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Por su parte afirma, Belandría García que la norma es, pues, expresión de
la diversidad y pluralismo. Es también un llamado a las instituciones, autoridades y
ciudadanos a preservar y fomentar tales idiomas, como manifestación de lo
autóctono, de las prácticas y costumbres nacionales. Como ejemplo pueden
mencionarse los planes educativos para las comunidades indígenas, el fomento
para que las lenguas se trasmitan de una generación a otra, etc. Medidas que, sin
embargo, tienen que ser bien sopesadas.
Ahora bien, a pesar del reconocimiento de uso oficial para los pueblos
indígenas, esto no significa que sea un idioma oficial en Venezuela en sí mismo,
pues la Sala Constitucional de Tribunal Supremo de Justicia ha establecido que el
reconocimiento del ‘castellano’ como lengua oficial por la Constitución, comporta
un deber específico del Estado de garantizar el conocimiento del idioma, que
permita a todos los ciudadanos de la República su correcto y eficaz manejo.
No ocurre así, desde el punto de vista constitucional en lo que respecta a los
idiomas indígenas que también son de uso oficial (artículo 9 de la
Constitución), pero para los pueblos indígenas, por lo que el Estado. –desde el
punto de vista constitucional- debe garantizar como mínimo su preservación y
difusión en las respectivas comunidades indígenas”
De esta forma, se puede apreciar como la constitución de 1999 ha realizado
un gran avance en la materia del idioma oficial y lenguas de uso oficial, innovando
y desarrollando el antiguo artículo 6 de la constitución de la República de
Venezuela, tutelando las lenguas indígenas con rango constitucional como idioma
de uso oficial de las comunidades indígenas, reconociendo estas lenguas como
patrimonio cultural de la nación, a diferencia de cómo se plasmaba en 1961.
Este término de Estado Social surge ante la desigualdad existente entre las
clases y grupos sociales venezolanos, sus primeros expositores se remontan al
siglo XIX, donde autores como Ferdinand de Lasalle y Lorenz Von Stein coinciden
en que el Estado es un instrumento de transformación social que debe dedicar su
existencia en liberar al ser humano de la miseria y la injusticia, causada por clases
sociales mayores que dominan la economía y por ende imposibilitan a las clases
dependientes e inferiores la adquisición de bienes esenciales como la propiedad
así como el acceso a la salud y la educación.
Con respecto a los fines políticos, se hace alusión a que el Estado debe
garantizar que el gobierno se apegue a la ley, es decir, las autoridades deben
crear políticas públicas en beneficio del soberano, el pueblo, bien lo consagra
dicho artículo al mencionar “el ejercicio democrático de la voluntad popular” como
fin esencial.
Por último, con respecto a los fines jurídicos, debe garantizarse un efectivo
cumplimiento, tanto por parte de las autoridades como por parte de los mismos
ciudadanos, de las leyes de la República. Al referirse a “la garantía del
cumplimiento de los principios, derechos y deberes reconocidos y consagrados en
esta Constitución”, de igual forma se trata de un fin de esta naturaleza.
4. Análisis sobre la innovación del artículo 7 de la constitución de 1999
Kristopher Johann Arias Barrios, Revista de Estado de Derecho: año 1 n°2 julio -
diciembre 2019, Enfoque constitucional de los fines del estado venezolano, año
2019