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CaPituto TeRcero Yo adentro, yo afuera ‘vater, Fernando (1999) Las preguntas de la vida, Barcelona: Editorial Are. al = Muy bien, razonemos cuanto queramos pero... zpodemos fstar realmente seguros de algo? Los excépticos ds jura cepa ‘elven a Ia carga sin darse por vencidos (despues de tador io caractefstco del buen esceptic es que nunca se da pot vec! 4o.. ini mucho menos por convencidol. En el capitulo ante. Tor hemos intentado explicar eémo legamos a sistentar ta. sionalmenteciertas creencias, pero el escéptico radical ~-quis 2 escondido dentro de nosotros mismos— sigue gruendo sis objeciones, Bueno, nos dice, de acuerdo, usteves se conforman on saber por qué creen lo que exeen; pero zpucden explicar, me por qué no creen lo que no creen? c¥ si fuesemos slo ce, bros flotando en un frasco de algin fhiido nutritive, «los ae despiadados sabios marcianos someten a un experimiento virtual? 2¥ silos extraterrestres nos estavieran haciendo perc! bir un mundo que no existe, un mundo inventadn por clos ‘para engatiarnos con falsas concatenaciomes causales eon fl. sos palsajesy falsasleyes aparentemente cientifcas? /¥ 9 nos Inubieran creado en su laboratorie hace cinco minutos, con los fingids recuerdos de una vida anterior inexistente (como a los replicantes de la pelicula Blade Rurmner)? Por muy fantéstica ae sea esta hipotess, es al menos posible imaginal y a foc 12 certs explicaria también todo lo que creemos ver, or, pal ar o recordar. Podemos estar sepuros entonces de algo ni) siqulera somos capaces de descartar la falsificacion universal? | ls 2, «us actin’ oye F ~ Ret saris el gran pensador del siglo xvit, es conti er sented ee mtn dem precisimente por haber sido el primero en plantcarse tna didh de tata semejutey tambien por su forna dest pearl. Desde hego, Deserts no mencond a los extat- Frases (macho menos populares en su sg qi ene ns tro) ns hablo de cerebros conserva artic as on En cambio planted la hipotesis de que todo Io que cons ‘ramos eal piers se simplemente an sueno el fini francés fie mis 0 menos coeténco del dramaturgo expatal Calderon de In Barca, ator de La vida sweton"y qc los cosas qe eres percibiry los sceses gu pacoen Serr tos fran sto lncdentes de exe suena. Un Suef tt aa Catal, en el que soiamos dorminnosy tambien veces de ‘err (ces0 no no ha oeamicoa voce e stos cee ue ‘espertamos y noe rims de nattro sue ante) Deno de personas sotadasy pulses sopados, om sueho en el que Somos reyes mendigos, un sueno extraordinariamente do. pero soeho al fin y al cabo, slo un sueno. No contento on ena suporcén alarmante, Descartes propaso ot mt ‘cho mx snes: quir somo vtinas de on genio malign, ‘una enidad poderosa como un dios maa common demons Aadicada a engaisracs constantemente,halenonos ver. ary oer lo que no cust sn otro propésto que disrtar de uestras pemancntes equvocsconés Segin i primera hip {ci adel suet pennanente nos engatamos solos segin Ja segunda, la del genio malvado, alguien poderoso (jalguien paecido aim exrateretre, aang como fiom terrae Faun engato no podemen mare ast nos engana a prose Sito: en ambos eatontendramos que equvecamos sin re: dio y tomar constantemante lo falso por veradero, Para wna persona comiente, estas dda gigantescas 1e- sultan bastante raras: gno estarfa un poco loco Descartes? 