El legendario conflicto de bocas de ceniza

El dios del océano atlántico quien estaba acostumbrado a sobrepasar por

encima de cualquier barrera que le entorpeciera en su conquista territorial,
tuvo un encuentro con una fuerte corriente de agua encontrada a orillas del
departamento del atlántico la cual no lo dejaba demostrar su poderío de la
forma que él quería. Se trataba de la desembocadura del río de la magdalena y
el dios del Atlántico, al sentir su impotencia se llenó de furia y puso todo su
empeño en tratar de sobrepasar esas turbulentas aguas. Fue tanto su esfuerzo
que, al chocar las dos corrientes, incontables gotas de agua llegaron al cielo y
provocaron aguaceros torrenciales.
Por su parte, la diosa de la magdalena no iba a permitir que las aguas del dios
Atlántico arrasara con los seres vivos que habitaban en la costa atlántica
colombiana y es así como se ha mantenido una guerra incansable entre estas
dos corrientes de agua y aunque en la ciudad de Barranquilla se pasa por
desapercibido el momento en el que chocan las aguas del rio magdalena y el
océano atlántico nadie imagina que esto se debe a un conflicto que data de
muchos siglos atrás.

El dios del Atlántico aún no comprende la existencia de una fuerza tan grande
como la de la diosa de la magdalena la cual, al observar la belleza de estas
tierras, a su gente a su fauna y flora busca evitar una catástrofe y este conflicto
se lleva a cabo en un punto al que se le llama bocas de cenizas.

Es por ello que nosotros como habitantes de esta región debemos demostrar
nuestro agradecimiento cuidando y protegiendo a todo ser viviente para que la
diosa de la magdalena se siga condoliendo de nosotros y nos proteja de
cualquier evento catastrófico.