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sentencia 132/22+fs.435/445
N°132 / En la ciudad de Resistencia, capital de la Provincia del Chaco, a los ventitres (23 )
días del mes de junio del año dos mil veintidós, reunidos los señores Jueces del
SUPERIOR TRIBUNAL DE JUSTICIA, doctores IRIDE ISABEL MARÍA GRILLO,
VÍCTOR EMILIO DEL RÍO, ROLANDO IGNACIO TOLEDO, EMILIA MARÍA
VALLE y ALBERTO MARIO MODI, tomaron conocimiento para su resolución definitiva
del EXPTE. 4042/10-SCA, caratulado: "MUNICIPALIDAD DE LAS BREÑAS Y OTRAS
C/ PROVINCIA DEL CHACO S/ DEMANDA CONTENCIOSO ADMINISTRATIVA",
venido en grado de apelación extraordinaria en virtud del recurso de inconstitucionalidad
deducido por la parte demandada a fs. 364/373, planteándose las siguientes,
CUESTIONES
1)Relato de causa: Arriban estos autos a conocimiento y decisión del Superior Tribunal de
Justicia, en virtud del recurso de inconstitucionalidad deducido por la parte demandada
Provincia del Chaco a fs. 364/373, contra la sentencia 10 de fecha 1 de febrero de 2018,
dictada por la Sala Segunda de la Cámara en lo Contencioso Administrativo de esta
Provincia, obrante a fs. 343/354.
Tramitado y concedido en la instancia anterior, a fs. 395 se radica en esta sede y se
constituye el Tribunal. Notificado, a fs. 398 se llama autos para sentencia. A fs. 399/400,
se dispone medida de mejor proveer a la Comisión Federal de Impuestos, lo que es
cumplido por el organismo oficiado a fs. 425/430, reanudándose el llamamiento de autos
para sentencia a fs. 432.
A fs. 433 se integra el Tribunal con el Dr. Víctor Emilio Del Río, y se suspende el
llamamiento de autos para sentencia. A fs. 434 se reanuda el llamamiento de autos para
sentencia.
3) Antecedentes del caso: a. Las Municipalidades de Las Breñas, General Pinedo, General
Vedia, Presidencia Roca y Miraflores promueven demanda contra la Provincia del Chaco a
fin de que se declare la ilegitimidad y nulidad de los decretos provinciales 1019/10,
1011/10, 1008/10, 1004/10 y 1001/10, todos de fecha 20 de mayo, que rechaza el reclamo
administrativo efectuado a fin de que se incorpore dentro de la base de cálculo para la
distribución de los fondos coparticipables, los recursos provenientes del Fondo
Compensador para Desequilibrios Fiscales (ley 24.130), Impuesto a las Ganancias, Fondo
Fijo (ley 20.628) e Impuesto sobre los Bienes Personales (ley 23.966), más sus intereses a
calcularse sobre los períodos no prescriptos y reclamados en sede administrativa.
Sostiene que el Estado provincial recibe por medio de la coparticipación nacional distintos
impuestos y contribuciones estipulados por leyes nacionales, siendo la ley 23.548, la que
establece el régimen de distribución entre la Nación y las Provincias.
Alega que está reteniendo indebidamente los fondos que integran la hacienda pública
municipal, invocando como sustento de su pretensión los arts. 62 y 197 inc. 4, de la
Constitución Provincial, art. 11 ley orgánica Municipal y 2 de la Ley 3188, sobre Fondo de
Coparticipación Municipal, respecto de los rubros que la integran.
b. A su turno, la Provincia del Chaco, solicita el rechazo de la acción, niega que los fondos
cuya incorporación se reclama sean coparticipables.Argumenta que los recursos
provenientes del Fondo Compensador para Desequilibrios fiscales (ley 24.130), Impuesto a
las Ganancias, fondo Fijo (ley 24.699) y el Impuesto sobre Bienes Personales (Ley 23.
