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Esta obra pone a su aleance un cnjunto de métodos prctcos y criginales veces srprendentemente insite, para librase dels presionesy maniplaciones proyectadas a menudo sobre usted. Entre asgas de humor y con grandes cantidades de sentido comin, ef doctor Dyer le pane en las vas de es cambio que le ayudar a contrarrestar las desafuers de funcionario intratables,cleborado- res abusones, parienteseqostas con demasiada frecuencia de us- ted mismo. ‘SUPENACION PERSONAL] Es sobradamente canacido por ls lector de todo ef mundo por su obra Tus zonas eres, muy posilemente libro de autoayu- dams leido de todos los tiempos. Ha sido profesor de Psicologia el Asesoramient en la St. John's University de Nueva York yac- tualmente se dedica@ una incansable actividad impartiendo confe- rencia y cursos, as como escribendo, Ademés dela obra antes ita- a, entre los tituos publicados por eta editorial destacan Los ‘regoos de yk, Tus zonas sograds La flcdad de muestos his, Tus zonas mégices, Construye tu destina, El cielo ese finite, Lo fuerza de cece La sabia de todos es tempos. Wayne W. Dyer Wayne W. Dyer Evite ser utilizado Autor de Tus zonas erréneas Wayne W. Dyer Evite ser utilizado Traduccién de Manue! Bartolomé “ie orn!: PULLING YOUR OWN STRINGS “Tlcid de efi og de Fuk & Waal, bln fr Thonn rel Compe Neer York, 978 Prado den eters te Tamme de ctr © ACE Fommack 8 1998 De Way W Dye 1D 979 de edn en cola prs do de: Grapo Earl Rondo Hoe Maio. Bacane (© 197, al Bares Lip, porls cen ‘in be nn, Side rnp de 202 npr eo Liga Rens SAG Burdon) A Susan Elizabeth Dyer ante ti puedo pensar en voz alta INDICE Prélogo Introduccién, Filosofia de la redencién. 1, Niguese a ser victima . 6. 10, ‘Operacién desde In fortaleza a No dejarse seducir por Jo que ya es agua pasads Evitese la trampa de la comparscién . ens Serna i) te te scllose leguen a entenderle. Ensefiar a los demés cémo desea usted que le ten. ANE ‘Nunes cologue Ja lealted a las instiruciones y a los demés por encima de la lealtad a s{ mismo . Distincién entre juicio y redidad. 5. ‘Manifestarse creadoramente vivaz en toda eign. Victima o trianfador? Su actual perfil de vfcti sobre Ja base de cien situaciones tfpicas . B a B @ mm 41 7 PROLOGO. Buena parte de lo que aqui se expresa corresponde 4 mi propio desarrollo individual como persona adulta obligada a tomar decisiones y orientada hacia la accién, En mi calidad de profesora y conscjera de sordos, he trabajado con muchos jévenes a los que perjudicaba ins la falta de confianza en s{ mismos que la incepacidad fisca y con los que hublé acerca de la imporanca de sentitse eresponsable» de uno mismo antes de pasar a responsabilizarse, a hacerse cargo de una situacién. Lue- 0, mis alumnos fueron asumiendo poco a poco la pe- nose tarea de aceptar riesgos por su cuenta, desde accio- nes précticas como pedir en el restaurante los platos que deseaban tomar, en vez de esperar a que lo hiciese por ellos un compaticro dotado de ofdo, hasta acontecimien- tos psicoldgicos internos como la decisi6n de una estu- diante de bachillerato elemental que resolvi6 matricu- Tarse en el curso de preparacién universitaria, erigién- dose en primer miembro de su familia aspirante a tales 9 alturas académicas. El desaffo que afronta le muchacha es grande, pero también lo es ahora su confienza, ‘Muchos de nosotros, con faccltades normales, nos hhemos situado en desventaja mental y nos hemos dejado convertir en victimas a través de los sistemas de creen- cias. Nos ponemos limitaciones en la bisqueda de segu- ridad, sin darnos cuenta en ningéin momento de lo facil que le resulta al préjimo confingrnos todavia més, uti- lizando contra nosotros las restriceiones que nos impo- nemos, Un ejemplo extrafdo de mi propia vida lo cons- tituye 1a superacién de las alergias que padecta, En mi condicién de adulta, seguir cultivando la alerpia significaba hacer honor a la etiqueta infantil de set tuatan de ayudar a Ja gente en le travesfa