pueden ombrar de inmediato. En efecto, cade concorre # dee wins imagen inocente de lat estrueturas que se buscan, a ausentarlas: el des areollo del discurso, a naturalidad de las frases, le igualdad aparente del significante y de Jo no significance, los prejuicios escolares (los de “plan”, del “personaje”, del “estilo”, Is simul tancidad de fos sentidos a deraparicién y ceapa- ricidn caprichosas de ciertos filones temiticos. Frenteal fenémeno textual experimentado como 08 DBNDE conesean? 207 una riqueza y como una natucaleza (dos buenas razones para sacralizarlo), ¢cémo sefalar. ex- teaer el primer hilo, cémo desprender los prime- +05 cédigos? Se quiere aqui abordar este proble- ma de trabajo proponienda el primer anilsis deuna novela de Julio Verne: Le ila mivteriia Un lingiista escribe?: "En cada proce de claboracién de la informacidn se puede despren der un cierto conjunto: A) de sefiales iniciales y ‘un cierto conjunto B) de sefales finales obser vadas. La tarea de una descripcién cientifiea es explicar cémo se efectia el pataje de Aa By cules son los enlaces entre estos dos conjuntos (Gi los edlabones intermedios son demasiado com= plejos y escapan a la observacién, se habla en ex beenética de caja negra)". Frente 2 la novela come sistema de “intercambio” de informacio= nes, la formulacién de Revzin puede snspirar tuna primera etapa: establecer primeramente los dos conjuntos limites inicial y terminal, y luego explorar por qué vias, « través de qué transfor maciones, de qué movilizaciones. el segundo se asemefa o se dhferencis de? primera: en suma, cs necesatio definie el pasaje de un equilibrio a otro, atraverar Ia"caja negra”, Sin embargo, la nocion de conjunta inicial (0 final) no es simple; todos los relatos no tienen perfecta ordenacién, emi nentemente didictics, de la novela balzaciana 1 Colectine Ly Live de Poche Hachene, 1966, vais 2 £4 Rectnt Shor pinion de Unters de fn mod en Lingutoce's Logenen, R18, secembes 150) p28 208; NUEVOS EREAYOS exition, que s¢ abre sobre un discurso estitico, larga- mente sinerénico, vasto coneurso inmévil de datos iniciales-que se llama generalmente on ‘cuadro (el cuadro es una idea retérica que me receria'ser estudiada en tanto es un desaffo « la ‘marcha del lenguaje) jen otros numerosos casos, lector es arrojado in medias res; los elementos del cuadro aparecen dispersos 2 lo largo de una dlifgesis:que comienza'con 1a primers palabra Es el caso de La isla misteriose: el discurso toma Ia historia directamente (se trata por otra parte de-una tempestad). Para detener el cuadeo ini- cial no hay por lo tanto més que un medio: ayudarse dislécticamente del cuadro final (0 re ciprocamente segiin el ¢240). Le ila misteriose termina sobre dos vistas la primera ezpresenta 2 los seis colonos reunidos sobre una roca des~ tnuda donde esperan morir de privaciones si ¢l yate de Lord Glenarvan no los salva: Is segunda tbica a esos mismos colonos, ya salvados, sobre un florecicnte territorio que han colonizado en 11 Estado de Towa; estas dos vistas finales estén evidentemente en relacion paradigmitica: el fl recimiento se opone al agotamiento, Ja riqueza a Ia privacidn; este paradigina final debe tener un Zorrelato inicial puesto que si no lo tiene, 0 Jo tiene parcisimente, habr’ habido pérdida, dilu- sién 0 transformacién en la “eaja negra"; es lo 4que fucede: Ia colonizacién de Towa tiene por Correlato anterior la colonizacién de I sla, peso ce correlate se identifica a la digg ron nonor commnzan? 