966), no integran la masa coparticipable por tener asignado un destino específico otorgado
por el art. 2 de la Ley 23.548. Defiende la legalidad de los actos administrativos
cuestionados y solicita el rechazo de la acción.
Indica que la desestimación del reclamo del Municipio se funda en que los rubros indicados
no son recibidos por La Provincia a través del régimen que regula el sistema federal de
coparticipación de impuestos de la ley 23.548, sino por otros sistemas de distribución de
impuestos nacionales distintos al previsto en la ley citada. Señala asimismo, que el Tribunal
soslaya los informes elaborados por la Dirección Nacional de Investigaciones y Análisis
Fiscal de la Subsecretaría de Ingresos Públicos del Ministerio de Economía y Finanzas
Públicas de la Nación, referidos en el dictamen de la señora Fiscal de Cámara, respecto del
destino de la recaudación de impuestos, de donde surge que los recursos tributarios
pretendidos no son coparticipables para el gobierno nacional por estar excluidos de la masa
al poseer "asignación especifica".
Que el organismo indicó que el Fondo Fijo del Impuesto a las Ganancias y el Fondo
Compensador de Desequilibrios Fiscales poseen destino específico y son previos a la
integración de la masa coparticipable.
Manifiesta que las omisiones de la sentencia la tornan meramente dogmática y sin sustento
en las pruebas de la causa ni en las normas provinciales y nacionales, por lo que debe ser
declarada arbitraria. Alega gravedad institucional.
Centrando el análisis en la ley nacional 23.548, surge que la adhesión de cada Provincia al
régimen general debe efectuarse mediante una ley que disponga un sistema de distribución
de los ingresos que se originen en dicha ley para los municipios de su jurisdicción,
asegurando índices objetivos de reparto y su remisión automática y quincenal (art.9, inc. g).
Sobre el punto, la ley 544-P- estipula que: "El Fondo de Participación Municipal, estará
integrado por el quince, cincuenta por ciento (15,50%), de los ingresos percibidos por la
Provincia en concepto de: a) Impuestos sobre los Ingresos Brutos; b) Impuestos de Sellos;
c) Régimen de Coparticipación de Impuestos Nacionales o convenios equivalentes, no
pudiendo deducirse ninguna retención que la Nación por acreencias realice a la Provincia"
(art. 2).
Volviendo a la ley 23548, surge que establece como excepción de la masa coparticipable:
"Aquellos cuya distribución, entre la Nación y las provincias, esté prevista o se prevea en
otros sistemas o regímenes especiales de coparticipación; "Los impuestos y contribuciones
nacionales con afectación especifica a propósitos o destinos determinados, vigentes al
momento de la promulgación de esta Ley, con su actual estructura, plazo de vigencia y
destino. Cumplido el objeto de creación de estos impuestos afectados, si los gravámenes
continuaran en vigencia se incorporarán al sistema de distribución de esta Ley;" (art. 2,
incs. b y c, las negritas son nuestras).
Este Tribunal solicitó informe a la Comisión Federal de Impuestos, organismo que tiene a
su cargo el control y fiscalización de la ejecución de lo establecido en el inciso 2 del art. 75
de la Carta Magna, a fin de esclarecer si los fondos asignados a la Provincia del Chaco,
provenientes de los impuestos reclamados integran o no la masa coparticipable neta a
distribuirse entre los municipios, conforme a los esquemas diagramados por las leyes 20628
(impuesto a las Ganancias), 23966 (impuesto sobre Bienes Personales) y 24130 (Fondo
Compensador para Desequilibrios Fiscales), en conjunción con las modificaciones
introducidas en la ley 24699.
El ente oficiado remitió copia certificada de la resolución 335/06, que obra a fs. 425/430,
dictada en caso análogo, que consideró aplicable al presente.