por el prove- loso océano burocrético de los formulismos, micleo dic- tatorial importantisimo, y se esfuerzan en conseguir re- sultedos, Programas locales de televisi6n disponen de abogados del consumidor y «defensores del pueblo» que se encargan de sealizar el trabajo sucio. El gobierno ha creado oficinas de proteccién y muchas comunidades cuentan con agencias que intentan combatir las formas de arbitrariedad més localizadas. Pero aunque todo esto es laudable y meritorio, sélo arafia la superficie del atropello generalizado y ¢s en gran parte ineficaz, porque carga el acento sobre la incul- Gale lps mcelietares eee ees cele turco para que sustituya a la victima. Pasa por alto el 16 unto importante: que Jas personas son victimas de desafueros porque esperan que se abuse de ellas... y Juego, cuando sucede, no se sorprenden, ._ Es casi imposible abusar de las personas cuya pre- disposicién a dejarse atropellar es mula y que estén aper- sibidas para protestar y oponerse a quien desce sojuzgar- Jos de una u otra manera, El problema de convertitse en victima reside en usted, no en todos los demés congéne- tes que han aprendido el modo de tocar los resortes de usted. Este libro se proyecta sobre usted, que es la persona a quien corresponde oponer resistencia, més que sobre cualquier otra petsona en la que se delegue la tarea de esa resistencia. Esté escrito con una sola fina- lidad: ser itil al lector. Me digo: «Si no pueden utili- arlo, que lo dejen». He incluido algunos casos reales, con el fin de proporcionarle ideas més concretas acerca del modo de evitar las numerosas trampas para victimas que deseo cluda usted, y se sugieren también aquf de- terminadas técnicas y estrategias muy especificas que Je ayudardn a abandonar profundamente atraigados ha bitos de victima, Figuran asimismo en el libro diversos exdmenes para permitirle evaluar su propio comporta- miento de victima y, a guisa de remate, he preparado un indice de cien pruebas, al que puede usted remitirse para ulterior verificacién y gufa de sus progresos. Cada uno de los capftulos que suceden a este prélogo de introduccién esté coordinado en torno a un impor- tante principio o Iinea-guia para evitar convertirse en. victima, Todos ellos contienen directrices antivictima, ‘ejemplos acerca de cémo los dictadores del mundo tra- bajan para impedirle a usted emplearlas, y técticas y ES especiales que Je respaldarén en la labor de ayudarse a sf mismo. “De forma gue todos y cada uno de los capftulos Je guiardn a través de un camino preciso, indicéndole en. cuantos pasos dé usted cufl es la conducta correcta de persona redimida, 7 Confio en que obtendré un enorme provecho de la lecture de este libro, Pero si cree que la presente obra va a liberarle por s{ misma, entonces es usted victima de sus propias ilusiones, antes incluso de empezar a leetla, A usted, y s6lo a usted, le corresponde decidir la acepta- cin de las sugerencias y transformarlas en un compotta- riento constructivo cabal y stisfetorio hasta realzase {ntegra y personalmente, Le pedi a un buen amigo y poeta de gran talento ‘que esctibiera una composiciSn especial acerca de a cir- ccunstancia de ser juguete de los demés, tal como se pre- senta en este libro. Gayle Spanier Rawlings resume con- cisamente el mensaje de la redencién en Ia poesia «Ma- neja tus hilos», Maneja tus bilos Enlaces invisibles nos mantienen unidos 4 nuestros miedos, somos el tftere y el titisitero, debajo de esa roca, tras aquel tronco de étbol, aqui y allé, fingiendo que no empufian los mandos, Tira de los cordeles, las victimas somos recupera tu cuerpo de nuestra ilusién, y al ritmo de la vida Hlos de seda mueven, _corta todos los hilos, agitan y entrechocan Ja mano extiende luego rnuestras piernas y brazos. a lo desconocido, Y bailamos al son ccruza las tinieblas, de nuestros miedos, que te acaricie el viento, cuerpos acurrucados Jos brazos alza al cielo fn nifios que se esconden y haz con ellos dos alas que remonten el vuelo. Gayie