2Cémo vamnos a estar sofiando siempre, sila nocion de such 'o tiene sentido mas que par contraste can los momentos en ‘que estamos despiertos? Y ademas solo sofiamos com coses, wap be dee Bees eect YO ADENTRD, YO AFUERA B personas o situaciones conoeidas durante los perfodos de vi tila: sonamos con la realidad porque de vez en cuando tene- ‘mos contacto con realidades no sofadas. Si siempre estuvi amos sofiand, serfa igual que no sofsar nunca, Ademis, de donde saca Descartes su genio maligno? Si existe tal dios © \demonio dedicado constantemente a urdir una realidad cohe- Fente para nosotros cpor qué no le llamamos «realidad y scabamos de tna vez? ;Cémo va a engafiamos si nada nunca « verdad? Si siempre nos engafa, gen qué ee diferencia su engafio de la verdad? Z¥ qué mis da conocer un mundo real enel que hay muchas cosas o conacer muchas coses Fabrica: das por un demonio juguetén pero real? Desde lnego, Descartes no estaba loco ni desvarlaba arras: ‘ado por una imaginacion desbordante. Como todo buen fi- losofo, se dedicaba nada mas (ini nada menos! que a forza larse preguntas en apariencia muy chocantes pero destinades « explorar lo que consideramos mas evidente, para ver sie tan evidente como ereemos...al modo de quien da varios ti ones # Ja cuerda que debe sostenerie, para saber si esté bien Segura antes de ponerse a trepar confiadaiente por ella Pie- dle que Ia cucrdla parezca amarrada como es debi a algo sé- lido, puede que todo el mundo nos diga que podemos confige fen ella pero. es nuestra vida la que esté en Juego y el figso- fo quiere asegurarse o mis posible antes de iniciar su escala: da. No, ese fildsofo no es un loco ni un extravagante (jpor lo menos no sue serfo en la mayeria de los casos): s6lo rests! {a algo més descongiado que los demas. Pretende saber por st, ‘mismo y comprobar por st mismo lo que sabe, Por eso Des) cartes liamé emet6dicas a su forma de dudar:trataba de en contrar un mdtodo (palabra que en griego significa scaminos) para avanzar en el conocimiento flable de Ia realidad. Su ex ‘epticismo questa ser el comienzo de una investigacion, no el rechazo de cualquier forma de investigar 0 conocer Bien, supongamos que todo cuanto creo saber no es mis ‘que un suefo ola ficeién producida para engafiarme por un Me ‘i m 1s PREGUNTAS DE LA VDA genio maligno, ;No me quedaria en tal caso alguna certeza donde hacer pi, a pesar de mis inacabables equivocactones? @No habra algo tan seguro que ni el sueno ni el genio puedan ‘convertrlo en falso? Puede que no haya érboles, mares nies trellas, puede que no haya otros seres humans semejantes a mien el mundo, puede que yo no tenga el cuerpo ni la apa lencia Fisica que creo tener...pero al menos sé con toda cer- {eza una cosa: exsto, Tanto si me equiveco como si acerto, al ‘lfmens estoy seguro de que exit 8 dao, s sven, din lexistr indudablemente para poder sonar y dudar. Puedo ser alguien muy engahado pero tambien para que me engaien ‘necesita ser. «De modo gue después de haberlo pensado bien dice Descartes en la segunda de sus Meditaciones— y de ha- ‘ber examinado todas las cosas cuidadosamente, al final debo cconeluir y tener por constante esta propascion: 30.030 tsxisto es necesariamente verdades ‘veces la pronun- ‘cio 0 la coneibo en mi espiriu Cogito, ergo stunt pienso, le yo exist. Y cuando dice «pienso ‘sélo se tele: rea la facultad de razonar, sino también a dudar, equivo 2, sofiar, percbir...a cuanto mentalmente ocurre 0 s* me ‘Scurre, Todo pueden ser iisiones mfas salvo que exist con usiones 6 sin ellas. Si digo «veo un arbol frente a mi» puedo cstar sofando o ser engaftado por un extraterresre buon; “pero si afirmo wcreo ver un arbol frente a mt y por tanto exs- fos fngo que esiar en lo cierto, no hay dios que pueda enga- ferme ni suefo que valga, Ahf la cuerda esta bien amarrada yy puedo comenzar a trepar y Buse comensat § teper = {Quién 0 qué es ese «yor de cuya’existencia ya no cabe ‘udas? Para Descartes, se trata de una res cogitans, una coxa 4que piensa (entendiendo spensar» en el amplio sentido antes ‘mencionado). Quiza traducir la palabra latina res por «cost» no sea muy adecuado y resultase mejor traducrla por ealgos 6 incluso