En dicho instrumento efectuó precisiones en relación al origen y destino de los fondos
reclamados en concepto de Impuesto a 1as Ganancias, Bienes Personales y Fondo
Compensador de Desequilibrios Fiscales, concluyendo que los mismos no se distribuyen
por el régimen general de la Ley 23.548 (fs. 429vta.). Es decir, se distribuyen conforme a
las leyes de creación de cada uno de los tributos en cuestión.
Al analizar el destino del Impuesto a las Ganancias (ley 20628) sostuvo, en lo pertinente,
que: "...la referencia a las proporciones de la Ley 23.548 no implica que la suma fija
asignada a las Provincias sea una suma coparticipable con los Municipios. En este sentido,
tal referencia sólo es a los efectos de cuantificar la suma correspondiente a cada Provincia,
más no a los efectos de su coparticipación” (fs.425/430 de autos). Remitiéndose al criterio
adoptado en anterior planteo, puntualizó que tal alusión sólo es a los efectos de cuantificar
la suma correspondiente a cada Provincia, mas no a los efectos de su coparticipación
(fs.428 vta.). Expuso igual opinión sobre el producido de los Impuestos a los Bienes
Personales (ley 23966) y al Fondo Compensador de Desequilibrios Fiscales (24130) (fs.
428vta. y 429 y vta.).
Examinados sus términos a la luz de las normas explicitadas, estimamos que no puede ser
soslayado en la decisión del caso pues resulta acorde con las excepciones previstas en ley
nacional 23.548, en relación a fondos previstos en regímenes especiales o con afectación
específica (cfr. art. 2, inc. b y c), tal como claramente, acontece con el producido de las
leyes 24.130 -Fondo Compensador para Desequilibrios fiscales-; 24.699 -Impuesto a las
ganancias- y 23.966 -Impuesto sobre los Bienes Personales.
Debe ponderarse asimismo, que si bien dichas normas fueron prorrogadas mediante leyes
nacionales 25400 (2000), 25570 (2002) y 27432 (2017), ello no puede alterar la finalidad
misma de su creación con asignación específica.
Lo expuesto por la Comisión Federal resulta acorde con las leyes nacionales que
establecieron sucesivas prórrogas al modo de distribución de dichos recursos, mediante
leyes 24699 (1996), 25400 (2000), 25570 (2002) y 27432 (2017).
En efecto, la ley 24699, dispuso suspender desde el primer día del mes siguiente al de la
publicación de la ley en el Boletín Oficial y hasta el 31 de diciembre de 1.998, la aplicación
de lo dispuesto en el inciso a) del artículo 30 del Título VI de la Ley 23.966 y sus
modificaciones, para el impuesto sobre los Bienes Personales (art. 4). La ley 25400,
prorrogó hasta el 31 diciembre de 2005 o hasta la sanción de la Ley Coparticipación
Federal que establece el artículo inciso 2 de la Constitución Nacional, la distribución del
producido de los impuestos prevista en las Leyes Nros. 24.977, 25.067, 24.464, 20.628 (t.o.
1997 y sus modificatorias), 23.966 (t.o. 1997 y sus modificatorias), 24.130, 24.699, 24.919,
25.063, 25.082 con suspensión de su artículo 3°, 25.226 y 25.239, conforme al artículo 75
inciso 3 de la Constitución Nacional (art. 3).
En cuanto al Impuesto sobre los bienes personales (ley 23.966), la ley 27432, establece que
mantendrán su vigencia hasta el 31 de diciembre de 2022, inclusive (art. 4, inc. d).
Sobre base normativa descripta, se aprecia que la sentencia impugnada desatendió las
normas nacionales y provinciales que rigen el punto debatido, al no haberse reparado en lo
dispuesto por el art. 2 incs. b y c de la ley 23548, las sucesivas modificaciones legislativas y
lo dispuesto por la ley 25570, art. 2, que establece que los recursos tributarios asignados a
regímenes especiales constituyen ingresos de libre disponibilidad para las jurisdicciones
partícipes y no se computarán a los fines de las obligaciones a que se refiere el inciso g),
apartado 2, del artículo 9 de la Ley N° 23.548. En este sentido, la doctrina ha propiciado
que: "quedan fuera de la masa coparticipable […] la recaudación tributaria que tenga
asignación especifica" (cfr. Vizcaíno García, ob. cit. p.395).