Spantzn RAWLINGS 18 Las palabras de Gayle transmiten la belleza de ser libre. Que tenga usted In suerte de aprender a elegir su xégimen personal de salud y dicha, as{ como a practicar, aunque s6lo sea en parte, esa deliciosa conducta de as- ‘eenso més o menos vertiginoso, 19 w.Toda experiencia ba demostrado que la bumani- dad esté mas dispuesta a sufrir, siempre que los males sean tolerables, que a mejorar su situaci6n aboliendo las formas a que esté acostumbrada... DECLARACION DE INDEPENDENCIA 4 DE JULIO DE 1776 1 NIEGUESE A SER VICTIMA No existe lo que se dice un esclavo bien adaptado. _No necesita volves « ser ietima, Nunes mis! in ‘embargo, para proceder en lo sucesivo como persona fedimice, fendel que andizare a fondo aprender & discernir'las innumetables ocasiones en que tocan sus resortes y le manipulen otras personas. Su postura de antivictime entrafiaré para usted mu- cho més que el simple esfuerzo de aprenderse de memo- tia algunas téenicas de actitud enérgica y aceptar después unos cuantosresgos, cuando Tos demésintiguen con vistas a manejarle o repir su comportamiento, Es pro- Fd oe haya cbectvads 9: aus a Thera ese cr un planeta sobre el que la inmense mayoria de los habitan- tes humanos que lo ocupan realizan constantes intentos para dominarse nos a otros. Y han desazrollado institu: iones tinicas, altamente perfeccionadas para el cumpli- 2 miento de esa reglamentacién. Pero si usted es uno de Jos seres que se ven gobernados en contra de su voluntad © de su cabal discernimiento, entonces es usted una victima, Resulta del todo factible evitar las trampas para vic- times que, inexorablemente, surgen en la vida, sin tenet gue recurrir al sistema de tiranizar su propia ‘conducta. Para conseguitlo, puede usted empezar pot establecerse tun nuevo inventario de lo que espera alcanzar en el curso de su breve visita a este planeta, Le recomiendo que principie por aspirar a convertirse en persona redi- mda y # examiner de modo minicioso sa conducts de eQUE ES UNA VICTIMA? Cada ver que se encuentra en una situaci6n en Ia que ha perdido el control, los mandos de su vida, le estin avasallando, La palabra clave es CONTROL. Si ‘no empufia usted las riendas es que alguien o algo ajeno Je est manipulando. Pueden abusar de usted mediante un niémero infinito de modos. Tal como lo entendemos aqui, una victima no es ante todo» una persona de la que se sprovechan a través de determinada actividad criminal. A usted pue- den robarle o estafarle de manera mucho més lesiva cuando, durante su existencia cotidiana, cede sus contro- les emécionales o de comportamiento, inducido por Ia fuerza de la costumbre. Ante todo, victimas son as personas que desen- vuelven su vida de acuerdo con los mandatos de los dems. Se ven realizando coses que en realidad preferi- rfan no hacer o manipuladas para deserrollar actividades que representan para ellas una carga enorme de innece- sario sacrificio personal y que, en consecuencia, incuban soterrado resentimiento, Ser victima sometida, tal como 22 empleamos aqu{ el término, significa ser gobernado y compulsedo por fuerzas ajenas a uno mismo; y aunque es incuestionable que esas fuerzas estén omnipresentes fen nuestra cultura, EN MUY RARAS OCASIONES PADECERA USTED TAL TIRAN{A, A MENOS QUE LO PERMITA, Sf, las personas se avasallan a sf mismas de miltiples maneras, a través de Ia ocupacién diaria de conducir su vida, Las victimas operan casi siempre desde una base de debilided. Se dejan dominar, se someten a los demés, porque a menudo consideran que no son lo bastante lis tas 0 lo bastante fuertes como para estar al cargo de su propia vida. De modo que prefieren entreger los mandos f alguien «més listo» 0 «més fuerten, antes que correr los riesgos que entrafia una resuelta atitonomia. ‘Uno es victima cuando su vida no funciona en bene- ficio propio. Si se comporta usted de alguna manera con- traproducente, si se siente desdichado, desplazado, doli- do, angustiado, temeroso de su propia identidad 0 en alguna