por «asunto», en el sentido genérico que tiene tam- bign en res publica (el asunto o asuntos piblices, el Estado): el yo es un algo que piensa, un asunto mental. Sea como fue- por aquf le han venido después a Descartes las mas serias YO ADENTRO, Yo AFUERA 8 abjecones osu planteamienio,cPor qué esa eos gue pie} Sav y-que ar tanto exist sy 3, un sujeto personal? ¢No po | Ariamos decir simplemente «se piensa» o ese existe» de modo Impersonal, como cuando sfirmamos allueves 0 es de dias? Por qué lo que piensa y existe debe Ser una cosa, tn alg.» Subsistente yestable en lagar de ser una serie de impresionss ‘omentancas que se suceen? Existen pensamientos, existe eh exists, pero. epor qué llama Descartes «yo» al supuesto sujeto que sostene esas pensamientos y esa existencia? Veo intoles,noto sensaciones,razono y cleulo, deseo, siento miedo.” pero nunca percibo una cosa a la que pueda lamar spo Cien aftos después de Descartes, el escooés David Hume punta en su Tatado de lz naturalona humana: «Por mi parte, cuando penetro mds fatimamente en lo que llamo “yo mis- ‘mo”, siempre tropiezo con una u otra percepeicn particular, de fifo 0 de calor, de luz 0 de sombra, de dolor 0 de placer: Nunca puedo captar un "yo mismo" sin encontrar siempre tuna pereepei6n, y nunca puedo observar nada més que la percepeisn.» Segin Hume, aqut tambien existe un espefism, 2 pesar de los esfuerz0s de Descartes por evita el engaiio. Lo mismo gue creo ever» un basin roto al introducirio en el ‘agua —a causa de la refraccién de la Iuz-—, tambien creo ‘sentir una sustancia ininterrumpida y estable ala que ls ‘mo yoo tras la serie sucesiva de impresiones diversas que percibo: como siempre noto algo, ereo que hay un algo que esti siempre notando y sintiendo. Pero a ese mismo sujeto personal que Descartes parece dar por descartado —perdéa, por el chiste horrible—no lo pereibo nunca y por tanto no es mds que otra ilusin © puede que no sea una ilusion, sino una exigencia del Jenguaje que mancjamos. Quiz la palabra «yo» no sea el nombre de una cosa, pensante o no pensante, sino na espe- ie de foalicador verbal, como los términos «aqui» o «ahora gue hay un sito, fijo y estab, Hiamado Bivetre, Oh Ceri tehyative 16 {as PRBGUNTAS DE LA VIDA durante la completa tnconsciencia producida por la aneste- sia, Aun suponiendo que un accidente me dejase completa. ‘mente amnésico, incapaz de recordar nada de mi vida paso 4a, ni siquiera lo que me ocurr6 ayer, probablemente seus ppensando —zcon algunas dudas, quiza?— que siempre fui el mismo eyo» que abora soy... aunque ya no me acuerde, El psiqutatra Oliver Sacks, on su libro ET hombre que con- fundid a su mujer con un sombrero, cuenta el easo de uno de sus pacientes —an tal Mr Thomson— cuya memoria habia sido desiruida por el sindrome de Korsakov y que se dedica bba a inventarse constante y frenéticamente nuevos pasedos Era su forma de poder seguir considerindose «el mismo» a ‘través del tempo, como le pasa a usted y como me pasa ami «El mismo» gulete decir qe, aunque evdentemente cambla ‘mos de un afio a otro, de un dia para otro, algo sigue perma: rneciendo estable bajo Tos cambios (para que una cosa Cambie ‘es necesario que en cierto aspecto siga siendo la misma: no, en vez de cambiar se destruye y es sustituida por otra) Pero ccusintos cambios puede suit na cosa para que siga- ‘mos diciendo que es la misma que era, aunque transforma da? Sia un cuchillo se le rompe la ojay Ia cambio por ot, sigue siendo el mismo; si le cambio el mango por otro, tam: bien sera el mismo; pero si le he cambiado la hoja y el mam 0, geontinuard siendo el mismo, aunque yo siga llamaindole mis cuchllo? :¥ respecto al futuro? ¢Cémo puedo estar tan cconvencido de gue seguiré siendo también «yo» mafiana y e! ‘aio que