En ese marco, la interpretación efectuada por los jueces de grado al sostener que el
producido de las leyes 24130 (Fondo Compensador), 20628 (Impuesto a las Ganancias) y
23966 (Bienes Personales), integran la masa coparticipable que se distribuye de acuerdo a
la ley 23548, importa una afirmación dogmática sin sustento en las normas aplicables ni en
los antecedentes sobre la cuestión.
Cabe observar que la demandada resolvió desestimar los reclamos administrativos de las
accionantes mediante los decretos 1019/10, 1011/10, 1008/10, 1004/10 y 1001/10,
conforme a las normas que consideró aplicables al caso, no apreciándose contradicción con
la Constitución Nacional pues el mismo art. 75, inc. 2, establece la excepción en la
distribución de recursos con destino específico.
Menos aun con la Constitución provincial habida cuenta de que establece que son recursos
municipales: "Los ingresos provenientes de la participación y coparticipación impositiva
federal, en los porcentajes que determinen las leyes" (art. 197, inc. 4). Una interpretación
razonable indica que la norma refiere a los recursos que se originan y distribuyen según el
régimen general de coparticipación –ley 23.548-, no los derivados de leyes especiales o con
asignación específica como las pretendidas en autos. Igual conclusión cabe respecto a la ley
544-P, de cuyo articulado no surge que los impuestos reclamados estén incluidos en el
fondo de participación municipal (art.2, inc. a, b y c).
El análisis armónico del plexo normativo nacional y local indica que es obligación de la
Provincia garantizar un sistema de distribución de los fondos que se originen y repartan
según el régimen general de la ley 23.548-, asegurando índices objetivos de reparto y su
remisión automática y quincenal, lo que se observa plasmado en los arts. 2, 3, 5 y 7 de la
ley 544-P.
Es que, una hermenéutica contraria privará de sentido y razón de ser a la excepción prevista
constitucional y legalmente, respecto de aquellos recursos cuya distribución esté prevista en
regímenes especiales o tengan afectación específica.
Es del caso resaltar que en el ámbito de nuestro derecho público local, la ley 544-P- en
cumplimiento del mandato constitucional dispuesto en los arts. 62 y 197, inc. 4 de la Carta
Magna Provincial regula específicamente lo relativo a los recursos e impuestos
coparticipables nacionales, ordenamiento que se encuentra en vigencia desde hace años y,
en cuyo art. 2 inc. 3, no determina cuáles son los impuestos distribuibles entre los
municipios, lo que está demostrando que la naturaleza coparticipable o repartible de esos
impuestos es competencia nacional y no provincial.
También cabe sopesar que la eventual aplicación de dicho criterio traería como
consecuencia que los restantes municipios que integran la jurisdicción provincial, que no
han demandado, puedan hacerlo por los períodos no prescriptos lo que a nuestro juicio, no
resulta una consecuencia aceptable.
En conclusión, consideramos que los sentenciantes efectúan una interpretación del régimen
legal aplicable que desvirtúa las normas en juego y omite la valoración de constancias
relevantes para la correcta solución del litigio, motivos que impiden considerar al
pronunciamiento como derivación razonada del derecho vigente con arreglo a las
circunstancias de la causa (CSJN Fallos: 294:363; 295:606; 3021: 108, 865; 307: 933,
1735), todo ello en correlato con lo prescripto por nuestro Tribunal Cimero que dice: "La
resolución que ha decidido la cuestión con prescindencia de lo preceptuado en la
disposición legal que regula el punto, es arbitraria y debe ser dejada sin efecto" (CSJN
Fallos, 292:503).
