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El corazón del coronel Bufanda

Carrancista que mandó matar


todo un cuartel que estaba
desarmado.

El coronel Bufanda traía la mano tiesa de lanzar granadas. Los mesones


desarmados eran el del Águila y Las Carolinas. El asalto dejó más de trescientos
muertos en el del Águila. El coronel salió con la mano dormida.
En media calle, alguien, nadie supo quién, le tiró un balazo, se lo dieron en la
paleta izquierda y le salió por la bolsa del chaquetín, echándole fuera el corazón.
“Bien gastada está la bala expansiva”, decían los hombres que pasaban.
Una doctora que vivía a un lado del mesón del Águila metió al muerto en su
casa; ya lo tenía tendido cuando llegaron los de Rosalío Hernández, 1 lo sacaron
arrastrando, lo tiraron a media calle y los pedazos de su cabeza estaban prendidos de las
peñas. Tenía un gesto de satisfacción.
La bolsa del chaquetín, la bolsa izquierda desgarrada como una rosa, dicen mis
ojos orientándose en la voz del cañón.
La mejor sonrisa de Bufanda se las dio a los que levantaron el campo. Todos lo
despreciaban, todos le dieron patadas. Él siguió sonriendo.

1
Nació en 1861 en Zacatecas. Militar, participó en la División del Norte bajo órdenes de Villa de 1913 a
1916; cuando se incorporó a las filas carrancistas combatiendo a los villistas.

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