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La Guerra Inscrita en el Cuerpo
Centro Nacional de Memoria Histórica y Otros
Centro Nacional de Memoria Histórica
Primera Edición Noviembre 2017
Sergio E. Poveda
CC: 1020815436
Jueves Septiembre 26 de 2019
¿Como se puede reducir una experiencia que las palabras mismas se quedan
cortas en describir a un número? reducir una acción a una cifra, un dolor a un
número que le contara entre decenas de miles ¿es esto justo o siquiera moral? pues
aparentemente estas preguntas no tienen respuesta o si la tienen su respuesta no
importa a menos de que sea “si se puede” ya que la existencia del estado como
veedor de sus individuos y comunidades hace que estas acciones sean necesarias
ya que sin estos estudios y cifras el estado, o al menos una parte minúscula del
estado no puede intervenir a menos de que se ejerzan procesos de cabildeo para
presionar a los dirigentes de tomar acción, aquellos dirigentes a quienes
disponemos de nuestro bienestar ya que por sí mismos estos personajes y
estructuras no actúan por intereses altruistas, no estarian donde estan si lo hicieran.
Es así como un acto macabro se vuelve necesario para proteger y ayudar a ciertas
poblaciones que se ven constantemente ignoradas, si no ya oprimidas por las
estructuras gubernamentales u organizaciones y estructuras apoyadas, pública o
privadamente, por el gobierno, y es gracioso, de una manera macabra y cruel, que
para ayudar a estas comunidades se les pida pasar y acudir a estas mismas
estructuras que activamente les ignoran y/u oprimen, pero supongo que esta es la
realidad a la que muchos individuos se enfrentan y, supongo yo, hacen lo mejor
posible entre una realidad como esta.
Estos macabros métodos cumplen una función positiva, proteger y ayudar a generar
procesos de cabildeo como ya mencione antes, pero también para crear y mantener
programas que ayuden estas poblaciones ya que en muchos casos el lugar donde
se encuentran estas comunidades es un lugar al cual el estado no llega, ya sea por
desinterés o por incapacidad ya que otra de las realidades que influencian la
carencia de herramientas para tratar con la violencia sexual es el desinterés del
mercado por estos fines, carentes de lucro, así haciendo que estos ejercicios para la
ayuda de sobrevivientes de violencia se vean perjudicados y haya poca iniciativa
para en ellos. Esta carencia de presupuesto fomenta algo que de por si ya existe en
los estudios y cuantificaciones, produce sesgos y dificultades al hacer el censo de
las comunidades y sus problemas, haciendo aún más difícil la cuantificación de el
problema.
Otro aspecto para destacar es que con el gobierno de Uribe se exacerbó la guerra,
esto junto con la aparición de las fuerzas paramilitares las cuales hacen uso
constante de la violencia sexual como método de dominio que las cifras que arroja
las tablas pone a los paramilitares cerca o sobrepasando a las guerrillas en violencia
sexual y esto es de destacar no porque las guerrillas sean una fuerza benéfica o
menos violenta sino por el tiempo que han existido, mucho más que las fuerzas
paramilitares, aunque esto también puede deberse a la carencia de interés en el
aspecto sexual del conflicto de parte de los organismos gubernamentales en épocas
pasadas y por ende la carencia de denuncia y de datos en estos crímenes.