¿Qué es retención de fuente?

La retención en la fuente es un mecanismo de cobro anticipado del impuesto a la renta, mediante el

cual la Administración Tributaria obliga a retener una parte del impuesto a la renta causado por el
contribuyente, con cargo a los ingresos que perciba por ventas de bienes y prestación de servicios,
según corresponda

¿Para qué se utiliza la retención en la fuente?

La retención de impuestos es un mecanismo utilizado por diferentes estados para garantizar un flujo
continuo de ingresos fiscales. En muchos casos, los impuestos se pagan trimestralmente,
semestralmente o incluso anualmente. De esta forma, los impuestos se recaudan al mismo tiempo
que el pago de las actividades realizadas.

Este procedimiento también permite a los contribuyentes con obligaciones tributarias distribuir los
impuestos en cuotas durante un período de tiempo determinado. Esto evita que las personas o las
empresas paguen grandes sumas de dinero durante un período de tiempo.

Elementos de la retención en la fuente

Base imponible: Es la cuantía económica sobre la que se aplica el porcentaje de retención

estipulado.

Tipo impositivo: Se trata del porcentaje de retención que se le aplica a la base imponible para
calcular la cuantía del impuesto a pagar.

Cuantía del impuesto: Es el valor obtenido tras aplicar el tipo impositivo a la base imponible. Se
trata de la cantidad pagada al Estado.

Sujeto pasivo: El sujeto pasivo es la persona física o jurídica que cobra los bienes o servicios
entregados. Es el agente al que se le retiene el impuesto correspondiente.

Retenedor: Es el sujeto encargado de retener la cantidad económica correspondiente y de hacerle el

pago al Estado.

Establecer los porcentajes de retención

Las retenciones en la fuente deben concretarse aplicando no más de tres porcentajes: 1% para
compras y construcciones; 3% para los demás pagos a personas naturales y sociedades; y 25% para
pagos al exterior.