Está en la página 1de 1

11 Alguna vez fui niño.

Y mi modo de hablar, mi modo de entender las cosas, y mi


manera de pensar eran los de un niño. Pero ahora soy una persona adulta, y todo
eso lo he dejado atrás. 12 Ahora conocemos a Dios de manera no muy clara,
como cuando vemos nuestra imagen reflejada
en un espejo a oscuras. Pero, cuando todo sea perfecto, veremos a Dios cara a
cara. Ahora lo conozco de manera imperfecta; pero cuando todo sea perfecto,
podré conocerlo como él me conoce a mí.
1 Corintios 13:11-13

Todo es diferente cuando somos pequeños siempre nuestro objetivo es jugar y


anhelas que amanezca otra vez para poder jugar de nuevo, lo relaciono al
momento cuando somos pequeños, de cuando mi carácter es disperso, no tengo
una razón, todo lo veo diferente. Necesitamos madurar para poder entender el
sentido, de que porque estamos aquí y poder reaccionar a situaciones como un
hijo.

Es necesario vivir esto para poder ser reflejo de Jesús en la tierra, vivir cada
proceso, dificultad y victoria para poder moldearnos al carácter de Dios.
Quizá se nos hará muy difícil poder llegar a ese momento culmine, pero creo que
es necesario esforzarnos cada día al máximo para poder llegar y poder conocerlo
como el me conoce a mí.

Anhelo ese momento.

Quizá hoy no fue un día fácil, corriendo parra allá, para acá, estudiando para
pruebas, realizando pruebas, pero cada sacrificio e intención de agradar a Papá.
Él lo ve y no hay razón para no seguir luchando para poder llegar ahí.

También podría gustarte