viene, si ain vivo, a pesar de cuantas transformacio- nes me ocurran,aungue el mal de Alzheimer destnaya mis re- ‘cuerdos y me haga olvidar hasta mi nombre o el ce mis hijos? EY por qus estoy tan preocupado por ese yo futuro que se me hha de parecer tan poco? YO ADENRO, YO FUERA np En defensa del «yo» cartesiano, sin embargo, también pueden objetitsele ciertas cosas a quienes piensan como Hume. Dice el fildsofo escocts que cuando entra en si fuera interno para buscar su yo (¢para buscarse?) solo encuentra percepeiones y sensaciones de diverso tipo: trapieza con on fenidos de conciencia, nunca con la concioncia misma. Pero eauign o qué realiza esa interesante comprobacisn? Sin duda bila pereepeién ni la sensacién son lo mismo que comprobar que uno tiene una sensecién o una pervepciGn. Una cosa es notar el rf, por ejemplo, y otra dayse cuenta de que uno esti Sintiendo fro," es decir’ clasifcar esa desagradable sensa- Del mismo modo {que considero mia mi conciencia aunque en ella haya lagunas de olvido o interrupciones inconscienles, también tengo 8 mi cuerpo por mio aunque sufra transformaciones, pierda el YO ADENTRO, YO AFUERA a pelo, las unas o los dientes, incluso aunque se le amputen 6: {Eunos y miembros, Mi euerpecllo infantil y mi cuerpo adul- ‘a, erecido 0 envejecido, siguen toniendo para mi una conti ‘ntidad frefutable no siempre fil de explicar pero de Ia que no dudo salvo como experimento teérico.. de esos que sucle hacer Ia filosoffa. Ahora bien, gqué es mi Cuerpo? ‘Supongamos que uno de esos extraterrestres de los que ya hemos hablado antes aunque # este no le sospecharemds ‘nals intenclones, slo curiosidad) viene nuestro mundo y {piesa a estudammos a sted o a mi. iene dlante un ser ‘ho, quia incluso lo consierefneligente scams opt tes pero una de las primeras proguntas que se ard es: d6n- {de empieza y ddnde acaba ese bicho? La pregunta o es ab- sua: hay mucha gente que al ver un eangrejo ermilano den- trode su concha no abo sh ta forma parte oo del canere- Joval tampoco es icldeterminar sel capilo de Ia erislida dhe ser considerado tambien erislida como el resto del ani aq a ered, De al odo. ol cxrtemets rade creer que yo roy tambidn Mi asa que acabo en la puerta de la clleve que al menos mi sildn favorito mi bata forman parte de mi 0 que el puro que estoy fumando es uno de mis spendices cl humo consttuye mi maloiene alien. ‘usted, gue tiene coche y se pass el dia dentro de €, seguro {que el marciano lo casfcarie entre ls tecolas de cuatro ‘hedas Pero sel frssteto interpanetariolega a comumnicar- ‘con nosotros Ie explearemen que se equitoca, que nes ifs fronteras las establece nuesto tjdo celular que —por tnucho que amemos nuestrs posesiones y nuesto alee Iento urbane nuestro yo viene solo ega hasta donde aharea nuctra pel Es decir esto cuerpo Alo que el mar. ‘no podria respondernos: «eno, yes Zodmo han Hegado seaberlo? Responderle adecuadamente no es tan obvio como pare- ulere). alma esd encerrada en un zomb en un cadiver Sent! De modo que la mucre defintva del cuerpo, que deja volar libremente el alma (a palabra srcga pars alma, Doi, significa también smariposa), es una auténtica bers “in, Oued fuera a esto Jo que se seis Scrates en sus Uh imas palabras, sogn nos la refiere Plain en Peon, cuando sl notarqueel efecto dala cicuta le legaba ya al eoraedn dijo 2 sus distiplos:«Debemos un gallo a Esculapio.» Haba cos: cumbre de ofrecer algin animal como sacifico de gratitad a Eseulapio, ios dela medicina, al curarve de cualaier enter ‘edad! le pareci quiz a Socrates que el veneno asesino es ‘aba a punto de ibrarle de esa enfermedad del alma que con: site en padecer un cuerpo? La verdad esque con un ipo tan ‘rénica munca se sabe Pero cereemos en realidad estar subidos en nuestro exer