9 ct ampliado a todo lo que ocurreen la novela y ‘no constituye por lo tanto un cusdro; en revan~ privacién final (sobre la roca) reenvia ymente 4 la primera privacién de los colonos cuando, caidos,del globo, estén todos reunidos sobre la sla que van a colonizar a par- tir de nada (un collar de petro, un grano de trigo) ; debido a esta simetria, el euadro inicial esti desde entonces fundado: es el conjunto de datos recopidos en los primeros capitulos de la obra hasta el momento en que habiendo sido reencontrado Cyrus Smith, todo el personal co- lonizador se enfrenta de una manera pura —al- gebraica— 2 la carencia total de herramientas (EL fuego se bebio epogedo", a1 acaba ton el capitulo VIII, ef cuadro inicial de 1a novela). El sistema informatiyo se establece en suma, ‘como wn paradigma repetido (privacién/colo: nizaciéa),, pero esta repeticién no posee com. pleto equilibrio: las dos privaciones son “cus roe”, pero la colonizsciin es una, “historia ‘eta perturbacién es la que “abre” (como una primers lave) el proceso de anilisis develando dos cédigos: uno esttico, se reficre ala situacion adimica de los colons, ejemplificado en el cua-, dro inicial y en el cusdeo final; el otro, dind- rico (lo que no impide que sus rasgos sean semanticos) ae refiere al trabajo he a naturalezs de I isla 3 84 secreto simultineo. 210 utvos BHsAv0s enfens Efectuada esta primera elecein, ef facil (si no répido) esbozar poco a poco cada uno de lox eddigos qve se han puesto en evidencia. El cé. digo adamico (o mis bien ef campo temitico de la privacién original, pues este campo reine 2 su ver varios cédigot) comprende términos morfolbgicamente variados: términos de 2ccién, indices, semas,constataciones, comentatios. Vex ‘ot, por ejemplo, dos sevencias de aceiones que pertenecen a este campo. La primera es la que insugura la Aovela: el descenso det globo; exte descenso ests hecho, si asi puede decirse, de dos Tiles: un bilo accional, de modelo sic, que des- sana las etapat del hundimienco progesivo de Ii aeronave (es ficil seSala, numer ¥ es turar sur téemines), y un hilo “simblico” don- de se alinean todos fos easgos que marcan (en €l sentido lingiistico del término) el despoo, € mejor, la expoliacin voluntara de los colonos 21 téemino del cual, abandonados sobre I ila, fe Feencontearin sin equipaes, sn heeearentas, fin bienes: el descargo del oro (10.000 feancos arrojador fuera de Is nave intentando remon- Carls) es, en este nivel, altamentesimbilico (es- pecialmente porque este oro es el oto enemigo, Cl de lor uit) To mismo er splice al hur in origen del naufragio, cuyo caricter exéep- ion, eataclistnico, opera simbélicamente el ex- trafamiento lejt de tods sociedad (en el mito robinsoniano la tempestad iniial no es solamen- tun elemento légico que explica le pécdida del cron vonoe Comenzan? an niufrago sino también un elemento simbslico due figura el despojo revolucionario, fs muta- cién del hombre social en hombre’ original). tra secuencia que debe ser conectada al tena adémico es aquella dela primera exploracién por 11 que los colonos intentan saber sla tierra don- de acaban de ser arrojados es wna ila 0 un con- tinente; esta secuencia estf construida como tn enigma y su culminscién es, por otra parte, fuertemente poties puesto que s6lo Ia Tur de la luna hace aparecer al fin la veedsd; la ins- tancia del discurso exige evidentemente que ests ticeea sea una isla y que exc isla ext deserts, pues es necesario para Ie continuacin del dis- curso que la materia sea dada al hombre sin Ja hherramienta pero también sin la resistencia de otros hombres: el hombre (si es otro distinto del colgno).es por lo tanto enemigo de los nbufrazot y del discurso; Robinson