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2021
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN
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INTRODUCCIÓN
Tenemos que señalar que Hamlet fue escrito por William Shakespeare (abril de 1564 - 23 de
abril de 1616) entre 1599 y 1601 y ambientada en la Dinamarca medieval, esta obra
pertenece al movimiento literario del renacentismo isabelino, abarca distintas temáticas y se
realizan diferentes giros a lo largo de la historia, estos giros son guiados por la locura, por el
amor, la lealtad, la codicia y principalmente por la venganza. Esta es una tragedia de
venganza. El espíritu de su padre le pide al joven príncipe de Dinamarca que vengue el
homicidio que su propio hermano perpetró contra él.No obstante, en la obra de Shakespeare,
no destaca la ejecución de la venganza, sino que el problema interno del héroe tiene
prioridad.
2 Pérez, A. G. (2020, 8 enero). Diez razones para leer Hamlet, de William Shakespeare (+pdf).
Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas. https://www.uclv.edu.cu/diez-razonez-para-leer-
hamlet-de-william-shakespeare-pdf/
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LA VENGANZA ES NATURAL EN EL SER HUMANO
La venganza es un instinto universal difícil de controlar, podría afirmarse que llega ha ser tan
natural en los seres humanos, que pareciera que estuviera fuertemente marcado en nuestro
ADN. Este sentimiento parece existir desde que el Ser Humano apareció en nuestro planeta
entre 300.000 y 200.000 años atrás.
En el texto el Código de Hammurabi que data de 1700 años antes de Cristo en Babilonia, el
cual estaba compuesto por 282 leyes escritas en una piedra, se establece el principio de
proporcionalidad de la venganza, donde si alguien cometía cierta falta hacia otro individuo
iba a haber una consecuencia de la misma intensidad, así, la venganza sin límites sería ilegal
ya que estaba influenciada por el estado de humor del juez. Con esto podemos notar la
importancia que le ha dado el ser humano desde épocas muy antiguas al hecho de regular
sentimientos tan comunes como la venganza, en busca de mejorar el ambiente en comunidad,
donde se le dio importancia a la frase “Si un hombre le destruye el ojo a otro hombre, se le
destruirá el ojo”, una venganza limitada pero siendo igualmente venganza. En cierta medida
es visto como una especie de justicia, un simple ajuste de cuentas.
En la Biblia católica se afirma que aunque una persona sienta que tiene buenas razones para
vengarse, la venganza no es válida por ningún motivo, en (Proverbios 24:29) “No digas: ‘Le
voy a hacer a él lo mismo que él me hizo a mí; me las pagará por lo que hizo'''. Según lo
anterior Dios tiene el propósito de castigar a quienes lo han ofendido y rechazado, pero
ninguna persona podrá tomar la justicia por mano propia. Dios intenta regular los
comportamientos de los seres humanos (Levítico. 19:18) el mandamiento de "No te vengarás,
ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo el
Señor", pero lo anterior no ha sido acatado totalmente, ya que, como afirma el periodico El
Correo3 “La postura del Vaticano frente al genocidio de millones de judíos, homosexuales,
discapacitados, deficientes o gitanos se caracterizó por su escasa contundencia, por una
medida ambigüedad y una cohabitación cómplice con la solución final diseñada por Adolf
Hitler. En definitiva, por un vergonzoso silencio.” No se actúa totalmente como está escrito
en la biblia sino que, los actos son a veces guiados por algo de rabia, rencor e incluso
3 BBC News Mundo. (s. f.). Los beneficios inesperados de la venganza. Recuperado 16 de
septiembre de 2021, de https://www.bbc.com/mundo/especial-39504728
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indiferencia de esta forma no se está venerando absolutamente los mandamientos, los cuales
buscan guiar la conducta humana.
En una investigación mediante resonancias magnéticas del cerebro, llevada a cabo por David
Chester, se demostró que existe placer en la venganza. Los 69 participantes debían responder
agresivamente tras ser provocados. Los resultados mostraron que se activaban los centros de
placer y recompensa de las personas que se vengaban, segregando neurotransmisores como
la dopamina, los cuales tienen el mismo efecto que las drogas y el azúcar. El deseo por
vengarse de otra persona es a veces incontrolable, ya que se rompió la sensación de
seguridad y confianza que teníamos sobre algo o alguien y termina en el impulso de ejecutar
algún tipo de castigo.
La venganza también puede ser un especie de chance de supervivencia "Si tienes una
reputación de ser alguien vengativo, la gente no se va a meter contigo ni intentar
aprovecharse", dice Chester.
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Pero como afirmaba el propio Shakespeare “La venganza está en mi corazón, la muerte en
mi mano, la sangre y la venganza están golpeando mi cabeza”