Sin embargo, pese a estar fijadas en el nuevo orden las bases para La sanción de una nueva
ley de coparticipación federal, esta tarea aún se encuentra pendiente aunque las
indicaciones constitucionales se encuentran expresamente vertidas en los incs. 2 y 3 del art.
75 CN. El primero de ellos establece que tanto las contribuciones indirectas como las
directas que de modo extraordinario recaude el gobierno nacional, son coparticipables, con
excepción del total o la parte que tengan asignación específica. El siguiente determina
cómo deben efectuarse estas asignaciones específicas, que configuran una excepción al
régimen general. Esta cláusula exige que sean por tiempo determinado, aprobadas por ley
especial del Congreso y con mayoría absoluta de La totalidad de los miembros de cada
Cámara.
Asimismo, la ley provincial 544-P dispone que se destinará a los Municipios un Fondo de
Participación Municipal que estará integrado por el 15,50% de los ingresos percibidos por
la Provincia en concepto de: a) Impuestos sobres los Ingresos Brutos; b) Impuestos de
Sellos; c) Régimen de Coparticipación de Impuestos Nacionales o convenios equivalentes,
no pudiendo deducirse ninguna retención que la Nación por acreencias realice a la
Provincia (art. 2).
Además de ello, las normas mencionadas deben sopesarse en el marco de lo dispuesto por
los arts. 5 y 123 de la Constitución Nacional que imponen a las Provincias el aseguramiento
de la autonomía municipal y la regulación de su alcance y contenido en el orden
institucional, político, administrativo, económico y financiero.
Señala María Angélica Gelli que el punto crítico de la autonomía municipal está referido
justamente a las atribuciones económico financieras de los municipios y en especial a esta
última, el alcance de esa autonomía no debe vulnerar la distribución de competencias entre
el Estado Federal y los Estados locales en ninguna material en general, ni en materia
tributaria en particular. Y con esa finalidad apunta que el sistema de coparticipación de
tributos constituye un instrumento constitucional y no debe ser alterado por delegaciones
provinciales en sus departamentos, partidos o municipios (cfr. Autora citada, Constitución
de la Nación Argentina, comentada y concordada, Ata. Ed., 2008, La Ley, Tomo TI, pág.
606).
Sobre este mismo tema, Antonio María Hernández advierte que el art. 123 fija con claridad
la obligación que deben cumplir las provincias de asegurar sus regímenes municipales en
forma autonómica. El alcance y el contenido de esa autonomía debe necesariamente
vincularse con los órdenes establecidos constitucionalmente: "De lo que resulta que la
autonomía de Las provincias tiene (...) un inexorable condicionamiento que respetar y que
consiste en asegurar la autonomía municipal en dichos órdenes". Y añade que a efectos de
terminar con la dependencia que sistemáticamente han sufrido la mayoría 'de los
municipios argentinos se exige el reconocimiento de una justa proporción de la
coparticipación impositiva, tanto provincial como federal (autor citado, La
descentralización del poder en el Estado Argentino, pág. 251/256).
En ese contexto y atendiendo a la pretensión de la parte accionante, que fuera denegada por
decreto 2776/09 del Poder Ejecutivo Provincial y diera origen a la presente causa, pasaré a
analizarlas desde un punto de vista constitucional.
Hoy la Carta Magna domina no solo el campo de la justicia constitucional sino la totalidad
de la vida jurídica de la sociedad, con un influjo efectivo y creciente.
El influjo de la Constitución supone que sus cláusulas no son meros programas, expresiones
de deseos, ni consejos políticos, sino mandatos imperativos y por ende dispositivos, tanto
en su parte dogmática como en su parte orgánica. Los principios constitucionales e
instituciones allí consagradas son origen inmediato de derechos y obligaciones y vinculan a
todos los poderes públicos y a los particulares. En los casos en que la propia norma
suprema establece el cumplimiento de alguna condición expresa a los fines de su
operatividad, si tal recaudo no se cumplimentara, autoriza a tener por configurado el
supuesto de inconstitucionalidad por omisión.