po y al volante, como quien pilota un vehfculo? Si es asi, ‘donde nos ubicamos, en qué parte del cuerpo? Descartes ha \ fone” “ndahd oI 1S PREGUATAS DE La vip bilo dela gléndula pineal, pero la mayorta de la gente no sibe donde esté ese eachivache. Cuando decimos «you solemosse- falamos en el pecho, mas o menos a Ia altura del oraz. Si teflexionamos un poco mas, quz4 lleguemos a la conclusin de que estamos en nuestra cabeza, en un punto situado eel csruce de la linea que puede trazarse entre los dos ojos ¥ Ia ‘que va desde una oraja hasta Ia otra Por eso mi amigo eles- critor Rafael Siinchez Feriosio —que puede ser a veces tan indnico como Séerates— me coment6 un dia acerea de lo it soportable de los dolores de muclas, otitis, jaquecas, et. «Son muy malos.;Los tenemos tan ceral» Pera no conozco a nadie que esté convencido de habitar en el dedo gordo de s pie izquierdo, por ejemplo. Por lo comin, quienes ereen ter lun cuerpo y estar dentro de él se roferen a wn wdentro> que ‘no es el interior del saco corporal, leno de drganos, venas ¥ ‘sculos, sino a una Interioridad diferente, que esta en todas partes del cuerpo y en ninguna, de la que slo el cerebro po- dria aspirar a ser la sede privilepiada, Ademas, si no soy mi ‘cuerpo, gde donde he venido para legar finalmente a parar aentro de él? cE cemblo hy quien cre que no enero sino gue somos ‘| fnuestro cuerpo. Aristételes pensaba que el alma es la forma \b’ del cuerpo, entendiendo por eforma» no la figura externa sino el principio vital que Bos hace exist Y la neurobiolozia actual piensa cast-undnimemente que los fenémenos menta- Jes de nuestra conciencia estén producides por nuestro site ‘ma nervioso, cuyo centro operativo es el cerebro, De modo ‘que cuando hablamos dl «alias 0 del xespiritae nos esta~ ‘mos refiriendo a uno de los efectos del funcionamiento cor- poral, 1 mismo que cuando hablamos de la luz que esparce tuna bombilla nos refesimos a un efecto productdo por la bbombilla y que cesa cuando ésta se apaga...o se funde, Re- ssultarfa ingenuo creer que la luz ests dentro de la bombilla, ‘como algo distinto y separado de ésts, y ain més preguntar- nos adénde se va la luz cuando la bombilla se apags. Pero también parece evidente que la luz dela bombilla aporta also YO ADENTO, Yo AFUERA 85 41a bombilla mismna y tiene propiedades distintas a ella: no ay luz sin bombilla, ero la luz noes lo mismo que el cristal 4 la bombilla, ni su flamento elécrico, ni el cordén que la tne com el enchufe de la corriente general, etc. Seria injusto, por lo menos, decir que la luz no es mds qu Ia Bombala o la Sentral elctrica que la alimenta. Del mismo modo, aunque el Densamiento es producido por el cerebro tampoco es sin mis sléntico al cerebro. A esta actitud de asegurar que algo —la iz, la. mente..— «a0 es mas ques la bombilla 0 el cercbra suele llamarséle educcionismo. Algunos reduccionistas esta- “an de acuerdo en aceplar que la mente (luz) es un estado 4! cerebro (bombilla), esto es, Io primero es un «modo» en ue esta lo segundo, Con todo parecea simplificar demasiado Sa realidad mas compleja En una novela del escritor inglés Aldous Huxley podemos ser este pérrafo: «ET aire en vibracion habia sacidido la sembrana tympani de lord Edvard; la cadena de hueseeillos —marillo, yunque y estribo— se puso en movimiento de “odo que agitara la membrana de la ventana ovalada y le- sntara una tempestad infinitesimal en el fluido del laberin ©, Los extremos filamentosos del nervio auditivo temblaron {ella exerioridad, Porque s alguien pudleta anotar en un fe bro (6 mejor en un CD-Rom) tod las cosas que tenen bul {0 y ocupan sto en la realidad, Rasta el imo de mis ato mos figuraria en I ist, junto al Amazonas, os grandes ti bhurones blancosylaestella Polar. pero no