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Esc. Normal N° 32 “Gral.

José de San Martín”

Prof. de Lengua y Literatura.

Lingüística del Texto y Análisis del Discurso 2 (3° año)

Profesora: Claudia Chamudis

Clase N° 3

Tema: Marcadores discursivos: sus propiedades morfosintácticas, semánticas y pragmáticas


en español.

En Lingüística del Texto y Análisis del Discurso I analizamos los recursos de la cohesión, léxica
y gramatical. En esta última identificamos los conectores, también llamados marcadores
discursivos, que sirven para unir las diferentes proposiciones de un texto, señalando una
relación semántica entre ellas. Podían ser de diferente tipo, según esa relación semántica:
aditivos, causales, temporales, adversativos…

Hay muchos conectores, y varias maneras de clasificarlos. Si revisan diferentes textos de


estudio para el secundario encontrarán diferentes modos de abordarlos.

En esta clase vamos a profundizar el análisis de los conectores adversativos siguiendo con el
texto de Ducrot que venimos trabajando. Lo interesante de este lingüista es que a partir de la
observación del lenguaje toma en cuenta la relación que se establece entre emisor y receptor,
tal como lo vimos en su análisis de presupuestos y sobrentendidos.

En la tercera parte de su libro El decir y lo dicho, dedicada a los análisis pragmáticos (p. 167),
le dedica un apartado especial al análisis del mais, en francés, que es nuestro pero.

Lo primero que me llamó la atención cuando leí este capítulo (hace muchos años), es que el
autor habla de la fascinación que le provoca este conector. Y sí, es realmente fascinante
cuando uno se pone a ver cómo se pueden hacer cosas con palabras (en términos de Austin):
cómo el lenguaje establece relaciones entre enunciador y receptor. No sé si por escrito se
transmite el entusiasmo que me da poder trabajar estos temas, las sutiles diferencias entre
elegir una palabra u otra, las consecuencias semánticas e incluso ideológicas que se generan.

Si leemos la descripción general que hace Ducrot del pero parece un trabalenguas, porque
utiliza el lenguaje propio de la descripción de la lógica del lenguaje:

Cuando coordinamos dos proposiciones p y q por medio de pero, agregamos a p y a q las dos
ideas siguientes, a saber:

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1°) una determinada conclusión r, que es la que se tiene presente mentalmente, y que el
destinatario puede encontrar, sería sugerida por p e invalidada por q

2°) q tiene más fuerza en contra de r que la que p tiene en favor de r, de modo que el conjunto
p pero q va dirigido en el sentido de no-r.

El ejemplo que utiliza aclara mejor la cuestión:

Si alguien le pregunta si puede llegar fácilmente a un lugar que le indicó y la respuesta es:

Es lejos, pero hay un autobús.

Es lejos (p) sugiere la conclusión “Es difícil ir” (r), y “Hay un autobús” (q) sugiere, en cambio
“No es difícil ir hasta ahí” (no-r). La balanza se inclina por esta última conclusión, autorizada
por r.

Las consecuencias que deriva Ducrot de este análisis, y que hace que le resulte fascinante este
marcador discursivo, son 3:

1) Pero se presenta con las características de un pronombre. Si yo designa al que habla, la


r impuesta por pero designa la conclusión en relación con la cual el locutor sitúa su
habla; pero esta conclusión, como el referente del pronombre, debe especificarse y
sólo puede especificársela teniendo en cuenta la situación de discurso.
2) Pero proporciona el ejemplo de un morfema que sólo puede describirse en términos
pragmáticos, ya que se refiere a ciertos efectos presentados como aquellos a los que el
habla apunta.
3) La definición que he prepuesto para pero se basa, de una manera evidente, en la
noción de argumentación. Es decir, que se presenta la oración como debiendo inclinar
al destinatario hacia tal o cual tipo de conclusión.

En su libro, Ducrot analiza varios ejemplos detenidamente, que les sugiero que lean. En esta
clase vamos a retomar un texto que ya apareció en el foro: el famoso artículo en el que Borges
habla de la película El Ciudadano, Orson Wells. Hacia el final del artículo, Borges expresa:

“La ejecución es digna, en general, del vasto argumento. Hay fotografías de


admirable profundidad, fotografías cuyos últimos planos (como las telas de los
prerrafaelistas) no son menos precisos y puntuales que los primeros.

Me atrevo a sospechar, sin embargo, que Citizen Kane perdurará como "perduran"
ciertos films de Griffith o de Pudovkin, cuyo valor histórico nadie niega, pero que
nadie se resigna a rever. Adolece de gigantismo, de pedantería, de tedio. No es
inteligente, es genial: en el sentido más nocturno y más alemán de esta mala
palabra.”

Jorge Luis Borges - Revista Sur Nº 83, agosto de 1941.-

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Analicemos estos enunciados, aunque hay mucha tela para cortar aquí, solamente en función
del uso del pero:

(…) ciertos films de Griffith o de Podovkin, cuyo valor histórico nadie niega, pero que nadie se
resigna a rever.

Si p (hay filmes de innegable valor histórico), puedo concluir que la gente los vería varias
veces (r), PERO nadie se resigna a rever.

Entonces, aunque tengan mucho valor, no son filmes que uno vería más de una vez.

¡Espero que también les haya fascinado este tema! Esta vez propongo dos actividades
individuales muy sencillas:

Actividades:
1) Analizar un breve texto en el que aparezca el conector pero, explicando cuál sería el
sobrentendido al que se opone.

2) Escribir un breve texto, de cualquier género, en el que se utilice el conector pero.

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