Somos el cuarto país con mayor superficie de estos ecosistemas en
el mundo, y contamos con más del 60% de bosques tropicales, sin embargo, estos se encuentran amenazados por procesos de deforestación y degradación. Entre los años de 2001 al 2015, nuestro país ha perdido un total de 1 millón hectáreas de bosques, lo que equivale a un promedio de 120 000 hectareas de pérdida por año. Añadiendo a lo anteriormente mencionado, existen diversas causas tales como contrucción de carreteras y otras obras sin planificación, cultivo ilegal de coca y minería, incremento de la población, migraciones, pobreza y exclusión social, bosques pocos rentables frente a otros usos y mala gestión del territorio, pero la tala y quema de bosques para el desarrollo de actividades campestres en tierras no aptas, son la principal causa de la deforestación en nuestra Amazonía. Lamentablemente al ritmo previsto de calentamiento global y de aumento de las actividades de uso del suelo, los bosques podrían convertirse en una fuente de carbono para la atmósfera en lugar de continuar su papel como sumideros, esto provoca que nos estemos quedando poco a poco sin oxígeno en nuestro planeta, notando los resultados en lo grises que están las ciudades por la degradación de la contaminación, y cada vez hay más peruanos que padecen de enfermedades respiratorias debido al consumo de dióxido de carbono. El ser humano debe aprender a valorar lo que Dios nos ha dado, siendo que la conservación de bosques es fundamental para reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero lo cual contribuye al calentamiento global, además estos son de suma importancia ya que equilibran la ecología.