y los ndufragos de Ju- Tig. Verne tienen el mismo miedo de lot otrot hombres, de los intrusos que vendrian a pertur~ bar el hilo de Ta demostracién, Ia purezs del discurto: nada de humano (salvo interior al gru- > po) debe oscurecer Ia brillante conquista de la Hlerramienta (La isle miteriose et lo contrario exacto de una novela de anticipacién, es una novela del pasado atctico, dé las prinierst pro- ducciones de Js herramienta) También forman parte del tenta adémmco t6- das las marcas de la Nacuraleza gr 7 fo que podria Wamarse el ebdigo dénico (Adin/ 2 nuEvor erator ortrcoe Eden: euriosa homologia fonécica). El don edé- nico reviste tees formas: primero, la nacuraleza misma de la isha ep perfecta, “férui, agradable en sus aspectas, variada en sus producciones” GF, 48); hvego, Is sla proporciona siempre la materia necesatia en el momeato mismo de su necesidad: se quiere pescar con cafa? Juste- mente alli l lado, hay lianas para la eas, espi- znas para el anzuelo, gusanos para el cebos y por Sltimo, cuando Tos colonas trabajan esta natu- raleza no sienten ningGn eansancio 0 al menos ‘este eansancio es obviado por el discurso: es Ta tercers forma del don edénico: el dscurso, to: dopoderoso, se identifica a fz Naturalera dona dora, facilita, euforiza, reduce el viempo, la fa- tiga, Ja dificultad; 12. aeci6n de decribar un ‘enorme Srbol empréadida casi sin hecramientas, ts liguidada en una frase; seri necesaio (en el ‘curso de un andliis ulterior) insist sobre esta sgracie que el discurso de Verne derrama sobre cualquier empresa; pues ocurre aqui lo contra rio de lo que pasa en Defoe: en Robinson Cri- tor el trabajo no es solamente agotador (una palabra bastaria entonces para decirlo) sino que También es definido en su exfuerzo por el pesado cilculo de los dias y semanas necesarios para realizar (soo) la menor transformacién: jeudn- to tiempo, cudntos movimientos para desplazar tun poco cada dia una pesads piragual; el dis- ‘curso fiene aqui por funcién dar el trabajo en sulentivud, restituiele su valor-tiempo (que es ron pine comentAR? a alienscién misma); y por otra parte se ve cla- Tamente todo el poder, diegético e ideolégico ala ver, de la inseancia del dseurso: el evfe- mismo verniano permite al discurso avanzae ¢4 Pidamente en [2 apropiacién de la maturslezs, de problema en problema y no de esfuerzo en es{uerzo; transcribe al mismo tiempo una pro- mocién del saber yuna censura del trabajo: es el iiolecto del “ingeniero” (que es Cyrus Smith), del teendcrata maestro de la ciencia, cantor del trabajo transformador en el momen “0 mismo en que, confitndolo a otto, Jo esta motes; el discurso verniano, por sus lipsis 3or sus sobrevuelos euféricor, reenvia el siempa, Chesfuerzo, en una palabra, fa labor, 3 fa nada Selo innarinado: el teabajo se fuga, escurre, se pierde en los intersticios de Ia frase Oteo subcédigo del tems adimico: el de ta colonizacién. Esta palabra es naturalmente am- bigua (colonie de vaceciones, de inseclas, emi tenciaria, colonialismo); aqui mismo los niu fragos son colonos pero no colonizan rads que tuna isla desierta, una naturaleza virgen: toda ‘una instancia social ests padicamente boreads de esta purificacién donde se erata de transfor tmar la tierra sin la mediacién de ninguna escla- vitud: cultivadores, no colonizadores. Sin em- bargo, en el inventario de los ebdigor se tended ceatiin de notar que la relacién inter-homans, por disereta y conventional que sea, se ubica aunque lejans— en una problemitics eolo- aa uevos spearot enfrcos rial; entre les colonos el trabajo (sun si todos juntos ponen