otra situacién andloga que le inmovilize, si no actiia de manera autoenaltecedora o si tiene la sensacién de que fueraas ajenas a si mismo le estén manipulando, fentonces es usted una victima... y sostengo que nunca merecerd la pena defender su propia sumisi6n de victi- ma, Si est usted de acuerdo, preguntard ya: ¢Qué hay del alivio de Ia opresién? ¢Qué me dice de la libertad? QUE ES LA LIBERTAD? ‘A nadie le sirven en bandeja la libertad. Su libertad ha de productrsela usted mismo. Si alguien se la brinds, no tendré absolutamente nada de libertad, sino que serd Ja limosna de un benefactor que, inverieblemente, pedi- 14 algo a cambic La libertad significa no tener obstéculo alguno para gobernar la propia vida del modo que uno elige. Ni més ‘Bi menos, todo lo que no sea eso constituye tuna forma 23 de esclavitud. Si no se ve exento de trabas a Ja hora de elegit sus opciones, si no puede vivir conforme a sus propios dictados ni hacer lo que le plazea con su cuerpo (siempre y cuando su voluntad no dificulte Ia libertad de otra persona), en ese caso no dispone usted del mi do de que estoy hablando y, en esencia, se encuentra sometido a una dictadura, Ser libre no significa rechazar las responsabilidades respecto a sus seres queridos y a sus compafieros. Realmente, incluye la libertad de elegir las opciones que se ofrecen para ser responsable, Pero en ninguna parte figura la orden taxativa de que uno sea lo que los demés quieren que sea, cuando los deseos ajenos entran en conflicto con lo que uno quiere para si. Usted puede ser responsable y libre. La mayorfa de las personas que tra- ten de decisle que no puede y que cuelguen sobre su intento de liberarse el sambenito de «egoismo» resultaré que ejercen cierto grado de autoridad sobre la vida de usted y que, al pretender convencerle, lo que en realidad estardn haciendo es protestar de la amenaza que surge para las influencias que Jes habia permitido cultivar sobre usted. Si logran que usted se sienta egolsta, habrén contribuido a que se sienta también culpable y Te inmo- vilizarén de nuevo. El filésofo clésico Epicteto escribié en sus Diserta- ciones, acerca de Ia libertad: « y se im pondrin sobre usted una y otra vez — La verdad es que no deberian hacer es0, no es justo, Aqui mide usted las cosas por un rasero particu- Tar, de acuerdo con el modo en que le gustaria que fuese el mundo, prescindiendo de la forma en que es. Les per- sonas, sencillamente, obran de manera injusta y usted, aunque no le guste € incluso se lamente de tales com: 32 tamientos, no intentaré hacer nada para impediclo, Ividese de sus juicios moralistas acerca de Jo que los demas no deberlan hacer y, en su lugar, manifieste: ‘istén obrando asi y yo voy a contrarrestatlo con esta medida © con esta ota, para asegurarme de que reciben, tun buen escatmiento y no les quedan ganas de volver a intentatlo». Les ejemplos expuestos no son més que unas cuantas {deas, muy cortientes, a través de las cuales se convierte usted mismo en victima y que siempre le conduciria por Ja senda de la ruina personal. ‘Mediante el sistema de analizarse a s{ mismo y ana- lizar su cultura, uno puede (1) prever eficazmente los acontecimientos; (2) climinar dudas propias; (3) realizar planes A, B, C, eteétera; (4) negarse resueltamente a permitic que le angustien o paralicen los progresos que est efectuando, y (5) perseverar hasta emerger con lo que estaba buscando. Cercidrese de que, al adoptar esta estrategia, avanza usted por el buen cémino, rambo a Ta supresin de por Jo menos el setenta y cinco por tiento de los principios susceptibles de convertirse en victima y, en cuanto al resto de las ocasiones, cuando no ogre alcanzar sus objetivos, del comportamiento desa- rrollado puede extraer las ensefianzas oportunas y seguir adelante, evitando en el futuro las citcustancias de ca- Iicjén sin salida. En ningtin momento debe sentirse hetido, dolido, deprimido 0 alligido, cuando las cosas no salgan del modo que preferiria que saliesen, porque