lo que he soma do esta noche 0 lo que estoy pensando shora. De moda que hay dos formas de ler mi vida y To que yo soy: por un lado el lado de afuers— se me puode juzgar por mi funciona ‘miente, vlorando si todes mis rganos marchan como es de ido Gal eomo miramos el plow luminoso de un electrodo méstico pars saber si esté apagado 0 encendide), deter nando cules son mis capacidades fiicaso mi competenca profesional, si me porte como manda Ta ley o como fecho as, ete; por ofr lado el de adentro— resulto sr un expe Fimento del que slo yo mismo, en moi Interioride, puedo ‘opinarsopesando lo que obtengo y lo que pierdo, compararr yo anuivrRo, Yo AFUERA a do lo que deseo con lo que rechazo, ete. ¥ desde huego mi ‘mncionamiento influye decisivamente en mi experimento, ast oma ala invers. En cuanto al viejo debate entre las relaciones de mi alma. —pero ide donde puede brotar el alma més que del cuer- por con mi cuerpo —acaso puedo llamar mo a un cuerpo in alma? quied deba desviarme un momento de los fléso fos y acu 2 los poetas: lala weve a cuerpo se dinige alos ojos y choca. —jLu2! Me invade toda mi ser Asombrol Jorce GUILLEN, “MAs allée, en Cantico ‘Ast me encuentro, invadido y poseido por {odo mi ser que | cs tanto la mirada interior del alma como la luz del mundo, ‘nseparables, indudables. gSera ésla la certeza que buscé el sacstro Descartes? = esputs de unt expo, lo ave sy me la ee Ray tna fay sol cove lsh a ee tat elmo Deep, conta qe eT Fe ee, otemante sents sai peo deo sles Soy ices manifests eciren eso, xcs: ar ay sero ables doen 9 pales sas ee Eis como ims erbs.pom TREN haoes cre, steno penance y tn ae aprenden incso —8 ase ea has poet flowin enn of ome nsanca=s peo noe nade fc om sae eat concluign de qc cl mndo obey de eee gut de odo os demi sto cone on apes que no crea el epado 88 Us FRECUNTAS DE LA VD de una visin interior como la suya propia— se le lam en la historia de la filosofia esolipsists. Y ha habido muchos, no se crean, porque no resulta sencillo refutar esta extravagente ‘conviecién. Después de todo, ccémo llegar a saber que los de- ‘més tienen también tuna mente como la mia, si por definicion ‘mi mente es aquello alo que s6lo yo tengo acceso directo? El ‘sunto es fan grave que uno de los mayoresfldsofos de mus tro silo, el inglés Bertrand Russell, cuenta que en ciera cea sidn reetbi la carta de un solipsisia explicandole su posiciin te6ricay extrafiindose de que, siendo tan irefutable. no hi biera mas solipsistas en el mundo. A mi juicio, el més sido argumento antislipsista lo brinds otro gran pensador contemporineo —que fue dese amigo y discipulo de Russell el austracs Ludwig Witt feasicin, Sogin Witgenstein, no puede haber un lenge Privado: todo idioma humano, para srl, necesita pode set ‘comprendido por otros y tiene como objeto compar el ‘mundo de los signifcadas con ellos. En ini aterion desde «que comienzo a reflexionar sobre mi mismo, encuent in lenguaje sn el que no sabia pent sofar sigulera un len sguaje que yo no he fventado, un lengaje que como todes Jos lenguajestene que ser forzesamente publce, es devi ie comparto con otros sere capaces como yo de entender sign ficados y manejr palabras” Terminos como syor, sexsi, pensar, «genio mulignos, ef, n0 son productos expo. neos de inser asad sino creaclonessimbleas que Henen Ss posicion en a historia y i geogafia humana dice sighn antes o en una latitud distinta nadie se hubiera hecho las ps auntas de Descartes Por medio del leaguaje que da forreea ‘mi interioridad puedo postular —debo postlat=—la exnten. «ide otras interioridade entre las qu se establece el vinct. lo revelador del palabra: Soy un sys poraue ped man se asi frente aun stds en una lengua que perme dspace

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