manos a le obra) estl jeréeaui- camente dividido (el jefe y teenberata: Cy- rus; el eazador: Spilett; el heredero: Herbert; al obrero especilizado: Peneroff; el servidor Nab: el presidiario relegado 2 l2 colonizacidn beuta, la de los rebafios: Ayrton); y mas tods- via, el negro Nab os en exencia esclavo, no por- que sea "makeatado" 0 “distanciado” (por el conteario: I3 obra humanitara, igualicaria), ni porque su trabajo sea subalterno, sino porque su “naturaleza” psicoldgica es de orden animal: intuitiva, receptive, sabio por olfato y premo- nicién, forma grupo con el perro Top: es el momento inferior de Ie escala, Ia partida de la pirdmide en cuya cima reina el Ingeniero todo- podecoso; por otra parte es necesario recordar ue el horizonte histbrico del argumento es de coeden colonial: le Gueera de Secesin es 12 que expultando a los ndufragos, determina y despla aa mis lejos uns nueva colonizacién mégica- mente pucificada (por las vietudes del discurso) de toda alienaciOn (se notard sobre este asunto que la aventura de Robinson Crusoe también tiene su origen.en un problems colonial: un trifico de esclavos negros con el que Robinson debe enriquecerse rrasplantindolos del Africg 2 las plantaciones de azsicar del Brasil: el mito de Ia iala desierta se apoya sobee un agudo proble- ma: geémo cultivar sin esclavos?); y euando Tor colons, habiendo perdido su isla fundan en eon nob COMED EAR? 2s América una nueva colonia en lowa, territorie del Oeste, sus habitantes naturales, [os sioux, on también migicamente "ausentados” como antes Jo fue el indigena de la Isla Misteriora El segundo cédigo que es necesatio (para co: menzar) desplegar es el de 1s roturaciin-des- cifeamiento (aprovechemos la mecitesie”}; se vincularin a este eédigo todos los rasgos (nume +osos) que marcan simultaneamente una efrac cién y un develamiento de la naturaleza (una manera de hacerla rendir, de dotarla de una sestabilidad. Este cédigo comprende dos sub: édigos. El primera implica una transformacién dela naturaleza por medios naturales, si asi po: demos lamatlos: el saber, el trabajo, el carieters se trata de descubrir la naturalera, de encontrat las vias que conducen 2 su explotacién: pode- ‘mos por lo tanto denominarlo “heuristico” comprende de entr dia: del "hora "en una palabra, de Ia efraccién: la natursleza es una'cortera, ly mineralidad es su sustancia exencial a he que tesponde [a funcién, Ia energia endoscépica del Ingeniera: es necesstia hacer “altar” pars “ver dentro", es necesario "despanzuceae” para libe- rar las riquezas comprimidas: novela plutonia- tna, La ile misteriote moviliza una viva imag rnacién teliriea (viva puesto que ambivalence) 2 Ee canting impo ancien leno de be segs or wa en fret etachomeneddd tenet 26 unvos mnsavos exfrcos Ja profundidad de la tierra es 2 Ia vez un abrigo ‘que se conquista (Granite-House, la caleta sub- terrinea del Naubilus) y el encubsimiento de tuna energia destructiva (el yolcin). Se ha su: gerido justamente (Jean Pommiee refiviéndose 21 siglo xv) la posibilidad de estudiar las metd foras de época; no hay ninguna duda de que e! plutonismo verniano est ligado a las tareas téc~ snieat del siglo industrial: efraceién genecalizads dela tierra, del fellus, mediante la dinamita, por Ja explotacién de las minas, 12 apertura de las rracas, de las vias férceas, 1a extensién de los puentes: la tierra se abre para librar el hierro (sustancie voleénica, ignea, que Eiffel sustituye especialmente a la piedra, sustancia ancestral que se “recoge” a flor de tierra) y el hierro perfecciona a penetracién de la tierra permi- tiendo