ésa 3, en definitiva, la fundamental reaccién de la victima. LAS PERSPECTIVAS DEL REDIMIDO Hoablando en términos generales, sea usted lo que aupira a ser y sblo se convertiré en redimido, en persona ue ha dejado de ser victima, cuando abandone la ex- 33 pectativa de verse tiranizado, Para conseguitlo, tiene que empezar por crearse una postura de aspiracién y confianza en ser feliz, saludable, de operar a pleno ren- dimiento y de no dejarse avasallar, basada en sus apti- tudes reales y no en ideas sublimadas acerca de su capa- cidad, que personas o instituciones sojuzgadoras le hayan imbuido engaifosamente. Un buen principio estriba en considerar cuatro zonas amplias y criticas en las que es posible que le hayan inducido a subestimar su compe- tencia, Sus APrrvupes Ffsicas, Si es usted un adulto de criterio maduro, puede de veras aspirar a conseguir cual- quier cosa con 6 mediante su cuerpo; virtualmente, nada se interpondré en su camino y, frente a situaciones ex- tremas, su cuerpo puede revelar aptitudes rayanas en Jo asobrehumano», En el libro Your Hidden Powers («Sus poderes ocultos»), el doctor Michael Phillips re- fiere el caso de una , En cletta ocesién, acudié a mi consulta una paciente con un problema de temores, De nifia, en el Canad, Donna recorrié a pie seis kilémetros y medio, porque Ie aterraba lo que le pudiese decir el conductor del auto- tai, debldo a que ella gnorabe dénde abla que echar el dinero del billete y le asustaba preguntarlo, Refirié que, a lo largo de toda su infancia, habfa operado desde el temor... se aterraba de tal modo que, pot ejemplo, cuando tenfa que hablar en Ia clase, porque le tocaba el tumo de presentar verbalmente ponencias sobre un tex- to, enfermeba con fiebtes altas y accesos de vémitos in- controlables, lo que la impedia ir al colegio. Ya de adulta, cuando asistfa a alguna fiesta y en el transcurso de Ja misma iba al lavabo, no se permitia aliviar la ve- jiga, por temor a que la gente la oyese orinar y riera de ella, Donna era un manojo de dudas sobre sf misma. El miedo gobemneba su vida, Vino a consultarme porque estaba cansada de la tiranfa de sus propios temores. Al cabo de varias sesiones, durante las cuales la animé a que corriera algunos . Cuando la sectetaria introdujo a Tom, el di- rector actu6 como si estuviera atareadisimo. Disponia de [poco tiempo para cuestiones insignificantes. Y, lo que afin resultaba més signifcativo, la secretaria se lo pre- senté a Tom como «el sefior Clayborn. Antes de pasar al despacho, Tom habia preguntado a Ia secretaria cual era el nombre de pila del director. «Pues, no estoy segurar, repuso ella, «Siempre le gmamos seior Clayborn. Al fin y al cabo, es el ditector del colegio.» ‘De modo que la primera pregunta que Tom formulé al sefior Clayborn fue: ‘«gCuil es tu nombre de pila?» El director hizo una pausa momenténea. Era la pri- ‘mera vez que el padre de un alumno se le dirigia de aguella forma y comprendié que estaba tratando con alguien que, a diferencia de los otros, no iba a aceptar tuna posicién secundaria. «Robert», respondis, «¢Prefieres Robert o Bob?», inquiris Tom. «Ejem... Bob», repuso el director. Y¥ Tom habia ganado dos puntos importantes, por- 67 que se negé resueltamente a dejarse intimidar por las estratagemas de poder ni, particularmente, por el em- pleo de tratamientos, Tom no tavo que gopear le mess par cbiener su derecho a que se le tratase en plano de igualdad. Se comport como una persona que confiaba en s{ misma y considers 1a «posicién del director» como un factor que debia tratarse racionalmente. No se dejé atrepar, avasallar, renunciando a su propia estimacién frente a alguien que gustosamente la ignoraria, Lo cierto es que Tom consiguié que trasladaran de clase a su hijo. En aquel caso, actué con enorme efectividad, porque crefa que era una persona digna y obré conforme a ello, y porque la estrategia empleada le colocé, desde el prin- cipio de la entrevista, en una situacién de fortaleza El arma que representa