Siguiendo esa línea, se encuentra fuera de discusión que los fondos correspondientes a los
impuestos a los bienes personales, impuesto a las ganancias y fondo compensador para
desequilibrios fiscales en tanto se tratan de asignaciones específicas establecidas conforme
al procedimiento previsto en el art. 75 inc. 3 se encuentran fuera de la masa coparticipable
de la ley-convenio 23548, lo que surge del informe obrante a fs. 425/430.No obstante ello,
considero que la interpretación del art. 4 de la ley 544-P que justifica por aquel motivo que
dichos fondos sean excluidos per se de la masa participable municipal (específicamente en
virtud de lo establecido en el inc. c) no se condice con el marco constitucional vigente que
he descripto más arriba, del que surge con claridad que la determinación del régimen de
distribución de fondos provenientes de la Nación debe ser realizado por ley.
Dicho de otro modo, el hecho de que no se incluyan los fondos aquí debatidos en esa norma
no puede motivar de manera alguna que los mismos sean unilateralmente distribuidos por el
Poder Ejecutivo en ejercicio de atribuciones que la Constitución en el art. 62 le confiere
expresamente a otro poder del Estado: el Legislativo.
Cabe traer a colación aquella afirmación de Hernández que señala al inicio la dependencia
sistemática sufrida por la mayoría de los municipios argentinos exige el reconocimiento de
una justa proporción de la coparticipación impositiva, tanto provincial como federal
(Hernández, A. M., La descentralización..., pág. 21/26).
A lo que agrego, la obligación de que dicha distribución deba hacerse por ley, derivada de
las disposiciones de los arts. 75 inc. 2 y 3 CN y 62 y 197 inc. 4 CP en concordancia con lo
establecido en los arts. 4, 17, 75 inc. 1 y 2 CN y 59 CP. Normas que consagran el principio
de reserva de ley en materia tributaria: lo que no resulta de ninguna manera una imposición
azarosa en un estado democrático de derecho sino que deriva de la exigencia de que sean
los representantes del pueblo quienes tengan directa intervención en el dictado de los actos
del poder público tendientes a obtener de los patrimonios de los particulares los recursos
para el cumplimiento de los fines del Estado (cfr. Spisso, Rodolfo R., Derecho
Constitucional Tributario, 4ta. Ed., Abeledo Perrot, 2009, pág. 218).
En esa línea, entiendo que resulta pertinente el criterio jurisprudencial invocado por la Sala
Segunda, que sentado entre una provincia y la nación y extrapolado al caso de autos, define
la distribución de recursos y los alcances de las facultades legislativas en punto a su
afectación o detracción por el órgano ejecutivo (CSJN Santa Fe, Provincia de el Estado
Nacional si acción declarativa de inconstitucionalidad, Fallos 338:1389). Dice la Cámara -
conclusión que comparto- que el razonamiento coherente y consistente impone advertir la
manifiesta incompetencia del Poder Ejecutivo provincial al disponer de dichos fondos sin la
existencia de una ley provincial que regule su destino y su forma de distribución; estándole
vedado regular los otorgamientos de asignaciones especiales y con ello ejecutar exclusiones
unilaterales de la masa coparticipable. El hecho de que los recursos reclamados no sean
percibidos por la provincia a través del régimen de la ley 23548 sino por otros sistemas de
distribución de impuestos nacionales no lo exime del cumplimiento de los requisitos
constitucionales para el reparto do los mismos.
Razones a las que debe necesariamente añadirse la magnitud de la gravitación que la misma
tendrá en las actividades económicas y financieras de la Provincia. La Corte Suprema de
Justicia de la Nación tiene dicho al respecto que: "...no debe prescindir se de las
consecuencias que naturalmente derivan de un fallo o toda vez que constituye uno de los
índices más seguros para verificar la razonabilidad de la interpretación y su congruencia
con el sistema en que está engarzada la norma” (Fallos 302:1284).