edificar los instrumentos de comunica- cién (puentes,rieles, estaciones, viaductos). La simbslica (plitoniana) se srticula sobre tun tema téenico, el de Ia herramienta. La herra- ‘mienta, nacida de un pensamiento demultipli- cador (como ocurre con el lenguaje y el inter ‘cambio matrimonial, como lo han sefialado Lévi- Strauss y Jakobson), es ella misma un agente de demultiplicacién: la naturalers (o Ia Provi- dencia) proporciona el grano o el fésforo (re- encontrados en el bolillo del nino), los colonos Jos demultiplican; los ejemplos de esta demulti- plicacién son numerosor en La isle misteriosa: Is herramienta produce la herramienta segin el ro pbxoe cine a0 poder del nimero; el nimero demultipheador, del que Cyrus desmonta cuidadosamente la vi tud generadors, es simultSnesmente ina magia ("Hay sempre un medio pera hacerlo todo”, 1,43), una razén (el nimero combinatorio € ilbmado precisamente uns razéa: contabibdad Yy ratio se confunden etumoldgica ¢ ideolénica~ mente) ¥ vn contra-s2ar (gracias 2 ese mimero no se recomienza de cero después de cada golpe, de eads fuego o de cada cosecha, como en el yuego). El eddigo de ls herramients se aetcula foportunamente sobre un tema,a la vex técnico (la teansmutacién de Ia materia), migico (Is metamorfosis) y lingiistico (Ia generacién de los signos) et de la fransformacién, Aunque siempre aparezea como cientifiea, justifieada de acuerdo con los términos del cédigo escolar (fisica, quimica, botinica, leecién de cosas), 6st2 Uransformacién est siempre consteuids co: ‘mo una sorpresa y a menudo como un enigma (provisorio): cen qué pueden transformarse las picles de focas? Respuesta (retardads seguin las eyes del suspenso): para hacer un fuelle para cl fogén yas velas; el discursa (y no solamente hh ciencia, que sélo esti alli para asegursrlo) cxige por una parte que los dos términos de Ia operacién, Iz materia original y el objeto producido, lis algas y li nitroglicering, estén voicadas tan Tejos como ses ponble, y por otra parte, sgn el principio de bricolage que todo EL céming ne vent sorrepandencin en ceellano Ts 28 Auras encaves cninicas bjeto natural o dado ses sacado de su “ser-alli”™ ¥ derivado hacia un empleo inesperado: Ia tela del globo, molufuneioral en tanto es un des- hecho (del maufragio), se transforma en ropa blanes y en alas del molino. Se adivina en qué medida ete cédigo, que es una puesta en juego pecpetua de nuevas claiicaciones inesperadas, sta cerca de a operaciin ingistica: el poder transformador del Ingemeroe5 un poder verbal puesto que tanto uno como otro conssten Eombinar elementos (palabras, materiaes) pars produeie sistemas nuevos ({rases, objetos) y ambos extraen sus elementos de cédigos muy firmes (lengua, saber); cayos dates estereotip cos no impiden el rendimiento poético (y poit tico),Se puede ademés vinculae al céigo trans. ormacional (simolténeamente lingiistico y de- initgica) wn subcédiga cuyos rasgos son abun: antes: el de lz nominacidn. Apenas legados af cima del monte que les da una vista pano- times de lil, los colonos emprenden su €21~ togralis, es deve dibujar y nombrar los accie Gentes; este primer acto de intelecion y de apropiaci6n es un acto de lengus)e como si toda Is confusa materd de la isla, objeto de fucuras transformaciones, no accediese al sfatns de real operable sing a través de Ia trama del lengut yey en sum, cartografindo wv isl, es decie So ‘Pidnate que Barthes lo gmpen on sentido que te ba dado Aiud Remidimos por fo rie at lece's Bl pene Irv tslanj, Mexia, FG Be 164, WN del FD 2108 DONDE Contenzan? 