un tftulo o un tratamiento es particularmente poderosa ea manos de personas 4 las que se paga de maneta directa para que le sirvan a uno, (Funcionarios de escueles publicas, por ejemplo, a los que page uno indirectamente, a través del gobierno.) Su portero, médico, odontélogo, abogedo, etcétera, son per- Sonas con las que usted tiene trato «comercial», Si no se siente a gusto en sus contactos con ellos sobre la base del nombre de pila, debe preguntarse por qué. ¢No podria ser que usted considera poco significativo, no lo suficientemente importante, ir por ahf lamando por el nombre de pila a personalidades notables? Me he dado cuenta de que puedo operar perfecta- mente sobre la base del nombre de pila con todo ef mundo que intetviene en mi vida y ello nunca me ha causado, ni a ninguna otra persona, molestias o sensa- cién de violencia. Si su jefe quiere y necesita que le adjudiquen un tratamiento, entonces apliqueselo, naru- ralmente... pero deje que esa necesidad la patentice él, o ella; que no salge de usted, Si usted atiende las nece- sidades de esas personas dejéndolas que tengan titulos, tatonces ent de leno en el juego de la concsion de 6R tftulos... pero nunce lo haga sin preguntar: cesidadles de quién estoy atendiendo?» Si cetlo, entonces sit usted, También puede elevar a los demés a posiciones de alta categorfa mediante el envio de sefiales inequivoces, de que estd usted presto a dejarse embaucar. Resulta mucho més fécil aprovecharse de alguien que ya lo es- peta que defraudar a quien no tiene Ia perspectiva de verse atropellado. Uno puede remitir inconscientemente sefiales de victima potencial, de modo que se debe extremar el cuidado para no dar una imagen de posible victima. ¢Se presenta usted bajo las sombras de su autotrectiminacién o se humilla y degrada a sf mismo? @Empieza pidiendo excusas por pot «Voy @ salir, querido, edeseas algo?» Sélo los esclavos y los prisoners tienen, que pdit permis y, como digo al principio de este libro, el «esclavo bien adaptado» es un mito. — Mire directamente a los ojos de las personas con las que habla, Cuando usted baja le vista o la desvia lateralmente, indica que realmente no esté seguro de si mismo y se coloca en superlativa situacién de victima potencial. Al mirar directamente a su interlocutor, in- cluso aunque usted esté nervioso, envia el menseje de que no le asusta lo més mfnimo tretar con Ja persona que tiene enfrente. 4 — Su postura y lenguaje corporal deben transmitir confianza en s{ mismo y fortaleza personal. Manténgase erguido al mézimo, Cuando se siente, evite repantin- zgatse, No se oculte Ia cara con las manos ni se apriete 4 | Fre usted no le guste a alguien que quiere aprovecharse |) éstas nerviosamente, Si piensa con confianaa, puede eli |" minar también tics, muecas ¢ incluso sonrojos. Y hable ‘en tono firme y no con voz apageda, sumisa o débil. — Trabaje sobre su forma de expresarse, particular. mente en Ja supresién de pausas e incesantes muletilles: «cjem», chummm», «ya sabes», . Al operar desde su pro- pia fortaleza personal, evita usted uilceras, hipertensién, enfados, angustias y demés, por el sencillo sistema de utilizar con eficacis’ sus habilidades, — Cuando trate con directores de servicios de pom- pas finebres, no permita que se aprovechen del dolor de usted para hinchar la cuenta, Especifique bien lo que Quiere, lo que esté dispuesto a pagar y, si emplean con Usted la tdctica de hacerle sentirse culpable, limitese a etirarse, tras el comentario de que hablard con ellos cuando estén dispuestos a escucharle, La téctica de negarse a hablar con las personas que Ro quieren oft lo que usted dice con toda claridad, y alejarse cierta distancia, es efectiva en grado sumo, acudan de nuevo a usted, con les excusas corres- Pondienes infdrmeles de que no desea perder el tempo ablando con personas que se niegan a tomar nota de Jo que usted quiere. Escucharle y después sugerir exactamente lo con- 7

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