Sobre el punto, este Superior Tribunal de Justicia ha sostenido que: "La seguridad jurídica
constituye un ingrediente necesario del Estado de Derecho que consiste en la confianza
respecto de que las reglas de juego serán las mismas. El valor seguridad jurídica se traduce
en el sentimiento que experimentan los miembros de una sociedad de relativa certeza
respecto a que las relaciones sociales en el ámbito público y privado, patrimonial y
extrapatrimonial no serán intempestivamente cambiadas. Este principio supone un mínimo
de previsibilidad, de confianza en que los pactos preestablecidos van a ser respetados" (del
voto de la mayoría en sentencia 92/19 e/a "Concejo Municipal de Barranqueras s/ acción de
inconstitucionalidad", N° 38/17 del registro de la Secretaria N.° 3 de este STJ).
Es así que como protectores del interés público los tribunales deben sopesar el derecho en
función del bienestar de la sociedad (cfr. Fallos: 314:1202); cometido que debe ser guiado
por la prudencia y la moderación en las decisiones que se toman en las causas judiciales. A
través de la función jurisdiccional el Estado da certeza a los conflictos y situaciones de
incertidumbre e inseguridad que se producen en la sociedad. Por ello, las consecuencias
inconmensurables que producirían la retracción de los fondos conforme al período
reclamado no pueden escapar al conocimiento de los tribunales de justicia. Y el principio
de razonabilidad debe impregnar cualquier acto de gobierno, incluidos los del Poder
Judicial, tanto en cuanto a la proporcionalidad entre el medio elegido y el fin buscado como
a que dicho medio sea el menos gravoso para el derecho que se limita (cfr. Tratado
Elemental de Derecho Constitucional Argentino, Buenos Aires, Ediar, Tomo I, pág. 230).
En esa línea, habiendo advertido el impacto que producirá esta decisión en las arcas
provinciales y su consecuente efecto macroeconómico, entiendo prudente que el cese de la
detracción practicada a la accionante en virtud del decreto anulado y su efectiva
incorporación a la base de cálculo sujeta a participación municipal se produzcan desde la
fecha de la presente sentencia y hacia el futuro.
A. Hacer lugar al recurso extraordinario deducido por la demandada Provincia del Chaco a
fs. 364/372, y en consecuencia, nulificar la sentencia 10, de fecha 1 de febrero de 2018,
dictada por la Sala Segunda de la Cámara en lo Contencioso Administrativo de esta
Provincia, obrante a fs. 343/354.
B. Jurisdicción Positiva: En orden a las facultades conferidas a esto Superior Tribunal por
el art. 29 de la ley n° 2021-B, a fin de evitar un desgaste jurisdiccional inútil y un retardo
injustificado, habiéndose dado a las partes oportunidad de ejercer su defensa, corresponde
asumir jurisdicción positiva y en su mérito desestimar la demanda promovida por la actora
contra la Provincia del Chaco.
C. Costas y Honorarios: Imponer las costas de todas las instancias a la perdidosa (art. 97 ley
135-A). Los emolumentos profesionales se regulan teniendo en cuenta la naturaleza de la
cuestión debatida, la calidad, mérito y extensión de la labor profesional desarrollada,
tomando como base cuatro veces el Salario Mínimo Vital y Móvil vigente a la fecha de la
presente, de conformidad a lo previsto por los arts. 3, 4, 6, 7, 11 y 25 de la ley 288 C, de
donde resultan las sumas que se consignan en la parte dispositiva. ASÍ TAMBIÉN
VOTAMOS.
RESUELVE:
III. IMPONER las costas de todas las instancias a la parte actora vencida.
Juez Presidente
Juez Juez
Juez