29 “real”, los colonos no hacen mit que cumple ia definicién misma del lenguaje como “map- pring’ de la realidad, = Como se ha dicho, el des-eubrimiento de Iz isla sostiene dos cédigos, siendo el primero el cédigo heuristico, conjunto de rasgos ¥ modelor transformadoces de 1a naturaleza. El segundo, mucho més convencional desde el punto de vista, novelesco, es un cédigo hermenéutico; de este cédigo salen los diferentes enigmas (una dece nna) que justifican el citulo de la obra (La ile musteriosa) y cuya soluciin et reteatada havta al Mamado final del capitan Nemo. Este codigo haa sido estudiado en ocasén de otro texto’, ¥ se puede asegurar agul que sus cérminot for- males se reencventran en Le fila misferioue: po- sicién, tematizacién, formulacién del enigma, centes términos. dilatoriot (que retardan Ia respuesta), desciframiento-develamiento. Lo heuristico y lo hermenéutico estin muy préxi ros puesto que en los dos casos It isla ex el abje- to de un develamiento: como naturaleza es ne- ceratio arrancarle su riquera, como habitat de Nemo, es necesario descifrar a su providencial huésped; toda Ia obra esté construida sobre un proverbio trivial: aysidate, trabaja solamente en domerticar Ia materia; el cielo te eyudard, Nemo, habiendo reconocida eu excelencia hue mana, actuari para contigo como un dict. » 72, esi wre Saranne de Beene, Du Seu, Cot re Quel, 0 aa uEvoE ENEAVOR enfio: Estor dos cédigos convergentes movilizan dos simbélicas diferentes (aunque complements fiat); la efraccién de la naturaleza, la sujecién, Ia domesticacién, la transformacion, el ejercicie del saber (mis que del trabajo, como se ha di cho) feenvian a una negacién de la herencia, una simbdlica del Hijo; la accién de Nemo, sulrida 4 veces con impaciencia por el Hijo aduleo (Cyrus), implica tuna simbélica del Pa- dre (analigada por Marcel Moré)': singular pa. dee, sin embargo, singular dios este que se llama Nadie Este primer “esclarceimiento” apareceri como temitico antes que formalista: en esto consiste precisamente la libertad metodoligica que es pecesario asumir; no se puede comenzar el ani- is de un texto (puesto que ese es el problems aque aqui xe bia propuesto) sin una primera apro= ximacién seméntica (de contenido), sea temmi- ‘ica, simbdlica o ideolbgica. El trabajo que que- da por hacer (inmenso) consiste en seguir los primeros cédigos, en sefalar sus zérminos, esbo- zar las secuencias, pero también en proponer otras cédigos que se perfilan en la perspectiva de los primeros, En resumen, si uno se da ¢l derecho de partir de una cierta condensaciOw del sentido (como se ha hecho aqui) « porqué el movimiento del anilsis, en su fags infinita, es Mork, Mate, Leas carta Jles Varn Galina, 1 precisamente hacer estallar e texto, a primers nnebulosa de los seatidat, Ia primera imagen de los contenidos. La propuesta del inilisis esteuc~ turil no ex la verdad del texto sino su plucal; por lo tanto et trabajo no puede consistir en parur de las formas para percibic, esclarecer 0 formular contenidos (para esto no seria nece- sario un método estructural), sino por el con- trario, dsipar, extender, multiplicar, movilizae los primeros contenidos bajo Ia accién de una ciencia. formal. El analista hallard ventaja en este movimiento puesto que le da 2! mismo tiem- po el medio de comenzar el anifisis a pactir de algunos cédigos familiares y el derecho de aban- ionar esos cédigos (de transformarlos) avan zando no en el texto (que es siempre simul- tineo, volummoso, estereugrifico), sino en su propio teabaio 1 Apatecido en Posgns, NP 1, 1990

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